Está en la página 1de 12

 E – 14-756

Rupturas del aparato extensor


de la rodilla, incluidas las fracturas
de rótula
C. Trojani, P. Neyret

El objetivo de este artículo es resumir la anatomía, la biomecánica y la anatomía patoló-


gica traumática del aparato extensor de la rodilla. La técnica del tratamiento quirúrgico
se describe en un artículo complementario. El aparato extensor de la rodilla consta de
cinco elementos: el músculo cuádriceps (cuya inserción proximal se realiza en el fémur y
la pelvis) el tendón cuadricipital, la rótula, el tendón o ligamento rotuliano y la tubero-
sidad tibial anterior. El aparato extensor de la rodilla participa en el mantenimiento del
cuerpo en posición erecta y tiene una acción antigravitatoria. Los elementos musculares
intervienen en la estabilización activa del aparato extensor de la rodilla. El cuádriceps
mantienen la rótula en tensión, pero su acción tiende a causar la subluxación lateral
de la rótula. Durante la flexión, la rótula se recentra automáticamente, a expensas de
tensiones elevadas en compresión, que pueden ser de hasta siete veces el peso del cuerpo
en flexión completa. La patología traumática consta de las lesiones traumáticas, del cuá-
driceps en sus porciones proximal, muscular y distal, las fracturas rotulianas las ruptura
del tendón rotuliano y las fracturas de la tuberosidad tibial anterior.
© 2013 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Aparato extensor; Rodilla; Biomecánica; Patología traumática

Plan El músculo cuádriceps está constituido por los múscu-


los vasto intermedio, vasto medial, vasto lateral y recto
■ Anatomía del aparato extensor de la rodilla 1 femoral (Fig. 1). Estos cuatro fascículos se disponen según
tres planos:
■ Biomecánica del aparato extensor de la rodilla 3 • el músculo vasto intermedio constituye el plano pro-
■ Patología traumática 4 fundo y se inserta en la cara anterior de la diáfisis
Lesiones traumáticas del cuádriceps 4 femoral [1] . Su tendón distal se inserta en la cara pro-
Fracturas de la rótula 6 funda del polo superior de la rótula y se fusiona
Ruptura del tendón rotuliano 9 lateralmente con los tendones de los músculos vastos
Fracturas de la tuberosidad tibial anterior 10 medial y lateral;
■ Conclusión 11 • los músculos vastos medial y lateral constituyen el
plano intermedio. El músculo vasto medial se inserta
en la cara medial y posterior de la diáfisis femoral, hasta
el borde medial de la línea áspera [1] . Su tendón distal
se inserta en el borde medial de la rótula. El músculo
 Anatomía del aparato vasto lateral se inserta en la cara lateral y posterior de la
diáfisis femoral, tras lo que rodea al fémur. Su inserción
extensor de la rodilla proximal se realiza en la porción inferolateral del tro-
cánter mayor. Su inserción distal se realiza en el borde
El aparato extensor de la rodilla del adulto consta de lateral de la rótula;
cinco elementos: el músculo cuádriceps (cuya inserción • el músculo recto femoral o recto anterior está situado
proximal se realiza en el fémur y la pelvis) el tendón cua- en el plano superficial. Es biarticular, pues su inserción
dricipital, la rótula, el tendón o ligamento rotuliano y la proximal se realiza en la pelvis y la distal en la rodilla [1] .
tuberosidad tibial anterior. A nivel proximal, el tendón directo del recto anterior

EMC - Aparato locomotor 1


Volume 46 > n◦ 4 > diciembre 2013
http://dx.doi.org/10.1016/S1286-935X(13)65907-9
E – 14-756  Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula

2
8
3

4 1

3 5
5
9

10
6
6
11 4

7 Figura 2. Anatomía del aparato extensor de la rodilla, vista


frontal, rodilla derecha. 1. Tendón cuadricipital; 2. expansión
fibrosa del vasto lateral; 3. expansiones fibrosas transversales
y longitudinales que constituyen el retináculo rotuliano late-
Figura 1. Anatomía de los músculos del compartimento ven-
ral; 4. tendón rotuliano; 5. expansiones fibrosas transversales y
tral del muslo, visión frontal del muslo derecho. 1. Tendón de
longitudinales que constituyen el retináculo rotuliano medial;
inserción del músculo sartorio en la espina ilíaca anterosupe-
6. inserción tibial proximal del sartorio.
rior; 2. tendón reflejo del recto femoral; 3. tendón recurrente
del recto femoral; 4. músculo tensor de la fascia lata; 5. músculo
recto femoral; 6. músculo vasto lateral; 7. músculo recto femo-
ral; 8. tendón directo del recto femoral; 9. músculo sartorio;
1
10. músculo vasto intermedio (crural); 11. músculo vasto medial. 5

se inserta en la espina ilíaca anteroinferior y el tendón 2


reflejo en el techo del cotilo, mientras que el tendón 6
recurrente lo hace en la cápsula articular. El tendón dis- 3
tal del recto anterior se inserta en la cara superficial del
polo superior de la rótula.
Las cuatro cabezas musculares se unen en el borde cra-
neal de la rótula para formar el tendón cuadricipital. Este 4
tendón (Fig. 2) está constituido por tres planos difíciles de
individualizar quirúrgicamente. El plano superficial está 7
formado por la lámina tendinosa del recto femoral, el Figura 3. Vista posterior de la rótula, lado derecho. 1. Base
plano medio por los tendones distales del vasto medial de la rótula; 2. superficie plana cartilaginosa; 3. carilla cóncava
y del vasto lateral, y el plano profundo por el tendón del medial; 4. porción inferior rugosa que se relaciona con el cuerpo
músculo vasto intermedio [2] . Este tendón se inserta en el adiposo infrarrotuliano; 5. cresta vertical; 6. carilla cóncava late-
polo superior (o base) de la rótula, en su borde anterior. ral; 7. base de la rótula.
Sus fibras más superficiales, procedentes del recto femo-
ral, pasan por delante de la rótula para formar la cubierta
fibrosa prerrotuliana y unirse a las fibras del tendón rotu- metafisoepifisaria y en ella existe un núcleo de osificación
liano en la punta de la rótula. Además, las expansiones cuyo defecto de consolidación constituye la enfermedad
fibrosas provenientes de los músculos vastos cruzan en de Osgood-Schlatter.
oblicuo la cara ventral de la rótula [1] para alcanzar el La rótula es el hueso sesamoideo más grande del cuerpo
extremo superior de la tibia. Por último, los músculos vas- humano y se desarrolla en el tendón del músculo cuádri-
tos tienen expansiones fibrosas directas que rodean los ceps femoral. Es triangular, con una base superior (Fig. 3),
bordes medial y lateral de la rótula, para unirse al tendón aplanada en sentido anteroposterior y presenta dos caras,
rotuliano (Fig. 2). dos bordes, una base y una punta [5] :
El tendón rotuliano (Fig. 2) o ligamento rotuliano se • su cara anterior es convexa, cortical y se relaciona a
extiende desde la punta de la rótula a la tuberosidad tibial nivel anterior con la cubierta fibrosa prerrotuliana, que
anterior [3] . Es un cordón fibroso de 5-7 mm de grosor, se continúa con las fibras más anteriores del tendón
unos 3 cm de anchura y una longitud variable de un pro- cuadricipital a nivel proximal y con el tendón rotuliano
medio de 43 mm. a nivel distal [2] ;
La tuberosidad tibial anterior recibe la inserción dis- • su cara posterior presenta una parte superior articular y
tal del tendón rotuliano. Es el último eslabón de la se relaciona con la tróclea femoral. Presenta una cresta
cadena que constituye el aparato extensor de la rodilla [4] . roma vertical que se relaciona con la garganta de la tró-
Está situada en la cara anterior de la tibia, en su unión clea y dos carillas cóncavas lateral y medial [6] . La parte

2 EMC - Aparato locomotor


Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula  E – 14-756

1 4
1
7
8
2
2

3
9 3

4
10

Figura 5. La fuerza del cuádriceps (FC) tiende a subluxar la


Figura 4. Vascularización arterial de la rodilla en una vista rótula lateralmente. 1. Fuerza del cuádriceps (FC); 2. cara late-
anterior, rodilla derecha. 1. Círculo anastomótico alrededor ral de la tróclea femoral; 3. tuberosidad tibial anterior; 4. valgo
del ligamento rotuliano; 2. arteria superolateral de la rodilla; fisiológico del fémur.
3. arteria inferolateral de la rodilla; 4. arteria circunfleja del
peroné; 5. arteria recurrente peronea anterior; 6. arteria poplítea;
7. arteria descendente de la rodilla; 8. arteria superomedial de la
rodilla; 9. arteria inferomedial de la rodilla; 10. arteria recurrente
 Biomecánica del aparato
tibial medial. extensor de la rodilla
El aparato extensor de la rodilla participa en el manteni-
miento del cuerpo en posición erguida y tiene una acción
inferior de la cara posterior es rugosa, desprovista de car- antigravitatoria.
tílago articular y se relaciona con el ligamento adiposo Los elementos musculares intervienen en la estabiliza-
(almohadilla adiposa) retrorrotuliana; ción activa del aparato extensor de la rodilla. El músculo
• la base de la rótula es gruesa y a ella llega el tendón cuádriceps es responsable de la extensión activa de la
cuadricipital, mientras que en el vértice o punta de la rodilla. Su contracción es necesaria para la estabiliza-
rótula se inserta el tendón rotuliano; ción de dicha articulación durante el apoyo monopodal,
• los bordes laterales de la rótula son convexos y reciben cuando la rodilla está flexionada [10] . La fuerza ejercida
la inserción de los músculos vastos, de la cápsula arti- por el cuádriceps se transmite a la rodilla por el ten-
cular y de los retináculos o «alerones quirúrgicos». De dón rotuliano. El cuádriceps está constituido por cuatro
este modo, la rótula está anclada transversalmente por fascículos. El músculo recto femoral o recto anterior es
los retináculos rotulianos medial y lateral (Fig. 2). El biarticular. Es flexor de la cadera y extensor de la rodi-
retináculo rotuliano medial y el ligamento femororro- lla. La cadera se debe estabilizar para que el músculo
tuliano medial unen los dos tercios superiores del borde ejerza con eficacia su acción extensora sobre la rodilla.
medial de la rótula con el cóndilo medial. A nivel late- Sin embargo, es incapaz de realizar por sí solo la exten-
ral, el retináculo rotuliano lateral une los dos tercios sión completa de la rodilla, pues representa alrededor
superiores del borde lateral de la rótula con el tubér- de 1/5 de la fuerza total del cuádriceps. Los tres múscu-
culo condíleo lateral. Cada uno de los retináculos tiene los vastos (intermedio, lateral y medial) son extensores
fibras transversales y fibras longitudinales. de la rodilla. Su contracción no es simultánea, no tie-
El cartílago articular de la rótula es muy grueso, de hasta nen la misma fuerza y existen variaciones individuales.
5 mm en la zona central, sobre la cresta vertical. La rótula El vasto medial aumenta su actividad durante los últimos
suele formarse a partir de un único núcleo de osificación. 15 grados de extensión e impide la luxación lateral de la
Sin embargo, en el 2-3% de los casos, puede persistir un rótula.
núcleo secundario además del primario, lo que da lugar La rótula actúa como una polea y como una palanca
a una rótula bipartita, a menudo bilateral, que no debe que desplaza las fuerzas de tracción del cuádriceps hacia
confundirse con una fractura [7] . delante, aumentando de este modo el momento de acción
La vascularización de la rótula es frágil [8] . Procede de la del músculo al menos un 30% [11] . Este incremento del
red anastomótica superficial de la rodilla. Esta red rotu- brazo de palanca cuadricipital permite reducir la fuerza
liana está situada bajo la piel y rodea la rótula y el tendón necesaria para la extensión de la rodilla. Sin embargo,
rotuliano (Fig. 4). Está constituida por las arterias inferio- debido al valgo fisiológico del fémur, la acción del cuá-
res de la rodilla, que se unen a nivel anterior para formar driceps tiene una tendencia subluxante: la fuerza del
un círculo anastomótico, cuya parte superior está situada cuádriceps (FC) tiende a subluxar la rótula en sentido
por delante del tendón cuadricipital y la parte inferior se lateral (Fig. 5). A esta acción subluxante se oponen los
dispone por detrás del tendón rotuliano. Los vasos origi- desplazamientos de la rótula en flexión. Durante el movi-
nados de este círculo anastomótico penetran en la rótula miento de flexión-extensión de la rodilla, la rótula se
por la parte anterior de su tercio medio y en su polo infe- desplaza respecto al fémur. Su movimiento está guiado por
rior a lo largo del ligamento adiposo retrorrotuliano. Sin la garganta de la tróclea, en la que se introduce su cresta
embargo, esta red anastomótica sólo tiene una escasa efi- medial. El desplazamiento de la rótula se realiza en los tres
cacia funcional, porque las arterias que la constituyen planos del espacio [10] . En el plano frontal, la rótula se luxa
discurren en el interior de un tejido fibroso, son delga- ligeramente en sentido lateral respecto a la tróclea cuando
das y fácilmente dilatables. Por tanto, se debería evitar la rodilla está en extensión. Durante la flexión, sufre una
una disección circunferencial de la rótula o una disección tracción en sentido medial que, asociada a la rotación
excesiva de su cara anterior para no interrumpir la vascu- interna automática de la tibia, contribuye al alineamiento
larización rotuliana y provocar una necrosis secundaria [9] . del aparato extensor. En el plano horizontal, con la rodilla

EMC - Aparato locomotor 3


E – 14-756  Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula

60°

20° 0° 15°

120°
2

Figura 6. Vista lateral de la rodilla en extensión, con la rótula 3


delante de la tuberosidad tibial; rodilla en flexión a 60◦ , con la
rótula alineada con la tuberosidad tibial; rodilla en flexión a 90◦ ,
la rótula está detrás de la tuberosidad tibial.
A

en extensión, la rótula se subluxa lateralmente respecto a 1


la metáfisis inferior del fémur, en mayor medida si el cuá-
driceps está contraído. Al pasar a la flexión, se medializa
y bascula en sentido medial. La medialización y la bas-
culación interna automática de la rótula con la flexión
de la rodilla se deben a la rotación interna de la tibia y a
la morfología de las caras de la tróclea. En el plano sagi-
tal, la rótula desciende durante la flexión respecto a la
tróclea femoral, debido al carácter no extensible del ten- 2
dón rotuliano. Además, en extensión, la rótula se sitúa por
delante respecto a la tuberosidad tibial (Fig. 6). Al pasar a
la flexión, la rótula retrocede respecto a la tibia debido
al rodamiento-deslizamiento hacia atrás de los cóndilos
3
femorales respecto a los platillos tibiales al inicio de la
flexión y, después, a la introducción de la rótula en la
escotadura intercondílea. De este modo, la rótula se sitúa
en el mismo plano que la tuberosidad tibial a 60◦ de fle-
xión y por detrás de la tuberosidad tibial a 90◦ de flexión
(Fig. 6).
B
La acción de estabilización dinámica del aparato exten-
sor en flexión no está desprovista de consecuencias, pues Figura 7. La fuerza de compresión femororrotuliana (2), resul-
las tensiones que se ejercen sobre la rótula son conside- tante de la fuerza de tracción cuadricipital (1) y de la fuerza del
rables en el plano sagital (Fig. 7). La fuerza que se ejerce tendón rotuliano (3) aumenta con la flexión de la rodilla.
sobre la rótula, o fuerza de compresión femororrotuliana A. Rodilla en extensión.
(R), es la resultante de la fuerza de tracción cuadricipi- B. Rodilla en flexión.
tal (FC) y de la fuerza ejercida por el tendón rotuliano
(FR). Esta fuerza aumenta con la flexión de la rodilla en
paralelo a la fuerza de tracción del cuádriceps [12] . Por
tanto, la rótula se ve comprimida contra la tróclea femo-
 Patología traumática
ral con una flexión tanto mayor cuanto más aumenta la Lesiones traumáticas del cuádriceps
flexión. Esta fuerza resultante R, que comprime la rótula
contra la tróclea, equivale a tres veces el peso del cuerpo Las lesiones traumáticas del cuádriceps pueden afectar
al subir escaleras, a cuatro veces a 60◦ de flexión de la a su inserción tendinosa proximal, a su cuerpo muscular
rodilla y a siete veces durante una flexión completa de la o a su tendón distal.
rodilla. El arrancamiento de la inserción tendinosa del recto
Por tanto, el aparato extensor de la rodilla es un femoral o recto anterior del muslo de la espina ilíaca ante-
elemento mecánico muy potente. Las fuerzas máximas roinferior es un cuadro infrecuente, que se produce en la
que se producen en los tendones cuadricipital y rotu- mayoría de las ocasiones en adolescentes deportistas [14] ,
liano son, respectivamente, de 3.200 y 2.800 newtons [13] . en especial en futbolistas jóvenes. El mecanismo de pro-
Las fuerzas que actúan sobre la rótula son complejas. ducción es indirecto y corresponde a una rotación forzada
El cuádriceps mantiene la rótula en tensión, pero su del tronco por encima del miembro inferior bloqueado en
acción tiende a la subluxación externa de la rótula. hiperextensión. Durante el accidente, suele percibirse un
Durante la flexión. La rótula se recentra automáticamente chasquido. El dolor se localiza en el pliegue inguinal y
a expensas de unas tensiones elevadas en compresión, la marcha es imposible. La extensión de la cadera es dolo-
que llegan a siete veces el peso del cuerpo en flexión rosa, la flexión pasiva alivia el dolor y la flexión activa de la
completa. cadera es imposible. El estudio consiste en una radiografía

4 EMC - Aparato locomotor


Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula  E – 14-756

Figura 8. Resonancia magnética de la pelvis en corte transver-


sal donde se observa un arrancamiento de la inserción proximal
del recto femoral en la espina ilíaca anteroinferior en un adoles-
cente de 14 años, futbolista principiante.
A
frontal de la cadera, que puede mostrar un arrancamiento
óseo. Sin embargo, en los adolescentes, el cartílago de
crecimiento no fusionado puede ocultar la lesión. La reso-
nancia magnética (RM) permite el diagnóstico en estos
casos (Fig. 8).
El tratamiento funcional se basa en un período de des-
carga del miembro de 1-2 meses y de reposo deportivo de
4-6 meses. La consolidación sin secuelas es casi sistemá-
tica [15] . En el caso excepcional en los que esta lesión afecte
a un adulto joven y en el que el fragmento de espina ilíaca
anteroinferior desprendido sea voluminoso, se puede pro-
poner un atornillado según la técnica de Judet [16] .
Los traumatismos del cuerpo muscular del cuádriceps
son frecuentes y constituyen el 20% de las lesiones del
aparato extensor [3] . Estas lesiones se localizan en la mayo-
ría de los casos en el recto femoral, que está más expuesto
dado que es más superficial y biarticular; en menos ocasio-
nes, afectan al vasto medial y después al vasto lateral. En
la mayoría de los casos, son parciales; las rupturas totales
siguen siendo infrecuentes, pero interrumpen la conti-
nuidad del aparato extensor [17] . Se producen durante la
práctica deportiva y, en especial, durante una aceleración
brusca. El dolor aparece de forma súbita, en la zona media
del muslo y en la inspección se observa un ascenso de
la porción proximal del cuádriceps, con una depresión
B
que se acentúa durante la contracción muscular [18] . La Figura 9. Varón de 60 años, con sobrepeso (190 cm, 125 kg),
palpación de esta depresión es muy dolorosa. La ecogra- accidente en hiperflexión. Ruptura del tendón cuadricipital que
fía permite establecer el diagnóstico en la fase aguda. La afecta al recto femoral.
RM permite cartografiar la zona de ruptura. El diagnós- A. Solución de continuidad suprarrotuliana, pero conservación
tico diferencial con el desgarro es clínico: el dolor y las de la extensión activa de la rodilla y de la altura rotuliana en la
circunstancias de aparición son similares, pero el desgarro radiografía lateral de la rodilla.
no interrumpe la continuidad muscular. Las lesiones trau- B. La resonancia magnética confirmó la lesión.
máticas incompletas requieren un tratamiento funcional.
Se puede realizar un apoyo protegido con dos muletas,
aunque el reposo deportivo es necesario y su duración
depende de la lesión, pero debe plantearse un reposo de encima de la rótula (Fig. 9). La extensión activa de la rodi-
6-8 semanas. La rehabilitación consiste en la movilización lla se conserva si la ruptura no afecta a los vastos, sino sólo
de la rótula y la flexión pasiva progresiva de la rodilla, con al recto femoral. Asimismo, en estos casos la radiografía
una técnica infradolorosa. El tratamiento de las rupturas lateral puede mostrar una altura rotuliana conservada.
completas del cuerpo muscular del cuádriceps es quirúr- La ecografía muestra la lesión y la RM la confirma.
gico, sobre todo cuando se trata de pacientes jóvenes y Si la lesión afecta a todo el tendón cuadricipital, la
deportistas, antes del estadio de la retracción fibrosa. extensión activa de la rodilla es imposible y la rótula apa-
Las rupturas del tendón cuadricipital se producen en rece en posición baja en la radiografía lateral de la rodilla.
la mayoría de las ocasiones durante un traumatismo en Esta lesión también puede afectar a adolescentes, en quie-
hiperflexión, con contracción violenta del cuádriceps para nes provoca una separación osteoperióstica [19] . En todos
evitar una caída. Estas lesiones afectan sobre todo a varo- los casos, el tratamiento es quirúrgico [20] y consiste en una
nes de edad madura, mayores de 50 años, a menudo con reinserción y refuerzo del tendón cuadricipital. La rup-
sobrepeso. La solución de continuidad es visible justo por tura del tendón cuadricipital en un paciente portador de

EMC - Aparato locomotor 5


E – 14-756  Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula

una prótesis total de rodilla es infrecuente, su aparición es


grave y compromete el pronóstico de la rodilla protésica.
En estos casos, el tratamiento quirúrgico es la norma, pero
el resultado aleatorio de las reparaciones puede hacer que
se plantee un tratamiento funcional.

Fracturas de la rótula
Las fracturas de rótula son las lesiones más frecuentes
del aparato extensor; suponen el 1% de todas las fracturas
y alrededor del 50% son no desplazadas, sin interrupción
de la continuidad del aparato extensor [6] . Dado que la
A B
rótula tiene un papel fundamental en el funcionamiento
del aparato extensor [21] , los dos objetivos principales del
tratamiento son la conservación de la rótula y la preser-
vación de la movilidad de la rodilla. Las fracturas abiertas
son frecuentes, debido a la localización subcutánea de la
rótula. La afectación de la superficie articular expone a la
artrosis postraumática y a la rigidez de la rodilla [11] .

Mecanismos
Las fracturas de la rótula pueden deberse a impactos
directos o indirectos. El tipo de fuerzas traumáticas deter-
mina el tipo de fracturas. La causa más frecuente es un
traumatismo por impacto directo y puede consistir en una C D
caída sobre la rodilla flexionada, un accidente de salpi-
cadero o incluso un impacto directo sobre la rodilla en
extensión. En menos ocasiones, el mecanismo es indi-
recto, bien por contracción súbita del cuádriceps contra
resistencia con la rodilla en flexión (en cuyo caso se pro-
duce en la mayoría de las ocasiones un arrancamiento de
la punta de la rótula) [22] o bien por luxación traumática
de la rótula con arrancamiento de un fragmento del borde
medial [2] .

Clínica
E F
Desde el punto de vista clínico, el paciente presenta
tumefacción y dolor de la rodilla, un hemartros cuan- Figura 10. Clasificación descriptiva de las fracturas de rótula.
tioso con difusión a los tejidos blandos contiguas y un A. Fractura no desplazada.
flexo activo. Los impactos directos de la rodilla contra el B. Fractura transversal.
suelo suelen provocar una contusión cutánea. Una lesión C. Fractura del polo distal.
cutánea más pronunciada debe hacer que se sospeche D. Fractura conminuta.
una fractura abierta, que se puede evaluar mediante la E. Fractura vertical.
inyección de suero salino [23] , o, preferentemente, por una F. Fractura osteocondral.
exploración quirúrgica. En la palpación se observa dolor
sobre la rótula y, en menos ocasiones, una depresión entre
los dos bordes de la fractura. Esto se observa en la clásica superior a 2 mm y si el escalón articular es superior a 2 mm.
fractura desplazada con trazo horizontal de la rótula, pero La clasificación utilizada para las fracturas de rótula es des-
el cuadro es menos evidente si se conserva la continui- criptiva y engloba (Fig. 10) las fracturas no desplazadas
dad del sistema extensor: será la radiografía la prueba que simples o conminutas (50% de las fracturas), las fractu-
permita el diagnóstico preciso de las lesiones [2] . ras transversales desplazadas, las fracturas del polo distal,
las fracturas multifragmentarias desplazadas, las fracturas
Pruebas de imagen verticales y las fracturas osteocondrales.
Los objetivos del tratamiento de una fractura de rótula
El estudio radiográfico consta de una radiografía en son la restauración del aparato extensor de la rodilla, la
proyección frontal y lateral de la rodilla. Debido a la restauración de la congruencia articular y la conservación
superposición de la rótula y de los cóndilos femorales, del capital óseo rotuliano [11] .
la radiografía frontal es difícil de interpretar. La radiogra-
fía lateral permite evaluar bien el desplazamiento de los
fragmentos de la fractura y, por tanto, la interrupción de Tratamiento
la continuidad del aparato extensor, así como la incon-
El tratamiento no quirúrgico está indicado si la
gruencia articular. La proyección femororrotuliana (vista
continuidad del aparato extensor está conservada clíni-
axial de la rótula) es difícil de realizar en urgencias, por-
camente, es decir, si la extensión activa de la rodilla está
que requiere una flexión de la rodilla. Por tanto, no se
preservada y si el desplazamiento de la fractura y la incon-
realiza en la práctica corriente, aunque permite evaluar
gruencia articular son mínimas (desplazamiento menor
el desplazamiento articular con precisión. La tomografía
de 2 mm y escalón menor de 2 mm). Si se cumplen estas
computarizada (TC) y la RM no se realizan de urgencia en
condiciones, el tratamiento funcional y el tratamiento
las fracturas aisladas de la rótula.
ortopédico pueden proporcionar resultados excelentes
(Fig. 11).
Clasificación Braun et al [24] han publicado los resultados del tra-
Las fracturas de rótula se clasifican en desplazadas y tamiento funcional en 40 pacientes que presentaban
no desplazadas [22] . Una fractura de rótula se considera una fractura no desplazada de la rótula. El tratamiento
desplazada si el espacio entre los fragmentos fracturados es consistió en una férula durante 5 días, tras la que se

6 EMC - Aparato locomotor


Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula  E – 14-756

de osteosíntesis más expandido de las fracturas cerradas


desplazadas de la rótula. Se han descrito distintas modi-
ficaciones de esta técnica, en especial la utilización de
agujas asociadas con hilo metálico [27] y la realización de
un ocho con el hilo metálico [28] (Fig. 12).
La asociación del cerclaje con tornillos canulados parece
proporcionar las máximas garantías biomecánicas [29, 30] .
Las alternativas a este tratamiento de referencia son las
suturas con foco abierto mediante hilo no reabsorbible de
poliéster trenzado [31, 32] , las osteosíntesis por artroscopia
con hilo [33] , agujas, tornillos [34–36] o fijador externo [37] .
El cerclaje con hilo metálico se utiliza para ensamblar
los distintos fragmentos de una fractura conminuta, pero
su empleo de forma aislada no permite aplicar compre-
sión [30] .
Las fracturas abiertas suponen el 5-10% de las fractu-
ras de la rótula [6, 38, 39] . Más del 90% de estas fracturas se
produce en accidentes de coche o de motocicleta y exis-
ten lesiones asociadas en dos tercios de los casos [40] , en la
mayoría de las ocasiones, fracturas del fémur, de la tibia
o rupturas del ligamento cruzado posterior. Por el contra-
rio, la mayoría de las fracturas cerradas de la rótula son
secundarias a una caída y aisladas; en menos ocasiones,
Figura 11. Radiografía lateral de la rodilla izquierda en bipe- son conminutas o se infectan de forma secundaria. Los
destación, donde se observa una consolidación incompleta seis datos de las fracturas abiertas de la rótula son infrecuen-
meses después de una fractura no desplazada transversal del tes. Hay pocas series que describan los resultados [38–40] ,
tercio proximal de la rótula que se sometió a un tratamiento pero, aunque estas fracturas se deban a traumatismos de
funcional. alta energía, puede lograrse una función satisfactoria des-
pués del tratamiento. Éste se basa en la asociación de
desbridamiento-lavado meticuloso, seguido de una fija-
realizaba una rehabilitación pasiva infradolorosa asociada ción inmediata, junto con un tratamiento antibiótico
a una marcha con apoyo parcial usando dos muletas. Des- inmediato de amplio espectro, que se adapta en función
pués de 30 meses de seguimiento, el 80% de los pacientes de los datos bacteriológicos.
estaba sin dolor y un 90% tenía una movilidad normal.
Según Boström [6] , el tratamiento ortopédico con yeso
a 10◦ de flexión durante 4 semanas de las fracturas no
Complicaciones y secuelas
desplazadas de la rótula proporciona un 99% de resul- Consisten en los desplazamientos secundarios, callos
tados excelentes o buenos. Tras 9 años de seguimiento, viciosos, seudoartrosis, infecciones, rótula baja, rótula
210 pacientes de 212 estaban satisfechos o muy satisfe- magna, rigideces intra y extraarticular de la rodilla, dolor
chos. Estos dos estudios retrospectivos indican que se por el material de osteosíntesis y artrosis postraumática.
pueden obtener resultados excelentes en las fracturas no Los desplazamientos secundarios son infrecuentes, pero
desplazadas de la rótula con el aparato extensor intacto. Se se han descrito casos: el sistema de fijación debe apor-
puede recomendar un apoyo precoz, con la cobertura de tar una estabilidad biomecánica suficiente para permitir
una férula articulada, así como una movilización pasiva una movilización rápida, con el fin de evitar la rigidez
precoz. Se realiza una radiografía de control una semana de la rodilla [11] . Los hilos metálicos y las agujas rotas
después del inicio de la movilización, para verificar la pueden migrar al hueco poplíteo e incluso a la cavidad
ausencia de desplazamiento secundario [11] . El tratamiento cardíaca [11] .
no quirúrgico también se puede efectuar en las fracturas Los callos viciosos son menos frecuentes que las seu-
desplazadas de la rótula en pacientes que tengan enferme- doartrosis. El estudio postoperatorio de una fractura de
dades concurrentes graves. Pritchett [25] ha publicado los la rótula requiere una radiografía en proyección axial o
resultados de una serie retrospectiva corta de 18 pacientes del desfiladero femororrotuliano, para apreciar la reduc-
tratados de forma funcional, con férula amovible y apoyo ción intraarticular. En caso de reducción no satisfactoria,
total inmediato a pesar de una fractura desplazada de la se requiere una reintervención quirúrgica, salvo si la frac-
rótula. A los dos años de seguimiento, 12 pacientes esta- tura es demasiado conminuta para prever una mejoría.
ban disponibles y sólo tres consideraban que su resultado La seudoartrosis es infrecuente, inferior al 1%, salvo en
era decepcionante. Ningún paciente presentaba dolor, las fracturas abiertas, donde se ha descrito una tasa supe-
pero todos tenían un déficit de flexión activa superior o rior al 7% [22, 40] . El tratamiento se basa en la resección
igual a 20◦ . de la zona de seudoartrosis, seguida de una reconstruc-
El tratamiento quirúrgico es necesario en caso de ción mediante osteosíntesis directa [41] o por autoinjerto
incompetencia del aparato extensor, es decir, ante una contralateral [42] .
fractura desplazada y en las fracturas abiertas. En algunos Las infecciones son infrecuentes en caso de fracturas
casos, a pesar de que el aparato extensor sea compe- cerradas, pero en las fracturas abiertas la tasa de infección
tente, la presencia de un desplazamiento de la fractura crónica supera el 10% [39, 40] .
y de un escalón intraarticular superiores a 3 mm pue- El cuadro de rótula baja se produce después de un trata-
den obligar a intervenir al paciente. Los cuerpos extraños miento ortopédico o quirúrgico. Se asocia a dolor anterior
intraarticulares y las fracturas osteocondrales también son y a una limitación de la flexión activa y pasiva de la rodilla.
indicaciones quirúrgicas. La radiografía lateral muestra un índice de Caton inferior
El método más extendido de tratamiento de las frac- a 0,6 (Fig. 13).
turas cerradas y desplazadas de la rótula sigue siendo la La radiografía del desfiladero femororrotuliano (pro-
osteosíntesis con foco abierto (reducción abierta y fija- yección axial de la rótula) muestra la imagen de puesta
ción interna [RAFI]) [11] . Aunque las técnicas y materiales de sol. El tratamiento es sobre todo profiláctico: para
han evolucionado, los objetivos de restauración de la ana- prevenir esta complicación, se deben evitar las inmoviliza-
tomía y del aparato extensor siguen siendo un tema de ciones en extensión de la rodilla y preferir una posición de
actualidad [6, 26] . El cerclaje con hilo metálico es el método inmovilización a 20◦ de flexión para poner en tensión el

EMC - Aparato locomotor 7


E – 14-756  Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula

A B
A B Figura 13. Radiografías de la rodilla en proyección frontal (A)
y lateral (B) donde se observa una rótula baja tras la fijación
de una fractura transversal con tornillos (índice de Caton: 0,5;
movilidades: 0-80◦ ).

tendón rotuliano e impedir su retracción. El tratamiento


quirúrgico se dirige a mejorar la flexión de la rodilla:
la osteosíntesis debe permitir una movilización pasiva
rápida de la rótula, que permita prevenir una rótula baja
y la rigidez. La artrólisis aislada puede permitir mejorar la
flexión de la rodilla 30◦ [43] , la transposición proximal de
la tuberosidad tibial anterior mejora la altura rotuliana,
pero no actúa sobre la longitud del tendón rotuliano; el
alargamiento del tendón rotuliano combina una artrólisis
con una restauración de la longitud del tendón rotuliano,
pero expone a su ruptura secundaria [44] .
Las rótulas grandes (rótula magna) suelen ser secun-
darias a la consolidación exuberante de una fractura
conminuta con una reducción imperfecta, lo que provoca
un conflicto entre la rótula y la tróclea. La pateloplastia
periférica actúa sobre la morfología externa de la rótula,
C D mediante la regularización del hueso sobrante, a la vez
que conserva el cartílago central, lo que disminuye el con-
flicto entre la rótula y la tróclea y mejora la movilidad de
la rodilla [45] .
La rigidez de la rodilla después de la fractura de rótula
sin factores etiológicos no es infrecuente. En la mayoría de
los casos, se trata de una disminución de la flexión de la
rodilla. Para evitarlo, muchos autores recomiendan una
fijación interna de estas fracturas con el fin de movili-
zar la rodilla con rapidez. Sin embargo, no hay pruebas
científicas de que la fijación precoz de las fracturas de
rótula permita disminuir la rigidez de la rodilla. Tampoco
hay pruebas de que la inmovilización mediante yeso de
una fractura de rótula aumente la rigidez de la rodilla.
Por tanto, la causa de la rigidez de la rodilla después de
la fractura de rótula no siempre está clara. Dado que el
origen de la rigidez suele ser intraarticular, se puede pro-
poner una artrólisis [46] , durante la cual se desaconseja el
despegamiento prerrotuliano, debido a la vascularización
de la rótula, y se realiza la liberación de las rampas condí-
leas, la sección de las adherencias cuadricipitales y de los
E F dos retináculos rotulianos [47] . Todos estos procedimientos
son técnicamente posibles mediante una artrólisis artros-
Figura 12. cópica [43] .
A, B. Radiografías frontal (A) y lateral (B) que muestran una frac- El dolor por el material de osteosíntesis se describe con
tura transversal desplazada de la rótula. frecuencia tras una fractura de la rótula, con tasas que
C. Radiografía frontal que muestra una fractura poco desplazada llegan al 60% de los pacientes, y se requiere la retirada del
con tres fragmentos. material [22, 26, 29] . Es más frecuente tras fracturas abiertas,
D. Radiografía lateral de la rodilla que muestra un desplaza- probablemente debido a un traumatismo más grave de los
miento articular. tejidos blandos [38, 39] .
E, F. Radiografías de las rodillas derecha (E) e izquierda (F) en La artrosis posfractura de rótula es frecuente, pero hay
decúbito, donde se observa el tratamiento quirúrgico de una pocas series que la evalúen [6, 48–51] . Es secundaria a una
fractura transversal simple, cerrada y desplazada de las dos rótu- reducción imperfecta y a una inmovilización prolon-
las mediante agujas y cerclaje en forma de ocho, según la técnica gada [49] . Sorensen [51] ha observado un 70% de artrosis
de Muller. femororrotulianas con un seguimiento de 10-30 años.

8 EMC - Aparato locomotor


Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula  E – 14-756

Boström [6] ha descrito una tasa de artrosis dos veces más


elevada en las fracturas desplazadas y tratadas con cirugía
que en las fracturas no desplazadas tratadas de forma orto-
pédica (16% frente al 35%, respectivamente). Saltzman [50]
ha descrito una tasa del 53% de artrosis a los 8 años de
seguimiento. Por tanto, las fracturas de la rótula exponen
a la artrosis femororrotuliana, sobre todo cuando la frac-
tura inicial está desplazada y ha requerido un tratamiento
quirúrgico.
Las fracturas de rótula también pueden producirse
después de una reconstrucción del ligamento cruzado
anterior (LCA) o de la colocación de una prótesis de rodi-
lla:
• las fracturas de rótula después de la reconstrucción
del LCA por autoinjerto hueso-tendón rotuliano-hueso
(operación de Kenneth-Jones) son infrecuentes. Se esti-
man en menos del 1% de los casos [52] . Se producen
durante la extracción del injerto en el tercio central
del tendón rotuliano prolongado por un fragmento
óseo extraído de la zona distal de la rótula. Si la
extracción es excesiva, se puede producir una frac-
tura transversal [53] . En la mayoría de las ocasiones, la
fractura se evidencia en la radiografía lateral posto-
Figura 14. Necrosis o fractura de estrés de la rótula, de des-
peratoria, realizada para controlar la posición de los
arrollo progresivo, a los dos años de una prótesis total de rodilla,
túneles, o durante la rehabilitación postoperatoria. Si la
en un paciente que tenía una flexión «excesivamente buena»
fractura no está desplazada, se puede realizar un trata-
(extensión 0◦ ; flexión: talón-muslo). Incompetencia del aparato
miento funcional, con una flexión limitada a 90◦ como
extensor con pérdida de la extensión activa de la rodilla.
máximo en las primeras 6 semanas. El tratamiento
es sobre todo preventivo y se basa en la técnica de
extracción [54] ;
• el aparato extensor está en el primer puesto de las
complicaciones tras la colocación de una prótesis total
de rodilla [55] . La frecuencia de las fracturas de rótula
después de una prótesis total de rodilla es del 2-
5% [56, 57] . Se han puesto de manifiesto varios factores
favorecedores [57] : resección ósea demasiado extensa,
necrosis rotuliana relacionada con una vía de acceso
excesiva, flexión «demasiado buena» que provoca un
exceso de presión sobre la rótula, clavo central sobre
el botón rotuliano que actúa como un rodillo, sección
del retináculo rotuliano lateral, componente rotuliano
con refuerzo metálico, movilización bajo anestesia,
reintervención de prótesis total de rodilla y próte-
sis tras osteotomía. Estas fracturas se producen de
forma insidiosa, fuera de cualquier contexto trau-
mático, con un componente necrótico rotuliano, en
especial cuando se asocia una vía de acceso trans-
cuadricipital con la sección del retináculo rotuliano
lateral. Se pueden asemejar a las fracturas de estrés
(Fig. 14).

Ruptura del tendón rotuliano


La ruptura del tendón rotuliano es un cuadro infre-
cuente. Casi siempre es completa y se localiza en la punta
de la rótula o en la región infrarrotuliana en dos tercios A B
de los casos, pocas veces justo en el tendón, pero también Figura 15. Radiografías de la rodilla izquierda en proyección
en la unión entre el tendón rotuliano y la tuberosidad frontal (A) y lateral (B) que muestran un ascenso proximal pato-
tibial anterior [58] . Se produce en personas menores de 40 lógico de la rótula en el contexto de una ruptura del tendón
años y en la anamnesis se puede encontrar un impacto rotuliano.
directo de la región suprarrotuliana, con la rodilla flexio-
nada a 90◦ [59] . Los microtraumatismos reiterados se han
implicado en la aparición de tendinopatías crónicas en
personas deportistas y en las rupturas secundarias del ten- El tratamiento de las rupturas del tendón rotuliano es
dón rotuliano [60] . quirúrgico [61, 62] . La sutura o la reinserción del tendón
En la exploración física, se observa un flexo activo se protege con un marco transóseo [63] , que se apoya en
de la rodilla con un ascenso de la rótula respecto al dos túneles transversales transrotuliano y transtuberosi-
lado contrario. El estudio radiográfico consta de una dad tibial anterior (TTA) [64] . Este marco de protección
proyección frontal y una lateral de ambas rodillas, a también puede pasar a nivel proximal por el tendón cua-
30◦ de flexión, donde se observa un ascenso proxi- dricipital, a ras de la base de la rótula, y a nivel distal
mal anormal de la rótula (rótula alta patológica). La por los extremos de un tornillo transversal situado en la
ecografía puede ser útil para confirmar el diagnóstico TTA, con el fin de evitar el efecto de hilo de cortar man-
(Fig. 15). tequilla de los túneles transóseos en los pacientes con

EMC - Aparato locomotor 9


E – 14-756  Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula

A B
Figura 16. Radiografías de la rodilla en proyección frontal (A)
y lateral (B) que muestran una ruptura del tendón rotuliano en
un paciente con prótesis femororrotuliana.

osteoporosis. El tratamiento de las lesiones antiguas pasa-


das por alto del tendón rotuliano es más difícil, porque
debe vencerse la retracción del cuádriceps y lograr una
altura rotuliana satisfactoria después de la reparación. La
reconstrucción del tendón rotuliano requiere un aporte
tendinoso autólogo, mediante el semitendinoso [65] , recto
A B
interno [66] , fascia lata [59] o tendón rotuliano contralate-
ral [42] . Esta reconstrucción requiere una protección con Figura 17. Radiografías de la rodilla en proyección frontal (A)
un marco transóseo, que también se puede realizar con y lateral (B) que muestran una fractura de la tuberosidad tibial
un aloinjerto. anterior, secundaria a una osteotomía en un paciente con próte-
En las rupturas recientes, los resultados del tratamiento sis total de rodilla.
quirúrgico son satisfactorios, con la posibilidad de reanu-
dar el deporte al 6.◦ mes y de lograr un nivel deportivo
comparable a los 9-18 meses [58, 60] .
Las rupturas del tendón rotuliano en pacientes con pró- Estas lesiones traumáticas de la TTA pueden producirse
tesis de rodilla son infrecuentes (Fig. 16). en adolescentes con enfermedad de Osgood-Schlatter [69] ,
Pueden producirse durante la colocación de la prótesis, pero, por el momento, no se ha demostrado en la litera-
en especial cuando la exposición de la rodilla es difícil, tura una asociación lesional [70] .
sobre todo si la rótula es baja o en las reintervenciones de Las fracturas de la TTA también pueden ser una com-
prótesis. El tratamiento es quirúrgico y suele asociar una plicación de las fracturas de los platillos tibiales. Esta
reconstrucción y un marco de neutralización. asociación lesional es bastante frecuente, pues se observa
en alrededor del 10% de las fracturas de los platillos tibia-
les [3] . Estas fracturas se producen durante traumatismos
Fracturas de la tuberosidad tibial de alta energía, en la mayoría de las ocasiones, durante
fracturas bituberositarias. El tratamiento quirúrgico con-
anterior siste en la fijación de la TTA tras la reconstrucción de la
Las fracturas de la TTA suelen observarse en adoles- epífisis proximal de la tibia.
centes y son secundarias a un accidente deportivo [67] . Por último, las fracturas de la TTA pueden ser iatro-
Esta lesión se debe a un mecanismo indirecto de contrac- génicas, secundarias a una osteotomía de la TTA, bien
ción violenta del cuádriceps que tensa todo el aparato en el contexto de una cirugía de transposición rotuliana,
extensor y hace ceder la zona de debilidad corres- bien en el contexto de una osteotomía sagital de la tibia
pondiente al núcleo de osificación tuberositaria en la o bien en el contexto de una prótesis de rodilla difícil,
adolescencia. con rótula baja. La fractura de la pastilla tibial se pro-
Desde el punto de vista clínico, el dolor impide cual- duce por encima del tornillo de fijación. Su tratamiento
quier movilización. Cuando la movilización es posible, es quirúrgico y consiste en una osteosíntesis reiterada de
existe un flexo activo de la rodilla. El estudio radio- la TTA mediante tornillo de compresión o hilo metálico
gráfico consiste en una radiografía frontal y lateral de apoyado en un tornillo. Sin embargo, el tratamiento es
la rodilla, que muestra la fractura de la TTA, con una sobre todo preventivo y consiste en la extracción de una
posible extensión a la epífisis tibial anterior, lo que da pastilla de TTA larga, de al menos 7 cm, que incluya hueso
lugar a una fractura-desprendimiento epifisario. Ogden esponjoso.
ha clasificado los distintos tipos de fracturas de la tube- La osteotomía de una pastilla de TTA en el contexto de
rosidad tibial anterior en adolescentes en tres tipos [68] . una prótesis total de rodilla no es un procedimiento tri-
Si la fractura es incompleta (tipo 1), el tratamiento vial [71] , pues no sólo expone a una fractura de la pastilla
es ortopédico. Si es completa (tipo 2) o está asociada por encima del tornillo, sino también a una seudoartrosis.
a un desprendimiento epifisario (tipo 3), se requiere Su tratamiento es quirúrgico, con un resultado aleatorio.
un tratamiento quirúrgico, respetando el cartílago de Consiste en una osteosíntesis asociada a un injerto de
crecimiento. hueso esponjoso (Figs. 17 y 18).

10 EMC - Aparato locomotor


Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula  E – 14-756

[12] Maquet P. Biomechanics of the knee. Berlin: Springer Verlag;


1984.
[13] Huberti HH, Hayes WC, Stone JL, Shybut GT. Force ratios
in the quadriceps tendon and ligamentum patellae. J Orthop
Res 1984;2:49–54.
[14] Gerard Y, Jacob M, Glavier B, Segal P. Les ruptures
du droit antérieur en pratique sportive. Rev Chir Orthop
1979;65:85–8.
[15] Ferro RM, Merrien Y, Latouche JC, Richard M, Vancuyck A,
Berthélémy P. Aspect chirurgical des ruptures par élongation
du droit antérieur chez le sportif. En: L’appareil extenseur du
genou. Paris: Masson; 198549–56.
[16] Judet R, Judet J. Rupture de l’appareil extenseur du genou. En:
Traité de thérapeutique chirurgicale. Tome 1: Chirurgie ort-
hopédique et traumatologique des membres. Paris: Masson;
1964.
[17] Moyen B, Comtet JJ, Brunet E, Genety J, Herzberg G. Ruptu-
res du droit antérieur chez le sportif. En: L’appareil extenseur
du genou. Paris: Masson; 198557–8.
[18] Coudane H, Huttin P. Ruptures de l’appareil extenseur du
genou. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris). Appareil loco-
moteur, 14-081-A-10, 1999 : 12p.
[19] Trillat A, Dejour H, Jouvinroux P. Décalottement ostéopé-
riosté du tendon quadricipital chez l’adolescent. Rev Chir
Orthop 1968;54:294.
[20] Benazet JP, Dufour C, Saillant G, Roy-Camille R. La chirur-
gie des lésions musculo-aponévrotiques du membre inférieur
du sportif. J Traumatol Sport 1990;7:80–9.
[21] Maquet P. Mechanics and osteoarthritis of the patellofemoral
A B joint. Clin Orthop 1979;144:70–3.
[22] Carpenter JE, Kasman R, Matthews LS. Fractures of the pate-
Figura 18. Radiografías de la rodilla en proyección frontal (A) y lla. J Bone Joint Surg [Am] 1993;75:1550–61.
lateral (B), en bipedestación, que muestran una seudoartrosis de [23] Nord RM, Quach T, Walsh M, Pereira D, Tejwani NC. Detec-
la tuberosidad tibial en un paciente con prótesis total de rodilla. tion of traumatic arthrotomy of the knee using the saline
solution load test. J Bone Joint Surg [Am] 2009;91:66–70.
 Conclusión [24] Braun W, Wiedemann M, Rüter A, Kundel K, Kolbinger S.
Indications and results of nonoperative treatment of patellar
Las lesiones traumáticas del aparato extensor conlle- fractures. Clin Orthop 1993;289:197–201.
van un riesgo de flexo activo más o menos invalidante [25] Pritchett JW. Nonoperative treatment of widely displaced
o una disminución de la extensión activa, por lo que es fractures of the patella. Am J Knee Surg 1997;10:145–8.
fundamental diagnosticarlas adecuadamente y saber tra- [26] Lotke PA, Ecker ML. Transverse fractures of the patella. Clin
tarlas. Las secuelas pueden estar relacionadas tanto con el Orthop 1981;158:180–4.
traumatismo inicial como ser secundarias al tratamiento. [27] Weber MJ, Janecki CJ, McLeod P, Nelson CL, Thompson JA.
Efficacy of various forms of fixation of transverse fractures
of the patella. J Bone Joint Surg [Am] 1980;62:215–20.
 Bibliografía [28] Muller ME, Allgower M, Schneider R, Willeneger H.
Manual of internal fixation: techniques recommended by the
[1] Baqué P. Le muscle quadriceps. En: Manuel pratique AO group. Berlin: Springer; 1979248–53.
d’anatomie. Ellipses Edition Marketing SA; 2008514. [29] Berg EE. Open reduction and internal fixation of displaced
[2] Neyret P. Les fractures de rotule. En: Conférence transverse patella fractures with figure-eight wiring through
d’enseignement SOFCOT (no 52). Paris: Expansion scientifi- parallel cannulated compression screws. J Orthop Trauma
que française; 1995123–36. 1997;11:573–6.
[3] Ait Si Selmi T, Neyret P, Rongieras F, Caton J. Ruptures de [30] Carpenter JE, Kasman RA, Patel N, Lee ML, Goldstein SA.
l’appareil extenseur du genou et fractures de rotule. EMC Biomechanical evaluation of current patella fractures fixation
(Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales – techniques. J Orthop Trauma 1997;11:351–6.
Orthopédie-Traumatologie, 44-730, 1999 : 16p. [31] Gosal HS, Singh P, Field RE. Clinical experience of patellar
[4] Chambat P, Dejour H. Les transpositions de la tubérosité fracture fixation using metal wire or non-absorbable polyes-
tibiale antérieure avec un seuil supérieur à 10 ans. Rev Chir ter: a study of 37 cases. Injury 2001;32:129–35.
Orthop 1980;66:222–5. [32] Patel VR, Parks BG, Wang Y, Ebert FR, Jinnah RH. Fixa-
[5] Baqué P. L’articulation du genou : la rotule. En: Manuel pra- tion of patella fractures with braided polyester sutures: a
tique d’anatomie. Ellipses Edition Marketing SA; 2008530. biomechanical study. Injury 2000;31:1–6.
[6] Boström A. Fractures of the patella: a study of 422 fractures. [33] Ma YZ, Zhang YF, Qu KF, Yeh YC. Treatment of frac-
Acta Orthop Scand 1972;143:1–80. tures of the patella with percutaneous suture. Clin Orthop
[7] Atesok K, Doral MN, Lowe J, Finsterbush A. Symptoma- 1984;191:235–41.
tic bipartite patella: treatment alternatives. J Am Acad Surg [34] Appel MH, Seigel H. Treatment of transverse fractures of the
2008;16:455–61. patella by arthroscopic percutaneous pinning. Arthroscopy
[8] Baqué P. La vascularisation artérielle du genou. En: 1993;9:119–21.
Manuel pratique d’anatomie. Ellipses Edition Marketing SA; [35] El-Sayed AM, Ragab RK. Arthroscopic-assisted reduction
2008536. and stabilization of transverse fractures of the patella. Knee
[9] Scapinelli R. Blood supply of the human patella: its relation 2009;16:54–7.
to ischaemic necrosis after fracture. J Bone Joint Surg [Br] [36] Turgut A, Günal I, Acar S, Seber S, Göktürk. Arthroscopic-
1967;49:563–70. assisted reduction and stabilization of patellar fractures. Clin
[10] Carret JP. Biomécanique de l’articulation du genou. En: Orthop 2001;389:57–61.
Conférence d’enseignement SOFCOT (n◦ 40). Paris: Expan- [37] Yanmis I, Oguz E, Atasalp AS. Application of circular
sion Scientifique Française; 1991189–208. external fixator under arthroscopic control in comminu-
[11] Melvin JS, Mehta S. Patellar fractures in adults. J Am Acad ted patella fractures: technique and early results. J Trauma
Orthop Surg 2011;19:198–207. 2006;60:659–63.

EMC - Aparato locomotor 11


E – 14-756  Rupturas del aparato extensor de la rodilla, incluidas las fracturas de rótula

[38] Anand S, Hahnel JC, Giannoudis PV. Open patellar frac- [54] Chouteau J, Laptoiu D, Lerat JL, Moyen B. Patellar fractures
tures: high energy injuries with a poor outcome? Injury after anterior cruciate ligament reconstruction using a bone
2008;39:480–4. patellar tendon bone transplant: a comparative study of two
[39] Torchia ME, Lewallen DG. Open fractures of the patella. J harvesting techniques. Rev Chir Orthop 2008;94:561–5.
Orthop Trauma 1996;10:403–9. [55] Patel J, Ries MD, Bozic KJ. Extensor mechanism
[40] Catalano JB, Iannacone WM, Marczyk. Open fractures complications following total knee arthoplasty. Instr Course
of the patella: long-term functional outcome. J Trauma Lect 2008;57:283–94.
1995;39:339–44. [56] Grace JN, Sim FH. Fracture of the patella after total knee
[41] Satku K, Kumar VP. Surgical management of non-union of arthroplasty. Clin Orthop 1988;230:168–75.
neglected fractures of the patella. Injury 1991;21:108–10. [57] Rand JA. Extensor mechanism complications after total knee
[42] Dejour H, Denjean S, Neyret P. Traitement des ruptures arthroplasty. Instr Course Lect 2005;54:241–50.
anciennes ou itératives du ligament patellaire par autogreffe [58] Kuechle DK, Stuart MJ. Isolated rupture of the patellar tendon
controlatérale. Rev Chir Orthop 1992;78:58–62. in athlets. Am J Sports Med 1994;22:692–5.
[43] Beaufils P, Katz V, Guillon P. Arthrolyse arthroscopique pour [59] Siwek CN, Rao JP. Ruptures of the extensor mechanism of
raideur du genou. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Tech- the knee joint. J Bone Joint Surg [Am] 1981;63:932–7.
niques chirurgicales – Orthopédie-Traumatologie, 44-842, [60] Kelly DW, Carter V, Jobe F, Kerlan RK. Patellar and qua-
2001 : 6p. driceps tendon ruptures jumper’s knee. Am J Sports Med
[44] Dejour D, Levigne C, Dejour H. La Rotule basse post- 1984;12:375–80.
opératoire. Traitement par allongement du tendon rotulien. [61] Lindy PB, Boynton MD, Fadale PD. Repair of patellar
Rev Chir Orthop 1995;81:286–95. tendon disruptions without hardware. J Orthop Trauma
[45] Lerat JL.Moyen B. La patelloplastie périphérique ou remo- 1995;9:238–43.
delage périphérique de la rotule. 1992. [62] Persson K, Merkow R, Templeman D, Sieber J, Gustilo R.
[46] Judet J, Judet H, Aouak D. Les raideurs du genou d’origine Patellar tendon rupture: description of a simplified opera-
articulaire. Chirurgie 1989;115:457–60. tive method for a current therapeutic problem. Arch Orthop
[47] Jouffroy P, Judet T. Libération de l’appareil extenseur selon Trauma Surg 1992;112:47–9.
Judet pour raideur sévère du genou en extension. EMC [63] Hsu KY, Wang KC, Ho WP, Hsu R. Traumatic patellar tendon
(Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales – ruptures: a follow-up study of primary repair and neutraliza-
Orthopédie-Traumatologie, 44-840, 2000 : 5p. tion wire. J Trauma 1994;36:658–60.
[48] Edwards B, Johnell O, Redlund-Johnell I. Patellar fractures. [64] MacLaughlin HL. Repair of rupture of patellar tendon. Am J
A 30-year follow-up. Acta Orthop Scand 1989;60:712–4. Surg 1947;74:758–64.
[49] Fourati MK, Essaddam M, Ben Hassine M. Résultats loin- [65] Kelikian H, Riashi E, Gleason J. Restoration of quadriceps
tains du traitement des fractures de la rotule. Rev Chir Orthop function in neglected tear of the patellar tendon. Surg Gynecol
1987;73:361–4. Obstet 1957;104:200–4.
[50] Saltzman CL, Goulet JA, McClellan RT, Schneider LA, [66] Ecker ML, Lotke PA, Glazer RM. Late reconstruction of the
Matthews LS. Resultats of treatment of displaced patellar patellar tendon. J Bone Joint Surg [Am] 1979;61:884–6.
fractures by partial patellectomy. J Bone Joint Surg [Am] [67] Vainionpaa S, Bostman O, Patiala H, Rokkanen P. Fracture
1990;72:1279–85. of the tibial tuberosity in adolescents. Arch Orthop Trauma
[51] Sorensen KH. The late prognosis after fracture of the patella. Surg 1985;194:20–2.
Acta Orthop Scand 1964;34:198–212. [68] Ogden JA, Tross R, Murphy M. Fracture of the tibial tubero-
[52] Christen B, Jakob RP. Fractures associated with patellar liga- sity in adolescents. J Bone Joint Surg [Am] 1980;62:205–15.
ment grafts in cruciate ligament surgery. J Bone Joint Surg [69] Bowers Jr KD. Patellar tendon avulsion as a complication of
[Br] 1992;74:617–9. Osgood-Schlatter’s disease. Am J Sports Med 1981;9:356–9.
[53] Piva SR, Childs JD, Klucinec BM, Irgang JJ, Almeida [70] Ogden JA, Southwick WO. Osgood-Schlatter’s disease and
GJ, Fitzgerald GK. Patella fracture during rehabilitation tibial tuberosity development. Clin Orthop 1976;116:180–9.
after bone-patellar tendon-bone anterior cruciate ligament [71] Piedade SR, Pinaroli A, Servien E, Neyret P. Tibial tubercule
reconstruction: 2 case reports. J Orthop Sports Phys Ther osteotomy in primary total knee arthroplasty: a safe procedure
2009;39:278–86. or not? Knee 2008;15:439–46.

C. Trojani (trojani@unice.fr).
Service de chirurgie orthopédique et traumatologie du sport, Hôpital de l’Archet-2, CHU de Nice, 151, route de Saint-Antoine-de-Ginestière,
06200 Nice, France.
P. Neyret.
Centre Albert Trillat, 8, rue de Margnolles, 69300 Lyon, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Trojani C, Neyret P. Rupturas del aparato extensor de la rodilla,
incluidas las fracturas de rótula. EMC - Aparato locomotor 2013;46(4):1-12 [Artículo E – 14-756].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

12 EMC - Aparato locomotor

También podría gustarte