Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Al Examen físico. FC: 68 Lxm FR 16 Rxm TA: 130/86 mmhg. T°: 37.5 °c
Neurológico: Activo, vigil, orientado en los 3 planos, pupilas isocoricas normoreactivas a la luz,
FMG: V/V pts. ROT. Sin déficit motor ni sensitivo, sin signos de HEC, ni cerebelosos, ni
meníngeos. Con afectación del II Nervio Craneal izquierdo.
Antecedentes Familiares:
Niega HTA, DM, Asma, Epilepsia, Niega Alergia Medicamentosa, Niega Traumáticos.
ADO
NEUROC
IRUGIA
ADO
NEUROC
El término Tumor de Hipófisis, agrupa a una serie de patologías misceláneas
de IRUGIA
la silla turca, cuyo representante más frecuente e importante es
el Adenoma Hipofisiario. Para efectos de esta monografía nos
concentraremos en este último ya que representa el 90% de las lesiones
selares 1 y discutiremos en el apartado de diagnósticos diferenciales el resto
de las lesiones.
EPIDEMIOLOGÍA
PATOGENIA
En IRUGIA
forma ocasional, 4-5% de los casos, los adenomas hipofisiarios pueden
presentarse en un contexto de enfermedad familiar. Los síndromes clínicos
más reconocidos son la Neoplasia endocrina múltiples tipo I (NEM-1),
Complejo de Carney y los Adenomas Pituitarios Familiares Aislados
(FIPA) 5.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
un ADO
macroadenoma no funcionante, la hiperprolactinemia no supera los
200ng/dl. Por lo tanto, los síntomas de compresión y relacionado con la
NEUROC
disminución de las hormonas son: amenorrea en las mujeres, baja de la
IRUGIA
líbido, cansancio, fatigabilidad, intolerancia al frío. En el caso de la
hiperprolactinemia, el efecto es amenorrea y galactorrea en las mujeres y en
lo hombres produce hipogonadismo debido a la inhibición de la liberación de
la GnRH en el hipotálamo.
ADO
NEUROC
IRUGIA
FIGURA 1.
(0,41MB).
LosNEUROC
diagnósticos diferenciales más importantes son dentro de las lesiones de
la silla turca 15:
IRUGIA
Craneofaringioma
FIGURA 2.
Lesión hipointensa en la secuencia T1 con gadolinio que desplaza la glándula hipófisis contra el
piso de la silla turca.
(0,13MB).
ADO
NEUROC
IRUGIA
FIGURA 3A.
En la secuencia en T1 con gadolinio destaca que la glándula está desplazada a caudal. La lesión
con el gadolinio tiene una captación heterogénea en la secuencia T1.
(0,09MB).
FIGURA 3B.
(0,09MB).
Meningioma (Figura 4)
ADO
NEUROC
IRUGIA
FIGURA 4.
Se observa lesión selar y supraselar que desplaza la glándula hacia inferior. Nótese el realiza de
la duramadre del clivus (cola dural).
(0,1MB).
ADO
NEUROC
IRUGIA
FIGURA 5A.
Se observa aumento difuso del contenido de la silla turca. No se reconoce la glándula hipófisis.
(0,1MB).
FIGURA 5B.
ADO lo mismo que la anterior pero se observa en la parte superior el compromiso del tallo
Se observa
hipofisiario.
NEUROC
(0,07MB).
IRUGIA
En la Tabla 3 se compara el comportamiento de las diferentes lesiones en la
RM.
TABLA 3.
Otras
T1 T1Gadolinio T2 características
Isointenso
respecto a Isointenso
substancia gris respecto a
Lesiones substancia gris.
grandes pueden Componente Puede tener
ser sólido se cambios
heterogéneas y refuerza con quísticos y Puede demostrar
Macroadenoma quísticas Gadolinio necrosis hemorragia
Lesión
hipointensa en la
mayoría de los
casos.
Aumenta la
sensibilidad con
técnicas
dinámicas o Isointenso
Isointenso SPGR en caso de substancia gris
respecto a Enfermedad de Puede ser Puede demostrar
Microadenoma substancia gris Cushing quístico hemorragia
Calcificaciones se
Iso o observan como
hiperintenso en artefacto de
relación al Se refuerza con susceptibilidad
Craneofaringioma parénquima gadolinio Variable magnética
Meningioma Iso o Se refuerza Iso o
hipointenso en intensamente hiperintenso en
relación a con gadolinio, relación a
substancia gris signo de la “cola substancia gris
Adaptado de www.radiopaedia.org/articles.
ESTUDIO NEURO-OFTALMOLÓGICO
ADO
oftalmólogo con todos las herramientas complementarias 16. Otro aspecto
importante de la evaluación, aparte de establecer la magnitud del daño sobre
NEUROC
la vía visual, es definir factores pronósticos. Es así como pacientes mayores y
IRUGIA
con duración del defecto visual mayor a 4 meses deber ser advertidos que
tienen menor probabilidad de recuperación visual (Nivel 3) 16.
ESTUDIO DE IMÁGENES
Una vez con la sospecha clínica y que se objetiva el déficit visual, estos
elementos son extremadamente localizadores de una lesión quiasmática. En
ese sentido, el examen ideal para el estudio de la región selar es la RM de
silla turca con y sin gadolinio 15,17. El uso de la tomografía computada de silla
turca con y sin contraste es de inferior calidad y da menos detalles
diagnósticos. Tiene valor para definir características de la anatomía ósea y
septos intra-sinusales, lo que es de mucha utilidad en el caso de re-
intervenciones quirúrgicas en el que la anatomía del seno esfenoidal y de la
silla turca se encuentran alteradas. El uso del PET y SPECT no aporta
información relevante 17.
ADO
NEUROC
IRUGIA
FIGURA 6.
(0,14MB).
FIGURA 7A.
RM ADO
SILLA TURCA EN SECUENCIA T1 POST GADOLINIO
NEUROC
Se observa extenso macroadenoma selar y supraselar que remodela la silla, y se extiende a
IRUGIA
cefálico por sobre el nivel del tercer ventrículo.
(0,12MB).
FIGURA 7B.
(0,11MB).
ESTUDIO ENDOCRINOLÓGICO
IRUGIA
El estudio rutinario de los diferentes ejes es de la mayor importancia para
detectar el grado y severidad del compromiso hormonal 1,18.
-
T4 libre
-
TSH
-
Cortisol
-
-
IGF1
NEUROCen hombres
Testosterona
IRUGIA
-
LH
-
FSH
-
-Estrógenos
ParaIRUGIA
la acromegalia/gigantismo, la medición de IGF1da una medida integrada
de la secreción pulsátil de GH. Es importante solicitar este examen en forma
rutinaria para detectar acromegalia subclínica 18. En el caso de presentar
valores de IGF1 altas, debe confirmarse el diagnóstico con un test de
tolerancia a la glucosa, en el que no ocurre supresión de la GH ante la carga
de glucosa 20,30. Nuestro grupo ha publicado un artículo detallando el
diagnóstico y manejo de la acromegalia en particular 21.
TRATAMIENTOTratamiento médico
La ADO
otra variante del tratamiento médico es el caso específico de los
Prolactinomas. En este caso, la efectividad del tratamiento es superior al
NEUROC
90%, especialmente en los microadenomas. Por otro lado, en el caso de
IRUGIA
macroadenomas además de ser altamente efectivo el tratamiento, la
recuperación de la visión es rápida, incluso en casos severos 14,22. Por estos
motivos, frente al diagnóstico de Prolactinoma, el tratamiento de primera
línea es el médico y en el caso de progresión del déficit visual o resistencia a
la terapia, se plantea el tratamiento quirúrgico.
Tratamiento quirúrgico
los ADO
pacientes y el hipopituitarismo entre un 35 y 50% de los pacientes. Las
tasas de complicaciones asociadas a la resección transesfenoidal en las
NEUROC
diversas series es cercana al 7.1% siendo las complicaciones más frecuentes
IRUGIA
la fístula de LCR (4.7%), meningitis (2%), y el deterioro de la función visual
(2%) 23. En el caso de presencia de remanente significativo, se puede realizar
una re-intervención por la misma vía para resecar el tumor residual 29.
ESTUDIO HISTOPATOLÓGICO
UnoADO
de los objetivos de la cirugía es obtener la confirmación diagnóstica del
tumor, lo que siempre es importante. En el caso de los adenomas
NEUROC
hipofisiarios, a diferencia de otros tumores, no hay marcadores categóricos de
IRUGIA
mal pronóstico o agresividad. Existe evidencia nivel 3 que recomienda
prestar atención al grupo de tumores no funcionante secretores de ACTH
(ACTH silentes) ya que este grupo tiende a comportarse de forma más
agresiva, al igual que los pacientes con índice de proliferación de Ki67 alto
(>3%). La recomendación de la guía con nivel 3 de recomendación, es
considerar estos dos marcadores en la toma de decisión para el uso de
terapias adyuvantes o control estrecho con imágenes 29.
TRATAMIENTOS ADYUVANTES
SEGUIMIENTO
ADO
Existe dos tipos, el seguimiento de la evolución intrahospitalaria y el
seguimiento más tardío.
NEUROC
IRUGIA
Dentro de la evolución postoperatoria inmediata lo más importante es evaluar
al despertar el paciente, el estado de la visión. Lo esperable es que la visión
se encuentre igual o mejor que en el preoperatorio. Cualquier deterioro debe
ser estudiado inmediatamente con una neuro-imagen para descartar un
hematoma del lecho operatorio, el que requerirá descompresión inmediata.
Posteriormente, todos los pacientes son monitorizados y se realiza balance
hídrico estricto y de ELP para el diagnóstico precoz de la diabetes insípida o
secreción inapropiada de hormona antidiurética (SIADH). Se realiza
medición de ELP en caso se que se sospeche estas dos entidades basados en
la poliuria sostenida o balances persistentemente positivos y manejo con ELP
seriados para evaluar la respuesta al tratamiento 7. En el caso de pacientes
previamente hipopituitarios, se indica inmediatamente la suplementación en
el postoperatorio, utilizado hidrocortisona endovenosa en dosis de stress
desde la inducción para sustituir el eje adrenal. En el caso de los pacientes
con el eje adrenal conservado, no administramos corticoides. La medición de
niveles de cortisol al segundo día post-operatorio es sensible para determinar
que pacientes los van a requerir posteriormente 32,33.
ParaADO
el seguimiento endocrinológico, realizamos un ELP a la semana de
operado para descartar SIADH. Posteriormente se repiten los exámenes
NEUROC
hormonales para evaluar los ejes entre las 4 y 6 semanas, a los 6 meses y al
IRUGIA
año. Si el paciente no tiene déficit, no se justifica continuar con las
evaluaciones. Si el paciente presenta hipopituitarismo o ha sido irradiado,
requiere seguimiento endocrinológico de por vida 32.
CONCLUSIONES
IRUGIA
IRUGIA
Se trata de una definición más clínica que patológica, es decir, no toda hemorragia o infarto
hipofisario constituirían un cuadro apopléjico. 2 La definición de AH inicialmente fue acuñada
por Broughamy otros en 1950, se utiliza de forma clásica para referirse al síndrome clínico
agudo.1 El primero que describió un caso de apoplejía pituitaria fue Bailey, en 1898,
resultado de una hemorragia catastrófica en un adenoma hipofisario.2
La AH ocurre en 2-12 % de pacientes con adenoma hipofisario, que llega, incluso, hasta 14-
22 % en la forma subaguda.1,5 Afecta más a pacientes entre la quinta y la sexta década de
la vida, y es algo más frecuente en varones.1,2,5 Hasta en el 80 % de los pacientes la AH es
la primera manifestación de un adenoma hipofisario. Puede producirse en adenomas
hipofisarios funcionantes, y en no funcionantes, aunque es más frecuente que aparezca en
estos últimos, debido a la ausencia de un síndrome clínico de hiperfunción hormonal que
alerte sobre la existencia del tumor.
Fisiopatología
Un rápido incremento de volumen del contenido selar por la hemorragia tumoral y necrosis
isquémica, las anomalías vasculares del tumor, y la compresión de la arteria hipofisaria
superior contra el diafragma selar, son mecanismos que contribuyen a la apoplejía. Las
manifestaciones clínicas de la AH dependen de los mecanismos fisiopatológicos
predominantes con aumento de la presión intraselar, aumento de la presión sobre las
estructuras vasculares y nerviosas adyacentes, y extravasación de sangre o tejido necrótico
al espacio subaracnoideo, o hacia el líquido cefalorraquídeo (LCR).3,6,9
Presentación clínica
IRUGIA
La compresión lateral por la expansión de la masa tumoral puede afectar el contenido del
seno cavernoso y causar la parálisis de nervios oculomotores, y es el III par el más
frecuentemente afectado, además del par IV y VI. La compresión superior sobre el quiasma
óptico produce un deterioro de la agudeza visual y defectos campimétricos, como la
hemianopsia bitemporal en cerca del 75 % de los pacientes.2,3,5,6,10,11
La hemorragia suele encapsularse dentro del tumor, pero con frecuencia se produce
extravasación de sangre al espacio subaracnoideo, que da lugar a síntomas de irritación
meníngea con fotofobia, náuseas, vómitos, meningismo, en ocasiones fiebre, que puede ser
engañosa;2,3 además, alteraciones del estado de conciencia con letargia, estupor hasta el
coma, déficit neurológico, hemiparesia y síndrome piramidal. Se produce por compresión de
la carótida intracavernosa, el tronco encefálico o el hipotálamo. 1-3,5
Diagnóstico
Tomografía computarizada
La tomografía computarizada (TC) es muy útil para detectar una hemorragia hipofisaria
aguda durante las primeras 72 horas, y la presencia de sangre en el espacio subaracnoideo.
El diagnóstico se basa en la visualización de una zona hiperdensa intratumoral en el 80 %
de los casos.3,5,13 En la tomografía computarizada, la hemorragia, durante la fase aguda de
la AH (0-10 dias), se observa hiperdensa (60-80 unidades Hounsfield [UH]), e hipodensa si
se trata de necrosis. En la etapa subaguda (10-20 dias), la hemorragia se observa isodensa
(40 UH), y en la fase crónica de la hemorragia se presenta hipodensa. 3,5
Resonancia magnética
Diagnóstico diferencial
Otros cuadros menos frecuentes que hay que incluir en el diagnóstico diferencial son: el
infarto mesencefálico, la trombosis del seno cavernoso, el infarto hemorrágico o la
hemorragia del quiste de Rathke, el crecimiento o la trombosis (sin rotura) de un aneurisma
intracraneal y, en general, todas las emergencias que cursen con cefalea aguda. 2,3
Tratamiento médico
Tratamiento quirúrgico
Las recomendaciones para el tratamiento quirúrgico incluyen pacientes con alteración del
nivel de conciencia y/o disminución de agudeza visual y/o defectos graves en el campo
visual de presentación aguda, persistente, o con deterioro progresivo. La intervención
debería realizarse preferentemente en los primeros 7 días tras la aparición de los síntomas.
La recomendación de tratamiento quirúrgico en pacientes manejados inicialmente de forma
conservadora incluye: deterioro de la agudeza visual, del nivel de conciencia, o
empeoramiento de los defectos del campo visual. 1,2,3,6
Aproximadamente a los 3 meses vuelve a presentar cuadro clínico de inicio súbito, con
cefalea frontal intensa irradiada a ojo izquierdo, náuseas, vómitos, mareos, debilidad y
ptosis palpebral izquierda, sin alteración de la conciencia ni convulsiones, por lo que es
trasladado a un centro hospitalario en el que mejora levemente el cuadro, con persistencia
de la ptosis palpebral izquierda. Tres días después presenta agudización del cuadro,
caracterizado por cefalea frontal intensa con irradiación a ambos ojos, acompañado de
náuseas, vómitos, hipotensión, oftalmoplejía y ptosis palpebral bilateral, sin alteración de la
conciencia. Es valorado por Endocrinología, se le realiza RM de hipófisis evolutivo, que
muestra masa selar con expansión supraselar, paraselar y hacia el seno esfenoidal,
Al examen físico resalta hipostenia, hipodinamia, estado hipotenso (90/60 mmHg), ptosis
IRUGIA
palpebral bilateral, midriasis bilateral, oftalmoplejía total bilateral y reflejo fotomotor
ausente.
Al cuarto día se realiza la intervención quirúrgica por vía transesfenoidal, en la que se logra
exéresis del macroadenoma hipofisario. Presenta una evolución posquirúrgica favorable, con
notable mejoría de la motilidad ocular y ptosis palpebral (figuras 1, 2 y 3).
ADO
NEUROC
IRUGIA
ADO
NEUROC
IRUGIA
Al examen físico presenta piel y mucosas húmedas, pálidas; y al examen neurológico y por
campimetría, amaurosis de ojo izquierdo, hemianopsia temporal en ojo derecho y reflejo
fotomotor alterado.
Luego de haber mejorado el cuadro anémico agudo, pero al mantenerse las alteraciones
visuales, se realiza cirugía hipofisaria por vía transesfenoidal, con objeto de descomprimir la
vía óptica y aliviar la presión sobre estructuras paraselares.
DISCUSIÓN
Los dos casos descritos presentaron cefalea aguda intensa, crisis adrenal aguda, trastornos
oculomotores, disminución, e incluso, pérdida de la visión. El rápido crecimiento del
contenido selar comprime las estructuras adyacentes, así como la vascularización
hipofisaria, y ocasiona cefalea súbita, vómitos, trastornos de los nervios oculomotores,
meningismo, y trastornos del nivel de conciencia e hipopituitarismo. 2,3,6,14
Existen dos formas de presentación de la AH: la forma aguda aparece de forma brusca en
24 a 48 horas, y se considera una urgencia neuroendocrinológica, potencialmente mortal,
que precisa de descompresión neuroquirúrgica. 9 En el primer caso el paciente presenta
deterioro de la agudeza visual y empeoramiento de los defectos del campo visual, por lo que
se decide programar cirugía, ya que constituyen criterios quirúrgicos. La forma de
presentación subclínica es de evolución más insidiosa, con manifestaciones clínicas
leves.9 En nuestro segundo caso el paciente presentó alteración del estado de conciencia,
crisis suprarrenal aguda que respondió adecuadamente al tratamiento con corticoide;
además, por la presencia de anemia, se decide tratamiento inicial conservador, las
alteraciones oftalmológicas se mantuvieron estacionarias, y al no haber mejoría, se decide
tratamiento quirúrgico.
El objetivo principal del tratamiento es reducir la presión intratumoral, así como una
adecuada terapia hormonal sustitutiva, en especial, corticoidea, para evitar una
insuficienciasuprarrenal aguda.4,21
Ambos casos presentaron alteraciones oftalmológicas graves, que fue la indicación principal
para el tratamiento quirúrgico, posterior al cual presentan mejoría de la agudeza visual,
alteraciones campimétricas y de motilidad ocular. Al alta se indicó evaluación de
seguimiento dentro de 4 a 6 semanas, para realizar estudio hormonal, oftalmológico e
imagenológico.
Se concluye que la AH es una complicación del adenoma hipofisario poco frecuente, que
pone en riesgo la vida del paciente, por lo que un diagnóstico precoz y tratamiento
multidisciplinario adecuado, es importante para evitar mayor morbilidad y mortalidad. Se
debe sospechar en pacientes con antecedente de adenoma hipofisario, pero como la AH es
más frecuente en el contexto de un macroadenoma hipofisario no funcionante no detectado
previamente, es importante la sospecha clínica en todo paciente crítico con hipotensión
refractaria a tratamiento, y con sospecha de afección intracraneal, lo que nos obliga a
descartar hipopituitarismo, especialmente, insuficiencia adrenal aguda.
Dado que la presentación clínica comprende un amplio espectro de signos y síntomas, desde
pacientes críticos hasta pacientes con presentación subclínica leve, es preciso individualizar
la mejor opción terapéutica en cada caso. El pronóstico de la AH ha mejorado enormemente
en el transcurso de las últimas décadas; esto, gracias a los avances del campo de la
Neurocirugía hipofisaria, del diagnóstico imagenológico y del tratamiento endocrinológico.
ADO
NEUROC
IRUGIA