Está en la página 1de 13

 E – 20-248-A-10

Paragangliomas temporales
P. Tran Ba Huy, M. Duet

Los paragangliomas yugulares y/o timpánicos son los más frecuentes de los paraganglio-
mas de la cabeza y el cuello, y son los tumores más frecuentes del peñasco. Pertenecen
al sistema neuroendocrino difuso, por lo que presentan características neurosecretoras,
que pueden ser puramente histoquímicas o con una traducción en las pruebas de labo-
ratorio y/o clínica. Son tumores habitualmente benignos, suelen ser multicéntricos y a
menudo se asocian a otras neoplasias. La genética ha permitido identificar las mutacio-
nes responsables de las formas familiares. La semiología es otológica, neurológica y/o
tumoral. En ocasiones, se asocia a manifestaciones de hipersecreción de catecolaminas.
Se debe realizar una evaluación con pruebas de laboratorio y radiología, basada en
la resonancia magnética (RM) y la gammagrafía con octreotida. En la actualidad, la
arteriografía se reserva a la evaluación previa a la embolización. Su tratamiento suele
consistir en la resección quirúrgica precedida de una embolización. Sin embargo, incluso
con la ayuda de los avances de las pruebas de imagen anatómicas, de la neurorradio-
logía intervencionista y de la monitorización electrofisiológica, el potencial iatrogénico
de este tratamiento, en ocasiones muy exagerado en pacientes portadores de una lesión
benigna, explica la contribución cada vez mayor de la radioterapia en el tratamiento
primario o secundario de estos tumores.
© 2015 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Paragangliomas; Agujero yugular; Sistema neuroendocrino difuso;


Neurosecreción; Radiología intervencionista; Peñasco; Mutación; SDH; Gammagrafía

Plan ■ Cirugía 8
Paragangliomas timpánicos (tipo A) 8
■ Nomenclatura y terminología 1 Paragangliomas timpanomastoideos (tipo B) 9
Paragangliomas yugulares, yugulotimpánicos
■ Historia natural y características generales 2 y yugulopetrosos (tipo C) 9
■ Epidemiología 2 Paragangliomas yugulointracraneales (tipo D) 10
■ Patología 2 Complicaciones de la cirugía 10
■ ■ Radioterapia 10
Datos genéticos 2
Genes responsables 2 ■ Indicaciones 11
Transmisión y expresión fenotípica 3
■ Clínica 3
Semiología
Exploración física
3
4
 Nomenclatura
Evaluación 4 y terminología
■ Clasificación 6 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define
■ Multicentricidad y neoplasias asociadas 6 los paragangliomas como tumores neuroendocrinos que
■ Formas malignas 7 se desarrollan a partir de los paraganglios, agrupaciones
Definición y localizaciones 7 diseminadas en el organismo de células paraganglionares
Factores de riesgo 7 neuroectodérmicas derivadas de las crestas neurales [1, 2] .
Detección sistemática y evaluación 7 Estos tumores se dividen en dos grupos: los relacionados
Tratamiento 7 con el sistema simpático, que se localizan esencialmente

en el mediastino posterior y el retroperitoneo, y de los
Tratamiento 7
que el más típico es el feocromocitoma suprarrenal, y los
■ Angiografía intervencionista 8 asociados al sistema parasimpático, que se localizan en la
Técnicas 8 cabeza y el cuello, así como en el mediastino anterior.
Complicaciones 8 Los paragangliomas timpanoyugulares se desarrollan
Indicaciones 8 en los paraganglios situados en la adventicia de la cúpula
del golfo yugular y/o a lo largo del nervio de Jacob-
son y del ramo auricular del X [3] . Suelen distinguirse los
paragangliomas yugulares y los timpánicos. Ambos se rea-
grupan comúnmente bajo el término de «paragangliomas
temporales».

EMC - Otorrinolaringología 1
Volume 44 > n◦ 2 > abril 2015
http://dx.doi.org/10.1016/S1632-3475(15)70933-1
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
E – 20-248-A-10  Paragangliomas temporales

Los paragangliomas fueron denominados inicialmente menos del 5% de los paragangliomas del organismo [2, 14] .
por Pearse [4] «APUDomas» (de amine precursor uptake and Las otras localizaciones son abdominales, esencialmente
decarboxylation, captación y descarboxilación de los pre- suprarrenales en cerca del 95%.
cursores de aminas), en referencia a las características Los paragangliomas temporales suponen el 10-12% de
metabólicas de algunas células endocrinas capaces de cap- los paragangliomas de la cabeza y del cuello frente al
tar y de descarboxilar los precursores de las aminas, pero 60-65% para los quemodectomas y el 20-25% para los
en la actualidad se consideran tumores del sistema neuro- paragangliomas vagales. Son los tumores más frecuentes
endocrino difuso [1, 2] . del hueso temporal después de los neurinomas del acús-
Por tanto, sus células son capaces de secretar catecola- tico [15] .
minas y mantienen relaciones funcionales estrechas con Su incidencia (nuevos casos anuales respecto a
las células nerviosas, lo que explica el término de «células una población dada) se estima entre 1/1.000.000 y
neuroendocrinas». 1/100.000 según los autores [16, 17] . Es probable que estas
Rosenwasser realizó la primera descripción de un para- cifras estén subestimadas, porque muchos paraganglio-
ganglioma yugulotimpánico, al describir un tumor del mas son asintomáticos o poco sintomáticos y, por tanto,
cuerpo carotídeo en el oído medio y la mastoides [5] , no se diagnostican. La práctica cada vez más extendida
cuya estructura histológica era idéntica a la de los de los estudios genéticos familiares debería aumentar la
paragangliomas carotídeos. Sin embargo, el término de precisión de estas estimaciones, que variarán según las
«quemodectoma», usado en ocasiones en referencia a esta regiones o países en los que se realizan actualmente. La
descripción inicial es inadecuado debido a la ausencia de aparición de los paragangliomas se ve influenciada no
función quimiorreceptora de las localizaciones yugulo- sólo por factores genéticos (lo que explica, por ejemplo, la
timpánicas. El término «tumor glómico» fue introducido gran frecuencia de la forma familiar de la enfermedad en
3 años después por Winship [6] . Este término ya no debe- un país como Holanda [18] ) o culturales (que favorecen los
ría utilizarse más, porque se refiere a tumores cutáneos matrimonios intracomunitarios), pero también ambien-
dolorosos que se desarrollan a partir de las células neu- tales, como la altitud. Sin embargo, al contrario que la
romioepiteliales que suelen localizarse en las uñas de las incidencia de los paragangliomas carotídeos, que parece
manos. Posteriormente, se utilizaron otras denominacio- más elevada en las poblaciones que viven por encima de
nes, como «glomerucitoma», «receptoma» o «tumor no 2.000 m de altitud, la de las localizaciones temporales no
cromafín» [7, 8] . Este último término se refiere a la capaci- parece verse influida por la de la hipoxia atmosférica.
dad de los gránulos secretores contenidos en las células Los paragangliomas tienen un predominio femenino,
principales de los paragangliomas (cf infra) de fijar la en una proporción de 6/1. El promedio de edad en el
hematoxilina, pero no el dicromato de potasio. Esta par- momento del diagnóstico suele ser de 40-60 años. Sin
ticularidad negativa no parece suficiente para caracterizar embargo, en las formas familiares, la proporción varo-
los paragangliomas de la cabeza y el cuello, porque es nes/mujeres es más elevada y la edad de descubrimiento
inconstante e inespecífica. es menor que la de las formas esporádicas.
Por tanto, el término de «paraganglioma» es el más ade-
cuado.
 Patología
Desde el punto de vista macroscópico, los paragan-
 Historia natural gliomas son tumores firmes y gomosos, nodulares o
lobulados, de color rojo oscuro y muy vascularizados.
y características generales Desde el punto de vista microscópico, se presentan
como múltiples lóbulos redondeados u ovalados, com-
Los paragangliomas temporales se caracterizan por:una
puestos por dos tipos de células [2, 19] .
naturaleza histológica generalmente benigna [2] , aunque
• Las células principales (de tipo I), de origen neuroec-
un pequeño porcentaje de ellos se comportan como
todérmico, redondas o poligonales, se disponen en
auténticos tumores malignos (cf infra);la ausencia de fun-
nódulos redondeados o en rosario, con un núcleo
ción quimiorreceptora (es decir, desencadenante de los
excéntrico, hipercromático y un citoplasma anfófilo o
reflejos cardiorrespiratorios en respuesta a una modi-
eosinófilo granuloso. Suelen distinguirse dos subtipos:
ficación de la composición de la sangre arterial);un
claras y oscuras, debido a la presencia en estas últimas
crecimiento aún más lento que el de los paraganglio-
de gránulos neurosecretores electrodensos de un diá-
mas cervicales, estimado en alrededor de 1 mm anual,
metro de 100-200 nm. En ocasiones, en su interior se
con un tiempo promedio de duplicación de 4,2 años (0,6-
observan gotitas lipídicas de lipofuscina.
21,5 años), debido sin duda a su confinamiento en el
• Las células sustentaculares (de tipo II), de origen mesen-
hueso petroso [9] ;una localización multicéntrica, frecuente
quimatoso, se parecen a las células de Schwann, con
en las formas yugulares, generalmente cervical, que es
un núcleo alargado o en medialuna y un citoplasma
mucho más frecuente en las formas familiares que en
claro con poco retículo endoplásmico y finos filamen-
las esporádicas [10] (30-40% frente al 10%), sincrónica o
tos de actina. Se disponen en la periferia de las células
metacrónica, por lo que se requiere un seguimiento pro-
principales, a las que rodean con digitaciones. Esta con-
longado;una capacidad secretora en algunos de ellos que
figuración suele denominarse «Zellballen».
obliga a un estudio de laboratorio sistemático (cf infra);la
Mediante técnicas inmunocitoquímicas, se objetiva en
presencia de receptores de la somatostatina [11, 12] en la
los gránulos citoplásmicos de las células principales la pre-
superficie de sus células, lo que constituye la base de las
sencia de cromogranina y de sinaptofisina (lo que refleja la
pruebas de imagen funcionales;un origen genético iden-
síntesis de catecolaminas), de neuropéptidos y de la eno-
tificado en casi un tercio de ellos [13] (cf infra).
lasa específica neuronal (NSE). El inmunomarcado de la
proteína S100 es positivo en las células sustentaculares, lo
que refleja su origen neuroectodérmico (Fig. 1).
 Epidemiología
Los paragangliomas de la cabeza y del cuello son tumo-  Datos genéticos
res infrecuentes.
Su prevalencia (número de casos de pacientes presen- Genes responsables
tes en un momento dado en una población) supone La asociación de un paraganglioma con una neurofi-
menos del 0,5% de los tumores de esta región y un poco bromatosis de tipo 1, una neoplasia endocrina múltiple

2 EMC - Otorrinolaringología

Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Paragangliomas temporales  E – 20-248-A-10

portadores de la mutación están enfermos) y la expre-


sividad es variable (existe una variabilidad del grado de
afectación entre las distintas personas). Por tanto, la edad
de aparición de los paragangliomas es variable entre las
distintas personas de una misma familia.
El tipo de la mutación también influye en las caracterís-
ticas de la enfermedad. Más de dos tercios de las personas
con mutación de SDHD desarrollan un paraganglioma de
la cabeza y del cuello, frente al 15% de las personas con
mutación de SDHB. Estas últimas desarrollan con más fre-
cuencia formas toracoabdominopélvicas. A los 40 años,
el 73% de las personas portadoras de una mutación de
SDHD habrán desarrollado un tumor, frente al 45% de las
personas con mutación de SDHB.
Las formas familiares, al contrario que las formas espo-
rádicas habitualmente benignas y de evolución lenta,
Figura 1. Histología de un paraganglioma La lesión presenta suelen ser múltiples, recidivantes, incluso secretoras, y
una lobulación evidente. Los lóbulos están constituidos por célu- pueden ser malignas. Por tanto, una mutación del gen
las de gran tamaño con límites citoplásmicos poco visibles. Están SDHB es un factor de riesgo de recidiva y de malignidad.
rodeados por numerosos capilares. Sin embargo, otros factores parecen influir también en
la expresión fenotípica. El hecho de que cerca del 80% de
los paragangliomas de la cabeza y del cuello sean familia-
o una enfermedad de Von Hippel-Lindau es en realidad
res en los Países Bajos frente al 20-30% en otros países
muy infrecuente [20] y ha hecho que se sospeche desde
europeos podría explicarse por una presión parcial de
hace mucho la mutación de los genes NF1, RET o VHL
oxígeno elevada al nivel del mar, pero también por parti-
en la aparición de la enfermedad paraganglionar.
cularidades socioeconómicas o culturales que favorezcan
Bayal et al descubrieron, el año 2000, que en cerca de
los matrimonios intracomunitarios [18, 26] .
un tercio de los casos una mutación de los genes que
codifican la subunidad B, D o, en menos casos, C (1q21)
y del cofactor AF2 de la enzima SDH (succinato deshi-
drogenasa) estaba implicada en las formas familiares y  Clínica
hereditarias de paragangliomas [13] . Desde entonces, hasta
el momento se han descrito nueve mutaciones asociadas Debido a que la biopsia está contraindicada por el
a la aparición de un paraganglioma: SDHA, SDHB, SDHC, riesgo hemorrágico, el diagnóstico positivo de un para-
SDHD, SDHAF2, NF1, RET, VHL y TMEM127. En la prác- ganglioma timpanoyugular se basa en una serie de
tica, seis de ellas muestran una asociación significativa y argumentos clínicos, de laboratorio y radiológicos [27, 28] .
definen otros tantos síndromes clínicos [14, 21] .
Los mecanismos por los que una mutación de la SDH
favorece el desarrollo de un paraganglioma implicarían Semiología
probablemente a la vía hipóxica. Este gen es un gen
Hay tres tipos de síntomas que suelen permitir el diag-
«supresor tumoral». Por tanto, su mutación induce una
nóstico.
proliferación tumoral que, para progresar, requiere mucha
• Síntomas otológicos: son precoces en los paraganglio-
energía y, por consiguiente, oxígeno. Esto motiva que al
mas timpánicos y más tardíos en los yugulares, porque
principio exista una vascularización insuficiente, con el
reflejan su extensión al oído medio. El principal es el
consiguiente déficit de aporte de oxígeno. Esta hipoxia
acúfeno pulsátil unilateral. La hipoacusia refleja la afec-
estimula la proteína HIF y, más particularmente, la HIF-
tación de la cadena osicular, del laberinto o de la trompa
2 alfa y la HIF-1 alfa, que son factores de transcripción
auditiva. Una de las consecuencias que en ocasiones
regulados por la ausencia de oxígeno que estimulan los
refleja la invasión de esta última es una otitis secretora
genes VEGF y PDGF, que son factores de crecimiento de
(o serosa). La existencia de vértigo es infrecuente.
la angiogénesis [10, 22–24] . Por tanto, de este modo se crean
• Síntomas neurológicos: reflejan una invasión del com-
nuevos vasos sanguíneos que aportan el oxígeno reque-
partimento nervioso del agujero yugular (IX, X, XI,
rido para el crecimiento tumoral. Esto explica el carácter
XII y simpático), lo que explica los trastornos de
hipervascularizado de los paragangliomas.
la deglución, una disfonía, una rinolalia, un hom-
bro caído, una parálisis lingual o un síndrome de
Transmisión y expresión fenotípica Claude-Bernard-Horner. La parálisis facial suele ser tar-
día. Estas afectaciones nerviosas son muy progresivas,
El modo de transmisión es autosómico (la mutación se lo que permite una compensación funcional que mini-
localiza en un cromosoma no sexual) y dominante (la pre- miza la semiología.
sencia de un único alelo mórbido es suficiente para que la • Síntomas cervicales: una tumefacción alta situada
enfermedad se exprese) [25] . detrás o debajo del ángulo de la mandíbula puede
Por otra parte, en el caso del gen SDHD existe un fenó- corresponder tanto a una extensión inferior cervical
meno de impronta genómica materna [26] , por el que un como a un paraganglioma vagal asociado, pero una
gen se expresa o no en función de su origen parental: o varias tumefacciones cervicales pueden reflejar una
cuando una mujer transmite el gen patológico a sus hijos, afectación ganglionar, indicativa de malignidad. En
este último no se expresa en ninguno de ellos con inde- este caso, se debe prestar atención a su localización,
pendencia de su sexo (la madre transmite la mutación, que no corresponde a la de un paraganglioma vagal o
pero no el fenotipo). Si el gen lo transmite a continuación carotídeo.
su hija, no se expresará en sus descendientes, mientras que En algunos casos infrecuentes, la semiología revela-
si lo transmite su hijo sí se expresará en todos los descen- dora se relaciona con las propiedades secretoras del
dientes de éste: por tanto, un niño sólo podrá desarrollar paraganglioma, que es un auténtico feocromocitoma
la enfermedad si ha heredado la mutación de su padre. ectópico [29, 30] . La hipertensión arterial es el signo más
La penetrancia de la enfermedad (proporción de perso- constante, con su tríada de cefaleas, taquicardia y dia-
nas portadoras de la anomalía genética que desarrollarán foresis. Sin embargo, se pueden observar episodios de
realmente la enfermedad) es incompleta (no todos los hipotensión, sobre todo ortostática, relacionados con una

EMC - Otorrinolaringología 3
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
E – 20-248-A-10  Paragangliomas temporales

Figura 3. Aspecto en un corte coronal de TC de un para-


ganglioma yugular derecho tipo C1. Obsérvese la osteólisis del
hueso timpánico y del compartimento infralaberíntico. El piso
del hipotímpano está destruido.

La timpanometría no es de gran utilidad. Podría objeti-


var las pulsaciones de una membrana timpánica infiltrada
por el paraganglioma o, por el contrario, inhibirlas por
Figura 2. Otoscopia de un paraganglioma yugulotimpánico la creación de una hiperpresión en el conducto auditivo
izquierdo que infiltra el piso del conducto auditivo externo. Este externo.
aspecto sólo se observa si el punto de origen es yugular. Las exploraciones vestibulares pocas veces son útiles,
porque la presencia del tumor altera la transmisión del
depleción del volumen intravascular [30] . No obstante, estímulo térmico.
existen formas de presentación inhabituales, como el
shock cardiogénico, síndrome coronario agudo, arritmias, Pruebas de laboratorio
e incluso parada cardiocirculatoria cuyos factores desen- Tanto si el paraganglioma es sintomático como si no
cadenantes son múltiples y variados (estrés, ingesta de lo es y si se plantea o no una cirugía o una emboli-
alcohol, palpación o traumatismo abdominal, incluso zación, se realiza una determinación sistemática de las
inyección de ciertos fármacos anestésicos). El tratamiento catecolaminas y más precisamente de sus metabolitos, las
sintomático es una urgencia absoluta, porque en estos metanefrinas (norepinefrina y epinefrina). En la actuali-
casos existe un compromiso del pronóstico vital [31, 32] . dad, lo que más a menudo se mide son las metanefrinas
La gravedad de estos accidentes explica la necesidad urinarias, aunque la determinación plasmática parece más
absoluta de realizar un estudio de laboratorio preopera- sensible [34] .
torio [33] . En cuanto a la cromogranina, una proteína localizada
en los gránulos de secreción de los tumores neuroen-
docrinos, su determinación sérica es sencilla, sensible y
Exploración física específica, y correlaciona bien con los marcadores de refe-
rencia [20] .
En la otoscopia, se puede observar una masa pulsá-
til de color rojo frambuesa, que ocupa el hipotímpano Evaluación radiológica
y a menudo eleva el tímpano, produciendo el signo del
Consta de pruebas de imagen anatómicas y funcionales.
«amanecer». El piso del hueso timpánico en ocasiones está
infiltrado, lo que suele señalar que el punto de partida es
Pruebas de imagen anatómicas
el agujero yugular. A veces, el paraganglioma se presenta
en forma de una masa excrecente, esfacelada, que ocupa Se basan en la tomografía computarizada (TC) y la reso-
el conducto auditivo (Fig. 2). nancia magnética (RM) [35–38] .
Mediante la exploración otorrinolaringológica (ORL), La TC de alta resolución, en cortes finos axiales y coro-
se busca un abombamiento parafaríngeo y/o una tume- nales, así como en ventana ósea, muestra la densidad
facción cervical sugestiva de una afectación multicéntrica, tisular homogénea del tumor, pero se deben estudiar parti-
vagal o carotídea, homo o contralateral, o de una adeno- cularmente las regiones siguientes: los bordes del agujero
patía. yugular, sobre todo la espina yugular, el piso de la caja
Mediante la exploración neurológica, se exploran las del tímpano, las paredes del conducto carotídeo, el con-
funciones del nervio facial, de los nervios mixtos, del XII ducto de Falopio en su porción III (mastoidea) y la cápsula
y del simpático. laberíntica (Fig. 3). Las imágenes muestran el aspecto típi-
camente «apolillado» de estas estructuras, que señala el
poder infiltrante y osteolítico del paraganglioma.
Evaluación La angio-TC con inyección de contraste yodado mues-
tra su realce masivo, precoz y homogéneo, sincrónico del
En la actualidad, se realiza una evaluación audiovesti-
eje carotídeo externo e interno, indicativo de su hipervas-
bular, de laboratorio, radiológica y genética.
cularización. También permite estudiar el retorno venoso
Al final de la evaluación clínica, de laboratorio y
contralateral, lo que proporciona una información esen-
radiológica, el clínico puede clasificar el paraganglioma
cial sobre las posibilidades de suplencia y de drenaje en
temporal y ubicarlo en un contexto esporádico o fami-
caso de oclusión tumoral o quirúrgica del lado tumoral
liar, aislado, multicéntrico o asociado a otras patologías
(cf infra).
tumorales relacionadas.
La RM (Fig. 4) en secuencias T1, T2, con inyección
de gadolinio y supresión de la grasa, muestra el aspecto
Exploraciones audiovestibulares típico en sal y pimienta del tumor: el componente de
El audiograma tonal puede mostrar una hipoacusia de «pimienta» refleja las zonas hipointensas correspondien-
transmisión o de percepción. tes al flujo arterial rápido, mientras que el componente

4 EMC - Otorrinolaringología

Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Paragangliomas temporales  E – 20-248-A-10

A B

C D
Figura 6. Gammagrafía con OctreoScan de una triple loca-
lización paraganglionar derecha: yugulotimpánica, vagal y
carotídea.
A, B. Proyecciones lateral derecha (A) e izquierda (B): 4 horas
Figura 4. Aspecto en la RM (resonancia magnética) de un
después de la inyección intravenosa.
paraganglioma izquierdo de tipo C3 De1. Todo el peñasco está
C, D. Proyecciones lateral derecha (C) e izquierda (D): 24 horas
ocupado por el proceso tumoral. Obsérvese el carácter regular
después de la inyección intravenosa.
y convexo de la masa intracraneal que, en principio, señala que
no se ha atravesado la duramadre.
tumoral) menos intensa y rápida, y una extensión cen-
trífuga a lo largo de la meninge;
• el schwannoma de los nervios mixtos, que se caracteriza
por una ampliación bastante regular de los bordes del
agujero yugular, la ausencia de captación de contraste,
una extensión a lo largo del trayecto de los nervios y la
presencia frecuente de formaciones quísticas caracterís-
ticas;
• las metástasis que causan la lisis del agujero yugular se
realzan de forma heterogénea y con una extensión irre-
gular, centradas más sobre el hueso y que evolucionan
rápidamente en las pruebas de imagen repetidas.

Pruebas de imagen funcionales (Fig. 6)


Se basan en la gammagrafía, cuyo principio consiste
en inyectar un radiofármaco, compuesto por una molé-
cula denominada «trazador» combinada con un elemento
radiactivo denominado «marcador». El trazador se capta
directamente por las células o se fija en los receptores
presentes en su superficie. El elemento radiactivo emite
a continuación una radiación que se detecta mediante
gammacámaras, que actualmente se acoplan a un escá-
ner de TC, lo que permite una fusión de las imágenes
funcionales y anatómicas, de modo que se aumenta la
precisión de la localización de las anomalías. Por tanto,
Figura 5. Angiorresonancia magnética en reconstrucción 3D son pruebas de imagen funcionales, pues se relacio-
de un paraganglioma timpánico vascularizado por una arteria nan con las propiedades neuroendocrinas de las células
originada de forma inhabitual en la arteria carótida interna. tumorales.
En la práctica, la gammagrafía con 111 In-pentetreotida
de «sal» refleja la presencia de zonas hemorrágicas o de (análogo de la somatostatina que se fija en los recepto-
bajo flujo, así como el componente carnoso del tumor. res de la somatostatina sobreexpresados por las células
También en estos casos, el realce con gadolinio es par- paraganglionares) [11, 12] u OctreoScan es la más utilizada,
ticularmente intenso. En la RM, se visualiza también su debido a su gran disponibilidad y a una sensibilidad diag-
extensión a la fosa posterior: si existe extensión extra- nóstica de alrededor del 95% [39–41] .
dural, el aspecto es el de un abombamiento regular y La gammagrafía con meta-yodo-benzil-guanidina (aná-
convexo de la cara interna del peñasco; por el contrario, si logo de la adrenalina captado por las células derivadas de
la extensión es intradural, el aspecto es irregular, en dedo la cresta neural) marcada con yodo-123 (123 I-mIBG) se uti-
de guante que protruye en el ángulo pontocerebeloso. En liza en menos casos [42, 43] . Su sensibilidad diagnóstica y su
cuanto a la extensión inferior a los tejidos blandos cervi- especificidad son de alrededor del 90% para los feocromo-
cales, se visualiza bien en secuencia T1 con saturación de citomas y los paragangliomas situados fuera de la cabeza
la grasa. y el cuello, pero es mucho menor para las localizaciones
La angio-RM permite identificar los pedículos nutricios cervicocefálicas.
y precisa su origen en la arteria carótida externa, carótida En cuanto a la gammagrafía con 18 F-fluoro-
interna o vertebral (Fig. 5). dihidroxifenilalanina (18 F-DOPA), es útil sobre todo
El diagnóstico diferencial del paraganglioma se plantea para los feocromocitomas [44–46] , y la gammagrafía
principalmente con: con somatostatina marcada con 68 Ga sería muy sen-
• el meningioma, que se distingue por unos límites óseos sible en la detección sistemática de las localizaciones
más bien escleróticos, una captación del contrate (blush paraganglionares, sobre todo metastásicas [47, 48] .

EMC - Otorrinolaringología 5
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
E – 20-248-A-10  Paragangliomas temporales

Pruebas genéticas
Se proponen [49–52] como prueba diagnóstica en pacien-
tes portadores de la enfermedad o en el contexto de un
estudio familiar como método de detección sistemática
presintomática.
• Prueba diagnóstica: el descubrimiento de una mutación
sugiere la existencia de una forma familiar y heredita-
ria cuyas características (multicentricidad, recidivas, e
incluso malignidad) obligan a realizar un seguimiento
más estrecho que en las formas esporádicas.
• Detección sistemática presintomática: se propone en
los familiares de primer grado de un «caso índice» por-
tador de una mutación, sabiendo que la búsqueda de
una localización asintomática no suele realizarse antes
de los 10 años de edad.
La prueba genética, que se realiza en el contexto de una
consulta pluridisciplinaria especializada, recopila en pri-
mer lugar los datos de la historia clínica y dibuja un árbol
Figura 7. Arteriografía de un paraganglioma del agujero yugu- genealógico, que orienta la genotipificación: si existen
lar derecho que ha invadido el eje carotídeo interno. En este antecedentes familiares en la rama paterna, la genotipifi-
caso, el sacrificio arterial por exclusión angiográfica o quirúrgica cación del gen SDHD se propone como primera elección;
es indispensable. si existe una localización toracoabdominopélvica, se pro-
poner en primer lugar el análisis del gen SDHB.
Las ventajas de la gammagrafía son [40] : Conviene subrayar aquí que una de las principales ven-
• mostrar una posible multicentricidad; tajas del estudio genético es la posibilidad de tranquilizar
• sugerir la naturaleza neuroendocrina; a las personas analizadas que no son portadoras de la
• participar en el diagnóstico diferencial al descartar, por enfermedad.
ejemplo, los schwannomas que no poseen receptores
de somatostatina;
• detectar precozmente las lesiones asintomáticas en  Clasificación
estudios familiares, lo que permite realizar un segui-
miento dirigido o un tratamiento quirúrgico más fácil La clasificación más utilizada es la de Fisch [53] .
de las lesiones pequeñas; • Tipo A: tumor localizado en la cavidad timpánica.
• seguir a los pacientes con riesgo de recidiva; • Tipo B: tumor localizado en el hipotímpano, que puede
• participar en el estudio y, en ocasiones, en el trata- extenderse a las celdillas mastoideas y al comparti-
miento de las formas malignas (cf infra). mento infralaberíntico.
En todos los casos, la sensibilidad no depende tanto • Tipo C: tumor yugular, del que se distinguen cuatro sub-
del tamaño del tumor como de la densidad de los recep- tipos dependiendo de su grado de extensión anterior,
tores que expresa. De este modo, se pueden detectar carotídea y petrosa:
lesiones infracentimétricas, que estén por debajo de la ◦ C1: invasión de los bordes óseos del agujero yugular
capacidad de resolución de las gammacámaras, pero que y del agujero carotídeo;
tengan una densidad elevada de receptores. Una limi- ◦ C2: invasión de la porción vertical de la carótida
tación es que otros tumores pertenecientes al sistema intrapetrosa hasta su rodilla;
neuroendocrino difuso también expresan los receptores ◦ C3: invasión de las porciones vertical y horizontal de
de somatostatina, lo que limita su especificidad. Esto hace la carótida interna;
que existan falsos positivos, sobre todo con los menin- ◦ C4: invasión de toda la carótida interna intrapetrosa,
giomas o con las células bien diferenciadas, por ejemplo, del agujero rasgado y, en ocasiones, del seno caver-
tiroideas. Por último, hay que señalar que existen otras noso.
causas potenciales de falsos positivos cuando existen fenó- • Tipo D: tumor yugular con extensión intracraneal. En
menos inflamatorios o infecciosos evolutivos, debido a función de su invasión, se subdivide en:
una captación linfocítica. Por este motivo, no se debe ◦ De: tumor extradural (De1 < 2 cm y De2 > 2 cm);
realizar la exploración demasiado pronto después de una ◦ Di: tumor intradural (Di1 < 2 cm, Di2 > 2 cm, Di3:
cirugía. tumor inoperable);
Debe señalarse que un paraganglioma con extensión
petrosa e intracraneal puede clasificarse como C y D.
Angiografía (Fig. 7)
Esta prueba ha quedado obsoleta debido a los progresos
de la RM y en la actualidad sólo se realiza como preámbulo
 Multicentricidad
de la embolización o en el contexto de una prueba de y neoplasias asociadas
pinzamiento (cf apartado «Tratamiento»).
En tal caso, permite identificar los pedículos nutricios, Una de las características principales de la enfermedad
de los que los principales y los más constantes son las paraganglionar es la frecuencia de las localizaciones múl-
ramas timpánicas anteriores de la arteria maxilar interna, tiples y su posible asociación con otros tumores, benignos
las ramas de la arteria occipital y de la estilomastoidea, o no.
así como las ramas cavernosas de la arteria faríngea ascen- Se observa una multicentricidad en el 30-40% de las
dente. formas familiares y en el 10% de las formas esporádicas.
En los paragangliomas con extensión petrosa, la vascu- Las afectaciones asociadas suelen ser cervicales, esen-
larización tumoral proviene de la rama caroticotimpánica cialmente carotídeas, pero en ocasiones son torácicas o
y de las ramas meningohipofisarias e inferolaterales pro- abdominales.
cedentes de la arteria carótida interna. Se ha descrito la asociación con otros tipos de tumores,
En los paragangliomas con extensión intracraneal, a como el astrocitoma, el carcinoma tiroideo o el ade-
menudo se observa una participación de la arteria ver- noma paratiroideo. Los paragangliomas también pueden
tebral por sus ramas musculares cervicales o cerebelosas. inscribirse en el cuadro de las neoplasias endocrinas

6 EMC - Otorrinolaringología

Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Paragangliomas temporales  E – 20-248-A-10

múltiples de tipo II (MEN II), del síndrome de Von La gammagrafía con OctreoScan (111 In-pentetreotida) o
Hippel-Lindau, de la neurofibromatosis de tipo I, o del con 123 I-MIBG no parece ser lo bastante sensible para la
síndrome de Carney (paraganglioma, leiomiosarcoma gás- detección de las metástasis, sobre todo óseas. En cambio,
trico y condroma pulmonar). Debe recordarse que la la tomografía por emisión de positrones (PET) con 18 F-
existencia de neoplasias asociadas no demuestra la malig- DOPA o con análogos de la somatostatina marcados con
68
nidad de un paraganglioma. Ga parece ser útil [63–66] .
Estas posibilidades obligan a realizar un seguimiento Recientemente, se ha demostrado en un estudio que un
prolongado de cualquier paraganglioma, pues la aparición metabolito de la dopamina, la metoxitiramina plasmática,
de estas afectaciones multifocales puede ser sincrónica o en una concentración superior a 0,2 nmol/l, es un biomar-
metacrónica y, como es natural, puede influir en el trata- cador útil para detectar la presencia de metástasis [67] .
miento. Aún más importante es la necesidad de realizar un estu-
dio genético en cualquier paciente portador de metástasis
 Formas malignas y, sobre todo, en sus familiares.

La malignidad es una de las originalidades destacadas Tratamiento


de la historia natural de los paragangliomas. Su inciden-
Cirugía
cia en la literatura es del 6-24% para los paragangliomas
extrasuprarrenales; sería del 5% de los paragangliomas La resección quirúrgica es, en teoría, el único tra-
timpanoyugulares y carotídeos y del 10-19% de los para- tamiento curativo de las localizaciones primarias y
gangliomas vagales [7, 54, 55] . secundarias de los paragangliomas malignos.
Está indicada en caso de metástasis ganglionar aislada
o múltiple, tanto cervical como torácica o abdomi-
Definición y localizaciones nal. Asimismo, una metástasis hepática puede tratarse
A falta de criterios histológicos precisos, se ha alcanzado mediante una resección sistematizada. Cuando esta resec-
un consenso para definir la malignidad de un paragan- ción quirúrgica es completa, permite una supervivencia
glioma por la presencia de metástasis, es decir, de tejido prolongada.
cromafín en los órganos que no lo son [1, 2] . Pueden ser Sin embargo, dos tercios de las metástasis son óseas,
sincrónicas o metacrónicas con el diagnóstico. Son prin- en la mayoría de los casos vertebrales, por lo que
cipalmente óseas y ganglionares, aunque se han descrito son irresecables. La actitud terapéutica en estos casos
casos más infrecuentes de afectación hepática, pulmonar es médico-quirúrgica: analgésicos y antiinflamatorios,
o cutánea. bifosfonatos y radioterapia localizada, o en ocasiones
Las metástasis óseas afectan esencialmente a las vérte- embolización y radiofrecuencia [68–70] . Cuando existen
bras, pero se pueden observar en las costillas, el esternón, signos de compresión medular, se puede proponer un ras-
el cráneo o el hueso ilíaco. En ocasiones son asintomáticas pado descompresivo seguido de una vertebroplastia.
y se descubren mediante el estudio radiológico de exten- En realidad, algunas metástasis óseas no se asocian
sión. Se pueden manifestar también por dolor y signos necesariamente con un mal pronóstico, pues, como se ha
neurológicos deficitarios. mencionado previamente, la supervivencia a los 5 años es
Las metástasis ganglionares suelen detectarse por la elevada y varía en la literatura del 40% al 74% [61] .
palpación cervical o por las pruebas de imagen radioló-
gicas o gammagráficas, donde se observa una o varias Radioterapia metabólica
masas distintas en la región carotídea y demasiado Esta atractiva posibilidad terapéutica utiliza un trazador
bajas o demasiado anteriores para corresponder a una que está marcado a su vez con un agente radiactivo de alta
localización vagal. En ocasiones, se descubren en la explo- actividad, como la 131 I-MIBG o la octreotida marcada con
90
ración quirúrgica y se confirman mediante el estudio itrio o indio111 [71–73] . Sin embargo, ningún estudio ha
patológico. descrito por el momento los resultados en las metástasis
de paragangliomas timpanoyugulares.
En especial, este tipo de tratamiento choca con el hecho
Factores de riesgo de que cerca de la mitad de las metástasis no captan el
El más relevante es, sin duda, la constatación de una trazador y que un tercio de las que lo fijan no responden
mutación del gen SDHB, que puede observarse hasta en el a él. Además, es una técnica muy cara.
50-88% de los casos en algunas series [56–59] . Sin embargo,
en ocasiones se observa una mutación del gen SDHD [60] . Quimioterapia
Otros factores clínicos parecen ser indicadores predicti- Se debe utilizar en caso de metástasis inextirpables,
vos de malignidad [61] : personas jóvenes, que presentan evolutivas y sintomáticas, así como en pacientes con
localizaciones múltiples, particularmente carotídea (debe un estado general relativamente bueno, pero hasta el
señalarse que los paragangliomas timpánicos puros nunca momento ningún estudio ha demostrado sus benefi-
son malignos), en ocasiones secretores, y con anteceden- cios [74–76] .
tes familiares de paragangliomas.
Terapias moleculares dirigidas
Detección sistemática y evaluación Su principio consiste en inhibir los efectos molecula-
res de la mutación del gen SDHB. Los fármacos como
Se basan en la exploración física, sobre todo la palpa- el sunitinib, que poseen una actividad antiangiogénica y
ción cervical, en la realización de una TC y de una RM, antitumoral frente al receptor del factor de crecimiento
así como de una ecografía hepática, que debería solicitarse derivado de las plaquetas (PDGFR) y al factor de creci-
con más frecuencia. miento endotelial vascular (VEGF), han mostrado algunos
Desde el punto de vista radiológico, las metástasis óseas resultados prometedores [77–79] , pero por el momento estos
se presentan en forma de lagunas en la TC y la RM, con tratamientos sólo son paliativos.
un aspecto a veces lítico, con infiltración de los tejidos
blandos circundantes, y otras veces nodular. Esta última
forma presenta un aspecto en escarapela muy particular,  Tratamiento
compuesto por una señal central de baja densidad rodeada
de un halo, que puede ser simple debido a una señal grasa La cirugía se ha considerado durante mucho tiempo el
única o doble constituido por un círculo interno de señal tratamiento de elección de los paragangliomas, debido
grasa y externo de aspecto edematoso [62] . sobre todo al desarrollo considerable de las pruebas de

EMC - Otorrinolaringología 7
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
E – 20-248-A-10  Paragangliomas temporales

imagen, de la neuromonitorización y, sobre todo, de la una cirugía en la que se haya ligado la arteria carótida
radiología intervencionista. Sin embargo, la complejidad externa [82] .
y la iatrogenia del procedimiento de resección en las for-
mas yugulares, el concepto obligatorio hoy en día de
calidad de vida, así como un mayor conocimiento de su
Complicaciones
historia natural explican que actualmente el tratamiento Su frecuencia ha disminuido debido a que las indicacio-
de los paragangliomas haya experimentado una evolu- nes son cada vez más selectivas y a que la tecnología cada
ción muy similar a la observada por el neurinoma del vez es más eficaz. Los principales mecanismos implica-
acústico, con la estrategia de un seguimiento radiológico dos son la movilización de placas ateromatosas carotídeas,
como primera elección, el lugar cada vez más destacado el espasmo arterial o la abertura de anastomosis entre
de los nuevos procedimientos de irradiación y la aparición los sistemas de las arterias carótidas externa e interna o
del concepto (que durante mucho tiempo se ha conside- vertebral, que permite la migración de los émbolos par-
rado un sacrilegio) de resección subtotal seguida o no de ticulares [8] . Los accidentes neurológicos que se producen
radioterapia [27, 28] . pueden oscilar de la parálisis isquémica de un nervio peri-
Se dispone de tres procedimientos terapéuticos. férico a la hemiplejía transitoria o definitiva e incluso al
fallecimiento.

 Angiografía Indicaciones
intervencionista Está indicada en los paragangliomas de tipo B, C o D
(por lo que el paraganglioma timpánico queda excluido).
Técnicas
Se realiza por la arteria femoral para evitar los riesgos de
la punción directa de la carótida (hematoma, disección,  Cirugía
movilización de placas ateromatosas) y comprende dos
técnicas [80] . Plantea problemas técnicos cuya dificultad es muy
La prueba de oclusión o de pinzamiento de la carótida variable, dependiendo de si se trata de formas timpánicas
interna homolateral se realiza bajo sedación-analgesia, o yugulares. Aquí sólo se expondrán los puntos esenciales.
con el fin de evaluar el estado de las suplencias vascula- Para facilitar la descripción, se utilizará la clasificación de
res cerebrales por el polígono de Willis. En ella se utilizan Fisch [53] .
criterios de tolerabilidad tanto venosos como clínicos [81] :
un retraso de menos de 2 segundos en la opacificación Paragangliomas timpánicos (tipo A)
de las venas del hemisferio homolateral respecto a las del
lado opuesto y/o la aparición de un déficit neurológico No se realiza una embolización previa y la vía de acceso
significan la existencia de comunicaciones perfectas. es endoaural o retroauricular indistintamente. Después de
La embolización exige en primer lugar la identificación desinsertar el annulus y de rechazar el tímpano, el tumor
de las arterias nutricias del paraganglioma yugulotim- se expone y se despega con delicadeza de las paredes
pánico. Las principales y más constantes son las ramas óseas del mesotímpano y de la cadena osicular con torun-
timpánicas anteriores de la arteria maxilar interna, las das de algodón pequeñas. Dependiendo de su tamaño,
ramas de la arteria occipital y de la estilomastoidea, así se extirpa en bloque o fragmentándolo con una pinza
como las ramas cavernosas de la arteria faríngea ascen- bipolar fina [28] .
dente. En los paragangliomas con extensión petrosa, Hay cuatro posibles problemas que deben señalarse.
la vascularización tumoral proviene de la rama caro- • El control de la hemorragia requiere controlar a su vez
ticotimpánica y de las ramas meningohipofisarias e los pedículos vasculares:
inferolaterales procedentes de la arteria carótida interna. ◦ el pedículo inferior, satélite del nervio de Jacobson, es
En los paragangliomas con extensión intracraneal, a constante y se debe coagular con la pinza bipolar fina
menudo se observa una participación de la arteria ver- o con una fresa de diamante, en la porción inferior
tebral por sus ramas musculares cervicales o cerebelosas. del mesotímpano;
El procedimiento se realiza generalmente en las ◦ la presencia de un pedículo superior procedente de
48 horas previas a la cirugía y se utilizan esferas de una rama de la meníngea media que emerge en el
embolización de 300-500 μm de calibre, aumentando pro- mesotímpano justo por debajo del pico de cuchara
gresivamente éste hasta los 900 μm y controlando siempre es menos frecuente. Se controla con la pinza bipolar
su inyección con fluoroscopia de sustracción para evi- o con un gancho de coagulación;
tar cualquier reflujo y verificar la ausencia de abertura de ◦ de forma excepcional, existe un tercer pedículo en
anastomosis. posición posteroinferior, procedente de la arteria esti-
La decisión respecto a las arterias nutricias proceden- lomastoidea.
tes de la carótida interna depende de su tamaño y del • La exposición del hipotímpano es esencial para el
volumen tumoral al que irrigan. Si son accesibles a un control del polo inferior del tumor. Puede facilitarse
cateterismo selectivo, en ocasiones pueden ocluirse a nivel mediante el fresado del conducto externo óseo, e
proximal con un microcoil (los balones se desaconsejan incluso del annulus óseo. Sin embargo, esta ampliación
debido a su tendencia al desplazamiento secundario). Si el planteará, al final de la intervención, problemas a la
volumen irrigado es considerable, después de comentarlo hora de adecuar el colgajo timpanomeatal, que deberá
con el equipo quirúrgico, se puede proponer la oclusión incidirse para permitir su recolocación.
endovascular de la arteria carótida interna, siempre des- • La delgada laminilla ósea que constituye el piso del
pués de que la prueba de pinzamiento haya mostrado una hipotímpano y que separa el oído medio del agujero
buena tolerabilidad. yugular está en ocasiones adelgazada o destruida por
Si existe una invasión masiva de la arteria carótida un tumor con extensión inferior. Por tanto, hay que
interna, se puede plantear la colocación de una endopró- ser muy prudente en esta región, porque en ocasiones
tesis (cf infra). se puede producir una hemorragia venosa masiva por
En lo que respecta a la arteria vertebral, suele evitarse la ruptura del golfo yugular. Se controla (con dificultades)
embolización de las ramas intracraneales, debido al riesgo mediante un taponamiento con celulosa quirúrgica.
de reflujo hacia el tronco basilar. • Siempre se debe verificar la integridad de las celdi-
En cuando a la embolización in situ, sólo se propone llas precocleares situadas entre la cóclea y la carótida
en los paragangliomas que hayan recidivado después de interna, porque es la vía de extensión al ápex petroso.

8 EMC - Otorrinolaringología

Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Paragangliomas temporales  E – 20-248-A-10

Paragangliomas timpanomastoideos preoperatoria, infiltración tumoral de la vaina del


nervio, condiciones anatómicas difíciles, hemorragia
(tipo B) incontrolable, tumor gigante. En los demás casos, es inte-
Es útil realizar una embolización previa. La resección resante intentar una resección sin movilización nerviosa,
tumoral, realizada por vía endoaural o retroauricular, sabiendo que la resección (aunque sea subtotal) del tumor
puede obligar a fresar el macizo facial, las trabéculas óseas y el raspado de una osteítis tumoral pueden facilitar la
subfaciales o el compartimento infralaberíntico. irradiación secundaria de la zona operada.
El aspecto quirúrgico esencial que distingue este tipo
de intervención de la que se ha descrito para los estadios Golfo yugular y confluentes venosos
C es la preservación del piso óseo del conducto auditivo La resección de un paraganglioma originado en el techo
externo y, por tanto, del oído medio. Dicho de otro modo, del golfo yugular requiere que se controle en primer lugar
no se debe excluir el oído medio. el seno sigmoide o lateral. La operación se realiza por la
incisión de la pared sinusal, seguida del taponamiento
Paragangliomas yugulares, inmediato endoluminal con una gasa hemostática. La
única precaución importante es que el taponamiento no
yugulotimpánicos y yugulopetrosos debe sobrepasar la unión con el seno transverso, debido a
(tipo C) la proximidad de la desembocadura de la vena de Labbé,
La técnica estándar para este tipo de paragangliomas es cuya obstrucción puede tener consecuencias dramáticas.
la vía denominada infratemporal, descrita por U. Fisch, El control de la vena yugular interna se efectúa a con-
porque permite el acceso lateral directo del agujero yugu- tinuación mediante una simple ligadura en el cuello. La
lar [53] . Sus principales etapas son: abertura de la luz venosa expone el tejido tumoral que,
• una amplia incisión cervicorretroauricular; como dato destacado, invade la luz venosa de forma endo-
• la identificación y el control de los principales elemen- luminal a semejanza de un coágulo sanguíneo, es decir,
tos vasculonerviosos del cuello; sin infiltración de las paredes venosas (a excepción de la
• la desinserción del vientre posterior del músculo digás- cúpula).
trico de su ranura y su desplazamiento anterior; Un aspecto esencial es que el acceso del golfo y, por
• la localización y la colocación de un lazo vascular en el tanto, su exclusión, requieren la comprobación preo-
tronco del nervio facial en la celda parotídea; peratoria de la existencia de un buen retorno venoso
• la incisión total del conducto auditivo externo y su contralateral.
sutura inmediata;
• el sacrificio del hueso timpánico, del tímpano y del Arteria carótida interna
bloque incudomaleolar; Sus relaciones con el tumor, su contribución nutricia y
• el sacrificio del marco, el descenso del macizo facial y su grado de infiltración deben analizarse cuidadosamente
una mastoidectomía amplia con esqueletización de los mediante TC y angio-RM: la erosión del conducto óseo
senos lateral y sigmoide. intrapetroso, el estado de las paredes arteriales y la pre-
Este acceso cervicoauricular requiere que al final de la sencia de una estenosis luminal son tres parámetros que
intervención se realice la exclusión definitiva del oído deben precisarse siempre.
medio, por lo que provoca en la práctica una hipoacusia Su control intrapetroso requiere que se descienda la
de transmisión definitiva. pared ósea anterior del conducto auditivo externo, recha-
Las principales dificultades técnicas corresponden a los zar el cóndilo mandibular, e incluso fresar la raíz del
siguientes elementos. cigoma. Su control cervical obliga a la resección de la apó-
fisis estiloides, así como al sacrificio del IX. Si el peñasco
Nervio facial está poco neumatizado, el espacio de celdillas intercocleo-
Su posición dificulta el acceso lateral del agujero yugu- carotídeas está muy poco desarrollado en ocasiones y la
lar. exposición de la cara interna de la arteria carótida requiere
Su transposición anterior es uno de los tiempos esen- a veces el sacrificio de la cóclea.
ciales de la vía infratemporal codificada por U. Fisch [53] . La disección adventicial iniciada en la región cervical
Consiste en realizar un fresado prudente de la cubierta alta se puede continuar a lo largo de las porciones ver-
ósea del nervio facial, tras lo que se extrae del conducto tical y horizontal. Es frecuente observar una hemorragia
de Falopio, desde el ganglio geniculado hasta el agujero al nivel del codo, debido a una lesión no del eje arterial
estilomastoideo, seguido de su transposición hacia la glán- principal, sino de su rama carotidotubárica, por lo que
dula parótida. el control mediante un simple taponamiento suele ser
Esto permite una exposición muy satisfactoria de la cara suficiente.
externa del agujero yugular, pero provoca, por desgra- Si existe una invasión masiva de la arteria carótida
cia, un cierto número de parálisis faciales postoperatorias, interna en su trayecto intrapetroso (tipos C2, C3 o C4),
a pesar de la monitorización peroperatoria [83, 84] , debido la actitud depende generalmente de los resultados de la
sobre todo a la desvascularización relacionada con la prueba de oclusión.
interrupción de la irrigación arterial o del retorno venoso. • Si se tolera mal, es más sensato optar por la radioterapia,
Se han propuesto varias «modificaciones» técnicas [85, 86] : en ocasiones con una resección previa deliberadamente
desplazamiento «en bloque» de la tercera porción del VII incompleta, permaneciendo a distancia de la carótida
con el bloque fibroso del conducto estilomastoideo o con interna.
el vientre posterior del músculo digástrico, recolocación • Si se tolera bien, lo más fácil es, naturalmente, excluir el
del VII al final de la intervención, desviación parcial úni- eje arterial mediante embolización con coils (cf supra)
camente de la tercera porción. unos días antes de la cirugía [88, 89] .
A pesar de estos perfeccionamientos, la posibilidad Otra solución consiste en la colocación de una endo-
siempre presente de una parálisis facial ha hecho que prótesis de refuerzo de las paredes arteriales que permita
muchos autores defiendan que no se movilice el VII [83, 87] , su disección los más cercana posible [90] . Esta técnica es
con esqueletización de la tercera porción de su conducto atractiva, pero conlleva algunos problemas técnicos.
óseo y un acceso posteroinferior por mastoidectomía infe- Se pueden utilizar dos tipos de endoprótesis: la endo-
rior e hipotimpanotomía. prótesis mallada o abierta, que es la más frecuente y
Es indudable que la transposición del VII conserva que suele utilizarse en el tratamiento de las estenosis
en la actualidad indicaciones indiscutibles: osteólisis de carotídeas no tumorales, y la endoprótesis recubierta o
la tercera porción del conducto de Falopio, parálisis stent graft, compuesta por una capa intermedia de Dacron

EMC - Otorrinolaringología 9
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
E – 20-248-A-10  Paragangliomas temporales

Se han descrito muchas variantes de esta técnica. Su


análisis sugiere más una cuestión de eponimia que de
auténtica novedad, como lo refleja la lista de sus deno-
minaciones anglosajonas: supracondylar, extreme lateral
cranio-facial, extreme far lateral trans-condylar, infra-petrosal
approach, etc. [28] .

Nervios mixtos
Constituyen una de las principales dificultades de la
resección quirúrgica, porque su lesión durante la cirugía
suele conllevar secuelas neurológicas, cuya aceptación es
peor en la medida que la invasión de los nervios implica-
dos no siempre tiene una expresión clínica preoperatoria.
El desarrollo de la monitorización peroperatoria del X
puede facilitar su preservación.
Figura 8. Vista posteroinferior del agujero yugular tras el sacri-
ficio de la apófisis transversa de C1. Este acceso yuxtacondilar Paragangliomas yugulointracraneales
mejora considerablemente la visión sobre el agujero yugular. Por
encima del agujero, se observa la tercera porción timpánica ósea (tipo D)
del conducto de Falopio, el conducto estilomastoideo y el facial Se pueden encontrar dos situaciones.
intraparotídeo. • Si existe una extensión extradural, es relativamente
fácil separar el tumor de la meninge, al menos hasta
revestida en ambas caras por una capa mallada. Este
el conducto auditivo interno. Más allá de esa zona, la
último tipo está indicado cuando el tumor recibe una
continuación de la disección hasta la punta del peñasco
irrigación masiva de la arteria carótida interna, porque
sólo puede realizarse correctamente por el acceso lateral
es el único que puede obturar los orificios de los pedícu-
infratemporal de tipo A o B.
los arteriales. Con independencia de la dificultad de su
• Si existe una extensión intradural, la duramadre se abre
colocación en un segmento arterial acodado y debilitado
a distancia del tumor y se expone la cara posterior del
por la infiltración tumoral, es indispensable administrar
paraganglioma. La disección del pedículo acusticofacial
un tratamiento antiagregante de por vida, debido a su
y de los nervios mixtos siempre es complicada. Una vez
mayor riesgo trombógeno, sobre todo en las endoprótesis
realizada la resección neuroquirúrgica, se plantea el pro-
recubiertas.
blema de la hermeticidad del cierre dural y, por tanto, de
A largo plazo, el riesgo de trombosis secundaria es
una intervención en uno o en dos tiempos. La mayoría
elevado, favorecido en ocasiones por la hiperplasia mioin-
de los autores recomiendan esta segunda opción para
timal, es decir, por la colonización progresiva de la luz del
limitar el riesgo de meningocele cervical o de fístula de
injerto por las células musculares de la pared arterial que
líquido cefalorraquídeo y, por tanto, de meningitis [92] .
proliferan debido a una reacción contra el cuerpo extraño
Sin embargo, algunos autores optan por realizar en pri-
y constituyen progresivamente una auténtica «cicatriz
mer lugar la resección de la porción petrosa, y otros, la
queloide» obstructiva de la pared arterial.
de la porción intradural.

Cóclea
Complicaciones de la cirugía
Se debe sacrificar en tres circunstancias:
• cuando está invadida; Las amplias resecciones que pueden realizarse en la
• cuando «se asienta» sobre la cúpula del golfo yugular, actualidad gracias a los progresos de la microcirugía se
impidiendo su control; acompañan de una tasa no despreciable de complicacio-
• cuando existe un peñasco muy ebúrneo y contacta con nes peri y postoperatorias. Además de la parálisis facial ya
el eje carotídeo, impidiendo el acceso al ápex petroso. citada, hay que destacar la gravedad de las secuelas relacio-
nadas con la afectación de los nervios mixtos, dominadas
por la disfonía y, sobre todo, los trastornos de la deglución,
Agujero rasgado y seno cavernoso con tos, broncoaspiraciones y neumopatías.
Su acceso sólo es necesario para los rarísimos para- Las otras complicaciones nerviosas son menos gra-
gangliomas de tipo C4. Dicho acceso constituye las vías ves: síndrome de Claude-Bernard-Horner, parálisis de una
infratemporales de tipos B y C [53] . La complejidad tanto hemilengua, hipoacusia o bien meningitis si se ha abierto
del procedimiento como del postoperatorio suscita el pro- la duramadre.
blema de la justificación de la intervención quirúrgica. Asimismo, las complicaciones vasculares son graves,
e incluso vitales, pero son infrecuentes. Una de ellas
debe destacarse: la hipertensión intracraneal con o sin
Acceso posteroinferior y yuxtancondilar ceguera [93] . Puede observarse después de la oclusión del
(Fig. 8) golfo yugular cuando el seno contralateral o las venas
Este acceso consiste en una mastoidectomía amplia, con vertebrales homolaterales no permiten un drenaje venoso
resección de la punta y fresado de las celdillas subfaciales, eficaz.
que se asocia a los primeros tiempos del acceso del agujero Esta complicación, por fortuna excepcional, requiere
magno, es decir, la resección de la apófisis transversa de una evaluación preoperatoria sistemática del retorno
C1 y la exposición de la arteria vertebral [91] . venoso.
Ofrece una exposición muy satisfactoria de las caras
inferior y posterior del golfo yugular y permite el acceso
de la fosa posterior (vías transmastoideas infralaberíntica  Radioterapia
y transigmoidea).
Cuando se asocia a los primeros tiempos del acceso En la actualidad, se ha convertido en una opción
infratemporal (pero sin transposición nerviosa), permite terapéutica ineludible por cuatro razones esenciales: la
con mucha frecuencia el control satisfactorio de todos los iatrogenia quirúrgica cada vez menos aceptable para un
territorios invadidos por el paraganglioma. tumor benigno, el concepto cada vez más arraigado de la

10 EMC - Otorrinolaringología

Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Paragangliomas temporales  E – 20-248-A-10

calidad de vida, el mejor conocimiento de la historia natu- [3] Guild SR. A hitherto unrecognized structure, the glomus jugu-
ral del tumor y los resultados aparentemente excelentes a laris, in man. Anat Rec 1941;79:28.
medio y a largo plazo de la radioterapia. [4] Pearse AG. The cytochemistry and ultrastructure of polypep-
Hoy en día, se basa en la radioterapia confor- tide hormone-producing cells of the APUD series and the
macional con modulación de intensidad (RCMI) o embryologic, physiologic and pathologic implications of the
intensity-modulated radiation therapy (IMRT) en inglés, concept. J Histochem Cytochem 1969;17:303–13.
adaptando la intensidad administrada a la forma y al [5] Rosenwasser H. Carotid body tumor of the middle ear and
volumen tumorales, y en la tomoterapia, con adminis- mastoid. Arch Otolaryngol 1945;41:64–7.
tración de una irradiación helicoidal adaptada en tiempo [6] Winship T, Klopp CT, Jenkins WH. Glomus jugularis tumors.
Cancer 1948;1:441–8.
real al volumen diana, lo que limita los efectos secun-
[7] Marshall RB, Horn RC. Nonchromaffin paraganglioma. Can-
darios, a la vez que garantiza un control tumoral del
cer 1961;14:779–87.
90-100% [94] .
[8] Guild SR. The glomus jugulare, a nonchromaffin paraganglion
La irradiación estereotáxica por fuente única (Linac o in man. Ann Otol Rhinol Laryngol 1953;62:1045–71.
CyberKnife) o múltiple (Gamma Knife), realizada en una [9] Jansen JC, van der Berg R, Kuiper A, van der Mey AG,
única sesión (Gamma Knife o Linac) o en varias sesiones Zwinderman AH, Cornelisse CJ. Estimation of growth rate
(Linac y CyberKnife), obtiene una buena tasa de control in patients with head and neck paragangliomas influences the
tumoral y sintomático, que es, respectivamente del 71- treatment proposal. Cancer 2000;88:2811–6.
100% y del 88-100% con una morbilidad muy inferior a la [10] Burnichon N, Briere JJ, Libe R, Vescovo L, Riviere J, Tissier F,
cirugía [95, 96] , aunque esta modalidad de irradiación este- et al. SDHA is a tumor suppressor gene causing paraganglioma.
reotáxica sólo se emplea en los paragangliomas menores Hum Mol Genet 2010;19:3011–20.
de 3 cm de diámetro, residuales o que hayan recidivado [11] Lamberts SW, Bakker WH, Reubi JC. Somatostatin-receptor
tras la cirugía. imaging in the localization of endocrine tumors. N Engl J Med
Otro argumento que debe recordarse es el de la malig- 1990;323:1246–9.
nización asociada a la radioterapia. Este riesgo, que puede [12] Reubi JC, Waser B, Schaer JC, Laissue JA. Somatostatin recep-
consistir en la transformación maligna del resto tumo- tor SST1-SST5 expression in normal ans neoplasic human
ral o en la malignización de los tejidos sanos irradiados, tissues using receptor autoradiography with subtype-selective
parece ser bajo, oscilando del 0,28% a 1/2.000 y siempre ligands. Eur J Nucl Med 2001;28:836–46.
es discutible y discutido. Se debe sopesar frente al riesgo [13] Baysal BE, Ferrell RE, Willett-Brozick JE, Lawrence EC,
Myssiorek D, Bosch A, et al. Mutations in SDHD, a mitochon-
mucho más seguro de las afectaciones neurológicas y de
drial complex II gene, in hereditary paraganglioma. Science
las complicaciones secundarias a la progresión tumoral.
2000;287:848–51.
[14] Neumann HP, Bausch B, McWhinney SR, Freiburg-Warsaw-
Colombus Pheochromocytoma Study Group. Germ-line
 Indicaciones mutations in non syndromic pheochromocytoma. N Engl J Med
2002;346:1459–66.
[15] Sykes JM, Ossoff RH. Paragangliomas of the head and neck.
Aunque el tratamiento quirúrgico de un paraganglioma Otolaryngol Clin North Am 1986;19:755–67.
timpánico puro no suscita controversias, el de un para- [16] Batsakis JG. Paragangliomas of the head and neck. En: Tumors
ganglioma yugular depende, esquemáticamente, de varios of the head and neck: clinical and pathological considerations.
parámetros [97] : edad y contexto del paciente, historia Baltimore: Williams and Wilkins; 1979369–80.
natural y tamaño del tumor, presencia de síntomas, con- [17] Radhakrishnan K, Bohnen I, Kurland LT. Epidemiology of
sentimiento informado. brain tumors. En: Morantz RA, Walsh JW, editores. Brain
Por tanto, el tratamiento de todos los paragangliomas tumors. A comprehensive text. New York: Marcel Dekker; 1993
yugulares siempre debe ser individualizado. De forma [p. 1-33, 264-6].
esquemática, pueden adoptarse cuatro estrategias: [18] Hensen EF, Siemers MD, Jansen JC, Corssmit EP, Romijn JA,
• El seguimiento radiológico: debe ser frecuente y es la Tops CM, et al. Mutations in SDHD are the major determi-
alternativa de elección en los paragangliomas asinto- nants of the clinical characteristics of Dutch head and neck
máticos, poco extensos, en pacientes ancianos o, por el paraganglioma patients. Clin Endocrinol 2011;75:650–5.
contrario, muy jóvenes. [19] Wasserman PG, Savargaonkar P. Paragangliomas: classifica-
• La cirugía, que es lógica en una o varias de estas tion, pathology, and differential diagnosis. Otolaryngol Clin
situaciones: pacientes jóvenes, afectación preoperato- North Am 2001;34:845–62.
ria del nervio facial o de los nervios mixtos, extensión [20] Boedeker CC, Erlic Z, Richard S, Kontny U, Gimenez-
Roqueplo AP, Cascon A, et al. Head and neck paragangliomas
intracraneal, recidiva después de la radioterapia, exten-
in von Hippel-Lindau disease and multiples endocrine neopla-
sión petroclival importante con invasión de la carótida sia type 2. J Clin Endocrinol Metab 2009;94:1938–44.
interna y buena tolerabilidad de la prueba de pinza- [21] Hensen EF. Head and neck paragangliomas. Genetics, here-
miento. dity and clinical characteristics. [thesis]. Université de Leiden;
• La radioterapia: está justificada como tratamiento pri- 2012 [190p].
mario en pacientes a partir de 60 años, si existen [22] Selak MA, Armour SM, MacKenzie ED, Boulahbel H, Watson
contraindicaciones médicas o personales, en los tumo- DG, Mansfield KD, et al. Succinate links TCA cycle dysfunc-
res inoperables o bilaterales, cuando hay invasión de la tion to oncogenesis by inhibiting HIF-alpha propl hydroxylase.
carótida interna con mala tolerabilidad de la prueba de Cancer Cell 2005;7:77–85.
pinzamiento, en caso de retorno venoso homolateral [23] Pollard PJ, Briere JJ, Alam NA. Accumulation of Krebs cycle
único o contralateral deficiente y ante la ausencia de intermediates and over-expression of HIF1alpha in tumours
cualquier déficit neurológico preoperatorio. which result from germline FH and SDH mutations. Hum Mol
• La cirugía subtotal y la radioterapia complementaria: Genet 2005;14:2231–9.
esta actitud, criticada durante mucho tiempo, se reco- [24] Favier J, Plouin PF, Corvol P, Gasc JM. Angiogenesis and vas-
mienda en la actualidad por parte de muchos autores. cular architecture in pheochromocytomas: distinctive traits in
malignant tumors. Am J Pathol 2002;161:1235–46.
[25] Gimenez-Roqueplo AP, Favier J, Rustin P, Rieubland C, Cres-
pin M, Nau V, et al. Mutations in the SDHB gene are associated
 Bibliografía with extra-adrenal and/or malignant phaeochromocytomas.
Cancer Res 2003;63:5615–21.
[1] Delellis RA, Lloyd RV, Heitz PU, Eng C. Pathology and gene- [26] Van der Mey AG, Maaswinkel-Mooy PD, Cornelisse CJ, Sch-
tics of tumors of endocrine organs. Lyon: JARC Press; 2004. midt PH, van de Kamp JJ. Genomic imprinting in hereditary
[2] Lack EE. Tumors of the adrenal glands and extraadrenal para- glomus tumours: evidence for new genetic theory. Lancet
ganglia. Silver Spring: ARP Press; 2007. 1989;2:1291–4.

EMC - Otorrinolaringología 11
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
E – 20-248-A-10  Paragangliomas temporales

[27] Tran Ba Huy P, Duet M. Les Paragangliomes tympaniques [48] Maurice JB, Troke R, Win Z, Ramachandran R, Al-Nahhas
et jugulaires. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Oto-rhino- A, Naji M, et al. A comparison of the performance of (68 )Ga-
laryngologie, 20-248-A-10, 2003 : 17 p. DOTATATE PET/CT and (123 )I-MIBG SPECT in the diagnosis
[28] Tran Ba Huy P, Duet M, Sauvaget E. Les Paragangliomes and follow-up of phaeochromocytoma and paraganglioma. Eur
temporaux. Monographie Amplifon 2012. J Nucl Med Mol Imaging 2012;39:1266–70.
[29] Ito Y, Fujimoto Y, Obara T. The role of epinephrine, [49] Gimenez-Roqueplo AP, Burnichon N, Amar L, Favier J, Jeu-
norepinephrine, and dopamine in blood pressure distur- nemaitre X, Plouin P. Recent advances in the genetics of
bances in patients with pheochromocytoma. World J Surg phaeochromocytoma and functional paraganglioma. Clin Exp
1992;16:759–63. Pharmacol Physiol 2008;35:376–9.
[30] Eisenhofer G, Goldstein DS, Sullivan P. Biochemical and cli- [50] Offergeld C, Brase C, Yaremchuk S, Mader I, Rischke HC,
nical manifestations of dopamine-producing paragangliomas: Gläsker S, et al. Head and neck paragangliomas: clinical
utility of plasma methoxytyramine. J Clin Endocrinol Metab and molecular genetic classification. Clinics 2012;67(Suppl.
2005;90:2068–75. 1):19–28.
[31] Eisenhofer G, Rivers G, Rosas AL, Quezado Z, Manger WM, [51] Oosterwijk JC, Jansen JC, van Schothorst EM, Oosterhof
Pacak K. Adverse drug reactions in patients with phaeoch- AW, Devilee P, Bakker E, et al. First experiences with
romocytoma. incidence, prevention and management. Drug genetic counselling based on predictive DNA diagnosis in
Safety 2007;30:1031–62. hereditary glomus tumours (paragangliomas). J Med Genet
[32] Xeridat F, Vidal V, Puech JB, Gariboldi V, Kerbaul F. A rare 1996;33:379–83.
cause of cardiogenic shock treated by extracorporeal life sup- [52] Buffet A, Venisse A, Nau V, Roncellin I, Boccio V, Le
port: catecholamine secreting paraganglioma. Ann Fr Anesth Pottier N, et al. A decade (2001-2010) of genetic testing
Reanim 2011;30:363–5. for pheochromocytoma and paraganglioma. Horm Metab Res
[33] Pacak K, Eisenhofer G, Ahlman H, Bornstein SR, Gimenez- 2012;44:359–66.
Roqueplo AP, Grossman AB, et al. Pheochromocytoma: [53] Fisch U, Mattox D. Infratemporal fossa approach type A.
recommendations for clinical practice from the First Interna- En: Microsurgery of the skull base. Stuttgart: Thieme;
tional Symposium. October 2005. Nat Clin Pract Endocrinol 1998135–281.
Metab 2007;3:92–102. [54] Lee JH, Barich F, Karnell LH, Robinson RA, Zhen WK, Gantz
[34] Christensen TT, Frystyk J, Poulsen PL. Comparison of plasma BJ, et al. National cancer data base report on malignant para-
metanephrines measured by a commercial immunoassay and gangliomas of the HN. Cancer 2002;94:730–7.
urinary catecholamines in the diagnosis of pheochromocy- [55] Brewis C, Bottrill ID, Wharton SB, Moffat DA. Metas-
toma. Scand J Clin Lab Invest 2011;71:695–700. tases from glomus jugular tumours. J Laryngol Otol
[35] Christie A, Teasdale E. A comparative review of multidetector 2000;114:17–23.
CT angiography and MRI in the diagnosis of jugular foramen [56] Ayala-Ramirez M, Feng L, Johnson MM, Ejaz S, Habra MA,
lesions. Clin Radiol 2010;65:213–7. Rich T, et al. Clinical risk factors for malignancy and overall
[36] Mafee MF, Raofi B, Kumar A, Muscato C. Glomus faciale, glo- survival in patients with pheochromocytomas and sympathe-
mus jugulare, glomus tymanicum, glomus vagale, carotid body tic paragangliomas: primary tumor size and primary tumor
tumors and simulating lesions. Role of MR imaging. Radiol location as prognostic indicators. J Clin Endocrinol Metab
Clin North Am 2000;38:1059–76. 2011;96:717–25.
[37] Van den Berg R. Imaging and management of head and neck [57] Amar L, Bertherat J, Baudin E. Genetic testing in pheo-
paragangliomas. Eur Radiol 2005;15:1310–8. chromocytoma or functional paraganglioma. J Clin Oncol
[38] Vogl TJ, Bisdas S. Differential diagnosis of jugular foramen 2005;23:8812–8.
lesions. Skull Base 2009;19:3–16. [58] Boedeker CC, Neumann HP, Maier W, Bausch B, Schip-
[39] Kwekkeboom DJ, Van Urk H, Pauw BK, Lamberts SW, Kooij per J, Ridder GJ. Malignant head and neck paragangliomas
PP, Hoogma RP, Krenning EP. Octreotide scintigraphy for the in SDHB mutation carriers. Otolaryngol Head Neck Surg
detection of paragangliomas. J Nucl Med 1993;34:873–8. 2007;137:126–9.
[40] Duet M, Sauvaget E, Petelle B, Rizzo N, Guichard JP, Wassef [59] Plouin PF, Fitzgerald P, Rich T, Ayala-Ramirez M, Perrier
M, et al. Clinical impact of somatostatin receptor scintigraphy ND, Baudin E, et al. Metastatic pheochromocytoma and
in the management of paraganglioma of the head and neck. J paraganglioma: focus on therapeutics. Horm Metab Res
Nucl Med 2003;44:1767–74. 2012;44:390–9.
[41] Koopmans KP, Jager PL, Kema IP, Kerstens MN, Albers [60] Havekes B, Corssmit EP, Jansen JC, Van der Mey AG, Vriends
F, Dullaart RP. 111 In-octreotide is superior to 123 I- AH, Romijn JA. Malignant paragangliomas associated with
metaiodobenzylguanidine for scintigraphic detection of head mutations in the succinate déhydrogénase D gene. J Clin Endo-
and neck paragangliomas. J Nucl Med 2008;49:1232–7. crinol Metab 2007;92:1245–8.
[42] Van Gils AP, Falke TH, Van Erkel AR, Arndt JW, Sandler MP, [61] Mediouni A, Ammari S, Wassef M, Herman P, Gimenez-
Van der Mey AG, Hoogma RP. MR imaging and MIBG scin- Roqueplo AP, Laredo JD, Tran Ba Huy P, et al. Natural
tigraphy of pheochromocytomas and extraadrenal functioning history of malignant head and neck paragangliomas: compa-
paragangliomas. Radiographics 1991;11:37–57. rison of malignant and non malignant cases. J Neurol Surg B
[43] Virotta G, Medolago G, Zappone C, Moschini L, Torre L, Maz- 2012;73:A393.
zoni A, et al. Meta-[123 I]iodobenzylguanidine single photon [62] Duet M, Herman P, Wassef M, Tran Ba Huy P, Laredo JC.
emission computed tomography in chemodectomas. Q J Nucl Bone metastases from HN paragangliomas: uncommon condi-
Med 1995;39(4 Suppl. 1):9–12. tion – Report of three cases. J Magn Reson Imaging 2006;24:
[44] Hoegerle S, Nitzsche E, Altehoefer C, Ghanem N, Manz T, 428–33.
Brink I, et al. Pheochromocytomas: detection with 18 F DOPA [63] Timmers HJ, Kozupa A, Chen CC, Carrasquillo JA, Ling
whole body PET-initial results. Radiology 2002;222:507–12. A, Eisenhofer G, et al. Superiority of fluorodeoxyglucose
[45] Treglia G, Cocciolillo F, de Waure C, Di Nardo F, Gualano positron emission tomography to other functional imaging
MR, Castaldi P, et al. Diagnostic performance of (18 )F- techniques in the evaluation of metastatic SDHB-associated
dihydroxyphenylalanine positron emission tomography in pheochromocytoma and paraganglioma. J Clin Oncol 2007;25:
patients with paraganglioma: a meta-analysis. Eur J Nucl Med 2262–9.
Mol Imaging 2012;39:1144–53. [64] Havekes B, Lai EW, Corssmit EP, Romijn JA, Timmers HJ,
[46] Fottner C, Helisch A, Anlauf M, Rossmann H, Musholt TJ, Pacak K. Detection and treatment of pheochromocytomas
Kreft A, et al. 6-18 F-fluoro-L-dihydroxyphenylalanine positron and paragangliomas: current standing of MIBG scintigraphy
emission tomography is superior to 123 I-metaiodobenzyl- and future role of PET imaging. J Nucl Med Mol Imaging
guanidine scintigraphy in the detection of extraadrenal and 2008;52:419–29.
hereditary pheochromocytomas and paragangliomas: correla- [65] Zelinka T, Timmers HJ, Kozupa A, Chen CC, Carrasquillo
tion with vesicular monoamine transporter expression. J Clin JA, Reynolds JC, et al. Role of positron emission tomography
Endocrinol Metab 2010;95:2800–10. and bone scintigraphy in the evaluation of bone involve-
[47] Naji M, Zhao C, Welsh SJ, Meades R, Win Z, Ferrarese ment in metastatic pheochromocytoma and paraganglioma:
A, et al. 68 Ga-DOTA-TATE PET vs 123 MIBG in identifying specific implications for succinate déhydrogénase enzyme
malignant neural crest tumours. Mol Imaging Biol 2011;13: subunit B gene mutations. Endocr Relat Cancer 2008;15:
769–75. 311–23.

12 EMC - Otorrinolaringología

Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.
Paragangliomas temporales  E – 20-248-A-10

[66] Mamede M, Carrasquillo JA, Chen CC, Del Corral P, Whatley [80] Connors 3rd JJ, Wojak JC. Interventional neuroradiology. Stra-
M, Ilias I, Ayala A, Pacak K. Discordant localization of 2-[18 F]- tegies and practical techniques. Philadelphia: WB Saunders;
fluoro-2-deoxy-D-glucose in 6-[18 F]-fluorodopamine- and 2003.
[(123 )I]-metaiodobenzylguanidine-negative metastatic pheoch- [81] Vasquez Anon V, Aymard A, Gobin YP, Casasco A, Rüffenacht
romocytoma sites. Nucl Med Commun 2006;1:31–6. D, Khayata MH, et al. Balloon occlusion of the internal carotid
[67] Eisenhofer G, Lenders JW, Siegert G, Bornstein SR, Friberg artery in 40 cases of giant intracavernous aneuvrysm: techni-
P, Milosevic D, et al. Plasma methoxytyramine: a novel bio- cal aspects, cerebral monitoring and results. Neuroradiology
marker of metastatic pheochromocytoma and paraganglioma 1992;34:245–51.
in relation to established risk factors of tumour size, location [82] Casasco A, Houdart E, Jhaveri HS, Herbreteau D, Aymard A,
and SDHB mutation status. Eur J Cancer 2012;48:1739–49. George B, et al. Percutaneous direct embolization of head and
[68] White BD, Stirling AJ, Paterson E, Asquith-Coe K, Melder A. neck vascular tumors. En: Connors 3rd JJ, Merland JJ, Wojak
Diagnosis and management of patients at risk of or with metas- JC, editores. Interventional neuroradiology - strategies and
tatic spinal cord compression: summary of NICE guidance. Br practical techniques.. Philadelphia: Saunders WB; 1997.
Med J 2008;337:a2538. [83] Tran Ba Huy P, Chao PZ, Benmansour F, George B. Long-term
[69] Wilkinson AN, Viola R, Brundage MD. Managing skele- oncological results in 47 cases of jugular paraganglioma sur-
tal related events resulting from bone metastases. Br Med J gery with special emphasis on the facial nerve issue. J Laryngol
2008;337:a2041. Otol 2001;115:981–7.
[70] Chrisoulidou A, Kaltsas G, Ilias I, Grossman AB. The diagno- [84] Selesnick SH, Abraham MT, Carew JF. Rerouting of the intra-
sis and management of malignant phaeochromocytoma and temporal facial nerve: an analysis of the literature. Am J Otol
paraganglioma. Endocr Relat Cancer 2007;14:569–85. 1996;17:793–805.
[71] Loh KC, Fitzgerald PA, Matthay KK, Yeo PP, Price [85] Leonetti JP, Brackmann DE, Prass RL. Improved preservation
DC. The treatment of malignant pheochromocytoma with of facial nerve function in the infratemporal approach to the
iodine-131 metaiodobenzylguanidine (131 I-MIBG): a compre- skull base. Otolaryngol Head Neck Surg 1989;101:74–8.
hensive review of 116 reported patients. J Endocrinol Invest [86] Brackmann DE. The facial nerve in the infratemporal approach.
1997;20:648–58. Otolaryngol Head Neck Surg 1987;97:15–7.
[72] Fitzgerald PA, Goldsby RE, Huberty JP, Price DC, Haw- [87] Pensak ML, Jackler RK. Removal of jugular foramen tumors;
kins RA, Veatch JJ, et al. Malignant pheochromocytomas and the fallopian bridge technique. Otolaryngol Head Neck Surg
paragangliomas: a phase II study of therapy with high-dose 1997;117:586–91.
131
I-metaiodobenzylguanidine (131I-MIBG). Ann N Y Acad [88] Niimi Y, Berenstein A, Setton A, Kupersmith MJ. Occlusion
Sci 2006;1073:465–90. of the internal carotid artery based on a simple tolerance test.
[73] Rose B, Matthay KK, Price D, Huberty J, Klencke B, Norton Intervent Neuroradiol 1996;2:289–96.
JA, Fitzgerald PA. High-dose 131 I-metaiodobenzylguanidine [89] Zane RS, Aeschbacher P, Moll C, Fisch U. Carotid occlu-
therapy for 12 patients with malignant pheochromocytoma. sion without reconstruction: a safe surgical option in selected
Cancer 2003;98:239–48. patients. Am J Otol 1995;16:353–9.
[74] Ayala-Ramirez M, Feng L, Habra MA, Rich T, Dickson PV, [90] Sanna M, Piazza P, De Donato G, Menozzi R, Falcioni M.
Perrier N, et al. Clinical benefits of systemic chemotherapy for Combined endovascular-surgical management of the internal
patients with metastatic pheochromocytomas or sympathetic carotid artery in complex tympanojugular paragangliomas.
extra-adrenal paragangliomas: insights from the largest single- Skull Base 2009;19:26–42.
institutional experience. Cancer 2012;118:2804–12. [91] George B, Lot G, Tran Ba Huy P. The juxtacondylar approach
[75] Huang H, Abraham J, Hung E, Averbuch S, Merino M, to the jugular foramen (without bone drilling). Surg Neurol
Steinberg SM, et al. Treatment of malignant pheochromocy- 1995;44:279–84.
toma/paraganglioma with cyclophosphamide, vincristine, and [92] Patel SJ, Sekhar LN, Cass SP, Hirsch BE. Combined approa-
dacarbazine: recommendation from a 22-year follow-up of ches for resection of extensive glomus jugular tumors. J
18 patients. Cancer 2008;113:2020–8. Neurosurg 1994;80:1026–38.
[76] Patel SR, Winchester DJ, Benjamin RS. A 15-year experience [93] Tran Ba Huy P, Duet M, Abulizi M, Crassard I, Guichard JP,
with chemotherapy of patients with paraganglioma. Cancer Herman P. Skull base paraganglioma and intracranial hyper-
1995;76:1476–80. tension. Arch Otolaryngol Head Neck Surg 2010;136:91–4.
[77] Gross DJ, Munter G, Bitan M, Siegal T, Gabizon A, Weitzen [94] Mazeron JJ, Valéry CA, Boisserie G, Cornu P. Radiosurgery
R, et al. The role of imatinib mesylate (Glivec) for treatment history. Cancer Radiother 2012;16(Suppl.):S2–4.
of patients with malignant endocrine tumors positive for c-kit [95] Chen PG, Nguyen JH, Payne SC, Sheehan JP, Hashiaki GT.
or PDGF-R. Endocr Relat Cancer 2006;13:535–40. Treatment of glomus jugular tumors with gamma knife radio-
[78] Zielke A, Middeke M, Hoffmann S, Colombo-Benkmann M, surgery. Laryngoscope 2010;120:1856–62.
Barth P, Hassan I, et al. VEGF-mediated angiogenesis of human [96] Wegner RE, Rodriguez KD, Heron DE, Hirsch BE, Ferris
pheochromocytomas is associated to malignancy and inhibi- RL, Burton SA. Linac-based stereotactic body radiation the-
ted by anti-VEGF antibodies in experimental tumors. Surgery rapy for treatment of glomus jugulare tumors. Radiother Oncol
2002;132:1056–63 [discussion 1063]. 2010;97:395–8.
[79] Joshua AM, Ezzat S, Asa SL, Evans A, Broom R, Freeman [97] Tran Ba Huy P, Kania R, Duet M, Dessard-Diana B, Maze-
M, et al. Rationale and evidence for sunitinib in the treat- ron JJ, Benhamed R. Evolving concepts in the management
ment of malignant paraganglioma/pheochromocytoma. J Clin of jugular paraganglioma: a comparison of radiotherapy and
Endocrinol Metab 2009;94:5–9. surgery in 88 cases. Skull Base 2009;19:83–91.

P. Tran Ba Huy, Ancien chef de service ORL, membre de l’académie nationale de médecine (patrice.tran-ba-huy@lrb.aphp.fr).
M. Duet.
Service de médecine nucléaire, Hôpital Lariboisière, 2, rue Ambroise-Paré, 75010 Paris, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo: Tran Ba Huy P, Duet M. Paragangliomas temporales. EMC -
Otorrinolaringología 2015;44(2):1-13 [Artículo E – 20-248-A-10].

Disponibles en www.em-consulte.com/es
Algoritmos Ilustraciones Videos/ Aspectos Información Informaciones Auto- Caso
complementarias Animaciones legales al paciente complementarias evaluación clinico

EMC - Otorrinolaringología 13
Descargado para Anonymous User (n/a) en Universidad Austral De Chile de ClinicalKey.es por Elsevier en agosto 28, 2018.
Para uso personal exclusivamente. No se permiten otros usos sin autorización. Copyright ©2018. Elsevier Inc. Todos los derechos reservados.

También podría gustarte