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POLÉMICA EN GRAN BRETAÑA

El caso Alfie Evans: la batalla por un bebé al que el Estado quiere dejar morir pese a la
oposición de los padres, los médicos lo desconectaron. Pero él sigue respirando. La familia pide
que el Papa viaje a Liverpool.
Alfie Evans el bebé británico de 23 meses al que los médicos decidieron desconectar del
respirador.
Una vez más en Gran Bretaña, la vida de un niño y su destino han quedado en manos de los
jueces y los médicos, contra la voluntad de sus padres, católicos que no aceptan esta clase de
eutanasia paliativa.
Los padres de Alfie Evans, un nene de 23 meses con una enfermedad degenerativa neurológica
no diagnosticada, han batallado para buscar salvarle su vida o conseguirle una prolongación de
su estado. Una batalla campal contra los médicos del Alder Hospital de Liverpool, donde se
encuentra internado, y el tribunal de apelaciones, que se niegan a prolongar esa vida y han
decidido cortarle el oxígeno este lunes para que muera en dignidad.
La justicia británica rechazó la apelación para trasladar al bebé Alfie Evans a Roma

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