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INDUCCIÓN Y COOPERACIÓN AL SUICIDIO


EUTANASIA
ARTÍCULO 143 CP

I.- Introducción.
El acto de suicidarse, como acto de quitarse la vida voluntariamente, no es una
conducta penalmente típica. Se trata de un acto de libertad individual que no es
punible. Por el contrario, sí son punibles las injerencias de terceros.

El bien jurídico protegido, claro está, es la vida.

En cuanto a la acción, en todos los casos se persigue la muerte de la persona que


tiene deseo de suicidarse excepto en el supuesto de inducción al suicidio, en el
que el sujeto activo induce a otra persona a suicidarse que previamente no
había tomado tal resolución.
Solo cabe la conducta dolosa y no son posibles las formas imprudentes (no se
contemplan en el Cp)

En cuanto al consentimiento, en los supuestos de cooperación y homicidio-


suicido nada se dice del consentimiento, pues se supone que el sujeto que
pretende el apoyo de otro para suicidarse le manifiesta previamente su intención:
le ayuda y consiente en la intervención de un tercero.

El consentimiento, en todo caso, tiene que prestarlo el presunto suicida y ha de


ser voluntario, sin ningún tipo de coacción o vicio de la voluntad que elimine su
validez. Ha de ser expreso, no siendo suficiente cualquier manifestación o acto
en el que se presuma tal deseo, por lo que no es bastante el consentimiento
presunto.

Si no concurre tal consentimiento, estaremos ante un homicidio.

II.- Elementos comunes a los tipos delictivos


a) Habida cuenta de que el suicido es una conducta atípica, el castigo por la
intervención de terceros, solo es posible si se regula expresamente.

Concepto jurídico-penal de suicidio: muerte querida por una persona


responsable, esto es, capaz de comprender la naturaleza y sentido de su decisión.

Por lo tanto, se tipifican la inducción y cooperación al suicidio y algunos


supuestos de eutanasia.

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b) Naturaleza jurídica del resultado muerte:

Parte de la doctrina considera que el “resultado muerte” en este tipo de delitos,


constituye una condición objetiva de punibilidad, de manera que estos
comportamientos solo pueden castigarse si se produce la muerte del suicida. La
opinión mayoritaria, en cambio, entiende que la muerte es el resultado típico
por lo que es posible castigar las formas de ejecución imperfectas (tentativa).
El TS mantiene este criterio, esto es, que se trata de un resultado típico y por
tanto se podrá, en su caso, castigar una tentativa.
Algunos autores siguen la opinión de RODRÍGUEZ DEVESA que considera que
el resultado muerte es una condición objetiva de punibilidad y no forma parte
del tipo y en el supuesto de que no se produzca la muerte solo se podrá condenar
por las lesiones que se hayan causado.

De cualquier forma, la punición de la intervención en el suicidio exige como


mínimo el inicio de la ejecución del suicidio propiamente dicho. Quedan fuera
del artículo 143 Cp, los casos en los que no se provoca un suicidio sino una puesta
en peligro de la víctima: tales supuestos, son casos de homicidio o lesiones
siempre que el resultado no sea objetivamente imputable a la propia víctima

Ej: constituye un homicidio imprudente el supuesto de inducir a una persona que


presenta una discapacidad psíquica al consumo de importantes cantidades de
droga.

III.- Inducción al suicidio: artículo 143.1 Cp


“El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de cuatro a ocho
años de prisión”.

El delito consiste en provocar la resolución y realización de un suicidio mediante


un influjo psíquico directo. Es atípica la conducta que consiste en reforzar o
apoyar la decisión previa de suicidarse, salvo que llegue a constituir un acto de
cooperación necesaria. Tampoco son punibles los supuestos en los que no se
incita directamente al suicidio o cuando este no está abarcado por el dolo directo
de inductor.

(Ver Sentencias de la A Provincial de Bilbao con relación a la STS)

IV.- Cooperación al suicidio.


Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años al que coopere con actos
necesarios al suicidio de una persona

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Los actos que no constituyan cooperación necesaria, es decir, la complicidad en


el suicidio, son atípicos.

Ejemplos de cooperación al suicidio: tras intentar matarse con una escopeta de


caza, el marido malherido pide más cartuchos a la esposa quien se los facilita,
causándose finalmente la muerte. La víctima de una profunda depresión, con
ideas suicidas, es reforzada en su convencimiento por una tercera persona quien
le aconseja como método indoloro, una sobredosis de heroína y le facilita la
droga, que acabará utilizando.

Son supuestos de cooperación necesaria sin la cual no se hubiera producido el


resultado, es decir, el suicidio.

El delito se puede cometer en comisión por omisión, por ejemplo, si quien ostenta
la posición de garante no impide el resultado.

V.- Cooperación ejecutiva al suicidio (homicidio-suicidio) Artículo 143.3 Cp


Si la cooperación llega hasta el punto de ejecutar la muerte, se impondrá una pena
de seis a diez años.

De no existir esta figura delictiva, esta clase de supuestos serían tipificados como
homicidio o asesinato.

A pesar de que la muerte sea causada por un tercero, si la situación está


controlada por la persona que va a morir, aquella es coautora de su muerte y
podemos, por tanto, hablar de un auxilio ejecutivo al suicidio. Para ello basta con
que el suicida esté en condiciones de interrumpir en cualquier momento la acción
del auxiliador. Más complicada es la calificación de los homicidios solicitados,
supuestos en los que, en el momento de la ejecución del hecho, el sujeto pasivo
no tiene capacidad de control. En este caso, aunque existen discrepancias, la
mayoría de la doctrina entiende que el artículo 143.3 Cp es aplicable toda vez que
quien ha dispuesto su muerte ha mantenido su decisión hasta el momento de la
pérdida del control.

(Ver Sentencia A Provincial de ZAZ)

VI.- La eutanasia. (Ley Orgánica 3/2021 de 24 de marzo, de regulación de la


eutanasia con efectos de 25 de junio de 2021)
Por eutanasia hay que entender muerte sin dolor o con los menores
padecimientos posibles.

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Eutanasia legalizada: (no punible)

Requisitos:

1.- Sufrir una enfermedad grave e incurable o un padecimiento grave, crónico e


imposibilitante en los términos establecidos en le Ley

2.- Certificado médico

3.- Prestar consentimiento informado previamente a recibir la prestación de


ayuda para morir.

Eutanasia punible:

Se modifica el artículo 143.4 Cp y se introduce el apartado 5, quedando redactado


de la forma que a continuación se indica:

“El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la


muerte de una persona que sufriera un padecimiento grave, crónico e imposibilitante
o una enfermedad grave e incurable, con sufrimientos físicos o psíquicos constantes e
insoportables, por la petición expresa, seria e inequívoca de esta, será castigado con la
pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los apartados 2 y 3.
5. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, no incurrirá en
responsabilidad penal quien causare o cooperare activamente a la muerte de otra
persona cumpliendo lo establecido en la ley orgánica reguladora de la eutanasia”

Supuestos a los que se circunscribe:

1.- Padecimiento grave, crónico e imposibilitante

2.- O una enfermedad grave e incurable

3.- Con sufrimientos físicos o psíquicos constante e insoportables

Siempre con petición expresa, seria e inequívoca

El comportamiento típico consiste en causar o cooperar activamente con actos


necesarios y directos a la muerte de otro. Queda, por tanto, fuera la denominada
eutanasia indirecta, esto es, la administración de fármacos que proporcionan
alivio al enfermo pero que tienen como efecto secundario, la anticipación del
momento de la muerte.

También queda excluida la eutanasia pasiva, esto es, la no iniciación o la


interrupción de un tratamiento del que depende la vida del enfermo. De hecho,
la imposición coactiva de un tratamiento médico es ilícita y podría ser
constitutiva de un delito de coacciones y eventualmente, de lesiones.

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Más problemática es la interrupción del soporte vital, en particular, la


desconexión de los apartaos que mantienen la actividad cardiorrespiratoria.

De esta forma, no se consideran típicas las interrupciones en las que las medidas
terapéuticas han fracasado y el enfermo se encuentra en un estado vegetativo y
claramente irreversible: en tales supuestos, el soporte vital forma parte de un
tratamiento que ha fracasado

En definitiva, se han introducido supuestos en los que la eutanasia no resulta


punible si ejecuta conforme a lo establecido en la LO que la regula.

Introducción del artículo 143 bis Cp:


Promover, fomentar o incitar al suicidio a menores o personas con
discapacidad

Se castiga en el art. 143 bis del CP


«La distribución o difusión pública a través de internet, del teléfono o de
cualquier otra tecnología de la información o de la comunicación de contenidos
específicamente destinados a promover, fomentar o incitar al suicidio de
personas menores de edad o personas con discapacidad necesitadas de especial
protección».

Pena: Prisión de uno a cuatro años

Si como consecuencia de estos comportamientos se llega a inducir al menor de


edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección a que se quite
la vida, será de aplicación lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 143.

En el párrafo segundo del art. 143 bis del CP se dispone:

«Las autoridades judiciales ordenarán la adopción de las medidas necesarias


para la retirada de los contenidos a los que se refiere el párrafo anterior, para la
interrupción de los servicios que ofrezcan predominantemente dichos contenidos
o para el bloqueo de unos y otros cuando radiquen en el extranjero”.

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