La actividad de agua (Aw) es la humedad en equilibrio de
un producto, determinada por la presión parcial del vapor de agua en su superficie. Esconveniente determinar la actividad de agua con precisión para cada uno de los productos, para así caracterizar el riesgo de cada uno de ellos:
1. Aw = 0,98: pueden crecer casi todos los
microorganismos patógenos y dar lugar a alteraciones y toxiinfecciones alimentarias. Los alimentos más susceptibles son la carne o pescado fresco y frutas o verduras frescas. 2. Aw = Entre 0,93 y 0,98: pueden formarse un gran número de microorganismos patógenos. Los alimentos más susceptibles son los embutidos fermentados o cocidos, quesos de corta maduración, carnes curadas enlatadas, productos cárnicos o pescado ligeramente salados y el pan. 3. Aw = Entre 0,85 y 0,93: En este caso, como bacteria, solo crece S. aureus, que puede dar lugar a toxiinfección alimentaria. Sin embargo, los hongos aún pueden crecer. Como alimentos más destacados figuran los embutidos curados y madurados, el jamón serrano o la leche condensada. 4. Aw = Entre 0,60 y 0,85: las bacterias ya no pueden crecer en este intervalo, si hay contaminación se debe a microorganismos muy resistentes a una baja actividad de agua, los denominados osmófilos o halófilos. Puede darse el caso en alimentos como los frutos secos, los cereales, mermeladas o quesos curados. 5. Aw < 0,60: no hay crecimiento microbiano, pero sí puede haber microorganismos debido a una contaminación durante su producción que sobrevivan largos periodos de tiempo. Es el caso del chocolate, la miel, las galletas o los dulces.
Convet, dispone de la instrumentación necesaria para
realizar la medida de la actividad de agua mediante el punto de rocío de forma precisa y rápida, así como la interpretación de los resultados obtenidos para definir los microorganismos a estudio en cada tipo de producto
Por tanto, la actividad de agua, es uno de los factores más
críticos para asegurar la calidad y seguridad de los alimentos ya que tiene incidencia sobre las características de calidad, tales como: textura, sabor, color, gusto, valor nutricional del producto y su tiempo de conservación.
Tipos de aguas en los alimentos Aw
Los microorganismos, y entre ellos los causantes de toxiinfecciones alimentarias, necesitan agua para poder crecer y desarrollarse. El agua disponible dentro de los alimentos, un parámetro conocido como actividad del agua (aw), es un factor importante para la longevidad de la vida útil de los mismos, ya que cuanto mayor es la cantidad de agua disponible en el alimento más fácilmente pueden prosperar los gérmenes.
El término contenido de agua de un alimento se refiere, en
general, a toda el agua El término contenido de agua de un alimento se refiere, en general, a toda el agua de manera global. Sin embargo , en los tejidos animal y vegetal, el agua no está uniformemente distribuida debido a los complejos hidratados que se producen con proteínas, a los hidratos de carbono y otros, a las diversas estructuras internas propias de cada tejido, a los microcapilares que se forman, a su incompatibilidad con los lípidos que no permiten su presencia, etc. Esta situación de heterogeneidad de la distribución del agua también se presenta en productos procesados debido a que sus componentes se encuentran en distintas formas de dispersión. En los alimentos existen diferentes estados energéticos en los que se encuentra el agua, es decir; no toda el agua de un producto tiene las mismas propiedades fisicoquímicas y esto se puede comprobar por las diversas temperaturas de congelamiento que se observan. Este tipo de consideraciones ha llevado a que se emplean términos como agua ligada y agua libre, para hacer referencia a la forma y al estado energético que dicho líquido guarda en un alimento. Se considera que el agua ligada es aquella porción que no congela a -20°C, por lo que también se le llama agua no congelable; su determinación se puede efectuar mediante el análisis térmico-diferencial, por resonancia magnética nuclear, etc. Por otra parte el agua libre también llamada agua congelable y agua capilar, es la responsable de, la actividad de agua. La relación de concentraciones entre “libre y ligada” se incrementa en la medida en que el producto contiene más agua, mientras que en los deshidratados, dicha relación se reduce considerablemente. El agua ligada está fuertemente unida al alimento por medio de puentes de hidrogeno, y esta físicamente atrapada en una matriz muy viscosa que no permite su movilidad y difusión, por lo tanto no está disponible.
Existen tres zonas hipotéticas en las que se pueden dividir
el agua contenida en un producto. La que integra la zona III se considera “libre”, se encuentra en macrocapilares y forma parte de las soluciones que disuelven las sustancias de bajo peso ,molecular, es la más abundante, fácil de congelar y evaporar, y su eliminación reduce la aw a 0.8. En la zona II, el agua se localiza en, diferentes capas más estructuradas y en microcapilares, es aproximadamente 0.25, esta fracción correspondería, junto con la monocapa, al agua “ligada”. Zona I equivale a la capa monomolecular y es la más difícil de eliminar. manera global. Sin embargo , en los tejidos animal y vegetal, el agua no está uniformemente distribuida debido a los complejos hidratados que se producen con proteínas, a los hidratos de carbono y otros, a las diversas estructuras internas propias de cada tejido, a los microcapilares que se forman, a su incompatibilidad con los lípidos que no permiten su presencia, etc. Esta situación de heterogeneidad de la distribución del agua también se presenta en productos procesados debido a que sus componentes se encuentran en distintas formas de dispersión. En los alimentos existen diferentes estados energéticos en los que se encuentra el agua, es decir; no toda el agua de un producto tiene las mismas propiedades fisicoquímicas y esto se puede comprobar por las diversas temperaturas de congelamiento que se observan. Este tipo de consideraciones ha llevado a que se emplean términos como agua ligada y agua libre, para hacer referencia a la forma y al estado energético que dicho líquido guarda en un alimento. Se considera que el agua ligada es aquella porción que no congela a -20°C, por lo que también se le llama agua no congelable; su determinación se puede efectuar mediante el análisis térmico-diferencial, por resonancia magnética nuclear, etc. Por otra parte el agua libre también llamada agua congelable y agua capilar, es la responsable de, la actividad de agua. La relación de concentraciones entre “libre y ligada” se incrementa en la medida en que el producto contiene más agua, mientras que en los deshidratados, dicha relación se reduce considerablemente. El agua ligada está fuertemente unida al alimento por medio de puentes de hidrogeno, y esta físicamente atrapada en una matriz muy viscosa que no permite su movilidad y difusión, por lo tanto no está disponible.
Existen tres zonas hipotéticas en las que se pueden dividir
el agua contenida en un producto. La que integra la zona III se considera “libre”, se encuentra en macrocapilares y forma parte de las soluciones que disuelven las sustancias de bajo peso ,molecular, es la más abundante, fácil de congelar y evaporar, y su eliminación reduce la aw a 0.8. En la zona II, el agua se localiza en, diferentes capas más estructuradas y en microcapilares, es aproximadamente 0.25, esta fracción correspondería, junto con la monocapa, al agua “ligada”. Zona I equivale a la capa monomolecular y es la más difícil de eliminar.
Agua ligada: En hidrología, el agua ligada es una capa
extremadamente delgada de agua que rodea las superficies minerales. Las moléculas de agua tienen una fuerte polaridad eléctrica, lo que significa que hay una carga positiva muy fuerte en un lado de la molécula y una carga negativa fuerte en el otro. Esto hace que las moléculas de agua se unan entre sí y con otras superficies cargadas, como los minerales del suelo. La arcilla en particular tiene una alta capacidad de unirse con moléculas de agua.
Agua libre: Agua que es móvil, está disponible para fluir, y
no se encuentra ligada a las superficies de los granos o los minerales de las rocas.
Actividad del agua en el deterioro de los alimentos
El agua no solo es un bien necesario para la producción alimentaria. También es un factor determinante para la conservación y seguridad de los alimentos. El ataque de los microorganismos es la principal causa de deterioro y su crecimiento está ligado a la cantidad de agua que contiene el alimento.
Fenómeno de sorcion y curva de sorcion
El isoterma de adsorción es la curva que indica la cantidad
de agua retenida por un alimento en función de la humedad relativa de la atmósfera que le rodea, este representa la cinética con la que un alimento adsorbe humedad y se hidrata. Por otra parte el isoterma de desorción representa la cinética con la que un alimento pierde agua y se deshidrata. Unos de los factores que influyen en las isotermas: son dependientes de la temperatura. Sabremos el contenido en humedad del alimento en función de la humedad relativa y la temperatura a la que lo almacenemos. A la misma humedad relativa cuanto mayor es la temperatura menor será el contenido en agua. Y con contenidos en agua iguales, a mayor temperatura, mayor actividad de agua
En la siguiente figura se presentan las isotermas de
adsorción y desorción en función de la relación entre la actividad de agua y el contenido de agua. Se observa que las curvas no coinciden, es decir, hay histéresis en el fenómeno de adsorción. Una Isoterma de Sorción de Humedad es la relación entre el Contenido de Humedad y la Actividad de Agua (aw) de un producto. La cantidad de agua que puede tener/absorber un producto depende de su composición química, de su estado físico‐químico, de su estructura física y de la temperatura.