Clasificación de la Sociedad Internacional de Cefalea:
1. Migraña o jaqueca: La migraña es un trastorno neurovascular común, crónico e incapacitante, caracterizado por ataques de cefalea severos, disfunción del sistema nervioso autónomo y en algunos pacientes, la presencia de aura que incluye síntomas neurológicos. La migraña se caracteriza por episodios de cefalea que comúnmente son de tipo punzante, de gran intensidad y frecuentemente unilaterales. El dolor de la migraña comúnmente dura entre 4 y 72 horas, con una media de 24 horas. La migraña es una forma de cefalea neurovascular: iniciada por dilatación de los vasos sanguíneos resultando en dolor y la consiguiente activación nerviosa. La migraña no es causada por un evento vascular primario. La explicación biológica primaria fina en la migraña es la disfunción de canales iónicos en los núcleos aminérgicos del tallo cerebral, los cuales normalmente modulan las aferencias sensitivas e influyen en los vasos craneales. 2. Cefalea tensional: Es la cefalea primaria y crónica más común, con una prevalencia de hasta el 80%. Está caracterizada por la ausencia de síntomas asociados (náusea, fotofobia y fonofobia). El dolor tiene una intensidad de leve a moderada, generalmente bilateral, no pulsante; aunque puede llegar a ser pulsante y unilateral. La cefalea comúnmente es descrita como una sensación de presión alrededor de la cabeza, que en ocasiones involucra el cuello. Según los criterios de la Sociedad Internacional de Cefaleas, la duración del dolor debe ser entre 30 minutos y 7 días, sin embargo, en la mayoría de los pacientes la duración es menor de 24 horas. La cefalea tensional crónica, ocurre por definición, por más de 15 días al mes y puede presentarse diariamente y sin remisión. La cefalea tensional es común en la gente sedentaria; puede estar relacionada al estrés o asociada con anormalidades musculoesqueléticas funcionales o estructurales a nivel cervical o craneal. Estudios muestran que las lesiones del cuello y espalda durante la infancia aumentan el riesgo de padecer cefalea tensional en la edad adulta. No es raro que la cefalea tensional sea desencadenada por estrés o hambre 3. Cefalea en racimo y hemicránea paroxística crónica: Es una condición extremadamente desagradable e incapacitante, Gran parte de los pacientes afectados son fumadores. Se caracteriza por episodios de dolor intenso estrictamente unilaterales, con una duración de minutos a horas,1-3 presentándose una o varias veces al día, De localización comúnmente periorbitaria, seguida por una localización frontal o temporal. Se encuentra asociada a síntomas autonómicos nasales u oculares, tales como: inyección conjuntival, lagrimeo, congestión nasal, rinorrea, sudoración facial, miosis y edema palpebral. Los ataques pueden ser recurrentes a lo largo de varias semanas o meses, característicamente con una duración de 6 a 12 semanas, una vez al año o cada dos años, en la misma época del año. Comúnmente ocurren durante la noche, despertando al paciente. Las presentaciones atípicas son más comunes en las mujeres. En la forma crónica, la cual es menos común, no hay remisión entre los ataques, dejando una cefalea leve de base. La forma episódica se puede volver crónica y la crónica episódica, pero una vez presente, la cefalea en racimo puede persistir por más de 30 años. Al ser éste un padecimiento poco común, frecuentemente no es diagnosticado, por lo que son frecuentes tratamientos erróneos tales como la extracción de piezas dentarias. El alcohol comúnmente desencadena los ataques, por lo que su consumo debe ser evitado durante el mismo.
4. Otras cefaleas no asociadas a lesiones estructurales: Comprende una
miscelánea de diferentes tipos de cefalea que tienen en común su carácter episódico y al igual que en todas las cefaleas primarias no se descubre daño estructural alguno para explicar la causa del dolor. Se incluye en este grupo a la cefalea idiopática de “hincadas” (en el cráneo), la cefalea por comprensión externa (vinchas apretadas u objetos similares), la cefalea desencadenada por el frío del ambiente o por ingestión de helados o “adoquines” de hielo, la cefalea benigna durante accesos de tos, la cefalea benigna durante el esfuerzo físico de algunos ejercicios y la cefalea benigna asociada con la actividad sexual.
5.Cefalea tusígena. Es aquella ocasionada por la tos o por una maniobra de
Valsalva (aumento de la presión intratorácica y secundariamente también intracraneal al presentar un estornudo, defecar, levantar pesos, etc). Dura entre 1 segundo y 30 minutos, persistiendo una molestia posterior durante unas horas. Aunque la mayoría son primarias, es importante realizar una prueba de imagen como una tomografía computarizada (TC) craneal o una resonancia magnética cerebral para descartar lesiones intracraneales que hacen aumentar la presión. 6.Cefalea por esfuerzo físico: Es aquella ocasionada por la práctica de ejercicio muy intenso. Suele ser de tipo pulsátil y dura entre 5 minutos y 48 horas. Ocurre más frecuentemente en lugares donde hace mucho calor o a una altitud elevada. Mejora al parar la actividad. Aunque la mayoría son primarias, es importante realizar una prueba de imagen para descartar causas secundarias, las más frecuentes son hemorragia cerebral o hemorragia subaracnoidea. 7.Neuralgia del trigémino: Se define por ataques de dolor facial en un lado de la cara, y afecta a una o más de las tres ramas del nervio trigémino sin irradiación a otras zonas. Se caracteriza por un dolor agudo, punzante o eléctrico, con inicio y fin inesperado. Dura segundos y suele desencadenarse por estímulos externos en “zonas gatillo” como afeitarse, lavarse la cara, sonarse la nariz, hablar, masticar.
8. Cefalea asociada a trauma cráneo-encefálico: Por traumatismo. Golpes en
el cráneo o en las cervicales, como los producidos por accidentes de tráfico, pueden provocar cefaleas pasajeras o crónicas (si duran más de tres meses desde el traumatismo). No solo los golpes pueden provocar cefaleas por traumatismo, sino que otras causas, como explosiones pueden provocar la entrada de fragmentos de cuerpos extraños dentro de la cabeza. En general, estas cefaleas aparecen conjuntamente con otros síntomas causados por el mismo traumatismo como pueden ser problemas de concentración o memoria, mareos y fatiga. En la fase inicial de un traumatismo importante se tiene que descartar una hemorragia subdural o epidural que puede causar la muerte del paciente si no se interviene quirúrgicamente a tiempo. 9. Cefalea asociada a trastornos vasculares: Este tipo de dolor de cabeza es consecuencia de la oclusión de una arteria cerebral (ictus isquémico), o la rotura de una arteria cerebral (hemorragia cerebral), o de un aneurisma (hemorragia subaracnoidea) o malformación arteriovenosa cerebral o la trombosis de senos venosos cerebrales. La cefalea que suele ser intensa se asocia a otros síntomas neurológicos. 10. Por infección: La sinusitis, meningitis y encefalitis bacterianas o víricas o los acúmulos de pus en el cerebro (abscesos cerebrales) cursa con cefalea, pero casi siempre se acompaña de fiebre. 11. Cefalea asociada a sustancias nocivas o con su abstinencia: El consumo abusivo o la inhalación de sustancias como el alcohol, la cocaína, el monóxido de carbono o el óxido nítrico también puede provocar y agravar dolores de cabeza. Asimismo, la supresión de sustancias que se consumen de forma habitual, como puede suceder con el alcohol y las drogas, es otra de las causas de cefalea.