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Lprotagonismo importante en la
península desde la segunda mitad del siglo
XII, décadas después de que las primeras,
entre las cuales se incluye el Temple, se
crean en Palestina con motivo de las
Cruzadas.
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n definitiva, el papel de la Orden del Temple en Extremadura viene condicionado por una
Eserie de elementos similares al de otras zonas castellanas, que frente a Aragón, Cataluña
o incluso Portugal se caracteriza por el protagonismo fundamental que adquieren las grandes órdenes
autóctonas como Santiago, Calatrava (Castilla) y Alcántara (León). Dentro de esta situación, el
Temple estará sujeto a las transformaciones habidas entre los reinados de Fernando II y Alfonso
VIII y su definitiva disolución en el primer cuarto del siglo XIV.
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En el norte, entre 1168 y 1178 tenía constituida la encomienda de Ponferrada y de Ceinos. Esto
muestra claramente una acumulación de propiedades en las zonas septentrionales, alejadas de los
riesgos fronterizos y de gran interés para esta Orden. Fernando II intentará implicar al Temple en
la defensa fronteriza de la Transierra Leonesa, que sólo empezaría a desarrollar su poblamiento en
los últimos años de su reinado y en el comienzo del de su hijo y sucesor Alfonso IX.
contexto, se produce la donación de Coria a los templarios en 1168 compensando
Ena laesteCatedral de Santiago, que la había recibido años antes. Sin duda, Fernando II con
estas dos donaciones manifiesta que no tiene un interés excesivo en mantener en el realengo esta
ciudad, ni en llevar el peso de la repoblación en este marco. Coria, ciudad episcopal, civitas, se
convierte transitoriamente en una ciudad de jurisdicción eclesiástica, modelo que sólo adquiere
importancia en Galicia y que está casi ausente en el resto de la corona leonesa y castellana. Hay que
considerar que la frontera extremeña es menos caliente que la castellana, donde se producen los
mayores enfrentamientos y que tiene un mayor valor estratégico. La intervención militar almohade
tendrá en Extremadura un carácter defensivo y simplemente responde a actuaciones leonesas o
castellanas. Tras los deseos de expansión de Fernando II, que impide la conquista de Badajoz por
Alfonso I de Portugal y Gerardo Sempavor, los almohades conquistan Cáceres (1174) y devuelven
la frontera al Tajo. La otra intervención en 1195-1196 se produce como consecuencia de la herencia
de Fernando Rodríguez el Castellano, mercenario al servicio de los almohades que traspasa Trujillo
a Alfonso VIII. Los almohades destruyen Plasencia pero no tienen interés en poblarla. No llegan a
establecer ninguna población al norte del Tajo. Esta actuación se debía a su interés en Toledo, sin
cuyo control no merecía establecer posiciones muy septentrionales difíciles o imposibles de defender.
Por tanto, Coria, aunque podemos considerarla una ciudad de frontera, era una posición mucho
menos arriesgada que Calatrava.
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¿Quétratasupone la donación de Coria? No se
simplemente de la entrega de la ciudad.
Aún no se han formado en la Transierra Leonesa las
futuras unidades jurisdiccionales y el poblamiento es muy
limitado (la primera villa, Granadilla, no se documenta
hasta los años finales del reinado). La entrega de Coria
lleva unido gran parte del territorio de la Transierra
Leonesa. Al menos, la extensión no sería menor que el
término que se delimita en el fuero. No es extraño que conozcamos después otras posesiones
jurisdiccionales del Temple que pudieron ir incorporadas a la donación de ésta ciudad o haber sido
objeto de otras donaciones presumiblemente de Fernando II. Por tanto, la política de este rey puede
definirse como muy favorable a la Orden del Temple que dispuso de la posibilidad de convertirse en
una gran potencia jurisdiccional en la actual Extremadura. Con todo, estamos ante posesiones
posiblemente muy poco lucrativas económicamente: con poca población y cierto riesgo militar, la
donación era más una inversión de futuro que una posesión rentable.
Hospital pase poco después a la Orden de Santiago, que se convierte en una entidad
jurisdiccional importante en la Transierra Leonesa.
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más modesta de las tres grandes órdenes castellanas y la de más tardío origen. Aunque sobria va
adquiriendo una importancia creciente, favorecida por el rey leonés que dejará situar en el centro de
su política a la Orden de Santiago, cada vez más volcada hacia Castilla, y al Temple, que posee
una importante base jurisdiccional en Portugal. En lo que respecta a Extremadura, vemos a Alfonso
IX teniendo una actuación decidida frente a la Orden de Alcántara aunque ello suponga perjudicar a
otras, lo que explica los enfrentamientos con el Temple.
unque no sabemos nada concreto sobre Coria, suponemos que el
ATemple no debió controlarla durante mucho tiempo. Esta Orden A
L
a renuncia del Temple no debió ser del todo voluntaria cuando se procedió una década
Ldespués a una nueva ratificación y a la devolución por parte del monarca leonés de Alba
de Aliste, lo que aumenta los bienes templarios incautados.
Ende 1211 se pone fin a una etapa del Temple en Extremadura. Sin conocer el destino final
Coria, que creemos que pronto dejó de ser posesión templaria, las posesiones
jurisdiccionales que la Orden tenía en Extremadura prácticamente desaparecen. Seguirá conservando
algunos bienes citados entre las devoluciones de Alfonso IX en 1211 pero se trata de propiedades
solariegas que han recibido por donación privada. Esto nos permite ver los rasgos generales del
dominio templario en Extremadura en los primeros años de este monarca. Al margen de las
donaciones reales, las donaciones privadas cumplen un papel importante. Debemos imaginar este
dominio más importante de lo que nos presenta una parca documentación. Los escasos datos no nos
permiten conocer nada de Rodrigo Pérez de Villalobos; sin embargo, Domingo Miguel se presenta
como integrante del Temple, razón por la que debió donar un huerto. La Orden ha penetrado en el
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tejido social de una zona fronteriza y todo hace indicar que se ha visto facilitado por el dominio
jurisdiccional de Coria. Se dan, por tanto, los rasgos de un proceso de integración facilitado por las
peculiaridades de la frontera extremeña, más estable y menos caliente que la manchega. Este proceso
de consolidación solariega y jurisdiccional explica el interés de la Orden en Extremadura y el papel
real en el proceso que se desencadena antes y que madura en 1211. Extremadura aparece como una
de las zonas de implantación de la Orden y su postergación hasta tener un papel marginal aparece
condicionada por la política leonesa y no por una decisión voluntaria.
on posterioridad al reinado de Alfonso IX se
Cdesarrolla una nueva etapa en la relación de la
Orden del Temple con la monarquía. Por un lado, en
1230 se unen definitivamente Castilla y León. Por otro,
después de Las Navas de Tolosa se desarrolla un
proceso de expansión y conquista cristianas.
e estos escasos datos podemos deducir que la Orden del Temple, como muchos otros
Dcolectivos del reino, se implican con cierta intensidad en la conquista cristiana posterior a
Las Navas. Posiblemente, su papel estuvo en relación con su potencial económico y demográfico, en
ningún caso comparable a otras órdenes peninsulares. El señorío templario en estos momentos tiene
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una ubicación septentrional en el reino castellano-leonés, sobre todo después de perder todas sus
posesiones jurisdiccionales en la Transierra Leonesa.
a participación templaria en la expansión
Lcristiana que se desarrolla desde Las Navas
de Tolosa a la conquista de Sevilla (1212-1249) le va
a permitir obtener nuevas posesiones en Extremadura
donde dispondrá de un señorío jurisdiccional importante,
menor que los de la Orden de Santiago o Alcántara
pero en absoluto desdeñable.
Enimportante
1236, el Temple obtiene Capilla,
castillo situado en la comarca de
Los Montes.
unque en el documento se señala
Acomo razón los servicios prestados
de modo habitual por la Orden, la fecha en
que se realiza la donación no deja lugar a
dudas sobre su vinculación con las conquistas
de Fernando III, pues sigue inmediatamente a
la conquista de Córdoba. Poco después, la
Orden recibe Almorchón, para compensar la
pérdida de Cabeza de Esparragal, sobre la que disputaba con la Orden de Alcántara. El resultado y
la actuación del monarca nos muestran por un lado un mayor peso de la Orden alcantarina y por
otro el interés de Fernando III en lograr una solución en la que ninguna parte pudiera considerarse
perdedora. La Orden de Alcántara obtendrá la posesión en disputa, que intentaba, igual que el
Temple, redondear sus posesiones en La Serena; por otro lado, cede a esta Orden como
compensación (“volens gacere gratiam pro gratia quem fecerint, videlicet, quod precibus meis
acquiescere non tardarunt”) Almorchón, situado junto a Capilla y que le permite a la Orden crear un
señorío jurisdiccional de casi mil km2 en la comarca de Los Montes, constituyendo una de sus dos
grandes zonas de dominio jurisdiccional en Extremadura.
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cuando Fernando III da a la Orden de Santiago Montemolín y la alquería de Benasgeth a cambio
de Cantillana. Antes de 1253, obtendría Fregenal. No creemos que estas posesiones estuvieran bajo
control templario mucho antes.
ste conjunto, junto al de Capilla y Almorchón convierte a la Orden del Temple en uno de
Elos grandes conjuntos jurisdiccionales de Extremadura con unos tres mil quinientos
kilómetros cuadrados. Sin embargo, la situación de la Orden del Temple en el conjunto de las
órdenes militares no ha cambiado. Si bien, obtienen un importante señorío jurisdiccional en
Extremadura, las donaciones recibidas en Andalucía no son comparables a las de Calatrava o
Santiago, las dos grandes beneficiadas; más significativo es que sean inferiores a las que reciben
alcantarinos y hospitalarios.
l reinado de Alfonso X marca una nueva etapa que va a prolongarse hasta el final de la
EOrden del Temple. No será necesario que nos extendamos mucho, pues no se producen
cambios apreciables en la situación de la Orden en Extremadura. Sin embargo, sí señalaremos sus
líneas generales. Por un lado, la expansión cristiana queda interrumpida con la conquista de la
Andalucía Bética. Se produce un cambio profundo que afecta a las órdenes militares en su conjunto.
Este cambio va en el sentido de una aristocratización creciente que explica la participación de las
órdenes militares en la lucha entre nobleza y monarquía, que adquiere una especial intensidad desde
1272. Las órdenes han acumulado grandes señoríos y cuentan con importantes ingresos, aspecto que
les aproxima al grupo nobiliario, con el que comparten no pocos intereses. Por otro lado, su
protagonismo militar disminuye considerablemente conforme se convierten fundamentalmente en
organismos señoriales. La Orden del Temple se implicará en el enfrentamiento entre Alfonso X y su
hijo Sancho, situándose en su conjunto en el mismo grupo que el resto de las órdenes militares y la
nobleza. Pese al apoyo que su maestre Juan Fernández presta a Alfonso X, los templarios
castellanoleoneses seguirán al comendador, partidario del infante. Todo esto ha supuesto un cambio en
la relación con la monarquía, que ha sido positiva en los últimos años del reinado de Fernando III
y en el comienzo del de Alfonso X.
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l apoyo posiblemente mayoritario de los templarios a Sancho IV permitió a la Orden
Eobtener derechos adicionales en sus señoríos. No se trata ya de la obtención de nuevos
territorios, sino de la obtención parcial de derechos reales. Este monarca concede en 1284 “a don
Frey Gómez Barcia, comendador del Temple, la meatad del serviçio e de la fonsadera de los sus
vasallos”. En 1290, obtiene la confirmación de diversos derechos de portazgos frente a aquéllos que
han obtenido privilegios de exención. No sorprende que el apoyo de la Orden hacia el monarca se
mantenga frente a los infantes de la Cerda y que participen en la expedición militar contra Badajoz
tras la proclamación de Don Alfonso de la Cerda como rey de Castilla, expedición que sale
precisamente de la población templaria de Jerez de los Caballeros. En cualquier caso, el dominio
templario en Extremadura no sufre cambios territoriales, sino sólo algún complemento en cuanto a
sus derechos.
l Temple permanecía a finales del siglo XIII y principios del XIV en una situación que
Epodemos considerar normal en la corona de Castilla. Sin tener un poder equiparable a
Calatrava o Santiago, se incluía en un segundo nivel no carente de importancia. En Extremadura
contaba con un señorío jurisdiccional importante que se acercaba al 10% del territorio regional, menor
sin embargo que el de las órdenes de Alcántara o Santiago. Su causa común con otras órdenes
militares y con la nobleza en el reinado de Alfonso X es una muestra de que su evolución se
ajustaba a las pautas establecidas para las demás. Su desaparición nada tiene que ver con su
situación en la península y se inscribe dentro de la política francesa.
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sta presencia se hace más intensa durante los reinados de Fernando II y Alfonso IX
Ecuando los templarios, firmes aliados de los leoneses en los espacios de frontera,
comienzan a articular sus dominios fundando las primeras encomiendas. Una muestra de esta
realidad puede observarse en la posesión de centros vitales en los sistemas defensivos y de
comunicaciones como es el caso de Alconétar, primera gran encomienda en territorio extremeño de la
que tenemos noticias en 1181 cuando era comendador Ponce de Ossor. Esta política no fue de
aplicación extensiva, al contrario. En la zona castellana, donde las relaciones con Alfonso VIII no
eran del todo favorables, la presencia templaria quedaba reducida a su mínima expresión.
oticias fechadas en la segunda década del reinado de Alfonso IX nos dibujan un paisaje
Nmilitar en el que la vanguardia estaba constituida por castillos en manos del Temple en
los que, además de la defensa, no debemos descartar una posible habilitación y puesta a punto para
desarrollar labores repobladoras. Entre finales del siglo XII y 1221, con la recuperación militar de
la frontera tras la irrupción de los almohades producida en 1174, es propietaria de los castillos de
Milana, Portezuelo y Santibáñez el Alto, además de Alconétar, lugar de referencia clara del Temple
en la Alta Extremadura y que no abandonarán hasta el siglo XIV.
in embargo, este panorama inicial se rompe debido al desequilibrio de fuerzas que provoca
Sla irrupción de la Orden de Alcántara en la realidad fronteriza extremeña. La competencia
que surge entre ambas instituciones armadas se decantó a favor de la Orden alcantarina que, en un
proceso gradual, fue adquiriendo por privilegio real los castillos otrora templarios. Este proceso se
cerrará en 1220 con el traspaso de los castillos a favor de los alcantarinos objeto del litigio,
Portezuelo, Santibáñez el Alto y Milana. En 1236 el conflicto rebrotaba a causa de la reclamación
que hicieron los alcantarinos del lugar de Cabeza de Esparragal, cercano a Santiago de Alcántara, a
cambio del cual el Temple recibía Almorchón.
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e esta forma, y sin perder de vista la doble casuística (militar y colonizadora) que gira en
Dtorno a la expansión cristiana, los templarios centrarán sus esfuerzos por articular un
dominio estable con base en dos poderosas bailías, cuya estratégica localización obedece a criterios
puramente económicos relacionados con la ganadería, nos referimos a Capilla, que reciben por
donación de Fernando III en 1236 y Jerez de los Caballeros ya en posesión de la Orden en
1248. La expansión realizada entre los límites jurisdiccionales de Santiago y Badajoz se realizó
bajo un arco cronológico más extenso. El asentamiento inicial se realizó en la villa de Jerez-
Badajoz, supuestamente donada poco después de su conquista, aunque
referencias sobre la misma sólo nos llegan de un documento fechado
en 1283. Desde las fortificaciones de Alconchel, Burguillos y Ventoso
trataron de ampliar sus dominios procediendo a la fortificación de
Fregenal. Hacia el norte incorporaron Olivenza, Alconchel y
posiblemente otras poblaciones de similar entidad según se desprende de
un acuerdo sobre términos realizado entre el Temple y la Orden de
Avis en 1259. Sin embargo, esta expansión provocó un conflicto con
ORDEN DE AVIS
el concejo de Badajoz durante una treintena de años.
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(En el siglo XIII los Templarios, a las órdenes del rey Alfonso IX,
toman la Villa de Xerez y la hacen capital del Bayliato de Xerez, que
abarcaba una amplia zona de la que formaban parte la mayoría de los
pueblos de alrededor. Los Templarios consolidaron la alcazaba árabe
dando lugar a lo que ahora conocemos como la Fortaleza Templaria, y
levantaron el recinto amurallado que protegía la ciudad. En la fortaleza
se encuentra la famosa Torre Sangrienta, en la que perdieron la vida
los últimos Caballeros Templarios de Jerez)
pesar de ser una encomienda a la que se vinculaban la práctica totalidad de los castillos
Aleoneses de la tierra de Coria, las permutas que se inician con el reinado de Alfonso IX
la reduce sustancialmente; es por ello que no conocemos nada de la labor repobladora emprendida por
los templarios en este espacio. Sin embargo, ésta debió existir a tenor de las noticias que nos llegan
hacia 1257 a causa de la conflictividad mantenida con alcantarinos. En dichas referencias aparecen
citados por vez primera como pequeños asentamientos rurales los lugares de Benavente de Sequeros
y Peñas Rubias. No obstante, no siempre fue de esta forma y así se manifiesta en 1292 cuando,
debido a un conflicto de términos con el concejo de Plasencia, se recogen noticias sobre la necesidad
de tierras que poseía la Orden debido al aumento de la población residente en la encomienda. Esta
realidad se percibe en el documento suscrito por Sancho IV en el que se precisa que las tierras
invadidas iban a ser destinadas a labores agro-ganaderas. Estos son quizá los únicos datos fiables
que poseemos sobre esta encomienda referente al asentamiento poblacional hasta la disolución de la
Orden.
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Siruela, Sancti Spitirus, Poblachuela, Almorchón, Cabeza del Buey y Garbayuela. Con todo, la
encomienda en 1315, cuando fue donada a la Orden de Alcántara y ésta le concedía carta de
población en la que se otorgaban privilegios a los que vinieren de nuevo a poblar, mostraba evidentes
síntomas de despoblación que sólo podían ser subsanados emprendiendo una política de exenciones y
franquicias habituales en otros tiempos, es decir, en tiempos de la frontera: “que ssean ffranqueados
et quitos de todos los pechos que viniessen a la nuestra tierra ssalvo dela moneda forera del rey si
viniesse a la tierra.
“Et esta franqueza e merçed les ffasemos dessta Ssanta Maria de Agosto primera que viene dela
era desta carta ffasta en çinco annos”.
o ocurre lo mismo en la poderosa encomienda de Jerez de los Caballeros, con centro en
Nla villa del mismo nombre, y Ventoso. Los intereses ganaderos debieron existir, pero sin
duda no se sobrepusieron a los derivados de un asentamiento poblacional estable, como lo
demandaban la ubicación de la villa en un punto importante del entramado viario que conectaba el sur
de Badajoz con Andalucía y Portugal y su población residente. En esta área sí que podemos hablar
de un intento serio de repoblación si tenemos en consideración la extensión de privilegios forales que
servían de llamamiento y reclamo a la población cristiana, así como el número de poblaciones
integradas en los dominios comendatarios de la villa. La respuesta al llamamiento hecho a los
pobladores debió nutrir demográficamente en una primera oleada los lugares que se incluyen en este
bailiato como son los castillos de Ventoso, lugar al que la Orden concedía términos en 1271,
Burguillos del Cerro, fundado posiblemente por la Orden en algún momento anterior a 1255 sobre
un lugar inicialmente despoblado, Fregenal y Alconchel, conquistado en 1171 y quizá incluido en los
dominios templarios con seguridad en 1248; y los asentamientos rurales de Higuera de Vargas,
Cheles (1256), Villanueva del Fresno, Villanueva de Barcarrota, Olivenza, Táliga, Oliva (denominada
en las fuentes como Granja), Bodonal, aldea que junto a Higuera fueron los primeros asentamientos
vinculados a dicha encomienda, y Valencia de Mombuey. Por datos relativos a etapas posteriores se
puede señalar que la red de poblamiento de la Orden en esta zona está completa cuando se produce
la disolución a comienzos del siglo XIV.
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medio poco transformado pero que como muestra la población de Fregenal en 1309-1312, cedida a
Gonzalo Sánchez Troncones, contaba con “su castillo et con sus aldeas e con todos sus terminos et
con todas sus pertenencias”.
os datos recogidos en la escasa documentación disponible nos permiten afirmar la desigual
Ldensidad demográfica de estos espacios. Todo parece indicar que las zonas limítrofes con
la sierra de Huelva muestran grados de humanización inferiores a los observados para otras áreas
de la provincia pacense y sólo se constatarán cambios sustanciales avanzado el siglo XIV, cuando
se documenta un aumento generalizado de la población en la totalidad del ámbito extremeño. Así,
hacia 1327 se recogen instantáneas en las que puede observarse una paulatina transformación del
medio y un paisaje agrario más complejo “do vos la mi casa del Ventoso con todos sus derechos et
sus heredamientos, assy casas et vinnas et tierras como prados et pastos et pasturas”. Noticias
similares se documentan en 1346 cuando Gómez Calderón cambia a la Orden de Santiago las villas
de Valencia del Ventoso y Fregenal señalando que lo hacía con “casas e viñas e prados e pastos e
dehesas e tierras e molinos”.
on todo, la situación que reina en los dominios templarios nos llega definida por el escaso
Cpoblamiento y las relativas densidades demográficas existentes, más evidente cuanto más
presentes están algunos problemas relacionados con la proximidad de la frontera. La situación de
relativa despoblación se mantendría tras los establecimientos fronterizos acordados con el vecino reino
de Portugal y sólo el cambio de jurisdicción de algunas de estas poblaciones que pasaron al señorío
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laico en las primeras décadas del siglo XIV, debió surtir un efecto positivo ya que incluso anteriores
intentos realizados por la Orden resultaron infructuosos.
sta debe ser la consecuencia de que lugares como Fregenal, integrados originalmente en
Elos dominios templarios, no cuenten a comienzos del siglo XV más que con dos
parroquias, Santa María y Santa Ana.
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artiendo de las realidades anteriormente enunciadas, los principales bienes raíces los
Pintegran castillos y villas fortificadas que conformarán los núcleos de sus encomiendas:
Alconétar, Capilla y Jerez de los Caballeros, constituidas como tales entre finales del siglo XII y
mediados del siglo XIII. Sin embargo, esto no es lo más significativo aunque sí es lo que
proporciona entidad a la Orden en tierras extremeñas. Por debajo de las fortalezas núcleos de
encomiendas destacan las fortalezas que integran, a su vez, núcleos poblacionales y que destacan por
el volumen de rentas, de entre ellas podemos citar Valencia del Ventoso donde se obtenían
sustanciosos diezmos, así como las de Almorchón -incluida en la encomienda de Capilla y
Burguillos- lugares donde la Orden recaudaba el montazgo por privilegio real en 1253. Estas
fortificaciones se habían incorporado al dominio templario en las primeras décadas del siglo XIII y
posiblemente estaban gobernadas por simples tenentes a las órdenes de comendadores.
e entre las propiedades fundiarias destacan las dehesas y espacios baldíos y de monte.
DLas extensiones de tierra adehesadas destinadas al ganado trashumante, cuya presencia
ya se detecta en tierras bajo extremeñas a mediados del siglo XIII, fueron abrumadoras. En el
caso de Capilla un porcentaje elevado de su escaso término era una dehesa de centenares de Km2 en
la que a mediados del siglo XIV llegaban a pastar alrededor de 50000 cabezas de ganado
procedentes de Toledo
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trashumantes, aunque no se descarta un aprovechamiento mixto estrictamente vigilado y cuidado por
los freyres.
n cuanto al enfrentamiento con otras Órdenes por clarificar los límites jurisdiccionales,
Elas fuentes nos proporcionan cumplidas noticias poco tiempo después de la conquista de
gran parte del territorio extremeño. Los conflictos más significativos tuvieron como rivales a la
Orden de Alcántara primero en la Alta Extremadura para, cuando la frontera se desplaza hacia el
sur, trasladarse a la comarca de La Serena. En esta área se conocen deslindes de términos
confirmados por los monarcas castellanoleoneses desde 1250 cuando se realiza el primer ajuste entre
los castillos de Benquerencia, Capilla y Almorchón. La debilidad de los acuerdos y casi con
seguridad la violación sistemática de los mismos por ambas partes explica el que estos acuerdos se
sigan realizando tres años después.
o menos complicados fueron los conflictos terminiegos sostenidos con los concejos de
Nrealengo. Los primeros que se conocen se fechan en 1253 y tienen al concejo de
Cáceres como principal demandante. El origen de “muertes e desonras, e fuerças, e dannos” debe
relacionarse con el obligado paso por Alconétar de personas, mercancías y ganados, es decir, son los
derechos emanados de la explotación del paso por el Tajo lo que los enfrenta a la Orden. Además de
percibir beneficios derivados del paso por el puente y utilización de las barcas, la posibilidad de
conseguir nuevas tierras que cultivar llevó a los templarios a apropiarse de parte de los límites
meridionales del concejo placentino, hasta el momento despoblados, cuestión que precipitó el conflicto
con el concejo de Plasencia en 1292.
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de las poblaciones que serán objeto de litigio en 1284 y que, tras sentencia real,
Algunas
reocupará el concejo de Badajoz fueron “tomadas por fuerza” e incluidas en los dominios
templarios años antes a pesar de las advertencias reales. En un primer momento, y debido a la
dificultad que mostraba el concejo pacense de repoblar los límites meridionales de su alfoz, las
poblaciones cercanas a la frontera portuguesa fueron ocupadas por los freyres. Años después se
produjo la primera reclamación coincidiendo con el relanzamiento del proceso de ocupación del suelo y
el crecimiento demográfico que ya estaba mostrando el citado concejo. Así, en 1278, tras sentencia
real, los lugares usurpados eran restituidos a Badajoz y además se procedía a una delimitación de
términos. Sin embargo, los freyres no debieron devolverlas tras la sentencia, reactivando el conflicto
hasta 1284 cuando las poblaciones en litigio, Olivenza, Táliga y Villanueva fueron definitivamente
reintegradas al concejo.
gualmente problemáticas fueron las relaciones que mantuvieron con el obispado de Badajoz.
ISabemos que inicialmente existe un acuerdo bipartito, fechado en 1256, en cuanto a la
percepción de las rentas derivadas de las parroquias que quedaban desgajadas del alfoz pacense para
integrarse en el dominio templario.
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odos los datos existentes, así como la localización de sus encomiendas y su escaso
Tpoblamiento parecen indicar que la explotación dominante es la relacionada con el
aprovechamiento de los pastos lo que nos pone en relación con un nuevo marco de explotación: las
dehesas. Considerando esta afirmación y la ausencia de noticias que nos permitan reafirmarnos en lo
anterior, la ganadería trashumante es el principal aliado económico del Temple en tierras extremeñas,
especialmente en las encomiendas de la Baja Extremadura.
l redondeo de sus ingresos se realiza a partir de las rentas obtenidas del tránsito por los
Epuentes controlados por la Orden. No tenemos referencias ciertas sobre la cuantía del
pontazgo pero en el enfrentamiento que protagonizó la encomienda de Alconétar con la Orden de
Alcántara en 1257 uno de los argumentos sostenidos es la obligación que imponían los alcantarinos
de no permitir el paso de personas y animales por el puente (o en su defecto la utilización de las
barcas) que salvaba las orillas del caudaloso Tajo, con la consiguiente pérdida de rentas.
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repoblación del resto de las encomiendas extremeñas, sin embargo, podemos pensar sin temor a
equivocarnos que debió existir alguna reglamentación al respecto.
a ausencia de fueros no nos permite precisar el tipo de relaciones que mantenía la Orden
Lcon sus vasallos. Al respecto, sólo podemos realizar vagas apreciaciones obtenidas del
documento de 1310. A partir del análisis detallado sabemos que las contribuciones a las que estaban
sujetas las explotaciones campesinas son referidas convenientemente en el citado documento y
entrarían en el ámbito de las exigencias de corte esencialmente señorial. En él se alude a la
existencia de diezmos y otros derechos relacionados con el cultivo del cereal, colmenas, utilización de
barcas, que los vasallos de la Orden debían pagar. No se mencionan rentas típicamente señoriales
como la martiniega, pero es posible pensar en su existencia o bien en su equiparación con el diezmo
no eclesiástico. Según muestran las escasas noticias conservadas, los vasallos de la Orden estaban
sujetos a una doble tributación. Por un lado, debían contribuir en los derechos puramente señoriales
de carácter solariego como lo apunta el hecho de que les exigieran “los derechos de pan et de
ganados et de colmenas” así como “los pechos de los vasallos”. La tributación exigida por la Orden
se completaba con otras rentas de índole jurisdiccional como parece indicar la percepción de las
“calonnias”.
ras el desarrollo de un proceso repleto de contradicciones, los bienes de los que era
Tpropietaria la Orden fueron entregados a homónimas de origen castellano, aunque no sin
problemas y fricciones ante la pretensión de otras instancias de poder obtener tan sustanciosos
bienes. Esta situación no es generada tras Viennes, sino que se conoce con antelación e incluso se
mantendrá viva y será motivo de especulación años después de declarada la extinción.
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especialmente con la disposición de tierras y rentas derivadas de la explotación ganadera. Una prueba
de esta situación la tenemos en la ausencia de un interrogatorio semejante para el caso de la
encomienda de Alconétar donde, evidentemente, los beneficios giraban en torno al control del paso por
el puente.
pesar de todo ello, o quizá como consecuencia de lo anterior, la frecuencia que sigue la
Adesmembración de los bienes templarios en Extremadura anterior a la disolución de la
Orden nos deja entrever un cúmulo de intereses ocultos y acciones precipitadas cuando no
contradictorias. Una muestra de todo ello la tenemos en las ventas y posibles donaciones de las que
son objeto la Orden de Alcántara frente a las legítimas pretensiones de la Orden del Hospital e
incluso de Calatrava y el concejo de Córdoba. Los alcantarinos entre 1309 y 1333 lograron obtener
la totalidad del señorío de Capilla incluyendo el significativo castillo de Almorchón, a lo que debemos
sumarle la encomienda de Alconétar con todas sus propiedades antes de 1327. Los intereses
ganaderos así como una fidelidad hacia el monarca, que no podía ofrecer otra Orden extranjera como
era la del Hospital, debieron ser elementos más que convincentes para inclinar la decisión a favor de
los freyres alcantarinos.
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CONSIDERACIONES FINALES
sta situación así como la fragmentación de sus dominios procuran una imagen irregular
Een cuanto al poblamiento. Exceptuando la encomienda de Jerez de los Caballeros, las
encomiendas de Alconétar y Capilla registran una ocupación poblacional escasa, sólo positiva si la
circunscribimos a la dinámica de crecimiento poblacional en la que se encuentra Extremadura a
finales del siglo XIII. Este poblamiento se basará fundamentalmente en fortalezas en torno a las
que se articuló un poblamiento mínimo y desde donde se procedió a la organización y puesta en
explotación del territorio. Sólo la villa de Jerez y su término puede considerarse el espacio más
densamente poblado de los dominios templarios en Extremadura.
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EL TEMPLE EN LA CORONA DE ARAGÓN
on la muerte del rey de Aragón Alfonso I, el Batallador, poco tiempo después, una grave
Ccrisis política se anunció en el reino aragonés. En efecto, el “Batallador” había hecho
testamento en varias ocasiones cediendo su reino al “Hospital de los pobres de Jerusalén, a los
custodios del Santo Sepulcro y a la milicia del Templo de Salomón”. En aquel momento (1132) solo
los templarios estaban reconocidos como una congregación monástica y militar al mismo tiempo.
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también Señor de Aragón), con una representación templaria encabezada por Hugues Rigault,
Maestre en Francia y miembro fundador de la Orden, y por Pere de Rovira, Maestro en Provenza
y parte de Hispania. El segundo Maestro del Temple Roberto de Craon, heredero de Hugo de
Payens, bendijo la reunión y sus acuerdos.
ecordemos, para terminar estas consideraciones, que los templarios en ningún punto del
Rdocumento renuncian a la parte que les corresponde del reino de Aragón según el
testamento del Batallador, simplemente, el tema queda en suspenso. A título de compensación reciben,
al margen de los enormes privilegios arriba señalados, el castillo y la Villa de Monzón con todos
sus dominios (27 poblaciones), el castillo de Barberá en Tarragona, y los de Remolins y Granyena
en Lleida.
ñadiremos que, en las mismas circunstancias, tanto los hospitalarios (que aún no tenían
Areconocido su posterior carácter militar) como los caballeros del Santo Sepulcro,
renunciaron a su parte de la herencia aragonesa a cambio de donaciones de casas y otros privilegios.
e esta manera, por la puerta grande, comenzaron su andadura los caballeros del templo
Dde Salomón en la Corona de Aragón. En consecuencia, todas las casas importantes y
familias nobles procuraron, a lo largo de los casi dos siglos de existencia formal de la Orden, tener
uno o varios parientes directos como miembros del estamento más elitista e influyente del reino, el
cual colmaban con donaciones particulares.
24
os templarios ofrecían garantías de unidad en la lucha a los nobles aragoneses, al conde
Lde Barcelona (hijo de un templario), y a la Iglesia que en aquel momento recibía la
inspiración directa y universal de San Bernardo, padre espiritual de los templarios y su principal
propagandista.
CRONOLOGIA
todo ello, añadieron numerosas donaciones de particulares que querían recibir los
Aprivilegios espirituales de la Orden ante la muerte, o bien su protección en el caso de
peregrinaje, para lo cual idearon un sistema parecido a los actuales cheques de viaje.
Agosto de 1153. Conquista de Miravet. Seis años después de las conquistas de Tortosa y de
Lleida se produce el final definitivo de la adición del sur de Cataluña a la corona aragonesa.
Miravet, emplazamiento que protege la puerta definitiva del Ebro, que allí se encajona entre
montañas, era la plaza más fuerte del mundo musulmán en la zona. Allí los árabes disponían
de un ribât –de ahí el nombre de Murâbit- dispuesto a defender la plaza sin rendirse jamás.
Esta conquista la dirigieron los templarios en persona, tal y como se expresa en las cartas
que el último principal dirigente, Ramón de Saguardia dirigió a Clemente V. Miravet era el
territorio clave que permitiría a los templarios dominar todo el Ebro catalán, desde
Mequinenza hasta el mar. Para ello no dudaron en hacer posesión de los castillos, villas y
términos de Ascó, Horta y Ribaroja, con todos los pueblos dependientes.
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sto lo consiguieron bien por medio de intercambios (por ejemplo, la parte correspondiente a
Ela conquista del cantón de Ademuz, en el caso de Ascó) y como compensación de
préstamos a la realeza (en el caso de Horta y de Ribaroja).Si sumamos el resto de posesiones en la
demarcación del castillo de Barberá, en el Tarragonés y en el resto de comarcas, podemos decir, sin
temor a equivocarnos, que las tierras del Temple en la cuenca del Ebro a finales del siglo XII,
abarcaban casi la mitad de la actual provincia de Tarragona. Sus posesiones en el resto del
territorio, sin ser tan abundantes, eran igualmente considerables.
Digamos también que, durante esta etapa (de 1180 a 1232), los
templarios de la corona de Aragón aportaron al Temple -en
momentos muy difíciles- a tres de sus mejores Maestres:
Arnau de Torroja, Gilbert d’Erill y Pere de Montagut, todos ellos héroes de las campañas en
Hispania. Los mismos que supieron dirigir la guerra santa en ultramar con gran coraje y
tino.
26
Los templarios de Jaime I dirigieron, planearon y ejecutaron buena parte de la conquista de
Mallorca. Como prueba, tenemos la donación del castillo y el barrio judio más la tercera parte
de la ciudad de Palma, 580 “caballerías” (porciones de tierra suficientes para un caballero y
su familia), hornos, molinos, incluso un puerto en exclusiva en Palma, Pollensa... en manos de
Bernat de Campans, lugarteniente del maestre, Comendador de Miravet y de toda la Ribera
(demarcación que incluía todas las tierras del Ebro catalán, un “distrito” a caballo entre las
“provincias” y las “encomiendas”).
a conquista de Menorca fue encargada por el monarca a Ramón de Serra, un templario
Lque más tarde sería Maestre provincial.
a conquista del reino de Valencia siguió un proceso similar en cuanto a la intervención de
Lnuestros caballeros: la donación de buena parte de la ciudad, el rey Jaime la puso en
manos de Guillem de Cardona, Comendador de Miravet, y más tarde, Maestre provincial.
Hacia 1252, San Luís, rey de Francia y director de la quinta cruzada, mandó expulsar de
Tierra Santa al Mariscal del Temple, Hug de Joieu, por haber acordado unos pactos con el
sultán de Damasco -práctica corriente en las cruzadas- sin su conocimiento. Los templarios
de Aragón y Catalunya acogieron a Hug Joieu nombrándole Maestre provincial, a pesar de
la admonición de San Luís, demostrando su poder e independencia.
En 1265, el rey Jaime I envió a sus ejércitos contra el reino de Murcia que se había
sublevado. La campaña victoriosa la dirigió Pere de Queralt, Mariscal del Temple en Aragón,
conocido como “cor de roure” (corazón de roble). Jaime I pudo devolver así el reino de
Murcia a su yerno Alfonso El Sabio de Castilla. Los templarios adquirieron nuevas
posesiones en esta campaña: Caravaca, derechos sobre Jerez de los Caballeros y el castillo
árabe de Murcia, donde erigieron una capilla dedicada a su Señora: la Virgen de Gracia, la
misma a la que habían dedicado un siglo antes, su castillo emblemático: Miravet.
Durante el reinado de Pedro el Grande, hijo de Jaime I, los templarios llevaron a cabo otras
gestas: la derrota de los franceses en Nicoretta (después de la guerra de Sicilia), dirigida por
otro Pere de Queralt.
En 1285, el papa angevino excomulgó al monarca y a su reino (por los hechos de Sicilia) y
mandó una cruzada contra Catalunya, dirigida por Felipe Hardi (padre de Felipe el Hermoso).
En esta ocasión los templarios de Aragón y Cataluña, capitaneados por el Maestre
Berenguer de Sanjust, protegieron el reino contra los invasores, a pesar de que estos venían
contra la corona aragonesa en nombre del mismísimo papa, jefe supremo del Temple. De esta
manera, los templarios salvaron al rey y su tierra, demostrando la máxima fidelidad a su
patria y a su tierra por encima de otras consideraciones. Berenguer de Sanjust dejó de ser
Maestre después del desastre de San Juan de Acre (1291). Fue el último Comendador de
Miravet (1302-1308).
27
1307-1312 El proceso a los templarios en la corona de Aragón tiene un especial interés: el
rey arrestó al Maestre Ximén de Lenda en Valencia. En Miravet resistieron un largo asedio
de trece meses, mientras el lugarteniente del Maestre, Ramón de Saguàrdia, mantenía una
copiosa correspondencia diplomática con el rey y con el mismísimo papa, a fin de negociar las
mejores condiciones de futuro para los monjes guerreros. El juicio, celebrado en Tarragona,
declaró a los templarios catalanes libres de todos los cargos. Ninguna acusación se pudo
demostrar.
os dominios del Temple, en la Corona de Aragón, se consideran los más ricos, extensos
Ly productivos, tanto en explotación directa como en botines y donaciones de conquista, de
cuantos llegó a acumular la Orden en toda su existencia.
odemos afirmar, sin dudar, que resulta difícil encontrar en parte alguna, ni siquiera en
PFrancia o en Tierra Santa, un territorio tan afecto al templarismo como el que
representa el eje de los ríos Cinca, Segre y Ebro con los soberbios castillos-encomiendas de
Monzón, Gardeny, Miravet, Tortosa y Peñíscola, y sus respectivas demarcaciones, pueblos y
castillos dependientes.
oda una sorpresa para los que desconocen la historia de los templarios de la corona de
TAragón. Todo un placer para aquellos que disfrutan de la comprensión del pasado.
LA OBRA ECONÓMICA DEL TEMPLE
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ientras los templarios protegieron la Corona de Aragón, no existieron hambrunas. Los
Mtiempos posteriores a la desaparición de los caballeros van parejos a la decadencia de la
Corona que ellos tanto ayudaron a consolidar. La situación de los judíos también sufrió un duro
revés: las juderías de Palma de Mallorca i de Tortosa eran vasallas de los templarios y recibían su
protección.
LA OBRA ARQUITECTÓNICA
ueremos resaltar cuatro importantes construcciones llevadas a cabo por la Orden durante
Qtoda su existencia: Miravet, Gardeny, Monzón y Peñíscola.
iravet es el primer castillo auténticamente
Mtemplario y cruzado construido a mediados
del siglo XII. Estudios comparativos recientes
demuestran que, no sólo estamos ante una obra
totalmente innovadora en el concepto de la arquitectura
militar y religiosa de la época, sino que se trata del
mejor ejemplo de castillo-convento de la orden del Temple
en todo occidente, junto con el de Peñíscola (150 años
más tarde), que constituye el castillo templario mejor
conservado de todo el occidente cristiano y el oriente medio.
29
n Peñíscola, ciento cincuenta años más tarde, siguieron exactamente el mismo modelo
Econstructivo de Miravet, su primera obra arquitectónica militar de envergadura. Peñíscola
es el castillo templario mejor conservado del mundo, puesto que las guerras no le afectaron en
demasía.
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LA ENCOMIENDA DE MONZÓN
n 1143 la Orden del Temple recibe el castillo con sus tierras y propiedades y se produce
Euna fuerte disputa entre esta y la mitra ilerdense hasta que, en 1173, quedan supeditadas
a la encomienda un total de 28 iglesias.
ada la importancia que adquirió Monzón llevaron a cabo importantes obras; la ampliación
Dde la fortaleza, dotándola de dormitorios, templo, refectorio, caballeriza, la torre de Jaime
I y la original torre del homenaje, y la catedral de Santa María en la ciudad. Ambas obras,
iniciadas a partir de la segunda mitad del siglo XII, reflejan la influencia del espíritu cisterciense,
austero y sencillo, de transición del románico al gótico.
l castillo de Monzón sufrió el sitio más largo que vivió la Orden junto con los ataques
Ede los ejércitos de Jaime II. Capituló el 29 de marzo del 1309 siendo el último reducto
templario de la Corona de Aragón.
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ENCOMIENDA DE GARDENY (LLEIDA)
ENCOMIENDA DE MIRAVET
Eluna24fortísima
de agosto de 1153 el castillo cayó en manos de las huestes cristianas después de
y sangrienta batalla, tal y como se desprende de la donación que el mismo
día hizo el príncipe de Aragón y conde de Barcelona a Pere de Rovira, maestre de Hispania y
Provenza de la Orden del Temple de Salomón.
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ero lo que no podían haber imaginado nunca es que ellos mismos resistirían, en este
Pmismo emplazamiento y 154 años más tarde, un arduo asedio, traicionados por sus
propios mandatarios y hermanos de religión, que decidiría su final, como si de una macabra y
retorcida maldición se tratara…
LA ENCOMIENDA DE TORTOSA
ajo el mandato de Abd al-Rahman III se levanta el castillo de la Zuda, hoy convertido
Ben Parador Nacional, entre otras construcciones hoy desaparecidas como las atarazanas,
los baños públicos y una mezquita de cinco naves, construcciones que fueron reconvertidas en el
palacio del Obispo y la catedral gótica.
33
os caballeros del Temple organizaron la encomienda el mismo año de la conquista (1148)
Ly en 1182 ampliaron su dominio al recibir en donación la parte de la Corona y comprar,
en 1153, la parte de los genoveses. Junto con la de Miravet, constituyeron las encomiendas más
ricas de la Orden en toda la Corona de Aragón.
l dominio que ejerció la orden del Temple sobre la ciudad, sobretodo en el barrio judío
E(Remolins), pasó a manos del obispado tras la disolución de la Orden en 1314. Dos
décadas antes, en 1294, Jaime II “el Justo” permuta la ciudad a los templarios por el enclave
estratégico de Peñíscola y se organiza en encomienda junto con la adquisición de Xivert y la compra
de Culla (1303).
LA ENCOMIENDA DE PEÑÍSCOLA
Hubo litigio por la posesión del castillo pues la familia Moncada argüían que era de su
propiedad en virtud de la merced que Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, hizo a don Guillén
de Moncada en el año 1147 antes de ser conquistada, sentenciando el obispo de Zaragoza en el año
1235 que el castillo pertenecía a la Corona de Aragón y no a los Moncada. En el año 1286 el
rey Alfonso, el Liberal, I de Valencia y III de Aragón hace donación del castillo y villa a don
Artal de Alagón.
on Artal lo mantendrá en su poder hasta el 1293, año que realizaría un trueque con el
Drey de Aragón, Jaime II el Justo, pasando a ser propiedad de nuevo de la Corona de
34
Aragón. Un año más tarde (1294) lo permuta a la Orden del Temple por la ciudad y alfoz de
Tortosa; y son los templarios los artífices de la transformación de la alcazaba árabe convirtiéndolo
en castillo convento.
ras la disolución de la Orden del Temple en el año 1314 pasa a manos de Jaime II,
Trey de Aragón, quien en el tiempo en que se creó la Orden de Montesa a instancias
suyas, en el año 1317, dona la plaza a dicha orden tomando posesión definitiva de ella en el año
1319.
ero su importancia histórica radica en haber sido la residencia del papa Benedicto XIII,
Pdon Pedro de Luna (obispo de Tortosa), quien fue acogido en la villa y el castillo de
manos de la Orden de Montesa e instaló su residencia y la Santa Sede, haciéndose efectiva de pleno
derecho en el año 1411. A partir de entonces y hasta 1423, año de su muerte, se realizan reformas
para su nuevo uso, centradas sobretodo en la torre-residencia del pontífice.
as constantes luchas entre cristianos y musulmanes en Tierra Santa durante los siglos
LXII y XIII trajeron como consecuencia la pérdida sucesiva de los territorios cristianos
y posesiones templarias en este lugar. La pérdida del último baluarte cristiano en Tierra Santa, San
Juan de Acre, a manos de los musulmanes supuso el comienzo del fin de las órdenes religioso-
militares. El Gran Maestre del Temple pasó a residir, por un tiempo, en la vecina isla de Chipre,
para trasladarse más adelante a Francia.
octubre de 1307 actuó por sorpresa haciendo encarcelar 138 caballeros y exigiendo al
Enpropio Papa Clemente V, al cual le había hecho trasladar la corte a Aviñón, que actuase
contra la orden. A finales del mes de octubre envió cartas al rey de la Corona de Aragón, Jaume
II, incitando a que actuase contra los templarios en su territorio. Al principio el monarca catalán se
opuso, pero a medida que se iban conociendo las confidencias de culpabilidad arrancadas a los
templarios franceses mediante torturas, tuvo que ceder ante la presión de un nuevo poder que se
había creado dentro de la misma iglesia: la Inquisición.
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LA RESISTENCIA DEL TEMPLE EN ARAGÓN Y CATALUÑA
Elsus1 deoficiales
diciembre de 1307, encontrándose el rey Jaime II en Valencia, envió órdenes a
para que detuvieran a los templarios y los pusieran a disposición del
inquisidor general Joan de Llotger. Fue precisamente él quien acabó de presionar al rey Jaume II
para que actuase contra los templarios; así pues, el rey tuvo siempre la coartada de que actuaba a
petición del inquisidor general y no por iniciativa propia.
1. El comendador provincial (de la Corona de Aragón) había fijado su residencia oficial en este
castillo desde finales del siglo XIII.
2. El tesoro y archivos provinciales estaban custodiados en el castillo sede de la Corona de
Aragón, el de Miravet.
3. Su actuación estratégica sobre el río Ebro, importante vía de comunicación, y su
inexpugnabilidad.
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l 20 de enero Jaume II ordenó a Bernat Cespujades y a Guillem de Ceret que
Ecomunicasen a Ramon de Saguàrdia y a Berenguer de Sant Marçal, responsables de los
castillos de Miravet y Ascó respectivamente, la determinación del rey y las citaciones del inquisidor
general para su rendición, cosa que, evidentemente, no hicieron.
n marzo, viendo el rey que no había tenido éxito en Miravet, envió a Pere de Vila-Rasa,
Edoctor en leyes y juez, para convencerles de que un cambio de actitud beneficiaría su
rendición; tampoco surgió efecto.
n el mes de mayo, Jaume II envió a Pere de Queralt a Miravet para entrevistarse con
Eel lugarteniente de los templarios catalanes. Este, junto con Fr Berenguer de Santjust
(Comendador de Miravet), Fr Jaume d'Oluja (comendador de Granyena) y Fr Ramon d'Oliver
(comendador de Zaragoza) le comunicaron que tan solo estaban dispuestos a obedecer lo que decía el
Santo Padre, pero que, si se les acusaba de herejía, no la admitirían y que, incluso se defenderían
de esta falsa acusación hasta la muerte si es necesario. El día 17 de mayo el rey conoció la
decisión irrevocable de los templarios.
n julio el rey aceptó una entrevista con Jaume de Garrigans, quien actuó como delegado
Ede Ramón de Saguàrdia. Jaume II, después de escuchar a sus consejeros, le expresó la
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negativa de negociar con los templarios y de admitir tan solo su rendición. El fracaso de las
negociaciones de Jaume de Garrigans hizo que los templarios desconfiasen de él y le acusasen de
traidor y de no saber negociar.
ste cayó en desgracia, un triste final para una deserción anunciada. Esta circunstancia
Ehizo que Garrigans, una noche, mientras hacía guardia en el castillo de Miravet,
consiguiese huir con importantes documentos del archivo para enseñar al rey, de paso, intentar
ganarse el perdón de su anterior pasado templario. El rey no le escuchó, no se fio; a cambio, le
aprisionó en Tortosa, con lo cual acabó totalmente olvidado y marginado; se perdió su rastro en
1309. La figura de Jaume de Garrigans no se valora justamente desde un principio, pues se ve
como el malo de la historia.
finales de verano de 1308 el rey decidió potenciar el sitio a los castillos donde aún
Aresidían los templarios, como Cantavella, Castellot o Villel, pero la moral y la pena de los
sitiados hicieron el resto. El rey sabía que, al final, obtendría la victoria, y no le importaba esperar
el tiempo necesario; sabía que los castillos caerían uno a uno, hecho que jugaba a su favor.
Concentraba sus esfuerzos en una fortaleza; cuando ésta cayera, iría a por otra, y así
sucesivamente. A la caída de Castellot, a los templarios tan sólo les quedaban Miravet y Ascó en la
Ribera d'Ebre y Monzón y Xalamera al Oeste.
ernat de Llívia, que además de buen estratega era buen negociador, fue el encargado de
Blos preparativos para intensificar el sitio en el castillo de Miravet: Los templarios estaban
enfermos, sin agua y sin provisiones, y sabían que les quedaban muy pocas fortalezas en su poder.
e formó una comisión negociadora dirigida por Ramon d'Oliver y Jaume d'Oluja, quienes,
Sacompañados por Bernat de Llívia, se entrevistaron con Jaume II en Calatayud; allí le
presentaron un documento, redactado por Ramón de Saguàrdia, en el cual figuraban unos puntos a
tratar. El rey no aceptó todo el contenido del documento pero dejó entrever un cambio de actitud
respecto a la manifestada hasta el momento. El rey se comprometió a pedir al Papa que los
templarios fuesen tratados con misericordia en el proceso al cual se tuvieron que someter. Aceptó que
les fuera asignada una pensión según el rango que tuvieran dentro de la orden y que, mientras se
esperaba el juicio correspondiente, pudieran escoger el lugar de residencia deseado. Tal vez, este
cambio en la actitud del rey fuera debido a que sabía que los templarios no podían resistir mucho
tiempo, que antes o después se tenían que rendir y que no era necesario irritar a una parte de la
iglesia, si el sitio o las condiciones de rendición se endurecían demasiado.
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finales de noviembre, Berenguer de Santjust, Ramon d'Oliver y Jaume d'Oluja pensaban
Aya en rendirse. Pero Ramón de Saguàrdia aún conservaba una remota esperanza y se
dirigió a la Santa Sede para informarla de que, con la rendición, el rey pretendía que los castillos y
pertenencias templarias pasasen a la Corona. Ramón de Saguàrdia le comunicó que los templarios
debían rendírsele a él y no al rey.
día 12, Ramón de Saguàrdia puso fin a la resistencia templaria en Miravet y cedió el
Elcastillo a Bernat de Llíbia. Los oficiales del rey entraron en el castillo y detuvieron a los
frailes, desarmándolos y registrándolos. El mismo día, los 22 templarios que se habían rendido
fueron enviados a Tortosa donde, de momento, fueron encarcelados en el castillo de la Suda,
quedando a disposición de Guillem de Ceret. Quedaron 6 personas en Miravet que no se rindieron.
uando los soldados entraron en el castillo se dirigieron a la Torre del Tesoro, donde se
Cencontraba el archivo y documentos de la orden, así como dinero y otros objetos de valor
histórico, como la lanza de Ramón Berenguer IV. Elaboraron una detallada relación de cuanto
encontraron en la sala, con el fin de encontrar alguna pista que delatara los “abominables crímenes y
faltas” por los cuales habían sido acusados.
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ABOLICIÓN DE LA ORDEN Y JUICIOS CONTRA LOS
TEMPLARIOS
los pocos días se rindió el castillo de Ascó, y después Chalamera y Monzón, este
Aúltimo en mayo de 1309. Sin embargo, el sitio más importante lo protagonizó el castillo
de Miravet, sede provincial de los templarios catalanes, y donde la orden custodiaba el archivo y
tesoro provinciales, que contenía documentación importantísima para los juicios que se llevaron a cabo
durante los años posteriores a la capitulación.
l rey de Francia, Felipe IV, engañó al Papa y le prometió retirar todas las acusaciones
Eque pesaban contra su antecesor Bonifacio VIII, muerto años atrás como consecuencia
de las desavenencias con el rey, si redactaba la abolición de la orden. Clemente V, a pesar de las
informaciones favorables de la orden y de las acusaciones poco fundamentadas que pesaban sobre
ella, en el Concilio de Viena del Delfinato, y por provisión apostólica, decidió la abolición de la orden
con la bula papal Vox in Excelso, el 22 de marzo de 1312. En junio del mismo año la bula Ad
Providam otorgó los bienes de los Templarios a la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén.
El 4 de noviembre del mismo año se celebró en Tarragona un concilio provincial, en el cual los
templarios catalanes fueron declarados inocentes y libres de culpa; fueron indemnizados con pensiones
vitalicias bien remuneradas, entre 1400 y 1800 sueldos jaqueses al año, y se les permitió vivir en
las casas de comanda, por entonces ya propiedad de los hospitalarios. La casa maestra del templo
fue clausurada; nunca más ningún templarios volvió a pisarla.
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