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Cefalea

Cefalea es toda sensación dolorosa que tiene lugar en la parte superior de la cabeza (se restringe a
los malestares percibidos en la bóveda craneal), desde el reborde orbitario hasta la nuca. Los
dolores faciales, linguales y faríngeos quedan excluidos de esta definición.

Constituye uno de los motivos más frecuentes de consulta en atención médica primaria, aunque
solo 1% de esas consultas revisten gravedad.

La cabeza es el sitio que con mayor frecuencia duele en el cuerpo. Entre el 70 % y 80 % de la


población, tanto hombres como mujeres, experimentan cefalea, y así se tiene que de forma
aproximada el 50 % de esta aqueja dolor de cabeza al menos una vez al mes, el 15 % una vez por
semana y el 5 % a diario, ya sea formando parte de un cortejo sintomático o como síntoma único,
que puede ser la expresión de un proceso tan grave como un tumor cerebral o simplemente la
traducción clínica de un fenómeno tan banal como una fatiga.

Estructuras sensibles
Intracraneanas:

• Piel y tejido celular subcutáneo

• Periostio

• Músculos del cuero cabelludo y la nuca

• Arborizaciones de las arterias y venas

• Vasos meníngeos

Extracraneanas:

• Algunas zonas de la duramadre y la piamadre

• Arterias meníngeas intracraneales

• Senos venosos

• Nervios craneales ( II, III, IV, V, VI, IX, X) y los tres primeros cervicales

• Arterias de la base del cerebro.

• Orbitas

• Senos paranasales
Fisiopatología
El cráneo, el parénquima cerebral y la mayor parte de la duramadre, piamadre y
aracnoides, así como el revestimiento ependimario de los ventrículos y los plexos
coroideos, son insensibles a los estímulos dolorosos. Cuando las lesiones encefálicas
causan cefalea, se debe a que involucran algunas estructuras mencionadas anteriormente
como capaces de provocar dolor.

1. Compromiso de las estructuras sensibles

2. Inflamación, irritación, tracción, desplazamiento, dilatación o invasión de ellas

3. Estímulos son enviados al SNC mediante algunos pares craneales (V, VII, IX, X) y los nervios
cervicales superiores generándose la percepción dolorosa

Clasificación de las Cefaleas


La OMS menciona a las cefaleas dentro de las 20 causas de años vividos con discapacidad en todo
el mundo. Afortunadamente, en la mayoría de los casos la dolencia obedece a un proceso sin base
estructural de daño en el sistema nervioso o en las formaciones craneoencefálicas, por lo cual
estas se han denominado cefaleas primarias. Pero cuando el dolor de cabeza es provocado por un
proceso con sustrato de lesión u orgánico como un tumor, hematoma, procesos infecciosos
(meningoencefalitis, absceso, etc.), se habla de cefaleas secundarias. Ésta es la distribución clásica
y aceptada hasta el momento.

Tras el reconocimiento de las cefaleas como entidad, más allá del mero síntoma, numerosos
investigadores comenzaron su estudio e intento de clasificación. La primera edición de la
Clasificación Internacional de Cefaleas (ICHD-1) se realizó en 1988 y facilitó el trabajo de atención
y las investigaciones epidemiológicas, al constituir una valiosa herramienta con criterios
diagnósticos fundamentalmente para las cefaleas primarias. La segunda edición de la Clasificación
Internacional de las Cefaleas (ICHD-IHS, The International Classification of Headache Disorders,
International Headache Society) apareció 16 años después, en 2004, y resultó mucho más
abarcadora y esclarecedora con cambios significativos, de gran utilidad pero aún perfectible como
toda obra humana, por lo cual, en 2013 ésta también fue modificada.

Las clasificaciones describen los distintos tipos de cefaleas. Como los dolores de cabeza pueden ser
provocados por múltiples causas, se afirma que existen más de 150 tipos, aunque los más
frecuentes son las migrañas y las cefaleas por tensión. Lo primordial de distinguir unos tipos de
otros radica en que el manejo diagnóstico, la conducta que se debe seguir y el pronóstico de cada
una son diferentes.

 Cefaleas Primarias: Son aquellas en que el dolor y sus manifestaciones constituyen por sí
mismos la entidad patológica, es decir, que no es secundaria a otras condiciones o
trastornos exógenos.
 Cefaleas Secundarias: Son ocasionadas por trastornos exógenos, es decir, son sintomáticas
de una lesión intracraneal, de patología de las estructuras pericraneales o de
enfermedades sistémicas.

Clasificación Fisiopatogénica de las Cefaleas: Se basa en los mecanismos fisiopatogénicos

1. Cefaleas Vasculares:
a) Migrañas: (llamadas también Jaquecas). El 10%-15% de la población padece migraña. La
migraña es un motivo de consulta muy frecuente debido a la gravedad de las crisis, que
además predominan en las etapas más productivas de la vida del individuo. Es más común
en mujeres y más de la mitad de los pacientes presentan antecedentes familiares de
migraña. Característicamente, aparece en la niñez o adolescencia; el 80% de los pacientes
han presentado su primer episodio antes de cumplir los 30 años, y menos del 3%, después
de los 50 años. La frecuencia de las crisis suele oscilar entre un episodio cada varios meses
y cuatro episodios al mes.
Una descripción útil de la migraña es considerarla como un síndrome recurrente de
cefalea relacionada con otros síntomas de disfunción neurológica en combinaciones
variables. La migraña con frecuencia se reconoce por los factores que la activan, que a
menudo se conocen como desencadenantes.
El encéfalo de un individuo con migraña es en particular sensible a los estímulos
ambientales y sensitivos; los pacientes propensos a la migraña no se habitúan con
facilidad a los estímulos sensitivos. Esta sensibilidad se amplifica en mujeres durante el
ciclo menstrual. La cefalea puede iniciarse o amplificarse por diversos desencadenantes lo
que incluye luces brillantes, sonidos o estimulación aferente; apetito; después de tensión
emocional intensa; esfuerzo físico, cambios en la presión barométrica o clima lluvioso;
fluctuaciones hormonales durante la menstruación; falta o exceso de sueño y estimulación
por alcohol o por otros compuestos químicos, como los nitratos. El conocimiento de la
susceptibilidad del paciente a desencadenantes específicos puede ser útil en la
elaboración de estrategias terapéuticas que incluyan modificaciones del estilo de vida.
La causa de la migraña es desconocida. Si bien no ha sido posible precisar la causa, se
conoce algo de la fisiopatología, aunque queda mucho por aclarar. El fenómeno incluye
aspectos neurológicos, vasculares y bioquímicos con disturbio genético no totalmente
desentrañado. Se trata de un complejísimo trastorno neurovascular. Los factores
medioambientales desempeñan un papel significativo en su fisiopatología.

Las migrañas se dividen en Clásicas (o migraña con aura) y Comunes (migraña sin aura). El
aura es un conjunto de signos y síntomas de carácter deficitario (en general visuales o
sensitivos) que preceden (en 10 a 30 minutos) o acompañan al dolor cefálico en las
migrañas clásicas.
A su vez, de acuerdo con las características del aura, se podrán diferenciar los distintos
tipos de migraña:
 Migraña con aura típica:
 Aura típica con cefalea.
 Aura típica sin cefalea.
 Migrañas con aura del tronco encefálico.
 Migraña Hemipléjica.
 Migraña Basilar.
 Migraña Oftalmopléjica.
 Migraña Retiniana.

b) No Migrañosas:

 Cefalea de Horton o en racimos: Se encuentra en la literatura con múltiples


denominaciones como cefalea racimosa, en brotes, histamínica, cefalea agrupada,
acuminada o en cúmulos, incluso se le ha dado el apodo de “cefalea suicida” debido a la
gran intensidad de dolor, que provoca ideación suicida en los que la sufren. En casi 50% de
los pacientes el inicio del cuadro es nocturno y los varones se afectan tres veces más a
menudo que las mujeres. Comienza generalmente en la tercera o cuarta década de la vida
y su nombre proviene de la tendencia que tiene a que sus ataques se agrupen en el
tiempo.
La patogenia del proceso se desconoce, si bien su ritmicidad apunta a un trastorno
hipotalámico. Su causa estaría relacionada con un fenómeno vascular por liberación de
histamina.
 Cefalea hemicránea paroxística: Es una cefalea muy infrecuente que aparece
predominantemente en mujeres de edad media de la vida. El cuadro es similar al de la
cefalea en racimos, excepto porque presenta menor duración (10-30 min.) y mayor
frecuencia de los episodios dolorosos (habitualmente 10-20/día).

 Cefalea neuralgiforme unilateral de acción corta con hiperemia conjuntival y lagrimeo


(SUNCT/SUNA): Es un síndrome de cefalea primaria poco común caracterizado por dolor
intenso, unilateral, orbitario o en la región temporal que es de tipo punzante o pulsátil. El
diagnóstico requiere al menos 20 ataques, con duración de 5s a 240s y una mayor
frecuencia con hasta 200 ataques al día; debe haber hiperemia conjuntival ipsolateral y
epífora. En algunos pacientes no ocurre la la hiperemia conjuntival con la epífora, en cuyo
caso puede establecerse el diagnóstico de SUNA (cefalea neuralgiforme unilateral de corta
duración con síntomas craneales autonómicos). La cefalea SUNCT carece de período
refractario, esta cualidad ayuda a diferenciarlo de la neuralgia del trigémino. La mayoría
de los casos de SUNCT son idiopáticos, aunque están descritos en la literatura casos
sintomáticos en relación con lesiones en la fosa posterior y en la glándula pituitaria.

 Cefaleas por Hipertensión Arterial: A pesar de que los pacientes hipertensos pueden
padecer una cefalea migrañosa o de tipo tensional como cualquier otra persona, en
ocasiones es consecuencia de la hipertensión arterial, y en este caso suele ser de
presentación matinal o de madrugada y despertar al paciente, disminuir después que este
se levanta y desaparecer a media mañana.

 Cefalea carotidinea: Es un término acuñado por Fay desde 1927 para designar un tipo
especial de dolor cérvico-facial que puede ser provocado al presionar la arteria carótida
común en personas con neuralgia facial atípica, a lo que se llamó cefalea de la mitad
inferior del rostro o cefalea de Sluder. También se produce dolor con la estimulación
eléctrica de la zona de bifurcación carotidea. El dolor se disemina por la cara, el oído, la
mandíbula y parte superior del cuello. Es una cefalea vascular espontánea que se relaciona
con dolor unilateral en la región anterior del cuello o con una inusual sensibilidad
carotidea.

 Cefalea primaria de esfuerzo: También conocida como cefalea benigna de esfuerzo,


consiste en un cuadro de dolor de cabeza que suele ser precipitado por cualquier forma de
ejercicio físico, e incluye la cefalea primaria por ejercicio. A menudo es de naturaleza
pulsátil, como la migraña. El dolor, que dura de 5 min a 24 horas, es bilateral y pulsátil al
inicio; pueden desarrollarse características migrañosas en pacientes susceptibles a la
migraña. La duración tiende a ser más breve en adolescentes que en adultos de edad
avanzada. La cefalea primaria de esfuerzo puede prevenirse al no realizar esfuerzo
excesivo, en particular en climas cálidos o en grandes altitudes. Es poco claro el
mecanismo de la cefalea primaria de esfuerzo; La distensión venosa aguda probablemente
explique parte del síndrome, como cuando se produce una dificultad respiratoria
sostenida o apnea, por ejemplo, al levantar pesas.

 Cefalea primaria por tos o Cefalea tusígena benigna: Es una cefalea primaria generalizada
que inicia de forma súbita, que dura varios minutos, en ocasiones unas cuantas horas y es
desencadenada por la tos; se previene al evitar la tos u otros eventos precipitantes, lo que
incluye estornudos, maniobra de Valsalva, risas o agacharse. La cefalea benigna con tos
puede comportarse como cefalea benigna de esfuerzo, pero los pacientes con cefalea
primaria suelen ser de edad más avanzada.

 Cefalea primaria relacionada con la actividad sexual: Se reportan tres tipos de cefalea
relacionada con la actividad sexual: cefalea bilateral sorda en la cabeza y cuello que se
intensifi ca conforme se incrementa la excitación sexual; cefalea súbita, intensa, explosiva
que ocurre al momento del orgasmo y cefalea postural que se desarrolla después del coito
y que se comporta de manera similar a la cefalea por disminución de la presión del LCR.
Esta última se origina de la actividad sexual enérgica y es una forma de cefalea por baja
presión del LCR. Las cefaleas que se desarrollan al momento del orgasmo no siempre son
benignas; 5 a 12% de los casos de hemorragia subaracnoidea se desencadenan por
actividad sexual. La cefalea relacionada con la actividad sexual se reporta en varones más
a menudo que en mujeres y puede ocurrir en cualquier momento durante los años de
actividad sexual. Puede desarrollarse en varias ocasiones en forma sucesiva y después no
ocurrir de nuevo, incluso sin un cambio evidente en la actividad sexual. En pacientes que
interrumpen su actividad sexual cuando la cefalea se percibe por primera vez, el dolor
puede ceder en un periodo de 5 min a 2 h. Casi 50% de los pacientes con este tipo de
cefalea tiene antecedente de cefalea de esfuerzo, pero no hay un exceso de cefalea
relacionada con tos. Es probable que la migraña sea más común en pacientes con cefalea
relacionada con la actividad sexual.

 Cefalea por frío: Se refiere al dolor de cabeza desencadenado por la aplicación, ingestión o
inhalación de algún objeto frío. Inicia con rapidez y por lo general cede en 10 a 30 min una
vez que se retira el estímulo. Se reconoce mejor como “cefalea por congelamiento
cerebral” o por cefalea por bebidas frías cuando es consecuencia de su ingestión.

 Cefalea por presión externa: La presión externa por compresión o tensión de la cabeza
puede producir dolor que podría tener un componente generalizado, aunque el dolor
ocurre en gran medida alrededor del sitio donde ocurre la presión. Por lo general se
resuelve en 1 h después de que se ha retirado del estímulo. Ejemplos de estímulos
incluyen cascos, anteojos de natación o colas de caballo muy largas. El tratamiento
consiste en identificar el problema y eliminar el estímulo.
 Cefalea pulsátil primaria: La característica esencial de este tipo de cefalea es el dolor
punzante confinado a la cabeza o rara vez, a la cara, con duración de uno a varios minutos
o segundos y que ocurre como un dolor punzante o una serie de dolores de ese tipo. El
dolor se ha descrito como “dolor en picahielo” o “como pinchazos y toques eléctricos”.
Son más comunes en pacientes con otras cefaleas primarias como la migraña, TAC y
hemicránea continua.

 Cefalea hípnica o inducida por el sueño : Este síndrome de cefalea por lo general inicia
unas cuantas horas después del inicio del sueño. Las cefaleas duran de 15 a 30 min y
suelen ser moderadamente intensas y generalizadas, aunque pueden ser unilaterales y de
características pulsátiles. El paciente podría reportar que se acuesta a dormir sólo para
despertarse con una crisis dolorosa unas cuantas horas más tarde; pueden ocurrir hasta
tres repeticiones de este patrón a lo largo de la noche. La mayor parte de los pacientes son
del género femenino y suele iniciar después de los 60 años de edad. Las cefaleas son
bilaterales en la mayor parte de los casos, pero pueden ser unilaterales. No suele haber
fotofobia, fonofobia o náusea. La principal consideración secundaria en este tipo de
cefalea es la hipertensión mal controlada; se recomienda vigilar la presión de 24 h para
detectar esta enfermedad susceptible de tratamiento.

 Nueva cefalea diaria persistente (NDPH): Este trastorno ocurre en varones y en mujeres.
Puede ser de tipo migrañoso, con características de migraña o puede carecer de
características sobresalientes, comportándose como TTH de inicio reciente. Las
características migrañosas son comunes e incluyen cefalea unilateral y dolor pulsátil. En
50% de los pacientes ocurre náusea, fotofobia, fonofobia o combinaciones de estos
síntomas. Algunos pacientes tienen antecedente de migraña.

2. Cefaleas por Contracciones Musculares (Tensión):

 Cefalea Tensional (TTH): Es la cefalea primaria más frecuente junto con la migraña. Dos
tercios de la población han padecido cefalea de tensión episódica, mientras que el 3%
sufre cefalea de tensión crónica (dolor > 15 días al mes). Puede aparecer a cualquier edad
y es más frecuente en el sexo femenino. Hasta hace algún tiempo se aceptaba que este
tipo de cefalea, la más común, era consecuencia de una contractura mantenida y dolorosa
de los músculos del cuero cabelludo y la nuca, como expresión somática de una tensión
síquica. Los estudios electromiográficos han mostrado un aumento de la actividad de estos
músculos durante la cefalea por contractura muscular, pero de igual manera, esto puede
no ocurrir. En ocasiones se detecta mayor actividad electromiográfica en un ataque de
migraña que durante otro de cefalea tensional. Parece probable que la TTH se deba a un
trastorno primario de la modulación del dolor por el sistema nervioso central, a diferencia
de la migraña, que involucra trastornos más generalizados de la modulación sensitiva.
 Cefalea de origen cervical: Presenta síntomas asociados de mareos, zumbidos,
inestabilidad e inseguridad motriz, producto de los estímulos que la contractura muscular
envía al sistema vestibular.

 Cefalea por disfunción temporomandibular: Con este cuadro clínico sucede algo similar a
lo que ocurre en las cefaleas postraumáticas. Algunos la incluyen como variante de las
cefaleas tipo tensión, a pesar de que es evidente el asiento de la lesión que provoca la
cefalalgia y sus características. El dolor puede ser uni o bilateral y se acompaña de
hipersensibilidad de los músculos maseteros y temporales, y se denomina síndrome de
Costen. Aumenta con los movimientos de la masticación y limita la apertura de la boca.

3. Cefaleas por Tracción:

 Tumor Cerebral: Es común que la masa tumoral dé lugar a compresión vascular y neural de
la base del encéfalo. En promedio, 30% de los pacientes con tumor cerebral consideran
que la cefalea constituye el síntoma principal.

 Hematomas: Los hematomas intracraneales son acumulaciones de sangre dentro del


encéfalo o entre este y el cráneo. Los síntomas, dependiendo de cuál sea el área dañada
del cerebro, suelen incluir cefalea persistente, somnolencia, confusión, cambios en la
memoria, parálisis del lado del cuerpo opuesto a la lesión, trastornos del habla o del
lenguaje y otros síntomas.

Los hematomas intracraneales pueden ser:

 Hematomas epidurales, son acumulaciones de sangre entre el cráneo y la


duramadre y son menos frecuentes que los subdurales. Los hematomas epidurales
suelen deberse a una hemorragia arterial, debida clásicamente a la lesión de la
arteria meníngea media por una fractura del hueso temporal.

 Hematomas subdurales, que se forman entre la duramadre y la aracnoides. Las


manifestaciones clínicas habituales son dolor de cabeza profundo, continuo,
unilateral o generalizado, vértigos de intensidad fluctuante seguidos de
hemiparesia, somnolencia, estupor y coma. El perfil de la cefalea que suele
responder a los analgésicos comunes y los síntomas acompañantes, abandonados
a su curso natural, se tornan progresivamente más graves. El creciente
empeoramiento toma semanas o meses, por lo que el trastorno se torna crónico y
se denomina hematoma subdural crónico.

 Hematomas intracerebrales, que se forman dentro del cerebro. Se deben a la


coalescencia de contusiones.
 Hipotensión del Líquido Cefalorraquídeo (LCR): Ocurre cuando el líquido cefalorraquídeo
disminuye por debajo del 10 % de su volumen total (150 mL aproximadamente) y
desaparece al normalizarse la presión de este. Es común observar esta cefalea secundaria
a la punción lumbar, cuando no fueron tomadas las medidas profilácticas pertinentes o
cuando se administran soluciones intravenosas hipertónicas, pues el abuso de tales
preparados aumenta la presión osmótica de la sangre, cuyo exceso impide la formación
del líquido cefalorraquídeo. También ocurre secundariamente a pérdidas de líquido
cefalorraquídeo por fracturas craneoespinales, estados tóxico-infecciosos como la fiebre
tifoidea o la uremia, estados de deshidratación, hipertensión arterial súbita, hipoglucemia,
entre otros. La pérdida de LCR disminuye la semiflotación del cerebro de tal forma que
desciende cuando el paciente adopta la postura de pie y permanece así, ejerce tracción en
estructuras al nivel de su vértice y compresión en las de la base. La cefalea ocurre por el
estiramiento de las meninges basales muy sensibles al dolor cuando el paciente adopta la
postura de pie o si eleva la cabeza para incorporarse. Como consecuencia, hay una
vasodilatación secundaria compensatoria que a su vez contribuye al desencadenamiento
del dolor.

 Cefalea postraumática: Es un tipo de cefalea que tiene el antecedente obligado de un


traumatismo craneoencefálico y que aparece tras un periodo de tiempo variable, que va
desde dos meses hasta dos años. Muchas veces ocurre por tracción o tironeamiento de las
estructuras sensibles al dolor por una brida meníngea; otras, por mecanismos semejantes
a los de la cefalea tensional o a la de origen vascular.

4. Cefaleas Inflamatorias:

 Meningitis: Una de las cefaleas más intensas es la secundaria a la meningitis, proceso que
causa una inflamación de todas las meninges, incluidas las áreas sensibles de la duramadre
y las que rodean los senos venosos.

 Hemorragia subaracnoidea (HSA): es un cuadro clínico agudo, incapacitante y peligroso. Su


causa es la ruptura de un vaso, a veces por aneurisma congénito de una de las arterias de
la base del cráneo, en otros casos por tratamientos de anticoagulación mal controlados,
con irrupción de la sangre en el espacio meníngeo.

 Arteritis Temporal: La arteritis temporal de células gigantes es un trastorno inflamatorio


arterial que a menudo afecta la circulación del segmento extracraneal de la carótida; es un
cuadro frecuente en el anciano. El promedio de edad al comenzar es de 70 años, y 65% de
los casos ocurre en mujeres. Cerca de la mitad de los sujetos con arteritis temporal no
tratada termina por quedar ciega, por afectación por la arteria oftálmica y sus ramas; en
consecuencia, la neuropatía óptica isquémica inducida por arteritis de células gigantes
constituye la causa principal de ceguera bilateral de evolución rápida en personas >60
años. Debido a que el tratamiento con glucocorticoides es eficaz para evitar tal
complicación, la identificación inmediata del problema es importante. Los típicos síntomas
iniciales incluyen cefaleas, polimialgia reumática, claudicación de músculos de la
masticación, fiebre con sudoración y pérdida de peso. La cefalea es la manifestación
predominante y suele acompañarse por malestar general y mialgias. De forma típica el
dolor se describe como un malestar intermitente o una sensación de ardor que,
invariablemente y de forma constante, durante semanas y meses, aumenta su intensidad
y se transforma en un dolor bien localizado, que involucra una de las sienes, aunque
cualquier parte del cuero cabelludo puede estar comprometida, lo que depende de cuál
de las ramas de la carótida externa está inflamada. Por lo común, empeora de noche y se
agrava con la exposición al frío.

5. Neuralgias:

a) Neuralgia del Nervio Trigémino: La neuralgia trigeminal o tic doloroso consiste en dolores
súbitos paroxísticos, relampagueantes, en la distribución neuroanatómica de una o más
ramas del quinto nervio craneal o nervio trigémino. A veces, el dolor se precipita por
alguna estimulación alrededor de los labios o en la cavidad oral. Puede desencadenarse al
comer, beber, hablar o cepillarse los dientes. La percepción del tiempo de duración de la
crisis dolorosa es engañosa. Habitualmente dura segundos o 1 min, pero como suele
aparecer en grupos el paciente cree tener dolores por 1 h o más. Casi nunca la neuralgia
aparece de noche y entre las crisis dolorosas, el paciente está libre de síntomas.

b) Neuralgia del Nervio Glosofaríngeo: La neuralgia del glosofaríngeo o noveno nervio


craneal se caracteriza por un dolor similar al de la neuralgia trigeminal, en la distribución
de los nervios glosofaríngeo y vago (neumogástrico o décimo nervio craneal). Las zonas
donde se desencadena el dolor son el área tonsilar y la faringe posterior desde la cual se
disemina la molestia neurálgica hacia el oído y el ángulo de la mandíbula. Algunas veces,
las crisis dolorosas se acompañan de bradicardia creciente y hasta parada cardiaca. Hay
neuralgias sin causas aparentes o idiopáticas, pero algunas neuralgias del glosofaríngeo
están originadas por tumores malignos de la vecindad del área inervada, principalmente
de las amígdalas.

c) Neuralgia del Nervio Occipital o de Arnold: Ocurre cuando los nervios occipitales están
comprimidos o irritados debido a una lesión, a músculos tensos que comprimen a los
nervios o a una inflamación. La neuralgia occipital puede provocar un intenso dolor que se
siente como un shock eléctrico, agudo e intenso en la parte posterior de la cabeza y del
cuello. Otros síntomas incluyen:
-Dolor punzante y ardor que normalmente comienza en la base del cráneo y se irradia
hacia el cuero cabelludo.
-Dolor en uno o ambos lados de la cabeza.
-Dolor detrás de los ojos.
-Fotofobia.
-Sensibilidad en el cuero cabelludo.
-Dolor al mover el cuello.
Se suele confundir con una migraña.

6. Otras Estructuras:

 Cefaleas de origen ocular: Se ha culpado a muchísimos trastornos oculares menores, entre


ellos hipermetropía, astigmatismos de bajas dioptrías y, raramente, miopías, como
causantes de muy variados dolores de cabeza, así como el síndrome de seudotumor
orbitario. En realidad, la mayoría corresponde a cefaleas tipo tensión. Pero hay
excepciones importantes:

 Glaucoma: El cuadro inicial del glaucoma puede ser una cefalea postrante,
acompañada de náusea y vómito. La cefalea a menudo comienza con dolor intenso de
los ojos. En la exploración física se advierte que el ojo a menudo está enrojecido, con
una pupila moderadamente midriática y fija.
 Cefalea por uveítis: o inflamaciones principalmente del iris y el cuerpo ciliar
(iridociclitis). La exposición a la luz suele causar un intenso dolor ocular que se irradia a
las áreas vecinas al ojo por los movimientos del órgano afectado. Existe inyección de
vasos ciliares y la pupila puede llegar a deformarse. La inmovilización medicamentosa
del iris alivia el dolor.

 Cefaleas de Origen Dentario: El dolor dental intenso se puede percibir en la cabeza


porque las fimbrias aferentes de los dientes van a la segunda y tercera ramas del
nervio trigémino que trasmite también dolor de las áreas anteriores de la cabeza. Se
conoce que el dolor se siente en la mandíbula durante algunos cuadros de
insuficiencia coronaria. No se debe atribuir la causa de cefaleas a problemas dentarios,
salvo excepciones y cuando se corrobore que la inyección de anestésico en los tejidos
que rodean al posible diente afectado produzca una mejoría con disminución notable
de la intensidad del dolor o llegue a suprimirlo.

 Cefalea por Sinusitis: La inflamación aguda o crónica de los senos paranasales es causa
de dolor facial localizado. El dolor se percibe en forma local en la frente o en el
maxilar. Está acompañado por mucosidad nasal abundante y purulenta o fiebre. Suele
agravarse con la postura (al levantarse o al inclinarse hacia adelante) y con los cambios
en la presión atmosférica. El alivio se produce con la congestión nasal, al estornudar o
al sonarse la nariz.

 Cefaleas de Origen Ótico: Las cefaleas provocadas por afecciones del oído casi siempre
indican un proceso inflamatorio o una lesión destructiva. La otitis media aguda
purulenta o no, la furunculosis del conducto auditivo, la rotura traumática del tímpano
y la fractura de la pared anterior del conducto óseo, causan dolor auricular con
hipersensibilidad de los músculos estriados del área.

 Cefalea por lesión de la Glándula Hipófisis: El dolor de cabeza motivado por tumores
de la hipófisis es consecuencia del efecto de compresión y la subsecuente
deformación de las estructuras sensibles al dolor en la base del cráneo, en particular el
diafragma de la silla turca. Los pacientes refieren cefalea en cualquier momento o
dolor crónico sin remisión. Suele ser bilateral en las regiones frontales o temporales y
muchas veces en el vértex craneal o en el occipucio.

Características semiológicas de algunas cefaleas


1. Migraña

 Migraña común o sin aura

Es la antiguamente llamada migraña común y la forma más frecuente. Consiste en ataques


múltiples de cefalea que duran, sin tratamiento, desde algunas horas hasta varios días, y que
presentan, además, por lo menos dos de estos caracteres:
– Ataque unilateral.
– Carácter pulsátil.
– Intensidad de moderada a severa.
– Empeoramiento con la actividad física.
– Intolerancia a los ruidos y a la luz.
– Síntomas digestivos acompañantes: náuseas y vómitos.

Criterios diagnósticos. Clasificación Internacional de las cefaleas II


1. Al menos cinco ataques que cumplan los criterios 2 al 4.
2. Cefalea que dura de 4 h a 72 h (sin tratamiento o insuficientemente
tratado).
3. Cefalea que reúna dos de las siguientes características:
a) Localización unilateral.
b) Característica pulsátil.
c) De moderada a severa intensidad del dolor.
d) Empeora por o causando evitar la actividad física habitual
(por ejemplo, caminar o subir escaleras).
4. Durante la cefalea ocurra uno de estos:
a) Náuseas o vómitos.
b) Fotofobia o fonofobia.
5. No atribuida a otra enfermedad.
 Migraña clásica o con aura

Mucho menos frecuente que la anterior, llamada antiguamente migraña clásica; se caracteriza por
la aparición de un pródromo o aura neurológica antes del inicio del ataque, que le otorga criterio
diagnóstico. De forma típica el aura consiste en la visión de luces resplandecientes o de figuras
bien formadas, que comienzan en una parte del campo visual y se extienden de forma lenta al
resto de este. Otras variedades de auras visuales comprenden: escotomas centelleantes, visión de
llamaradas y, con menor frecuencia, hemianopsia.
En ocasiones, los síntomas están precedidos de parestesias de la cara, boca o labio superior, que
duran de 15 min a 30 min y son sustituidos por una cefalea pulsátil que con frecuencia se
acompaña de náuseas y vómitos.

Criterios diagnósticos. Clasificación Internacional de las cefaleas II


1. Al menos dos ataques que cumplan con el criterio 2.
2. Migraña con aura que cumplan con los criterios 2 y 3 para alguna de las subformas (migraña con
aura típica, cefalea no migrañosa con aura típica, cefalea sin aura típica, migraña hemipléjica
familiar, migraña hemipléjica esporádica o migraña tipo basilar).
3. No atribuida a otra enfermedad.
Algunas personas, horas o días antes del ataque, experimentan cambios en la conducta, como
depresión, hiperactividad, júbilo o apetito exagerado para algunos alimentos. Estos síntomas

2. Cefalea tensional

Hasta hace algún tiempo se aceptaba que este tipo de cefalea, la más común, era consecuencia de
una contractura mantenida y dolorosa de los músculos del cuero cabelludo y la nuca, como
expresión somática de una tensión síquica. Los estudios electromiográficos han mostrado un
aumento de la actividad de estos músculos durante la cefalea por contractura muscular, pero de
igual manera, esto puede no ocurrir. En ocasiones se detecta mayor actividad electromiográficaen
un ataque de migraña que durante otro de cefalea tensional.

Manifestaciones clínicas
La cefalea de tipo tensional tiende a ser bilateral, no pulsátil, poco intensa y con sensación de
aturdimiento; su localización puede ser frontal u occipital y en algunas ocasiones se describe
como “un peso en el centro de la cabeza”, “una banda opresiva alrededor de la cabeza”, o como
“algo que se expande en el interior de la cabeza”. No suele haber náuseas y, si se presentan, en
general están en relación con efectos colaterales de la medicación. Nada parece agravar esta
cefalea, excepto una mayor carga de estrés o de fatiga, ni nada beneficiarla, salvo eliminar ambas
situaciones.

Criterios diagnósticos. Clasificación Internacional de las cefaleas II


1. Al menos 10 episodios por año y que cumplan con los criterios
2 al 4.
2. Cefalea que dura de 30 min a siete días.
3. Cefalea que cumpla al menos dos de estas características:
a) Localización bilateral.
b) Característica no pulsátil (opresiva).
c) Intensidad leve o moderada.
4. No empeora con la actividad física habitual como caminar o
subir escaleras. Ambos de estos:
a) No náuseas ni vómitos (puede ocurrir anorexia).
b) No más de uno de fotofobia o fonofobia.
c) No atribuida a otra enfermedad.

3. Hipertensión intracraneal

En sus inicios esta cefalea es moderada y gana paulatinamente en intensidad a través de un


periodo que oscila entre semanas y meses. Se ve agravada por factores tales como la posición de
la cabeza hacia abajo, constipación, tos, entre otros, los que aumentan la presión intracraneal.
La cefalea es constante en su localización y según el tiempo de evolución, la masa intracraneal que
crece es capaz de provocar otros síntomas y signos neurológicos: vértigos, dificultad en la
ideación, cambios en la personalidad, desviación de la comisura labial o anormalidad en los
reflejos, entre otros.

4. Hemorragia subaracnoidea

Es un cuadro muy agudo e incapacitante, cuya cefalea involucra toda la cabeza y el cuello, se
irradia a la espalda y se acompaña de toma más o menos intensa de la conciencia. La cefalea
permanece durante días, para luego disminuir progresivamente en intensidad hasta desaparecer.

5. Meningitis

La cefalea es un síntoma de aparición temprana en la evolución de la meningoencefalitis, y al igual


que en la hemorragia subaracnoidea, en ocasiones llega a ser muy intensa. Se acompaña de
vómitos, signos de irritación meníngea y toma del sensorio de mayor o menor intensidad.

La instalación menos aguda de la cefalea y los signos de infección, generalmente permiten


diferenciar una meningoencefalitis de una hemorragia subaracnoidea.

6. L.O.E (Tumor)

En promedio, 30% de los pacientes con tumor cerebral consideran que la cefalea constituye el
síntoma principal. Dicho dolor por lo común es indefinido, es decir, es una molestia sorda,
intermitente y profunda de intensidad moderada, que puede empeorar con el esfuerzo o los
cambios de posición y puede acompañarse de nausea y vomito. El perfil de los síntomas es
consecuencia más de la migraña, que del tumor cerebral. La cefalea de este ultimo origen altera el
sueno en 10%, aproximadamente, de los pacientes. El vomito que antecedió varias semanas a la
cefalea es muy característico de los tumores de la fosa posterior del cráneo. El antecedente de
amenorrea o galactorrea debe plantear el dilema de si la cefalea se origina en un adenoma
secretor de prolactina (o de un síndrome de ovario poliquistico). El dolor de cabeza que surge de
nuevo en una persona con un cáncer identificado sugiere la presencia de metástasis cerebrales,
meningitis carcinomatosa o ambas complicaciones. El dolor que surge de manera repentina
despues de fl exionar el tronco hacia delante, alzar peso o toser, puede originarse de una masa en
la fosa posterior del craneo, de la malformacion de Chiari o de disminución del volumen del liquido
cefalorraquídeo (LCR).
7. Hipertensión arterial (HTAS)

A pesar de que los hipertensos pueden padecer una cefalea migrañosa o de tipo tensional como
cualquier otra persona, en ocasiones es consecuencia de la hipertensión arterial, y en este caso
suele ser de presentación matinal o de madrugada y despertar al paciente, disminuir después que
este se levanta y desaparecer a media mañana.
La cefalea tiene carácter generalizado o, por el contrario, está localizada a la región frontal u
occipital; su instalación casi siempre es lenta y progresiva, aunque a veces es de tipo paroxístico y
debe hacer valorar la posibilidad de un accidente vascular encefálico hemorrágico. Se hace menos
frecuente cuando se logra disminuir las cifras tensionales a límites lo más cercano a lo normal.

8. Hipotensión del L.C.R

Ocurre cuando el líquido cefalorraquídeo disminuye por debajo del 10 % de su volumen total (150
mL aproximadamente) y desaparece al normalizarse la presión de este. Se presenta de forma
esporádica, es de localización frontal y menos frecuente suboccipital; su intensidad es moderada y
se acompaña de sudoración, palidez, náuseas y vómitos. Se alivia con maniobras que aumentan la
presión intracraneal, como la tos, el estornudo, la defecación, entre otras. Es común observar esta
cefalea secundaria a la punción lumbar, cuando no fueron tomadas las medidas profilácticas
pertinentes o cuando se administran soluciones intravenosas hipertónicas, pues el abuso de tales
preparados aumenta la presión osmótica de la sangre, cuyo exceso impide la formación del líquido
cefalorraquídeo. También ocurre secundariamente a pérdidas de líquido cefalorraquídeo por
fracturas craneoespinales, estados toxinfecciosos como la fiebre tifoidea o la uremia, estados de
deshidratación, hipertensión arterial súbita, hipoglucemia, entre otros.

9. Racimosa

La cefalea en racimos es el subtipo de cefaleas trigémino autonómicas más frecuente. Otros


nombres con los que se conoce también a esta cefalea son cefalea de Horton o histamínica,
incluso se le ha dado el apodo de “cefalea suicida” debido a la gran intensidad de dolor, que
provoca ideación suicida en los que la sufren. Muestra predilección por el sexo masculino,
comienza generalmente en la tercera o cuarta década de la vida y su nombre proviene de la
tendencia que tiene a que sus ataques se agrupen en el tiempo; así, un paciente portador de una
cefalea agrupada sufre a veces hasta ocho o más ataques de cefalea cada día durante semanas o
meses, los que entonces cesan para reaparecer de nuevo pasados algunos meses o años. Cuando
el cuadro cefalálgico se repite a diario y no termina el agrupamiento, entonces se provoca una
cefalea arracimada crónica.

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