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Polémica en Gran Bretaña

El caso Alfie Evans: la batalla


por un bebé al que el Estado
quiere dejar morir
Pese a la oposición de los padres, los médicos lo desconectaron.
Pero él sigue respirando. La familia pide que el Papa viaje a
Liverpool.  

Una vez más en Gran Bretaña, la vida de un niño y su destino han quedado


en manos de los jueces y los médicos, contra la voluntad de sus padres,
católicos que no aceptan esta clase de eutanasia paliativa.

Los padres de Alfie Evans, un nene de 23 meses con una enfermedad


degenerativa neurológica no diagnosticada, han batallado para buscar salvarle
su vida o conseguirle una prolongación de su estado. Una batalla
campal contra los médicos del Alder Hospital de Liverpool, donde se
encuentra internado, y el tribunal de apelaciones, que se niegan a prolongar esa
vida y han decidido cortarle el oxígeno este lunes para que muera en dignidad.

La justicia británica rechazó la apelación para trasladar al bebé Alfie


Evans a Roma
Tom y Kate Evans, sus padres, consiguieron llegar al Vaticano y entrevistarse
con el Papa Francisco. A su pedido, le dieron la nacionalidad italiana a Alfie
en 24 horas, cuando la Justicia británica decidió dejarlo morir dignamente.

Tom Evans, el padre de Alfie, este jueves en el hospital donde está internado su hijo (AP)

Pero los padres apelaron y pidieron trasladar a su hijo a Italia, donde podría ser
tratado en el hospital vaticano Bambino Gesú, que se ofreció a recibirlo. El
alto tribunal rechazó la apelación y ahora una nueva intervención con los
médicos va a decidir si la familia puede trasladarlo a su casa. Se espera la
resolución en horas, mientras un duro enfrentamiento es evidente entre los
médicos que lo tratan y los padres de Alfie, que en el hospital está rodeado por
los simpatizantes de la idea de trasladarlo y prolongar su vida.

Desconectaron al bebé terminal Alfie Evans y logra respirar por sus


propios medios

El bebé tiene una seria condición cerebral no diagnosticada y los médicos


consideran que debe morir en paz porque su situación es terminal. Un avión
militar italiano y un avión alemán se encuentran en “stand by”, esperando la
decisión de los jueces para mudarlo inmediatamente a Roma o Munich. Se le
ha retirado desde hace 72 horas el oxígeno a Alfie, que aún permanece en el
hospital abrazado a su mamá y duerme tranquilamente.

Globos en la entrada del hospital, de la gente que apoya a los Evans. La opinión pública británica
está dividida por el caso (AFP)

Tom Evans, el padre, denunció que su hijo es “un rehén de los médicos” y
pidió al Papa que viajara a Liverpool: “Venga aquí y vea como mi hijo es un
rehén del hospital Alder Hey. Lo que estamos soportando no es correcto”.

Las razones detrás de la decisión

Italia ofreció a Alfie la nacionalidad en 24 horas y su representante legal


italiano se hizo presente en las audiencias, pero el juez dictaminó que Alfie es
británico y no italiano. Son ellos, los médicos y los servicios sociales,
quienes deben adoptar la decisión que sea mejor para su vida. Eligieron
dejarlo morir. Una resolución que no es inusual en Gran Bretaña donde, a
diferencia de otros países, desconectan a las personas tras accidentes de
automóviles o porque se encuentran en coma ante los costos que su
tratamiento significa para el NHS, el servicio de

También deciden no hacer tratamientos costosos con ese mismo criterio.


Sólo basta recordar el caso de Ashya King, un chico de 8 años con un tumor
cerebral, al que los médicos se negaban a dejar trasladar a la República Checa
para una terapia de protón. La familia fugó a España, fueron detenidos,
llevados a la cárcel, y finalmente autorizados a viajar a Checa. Ashya se
recuperó completamente. No tiene rastros de cáncer y fue tratado por un
médico oncólogo argentino en España y por los checos, cuyo tratamiento
eliminó su enfermedad.

Jasson Coopel, el abogado de la madre de Alfie, dijo que “como ciudadano


europeo tiene el derecho de ser transferido a Italia”. Pero los jueces
consideraron que nada ha cambiado desde la primera sentencia en febrero y,
en defensa de los intereses de Alfie, debe permanecer en el hospital. Dijeron
que porque respira sin ayuda no significa que ha mejorado, ya que los
médicos nunca sugirieron que su muerte iba a ser instantánea.

Juguetes infantiles que la gente deja en apoyo al bebé en la entrada del hospital (AFP)

Un avión sanitario, “por orden del Papa”, se encuentra esperando cualquier


decisión. Los abogados que defienden a Alfie pertenecen al grupo Cristian
Legal Centre, un grupo católico pro vida, y señaló que si bien hay tensiones
“no hay hostilidad contra el servicio de salud británico. Jasson Coppel afirmó
que “Alfie necesita una inmediata intervención”.

Francisco recibió al papá de Alfie Evans, el bebé terminal al que quieren


desconectar
Ahora el padre debe encontrarse con los médicos para llevarse a su hijo a su
casa. Pero el temor de los profesionales es que ellos se lleven
clandestinamente a Alfie a Italia.

El gran debate

¿Y el poder de los padres? Esa es la gran polémica en Gran Bretaña. ¿Dónde


queda su capacidad de decidir si los médicos resuelven por ellos? En ese caso,
los intereses de Alfie son defendidos por los jueces, los médicos y el Estado y
no por sus padres, que pierden toda autoridad.

Apasionadas protestas se han organizado en el hospital, una petición de


100.000 personas ha sido elevada a la reina Isabel para que intervenga y hasta
en Polonia e Irlanda hay marchas para defender el derecho a la vida de Alfie.

Los médicos argumentan que el cerebro de Alfie ha sido destruido durante su


enfermedad. En un comunicado, el hospital expresó que “la prioridad principal
es que Alfie reciba el tratamiento que merece para asegurar su confort, su
dignidad y privacidad. Esto incluye trabajar cerca con Kate y Tom sobre cómo
pasan este tiempo precioso juntos con el”. Para ellos los cuidados paliativos no
son eutanasia, es mejorar su calidad de vida mientras viva.
El Papa Francisco pidió por un bebé que quieren dejar morir contra la
voluntad de sus padres

Tom, el padre de Alfie, sostiene que “los médicos nos odian” y que “nos
subestiman porque nosotros hemos peleado duramente para salvar a nuestro
hijo. Porque peleamos contra ellos para salvar a nuestro hijo. Es como si
fuéramos criminales. Siento que estoy en una prisión de alta seguridad. Si
esto era un caso común, ya nos hubieran dejado ir a casa”, dijo.

Tom decidió no apelar a la Corte Suprema para llevar a su hijo a Roma. Alfie
no necesita terapia intensiva, pero ahora la nueva batalla es para irse a la casa.
Si no los dejan, él iniciará nuevamente acciones legales. “Si el encuentro no
sale bien y en uno o dos días Alfie no está en casa, volveremos a los
tribunales”, advierte.

“Yo creo que nosotros podemos encontrar una manera de ir a Italia y


despertarlo. Lo mantendré con vida en casa, con la ayuda de médicos privados.
Lo vamos a hacer feliz y confortable”, aseguró su papá. Alfie está más cercano
a su mamá que nunca. Duerme sobre su pecho todo el día.

Los amigos se han acercado al hospital con equipo de ventilación y un


desfibrilador, pero no podrán usarlo porque hay una orden de la Justicia que lo
prohíbe. “El sigue respirando solo y está más fuerte. No es un milagro. Es un
mal diagnóstico. Cuando yo me siento al lado de Alfie, cada segundo del día,
me entusiasma más y más que él va a vivir por muchos meses, posiblemente
años”, dijo su papá.

Los padres de Alfie han decidido iniciar acciones de “conspiración por


asesinato” contra tres de los médicos que lo tratan, quienes no pueden ser
identificados por decisión del tribunal, pero sí han sido convocados por la
Justicia.

La Policía se encuentra rodeando al hospital ante las protestas. El jefe


inspector Chris Gibson dijo que están patrullando las redes sociales ante los
ofensivos comentarios que se han hecho con referencia al hospital Alder Hey y
sus médicos. Cualquier amenaza o comunicación maliciosa será investigada.

La opinión pública británica está dividida. La mitad cree que son los padres
quien deben decidir dónde finalmente tratan a su hijo y cómo, sin entrar en
esta guerra religiosa y de convicciones médicas y científicas. Los otros apoyan
a la Justicia.

Londres. Corresponsal

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