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Nombre: Andrea Pizarro Fuentes

Tipos de la cefalea

Clasificación de la Sociedad Internacional de Cefalea:


1. Migraña o jaqueca: La migraña es un trastorno neurovascular común,
crónico e incapacitante, caracterizado por ataques de cefalea severos, disfunción
del sistema nervioso autónomo y en algunos pacientes, la presencia de aura que
incluye síntomas neurológicos.
La migraña se caracteriza por episodios de cefalea que comúnmente son de tipo
punzante, de gran intensidad y frecuentemente unilaterales.
El dolor de la migraña comúnmente dura entre 4 y 72 horas, con una media de
24 horas.
La migraña es una forma de cefalea neurovascular: iniciada por dilatación de los
vasos sanguíneos resultando en dolor y la consiguiente activación nerviosa. La
migraña no es causada por un evento vascular primario. La explicación
biológica primaria fina en la migraña es la disfunción de canales iónicos en los
núcleos aminérgicos del tallo cerebral, los cuales normalmente modulan las
aferencias sensitivas e influyen en los vasos craneales.
2. Cefalea tensional: Es la cefalea primaria y crónica más común, con una
prevalencia de hasta el 80%.
Está caracterizada por la ausencia de síntomas asociados (náusea, fotofobia y
fonofobia). El dolor tiene una intensidad de leve a moderada, generalmente
bilateral, no pulsante; aunque puede llegar a ser pulsante y unilateral. La cefalea
comúnmente es descrita como una sensación de presión alrededor de la cabeza,
que en ocasiones involucra el cuello. Según los criterios de la Sociedad
Internacional de Cefaleas, la duración del dolor debe ser entre 30 minutos y 7
días, sin embargo, en la mayoría de los pacientes la duración es menor de
24 horas.
La cefalea tensional crónica, ocurre por definición, por más de 15 días al mes y
puede presentarse diariamente y sin remisión.
La cefalea tensional es común en la gente sedentaria; puede estar relacionada al
estrés o asociada con anormalidades musculoesqueléticas funcionales o
estructurales a nivel cervical o craneal. Estudios muestran que las lesiones del
cuello y espalda durante la infancia aumentan el riesgo de padecer cefalea
tensional en la edad adulta.
No es raro que la cefalea tensional sea desencadenada por estrés o hambre
3. Cefalea en racimo y hemicránea paroxística crónica: Es una condición
extremadamente desagradable e incapacitante, Gran parte de los pacientes
afectados son fumadores. Se caracteriza por episodios de dolor intenso
estrictamente unilaterales, con una duración de minutos a horas,1-3
presentándose una o varias veces al día, De localización comúnmente
periorbitaria, seguida por una localización frontal o temporal. Se encuentra
asociada a síntomas autonómicos nasales u oculares, tales como: inyección
conjuntival, lagrimeo, congestión nasal, rinorrea, sudoración facial, miosis y
edema palpebral. Los ataques pueden ser recurrentes a lo largo de varias
semanas o meses, característicamente con una duración de 6 a 12 semanas, una
vez al año o cada dos años, en la misma época del año. Comúnmente ocurren
durante la noche, despertando al paciente.
Las presentaciones atípicas son más comunes en las mujeres. En la forma
crónica, la cual es menos común, no hay remisión entre los ataques, dejando una
cefalea leve de base. La forma episódica se puede volver crónica y la crónica
episódica, pero una vez presente, la cefalea en racimo puede persistir por más
de 30 años. Al ser éste un padecimiento poco común, frecuentemente no es
diagnosticado, por lo que son frecuentes tratamientos erróneos tales como la
extracción de piezas dentarias. El alcohol comúnmente desencadena los ataques,
por lo que su consumo debe ser evitado durante el mismo.

4. Otras cefaleas no asociadas a lesiones estructurales: Comprende una


miscelánea de diferentes tipos de cefalea que tienen en común su carácter
episódico y al igual que en todas las cefaleas primarias no se descubre daño
estructural alguno para explicar la causa del dolor. Se incluye en este grupo a la
cefalea idiopática de “hincadas” (en el cráneo), la cefalea por comprensión
externa (vinchas apretadas u objetos similares), la cefalea desencadenada por el
frío del ambiente o por ingestión de helados o “adoquines” de hielo, la cefalea
benigna durante accesos de tos, la cefalea benigna durante el esfuerzo físico de
algunos ejercicios y la cefalea benigna asociada con la actividad sexual.

5.Cefalea tusígena. Es aquella ocasionada por la tos o por una maniobra de


Valsalva (aumento de la presión intratorácica y secundariamente también
intracraneal al presentar un estornudo, defecar, levantar pesos, etc). Dura entre 1
segundo y 30 minutos, persistiendo una molestia posterior durante unas horas.
Aunque la mayoría son primarias, es importante realizar una prueba de imagen
como una tomografía computarizada (TC) craneal o una resonancia magnética
cerebral para descartar lesiones intracraneales que hacen aumentar la presión.
6.Cefalea por esfuerzo físico: Es aquella ocasionada por la práctica de ejercicio
muy intenso. Suele ser de tipo pulsátil y dura entre 5 minutos y 48 horas. Ocurre
más frecuentemente en lugares donde hace mucho calor o a una altitud elevada.
Mejora al parar la actividad. Aunque la mayoría son primarias, es importante
realizar una prueba de imagen para descartar causas secundarias, las más
frecuentes son hemorragia cerebral o hemorragia subaracnoidea.
7.Neuralgia del trigémino: Se define por ataques de dolor facial en un lado de
la cara, y afecta a una o más de las tres ramas del nervio trigémino sin
irradiación a otras zonas. Se caracteriza por un dolor agudo, punzante o
eléctrico, con inicio y fin inesperado. Dura segundos y suele desencadenarse por
estímulos externos en “zonas gatillo” como afeitarse, lavarse la cara, sonarse la
nariz, hablar, masticar.

8. Cefalea asociada a trauma cráneo-encefálico: Por traumatismo. Golpes en


el cráneo o en las cervicales, como los producidos por accidentes de tráfico,
pueden provocar cefaleas pasajeras o crónicas (si duran más de tres meses desde
el traumatismo). No solo los golpes pueden provocar cefaleas por traumatismo,
sino que otras causas, como explosiones pueden provocar la entrada de
fragmentos de cuerpos extraños dentro de la cabeza. En general, estas cefaleas
aparecen conjuntamente con otros síntomas causados por el mismo traumatismo
como pueden ser problemas de concentración o memoria, mareos y fatiga. En la
fase inicial de un traumatismo importante se tiene que descartar una hemorragia
subdural o epidural que puede causar la muerte del paciente si no se interviene
quirúrgicamente a tiempo.
9. Cefalea asociada a trastornos vasculares: Este tipo de dolor de cabeza es
consecuencia de la oclusión de una arteria cerebral (ictus isquémico), o la rotura
de una arteria cerebral (hemorragia cerebral), o de un aneurisma (hemorragia
subaracnoidea) o malformación arteriovenosa cerebral o la trombosis de senos
venosos cerebrales. La cefalea que suele ser intensa se asocia a otros síntomas
neurológicos.
10. Por infección: La sinusitis, meningitis y encefalitis bacterianas o víricas o
los acúmulos de pus en el cerebro (abscesos cerebrales) cursa con cefalea, pero
casi siempre se acompaña de fiebre.
11. Cefalea asociada a sustancias nocivas o con su abstinencia: El consumo
abusivo o la inhalación de sustancias como el alcohol, la cocaína, el monóxido
de carbono o el óxido nítrico también puede provocar y agravar dolores de
cabeza. Asimismo, la supresión de sustancias que se consumen de forma
habitual, como puede suceder con el alcohol y las drogas, es otra de las causas
de cefalea.

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