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DECLARACION POR UNA EDUCACION INTERCULTURAL

SILA GARCÍA LEON, ANA PATRICIA SALCEDO, ÁGUEDA SANTANA DURANGO


Maestría en Educación X Cohorte Grupo 2

Después de este recorrido por estas lecturas y aterrizando en la realidad


colombiana, ya que las lecturas corresponden al contexto español, cabe preguntar
¿Por qué hablar de currículo intercultural en educación cuando se supone que la
normatividad vigente, Constitución Política, Ley general de Educación convienen
en que todos los niños y niñas, jóvenes, adultos, sin discriminación alguna, son
titulares del derecho fundamental a la educación?

Responder estas preguntas nos lleva a reconocer que desafortunadamente,


nuestro sistema educativo se ha construido desde unos ideales inexistentes de
“normalidad”, lo que ha conllevado, entre otros hechos, a excluir a todo aquello
que no cumple con esos parámetros. Y esta exclusión del sistema educativo ha
sido caldo de cultivo de inequidad e injusticia social.

Entonces, es evidente que no es suficiente promulgar leyes o normas. No basta


con buenas intenciones. Esto convierte la práctica pedagógica en estéril frente a
las actitudes de rechazo, desprecio, segregación. Es necesario repensar un
currículo para la deconstrucción de estereotipos extranjeros que inculcan
sentimientos de superioridad de una cultura sobre otra, un currículo que elimine
las etiquetas que aluden a las diferencias de forma compasiva, indiferente o
despectiva, un currículo que reemplace el subsidio o protección, en el mejor de
los casos, por una mediación pedagógica, basada en la valoración de la
diversidad, para el desarrollo pleno del ser humano.

Otra pregunta que suscita estas lecturas tiene que ver con nuestro papel de
maestro: En nuestro quehacer pedagógico y educativo ¿Qué tanto sabemos de
la vida subjetiva de nuestros estudiantes?, ¿qué sabemos de sus orígenes? ¿de
sus sentimientos, sueños, esperanzas y desesperanzas? ¿Qué tanto sabemos
sobre esas “marcas de nacimiento” que lo pueden arrastrar al éxito o al fracaso
¿Si obedecen nuestros planes de estudio a estos interrogantes?

En consonancia con lo anterior, pasar del discurso a la reflexión, y de esta, a una


educación basada en un currículo Intercultural, nos exige a los maestros asumir,
organizar y orientar nuestro quehacer pedagógico, en un mismo espacio y
tiempo, teniendo en cuenta la heterogeneidad cultural en la que estamos
inmersos.

Si bien es cierto que es una tarea ardua, también lo es, que esta labor es posible a
la luz de una nueva epistemología educativa, que proporcione al docente claridad
conceptual sobre el modelo pedagógico o la teoría pedagógica, sobre la cual va a
fundamentar su intervención de una manera humanista, solidaria, altruista

Una educación intercultural, además de los teóricos vistos, se podría sustentar en


la Pedagogía Diferenciada de Phillipe Meirieu1, quien propone acabar con esa
especie de « Apartheid » que se ha instaurado en la educación, según el cual se
favorece el acceso a los saberes utilitarios para unos estudiantes y se reserva a
otros la cultura abstracta:

"Vivir juntos en la escuela es aprender a conocerse a sí mismo y aprender a


establecer el contacto con el otro. Es entonces, reconocerse diferente, en
su proceso de aprendizaje, su inserción social, sus afinidades afectivas, y
reconocer también que se puede acceder a un saber común que, lejos de
anular esas diferencias, permitirá comprenderlas mejor y entrar mejor en
relación con los otros y con el mundo"

También es útil el pensamiento liberador de Paulo Freire de quien podemos decir


que puede ser considerado, en Latinoamérica, como un referente fundamental de

1
ESTRADA M, Luz. Pedagogía Diferenciada, La escuela para las diferencias. Tesis para optar
titulo de maestría. Universidad de Antioquia, Medellin 2004
la educación intercultural. Una de las principales aportaciones de Freire a esta
corriente educativa, se centra en el análisis crítico de las problemáticas socio-
culturales, frente a la concepción bancaria, es decir, la centrada en la mera
trasmisión de contenidos académico-culturales

Estas reflexiones nos conmueven y mueven a superar la retórica, el discurso y


llevar a cabo verdaderos planes que superen los ambientes tradicionalistas en
que se desenvuelve el sistema educativo colombiano y contribuir a una
ciudadanía planetaria como la que Edgar Morín (2000) 2 plantea: una sociedad
donde la convivencia este enmarcada por el respeto a los derechos humanos
universales, a la naturaleza, al medio ambiente, a las culturas locales y la
heterogeneidad del mundo.

2
Módulo de ciudadanía y convivencia desde la construcción colectiva de sentidos y redes Ciudadanía
planetaria y Sociedad desterritorializada . Educación para la Ciudadanía y la Convivencia Secretaría de
Educación del Distrito Centro de Investigación y Educación Popular – CINEP/Programa por la Paz Bogotá
D.C., Colombia. 2014

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