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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Introducción
Este trabajo está dividido en once unidades, la primera está enfocada a explicar las
lesiones más comunes, la segunda, a conocer el proceso de curación, la tercera, a la
Fisiopatología de la curación en relación con los diversos tejidos corporales, la
cuarta a ver los objetivos de la rehabilitación en la Medicina Deportiva, la quinta,
estudia la evaluación, tratamiento y rehabilitación inicial, la sexta, explica las
modalidades terapéuticas en la rehabilitación, la séptima, las consideraciones
Psicológicas en la rehabilitación, la octava, describe los tipos de terapia de
rehabilitación física para lesionados, la nóvena, explica la facilitación neuromuscular
propioceptiva, la décima describe la Progresión Funcional en la rehabilitación, y por
último, la onceava, explica las consideraciones farmacológicas en un programa de
rehabilitación.
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Índice
I.- Lesiones más comunes………………………………………………………... 12
1.1 Luxacaciones y subluxaciones 12
1.2 Bursitis 12
1.3 Dolores musculares 14
1.4 Contusiones 15
II.- Conociendo el proceso de curación 17
2.1 Fase I de respuesta inflamatoria 17
2.1.1 La inflamación crónica 20
2.2 Fase de preparación fibroblástica 20
2.3 Fase de maduración-remodelación 23
2.3.1 El papel de la movilidad progresiva controlada en la fase de 23
maduración
2.3.2 Algunos factores que dificultan la curación 24
III.- Fisiopatología de la curación en relación con los diversos tejidos 28
corporales
3.1 Tejido epitelial 28
3.2 Tejido conectivo 29
3.2.1 Lesiones del tejido conenctivo 34
3.3 Tejido muscular 47
3.4 Tratamiento de urgencia en la s lesiones 51
3.4.1 Protección 51
3.4.2 Restricción de la actividad 52
3.4.3 Hielo 52
3.4.4 Compresión 54
3.4.5 Elevación 54
3.5 Administración del proceso de curación durante la rehabilitación 55
IV.- Objetivos de la rehabilitación en la medicina deportiva 57
4.1 Prevención de lesiones 57
4.1.1 Condicionamiento físico 57
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Fig. 1 Luxación
1.2 Bursitis
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La bolsa que en ocasiones rodea por completo un tendón para permitir una mayor
libertad de movimiento en un área restringida se denomina membrana sinovial. La
irritación de esta membrana sinovial puede restringir el movimiento del tendón.
Todas las articulaciones tienen numerosas bolsas que las rodean. Las tres bolsas
que suelen irritarse con mayor frecuencia como resultado de los diferentes tipos de
actividad física son la bolsa subacromial en la articulación del hombro, la bolsa del
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Hay dos tipos de dolor muscular. El primer tipo es agudo y acompaña al cansancio.
Es transitorio y se produce inmediatamente después del ejercicio. El segundo tipo
implica un dolor muscular retardado que aparece aproximadamente 12 horas
después de la lesión. Se torna más intenso después de un período de entre 24 y 48
horas, y después remite gradualmente hasta que a los 3 o 4 días el músculo no
presenta ningún síntoma. Este segundo tipo de dolor puede describirse como un
síndrome de dolor muscular retardado, que conduce a un aumento de la tensión
muscular, formación de edema, aumento de la rigidez y resistencia a la extensión.
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de isquemia en los músculos activados. Esta isquemia causa dolor, lo que tiene
como resultado una contracción muscular tónica refleja que aumenta y prolonga la
isquemia. Como consecuencia de ello, comienza un ciclo de aumento de la
intensidad. Como ocurre con la teoría del ácido láctico, la teoría del espasmo
también ha sido descartada.
Hoy en día hay dos comentes de pensamiento en relación con la causa del DMIR.
Éste parece producirse a partir de minúsculos desgarros del tejido muscular, que
tienen más probabilidades de existir con contracciones isométricas o excéntricas. Por
regla general, se cree que el daño inicial causado por el ejercicio excéntrico es
mecánico y afecta al tejido muscular o al tejido conectivo. La acumulación de edema
y las demoras en el ritmo de repleción de glucógeno son reacciones secundarias a la
lesión mecánica.
El DMIR puede estar causado por una lesión estructural de los componentes
elásticos del tejido conectivo en la unión musculotendinosa. Esta lesión tiene como
resultado la aparición de hidroxiprolina, un subproducto proteico de la degradación
del colágeno en sangre y orina. También se han hallado pruebas de que los daños
estructurales sufridos por las fibras musculares tienen como resultado un aumento de
los niveles séricos de diversas enzimas/proteínas, entre las que se incluyen la
creatincinasa. Este aumento indica que existe la probabilidad de que la fibra
muscular sufra algún daño como resultado del ejercicio agotador.
1.4 Contusiones
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lo bastante superficial, causa una decoloración azulada de la piel que dura varios
días. La contusión puede ser muy sensible al tacto. Si el músculo ha resultado
lesionado, el dolor puede producirse con el movimiento activo. En la mayoría de los
casos el dolor cesa en pocos días y la decoloración desaparece en unas 2 ó 3
semanas. El mayor problema de las contusiones se produce cuando una zona se ve
sujeta a traumatismos repetidos. Si la misma zona, o más concretamente un
músculo, resulta afectado una y otra vez, pueden empezar a acumularse pequeños
depósitos de calcio en dicha área. Estas porciones de calcio pueden encontrarse
entre varias fibras en el vientre del músculo, o el calcio puede formar un espolón que
se proyecte a partir del hueso subyacente. Estas formaciones de calcio, que pueden
dificultar el movimiento de forma significativa, se conocen como miositis osificante.
En algunos casos, ésta puede desarrollarse como consecuencia de un solo
traumatismo.
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Con la destrucción del tejido, llega una lesión directa a las células internas lo que va
a alterar el metabolismo y una liberación de materiales y sustancias que inician la
respuesta inflamatoria. Macroscópicamente podemos observar enrojecimiento,
hinchazón, aumento de la temperatura y aumento de la sensibilidad. Aquí es cuando
se distribuyen al tejido lesionado los leucocitos y otras células fagocíticas, que
tendrán como finalidad localizar y eliminar las consecuencias celulares de la lesión,
por ejemplo, la sangre y células dañadas.
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Suceden entonces en los vasos sanguíneos un espasmo a ese nivel que va a apoyar
a la formación de un tapón de plaquetas y así permitir el crecimiento de tejido fibroso,
de la fibrina procedentes del exudado. Como respuesta inmediata entonces ocurre
una vasoconstricción, que dura de 5 a 10 minutos. Así notaremos que después de
esto viene la hinchazón e hiperemia como respuesta a la anemia local. Con la
aparición del hematoma en un lapso de 24 a 36 horas.
Las plaquetas no se adhieren ala pared vascular, sino a las fibras de colágeno para
crear una matriz adherente en la pared vascular, a la que van adhiriéndose las
plaquetas y los leucocitos adicionales que acaban por formar un tapón. Estos
obstruyen el drenaje linfático a nivel local y así localizan la respuesta de la lesión.
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combinación de estos tres factores, el área lesionada queda aislada durante la fase
de la inflamación de la recuperación. Los leucocitos fagocitan la mayor parte de los
desechos extraños al final de la fase de inflamación, de esta manera preparan el
terreno para la fase fibroblástica. Esta respuesta de inflamación inicial dura entre 2 y
4 dias a partir de la lesión inicial Tres.
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Así tenemos que conforme sucede el crecimiento de los capilares siguen creciendo
hacia esta área, los fibroblastos se acumulan en el lugar de la lesión, colocándolse
en paralelo a los capilares. Entonces sucede un proceso muy interesante e
importante, las células fibroblásticas empiezan a sintetizar una matriz extracelular
que contiene fibras proteínica de colágeno y elastina, una sustancia base que está
formada por proteínas no fibrosas llamadas proteoglucanos y glucosami-nas. En el
sexto o séptimo día, los fibroblastos también empiezan a producir fibras de colágeno
que son depositadas al azar por toda la cicatriz en formación. Mientras el colágeno
sigue proliferando, la fuerza de tensión de la herida empieza a aumentar rápidamente
en proporción al ritmo de síntesis del colágeno. A medida que aumenta la fuerza de
tensión, el número de fibroblastos disminuye para indicar el comienzo de la fase de
maduración.
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La ley de Wolff expone que el hueso y el tejido blando responderán a las necesida-
des físicas que se les asignen, a través de una remodelación o reorganización en
base a las líneas de fuerza de tensión. Por tanto, es crucial que las estructuras lesio-
nadas estén expuestas a cargas aumentadas progresivamente, en particular durante
la fase de remodelación.
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esta fase. Cuando empieza la fase de remodelación, hay que incorporar ejercicios
activos y agresivos de amplitud de movimiento y aumento de fuerza para facilitar la
remodelación y reorganización del tejido. En gran medida, el dolor dictará el ritmo de
progresión. En el inicio de la lesión, el dolor es intenso y tiende a disminuir para
acabar desapareciendo a medida que avanza la curación. El dolor, la hinchazón o
cualquier otro síntoma clínico exacerbado durante o después de un ejercicio o
actividad particular indican que la carga es demasiado grande para el nivel de
reparación o reorganización del tejido. El terapeuta deportivo debe ser consciente del
tiempo necesario para el proceso de curación y tener presente que una agresividad
excesiva puede interferir con dicho proceso.
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o Separación del tejido. La separación mecánica del tejido puede tener un efecto
significativo sobre la trayectoria de la curación. Una herida que tenga márgenes
regulares con una aposición adecuada tenderá a curarse por primera intención con
un mínimo de cicatrización. Por el contrario, una herida que tenga márgenes separa-
dos e irregulares tendrá que curarse por segunda intención, con tejido de granulación
que ocupará el defecto y cicatrización excesiva.
o Espasmos musculares. Los espasmos musculares provocan tracción en el tejido
desgarrado, separan los dos extremos y evitan la aproximación. El espasmo puede
tener como resultado una isquemia local y generalizada.
o Atrofia. El debilitamiento del tejido muscular empieza inmediatamente después de
la lesión. La potenciación y la pronta movilización de la estructura dañada retrasan la
atrofia.
o Corticosteroides. El uso de corticosteroides en el tratamiento de la inflamación es
un tema controvertido. Se ha demostrado que el uso de esteroides en las primeras
etapas de la curación inhibe la fibroplasia, la proliferación capilar, la síntesis de
colágeno y los aumentos de fuerza de tensión en el tejido en proceso de
cicatrización. Su uso en etapas posteriores de la curación y con inflamación crónica
es discutible.
o Queloides y cicatrices hipertróficas. Los queloides se producen cuando el ritmo de
producción de colágeno supera el ritmo de ruptura de colágeno durante la fase de
maduración de la recuperación. Este proceso conduce a la hipertrofia del tejido de
cicatrización, en particular en torno a la periferia de la herida.
o Infección. La presencia de bacterias en la herida puede retrasar la recuperación, es
causa de un excesivo tejido de granulación y a menudo produce cicatrices deformes
y demasiado grandes.
o Humedad, clima y tensión de oxígeno. La humedad influye de forma significativa en
el proceso de epitelización. Los vendajes oclusivos hacen que el epitelio emigre con
el doble de rapidez sin la formación de costra o coágulo. La formación del coágulo
tiene lugar con la deshidratación de la herida y bloquea el drenaje de ésta, lo que
propicia la infección. Al mantener la herida húmeda, es más fácil que los desechos
necróticos salgan a la superficie y sean expulsados.
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o Salud, edad y nutrición. Las cualidades elásticas de la piel disminuyen con la edad.
Las enfermedades degenerativas, como la diabetes y la arteriosclerosis, también
deben tenerse en cuenta en el atleta de mayor edad y pueden afectar la curación de
las heridas.
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El primero de los tejidos fundamentales es el tejido epitelial (figura 8). Este tejido
específico cubre todas las superficies internas y externas del cuerpo; por tanto,
comprende estructuras como la piel, la capa exterior de los órganos internos y el
revestimiento interno de los vasos sanguíneos y las glándulas. Uno de los propósitos
básicos del tejido epitelial, según lo presenta Fahey, es la protección y la formación
de estructuras para otros tejidos y órganos. Asimismo, este tejido funciona en la
absorción (por ejemplo, en el tracto digestivo) y la secreción (como en las glándulas).
Una de las principales características fisiológicas del tejido epitelial es que no
contiene suministro sanguíneo per se, de modo que debe depender del proceso de
difusión para su nutrición, oxigenación y eliminación de productos de desecho. La
mayoría de las lesiones relacionadas con el deporte de este tipo de tejido son
traumáticas, incluyendo abrasión, laceración, punción y avulsión. Otras lesiones de
este tejido pueden consistir en infección, inflamación o enfermedad.
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Las funciones del tejido conectivo en el cuerpo consisten en dar apoyo, ofrecer un
armazón, llenar espacio, almacenar grasas, ayudar en la reparación de tejidos,
producir células sanguíneas y proteger de las infecciones. Consta de varios tipos de
células separadas entre sí por algún upo de matriz extracelular. Esta matriz está
compuesta por fibras y sustancia fundamental, y puede ser sólida, semisólida o
líquida. Los principales tipos de tejido conectivo son los macrófagos, que funcionan
como fagocitos para limpiar desechos; los mastocitos, que liberan sustancias
químicas (histamina y heparina) asociadas con la inflamación, y los fibroblastos, que
son las células principales del tejido conectivo.
Los fibroblastos producen colágeno y elastina, sustancias que se encuentran en
distintas proporciones en los diferentes tejidos conectivos. El colágeno es una
importante proteína estructural que forma estructuras fuertes, flexibles y no elásticas
que mantienen unido el tejido conectivo. El colágeno permite a un tejido resistir las
fuerzas mecánicas y la deformación. La elastina, no obstante, produce tejidos de una
alta elasticidad que ayudan a la recuperación de la deformación. Las fibrillas de
colágeno son los elementos portadores de carga del tejido conectivo. Están
preparados para acomodar la fuerza de tensión, pero no son capaces de resistir la
fuerza de corte o compresiva. Por consiguiente, las fibras de colágeno están
orientadas siguiendo las líneas de la fuerza de tensión.
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Tabla 1. Tejidos
Cartílago Parte del tabique nasal; cobertura de las Apoyo firme, pero flexible
superficies de las articulaciones de los
huesos; laringe; anillos de la tráquea y
bronquios
Discos intervertebrales
Oído extemo
Sangre Vasos sanguíneos Transporte
MUSCULAR
Esqueléticos (estriado Músculos que se unen a los huesos Movimient
voluntario) Músculos oculares o de los
Cardíaco (estriado Pared cardíaca Contracción del corazón
involuntario]
Visceral (no En las paredes de las visceras tubulares Movimientos de sustancias por
estriado ' de los tractos digestivo, respiratorio y los respectivos tractos
involuntario o genitourinario Cambio de diámetro de los vasos
blando)' En las paredes de los vasos sanguíneos sanguíneos
y vasos linfáticos de gran tamaño Movimiento de sustancias por
En conductos de glándulas los conductos Cambio del
Músculos oculares intrínsecos diámetro de la pupila y forma
(iris y cuerpo ciliar) del cristalino Erección del
NERVIOSO Cerebro, médula espinal, nervios Irritabilidad, conducción
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Hay varios tipos distintos de tejido conectivo. El tejido conectivo fibroso está
compuesto por fibras de colágeno resistente que unen los tejidos. Hay dos tipos de
tejido conectivo fibroso. El tejido conectivo denso está compuesto principalmente por
colágeno y se encuentra en los tendones, fascias, aponeurosis, ligamentos y
cápsulas articulares. Los tendones conectan los músculos al hueso. Una
aponeurosis es un tendón fino, semejante a una membrana. Una fascia es una fina
membrana de tejido conectivo que rodea músculos y tendones individuales o grupos
musculares. Los ligamentos conectan hueso con hueso. Todas las articulaciones
sinoviales están rodeadas por una cápsula arti-
cular, que es un tipo de tejido conectivo similar
a un ligamento. La orientación de las fibras de
colágeno en los ligamentos y las cápsulas
articulares es menos paralela que en los
tendones. El tejido conectivo laxo forma
muchos tipos de membranas finas que se
encuentran bajo la piel, entre músculos y entre
órganos. El tejido adiposo es una forma
especializada de tejido conectivo laxo que
almacena grasas, y aisla y actúa como
absorbente de choques. El suministro de
sangre a los tejidos conectivos fibrosos es
relativamente escaso, por lo que su curación y
reparación constituyen un proceso lento.
Fig. 8 Tejido epitelial
El cartílago es un tipo de tejido conectivo rígido que ofrece apoyo y actúa como
armazón en muchas estructuras. Está compuesto por condrocitos contenidos en
pequeñas cámaras denominadas lacunae, rodeadas completamente por una matriz
intracelular. La matriz consiste en diferentes proporciones de colágeno y elas-tina y
sustancia fundamental compuesta de proteoglucanos y glucosaminas, que son
moléculas proteicas no fibrosas. Estos proteoglucanos actúan como esponjas y
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principales. La epífisis es una porción expandida en cada extremo del hueso que se
articula con otro hueso. Cada superficie articular está cubierta por un cartílago hialino
o de articulación. La diáfisis es el tallo o cuerpo del hueso. La lámina epifisaria o de
crecimiento es el principal lugar de crecimiento o alargamiento óseo.
Una vez que cesa el crecimiento óseo, la lámina se osifica y forma la línea epifisaria.
A excepción de las superficies de articulación, el hueso está completamente
encerrado en el periostio, un tejido fibroso duro, altamente vascularizado e inervado.
Los dos tipos de material óseo son el hueso esponjoso y el hueso cortical, o
compacto. El hueso esponjoso contiene una serie de espacios de aire denominados
trabéculas, en las que el hueso cortical es relativamente sólido. El hueso cortical
forma en la diáfisis un canal medular hueco en los huesos largos, que está alineado
con el endostio y relleno de médula ósea. El hueso tiene un suministro de sangre
bastante abundante que facilita el proceso de curación después de la lesión. El
hueso desempeña las funciones de apoyo, movimiento y protección. Además,
almacena y libera calcio al flujo sanguíneo y elabora hematíes.
Otro tipo de tejido conectivo del cuerpo es la sangre, que está compuesta por varias
células suspendidas en una matriz intracelular líquida denominada plasma. El plasma
contiene hematíes, leucocitos y plaquetas. A pesar de que este componente no
participa en la estructura, es esencial para la nutrición, limpieza y fisiología del
cuerpo.
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a) Esguince de ligamentos.
Un esguince implica una alteración del ligamento que sirve de apoyo a una
articulación. Un ligamento es una banda de tejido duro y relativamente inelástico que
conecta un hueso con otro.
Antes de estudiar las lesiones de los ligamentos, conviene hacer una revisión de la
estructura de las articulaciones (figura 10). Todas las articulaciones sinoviales están
compuestas por dos o más huesos que se articulan entre ellos o permiten el
movimiento en uno o más lugares. Las superficies de articulación del hueso están
revestidas de una cobertura cartilaginosa muy fina y suave llamada cartílago hialino.
Todos los huesos están rodeados por completo por una cápsula articular
ligamentaria. La superficie interna de esta cápsula articular está revestida por una
membrana sinovial muy fina que está altamente vascularizada e inervada. La
membrana sinovial produce líquido sino-vial, y entre sus funciones se incluyen la
lubricación, la absorción de choques y la nutrición de la articulación.
b) Estructura de un hueso
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Los ligamentos y los tendones tienen estructuras muy similares. No obstante, los
ligamentos suelen ser más aplanados que los tendones, y las fibras de colágeno en
los ligamentos son más compactas. La colocación anatómica de los ligamentos
determina en parte qué movimientos puede realizar una articulación.
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Si a una articulación se le aplica una fuerza que la obliga a moverse más allá de sus
límites o planos de movimiento habituales,
es probable que se produzca una lesión del
ligamento o desgarro de menisco (ilustración
11). La gravedad de los daños sufridos por
el ligamento está clasificada de muchas
formas diferentes; no obstante, el sistema
que más suele utilizarse implica tres grados
de esguince de ligamentos.
o Esguince de primer grado. Hay una cierta extensión o quizá desgarro de las fibras
ligamentosas con poca o nula inestabilidad de la articulación. Pueden observarse
dolores leves, una pequeña hinchazón y rigidez de la articulación.
o Esguince de tercer grado. Hay una rotura total del ligamento, manifestada
principalmente por una importante inestabilidad de la articulación.
Inicialmente se puede presentar un dolor intenso, seguido por un dolor muy leve o
inexistente debido a la rotura total de las fibras nerviosas. La hinchazón puede ser
intensa, y por tanto, la articulación tiende a estar muy rígida durante algunas horas
después de la lesión. Un esguince de tercer grado con una pronunciada inestabilidad
suele requerir alguna forma de inmovilización durante varias semanas. Es frecuente
que la fuerza que ha producido la lesión del ligamento sea tan grande que otros
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Durante los meses siguientes, la cicatriz sigue madurando con la reorganización del
colágeno, que se produce como respuesta a tensiones y estiramientos progresivos.
La maduración de la cicatriz puede llevar hasta 12 meses. El período temporal exacto
necesario para la maduración depende de factores mecánicos, como la aposición de
los extremos desgarrados y la duración de la inmovilización.
Los ligamentos extraarticulares reparados por medio de la cirugía se curan con una
formación de cicatriz menor, y en principio son generalmente más fuertes que los
ligamentos no reparados, aunque es posible que esta ventaja en lo que a fuerza
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Diversos estudios han demostrado que los ligamentos ejercitados de forma activa
son más fuertes que aquellos que están inmovilizados. Los ligamentos que están
inmovilizados durante períodos de varias semanas después de la lesión tienden a
disminuir la fuerza de tensión y también presentan un debilitamiento de la inserción
del ligamento en el hueso. Por tanto, es importante minimizar los períodos de
inmovilización y presionar los ligamentos lesionados de forma progresiva, sin dejar
de tener presentes las normas de precaución relativas a las consideraciones
biomecánicas para ligamentos específicos.
d) Fracturas óseas
Las fracturas son unas lesiones muy comunes entre la población atlética. En
términos generales pueden clasificarse como abiertas ó cerradas. Una fractura
cerrada implica un desplazamiento leve o nulo de los huesos y, por tanto, una rotura
de tejidos leve o nula. Una fractura abierta implica el suficiente desplazamiento de los
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extremos fracturados para que el hueso llegue a romper las capas cutáneas y
atraviese la piel. Ambos tipos de fracturas pueden ser relativamente graves si no
reciben el tratamiento adecuado, pero en una fractura abierta hay una mayor
probabilidad de infección. Las fracturas también pueden considerarse completas, en
las que el hueso se separa al menos en dos fragmentos, o incompletas, cuando la
fractura no se extiende por completo a través del hueso.
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En una fractura con impacto (ilustración 12 F), un extremo del hueso fracturado se
inserta en el otro extremo. Como ocurre con la fractura conminuta, la corrección de la
dismetría en la longitud de la extremidad puede requerir largos períodos de
rehabilitación intensiva.
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Una fractura por arrancamiento (ilustración 12 G) Quizá la fractura más común como
resultado de la actividad física sea la fractura por estrés. A diferencia de lo que ocurre
con otros tipos de fracturas que hemos visto, la fractura por estrés se produce más
como resultado del sobreuso o la fatiga que del traumatismo agudo. Entre los lugares
más comunes para las fracturas por estrés están los huesos portadores de peso de la
pierna y el pie. En cualquiera de los dos casos, las fuerzas repetitivas transmitidas a
través de los huesos producen irritaciones y microfracturas en un área específica del
hueso. Las molestias suelen empezar como un dolor sordo que día a día se va
haciendo más intenso. Inicialmente, el dolor es más intenso durante la actividad. No
obstante, cuando la fractura por estrés llega a producirse, el dolor tiende a ser más
intenso una vez acabada la actividad.
El mayor problema de una fractura por estrés es que, a menudo, no aparece en las
radiografías hasta que los osteoblastos empiezan a asentar un hueso o callo
subperióstico, momento en que aparece un pequeña línea blanca o callo. No
obstante, un escáner óseo puede revelar una potencial fractura por estrés en menos
de 2 días s partir del inicio de los síntomas. Si se sospecha una .fractura por estrés,
el atleta debe cesar cualquier tipo de actividad que produzca tensión o fatiga
añadidas al área durante un mínimo de 14 días. Las fracturas por estrés no suelen
requerir la inmovilización, pero pueden convertirse en fracturas normales que deban
ser inmovilizadas para su correcto tratamiento. Si se produce una fractura, debe ser
un ortopeda y terapeuta deportivo cualificado quien se encargue de su tratamiento y
rehabilitación.
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La curación del tejido óseo lesionado es similar a la de la curación del tejido blando,
en tanto que todas las fases del proceso de curación pueden ser identificadas,
aunque las capacidades de regeneración ósea están en cierto modo limitadas. No
obstante, los elementos funcionales de la curación difieren significativamente de los
del tejido blando. Mientras que la fuerza de tensión de la cicatriz es el factor crucial
en la curación del tejido blando, el hueso tiene que hacer frente a diversas fuerzas
adicionales, incluyendo torsión, inclinación y compresión. El traumatismo óseo
abarca desde contusiones del periostio, pasando por fracturas cerradas sin
desplazamiento, hasta fracturas abiertas gravemente desplazadas que pueden
conllevar unos daños considerables del tejido blando. Cuando se produce una
fractura, los vasos sanguíneos del hueso y el periostio resultan dañados, lo que tiene
como resultado una hemorragia y la subsiguiente formación de coágulo.
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En los atletas, ciertas articulaciones son más susceptibles a una respuesta semejante
a la osteoartrosis. La proporción del peso corporal que descansa sobre la
articulación, la tensión del tejido musculotendinoso y cualquier fuerza externa
significativa aplicada a la articulación son factores de predisposición. La alteración de
la mecánica de la articulación causada por la laxitud o el traumatismo previo también
son factores a tener en cuenta. La intensidad de las fuerzas puede ser considerable,
como en la cadera, donde los factores ya mencionados pueden producir presiones o
fuerzas de hasta cuatro veces la del peso corporal, y hasta diez veces la del peso
corporal sobre la rodilla.
Habitualmente, las fuerzas musculares generan más presión que el peso corporal en
sí. Las lesiones particulares pueden conducir a cambios osteoartríticos, como la
subluxación y la luxación patelar, osteocondritis disecante, derrame sinovial
recurrente y hemartrosis. Asimismo, las lesiones ligamentosas pueden provocar una
desorganización de los mecanismos propioceptivos, una pérdida de organización
adecuada de las articulaciones y alteraciones del menisco en las rodillas con
extirpación del menisco lesionado. Otros factores que pueden tener consecuencias
son la pérdida de la amplitud de movimiento completa, carencia de energía y fuerza
musculares, y alteración de la biomecánica articular. En diferentes deportes se ven
afectadas diversas articulaciones: la rodilla y el tobillo en el fútbol, la mano en el
boxeo, el hombro y el codo en el béisbol y la rótula en el ciclismo. Esta lista no es
exhaustiva.
En la participación en los deportes, no obstante, la formación de espolones óseos no
es sinónimo de osteartrosis si se mantiene el espacio de la articulación y sigue
intacto el revestimiento de cartílago. Puede ser sencillamente una adaptación al
aumento de la presión de la actividad física.
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palancas óseas (ilustración 13). Consta de dos porciones: el vientre muscular y sus
tendones, que en conjunto se denominan unidad musculotendinosa. El vientre del
músculo está compuesto por fibras elásticas, independientes y paralelas llamadas
miofibrillas, que están compuestas por miles de pequeños sarcómeros, que son las
unidades funcionales del músculo. Los sarcómeros contienen los elementos
contráctiles del músculo, así como una cantidad considerable de tejido conectivo que
mantiene las fibras unidas. Los miofüamentos son pequeños elementos contráctiles
de proteína dentro del sarcómero. Hay dos tipos diferentes de miofilamentos: de
acuna, delgados, y de miosina, de mayor grosor. Unas proyecciones similares a
dedos, o puentes cruz/idos, conectan los miofilamentos de actina y miosina. Cuando
se estimula un músculo para que se contraiga, los puentes cruzados hacen que los
miofilamentos se unan, acortando de este modo el músculo y produciendo el
movimiento de la articulación que lo cruza.
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forma hexagonal, que a su vez están unidos por el endotenon, un tejido conectivo
laxo entrelazado que contiene elastina. Todo el tendón está rodeado por una capa de
tejido conectivo llamada epitenon. La capa más externa del tendón es el paratenon,
que es una vaina de tejido conectivo con doble capa, cuyo interior está revestido de
membrana sino vial (ilustración 13 y 14).
Los músculos pueden estar conectados al hueso por un único tendón o por dos o
tres tendones separados en cada extremo. Los músculos que tienen dos uniones de
músculo y tendón separadas se llaman bíceps, y los que tienen tres uniones de
músculo y tendón separadas se llaman tríceps.
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Los músculos se contraen como respuesta al estímulo del sistema nervioso central.
Un impulso eléctrico transmitido desde dicho sistema a través de un solo nervio
motor a un grupo de fibras musculares causa la despolarización de dichas fibras. El
nervio motor y el grupo de fibras musculares que éste inerva se denominan
colectivamente unidad motora. Un impulso que llega del sistema nervioso central y
viaja hasta un grupo de fibras a través de un nervio motor particular hace que todas
las fibras musculares en esa unidad motora se despolaricen y se contraigan. Esto se
conoce como respuesta todo o nada, y es aplicable a todos los músculos
esqueléticos del cuerpo.
50
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los primeros auxilios y las técnicas de tratamiento son quizá la parte más crucial de
cualquier programa de rehabilitación. El tratamiento inicial tiene, sin duda alguna, un
impacto significativo en el curso del proceso de rehabilitación. Sea cual sea el tipo de
lesión, el problema que todas tienen en común es la inflamación. Ésta puede estar
causada por diversos factores, incluyendo una hemorragia, la producción de líquido
sino-vial, una acumulación de subproductos inflamatorios, edema o una combinación
de varios factores. Al margen de cuál sea el mecanismo implicado, la inflamación
produce un aumento de presión en el área lesionada, lo que conlleva un aumento del
dolor. La inflamación también puede causar inhibición muscular, que tiene como
resultado una contracción muscular débil. Es probable que la inflamación se produzca
en las primeras 72 horas después de una lesión. Una vez se ha producido, el proceso
de recuperación queda considerablemente retardado. El área lesionada no puede
volver a la normalidad hasta que la inflamación haya desaparecido.
Por lo tanto, todo aquello que se haga en el tratamiento de primeros auxilios de estas
afecciones debe ir dirigido al control de la reacción inflamatoria1. Si ésta puede
controlarse inicialmente en la fase aguda de la lesión, es probable que el tiempo
necesario para la rehabilitación se vea sensiblemente reducido. Para controlar y
limitar drásticamente el grado de inflamación, se puede aplicar el principio PRICE
(protección, restricción de la actividad, hielo [ice], compresión y elevación) (ilustración
15). Cada factor desempeña un papel crítico en la restricción de la hinchazón, y
todos ellos deben utilizarse de forma simultánea.
3.4.1Protección
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que hacer hincapié en que reposo no significa que el atleta no haga nada. El
término reposo sólo concierne a la parte del cuerpo lesionada. Durante este periodo,
el atleta debe seguir trabajando su capacidad cardiovascular y realizando ejercicios
de potenciación y flexibilidad en otras partes del cuerpo que no hayan resultado
afectadas por la lesión.
El uso del frío es el tratamiento inicial más adecuado prácticamente para todas las
afecciones que impliquen lesiones del sistema musculoesquelético.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El frío también puede bombardear las áreas de recepción del nervio sensorial
cutáneo de forma que se pierden los impulsos dolorosos. Con la crioterapia, el atleta
experimenta una sensación agradable, seguida por ardor, una sensación de dolor y
después una insensibilidad total.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
3.4.4 Compresión
3.4.5 Elevación
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
o La parte lesionada debe estar elevada durante las primeras 72 horas después de la
lesión. Es especialmente importante mantener elevada la parte lesionada mientras se
duerme.
55
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
56
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las primeras 4 semanas de la temporada son las más importantes porque los
participantes suelen estar en baja forma. Por lo tanto, el principal objetivo del
condicionamiento fuera de temporada es lograr el máximo nivel posible de capacidad
física, y de este modo iniciar la temporada en una buena condición física. El mejor
modo de alcanzar este objetivo consiste en estructurar un programa de
condicionamiento bien estructurado que pueda llevarse a cabo con la mayor eficacia
y eficiencia posibles.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Estiramientos
Actividades de
resistencia Calentamiento
Ejercicios de
potenciación Actividades
específicas del
deporte
Técnicas de
Enfriamiento relajación
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En el mejor de los casos, la revisión debe realizarse entre 4 y 6 semanas antes del
comienzo de la temporada para que el médico tenga una buena indicación del nivel
de salud del atleta y, en caso necesario, ofrecer al terapeuta el tiempo que se
requiere para establecer objetivos y desarrollar un programa de rehabilitación antes
de que comience la temporada.
Revisión ortopédica
Revisión ocular
Examen dental
Pruebas de laboratorio
Supervisión de la revisión por parte de un médico que permita, prohíba o restrinja la participación atlética
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
60
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 18 A y B Actividades funcionales. Las actividades funcionales se utilizan para hacer frente a los
requisitos y capacidades especiales que exige un deporte en concreto. A. Posición de arranque. B. Posición
terminal. 61
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los tipos más comunes de anomalías asociadas con el calor son los calambres, el
agotamiento debido al calor y la insolación. Estos problemas graves debidos al calor
se producen principalmente cuando la humedad y el calor son elevados: el cuerpo
comienza a absorber calor a un ritmo mayor que el de la expulsión de calor por
medio del sudor y la evaporación. Cuando se produce esta absorción de calor, el
atleta corre el riesgo de presentar un accidente térmico (ilustración 22).
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los rayos son otro fenómeno atmosférico al que se debe guardar respeto. Como con
el resto de las lesiones potenciales, el mejor tratamiento es la prevención. La regla
empírica que debe seguirse cuando se hace deporte durante una tormenta es que si
entre el momento en que se ve el rayo y el momento en que se oye el trueno pasan
menos de 15 segundos es conveniente posponer la competición deportiva (1,6 km =
5 segundos; un rayo puede alcanzar a una persona a una distancia de unos 5
kilómetros).
Las lesiones pueden evitarse con la ropa y el equipo adecuados (ilustración 8).
Asimismo, la correcta preparación del equipo es esencial. La ropa y el equipo
deportivos no sólo se utilizan para proteger al atleta de una lesión, sino también para
proteger al que ya la ha sufrido.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
5.1 Rehabilitación
Para conseguir estos objetivos, hay que seguir cuatro principios. En primer lugar, los
ejercicios terapéuticos deben adaptarse en base a las necesidades individuales de
un atleta. En segundo lugar, el programa de ejercicio inicial no debe agravar la
anomalía. En tercer lugar, el ejercicio debe llevarse a cabo en fases ordenadas y
progresivas (Figuras 25 y 26).
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
5.2 Objetivos
En el Webster's Ninth New Collegiate Dictionary, objetivo se define como el fin hacia
el que va dirigido el esfuerzo. En la medicina deportiva se establecen objetivos para
identificar el resultado de la rehabilitación y el tratamiento. Los objetivos deben ser
mensurables; por ejemplo, aumentar la flexión pasiva del hombro en un 20% o
aumentar la amplitud de movimiento a 90° de flexión del hombro en 2 semanas;
disminuir la efusión en 2 cm observada en las mediciones de circunferencia en la
línea articular en 4 semanas, aumentar la fuerza isocinética de la superficie
contralateral en un 90% antes de dar al atleta de alta, etcétera.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
68
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Isocinéticos de extensión total Principalmente niveles elevados de velocidad contráctil a 180-300 7seg,
VI
submáximos utilizando un programa de rehabilitación con espectro de velocidad
Isocinéticos de extensión total
VII
máximos
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Lograr fuerza, energía, resistencia Modalidades terapéuticas: a un nivel inferior al de la fase I Ejercicio
muscular y cardiovascular, agilidad, terapéutico: hidrobalneoterapia, entrenamiento psicológico,
organización anatómica, retroalimentación isométrico, isotónico (concéntrico y excéntrico), isocinético,
sensorial (propiocepción, estereognosia), técnicas FNP, actividades de resistencia cardiovascular y
n
equilibrio, ritmo, coordinación, muscular, actividades progresivas relativas al deporte Educación
Objetivos a corto plazo
movimientos biomecánicos y del atleta
condicionamientos psicológicos normales
Envío a un programa independiente
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
1) Tipo de deporte
a) Necesidades que dicho deporte impondra la lesión
b) Posición de juego
3) Otros deportes
a) Otros deportes en los que participa el atleta
b) Prioridades de estos deportes
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
7) Tipo de lesión
a) Esguince frente a contusión frente a fractura
b) Lesiones secundarias
8) Gravedad de la lesión
a) Cantidad y grado de la disfunción
Los diferentes deportes imponen necesidades distintas respecto a una lesión. Por
ejemplo, una lesión de hombro no le supone un déficit de juego tan importante a un
jugador de fútbol como a un jugador de baloncesto. Del mismo modo, también influye
la posición de juego dentro de un mismo deporte; por ejemplo, una lesión de hombro
a una primera base, frente a una lesión de codo a un lanzador.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Después de la evaluación, hay que establecer un objetivo a corto plazo realista, junto
con la administración del tratamiento para alcanzar este objetivo. Este
establecimiento inmediato del objetivo y la puesta en práctica del tratamiento puede ir
desde un almohadillado de protección para el regreso a la competición, hasta el
ingreso en un hospital y los envíos apropiados a un médico especialista como un
neurólogo o un cirujano ortopédico.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
más graves o cuando hay dudas acerca de la gravedad de una lesión, la protección
también debe incluir cabestrillos, tablillas y dispositivos ambulatorios de asistencia.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La aplicación de hielo produce una disminución del ritmo metabólico y, por lo tanto,
disminuye las necesidades de las células de oxígeno y nutrientes. A su vez, esta
reducción de necesidades disminuye el flujo sanguíneo, el edema y la fatiga
muscular. También se aprecia una disminución del dolor. La aplicación de frío puede
realizarse dé diversos modos, entre los que están paquetes de hielo, masajes con
hielo, baños de agua fría (a unos 13° C), almohadillas hinchables con gas refrigerado
y toallas heladas.
Fig. 29 Hidroterapia
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las corrientes eléctricas de estimulación están entre las modalidades más utilizadas
por los terapeutas deportivos. Los efectos de la corriente eléctrica al atravesar tejidos
biológicos pueden ser fisiológicos, químicos o térmicos. Todo tejido biológico tiene
algún tipo de respuesta a este flujo de corriente. El tipo y grado de la respuesta
dependen de: (1) el tipo del tejido y las características de respuesta fisiológica, y (2)
los parámetros de la corriente eléctrica aplicada, es decir, su intensidad, duración,
forma de onda y polaridad. El tejido biológico responde a la energía eléctrica de un
modo similar a como funciona y se desarrolla normalmente. Clínicamente, el
terapeuta deportivo utiliza corrientes eléctricas con varios propósitos:
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
directas (CD) o alternas (CA) y pueden adoptar formas de onda de seno, cuadro o
triángulo. Los fabricantes han hecho declaraciones diversas respecto a la eficacia de
las formas de onda específicas, y aunque un tipo de forma de onda puede ser más
eficaz para un paciente en particular, es difícil hacer generalizaciones. Estas formas
de onda hacen referencia a la producida por el estimulador y transmitida al paciente,
y no a la forma de onda de la corriente utilizada para que funcione el generador.
Aún no está claro cuál es el mecanismo a través del cual la TENS alivia el dolor.
Desde luego, las primeras unidades se diseñaron y probaron clínicamente en base a
la teoría de Melzack y Wall del control del umbral de dolor, propuesta originalmente
en 1965, con varias modificaciones posteriores. Resumiendo esta teoría, la
información del dolor es transmitida desde la periferia a la médula espinal por medio
de fibras de tipo C de diámetro reducido. Estas fibras excitan de forma directa o
indirecta las células de transmisión en la médula espinal, que transmiten la
información del dolor a centros de dolor de conciencia más elevada en el cerebro.
Excitando las fibras de diámetro mayor (que inervan los receptores cutáneos), la
transmisión sináptica entre las fibras de dolor y las células de transmisión queda
inhibida, y de esta forma no se percibe el dolor de forma consciente.
Las teorías más recientes sobre el mecanismo de la TENS en el alivio del dolor
hacen referencia a unas sustancias similares al opio producidas de forma endógena,
llamadas encefalinas. Las encefalinas han estado implicadas en un mecanismo de
alivio del dolor en el cuerno dorsal de la médula espinal. La estimulación de las fibras
aferentes de diámetro grande libera encefalinas a nivel local a partir de pequeñas
interneuronas encefalínicas que inhiben la transmisión sináptica de la información de
dolor al cerebro, eliminando de esta forma la apreciación consciente del dolor.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Un segundo sistema de control del dolor está localizado en el tallo encefálico y ejerce
una intensa influencia inhibitoria sobre la transmisión de impulsos que transportan
información sobre el dolor. Estas áreas están situadas principalmente en la materia
gris pe-riacueductal, así como en el núcleo del rafe, y son preferentemente activadas
por fibras de diámetro reducido (fibras C). La estimulación eléctrica intensa de las
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
fibras de dolor periféricas por medio de TENS de alta intensidad y baja frecuencia o
de técnicas de electro-acupuntura tiene como resultado la analgesia por hipe
restimulación. Mientras que, en la TENS convencional, la duración del alivio es, por
regla general, reducida a causa de la vida media relativamente corta de las
encefalinas, la duración del alivio tras la hiperestimula-ción, utilizando estimulación
eléctrica de alta intensidad, es generalmente de días o semanas, y en algunos casos
el alivio es permanente.
Parece ser que el núcleo del rafe es una fuente de control de dolor descendente. Las
neuronas descendentes que se originan en el núcleo del rafe y descienden por el
tracto dorsolateral hasta niveles diversos de la médula espinal se activan por medio
de la estimulación eléctrica intensa. Este sistema inhibitorio descendente actúa en
distintos niveles de la espina dorsal, a través de la estimulación de las interneuronas
encefalínicas que ya hemos visto. La inhibición resultante de las fibras de dolor
aferentes primarias tiene como resultado una reducción de la sensibilidad al dolor.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las corrientes eléctricas también pueden resultar útiles para aumentar la amplitud de
movimiento en una articulación en la que la locomoción esté limitada por
contracturas. Parece ser que la contracción repetida durante un período prolongado
hace que las estructuras de la articulación y el músculo se modifiquen y se alarguen.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El tratamiento con microcorrientes puede ser una adquisición muy útil en las terapias
eléctricas. No obstante, hasta la fecha no se ha evaluado clínicamente, y las
afirmaciones sobre su eficacia están basadas en evidencias más empíricas que
experimentales.
La corriente rusa es otro tipo relativamente nuevo de corriente utilizada por los
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
terapeutas deportivos. Utiliza una CA a una alta frecuencia (2.500 a 10.000 PPS)
producida en una serie de «alternancias». Transmitiendo la comente en alternancias,
se puede utilizar una mayor intensidad de comente, y el atleta tendrá una mayor
tolerancia a la misma. A medida que aumenta la intensidad de estimulación, se
estimulan más fibras musculares y se produce una mayor contracción.
6.1.6 Iontoforesis
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que tener cuidado con medicinas de gran intensidad que puedan tener efectos
sistémicos nocivos. No obstante, los iones medicinales aplicados de forma
iontoforética no se desplazan muy por debajo de la superficie de la piel o las
membranas mucosas.
Algunas de las sustancias químicas que pueden aplicarse de forma iontoforética son:
o Iones de metales pesados, como el cinc y el cobre, para combatir ciertos tipos
de infecciones cutáneas.
o Iones de cloruro para distender cicatrices superficiales.
o Anestésicos locales.
o Sustancias vasodilatadoras.
o Iones de magnesio para las verrugas plantares.
El otro uso principal de la corriente directa que puede incluirse bajo la categoría de
efectos químicos ha sido denominado galvanismo médico, definido como el uso de
corriente de bajo voltaje galvánica o directa para la introducción de sustancias
farmacológicas. Se considera que los beneficios terapéuticos derivan en gran parte
de cambios iónicos locales, que producen un aumento de la circulación a las partes
corporales entre los electrodos. Presumiblemente, la mejora de la circulación facilita
la absorción de productos inflamatorios, como metabolitos acumulados, con el
consiguiente alivio del dolor. Las corrientes eléctricas de bajo voltaje pueden facilitar
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otros efectos de la corriente de larga duración y bajo voltaje que parecen ser
específicos a la polaridad y se producen a partir de cambios iónicos y eléctricos son
los siguientes:
Disminución
Polo positivo Endurecimiento de de la
(ánodo) tejidos excitabilidad
del nervio
Aumento
Polo negativo Reblandecimiento de de la
(cátodo) tejidos excitabilidad
del nervio
6.1.8 Diatermia
Las corrientes directas y las corrientes alternas de baja frecuencia no se utilizan para
generar efectos térmicos clínicamente. Esto no se debe a que este tipo de corrientes
no puedan generar efectos térmicos, sino a que las intensidades necesarias serían
excesivamente elevadas y podrían causar dolores agudos y quemaduras de tejidos
cutáneos y subcutáneos. No obstante, se producen leves efectos térmicos como
resultado de los aumentos de circulación locales.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En el caso de las unidades de diatermia de onda corta que utilizan placas separadas,
la parte del cuerpo que se va a tratar se coloca directamente entre las placas. De
este modo, la energía que pasa de una placa a otra debe atravesar al paciente, quien
en realidad se convierte en parte del circuito. Con un tambor o un cable de campo de
inducción, el paciente no se convierte en parte del circuito, sino que se encuentra en
el campo magnético resultante del flujo de comente a través del circuito.
Ninguno de estos dos tipos de diatermia es tan utilizado hoy en día como lo era en el
pasado. Uno de los principales problemas es que, con un nivel considerable de grasa
subcutánea, la temperatura de la grasa puede subir a niveles peligrosos, en especial
cuando el dispositivo de diatermia produce sus efectos principalmente por medio de
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
6.2 Ultrasonidos
Por definición, la energía ultrasónica es una energía vibracional con una frecuencia
superior a 20.000 Hz. A diferencia de la energía sónica en el intervalo audible, la
energía ultrasónica es absorbida en su mayor parte por gases. Por esta razón, se
debe utilizar un gel como agente de enlace para asegurar la transferencia de energía
de la fuente de ultrasonidos al paciente".
En la clínica, los ultrasonidos suelen aplicarse a una intensidad de unos 1,5 vatios por
centímetro cuadrado o superficie transductora. A esta intensidad, se producen
efectos mecánicos y de calentamiento en profundidad significativos, causados
principalmente por la absorción de la energía sonora de alta frecuencia y la
transducción de esta energía en calor. A causa de la considerable reflexión de la
energía ultrasónica en las superficies de contacto entre tejidos (por ejemplo, tendón-
hueso), se pueden producir aumentos de temperatura del tejido claramente
localizados en estas uniones, particularmente en las que tengan una vascularización
limitada. A veces se produce un aumento de temperatura semejante en la unión entre
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Además de los efectos termales, se han observado otros efectos fisiológicos de los
ultrasonidos. La energía ultrasónica ha sido ampliamente absorbida por proteínas y
ha causado cambios de la permeabilidad de las células al sodio y al potasio.
También se ha demostrado la efectividad de los ultrasonidos en la disminución del
dolor de neuromas, aumentando la amplitud de movimiento limitada por la formación
de cicatrices y aliviando el dolor causado por tendinitis, bursitis o fibrosis con
evidencias de aposición mineral o sin ellas. Aún no se ha determinado si los
ultrasonidos ejercen estos efectos por vía térmica o no térmica. La energía ultra-
sónica no se transmite de forma eficiente a través de gases o, si a eso vamos, de
líquidos que contengan concentraciones elevadas de gases, porque la energía es
absorbida por el gas. Por tanto, se debe colocar un medio de conducción de
ultrasonidos apropiado o un agente de enlace entre el transductor o sonador y el
paciente. En el caso de superficies corporales más bien extensas y suaves, se debe
colocar una capa de gel o aceite mineral. El transductor se aplica directamente sobre
el aceite o el gel, y se mueve continuamente de forma circular o longitudinal, o se
deja en un punto con la unidad fija en modo pulsatorio o en un ciclo de utilización del
50% o incluso menos. Para las superficies corporales irregulares o áreas con
prominencias óseas, suelen resultar más adecuadas las técnicas de inmersión. La
parte corporal en cuestión se introduce en un contenedor de algún líquido como
agua destilada (previamente hervida para eliminar las burbujas de gas). El
transductor se coloca a unos 2 cm de la parte tratada y habitualmente se mueve de
forma continua.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los efectos fisiológicos del calor y del frío rara vez son el resultado de una absorción
directa de energía infrarroja. Hay un consenso general respecto a que ninguna forma
de energía infrarroja puede tener una profundidad de penetración superior a 1 cm.
Por tanto, los efectos de las modalidades infrarrojas son en primer lugar superficiales
y afectan directamente los vasos sanguíneos cutáneos y los receptores nerviosos
cutáneos.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Quizás el uso más eficaz de las modalidades infrarrojas sea la analgesia, es decir, la
reducción de la sensación de dolor asociada a la lesión.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las investigaciones llevadas a cabo sobre el uso del calor y el frío pueden aportar
datos muy útiles al profesional de la medicina deportiva. Las aplicaciones de frío y
calor, cuando se utilizan de un modo apropiado y eficiente, constituyen unas
extraordinarias herramientas, a través de las cuales el terapeuta deportivo puede
facilitar la recuperación del atleta ofreciéndole un tratamiento óptimo. La termoterapia
y la crioterapia son sólo dos de las herramientas disponibles para ayudar al atleta
lesionado en su recuperación.
6.3.2 Crioterapia
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
6.3.3 Termoterapia
El calor se utiliza como tratamiento universal contra el dolor y las molestias. Una
buena parte de las Ventajas se derivan sencillamente de que el tratamiento es agra-
dable. En las primeras etapas después de la lesión, no obstante, el calor causa
aumentos de la presión sanguínea capilar, así como de la permeabilidad celular, lo
que desemboca en una mayor inflamación y acumulación de edema. Ningún atleta
con edema debe ser tratado con modalidad alguna de calor hasta que se hayan
determinado las razones del edema. Es aconsejable que el terapeuta deportivo utilice
técnicas de crioterapia o baños de contraste para reducir el edema antes de las
aplicaciones de calor.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Parece ser que las aplicaciones de calor superficiales resultan más agradables en
los casos de molestias de cuello, espalda, parte inferior de la espalda y pelvis, y
pueden estar especialmente aconsejadas en los casos en que el atleta muestra algún
tipo de reacción alérgica a la aplicación de frío. No obstante, los tejidos de estas
áreas no presentan diferencias respecto a los de las extremidades. Por tanto, el uso
de calor o frío provoca las mismas respuestas fisiológicas en todas las áreas del
cuerpo.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los estudios clínicos han demostrado una reducción significativa del volumen de la
extremidad después de 30 minutos de compresión. Por tanto, parece ser que un
tiempo de tratamiento de 30 minutos es eficiente para reducir el edema.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los láseres de helio-neón (gas HeNe) y arseniuro de galio (semiconductor GaAs) son
dos de los láseres de baja intensidad que actualmente está investigando la FDA para
su posible aplicación en la medicina física. Los láseres de HeNe producen un
característico rayo rojo con una longitud de onda de 632,8 nm. Se transmiten en una
onda continua y tienen una penetración directa de 2 a 5 mm y una penetración
indirecta de 10 a 15 mm. El láser de GaAs es invisible, con una longitud de onda de
904 nm. Se libera en un modo de pulso a una salida de muy baja potencia. Tiene una
penetración directa de 1 a 2 cm y una penetración indirecta de 5 cm.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La FDA considera que los láseres de baja potencia son aparatos de bajo riesgo.
Aunque no se han observado efectos nocivos, hay que tener en cuenta ciertas
precauciones y contraindicaciones, que incluyen la aplicación de láser sobre tejido
canceroso, directamente sobre los ojos y durante el primer trimestre de gestación. Se
han observado aumentos de dolor iniciales y episodios de síncope, pero no tienen
por qué suponer la supresión del tratamiento.
Hace falta llevar a cabo más investigaciones para determinar los parámetros de
eficacia y tratamiento, con objeto de establecer la aplicación del láser de baja
potencia en el contexto de la medicina deportiva.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
activo como pasivo. Por regla general, cuanto menor sea la hinchazón uncial, menor
será el tiempo requerido para la rehabilitación. Tradicionalmente, la modalidad
escogida ha sido y sigue siendo el hielo. La crioterapia produce vasoconstricción, al
menos superficialmente y en ocasiones de forma indirecta en la parte lesionada debe
dejarse en reposo y con protección durante al menos las primeras 48 a 72 horas, para
permitir que la fase inflamatoria del proceso de curación cumpla su cometido.
Tabla 2Toma de decisiones sobre el uso de las diversas modalidades terapéuticas en el tratamiento de la lesión
aguda
CRYO
Hinchazón, dolor al ESC
Aguda inicial tacto, dolor con el IC
4 hinchazón, 4 dolor 4 dolor •i
Lesión-día 3
movimiento LPL hinchazón 4 dolor
Reposo
THERMO
ESC Levemente T circulación 4
Reparación Dolor al tacto, dolor
LPL
fibroblástica
Día 4-día 10 con el movimiento,
IC dolor-bombeo muscular 4 dolor
hinchazón Facilitar el flujo linfático
Amplitud de movimiento,
Potenciación
CRYO, crioterapia; ESC, corrientes eléctricas simultáneas; IC, compresión intermitente; LPL, láser de baja potencia; MWD, diatermia de
microonda; SWD, diatermia de onda corta; THERMO, termoterapia; ULTRA, ultrasonido; flecha en sentido descendente, disminución; flecha
en sentido ascendente, aumento.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La fase de respuesta inflamatoria empieza el primer día y puede durar hasta 6 días a
partir de la lesión. Desde un punto de vista clínico, la inflamación empieza a remitir y
acaba por desaparecer. El área lesionada puede estar caliente al tacto y suele
percibirse una cierta decoloración. La lesión sigue siendo sensible al tacto, y cuando
la articulación se mueve se producen dolores. Como en la fase de lesión inicial, las
modalidades deben utilizarse para controlar el dolor y reducir la hinchazón. Durante
la fase de inflamación debe seguir utilizándose la crioterapia. Las bolsas de hielo, las
bolsas frías o los masajes con hielo producen efectos analgésicos. El uso del frío
también reduce las probabilidades de inflamación, que durante esta etapa puede
continuar. La hinchazón remite por completo al final de esta fase.
Debe hacerse hincapié en que someter a una lesión al calor demasiado pronto es un
error mucho más grave que utilizar hielo en una lesión durante demasiado tiempo.
Muchos terapeutas deportivos prefieren ceñirse a la crioterapia durante varias
semanas tras la lesión; algunos nunca llegan a pasarse a las técnicas de calen-
tamiento superficial. Este procedimiento es simplemente cuestión de preferencias
personales que deben estar dictadas por la experiencia. Una vez haya remitido la
hinchazón, el terapeuta deportivo puede empezar a utilizar baños de contraste con
una proporción determinada de frío y calor.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Durante esta etapa, los tratamientos pueden cambiar del frío al calor, una vez más
utilizando el aumento de la hinchazón como indicación de que hay que andarse con
cuidado. Las técnicas de termoterapia, que incluyen las bolsas hydrocollator, la
parafina o, con el tiempo, las corrientes de agua caliente, se pueden utilizar con
seguridad. El objetivo de la crioterapia consiste en aumentar la circulación del área
lesionada para facilitar la recuperación. Estas modalidades también pueden producir
un cierto grado de analgesia.
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108
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
109
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Continúa
Indicaciones y contraindicaciones de las modalidades terapéuticas (continuación)
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Esta cita expresa los aspectos positivos de la vuelta a la competición, pero también
algunas de las dudas que se pueden tener respecto a la misma.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
No todos los atletas se enfrentan a las lesiones del mismo modo. Rotella describe
que una persona puede ver la lesión como un desastre, otra como una oportunidad
para demostrar su valía y una última puede llegar a alegrarse de haber sufrido la
lesión porque evita la posibilidad de tener un mal rendimiento deportivo, le da la
posibilidad de escapar de un equipo perdedor o desanima a unos padres demasiado
entusiastas. Si la lesión pone en peligro una carrera, el atleta cuya vida ha girado en
torno a un deporte puede sufrir una crisis de identidad.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Parece ser que algunos atletas sufren lesiones de forma repetida, mientras que otros
que juegan exactamente en el mismo puesto y tienen la misma constitución física
nunca se lesionan. Ciertos investigadores indican que algunos rasgos psicológicos
pueden predisponer al atleta a un ciclo de lesiones repetido. No se ha observado que
un tipo de personalidad concreto sea más propenso a sufrir lesiones. No obstante,
parece ser que el individuo que está dispuesto a correr riesgos es quien representa
al atleta propenso a sufrir lesiones. Este individuo también carece de la capacidad
necesaria para hacer frente a las tensiones asociadas a estos riesgos y a sus
consecuencias.
Los factores estresantes pueden ser positivos, como conseguir entrar en un equipo
determinado, y negativos, como ser detenido. Tanto unos como otros requieren una
readaptación del estilo de vida.
114
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Arresto en la cárcel: 63
Lesión: 46
Readaptación social: 24
115
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Estos individuos necesitan trabajar con alguien para reducir la tensión acumulada en
sus vidas. De este modo pueden reducir sus niveles de estrés hablando acerca de
sus sentimientos en vez de guardárselos para sí mismos. Es necesario aplicar
programas como el entrenamiento de relajación, la reorganización de ideas, el apoyo
y la empatía o, en situaciones de tensión extrema, la intervención psiquiátrica. En
muchos casos, el deporte es la única actividad positiva que ayuda a un atleta a
atravesar temporadas de intenso estrés (ilustración 37). A menudo, otras áreas fiera
del deporte son estresantes; la intervención debe llevarse a cabo en un marco de
referencia emotiva en el que el atleta se sienta cómodo.
Esta información sobre la tensión emotiva a la que está sujeto el atleta es importante
para el terapeuta deportivo en su trabajo de rehabilitación. La detección a tiempo del
estrés y su alivio son el modo más adecuado para conseguir una rehabilitación
rápida.
Cada atleta hace frente al estrés de un modo diferente. Un atleta puede adaptarse a
un nuevo entrenador sin problemas, en especial si dicho entrenador es uno más de
una larga lista, mientras que otro, que puede haber tenido sólo uno o dos
entrenadores, es posible que tarde más tiempo en adaptarse, en especial si e1 atleta
pasa de las manos de un entrenador poco severo a las de otro muy estricto. No
obstante, cabe la posibilidad de que un individuo haya tenido dificultades de
adaptación a cada uno de sus entrenadores. En este tipo de situación, la experiencia
116
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Quienes cuentan con apoyo y, lo que es más importante, perciben el apoyo de sus
amigos, su familia y el personal del equipo suelen ser capaces de superar con mayor
facilidad los sucesos vitales estresantes. A menudo, los individuos que carecen de
mecanismos para hacer frente a los problemas son más inflexibles y propensos a las
lesiones.
Muy pocos atletas reaccionan a los sucesos estresantes verbalizándolos, y aun así la
mayoría los aguantan bastante bien por sí mismos. James Michener ha observado lo
siguiente:
«Parece ser que muchos atletas encuentran un medio más adecuado de expresar
sentimientos, incluyendo los agresivos. en la actividad física que en el diálogo.
Quizás esta sustitución de actos por palabras contribuye a su aparente reticencia a
hacer uso de un servicio que requiere de ellos que articulen sus sentimientos.
Ciertas actitudes hacia el deporte propician las lesiones y, lo que es más importante,
las recafdas, La frase «hay que jugar sufriendo» se ha interpretado literalmente
dándole el sentido de que el atleta tiene que jugar incluso estando lesionado. La
diferencia estriba en que mientras algunas lesiones pueden ser leves y poco
dolorosas, por lo que no se producen recaídas al volver a la competición, otras
lesiones más graves se agravan al seguir compitiendo. Es evidente la
responsabilidad de un terapeuta deportivo titulado al tomar esta decisión.
Por desgracia, personal sin preparación, como los entrenadores, asumen esta
responsabilidad sin que esté presente el terapeuta deportivo o cuando éste está bajo
la presión del entrenador y no cuenta con el apoyo del director atlético. Cualquiera de
117
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
estas situaciones provoca que la atención médica no alcance los niveles adecuados
y hace que la dirección pueda verse envuelta en problemas legales como resultado
de una negligencia. El sistema legal confía en que los atletas reciban una atención
médica adecuada. Este tipo de atención sólo pueden ofrecerla terapeutas deportivos
cualificados o un médico (ilustración 38). Los jugadores que temen que perder un
entrenamiento o un partido los relegará al banquillo para el resto de la temporada o
los que han recibido ánimos para jugar sin pensar en las consecuencias son
candidatos a sufrir lesiones y recaídas. No obstante, lo que suele pasar es que no
están jugando bien porque no están en plenitud de facultades, por lo que lo único
que hacen es confirmar la decisión del
entrenador de poner a alguien en su
puesto. El papel del terapeuta deportivo
consiste en determinar cuándo el jugador
está rindiendo al máximo & su potencial
sin correr riesgos de lesión o recaída e
informar al entrenador del estado de
dicho jugador. Es importante que el atleta
tenga una perspectiva clara de sus
posibilidades. Un importante papel del
terapeuta deportivo es informar al atleta
de la diferencia entre los conceptos de
lesión y dolor. Fig. 37 Asistencia médica competente. El sistema
legal confía en que un médico o terapeuta deportivo
titulado ofrecerá una asistencia médica competente a
los atletas.
El atleta que sigue jugando con una lesión que aún no ha acabado de sanar o con
una lesión que se sigue repitiendo está reduciendo de forma constante sus
posibilidades de llevar una vida sana y activa. El atleta tiene que vivir más allá de los
escasos años en que es apto para la competición. La mayoría de los atletas, no
obstante, tienen problemas para ver más allá de la temporada actual o, en el mejor
de los casos, tienen el objetivo de participar en su deporte hasta que ya no puedan
competir, sean cuales sean las consecuencias. La recompensa de la competición y la
118
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
admiración de otras personas hacen difícil que el atleta pueda tener una perspectiva
de lo que es el deporte y una actitud sana hacia el mismo. La actitud del atleta suele
ser; «Sacrificar todo por el deporte; además, estoy hecho a prueba de balas.» El que
un atleta no tenga esta actitud es considerado por algunos como una debilidad. Este
tipo de atletas tienen dificultades para adaptarse a la lesión, en especial si ésta pone
en peligro su carrera.
Algunos entrenadores se niegan a hablar con el atleta o les dicen a sus compañeros
que, en realidad, el atleta no quiere jugar o no es lo bastante fuerte. El entrenador
está resentido a causa de la lesión. En estos casos es conveniente aconsejar al
entrenador para señalar los efectos de este tipo de actitudes. Por suerte, esta clase
de entrenadores son una minoría.
119
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta tiene que hacer frente a cuatro fases de la lesión: negación, ira, depresión y
aceptación. Estas fases se ciñen al modelo de Elisabeth Kübler-Ross sobre las
etapas de la preparación para la muerte’. Tras la lesión, el atleta se enfrenta a tres
posibles situaciones. Es posible que La lesión sea mínima y el atleta pueda volver en
seguida a la competición; el atleta puede tener por delante una buena temporada de
rehabilitación o su carrera puede haber llegado a su punto final. Hay que animar al
atleta utilizando métodos positivos para que su rehabilitación sea completa, tanto
emotiva como físicamente.
Muy pronto, la ira sustituirá esta sensibilidad de incredulidad a medida que el atleta
lesionado empiece a desahogar sus sentimientos. A menudo, la persona que más
cerca está de él es la que debe soportar su cólera. No se puede razonar con alguien
que está enfadado, y esto es algo que el personal médico debe entender para no
reaccionar ante la ira del atleta. Esta respuesta es meramente emotiva, una vía de
escape para la frustración. El terapeuta deportivo debe actuar como una especie de
secante emocional y, si es posible, no agravar la situación intentando calmar al atleta
adoptando una posición de poder. El terapeuta deportivo debe escuchar lo que siente
el atleta más que lo que dice. Esta escucha activa requiere tiempo y esfuerzo. El
atleta ha perdido el control de la situación y está internando recuperarlo (ilustración
38).
120
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La aceptación es una fase en la que una buena parte de los atletas que cuentan con
un tratamiento adecuado no tienen ningún problema en entrar. Por suerte, este grupo
comprende a la mayoría de los atletas con los que trabaja un terapeuta deportivo
competente. El interés positivo, la energía y la empatía demostrados por el terapeuta
deportivo hacen que la transición desde la lesión inicial y la negación hasta la fase de
aceptación sea más rápida. Esto explica que algunas personas encargadas de la
rehabilitación que no tienen dificultades para hacer que sus atletas entren en la fase
de aceptación rara vez ven a un atleta que no se esté adaptando psicológicamente a
la lesión, mientras que los terapeutas deportivos que no se encargan de sus atletas
como es debido se encuentran continuamente con este tipo de individuos.
121
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
122
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
• Entrenamiento de relajación.
• Rechazo de pensamientos.
• Imágenes.
• Ensayo visual.
• Ensayo emotivo.
• Ensayo corporal.
Una estrategia indicada para que el atleta supere la fase pasiva de la lesión es un
modelo para recuperar un papel activo en la lesión. Este modelo delinea cuatro
tareas en la estrategia:
Cuestiones del tipo «Qué tal llevas la lesión y cómo ocupas el tiempo del que ahora
dispones?» y«Cómo crees que está progresando tu rehabilitación?» le sirven al
terapeuta deportivo para saber en qué fase se encuentra el atleta. Hay que animar al
atleta a que exprese sus sentimientos. Los que están haciendo frente a sus lesiones
suelen tener una actitud racional en lo que a evaluación de los hechos e ideas se
refiere. Por suerte, estos atletas constituyen la gran mayoría de los clientes que el
terapeuta deportivo se encuentra si sabe tratarlos de un modo adecuado.
123
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En un principio hay que hacer saber al atleta que los pensamientos negativos tienen
un efecto perjudicial tanto en el rendimiento físico como en el mental. El llevar un
registro diario de cuándo se producen estos pensamientos y de las circunstancias en
que tienen lugar resulta de gran utilidad. Después se ayuda a los atletas a rechazar
estos pensamientos negativos y a instaurar un régimen positivo. Este paso va
seguido de una evaluación regular de todo el programa de rechazo de pensamientos
negativos. De este modo, los atletas tienen la práctica y la preparación suficientes
para comenzar a elaborar un enfoque positivo en lo que respecta a ideas
constructivas, concentración, indicios, imágenes y respuestas tranquilizadoras para
cambiar actitudes poco apropiadas. Este enfoque positivo puede ayudar a los atletas
a reincorporarse de un modo más adecuado a la competición y adquirir una mayor
124
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
capacidad de rendimiento.
El apoyo de frases como «Vas a mejorar» y «Pronto pasará» ayuda a rechazar los
pensamientos negativos que suelen aflorar. Los pensamientos negativos bloquean el
camino del atleta hacia la recuperación, aumentando el dolor, la ansiedad y la ira.
Hay que alentar a los atletas a que dediquen todos sus esfuerzos a la rehabilitación
en vez de encauzarlos en una espiral descendente de autocompasión. Los
pensamientos crean emociones, por lo que para que la recuperación sea más rápida
habrá que reconocer y hacer frente a dichos pensamientos. No hay que dejar que el
atleta diga «No puedo». Esta idea debe sustituirse por la de «Voy a intentarlo».
7.5.3 Imágenes
Los atletas utilizan imágenes y metáforas para reducir las ansiedades relativas al
procedimiento de reincorporación. Las imágenes visuales utilizadas en este proceso
incluyen el ensayo visual, el ensayo de imágenes emotivas y el ensayo corporal.
125
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La escucha activa es una de las aptitudes más importantes de un técnico. Éste debe
aprender a escuchar más allá de las quejas. Debe percibir el miedo, la ira, la
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
depresión o la ansiedad en la voz del atleta. En relación con el miedo, es posible que
el atleta se esté preguntando qué supone el dolor en términos de funcionamiento y si
sus compañeros volverán a aceptarlo.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Con las lesiones más graves de grado III hay que tener cuidado de informar a los
atletas de un modo adecuado, pero sin llegar a aterrorizarlos. El conocimiento de la
lesión, su mecanismo de curación y el proceso y la progresión de rehabilitación dan
al atleta una idea formal del programa que debe seguir. Si se le transmite la
información de este modo, los atletas no se sienten abrumados por la carga de todo
el proceso. De este modo, se pueden reducir la ansiedad y la incertidumbre
manifestadas en las fases de negación e ira, y como consecuencia, los atletas
pueden dedicar todos sus esfuerzos al proceso de rehabilitación dejando que las
acciones sustituyan la ansiedad.
Los atletas necesitan que se les expliquen las lesiones de un modo satisfactorio.
Ofrecer información de forma apropiada al nivel emotivo e intelectual del atleta puede
ser todo un reto. El ritmo y el grado de aceptación de una lesión no son iguales para
128
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
todos los atletas. La gravedad de la lesión es importante, pero lo que más importa en
el proceso de rehabilitación es cómo percibe el atleta la gravedad de esta lesión. Por
tanto, lo fisiológico tiene que estar interrelacionado con lo psicológico. La empatía y
una actitud comprensiva son esenciales para el terapeuta deportivo a la hora de
tratar con el atleta (ilustración 38).
Fig. 38 Características importantes del terapeuta deportivo. Al trabajar con el atleta, el terapeuta
deportivo debe mostrar empatía y una actitud comprensiva.
129
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
130
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Shank observó que aquellos atletas que están comprometidos con el programa de
rehabilitación trabajan con mayor intensidad y, como consecuencia, vuelven a la
competición con mayor rapidez y mejores resultados que los atletas a quienes les
cuesta seguir el programa. Su tolerancia al dolor es mayor y les causa menos
preocupación, y además están más motivados, lo que contrasta con la apatía de los
atletas que no siguen el programa.
El terapeuta deportivo debe tener en cuenta que los atletas pueden tener el día
repleto de actividades y que integrando la rehabilitación en sus horarios en vez de
adaptar sus horarios a la rehabilitación se puede propiciar el seguimiento del
programa. Cuanta mayor libertad para aportar información y moldear el programa se
le dé al atleta, mayores serán las posibilidades de que lo siga.
Como ya hemos dicho, el atleta que no tiene problemas para seguir el programa
suele soportar mejor el dolor. Hay que examinar los programas de rehabilitación para
determinar los aspectos que pueden ser dolorosos. Prácticamente toda la
rehabilitación debe ser indolora, y los aspectos que no lo son suelen ir en detrimento
131
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otro aspecto del seguimiento de un programa tiene que ver con la percepción del
atleta de su propia capacidad. Los atletas que se consideran preparados para pasar
a un nivel más avanzado de competición tienden a faltar a las sesiones de
rehabilitación. Suelen ser los atletas mas capacitados, que no tienen que trabajar
tanto como sus compañeros para rendir mejor que ellos, los que adoptan esta misma
postura en la rehabilitación. Con esta actitud, estos buenos atletas nunca llegan a
convertirse en grandes atletas a causa de su escaso compromiso con el deporte.
Una vez que han llegado a un nivel máximo en el que la mayor-fa de los atletas
tienen las mismas capacidades, carecen de un hábito de trabajo que pueda llevarles
a la cima del grupo atlético de elite.
Otros factores de seguimiento para los atletas que también son estudiantes es la
duración del curso en un centro determinado, la media académica en un semestre,
su percepción de las obligaciones escolares, objetivos académicos, tiempo dedicado
a participar en competiciones, percepción del tiempo disponible para tratamientos y
experiencia previa en programas de rehabilitación. Cuanto más elevado sea el nivel
de educación formal que tiene un individuo, mayor será su índice de seguimiento de
un programa; cuanta mayor sea la media académica en un semestre determinado,
mayor será el índice de seguimiento Curiosamente, existe una relación inversa entre
la percepción por parte del atleta de la dificultad de sus deberes académicos y su
seguimiento del programa. A menudo, los atletas obtienen mejores notas durante la
temporada que en otras épocas, posiblemente porque distribuyen su tiempo de un
modo más disciplinado durante la temporada, y este enfoque influye en la
rehabilitación.
Los atletas que tienen unos objetivos académicos mejor definidos y aquellos que
tienen un mayor índice de participación son los que tienen mayores niveles de
132
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
seguimiento, al igual que aquellos que según su punto de vista disponen de más
tiempo para los tratamientos y que tienen experiencias previas con programas de
rehabilitación.
El terapeuta deportivo tiene que recordar que una buena parte de la rehabilitación
consiste en ayudar al atleta a hacer frente a la lesión. Una lesión física leve puede
constituir una grave lesión emotiva. En este momento. eh atleta no tiene capacidad
para hacer frente a la situación. El terapeuta deportivo debe ayudarle a sortear la
crisis hasta que haya controlado La situación. Esta situación puede durar horas o
días.
El atleta se siente desamparado porque toda su vida gira en corno al deporte y ahora
ha perdida su capacidad de rendimiento. Tras este período, el atleta adopta una
actitud positiva y de recuperación o una actitud de negativismo contraproducente. El
terapeuta deportivo debe saber aprovechar este período en que el atleta está en el
limbo para que éste se beneficie tanto en el terreno de juego como fuera de él. A
menudo, los atletas tienen más capacidad para hacer frente a una lesión que un
individuo normal, porque tienen disciplina, control emotivo y una mayor habilidad
para hacer frente a las dificultades como resultado de años de competir y adaptarse
a estas necesidades.
Moos y Tsu han estudiado las principales tareas de adaptación del atleta y las han
dividido en ocho áreas. En la primera tarea de adaptación, el atleta debe responder
al dolor y a la pérdida de control y función. En segundo lugar, el atleta tiene que
enfrentarse al estrés que supone una situación extraña de salas de urgencias,
operaciones, escayolas, aparatos de sujeción o muletas. Además está la nueva
situación que supone la enorme cantidad de esfuerzo que requiere el proceso de
rehabilitación, en términos tanto de tiempo como de energía, todo ello sin la
satisfacción de participar en la competición. El hecho de que el atleta ya no esté
133
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En la cuarta etapa, los atletas deben alcanzar un equilibrio emocional. Es posible que
con anterioridad hayan arremetido en el terreno emocional contra entrenadores,
doctores, terapeutas deportivos y amigos, como forma de dar salida a la ira que ya
hemos mencionado. A menudo, esta frustración es el resultado de haberse dedicado
exclusivamente a la práctica de un deporte o actividad. Muchos de los atletas de gran
nivel demuestra!) Una cierta inmadurez emocional, lo que constituye uno de los
mayores inconvenientes del deporte. Los atletas olímpicos y de nivel internacional a
menudo se encuentran tanto emocional como socialmente con un retraso de varios
años respecto a sus coetáneos porque han dedicado tanto tiempo al deporte que su
interacción social se ha visto afectada. Por tanto, muchos atletas de alto nivel o
aquellos cara un único objetivo tienen problemas de control emocional cuando sufren
una lesión seria.
A continuación, los atletas entran en una quinta etapa, la de mantener una imagen
saludable de sí mismos. Esta fase hace que los atletas mantengan un sentido de la
competencia y el dominio. Los atletas han tenido que atravesar un cambio de
identidad que en ocasiones es muy difícil. Tienen que mantener una buena
disposición y un talante positivo y, al mismo tiempo, replantearse sus expectativas.
Esta fase es difícil para aquellos que han tenido expectativas muy elevadas y han
perdido la capacidad de alcanzar sus objetivos.
Los atletas que se lesionan y no recuperan la forma física que tenían antes de la
134
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La sexta fase es aquella en la que los atletas lesionados deben mantener o recuperar
unas relaciones normales con sus compañeros, la familia, los enfrenadores y el
personal de rehabilitación. Es posible que el atleta no cuente con todo el apoyo que
cabría desear por parte de las personas relacionadas con el deporte, ya que todos
están preocupados por los resultados del equipo. Los atletas pueden sentirse
rechazados porque sus vías de comunicación dependen del deporte y ya no forman
parte de este ámbito. Sin embargo, cuando los atletas desempeñan alguna labor en
el equipo, se sienten menos aislados y tienen menos sentimientos de culpabilidad.
En la séptima fase, los atletas se preparan para la competición. A menudo, esta fase
es muy difícil para ellos ya que el tiempo necesario se ve constantemente reducido
por las filosofías y técnicas de cirugía y rehabilitación. Es posible que la escasez de
tiempo de preparación no permita a los atletas tener una disposición mental
adecuada para volver a la competición. Hay que hablar con ellos sobre las fechas
indicadas para volver a competir, de modo que puedan empezar a anticipar su
reincorporación.
.
La aceptación de las limitaciones de la lesión y la asimilación de las restricciones y
limitaciones del estilo de vida atlético constituyen la octava y última fase de
adaptación. Aquí las situaciones pueden ir desde el atleta que sigue llevando una
vida normal al margen del deporte, hasta el atleta que queda tetrapléjico.
135
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
precipitada puede ser algo que supere al atleta. Hay que hacer hincapié en este
punto desde el primer momento en que se evalúa una lesión en el propio terreno de
juego. En la mayoría de los casos, esta situación les resulta hostil y extraña a los
atletas, y hay que procurar que se encuentren tan cómodos como sea posible. Del
modo como se controle esta situación puede depender su actitud respecto a la
recuperación. El terapeuta deportivo debe aceptar las concepciones actuales de los
atletas, pero al mismo tiempo debe dirigirles de forma que adopten un enfoque más
positivo de la situación.
Tan pronto como sea posible, el atleta debe empezar a hacer ejercicios específicos a
su deporte durante los horarios de entrenamiento de su equipo. De este modo, el
atleta siente que forma parte del equipo y no se encuentra tan aislado del ámbito
deportivo. Por tanto, hay que poner un mayor interés en las situaciones funcionales
específicas al deporte que, por regla general, son menos aburridas para el atleta. Al
hacerlo, éste adquiere una perspectiva más realista de las capacidades necesarias
para alcanzar su nivel de rendimiento previo a la lesión. Al atleta le resulta más
llevadera la rutina de rehabilitación si ve que influye directamente en el depone que
practica.
136
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
7.7.2 Metas
Fig. 39. Percepción de la obtención de objetivos a corto plazo. La obtención de objetivos a corto
plazo hace que el atleta sienta que está recuperando el control físico de la situación y que está
mejorando. 137
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La obtención de objetivos a corto plazo hace que los atletas sientan que están
recuperando el control físico de la situación y que están mejorando (ilustración 39).
Los atletas deben mantenerse ocupados intentando lograr estos objetivos y, de este
modo, evitar los pensamientos negativos respecto a la lesión.
Hay que tener cuidado de no prometer más de lo que se puede ofrecer. Una
promesa del tipo «Tu rodilla quedará como nueva después de la operación» no es
aceptable, pero diciendo «Tenemos el objetivo de obtener unos resultados de entre
un .90 y un 100% de recuperación de tu rodilla después de la operación» se expresa
prácticamente lo mismo sin exagerar los resultados.
El dominio de los objetivos a corto plazo permite a los atletas sentir que están
recuperando el control de la situación. Es conveniente establecer por escrito estos
objetivos porque de este modo los atletas pueden ver sus progresos. Por la misma
razón, hay que animar a los atletas a que lleven unos diarios de trabajo de modo que
puedan tener un enfoque más metódico de su progresión en la recuperación.
138
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que explicar al atleta los criterios de reincorporación. Todas las personas
implicadas (terapeuta deportivo, médico, entrenador y, sobre todo, el atleta) deben
estar de acuerdo acerca de la preparación del atleta para volver a la competición. El
apoyo positivo y el éxito a la hora de alcanzar objetivos funcionales a corto plazo
deben acabar con cualquier tipo de temores, de modo que el atleta pueda relajarse y
hacer acopio de la confianza necesaria para alejar de su mente todos los factores
externos. Con una rehabilitación adecuada, los instintos del atleta vuelven a su cauce
para sustituir las dudas que tenía en las fases previas del proceso de recuperación.
Algunos atletas tienen problemas que ponen a prueba incluso al personal más
comprensivo. Cuanta más atención se le preste al atleta en términos de interacción
personal antes de la lesión, mejores serán los resultados, El terapeuta deportivo
pasa el 95% de su tiempo con un 5% de los atletas. En este grupo están aquellos
que parecen no mejorar.
Este mensaje indirecto dice a los jugadores que a los ojos del personal no tienen
mayor importancia. El escaso progreso puede ser el modo en que los atletas, en
139
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
especia] los que tienen una imagen de sí mismos más bien pobre, se vengan del
entrenador o del sistema. Es posible que Los atletas tengan la impresión de que no
se les está prestando toda la atención necesaria. A partir de aquí pueden llegar a
surgir problemas legales. A menudo es la percepción de un tratamiento inadecuado y
no un tratamiento realmente inadecuado lo que propicia una actitud hostil contra el
personal atlético y de rehabilitación.
Es muy posible que, durante esta fase, los atletas proporcionen pistas al personal
acerca de las razones que les impiden progresar. Quizás un cambio de rutina, un
diagnóstico equivocado o un tratamiento inapropiado sean las causas. Cuanto más
implicados estén los atletas en su rehabilitación, más rápida será su recuperación. Es
posible que los atletas teman reincorporarse o tengan alguna razón oculta para no
hacerlo. Los hipocondríacos y los enfermos fingidos son dos tipos de atletas que
tienen problemas para retomar a la competición. A menudo, el hipocondríaco suele
estar nervioso o irritable y en ocasiones parece excéntrico. Pero suele mostrar una
gran tolerancia al dolor cuando se reincorpora a la competición. Estos atletas
consideran que sus vidas son extraordinariamente complicadas y tienen la impresión
de haber perdido el control sobre ellas tanto atlética como emocionalmente.
A muchas personas se les ha enseñado que todo obstáculo puede superarse, lo que
en modo alguno es cierto. Hay que ayudar a los atletas a que compitan dentro de los
límites de lo que pueden controlar. A menudo, los hipocondríacos están
acostumbrados a un nivel de apoyo muy elevado que de pronto desaparece. Tienen
que acostumbrarse a un nuevo entrenador, un nuevo entorno, nuevos compañeros y
una nueva filosofía atlética, todas las situaciones características del cambio. Su único
apoyo es su confianza en si mismos y su capacidad para hacer frente a los
problemas, mecanismos que pueden no haber desarrollado más allá de un nivel
infantil.
Los enfermos fingidos, por otra parte, afirman que nada consigue aliviar los síntomas
ni el dolor. Todo está dirigido a hacer hincapié constantemente en los síntomas. Un
140
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
141
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que alabar el trabajo duro en el proceso de rehabilitación, de modo que el atleta
reciba felicitaciones por sus respuestas positivas en vez de una preocupación
excesiva por su proceso, lo que sólo refuerza las respuestas negativas. Hay que
felicitar al atleta que consigue aumentar su amplitud de movimiento en 50 o levantar
2 kg más para reafirmarle en su mejoría.
Los terapeutas deportivos deben examinar sus motivos para estar en este campo, en
especial cuando surgen problemas continuamente en las operaciones cotidianas.
¿Están en este terreno por el poder que ello conlleva o por la gente? Algunos
disfrutan de la atención que les prestan los atletas ya que supone un estímulo para
su ego.
Hay que examinar y juzgar la eficacia de las técnicas y filosofías de forma continua.
Las teorías pasadas de moda o invalidadas deben eliminarse para mantener un
programa de rehabilitación vigente.
142
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los dolores en la parte inferior de la espalda que suelen sufrir los atletas son una
experiencia aguda y dolorosa que pocas veces dura más de 3 semanas. El atleta
rara vez pierde un entrenamiento, y mucho menos una competición, debido a este
tipo de dolor. Como ocurre con muchas lesiones atléticas, a menudo los técnicos
deportivos experimentan con nuevos ejercicios o tratamientos para intentar rehabilitar
al atleta con dolores en la parte inferior de la espalda. La última novedad implica
ejercicios de flexión y de extensión, movilización de articulaciones, estabilización
muscular dinámica, refuerzo abdominal, liberación miofascial, protocolos de
estimulación eléctrica, etcétera. Para mantener la perspectiva, cuando los terapeutas
deportivos escogen ejercicios y modalidades deben tener en cuenta que el 90% de
las personas ven resueltos sus problemas de dolores de espalda a las 6 semanas,
sea cual sea el tratamiento administrado.
Hay atletas cuyos dolores persisten más allá de las 6 semanas. Este grupo de
personas, por regla general, tienen una historia de recaída o agravamiento de una
lesión anterior. Ellos describen un dolor en la parte inferior de la espalda similar al de
su experiencia anterior.
Estos atletas están sufriendo una recaída o una nueva lesión de tejidos anteriormente
lesionados por haberse visto sometidos a la misma tensión que produjo su lesión
original. Ellos necesitan un tratamiento más específico y formal y un programa de
rehabilitación.
También hay personas que tienen dolores crónicos en la parte inferior de la espalda.
Éste es un porcentaje de población muy pequeño que sufre dolores en la parte inferior
143
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En muchos casos, tras una evaluación médica, el atleta regresa al terapeuta deportivo
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
o Localiza con claridad las áreas y tejidos que pueden estar implicados en el
problema. El terapeuta deportivo debe utilizar esta información para dirigir tra-
tamientos y ejercicios.
o Establece las mediciones fundamentales utilizadas para evaluar el progreso y
encauzar la progresión del tratamiento, y ayuda al terapeuta deportivo a hacer
juicios específicos sobre la progresión de ejercicios específicos o sobre cambios
en éstos. La mejora de estas mediciones también guía la reincorporación a la
práctica y proporciona una medida del éxito del plan de rehabilitación.
o Constituye una orientación para ayudar al atleta a que ponga a prueba los
límites de su lesión, entienda su problema, especifique sus limitaciones y com-
prenda el tratamiento del problema que supone su lesión.
o Da confianza en el terapeuta deportivo y aumenta el efecto placebo de la
interacción entre terapeuta y atleta.
o Reduce la ansiedad del atleta, aumentando de este modo su comodidad, lo que
facilitará su seguimiento del programa de rehabilitación; se crea un entorno más
positivo, y terapeuta y deportista evitan la trampa del «nadie sabe qué me
ocurre».
o Aporta información para emitir juicios sobre las almohadillas, los dispositivos de
sujeción y los corsés.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Al hablar del tratamiento del atleta con dolores en la parte inferior de la espalda, la
exposición puede ser mucho más útil y específica si los planes de tratamiento se
dividen en dos etapas. El tratamiento de la primera etapa (etapa aguda) consiste
básicamente en modalidades terapéuticas y ejercicios para aliviar el dolor. El
tratamiento de la segunda etapa va dirigido a los atletas que han sufrido una recaída o
agravamiento de un problema anterior. El plan de tratamiento de la segunda etapa va
más allá del alivio del dolor, potenciación, extensión y movilización, para incluir
estabilización del tronco y secuencias de preparación para el movimiento, y ofrecer un
programa específico para guiar la reincorporación del atleta al deporte de su elección.
a) Control inicial del dolor. El primer interés del terapeuta deportivo debe ser la
modulación del dolor. Progresar rápidamente del control del dolor a la rehabilitación
específica debe ser uno de los principales objetivos de la etapa aguda del plan de
rehabilitación.
El tratamiento más habitual para aliviar el dolor en la etapa aguda es el uso de hielo para
producir analgesia. El reposo, aunque no un reposo completo en cama, se utiliza para
permitir que los tejidos lesionados inicien el proceso de curación sin las tensiones que
produjeron la lesión. Junto con el reposo, hay que enseñar al atleta a aumentar su
comodidad con una posición del cuerpo favorable. También hay que enseñarle a evitar
las posiciones y los movimientos que aumenten los episodios bruscos y dolorosos. Los
límites de estos movimientos y posiciones que resultan cómodos deben ser el objetivo
inicial de cualquier ejercicio. La ayuda exterior en forma de corsés y el uso de dispositivos
de apoyo o almohadillas para mejorar las posiciones cómodas también deben ser
incluidos en la fase de control del dolor inicial del tratamiento.
b) Posición y ejercicios para aliviar el dolor. La mayoría de los atletas con dolores de
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
espalda notan una cierta fluctuación de sus síntomas como respuesta a ciertas
posturas y actividades. El terapeuta deportivo, como es lógico, trata a este atleta
reforzando las posturas y movimientos que reducen el dolor y poniendo en práctica
ejercicios específicos dirigidos a grupos musculares y amplitudes de movimiento
específicos. Una regla general a seguir a la hora de tomar estas decisiones es la
siguiente: cualquier movimiento que produzca una irradiación o extensión del dolor
por una amplia área de la espalda no debe ser incluido durante esta fase de
tratamiento. Deben incluirse los movimientos que centralizan o disminuyen el dolor.
La inclusión de algún ejercicio en la fase de control del dolor inicial suele tener un
efecto positivo sobre el atleta. El ejercicio le anima a tomar parte activa en el plan de
rehabilitación y le ayuda a recuperar el movimiento lumbar.
Cuando un paciente nota un alivio del dolor a través del ejercicio y la atención al
control adecuado de la postura, es mucho más probable que adapte estos
procedimientos a su rutina diaria. A un paciente que alivie sus dolores mediante
algún otro procedimiento pasivo y después reciba instrucciones de hacer ejercicio no
le será fácil ver la conexión entre alivio y ejercicio.
147
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
148
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
11. Una rodilla al pecho: si se observa dolor en el muslo e. Pruebas de provocación sacra
posterolateral, indica irritación sacrotuberosa . Una rodilla al hombro 1. Realizar esta serie de pruebas sólo cuando sea
opuesto: si se observa dolor en el área de la EIPS, es indicativo de aplicable: si a estas alturas no se pueden reproducir los signos y
irritación del ligamento sacroilíaco síntomas; no poner en práctica si pruebas anteriores han indicado
hipermovilidad de la articulación
E. Tumbado de costado, ambos lados a. Presión anteroposterior del sacro en el centro desu base.
1. Inclinación pélvica anterior y posterior: el dolor con el b. Presión anteroposterior del sacro a cada lado
movimiento indica irritación de la articulación sa- del sacro en sentido medial a la EIPS
croilíaca. Orienta sobre la dirección de movimiento en 2. Una flexión de rodilla con extensión de cadera
el tratamiento provocará la raíz nerviosa de L3. Un dolor similar
2. Longitud de la franja iliotibial: los problemas sacroilía- al dolor nervioso en el muslo anterolateral sería
cos duraderos a menudo producen rigidez en la franja un hallazgo positivo
iliotibial
G. Prueba muscular manual: si la columna lumbar o el músculo
de la cadera posterior están distendidos, el movimiento activo
F. Posición de decúbito prono contra la gravedad o la resistencia deberían provocar un dolor
1. Palpación similar al dolor sufrido durante la evaluación
a. Sensibilidad en sentido medial o en torno a la EIPS
con una localización exacta indica un problema sacroilíaco 1. Extensión de cadera, isométrica e isotónica
b. Área del glúteo mayor: en esta área están los ligamentos 2. Rotación interna de la cadera
sacrociáticos, así como el piriforme y el 3. Rotación externa de la cadera
nervio ciático. Los cambios de tensión, sensibilidad 4. Extensión de hombro y brazo
y elasticidad pueden producirse a causa de cambios 5. Extensión de brazo, hombro y cuello
de posición del ilion 6. Extensión de tronco con resistencia
c. La sensibilidad o los cambios de alineación en los
interespacios SI a TÍO indican problemas lumbares
d. Tensiones anteroposterior o rotatoria de las apófisis
espinosas lumbares
149
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Entre los tipos de ejercicios que se pueden incluir en la fase de control del dolor inicial
están los siguientes:
Las indicaciones para poner en práctica las correcciones de desviación lateral son las
siguientes:
1.- Preparar al atleta explicándole la maniobra de corrección y los papeles del atleta y
el terapeuta deportivo.
*El atleta debe mantener los hombros nivelados y evitar la tendencia a inclinarse
hacia un lado.
*Dejará que las caderas se muevan bajo el tronco y no debe resistirse a la presión del
terapeuta deportivo, sino que dejará que las caderas se desvíen con la presión.
*El atleta mantendrá al terapeuta deportivo informado del desarrollo de su dolor de
espalda.
*También debe mantener sus pies estáticos y no moverse después de la corrección
de la desviación hasta que se haya llevado a cabo la parte de
extensión erguida de la corrección.
*Debe practicar el ejercicio de extensión erguido
como parte de esta explicación inicial.
2.- El terapeuta deportivo debe colocarse en el lado del atleta opuesto al que
presenta la desviación de cadera. Los pies del atleta deben estar ligeramente
151
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
separados de forma que esté cómodo, y el terapeuta debe adoptar una postura
cómoda ligeramente retrasada respecto al atleta.
3.- Hay que colocar algún tipo de almohadillado en torno al codo del atleta, en el lado
en que se encuentra el terapeuta, para que el contacto entre éste y el atleta sea lo
más cómodo posible.
4.- El terapeuta deportivo debe establecer contacto con el codo del atleta con el
hombro y el pecho y mantener la cabeza alineada con la espalda del atleta. Sus
brazos deben extenderse en torno a la cintura del atleta y ejercer presión entre la
cresta ilíaca y el trocánter mayor.
5.- El terapeuta deportivo debe tirar de las caderas del atleta hacia él gradualmente. Si
aumenta el dolor, el técnico debe reducir la presión y mantener una postura más
cómoda durante 10 a 20 segundos, y después volver a tirar hacia sí con cuidado. Si el
dolor vuelve a aumentar, el terapeuta deportivo debe redecir de nuevo la tracción y
dejar que el atleta esté más cómodo, para después pedirle que se extienda de forma
activa y con suavidad, metiendo la espalda e igualando la resistencia ejercida por el
terapeuta. El objetivo de esta maniobra consiste en corregir la escoliosis, invirtiendo
su dirección.
152
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.- Una vez que el atleta mueva los pies y camine, por mínima que sea la distancia, se
volverá a producir la desviación lateral de cadera, aunque en un menor grado.
Entonces hay que enseñar al atleta la maniobra de autocorrección. El atleta debe
colocarse frente a un espejo y colocar una mano sobre la cadera donde estaban las
manos del terapeuta deportivo y la otra sobre las costillas inferiores donde aquél
tenía situado el hombro.
9.- Entonces, el atleta empuja la cadera bajo el tronco, mirando el espejo para
mantener los hombros nivelados e intentar alcanzar una postura corregida o
sobrecorregida. Debe mantener esta postura entre 30 y 45 segundos y después
realizar varios movimientos de extensión erguido según se describen en el punto 7.
d) Ejercicio de extensión. Las indicaciones para el uso del ejercicio de extensión son
las siguientes:
153
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La localización del dolor puede ser unilateral, bilateral o central, y es posible que el
dolor esté irradiando o no a una o a ambas piernas.
2. La inclinación hacia delante es extraordinariamente limitada y aumenta el dolor, o
la situación de referencia del dolor se amplía a medida que el atleta se inclina
hacia delante.
3. La extensión hacia atrás puede verse limitada, pero el movimiento centraliza o
reduce el dolor.
4. La exploración neurológica es igual a la descrita para la corrección de la
desviación lateral. Teóricamente, la eficacia del ejercicio de extensión es el
resultado de uno de los siguientes efectos o de la combinación de varios de ellos:
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 47 Extensión de cadera con ambas piernas en decúbito promo. A. Rodillas flexionadas. B. Rodillas extendidas.
Fig. 48 Extensión de cadera con ambas piernas en decúbito promo. A. Rodillas flexionadas. B. Rodillas extendidas.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
e) Ejercicios de flexión. Las indicaciones para el uso de ejercicios de flexión son las
siguientes:
La teoría defiende que la eficacia del ejercicio de flexión se deriva de uno de los
siguientes efectos o de una combinación de varios de ellos:
159
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los ejercicios de flexión deben utilizarse con precaución o evitarse por completo en
la mayoría de los casos de prolapso discal agudo y cuando se aprecia una postura
de desviación lateral. En los pacientes que se recuperan de un dolor de espalda
relacionado con un disco, el ejercicio de flexión no debe comenzarse inmediatamente
después de un intervalo de descanso horizontal superior a 30 minutos. El disco
puede hidratarse más en este lapso, lo que haría al atleta más susceptible al dolor
con posturas que aumentan las presiones del disco. Primero se deben iniciar otros
ejercicios menos estresantes, para después, con el programa más avanzado, realizar
ejercicios de flexión.
Los siguientes ejercicios se incluyen como ejercicios de flexión. Una vez más, esta
lista no es exhaustiva, pero sí representativa de los ejercicios utilizados clínicamente.
1. Una sola rodilla al pecho (ilustración 49).
b. Igual que el punto 2.
2. Ambas rodillas al pecho (ilustración 50).
a. Extensión: mantener la postura de 15 a 20 segundos.
b. Movilización: utilizando un movimiento de balanceo rítmico dentro de una
amplitud de movimiento indolora.
3. Inclinación de la pelvis hacia delante (ilustración 51).
4. Elevación parcial desde la posición de decúbito supino (ilustración 52).
5. Elevación parcial desde la posición de decúbito supino con rotación (ilustración
53) .
6. Extensión en posición sentada dejando caer el peso de la espalda (ilustración 54).
7. Extensión en posición de squat con los pies planos (ilustración 55).
8. Extensión de los isquiotibiales (ilustración 56).
9. Extensión de los flexores de la cadera (ilustración 57)
Mantener la extensión de 15 a 20 segundos.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
ho
Fig. 49 Una sola rodilla al pecho
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
f) Movilización de la articulación.
Las indicaciones para el uso de ejercicio de movilización de una articulación son las
siguientes:
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
4. Inclinación pélvica o balanceo pélvico de la posición con los glúteos hacia fuera a
la posición con los glúteos hacia dentro (ilustración 61).
5. De rodillas, oscilación de la cadera a un lado y a otro (ilustración 62).
6. Rotación sentado o erguido (ilustración 63).
7. Inclinación lateral sentado o erguido (ilustración 64).
8. Desviación de cadera de un lado a otro erguido (ilustración 65).
9. Balanceo pélvico erguido de una posición con los glúteos hacia fuera a una
posición con los glúteos hacia dentro (ilustración 66).
10. Diferentes posiciones tumbado de costado y de espaldas para estirar y movilizar
áreas de articulación específicas (ilustración 67). Estiramiento miofascial. Las
indicaciones para el tratamiento del dolor de la parte inferior de la espalda con
técnicas de tratamiento y estiramiento miofasciales son las siguientes:
165
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
1. Postura del músculo afectado. El dolor puede dejar Al atleta incapacitado cuando es
de inicio repentino. Por otra parte, también puede darse un tipo de dolor que persiste o
se agrava con una intensidad que fluctúa entre una simple percepción de las molestias
y un tipo de dolor implacable. La localización del dolor suele ser un área de dolor
desplazado, y el punto gatillo suele estar lejos del área dolorosa. Estos puntos gatillo
pueden estar presentes pero inactivos hasta que son activados por la sobrecarga, la
fatiga, el traumatismo o el enfriamiento. Estos puntos se denominan puntos gatillo
latentes. Este dolor profundo e intenso puede localizarse específicamente, pero el
atleta no es sensible a la palpación en estas áreas. A menudo, este dolor puede ser
reproducido manteniendo la presión sobre un punto gatillo miofascial hipersensible.
2. La extensión activa o pasiva de la estructura miofascial afectada aumenta el dolor.
3. La amplitud de extensión del músculo queda restringida. El dolor aumenta cuando
el músculo se contrae contra una resistencia fija o se deja que el músculo se
contraiga en una amplitud muy reducida. En este caso, el dolor se describe como un
tirón muscular.
4. A menudo, la presión sobre el área hipersensible produce una «movimiento
reflejo»; cuando el terapeuta deportivo toca el área sensible, el músculo del atleta se
mueve de forma involuntaria como respuesta.
5. El músculo puede dar signos de debilidad.
6. Los puntos gatillo pueden estar localizados dentro de una franja tirante del
músculo. Si se hallan franjas tirantes durante la palpación, hay que explorarlas para
detectar áreas hipersensibles.
7. Los principales grupos primarios que producen dolor en la parte inferior de la
166
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 59 Automovilización. Balanceo con las rodillas hacia el Fig. 58 Automovilización. Balanceo de rodillas de un lado
pecho a otro.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 61 Inclinación pélvica o balanceo pélvico. Posición con los glúteos hacia dentro (Posición de gato)
Posición con los glúteos hacia fuera (posición de caballo)
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 66 Balanceo pélvico erguido. A. Posición con los glúteos hacia afuera. B. Posición
con los glúteos hacia dentro.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
171
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que animar al atleta a que pase esta etapa con rapidez y se reincorpore a la
práctica y a la competición tan pronto como se lo permitan la fuerza, la amplitud de
movimiento y la ausencia de molestias. La utilización de un corsé de apoyo en el
entrenamiento y la competición debe estar basada principalmente en la comodidad
del atleta. Es conveniente utilizar un enfoque ecléctico para la selección de ejercicios,
mezclando los diferentes protocolos descritos de acuerdo con las observaciones que
haya hecho el técnico en la evaluación del atleta. Es muy raro que un atleta con
signos y síntomas clásicos escoja una sola variedad de ejercicios.
Los objetivos y ejercicios específicos deben identificarse con las siguientes variables:
172
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
mecánica defectuosa.
a) Estiramiento.
En la evaluación del atleta con dolor de espalda, el terapeuta deportivo debe valorar
la flexibilidad de los siguientes grupos musculares:
1. Flexores de la cadera.
2. Isquiotibiales.
3. Extensores de la parte inferior de la espalda.
4. Rotadores lumbares.
5. Flexores laterales lumbares.
6. Aductores de la cadera.
7. Abductores de la cadera.
8. Rotadores de la cadera.
b) Potenciación. Hay numerosos métodos para fortalecer los músculos del tronco y
la cadera. Quizás el mejor modo de fortalecer los músculos es la utilización de
técnicas de sobrecarga progresiva para alcanzar una adaptación específica a las
173
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El plan de tratamiento debe incluir un tipo de ejercicio que el atleta pueda llevar a
cabo con éxito. De forma rápida pero gradual, la sobrecarga debe obligar al atleta a
poner a prueba el grupo muscular que necesita potenciación. El terapeuta deportivo y
el atleta deben llevar un control continuo del aumento de la intensidad del dolor o de
la reaparición de síntomas previos. Si se producen estos cambios, los ejercicios
deben modificarse, posponerse o eliminarse del plan de rehabilitación.
174
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El aspecto más crítico para el desarrollo del control motor es la repetición del
ejercicio. No obstante, también debe haber una variabilidad de posición, velocidad de
movimiento y cambios de los patrones motores. La variabilidad del ejercicio permitirá
al atleta generalizar su recién adquirido control del tronco a los constantes cambios
necesarios en su deporte. El ejercicio básico, que incluye la contracción para
estabilizar el tronco, es la clave. Incorporando esta contracción de estabilización a
175
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
176
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
un deporte concreto puede ser una parte importante del proceso de eliminación de
estrés innecesario del programa global del atleta. Sustituyendo un programa de
condicionamiento acuático por otro de carreras y carreras de velocidad se puede
hacer que el atleta siga participando de forma eficaz sin que aumente su dolor de
espalda.
177
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
No hay que olvidar que cada atleta es diferente no sólo en lo que respecta a sus
problemas de espalda, sino en lo referente a su capacidad para adquirir habilidades
motoras. Cada atleta presentará diferencias en el grado de control y en la rapidez
con la que consigue estas nuevas habilidades de estabilización del tronco.
178
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Cuando el atleta pueda realizar actividades funcionales al mismo nivel que sus
compañeros, estará preparado para reincorporarse a los entrenamientos y a la
179
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El músculo piriforme refiere el dolor hacia la región sacroilíaca posterior, a los glúteos
y, en algunos casos, hacia el muslo posterior o posterolateral. Este dolor suele
describirse como un dolor intenso que puede agravarse al hacer ejercicio o sentarse
con las caderas flexionadas, aducidas o rotadas medialmente. El dolor es más
marcado e intenso con actividades que requieren deceleración de la cadera medial y
rotación de la pierna mientras se soporta peso.
180
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Fig. 69 Puentes con elevación de cadera Fig. 70 Posición sobre manos y rodilla: ejercicio de
boca de riego.
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Fig. 76 Extensión del piriforme utilizando la presión del codo. A. Comienzo-contracción. B. Relajación-extensión.
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El dolor del cuadrado lumbar se describe como un dolor intenso y marcado que se
localiza en el flanco, el área lateral de la espalda y cerca de la región sacroilíaca
posterior y los glúteos superiores. El atleta suele notar dolor al pasar de la posición
sentada a la erguida, al estar erguido durante largos períodos, toser, estornudar y
andar. Las actividades que requieren una rotación del tronco o una inclinación hacia
un lado agravan el dolor.
187
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
6. Rodear el área con calor y hacer que al atleta realice varias extensiones activas
del músculo.
7. Consultar el manual de Travell y Simons para obtener referencias específicas
sobre otros grupos mus-culares.
El atleta describirá un episodio agudo y repentino como causa del problema o tendrá
una historia de estrés recurrente crónico que causó el inicio gradual de un dolor que
fue empeorando progresivamente con la actividad. El dolor está localizado en la
estructura lesionada y el atleta puede localizar el área con toda claridad. El dolor se
describe como una sensación álgida que se agrava en respuesta a ciertos
movimientos o posturas. Está localizado de forma central o lateral a las áreas de la
apófisis espinosa y es profundo.
191
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que dar instrucciones al atleta sobre los ejercicios de estabilización del tronco y
el control adecuado de la postura. Los ejercicios de potenciación de los abdominales
y extensores de la espalda deben estar inicialmente limitados a una amplitud de
movimiento indolora. La extensión en cualquier amplitud de movimiento debe iniciarse
de forma que el atleta no sienta molestias para, de forma gradual, ir aumentándola
hasta que los movimientos del tronco alcancen amplitudes normales. Cuando se
reincorporen a la actividad, los atletas deben contar con la ayuda de un corsé o
dispositivo para limitar la amplitud de movimiento, que debe utilizarse sólo de forma
provisional hasta que el atleta recupere la fuerza, el control muscular y una amplitud
de movimiento indolora.
192
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
apoyará en los muslos para recuperar la posición neutral Es posible que con la
palpación se detecte sensibilidad en un segmento espinal. Puede observarse un
movimiento excesivo con la aplicación de presión posteroanterior al segmento espi-
nal. Los atletas con este problema entrarán en una fase de recaída del dolor de
espalda y es posible qué necesiten un tratamiento intensivo para recuperar la estabi-
lidad del tronco.
193
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
194
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hacer una actividad de flexión de cadera con la pierna afectada puede aumentar el
dolor. Es posible que el dolor sea más evidente durante la fase del movimiento de
marcha en la que la pierna apoya sobre el suelo.
Este problema es más común en las mujeres y los hombres jóvenes y más flexibles.
Es posible que haya una diferencia de longitud de las piernas. Asimismo, la espina
ilíaca anterosuperior (EIAS) y la EIPS son asimétricas cuando se comparan con las
del lado opuesto.
195
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
“A pesar de esta falta de cobertura, el hombro normal constriñe la cabeza del húmero
a una distancia de 1 mm del centro de la cavidad glenoidea a través de la mayor
parte del arco de movimiento. Es asombroso que esta articulación aparentemente
inestable sea capaz de producir una centralización tan precisa, resistir la fuerza de la
gravedad que tira del brazo suspendido al costado del cuerpo durante largos
196
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
exploración subjetiva debe incluir preguntas abiertas para no conducir al atleta hacia
una conclusión predeterminada, y una exploración física detallada prevendrá el pasar
por alto un problema secundario. Se deben hacer comparaciones con el lado no
implicado, teniendo presentes las cuestiones de los deportes unilaterales y de
dominancia.
La evaluación del deporte puede proporcionar las claves del problema, así como
establecer las bases para una progresión funcional. Muchos atletas no consiguen
recuperar su nivel de actividad previo porque no pueden superar la distancia entre
los ejercicios de rehabilitación formal y la actividad funcional. Cada atleta debe llevar
a cabo una progresión funcional antes de reincorporarse a su deporte a pleno
rendimiento. No obstante, la participación temprana y controlada puede constituir una
forma de realizar la actividad necesaria, contar con el apoyo del equipo y establecer
un objetivo a corto plazo. Las decisiones acerca de la reincorporación controlada a la
actividad debe tomarlas un experto en rehabilitación, teniendo en cuenta la
importancia del hombro del atleta en el deporte en cuestión. Este capítulo ofrecerá
información básica sobre patología de la mecánica y rehabilitación de lesiones
complejas del hombro. La tarea de describir actividades de rehabilitación precisas
para toda situación posible es demasiado extensa para este o cualquier otro texto.
Nuestro objetivo no consiste en abarcar todas las variantes posibles, sino en plantear
los fundamentos de las relaciones entre anatomía, biomecánica y el proceso de
rehabilitación, así como ofrecer ejemplos de técnicas de ejercicio que puedan
utilizarse en situaciones diversas.
Hay varios principios básicos en los que se basan todos los procedimientos de
rehabilitación. Aunque algunos de ellos son más críticos en ciertas patologías, estos
principios deben tenerse en cuenta siempre que se esté tratando a un atleta con
problemas de hombro.
198
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
200
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tabla 7. Valores normales medios (pies/libras) para la fuerza isocinética del hombro medidos con un dinamómetro
Cybex 11
Hombre Mujer
Movimiento Hombre 607seg Mujer 60°/seg
180°/seg (media 180°/seg
de prueba (media ± DE) (media ± DE)
± DE) (media ± DE)
De Ivey y cois.: Arch Phys Med Rehab 66, págs. 384-386, 1985.
Tabla 8. Relaciones (operados/no operados) de las medias de los valores máximos X 100 para cada grupo (±
desviación estándar)
201
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
De Wilk KE, Arrigo CA, Andrews JR: Standarized isokinetic testing protocol for the throwing
shoulder: the thrower's series, Isokinetics Exerc Sci 1(2), págs. 63-71, 1991
2. Evaluación de posición-estabilización
3, Eje de movimiento de la articulación
4. Educación del cliente
5. Calentamiento activo
6. Compensación de la gravedad
7. Intervalos de descanso
8. Prueba con la extremidad colateral por delante
9. Estandarizar órdenes verbales
10. Estandarizar retroalimentación visual
11. Velocidades de evaluación utilizadas
12. Repeticiones de la prueba
13. Sistema de calibración
14. Sistema de equilibrio/estabilización
15. Uso de datos con ventanas/detención término
semiduro
202
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los ejercicios con resistencia mediante bandas de goma deben evitarse hasta que el
paciente haya formado una base sólida de ejercicios indoloros y se vea libre de
agravaciones recurrentes del dolor. Las bandas de resistencia ofrecen una resistencia
mayor al final de la amplitud de movimiento donde la fuerza es menor, por lo que los
pacientes pueden someter sus hombros a un esfuerzo excesivo. Utilizando bandas
de resistencia se pueden lograr velocidades, amplitudes y repeticiones específicas al
deporte; no obstante, estas actividades deben reservarse para etapas posteriores de
la rehabilitación.
203
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
204
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
están el cartílago articular, la cabeza larga del bíceps y los tendones de los
supraespinosos y la bolsa subacromial (ilustración 89). A menudo, el síndrome de
compresión se considera un problema de sobreuso, pero en muchas ocasiones se
origina con un episodio de traumatismo agudo como una caída. Aunque no hay una
lesión objetiva (por ejemplo, fractura o desgarro del rotador del hombro), la contusión
de estos tejidos blandos establece un ciclo de dolor, cambios biomecánicos y
debilidad que es autoperpetuable. La inflamación de la bolsa subacromial ocupa un
espacio ya de por sí reducido, irritando de este modo los tendones del rotador del
hombro y del bíceps. A causa de estos factores mecánicos, los pacientes con una
lesión del acromion de tipo II o tipo III pueden ser más susceptibles al síndrome de
compresión que los que tienen una lesión del acromion de tipo I (ilustración 90).
En los atletas con antecedentes previos, los movimientos repetitivos por encima de la
cabeza suelen ser el factor causal. Con el cansancio de la unidad músculo-
tendinosa, se produce la degeneración del tendón. Esto resulta especialmente
evidente en actividades que requieren una contracción excéntrica rápida de los rota-
dores externos, como lanzar y realizar un servicio en tenis. Nirschl describe un
proceso de degeneración del tendón que da como resultado un tejido flojo, gris y
edematoso. El tejido del tendón resecado de un lugar de inflamación crónica a
menudo presenta pocas células de inflamación, pero, en cambio, revela cambios
más representativos de un proceso degenerativo.
205
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206
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Fig. 87 (Continuación) B. Los ejercicios de protracción pueden llevarse a cabo con pesos en las
muñecas o resistencia manual.
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Fig. 88 Cuatro ejercicios con resistencia que producen de forma consistente un EMG elevado en los
músculos escapulares. A. rotación interna en sentido escapular. B. Remas. C. Flexiones con carga. D.
Flexiones desde la posición sentada.
209
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay varias cuestiones clave para que la rehabilitación de atletas con síndrome de
compresión de buenos resultados. En primer lugar, debe haber una laxitud adecuada
en la cápsula inferior, de modo que la cabeza humeral pueda deslizarse en sentido
caudal durante la elevación. Biomecánicamente, la cabeza del húmero se desliza en
sentido inferior sobre el glenoides durante la elevación. Si la movilidad de la cápsula
no es la adecuada, se producirá una compresión con la elevación, al margen del
nivel de fuerza y flexibilidad del rotador. Si no hay la suficiente movilidad, la moviliza-
ción de la articulación debe incorporarse como parte del plan de tratamiento.
210
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Por último, la avascularidad posicional de la cabeza larga del bíceps y del tendón del
supraespinoso debe ser incorporada a los ejercicios de rehabilitación. Estos
músculos deben ser entrenados con el brazo levemente abducido y sin mantener el
codo firmemente apretado contra el costado. Esto difiere de algunos programas de
rehabilitación publicados que aconsejan llevar a cabo la rotación externa tumbado
de costado en aducción humeral.
211
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
a) Fase inicial. Aunque habrá muchos objetivos específicos para la fase inicial de la
rehabilitación, los objetivos y criterios globales para la progresión a la fase intermedia
consisten en la restauración de una biomecánica articular normal (activa y pasiva), el
establecimiento de una base de actividad tolerable (incluyendo ejercicios de
rehabilitación y la participación en el deporte) y el control del dolor. La clave será
controlar el nivel y la frecuencia de la carga sobre el manguito del rotador, para
después ir aumentando gradual y sistemáticamente el nivel y la frecuencia.
Fig. 90 Tres tipos de morfología del acromion definidos por Bigliani y Morrison. Observaron que el tipo I con
superficie plana, era el que menos comprometía la salida del supraespinoso, mientras que la brusca
discontinuidad de la cofia en el tipo III estaba asociada con el índice más elevado de patología del manguito
del rotador en su estudio de cadáveres.
212
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los estiramientos deben llevarse a cabo con pesas en las muñecas o un bastón, de
modo que los músculos de la cintura escapular se puedan relajar por completo. Hay
que evitar la sobreextensión, en particular en el atleta hipermóvil. El terapeuta
deportivo debe asesorar al atleta para que entienda este concepto en profundidad.
213
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La cabeza larga del bíceps debe entrenarse realizando flexiones de codo en una
214
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Por último, hay que recordar al paciente que debe utilizar hielo regularmente (dos o
tres veces al día) para controlar el dolor y la inflamación.
215
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
216
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 92. Cuatro ejercicios básicos de estiramiento del hombro. A. rotación interna a 80° de abducción. B.
rotación externa a 90° de abducción. C. elevación a 135° de abducción. D. Elevación completa por encima
de la cabeza con rotación externa. Hay que tener cuidado con las extensiones B y D en atletas con
inestabilidad anterior.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 95 Ejercicio adicionales que producen una alta actividad EMG en los rotadores externos y
en la cabeza larga del biceps. A. rotación externa tumbado de costado. B. rotación en decúbito
prono. C. abducción horizontal en la rotación externa. D. flexiones de biceps en la extensión del
hombro.
219
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El programa de ejercicio del atleta debe modificarse para reflejar las exigencias del
deporte. Los atletas implicados en actividades de fuerza elevada y bajo número de
repeticiones deben seguir aumentando el peso de sus ejercicios mientras mantienen
el número de repeticiones. Los nadadores y otros atletas que participan en deportes
de un elevado número de repeticiones y baja resistencia deben seguir aumentando
las repeticiones, progresando hacia velocidades específicas al deporte y mantener la
220
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta debe estar fatigado después de llevar a cabo el programa de ejercicio, pero
no debe sentir dolor. El programa de estiramiento debe realizarse antes y después
del ejercicio, pero durante períodos más prolongados únicamente si sigue habiendo
un déficit de flexibilidad o si es necesario a causa del puesto y el deporte del atleta
(por ejemplo, lanzador). Cada sesión de tratamiento debe concluir con la aplicación
de hielo.
Fig. 96 Ejercicios de deceleración. Los ejercicios de deceleración (a) y el entrenamiento con un total gym (b)
pueden transformar un programa de fuerza en un programa de rehabilitación específico al deporte.
221
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Es necesario que el atleta lleve a cabo una progresión funcional completa antes de
reincorporarse por completo a su deporte. Esto incluye un programa de natación para
el nadador, un programa de volea para el jugador de tenis o un programa de
lanzamiento para el jugador de béisbol. La especificidad de estos ejercicios es el
principio fundamental, y como tal, debe evaluarse la actividad específica y establecer
la progresión funcional para la actividad. Hay muchos programas estándar para
deportes comunes, como el programa de lanzamiento. No obstante, el gimnasta que
se está recuperando del síndrome de compresión causado por el hecho de soportar
peso sobre sus manos requerirá una progresión funcional muy diferente de la del
lanzador. Esto requiere una dosis considerable de creatividad basada en la
cinesiología por parte del terapeuta deportivo. Por último, el atleta debe continuar en
un programa de mantenimiento realizando ejercicios escapulares tres veces al día, y
debe usar hielo de forma profiláctica después de los entrenamientos y la
competición.
222
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En 1972, Neer describió las indicaciones para llevar a cabo una acromioplastia
anterior en pacientes con síndrome de compresión prolongado. Estas indicaciones
eran la incapacidad a largo plazo a causa de la bursitis crónica o los desgarros
supraespinosos parciales o completos. Se pueden apreciar desgarros completos en
atletas maduros que sufren una caída en una prueba de esquí o algún otro tipo de
lesión traumática. Con anterioridad, la acromioplastia lateral se había llevado a cabo
como tratamiento, y el estudio de Neer fue la primera documentación de que la lesión
de compresión era anterior y no lateral. En una publicación de 1983, Neer presentó
las siguientes indicaciones para la acromioplastia anterior:
Matsen y Amtz consideran que unos buenos indicadores pronósticos para el éxito de
la descompresión subacromial son los siguientes:
223
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
a) Rehabilitación postoperatoria
224
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
225
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta debe tener algún tipo de protección mientras se recuperan los tejidos blandos.
La inmovilización en cabestrillo para la comodidad del atleta se utiliza durante 2
semanas en los desgarros pequeños, y la inmovilización en cabestrillo o banda de
abducción se utiliza durante 5 semanas para los desgarros de mayores dimensiones.
Durante esta etapa, se deben llevar a cabo ejercicios de codo, mano y muñeca para
mantener su movilidad. Los ejercicios de potenciación se pueden llevar a cabo en la
extremidad superior contralateral y en ambas extremidades inferiores.
a) Fase inicial
Fig. 98 Ejercicios de Codman, se realizan para ayudar a restaurar la movilidad. También conocidos como ejerci-
cios pendulares, se llevan a cabo de forma pasiva, de forma que el cuerpo aporte el impulso necesario para que
el brazo pueda balancearse hacia la flexión/extensión, abducción/aducción horizontal y la circunducción.
226
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una pesa de muñeca aportará impulso y permitirá una mejor relajación que una
mancuerna (ilustración 98). Los ejercicios de amplitud de movimiento para la flexión y
la abducción pueden llevarse a cabo en una elevación inferior a los 90°. En esta fase
son apropiadas la rotación pasiva interna y externa a 0o y la abducción y rotación
externa a 90° de abducción. Estos ejercicios puede llevarlos a cabo el terapeuta
deportivo y enseñárselos al atleta, quien puede realizarlos con un bastón o algún otro
tipo de equipo de apoyo. En esta fase no puede realizarse ninguna clase de
abducción activa. No obstante, se permite realizar una leve potenciación iso-métrica
para la flexión, extensión, aducción y abducción, así como para la rotación
extema/interna. La alerta cinestésica y los patrones de excitación adecuados pueden
mantenerse empezando a realizar ejercicios isométricos sin pérdida de tiempo. La
movilización articular de grado I puede reducir el dolor y mantener la movilidad
capsular.
c) Fase intermedia
227
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
así como técnicas de ejercicio en diagonal de patrón DI por debajo de los 90° de
elevación. Deben incorporarse procedimientos de estabilización escapular,
incluyendo la protracción y retracción con resistencia manual (véase ilustración 97).
228
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
d) Fase final
A las 9 semanas para los desgarros menores y a las 12 semanas para los desgarros
mayores, el atleta puede progresar a la siguiente fase. Durante esta fase de
rehabilitación, la reparación quirúrgica debe ser muy estable, y el principal objetivo
consiste en reacondicio-nar la musculatura del rotador del hombro. Hay que
continuar con la extensión pasiva y mantener las técnicas de movilización de la
articulación según las necesidades del atleta. La extensión específica al deporte
debe incluirse para preparar la musculatura del hombro en orden a las exigencias del
deporte en cuestión. Todas las fases se producen en un continuum, y por tanto, los
ejercicios deben tornarse más específicos hacia el final de esta fase. Esta
especificidad incluye amplitud de movimiento, velocidad, repeticiones, tipo de
contracción muscular, de cadena abierta o cerrada, y patrones de excitación
muscular.
Los ejercicios de potenciación para el manguito del rotador deben llevarse a cabo
con mancuernas, para después progresar a las gomas elásticas y los ejercicios
isocinéticos. El atleta que se está recuperando de una intervención quirúrgica tolera
mejor los ejercicios en los que el manguito del rotador funciona más como un grupo
que aislando el supraespinoso específicamente. La rotación interna en sentido
escapuiar y la rotación externa, flexión y presa militar producen la actividad EMG más
elevada y como tal deben progresar más lentamente. El ejercicio isocinético para la
rotación externa e interna del hombro realizado a 15° de abducción puede llevarse a
cabo a través de un espectro de velocidad. Esta actividad debe incluir contracciones
concéntricas y excéntricas.
Cualquier ejercicio realizado a 90° de elevación, como la presa militar, debe iniciarse
con precaución. Estos ejercicios deben ir precedidos de ejercicios de FNP en
diagonal por encima de los 90° de elevación. De este modo, el terapeuta deportivo
puede modular la cantidad de resistencia en un punto determinado de la amplitud de
movimiento. Asimismo, ofrece al terapeuta deportivo la oportunidad de afianzar los
patrones 'de excitación muscular apropiados.
229
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Esta fase debe iniciarse como mínimo a las 14 semanas (desgarros menores) o a las
18 semanas (desgarros mayores), o cuando se alcancen una amplitud de
movimiento y un índice de fuerza completos. El objetivo en esta fase consiste en
hacer hincapié específicamente en el tejido en curación y entrenar la musculatura
para que tolere las exigencias de una actividad específica. Un elemento clave para
hacer la transición de los ejercicios más simples de potenciación a una progresión
funcional consiste en diseñar ejercicios de fuerza y resistencia que se asemejen al
deporte en cuestión en tantos aspectos como sea posible. De este' modo, el inicio de
la actividad, como golpear una pelota de tenis, dar una voltereta o lanzar un pelota de
softball, se hace a través de actividades cómodas y familiares.
Las fracturas de clavícula son una lesión frecuente en los deportes de contacto y
choque. Las fracturas del tercio medio son las más comunes y suelen producirse en el
punto en que el corte transversal cambia de un prisma a una forma más aplanada.
Estas fracturas constituyen el 80% de todas las fracturas de clavícula. El mecanismo
de la lesión consiste en una caída sobre un brazo extendido, un golpe directo sobre la
clavícula (habitualmente con un palo de hockey o lacrossé) o, con mayor frecuencia,
una caída directamente sobre el hombro.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
231
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta con una fractura de clavícula a menudo lleva el brazo inmovilizado debido al
dolor, pero puede tener capacidad para elevar el brazo hasta los 90°. Después de
este punto, es necesaria la rotación de la clavícula para producir una elevación
completa. Es posible que haya una deformidad clínica evidente, y el fragmento
prqximal puede verse desplazado hacia arriba y hacia atrás. La palpación revela
sensibilidad y movimiento en el lugar de la fractura.
a) Fase inicial
Los estiramientos deben iniciarse cuando se aprecie que un músculo presenta una
falta de flexibilidad. Hay que tener presentes las necesidades de los deportes
específicos. Los ejercicios con bastón pueden utilizarse como accesorios para los
ejercicios pasivos y activos asistidos. Estos ejercicios deben evaluarse para asegu-
rarse de que el atleta está llevándolos a cabo utilizando una biomecánica
232
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
b) Fase intermedia
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
C) Fase final
Los atletas pueden progresar a la fase final cuando demuestren una base de fuerza
sólida y sin dolor. El objetivo de esta fase es entrenar los músculos del hombro para
las exigencias de fuerza, energía y resistencia específicas al deporte en cuestión.
Los ejercicios de potenciación deben modificarse para reflejar las exigencias del
deporte. Deben realizarse con el tipo de contracción muscular, velocidad, patrón y
amplitud de movimiento que se observa en su deporte como base. Es conveniente
llevar a cabo ejercicios accesorios de potenciación de la extremidad superior. Otras
consideraciones consisten en las exigencias cardiovasculares del deporte, el número
de repeticiones en una competición típica y la naturaleza uni o bilateral del deporte.
Durante toda la temporada hay que seguir realizando un núcleo de ejercicios clave a
modo de mantenimiento.
234
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Antes de que el atleta se reincorpore al deporte por completo hay que llevar a cabo
una progresión funcional. La preparación debe incluir disposición física y psicológica,
en particular para aquellos atletas cuya fractura se deba al contacto en sus deportes.
Deben estar preparados para enfrentarse a las mismas fuerzas que causaron sus
lesiones. Un jugador de fútbol americano debe estar preparado por completo para
recibir empujones en los entrenamientos antes de que pueda empujar a un oponente.
Un jugador de voleibol debe estar dispuesto a lanzarse en plancha para alcanzar un
balón, y un gimnasta debe estar preparado para caerse sin temor a sufrir una lesión.
Estas actividades deben realizarse de un modo planificado y progresivo. Una
progresión funcional es el único modo de asegurarse de que el atleta está preparado
por completo para reincorporarse a su deporte.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.2.4.1 Anatomía
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una lesión de tipo III implica rotura de los ligamentos acromioclaviculares, con una
luxación de la articulación mayor que la amplitud de la clavícula y desplazamiento
inferior del complejo del hombro, rotura de los ligamentos coracoclaviculares, con un
aumento del espacio coracoclavicular superior al 25% del hombro normal, y
separación de los músculos deltoides y trapecio de la clavícula distal (ilustración
103).
La mayoría de los autores abogan por un tratamiento conservador para las lesiones
de tipo I y tipo II, pero hay una cierta controversia respecto al tratamiento de las
lesiones de tipo III. Algunos prefieren la intervención quirúrgica para todos los
pacientes con lesiones de tipo III o al menos para algunos de ellos. No obstante, la
mayoría de los ortopedas que trabajan con atletas suelen tratar esta lesión de un
modo conservador con una inmovilización de Kenny-Howard modificada (ilustración
104). El uso de esta inmovilización es controvertido porque algunos individuos tienen
graves problemas cutáneos. Hay que seguir muy de cerca al atleta que utiliza este
upo de inmovilización para evitar una crisis cutánea. Cox hizo un estudio sobre
237
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
238
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
a) Anatomía
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
1. La potenciación del manguito del rotador debe ser la primera etapa del tratamiento
de la inestabilidad superior.
2. La cirugía del tejido blando tiene un alto índice de recurrencia.
3. La reincorporación al deporte es variable.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
delante o hacia atrás, pero separarlas resulta más complicado. La cabeza del
húmero en la cavidad glenoidea presenta una relación similar. La eficacia de estas
dos propiedades de los líquidos disminuye en un hombro en el que se aprecia un
aumento de la laxitud capsular. Asimismo, en un estudio sobre un cadáver se
observó que la introducción de aire en la articulación aumentaba la su-bluxación de
forma significativa. Esto puede ser debido a la pérdida de presión negativa en la
articulación.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Como guía par tomar decisiones referentes al tratamiento se han utilizado los
acrónimos TUBS y AM-BRI*. Los atletas con una lesión traumática unidireccional y
una lesión de Bankart a menudo requieren tratamiento quirúrgico, mientras que los
que presentan inestabilidad atraumática, multidireccional y bilateral suelen responder
mejor a la rehabilitación; no obstante, estos atletas a menudo progresan hacia los
procedimientos de desviación capsular inferior. La lesión de Bankart es una avulsión
del complejo cápsula-rodete desde el cuello anteroinferior del glenoides (véase
ilustración 107). Un segundo defecto que suele apreciarse en las luxaciones
anteriores es la lesión de HillSachs. Éste es un defecto de la cabeza humeral
posterior que se produce como resultado de la compresión de la cabeza del húmero
sobre el labio glenoideo anterior, a medida que éste se mueve en sentido anterior y
244
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
245
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 107 Esquemas de las lesiones de Bankart y Hill Sachs. A. Uniones y articulación glenohumeral normales. B. Lesión
de Bankart en la que el rodete del glenoides anterior junto con una pequeña porción del glenoides. La lesión de Hill
Sachs es una fractura por compresión de la cabeza humeral posterior.
a) Fase inicial.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
b) Fase intermedia.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
la dirección de la luxación.
El ejercicio isocinético se puede utilizar para desarrollar una base de fuerza sólida.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una vez más, los ejercicios deben llevarse a cabo de un modo controlado. Las
rotaciones interna y externa deben realizarse con una leve abducción, y el ejercicio
de alta velocidad debe limitarse a 90° de elevación. A partir de los 90° deben llevarse
a cabo ejercicios lentos y controlados. El objetivo consiste en obtener una base de
fuerza sólida, que se convertirá en fuerza y resistencia funcionales en la siguiente
fase. Cuando el aüeta tenga una amplitud de movimiento completa e indolora, un
nivel adecuado de fuerza y no observe agravación de ninguno de los síntomas, podrá
pasar a la siguiente fase.
El ejercicio isocinético se puede utilizar para desarrollar una base de fuerza sólida.
Una vez más, los ejercicios deben llevarse a cabo de un modo controlado. Las
rotaciones interna y externa deben realizarse con una leve abducción, y el ejercicio
de alta velocidad debe limitarse a 90° de elevación. A partir de los 90° deben llevarse
a cabo ejercicios lentos y controlados. El objetivo consiste en obtener una base de
fuerza sólida, que se convertirá en fuerza y resistencia funcionales en la siguiente
fase. Cuando el atleta tenga una amplitud de movimiento completa e indolora, un
nivel adecuado de fuerza y no observe agravación de ninguno de los síntomas, podrá
pasar a la siguiente fase.
Fig. 108 Ejercicio de provocación. Se le pide al atleta que detenga el peso cuando el técnico lo suelte.
El atleta debe estar relajado y el terapeuta preparado para proteger el hombro del atleta.
249
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
251
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La fase de progresión funcional reviste una importancia particular para el atleta con
un hombro inestable. La potenciación por sí sola no preparará el sistema
neurornuscular para la posibilidad de una recaída en una situación de competición. El
atleta debe tener una plena confianza en el uso de su hombro en todos los aspectos
de su deporte. En el caso del ciclista con inestabilidad posterior, habrá que iniciar
ejercicios de soporte de peso controlado sobre sus manos y codos (aerobarras)
durante diferentes períodos de tiempo. Esto debe progresar hasta el entrenamiento
en esta posición cuando el atleta esté fatigado (por ejemplo, después de los
ejercicios de rehabilitación). El nadador con inestabilidad multidireccional debe volver
a la piscina de forma gradual, ejerciendo control sobre el movimiento, la velocidad, la
distancia y la intensidad. Hay que ir reduciendo las limitaciones de forma gradual,
252
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
cambiando sólo una variable cada vez, hasta alcanzar el nivel de actividad previo.
Esto puede durar varias semanas, pero es más aceptable que una recaída que
relegaría al atleta a la etapa inicial de la rehabilitación.
253
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
254
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Jobe y cois, prefieren inmovilizar a sus atletas tras una reconstrucción cápsula-rodete
en una posición de 90° de abducción, 30° de aducción horizontal y 45° de rotación
externa durante 2 semanas. La inmovilización puede retirarse para llevar a cabo
ejercicios pasivos de baja intensidad de flexión, abducción, aducción y rotación
externa. También se pueden realizar ejercicios isométricos para el hombro y
ejercicios de movilidad para el codo. Los ejercicios de Codman pueden iniciarse entre
255
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La reincorporación a los deportes en los que no hay contacto suele realizarse a los 4
meses y a los deportes de contacto a los 6 meses. En todos los procedimientos, la
rehabilitación debe seguir el programa descrito en la sección previa una vez se haya
alcanzado la etapa apropiada de recuperación.
El plexo braquial se forma de las ramas ventrales de C5 hasta TI. Pasa entre los
músculos escalenos anterior y medio, bajo el esternocleidomastoideo y detrás del
tercio medial de la clavícula a la axila. Puede sufrir lesiones por compresión
(síndrome del plexo braquial), contusión o tracción.
El cuadro típico de lesión del plexo braquial en el deporte es el de una lesión por
tracción, generalmente como resultado de una depresión del hombro y una flexión
cervical lateral en la dirección opuesta. El punto de contacto sobre el hombro es más
medial que el de las lesiones de la articulación acromioclavicular (ilustración 115).
Este síndrome de lesiones por estiramiento del plexo braquial se denomina síndrome
de quemazón o punzada. Estas lesiones suelen implicar los niveles C5 y C6. El atleta
se quejará de un dolor intenso y punzante en el hombro que se irradia en sentido
descendente por el brazo hasta la mano. El dolor va acompañado de debilidad en los
músculos abastecidos por C5 a C6 (deltoides, bíceps, supraespinoso e
infraespinoso). La debilidad puede durar sólo unos minutos o de forma indefinida.
256
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Clancy y cois, han clasificado las lesiones de plexo braquial en tres categorías. Una
lesión de grado I tiene como resultado una pérdida transitoria de las funciones motora
y sensorial, que habitualmente queda resuelta en 2 semanas. La función motora
suele recuperarse en cuestión de minutos. Una lesión de grado II puede tener como
resultado una debilidad motora y una pérdida sensorial significativas que pueden
durar de 6 semanas a 4 meses". La evaluación EMG después de 2 semanas pondrá
de manifiesto cualquier tipo de anomalía. Las lesiones de grado III se caracterizan
por las pérdidas sensorial y motora al menos durante 1 año.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
a) Fase inicial
b) Fase intermedia
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
c) Fase final
259
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
260
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
261
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 117 Ejercicios utilizados en el tratamiento del síndrome del plexo braquial. A. potenciación
del trapecio superior. B. Potenciación del trapecio inferior.
262
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El codo es una articulación de bisagra que puede llegar a los 145° de flexión a partir
de una posición completamente extendida. En algunos casos de hiperelasticidad de la
articulación, ésta puede hiperextenderse algunos grados más allá de la posición
neutra.
263
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Sea cual sea la estructura anatómica lesionada dentro de la articulación del codo, el
programa de rehabilitación debe estar diseñado para abordar problemas de inflamación,
movilidad restringida, dolores, debilidad e incapacidad funcional. El objetivo último de
todo programa de rehabilitación es permitir al atleta la reincorporación a la competición
atlética con una incapacidad funcional y un riesgo de recaída mínimos. Los objetivos de
la rehabilitación del codo pueden categorizarse del siguiente modo:
264
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El tejido blando que ha sufrido algún tipo de irritación experimenta una respuesta
celular que crea inflamación. Una cuestión de gran importancia es el control y la
reducción del derrame articular, que puede causar degradación del cartílago articular
y el inicio precoz de una osteoartritis. El incremento de la circulación y del líquido
sinovial, así como la reabsorción del derrame, son los objetivos más importantes en las
primeras etapas de la inflamación articular, no sólo debido al aumento de la nutrición
del cartílago, sino también a que se evitan la artrofibrosis y la restricción de la
movilidad.
Las técnicas iniciales más comunes diseñadas para reducir la inflamación del tejido
lesionado son:
(1) la crioterapia,
(2) la compresión local
(3) el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (A1NE).
Aunque cualquier lesión, hasta cierto punto, puede inflamarse de forma aguda, las
lesiones que se producen como resultado de traumatismos mecánicos graves son
subluxaciones y luxaciones de la articulación humerocubital (codo medial), distensiones
de la masa del flexor de la muñeca y esguinces del grupo flexor del codo. La mayor
parte de las luxaciones de codo son posteriores e implican la desorganización de
muchos tejidos blandos y estructuras que rodean la articulación. Con menor frecuencia,
las fracturas del húmero distal, olécranon, radio medio o cubito y la cabeza del radio
producen deformidades y debilidades evidentes. Habitualmente hay una amplitud de
movimiento reducida y una hinchazón aguda localizada en el lugar de la fractura. Es
posible que el dolor en estas circunstancias no indique una patología específica, pero,
por regla general, la historia y la percepción del paciente son buenos indicadores. La
inflamación aguda a causa de fuerzas repetitivas en el codo o a ttavés de éste suelen
indicar una patología degenerativa. En un atleta joven, este tipo de inflamación no es
265
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.3.1.1 Crioterapia
266
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
extremidad es baja. Hay que tener en cuenta estos factores al llevar a cabo
modificaciones del tiempo o la temperatura del agente de enfriamiento en el
tratamiento del codo. La aplicación de hielo intensa, pero tolerable, suele realizarse
durante 15 a 30 minutos lo antes posible y una vez llevada a cabo la evaluación inicial,
preferiblemente antes de que haya transcurrido I hora. Algunas prácticas clínicas
alargan el tiempo de tratamiento considerablemente, pero el terapeuta deportivo debe
preocuparse de la temperatura efectiva de la piel y de la profundidad de los daños
sufridos por los tejidos. Las adaptaciones de la temperatura cutánea adecuada pueden
realizarse con toallas secas o húmedas o con paños. Algunos terapeutas deportivos
han utilizado glicerina u otro tipo de protectores de la piel en esta área, en especial
para los pacientes sensibles. A menos que haya heridas abiertas, las aplicaciones
intensas de hielo deben combinarse con la compresión externa y la elevación de la
extremidad. Después del tratamiento inicial con frío, la aplicación de hielo durante el
período de inflamación es un procedimiento estándar. El frío puede aplicarse de forma
periódica después del inicio de la lesión, sobre el vendaje, tan a menudo como sea
posible. Cada sesión puede durar entre 15 y 30 minutos a partir de que el atleta
empiece a sentir el frío.
267
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Sin duda alguna, la circulación queda reducida con la flexión del codo por encima de
los 90° debido a la compresión del tejido blando. El efecto es más pronunciado si cabe
en el atleta bien desarrollado. Este tipo de compresión puede ser eficaz
inmediatamente después de una lesión, pero pierde su relación coste-beneficio ante
muchas lesiones óseas y de los tejidos blandos. En el codo puede aplicarse
compresión externa con una venda elástica de tipo Ace, una tela elástica o una malla
que cubra todo el brazo, bien de forma aislada o en combinación con la flexión de
codo. Cuando se aplican vendas Ace en esta área, hay que intentar colocar el codo
en una posición de reposo antes de la aplicación, porque si se desplaza hasta esta
posición una vez vendado suele producirse un aumento de compresión en el
antebrazo proximal, lo que puede conllevar hinchazón, adormecimiento o estasis del
brazo distal. Hay que evitar la flexión completa del hombro, utilizada como compresión
después de luxaciones, fracturas y lesiones de compresión articular.
268
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta debe recibir instrucciones bien claras respecto al color de la piel, las
sensaciones de adormecimiento y cosquilleo, las pulsaciones y otros signos de
incomodidad circulatoria. Éstas son algunas instrucciones prácticas para una serie de
problemas que los síntomas antes mencionados pueden denotar durante el
tratamiento de compresión:
(4) si nada de esto alivia los síntomas de compresión excesiva, remitir al paciente a
un médico.
8.3.1.3 Fármacos
Los AiNE y los antiinflamatorios esteroideos tienen sus mejores efectos a largo plazo
si se administran en las 4 horas siguientes a la producción de la lesión. No obstante,
las respuestas de recuperación del tejido (medidas según la fuerza del tejido) pueden
haber disminuido durante el período inicial de rehabilitación. Este efecto hace que el
terapeuta deportivo tenga que ceñirse a una progresión regular en la rehabilitación,
incluso si se encuentra con una reducción significativa del dolor y una función
aparentemente completa.
A pesar del uso amplio y reciente de los AINE, las investigaciones no han aclarado si el
bloqueo de la actividad de la cielooxigenasa con AINE o el bloqueo de la síntesis del
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
ácido araquidónico por medio del uso de esferoides aumenta o reduce los índices de
curación. Hasta que esté resuelta esta cuestión, los resultados drásticos que suelen
apreciarse con los AINE deben examinarse a la luz de un falso factor de confianza en
uno mismo, como denota la terminología «combatir la inflamación».
270
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Por tanto, es esencial iniciar sin tardanza los ejercicios de amplitud de movimiento
para minimizar los efectos nocivos y degenerativos de la inmovilidad. Es imprescindible
que el terapeuta deportivo entienda las limitaciones de la curación del tejido blando. Los
ejercicios de amplitud de movimiento para invertir las restricciones de movimiento no
deben exceder nunca las limitaciones de la curación del tejido blando. El terapeuta
deportivo debe facilitar la formación de una cicatriz biológica sin poner en peligro la
movilidad. Los objetivos de movimiento más frecuentes implican el mantenimiento del
movimiento disponible o el reaso de las restricciones mecánicas progresivas, la
estimulación de los mecanorreceptores neurofisiológicos, la inhibición de los estímulos
nociceptivos, el incremento de la actividad del líquido sinovial, el mantenimiento de
intercambio de nutrientes y la elongación de las estructuras hipomóviles. Esto puede
llevarse a cabo utilizando varias modalidades de tratamiento que incluyen el uso del
movimiento pasivo continuo dentro de una amplitud de protección, para incrementar la
nutrición articular y prevenir el inicio de la artrofibrosis la extensión pasiva lenta (escasa
fuerza/duración prolongada), para aumentar la flexibilidad del colágeno y prevenir el
inicio de la capsulitis adherente. y técnicas de movilización de la articulación específicas
para restaurar la movilidad del componente.
271
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que explicar las técnicas a los deportistas, observar cómo se llevan a la práctica y
dar información al atleta con prontitud y regularidad para evitar resultados poco efica-
ces. Demasiado entusiastas y, en ocasiones, desastrosos. Las técnicas realizadas con
un compañero proporcionan los resultados más deseables y, por regla general, se
utilizan al principio de la progresión de la rehabilitación.
272
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El terapeuta deportivo se pone frente a la cabeza del atleta y sujeta el antebrazo cerca
de la muñeca con la mano más próxima a la cabeza y estabiliza el hombro del atleta
en sentido posterior con la otra mano. Desde una posición flexionada y levemente
supinada, se desplaza el antebrazo gradualmente hasta la flexión completa.
273
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
desde un lado sujetar el brazo distal en sentido dorsal con la mano más próxima al
atleta, mientras que con la otra mano estabiliza la parte superior del brazo
dorsalmente junto al codo. El terapeuta deportivo extiende de forma completa y
gradual el codo y simultáneamente tira del antebrazo hacia el cubito.
Cada una de las maniobras de extensión puede modificarse para utilizar varas, palos,
paredes, mesas y cambios de la posición corporal. El estiramiento no tiene por qué
ser doloroso y debe mantenerse de forma estática durante al menos 30 segundos, ya
sea en períodos continuos o intermitentes. Las pruebas disponibles indican que los
estiramientos que duran menos de 30 segundos reducen los beneficios potenciales del
alargamiento y que los estiramientos que duran más de 30 segundos no aportan
beneficios adicionales en lo que respecta a la resistencia. Puesto que el estiramiento
va dirigido a los componentes tendinosos y fasciales ricos en colágeno, la
amortiguación de estos tejidos se produce en cuestión de horas, y parece ser que la
extensión una vez al día resulta suficiente; cualquier tipo de beneficios de movimiento
deben ir seguidos de una contracción activa de los grupos musculares antagonistas.
Estos ejercicios de resistencia activa están diseñados para mantener el control y el
movimiento a través de las etapas de tratamiento subsiguientes.
Para que el codo funcione con normalidad durante la actividad atlética, es necesario
restaurar la artrocinemática de la articulación y la movilidad del componente
fisiológico. Las técnicas de movilización de la articulación que utilizan un sistema
gradual de distracciones y oscilación, como el propuesto en el capítulo 10, deben
incorporarse para combatir las restricciones de la articulación, pero deben seguir
evaluaciones detalladas y estar basadas en un rendimiento técnico especializado. De
otro modo, los efectos neurofisiológicos y mecánicos promovidos por estas técnicas
pueden quedar anulados por el traumatismo y la hipermovilidad articulares resultantes.
Esta técnica puede ser relativamente segura si se siguen unos principios básicos.
Aunque la movilización de la articulación requiere un trabajo prolongado con ayuda de
otra persona, es una técnica de tratamiento muy eficaz.
275
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
276
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Este tipo de movilización puede empezar en los ángulos de flexión del codo
fisiológicos inferiores al ángulo de reposo de 70°, pero debe progresar hasta el final de
la amplitud de movimiento disponible aplicando una dirección de 45° a la tensión a lo
largo de la diáfisis del cubito. Un deslizamiento distal también puede ser beneficioso
para la flexión de la articulación humerocubital, durante la cual se inician la posición y
la maniobra de tracción, para después dirigir una tracción a lo largo del eje largo del
cubito. Los grados de movilización prolongada u oscilatoria varían en lo que respecta a
la duración de la aplicación; no obstante, las posiciones de tensión mantenidas
durante más de 1 minuto sin resultados indican que serían más eficaces otra
maniobra o un ajuste técnico. Se necesita una cierta experiencia para apreciar el
tejido al tacto, pero los resultados finales se pueden medir objetivamente mediante los
incrementos de flexión en la amplitud de movimiento.
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a) Ejercicio isométrico.
Fig. 129 Ejercicios isométricos con resistencia
manual de los extensores del codo.
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b) Ejercicio isotónico.
281
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otros métodos de resistencia isotónica incluyen las mancuernas, las gomas elásticas y
los aparatos isotónicos mecánicos (ilustraciones 130 al 133). El atleta debe hacer
ejercicio a través de la amplitud de movimiento indolora disponible a un índice de fatiga
controlado. Debe progresar de ejercicios en secuencia en los planos cardinales a
patrones diagonales/funcionales (ilustraciones 134 y 135).
c) Ejercicio isocinético.
Se debe utilizar una rutina isocinética cuando el atleta tiene una amplitud de
movimiento completa, una artrocinemática normal y ausencia de inestabilidad, hin-
chazón y dolor. El ejercicio isocinético debe llevarse a cabo a través de un espectro de
velocidad que permita al atleta hacer ejercicio a velocidades bajas, para aumentar la
fuerza, incrementar las velocidades para la energía y, a lo largo de un período
prolongado, mejorar la resistencia muscular. El terapeuta deportivo debe realizar
análisis biomecánicos de las actividades atléticas específicas, de modo que la rutina
isocinética incluya un entrenamiento concéntrico y excéntrico que sea específico al
deporte.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 130 Resistencia con mancuernas para Fig. 131 Resistencia con gomas elásticas
los flexores del codo. para los extensores del codo.
Fig. 134 Patrón de flexión D1 Fig. 133 Aparato tríceps Nautilus (R)
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Como ya hemos dicho, la articulación del codo está implicada principalmente en las
actividades atléticas que se producen en una cadena cinética abierta. Por ejemplo, las
actividades de lanzamiento crean fuerzas de elongación de gran intensidad en el codo
que producen una tensión significativa del tejido blando. Se ha descrito la inestabilidad de
la articulación como consecuencia de fuerzas de elongación continuas, así como de
una tensión ejercida sobre estructuras encargadas de la limitación estática. Además,
otras actividades atléticas, como la gimnasia y la lucha libre, implican la colocación del
codo y de la extremidad superior en una posición extraña que facilita las fuerzas de
compresión articular e impone unas exigencias extremas a los estabilizadores
dinámicos del codo. Aunque éste es intrínsecamente estable debido a su geometría
anatómica, los músculos y ligamentos desempeñan un papel crucial en el
establecimiento de los controles dinámico y estático adicionales. Los propioceptores
de la articulación dentro de la cápsula constituyen un mecanismo de retroalimentación
por medio del cual los músculos se contraen en respuesta a diferentes tensiones, ya
sean de compresión o de elongación. Un componente importante de la rehabilitación
del codo es el incremento de la estabilidad tanto dinámica como estática del codo a
través del condicionamiento propioceptivo de cadena cinética cerrada. Estos ejercicios
ayudan a facilitar el sentido de la estabilidad de la articulación y la posición anestésica.
285
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 138 Flexiones contra una pared Fig. 139 Potenciación de cadera cerrada en un
carro deslizante (R )
e) Reentrenamiento funcional.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
movimiento de golpear con un bate de béisbol o dar una voltereta. Todas estas
actividades deben llevarse a cabo sin que el atleta sufra dolores o disfunción de la
articulación. Además de ser útil para el entrenamiento musculoesquelético del atleta,
las progresiones funcionales aportan confirmación psicológica de que el atleta es
capaz de desplegar estas actividades fuera del contexto clínico. Las siguientes
fotografías son ejemplos de actividad funcional (ilustraciones 140 al 143).
f) Entrenamiento pliométrico.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
f) Prevención de la recurrencia
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 141 Resistencia con gomas elásticas para imitar Fig. 143 Flexión pliométrca
el movimiento de golpear una pelota con un palo de
golf.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El codo está sujeto a muchas tensiones que pueden ser causa de una lesión. Estas
lesiones pueden ser inflamatorias o traumáticas, y requieren una intervención
adecuada para que el atleta pueda volver a la competición atlética de un modo rápido
y seguro. En este apartado repasaremos las lesiones de codo más comunes, seguidas
por las pautas de rehabilitación para cada problema.
La epicondilitis lateral es una tendinitis del mecanismo del tendón del extensor.
Investigaciones anteriores han señalado el músculo extensor radial corto de la muñeca
como principal músculo implicado. Sin embargo, otros autores han demostrado que se
puede inflamar toda la masa del extensor. La epicondilitis lateral o «codo de tenista» no
es una lesión exclusiva de los jugadores de tenis. Los individuos que llevan a cabo
movimientos de rotación o de elevación repetitiva con el antebrazo son propensos a
este problema. Cuando se lleva a cabo un programa de rehabilitación de la epicondilitis
lateral, es necesario restaurar la fuerza y la flexibilidad de la musculatura del antebrazo.
Las ilustraciones 146 al 149 presentan métodos por los que se puede aumentar la
flexibilidad de los pronadores y supinadores 'del antebrazo y de los flexores y exten-
sores de la muñeca.
La extensión estática es importante para obtener una deformación mecánica del tejido
no flexible. La extensión pasiva de estos grupos musculares debe realizarse al menos
5 a 6 veces al día manteniendo la extensión de 15 a 20 segundos.
a) Potenciación.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
kg) durante largos períodos hasta que se sienta fatigado. Las ilustraciones 150 a 152
muestran técnicas de resistencia isotónica, isocinética y pliométrica para la
musculatura del antebrazo. Asimismo, la debilidad excéntrica de los músculos
extensores de la muñeca juega un papel importante en la incidencia de la epicondilitis
lateral, por lo que este modo de entrenamiento debe incorporarse en el programa de
condicionamiento del antebrazo. El atleta con epicondilitis lateral debe hacer hincapié
en el condicionamiento tanto excéntrico como concéntrico para minimizar el riesgo de
lesión.
c) Otras consideraciones.
La epicondilitis lateral es más fácil de prevenir que de tratar. El atleta debe seguir un
intenso programa de flexibilidad y fuerza, que haga hincapié en la resistencia y la
fuerza excéntrica de los músculos flexores y extensores de la muñeca. La técnica
apropiada en la actividad atlética también reviste una gran importancia. Por tanto, el
atleta debe ser observa do por un entrenador o instructor que entienda las fuerzas
biomecánicas a que está sometido el antebrazo durante la actividad atlética. También
es importante que si el atleta participa en un deporte en el que se utiliza raqueta,
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
escoja una apropiada al tamaño de la mano, que posea una adecuada amplitud de
prensión y nivel de competición. La amplitud de prensión apropiada puede obtenerse
midiendo la distancia desde el segundo pliegue palmar hasta la punta distal del dedo
índice a lo largo del lado radial (ilustración 154). La tensión de la raqueta no debe
superar los 23 kg para el jugador aficionado.
Fig. 147 Estiramiento de los supinadores del Fig. 148 Estiramiento de los flexores de la muñeca
antebrazo
Fig. 150 Potenciación isotónica de los Fig. 151 Potenciación isocinética de los
extensores de la muñeca pronadores/supinadores del antebrazo
Fig. 152 Ejercicio pliométrico del antebrazo Fig. 153 Sujeción de fuerza opuesta para la
con gomas epicondilitis lateral
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El tipo más común de luxación de codo es posterior. Se suele producir con una fuerza
de hiperextensión violenta, y es relativamente frecuente en los deportes de contacto y
en movimientos de cadena cinética cerrada en los que se soporta peso (ilustración
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En el atleta, la sobrecarga por tensión en valgo puede dar como resultado una
distensión del ligamento colateral cubital. En el atleta adolescente, esta tensión
también puede crear tracción de la epífisis del epicóndilo humeral medial. Por lo
tanto, las lesiones en el plano de crecimiento son bastante comunes en los
adolescentes que tienen sobrecarga por tensión en valgo (ilustración 156). Cuando el
atleta sufre dolores en el codo medial, es necesario el reposo de la extremidad y el
tratamiento de los tejidos blandos con modalidades antiinflamatorias. Durante este
tiempo, el atleta puede poner en práctica la potenciación isotónica y pliométrica del
codo, la muñeca y el antebrazo. Asimismo, es importante lograr la flexibilidad de los
rotadores interno y externo del hombro y ejercitar una forma y mecánica corporales
adecuadas. Habitualmente, las lesiones de sobrecarga por tensión en valgo suelen
producirse en lanzadores que presentan debilidad de los estabilizadores escapulares y
rigidez de los rotadores internos del hombro. Esto propicia que el lanzador «se abra
demasiado pronto» cuando el codo se queda detrás del hombro durante la
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En caso de que ésta sea necesaria, el terapeuta deportivo debe utilizar las siguientes
pautas de rehabilitación:
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
4-6 semanas:
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En los lanzadores, la tensión en valgo puede crear tensión sobre el nervio cubital y
causar una subluxación periódica. Cuando el nervio sufre una subluxación, el atleta
experimenta parestesia y dolor a lo largo de la distribución nerviosa cubital. Si es
crónica, puede provocar una debilidad muscular de las estructuras contráctiles
abastecidas por el nervio cubital. En ocasiones es necesario transponer y estabilizar
por medio de la cirugía el nervio cubital. Tras la aplicación de esta técnica, el atleta
suele llevar un inmovilización posterior durante aproximadamente 1 semana. Mientras
lleva está inmovilización, el deportista puede hacer ejercicios con la mano y los dedos.
Una vez transcurrida la semana, se retira la inmovilización y se inicia la amplitud de
movimiento pasiva haciendo hincapié en la flexión y extensión a 20°. Unos 21 días
después de la intervención quirúrgica, el atleta debe ser capaz de extender por
completo el codo, demostrar una pronación/supinación completa del antebrazo e
iniciar un intenso programa de potenciación isocinético e isotónico del codo y el
antebrazo. Hay que insistir en la fuerza del codo, en particular en la variante excéntrica,
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
para minimizar las fuerzas de extensión. Como hemos descrito previamente con la
sobrecarga por tensión en valgo, también es importante hacer hincapié en la forma y
posición del codo adecuadas, en especial en los lanzadores, de modo que el codo no
se quede rezagado respecto al hombro y la tensión en valgo quede minimizada.
Para los lanzamientos cortos, hay que empezar lanzando la pelota a una distancia de
unos 9 m durante 10 repeticiones, de modo que se puedan calibrar' el control de
retroalimentación y la técnica. El lanzamiento debe realizarse en un estilo de tres
segmentos por encima de la cabeza.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
tolerancia del atleta. Finalmente, avanzar hasta los 18 m, empezando de nuevo con
20 repeticiones. Una vez se hayan alcanzado las 30 repeticiones con comodidad,
aumentar hasta una velocidad de tres segmentos.
Para los lanzamientos largos, hay que empezar con 15 m y 10 repeticiones. Se debe
utilizar el mismo tipo de medida que en el lanzamiento corto, y aumentarla en días
alternativos si no se observan síntomas. Utilizar únicamente un lanzamiento alto por
encima de la cabeza. Una vez se hayan alcanzado las 30 repeticiones a 15 m, pasar a
21 m con 20 repeticiones y progresar hasta las 30 repeticiones. Pasar de 21 a 30 m y
después a 40 m como en el apartado anterior. La progresión óptima dura entre 2 y 3
semanas.
La rutina final también consta de lanzamientos cortos y largos. Para los lanzamientos
cortos, hay que progresar hasta una velocidad de tres segmentos. Cuando el
deportista se sienta cómodo, puede empezar a lanzar desde el punto de
lanzamientos en el campo. Después se puede progresar hasta lanzamientos de pe-
lota con efecto a velocidad media. Con pelotas rápidas y con efecto a una velocidad
de entre tres segmentos y completa, el jugador puede participar en la competición
siempre que no lance más de 50 pelotas.
Para los lanzamientos largos es posible que mientras los lanzadores quieran ceñirse a
la rutina inicial, los jugadores del equipo que defiende prefieran aumentar la distancia.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Como ocurre con todas las lesiones debidas al sobreuso, el tratamiento agudo debe
incluir la interrupción de la actividad causante de la lesión inflamatoria y la aplicación
de medidas conservadoras para reducir la inflamación. En los casos graves puede ser
aconsejable la inmovilización para reducir la irritación de los tendones afectados. Una
vez se haya estabilizado la lesión inflamatoria, el siguiente paso en el programa de
rehabilitación consiste en restaurar la flexibilidad. Esto es esencial para evitar la
formación de adherencias del tendón, que pueden tener como resultado un aumento
de la rigidez y una recurrencia de la tendinitis con la reincorporación a la actividad
deportiva. Una vez se haya puesto en práctica un programa de flexibilidad consistente,
hay que utilizar un programa de ejercicio de resistencia que haga hincapié en el
desarrollo de la fuerza y la resistencia de la musculatura implicada. Asimismo, en
deportes como el tenis y el racquetball, hay que analizar la mecánica del movimiento
para determinar si es ahí donde estriba la causa de la tendinitis.
a) Tenosinovitis De Quervain.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una vez hayan remitido el dolor y la inflamación, hay que poner en práctica un
protocolo de flexibilidad y potenciación para el abductor largo y el extensor corto del
pulgar. Asimismo, se puede aplicar un vendaje en espiga para el pulgar, cuando el
atleta se reincorpore a la actividad, para evitar amplitudes extremas de oposición de
aquél y desviación cubital de la muñeca (ilustración 157).
Las lesiones más comunes por sobreuso del mecanismo extensor se producen en los
tendones del extensor radial y de los extensores radiales corto y largo de la muñeca. Los
atletas que llevan a cabo maniobras de desviación radial/extensión de la muñeca,
incluyendo los jugadores de tenis y racquetball, levantadores de pesas y remeros, son
especialmente propensos al desarrollo de tenosinovitis de inserción. Estos tendones
también son susceptibles a la sobreextensión durante la fase de deceleración de la
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los esguinces y las fracturas en torno a la muñeca y las porciones distales del
antebrazo pueden provocar síntomas de lesión en el complejo fibrocartilaginoso del
ligamento triangular que está entre el cubito y la hilera proximal de huesos carpianos.
Los síntomas suelen reproducirse por la acción lateral de la muñeca, bien por
compresión a medida que la muñeca se desvía en sentido cubital, bien por
elongación cuando se desvía radialmente.
El tratamiento de esta alteración suele implicar la inmovilización hasta que haya tenido
lugar la curación. Un desgarro completo del complejo, sin embargo, puede requerir
reparación con o sin aumento para preservar su función en la estabilidad de la
muñeca. Si de forma persistente se producen síntomas de bloqueo y rozamiento,
suele llevarse a cabo una escisión quirúrgica.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.4.1.4 Fracturas
a) Escafoides.
A menudo resulta difícil diferenciar una fractura del escafoides de una lesión de los
tejidos blandos. Por tanto, suele ser necesario efectuar radiografías cuando se
aprecia sensibilidad en la tabaquera anatómica y hay una disminución de la capacidad de
prensión. No obstante, hay que tener cuidado de no pasar por alto el potencial de
fractura que puede haber en caso de que la radiografía inicial fuera negativa, como
muchas veces ocurre. La presencia continuada de síntomas debe guiar al médico
hacia una evaluación subsiguiente de la muñeca, ya sea por medio de radiografías o
por procedimientos más sensibles, como un escaner óseo o una RM. Con un
diagnóstico precoz, la mayoría de las fracturas del escafoides pueden solucionarse
con unos 3 meses de inmovilización. La inmovilización suele realizarse con un
cabestrillo, colocando la muñeca levemente flexionada con el pulgar inmovilizado en
abducción y oposición. Las normativas de los deportes, como las del fútbol americano
a nivel universitario, permiten al atleta llevar una extremidad inmovilizada, de modo
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
b) Ganchoso
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 160 Estiramiento en extensión de la Fig. 161 Estiramiento estático. Se utiliza una
muñeca activaasstida. mesa para facilitar la flexión (a) y la extensión
(B)
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 163 Ejercicios de potenciación del movimiento de extensión de la muñeca con mancuerna.
Fig. 164 Ejercicios de potenciación para la desvación de la muñeca A. Ejercicio de potencación para la
desvación cubtal de la muñeca. B. Ejercicio de potenciación para la desviación radial de la muñéca.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
a) Potenciación
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 165 Ejercicios de rehabilitación específicos al deporte utilizando gomas elásticas como
resistencia. A y B. Flexión de muñeca durante el lanzamiento de una pelota de beisbol. C y D.
flexión, extensión y desviación de muñeca durante el movimiento para golpear una pelota de golf.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 166 Aplicación de una tablilla sobre un dedo Fig. 167 Inmovilización del dedo en martillo; cara
en martllo. dorsal. Vendaje del dedo en martillo sobre la acara
dorsal del dedo para la participación en el deporte.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las lesiones del mecanismo extensor son comunes en los deportes en los que hay
que recepcionar balones. Habitualmente, los jugadores receptores en fútbol
americano, y los jugadores de béisbol, baloncesto y voleibol, están expuestos a que
una pelota les golpee en la falange distal extendida flexionándoles forzadamente la
articulación interfalángica distal (AID) o la interfalángica proximal (AIP).
Una de las lesiones deportivas más comunes del mecanismo extensor es una rotura
de la inserción del tendón del extensor de los dedos de la falange distal, que produce
un dedo en martillo. El atleta con un dedo en martillo es incapaz de extender de
forma activa la AID flexionada. Ésta se encuentra en una posición flexionada como
resultado de que el tendón del flexor común profundo de los dedos no estaba en
posición opuesta cuando el tendón del extensor se rompió.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La deformidad en ojal también es una lesión muy común en el contexto atlético. Como
ocurre con el dedo en martillo, la deformidad en ojal suele producirse como
consecuencia de una flexión forzada del dedo mientras la mano está extendida. La
flexión forzada del dedo con la AID extendida produce una flexión de la AIP y puede
romperse hacia la funda central del extensor común de los dedos. Las franjas laterales
del flexor común profundo de los dedos se deslizan hacia la superficie de la AIP,
causando la flexión de la articulación interfalángica (de 15 a 30°) y una extensión de la
AID. La rotura de la funda central resta al atleta capacidad para extender la AIP, lo que
provoca una deformidad en ojal.
Aunque las lesiones del mecanismo flexor no son tan comunes como las del
mecanismo extensor en la población atlética, la extensión forzada del dedo puede
causar una distensión o rotura del tendón del flexor común profundo de los dedos
(FCPD). El mecanismo más común de rotura del FCPD se produce cuando el atleta
está agarrando la camiseta de un oponente y extiende el dedo forzadamente, resultando
un dedo de camiseta. A menudo, el médico tiene dificultades para diferenciar una
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una fuerza lateral del dedo puede producir un esguince de ligamento colateral,
poniendo en peligro la estabilidad de la articulación. No obstante, es posible que no
se aprecie una laxitud significativa si hay hinchazón, lo que estabiliza la articulación. El
tratamiento conservador de los esguinces colaterales y de los capsulares graves
consiste en inmovilizar el dedo a 30° de flexión durante 3 a 4 semanas. El movimiento
activo se inicia de 10 a 14 días después de la lesión y hay que llevar un vendaje de
protección de 4 a 6 semanas después de la lesión durante la competición atlética.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La lesión del ligamento colateral cubital (LCC) del pulgar, también denominada pulgar
de portero o pulgar de esquiador, es una lesión atlética bastante común que se
produce como consecuencia de una extensión y abducción forzosas del pulgar. El
bastón de un esquiador que extiende el pulgar en la caída o la camiseta de un
oponente que extiende el pulgar del atleta son mecanismos que pueden producir una
distensión o rotura del LCC al nivel de la falange proximal del pulgar (ilustración 168).
El pulgar de portero suele presentar un esguince o rotura parcial del LCC, en
combinación con una distensión entre leve y moderada de los músculos flexor y
aductor del pulgar. La disminución de la fuerza, la hinchazón y el dolor son síntomas
asociados a la lesión, pero la inestabilidad resulta difícil de evaluar a menos que se
haya producido una rotura completa del LCC. Las posibilidades de pérdida funcional a
largo plazo e incapacidad significativa causadas por el tratamiento incorrecto de esta
lesión la diferencian de muchas otras lesiones de los ligamentos de la mano.
Como consecuencia, hay que prestar una considerable atención al diseño del
tratamiento y del régimen de rehabilitación que permita la curación adecuada y la
progresión lógica hasta la capacidad funcional óptima. Esta lesión se trata de forma
conservadora con una venda en espiga para el pulgar, con objeto de proteger y
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.5.2.1 Fracturas
Los metacarpianos de la mano son vulnerables a una fractura siempre que se aplica
una fuerza considerable al hueso a modo de carga axial mientras se flexiona la
articulación MCF. Los boxeadores son propensos a sufrir una fractura del cuello
metacarpiano conocida como fractura de boxeador. En la mayoría de los casos, las
fracturas del metacarpiano se tratan con reducción e inmovilización, escayolando el
antebrazo de 4 a 6 semanas, lo que no incluye la inmovilización de la AIP y la AID.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.5.2.2 Luxaciones
Las luxaciones de dedos más comunes implican la articulación AIP a causa del
mecanismo de hiperextensión que resulta de la luxación dorsal. La luxación puede
reducirse fácilmente. A menudo, el atleta reducirá la luxación sobre el terreno de
juego. Una vez se haya llevado a cabo la reducción y se hayan descartado la fractura y
la implicación de la placa volar, hay que inmovilizar la articulación a 20-30° de flexión
durante 3 semanas. El atleta puede volver a la competición aproximadamente al cabo
de este tiempo, aunque hay que inmovilizar el dedo implicado vendándolo con un dedo
adyacente durante 2 semanas más. Hay que animar al atleta a que haga
movimientos activos entre 2 y 3 semanas después de la lesión.
Durante la etapa aguda de la rehabilitación de las lesiones que permiten una pronta
movilización de las articulaciones, como los esguinces capsulares, el movimiento
activo se puede mejorar utilizando técnicas criocinéticas. La crioterapia ayudará a
controlar la inflamación subsiguiente al traumatismo y reducirá el dolor, facilitando de
este modo el ejercicio activo (ilustración 171). Una vez se ha estabilizado la inflama-
ción, se deben aplicar modalidades de calentamiento, como los baños a presión
calientes y la parafina, para aumentar la elasticidad del tejido y propiciar la restauración
del movimiento activo. La parafina también es eficaz para reducir el edema crónico y la
hemartrosis en las regiones interfalángicas de la mano (ilustración 172). El protocolo
de tratamiento y rehabilitación se describe a continuación.
326
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Es necesario aislar cada uno de los dedos implicados, así como cada una de las
acciones de la articulación implicada, en particular cuando intervienen los tendones
FCPD y el flexor común superficial de los dedos (FCSD). Mientras el tendón del
FCPD se inserta en la falange distal, el tendón del FCSD lo hace en la falange media.
Para ejercitar el FCPD, la AID debe flexionarse mientras se estabilizan la articulación
MCF y la AIP (ilustración 173).
Fig. 173 Aislamiento de articulaciones para ejercicios de amplitud de movimiento activa. A. estabilizar la articulación
MCF y la AIP para ejercitar AID. B. estabilizar la articulación MCF para ejercitar la AIP.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.6.1 Lesiones
Un punto de cadera puede describirse como una contusión subcutánea causada por
un golpe directo sobre la cresta ilíaca o la espina ilíaca anterosuperior. En la mayoría
de los casos, la contusión puede causar separación o rotura de los orígenes o
inserciones de los músculos que unen estas dos prominencias óseas. Habitualmente,
el atleta no se da cuenta de inmediato, pero l hora después de la lesión los síntomas
de hemorragia, hinchazón y dolor pueden limitar gravemente el movimiento del
atleta. En algunos casos muy raros, se puede producir una fractura de la cresta.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
d) Tratamiento y rehabilitación.
Para aligerar la recuperación, hay que aplicar masajes con hielo durante 10 minutos,
331
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: días 1-2. Fase II: días 2-3. Fase III: días 3-5. Fase IV: día 5.
o Hielo (masaje). o Ultrasonidos. o Ejercicios de potenciación o Actividades
o Reposo. o Ejercicios de indoloros con resistencia funcionales
o Compresión. amplitud activa de progresiva para la abducción específicas al deporte.
o Inyección movimiento de cadera de la cadera: 3 series de entre o Almohadillado de
subcutánea de y tronco indoloros 10 y 15 repeticiones al día. protección hecho a
esteroides. (concentrados en la o Ejercicios de potenciación medida.
o Medicación inclinación lateral indoloros con resistencia
antiinflamatoria oral. hacia el lado opuesto). progresiva para la flexión de la
o TENS. Estiramientos lentos cadera: 3 series Ejercicios de
mantenidos de 15 a 30 potenciación indoloros con
segundos, entre 3 y 5 resistencia progresiva para la
series al día. extensión de la cadera: 3
series de entre 10 y 15
repeticiones al día.
o Ejercicios de potenciación
indoloros con resistencia
progresiva para la flexión del
tronco: 3 series de entre 10 y
15 repeticiones al día.
333
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La espina ilíaca antero inferior sirve de inserción para el recto femoral (anterior).
Como en el caso de la espina ilíaca anterosuperior, una apofisitis o una contusión
pueden ser tratadas como un punto de cadera (véase Tratamiento de los puntos de
cadera). A través de una exploración radiológica deben descartarse la fractura por
avulsión causada por una contracción violenta del recto femoral o una extensión
pasiva forzosa de la cadera hacia la extensión. Estas lesiones se aprecian más a
menudo en atletas jóvenes.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
d) Tratamiento y rehabilitación
Durante los 3 primeros días se pueden aplicar masajes con hielo, seguidos de
ultrasonidos pulsados en los casos menos graves. El atleta puede empezar
aplicando bolsas calientes con los ejercicios de extensión indoloros durante los 3
primeros días, siempre que se haya controlado la hinchazón activa (ilustraciones 22-
178). Los ejercicios deben incluir flexión y extensión de tronco y cadera activas y
pasivas. Para competir, el atleta debe llevar un almohadillado de protección.
335
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La lesión de los isqutotibiales también puede causar irritación del nervio ciático, así
como irritación a causa de una bursitis isquiática. En un accidente traumático que
cause una luxación posterior de la cabeza femoral, el nervio ciático puede verse
aplastado o incluso seccionado, lo que requeriría una intervención quirúrgica.
La causa más común de irritación del nervio ciático en el deporte, en especial en los
336
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
de contacto, es un golpe directo sobre la nalga. Debido a la gran masa muscular, esta
lesión no suele incapacitar al atleta cuando el nervio ciático no está implicado, pero, el
sujeto puede experimentar unos dolores en las nalgas que se extienden en sentido
inferior por la parte posterior del muslo, posiblemente hacia la pantorrilla lateral y el
pie. El dolor ciático suele ser una sensación de escozor.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
percusión con el tobillo, apoyo sobre la fase plana del pie, reducción de la zancada y
una posible deambulación con una rodilla flexionada. La postura del atleta, en los
casos graves, se caracteriza por la rodilla flexionada y la pierna rotada hacia fuera.
La palpación sobre la escotadura ciática puede producir dolor.
Con el atleta tumbado en decúbito supino y la cadera en una posición neutra con la
rodilla en extensión, la rotación externa activa con resistencia y la rotación interna
pasiva de la cadera pueden reproducir el dolor. Las elevaciones con la pierna recta
realizadas de forma activa o pasiva también pueden causar síntomas. Con el atleta
en la posición antes indicada y relajado, una disminución de la rotación interna
pasiva de la cadera en comparación con el lado ileso puede indicar rigidez del
piriforme.
Una ciática grave causada por el síndrome piriforme puede alejar al atleta de la
competición de 2 a 3 semanas.
b) Tratamiento y rehabilitación.
Una vez controlado el dolor agudo, el atleta puede llevar a cabo ejercicios de
estiramiento antiálgicos para la parte inferior de la espalda, la cadera y los
isquiotibiales, siempre y cuando se haya descartado la lesión de disco. El músculo
piriforme se estira por medio de la rotación interna pasiva de la cadera (ilustración
179). Las técnicas de contraer-relajar (FNP) pueden facilitar el alargamiento del
músculo piriforme. El atleta también debe concentrarse en los ejercicios de esti-
ramiento de los isquiotibiales, realizados de forma antiálgica manteniendo una curva
lordótica en el área lumbar mientras se realizan los estiramientos. La potenciación del
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
piriforme puede lograrse con una rotación externa de la cadera con resistencia.
La revisión de un ciclo de marcha normal puede ayudar al atleta a aumentar la
amplitud de movimiento si ha estado deambulando con una rodilla flexionada. En
este caso, los isquiotibiales, así como el nervio ciático, pueden haberse encogido.
339
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: días 1-3. Fase II: días 3-5. Fase III: día 5 en adelante.
*Ejercicios de estiramiento
antiálgico de los isquiotibiales
manteniendo la curva lordótica
lumbar. Mantener el
estiramiento durante 30
segundos realizando 5
repeticiones dos veces al día.
*Ejercicios de estiramiento
antiálgico de la parte inferior de
la espalda moviendo las
rodillas hacia el pecho.
Mantener el estiramiento
durante 30 segundos
realizando 5 repeticiones dos
veces al día.
340
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
a) Osteítis pubiana
Puesto que una situación de sobreuso predispone al atleta a este tipo de lesión, la
osteítis pubiana suele apreciarse principalmente en los corredores de larga distancia,
jugadores de fútbol americano, luchadores y futbolistas. La tensión repetitiva sobre la
sínfisis del pubis, causada por la inserción de los músculos en esta área, crea en ella
una lesión inflamatoria. El movimiento constante de la sínfisis en deportes como el
fútbol produce inflamación y dolor. El traumatismo directo sobre la sínfisis también
puede causar periostitis. A causa de su desarrollo gradual, los síntomas pueden
confundirse con distensiones musculares. Los ejercicios que son de utilidad en las
distensiones musculares pueden causar más irritación en la sínfisis; por tanto, se
desaconseja el ejercicio activo precoz. En la evaluación de la osteítis pubiana puede
resultar de gran ayuda enviar al atleta a un médico para descartar problemas de
hernia o prostatitis. Los cambios radiológicos pueden tardar entre 4 y 6 semanas en
manifestarse. Mientras tanto, hay que tratar al atleta sintomáticamente.
341
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los ejercicios de estiramiento del aductor de la cadera pueden practicarse tan pronto
como haya remitido el dolor. Los ejercicios de potenciación para los músculos
abdominales, los de la parte inferior de la espalda, abductores y aductores de la
cadera y flexores y extensores de la cadera pueden llevarse a cabo dentro de una
amplitud de movimiento indolora. En fases más avanzadas, la potenciación ayuda a
desarrollar la estabilidad en la sínfisis pubiana.
342
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las fracturas por tensión y avulsión deben descartarse antes de tratar una lesión del
área pubiana. La fractura por avulsión de la rama inferior suele estar causada por
una contracción violenta y forzada de los músculos aductores o un movimiento
pasivo y forzado hacia la abducción de cadera, como en el movimiento de abrir las
piernas. El alcance de la lesión debe diagnosticarse por medio de radiología. Es
posible que se detecte una masa palpable bajo la piel. En algunos casos puede
considerarse la reparación quirúrgica.
Las fracturas por tensión pueden producirse a causa del sobreuso. El paciente puede
tener los mismos síntomas que en la osteítis pubiana. Es posible que las radiografías
no muestren anomalías hasta la tercera o cuarta semanas. Realizar una buena
historia es de gran ayuda en el diagnóstico de una fractura por estrés. Un atleta con
fractura por estrés puede perder de 3 a 6 semanas de competición. Una fractura por
avulsión puede mantener al atleta alejado de la competición durante más de 3
meses.
Una distensión inguinal se puede producir en cualquier músculo del área interna de la
cadera. Tanto si se trata del sartorio, el recto femoral, los aductores o los
343
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
344
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
345
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
346
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El primer paso para tratar esta lesión es diferenciar la distensión del aductor de la del
flexor de la cadera. La aducción resistida mientras el atleta está en decúbito supino
con la rodilla en extensión puede aumentar significativamente el dolor si están
implicados los aductores de la cadera. La flexión de cadera y rodilla y la resistencia
ante la aducción de cadera también pueden aumentar el dolor. Si la lesión es una
distensión del aductor específica, la posición supina con la rodilla extendida puede
347
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una vez se haya descartado la cirugía, el atleta puede llevar a cabo ejercicios
isométricos indoloros entre el tercero y el quinto días, durante los cuales también
pueden llevarse a cabo ejercicios de amplitud de movimiento activa indoloros. Hay
que hacer hincapié en un ciclo de marcha normal utilizando muletas. El atleta no
debe prescindir de ellas hasta que pueda deambular con una amplitud de
movimiento normal y sin dolor.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
indoloros de estiramientos. El atleta tiene que alcanzar una buen nivel de fuerza,
habitualmente a los 10 días de comenzar los ejercicios de potenciación con
resistencia progresiva, para llevar a cabo actividades funcionales como andar en
bicicleta, nadar y hacer jogging. Los calendarios de tratamiento y rehabilitación
pueden modificarse. Las modificaciones deben estar basadas en el alcance de la
lesión dentro de su grado.
a) Tuberosidad isquiática
La lesión isquiática más común, por lo que respecta al grupo de los isquiotibiales, es
una fractura por avulsión de la tuberosidad. Esta lesión suele producirse como
consecuencia de una flexión violenta de la cadera, con la rodilla en extensión.
También se puede desarrollar una irritación menos grave de la tuberosidad isquiática
349
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
350
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
351
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El período comprendido entre las 6 y las 12 semanas constituye una fase progresiva
para los ejercicios de potenciación con resistencia progresiva y sin dolor. En esta fase
también se pueden realizar actividades como nadar, montar en bicicleta y hacer
jogging, pero el atleta debe evitar toda flexión de rodilla y cadera forzada y cualquier
extensión de cadera violenta. Después de las 12 semanas, el atleta que no acuse
dolores puede progresar a actividades específicas al deporte.
352
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Este atleta no tiene por qué permanecer alejado de la competición, pero debe ser
sometido a una intensa vigilancia. La rehabilitación y la potenciación deben empezar
de inmediato para evitar una agravación de la lesión.
353
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
354
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La flexión de cadera pasiva con la rodilla extendida también puede producir dolores
355
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
entre moderados e intensos. La amplitud de movimiento del atleta puede estar entre
moderada y gravemente limitada en la flexión de cadera con la rodilla extendida y
moderadamente limitada en la flexión de cadera con la rodilla flexionada.
Una atleta con una distensión de los isquiotibiales de grado II puede perder entre 5 y
21 días de competición.
Hay que enseñar al atleta un ciclo de la marcha normal y sin dolor lo antes posible,
aconsejándole que utilice muletas para lograrlo. Desde el primer día, se utilizan el
hielo, la compresión y los ejercicios de estiramiento de los isquiotibiales suaves e
indoloros, asegurándose que el atleta mantiene la curva lordótica para aislar los
isquiotibiales. Las modalidades de estimulación muscular eléctrica pueden utilizarse
para promover la amplitud de movimiento y reducir el dolor. La amplitud de
movimiento activa en posición de decúbito prono también se puede iniciar en los 3
primeros días si el atleta no siente dolores al llevarla a cabo. Los ejercicios
isométricos para los isquiotibiales deben enseñarse lo antes posible, una vez más
dentro de unos límites antiálgicos. El movimiento indoloro es muy importante y suele
reducir el tiempo que un atleta pasa alejado de la competición. Aproximadamente al
tercer día, el atleta puede empezar con las aplicaciones de calor en forma de bolsas
de agua caliente y baños a presión, combinados con ejercicios de estiramiento an-
tiálgico o ultrasonidos, seguidos de ejercicios de estiramiento indoloros. Utilizando la
mesa NK, al tercer día también se pueden realizar ejercicios de potenciación con
resistencia progresiva para los isquiotibiales, si son indoloros. Los ejercicios
isocinéticos pueden ser útiles en conjunción con los ejercicios isotónicos (mesa NK).
Los ejercicios de nadar y montar en bicicleta pueden sumarse entre el tercero y el
sexto día. A partir de este día, se pueden añadir actividades específicas al deporte
356
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En las fases avanzadas de los tres grados de distensión de los isquiotibiales, hay
que educar al atleta para que lleve a cabo ejercicios de presa de pierna en una
amplitud de movimiento completa con un aparato Nautilus y squats con poco peso
(véase ilustración 180). Estos dos ejercicios son muy útiles para fortalecer los
isquiotibiales en una posición en la que se soporta peso.
Todas las actividades deben ir seguidas de tratamientos con hielo para reducir la
inflamación y la incomodidad.
Fig. 183 Resistencia manual hasta la fátiga de los Fig. 184 Ejercicios de descencso excéntrico de los
isquiotibiales isquiotibiales
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: días 1-3. Fase II: días 3-6. Fase III: día 6 en adelante.
1. Hielo. 7. Calor (bolsas de agua caliente, baños a presión, 15. Hacer jogging.
2. Compresión. ultrasonidos). 16. Actividades específicas al
3. Modalidades de 8. Ejercicios de potenciación con resistencia deporte.
estimulación muscular progresiva de los isquiotibiales sin dolor. 17. Ejercicios de presa de pierna,
eléctrica. Ejercicios isotó-nicos en una mesa NK, 4 series 3 series de 10 repeticiones 2
4. Ejercicios de de 10 repeticiones 3 días por semana. días a la semana.
estiramiento sin dolor 9. Ejercicios isocinéticos 3 días a la semana. 18. Squats, 4 series de entre 6 y
de los isquiotibiales. 8 repeticiones 2 días a la
Mantener durante 30 10. Nadar 2 días a la semana. semana.
segundos y realizar 5 11. Montar en bicicleta 2 días a la semana.
repeticiones al día. 12. Flexiones isotónicas de los isquiotibiales con una
Mantener la curva sola pierna en posición de decúbito prono, 4
lordótica lumbar. series de 10 repeticiones 3 días a la semana.
5. Ejercicios de amplitud 13. Resistencia manual hasta la fatiga. El atleta está
activa de movimiento en posición de decúbito pronocon una pierna
de los isquiotibiales sobre el borde de la mesa de tratamiento. Con la
sin dolor en posición rodilla extendida por completo, se aplica
de decúbito prono, 3 resistencia a la parte de atrás de los talones
series de 10 mientras el atleta se contrae concéntricamente
repeticiones al día. hasta la flexión de rodilla completa durante 5
6. Ejercicios isométricos segundos. Después de una pausa de 2 segundos
e indoloros de los en completa flexión, se aplica resistencia a la
isquiotibiales. extensión durante 5 segundos mientras el atleta
contrae excéntricamente los isquiotibiales. Esto
se repite realizando la contracción tan rápido
como sea posible durante 3 series de 10 a 12
repeticiones o hasta que el atleta esté agotado, 1
o 2 días a la semana (ilustración 22-21).
14. Ejercicios de descenso excéntrico de los isquioti-
biales. Con el atleta de rodillas sobre una mesa
de tratamiento y sus pies colgando del borde de
ésta, el terapeuta deportivo estabiliza la pierna
mientras
el atleta baja el cuerpo hasta una posición de
decúbito prono, contrayendo excéntricamente los
isquiotibiales. El atleta debe mantener una curva
lordótica lumbar y permanecer completamente er-
guido, evitando cualquier flexión de cadera. El
atleta debe llevar a cabo 3 series de entre 10 y 12
repeticiones o seguir hasta que esté agotado, 1 o
2
días a la semana (ilustración 22-22).
358
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Un atleta con una distensión de los isquiotibiales de grado III puede permanecer
alejado de la competición entre 3 y 12 semanas.
359
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
puede llevar a cabo ejercicios de amplitud de movimiento activa sin dolor en posición
de decúbito supino, junto con ejercicios de estiramiento sin dolor de los isquiotibiales.
El hielo o el calor, en forma de bolsas de agua caliente o ultrasonidos, pueden usarse
antes o durante el estiramiento. Los ejercicios isométricos indoloros para los
isquiotibiales pueden empezar a realizarse a partir del quinto día. Entre los 10 y 12
días, el atleta puede llevar a cabo ejercicios de potenciación con resistencia
progresiva de los isquiotibiales sin dolor utilizando una mesa NK y aparatos
isocinéticos. El atleta que tenga capacidad para ello, puede nadar y montar en
bicicleta. Este atleta necesita desarrollar un nivel de fuerza de los isquiotibiales
notable (a ser posible excelente) antes de progresar a hacer jogging y actividades
específicas al deporte una vez transcurridos 14 días. Este conservadurismo se debe
a la posibilidad de recaída. Hay que educar al atleta para llevar a cabo ejercicios de
presa de pierna con amplitud de movimiento completa en un aparato Nautilus y
squats con poco peso. Especialmente para esta lesión, los parámetros de tiempo
presentados deben modificarse dependiendo del alcance de la lesión dentro de su
grado.
360
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otra lesión que tiene lugar en esta área es la distensión de los tendones de los
isquiotibiales cerca de su inserción en la tibia y el peroné. Esta lesión también ha
sido diagnosticada como tendinitis. El atleta puede quejarse de dolores, pero no sufrir
incapacidad. Un atleta con una distensión del tendón de los isquiotibiales o tendinitis
puede tener una historia de sobreuso y dolor crónico de varios días.
361
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las fracturas del fémur pueden clasificarse como fracturas por estrés, por avulsión o
traumáticas.
Las fracturas por estrés del fémur son poco frecuentes, pero pueden producirse a
causa de un microtraumatismo repetido. Los atletas jóvenes son más propensos a
sufrir este tipo de fracturas.
362
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
o Tratamiento y rehabilitación. Como ocurre con todas las fracturas por estrés,
el primer paso para poner en práctica el tratamiento y la rehabilitación es
hallar la causa. Mientras el atleta está en una fase de rehabilitación en la que
no debe soportar peso, tiene que practicar ejercicios en los que no se vea
obligado a soportar peso. Se pueden llevar a cabo actividades como nadar,
montar en bicicleta y hacer ejercicios en ergómetros para la parte superior del
cuerpo. El atleta puede realizar ejercicios de potenciación del muslo indoloros
y progresar, como indican las listas de tratamiento, de la distensión de los
isquiotibiales de grados II y III y de la distensión del cuadríceps de grados II.
Los atletas pueden sufrir una fractura por avulsión aislada de los trocánteres
femorales.
Cuando está implicado el trocánter mayor, la causa suele ser una contracción
violenta de los músculos abductores de la cadera. Una fractura por avulsión del
trocánter menor se produce a causa de una contracción violenta del psoasilíaco.
o Evaluación y hallazgos clínicos. La palpación puede producir dolor y
posiblemente un defecto notable del trocánter mayor. Los movimientos con
resistencia y la amplitud de movimiento pasiva de la cadera pueden reproducir
el dolor. Hay que realizar una exploración radiográfica para confirmar la
lesión.
El atleta debe llevar a cabo ejercicios isométrieos de cadera desde el primer día de
363
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: semanas 1-6. Fase II: semanas 6-8. Fase III: de la semana 8 en
adelante.
Inmovilización. *Ejercicios de amplitud de
*Muletas. movimiento pasiva y *Ejercicios de resistencia
*Ejercicios isométricos diarios activa de la cadera indolora progresiva de la cadera
(ejercicios de cadera, muslo y realizados a diario indoloros realizados a diario
tobillo). (flexión, abducción, extensión, (flexión, abducción,extensión,
aducción y rotación aducción y rotación interna y
interna y externa de la cadera). externa de la cadera).
*Montar en bicicleta.
*Nadar.
*Hacer jogging.
*Actividades específicas al
deporte.
364
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
c) Fracturas traumáticas
La fractura del cuello femoral está asociada con la osteoporosis y es muy poco común
en el atletismo. No obstante, una acción de giro combinada con una caída puede
producir este tipo de fractura. Debido a que la fractura del cuello femoral puede
interrumpir el riego sanguíneo a la cabeza del fémur, a menudo se aprecia más
adelante una necrosis avascular. Esta lesión debe recibir un tratamiento adecuado.
Una distensión de los músculos del cuádriceps en la parte frontal del muslo puede
conllevar un alto grado de incapacidad, en especial cuando está implicado el recto
femoral. Si no se aprecia un contacto directo con el área del cuádriceps, la lesión
puede tratarse como una distensión muscular.
365
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Un atleta con distensión del cuádriceps de grado I no tiene por qué perder ninguna
competición, pero debe ser observado de cerca e iniciar un programa de reha-
bilitación y potenciación de inmediato.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta puede haber percibido una punzada repentina y un dolor a lo largo del
recto femoral durante la actividad. Es posible que la hinchazón sea evidente y el
tacto produzca dolor. En la distensión de grado II también puede resultar evidente
un defecto del músculo. La extensión de la rodilla con resistencia, tanto en posición
sentada como en decúbito supino, puede reproducir el dolor. La acción de ofrecer
resistencia a la extensión de rodilla en decúbito supino puede ser más dolorosa
cuando está implicado el recto femoral. Con el atleta en decúbito prono, la amplitud
de flexión activa de la rodilla puede sufrir una reducción considerable, en algunos
367
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
casos hasta de 45°. Con una distensión del cuádriceps, cualquier disminución de la
amplitud de flexión de la rodilla hace que la lesión pase a ser clasificada como
distensión de grados II o III.
Este atleta puede perder entre 7 y 21 días de competición, dependiendo del nivel de
amplitud de movimiento activa. La falta de amplitud de movimiento y el número de
días de competición perdidos suelen estar directamente relacionados.
Fig. 185 Potencialización de cuádriceps con el Fig. 186 Elevación con la pierna recta
femoral recto
368
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
370
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Este atleta puede perder entre 3 y 12 semanas de competición. En los casos graves
se puede considerar una intervención quirúrgica.
371
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
extensión del cuádricepss sólo se pueden poner en práctica una vez se haya logrado
una amplitud de movimiento activa completa. Después, el atleta progresa a hacer
jogging y actividades específicas al deporte.
Tabla 29. Tratamiento de la distensión del cuádriceps de grado III
Fase I: semana 1.
1. Hielo.
2. Compresión.
3. Modalidades de estimulación muscular eléctrica.
4. Muletas.
Fase II: semana 2.
5. Ejercicios isométricos e indoloros del cuádriceps diarios.
6. Ejercicios de amplitud de movimiento activa indoloros del cuádriceps diarios.
7. Calor (bolsas de agua caliente, baños a presión, ultrasonidos).
Elevaciones de la pierna recta con peso, 4 series de 10 repeticiones
Fase III: semana 3.
9.Elevaciones de la pierna recta con peso, 4 series de
10 repeticiones 3 días a la semana.
Puesto que el cuádriceps está en la parte frontal del muslo, un golpe directo sobre el
área que hace que el músculo se comprima contra el fémur puede dejar al atleta con
un cierto grado de incapacidad. Un golpe directo sobre la parte anterior del músculo
suele ser más grave y conllevar un mayor grado de incapacidad que un golpe directo
372
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
en el área lateral del cuádriceps, debido a las diferencias de masa muscular que se
aprecian en estas dos áreas. La rotura de vasos sanguíneos causa una hemorragia
en el área donde se ha lesionado el tejido muscular. Si no se aplica un tratamiento
correcto o si se trata de una forma demasiado agresiva, una contusión del
cuádriceps puede provocar la formación de una miositis osificante.
Es posible que este atleta no tenga que permanecer alejado de la competición, pero
mientras compita debe llevar algún dispositivo de protección hasta que hayan
desaparecido todos los síntomas.
373
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
374
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una contusión del cuádriceps de grado II en el área lateral del muslo suele ser
menos dolorosa debido a la carencia de masa muscular implicada en la lesión.
Quizás el atleta sienta dolores a la palpación, pero no tiene por qué estar
incapacitado. Mientras el atleta está en posición de decúbito prono, la amplitud de
movimiento de la flexión de rodilla puede estar dentro de unos límites normales,
posiblemente con una leve reducción. La extensión de rodilla con resistencia mien-
tras el atleta está sentado y en decúbito supino puede causar una leve incomodidad
si el sujeto tiene un nivel de fuerza aceptable.
El atleta con contusión del cuádriceps de grado II en el área lateral del muslo no
tiene por qué estar ausente de ninguna competición.
Los ejercicios isométricos indoloros pueden realizarse tan pronto como sea posible,
habitualmente en los 3 primeros días. Entre el tercero y el quinto días, se sigue
375
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
aplicando hielo con una amplitud de movimiento activa sin dolor, mientras el atleta
está sentado y en decúbito prono. La extensión pasiva no se pone en práctica hasta
llegar a fases más avanzadas de la rehabilitación. Los masajes y las modalidades de
calentamiento también están contraindicados en las fases iniciales, a causa de la
posibilidad de que promuevan la hemorragia.
Entre el séptimo y el décimo días, se puede utilizar calor en forma de bolsas de agua
caliente, ultrasonidos o baños a presión, siempre que la hinchazón sea negativa y el
atleta se esté aproximando a una amplitud de movimiento activa completa en
decúbito prono. En una mesa NK se pueden llevar a cabo ejercicios indoloros de
potenciación con resistencia progresiva del cuádricepss. Los ejercicios isocinéticos
pueden efectuarse en conjunción con ejercicios isotónicos. Las modalidades de hielo
o calor, con una amplitud activa de movimiento, pueden seguir aplicándose antes de
realizar los ejercicios.
Entre los días 7 y 14 se llevan a cabo actividades como nadar y hacer jogging. Los
ejercicios de estiramiento sin dolor del cuádriceps pueden añadirse aproximadamente
a los 14 días. El atleta puede progresar hasta ejercicios de presa de piema y squats,
también a partir entonces. En la última fase se pueden utilizar actividades específicas
al deporte y jogging para preparar al atleta para la competición. Tanto ésta como el
almohadillado de protección siguen aplicándose durante la competición para evitar
una recaída.
376
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Es posible que el atleta no sea capaz de deambular sin muletas. El dolor, una
hinchazón considerable y una protuberancia de tejido muscular pueden resultar evi-
dentes a la palpación. Cuando el atleta esté en decúbito prono, la amplitud de
movimiento de la flexión de rodilla puede estar gravemente limitada. Es posible que
377
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
el sujeto no tolere la extensión de rodilla activa con resistencia mientras está sentado
y en decúbito supino y que se aprecie una debilidad considerable.
El atleta con una contusión del cuádriceps de grado III puede perder entre 3
semanas y 3 meses de competición.
Una vez se haya descartado la atrofia, el atleta puede empezar a realizar ejercicios
isométricos e indoloros del cuádriceps entre el quinto y el séptimo día. El hielo y la
compresión pueden seguir aplicándose después del séptimo día, con ejercicios de
amplitud de movimiento activa indoloros mientras el atleta está en decúbito prono y
sentado. Aproximadamente al décimo día, el atleta puede realizar elevaciones de la
pierna recta sin peso para después empezar a utilizarlo a partir del día 14. Las
modalidades de estimulación eléctrica pueden ser muy útiles en esta fase para
contrarrestar la atrofia y reeducar la contracción muscular.
A partir del día 14, el atleta puede utilizar calor en forma de bolsas de agua caliente o
baños a presión, siempre que la hinchazón haya disminuido y él atleta haya
recuperado su amplitud de movimiento activa. Aproximadamente a la tercera semana
de rehabilitación, se pueden llevar a cabo ejercicios de potenciación con resistencia
progresiva indoloros del cuádriceps en conjunción con ejercicios isocinéticos.
378
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los ejercicios de presa de pierna y los squats pueden realizarse a partir de la cuarta
semana, y después el atleta puede progresar a actividades específicas al deporte y
jogging. La compresión y la protección deben aplicarse en todo momento durante la
competición. Los calendarios de recuperación ofrecidos para las contusiones del
cuádriceps de grados II y IH pueden modificarse, dependiendo de la gravedad de la
lesión dentro de su grado.
379
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
pasivos, una vez que el atleta haya aprendido a realizar los ejercicios como es
debido. Las flexiones plantar y dorsal, junto con la inversión y la eversión, son los
movimientos adecuados. El estiramiento debe realizarse durante 30 a 45 segundos y
repetirse 3 o 4 veces en cada dirección. Un buen enfoque inicial sería la aplicación
de un masaje de hielo seguido por los ejercicios de estiramiento. Movimientos tanto
pasivos como activos, y después otra aplicación de hielo.
El ejercicio isométrico es muy útil cuando una lesión está inmovilizada durante un
largo período de tiempo. La patología de la pierna que entra en esta categoría sería
la inmovilización postoperatoria tras la reparación de un tendón de Aquiles. Cuando
se utiliza un programa isométrico. hay que instruir al atleta para que contraiga el
músculo deseado durante aproximadamente 5 a 10 segundos y después se relaje.
Esto debe repetirse entre 10 y 15 veces, en varias ocasiones a lo largo del día. Una
desventaja del ejercicio isométrico es que sólo se observan incrementos de fuerza
en el ángulo en el que se lleva a cabo el trabajo. Por tanto también hay que instruir al
atleta para que lleve a cabo ejercicios isométricos cada 20-30° a través de toda la
amplitud de movimiento. De este modo se evitarán los incrementos de fuerza
aislados.
Los ejercicios isotónicos, más comunes, pueden dividirse en dos tipos: contracciones
musculares excéntricas y concéntricas. Las contracciones musculares concéntricas
producen un acortamiento del músculo, y las contracciones excéntricas, un
alargamiento. Las contracciones musculares excéntricas se utilizan en tipos de
movimientos contra la fuerza de la gravedad o movimientos de deceleración. Un
ejemplo es la contracción del músculo tibial posterior en una persona con
hiperpronación.
381
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Uno de los métodos isotónicos utilizados con mayor frecuencia para adquirir fuerza
en la pierna es el uso de pesos en los tobillos. Este método permite el movimiento en
las cuatro amplitudes (ilustraciones 188 y 189).
382
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Otra variación de los ejercicios de potenciación es agarrar objetos pequeños con los
dedos de los pies y moverlos de lugar. Estos objetos pueden ser cualquier cosa,
desde canicas a lápices, piedrecitas o trozos de cinta. El talón debe permanecer en
posición estática durante este ejercicio. Hay que empezar haciendo tres montones
diferentes de objetos, coger un objeto y pasarlo a otro montón, para después seguir
trasladando objetos de unos montones a otros. El trabajo aconsejable son dos series
de 50.
Una pauta general para los protocolos de ejercicio sería hacer que el atleta realice
intervalos de 30 segundos alternando trabajo y reposo. Hay que realizar un
seguimiento minucioso del atleta para asegurarse de que la velocidad de
movimiento no va en detrimento de la técnica.
385
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
386
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
también deben realizarse si el equipo de ejercicio tiene capacidad para ello. En una
investigación del Department of Sports Medicine en la Pepperdine University, que en
la actualidad se está revisando para su publicación, los investigadores han
observado que el movimiento excesivo de la parte posterior del pie puede verse
significativamente reducido tras un programa de entrenamiento de fuerza isocinética
excéntrica y concéntrica que implique la inversión y eversión de los músculos de la
pierna".
Los aparatos isocinéticos tienen sus desventajas: no son adecuados para ejercitar
más de una articulación; a menudo la preparación es excesivamente costosa; no se
pueden llevar a cabo contracciones excéntricas si no es con los equipos más
sofisticados, y por último, el equipo es por regla general, bastante caro. No obstante
si se puede utilizar un equipo cinético bajo la supervisión adecuada, no hay que
dudar en hacerlo porque sus ventajas superan en mucho sus inconvenientes.
387
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
388
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
8.7.1.3 Mantenimiento
389
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Un error común es suponer que lodos los dolores de la pierna deben denominarse
exostosis de la espinilla. El AMA la define como dolor o incomodidad en la pierna
producido al correr sobre superficies duras o como consecuencia de la sobrecarga
de los flexores del pie; este diagnóstico debe estar limitado a la inflamación
musculotendinosa. excluyendo una fractura por fatiga o una lesión isquémica. Esta
definición puede ser acertada para un tipo de lesión de la parte inferior de la pierna,
pero en modo alguno incluye todas las formas de patología de dicha extremidad. No
todos los dolores de la pierna están producidos por la exostosis de la espinilla. Este
capítulo ofrece la suficiente información como para diferenciar entre las diversas
patologías de la pierna y explica los métodos de rehabilitación apropiados.
390
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Varios autores han descrito que el dolor asociado a la tendinitis de Aquiles está
localizado en esta área. El tendón de Aquiles, al igual que la mayoría de los
tendones, tiene un ritmo metabólico muy bajo, lo que puede tener una gran
importancia durante la fase de recuperación de una lesión. Este bajo ritmo
metabólico retrasa la curación y explica el prolongado período de rehabilitación que
suelen necesitar las lesiones del tendón de Aquiles. Estos diferentes factores
anatómicos son cuestiones a tener muy en cuenta cuando se examina la etiología de
la tendinitis de Aquiles. El mecanismo subyacente es que la fuerza de tensión del
tendón no alcanza el nivel necesario para que éste puede hacer frente a su tarea".
Fig. 193 Extensión con la pierna estirada, para fortalecimiento del sóleo
391
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Se han asociado varias causas con el microtraumatismo producido por una carga
excéntrica de los músculos fatigados y la infiexibilidad del grupo muscular
gastrocnemiosóleo. Clement, Taunton y Smart han identificado errores de
entrenamiento en el 75% de los pacientes que sufrían tendinitis de Aquiles. Estos
errores incluyen entrenamiento en pendientes, un aumento repentino de las
distancias, un calentamiento inadecuado, entrenamiento sobre un terreno desigual y
un aumento de la intensidad. La hiperpronación se menciona en el 56% de los casos.
La componente rotatoria del tendón de Aquiles, como ya hemos dicho, queda acen-
tuada por un pie que tiende a la hiperpronación y crea una acción de chasquido del
tendón que puede producir mierodesgarros y respuesta inflamatoria.
o
Fig. 194 Extensión con la rodilla flexionada, para
fortalecimiento del sóleo
392
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El estiramiento suave y pasivo debe empezar tan pronto como lo permita el dolor.
Un ejercicio de amplitud de movimiento importante implica la musculatura posterior,
específicamente el tendón de Aquiles. Este y el gastrocnemio deben estirarse de
dos formas distintas con la pierna estirada y después con la rodilla doblada a unos
45° (ilustraciones 193 y 194). El método de rodilla doblada se utiliza para aislar el
soleo y conseguir extenderlo en mayor grado, relajando el gastrocnemio. Esta
extensión también puede llevarse a cabo con la ayuda de una tabla de inclinación.
El ejercicio debe realizarse durante 30 a 45 segundos y repetirse varias veces.
Este protocolo se seguirá 3 veces al día. Una vez más, hay que utilizar tanto el
método de pierna recta como el de rodilla doblada. El criomasaje, antes y después
de un programa de estiramiento, ayuda a reducir el dolor, incrementando de este
modo la capacidad de extensión. Se deben colocar alzas de entre 75 y 150 mm en
el talón de ambos pies para aliviar parte de la tensión del tendón de Aquiles. Las
ortesis se pueden utilizar para corregir cualquier tipo de deficiencia biomecánica. lo
que es especialmente importante en una persona con tendencia a la
hiperpronación. El mejor modo de llevar a cabo la potenciación de los músculos
gastrocnemio y soleo, factor de vital importancia, es la aplicación de un programa
excéntrico, como ya hemos explicado en este capítulo. Este ejercicio aumenta la
fuerza del tendón de Aquiles hasta el punto en que el atleta está preparado para
393
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
reincorporarse a la actividad.
Hay que seguir aplicando un programa de actividad modificado hasta que el atleta
no presente ningún síntoma y tenga unos niveles aceptables de fuerza y flexibilidad.
Antes de reincorporarse a la actividad completa, el atleta debe iniciar un programa
de carrera progresivo. Ésta es la pauta más adecuada para la vuelta a la actividad.
Si el atleta siente dolores durante el curso del programa, habrá que modificarlo para
reducir su intensidad o su duración. Hay que hacer hincapié en la carrera sobre
superficies lisas y suaves. Las actividades de salto durante este período deben
estructurarse minuciosamente. Tras la reincorporación a la actividad se debe
continuar con los ejercicios de estiramiento del tendón de Aquiles. El atleta que haya
progresado hasta el punto de retornar a la actividad debe ser sometido a una
observación exhaustiva durante la misma.
394
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La rotura completa del tendón de Aquiles es una lesión relativamente rara entre la
población atlética joven. Esta lesión es mucho más frecuente entre las personas
mayores que hacen deporte como una forma de ocio. Williams" ha indicado que las
roturas del tendón de Aquiles están asociadas con un proceso patológico previo del
tendón. Estos cambios degenerativos debilitan un área determinada que, si se
coloca bajo una tensión excesiva, puede romperse. El lugar más usual para las
roturas es a una distancia de 2 a 6 cm del calcáneo. Esta área es la misma donde
suele aparecer la tendiniti.s de Aquiles, quizás a causa del escaso flujo sanguíneo.
Evaluación y hallazgos clínicos. Los dos mecanismos más claros de rotura del
tendón de Aquiles son la flexión dorsal violenta del pie y un golpe directo mientras el
músculo está contraído. Tras una rotura completa el atleta experimenta un dolor
repentino y. a menudo, oye un chasquido con claridad. El dolor suele remitir con
rapidez. Esta anomalía suele ir asociada con una cierta debilidad durante el impulso.
En la revisión. el terapeuta deportivo puede notar un defecto palpable en el tendón
de Aquiles allí donde se ha roto y un área de marcada decoloración, que puede estar
a cierta distancia del lugar de la rotura debido a los efectos de la gravedad. Para
evaluar esta lesión suele ser útil una prueba de Thompson (ilustración 195).
395
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
el tendón de Aquiles.
396
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 195 Signo de thompson, para identificar rotura del tendón de Aquiles
397
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tan pronto como remita el dolor, hay que poner en práctica un programa de
estiramientos pasivos y activos. Este programa debe progresar hacia una forma de
ejercicio de resistencia para fortalecer la musculatura posterior. Durante esta fase, el
tratamiento con calor puede sustituir al frío. Los ultrasonidos son un tratamiento
muy eficaz.
398
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
399
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Como reza la premisa básica de cualquier tipo de lesión por sobrecarga, los
músculos son incapaces de aguantar la tensión a que son sometidos. Por tanto,
unos flexores dorsales del pie demasiado débiles contribuyen a esta lesión. Los
factores biomecánicos también juegan un papel importante. Una persona con varo
de la parte delantera del pie requiere un aumento de la actividad tibial anterior para
evitar que el pie caiga de plano.
400
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
dolor a lo largo del borde medio del tercio inferior de la tibia. A menudo, este
dolor se describe como sordo y suele aumentar con la intensidad del trabajo.
El inicio del dolor suele ir asociado al ejercicio constante. Dependiendo de la
gravedad de la lesión, pueden sentirse dolores durante la actividad o. en
casos mus avanzados. durante los períodos de inactividad. La lesión es, por
regla general, bastante sensible al tacto. En las etapas iniciales, la
sensibilidad está muy localizada, lo que facilita la evaluación. Generalmente,
se determina debilidad muscular en los músculos afectados.
Durante esta fase se pueden utilizar las modalidades terapéuticas. El calor y el frío
401
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
son métodos eficaces de tratamiento. Smith, Winn y Parette han demostrado que la
aplicación de ultrasonidos, hielo y fonoforesis es igualmente eficaz en lo que
respecta al tratamiento del dolor asociado la exostosis de espinilla.
Antes de permitir al atleta que retorne a la competición, deben corregirse los errores
biomecánicos y de entrenamiento. En ningún caso se puede menospreciar la
importancia de este punto. Sin las correcciones apropiadas aumentarán las
probabilidades de recaída.
402
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En casos extremos, es posible que esté indicada la iiucrvención quirúrgica. Suele ser
necesario un periodo de inmovilización de 8 semanas. Tras retirar la escayola, habrá
que poner en práctica ejercicios de amplitud de movimiento y un programa de
potenciación que debe continuar hasta que la fuerza y la flexibilidad sean iguales a
ambos lados.
403
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: 1. Hielo.
2. AINE.
Fase II:
1. Hielo.
• Anterior: músculo tibial anterior, nervio peroneo profundo, arteria y vena tibiales
anteriores, músculos extensores del pie y de los dedos del pie.
• Lateral: nervio peroneo superficial, músculos peroneos corto y largo.
• Posterior supeificial: músculo soleo, tendones plan-lares y gastrocnemio.
404
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
• Posterior profundo: músculo tibial posterior, flexor largo de los dedos del pie,
flexor largo del primer dedo del pie, arteria y vena peroneas, nervio tibial. arteria
y vena tibial posterior.
Está causado por un traumatismo repentino que produce una inflamación del
compartimiento. El aumento del volumen del tejido dentro del compartimiento
ocasiona un incremento de la presión que puede obstruir los vasos sanguíneos y
desarrollar una lesión isquémica. Esta disminución de la presión también puede
producir una presión excesiva sobre los nervios dentro del compartimiento que
puede acarrear un déficit neurológico. Un síndrome del compartimiento agudo entra
en la categoría de una urgencia médica.
405
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Inmediatamente después de la cirugía, hay que aconsejar al atleta que limite sus
actividades y mantenga elevada la pierna implicada. Se pueden iniciar movimientos
de estiramiento pasivo suaves. Hay que aplicar bolsas de hielo tres o cuatro veces al
día sobre el área donde se ha practicado la intervención quirúrgica. Durante los dos
primeros días, el atleta debe caminar según se lo permita su tolerancia al dolor.
Una vez que el atleta (enga una amplitud de movimiento completa y sin dolor, hay
que poner en práctica un programa de rehabilitación más agresivo. Este programa
debe incluir estiramiento del tendón de Aquiles y ejercicios con resistencia manual.
Los programas de potenciación no deben ser excesivamente agresivos en esta fase
de la rehabilitación. Tras una fasciotomía, la hipertrofia muscular está
contraindicada. El atleta debe empezar a andar durante un período prolongado y
pedalear en una bicicleta estática, al mismo tiempo que lleva a cabo un programa de
estiramiento. Puede utilizarse un programa de carrera progresivo como pauta para la
reincorporación del atleta a la competición.
406
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
407
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una fractura por estrés en la pierna puede definirse como una Fractura de la libia o
el peroné a causa de que los huesos no pueden soportar un estrés continuo. Este
tipo de fractura es muy común en el contexto atlético. MeBryde observó que el 10%
de todas las lesiones atícticas son Fracturas por estrés. Las de la pierna son las
más comunes. La tibia es el hueso que más peso debe soportaren la extremidad
inferior y está implicada en el -l()% de las fracturas por estrés. El peroné, que juega
un papel menor en lo que a soportar peso respecta sólo está implicado en el 7 al
10% de los casos'\
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las fracturas por estrés son muy diferentes de las agudas. Por regla general, ningún
episodio específico de entrenamiento produce una fractura por estrés. FrankePha
identificado cuatro factores etiológicos asociados a las fracturas por estrés:
2. Distribución del estrés en el hueso alterada por la actividad continua mientras hay fatiga
muscular.
3. Cambio de la superficie de carrera.
4. Repetición elevada del estrés, incluso si la intensidad es baja.
Estos cuatro factores suponen estrés para el cuerpo específicamente para la pierna. La
respuesta normal del cuerpo consiste en adaptarse a este incremento de la demanda. El hueso
está en un constante estado de remodelación, que implica la eliminación del hueso viejo y su
sustitución por hueso nuevo. Los lugares de esta remodelación se basan en el aumento del
flujo sanguíneo y en lugares de estrés específicos. Durante esta remodelación, pueden surgir
problemas si la tensión ejercida sobre el cuerpo supera el tiempo de recuperación y el cuerpo
no tiene el tiempo suficiente para formar hueso nuevo. A la larga se desarrolla un área
debilitada altamente susceptible a una fractura por estrés. Con frecuencia, estas sobrecargas
son el resultado de un entrenamiento inadecuado. Taunton. Clemeni y Webber3" han
identificado los siguientes errores de entrenamiento:
Estos factores son indicativos de lodos los tipos de fracturas por estrés, no sólo de las de la
pierna. No obstante, el paralelismo es evidente, ya que en el 52% de los casos examinados
estaban implicados la tibia o el peroné.
409
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
o Evaluación y hallazgos clínicos. Es importante obtener una historia exhaustiva. Hay que
registrar el tipo y la localización del dolor y cuándo se produce. para diferenciar entre la
implicación ósea y la del tejido blando. Un atleta con una presunta fractura por estrés
se queja de un dolor localizado. Inicialmente. este dolor sólo se produce tras la
actividad. A medida que la lesión se agrava, el dolor empieza antes, pero siempre
durante la actividad. La intensidad del dolor es mucho mayor y dura más tiempo.
En la revisión es posible que se observe una cierta inflamación a causa de una reacción
perióslica local. La percusión en sentido distal al área donde se sospecha que está la fractura
suele producir dolor. Si se sospecha la existencia de una fractura ósea, hay que realizar un
escaner óseo para ofrecer el diagnóstico adecuado. A menudo, en una etapa inicial,
las radiografías no ofrecen resultados concluyentes.
El alivio de los síntomas puede lograrse con reposo, aplicación de hielo y A1NE. No
obstante, estas medidas no deben limitarse a disimular el dolor del atleta. porque
éste constituye una información necesaria para la reincorporación a la actividad.
Hay que desarrollar la fuerza en los flexores dorsales y plantares para reducir la
tensión ejercida sobre el cuerpo cuando el atleta se reincorpora a la actividad. Si
existe alguna anomalía biomecánica, debe corregirse por medio de la ortosis. Antes
de dejar que el paciente alcance su nivel de actividad previo a la lesión, hay que
410
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
411
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Después de una lesión de rodilla, es posible que se observe una cierta pérdida de
movimiento. Esta pérdida puede estar causada por los efectos de la lesión, el
traumatismo quirúrgico o los efectos de la inmovilización. Esperar a que los
ligamentos se curen por completo es un lujo que un programa de rehabilitación eficaz
no puede permitirse. Los ligamentos no se recuperan por completo hasta pasados de
18 a 24 meses, y aun así los cambios del tejido periarticular pueden empezar a las 4
a 6 semanas de inmovilización. Esto se caracteriza desde un punto de vista
histológico por una reducción
del contenido de agua del
colágeno y por un aumento del
enlace cruzado del colágeno. El
inicio a tiempo de un programa
de amplitud de movimiento
puede minimizar estos cambios
nocivos. El movimiento
controlado debe iniciarse al
principio del proceso de
curación y progresar, en base a
la tolerancia y las limitaciones
de recuperación del paciente,
Entre los peligros que pueden retrasar o impedir la curación de una amplitud de
movimiento normal se incluye una técnica quirúrgica no adecuada (colocación
412
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La movilización de una rodilla que está restringida por limitaciones del tejido blando
puede llevarse a cabo aplicando de forma específica oscilaciones graduales al tejido
blando afectado. Al hacerlo, el terapeuta deportivo está encargándose de una
estructura específica y no de toda una articulación con una técnica de «darle a la
manivela hasta que se le salten las lágrimas». Tras eliminar la contractura del tejido
blando, el movimiento accesorio debe aumentar, como también debe hacerlo el
movimiento fisiológicamente.
413
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Es esencial entender que sólo se adquirirá fuerza si el músculo está sujeto a una
sobrecarga. No obstante, también es necesario recordar que el estado de los tejidos
en proceso de curación puede verse agravado si se lleva a cabo una sobrecarga
demasiado agresiva de la estructura lesionada. La sobrecarga de la musculatura
414
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
debe aplicarse con cuidado para proteger las estructuras dañadas, en especial
durante las primeras fases de la rehabilitación. La rodilla en proceso de recuperación
necesita protección, y el programa de alta resistencia y escaso número de
repeticiones diseñado para fortalecer una rodilla sana puede poner en peligro la
integridad de la lesionada. La fase de potenciación dentro de la rehabilitación debe
progresar de un modo regular y pasar de ejercicios isométricos a ejercicios
isotónicos, después a ejercicios isocinéticos y más adelante a ejercicios funcionales.
415
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
cerrada. Estos ejercicios son de una naturaleza más funcional y pueden acelerar la
reincorporación a la actividad. Las actividades de cadena cinética cerrada pueden
implicar técnicas isométricas, isotónicas e incluso hipocinéticas.
El ejercicio isométrico se lleva a cabo cuando hay una contracción muscular sin
movimiento de la articulación o cambio de la longitud de la fibra muscular. La fuerza
se adquiere a unos 10° de la posición de la articulación durante el ejercicio, y el
mayor incremento de fuerza se produce si se mantiene una contracción máxima
durante al menos 6 segundos. Estos ejercicios se utilizan previamente a la operación
y después de ésta como medio de educación muscular, y constituyen la base para el
entrenamiento de fuerza cuando sólo se permite una cantidad mínima de tensión en
los tejidos que se están curando. También se utilizan en el tratamiento de la
disfunción femororrotuliana y de la artro-sis tibiofemoral, donde se desea aumentar la
fuerza, pero hay que minimizar la irritación de la articulación. Investigaciones
recientes han considerado la posibilidad de aumentar la tensión muscular durante la
contracción isométrica utilizando la estimulación eléctrica del músculo (ilustración
198).
416
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
417
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase II. Protección moderada. Maduración del tejido, potenciación, resistencia y desarrollo con protec-
ción. Utilizar muletas y ejercicios de potenciación de baja intensidad.
Fase III. Protección mínima. Determinar el segmento temporal necesario para la maduración/reorienta-
ción del tejido, actividad funcional ligera y adquisición de habilidad. Utilizar potenciación moderada,
actividad con protección y función con protección.
Fase IV. Rehabilitación avanzada. Programa funcional, retorno a un entorno exigente y evaluación de la
habilidad. Utilizar técnicas de rehabilitación avanzadas, entrenamiento isocinético y potenciación intensa.
Fase V. Mantenimiento.
proceso de rehabilitación.
418
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
isocinético que indique los niveles de fuerza y un goniómetro que mida la laxitud de
la articulación es que el terapeuta deportivo posee datos sólidos y cuantificables en
relación con el progreso del atleta en el programa de rehabilitación. Sin embargo,
recientemente se ha estado debatiendo en la comunidad medicodeportiva la
aplicación funcional de la evaluación isocinética. Se ha planteado la cuestión de si la
capacidad para generar potencia a una velocidad determinada es indicativa de la
capacidad del atleta para reincorporarse a una actividad en la que el buen
rendimiento depende de la capacidad para generar fuerza a una alta velocidad. Para
el atleta, puede resultar más práctico basar los criterios de reincorporación en las
capacidades funcionales observadas en los niveles de rendimiento obtenidos en
pruebas funcionales específicas que tengan una relación más directa con las
exigencias de un deporte en concreto. En la actualidad se dispone de un volumen de
datos limitado sobre la mayoría de estas pruebas. Por tanto, hoy en día siguen siendo
evaluaciones puramente subjetivas hasta que se disponga de datos de evaluación
para cuantificar objetivamente el rendimiento en diversas pruebas funcionales. Una
vez se hayan cuantificado objetivamente los resultados, estas pruebas funcionales
serán herramientas extraordinariamente útiles para determinar la disposición del
atleta a reincorporarse a la actividad.
Las lesiones de los tejidos blandos que sirven de apoyo a la rodilla se producen
cuando estos tejidos son incapaces de resistir una tensión anómala24. Esta tensión
anómala se desarrolla cuando la rodilla se ve forzada a realizar un movimiento fuera
de lo normal. La dirección de estas fuerzas determina qué estructuras de la rodilla
resultarán dañadas. Estas fuerzas pueden actuar en línea recta (medial, lateral,
anterior o posterior), en rotación o de forma combinada.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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proceso de rehabilitación.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Postoperatorio: 0 a 6 días.
Sujeción: de 15 a 75°.
ROM: MPC de 15 a 75°, inmovilización rotuliana.
Muletas: flexiones hacia delante con peso, sujeción fijada a 15°.
Ejercicio: elevaciones de la pierna recta con 30° de flexión, el cuadríceps se fija a 30° de flexión,
elevaciones de tobillo y estimulación eléctrica para la contracción.
Fase V: mantenimiento.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tabla 43. Protocolo para la rehabilitación de rodilla con deficiencia del LCA
Fase I: 0 a 3 semanas.
Sujeción: inicialmente fijada entre 15 y 90° y progresando hacia entre 90 y 0o para la tercera semana.
ROM: según lo permita la sujeción.
Ejercicio: realizado con sujeción: deslizamientos de talón, series de cuadríceps, cocontracciones, ROM de
tobillo, flexión de cadera, extensión, movilizaciones rotulianas, ejercicios de resistencia progresiva, entre 90
y 45° de extensión a la segunda semana, flexiones de los isquiotibiales de pie a la segunda semana,
estimulación eléctrica según las necesidades.
Muletas: soporte de peso parcial (SPP) a SPC.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El ligamento cruzado posterior (LCP) funciona con el LCA para controlar la oscilación
y el deslizamiento de la articulación tibiofemoral, y se denomina estabilizador
primario de la rodilla. Más específicamente, el LCP evita el traslado en sentido
posterior de la tibia sobre el fémur. Esto es evidente en la rodilla con deficiencia del
LCP cuando, al descender una pendiente, la fuerza de la gravedad aumenta el
deslizamiento anterior del fémur sobre la tibia; sin el LCP, el fémur se subluxará
sobre la tibia desde la posición de apoyo hasta que se levantan los dedos de los pies
del suelo, cuando los músculos del cuádriceps son menos eficaces para controlar el
movimiento anterior del fémur sobre la tibia. En el atletismo, el mecanismo de lesión
del LCP más común se produce con la rodilla en una posición de hiperflexión forzada
con el pie en flexión plantar. El LCP también puede lesionarse cuando la tibia se
fuerza en sentido posterior sobre el fémur fijo o éste se fuerza en sentido anterior
sobre la tibia fija.
La intervención quirúrgica para reconstruir una rodilla con LCP deficiente puede
implicar un procedimiento de reconstrucción que utilice el tendón semitendinoso, la
parte tendinosa del gastrocnemio medial o el tendón rotuliano para reemplazar el
LCP perdido. Se han utilizado tanto autoinjertos como aloinjertos. Algunos cirujanos
prefieren el tratamiento no quirúrgico para los desgarros de LCP aislados. Panlie y
Bergfield observaron un 80% de éxitos con el tratamiento no quirúrgico, mientras que
Clancey describió una elevada incidencia de lesión articular condflea femoral 4 años
después de la lesión del LCP". La rehabilitación debe hacer hincapié en la protección
de la rótula, la protección de los estabilizadores laterales, la evaluación de las
superficies articulares, la sujeción para las actividades atléticas y la obtención de un
alto grado de fuerza, energía y resistencia. Pusey observó que los pacientes tratados
con éxito mediante un procedimiento no quirúrgico tenían una fuerza del cuadríceps
superior al 100% del lado no implicado. Tras la reconstrucción quirúrgica del LCP, es
428
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El ligamento lateral interno (LLI) está dividido en dos partes, la porción superficial,
más fuerte, y el ligamento medial «profundo», más delgado y débil, o ligamento
capsular, con su correspondiente unión al menisco medial. El LLI funciona como
estabilizador primario contra la tensión en valgo. En la rodilla normal, la carga en
valgo es mayor durante la fase de impulso del ciclo de la marcha, cuando el pie está
en posición plantar y la tibia está rotada en sentido externo con relación al fémur. El
LLI está tirante con la extensión completa y empieza a relajarse entre los 20 y 30° de
flexión, para después volver a ponerse en tensión entre los 60 y 70° de flexión,
aunque una porción del ligamento está tensa durante toda la amplitud de movi-
miento.
El mecanismo de lesión del LLI más común es una fuerza ejercida en valgo sobre
una rodilla levemente flexionada mientras el pie está en posición plantar. El tratamiento
de las lesiones del LLI es, en buena parte, no quirúrgico, con inmovilización en el
caso de todos los desgarros aislados de grados I y II y en la mayoría de los desgarros
aislados de grado III. No obstante, las lesiones de grado III que presentan una
inestabilidad considerable o la implicación de otras estructuras de estabilización
requerirán intervención quirúrgica. Para que la recuperación del LLI llegue a buen
término deben cumplirse tres condiciones:
429
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El ligamento lateral externo (LLE) funciona con la cintilla iliotibial, el tendón poplíteo,
el complejo del ligamento arqueado y los tendones del bíceps para soportar la cara
lateral de la rodilla. El LLE está bajo una carga de tensión constante, y la
configuración gruesa y firme del ligamento está diseñada para mantener esta tensión
constante". La incidencia de la lesión del LLE es mucho menor que la del LCA o el
LLI, y el mecanismo suele ser la tensión en varo. Una rotura completa del LLE suele
implicar a uno o ambos ligamentos cruzados. La lesión grave del LLE es muy poco
común en el atletismo, ya que la mayoría de las lesiones atléticas se producen a
causa del estrés ejercido sobre la cara lateral de la rodilla.
Por fortuna, ésta cuenta con el apoyo de estabilizadores secundarios, que también
pueden ofrecer apoyo a un LLE lesionado. Excepto en casos extremos, estas
lesiones responden muy bien a un tratamiento conservador. El ligamento debe estar
bien protegido de la tensión en varo durante la fase de curación, y tan pronto como lo
permitan los síntomas, habrá que poner en práctica ejercicios de amplitud de
movimiento y potenciación.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: 0 a 7 días.
Sujeción: sujeción móvil para la comodidad del paciente, evitar la extensión completa.
ROM: según lo permita la sujeción.
Ejercicio con la sujeción: series de cuadríceps, co-contracciones, estimulación eléctrica para el cuadríceps,
ROM de tobillo, flexión de cadera, extensión, movilizaciones rotulianas y elevaciones de la pierna recta.
Muletas: soportar peso según lo tolere el atleta.
Fase V: mantenimiento.
El progreso a través de este protocolo de rehabilitación debe ser tan rápido como lo permita el paciente.
Cualquier aumento de dolor, hinchazón o pérdida de movimiento indica que la progresión es demasiado
rápida y estresante y que, por tanto, hay que ralentizarla.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las lesiones de los meniscos pueden ser aisladas o producirse en conjunto con
lesiones de otras estructuras. La lesión está causada por una fuerza de tracción o
compresión y suele producirse cuando la rodilla se flexiona y se gira. Las lesiones sin
contacto son algo habitual.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fase I: 0 a 3 semanas.
Sujeción: entre 80 y 30°.
ROM: pasiva con sujeción.
Ejercicio con sujeción: series de cuadríceps, con contracciones, elevaciones de la pierna recta (en 3
planos; evitar la aducción con la meniscectomía medial y la abducción con la lateral), estimulación eléctrica
según sea necesaria; rodos los ejercicios en esta fase deben ser submáximos.
Muletas: NSP.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los atletas que sufren dolor femororrotuliano suelen presentar unos síntomas
relativamente habituales. Se quejan de un dolor sin especificar en la parte anterior de
la rodilla. Es difícil poner un dedo sobre un punto específico y estar seguro de que el
dolor está localizado precisamente ahí. Parece ser que el dolor aumenta al subir o
bajar escaleras o cuando se pasa de estar en cuclillas a estar de pie. Los atletas
también se quejan de dolores cuando permanecen sentados mucho tiempo. En
ocasiones, esto se denomina síntoma del espectador. Es probable que el atleta
sienta que su rodilla «cede», aunque, por regla general, este problema no se asocia
con inestabilidad.
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o Insuficiencia del vasto medial oblicuo. El vasto medial oblicuo (VMO) funciona
como estabilizador activo y dinámico de la rótula. Anatómicamente surge del
tendón del aductor mayor. Normalmente, el VMO es tónicamente activo desde
un punto de vista electromiográfico a través de la amplitud de movimiento. En
individuos con dolores femororrotulianos, es activo por fases y tiende a perder
capacidad de resistencia a la fatiga. El VMO está inervado por una rama
separada del nervio femoral; por lo tanto, puede ser activado como una unidad
motora. En individuos normales, la proporción VMO a vasto lateral (VL) es 1:1.
No obstante, en individuos que se quejan de dolores femororrotulianos, la
proporción VMO:VL es inferior a 1:1.
o Vasto lateral. El vasto lateral interdigita con fibras del retináculo lateral
superficial. Una vez más, si este retináculo está tenso o si existe un
desequilibrio muscular entre los vastos lateral y medial, siendo el lateral más
activo, es probable que dinámicamente se pueda producir una inclinación
lateral o movimiento de la rótula.
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Los m'im-sqnat.s de 0 a 40°. las presas de pierna de 0 a 60°, los step-ups laterales
utilizando un banco de 20 cm y una aparato de step-ping, y la bicicleta estática son
ejemplos de ejercicios de potenciación de cadena cinética cerrada que pueden
utilizarse en la rehabilitación femororrotuliana.
Desde el comienzo de este estudio hay que dejar bien claro que no todos los individuos
que refieren dolores femororrotulianos presentan alguna componente de orientación
rotuliana positiva. En los atletas que sí lo presentan, la orientación femororrotuliana debe
corregirse en cierto grado utilizando un vendaje funcional. La corrección de la posición y
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Este tipo de vendaje debe realizarse utilizando dos tipos diferentes de cintas o vendajes
altamente adhesivos que están en el mercado con diferentes marcas registradas. Se
aplica una base utilizando cinta de color blanco directamente sobre la piel del cóndilo
femoral lateral, hasta la parte inmediatamente posterior del cóndilo femoral medial,
asegurándose de que la rótula esté completamente cubierta por esta capa (ilustración
207). Esta cinta adhesiva se utiliza como una base sobre la que adherir otro tipo de cinta
con objeto de corregir la alineación rotuliana. La componente de deslizamiento siempre
debe corregirse en primer lugar, seguida por la componente que, según las
observaciones, sea más excesiva. Si no hay deslizamiento positivo, se debe empezar por
la componente más pronunciada.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Se puede utilizar un trozo de cinta para corregir dos componentes simultáneamente. Por
ejemplo, cuando se desea corregir el deslizamiento lateral junto con una inclinación
inferior anteroposterior, seguir el mismo procedimiento de vendaje que para la
componente de deslizamiento, pero aplicando la cinta adhesiva en la mitad superior de la
rótula.
Fig. 207 Aplicación de una cinta de base. Fig. 208 Vendaje con cinta adhesiva para corregir el
deslizamiento lateral positivo.
446
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Rf
Fig. 209 Vendaje con cinta adhesiva para Fig. 210 Vendaje con cinta adhesiva para corregir
corregir la inclinación lateral positiva la rotación externa positiva
Hay que tener en cuenta que este tipo de vendaje cambia las fuerzas que actúan
sobre la rótula y, como consecuencia, la cinemática de articutílación de la rodilla.
Esencialmente, el vendaje tiene como objetivo reducir la tensión lateral a que se ve
sometida la rótula. Esta tensión, cuando se combina con un aumento de la fuerza y la
sincronización de la contracción del VMO, provocará una alteración del equilibrio de
fuerzas sobre la rótula. Curiosamente, un estudio de Bockrath y cois. demostró que
el vendaje rotuliano reducía el dolor en pacientes con dolores de rodilla anteriores,
pero las radiografías antes y después del vendaje no revelaban cambios de
congruencia femororrotuliana ni de ángulos de rotación rotuliana. De aquí que la
reducción del dolor no se asociase con el cambio de posición de la rótula.
447
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Como ya hemos mencionado, la proporción de fuerza VMO:VL debe ser 1:1. En atletas
que tienen una proporción VMO:VL inferior a 1:1 con dolor femororrotuliano, los
esfuerzos del entrenamiento deben centrarse en la potenciación selectiva del VMO.
Para aislar y entrenar el VMO de forma selectiva, hace falta concentración por parte del
atleta. Se recomienda la aplicación de técnicas de facilitación, como frotar manualmente
o vendar el VMO o el uso de bioretroalimentación. El uso de una unidad de
bioretroalimentación de canal dual capaz de controlar la actividad eleetromiográfica
tanto del VMO como del VL puede ayudar al atleta a adquirir control neuromuscular
sobre la fuerza de contracción y la sincronización para la excitación del VMO.
Puesto que el VMO es un músculo tónico que funciona para estabilizar la rótula tanto
estática como dinámicamente, debe ser activo a lo largo de toda la amplitud de
movimiento. Los objetivos de entrenamiento deben estar dirigidos a aumentar la fuerza
de contracción del VMO, lanío concéntrica como excéntricamente, a través de la
amplitud de movimiento. Puesto que el VMO surge del tendón del aductor mayor, los
ejercicios de aducción deben utilizarse para facilitar la contracción de aquél. Hay que
entrenar el VMO para responder a una nueva relación longitud-tensión entre agonista
(VMO) y antagonista (VL).
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Vendaje con cinta adhesiva y entrenamiento del VMO. El vendaje con cinta adhesiva
debe continuar a lo largo del período de entrenamiento del VMO. Una vez más, la
cinta adhesiva debe llevarse inicialmente 24 horas al día. Su aplicación puede ir
reduciéndose de forma progresiva cuando el atleta demuestre tener control del VMO.
Ejemplos de criterios funcionales para reducir la aplicación de cinta pueden ser que
el atleta mantenga el VMO activado durante 5 minutos en el ciclo de la marcha y
cuando pueda estimular el VMO antes o a la vez que el vasto lateral de forma
constante en ejercicios de siep-down durante 1 minuto. En este punto, la cinta puede
retirarse uno de cada 3 días durante la primera semana y uno de cada 2 días durante
la segunda semana. Más adelante, se debe llevar la cinta durante la actividad, y
finalmente sólo si el atleta tiene dolor. La cinta adhesiva puede retirarse por com-
pleto cuando el atleta pueda llevar a cabo step-downs durante 5 minutos con la
sincronización apropiada y cuando pueda mantener 1/4 y 1/2 squai durante I minuto
sin pérdida del VMO.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
absorción de choque que realiza el cuadríceps en la caída del salto: una contracción
excéntrica.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las lesiones de los ligamentos del tobillo pueden dividirse en grados, de modo que el
grado I sea leve, el grado II constituya una rotura ligamentosa de mayor importancia
y el grado III sea un desgarro completo.
Las lesiones de los ligamentos del tobillo también pueden clasificarse de acuerdo
con el lugar en el que ocurran. El esguince de tobillo lateral es con mucho, el más
común. El ligamento peroneoastragalino anterior es el más débil de los tres
ligamentos laterales. Su principal función es limitar la subluxación hacia delante del
astrágalo. Se lesiona en una posición de rotación interna, flexión plantar e inversión.
Los ligamentos peroneocalcáneo y peroneoastragalino posterior suelen estar
implicados en los esguinces laterales a medida que aumenta la fuerza de la lesión y
451
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
452
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Para lograr esta protección del movimiento se pueden utilizar varios dispositivos.
Quillen recomienda un estribo de tobillo, que permite el movimiento en el plano
sagital, limitándolo en el plano frontal y evitando de este modo ejercer tensión sobre
los ligamentos a través de la inversión y la eversión. Varios dispositivos
comercializados logran este objetivo y aplican una presión amortiguada para el
tratamiento del edema40. Si no se tiene acceso a un producto omercializado, se
puede elaborar un dispositivo de protección similar a partir de materiales
termoplásticos como Hexalite u Orthoplast. La técnica de vendaje abierto con cinta
adhesiva de Gibney también ofrece esta protección medial y lateral. a la vez que
permite las flexiones plantar y dorsal. Es, asimismo, un excelente mecanismo de
control del edema (ilustración 211). Gross, Lapp y Davis compararon la eficacia de
una serie de vendajes y dispositivos ortésicos para restringir la inversión y la
eversión. Todos estos sistemas de apoyo
reducen de forma significativa la inversión y
la eversión inmediatamente después de su
aplicación y tras el ejercicio, en
comparación con las medidas previas a la
aplicación. De los dispositivos ortésicos
evaluados, el vendaje funcional es el que
menos protección ofrece tras el ejercicio.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una de las dudas que con más frecuencia se plantean en la medicina deportiva es
cuándo utilizar hielo y cuándo utilizar calor. La literatura actual indica que el hielo
puede utilizarse durante todas las fases de la rehabilitación. Cuanto antes se
empiece, más eficaz resultará". Si se utiliza de forma adecuada, el hielo no puede
tener efectos nocivos, pero el calor, si se aplica precozmente después de la lesión,
puede aumentar la inflamación.
o Compresión. Parece ser que el hielo, por sí solo, no es tan eficaz como
aplicado en conjunto con la compresión3'*. Se pueden utilizar diversos
dispositivos para aplicar compresión externa al tobillo con el fin de reducir la
hinchazón. La mayoría de estos dispositivos utilizan aire o agua fría en una
bolsa cerrada para ejercer presión con objeto de reducir la hinchazón. El
dispositivo de este tipo de uso más común es el aparato de compresión de
aire intermitente (ilustración 212).
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Bajo una venda Ace se puede aplicar un vendaje abierto con cinta adhesiva de
Gibney para ofrecer sujeción adicional. Hay que tener cuidado de no dividir este
tratamiento por compartimientos aplicando cinta adhesiva en sentido descendente a
través del área abierta del vendaje de Gibney (ilustración 213). Si existe una
inflamación grave, el tejido puede verse forzado a través de esta abertura y lesionar
la piel. A medida que la hinchazón empieza a
reducirse, se puede, aplicar un revestimiento
voluminoso cerrado, con varias capas de gasa
sujeta en la parte superior con una cinta
adhesiva que no esté demasiado apretada.
Para incrementar la compresión, se insertará
una almohadilla de fieltro en forma de
herradura sobre el área de máxima inflama-
ción.
Fig. 212 Dispositivo de Jobst, par inmovilización
del tobillo, funciona como manga de aire
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hay que intentar realizar el tratamiento en una posición elevada y no en una posición
dependiente de la gravedad. Asimismo, hay que pedir a los pacientes que
mantengan una posición elevada siempre que les sea posible durante la fase inicial
de la rehabilitación.
Fig. 213 No hay que cerrar totalmente el vendaje con cinta adhesiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Una tabla inclinada puede resultar útil para la amplitud de movimiento, así como para
iniciar los ejercicios de propiocepción. En un principio, estos ejercicios deben
realizarse sentado (ilustración 217).
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 214 Técnicas manuales de movilización del Fig. 215 Estiramiento con una toalla del pie
pie
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Cuando el atleta empiece a realizar estos movimientos con soltura, se puede utilizar
una tabla BAP o plato de Freeman para realizar ejercicios de amplitud de movimiento
en posición sentada. Cuando estos ejercicios se coloca en una tabla BAP o plato de
Freeman debe seguir una progresión. Inicialmente el atleta debe empezar en
posición sentada con una tabla inclinada en la dirección de la flexión dorsal/flexión
plantar. A medida que remite el dolor y la curación del ligamento progresa, la tabla
puede volver a colocarse en la dirección de inversión/eversión. Cuando el atleta
empiece a realizar estos movimientos con soltura, se puede utilizar una tabla BAP o
plato de Freeman para realizar ejercicios de amplitud de movimiento en posición sen-
tada. Cuando estos ejercicios se llevan a cabo con facilidad, hay que empezar a
realizar los de equilibrio de pie. En un principio, deben hacerse apoyándose sobre
una sola pierna sin tabla.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Después, el atleta reduce el peso apoyándose con las manos y mantiene el equilibrio
sobre una tabla de inclinación, ya sea en flexión plantar/flexión dorsal o en
inversión/eversión. A continuación, se puede eliminar el apoyo con las manos
mientras el alíela mantiene el equilibrio sobre la tabla inclinada. Más adelante se
utiliza esta misma secuencia con la tabla BAP. En un principio, esta tabla se utiliza
con la ayuda de las manos. Después se realizan ejercicios de equilibrio en la tabla
sin ayuda.
Cada vez que se utilice una tabla BAP, la progresión debe iniciarse con una bola
pequeña y acabar con otra de mayor tamaño antes de pasar a la siguiente fase.
El estiramiento enérgico del tendón de Aquiles debe iniciarse lo antes posible
(ilustración 221). McCluskey. Blackburn y Lewis' observaron que el tendón de
Aquiles actúa como una cuerda de arco cuando está tensa y puede aumentar las
probabilidades de que se produzca un esguince de tobillo.
El autor aconseja que los atletas dispongan de algo donde apoyar el pie con objeto
de extender los cordones del talón, quizás en un lugar donde suelen permanecer
erguidos durante algunos momentos del día, como al lado del teléfono, frente a un
espejo o el fregadero para asegurarse de que realizan estiramientos al menos unos
minutos al día.
Potenciación. Los ejercicios isométricos pueden llevarse a cabo en los cuatro planos
de movimiento principales, frontales y sagitales. En la fase inicial del programa de
rehabilitación pueden ir acompañados de ejercicios isotónicos de flexiones plantar y
dorsal, lo que no tiene por qué poner en peligro los ligamentos. Pueden realizarse
con un dispositivo tan simple como una pesa de tobillo o con uno tan sofisticado
como un dispositivo isocinético. A medida que los ligamentos van curándose y
aumenta la amplitud de movimiento los ejercicios de potenciación pueden llevarse a
cabo en todos los planos de movimiento.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El dolor debe ser la pauta básica para decidir cuándo iniciar los ejercicios isotónicos
de inversión y eversión. La resistencia liviana con un número de repeticiones elevado
tiene menos efectos nocivos sobre los ligamentos (de 2 a 4 series de 10
repeticiones).
Los ejercicios con gomas y pesas de tobillo en torno al pie son excelentes métodos
para fortalecer la inversión y la eversión. Las gomas tiene ventajas en tanto que
pueden utilizarse tanto excéntrica como concéntricamente (ilustración 222). Los
ejercicios isocinéticos tienen ventajas en tanto que se pueden obtener velocidades
más funcionales (ilustración 223). Hay que tener mucho cuidado cuando se realizan
ejercicios de inversión y eversión de tobillo para evitar la rotación de la tibia como
movimiento sustitutivo. Hay que hacer que el atleta palpe la tuberosidad tibial para
que tenga la seguridad de que está realizando el movimiento adecuado.
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Fig. 220 Tabla BAP en sedestación Fig. 221 Extensión del tendón de Aquiles utilizando
una tabla inclinada.
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Como un ejercicio de etapa avanzada, el atleta puede mantenerse erguido sin utilizar
la mano y controlar la tabla en todas las amplitudes de movimiento (ilustración 224).
Esto puede llevarse a cabo bien de pie sobre el suelo (ilustración 225).
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otro tratamiento, pie y el tobillo funcionan de forma coordinada. A medida que el pie
realiza movimientos de pronación o supinación, el tobillo también rota con la pierna.
Ha quedado demostrado que la terapia ortopédica tras un esquines de tobillo alivia
el dolor drásticamente. Este autor considera que resulta especialmente útil tras los
esguinces interóseos y mediales.
Se calcula que entre el 30 y el 40% de todas las lesiones por inversión provocan una
recaída.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
dolor era lo bastante leve como para que pudieran tolerar la actividad. Gracias a
pioneros como Donley este procedimiento ha sido reemplazado por una
reincorporación gradual a la práctica a través de una progresión funcional. El proceso
actual de retorno a la actividad comienza el día posterior a la lesión con los ejercicios
de acondicionamiento y el entrenamiento de fuerza continuo de las articulaciones
afectadas. Esta práctica no sólo mantiene al atleta preparado físicamente para la
reincorporación sino que propicia una actitud mental saludable. La bicicleta estática
es un buen método para mantener la capacidad física. En el caso de las lesiones de
extremidad inferior para las que está contraindicada la bicicleta estática, se
recomienda utilizar un ergómetro para las extremidades superiores. Si no se dispone
de otro método se puede colocar la bicicleta estática sobre una mesa y hacer que el
atleta pedalee con las manos en vez de con los pies. Correr en una piscina, utilizar
un chaleco salvavidas o nadar también constituyen buenos ejercicios
cardiovasculares. A medida que el atleta empieza a progresar funcionalmente y a
tolerar tensión sobre el tobillo, se pueden tomar varias medidas para proteger el
tobillo. Aunque el vendaje con cinta adhesiva no parece interferir con el rendimiento
motor, tiene un efecto estabilizador sobre el tobillo inestable. McCIuskey y
cois.aconsejan vendar el tobillo y también el zapato sobre el pie para hacer que
ambos funcionen como una sola pieza. Si se llevan zapatos con sujeción, ésta debe
colocarse en la periferia para ofrecer estabilidad".
El atleta debe tener una amplitud de movimiento completa y entre el 80% y el 90% de
la fuerza previa a la lesión antes de reincorporarse a la competición. Esta
reincorporación debe incluir una progresión de actividades funcionales que aumenten
lentamente la tensión sobre el ligamento. Las necesidades específicas de cada
deporte en concreto dictan los ejercicios específicos de esta progresión. Las
progresiones funcionales pueden ser complejas o simples, según las necesidades.
Cuanto más grave sea la lesión, más falta hará una progresión funcional detallada.
La progresión típica comienza al principio del proceso de rehabilitación a medida que
el atleta empieza a ser capaz de soportar peso. Los ejercicios en que el atleta
soporta todo el peso de su cuerpo deben iniciarse cuando éste sea capaz de
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
deambular sin cojear. Los ejercicios en carrera pueden iniciarse tan pronto como el
atleta sea capaz de andar sin dolor. La ausencia de dolor en los saltos verticales
sobre una sola pierna también constituye una buena pauta para determinar si los
ejercicios en carrera son aconsejables. Un método que permite correr desde el
principio de la rehabilitación es la carrera en una piscina. El atleta entra en la piscina
con un chaleco salvavidas que soporta su peso en el agua. Después corre sin
desplazarse ni tocar el fondo de la piscina. Hay que hacer hincapié en unos
movimientos de carrera apropiados. Con el tiempo, el atleta se desplaza hacia la
parte de la piscina menos profunda para cargar más peso sobre el tobillo mientras
corre. Después se progresa corriendo sobre una superficie suave y lisa, a ser posible
una pista de atletismo. Inieialmcnte. el atleta debe trotar en las rectas y andar en las
curvas, para después pasar a trotar por toda la pista. La velocidad puede aumentar
hasta acelerar en las rectas.
La secuencia de Tintas puede empezar con círculos de diámetro cada vez más
reducido. Se pueden disponer conos para que el atleta trace figuras en ocho en carrera
como siguiente ejercicio. A continuación se pueden realizar ejercicios predeterminados
de cruce o paso lateral. El atleta corre hasta un lugar señalado y después gira o da un
paso lateral bruscamente. Cuando se alcanza un cierto nivel, el giro debe realizarse sin
previo aviso a la orden de otra persona.
El atleta puede realizar ejercicios a diferentes nive les para cada una de estas
secuencias funcionales. Mientras se realiza una secuencia funcional a velocidad
media, otra puede realizarse a velocidad máxima. Un ejemplo de esto lo constituye el
atleta que corre a velocidad máxima en las rectas de la pista, mientras que traza
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
figuras en ocho a mitad de velocidad. Una vez se alcanzan los límites superiores de
todas las secuencias, el atleta puede retornar a la práctica del deporte con ciertas
limitaciones, sin dejar de lado la educación inicial y los ejercicios fundamentales.
Finalmente, si el atleta tolera la práctica completa sin que se resienta la parte afectada,
podrá reincorporarse a la competición.
8.10.1 Pronación
Varo y valgo de la parte anterior del pie. Subotnick identificó el varo de la parte
delantera del pie como principal causa de la pronación". Su efecto en la parte
proximal del pie y en la extremidad se puede ver en la ilustración 226. El valgo de
la parte anterior del pie hace que el pie se torne rígido a medida que la
articulación mediotarsiana se torna más oblicua (ilustración 227). Este pie no está
bien dispuesto para absorber el dolor, y también puede contribuir a un incremento
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otro método para determinar la posición subastragalina neutra utiliza las líneas
anteriormente trazadas sobre la pierna y en la pune posterior del talón. Con el atleta
en decúbito prono, el talón se mueve hasta una posición de eversión e inversión
completas y se toman medidas en cada posición. Se loman los ángulos de las dos
líneas en cada extremo. Se considera que la posición neutra está alejada en dos
tercios de la inversión máxima o en un tercio de la eversión máxima. Un pie normal
realiza un movimiento de pronación a 6-8° de la posición neutra. Por ejemplo, a partir
de la posición neutra un pie realiza una inversión de 27° y una eversión de 3o. La
posición en la que el pie no está en pronación ni en supinación es el punto en el que
el calcáneo está invertido a 7°. Relación parte anterior parte posterior del pie. Una
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En una deformidad en varo de la parte posterior del pie cuando éste está en una
posición subastragalina neutra en la que no debe soportar peso, las cabezas
metaiarsianas mediales se invienen como en un varo de la parte anterior del pie, y el
calcáneo también está en una posición invertida. Para colocar el pie plano mientras
se soporta peso, la articulación subastragalina debe estar en posición de pronación
(ilustración 233).
Las deformaciones óseas mínimas de la parte anterior del pie tienen escaso efecto
sobre la función de éste. Cuando el varo o el valgo de esta zona es demasiado
grande, el pie compensa la situación por medio de movimientos anómalos para
soportar peso.
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Fig. 228 Posición de revisión para hayar la Fig. 229 Línea de bisección del
posición neutra. gastrocnemio y el calcáneo posterior.
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Fig. 230 Palpación del astrágalo para Fig. 231 Varo de la parte anterior del pie.
determinar la posición neutra Comparación de las posiciones neutra y de
soporte de peso
Fig. 232 Valgo de la parte anterior del pie. Fig. 233 Varo de la parte posterior del pie.
Comparación de las posiciones neutra y de Comparación de las posiciones neurra y de
soporte de peso soporte de peso
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Fig. 234 Eversión del calcáneo que indica Fig. 236 Medición del diferencial escafoideo
pronación
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8.10.2 Ortosis
Parece ser que todos los problemas de la extremidad inferior se han tratado en un
momento u otro por medio de una terapia ortopédica. El uso de las ortosis para el
control de las deformidades del pie ha sido tema de discusión durante muchos años.
El pie normal funciona de forma óptima cuando no hay ninguna deformidad que lo
predisponga a sufrir una lesión o agrave las lesiones existentes. Las ortosis se
utilizan para controlar los movimientos compensatorios anómalos del pie «llevando el
suelo hasta el pie».
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El pie funciona de forma óptima en posición neutra. Ofreciendo apoyo de forma que
el pie no tenga que moverse de forma anómala, un dispositivo ortopédico debe evitar
los problemas de compensación. Si los problemas ya se han producido, la ortopedia
ofrece una plataforma de apoyo para que los tejidos blandos puedan recuperarse
como es debido sin sufrir un estrés excesivo.
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Fig. 240 Molde ortopédico bajo el pie mientras Fig. 241 Recortar el exceso de material del
el paciente está sentado dispositivo ortopédico
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El dolor de talán es un problema muy común tanto entre la población atlética como
entre la no atlética. Este fenómeno se achaca a diversas etiologías, incluyendo los
espolones calcáneos, la irritación de la fase i a plantar y la bursitis. Fascitis plantar
es un término general que suele utilizarse para describir el dolor en el arco y el talón
proximales. Las quejas son similares: un dolor inicial en el arco medial y en el talón
distal medial que se traslada hacia una distribución má.s central o lateral a medida
que avanza el problema. Este dolor es particularmente problemático al levantarse de
la cama o al soportar peso después de haber estado sentado durante un largo perío-
do. La terapia ortopédica es muy útil en el tratamiento de este problema. Este autor
ha observado que las ortosis blandas en combinación con ejercicios pueden reducir
significativamente el nivel de dolor de estos pacientes. Una ortosis blanda funciona
mejor que una rígida. En la ortosis se debe elaborar un espacio especialmente
profundo para el Talón. El dispositivo ortopédico debe llevarse en lodo momento, en
especial al levantarse de la cama por la mañana. Hay que aconsejar al atleta que se
lo calce en vez de andar descalzo. Cuando no se tiene acceso a una ortosis blanda,
un vendaje con cinta adhesiva puede reducir los síntomas. Un sencillo vendaje con
cinta adhesiva del arco o un vendaje alternativo suelen permitir al paciente
deambular sin dolor. Es conveniente realizar estiramientos enérgicos del tendón de
Aquilcs. en combinación con un ejercicio para estirar la fascia plantar en el arco. El
viejo ejercicio de rodar el arco sobre un rodillo de cocina suele dar buenos
resultados. El atleta debe cuidarse de no realizar el movimiento de rotación hasta el
área del tobillo, ya que de este modo se puede agravar el problema. Otra forma de
estiramiento es la utilización del mecanismo «sin viento» para la flexión dorsal
controlada de la articulación talocrural y el estiramiento de las metatar-sofalángieas
(MF). Los ejercicios que aumentan la flexión dorsal del dedo gordo del pie también
son útiles en este problema. Síndrome de túnel tarsiano: El túnel tarsiano es un
área vagamente definida en torno al maléolo mediaJ y rodeada por el retináculo. que
une el nervio tibial. La pronación, los problemas de sobreuso como la tendinitis y el
traumatismo pueden causar problemas neurovasculares en el tobillo y el pie. Los
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Un impulso que baja por el tracto corticoespinal o un impulso aferente que sube de
los receptores periféricos en el músculo causa una descarga de impulsos, que tiene
como resultado la descarga de un número limitado de neuronas motoras específicas,
así como la de neuronas motoras circundantes adicionales (anatómicamente
cercanas) en el área del margen subliminal. Se dice que un impulso que causa el
reclutamiento y la descarga de neuronas motoras adicionales es facilitador. Por el
contrario, cualquier estímulo que haga que las neuronas motoras abandonen la zona
de descarga y se alejen del margen subliminal se considera inhibitorio". La
facilitación tiene como resultado un aumento de la excitabilidad de las neuronas
motoras. Por tanto, la función de los músculos débiles se vería ayudada por la
facilitación, y la espasticidad muscular disminuiría con la inhibición.
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Los principios y las técnicas de FNP aquí descritos están basados principalmente en
los mecanismos neurofisiológicos que implican el reflejo de estiramiento. El reflejo de
estiramiento implica dos tipos de receptores:
(1) husos neuromusculares que son sensibles al cambio de longitud, así como al
ritmo de cambio de longitud de la fibra muscular
(2) órganos tendinosos de Golgi, que detectan cambios de tensión (ilustración 242).
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débiles del huso neuromuscular. Esta inhibición parece proteger el músculo contra las
lesiones de las contracciones reflejas resultantes del estiramiento excesivo.
Cuando las neuronas motoras del músculo agonista reciben impulsos de excitación
de los nervios aferentes, las neuronas motoras que abastecen los músculos anta-
gonistas quedan inhibidas a causa de los impulsos aferentes. Por tanto, la
contracción o la extensión prolongada del músculo antagonista debe provocar re-
lajación o inhibir el músculo agonista. Del mismo modo, una rápida extensión del
músculo antagonista facilita una contracción del agonista. Para facilitar o inhibir la
movilización, la FNP se basa en los actos de estos grupos musculares agonistas y
antagonistas.
Hay que hacer una última aclaración respecto a la inhibición autógena y recíproca.
Las neuronas motoras de la médula espinal siempre reciben una combinación de
impulsos de inhibición y excitación de los nervios aferentes. El que estas neuronas
motoras se exciten o se inhiban dependerá de la proporción de estos impulsos
entrantes.
Se han propuesto varios enfoques diferentes del ejercicio terapéutico en base a los
principios de facilitación e inhibición. Entre estos se cuentan el método de Bobath, el
de Brunnstrom, el de Rood y el método de Knott y Voss, que estos autores
denominaron facilitación neuromuscular propioceptiva. Aunque cada una de estas
técnicas es importante y resulta útil, el enfoque de FNP de Knott y Voss es
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Estimular el mayor número posible de unidades motoras para reforzar las fibras
musculares restantes910. Esta «irradiación», o efecto de desbordamiento, puede pro-
ducirse cuando los grupos musculares más fuertes ayudan a los grupos más débiles
a llevar a cabo un movimiento concreto. Esta cooperación conduce al objetivo de la
rehabilitación de recuperar una función óptima. Para alcanzar el objetivo definitivo,
deben aplicarse los siguientes principios de FNP.
Margret Knott, en su texto sobre FNP, insistió más en la importancia de los principios
que en la de las técnicas específicas de un programa de rehabilitación. Estos
principios son las bases de FNP a los que se debe supeditar cualquier técnica
específica. La aplicación de los siguientes principios puede propiciar las respuestas
deseadas en el tratamiento de un paciente.
o Hay que informar al paciente sobre los patrones de FNP en lo relativo a las
posiciones inicial y terminal. El terapeuta deportivo debe dar instrucciones
breves y sencillas. Los patrones deben utilizarse junto con otras técnicas para
aumentar los efectos del tratamiento.
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Cada uno de los principios antes descritos deben ser aplicados a las técnicas de FNP
específicas. Estas técnicas pueden utilizarse en un programa de rehabilitación para
aumentar la fuerza o para facilitar un grupo muscular agonista en concreto, o para
extender o inhibir el grupo antagonista. La elección de una técnica específica
depende de los déficits de un paciente en particular. Las técnicas específicas o las
combinaciones de técnicas deben escogerse en base al problema del paciente.
Las siguientes técnicas son las que suelen utilizarse para el desarrollo de la fuerza,
la resistencia y la coordinación musculares.
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Los patrones de FNP descritos por Knott y Voss implican movimientos definidos
oblicuos y en rotación de las extremidades superiores e inferiores, la parte superior
y la parte inferior del tronco y el cuello. El patrón de ejercicio se inicia con los grupos
musculares en posición extendida o alargada. A continuación, se contrae el grupo
muscular, moviendo la parte corporal a través de la amplitud de movimiento hasta
una posición de acortamiento. Tanto las extremidades superiores como las
inferiores tienen dos patrones distintos de movimiento en diagonal u oblicuos para
cada parte del cuerpo, denominados patrones diagonal 1 (DI) y diagonal 2 (D2).
Estos patrones diagonales se subdividen en DI movimiento hacia flexión, DI
movimiento hacia extensión, D2 movimiento hacia flexión y D2 movimiento hacia
extensión. Las ilustraciones 245 y 246 ejemplifican los patrones de FNP para las
extremidades superiores e inferiores, respectivamente. Estos patrones reciben su
denominación de acuerdo con los pivotes proximales en el hombro o la cadera (por
ejemplo, articulación glenohumeral o articulación coxofemoral).
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Posición de la Izquierda y superficie volar inferior Mano izquierda en la parte de atrás del
mano del de la mano - Mano derecha bajo el brazo codo sobre el húmero - Mano derecha
terapeuta en la fosa cubital del codo en el dorso de la mano
deportivo* Orden Tirar Empujar
verbal
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Posición
Posición inicial Posición inicial Posición terminal
Parte corporal terminal
(ilustración 249) (ilustración 251) (ilustración 252)
(ilustración 250)
Posición de la Mano izquierda en la parte posterior Mano izquierda en la superficie volar del
mano del del húmero - Mano derecha sobre húmero - Mano derecha en la fosa
terapeuta el dorso de la mano cubital del codo
deportivo* Empujar Tirar
Orden verbal
* Para el brazo derecho del atleta.
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Parte corporal Posición inicial Posición terminal Posición inicial Posición terminal
(ilustración 257) (ilustración 258) (ilustración 259) (ilustración 260)
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Posición de las manos Mano izquierda sobre la superficie Mano derecha sobre el dorso de la mano
del terapeuta anterolateral de la frente - Mano derecha derecha - Mano izquierda sobre la
deportivo sobre el dorso de la mano derecha superficie posterolateral de la cabeza
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Fig. 263 Patrón e movimiento de la parte Fig. 264 Patrón de movimiento de la parte
superior del tronco desplazándose hacia a flexión superior del tronco desplazándose hacia la
o elevación. Posición inicial flexión o elevación. Posición terminal
Fig. 265 Patrón de movimiento de la parte inferior del Fig. 266 Patrón de movimiento de la parte
tronco desplzándose hacia la flexión a la izquierda. inferior del tronco desplazándose hacia la flexión
Posición inicial a la izquierda. Posición terminal
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Parte corporal Posición inicial Posición terminal Posición inicial Posición terminal
(ilustración 265) (ilustración 266) (ilustración 267) (ilustración 268)
Posición de las manos Mano derecha sobre el dorso del pie Mano derecha sobre la superficie
del * terapeuta - Mano izquierda sobre la superficie plantar del pie - Mano izquierda sobre
deportivo anterolateral de la rodilla izquierda la superficie posterolateral de la
rodilla derecha
Orden verbal Tirar hacia arriba y hacia dentro Empujar hacia abajo y hacia fuera
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 268 Patrón de movimiento de la parte inferior del Fig. 269 Flexión y rotación e cuello a la izquierda.
tronco desplazándose hacia la extensión a la Posición inicial
izquierda. Posición terminal
Fig. 270 Flexión y rotación de cuello a la Fig. 271 Flexión y rotación de cuello a la derecha.
izquierda. Posición terminal Posición inicial
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progresivo, positivo y bien planificado, con objeto de mejorar la capacidad global del
atleta para hacer frente a las exigencias de la vida cotidiana, así como de la
competición deportiva. La progresión funcional es aconsejable porque los tejidos que
no se ven sometidos a tensiones de un nivel similar a las de rendimiento no se
adaptan a la vuelta repentina a semejantes tensiones con la reanudación de la
actividad. Por tanto, la progresión funcional, en vez de reemplazar la rehabilitación
tradicional, se integra en el esquema normal de rehabilitación como un componente de
la terapia de ejercicio.
Por regla general, la rehabilitación de lesiones relacionadas con el deporte tiene dos
objetivos: minimizar el traumatismo añadido de las estructuras lesionadas y hacer
que el atleta recupere con seguridad y rapidez su nivel previo de competición. El
segundo objetivo de rehabilitación está dividido en tres etapas principales: objetivos
inmediatos, a corto y a largo plazo. La etapa de los objetivos inmediatos comienza en
el momento de la lesión e implica el tratamiento de ésta. Aquí se incluyen la
protección contra otras lesiones, la restricción de la actividad y los controles para
minimizar el dolor y la hinchazón. La etapa de objetivos a corto plazo se ocupa del
proceso de curación, en el que deben remitir los síntomas y el nivel de la disfunción.
Asimismo, durante esta etapa se pueden ejercitar las partes del cuerpo no implicadas
para mantener unos niveles de funcionamiento y capacidad normales. La etapa de
objetivos a largo plazo se solapa con la etapa de objetivos a corto plazo y progresa
hasta el momento de la reanudación completa de la actividad. Una vez que el atleta
reúne los requisitos para reanudar la actividad controlada, comienza la terapia de
ejercicio. La progresión funcional sirve como componente de la terapia de ejercicio
para ayudar al atleta a reunir los requisitos preestablecidos para la vuelta a la
competición.
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Las progresiones funcionales también pueden aportar beneficios psicológicos al atleta. La ansiedad, la aprensión y la
privación son emociones habituales en las personas que han sufrido lesiones. La progresión funcional puede ayudar en
la rehabilitación y la reincorporación a la actividad disminuye ndo estas trabas emocionales.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En la ilustración 273 se muestra una lista de todos los beneficios observados en las
progresiones funcionales. Estos beneficios se combinan para hacer posible el retorno
seguro y eficaz a la competición que todos los atletas y terapeutas deportivos
desean.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Para ofrecer una vuelta a la competición segura y eficaz por medio del uso de las
progresiones funcionales, hay que abordar una serie de componentes. En primer
lugar, ¿cuáles son las expectativas de recuperación del atleta que tiene el médico?
En segundo lugar, ¿cuáles son las expectativas del atleta respecto a su retomo a la
actividad? En tercer lugar, ¿qué grado de incapacidad tiene el atleta? Y en cuarto
lugar, ¿cuáles son los parámetros de capacidad física para este atleta? Es
importante no perder nunca la perspectiva del bienestar social del atleta lesionado.
Capacidad absoluta
Fig. 274 Combinación de componentes de capacidad física con componentes de capacidad atlética en
las progresiones funcionales.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La rehabilitación tradicional no puede hacer frente a estos requisitos por sí sola. Por
lo tanto, se utilizan ejercicios terapéuticos funcionales o progresiones funcionales
más apropiadas.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los componentes de una progresión funcional deben incorporar todos los factores
enumerados en la ilustración 274 bajo los componentes de capacidad atlética. Para
lograr este objetivo, hay que seguir ciertos pasos.
En primer lugar, para la aplicación adecuada del programa, se debe hacer un análisis
exhaustivo de las exigencias a que debe hacer frente el atleta y la parte corporal
lesionada una vez se produzca la reincorporación a la competición. Después de este
primer paso, todas las tareas implicadas en la actividad deben colocarse en un
continuum de más fácil a más difícil. Los intereses principales deben incluir la
intención de la actividad, qué actividades deben incluirse y en qué orden deben
realizarse las actividades. Por ejemplo, si se trata de lanzar una pelota de béisbol, la
acción se puede dividir en una secuencia ordenada:
1. Coger la pelota.
2. Situarse.
3. Echar hacia atrás la extremidad superior.
4. Echar hacia delante la extremidad superior.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
5. Soltar la pelota.
6. Terminar.
En esta misma línea, hay varias consideraciones que pueden influir en los objetivos
de rehabilitación.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Segunda semana: 30 FH 30 FH
25 FH 20 BH 25 BH
15 BH 10 min descanso 10 min descanso
10 min descanso 30 FH 30 FH
25 FH 20 FH 15 BH
15 BH 10 OH
Tercera semana: 30 FH 30 FH
30 FH 25 BH 30 BH
25 BH 15 OH 15 OH
10 OH 10 min descanso 10 min descanso
10 min descanso 30 FH 30 FH
30 FH 25 BH 15 OH
25 BH 15 OH 10 min descanso
10 OH 30 FH
30 BH
15 OH
Cuarta semana: 30 FH 30 FH
30 FH 30 BH 30 BH
30 BH 10 OH 10 OH
10 OH 10 min descanso 10 min descanso
10 min descanso 3 juegos 3 juegos
3 juegos 10 FH 10 FH
10 FH 10 BH 10 BH
10 BH 5 OH 5 OH
5 OH
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La extremidad inferior sigue el mismo patrón básico con diferentes ejercicios. Las
actividades utilizadas deben ejercer un estrés funcional sobre las extremidades
lesionadas.
Durante los dos primeros meses, la rehabilitación se llevó a cabo tanto en casa
como en una clínica. El programa se concentró en aumentar la amplitud de
movimiento y aminorar la inflamación y el dolor prestando una cierta atención al
aumento de la fuerza. Dos meses después de la operación, la atleta volvió a asistir a
clase.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 277 Giro de 180º Fig. 278 Step-ups. El atleta pisa hacia delante A. o B de
lado sobre un banco de step.
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Fig. 279 Curva. El atleta corre una distancia determinada siguiendo un trazado en S en vez de en línea recta.
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Fig. 282 Aceleración/deceleración. El atleta acelera hasta un máximo y después decelera hasta quedar
prácticamente parado, después repite el movimiento en una distancia relativamente corta.
Fig. 285 Carioca. El atleta da un paso lateral con el pe derecho y cruza el pie izquierdo por delante del
derecho, después vuelve a pisar con el derecho, a continuación pasa el pie izquierdo por detrás del derecho,
luego otra vez sobre el derecho y así sucesivamente.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Fig. 286 Ejercicio sincronizado. El atleta salta Fig. 287 Potencialición funcional de la
de un lado a otro sobre un balón u otro extremidad sup. Usando bandas elasticas o
obstáculo en un ejercicio sincronizado. poleas
o Andar.
o Técnicas de FNP utilizando patrones DI y D2 para las extremidades.
o Trote sobre la pista andando en las curvas.
o Trote por toda la pista.
o Correr sobre la pista trotando en las curvas.
o Correr sobre toda la pista.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Computar una media de cinco lanzamientos y compararla con los valores previos a
la prueba. Muchos técnicos no tienen acceso a este tipo de equipo. Un segundo
modo de evaluar la extremidad superior utilizando la velocidad consiste en seguir
los pasos anteriores, a excepción del radar. En este caso, el técnico necesitará un
cronómetro para cronometrar el trayecto de la pelota. Cuando el atleta suelta la
pelota, el técnico pone en marcha el cronometro y lo detiene cuando el receptor la
recibe. Una vez más, hay que hacer la media de cinco lanzamientos para minimizar
el error de evaluación. Evidentemente, el primer método será más fiable, pero el
segundo método también constituye una herramienta de evaluación eficaz.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Todos estos modos de evaluación no son abarcables en ana sola prueba, pero se
intenta realizar diferentes pruebas. En primer lugar, la prueba de carrera corta de
velocidad (sprint) es exactamente lo que su nombre indica.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Una vez que los atletas tienen capacidad para llevar a cabo todas las tareas
específicas que propician la habilidad motora, están preparados para volver a la
competición. Por ejemplo, un atleta puede progresar de pedalear a andar a trotar y a
correr antes de reincorporarse a la competición, con las actividades de carreras
cortas de velocidad que eso conlleva, en las pruebas de relevos de 4 x 100.
El terapeuta deportivo debe tener presente que éstos sólo son ejemplos, y ningún
programa puede reportar los mismos beneficios a todos los atletas. Los terapeutas
deportivos deben utilizar esta actividad, junto con otras desarrolladas por ellos
mismos, para ayudar a maximizar la recuperación. Ofreciendo a los atletas todo tipo
de opciones de rehabilitación, los terapeutas pueden hacer que el deportista se
reincorpore a la participación con un status similar al que tenía antes de la lesión. A
través de la progresión funcional, el atleta puede alcanzar un status similar al previo a
la lesión y reincorporarse a la competición de un modo más seguro y eficaz.
Hasta cierto punto, las lesiones pueden prevenirse, y una de las principales medidas
de protección es una revisión previa a la participación que debe realizarse antes de que
se produzca la lesión. La información recabada durante la revisión previa a la
participación le permitirá al terapeuta deportivo incorporar estrategias de prevención
para corregir déficits existentes. La revisión es útil, además de para prevenir la lesión,
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Después de una lesión aguda, el terapeuta deportivo suele llevar a cabo una
evaluación inicial sobre el terreno de juego o en la pista de competición, o más tarde en
los vestuarios. En el primer caso, el terapeuta deportivo tiene una clara ventaja sobre
otros profesionales de la salud. En primer lugar, es posible que el terapeuta deportivo
haya visto cómo se ha producido la lesión, un componente de la evaluación de
lesiones que revela una gran cantidad de información sobre las estructuras anatómicas
implicadas. En segundo lugar, el terapeuta deportivo es capaz de evaluar la
naturaleza de la lesión antes de que empiece el espasmo muscular y la hinchazón;
ambos factores pueden complicar la evaluación fiable de la gravedad. Tanto en la
evaluación en el terreno de juego como en la evaluación fuera del mismo, el
examinador suele contar con la ventaja de que conoce la personalidad del atleta, su
historia de lesiones y su umbral de dolor.
Un tratamiento eficaz de las lesiones dentro del terreno de juego debe establecer un
plan de emergencia que clarifique los papeles y las responsabilidades del personal
implicado.
El terapeuta deportivo no puede diseñar un programa eficaz sin llevar a cabo una
evaluación de la lesión completa, detallada y ordenada en la clínica o en los
vestuarios. A través del proceso de rehabilitación, el terapeuta deportivo debe
reevaluar continuamente el estado del atleta lesionado y modificar o adaptar el
programa según las necesidades, en base a sus conocimientos sobre el proceso de
curación.
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o Fuerza: Debe llevarse a cabo una evaluación muscular manual para valorar la
fuerza de los músculos de la espina dorsal y los principales grupos musculares
de las extremidades. Fuentes diversas describen la técnica de evaluación
muscular manual para todos los principales grupos musculares del cuerpo.
Los atletas que presentan deficiencias evidentes en lo que a fuerza respecta o tienen
antecedentes de lesión musculoesquelética deben ser evaluados utilizando alguno
de los dinamómetros de fuerza que se pueden obtener en el mercado. La evaluación
isocinética permite llevar a cabo una evaluación exhaustiva del rendimiento de grupos
musculares aislados y de su relación con grupos musculares recíprocos y bilaterales.
Como ocurre con la flexibilidad, las exigencias neuromusculares de un deporte
pueden aumentar de forma drástica la capacidad de fuerza de grupos musculares
determinados. Esta influencia debe tenerse en cuenta a la hora de establecer los
valores del grupo muscular recíproco y bilateral para los atletas en diferentes
deportes. En otras obras se puede consultar una dilatada enumeración de datos
536
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
unos deportes a otros. Por regla general, los atletas bien entrenados tienen entre un
4 y un 10% de grasa corporal en el caso de los hombres, y entre un 13 y un 18% en
el caso de las mujeres.
Se han utilizado diversas técnicas que pronostican la capacidad física a partir de las
frecuencias cardíacas de recuperación después de realizar ejercicios de stepping o
pedaleo de un modo enérgico. Sin embargo, es posible que el método más práctico
para la revisión previa a la participación de muchos atletas sea la carrera de 12
minutos desarrollada por Cooper o una carrera de 2 millas (3,220 km). Estas técnicas
pronostican el máximo consumo de oxígeno a partir de la distancia cubierta durante
una carrera de 12 minutos o el tiempo requerido para cubrir 2 millas. A partir de esta
información, se asigna a los atletas a categorías de capacidad física que van de muy
baja a excelente. En base a los resultados de las pruebas y teniendo en cuenta las
exigencias fisiológicas del deporte, se puede prescribir un programa de
condicionamiento.
538
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El conocimiento previo del personal y los servicios de urgencia de los hospitales más
próximos también puede ser muy útil para asegurarse de que el atleta lesionado
recibe una buena atención. El terapeuta deportivo puede establecer su reputación
impartiendo cursillos voluntarios sobre lesiones deportivas dirigidos al personal
médico de urgencia y los paramédicos de los hospitales cercanos. Un sábado por la
tarde, mientras se está intentando tratar a un atleta que ha podido sufrir una lesión
de la columna vertebral, no es el momento más adecuado para discutir con dicho
personal médico la ideoneidad de quitarle al jugador de fútbol americano su casco de
protección.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Las lesiones torácicas y abdominales también pueden suponer una amenaza para la
vida del aüeta. Los signos de lesiones torácicas graves pueden cursar con dolores en
el lugar de la contusión, dificultades respiratorias, expulsión de sangre, cianosis de
los labios y pulso débil y rápido, así como una presión sanguínea baja.
Los signos de lesión en el abdomen pueden cursar con sensibiüdad al tacto, dolores
en el abdomen, dificultades de movimiento, presión sanguínea baja, pulso rápido y
respiración poco profunda. En algunas ocasiones, los dolores en las estructuras
internas pueden localizarse en algún otro lugar, como ocurre con el dolor del hombro
izquierdo en la lesión de bazo (signo de Kehr).
Si se sospecha que el atleta sufre una lesión de abdomen, el técnico debe controlar
el pulso, la presión sanguínea y la respiración del atleta. El tratamiento debe ir
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
dirigido hacia la prevención del shock hasta que llegue el personal médico de
urgencia.
La primera tarea del terapeuta deportivo en una evaluación sobre el terreno consiste
en llegar hasta el atleta y controlar la situación. Hay que advertir a los compañeros de
equipo que no toquen ni muevan a un jugador lesionado; una fractura de la columna
cervical sin desplazamiento puede tornarse fatal a causa del acto de un compañero
de equipo con buenas intenciones. Asimismo, el terapeuta deportivo no debe dejarse
presionar por los arbitros o entrenadores que le pidan que acelere el proceso de
evaluación.
A continuación, hay que pedir al atleta que identifique el lugar del dolor con la mayor
precisión posible. En ocasiones, el lugar del dolor inmediatamente después de la
lesión es bastante difuso, pero tiende a ser más localizable unos minutos después.
En la evaluación sobre el terreno, el técnico debe, en un primer momento, palpar el
lugar de la lesión para descartar deformidades generales o evidentes y determinar las
estructuras anatómicas implicadas. La disposición del atleta a mover la parte
541
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Si se determinase que la lesión afecta los ligamentos, hay que poner en práctica una
prueba de tensión de inmediato. Si se transporta al atleta, aunque sólo sea hasta la
banda, se puede propiciar el espasmo y la protección musculares, lo que dificulta
una evaluación fiable de la laxitud de la articulación.
En este punto de la evaluación hay que tomar una decisión respecto al transporte del
atleta fuera del terreno de juego. En la mayoría de los casos de lesión de la
extremidad superior y en algunos casos de lesión de la extremidad inferior, el atieta
puede llegar hasta la banda. No obstante, si hay alguna duda respecto a la gravedad
de la lesión, hay que transportar al atleta sin que éste carge con su propio peso
hasta que se puede llevar a cabo una evaluación más exhaustiva fuera del terreno
de juego.
Una vez en la banda, la evaluación de la lesión debe seguir las pautas descritas para
la evaluación fuera del terreno de juego. El terapeuta deportivo debe fijarse en varias
características importantes de la lesión que puedan ser útiles para determinar su
gravedad. En particular, deben tenerse en cuenta el momento inicial de la hinchazón
y el grado de ésta. Por ejemplo, una articulación de rodilla que se inflama de forma
rápida y significativa suele indicar una lesión considerable de ligamentos. Por el
contrario, si la lesión se produce lentamente y de un día para otro, puede indicar una
lesión estructural del menisco.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
evaluación del médico del equipo realizada horas después y especialmente al día
siguiente.
Quizá las preguntas más difíciles que el terapeuta deportivo debe responder
inmediatamente después de muchas lesiones tienen que ver con la clasificación de
la gravedad de la lesión y el pronóstico del tiempo que el atleta quedará
incapacitado. Por las razones ya indicadas, el curso que sigue una lesión en las 24
horas siguientes a haberse producido puede revelar infinidad de datos respecto a su
gravedad y al período de rehabilitación antes de que el atleta pueda reincorporarse a
la competición. Por tanto, los terapeutas deportivos deben oponerse a las tentativas
de otros (entrenadores y prensa) de pronosticar el período de incapacidad asociado
con una lesión inmediatamente después de que se haya producido.
Las evaluaciones fuera del terreno de juego suelen realizarse en los vestuarios,
donde el terapeuta deportivo puede llevar a cabo una evaluación detallada e
ininterrumpida de la lesión. En el contexto aüético se suelen dar dos tipos de
situaciones. En la primera de ellas, el atleta sabe exactamente qué le duele y puede
describir de inmediato el mecanismo de la lesión. La segunda situación es la del
atleta que afirma sentir un dolor intenso, pero tiene dificultades para localizar el lugar
del dolor. En el primer caso, la evaluación puede centrarse en la región donde se
conoce el mecanismo de la lesión y el lugar de la misma. En la segunda situación, el
protocolo de evaluación de la lesión debe iniciarse con una serie de pruebas de
amplitud de movimiento, musculares y neurológicas conocidas como revisión de los
trenes superior o inferior.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La revisión del segmento superior implica la evaluación rápida del cuello, la región de
la cintura escapular y el brazo. La revisión del segmento inferior implica una
evaluación similar de la paite inferior de la espalda, la cadera y la pierna.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Después, la revisión debe proceder hacia la región del hombro y empezar con
pruebas de amplitud de movimiento (véanse ilustraciones 276 y 277) para observar
los movimientos de las articulaciones glenohumeral y de la cintura escapular. A
continuación se revisan la elevación (ilustración 289) y abducción del hombro con
resistencia para evaluar los niveles neurológicos de C2 a C5. La revisión continúa
por la extremidad superior, evaluando de un modo similar el codo, la muñeca y la
mano.
A medida que la revisión del segmento superior progresa de forma distal a partir de
la columna cervical, el terapeuta deportivo debe buscar dolores o puntos débiles. Si
no encontrase ninguno, debe sospechar que la lesión está localizada en otro sitio y
continuar con la revisión de la extremidad superior hasta que la haya examinado por
completo. Si detectase dolores, puntos débiles o asimetría, tendrá que llevar a cabo
una evaluación más detallada centrándose en la región donde se observa el dolor.
o Revisión del segmento inferior: La revisión del segmento inferior implica una
serie de pruebas musculares manuales y de amplitud de movimiento, comen-
zando en la región lumbar y progresando de forma distal para incluir toda la
extremidad inferior. Como ocurre con la revisión del segmento superior, la revi
sión va precedida de una evaluación visual de la postura.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Como ocurre en la revisión del segmento superior, hay que observar cualquier tipo
de dolor o punto débil. Si no se observan dolores, debilidad ni asimetría en una
región, ésta se puede dar por revisada y se descarta como lugar de lesión. Si se
detectasen dolores o puntos débiles, habrá que llevar a cabo una evaluación más
detallada que se centre en la región de la lesión.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tabla 55. Dermatomas, miotomas y reflejos profundos del tendón de las extremidades superiores e
inferiores
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
De entre las respuestas del atleta, el evaluador debe escoger las pertinentes y
descartar las que no tienen importancia. Cada respuesta da la clave para la natura-
leza de la siguiente pregunta.
En caso de que sea crónica, hay que determinar el curso de la lesión en relación con
un aumento o una disminución de los síntomas y de la eficacia de los regímenes de
tratamiento previos. La sencilla pregunta de si la lesión mejora, empeora o sigue
igual le da al evaluador información sobre las estructuras anatómicas implicadas y la
utilidad de los tratamientos previos o vigentes.
A partir de la historia, el evaluador debe hacerse una imagen visual del mecanismo
de la lesión, así como una idea general de la misma.
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Con esta información, el técnico está preparado para poner en práctica un plan de
evaluación de la lesión específico.
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Si hay una lesión del tejido contráctil, el dolor se produce con el movimiento activo en
una dirección y con el movimiento pasivo en la dirección opuesta. Por tanto, una
distensión muscular produciría dolor tanto en la contracción activa como en la
extensión pasiva. Los tejidos contráctiles se evalúan a través del punto medio de la
amplitud de movimiento mediante una contracción isométrica contra una resistencia
máxima. La situación específica de la lesión dentro de la unidad musculotendinosa
no puede identificarse específicamente por medio de la contracción simétrica.
Una lesión del tejido inerte provoca dolor con el movimiento activo y pasivo en la
misma dirección. Un esguince de ligamentos produce dolor siempre que el ligamento
se extiende, ya sea a través de la contracción activa o la extensión pasiva. Una vez
más, una lesión específica del tejido inerte no puede identificarse simplemente
mirando los patrones de movimiento. Hay que llevar a cabo otras pruebas especiales
para diferenciar las estructuras lesionadas.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
contráctiles. Hay que prestar especial atención a la sensación del atleta hacia
el final de la amplitud de movimiento pasiva. El terapeuta deportivo debe
categorizar el «tacto» de los puntos terminales según lo indicado en el cuadro
de categorización de tactos en el punto terminal. Los tactos de punto terminal
anómalos experimentados durante el movimiento pasivo son la resistencia que
encuentra un músculo en el espasmo o la sensación de bloque elástico
resultante del desplazamiento de un cartílago intraarticular.
El tacto del punto terminal también puede ser muy revelador en lo que respecta a la
evaluación de la integridad de los ligamentos. Por ejemplo, la sensación del tacto
terminal es probablemente más reveladora que la cantidad de inestabilidad cuando
se lleva a cabo la prueba de Lachman para evaluar la integridad del ligamento
cruzado anterior (LCA) de la rodilla.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
cuando una estructura sensible queda pinzada o se introduce entre dos superficies, lo
que puede estar causado por un defecto biomecánico de los huesos articulares o por
un tejido edematoso que ha quedado pinzado entre dos superficies óseas de
alineación normal. Los arcos dolorosos suelen estar asociados con el movimiento
activo, pero también pueden ocurrir en movimientos pasivos en los que se esté
estirando un tejido. Un ejemplo clásico de un arco doloroso es la compresión del
músculo supraespinoso. Se suele encontrar un arco doloroso en el hombro cuando la
bolsa subacromial o el tendón supraespinoso quedan pinzados durante movimientos
de actividades como la natación y el lanzamiento.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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PUNTOS TERMINALES
NORMALES
Aproximación al tejido blando Suave y esponjoso, una detención gradual e indolora (por ejemplo, flexión
de rodilla)
Tacto capsular Punto terminal firme, duro y brusco que sólo cede levemente (por ejemplo,
punto terminal en la rotación de cadera)
Hueso con hueso Un punto terminal inequívoco y brusco en el que dos superficies duras
entran en contacto (por ejemplo, extensión del codo)
Muscular Tacto elástico asociado con una cierta incomodidad (por ejemplo, punto
terminal de la abducción del hombro)
PUNTOS TERMINALES
Tacto vacío El movimiento va definitivamente más allá del límite anatómico y el dolor se
produce antes de alcanzar el punto terminal de la amplitud de movimiento
(por ejemplo, rotura de ligamento completa)
Espasmo Contracción muscular involuntaria que evita el movimiento a causa del
dolor; también se puede denominar protección (por ejemplo, espasmos de
la espalda)
Flotante Se produce en la hipermovilidad extrema (por ejemplo, un tobillo
previamente distendido)
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4- Mantiene la posición de prueba contra la gravedad y una resistencia menos que moderada
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En algunos casos es conveniente hacer que el atleta lleve a cabo una serie de
ejercicios funcionales específicos al deporte con objeto de determinar su disposición
para volver a la competición9. Una progresión de pruebas funcionales puede consistir
en una carrera en línea recta, círculos cada vez más pequeños, figuras en ocho,
ejercicio carioca y otros ejercicios de agilidad específicos al deporte en cuestión.
El terapeuta deportivo sólo puede hacerse una impresión válida de una lesión a través
de una evaluación completa y sistemática. Un solo componente de la evaluación no
suele aportar toda la información necesaria. Únicamente a través de una integración de
todas las observaciones derivadas de la historia y de la exploración física podrá tener el
examinador una impresión general de la lesión. Con esta información, se podrá
establecer un plan de rehabilitación y un tratamiento apropiados.
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Evaluación (impresión):
EVALUADO POR
NOTAS DE
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El uso de las medicaciones prescritas para diferentes lesiones médicas puede ser de
gran ayuda tanto para el atleta como para cualquier otro individuo. En circunstancias
normales cabe esperar que un atleta responda a la medicación igual que cualquier
otra persona. No obstante, debido a la naturaleza de la actividad física, la situación
del atleta no es normal; con la actividad física intensa, hay que tener muy en cuenta
los efectos de ciertos tipos de medicación.
En algunas ocasiones, el terapeuta deportivo debe tomar decisiones acerca del uso
de medicamentos en base a sus conocimientos de las indicaciones para su uso, así
como de los posibles efectos secundarios que pueden experimentar los atletas que
están siguiendo un programa de rehabilitación.
También debe conocer los efectos potenciales y efectos secundarios sobre el atleta,
tanto durante la rehabilitación como en la competición, de los medicamentos que se
puedan conseguir con receta médica o sin ella.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Los tres analgésicos no narcóticos que más a menudo se utilizan son la aspirina
(salicilato), el acetamin-ofeno y el ibuprofeno, que pertenecen al grupo de
medicamentos denominados antiinflamatorios no esteroideos (AINE). La aspirina es
uno de los medicamentos de uso más común en el mundo. Pero, a causa de que es
tan sencilla de obtener, es uno de los medicamentos peor utilizados. La aspirina es
un derivado del ácido salicílico y se utiliza por sus capacidades analgésicas,
antiinflamatorias y antipiréticas.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
gravedad.
Un atleta debe tener mucho cuidado a la hora de escoger la aspirina para aliviar el
dolor por diversas razones. La aspirina disminuye la agregación plaquetaria y, por
tanto, deteriora el mecanismo de coagulación en caso de que se produzca una
lesión. La irreversible inhibición de la ciclooxigenasa que conlleva una reducción de
la producción de factores de coagulación supone un riesgo de hemorragia que no se
observa con otros AINE. La hemorragia prolongada en un área lesionada aumentará
el grado de hinchazón, lo que tiene un efecto directo sobre el tiempo necesario para
la rehabilitación.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En el caso del atleta que no necesita ningún tipo de medicación antiinflamatoria, pero
necesita un medicamento que le alivie el dolor o un antipirético, el acetaminofeno es
la opción más indicada. Si la inflamación es uno de los factores a tener cuenta, el
médico del equipo puede escoger entre la aspirina o algún tipo de AINE. La mayoría
de ellos son fármacos para los que hace falta receta médica y que, como la aspirina,
además de efectos antiinflamatorios tienen cualidades analgésicas y antipiréticas.
Son eficaces para aquellos pacientes que no pueden tolerar la aspirina debido a las
molestias gastrointestinales que puede causar su uso. Los pacientes que tienen la
tríada alérgica a la aspirina de pólipos nasales, asma/broncospasmos asociados e
historia de anafilaxis no deben recibir ningún tipo de AINE. Se considera que sus
capacidades antiinflamatorias son iguales a las de la aspirina. Sus ventajas estriban
en que tienen menos efectos secundarios y una duración de acción relativamente
más prolongada.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tabla 63. Guía del terapeuta deportivo pura los medicamentos más habituales
Nombre genérico Principal uso del medicamento Consideraciones relativas a la medicina deportiva
Antiinflamatorios no esteroideos
Flurbiprofeno Todos ellos son Las molestias gástricas son menos frecuentes que con
Ketoprofeno analgésicos, antipiréticos y la aspirina, excepto en el caso de la indometacina.
Indometacina antiinflamatorios Deben utilizarse a largo plazo para la reducción de la
Ibuprofeno inflamación; no deben sustituirse por acetaminofeno en
Naproxeno casos de leves dolores de cabeza o fiebre baja
Diflunisal
Piroxicam
Tolmectina
Fenoprofeno
Meclofenamato
Diciofenaco
Ketrolac
Clorofeniraraina Antihistamínico para las alergias Utilizado principalmente para las reacciones alérgicas.
Provoca somnolencia y reduce la coordinación
Dextrometorfán Anlitusivo no narcótico utilizado Muy eficaz para la tos no productiva; no causa
para la supresión de la tos somnolencia ni otros efectos secundarios con tanta
frecuencia
Tertenadina Antihistamínico No sedativo
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Benzonatato Antitusivo de acción periférica que Puede producir sensaciones de vértigo y frío
f actúa como anestésico
:
Codeína Antitusivo narcótico que Utilizado en combinación con descongestivos,
deprime el mecanismo central antihistamí-nicos o expectorantes; puede producir un
de la tos efecto sedativo, vértigos, estreñimiento y náuseas
Guaifenesina Expectorante utilizado para el Utilizado para el tratamiento de la garganta seca o
alivio sintomático de la tos no irritada; puede causar somnolencia y náuseas
productiva
MEDICAMENTOS QUE AFECTAN EL TRACTO GASTROINTESTINAL
Bicarbonato Antiácido utilizado para el alivio Produce gases y tensión, puede producir alcalinidad
sódico rápido de las molestias estomacales sistémica
Hidróxido de Antiácido utilizado para las Puede producir estreñimiento; neutralizador ácido
aluminio molestias estomacales moderado
Carbonato calcico Antiácido utilizado para las Puede producir estreñimiento y reacción acida; alta
molestias estomacales capacidad de neutralización de ácidos
Carbonato sódico Antiácido utilizado para las Puede causar estreñimiento; alta capacidad de
de dihidroxialuminio molestias estomacales neutralización, pero efectos transitorios
Hidróxido de Antiácido utilizado para las Puede causar diarrea y neutralización duradera de
magnesio molestias estomacales ácido sin reacción
Cimetidina Utilizado para el alivio de las Puede producir somnolencia y estreñimiento o diarrea
molestias estomacales
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Quizás el mayor inconveniente de los AINE es que tienden a ser caros. A pesar de
que tienen capacidades analgésicas y antipiréticas, no deben utilizarse en casos de
leves dolores de cabeza o aumento de la temperatura corporal en vez de la aspirina
o el acetaminofeno. No obstante, se pueden utilizar para aliviar muchas otras
lesiones somáticas entre leve y moderadamente dolorosas, como los dolores
menstruales y las lesiones de los tejidos blandos.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
La histamina produce estas reacciones uniéndose a las células que componen los
diversos tejidos en los lugares específicos de recepción. Una medicación anti-
histamínica puede bloquear de forma competitiva estos lugares de recepción y de
este modo prevenir la respuesta de histamina típica. Los antihistamínicos se
clasifican como bloqueadores de los receptores Hl o H2. Los denominados
verdaderos antihistamínicos sólo afectan los receptores Hl; los bloqueadores H2
afectan las células del estómago y segregan ácido hidroclorhídrico. Los
antihistamínicos no invierten los efectos de la histamina; sencillamente bloquean los
lugares de recepción. Antihistamínicos de más reciente aparición, como la
terfenadina y el astemizol, sólo pueden obtenerse con receta médica. Debido a los
riesgos potenciales de las interacciones medicamentosas, estos antihistamínicos
deben utilizarse únicamente bajo supervisión médica. Un atleta podría beneficiarse
de diferentes tipos de medicaciones antihistamínicas para:
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los atletas, en especial los que participan en deportes de primavera y otoño que se
realizan en el exterior, están expuestos a una serie de alérgenos (como el polen y los
insectos) que pueden producir una respuesta histamínica. La mayoría de los casos
son reacciones alérgicas de carácter leve que el terapeuta deportivo puede tratar con
un antihistamínico para el que no haga falta receta médica. Estas medicaciones son
especialmente eficaces en la reducción de los efectos de la histamina sobre el
sistema vascular, que desde un punto de vista sintomático consisten en urticaria,
rinitis y angioedema. Estas medicaciones son eficaces aproximadamente en un 70%
de los pacientes tratados. La clorofeniramina es el antihistarnínico de uso más fre-
cuente en el tratamiento de estas reacciones alérgicas de carácter leve.
En el caso del atleta, los antihistamínicos deben utilizarse con precaución. Los
efectos secundarios más frecuentes de los antihistamínicos son la somnolencia y en
algunos casos la falta de coordinación. Estos efectos secundarios pueden afectar el
rendimiento del atleta y predisponerlo de forma innecesaria a sufrir una lesión. Por
tanto, se recomienda no utilizar medicamentos antihistamínicos inmediatamente
antes de la competíción. El atleta debe tener presente que la ingestión de cualquier
antihistamínico con efectos sedantes junto con alcohol aumentará la somnolencia de
forma considerable.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Los medicamentos antitusivos se dividen en los que actúan sobre el centro de la tos
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Categoría
Neurolépticos
Antidepresivos
Anticolinérgicos
Antihistamínicos
Antiparkinsonianos
Descongestivos
Diuréticos
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Esto puede reportar grandes beneficios al atleta que necesite una medicación
antitusiva o expectorante. La actividad física tiende a agravar el problema de la
irritación de garganta, que puede ser la causa de una tos no productiva. El terapeuta
deportivo debe tener en cuenta los efectos de otras medicaciones (antihistamínicos o
descongestivos) que puedan contener estos jarabes o pastillas. Los efectos de
somnolencia, irritación gástrica y falta de coordinación afectarán el rendimiento
atlético.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Otros antiácidos son las sales alcalinas, que, una vez más, neutralizan la
hiperacidez, pero tardan en ser absorbidas por la sangre. También producen
trastornos en el tracto GI inferior. Muchos de estos antiácidos no si sistémicos
ralentizan la absorción de otras medicaciones en el tracto GI. La ingestión de
antiácidos que contienen magnesio tiende a tener un efecto laxante; parece ser que
los que contienen aluminio o calcio producen estreñimiento. Por consiguiente,
muchos antiácidos líquidos o en pastilla son combinaciones de magnesio e
hidróxidos de aluminio o calcio. Si un antiácido específico produce diarrea, por
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
ejemplo, puede ser sustituido por otro antiácido que tenga un contenido de aluminio
o calcio más elevado para contrarrestar los efectos del magnesio. Por el contrario, un
antiácido con un alto contenido de magnesio puede reducir el estreñimiento. La
simeticona es una silicona que se añade a muchos de estos preparados para reducir
los gases retenidos en el tracto GI superior por medio de su acción antiespumante.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Para controlar náuseas y vómitos se pueden utilizar diversos antieméticos para los
que es necesaria la receta médica, entre los que se incluyen fenotiacinas, antihis-
tamínicos, medicamentos anticolinérgicos para evitar los mareos y medicamentos
sedantes. El principal efecto secundario de estos medicamentos es, una vez más,
una somnolencia extrema.
Para tratar las náuseas, el terapeuta deportivo debe empezar por administrar
líquidos, que tienen un efecto calmante sobre el estómago, para después seguir con
la administración de una de las medicaciones de actuación local. Si los vómitos
persisten, el atleta experimentará somnolencia y como consecuencia no será capaz
de rendir a niveles de competición, y la deshidratación y los problemas que ésta
conlleva son factores a tener muy en cuenta en el caso de un atleta que haya sufrido
náuseas o vómitos. Los antieméticos también potencian los depresores del sistema
nervioso central.
o Antidiarreicos: La diarrea puede tener muchas causas, pero por regla general
se considera que es más un síntoma que una enfermedad. Puede producirse
como resultado de la tensión emocional, alergias a la comida o a las
medicinas, o muchos tipos diferentes de problemas intestinales. La diarrea
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
El atleta que sufra diarrea crónica puede estar incapacitado en lo que a rendimiento
atlético se refiere. El mayor problema de la diarrea es la deshidratación potencial. Un
atleta, en particular cuando hace ejercicio en un entorno cálido, depende de los
líquidos corporales para mantener la temperatura normal. Un individuo deshidratado
tiene dificultades con la regulación de temperatura y puede sufrir algún problema
relacionado con el calor. La principal preocupación del técnico debe ser la restitución
de electrólitos y líquidos corporales perdidos. La medicación puede utilizarse a corto
plazo para aliviar síntomas, pero la identificación y el tratamiento de las causas
también son importantes.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Hablando en términos generales, parece ser que los atletas sufren menos de
estreñimiento que de diarrea. Esta tendencia puede atribuirse tanto a los niveles de
actividad como a cualquier otro factor.
Si se debe tomar un medicamento laxante, los que dan consistencia son los más
seguros, pero sólo deben utilizarse durante períodos breves, y hay que aconsejar
también las modificaciones dietéticas.
11.1.4 Antibióticos
Muchas de las medicaciones que hemos tratado pueden conseguirse sin receta
médica. El terapeuta deportivo puede escogerlas y administrarlas siguiendo las estric-
tas pautas y protocolos para su administración que haya estipulado el médico del
equipo. En el caso de enfermedades contagiosas, es él quien debe estar directamente
implicado en la selección de los agentes antimicrobianos específicos. A menudo es el
terapeuta deportivo quien detecta los primeros síntomas de un proceso infeccioso,
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
En el caso de un atleta que esté usando antibióticos, el papel del terapeuta deportivo
es el de realizar un seguimiento del paciente para vigilar la aparición de síntomas de
respuesta alérgica o toxicidad provocada por el medicamento. Muchos individuos
presentan reacciones de hipersensibilidad a los agentes antimicrobianos. Quizá la
reacción más común se produzca con el uso de penicilina. Los antibióticos también
pueden dañar los tejidos con los que entran en contacto. Pueden lesionar la mucosa
gástrica y causar diarrea, náuseas y vómitos. También pueden afectar el
funcionamiento del riñón e interferir con la función del sistema nervioso. Si se
produjeran estas reacciones, habría que enviar al atleta a que visitase de nuevo al
médico para que éste estableciese otro tipo de medicación antibiótica.
Un atleta que tenga una infección, ya sea localizada o sistémica, que requiera el uso
de un antibiótico, recibirá por regla general instrucciones de no entrenar ni competir
hasta que la infección esté controlada. El terapeuta deportivo debe tener la certeza de
que el atleta sigue esta recomendación, tanto en beneficio del propio atleta como para
eliminar la posibilidad de que la infección se extienda o se transmita a otros
compañeros.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tabla 66 Protocolos para el uso de medicamentos que no requieren receta médica por el terapeuta deportivo
A menudo, el terapeuta deportivo es responsable de la revisión inicial de los atletas que presentan alteraciones 0
lesiones de diversos tipos. Frecuentemente, es él quien debe tomar decisiones respecto al uso apropiado de
medicamentos para los que no se necesita receta médica. En la evaluación de detección se deben incluir
observaciones subjetivas, como el inicio del tratamiento, la duración, la medicación ingerida y las alergias conocidas.
Los siguientes protocolos deben considerarse como pautas a disposición del atleta. El objetivo de los protocolos
consiste en clarificar el uso de los medicamentos para los que no hace falta receta médica en el tratamiento de
problemas comunes, con los que se puede encontrar el terapeuta deportivo mientras está de viaje con un equipo
determinado. Estas pautas no cubren todas las situaciones con las que se puede encontrar a la hora de evaluar y
tratar los problemas Físicos del atleta. Por tanto, se recomienda efectuar una consulta médica siempre que no se
tenga una certeza absoluta respecto a las medidas a tomar para cuidar al atleta como es debido.
TEMPERATURA
(1) Igual o superior a 39 °C Consultar a un médico tan pronto como sea posible.
oralmente
(2) Menos de 39 °C, pero más de (1) Se le puede dar al paciente acetaminofeno. Véase Administración del
37 °C acetaminofeno.
(2) Limitar el ejercicio del atleta. No permitirle que haga prácticas.
(3) Si la fiebre baja de 37 °C, el atleta puede hacer prácticas.
(4) Si el atleta va a participar en una competición entre universidades,
consultar con un médico la idoneidad de su participación.
(3) Igual o inferior a 37 °C Seguir las pautas de tratamiento para una Fiebre inferior a 39 °C, pero
oralmente permitir al atleta que realice prácticas o compita.
GARGANTA
(1) Historia (1) Aconsejar gárgaras salinas (1/2 cucharada de sal disuelta en un vaso de
(a) Garganta irritada agua templada).
Sin fiebre (2) También se le puede dar al paciente Cepastat®-pastillas ara la garganta
Sin escalofríos Chloraseptic®.
(b) Garganta irritada Antes de administrar la medicación hay que determinar.
Fiebre a. ¿Es el paciente alérgico al Cepasat®/las pastillas Chloraseptic® (que
(c) Garganta irritada y/o fiebre contienen fenol)?*
y/o glándulas hinchadas b. Determinar la temperatura. En caso de fiebre, seguir el protocolo indicado
para la fiebre y consultar a un médico lo antes posible.
c. Consultar a un médico lo antes posible.
NARIZ
(1) Emisión acuosa Se le pueden dar al paciente pastillas de pseudoefedrina. Véase Protocolo
de administración de la pseudoefedrina.
(2) Congestión nasal Se le puede dar al paciente un nebulizador nasal de HC1 de oximetazolina.
Véase Protocolo de administración de la oximetazolina.
*En caso afirmativo, no administrar. (Continúa tabla en página siguiente)
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
PECHO
(1) Tos Administrar guaifenesina genérica con dextrometorfán.
(a) Tos seca o Antes de administrar el medicamento determinar:
(b) Esputos mucosos claros ¿Va a participar el paciente en algún tipo de práctica o juego en las 4 horas
(c) Esputos verdes o siguientes a la administración de la medicación?*
color óxido En caso indicado, se le puede administrar una dosis, 10 mi (2 cucharadas).
(d) Tos fuerte y constante Informar al paciente que puede experimentar somnolencia. Se puede
administrar una dosis cada 6 horas. Aconsejar al paciente que beba todo lo
posible.
Consultar a un médico lo antes posible.
OÍDOS
(1) Molestias de taponamiento de Se le pueden dar al paciente pastillas de pseudoefedrina y/o un nebulizador
los oídos nasal de HC1 oximetazolina. Véase Protocolos de administración de la
pseudoefedrina y/o de la oxitnetazolina.
(2) Dolores de oído (otitis Se le puede dar al paciente acetaminofeno. Consultar con un médico lo antes
externa) ' posible. Véase Protocolo de administración del acetaminofeno.
NÁUSEAS, VÓMITOS
(1) Prolongados, intensos Consultar a un médico lo antes posible.
NÁUSEAS, MOLESTIAS GÁSTRICAS, PIROSIS, SENSACIÓN DE TENER «MAREOS» EN EL ESTÓMAGO
(1) Asociado con excesos en la Se puede administrar una única dosis de antiácido, según lo indiquen las
dieta o tensión instrucciones de un antiácido concreto.
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(3) Vómitos, náuseas; sin dolor Controlar los síntomas. Se le puede dar al paciente dimenhidrinato o
intenso Manual de Rehabilitación Física Deportiva de forma oral. Seguir las mismas instrucciones y precauciones
difenhidramina
que para los mareos causados por el movimiento.
DIARRERA
(1) Asociada con dolores Consultar a un médico lo antes posible.
abdorainaJes o sensibilidad y/o
deshidratación, heces sanguinolentas,
fiebre, diarrea recurrente
(2) Deposiciones de poco volumen y Aconsejar un dieta de líquidos. Intentar evitar los derivados de la leche y los
frecuentes no asociadas con alimentos de alto contenido graso durante 24 horas. Si los síntomas persisten,
ninguno de los signos o síntomas consultar a un médico. Se le puede dar al paciente caolín-pectina o loperamida.
anteriores. Antes de administrar, determinar:
(a) ¿Desde cuándo tiene diarrea el paciente? Si hace más de 24 horas, ver a
un médico.
(b) ¿Está el paciente tomando medicación digital: digoxina, lanoxina? En caso
afirmativo, vera un médico.
Se puede administrar una dosis de caolina-pectina. Agitar bien. Repetir la dosis
después de cada movimiento intestinal hasta que la diarrea esté controlada. No
debe usarse durante más de 2 días. Interrumpir su uso si aparecen síntomas de
fiebre y la diarrea no está controlada en las primeras 24 horas de tratamiento, y
consultar a un médico. 0 se puede administrar una dosis de loperamida. Se
puede administrar una cápsula después de cada deposición inconsistente sin
sobrepasar los 8 mg (4 cápsulas) en 24 horas. Informar al paciente de que
puede experimenta]' vértigos o somnolencia en las 12 horas posteriores a la
toma de esta medicación. Evitar las bebidas alcohólicas. Tener cuidado al
conducir o realizar tareas que requieran concentración.
ESTREÑIMIENTO
(1) Dolores o sensibilidad abdominal Consultar a un médico lo antes posible.
prolongada o intensa, náuseas o
vómitos
(2) Molestias asociadas a los Se pueden administrar 30 mi de leche de magnesia en una sola dosis.
cambios dietéticos o la disminución Antes de administrar, determinar:
de ingestión de líquidos ¿Tiene el paciente algún tipo de lesión renal?*
Aconsejar un aumento de la ingestión de líquidos, fruta y vegetales o cereales
que den consistencia.
*
DOLORES DE CABEZA
(1) Dolores asociados a una presión Consultar a un médico lo antes posible.
arterial elevada, aumento de
temperatura, visión borrosa, náuseas,
vómitos o historia de migrañas.
(2) Dolores en la frente (dolor Se le puede dar al paciente acetaminofeno. Véase Protocolo de administración
de cabeza leve). del acetaminofeno.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
(3) Dolor de cabeza debido a la Se le puede dar al paciente acetaminofeno. Véase Protocolo de administración
tensión, dolor occipital del acetaminofeno.
(4) Dolor en el antrum o en la Al paciente se le pueden dar pastillas de pseudoefedrina y acetaminofeno.
frente asociado con congestión Véase Protocolos de administración de la pseudoefedrina y del acetaminofeno.
nasal o de los senos.
LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS
PIEL
(3) Abrasiones Controlar la hemorragia. Limpiar con jabón antibacteriano y agua. Aplicar el
vendaje y el ungüento antibiótico apropiados. Controlar los síntomas de
infección. El vendaje se puede cambiar 2-3 veces al día en caso necesario.
(4) Eritema localizado causado por Aconsejar la aplicación de compresas empapadas en agua fría para aliviar los
rayos ultravioletas picores intensos. Se le puede aplicar al paciente crema de miconazol de forma
tópica. Antes de administrar, hay que determinar:
(a) ¿Es el paciente alérgico o sensible al miconazol?*
(b) ¿Está recibiendo el paciente otro tipo de tratamiento para las erupciones
cutáneas en la misma área?*
Hay que dar instrucciones al paciente para que lave el área seca de la erupción
y coloque después aproximadamente 1 cm de crema sobre una gasa y la frote
suavemente sobre el área infectada. Debe extender la crema formando una
capa fina y regular sobre la erupción. Se puede repetir la aplicación de esta
dosis cada 8-12 horas (dos veces al día). Consultar al médico en las 24 horas
siguientes.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
HERIDAS CUTÁNEAS
(1) Laceraciones Controlar la hermorragia. Limpiar el área con jabón antibacteriano y agua.
Aplicar gasas esterilizadas.
Consultar al médico de inmediato si hay alguna duda respecto a la necesidad de
aplicar puntos de sutura.
(1) Eritema cutáneo de primer grado, Aplicar compresas frías en el área afectada. Los vendajes no son necesarios en
área limitada las quemaduras de primer grado. Si han pasado menos de 45 minutos desde la
lesión, limpiar con cuidado con agua y jabón. Se puede dar al paciente
acetaminofeno. Véase Protocolo de administración del acetaminofeno.
(2) De primer grado extendidas por el Consultar a un médico lo antes posible.
cuerpo
Atleta con alergias estacionales que Se pueden dar al paciente tabletas de 4 mg de clorofeniramina. Antes de
ha olvidado su propia medicación administrar, hay que determinar:
(a) ¿Es el paciente sensible a la. clorofeniramina?*
(b) ¿Tiene el paciente asma, retención urinaria o glaucoma?*
(c) ¿Va a participar el atleta en un entrenamiento o a competir en las 4 horas
siguientes a la
ingestión de la medicación?*
(d) ¿Ha tomado el paciente otros antihistamínicos u otros medicamentos que
puedan causar somnolencia en las últimas 6 horas?*
Consultar a un médico lo antes posible.
Se puede administrar una dosis de 4 mg de clorofeniramina o una pastilla. Se
puede administrar una dosis cada 4 horas. Hay que informar al paciente que
puede experimentar somnolencia en las 4-6 horas posteriores a la ingestión de
este medicamento. Evitar las bebidas alcohólicas. Evitar conducir o manejar
maquinaria durante las 6 horas posteriores a la ingestión. Hay que contactar con
el médico si los síntomas no remiten.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Nota: Hay tres tipos de lentes de contacto: (a) duras, (b) permeables a los gases y (c) blandas. Las soluciones están
etiquetadas para el uso de un tipo de lentes determinado y no deben utilizarse con ningún otro tipo de lentes.
No hay que utilizar soluciones preservadas con timersol o cloredixina debido a las posibles reacciones alérgicas o de
irritación.
(1) Las lentes deben aclararse o (a) Lentes duras: utilizar una solución multiuso para humedecer/empapar la
humedecerse antes de ser lente.
colocadas (b) Permeables a los gases: utilizar una solución multiuso para
humedecer/empapar la lente.
(c) Lentes blandas: utilizar una solución para humedecer/empapar la lente.
(2) Hay que aclarar/guardar la lente (a) Lentes duras: utilizar una solución multiuso para humede
cer/empapar la lente.
(b) Permeables a los gases: utilizar una solución multiuso para
humedecer/empapar la lente.
(c) Lentes blandas: utilizar una solución para humedecer/empapar la lente.
(3) Hay que limpiar la lente (a) Lentes duras: utilizar una solución de limpieza.
(b) Lentes permeables a los gases: utilizar una solución de limpieza.
(c) Lentes blandas: utilizar una solución de limpieza.
(1) Cuerpo extraño menor: arena, Utilizar una solución de irrigación para lavar el ojo.
pestaña
(2) Irritación menor Utilizar lágrimas artificiales. No aplicarlas con las lentes de contacto puestas.
590
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Toda persona que esté implicada en cualquier tipo de profesión dedicada al cuidado
de la salud es consciente de la necesidad de llevar al día un registro médico
exhaustivo. Una vez más, el contexto de la medicina deportiva no es ninguna
excepción. Si es el terapeuta deportivo quien administra los fármacos, tiene la
responsabilidad de llevar registros exhaustivos de los tipos de medicación
administrado, así como de los progresos del atleta, los tratamientos ofrecidos y los
planes de rehabilitación. Es posible que el terapeuta deportivo esté tratando a una
serie de pacientes distintos de forma simultánea, mientras intenta preparar a un
equipo para la participación deportiva. Hay ocasiones en las que se sigue un ritmo de
frenética actividad, y encontrar un momento para registrar cada administración de un
medicamento es difícil. Aun así, el terapeuta deportivo debe incluir la siguiente
información sobre la administración de una medicación:
591
Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Es posible que no haya ningún otro tópico relativo a la farmacología que haya
recibido tanta atención por parte de los medios de comunicación en años recientes
como el uso y abuso de medicamentos que hacen los atletas. Se ha escrito y se ha
hablado mucho sobre el uso de medicamentos que mejoran el rendimiento por parte
de atletas olímpicos, el uso extendido de drogas entre los atletas profesionales y el
uso de medicamentos para aliviar el dolor por parte de atletas a todos los niveles.
Aunque una buena parte de la información que los medios de comunicación hacen
llegar al público está basada en rumores, el uso y abuso de diferentes tipos de
medicamentos puede tener un profundo impacto en el rendimiento atlético.
Afirmar que muchos expertos en el campo de la medicina deportiva están cada vez
más preocupados por el abuso de medicamentos entre los atletas es quedarse muy
cortos. Las pruebas para detectar si un atleta puede tener algún tipo de problema
con el abuso de sustancias están convirtiéndose en algo común. Tanto la NCAA
como el Comité Olímpico Internacional han establecido listas de sustancias cuyo
consumo está prohibido a los atletas. Estas listas incluyen tanto medicamentos para
mejorar el rendimiento como drogas ilegales y de «esparcimiento», así como muchos
medicamentos que pueden obtenerse sin receta. Los aspectos legales y éticos de la
evaluación únicamente de aquellos individuos que participen en actividades
deportivas siguen debatiéndose. Es posible que las pautas de abuso de sustancias
entre los atletas simplemente reflejen las de nuestra sociedad en general.
El terapeuta deportivo que está trabajando con un atleta que pueda verse sometido a
pruebas de consumo de sustancias a nivel de la NCAA o con atletas que participen
en competiciones internacionales u olímpicas debe estar perfectamente familiarizado
con esta lista de medicamentos prohibidos. Que un atleta quede descalificado a
causa del uso indiscriminado de un medicamento para el que no hace falta receta
médica durante un programa de rehabilitación sería de lo más desafortunado.
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Manual de Rehabilitación Física Deportiva
Tabla 67. Protocolos de administración de medicamentos que no precisan receta médica y de uso más común en la
medicina deportiva
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REFERENCIAS
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