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Domingo 26 de julio de 2015

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Domingo, 26 de julio de 2015, Revista Dominical


Ser maestro o maestra implica...

Educar para construir sociedades


dialógicas
•  Walter Choque Clavijo - Profesor

Se propone terminar con la educación clásica


A la culminación del siglo pasado, en el aspecto educativo, se vivía y aún vivimos
situaciones de una crisis de sentido en la educación, caracterizada entre otras por: lo que
se enseña en la escuela no tiene ninguna relación con lo que ocurre fuera de ella; existen
estudiantes que asisten a la escuela y no aprenden o lo que aprenden es "para pasar de
curso", asimismo, los conocimientos que adquieren no tiene casi ninguna relación (o por
lo menos se los relaciona muy poco) con su vida personal, familiar, social; con lo que está
sucediendo en la Madre Tierra y el cosmos. Este encapsulamiento del conocimiento
escolar como lo denomina Engeström (1996) ocasiona la separación entre vida cotidiana
y centro educativo, deja a las familias fuera del currículo y la educación y aporta a la
formación de sociedades conformistas, poco reflexivas y criticas; Ante estas realidades
los maestros y maestras debemos asumir estrategias para transformar dicho
encapsulamiento.

Ya no es suficiente que la educación se remita a la enseñanza y aprendizaje solamente de


teorías, principios, fórmulas en Matemática, Química, Física; de que son necesarios nadie
lo va a negar, empero reiterando que no son suficientes. Por lo dicho, actualmente, en el
quehacer educativo se deberá asumir el propósito de aportar a la formación de una
sociedad dialógica, para ello básicamente priorizar en los procesos educativos el
aprendizaje dialógico. En esta oportunidad no me referiré de manera particular a
consideraciones sobre este aprendizaje, más bien a que se debe tomar en cuenta y/o como
deben ser nuestras sociedades al constituirse en dialógicas.

- Debe existir la práctica plena del diálogo horizontal y con igualdad de condiciones
humanas y respetando la diversidad sociocultural. En espacios administrativos la vigencia
de la autoridad debe desplazar el autoritarismo.

- En una sociedad dialógica no existe la superioridad cultural (Etnocentrismo),


manifestándose más bien la vigencia del diálogo cultural (Interculturalidad), obviamente
revalorando y fortaleciendo conocimientos y saberes de nuestros pueblos originarios
ancestrales (intraculturalidad) No existen culturas superiores e inferiores, pero si hay
culturas diferentes y todas son importantes (Relativismo cultural).

- El sentido de la educación debe encausar la plena interacción, interrelación entre


personas y personas, no entre "personas y objetos". Eliminar el sentimiento de
superioridad o de dominio de unos (docentes) sobre otros u otras (estudiantes). Nadie
sabe más que los demás, simplemente tienen diferentes conocimientos que pueden
complementarse.

- Contar con espacios y momentos que permiten que los sujetos (niños, niñas, jóvenes,
adultos) puedan de manera permanente reflexionar y criticar sobre sus actos, asumir sus
propias decisiones con conciencia, honestidad y responsabilidad; contrarrestando el
determinismo social.

- En los centros educativos-escolares, espacios familiares y en la comunidad entera, se


enfatiza la reflexión como un elemento infaltable en la formación de los y las estudiantes,
"...que les permita generar y emitir su propia opinión e interpretación de los hechos,
relacionándolo lo que han aprendido en el centro educativo con otros contextos." (Flecha
y Racionero, 2008: 221).

- La solidaridad y el aprendizaje van unidos. Se aprende más y mejor si se trabaja o


encaran las acciones de manera solidaria. La solidaridad no se consigue sólo en el centro
educativo como aprendizaje teórico de un valor, más bien es algo que se consigue a través
de la práctica solidaria en la sociedad y todas sus instituciones.

- Cultivar la igualdad de diferencias, que debe permitir respetar y tener en cuenta las
diferencias sociales e individuales de los y las estudiantes, evitando poca calidad
educativa para los grupos más desfavorecidos y mayor calidad para los grupos más
aventajados social y económicamente. Por ello en la Ley No. 070 se hace constar una
"educación única", centrada en un Currículo Base. En esta característica se debe evitar
una pretensión de homogeneización.
En una sociedad dialógica, la igualdad debe ser comprendida como principio que incluye
el derecho de cada persona a ser diferente. La igualdad es opuesta a la desigualdad, pero
no a la diferencia ni a la diversidad. La educación de calidad, en esta sociedad, tiene entre
sus objetivos, buscar la igualdad de diferencias (no una igualdad homogeneizadora);
contemplando la equidad entre personas, la igualdad de diferencias debe orientarse hacia
una igualdad real, donde todas las personas tienen el mismo derecho a ser y vivir de
forma diferente y, al mismo tiempo, ser tratadas con el mismo respeto y dignidad; como
sostienen Flecha y Racionero (2008).

- Evitar que el respeto a las diferencias socioculturales y la visión educativa de atención a


la diversidad derive en el fomento de mayores desigualdades. No debe perderse de vista el
objetivo igualitario (primordial en la pedagogía crítica) y no enfatizar la diferencia como
un valor nuevo (cuando siempre ha existido). Las diferencias deben ser entendidas y
asumidas como riqueza para el aprendizaje de todos los y las estudiantes como indican
Cummins (2002) y Freire (1997).

- Siendo la discusión una de las categorías imprescindibles en la dialogicidad y en una


sociedad dialógica, ésta no debe ser agresiva, belicosa o impositiva entre las personas;
más bien debe constituirse en un proceso de compromiso hacia la construcción y
transformación de realidades.

- Vivir en una sociedad dialógica o ser una persona dialógica implica soslayar la
autosuficiencia e individualismo, por ser incompatibles con la dialogicidad; por ello es
que en nuestras culturas ancestrales siempre se conversa, se discute, se reflexiona e
interactúa con otras y otros (incluyendo la madre tierra) para asumir un acto en beneficio
de la comunidad. El hombre (varón o mujer) actúa con humildad, respeto, empatía,
asertividad e igualdad frente a los demás y con amor a la Madre Tierra, lo contrario
significa que le falta mucho para ser dialógico y ser parte de una sociedad dialógica,
donde no hay ignorantes ni sabios absolutos; empero si hay hombres que, en
comunicación dialógica, buscan saber más.

- En los centros educativos se debe eliminar actitudes de superioridad, de considerarse


virtuosos (as) considerando a los y a las demás simples objetos en quienes no se reconoce
otros "yo", de lo contrario ¿Cómo puede haber dialogicidad, si una persona (estudiante o
docente) se siente parte de un grupo de sabios, dueños de la verdad y del saber, para quien
todos los que están fuera son "esa gente" o son "seres inferiores"?, ¿Cómo puede haber
dialogicidad, si una persona se cierra a la contribución de los demás, jamás reconoce y
hasta se siente ofendido con ella?

Entonces en una sociedad dialógica la interacción y comunicación entre las personas debe
ser en igualdad de condiciones personales pero con diversidad y pluralidad socio-cultural.
No existe superioridad ni inferioridad sólo hay diversidad. Entre los hombres se fomenta
la reflexión y la criticidad permanente sobre los actos cumplidos y la discusión profunda
para mantenerlos, mejorarlos o transformarlos, además del valor para reconocer errores y
enmendarlos.

Finalmente es acertado aseverar que, maestros y maestras, en la coyuntura educativa que


vivimos, debemos asumir que nuestras prácticas educativas deben comprender acciones
que aporten a generar y consolidar la vigencias de sociedades dialógicas.

La educación dialógica es para evitar que el alumno se distraiga o aburra

Se debe favorecer la observación e investigación


 

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