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CURSO CONFORMADO DE CHAPAS METÁLICAS

LUCIO IURMAN
CAPÍTULO 2

MECÁNICA DEL CONTINUO – ESTADOS DE TENSIONES Y


DEFORMACIONES EN UN CUERPO SÓLIDO

PUNTO 1 – TENSIONES Y DEFORMACIONES

1.1 Resistencia de materiales – Supuestos básicos

La resistencia de materiales es el conjunto de conocimientos que analizan la relación entre


las fuerzas internas, la deformación y las cargas externas en el cuerpo que se estudia. En el
método general de análisis usado en resistencia de materiales, la primera etapa es suponer
que el cuerpo está en equilibrio. Se aplican las ecuaciones de equilibrio estático a las
fuerzas actuantes sobre el cuerpo para obtener una relación entre las fuerzas externas que
actúan sobre el mismo y las fuerzas internas que resisten la acción de las cargas externas.
Dado que las ecuaciones de equilibrio deben expresarse en términos de fuerzas actuantes
externamente al cuerpo, es necesario convertir las fuerzas internas resistentes en fuerzas
externas. Esto se hace cortando el cuerpo con un plano en el punto que interesa. La parte
del cuerpo que yace a un lado del plano de corte se elimina y se reemplaza por las fuerzas
que la misma ejercía sobre la sección de corte de la parte del cuerpo que queda. Dado que
las fuerzas que actúan sobre el “cuerpo libre” lo mantenían en equilibrio, se pueden aplicar
las ecuaciones de equilibrio al problema.

Las fuerzas internas resistentes se expresan usualmente por la tensión (fuerza por unidad de
área) que actúa sobre una cierta área, de manera que la fuerza interna es la integral de la
tensión multiplicada por el diferencial de área sobre la que actúa. Para evaluar esta integral,
es necesario conocer la distribución de la tensión sobre el área del plano de corte. Se llega a
la distribución de la tensión observando y midiendo la distribución de la deformación
(cambio en longitud por unidad de longitud) en la pieza, dado que la tensión no puede ser
físicamente medida. Sin embargo, puesto que la tensión es proporcional a la deformación
para las pequeñas deformaciones involucradas en la mayor parte de los casos, la
determinación de la distribución de la deformación provee la distribución de la tensión. Se
sustituye entonces la expresión para la tensión en las ecuaciones de equilibrio, y se
resuelven en términos de las cargas y de las dimensiones del cuerpo.

Suposiciones importantes en resistencia de materiales son que el cuerpo que se está


analizando es continuo, homogéneo e isótropo. Un cuerpo continuo es aquél que no
contiene agujeros o espacios vacíos de ninguna clase. Un cuerpo es homogéneo si tiene
idénticas propiedades en todos los puntos. Un cuerpo es considerado isótropo con respecto
a alguna propiedad cuando esa propiedad no varía con la dirección u orientación. Una
propiedad que varía con la dirección respecto de algún sistema de ejes se dice que es
anisótropa.

Mientras que materiales usados en ingeniería tales como acero, fundición de hierro, y
aluminio, pueden aparecer como cumpliendo estas condiciones vistos en escala
macroscópica, cuando se miran con un microscopio, se puede ver que son cualquier cosa
menos homogéneos e isótropos. La mayor parte de los metales de ingeniería están hechos

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de más de una fase, con diferentes propiedades mecánicas, de manera que en micro escala
son heterogéneos. Además, aún un metal monofásico usualmente exhibirá segregación
química, y por lo tanto sus propiedades no serán idénticas de un punto a otro. Los metales
están hechos de un agregado de granos cristalinos que tienen diferentes propiedades en
distintas direcciones cristalográficas. La razón por la que las ecuaciones de resistencia de
materiales describen el comportamiento de los metales reales es que, en general, los granos
cristalinos son tan pequeños que, para una muestra de cualquier volumen macroscópico, los
materiales son estadísticamente homogéneos e isótropos. Sin embargo, cuando los metales
son severamente deformados en una dirección particular, como en el laminado o forjado,
las propiedades mecánicas pueden ser anisótropas en macro escala. Otros ejemplos de
propiedades anisótropas se dan en los materiales compuestos reforzados por fibras y los
monocristales. Una falta de continuidad puede estar presente en coladas porosas o en piezas
elaboradas por pulvimetalurgia y, a nivel atómico, en defectos tales como vacancias y
dislocaciones.

1.2 Comportamiento elástico y plástico

La experiencia muestra que todos los materiales sólidos pueden ser deformados cuando
están sujetos a una carga externa. Se encuentra además que hasta ciertas cargas límites, un
sólido recuperará sus dimensiones originales cuando se elimina la carga. La recuperación
de las dimensiones originales de un cuerpo deformado cuando se elimina la carga se
conoce como comportamiento elástico. La carga límite más allá de la cual el material no se
comporta más elásticamente es el límite elástico. Si se excede el límite elástico, el cuerpo
experimentará una deformación permanente cuando la carga sea quitada. Un cuerpo que es
deformado permanentemente se dice que ha experimentado deformación plástica.

Para la mayor parte de los materiales, mientras la carga no exceda el límite elástico, la
deformación es proporcional a la carga. Esta relación se conoce como la ley de Hooke; se
dice más frecuentemente que la tensión es proporcional a la deformación. La ley de
Hooke requiere que la relación carga – deformación sea lineal. Sin embargo, no se sigue
necesariamente que todos los materiales que se comportan elásticamente tendrán una
relación lineal tensión – deformación. La goma es un ejemplo de un material con una
relación tensión – deformación no lineal que sin embargo satisface la definición de un
material elástico.

Las deformaciones elásticas en los metales son muy pequeñas y requieren instrumentos
muy sensibles para su medición. Instrumentos ultrasensibles han mostrado que los límites
elásticos de los metales son mucho más bajos que los valores usualmente medidos en
ensayos ingenieriles de materiales. A medida que los aparatos de medición se hacen más
sensibles, el límite elástico disminuye, de manera que para la mayor parte de los metales
hay sólo un rango muy estrecho de cargas en las cuales se aplica estrictamente la ley de
Hooke. Esto es, sin embargo, primariamente de importancia académica. La ley de Hooke
sigue siendo una relación completamente válida para los diseños ingenieriles.

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1.3. Tensión y deformación medias

Como punto de partida en la discusión de tensión y deformación, consideremos una barra


cilíndrica uniforme sujeta a una carga de tracción axial (Fig. 1-1). Supongamos que se
ponen dos marcas de medición en la superficie de la barra en su estado no deformado y que
L0 es la longitud de medida entre estas marcas. Se aplica una carga P en un extremo de la
barra, y la longitud de referencia sufre un ligero incremento de longitud y disminuye en el
diámetro. La distancia entre las marcas de referencia se ha incrementado en una cantidad ,
llamada deformación. La deformación lineal media e es la relación entre el cambio de
longitud y la longitud original.

Fig. 1.1 Barra cilíndrica sometida a carga axial

 L ( L  L0 )
e   (1-
L0 L0 L0
1)

La deformación es una cantidad adimensional dado que ambos,  y L0 se expresan en


unidades de longitud.

Fig. 1.2 Diagrama de cuerpo libre de la Fig. 1.1

La Figura 1-2 muestra el diagrama de cuerpo libre para la barra cilíndrica de la Figura 1-1.
La carga externa P es equilibrada por la fuerza interna resistente   dA , donde  es la
tensión normal al plano de corte y A es la superficie de la sección transversal de la barra. La
ecuación de equilibrio es

P =   dA (1-2)

Si la tensión está distribuida uniformemente sobre el área A , o sea , si  es constante, la


ecuación (1-2) resulta

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P =   dA =  A

 = P/A (1-3)

Fig. 1.3 Curva típica de Esfuerzo – Deformación

En general, la tensión no será uniforme sobre el área A y por lo tanto la Ec. (1-3)
representa una tensión media. Para que la tensión sea absolutamente uniforme, cada
elemento longitudinal en la barra debería experimentar exactamente la misma deformación,
y la proporcionalidad entre tensión y deformación debería ser idéntica para cada elemento.
La anisotropía inherente entre granos en un metal policristalino quita la posibilidad de una
completa uniformidad de tensión sobre un cuerpo de tamaño macroscópico. La presencia de
más de una fase también da lugar a una no uniformidad de la tensión a nivel microscópico.
Si la barra no es derecha o no está cargada en forma centrada, las deformaciones serán
diferentes para ciertos elementos longitudinales y la tensión no será uniforme. Se produce
un completo apartamiento de la uniformidad de la distribución de tensiones cuando hay un
cambio abrupto en la sección transversal. Esto resulta en un elevador de tensiones o una
concentración de tensiones.

Por debajo del límite elástico se puede considerar válida la ley de Hooke, de manera que la
tensión media es proporcional a la deformación media,

 /e = E = constante (1-4)

La constante E es el módulo elástico , o módulo de Young.

1.4. Concepto de tensión y tipos de tensiones

Se define a la tensión como fuerza por unidad de área. En la sección anterior se consideró
que la tensión estaba uniformemente distribuida sobre la sección transversal de la pieza. Sin
embargo, no es éste el caso general. La Figura 1-4 representa un cuerpo en equilibrio bajo
la acción de fuerzas externas P1, P2, ....P5. Hay dos clases de fuerzas externas que pueden
actuar sobre un cuerpo: fuerzas de superficie y fuerzas de masa. Las fuerzas distribuidas
sobre la superficie del cuerpo, tales como la presión hidrostática o la presión ejercida por un
cuerpo sobre otro, se llaman fuerzas de superficie. Las fuerzas distribuidas sobre el

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volumen de un cuerpo, tales como las fuerzas gravitacionales, las magnéticas o de inercia
(para un cuerpo en movimiento), se llaman fuerzas de masa. Los dos tipos de fuerzas de
masa encontrados en la práctica de la ingeniería son las fuerzas centrífugas debidas a
rotaciones a muy alta velocidad y fuerzas debidas a diferencias de temperaturas en el
cuerpo (tensiones térmicas).

Fig. 1.4 a) Cuerpo en equilibrio bajo la acción de fuerzas externas P1, …, P5; b) Fuerzas
que actúan sobre las partes

En general, la fuerza no estará uniformemente distribuida sobre ninguna sección transversal


del cuerpo ilustrado en la Fig. 1-4 a. Para obtener la tensión en algún punto O en un plano
tal como el mm, se separa la parte 1 del cuerpo y se reemplaza por el sistema de fuerzas
externas sobre mm que retendrán a cada punto de la parte 2 del cuerpo en la misma posición
que antes de quitar la parte 1. Ésta es la situación en la Fig. 1-4 b. Se toma entonces un área
A que rodea al punto O y se ve que sobre esta área actúa la fuerza P. Si se reduce el área
A a cero, el valor límite de la relación P / A es la tensión en el punto O perteneciente al
plano mm del cuerpo 2.

P
lím A0  (1-
A
5)

La tensión tendrá la dirección de la fuerza resultante P y estará generalmente inclinada a


un cierto ángulo con respecto a A . La misma tensión en el punto O en el plano mm se
habría obtenido si el cuerpo libre se hubiese construido removiendo la parte 2 del cuerpo
sólido. Sin embargo, la tensión sería diferente sobre cualquier otro plano que pasara por el
punto O, tal como el nn.

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La tensión total en el punto O se puede resolver en dos componentes, una tensión normal 
perpendicular a A , y una tensión de corte  que yace en el plano mm del área que rodea al
punto. Para ilustrar este desdoblamiento, consideremos la Fig. 1-5.

La fuerza P forma un ángulo  con la normal z al plano del área A . También, el plano que
contiene a la normal y a P interseca al plano A a lo largo de una línea punteada que forma
un ángulo  con el eje y.

La tensión normal está dada por

P
  cos  (1-
A
6)

Fig. 1.5 Resolución de la tensión total en sus componentes

La tensión de corte en el plano actúa a lo largo de la línea OC y tiene la magnitud

P
  sen (1-7)
A

Esta tensión de corte se puede además resolver en componentes paralelas a las direcciones
x e y que yacen en el plano.

P
Dirección x   sen sen
A
(1-8)

P
Dirección y   sen cos 
A
(1-9)

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Por lo tanto, en general, un plano dado puede tener una tensión normal y dos tensiones de
corte actuando sobre el mismo.

1.5. Concepto de deformación y tipos de deformación

Se había definido a la deformación lineal media como la relación del cambio de longitud a
la longitud inicial de la misma dimensión.

 L ( L  L0 )
e  
L0 L0 L0

donde: e = deformación lineal media


 = alargamiento (o acortamiento)

Por analogía con la definición de tensión en un punto, la deformación en un punto es la


relación de la variación de longitud a la longitud de referencia cuando ésta tiende a cero.

Más que referir el cambio de longitud a la longitud inicial, a menudo es más útil definir la
deformación como el cambio en la dimensión lineal dividido por el valor instantáneo de la
dimensión.
Lf
dL Lf
  
L0
L
 ln
L0
(1-

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La ecuación superior define la deformación natural o verdadera. Esta definición de


deformación es muy útil para tratar problemas de plasticidad y conformado de metales.
Para deformaciones pequeñas, son válidas las dos definiciones vistas hasta aquí, porque dan
valores prácticamente idénticos.

Las deformaciones elásticas de un cuerpo no sólo dan lugar a cambios de longitud de


alguna dimensión. También resultan en un cambio de un ángulo inicial entre dos líneas. El
cambio angular de un ángulo recto se conoce como deformación angular. La Figura 1-6
ilustra la deformación producida por corte de una cara de un cubo. El ángulo en A, que
originalmente era de 90º, disminuyó por la aplicación de una tensión de corte en una
pequeña cantidad .

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Fig. 1.6 Deformación de corte

La deformación de corte  es igual al desplazamiento a dividido por la distancia entre los


planos, h. La relación a /h es también la tangente del ángulo a través del cual el elemento ha
sido rotado. Para los ángulos pequeños usualmente involucrados, la tangente del ángulo y el
ángulo (en radianes) son iguales. Por lo tanto, las deformaciones angulares se expresan a
menudo como ángulos de rotación.

 = a /h = tg =  (1-11)

PUNTO 2. RELACIONES ENTRE TENSIONES Y DEFORMACIONES PARA EL


COMPORTAMIENTO ELÁSTICO

2.1. Introducción

El propósito de este punto es presentar las relaciones matemáticas para expresar la tensión y
la deformación en un punto y las relaciones entre tensiones y deformaciones en un sólido
que obedece a la ley de Hooke.

Las ecuaciones que describen el estado de tensión o de deformación de un cuerpo se


pueden aplicar a un sólido elástico o plástico, o a un fluido viscoso. Este cuerpo de
conocimiento se llama a menudo mecánica del continuo. Las ecuaciones que relacionan la
tensión y la deformación se llaman ecuaciones constitutivas porque dependen del
comportamiento del material. En este punto solamente se considerarán las ecuaciones
constitutivas para un sólido elástico.

2.2. Descripción de la tensión en un punto

Como ya se ha visto, resulta conveniente a menudo resolver las tensiones en un punto en


componentes normales y de corte. En el caso general, las componentes de corte están a
ángulos arbitrarios con respecto a los ejes coordenados, de manera que es conveniente
resolver además cada tensión de corte en dos componentes. En la figura 2-1 se muestra el

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caso general. Las tensiones que actúan en sentido normal a las caras del cubo elemental
(tener presente que el cubo es en realidad una representación de planos que pasan por un
punto) se identifican por el sufijo que también identifica la dirección en que actúa la
tensión; o sea, x es la tensión normal que actúa en la dirección x. Dado que es una tensión
normal, debe actuar sobre el plano perpendicular a la dirección x. Por convención, valores
normales mayores que cero indican tracción; valores menores que cero indican compresión.
Todas las tensiones mostradas en la figura 2-1 son de tracción.

Fig. 2.1 Tensiones que actúan sobre diferentes planos que pasan por un punto

Se necesitan dos sufijos para describir las tensiones de corte. El primer sufijo indica el
plano en que actúa la tensión y el segundo, la dirección en la que actúa. Dado que un plano
se define más fácilmente por su normal, el primer sufijo se refiere a esa normal. Por
ejemplo, yz es la tensión de corte sobre el plano perpendicular al eje y en la dirección del
eje z. yx es la tensión de corte sobre un plano normal al eje y en la dirección del eje x.

Una tensión de corte es positiva si apunta en la dirección positiva de la cara positiva de un


cubo unitario. Es también positiva si apunta en la dirección negativa sobre una cara
negativa del cubo. Todas las tensiones de corte mostradas en la Figura 2-2 a son positivas,
no importa el tipo de tensiones normales presentes. Una tensión de corte es negativa si
apunta a la dirección negativa de una cara positiva de un cubo unitario y viceversa. Las
tensiones de corte mostradas en la Figura 2-2 b son todas negativas. Existen otras formas de
identificar las tensiones y otras convenciones con respecto a los signos.

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Fig. 2.2 Convención de signos para tensiones de corte a) Positivo b) Negativo

En la Figura 2-1 se puede ver que se deben definir nueve cantidades para establecer el
estado de tensiones en un punto. Éstas son x, y, z , xy , xz , yx , yz , zx , y zy. Sin
embargo, es posible alguna simplificación. Si se supone que las áreas de las caras del cubo
unitario son suficientemente pequeñas, de manera que es despreciable el cambio de tensión
sobre las mismas, sumando los momentos de las fuerzas alrededor del eje z, se puede
demostrar que xy = yx . En efecto, para que no haya rotación alrededor del eje z, debe ser

(xy y z) x = (yx x z) y (2-1)

 xy = yx

y de la misma manera

xz = zx yz = zy

De este modo, el estado de tensiones en un punto queda descrito completamente por seis
componentes: tres tensiones normales y tres tensiones de corte, x, y, z , xy , xz , yz .

2.3. Estado de tensiones en dos dimensiones (tensión plana)

Muchos problemas se pueden simplificar considerando un estado bidimensional de


tensiones. Esta condición se encuentra en la práctica cuando una de las dimensiones del
cuerpo es pequeña con respecto a las otras. Por ejemplo, en una placa delgada cargada en el
plano formado por las dos dimensiones mayores, no habrá tensiones actuantes
perpendicularmente a la superficie de la placa. El sistema de tensiones consistirá en dos
tensiones normales x y y y una tensión de corte xy . Un estado de tensiones en que los
esfuerzos son nulos en una de las direcciones primarias, se denomina tensión plana.

La Figura 2-3 ilustra una placa delgada con su espesor perpendicular al plano del papel.
Para conocer el estado de tensiones en el punto O en la placa, necesitamos poder describir
las componentes de tensión en O para cualquier orientación de los ejes a través del punto.
Para hacer esto, consideremos un plano oblicuo normal al plano del papel a un ángulo 
entre el eje x y la normal saliente del plano oblicuo. Sea la normal a este plano la dirección
x’ y la dirección que yace en el plano oblicuo, la dirección y’. Se supone que el plano

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mostrado en la figura 2-3 es una distancia infinitesimal desde O y que el elemento es tan
pequeño que se pueden despreciar las variaciones en la tensión sobre los lados del
elemento.

Las tensiones actuantes sobre el plano oblicuo son la tensión normal  y la tensión de corte
 . Los cosenos directores entre x’ y x y entre los ejes y son l y m, respectivamente. Por la
geometría de la figura 2-3, l = cos y m = sen . Si A es el área del plano oblicuo, las áreas
de los costados del elemento perpendiculares a los ejes x e y son Al y Am.

Fig. 2.3 Tensiones en un plano oblicuo (dos dimensiones)

Sean Sx y Sy las componentes en x e y de la tensión total actuante sobre la cara inclinada.


Tomando la sumatoria de las fuerzas en las direcciones x e y, se obtiene

Sx A = x Al + xy Am

Sy A = y Am + xy Al

Sx = x cos + xy sen

Sy = y sen + xy cos

Las componentes de Sx y Sy en la dirección de la tensión normal  son

SxN = Sx cos y SyN = Sy sen

De manera que la tensión normal que actúa sobre el plano oblicuo está dada por

x = Sx cos + Sy sen


(2-2)
x = x cos  + y sen  + 2xy sen cos
2 2

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La tensión de corte sobre el plano oblicuo está dada por

xy = Sy cos - Sx sen


(2-3)
xy = xy (cos  - sen  ) + ( y - x ) sen cos
2 2

Se puede hallar la tensión y sustituyendo  + /2 en lugar de  en la Ecuación (2-2), dado
que y es perpendicular a x .

y = x cos2( + /2) + y sen2( + /2) + 2xy sen( + /2) cos( + /2)

y dado que sen( + /2) = cos y cos( + /2) = - sen, se obtiene

y = x sen2 + y cos2 - 2xy sen cos (2-4)


Las ecuaciones (2-2) y (2-4) son la transformación de las ecuaciones de tensión que dan las
tensiones en un sistema de coordenadas x’ e y’ si se conocen las tensiones en un sistema x y
y el ángulo .

A menudo es conveniente expresar las Ecuaciones (2-2) a (2-4) en términos del ángulo
doble 2. Se recurre para ello a las relaciones trigonométricas:

cos2 =½ (cos2 + 1)

sen2 = ½ (1 - cos2 )

2 sen cos = sen2


cos2 - sen2  = cos2

La transformación de las ecuaciones de tensión se hace entonces

x = ½(x + y ) + ½(x - y ) cos2 + xy sen2 (2-5)

y = ½(x + y ) - ½(x - y ) cos2 - xy sen2 (2-6)

xy = ½(y - x ) sen2 + xy cos2 (2-7)

Es importante señalar que x + y = x + y . Así, la suma de las tensiones normales en
dos planos perpendiculares es una cantidad invariante, o sea no depende de la orientación
del ángulo .

Las ecuaciones (2-2) y (2-3) y sus equivalentes, (2-5) y (2-7), describen la tensión normal y
la de corte sobre cualquier plano que pasa a través de un punto en un cuerpo sujeto a una
situación de tensión plana. La Figura 2-4 muestra la variación de las tensiones normal y de

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corte con el ángulo  para el caso de tensión plana – biaxial dada en la parte superior de la
Figura.

Fig. 2.4 Variación del esfuerzo normal y del esfuerzo de corte en planos oblicuos con un
ángulo 

Se pueden destacar los siguientes hechos importantes:

1. Los valores máximo y mínimo de la tensión normal sobre el plano oblicuo a través
del punto O se producen cuando la tensión de corte es cero.

2. Los valores máximo y mínimo de la tensión normal y de la de corte se producen a


ángulos separados 90º .

3. La tensión máxima de corte se produce a un ángulo que está a la mitad entre las
tensiones normales máxima y mínima.

4. La variación de las tensiones normal y de corte se producen en la forma de una onda


sinusoidal, con un período de  = 180º. Estas relaciones son válidas para cualquier
estado de tensiones.

Para cualquier estado de tensiones es siempre posible definir un nuevo sistema de


coordenadas que tenga ejes perpendiculares a los planos sobre los cuales actúan las

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máximas tensiones normales y sobre los cuales no haya tensiones de corte. Estos planos se
llaman planos principales y las tensiones normales a estos planos son las tensiones
principales. Para un estado bidimensional de tensiones, habrá dos tensiones principales 1
y 2 que están a 90º una de la otra (Fig. 2-4). Para el caso general de tensiones en tres
dimensiones, habrá tres tensiones principales, 1, 2, y 3. Por convención, 1 es la
tensión principal algebraicamente mayor, mientras que 3 es la menor. Las direcciones de
las tensiones principales son los ejes principales 1, 2, y 3. Aunque en general los ejes
principales 1, 2, y 3 no coinciden con los ejes cartesianos x, y, y z, para muchas situaciones
que se encuentran en la práctica los dos sistemas de ejes coinciden debido a simetría en las
cargas y en las deformaciones. La especificación de las tensiones principales y de sus
direcciones provee una manera conveniente de describir el estado de tensiones en un
punto.

Dado que, por definición un plano principal no contiene tensiones de corte, su relación
angular con respecto a los ejes coordenados xy se puede determinar hallando los valores de
 en la Ecuación (2-3) para los cuales xy = 0.

xy (cos2 - sen2  ) + ( y - x ) sen cos = 0

 xy sen cos  1 / 2 ( sen2 ) 1


   tg 2
 x  y cos   sen 
2 2
cos 2 2

tg2n = 2xy / (x - y ) (2-8)

Dado que tg2n = tg ( + 2), la Ecuación (2-8) tiene dos raíces, 1 y 2 = 1 + n/2. Estas
raíces definen dos planos mutuamente perpendiculares que están libres de tensiones de
corte.

La ecuación (2-5) da las tensiones principales cuando se sustituyen en la misma los valores
de cos2 y sen2 dados por la Ecuación (2-8). Los valores de cos2 y sen2 se hallan a
partir de la ecuación (2-8) por medio de las relaciones de Pitágoras.

 xy
sen 2  
 x   y  / 4   2 xy
2

1/ 2

 x  y  / 2
cos 2  
 x   y  / 4   2 xy
2

1/ 2

Sustituyendo estos valores en la Ecuación (2-5), se obtiene la expresión para las tensiones
principales máxima y mínima en un estado biaxial de tensiones.

máx = 1 = ½(x + y ) +  (x - y )2/2 + xy2 ½


(2-9)

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mín = 2 = ½(x + y ) -  (x - y )2/2 + xy2 ½

La dirección de los planos principales se halla resolviendo la Ecuación (2-8) para  ,


teniendo especial cuidado de establecer si 2 está entre 0 y /2, , y 3/2, etc. La Figura
2-5 muestra una manera simple de establecer la dirección de la mayor tensión principal 1.
1 estará entre la tensión normal algebraicamente mayor y la tensión diagonal.

Fig. 2.5 Método para establecer la dirección de 1

Para verlo intuitivamente, consideremos que si no hubiera tensiones de corte, x = 1. Si


solamente actuaran tensiones de corte, entonces existiría una tensión normal (la tensión
principal) a lo largo de la diagonal de corte. Si actúan tanto una tensión normal como una
de corte sobre el elemento, entonces 1 yace entre las influencias de estos dos efectos.

Para hallar la máxima tensión de corte, conviene retornar a la Ecuación (2-7). Se diferencia
la expresión para xy y se la iguala a cero.

dxy /d = (y - x ) cos2 - 2xy sen2 = 0


(2-10)
tg2s = (y - x ) / 2 xy = - (x - y )/ 2 xy

Comparando esto con el ángulo en el cual tienen lugar las tensiones principales, Ecuación
(2-8), tg2n = 2 xy /(x - y ), se ve que la tg2s es la recíproca negativa de tg2n .
Esto implica que tg2s y tg2n son ortogonales, y que s y n están separados en el
espacio por 45º. La magnitud de la máxima tensión de corte se halla sustituyendo la
Ecuación (2-10) en la (2-7),

máx =   ½ (x - y ) + xy2] ½ (2-11)

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2.4. Diagramas de Mohr

2.4.1. Diagrama de Mohr de tensiones en dos dimensiones

Un método gráfico muy útil para representar el estado de tensiones en un punto ubicado en
un plano oblicuo que pasa a través de ese punto fue sugerido por O. Mohr. La
transformación de las ecuaciones de tensiones (2-5) y (2-7) se puede reagrupar para dar

x - ½(x + y ) = ½(x - y ) cos2 + xy sen2

xy = ½(y - x ) sen2 + xy cos2

Esto se puede resolver para x en términos de xy elevando al cuadrado cada una de estas
ecuaciones y sumando

[x - ½(x + y )]2 + 2xy = [ ½(x - y )]2 + xy2 (2-12)

La Ecuación (2-12) es la ecuación de un círculo de la forma (x – h)2 + y2 = r2 . Así, el


diagrama o círculo de Mohr es un círculo en la coordenadas x, xy con un radio igual a
máx y el centro desplazado ½(x + y ) con respecto al origen.

Al trabajar con el círculo de Mohr hay que recordar solamente unas pocas reglas básicas.
Un ángulo  en el elemento físico está representado por 2 en el círculo de Mohr. El
mismo sentido de rotación (horario o antihorario) debería usarse en cada caso. Se usa una
convención diferente para expresar la tensión de corte al dibujar e interpretar el círculo de
Mohr. La convención es que una tensión de corte que provoque una rotación horaria
alrededor de cualquier punto en el elemento físico se ubica sobre el eje horizontal del
círculo de Mohr. Un punto en el círculo de Mohr da la magnitud y dirección de las
tensiones normal y de corte sobre cualquier plano en el elemento físico.

La Figura 2-6 ilustra el dibujo y el uso del círculo de Mohr para un estado particular de
tensiones ubicado en la parte superior izquierda. Las tensiones normales se grafican a lo
largo del eje x, las tensiones de corte a lo largo del eje y. Las tensiones sobre los planos
normales a los ejes x e y se grafican como puntos A y B. La intersección de la línea AB con
el eje  determina el centro del círculo. En los puntos D y E la tensión de corte es cero, de
manera que estos puntos representan los valores de las tensiones principales. El ángulo
entre x y 1 en el círculo de Mohr es 2  . Dado que este ángulo se mide en sentido
antihorario sobre el círculo de Mohr, sobre el elemento físico 1 actúa en sentido
antihorario a partir del eje x a un ángulo  (ver el esquema en la parte superior derecha).
Las tensiones sobre cualquier plano cuya normal forma un ángulo  con el eje x se podrían
hallar a partir del círculo de Mohr de la misma manera.

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Fig. 2.6 Círculo de Mohr para estados de tensión bidimensional

2.4.2. Estado de tensiones en tres dimensiones

El estado de tensiones general tridimensional consiste en tres tensiones principales


desiguales actuando en un punto. Se lo denomina estado triaxial de tensiones. Si dos de las
tensiones principales son iguales, el estado de tensiones se conoce como cilíndrico,
mientras que si las tres tensiones principales son iguales, se dice que el estado de tensiones
es hidrostático, o esférico.

La determinación de las tensiones principales para un estado tridimensional en términos de


las tensiones actuantes en un sistema arbitrario de coordenadas cartesianas es una extensión
del método descrito anteriormente para el caso bidimensional.

La Figura 2.7 representa planos que pasan por un punto, de manera similar a los mostrados
en la Figura 2.1, con un plano diagonal JKL de área A. Se supone que el plano JKL es un
plano principal que corta a través del cubo unitario.  es la tensión principal que actúa
perpendicular al plano JKL. Sean l, m, n los cosenos directores de , o sea, los cosenos de
los ángulos entre  y los ejes x, y, y z. Dado que el cuerpo libre en la Figura 2-7 debe estar
en equilibrio, las fuerzas que actúan sobre cada una de sus caras deben equilibrarse. Las
componentes de  a lo largo de cada uno de los ejes son Sx, Sy, y Sz

Sx = l Sy = m Sz = n
Área KOL = Al Área JOK = Am Área JOL = An

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Fig. 2.7. Tensión en un plano oblicuo

Sumando las fuerzas en la dirección x resulta

Al - xAl - yxAm - zxAn = 0

que se reduce a
( - x )l - yxm - zxn = 0 (2-13a)

Sumando las fuerzas a lo largo de los otros dos ejes, resulta

-xyl + ( - y)m - zyn = 0 (2-13b)

-xzl - yzm + ( - z )n = 0 (2-13c)

Las ecuaciones (2-13) son tres ecuaciones lineales homogéneas en términos de l, m, y n. La


única solución no trivial se puede obtener igualando el determinante de los coeficientes de
l, m, y n a cero, dado que l, m, y n no pueden ser todos nulos.

La resolución del determinante da por resultado una ecuación cúbica en .

3 – (x + y + z) 2 + (xy + yz + xz - xy2 - yz2 - xz2)  -


- (xyz + 2 xyyzxz - x yz2 - yxz2 - zxy2) = 0 (2-14)

Las tres raíces de la Ecuación (2-14) son las tres tensiones principales 1, 2, y 3. Para
determinar la dirección en que actúan las tensiones principales, con respecto a los ejes
originales x, y, z, es necesario sustituir 1, 2, y 3,, cada una a su turno en las tres
ecuaciones (2-13). Las ecuaciones resultantes deben resolverse simultáneamente para l, m,
y n con la ayuda de la relación auxiliar l2 + m2 + n2 = 1 .

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Nótese que hay tres combinaciones de componentes de tensión en la Ecuación (2-14) que
forman los coeficientes de la ecuación cúbica. Dado que los valores de estos coeficientes
determinan las tensiones principales, obviamente no varían con el cambio de ejes
coordenados. Son por lo tanto coeficientes invariantes.

x + y + z = I1
xy + yz +xz - xy2 - yz2 - xz2 = I2
xyz + 2 xyyzxz - x yz2 - yxz2 - zxy2 = I3
El primer invariante de tensiones I1 ya se ha visto para el caso de un estado bidimensional
de tensiones. Establece la relación útil de que la suma de las tensiones normales para
cualquier orientación en el sistema de coordenadas es igual a la suma de las tensiones
normales para cualquier orientación. Por ejemplo

x + y + z = x + y + z = 1 + 2 + 3 (2-15)

En el análisis superior se desarrolló la ecuación para la tensión en un plano oblicuo


particular, un plano principal en el que no hay tensiones de corte. A continuación se
desarrollarán las ecuaciones para cualquier plano oblicuo cuya normal tiene los cosenos
directores l, m, n, con los ejes x, y, z. Se puede usar la Figura 2-7 otra vez, teniendo en
cuenta que para esta situación general la tensión total sobre el plano S no será coaxial con la
tensión normal, y que S2 = 2 + 2 . Nuevamente, la tensión total se puede resolver en
componentes Sx, Sy , Sz, de manera que

S2 = Sx2 + Sy2 + Sz2 (2-16)

Sumando las fuerzas en las direcciones x, y, z, se llega a las expresiones para las
componentes ortogonales de la tensión total:

Sx = x l + yxm + zxn ( 2-17a)

Sy = xyl + ym + zyn (2-17b)

Sz = xzl + yzm + zn (2-17c)

Para hallar la tensión normal  en el plano oblicuo, es necesario determinar las


componentes de Sx , Sy y Sz, en la dirección de la normal al plano oblicuo. Así,

 = Sxl + Sym + Szn

o, después de sustituir en las Ecuaciones (2-17) y simplificando xy = yx, etc.

 = xl2 + ym2 + zn2 + 2xylm +2yzmn + 2zxnl (2-18)

La magnitud de la tensión de corte sobre el plano oblicuo se puede hallar a partir de la


relación 2 = S2 - 2. Para obtener la magnitud y dirección de las dos componentes de la

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tensión de corte que yacen en el plano oblicuo es necesario resolver las componentes de
tensiones Sx , Sy y Sz en las direcciones y y z que yacen en el plano oblicuo. Esto se
puede llevar a cabo utilizando las expresiones de cambios de coordenadas vistas en los
puntos precedentes.

Dado que el flujo plástico involucra tensiones de corte, es importante identificar los planos
sobre los cuales actúan las máximas tensiones de corte. En el análisis del estado
bidimensional de tensiones, se ha visto que máx se ubica en un plano a mitad de camino
entre los dos planos principales. Es por lo tanto más fácil definir los planos de corte
principales en términos de los ejes principales 1, 2, y 3. Partiendo de 2 = S2 - 2 se puede
demostrar que

2 = (1 - 2)2l2m2 + (1 - 3)2l2n2 + (2 - 3)2m2n2 (2-19)

donde l, m, n, son los cosenos directores entre la normal al plano oblicuo y los ejes
principales.

Las tensiones de corte principales se producen para las siguientes combinaciones de


cosenos directores que bisecan el ángulo entre dos de los tres ejes principales:

l m n 

0 1/2 1/2 1 = ½(2 - 3)

1/2 0 1/2 2 = ½(1 - 3) (2-20)

1/2 1/2 0 3 = ½(1 - 2)

Dado que, de acuerdo con la convención adoptada, 1 es la tensión principal


algebraicamente mayor y 3 es la menor, 2 tiene el mayor valor de tensión de corte y se
denomina la máxima tensión de corte máx.

máx = ½(1 - 3) (2-21)

La tensión de corte máxima es importante en teorías de fluencia y para operaciones de


conformado de metales.

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Fig. 2.8 Planos de las tensiones de corte principales

La Figura 2-8 muestra los planos de las tensiones de corte principales para un cubo cuyas
caras son los planos principales. Nótese que para cada par de tensiones de corte principales
hay dos planos sobre los que actúan, que bisecan las direcciones de las tensiones
principales (normales).

2.4.3. Diagrama de Mohr en tres dimensiones

Se puede extender el análisis hecho para la representación de un estado de tensiones


bidimensional mediante el diagrama de Mohr a un estado tridimensional. La Figura 2-9
muestra la forma en que un estado de tensiones tridimensional, definido por las tres
tensiones principales, se puede representar mediante tres círculos de Mohr. Se puede
demostrar que todas las posibles combinaciones de condiciones de tensión caen dentro del
área sombreada entre los círculos de la Figura 2-9.

Mientras que el único significado físico del círculo de Mohr es que da una representación
geométrica de las ecuaciones que expresan la transformación de las componentes de tensión
en diferentes sistemas de ejes, es una manera muy conveniente de visualizar el estado de
tensiones. La Figura 2-10 muestra el círculo de Mohr para una variedad de estados
comunes de tensiones. Nótese que la aplicación de una tensión de tracción 2 a ángulos
rectos de una existente de tracción 1 (Figura 2-10c), resulta en una disminución de la
tensión principal de corte en dos de los tres conjuntos de planos sobre los cuales actúan
tensiones de corte principales. Sin embargo, la máxima tensión de corte no disminuye de lo
que sería para una tracción uniaxial, aunque si se hubiera usado solamente el círculo de
Mohr bidimensional , esto no se habría hecho notar. Si se aplica una tensión de tracción en
la tercera dirección principal (Figura 2-10d), la máxima tensión de corte se reduce
apreciablemente. Para el caso límite de igual tracción triaxial (tracción hidrostática), el

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Fig. 2.9. Círculo de Mohr representando un estado de tensiones tridimensional

círculo de Mohr se reduce a un punto, y no hay tensiones de corte actuando sobre ningún
plano del cuerpo. La efectividad de las tensiones de tracción biaxiales y triaxiales en
reducir las tensiones de corte, resulta en una considerable disminución en la ductilidad del
material, dado que la deformación plástica es producida por tensiones de corte. Por ello, la
fractura frágil está invariablemente asociada con tensiones triaxiales desarrolladas por una
entalla o un concentrador de tensiones. Sin embargo, la Figura 2-10e muestra que, si se
aplican tensiones de compresión lateralmente a una de tracción, la máxima tensión de corte
es mayor que para el caso de una tracción uniaxial o una compresión. A causa del alto valor
de la tensión de corte en relación a la tensión de tracción aplicada, el material tiene una
excelente oportunidad par deformar plásticamente sin fracturarse bajo este estado de
tensiones. De esto se hace un uso importante en el trabajado plástico de los metales.
Por ejemplo, se obtiene una mayor ductilidad en trefilado a través de una matriz que en una
tracción uniaxial simple porque la reacción del metal con la matriz produce tensiones de
compresión lateral.

El análisis de la Fig. 2.10 permite visualizar que si a cualquiera de los estados de tensiones
descritos se les suma una presión hidrostática ph tal que 1´ = 1 + ph , 2´ = 2 + ph , 3´
= 3 + ph, sólo se produce un corrimiento de los diagramas de Mohr, sin alterar su forma ni
su tamaño. Con la presión hidrostática varía la tensión media m , que es un tercio de la
suma de las tensiones principales. La consideración señalada tiene importancia en la
formulación de los criterios de fluencia, como se verá más adelante.

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Fig. 2.10. Círculos de Mohr para una variedad de estados comunes de tensiones triaxiales.
(a) Tracción uniaxial, (b) Compresión uniaxial, (c) Tracción biaxial, (d) Tracción triaxial
con dos de las tensiones iguales, (e) Tracción uniaxial más compresión biaxial

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PUNTO 3. DESCRIPCIÓN DE LA DEFORMACIÓN EN UN PUNTO

El desplazamiento de puntos en un continuo puede resultar de la traslación, rotación o


deformación de un cuerpo rígido. La deformación de un sólido puede estar conformada por
una dilatación, cambio de volumen, o distorsión, cambio de forma. Las situaciones que
involucran traslación y rotación se tratan usualmente en el campo de la mecánica conocido
como dinámica. Pequeñas deformaciones entran en la región de la teoría de elasticidad,
mientras que deformaciones mayores se tratan en las disciplinas de plasticidad e
hidrodinámica. Las ecuaciones que se desarrollan en este punto son básicamente
geométricas, así que se pueden aplicar a todos los tipos de medios continuos.

Consideremos un cuerpo sólido en coordenadas fijas x, y, z (Figura 3.1). Una combinación


de deformación y movimiento desplaza el punto Q a Q con nuevas coordenadas x+ u, y+v,
z+w. Las componentes del desplazamiento son u, v, w. El desplazamiento de Q es el vector
uQ = f(u,v,w). Si el vector desplazamiento es constante para todas las partículas en el
cuerpo, entonces no hay deformación. Sin embargo, en general, ui es diferente de partícula
a partícula, de manera que el desplazamiento es una función de la distancia, ui = f(xi). Para
sólidos elásticos y desplazamientos pequeños, ui es una función lineal de xi, se trata de
desplazamientos homogéneos, y las ecuaciones de desplazamiento son lineales. Sin
embargo, para otros materiales el desplazamiento puede no ser lineal con la distancia, lo
que lleva a relaciones matemáticas complejas.

Fig. 3.1. Desplazamiento del punto Q

Para comenzar la discusión de la deformación, consideremos un caso simple,


unidimensional (Figura 3-2).

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Fig. 3.2. Deformación unidimensional

En el estado no deformado, los puntos A y B están separados por una distancia dx. Cuando
se aplica una fuerza en la dirección x, A se mueve hasta A y B lo hace a B. Dado que el
desplazamiento u, en este caso unidimensional, es una función de x, B se desplaza un poco
más que A, puesto que está más lejos del extremo fijo. La deformación normal está dada
por

ex = L /L = (AB - AB) /AB = [dx +(u/x)dx – dx] /dx = u/x (3-1)

Para este caso unidimensional, el desplazamiento está dado por u = ex x. Para generalizar
esto a tres dimensiones, cada una de las componentes del desplazamiento estará relacionada
linealmente con las tres coordenadas iniciales del punto.

u = exx x + exy y + exz z

v = eyx x + eyy y + eyz z (3-2)

w = ezx x + ezy y + ezz z

Utilizando una notación tensorial que generaliza las expresiones como las indicadas más
arriba, se puede expresar

ui = eij xj (3-3)

Los coeficientes que relacionan el desplazamiento con las coordenadas del punto en el
cuerpo son las componentes del desplazamiento relativo. Tres de estos términos se pueden
identificar como las deformaciones normales.

exx = u /x eyy = v /y ezz = w /z (3-4)

Los otros términos contienen elementos de rotación. En efecto, consideremos un elemento


en el plano xy que ha sido distorsionado por tensiones de corte (Figura 3.3).

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Fig. 3.3. Distorsión angular de un elemento

El elemento ha sufrido una distorsión angular. El desplazamiento de puntos a lo largo de la


línea AD es paralelo al eje x, pero esta componente del desplazamiento aumenta en
proporción a la distancia a lo largo del eje y. Por lo tanto

exy = DD /DA = u /y (3-5)

Análogamente, para la distorsión angular del eje x,

eyx = BB /AB = v /x (3-6)

Estos desplazamientos de corte son positivos cuando rotan una línea desde un eje positivo
hacia otro eje positivo. En general, componentes de desplazamiento tales como exy, eyx, etc.,
producen tanto deformación de corte como rotación de cuerpo rígido. La Figura 3-4 ilustra
varios casos.

Fig.3.4. Ejemplos de desplazamiento con corte y rotación. (a) Corte simple sin rotación; (b)
Rotación pura sin corte; (c) Corte simple. El corte simple implica un cambio de forma
producido por desplazamientos a lo largo de un par de planos paralelos. El corte puro
implica un cambio de forma producido por un igual desplazamiento de corte en dos pares
de planos perpendiculares

En este análisis interesan solamente las componentes de deformación. Se demuestra que


estas componentes se pueden separar de las de rotación mediante la siguiente
descomposición:

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eij = ½(eij + eji) + ½(eij - eji) (3-7)

En la expresión anterior, el primer término indica la componente de deformación, mientras


que el segundo corresponde a la componente de rotación. La definición de deformación de
corte como ij = 2eij se denomina deformación ingenieril de corte. (El coeficiente 2
aparece para no arrastrar el ½ , aunque en mucha bibliografía esto no es así.)

Las componentes de deformación de corte resultan ser entonces, en las coordenadas x, y, z:

xy = u /y + v /x

xz = w /x + u /z (3-8)

yz = w /y + u /z

Por simplicidad, se pueden escribir ecuaciones para la deformación en forma análoga a las
de la tensión, sustituyendo directamente e por  y  /2 por . Así, la deformación normal
sobre un plano oblicuo está dada por

e = ex l2 + ey m2 + ez n2 + xy lm + yz mn + xz ln (3-9)

donde ex = exx , ey = eyy, ez = ezz .


Si se compara esta ecuación con la (2.-18), se puede concluir que, análogamente a lo que se
ha visto para el estado de tensiones, habrá tres direcciones en el espacio en las que
solamente hay deformaciones normales y se anulan las de corte. Son las direcciones
principales de deformación. Las deformaciones normales principales se encuentran
mediante una ecuación cúbica. También se puede construir un diagrama de Mohr de
deformaciones similar al de tensiones. Para cuerpos continuos e isótropos, las direcciones
principales de tensión y de deformación coinciden.

En general, la deformación de un sólido involucra una combinación de cambio de volumen


y cambio de forma. Es conveniente poder determinar cuánto corresponde a cada uno de
estos cambios. La deformación volumétrica o dilatación cúbica, es el cambio de volumen
por unidad de volumen. Consideremos un paralelepípedo rectangular con lados dx, dy, dz.
En la condición deformada, el volumen es (1 + ex)(1 + ey)(1 + ez) dxdydz, dado que sólo se
producen deformaciones normales. La deformación volumétrica  es

 = (1 + ex)(1 + ey)(1 + ez)dxdydz - dxdydz /dxdydz

Para pequeñas deformaciones, despreciando los productos de las deformaciones, resulta

 = ex + ey + ez (3-10)

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PUNTO 4. RELACIONES ELÁSTICAS TENSIÓN – DEFORMACIÓN

4.1. Relaciones entre tensiones y deformaciones en el rango elástico

Si se quieren relacionar las tensiones con las deformaciones, es necesario introducir las
propiedades del material. Se llaman ecuaciones constitutivas a las relaciones de este tipo.
En lo que sigue, se analizan las relaciones constitutivas para sólidos elásticos isótropos.

En el Punto 1 se había visto que la tensión elástica está relacionada linealmente con la
deformación elástica mediante el módulo de elasticidad (ley de Hooke).

x = Eex (4-1)

donde E es el módulo de elasticidad en tracción o compresión. Mientras una fuerza de


tracción en la dirección x produce un alargamiento a lo largo de ese eje, también produce
una contracción en las direcciones transversales y y z . Se encontró experimentalmente que
la deformación transversal es una fracción constante de la deformación en la dirección
longitudinal. Se conoce esto como la relación de Poisson que se indica con el símbolo .

ey = ez = - ex = - x / E (4-2)

Sólo el valor absoluto de  se usa en los cálculos. La relación de Poisson es 0,25 para un
material isótropo perfectamente elástico, pero para la mayoría de los metales los valores de
 están más próximos a 0,33.

Para desarrollar las relaciones tensión – deformación en un estado tridimensional de


tensiones, consideremos un cubo sometido a tensiones normales x , y , z , y tensiones de
corte xy , yz , zx . Dado que las tensiones elásticas son pequeñas y el material es isótropo,
se puede suponer que la tensión normal x no produce deformaciones de corte en los planos
x , y , o z y que la tensión de corte xy no produce deformaciones normales en los mismos
planos. Se puede aplicar entonces el principio se superposición para determinar la
deformación producida por más de una componente de tensión. Por ejemplo, la tensión x
produce una deformación normal ex y dos deformaciones transversales ey =
- ex y ez = - ex .

Por superposición de las componentes de deformación en las direcciones x , y , y z ,

ex = 1/E  x -  (y + z )

ey = 1/E  y -  (z + x ) (4-3)

ez = 1/E  z -  (x + y )

Las tensiones de corte que actúan sobre el cubo unitario producen las deformaciones de
corte

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xy = G xy yz = G yz xz = G xz (4-4)

La constante de proporcionalidad G es el módulo de corte elástico. Sus valores se


determinan normalmente mediante ensayos de torsión.

Se ha visto hasta ahora que las relaciones entre tensiones y deformaciones para un cuerpo
isótropo en el campo elástico involucran tres constantes, E, G y  .

Otra constante elástica es el módulo elástico volumétrico K. Se lo define como

K = 1/3(x + y + z) / (ex + ey + ez) = m /  (4-5)

Se pueden derivar muchas relaciones útiles entre las constantes elásticas E, G, , y K. Si se


suman las tres ecuaciones (4-3), se tiene

ex + ey + ez =(x + y + z) (1 - 2) /E

O sea,

 = 3m (1 - 2) /E

Por lo tanto,
K = E /3(1 - 2) (4-6)

De manera similar se puede demostrar que

G = E /2(1 +) (4-7)

Las relaciones anteriores, y otras que se pueden encontrar en los análisis de sistemas
elásticos, se deben a que, para un sólido isótropo y homogéneo, solamente existen dos
constantes elásticas independientes. Conocidas esas dos, cualesquiera ellas sean, las otras
dos se pueden deducir a partir de las primeras.

4.2. Energía de deformación elástica

La energía de deformación elástica U es la energía gastada por la acción de las fuerzas


externas para deformar un cuerpo elástico. Esencialmente, todo el trabajo realizado durante
la deformación elástica es almacenado como energía elástica, y esta energía se recupera
cuando se quitan las fuerzas aplicadas. La energía (o trabajo) es igual a la fuerza
multiplicada por la distancia sobre la cual actúa. En la deformación de un cuerpo elástico,
la fuerza y la deformación aumentan linealmente desde un valor inicial de cero de manera
que la energía promedio es la mitad de su producto. Esto es también igual al área bajo la
curva carga – deformación.

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U = ½ P (4-8)

Para un cubo elemental que está sujeto solamente a una tensión de tracción a lo largo del
eje x, la energía de deformación elástica está dada por

dU = ½ Pdu = ½ (x A)(ex dx) = ½ (x ex)(A dx) (4–9)

La Ecuación (4-9) describe la energía elástica total absorbida por el elemento. Dado que
Adx es el volumen del elemento, la energía de deformación por unidad de volumen U 0 está
dada por

U0 = ½ (x ex) = ½ x2 /E = ½ ex2 E (4-10)

Nótese que las deformaciones laterales que acompañan a la deformación en tracción simple
no entran en la expresión para la energía de deformación, porque no hay fuerzas aplicadas
en la dirección de las deformaciones laterales.

Mediante un razonamiento similar, la energía de deformación por unidad de volumen de un


elemento sometido a corte puro está dada por

U0 = ½ xy xy = ½ xy2 /G = ½ xy2G (4-11)

La energía de deformación elástica para un caso general tridimensional de tensiones se


puede obtener por superposición

U0 = ½ (x ex + y ey + z ez + xy xy + xz xz + yz yz ) (4-12)

Utilizando las expresiones que relacionan tensiones y deformaciones mediante la ley de


Hooke, la Ecuación (4-12) se transforma en

U0 = (x2 + y2 + z2) 1/(2E) - (x y + y z + z z)  /E +

+ (xy2 + xz2 + yz2) 1/ (2G) (4-13)

En términos de las tensiones y deformaciones principales, la energía elástica de


deformación por unidad de volumen (ver Ecuación 4-12) es

U0 = ½ (1 e1 + 2 e2 + 3 e3) (4-14)

Si se reemplazan las deformaciones principales de acuerdo con las relaciones elásticas


vistas, se obtiene

U0 = (1 - 2)2 + (2 - 3)2 + (3 - 1)2 1/12G + (1 + 2 + 3 )1/18K (4 –15)

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El primer sumando de la Ecuación (4-15) constituye la “energía de distorsión elástica”, y el
segundo la “energía de dilatación elástica”.

PUNTO 5. CRITERIOS DE FLUENCIA

5.1. Definición y condiciones para un criterio de fluencia

Cuando las tensiones ejercidas sobre un punto en el material alcanzan determinados


valores, se llega a lo que se conoce como límite elástico y el material pasa a un
comportamiento plástico, o sea uno en el cual quedan deformaciones permanentes luego de
quitada la carga aplicada. Superado el límite elástico, se dice que el material entra en
fluencia.

Los criterios de fluencia son hipótesis sobre el límite elástico bajo cualquier posible
combinación de tensiones. Se trata de llegar a criterios que predigan cuándo se iniciará la
fluencia bajo estados complejos de tensiones, dada sólo la tensión de fluencia en estados
simples, que se pueden determinar experimentalmente en los laboratorios de ensayos
mecánicos, por ejemplo tracción, compresión o corte.

Para establecer un criterio de fluencia, es necesario tener en cuenta que:

a) Se ha observado que, dentro del rango de presiones y temperaturas industriales, las


presiones hidrostáticas no provocan fluencia y, más aún, las componentes
hidrostáticas de estados complejos de tensiones no afectan la aparición de la
deformación plástica. Cualquier criterio entonces deberá ser tal que m no provoque
fluencia, lo que permite enunciar que ésta tendrá lugar cuando alguna función
escalar de las diferencias de las tensiones principales alcance un valor crítico, o sea:

f(1 - 2 ; 2 - 3 ; 3 - 1) = constante

Esto equivale a decir que el límite de elasticidad se puede expresar como una
función del tamaño de los círculos de Mohr, independientemente de su posición a lo
largo del eje de las tensiones normales.

b) La fluencia deberá ser independiente de las direcciones de los ejes elegidos para
definir el sistema. Siendo además el material isótropo, estará relacionada solamente
con las intensidades de las tensiones aplicadas.
c) También se supone que el material no presenta efecto Bauschinger , lo que implica
que si una combinación de valores x, y, z , xy , xz y yz produce fluencia, otro
estado de tensiones con los mismos módulos de las componentes pero de signo
contrario, también lo producirá.

31
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Existen dos criterios de fluencia que cumplen con las premisas vistas y que se aplican
ampliamente para los metales. Son los debidos a Von Mises y a Tresca.

5.2. Criterio de fluencia de Von Mises


Según este criterio, la fluencia se inicia cuando

(1 - 2)2 + (2 - 3 )2 + (3 - 1)2 = constante (5-1)

Como se ve, las diferencias entre las tres tensiones principales, o lo que es lo mismo, los
tamaños de las tres circunferencias de la representación de Mohr, permiten evaluar si un
estado de tensiones produce o no fluencia.

Un criterio es correcto si es válido para cualquier combinación de tensiones, por lo tanto la


constante de la Ecuación (5-1) se puede determinar a partir de estados simples de tensión.
Es común identificar a las constantes con la tensión de fluencia en tracción, Y, o la tensión
de fluencia al corte puro, k.

En la fluencia en tracción simple (Figura 5.1a),

Fig. 5.1a. Estado de tensiones en tracción simple


1 = Y 2 = 3 = 0

Y para el corte puro (Figura 5.1b),

32
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Fig. 5.1b. Estado de tensiones en corte puro


1 = - 3 = k 2 = 0

Para los casos indicados, la Ecuación (5-1) se transforma en

(1 - 2)2 + (2 - 3 )2 + (3 - 1)2 = 2Y2


(5-2)
y (1 - 2) + (2 - 3 ) + (3 - 1) = 6k
2 2 2 2

Por lo tanto:
k = (2/ 3) (Y/2) = 1,155 (Y/2) (5-3)

La Ecuación (5-3) indica que, según este criterio, la tensión de fluencia en corte puro, k, es
1,155 veces mayor que la máxima tensión de corte elástica en tracción simple, Y/2.

Si se compara la Ecuación (5-1) con la (4-15), se comprende la interpretación que algunos


autores hacen del criterio de fluencia de Von Mises, cuando lo enuncian diciendo que “la
fluencia se alcanza cuando la energía de distorsión elástica llega a un valor crítico”.

Para una terna genérica x, y, z, el criterio de fluencia de Von Mises se expresa del siguiente
modo:

(x - y)2 + (y - z )2 + (z - x)2 + 6(xy2 + xz2 + yz2) = 2Y2 (5-4)

33
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5.3. Criterio de fluencia de Tresca

Según este criterio, la fluencia se produce cuando el valor absoluto de la diferencia entre las
tensiones principales algebraicamente mayor y menor respectivamente, alcanza un valor
crítico, constante para un material dado. En otras palabras, cuando la tensión tangencial
máxima alcanza un valor crítico.

A diferencia del criterio de Von Mises, se desprecia en el de Tresca el valor de la tensión


principal intermedia. Interesa pues solamente el tamaño absoluto de la circunferencia
mayor en la representación de Mohr.

El criterio de Tresca se expresa por:

1 - 3 = constante (5-5)

Si se determina el valor de la constante por tracción simple (Figura 5-1a), se tiene

1 - 3 = Y

Y en corte puro (Figura 5-1b),


1 - 3 = 2k

Por lo tanto, en este caso resulta


k = Y/2 (5-6)

lo que indica que, según este criterio, la tensión de fluencia en corte puro es igual a la
máxima tensión de corte elástica en tracción simple, mientras que para Von Mises, aquélla
es un 15,5% mayor.

En el caso de tensión plana, los criterios de fluencia de Tresca y de Von Mises se


representan mediante un hexágono deformado y una elipse, como se muestra en la Figura
5.2.

Los estados de tensiones, dados por diferentes combinaciones de 1 y de 2, ubicados en el


interior de las curvas límite, no producirán fluencia, mientras lo harán aquellos que lleguen
a los contornos de las mismas.

En general, los metales dúctiles siguen un comportamiento más afín al criterio de Von
Mises, y los más frágiles son mejor representados por el de Tresca. Esta situación fue
corroborada mediante ensayos realizados con estados combinados de tensiones.

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Fig. 5.2. Comparación de criterios de fluencia para estados planos de tensiones

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PUNTO 6.

COMPORTAMIENTO PLÁSTICO DE LOS METALES

6.1. Introducción

Se entiende por comportamiento plástico a aquél en que un material, sujeto a fuerzas


externas, queda con deformaciones permanentes una vez quitadas las mismas. Desde el
punto de vista de la teoría de la plasticidad, la Ley de Hooke ya no es más válida. La
formulación matemática de una teoría de plasticidad es más compleja que la
correspondiente a un comportamiento elástico, dado que el plástico es un proceso no
reversible. La deformación elástica depende solamente de los estados iniciales y finales de
tensión y de deformación, mientras que la deformación plástica depende del camino de
carga que se haya seguido. No existen en el campo plástico constantes simples de medir
como el módulo de Young para comportamiento elástico. El endurecimiento que
experimentan los metales durante su deformación plástica no es un parámetro sencillo de
cuantificar analíticamente.

La teoría de plasticidad tiene por objeto la solución de diferentes problemas. Desde el punto
de vista del diseño, debe predecir las cargas máximas que podrá soportar un cuerpo sin
provocar una deformación excesiva. En el caso del conformado, deberá ser capaz de
posibilitar el cálculo de las fuerzas necesarias para producir una pieza determinada, bajo un
sistema complejo de tensiones.

6.2. Curva tensión – deformación

En la Figura 6.1 se muestra la figura tensión – deformación verdaderas típica de un metal


dúctil, obtenida en un ensayo uniaxial de tracción. Se llaman verdaderas a la tensión
calculada sobre la sección transversal instantánea de la barra y la deformación sobre la
longitud instantánea, como se ha visto en el Punto 1.

Figura 6.1. Curvas típicas tensión – deformación de un metal dúctil

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La ley de Hooke es válida hasta un valor de tensión tal como 0 . Más allá de este valor, el
metal se deforma plásticamente. La mayor parte de los metales endurecen en esta región, de
manera que para incrementar la deformación es necesario recurrir a tensiones mayores que
la inicial de fluencia 0 . Sin embargo, contrariamente a lo que ocurre en el campo elástico,
la tensión y la deformación no están relacionadas por una simple constante de
proporcionalidad. Si el metal es deformado hasta el punto A, cuando se quita la carga, la
deformación total disminuirá inmediatamente desde 1 hasta 2 en una cantidad  /E. La
disminución de deformación 1 - 2 es la deformación elástica recuperable. Sin embargo,
la deformación remanente total no es toda deformación plástica permanente. Según el metal
y la temperatura, una pequeña cantidad de la deformación plástica 2 - 3 desaparecerá con
el tiempo. Se conoce esto como comportamiento anelástico. Este comportamiento
anelástico generalmente no se tiene en cuenta en las teorías matemáticas de plasticidad.

Usualmente, la curva tensión – deformación en descarga desde una deformación plástica no


será exactamente lineal y paralela a la porción elástica de la curva, como se puede ver en la
Figura 6.1b. Además, al volver a cargar, el diagrama se curvará a medida que la tensión se
aproxima al valor original de la tensión desde la cual se produjo la descarga. Con una
pequeña deformación plástica adicional, la curva tensión – deformación se convierte en una
continuación de la que hubiese sido si no hubiera habido descarga. El comportamiento de
histéresis resultante de la descarga y carga a partir de una deformación plástica se desprecia
generalmente en las teorías de plasticidad.

Si una probeta es deformada plásticamente más allá de la tensión de fluencia en una


dirección, por ejemplo en tracción, y luego descargada a cero y vuelta a cargar en dirección
opuesta, por ejemplo en compresión, se encuentra que la tensión de fluencia al volver a
cargar es menor que la tensión de fluencia original. En la Figura 6.1c, b  a. Esta
dependencia de la tensión de fluencia con respecto al camino de carga y a la dirección de la
misma, se llama efecto Bauschinger. Este efecto es habitualmente ignorado en la teoría de
plasticidad y es común suponer que las tensiones de fluencia en tracción y en compresión
son iguales.

6.2. Tensión verdadera y deformación verdadera

La curva ingenieril tensión – deformación no da una indicación real de las características de


deformación de un material porque está basada enteramente en las dimensiones originales
de la probeta, y estas dimensiones cambian continuamente durante el ensayo. Se necesitan
por lo tanto mediciones de la tensión y de la deformación basadas en las dimensiones
instantáneas. Dado que los cambios dimensionales en la deformación elástica son
pequeños, no es necesario hacer esta distinción en el campo elástico.

La Ecuación (6-1) describe el concepto convencional de deformación lineal unitaria, o sea


el cambio de longitud referido a la longitud inicial.

37
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L 1
L

e=
L0

L0  dL
L0
(6-1)

Esta definición es satisfactoria para deformaciones elásticas donde L es muy pequeño.


Sin embargo, en deformación plástica las deformaciones son con frecuencia grandes, y
durante el alargamiento la longitud de referencia cambia en forma considerable. Ludwik
propuso la definición de deformación real, o natural, , que obvia esta dificultad. En esta
definición de deformación, el cambio de longitud se refiere a la longitud instantánea de
referencia, no a la original.

L1  L0 L  L1 L3  L2
 =  L0
 2
L1

L2
 ....

(6-2)

o sea
L dL L
= L0 L
 ln
L0
(6-3)

Se puede demostrar fácilmente que la relación entre la deformación real y la convencional


es

 = ln (1 + e) (6-4)

En la Figura 6.2 se muestra gráficamente la relación indicada en la Ecuación (6-4).

Figura 6.2 Relación entre las deformaciones real e ingenieril

38
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Se puede ver que hasta una deformación del orden de 0,1, las dos deformaciones
prácticamente coinciden.

La ventaja de usar la deformación natural se aprecia en el siguiente ejemplo: Considérese


una barra de sección uniforme que se alarga al doble de su longitud inicial. La deformación
lineal convencional será e = (2L0 – L0) / L0 = 1, o sea una deformación del 100%. Para
alcanzar la misma deformación negativa en compresión, debería aplastarse la barra hasta
reducirla a cero. Sin embargo, intuitivamente sería de esperar que la deformación producida
al comprimir la barra a la mitad de su longitud inicial fuera la misma, de signo opuesto,
que alargarla al doble. Si se usa la deformación natural, se obtiene esta equivalencia. Al
alargar la barra al doble de su longitud, la deformación natural  = ln (2L0 /L0) = ln 2. En
compresión, a la mitad de la longitud inicial,  = ln (L0 /2) / L0 = ln ½ = - ln 2.

Otra ventaja de trabajar con la deformación verdadera es que la deformación total es


equivalente a la suma de las deformaciones parciales. Esta característica es muy importante
en procesos que constan de varios pasos. La misma surge de las propiedades de los
logaritmos, como se ve a continuación:

ln (L1/L0) + ln (L2/L1) + ln (L3/L2) = ln (L3/L0)

Se había visto en el Punto 3 que el cambio de volumen se puede expresar en el campo


elástico mediante la relación

 = (1 + ex) (1 + ey) (1 + ez) – 1

Cuando las deformaciones son pequeñas, se pueden despreciar los productos entre las
mismas, pero esto no es más válido cuando son grandes, como puede suceder en el campo
plástico. Dado que el volumen se mantiene constante durante la deformación plástica,

 + 1 = 0 + 1 = (1 + ex) (1 + ey) (1 + ez)

Si se toman logaritmos,

ln 1 = 0 = ln (1 + ex) + ln (1 + ey) + ln (1 + ez)

Utilizando la ecuación (6-4), la expresión anterior indica que

x + y + z = 1 + 2 + 3 = 0 (6-5)

La ecuación (6-5) representa el primer invariante del tensor de deformaciones cuando las
mismas se expresan como deformaciones verdaderas. Es una relación muy útil en la
resolución de problemas de plasticidad.

Debido a la constancia de volumen, A0L0 = AL, y por lo tanto la Ecuación (6-3) se puede
escribir tanto en términos de longitud como de sección transversal.

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L A
 = ln L = ln 0 (6-6)
0 A

La tensión real es la carga instantánea dividida por la sección transversal sobre la cual
actúa. La tensón convencional o ingenieril es la carga dividida por el área original. Al
considerar el comportamiento elástico no fue necesario hacer esta distinción, pero con
deformaciones plásticas mayores sí lo es.

La tensión real o verdadera se puede determinar a partir de la convencional, de la siguiente


manera:

P P A0
= 
A A0 A

Por la constancia de volumen,

A0 L
 1 e
A L0

Por lo tanto,
P
 = A (1  e ) (6-7)
0

6.3. Invariantes de la tensión y de la deformación

Con frecuencia es útil simplificar la representación de un estado complejo de tensiones o de


deformaciones por medio de funciones invariantes de la tensión y de la deformación. Si se
grafica la curva plástica tensión – deformación en términos de los invariantes, se obtendrá
aproximadamente la misma curva independientemente del estado de tensiones.

Nadai ha demostrado que la tensión de corte y la deformación por corte octaédricas (o sea
que actúan sobre planos igualmente orientados con respecto a las direcciones principales)
son funciones invariantes que describen la curva tensión – deformación
independientemente del tipo de ensayo. Sin embargo, las funciones invariantes más
frecuentemente usadas para describir la deformación plástica son la tensión efectiva  y la
deformación efectiva  .
 =
2
2

 1   2  2   2   3  2   3   1  2 1/ 2
(6-8)

d =
3
2

 d 1  d 2  2   d 2  d 3  2   d 3  d 1  2 
1/ 2
(6-9)

Cabe destacar que los incrementos de deformación considerados en la ecuación (6-9) son la
porción plástica de la deformación total. En la mayor parte de los problemas de trabajado

40
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de metales, las deformaciones plásticas son mucho mayores que las elásticas, tanto que se
puede suponer que el material se comporta como rígido-plástico. Esto quiere decir que el
material no se deforma hasta que la carga alcance el valor de la fluencia, o sea no existe
deformación elástica y por lo tanto todos los incrementos de deformación son plásticos.

Se puede demostrar que cuando durante todo el proceso de deformación plástica, las
relaciones entre las tensiones actuantes permanecen constantes, se pueden usar los valores
totales de las deformaciones en la expresión (6-9), o sea

 
3
2

1   2  2   2   3  2   3  1  2  1/ 2
(6-10)

Los coeficientes de los invariantes de las ecuaciones (6-8), (6-9) y (6-10) han sido elegidos
para que la tensión efectiva coincida con el valor de la tensión real medida en un ensayo de
tracción uniaxial, y lo mismo ocurra con la deformación efectiva.

6.4. Relaciones plásticas tensión – deformación. Ecuaciones de Levy- Mises

En la región elástica, las deformaciones están determinadas en forma unívoca por la


tensión, mediante la Ley de Hooke, en forma independiente del modo en que se alcanzó el
estado de tensiones. Esto no sucede en el campo plástico. Se trata de un proceso
irreversible, y las deformaciones dependen de toda la historia de la carga. Por lo tanto, en
plasticidad es necesario determinar los diferenciales o incrementos de deformación plástica
a lo largo de todo el camino de carga, y luego obtener la deformación total por integración
o suma.

Como ejemplo de lo dicho, se puede considerar el siguiente caso: Una barra de 1 m de


longitud se alarga en tracción hasta 1¼ m, y luego es comprimida a la longitud inicial de
1m.

Sobre la base de la deformación total,


1,25 dL 1 dL
= 1 L
 1,25 L
 0

Sin embargo, en base a incrementos,

1,25 dL 1  dL 
 = 
1 L
 
1,25

 L 
  2 ln 1,25 = 0,445

Para el caso de materiales rígido-plásticos, se plantearon las relaciones entre tensiones y


deformaciones conocidas como ecuaciones de Levy-Mises.

En primer término, es necesario introducir el concepto de tensión desviadora. Al analizar


los criterios de fluencia de los materiales metálicos, se vio que los mismos se deforman
plásticamente con constancia de volumen y que la tensión media no produce fluencia, sino

41
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que lo hace la diferencia entre las tensiones principales, o sea los esfuerzos de corte. A
partir de esta circunstancia, surge la conveniencia de desdoblar las tensiones actuantes en
dos componentes:

Tensión total = tensión esférica + tensión desviadora (6-11)

En un estado triaxial de tensiones, dado por las principales 1, 2 y 3, la componente
esférica (también llamada tensión media) está dada por

m = ⅓ (1 + 2 + 3) (6-12)

A su vez, las componentes desviadoras son las diferencias entre las totales y la esférica.
Así, se tendrá que

2 1   2   3
1´ = 1 - m =
3

2 2   3   1
2´ = 2 - m = (6-13)
3

2 3   1   2
3´ = 3 - m =
3

En la tracción uniaxial de un material isótropo, 1  0, 2 = 3 = 0 y m = ⅓ 1. Dado que


solamente las tensiones desviadoras producen fluencia,

2 1  1
1´ = 1 - m = ; 2´ = ´3 =
3 3

Resulta entonces

1´= - 2 2´ = -2 ´3 (6-14)

Por la condición de constancia de volumen durante la deformación plástica, se tiene

d1 + d2 + d3 = 0 (6-15)

Puesto que el estado de tensiones en las direcciones 2 y 3 es el mismo, cabe esperar en un


cuerpo isótropo que las deformaciones también serán iguales. Con esta condición y
utilizando la Ecuación (6-15), se deduce que

d1 = - 2 d2 = - 2 d3 (6-16)

de manera que

d 1 
 2  1 (6-17)
d 2  2

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La Ecuación (6-17) indica que existe una relación entre los incrementos de deformación
plástica y las tensiones desviadoras, función del camino de deformación que, en este caso,
está dado por la Ecuación (6-16). Este hecho se puede generalizar mediante las Ecuaciones
de Levy- Mises, que se formulan del siguiente modo:

d 1 d 2 d 3
   d (6-18)
 1  2  3

Estas ecuaciones expresan el hecho de que en cualquier instante de la deformación, los


incrementos de deformación plástica son proporcionales a las tensiones desviadoras
actuantes.

Usando las ecuaciones (6-13), se pueden expresar las de Levy-Mises de la forma que se
indica a continuación.

d1 = ⅔ d  1 – ½ ( 2 + 3 )  , etc.

Haciendo uso de las propiedades de las proporciones, se puede demostrar que

2
d  d 
3

Utilizando esta relación, las Ecuaciones de Levy-Mises se pueden escribir como sigue

d  1 
d 1 
  1  2   2   3  

d  1 
d 2 
  2  2   3   1   (6-19)

d  1 
d 3 
  3  2   1   2  

Si se comparan las ecuaciones (6-19) con las que expresan la Ley de Hooke generalizada,
Ecuaciones (4-3), surgen similitudes y diferencias. En lugar de 1/E, aquí la relación es
d  /  , que cambia durante el curso de la deformación. En lugar de , ahora hay un factor
constante, ½ . El valor de la relación de proporcionalidad d  /  se puede evaluar si se
tiene la curva tensión efectiva – deformación efectiva, para un incremento de deformación
plástica d  como se muestra en la Figura 6.3.

43
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Figura 6.3 Método de evaluación de d / 

En aquellas circunstancias en que las deformaciones elásticas no se puedan despreciar, se


deben usar las Ecuaciones de Prandtl-Reuss. Las mismas son formalmente similares a las
de Levy-Mises, aunque los incrementos de deformación son ahora los plásticos. Los
incrementos totales de deformación se obtienen sumando los elásticos, que se obtienen
mediante la Ley de Hooke generalizada, a los plásticos, dados por relaciones similares a las
de Levy-Mises vistas hasta aquí.

dij = dijE + dijP

6.5. Deformación plana

Se trata de un caso muy importante y frecuente en el comportamiento mecánico de los


materiales. Se define como deformación plana a aquélla en que la deformación es paralela
a un plano determinado, siendo nula en la dirección perpendicular al mismo. Además, la
deformación es igual en todos los planos paralelos perpendiculares a la dirección en que no
existe deformación. No existen por lo tanto ni tensiones de corte ni deformaciones
angulares en la componente z. Esta situación se produce por restricciones mecánicas
impuestas por condiciones de contorno, provenientes de alguna herramienta o del mismo
material.

Si la deformación plana tiene lugar en planos paralelos a un plano que se identifique con las
coordenadas x y por ejemplo, como se muestra en la Figura 6.4, entonces

dz = dxz = dyz = 0 y xz = yz = 0 (6-20)

44
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Dado que xz = yz = 0, se sigue que z es una dirección principal. Utilizando la Ecuación
(6-19), se puede ver que si dz = 0,

z = ½ (x +y) = ½ (1 +2) = 3 (6-21)

Cuando la situación de deformación plana se mantiene durante todo el camino de carga, se


pueden reemplazar los incrementos por las tensiones y deformaciones totales. O sea

3 = ½ (1 +2) (6-22)

El criterio de fluencia para este caso resulta ser

1 - 2 = 1,15 Y (6-23)

O sea, si se comprime un material en estas condiciones, con 2 = 0, lo que equivale a decir


que solamente se aplica una tensión en la dirección 1, se deberá hacer un esfuerzo 15,5%
superior a la tensión resultante de un ensayo de compresión normal, sin restricciones en el
flujo del material.

En el caso de conformado de chapas, en el que 3 = 0, la Ecuación (6-22) indica que se


tendrá deformación plana cuando 1 = - 2.

Fig.6.4. Deformación plana

6.5. Resolución de problemas de deformación plástica

Para la solución exacta de problemas de deformación plástica es necesario resolver nueve


ecuaciones para hallar las nueve incógnitas constituidas por las seis componentes del estado
de tensiones y las tres de desplazamiento del punto analizado. Esto resulta en una

45
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complejidad analítica que no siempre se justifica puesto que en la solución se deben
introducir valores tales como la resistencia del material y condiciones de borde que
incluyen parámetros como el coeficiente de fricción entre material y herramienta. Estos
valores se pueden determinar en muchos casos sólo en forma aproximada. Se desnaturaliza
así el esfuerzo analítico en el que se introducen valores no precisos. Debido a esto, se han
desarrollado métodos aproximados de solución de problemas de deformación plástica.

6.5.1. Método de la energía de deformación plástica uniforme

Se simplifica el mecanismo de la deformación. Se supone que ésta es uniforme y que se


produce por la acción de las tensiones principales o por las máximas tensiones de corte. La
magnitud de la deformación está dada por la variación entre la forma inicial y la final de un
elemento. Los efectos de la fricción se superponen a la distribución supuesta de tensiones, y
se establece que no afectan a la misma.

Con los presupuestos anteriores es posible calcular la energía interna de deformación, que
resulta ser:

Energía específica:

up    d
f

Energía total:

Up V  d
f
para flujo estacionario
i

Up   V
(  d  ) dV para flujo no estacionario

La introducción de  en las expresiones de energía permite tener en cuenta al material


real, cuya resistencia puede estar influenciada por la magnitud de la deformación o por la
velocidad de la misma.

El trabajo efectuado por las fuerzas externas deberá ser por lo menos igual a la energía
interna de deformación. Se obtiene así la fuerza externa a aplicar en un proceso dado
cuando se conoce la tensión actuante en el cuerpo que se deforma, o viceversa.

Este método da valores medios de tensiones, es el más simple pero el menos aproximado. A
veces se corrigen los valores obtenidos de este modo con coeficientes, en cuyo caso pasa a
ser un método casi empírico.

El método de energía de deformación uniforme permite obtener el trabajo ideal de


deformación plástica, que es la mínima cantidad de energía que se debe poner en juego en
un proceso de deformación.

46
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6.5.2. Método de bloque o de análisis de tensiones

En este método se supone que las tensiones que actúan sobre un plano o superficie esférica
perpendicular a la dirección del flujo del material, son tensiones principales. Sobre este
plano o superficie las tensiones permanecen constantes. Las fuerzas externas de fricción
originan tensiones que se superponen a las existentes en el cuerpo, cuya distribución se
supone que no queda alterada por esta razón.

El procedimiento para resolver un problema de deformación plástica es entonces el


siguiente:

Se secciona un bloque de material, paralelo al plano o a la superficie esférica en que las


tensiones no varían. Se analizan las tensiones actuantes sobre ese bloque y se establece la
ecuación de equilibrio estático de las fuerzas que actúan. Esta ecuación es por lo general de
la forma:

 xi
f  xi ; xj   0
1

xi xi

donde xi es una de las coordenadas en la dirección de variación de las tensiones, y xi y xj
son las tensiones principales en las direcciones xi y xj. La función f  xi ; xj  es una
función lineal de las tensiones que incluye los efectos de la fricción vinculados a
parámetros de geometría de la herramienta con la que se lleva a cabo la deformación
plástica.

La ecuación anterior tiene dos variables incógnitas, por lo que se debe acudir al criterio de
fluencia, que vincula a las tensiones principales y suministra la segunda ecuación necesaria
para resolver el sistema. Integrada la ecuación, se obtiene la solución general que, mediante
la introducción de las condiciones específicas de contorno, se convierte en la solución
particular del problema planteado.

El método de bloque permite calcular el trabajo ideal de deformación plástica más el de


fricción entre material y herramienta.

En muchos casos, las predicciones de cargas obtenidas con este método están en
concordancia con las experimentales, aunque debe admitirse que a menudo se usa el
coeficiente de fricción como parámetro de ajuste. Sin embargo, dentro de ciertos límites, se
pueden estimar en forma adelantada valores razonables del coeficiente de roce, y aún de
este modo los cálculos de cargas resultan bastante correctos. Una limitación de este método
radica en la suposición de que la distribución de las tensiones sobre los planos principales
no se ve afectada por la superposición de las de fricción. Esto limita el uso del método a
procesos en que las tensiones debidas a la fricción son pequeñas.

En algunas circunstancias, sin embargo, se encuentra que este método subestima demasiado
las cargas necesarias para llevar adelante un proceso de deformación. Esto se debe a que el
trabajo total necesario para un proceso de conformado plástico tiene tres componentes,
una derivada de la deformación plástica uniforme (Up), otra de las fuerzas de fricción que

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LUCIO IURMAN
se deben vencer (Uf), y una tercera por la distorsión o recalcado interno que se pueda
producir, al imponer las herramientas condiciones al flujo del metal que difieren del
óptimo. El trabajo adicional debido a este corte interno en el material se conoce como
trabajo redundante (Ur).

Ut = Up + Uf + Ur

En la medida en que Ur sea elevado, el método de bloque dará resultados tanto más
imprecisos, dado que no lo considera en su formulación.

Para considerar el trabajo redundante se usan los métodos de campos de líneas de


deslizamiento y los teoremas de límite, que no se analizan en este Punto.

6.6. El ensayo de tracción. Inestabilidad plástica

6.6.1. El ensayo de tracción

En el ensayo de tracción uniaxial, se somete a la probeta (una barra cilíndrica de sección


constante o bien una chapa de ancho calibrado) a una fuerza de tracción unidireccional, y se
miden los alargamientos que se producen. Si se grafican las cargas y los desplazamiento del
material, se obtiene una curva como la indicada en la Figura 6.5. Dividiendo la fuerza por
la sección transversal original de la probeta y los alargamientos por la longitud original, la
curva se transforma en lo que se conoce como curva ingenieril tensión – deformación

Al principio el material presenta un comportamiento elástico, sobreviene el punto de


fluencia y empieza la deformación plástica con endurecimiento del material y por ello
cargas crecientes para proseguir la deformación, que es macroscópicamente homogénea.

O sea, la probeta se alarga y, por efecto Poisson en el rango elástico y por constancia de
volumen en el plástico, disminuye su sección transversal. Una vez alcanzada la carga y por
lo tanto la tensión ingenieril máxima, se produce una estricción, la deformación se localiza
y la sección disminuye rápidamente. Por ese motivo, la carga también disminuye y
sobreviene la rotura de la probeta.

Se ha visto en el Punto 6.2 que, cuando la deformación es apreciable, ya no resulta


conveniente trabajar con tensiones y deformaciones ingenieriles, y es necesario hacerlo con
tensiones y deformaciones reales, lo que implica referir ambas a las condiciones
instantáneas.

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Figura 6.5. Ensayo de tracción uniaxial

Durante el ensayo y hasta la estricción, el estado de tensiones es:

P
1 = 2 = 3 = 0 (6-24)
A

y las deformaciones, debido a la constancia de volumen:

 1  ln
l 1
l0
2 = 3 =  (6-25)
2

Se han podido tomar deformaciones totales, dado que la relación entre las mismas
permanece constante durante todo el rango plástico.

Si se aplican las Ecuaciones (6-8) y (6-10) para las tensiones y deformaciones efectivas, se
obtiene

  1   1 (6-26)

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CURSO CONFORMADO DE CHAPAS METÁLICAS
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Se puede expresar la curva tensión – deformación de muchos metales en la región de
deformación plástica uniforme mediante la relación simple, debida a Hollomon:

 = K n (6-27)

donde  y  son las tensiones y deformaciones reales, n es el exponente de endurecimiento


por deformación y K el coeficiente de resistencia. Un diagrama logarítmico de la tensión
real – deformación real hasta la carga máxima, resultará en una línea recta si los datos
satisfacen la Ecuación (6-27). La pendiente de esta recta es n y K es la tensión verdadera
para  = 1. El exponente de endurecimiento n puede tener valores desde n = 0 (sólido
perfectamente plástico) hasta n = 1 (sólido elástico). Para la mayoría de los metales, n
varía entre 0,10 y 0,50.

Es importante notar que la velocidad de endurecimiento por deformación, d / d, no es


igual al exponente de endurecimiento. En efecto, por la definición de n

d  ln    d
n  
d  ln    d
O sea
d 
n (6-28)
d 

Existen otras expresiones similares a la de Hollomon para describir el comportamiento


plástico de los metales. Swift propuso la siguiente:

  K  0    n

En algunos casos se usa la ecuación de Ludwik

   0  K n

En lo que sigue se trabajará con la de Hollomon.

6.6.2. Inestabilidad en tracción

La estricción generalmente empieza en la carga máxima durante la deformación por


tracción de un metal dúctil. Un material plástico ideal en el que no se produjera
endurecimiento por deformación, se volvería inestable en tracción y comenzaría a formar
estricción en cuanto tuviera lugar la fluencia. Sin embargo, un metal real presenta
endurecimiento por deformación, que tiende a aumentar su capacidad de soportar cargas a
medida que se incrementa la deformación. Este efecto se opone a la disminución gradual de
la sección transversal de la probeta a medida que ésta se alarga. La estricción o
deformación localizada (en realidad se trata de estricción difusa, como se verá más
adelante) empieza en la carga máxima, donde el incremento en la tensión, debido a la

50
CURSO CONFORMADO DE CHAPAS METÁLICAS
LUCIO IURMAN
disminución de la sección transversal de la probeta, se hace mayor que el aumento en la
capacidad de soportar cargas provocado por el endurecimiento por deformación del metal.
Esta condición de inestabilidad que conduce a la estricción se define mediante la relación
dP = 0.

P = A

dP =  dA + A d = 0

Por constancia de volumen,


dL dA
   d
L A

y por las condiciones de inestabilidad.


dA d
 
A 

de modo que en el punto de inestabilidad por tracción

d
 (6-29)
d

Por lo tanto, el punto de estricción en la carga máxima se puede obtener a partir de la curva
tensión – deformación verdaderas hallando el punto en la curva que tiene una subtangente
igual a uno (Figura 6-6 a) o el punto en que la velocidad de endurecimiento (dada por la
curva derivada) iguala a la tensión (Figura 6-6 b).

Figura 6.6. Representación gráfica del criterio de inestabilidad

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Sustituyendo el criterio de inestabilidad dado por la Ecuación (6-29) en la Ecuación de
Hollomon (6-27), se obtiene una relación simple para la deformación a la cual se produce la
estricción. Esta deformación es la deformación uniforme verdadera u.
u = n (6-30)

En una probeta cilíndrica de tracción, la estricción es simétrica alrededor del eje de tracción
si el material es isótropo. Sin embargo, se encuentra un diferente tipo de comportamiento a
la estricción para una probeta de sección rectangular cortada en una chapa. Para una
probeta de estas características, donde el ancho es mucho mayor que el espesor, hay dos
tipos de inestabilidad en tracción. El primero es la estricción difusa, llamada así porque su
extensión es mucho mayor que el espesor de la chapa, como se puede ver en la Figura 6.7.
Esta forma de flujo inestable en una probeta plana es análogo a la estricción (o “cuello”)
formada en una probeta cilíndrica. La estricción difusa se inicia de acuerdo a las relaciones
vistas hasta aquí. Puede terminar en fractura, pero a menudo es seguida por un segundo
proceso de inestabilidad, llamado estricción localizada. En este proceso, la inestabilidad es
una banda angosta con un ancho aproximadamente igual al espesor de la chapa, inclinado
un cierto ángulo respecto del eje de la probeta, que atraviesa todo el ancho de la misma
(Ver Figura 6.7). En la estricción localizada no hay cambio en el ancho, medido en la
garganta de la estricción, de manera que se está en presencia de una deformación plana.

Con la estricción localizada, la disminución del área de la probeta al aumentar la


deformación (ablandamiento geométrico) está restringida a la dirección del espesor. Así,
dA = - wdt, donde w es la longitud constante de la estricción localizada y t el espesor de la
estricción.

Figura 6.7. Estricciones difusa y localizada en una probeta plana de tracción

dP  1   w dt  1   w dt dt / t
         
d  A  d  A  w t d d
(6-31)

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Si la dirección de la deformación axial es 1, la deformación en ancho 2, y la del espesor,
3, por constancia de volumen resulta:

d2 = d3 = - d1/2 y d3 = dt / t

Sustituyendo esto en la Ecuación (6-31), se obtiene:

dP  1  
  (6-32)
d  A  2

El aumento en la capacidad de soportar carga debido al endurecimiento por deformación


está dado por

dP  1  A d  1  d
    (6-33)
d  A  d  A  d

Como antes, la estricción comienza cuando el ablandamiento geométrico se equilibra con el


endurecimiento por deformación, de modo que igualando (6-32) y (6-33), resulta:

d 
 (6-34)
d 2

Este criterio para la estricción localizada expresa el hecho de que el área de la probeta
disminuye con la deformación menos rápidamente en este modo que en la estricción difusa.
Así, se puede acumular una mayor cantidad de deformación antes de que el ablandamiento
geométrico cancele el endurecimiento por deformación. Para un comportamiento como el
descrito por la relación de Hollomon, u = 2 n para la estricción localizada.

PUNTO 7

ANISOTROPÍA PLÁSTICA

7.1. Introducción

La mecánica del continuo analizada hasta aquí ha sido elaborada sobre la base de que el
cuerpo sometido a cargas externas es continuo, homogéneo e isótropo. O sea, no tiene
huecos, fisuras o discontinuidades, las propiedades son iguales en todos sus puntos, y son
iguales en cualquier dirección en que se las mida.

Los cuerpos reales no presentan siempre todas estas características. En este Punto se
analizarán las consecuencias de que las propiedades varíen según la dirección en que se
midan o en que el material sea solicitado por las fuerzas externas. El análisis se centrará en
el comportamiento plástico de un material anisótropo.

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La anisotropía en los materiales metálicos se debe a que ciertos planos y determinadas


direcciones cristalinas no están orientados al azar, sino que se tienden a agrupar en algunas
direcciones de la pieza metálica, conocidas como orientaciones preferidas. A este
fenómeno se lo llama también textura cristalina o simplemente textura.

La agrupación mencionada se puede deber a procesos de deformación plástica, a recocidos


posteriores, a gradientes térmicos durante la solidificación y enfriamiento en procesos de
fundición y colado, a electrodeposición, etc.

7.2. Medición de la anisotropía. Parámetro R

Considérese una probeta de tracción extraída de una chapa metálica previamente laminada.
En la Figura 7.1 se pueden ver las características de una probeta como la indicada.

Figura 7.1. Probeta de tracción extraída de una chapa

Sometida esta probeta a una tensión de tracción uniaxial superior a la de fluencia, se


deformará plásticamente. Si el material es isótropo, las deformaciones medidas en la
dirección del ancho de la probeta y del espesor, serán iguales, como se vio en el Punto
anterior. Esto quiere decir que si se comparan ambas deformaciones y no resultan iguales,
se tendrá la evidencia de un comportamiento anisótropo, o sea de la presencia de una cierta
textura en el material. El parámetro que se usa en este caso es la relación de deformaciones
R, también conocido como parámetro de Lankford.

w y ln ( w / w0 )
R =  = (7-1)
t z ln ( t / t 0 )
Donde w y t son las direcciones de ancho y de espesor de la probeta de tracción. Para un
material isótropo, R = 1. En materiales anisótropos, R  1. Altos valores de R sugieren que
el material tiene una alta resistencia a disminuir su espesor. De este modo, los valores de R

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medidos en un ensayo de tracción de una lámina indican de una manera cualitativa la
extensión relativa de una anisotropía normal.

Es frecuente que también exista una anisotropía planar, o sea que las propiedades
mecánicas varíen en diferentes direcciones del plano de la chapa. Esto se traduce en valores
diferentes de R según la dirección en que se mida en el plano de la misma. Es común
realizar ensayos en la dirección de laminación, que se toma como origen de la medición de
los ángulos en la superficie de la chapa, a 45º de esta dirección, y a 90º, o sea en la
dirección del ancho de la chapa. La anisotropía normal se indica en estos casos en forma de
un promedio de valores de R,

R0  2 R45  R90
R  (7-2)
4

7.3. Teoría de plasticidad anisotrópica de Hill

Hill formuló un tratamiento cuantitativo de la anisotropía plástica sin considerar su origen


cristalino. Supuso un material homogéneo caracterizado por tres ejes ortogonales de
anisotropía, x, y, z, alrededor de los cuales las propiedades tienen doble simetría. En una
chapa laminada, se toma por convención los ejes x, y, z, como los dados por las direcciones
de laminación, transversal y según el espesor. La teoría presupone también que en cualquier
dirección, las tensiones de fluencia en tracción y en compresión son iguales.

Hill propuso para el criterio de fluencia de un material anisótropo la siguiente formulación:

2f(ij) = F(y - z)2 + G(z - x)2 + H(x - y)2 + 2Lyz2 + 2Mzx2 + 2Nxy2 = 1

Donde F, G, H,…..,N son constantes que definen el grado de anisotropía. Para los ejes
principales 1, 2 y 3, la expresión anterior se reduce a

F(2 - 3)2 + G(3 - 1)2 + H(1 - 2)2 = 1 (7-3)

Si X es la tensión de fluencia en la dirección 1, Y la tensión de fluencia en la dirección 2 y Z


en la 3, sustituyendo estos valores en la Ecuación (7-3) se pueden evaluar las constantes
mediante

1 1 1
G+H= H+F= F+G= (7-4)
X2 Y2 Z2

Resolviendo estas ecuaciones en forma simultánea, se obtiene:

1 1 1
2F  2
 2  2
Y Z X

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1 1 1
2G  2
 2  2 (7-5)
Z X Y

1 1 1
2H  2
 2  2
X Y Z

Lamentablemente, para chapas no es conveniente medir Z en forma directa.

En el Punto anterior se han desarrollado las relaciones plásticas entre incrementos de


deformación y las tensiones actuantes. Las mismas se pueden expresar como

f (  ij )
d ij  d (7-6)
 ij
donde f(ij) es la función de fluencia. Diferenciando la Ecuación (7-3), se obtiene

d 1  d  H   1   2   G   1   3  

d 2  d  F   2   3   H   2   1   (7-7)

d 3  d  F   3   2   G   3   1  

Se puede ver que las Ecuaciones (7-7) cumplen con la condición de constancia del
volumen, o sea d1 + d2 + d3 = 0.

Si se realiza un ensayo de tracción uniaxial en la dirección 1, el estado de tensiones será

1 = X 2 = 3 = 0

Sustituyendo estos valores en (7-7), se obtiene

d 1  d  H  G  X

d 2   d  H  X

d 3   d  G  X

Dado que la relación de deformaciones para la dirección de tracción 1 está definida por R
= R0 = (d2/d3), resulta
H
R  (7-8)
G
Análogamente, definiendo P = R90, como la relación de deformaciones en un ensayo de
tracción uniaxial en la dirección 2, P = d1 / d3 . Si se tiene en cuenta que en este caso
2 = Y y 1 = 3 = 0, se obtiene que

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H
P  (7-9)
F

Las Ecuaciones (7-8) y (7-9) permiten predecir el valor de la tensión de fluencia en la


dirección 3, Z, haciendo ensayos en las direcciones 1 y 2 y midiendo R y P, como así
también X e Y. De acuerdo con las Ecuaciones (7-4), se puede deducir que

Z2

 G  H   1 / R   1
X 2
 F  G  1 / R 1 / P

o bien
Z  X P 1  R  /  P  R 

De manera análoga se demuestra que

Z Y R 1  P  /  P  R  (7-10)

Para condiciones en que x, y, z, son los ejes principales de tensiones, el criterio de Hill se
puede expresar en términos de R y de P. En efecto, haciendo uso de la Ecuación (7-4) y
dividiendo por G,

F G H   G   H  2
    2   3       3   1       1   2        X
2 2 2

G G G  G   G 

Sustituyendo R = H/G y R/P = F/G, y multiplicando por P, se tiene

R   2   3   P   3   1   RP  1   2   P  R  1 X 2
2 2 2
(7-11)

En forma similar, las relaciones plásticas entre los incrementos de deformación, tales como
las (7-7), se reducen a

R
d 1 : d 2 : d 3  R  1   2     1   3  :   2   3   R  2   1  : R   3   2     3   1 
P P
(7-12)

La tensión efectiva para este criterio se puede expresar de manera que se reduzca a 1 para
un ensayo de tracción en la dirección 1. Reemplazando en (7-11)  = X, y mediante (7-8)
y (7-9), se obtiene

 R  2   3  2  P  3   1  2  RP   1   2  2 
1/ 2

   (7-13)
 P R  1 

La deformación efectiva, escrita de modo tal de reducirse a 1 en un ensayo de tracción


llevado a cabo en la dirección 1, es

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 
   1  1 /  1   

donde     2   3  /   1   3  y   d 2 / d 1 . Usando las relaciones plásticas,


  C P  2  R 3   R P 3   1    R 1  P 2 
2 2

2 1/ 2
(7-14)

en que C    R  1 / R  1 / 2  R  P  1 .

En el caso especial en que exista simetría rotacional alrededor del eje z, P = R y la


Ecuación (7-11) se puede escribir

 2   3  2    3   1   R   1   2    R  1 X 2
2 2
(7-15)

Del mismo modo se puede establecer la relación entre los incrementos de deformación

d 1 : d 2 : d 3   R  1 1  R 2   3 :  R  1 2  R 1   3 : 2 3   1   2
(7-16)

Para el caso de tensión plana (3 = 0), resulta una simplificación mayor aún, y el criterio
de fluencia se expresa como

2R
 12   2 2   1 2  X 2
(7-17)
R 1
o bien
1
 12  2R 
 1   2   (7-18)
X 2
 R  1 

donde  es la relación de tensiones,  = 2 /1.

La Ecuación (7-17) se puede graficar como una elipse, cuyos ejes mayor y menor dependen
de R, como se muestra en la Figura 7.2. Cuando R = 1, se obtiene la elipse común ya
analizada en el Punto correspondiente a los criterios de fluencia para materiales isótropos.

En la Figura 7.3, se muestran curvas de fluencia para diferentes valores de R. Se indica


además el efecto de la relación de tensiones .. Del análisis de la Figura se desprende con
claridad que mayores valores de R conducen a una mayor resistencia a la fluencia en
condiciones de tracción biaxial, mientras que disminuye la resistencia a la fluencia cuando
se trata de esfuerzos combinados de tracción – compresión. En la Figura aparece además
una línea de puntos con la indicación 2 = 0, cuyo significado se analizará más adelante.

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Figura 7.2. Elipses de fluencia para materiales con textura y simetría rotacional

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Figura 7.3. Lugares de fluencia para diferentes parámetros R

Las mayores resistencias que tienen lugar en algunas condiciones, provocadas por la
anisotropía, se conocen como endurecimiento por textura. En materiales reales, las
orientaciones preferidas que producen la anisotropía en las propiedades mecánicas no
guardan siempre la simetría que conduce a elipses de fluencia como la mostrada en la
Figura 7.2. Este hecho se muestra en la Figura 7.4, donde se graficaron los puntos de
fluencia para una chapa de una aleación de titanio.

Figura 7.4. Lugares de fluencia de una chapa de aleación de titanio con textura

7.4. Superficie de fluencia y normalidad

Los criterios de fluencia de Von Mises y de Tresca se pueden representar geométricamente


mediante un cilindro igualmente orientado con respecto a los ejes de tensiones 1, 2 y 3.
Es lo que se muestra en la Figura 7.5, para el criterio de fluencia de Von Mises. El de

60
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Tresca es un cilindro similar, de sección hexagonal, circunscrito en el mostrado en la
Figura. Un estado de tensiones que da un punto en el interior del cilindro representa un
comportamiento elástico. La fluencia comienza cuando el estado de tensiones alcance la
superficie del cilindro, llamada superficie de fluencia.

Figura 7.5. Superficie de fluencia para el criterio de Von Mises

El radio del cilindro MN es la componente desviadora del estado de tensiones, y los puntos
de la recta igualmente orientada con respecto a las tensiones principales representan las
componentes esféricas o tensiones medias m. Dado que la deformación plástica no está
influenciada por la tensión hidrostática, el radio del cilindro es constante.

A medida que la deformación plástica progresa, se puede considerar que la superficie de


fluencia se expande hacia fuera, manteniendo su forma. Esto justifica el hecho de tomar a la
tensión efectiva en la formulación dada por Von Mises, variando el valor de la constante a
medida que el material va endureciendo.

En el caso de tensiones planas, una de las tres componentes de las principales es cero, y eso
equivale a cortar la superficie de fluencia, o sea al cilindro de la Figura 7.5, con un plano
paralelo al formado por las otras dos tensiones principales. Surge así la elipse de fluencia
vista hasta aquí.

Drucker ha demostrado que el vector de deformación plástica total debe ser normal a la
superficie de fluencia. Como consecuencia, cualquier superficie de fluencia debe ser
convexa con respecto al origen para ser aceptable. Debido a la normalidad, no hay
componente del vector de deformación total que actúe en la dirección de m. Por lo tanto, la
componente hidrostática de la tensión no actúa para expandir la superficie de fluencia.

61
CURSO CONFORMADO DE CHAPAS METÁLICAS
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Puesto que la componente desviadora de la tensión actúa en la misma dirección que el
vector total de deformación plástica, su producto escalar da el trabajo de deformación
plástica.

La regla de la normalidad es también útil en la construcción de los lugares de fluencia


experimentales. Se puede ver en la Figura 7.6 que el vector deformación total d es
perpendicular al lugar de fluencia. Debe tenerse en cuenta que se trata de la proyección de
d en el plano 1-2. Si se conoce la curva de fluencia, se puede establecer la relación d1:
d2. Es más frecuente que se conozca la relación de incrementos de deformación
experimentalmente y de allí se deduzca la relación de tensiones por el sitio que corresponde
en la curva de fluencia.

Figura 7.6. Regla de la normalidad en la superficie de fluencia

Ahora se puede entender el significado de la curva de puntos de la Figura 7.3. Si en un


estado de tensiones planas, una de ellas es nula, 2 en la Figura analizada, el vector
incrementos de deformación deberá ser paralelo a la dirección 1, o sea definirá los lugares
de fluencia en que la tangente a la curva es paralela a la dirección 2. Es el caso de la pared
de una copa que se está embutiendo, que debe resistir el esfuerzo del punzón que provoca la
deformación de la pieza. Se puede ver en la Figura 7.3 que un aumento en la anisotropía
dado por un mayor valor de R hace que esa parte de la pieza sea más resistente. Al mismo
tiempo, la parte que se está deformando para entrar a la matriz está sometida a deformación
plana, y por lo visto en el Punto anterior, esto implica un estado de tensiones en que 1 =
-2. En la parte inferior de la figura se ve que a medida que R aumenta, la resistencia del

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material sometido a ese estado de tensiones disminuye. Esta situación combinada muestra
la importancia que tiene el parámetro de anisotropía en el embutido de piezas metálicas

BIBLIOGRAFÍA

1. G. E. Dieter, Mechanical Metallurgy, Third Edition, McGraw-Hill, 1986


2. L. Iurman, Trabajado Mecánico de los Metales, Instituto Latinoamericano del
Fierro y del Acero – ILAFA, 1986
3. W. F. Oxford, R. M. Caddell, Metal Forming – Mechanics and Metallurgy, Second
Edition, Prentice Hall, 1993. Cap. 13, Plastic Anisotropy.

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