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Como en cualquier lugar del mundo, los gerentes deben tomar decisiones en base a las situaciones
en las que ellos y la empresa se encuentran, estas decisiones suelen ser rutinarias pero incluso hay
momentos en los que se debe actuar de una manera diferente en busca de nuevas opciones y por
ello recurren a tomar decisiones diferentes.
Tipos de decisiones
Los gerentes de todo tipo de organizaciones enfrentan distintos tipos de problemas y decisiones al
llevar a cabo su labor. Dependiendo de la naturaleza del problema, el gerente puede utilizar uno de
dos tipos de decisiones diferentes:
El objetivo es claro, el problema es conocido y la información acerca del mismo es completa y puede
definirse sin mayor dificultad. Problemas de este tipo se presentan, por ejemplo, cuando un cliente
devuelve mercancía a una tienda, cuando un proveedor se retrasa con una entrega importante,
cuando un equipo de reporteros reacciona ante una noticia de último momento o cuando una
universidad implementa un plan para retener a un alumno que quiere abandonar sus estudios.
Estas situaciones se conocen como problemas estructurados porque son relativamente sencillos,
conocidos y fáciles de definir.
Como este tipo de situación ocurre con cierta frecuencia, lo más probable es que exista una rutina
estandarizada para darle solución: digamos que el gerente propone que la empresa corra con el
gasto de limpieza de la prenda. En este caso el ofrecimiento es una decisión programada, es decir,
una decisión repetitiva que puede ser manejada con un método de rutina.
El gerente tiene a su disposición tres tipos de decisiones programadas entre las cuales elegir: un
procedimiento, una regla o una política.
Un procedimiento es una serie de pasos secuenciales que el gerente utiliza para responder a un
problema estructurado.
Las reglas son declaraciones explícitas que informan a los gerentes qué se puede o no se puede
hacer en una situación determinada.
El tercer tipo de decisiones programadas son las políticas, es decir, lineamientos para la toma de
decisiones. A diferencia de las reglas, las políticas establecen parámetros generales con el propósito
de orientar la labor del tomador de decisiones, en lugar de proporcionarle instrucciones específicas
sobre lo que puede hacer o no. Las políticas contienen casi siempre un término ambiguo que deja
su interpretación en manos del tomador de decisiones. Los siguientes son ejemplos de
declaraciones de políticas:
• Siempre que la situación lo permite, preferimos ascender a nuestro personal que contratar nuevos
empleados.
• Los salarios de los empleados serán competitivos dentro de los parámetros de la industria.
No todos los problemas que enfrentan los gerentes pueden ser resueltos mediante decisiones
programadas. Muchas situaciones organizacionales involucran problemas no estructurados, esto
es, problemas nuevos o inusuales para los que la información disponible es ambigua o incompleta.
Cuando los problemas son no estructurados, los gerentes deben tomar decisiones no programadas
para desarrollar soluciones concretas. Las decisiones no programadas son únicas, no recurrentes y
demandan soluciones específicas.
CERTIDUMBRE La condición ideal para tomar decisiones es la certidumbre, una situación en la que
el gerente puede tomar decisiones acertadas porque está al tanto de todos los resultados posibles.
RIESGO Una situación mucho más común es la de riesgo, una condición en la que el tomador de
decisiones es capaz de calcular la probabilidad de que se den ciertos resultados.
Existen 2 estilos:
El primero, conocido como estilo de pensamiento lineal, es característico de las personas que
prefieren usar datos y hechos externos y procesar la información correspondiente a través de una
reflexión racional y lógica para guiar sus acciones y decisiones.
El segundo, el estilo de pensamiento no lineal, es empleado por quienes se inclinan por las fuentes
internas de información (emociones e intuición) y procesan ésta a partir de percepciones,
sensaciones y corazonadas que determinan sus acciones y decisiones.
Cuando los gerentes toman decisiones, no se limitan a usar únicamente su estilo personal; también
podrían emplear reglas empíricas o heurísticas para simplificar la labor. Las reglas empíricas pueden
resultar útiles porque contribuyen a plantear en términos sencillos la información compleja, incierta
o ambigua. Sin embargo, no siempre son confiables, ya que es posible que conduzcan a errores y
sesgos en el procesamiento y la evaluación de la información.
En la siguiente figura se identifican los 12 errores y sesgos en que incurren más comúnmente los
gerentes al tomar decisiones.