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Análisis
Obertura de la ópera Kepler
Philip Glass
El nuevo estilo musical que Glass estaba desarrollando fue finalmente apodado
"minimalismo". Al propio Glass nunca le gustó el término y prefirió hablar de sí mismo
como un compositor de "música con estructuras repetitivas". Gran parte de su obra inicial
se basaba en la reiteración prolongada de breves y elegantes fragmentos melódicos que
entraban y salían de un tapiz auditivo. O para decirlo de otra manera, sumergió al oyente en
una especie de clima sónico que se retuerce, gira, rodea, se desarrolla.
La última ópera de Philip Glass, su vigésima segunda, por lo que claramente se siente
atraído por el género, aunque pocas de sus obras escénicas son 'operísticas' en el sentido
tradicional y melodramático. La nueva ópera, titulada Kepler, no es una excepción.
Johannes Kepler, fue un astrónomo que demostró que la Tierra no era el centro del
Universo y que de hecho la Tierra orbita alrededor del Sol y no al revés. En ese momento,
esto era una herejía y Kepler fue perseguido por las autoridades religiosas durante toda su
vida. Pero el libreto se centra más en las ideas y los conflictos espirituales de Kepler que en
las luchas cotidianas de un hombre que combate por reconciliar su ciencia y la sociedad que
lo rodea. Entonces, no es realmente operístico en el sentido tradicional y podría ser
igualmente un oratorio. El concepto, pero no la música, recuerda al Edipo Rey de
Stravinsky.
El segundo acto desarrolla una narrativa dramática más clara y fuerte y la música en
algunos puntos mostró elementos de un lenguaje más romántico. En ese sentido, comienza
a sentirse un poco más como una ópera tradicional, aunque el libreto nunca abandona
realmente el reino más bien seco de la teorización científica.
La ópera comienza con una obertura breve y entusiasta y dura 115 minutos sin un
intermedio. El epitafio de Kepler, "Una vez medí los cielos / Ahora mido las sombras
terrenales", comienza y termina el trabajo. En la versión de concierto, cuatro bajos y una
docena de violonchelos proporcionan la única calidez de color contra un escenario que de
otro modo sería negro. La música enérgica impulsa la acción mientras el coro de 38
miembros, seis solistas anónimos y Kepler, cantado por Martin Achrainer, interpretan sus
partes. Glass ha resistido la tentación de asignar los seis solistas anónimos a cada uno de los
seis planetas conocidos en la época de Kepler, o de intentar traducir los períodos orbitales
planetarios directamente en las notas musicales o armonías que implican. En cambio, los
arpegios hinchados en la extensa sección de cuerdas, junto con el uso variado de la
percusión desde una maraca hasta gongs y tambores, lo convierten en un trabajo
estimulante y fascinante.
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Culture Politics Opinion, Kepler: the new Philip Glass opera, Culture Politics Opinion Blogspot,
http://culturepoliticsopinion.blogspot.com/2009/12/kepler-new-philip-glass-opera.html
El análisis de la obertura
Aunque la obra de Glass cabe en un marco completamente aparte, sin dejar de ser
considerado un minimalista, podemos ver esbozos de un estilo propio y marcado que es
totalmente identificable en toda su música, esas características se verán desarrolladas a lo
largo de toda la obra, capas de ostinatos rítmico melódicos, patrones constantemente
repetidos que serán sujetos de cambios graduales, capas en las texturas, y entrelazamiento
repetitivo de frases y ritmos, todo esto combinado con la repetición de frases y ritmos
entrelazados.
Cabe mencionar que, con vistas al score, es evidente el impacto del texto científico de
Kepler en la composición de esta obra. Ya solo con comenzar podemos ver el motivo del
planeta tierra en los bajos de la orquesta. Como podemos observar en Armonices Mundi (la
armonía de las esferas).
Supuso que, durante su movimiento de revolución alrededor del Sol, cada planeta
producía un tono musical, cuya la frecuencia variaba con la velocidad angular de los
planetas medidas con respecto al Sol. A menor velocidad les correspondería una menor
frecuencia del sonido emitido,
El planeta más lejano al Sol, Saturno, era el más lento, por tanto emitiría el sonido más
grave, pero, además, por la Ley de las Áreas, en cada planeta cuando la distancia es
menor (perihelio) la velocidad tiene que ser mayor y en el afelio menor, lo que significaba
que emitían diferentes notas en cada punto de su órbita. De este modo los planetas
girarían alrededor del Sol cantando cada uno su melodía orbital y se convertirían en un
coro cantando al Astro Rey. En ese coro Mercurio sería la voz soprano, la Tierra y Venus
la contralto, Marte el tenor y Saturno y Júpiter las voces de bajo.
La relación entre el primer motivo de la obertura de Kepler de Glass es casi poético, para
comenzar esta en los bajos y no en los agudos medios, lo que nos habla de una tierra
antigua, un viaje al pasado, con ese ostinato de segunda menor que permanecerá en gran
parte de la obra. También podremos observar el descenso sobre la progresión de marte,
pero esta vez no la trasporta, conserva la escala, pero decide comenzarla en re, en lugar de
do, dando a entender que quizá ya estamos mas cerca de ese planeta de lo que esperamos,
un giro total del pasado con el presente, ya que no es un tema que se vuelva a repetir.
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Victor Arenzana Hernandez, LA MÚSICA DE LAS ESFERAS DE PITÁGORAS A KEPLER, Vicmat,
http://vicmat.com/la-musica-las-esferas-pitagoras-kepler/
Curiosamente, después del ingreso del descenso de marte, comienza una poliritmia, tres
contra dos, muy característica de Glass, la custrión con los tresillos después del tema de
marte, nos recuerda mucho al ostinato rítmico de Marte, de Holst, que también es
compuesta bajo un aura de misticismo.
También en primero lugar podemos encontrarnos una transformación neo Rreimanniana de
tritono del compás 3 al cuatro de tipo Tp, para pasar al compás cinco a una transformación
de la disminuido a sol menor, incluso como se mueve cromaticamente en descenso a partir
del compás 5, primero en le bajo y luego en los violines de Sol, a Mi.
Otro lugar de interés, es el la letra de ensayo B, donde seguimos teniendo trasformaciones,
pero ahora bajarán cromáticamente entre ellas que a pesar de repetirse la trasformación
cambiará. En un principio, por sus tres movimientos cromáticos, parecerá una
trasformación de tipo PR.
Por ultimo, un lugar donde me parece crear un inciso importante es en estas progresiones y
transformaciones en arpegios en lo mas agudo de los registros y con los mas brillantes y
ligeros de los instrumentos, como las flautas y la celesta crean una sensación a espacio
exterior, que si bien fue primeramente usada por Holst en Júpiter, en su Suite de los
planetas, ha sido retomada por otros compositores para bandas sonoras, cuya influencia de
Philip Glass también se remarcada. Cabe mencionar dela película Total recall, el tema
Mutant de Jerry Goldsmith y Luck, del videojuefo Halo 3 de Martin O´Donell y Michaell
Salvatori.
1 Jupiter, Holst
2Kepler, Glass