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ANÁLISIS DE CASO: El caso de Alfie Evans

LISTA DE COTEJO PARA ANÁLISAR CASOS CONCRETOS DE MORAL CATÓLICA


(Evaluación sumativa)

N° CRITERIOS PUNTAJE
1Ha resuelto el 100% de los casos presentados
2La respuesta propuesta es correcta y no permite ambigüedades
3Indica las razones que justifican la licitud o ilicitud del caso propuesto
4Identifica completamente los hechos relevantes y define con certeza los
problemas centrales de los casos.
5 Determina y aplica la totalidad de los contenidos desarrollados en la
segunda Unidad
6 Formula una solución consistente, sustentada y debidamente argumentada
de todos los problemas planteados basándose en los contenidos
desarrollados en clase
7 Redacta correctamente, con coherencia interna. No se evidencian errores
ortográficos, gramaticales y de puntuación.
8 Elabora PPT para exponer el caso, colocando la información relevante y
permitiendo el entendimiento del caso desarrollado.
9 Exponen de modo ordenado la totalidad de los argumentos vertidos en su
informe escrito, demuestra un gran manejo del tema, excelente expresión
oral y es bastante claro y preciso.
10 Responde adecuadamente a las preguntas planteadas por sus compañeros
y el docente, demostrando dominio de los contenidos desarrollados en el
curso.
TOTAL
Leyenda: Cada ítem se evalúa en base al rango de 0 a 2 puntos por indicador.

El caso de Alfie Evans: ¿Quién decide el derecho a vivir de un bebé?1


Por Andrés Tovar (29/04/2018)

El controversial caso de Alfie Evans tuvo este 28 de abril su triste final. El niño británico de 23
meses de edad y que sufría de una enfermedad degenerativa murió al ser desconectado de las
máquinas que le mantenían con vida a principios de esta semana. Alfie falleció en el Alder Hey
Children’s Hospital en Liverpool, Inglaterra, en la unidad de cuidados intensivos pediátricos, su
hogar durante los últimos 18 meses. Su vida fue despiadadamente breve, pero llena de
significado.

Alfie Evans nació el 9 de mayo de 2016 del fruto de dos padres jóvenes, Tom Evans y Kate
James. En julio de 2016, la salud de Alfie comenzó a deteriorarse. Por consiguiente, fue llevado

1
https://www.cambio16.com/caso-de-alfie-evans/
a la unidad pediátrica de Alder Hey en diciembre de 2016. En el transcurso de un año, sufrió
convulsiones, neumonía bilateral y complicaciones cardíacas que lo pusieron en coma en enero
de 2018. Los médicos de Alfie decidieron que continuar manteniendo al niño con asistencia
respiratoria no era lo mejor para él. Por ende, concluyeron que tenía una enfermedad
neurodegenerativa progresiva e intratable de origen desconocido. En Reino Unido, la mayoría
de los hospitales tienen establecido un protocolo para establecer con la familia el curso de
acción correspondiente.

Una decisión que cambió todo

Pero los padres de Alfie no aceptaron la conclusión de los médicos. Argumentaron que el
hospital se había «dado por vencido» con Alfie. Por ende, manifestaron su decisión de
trasladarlo a Italia para que fuera tratado en ese país. Los padres de Alfie habían conseguido el
beneplácito del hospital pediátrico de Roma Bambino Gesù, gestionado por el Vaticano. Éste
se ofreció a mantenerle el soporte vital. Asimismo, el Ministerio de Defensa italiano había
puesto a su disposición un avión y un equipo médico para trasladar al bebé en caso de que los
jueces británicos dieran su visto bueno.

Sin embargo, los médicos manifestaron su rechazo a esa intensión explicando que dicho
traslado sólo prolongaría el sufrimiento del bebé. La diatriba dio inicio al caso de Alfie Evans,
un debate desgarrador de un poco más de dos meses sobre quién debería tener la autoridad
final sobre la atención médica de los niños: ¿Los padres o el Estado?

El caso de Alfie Evans en los tribunales


La diatriba sobre el derecho a decidir qué hacer en el caso de Alfie Evans escaló a los tribunales
británicos. Tras unas primeras audiencias, el debate llegó al Tribunal Supremo de Reino Unido.
Tras escuchar a las partes, la máxima audiencia falló en febrero de este año a favor del
argumento del hospital. Principalmente decidió que la medida de desconectarlo era «en interés
del bebé», cuyo cerebro había quedado dañado por la enfermedad y había perdido la vista, el
oído y el tacto. Y sentenció que «si bien era correcto que se exploraran todas las opciones
razonables para Alfie, continuar manteniéndolo en soporte vital compromete su dignidad
futura y no respeta su autonomía».

La familia presentó una solicitud de apelación ante el Supremo del Reino Unido, que fue
denegada en marzo de 2018. Por ende, y después de haber agotado todas las opciones legales
en el Reino Unido, los padres de Evans llevaron su caso al Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, donde su el recurso fue declarado inadmisible.

El último respiro

Tras la última negativa de la Corte de Apelaciones, el padre de Alfie aseguró que colaboraría
con los médicos. Pese a que días atrás los había acusado de mantener «prisionero» a su hijo.
Tom Evans afirmó que trabajaría con el equipo de doctores para ofrecer al bebé «la dignidad y
el confort que necesita». Durante el proceso judicial de los últimos meses, el hospital argumentó
que los escáneres cerebrales de Alfie mostraban una «degradación catastrófica» de los tejidos y
consideraron «inhumano» mantener un tratamiento.

El lunes (23 de abril), los médicos retiraron a Alfie del soporte vital en contra de los deseos de
sus padres y de acuerdo con el fallo del tribunal. La mayoría esperaba que Alfie no fuera capaz
de seguir respirando solo. Pero desafiando las expectativas lo hizo. Sobrevivió varias horas sin
ayuda, después de lo cual los médicos comenzaron a darle oxígeno e hidratación para ayudarlo
a respirar.

La doctora Judith Gross, que examinó a Alfie, había anticipado esta posibilidad. Durante las
audiencias, la doctora argumentó al Supremo que «incluso si Alfie es capaz de mantener la
respiración a corto plazo, al descontinuar la ventilación, su esfuerzo respiratorio no le sostendrá
la vida». Pero el hecho que Alfie desafiara las expectativas médicas galvanizó aún más a aquellos
que ven en él un milagro religioso y un símbolo de la perseverancia de la vida.

A las 2:30 a.m. hora británica del 28 de abril, Alfie Evans murió. En un mensaje colocado en la
red social Facebook, Tom Evans anunció la muerte del niño con un mensaje. «Mi gladiador
ganó su escudo y sus alas a las 02.30…absolutamente desconsolados».

El caso de Alfie Evans y la religión


El caso de Alfie Evans resonó en las comunidades católicas y cristianas de todo el mundo.
Fundamentalmente observaron un conflicto fundamental entre las acciones del sistema legal
británico y su creencia religiosa tanto en el derecho a la vida como en el derecho de los padres
a determinar la atención médica de un niño. Por ello activistas religiosos se unieron para apoyar
a la familia Evans, bautizándose como el «Ejército de Alfie». El grupo protestó regularmente
fuera del hospital donde Alfie fue tratado. Y fueron estas protestas las que motivaron las
intervenciones del Vaticano y del gobierno italiano.

El caso de Alfie Evans movió al máximo líder vaticano. El papa Francisco se reunió con Tom
Evans en Roma a principios de este mes y garantizó personalmente toda la asistencia
del Bambino Gesù. Tras conocerse la muerte de Alfie, tuiteó.: «Estoy profundamente conmovido
por la muerte del pequeño Alfie. Hoy rezo especialmente por sus padres, como Dios el Padre lo
recibe en su tierno abrazo».

Pero el apoyo a Alfie no cambió la mentalidad del sistema legal británico. El martes (24 de abril),
el Supremo dictaminó por última vez que la familia de Alfie no podía enviarlo a Italia para recibir
tratamiento. Mover a Alfie, dijo, «solo lo haría más vulnerable a una infección. Asimismo, a
otros peligros, por un resultado que ciertamente no lo ayudaría a vivir más».

El caso de Alfie Evans ilustra el dilema moral del cuidado de los niños con enfermedades
terminales. Es fácil entender por qué los padres se aferrarían a la esperanza. Mientras sus hijos
estén vivos, la fe en una recuperación también vive.
Pero los sistemas legales y políticos europeos se basan en la primacía de la autoridad del Estado
en situaciones extremas, como una disputa sobre la atención médica al final de la vida de un
niño. Eso se debe en parte a que las leyes europeas están basadas en los estándares de derechos
humanos. Principalmente establecidos en la Convención de las Naciones Unidas sobre los
Derechos del Niño, de la que todos los estados europeos son parte. Así como otros tratados
europeos como la Convención Europea sobre Derechos humanos.

Lo que es indudable es que, si uno se pone de parte de la ley o de los derechos de los padres
en este caso, es imposible no sentir compasión por los padres de Alfie. Incluso el máximo juez
del Supremo británico, Anthony Hayden, expuso su comprensión del problema. «Su dilema
central (del padre de Alfie) es que, aunque reconoce y comprende plenamente que el peso de
la evidencia explica la inutilidad de la situación de Alfie, como padre, es incapaz de renunciar a
la esperanza». Y ningún padre podría culparlo.
DESARROLLO DEL CASO:

I. DELIBERACIÓN SOBRE LOS HECHOS


1. Presentación del caso
2. Aclaración de los “hechos” del caso

II. DELIBERACIÓN SOBRE LOS VALORES


1. Identificación de los problemas morales del caso
2. Elección del problema moral fundamental del caso
3. Identificación de los valores en conflicto en ese problema

III. DELIBERACIÓN SOBRE LOS DEBERES


1. Identificación de los cursos extremos de acción
2. Búsqueda de los cursos de acción intermedios
3. Elección del curso óptimo de acción

IV. ANÁLISIS DESDE LOS PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA PERSONALISTA


1. Valor fundamental de la vida humana
2. Libertad y responsabilidad
3. Totalidad
4. Socialización y subsidiaridad

V. DELIBERACIÓN SOBRE LAS RESPONSABILIDADES FINALES

1. Prueba de la legalidad
2. Prueba del tiempo
3. Decisión final
EXPLICACIÓN DE LOS PUNTOS SOLICITADOS:

I.DELIBERACIÓN SOBRE LOS HECHOS


1. Presentación del caso
➔ En un esquema se presenta el caso
➔ Se puede tomar en cuenta: indicaciones médicas, preferencias del paciente, asuntos sobre
la calidad de vida y rasgos contextuales (sociales, económicos, culturales, religiosos, etc.)
2. Aclaración de los “hechos” del caso
➔ Se elaboran preguntas sobre lo que no se ha entendido, así como sobre lo que se ha dicho
y lo que no se ha dicho.
➔ Seguir el procedimiento: 1º) ¿Qué pasa? (diagnóstico); 2º) ¿Cómo va a evolucionar?
(pronóstico); y 3º) ¿Qué se puede hacer? (tratamiento). 4°) ¿Qué desconocemos del caso y
quisiéramos conocer?

II.DELIBERACIÓN SOBRE LOS VALORES


1. Identificación de los problemas morales del caso
➔ Se trata primero de identificar los problemas, es decir, los diversos aspectos, dificultades,
dudas o conflictos del caso presentado.
➔ Conviene subrayar que no se puede reducirlo todo a dilemas, porque ese sistema es
engañoso, no permite ver el conjunto de “aristas” de los problemas.
➔ Se trata de poner sobre la mesa aquello que es problema moral para uno, aunque no lo
sea para otro.
➔ La enumeración por separado permite analizarlos con más claridad y evitar la confusión en
el debate posterior.
2. Elección del problema moral fundamental del caso
➔ Elegir uno o dos problemas fundamentales, pero, de todas formas, le corresponde a la
persona o grupo responsable del caso señalar cuál es el problema fundamental, incluso aunque
hubiera otro tipo de razones para elegir un problema diferente
➔ Se debe justificar.
3. Identificación de los valores en conflicto en ese problema
➔ identificar los valores en conflicto que hay en el problema fundamental de ese caso
concreto.
➔ Explicar porque eligen esos valores.

III.DELIBERACIÓN SOBRE LOS DEBERES


1. Identificación de los cursos extremos de acción
➔ Un curso extremo de acción es aquel que, optando por uno de los valores en conflicto
antes identificados, se lesiona completamente otro de la misma importancia o se perjudican la
mayoría de los demás valores en juego.
➔ Por eso es importante sacar a la luz estos cursos extremos de acción, porque son los más
imprudentes y, por tanto, aquellos que nunca deberíamos elegir.
2. Búsqueda de los cursos de acción intermedios
➔ Son todos aquellos que se mueven desde los extremos hacia el centro, siguiendo
literalmente lo que Aristóteles llamaba el “justo medio” cuyo fruto es la “prudencia” en la
elección.
➔ Lo que aquí se pretende es centrar lo máximo posible los cursos de acción, o sea, las
acciones intermedias, cumpliendo así el objetivo de salvar el mayor número de valores y, en
particular, aquél o aquellos valores que se pudieran haber elegido como prioritarios.
➔ Y también se trata de evitar el análisis del caso como un dilema y pasar a tratarlo como
un problema.
➔ Es éste un paso importante porque en un problema siempre hay más de dos cursos de
acción y, por tanto, varias soluciones intermedias para ser capaces después de encontrar el
curso óptimo de acción. Eso es imposible hacerlo en un dilema.
3. Elección del curso óptimo de acción
➔ Se trata del curso de acción que lesiona menos los valores en conflicto, aquel que tiene en
cuenta, además, las circunstancias y las consecuencias de la decisión.
➔ Esta es la acción prudente y suele coincidir con el mejor de los cursos intermedios o con
una cadena de ellos.
➔ Estamos en el paso de mayor densidad moral de todo el proceso de deliberación, porque
debemos justificar con razones convincentes que estamos eligiendo el acto mejor posible, el
más prudente y, en consecuencia, el más sabio de todos los que han sido objeto de análisis.

IV.ANÁLISIS DESDE LOS PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA PERSONALISTA

1. Valor fundamental de la vida humana


2. Libertad y responsabilidad
3. Totalidad
4. Socialización y subsidiaridad

V.DELIBERACIÓN SOBRE LAS RESPONSABILIDADES FINALES

1. Prueba de la legalidad
Consiste en comprobar que la solución propuesta no está fuera del marco de la ley moral
natural.
2. Prueba del tiempo
Consiste en someter el curso óptimo de acción elegido a la hipótesis de si resistiría el paso del
tiempo una vez se haya “enfriado” la situación, o lo que es lo mismo, si transcurrido un plazo
de tiempo se tomaría la misma decisión.
3. Decisión final
Es la decisión que toma la persona responsable del caso, no la que se decide hacer por consenso
(aunque pudiera coincidir con ésta). Y esto es importante dada la posición que ocupa el
responsable en todo el proceso de deliberación, donde tiene la ocasión de aclarar sus muchas
dudas, participar de manera muy activa, y hacerse cargo del mejor rendimiento posible de la
sesión deliberativa.

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