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Enciclopedia

de la
Biblia
SEXTO VOLUMEN

Q-Z

Distribuidores exclusivos

EDITORIAL ÉXITO, S.A.


Paseo de Gracia, 24
BARCELONA

Ediciones Garriga, S.A.


Barcelona
N ihil O bstat
Dr. Pablo Termes Ros, Canónigo
Censor

Imprímase
t GREGORIO, Arzobispo de Barcelona
30 de septiembre 1965

Propiedad artística y literaria reservada


© Ediciones GARRIGA, S. A.

Segunda edición, 1969

Depósito legal: B. 28927 -1963 - VI Printed in Spain

GARRIGA IMPRESORES, S.A. - Mallorca, 518 - BARCELONA


DIRECCIÓN TÉCNICA

R. P. Alejandro Diez Macho, M.S.C. Catedrático R. P. Sebastián Bartina, S.I. Profesor de Ciencias
de Lengua Hebrea y Lengua y Literatura Rabínicas Bíblicas en las Facultades S.I. de San Cugat del Vallés
en la Universidad de Barcelona. (Barcelona) y Oña (Burgos).

SECRETARIO DE REDACCIÓN

Dr. Juan Antonio Gutiérrez-Larraya, Profesor de la Facul-


tad de Filosofía y Letras en la Universidad de Barcelona.

COLABORADORES

Adler, Nikolaus. Dr. en Teología y licenciado en Ciencias Arce, Agustín, O.F.M. Bibliotecario de la Saint Saviour's
Bíblicas. Profesor de NT en la Johannes Gutenberg Uni- Library, Jerusalén.
versittit de Maguncia, Alemania. Arnaldich, Luis, O.F.M. Profesor de SE y bibliotecario
Aharoni, Yohanan. Dr. en Filosofía. Profesor en The de la Pontificia Universidad de Salamanca.
Hebrew University; Department of General Humanities, Arrabal Cano, M.• Victoria. Profesora de la Facultad de
Jerusalén. Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona.
Aleu, José, S.I. Dr. en Teología y profesor de Teología Arribas Palau, Mariano. Director del Instituto Muley
Fundamental en la Facultad Teológica S.I. de San Cugat el-Hasan de Tetuán, Marruecos.
del Vallés (Barcelona). Asveld, Paul. Profesor de Teología Fundamental en la
Alonso Díaz, José, S.I. Profesor de SE en la Universidad Universidad de Graz, Austria.
Pontificia de Comillas (Santander). Augé, Ramiro, O.S.B. Dr. en Teología y colaborador de
Alonso Schokel, Luis, S.I. Profesor de AT en el Pontificio la Bíblia de Montserrat, Montserrat (Barcelona).
Jstituto Bíblico, Roma. Avigad, Nahman. The Hebrew University; Department of
Alsina Clota, José. Catedrático de Filología Griega en la
Archaeo/ogy, Jerusalén.
Universidad de Barcelona. Ayuso, Teófilo. Profesor del Seminario Conciliar de Za-
ragoza. Director de la edición crítica de la Vetus Hispana
Álvarez Seisdedos, Francisco. Dr. en Teología y licenciado
y Vetus Latina de la Polyglotta Matritensia.
en SE y en Filosofía y Letras. Profesor del Seminario
Metropolitano de Sevilla.
Baar, Harry de, C.M. Profesor en la Missiehuis Sint-Jozef,
Allony, Nehemyah. Director del lnstitute of Hebrew Ma- Helden-Panningen, Holanda.
nuscripts, Jerusalén.
Bagatti, Bellarmino, O.F.M. Profesor en el Studium Bibli-
Amiot, Francoís, Profesor del Séminaire de Saint Su/pice, cum Franciscanum, Jerusalén.
París, Francia. Baíllet, Maurice. Licenciado en Ciencias Bíblicas. Miembro
Anati, Emmanuel G. Dr. en Letras por la Sorbona y la del Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS)
Hebrew University; Miembro del Department of Antiqui- y del Équipe internationale pour la publications des frag-
ties, Jerusalén. ments manuscrits du désert de Juda, Jerusalén.
Andreu Rodrigo, Agustín, Licenciado en Teología Oriental Balagué, Miguel, Sch, P. Profesor de SE en el Colegio
y profesor de Antropología Teológica y Cristológica en Mayor «Padre Scio» de las Escuelas Pías de España,
el Seminario de Valencia. Salamanca.

VII
Ballester Escalas, Rafael. Profesor de la Facultad de Fi- Cantera, Francisco. Catedrático de Lengua Hebrea en la
losofía y Letras de la Universidad de Barcelona. Universidad de Madrid. Director de los Institutos «Arias
Bardtke, Hans. Dr. en Teología y profesor de AT en la Montano» y «Cardenal Cisneros»,
Facultad de Teología de la Karl-Marx Universitat, Leip- Cantera, Jesús. Catedrático de la Escuela Superior de
zig, Alemania. Comercio de Madrid y colaborador del Instituto «Arias
Bartina, Sebastián, S.I. Profesor de Ciencias Bíblicas en Montano».
las Facultades Teológicas S.I. de San Cugat del Vallés Cantera, Julián. Profesor de SE e Historia del Arte en el
(Barcelona) y Oña (Burgos). Seminario Diocesano de Vitoria.
Beinart, Hayyim. Redactor jefe de la Enciclopedia Bíblica Cantinat, Jean, C.M. Profesor de SE en la Casa Madre
Hebrea, Jerusalén. de los Padres Paúles de París, Francia.
•• Bellet, Paulino, O.S.B. Dr. en Teología y director de la Capmany, José. Profesor de Teología Dogmática en el
Sección Copta de la Polyg/otta Matritensia. Seminario Diocesano de Barcelona.
Ben-Hayyim, Zeev. Dr. en Filosofía. Profesor de Filolo- Carreras Martí, Juan. Licenciado en Filosofía y Letras y
gía Hebrea y vicepresidente de la Academia de la Lengua profesor ayudante en la Sección de Filología Semítica
Hebrea, Israel. de la Universidad de Barcelona. ·
Billick, Elkanah. The Hebrew University. Inspector del Castellino, Giorgio, S.D.B. Profesor en el Pontificio Ate-
Ministerio de Educación y Cultura, Jerusalén. neo Salesiano de Turín y en la Universidad de Roma.
Black, Matthew. Rector del St. Mary's College de la Uni- Caubet Iturbe, Francisco Javier, SS.CC. Profesor de SE en
versidad de St. Andrews, Escocia. el Escolasticado de Teología de los SS.CC. de El Escorial
Blaser, Peter, M.S.C. Profesor de Exégesis del NT. (Madrid).
Miembro del Johann-Adam-Mohler-Institut flir Konfes- Cazelles, Henri. Profesor del Institut Catholique, París,
sions- und Diasporakunde, Paderborn, Alemania. Francia.
Blau, Joshua. Profesor de Literatura Hebrea y Árabe en Cirac, Sebastián. Catedrático de Filología Griega en la
la School of Oriental Studies, The Hebrew University, Universidad de Barcelona.
Jerusalén. Cohen, Bohaz. Profesor de Literatura Rabínica en el
Blinzler, Josef. Profesor de NT en la Philosophisch-theolo- Jewish Theological Seminary of America, Nueva York.
gische Hochschule, Passau, Alemania. Miembro de la American Academy far Jewisb Research.
Boccaccio, Pietro, S.I. Profesor de Lenguas Hebrea y Colella, Pasquale. Licenciado en SE y en Teología.
Aramea en el Pontificio Istituto Bíblico, Roma. Colunga, Alberto, O.P. Consultor de la Pontificia Comi-
Borrás, Antonio, S.I. Licenciado en Filosofía,· Historia, sión Bíblica. Maestro en Sagrada Teología y miembro
Teología e Historia Eclesiástica. Profesor de Historia de honorario de la Pontificia Academia Teologica Romana.
la Iglesia y de Arqueología en la Facultad Teológica
Collantes, Justo, S.I. Dr. en Teología y licenciado en
S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona).
Filosofía. Rector del Seminario de Guadix (Granada).
Botterweck, Gerhard Johannes. Profesor de AT en la Cortés, Julio. Dr. en Filología Semítica. Director del Cen-
Eberhard-Karls Universitdt de Tubinga, Alemania. tro Cultural Hispánico de Damasco, Siria.
Bowman, John. Profesor del Department of Semttic Studies Cots, Clara. Licenciada en Filosofía y Letras. Sección
de la Universidad de Melbourne, Australia. de Filología Semítica.
Branden, A. van der. Dr. en Filología e Historia Oriental, Criado, Rafael, S.I. Dr. en SE y profesor de SE en la
y Profesor de Historia y Arqueología Orientales en el Facultad Teológica S.I. de Granada.
Gran Seminario de Kaslik, Líbano.
Croatto, J. Severiano, C.M. Profesor de SE-y Lengua Hebrea
Brates, Luis, S.I. Dr. en Filosofía y Teología, y licenciado en el Escolasticado de los PP. Paúles, Escobar, Argentina.
en Ciencias Bíblicas. Profesor de AT en la Facultad Teo- Crouzel, Henri. Profesor en - la Facultad de Teología del
lógica S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona). Institut Catholique de Toulouse, Francia.
Bravo, Carlos, S.I. Profesor de SE y Lengua Hebrea en Cucurella y Comellas, Esteban, O,S.B. Abadía de Mont-
la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad serrat, Montserrat (Barcelona).
Javeriana, Bogotá.
Cushner, Nicholas P., S.I. Licenciado en Filosofía y en
Breuer, Mordechai. Rabino y profesor de la Yesivoth Historia, EE.UU. Profesor de Historia .en el Seminario
Hadaron, Rehovoth, Israel. Diocesano de Mindanao, Filipinas.
Brunot, Amedée, S.C.J. Profesor de SE y superior del Cuyás, Manuel, S.I. Dr. en Derecho Canónico y profesor
Scolasticat de N. D. de Bel-Sito, Floirac, Francia. de Teología Moral en la Facultad Teológica S.I. de San
Buck, Fidelis, S.I. Dr. en SE y profesor de Ciencias Bíblicas, Cugat del Vallés (Barcelona).
Moctezuma, México.
Busquets, Pedro M.•, O.S.B. Arquitecto y profesor de
Charbel, Antonio, S.D.B. 'Dr. en SE y profesor de Exé-
Historia del Arte en la Abadía de Montserrat, Mont-
serrat (Barcelona). gesis del AT en la Facultad Teológica de la Pontificia
Universidad Católica de Sao Paulo, Brasil.

Caballero, José, S.I. Profesor de NT y secretario de! Dahood, Mitchell J., S.I. Profesor de Arqueología Bíblica,
«Apostolado de la Oración», Madrid. Geografía y Lengua Ugarítica en el Pontificio Istituto
Cambier, Jules, S.D.B. Profesor en el Collége Dom Bosco, Bíblico, Roma.
Héverlé-Lovaina, Bélgica. Dalmau, José M.•, S.I. Doctor en Filosofía y Teología,
Camps, Guido, O.S.B. Dr. en Teología y colaborador de Profesor de Dogmática en la Facultad Teológica de San
la Biblia de Montserrat, Montserrat (Barcelona). Cugat del Vallés (Barcelona).

vm
Damboriena Echavide, Prudencio, S.I. Licenciado en Filo- Figueras Palá, Antonio, O.S.B. Licenciado en SE y co-
sofía, Teología y Dr. en H.• Eclesiástica. Decano y profe- laborador de la Blblia de Montserrat, Montserrat (Bar-
sor de la Pontificia Universidad Gregoriana. Consultor celona).
de la Sagrada Congregación del Concilio y Redactor de Fischer, Bonifacio, O.S.B. Director del Instituto Vetas
la «Revista Javeriana» (Bogotá). Latina de la Abadía de Beuron, Alemania.
Deden, Dirk, S.C.J. Profesor de SE en el Seminario de Folgado Flórez, Segundo, O.S.A. Profesor de Teología en
Nimega, Holanda. el Rea!' Monasterio de El Escorial (Madrid).
Delcor, Mathias. Profesor de la Universidad de Toulouse, Fraine, Jean de, S.I. Decano de la Facultad Teológica
Francia. S. T. de Lovaina, Bélgica. Dr. en Filosofía y Letras y en
Deville, Raymond, P.S.S. Profesor en el Grand Séminalre Ciencias Bíblicas por el Pontificio Istituto Bíblico.
de Versalles, Francia .. Franco, Ricardo, S.I. Dr. en Teología y profesor de la Fa-
Díaz Esteban, Fernando. Profesor de la Facultad de Filo- cultad Teológica S.I. de Granada.
sofía y Letras en la Universidad de Madrid y miembro del Franquesa, Pedro, C.M.F. Dr. y profesor de Exégesis
Instituto «Arias Montano». Bíblica en el Seminario Mayor Claretiano de Valls (Ta-
Díaz, José Ramón, M.S.C. Director de la edición crítica rragona).
del Targüm Samaritano de la Polyglotta Matritensia. Fronman, Zaca. The Hebrew University, Jerusalén.
Díaz Carbonen, Romualdo, O.S.B. Colaborador de la Bi- Fusté Ara, Miguel. Dr. en Ciencias Naturales y profesor
blia de Montserrat, Montserrat (Barcelona). de Paleontología Humana de la Universidad de Barcelona.
Díaz y Díaz, Jesús. Profesor de Exégesis en el Seminario Fusté Ara, Ramón. Licenciado en Filosofía y Letras, Sec-
Hispano Americano, Ciudad Universitaria, Madrid. ción de Filología Semítica, Barcelona.
Dietrich, Manfried. Dr. en Filosofía, Tubinga.
Díez Macho, Alejandro, M.S.C. Catedrático de Lengua Gancho, Claudio. Licenciado en Ciencias Bíblicas y Filo-
Hebrea y Lengua y Literatura Rabínicas en la Univer- sofía y Letras, Sección de Filología Clásica.
sidad de Barcelona. Director de la Sección Aramea del
Instituto «Cardenal Cisneros» del C.S.I.C. García Cordero, Maximiliano, O.P. Profesor de Exégesis
del AT y de Teología Bíblica en la Universidad Pontificia
Diringer, David. Profesor en la Universidad de Cambrid- de Salamanca.
ge, Inglaterra.
García de la Fuente, Olegario, O.S.A. Dr. en Teología y
Drioton, Étienne. Profesor de Egiptología en el Collége licenciado en SE. Profesor de AT en el Real Monasterio
de France de París, Francia. de El Escorial (Madrid).
Drubbel, Adrianus, M.S.C. Dr. en Ciencias Bíblicas y García, Santiago, C.M.F. Profesor en el Seminario Mayor
profesor de SE en la Missiehuis de Stein, Holanda. Claretiano de Valls (Tarragona).
Duncker, Pietro Gerardo, O.P. Profesor de la Facultad de Garciadiego, Alejandro, S.I. Profesor de Teología en el
Teología de la Universidad de Roma. Instituto Teológico de México D.F.
Duplacy, Jean. Profeso~ del Grand Séminaire de Dijon y Gaztañaga, Marcelo. Licenciado en SE. Profesor de SE
de las Facultés Catholiques de Lyon, Francia. en el Seminario Conciliar de San Sebastián.
Dupont, Jacques, O.S.B. Dr. y profesor de SE en la Ab- Gelin, Albert. Superior de la Maison Universitaire St.
baye Saint André, Brujas, Bélgica. Jean, Lyon, Francia.
George, Augustin. Profesor de NT en la Faculté Catholique
Epstein, Isidore. Rabino y Dr. en Filosofía y Literatura. de Théologie de Lyon, Francia.
Director del Jew's College de Londres y director de la Gerritzen, F.B., O.S.B, Profesor de Exégesis Bíblica en el
Soncino Edition of the Babylonian Talmud. Theologicum de la Abadía de Egmond, Egmond-Biennen,
Estelrich, Pedro, C.R. Profesor en la Facultad de Filo- Holanda.
sofía y Letras de la Universidad de Barcelona. Gerson-Kiwi, Edith. Del Instituto para la Investigación de
la Música Judía, Jerusalén.
Faur, José.· Rabino y Dr. en Filosofía y Letras, Sección Giamberardini, Gabriele, O.F.M. Profesor en el Francis-
de Filología Semítica. can Centre of Christian Oriental Studies, El Cairo.
Fenasse, Jean-Marie, O.M.I. Licenciado en Filosofía, Gil, Luis. Catedrático de Filología Griega, de la Facultad
Teología y SE. Profesor de SE en el Scolasticat des O.M.!. de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid.
en Tournai, Bélgica. Gil Ulecia, Antonio. Dr. en Filosofía y Teología y licen-
Fernández, Domiciano, C.M.F. Dr. en Teología y profe- ciado en Ciencias Bíblicas. Profesor del Instituto Central
sor en el Colegio Internacional Claretianum de Roma, de Cultura Religiosa de Madrid y miembro de la Society
Italia. for O. T. Study de Inglaterra.
Fernández Ramos, Felipe. Licenciado en SE. Profesor de Gils, Félix, C.S.S.P. Profesor del Scolasticat des Péres
SE en el Seminario de León y Canónigo Lectora! de la du St. Esprit de Lovaina, Bélgica.
Catedral de León. Girbau, Basilio, O.S.B. Licenciado en SE y colaborador
Fernández Truyols, Andrés, S.I. Profesor de AT en la Fa- de la Biblia de Montserrat, Montserrat (Barcelona).
cultad Teológica S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona). Goitia, José de, O.F.M. Profesor en el Teologado de los
Festorazzi, Franco. Profesor en el Seminario Teológico de PP. Franciscanos del Santuario de Ntra. Sra. de Arán-
Como, Italia. zazu (Guipúzcoa).
Feuíllet, André, P .S.S. Profesor de Exégesis en el Institut Golla, Eduard. Profesor del Gymnasium Albrecht Diirer,
Catholique de París, Francia. Hagen, Alemania.
Février, James G. Profesor de la Faculté des Lettres de la González Echegaray, Joaquín. Vicedirector del Museo Pre-
Sorbona, París. histórico de la Diputación Provincial de Santander.

IX
González Haba, Pilar. Licenciada en Filosofía y Letras y Kahmann, Johannes, C.S.S.R. Profesor de Exégesis y Len-
en Teología. gua Hebrea en el Seminario Redentorista A[fonsianum
González Lamadrid, Antonio. Profesor de Ciencias Bíbli- de Witten, Holanda.
cas en el Seminario de Palencia y vicerrector de la Casa Kappus, Sieghart. Dr. en Teología, Alemania.
de Santiago para Estudios Bíblicos y Orientales de Jeru- Kedar-Kopfstein, Benjamin. Asistente en el Hebrew Uni-
salén. versity Bible Project, Jerusalén.
González Ruiz, José M.•. Profesor de SE en el Seminario Kenyon, Kathleen M. Directora de la British School of
y Canónigo de la Catedral de Málaga. Archaeology en Jerusalén y profesora de Arqueología de
Goossens, Godfried. Conservador adjunto de los Museos Palestina en la Universidad de Londres.
Reales de Arte e Historia de Bruselas, Bélgica. Kipper, Balduino, S.I. Dr. en SE y licenciado en Teología.
Grau Montserrat, Manuel. Licenciado en Filosofía y Le- Profesor de SE y Lenguas Bíblicas en la Facultad de
tras. Profesor en la Universidad de Barcelona. Teología del Colégio Cristo Rei de Sao Leopoldo, Brasil.
Grelot, Pierre. Doctor en Teología. Profesor en el Institut Koch, Robert, C.S.S.R. Profesor de Exégesis del AT en
Catholique (Escuela de Lenguas Orientales) de París. los Escolasticados de las Provincias de Munich y de
Gribomont, Jean, O.S.B. Dr. en Filología e Historia Colonia, Alemania. ·
Orientales. Director de la edición vaticana de la Vulgata, Kornfeld, Walter. Dr. en Teología y licenciado en Ciencias
Abadía de San Jerónimo, Roma. Bíblicas. Profesor en la Universidad de Viena, Austria.
Gross, Heinrich. Profesor de AT en la Theologischen Fa- Kosnetter, Johann. Profesor de la Universidad de Viena,
kultiit de Tréveris, Alemania. Austria.
Guillet, Jacques, S.I. Profesor de SE en la Facultad de Krinetzki, Leo, O.S.B. Dr. en Teología y licenciado en
Teología S.I. de Lyon-Fourvlére, Francia. SE. Profesor en la Abadía de Neresheim, Würtemberg,
Gutiérrez-Larraya, Juan Antonio. Dr. y profesor en la Facul- Alemania.
tad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona. Kupper, Jean R. Jefe de Investigaciones del Institut Su-
Gutiérrez, Pastor, S.I. Profesor de SE en la Facultad Teo- périeur d'Histoire et de Litératures Orientales de la Uni-
lógica S.I. de Granada. versidad de Lieja, Bélgica.

Haggenmüller, Odón, O.S.B. Profesor de Ciencias Bíbli-


cas en la Abadía de Beuron, Alemania. Lacasa, Jaime, S.I. Licenciado en Filosofía e ingeniero
agrónomo.
Haag, Herbert. Profesor en la Universidad de Tubinga,
Alemania. Lach, Stanislaw. Profesor de AT y decano de la Facultad
de Teología de Lubian, Polonia.
Hamp, Vinzenz. Profesor de AT en la Universidad de
Munich y editor de la Biblische Zeitschrift, Lákatos, Eugenio. Profesor de SE en el Seminario Regio-
nal de Catamarca. Secretario de la Sociedad Argentina
Henninger, Joseph, S.V.D. Dr. en Filosofía y en Teología.
de Profesores de SE.
Profesor en la Universidad de Friburgo, Suiza, Miembro
del Instituto Anthropos. Lasry, George. Dr. en Filosofía y Letras, Sección de Fi-
Hernández Martín, Juan F. Canónigo Lectora! y profesor losofía.
de SE en el Seminario de Córdoba. Leal, Juan, S.I. Profesor 'de SE en la Facultad Teológica
S.I. de Granada y en la Pontificia Universidad Gregoriana
Horn, Siegfried H. Profesor de Arqueología e Historia de
la Antigüedad en la Andrews University; Berrien Springs de Roma.
(Michigan), Le Deaut, Roger. Licenciado en Letras, Filosofía y Cien-
cias Bíblicas. Director del Séminaire Francais de Roma.
Lehman, 0.H. Profesor en el Leo Baeck College de Ox-
lgartua, Juan, S.I. Licenciado en Teología y Filosofía. Di- ford, Inglaterra.
rector nacional del «Apostolado de la Oración» Madrid.
Leloir, Louis, O.S.B. Profesor en la Abbaye St. Maurice,
Iglesias, Daniel. Profesor de Exégesis del NT en la Facul- Clervaux, Luxemburgo. · '
tad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de
Léon-Dufour, Xavier, S.I. Profesor de SE en la Faculté de
Chile, Santiago.
Théologie S.f. de Lyon-Fourviére, Francia.
Isidoro de San José, O.C.D. Dr. en Teología y director de
Licht, Jacob. Miembro de la Redaéción de la Enciclopedia
la revista «Estudios Josefinos», Valladolid.
Bíblica Hebrea y colaborador en la publicación de los
Isserlin, B.S .J. Dr. en Filosofía y director del Departa- mss. del mar Muerto por The Hebrew University, Je-
mento de Lenguas y Literaturas Semíticas de la Univer- rusalén.
sidad de Leeds, Inglaterra.
Liver, Jacob. Profesor en el Jnstitute of Jewish Studies,
The Hebrew University; Jerusalén.
Jaubert, Annie. Chargée de Recherches en el Centre Na- Lombardi, Guido, O.F.M. Miembro del Studium Biblicum
tional de la Recherche Scientifique (CNRS), París, Francia. Franciscanum, Jerusalén.
Join-Lambert, Michel. Profesor de NT e Historia de Israel López Gay, Jesús, S.I. Profesor de la Universidad Teo-
en la Maison d'Jnstitution de l'Oratoire, Montsoult, lógica Sophia University, Tokyo.
Francia. Lopez Melús, Francisco M.•. Dr. en Teología y licenciado
Junker, Hubert. Rector de la Teologische Farkultiit de en SE. Canónigo Lectora! de Zaragoza.
Tréveris, Alemania.

Kahle, Paul E. Profesor emérito de Lenguas Semíticas en Malamat, Abraham. Doctor en Filosofía. Profesor de His-
la Universidad de Oxford, Inglaterra. toria Bíblica en The Hebréw University, Jerusalén.

X
M aldonado, Luis. Profesor de Liturgia en el Instituto de Mussner, Franz. Dr. en Teología y licenciado en Ciencias
Pastoral, en la Universidad Pontificia de Salamanca. Bíblicas. Profesor de Exégesis del NT en la Theologische
M alo, Adrien-M., O.F.M. Profesor de NT en el Stu- Fakultdt de Tréveris, Alemania. Miembro de la Studio-
dium Franciscano de Montreal y Presidente de la Société rum Novi Testamenti Societas.
Mariologique del Canadá.
Marqués y Martí, Andrés, O.S.B. Abadía de Montserrat,
North, Robert, S.I. Dr. en Ciencias Bíblicas. Profesor en
Montserrat (Barcelona). la Marquette University, Milwaukee, Wisconsin.
Martín, Malaquías, S.I. Dr. en Lenguas Semíticas, Pro- Noth, Martín. Dr. en Teología y profesor de A T en la
fesor en el Pontificio Istituto Bíblico, Roma. Universidad de Bonn, Alemania.
Martínez, Teresa de Jesús. Profesora de la Facultad de
Filosofía y Letras, en la Universidad de Barcelona.
Marzal, Angel. Profesor del Seminario Diocesano de Pla- O'Callaghan, José, S.I. Dr. en Filosofía y Filología Clá-
sencia (Cáceres), sica. Presidente de «Balmesiana» y director del Semina-
rio de Papirología de la Facultad Teológica S.I. de San
Mas Bayés, José. Canónigo Lectora! de la Seo de Urge! Cugat del Vallés (Barcelona).
(Lérida).
Olivar, Alejandro, O.S.B. Licenciado en Teología y pro-
Mazar, Benjamín. Profesor de The Hebrew University, fesor de Patrología en la Abadía de Montserrat, Mont-
Jerusalén. serrat (Barcelona).
McNamara, Martíno, M.S.C. Profesor de SE de los M.S.C. Oñate, Juan Ángel. Dr. en Filosofía y en Teología, Canó-
en Ballyglunin (Iralanda) y miembro de la Irish Biblical nigo de la Catedral de Valencia y profesor de Exégesis
Association. Bíblica en el Seminario Metropolitano de Valencia.
Mejía, Jorge. Dr. en Teología y licenciado en SE. Pro- Orbiso, Teófilo de, O.F.M. Cap. Dr. en Teología y licen-
. fesor de AT, Hebreo Bíblico y Arqueología en la Facultad ciado en SE. Profesor de SE en el Pontificio Ateneo La-
de Teología del Seminario de Buenos Aires. teranense. Consultor de la Pontificia Comisión Bíblica
Meléndez, Bermudo. Catedrático de Paleontología en la y miembro de la Pontificia Academia Teologica Romana.
Universidad de Madrid y 'secretario del Instituto «Lucas Ozaeta, José M.•, O.S.A. Dr. en Teología y profesor de
Mallada». Teología Fundamental en el Real Monasterio de El Esco-
Ménard, Jacques. Licenciado de la École Practique des rial (Madrid).
Hautes-Études de la Sorbona, Attaché de Recherches en
el C.N.R.S. y profesor de NT en el Seminario Mayor de
Nantes, Francia. Pacios, Antonio, M.S.C. Miembro del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (Historia de las Religiones).
Meyer, Rudolf. Dr. en Teología, profesor de AT en la Fa-
cultad de Teología de la Friederich Schiller-Universitiit Palacios Garrido, José Antonio. Licenciado en Filosofía
de Jena y miembro de la Stichsischen Akademie der Wis- y Letras, Sección de Pedagogía.
senschaften, Leipzig. Páramo, Severiano del, S.I. Profesor de NT. Decano de
Meyer, Ruth. Doctora en Filosofía y profesora del Ins- la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de
tituo Im Wyacker, Frauenfeld, Suiza. Comillas, Santander.
Meysíng, Jacobus. Licenciado en Teología y SE. Pro- Pareja, Félix M.•, S.I. Dr. en Filosofía y Letras y profe-
fesor en la Abbaye de la Dormition, Jerusalén. sor de Instituciones Islámicas de la Universidad Central
y del Instituto Hispano Árabe.
Michl, Johann. Dr. en Teología, profesor de NT en la
Philosophisch-theo!ogischen Hohchschule de Freising y Parrot, André. Profesor de la École du Louvre. Conserva-
miembro de la Studiorum Novi Testamenti Societas. dor jefe de los Musées Nationaux de Francia y jefe de la
Misión Arqueológica de Mari.
Millás Vallicrosa, José M.•. Catedrático de Lengua y Lite-
ratura Hebreas de la Universidad de Barcelona y codirec- Pavlovsky, Guillermo, S.I. Doctor en Ciencias Bíblicas,
tor de la revista «Sefarad», Profesor en el Pontificio Istituto Bib/ico, Roma.
Mínguez Alhajar, Margarita. Licenciada en Filosofía y Pax, Elpidio, O.F.M. Profesor en el Studium Biblicum
Letras, Sección de Filología Semítica. Franciscanum, Jerusalén.
Mittmann, Siegfried. Profesor del Biblisch-archdologischen Penna, Angelo, Mons. Profesor de SE en el Instituto
Institut de Tubinga, Alemania. Pontificio Regina Mundi y consultor de la Pontificia Co-
Moraldi, Luigi. Dr. en Teología y en Ciencias Bíblicas. misión Bíblica.
Profesor de Exégesis Bíblica en el Seminario Mayor del Pérez Rodríguez, Gabriel. Profesor de Sagrada Escritura
lstituto Missioni Consolata, Turín, Italia. en el Seminario Diocesano y en la Universidad Pontificia
Muntner, Süssmann. Dr. en Medicina, Jerusalén. de Salamanca.
Pifarré, Cipriano, O.S.B. Abadía de Monteserrat, Mont-
Muñoz Iglesias, Salvador. Profesor de SE en el Seminario
Mayor de Madrid y director de la revista «Estudios Bí- serrat (Barcelona).
blicos». Pimentel, Angelo, Profesor de los Seminarios de Oporto
Murphy, Roland E., O. Carm. Profesor de AT en la Ca- y becario del Instituto de Alta Cultura de Lisboa.
tholic University of America, Washington. Editor de The Polentínos, Valentín O.S.A. Profesor de Lenguas Semí-
Catholic Biblical Quarterly y miembro de The Catholíc ticas en el Real Monasterio de El Escorial (Madrid).
Biblícal Association of America y de las American Schools Potterie, Ignace de la, S.I. Licenciado en SE, profesor
of Oriental Research, de Exégesis del NT en la Facultad Teológica S.I. de
Murtonen, A.E. Profesor de Lengua Hebrea en la Univer- Lovaina (Bélgica) y profesor en el Pontificio Istituto
sidad de Helsinki. Biblíco, Roma.

XI
Prado, Juan, C.SS.R. Licenciado en SE, profesor de SE Rossano, Piero. Dr. en Teología, licenciado en Ciencias
en el Seminario Mayor de San Alfonso de los PP. Reden- Bíblicas y Dr. en Filología Clásica.
toristas de Valladolid, colaborador del Instituto «Arias Rubio, Lisardo. Dr. en Filosofía y Letras y catedrático
Montano» del C.S.I.C. y y consultor de la Pontificia Co- de Filología Latina en la Universidad de Barcelona.
misión Bíblica. Ryckmans, Gonzague. Profesor emérito de la Universidad
Precedo Lafuente, Jesús. Licenciado en Teología y Cien- de Lovaina, Bélgica.
cias Bíblicas. Profesor de Introducción Especial a la SE
y Exégesis Bíblica en el Seminario de Santiago de Com-
postela (La Coruña). Sala Castillero, Mario, S.I. Profesor de SE en la Facultad
Pritchard, James B. Profesor de Literatura del AT en la Teológica S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona).
Church Divinity School of the Pacific, Berkeley, California. Salas, Antonio, O.S.A. Profesor en el Real Monasterio de
Puzo, Félix, S.I. Profesor de Exégesis del NT y Teología El Escorial (Madrid).
Bíblica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Sánchez Sanz, Ramiro. Licenciado en Filosofía y Letras
y profesor ayudante de Historia de Israel en la Universidad
de Barcelona. ·
Queralt, Antonio, S.I. Dr. en Teología Y profesor en la Fa- San Pedro Enrique de, S.I. Licenciado en Teología y
cultad Teológica S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona). -4 Ciencias'Bíblicas.
Santos Otero, Aurelio de. Licenciado en Teología. Miem-
bro del Centro de Estudios Orientales de Madrid y de
Rabio, Chaim. Dr. en Filosofía, profesor de Lengua He- la fundación Alexander van Humboldt de Bonn, Alemania.
brea en The Hebrew University y miembro de la Hebrew
Language Academy, Jerusalén. Sarró, Gloria. Licenciada en Filosofía y Letras," Sección
de Filología Semítica.
Ramlot, León, O.P. Licenciado en Ciencias Bíblicas y pro-
fesor de SE en el Centre d'Études Dominicaines, Toulouse, Saydon, P.P. Profesor de SE en la Universidad de Malta,
Francia. Malta.
Rasco, Emilio, S.I. Profesor de SE en la Pontificia Uni- Scharbert, Josef. Dr. en Teología y licenciado en Ciencias
versidad Gregoriana de Roma. Bíblicas. Profesor de Exégesis del AT y de Lenguas Bí-
blicas en la Staatlichen Philosophisch-theologischen Hoc-h-
Raurell, Frederic, O.F.M. Cap. Dr. en Teología y Licen- schule de Freising, Alemania.
ciado en SE.
Scheifler, José Ramón, S.I. Licenciado en Filosofía, Teo-
Renard, Henri. Dr. en Filosofía y Teología y licenciado
logia y SE Profesor de AT en la Facultad Teológica·
en Ciencias Bíblicas. Profesor de SE en la Université
S.I. de Oña (Burgos).
Catholique de Lille, Francia.
Rengstorf, Karl Heinrich. Dr. en Teología y profesor or- Schildenberger, Johannes, O.S.B. Dr. en Teología y Cien-
dinario de NT. Director del lnstitutum Judaicum Delitz- cias Bíblicas. Profesor de Exégesis de A T en la Escuela Su-
schianum, Universidad de Münster, Alemania. perior de Teología de la Abadía de Beuron, Alemania.
Revuelta Sañudo, Manuel. Licenciado en Teología y en SE. Schilling, Othmar. Dr. en Teología. Profesor de Exégesis
Profesor de SE en el Seminario Diocesano de Santander. del AT en la Philosophisch-theologischen Akademie de
Paderborn, Alemania.
Rierola, M.• Dolores. Licenciada en Filosofía y Letras
y profesora ayudante en la Sección de Filología Semi- Schmid, Joseph. Profesor en la Universidad de Munich,
tica de la Universidad de Barcelona. Alemania.
Rígaux, Béde. Profesor en el College Théo/ogique du Schops, Hans Joachim. Profesor en la Friedrich-Alexander
Chant d'Oiseau de Bruselas, Bélgica. Universitiit de Erlangen. Miembro del Seminar für Reli-
gions- und Geistesgeschichte. Editor de la Zeitschrift für
Rinaldi, Giovanni, C.R.S. Catedrático de Hebreo y Lenguas
Religions- und Geistesgeschichte. ·
Semiticas Comparadas en la Universitá Cattolica del S.
Cuore, Milán. Director de la revista Bibbia e Oriente. Segovia, Augusto, S.I. Dr. en Filosofía y en Teología. Profe-
sor de Dogma en la Facultad Teológica S.I. de Granada.
Ripoll, Eduardo. Dr. y profesor en la Universidad de Barce-
lona y conservador del Museo Arqueológico de Barcelona. Serrano, Justo Jesús, S.I. Profesor de SE en el Seminario
Riquer, Martín de. Dr. en Filosofía y Letras y catedrático de Bombay, India.
de Literaturas Románicas en la Universidad de Barcelona. Skrzypczak, Otto. Dr. en SE. Profesor de Exégesis Bíblica
e Historia de las Religiones en el Seminario Maior de N.ª
Riudor, Ignacio, S.I. Dr. en Teología y profesor de la Fa-
S.• da Conceiciio de Viamáo, Rio Grande do Sul, Brasil.
cultad Teológica S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona).
Solá, Francisco de P., S.I. Dr. en Filosofía y Teología. Pro-
Rivera, Luis Fernando, S.V.D. Licenciado en SE. Profesor
fesor de Teología Dogmática y Litúrgica en la Facultad
de SE en el Colegio Apostólico de San Francisco Javier
Teológica S.I. de San Cugat del Vallés (Barcelona).
y Secretario de Redacción de la «Revista Bíblica», Argen-
tina. Solá Solé, José M.•. Dr. en Filosofía y Letras. Lector en
Roig Gironella, Juan, S.I. Dr. en Filosofía y profesor en la la Universidad de Tubinga, Alemania, y alumno diplo-
Facultad de Filosofía S.l. de San Cugat del Vallés (Bar- mado de la École Practique des Hautes Études de París.
celona). Sotomayor, Manuel, S.I. Dr. en Historia Eclesiástica.
Rolla, Armando. Profesor de Exégesis Bíblica en el Pon- Profesor en la Facultad Teológica S.I. de Granada.
tificio Seminario Regionale de Benevento, Italia. Souza Monteiro, José de, S.I. Licenciado en Filosofía y
Romano, David. Dr. en Filosofía y Letras y profesor en Teología. Profesor en el Colegio «Nun Alvres», Oporto,
la Universidad de Barcelona. Portugal.
Romeo, Antonio, Mons. Profesor de SE en la Pontificia Spijkerman, August, O.F.M. Profesor en el Studium Bi-
Universidad Lateranense, Roma. blicum Franciscanum, Jerusalén:

XII
Starcky, Jean. Maitre de Recherches en el Centre National Valle, Carlos del, O.F.M. Dr. en Teología y profesor en el
de la Recherche Scientifique (CNRS), París, Francia. Collegio Internazionale S. Antonio dei Fratri Minori, Roma.
Stiassny, Marie-Joseph. Licenciado en Teología y Director Vaux, Roland de, O.P. Director de la École Biblique et
del Ratisbonne Institute of Jewish Studies and Documen- Archéologique Francaise, Jerusalén.
tation, Jerusalén. Vermes, G. Dr. en Teología y en Historia y Filología
Suárez, Pablo Luis, C.M.F. Dr. en SE y profesor en el Orientales. Profesor de Teología en la Universidad de
Colegio Mayor de Teología de los PP. Claretianos de Durham, Inglaterra.
Santo Domingo de la Calzada (Logroño). Vernet Ginés, Juan. Dr. en Filosofía y Letras. Catedrático
Sutcliffe, Edmund F., S.I. Profesor de Hebreo y Exégesis de Lengua y Literatura Árabes en la Universidad de
del AT en el Heythrop College, Inglaterra. Barcelona.
Szysmann, S. Especialista en Literatura e Historia Hebrea, Vida! Llisterri, Darío. Licenciado en Filosofía y Letras,
París. Sección de Filosofía.
Vida!, Josefina. Licenciada en Filosofía y Letras, Sección
de Filología Semítica.
Tablante Garrido, P.N. De la Academia Nacional de la
Historia, Venezuela. Vilar, Vicente. Licenciado en SE. Rector de la Casa de
Santiago de Jerusalén.
Talens García, Jacinto. Profesor de Estratigrafía y Geo-
logía Histórica en la Universidad de Madrid. Villanueva, Mariano, C.M.F. Licenciado en Teología y
en SE. Director del Instituto Calceatense de Estudios
Talmon, Shemariahu. Dr. en Filosofía. Profesor en el
Bíblicos y profesor de Lenguas Bíblicas y Exégesis en el
Department of Bíblica! Studies de la Hebrew University; Teologado de los PP. Claretianos de Santo Domingo de
Jerusalén. la Calzada (Logroño).
Tavard, George H. Dr. en Teología. Profesor en el Assump- Villapadierna, Carlos de, O.F.M. Cap. Licenciado en SE.
tion College, Worcester (Mass.). Miembro de la American
Profesor de SE en el Colegio Mayor Teológico de los
Society of Church History, de la American Catholic His-
PP. Capuchinos de León.
torical Association y de la Catholic Theological Society
of America. Villegas, Beltrán, SS.CC. Dr. en Teología y licenciado
en Ciencias Bíblicas. Profesor en el Escolasticado de los
Teixidor, Javier. Dr. en Ciencias Orientales, Jerusalén.
SS.CC., Los Perales, Quilpué, Chile.
Termes, Pablo. Dr. en Teología, licenciado en SE, profe- Vogt, Ernesto, S.I. Licenciado en Teología y Dr. en SE.
sor de AT en el Seminario Diocesano y Canónigo de Profesor de AT en el Pontificio Istituto Biblico, Roma.
la S.I. Catedral de Barcelona.
Thieme, Karl. Dr. en Filosofía. Profesor de Historia Euro-
pea en el Auslands-und Dolmetscher lnstitut de la Johan- Wambacq, Nestor, O. Praem. Dr. en Ciencias Bíblicas y
nes Gutenberg Universitiit, Maguncia, Alemania. Licenciado en Derecho Canónico. Profesor de SE, He-
Torres, Jesús, C.M.F. Licenciado en Teología y Ciencias breo, Griego y Metodología en el Instituto Pontificio
Bíblicas. Regina Mundi. Subsecretario de la Comisión Bíblica Pon-
Tournay, R.J., O.P. Profesor de AT y Asiriología en la tificia para Estudios Bíblicos.
École Biblique et Archéologique Francaise, Jerusalén. Wau, César. Licenciado en Ciencias Bíblicas.
Tragan, Pío, O.S.B. Colaborador de la Biblia de Mont- Wiéner, Claude. Dr. en Teología y profesor del Séminaire
serrat, Montserrat (Barcelona). de la Mission de France, Pontigny, Francia.
Tsevat, Matitíahu. Profesor de Ciencias Bíblicas en el
Hebrew Union College, Jewish Institute of Religion, Cin-
cinnati (Ohio). Yeivin, Shemuel. Director del Sen-ice of Antiquities en el
Ministerio de Educación y Cultura. Miembro de la Aca-
Tuñón, José M.• G. Profesor de la Sagrada Escritura en
demy of Hebrew Language. Profesor de Historia Bíblica
el Seminario Diocesano de Salamanca.
en la Universidad de Tel-Aviv.

Ubach, Buenaventura, O.S.B. Miembro de la Pontificia


Comisión Bíblica. Colaborador de la Biblia de Montserrat, Zedda, Silverio, S.I. Dr. en SE. Profesor de Exégesis del
Montserrat (Barcelona). NT en la Facoltá Teologica S.f. de Chieri, Turin. Miembro
de la Associazione Biblica Italiana.
Ubach, Bartolomé M.•, O.S.B. Abadía de Montserrat,
Montserrat (Barcelona). Zerwick, Max, S.I. Dr. en Teología y en Filosofía. Pro-
fesor de Griego Bíblico y Exégesis del NT en Pontificio
Istituto Biblico, Roma.
Vaccari, Alberto, S.I. Consultor de la Pontificia Comisión Zohari, Michael. Profesor de Botánica en The Hebrew
Bíblica y profesor del Pontificio Jstituto Bíblico, Roma. University, Jerusalén.

XIII

TABLA DE TRANSCRIPCIONES

ALFABETO HEBREO
,
'Áief Zayin z Mem 111 oer q
Bet b I:Iet b Nün n Res
Gime] g (suave) Tet ! Sámek s Sin s
Dalet d Yod y 'Ayin ' Sin s
He' h Kaf k Pe' (Fe') p (fl Taw
Wáw w Lárned 1 ~adi

Observaciones: l. No se distinguen las begad-kefat, salvo el pe' (p) = fe' (f).


2. Vocales breves: a e i o u.
3. Vocales largas t d e i 6 ü.
4. Séwá": ií i! o. I
5. Se indica el he' gráfico: ah.
6. El mappiq se transcribe por b.
7. El articulo se transcribe sin duplicar la consonante inicial: ha-mélek .
8. El pátah furtivo se escribe antes de su gutural.

ALFABETO ÁRABE

-xur Dal d ])ad <;l Kaf k


Ba' b Lám 1
Ta' t
Da!
Ra' º
r
Ta'
Za'
t
z Mírn m
Ta' t Záy z "Ayn ' Nün n
Óim g Sin s Gayn g (suave) Ha' h
I:la' h Sin s Fa' f Waw w
tia' b Sad s osr q Ya' y

Observaciones: J. Vocales breves: a i u.


2. Vocales largas: a i ü.
3. Tanwin: ragul>",
4. Maddah: a.
5. Hamzah: '(precede a la vocal si está mocionada).
6. Ta' marbütah: h en estado absoluto; t en la anexión.
7. Artículo: no se indica la asimilación del lám a causa de letra solar; en árabe clásico: al, y en
árabe vulgar: el. ·

NOTA. Los demás idiomas orientales se transcriben de acuerdo con los sistemas más corrientes.

XV

ABREVIATURAS

LIBROS DE LA BIBLIA

l. Antiguo Testamento

Gn = Génesis lCr = l Crónicas Ecl = Eclesiastés JI = Joel


Éx = Éxodo 2Cr = 2Crónicas Cant = Cantar de los Am = Amós
Lv = Levítico Esd = Esdras Cantares Abd = Abdías
Nm =Números Neh = Nehemías Sab = Sabiduría Jon = Jonás
Dt = Deuteronomio Tob = Tobías (Tobit) Eclo = Eclesiástico Miq = Miqueas
Jos = Josué Jdt = Judit Is = Isaías Nah = Nahum
Jue = Jueces Est = Ester Jer = Jeremías Hab = Habacuc
Rut = Rut 1 Mac = 1 Macabeos Lam ·= Lamentaciones Sof = Sofonías
lSm = lSamuel 2Mac = 2Macabeos Bar = Baruc Ag = Ageo
2Sm = 2Samuel Job = Job Ez = Ezequiel Zac = Zacarías
lRe = l Reyes Sal = Salmo(s) Dan = Daniel Mal = Malaquías
2Re = 2Reyes Prov = Proverbios Os = Oseas

2. Nuevo Testamento

Mt = Mateo 2Cor ·= 2Corintios 1 Tim = 1 Timoteo 2Pe = 2Pedro


Me = Marcos Gál = Gálatas 2Tim = 2Timoteo lJn = lJuan
Le = Lucas Ef = Efesios Tit = Tito 2Jn = 2Juan
Jn = Juan Flp = Filipenses Flm = Filemón 3Jn = 3Juan
Act = Hechos Col = Colosenses Heb = Hebreos Jds = Judas
Rom = Romanos 1 Tes = 1 Tesalonicenses Sant = Santiago Ap = Apocalipsis
1 Cor = 1 Corintios 2Tes = 2Tesalonicenses lPe = l Pedro

Signos auxiliares

* nacido t fallecido ->- véase '/ incierto, dudoso


± más o menos § párrafo

XVTI
Vl-2
ABREVIATURAS

OTRAS ABREVIA TU RAS

A = Códice Alejandrino. der. = derivado-s.


abl. = ablativo. div. = división.
abr. = abreviado, abreviatura-s.
abs. = absoluto.
A.C. = antes de Jesucristo. E = documento Elohista.
ac. = acádico. ed. = edición-es.
act. = activo. edit. = editor, editado.
acus. = acusativo. egip. = egipcio.
ad. loe. = en el pasaje mencionado. El. = arameo de los papiros de Elefantina.
adj. = adjetivo. elam. = elamita.
adv. = adverbio. esp. = español-a.
al. = alemán-a. et. = etimología.
Am. = cartas de Tell el-tAmámah. et. abr. = etimología abreviada
am. = amorreo. etp. = etíope.
ant. = anterior. et. pop. = etimología popular.
aor. = aoristo.
ap. = apéndice.
Áq. = Áquila. fem. = femenino-a.
ár. = árabe. fen. = fenicio.
aram. = arameo. fig., figs. = figura-s,
arm. = armenio. fol., fols. = folio-s,
art. = artículo-s. fot., fots. = fotografía-s.
art. cit. = artículo citado. fr. = francés-a.
as. = asirio. frag., frags. = fragmento-s,
AT = Antiguo Testamento. fut. = futuro.

B = Códice Vaticano. gen. = genitivo.


b. = ben, bar. gr. = griego.
bab. = babilónico.
bibl. = bibliografía.
heb. = hebreo.
he!. = helenístico, helenista.
e = Codex Ephraemi Syri.
ca. = (circa), alrededor, aproximadamente
hit. = hitita.
hur. = hurrita.
can. = cananeo.
cap., caps. = capítulos-s.
cast. = castellano-a.
CDC = Documentos de Damasco.
ibíd. = ibídem.
íd. = ídem.
cit. = citado-s,
cf. = compárese, confróntese.
i.e. = id est, es decir.
cm = centímetro-s.
ilus. = ilustración-es, ilustrado.
cód. = códice-s.
imper. = imperativo.
col., cols. = columna-s.
impers. = impersonal.
impf. = imperfecto.
colee. = colección-es.
com. = comentario-s.
ind. = indoeuropeo.
indic, = indicativo.
comp. = comparativo.
inf. = infinitivo.
const. = constructo.
cop. = copto.
infra = abajo.
ing. = inglés-a.
intr. = intransitivo.
D = documento Deuteronomista. ir. = iranio.
dat. = dativo. It. = Ítala, versi_ón latina.
o.e. = después de Jesucristo. ital. = italiano-a.

XVIII
• ABREVIATURAS
J = documento Yahwista. perf. perfecto.
Pes. Pésittá",
l. plural.
k. = kétib,
pr. persa.
kg = kilogramo-s.
prep. preposición.
km = kilómetro-s.
pres. presente.
Prof. Targüm de los Profetas.
L - fuente laica. protos. inscripciones protosinaíticas.
L. = Linneo (en la clasificación sistemática Ps.To. Targürn del Pseudojonatán.
de Carlos de Linneo).
lám., láms. = lámina-s.
Lak. = óstraca de Lákís. Q (Que/le), fuente de los evangelios
lat. = latín. q. qéré.
lín., líns. = línea-s. IQ fragmentos de Qumrán, l.ª Cueva.
lit. = literalmente. IQfrg fragmentos de Qumrán,
loe. cit. = locus citatus, lugar citado. IQH himnos de Qumrán (Hódáyót).
Luc. = recensión de Luciano. lQisª Rollo de lsaías de Qumrán, editado por
LXX = Septuaginta, los Setenta. las American Schools of Oriental Re-
search.
lQisb Rollo de lsaías de Qumrán, editado por
m metro-s. E. L. Sukenik.
Mas. Masora. IQM Rollo de la Guerra (Milhámáh),
mase. masculino-a. IQpHab Comentario de Habacuc.
Midr. Midrás. IQS Manual de Disciplina.
MMM Manuscritos del Mar Muerto. IQSa Regla de la Congregación.
ms., mss. manuscrito-s.
Mur. documentos de Murasu.
R. rabino, rabbí.
reg. registro.
n., ns. nota-s. reimp. reimpreso, reimpresión.
n.º número-s. rev. revisado, revisión.
nab. nabateo.
neobab. neo babilónico.
Neof. Neophyti I (ms. Vaticano). s Códice Sinaítico.
neoh. hebreo moderno. s. siglo-s.
neut. neutro. sab. sabeo.
nom. nominativo. saf. documentos safaíticos.
NT Nuevo Testamento. sam. samaritano.
sáns. sánscrito.
SE Sagradas Escrituras.
Onq. Targüm de 'Ónqelos. sec. sección-es.
op. cit. opus citatum, obra citada. sem. occ. semitas occidentales, semítico occtal.
s. f. sin fecha.
s. l. sin lugar.
p Priesterkodex, documento Sacerdotal. sig., sigs. siguiente-s.
pág., págs. página-s, Sím. Símmaco.
pal. palmireno. sing. singular.
palt. Targüm palestinense. sir. siríaco.
pap. papiro-s. subj, subjuntivo.
par. pasajes paralelos. sudar. sudarábigo.
part. participio. suj. sujeto.
parte. partícula. sum. sumerio.
pas. pasivo, voz pasiva. supl. suplemento-s.
passim frecuentemente, en varios sitios. supra arriba.
p. ej. por ejemplo. sust. sustantivo.
per., pers. persona-s. s. v. sub verbo, sub voce.

XlX
ABREVIATURAS

t. tomo-s. ugar. ugarítico.


TalB Talmüd de Babilonia.
var. variante-s,
Ta!Y Talrnüd de Jerusalén. versículo-s,
ver., vers.
Tan. cartas deTa'ánák. Vg. Vulgata.
Targ. Targüm. vgr. verbigracia.
Teod. Teodoción. vid. véase.
T.M. Texto Masorético. vol. vols. volumen-es.
tóséftá", tósáfót, V.L. Vetus Latina.
tos.
trad., trads. = traducción-es, traductor-es. y Documento yahwista.
trans. transitivo. Yer. Targüm Yérüsalmi l.

SIGLAS DE LIBROS Y REVISTAS CITADOS

A = Annali, Nápoles. ActaAug = Acta Ordinis Eremitarum Sancti Augustini,


AA = Archdologischer Anzeiger, Berlín. Roma.
ActaSS = Acta Sanctorum, edit. BoLLANDUS, etc. (Arn-
AAA = Annals of Archaeology and Anthropology, Li-
beres, Bruselas, Tongerloo), París 1643 y sigs., Ve-
verpool. necia 1734 y sigs., París 1863 y sigs.
AAB = Abhandlungen der Deutschen Akademie der Wis-
ADAJ = Annual of the Department of Antiquities o
senchaften zu Berlín. Phil-hist. Klasse, Berlín.
Jordan, Ammán.
AAG = Abhandlungen der Akademie der Wissenschaften,
ADB = Allgemeine deutsche Biographie, 55 vols., Leipzig.
Gotinga.
AAH = Abhandlungen der Heidelberger Akademie der ADOmin = Année Dominicaine, 24 vols., nueva edición,
Wissenschaften. Phil-hist. Klasse, Heidelberg. Lyon.
AE = Annales d'Éthiopie, París-Addis-Abeba.
AAL = Abhandlungen der Siichsischen Akademie der
Wissenschaften, Leipzig. AEB = Annual Egyptological Bibliography, Leiden.
AAMz = Abhandlungen ( der geistes- und saztawissen- AEL = Acta ethnologica et linguistica, edit. W. KOP-
schaftlichen Klasse) der Akademie der Wissenschaften PERS, Viena 1950 y sigs.
und der Literatur, Maguncia. AER = The American Ecclesiastical Review, Washington.
AANL = Atti della Accademia Nazionale dei Lincei, Aev = Aevum, Milán.
Roma. 'AF = Ágyptologiscñe Forschungen, Glückstadt.
AAS = Acta Apostolicae Sedis, Roma. A/MW = Archiv für Musikwissenschaft, Trossingen.
AASF = Annales Academiae Scientiarum Fennicae, Hel- AJO = Archiv für Orientforschung, Berlín.
sinki. AGG = Abhandlungen der Gesellschaft der Wissenschaf-
AASOR = The Annual of the American Schools of Orien- ten zu Gottingen, Gotinga.
tal Research, New Haven (Connecticut).
AGI = Archivio Glottologico Italiano, Florencia.
AAug = Analecta Augustiniana, Roma.
AGL = Abhandlungen der Sdchsischen Gesellschaft der
AA W = Abhandlungen der Osterreichischen Akademie Wissenschaften zu Leipzig ; Leipzig.
der Wissenschaften, Viena.
AGPh = Archiv für ( die Geschichte der) Philosophie,
AB = Analecta Biblica, Roma. Berlín.
ABA = Annuario Bibliografico di Archeologia, Roma, AHA = Archivo Histórico Augustiniano Hispano, Ma-
ABC = Archivum Bibliographicum Carmelitarum, Roma. drid.
ABEL = F. M. ABEL, Géographie de la Palestine, 2 vols .. AHDO = Archives 'dHistoire du Droit Oriental, Bruselas.
París 1933, 1938. AHSI = Archivum Historicum Societatis lesu, Roma.
ABI = Accademie e Biblioteche d'ltalia, Roma. AIBL = Academie des lnscriptions et Belles Lettres, París.
ABR = Australian Biblical Review, Melbourne. AJA = American Journal of Archaeology, Princeton
AC = L'Antiquité Classique, Lovaina. (New Jersey).
AcA = Acta Archaeologica, Copenhague. AJP = American Journal of Philology, Baltimore.
AcAc Ve = Acta Academiae Velehradensis, Praga-Olmütz. AJSL = American Journal of Semitic Languages and
ACC = Aegyptiaca Christiana Collectanea, El Cairo. Literatures, Chicago.
ACO = Acta Conciliorum Oecumenicorum, edit. E. AKG = Archiv für Kulturgeschichte (Leipzig), Münster
ScHWART, Berlín. y Colonia.
AcOr = Acta Orientalia, Copenhague. ALMA = Archivum latinitatis medii aevi, Bruselas.
ACR = The Australasian Catholic Record, Manly (Nue- Alon = 'Álon mahláqat há-sattiqát sel madinat yisrá'é],
va Gales del Sur). Jerusalén.

XX
SIGLAS

AL W = Archiv für Liturgiewissenschaft, Regensburgo. ArPap = Archiv für Papyrusforschung und verwandte
AmiC/ = L'Ami du Clergé, Langres, Gebiete, Leipzig,
AnAr = Anadolu Arastirma/ari, Ankara. ArPh = Archives de Philosophie, París.
Anatolia = Anatolia, Ankara. ARPs = Archiv Jür Religionspsychologie, Berlín.
AnBo/l = Analecta Bo/landiana, Bruselas. AR W = Archiv Jür Religionswissenschaft (Friburgo de
Brisgovia, Tubinga), Leipzig.
AnCap = Analecta Ordinis Fratrum Minorum Capucci-
norum, Roma. AS = The Asbury Seminarian, Wilmore (Kentucky).
Ancl = Ancient India, Nueva Delhi. ASAE = Annales du Service des Antiquités de l'Égypte,
And = Al-Andalus, Madrid. El Cairo.
ANEP = The Ancient Near East in Pictures relating to AsM = Asia Majar, Londres.
the O/d Testament, edit. J. B. PRITCHARD, Princeton ASNU = Acta Seminarii Neotestamentici Upsaliensis,
1954. Existe una edición condensada, en castellano, Upsala.
con el nombre de La Sabiduría del Antiguo Oriente, ASS = Acta Sanctae Sedis, Roma. -+ Acta Apostolicae
Ediciones Garriga, S. A., Barcelona. Sedis.
ANET = .Ancient Near Eastern Texts relating to the O/d Assemani = J. S. AssEMANI, Bibliotheca orienta/is ... ,
Testament, edit. J. B. PRITCHARD, Princeton 1950; 4 vols., Roma.
2.ª ed. corregida y aumentada, 1955. Existe una
edición condensada, en castellano, con el nombre AST = Analecta Sacra Tarraconensia, Barcelona.
de La Sabiduría del Antiguo Oriente, Ediciones AsyS = Assyriological Studies, Chicago.
Garriga, S. A., Barcelona. At = Athenaeum, Pavía.
Angeles = Angelos. Archiv fiir neutestamentliche Zeitge- ATA = Alttestamentliche Abhandlungen, Münster.
schichte und Kulturkunde, 4 vols., Gotinga 1925-1932. ATD = Das A/te Testament Deutsch, Gotinga.
AnGr = Analecta Gregoriana cura Pontificiae Universita- ATO = Archivo Teológico Granadino, Granada.
tis Gregorianae edita, Roma.
ATh = L'Année Théologique, París.
Anl.ov = Analecta Lovaniensia Biblica et Orientalia,
Lovaina. AThA = L'Année Théologique Augustinienne, París.
AnnéeC = L'Année Canonique, París. AThANT = Abhandlungen zur Theologie des Alten und
AnOCist = Analecta Sacri Ordinis Cisterciensis, Roma. Neuen Testaments, Zurich.
AnOr = Analecta Orientalia, Roma. AThR = The Anglican Theological Review, Evanston.
AnPont = Annuario Pontificio, Roma. Atiq = •Atiq6t, Jerusalén.
AnPrae = Analecta Praemonstratensia, Amberes. AttiPontAc = Atti della Pontificia Accademia Romana
di Archeologia, Roma.
AnSt = Anatolian Studies, Londres.
Ant. Jud. = Antiquitates ludaicae, de Flavio Josefo. AZ = Archivalische Zeitschrift; Munich.
Anth = Anthropos. Internationale Zeitschrift für Volker-
und Sprachenkunde, Modling.
Antike = Die Antike. Zeitschrift für Kunst und Kultur B = Berytus, Beirut.
des klassischen Altertums, Berlín. BA = The Biblical Archaeologist, New Haven (Connec-
AnzA = Anzeiger für die Altertumswissenschaft, Inns- ticut).
bruck (Viena). BASOR = TheBu/letin ofthe AmericanSchools o/Orien-
AnzA w = Anzeiger der Osterretchischen Akademie der tal Research, New Haven (Connecticut).
Wissenschaften, Viena. BAT = Die Botschaft des A/ten Testaments, Stuttgart.
AO = Der A/te Orient, Leipzig. BB = Biblische Beitrdge, Baden.
AoB = H. ÜRESSMANN, Altorientalische Bilder zum AT. BBB = Bonner Biblische Beitráge, Bonn.
AOCarmC = Analecta Ordinis Carmelitarum Calceato- BBLAK = Beitriige zur Biblischen Landes- und Alter-
rum, Roma. tumskunde, Bonn.
AoF = Altorientalische Forschungen, Leipzig. BDAI = Bulletin of the Department of Antiquities of
AoT = H. GRESSMANN, Altorientalische Texte zum AT the State of Israel, Jerusalén.
Berlln-Leipzig 1926. BDF = Bericht der deutschen Forschungsgemeinschaft,
AP = Année Philologique, París. Bad Godesberg (Alemania).
APh = Archiv für Philosophie, Stuttgart. BE = Bibliothéque d'Étude, El Cairo.
APhi/HistOs = Annuaire de l'lnstitut de Philologie et BEH = Bibliathéque de l'École des Hautes Études,
d'Histoire Orientales et Slaves, Bruselas. París 1869 y sigs,
ApS = Apostolado Sacerdotal, Barcelona. Bel. ]ud. = Bellum ludaicum, de Flavio Josefo.
ArAs = Artibus Asiae, Ascona (Suiza). Bel/ = Belleten, Tiirk Tarih Kurumu, Ankara.
Arb = Arbor, Madrid. BEO = Bulletin d'Études Orientales, Damasco.
ArchOC = Archives de l'Orient Chrétien, Bucarest. BEvTh = Beitrdge zur evangelischen Theologie, Munich.
ARG = Archiv für Reformationsgeschichte (Leipzig), Bf = La Bibliofilia, Florencia.
Gütersloh. BFA = Bulletin of the Faculty of Arts, El Cairo.
ARM = Archives Royales de Mari, París. BFChTh = Beitriige zur Forderung christlicher Theologie,
ArOr = Archiv Orientální, Praga. Gütersloh.

XXI
SIGLAS

BG = La Sacra Bibbia, edit. S. GAROFALO, Turin ByZ = Byzantinische Zeitschrift, Munich.


1947 y sigs. Byz(B) = Byzantion, Bruselas.
BGE = Beitrdge zur Geschichte der neutestamentlichen Byz NGr Jb = Byzantinisch- neugriechische Jahrbücher,
Exegese, Tubinga. Atenas-Berlín.
BGL = Berichte iiber die Verhandlungen der Sachsischen Byzslav = Byzantinoslavica, Praga.
Gesellschaft der Wissenschaften zu Leipzig, Leipzig.
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XXII
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XXIII
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XXIV
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XXV
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RR = Review of Religion, Nieva York. der Wissenschaften, Berlín.
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S = Sumer, Bagdad.
SAB = Sitzungsberichte der Deutschen (hasta 1944; StudOr1 = Studia Orientalia, El Cairo.
Preussischent Akademie der Wissenschaften zu Berlin, StudOr' = Studia Orientalia, Helsinki.
Berlín. Syr = Syria, París.
SaE = Sacris Erudiri, Brujas. SZ = Stimmen der Zeit , Munich.
SAH = Sitzungsberichte der Heidelberger Akademie der
Wissenschaften, Heidelberg.
Sal = Salesianum, Turín. T = Theology, Londres.
Salm = Salmanticensis, Salamanca. Tarb = Tarbiz; Jerusalén.
SAM = Sitzungsberichte der Bayerische Akademie der TATT = Teologine Aikakauskirja Teologisk Tidskrift,
Wissenschaften, Munich. Helsinki.
SAO = Sitzungsberichte der Osterreichische Akademie TF = Theologia Fennica, Helsinki.
der Wissenschaften, Viena.
Theol = Theologia, Atenas.
SAOC = Studies in Ancient Oriental Civilization,
Chicago. ThF = Theologische Forschung , Hamburgo.
Sap = Sapienza, Roma. ThGl = Theologie und Glaube, Paderborn.
SAW = Sitzungsberichte der (desde 25, 1, 1947: Oster- ThHK = Theologischer Handkommentar zum Neuen Tes-
reichische) Akademie der Wissenschaften in Wien tament, Leipzig.
Viena. ThJ = Theologische Jahrbücher, Leipzig.

XXVII
SIGLAS

ThJber = Theologischer Jahresbericht, Leipzig. WD = Wort und Dienst, Bethel.


ThLB = Theologisches Literaturblatt, Leipzig. WJAW = Würzburger Jahrbücher fiir die Altertumswis-
ThLZ = Theologische Literaturzeitung, Leipzig. senschaft, Wurzburgo.
ThPQ = Theologisch-praktische Quartalschrift, Linz. WO = Die Welt des Orients, Stuttgart.
ThQ = Theologische Quartalschrift, Stuttgart. WTJ = Westminster Theological Journal, Filadelfia.
ThR = Theologische Rundschau, Tubinga. WUNT = Wissenschaftliche Untersuchungen zum Neu-
en Testament, edit. por J. JEREMIAS y O. MICHEL,
ThRv = Theologische Revue, Münster.
Tubinga 1950.
ThSt = Theological Studies, Baltimore.
WVDOG = Wissenschaftliche Veroffentlichungen der
ThStK = Theologische Studien und Kritiken (Hamburgo ), Deutschen Orientgesellschaft, Leipzig.
Gotha.
WW = Wort und Wahrheit, Friburgo de Brisgovia.
Th V = Theologia Viatorum, Berlín.
WZKM = Wiener Zeitschrift für die Kunde des Margen-
ThW = Theologisches Wdrterbuch zum Neuen Testament, /andes, Viena.
edit. G. KrITEL y G. FRIEDRICH, Stuttgart 1934.
ThZ = Theologische Zeitschrift, Basilea.
Tr = Traditio, Nueva York.
YCS = Ya/e Classical Studies, New Haven (Connec-
TS = La Terra Santa, Jerusalén. ticut).
TSt = Texts and Studies, edit. ARMITAGE R0BINS0N, YJS = Ya/e Judaica Series, New Haven (Connecticut).
Cambridge 1891.
TT = Theology Today, Princeton (Nueva Jersey).
TThZ = Trierer Theologische Zeitschrift (hasta 1944:
Pastor Bonus), Tréveris. ZA = Zeitschrift für Assyriologie und verwandte Gebiete,
Leipzig.
TTK = Tidsskrift for Teologi og Kirche, Oslo.
ZAS = Zeitschrift für Ágyptische Sprache und Alter-
TU = Texte und Untersuchungen zur Geschichte der tumskunde, Leipzig.
altchristlichen Literatur, Berlín.
ZA W = Zeitschrift für die Alttestamentliche Wissen-
schaft, Berlín.
ZDMG = Zeitschrift der Deutschen Morgenliindischen
UJE = The Universal Jewish Encyclopaedia, edit. J. Gesellschaft, Leipzig,
LANDMAN, Brooklyn (Nueva York) 1948. ZDPV = Zeitschrift des Deutschen Paliistina-Vereins,
UM = University Museum. University of Pennsylvania, Leipzig.
Filadelfia. ZE = Zeitschrift für Ethnologie, Berlín.
US = Una Sancta; Meitingen (Augsburgo). ZKG = Zeitschrift für Kirchengeschichte, Stuttgart.
UUS = Ut Unum Sint, Roma. ZKTh = Zeitschrift für katholische Theologie, lnnsbruck.
ZMR = Zeitschrift fiir Missionswissenschaft und Reli-
gionswissenschaft, M ünster.
VAB = Vorderasiatische Bibliothek, Leipzig. ZNW = Zeitschrift für die neutestamentliche Wissen-
ve = Verbum Caro, Neuchátel, schaft und die Kunde der alteren Kirche, Berlín.
VD = Verbum Domini, Roma. ZRGG = Zeitschrift fiir Religions- und Geistesgeschich-
te, Marburgo.
VF = Verkündigung und Forschung; Munich.
VigChr =:= Vigiliae Christianae, Amsterdain. ZS = Zeitschrift fiir Semitistik, Leipzig.
VN = La Voce del Nilo, Gizeh (Egipto). ZSTh = Zeitschrift für systematische Theologie, Berlín.
VP = Vita e Pensiero, Milán. ZThK = Zeitschrift fiir Theologie und Kirche, Tubinga.
VS = Verbum Salutis, París. ZVS = Zeitschrift für Vergleichende Sprachforschung
auf dem Gebiete der indogermanischen Sprachen,
VSp = La Vie Spirituel!e, París. Gotinga.
VT = Vetus Testamentum, Leiden. ZWTh = Zeitschrift für wissenschaftliche Theologie,
VV = Verdad y Vida, Madrid. Jena, Halle, Leipzig, Francfort.

XXVIII
Q
Q. La qof es la decimonovena letra del alefato.
Corresponde a la q, decimosexta letra del abecedario
pp i' s p p
latino y vigésima del castellano. El alfabeto griego, en ll 12 13 14 15 16 17
su forma más reciente, carece de la letra q, pero la tuvo 11. Caracteres cuadrados hebreos (siglo IV n.c.).
en una fase arcaica, después de su derivación de las 12. Papiros de los siglos v-vIII o.e. 13. Siríaco
formas fenicias. Se llamó kappa y estaba colocada entre (500-800 o.e.). 14. Pentateuco samaritano (siglo
la TT y la p . Ha quedado con el mismo nombre, pero xnr n.c.), 15. Escritura rabínica riisi (siglo XIII
con nueva forma (1) y sólo como símbolo de valor o.c.). 16. Caracteres alemanes cursivos (siglo XIX).
numérico ( = 90). 17. Caracteres árabes del Corán
Hay que distinguir, en la letra q, su calidad de signo
gráfico y su pronunciación como sonido consonántico. 2. LA LETRA «Q» COMO SONIDO. En hebreo, el modo
de articulación de la q es velar explosivo enfático, y se
l. LA LETRA «Q» COMO SIGNO. Es fácil seguir su
diferencia del de la k, en que esta última es palatal
sucesiva evolución, que es muy escasa, pues su for- explosiva muda (--+ K). De consiguiente, la q, en cuanto
ma queda notablemente invariada desde la época más
a su sonido, es como una k pronunciada de modo
antigua. La razón de su invariabilidad está en su forma
enfático entre la raíz de la lengua y el velo del paladar.
redonda y su tilde inferior, que es igual tanto si se lee
La letra qof corresponde a la qaf árabe, como vemos,
de derecha a izquierda como de izquierda a derecha.
por ejemplo en el Corán.
Esto en su forma de mayúscula, que es la primitiva.
El tipo cuadrado hebreo actual es idéntico a la q 3. TRANSPOSICIÓN DE LA «Q» AL GRIEGO Y AL CAS·
minúscula latina y castellana, teniendo en cuenta el TELLANO. Las palabras semíticas que tienen q, propia-
sentido dextrógiro o levógiro de la escritura, q = p. mente habría de pasar al castellano con esa misma letra,
en todos los casos de vocalización, con supresión de
la u, que en castellano es auxiliar impronunciada y su
-o --0 acompañante inseparable. De lo contrario, la presencia
2 de una u (w) podría entenderse como formando parte
en su calidad de semiconsonante o de vocal, del mismo
l. Derivación de los caracteres jeroglíficos egipcios. radical de la palabra, Qiryat Séfer, Qóhélet,
2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Desarrollo Se pondrá el complejo que, qui cuando se transcriban
tamúdico posterior
palabras griegas que tengan X ante vocales débiles o
diptongos debilitados; mas, caso de seguir vocalización
fuerte, la X griega se transcribirá por c.
4 5 6 7 9 10 4. VALOR NUMÉRICO. En hebreo, p = 100. En griego,
4. Alfabeto fenicio (1000 x.c.). 5. Estela de Mesa' la KÓTTTTa(1) = 90. Esa diferencia se debe a que el hebreo
rey de Moab (890-875 A.c.). 6. Cartas arameas intercaló en el orden natural primitivo de las consonan-
(800 x.c.). 7. Inscripción de Siloé (700 A.c.). tes, que corre paralelo en ambas lenguas, la letra sádé
8. Letras talladas en sellos y piedras preciosas ( = 90). En latín, la q no tiene valor numérico.
(800-500 A.c.). 9. Papiros egipcios (500-300 x.c.), Bibl.: Cf. la citada en -+ K.
1 O. Inscripciones en monedas de época macabaica
(150-40 A.C.). S. BARTINA

2
QAB

QAB. Nombre hebreo (arameo?) de medida, heleni- Desde el siglo XIII se distingue la Qabbáláh especula-
zado en Káf3os, Vg, cabus, que aparece una sola vez tiva de la práctica, aunque algunos importantes cabalis-
en la Biblia, por cuya razón es prácticamente imposi- tas consideran espúrea la última, sobre todo la mágica
ble precisar su capacidad. Josefo lo equipara a un ~fo- (necromancia, alquimia, quiromancia, etc.). La primera
•T1S· Se Je suele equiparar a 1¡18 de "éfáh (unos dos concibe a Dios en sí mismo y en relación con la Crea-
litros y medios) ( _.. Metrología). ción. En el primer aspecto es agnóstica; en el segun-
2 Re 6,25. do, creer que el espíritu humano tiene acceso a la manifes.
Bibl.: F. JOSEFO, Ant . Iud., 9, 4,4. É. DHORME, en BP, I, pág. tación de la divinidad en lo creado. Dios se manifiesta
1158, n. 24-25. por medio de las séfirot, que, en número de diez, son
C. WAU emanaciones del Ser Supremo, el cual no se modifica
y sigue perennemente idéntico a sí mismo. A cada
QABBÁLÁH (ctradición»). En nu principio se dio sefirah corresponde un nombre o atributo divino («co-
este nombre al conjunto de los libros bíblicos posteriores rona», «sabiduría», «inteligencia», «bondad», etc.), que
al Pentateuco, sobre todo a los proféticos. Más tarde, se representan a menudo en forma de árbol o con figura
denotó una suma de creencias teosóficas que, mediante humana. Los cabalistas admiten la existencia de seres
el empleo de un método esotérico de interpretación, que intermedios entre Dios y el hombre (el Métatrón, la
incluía cifras, se creía que revelaría a los iniciados Sabiduría y los ángeles). La sekiniih es la presencia
doctrinas ocultas, tales como la creación del mundo por divina, reside en medio de Israel y sólo el mal o la trans-
medio de emanaciones del Ser Supremo. Esas doctrinas gresión puede alejarla. El hombre es la criatura más
se habrían transmitido de modo iniciático desde Adán perfecta y señor de. la creación, y sus actos determinan
a los profetas, y de éstos a los tanná'im - que vivieron la conservación o la disgregación de la unidad cósmica.
en el siglo ll n.c, -, los cuales las legaron a místicos, Las almas suelen concebirse como emanación de una de
fuesen o no judíos, de la Edad Media y de los tiempos las sefirot. Los cabalistas admiten, en conjunto, la me-
modernos. tempsícosis por la cual se purgan los pecados cometidos.
Puede decirse, de manera general, que el movimiento Bibl.: L. GINZBURG, en Jewlinc, III, págs. 456-479. H. LoEWE,
de la Qabbáláh hizo que el judaísmo rabínico se orien- Kabba/a, en ERE, VII, págs. 622-628. U. CASSUTO, Gli ebrei a
tase, de forma más consciente e íntima, hacia la inclina- Firenze nell'etá del Rinascimento, Florencia 1918, s.l". J. ABELSON,
ción de convartir la Tóráh en ley universal y a presen- ll misticismo ebraico (La Kabbala,', Turín 1929 (trad. ital.). G. G.
ScHOLEM, Kabbala, en Elud, IX, cols. 630-732; id., Bibliographia
tar a Dios como regulador de la Creación. Los cabalistas Kabbalistica, Berlín 1933. E. ZOLLI, Profetismo e misticismo in
no son heréticos para el judaísmo, aunque muchos Israele, Udina 1935, págs. 246-253. J. L. BLAU, The Christian
judíos se opongan a ellos; por lo demás, la Qabbáláh Interpreta/ion o/ the Cabala in tite Renaissance, Nueva York 1944.
G. G. SCHOLEM, Major Trends in Jewish Mysticism, 2.ª ed., Nueva
no influyó de modo notable en la teología, pero sí, en York 1946. G. VAJDA, Introduction a la pensée juives du Moyen
cambio, en la liturgia y los hábitos del pueblo hebreo, Áge, París 1947, págs. 197-210, 238-240. G. G. SCHOLEM, Die
p. ej., en la oración del sábado llamada Lékáh dádi jüdische Mystik in ihren Hauptstr6mungen, Zurich 1957. A. SA·
FRAN, La Cabale, Paris 1960. G. G. ScHOLEM,' Zur Kabbala une/
(«Ven, amado mio») o en trenzar el sisit de un modo
ihre Symbolik, Zurich 1960; íd., Ursprung und Anfónge der Kabbala,
determinado. Berlín 1962. G. VAmA, Recherches sw· la philosophie et la Kabbale
La Qabbáláh se propone, en suma, conciliar la exis- dans la pensée iuive du Moyen Áge, París 1962.
tencia de lo finito con la del infinito. Es imposible
J. A. G.-LARRAYA
señalar cuando empezó a formarse. Se apoya en la
exégesis de los primeros capítulos del Génesis, en Ez
QAB~E'EL («Dios reúne»", cf. Neh 11,25 yéqabsé'él;
cap. 1 y en el Cantar de los Cantares, en cuanto a la
Aio-Ei\Er¡i\, Ka/3wEr¡i\, Kaf3ao-ai¡i\; Vg. Cabseel). Ciu-
Biblia; en lo extrabiblico, se apoya en la cosmogonía
dad del extremo meridional de la tribu de Judá ', cuna
tannaítica, los apocalipsis judíos, el Talmüd y en obras
de Bénáyáhü, el héroe davídico2 • Estuvo habitada
que no parecen haber sido redactadas antes del siglo
después del Destierro babilónico, recibiendo el nombre
vn o.c., las más importantes de las cuales son el Séfer
sinónimo de Yéqabsé'él 3• Se la identifica generalmente
yésiráñ («Libro de la Creación») y el Zohar («Esplen-
con Hirbet Hórah, a unos 15 km al nordeste de Ber-
dor»), En Europa, los más importantes centros cabalís-
sabee.
ticos estuvieron en Provenza y España; en esta última
se editó el Zohar en el siglo XIII. La Qabbáláh, tras el
1
Jos 15,21. 3 Sm 23,30; 1 Cr 11,22.
2
'Neh 11,25.

eclipse debido a la expulsión de los judíos españoles, Bibl.: ABEL, II, pág. 411. SIMONS, 317(1), 803, 1069.
recobra impulso en Galilea en el siglo XVI y dos des- J. YIDAL
pués surge en Polonia el movimiento de los hásídim o
misticismo popular, que es vástago del misticismo caba- QÁDES. Nombre geográfico siropalestino más co-
lístico. En la actualidad, la Qabbáláh conserva aún nocido normalmente en castellano por _.. Cades.
adeptos.
Entre los cabalistas merecen citarse Sélómóh ben QÁDES BARNEA'. Principal estación del pueblo
Adret de Barcelona, "Abráhám Abü-1-'Áfiyyah y Yisháq de Israel en su peregrinación por el desierto. _.. Cades
ibn Látif (siglos XIII- xrv); Yóséf Caro (siglo xv); Móseh (§ 1).
Cordovero y Yisháq Luria (siglo xvt). Estudiaron la
Qabbáláh M. Ficino, Pico de la Mirandola, Paracelso, QADMl'EL ( «Dios es antiguo»?, «Dios precedente»?;
J. Reuchlin, G. Postel, J. Bohme y su escuela, etc., aparte Ka6µ1i¡i\; Vg, Cedmihel). Levita, descendiente de H6-
los especialistas modernos tanto judíos como cristianos. dawyáh, que regresó de Babilonia a Palestina con

3 4
QARNÁYIM

ZorobabeJl. Intervino con sus hijos en el. trabajo de J. (XeAmvá, q,ápay~ Kopcvó ; Vg. val/is Arundi-
restauración del Templo de Jerusalén 2, en la ceremonia neti). Arroyo o torrente (ná(wl), que formaba parte de
de la penitencia pública de Israel 3 y en la firma de la linea divisoria entre Manasés y Efraím 1. Se identifica
la renovación de la Alianza con Dios", Se le cita en la con el Wádi Qáná, que corre el sur de Siquem y suma
lista de los repatriados, en el texto anterior a la dedica- sus aguas a las del Nahr el-'Augii, el cual desemboca
ción de la murallas jerosolimitanas, como jefe de levitas en el Mediterráneo a 8 km al norte de Jafa. Esta locali-
de los grupos destinados a ensalzar a Dios 5• zación parece hallarse demasiado al mediodía, pero
•Esd 2,40; Neb 7,43; 12,8. 2Esd 3,9. 'Neh 9,4-5. 'Neh 10,9. tiene a su favor la toponimia antigua y moderna.
•Neh 12,24. 2. (KaváS, Ko:vá; Vg, Cana). Ciudad costera de
Bibl.: NOTH, 1216, pág. 256. la tribu de Aser2 • Se identifica con la moderna Qáná,
D. VIDAL
que se halla a 12 km al sudeste de Tiro.
1Jos 16,8; 17,9. 2Jos 19,28.
QADMONITAS (heb, ha-qadmoni; ol Ke6µwvaio1;
Bibl.: ABEL, II, pág. 412. B. UBACH, Josué, en La Biblia de
Vg, Cedmonaei). Pueblo mencionado una sola vez en Montserrat, IV, Montserrat 1953, págs. 140-141. S1MONS, §§ 324,332.
la Biblia - al describir la alianza de Dios con Abra-
M. D. RIEROLA
ham -, en un texto que suele tenerse por una glosa 1.
Su identificación es muy problemática. Según el pasaje
QANÁN MUGEIMIS, Hírbet, Lugar propuesto para
en que aparece, tal vez estuvo en el desierto siroarábigo,
la localización de --,. Magbís.
El nombre del T. M. pudiera traducirse por «los orien-
tales», puesto que el Este - punto cardinal - se llama
QARAITAS. --,. Caraísmo,
en hebreo qédem, y de la misma raíz parece derivarse
el nombre de «qadmonitas». Por ello, quizá cupiera
considerar a éstos como los béné qédem ( «hijos del QARANTAL, Gebel. Monte, frente a la antigua
Jericó, en cuya cima estuvo probablemente la pequeña
Oriente»).
fortaleza de --> Dok. En él situó la tradición el episodio
1Gn 15,19.
de las tentaciones de Jesús, por lo menos desde el siglo
Bibl.: w. F. ALBRIGHT, The Orac/es of Ba/aam, en JBL, 63
(1944), pág. 211. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, 1, vn; por ello fue llamado, desde el siglo xn, monte de la
París 1953, pág. 268. «Cuarentena», de donde deriva el actual nombre árabe.
M.V.ARRABAL Bibl.: D. BALDI, Encbiridion Locorum Sanctorum, 2.n. ed., Jeru-
salén 1955, n.0 202-227.
QAIMUT, Tell. Sitio en que se localiza --,. Yóqné-ám,
ciudad de la tribu de Zabulón. QAREAl;I («calvo»; KapiJS, KápT)E; Vg. Caree).
Padre de Yóhánán y Jonatán, dos de los jefes de las
QALLAY («ligero»?; KaAAaí; Vg. Celai). Sacer- tropas hebreas que se presentaron a Godolías en Mispah
dote, jefe de la familia de Sal-lay, mencionado entre los para rendir acatamiento a Nabucodonosor, rey de Ba-
miembros del sacerdocio que vivieron en tiempos de bilonia 1. En otros pasajes, en que se refiere el mismo
Joaquim 1• hecho, solamente se hace mención de Yóhánán, como
1Neh 12,20. si fuera hijo único 2•
Bibl.: Cf', NoTH, 1227, págs. 37. 1Jer 40,8. 2 2 Re 25,23; Jer 40,13-14; 41,11-12; 42,1.8; 43,2.4.5.
Bibl.: NOTH, 1237, pág. 223.
QÁ.M ON («firmeza»?, «solidez»?; 'Pouvcov; Vg. G. SARRÓ
Camon). Ciudad en que se enterró a Yá'Ir de Galaad,
después de haber juzgado, a continuación de Tola', a QARN l;IA'.fTÍN (var. qurn hauin, «cuernos de Hat-
los hijos de Israel durante veintidós años1• Apenas tin). Promontorio formado por dos eminencias, como dos
puede dudarse de que fue una población transjordánica cuernos, que le han dado su nombre. Está situado en
Flavio Josefo asegura que estaba en Galaad. Su iden- las proximidades del lago Genesaret, unos 6 km al
tificación con un lugar moderno no es muy segura, oeste de la ciudad de Tiberíades. Allí situaron los an-
puesto que son varios los topónimos actuales que tiguos exegetas y peregrinos la escena del Sermón de
parecen conservar un vestigio del antiguo nombre hebreo. la montaña. Esta teoría está hoy completamente des-
La localización más plausible parecen ser las ruinas cartada a causa del desacuerdo con la situación, muy
de Qam(m), situadas a 4 km al norte de el-Tayibah, próxima al lago, que dan los evangelios. Se han conser-
en 'Aglün, y al nordeste de Pella. A causa de su escasa vado unas ruinas de la época de los cruzados.
antigüedad, otros geógrafos proponen identificarlo con
C. COTS
Qumeim, un poco más al sur del lugar anterior. Según
algunos autores, la --,. Konás de Judit 4,4 podría ser
QARN EL-QIBS, l;:;lirbet. Una de las identificacio-
la misma población que Qámón,
nes propuestas sobre la ciudad rubenita de -+ Sibmah.
1 Jue 10,3-5.

Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Jud,. 5,7,6. ABEL, II, pág. 412. SIMONS,
QARNÁYIM ( «dos cuernos», «dos cimas»; Kcpvctv,
§§ 302 (n. 88), 588, 1606.
R. SÁNCHEZ Kcpvlov; Vg. Carnaim, Carnion). Ciudad mencionada
en un oráculo de Amós-, situada en Basán. Los libro-
QÁNAH (ccañaveral»). Nombre de dos lugares ve- de los Macabeos la llaman Carnaim y Camión y la pre-
terotestamentarios: sentan como una ciudad fortificada, y casi inexpugnas

6
5
QARNÁYIM

Qarn Hattín, en donde Saladino derrotó a los cruzados en 1187, visto por el oeste. En tiempos pasados se
había situado aquí, equivocadamente, la escena del Sermón de la montaña. (Foto P. Termes)

ble, que conquistó, no obstante, Judas Macabeo; su «piedra de Job» y un león hitita. Las excavaciones han
momimento más notable era el templo de Atargatis2• puesto, además, de manifiesto restos del Bronce I y 11,
Eusebio la describe como una aldea árabe (r¡ Kapvaía), y cerámica de la época helenística y romana.
donde la tradición situaba la tumba de Job. Abe! cree 'Am 6, 13. 'Mac 5,26.43.44; 2 Mac 12,21.26.
plausible reconocer en ella, después del 733, tras una Bibl.: F. JOSEFO, Ant. /ud., 12,8,4. EUSEBIO, Onom., li2,3.
campaña de Tiglatpileser 111, a la sucesora de "Astéró! ABEL, 11, págs. 413-413. SJMONS, § 1516.
Qarnáyim; Simons opina que ambas se deben distinguir G. SARRÓ
entre sí. Suelen localizarse en Seib Sa'ad, a 6 km al sur
de Nawa y a 27 km al noroeste de Der'á. Se han des- QARQA' (heb. ha-qarqii'áh, «suelo»; KCTTa 6vc,µas
cubierto en dicho lugar una estela de Ramsés 11, llamada Kéx6ris; Vg. Carcaa). Población del extremo sur en
el territorio de la tribu de Judá, enumerada entre
"Addár y 'A~m5n1. Quizá deba localizarse en la con-
Mapa con la situación de Qarqa', al sur del mar Muerto fluencia de Wádí el-Ain y Umm Hásim, al sur del
mar Muerto, donde hay restos de un gran recinto y
de una piscina.
'Jos 15,3.
Bibl.: ABEL, JI, pág. 4 7. SJMONS, § 31 l.

QARQOR (heb. ha-qarqár, «suelo liso»?; Kcpxép;


Vg. omite). Lugar desconocido del este del Jordán,
donde acamparon Zébah y Salmunná" en su lucha con
Gedeón. Lugar desconocido y mencionado en un solo
pasaje de la Biblia1. Debía de estar en una ruta del
desierto que iba de norte a sur. Musil, citado por Abe!,
lo identifica con los pozos de Qarqar o Qeráqir, en la
depresión del Wádi Sirhán y al norte del Higáz.
1Jue 8,10.

Bibl.: ABEL, l, pág. 286, n. 3. S1MONS, § 573.


J. A. PALACIOS

7 8
QEDÉMÓIT

QARTÁH (cciudad»; Kó:6r¡s, Kap.9ó:; Vg, Cartha). QEDÁR(«poderoso»?, «cetrino»?; as. qi-id-ri; Kr¡6ó:p;
Población de la tribu de Zabulón, que correspondió a Vg. Cedar). Segundo hijo de Ismael' y epónimo de
los hijos de Mérári en el reparto de las ciudades levítivas1. la importante tribu árabe de los quedaritas, la cual
Algunos autores intentan identificar con ella la pobla- estaba emparentada con los demás grupos de ismaelitas,
ción de Qattát, Se localiza en "Atlit, población de la que pueden localizarse en su mayoría en el septentrión
costa mediterránea, situada a unos 15 km al sur del de Arabia 2• Qédár, como asociación humana, ocuparía
Carmelo, cuya identificación ya vendría comprobada el este de Transjordania y aun llegaría a la frontera
por el testimonio de viajeros medievales. Podría iden- oriental de Egipto, como Jo prueba una inscripción
tificarse con la qrt de Ramsés II. aramea del siglo v A.c., descubierta en Tell el-Mashutah
1Jos 21,34. y el hecho de que Plinio informe que los Cedrei eran
Bibl.: ABE!., II, págs. 22, 63, 74, 414. SIMONS, § 337 (38). inseparables de los nabateos.
Los quedaritas vivían aislados en el desierto, en tien-
C. COTS
das de color oscuro 3 o en aldeas sin murallas 4; eran
pastores de ganado menor y camellos 5, los gobernaban
QARTÁN ( «dos ciudadanos»?; 0eµµwv; Vg. Carthan).
príncipes 6, destacaban por su destreza en el manejo del
Ciudad de Neftalí, que fue concedida a los levitas des-
arco' y se rapaban las sienes 8•
cendientes de Gérésón '. En el pasaje paralelo recibe el
Las fuentes asirias del siglo vn A.c. parecen conside-
nombre de ----* Qiryátáyim 2 • Se la identifica con Hirbet
rar árabes a los quedaritas, y mencionan los nombres
el-Qureiyah, un poco al norte y a la mitad de camino
entre Hírbet el-Harírah y Marün el-Ra's, de algún monarca suyo (Haza'íl) y de alguna de sus
ciudades (Adumatu/Adummu, Teimá), Asimismo, pro-
1 Jos 21,32. 2 1 Cr 6,61 (76).
porcionan los de varias divinidades quedaritas, tales
Bibl.: ABEL, II, pág. 415. É. DHORME, Josué, en BP, I, pág. como Atarsamair, Abirillu, Atarquruma, etc. El Tal-
701, n. 32. SIMONS, § 337 (38).
müd de Babilonia asegura que los quedaritas rendían
C. COTS
culto idolátrico al agua.
1Gn 25,13; 1 Cr 1,29. 'Is 21,13-14; 42,11; 60,6-7; Jer 49,28.33'
QA~R EL-RABBA. Ruinas en que hoy se tiende a
'Sal 120,5; Cant 1,5; Is 42,11; Jer 49,29.31. •Is 42,11. 'Is 60,7;
considerar como la localización auténtica de ----* 'Ár Jer 49,29.32; Ez 27,21. 'Ez 27,21. 'Is 16,17; 21,17. 8Jer 49,32.
Mii'áb. Bibl.: Ta'ánit, 5b. PLINIO, Hist. Nat., 5,11,65. ABEL, I, pág.
296. ANET, pág. 298 y sigs. I. RABINOWITZ, Aramaic lnscriptions
QÁ'fÁN (heb. ha-qátán, «el pequeño»; 'AKKaTó:v; of the Fifth Century B.C. E. from a North-Arab Shríne in Egypt,
Vg. Eccetan). Padre de Yóhánán, del linaje de 'Azgad, en JNES, 15 (1956), págs. 1-9. S!MONS, §§ 121 (2), 200, 1396.
que regresó de la Cautividad babilónica con Esdras y J. CARRERAS
otros jefes de familia durante el reinado de Artajerjes1.
1 Esd 8,12. QEDEJRAT, Tell el-, Lugar del sur de Palestina
Bibl.: NOTH, 1223, pág. 225. con el que se identifica ----* Hásar 'Addár.
M. V. ARRABAL
QÉDEM, Montaña de. ----* Oriente, Hijos de.
QAT'fÁT («pequeña»?; Kccrcvó S; Vg. Cateth, Ca-
thed). Ciudad zabulonita 1, denominada Qitrón en otro QEDEMÁH («hacia el este»?; Ke6µó:; Vg. Cedma).
pasaje bíblico". Algunos la identifican también con Ultimo hijo de Ismael, fundador de una familia1. Su
Qartáh ('Atlit), o se sitúa 13 km al suroeste de ésta nombre recuerda el de ----* qadmonita y el de los sarra-
en Hirbet Quteirah, según la grafía del griego. cenos (gr. í:apaKr¡voí; cf. ár. sarqv», «este»), que vivían
en la región de Sáraka (gr. í:ó:paKa), al oriente de los
1 Jos 19,15. 'Jue 1,30.
nabateos.
Bibl.: A. NEUBAUER, Géographie du Talmud, París 1968, pág.
189. CONDER • K.iTCHENER, JI, pág. 61. ABEL, II, pág. 415. S1-
1Gn 25,15; 1 Cr 1,31.
MONS, §§ 324 (n. 149), 329, 337 (38). Bibl.: PTOLOMEO, Geogr., 6,7,21. A. CLAMER, La Genése, en
D. VIDAL La Sainte Bible, I, París 1953, págs. 342-343. S!MONS, §§ 121 (12),
202.
D. VIDAL
QAYIN, Ha- («el herrero»; LXX combina su nombre
con el de la ciudad precedente, Zánóah, quedando,
Zcocovcdu; Vg. Accain). Ciudad de Judá1• La lec- QEDEMOT (Ke6aµw.9, Ka6µw.9, BaKe6µw.S; Vg.
tura de los LXX ha dado pie a interpretarlo en relación Cademoth, Cedimoth). Ciudad transjordánica, próxima
con los quenitas, que más bien corresponde a ----* Qínáh ; al desierto 1, incluida en la heredad de Rubén 2• Fue una
de todas formas, la lectura del griego da lugar a Zanoab de las ciudades que correspondieron a los levitas des-
ha-Qayin, haciendo de dos localidades una sola, con cendientes de Mérári". De la región desértica, situada
lo que se rompería la cuenta especificada en el texto, al este de la ciudad, llamada desierto de Qédémót,
9 en lugar de 10. La mayoría de los críticos aceptan salieron los israelitas contra Síhón, rey de los amorreos,
- algunos con duda - la identificación ha-Qayin = que les presentó batalla en Yahsáh 4•
Hirbet Yaqín, unos 6 km al sudeste de Hebrón. Se busca la localización de la ciudad al sudoeste de
Hesbón y Yahsáh, en la comarca en que están situados
Jos 15,57.
1
los afluentes nordorientales del río Amón, que sirvió
Bibl.: ABEL, II, pág. 91. S!MONS, §§ 203, 319 (C/8). de límite entre Moab y las tribus de Israel. Hay en esa
M. V. ARRABAL comarca dos grupos de ruinas que, según las investi-

9 10
QEDEMOT

gaciones de Glueck, pertenecen a la Edad del Hierro, verdadero y el otro un apodo. Sin embargo, la etimo-
llamados Qasr el-Za'ferán y Hirbet (Tell) el-Rumeil. logía de ambos es oscura y resulta difícil solventar la
iot 2,26. 'Jos 13,18. 3
Jos 21,37; 1 Cr 6,64. •Dt 2,33. cuestión. Qélitá" pudiera significar «aceptado», «adop-
Bibl.: N. OLUECK, en AASOR, 14 (1934), págs. 30-31; íd., en
tado», «lisiado», etc.
BASOR, 65 (1937), pág. 27. ABEL, IJ, págs. 69, 74, 217. Neh 8,7.
1 'Neh 10,11. Esd 10,23.
3

Y. AHARONI Bibl.: NOTH, 1228, 1229, pág. 232, 256.


T. DE J. MARTÍNEZ
QÉDES. Nombre hebreo de algunas ciudades lla-
madas en español -,. Cades (§§ 2-4). QELl'fÁ.'. -,. Qelayiih.

QEHÁT (et.?; Kéx.9, Ko:éx6; Vg. Caath). Segundo QEMÜ'EL ( «Dios establece»?; Ko:µovi¡í\; V g. Camuel).
hijo de Leví. Fue hermano de Gérésón y Mérárí, y Nombre de tres personas del AT:
padre de 'Amrám, Yishár, Hebrón y "Uzzi'él ', Vivió
ciento treinta y tres años 2 y fue el fundador de la gran l. Tercer hijo de Náhór y de Milkáh, y padre de
familia de los -,. quehatitas. 'Áriím. Sus descendientes debieron de ser una rama
menor de los arameos1• Sin embargo, 'Áriím aparece
ion 46,11; Éx 6,16; 1 Cr 6,1.3.7, etc. 'Éx 6,18.
en la Tabla de las Naciones como hijo de Sem 2• Las
Bibl.: NoTH, 1217, pág. 256. A. CLAMER, La Genése, en La
Sainte Bible, I, París 1953, pág. 477; íd., L'Exode, ibíd., II, París antiguas versiones han soslayado la dificultad con el
1953, págs. 100-101. cambio de 'Áriím en sirios. Tal vez la mención se deba
al deseo de puntualizar que vivía en el país del que Abra-
QEHÁTI. Nombre hebreo de los descendientes de ham, citado en el contexto, había emigrado o al empleo
Qéhát en Nm 4,17 y Jos 21,4. -,. Quehatitas. por un redactor yahwista de un documento muy an-
tiguo.
QEHELÁ.TAH («asamblea»; Mo:KEí\i\éx.9; Vg. Cee- 2. Hijo de Siptiín y jefe de la tribu de Efraím, a la
/atha). Decimoctavo campamento de los israelitas entre que representó en la distribución, entre los israelitás,
Rissáh y el monte Séfer ' (-,. Éxodo, Itinerario del). del país de Canaán3•
Posiblemente se pueda identificar con Kuntilet el-Qu-
3. Padre de Hásabyáhíü), Se enumera en la lista de
raiyah, unos 70 km al noroeste de el-'Aqabah, también
los jefes de las tribus de Israel como el de la de Leví4•
llamado 'Agrüd.
1Nm 33,22.23.
ion 22,21. •on 10,22. 'Nm 34,24. • 1 Cr 27,17.

Bibl.: B. UBACH, Bis Nombres, en La Bíblia de Montserrat, II, Bibl.: NoTH, 1230, pág. 172. A. CLAMER, La Genése, en La
1928, pág. 191. ABEL, JI, pág. 214. SIMONS, § 431. Sainte Bible, I, París 1953, pág. 319.
M. MÍNGUEZ
M. MÍNGUEZ

QENÁ.N («herrero»?; Koávñv ; V g. Cainan). Este


QE'ILÁ.H ( «cresta montañosa»?; KE1í\éxµ, i¡ KE°ií\éx;
personaje es citado en el Génesis1• Es hijo del hombre
Vg. Ceila). Plaza fuerte de Judá, en la Séféláh, situada
nacido en la tercera generación, esto es, 'Enos. Por su
en lo alto de una colina1• Tal vez fue uno de los tres
parte y en su condición de representante de la cuarta,
principados cananeos, que conservaron su antigua im- fue padre de Malaleel (Mahálal'él). Esta sucesión se
portancia administrativa durante el mando hebreo.
repite2 en el sentido de representar Qénán a la cuarta
David la libró del asedio de los filisteos, retirándose
generación. Su nombre puede ser interpretado fonéti-
de ella, al avanzar Saúl, para que sus habitantes no le
camente como integrado por el de Caín, más la termi-
entregasen al rey2 • Después del Exilio, sus moradores
nación -ün. En el antiguo idioma arábigo meridional
colaboraron en la reconstrucción de los muros de Je-
ha quedado su nombre perpetuado como el de una
rusalén. Es la actual Hirbet Qilií, a 12 km al este de
divinidad.
Beit Óibrin. En el NT se conserva como Cainán (Kcívóu) y es
iJos 15,44; 1 Cr 4,19. '1 Sm 23,1-13. 'Neh 3,17-18. citado por dos veces en el árbol genealógico de Jesús:
Bibl.: A. ÁLT, Judas Gaue unter Josia, en PJB (1925), pág. 114. como hijo de Enós ('Evws)ª y como hijo de Arfaxad
ABEL, rt, págs. 416-417. SIMONS, § 318 (c/7), 322(30), 6978, 1095. ('Apq,o:~á6)4• El Génesis5 cita en la versión de los LXX
R. SÁNCHEZ a Qénán como hijo de Arfaxad en lugar de 'Evws.
ion 5,9-14. 1 Cr 1,2.
2 'Le 3,38. 'Luc 3,36. '0n 10,24;
QELÁ.YAH («Yahweh ha deshonrado»?; Kwí\ío:; Vg. 11,12-15.
Celaia). Levita que asistió a la lectura pública de H. BARDTKE
la Ley", intervino en la firma de la renovación de la
Alianza con Dios 2 y hubo de divorciarse de su mujer QENÁ.T («posesión»; i¡ Ko:éx.9, i¡ Ko:véx.9; Vg. Canath,
extranjera 3, todo lo cual sucedió en el período de Esdras- Chanath). Ciudad del este de Galaad, que conquistó
Nehemías. El T. M., al hablar de él en el último caso Nóbah y le dio su nombre1• Sin embargo, su antiguo
mencionado, le llama qéláyáh. hü' qelifii' ( «Qéláyáh, que nombre, Qénát, pervivió, ya que se la llama así y no
es Qélitá'»; Kwí\ío:, o:vToS Kwí\ho:s; Vg. Celaia, ipse est Nóbah, cuando la conquistan 'Áriím y Gésür ". Josefo
Ce/ita), es decir, tiene dos nombres. Esta circunstancia la denomina Kanata. No es segura su identificación con
ha sido diversamente interpretada; la hipótesis quizá Qanawát, en el Gebel Hawrán, a 25,5 km al nordeste
más aceptable es la de que uno de los nombres sea el de Bósráh y 20 km al este-sudoeste de el-Suweidá.

11 12
QEROS

Algunos palestinólogos han pensado que se trata de serva las formas más arcaicas. En el caso de algunos
Tell Safüt, en el borde de el-Buqei'ah, vocablos variantes muy corrientes, por motivos de eco-
1 Nm 32,42. '1 Cr 2,23. nomía, el qéré no se señala en el margen: es lo que se
denomina «qéré perpetuo». Tales palabras son:
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. lud., 15,5,1; id., Bel. lud., 1,19,2. ABEL,
JI, pág. 417. A. CLAMER, Nombres, en La Sainte Bible, II, París l. El nombre de Dios, yéháwdh, cuyo qéré es 'iídoniiy
1946, pág. 453. SIMONS, §§ 303, 309.
y su kétib, probablemente, yahweh. Cuando le precede
J. VIDAL
'iídoniiy, para evitar la repetición, el qéré es 'elohim y,
por lo tanto, el kétíb yéhowih,
QENAZ («caza»?; Kevé~, Kevéx; Vg. Cenez). Nom-
bre de tres personas del AT: 2. El sustantivo femenino nadr«, «moza», «joven»,
1. Hijo de 'Elifaz y nieto, por lo tanto, de Esaú. en el Pentateuco.
Fue jefe de un clan edomita en el monte 8e'ir y ante- 3. El pronombre personal de tercera persona femeni-
pasado epónimo de los quineceos1• na singular: hi".
2. Padre de 'Ótni'el y Séráyáh, y hermano menor 4. El nombre hebreo de Jerusalén: yérüsálaim,
de Caleb: Al parecer, la voz «padre» debe entenderse
5. El nombre hebreo de Isacar: yissákár.
como «antepasado» del juez 'ÓtnPe12.
6. El adjetivo numeral cardinal «dos»: seni.
3. Nieto de Caleb, hijo de Yéfunneh, por el linaje
de 'Elah3• Bibl.: Además de la citada en --+ Masora véase: A. ELMALEH,
Mi/./011 ~iidii.i wé-Iálem, IV, Tel-Aviv 1955, cols. 3506-3507.
1Gn36,9.10-11.15.40-43; cf. 15,19; 1 Cr 1,36. 'Jos 15,17; Jue
1,13; 3,9.11; 1 Cr 4,13. '1 Cr 4,15.
J. A. G.·LARRAYA
P. ESTELRICH

QEREN HA-PÜK ( «cajita de afeites»; 'Aµaí\.9cxías


QENITAS. Nombre castellanizado del pueblo que se
KÉpas; Vg. Comustibii). La menor de las tres hijas
cita en la promesa divina sobre la posesión de la Tierra
que tuvo Job después de la gran prueba a que le so-
Prometida al linaje de Abraham. -+ Quineos. metió Dios.
Job 42,14.
QENIZZITAS (heb. ha-qénizzi), Pueblo no israelita
que, al parecer, penetró en el Négeb ante el empuje Bibl.: NoTH, 1238, pág. 223.
de los israelitas durante la conquista de la Tierra Prome-
tida, -+ Quineceos. QERIYYOT (heb. ha-qériyyot, «las ciudades»; Vg.
Carioth). Nombre de dos poblaciones:
QERE-KETIB. Se trata de dos notas masoréticas y,
l. (cxí 1róí\e1s 'Acspccv). Ciudad del extremo sur
morfológicamente, de dos participios arameos. El kétib, de Judá, próxima a la frontera de Edom ', o Qériyyót
que significa «escrito», es el texto consonántico que Hésrón, también para algunos llamada Hásór, Se cree
emplearon los puntuadores, estimándolo inviolable, por- que Judas Iscariote (chombre de Qériyyót») fue natural
que representaba una antigua tradición. Lo forman de ella. Tal vez sea Hirbet el-Qaryetein, unos 32 km
únicamente las consonantes del texto. Cuando por cual-
al este nordeste de Bersabee.
quier razón, sea gramatical o de otra especie, los pun-
tuadores eligieron otra lectura, las vocales de la misma 2. (Kcptco S, 'AKKaptw.9 [A], 'TWV TIÓ/\EWV av-rfís).
se utilizan en el kétíb, mientras que las consonantes, que Ciudad de Moab, en la que se reveló el juicio divino 2.
no podían incluirse en él por el respeto antes aludido, Según parece, estaba fortificada 3 y poseía palacios-, Se
se colocan o indican en el margen. Esta lección seña- ha pretendido identificarla con Qír Moab. También se
lada o recomendada es el qéré, que significa «leído», supone que es sinónima de •Ar, la antigua capital moa-
con la acepción de «léase» o «debe leerse». La atención bita, no sólo porque se la trata aparentemente como la
se guía al margen o qéré por medio de un pequeño población principal, sino porque Qériyyót se omite
círculo (circellus masorethicusy; que se coloca encima cuando se menciona a •Ar, y viceversa, en la enumera-
del kétíb. La nota marginal expresa la palabra en cues- ción de las ciudades de la estela de Mesa" 5• Podría
tión, sin vocalizar, seguida de las consonantes qry (qere), tratarse de Sáliyah, unos 7 km al nordeste de Hirbet
o bien, más sencillamente, de un qof (q). Las vocales el-Medeiniyah,
correspondientes al vocablo anotado son las del que 1Jos 15,25. 'Jer 48,24. 'Cf. Jer 48,41. 'Am 2,2. 'Jer cap.
aparece en el cuerpo del texto. 48; Is caps, 15-16; cf. Jos 13,16-21.
Si una voz de éste no tiene que leerse, no se vocaliza Bibl.: ABEL, JI, pág. 417. S!MONS, §§ 317 (14), 1382, 1503.
y se pone en nota ktyb w-l' qry, «escrito, pero no debe
leerse»; si ha de añadirse una palabra al texto, se apun- P. ESTELRICH
tan en él solamente las vocales aisladas, y las conso-
nantes en nota, más la observación qry w-l' ktyb, «debe QEROS (epeine para telar»?; Kó:611s, Kipóx ; Vg.
leerse, aunque no se escriba». Ceros). Fundador de una familia de netineos, cuyos
En el fondo, el qéré-kétíb supone únicamente dos descendientes regresaron de la Cautividad babilónica
variantes del texto consonántico, sin prejuzgar que una con Zorobabel '.
sea preferible a la otra, bien que, por lo común, la del 'Esd 2,44; Neh 7,47.
qéré sea la más idónea. Frecuentemente, el kétib con- Bibl.: NOTH, 1224, pág. 256.

13 14
QE~EIMAH

'Ain el-Qeseimah, lugar que suele identificarse con Hasmónáh, la última estación de los israelitas por el desierto.
(Foto Monasterio de Montserrat)

QESEIMAH, 'Ain el-, Actualmente no es más que tenido hijos sobre los 140 años, siendo así que él mísmo
una estación de policía fronteriza entre Palestina y Egip- se sorprende de que pudiera ser padre a la edad de
to, con una fuente copiosa, que diversos autores iden- 100 3 ; otros ven en Qétüráh el intento de relacionar con
tifican con ---> Hasmónáh, la última estación de Israel Abraham las tribus árabes con las que tuvo tratos tanto
por el desierto, antes de su entrada en Cades. amístosa como comercialmente. Los críticos suelen in-
dicar que el pasaje del Génesis sobre Qétürah pertenece
QESi'ÁH («casia»; Kcoíc ; Vg. Cassia), La se- a una fuente yahwista, cuyo texto se halla desplazado,
gunda de las tres hijas que Job tuvo cuando recobró sugiriendo que ha de situarse antes de Gn cap. 24, cuyo
la prosperidad, después de la prueba a que le sometió capítulo permite suponer la muerte del patriarca. Abra-
Yahweh 1• ham legó en vida todos sus bienes a Isaac y despidió
1 Job 42,14. a los hijos de sus concubinas+ (esto es, de Agar y de
Qétüráh), con regalos, hacia el Oriente o país de Qé-
Bibl.: NoTH, 1234, pág. 231.
dem 5, es decir, al interior del desierto siroárabe. Los
QESiS, 'Emeq ( «valle quebrado»; 'AµeKcxcreís; V g. hijos de Qétüráh fueron Zimrán, Yóqsán, Médán, Mid-
val/is Casis). Localidad perteneciente a la tribu de yán, Yisbáq y Süah", cuyos nombres denotan tribus o
Benjamín, citada después de Hógláh ', Se desconoce su pueblos del norte de Arabia, siendo el de los madia-
exacto emplazamiento. Debe buscarse probablemente nitas el único de importancia histórica en la Biblia. Se
en el valle del Jordán. cree que el nombre de Qétüráh alude al tráfico de in-
ciensos efectuado a través de las regiones que repre-
1 Jos 18,21.
sentan sus descendientes.
Bibl.: ABEL, JI, pág. 92. SIMONS, § 327 (1/3).
1Gn 25,1. 21 Cr 1,31; cf, Gn 25,6. 'Gn 17,17. •Gn 25,6.
T. DE J. MARTÍNEZ •Gn 25,5-6. 'Gn 25,2.
Bibl.: P. HEINISCH, Das Buch Genesis, Bonn 1930; íd., Prob/em
QE'.fÜRAH (cincienso», cf, qátar, «incensar»; Xe- der Urgeschichte, Lucerna 1947. G. CASTELLINO, Cetura, en ECatt,
III, Roma 1949, col. 1363. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte
-roóppo ; Vg, Cetura). Segunda mujer de Abraham, con Bible, I, J.• parte, París 1953, págs. 339-340. HAAG, col. 910.
quien el patriarca casó después de la muerte de Sara1•
o concubina suya 2• Algunos autores opinan que la unión M. V. ARRABAL
de Abraham con Qétüráh fue anterior a la muerte de
Sara, porque, de lo contrario, el patriarca hubiera QEWE' (var. qéwéh; 8eKové; Vg. Coa). -+ Qóa".

15 16
QIR
QIBRÓT HA-TA'ÁWÁ.H («sepulcros de concupiscen- Wa-yabmos ka-gan sukkát 11 sif¡et mo'iído
cia»; MvÍ]µc(Ta TTÍS Em.Svµías; Vg. Sepulcra concupis- sikkál_z yahweh bé-siyyon 11 mo'éd wé-sabbüt
centiae). Lugar situado entre el monte Sinaí y Hásérót. Se wa-yin'as bé-za'am 'appo 11 mélek wé-káhén.
ha pretendido localizarlo en el actual Ruweis el-Ebey- El martilleo acentual de la qináh se percibe frecuente-
rig. Lagrange propuso identificarlo con -,. Tabé'ráh, mente en las versiones:
Debió su nombre a que en él se enterraron a los israe-
«Arrancó, cual de huerto, su Cabaña, 11 derruyó su San-
litas muertos durante la plaga con que Dios castigó su
borró Yahweh en Sión 11 fiestas y sábados, [tuario.
codicia en acopiar codornices para saciar su apetito de
rechazó en su ira furibunda 11 rey y sacerdote» 2•
carne, y sus quejas de la repugnancia que les producía
el constante consumo del maná. Otro ejemplo, entre muchos, puede ser el Sal 24,1-6.
Nrn 11,33-35; 33,16.17; Dt 9,22.
No siempre sirve la qináli para expresar pensamientos
tristes. Con frecuencia puede utilizarse para estados de
Bibl.: M.-J. LAGRANGE, L'itinéraire des Israelites du pays de
Gessen aux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), pág. 275. ABEL, ánimo totalmente opuestos, como en Sal 19,8-11 y 65.
II, pág. 214, con más bibliografía. A. CLAMER, Nombres, en La Por otra parte, en la misma SE se llama qináh a compo-
Sainte Bible, II, París 1946, págs. 310-311, con bibliografía. B. siciones escritas con otro metro, pero, según su sentido
UBACH, Jf.lustració, 111, en La Bíblia de Montserrat, Montserrat
1954, págs. 20-25. SIMONS, § 431 (n. 224).
fundamental y genuino, de carácter lugubre, como la
P. EST_E LRICH elegía (qináh, ver. 17) que compuso David en la muerte
de Saú13.
QIB~ÁYIM (Ka~craeíµ; Vg. Cibsaim). Localidad K. Budde= fue el primero que formuló la importancia
de la tribu de Efraím, asignada a los Ievitas ', llamada de la qináh como verso acentual de cinco ictus cortados,
en el pasaje paralelo -,. Yoqme'iim 2• Se identifica con en el estilo hebreo, distinto de otras unidades métri-
Qüsín, unos 7 km al oeste-noroeste de Náblus, cas y rítmicas, y le dio, con la acepción angosta o limi-
tativa, el nombre con que ahora se conoce este género
1Jos 21,22. '1 Cr 6,53 (Vg. 68).
de composición poética hebrea.
Bibl.: ÁBEL, JI, pág. 417. S!MONS, § 337 (16).
C. COTS A K. BUDDE, Das hebráische Klagelied, en ZA W, 2 (1882), págs.
1-52.
1Jer 9,17.19. 'Lam 2,6. 32Sm 1,19-27.
QIDRÓN. Nombre hebreo del torrente ináhal) que
corre al este de Jerusalén, entre la ciudad y el monte Bibl.: K. Bunos, The «qinah» and other Kinds of Verse, en
A Dictionary of the Bib/e, IV, Edimburgo 1909, pág. 5. F. ZORELL,
Olí vete, conocido más comúnmente por Cedrón (-,. Ce- De arte rhythmica Hebraeorum, en Cursus Scripturae Sacrae (de
drón, Torrente del). J. Knabenbauer), País 1910, págs. 247-270. N. K. GorrWALD,
Poetry ; Hebrew, en The Interpreter's Dictionary of the Bible, III,
Nueva York 1962, pág. 834.
QILÁ, Hirbet. Lugar de Palestina en que se localiza
S. BARTINA
la bíblica. -,. Qe'iliih.
QINÁH (clamentación»; 'IKáµ [B], Krvó [A]; Vg.
QINÁ.H (clamentación», «canto lúgubre o funeral»;
Cina). Aldea situada en la porción meridional de Judá,
.Spfívos; Vg. planctus). Como palabra y la realidad por
en el Négeb1• El nombre puede tener alguna relación
ella significada, qináh es, en hebreo, «lamento», según
con el de los ->- quineos, que ocuparon aproximada-
aparece en la palabra «plañideras» (meqánénot), de la
mente aquella área. Abe) considera que el nombre se
misma raíz, y en estas frases de Jeremías:
conserva en el de Wádi el-Qeini, rama del Wádí Mu-
«Enseñad a vuestras hijas lamentos (nhy), hawwat, que desemboca en el sur del mar Muerto, ya
y cada una a su compañera endechas (qynh»1). que en su arranque está el Hirbet Samrah, antiguo asen-
Conforme al genio de la poesía hebrea, en el seno tamiento humano, que dista por el este 12 km de Tell
más general de las lenguas semíticas, qináh es una uni- el-Milh, Simons da por desconocida su localización,
dad o entidad rítmica y métrica que se caracteriza aunque reconoce que estuvo en el área de que trata
por constar de dos miembros breves y desiguales, con Abel.
relación de disparidad entre sí de mayor a menor, divi- 1Jos 15,22.
didos por una cesura. Para su medida sólo cuentan los Bibl.: ABEL, II, págs. 417-418. S!MONS, §§ 203, 317 (4).
acentos principales o dominantes. Ofrece el esquema
3 + 2. Impropiamente llaman, algunos autores, qináh M. MÍNGUEZ
a las combinaciones 4 + 2, 4 + 3.
La yuxtaposición fuertemente cesurada de 3 + 2 en QÍR (ornuro», «ciudad»?'; LXX omite; Vg. Cyrene).
el pentámetro acentual, da a la frase total un movimiento Lugar desde el cual los arameos emigraron a Siria'.
rítmico límpido y repetido, en que el segundo miembro Durante las invasiones asirias, muchas provincias is-
muere o expira. No es más que un tipo concreto del raelitas quedaron anexionadas al imperio asirio y sus
grupo métrico de simetría imperfecta llamado de eco. moradores fueron trasladados a las orillas del Tigris; en
El corte del segundo hemistiquio en la qináh, expresa cambio, las gentes de Damasco, los arameos, sufrie-
espontáneamente la íntima emoción de la voz, como si ron la deportación a Qir2 • Ésta se hallaba en la frontera
la garganta sufriera opresión por el dolor anímico; de Elam o, tal vez, próxima al río Qur, que desem-
de ahí la gran frecuencia con que se emplea en lamenta- boca en el Araxes. La identificación es insegura. De
ciones y endechas. Sea como ejemplo de metro y tema forma general, puede localizarse en la llanura que hay
la estrofa wáw de la segunda Lamentación: entre el Tigris y la altiplanicie elamítica. Los habitan-

17 18
QÍR

tes de Qír aparecen unidos con los de Elam contra lugares se la llama «Muro de ladrillo»: Qír Hérés" o
Judá 3• Qír Háréset 3•
1Am 9,7. '2Re 16,9; Am 1,5. •Is 22,6. La ciudad realmente era difícil de conquistar, como
Bibl.: B. UBACH, JI Reis, en La Biblia de Montserrat, VII, Mont- se demostró en la guerra que le hizo Joram, rey de Israel,
serrat 1957, págs. 289-290. SJMONS, § 19. aliado de Josafat de Judá y del rey de Edom: derro-
T. DE J. MARTNEZ taron a los moabitas «y quedó la muralla de Qír Háréset
y los honderos la cercaron y la batieron»', pero no aca-
QiR l;IÁRÉSET. Nombre variante, en diferentes baron de abatirla, porque el rey moabita, Mesa', sacri-
pasajes del T. M., de la capital del reino de Moab. ficó a su heredero sobre la muralla y los israelitas se
- Qit Mñ'ab. retiraron.
Por ser Qir Moab una verdadera fortaleza natural y
QiR l;IÉRES. Uno de los nombres de - Qír Mo'ab artificial, no es extraño que el Targüm de Jonatán ben
en los libros proféticos. 'Uzziel a lsaías 16,11 y Jeremías 48,31 traduzca Qir
Héres o Qír Háréset por Kerak, que en arameo significa
QiR MO'AB (To Teixos TTÍS Mwcx¡3hr¡6os; Vg. mu- «fortaleza». Esta denominación aramea ya aparece en
rus Moab). Ciudad fuerte de Moab, en algún tiempo 2 Mac 12,17 en estado enfático, Karakor, «la Fortaleza».
capital del reino, que es citada varias veces en la Biblia. En Ptolomeo (5,17,5) se la llama Jarak Moba y lo
En su profecía contra Moab1 Isaías la llama Qir Mó'ub, mismo en Esteban de Bizancio.' Este mismo nombre
Los LXX consideran su nombre como un sustantivo aparece en las monedas batidas en tiempo de Helio-
que, en los pasajes bíblicos en que aparece, alude a las gábalo (212-218).
poblaciones fortificadas o baluartes de los moabitas y Los nabateos se apoderaron de este ciudad y cons-
lo traducen de diversas maneras; otro tanto puede truyeron una fortaleza sobre los fundamentos de la
decirse de la Vg. Sin embargo, el T. M. evidencia que ciudadela moabita. En tiempo de los bizantinos fue sede
se trata de una ciudad concreta, que tiene una situación de un arzobispado. Los autores árabes describen a
precisa. Algunos especialistas han pretendido ver en Kerak como una agrupación de comunidades cristianas
ella a la qrh" de la estela de Mesa'. en torno a un monasterio. El cristianismo fue allí pre-
Se halla esta población situada a más de 800 m de ponderante hasta el siglo xrv y por eso se explica que
altitud sobre el nivel del mar, en una plataforma rocosa, los cruzados fácilmente la conquistasen. Estos fundaron
que está a más de 17,5 km al oriente de la curva meridio- en 1115 el Castillo de Sawbak y en 1140 Payen, señor
nal del mar Muerto, al sur de la península de el-Lisán, de Sawbak, se trasladó a Kerak - que en este tiempo
Por su forma, es un triángulo, que aislan casi por era llamada «Crac de los caballeros» o también «Petra»,
completo unos precipicios de 100 m de profundidad. Su confundiéndola con la Petra (o «Séla'») de los nabateos.
defecto capital, pudiera decirse único, desde el punto Payen construyó la famosa fortaleza de Kerak que aun
de vista estratégico, consiste en que las colinas adya- ahora subsiste y es el monumento más digno de ver en
centes tienen una altura bastante superior a la suya. esta ciudad. Después de la victoria de Saladino sobre
Se penetra en ella por dos túneles, probablemente de los cruzados en Hattín, el temido Renaud de Chatillon,
la época romana. Domina la importante vía caravanera señor de Kerak, fue ejecutado (1187), pero aún su es-
que va desde Arabia y Egipto a Siria. posa defendió la plaza durante un año, antes de que
Como era una ciudad fortificada - aparte de la mag- cayese en manos de los musulmanes. En 1264, bajo
nífica defensa natural mencionada -, lógicamente a los Malek Zaher Baybar de Egipto, se restauraron las
moabitas había de parecer una ciudad inexpugnable. murallas. Después deja de tener importancia histórica.
Probablemente para reírse de esta presunción, en varios En 1840, Ibrabim Pasa se apoderó de la ciudad y des-
truyó buena parte de las fortifi-
caciones.
Actualmente, es una ciudad de
16 000 habitantes, de ellos, 2000
griegos ortodoxos. En la parte
norte de la ciudad, que es el barrio
cristiano, hay un hospital italiano
atendido por religiosas de esta na-
cionalidad. Desde las terrazas de
este edificio, así como desde las
imponentes ruinas del castillo cru-
zado, se goza de una vista delicio-
sa: inmediato, en esta parte norte,
se abre un profundísimo barranco
que se continúa hasta el mar Muer-
to. En días claros se divisa el monte
de los Olivos y Nebi Sarnwíl.

Mapa con la situación de la ciudad


·de Qiryat Yé-arím

19 20
QIRYAT 'ARB'A

Desgraciadamente, fuera de las ruinas del tiempo de QIRYAT (caldea»: 'lcxpíµ, rcx~cxw.91cxpEíµ, ra~cxó:.9
los cruzados y de la sucesiva dominación árabe, pocos xcd 1rói\1s "lcpíu; Vg. Cariath). Localidad de la tribu
restos quedan de épocas anteriores. Se han encontra- de Benjamín 1. Se identifica generalmente con ---+ Qiryat
do restos del Hierro I y parte de un león esculpido en Ye'acim, anteriormente atribuida a Judá 2 •
basalto y un busto decapitado, todos de origen nabateo, Jos 18,28.
1 Jos 15,60; 18,14.
2

y algunos restos romanos y bizantinos. Bibl.: É. DHORME., Josué, en BP, I, pág. 689, n. 28.
1Is 15,l. 'Is 16,11; Jer 48,31.36. 'Is 16,7; 2 Re 3,25. 42 Re
3,25. QIRYAT 'ARBA' (-rrór-15 'Ap~ÓK, Kcxpia.9cxp~óK;
Bibl.: ABEL, 11, págs. 418-419, con amplia bibliografía. PRESS, Vg. civitas Arbee, Cariatharbe). Antiguo nombre de la
IV, págs. 824-825. SIMONS, §§ 170, 908, 1246-7, 1263, 1266, 1384. ciudad de -,. Hebrón, en el país de Canaán. El nombre
A. DÍEZ MACHO significa «ciudad de los cuatro», quizá a causa de los

Panorámica de la moderna población de Qiryat el-slnab, también llamada Abu Gós por los árabes, que se halla
situada junto al emplazamiento de la bíblica Qiryat Yé=árlrn. (Foto Orient Press)

21 22
QIRYAT 'ARBA'

cuatro barrios o de las cuatro ciudades confederadas. QmYAT YE'ÁIÜM («ciudad de bosques»; Kcpro-
La tradición judía atribuye su nombre a 'Arba', un Stcrpíu, nói\15 'lapíµ, nói\1s 'lapív; Vg. Cariathiarim).
gigante de los 'iináqim o padre del clan de 'Ánáq. Su Ciudad que perteneció originalmente a la tetrápolis
localización primitiva fue el Gebel el-Rumeidi, al oeste gabaonita1• Se hallaba en la porción occidental de la
de la ciudad moderna, en cuya cima se hallan las rui- frontera de Judá y Benjamín. Perteneció primero a
nas de el-Arba'ín. aquella tribu y luego a ésta, lo que prueba que ambas
Gn 23,2; Jos 14,15; 15,13.54; 20,7; 21,11; Jue 1,10. debieron de fundirse en tal comarca: esto es, correspon-
Bibl.: A. NEUBAUER, Géographie du Talmud, París 1868, pág. 125. día a Judá, pero se consideraban dentro de la región
GUÉRIN, Judée, III, págs. 214 y sigs. CONDER - KITCHENER, 111, montañosa de Benjamín 2• Devuelta por los filisteos a los
págs. 305, 333 y sigs. ABEL, 11, págs. 345-346. A. CLAMER, La israelitas, el Arca estuvo en Qiryat Yé'árím hasta algún
Genése, en La Sainte Bible, 1, París 1953, págs. 321-322. SIMONS,
tiempo después de la segunda batalla de 'Eben hii-'Ézer,
§§ 319 (B/8), 349-350, 375, 736, 1067, 1095.
R. SÁNCHEZ
o sea más de veinte años". Parte de sus habitantes
regresó del Cautiverio babilónico", Esta ciudad recibe
QffiYAT 'ÁIÜM. Qéré de ----,. Qíryat Ye'iirim en otros nombres: Sede Yá'ar ", Qiryat 'Árim6, Qiryat
Esd 2,25. Bá'al", Ba'áláh • y Ba'álé Yéhüdáh •. Se identifica con
Deir el-Azhar, que está muy próxima al noroeste de la
QmYAT BÁ'AL. Nombre de ----,. Qiryat Yé'árím en actual Qiryat el-tlnab («ciudad de las uvas»), también
el libro de Josué. llamada Abu Gas, nombre del jefe de la tribu que moró
en ella, que expoliaba a los viajeros el siglo pasado y
QffiYAT I:IU~OT («ciudad de calles»; nói\e1s que recibió sepultura allí. Dista, por el nordeste. 15 km
Émxvi\ewv; Vg. urbs quae in extremis regni ejus finibus de Jerusalén y está a 720 m de altitud. Los cristianos
erat). Ciudad moabita, cuya situación se ignora, pró- construyeron en ella una basilica, en el siglo v, para
xima a Bámót Bá'al, adonde Báláq fue con Balaam 1• conmemorar la estancia del Arca.
Teniendo en cuenta que los LXX traducen Hásérót, se 1Jos 9,17. 2Jos 15,9.60; 18,15; Jue 18,12. '1 Sm 6,19-7,2.
ha pensado en algún momento identificarla con Qir •Neh 7,29. 'Sal 132,6. 'Esd 2,25. 'Jos 15,60; 18,14. 'Jos 15,
9.11. '2Sm 6,2; cf, lCr 13,6.
Háréset (Kerak), suponiendo la consiguiente alteración
Bibl.: M. NoTH, Studien zu den historisch-geographischen Doku-
gráfica. menten des Josuabuches, en ZDPV, 58 (1935), págs. 190-192. ABEL,
1Nm 22,39,41. 11, págs. 419-421, con más bibliografía. SrMONS, §§ 314, 319 (F/1),
326, 327 (11/14), 666-668, 763, 1016, 1708.
Bibl.: ABEL, JI, pág. 421. SJMONS, § 447-448.
P. ESTELRICH
M.GRAU

QffiYAT SANNÁH. Posiblemente, ciudad idéntica QffiYATÁYIM («dos ciudades» o «ciudades geme-
a Qiryat Séfer y, por tanto, a ----,. Débír, § 3. las»; Kapat.9aíµ, Kapta.9áµ, Kapta.9éµ; Vg. Caria-
thaim). Nombre de dos poblaciones:
QffiYAT SEFER. Nombre primitivo de la ciudad l. Ciudad transjordánica, perteneciente a los 'emim 1•
de ----,. Débír § 3. La reconstruyeron los rubenitas2• Más tarde, según las
líneas 9-11 de la estela de Mesa', cayó en poder de los
Mapa con la situación de Qiryátáyim, al este del mar moabitas", Puede identificarse con Hirbet el-Qaryetein,
Muerto al sur de Kerak, o con Hírbet el-Qureiyát entre Mádaba
y Kerak, al norte del Amón y unos 10 km al noroeste
de Díbán. Para algunos autores, la ciudad de Génesis
14,5 habría de identificarse con la primera, mientras
que los demás textos se referían a Hirbet el-Qureiyát ;
se trataría, por lo tanto, de dos ciudades distintas.
2. Ciudad llamada ----,. Qartán, que en un pasaje
recibe el nombre de Qiryiitáyim 4•
1Gn 14,5. 'Nm 32,37; Jos 13,19. 'Jer 48,1; Ez 25,9. '1 Cr
6,61 (Vg. 76).
Bibl.: ABEL, 11, pág. 319. SIMONS, §§ 357, 337 (36), 298, 309,
1364, 1421.
R. SÁNCHEZ

QIS («presente o dádiva [de Dios]»; ac. qásu, derivado


de qistu; Kís, Keís; Vg. Cis). Nombre de cinco israe-
litas:
l. Hombre de la tribu de Benjamín, hijo de 'Ábi'el
y padre de Saúl, primer rey de los israelitas'. Envió a
su hijo en busca de unas asnas extraviadas, en cuya
ocasión conoció a Samuel, el cual le ungió 2. El sepulcro
de Qis y de su familia estaba en Séla", ciudad pertene-
ciente a los benjarninitas3• La genealogía de Qis se

23 24
QITRON

remonta a un ascendiente cercano a Benjamín a través QiSÓN (ctortuoso», «retorcido»; cf. ár. qawisa;
de cuatro nombres: 'Ábi'el, Sérór, Békórat y 'Afia):¡, o XEIµáppovs Kicéóv, Krotréóv, Ksrcéóv ; Vg. Cison,
siendo el primero de ellos su padre'. En una genealogía, Cisson). El río más importante de Palestina después
Qis y Nér, padre de "Abnér, se mencionan como herma- del Jordán. Se le llama actualmente nahr el-Muqatta".
nos y se declara que , Abnér fue tío de Saúl 5; en otra, se Como su nombre indica, es un caprichoso curso de
registra que Qis fue hijo de Nér y descendiente de agua, de poca anchura, aunque bastante peligroso, que
Yéhí'él de Gabaón •. Conforme a esta genealogía, Yéhí'él avanza, describiendo amplias curvas, hacia el noroeste
fue el padre de Qis y de Nér, y este Nér «engendró a por el llano de Esdrelón. Tiene un doble origen: un
Qis, que engendró a Saúl»; pero tal vez pretenda indicar brazo septentrional que nace de las fuentes occidentales
que Qis descendía de Nér, sin que se infiera que fuese del monte Tabor; y otro meridional, que surge próximo
directamente hijo suyo, de modo que sea posible inte- a los montes de Gelboe. Ambos confluyen al nordeste
calar a 'Á.bi'el y otras personas entre uno y otro. Habría, de Megiddo. En la ciudad de Yábín, Háróset de los
pues, otros dos individuos llamados Nér y Qis. Sin Gentiles (ha-g6yim), fluye a través de una angosta
embargo, quizá Yéhí'él sea idéntico a , Á.bi'el, ya que los garganta al pie de los despeñaderos que forman el
libros de Crónicas alteran a menudo los nombres, en costado del norte del Carmelo, y luego corre por la lla-
cuyo caso" habría que leer que Nér engendró a "Abnér y nura de Acre; entre dunas y palmerales. Sólo en los
Qis a Saúl. Otra explicación consiste en partir del su- períodos de crecida salva este último obstáculo y des-
puesto de que un solo Qis y un solo Nér descendieron agua, como río propiamente dicho, en el Mediterráneo,
de Yéhi'él y considerar que los descendientes de Nér al norte de Haifa. El Qisón arrastró a los vencidos
se convirtieron en dos casas tribales: la de Qis y la de soldados de Sísérá", general del ejército de Yábín, cuando,
Nér. La primera, que adquirió importancia con la rea- escapando al norte de Tá'ánák, pretendieron cruzarlo1.
leza de Saúl, apreció a Qis, hijo de Nér, como fundador En el «Canto de Débora»2 se habla del torrente (heb.
de la misma, siendo una rama más reciente y vigorosa nabal) qédümim, inmediatamente antes del Qisón: éste
que la menos distinguida, pero más antigua, de Nér, parece ser una glosa que explica el primer nombre. Se
Entonces ambas casas pertenecerían a la familia de ha propuesto leerlo en singular (qéides), interpretándolo
Yéhi'él, por lo que Qis y Nér se enumeraron entre sus bien como el torrente de Qades, tal vez un afluente del
hijos (-,. Nér), Qísón, o bien como otra denominación de este último,
2. Hombre de la tribu de Benjamín, hijo de Yéhi'él
empleada a causa del paralelismo. Algunos reconocen
al Qisón en el torrente que se hallaba delante de Yóq-
(cf. supra), antepasado del rey Saúl'.
né'ám, en los límites de Zabulón 3• Los sacerdotes de
3. Levita de la familia de Mérárí y de la casa de Bá'al, que habían disputado y retado al profeta Elías,
Mahlí, que vivió en tiempos del rey David. Fue hermano perecieron en su orilla meridional, en el Tell el-Qatl
de 'El<azar • y padre de Yérahmé'él •. Puesto que 'El'azar («colina de la matanza»), y el río arrastró sus cadáveres
carecía de descendencia masculina, los hijos de Qis se al mar, como hiciera con los de los soldados cananeos
casaron con sus primas". de Sisérá'".
1Jue 4,7.13; 5,19-20; Sal 83,10. 'Jue 5,21. 3Jos 19,11. 'l Re
4. Levita de la familia de Mérárí, hijo de 'Abdi. En
18,40.
la ocasión en que el rey Ezequías restauró el culto divino,
Bibl.: M. J. LAGRANGE, Le livre des Juges, París 1903. ABEL,
Qis, con otros sacerdotes, purificó y santificó la casa l, págs. 467-468. L. PIR0T - A. CLAMER, en La Sainte Bible, III,
de Dios11. París 1955.
R. SÁNCHEZ
5. Individuo de la tribu de Benjamín, padre de Sim<i
y antepasado de Mardoqueo. Según algunos autores,
QISYÓN («dureza»; Kicéóv; Vg. Cesion). Ciudad
pudiera tratarse del padre de Saúl12•
de la tribu patriarcal de Isacar-, concedida a los levitas
11 Sm 9,1-2; cf. Act 13,21. 21Sm 9,3 y sigs.; 10,1. 32 Sm 21,14. descendientes de Gérésón 2• En otro pasaje bíblico se
-cr, 1 Sm 9,1. '1 Sm 14,50-51. '1 Cr 9,35-39; cf. 8,29-33. 7 1 Cr
8,30; 9,35-36. 81 Cr 23,21-22. '1 Cr 24,29. 1 º 1 Cr 23,22; cf. Nm la llama Qédes por un evidente error del escriba 3• Se ha
36,6-9. 112 Cr 29,12-15. 12Est 2,5; 11,2 (LXX y Vg.). propuesto identificarla con Qeisün, al nordeste de In-
Bibl.: NoTH, 1225, pág. 171, n. 3. É. DH0RME, Les livres de dur; lo más probable es que se halle en Tell el-'Aggül,
Samue/, París 1910. L. DESN0YERS, Histoire du peuple hébreu, II, a unos 20 km al noroeste de Megiddo y a 8 al sud-
Saiil et David, París 1930. H. A. LEIMBACH, Die Bücher Samue/, oeste del Tabor.
Bonn 1936. M. REHM, Textkritische Untersuchingen zu den Parallel-
1Jos 19,20. 'Jos 21,28. 3 l Cr 6,57.
stellen der Samuel-Konigsbücher und der Chronik, Münster 1937.
G. BRESSAN, Samue/e, en La Sacra Bibbia, Turín 1953, loe. cit. A. Bibl.: ÁBEL, JI, págs. 422-423. SIM0NS, §§ 205, 330(8), 837(26),
MÉDEBIELLE, Les Livres des Rois, en La Sainte Bible, 111, París 1955, con más bibliografía.
loe. cit. M. V. ARRABAL
M. D. RIEROLA

QI'.fRÓN («palacio»?; KÉ6pwv, XE~pwv; Vg. Ce-


QiSi («don [de Dios]»; K10:á, Kstoóv ; Vg. Cusi). tron). Ciudad del territorio de Zabulón, en la que los
Descendiente de Leví. Fue hijo de "Abdí y padre de cananeos permanecieron trabajando como tributarios
'Etan, del linaje de Mérárl". En 1 Cr 15,17 recibe el aun después de la conquista1. En otro lugar recibe el
nombre de Qüsáyáhü, del que Qlsi pudiera ser una nombre de -,. Qattát". Alt identificó la ciudad de los
abreviatura. Jueces en Tell el-Far, a 1,5 km aproximadamente al
11 Cr 6,29. norte de Tell Herbag.
Bibl.: N0TH, 1226, pág. 171, n. 3. 1Jue 1,30. •Jos 19,15.

25 26
QITRON

Bibl.: A. NEUBAUER, Géographie du Talmud, Paris 1868, pág. 192. - en relación con Palestina - 2 • El nombre consta
ABEL, JI, pág. 423. SIMONS, §§ 329, 524. en los textos asirios: gua = qüa = qüe y se identifica
J. A. PALACIOS
tradicionalmente con Cilicia, enmienda que aconseja
alterar Misráyim en Musru (Musri), Capadocia, región
QOA' (0EKovÉ, 0EKOVE͵; Vg. Coa). En 1 Re JO, situada al norte de la anterior, y famosas ambas por sus
28, al hablar de los carros y caballos salomónicos, el caballos. No falta quien opine que es la Tógarmáh de
T. M. dice: «Los caballos de Salomón procedían Ezequiel'. Recientemente, se ha propuesto distinguir,
de Egipto (heb. misráyim) y una tropa (heb. miqwéh) de por diversas razones, entre Qua y Gua, porque el se-
comerciantes del rey los compraba por tropa (heb, gundo nombre corresponde a gu-[bal]-a-a, forma gen-
miqwéh) a precio fijo». Algunos mss. ofrecen, en el tilicia de Gébál (Biblos), lo cual se opondría por motivos
pasaje citado, las variantes qáwáh. y q6', al paso que, en geográficos e históricos a la corrección de Misráyim
el lugar paralelo del libro de las Crónicas', miqwéb en Musru. Misráyirn sería Egipto por derecho propio.
se troca en miqwé' (var. qo'). Las versiones han leído
acertadamente «de Coa» (heb. mi-q6a'), nombre que 12 Cr 1,16. 'Ez 23,23. 'Ez 27,14.
aparece en el libro de Ezequiel, en una enumeración Bibl.: HEROOOTO, Hist., 3,90. A. MÉDEBIELLE, Les livres des
de pueblos asiáticos mesopotámicos y septentrionales Rois, en La Sainte Bible, ITJ, París 1955, pág. 643. É. DHoRME, en

Vista del río QiSon, mencionado en el canto de Débora y en la historia de Elías, a su paso junto a las faldas
del monte Carmelo. (Foto Orient Press)

27 28
QUEBRANTAMIENTO
BP, 1, pág. 1077, n. 28. H. TADMOR, Que and Musri, en IEJ, 11,3 l. (Kcoá; Vg, Cos). Descendiente de Judá, citado en
(1961), págs. 143-150, con abundante- bibliografía.
la genealogía de éste como padre de 'Ánüb y [ha-]
M.GRAU
Sóbébáh-. Tal vez haya que identificarlo o emparen-
tarlo con el individuo siguiente.
QÓHÉLET. Nombre del --+ Eclesiastés en la Biblia
hebrea. 2. (heb. ha-qos; Kws, 'AKKOVS, 'AKKWS, 'AKWS; V g.
Accos, Accus, Haccus). Epónimo de una familia sacer-
QÓLAYÁH («voz de Dios»?). Nombre de dos is- dotal, que se eligió para el séptimo turno del servicio
raelitas veterotestamentarios: de Dios en el Templo, según la organización davídica 2•
Sus descendientes regresaron del Cautiverio babilónico
l. (Kcoxeíc ; Vg. Colaia). Hombre de la tribu de
con Zorobabel, pero quedaron excluidos del sacerdocio al
Benjamín y padre de Pédáyáh, uno de los repobladores
no ser capaces de probar sus aspiraciones al rango
de Jerusalén en tiempos de Nehemías1•
sacerdotal'. Mérémót, hijo de "Üriyyáh, que restauró
2. (KwAÉo:S; Vg. Cofias). Padre del falso profeta la muralla de Jerusalén desde la puerta de la casa de
'AJ:¡'lib, mencionado en la carta que Jeremías dirigió 'Elyasib hasta el extremo de la misma, tal vez intervino
a los desterrados 2• en la reconstrucción como representante de su familia".
Neh 11,7.
1 'Jer 29,21. Eupólemo, embajador de Jonatán Macabeo ante los
Bibl.: NOTH, 1218, págs. 32, 256. romanos, pertenecía aparentemente a la familia de Q6$
M. MÍNGUEZ (Vg. Jacob) 5•
11 Cr 4,8. 2
1 Cr 24,10. 'Esd 2,61; Neh 7,63. 'Neh 2,4.21.
QÓQ'AH, Tell el-, Ruinas situadas al sudeste de 'l Mac 8,17.
Yálú. -,. 'Ayyiiliin. Bibl.: NOTH, 1221, pág. 231.
J. A. PALACIOS
QÓRAl;I. Nombre hebreo de los tres personajes
llamados -,. Coré en castellano. QÓS, Tell el-, Uno de los lugares palestinos actua-
les en los que se localiza -,. 1;,iifiin.
QÓRBAN. Vocablo hebreo - de la raíz qrb apro-
ximarse - que en Levítico, Números y Ezequiel designa QUEBRANTAMIENTO. Interesa considerar aquí el
un holocausto y también las ofrendas no sacrificiales concepto bíblico de «quebrantamiento» y sus afines;
destinadas al santuario1. pudiendo entenderse en sentido real, en sentido metafó-
Jesús condena la impiedad de los hijos que se libran rico y en un sentido con repercusiones mesiánicas.
de la obligación de sustentar a sus padres, ofreciendo En cuanto a la etimología, en hebreo. lo mismo que
sus bienes cual qorbán al Templo, haciéndolos así intan- en arameo y otras lenguas semíticas, el concepto se
gibles 2. El subterfugio había logrado la aprobación de expresa con variados verbos y palabras emparentadas
los fariseos. Al reprobarlo Jesús declara que es antes y derivadas, tales como kárat, sábar, natas, kátat,
el deber de atender a los progenitores que el de las ddqaq. Generalmente, en las versiones griegas y en los
ofrendas rituales. originales bíblicos, corresponde a las formas semíticas
En Mt 2,7,6 equivale prácticamente a -,. gazofilacio. una variedad semejante de palabras expresivas, como
'Lv 2,1-7.12; 7,13; 9,7.15; Nm cap. 7; Ez 40,43. Mc 7,8-13
2 cvvrpípcc, Ko:To:KÓTTTW. Asimismo, la versión latina re-
Y par. fleja esta variedad, con el empleo de palabras como
C. WAU comminuere, conterere que no siempre traducen la misma
expresión del original. Así, la Vg. dice que Antíoco
QÓRE' (eperdiz»; Vg. Core). Nombre de dos per- entró en el Templo de Jerusalén y que comminuit omnia
sonas del AT: (cquebrantó todas las cosas»), donde propiamente el
l. (Kopé, Kcopn [B], Kwp11é[A]). Levita portero de la texto original griego habla de «descortezamiento» de
estirpe de Coré. Fue hijo de "Ebyásáf y padre de Sallürri' las láminas de oro (Amíl;w)1•
y de Méselemyáhü 2• Esta duplicidad de hijos tal vez 11 Mac 1,22.
sea aparente, pues muy bien pudiera tratarse de uno 1. SENTIDO REAL. Los miembros humanos pueden
solo. quebrarse como los brazos', lo mismo que los leones
2. (Kopá, Kcopn), Levita, hijo de Yimmáh, Se encargó trituran a los hombres". Es una constante bíblica el
de la custodia de la puerta Oriental, en tiempo del rey interés por que las estatuas de los dioses falsos y sus
Ezequías, y de los donativos voluntarios hechos a Dios, altares y los lugares del culto politeísta sean destrozados,
para distribuir las ofrendas y las cosas sacras'. como hizo Josías con el altar que levantara Jeroboarn",
1
1 Cr 9,19. 21 Cr 26,l. '2 Cr 31,14. o Moisés con el becerro de oro ', o como se hizo también
Bibl.: NOTH, 1235, pág. 230.
con los bosques sagrados 5 y los «lugares altos» de culto 6,
M. MÍNGUEZ o con la estatua de Bá'al", o con el simulacro de 'Áserah
(Astarté, LXX; Príapo, Vg.) por Asa 8, y en general en
QÓRl;IIM (heb. ha-qárhimi. Uno de los nombres todo tiempo con los ídolos 9•
hebreos con que se designa a la estirpe de los -,. coreítas. 'Job 22,9. 'Dan 6,24. '2 Re 23,15. 4Dt 9,21. '2 Cr 34,4.
'Nm 33,52. '2 Re 10,27. 82 Cr 15,16. ºIs 39,19.
QÓ1;,, Ha- («[la] espina»). Nombre de dos (?) per- 2. SENTIDO METAFÓRICO. Entendido en sentido meta-
sonajes veterotestamentarios: fórico, el concepto se aplica a diversas realidades y con

29 30
QUEBRANTAMIENTO

variados matices, pero ofrece ciertas tendencias expre- tuvieron que repartirse las poblaciones con los otros
sivas en el lenguaje bíblico. El corazón contrito es señal quehatitas, obteniendo los primeros trece lugares de la
de arrepentimiento! (->- Contrición). Es requisito de tribu de Judá, Simeón y Benjamín, y los segundos diez
victoria, muchas veces dada por el auxilio de Yahweh, de las de Efraím, Dan y Manasés6• Los quehatitas to-
quebrar las fuerzas o ejércitos enemigos o los pueblos maron parte en el traslado del Arca desde la casa de
adversarios, como Gedeón a los varones de Sukk6t2, 'Óbed 'E.dom a Jerusalén7•
o el mismo Yahweh, el brazo del faraón3, o los reinos 1Éx 6,18; Nm 3,27. 'Éx 6,20. 'Nm 3,29. •Nm 4,15.17-20;
vistos por Daniel que irán quebrando sucesivamente 2 Cr 34,12. 'Nm 4,34-37. 'Jos 21,4-5; 1 Cr 6,61-66-70. '1 Cr
15,2-15.
sus fuerzas", y Sión a todos los pueblos enemigos 5•
Bibl.: A. CLAMER, L'Exode, en La Salute Bible, I, 2.ª parte, París
Un aspecto peculiar bíblico es el empleo de la expre- 1956; íd., Lévitique, Nombres, Deutéronome, ibíd., II, París 1956.
sión para indicar la adquisición de la libertad, como se
quiebran las cadenas de esclavitud 6• La iniquidad será J. A. PALACI0S
rota como se hace añicos un vaso de alfarero 7 o el lazo
que sujeta 8• QUELCÍAS (Xú,Kías; et. -,. Hilqíyyáhlü]: Vg. Hel-
1Sal 3Ez
cias). Nombre de dos personas citadas en dos pasajes
51,19. 'Jue 8,16; Eclo 46,21; 47,8; 48,24. 30,22;
Jdt 9,10; Jer 48,38; Sal 46,10. 'Dan 2,40.44; 7,23. 'Miq 4,13. deuterocanónicos:
'Me 5,4. 'Is 30,14. •Sal 124,7. 1. Uno de los antepasados de Bárük, citado en la
3. SENTIDO MESIÁNICO. Fácilmente del último sen- lista genealógica de dicho profeta 1.
tido se pasa a proyecciones mesiánicas. Así, será que- 2. Padre de Susana. Se le menciona únicamente
brada la vara que hería al pueblo de Dios-, y Ciro, al tres veces en la SE, en una de ella para indicar que
quebrar las puertas y cerrojos de las ciudades enemigas, alabó a Dios con motivo de la salvación de su hija, cuan-
es símbolo de la era mesiánica de libertad 2• El Mesías do Daniel probó la inocencia de ésta 2•
sana a los quebrantados de corazón y es enviado para 1Bar 1,1. 'Dan 13,2.29.63.
curarlos 3, lo cual según Lucas aparece cumplido en J. VIDAL
Jesús",
Un caso especial constituye el rito del cordero pascual. QUELEÓN (r¡ [=yfí] Xe?l?laíwv, Xe?l[?l]Éwv; Vg. Ce-
Según las ordenaciones mosaicas, los israelitas no ha- llon). Región en que Holofernes venció a los hijos
bían de quebrar hueso alguno al cordero inmolado el de Ismael en su avance triunfal hacia Occidente1• No
día de la Pascua 5• Juan el Evangelista ve un sentido se tiene ninguna identificación satisfactoria de la misma,
profético típico en estas palabras veterotestamentarias. la cual depende de la situación de los nómadas mencio-
Contra la práctica de quebrar las piernas a los ajusticia- nados. Incluso su nombre ofrece variantes en las ver-
dos que pendían de la cruz durante largo tiempo, para siones antiguas, tales como Cheleon, terra Chaldaeorum
impedir que pudieran respirar y así murieran por asfi- (Xa?l6aíwv), etc. Simons propone somo identificación
xia, a Jesús, en su crucifixión, «no le quebraron las probable la de el-Hallah, localidad situada entre Pal-
piernas», según habían hecho con los dos ladrones con mira y el Éufrates.
Él crucificados6• En la argumentación del evangelista, 'Jdt 2,23 (Vg. 2,13).
este hecho supone una prueba más del mesianismo de Bibl.: S!MONS, § 1601.
Jesús. C. COTS
1Js 4,29. 'Is 45,2. 'Is 57,15. -t,e 4,18. 'Nm 9,12. •Jn 19,36.
QUELEúL (Xe?leoú?I, Xe?leoú6 [A], Xe?la1oú6 [S],
S. BARTINA etc.; Vg, omite). A los hijos de Queleúl se sumaron
numerosos pueblos para emprender la ofensiva ora
QUEDARITAS. Importante tribu árabe descen- contra el rey Arfaxad, ora contra Nabucodonosor (el
diente de _,. Qedár. texto griego es ambiguo)1• Tal vez esta oscura referencia
a los hijos de Queleúl aluda a los cadusios, pueblo del
QUEHATITAS (heb. bene qéhát ; ulol Kaá.9; Vg. filii país de los medos.
Caath, Caathitae). Miembros de la gran familia levítica 1Jdt 1,6.
que fundó Qéhát. Se subdividía en varias ramas, familias Bibl.: L. SOUBIGOU, Judith, en La Saint e Bible, IV, París 1952,
o casas: los sarnrarnitas, los yisharitas, los hebronitas págs. 509-510. SIMONS, § 1597.
y los uzzielitas1, que tuvieron gran importancia en G. SARRÓ
Israel. Moisés y Aarón pertenecían a los quehatitas2•
Establecían sus tiendas en el lado meridional del Ta- QUELÚS (Xe?l?loús [B], Xe?loús '[S]; Vg. omite).
bernáculo durante el Éxodo 3. Una vez que los sacerdotes Nombre de una de las localidades, representantes, se-
hubieron cubierto el santuario, los vasos sagrados, la gún el texto, de toda la tierra, a las cuales envió Nabu-
mesa de proposición, los candelabros, etc., los quehati- codonosor edictos en los que solicitaba ayuda1. No
tas transportaron parte de ellos, pero con la adverten- se menciona en ningún otro lugar de la Biblia. Tal vez
cia de que no tocasen los objetos sagrados, porque, de sea la Alusa de Flavio Josefo. Puede ser la actual Ha-
lo contrario, morirían". Los varones quehatitas ins- lasah, al suroeste de Bi'r el-Sab" (Bersabee), situada en
critos en el primer censo, desde la edad de treinta años una importante carretera que discurre a través del
hasta los cincuenta años, ascendieron a dos mil sete- Négeb, que posiblemente corresponde al talmúdico
cientos cincuenta 5• En la distribución de las ciudades l:lálü$iih.
a la familia, los sacerdotes, los descendientes de Aarón, 1Jdt 1,9.

31 32
QUERUBÍN
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Iud., 14,1,4. A. NEUBAUER, Géographie du tándole. Según el retrato que traza Ezequiel, se puede
Talmud, París 1868, pág. 410. ABEL, II, pág. 298. SIMONS, § 1599.
concluir que los cuatro animales de Ap 4,6-8 son que-
R. SÁNCHEZ rubines.
2. En otros pasajes bíblicos, se narra que Yahweh
QUÉNICE (xoiv1~). Medida del NT, correspon- se sienta sobre los querubines 2, sin dar más pormenores.
diente al qab hebreo, que la Vg. traduce por bilibris y Así, pues, llevan el trono del Señor. El mismo signifi-
es medida de sólidos (trigo, cebada). Su capacidad se cado hay que ver en la afirmación de que Yahweh
estima en 1,10 litros (-+ Metrología). cabalgó sobre un querube3•
Ap 6,6.
3. En el relato del Paraíso solamente se dice que se
apostaron querubines ante el Edén «para guardar el
QUENITAS. Forma castellanizada del gentilicio he-
camino del árbol de vida» 4• Su misión es, pues, custo-
breo qéni (var. ha-qéni, ha-qinimy; que se aplica a la
diar. Así lo vemos en la descripción del oráculo de
tribu nómada o seminómada de forjadores, la cual
Ezequiel contra el rey de Tiro 5•
aparece en Gn 15,19, al frente de la lista de los pueblos
que vivían en Canaán en la época de Abraham, lla- 4. En el Templo de Salomón se reproducían algunos
mados también en castellano -+ quineos. querubines:
a) Ante todo, en el «santísimo» había dos grandes,
QUEREAS (et.?; Xmpéas; Vg, Chaereas). Jefe de revestidos de oro, a ambos lados del Arca de la Alianza.
la fortaleza de Gazara (Gézer) y hermano de Timoteo, Tenían las alas desplegadas y miraban en la misma di-
general seleucida. Las fuerzas hebreas al mando de rección 6 • Como el «santísimo» se destinaba a servir
Judas Macabeo, acorralaron al general en dicho re- de morada a Dios, probablemente los querubines se le
ducto y acabaron por expugnarlo. En la lucha siguiente, ofrecían por trono.
perecieron Quereas y Timoteo 1•
b) Los representados en los muros, las puertas y
1 2 Mac 10,32-37. el velo, en compañía de palmas y guirnaldas de flores,
Bibl.: M. ÜRANDCLAUDON, Les livres des Macchabées, en La a modo de ornamentación'.
Sainte Bible, VII, 2.• parte, París 1951, págs. 206-207.
e) También eran ornamentales los reproducidos, con
M. MÍNGUEZ leones y bueyes, en los carros destinados al transporte
del agua",
QUERUBÍN. l. NOMBRE. En heb. kérúb, pi. ke-
rübim, aparece varias veces en la Biblia. Las versiones 5. Los querubines del Arca de la Alianza durante el
Éxodo•. Señalemos que la descripción de éstos procede
copian el nombre del texto original (xepoúj3, xepovi3íµ;
Vg. cherub, cherubim). de la tradición sacerdotal, la cual tiende a dar legitimidad
a las instituciones religiosas y nacionales, retrotayén-
11. ETIMOLOGÍA. Probablemente la voz hebrea de dolas al tiempo de Moisés.
kérúb es un préstamo del ac., en el que karábu significa Sin duda, tal será el caso de los querubines. En rea-
«bendecir», «orar», con la doble acepción del heb. lidad, el Arca, en el santuario del desierto, no tendría
bárak, en que Dios puede ser tanto sujeto como objeto imágenes de ese género; pero, como las había en el
de 1a bendición. El participio káribu tiene el signifi- Templo salomónico, los sacerdotes quisieron tal vez
cado de «orante». justificar lo legítimo de su representación, atribuyendo
a Moisés algo análogo. Los mencionados en Heb 9,5
111. EL «KARIBU» MESOPOTÁMICO. El káribu acádico
parecen confirmar esta suposición.
puede indicar, simplemente, al que reza; pero, al propio
tiempo, es una deidad de segundo orden, que tiene V. CONCLUSIÓN. De conformidad con los pasajes
por misión orar por el creyente. Ocupaba un lugar bíblicos citados, resulta evidente que los querubines
frente a la entrada de la nave del templo. El káribu están relacionados con la presencia de Dios. Se encuen-
presenta una réplica femenina o káribatu. El masculino tran donde Él se manifiesta o en los lugares que se le
se representó en un principio con figura humana y dedican.
luego se le dio una forma simbólica, que acentuaba su 'Ez 10,15.20.22. 2 1 Sm 4,4; 2Sm 6,2; 1 Cr 13,6; Sal 80,2; 99,1;
carácter sobrehumano, como la del sédu y el lamasu, Is 37,16; Dan 3,55 (LXX). '2 Sm 22,11; cf. Sal 18,11. •Gn 3,24.
también puestos en la puerta del santuario, o sea la 'Ez 28,14-16. '1 Re 6,23-28; 8,6-7; 1 Cr 28,18; 2 Cr 3, 10-13. '1 Re
6,29.32; 2 Cr 3,7.14. '1 Re 7,29-30.36. 'Éx 25,18-20; 37,2-9.
imagen de un animal alado con cabeza de hombre.
VI. De la comparación del querubín bíblico con el
IV. Los QUERUBINES EN LA BIBLIA. Los querubines
káribu mesopotámico, resulta patente que no son igua-
se citan en las SE en varias ocasiones, pero, por lo
les, pues el bíblico: a) no es un ser divino, ni se le rinde
general, se dice poco o nada de ellos, siendo difícil
adoración; b) carece de hipóstasis femenina; e) no hay
concebir cómo eran.
indicios de que tuviese la función de sustituir al creyente
l. Ez caps. 1 y 10, constituye una excepción, pro- en sus oraciones.
porcionándonos una descripción bastante detallada de En lo que quizá coinciden es en nombre y represen-
su aspecto. En el cap. 10 especifica que lo descrito son tación gráfica. Probablemente, la imagen del querubín
querubines1 y, además, los identifica con los seres vivos era siempre la misma, es decir, un león o un toro alado
citados en el cap. l. Los querubines están junto al de testa humana. Hablan en favor de esta conjetura
carro del trono de Yahweh, acompañándole o transpor- las representaciones de querubines descubiertas en Siria

33 34
QUERUBlN

y Palestina, que suelen ilustrar de modo adecuado y dición ha de estar convencido de la relación entre ambos.
comprensible las descripciones bíblicas. Despréndese de ello que el relato del Génesis> integra
El judaísmo y el cristianismo han considerado siempre diversos géneros literarios, planteados todos preferen-
a los querubines como una categoría superior de ángeles. temente según un esquema teológico, por lo cual los
Bibl.: É. DHORME - L. H. VINCENT, Les Chérubins, en RB, 35
asertos en relación con la historia de tal estirpe son
(1926), págs. 328-358, 481-495. J. TRINQUET, en DBS, V, cols. 161- sólo deducibles en medida muy limitada.
186. W. F. ALBRIGHT, What were the Cherubins ?, en BA, l (1938), 1
Jue 5,24. 'Jue 5,24-27. 'Jue 4,11; cf. Nm 10,29. 'Jue 4,17-22.
págs. 1-3.
'Nm 10,29. 'Nm 24,21. 'Jue 1,16. 'I Sm 15,6. 9 1 Sm 27,10.
H. DE BAAR 10
1 Sm 30,29. 111 Cr 2,55. "Gn 4,1-24. 13Jue 4,11. "Gn 4,1-24.

Bibl.: G. VON RAD, Das erste Buch Mose übersetzt und erkldrt ,
QUINEOS (heb. ha-qéni, pi. ha-qinim; Kevcxios, en ATD, 2 (1950). w. RUDOLPH, Chronikbücher, Tubinga 1955.
Kivcdoc; Vg, Cinaei). El vocablo hebreo - en caste- HAAG, col. 879. J. GABRIEL, Die Kainitengenea/ogie, en Bibl, 40
(1959), págs. 409-427.
llano -+ quenita(s) según el TM o guineo según la
H.BARDTKE
Vg.; sólo en 1 Cr 2,55 se halla el plural- hace re-
ferencia a una raza que es mencionada en el cántico
QUESO. A pesar de haber sido el pueblo hebreo
de Débora1• Yá'él, que mata a Sísérá", es mujer de
en sus orígenes un clan de pastores y, aunque después
Héber el guineo. Se dice de ella y de su familia que
de asentarse en Canaán siguió siendo el pastoreo una de
vivían en una tienda en el llano de Yizré'é"l 2; eran, por
las primeras fuentes de subsistencia, el vocabulario
consiguiente, nómadas. En la tradición en prosa sobre
de los productos lácteos es impreciso, y nada sabemos
esta batalla, se dice que el guineo Héber se había se-
prácticamente de su elaboración si no es por compara-
parado de los otros guineos, hijos de Yóbáb, cuñado
ción con los actuales beduinos.
de Moisés y que se dedicó a la vida nómada 3 • En el
La palabra gébináñ (rvpóc; Vg. caseus), que apa-
propio capítulo", se narra la muerte de Sisérá" a manos
rece una sola vez en el Job - «me cuajaste como
de Yá'él. El hecho ha de ser considerado como pro-
queso» -, parece designar el queso. Unos pasajes del
ducido con intervención de Yahweh y como manifesta-
libro de Samuel hablan de hárisé he-háláb que habría
ción de celo por su honra. La afirmación del versículo
que verter literalmente por «rebanadas de leche» y que
11 relaciona al guineo Héber con el madianita Yóbáb •
suele traducirse por quesos de leche, y también por
(Yahwista). Despréndese de ello que la familia del quenita
requesones, y de sefot báqár que los LXX no entendieron
se distinguía por su extraordinario celo en favor de Yah-
y que podrían ser quesos de vaca. Todo ello no pasa
weh. En otro lugar" se menciona a Qayin (r=quineos) en
de ser hipótesis más o menos probables.
correlación con 'Ámii.leq, por lo que ha de ser localizado
El valle del -+ Tiropeon en Jerusalén probablemente
también al sur y en la península del Sinaí. Así se debería
debe su nombre a la presencia de industrias queseras.
interpretar Gn 15,19 (E) cuando el país de los guineos
es mencionado en primer lugar, esto es, en contigüidad Job 10,10; 1 Sm 17,18; 2 Sm 17,29.
con la tierra de Egipto. Coincide también con estas C.WAU
tradiciones lo que suele decirse en relación con béné
qéni" : hay que leer ha-qéni en lugar del simple qéni; QUIJADA (heb. léhi; a1cxywv; maxilla, mandíbula).
además, el códice Alejandrino de la LXX, después de El hebreo no conoce nuestras distinciones eufemísticas
béné, intercala Yóbáb de acuerdo con Nm 10,29; por entre mejilla, mandíbula y quijada, que designa con un
tanto, Yóbáb es mencionado en este pasaje como guineo. solo término: lef:i[ (ac. labü) y que, por tanto, significa
En su lucha contra los amalecitas advie~te Saúl pre- tanto la quijada de los animales como la mejilla y man-
viamente a los guineos y hace referencia a unas relaciones díbula del hombre1• En algunos sacrificios, las quijadas
de gran cordialidad y larga duración", Según otro o careta de los animales quedaban reservadas para los
pasaje" David pretendió haber caído sobre la región sacerdotes 2 •
del sur, de los guineos, pero en realidad la protegió. Jesús se ha servido de la imagen del «bofetón en la
Consta la cita de ciudades de los quineos1°, a las que mejilla» como expresión de la injuria máxima 3, que hay
remitió David parte de su botín. Según otra cita'" que soportar con generosidad, presentando incluso la
existió una cierta relación entre los guineos y Hammát, otra mejilla al agresor 4 •
padre de Bét Rékáb y la lista refleja en su conjunto 1Cf. Jue 15,15-19; Is 30,28; Os 11,4; Ez 29,4; 38,4; Cant 1,10;

3,30; Job 16,10; 40,26. 'Cf. Dt 18,18. 3Cf. 1 Re 22,24; 2 Cr 18,


relaciones postexílicas, de las que no se pueden des-
23; Is 50,6; Miq 4,14; Larn 3,10; Sal 3,8. 'f1t 5,39; Le 6,29.
prender datos absolutamente seguros. Bét Rékáb parece
ser un topónimo, por lo que probablemente no guarde C.WAU
este pasaje relación alguna con los rekabitas, secta de
rigurosa observancia del culto a Yahweh. QUIMERA (xíµcxtpcx; lat. chimaera). En los kudurru
Queda sin respuesta clara la pregunta de si cabe y en los bajorrelieves de época babilónica aparecen ani-
relacionar a los guineos con la tradición de Caín según males monstruosos de signo maligno, que han de ser
el relato del Génesis", De acuerdo con la mayor parte considerados como los antecesores mitológicos y plás-
de los exegetas del AT, la respuesta es positiva. Habla ticos de la quimera. De allí pasan al arte griego, etrusco
en pro de tal posición el signo deparado para protec- y romano. En los hallazgos persas, esos seres malos son
ción de Caín y la práctica del nomadismo. Además, mezcla de buey, macho cabrío, gerifalte, león y águila.
el nombre de Héber, guineo, es relacionado con el de La forma más genuina, de la cual se derivaron multitud
Caín'". Consiguientemente, quien atienda a esta tra- de variantes en las culturas occidentales, es la quimera de

35 36
QUJRINO

Licia con cuerpo y cabeza de leona que espira llamas, invitando a los judíos a proporcionarles las aclaraciones
busto de macho cabrío superpuesto y cola de serpiente-v. pertinentes.
Es posible que fuera símbolo del volcán homónimo que 2 Mac 11,34-38.
se hallaba en dicha región.
Bibl.: M. GRANDCLAUD0N, Les Livres des Macchabées, VIII,
En la mitología grecorromana, Quimera era hija parte, París 1951, pág. 212.
de la Hidra, nieta de Tifón y Equidna, hermana de la J. A. PALACIOS
Esfinge e hija del león Nemea. Forman parte de esta
misma familia los monstruos Ortros, Cancerbero, Gor- QUIRINO (Kvprivicc; Vg, Cyrinus; en las fuentes
gona y Escila. latinas antiguas Quirinius). 1. BIOGRAFÍA. Publius
En la SE no aparecen, ni la palabra, ni el monstruo, Sulpicius Quirinius nace en Lanuvio, cerca de Túsculo.
sea en personificación como citado de otras culturas, Por dotes de gobierno militar desempeña cargos de man-
bien sea en concepto análogo. do en Creta y Cirene, Es elegido cónsul de Roma el
Las langostas demoníacas del Apocalipsis con coronas año 12 A.C. Los homonadenses, en una de sus incursio-
de oro, faz humana, cabellera de mujer, corazas de nes, matan al rey Amintas en Cilicia, que pertenecía a
hierro y colas de escorpiones, afines al monstruo arquero- Siria. Quirino va contra los rebeldes. Por sus éxitos
escorpión de Mesopotamia, son propiamente seres in- militares recibe los honores del triunfo en Roma. Fue
fernales que invaden el mundo, y. los caballos mons- tutor de Gayo César, cuando marchó a oriente (2 n.c.).
truosos del Éufrates pueden ser también demonios y Quirino es nombrado legado de Siria (6- 7 o.e.). Muere
descripción simbólica de los guerreros partos1• en Roma el año 21 o.c., y el emperador Tiberio de-
En sentido filosófico, en cuanto quimera expresa lo creta un duelo oficial.
que se presenta a la imaginación como verdadero y po- Bibl.: PAULY W1ssowA, VII, cols, 822-843. TÁCITO, Anales, 3.
sible, siendo en realidad imposible por tratarse de un 2,48. ESTRABÓN, 12,6,5.
puro ente de razón o incluir una combinación de notas
contradictorias, tampoco aparece en la Biblia, aunque, 2. EL CENSO DE QUIRINO. El problema puede formu-
por supuesto, lo requerido por esta palabra, que es la larse con los siguientes términos. Según Lucas, la ocasión
validez del principio de contradición, se supone conti- de que Jesús naciera en Belén fue un censo ordenado por
nuamente y es pieza fundamental en el gran edificio de Augusto que obligó a los habitantes de Judea (y de la
la doctrina revelada. ecumene) a empadronarse en su ciudad de origen fami-
liar. Este censo fue «el primero» de Quirino, gobernador
A LUCRECIO, 5, 903.
de Siria1• Por otra parte, según los restantes Sinópticos,
'Ap 9,7-10.17. Mt y Me, Jesús nace en tiempos de Herodes el Grande,
Bibl.: S. BARTINA, Apocalipsis de San Juan, en La Sagrada en cuyo reinado no consta que se hiciera censo alguno.
Escritura, 111, Madrid 1962, págs. 680-687. Se sabe, finalmente, por otras fuentes, especialmente
S. BARTINA por Flavio Josefo+, que desterrado Arquelao, sucesor
de Herodes en Judea, fue mandado por César a Judea
QUINECEOS (heb. ha-qénizzi; oí KEvEl;alo1; Vg. Ce- Quirino para que censara las ciudades y se hiciera cargo
nezaei). Tribu que habita en el país de Canaán o no de los bienes de Arquelao. Fue el año 6 n.c, De con-
lejos de él. Se cita entre las gentes que viven entre el siguiente, Jesús, durante este censo de Quirino, tendría
Torrente de Egipto (Wádí el-'Aris) hasta el Éufrates, ya unos once años de edad.
límites de la Tierra Prometida a la posteridad de Abra-
FLAVIO J0SEF0, Ant. Iud., 17,13,5; 18,1,1.
ham-, Caleb, hijo de Yéfunneh, pertenece a este pueblo 2.
Los individuos de esa tribu entran en contacto en fecha 'Le 2,1-7.
temprana con los judaítas y se mezclan con ellos. Así,
Ante todo, es cierto que Augusto decretó varios cen-
Yéfunneh el quineceo casa, por lo visto, con una mujer
sos. Se conoce la fecha de tres, gracias a la monumental
de Judá 3 y "Ótni'el el quineceo es el primer juez de Israel
inscripción de Ancira (Ankara): los años 28 y el 8 A.C.
después de la conquista de Canaán4• Según el AT,
y el 14 n.c.« Por otra parte, se sabe que en Egipto se
los hijos de Esaú hubieron de extirparlos de Se'ir para
hacían cada catorce años, y pueden precisarse las fechas
establecerse en aquella región meridional 5•
ya desde el 5-6 o.e. La. orden censal de Gayo Vibio
'Gn 15,19. 'Nrn 32,12; Jos 14,6. ªNm 13,6; 32,12. 'Jue 3, Máximo (104 n.c., cf. PLond. 904) ofrece marcados
8-11. 'Dt 2,12. puntos de contacto en palabras técnicas y fraseología,
Bibl.: L. DESN0YERS, Histoire du peuple hébreu, I, París 1922, con la noticia lucana del censo. Dice así: «Gayo Vibio
pág. 73, n. l. É. DHORME, La religion des Hébreux nomades, Bru- Máximo, eparca de Egipto ordena: Siendo inminente el
setas 1937, págs. 119-120. N. GLUECK, Kenites and Kenizzites, en censo de cada casa, es necesario intimar a todos los
PEQ, 72 (1940), págs. 22-24. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte
Bible, I, París 1953, loe. cit. que por cualquier causa residen fuera de los nomos, que
P. ESTELRICH vuelvan a sus propios domicilios, a fin de que cumplan
con los requisitos acostumbrados del censo y cuiden del
QUINTO MEMMIO (Kó1VTos Mɵµ1os; Vg, Quin- cultivo que les pertenecex P. Por otra parte, Lucas co-
tus Memmius). Legado romano que, con Tito Manlio noce el censo de Quirino del año 6 n.c., que no confunde
(o Manilio), envió a las autoridades judías, después con el «anterior»1.
de la de - Antíoco Eupátor, una carta datada en la La lista de los procuradores de la provincia romana
misma fecha que aquella (148 de la era seleucida = de Siria son los siguientes, en la época que aquí in-
164 A.c.), aprobando las concesiones del rey sirio e teresa:

37 38
QUIRINO

M. Ticio 10-6 A.C. de la fuente lucana, que el censo del tiempo en que nació
C. Sencio Saturnino 8-6 A.C. Jesús en Belén se hizo bajo Saturnino e, Siendo así, se
P. Quintilio Varo 6-4 A.C. ha pensado que Quirino mismo empezaría el censo cono-
G. Caesar -4 D.C. cido con su nombre y que lo acabaría su sucesor, por
P. Sulpicio Quirino 6- D.C. requerir tiempo amplio de realización.
No se conoce antes o después de Ticio ningún dato e) Supuesto que hubo a veces dos legados imperia-
preciso. El mandato de Ticio es de fecha poco precisa. les en la misma región, como en África el 75 D.c.,
No resuelven nada definitivamente dos inscripciones pudo haberse dado la legación simultánea de Quirino
que hablan de Quirino, la de Antioquía de Pisidia, que y de Saturnino, en Siria.
le llama duunviro honorario de la colonia romana y d) Otra solución parte de un punto de vista filológi-
supone su legación en Siria c y menos la de Tívoli co. Dado que en el lenguaje de la koiné TTpÓTT) puede
que, confrontada con otra parecida de Emilio Secundo, significar «anterior» o «precedente», más que «prime-
hallada en Venecia (1880), alude a la legación en Siria ra»", el pasaje de san Lucas tendría que traducirse:
de Quirino, según la reconstruccíón>. Ambas son in- «Este censo fue el anterior al de Quirino del año 6 D.c.»
completas y carecen de fecha precisa. El problema del censo de Quirino puede decirse que
no está todavía definitivamente resuelto, debido prin-
ACf. DAFC, I, pág. 1426. BS. BARTINA, Orden censal de Gayo
Vibio Máximo, "en CB, 17 (1960), págs. 96-101. CJ. I. O'R0URKE, cipalmente a la carencia de datos y a las imprecisiones
Census Quirinii, en VD, 1 (1921), págs.· 207-211; RB, 10 (1913), de la cronología de aquel lapso de tiempo.
pág. 617. A. DEISSMANN, Licht vom Osten, 4.• ed., Tubinga 1923,
ATERTULIANO, Adversus Marcionem, 4,19, en P,!., 2, 434.
págs. 4-5. ºH. MARUCCHI, Cyrinus, en DB, II, cols. 1186-1191.
1Lc 2,2.
1Act 5,37.

Las soluciones que se han dado pueden cifrarse en Bibl.: E. ScHÜRER, Geschichte des jüdischen Volkes im Zeitalter
Jesu Christi, I, Leipzig 1901, págs. 503-543. M. J. LAGRANGE,
cuatro puntos de vista, como más importantes: OU en est la question du recensement de Quirinus ?, en RB, 20 (1911),
a) En realidad, Quirino desempeñó dos legaciones págs. 60-84. F. ÜGARA, El censo de Quirino. Apuntes de algunos
datos recientes, en EE, 1 (1922), págs. 63-68. W. LODDER, Die
en Siria, la segunda el año 6 D.c. y la primera inmedia- Schdtzung des Quirinius bei Flavius Josephus, Leipzig 1930. U.
tamente antes de Saturnino, que tuvo que ser entre el HoLZMEISTER, Chronologia vitae Christi, Roma 1933, págs. 28-30;
12 y el 8 A.c., porque el año 12, Quirino fue cónsul íd., Historia aetatis Novi Testamenti, Roma 1938, págs. 38-42. G.
Rlcc10TTI, Vita di Gesu Cristo, 4.• ed., Milán 1941, págs. 195-202,
en Roma y el 8 Saturnino ya era legado de Siria. n.0 183-188. S. MuÑoz IGLESIAS, Herodes y el censo de Quirino,
b) Se basa principalmente en un dato interesante de en CB, 3 (1946), págs. 25-30. A. FERNÁNDEZ, Vida de N.S. Jesu-
cristo, 2.• ed., Madrid 1954, págs. 37-39, con bibliografía selecta.
Tertuliano que afirma, evidentemente independiente
S. BARTINA
Mapa de la región de Qumrán, en el que se señalan las
cuevas principales QUÍOS (Xíoc ; Vg. Chias). Isla del archipiélago griego
entre las islas de Lesbos (Mitilene) y Samos, situada
frente a la península, o casi isla, de Karaburun - la an-
tigua Erythrae -, que limita el golfo de Esmima por el
sudoeste. El barco que conducía a san Pablo de regreso
hacia Jerusalén al final del tercer viaje apostólico, hizo
escala, posiblemente pernoctando en esta isla 1.
1Act 20,15.
Bibl.: E. BEURLIER, Chio, en DB, JI, cols. 705-706. R. Bou.
LANGER, Gréce, en Les Cuides Bleus, París 1962, págs. 834-836-

P. TERMES

QUMRÁN. Recibe este nombre la región ribereña


noroeste del mar Muerto. Es un nombre desconocido
por la historia bíblica, tanto del AT como del NT. Su
interés bíblico es indirecto y radica en los descubrimien-
tos arqueológicos llevados a cabo en esta región entre
los años 1947 y 1958. Estos descubrimientos se centran
en torno a las ruinas de Hirbet Qumrán y de los manus-
critos descubiertos en once cuevas esparcidas en los
alrededores del hirbet, El presente artículo se refiere
casi exclusivamente a Hirbet Qumrán,
Hirbet Qumrán se encuentra 2 km al occidente del
mar Muerto y a unos 12 km al sur de Jericó. Hasta
1951, fecha de las primeras excavaciones, Hirbet Qum-
rán era simplemente un montón de ruinas (eso quiere
decir hirbet), con un gran cementerio al lado. De
Saulcy las había visitado. en 1851 y creyó que corres-
pondían a las ruinas de Gomorra. En 1873, C. Cler,

39 40
il
QUMRAN

Panorámica de Hirbet Qumrán (en el centro), tras las excavaciones de 1957; al fondo, el mar Muerto y los
montes de Moab. (Foto V. Vilar, Archivo Termes)

mont Ganneau las examinó más atentamente e incluso terrada en Qumrán no presentaba las características de
descubrió' algunas tumbas del cementerio, pero sin llegar una habitación privada, sino más bien comunitaria. Es
a una conclusión concreta. F. M. Abe! creyó que el decir, correspondía · al centro principal de las comu-
cementerio pertenecía a alguna secta musulmana. G. nidades esenias esparcidas por el desierto de Judá y
Dalman se inclinó a pensar que Hirbet Qumrán repre- podía ser calificado de verdadero «monasterio». Los ma-
sentaba las ruinas de alguna fortaleza romana. nuscritos encontrados en las inmediaciones pertenecían
En 1951, con la esperanza de aclarar el origen y na- a la biblioteca del monasterio esenio.
turaleza de los manuscritos descubiertos a partir de 1947
APLINIO, Hist. Nat., 5,17,73.
en las inmediaciones del lugar, los arqueólogos R. de
Vaux y G. L. Harding decidieron realizar unas excava- Al final de sus cinco campañas, entre los años 1951
ciones sobre las ruinas del hirbet, Estas primeras exca- y 1956, los arqueólogos tenían ante sí un enorme con-
vaciones probaron claramente la relación existente entre junto de construcciones de 80 x 80 m. La construcción
los habitantes de Qumrán y los manuscritos encontra- principal, en forma rectangular, de 30 x 37 m, corres-
dos en las cuevas de la región, ya que la cerámica de las ponde a la parte noroeste de todo el conjunto. Dentro
cuevas y la del hirbet era idéntica. Tanto las caracterís- de este cuerpo principal tenemos la siguiente distribu-
ticas paleográficas de los manuscritos como los datos ción; en el ángulo noroeste, se encuentra una especie
arqueológicos, monedas, cerámica, etc., estaban de de torre o fortaleza de dos pisos, con muros más gruesos
acuerdo en colocar la vida de Qumrán hacia los comien- que el resto de la construcción y un poco aislada de todo
zos de la era cristiana. Más aún, a la vista de un texto de lo demás. El piso inferior o planta baja debía servir de
Plinio el Viejo, que coloca el centro de la secta esenia almacén. Al sur de la torre existen varias habitaciones
al norte de la ciudad de Engaddi-v, los autores llegaron más: una de ellas está rodeada por un asiento de mam-
a la conclusión de que Hírbet Qurnrán, junto con el postería. Contigua a estas habitaciones, en la parte
cementerio contiguo, eran las instalaciones centrales de este, hay una habitación grande rectangular en la que
la comunidad esenia esparcida por los alrededores en los arqueólogos encontraron restos del scriptorium
el desierto de Judá. De hecho, la construcción desen- que existía en su piso superior, en el cual habían sido

41 42
QUMRAN

Wádl Qumrán, a occidente del hirber, en donde se iniciaba la canalización que recogía el agua para los usos
litúrgicos, diarios e industriales, de la comunidad. En el llano (a la izquierda y formando ángulo recto) se
advierten los restos del canal. (Foto P. Termes)

ropiados sin duda los famosos manuscritos. Entre estos instalación de cerámica: un lugar para lavar y amasar
cestos, se hallaron fragmentos de mesas estrechas y la arcilla, un hoyo donde se conservaba la masa; todavía
banquetas, en ladrillo y yeso, que debían servir de mesa es visible un hueco, de unos 50 cm de diámetro, en donde
de escribir; también encontraron otras mesas más cor- estaba instalado el torno del alfarero; dos hornos, uno
tas que presentan en su superficie pequeñas concavidades para piezas grandes y otro para piezas más peque-
que debían estar llenas de agua y servían para las ablu- ñas. Entre las instalaciones del sector oeste están un
ciones rituales de los copistas antes de escribir el nombre molino de cereales, un horno para cocer pan, varios
de Yahweh. Incluso aparecieron entre los escombros silos, etc.
tinteros de arcilla y bronce que conservaban todavía Es importante, además, en Hirbet Qumrán el extenso
huellas de tinta vegetal. En la parte norte del sector y complicado sistema hidráulico. Empieza por el lar-
este del edificio central se encuentra la cocina, y en la go y costoso canal que conducía hasta el monasterio el
parte sur, el lavadero e instalaciones higiénicas. Fuera agua que en invierno corría por Wádi Qumrán. Dentro
ya del edificio central y hacia el sur, existe una gran sala, ya del monasterio, nos encontramos con una docena de
de 22 x 45 m, cubierta en su mitad por un techo que cisternas, precedidas, por lo general, de pozos de decan-
descansaba en cuatro columnas, la cual debía servir tación. Una complicadísima red de canales, difíciles· a
para las reuniones generales de la comunidad: lectura veces de seguir, comunica unas cisternas con otras.
de los textos canónicos y reuniones litúrgicas. De hecho, Fundamentalmente, estas cisternas tenían · 1a finalidad
en una habitación contigua a esta gran sala y con acceso de almacenar agua durante el invierno para el resto
directo a ésta, se encontraron más de mil piezas de vaji- del año. Algunas de ellas pudieran tener también una
lla de tierra cocida, en perfecto orden, que debieron em- aplicación religiosa, dadas las frecuentes purificaciones
plearse para el banquete sagrado de que habla Flavio y baños rituales que practicaban los esenios.
Josefo y la Regla de la Comunidad. Incluso en la gran Los diferentes_ estratos, la diferente edad de las mo-
sala se encontraron unas cien piezas que debieron ser- nedas y otros criterios arqueológicos obligaron a los
vir en las últimas comidas de los esenios antes de aban- arqueólogos a distinguir en las ruinas de Qurnrán dife-
donar el monasterio. rentes períodos de ocupación. Existen, en primer lugar,
En la parte sureste y oeste del edificio central, existen restos de un poblado israelita de la época monárquica
otras instalaciones secundarias que pudiéramos calificar (siglos vrn-vr A.c.) correspondiente probablemente a
de sector industrial. En la parte sudeste existe una 'Ir ha-Mélah («Ciudad de ]a· Sal»), de la cual habla

43 44
QUMRAN
Josué1• Sobre estas ruinas antiguas se establecieron los A lo largo de las sucesivas campañas en Hirbet Qum-
esenios en tiempo de Juan Hircano (134-104 A.c.). Esta rán, los arqueólogos descubrieron la existencia de otras
primera instalación esenia, de gran vitalidad, fue des- instalaciones en las inmediaciones de 'Ain Feshah, 2 km
truida por un terremoto. Las huellas de esta catástrofe al sur de Hirbet Qumrán, Unas excavaciones dirigidas
se perpetúan todavía en la gran hendidura que recorre por R. de Vaux en la primavera de 1958 pusieron en
las ruinas de norte a sur. Posiblemente se trata del te- plena luz todo el conjunto. La cerámica, la arquitec-
rremoto del año 31 A.c., del cual habla Josefo e. La tura, las monedas, etc., probaron suficientemente que
escasez de monedas de Herodes el Grande (37 A.c., se trataba de construcciones contemporáneas y homo-
4 o.c.) hacen pensar que, una vez abatido por el terre- géneas a las de Qumrán, Se trataba, con toda seguridad,
moto, Qumrán continuó abandonado durante todo el de instalaciones accesorias y dependientes del centro
reinado del rey idumeo. Las monedas vuelven a ser principal esenio que era Hirbet Qumrán, En "Ain Feshah
abundantes a partir de Arquelao (4 al 6 o.e.). Es decir, lo mismo que en Qumrán, el momento de más vitalidad
es probable que en este reinado empezara la segunda correspondía al segundo período de ocupación, a saber,
ocupación esenia de Hirbet Qumrán, la cual duró hasta la primera mitad del siglo primero de nuestra era. En
el año 68. de nuestra era, fecha en que fue de nuevo este momento, las instalaciones de "Ain Feshah presen-
destruido el monasterio por los soldados romanos al taban la siguiente distribución: un edificio central y
mando de Vespasiano B. Los habitantes de Qumrán dos corrales, con pequeñas construcciones accesorias,
habían escondido previamente su biblioteca en las cue- al norte y al sur.
vas de alrededor. Los soldados romanos de la X Legio El edificio central de 24 x 18 m tenía dos puertas
Fretensis se instalaron en Qumrán sobre las ruinas de hacia oriente, por las que se entraba en un patio inte-
sus vencidos, y allí permanecieron por algún tiempo. rior rodeado de habitaciones; las de la parte norte y
Los arqueólogos pudieron reconocer todavía en las sur servían de almacenes, y las del oeste, que tenían
ruinas de Hirbet Qumrán las huellas pasajeras de los un segundo piso, debían ser la sede de la administración.
insurrectos de Bar Kókébá" (132-135 o.c.), de monjes El corral del sur tiene una extensión de 40 x 40 m.
bizantinos y de los pastores árabes. Contra la pared norte se apoyan unas construcciones en

]jirbet Qumrán, Trabajos de excavacion en el edificio principal, durante la campaña arqueológica de 1954.
(Foto V. Vilar, Archivo Termes)

45 46
QUMRÁN

forma de cobertizo, sostenido por columnas, que debía dans le désert de luda, París 1957 (trad. fr.).
C. RABtN, Qumran
Studies, Londres 1957. J. VAN DER PLOEG, The excavations at Qum-
servir para secar frutas, posiblemente dátiles. El resto ran: a Survey of the Judaean Brotherhood and its Ideas, Londres
del corral probablemente servía de henil para los reba- 1958. R. DE VAUX, Fouilles de Feshka, en RB, 66 (1959), págs.
ños. El corral de la parte norte encierra un complicado 225-255. K. SCHUBERT, The Dead Sea Communit y, its Origin and
Teachings, Londres 1959.
sistema de pozos y canales que debían tener alguna
finalidad industrial. A. GONZÁLEZ LAMADRID
En 'Ain Feshah también termina la vida esenia el
año 68 de la era cristiana. Lo mismo que en Qumrán, QUMRAN, Comunidad de. Las excavaciones supo-
también aquí se instalaron los soldados romanos de nen tres períodos de residencia. El primero corresponde
la X Legio. En 'Ain Feshah merece ser destacada la a una pequeña edificación habitada durante un corto
reutilización de sus ruinas por los monjes bizantinos período, seguido de un abandono temporal de la lo-
de los siglos v-vr. En este punto han coincidido las calidad; el segundo, a un edificio mayor que duró
conclusiones de la arqueología con los datos literarios hasta la destrucción parcial por un terremoto; y el ter-
de Juan Mosco, que habla de un huerto que tenían los cero, después de un período más largo de abandono,
monjes de Mardes (Hirbet Mird) en las inmediaciones a modificaciones realizadas en el edificio mayor, y
del mar Muerto y de una habitación que allí tenía el perduró hasta la destrucción por un incendio.
hortelano. No cabe duda que se trata de la habitación El testimonio, sobre todo de las monedas, se coordina
bizantina descubierta por los arqueólogos en la parte en un esquema cronológico, empezando por la funda-
oriental de las ruinas de 'Ain Feshah. ción en tiempo del sumo sacerdote Jonatán (160-142
AF. JOSEFO, Ant. Iud., 15,15,121-147; íd., Bel. Iud., 1,19,370-380. A.C.); expulsión de )a comunidad por él, y SU restableci-
BF.JOSEFO, 3, 9,412; 4, 8,450,477,486. miento, en tiempo de Simón su sucesor, que duró has-
1Jos 15,62. ta el terremoto del 31 A.c., finalizando con la destruc-
Bibl.: R. DE VAUX, Fouilles au Khirbet Qwnran, en RB, 60 (1953), ción, durante la revolución contra Roma del 66-70 o.e.
págs. 83-106; 61 (1954), págs. 206-236: 63 (1956), págs. 73 y sigs.,
¿Quién construyó y habitó este gran conjunto de
533-577. C. T. FRITSCH, The Qumran Community; its History and
Scrolls, Nueva York 1956. J. T. MILIK, Dix ans de découvertes edificios? Plinio el Viejo A habla del hogar de los esenios
en la ribera del noroeste del mar
Muerto, y no se han hallado otras
ruinas que puedan corresponder
a sus palabras. Además hay un
notable acuerdo entre lo que Filón
y Flavio Josefo cuentan de los ese-
nios, y las noticias acerca de la
comunidad de Qumrán, sacadas
de los rollos hallados en las cue-
vas de los alrededores. Filón y
Josefo no están de acuerdo entre
sí en todo, ni su relato encaja
perfectamente con los datos cono-
cidos por los rollos. No nos debe
maravillar. Ninguno de los dos
escrítores conocía los hechos desde
dentro; y pudo haber cambios y
evoluciones en el curso de la exis-
tencia de la secta. Finalmente,
Josefo habla de tres (y una vez, de
cuatro) partidos, entre los judíos
de comienzos de la era cristiana.
Son los fariseos, saduceos, esenios
y, el cuarto partido, los zelotas.
Según nuestro conocimiento, la
secta a la que. pertenecía Qumrán
era lo suficiente desarrollada e
importante para mencionarse en
esta lista; y el único de los cua-
tro partidos con el que se puede
identificar, es con el de los ese-
nios.
APLJNIO, Hist. Nat., 5,15,73.

Qurnrán, Plano del edificio principal y


dependencias de la comunidad esenia

47 48
Hirbet Qumrán. Puerta situada junto a la torre del edificio principal. (Foto J. A. Ubieta Archivo Termes)
QUMRAN

¿Qué queda hoy de la biblioteca, tan providencial- dieron cuenta que sería más fácil la consecución de este
mente preservada en el ambiente y tierra secos de las ideal, llevando una vida célibe, alejada del contacto
cercanas cuevas? Hay manuscritos bíblicos de gran con gente de vida descuidada y aun pagana. Por esto
importancia, ya que su testimonio retrasa las pruebas se fundó el monasterio en el desierto, junto al mar
textuales casi un millar de años. Con todo, para lo que Muerto. Este paso lo pudo motivar también su convic-
ahora pretendemos, su importancia consiste sólo en ción de que el sumo sacerdocio asmoneo era ilegítimo
que su número indica la devoción de sus poseedores y profanaba el Templo.
hacia la religión y los libros sagrados del judaísmo. Se menciona a los esenios por vez primera, en tiempo
Los comentarios bíblicos, principalmente el relativo a de Jonatán (160-142 A.c.); la evolución de éste coincide
Habacuc, nos informan de la historia y creencias de la perfectamente con la descripción del Sacerdote Malvado
secta, pues interpretan los profetas como prediciendo «a quien se llamaba con un nombre simbólico de fideli-
los últimos tiempos, en que los de la secta creían vivir. dad» cuando al principio se hizo famoso, pero fue in-
El Rollo de la Guerra (1 QM) es un curioso documento fiel a los preceptos al asumir el poder civil. Probable-
que da toda clase de normas de conducta para la futura mente fue él quien expulsó y dispersó la primera
guerra escatológica entre los hijos de la luz (los de la comunidad, mientras celebraban el Día de la Expiación,
secta) y los hijos de las tinieblas. El rnidrás del Génesis, en fecha fijada según un calendario propio. Más tarde,
sólo conservado en parte, da una versión fantástica de probablemente en tiempo de Simón (142-135 A.c.),
este libro. Más importante para conocer la comunidad volvieron a Qumrán, donde un gran cementerio de un
es un rollo compuesto, conocido como La Regla o El millar de tumbas testifica una residencia duradera.
Manual de Disciplina (1 QS). Contiene (según la opinión Este corto artículo sólo puede ser una introducción
del que esto escribe) el borrador de la proposición de al tema, una especie de esquema rápido. Así, hay poco
ingreso en Qumrán, cosa que no hay que intentar hasta espacio para mencionar otros puntos de vista distintos.
que no hayan hecho su noviciado tres sacerdotes y doce Viviendo, según pensaban, en los últimos tiempos, los
seglares (en memoria de las doce tribus); el ceremonial de la secta creían que el Mesías estaba para llegar, y
para la admisión solemne de nuevos miembros y para habían ya establecido el orden de procedencia para el
la revisión anual; un tratado espiritual bosquejando el día en que asistiese a la comida de comunidad. Se co-
eterno conflicto del alma humana que avanza entre locaría en segundo lugar, después del sumo sacerdote
los poderes de la luz y de las tinieblas; una sección de entonces. Este sacerdote, como todos los sumos
sobre la vida y disciplina de la comunidad, con una sacerdotes, debía ser una persona ungida, pero no
lista de penitencias; un himno de alabanza. Otras dos parece que haya razón para pensar que creían que era
columnas, que en otro tiempo parece que formaban un ungido según el sentido técnico de la palabra Mesías.
parte de este rollo, contienen el primer esbozo de una No se le asigna función especial. Los cristianos creían
constitución para la nueva comunidad. Los Himnos que su Mesías había ya venido y que era una Persona
(1 QH) manifiestan muchas de las creencias teológicas Divina preexistente. En Qumrán no hay huella de esto.
de los de la secta, y su devoción personal. Finalmente Los cristianos creían que su Mesías dio la vida en ex-
hay que mencionar el Documento de Damasco (CDC), piación por los pecados del mundo y resucitó triun-
anteriormente conocido, pero que perteneció a esta fante. Se habla de la muerte del Maestro Autorizado
secta según muestran los fragmentos de copias halladas como de un «reunirse con», la palabra usada para las
en Qumrán, La primera parte es una exhortación o muertes tranquilas de los patriarcas. Y los rollos parecen
admonición; la segunda, un código de normas para una ignorar incluso la resurrección general, en pasajes en
sociedad de casados. que el contexto exigía su mención; por ejemplo, cuando
Estos documentos nos permiten diseñar la historia del el sacerdote, en el Rollo de la Guerra, exhortando a los
movimiento, del siguiente modo. A principios del si- guerreros menciona a los que caen gloriosamente en el
glo u A.c., en tiempos de la persecución religiosa sus- combate. Estas aclaraciones son necesarias, porque desde
citada por Antíoco Epífanes, hubo un fuerte movi- Renán, la imaginación de algunos ha visto al cristia-
miento de helenización en Israel, y muchos dejaron nismo como una forma afortunada de esenismo. Una
el judaísmo para vivir como griegos paganos. Como comparación mutua revelaría otras diferencias esenciales.
reacción a esta apostasía, los más fervorosos seguidores
Bibl.: H. H. R0WLEY, The Zadokite Fragments and the Dead
de la Ley mosaica se agruparon en una sociedad débil- Sea Scrolls, Oxford 1952. M. BURR0WS, The Dead Sea Scrolls,
mente organizada, y fueron conocidos como los hásidim Londres 1956. R. E. MURPHY, The Dead Sea Scrolls and the Bible,
(es decir, los «piadosos»), Después de un período de in- Westminster 1957. M. BURROWS, More Light on the Dead Sea
Scrolls, Londres 1958. E. F. SUTCLIFFE, LDs Monjes de Qumran,
certidumbre acerca del mejor plan a seguir, un hombre Barcelona 1963 (trad. cast.).
de piedad ardiente y de excepcionales dotes de organi- E. F. SUTCLIFFE
zación y mando fue acogido como jefe del movimiento.
Conocemos individualmente a pocas personas de su ••
QUMRÁ.N, Cuevas grandes de (n.0 1, 4, 5 y 11).
tiempo, y su identidad se oculta bajo el título de Maestro I. CUEVA N.0 1 (1 Q). l. SITUACIÓN. Se halla a medio
Autorizado (Maestro de Justicia es una traducción km, aproximadamente al noroeste de Hirbet Qumrán,
incorrecta). Todos estos primeros miembros, o la ma- en la ladera oriental del desierto de Judá, cerca de
yoría, debían estar casados, pues el celibato era excep- la llanura litoral del mar Muerto. Es de origen natural.
cional en Israel. Su idea y meta era la observancia de la
Ley mosaica, y como parte de esta observancia, el 2. DESCUBRIMIENTO y EXPLORACIÓN. En el año 1947
alejamiento de toda impureza levítica. Gradualmente se la encontraron y penetraron en ella dos jóvenes de la

51 52
QUMRÁN

tribu de beduinos ta'ámirah que andaban en pos de una traron asrrrnsmo huesos de aceituna y de dátil, fibras
cabra extraviada. A un lado de la cueva hallaron cinco de palma y pedazos de madera de varios tamaños.
jarras, y tres en otro; según parece, algunas de ellas La suerte de los manuscritos descubiertos se com-
conservaban todavía sus tapaderas, en forma de plato. plicó, por cuanto el arzobispo sirio Atanasio llevó a
En una de las jarras había varios manuscritos que los América los rollos de su propiedad 1 Qlsª, 1 QS - sin
jóvenes se llevaron; se trataba probablemente, del anexos - y 1 QpHab, así como los fragmentos de Daniel
rollo de Isaías, 1 Qlsª, el llamado Manual de Disciplina, y el Génesis Apócrifo, que anteriormente había sido
1 QS, y el comentario de Habacuc, 1 QpHab. Durante el considerado un Apocalipsis de Lamec; allí fueron pu-
año 1948 la cueva fue sometida. a exploraciones subrep- blicados los tres manuscritos que hemos citado en primer
ticias; en el curso de éstas debieron de encontrarse lo/ lugar. Más tarde, el arzobispo vendió estos manuscritos
textos en piel de los H6diiy6t, l QH, el segundo rollo de a Israel, donde el rollo con el Génesis Apócrifo fue des-
Isaías, 1 Qls", el Rollo de la Guerra, l QM, el Génesis enrollado y parcialmente publicado. Los rollos 1 Qls",
Apócrifo, l QGenApoc, los fragmentos de Daniel, los 1 QM y 1 QH, propiedad de la Universidad Hebrea y ya
anexos a 1 QS y algunas cosas más. La exploración desenrollados anteriormente, fueron publicados enton-
racional de la cueva fue llevada a cabo entre el 15 de ces en forma de facsímil, en tanto el resto de los hallaz-
febrero y el 5 de marzo de 1949 por el padre R. de Vaux gos, vendido én parte al Museo de Palestina, en Jerusa-
y G. Lankester Harding, quienes. encontraron cente- lén, por los beduinos, apareció en el primer tomo de
nares de pequeños y pequeñísimos fragmentos de ma- la serie Discoveries in the Judaean Desert (1955).
nuscritos - entre ellos uno con caracteres hebreos Las jarras, comparadas con las muestras del Museo
antiguos -, muchos pedazos de cerámica, aun cuando de Turín, revelaron origen egipcio en cuanto a la forma;
ninguna vasija intacta, tres cajitas para filacterias y sin embargo, las características de la arcilla y del cocido
dos fragmentos de un peine de madera, así como nu- manifestaron notables divergencias. Posteriormente se
merosos pedazos de tejido de lino. La investigación descubrieron tres vasos, una olla y una jarrita, así como
mediante el método del carbono 14 dio una fecha situa- varias lámparas. La arqueología comparada situó cro-
da entre los años 167 A.c. 237 de nuestra era. Se encon- nológicamente esos objetos en el siglo r de nuestra era,

Hirbet Qumrán. Depósito de vajilla hallado junto a la gran sala, durante las excavaciones realizadas en 1954.
(Foto V. Vilar, Archivo Termes)

53 54
QUMRAN

pero en una fecha anterior al año 70 de la misma. La 1 QSb, Bendiciones, originariamente reunidos con l QS
cerámica tiene influencias helenísticas tardías. La cueva en un rollo. La Regla de la Congregación presenta afini-
ha sido considerada lugar de almacenamiento. Las dades tanto respecto al Rollo de la Guerra como del
jarras de gran tamaño pudieron destinarse a guardar Documento de Damasco. l QSb contiene oraciones de
los manuscritos; sin embargo, no todos los que fueron bendición para los fiieles, el sumo sacerdote, los sacer-
almacenados en la cueva debieron conservarse en ellas. dotes y el jefe de la comunidad (ne.si' há-íédáh).
l Q29-31 son restos de textos litúrgicos. En 1 Q32
3. MANUSCRITOS BÍBLICOS. La cueva 1 Q es la más figuran fragmentos de una Descripción de la Jerusalén
interesante, en conjunto, de las de Qumrán ; ello es Celestial en arameo; -de ella fue descubierto un fragmen-
debido al hallazgo en ella de un manuscrito completo del to mayor en la cueva 5Q.
libro de lsaías, en piel, de 7,35 m de largo por unos Un rollo bastante extenso es el llamado Rollo de la
30 cm de ancho. Se encontró allí también un se- Guerra, que el editor, E. L. Sukenik, ha titulado Guerra
gundo rollo de Isaías, 1 Qls", incompleto; es propie- de los hijos de la luz contra los hijos de las tinieblas. Al-
dad de la Universidad Hebrea de Jerusalén, y ha sido gunos fragmentos del mismo han· sido publicados en
publicado fragmentariamente en Discoveries in the Ju- 1 Q33. El rollo, evidentemente, se halla vinculado a una
daean Desert, I, págs. 66-68. Otros hallazgos son: tradición más antigua, y actualmente se Je considera una
varios fragmentos de un manuscrito del Génesis (l Ql), reelaboración qurnránica, a causa de un manuscrito, ·
uno del Éxodo (1 Q2), fragmentos del Levítico y de los descubierto en 4Q, más antiguo y con un texto al que
Números en escritura hebrea antigua (1 Q3), fragmentos razones histórico-tradicionales permiten atribuir una
de dos manuscritos del Deuteronomio (1 Q4.5), restos mayor antigüedad. Contiene una descripción de la
del libro de los Jueces (1 Q6), restos de un manuscrito suprema lucha escatológica, con evidentes característi-
de 1 y 2 de Samuel (1 Q7), un pequeño fragmento de cas de la época romana, como cabe deducir del arma-
Ezequiel (1 Q9), restos de dos manuscritos de los Salmos mento y del género de lucha descritos.
(l QI0.11), fragmentos del salmo 44 (1 Q12), y restos de Sukenik ha publicado los llamados Himnos de Ala-
una filacteria (1 QJ3); asimismo, fragmentos del libro banzas, propiedad de Israel, denominado en hebreo
de Daniel, procedentes de dos ejemplares y reproducidos h6diiy6t e introducido por la fórmula estereotipada de
fotográficamente en Discoveries in the Judaean Desert, "ádékiih. "áddruiy o bárúk 'attiih 'ádoniiy. De este extenso
1 Q, págs. 71-72. manuscrito, en el cual trabajaron diversas manos, han
4. MANUSCRITOS EXTRA BÍBLICOS: a) Comentarios (heb. sido publicados en I Q35 nuevos fragmentos. Acerca
pésárim). En un rollo casi completo figura el comen- de su significación en la vida de la secta existen diversas
tario a los dos primeros capítulos del profeta Habacuc opiniones; unos lo consideran un canto litúrgico, en
(1 QpHab). Se descubrieron también restos de Pésárim a cambio, el autor de este artículo, y con él otros, lo juz-
Miqueas y Sofonías, y a los salmos 57 y 68 (1 Q14.15.16). gan una especie de breviario para la oración de los di-
versos miembros, a quienes introducía en las enseñanzas
b) Textos apócrifos. Se ha encontrado el Génesis de la secta y orientaba en la práctica de su piedad perso-
Apócrifo en lengua aramea, hasta ahora desconocido; nal. El lenguaje es el hebreo. Los fragmentos publicados
se han publicado alguncs fragmentos en mal estado en 1 Q36-40 manifiestan la existencia de otros poemas
(1 Q20). Además, se descubrieron dos manuscritos frag- hímnicos en el ámbito de la secta esenia. Se tiene ya
mentarios del Libro de los Jubileos (1 Q17.18), varios
por cierto que el autor de numerosos textos de las
fragmentos de un Libro de Noé, una fuente del Libro h6diiy6t es el Maestro de Justicia.
de Enok (1 Q19), fragmentos del Testamento de Levi en Además, se han encontrado numerosos fragmentos
arameo (1 Q21), extensos fragmentos de un texto llamado
más pequeños que no pueden ser vinculados a ninguna
Palabra de Moisés (1 Q22), varios fragmentos de textos obra; así, los fragmentos 1 Q41-62, con texto hebreo y
apócrifos hasta ahora desconocidos, dos de ellos en
en piel, los 1 Q63-68, en arameo, y los 1 Q69, asimismo
arameo (1 Q23-26), y grandes fragmentos de otra obra
en hebreo. Los fragmentos en papiro (1 Q70) tienen
también desconocida hasta nuestros días, y denominada
sólo interés paleográfico.
actualmente Libro de los Secretos (1 Q27).
Bibl.: Ediciones de textos: M. BURROWS, J. C. TREVER, W. H.
c) En el conjunto de los textos desconocidos hasta BROWNLEE, The Dead Sea Scrolls of St. Mark's Monastery. J. The
ahora que fueron hallados en 1 Q cabe destacar proba- lsaiah Manuscript and the Habakuk Commentary ; II. Piafes and
Transcription of the Manual of Discipline, New Haven 1950-1951.
blemente, como el de mayor interés el llamado Manual F.. L. SUKENIK, =Osar ha-mégil·/6t ha-génüzot, Tel Aviv-Jerusalén
de Disciplina, l QS, donde figuran disposiciones sobre el 1954. D. BARTHÉLEMY - J. T. MILIK, Qumran Cave I, en Discoveries
noviciado y la forma de vida de un grupo religioso, y in the Judaean Desert, I, Oxford 1955. N. AVIGAD -Y. YADIN,
relacionado con el derecho de la comunidad religiosa A Genesis Apocryphon . A Scroll Jrom the Wilderness of Judaea,
Jerusalén 1956.
de los esenios instalada en Qumrán. Se trata de un Estudios: H. BARDTKE, Hebriiische Konsonantentexte, Leipzig
manuscrito hebreo en piel, con correcciones en las 1954, pág. 34 y sigs., textos de lQfs•, IQS, IQpHab (los dos últimos
disposiciones penales. Para completar este documento, completos), CDC y IQH. A.M. HABERMANN, Megi/.lot midbar
yehúdiih, Tel Aviv 1959 (contiene con puntuación IQM, CDC, IQS,
inicialmente publicado en América y propiedad del IQH, IQpHab, IQ14.15.16.27.28b.29 y textos de 4Q). E. LOHSE,
obispo sirio Atanasio, el Museo de Palestina, de Jeru- Die Texte aus Qumran hebrdisch und deutscb mit masoretischer Punk-
salén, compró en 1950 a un anticuario de Belén las tation, Überset zung, Einführung und Anmerkungen, Colonia 1964.
partes destinadas a los títulos, en hebreo y en grandes M. MANSOOR, The Dead Sea Scrolls. A Col/ege Text-Book and a
Study Guide, Chicago 1964.
caracteres (sérek ha-yáhady; '.así como los dos anexos Traducciones (selección): M. BuRROWS, The Dead Sea Scrolls,
1 QSa, Regla de la Congregación (sérek hii-'ediih), y Londres 1955 (CDC, lQpHab, parcialmente IQM 1 y IQH); íd.,

55 56
Hirbet Qurnrán. Cisterna inutilizada por un terremoto. Estas cisternas eran muy abundantes en Qumrán , en
donde el agua era muy necesaria, no sólo para el uso cotidiano, sino para todos los ceremoniales litúrgicos.
(Foto P. Termes)
QUMRAN

More Light 011 the Dead Sea Scro//s, Nueva York 1957 (IQGenApoc, Éxodo correspondientes a ocho ejemplares, dos de ellos
1Q28a, 28b, etc.). P. WERNBERG-M0LLER, The Manual of Disci-
también en caracteres hebros antiguos. Fragmentos
pline Translated and Annotated, Leiden 1957. J. CARMIGNAC, La
Rég/e de la Guerre, París 1958. J. VAN DER PLOEG, Le rouleau de del Levítico pertenecientes a tres ejemplares, fragmentos
la Guerre traduit et annoté, París 1959. A. DUPONT-SOMMER, Les de dos ejemplares de los Números, y restos de un total
écrits esséniens découverts prés de la Mer Marte, París 1959. J. de catorce ejemplares del Deuteronomio.
MAtER, Die Te.xte vom Toten Meer, 2 vols., Munich 1960 (IQS,
lQSa, lQSb, CDC, IQH, IQM, IQpHab, lQGenApoc, IQ14, b) Libros históricos: fragmentos de dos ejemplares
1Q22, IQ27, etc.). H. BARDTKE, Die Handschriftenfunde am Toten del libro de Josué, dos del de los Jueces, tres de los libros
Meer, 3.• ed., Leipzig 1961 (IQS, l Qp Hab, textos de IQM, IQH).
M. MANSOOR, The Thanksgh ing Hymns Translated and Annotated,
de Samuel, y unos cuantos fragmentos, pocos, de un
Chicago 1961. J. CARMIGNAC, Les textes de Qumrán traduits et ejemplar del libro de los Reyes.
annotés. La régle de la Communout é, la Régle de la Guerre, Les Hym- e) Libros proféticos: doce ejemplares de lsaías, tres
nes, París 1961. M. DELC0R, Les Hymnes de Qumrán (Hodayot).
Texle Hébreu, Jntroduclion, Traduction, Commentaire, París 1962. de Jeremías y dos de Ezequiel, todos en estado frag-
Y. YADIN, The Scro/1 of the War of the Sons of Light against the mentario, y siete ejemplares del libro de los doce profe-
Sons of Darkness, Londres 1962 (trad. ing l.). E. F. SUTCLIFFE, Los tas menores. 4Q XIIº contiene partes de Oseas, Joel,
Monjes d¿ Qumrán, Barcelona 1962 (trad. cast.). J. CARMIGNAC,
E. CoTHENET-LIGNÉE, Les Textes de Qumrán lraduits et annotés,
Amós, Sofonías y Malaquías; 4Q XIId sólo de Oseas;
París 1963 (La Regle de la Congrégation, Recueil des Bénédictions, 4Q XIIº únicamente de Zacarías; 4Q XIJf sólo de
Apocryphe de la Genése . Fragments des Gro/tes 1 el 4). Jonás; y 4Q Xllg desde Oseas hasta Nahum.
Obras generales: :r. T. MILIK, Dix ans de découvertes dans le
désert de Juda, París 1957. H. BARDTKE, Die Handschriftenfunde d) Kétübim: dos ejemplares de Job, uno de ellos
~m Toten Meer. Die Sekte 110n Qumran, 2.ª ed., Leipxig 1961. F. M. en caracteres hebreos antiguos, integrados por tres
CROSS, JR., The Ancient Library o/ Qumran ancl Modern Bibfical fragmentos con texto de Job caps. 13-14 y otro con
Studies, 2." ed., Nueva York 1961.
Sobre la historia del descubrimiento de l Q: W. H. BROWNLEE,
texto de Job cap. 36 en caracteres cuadrados. Nueve
Muhammad ed-Deeb's Own Story o/ his Scro/l Discovery , en JNES, ejemplares de los Salmos, uno de los Proverbios, dos del
16 (1957), págs. 236-239; íd., Edh-Dheeb's Story of his Scroll Dis- Cantar de los Cantares, dos del libro de Rut, uno de
covery, en RQ, 12 (1962), págs. 483-491; íd., Some New Facts Con- las Lamentaciones, dos del Eclesiastés, tres del libro
cerning the Discovery of the Scrolls of JQ, en RQ, 15 (1963), págs.
417-420. de Daniel, y uno de Esdras y Nehemías con texto de
Esdras caps. 4-5. Además, hay que mencionar tres frag-
II. CUEVA n.0 4 (4Q). l. SITUACIÓN. Se encuentra mentos en caracteres hebreos antiguos, cuyo contenido
en el borde superior del margen septentrional del Wádí se refiere a la utilización de los pastos de las ciudades
Qumrán, junto al punto culminante meridional de la levíticas y sin relación directa con Nm cap. 35 y Jos
llamada «terraza oeste». La cueva fue practicada arti- cap. 21. Se hallaron asimismo algunas filacterias.
ficialmente en la marga.
4. COMENTARIOS A LIBROS BÍBLICOS (PESARIM) Y
2. DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIÓN. Al descubri- TEXTOS AFINES. Fragmentos de tres comentarios del
miento, llevado a cabo por los beduinos ta'ámirah en libro de Isaías. Los textos conservados permiten deducir
septiembre de 1952, parece haber contribuido la narra- que el comentario abarcaba en realidad todo el libro.
ción de un viejo miembro de la tribu. Recordó éste Uno de los ejemplares está escrito en papiro. Un
que al perseguir una perdiz herida, el animal desapareció ejemplar de un comentario del profeta Oseas, en mal
en un agujero; entonces, otros miembros más jóvenes estado de conservación. Un ejemplar de un comen-
de la tribu se acordaron de la existencia de tal particu- tario del profeta Nahum; en conjunto, cinco columnas,
laridad en la terraza oeste, y decidieron penetrar en el tres de ellas casi completas. Un ejemplar de un co-
interior del agujero. Durante la excavación de Hirbet mentario de los Salmos, cuyos fragmentos mayores
Qumrán, en la primavera de 1952, esta cueva no llamó la corresponden a los Salmos 37 y 45. Se encontraron,
atención de los arquólogos allí ocupados, ni tampoco además, restos de una columna de un comentario de tipo
la de sus trabajadores. Tan pronto como los beduinos péser, referente a una obra no bíblica; en ella se habla
fueron a vender los primeros hallazgos, el Service o.f de la idea apócrifa del 'Aza'zel de Enok 6-11.
Antiquities, la École Archéologique Francaise y el Pales- Se hallaron también algunos comentarios de pasajes
tine Archaeological Museum organizaron conjuntamente escogidos de la Biblia, como, p. ej., las bendiciones del
una expedición destinada a su exploración, y que tra- Gn caps. 9, 27, 49, y de los que se han conservado
bajó allí del 22 al 29 de septiembre. restos de cinco columnas con referencias a un Mesías
La exploración arqueológica puso de manifiesto la davídico. En estado de conservación mucho mejor, hay
existencia de una capa de residuos de un metro de una selección de pasajes bíblicos del Éxodo, 2 Samuel,
espesor que en el curso de veinte siglos se había ido Isaías, Amós, Salmos y Daniel. Tales pasajes tienen
depositando sobre el suelo margoso de la cueva, y en siempre un carácter mesiánico, y llevan la fórmula
cuyos niveles inferiores se hallaban los manuscritos, introductoria «como se halla escrito en el libro del pro-
muchos de ellos considerablemente deteriorados. Los feta Isaías, Daniel, etc.» También aquí hay notas expli-
beduinos se habían llevado ya la mayoría de los docu- cativas del tipo péser. Otra selección, todavía más
mentos. Fue posible reunir con gran trabajo, en 1956, amplia, de pasajes bíblicos, en este caso sin comentarios,
todos los manuscritos de esta cueva, cuyo estado reúne asimismo fragmentos de sentido mesiánico. Los
extremadamente fragmentario ha dificultado su recons- hay del Dt 5,28-29; 18,18-19; Nm 24,15 y sigs.; Dt
trucción. 33,8-1 J. Una cita final de carácter hímnico procede no
3. TEXTOS BÍBLICOS. a) Pentateuco: fragmentos de de los Salmos bíblicos, sino del texto de Qumrán .deno-
seis rollos diversos del Génesis, uno de ellos en carac- minado Salmos de Josué por .Strugnell. Abundan las
teres hebreos antiguos (Gn 26,21-28). Fragmentos del paráfrasis del texto bíblico. Mención especial merece

59 60
Hirbet Qumrán. Uno de los hornos para cocer cerámica, y que formaba parte de una instalación muy
importante. (Foto J. A. Ubieta, Archivo Termes)
QUMRÁN

una paráfrasis del Génesis y el Éxodo, en numerosos y que puede considerarse paralelo al género literario
fragmentos, y, al mismo tiempo, una muestra del uso al que pertenecen los libros de Ester y Daniel.
del material jurídico e histórico de estos libros. En una Del lQS fue hallado en la cueva 4 un conjunto inte-
media docena de fragmentos más pequeños se encuentra grado por los restos de once manuscritos diversos. El
una paráfrasis análoga de los libros de Samuel. En el Documento de Damasco puede comprobarse en frag-
mismo género debe incluirse una colección de pasajes de mentos pertenecientes a un total de siete manuscritos
los Salmos y los Profetas, indudablemente destinados a distintos. Singularmente notable es el descubrimiento
un uso litúrgico. Los pasajes bíblicos aparecen siempre de sentencias judiciales referentes a varios miembros
citados en relación con el texto. Se encontró asimismo del grupo reos de algún delito, y por desgracia sólo
una versión poética de las Lamentaciones sobre Jerusa- llegadas hasta nosotros en estado fragmentario; gracias
lén (Lamentaciones) que manifiesta una clara vinculación a ellas puede comprobarse que las decisiones penales
al libro bíblico, aun cuando su texto no sea idéntico al de 1 QS fueron llevadas realmente a la práctica.
del T. M. En los hallazgos se encuentra representado también el
Allegro denominó Tanhümin una colección de pasa- género de la literatura sapiencial. Cuatro manuscritos de
jes del Deuteroisaías 40,1-4; 41,8-9; 49,13-17; 52,1-3; esta clase - entre los cuales figura uno que es el mayor,
54,4-10, porque el manucrito mismo emplea este tér- correspondiente a un texto no bíblico de 4Q - se hallan
mino en la cita de un pasaje bíblico. vinculados a 1Q26. Diversos fragmentos están redactados
en escritura cifrada. El último contiene dos caracteres
5. ÜTROS TEXTOS. Se encontraron tres manuscritos
distintos. Recientemente, Allegro ha publicado este
del libro de Tobías, en hebreo uno de ellos y en arameo fragmento. Un texto así escrito parece contener intere-
los otros dos; uno de estos últimos está escrito en pa-
santes enseñanzas sobre el dominio de los dos Espíritus
piro, y los otros en piel. En cuanto a la estructura y
en un hombre (cf. lQS 3,17 hasta col. 4 final).
otras características esenciales, concuerdan con la ver- Difícilmente puede exagerarse la importancia de los
sión griega, de la que, sin embargo, difieren en lo que
manuscritos encontrados en 4Q. Del conjunto de la
respecta al texto. biblioteca que allí debió de existir, han llegado hasta
Hay también cinco manuscritos del Libro de los Jubi- nosotros los textos más diversos. Entre los escritos bí-
leos, uno de ellos en papiro, y todos en buen hebreo.
blicos descubiertos hay algunos afines al texto hebreo
Del Libro de Enok se encontraron ocho manuscritos,
que tradujeron los LXX, y que por su escritura se
todos en arameo, aunque a veces con la adición de
remontan hasta la mitad del siglo m A.c. y puede que
fragmentos de texto que faltan en las traducciones
incluso a la época de los papiros arameos descubiertos
griegas y etíope. en 1962 a 20 km al norte de Jericó y fechados en el pe-
De los Testamentos de los Doce Patriarcas se ha en-
ríodo 370-332 A.C., lo cual induciría a atribuir a aqué-
contrado un ejemplar del Testamento de Leví en arameo,
llos una mayor antigüedad, como recientemente ha hecho
así como tres en esta misma lengua, y naturalmente
notar F. M. Cross. Las menciones de nombres de per-
en estado fragmentario, que parecen vinculados al citado
sonajes bíblicos - como, p. ej., las del comentario
Testamento de Levl.
de Nahum - esclarecen la historia de la secta. De todo
6. TEXTO DE LA SECTA. Del Rollo de la Guerra se ello depende el interés filológico y paleográfico de esta
encontró en 4Q un total de cuatro ejemplares. 4QMa es, biblioteca de 4Q.
con sus setenta fragmentos, el mejor y mayor de ellos Bibl.: F. M. CROSS, JR., A New Qumran Biblícal Fragment Rela-
y algo más antiguo que el lQM. Algunas acusadas va- ted to the Original Hebrew Underlying the Septuaginl, en BASOR.
riantes textuales permiten deducir que el Rollo de la 132 (1953), págs. 15-26. J. M. ALLEGRO, A Newly Discovered Frag-
Guerra puede haber sido un texto extraqumránico. ment of a Commentary º" Psalm XXXV!! from Qumra11, en PEQ, 86
(1954), págs. 69-75. J. MuILENBURG, A Qohelet Scroll from Qumran,
4QMb contiene especialmente el texto de la col. 19 en BASOR, 135 (1954), págs. 20-28; íd., Fragments of ano/her Qum-
con algunas adiciones. 4QMc presenta un relato bélico, ran lsaiah Scroll, en BASOR, 135 (1954), págs. 28-32. P. SKEHAN,
respecto del cual no hay en lQM ningún paralelismo A Fragment of the «Song of Moses» ( Deut. XXXII) from Qumran, en
BASOR, 136 (1954), págs. 12-15; íd., The Text of lsaias at Qumra11,
concreto. 4QMd corresponde a un fragmento paralelo en CBQ, 17 (1955), págs. 38-43. F. M. CROSS, The •.Hdest Manus-
al principio de la col. 2 en lQM. cripts from Qumran, en JBL, 74 (1955), págs. 147-172. M. TESTUZ,
En cuanto a las hodáyot, la 4Q ha proporcionado los Deux fragments inédits des Manuscrits de la Mer Morte, en Semítica,
restos de cinco manuscritos en piel y los de uno en 5, París 1955, págs. 37-38. J. T. MILIK, Le Testament de Lévi en
Araméen. Fragment de la grotte 4 de Qumrán, en RB, 62 (1955),
papiro. Sin embargo, la serie de las h6diiy6t varía con págs. 398-406; íd., Priére de Nabonide et autres écrits d'un cycle de
relación a 1 QH. Se han encontrado colecciones de Daniel: fragments araméens de Qumrán 4, en RB, 63 (1956), págs.
himnos más extensas, a veces con alusiones al pasado 407-415. J. M. ALLEGRO, Further Light on the History of the Qumran
Sect, en JBL, 75 (1956), págs. 89-95; íd., Further Messianic Refe .
histórico de Israel, y colecciones de plegarias litúrgicas. rences in Qumran Literature, en JBL, 75 (1956), págs. 174-187. C-
A uno de los manuscritos corresponden trescientos H. HuNZINGER, Fragmente einer iilteren Fassung des Buches Milha-
fragmentos, con oraciones matutinas y vespertinas para mah aus Hohte 4 von Qumran, en ZAW, 69 (1957), págs. 131-151.
todos los días del mes; se trata de un manuscrito en pa- K. G. KUHN, Phylakterien aus Hohle 4 von Qumran, en -AAH, 1957.
P. SKEHAN, The Period of the Biblical Texts from Khirbet Qumran,
piro en cuyo dorso figura un texto relacionado con un en CBQ, 19 (1957, págs. 435-440. J. T. MtLIK, Deux documents
rito de purificación. Se hallaron también oraciones de inédits du désert de Juda, en Bibl, 38 (1957), págs. 245-268; íd., Hé-
un carácter muy específico; así, una plegaria de ben- noch au pays des aroma tes (ch. XXVII á XXXTI). Fragments araméens
de la grotte 4 de Qumran, en RB, 65 (1958), págs. 70-77. J. M.
dición, usada en un rito de inmersión, y encontrada al ALLEGRO, Fragments of a Qumran Scro/1 of Eschatological Midrashim,
dorso de un manuscrito más antiguo. Notable importan- en JBL, 77 (1958), págs. 350-354; íd., An Unpublished Fragment of
cia tiene el descubrimiento de un texto escrito en arameo Essene Halakhah (4Q Ordinances), en JSS, 6 (1961), págs. 71-74.

63 64
Qumrán. Entrada a la cueva n.0 l, la primera en ser descubierta y que dio origen a las excavaciones del hirbet
y a la explotación sistemática de toda la región. (Foto J. A. Ubieta, Archivo Termes)
QUMRAN
M. BA'ILLET, Un recueil liturgique de Qumrán, grotle 4: «Les Paro/es 313-322. J. STARCKY, Un texte messianique araméen de la grotte 4
des Luminaires», en RB, 68 (]961), págs. 195-250, y láms. 25-28; de Qumrán, en Mémorial du Cinquantenaire de l'École des Langues
id., Psaumes, Hymnes, Cantiques et Prieres dans les manuscrits de Orientales Ancíennes de l'Jnstitut Catho/ique de Paris, París 1964,
Qumrán, Lovaina 1962, págs. 389-405. J. M. ALLEGRO, More Un- págs. 51-66.
published Pteces of a Qumran Comment ary on Nahum, en JSS, 7
(1962), págs. 304-308. A. DuPONT-SOMMER, Observations sur le III. CUEVA N.0 5 (5Q). l. SITUACIÓN. Se encuen-
commentaire de Nahum découvert pres de la Mer Marte, en Journal tra en la parte oriental de la terraza oeste de Qumrán, al
des Savants, París 1963, págs. 201-226; íd., Le Commentaire de Na- norte y muy cerca de la cueva 4, separada de ella sólo
hum découvert pres de la Mer Marte (4QpNah. Traduct ion et Notes),
en Semitica, 13, París 1963, págs. 55-88. R. WEtS, A Comparison
por un pequeño valle. Se trata de una cueva artificial
between the Massoret ic and the Qumran Texts o/ Nahum lll, 1-1 l, abierta en la terraza de marga y que debió de servir
en RQ, 15 (1963), págs. 433-439. J. M. ALLEGRO, An Astrological como vivienda.
Cryptic Document from Qumran, en JSS, 9 (]964), págs. 291-294;
id., «The Wiles of the Wicked Woman». A Sapienta/ Work from 2. DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIÓN. Fue descubierta
Qumran's Fourth Cave, en PEQ, 96 (1964), págs. 53-55; id., Some y excavada entre el 25 y el 28 de septiembre de 1952
Unpublished Fragment s o/ Pseudoepigraphical Literature from Qum- por los investigadores de Hirbet Qumrán. Hubo que
ran's Fourth Cave, en Annual of Leeds Universit y, IV (1962-1963),
Leiden 1964, págs. 3-5. M. BAILLET, Remarques sur l'édition des
extraer un metro de cascotes, en cuyos últimos 30 cm se
«Paro/es des Luminaires», en RQ, 17 (1964), págs. 23-42; íd., Débri encontraron los primeros fragmentos de manuscritos, en
des textes sur papyrus de la gro/te 4 de Qumrán, en RB, 71 (]964), muy mal estado de conservación. En el suelo natural del
págs. 353-371. M. R. LEHMANN, A Re-Interpretation of 4Q Dibre
lado este de la cueva había unos treinta fragmentos de
Ham-me=oroth, en RQ, 17 (1964), págs. 106-110. P. SKEHAN, A
Psalm Monuscript from Qumran (4Q Psb ), en CBQ, 26 (1964), págs. rollos, también muy deteriorados, aunque no tanto como
los ya mencionados. No se descubrió cerámica, ni tam-
Jarra de gran tamaño, hallada en la cueva n.0 1 de Qurnrán poco objetos antiguos. Únicamente se hallaron- huesos
conteniendo varios manuscritos. (Foto Museo del Louvre) de animal de gran tamaño entre los cascotes.
3. MANUSCRITOS BÍBLICOS. Fragmentos de dos CO·
lumnas de un manuscrito del Deuteronomio (Dt 7,15-
24; 8,5-9,2 en estado fragmentario), en escritura ten-
dente a la cursiva, paleográficamente susceptible de ser
fechado en la primera mitad del siglo u A.C., con pre-
dominio de la escritura defectiva, y divisiones de las
ptirásiyyot que difieren del T. M. Además, y asimismo
en estado fragmentario, lRe 1,1. 16-17.27-37 en escri-
tura asmonea, de fecha posterior, por lo tanto, a la del
manuscrito del Deuteronomio. Fragmentos de Isaías
(siglo I A.c.) y de Amós (siglo I o.e.). El salmo 119 en
estado fragmentario y en escritura esticométrica, del
siglo I de nuestra era. Fragmentos de dos ejemplares
de las Lamentaciones del siglo I o.e. Asimismo, res-
tos de una filacteria no abierta, en muy mal estado.
4. MANUSCRITOS EXTRABÍBLICOS. Entre los fragmen-
tos identificados figuran los restos de un manuscrito
de lQS (?); del Documento de Damasco (segunda
mitad del siglo I A.C. 5Q12); de un texto del siglo I
de nuestra era análogo a 1 QS (5Ql 3) y del más impor-
tante y extenso de todos ellos: el manuscrito de la Des-
cripción de la Jerusalén Celestial, en escritura herodia-
na, parecido al Génesis Apócrifo, y asimismo en lengua
aramea (5Q15), particularidad que también lo vincula
al Génesis Apócrifo.
Otros tres manuscritos contienen textos en uno de
los cuales figuran Josué y diversos nombres de lugar,
en otró, dos citas de Malaquías (5Q9 y 5Ql0), y en un
tercero, que posiblemente perteneció a una obra litúr-
gica, diversas imprecaciones. 5Ql6-24 no son clasifica-
bles; sólo sabemos que 5Q24 es arameo, que los otros
son hebreos, y que corresponden al siglo I antes o des-
pués de Cristo.
Bibl.: R. DE VAUX, L'Archéologie et les manuscrits de la Mer
Morte, Londres 1961 (lámina XXVII; ilustración referente a la
situación y a la entrada de la cueva). J. T. MILIK, Discoveries in
the Judaean Desert, III, Oxford 1962, págs. 167-197.

IV. CUEVA N.º 11 (llQ). l. SITUACION. Se halla a


unos 2 km al norte de Hirbet Qumrán, y algo al sur de
la cueva 3, en la ladera oriental .de la región montañosa
de Judea. Se trata de una cueva de origen natural.

67 68
QUMRAN

2. DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIÓN. Los descubrido-


res de esta cueva fueron nuevamente los beduinos
ta-árnirah. Debido a que precisamente en febrero-marzo
del año 1956 se estaba realizando en Hirbet Qurnrán
la quinta campaña de excavaciones, la cueva en cuestión
pudo ser excavada por el Department of Antiquities
de Jordania, el Palestine Archaeological Museum y la
École Archéologique Franeaise de Jerusalén. Se deter-
minó que la cueva había sido habitada durante el cal-
colítico, el Hierro II y la época durante la cual Hirbet
Qumrán estuvo poblado por los grupos de carácter
religioso; Jo último se ha establecido gracias a la cerámi-
ca encontrada. Además, se halló una pequeña azada
de hierro, de forma muy extendida en el curso del pe-
ríodo romano, que posiblemente cabe identificar con
la que Josefo denomina á~1véxp1ov, la cual se entre-
gaba a los novicios de la secta de los esenios en ocasión
de su ingreso.
Esta cueva tiene un singular interés a causa de los
abundantes manuscritos en ella encontrados. No se
trata ya sólo de fragmentos, como en la cueva 4Q y
en otros lugares, sino incluso de manuscritos enteros,
lo mismo que en la cueva lQ. Los textos mayores y los
rollos completos habían sido sacados ya por los bedui-
nos y ofrecidos en venta. Su estado de conservación es
malo.

3. MANUSCRITOS DESCUBIERTOS. A partir de distin-


tos manuscritos se ha podido llegar a la constitución
de un solo manuscrito de Salmos, designado con las siglas
corrientes llQPss. El rollo alcanza unos cuatro metros
de longitud y contiene enteros o en parte 33 salmos,
entre ellos el 151, que era ya conocido a través de las
versiones de los LXX, Vetus Latina y siríaca. La escri-
tura es la hebrea cuadrada del período herodiano. Otros
cuatro fragmentos, que pueden vincularse al rollo,
contienen cuatro salmos; con lo que en total son 37 los
conservados. No siguen, empero, la ordenación ma-
sorética y se hallan ordenados como indicamos a
continuación: Sal 105,146,148,121-130,132,119,135,136,
118,145,139,137,138,93,141,133,l44,142, 143,149,150,140,
134,151. El rollo contiene además siete textos no canóni-
cos, entre ellos una prosificación de los salmos de David.
Sin contar el Salmo 151 hay también entre los textos
no canónicos dos salmos equivalentes a dos de los cinco
salmos siríacos no canónicos publicados por Wright
en 1887; su texto hebreo parece corresponder al que en
1930 reconstituyó Noth. El origen esenio de estos sal-
mos siríacos ha sido comprobado por Delcor y M.
Philonenko. El Salmo 151 fue ya publicado por J. A.
Sanders, a quien se debe la edición de todo el rollo.
De los dos temas sobre los que versa el salmo, la unción Punta de lanza o jabalina, reconstruida según la descripción
de David y su lucha con Goliat, sólo se ha conservado que aparece en el Rollo de la Guerra, hallado en la cueva
n.0 1 de Qumrán, (Foto Orient Press)
el primero; del segundo quedan únicamente indicios.
Entre los hallazgos figuran además algunos grandes
fragmentos en caracteres hebreos antiguos, pertenecien- y en un lenguaje anterior al del Génesis Apócrifo (1 Q);
tes a un manuscrito del Levítico, donde se conserva se trata del Targüm más antiguo conocido.
aproximadamente un 8 % del texto bíblico (llQLv); hay Cabe mencionar, finalmente, el descubrimiento de un
también un ejemplar en lengua aramea de la Descripción manuscrito del libro de Ezequiel, cuyo rollo, sin em-
de la Jerusalén Celestial, de- la que se han encontrado bargo, no fue posible abrir. Por los fragmentos des-
asimismo fragmentos en 1 Q y 5Q, y un Targüm igual- prendidos, Brownlee, que emprendió su publicación
mente arameo de Job (llQtgJob) en escritura herodiana pudo determinar que se trataba de un texto análogo

69 70
QUMRAN

a los de IQls" y l Qpl-Iab, y perteneciente al final del 16 al 19 de febrero se descubrió una cueva con escalera
período preherodiano o al principio del período hero- al norte (cueva 7);_ del 19 al 23 otra del mismo género al
diano. Como ocurre con IQls», el texto corresponde sudoeste de 7Q (cueva 8); del 22 al 24, otra, al norte
al masorético, lo mismo que todos los textos de Ezequiel de 8Q (cueva 9); finalmente, el 2 de marzo, otra al
descubiertos en Qumrán, según el informe de Milik. mismo lado (cueva 10).
Bibl.: R. DE VAUX, en RB (1956), págs. 573-574. K. G. KUHN, ARB, 60 (1953), págs. 557-558 y Iáms. 33-34a.
Bericht über neue Qumranfunde und über die Offnung der Kupferrollen, 2. ARQUEOLOGÍA. Estas varias cuevas, de distintos géne-
en ThLZ (1956), págs. 541-548. E. VoGT, Volumina Qumran lJQ, en
Bibl, 39 (1958), pág. 401. R. DE V AUX, Une hachette essénienne ?, ros, proporcionaron un abundante material arqueoló-
en VT, 9 (1959), págs. 399-407. K. G. KUHN, Zum heutigen Stand gico de la época romana. Baste señalar aquí los restos de
der Qumranforschung, en ThLZ (1960), págs. 649-650. R. DE VAUX, numerosas jarras desigualmente repartidas; había también
L'Archéologie et les manuscrits de la Mer Marte, Londres 1961.
J. A. SANDERS, The Scro/1 of Psalms ( llQPss) from Cave 11: A
algunas pocas en la cueva 2, y unas cuarenta en la cueva
Pre/iminary Report , en BASOR, 165 (febr. 1962), págs. 11-15. J. VAN 3. De la cueva 7 proviene una jarra donde está pintada
DER PLOEG, Le Targum de Job de la Grotte 11 de Qumrán (llQtgJob), dos veces en negro la palabra rwm'. Añádase a ello
en Mededelingen der Koninklijke Nederlandse Akademie van Wetens-
tres estuches de filacterias descubiertos en la cueva 8.
chapen, Afd. Letterkunde, Nieuwe Reeks-Deel, 25, Arnsterdam 1962,
págs. 545-557. W. H. BROWNLEE, The Scro/1 of Ezekiel from the 3. MANUSCRITOS. Los fragmentos manuscritos, casi
Eleventh Qumran Cave, en RQ, 13 (1963), págs. 11-28. J. A. SAN-
DERS, Ps. 151 in llQPss, en ZA W, 75 (1963), págs. 73-86. G. FoH-
todos en lamentable estado, fueron depositados en el
RER, 4QOrNab, 1 lQtgJob und die Hioblegende, en ZA W, 15 (1963), Palestine Archaeological Museum de Jerusalén (Jorda-
págs. 93-97. P. W. SKEHAN, The Apocryphal Psalm 151, en CBQ, nia). Desde 1952, D. Barthélemy y J. T. Milik, bajo
25, 4 (1963), págs. 407-409. J. CARMIGNAC, La forme poétique du
la dirección de G. Lankester Harding y .R. de Vaux,
Psaume 151 de la Grotte 11, en RQ, 15 (1963), págs. 371-378. W.
H. BROWNLEE, The 1/Q Counterpart to Psalm 151, 1-5, en RQ, 15 iniciaron los trabajos para descifrarlos; pero la prosecu-
(1963), págs. 379-387. A. S. VAN DER WOUDE, Das Hiobtargum ción de la empresa debía muy pronto venir a manos, en
Qumran Hoh/e XI, en VT, supl., 9 (1963), págs. 322-331; íd., De su mayor parte, del autor de estas líneas. En diciem-
Handschriften uit grot 11 van Ch. Qumran, Leiden 1963, págs. 33-37.
bre de 1952 se me confiaba la cueva 2; en octubre de
H. BARDTKE 1954, las cuevas 3 y 6; y en noviembre de 1957, las
7,8,9 y 10. J. T. Milik se había reservado la cueva 5 y debía
QUMRÁN, Cuevas pequeñas de (n.0 2. 3, 5, 6, 7, 8, 9 más tarde hacerse cargo de los rollos de cobre. El trabajo
y 10). 1. EL DESCUBRIMIENTO. Hacia la mitad del mes de (interrumpido durante los sucesos de 1956-1957, en el
febrero de 1952, los beduinos ta'ámirah, del desierto transcurso de los cuales los manuscritos, aunque a
de Judá, descubrieron fragmentos de manuscritos en una buen recaudo en -Ammán, sufrieron algún desperfecto)
cueva del acantilado que domina el mar Muerto, cerca ha podido terminarse. Su publicación definitiva se halla
de la cueva 1 de Qumrán, Estos fragmentos llegaron a en el volumen 111 de la colección Discoveríes in the
Jerusalén, donde se pudo, desde la primera quincena Judaean Desert. El inventario que hallará el lector a
de marzo, comprar una parte de los mismos. Para el continuación, corregirá los informes ya publicados.
resto habría que esperar el mes de agosto. Pero en Salvo indicación en contra, se trata de documentos
el ínterin, L'École Archéologique Francaise, las American semíticos. 1.
Schools of Oriental Research y el Palestine Archaeological Los textos de la cueva 2A están todo, escritos sobre
Museum, han explorado conjuntamente todo el acan- pellejo y muchos son bíblicos. Son los siguientes: un
tilado en una longitud de 8 km. La duración de la solo ejemplar del Génesis, tres del Éxodo (uno de los
exploración abarcaba del 10 al 29 de marzo; y el 12, cuales podría muy bien ser una simple selección de
gracias a algunos fragmentos todavía in situ, este primer textos), uno del Levítico, cuatro de los Números, tres del
depósito fue identificado (cueva 2). Se trata de una Deuteronomio, uno de Jeremías, un solo ejemplar de los
cavidad de difícil acceso, que domina una escarpada y Salmos, uno de Job, dos de Rut, uno del Eclesiástico, en
se abre en varias entradas sobrepuestas correspon- hebreo. Hay también dos ejemplares del Libro de los
dientes a dos pisos. Detrás del acceso superior, una Jubileos, en la misma lengua, varios apócrifos, entre
piedra movediza forma una mesa ante un muro que los cuales se halla la Descripción de la nueva Jerusalén,
separa dos salas de forma irregular. El día 14, nuevo y textos jurídicos y litúrgicos. Adviértase que la identi-
hallazgo más al norte, en una cueva en parte des- ficación de un fragmento de Jonás, que había sido
fondada por donde los beduinos ya habían pasado anunciada, no ha sido confirmada; y los papiros griegos
(cueva 3). Se efectuaron excavaciones del 14 al 25, y y los textos en escrituras extrañas (llamadas «cripto-
allí se tuvo el día 20 la sorpresa de exhumar los famosos gráficas») pertenecen al lote de Mutabba'át.
rollos de cobre>. Entre los manuscritos de la cueva 3 B - todos ellos
En el transcurso del verano prosiguieron los descu- sobre pellejo - hay en cambio muy pocos de ca-
brimientos. El 13 de septiembre, los beduinos vendieron rácter bíblico: un_ ejemplar de Ezequiel, uno del sal-
fragmentos que hallaron en una nueva cueva. El 27 es mo 2 y uno de las Lamentaciones. No se ha fijado la
identificada esta gruta en el acantilado que domina el identificación de un ejemplar del Génesis. Sólo hay un
Wádi Qumrán (cueva 6) por los arqueólogos que del 22 fragmento de un Comentario de Isaias. Entre los apó-
al 24 acababan de separar junto a la cueva 4 un nuevo crifos, un texto - menciona «el ángel de la Presencia»;
depósito descubierto por ellos mismos (cueva 5). otro parece referirse a un «ángel de paz»; un tercero
El terraplén margoso al sur de Hirbet Qumrán, es de carácter profético. Se han encontrado restos
donde se halla emplazada la cueva 5 fue explorado de un Himno de Alabanza y restos de la literatura
en 1955 durante el cuarto período de excavaciones. Del sectaria.

71 72
Petra. Capital del reino de los nabateos; actualmente no es más que un majestuoso conjunto de ruinas. Aqui vemos la tichada
de el-Deir, la más grandiosa de las tumbas rupestres, que destaca por la sobriedad de su ornamentación. (Foto ' ''lar)

Hirbet Qumrán, Las ruinas del monasterio de la comunidad, vistas desde Wádl Qumrán, corno aparecían en el momento
en que se descubrieron los manuscritos del mar Muerto (1947). Al fondo se recortan los montes de Moab. (Foto S. Bartina)

1
QUMRÁN

En cambio, el hallazgo más importante llevado a Puede colegirse que el interés de estos hallazgos es
cabo en la cueva 3 es el de los rollos de cobre. Aun antes extremadamente diverso. A veces, dada la insignifican-
de ser abiertos, operación dificultada por su oxidación, cia de los fragmentos, se reduce a un atestado de algunos
K. G. Kuhn pudo hacer públicos algunos extractos y textos. A pesar de todo, para los pasajes bíblicos, es
surgieron en todas partes hipótesis concernientes a la cierto que las varias recensiones conocidas gracias a
naturaleza del texto. A falta de un medio eficaz para el las «cuevas pequeñas» proporcionarán a los especialistas
tratamiento del material, los rollos hubieron de ser de la crítica muchos elementos útiles.
aserrados por H. Wright Baker en la Universidad de A Inventarios anteriores: RB, 60 (1953), págs. 553-555; 63 (1956),
Manchester, y las laminillas así obtenidas fueron de- pág. 54. BJnventarios anteriores: RB, 60 (1953), pág. 555; 63
(1956), págs. 54-55. Cfoventarios: RB, 63 (1956), págs. 55-56.
positadas en el Museo de 'Amman. Puestas una a con- VT, suppl., 4 (1957), pág. 22. DJnventario anterior: RB, 63 (1956),
tinuación de otra, formarían una plancha de 2,5 m de pág. 55. E Inventario anterior: RB, 63 (1956), págs. 572-573.
longitud. Se sabe ya que se trata de una lista de tesoros Bibl.: Descubrimientos: R. DE Vxux, L'e xploration de la région
enterrados entre Hebrón y el monte Garizim, y par- de Qumrán, en RB, 60 (1953), págs. 540-561. W. L. REED, The
ticularmente por los alrededores de Jerusalén. Unos Qumrtin Caves Expedit ion of March 1952, en BASOR, 135 (oct. 1954),
págs. 8-13. R. DE VAUX, en RB, 63 (1956), págs. 74 y 572-573.
sesenta escondrijos más o menos identificables ocultarían Trabajos de edición: J. STARCKY - J. T. MILIK, en CRAIB (1954),
cerca de 200 toneladas de oro, plata e incienso; _y un págs. 403-406. M. BA!LLET - J. T. MILIK, en RB, 63 (1956), págs.
ejemplar del documento con explicaciones más minu- 49-56. J. T. M!LIK, en VT, supl. 4 (1957), págs. 21-23.
Ediciones de textos: Edición completa: M. BAILLET, J. T. M1uK
ciosas habría sido igualmente escondido. Se cree, evi-
y R. DE VAUX, Les «Pet ites Grottes» de Qumrán (Discoveries in the
dentemente, que los tesoros en cuestión son imaginarios; Jédaean Desert, III), Oxford 1962. Ediciones parciales: Gruta 2:
pero esto no amengua el interés del texto, que sigue M. BAILLET, Fragments araméens de Qumrán 2. Description de la
siendo el más antiguo guía conocido, para la búsqueda Jérusalem nouve/le, en RB, 62 (1955), págs. 222-245 y lám. II-IIJ.
Gruta 3 (comentario de Isaías): R. DE V AUX, en RB, 60 (1953),
de los tesoros, y el testimonio más arcaico del he- págs. 555-556 y lárn. XXIV b. Gruta 6: M. BAILLET, Fragrnents du
breo vulgar postbíblico. Document de Damas. Qumrán, grotte 6, en RB, 63 (1956), págs.
Los manuscritos ya anunciados, provenientes de la 513-523 y Iárn. II.
Rollos de cobre: K. G. KUHN, Les rouleaux de cuivre de Qumrán,
cueva 5 c son los siguientes: Deuteronomio, 1 Reyes,
en RB, 61 (1954), págs. 193-205. H. WRIGHT BAKER, Notes on the
salmo 119, Lamentaciones, Documento de Damasco y Opening of the «Bronze» Scrolls from Qumrtin, en BJRL, 39 (1956-
Descripción de la Nueva Jerusalén. Añádase a ello, 1957), págs. 45-56 y lám. 1-4; Le Monde, 2 junio 1956, pág. 9. J. T.
lsaías, Amós, una filacteria y varios textos no bíblicos, M!LIK, The Copper Scrolls Jrom Cave III, Qumrtin, en BA, 19 (1956),
págs. 60-64. S. MOWINCKEL, The Copper Scroll - an Apocryphon?
entre los cuales se halla la Regla de la Comunidad. en JBL, 76 (1957), págs. 261-265. J. T. MILIK, Le rouleau de cuivre
En cuanto a la cueva 6D, se hallaron en ella gran can- de Qumrán (3QJ5). Traduction et commentaire topographique , en RB,
tidad de textos bíblicos. En pellejo: un ejemplar del 66 (1959), págs. 321-357; íd., Notes d'épigraphie et de topographie
Génesis, uno del Levítico y uno del Cantar de los Can- pa/estiniennes, en RB, t66 (1959), págs. 550-575.
M. BAILLET
tares; en papiro: una copia de los libros de los Reyes
y una de Daniel; también un apócrifo del Génesis (sin
QUMRÁN, Manuscritos de. Los manuscritos pro-
recortes, similar pero al de la cueva 1) y un apócrifo
cedentes de Qurnrán, la mayoría en estado fragmentario,
de Samuel-Reyes. Entre los textos proféticos, uno
se encontraron en once cuevas. Éstas, según su mag-
- anunciado como «texto poético» - vuelve sobre el
nitud, se dividieron en pequeñas y grandes cuevas. Las
tema alegórico de la viña; otro, anunciado como «lista
pequeñas son siete, que corresponden a los n.0 2,3,6,7,8,
genealógica de sacerdotes» es de carácter profético;
9 y 10; las grandes llevan los n.0 1,4,5 y 11.
un tercero es apocalíptico. Del Documento de Damasco
Cada manuscrito es clasificado con un número, co-
se conservan varios fragmentos, uno de los cuales
rrespondiente a la cueva en que fue hallado, el cual se
no era conocido en los. manuscritos de la Génízah
antepone a la letra Q = Qumrán (p. ej., l Q = cueva
de El Cairo. Añádase a ello restos de bendiciones, de
de Qumrán n. 0 1 ; 11 Q = cueva de Qurnrán n. 0 11, etc.)
un calendario (----* Calendario de Qumrán) y de una
composición hímnica; y también varios fragmentos en 1. MANUSCRITOS BÍBLICOS:
cursiva.
°La cueva 7 E sólo ha proporcionado fragmentos grie- lQl = Génesis
gos sobre papiro. Uno de ellos, no identificado, no se 1Q2 = Éxodo
1Q3 = Levítico y Números
conserva, pero su impronta nos ha quedado sobre
1Q4.5 = Deuteronomio
bloques de barro solidificado. Los textos bíblicos reco-
nocidos son un ejemplar del Éxodo y uno de la Carta 1Q6 = Jueces
1Q7 = 1 y 2 de Samuel
de Jeremías.
1 Qls» = I Rollo de Isaías
En la cueva 8 E, en cambio, sólo hay textos hebreos,
l Qls" = II Rollo de lsaías
casi todos bíblicos: una copia del Génesis y una de
los Salmos; una filacteria, una mézüzáh. y un fragmento 1 Q9 = Ezequiel
1 QpHab = Comentario de Habacuc
de himno.
Las dos últimas cuevas proporcionaron un botín muy 1Q14 = Comentario de Miqueas y Sofonías
escaso; de la 9 E sólo se conserva un fragmento insigni- lQl0.11 = Salmos
1Q12 = Salmo 44 ·
ficante de papiro en semítico (hebreo o arameo); y de
la cueva 10 ni siquiera un «manuscrito» propiamente 1Q15.16 = Salmos 57,68
dicho, sino un simple resto dé jarra con algunas letras, 2Ql = Génesis
anunciado como óstracon. 2Q2 = Éxodo

73 74

VI-5
QUMRAN

2Q3 = Levítico 1Q32 = Descripción de la Jerusalén Celestial (en


2Q4 = Números arameo)
2Q5 = Deuteronomio 1Q35 = Cantos de Alabanza (H6day6t)
2QRt = Rut 1 Q36-40 = Poemas hímnicos
2QJer = Jeremias
2QPs = Salmos 4Q = Lucha escatológica
2QJob = Job 4QMa = Fragmentos más antiguos del Rollo de la
2QEclo = Eclesiástico Guerra
4QMb = Texto var. del Rollo de la Guerra
3QEz = Ezequiel 4QMc = Relato bélico diferente del Rollo de la Guerra
3QPs = Salmo 2 4QMd = Texto var. del Rollo de la Guerra
3QLam = Lamentaciones 4QOrNab = Oración de Nabonid
3Qpls = Comentario de lsaías
5Ql2 = Texto análogo al Documento de Damasco
4QSAMa = Fragmentos de Samuel 5Q13 = Descripción de la Jerusalén Celestial.
4QXIId =Oseas
4QXIlg = de Oseas a Nahum Esta lista da una idea de la riqueza de manuscritos
4QXIIº = Oseas, Joel, Amós, Sofonías y Malaquías descubiertos en el antiguo centro de la comunidad ese-
4QXII1 = Jonás nia. En lo que se refiere, tanto a los libros canónicos
4QXII• = Zacarías cuanto a los escritos propios de la secta y obras apó-
4QNah = Comentario de Nahum crífas-» Enok, Libro hebreo de; Génesis Apócrifo; Guerra
de los híjos de la Luz contra los hijos de las Tinieblas;
5Q5 = Deuteronomio Jubileos, Libro de los; Leví, Testamento de; Patriarcas,
5QRe = Reyes Testamento de los Doce; Qumriin, Comunidad de; etc.
5QPs = Salmo 119
5QLam = Lamentaciones QUNEl'.flRAH, Hírbet el.- Lugar de Palestina, tam-
bién llamado Tell Eqlátiyah, situado a escasa distancia
6Q1 = Génesis del Tiberíades (-> Raqqat).
6Q3 = Levítico
6QCant = Cantar de los Cantares QUREIYAH, Hírbet el-, Según opimon bastante
admitida, sitio de Palestina identificable con -> Qartiin.
7Q2 = Éxodo
7QJer = Jeremias QUREIYÁT, Hirbet el-, Sitio de Palestina en que
se localiza la ciudad de Moab, llamada -> Qiryátáyim,
8Q1 = Génesis que correspondió a la tribu de Rubén.
8QPs = Salmos
QÜSÁYÁHÜ (et.?; Ktocícx; Vg. Casaia). Levita
llQLv = Levítico descendiente de Mérári, Aparece como cantor del Tem-
llQPs = Salmos plo en el catálogo de los servidores del mismo, pertene-
llQTgJob = Targum arameo de Job ciente a la organización litúrgica llevada a cabo durante
el reinado de David 1. En la genealogía de David recibe el
2. MANUSCRITOS EXTRABÍBLICOS: nombre de Qísi, lo cual, dada la relativa claridad de la
!QH = Himnos de Qumrán (Hodayot) etimología en este último caso, pudiera apuntar a una
lQM = Rollo de la Guerra (Mil/:zamah) corrección de Qüsáyáhü en Qisiyyáhü.
IQS = Manual de Disciplina 'lCr 15,17.
1 QSa = Regla de la Congregación Bibl.: NOTH, 1222, pág. 32, n. l.
1 QSb = Bendiciones M.GRAU
lQGenApoc = Génesis Apócrifo
1Q13 = Filacteria QUTEINAH, Hírbet. Nombre árabe de un lugar en
1Q17,18 = Libro de los Jubileos que, según gran número de palestinólogos, estuvo la
1Q19 = Fuente del libro de Enok población zabulonita de -> Qaftiit.
1 Q21 = Testamento de Leví
1Q22 = Palabra de Moisés QUWEIQIYEH, Hirbet el-, Lugar.moderno que la
1Q23-26 = Apócrifos desconocidos mayoría de investigadores Identifica con -> Biimot Bá'al,
1Q27 = Libro de los Secretos
1Q29-31 = Textos litúrgicos QUYUNGIQ, Tell. -> Nínive.

75 76
R
R. La erre es la vigésima letra en el alefato (i), la ')
decimoséptima del alfabeto griego (P, p), y también del 1 'í )
latino (R, r) y en el castellano la vigesimoprimera y la 13 14 15 16 17 18 19
decimoséptima de sus consonantes. La letra erre ha de
13. Caracteres cuadrados hebreos (siglo 1v o.c.),
considerarse como signo y como sonido. 14. Papiros de los siglos v-vnr o.e .. 15. Siríaco
l. LA «ERRE» COMO SIGNO. A partir del fenicio, la (500-800 n.c.). 16. Pentateuco samaritano (siglo
«erre» conserva una forma constante que aparece tam- xm n.c.), 17. Escritura rabínica riisi (siglo xm
bién en el griego arcaico y posterior, tanto si es mayús- n.c.). 18. Caracteres alemanes cursivos (siglo XIX).
cula como minúscula, habida cuenta, sin embargo, del 19. Caracteres árabes del Corán
sentido dextrógiro y levógiro de la escritura. En latín
aparece con un trazo añadido (R), para distinguirla de a) Confusión de letras. Así se comprende que en el
la P. En el hebreo reciente tiene abierto su saliente alfabeto fenicio sea posible la confusión de la r con
superior (i). el ': siime'ü, «oyeron» = sámerü, «guardaron» (2 Re
La evolución gráfica de la erre, desde sus formas más 22,13 = 2 Cr 34,21). Y, por otra parte, es muy frecuente
primitivas, puede presentarse de este modo: en la escritura cuadrada la confusión entre d y r (, y i):
«extraños» por «soberbios» izárim = zádim, Sal 54,5).
2. LA «ERRE» COMO SONIDO. La letra erre puede
ofrecer tres sonidos fundamentales distintos. El primero
2
es de fricativa gutural, como se pronuncia a veces en el
francés moderno. Esta modalidad es totalmente ajena
l. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- de las -Íenguas antiguas bíblicas.
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- Prescindiendo de este tipo de articulación, la erre
arrollo tamúdico posterior tiene todavía dos sonidos: uno suave y otro fuerte; el
primero es de ere, con una sola vibración de la lengua,
1 41 4 4 4 y el segundo de erre, con varias vibraciones.
Tanto en hebreo como, en general, en las lenguas
4 6 7 9 semiticas, tiene la modalidad suave de lingual sorda
4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírám, rey de
cuando está entre vocales y de lingual sonora en los
Biblos (siglo xm A.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000 otros casos, como al comienzo o al final de vocablo.
A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890- Algo parecido sucede en griego, en latín y en castellano.
875 A.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8 Ins- El sonido suave se representa con ere (r) sencilla:
cripción de Siloé (700 A.c.). 9. Letras talladas en María (Mapía). El fuerte con erre doble (rr), o bien con
sellos y piedras preciosas ere sencilla (r) a principio de vocablo (incluso en nom-
bres compuestos) y siempre que vaya después de b
9 9 <I con la que no forma sílaba, o de l, n o s. En general,
en griego, cuando la r es fuerte se representa con
10 11 12 espíritu áspero ('P, p, pp), que en latín a veces es. h
10. Papiros egipcios (500-300 A.c.). 11. Inscrip- (RH, rh).
ciones en monedas de época.macabea (150-40 A.c.). La r, como líquida que es, está fuertemente empa-
12. Primer siglo de la era actual y escritos de la rentada con la /; El egipcio carece de sonido ele, que
época de Bar Kókébá" 0-150 o.c.) suple por el erre. En la famosa estela del faraón Mer-
77 78
R

neptah (1235-1224 A.c.), actualmente expuesta en el


RA (var. ré ; egip. r', «resplandeciente»). Principal
Museo de Antigüedades de El Cairo, el nombre de
deidad cósmica egipcia. que, aparte de sus hipóstasis
Israel se escribe Israer,
con Hepri (dios escarabajo) y Atum, experimentó la
b) El «res» y las guturales. El res ofrece formas que, tendencia sincrética con otras divinidades: Atum-Ra,
en parte, siguen los módulos de las guturales. No se Ra-Harahte, etc., hasta el punto de que es lícito afirmar
dobla (cf. har[r], «monte»), ni siquiera con desdobla- que todos los dioses, cuyo culto gozó de vigor político,
miento virtual, y tiene muy raramente la reduplicación adoptaron un aspecto solar. En cambio, el éxito de Ra,
fuerte daguesada: (mrt) márrat, «amargura de»'; en igual sentido, fue relativamente tardío. Se creía que
cuando es final, prefiere vocalización a (wa-yiisar). navegaba por el firmamento en dos barcas - una diurna
Esta particularidad se ha de tener en cuenta en la y otra nocturna - al igual que el Sol y éste era según
construcción verbal, en la cual la erre se equipara en los momentos niño, hombre adulto (al mediodía, con
parte a las guturales radicales (l.ª, 2.ª y 3.ª). Así, el nombre de Ra) y anciano. Parece que se le adoró
p. ej., en las formas intensivas (pi'él, pu'al, hitpa'él) desde la remota antigüedad; su metrópolis fue Heliópo-
de los verbos de 2.ª erre, nunca se tiene reduplicación lis, al frente de cuya Enneada se hallaba, y los faraones
virtual: bárak ; pi'él, bérak (berek); pu'al, bárak, se trocaron paulatinamente en «hijos de Ra». En el
mundo de los muertos, tenia el cargo de juez y protector,
3. LA «ERRE» COMO VALOR NUMÉRICO. El res en
especialmente de los soberanos, y así llegó a ser con
hebreo, como numeral, equivale a i = 200. En griego,
Osiris, su complemento, un aspecto de la misma alma.
se tiene p' = 100 y ,p = 100.000. En latín carece de
valor numérico. Bibl.: J. VANDIER, La religíon égyptienne, París 1944. A. H.
1
Prov 14,10. GARDINER, Ancient Egyptian Onomastica, 2 vols., Londres 1947,
vid. índices. G. POSENER, Dictionnaire de la civilisation égyptienne,
Bibl.: E. P. Jcüox, Grammaire de l'hébreu biblique, 2.• ed., París 1959, págs. 247-248. J. PmENNE, Historia de la civilización
Roma 1947, págs. 16-17, § 5 n; pág. 64, § 23. del antiguo Egipto, 3 vols., Barcelona 1963 (trad. cast.), vid. indices.
S. BARTINA
J. VIDAL

El dios Ra en el mundo infernal. Dibujo procedente de la tumba de Amenofis II en el valle de los Reyes

79
80
RABBAT 'AMMóN
RA"AMSES. Grafía variante del nombre de la ciu-
dad egipcia llamada -+ Ra'mésés,

RA'AMYÁH (Nocuró [BJ; Vg. Raamias). Nombre


que en Neh 7,7 se da a-,. Re'eliiyiih.

RAB MÁG (bab. rab mugí; 'Pa!3aµáy; Vg. Rebmag).


Los LXX y la Vg. traducen como nombre personal el
título dado en el T. M. a -+ Nérégal Sar 'É~er1•
'Jer 39,3.13.

RAB SÁQEH. Transcripción en hebreo de la voz


asiria rab-saqü que significa «gran copero» (-+ Rabsaces).

RAB SÁR.i'S (bab. rab sa-resi, «gran eunuco», lit.


«el grande que está junto [al rey]; 'Pmpís, 'Pa!3crapEís;
Vg. Rabsaris). Título dado a un alto dignatario asirio,
que generalmente ha sido considerado como el jefe de
los eunucos, aunque a veces la palabra «eunuco» sig-
nifica en sentido lato un dignatario de la corte. Se da
este título a un oficial de Senaquerib1_ y a los personajes
babilonios Sar Sékím y a Nébüsazban 2• Los LXX y la
Vg. lo tomaron por nombre propio. Mapa con el emplazamiento de 'Ammiin, la bíblica
1 2 Re 18,17. 'Jer 39,3.13. Rabbat 'Ammón
Bibl.: E. F. WE!DNER, Hof- und Harems-Erliisse assyrischer
K6nige aus dem 2. Jahrtausend v. Chr., en Afo, 17 (1954-1955), pág. rapar media barba y «cortar las vestiduras por medio
257 y sigs.
hasta las posaderas»3• Declarada la guerra por David,
D. VIDAL su general Joab, derrota a los ammonitas apostados a la
puerta de la ciudad y a los sirios sus aliados que estaban
RABBÁH ('Pa!3!3á.S, fi 'Pa!3!3á; vs. Rabba, Rabbah). en medio del campo. Joab volvió a Jerusalén sin tomar
Nombre variante de la capital de los ammonitas, en la ciudad. Al año siguiente, David organizó una expedi-
diferentes pasajes bíblicos', cuyo otro nombre es -+ ción guerrera contra Rabbat 'Ammón, encomendando
Rabbat 'Ammiin o Rabbat Béné 'Ammón.
1
a Joab su dirección, así como el que facilitase la muerte
Jos 13,25; 2 Sm 11,l; 12,27.29; 1 Cr 20,1; Jer 49,3; Ez 25,5; del capitán hitita Urías, con cuya mujer David había
Am 1,14.
adulterado. Apretó el sitio Joab y tomó «la ciudad real»,
es decir, la capital, que en el versículo siguíente s es lla-
RABBAT 'AMMÓN (var. rabbáh, rabbat béné 'ammón;
mada «la ciudad de las aguas», refiriéndose probable-
•pa!3!3á, ev
Tij aKpa T&ív ví&ív 'Aµµwv; V g. Rabbat, Rab-
mente a un barrio de la capital, al de las fuentes de las
bat filiorum Ammon). Capital de Jordania que es llamada
en la Biblia frecuentemente Rabbat Béné "Ammón. En que se surtía la capital. Joab por deferencia al rey, le
pide que vaya él a conquistar la ciudad, el resto de la
Dt 3,11 se dice que en ella estaba una enorme cama
ciudad, la acrópolis. Hízolo David y se ciñó la corona
de hierro del rey 'Óg de Basán, lo cual parece significar
de Malkám, a saber, la corona del ídolo Milkóm, lla-
que era un botín de guerra traído a la capital después
mado Malkám ( «su Rey» o «el Rey»: -iim sería mima-
de haber vencido al rey de Basán. Quizá haga referencia
ción), que es el ídolo Molok. La corona pesaba un ta-
a alguno de los muchos monumentos megalíticos que
lento de oro, igual a 43 kilos, lo que indica que era
hay en las cercanías. Hasta hace poco aún había un
efectivamente la corona de la estatua del ídolo y no del
dolmen en pie en la ladera de una de las colinas de
rey. David se llevó «abundantísimo botín». A la gente
"Ammán. En el reparto de Transiordanía, Moisés dio
que había en ella la deportó y colocó en el aserrado de
a la tribu de Gad todo el país de Galaad y la «mitad del
piedras, en el afilado de hierros y de hachas de hierro y
país de los hijos de "Ammón hasta 'Áro'er que se
halla frente a Rabbat "Ammón», aunque parece que los puso (a trabajar) en los hornos de ladrillos. Lo mismo
hizo con las otras ciudades de los ammonitas 5•
la conquista no había llegado hasta Rabbat "Ammón-,
En 2 Sm 17,27 aparece Sobi, hijo de Náhás, apro-
Tampoco se deduce su conquista por los israelitas, de Jos
visionando a David y sus acompañantes cuando llega
12,1. Probablemente la conquista no llegó tan al Oriente.
a Mahánáyim, fugitivo de su rebelde hijo Absalón.
La Biblia se vuelve a ocupar de los ammonitas con
El florecimiento de los ammonitas se extiende desde
motivo del sitio de Yiibes de Galaad por el rey ammonita
el siglo XIII hasta el VIII A.c. En tiempo de Salomón,
NiiJ::¡iis que acepta la proposición de paz de los sitiados a
éste levantó al sur del monte de la Perdición - monte
condición de arrancarles el ojo derecho. Saúl movilizó
a las tribus y las derrotó al día siguiente 2• del Escándalo actual - lugares altos a diversos ídolos.
Entre estos ídolos estaba «Milkóm, abominación de
A la muerte del rey Náhás que había prestado algún los ammonitas» 5•
servicio a David, éste envió servidores para consolar
Amós, por el año 760 (?), profetiza contra Rabbat
a su hijo Hánün, pero desconfiando de ellos les hizo
'Ammón en estos términos: «Así dice Yahweh: "Por
81
RABBAT <AMMÓN

tres crímenes de los ammonitas y aun por cuatro, no desgracias'". Los ammonitas habían pagado tributo a
revocaré mi fallo. Por abrir en canal a las mujeres en- los asirios Tiglatpileser 111, Senaquerib, Asarhaddón y
cinta de Galaad, a fin de ensanchar sus propias fron- Asurbanipal. En tiempo de Ba'álís aún se extendieron
teras, pegaré fuego a los muros de Rabbat "Ammón por Galaad.
para que devore sus palacios entre el griterío de un día En el período helenístico Rabbat 'Amm6n continuó
de batalla, en medio de la tormenta de un día de hura- siendo habitada. Eso lo demuestran algunos restos ar-
cán. Y marchará su rey al destierro, y con él todos sus queológicos de esta época. Por Jo menos durante parte
príncipes", dice Yahweh»7• del siglo m A.c. dependió de los ptolomeos de Egipto.
Jeremías 8 profetiza contra los ammonitas y contra Uno de ellos, Ptolomeo Filadelfo (283-246) recons-
Rabbat <Ammon. Afirma que Milkóm - i.e. los ammo- truyó la ciudad y la dio su nombre «Filadelfia» (ciudad
nitas - ha heredado a Gad, lo cual indica que tenían «del amor fraterno»), nombre que no logró suplantar
aún fuerza de expansión por el principio del siglo VI al anterior aún utilizado en nuestros días. De manos
A.c. «He aquí que vienen días - continúa el profeta - de los ptolomeos pasó a los seleucidas después de la
en que haré oír contra Rabbat <Ammon el grito de conquista de la ciudad, tras largo asedio, por Antíoco
guerra, y se convertirá en devastada colina de ruinas y 111 ca. 218 A.c. En el siglo I A.c. fue ocupada por los
sus hijas [sus ciudades] serán incendiadas . . . ulula, nabateos durante cierto tiempo, aunque en el 63 A.C.
Hesbón, pues ha sido devastada <Ay. Clamad, hijas de Pompeyo la había agregado a la Decápolis. El año
Rabbat "Ammón, ceñíos de saco, plañid y corred acá y 31 A.c. Herodes el Grande la conquistó a los nabateos
allá por entre los muros, pues Milkóm partirá al cauti- para los romanos. Agregada a la provincia de Siria,
verio juntamente con sus sacerdotes y príncipes ... mas Trajano la separó para unirla a la provincia de Arabia.
después de esto haré volver a los desterrados amrnoni- Tras la conquista romana, la ciudad fue reedificada
tas, declara Yahweh.» en gran escala, desapareciendo en esta construcción gran
En 585 A.c. Ba'ális, rey de los ammonitas envía a parte de los restos de la ciudad anterior. En tiempo de
Ismael, hijo de Nétanyáh para matar a Godolías, el los bizantinos fue sede del obispado de Petra y Filadelfia
rey puesto por los babilonios sobre Judea", Parece dependiente de Bósráh,
que Rabbat 'Amm6n no fue destruida por Nabucodo- En 635 Yezid la sometió al dominio del Islam. Del
nosor cuando se dirigía a la conquista de Jerusalén y siglo vm hay en el recinto de la ciudadela un gran edi-
que los ammonitas se alegraron de la destrucción, ficio en ruinas edificado por los musulmanes con fines
lo que hace profetizar a Ezequiel contra ellos nuevas aún no claramente dilucidados. Quizá sea de los gassá-

Rabbat 'Amm6n. Teatro romano (centro de la foto) de la ciudad que recibió el nombre de Filadelfia en época
helenista. Panorámica desde la ciudadela. (Foto G. del Cerro, Archivo Termes)

83 84
RABSACES

nidas del siglo vr. En los siglos siguientes de la Edad procha a los fariseos su vanidad al desear ser llamados
Media, fue declinando y en el siglo xv era sólo un «rabbí»3 , cuando por el valor de maestro-dueño a nin-
montón de ruinas. En 1878 los turcos asentaron allí guno le conviene con propiedad el apelativo si no es
una colonia de circasianos y sólo después de la Prime- al Cristo Señor. «Rabboní» es forma intensiva con
ra Guerra Mundial empezó a crecer, dejó de ser pueblo, idéntico valor, si bien los dos únicos pasajes del NT
al convertirla en capital el emir "Abd Alláh. El creci- en que recurre+ connotan un especial acento de con-
miento ha sido aparatoso después de la Segunda Guerra fianza y efusión.
Mundial y sobre todo desde la llegada de miles de refu- Muchos textos evangélicos dan con el 6t6áo-Kcx71os
giados árabes palestinos. Hoy es ya una gran ciudad (cmaestro») la versión griega de un «rabbi» original.",
de más de 200 000 habitantes. 1Mt 26,25.49; Me 9,5; 11,21; 14,45; Jn 1,49; 3,2.26; 4,31; 6,25;

Las excavaciones del «Departamento de Antigüeda- 9,2; 11,8. 'Jn 1,38. 3Mt 23,7-8. 'Me 10,51; Jn 20,16. 'Ci'. Me
des» y, las de G. Guidi y Bartinocci de 1927 y 1929, 4,38; 9,17.38; 10,17.20.35; 12,14.19, etc.
demuestran que este lugar fue habitado desde el paleo- Bibl.: E. LOHSE, pal3i3í, pcri3!3cvví, en Th W, VI, págs. 962-966,
lítico. Del neolítico o calcolítico son los dólmenes. La con amplia información sobre las expresiones rabínicas.
ciudad bíblica, por lo menos lo más importante de e.GANCHO
ella, ocupaba la colina que ahora está ocupada por la
ciudadela o Gebel el-Qal'at, aunque casi todo fo que se RABBÍT (cmultitud»; 'Pcx[,[,wS [A], Llcx[,e1pwv [B],
conserva allí es del período romano o posterior, por- llcx[,e1pwS [minusc.]; V g. Rabboth; V. L. Debirath).
que los romanos al reconstruir la ciudad hicieron des- Localidad de la tribu de Isacar, que el contexto permi-
aparecer los restos anteriores. Se han descubierto, en tiría situar cerca del Tabor". La lectura dada por los
esa zona, cerámica del Bronce Medio (siglos xvn-xvr) y LXX (B) y algún códice minúsculo y la V. L., hace que
restos de cerámica del Bronce Antiguo y algunas tumbas algunos autores la identifiquen con ---+ Dábérat. Conder
del Bronce y Hierro. También se han encontrado prue- propuso Hirbet Rábín, no lejos de Raba.
bas de haber sido ocupada en tiempo de los hicsos. 1 Jos 19,20.
En un cementerio cercano se han encontrado más de
Bibf.: CONDER - KITCHENER, Il, págs. 227-228. ÁBEL, II, pág.
150 objetos de cerámica del Hierro II (800 A.c.) 425. SIMONS, § 330(7¡.
De la época romana, los restos más impresionantes
son el magnífico teatro construido en tiempo de los RABÍNICAS, Biblias. ---+ Biblia, Ediciones hebraicas
antoninos, capaz para 6000 personas sentadas, unas príncipes y más importantes de ]a.
columnas, aún de pie, de una plaza que daba al Odeón
- teatro más pequeño y cubierto - y el Ninfeo del RABIYYAH, Hírbet e]-. Sitio moderno de la ciudad
cual queda un paño de pared. Del enlosado de la ciudad bíblica llamada ---+ , Áriib.
de vez en cuando aparece alguna lastra.
Estas ruinas están fuera de la ciudadela, que es donde RABDOMANCIA (pcx[,6oµcxVTeícx). Una de las for-
se concentran más restos humanos, bizantinos y árabes. mas de adivinización que usaban los griegos era la
Restos romanos son la muralla y el templo de Hércules. consulta por medio de bastones (pá[,601) en los que
En el ángulo noroeste hay aún restos de la muralla de se grababa el «sí» y el «no», mezclándose después y
la época del Hierro. sacando a suertes como si se tratase de dados.
1Jos 13,25. 21 Sm cap. 11. 82 Sm 10,4. 42 Sm 12,27. '2 Sm En la Biblia hay dos pasajes en los que parece tra-
12,30-31. 02Re 23,13. 7Aro 1,13-15. 'Jer 49,1-6. 'Jer 40,14. tarse de una consulta a la divinidad por este medio:
10Cf. Ez 21,18-23.28-30.
una vez ordenada por Dios mismo para confirmar la
Bibl.: Además de la citada en --+ Ammonitas véase: POLIBIO, elección de Aarón con el florecimiento de la vara
Hist., 5,7,4 ('Pai3i3aTaµav;:x). K. GALLINO, en BRl, págs. 432-435. (matteh) en que iba escrito su nombre1• En el segundo
ABEL, II, pág. 224 y sigs. N. GLUECK, The River Jordan, Filadelfia
1946, pág. 89 (teatro romano), 93, 115 y sigs. PRESS, IV, págs. pasaje, la consulta viene condenada como idolátrica
851-853. M. AvI-YONAH, Geografiyyáñ historit sel Éres Israel, Je- por el profeta Oseas: «Mi pueblo pregunta al leño
rusalén 1951, págs. 30, 40, 46. G. L. HARDING, The Antiquities of (<e~) y la vara (maqqéh le responde ... »2 ; el leño de
Jordan, Londres 1960, págs. 61-70. F. S. MAAYEH, Communication
sur les fouilles du Service des Antiquités du Royaume Hachémite de
primer hemistiquio es ciertamente una -> 'iíseriih, por
Jordanie (années 1958-1959), en RB, 67 (1960), págs. 226 y sigs.; ello no todos los exegetas interpretan · 1a vara como
íd., Recen/ Archaeological D iscoveries in Jarcian, en ADAJ, 4-5 (1960), bastón sino como expresión paralela del árbol cúltico.
pág. 114 y sigs. Si no propiamente adivinación, sí que hay una cierta
A. DÍEZ MACHO magia en las varas descortezadas de Jacob para lograr
un lote mejorado del rebaño", y hay poderes taumatúr-
RABBAT BENE 'AMMON. ---+ Rabbat 'Ammon. gicos en el cayado de Moisés 4 y de los profetas 5•
1Nm 17,17. 20s 4,12. 'Gn 30,37-42. 'Éx cap. 4. '2 Re 4,29.
RABBÍ, RABBONÍ (pcx[,[,[e]i, pcx[,[,ovv[e]í). Son tér-
minos hebreos que en el NT y en el rabinismo equivalen Bibl.: c. SCHNEIDER, pai36os ... , en ThW, VI, págs. 966-972.
a un título de respeto con que los súbditos honran a e.GANCHO
sus señores y especialmente los discípulos a sus maestros 1.
Derivan del adjetivo rab(biin), «maestro», y éste a su RABSACES (heb. rab-sáqéh: as. rob-saqü; 'Pcx[,-
vez del verbo rábab, «ser grande». o-áKT]S; Vg, Rabsaces). No es un nombre propio como
El cuarto evangelio explica el término: «Rabbí que se había admitido hasta hace poco, ni un compuesto
traducido significa maestro (6t6áo-Kcx71e)»2 • Jesús re- hebreo, sino la transcripción en hebreo de la voz asiria

85 86
RABSACES

rab-saqú que significa «gran copero». Aparece varias correspondiente del Génesis, en la que Na'iímiín ocupa
veces, entre ellas, en la delegación que Senaquerib envió su lugar",
a Ezequías. 1 l Cr 8,2. 2Gn 46,21.
2 Re 18,17.26; Is 36,2. Bibl.: NOTH, 1271, págs. 22, 179.
R. SÁNCHEZ
RABÜD, Hirbet, Lugar palestino que Galling con-
sidera identificable con - Débír (§ 3). RÁFÁ', Ha- (var. há-ráfáh; 'Pcoó ; Vg. Rapha, Ara-
pha). - Réfá'lm (§ 1).
RACA (aram. réqá"; p=á, paxá [cód. de Beza]; Vg.
raca). Transcripción de la palabra aramea réqá" que apa- RAFAEL (heb. réfá'él, «Dios ha curado»; 'Pacpm']71;
rece una sola vez en el NT con evidente sentido de in- Vg. Raphaél). Uno de los siete ángeles que presentan las
sulto, aunque el contenido concreto de la injuria verbal no oraciones de los justos y que están presentes ante Dios1•
conste con la misma evidencia. Literalmente - igual Con el nombre simbólico de Azarías, acompañó a
que el heb. réq - significa «vacío», «huero», «de ca- Tobías, hijo de Tobit, en su viaje a Rages2 • Gracias
beza hueca». a su poder, libró a Tobías de un gran pez cuando se
Evidentemente, en tal sentido de «[imbécil!» no pa- bañaba en el río Tigris3 ; salvó al joven y a Sara de
rece guardar proporción la injuria con el castigo de las asechanzas del diablo Asmodeo, por lo que pudie-
«reo ante el - sanedrín». ron contraer matrimonio; y finalmente, tal como indica
Mientras unos ponen gradación entre: irritarse-raca- la etimología de su nombre, curó a Tobit, ·padre de
µwpÉ y equivalente entre reo de juicio - reo ante el Tobías, de la ceguera 4•
sanedrín -, reo de la gehenna del fuego, otros co- 1 Tob 12,15; cf. 5,4. 25,13. 6,1-3.
3 '11,7.11-14.
mentaristas no ven en la enumeración sino un procedi- Bibl.: A. CLAMER, Tobie, en La Sainte Bible, IV, París 1952,
miento literario de acumulación con el que Jesús ha loe. cit.
condenado, no sólo el homicidio, sino todo sentido y M.GRAU
palabra injuriosos para el hermano. Y esto parece lo
más probable habida cuenta del contexto y de la forma RÁFÁH («Él [Dios] ha curado»; 'Pcccto ; Vg. Rapha).
popular de enseñanza (- Necio). Descendiente de Saúl y Jonatán, hijo de Bin'a' y padre
Mt 5,21-22.
de 'El'asah 1. En otro pasaje del AT recibe el nombre de
Réfáyáh".
Bibl.: Además de los comentarios a Mt, véase: STRACK-BILLER-
BECK, I, págs. 276-279. E. C. COLWELL, Has 'P<XKá a Para/le/ in
1 1 Cr 8,37. '1 Cr 9,43.
the Papyri ?, en JBL, 53 (1934), págs. 351-354. J. JEREMIAS, paKá, Bibl.: NoTH, 1271, págs. 22, 179.
en Th W, VI, págs. 973-976.
C. WAU RAFAÍA. Castellanización del nombre latino de los
personajes llamados - Refiiyiih en el T. M.
RACIONAL (Vg. rationale). Nombre que la Vg, da
al - pectoral del sumo sacerdote, traduciendo así el RAFAÍN ('Pacpatv [A]; Vg. Raphaim). Padre de Ge-
hebreo 1:zosen ha-mispát, «bolsa de juicio» (LXX 71oyeiov deón e hijo de 'ÁJ:.ü tüb, uno de los antepasados de Judit1.
TÍÍS Kpíaews). 1Jdt 8,1.
Cf. Éx 28,30; 29,5.
RAFIDIM. Estación de los israelitas durante el
RACIONALISMO Y BIBLIA. --* Crítica bíblica, Éxodo. - Réfidím.
Vida de Jesús, Milagros y Profecías.
RAFÓN ('Pacpwv; Vg. Raphon). Localidad de
RACHEL. Hija de Lábán, hermana de Lía, esposa Transjordania, al este de Genesaret, posiblemente no
de Jacob y madre de José y Benjamín. Así se escribe el lejos de Qarnáyim. Junto a ella acamparon las fuerzas
nombre en latín, que ha pasado al castelJano, del origi- de Timoteo, siendo derrotado por Judas Macabeo'.
nal hebreo rabel, bajo la forma más admitida corrien- El torrente mencionado en el texto parece ser Nahr
temente de - Raquel. el-Ahreir, y la ciudad, la moderna el-Ráfah. Plinio la
identifica erróneamente con la Rafana de la Decápolis.
RADDAY (et.?; Za66at, Za[36aí [B], 'Pa66aí [A]; Josefo habla también de Arfa. Se han encontrado ins-
Vg. Raddai). Quinto hijo de lsaí y, por consiguiente, cripciones griegas entre las ruinas.
uno de los hermanos de David. Únicamente se cita en 1 l Mac 5,37.
una sola ocasión en la SE, en las genealogías de los
Bibl.: PUNJO, Hist. Nat., 5, 18. F. JosEFO, Bel. !ud., 3, 3,5.
descendientes de Judá1. ÁBEL, 11, pág. 432. SlMONS, § J 225.
11 Cr 2,14. M. MÍNGUEZ

Bibl.: Norn, 1246, pág. 39.


RÁFÜ' («[Dios ha] sanado»; 'Pacpoú; Vg. Raphu).
RÁFÁ' («Él [Dios] ha curado»; 'Pacpá [B], 'Pacpfi [AJ; Hombre de la tribu de Benjamín y padre de Palti, ex-
Vg. Rapha). Quinto hijo de Benjamín según la lista plorador de la tierra de Canaán 1•
genealógica de los benjaminitas en el libro de las Cró- 1Nm 13,10.
nicas'; no se le menciona, en cambio, en la genealogía Bibl.: NOTH, 1272, pág. 179.

87 88
RAGÜEL

RAGAU (cf. heb. re'ü; 'Po:yo:v; Vg, Ragau). En la v milenio A.C. hasta el siglo XIV o.e, Tuvo un papel
genealogía de san Lucas1 aparece con esta grafía variante destacado en las guerras de Media y de Alejandro Magno
el nombre del patriarca que el T.M. denomina ->- Ré-ü. y sus sucesores, sufrió terremotos y las invasiones de
1Lc 3,35.
los partos, árabes, afganos y mogoles.
1Tob 1,14; 4,1.20; 5,5; 9,2.
RAGAU ('Po:yo:v; Vg. Ragau). Región de Media, Bibl.: ESTRABÓN, Geogr., 11,9,1; 13,6. PTOLOMEO, Geogr., 6,5,4.
Yasna, 19,18. Vendidád, 1,15. A. T. ÜLMSTEAD, History of the Per-
cuya ciudad principal era ->- Rages. Solamente se men-
sian Empire, Chicago 1948, págs. 30, 111, 114, 115.
ciona en el libro de Judit, en ocasión de la batalla que D. VIDAL
trabó Nabucodonosor contra el rey medo Arfaxad, quien
murió en los montes de Ragau 1• RAGÜEL (et. cf. heb. re'ü'el; 'Po:yov'JÍA; Vg. Raguel).
1Jdt 1,5 (Vg. 1,6). Israelita de la tribu de Neftalí, esposo de Edna, padre
Bibl.: SIMONS, §§ 1596, 1619. de Sara y pariente de Tobit, el cual, a pesar de ignorar
G. SARRÓ su parentesco con Tobías, ofreció hospitalidad a éste y
a su compañero Rafael, a su paso por Ecbatana, cuando
RAGES (pr. antiguo rágá; 'Póyct, 'Páymo:, 'Po:yo:í; se dirigían a· Rages para cobrar una deuda de Gabael,
Vg, Rages). Importante ciudad del imperio persa, si- amigo del padre del joven. Tobías, aconsejado por Ra-
tuada al nordeste de Media, notable no sólo por su fael, pidió a Ragüel por esposa a su hija Sara por ser
estratégica situación, sino por sus defensas casi inex- el pariente más próximo, en lo que consintió el padre,
pugnables. En ella habitaban numerosos judíos desde aunque temiendo por la suerte de su futuro yerno. dado
la deportación de Tiglatpileser 1111. San Jerónimo la los trágicos desenlaces que habían tenido los siete mari-
confunde en su traducción con Ecbatana. Se halla a dos anteriores.
unos 9 km al sudeste de Teherán y suele identificarse Tob 7,1-8.9-13.
con las grandes ruinas de Ray, situadas al pie de la cor- Bibl.: A. CLAMER, Tobie, en La Sainte Bib/e, IV, París 1952,
dillera de Elburz. Fue uno de los centros más antiguos loe. cit.
y principales de la civilización iránica y existió desde el M. MÍNGUEZ

Llanura de Jericó - vista desde la cima del monte de la Cuarentena - que fue explorada por· los espías de
Josué, a quienes Ráháb escondió y facilitó la huida. (Foto P. Termes)

89 90
RAHAB

RAHAB (cf. heb. ráháb ; 'Paxá~; Vg. Rahaby. San por quien fue aplastado antes dela creación del mundo1.
Mateo en la genealogía de Jesucristo cita a Rahab En algunos pasajes se toma como símbolo y personifi-
como esposa de Salmón y madre de Booz1. ¿Se trata cación de Egipto",
de la mujer de Jericó, contemporánea de Josué? Así lo 'Is 51,9; Job 7,12; 9,13; 26,12; Sal 89,11. •Is 30,7; Sal 87,4.
creyeron los Santos Padres y exegetas posteriores. Pero
modernamente algún autor sugiere que se trata de otra J. VIDAL
Rahab, ya que entre Josué y Salmón hay que enumerar
forzosamente varias generaciones. Además en la versión RÁI:IAM («[Dios} se compadeció»; sudar, rahim,
griega de la mujer de Jericó, tanto en el AT como en rahmah, etc.; ár. rahimv=; 'Póuss ; Vg. Raham). Des-
el NT, se transcribe por 'Paá~; en cambio, en san cendiente de Hesrón, Hijo de Séma" y padre de --,.
Mateo aparece con la variante 'Paxá~, lo cual podría Yorqe'am1.
ser indicio de la existencia de una Rahab distinta. 1 1 Cr 2,44.
1 Mt 1,5. Bibl.: NOTH, 1255, pág. 187. G. RYCKMANS, Les noms propres
Bibl.: M. HETZENAUER, De Genealogia Iesu Christi, Roma 1923• sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 199. ·
J. ÜBERNHUMER, Die menschliche Abstammung Jesu, en ThPQ, 91 D. VIDAL
(1938), págs. 524-527.
J. VIDAL RÁl;IEL. Nombre hebreo de la mujer de Jacob,
cuya forma castellana es --,. Raquel.
RÁl;IAB («amplia», «ancha»; 'Paá~; Vg. Rahab).
Nombre de una cortesana cananea que habitaba en RAHUEL. Así escribe la Vg. el onomástico he-
Jericó; su casa estaba situada en las murallas de la ciu- breo Ré'ü'él, pero en el texto griego se convirtió en
dad, circunstancia cuya posibilidad han probado las --,. Ragüel.
recientes excavaciones en dicha población.
En el momento en que los israelitas estaban acampa- RÁKÁL («comercio»; 6 KápµT]Aos; Vg. Racha!).
dos en Sitttm, preparándose para la conquista de Ca- Ciudad del sur de Judá, a la que David envió parte del
naán, Josué destacó a dos hombres a Jericó. Los explo- botín arrebatado a los amalecitas1. Se ha identificado
radores se alojaron en casa de Ráháb, Enterado el rey con Carmelo (§ 2) basándose en la grafía griega de los
de la llegada de unos espías, mandó prenderlos, pero LXX.
Ráháb los ocultó bajo unos haces de lino en la terraza 11 Sm 30,29.
y dijo a los enviados del monarca que, llegada la noche, Bibl.: ÁBEL, II, pág. 425. SIMONS, § 726.
habían huido y les dio una pista falsa. Mientras los C. COTS
buscaban por los alrededores del Jordán, Ráháb, des-
pués de haberles hecho prometer que, cuando la ciudad RÁM («alto»; Vg. Ram). Nombre de tres persona-
fuese tomada, respetarían su vida y la de sus familiares, jes del AT:
descolgó a los hombres con una cuerda por una ventana
de las murallas y se escondieron en el monte, reunién- l. (' Apáµ, 'Appáv). Hombre de la estirpe de Judá
dose al cabo de tres días con los israelitas1. Una vez por la línea de Péres, hijo de Hesrón, padre de "Ammi-
cruzado el Jordán, Josué atacó en primer lugar a Jericó, nádáb, y uno de los ascendientes directos de David,
una de las ciudades mejor fortificadas de Canaán, im- mencionado como hermano de Yérahmé'él-, En las
portante punto, por lo tanto, para la conquista de la genealogías de Jesucristo de Mateo" y Lucas3, el mismo
región. Después de varias estratagemas (que la oscuri- personaje se consigna con las variantes 'Apáµ y 'Apví,
dad del texto no aclara), y seguramente de duros com- respectivamente.
bates - en Jos 24,11 el mismo Josué dice que «las 2. ('Páµ). Judaíta, hijo primogénito de Yérahmé'él
gentes de Jericó combatieron contra vosotros» -, con y padre de Má'as, Yámin y 'Eqer•.
el auxilio de Yahweh tomaron la ciudad y la condena-
ron al anatema: pasaron a cuchillo a todo ser viviente 3. ('Páµ, 'Páµa). Ascendiente de Barak'él, el buzita,
y la arrasaron. Únicamente se libraron de la muerte padre de 'Elihü', uno de los amigos de Job 5•
Ráháb y sus familiares, que, según la promesa hecha, 1Rut 4,19; l Cr 2,9. 'Mt 1,3-4. 'Le 3,33. 'l Cr 2,25-27.
fueron admitidos en el campo israelita 2• 'Job 32,2.
El NT presenta a Ráháb como ejemplo de fe en la Bibl.: Nora, 1259, pág. 145.
epístola a los Hebreos" y, en la carta de Santiago', se D. VIDAL
dice que fue justificada por la buena obra hecha a los
enviados de Josué. RA'MÁ'. Nombre hebreo variante de --,. Ra'máh,
1
Jos 2,1-24. 'Jos 6,17-25. 'Heb 11,31. •sant 2,25.
Bibl.: H. WINDISH, Zur Rahab-Geschichte, en ZAW, 37 (1917), RÁMÁH («lugar elevado»; casi siempre precedido
págs. 188-198. H. WIESMAN, Jsraels Einzug in Kanaan, en Bibl, 11 del artículo, há-rámálú, Nombre de cinco ciudades
(1930), págs. 216-230. F. M. ABEL, Les stratagémes dans le livre de Israel.
de Josué, en RB, 56 (1949•, págs. 321-339.
R. SÁNCHEZ l. (LXX 'Paµá, pero en Neh 7,30 'Apaµá; Vg.
Rama). Ciudad de Benjamin1, citada en muchos lu-
RÁl;IAB ('Paá~, KfíTos; Vg. Rahab, Superbia). Nom- gares del AT. No lejos de-ella juzgaba Débora, la pro-
bre de un monstruo o dragón mitológico, que el AT fetisa, a los hijos de Israel'. Situada al norte de las
describe como símbolo del mal y enemigo de Yahweh, ciudades de Jerusalén y de Gabaa 3, junto al camino
91 92
RAMAH

que conduce a ellas, estuvo muy cerca de la línea fron-


teriza entre Judá e Israel; fue ocupada y fortificada por
Baasa, rey de Israel, pero recuperada por Asa, rey de
Judá 4• En ella, Nébüzar'ádán, jefe de la guardia real
caldea; reunió después de la destrucción del Templo
y ciudad de Jerusalén, a los judíos que iba a llevar
cautivos a Babilonia; y allí libró de sus cadenas a Jere-
mías 5• Encontrándose allí el sepulcro de Raquel, la
triste suerte de sus compatriotas hizo prorrumpir al
santo profeta las famosas palabras: «Óyese una voz en
Rámáh» (Vg. in excelso), que después se citan en el
evangelio de san Mateo (áv 'Paµó:)6 • Después del
Destierro regresaron con Zorobabel seiscientos veintiún
individuos de Rámáh y su vecina Gabaa", y fue habitada
de nuevo 8• Es la actual el-Rám, como todos admiten,
graciosa villa de unos 300 habitantes, a la derecha de
la carretera de Jerusalén a Rám Alláh, sobre una altura
de 792 m, distante 8 km de la ciudad santa.
+Jos 18,25. 'Jue 4,5. 'Jue 19,13; Is 10,29. '1 Re 15, 17-22;
2 Cr 16,1-6. 'Jer 40,1 y sigs. 'Jer 31,15; Mt 2,18. 7Esd 2,26;
Neh 7,30. 8Neh 11,33.
Bíbl.: ÜUÉRIN, J, págs. 199-204. CONDER - KITCHENER, III, pág.
13. ÁBEL, II, pág. 427.

2. ('Paµéx; Vg. Horma). Población situada en el lí-


mite de la tribu de Aser1. No debía de estar lejos de
Tiro, pero no ha sido identificada, a pesar de que han
sido propuestos varios puntos. Algunos autores, Alt
entre ellos, querrían fuese ia misma que Rámáh de
Neftalí; pero no parece que se puedan confundir.
1Jos 19,29. Mapa con la situación de Rámáh (§ 1), ciudad de la tribu
Bibl.: ÜUÉRIN, 11, págs. 125-126. w. M. THOMSON, The Land de Benjamín
and the Book, Londres 1887, pág. 288. R. DussAUD, Topographie
historique de la Syrie antique et médiévale, París 1927, pág. 11. A.
ALT, en PJ, 23 (1927), pág. 46; 24 (1928), pág. 56. M. NoTH, Das aparecieron restos de una instalación judía del siglo
Buen Josua, Tubinga 1938, pág. 91.
III D.C.
3. ('Apar¡A [B], 'Paµéx [AJ; Vg. Arama). Ciudad 1Jos 19,36.

fortificada de la tribu de Neftall', la actual el-Rá- Bibl.: ÜUÉRIN, 1, pág. 454. J. BEN ZEVI, en JPOS, 13 (1933),
mah, en la alta Galilea, al sur del monte Heider págs. 94-96. ABEL, n, pág. 427;
(1047 m), a 12 km al oeste-sudoeste de Safed. Situada
4. Rámáh en la montaña de Efraím, patria del profeta
en la carretera de Acre a Safed, y arrancando de ella
Samuel ', En muchos lugares2 aparece en hebreo con la
otra que se dirige hacia el noroeste, es una de las villas
desinencia locativa de dirección y con el artículo ha-
más importantes de esta región, habitada por unos
Rámátáh, que ha sido la causa de que en la Vg. sea
2000 árabes, la mayor parte cristianos y drusos. En ella
constantemente designada esta localidad con el nombre
de Ramatha. Sin embargo, en 1 Sm 1,1 se la llama
Mapa con la situación de Rámátáyim, identificada con Ramathaim (heb. há-rámátáyim), aludiendo a las dos
Rárnáh (§ 4) alturas del lugar. En los LXX, no sólo en este versículo,
sino siempre en el primer libro de Samuel (excepto en
1 Sm 19,19.22-23 a y b; 20,1, en que se le llarná 'Pcuó)
aparece con la forma 'Apµa.Saíµ (' Apµa.Saíµ en 1 Sm
15,34; 16,13 y 28,3).
En Rámáh tenía Samuel su casa, donde juzgaba a
Israel, después de su circuito anual por Betel, Galga]
y Mispáh, y allí edificó un altar a Yahweh 1. Al extremo
de la montaña de Efraím, en la tierra de Süf', se llegó
Saúl, buscando las asnas de su padre; tuvo la entrevista
con Samuel en la ciudad y en el lugar alto de sacrificio,
y fue ungido por él primer rey de Israel 4• Cuando más
tarde Saúl perseguía a David, éste se refugió junto a
Samuel, que se lo llevó con él a Náyót, que está en
Rámáh 5• Al morir Samuel, fue enterrado en su pro-
piedad de Ramah •.

93 94
RAMAH
- - -.:·n

Panorámica de Rentls, en el extremo occidental de la montaña de Efraím, identificada con la Rámáh (§ 4),
que fue la patria de Samuel

Durante el caudillaje de Jonatán Macabeo, Rámáh Bibl.: L. HEIDET, en DB, V, eols. 944-951. W. F. ALBRIGHT, en
AASOR, 4 (1922-1923), págs. 112-123; 128. s. DALMAN, en PJ,
- llamada en el libro primero de los Macabeos' Ra-
21 (1925), págs. 72-73. H. W!ENER, en JPOS, 7 (1927), págs. 109-
mathen ('Paµ.Séµ = al hebreo Rámátáyim) - fue agre- 111. A. ALT, en PJ, 25 (1929), pág. 28. ABEL, II, págs. 428-429.
gada a Judea, separándola de Samaría (ca. 145 A.c.).
5. (Heb. rá'mat négeb; Baµe.S KaTá 71í¡3a [B], 'laµe.S
Ella es la Arimatea ('Aptµa.Saía) evangélica, patria
KaTá 71í¡3a [A]; Vg. Ramath contra australem plagam).
de José 8•
Recibe este nombre en Jos 19,8 la aldea de la tribu
La identificación de la ciudad de Samuel ha sido
de Simeón. Debe ser la misma localidad que Rámót
laboriosa, habiéndose propuesto multitud de lugares.
Négeb de 1 Sm 30,27. Desconocida.
Albright defendió con tesón la moderna Rám Alláh, a
16 km al norte de Jerusalén; Wierner, Beit Rima, a 30 km Bibl.: ÁBEL, II, pág. 43 ¡
al noroeste de la Ciudad Santa: tampoco estas opinio- 6. Rárnáh (heb. há-rámáh; 'Peµµw.S ; Vg. Ramoth).
nes han resistido al tiempo y a los ataques de que han Citada en 2 Re 8,29 y 2 Cr 22,6. Es la misma ciudad
sido objeto. Hoy se puede ya tener como indudable llamada generalmente -+ Rámñt de Galaad.
sea la localidad de Rentís, de unos 1500 habitantes,
J. CAUBET
situada a 14 km al noroeste de Lydda en el extremo
occidental de la montaña de Efraím, a una altura de
RA'MÁH (var. ra'mii"; 'Peyµá, 'Peyxµá, 'Paµµá; Vg.
210 m. Junto a ella, hacia el oeste, en un resalte que
Regma, Reema). Descendiente de- Noé por la línea de
sería el lugar alto de sacrificio, está la otra altura de Rá-
Cam, hijo de Küs y padre de Seba' y Dédán '. Ra'rnáh,
máh, desde donde se contempla la llanura que se extiende
Seba' y bedan son epónimos de poblaciones arábigas.
hasta Jafa, Tel-Aviv y el Mediterráneo. La identifica-
Ezequiel habla de Ra'rnáh como tribu arábiga que co-
ción de Rámáh de Samuel y Arimatea con Rentís ya
merciaba con Tiro 2 •
era afirmada por Eusebio y san Jerónimo (Onom., 32,
22-23). 1 Gn 10,7; 1 Cr 1,9. 'Ez 27,22.
R. FUSTÉ
11 Sm 19,19.22.23,2 a, b; 20, 1; 25,l; 28,3. 1 Sm 1,19; 2,11; 7,17;
2

8,4; 15,34; 16,13; 19.18.22 a. '1 Sm 7,16-17. '1 Sm 9-10,1. '1 Sm


19,18-20,1. 'I Sm25,I; 28,3. '1 Mae 11,34. 8Mt 27,57; Me 15,43; RAMÁH, Nayot há-, Lugar. citado en la SE en re-
Le 23,50-51; Jo 19,38. lación con -+ Nayot.

95 96
RAMAT RÁl;IEL

RÁ'MAT. Estado constructo de ---+ Rámáh (§ 5). en medio de Jerusalén. Tocad la trompeta en Téqóa"
Llamada Rá'mat Négeb en Jos 19,8 y Ba'álat Bé'ér en (Hirbet Teqü") y alzad enseña sobre Bét-Kérem, pues
1 Sm 30,27. desgracia se asoma por el Norte». De aquí se deduce
que estaba en la tribu de Benjamín y no al norte de Je-
RÁMAT HA-M1$PEH ('PaµwS KaTO: TT¡V MaCYCYf)<pÓ:; rusalén. En Neh 3,14 se habla del «jefe del distrito de
Vg. Ramoth, Masphe). Ciudad asignada a la tribu de Bét ha-Kérem. En la Misnáh (Middot, 3,4) se lee que
Gad, cuando los israelitas conquistaron Palestina1• «las piedras de la Rampa y las piedras del Altar eran
Según algunos autores es identificable con Mispáh de tomadas del valle de Bét ha-Kérem, donde eran cortadas
Galaad. por debajo del suelo virgen y traídas sin que las hubiese
lJoS J3,26. tocado herramienta». Esto parece indicar que Bét ha-
Bibl.: SJMONS, § 310.
Kérem no estaba lejos de Jerusalén. San Jerónimo en
J. A. PALACIOS su comentario a Jer 6,1 dice que entre Téqóa", que está
en un monte, y Jerusalén, hay otra aldea llamada Betha-
RÁMAT LEl;IÍ («altura de la quijada»; 'Avcdpsc« karma. De aquí que Pococke, ya en el siglo xvm, situase
o iccyóvos; Vg. Ramathlechi). Lugar del territorio de a Bét ha-Kérern en el monte (Óebel Fureidís), coronado
Judá, situado en una elevación del terreno, donde mil por el Herodion. Lo mismo C. Schick y otros más re-
filisteos capturaron a Sansón, el cual, rompiendo las cientemente. El Herodion está a 7 km al sudeste de
ligaduras, los puso en fuga cori
una quijada de asno. El hercúleo
juez de Israel arrojó lejos de sí su
improvisada arma, en el sitio de
su victoria, y desde entonces se le
recordó con el nombre de Rámat
Léhí, «altura de Léhi» o «de la
quijada». Se trata de una colina,
cuya denominación se debió a que
tenía la forma de una mandíbula
de asno, siendo éste el origen más
probable del topónimo, o a que
fue el escenario de la hazaña que
llevó a cabo Sansón en ella. Se
ignora su situación, pero tuvo que
estar, lógicamente, en la comarca
en que el juez ejerció su actividad;
por tanto, no se hallará muy lejos
de la roca de 'Etam, que tal vez
sea Beit 'Atab.
1 Jue 15,9-17.
Bibl.: M. J. LAGRANGE, Le Livre des
Juges, París 1903. L. DESNOYERS, Histoire
du peuple hébreu, I ( La période des Juges),
París 1922; íd., Juges (Livre des), en
DThC, VIII, cols. 1832-1862. ABEL, II,
pág. 369. A. G. BARROIS, Manuel d'ar-
chéologie biblique, T, París 1939, pág. 92.
R. TAMISIER, Le livre des Juges, eri La
Sainte Bible, 111, París 149, págs. 258-260. .'
SJMONS, § 610.
M, V. ARRABAL

RÁ.'MAT NÉGEB. ---+ Riimiíh


(§ 5).

RÁ.MAT RÁ.l;IEL. Después de


las últimas excavaciones, parece
deber identificarse con Bét ha-
Kérem, localidad citada en Jer
6,1: «Hijos de Benjamín, id de

Rárnat Ra]:¡el. Restos de un muro de


una ciudadela real judía. Del siglo
VIII A.C. (Foto Department of Anti-
quities, Israel) L
97 98
RÁMAT RÁI_IEL

Capitel proto-eólico de la ciudadela


real de Rámat Rahél. Siglo vm A.c.
(Foto Department ofAntiquities, Israel)

Según Aharoni, en esta altura


que domina todo el contorno, ha
de situarse la - Bét ha-Kérem
bíblica. En un principio se creyó
ver en estas ruinas a Nétófáh (Neh
7,26; 12,28).
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 14,13,9;
15,9,4; íd., Bel. /ud., 1,13,8; 21,10. A.
NEUBAUER, Géographie du Talmud, París
1868, págs. 130-131. c. SCHICK, en ZDPV
(1890), pág. 92. A. ALT, en PJ, 21 (1925),
pág. 116; 24 (1928.), pág. 19 y sigs.; 26
(1930), pág. 26. ABEL, II, págs. 271, 295.
PRESS, I, pág. 81. Y. ÁHARONI, en IEJ,
6 (1956), págs. 106-111; 9 (1959), pág. 273
y sigs, S!MONS, §§ 319, 807, 1055, 1095,
1325. Miqr., 11, cols. 84-85. A. C1ASCA,
G. ÜARBINI, A. MONTEVERDI, s. MosCATI,
11 Col/e di Rache/e, Roma 1960. Y. AHA-
RONI, en BTS, 37 (1961), págs. 4-10; 47
Belén. Varias veces Josefo se refiere a la ciudad de He- (1962), págs. 16-17. Y. ÁHARONI, A. C!ASCA, etc., Excavations at
rodías levantada al pie de este monte, pero nunca Ramal Rahe/ (1959-1960), Roma 1962.
A. DÍEZ MACHO
relaciona Herodías con Bét ha-Kérem, Tampoco san Je-
rónimo relaciona nunca Bét ha-Kérem con Herodías.
RÁMÁTÁYIM (heb. hd-rámátáyim), - Rámáh (§ 4).
Dalman localiza Bét ha-Kérem en la aldea de Ta'ámir
al norte de Herodion. Alt, objetando que en el Hero- RÁMÁTÁYIM 1>0FIM («las dos alturas de los sofi-
dion no hay restos arqueológicos más antiguos, lo tas»; 'ApµaSaiµ LJ<péx; Vg. Ramathaim Sophim). Resi-
sitúa en Abu Tür, cerca de El-Hasr, junto a los estanques dencia de los antepasados de Samuel, también llamada
de Salomón. -Riimiih.
Otra localización, hasta hace pocos años muy co-
1 Sm 1,1.
rriente, era situar Bét ha-Kérem en 'Ain Kárim, el
pueblo donde, al parecer, nació san Juan Bautista, que RAMATITA (heb. lui-rámáti; ó eK 'Pai¡i\ [B]; 'Paµa-
está a 10 km al suroeste de Jerusalén. El franciscano Saios [A]; Vg. Romathites). Patronímico de los
P. Saller encontró en cuevas de allí restos de la época oriundos de Rámáh. Se aplica a Sim<i, superintendente
del primer Templo. de los viñedos reales durante el gobierno de David 1.
La última localización, que ha desplazado a las an- 11 Cr 27,27.
teriores, identifica Bét ha-Kérem con Rámat Ráhél, a
medio camino entre Jerusalén y Belén. Allí empezó RAMERA. - Prostitución.
a hacer excavaciones por cuenta de la «Dirección Israelí
de Antigüedades» y de la Israel Exploration Society RA<MESES ('Paµeaai¡; Vg. Ramesses). Ra'rnésés
el arqueólogo Y. Aharoni. Empezó en 1954 y las ha o Ra'amsés es un topónimo citado varias veces en la
proseguido en estos últimos años. Ha descubierto cuatro Biblia: es la comarca donde el faraón aposentó a los
estratos: el israelita - a él pertenecen las ruinas de hijos de Jacob-, comarca que otras veces es llamada
un palacio del siglo vm que debió de ser del rey leproso tierra de. - Gosen. Fue la ciudad que los israelitas,
Ozías -, el persa, el romano y el bizantino. Del período perseguidos ya por el Faraón, tuvieron que edificarle
persa han encontrado diversos restos, pero aún no junto con la ciudad de Pítóm para servir de ciudad-
edificios. Aharoni sospecha que estas construcciones almacén 2 ; de Ra'amsés partió el éxodo de los israelitas.
persas están en la parte alta del Tell que mira para Belén ¿Cuál es el emplazamiento de tal ciudad? Ha sido y
en la parte sur. Del período bizantino se ha encontrado continúa siendo una cuestión discutida. Dejando de lado
una basílica cristiana con pavimento de mosaico geomé- anticuadas localizaciones - Ra'rnésés = Tell Artábi en
trico conservado in situ. Ha sido encontrada en esta Wádí Tumilát, Ra'rnésés = Tell Faramá (Pelusium) al
basílica una piedra de altar en forma de cruz. Esta este de Port Said (Chabas, Gardiner en un principio),
basílica parece ser la primitiva iglesia del Kathisma o Ra'rnésés = Faqus (Lagrange) - hoy día la discusión
de la Dormitio de la Virgen. versa entre Ra'rnésés = Tanis (San el-Hagar, Avaris) y
Al Hierro II pertenece un muro de casamatas de Ra'rnésés = el-Qantir. Qantir es el nombre de un pue-
igual factura que el de Samaría. A esta época perte- blo agrícola, adornado con un extenso y magnífico
necen también dos capiteles protojónicos, iguales a palmeral. Dista 17 km de San el-Hagar en dirección
los de Samaría y a los del palacio de Salomón en sur y ocupa parte del emplazamiento de una antigua
Megiddo. ciudad excavada en 1928 por el arqueólogo egipcio
Se han encontrado también muchos sellos con breve Mahmud Hamza. Hoy los campos cultivados impiden
inscripción, pertenecientes a la época persa e israelítica. ver las ruinas (- Tanis).

99 100
RA<MÉSES

El gran defensor de que Ra'rnésés (la ciudad de Ram- dios, expresiones que, por tanto, documentan epigráfi-
sés II o Pi-Ra'rnésés, se ha de identificar con d'nt = camente, en la propia San el-Hagar, no sólo los dio-
Tanis = Avaris = Só'an = San el-Hagar) es el arqueó- ses propios de Pi-Ra'rnésés sino, incluso, el mismo
logo P. Montet, quien ha dirigido las excavaciones de nombre de la ciudad, Pi-Ra'rnésés. Otro argumento
San el-Hagar desde el año 1929 hasta el último conflicto para localizar en San el-Hagar a Pi-Ra'rnésés, «la ciu-
del Canal de Suez, en que los egipcios le impidieron dad de Ramsés», es haberse encontrado en el tell más
continuar. Comienza Montet identificando la Ra'rnésés monumentos de Ramsés II y de sus próximos sucesores
con Pi-Ra'rnésés o «Ciudad de Ramsés» tan frecuen- que en ningún otro lugar del Bajo Egipto. Entre estos
temente citada en los textos egipcios. El nombre Pi monumentos, Montet ha descubierto restos de un cas-
(pronunciación de par, «ciudad») podía ser suprimido tillo de jubileo edificado por Ramsés II. Luego, si este
normalmente en los topónimos egipcios lo mismo que rey celebró en San el-Hagar alguno de sus jubileos, ésta
bét ( «casa») se suprime en algunos topónimos hebreos sería su capital. Ra'rnésés era una ciudad almacén de
como Bá'al Mé'ón de Nm 32,18, comparado con víveres, pertrechos de guerra, etc. 3 : Nay-Ramsés, al
Bét Bá'al Me'on de Josué 15,17. El nombre hebreo borde del canal Peti, sería, según Montet, el lugar de
translitera, pues, la denominación egipcia abreviada, los almacenes de Pi-Ra'rnésés.
sin Pi. Contra la identificación Pi-Ra'rnésés con Tanis o San
Esta Pi-Ra'rnésés o Ra'rnésés estaba en San el-Hagar el-Hagar militan argumentos serios que han inducido
según Montet, porque en columnas de granito, en zóca- a ciertos egiptólogos a buscar fuera de San el-Hagar
los de estatuas, en bajorrelieves de San el-Hagar se hace el emplazamiento de Pi Ra'rnésés, El principal argumento
referencia frecuentemente a Amün de Ra'rnésés, Ptah es que en el Onomásticon egipcio de Amenope tal cual
de Ra'rnésés, Pra, Tum, Anta, etc. de Ra'rnésés, expre- está conservado en el ms. moscovita llamado Glosario
siones que equivalen a estas otras: Amün de Pi-Ra'mé- Golenischeff, la ciudad de Pi-Ra'rnésés es distinta de
sés, Ptah de Pi-Ra'rnésés, etc., dado que Pi (Par) se la ciudad de Tanis: la primera es el número 410 de la
suprime cuando precede al topónimo el nombre de un edición de Gardiner; la segunda el número 417. Otros

Tell el-Rámlt, lugar en donde estuvo situada, con toda probabilidad, la ciudad bíblica de Rárnót de Galaad.
El tell visto desde el oeste, lado norte. (Foto P. Termes)

101 102
RA'MESES

argumentos en contra: que no se ha encontrado en San con abundante bibliografía. LABJB HABACHI, Khata na-Qanlir,
ASAE, 52 (1954), págs. 443-562. A. ALT, Die Deltaresidenz der
el-Hagar el palacio de Ramsés II, ni las ruinas de los Ramessiden, en Festschrift für Fr. Zucker, Berlín 1954, 2-13. Cf.
almacenes y que, en esa ciudad, el culto del dios Set P. MONTET, L' Égypte et la Bible, París 1959, págs. 54-57. Cf. ade-
prevalecía sobre el de Amón, siendo así que en Pi- más la citada en ---+ Tanis.
Ra'mésés había de prevalecer el culto al dios Amón. A. DÍEZ MACHO
Por estas y otras razones, otros egiptólogos sitúan la
capital de Ramsés II en el-Qantír, donde Hamza ex- RÁM!T, Tell el- Lugar en que se sitúa la ciudad
cavó el magnífico palacio de Ramsés II, donde se han de --+ Rámét de Galaad.
encontrado los almacenes reales, donde se han recogido
cinco óstrakas que llevan el nombre de Pi-Ra'rnésés, RAMÓT (Mnucov [B], 'Pr¡µw.9 [AJ; Vg. Ramoth).
donde han aparecido fábricas de cerámica y en ellas Hijo de Bání, --+ Yeramot.
muchísimos troqueles para fabricar los óvalos en que
los faraones hacían grabar su nombre: más de nove- RÁMÓT DE GALAAD (heb. rdmot gil'iid, rii'mát
cientas veces ocurre en ellos el nombre de Ramsés II. ba-gil'tid, «alturas de Galaad», «altares que hay en Ga-
Pero tampoco esta identificación Pi-Ra'rnésés con el- laad»; 'Peµµo:.9 rcxi\cxó:6, 'Pcxµw.9 fo
foi\cxó:6; Vg. Ramoth
Qantir, defendida tan sabiamente por B. Couroyer, es Galaad). Importante ciudad fuerte de Galaad, situada
absolutamente segura, entre otras razones, porque si en la porción oriental del territorio de la tribu de Gad,
bien el-Qantir tiene el palacio de Ramsés II, que falta también llamada --+ Rámáh (§ 6). Su localización e iden-
en Tanis, carece, en cambio, de los templos de los dioses tificación son muy discutidas. Algunos palestinólogos
típicos de Pi-Ra'rnésés, templos que Tanis posee. se muestran partidarios de situarla en el-Ramtah -según
Por todo lo cual, o hay que dejar aún la identificación las transcripciones de F. Josefo -, aldea situada a unos
de Pi-Ra'rnésés sub iudice, como hace Gardiner, o hay 10 km al sur de Der'á ; la situación propuesta por Eu-
que poner Pi-Ra'rnésés en San el-Hagar o en el-Qantir. sebio, cerca del Yabbóq y a unas 15 millas al oeste de
1Gn 47,11. 'Éx l,11-12.37; Nm 33,3. 'Éx 1,11.
"Ammán, la emplazaría en el-Salt o en Hirbet Gel'ad;
Abe!, Albright y Dalman se inclinan por Hosn 'Aglün,
Bibl.: B. La Résidence ramesside du Delta et le
COUROYER,
Ramsés bib/ique, en RB, 53 (1946), págs. 75-98. A. H. GARDINER,
a 16 km al sudoeste de el-Rarntah, en un enorme tell
Ancíent Egyptian Onomastica, Oxford 1947, II, 171-175, 278-279, habitado en el Bronce I; y, finalmente, M. Noth, N.

Los cuatro grandes colosos de Ramsés II, en la fachada del gran templo de Abu Simbel. (Foto Lehnert &
Landrock, El Cairo)

103 104
RAMSÉS

Bajorrelieve en el que vemos a Ramsés III, montado en su carro, en una cacería. (Foto Lehnert & Landrock,
El Cairo)

Glueck y J. Simons defienden Tell el-Ranit, al sur RÁ'MOT NÉGEB. -+ Riimiih (§ 5).
de el-Ramtah, como el solar de la Rámót de Galaad
bíblica. RAMSÉS (egip. r=ms-sw, «Ra le engendró»; ac.
Esta población, lugar de refugio y ciudad levítica del ri'amassi, ri'amassesay. Nombre de once faraones de
oriente de Palestina 1, fue la residencia del gobernador la XIX y la XX dinastía, llamadas «ramésidas», que
de la sexta prefectura salomónica, que se extendía al reinaron en la segunda mitad del Imperio Medio. Los
norte y sur del Yarmiik 2 • Tras el cisma del reino, estuvo más interesantes desde el punto de vista bíblico y de
expuesta a los ataques de los arameos, quienes se apo- la historia del Próximo Oriente antiguo, son:
deraron de ella; Acab murió en su campaña destinada a l. Ramsés 11 (1298-1232), monarca de la XIX di-
reconquistarla 3 y, en una expedición de análogo fin, nastía, llamado en las listas griegas Ramsés Miamón,
Josafat hubo de retirarse a consecuencia de la herida fue hijo de Seti I y de la reina Tewe, el cual gobernó
que recibió y parece probable que él la tomara; por lo sesenta y siete años y llegó a ser uno de los· soberanos
menos, Jehú fue nombrado rey en ella 4• Desde este más famosos de Egipto. Luchó contra el hitita Muwatalli
soberano en adelante, la SE no vuelve a mencionarla. en Cades del Orontes y la victoria indecisa significó el
1Dt 4,43; Jos 20,8; 21,38; l Cr 6,65. 21 Re 4,13. 'l Re 22,3- principio del establecimiento de un statu qua, que
24; 2 Re 8,28; 2 Cr cap. 18. •2 Re 8,28; 9,1-14; 2 Cr 22,5 y sigs.
motivó un condominio de ambas potencias en la región
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Jud., 8,15,3; 9,6,l. EUSEBIO, Onom., 144, siropalestina, antes del cual hubo de llevar a cabo,
5; 147,5. G. DALMAN, en PJ (1913), pág. 64. ABEL, II, págs. durante dieciséis años, una serie de campañas en Pales-
430-431, con bibliografía. N. GLUECK, Explorations in Eastern Pa-
lestine, IV, en AASOR, 2528 (1951), págs. 95-100. SIMONS, §§ 93, tina. Tuvo numerosos hijos, uno de los cuales Mer-
300, 337 (45), 874 (VI), 904. . neptah, le sucedió a su muerte. Ramsés II destacó
T. DE J. MARTÍNEZ asimismo por su actividad constructora en el Delta,
Menfis, Abidos, Tebas y Nubia. Fue sepultado en Biban
RÁ'MOT ('PaµwS; Vg, Ramoth). Ciudad levítica de el-Mulük y su momia se halla al presente en el Museo
la tribu de Isacar, también llamada Rémet y -+ Yarmüt. del El Cairo. Muchos exegetas le identifican con el «rey
nuevo» que oprimió a los israelitas, según narran los
RÁ'MOT BA-GIL'ÁD. -+ Rámñt de Galaad. primeros capítulos del Éxodo.

105 106
RAMSÉS

2. Ramsés 111 (1198-1166), faraón de la XX dinastía, ésta, sin embargo, parece que se hallaba bastante más
que reinó treinta y dos años, era hijo de Setnaht, a al norte (Siria). Albright la localiza en Tell Eqlátiyah
quien sucedió en el trono. En su afán de imitar a Ram- (también llamado por los árabes Hirbet el-Quneitirah
sés 11, llegó incluso a copiar la disposición de los monu- a causa de los restos de arcadas de un acueducto existen-
mentos y escenas e inscripciones de los mismos, debidos tes en las proximidades), a unos 2 km y medio al norte
a su modelo. Tuvo que contener los intentos de invasión de Tiberíades. Por los restos de cerámica pertenecientes
de los Pueblos del Mar y de los libios, y sus últimos días a todo el Bronce y Hierro I, se deduce que fue habitada
se vieron turbados por desórdenes internos y una cons- desde finales del rv milenio.
piración palaciega, en la que Ramsés 111 pereció ase- 1Jos 19,35.
sinado. Con su muerte se inicia la descomposición del Bibl.: A. NEUBAUER, Géographie du Talmud, París 1868, pág. 207.
poder egipcio. Se conservan en el Valle de los Reyes, ABEL, II, págs. 432-433, con más bibliografía. S!MONS, § 335 (1.4).
dos tumbas suyas: una vacía o abandonada (n.0 3) y R. SÁNCHEZ
otra ocupada (n.0 11). Su momia está también en el
Museo de El Cairo. RAQQÓN, Ha- («el delgado»?, «el débil»?; LXX
Bibl.: S. LANGDON -A. H. ÜARDINER, The Treaty between Ha- omíte; Vg. Arecon). Localidad de Dan, que en la lista
thushil and Ramses II, en JEA, 6 (1920), págs. 179-205. T. E. PEET, descriptiva sigue a Me ha-Yarqón. Se cree normalmente,
The Chronological Problems of the Twentieth Dynasty, en JEA, 14 siguiendo la opinión de Conder, que se trata del actual
(1928), págs. 52-73. É. DRIOTON - J. VANDIER, L'Égypte, 3.• ed.,
París 1953. ANET, pág. 255 y sigs., 260-263. G. STEINDORFF - Tell el-Reqqeit, situado 4 km al norte del Nahr el-
K. C. SEELE, When Egypt Ruled the East, 2.• ed., Chicago 1957, 'Auga y algo más de 9,5 km al septentrión de Joppe.
págs. 248-270. J. PIRENNE, Historia de la civilización del antiguo Muchos consideran que es una corrupción 'textual de
Egipto, II, Barcelona 1963, págs. 349 y sigs., 475 y sigs. (trad. esp.).
Me ha-Yarqón («las aguas del Yarqón»), Jo cual viene
D. VIDAL atestiguado por la omisión que de su nombre hacen
los LXX.
RAMYAH («Dios es ensalzado»; 'Pouíc ; Vg, Re- Jos 19,46.
meia). Hijo primogénito de Par'os. Tuvo que repudiar Bibl.: CoNDER - K.!TCHENER, II, págs. 262-275. ABEL, II, pág.
a su mujer extranjera por orden de Esdras1• 433. SIMONS, § 336 (16).
1Esd M. MÍNGUEZ
10,25.
Bibl.: Norn, 1261, págs. 35, 145.
RAQUEL (heb. ráhél, «oveja»\ «cordero»2; 'Pcxxr¡11;
RANA (heb. séfardéa' ; páTpcxxos; Vg. rana). La Vg, Rache/). Nombre propio de la menor de las dos
Biblia menciona los batracios con ocasión de la segunda hijas de Lábán, mujer predilecta de Jacob. La fuente P
de las plagas de Egipto cuando el Nilo produjo ranas en dice que Rebeca, madre de Jacob, esposa de Isaac y
vez de peces1 y cuando, en el Apocalipsis2, las fuerzas hermana de Lábán, estaba preocupada por la idea de
I! enemigas de Dios - el dragón, la bestia, el falso pro- que Jacob pudiera casarse con mujer hitita, como lo
feta - arrojan de su boca tres espíritus inmundos ws había hecho Esaú, por Jo que Isaac bendice a Jacob
páTpcxxo1 como ranas o sapos con probable alusión (con la bendición propia del primogénito) y Je envía
a su charlatanería propagandística (-,. Fauna). a Harrán para buscar allí una mujer entre sus parientes 3.
Sin nombrar expresamente a la rana, el código de Según la tradición J, Jacob huye a Harrán a causa de
pureza la cataloga entre los animales impuros, porque Esaú después que, ayudado por su madre y por medio
no tiene aletas ni escarnas". de la astucia, y la mentira, había conseguido de su padre
1Éx 7,27 y sigs.; cf. Sal 78,45; 105,30; Sab 19,10. 'Ap 16,13.
ciego y anciano, la bendición de primogénito destinada
•Lv 11,10-12. a Esaú; Rebeca le aconseja que evite la venganza de
C.WAU Esaú, de cuyos proyectos ha oído hablar4•
Jacob marcha a Harrán 5, al país de los hijos de Orien-
RAPTO. El Código de la Alianza condena con te" y encuentra allí a la hija de su tío Lábán, Raquel,
pena de muerte a quien rapta a un hombre, sea para cerca de un pozo en el campo 7• En el acto se enamora
conservarlo en su poder como esclavo, sea para ven- de ella, hace rodar la gran piedra sobre el brocal del
derlo. El Deuteronomio explicita que el raptado sea pozo y abreva a las ovejas de Raquel, la besa y se da a
israelita (-,. Penas y Castigos)1. Caso aparte constituye conocer. En seguida informa Raquel a su padre de la
el rapto de doncellas silonitas para la restauración de la llegada de Jacob. Éste mora durante un mes con Lábán,
tribu de Benjamín 2• pero" después establece un contrato de trabajo. Jacob
1Éx 21,16; Dt 24,7. 'Jue 21,15-24.
servirá a Lábán durante siete años para obtener a Ra-
quel, la más joven y al mismo tiempo la más bonita
RAQ'AH, Hírbet. Lugar posiblemente identificable de las dos hijas de Lábán, Los siete años de servicio
con la ciudad de -,. Yiíqne'iim. sustituyen a la dote que corresponde a Lábán por su
hija (la sustitución del móhar por determinados servicios
RAQQAT (aram. «ribera»?; 'PeKKá.9 [Al, LicxKÉ.9 [B]; se encuentra también en otros lugares de la Biblia) 8•
Vg. Reccath). Ciudad fortificada de la tribu de Neftalí ', El precio que Jacob ofrece a Lábán es tan elevado que
posiblemente situada cerca de la orilla occidental del Lábán no puede rechazarlo. Jacob quiere tanto a Raquel
lago Genesaret. Ha sido falsamente identificada en el que está dispuesto a pagar «de buena gana» tan gran
Talmud (Mégilláh, 1,1) con Tiberíades. Algunos supo- precio. Los siete años le parecen unos días .• Pero cuando
nen que se trata de la rgd de las listas de Thutmosis III; llega la noche de boda, después de siete años, Lábán

107 108
RAQUEL

Figurillas de barro cocido, procedentes de Telló-Lagas, de los siglos XXII-XXI A.c., posiblemente similares a
los téráf'lm que Raquel se llevó de la casa paterna. (Foto Museo del Louvre)

conduce a la tienda a su hija mayor, Lía, que padecía El matrimonio con dos hermanas fue prohibido por
una afección en los ojos 9• Lía, siguiendo una costumbre la Ley mosaica1. Los patriarcas seguían una ley algo
que todavía existe, permaneció velada durante esta distinta a la que tuvo luego Israel. Se han encontrado
primera noche de la semana de bodas. Hasta el día si- contratos de matrimonios con dos hermanas que pro-
guiente, Jacob no se da cuenta de que ha sido engañado. ceden del tiempo de los patriarcas. El matrimonio de
Pero se encuentra ante un hecho consumado. Lábán, Jacob fue probablemente un matrimonio de los llama-
sin embargo, parece dispuesto a parlamentar: Jacob dos erebu. Erebu deriva de una radical que significa
puede obtener también a Raquel a condición de servir «entrar», es decir, entrar en una familia donde hace
a Lábán otros siete años. El texto-? hace suponer que falta un heredero (De Vaux).
Jacob recibe a Raquel bajo la condición dicha, inme- Yahweh da hijos a Lía y no a Raquel, porque Jacob
diatamente después de la semana de sus bodas con Lía odiaba a Lía (la quería menos) y porque amaba sobre-
(Von Rad, pág. 254). Las dos hijas de Lábán se sienten manera a Raquel2• Cuando Lía tiene ya cuatro hijos",
vendidas por su padre de una manera indigna y a un Raquel se encela. Disputa con Jacob y éste se enfada
precio exagerado--. Lábán da una esclava a cada una con ella. Raquel le propone que engendre hijos de su
de sus hijas (Rebeca recibió más)!"; el nombre de la esclava para ella (en sus rodillas), como Abraham en-
esclava de Lía era Zilpáh, la de Raquel se llamaba gendró a Ismael de Agar para Sara+. Dos hijos nacen
Bilháh, de Bilháh para Raquel: Dan, cuya etimología es «Dios
1 ha hecho justicia» (diinanni) y Neftalí que se interpreta
Gn 31,38; 32,15. 'Is 53,7; Cant 6,6. 3Gn 27,46-28,5. 427,
1-45. 528,10. 629,1. '29,6-30. 'Jós 15,16; 1 Sm 17,25. ºGn 29, como «he luchado (niftali), contra Dios con mi herma-
17. 10Gn 29,27-30. 1131,15. 1224,61. na». Entretanto, Lía ha cesado de tener hijos y da tam-

109 110
RAQUEL

bién su esclava Zilpáh a Jacob; de ella nacen dos más. Después de nacer José terminan los siete años de servi-
Algún tiempo después, su hijo mayor, Rubén, que venía cio por Raquel' y Jacob hace un nuevo contrato con
del campo, le lleva unas mandrágoras (Mandrágora offi- Lábán que se modifica «diez veces»•. A pesar de todo,
cinarum), fruta que aún hoy día se emplea como reme- después de seis años, Jacob se ha hecho rico", e inespe-
dio contra la esterilidad (aphrodisiacum¡ se traduce radamente, de acuerdo con sus mujeres, vuelve a
también por «manzana del amor». Raquel pide a Lía una Canaán. Raquel roba los dioses domésticos de Lábán+.
de estas frutas. Cuando Lía responde con una amarga Sólo tres días después, descubre éste la fuga de Jacob y
negación, Raquel le promete dejarla dormir con Jacob la desaparición de sus dioses. Lábán persigue a Jacob
aquella noche. Tiene tanto poder sobre Jacob, que y le alcanza. En un sueño del Dios de sus padres, le
puede decidir en este asunto. El quinto hijo de Lía advierte que no haga mal a Jacob 5• Lábán le reprocha
nace de la unión matrimonial de aquella noche. Raquel, solamente que se haya llevado a sus hijas sin darle
por su parte, no saca provecho de las «manzanas del tiempo a despedirse de ellas y, sobre todo, que se haya
amor». Finalmente, Yahweh se acuerda de ella 5 : con- llevado los dioses domésticos. Jacob no sabe nada de
cibe y da a luz un hijo a quien llamó José, porque Dios los téráfím y permite a Lábán que.practique un registro.
«ha quitado» (heb. 'iisaf) su deshonra y porque espera El registro es infructuoso, porque Raquel esconde rápi-
que Dios «añadirá» (heb. yoséf') otro hijo. Esta espe- damente los téráfím en el aparejo de su camello y se
ranza se realiza al nacer Benjamín". sienta encima, pretextando que no puede levantarse por
estar con la regla 6• Cuando llegan a Siquem y antes
1Lv 18,18. 2Gn 29,31. Gn 29,32-35.
3 +Gn 16,1-2. 'Gn 30,22. de partir para Betel, Jacob obliga a todo su séquito a
'Gn 35,16-20.
destruir los dioses extranjeros que son enterrados bajo
el terebinto cercano a Siquem7• De Betel van a 'Efriitiih.
Mapa en el que se indican los lugares posibles del sepulcro Allí da a luz Raquel a su segundo hijo y muere de
de Raquel sobreparto después de darle nombre: Ben 'Óni («hijo
de mi dolor»). Jacob, sin embargo, cambia este nombre
por el de Benjamín ibinyámin, «hijo de la diestra»),
es decir, de la mano que da buena suerte. Raquel fue
enterrada en el camino de 'Efriitiih 8• El texto añade,
«esto es, Belén», glosa posterior que tiene su origen
en Rut 4,11 y Miq 5,2. Hoy día se enseña todavía su
sepulcro en el camino de Belén. Pero Belén recibió el
nombre de 'Efriitiih, porque estuvo poblado por un
clan efraimita.". El verdadero sepulcro de Raquel hay
que buscarlo en territorio de Benjamín, donde 1 Sm 10,2
lo localiza, en efecto. 'Efriitiih no estaría muy lejos de
Rámáh. Cuando los que iban desterrados a Babilonia
se reunieron allí, Jeremías vio en su imaginación a
Raquel llorando en su tumba. Igualmente, san Mateo, en
la degollación de los Inocentes oye a Raquel llorando
en su sepulcro en 'Efriitiih de Judá ". Jacob erigió un
monumento sobre la sepultura de Raquel. En tiempos
del escritor se conocía todavía el sepulcro original
(---,. Raquel, Sepulcro de).
La crítica histórica dice que los descendientes de
Raquel que formaban las tribus de Efraím y Manasés
(de José) y Benjamín, estaban asentados en la Palestina
central. Mowinckel ve en Raquel una diosa de la fecun-
didad venerada en las montañas de Efraím y que más
tarde vino a ser la madre de las tribus que estaban
asentadas allí. Según la interpretación histórico-cultural,
el nombre de Raquel (coveja») aludiría a la profesión de
sus descendientes, pastores de ovejas. El nombre de la
mayor Lía («vaca»), indicaría que sus descendientes se
establecieron antes que los de Raquel, pues ya habían
pasado a la cría del ganado vacuno cuando comienza
la historia de las dos mujeres del patriarca Jacob (Is-
rael). Para las tribus de las mujeres secundarias, véase
Mowinckel (op. cit).
1Gn 30,25. 2Gn 31,7. 'Gn 31,14-16. •Gn 31,19. 5Gn 31,24.
29. •Gn 31,31-35. 'Gn 35,4. •Gn 35,16-20. '1 Cr 2,19.50-51;
Rut 1,2. "Mt 2,18.
Bibl.: B. MEISTERMANN, Le Tombeau de Rache/, en Guide de
Terre Sainte, París 1936, págs. 303-305. R. DE VAUX, en RB, 56

111 112
11
RAQUEL

Qubbat el-Rahíl o tumba de Raquel, junto a la entrada de Belén por la carretera que viene de Jerusalén.
(Foto Monasterio de Montserrat)

(1949), págs. 32-35; id., La Génése, en LSB, París 1953. G. VON Belén», que un redactor creyó poder añadir en Gn
RAD, Das Erste Buch Mase, Gottinga 1953. HAAG, col. 1397. S. 35,19 y 48,7, a continuación del vocablo 'Efriitiih.
MOWINCKEL, Rachelstiimme und Leastümme. Van Ugarit nach Qum-
rén, en Festschrift O. Eissfeldt, Berlín 1958, págs. 129-150.
Frente a esta tradición tan respetable está la otra
más antigua, que da por conocido el sepulcro de Raquel,
F. B. GERRITZEN
al norte de Jerusalén en el camino que une esta ciudad
con Betel. He aquí los argumentos principales: a) el texto
RAQUEL, Sepulcro de. Se lee en el Génesis1 que de Gn 35,16, donde se supone que Raquel se sintió
Jacob, en su viaje de vuelta de Paddán 'Áriim a Canaán, acometida de los dolores de parto a poco de haber
se detuvo en Betel 2• Apenas hubo partido de esta ciudad partido de Betel en 'Efriitiih, es decir, en una de las
con el intento de continuar su camino hacia Hebrón, cuatro regiones reputadas por la Biblia como efrateas;
donde residía su padre Isaac, al llegar a la vista de b) en I Sm 10,2 se sitúa el sepulcro de Raquel en la
"Efrátáh, Raquel dio a luz a Benjamín, el último de los tribu de Benjamín, por consiguiente, al norte de Jeru-
hijos de Jacob, teniendo un parto muy difícil, tanto salén; e) Jeremías 31,35 relaciona el sepulcro de Raquel
que murió a consecuencia de los acerbos dolores, «y fue con la aldea de Rámáh, hoy el-Rám, a 8 km al norte
sepultada en el camino de 'Efriitiih (que es Belén).
de Jerusalén.
Y alzó Jacob sobre la tumba de Raquel un monumento La segunda tradición, la más antigua y, según nues-
que todavía existe»". tro parecer, la más conforme a la realidad de los hechos,
1Gn caps. 31-32. 'Gn 35,1-15. 'Gn 35,16-20. no ha dejado rastro en la topografía del país, ningún
Si este monumento existía aún en tiempo que el autor monumento nos ha transmitido el nombre de Raquel.
sagrado redactaba su relato, parece debería ser cosa A pesar de esto, el palestinólogo Schick ha creído
relativamente fácil dar con algún vestigio de su ubica- poderlo identificar con la tumba llamada Qubbat el-
ción. Se da, sin embargo, el caso de ser éste uno de los 'Aziz, y el arqueólogo Ch. Clermont-Ganneau con uno
problemas en que más se ha aguzado la sagacidad de del grupo de cinco antiguos monumentos megalíticos
los exegetas y palestinólogos. La razón de este fenómeno situados al norte de 'Azrnáwet.
estriba en la existencia de dos respetabilísimas tradi- La primera tradición, más afortunada por ser la más
ciones sobre el particular, y consignadas ambas en la reciente, aunque antiquísima, ha perpetuado su recuerdo
SE. Una que coloca el sepulcro de Raquel al sur de al norte de Belén, en un mausoleo conocido con el nom-
Jerusalén, cerca de Belén, a mano derecha del camino bre Qubbat el-Rahíl («tumba de Raquel»), especie de
que se bifurca hacia Hebrón, tradición antiquísima, weli musulmán, rematado en cúpula, tal como lo dejara
conocida de san Jerónimo, generalizada a principios de el judío Montefiore después de las reparaciones allí
nuestra era e incluso corriente en los tiempos anteriores efectuadas a mediados del siglo pasado.
a los LXX, como sea que desde entonces y, proba- Bibl.: ÜUÉRIN, I, págs. 225-237. CL. GANNEAU, 11, págs. 134-
blemente, desde muy antiguo, data la glosa «esto es 135. H. LESETRE, en DB, V, cols. 925-927. B. UBACH, Génesi, en

113 114
RAQUEL

La Biblia de Montserrat, Jl.fustració, I, Montserrat 1927, págs. 248- RA'S, Tell el-, Montículo sobre el que estaba si-
249. A. MÉDEBTELLE, Livres de Samuel, en La Sainte Bible, III,
pág. 386. É. DHORME, en BP, 1, pág. 840, n. 2.
tuada la bíblica --* 'Asdod.
B. UBACH
RASÍ. Sélómóh ben Yisháq de Troyes (1040-1105),
RA'S (ár. clásico sing. ra'sun, pi. ar'us=" y ru'üsun). usual y familiarmente llamado Rasí por combinación
Vocablo árabe que denota originalmente Jo principal, de las iniciales hebreas de su nombre RAbbi Sélórnóh
el principio o lo más destacado, tanto en acepción Isháqí fue el más· célebre de los estudiosos franceses judíos
material como en la social. Aplicado a la formación de durante el medioevo y ejerció mediante sus obras una
topónimos, responde al concepto castellano de «cima», influencia profunda en el pensamiento y la educación
«cumbre» o «promontorio». judías. Sus luminosos comentarios sobre la Biblia y el
Talmud, que le hicieron merecedor del título de Par-
RA'S EL-<AIN, Tell. Lugar palestino identificable sandáui', comentarista de la Ley por antonomasia, jamás
con una de las --* 'Áfeq. han sido superados, ni tan siquiera igualados, y cons-
tituyen hoy, igual que en su época, el vademécum más
RA'S EL-$AF$Á.FAH. --* Éxodo, Itinerario del (un- popular entre principales y especialistas. Al paso que
décima estación) y Sinaí, El. su comentario a la casi totalidad del Talmud, donde
no se deja pasar una voz, idea, oración o concepto sin
RA'S EL-TAWIL. Lugar de la ciudad bíblica de la correspondiente interpretación, ha servido para des-
--* Bá'al Támñr. cubrir el significado de lo que tendió a ser una obra
abstrusa, el que dedicó a la Biblia, que hace referencia
RAS SAMRAH. --* Ugarit. a todos los libros de la misma, salvo las Crónicas y
Job, ha deparado la disponibilidad
de una herencia de conocimientos
bíblicos . acumulados aproximada-
mente durante tres mil años, no
solamente para los especialistas
sino para la gran masa.
Para sus comentarios relativos
a la Biblia dependió en buena
medida de los Midrásím y del
Talmud, entre otras fuentes. A la
par, en la presentación, selección
y adaptación de los materiales hay
algo extraño, sobre todo al inter-
pretar el sentido literal del texto,
o pesüt con base en un midrás, por
lo que la totalidad de su comen-
tario queda impregnado de un
tinte de originalidad. A sus diver-
sas cualidades como glosador, se
aúna su gusto por la gramática,
patentizado en sus _notas filológi-
cas, pletóricas de sagaces y atina-
das observaciones, diseminadas acá
y allá en su comentario sobre las
Escrituras. En realidad, Rasí pre-
senta la característica distintiva de
ser uno de los primeros glosado-
res judíos que introdujeron en gran
escala los temas filológicos en la
exégesis escrituraría. A menudo
cita las obras gramaticales de los
gramáticos judíos dei siglo x, Me-
nahérn ibn Sarüq y Dunas ibn
Labrát, basándose en los cuales
consiguió crear una gramática com-

Interior de la tumba de Raquel; la


esposa de Jacob. Este lugar ha sido
venerado durante siglos por cristia-
nos, judíos y musulmanes. (Foto Paul
Popper, Londres)

115 116
REALES

pleta y, al contrario de la escuela judía española, que oscuro de Isaías aluda a ritos mágicos en que se comían
escribía sus obras en árabe o, por lo menos, en un los ratones 3•
estilo no del todo comprensible por el pueblo, llevó 1Lv 11,29. '1 Sm 5,6; 6,4 y sigs. 'Is 66,17.
el conocimiento de la gramática hebrea a amplios sec- Bibl.: A. MÉDEBIELLE, en La Sainte Bible, III, París 1949, pág.
370 y sigs. Views of the Biblical World, II, Jerusalén 1960, pág. 119.
tores de la población.
Rasi fue asimismo el primero que captó el extraordi- C. GANCHO
nario valor del Targüm para la comprensión del T. M.
y recurre a menudo al de 'Ónqelos, cuya interpretación RAYO (heb. báráq, résef; o:crTpcxn,í; Vg. fulgur).
sigue tocante al significado de las palabras. Israel que cuenta con una verdadera teología del fuego
Rasí vierte con frecuencia las voces hebreas y arameas no ha dado al rayo la importancia que tiene, por ejem-
al francés antiguo (l6'iizim), lo cual constituye un plo, en la mitología grecolatina. Ni siquiera dispone
valioso material para la historia del idioma francés en de una palabra propia, ya que tanto báráq como résef
los primeros estadios de su desarrollo. pueden significar tanto el rayo propiamente dicho como
Asimismo, su comentario a la Biblia influyó en gran el mero relámpago.
manera en el mundo cristiano. Nicolás de Lyra (1265- Este fenómeno atmosférico, que tampoco es particu-
1340), monje franciscano y uno de los más notables larmente frecuente en Palestina, viene siempre mencio-
exegetas bíblicos, cita constantemente a Rasí en sus nado en conexión con las teofanías cual símbolo de
comentarios, los cuales, a su vez, fueron una de las poder y trascendencia divinos. Así, en la teofanía cum-
fuentes principales empleadas por Lutero en su traduc bre del Sinaí, los rayos y truenos certifican la presencia
ción de la Biblia. Mucha de la interpretación de Rasí de Dios1. El cántico de David también los alude como
pasó a la King James Version; de él deriva también que propiedad del Dios de la naturaleza 2, y vuelven a apa-
la moderna escuela crítica interprete que el pasaje de recer en las intervenciones poderosas de Elías contra
Isaías del «Siervo de Dios» se refiera al pueblo judío. el baalismo cananeo".
Bibl.: A. BERLINER, Geisteswerkstatt Rashi's, Francfort 1905.
En los profetas y en los libros sapienciales continúa
M. LIBER, Rashi, Filadelfia 1906. S. FEDERBUSH, Rashi . His Teach- la tradición religioso-poético del rayo como saeta del
ings and Personality, Nueva York 1958. · arco de Dios 4.
l. EPSTEIN Los pasajes del NT que mencionan la o:crTpcxn,; pa-
tentizan la ambivalencia del vocablo (rayo-relámpago) y
RASSIS, Hijos de (víovs nó:vTcxs 'Pcxcrcrís, 'Pcxcr- tienen un valor de comparación para ilustrar otras
cr[e]ís, 'Pcxcxcrcrís; Vg. filii Tharsis). Nombre de un lu- realidades, aun cuando siempre en conexión con el
gar por el que pasó Holofernes, el general de Na- poder divino 6• Los textos del Apocalipsis parecen aludir
bucodonosor de Babilonia durante su campaña hacia a las plagas de Egipto y a las grandiosas manifestaciones
Asia Menor1. La traducción de la Vg. hace que se lea del Sinaí6•
Tarsis en vez de Rassis, habiéndose pensado en la iden- 1Éx 9,23; 19,16; 34,29; cf. Dt 32,41. '2 Sm 22,15. '2 Re 1,10-
tificación con Tarsis, en Cilieia. Wolf distinguió entre los 14. -cr. Jer 10,13; 51,16; Ez 1,13; Zac 9,14; Job 5,7; 20,25; Sal
hijos de Tarsis, moradores de Asia Menor, y los de 76,4; 78,48; 144,6. 'Mt 24,27; 28,3; Le 9,54-55; 12,49-50. 'Ap
Rassis, habitantes de la Cilicia de Siria. 4,5; 8,5; 11,19; 16,18.
C.WAU
1Jdt 2,23 (Vg. 13).
Bibl.: O. W0LFF, Das Buch Judith als geschichtliche Urkunde RAZÍS ('Pcxl;ís, 'Pcxl;eís; Vg. Razias). Uno de los
verteidigt und erklárt, Leipzig 1861. SIM0NS, § 1601. ancianos de Jerusalén, llamado por su benevolencia
R. SÁNCHEZ «padre de los judíos», que durante las guerras de Judas
Macabeo fue denunciado a Nicanor1. Éste mandó
RATA (heb. "akbár ; µüs; Vg, mus). El Levítico más de quinientos soldados para prenderle, pero a
considera como inmundos estos roedores1. Cuando los punto de ser apresado, se suicidó, pues prefirió morir
filisteos deciden devolver a Israel el Arca cautiva la antes que caer en manos criminales I-> Suicidio).
remiten con una ofrenda votiva de cinco tumores de 12 Mac 14,37-46.
oro y cinco ratas del mismo metal, tal vez como reco- Bibl.: M. GRANDCLAUD0N, Les livres des Macchabées, en La
nocimiento del justo castigo que habían padecido con Sainte Bíble, VIII, París 1951, págs. 226-227.
la epidemia de hemorroides y la invasión de las ratas J. A. PALACIOS
que infectaron los campos y navíos (LXX)2 , si bien
este relato parece una glosa posterior introducida aquí REALES, Salmos. La denominación se refiere a una
para explicar el dato pintoresco de los ratones en la clase de Salmos, que pueden dividirse en dos clases dis-
ofrenda. Las ratas debieron ser las portadoras de la tintas: a) los que celebran la realeza de Yahweh, más
peste bubónica que junto con las hemorroides han bien de carácter escatológico 1; b) los que cantan al
quedado como doble tradición del castigo divino. En rey de Israel, himnos de súplica, acción de gracias, etc. 2
1944 pudo comprobarse en Haifa que en muchos casos La tradición cristiana subraya casi siempre su valor
la mencionada peste había sido transmitida por las ratas. mesiánico, sobre todo el de 2 y 110, paralelos y com-
Tal vez hay que unir a ello el hecho de que las imá- plementarios (--+ Salmos).
genes de ratas y ratones tuvieron siempre en el Oriente 1 47; 93-100. '2; 20; 21; 89; 110; 132.
Medio un valor mágico; .en Biblos, por ejemplo, se Bibl.:A. FEUILLET, Les psaumes eschato/ogiques du Regne de
Yahweh, en NRTh, 73 (1951l, págs. 244-260, 352-363.
ha encontrado una reproducción en alabastro que per-
tenece a un templo del Bronce II. Tal vez un pasaje M. V. ARRABAL

117 118
REALEZA DE CRISTO

REALEZA DE CRISTO. La Iglesia, por boca de con los nombres de Kvp1os o i3acr171evs, de los cuales
Pío XI de manera más expresa, proclama la realeza el primero, a través del señorío propio de Dios, le atri-
como atributo de Cristo, según la doctrina católica, buye la divinidad". El nombre de Pastor es aplicado a
fundada en las Escrituras. La encíclica Quas Primas Jesús en el NT, conforme a las profecías del AT 5 •
instituye la fiesta litúrgica en el último domingo de Tiene especial interés para nosotros este nombre de
octubre, «para que los misterios de la vida de Jesucristo Pastor, porque matiza de ternura la realeza, y esta
conmemorados durante el año terminen y sean coro- mezcla de ambas cualidades ha ido desarrollándose
nados por la soleminidad de Cristo Rey»." Es la suprema cada vez más en la conciencia de los fieles, a lo largo
expresión de su dignidad. La encíclica, centrada sobre de la historia de la Iglesia, como lo muestra particular-
el tema de la realeza, expone su verdadero sentido, no mente la devoción del Sagrado Corazón, que ha sido
solamente metafórico de «excelencia», sino principal- unida por la misma Iglesia con el concepto de realeza
mente estricto. La realeza, a la que se asignan las dos al declarar Pío XI que la fiesta de Cristo Rey es com-
cualidades de universalidad y eternidad, está fundada plemento de la consagración del mundo al Sagrado
principalmente en la unión hipostática, por la que a Corazón. Especial interés tienen, entre todos los textos,
Cristo hombre compete el dominio universal en razón la frase en que Jesús mismo se proclama Rey, según
de la Persona divina, y también en la conquista de la san Juan", y el texto del salmo 110,1 (Vg. 109): «Dijo
redención con el precio de su sangre. La realeza estricta Yahweh a mi Señor: "Siéntate a mi diestra mientras
consta de tres poderes, el legislativo, el judicial y el pongo a tus enemigos por escabel de tus pies"». En este
ejecutivo. Este esquema de la realeza puede verse asi- pasaje se llama al Mesías expresamente Señor, y además
mismo en la liturgia establecida para la fiesta de Cristo se expresa su dignidad real al presentarlo sentado en
Rey. Según la encíclica Annum Sacrum de León XIII, el trono divino a la diestra de Dios'. Este concepto
la elección es confirmación por parte nuestra de la de la glorificación real de Jesús, que se cumple en la
realeza de Cristo, y se verifica especialmente por la con- Ascensión, es recogida por muchos pasajes del NT, y
sagración. Veamos este esquema en la Escritura. pasa a ser la gran concepción real de Jesucristo, reinando
sobre la Iglesia y el mundo. Interesa también de manera
1. REALEZA DE CRISTO EN LA ESCRITURA. El pueblo
especial el título de Rey de los judíos, que muestra el
hebreo fue una teocracia, gobierno de Dios por sus re-
letrero de la cruz escrito en tres lenguas, hebreo, griego
presentantes o ministros, y es natural que el concepto
y latín 8•
de Dios-Rey invada toda la Escritura. El nombre de
1Miq 5,1-4; Ez 34,23; 37,24. '1 Sm 10,1; 16,13; 1 Re 1,39; 2 Re
mélek, l3acr171evs, «rey», es aplicado a Dios. El nombre
11,12. 'Is 49,1-7. •Le 1,32; Mt 2,2; 25,34-40; Col 1,18; 1 Cor
hebreo de ºiídoniiy (cseñor»), así como el arameo de 15,15; Heb 1,13; 2,8; Ap 1,5; 17,14; 19,16. 'Mt 9,36; 18,12; y
miiriin(iiº) (cf. márün ºiítiiº, «el Señor viene») tienen el par.; Jn 10,1-2; Heb 13,20; 1 Pe -2,25; Ap 7-17. 'Jn 18,33-38.
sentido de señorío o realeza universal de Dios. Traduce 'Sal 109,1-3; Mt 22,44. 'Jn 19,19-20.
este mismo sentido la voz griega Kvptos, usada por 2. Los TRES PODERES REALES. Que Dios aparece como
los LXX y por el NT. También en un sentido semejante legislador, juez y gobernante en el AT es cosa tan
es llamado Dios, «Señor de los ejércitos o armadas» clara que no necesita ser probada. En el NT se presenta
($ebiiº6t)1. También se aplica a Dios, para expresar a Cristo con estos tres poderes:
su realeza, matizándola de ternura, y conforme al uso a) Cristo legislador. En el Sermón de la montaña
de la antigüedad que se ve en Homero, el nombre de
(«pero Yo os digo»), cuando habla de sus mandamien-
Pastor, en el sentido de pastores de pueblos (rrorusvsc tos-, y cuando san Pablo trata dé la Ley de Cristo".
71awv)2• Otras veces se habla del «trono» de Dios o de
otros atributos de realeza. La Escritura concibe al b) Cristo juez. El mismo Jesús declara que el
Mesías como un Rey, que ha de reinar sobre su pueblo Padre le ha dado el oficio de juez de los hombres, y su
escogido en nombre de Dios, y que llevará a su pueblo a gran juicio es mencionado con frecuencia 3•
la victoria. La interpretación judía cayó en el grave c) Crisio ejecutor o gobernante. En el NT aparece
error, que fue su escándalo ante Jesús, de entender la Jesús como ejecutor de la sentencia de premio o de cas-
realeza del Mesías de modo puramente material, siendo tigo, y como poseedor de las llaves del poder".
su Reino principalmente espiritual. En el AT se aplican Mt 5,7; 28,20; Jn 13,34; 14,15.23.24; 15,10. '1 Cor 9,21; Gál
1

al Mesías los nombres de Señor (Kvp1os) y Rey 6,2.'Mt 10,32; 13,41; Le 21,36; Jn 5,22.27; Act 10,42; 17,31.
(l3acr171evs) y se le presenta con los atributos reales •Mt 25,41.46; 16,27; Jn 14,2; 2 Tes 1,7; 2 Tim 4,8; Ap 1,17-18.
del trono, diadema, etc. 3 Bibl.: Encíclicas: LEÓN XIII, Annum Sacrum, en ASS, 31, pág.
1
646 y sigs. P10 XI, Quas Primas, en AAS, 17, pág. 593.
Sal 5,3; 44,5; 46,2-9; 68,25; 74,12; 84,4; Is 6,5; 33,22; Jer 48,15; General: J. ROVIRA, De opere Messianico oratio, Barcelona 1920,
Zac 14,9; 1 Tim 1,17. 'Jer 3,15; 23,1-2; Ez 34,2-3; Is 63,11. 'Gn págs. 17-35. A. TAVERNA, La sovranítá universale di Cristo Re,
49,10; Nm 24,15-17; 1 Sm 2,1-10; Sal 2,4-9; 21,8; 44,5-8; 45,17; en CivCatt, 3 (1925), págs. 481-493. J. HUSSLEIN, The Reign of
Is 9,6-7; 11,1-9; 14,1-3; Dan 7,13-14; Zac 9,9-10. Christ, Nueva York 1928. M. J. N1c0LAS, Le Christ Roí des Nations,
en R'Thom, 44 (1938), págs. 437-481. F. C. GRANT, The Cospel of
El nombre de Pastor también es referido al Mesías1. the Kingdom, Nueva York 1940. J. M. IGARTUA, El misterio de
Y el mismo nombre de Cristo (Xpio-róc), el Ungido, Cristo Rey, Bilbao 1956, págs. 19-49, 115-150, 227-248. J. L. Mc-
KENZlE, Royal Messianism, en CBQ, 19 (1957), págs. 25-52. J.
hace alusión a la unción de consagración de reyes. CAMBIER, en Ir, 30 (1957), págs. 379-404.
Cristo, dice san Isidoro, es así llamado del crisma, es de- Cristo Rey en la SE: A. MERK, De Regno Christi apud Isaiam
cir, «ungido» (Etimol., 11)2 • Y tal vez el título misterioso prophetam, en VD, 1925. A. MEYENBERG, Jesus der K6nig in den
de «servidor de Yahweh», 'ébed yahweh, es también un Heiligen Schrift, Lucerna 1926. H. SATTLER, Christkonig ;n den
Heiligen Schríft des A. u. NT, Eupen .1935. A. OÑATE, El reino de
título de realeza 3• El NT designa repetidas veces a Jesús Dios en la Sagrada Escritura, en EstB, 3 (1944), págs. 343-382. T.

119 120
RE'AYAH

Impronta de un sello cilíndrico de


mármol, representando la multipli-
cación de los rebaños. Época de
Uruk, hacia el 3000 A.c. (Foto Museo
del Louvre)

DE ÜRBISO, El Reino de Dios en los Salmos,


en EstF, 49 (1948), págs. 13-35, 199-209.
A. ROBAT, Considerations sur le messia-
nisme du Ps. II, en RSR, 39 (1951-1952)
(Mé/anges Ju/es Lebreton), págs. 88-98.
F. SEGURA, Messias Rex in Psalmis, en
VD, 32 (1954), págs. 21-33, 77-83, 142-154. L _,__._ ..
Aspectos particulares de la realeza: L.
CERFAUX, Le litre Kyrios et la dignité roya/e
de Jésus, en RSPhTh (1923), pág. 125 y sigs. W. JoST, Poimen. l. ('Pá:6a [B], 'Paía, 'PEía[A]; Vg, Raia, Raaia). Hom-
Das Bild von Hirten in den Bibl. Uberleg. u. seinen christol. Bedeu-
tung, Giessen 1939. v. HAMP, Der Hirten-motiv im AT, en Festschr.
bre de la estirpe de Judá, hijo de Soba! y padre de Yá-
Faulhaber, Munich 1949. l. DE LA POTIERIE, L'onction du Christ, en hat-, llamado Ró'eh en el libro de las Crónicas2 • Quizá
NRTh, 80 (1958), págs. 225-252. eran descendientes suyos los individuos, de la clase de
Para el título de 'Ébed-Yahweh (Servidor de Yahweh): DE
los netineos, que volvieron con Zorobabel3.
LEEUW, De Koninklijke verklering ... , en EThL, 28 (1952), págs. 449-
471; íd., L'attente du Mesie, Brujas 1954. S. PORUBCAN, JI Patto 2. ('Pr¡xá:; Vg. Reía). Rubenita, hijo de Mikáh y
nuovo in Is, 40-46, Roma 1958. J. COPPENS, Les origines littéraires padre de Bá'al4• A este último personaje, por ser homó-
des Poémes du Serv, de Yahweh, en Bibl, 40 (1959i, págs. 248-258.
nimo del dios fenicio, los LXX cambiaron su nombre
J. JGARTUA en Joel ('lwfi7'. [B); cf. heb, yo'el),
11 Cr 4,2. 21 Cr 2,52. 'Esd 2,47; Neh 7,50. '1 Cr 5,5.
RE'ÁYÁH («Yahweh ha visto»), Nombre de dos Bibl.: NOTH, 1241, pág. 186.
( ?) personajes del A T: M. GRAU

Rebaño en el Wádl Harárah en el Négeb, en el camino de Bersabee a Usdlrn , abrevando en un pozo en pleno
desierto. (Foto P. Termes)

121 122
RÉBA'
RÉBA' («cuarto»; 'Po~óK, 'Po~É; Vg. Rebe). Uno paran las ovejas de los cabritos y sus funciones de juez
de los cinco reyes madianitas, que fueron vencidos y universal seguirán a las de pastor 5•
muertos por los israelitas en tiempos de Moisés, para En la aiegoría del Buen Pastor, la metáfora pastor-
castigarlos de la apostasía en que habían hecho caer rebaño ha logrado su más alta elaboración.
a los hebreos por instigación de Balaam 1. La idea persistió en la Iglesia primitiva: Pablo y el
autor de la Prima Petri ven a a la comunidad cristiana
31,8; Jos 13,21.
1Nn1
como rebaño de Dios6 •
Bibl.: A. CLAMER, Les Nombres, en La Sainte Bible, 11, París
1946, pág. 437. 1Mt 10,6; 15,24; Le 19,10. -cr. Mt 2,6; Le 2,8-10 (Miq 5,2).
J. VIDAL 'L¿ 12,32; cf, Me 14,27 y par.; Mt 10,16. -cr. Mt 9,36 y par.
-cr, Mt 25,32. 'Act 20,28-29; 1 Pe 5, 1 y sigs.
REBAÑO (heb. 'éder, mar'it ; ayÉAr¡, rrctuvn ; Vg, Bibl.: J. JEREMIAS, rroíuvn, rroluviov, en ThW, VI, págs. 498-
501. c. LESQUIVIT - X. LÉON-DUFOUR, Pasteur et Troupeau, en
grex). El rebaño, tanto el de ganado mayor (~ovKÓ- Vocabulaire de Théologie Biblique, París 1962, cols. 760-764.
;\1ov) como el menor - mucho más frecuente en Pa-
lestina - es el resultado de la temprana domesticación e.GANCHO
de cabras y ovejas, llevada a efecto ya desde los tiempos
prehistóricos'. La presencia de los rebaños ya en la REBECA (heb. ribqáh: Pe~ÉKKa; Vg. Rebecca). Hija
Palestina de los patriarcas seminómadas del siglo xvm de Bétü'él y sobrina nieta, por lo tanto, de Abraham,
A.C., es el motivo constante de la vida de un clan de ya que Bétü'él era hijo de Náhór, hermano del gran
pastores: el rebaño es la primera fuente de subsistencia patriarca1. Hermano de Rebeca era Lábán, el ara-
proporcionando carne, leche, lana y pieles, ocupa a meos, ·
hombres y mujeres, proporciona las alegrías del esqui- Es bellísimo el capítulo 24 del Génesis en que se narra
leo y el nacimiento anual de los primeros animales, es el matrimonio de Isaac con Rebeca. Abraham, ya viejo,
también la provisión constante de los sacrificios cultuales, quiso para su hijo, no una mujer cananea de la tierra
y en ocasiones el motivo de luchas y discusiones por infiel en que habitaba, sino una de su parentela, que
los pastos y los pozos de que precisa 2• seguía viviendo en Harrán, en la región de 'Áram
Todavía en el NT, las parábolas de Jesús testifican Naháráyim, la alta Mesopotamia.
que el rebaño constituía la ocupación y fuente de vida Encargó el asunto al viejo fiel servidor suyo - Elié-
de un gran sector de la población agrícola. zer? - 3 administrador de todos sus bienes, a quien,
Nada, pues, tiene de extraño que esta realidad vigente sin embargo, le hizo jurar que jamás llevaría allá a
y cotidiana haya proporcionado lenguaje y símiles a la Isaac, sacándolo de la tierra prometida 4• Yahweh con-
literatura religiosa israelítica. Es verdad que las litera- dujo a buen término el viaje. Encontró el servidor de
turas orientales emplean también las metáforas gana- Abraham a Rebeca, doncella hermosísima, cuyos padres y
deras (rey= pastor; pueblo= rebaño); pero en la hermano accedieron con agrado al deseo de Abraham;
Sagrada Escritura tal lenguaje ha encontrado particular y, viendo que ella quería marchar cuanto antes, la dejaron
importancia. partir. acompañada de su nodriza 5•
Si bien sólo en contadas ocasiones se le llama a Yah- En el desierto del Négeb se encontaron Isaac y
weh pastor de Israel, pero las funciones del pastor se Rebeca, y él la amó apasionadamente, no habiendo
le atribuyen con frecuencia y con frecuencia también indicio de que, al modo de los otros patriarcas, se en-
se le designa al pueblo como su rebaño3; el «pueblo tregara Isaac a ninguna otra mujer. Y continuaron
y rebaño de su mano, de su pastizal»', es decir, de los viviendo en las regiones meridionales. Rebeca fue estéril
prados en los que le apacienta y que directamente de- durante los veinte primeros años de matrimonio, pero
signan la tierra prometida y entregada de Canaán, «el después de orar Isaac a Yahweh por ella concibió y
pueblo de su heredad»5• El libro del Eclesiástico inter- dio a su esposo dos hijos gemelos, Esaú y Jacob; a éste
preta la providencia de Dios sobre toda carne como le profesó su madre un afecto especialísimo 6•
cuidados de pastor sobre su rebaño6• En el capítulo 267 se nos presenta a Rebeca en una
1Cf. Gn 4,2-4. -cr. Gn 13,5-8; 15,9; 18,7; 29,8; 38,12, etc. situación parecida a la de Sara en la corte del faraón
3Nm 27,17; Jer 13,17; Is 40,11; Zac 10,3. 'Jer 23,1; Ez 34,31; egipcio y de 'Ábimélek de Gérár ". También ahora
Sal 74,I; 79,13; 100,3, etc. 'Miq 7,14; cf. Jer 23,2-3; Ez 34,6-8; 'Ábimélek llevó a mal que Isaac, procurando una in-
Is 63,11. •Ec!o 18,12-13. columidad personal, manifestara que Rebeca era her-
El NT prolonga la misma imagen metafórica: Israel mana suya, exponiéndola a los caprichos de sus súb-
es el rebaño de Dios '(el texto: «las ovejas perdidas de ditos.
la casa de Israel» no restringe la comparación sólo a Llevada de su predilección por Jacob, Rebeca prepara
los israelitas infieles, sino que comprende probable- la estratagema para suplantar a Esaú, consiguiendo la
mente la totalidad del pueblo)1. bendición paterna que le daba los derechos de primo-
Como el pastor prometido por los profetas es Jesús, genitura ". Para salvarlo de la cólera de su hermano,
el nuevo Israel es su rebaño; Él será quien apaciente al logró que huyera Jacob a casa de su hermano, Lábán,
pueblo de Dios 2. Mientras su vida terrena era un rebaño donde habría de contraer matrimonio con sus hijas, Lía
pequeño (rroáuvtov) el de los más allegados", pero y Raquel'", Después de este hecho, la Biblia no habla
sus sentimientos de compasión y amparo se orientaban más de Rebeca, sólo se cita en ocasión de la muerte de
a la masa toda de cuantos le seguían de algún modo4• Jacob. cuando éste ordena a sus hijos que le entierren
En sus funciones escatológicas, actuará también como en la sepultura de sus padres, en la cueva del campo
los pastores de Palestina que la llegar la noche se- de Makpéláh, frente a Mamré"!'.

124
123
RECOLECCIÓN

1Gn 24,15. 2Gn 24,29; 25,20. 'Cf. Gn 15,2. •Gn 24,5-9. israelita y pronto su influencia se dejó sentir en el len-
'Gn 24,57 y sigs, 0 Gn 25,21 y sigs, 'Vers. 1-11. 'Gn 12,10-20. guaje y en el ritual del culto litúrgico.
ºGn cap. 27. 10Gn 27,41-28,5; 29-30. 11Gn 49,30-31. En el --+ Calendario de Gézer (línea l.ª) el año em-
Bibl.: H. BAUER, en ZDMG, 67 (1913), pág. 344. W. F. AL- pieza con los dos meses de la recolección de los cereales
BRIGHT, The Narne Rebecca, en JBl., 39 (1920;, págs. 165-166.
(mediados de abril a mediados de junio, ya que las lla-
J. CAUBET nuras del litoral son más tempraneras que las tierras
de la meseta de Judá) que se designan corno ºiisif; tér-
REBLA. Nombre variante de ->- Ribláh. mino que aparece también en algunos textos bíblicos1
junto al más frecuente de qásir (en LXX, respectivamen-
RECADO DE ESCRIBIR. El famoso qéset ha-sáfér, te, crvvTéi\.e1cx y .9eptcrµós). Todavía en los tiempos
pequeña caja que los escribas solían llevar en la cintura de Qumrán, los meses de los cereales son llamados
con algunos objetos de escritorio, es traducido de diferen- qásir. Y éste es el nombre con que los textos más anti-
tes maneras, y no muy correctas, por los LXX, que no guos se refieren a la fiesta agrícola de la recolección, o
entendieron adecuadamente la palabra hebrea. San Je- mejor del final de la recolección de los frutos, probable-
rónimo en la Vg. dice atramentarium, «tintero», aunque mente de origen cananeo, y que más tarde se identificó
conocía el significado concreto. con la fiesta ·de los Tabernáculos, dándole un nuevo
Ez 9,2-3.11. carácter al relacionarla con el hecho histórico de la
J. VIDAL salida de Egipto y permanencia bajo tiendas en el
desierto.
RECOLECCIÓN (heb. qásir; .9ep1crµós; Vg, messis). Fue en los primeros tiempos del asentamiento, la
Después de su asentamiento en Canaán, las faenas fiesta mayor del calendario religioso israelita, celebrán-
agrícolas ocuparon a la mayor parte de la población dose con peregrinaciones y regocijo máximo 2.

Fresco egipcio con diversas escenas de la recolección. Procede de la tumba de Sennegen, muro este, en Deir
el-Medínah. XX Dinastía. (Foto Lehnert & Landrock, El Cairo)

125 126
RECOLECCIÓN

. Siempre quedó como típica la alegría propia de un a7171ácrcrw, en los que está la idea fundamental de cam-
pueblo que ve repletos sus graneros y bodegas y puede bio (éí:7171os; alius, «otro») y no precisamente de reunión
hacer frente al nuevo año con el logro asegurado de su y renovación de la amistad pasada.
trabajo durante la cosecha del año precedente". La ale- Una sola vez es el sujeto activo el hombre: «Recon-
gría llegaba hasta los desheredados de la fortuna que cíliate (6ia7171áyriS1) con tu hermano» 5, mandato de
tenían mano libre para poder espigar y rebuscar lo Jesús que exige aplacar la ira del hermano ofendido y
que había escapado al afán de segadores y recolectores de es equivalente al sóvoéóv («de buen ánimo», «conci-
la uva y la aceituna."; el final afortunado de Rut empezó liador») del versículo inmediato .•
con su actuación como espigadora 5• Por el contrario, Todos los demás pasajes son de Pablo y en ellos el
la más tremenda amenaza que los profetas podían hacer sujeto es siempre Dios con la única excepción de las
al pueblo era desvelarle el cuadro asolador de una co- paces hechas entre marido y mujer, en que la iniciativa
secha destrozada o fallida 2• procede - dada la igualdad de derechos - de la es-
Es precisamente desde esta oscura perspectiva de donde posa: «La mujer no se separe del marido, y de separarse,
arranca el lenguaje figurado de la cosecha o recolección que no vuelva a casarse o se reconcilie con el marido
como imagen del juicio de Dios contra los pueblos y (ecxv xwp1cr.Sfj ... KaTa7171ayi¡Tw) y que el marido no re-
contra Israel, cuyos crímenes y pecados los pone en pudie a la mujer»6•
estado de madurez para el castigo de la guadaña'. Dios nos ha reconciliado por medio de la muerte
Con un sentido figurado más amplio, la recolección aproximadora de su Hijo, lo cual supone que éramos
pasa a significar el fruto y consecuencias derivadas de enemigos suyos y que ahora hemos recuperado su
la conducta del hombre; es el equivalente - en el te- amistad, lo que es motivo de paz y esperanza", Por
rreno religioso - del proverbio castellano «quien siem- extraña paradoja, la reprobación o alejamiento provi-
bra vientos recogerá tempestades» 8• dencial de los judíos ha provocado la reconciliación
1Éx 23,16; 34,22. -cr. Jue 21,9; l Sm 1,3; 1 Re 8,2.65; Dt 16,13. del mundo, lo cual preludia que la reintegración del
'Rut 3,7; Is 9,2; Jer 31,12; 48,32-33; Sal 126,6. -cr. Lv 19,9; pueblo elegido será causa de mayor bien 8• Dios recon-
Dt 24,19. -cr. Rut cap. 2. 'Jer 5,17; 8,13; 50,16; Is 62,8-9. -cr. ciliaba al mundo, en y por Cristo, no tomando en cuenta
Is 17,5; 27,11-12; 28,27; Jer 13,24; 51,2.33; JI 4,1 y sigs, 'Job
4,8; Prov 20,4; 22,8; Eclo 7,3.
los pecados por los que el Hijo murió; la predicación
apostólica que proclama la salud realizada es «palabra
La recolección en el NT conserva su sentido natural', de reconciliación» y a los creyentes no les queda sino
y pasa también a significar las realidades escatológicas reconciliarse con Dios, es decir, mantener vigente el
del juicio de Dios, que realiza de hecho el Hijo del acercamiento cumplido con la redención de Cristo, que
hombre", en conformidad con la conducta religiosa y es una renovación completa del hombre 9•
ética que los hombres habrán observado durante su vida Las cartas de la Cautividad aportan un doble elemento:
en la tierra: una es la suerte del trigo bueno y otra la la reconciliación - con el verbo de cuño paulino cmo-
de la paja inútil. Escatología y comportamiento moral KaTa7171ácrcre1v - no sólo se realiza por medio de
van unidos, lo que el hombre siembre, eso cosechará 3• la sangre de Cristo, sino que directamente pacifica y
Poco importa que en el campo del apostolado uno sea reconduce la creación toda a Cristo mismo1º; el resul-
el misionero que siembra y otro el segador, porque el tado de esa reconciliación pacificadora es la unión de
campo es de Dios", judíos y gentiles que, así unidos, vuelven a Dios!'.
1Mt 6,26 y par.; Jn 4,35; Sant 5,4. 'Mt 3,12; 13,3('.41 y sigs.; Así, pues, en el pensamiento paulino, la reconciliación
Ap 14,15-16. 3Gál 6,7-10; cf. 1 Cor 9,10-11; 2 Cor 9,6. •Jn 4,36- la operan Dios y Cristo y el resultado es la paz y amis-
38; cf. 1 Cor 3,6-9. tad entre Dios y los hombres y la fraternización de éstos
Bibl.: F. HAUCK, .Sepíl;w, .Septrrµó,, en Th W, III, págs. 132- entre sí.
133. R. DE VAUX, Les institutions de /'AT, II, París 1960, pág. 398
1Gn 33,4. 'Gn 45,3-5. '2 Sm 14,21-33. •Jue 19,3. 'Mt 5,24.
y sigs. R. GIRARD, Moisson, en Vocabulaire de Théologie Biblique,
París 1962, cols. 641-643. 'l Cor 7,11. 'Rom 5,10-11. 8Rom 11,15. '2 Cor 5,17-21. 1°Co1
e.GANCHO 1,19-23. 11Ef 2,14-17.
Bibl.: F. BüCHSEL, Ó:1T-, 6t-, KaTOAAÓO"O"O, en ThW, 1, págs.
RECONCILIACIÓN. El vocabulario hebreo no tiene 253-260. V. TAYL0R, Forgiveness and Reconciliation, Londres 1946.
B. WAMBACQ, Per eum reconciliare ... quae in cae/is sunt, en RB, 55
un término propio equivalente al castellano «recon- (1948), págs. 35-42. J. DUP0NT, La réconciliation daus la théo/o¡,ie
ciliación»: el hecho de volver a hacer las paces aparece de saint Paul, en AnLov, 32 (1953). G. W. H. LAMPE, Reconciliation
frecuentemente en el AT (Esaú y Jacob-, José y sus in Christ, Londres 1956. L. Rov, Réconciliation, en Vocabulaire
hermanos", David y Absalón3, etc.), pero no viene de Théo/ogie Blblique, París 1962, cols. 891-894.
e.GANCHO
cualificado con un vocablo propio; cuando el levita
de la concubina de Belén quiere reconciliarse con ella,
RECTA. Nombre de una calle de la Damasco del
va a hablarle al corazón «para volverla a sí» (heb. súb ;
6ia71i\á~a\ [A], e;ncrTpÉ4'a! [B])4•
NT (r¡ pÚµfl r¡ Ka71ovµÉYT] Ev.Seia; Vg. vicus rectus), en
donde se encontraba la casa a la que Saulo-Pablo fue
La reconciliación religiosa entre Dios y el hombre
conducido después de la visión que le convirtió.
es el término de una acción divina perdonadora (kpr)
y una acción humana (inducida y provocada por Dios) Act 9,11.
que es la conversión o vuelta (süb); pero tampoco tiene
nombre propio. RECUERDO (heb. zákar, zikkártin: áváµvricr1s, µ1-
En el NT, la Vg. traduce por reconciliatio, reconciliare, µvi¡crKoµa1; Vg. memorari, recordari). l. EN EL AT.
los términos griegos: KaTa7171ayi¡, 61-, KaT-, áTToKaT- Entre los pueblos orientales antiguos, en los que la es-

128
127
RECUERDO

critura no era de uso común, la memoria tenía mucho preceptos eran un memorial (uvnuóovvov) para las
mayor importancia y cultivo que entre nosotros. Pero futuras generaciones 5•
este cultivo extraordinario de la memoria, que hizo Al hombre sinceramente religioso no le quedaba
posible la transmisión oral de historias y leyendas du- otra opción que recordar a un Dios que, aun cuando
rante largos siglos, cobra en la SE significado teológico. las madres puedan olvidar al fruto de sus entrañas,
En el AT, todos recuerdan y todos deben recordar: nunca olvida 6•
l. Dios recuerda, y tal recuerdo es siempre eficiente Para los rabinos, la "azkdráh, o «recuerdo» significa
y fecundo en relalizaciones prácticas dentro de su pro- la conmemoración del nombre divino, y aun incluso el
videncia y de la historia de la salud; no es nunca opera- mismo tetragrámaton.
ción mental puramente especulativa. La Biblia conoce el sentimiento y expresión de «re-
Objeto de su memoria es ante todo el pacto, toda cuérdame», «no me olvides»', que pone una nota tan
su actividad concordataria con los patriarcas y con su amable en las relaciones humanas.
pueblo elegido, encaminada a la salud· y protección de De todo esto se deduce claramente que para el AT
los pactantes humanos: «Me acordaré de mi pacto con el hombre religioso no puede ser ni vivir desmemoriado,
vosotros ... y no volveré más las aguas del diluvio 1; tiene que cultivar el recuerdo.
Oyó Dios sus gemidos y se acordó de su alianza »2; 'Dt 4,9; 5,5; 7,18; 8,2.14.18; 9,7 y sigs.; 15,5; 16,3.12; 24,18-19;
Este rememorar Dios - según . nuestra manera de 32,7; cf', Is 46,9; Miq 6,5; Jer 3,21. 2Cf. Sal 25,6 y sigs. 3Eclo
7,16.30; 14,12; 18,24; 23,18; 26,6 y sigs. -cr, Éx 12,4; 13,3.9;
hablar - los acontecimientos y decisiones pasadas es 1 Cr 16,8.12; Tob 4,5.19. -cr, Éx 3,15; 17,14; Est 9,32; Sal 102,
prueba inequívoca de su fidelidad que no olvida ni 12; 112,6; 135,13. 'Is 49,15. 'Gn 40,14.
se arrepiente o desentiende de sus «compromisos»". Bibl.: o. MICHEL, µ1µvr¡oxoµa1, en ThW, IV, págs. 678-687
Idéntico significado implica el que Dios se acuerde C. GANCHO
de sus amigos los patriarcas+, Su memoria de viejas
bondades le provoca indefectiblemente una voluntad de 11. EN EL NT. l. Los grandes (heilsgeschichtlich)
beneficios renovados, siempre en una línea constante recuerdos de Dios. a) La salvación mesiánica, conce-
de fidelidad a sí mismo. dida en Cristo, se arraiga en el recuerdo de Dios del
Por ello, los creyentes angustiados suplican a Dios favor prometido a Abraham y a su descendencia, según
que haga memoria de sus misericordias; así Sansón, las expresiones de Lucas1, emparentadas de cerca con
Salomón, Ezequías, Job y los hombres del Salterio 5, y fórmulas veterotestamentarias 2•
que recuerde la maldad y pecados de los enemigos,
convencidos los orantes de que tal recuerdo será deci- b) Después que Dios haya permitido a las potencias
sivo para su liberación, porque Dios actúa al «recordara" del mal algunos triunfos aparentes y pasajeros 3, se acor-
dará un día de sus violencias y ese recuerdo producirá
1Gn 9,15. 'Éx 2,24; 6,5. -cr. Sal 105,8; 106,45; 111,5. 'Éx
32,13; Dt 9,27. 'Jue 16,28; 2 Cr 6,42; 2 Re 20,3 (cf. Is 38,3); Job la espectacular ruina de tales potencias, de la que Ba-
7,13; 10,9; Sal 74,2; 89,51; 103,14; 106,4 ... 'Sal 25,6-7; 137,7; bilonia (Roma), la gran ciudad, es el prototipo por
1 Mac 7,38; Neh 1,8; 5,19; 6,14; 13,14; 22,29-30. antonomasia 4•
2. También el hombre tiene que ejercitar su memoria 1Lc 1,54.72. 'Sal 97,3; Lv 26,42. 3 Ap 13,1 y sigs, ºAp 16,
y, habida cuenta de la fuerza de los textos, no parece 19; 18,5; 17,1-19.24.
exagerado decir que tal tarea es «trazo fundamental 2. Dios se acuerda de nuestras oraciones y buenas
en la piedad» del AT, especialmente en el pensamiento obras, pero no de nuestros pecados si estamos unidos
del Deuteronomio, donde hay toda «una teología del a Cristo. Así como Cristo se acordará, esto es, conce-
recuerdo» (Michel). derá la petición del buen ladrón 1, así Dios se acordará
El punto principal de esta meditación es la historia y acogerá cualquier oración y generosidad, como las
de la salud que Dios ha trenzado desde los orígenes del del centurión romano, que ascendieron como memorial
pueblo: recuerda que fuiste siervo en Egipto, que Dios a la presencia de Dios 2. Quizá se tenga en ello una com-
te libró con portentos, como actuó contigo en el largo paración del sacrificio memorial", al que ya Tobías
viaje de cuarenta años por el desierto, recuerda sus mi- asimilaba la oración", Además, para destacar el con-
sericordias sin cuento y guardarás el sábado, y tra- traste entre las economías del AT y del NT, la epístola
tarás con bondad al extranjero y serás fiel a tu Dios a los Hebreos dirá que los antiguos sacrificios recorda-
y con ello «acuérdate y no olvides» tu conducta ingrata 1. ban a los judíos su pecado y provocan también en Dios
En el Deuteronomio, sobre todo, la historia entendida el recuerdo de las transgresiones humanas y su castigo 5•
y recordada con fe es maestra de vida ética y religiosa, Gracias al sacrificio de Cristo, Dios no se acuerda ya
invitando a la gratitud, la obediencia y la confianza en de nuestros pecados, es decir, nos concede su remisión 6•
Dios. El fruto de esa meditación es situar al hombre 1Lc 23,42. 'Act 10.4,31. 'Lv 2,2.9.16; 5,12; 6,15. 'Tob 12,12.
en su lugar, de cara a Dios que actúa en misericordia, 'Heb 10,3. 'Heb 10,17.
recordando su pretérita generosidad y olvidando los
pecados del hombre con tal que éste los recuerde 2. 3. El recuerdo, o sea la intelección profunda del AT,
También el libro del Eclesiástico ha dado gran impor- de las palabras y actos de Jesús. a) Más que Mateo
tancia al recuerdo en orden a encauzar la vida del joven y Marcos, san Lucas insiste en el hecho de que Jesús
dentro de unas normas de ejemplaridad social y ética 3• se refería al AT al anunciar su pasión y su resurrec-
El recuerdo de la bondad.de Dios va unido a la ora- ción-, y en la ininteligencia (ausencia de comprensión),
ción de gratitud y alabanza 4• Las fiestas religiosas tenían de estos anuncios de que adolecieron los apóstoles"
una finalidad directamente rememorativa y los mismos hasta que el Resucitado les abre la inteligencia para
129 130
RECUERDO

entender las SE. En este contexto, el «recuerdo» de las 6. Parénesis. El recuerdo del pasado, sobre todo del
palabras de Jesús evoca, evidentemente, la idea de fervor religioso pretérito, debe provocar un renovado
comprensión de las Escrituras". Este tema resulta más fervor1.
explícito en el evangelio de Juan, que insiste en la fun- 1 2 Tim 1,4; Heb 10,32; 2 Pe 3,2; Ap 2,5.
ción del Espíritu en la recordatio. Bibl.: J. BEHM, áváµVT]OIS, en ThW, I, págs. 351-352. o.
MICHEL, µ1µvr¡0Koµai, etc., en ThW, IV, págs. 678-687.
b) Según Juan, el Espíritu Santo no se concede Comentarios a 1 Corintios: D. JONES, 'AváµvT]OIS in the LXX
sino después de la glorificación de Jesús 5• Este Espíritu and Interpretotíon of 1 Cor., 11,25, en JThS, 6. (1955), págs. 189-190.
otorgará a los discípulos la facultad de recordar cuanto J. J. PETUCHOWSKI, Do this in Remembrance of Me, en JBL, 76 (1957),
págs. 293-298. J. P. AUDET, Esquisse hlstorique du genre Jittéraire
Jesús les había dicho, a saber, les hará comprender
de la «Bénédiction» juíve et de l'<Eucharistte» chrétienne, en RB, 65
plenamente sus enseñanzas". En efecto, todo permanecía (1958), págs. 371-399, también muy interesante para «recuerdo»
oscuro, como parábolas no explicadas'. Recordarán y en el AT y su aplicación al texto de 1 Cor.
comprenderán entonces, por ejemplo, el dicho misterioso F. GILS
sobre el Templo reconstruido en tres días 8 y algunos
textos del AT 9 , etc. (---* Parábola). RED ---* Lazo y Pesca.

c) Mateo y Marcos recurren al término uvnuovsvco REDAKTIONSGESCHICHTE ( «historia de la redac-


para un tema semejante: Jesús pedirá a los Doce que ción»). Desde la Segunda Guerra Mundial, se da cada
se acuerden de la multiplicación de los panes" para vez más importancia a lo que se llama Redaktions-
aquilatar su alcance recóndito!'. geschichte o «Historia de la Redacción», aplicada par-
1 Le 18,31; 22,37; 24,44. 'Le 9,44.45; 18,31.34; 24,24-26.45. ticularmente al estudio de los evangelios, sobre todo
'Le 24,25-26.45-46. 'Le 9,44; 24,6.8. 'Jn 7,37-39; 20,22. •Jn 14, a los sinópticos, y esto, en buena parte, como reacción
16.26; 16,13. 'Jn 16,25. 'Jn 2,22. 'Jn 2,17.22; 12,16. 10Mt 16,
9; Me 8,18-19. "Mt 16,9-11; Me 6,51; 8,17-21. contra las exageraciones de la Formgeschichte o «Histo-
ria de las Formas» aplicada a los evangelios por Dibe-
4. El memorial de la Pasión del Señor. «Haced esto lius y de modo más exagerado por Bultmann y su
en memoria de mí» 1• Si a causa de ciertas circunstan- escuela. Se había exagerado al atribuir, casi en exclu-
cias, Pablo insiste a veces especialmente en la muerte siva, a la primitiva comunidad cristiana anónima la
de Jesús2, es por lo demás evidente que su cristología creación de las «formas» literarias, en que, según dicha
se centra en la idea de la victoria, de la exaltación de Historia de las Formas, se vierte el contenido de los
Jesús 3. evangelios. Los evangelistas quedaban reducidos a poco
La avéxµvr¡o-1s referida a la Eucaristía no puede menos que simples compiladores de materiales termi-
evocar una pura conmemoración fúnebre. En la Cena, nados. La «Historia de la Redacción» vino a poner las
Jesús bendijo, esto es, alabó al Padre", Ahora bien, la cosas en su punto, probando que los evangelistas son
bendición es tradicionalmente una avéxµvr¡o-1s llena de verdaderos autores, con personalidad literaria propia:
elogio y de alegría de los mirabilia Dei, tanto en el toman, dejan, organizan y elaboran los materiales reci-
AT como en el NT 5 • Los cristianos vivían la fracción bidos de la tradición - oral o escrita o de ambas a la
del pan en el gozo", Ésta supone una proclamación' vez - cada uno según un propósito. Parece cierto que
(lo cual evoca un mensaje de alegría), concerniente a la Iglesia primitiva, antes de que el evangelista entrase
la muerte del Señor, o sea relativo a Jesús muerto y en acción, ya por necesidades de su kerygma o predi-
luego resucitado como Señor glorioso 8, que en adelante cación de conversión, ya por necesidades de su cate-
no morirá nunca más" y cuyo regreso se espera (done c quesis o didajé a los conversos, ya por necesidades de
veniaty". controversia, etc., tuvo parte en agrupar en esquemas
Cristo nos invita, por tanto, a imitar sus actos y a «formas»), determinados materiales de tradición acerca
proclamar elogiosamente los mirabilia llevados a cabo de los «dichos» y hechos del Señor; pero es cierto que los
en la obra mesiánica: el triunfo de Jesús sobre la muerte, evagelistas tuvieron parte también en esos aspectos
preámbulo de la alborozada entrada del Mesías en el formales como instrumentos de la Iglesia, máxime si
fin de los tiempos. En el canon de la misa ( Unde et pertenecían, como creemos, a la generación apostólica
memores) evocamos de hecho la Pasión y la glorifica- y no, como quieren ciertos críticos, a la Iglesia tardía
ción de Jesucristo. subapostólica. Stendhal defiende incluso que el evangelio
11 Cor 11,24-25; Le 22,19. 2Gál 3,1; 1 Cor 1,17.23-25. 3
1 Tes de Mateo es producto de una Escuela, la Escuela de
1,9-10; 1 Cor cap. 15; Rom 1,1-4; 4,25; 6,1-23; Col y Ef passim: san Mateo A. Para hacer la historia de la redacción de un
'Mt 26,26, etc. 'Por ejemplo: Gn 24,48; Éx 18,19 y sigs.; 1 Cor
16,4-38; Sal 105; 106; sr 1,3 y sigs.; 3,20 y sigs. 'Act 2,44. '1 Cor evangelio, el punto más importante es determinar los
11,26, KCXTayyé?-?-ne. 8Act 2,36; Rom 1,1-4, etc. 'Rom 6,9; Ap destinatarios y sobre todo, la finalidad que se proponen
1,17. 101 Cor 11,26. los evangelistas: la finalidad común a todos ellos, la
5. Recuerdo de las palabras y actos de Jesús, y de finalidad particular de cada uno. Todos quieren hacer
las tradiciones apostólicas. Nuestros evangelios nacie- historia verdadera, incluso san Juan. Quieren hacer his-
ron de las palabras y actos de Jesús. toria con diversos fines: a) el histórico propiamente
San Pablo se acuerda de una frase especialmente tal: conservar unos dichos y hechos del Señor; b) el
memorable', y como los otros autores neotestamenta- religioso propio de toda historia bíblica: describir y
rios 2, inculca el cuidado del recuerdo de las tradiciones servir a la historia de la salvación (Heilgeschichte)
doctrinales y de otro tipo3• traída por Cristo; c) el eclesiástico: servir a las necesi-
3
dades de misión y catequesis de la Iglesia primitiva.
1Act 20,35. 'Jo 15,20; Jds ver. 17; 2 Pe 1,12-13; 3,1-3. 1 Cor
4,17; 11,2;- 15,1-3; 2Tim 2,14; Tit 3,1.
Éstas son finalidades comunes. Pero lo que más paten-

132
131
REDENCIÓN

tiza el carácter literario de cada evangelista es la finali- sobre los individuos, que deben tratar por unirse con
dad particular que cada uno persigue en la compo- Dios mediante su esfuerzo personal.
sición de su evangelio. De esta múltiple y particular Frente a tales teorías, la doctrina católica, basada
finalidad de cada evangelista, deriva que a veces narren plenamente en los textos bíblicos, sostiene la satisfacción
los hechos: (compárense, p. ej., los milagros comunes vicaria de Cristo por los hombres, pero afirma al mismo
a Juan y Sinópticos), o los dichos de Jesús interpretán- tiempo que éstos, para hacerse efectivamente partícipes
dolos (compárense, p. ej., las bienaventuranzas de Mateo de los efectos de la redención, deben solidarizarse con
y Lucas), y que a veces los apliquen a las necesidades el Redentor, sometiéndose con la fe y las buenas obras
de la Iglesia (compárense, p. ej., la parábola de la oveja a la ley evangélica.
perdida en Mateo y Lucas), y que narren u omitan Sin formular una definición, ya el Concilio de Trento
(vgr. Lucas se desinteresa de la geografía exterior de había recordado que el pecado de Adán no se quita
Palestina, y de Palestina le interesa Jerusalén, el gran sino «por el mérito de Nuestro Señor Jesucristo, único
viaje a Jerusalén), junten (vgr. Mateo reúne los logia Mediador, que nos reconcilió con Dios mediante su
del Señor en cinco grandes discursos recogiéndolos de sangre, hecho para nosotros justicia, santificación y
lugares y tiempos distintos) o separen el material. Las redención»', y que la causa meritoria de la justificación
variantes 'derivan de los fines que se proponen los evan- es el Unigénito de Dios, «Nuestro Señor Jesucristo, el
gelistas. Pero cuando narran e interpretan y hacen apli- cual, siendo enemigos", por la extremada caridad con
caciones están asistidos por el Espíritu Santo, el cual que nos amó 3, con su santísima pasión en el madero
«os enseñará toda verdad»1• de la cruz nos mereció la justificación y satisfizo por
El hecho de que cada evangelio tiene su historia nosotros al Padre». Pablo IV condenó el 7 de agosto
redaccional, unido a que los evangelios reflejan a veces de 1555, entre otros, el error de los que niegan que
diversas tradiciones orales o escritas, dan razón de las Nuestro Señor Jesucristo «no padeció la muerte acer-
diferencias, de las pequeñas, pero múltiples discre- bísima de la cruz para redimirnos de los pecados y de
pancias de los evangelios (-,. Sinóptico, Problema). la muerte eterna y reconciliarnos con el Padre para la
AK. STENDHAL, The School of St. Matihew, Londres 1954. vida eterna»>. En los esquemas preparados para una
lJn 6,63; 16,13; 14,26.
definición por el concilio Vaticano, se lanzaba anatema
contra quien tuviera la presunción de afirmar que la
Bibl.: Además de la citada en --,. Evangelios, Formgeschichte y
Sinóptico, Problema, véase: H. RIESENFELD, Tradition und Redaktion «satisfacción vicaria, es a saber, de un solo Mediador
int Markus-Evengalium, en Neut. Stud, Jür R. Bultmann zu seinem por todos los hombres, repugna a la justicia divina»,
70. Geburtstag, 3. ZNW, 21 (1954). M. MARXSEN, Der Evangelist y contra quien no confiese que el mismo Verbo divino,
Markus. Studien zur Redaktionsgeschichte des Evangeliums, Gotinga
1956. X. LÉON DUFOUR, Formgeschichte et Redaktionsgeschichte «padeciendo y muriendo en la carne asunta. pudo satis-
des évangiles Synoptiques, RSR, 46 (1958), págs. 237-269. A. DES- facer por nuestros pecados o que satisfizo verdadera
CAMPS, Essai d'interprétatíon de Mt 5,17-49. «Formgeschichte» ou y propiamente» B.
«Redaktionsgeschichte», en Studia Evangelica, Lovaina 1959, págs.
156-173. L. RANDELLINI, La formazione degli Evangeli sinottici A DENZ, n.0 790, 799, 993. B Concilio Vaticano I, Colectio La-
secando la critica recente, en DTh(P), 63 (1960), págs. 3-30. CH. censis, vol. VII, col. 566.
H. LOHR, Oral Techniques in the Gospe/ of Matthew, en CBQ, 23 11 Cor 1,30. Rom 5,10. ªEf 2,4.
2
(1961), págs.,403-435. J. GAMBA, Praeocupatio universalistica in
Evangelio S. Lucae, en VD, 40 (1962), págs. 131-135. J. LEAL, l. NOCIONES. El término «redención» (Iat. redemptio,
El clima de la Je en la Redaktionsgeschichte del IV Evangelio, en
EstB, 22 (1963), págs. 141-177. H. CONZELMANN, Die Mitte der der. de redimere, «recobrar una cosa vendida», «resca-
Zeit, 5.• ed., Tubinga 1964. J. R. GEISELMANN, Jesus Christus, I, tar») equivale al griego 7\\hpwcr151 y Ó:TTOAÚTpwcr152, de
Die Frage nach dem historischen Jesus, Munich 1965. 7'.úTpov, «rescate»", expresándose la acción corres-
A. DÍEZ MACHO pondiente con el verbo 7'.vTpovcrSai 4• En hebreo encon-
tramos con sentido fundamental análogo los verbos
REDENCIÓN. Obra de la salvación del género hu- ga'al, pádáñ y kipper, para expresar la liberación de
mano, privado de la amistad divina y condenado a la servidumbre de Egipto y de la Cautividad babilónica
muerte eterna por el pecado, realizada por Jesucristo, y la expiación de los pecados. Dios es considerado
particularmente con el sacrificio de su vida sobre la como g6'e/, vengador de la sangre, libertador de Jacob 5,
cruz. Bajo diversos términos y nociones se encuentra del pueblo", de Jerusalén y de Sión",
esbozada en el AT, mientras los libros del NT nos ofre- Pero el pensamiento expresado por este grupo de
cen una síntesis completa de la misma. La interpreta- palabras coincide con el del verbo crc;:,~e1v, «salvar»,
ción de ciertos pasajes ha dado pie a diversas teorías y y sus derivados crwTr¡pía, «salvación», y <JúY'rr¡p, «sal-
especulaciones, completadas modernamente con la de vador», a los que corresponde el hebreo hosi=a.
la solidaridad, sin que pueda ya ponerse en duda el La redención puede considerarse objetivamente: la
sentido de las enseñanzas bíblicas sobre los efectos y obra realizada por el Redentor, y subjetivamente: la li-
la universalidad de la redención. beración del hombre de la esclavitud del pecado.
Exagerando el aspecto objetivo de la misma, Lutero 1Lc 1,68; 2,38; Heb 9,12. 'Le 21,28; Rom 3,23; 8,23; 1 Cor
la había convertido en una simple sustitución penal de 1,30; Ef 1,7.14; 4,30; Heb 9,15; 11,35. ªMt 20,28; Me 10.45.
'Le 24,21; Tit 2,14; 1 Pe 1,12. 'Gn 48,16. 'Is 41,14-15. 'Is
Cristo a los hombres, a los que nada quedaría que hacer
52,9; 59 ,20.
para obtener la salvación sino creer. Los socinianos,
los protestantes liberales y los modernistas, por el 2. PRELUDIOS DE REDENCIÓN. Aparte de las promesas
contrario, pretendieron reducir la obra redentora de de liberación mesiánica y del recuerdo de la salida de
Cristo al influjo moral que con su ejemplo puede ejercer Egipto y del retorno de la Cautividad babilónica, hay

133 134
REDENCIÓN

en el AT ciertas figuras que preludian algunos de los Manifestación de la bondad y amor de Dios a los
aspectos de la redención: Isaac, reemplazado por un hombres, el designio redentor era enteramente gratuito,
carnero1; los primogénitos de los hebreos, salvados independientemente de las obras del hombre3 •
con la sangre del cordero pascual, tipo de Cristo 2, que b) La redención aparece vinculada de hecho ínti-
pertenecen al Señor, deben ser rescatados 3 ; diversos mamente a la Encarnación por la que Jesucristo, el
sacrificios expiatorios garantizan el perdón de los culpa- Hombre-Dios, queda constituido único Mediador entre
bles"; los sufrimientos del Siervo de Yahweh tienen Dios y los hombres", representante nato de la humani-
valor de expiación y de intercesión para todo el pueblo 5• dad 5, por la que puede ofrecerse como rescate, partici-
· Pueden añadirse todas las intervenciones históricas de pando de sus miserias y dolores", asociándola a su vida
Yahweh en favor de su pueblo y las promesas de libera- celestial y divina 7•
ción futura, sobre todo las relaciones con el perdón e) Ha sido realizada voluntariamente por la vida,
de los pecados7 • pasión y muerte de Jesús sobre la cruz 8, una sola vez ",
1Gn 22,1-13. '1 Cor 5,7. 'Éx 13,11-15. 'Lv 4,1-5.15. 'Is 52, por obediencia al Padre '", y por amor a cada uno de
13-53,12. 'Is 33,24; Jer 31,33-34; Ez 36,24-29; Zac 13,1. los hombres!'.
3. SÍNTESIS DEL NT. Combinando los textos del NT d) Aunque consumada en la cruz, la redención ocupa
referentes a la obra redentora, podemos decir que la el primer plano en toda la vida de Cristo 12 y se completa
redención ha sido: con la resurrección y la ascensión del Señor13.
a) Una iniciativa del amor divino, para comunicar e) Cristo prolonga en cierto modo en los cielos su
a los hombres, muertos por el pecado, la vida eterna1. sacrificio redentor, en cuanto ofrece sus méritos al Padre
Dicha iniciativa corresponde a un designio del Padre por la salvación de los hombres14, siendo esta intercesión
concebido «antes de la fundación del mundo», «en omnipotente como un eco de las plegarias que ofreció
orden a su realización en la plenitud de los tiem- durante la vida terrestre y la recompensa de su obedien-
pos» 2. cia 15. En el mismo sentido puede interpretarse la imagen

Jerusalén. Basílica del Santo Sepulcro, que encierra en su recinto los dos lugares en que se consumó la redención
del género humano: el Calvario (a la derecha, abajo) y el sepulcro de Jesús (bajo la cúpula grande). (Foto
V. Vilar, Archivo Termes)

135 136
REDENTOR
del «Cordero degollado» del Apocalipsis 16,
siendo el Con la inauguración de la Nueva Alianza, anunciada
recuerdo de la mediación de Cristo en los cielos motivo particularmente por Jeremías 5 y la abolición de la Ley
de confianza y estímulo de perseverancia 17. mosaica, Cristo Redentor dio cumplimiento a todas
f) La redención se renueva místicamente y se recuer- las promesas divinas", convirtiéndose en lazo de paz y
da mediante el sacrificio eucarístico18• de hermandad para todos los pueblos'.
1
Jn 3,14-16; Rom 3,24; 5,8-9; 8,32; Ef 1,4-7; 2,4-7. 'Ef 1,4-10.
1
1 Cor 15,21-22; Rom 5,15.18-21. 2Rom 3,21-22.29-30; Col 1,
'Tit 3,4-7; Gál 3,18; Rom 4,2-8. •¡ Tim 2,4-5. 'Heb 2,9-11. 21-22; Ef 2,11-22; Gál 3,26-29; Rom 10,12. 'Rom 16,25-27; Col
'Heb 2,14-18; 4,15; 9,11-12. 'Col 1,12-15.18-20. 'Flp 2,5-8; 1,25-27; 2 Tim l,9-11; Tit 1,1-4; Ef 3,1-12; l Cor 2,7-10. •1 Tim
1 Tes 5,9-10; Rorn 3,15; Col 2,14-15; Ef 1,7; 1 Pe 1,18-21. 'I Pe 2,1-7; 2 Tes 2,13-14; 2 Tim 2,10, etc. 'Jer 31,31-34; cf. Ez 36;
3,18; Heb 9,11-12.15.25-28. 10Jn 14,31; Rom 5,19; Flp 2,8; Gál Sal 51. '2Cor 1,19-20; Heb 7-10. 'Ef 2,11-19; cf. Col 2,13-15;
1,4; Heb 10,5-7. 11Ef 5,1-.2; Gál 2,20; Jn 10,18; Me 10,45; Mt Gál 2,19; Rom 7,4.6.
20,28; 1 Tim 3,16. 12Heb 10,5-7.10; Jn 10,11.15.17; Me 10,45; Mt Bibl.: R. G. BANDAS, The Master-Idea of St. Paul's Epistles on
20,22; Le 12,50. 13Heb 2,9; Gál 1,1; Rom 6,4.9; Ef 1,20; Flp 2, the Redemption, Brujas 1925. F. PRAT, La Theologie de Saint Paul,
9-11; 1 Cor 15,46. "Heb 7,24-25. "Heb 5,7-10; 16,7.28; 10.14; II, 10.ª ed., París 1925, págs. 53-277. J. RIVIÉRE, Redemption, en
12,2. "Ap 5,~.12; 7,14; 12,11; 13,8. "Heb 10,19-27. "l Cor DThC, XIII (1937), cols. 1012-2044. F. AMI0T, L'enseignement de
11,23-26; cf. Mt 26,26-28 y par. Saint Paul, I, 2.ª ed., París 1938, págs. 159-215. H. M. BIEDER-
MANN, Die Er!Ossung der Sch6pfung beím Aposte/ Paulus, Würzburgo
4. TEORÍAS. Sobre la naturaleza íntima del sacrifi- 1940. J. J. STAMM, Erlóssen une/ Vergeben im N.T., Berna 1940.
cio redentor se han formulado tres teorías principales, J. M. BovER, Teología de san Pablo, Madrid 1946, págs. 112-431.
que tratan de combinar las nociones que se desprenden J. BONSIRVEN, Les enseignements de Jésus-Crist , 2.a. ed., París 1946,
de los textos bíblicos: la del rescate, la de la sustitución, págs. 229-250. A. KIRCHGÁSSNER, Erl6ssung und Sünde irn N.T.,
Friburgo de Br. 1950. M. MEINERTZ, Theologie des Neuen Tes/a-
la de la satisfacción. Todas tienen apoyo en la SE, mentes, I, Bonn 1950, págs. 176-191; II, págs. 88-114, 278-315.
pero, en sentir de muchos intérpretes católicos modernos J. BONSIRVEN, Théologie du N.T., París 1951, págs. 292-327. A. VAN
deben completarse con la de la solidaridad claramente DEN BORN, Erlásung, en Bibel Lexikon, Zurich-Colonia 1951, págs.
414-421. P. HEINISCH, Christus, der Erlóser lm A/ten Testameni,
afirmada en numerosos pasajes paulinos. Implica, pues, Graz-Viena-Colonia 1955. A. Rovo MARÍN, Teología de la Salva-
la redención en primer término, la liberación del pecado'. ción, Madrid 1956. T. CASTRILLO AGUADO, Jesucristo Salvador. La
Es asimismo un rescate por la sangre de Cristo2 • Es persona, la doctrina y la obra del Redentor, Madrid 1957. O. CuLL-
MANN, Die Christologle des Neuen Test amentes, Tubinga 1957. M.
también satisfacción y expiación por los pecados", apa-
GARCIA CORDERO, Contenido y ámbito de la redención y salvación
reciendo relacionada la muerte de Cristo con la repara- en el A.T., en SBEsp, 20 (1959). C. DE VILLAPADIERNA, El aspecto
ción plena del pecado en todos aquellos pasajes que penal de la redención, ibíd. J. M.ª GONZÁLEZ Rurz, Valor soterio-
aluden a la implantación de una nueva economía de sal- lógico de la resurrección de Cristo, ibíd. S. AUSEJO, Ámbiio del
influjo soteriolágico de Cristo y la Iglesia, ibíd. J. M.» CASCIARO,
vación en contraposición a la ineficacia de los sacrificios Etapas de la obra salvadora en la teologfa paulina, ibíd.
de la Ley mosaica 4• Finalmente, la doble solidaridad de
Cristo con la humanidad pecadora y de los redimidos J. PRADO
con el Redentor se encuentra claramente formulada
REDENTOR. Aunque Jesucristo es el Redentor por
en san Pablo, cuya doctrina es, por lo demás, un reflejo
excelencia, por haber realizado la obra de la redención,
de las enseñanzas de Jesús 5•
nunca se le da este título en el NT, sino el equivalente de
1
Rom 3,23-26a; 1 Cor 1,30; Ef 1,7; Col 1,12-14; Heb 9,15. 'Me Salvador. Se refiere, en cambio, a Yahweh, que defiende
10,45; Mt 20,28; 1 Tim 2,6; Tit 2,14; 1 Pe 1,18-19. 'Rom 3,25;
Ef 5,2. 'Rom 8,3; 1 Cor 15,3; Gál 1,4; Heb 9,11-12.15-22.26.28; y libra a Israel de sus enemigos. Traduce el término
1 Pe 1,18-19; 1 Jn 1,7. 'Gál 3,13-14; 2 Cor 5,14-15.21; Rom 3;23-26. hebreo -,. go'el (Vg. redemtor) y aparece frecuente-
5. EFECTOS DE LA REDENCIÓN. a) Liberación de la mente unido con el de «Santo de Israel»! o el de «Po-
servidumbre del demonio y del pecado'. tente de Jacob» 2, aludiendo a la victoria alcanzada por
Jacob sobre el ángel de Yahweh 3 y como garantía de
b) Reconciliación del universo con Dios2• que la santidad y el poder divinos darán a Israel la
e) Justificación, filiación adoptiva y vida en Cristo". victoria sobre sus enemigos, lo mismo en los tiempos
Los redimidos pueden esperar de Dios todos los bie- venideros, mediante la intervención del Mesías, que en
nes-: la vida sobrenatural 5, la adopción divina 6, la vida los tiempos pretéritos. El sentimiento de confianza que
eterna 7 y la participación en la plenitud en el sacerdocio el poderío y la bondad de Dios infunden en sus siervos
y en la gloria de Cristo 8, a cuya resurrección ha queda- está hermosamente expresado en el grito de Job: «Yo
do incorporado el cristiano por el bautismo, alcan- sé que mi redentor vive y al fin sobre el polvo se alza-
zando con él la victoria sobre la muerte corporal, el rá»:'. En otros pasajes se evoca el recuerdo de los «ejér-
último de los enemigos vencidos por el Redentor•. citos» 5 o de la fuerza que Dios puede desplegar para
acudir en defensa de su pueblo", En el NT, san Esteban
1
Jn 12,31; 1 Jn 3,8; Col 1,13-14; 2 Tim 2,25-26; Ef 1,7; Rom
5,8-9. 'Col 1,19-21; Rom 5,10-11; Heb 2,15-17; 2 Cor 5,18-20; aplica a Moisés el nombre de redentor (i\v,pwTr¡s)7
Ef 2,14-16. 'Rom 3,26; Jn 17,19; Heb 10,10.14. 'Rom 8,32 por haber recibido de Dios la misión de sacar a su pue-
'Jn 10,10; Col 2,13; 1 Jn 3,10. 'Jn 1,12; Rom 8,15.23; Ef 1,5. blo de la esclavitud de Egipto, anticipo profético de la
'Jn 3,15; Heb 5,9; 9,12; 1 Jn 5,11.13. 8Col 2,10; Ap 1,6; 5,9; liberación mesiánica.
1 Pe 2,5; 2 Cor 3,18. "Rom 6,5; 1 Cor 15,26:44-49; Rom 6,8-11.
El alcance evocador de este título referido a Dios
6. UNIVERSALIDAD DE LA REDENCIÓN. La redención se comprende únicamente teniendo presente lo que el
abarca todos los dominios de la muerte y del pecado-, go'el representaba para los hebreos. Tenía, en efecto,
incluyendo a todos los hombres sin distinción de raza, obligaciones especiales, consistentes en rescatar al pa-
sexo o condición 2• Correspondió a san Pablo la revela- riente hecho prisionero o su heredad vendida, en librar
ción plena de este misterio 3, esbozada ya con el anuncio del oprobio de no tener descendencia a la viuda del
de la salvación prometida a todos los creyentes-. hermano, en vengar la sangre del pariente muerto. Dios,
137 138
REDENTOR

por consiguiente, considera como pertenecientes a su suerte el cargo de portero de la puerta meridional del
familia a los israelitas, al proclamarse su go'el en el Templo y la custodia de los almacenes en tiempos
Éxodo•, al prometer librarlos de la Cautividad de Ba- de David y Salomón 1.
bilonia ", Dios es el gó'él nato de sus fieles oprimidos+". 11 Cr 26,7-8.15.

1Js 41,14; 43,14; 47,4; 48,17; 49,7; 54,5. 'Is 49,26.60.61. 'Gn Bibl.: NOTH, 1272, págs. 92, 179.
32,28. 'Job 19,25. 'Is 44,6; 47,4. 'Is 44,24; 54,5.8; 59,17-20; M.GRAU
Jer 50,34; Sal 19,15; 78,35. Act 7,35. 'Éx 6,6; cf. 15,13. 'Is
7

48,20; 52,9; 62,12; 63,9; Jer 31,1. 10Sal 72,14; 103,4; 106,10; 107, RÉFAI;I («rico en posesiones»; ár. ráfibun; 'Paq,i¡;
2; Lam 3,58.
J. PRADO Vg. Rapha). Hijo de Efraím, mencionado solamente en
la lista genealógica de los efraimitas del libro de las
RE'ELÁ.YÁ.H (et.?; 'PeeAías, 'Pee;\e1á: [B]; Vg. Crónicas.
Rahelaia). Uno de los diez «hijos de la provincia» 1 Cr 7,25.
(de Judá), que regresaron de la Cautividad a Palestina Bibl.: NOTH, 1274, pág. 231.
con Zorobabel'. En el pasaje paralelo del libro de
REFÁ.'IM ('Paq,aeív, 'Paq,aeíµ, yíyaVTes; Vg. Rapha-
Nehemías recibe el nombre de Ra'amyáh". Se ignora
im, gigantes). l. SIGNIFICADO. En el AT, esta palabra
tanto cuál de los dos nombres es el original como cuál
recibe dos significados:
es su etimología.
1
Esd 2,2. 'Neh 7,7. l. Nombre de los habitantes legendarios de Cisjor-
Bibl.: NOTH, 1269-1270, pág. 257. dania y Transjordania. Como sede suya se cita princi-
M. GRAU palmente la Transjordania. Además del nombre de
réfá'írn, reciben además los de 'emim 'anaqim y zarn-
REFÁ.'EL («Dios ha curado»; 'Pacpai¡;>,.; Vg. Raphael). zummím-. 'Óg, rey de Basán, habría sido uno de los
Hijo segundo de Sema'yah, nieto de 'Óbed 'Edom y últimos supervivientes de los réfá'im 2 • David y sus
descendiente de Coré. Con sus hermanos, le tocó en hombres combatieron en Cisjordania a los últimos

Jerusalén. Panorámica desde la terraza del Pontificio lstituto Bib/ico en dirección al valle de Réfa'irn. (Foto
P. Termes)

139 140
REFÁ'IM

Gebel Refáyid, cuya región suele identificarse con Réf'ldím, décima estación del Éxodo israelita. [(Foto Monasterio
de Montserrat)

réfá'im (llamados hijos de Ráfáh) que vrvian allí 3, y II. ETIMOLOGÍA. Acerca de la etimología existe di-
cuyo recuerdo evoca 4 el valle de Réfá'Im, al sudoeste vergencia de opiniones. En relación con las sombras
de Jerusalén. La imaginación israelí atribuyó a estos del sé'ol muchos opinan que el nombre deriva de rdfáh,
réfá'Im una estatura gigantesca 5, probablemente a causa «ser blando», debido a la inconsistente existencia de las
de las construcciones megalíticas de épocas prehistóri- sombras. Pero esta etimología no es tan probable como
cas, que se encontraban especialmente en Transjordania. la que hace derivar el nombre de ráfá', «curar», que
Con «el lecho de 'Óg», señalado en Rabbat 'Ammon algunos entienden que se les dio por la relación existente
se referían probablemente a uno de los dólmenes allí entre el culto a los muertos y los ritos de la fertilidad,
existentes 6• y que otros explican a través de la mitología vegetativa
La leyenda atribuía a estos --+ gigantes un origen cananea, en la cual también los rp'um ocupan un lugar.
medio humano y medio divino 7. 1Gn 14,5; Dt 2,10-11.20-21; 3,13; Jos 17,15. 'Dt 3,11; Jos 12,
Es posible que el nombre de réfa'lm, con que se les 4; 13,12. •2 Sm 21,15-21; 1 Cr 20,4. •2 Sm 5,18; 23,13. 'Dt
designaba, haya sido tomado de un antiguo mito ca- 2,10. 'Dt 3,11. 'Gn 6,1-4. 'Job 26,5; Sal 88,ll; Prov 2,18;
9,18; Is 26,14.19.
naneo. También en los textos de Ras Samrah se nombra
a los réfá'Im (rp'um). Pero se les concibe de forma Bibl.: CH. VIROLLEAUD, Les Rephatm, en RÉS (1940), págs.
distinta a los de la Biblia, aunque resulta difícil decir 77~83; íd., Les Rephatm, Fragments de poémes de Ras Shamra.. en
Syr, 22 (1941), págs. 1-30. J. ÜRAY, The Rephafm, en PEQ, 79
con seguridad de qué seres se trataba. El mero hecho (1949), págs. 127-139; íd., Dtn and Rp'um in Ancient Ugarii, en PEQ,
de aparecer en estas leyendas hace suponer, como 82 (1952), págs. 39-41.
probable, que desempeñaban cierto papel en las prác- H. DE BAAR
ticas de fertilidad.
2. Nombre de las sombras del sé'ol 8• En los textos REFÁ'IM, Valle de (heb. "érneq réfd'im, «valle de
fenicios, a los difuntos o sombras se les llama igualmente los Réfá'im [o gigantes]; yií 'Pccpetv, 'Eµi:K 'Poxpoív, Tl
réfá'im. K01i\o:s ,wv Trróvcov [rréóv y1yáv-rwv], Tl Ko1110:s 'Pcopcdv:
Es bastante probable suponer que existe una relación Vg, val/is Raphaimy. Lugar citado al describir la fron-
entre ambos significados. Los réfá'Im del sé'ol podrían tera entre Judá y Benjamín 1, en el que David y sus
ser las sombras de las legendarias figuras citadas en el héroes se enfrentaron con los filisteos en diversas ocasio-
apartado anterior, aplicándose más tarde el nombre por nes 2, y famoso por su fertilidad 3• Debe el nombre
extensión a todas las sombras; incluso el texto de lsaías a la tradición popular sobre la estatura colosal de los
14,9 hace suponerlo. primeros habitantes de Palestina. Más que de un valle,

141 142
REFA.'IM

se trata de una llanura algo cóncava de las inmediacio- cion de Samaría a Sakküt, vuestro rey y al astro de
nes de Jerusalén, que se extiende al sudoeste de la ciu- vuestro dios Kéwán, los ídolos vuestros ... »1. El mismo
dad y que se denomina actualmente el-Buqei'ah, texto lo cita Esteban en su discurso, recordando las
1Jos 15,8; 18,16. '2Sm 5,18.22; 23,13; 1 Cr 11,15; 14,9.11.13. apostasías de Israel 2•
'Is 17,5. ¿Cómo ha surgido el 'Pccoóv ('Peq>éxv) de los LXX
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Iud., 7,4,1. L. H. VINCENT, Jérusalem y del NT que sigue la versión griega? Sencillamente,
antique, París 1912, págs. 118-124. G. DALMAN, Jerusalem und sein confundiendo el k original con el r (en hebreo ~/i)
Geliinde, Gütersloh 1930, pág. 212. ABEL, I, pág. 402. SIM0NS, y conservando la vocalización auténtica, que en el texto
§§ 211, 314, 326, 758.
T. DE J. MARTÍNEZ hebreo original ha sido sustituida con las vocales iju
de la palabra siqqús o gillúl («cosa abominable», «ídolo»);
REFÁN ('Pmq>écv, 'Pscév; Vg. Rempham). Nom- tal vocalización original aparece también en la versión
bre con que la versión griega del LXX traduce el hebreo siríaca Pesitta' que lee keon (e/o = i/u).
kiyyün en un pasaje complicado del profeta Amós: Sabemos que kaywan o kaywanu era el nombre asirio
«Os llevaréis al destierro asirio después de la destruc- del planeta Saturno, así como el Sakküt del texto (LXX
y Vg, leyeron sukkat, «tienda»,
«rabernáculo») era un epíteto del
dios Ninurta.
Hay, pues, en el texto del pro-
feta, una doble alusión a divinida-
des del panteón asirio.
1Am 5,26. 'Act 7,43.
Bibl.: E. A. SPEISER, Note on Amos V,
26, en BASOR, 108 (1947), págs. 5-6. M.
DELCOR, Amos, en La Sainte Bible, VIII,
París 1961.
e.GANCHO

REFÁYÁH («Yahweh ha cura-


do»; 'Paq>aía; Vg. Raphaia). Nom-
bre de cinco personajes veterotes-
tamentarios:
1. Descendiente de Isacar e hijo
de Tola'. Uno de los jefes de la
casa paterna 1•
2. Grafía variante de --+ Ráfáh
(§ 2).
3. Jefe simeonita que, con los
jefes Pélatyáh, Né'aryáh y 'Uzzi'él,
fue a la montaña de 8é'ir al frente
de quinientos hombres para exter-
minar a los descendientes de 'Ámii-
Ieq y apoderarse de su región 2•
4. Hijo de Hür, jefe de medio
distrito de Jerusalén. Colaboró en
la reconstrucción de las murallas
en tiempo de Nehemías3•
5. ('Paq>écr-. [B], 'Paq>a1a [Al).
Hijo de Yésa'yáhü, padre de' Aman.
Descendiente de David por la rama
de Hánanyáhü •.
11 Cr 7,2. • 1 e- 4,42-43. 'Neh 3,9,
'I Cr 3,21.
Bibl.: N0TH, 1275, pág. 179.
M, V. ARRABAL

Gebel el-Tahunah, en el Wii.di Fei-


ran, Réf'ídím para los ermitaños del
Sinaí. La capilla de la cima conme-
mora el lugar de la oración de Moisés
durante !a batalla contra los amale-
citas. (Foto V. Vilar)

143 144
REGLA ÁUREA

REFAYID, Gebel. Monte relacionado con la esta- RÉGEM MÉLEK (' Apj3mEÉp ó j3aD'li1EÚS, 'Apj3mép,
ción del Éxodo llamada --,. RéfIdím. 'Apj3mmÉp, 'Apj3mEÉ; Vg. Regommelech). Uno de los
miembros de la embajada que fue enviada en el cuarto
REFiDiM (('Paqn6Eív; Vg. Raphidim). La décima año de Darío, en el mes de Kisléw, para consultar a
estación del itinerario del Éxodo, posterior a la de 'Áliis los sacerdotes del Templo sobre el ayuno, de parte de
y anterior a la del desierto del Sinaí (----> Éxodo, Itine- la población de Betel 1• Seguramente se trató de un
rario del). Entre estas dos estaciones, la mirada podría jefe de familia. El nombre es discutido. Algunos lo
ya percibir de lejos el macizo sagrado, si no se hallase interpretan como rab-mág, «jefe de los magos», título
interceptada por una serie de altos montes, de los cuales que aparece en Jer 39,3.13; otros como una derivación
el más prominente lleva el nombre de Óebel Refáyid. del vocablo asirio rigmu; «grito»; «clamor», por lo cual
Lagrange fue quien antes que nadie se dio cuenta de la pudiera interpretarse como «grito del rey»; algunos lo
relación que existe entre Refáyid y Réfídím, y no dudó convierten en el único delegado de la embajada, y otros,
un instante en proclamar su identificación. Aparte esta en fin, lo suprimen por completo del texto. Tal vez sea
semejanza de vocablos, está en su favor la situación preferible la primera interpretación.
topográfica, suficiente para satisfacer los requisitos del 1Zac 7,2.
texto sagrado. Una fuente situada a unas tres horas de
Bihl.: R. Auct, Profe tes Menors, en La Biblia de Montserrat,
distancia y suficiente apenas para satisfacer las necesi- XVI, Montserrat 1957, págs. 455-456. É. DHORME, en BP, II,
dades de pocas docenas de beduinos no quita que la pág. 849, n. 2.
región sea excesivamente árida. De aquí que, al precisar M. GRAU
el autor inspirado la llegada del pueblo de Israel a
Réfídím, añadiera a renglón seguido que «no había REGIO ('Pr¡ytov; Vg. Rhegium). Ciudad de ori-
agua para beber el pueblo»". gen griego, situada en la costa meridional de Italia, en
Ante la privación de un elemento tan indispensable la antigua provincia romana de Bruttium (hoy Calabria).
para la vida, el pueblo, sediento y fatigado por el cami- Allí recaló el barco que conducía prisionero a san Pablo,
no, contendió entonces con Moisés y murmuró contra después de hacer escala en Siracusa1.
él, a pesar de lo cual Yahweh no tardó en intervenir. La moderna Reggio di Calabria, asomada al estre-
Moisés golpeó la peña; pero las aguas que de ella bro- cho de Mesina, frente a la punta sudeste de Sicilia y
taron motivaron que, de entonces en adelante, esta resucitada completamente nueva después del terremoto
estación «tomara el nombre de Massáh y Méríbáh en de 1908, apenas conserva recuerdos visibles de los
razón de la reyerta (rib) de los hijos de Israel, y porque esplendores antiguos: un breve trecho de las murallas
habían tentado (nassótiim) a Yahweh, diciendo: "¿Está griegas del siglo v A.c. y unos restos de las termas
Yahweh en medio de nosotros, sí o no?"»2 • romanas con muestras de los mosaicos del pavimento.
Un episodio muy semejante al presente ocurrió años Todo ello en la zona sudoeste de la ciudad.
más tarde cuando Israel acampó en Cades3 • También 'Act 28,13.
allí las aguas que manarán de la roca serán llamadas
Bibl.: G. lSNARDI, Reggio, en Elt, XXVIII, cols. 989-994. H.
«aguas de Méribáh» por idéntica razón.
METZGER, Las rutas de san Pablo en el Oriente Griego, Barcelona
Debido a una errónea interpretación de Éx 17,6, en 1962 (trad. esp.).
el siglo IV de la era cristiana empezó a divulgarse entre D. VIDAL
los ermitaños del Sinaí una opinión que pretendía
situar Réfídim en el Wádi Feirán, opinión .conocida REGLA ÁUREA. Desde el siglo xvm se dio este
con el nombre de «tradición cristiana». nombre a la denominada también «ley de la caridad»,
Otro acontecimiento digno de mención que tuvo sintetizada en la sentencia emitida por Jesús en el Ser-
lugar en Réfidím o en sus cercanías fue la victoria de món de la Montaña: «Cuanto quisiereis que os hagan
Israel contra los amalecitas", a vosotros los hombres, hacedlo vosotros a ellos»1.
1Éx 17,1. 'Éx 17,2-7. 'Nm 20,2-13. 'Éx 17,8-16. La misma sentencia, formulada con otras palabras, se
Bibl.: M.-J. LAGRANGE, L'itinéraire des Israelites du pays de encuentra ya en el libro de Tobías", en boca del rabino
Gessen aux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), pág. 86. A. MoLINI, Hillél A y en otros autores judíos desde la carta de
Rafidím, en DB, V, cols. 980-986. B. UeACH, Éxode, Illustraciá,
II, en La Biblia de Montserrat, Montserrat 1934, págs. 84-86. ABEL, Aristeas P, y además en las sentencias de 'ÁJ:iiqar, y
II, págs. 213-435. B. UeACH, El Sinaí, 2.ª ed., Montserrat 1959, en campo cristiano en la Didajé de donde quizá se in-
págs. 163-164. A. CLAMER, Éxode, en La Sainte Bible, I, 2.• parte, trodujo en el texto occidental de los Hechos de los
págs. 160-161. SJMONS, §§ 418, 428.
Apóstoles (15,29), así como en los Apophthegmata Pa-
B. UBACH
trum c, aunque también se encuentra en pensadores
REFUGIO, Ciudades de. --,. Asilo, Derecho de. paganos de diversos ámbitos de civilización, tal como
en un texto asirio del siglo vn A.c., en el mundo griego
REGENERACIÓN. --,. Bautismo. desde Hornero P y Tales.", en la vida del emperador
Alejandro Severo por Lampridio F, en los tres pensa-
RÉGEM (et.?; cf. ár. ragm">, «amigo»; 'Pévsu, dores chinos Laotsé, Confucio y Mencio, en la India
'Páysp ; Vg. Regom). Hombre de la tribu de Judá. y en el filósofo musulmán Algazel y, por cierto, en
Hijo primogénito de Yahdáy (k. yohdáy) y descendiente parte en forma positiva, como en los evangelios, y
de Caleb1• en parte en forma negativa («lo que no quisierais ... »).
1 1 Cr 2,47. También desempeña un importante papel en la filosofía
Bibl.: Norn, 1244, pág. 256. del Derecho, tanto en su dirección idealista como en

145 146
REGLA ÁUREA

la positiva, como regla fundamental de la conducta la extremidad septentrional de la Tierra Prometida,


humana. Es indiscutible que la documentación de ese en las cercanías de las fuentes del Jordán y del monte
principio, esparcida por tan diversos y geográficamente Hermón, en la parte alta del valle del Jordán, hasta
tan dispersos círculos culturales, sólo en escasa parte donde llegaron los doce exploradores enviados por
se deja explicar por influjos recíprocos, ya que más Moisés para reconocer la tierra de Canaán1. Esta re-
bien se trata de un principio fundamental de la reflexión gión fue ocupada más tarde por la tribu de Dan 2 • For-
moral (o de la experiencia de la vida), que no nació maron parte como tropas mercenarias, en el ejército
en un Jugar único. Pero discútese también si la forma ammonita en lucha con David 3 • Estaba en la vecindad
positiva indica un más elevado nivel moral o si por el de Láyis (hoy Tell el-Qadi, al oeste de Cesarea de Fi-
contrario es la forma negativa más completa. En la anti- lipo ), seguramente emplazada en la parte sur de el-
gua Iglesia no se encuentra ninguna distinción entre Beqá", Se desconoce su localización exacta. Probable-
arnbas ? y ello con razón, porque para la apreciación mente es la actual Bányás.
ética el no obrar es también un hacer3 y expresa una 'Nm 13,21(22). 'Jue 18,28. '2 Sm l0,6.
determinada actitud ética. Tanto la una como la otra Bibl.: ABEL, l, pág. 249; II, pág. 279. SIMONS, §§ 19, 37, 624.
forma pueden entenderse, según en qué relación se
2. Localidad fronteriza de la tribu de Aser ', más
encuentren, como expresión de un amor verdadero
tarde asignada a los levitas2• Abe] la identifica con
y desinteresado al prójimo, o como principio de una
Hirbet el=Amri, del Bronce 111, situada cerca de Ra's
moral comercial concebida sólo en provecho propio
el-Náqürah y 1 km al sur de el-Bassa. Ubach prefiere
(do ut des)'. Mas adquiere la regla este último sentido
Tell el-Ráhib, unos 24 km al norte-nordeste de Acre
sólo cuando se la entiende de tal modo que quien la
si bien este lugar, según Abel, no tiene suficiente anti-
pone en práctica espera precisamente del prójimo, con
güedad y está además demasiado al interior para que
el que se porta bien, la misma actuación; pero no cuando
convenga al contexto. Dhorme defiende Hirbet Umm
se la comprende como norma de conducta de todos
el-'Awamid, junto al Wádí el-Hamul. Otros autores no
los hombres entre sí.
aceptan ninguna de estas identificaciones, y la consi-
ATalB, Sabbat, 31a. BCf. STRACK BILLERBECK, I, col. 459 y
sigs. ºEn PL, 73, 1039. DffoMERO, Odisea, 5, 188-189. EEn
deran como desconocida.
DIÓGENES LAERCIO, 1, 36. F LAMPRIDIO, Alejandro Severo, cap. 51. 1Jos 19,28. 'Jos 21,31; ICr 6,60.
GCf. Didajé, 1,2. Bibl.: ABEL, II, pág. 433. B. UeACH, Josué, en La Biblia de
'Mt 7,12; Le 6,31. 'Tob 4,15. 'Mt 25,41-44. 'Mt 5,46-47. Montserrat, Montserrat 1953. É. DHORME, Josué, en BP, I, pág.
Bibl.: J. ÁBRAHAMS, Studies in Phariseism and the Gospe/s, 1, 693. SIMONS, §§ 332, 337 (33), 531, 1684.
Cambridge 1917, págs. 18-29. G. KITTEL, Die Probleme des Paliis- 3. Ciudad asignada a la tribu de Aser-, que no pudo
tinischen spiitsjudentums, Stuttgart 1926, págs. 108-1 JO. W. ÜAS-
PARI, Die Altruische Gegensetigkeitsregel und die Bergpredigt, en
ser tomada a sus anteriores habitantes, los cananeos 2•
Zeitwende, 4 (1928), págs. 161-169. G. B. K1NG, The Negat ive Albright propuso identificarla con Tell el-Garbí o Ber-
Golden Rule, en JR, 8 (1928), págs. 168-179. L. J. PHrLIPPIDlS, wah, unos 12 km al este de Acre, con restos del Bron-
Die «Goldene Regel», Leipzig 1929. I. HEINEMANN, Philonsju- ce I y 111 y del Hierro l. Se ha supuesto que pudiera
dische und griechische Bildung , Breslau 1932, págs. 354-358. L. J.
PHILlPPIDIS, Religionswissenscha/tliche Forschungsberichte iiber die tratarse de la ihbw de los textos de Seti o la br de los
Goldene Regel, Atenas 1933. H. H. ROWLEY, The Chinese Sages jeroglíficos, así como la biri, situada por el Talrnüd
and the Golden Rule, en BJRL, 24 (1940), págs. 331-352. H. HÉINER, en los alrededores de Kabül. También se ha propuesto
Die Goldene Regel, en Zeitschrift für philosophische Forschung ; 3
(1948), pág. 74 y sigs. TH. HECKEL, Regula aurea. Zur politischen con menor éxito Tull Da'uq,
Predigt, Munich 1952, págs. 35-56. E. FECHNER, Rechrsphilosophie, 'Jos 19,30. 'Jue 1,31.
Tubinga 1956, págs. 101-104. W. F. ALBRIGHT, De la edad de Pie- Bibl.: ÜUÉRIN, Gali/ée, I, pág. 432. A. NEUBAUER, Géographie
dra al Cristianismo, Santander 1959 (trad. esp.).· du Talmud, París 1868, pág. 206. W. F. ALBRIGHT, en HASOR,
J. SCHMID 1-3 (1919), pág. 28. ABEL, II, pág. 433.
R. SÁNCHEZ
REl:IAB'ÁM. Nombre hebreo del hijo y sucesor de
Salomón. - Roboam. REI:IOBOT BE'ER (eúpvxwpía; Vg. Latitudo).
Nombre del tercer pozo que Isaac excavó en el valle
REI:IABYÁH(Ü) («Yahweh dilató»; 'Pa~ía, 'Pa~ías de Gérár, sin que estallaran las disputas con los pasto-
[B], 'Paa~ía, 'Paa~ías [A]; Vg. Rohobia, Rehabia). Hijo res circundantes'. El nombre hebreo es debido a un
único de Eliézer, y, por consiguiente, nieto de Moisés'. juego de palabras con la raíz rhb, «extenderse». Se ha
Gozó de una descendencia muy numerosa que, en tiem- identificado con Ruheibah, a unos 20 km al sur de Ber-
pos de David y Salomón, tuvo a su cargo la custodia sabee. Hay restos romano-bizantinos y se han hallado
de los tesoros sagrados del Templo 2. pozos excavados en la roca, de unos JO m, utilizados
'l Cr 23,17; 24,21. 'I Cr 26,25-27. para abastecer los baños en la época romana.
Bibl.: Noru, 1251, págs. 77, 193. 1
Gn 26,22.
M. MÍNGUEZ Bibl.: ABEL, JI, pág. 434.
J. A. PALACIOS
REI:IOB. Padre de Hádad'ézer (2 Sm 8,3.12).
REHOBOT 'IR (r¡ 'Pow~w.S nót..1s; Vg. plateae ci-
REI:10B. ( «espacio libre», «calle»; 'Poó~, Paá~, vitatis). Ciudad mencionada en la Tabla de las Naciones
'Pow~; Vg, Rohob). Nombre de varias poblaciones: fundada por los descendientes de Cam1• Parece estar
l. También llamada 'Áram Bét Réhób, idéntica a la situada junto a Nínive, asociándola muchos autores
Bét Réhób citada en el libro de los Jueces, situada en con rébit nina de las inscripciones asirias, debiéndose

147 148
REINO DE DIOS

traducir por «suburbio de Nínive», que se situaría en ser «amigo», si se admite la corrección de ré'eñ ha·
Mosul, en la otra orilla del Tigris. mélek («amigo del rey»),
1Gn 10,11. 11 Re 1.8.
Bibl.: G. DOSSIN, Le site de Rehobot-Ir et de Résen, en Muséon, Bibl.: NOTH, 1266, pág. 257.
47 (1934), págs. 107-118. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte C. COTS
Bible, I, París 1953, pág. 213. SIMONS, § 1703.
C. COTS
REINA MADRE. La reina madre ('em [ha-]mélek,
«madre del rey». o gi!biriih, «señora») ocupaba una
REl;IOBOT HA-NÁHÁR ('Powf3wS ,fís rrcpc
alta posición en la monarquía de Judá. La primera de
-ro-rouóv; Vg, Rohoboth fluvius). Patria del rey edo-
las dos expresiones hebreas era en realidad un título,
mita Sa'iil1. Según su propio nombre estaba situada
según lo sugiere el que: a) la Biblia mencione casi siem-
«junto al río». «El río» por antonomasia es, en los
pre el nombre y el título de la reina madre cada vez
textos antiguos, el Éufrates, pero en este pasaje debe
que aparece un nuevo rey', con la excepción de los
usarse en un sentido diferente, aplicándose a un río
reyes Joram y Acaz; b) el hecho de que Ma'ákáh es
próximo al mar Muerto. Eusebio la menciona con el
llamada «madre» no sólo de 'Ábiyyam•; sino también
nombre de 'Powf3wS. Se identifica con Hirbet Riháb,
de su hijo Asa 3 (aunque seguramente no se trata de la
junto a 'Ain Riháb, unos 25 km al sudeste del extremo
madre de Asa, sino de su abuela). La segunda expresión
meridional del mar Muerto. El río a que hace referencia
(gi!biriih) se aplica, en la Biblia, sólo a dos reinas de
el pasaje es el Wádi el-Hesá, que corre unos 5 km a
Judá: Ma'ákáh 4 y Néhustá" 5• La madre de Joaquín, y
norte de Riháb.
no la esposa (favorita) del rey, era la primera dama 6 ; a
1Gn 36,37; 1 Cr 1,48. la esposa ni siquiera se la menciona, aunque la tenga'.
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 142,14. ABEL, Il, págs. 434-435. SI- Betsabé, la esposa de David, se postra, o está en pie,
MONS, § 391. ante el rey 8 ; en cambio, la misma, cuando Salomón es
M. V. ARRABAL
rey, es colocada en un trono a la derecha del rey, lo que
excede a la piedad filial". La reina madre era un cargo:
REl;IÜM («Dios ha sido misericordioso»). Nombre según se desprende del hecho de que pueda ser despojada
de cinco personajes del AT: del título de «gran señora» (gi!biriih)'º· Este cargo no
l. ('Peovµ; Vg, Reumi. Gobernador persa de Sa- tuvo paralelo en el reino del Norte. Los príncipes de Judá
maria. Mandó una carta a Artajerjes, dándole cuenta que llamaban gébíráh!' a la madre del rey de Israel,
de que los judíos reconstruían las murallas de Jerusalén, hablaban judío. La inestable situación dinástica de
lo que supondría otra vez un peligro de revuelta. A la Israel, donde la naturaleza carismática de la realeza o el
contestación de Artajerjes, Réhürn se dirigió a Jerusalén caudillaje se reafirmó varias veces, ofreció para el des-
y obligó por la fuerza a interrumpir las obras de la arrollo de este cargo condiciones mucho menos favora-
ciudad y del Templo, las cuales no pudieron reanudarse bles que la estabilidad de la casa de David. Además, el
hasta el segundo año del reinado de Darío1• cargo habría dirigido la atención hacia la sucesión dinás-
2. (Pscóu, 'Ivcoúu; Vg. Rehum, Nahum). Uno de tica en Judá, como fue notorio también en las di-
los principales judíos que regresaron de Babilonia con nastías de Ugarit y Hattusas (ambas aproximadamente
Zorobabel en tiempo de Esdras", Indudablemente es en los siglos xrv-xnr). Sobre todo, la función de la
el mismo personaje que aparece en Nehemías con el reina madre (tawananna) hitita era lo suficiente pare-
nombre de Néhüm. cida a la de la reina madre de Judá como para autorizar
la hipótesis de que sirvió indirectamente de modelo a
3. ('Peovµ [A], B omite; Vg. Rheum). Uno de los Jerusalén.
jefes de los sacerdotes que regresó del Exilio con Zoro-
11 Re 14,21, etc. 'i Re 15,21. 3 1 Re 15,10.13, esta razón queda
babel 3 • Probablemente es el mismo personaje que es algo atenuada por el texto confuso de 2 Cr 11,20 (-22); 13,2. '1 Re
llamado Hárim en Neh 12,15. 15,13; 2 Cr 15,16. 'Jer 29,2; cf. 2 Re 24.8.12.15; también Jer 13,18.
'Jer 13,18; también 29,2; 2Re 24,12. 'Cf. 2Re 24,15. '1 Re 1,
4. ('Peovµ [B], 'Pcoúu [A], Ng. Rehum). Uno de
16.28.31. ºl Re 2,19. 101 Re 15,Ü. u2 Re 10,13.
los jefes del pueblo que firmó el pacto de renovación
de la Alianza, según la Ley de Yahweh, en tiempo de Bibl.: G. MOLIN, Die Stellung der Gebira im Staate luda, en
ThZ, 10 (1954, págs. 161-175. A. Gorzs, Kleinosien, 2.• ed., 1957,
Nehemías+. págs. 92-94. H. DONNER, Ami und Herkunft des Amtes der Konigin-
5. rnaacrnvS [SL BacrovS [B], 'Paovµ [A]; Vg. Rehum). mutter im AT, en Fest schrift J. Friedrich, Heidelberg 1959, págs. 105-
145. R. DE VAUX, Les institut ions de /'AT, I, París 1960, págs. 180-182.
Levita, hijo de Báni que trabajó en la reparación de los
muros de Jerusalén en tiempo de Nehemías 5• M. TSEVAT
1Esd 4,8-24. 'Esd 2,2; Neh 7,7. 3Neh 12,1-7. 'Neh 10,26.
'Neh 3,17. REINO DE DIOS. J. SIGNIFICADO. La SE es la
historia auténtica dei reino o reinado de Dios en el
Bibl.: NOTH, 1253, págs. 38, 187. F. MICHAÉLI, en BP, T, págs.
1564, n. 3, 1565, n. 15. mundo.
G. SARRÓ Dios aparece como rey del universo por el hecho .
mismo de la Creación'. Todos los libros del AT, espe-
RiN (et.?; 'Pncsí ; Vg., Rei). Uno de los partida- cialmente el de los Salmos, celebran tal reinado; pero
rios de David y Salomón en el momento de la suble- no es de este reino, del que - en intención primaria -,
vación de Adonías1• La etimología del nombre pudiera habla la SE.

149 150
REINO DE DIOS

Para convencerse de ello, basta ver que la concepción reinado, conforme a Gn 3,15, se obtendrá infalible-
de Dios como rey del universo es una idea derivada de mente; mas no pacíficamente, sino en lucha contra el
la de Dios como rey de Israel". reino de Satán, que se opondrá a todo cuanto Je repre-
Que el reinado de Dios sobre Israel sea de orden sente: a Israel, por ser en el estadio de esperanza, su
sobrenatural, aparece, con toda claridad, en la SE. Es tipo viviente; al Mesías, por ser quien ha de llevarlo
a la voluntad del Señor a lo que se debe la elección a cabo (--,. Protoevangelio y Mesiánicas, Profecías).
de Israel, como predilecto entre todos los pueblos de 1
1 Cor 10,1-11; Jn 3,14-15; 6,31-33.49 y sigs. 'Sal 47,9-10; 87,
la tierra 3• Las relaciones de Yahweh con tal pueblo 4; 96; 98; Is 2,2-4; 25,3-9; Zac 14-16, etc. 'Gn 12,1-7; 17,1-16;
no serán las de criador y criaturas; sino las de Padre e 18,17 y sigs.; 22,17-18; 26,2-4; 28,12-13. 'Gn 3,15. 'Gn 9,26.
'Gn 4,8-9. 'Gn cap. 9. 'Gn 4,25. 'Gn 3,15. 10Gn 3,15; Isaías
hijos". Él es quien les reoime de la esclavitud de Egipto especialmente en los Cánticos del Siervo de Yahweh: Is 42,1-3;
con mano potente y brazo extendido ", fundando así 49,1-6; 50,4-9; 52,13-53; Sal 22, etc.
su reino: un reino sagrado, sacerdotal 6• Rey supremo
3. NUEVO TESTAMENTO. Si del AT pasamos al NT,
de Israel, de quien la autoridad judicial o real será
vemos que es su continuación perfecta: el estadio de
meramente su superintendente en las cosas materiales',
realización del reino profetizado y figurado.
al paso que Dios gobernará a su pueblo de un modo
Las genealogías! presentan a Jesús como el semen
sobrenatural, por medio de sus profetas, a quienes,
promissum 2, en quien convergen todas las promesas
como a portavoces de Yahweh, pueblo y monarcas
de .. AT 3• Jesús, al presentarse como el Hijo del hombre,
tendrán que obedecer 8 (--,. Dominio terreno universal
se aplica la concepción mesiánica genuina del AT: la
de Dios según el AT).
del Mesías paciente de lsaías (el Siervo de Yahweh)
1Gn caps. 1-2. 'Sal 24; 29; 47; 93; 95; 103; 145; Is 37,16; 1 Cr y del Sal 22. Su predicación del reino de Dios entronca
29,11-12; Tob 13,1-6; Est 13,9.11. 'Éx 6,2-8; Lv cap. 12; Dt 7,6;
14,20; Sal 135,4. 'Dt 32,9-14; Os 11,1-3; Mal 1,6, etc. 'Éx 15,
con todas las predicciones del AT 4•
16; Dt 5,15; 9,29; 26,8; 2Re 17,36; Sal 74,12; 77,15-21; 136,12; La expresión reino de Dios («de los cielos», «de
Jer 32,21, etc. 'Sal 114; Éx 15,17-18; 19,6. 'Jue 8,23; 1 Cr 28,5. Cristo») se repite hasta 133 veces en el NT. Todos los
8Dt 18,15-19.
lugares, en que aparece, pueden reducirse a dos grandes
2. ISRAEL: su RAZÓN DE SER Y DESTINO. Este reino grupos: textos que tratan del reino de Dios en sus miem-
así constituido no representaba el reinado sobrenatural bros y en su consumación.
único y definitivo de Dios en el mundo. A la luz del NT, 4. MIEMBROS DEL REINO. Las condiciones para la
el AT aparece como preparación; tipo y figura del entrada en el reino de Dios son:
reinado universal de Dios, fundado por Jesucristo 1; pero a) Humildad y docilidad. La causa por la que los
sin acudir al NT, los profetas del AT nos lo manifies- judíos se opusieron al reino era su soberbia y altanería.
tan claramente 2. Se creían que con ser discípulos de Moisés y progenie
El pueblo de Israel, como reino de Dios, es el primer de Abraham les bastaba y todo se les debía, sin más 5,
resultado de las promesas hechas por Dios a los pa- Por eso el Maestro dirá: Quien no reciba el reino de
triarcas 3 de otorgarles la tierra de Canaán y ce bendecir Dios como un niño, no entrará en él 6. Ya en el Sermón
en su descendencia todas las naciones de la tierra. Esta del monte había dicho: «Bienaventurados los humildes,
promesa de bendición es la que irá delineando Dios, los afligidos, los postergados, los perseguidos ... porque
por medio de sus profetas. Todo ello no es sino un eco de ellos es el reino de los cielos>".
de la primera, hecha por Yahweh en la maldición a
Satán, el día del primer pecado+, Por eso, la SE nos b) Abnegación y perseverante fortaleza. El reino de
muestra a grandes rasgos el entronque genealógico de Dios nace y se desarrolla en oposición y lucha contra el
Abraham con Adán, por la parte fiel a Dios y heredera reino de Satán. Por eso sus afiliados han de estar dispues-
de las bendiciones: Sem, en quien recaen las bendicio- tos a renunciarse a sí mismos y a todo. Y así era huma-
nes de Noé 5; Noé, el único setita fiel 6, con quien Dios namente imposible que un rico, que había de renunciar
renueva su pacto'; Set, dado por Dios en lugar de a tantas cosas, entrase en él 8•
Abe! 8; protoparentes: depositarios de la promesa, dicha En la explicación de la parábola del sembrador nos
«protoevangelio» 9• De esta manera, Abraham, y por expuso el Maestro divinamente estas condiciones".
él el pueblo de Israel, llega a ser el heredero de todas c) Amor de Dios y del prójimo. Al escriba, que
las promesas de bendición. hechas por Dios a la hu- habló rectamente de estos dos amores, le dijo Jesús:
manidad: a) ya desde los primeros capítulos de la «No estás lejos del reino de Dios»!". Como la oposición
Biblia, la creación entera tiene por punto central al al reino provenía también del olvido del mandamiento
hombre, y a un hombre gratuitamente elevado sobre su del amor al prójimo, el Señor lo dejó hermosamente
ser natural; b) desde Gn 3,15 la elevación del hombre explicado en las tres parábolas más bellas de la SE: el
al orden sobrenatural será personal y libre y en medio buen samaritano-', el hijo pródigo 12 y el fariseo y
de una lucha sin tregua ni fin de parte del adversario de el publicano 13,
los planes de Dios, en la que el hombre puede vencer y Entre la gente despreciada por quienes se las daban
finalmente vencerá, pues tiene de su parte el auxilio de justos, había más amor, mayor humildad y abne-
del Omnipotente. Ésta es la significación central de gación, que en los que aparentaban santidad. De
todas las grandes profecias-", donde se seguía que los judíos (fariseos, legisperitos,
En resumen, reino de Dios en el AT no significa etc.), que creían que se les debía como heredad el reino,
otra cosa que la restauración del reinado sobrenatural por ser hijos de Abraham, sin atender a condición
de Dios en los hombres, perdido por el pecado. Este alguna, se quedarían sin él; pues era para gentes que

151 152
REKABITAS

diesen sus frutos'4• Los gentiles, a quien ellos tenían in der Heiligen Schrift , Munster de W. 1912. G. GLOEGE, Reich
por inmundos 15, les suplantarían en su posesión"; pues Gottes und Kirche im NT, Gütersloh 1929. J. A. ÜÑATE, El reino
de Dios en la Sagrada Escritura, en EstB, 3 (1944), págs. 343-382.
hasta los publicanos y pecadores les precederían a I.. CERFAUX, La théologie de l'Église suivant St. Paul, París 1948.
entrar en él 17. T. DE ÜRBISO, ·El reino de Dios en los Salmos, en EstF, 49 (1948),
Todas estas ideas se hallan gráficamente desarrolla- págs. 189-209. M. MEINERTZ, Theo/ogie des Neuen Testaments, I,
Bonn 1950, págs. 27-146. J. BoNSIRVEN, Théologie du Nouveau
das en las parábolas de la gran cena 18 y del convite
Test amenr, París 1951, págs. 55-71. M. GARCIA CORDERO, El rei-
nupcial!", que viene a ser como una historia profética nado de Dios en el AT, en CTom, 81 (1953), págs. 3-33.
del reino de Dios.
J. A. OÑATE
1Mt 1,1-17; Le 2,23-28. 2Gn 3,15. 'Gál 3,29. 'Gn 3,15; sal
2; 110; Dan 7,13-14.18, etc. 'Jn 8,31-59; 9,27-34; Mt 3,8-12 y par.
'Mt 18,-4; 19,14; Me 10,14; Le 18,16-17; cf. Mt 11,25. 'Mt
REJA. -,. Arado.
5,3-12; Le 6,20-23. 'Mt 19, 23-30 y par.; Le 6,24-25. 'Mt 13,
1-9.18-23 y par. "Me 12,34. 11Lc 10,30-37. "Le 15,11-32. "Le REKAB (et. «jinete»?; 'Prixó:~; Vg. Rechab). Nom-
18,9-14. "Mt 21,43. 15Jn 18,28; Act 10,14.28. 10Mt 8,11-12;
Le 13,28-30. 17Mt 21,31. 18Lc 14,16-24. 10Mt 22,1-14.
bre de tres personajes veterotestamentarios:
l. Benjaminita, hijo de Rimmón, el beerotita, jefe
5. EL REINO DE Dros EN su CONSUMACIÓN. Cuando de banda de 'lsboset, hijo de Jonatán. Con su hermano
todo se haya cumplido, al llegar el momento fijado por Ba'ánáh asesinó a 'lsboset durante la siesta y, cortán-
el Padre, aparecerá Cristo ante el universo como rey: dole la cabeza, la presentó a David en Hebrón, conven-
al modo que le vieron algunos antes de morir'. Some- cido de que recibiría por ello un premio. David, in-
terá a su imperio la muerte por la resurrección de los dignado por esta cobarde felonía, le hizo cortar pies y
cuerpos"; enviará a sus ángeles para que agavillen la manos, y ordenó que le colgarán en la piscina de
cizaña para el fuego y recojan el trigo para sus graneros 3; Hebrón 1.
arrojará fuera del convite a quien no lleve el vestido
2. Primer ascendiente de los rekabitas y padre de
nupcial 4, al siervo inútil y a los malos intendentes 5,
Yónádáb, el amigo de Jehú, que intervino en la ma-
y entregará a su Padre el reino que compró con su
tanza de los sacerdotes de Bá'al en Samaría 2•
sangre", quedando aún el mismo Hijo (en cuanto rey
y cabeza de tal reino) sometido al Padre, para que 3. Padre de Malkiyyáh, jefe del sector de Bét ha-
Dios sea todo en todas las cosas7• Kérem y restaurador de la puerta del Estercolero en
A esta última fase se refieren los textos restantes: tiempos de Nehemías3 •
«los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre» 8• 12 Sm 4,2 y sigs, '2 Re 10,15.23; cf. 1 Cr 2,55; Jer 35,6. 'Neh
3,14.
«Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino» 9; «el
sentarse a mi derecha (en mi reino) ... para quien lo ha Bibl.: NoTH, 1258, pág. 257.

preparado mi Padre»'º· «No temáis . . . que el Padre C. COTS


ha "tenido a bien otorgaros un reino»"; «me salvará
para su reino celestial» 12• REKABITAS (heb. há-rékdbim; 'Apxa~eív; Vg. Re-
1
chabitae). Conjunto de israelitas que, por principios
Mt 16,28; 17,1-8 y par. 21 Cor 15,22-26. 'Mt 13,30.41'-42
•Mt 22,11-14. 'Mt 25,30; 24,48-51. '1 Cor 15,24. '1 Cor 15,28. religiosos, observaban un modo de existencia seminó-
8
Mt 13,43. 'Le 23,42. 10Mt 20,23. "Le 12,32. 122 Tim 4,18. mada, se abstenían de consumir vino y no iban a lo
centros urbanos más que en caso de peligro'. Su origen
6. LA IGLESIA y EL REINO. La reunión activa del es oscuro. Jeremías dice: «Yónádáb, hijo de Rékáb,
reino de Dios se va realizando en este mundo por medio nuestro padre, nos ordenó: "No bebáis vino, etc."» 2,
de la Iglesia docente, sus ministros, a quienes Jesucristo pero se ignora qué valor tiene en este caso la expresión
dio su potestad omnímoda, sus sacramentos y su doc- «nuestro padre», que tanto puede tomarse por «jefe»
trina 1. Nadie puede, de vía ordinaria, incorporarse al como por «fundador»; y que indudablemente se refiere
reino de Dios sino por ella. a Yónádáb, y no a Rékáb, cuyo nombre lleva el grupo.
En Mt 16,18-19 se explica en dos trazos las relaciones En el libro de las Crónicas 3, los rekabitas aparecen como
entre reino de Dios e Iglesia. El ver. 18 presenta a la los descendientes de Hammat, «padre de la casa de
Iglesia de Cristo combatida por las fuerzas infernales, Rékáb», lo que, dada la propensión de los capítulos
aunque en vano; pues es cual edificio fundado sobre genealógicos de las Crónicas a personificar los topóni-
roca. El ver. 19 da un paso más y nos describe al jefe mos pudiera significar un intento de adscribir a los
de la Iglesia como mayordomo y administrador supre- rekabitas a un lugar dado. Estaban emparentados, de
mo del reino de Dios. Sus dictámenes tienen fuerza de manera no muy precisa, con los guineos 4, tribu semi nó-
sentencias divinas. Cuando aparezca Cristo a congregar mada del mediodía de Canaán.
el reino, no hará sino ratificar los fallos de su Iglesia, En época de Jehú intervinieron en la supresión del
conforme a su dicho: «Quien haga la voluntad de mi culto de Bá'ul 5, aunque hay autores que se inclinan a
Padre, que está en los cielos, ése entrará en el reino ver en ellos unos «proto-rekabitas», pues tienen en cuenta
de los cielos»2 y la voluntad del Padre es la del Hijo la dificultad de enlazar a los seguidores de Yónádáb,
Y la del Hijo la de su Iglesia 3•
con los rekabitas que se refugiaron en Jerusalén, en
1 2Mt
Mt 28,16-20. 7,21; Le 6,46. 'Jn 6,38; 13,20; Mt 10,40; tiempos de Joaquim, ante la invasión de Nabucodonosor,
Le 10,16.
cuando Jeremías los cita como ejemplo digno de elogio
Bibl.:J. WEISS, Die Predigt Jesu vom Reiche Gottes, Gotinga por su fidelidad a los preceptos de sus antepasados, los
1892. M. J. LAGRANGE, Le Royau;,1e de Dieu dans l' Ancien Testa-
ment, en RB, 17 (1908), págs. 36-61. J. B. FREY, Royaume de Dieu, cuales no son, en el fondo, sino típicos de la vida norná-
en DB, V (1912), cols, 1237-1257. B. BARTMANN, Das Reich Gottes dica. La prueba de que los rekabitas regresaron del

153 154
REKABITAS

Exilio babilónico no posee mucha fuerza, porque la REMORDIMIENTO. No se encuentra en la Biblia


circunstancia de que Malkiyyáh, hijo de Rékáb, jefe una palabra que señale este sentimiento del hombre
del distrito de Bét ha-Kérem («casa de la viñast), in- que ha obrado mal y está para arrepentirse. El remor-
terviniese en la reconstrucción de la muralla jerosoli- dimiento es la inquietud y desazón psicológica que
mitana está en plena contradicción con los mandamientos señala la actitud de quien está a medio camino entre
rekabitas". No obstante, cabe en lo posible que la una acción éticamente reprobable y su franco recono-
fuerza de los sucesos y cambios de vida hubieran alterado cimiento que lleva a la compunción del corazón y a
el tenor de su existencia. la -,. penitencia. La expresión hebrea más proxirna y
3 5 atinada es nega' lébáb (aq,17 Kap6ías), que es «herida
•Jer 35,6-14. 'Jer 35,6. l Cr 2,55. 'l Cr 2,55. 2 Re 10,
15-27. •Neh 3.14.
(o toque) del corazón» que experimenta el hombre
Bibl.: I. FRIEDLANDER, The Jews of Arabia and the Rechabítes, ante el espectáculo de males que se han seguido de su
en JQR, 1 (1910), págs. 253-257. J. W. FLIGHT, The Nomadic pecado1. Parecido valor tiene el púqán o miks6l léb
Idea and Ideal in the O/d Testament, JBL, 42 (1923), págs. 158-226. que equivale a «escrúpulo» (miksol significa propia-
H. SCHMÓKEL, Yahweh and the Kenites, en JBL, 52 (1933), págs.
mente «escándalo», «lazo», «tropiezo») y que Abigáil
212-229. L. DENNEFELD, Les Grands Prophétes, en La Saint e Bible,
VII, París 1947, pág. 349 y sigs. A. VAN DEN B0RN, Réchabites, quiere ahorrar a David rogándole no manche en sangre
en Dictionnaire encyclopédique de la Bible, Turnhout-París 1960, sus manos".
col. 1540. Hay casos de remordimiento patente como el de
C. COTS
Adán y Eva al esconderse de la mirada de Dios después
de cometer su pecado", el de Judas Iscariote antes de
REKABITAS, Historia de los. Obra apócrifa, com- abocar a su arrepentimiento (µETaµei\r¡.9eís), restitu-
puesta por cristianos en el siglo v o VI de nuestra era. ción y suicidio", pero no hay expresión consagrada. Sin
El asunto, conocido ya a mediados del III, procede de duda que en la penitencia o conversión (tesübah; µETá-
un midrás sobre las diez tribus que no regresaron de voic) entra inicialmente el remorsus conscientiae que
cautiverio, siendo, por consiguiente, de origen judío. conduce a la tristeza y vergüenza del pasado, pero los
Este apócrifo narra cómo los rekabitas+, apartados del textos insisten sobre todo en el aspecto positivo de la
resto de pueblo, fueron encarcelados a consecuencia de vuelta a Dios y en el comienzo de una vida nueva.
negarse a obedecer al soberano, que les mandaba vivir
'1 Re 8,38. • 1 Sm 25,31. 3
Gn 3,7.10. • Mt 27,3-4.
de modo menos austero. Un ángel los libró de la prisión
y se vieron trasladados de forma prodigiosa a una C.GANCHO
región rodeada de aguas, donde vivieron como desea-
ban. RENTÍS. Uno de los lugares en que se localiza
La Historia de los rekabitas se ha conservado en varios la ciudad bíblica de -> Rámáh (§ 4).
textos. Los dos principales se escribieron en griego y
en siríaco, y se atribuyen a Jacob de Edesa. Hay otros RENUNCIACIÓN. - Abnegación.
redactados en árabe, etíope y eslavo.
REPROBACIÓN. El verbo heb. má'as, de uso fre-
'Cf. cap. 35.
cuente en la SE, tiene dos significados principales: a)
Bib1.: M. R. JAMES, Narratio Zosimi de vita Beatorum. Apocrypha
onecdota, Cambridge 1892, págs. 96-108, texto griego. F. NAU, Les «rechazar», «alejar», «desechar», «remover», «despedir».
fi/s de Jonadab, fils de Réchab et les iles Fortunées, París 1899, texto Así, la mayor parte de las veces que aparece este vocablo;
siríaco y traducción francesa. M. R. JAMES, The Lost Apocrypha b) despreciar, desconsiderar, tener en menos. El verbo
of the O/d Test ament , Londres 1920, textos y traducción inglesa.
gr. émo60K1µál;e1v significa «recusar en la prueba»,
J. A. G.·LARRAYA «en el examen», «desaprobar», «encontrar algo o a al-
guien sin valor»; y el adj. 6:6óK1µos es la cosa u hombre
R.E KÁ.H C'Prixáf3 [B], 'Priq,á [A]; Vg. Recha). Según reprobable, inseguro, falso, del que uno no se puede
1 Cr 4,12, Bét Rafa', Páséah y Téhinnáh, hijos de 'Eston fiar (Vg. reprobatio, reprobatus).
y descendientes de Judá, se llamaron «hijos de Rékáh», I. REPROBACIÓN EN GENERAL. J. ANTIGUO TESTA-
o sea habitantes del lugar de tal nombre. Se trata de un MENTO. En el AT aparece Dios desechando a Saúl
pasaje oscuro del AT, del que es sólo posible deducir para que no sea ya rey de Israel, porque Saúl había
que Rékáh fue una población - no identificada - de rechazado la palabra de Yahweh, que Je había elegido
la tribu de Judá. previamente1. Cuando Yahweh se aparece a Salomón
Bibl.: SIM0NS, § 322 (25). después de la construcción y dedicación del Templo,
C. COTS le dice que si los israelitas obstinadamente se apartaren
de él, no observando sus mandamientos, los cortará, los
REMALYÁ.H Ü (et.?; 'Pousxlox, 'Poµei\ía; Vg. Ro- arrancará de la faz de la tierra que les ha entregado, y
melia). Padre de -,. Péqah, rey de Israel 1. arrojará de su presencia el Templo que ha santificado
'2 Re 15,25.27.30.32.37; 16,l.5; 2 Cr 28,6; Is 7,1.4.5.9; 8,6. a su nombre". Y así ocurrió, desechando Yahweh
Bibl.: Norn, 1261a, págs. 21, 257. primero, el reino de Israel 3 y luego, a Judá, a Jerusalén
e incluso al Templo4•
RÉMET («altura»?; 'Peµµás; Vg, Rameth). Ciu- A esta ruina del pueblo rechazado por Yahweh se
dad fronteriza de Isacar, también llamada -> Yarmüt. refieren también fundamentalmente varias expresiones
Jos 19,21. de los Salmos 5, que suelen ir acompañados de la queja
Bibl.: ABEL, II, págs. 356, 435. SIM0NS, §§ 330 (10), 337 (28). amorosa del salmista al Señor, confiando que su ira se

155 156
REPROBACIÓN

calmará, volviéndose misericordioso en defensa de los 11. REPROBACIÓN DE ISRAEL. La rmsion histórica
suyos. del pueblo de Israel quedó cumplida con la venida de
A veces, la reprobación divina no tiene ninguna Jesús, el verdadero Mesías prometido, hacia el cual
vinculación política o nacional, sino que aparece de tendía aquel pueblo y que era la única razón de su
todo personal, rogando el hagiógrafo que Yahweh no trato de favor por parte de Dios. Y así como la Ley
lo arroje de su presencia 6, del número de sus hijos 7• mosaica, que sirvió a los israelitas de pedagogo hasta
pues cabe que, aunque aflija y acongoje, el Señor no Jesucristo, quedó abrogada con la muerte y resurrección
desecha para siempre 8• de Cristo 1 y la promulgación de su ley de gracia y ver-
En el Sal 118 se dice que la piedra que desecharon dad, así también el Israel de la carne tenía que dejar
los edificadores ha venido a ser piedra angular 9; pala- paso al Israel del Espíritu al verdadero Israel, el Israel
bras que Jesucristo en los evangelios 10 se aplica a sí de Dios, el pueblo cristiano, la Iglesia de Cristo 2• Por lo
mismo, y los apóstoles explicaron del mismo modo+'. tanto, si por Israel se entiende el Israel de Dios, el Israel
Fueron los ancianos, los sumos sacerdotes, los escribas, eterno, el de la elección, el de la Alianza y promesas de
los que se encargaron de llevar la reprobación del Mesías Dios, es claro que no ha sido reprobado: Dios, declara
al último .extremo, condenándole a muerte12• san Pablo", no se arrepiente de sus dones y de su lla-
·11 Sm 15,23-28; 16,1. '1 Re 9,6-7 y sigs. 2 Cr 7,19-20 y sigs, mada. Y este verdadero Israel, Iglesia de Jesucristo, se
32 Re 17,20-23; Jer 7,15. 42 Re 23,26-27;. 24,20; Jer 6,30; 7,15.29. honra de que primitivamente estuvo integrada por un
'Sal 44,24; 60,3.12; 74,1; 89,39. 'Sal 51,13. 'Sab 9,4. 8Lam grupo de judíos fieles, «el resto pequeño» que, en nú-
3,31. "Sal 118,22. 10Mt 21,42; Me 12,10; L,f 20,17. 11Aet 4,11;
1 Pe 2,4.7; Ef2,20. 12Mc 8,31; Le 9,22; 17,25.
mero más o menos reducido, siempre ha existido en ella.
Mas si por Israel entendemos el judaísmo religioso,
2. NUEVO TESTAMENTO. En el NT aparece clara- farisaico, del tiempo de Jesús, ciertamente fue reprobado
mente que aquel a quien el soberano Juez, Jesucristo y para siempre por Dios. Rehusó aceptar al Mesías
Dios, arroja de sí 1, reprueba por su iniquidad 2, condena prometido, que la antigua Alianza figuraba y prepa-
lejos de su Reino de los Cielos por no haber cumplido raba; repulsa que fue no solamente de los representantes
en vida sus mandamientos", por no haber hecho la oficiales, religiosos y políticos, de Israel, sino también
voluntad de su Padre celestial 4 y por no haber creído en de la mayor parte del pueblo, instigado y movido por
la Buena Nueva 5, ese réprobo será castigado para siem- aquéllos. Ese judaísmo puso trabas a la Buena Nueva
pre en el infierno, en la gehenna, cuyo fuego no se predicada de Jesús: se opuso directamente a su persona,
apaga 6• logrando que fuera crucificado; aceptó la responsabili-
El apóstol Pablo castiga y somete su cuerpo para que dad de su sangre derramada, pidiendo que cayera
no caiga sobre él esa sentencia de reprobación, para sobre ellos y sus hijos 4, y después de su muerte continuó
que después de la lucha en la que él ha servido de he- la lucha encarnizada contra la Iglesia naciente. Con
raldo para los otros, no se encuentre él mismo desca- esta actitud hostil hacia Jesús y su Iglesia, el judaísmo
lificado por el Árbitro divino'. se vio privado de la gracia divina y se acarreó el castigo
Como causa, pues, de la reprobación eterna del de la destrucción de Jerusalén y el Templo por las
hombre aparece en la SE únicamente su pecado. Pero tropas romanas. Los evangelios, los Hechos de los
no se habla nunca, tanto en el AT como en el NT, Apóstoles y las epístolas de san Pablo están llenas de
de un decreto eterno de reprobación. claras afirmaciones en este sentido.
Hay algunos lugares del NT en los que la palabra Al rechazar los judíos al Mesías, la Buena Nueva
ó:5óK1µos, reprobus en la Vg., significa no ya precisa- de éste fue anunciada a los gentiles, que tomaron el
mente al arrojado lejos de Dios, sino la misma depra- puesto de aquéllos. Hay exclusión de los judíos, llama-
vación mental de aquel que, incapaz de ningún bien 8, miento de los gentiles: una verdadera sustitución, como
se deja arrastrar de sus instintos perversos, en vez de declara san Pablo 5, pero que ya había sido enseñada
conducirse conforme a su sentido moral; o la descali- claramente por Jesucristo en varias ocasiones", a veces
ficación a los que resisten a la verdad en materia de fe 9, con algunas de sus parábolas (viñadores homicidas',
a los ávidos de novedades y fábulas, repletos de vicios banquetes de bodas regias 8, etc.), enseñanza que algunos
de todo género. autores modernos, contra las reglas de una exégesis
En 2 Cor 13,5- 7, san Pablo emplea tres veces el término imparcial, se resisten a aceptar.
á5óK1µ01, Vg, reprobi. En el ver. 5 indica a aquellos La oposición colectiva a Jesucristo realizada por el
cristianos que son incapaces de presentar la prueba judaísmo contemporáneo suyo fue la causa de su re-
de que lo son genuinamente, de que Cristo vive en ellos; probación, aunque la responsabilidad mayor fue cier-
están desaprobados, reprobados por su conciencia: son tamente más imputable a la clase dirigente. Y esa repro-
cristianos de falsa ley. En el ver. 7 se señala al apóstol bación divina puede decirse definitiva, en el sentido de
que no podría presentar la prueba de su apostolado que todo el que entonces y en cualquier momento de la
que se hallara en la imposibilidad de mostrarse severo, historia se adhiere voluntaria y obstinadamente a los
de hacer valer toda la autoridad de que se halla inves- principios religiosos de aquel judaísmo contrario a
tido. La palabra á5óK1µ01 del ver. 6 parece más bien Jesús, será apartado para siempre de las gracias de
tener el valor que tiene en el ver. 5, con una alusión salvación del Mesías. El judaísmo infiel del tiempo
también al sentido de ese término en el ver. 7. de Jesús y del judaísmo posterior está reprobado para
1
siempre.
Mt 25,41. 'Mt 7,23. 3Mt 5)2.29; Ef 5,5. 4Mt 7,21. 'Me
16,16. 'Mt 18,8-9; Me 9,43-48; Ap 21,8; 20,14-15; 22,15. 'l Cor Pero esto no implica, naturalmente, una reprobación
9,27. 'Rom 1,28; Tit 1,16. '2 Tim 3,8. y maldición divina individual de cada judío, en el sen-

157 158
REPROBACIÓN

tido de que éste, bien fuera de los contemporáneos de Me 12,1-12; Le 20,9-19. 'Mt 22,2-10; Le 14,16-24. '1 Tim 2,4-6.
10Rom 9,18; 11,7.25. 11Rom 10,21. "Rom 11,28. 13Rom 11,11-
Jesús, bien de los posteriores a Él, no pueda o no hu- 12. "Mt 23,39. "Le 21,24. "Rom 11,25-26. "Rom 9,4-5; 11,
biera podido alcanzar la salvación, si, arrepentido de 15-16.28. "Rom 2,9-11; 10,16; 1 Cor 12,13; Gál 3,26-29; 4,21-31;
su conducta hostil a Jesucristo, se vuelve a Él. Dios no 5,1-6; Col 3,11.
niega su gracia a nadie, quiere que todos se salven, Bibl.: K. L. SCHMIDT, Die Judenfrage im Lichte der Kapite/ 9-11
y el único mediador, Jesucristo se ha entregado en des Rómerbríefes, 2.• ed., Zollikon-Zurieh 1947, J. !SACA, Jésus
et Israel, París 1948. A. COLUNGA, El reino de Israel en los planes
rescate por todos los hombres 9 • No está, pues, cerrado divinos, en CTom, 76 (1949), págs. 353-366. J. M. GONZÁLEZ Rutz,
a los judíos el tesoro de la misericordia divina. Justicia y misericordia divina en la elección y reprobación de los hom-
Las consecuencias del castigo de los judíos que recha- bres, en EstB, 8 (1949), págs. 365-377. J. STRAUBINGER, El Pro-
blema judío a la luz de la Sagrada Escritura, en RevB, 53 (1949),
zaron y dieron muerte a Jesucristo las sufrió toda la págs. 99-107. J. M. BovER, La reprobación de Israel en Rom 9-11,
nación judía israelita, aunque algunos de sus hijos en EE, 25 (1951), págs. 63-82. M. GARCIA CORDERO, La repro-
estuvieran del todo libres de aquel pecado; y en cierto bación de Israel en los Profetas, en EstB, 10 (1951), págs. 165-188.
modo las siguen sufriendo todavía sus descendientes. J. LEAL, El destino salvador de Israel, en RF, 143 (1951), págs. 358-
374. A. WESTPHAL, Reprouvé, en Dictionnaire Encyclopédique de la
los cuales, aun rechazando al verdadero Mesías, no Bible, II, Valence-sur-Rhóne 1956, págs. 555-556. Y. B. TRÉMEL,
tienen la culpabilidad de sus padres. Le mystére d'Lsrael, en LV, 37 (mayo 1958), págs. 71-90. :O.,Ju-
El endurecimiento y ceguera de Israel de que habla DANT, Les deux Israel. Essai sur le mystére d'Lsrael se/on l'économie
des deux Testaments, París 1960. P. BENOIT, Exégése et Théologie,
san Pablo10, el ser pueblo desobediente y rebelde!', II, París 1961, págs. 321-339. A. COLUNGA, Israel juzgado en el
enemigos-", que han dado un paso falso y caído>, Evangelio, en Salm, 8 (1961), págs. 657-664. F. FESTORAZZI, Po-
viene realizándose colectivamente en el pueblo judío pulus Israel estne maledictus et repudiatus a Deo?, en VD, 39 (1961),
sin interrupción desde hace más de diecinueve siglos. págs. 255-271. J. M. TISON, Salus Israel apud Paires primi et se-
cundi saeculi, en VD, 39 (1961), págs. 97-108. F. J. CAUBET ITURBE,
Es un hecho que no se puede negar históricamente: Et sic omnis Israel salvus fieret , Rom 11.26. Su interpretación por los
continúan rechazando con insistencia a Jesucristo y a escritores cristianos de los siglos Ill-Xll, en EstB, 21 (1962), págs.
su Iglesia. Lo cual supone naturalmente una dificultad 127-150. S. LYONNET, Quaestiones in epistulam ad Romanos. Series
nacional, y como hereditaria, para la conversión del altera, 2." ed., Roma 1962.
J. CAUBET
conjunto del pueblo judío, y de los que a él pertenecen,
considerados individual y aisladamente.
REPTIL (heb. rémes, séres; sprrs-róv; Vg. repti/e).
Pero, no obstante, se presenta para ellos la esperanza
En la Biblia, los «reptiles» comprenden no sólo los
de conversión final del pueblo, del retorno en masa a la
propiamente tales, sino todo animal de patas cortas que
obediencia de Dios y a la fe en Jesús, Mesías único,
parece arrastrarse sobre la tierra o sobre el agua, inclpso
el Hijo de Dios. Las palabras del Señor: «Ya no me
los de sangre caliente y mamíferos, como el ratón 1•
veréis más hasta que digáis: "Bendito el que viene en el
Los reptiles son los animales que «comen el polvo de
nombre del Señor"» 14;· y aquellas otras suyas: «Jeru-
la tierrax". A pesar de la repugnancia que inspiran al
salén será conculcada por los gentiles hasta que se hayan
hombre, son también obra de Dios 3.
cumplido los tiempos de los gentilese-", parecen señalar
La ley de pureza los considera impuros y prohíbe
algo en este sentido. Pero son importantes particular-
su comida 4• Por ello, es que en la visión simbólica del
mente las de san Pablo en la epístola a los Romanos:
tapete lleno de animales y reptiles, Pedro se resiste a
«No quiero que ignoréis, hermanos, este misterio ... :
comer por ser manjares prohibidos por la Ley 5• Su
que el endurecimiento de una parte de Israel existirá
representación plástica - al modo frecuente en Egip-
hasta que el conjunto de los gentiles haya entrado. Y
16 to - estaba prohibida como idolátrica 6 (-> Fauna).
así todo Israel será salvo ». Estas palabras son enten-
didas generalmente por los intérpretes· modernos del 1Cf. Lv 11,29. •Gn 3,14; Dt 32,24; Miq 7,17. 'Gn 1,24.26.30.
Israel según la carne, del pueblo judío. Aunque no han •Lv ll,20-23.29.41-46. 'Aet 10,12; 11,6. 'Dt 5,18; ef. Ez 8,10.

faltado, ni falten hoy día del todo, exegetas, y los hubo C. WAU
especialmente entre los primeros protestantes, y hasta
se encuentran ciertos Padres, entre ellos alguna vez REPUDIO, Libelo de. Documento que da fe de la
san Agustín, que en el Israel de Rom 11,26 ven a todo disolución del matrimonio y que permite a la mujer
el Israel espiritual, o sea al conjunto de los creyentes contraer nuevas nupcias a la recepción del mismo. Se
predestinados, tanto judíos como gentiles. extendía mediante fórmulas prescritas y atendiendo a
Dejando aparte este punto de su conversión futura, determinados requisitos, que los rabinos puntualizaron
¿retendría todavía el pueblo judío alguno de los privi- detalladamente (-> Divorcio, Privilegio paulino y Pri-
legios antiguos, es decir, gozaría de cierta situación vilegio petrino ).
privilegiada sobre los gentiles en relación con Dios y
con la salvación, tanto antes del ingreso de unos y otros RÉQEM (et.?; Vg. Recem). Nombre de tres perso-
en la Iglesia, como después de haber abrazado la fe de najes veterotestamentarios:
Jesucristo? Responden afirmativamente bastantes co-
mentaristas, considerando algunas expresiones de la l. (6 'Popóx). Uno de los cinco reyes madianitas
epístola a los Romanos". Pero, teniendo presente el a los que vencieron y mataron curante el Éxodo los
conjunto de la doctrina del apóstol18 , no se deduce hombres capitaneados por Pínéhás, hijo de 'El'azar1.
de una manera, clara y convincente. Según Flavio Josefo, el nombre primitivo de Petra
fue 'ApEKɵ17 (var. "ApK17), derivado del de Réqem;
1Gál 3,24-25; Rom 7,4-6. 2Gál 3,29; 6,16; Flp 3,3; Rom 9,7•
1 y Eusebio asegura que Petra, en la que reinaba Rokom
8.30-31. 'Rom 11,29. •Mt 27,25. 'Rom 11,11-12.15.25.31. 'M
8,11-12; Le 13,28-30; Mt 21,18-20; Me 11,12-14. 'Mt 21,33-45;
('PoKóµ), fue llamada Rekem ('PEKɵ) por los sirios.

160
159
RESIN

2. ('PEKÓµ). Tercer¡ hijo de Hebrón y padre de l. (:focpó:p [B], 'Pó:o-Ecp [A]; Vg. Reseph). Efraimita,
Sammay, citado entre los descendientes de Caleb 2 • hijo de Réfah y padre de Télah. Este personaje, al igual
3. (T'oxóu; Vg. Recen). Hijo de Séres' y nieto de que otros descendientes de Efraím citados en Crónicas-,
Mákir y Maákah, de la tribu de Manasés1• no se menciona en las genealogías de este patriarca
descritas en Génesis2 y Números3• Posiblemente no se
•Nm 31,8; Jos 13,21. 2
1 Cr 2,43.44. '1 Cr 7,16.
trata de descendientes directos.
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. !ud., 4,7,1; cf. 4,7. ElJSEBIO, Onom.,
286,71; 287,94; 228,55. NOTH, 1280, pág. 257. A. CLAMER, Les 2. ([3pwo-E1 óovscov ; Vg, devorabunt eos aves). Nom-
Nombres, en La Sainte Bible, II, París 1946, pág. 437. bre de un dios cananeo, que el T. M. trata como si
M. D. RIEROLA fuera un sustantivo en distintos pasajes '. Se le encuentra
citado, como una divinidad nefasta y perjudicial, equi-
RÉQEM ('PEKɵ [B]; Vg. Recem). Ciudad de la valente a una plaga, azote o epidemia aniquiladora, en
tribu de Benjamín", cuya localización no es conocida. documentos y poemas ugaríticos, en el Papiro Harris
Abe! propuso Qalandiyah, a unos 9 km al norte de Jeru- y en inscripciones arameas de Siria del siglo vm A.c.
salén, en donde hay una estación paleolítica y unas Se le ha asimilado a Apolo y a Mekal, deidad que
ruinas bizantinas. figura en una estela de Beisán (siglo xtv A.c.), lo cual
-Jos 18,27. tal vez indique que esta última ciudad era centro de
Bibl.: ÜUÉRIN, Judée, l, pág. 393. ÁBEL, II, págs. 435-436. su culto. Hería a los hombres y a sus ganados con
SIMONS, § 327 (II/7). rayos o disparos flamígeros, lo que les ocasionaba en-
M.GRAU fermedades epidémicas.
11 Cr 7,25. 'Gn 46.21. 'Nm 26,35. 'Dt 32,24; Sal 76,4; 78,
REQQEIT, Tell el-. Montículo que ha conservado 48; Job 5,7; Cant 8,6.
el nombre de la bíblica Raqqón (-+ Raqqón, Ha). Bibl.: NOTH, 1291, pág. 257. A. CLAMER, Le Deutéronome, en
La Sainte Bible, II, París 1946, pág. 722. .1. LEIBOVJTCH, Un nou-
RES (pT)S, PT1XS donde el complejo xs suena como veau dieu égypto-cananéen, en ASAE, 68 (1948), págs. 435-447.
s). La Vg, y los LXX anteponen esta palabra a M. GRAU
Lam 1,20; 2,20; 3,58.59.60; 4,20 y Sal 119, 153 (heb.)
(->- Acróstico). RESEN (l:,ó:o-Eµ; Vg. Resen). Una ciudad de Asiria
situada entre Nínive y Kálah, sólo mencionada en el
RESA ('Prio-ó:; Vg, Resa). Uno de los antepasados Génesis.', que la califica de «gran ciudad». Parece ser
de Jesús, citado en la genealogía del evangelio de Lucas, una deformación del asirio réséni, «origen de la fuente».
como hijo de Zorobabel y padre de Joanán. Su identificación es todavía incierta. Se ha intentado
Le 3,27. localizarla en la actual Selamiyah, junto al Tigris y a
unos 8 km al norte de Kálah; pero si bien reúne el re-
RESCATE. El concepto jurídico de rescate pasó quisito de estar entre Nínive y Kálah, no parece haber
pronto al terreno religioso donde logró su completo sido «una gran ciudad». Según otros autores, podría
desarrollo: rescate de los primogénitos humanos, cuyo tratarse de un arrabal de Kálah, lo mismo que Réhóbot
sacrificio cruento no aceptaba Dios y que eran susti- 'Ir parece serlo de Nínive.
tuidos (rescatados) por la inmolación de un animal 1
Gn 10,12.
ritualmente apto; rescate del pueblo siendo Dios mismo Bibl.: A. CLAMER, Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, pág.
el redentor, etc. 213. É. DHORME, en BP, I, pág. 32, n. 12. SIMONS, §§ 29,212, 1703.
Las raíces hebreas que significan la idea del rescate G. SARRÓ
son gii'al, kpr y pdh (->- Go'el y Redención).
C. WAU
RE~iN («agradable»?; ac. ra-hi-a-nu; can. rasyon;
aram. r'yn: sir. rásán; Vg. Rasin). Nombre de dos
RESEDIYAH, Tell el-. Lugar en que estuvo posi-
personas del A T:
blemente situada la ciudad de ->- Hñsáh.
l. ('Paa66wv, 'Pccív, 'Pco lu, 'Pcccív). Soberano de
RÉ~EF ( «piedra reluciente»; 'Pó:cpE1s, 'Pó:<pES, 'Pó- Damasco, contemporáneo de Acaz, Péqah, Oseas, Me-
<pES; Vg. Reseph). Ciudad de cuya destrucción por nahem- y fallecido en 732 A.c. Nació en las cercanías
parte de los asirios se jactaban los emisarios de de Damasco, es decir, en Bit Hadara', se convirtió en
Senaquerib. Se identifica con la rasappa de las inscrip- soberano de su tierra natal 2 y fue tributario, como otros
ciones cuneiformes, la cual fue durante mucho tiempo monarcas de su época y de la misma región, de Tiglatpi-
residencia de un gobernador asirio. Es la actual Rusá- leser III. Trató en vano de obtener el apoyo de Acaz
fah o Reséfah, situada a unos 25 km al oeste del Éufra- contra· los asirios, por lo cual recurrió a Péqah para
tes superior y 125 km al noroeste de Palmira. sentar a un arameo en el trono de Judá 3• El T.M. ase-
2 Re 19,12; Ts 37,12. gura, en un texto oscuro - tal vez debido a la confusión
de 'Áram (heb. 'rm) con Edom (heb. 'dm)-, que los
Bibl.: É. DHORME, II Rois, en BP, I, pág. 1218. SIMONS, §§ 950,
1303. arameos sustituyeron a los judaítas en 'Elat en tiempos
R. SÁNCHEZ de Résin •. El ataque de Jerusalén por los arameos fue
un fracaso, pero asustó tanto a Acaz, que pidió socorro
RÉSEF («llama», «centella»; ugar. rsf"). Nombre de a Tiglatpileser contra Péqah y Résín 6 • La intervención
un personaje del AT y de una divinidad cananea: asiria hizo que el soberano arameo se encerrase en Da-

161 162
RE$IN

masco, cuyos alrededores y poblaciones vecinas queda- RESTO DE ISRAEL. Las palabras utilizadas en el
ron asolados. La capital aramea fue conquistada en 732 AT para designar al «Resto de Israel» se relacionan
y Résin ejecutado'. Desde la fecha expresada en ade- fundamentalmente con la raíz s'r. Expresa la supervi-
lante, el reino de Damasco se convirtió en una de las vencia parcial de una masa o cantidad mayor que se
provincias asirias. consume o destruye. En particular, significa que, de un
2. ('Pao-wv, 'Porrccov). Fundador de una familia de ejército o de una masa de hombres dispersos o muertos,
netineos, cuyos descendientes regresaron con Zorobabel algunos han podido escapar1. Esta acepción es co-
de la Cautividad babilónica'. rriente en la Biblia para designar los sobrevivientes de
12 Re 15,19-20.
un pueblo diezmado por un desastre: se habla del resto
'Is 7,8. '2 Re 16,5-6; Is 7,1.6. •2 Re 16,6.
'2Re 16,7-8; Is 7,1-9.16. '2Re 16,9. 'Esd 2,48; Neh 7,50.
de Babel', del resto de 'Áram 3, de 'Asdod 4, de los
fuisteos " y de Edom 6 •
Bibl.: S. SCHIFFER, Die Aramiier. Historisch-geographische Un-
tersuchungen, Leipzig 1911. E. G. KRAELING, Aram and Israel, 1
Lv 26,36-39; Dt 7,20; Jos 23,4.7.12; 2Re 10,11.17; 25,11; Ez
Nueva York 1918. A. DuPONT-SOMMER, Les Araméens, Paris 1949. 36,36, etc.), 'Is 14,22; Jer 5,26. 3 Is 17,3. • Jer 25,20. 'Is 14,30;
ANET, pág. 283. M.F. UNGER, Israel and the Aramaeans of Da- Am 1,8. 'Am 9,12.
mascus, Londres 1957, págs. 95-101, 175-178.
M. D. RIEROLA Dentro de este sentido general se usa el término de
«Resto de Israel» con una preción especial. Israel, en
RESINA. La Biblia no dispone de un nombre ge efecto, está bajo la protección peculiar de Dios, y por
nérico equivalente a nuestra resina para designar la eso esta «supervivencia» se convierte en un hilo conduc-
secreción de savia de ciertos árboles. Incluso la desig- tor de la historia de la salvación.
nación precisa de cada uno de tales productos resulta Por una parte, la supervivencia de un Resto es un
muy problemática (--+ Flora). castigo de Dios, que ha permitido la destrucción masiva
del pueblo, del que apenas quedan unas ruinas hu-
RESPETO. La acción de respetar la expresa gene- meantes. Y así, mientras más pequeño es el Resto,
ralmente el hebreo mediante el verbo yáré, «temer» mayor ha sido la destrucción y más grave el pecado.
(<po¡3Eio-.9ai; Vg. timeret, lo que quiere decir que no Por eso, la descripción del Resto tiende a subrayar la
hay en Ja Biblia una palabra para designar este senti- trágica situación de lo que ha sobrevivido: un tizón
miento de veneración o acatamiento que se hace a uno después del incendio ', una bandera desgarrada en una
por razón oe su carácter, dignidad, edad, etc. El res- colina 2, un terebinto, cuyo tronco se derriba y cuya
peto a los padres se recomienda en varios pasajes con raíz se quema 3 y un puñado de espigas abandonadas
la promesa de una larga vida en favor de los hijos en el campo después de la trilla 4•
respetuosos1; igualmente debe respetarse a los ancianos 2, Pero como Israel no es un producto contingente de la
a las mujeres 3, a las viudas 4, a los reyes>, a los médi- historia, sino un instrumento en manos de Dios, esta
cos 6, a los superiores en general', etc. misma supervivencia de la catástrofe se convierte en
Todos los cristianos deben respetarse mutuamente una obra de la misericordia divina. El Resto no es
y mostrar sumisión a toda institución humana por solamente un tizón humeante del árbol frondoso derri-
respeto al Señor 8• bado, sino al mismo tiempo una semilla de la que bro-
1Éx 20,12; Lv 19,3; Dt 5,16; Tob 4,3; Eclo 3,5-7; Mal 1,6; Mt tará una nueva vegetación más vigorosa. lsaías especial-
15,4; 19,19 y par.; Ef 6,2. 'Lv 19,32. 31 Re 3,7. '1 Tim 5,3. mente pone de relieve esta idea: por eso llama a su
'P-rov 24,21. 'Eclo 38,1. 'Jos 4,14. 8Rom 12,10; 1 Pe 2,13-17. hijo se'éir yásúb («Un- resto-volveráoj ": volverá Yahweh
C. WAU
para convertir al Resto de nuevo en masa.
Esta conversión de los sobrevivientes los constituye
RESTITUCIÓN. El delito del --,. robo era castigado en un estado de separación con respecto a los demás
con penas de tipo pecuniario, y no con castigos corpo- hombres y de consagración a Dios: «El Resto de Sión
rales-, En el caso de que el ladrón conservase en su será llamado santos". Así, pues, el Resto sigue siendo
poder lo robado, al ser descubierto, tenía la obligación el objeto de las promesas hechas antiguamente a la
de restituirlo a su dueño y abonar además el doble Nación: Yahweh será para él como una corona bri-
como indemnización y si ya no existía el objeto hurtado, llante', la tierra producirá frutos para adorno y gloria
la indemnización era mayor (triple o cuádruple de su suya 8 y será en medio de los pueblos como un rocío
valor)", El depositario infiel de un bien mueble o de de parte de Yahweh, como un león entre el ganado,
dinero, debía restituir el doble si se probaba su compli- que camina pisando y destrozando su presa sin que
cidad en el hurto 3 ; pero si el robo se hubiere cometido nadie se la arranque 9•
sólo por su negligencia o descuido, únicamente tenía 1Am 4,11. 'Is 30,17. 'Is 6,13. 'Is 17,5-6. 'Is 7,3; 10,20-21.
que devolver el objeto hurtado o su precio", y si no 'Is 4,3. 'Is 28,5. 'Is 4,2. 'Miq 5,6-7.

podía imputársele negligencia alguna, desaparecía la Cullmann ha formulado felizmente esta noción bí-
obligación de restituir". Dicha obligación existe igual- blica en el principio teológico que él llama de elección
mente para los que utilizaren pesas y medidas falsas" y representación. La historia lineal de la salvación tiene
y para los culpables del delito de --,. usura (--,. Penas y por punto de partida la revelación divina y el pecado
Castigos). humano, en su calidad de rebeldía contra esta revela-
1Prov 6,30. 'Éx 22,1-4. 3Éx 22,9. 'Éx 22,12. 'Éx 22,11-13. ción. El pecado, situado en el principio del acontecer
'Dt 25,13; Prov 11,1. 'Lv 25,36-37; Dt 23,19-20.
humano, hace necesaria una historia de la salvación en
G. SARRÓ el sentido estricto. En efecto; la maldición que pesa

163 164
RESURRECCIÓN

sobre el hombre, y sobre toda la creación, no es la nes numencas crecientes 2 y en la extensión geográfica
última palabra de Dios, que es amor. En su misericor- progresiva de la comunidad cristiana.
dia deja correr una nueva serie de acontecimientos San Pablo" formula teológicamente este doble movi-
temporales, que tienden a suprimir la maldición del miento de reducción-progresión a base de Cristo, como
pecado y de la muerte, a reconciliar al hombre con puoto de convergencia. Para ello, parte de la promesa
Dios y a conducir al conjunto de la creación hacia una de Abraham. Ésta, aunque dirigida universalmente a
situación nueva, en la que ya no exista la muerte. la humanidad futura, se concentra en Cristo, que es la
El principio de este acontecer salvador es el de la «Descendencia» por antonomasia y que, por su muerte
elección de una minoría para la redención del conjunto redentora, realiza radicalmente la liberación. Este acon-
0 , dicho más brevemente: la representación.
tecimiento tiene por consecuencia el que todos los
Ya en la postura del hombre dentro de la creación hombres que creen en Cristo se conviertan en descen-
aparece éste como su representante. Esto lo afirma dencia de Abraham. Por el bautismo entran todos en
la Biblia al presentar al hombre como responsable de la el ámbito de la promesa, que fue comunicada al Uno.
Creación y capaz de dominarla' y, sobre todo, al ase- Así, pues, el camino hacia la multiplicación está abierto,
gurar que, a consecuencia del pecado humano, toda pero en el sentido de que los «muchos» son «todos
la Creación ha incurrido en la rnaldic ión divina 2• Uno» en Cristo Jesús.
Este principio de la representación determina clara- La «teología del Resto» se convierte en la espina
mente el desarrollo posterior de la salvación progresiva. dorsal del sentido de la historia. Ésta, a partir de Cristo,
Y así como el destino del conjunto de la Creación de- camina en un sentido de plenitud progresiva, sin que
pende de la actuación del hombre, así ahora la historia quepa una posibilidad constructiva de retroceso. La
de un pueblo se convierte en decisiva para la salva- Iglesia - el «pueblo de los santos» definitivo - es
ción de todos los hombres. De la humanidad pecadora, responsable de este proceso creciente de consagración
Dios ha seleccionado una comunidad, el pueblo de cósmica, ya que la Creación forma el subsuelo impres-
Israel, para la salvación del mundo. cindible de esta historia de salvación. Así, pues, todo
Así, pues, la historia de la salvación se desarrolla conato de introducir de nuevo. una «reducción», un
según el principio de la elección y representación, pero repliegue sectario o sinagogal, va en el sentido inverso
en un sentido de reducción progresiva, de suerte que, de la historia; es un grave pecado de lesa historia de la
al no cumplir la masa del pueblo de Israel la misión salvación.
encomendada, ésta se transfiere a un «Resto», que 1Mt 20,28; 26,28. 2Act 1,13.26; 2,41.47; 5,14. 'Gál 3,6-4,7.
representa al pueblo. Este es el «Resto de Israel», del Bibl.: R. DE VAUX, Le «reste d' Israel» d'upres les Prophétes, en
RB, 42 (1933), págs. 526-539. S. GAROFALO, La nozione profetica
que hablan los Profetas.
del Resto d'Israele, Roma 1943. S. H. BLANK, The Curren! Mísin-
Este Resto se reduce aún más hasta referirse a un terpretation of lsaiah's Shear Yashoub, en JBL, 57 (1948), págs. 211-
solo Hombre, que debe cargar sobre sí toda la tarea 211-215. A. LELIEVRE, Reste, en Vocabulaire Biblique, Neuchátel-
encomendada a Israel. El Deuteroisaías lo llama Siervo Paris 1954, págs. 250-252. O. CULLMANN, Christus und die Zeit,
de Yahweh", y Daniel lo describe como el Hijo del Zurich 1948, págs. 99-103.
J. M. GONZÁLEZ RUIZ
Hombre, que representa al «pueblo de los santos»'.
Este «uno» aparece en la historia y se llama Jesús de
RESURRECCIÓN DE JESUCRISTO. La resu-
Nazaret, que realiza al mismo tiempo la tarea del Siervo
rrección de Jesucristo puede considerarse bajo dos as-
de Yahweh y del Hijo del Hombre, llevando a cabo
pectos, uno apologéticamente, o sea como un hecho,
con su muerte representativa aquella misión, para la
cuya realidad histórica es defendida contra los que la
que Dios había escogido al pueblo de Israel.
niegan; y otro, soteriolágicamente, o sea como un hecho
1Gn 1,28. 'Gn 3,17-18; Rom 8,19-22. 'Is 42,1-4; 49,1-6; 50,
4-9; 52, 13-53,12. 'Dan 7,13 y sigs.
histórico, que es además elemento clave en el plan
salvífico de Dios.
Así, pues, hasta Jesucristo la historia de la salvación
corre en un sentido de reducción progresiva: Humanidad l. LA RESURRECCIÓN BAJO EL PUNTO DE YIST A APOLO-
- Pueblo de Israel, Resto de Israel - el Uno: Cristo. GÉTICO. La apologética en los últimos tiempos fue
Hasta aquí la multitud tiende hacia el Uno, hacia Jesu- adaptándose en las pruebas de la resurrección a los
cristo, que, en su calidad de Mesías de Israel, es el argumentos de la crítica racionalista que la negaba.
Redentor de la Humanidad y de la Creación. Por eso es muy conveniente empezar por dar sucinta-
Ahora bien, este proceso de reducción progresiva no mente las últimas posiciones de los adversarios. Éstas,
termina remansándose en la unidad, sino partiendo de de una u otra manera, sintetizan los argumentos de los
ella en un sentido inverso, hacia la multitud. En efecto, autores precedentes, que negaron la resurrección.
si bien es verdad que en el mismo acontecer de Cristo Para entender el aferramiento de estos autores a sus
se opera al máximo la reducción (Jesús, único sobre- argumentos hay que tener en cuenta su tesis subyacente
viviente del degüello de los Inocentes, desamparado sobre la imposibilidad del milagro. Por lo tanto, cuando
progresivamente por las turbas, por los discípulos, por se encuentra ante un hecho que se presenta como mila-
Judas, por los Once, hasta quedar solo en la cruz), a groso, acudirán a las más extremas explicaciones antes
partir de esta exacerbación de la unidad empieza el que a la más obvia de que se trata de un hecho mila-
movimiento hacia la multiplicidad. Cristo da su vida groso. Ahora bien, en el comienzo del cristianismo
para la salvación de la «multitud»'. Después de la re- surge un hecho innegable: la fe en la resurrección de
surrección, el «Resto» tiende rápidamente a la multi- Cristo, que cristaliza en múltiples documentos del NT:
plicación: el libro de los Hechos insiste en las precisio- evangelios, Hechos, epístolas y Apocalipsis. Este hecho

165 166
RESURRECCIÓN

necesita una explicación adecuada. La explicación obvia b) La catequesis ignora completamente el hecho de
adecuada sería el acontecimiento real de la resurrección, una «sepultura honrosa». A lo más, puede suponer una
tal como lo refieren los textos. Pero es lo que realmente «sepultura ritual».
no puede admitir la crítica racionalista en virtud de En los Hechos de los Apóstoles 5 hay indicios de una
otros principios de su ideología. Y así acude a otras «sepultura ritual», que sería distinta de la «sepultura
explicaciones. de honor» que narran los evangelistas. Pablo en el
La crítica racionalista independiente rechaza los do- discurso de Antioquía de Pisidia afirma que los mismos
cumentos tales como hoy los leemos, porque no los tiene judíos, que le llevaron a la muerte, ésos fueron los que le
por reflejo objetivo de la realidad, sino por una creación enterraron. No es de creer que ellos, encarnizados ene-
de la comunidad con fines apologéticos para defender migos de Jesús, le sepultasen con los honores que narran
su fe en la resurrección contra los impugnadores o con- los evangelistas. O hicieron que fuera sepultado en la fosa
tra los vacilantes. En los mismos textos escalonados común, o en algún sepulcro que hubiera en alguna de
cronológicamente y contradiciéndose a veces, se advierte, aquellas rocas del Calvario, pero sin honores especiales,
dicen, esa evolución con marca apologética en actividad. sino únicamente por cumplir ·una prescripción del Deu-
Podemos distinguir en la mente de ellos varias etapas teronomio 6. Se explica después bien el paso de la simple
en los documentos. sepultura «ritual» a la «sepultura de honor». Debió
parecer a la cristiandad primitiva muy penosa la idea
l. PRIMERA ETAPA. Representada especialmente por
de que el cuerpo de Jesús hubiera sido abandonado
los escritos de Pablo, que niegan toda materialidad
completamente por los suyos. Y así hacen intervenir
propiamente dicha al cuerpo glorioso de Jesús.
a uno, que luego presentan como discípulo, teniendo
a) Pablo, hablando de nuestra resurrección, que él con el Maestro ese acto de piedad.
concibe al modo de la de Cristo1, dice que, «destruida la En Marcos', José no es presentado como discípulo.
mansión terrestre, Dios nos dará en cambio una man- Si luego en Mateo 8 lo es, es que la tradición ha evolu-
sión celestee ". cionado «dando el carácter de un homenaje prestado
b) De Cristo resucitado dice Pablo que es un «hom- a Jesús a un gesto, que primitivamente pudo no ser
bre celeste» y «espíritu vivificante»", y que mientras inspirado más que por la piedad o por el deseo de
el cuerpo mortal permanece y se corrompe en el sepul- evitar la profanación de la fiesta por la presencia del
cro, el cuerpo resucitado es algo espiritual4• Cristo, por cadáver». La sepultura ritual vino así a ser transformada
lo tanto, «hombre celeste» se sustituye, en la mente de en una sepultura de honor. La tradición más antigua
Pablo interpretada por los racionalistas, a Jesús que de la sepultura ritual no necesitó de ninguna informa-
permaneció en el sepulcro. ción positiva para entrar en la historia. Bastaba supo-
ner que los judíos habían obrado respecto del cuerpo
e) En consecuencia, Pablo nada dice del sepulcro
de Jesús como lo hacían habitualmente respecto de los
vacío. Se pone, pues, en contradicción con los relatos
ajusticiados.
posteriores de los evangelistas, que describen tan por
menudo lo referente a la sepultura y al sepulcro encon- e) Al relato del sepulcro encontrado vacío sigue la
trado vacío el domingo por la mañana. mención de las apariciones con serias contradicciones
entre los evangelistas. Marcos y Mateo las colocan en
2. SEGUNDA ETAPA. De materialización creciente en
Galilea. Lucas y Juan en Judea. Parece, pues, que la
la idea de la resurrección, está representada por el relato
tradición más antigua las localizaba en Galilea. Lo
de Marcos, que los críticos racionalistas ponen como
prueba bien Me 14,28, en que Jesús, camino de Getse-
base de los demás relatos evangélicos. Todo este relato,
maní, dice a los apóstoles, refiriéndose a la resurrec-
que describe el sepulcro vacío, del que nada dice Pablo
ción, que les precederá en Galilea.
ni los discursos de los Hechos de los Apóstoles, es un
Según Marcos y Mateo, los discípulos después del
producto de la fe cristiana, presentando a los vacilantes
prendimiento se dispersaron, y los críticos racionalistas
como prueba de la resurrección, en un tiempo distante,
creen que se volvieron a Galilea, su lugar de origen,
cuando ya no era posible probar que el cuerpo de Jesús
Lucas omite este rasgo de la dispersión, porque, de
había sido arrojadu a la fosa común de los ajusticiados.
acuerdo con su tesis de las apariciones en Jerusalén y
El sepulcro vacío probaría que la resurrección de Cristo
no en Galilea, necesita tener a mano a los discípulos
había sido corporal, y esto pretendía la apologética
para el momento de la resurrección.
cristiana que creó el relato. La mentalidad judía no
podía concebir fácilmente una vida espiritual fuera del 3. TERCERA ETAPA. Ésta localiza las apariciones en
cuerpo, y así era preciso mostrar que el cuerpo de Jesús Jerusalén y está representada por Lucas y Juan y el
no permaneció en el sepulcro. final deuterocanónico de Marcos, que resume algo de
Los racionalistas modernos tratan de probar que es esta tradición. Se distingue por los rasgos muy materia-
ficción, no solamente el relato del sepulcro vacío, sino lizantes que dan a Jesús resucitado, en contraposición
también la otra narración, que forma unidad con él, a las apariciones de Galilea, que son completamente
de la «honrosa sepultura», aduciendo varias razones. espirituales.
Completa, según ellos, la impresión de incertidumbre El evangelio de Lucas nos presenta a Jesús dialogando
de estos relatos la divergencia referente a las apariciones. con los discípulos camino de Emmaús, comiendo des-
a) El cuerpo de Jesús, dicen, debió tener la misma pués con los apóstoles y haciéndose tocar por ellos para
suerte que los cuerpos de los ajusticiados, ser arrojados probarles que no era un fantasma"; el evangelio de Juan
a la fosa común. nos lo presenta también haciéndose tocar y palpar!",

167 168
Sepulcro de Raquel. Sencillo edificio de Belén, de estilo oriental, junto a la carretera de Jerusalén. Se trata, según se cree,
de la tumba de Raquel, esposa de Jacob, muerta camino de "Efrátáh, población que se identifica con Belén. (Foto S. Bartina)

Resurrección. Iglesia de los PP. Franciscanos en el-Qubeibah, lugar que muy probablemente hay que identificar con la
Emmaús evangélica. Dista unos 11 km de Jerusalén, lo cual concuerda con los datos Lucas. (Foto S. Bartina)
RESURRECCIÓN
Se advierte la preocupación por eliminar la idea de que ¿Cómo la fe cristiana, un hecho histórico innegable,
las apariciones del Resucitado fuesen fantasmagóricas, de tal volumen, pudo tener una causa tan baladí como
ante las dificultades que surgieron sin duda en el mundo la alucinación?
helenístico. Pero hay además una agravante: Jesús en vida había
A base de todos estos hechos, que surgen de la con- despertado un entusiasmo religioso, todo lo grande
sideración de los textos, construyen los críticos raciona- que se quiera. Pero su vida termina con una muerte
listas esta teoría explicativa. afrentosa en apariencia, y a la vista de multitud de
El punto inical de la fe en la resurrección lo encuen- gente.
tran los críticos en una visión alucinada de Pedro Esta muerte debió constituir, para todos los que
en Galilea. Pedro lo comunica a los otros discípulos. se formaron de Él una idea sobrehumana, una gran
Esta primera etapa no está constituida más que por decepción, pues el mismo Dios, permitiendo la muerte,
la certeza subjetiva de que Jesús vive. Pero a esta etapa parecía aniquilar todas las pretensiones del desaparecido
seguirán otras en qae se irá concretando esa fe. Si Si después interviene otro hecho real, la resurrección,
Jesús vive, es que Dios le ha resucitado. Si ha resucitado, comprobada por muchos, se explica perfectamente la
el sepulcro donde fue depositado su cuerpo quedó explosión de fe nueva con rápida difusión y la anulación
vacío. El sepulcro vacío tiende a excluir el carácter de la impresión penosa, que había producido la muerte.
puramente subjetivo' de las apariciones. El sepulcro Si sólo se acude a una idea subjetiva, esta idea subjetiva
vacío es invención de la apologética o la polémica. podría explicar la intensidad con que aparece la fe pri-
Así de un hecho muy simple se ha llegado, según los mitiva de la resurrección, a lo más en alguna persona
críticos racionalistas, por necesidad de la apologética, en circunstancias psicológicas anormales, pero no ex-
a la construcción complicada de los relatos referentes a plicaría cómo prendió la misma fe en las multitudes.
la resurrección. Los textos por otra parte no se prestan, sino es siendo
11 Cor 15,48. '2 Cor 5,1. 3 1 Cor 15,46-47. '1 Cor 15,42-44. objeto de una interpretación violenta, para la teoría
'Act 13,29. 'Dt 21,22-23. 'Me 15,43. 'Mt 25,27. -cr. Le cap. que propugnan los críticos. El primer texto escrito lo
24, especialmente los vers. 36-43. "Jn 20,27.
tenemos en 1 Cor 15,3b-8. La carta a los Corintios debió
Esta explicación choca con el buen sentido común e ser escrita por la primavera del año 55. Pablo da el
impone una violencia inadmisible a los textos. testimonio de que Jesús murió, fue sepultado y resucitó

Zona del calvario y del sepulcro de Jesús, cortada por los arquitectos constantinianos para aislar el Santo
Sepulcro totalmente en el centro de una rotonda, llamada Anástasis o resurrección. La roca del calvario (en el
centro de la maqueta) quedaba al aire libre. Maqueta en el Museo de la Flagelación, Jerusalén. (Foto P. Termes)

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RESURRECCIÓN

y fue visto por muchos. Esto es lo que viene predican- de la comunidad, es de creer que se haría intervenir
do y lo que sabe por tradición. a los apóstoles, que quedan en mal lugar no intervinien-
Que éste era el objetivo principal de la predicación do. Si, pues, el que figura sepultando a Jesús es una per-
consta por otros muchos textos, como Rom 10,9, donde sona sin relieve en la historia evangélica, este relato
se refleja un símbolo de la fe primitiva: «Si confie- tiene todas las garantías de historicidad.
sas que Jesucristo es Señor, y si crees con todo corazón e) También en· el mensaje primitivo de la resurrec-
que Dios le ha resucitado de entre los muertos, serás ción hay alusión implícita al sepulcro vacío y, por lo
salvo». Lo mismo se diga en los discursos de los Hechos, tanto, desaparece la pretendida contradición con los
de Pedro en Jerusalén' o en Cesarea 2, de Pablo en An- relatos posteriores de los evangelistas.
tioquía de Pisidia 3, etc. La resurrección se presenta en 1 Cor 15,3-5 en la
Esta transmisión del hecho de la resurrección tuvo misma línea de los otros hechos, la pasión y la sepul-
que aparecer bien garantizada, sea por las pruebas tura, que evidentemente son históricas, luego la re-
intrínsecas, sea por los milagros, cuando consta el surrección o el levantarse del sepulcro es concebido
hecho de que muchos lo admitieron, implicando su como histórico.
admisión graves consecuencias en su vida. Es presentada también por Pablo y los testimonios
Estos relatos primitivos no contradicen, como pre- primitivos como resurrección corporal, al describirla
tenden los racionalistas, los relatos posteriores evangé- como sucedida «al tercer día». Según la creencia judia,
licos que hablan de una sepultura honorable y del el alma no abandona al cuerpo a la corrupción sino
sepulcro encontrado vacío. Ambas cosas están implíci- después de tres días 9, y aunque las fuentes que la regis-
tas en la predicación primitiva. tran son de un tiempo posterior, se puede suponer que
a) De sepultura se habla en 1 Cor 15,3-4, y Pedro la creencia se remonta al tiempo de Jesucristo.
da a entender en el discurso de Pentecostés 4 que se Si, pues, Jesús resucita al tercer día, esto significa
trata de una tumba determinada y conocida. Pablo a para la mentalidad judía que su cuerpo no vio la corrup-
su vez 5, dice expresamente que fue puesto en un sepul- ción. Luego está indicado aquí implícitamente el se-
cro (uvnustov). Queda, por lo tanto, excluida la «fosa pulcro vacío.
común», donde pretenden los críticos que fue echado Pablo en 1 Cor 15,36 y sigs. compara la resurrec-
el cuerpo de Jesús, de acuerdo con lo que se hacía con ción del cristiano, que es la imagen de la resurrección
los cuerpos de los ajusticiados. de Cristo, a una semilla, que enterrada brota trans-
b) El que Pablo emplee la palabra ,á<pos (1 Cor
formada del seno de la tierra. Aparece por la compara-
15,4a) no es ningún argumento en favor de la fosa co- ción de la identidad del cuerpo resucitado y transformado
mún, pues consta, por el lenguaje funerario del mundo con el cuerpo sepultado. Evidentemente, no se trata,
helenístico, que ,á<pos y µvriµeiov son netamente como pretenden los críticos racionalistas, de una sus-
sinónimos, aunque el primer término puede ser más titución en que el hombre celeste o espíritu vivificante
(idea puramente espiritual de Cristo glorioso) se sus-
genérico.
tituye a Jesús que permanece y se corrompe en el sepul-
e) Ni está tampoco en contra de los relatos de los cro. Además, los que hablan no son griegos, sino he-
evangelistas el que presente Pablo, en un discurso de breos, para los que la resurrección sin cuerpo no tiene
los Hechos", a los mismos judíos que hicieron perecer sentido.
a Jesús realizando el sepelio. De aquí arguyen los crí- Las apariciones están representadas también por los
ticos que mal pudieran los encarnizados enemigos de testimonios primitivos como corporales, no como vi-
una tumba honorable, sino que le arrojarían simplemente siones subjetivas.
en la fosa común. Pablo distingue siempre su experiencia de Damasco
El discurso de Pablo se distingue aquí por la nota de las visiones (órr-rocíoa) que tuvo en otras ocasio-
antijudaica. La sepultura no se representa aquí bajo el nes'". Ahora bien, su experiencia en el camino de Da-
aspecto honorable sino bajo el aspecto de consumación masco la asimila a las apariciones que tuvieron los
por parte de los judíos de su plan de eliminación de discípulos 11•
Jesús. La sepultura sella la desaparición del odiado Pedro pone en el mismo plano la convivencia con
adversario. Y así los judíos se ocupan, según san Juan', Jesús durante su vida mortal y la del tiempo que va de
de que sea retirado de la cruz antes del sábado y an- la resurrección a la ascensión.
tes de la noche, cumpliendo la prescripción del Deutero- Por otra parte, la tradición jerosolimitana no es, en
nomio ". Todo esto no se opone a que en ese momento contra de los críticos racionalistas, una creación de
intervengan los discípulos ante Pilato y recaben el la apologética y el último estadio en la presentación
cuerpo del Maestro para darle sepultura honrosa. de la idea de la resurrección.
d) El que Mateo haga de José un discípulo de Jesús, Encontramos alusiones a las apariciones en Jerusa-
cuando Marcos sólo dice de él que «esperaba el Reino lén en algunos textos de los Hechos. Por ejemplo, en
de Dios», no es dar un paso adelante en la transfor- la instrucción de Pablo en Antioquía de Pisidia se dice:
mación de la tradición, por el que los cuidados de la «Jesús se apareció muchos días a los que habían subido
sepultura pasan de los judíos a los discípulos, sino poner con él de Galilea a Jerusalén»12•
con otras palabras lo mismo que decía Marcos. ¿No Es verdad que hay algunas contradicciones aparentes
fue el objeto principal de la predicación de Jesús la en los relatos. Pero estas contradicciones, en primer
venida del Reino de Dios? De haber una creación lugar no afectan a la sustancia del testimonio, y en-

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RESURRECCIÓN

cuentran por otra parte una solución aceptable en los los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue·entregado
procedimientos literarios de cada evangelista. a causa de (6Já) nuestros pecados y ha sido resucita-
La dificultad mayor es la llamada doble tradición, do a causa de (6Já) nuestra justificación».
Ja tradición galilea representada por el Marcos proto- La partícula 61á, que se emplea en ambos casos
canónico, Mateo y el último capítulo de Juan; y la ( «fue entregado a causa de nuestros pecados, y ha
tradición jerosolimitana representada por Lucas y Juan. resucitado a causa de nuestra justificación»), significa
4. Ltrcxs, Es sobradamente conocido su esquema con acusativo, en el empleo de san Pablo, causalidad
geográfico, con intención teológica, por el que la eficiente o final.
actividad de Jesús comienza en Galilea, y de allí, l. Aquí el sentido del primer miembro de la frase,
en un gran viaje, se encamina a Jerusalén, escenario a la luz de otros textos, es que Cristo fue entregado
de los grandes acontecimientos. Lucas elimina cons- por causa de nuestros pecados, en orden a borrarlos
cientemente las apariciones en Galilea, como elimina (causalidad final).
otras referencias geográficas, que pudieran perturbar 2. El segundo miembro de la frase ofrece mayor difi-
la idea del «gran viaje a Jerusalén» en la parte central cultad comprender la eficiencia de la resurrección
de su evangelio. en nuestra justificación.
5. MATEO Y MARCOS. Aquí cabe decir algo parecido. Esta dificultad proviene, para algunos, de atribuir a
Los grandes acontecimientos tienen lugar en· Galilea. la muerte el monopolio de la eficacia salvífica, no
Galilea es la tierra de Zabulón y Neftalí predicha por quedando, por lo tanto, algo para la resurrección.
Isaías para ser la Galilea de los Gentiles13• De Galilea
a) En este supuesto, entienden la relación establecida
debe difundirse la evangelización ecuménica. En el
por san Pablo entre la resurrección de Cristo y nuestra
evangelio de Mateo se advierte la intención de contra- justificación, como relación indirecta, en cuanto que la
poner la Nueva Ley a la Antigua y de presentar a Jesús
resurrección, como el mayor milagro de Dios, funda
como al Nuevo Moisés. La promulgación de la nueva
nuestra fe, y a través de nuestra fe, nuestra justificación;
Ley tiene lugar en una montaña, como la Antigua lo
o también, que la resurrección de Cristo es la causa
fue en el Sinaí. También, en una montaña de Galilea,
ejemplar de nuestra justificación o resurrección a nueva
tendrá lugar, según Mateo, una aparición que las re-
vida. La causalidad en este último caso es causalidad
sume y tipifica a todas, y el envío de los apóstoles por de causa ejemplar.
el mundo. La presentación de Galilea como escenario
Pero el paralelismo de la fórmula paulina exige que
de la primera promulgación de la Ley Nueva y del envío
se atribuya a la resurrección igual eficiencia salvífica
de los apóstoles por el mundo tiende a desligar el que a la muerte. Esto, naturalmente, no se ha de en-
cristianismo de la tierra judía para enlazarlo a la
tender como si la resurrección, al igual que la muerte,
historia universal.
fuese meritoria de nuestra justificación. No es presen-
Otras dificultades son de menos importancia en lo
tada por Pablo como tal, sino como la exaltación y
que atañe al testimonio global de la resurrección cor-
glorificación de Cristo realizada por el Padre ( «fue
poral de Jesús. Si los textos más tardíos están más ex-
resucitado») en recompensa de la humillación y obe-
plícitos en algunos puntos y reflejan preocupaciones diencia de su obra terrena 1.
que fueron surgiendo posteriormente, es muy explica-
b) Esto no obstante, se puede entender perfecta-
ble; pero esto no lo hacen deformando el testimonio mente la eficiencia de la resurrección en nuestra jus-
primitivo, sino que, continuado en la misma línea,
tificación, si se tiene en cuenta toda la mentalidad del
explicitan lo que estaba contenido en él. apóstol.
1
Act 2,14-36. 'Act 10,34-43. 'Act 13,16-41. •Act 2,22-36. Nuestra justificación no se opera sino por nuestra
'Act 13,29. ºAct 13,29. 'Jn 19,38. 8Dt 21,22-23. ºCf. Wa-
yiqra' Robbér, 18,1 y Qohélet Rabba', 12,6. 102 Cor 12,1.2-4.111 Cor unión en Cristo resucitado, poseedor de toda la vida
15,5-8. 12Act 13,31. 13Mt 4,15-16; Is 8,23. divina, que comunica a sus miembros", La fórmula
Bibl.: Una amplia bibliografía de toda la cuestión puede en- frecuente de Pablo «en Cristo» se refiere de ordinario
contrarse en las obras de P. DE HAES, La Résurrectíon de Jésus dans a Cristo resucitado.
l'upologétique des cinquante derniéres années, Roma 1953, y C. M.
Hacen también resaltar el carácter soteriológico de
MARTINr, JI problema storico della risurrezione negli studi recenti
(Universttá Gregoriana), Roma 1959. Como representante de más la resurrección otras afirmaciones de san Pablo. en las
relieve de la crítica racionalista en los tiempos más recientes puede que identifica el acto de nuestra justificación con el acto
citarse a: M. GOGUEL, La foi a la Résurrection de Jésus dans le chris- mismo de la glorificación de Cristo. «Estando nosotros
tianisme primitif, en Études d'histoire et de psychologie religieuse,
París 1933. Un resumen se encuentra en la obra del mismo autor:
muertos por nuestros pecados nos vivificó juntamente
La naissance du christianisme, París 1946. Como obras católicas con Cristo y nos resucitó y nos hizo entrar juntamen-
apologéticas sobre la resurrección pueden citarse: J. SMIIT, Jésus te con Cristo en los cielos»3 • Resucitar a Cristo ha sido,
résuscité dans la prédication apostolique, París 1949. J. Gurrron,
al mismo tiempo que transformar el cuerpo mortal del
Le probléme de Jésus: Divinité et Résurrection, París 1953.
Salvador, constituirle principio de la vida divina para
II, ASPECTO SOTERIOLÓGICO DE LA RESURRECCIÓN DE todos sus miembros que habían de ser incorporados
CRISTO. El aspecto soteriológico de la resurrección en él. La misma muerte, con su acción redentora, sólo
de Cristo está afirmado en múltiples textos del NT. en Cristo resucitado se hace salvífica para nosotros.
Claramente lo expresa san Pablo en Rom 4,23-24: 1
Cf. F!p 2,8 y sigs. '2 Cor 5, 15.21; Gál 2, 17; Rom 3,24; J Cor
«Y no fue escrito sólo por. él (Abraham) que lo fue 1,30; Col 1,14. 3 Ef 2,5-6.
computado, sino también por nosotros, a quienes se
Bibl.: A. FEUILLET, Le plan salvifique de Dieu d'cprés aux Ro,
computará, a los que creemos en el que resucitó de entre mains, en RB, 57 (1950), págs. 336-387, 489-529. F. X. DORWELL-

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RESURRECCIÓN
La résurrection de Jésus, mystére de Salut , 2.ª ed., Le Puy-París esta esperanza en mi seno» 4• r-o cabe duda de que,
1955. S. LYONNET, La valeur sotériologique de la résurrection du tal como está en la Vg, este pasaje de Job, es resurrec-
Christ selon Saint Paul, en Gr (1958), págs. 295-318. cionista. Pero otras versiones no están de acuerdo, y
J. ALONSO DÍAZ las divergencias muestran que no podemos saber con
seguridad cual fuese el texto original. El texto hebreo
RESURRECCIÓN DE LA CARNE. 1 EN EL AN- que poseemos se diferencia bastante de la Vg. Se puede
TIGUO TESTAMENTO. La idea de la resurrección corporal traducir de dos maneras debido a una palabra que se
no aparece sino muy tardíamente en el AT. presta a doble interpretación. Esta palabra es el verbo
Algunos textos más antiguos, que a veces se citan niqqéfú, que puede traducirse por «deshacerse» o por
como resurrecionistas, la crítica moderna general- ser «rodeado». Las dos versiones son: «Pero yo sé que
mente no los admite como tales, sino que los explica mi redentor (go'él), vive, y el último sobre la tierra
de otra manera, que parece más objetiva. se erguirá. Y después que mi piel se haya deshecho,
«sin» mi carne veré a Dios, al cual yo he de ver por
l. La visión de Ezequiel! del campo lleno de huesos,
mí mismo, mis ojos le verán y no otro. Abrásanse
que reviven ante la venida del Espíritu, no se refiere en mi seno mis entrañas». La otra versión es: «Pero yo
probablemente a la resurrección final de los cuerpos, sé que mi redentor vive y el último sobre la tierra se
sino a una resurrección metafórica de la nación israelí-
erguirá, y después que estas cosas (las carnes) sean
tica, que el Destierro babilónico había hecho desapa-
rodeadas, "desde" mi carne veré a Dios; al cual yo he
recer. de ver por mi mismo. Mis ojos le verán y no otro.
2. Lo mismo dicen muchos de Is 26,19, donde se Abrásanse en mi seno mis entrañas».
afirma que «los muertos del pueblo escogido desperta- La segunda versión parece estar a favor de la resu-
rán bajo la acción del rocío divino». Lo más probable rrección corporal. Pero toda la contextura del libro de
es que se refiera a la vuelta de los cautivos. Job desaconseja tal interpretación. El libro de Job
3. San Pablo, hablando de la resurrección de los muer- considera el se'ol, o la región de los muertos como
tos en 1 Cor 15,54-55, dice que entonces se realizará la morada definitiva y lugar sin retorno. Y dice expresa-
palabra que está escrita: «Sumióse la muerte en la vic- mente en 14,7-12: «Porque todavía para el árbol hay
toria. ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, esperanza; cortado, reverdece y echa retoños nuevos;
oh muerte, tu aguijón?» Pero esta cita plantea va- y aunque haya envejecido su raíz y haya muerto en el
rios problemas: ¿Dónde está escrito? ¿en qué sentido suelo su tronco, en sintiendo el agua, rebrota y echa
aparece en el AT? y ¿en qué sentido lo cita san Pablo? follaje como planta nueva. Pero el hombre, muriendo,
Parece que el pasaje aludido del AT es una combinación se acabó. En expirando ¿qué es de él? Se agotarán las
aguas en el mar, secarase el río y se consumirá, pero
de Is 25,8 y Os 13,14.
el hombre, una vez que se acuesta, no se levantará
a) El texto de lsaías citado, sólo en cuanto al sen- jamás. Cuanto duran los cielos, no se despertará, no
tido, «Destruirá la muerte para siempre», tiene, por
se despertará de su sueño».
buenas razones, las apariencias de ser una interpolación Al aparecer las palabras del cap 19, que parecen re-
posterior. El pasaje es de carácter mesiánico, como
ferirse a la resurrección, no se nota que haya entrado
aparece por algunos rasgos característicos: el univer-
un nuevo elemento en la discusión, que se traen los in-
salismo, el perdón de la prevaricación humana, la abun- terlocutores sobre el problema de la retribución. Lo
dancia, la imagen del convite. Según el glosador, en los que está en cuestión es que falla la retribución divina
tiempos mesiánicos desaparecerá la muerte para siem- en esta vida, dando a cada uno su merecido, en con-
pre. Si el glosador es del tiempo de Daniel 2, fácilmente
creto, respecto del justo Job. La solución estaría en
se podría entender esa desaparición de la muerte como que esa retribución se efectúa al otro lado de la muerte.
la resurrección corporal. Si es de mucho tiempo antes Pero esta idea no es recogida, y la discusión prosigue
y lo entendió de la resurrección, es extraño que este
por los mismos cauces.
elemento no hubiera sido recogido para iluminar el La interpretación del pasaje debe ser, supuesto que
angustioso problema de la retribución, que sigue sin el texto no esté corrompido, que Job está persuadido
solución satisfactoria hasta los últimos tiempos. Se de la justicia de Dios y de su propia justicia, que, aunque
puede creer que se refiere a la inmortalidad colectiva sea en el se'ol, con su alma desencarnada, verá al juez
del pueblo. divino fallar a su favor. Tan arraigada está su con-
b) El texto citado de Oseas en el hebreo no se refiere fianza.
a la resurrección. Pero la forma de la frase en la versión
de los LXX se prestaba para una acomodación, y san 5. El Salmo 16, sobre todo por aquellas palabras
Pablo utiliza esas palabras en un trozo oratorio, en el según la traducción de los LXX: «No darás a tu santo
que supone sentado el hecho de la resurrección cor- ver la corrupción» 5, suele ser traído también a favor
de la idea de la resurrección corporal en el AT. Pero
poral". '
el texto hebreo no parece contenerla; y para la verdad
4. Del libro de Job son bien conocidas a través de
de la cita de Act 2,26-27, basta que esté en la traduc-
la Vg. las frases, que se suelen aplicar a la 'resurrección
ción de los LXX, a la que muchos, por buenas razones,
corporal: «Sé que mi redentor vive y en el último día
tienen por inspirada.
me he de levantar de la tierra, y de nuevo me rodearé
1Ez 37,1-14. 'Dan 12,2. Cf. 1 Cor 15,54-55. 'Job 19,25-27.
3
de mi piel, y en mi carne veré a Dios, y le veré yo mismo,
y le han de contemplar mis ojos y no otro. Está asentada •sal 16,9-10. .

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175
RESURRECCIÓN

Prescindiendo de los rasgos en la descripción de la su punto culminante el libro de Job. La vulgar creencia
suerte del «Siervo de Yahweh», que parecen indicar su en la retribución terrena estaba en palmaria contradic-
resurrección corporal.', la resurrección corporal está ción con la experiencia. Había justos que sufrían en
claramente afirmada en el libro de Daniel 2 y en el se- esta vida, había malvados que disfrutaban de felicidad.
gundo libro de los Macabeos", ambos pasajes de época Para la fe en Israel, esto era un verdadero escándalo,
tardía. que se acusa en muchos salmos. En alguno, sin em-
Pero esa afirmación había estado precedida de ideas bargo, se presiente ya la idea de la otra vida 9 como
y hechos, que la estaban preparando. retribución adecuada.
6. Se refieren en la SE unos cuantos casos de resurrec- d) La vida ultraterrena, como marco de la retribu-
ciones de individuos, que habían muerto_. pero que re- ción perfecta para buenos y malos, está claramente
tornan a la vida por el poder de Dios, aunque fuera afirmada en el libro de la Sabiduría, no en forma de
para volver a morir. Tales son el hijo de la viuda de vida resucitada, sino en forma de inmortalidad del
Sárefat4; el hijo de la mujer Sunammita 6 y otro muerto alma, más en consonancia con la mentalidad helénica,
desconocido, que resucita al contacto de los huesos de en cuyo ambiente (Alejandría) surge el libro de la Sa-
Eliseo6• biduría 10.
A esto se juntaba la firme persuasión en la fidelidad 7. En forma de resurrección está afirmada en el libro
de la justicia divina. El problema de la retribución de Daniel. Toda la fermentación de ideas precedente
jugó un papel decisivo sin duda en la idea de la resu- bajo el influjo de la revelación, iba a llegar a un término.
rrección. Esquematizando un poco la marcha de las Pero hubo una circunstancia externa que actuó como
ideas, se pueden distinguir cuatro fases: estimulante.
a) Una primera fase se puede calificar como de co- Esta circunstancia externa fue la persecución de An-
lectivismo prevalente. Lo que cuenta es la nación, Is- tíoco Epífanes que provocó numerosos martlriosv.
rael. El individuo cuenta como inmerso en la nación. Ahora bien, se deja entrever el problema en extremo
La justicia divina actúa premiando o castigando con agudo, que tuvo que plantear a la conciencia de Israel
bienes o males terrenos. Las bendiciones o maldiciones este hecho, en el caso de una retribución solamente
según el comportamiento del pueblo, tales como se terrena. ¡Tantos mártires y tantos que morían por la
leen en el Deuteronomio7 y en los profetas anteriores patria y que desaparecían jóvenes de la vida, no pre-
al Exilio, van dirigidos a la nación como tal y habían miados, a pesar de morir precisamente por ser fieles
de realizarse naturalmente sobre la tierra. Por lo que se a la religión de Israel, mientras que los perseguidores
refiere a la suerte ultraterrena del individuo, la idea eran los que de hecho aparecían disfrutando de los bienes
entonces reinante era que, con la muerte, buenos y ma de la tierra! En este momento surge la afirmación que
los, sin distinción, descendían al lugar tenebroso lla- leemos en el libro de Daniel=. Será librado el pueblo
mado se'ol, para llevar allí una debilísima existencia de la gran persecución. «Y entonces resucitarán muchos
de sombras. El comienzo del cap. 9 del Eclesiastés es del sueño de la muerte, los unos para la vida eterna,
un buen índice de la idea que tuvieron los hebreos, los otros para la eterna ignominia.» Laboriosamente y
durante algún tiempo, de la otra vida. Se comprende con lentitud se había llegado a percibir la verdad que
que con esa mentalidad no pensasen que la justicia de había una retribución de la justicia divina al otro lado
Dios se cumpliese respecto de buenos y malos más allá de la muerte para los muertos resucitados.
del sepulcro. 8. En el segundo libro de los Macabeos aparece la
b) Ezequiel determina una nueva fase en la evolu idea de la resurrección arraigada en el pueblo. La re-
ción de las ideas sobre la retribución, que podemos surrección es presentada como una nueva creación. La
designar como paso del colectivismo al individualismo. madre de los siete hijos mártires expresa la es_peranza
Deshecha la nación por la Cautividad babilónica, el de que Aquél que ha presidido a su nacimiento, les de-
individuo pasa al primer plano. A esto se juntó el que vuelva en su misma misericordia el soplo y la vida en
los oyentes de Ezequiel toleraban mal el principio de recompensa de su martirio13•
la solidaridad y el tener que cargar ellos con las conse- 9. Esta misma creencia difundida ya en el ambiente
cuencias de los pecados de sus padres. Esta inconfor- por el tiempo en que se hace la traducción de los LXX,
midad la expresaron los desterrados con la amarga se puede deducir, si se comparan pasajes del texto he-
ironía de aquella frase: «Los padres comieron la uva breo, donde· no aparece la resurrección. con la versión
amarga y los hijos sufrieron la dentera». Ezequiel 8 alejandrina, que la hace aparecer. Se puede citar, ade-
protesta contra esta frase, que no debe repetirse, sentando más del pasaje del Salmo 16 referido antes, el pasaje
firmemente el principio de la responsabilidad individual: de Job 14,14.
· «El alma (o individuo) que pecare, esa morirá». Cada 11s 53,10 y sigs. 'Dan cap. 12. '2 Mac 12,44. 'l Re 17,17-24.
uno recogerá el fruto de sus buenas o malas obras. '2 Re 4,17-37. 62 Re 13,21. 7Dt cap. 28. 'Ez caps. 18 y 33.
Esta idea de retribución individualística entra decidi- -cr. Sal 73. 10Cf. cap. 5. 11Cf. 1 Mac 1,62-64. "Dan 12,1 y
damente en la teología de Israel, pero reduciéndose sigs, 132 Mac 7,22.
todavía a la esfera terrena, ya que el más allá seguía 11. EN EL NUEVO TESTAMENTO. l. En los evangelios
siendo el se'ol tenebroso con una debilísima sombra de vi- sólo encontramos alusiones generales a Ja resurrección
da, incapaz de ser sostén de retribución en ningún sentido. de los muertos1•
e) Un nuevo viraje en las ideas que se puede calificar 2. Del'" cuarto evangelio se ha dicho que el hecho
como estadio de conflicto y de angustia, lo marca en escatológico de la resurrección lo da como presente
177 178
RESURRECCIÓN

en la venida de Jesús, formulando la tesis de la escatolo- RESURRECCIÓN DE LOS MUERTOS. -.. Resu-
gía realizada en antítesis de la escatología tradicional, rrección de la carne.
cuando afirma: «El que cree en el Hijo tiene la vida
eterna>". «Viene el momento y ahora es, en que los RETAMA (heb. r6tem; ár. ratam; Vg. iuniperus),
muertos oirán la voz del Hijo de Dios y los que la oigan Arbusto de la família de las papilionáceas que da flores
vivirán»", Se invoca también el diálogo entre Jesús y blancas y olorosas con cáliz liliáceo. Abunda en los
Marta 4, donde se dice que expresamente es corregida arenales del litoral mediterráneo y todavía puede verse
la idea tradicional de la resurrección. Jesús asegura en las fragosidades del Négeb, donde lo menciona la
a la apenada Marta: «Tu hermano resucitará». Ella lo Biblia con ocasión de la huida de Elías, perseguido por
entiende en el sentido tradicional. «Ya sé que resucitará la reina JezabeP. La planta (Genista monosperma L.;
en la resurrección en el último día». Jesús corrige: Retama monosperma B.) que alcanza una altura hasta
«Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, de dos metros es el único refugio contra el sol para el
vivirá aunque muera ... » caminante. Se emplea también como combustible 2 y
Bultmann tiene por corrección secundaria el pasaje el libro de Job alude al hambre de quien come sus raí-
5,28 y sigs. atribuible a la redacción eclesiástica del ces 3 (-.. Flora).
evangelio, que quiere introducir la escatología tradi- En el pasaje de Elías, los LXX transcriben el nombre
cional que expresamente el autor había corregido 5• Es ('Pcx.SµÉv [B] que no debieron entender; en Job emplean
verdad que Juan insiste en el aspecto de escatología el genérico ~v?\ov ( «árbol») y en los Salmos en vez de
realizada con la venida de Jesús, pero no desecha los «brasas de retama» traducen «carbones desoladores»
elementos futurísticos de la escatología tradicional. Cla- (Ép17µ1Kois; Vg. desolatoriis).
ramente aparece en algunos pasajes como 5,25 y 5,28, 11 Re 19,4. 2Sal 120,4. 'Job 30,4.
donde la resurrección final de los muertos es una imagen C. WAU
de la resurrección espiritual realizada ya desde ahora.
RETÓRICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO. l. El
3. De la resurrección de los cuerpos habla claramente
desarrollo de la técnica retórica es de capital importan-
san Pablo en 1 Cor 15,35-55 y en Flp 3,21, donde el
cia en una literatura que depende fundamentalmente
cuerpo resucitado de los fieles es llamado cuerpo «pneu-
de la recitación oral como vehículo de transmisión.
mático» o «cuerpo glorioso» y es puesto en relación
Al ser este el caso de la primitiva elaboración literaria
con Cristo resucitado.
El significado de «cuerpo pneumático» en relación bíblica, su análisis depara ciertos modelos retóricos que,
con Cristo resucitado está claro, sabiendo que Cristo, ello no obstante, no pueden ser considerados como
producto y exclusivo desarrollo del genio literario he-
por la resurrección ha entrado plenamente en la esfera
del rrvsüuc y ha sido constituido la fuente del «espí- breo. Tanto en el ámbito de las realizaciones puramente
técnicas, como en asunto de creencias y del pensar, los
ritu» para su cuerpo místico. Tan es así, que a Cristo
resucitado se le llama a veces «espíritu», como en 1 Cor primitivos hebreos se inspiraron en la gran copia de
15,45 y en 1 Cor 6,11, y viene a ser sinónima la frase materiales, formas y técnicas acumuladas en las lenguas
de «ser santificados en Cristo» (resucitado, se entiende) del Oriente antiguo y, sobre todo, en la cananea. Se
y «en el Espíritu»6• La incorporación a Cristo resucita- puede considerar como probado con carácter indu-
bitable, el hecho de la dependencia directa del estilo
do, efectuada en el bautismo y continuada a través
de toda la vida, se consumará en la glorificación del hebreo con el de la literatura ugarítica. Esto puede
cuerpo, arrasando los últimos reductos · de la muerte. explicar satisfactoriamente la asombrosa variedad y
En Flp 3,21 se afirma igualmente esta conformación los logros artísticamente refinados de la literatura bí-
de nuestro cuerpo al cuerpo glorioso de Jesús resucitado. blica, así como la relativa penuria de formas literarias
«Transformará nuestro cuerpo de humillación y lo hará incipientes, por cuanto la literatura hebrea se puede
según la forma de su cuerpo de gloria». decir que jamás pasó por los estadios iniciales del des-
arrollo literario.
1Mc 12,23 y sigs. 'Jn 3,36. 3Jn 5,25. 'Jn cap. 11. 'Jn 3,18;
5,24. -cr. Gál 2,17 y l Cor 6,11. 2. La retórica no puede ser considerada como fin
Bibl.: E. SCHULTZ, La résurrection des corps devant la raison, de la estilística bíblica, por sí misma, como ocurría en
en NRTh, 54 (1927), págs. 273-284, 339-360. E. ALLO, St. Paul et el mundo greco-helenístico. La oratoria es considerada
la «double résurrection» corporelle, en RB, 41 (1932), págs. 187-209.
A. D'ALES, Résurrection de la chair, en DAFC, IV, cols. 982-1004.
como medio para la consecución de efectos tendentes
H. LECLERCQ, Résurrection de la chair, en DACL, XIV, cols. 2393- al logro de impactos intelectuales o emocionales. Por
2398. O. HARDMANN, The Resurrection of the Body ; Londres 1934. esto contiene la literatura bíblica escasas citas de piezas
E. F. SUTCLIFFE, The Old Testament and the Future Life, Londres oratorias y ninguna instrucción para uso de los oradores.
1946. D. DUDARLE, Résurrection et science, en LV, l (1952), págs.
93-100. M. G. CORDERO, La esperanza de la resurrección corporal No fueron elaboradas reglas retóricas y, en la Biblia,
en el libro de Job, en CTom, 80 (1953), pág. 1 y sigs. W. MARCHEL, sólo se registra muy parca información relativa a ar-
De resurrectíone et de retributione statim post morten secundum tificios retóricos, tales como gestos e inflexiones de
2 Mach. comparandum cum 4 Mach .. en VD, 34 (1956), págs. 327-
341. R. MARTIN-ACHARD, De la mort l1 la résurrection d'oprés
voz. Indicaciones tales como la referente al aumento
l'AT, Neuchátel 1956. O. CULLMANN, Mortalité de l'ame et résur- de intensidad de la voz (niisii' qol) al principio de un
rection des morts, en VC (1956), págs. 58-79. J. HARVEY, Collec- discurso, pudieron haber sido empleadas metafórica-
tivisme et individualisme, en SE (1958), págs. 167-202. F. DREYFUS,
L'argument scripturaire de Jésus en faveur de la résurrection des
mente.
morts, en RB (1959), págs. 213-224. No obstante la falta de patrones, se observa en estra-
J. ALONSO DÍAZ tos literarios bíblicos, diferenciados específicamente por

179 180
RETÓRICA

Majestuoso cedro de Becharré, en el -·--


~-
Líbano, como aquellos con los cuales
el salmista (Sal 92, 13) comparaba al
justo. (Foto P. Termes)
:~
¡

el contenido, por la forma y su


evolución histórica, una destacada
analogía · de técnica retórica. Di-
chos rasgos comunes encuentran
una plausible explicación en el
supuesto de contacto directo entre
oradores y narradores y en el
nacimiento de escuelas del pensa-
miento que adoptaron e hicieron
progresar modalidades más o menos
fijas del lenguaje hablado. Con
ello, y por vía de procesos imita- .
tivos, se llegó a la formación de
tipos literarios caracterizados por
una sedimentación social y literaria
perfectamente definida (Gunkel).
3. La capacidad de pronunciar
piezas oratorias claras y bien or-
denadas fue calificada de medio
persuasivo en muchos tipos de
jefes. Se explica fácilmente dicha
facultad al respecto de profetas y
maestros, en los cuales ha de ser
considerada la elocuencia como
vehículo esencial para el cumpli-
miento de su vocación. Se esperaba
que hablaran bien (diibiir) y que
vertieran atractivamente sus ideas.
El hecho de no ser «elocuente»
('is débárim) como en el caso de
Moisés", o de «no hablar» (yiida'
dabbér), según confiesa Jeremías de
sí mismo 2, constituía un serio o bs-
táculo para todo profeta. Por esta
razón, las palabras les son metidas
dentro de su boca 3 y también se les indica lo que han de blicos narrativos los artificios retóricos son fundamen-
hablar+, Los profetas sobresalieron en el arte de expre- talmente empleados, por lo que se ve, con ambiciones
sarse con brevedad y fuerza de convicción, que hacía que estéticas, sirven a fines didácticos trascendentes en la
el auditorio recordara fácilmente sus palabras. Emplearon literatura sapiencial, para la exhortación en los escritos
con frecuencia formas y artificios literarios muy abun- litúrgicos (poéticos) y a modo de discursos disciplina-
dantes en la literatura sapiencial, atribuidos no sola- rios en la literatura profética.
mente a varones doctos, sino también a «mujeres in- 1Éx 4,10. 2Jer 1,6. 'Ez 3,1-3. 'Éx 4,12.15; Jer 1,9. '1 Sm
teligentes» 5. La elocuencia es asimismo reputada de 25,23-31; 2Sm 14,1-20; 20,15-22. 01 Sm 16,18. 7Jos 23,24. 'Jue
conveniente en los dirigentes políticos. Una de las carac- 11,12-28. 'I Sm cap. 22. 102 Cr 13,4-12. u2 Cr 20,5-12. 12Neb
5,7-12.
terísticas sobresalientes de David consistió en ser «perito
en el decir» (nebon dábár) 0• Se atribuyen discursos 4. En contraste con la retórica clásica, de tipo analí-
largos y bien ilacionados, a Josué, entre otros', a Jefté •, tico, que actúa primariamente sobre la potencia lógica
a Samuel •, al rey Abias?", a Josafar" y a Nehemías12• del auditorio, la bíblica tiende a suscitar emociones y
Estos oradores se inspiraron a menudo en buena pro- carece de estructura claramente definida. El tono emo-
porción en reminiscencias literarias, deduciendo sus cional de la retórica bíblica encuentra su adecuado
moralejas de acaecimientos pretéritos de la historia de ambiente en situaciones tensamente impregnadas de
Israel. pasión y entusiasmo. Las fiestas religiosas y las asam-
En consonancia con los muchos tipos de oradores bleas públicas previas a la guerra deparan el momento,
públicos se encuentra una retórica especial en diversos y las plazas de los mercados y los recintos sagrados
tipos de literatura bíblica, empleada para el logro de constituyen el escenario de tales piezas oratorias. El
objetivos diversos. Al paso que en los fragmentos bí- orador no se ve compelido a suscribir una u otra moda-
181 182
RETÓRICA
Servidores de Asurbanipal bajo una
palmera. Detalle del relieve titulado
«Descanso bajo el emparrado». Ni-
nive, siglo VII A.C. Con la palmera
se compara el bienestar del justo
(Sal 91, 13) y la esbeltez de la esposa
(Cant 7,8-9). (Foto Britisñ Museum)

ced a la subordinación. Lo mismo


cabe decir en la estructura de las
sentencias, basada en combinación
sindética y a veces asindética de
elementos coordinados.
5. La brevedad media del pe-
ríodo con sentido propio en la
retórica bíblica suele ser tomada
corno índice de un estadio de subor-
dinación en el desarrollo literario.
Aun así cumple al propio tiempo
como excelente artificio mnemotéc-
nico, entre muchos otros, lo cual
tiene manifiesta importancia en la
comunicación por vía oral. Hay
que citar con carácter preferente
entre éstos una concreta repetición
del léxico, sintaxis y estructura del
discurso. Los sinónimos, ocasio-
nalmente parte de una endíadis,
son profusamente empleados en los
discursos bíblicos en prosa para
repetir una misma idea. Esta téc-
nica deriva de la forma más fija del
parallelismus membrorum, rasgo so-
bresaliente de la poesía hebrea,
encontrado con frecuencia en pasa-
jes retóricos1•
1 Is cap, l.
6. La repetición de palabras e
ideas, en ocasiones por tres veces
seguidas', sirve asimismo de medio
para alcanzar un énfasis conve-
niente. Al principio de los parla-
mentos se emplea con frecuencia la
epizeuxis2• En muchos casos se
trata de la repetición de una misma
palabra 3, mientras que en otras
se emplea dos o más veces la
misma raíz con inflexiones dife-
rentes 4, y por fin, en otros es re-
petida una frase completa 5• Esta
construcción puede llevar a la
anadiplosis, repetición de una o dos
lidad de expresion literaria, sino que pasa fácilmente palabras al fin de una línea y principio de la siguiente"
de la prosa a la dicción rimada, de la oración directa en orden, ya directo, ya inverso 7•
a la narrativa y recíprocamente. De modo análogo se 1Jer 22,29; Ez 21,32. 'Go 20,11. 'Is 40,1. •Is 29,9. 'Is 8,9.
tropieza frecuentemente con el cambio de uno a otro 'Go 9,6; Jer 2,13; Sal 35,!S. 'Ez 7,6-7.
sujeto o con la mutación de objeto en sujeto. Con todo
la retórica bíblica da la impresión de una estructura 7. Suele ocurrir que algunos discursos y parlamentos
más bien compuesta, en la cual se hallan elásticamente tengan frases especiales de introducción, a modo de
combinados períodos cortos independientes, mediante invitación al auditorio para que atienda al orador+,
la coordinación gramatical y contextura, más que mer- que puedan ser sustituidas por una pregunta 2, o por

183 184
RETÓRICA

exclamaciones, tales como hinnéh", Estas introduccio- que han sido sus días más raudos que un corredor13.
nes contienen ocasionalmente un factor de sorpresa con Con esto se llega a expresiones superlativas mediante
el que se intenta la atención del auditorio. El orador hipérboles, como la de comparar la descendencia de
puede ocultar su intención real, si inicia su parlamento Abraham a las arenas que hay en la ribera del mar
en un tenor diferente del que corresponde al tema o a las estrellas del cielo 14•
principal. Una exhortación profética extrema puede ir
consiguientemente precedida de palabras que encierren
Águila sobre un capitel. Procedente de Tell Haláf, Princi-
una promesa aparente+ o puede ser temporalmente pios del I milenio. El águila se torna corno ejemplo de la
escondida tras formas literarias que no tengan relación velocidad (2 Srn 1,23), de la renovación juvenil (Sal 102,5)
directa con ella, tales como las canciones relativas al y del cuidado de los hijos (Dt 32,11)
trabajo 5 , o parábolas". El factor sorpresa destinado a
suscitar emoción, suele ser mantenido por todo el
transcurso de la pieza oratoria mediante el empleo de
variaciones literarias, tales como el quiasmo 7 o bien
anómala· ordenación de las palabras en el versículo 8•
En términos parecidos ha de ser interpretada la omi-
sión o reducción de partes de la peroración (anacoluto),
por ejemplo, en comparaciones ", en modelos fijos, tales
como la fórmula de juramento 10, en cláusulas condi-
cionales'! o bien entre cláusulas elípticas paralelas, en
que una palabra, en una de las cláusulas, se aplica
también a la otra 12• En ocasiones, estas frases apocopa-
das deparan la impresión de deficiencia del texto":
1Is 1,2; 34,1; 49,1. 'Is 22,16; Jer 8,22. 'Nah 2,1. 'Am caps, ·
1-2. 'Is cap. 5. 'Jue 9,7-20. 'Am 5,23-24. 'Am 5,16. ºIs 5,
24; 40,11. "Gn 14,23; Jos 20,22. ªÉx 32,32; 2Re 20,19. "Is
1,3; 1,6; Prov 31,24. "Gn 4,8; Jue 11,11-12.
8. A fin de dar ideas en forma fácilmente inteligible
al auditorio, los oradores bíblicos recurrieron a los
mayores extremos de la metáfora. Se podría ilustrar
ampliamente el caso mediante la cita de analogías ex-
traídas de la gama de experiencias humanas, con in-
clusión de recuerdos históricos, de la naturaleza viva
y de fenómenos cósmicos. Entre los temas de compara-
ción descuellan aquellos con los cuales había llegado
a familiarizarse el hebreo medio a través de la experien-
cia personal. Toda vez que la agricultura y la ganadería
eran las tareas principales en la época bíblica, casi la
mitad de las analogías identificadas en la Biblia pro-
ceden de aquéllas. El justo es identificado con la palma
y el cedro del Líbano ', comparación susceptible de ser
aplicada asimismo a la nación entera 2, o bien con el
árbol plantado junto a corrientes de agua 3• El destino
del hombre obstinado e indigno puede ser comparado
por otra parte, con el enebro en la estepa 4, o con la
planta arrastrada por el viento 5, o con la hierba seca
arrojada al fuego. Los designios de Dios para con el
hombre son comparados con un pastor que apacienta
su rebaño 6 o con un baluarte para el pobre en su an-
gustia 7. También el agua desempeña un importante
papel en este contexto. Dios será como el rocío para
Israel 8, o como la lluvia tardía", como también un rey
justo. Por otra parte, el hombre indigno es comparado
a los torrentes pasajeros y secos", rasgo característico
Y conocido del paisaje palestinense, mientras que las
querellas de una mujer recuerdan la gotera que fluye
de continuo+'.
Un tema principal no sólo es identificado o comparado
con otro, sino que son también destacadas sus cuali-
dades y deméritos por vía de comparación. La agilidad
del guerrero o su valor son ponderados como superiores
a la de las águilas y leones12• O puede uno considerar

185 186
RETÓRICA
Figura de un león, procedente de
Kalah. Siglo IX A.C. Se comparan
con el león las personalidades pode-
rosas, los enemigos furibundos y el
mismo demonio (Jer 50,17; Sal 21,
14.22; !Pe 5,8; Ap 5,5)

Bibl.: E. KóNIG, Stilistik, Rhetorik,


Poetik in Bezug auf die bibl. Literatur,
Leipzig 1900. H. GuNKEL, Literaturge-
schichte Israels, en Ku/tur und Gegemvart,
I, Gotinga 1906, págs. 51-102. HASTINGS,
págs. 156-169. J. HEMPEL, Die Althe-
braische Lit. und ihr hel/en.-jüd. Nachle-
ben, Leipzig 1930. M. BUBER - F. RosEN-
ZWEIG, Die Schrift und ihre Verdeutschung ;
Leipzig 1936. J. HEMPEL, The Forms of
Oral Tradition, en Record and Revelation,
ed. H. W. RoBINSON, Oxford 1938, págs.
28-44. G. E. SMITH, The Hebrew Genius
as Exhibited in the O.T., en The Legacy
of Israel, Oxford 1948, págs. 1-28. E.
AUERBACH, Mimesis, Nueva York 1957
(trad. ing.).
S. TALMON

RETÓRICA DEL NUEVO


TESTAMENTO. l. CONCEPTO E
INFLUENCIAS. La distinción entre
«retórica» y «oratoria», más propia
Las comparaciones vienen indicadas en el orden de la cultura occidental, no existió en época bíblica. Según
sintáctico mediante un kiif15, o con la partícula kémo'" nosotros, la retórica se refiere a la buena composición es-
cuando se refiere el orador a cualidades, en tanto que crita; la oratoria, a la manera de hablar en público con
la semejanza en la acción se indica mediante ka'iíser1' elegancia y eficiencia. Para el antiguo, la retórica era el
o con kén+. A fin de reforzar el sentido de absoluta arte de hablar bien en público, que exigía una preparación
identidad entre dos términos suelen ser colocados con- personal, muchas veces estilística, y asidua escritura.
tiguos el uno al otro sin elemento sintáctico alguno?", Dejando, pues, cuanto se refiere a la composición esti-
Se indica la comparación con min 20 y en algunos caso lística literaria, hay que atender ahora al modo del
mediante minni+. bien hablar, según el NT.
1Sal 92,13. 'Os 14,7.9. 3Sal 1,3; Nm 24,6. 'Jer 17,6. 'Is 17,
El NT se basa, en gran parte, en el AT, por cuanto
13. 'ls 40,11. 'Is 25,4; 32,2. •os 14,6. •os 6,3. 10Job 6,15. sus instituciones, cultura y mensaje suponen la corriente
HProv 19,13. 122 Sm 1,23. 13Job 9,25. "Gn 22,17. "Is 5,29; del judaísmo en su floración del siglo I cle nuestra era.
Ez 1,24. 16Éx 15,5. "Dt 28,49; Jue 16,9. 18Is 38,14. 19Sof 3,3; De consiguiente, lo mismo puede decirse del NT y sus
Cant 2,1. "Sal 19,11. 21Job 4,7; 11,9.
autores y actores lo que se dijo sobre los estilos de
9. Son también recursos técnicos de la retórica bí- composición oratoria y sus características especificas
blica los diferentes papeles desempeñados por ciertas para el AT. Los módulos usados por los antiguos
palabras, con base en la semejanza fonética y diferencia profetas, p. ej., es fácil descubrirlos en las alocuciones
de sentido o bien en la duplicidad de significados rela- que dirigía al pueblo Juan el Bautista 1; el estilo de ex-
cionados con una misma raíz. A este respecto, cita hortación sacerdotal a la comunidad de los fieles, reu-
Kónig el pasaje del Gn 48,22 como lugar en el cual nida en el Templo o en las sinagogas, se descubre en
juega el autor con la palabra sékem, que significa «parte» la construcción del Benedictus, de Zacarías2 • Hay que
o «porción» al mismo tiempo que el nombre de una añadir, sin embargo, en el NT, influencias griegas y
ciudad. Los ejemplos de esta índole se dan con frecuen- latinas del mundo entonces imperante, que hacen ya
cia en la literatura profética. Así, Jeremías utiliza el su aparición en los últimos libros del AT, como en los
doble sentido de massá', «carga» y también «oráculo»! de los Macabeos, aunque ha de tenerse presente que si
o de rii'iih, «apacentar-ser malo», raíz que, en alguna bien tales influencias pueden afectar a la forma o modo
de sus formas, puede ser interpretado como rii'a", «des- de decir, quedan al margen del contenido del mensaje
trozara". También se emplea esta técnica en palabras de salvación.
sólo semejantes por asonancia y no por su contenido, 1Mt 3,12; Me 1,2-8; Le 3,3-8. 'Le 1,68-79.
como son las conjugaciones de rii'iih y de yiirii'3, con-
ducentes a la paronomasia 4. 2. EL ORADOR. Se dice en el libro de los Hechos que
Se emplea también la asonancia para asegurar la Ananías bajó ante Félix con algunos de los ancianos y
eufonía 5, ocasionalmente combinada con aliteración 6, o un orador (pi¡Twp) llamado Tértulo, para acusar jurídi-
bien mediante el empleo repetido de una misma raíz camente a Pablo 1. El pi¡Twp no es el legisperito en sen-
con diferentes inflexiones'. tido propio (iurisconsultus; vouixóc). Era como un aboga-
1Jer 23,33-39.
do, pero de elocuencia fácil y. no raramente adulatoria
'Jer 23,1-4. 3Jer 23,4. 'Is 5,7; 24,17. 'Gn 49,
19; JI 1,15. 'Is 17,2; JI 1,10. 'Is 24,16-20. en aquel mundo, que estaba encargado de presentar

187 188
RETÓRICA

el caso ante el juicio. Se hacía entonces más necesario que se complete jamás, como en la defensa que Pablo
por cuanto tenían que proponerse los casos en una len- hizo de sí mismo en la Torre Antonia, lleno de sinceri-
gua no hablada por el pueblo, el latin «, con la exposi- dad ante su pueblo 6, o al cortar un discurso con suma
ción hábil del problema. habilidad oratoria para dar pie a discusiones entre los
A Valerio Máximo, 2,2,2. asistentes y sortear ce este modo las dificultades de
-Act 24,1-9. momento, en su actuación ante el sanedrín'.
1Act 2,32; 3,15; 4,9-12; 5,30-32; 10,34-43; 13,30-33; 17,31; 25,19.

3. ESTRUCTURA DE LA PIEZA. Es indudable que en 'Act cap. 7. 'Act 24,10-21. <Act 17,22-31. 'Act 26,1-23. 'Act
la estructura de cartas y discursos en el NT, se sigue 22,1-21. "Act 23,1-9.
muchas veces una pauta prefijada, según cánones del 4. INDOLE PERSONAL. Las características oratorias y
tiempo. En la carta de Pablo a Filemón se pueden des- retóricas, en las piezas literarias del NT, dependen en
cubrir los apartados clásicos en una misiva de en- gran manera de la índole personal del que habla o
tonces. Las grandes epístolas paulinas suelen constar de escribe. Ni hay que insistir en este aspecto. Incluso en
cuerpo doctrinal y cuerpo pastoral o exhortativo, con el estado incompleto o fragmentario en que nos han
una introducción y una conclusión. Se ha puesto como llegado los datos, a veces a través de traducciones de
modelo de influencia de las maneras retóricas griegas o la lengua original, puede descubrirse las diferencias
romanas, la estructura de la epístola a los Hebreos, notables de estilos y personalidades. Así, el lenguaje
que por otra parte, denota en su redactor una cultura estructural de Jesús es a la vez profundo y transparente,
literaria excelente. Constaría de un proemio, en que se grave y atrayente, variado dentro de una unidad mar-
quiere captar la benevolencia de los oyentes (1,1-4,13). cada, de agradables imágenes que encierran altísimas
de una exposición del tema, 811']yr¡o-1s (4,14-6,20), de enseñanzas, hábil y popular, a la vez práctico y memo-
una ilustración de las razones, cmó6e1~1s, para afian- rístico, fluido y estético, rítmico y dasatado. Tan dis-
zar la fuerza persuasiva de los argumentos (10,19-13,21) tinto, p. ej., del de Pablo, en quien, entre su gran inge-
y de un final exhortativo práctico (10,19-13,25). En todo nio no raramente expresado con enmarañadas frases e
caso, el contenido ideológico de la carta desborda am- interrumpido con anacolutos, está ausente el sentido
pliamente los estrechos moldes formales de la retórica estético de la naturaleza; tanto más espontáneo en su
grecorromana. redacción, cuanto que refleja un dictado corrido a los
Lo mismo sucede con los discursos que aparecen es- amanuenses.
parcidos por el NT. Evidentemente, en todos ellos se ha
5. ORATORIA SAGRADA. Se ve claramente en el NT
de tener en cuenta, al instituir su análisis objetivo, la
una tendencia a la formación de una oratoria específi-
labor redaccional del hagiógrafo. En muchos casos, no
camente sagrada y cristiana. Estas nuevas formas tienen
se da más que el núcleo de la argumentación y un rá-
sus bases en las exhortaciones sacerdotales del AT,
pido desarrollo, pero eso es suficiente para una deduc-
pero muy evolucionadas hacia nuevos módulos, que
ción segura de los métodos retóricos empleados.
nacieron principalmente en las reuniones litúrgicas de
Ante todo, la predicación de los apóstoles se centraba
las iglesias. Aparece este hecho, p. ej., en la resurrec-
en el anuncio de la resurrección y glorificación de Jesús
ción de Eutico por Pablo y en el discurso de despedida
crucificado, con su fuerza redentora para todos los
que tuvo el apóstol a los presbíteros de Mileto. Dentro
hombres 1.
de este marco pueden encuadrarse los aires retóricos de
En el discurso de Esteban ante el sanedrín, se adivina
las epístolas de Santiago y de Judas.
una composición que sigue el tipo de la oratoria reli-
giosa del AT2. 6. EXCLUSIÓN DE RETÓRICAS VACÍAS. Merece men-
Entre los discursos en que se trasluce un cuidado más ción particular un problema ventilado en el NT. Parece
consciente de elaboración retórica, hay que señalar la que en él se reprueba el uso de la elocuencia u oratoria
respuesta de Pablo a Félix3 y su presentación en el como pernicioso al mensaje de salvación. En realidad
Areópago ateniense. En ésta se puede descubrir inmedia- es así con respecto a la elocuencia mal entendida.
tamente la captatio benevolentiae del principio y el Predicar el mensaje cristiano apoyándose sólo en el
tema central, que es la notificación del evangelio univer- buen decir, de inconsistencias y variedades intelectuales,
sal, pero teniendo en cuenta las condiciones específicas es un proceder equivocado. La virtualidad del mensaje
de aquellos a quienes va dirigida en las circunstancias de salvación, para su aceptación vivida, radica en la
concretas en que fue pronunciada. El final desborda los cruz de Cristo, en el misterio de la redención por el dolor
cauces clásicos. La amenaza del último juicio tiene y en el seguimiento de Cristo doloroso. Si la retórica
perfecto paralelismo con el proceder de los antiguos desvirtúa la cruz de Cristo o apoya la fe en falsos prin-
profetas de Israel y discrepa con estridencia de los cipios, va contra el mensaje mismo del evangelio. De
modos convencionales de los oradores griegos paganos ', ahí que Pablo diga que cuando fue a Corinto a predicar
En realidad, la oratoria neotestamentaria está condi- a Cristo, no fue con retórica y filosofía sublimes, ni
cionada por el mensaje mismo y por la persona que lo fundó su persuación en discursos de habilidades huma-
difunde, a más de las circunstancias. Cuando se puede nas, sino que predicó a Cristo crucificado y probó sus
exponer libremente la doctrina evangélica, brotan de asertos con santidad de conducta y con milagros, de
modo espontáneo las razones más aptas para conven- suerte que la fe de los creyentes no se apoyara en pa-
cer a los oyentes concretos.· Esta espontaneidad queda labras sabias de hombre, sino en la fuerza de Dios1•
reflejada bien en el discurso de Pablo a Festa, Agripa Cristo mismo había dicho a sus discípulos que no se
y Berenice 5• A veces el discurso queda truncado, sin angustiasen por preparar sus defensas cuando fueran

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RETÓRICA

presos y presentados ante los tribunales; el mismo en los escritos sapienciales del AT. Al cumplimiento
Espíritu Santo entonces les inspiraría las respuestas, de la ley va unido el premio. mientras que para los trans-
ante cuya verdad, fuego y sinceridad tendría que ren- gresores queda la amenaza del castigo. Ésta es una idea
dirse, si querían, los mismos adversarios 2. central, admitida en toda su generosidad. Para una mayor
Bajo otro aspecto, la retórica es perniciosa. En Co- claridad dialéctica conviene distinguir entre una retri-
rinto hubo banderías. Una de ellas veía con simpatías bución de carácter terrestre y otra ultraterrena o esca-
a Apolo, judío alejandrino convertido, como dice Lu- tológica.
cas, elocuente (cxvr¡p My105), probablemente por la Como premio colectivo para el pueblo se habla de
magnificiencia y pujanza de su estilo retórico, y muy la fertilidad del suelo, de la abundancia de rebaños,
popular entre las clases cultas de la ciudad de los dos del aumento demográfico, de la victoria sobre los ene-
mares. Otros eran de Pedro o Cefas; otros de Pablo. migos, de la paz y una especie de convivencia panto-
Había que evitar a toda costa esta división. Pablo hace cósmica de todos los seres: el hombre, las fieras y la
ver que se ha de atender más al mensaje de Cristo que naturaleza. Esta visión tiene grandes valores: la con-
es único, que a la manera de proponerlo", En cuanto cepción de la solidaridad existente entre los miembros
se utiliza, pues, la elocuencia, para realzar el mensaje del pueblo elegido, un gran realismo y una especie d
auténtico del evangelio, no sólo no es reprobable, sino ósmosis que compromete a todos los seres de la creación.
que ha de tenerse por medio muy apto para su difusión. En estudios posteriores se depurará la idea de salvación,
El ejemplo está en la redacción de las cartas de san pero reteniendo en el fondo estas tres perspectivas:
Pablo, y, sobre todo, en la del autor de la dirigida a sociológica, vital y pantocósmica1• Con ello se inmuniza
los Hebreos, que refleja una gran habilidad para captar la idea bíblica de retribución del espiritualismo indivi-
la convicción de los oyentes en su misma estructura- dualista que domina la esfera del pensamiento religioso
ción retórica. griego. El castigo lleva como opuesto a lo precedente,
'!Cor 2,1-5. 'Le 12,11; 21,14. 31Cor 2,1; Aet 18,24-28. la epidemia, el hambre, la carestía, la invasión enemi-
Bibl.: A. C. HEADLAM, Orator, en HASTINGS. R. BULTMANN, ga, la devastación y pillaje del país y el exilio 2•
Der Stil der Paulinischer Predigt und die Kynisch-Stoische Diatrlbe, En una línea individual, que en la concepción bíblica
Tubinga 1910. P. WENDLAND, Die Hellenístísch-rómísche Kultur in difícilmente se desentiende nunca de la colectiva, se
ihren Beziehungen zwn Judentum und Christentum, 2.ª ed., Tubinga
1912. D. GONZALO MAESO, La elocución oratoria en el Antiguo
distinguen premios y castigos para la virtud y para
Testamento, Granada 1956, págs. 133-161. A. QUACQUARELLJ, Re- el mal obrar del hombre respectivamente. Corno premio
torica e Liturgia antenicena, Roma 1960, págs. 28-343. F. C. GRANT, de una vida virtuosa figuran salud, longevidad, gloria,
Rhetoric and Oratory ; en The Interpreter's Dictionnary o/ the Bible, riquezas, una prole numerosa y felicidad para los vás-
IV, Nueva York 1962, págs. 75-77.
S. BARTINA
tagos. Para el impío quedan enfermedades, infamia,
infidelidad y una muerte prematura. El Salterio y la
RETRIBUCIÓN La idea de retribución, en múlti- literatura sapiencial están salpicados de alusiones en esta
ples formas, aparece frecuentemente en la Biblia. La dirección 3•
concepción religiosa de la Biblia no está dominada por En todo esto tenemos una panorámica meramente
un eticismo de tipo estoico o kantiano para exigir el material del premio y del castigo, que está superada en
bien por el bien, sino que lleva un encadenamiento otros textos del AT. Esta superación se formula en ma-
natural del mundo ético y del mundo del ser, lleva con- nera negativa cuando se consideran de valor relativo
sigo una remuneración de felicidad o de vida. Este la salud y la enfermedad, la riqueza y la pobreza. La
ángulo con que se presenta el cumplimiento de la Ley muerte se describe como castigo de los impíos, pero
no se puede condenar como una injusticia material; también se tiene la certeza de que al justo le aguardan
deriva en último término de la convicción puesta en dolores. La falta de hijos no puede ser mirada como una
el cumplimiento de la voluntad divina, que se manifiesta desgracia o un castigo cuando se trata de cónyuges
en la Ley, para hacerse de esa manera dignos del amor virtuosos, de la misma manera que una prole numerosa
de Dios. La unión con Dios, vista así, es la fuente de no significa de por sí un premio cuando los padres son
la felicidad y de la vida, que están polarizadas en Él, malos'. Es decir, que hay una categoría más allá de un
en cualquier concepción religiosa de la humanidad. bien terrestre inmediato para catalogar lo que es premio
Lo que marca singularmente el mensaje bíblico sobre o castigo. Tal categoría entra en un orden que podernos
la retribución es la exclusión de toda autoglorificación, Jlamar «espiritual». En este sentido se habla como pre-
ya que Dios nunca entra en igualdad de circunstancias mio delgozo interior, patrimonio del hombre justo, que
con el hombre en un contrato que le supone como tiene la fruición de la amistad divina; estaunión con
deudor1; de esta suerte, se excluye toda actitud farisea, Dios es suficiente para compensar toda otra falta de
quedando a salvo la soberanía divina que rige toda la felicidad terrena 5• El hecho de que en la Biblia se pre-
concepción de la Biblia 2, aun en el plano ético donde sente el tema del hombre instalado con una responsa-
el premio o el castigo se afirma como consecuencia del bilidad trescendente ante Dios, supone que la felicidad
obrar, pero sin que esto suponga por parte de Dios la interior del hombre guarda una relación directa con
implicación jurídica de un contrato de justicia conmu- este sentido de responsabilidad que tal situación trae
tativa. consigo 6.
La fe de Israel es esencialmente histórica, estando
1Le 17,10; 18,9 y sigs. 'Is 46,8 y sigs.; Rom 11,33-34.
por ello centrada fundamentalmente sobre el destine del
l. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. La idea de retribu- pueblo en la línea del tiempo, en la que se desarrolla
ción se da en la legislación, en la literatura profética y su ejecutoria histórico-salvacional; es una fe que no se

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RETRIBUCIÓN

alimenta de ciertas curiosidades especulativas que preo- bíblico. La vida del mundo futuro se presenta como la
cupan metódicamente el pensamiento religioso griego. continuación del gran don que Dios ha hecho desde
Esto explica el que no encontremos en el AT indica- el momento que ha brotado la vida en el mundo. Esto
ciones demasiado precisas sobre la retribución de tipo es la remuneración suprema para su pueblo. En contra-
escatológico. Sería un error óptico suponer una idea posición a esto, para los enemigos se presenta una pers-
de este tipo en ciertas expresiones que por instancias de pectiva de aniquilación y de muerte". Es así que el ideal
una teología posterior han pasado a tenerla, como por escatológico del premio en el mundo futuro, mesiánico,
ejemplo «ver a Dios»', «acogida en la gloria» 8, «ver se cifra sobre la realidad de la vida en toda su expansion '-
su faz»", etc. Es preciso acudir al NT para ver el último alcance de
1Rom 8,18 y sigs, 2Lv 26; Dt 7,12-24; 11,26-28; 28,1-68; Is este movimiento de ideas.
22-23, etc. 'Sal 1,3 y sigs.; 23; 37; Prov 8,20, etc. •Sab 3,13-14; Sobre la tesis de la inmortalidad del alma, se formula
4,1-3. 'Sal 16,2; 17,15; 20; 31; 34,9; 36,8; 84,3; 73,25-26. 0Prov la idea de retribución ultraterrena en el libro de la Sabi-
3,32-33; 10,24; 11,7.10; Eclo 2,3.14; Ecl 2,25; 8,8.17; 11,9. 'Sal
6,5; 30,9; 88, etc. 8Sal 73,23-24. ºSal 17,15. duría, de indudable influencia del helenismo religioso.
Se parte de la concepción dicotómica que supone el
La doctrina sobre la retribución escatológica se puede alma separada del cuerpo y una sustancia enteramente
reducir a dos corrientes principales de pensamiento, distinta de él.: que se remonta a la esfera de lo divino
una típicamente semita y judía, y otra elaborada sobre para ser retribuida: «Las almas de los justos están en
ideas propias del pensamiento religioso griego, que han las manos de Dios y no las alcanzará tormento alguno.
sido aceptadas por la revelación del AT; la primera se A los ojos de los necios, dan la impresión de haber
centra sobre el tema de la vida y la segunda sobre la tesis muerto, su salida de este mundo pasa como una des-
de la inmortalidad del alma. gracia ... pero gozan de paz. Si a los ojos de los hombres
El tema de la vida es central en el AT, basado todo él han conocido el castigo, su esperanza estaba llena de
sobre la sensación de la presencia del «Dios viviente». inmortalidad . . . Al tiempo de la recompensa brillarán
En el terreno de la retribución es sobre todo la doctrina y correrán como centellas a través de un cañaveral» 8•
deuteronómica la que presenta la vida como premio En esta perspectiva, nada tiene de extraño que, rom-
del cumplimiento de la Ley: «Si escuchas los manda- piendo la tradición de otros libros del AT, se considere
mientos de Yahweh, tu Dios ... , vivirás»1. El verbo la muerte prematura como una providencia especial
«vivir» en distintas formas verbales sirve para expresar por parte de Dios, ya que evita de esta suerte la conta-
la actividad soteriológica de Dios, su remuneración. minación que produce la convivencia con el resto de los
Con él se expresa la liberación de una enfermedad 2, mortales", En la vida futura no solamente sobrevivirán
de la angustia o peligro que amenaza al justo en un sino que participarán del reino y del poder de Dios'",
instante 3, pero sobre todo la renumeración en el mundo mientras que los impíos recibirán el castigo que corres-
futuro que es el mundo de la vida, bien que el pueblo ponde a sus maquinaciones!'.
recibirá en recompensa 4• En una serie de textos se pre- El carácter marcadamente individual que tiene esta
senta la vida como salvación y felicidad, como la mayor doctrina del libro de la Sabiduría hace suponer que se
bendición que Dios puede enviar5• En algunos otros, trata en ella de una retribución inmediata a la muerte,
esta «vida» aparece definida como vida del «más allá», en una línea igual a la que contiene la filosofía reli-
del mundo futuro, ya que es vida a partir de la resu- giosa de Platón A.
rrección. Tal es el caso de Os 6,1 y sigs.: «Después de APLATÓN, Fedón, 63 F; 67 B; 80 D.
dos días, Él nos volverá a la vida; al tercer día, nos 1 Dt 31,16. 'Jos 5,8; 2Re 1,2; 8,8-9; 20,7; Os 6,2; Dt 32,39.
aliviará ... », que tiene su paralelo en 13,14: «Yo los 'Job 33,30; Sal 30,3 y sigs.; 71,20; 143,11. •os 6,2 y sigs.: 13,14;
Ez 37. 'Sal 21,5 y sigs.; 22,2 y sigs.; 38,9.22; Prov 8,35; Am 5,
libraré del se'ol; Yo los salvaré de la muerte». En Ez 4.6.14, etc. -cr. Is 13-14. 'Zac 8,4; Is 65,20-21; Job 42,16. 'Sab
3 7,11 y sigs. con un sentido más individual se formula 3,1 y sigs. 'i.ab 4,13 y sigs. 10Sab 3,8-9. 11Sab 3,10-11.
la promesa de Yahweh en esta dirección: «Yo abro
vuestras tumbas y os hago salir de vuestros sepulcros ... 2. EN EL NUEVO TESTAMENTO. Para una mayor cla-
Sabréis que Yo soy Yahweh cuando abra vuestras tum- ridad doctrinal, conviene distinguir en el NT el hecho
bas ... Yo os instalaré en vuestra tierra». Aquí se con- de la retribución y su inmediatez:
jugan la instalación en la tierra - que es el culmen de las
bendiciones y recompensas divinas - con la idea de a) El hecho de la retribución se enseña en repetidas
revivificación, que tiene este mismo sentido. En Is 25,6 advertencias sobre el binario del premio y del castigo
y sigs. se describe la ciudad de Dios y su pueblo en la en el más allá de la muerte, según las obras se hayan
época escatológica. Se habla del banquete real sobre el hecho acreedoras a uno u otro de los mismos. Se han
monte Sión, una vez eliminado el oprobio de Israel de de entender en este sentido una serie de fases en que se
toda la tierra. Esto que pudiera aparecer como una habla del «fruto copioso en el cielo»! como premio
retribución puramente terrestre y material adquiere una del obrar en la tierra, del «premio ante el Padre que
dimensión escatológica desde el momento que el profeta está en los cielos»>, o en general siempre que hay un
apunta a lo que una felicidad completa ha de llevar movimiento de ideas que tiende a emplazar en el futuro
consigo: «Haré des a parecer para siempre la muerte» una recompensa determinada 3, o cuando se habla de
(ver. 8). Resumiendo el premio que Dios habrá de dar ciertas condiciones para la misma 4• Se habla de retri-
a los suyos, se afirma en Is 26,19: «Tus muertos revivi- bución en el día de la resurrección y de la misma manera
rán». La vida - en su plenitud - encierra cuanto hay aparece ligada a la Parusía, pasando a ser un enunciado
de felicidad, salvación y bien en el mundo de pensamiento central de la predicación de Jesús: «El Hijo del Hombre

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RETRIBUCIÓN

vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles y en- La parábola de Le 16,19 y sigs. emplea elementos
tonces dará a cada uno según sus obras»>. literarios del judaísmo contemporáneo, como son el
La idea de retribución va implicada en la del juicio, mismo tema de la parábola, en el que se contraponen
que domina la perspectiva escatológica del NT, cons- las suertes de un hombre rico pecador y de un pobre
tituyendo uno de los elementos de la predicación justo, la recogida de las almas por los ángeles, la diversa
kerygmática. Se halla en la tradición sinóptica, en la cate- situación en el más allá, el seno de Abraham, etc. La
quesis primitiva y en las epístolas. Aunque Juan ha parábola presenta dos grandes escenas, una terrestre,
operado una radicalización del mismo, no por ello en la que se emplaza el rico gozando hasta el último
lo ha eliminado ni ha atenuado su referencia escato- momento de la gloria de sus riquezas, disfrutadas con
lógica. En el cuadro plástico que nos da Mateo", se gran egoísmo, y un pobre, socialmente caracterizado
habla del Reino como premio del ejercicio de las buenas como mendigo y éticamente como un hombre justo.
obras, que son fundamentalmente las que nacen de la La escena ultraterrena contiene los siguientes elementos: ·
caridad, mientras que se asigna el fuego eterno a los que la inversión de suertes (vers. 22-23); el diálogo de ultra-
se han comportado egoístamente, negando la práctica tumba (vers. 23-24); el ruego a. Abraham de que se
del amor fraterno. San Pablo habla de premio y castigo avise a sus hermanos (vers. 27-28). En conjunto, se puede
en la misma línea; el juicio aparece en su visión teoló- decir que la parábola no está hecha para enseñar una
gica con un signo eminentemente positivo, como culmi- inversión ni real ni posible de suertes en el Hades; ni
nación de la historia con el brillo de la gloria reservada la condenación de los ricos en general, ni la vida de
a los cristianos7 ; será el triunfo de Dios y de su Hijo; ultratumba en sus detalles. El parabolista trata de aque-
el justo recibirá una recompensa infinitamente mayor llos que no atienden más que a su propio placer
a los sufrimientos que haya tenido que soportar; sobre egoísta, desentendiéndose de Dios, del prójimo y de su
todo, gozará de la unión con su Señor". El día del propio destino ultra terreno; su suerte final es la gehen-
Juicio será el momento en que cada cual dará cuenta na, no como algo posible, sino como un resultado nor-
de sí mismo•. El fuego, siguiendo la concepción clásica mal. Como base de esta enseñanza está el recurso que
del judaísmo, será el elemento de prueba de la solidez Jesús hace a las ideas que sobre la diferenciación in-
de las obras ejecutadas!", será entonces cuando se deter- mediata después de la muerte constituían la enseñanza
minará la retribución que corresponde a cada uno!"; judía contemporánea, que de esta suerte queda asumida
para los que han practicado el bien será la gloria, la en la doctrina del NT en algún sentido, lejos de la
felicidad, la paz y el descanso12, mientras que para los concepción escatológica universal, que es la que sirve
enemigos del Reino será la cólera, la vergüenza, la de soporte para las ideas sobre el más allá que en él
aflicción, la angustia'> y toda suerte de penas14• se encuentran.
Si se intenta reducir a conceptos centrales las diversas El mundo futuro en este caso se considera comenzando
ideas que sirven para describir el premio y el castigo en el momento de la muerte; es el mundo de las almas.
es necesario acudir a los conceptos polares de vida y A esta misma luz se pueden interpretar ciertas expresio-
muerte. El premio, la salvación, es la vida15, mientras nes en las que se urge la vigilancia ante la incertidumbre
que la condenación es la aniquilación y la muerte16, de la hora en que habrá de llegar el esposo1 o la ne-
entendida en sentido bíblico. Comparada con la doctrina cesidad de atesorar bienes en el otro mundo 2 ; aunque
del judaísmo contemporáneo hay que destacar la so- tales ideas se pueden comprender perfectamente refe-
briedad de la enseñanza del NT. Maneja ciertamente ridas a una escatología colectiva y universal.
elementos que se dan en aquél, como recurso parabólico El tema «estar con Cristo». En Le 23,43 se liga a la
o descriptivo, pero en los límites de una gran discreción. perspectiva escatológica de la venida del Hijo del Hom-
No se especula para nada con el lugar, las circunstan- bre, su llegada gloriosa, y se anuncia para el momento
cias, la situación existencial . . . del se'ol, o con otros inmediato de la muerte. Con un colorido típicamente
elementos que dan pábulo a los apocalipsis judíos o judío se habla del Paraíso, como del lugar de la convi-
a la doctrina rabínica del tiempo, que no permite por vencia con Cristo; la diferenciación de suertes, definida
otra parte hacer una síntesis clara de todo el conjunto como ida al Edén (Paraíso) o a la gehenna, en el mo-
de elementos fantásticamente manejados sin línea teo- mento de la muerte pertenece a las enseñanzas judías
lógica precisa. de la época. Respecto del judaísmo contemporáneo hay
1Mt 5,12. 'Mt 6,1. 3Mt 6,4; 10,41-42. 4Mt 7,1 y sigs. 'Mt
que notar en el pasaje de Lucas juntamente con la so-
16,27. ºMt 25,31 y sigs. 'Rom 5,2 y sigs.; 8,18; 2 Cor 4,17-18; briedad del contenido, el tema específicamente cristiano
Tit 2,13, etc. 81 Cor 13,12; 2 Cor 5,7. 'Rom 14,12. 101 Cor 3, «estar con Cristo» que constituye el leit-motiv de la
13 y sigs. 112 Cor 5,10; 11,15; Rom 2,5.12, etc. "2 Tes 1,7; 2 Tim afirmación de Jesús, y que se ha de interpretar en el
4,8; 1 Cor 13,12. 132 Tes 1,6. 141 Cor 3,13; 2 Tes 1,8-9. "Rom
5,9-10. 102 Cor 2,15-16. conjunto de los otros textos en que se presenta en forma
parecida.
b) La inmediatez de la retribución no está tan cla- En 2 Cor 5,1 y sigs. se formula el tema «estar con
ramente señalada en el NT como el hecho de la misma. Cristo» en un conjunto de expresiones típicamente
Se pueden aducir los siguientes textos alusivos: Le judías, en que se manifiesta una particular reacción
16,19-31; 23,43; 2 Cor 5,1-10; Flp 1,21-23. En el pri- frente a la perspectiva de la muerte: hay, por parte
mero se expone la parábola del rico epulón y Lázaro, del apóstol, un deseo de verse revestido del cuerpo
mientras que en los otros tres pasajes hay un tema glorioso, de la morada celeste, pero todo ello sin quedar
central «estar con Cristo», afirmado para la suerte del «desnudo», es decir, sin pasar por la muerte (vers. 2-5).
hombre inmediatamente después de la muerte. En todo caso, hay una aspiración a exilarse de la exis-

195 196
RE?OMAN

tencia terrestre para «habitar cerca del Señor» (ver. 8). calipsis cuando describe a las almas de los mártires
En Flp 1, 21 y sigs. Pablo alude a la ambivalencia del que por una parte están junto al Señor (bajo el altar),
vivir y del morir; esto último tiene una gran ventaja vestidos de un alba blanca, es decir, gozando ya de un
y es la de llevar consigo el «estar con Cristo». La muerte premio, pero por otra parte, claman por la venganza
vista así está muy lejos de ser considerada como ga- final de la historia humana 8•
nancia al estilo helenístico por ser una liberación de la 1Mt 25,l y sigs. 'Mt 6,19; Le 12,16-21. 3Mt 25,34; Ap 5,10;
prisión del cuerpo según el clásico esquema crwµo:1 crfíµo:. 22,5. 'Mt 8,ll-12; 26,29; Le 22,30, etc. 'Jn 13,8. 'Ap 3,1 y
sigs.; 16,15; 14,l y sigs. '2 Cor 4,8 y sigs.; Rom 8,38; 14,8. 8Ap
Tiene una ventaja positiva que es la que pone Pablo
6,9 y sigs.
de manifiesto.
Bibl.: A. JuSTAMON, Études sur l'eschatologie, Montauban 1899.
El tema «estar con Cristo» es de inspiración bíblica. S. D. F. SALMOND, The Christian Doctrine of Inmortaltty ; Edimburgo
Cuando se habla del mundo futuro en el NT se describe 1903. M. J. LAGRANGE, Le livre de la Sagesse, sa doctrine des fíns
corrientemente con acento comunitario al presentarlo derniéres, en RB, 4 (1907), págs. 85-104. J. TH, UBBINK, Het eeuwige
como sociedad de los santos, reino de los santos 3, como Leven bij Paulus, Groningen 1917. H. GRESSMANN, Vom reichen
Mann und armen Lazarus, en AAB, 7 (1918), págs. 7-52. G. QUELL,
un festín de los que han sido llamados 4, como una par- Die Auffassung des Todes in Israel, Leipzig 1925. L. DüRR, Die
ticipación de convivencia con Cristo o los suyos 5 o la Wertung des Lebens im AT und im antiken Orient, Münster 1926.
compañía: del Cordero", En todos estos casos se trata E.M. LOHMEYER, í:Vv XptcrTé;,, en Festgabe für Ad. Deissmann,
Tubinga 1927, pág. 224 y sigs. W. E. WILSON, The Development
de la felicidad escatológica, al final de los tiempos. Lo of Paul's Doctrine of Dying and Rising again with Christ, en ExpT,
que caracteriza los textos antes señalados de· Lucas y 42 (1930-1931), pág. 562 y sigs. V. FILSON FLOYD, St. Pau/'s Con-
Pablo es que en ellos se presenta una perspectiva que sigue ceptions of Recompense, Leipzig '1931. M. J. LAGRANGE, Le Juda-
fsme avant Jésus Christ, París 1931. J. B. FREY, La vie de l'au-delá
inmediatamente a la muerte. En el fondo hay esta
dans les conceptions juives au temps de Jésus-Christ, en Bibl (1932),
idea: el hecho de agradar al Señor en esta vida es ga- pág. 144 y sigs. F. GUNTERMANN, Die Eschatologle des Hl. Paulus,
rantía de continuar agradándole en la otra que co- en NA, XII, XIII, 4/5, Münster 1932. J. BONSIRVEN, Le Judaisme
mienza a la hora de la muerte; este hecho de poder Palestinien au temps de Jésus Chríst, I, París 1934. R. ScHÜTZ,
Les idées eschatologiques du livre de la Sagesse, París-Estrasburgo
vivir con el Señor es una ganancia. La salida de este 1935. K. BARTH, Die Erreltung vom Tode in den individue/len Klage-
mundo, vista así, se presenta igualmente apetecible que und Dankenlieder des AT, ZolLion 1947. O. CULLMANN, Temps
la transformación gloriosa que habrá de tener Jugar et Histoire dans le Christianisme primit if, Neuchatel-París 1947.
para los que asistan a la Parusía ; la esencia del Paraíso R. HARALD, La deseen te dans la rnort, Aux Sources de la Traclit ion
Chrétienne, en Mélanges M. Goguel, Neuchátel-Parls 1950. J, Du-
es «estar con el Señor». PONT, Z:llv XptcrTé¡), L'union avec le Christ suivant S. Paul, París
En el conjunto de la teología paulina se puede cuestio- 1952. S. SCHWEITZER, Die Mystik des Apostels Paulus, Tubinga
nar el fundamento del cambio de perspectiva que supone 1954. M. GARCÍA CORDERO, Intuiciones de retribución en el más
allá en la literatura sapiencial, en SBEsp, 15 (1955), pág. 59 y sigs.
pasar de una concepción escatológica colectiva de la J. Df Az., La discriminación y retribución inmediatas después de la
retribución a otra inmediata e individual. Algunos han muerte, en SBEsp, 16 (1956), pág. 87 y sigs.
forzado los textos señalados para no ver más que la J. DÍAZ Y DÍAZ
primera o han intentado descubrir una especie de mu-
tación en el pensamiento de Pablo debido a una in- RE'Ü (et. -+ Ré'ü'él; 'Po:yo:v, 'Po:yáv; Vg. Reu,
fluencia del helenismo religioso que le hizo pasar del Ragan). Descendiente de Sem, hijo de Péleg y padre
esquema judío a otro más espiritual e individual de Sérüg-, Aparece también citado en la genealogía de
griego. Cristo de san Lucas 2•
La manera cómo Pablo llegó a afirmar una retribución 1Gn 11,18-21; l Cr 1,25. 'Le 3,35.
inmediata en la línea señalada deriva del dinamismo
interno de su concepción teológica, en el cual al mismo RE'Ü'EL («Dios es pastor»?; «Amigo de Dios»?;
tiempo que se mantiene el esquema escatológico de
El. r<wyh, r'y'; pal. rvlrl; 'Po:yovt'lA; Vg, Rahuel, Ra-
impronta judía, que marca su concepción del tiempo,
guel). Nombre de cuatro personas del AT:
se profundiza en el hecho que supone el nuevo ser cris-
tiano, definido como «ser en Cristo», una unión con l. Hijo de Esaú y de Bésmat, y padre de los jefes de
Cristo irrompible y permanente del «yo» humano, que familia o de clan en el país de Edom: Náhat, Zérah,
se mantiene más allá de lo que aparentemente es una Sammáh y Mizzáh 1•
quiebra de la vida humana, el accidente de la muerte. 2. Sacerdote madianita, padre de Séfora, esposa de
Hay una afirmación capital: para el cristiano, la muerte Moisés y suegro, por consiguiente, de éste2• En Éx 3,1
está en el pasado y la vida en el futuro. Esta vida, como y 18.1 y sigs., el suegro de Moisés se llama -->- Jetro.
unión con Cristo, se afirma consistente por sí misma 3. Benjaminita, padre de Séfatyáh e hijo de Yibniyyáh,
por encima de todo lo que pueda parecer un obstáculo
que, con otros benjaminitas, se estableció en Jerusalén
para la misma'. Es una vida que con la mayor sobriedad
después de la Cautividad 3•
se describe como «estar con Cristo» en todo momento;
siendo de notar que sólo en este sentido positivo y no 4. En Nm 2,14 aparece citado con este nombre el
en el sentido negativo de castigo afirma el apóstol gadita -+ De'ü'el.
una retribución inmediata, al menos expressis verbis. 1Gn 36,4.10.13.17; l Cr 1,35.37. 'Éx 2,18; Nm 10,29. 'l Cr 9,8.
Todo esto no supone una atenuación de su cuadro Bibl.: NoTH, 1264, pág. 153.
escatológico, sino un último enriquecimiento de la misma C. COTS
escatología y de la concepción del existir humano,
cristiano. Todo ello crea unaprofunda tensión del mismo RE'ÜMAH («exaltada»?; 'Peypé [A]; Vg. Roma).
que mejor que ningún otro expone san Juan en el Apo- Mujer de segundo rango o concubina (heb. piléges;

197 198
RE'ÜMAH

cf. ac. sugetum) de Náhór, hermano de Abraham, y el Sinaí4• Dios «habla» a los profetas y, por ellos, a su
madre de Tébah, Gáham, Táhas y Ma'ñkáh', pueblo: «Así habla Yahweh», Esta palabra de D°ios es
1Gn 22,24.
imperativa, palabra de gracia a la fidelidad de su pue-
blo, y de castigo a la desobediencia 5•
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
pág. 320. Además de las teofonías y de las revelaciones profé-
J. A. PALACIOS ticas, existen sin duda otras formas secundarias de re-
velación, como son la de los símbolos, sueños, visiones,
REVELACIÓN. Para lograr un concepto de reve- etc. En estos casos, la «palabra de Yahweh» es también
lación que encuentre su razón de ser en el ámbito de principio de intelección. Dios junto con el símbolo"
la teología bíblica, es preciso determinar a lo largo de los manifiesta al profeta, por medio de su «palabra», el
diversos libros sagrados los caracteres esenciales de sentido de lo significado' y manda, de ordinario, que
la misma. El carácter escatológico de la historia de la comunique el mensaje a su pueblo. Igual acontece
salvación, que nos narra la Biblia, determina el sentido con los sueños del faraón", de Nabucodonosor •, e
mismo de la revelación que, arrancando de las irrup- igual en las visiones", Junto, pues, con los aconteci-
ciones de Dios en la historia de Israel, alcanzará su mientos suscitados por Yahweh, sueños, visiones, etc.
punto culminante con la venida del Hijo y la instau- (elemento material), se ofrece el verdadero sentido de
ración de su obra, la Iglesia. Con Cristo llegaron a nos- los mismos, por medio de sus profetas, ellos que
otros la «plenitud de 'los tiempos» que, vividos hoy en eran la «boca de Dios»!', a quienes les estaba con-
la fe, alcanzarán mañana su plena manifestación: «Al fiada «la palabra de Yahweh»>, elemento formal. Lo
presente, nuestro conocimiento es imperfecto ... , cuando dicho no impide que, a veces, sea el profeta el que ma-
llege el fin desaparecerá eso que es imperfecto ... » 1 nifieste el símbolo y lo interprete, sin que se advierta
La historia de la revelación se realiza en dos procesos explícitamente en el texto la expresión «palabra de
distintos entre sí, pero esencialmente referidos el uno Yahweh» 13, pero en estos casos es manifiesto que el
al otro: la revelación del AT se desenvuelve en el futuro profeta pregona una revelación que Je fue comunicada
de la promesa dada por Yahweh a su pueblo; la reve- de modo inteligible por la «palabra de Yahweh»?",
lación del NT se efectúa «en» la promesa ya realizada, 1Gn 12,I y sigs. 'Éx 33,11. 'Éx 33,21-23. 'Éx cap. 20 y sigs.
«en Cristo Jesús», nos repetirá constantemente san 'Dt caps. 27-28. 'Is 20,1-2; Jer 1,11.13; 13,1-7; 16,1-2; 18,1-4.
Pablo. 'Is 20,3-6; Jer 1,12.14-16; 13,8-16; 16,3-4; 18,5-11. 'Gn 40,I y
sigs.; 41,1 y sigs. ºDan 2,1 y sigs.; 4,1-33. 10Dan 5,1-29. 11Éx
11 Cor 13,9 y sigs. 4,16;_7,l; Jer 15,19. 12Jer 18,18. 13Is 5,1 y sigs. "Is 5,9.
l. LA REVELACIÓN EN EL AT. El término revelación, 3. REVELACIÓN OBJETIVA. a) Revelación cósmica. La
al menos en sentido técnico, no se encuentra en el AT. revelación de la «palabra de Dios» manifiesta, ante todo,
Se usan las palabras yáda', en hif'Il, «hacer saber», géla' la omnipotencia y soberano dominio de Dios. Moisés,
(aram. giiliih), «quitar el velo», lé-higgálot, inf. cons. Abraham, Jacob ... , David y los profetas se sintieron
níf=al, «revelarse», higgid, «mostrar», hásaf, «desnudar», acogidos por ella y experimentaron que la «palabra de
etc., en sentido indistinto, ya sea que se trate de una Yahweh» era omnipotente. Tal experiencia histórica,
verdadera revelación de Dios, ya de una comunicación dice R. Latourelle, había de orientar al autor del Gé-
humana. Un valor casi técnico tiene la expresión débar nesis hacia la revelación cósmica de la creación. Dios es
yahweh, «palabra de Yahweh» .. Esta «palabra» tiene no el Señor absoluto: «Al principio creó Dios el cielo y
sólo un valor meramente noético, sino también dinámico: la tierra ... »1. El universo tiene su origen en el «decir
«Y dijo Dios: "Haya luz" y hubo luz» 1• En donde la de Dios>". La revelación cósmica es, pues, cronológica-
palabra de Dios se muestra omnipotente por sí misma, mente posterior a la revelación histórica. Así, las cosas
hace lo que dice. dichas por Dios en el Génesis le manifiesta como creador
1Gn 1,3. precisamente en fuerza de su palabra. Ellas manifiestan
su presencia, omnipotencia y divinidad 3•
1. CONCEPTO. Cuando se trata de determinar el
Nótese que hablamos de la «revelación cósmica» tal
concepto de revelación en la SE, es difícil distinguir los
y como formalmente se encuentra en el AT, y que de
conceptos de revelación activa-formal, objetiva y pasiva; momento, prescindimos de la «revelación puramente
precisamente porque el significado del término hebreo natural» a que la reflexión filosófica puede Ilegar é.
dábár incluye todos estos aspectos y, en cierta manera,
Tampoco ponemos en tela de juicio que en muchas
los sobrepasa. La «palabra de Dios» no sólo expresa partes del AT se habla de las obras de la Creación como
el decir de Dios, no sólo «lo» que se dice, sino que
manifestaciones de la omnipotencia de Dios, sin que se
cuando «interpela» al hombre, revela también lo que el cite textualmente la «palabra de Yahweh». Pero esto
hombre es, justo o pecador, así como la bondad y en nada obsta a que la tónica de los escritos veterotesta-
justicia de Aquél. mentarios considere todas las manifestaciones intramun-
2. REVELACIÓN FORMAL ACTIVA. En el AT, Dios se danas como obras de la «palabra de Yahweh», la cual,
revela formalmente como «palabra de Yahweh». En las por otra parte, se identifica, en la concepción hebrea,
teofonías, las manifestaciones sensibles se encuentran con la obra misma, como el mismo término hebreo
siempre vinculadas a la «palabra de Yahweh». Así Dios dábár lo indica.
«habla» a Abraham 1• Moisés, que podía hablar con Pero la «palabra de Yahweh» no sólo se manifiesta
Dios como con un amigo", no podía ver el rostro de en la creación estáticamente considerada, sino que ella
Yahweh 3• Por su <<palabra» Dios promulga la Ley en acontece con el mismo acontecer de la creación: Dios,

200
199
REVELACIÓN

en virtud de su palabra, se hace presente en todos los el AT existen diversas formas mesiánicas, sin embargo,
acontecimientos de la naturaleza 4• La palabra de Yah- no es tan claro y aún resulta un enigma pretender ar-
weh es escatológica y está al servicio de su revelación monizarlas entre sí, a la sola luz de la literatura preevan-
histórica: por el imperio de su palabra, los astros y gélica. Esto resulta tanto más evidente si se tiene en
todos los elementos combaten por Israel 5 y las fuerzas cuenta que la «forma mesiánica» del rey davídico tiene
de la naturaleza se someten a su mandato", Hay que unos caracteres políticos que son aparentemente irre-
subrayar que, para los hebreos, tanto las manifestacio- conciliables con los rasgos del «Siervo de Yahweh»,
nes de Dios en la naturaleza (rayos, terremotos, true- descrito por Isaías. Sólo una ulterior revelación de
nos, etc.), como de su soberano dominio, son siempre Dios, que en el AT conserva siempre la iniciativa, podía
manifestaciones «personales»: Israel nunca confunde a esclarecer este enigma. La misma dificultad encontra-
Dios con sus obras, pero éstas lo hacen presente y mos cuando se trata de la revelación que del «Hijo del
manifiestan su grandeza. hombre» nos hace Daniel 13. ¿Es este «Hijo del hombre»
ADENZ, 1785. el descendiente de la casa de David? La revelación
1Gn 1,1. 'Gn 1,3; Sal 33,6.9; etc. 'Sal 19,2.5; Sab 13,1-9; veterotestamentaria nos plantea un enigma que sólo
Job 25,7-14; Prov 8,23-31; Eclo 42,15-43; etc. 'Sal 107,23-25; puede encontrar una respuesta definitiva en la «palabra
147,15-18; 148,8; cf. 19,2-5. 'Jue 5,20; Sal 106,9-12. 'Sal 46,1-12. de Yahweh»,
b) Revelación histórica. Si la revelación cósmica ma- Dios, pues, irrumpe en la historia de Israel de modo
nifiesta la presencia y potencia de Dios, ella, sin embargo, inesperado y sorprendente. Así como el sentido de la
no «interpela» al hombre, ni lo emplaza en el dilema historia de los demás pueblos se desenvuelve de modo
de oír su palabra o perderse. Esta revelación comienza continuo y en función de las voluntades humanas que
cuando la «palabra de Dios» se hace inteligible. Así determinan el ritmo de los acontecimientos, para Israel
habló Dios a Abraham, Moisés y los profetas. Primero, su historia viene determinada por la sorprendente pre-
como Dios temible1; después, como Aquel que quiere sencia de Yahweh que decide sus destinos. De aquí
pactar con su pueblo2 • Tras la violación del «pacto», que cuando Israel pacta con los demás pueblos, Dios
Yahweh vuelve a mandar a Moisés que suba a la mon- castiga su traición por no haber esperado su fuerza de
taña para renovarlo", A la súplica que hace Moisés Yahweh, su Díos>. Dios se revela precisamente como
a Dios: «Señor, si he hallado gracia a vuestros ojos, Aquel que misericordiosa y libérrimamente ha elegido
tenga a bien mi Señor andar en medio de nosotros», a Israel como pueblo suyo " y no así a los otros pueblos.
responde Yahweh: «He aquí que pacto alianza; reali- Esta elección tiene su norma en la Ley y su sentido
zaré ante todo tu pueblo maravillas ... y todo el pueblo en la promesa. Pero con la palabra de la Ley y la pro-
contemplará la obra de Yahweh»4• mesa, Yahweh no dice su palabra definitiva: el pueblo
Junto a la «palabra de la Ley» se revela también la elegido debe esperar de Yahweh el cumplimiento de la
«promesa». Primero de modo confuso en el proto- Ley y el sentido último de la promesa.
evangelio 6 ; después en la descendencia de Abraham •, 1Gn 22,1 y sigs.; Éx 4,1 y sigs. 'Éx 19,5 y sigs, 'Éx 34,1-3.
más tarde en la regia descendencia de Da vid'. El profeta 'Éx 34,8-10. 'Gn 3,15. 'Gn 22,16. '2 Sm 7,llb-13. 'Is 52,6.
'Is 52,8-9. 16Is 53,1. 11Is 52,13-15. 12Is 53,5 y sigs. 13Dan 7,
lsaías después de lamentarse de la ruina de Jerusalén 13 y sigs. "Is 8,5 y sigs.; Jer 2,17-18. 15Dt 7,6-8.
y del cautiverio del pueblo de Dios, anuncia la próxima
llegada de la liberación: «Mi pueblo conocerá mi nom- c) Revelación pasiva. Dios habla al hombre de
bre, el día en que Yo diga: "Heme aquí">". lsaías se sitúa suerte que el hombre debe «escuchar» su palabra1•
en un presente suprahistórico, y oye la voz de los cen- Dios habla a todo hombre y es todo hombre el que
tinelas que «ven cómo Yahweh regresa a Sión» para debe responder con humildad 2 e incondicionada obe-
redimir a Jerusalén 9• Con el anuncio jubiloso de la salud diencia 3• El pueblo de Israel debe ser fiel en cumplir
traída por Yahweh, aparece inmediatamente el «Siervo la palabra de Dios. El carácter, pues, de la fe vetero-
de Yahweh» como revelación del poder de Yahweh1º: testamentaria es de fidelidad y obediencia a la palabra
«He aquí que mi siervo tendrá éxito .. . ¡Cuántos se de Yahweh, a saber, la palabra de la Ley y de la pro-
horrorizarán de él! ... pues verán Jo que no se les había mesa. De aquí el carácter escatológico de la fe vetero-
referido. y contemplarán la inauditon'". Lo inaudito es testamentaria: Israel debe esperar de Yahweh el cumpli-
lo que se narra en el cap. 53, a saber, que la redención miento de sus promesas.
de Israel alcanzará su momento culminante en los pa- Dios elige a su pueblo libérrima y gratuitamente,
decimientos y muerte del Siervo de Yahweh; así se ma- dirige su historia, que es una historia de castigo a la
nifiesta el poder de Yahweh: «¿Quién ha creído nuestra infidelidad de su pueblo y de su misericordia por el
noticia? Y el brazo de Yahweh, ¿a quién se ha revela- arrepentimiento de Israel 4• Yahweh promete su salva-
do ?» Tal revelación manifiesta la misericordia de Dios ción en un futuro que sólo Él tiene determinado. La
para con nosotros y bosqueja la misteriosa magnitud palabra de Yahweh lo manifiesta como omnipotente",
del pecado en el que nos encontrábamos: «Fue transido santo", misericordioso'. La palabra de Yahweh es
por nuestros pecados, molido por nuestras iniquida- «personal», en razón de su origen 8, pero no se revela
des ... »12• en sí misma como persona. Dos elementos son esen-
¿Quién es este «Siervo de Yahweh»? ¿Es aquel ciales en esta revelación: la irrupción de Dios en la
vástago de Abraham, en quien serán benditas todas las historia de Israel (presencia de Yahweh) y el imperio
naciones de la tierra? ¿Es -aquel descendiente del rey de su palabra (palabra de Yahweh). Como elemento
David, cuyo reino consolidará Yahweh de una vez específico de esta revelación hay que destacar su carác-
para siempre? Si de una parte es incuestionable que en ter múltiple e imperfecto, que espera su adimpleción de

201 202
REVELACIÓN

Sinaí. Monasterio de Santa Catalina, desde el camino al Gebel Müsá, donde según la tradición, el Señor se
reveló por primera vez a Moisés. (Foto F. Nicolau, Archivo Termes)

la iniciativa de Yahweh (escatología veterotestamen- tros pecados y en quien se han cumplido las profecías 9 •
taria). En Jesús ha alcanzado la revelación su plena consu-
mación definitiva'". De lo dicho se sigue que no todos
11 Sm 3,10. 'Miq 6,8. 'Gn 22,2. 'Ez 36,22 y sigs. 'Jer 10,
7-13. 'Am 2,7; Jer 23,9. 'Ez 33,11. 'Dt 5,22. los hechos de Jesús narrados en el NT deben ser con-
siderados como culminación definitiva de la revelación.
11. LA REVELACIÓN EN EL NT. Si la revelación his- Sin embargo, el hecho de haber sido escritos bajo la
tórica del AT se presenta como estadio escatológico acción del Espíritu Santo, en cuya virtud los discípulos
intermedio entre la revelación cósmica y la revelación entendieron el alcance verdadero de las palabras que
neotestamentaria, esto en modo alguno quiere decir que oyeron a Jesús!', hace que los episodios neotestamenta-
la revelación del NT no tenga también un carácter rios, que se refieren a la vida de Jesús, pierdan, con
escatológico que le es propio. En efecto, la revelación frecuencia, su carácter imperfecto y transitorio, y ad-
del NT no debe ser considerada de modo indiferenciado. quieran la plenitud evangélica de sentido que, de ordi-
La revelación de Dios a los hombres alcanza su plenitud nario, les caracteriza. Esto no obsta a que podamos
sólo al fin de la obra redentora de Cristo, ya que sólo considerar el concepto de revelación del NT en dos
con su muerte y glorificación se hace posible la misión estadios sucesivos, a saber, el de los documentos que
de su Espíritu 1, que inaugura el comienzo de su segunda tratan de la vida anteascensional de Jesús, y los que se
venida 2, la permanencia de Cristo en su Iglesia 3, el refieren al anuncio de la Buena Nueva debido a los
pleno conocimiento de las enseñanzas de Jesús 4, que sus apóstoles.
discípulos, hombres «de poca fe» 5, no llegaron a com- Dado que el carácter específico del evangelio de san
prender" durante la vida terrena del Maestro. Glorificado Juan se sitúa en un plano de reflexión teológica postas-
Jesús se cumplen sus promesas con la venida del Espí- censional mucho más elaborado que los Sinópticos y
ritu' y el comienzo de la predicación apostólica 8• El teniendo en cuenta que la narración evangélica joánnea
objeto de esa predicación se centra sobre la muerte y no difiere sustancialmente de las narradas por los Si-
glorificación de Jesús, Hijo de Dios, muerto por nues- nópticos ; limitaremos nuestro estudio de Juan a la doc-

203 204
REVELACIÓN

trina del «Lagos», colocándola entre los documentos la línea del profetismo apocalíptico. Estos profetas
del kerygma apostólico. revelan el sentido de los misterios contenidos en los
1Jn 16,7. 'Jn 14,18-19. 'Jn 14,20; Mt 28,20b. 'Jn 16,13. hechos y profecías veterotestamentarias ya acontecidas.
•Mt 6,30; 8,26; 14,31. ºJn 14,25-26; 16,12-15. 'Act 2,1 y sigs. Así Daniel revela el «cumplimiento» de la «maldición
8Act 2,4. 'Act 2,14 y sigs.; 3,12 y sigs.; 4,8 y sigs. "Heb 1,1-4. y juramento que se hallan escritos en la Ley de Moi-
llJn 14,16.
sés»', manifestando así el carácter profético que en tales
l. LA REVELACIÓN EN LOS SINÓPTICOS. Los términos maldiciones se ocultaba. De igual modo, Daniel2 es-
empleados en los Sinópticos para describir la revelación tudia el oráculo de Jeremías" y describe la revelación
son: KTJpÚcrcmv, «anunciar, predicar»; KTJpÚcrcre1v TO que Dios le hace por medio de «aquel hombre Gabriel»:',
eúayyÉl\lov, «anunciar el evangelio»; eúayyerdi;wSm, descubriéndole el alcance de las palabras de Jeremías 5•
«evangelizar»; 6i6ácrKe1v, «enseñar»; á1T0Kai\v1TTE1v, «re- Lo mismo acontece en el Comentario de Habacuc de
velar» y µaSTJTEÚe1v, «hacer discípulos», «instruir». la comunidad de Qumrán 6, en donde el Maestro de
Según los Sinópticos, Jesús predica y enseña. Ambos Justicia penetra, gracias a una nueva revelación, la
términos se fusionan, a veces, en una misma frase sen- significación profunda del texto de Habacuc, insos-
tenciosa 1. Estos dos términos insinúan aspectos distin- pechada para este mismo profeta. Estos ejemplos mani-
tos: KTJpÚcrcmv significa el anuncio de la proximidad fiestan que el carácter deficiente de la revelación vetero-
del Mesías 2, de la ceremonia del Reino 3, o de la pre- testamentaria no sólo es de orden cuantitativo, sino
sencia misma del Mesías 4; 6i6ácrKe1v 5 tiene más bien también cualitativo: es la Palabra de Dios «del» AT
un carácter doctrinal, que se encuentra indisolublemente la que está en vías de manifestarse, como revelación
unido al acontecimiento de la llegada del Reino mesiá- de Dios, al final de los tiempos. Un eco de lo dicho lo
nico, inaugurado con el advenimiento de Cristo. encontramos en las palabras de la Samaritana: «Sé que
1Me 1,38; 6,2; Mt 4,23; 11,1; Le 19,47; 20,1; Act 4,2; 5,42. va a venir el Mesías . . . cuando venga nos manifestará
'Me 1,1-8 y par. ªMt 3,2; 4,17; Me 1,15. 'Mt 11,lb-6; Le 7,22- todas las cosas»'. Jesús tiene conciencia de ser Él el
23. 'Mt 5,2; 7,29; 13,54; 26,55.
Mesías esperado 8• Él revela los misterios del Reino a
REVELACIÓN FORMAL ACTIVA. Si en el AT Dios habló quienes quiere 9• La explicación de los símbolos para-
por medio de los profetas, en los Sinópticos es Jesús bólicos que Jesús hace, tiene sus antecedentes en el estilo
de Nazaret el que anuncia el cumplimiento de la Ley profético del AT'º y, sobre todo, en el profetismo apo-
y los profetas1. La predicación de Jesús se encuentra calíptico, cuando se ocupa éste de las parábolas que
en la línea de la tradición profética. Según esta tradición se refieren a los misterios del fin de los tiempos!'. El
los profetas son pregoneros de Dios e intérpretes de su mismo estilo apocalíptico se manifiesta cuando Jesús
voluntad 2• Knpvcosw es usado por Joel y por Jonás 3 comenta a Daniel. En efecto, Jesús comenta a este pro-
en orden a predicar la penitencia. Juan Bautista, profeta feta, como lo hiciera ya éste, tratándose de Jeremías
del Altísirno ", es «la voz del que clama en el desiertox ", o el Maestro de Justicia a propósito de Habacuc.
predicando (KTJpÚcrcrwv) bautismo de penitencia 6• De La acción de gracias del «himno» de Mt 11,25 y par.,
modo semejante, Jesús predica el evangelio'. Jesús es recuerda la de Daniel!"; las «cosas» (Ta(ha) ocultas
tenido por el pueblo como uno de los profetas 8, como de Mateo " tiene su correlato en la partícula éícra de
el profeta de los tiempos escatológicos 9• Y Jesús mismo Dan 2,29 (LXX), que es empleada en un contexto que
se atribuye a sí esta denominación de modo indirecto!", trata de los misterios que han de acontecer; estas «cosas»
a pesar de que Él tiene conciencia de ser el anunciado las ocultó Dios a los «sabios y prudentese=, como
por el mayor de los profetas», Juan Bautista, el profeta acontece en Dan 2,10-14 con los ooooí de Babilonia,
escatológicow, así como de la incomparable excelencia y los reveló a los pequeños15, de los cuales nos habla
de su persona: Él es mayor que Jonás13, que Moisés también Daniel16, entre los que se cuenta él mismo e,
y Elías», que David 15 y que Juan Bautista 16• En la pará- Sólo si se tiene presente que este modo que Jesús tenía
bola de los pérfidos viñadores se establece la relación de enseñar debió ser habitual en Él17, se explica que los
entre Cristo y los profetas como la del Hijo con res- discípulos de Jesús, después de su glorificación, con-
pecto a los siervos!". Jesús no vino «a destruir la Ley tinuasen haciendo referencia constantemente al cumpli-
o los profetas ... sino a consumarla (TTi\TjpC:>crm)» 18• miento de las Escrituras.
«Dios, que en lbs tiempos pasados muy fragmentaria Lo dicho no obsta a que el carácter escatológico
y variadamente había hablado a los padres por medio de las revelaciones de Jesús no encuentre su plenitud de
de los profetasx'", ahora con el profeta de los tiempos sentido y su unidad interna hasta que se consuma su
escatológicos, en la persona del Hijo, nos habló a obra, es decir, en su muerte y glorificación. También
nosotros. Jesús, pues, no sólo revelará el cumplimiento el sentido interno de este acontecimiento se encuentra
de todas las profecías, sino también la coherencia inte- bajo el imperio de su palabra reveladora de la «nueva
ligible y alcance de todas y cada una de ellas. Alianza» 18• De aquí que, en modo alguno, deba ser
1
Mt 5,17; Le 4,21. 'Éx 4,15-16; 7,1; Jer 1,9. 'Jon 3,4-7. 'Le tenido como «ocasional» que los discípulos descubran
1,76. 'Is 40,3-6. ºMt 3,1; Me 1,4; Le 3,3. 7 Mt 17,23; 9,35; el sentido pleno de las Escrituras-" y de las pretéritas
Me 3,1; Le 4,43; 8,1. 8Mt 16.14; 21,46; Le 7,16; 24,19. 'Me
6,14; 8,28; Mt 21,10. "Le 4,24; Mt 13,57; Me 6,4. ªLe 7,27- palabras de Jesús20, precisamente después de la «exal-
28; Mt 11,9-10. 12Mt 17,12; Me 9,13. "Mt 12,41. 14Me 9,2-10. tación» del Maestro; ni que san Juan considere esta
"Me 12,35-37. "Le 7,18-23. 17Me 12,1-12. 18Mt 5,17. "Heb «exaltación» como la obra suprema de la revelación
1,1.
divina; ni que el kerygma apostólico tenga el anuncio
En los Sinópticos, las palabras de Jesús, profeta de de la muerte y resurrección de Jesús como la esen-
los tiempos escatológicos, se encuentran igualmente en cia de la revelación de Dios a los hombres, transmitida

205 206
REVELACIÓN

por la Iglesia; ni que finalmente san Pablo centre toda feta, porque sus predicaciones eran la expresion de su
su predicación en el anuncio de la croq,ía TOV 0EOv, libérrima entrega13. En Jesús se cumplieron las profe-
cías de lsaías acerca del «Siervo de Yahweh», pero
Cristo crucificado.
este «Siervo» era infinitamente más de lo que el profeta
ACf. L. CERFAUX, Les sources scripturaires de Mt 11,25-30, en
EThL, 30 (1954), págs. 740-746.
pudiera sospechar: «Verdaderamente este hombre era
Hijo de Dios»!", Como doctor hablará Jesús como el
1Dan 9,11. •Dan 9,2. 'Jer 25,11-12. <Dan 9,21. 'Dan 9,22.
'1 QpHab 7,1-15. 7Jn 4,25. 'Jn 4,26. ºMt 13,11 y par. 10Is mismo Yahweh 15•
5,1 y sigs.; Ez 17,3 y sigs. 12. 11Dan caps. 2; 4; 7-9; 4 Esd caps, 1Mt 3,3; Me 1,2-3; Le 3,4-6. 2Mt 3,11; Me 1,7-8; Le 3,16.

3-4; 9-12; Bar caps. 36-40; 53-72; Enok caps. 37-71. 12Dan 2,23. 'Mt 3,16-17 y par. •Is 42,l. 'Mt 4,17; Me 1,15; Le 4,18-21.
13Mt 11,25; cf. 13,11. "Mt 11,25; cf. 13,11. 15Mt 11,25; cf. 13, 0Mt caps. 5-7. 7Mc 2,10 y par.; 2,28 y par.; Le 6,5; Mt 8,20; 9,

llb-15. 16Dan 1,17; 2,23. 17Lc 4,18.21; 16,16; Mt 7,12; cf. Lv 19; 13,37 y par. 8Is 42,1 y sigs. 'Mt 9,35; Me 6,6. 10Mt 16,16.
19,9-11.13; 18,33-36; Mt 11,5; cf. Is 35,5 y 61,1. 18Mt 26,26-28 11Mc 8,32 y par.; 9,31 y par.; 10,33 y par. 12
1s 53,1 y sigs. 13Lc
y par. "Le 24,25-27.45; Jn 20,9. "Le 24,6b-7.44; Jn 2,22. 22,19-20 y par.; Mt 26,53-54; Jn 18,1 y sigs, "Me 15,39b; cf. Me
1,1. 15Mt 5,22.28; cf. Éx 20,1.13.14.
REVELACIÓN OBJETIVA. a) Revelación cósmica. La
REVELACIÓN PASIVA. En los Sinópticos, la fe es
perspectiva sinóptica viene encuadrada en el acontecer
también correlativa de la revelación histórico-escato-
de la vida de Jesús de Nazaret y de sus enseñanzas,
lógica que les es propia. Sólo llegado el momento de
que se orientan en el sentido de restablecer las relaciones
la plena revelación provoca en los discípulos una en-
del hombre con Dios. En la genealogía de Jesús, Ma-
trega incondicional que les impulsa a predicar y dar
teo supone la elección del pueblo de Israel.', mientras
testimonio del gran acontecimiento 1 en conformidad
que Lucas, que escribía para los gentiles, se remonta a
con el mandato del Señor" y a exigir de sus oyentes una
Adán «hijo de Dios»•. Con ello queda sobreentendido
adhesión incondicional a la palabra de Dios.
que los orígenes de la creación tienen su punto de par-
tida en la libérrima voluntad divina. En conformidad a) Los Hechos de los Apóstoles. Los Hechos de los
con el AT la acción de Dios se continúa en su paternal Apóstoles manifiestan el lenguaje de la Iglesia primi-
providencia3• Creemos que cuando Jesús habla aquí tiva. Jesucristo había dado a sus discípulos la misión
de la paternidad de Dios 4 hay que entenderlo en sen- de proclamar el evangelio a todo el mundo 3, de enseñar+
tido propio; lo cual supone que Él vino a restablecer y hacer adeptos5 : «Vosotros seréis testigos míos ... »•
la paternidad histórica de Dios con respecto a los hom- Palabra y testimonio histórico vuelven aquí a asociarse
bres, perdida y olvidada por el hombre pecador. Así de modo inseparable. La proclamación del evangelio
se convierte la providencia de Dios sobre la creación, podría ser entendida en sentido extrínseco, como si el
en un signo «paternal» de su providencia con respecto hombre hiciera de intermediario entre la revelación de
a los hombres que buscan el Reino de Dios 5, inaugu- Dios y los demás mortales. Esta interpretación supon-
rado con Jesús y revelado por Él. dría un olvido absoluto de la conciencia que, con la
1Mt 1,1 y sigs, 'Le 3,38. 3Mt 6,25 y slgs.; Le 12,22-31. 4
Mt revelación adquirieron los apóstoles de ser los prego-
6,26.32. 'Mt 6,32-33; Le 12,30-31. neros de «la palabra de Dios»; testigos, elegidos por
Dios de antemano, de la resurrección; escatológica
b) Revelación histórica. Jesús es presentado por los manifestación histórica de la acción salvífica de Dios
Sinópticos en continuidad con lo anunciado ya en el en Cristo Jesús.
AT por los profetas. Juan Bautista, el profeta de los El Kr¡pvyµa («predicación») apostólico' testifica que
últimos tiempos, del que habló ya el profeta lsaías1, la salvación en Jesucristo viene de Dios 8, es llevada a
anuncia la venida inminente del Mesías 2• Reiterada- término por Él•, resucitando a Jesús"; Hijo de Dios!";
mente, la palabra de Dios, anunciada por los profetas el cual se manifestó a los testigos elegidos por Dios de
del AT, se va cumpliendo a lo largo de todas las tradi- antemano P, y fue exaltado por Dios habiendo recibido
ciones sinópticas. En el bautismo de Jesús, la venida del Padre la promesa del Espíritu Santo 13• Dios enviará
del Espíritu sobre Él y las palabras que se dejaron oír al Mesías Jesús, y por Él, Dios restaurará todas las
de los cielos 3, revelan el cumplimiento de la profecía de cosas>, ya que Él ha sido constituido por Dios Juez
lsaías4• A lo largo del evangelio se van cumpliendo de vivos y muertos15• Toda la obra de la salud en Cristo
en Jesús las profecías mesiánicas. Primero como ins- viene de Dios: el perdón de los pecados16, la conver-
taurador del Reino de Dios en la tierra 5 y la promulga- sióu", la efusión del Espíritu Santo 18, la salvación", la
ción de la nueva Ley"; después como el «Hijo del hom-
vida 20•
bre» en su misión altísima y humilde", que recuerda
1Act 5,28-32. 2Mt 28,16-20; Me 16,15-18; Le 24,46-47; Áct
a Isaías •, y su predicación por ciudades, aldeas y sina- 13,18. 3Mt 16,16. •Mt 28,20. 'Mt 28,19. 'Act 1,8. 72,14 y
gogas 9; más tarde, después de la confesión de Pedro 1°, sigs.; 3,12 y sigs.; 5,29 y sigs.; 17,22 y sigs. 83,26; 13,23, etc. '2,23;
se describe el viaje de Jesús a Jerusalén, durante el cual 3,18; 4,27-28, etc. 102,24.32; 3,15. ª3,13. 1210,41. "2,33. 143,
20-21. 1510,42. 165,31; 10,43. 175,31; 11,18. 182,17; 5,32; 10,
Jesús instruye a sus discípulos acerca de su pasión y
44-45; 11,15-17. 104,12. 2011,18.
muerte.", como «está escrito» en las Escrituras!"; fi-
nalmente, el secreto mesiánico, que Jesús había ido La obra de la salvación se manifiesta al mundo por la
revelando progresivamente a los suyos, adquiere su predicación apostólica, que es anuncio de la «palabra
plena manifestación y sentido en su pasión, muerte y de Dios» 1 y el testimonio de aquellos que convivieron
resurrección. A partir de ésta, los enigmas que en- con el Señor2 y fueron elegidos por Dios como testigos
cerraban la vida y enseñanzas de Jesús y aun su misma de su resurrección 3 • Con el anuncio de la Buena Nueva,
muerte, se disipan en sus discípulos. Jesús profetizó se han cumplido las Escrituras, no sólo por lo aconte-
su muerte y resurrección, pero Jesús era más que un pro- cido con Jesús", sino también por lo que está aconte-

208
· 11
1 i 207
REVELACIÓN

Palmos. Panorámica del pueblecillo de la Scala desde la bahía. En este lugar tuvo san Juan sus visiones, que
puestas por escrito tituló Apocalipsis o «revelación». (Foto P. Termes)

ciendo con su obra 5• Con lo dicho queda sobreenten- revelación de Dios mismo en Jesús de Nazaret; y tienen
dido que la revelación de tal «cumplimiento» es objeto su razón de ser en el hecho de que tal acontecimiento
de la revelación neotestamentaria. La «palabra de Dios» y Palabra de Dios es la revelación de Dios a los hombres,
que nos fue «dada» en Cristo Jesús, decide el sentido es decir, se da a un ser esencialmente histórico y dis-
del pasado veterotestamentario, presente y futuro de la cursivo. Nadie como san Juan y san Pablo ahonda en
revelación. el conocimiento teológico de esta revelación originaria,
A la predicación de la «palabra de Dios» debe res- que es el «Hijo hecho hombre», el Verbo de Dios, la
ponder la fe de los oidores de la misma. Los Hechos sabiduría de Dios, Cristo crucificado, para salud de
narran el aumento progresivo de los que creen por la los creyentes.
predicación 6• Creer es acoger la «palabra de Dios»', 14,31; 5,42; 6,2; 7,8; 8,14; 11,1. 21;21-22; 2,33; 3,13-15, etc.

la Buena Nueva 8• La fe es descrita como una adhesión '10,39-40. '1,16.20; 3,14-18.22; 4,25-28; 12,23-25. '2,16-33; 4,24-
28; 13,40-41. '2,41; 4,4; 4,14; 6,7; 9,42. 72,41; 11,1. 88,12.35;
incondicional a Cristo ". Es una fe en Cristo Jesús, en 10,21-22; 15,7. '9,42; 11,17; 16,31. 102,38; 11,21. 112,38; 3,19;
su nombre. Tal fe implica una us-révoi«, «penitencia», 5,31. 104,6; 7,57; 17,18. 1016,14. "9,31.
una conversión de todo el hombre" al Señor. De aquí
que el anuncio del evangelio es también revelación del 2. LA REVELACIÓN EN SAN JUAN. Los términos de
hombre pecador+', que puede aferrarse a su parecer y «sabiduría» y de «palabra de Dios» los encontramos
resistir a la palabra de Dios". Esta fe es no una respuesta ya en el AT. Pero tales denominaciones, si bien tienen
humana a una humana predicación, sino la acción un carácter personal, en razón de su origen, sin embargo,
gratuita de Dios en el corazón del hombre", por la no son concebidas como predicados propios de una
que éste acoge la «palabra de Dios», la predicación determinada persona divina. Para san Juan, el Verbo
de los testigos elegidos por Dios y fecundada por el es Aquel que estaba ya cabe Dios Padre1 antes de todos
Espíritu Santo, para acrecentamiento de la Iglesia 14• los siglos. Por Él fueron hechas todas las cosas: la crea-
La pluralidad expresiva del kerygma y la diversidad ción, la intervención salvífica en la historia de Israel, la
de los acontecimientos de la historia de la salud, encuen- salvación de toda la humanidad.
tran su unidad fundamental en el acontecimiento de la lJn 1,1.

209 210
REVELACIÓN

REVELACIÓN FORMAL ACTIVA. El evangelio de san rechaza su doctrina y su testimonio a Él mismo rechaza 21•
Juan comienza con la preexistencia del Verbo en el seno Pero Cristo no sólo dice lo que Él «es», sino que el Padre
del Padre 1. Este prólogo expone de modo sintético la obra y habla por el Hijo 22 y da testimonio de Él 23•
revelación de Dios a los hombres por el Verbo. Las palabras de Jesús y su testimonio manifiestan lo
11,1. que Él «es», la Palabra del Padre, su indeclinable testi-
monio a los hombres. Y aquí nos encontramos con la
REVELACIÓN OBJETIVA. a) Revelación cósmica. Por dimensión eclesial del evangelio de Juan: Jesucristo
la palabra de Dios, realmente distinta del Padre-, han indisociablemente unido a su obra. Los Sinópticos nos
sido hechas todas las cosas2• La Palabra de Dios que presentan al Mesías como el anunciador del Reino de
en el Génesis se revela como personal en razón de su Dios; Juar acentúa el carácter salvífico y cristocéntrico
origen, se manifiesta ahora como aquella persona que de este Reino. La Palabra de Dios, que determina el
siendo Dios 3, estaba cabe· el Padre y es coprincipio de sentido de la creación, el comercio de Dios con su pue-
todas las cosas-, La creación que tiene su origen en el ble y se manifiesta en Jesús de Nazaret, no se cierra
«Legos» creador, a Él se ordena, es decir, se encuentra sobre sí misma circunscribiéndose a la existencia his-
esencialmente abierta a la relación sobrenatural del tórica de Jesús, sino que por el Hijo, a quien el Padre
«Logos». Por eso, «en el mundo estaba y el mundo dio todas las cosas24, lleva a cabo Dios la reconcilia-
fue hecho por Él y el mundo no le conoció» 5: pecado ción de todos los hombres 25, elevándolos, por el Hijo a
de la gentilidad. la dignidad de hijos de Dios26•
11,1-2. 21,3. 1,1.
3 '1,3. 'l,10., 11,3.17. 21,11. 31,14. '1,16. '1,18. '1,12. 71,18,cf.conMt
b) Revelación histárica. Por este Verbo de Dios 11,27. 85,40; 6,35.44.66; 7,37. '5,24; 7,37. 101,12; 5,43. "5,24.
1215,4.7. 138,31.51. 146,46; 7,28. 1510,15. 1610,30. 1714,6. 188,
fue dada al pueblo judío la Ley y los profetas", La 12; 12,46. 10 11,25. 20 14,9. "3,33; 12,48. "5,37-39; 17,21 23 10,
revelación veterotestamentaria tiene también su origen 36-38. "3,35; 10,29. "3,17; 1 Jn 1,7; 2,2. 201,12; 1 Jn 3,1.
en el «Legos» de Dios, y a Él se ordena, es decir, se en-
contraba esencialmente abierta a su propia revelación REVELACIÓN PASIVA. Tal dignidad es propia de aque-
sobrenatural. Pero aunque «vino a lo que era suyo, los llos que creen en el nombre del Señor1• Así como la
suyos no le recibieron»2: pecado del pueblo elegido. «Palabra de Dios» a los hombres es obra de su amor",
Al pecado universal de gentiles y judíos, Dios res- así la respuesta del hombre a esa Palabra, la fe viva,
ponde con la inmediata, plena y definitiva manifesta-. es obra del amor", que tiene su origen en Dios". La fe
ción de su Palabra: «Y el Verbo se hizo carne y habitó joánnea no tiene sólo el carácter de una aceptación pu-.
entre nosotros y vimos su gloria, gloria cual del Uni- ramente intelectual, sino que incluye la entrega de todo
génito del Padre, plenitud de gracia y de verdad»". el hombre, la puesta en marcha del mandato del Señor.
Esta plenitud tiene como nota esencial el ser comunica- «Y éste es el mandamiento, que creamos en el nombre
ble ' y consiste en el conocimiento perfecto de Dios que de su Hijo Jesucristo y nos amemos los unos a los
sólo el Hijo Unigénito lo da a conocer5• Tal conoci- otros, según el mandamiento que Él nos dio»5• Por
miento se lleva a cabo en virtud de la fe en Jesucristo, el amor fraterno en la fe, el cristiano se va realizando
que no es un mero conocimiento especulativo, sino una escatológicamente como hijo de Dios, hasta que se
acogida total de su Palabra 6, en virtud de la cual somos nos muestre, por la visión, lo que Él es y lo que nosotros
configurados por el Hijo, como hijos de Dios. seremos, a saber, hijos de Dios, semejantes a Él6•
El «Legos» joánneo no tiene sólo un carácter noético, 11,12. 2 3,16. 3 1 Jn4,7b-8. '1Jn4,7a. 'I Jn 3,23. 'I Jn 3,1-2,
sino también dinámico, como en el AT. Para los profetas
3. LA REVELACIÓN EN SAN PABLO. Si para san Juan
veterotestamentarios, el «verbo de Dios» era personal,
la revelación de la Palabra de Dios es más la manifes-
pero no se dio a conocer como «persona». Para los
tación de lo que se posee que de lo que se espera, para
Sinópticos, el «verbo de Dios» se dio a conocer como
san Pablo la revelación es primariamente la manifesta-
«palabra del Hijo», Juan da a conocer al Hijo como
ción escatológica de los <<nuevos tiempos»1• El juicio so-
Palabra de Dios. Cristo es el principio que reveia7 y
bre judíos y gentiles, que san Juan sitúa en un presente
el contenido de esa revelación. De aquí que las cosas
supratemporal 2, es para san Pablo. algo que está acon-
que se dicen de su doctrina se hayan de decir también de
teciendo 3. De igual modo, la revelación salutífera, que
la persona de Jesús: venir a Cristo 8, equivale a aceptar
en san Juan adquiere el carácter de una posesión con-
su doctrina"; a creer y acoger a Cristo1º, equivale a creer
templativa ", es presentada por san Pablo como mani-
y oír su palabra u; permanecer en Cristo 12, equivale a
festación escatológica de la obra de Cristo, la Iglesia, el
permanecer en su enseñanza13• El fundamento de lo
misterio de «Cristo en nosotros» nos dice el apóstol 5•
dicho se encuentra ya tanto en los Sinópticos, como en
La Iglesia es un cuerpo que se está desarrollando6, un
el evangelio de Juan, a saber, Cristo es el Hijo de Dios.
edificio que está siendo construido7, y sus miembros,
Pero Juan desarrolla este testimonio. Jesús es el Hijo
configurados por Cristo, son hechos hijos de Dios por
del Padre, porque viene de Dios14, conoce al Padre como
Él 8, que han de alcanzar un día la plenitud de la filia-
el Padre le conoce a Él15• El Padre está en el Hijo y el
Hijo en el Padre16. Por esta razón no se limita a!enseñar ción divina 9•
1Heb 1,1. 'Jn 3,18; 12,31. 'Rom 2,1-3; 1 Cor 11,29.34, etc.
lo que oyó al Padre, ni a dar sólo testimonio de la
'Jn 1,18. 'Col l,27. 'Ef 4,7 y sigs. 7Ef 2,20-22. 8Gál 4,4-7.
verdad (Sinópticos), sino que Él mismo es la Verdad17, 'Rom 8,23-24.
la Luz18, la resurrección y la vida19• El mismo es la
revelación del Padre'". Cristo no sólo da testimonio REVELACIÓN FORMAL ACTIVA. Los términos emplea-
del Padre, sino que Él mismo es este testimonio. Quien dos por el apóstol y el modo que tiene de agruparlos,

211 212
REVELACIÓN

manifiestan la dinámica de su pensamiento a propósito pecados precedentes 19, La escatológica revelación de


de la revelación. Dios quita el velo (cmoKaM-rrTe1v), Jesucristo (a-rroKaAvl.jllS 'lecrov Xp1cnov)2º, que di-
manifiesta (qiovepoüv), da a conocer (yvwpíse1v), ilu- námicamente se ordena a la revelación de la gloria
mina (<pwTíse1v) y los apóstoles hablan (AaAeív), predi- de Cristo 21 y de los que en Él creen 22, es a su vez reve-
can (KT)púcrcmv), enseñan (016áo-Ke1v), testimonian lación del juicio de Dios contra toda impiedad 23 y de
(µapTvpeív), anuncian (KaTayyÉAAe1v) la Buena Nue- su gracia, ya sea en los tiempos de su condescendencia
va y así comunican la palabra (Myos), la predi- en vistas a Cristo. ya sea en los tiempos de la revelación
cación (Kiípvyµa), el testimonio (ucp'rópiov), el mis- expiatoria de Cristo, mediante la fe en su sangre 24•
terio (µvo-Tiíp1ov) y el evangelio (eúayyÉA1ov)1. La 'Rom 16,25. 'Ef 3,5.9-10. 'Ef 3,5-6; Col 1,25-28. 'Ef 1,8-11.
Palabra de Dios, que se encuentra en la base de toda 'Rom 11,26-27. 'Heb 1,1. 7 Heb 1,2. 'Gál 1,12-16. 'Ef 3,5.
revelación, tiene como objeto el misterio y es a su "Ef 1,7-9. 11Rom 1,18.23. 12Rom 2,1-24. 13Rom 3,9. "I Tim
2,4-6. »sr 1,5.11; Rom 1,18. "Rom 2,5-¡ sigs. 16. 171Cor 3,
vez este mismo misterio. De nuevo «palabra» y acon- D. 182Cor5,10. 10Rom3,25-26. 201Corl,7;2Tes 1,7. 211 Pe
tecimiento se encuentran indisociablemente unidas, tanto 4,13. "Rom 8,18-19. 23Rom 1,18. "Rom 3,25.
en la revelación cósmica, como histórica.
El modo como se comunica la revelación de Jesucristo
-cr. Rom_ 16,25-26; Col 1,25-26. es en virtud de la predicación. Los Sinópticos y san
REVELACIÓN OBJETIVA. Aunque. como ya dijimos, Juan nos presentan a Jesús predicando. En la base de
san Pablo acusa el carácter escatológico de la revela- esta predicación se encuentra el Hijo de Dios, el Verbo
ción, es asombrosa la identidad de fondo que tiene con hecho carne «por nosotros, pecadores». Jesús predica
el concepto de revelación joánneo, y esto, tanto por lo que Él es e instituye su Obra, la Iglesia, en virtud
Jo que se refiere a la revelación cósmica como a la de «su palabra». EJ Verbo de Dios se manifiesta no
histórica. como un puro vónuo, «inteligencia», sino en la existen-
a) Revelación cósmica. La «palabra» por la cual cia histórica de Jesús de Nazaret, muerto y glorificado,
fueron hechas todas las cosas es el Hijo", por Él y para y cuya virtud real se extiende a toda la historia de la
Él y en Él tienen todas las cosas su cohesión estable2 • Iglesia, la configura, le comunica su mismo Espíritu.
La revelación de Dios no excluye la revelación natural La predicación de Jesús se continúa por la predicación de
(To yvcoo-róv TOV Geov ccvspóv ÉO-T\V ÉV aÚToís), la Iglesia y su padecimientos, y su glorificación se pro-
«lo que se conoce de Dios se halla claro en elloss ', longa en la de sus miembros y esto en razón de la «vir-
sino que la supone 4 como razón por la cual los tud» de la palabra de Cristo, de su muerte y glorificación.
gentiles son también culpables 5• De lo cual se sigue, El kerygma apostólico pertenece, pues, como estadio
que la revelación cósmica tiene una ordenación «de escatológico, _a la historia de la revelación cristiana.
hecho» a la revelación histórica. Dios dirige la historia en orden a que el evangelio se
1Heb
manifieste en la fe por la acción divina y la predicación
1,2. 'Col l,16b-17. 'Rom 6,19. 'I Cor 1,21. 'Rom
20,21. humano-divina1• Como el mensaje (predicación) perte-
nece a la revelación de Jesucristo, de quien recibe
b) Revelación histórica. Por la revelación entiende
su virtud, y su eficaz ordenación y aceptación. La
san Pablo la manifestación del misterio oculto en Dios
comunicación de este mensaje no acontece al modo
desde toda la eternidad 1 a toda criatura 2• Tal es el de-
humano, como pura exposición especulativo-doctrinal.
signio universal 3 de Dios de recapitular todas las cosas
Sin duda, puede y debe formularse una doctrina, abs-
en Cristo 4, Esta revelación tiene sus antecedentes en
trayéndola de la realidad que nos es dada en la historia
las promesas hechas por Dios a su pueblo 5• Dios había
de la revelación, y ser, como tal, considerada y ofre-
hablado a los Padres de Israel por medio de los profe-
cida: 016áo-Ke1v 2, -rrapa016óva1, -rrapaAaµ~áve1v 3, pero
tas, pero de modo fragmentario y múltiple"; en los «nue-
tal doctrina sólo puede ser entendida por aquellos
vos tiempos» nos ha hablado a nosotros en la persona
que tienen el espíritu de Dios4• La exposición doctrinal
de su Hijo'. Es el mismo Jesucristo (cmoKaAÚl.jlEúlS
es, según el apóstol, necesaria 5, pero a su vez, ella
'lecrov Xp10-Tov), quien lo revela a san Pablo 8, como
pertenece a la historia de la salvación que sólo pueden
los demás apóstoles". Esta revelación es esencial-
alcanzar los que poseen el espíritu de Cristo, formando
mente soteriológica-", revela la cólera de Dios sobre
con Él un cuerpo que orgánicamente se está desarro-
gentiles» y judíos'>, todos están bajo el pecado13, pero
llando «hasta que lleguemos todos a la unidad de la
también revela la voluntad de Dios, que quiere que todos
fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, en la madu-
los hombres se salven por Cristo Jesús14• Se trata de la
rez del varón perfecto»". Tal crecimiento de la comuni-
progresiva manifestación del «juicio de Dios», que se
dad no es sólo especulativo, «sino que andando en ver-
supone ya dado " sobre la humanidad, que adquirirá
dad, crezcamos en todos sentidos para ser como Él que
su momento decisivo el «día postrero» 16, que ha de venir
es cabeza, Cristo, por quien todo el cuerpo ... , según
en fuego v para probar las obras de cada cual. Cristo
la actividad correspondiente a cada miembro, va obran-
es constituido juez de vivos y muertos18• Si el juicio
definitivo, manifiesto ahora con la venida de Jesucristo, do su propio crecimiento en orden a su plena formación
fue ya ejercido de modo definitivo en las generaciones en virtud de la caridad»'.
pasadas, no es cosa que quede clara en san Pablo; '11Tes:2,13-15.'(2Rom 6,17; 16,17; Col 2,7; Ef 4,20. '1 Cor
15,1 y sigs. '1 Cor 2,10-16. 'l Tim 4,6-11. -sr 4,7.11-13. 'Ef
pues, hasta ahora, el mundo estaba bajo la avoxií, 4,15-16.
paciencia de Dios, el cual _en razón de la redención
que en Cristo Jesús había de manifestarse, concedió El carácter escatológico de la revelación paulina es
una suerte de «no imputación» (rrépscic) con los revelación en Cristo y de Cristo. Aun cuando san Pablo

213 214
REVELACIÓN

hable de un conocimiento «pneumático»1, que muy Cristo (la Iglesia), para ser fielmente guardada e infali-
bien pudiera recordar la mística griega, dista infini- blemente declarada. Por la fe creemos lo que ha sido
tamente de ésta porque tal conocimiento está esencial- revelado por Dios, fundados en la autoridad del mismo
mente referido a la vida, muerte y glorificación de Dios «revelanteo e.
Jesucristo", sólo alcanzable por y en la fe", concebida De todo lo cual se deduce que las determinaciones
como entrega progresiva de todo el hombre, que ha formales que, a propósito de la revelación, la Iglesia
de culminar, tras los padecimientos de esta vida", en la definitivamente ha hecho, encuentra su fundamento en
muerte en Cristo, iniciada ya en el bautismo 5, y con las SE, cuyo campo «nunca será bastamente culti-
la resurrección 6; para ser en todo semejante a Él'. vado, nunca exhaustox P.
San Pablo no aplica el término o:TTOKMVlj!tS a la vida ADENZ, 1785, 1789, 1800. BPro XII, Divino affiante Spiritu, en
terrestre de Jesús, que considera, como los Sinópticos 8, AAS, 35 (1943), pág. 313.
como ocultamiento•. La revelación de su ser oculto 1º Bibl.: F. E. KoENIG, Der Offenbarungsbegriff des A/ten Testa-
se inicia con la glorificación del Señor. San Pablo acusa ments, 2 vols., Leipzig 1882. A. VACANT, Études théologiques sur
fuertemente que el sentido de la vida de Jesús adquiere. les Constitutions du Concite du Vatican, 2 vo1s., París 1895. A.
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su pleno sentido en su muerte redentora, propter quod WARFIEL, Revelation and Inspiration, Londres 1927. R. BULTMANN,
de su resurrección y la nuestra. En la muerte y resurrec- Der Begriff der Offenbarung im N.T., Tubinga 1929. H. DIECK·
ción de Cristo «por nosotros», adquiere la palabra de MANN, De Revelatione christ iana, Friburgo 1930. H. HUBER, Der

Dios su suprema virtud reveladora. Begriff der Offenbarung im Johannes-Evangelium, Gottinga 1934. A.
VELLICO, La Revelazione e le sue fon ti nel «De Praescriptione haereti-
A la predicación de la palabra de Dios, debe respon- corum» di Tertuliano, Roma 1935. J. A. JUNGMANN, Die Frohbot-
der por parte del oyente, la fe11. Al igual que el kerygma, schnft und unsere G/aubensverkiindigung, Regensburgo 1936. E.
la fe pertenece a la misma revelación de Dios: Él ha BRUNNER, Wahrheit als Begegnung, Berlín 1938. L. DÜRR, Die
Wertung des gOttlichen Wortes im AT., und im Antiken Orient, Leip-
querido manifestar a los siglos venideros la riqueza zig 1938. E. BURNIER, La notion de témoignage dans le NT, Lausanne
extraordinario de su gracia>, 1936. H. RAHNER, Eine Theologle der Verkündigung, Friburgo 1939.
11 Cor 2,10-13. 'Gál 4,4; l Cor 1,23-24; 15,12. 'Ef 3,12.17 R. GUARDINI, Die Offenbarung ; ihr Wesen und ihre Formen, Wurz-
•Col 1,24. 'Roro 6,4. '1 Cor 15,20-21.51-53. 'Flp 3,10.21; Rom burgo 1940. H. NIEBECKER, Wesen und Wirklichkeit der iibernatiir-
6,5.8-11. 'Le 17,30. 'Roro 8,3; Flp 2,7; Gál 4,4. 10Flp 2,8. lichen Offenbarung, Friburgo 1940. K. RAHNER, Horer des Wortes,
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1945. O. BRUNNER, Offenbarung und Vernunft; Zurich 1946. H. W.
4. CONCLUSIÓN. Por «revelación» entiende san Pa- RoeTNSON, Inspira/ion and Revelation i11 the 0/d Testament, Oxford
1946; íd., Redemption and Revelation, Londres 1947. H. H. SCHREY,
blo aquella acción libre y graciosa, por la cual Dios, Existenr und Offenbarung , Tubinga 1947. K. BARTH, Das Chríst-
en Cristo y por Cristo, manifiesta su voluntad de reca- liche Verstdndnis der Offenbarung, Munich 1948. O. A. DILSCHNEl·
pitular todas las cosas en Él. Tal revelación fue dada DER, Christus Praesens. Grundriss einer Dogmatik der Offenburung ;
2 vols., Gütersloh 1948. J. DUPONT, La connaissance religieuse dans
de modo imperfecto y fragmentario a los Padres y pro- les épftres de S. Paul, Lovaina-París 1949. H. SCHULTE, Der Begriff
fetas de Israel, como promesa aún oculta en el seno de der Offenbarung im Neuen Testament, Munich 1949. J. WOLFF,
Dios; a los apóstoles y profetas del NT de modo pleno Der Begriff der Offenbarung; Bonn 1949. R. GARRIGOU-LAGRANGE,
que, sin embargo, está aún en vías de su plena manifes- De Revelatione per Ecc/esiam catholicam proposita, 2 vols., Roma
1950. J. GmTTON, Le probléme de Jésus et les Jondaments du té-
tación por la virtud de la predicación de la palabra moignage chrétien, París 1950. J. R. GEISELMANN, Jesus der Chris-
de la Cruz que nos fue dada en Jesús, Mesías e Hijo tus. Die Urform des Apostolischen Kerygmas als Norm unserer Ver-
de Dios. En este sentido, la escatología neotestamenta- kiindigung und Theologie van Jesus Christus, Stuttgart 1951. M. E.
BOISMARD, Le Prologue de Saint Jean, París 1951. J. DE SAUSSURE,
ria es la progresiva manifestación (aspecto paulino) Révelation et inspiration, Ginebra 1952. D. BARSOTTI, 11 Mistero
de lo ya poseído (aspecto joánneo) por la fe en virtud de cristiano e la Parola di Dio, Florencia 1954. G. GLOEGE, Offenba-
la predicación de Jesucristo, muerto y resucitado por rung und Überlieferung, Hamburgo 1954. E. JACOB, Théologie de
nuestros pecados (aspecto evangélico). l'Ancien Testament, París 1955. M. NICOLAU, De revelatione chris-
tiana, Madrid 1955. F. GILS, Jésus Prophéte d'aprés les Synoptiques,
5. REFLEXIÓN DOGMÁTICA DE LA IGLESIA. CONCILIO Lovaina 1957. O. CULLMANN, Christologie du N.T., Neuchátel 1958.
DE TRENTO. Por revelación entiende el Tridentino el J. DANIÉLOU, J. BoUYER, etc., Paro/e de Dieu et liturgie, París 1958.
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anuncio de la Buena Nueva (evcxyyÉAtov), prometido 1958. K. RAHNER, Visionen und Prophezeiungen, Friburgo 1958.
a los profetas, predicado por los apóstoles, y transmitido C. F. H. HENRY, Revelation and the Bible, Londres 1959. G. Auzou,
a la Iglesia, para que sea conservado en toda su pureza. La Paro/e de Dieu, París 1960. W. BULST, Offenbarung, Biblischer
und Theologischer Begriff, Düsseldorf 1960. H. NoACK, Sprache
Este evangelio es la fuente de la «verdad» que hay que und Offenbarung, Gütersloh 1960. J. G. S. S. THOMSON, The O/d
creer y conforme a la cual hay que obrar. La fe que debe Testament View of Revelation, Grand Rapids 1960. H. U. VON
responder a la predicación del evangelio es un asenti- BALTHASAR, Verbum caro, Einsiedeln 1960. E. FITZGERALD, Christ
miento a las verdades y promesas en él contenidas, que and the Prophetes, A Study in Origen's Teaching on the Economy
of the Old Testament. Roma 1961. A. LEONARD, C. LARCHER,
se hace en virtud de la gracia, que excita y ayuda al J. DUPONT, etc., La Parola de Dieu en Jésus-Christ, París 1961.
hombre para ello A. w. PANNENBERG, w. RENDTORFF, etc., Offenbarung als Geschichte,
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A DENZ, 722, 783, 792, 798.
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6. CONCILIO VATICANO l. Según este concilio, la re- Testament; Tournai 1962. O. SEMMELROTH, Wirkendes Wort, Frank-
fort 1962. R. LATOURELLE, Théologie de la Révélation, Brujas 1963,
velación, en sentido activo, es aquella locución o pala- pág. 30. H. D. McDONALD, Ideas of Revelation. A11 Historical
bra de Dios testificante, por lo cual Dios, manifestando Study, A.D. 1860 to A.D. 1960, Londres 1963.
su bondad y sabiduría, se reveló a Sí mismo y los de- J. ALEU
cretos eternos de su voluntad. En sentido objetivo,
entiende el Concilio por revelación la doctrina de la REY (heb. mélek; aram. mélak; ár. malikv"; l3cxcr1Aeús;
0

fe que Dios ha revelado ... entregada a la Esposa de Vg. rex). l. ANTIGUO TESTAME NTO. Como institución here-

215 216
REY

ditaria, la realeza se presentó en Israel en época bastante Cuando la desesperada situación promovida por la
tardía. Los pueblos emparentados de los contornos, Íos tiranía filistea induce a los ancianos a pedir un mo-
edomitas (cantes de que un rey reinase sobre los hijos narca 3, Samuel les expone «el derecho del rey»:', es
de Israel») 1, los amorreos («Sil)on, rey de los amorreos») 2, decir, los privilegios que posee el soberano para alistar
los ammonitas", los moabitas" y los arameos se habían a sus súbditos en el ejército, imponerles prestaciones en
procurado desde hacía mucho tiempo un soberano; en provecho del monarca, disponer de sus hijos y sus ha-
cambio, los hebreos afirman invariablemente, con se- ciendas, y exigir el diezmo 5• La petición de los ancianos
guridad inquebrantable, en todas sus tradiciones que sus parecía poner en peligro la independencia nómada y
reyes aparecieron en época avanzada. el antiguo individualismo beduino. Sin embargo, el ma-
En ningún pasaje bíblico se retrata a los patriarcas, yor reparo nace de la propia religión mosaica: la mo-
a Moisés, a Josué o a los grandes jueces con los rasgos narquía hereditaria no parecía conciliable con la teocra-
propios de una realeza hereditaria. El período de los cia inmediata («Sino que es a mí [Yahweh] a quien
Jueces se caracteriza por su falta de autoridad estable: rechazan para que no reine sobre ellos»•; cf. la decla-
«En aquel tiempo, no había rey en Israel; cada uno ración de Gedeón: «Es Yahweh quien debe ser vuestro
hacía lo que se le antojaba» 5• Este texto es tal vez en soberano»)".
exceso pesimista, pues muchos indicios permiten supo- El segundo relato de la ascensión de Saúl representa
ner que existió una especie de anfictionía de las doce la institución de la realeza como una respuesta de Dios
tribus, que representaba un auténtico lazo de unión a la angustia del pueblo oprimido por los filisteos: el
entre los diferentes grupos tribales. Dicho lazo, de esen- único Salvador es Yahweh (e-1 Dios presente y carita-
cia religiosa, se exterioriza por medio de un centro tivo), y Saúl («el hombre de la tierra de Benjamín»)
cultual, de reuniones periódicas en honor de Yahweh no es más que el nágid, o sea «el rey designado o elegido
y aun de un gobierno religioso. Cada tribu está repre- por el Dios nacional» mediante la unción 8•
sentada por un nási" o «príncipe» cuya función sacra La yuxtaposición de las dos narraciones permite que
destaca el precepto del libro de la Alianza: «No blas- el redactor del libro de Samuel enseñe que la institución
femarás contra Dios y no maldecirás a un príncipe de monárquica, aunque podía acarrear serios perjuicios a
tu pueblo»". la religión.", aspiraba con buen título al sólido cimiento
1Gn 36,40 (P); 36,31 (J, E). 'Nm 21,21.26 (J, E). 'Jue 11,12. de toda grandeza, es decir, una elección divina, que
•Nm 21,26-30. 'Jue 17.6; 18,1; 19,1; 21,25. 'Éx 22,27(E). ratificase un anterior deseo popular y que fuese ratifi-
cada por la adhesión popular más tarde. Por ello, la
1. RAZÓN DE SER DE LA REALEZA EN ISRAEL. Si se
realeza israelita representa un tipo muy especial de
tiene en cuenta la organización anfictiónica del pueblo,
institución, que difiere de modo notable de las monar-
se comprende mejor la reacción violenta que provo-
quías vecinas (ciudades-estado cananeas o anfictionía
caron las tentativas de • Ábimélek para establecer en
filistea).
Siquem una monarquía del tipo cananeo circunstante,
11 Sm cap. 8 + 10,17-27 + cap. 12. 21 Sm 9,1-10,16 + cap. 11.
opuesta en absoluto al espíritu de la «liga de las doce 'l Sm 8,5-6. 'l Sm 8,10. 61 Sm 8,10-18. 61 Sm 8,7. 'Jue 8,23.
tribus»! Saúl triunfó donde 'Ábimélek fracasara. '2 Cr 11,22; 1 Re 14,7; 16,2; Dan 9,25. 'l Sm 12,13.25.
La aparición del primer rey de Israel se produjo sin
3. DESARROLLO ULTERIOR DE LA INSTITUCIÓN MO-
grandes obstáculos, probablemente debido a que respetó
NÁRQUICA. La historia de la ascensión de David al
la organización de la antigua anfictionía. La unanimidad
trono ofrece la misma estructura que la del advenimiento
de las tribus en encumbrar a Saúl a la dignidad real
de Saúl. Elevado por la unción de Yahweh1 a la dignidad
se explica, desde luego, por el agobio insoportable de
de nágid, con el fin de liberar al pueblo 2, el joven David
las incursiones filisteas hacia mediados del siglo XI A.c.;
figura al principio entre los compañeros del primer rey
pero hay que suponer, además, que el hijo de Qls se
guerrero; es arpista, escudero y jefe' de Saúl; pero como
aprovecharía del sagrado lazo de unión de las tríbus
éste merece el rechazo de Yahweh3, David va poco a
israelitas en la época de los Jueces. Por consiguiente,
poco de la situación de nágid carismático a la dignidad
su realeza queda dentro de la corriente «carismática».
de rey. En un principio reina sobre Judá («y los hom-
Como los jueces, predecesores suyos, se impone como
bres de Judá vinieron y allí ungieron a David por rey
jefe inspirado de las tribus y la única diferencia consiste
sobre la casa de Judá»)", y después sobre todo Israel".
en que su cargo se troca de ocasional en permanente.
El progreso siguiente de la institución monárquica bajo
La ascensión al trono del primer rey israelita se justifica
David es causa de una amplitud cada vez más conside-
con la función intermedia que desempeña entre el an-
tiguo juez y el monarca futuro. rable.
La conquista del monte Sión 6, la derrota total de
'Jue 9,6.
los filisteos', el traslado del Arca de la Alianza 8, la
2. ÜRÍGENES HISTÓRICOS. El libro de Samuel con- profecía de Nátán 9 y las guerras victoriosas contra
sagra dos relatos paralelos al establecimiento de la los amrnonitas y los sirios, transforman paulatinamente
monarquía: uno de ellos pone de manifiesto una tenden- la modesta monarquía de David en otra más gloriosa.
cia antimonárquica 1 y el otro se muestra más favorable La realeza, en vez de ser rechazada o considerada con
a la institución real", De hecho, las dos versiones del sospecha por la religión yahwista, arraiga con fuerza
advenimiento de Saúl se complementan; incluso si la en ella. El fin del reinado de David es notable por las
redacción final del primer relato es más reciente (de ins- magníficas ceremonias con que se designa a Salomón
piración «deuteronomista»), se trata de objeciones con- por sucesor suyo, por nágid sobre Israel y sobre Judá.
temporáneas muy auténticas. Así, aparentemente, con el advenimiento de Salomón

217 218
REY

Panorámica de Jerusalén desde el monte de los Olivos. En primer término vemos la zona de la Jerusalén
jebusea, cuya conquista y conversión en capital por David fue de importancia capital para la monarquía.
(Foto V. Vilar, Archivo Termes)

se respeta, más o menos, el primer paso para la ascen- 4. TEOCRACIA Y MESIANISMO. El concepto de Dios
sión al trono. como Señor y gobernante es muy antiguo en Israel.
11 Sm 16,13. 2 1 Sm 18,14; 2Sm ~.2; 6,21; 7;8. 'l Sm 15,26; Ante todo, la forma ideal de gobierno se reviste de un
16,1. '2 Sm 2,3. '2 Sm 5,3. '2 Sm 5,9. 72 Sm 8,1. 82 Sm 6,1. carácter «teocrático». Se concibe a los reyes como los
'2 Sm cap. 7. servidores y los representantes de Yahweh, El Dios
El reinado de Salomón, en su evolución ulterior, nacional los elige, los habilita y los sanciona ( «al hombre
destaca por un absolutismo que tiende a pronunciarse: según su corazón»)1. Esta concepción de un lugarte-
se convierte en déspota que mata a sangre fría 1, en niente humano es mucho más acusada en Israel que en
exactor de tributos que destruye las organizaciones los otros pueblos. El soberano no hace sino ocupar «el
tribales 2 y que impone el trabajo forzado a millares de trono de la realeza de Yahweh sobre lsrael» 2 • Esta par-
hombres3• Salomón se eleva al punto más elevado ticipación funcional de la realeza humana en la gran-
del esplendor oriental gracias a su proverbial sabiduría, deza de Aquel «a quien pertenece encumbrarse sobe-
la vida lujosa de su corte, su magnífico Templo y otros ranamente por encima de todo»3, sitúa al soberano
edificios, su harén y su poder militar: tal fasto le hacía humano dentro de la teocracia divina, aunque Je mantiene
semejante a los monarcas de los países vecinos. en una profunda humildad 4.
lJ Re 2,22-25.28-35.39-46. '1 Re 4,7. '1 Re 5,27; 9,15; 11,20. lJ Srn 13,14. '1 Cr 28,5; 2 Cr 13,8. '1 Cr 29,12. • 1 Cr 29,14.
Muerto Salomón, el pueblo, según el procedimiento Durante la historia secular de Israel, la institución
tradicional que no tardará en caer en desuso, hace rey monárquica experimenta una honda transformación: la
a Roboam 1. La designación debida a Yahweh y la figura del rey humano se troca en la de un monarca
aclamación por el pueblo ceden ante el principio estric- ideal que, como Ungido de Yahweh, establecerá el
tamente hereditario, que se contrapone a la concepción reino de Dios en la tierra entera en la época escatoló-
carismática primitiva. gica. Esta imagen de un rey Salvador suprahumano se
lJ Re 12,1. forma, ciertamente, poco a poco; el punto de arranque

219 220
REYES

es la elección de la dinastía de David por el Dios nacio- el trono y así pudieran probarlo determinados textos
nal (el Mesías será «hijo de David»). Desde el nivel bíblicos en que existen discrepancias nominales, p. ej.
puramente dinástico, político y humano, se produce Ozías1 se llama Azarías2 y Joacaz3, Sallüm-, Se trata
una evolución hacia lo auténticamente religioso, esca- de una hipótesis atractiva, que cuenta con el apoyo de
tológico y divino; esta transformación representa la otros casos análogos 5; sin embargo, los testimonios
consumación del ideal religioso de la monarquía israeli- no son lo bastante abundantes y concretos para acep-
ta, porque reintegra el fenómeno de la realeza a la línea tarla de modo absoluto. Otros cambios similares se
recta del yahwismo de la Alianza. Ése es el significado producen, pero, a pesar de que se trata de nombres
de la célebre «profecía de Nátáno ', texto que representa hebreos y yahwistas - 'Elyaqim pasa a Joaquim 6 y
«la carta magna» de las opiniones religiosas sobre la Mattanyáh a Sedecías -', se ha de tener en cuenta que
monarquía hebrea: el verdadero rey israelita fue siempre la mudanza se debe a imposición de un rey extranjero,
el rey davídico y mesiánico", En especial en el judaísmo por lo cual su caso es distinto de los mencionados an-
helenístico, el Mesías postexílico es atraído a la esfera teriormente.
de lo divino como un ser trascendente y misterioso, 1ls 1,1; 6,1; 7,1; Os 1,1; Aro 1,1; Zac 14,5. 2 2Re 14,21; 15,34.
revestido de gloria e insistentemente denominado, en 32Re 23,30.31.34. 4J Cr 3,15; Jer 22,11. 'Gn 36,38-39; 2Sm 21,
19; 12,24-25. '2_Re 23,4. 7 2 Re 24,17.
cuanto ente celestial y glorioso, Hijo de Dios.
2Eclo
Bibl.: A.M. HONEYMAN, The Evidence far Royal Names among
12 Sm cap. 7. 4,11; 1 Mac 2,57.
the Hebrews, en JBL, 57 (1948), págs. 13-26. R. DE Vxux, Les
institutions de l'Ancien Testament, I, París 1958, págs, 165-167.
II. NUEVO TESTAMENTO. Siendo un pensamiento bá-
sico del cristianismo el del cumplimiento del AT y la M. GRAU
venida a la tierra de «Cristo», es decir, del Mesías real,
resulta evidente que la elaboración de la cristología REY, Valle del. --->- Siiweh.
había de seguir paso a paso la teología monárquica
de la Antigua Alianza. REYES, Libros de los. Refieren estos libros la his-
Dado que Cristo era el rey prometido al linaje de toria de la monarquía israelítica a partir de los últimos
David, tenía derecho a la soberanía reservada para lo años de David, hacia el año 970, hasta los días del
futuro y que los profetas habían descrito: sería el rey Exilio, en tiempos de 'Ewil Méródak (56]-559). En un
universal, portador de la salvación, el Hijo de Dios principio formaban un solo libro en el canon judío
manifiesto (cf. las acusaciones de los judíos ante Pila- (séfer mélákim), dividiéndose en dos a partir de la ver-
to)1. Si Jesús de Nazaret es ya «rey de Israel» con sión de los LXX, designándolos por 1 y 2 de los Reyes,
anterioridad a su resurrección 2, es ésta sobre todo la que corresponden al 3 y 4 de los Reinos (LXX) o de
que coloca a Cristo en una soberanía de orden esencial- los Reyes (Vg.). Su división en dos fue aceptada corrien-
mente espiritual (cf. la primera predicación apostólica temente en las Biblias hebreas a partir de la edición
y la de san Pablo 3): el Hijo de Dios hecho carne no de Daniel Bomberg (Venecia 1517). En el canon judío
vino para ser rey de este mundo, sino para dar testi- ocupan el último lugar entre los profetas anteriores
monio de la verdad", o sea para revelar los misterios tnébi=im hi'i-ri's6nim); en el de la Iglesia se catalogan
de Dios. entre los llamados libros históricos. No hubo dificultad
Algunos personajes del NT ostentan el nombre de alguna, tanto de parte de los judíos como de los cris-
rey, por ejemplo, Herodes el Grande 5, Agripa •, el tianos, para su recepción en el catálogo de libros sa-
nabateo Aretas7 e incluso el tetrarca Herodes Anti- grados.
pas 8; este último soberano lleva el título de rey que el 1. CONTENIDO. Los últimos años de David, achacoso
pueblo le daba". Su realeza se asemejaba a la de tipo y obligado a guardar cama, viéronse turbados por las
«oriental» de los países del Creciente Fértil, y no es pretensiones de su hijo Adonías al ·trono\ que malo-
en absoluto la continuación de la idea monárquica graron Betsabé y Nátán? al obtener la entronización
preexílica. de Salomón", Fue Salomón un monarca enérgico+,
1Mt 27,11-14; Me 15,2-5; Le 23,2-6; Jn 18,28-38. 2Mt 27,42; diplomático", sabio", organizador', rico8 y emprende-
cf. Jn 1,49; 12,13.15 y Mt 21,5. 3Rom 1,4. 'Jn 18,37. 'Mt 2,1.
dor ". Levantó suntuosos palacios" y el famoso Templo
3.5; Le 1,5. 'Act 25,13.25; 26,2.19.27. 72 Cor 11,32. 8Mt 14,9.
'Me 6,14.22.26-27. de Jerusalén!'. Su nutrido harén, con predominio de
Bibl.: I. ENGNELL, Studies in Divine Kingship in the Ancient Near
mujeres extranjeras, «arrastraron su corazón hacia los
East, Upsala 1943. H. FRANKFORT, Kingship and tite Gods, Chicago dioses ajenos»12, con Jo cual resquebrajóse la unidad
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a Ro boam 15, dividiéndose Israel en dos reinos: el del
Testament, en VT, supl., 8 (1961). Norte o de Israel, y el del Sur o de Judá.
J. DE FRAINE Los dos reinos se desenvolvieron paralelamente16 hasta
la caída de Samaría (721), a partir de la cual subsistió
REY, Nombre de. Parece. verosímil que los monar- todavía Judá hasta la conquista de Jerusalén (586)
cas del reino del Sur cambiasen el nombre de nacimiento por Nabucodonosor ": En el tiempo de la existencia
por otro, el de la coronación, en el momento de ocupar sincrónica de ambos reinos cabe distinguir tres perío-
221 222
REYES

La construcción del Templo de Salomón y la consiguiente centralización del culto, constituyen un hito
importantísimo en la historia de Israel. Maqueta de la reconstitución de K. Schick

dos: a) de hostilidades18; b) de amistad+"; c) de relacio- consagran a esta intricada cuestión. No faltan quienes
nes tensas, desde Jehú y Atalía hasta la toma de Samaría hablen, como Eissfeld, de la presencia de las tres fuentes
por Salmanasar (726- 722), que completó Sargón II J, E y L (fuente laica) o que, como Bezinger y Hólscher,
(721-705). hallen en los mismos los dos documentos clásicos del
11 Re 1,5-14. 21,15-37. '1,38-2,9. '2,13-46. '3,1. '3,1-28.
Pentateuco, J. y E. En fin, que existan fuentes preexis-
74,1-21. '4,22-27. '9,15-10,29. 105,1-18. 116,1-9,14. 1211,4. 1311, tentes en la base de los libros de los Reyes lo demues-
1-43. "11,26-12,33. 1012,1-15. 161 Re caps. 12-22; 2 Re caps. 1- tran su composición literaria y las narraciones dobles!'.
17. 172 Re caps. 18-25. 18 l Re 12,1-14,30. 181 Re 16,29; 2 Re 8,29.
11 Re 11,41. 21 Re 14,29, etc. 31 Re 14,19, etc. '1 Re caps,
2. CARACTERÍSTICAS LITERARIAS. Como los libros de 1-2. • 1 Re caps. 3-11. '1 Re 17,1-2 Re 1,15. '2 Re 2,1-13,21.
81 Re caps. 6-7. 91 Re 4,2.19. 10Is caps. 36-39; 2 Re 18,17-20,19.
Samuel, también los de los Reyes son fruto de compila- 112 Re 8,28 y sigs., 9,14-16; 17,3-6 y 18,9-12; 18,13-16 y 18,17-19, etc.
ción, a base de fuentes preexistentes, que a veces se
mencionan y otras no. Las fuentes· que se citan son:- 3. AUTOR Y FECHA DE COMPOSICIÓN. Los libros de
a) Libro de los Hechos de Salomón'; b) Libro de las Cró- los Reyes son anónimos. La tradición hebrea (Baba'
nicas de los reyes de Judá 2; c) Libro de las Crónicas batrá', 14 b) los adjudicaba a Jeremías, opinión que
de los reyes de Israel". Al parecer, tratábase de obras mantiene rígidamente Mariani y, con algunas atenua-
al alcance del público que, andando el tiempo, se com- ciones, S. Garofalo. Otros, como Médebielle y P. Ketter
pletaban ininterrumpidamente con nuevos datos, según lo atribuyen a un discípulo del profeta. Estas opiniones
el curso de los acontecimientos. se basan en los contactos existentes entre los libros de
Es difícil precisar el número y extensión de las fuentes los Reyes y Jeremías. De hecho, 2 Re 24,18-25,30 con-
que no se mencionan; pero que, sin embargo, existen. cuerda literalmente con el cap. 52 de Jeremías. Pero
En líneas generales se señalan: a) Historia de los a ello se objeta que Jeremías inauguró su ministerio
últimos años de David4; b) Historia de Salomón 5; c) público hacia el año 13 de Josías (627), por lo cual,
Historia de Elías, de la que existen dos o más versiones 6 ; en el año 5611 contaría el profeta unos noventa o más
d) Historia de Eliseo 7, menos homogénea todavía que años de edad. Además, la coincidencia literaria de que
la de Elías; e) Escrito sacerdotal 8;/) Datos provenientes se ha hablado existe en los capítulos 24-25 del segundo
de los archivos reales 9 ; g) Doctrina deuteronómica, libro, que no formaban parte del texto antiguo.
distribuida por todo el libro; h) Documentos de los dis- Los libros de los Reyes fueron elaborándose lenta-
cípulos de Isaias'". Su número se alarga o recorta en mente, incorporando nuevos materiales, noticias y tra-
los estudios que los críticos, católicos e independientes, diciones, en las sucesivas ediciones. Una primera edi-

223 224
REYES

cion pudo tener lugar después de la muerte de Josías servado bastante bien. En Qumrán han sido hallados
en Megiddo (609) con la finalidad de demostrar, con nuevos textos hebreos que facilitarán la labor de la
ayuda de la historia, que las desgracias que se ensañan crítica textual. El texto griego de los LXX se ha con-
con el pueblo tienen su origen en el olvido de la Ley servado en una recensión prehexaplar (cod. B) y en
de Moisés, que Josías quiso revalorizar. En esta primera otra, posterior a Orígenes (cód. A). El texto de Qum-
edición, el libro termina en 2 Re 23,25. Una segun- rán se acerca al texto griego, con lecciones propias,
da edición, aumentada con el relato de los últimos omisiones y trasposiciones. Con el texto griego de
acontecimientos, tuvo lugar poco después del año 562. Luciano concuerda el de la V. L.
Además de completar con nuevos datos la edición 5. HISTORIA RELIGIOSA. Alejado de los acontecimien-
anterior, se introdujeron algunos cambios, en conso- tos y con un horizonte histórico amplio pudo el autor
nancia con la situación histórica contemporánea, lo inspirado escribir, sirviéndose en parte de escritos pre-
que obliga al editor a mostrarse severo también para existentes, debidamente seleccionados y combinados,
con Judá, por haber incurrido en los mismos pecados una historia del pueblo de Israel desde Salomón hasta
y desgracias que el reino del Norte 2. Una última edición el Exilio. Desde este mirador pasa revista el autor a este
efectuóse durante o después del Exilio, en la cual se período de la _historia israelítica, deduciendo que todos
amplió la oración de Salomón 3 y se introdujeron algu- los males que sobrevinieron al reino de Israel y al de
nos elementos de carácter sacerdotal 4. El libro no sufrió Judá fueron efecto de sus infidelidades al pacto de la
más cambios sensibles, habiendo llegado a nosotros en Alianza1• Como padre, comportóse Yahweh para con
la forma como un autor anónimo inspirado posterior su pueblo, «advirtiendo a Israel y a Judá por todos sus
al Exilio lo dejó redactado. profetas, por todos sus videntes, que les decían: "Con-
>2Re 25,27-29. '!Re 9,1-9; 2Re 21,7-15; 22,16-17. '! Re 8, vertíos de vuestros perversos caminos y guardad mis
41-53. '1 Re 7,48-50; 8,4. leyes y mandamientos"» 2 • No permitió, sin embargo,
4. TEXTO. Su autor lo escribió en hebreo, con estilo Dios la aniquilación total de Judá, a causa de la pro-
inferior al de los libros de Samuel. Su texto se ha con- mesa del trono eterno hecha a David 3• En el libro se

La elección de la colina de Sarnaría como capital del reino del Norte, se considera muestra del talento político
y estratégico de Ornrí. Aquí vemos unos restos de los palacios de Omrí y Acab en la acrópolis de Sarnaría.
(Foto P. Termes)

225 226
REYES

Jerusalén. Zona de las tumbas reales,


al nordeste de la piscina de Siloé.
Éste sería, según se dice, el lugar de
sepultura de la mayoría de los reyes
deJudá (1 Re2,10; 11,43; 14,31, etc.).
(Foto P. Termes)

la comunidad de fieles. Aunque


Israel desaparezca como nación,
,1 queda un Resto fiel que prefigura
la Iglesia de los últimos tiempos 8•
'2 Re 23,27. 22 Re 17,13. 32 Sm 7,
12. '2 Re 13,2; 15,26.34, etc. '2 Re 8,
18; 21,2. '1 Re 15,11-14; 22,43-44; 2 Re
12,3-4. '2 Re 18,3-4; 22,2. 8Rom 11,4;
cf. 1 Re 19,8.

6. VALOR HISTÓRICO. La índole


histórica de los libros de los Reyes
debe enjuiciarse desde el punto de
vista religioso del autor sagrado.
No se propuso él componer una
historia económica, política y social
de los dos reinos, sino más bien
seleccionar algunos hechos, real-
mente sucedidos, que fueran el
soporte de la tesis religiosa que
quiso desarrollar, silenciando aque-
llos que, aunque importantes, caían
fuera del plan prefijado. En su
historia, los hechos hablan de una
defección religiosa de los reinos del
Norte y del Sur, que los condujo·
a su desaparición. No debe, pues,
juzgarse la historia de estos libros
según los cánones de la historio-
grafía moderna, sino, como dice
Garofalo, comparar su obra a la
que compuso Lactar cio (De mor-
tibus persecutorum), en la cual se
hacia hincapié en la presencia de
Dios en el curso de la historia,
que dirige todos los aconteci-
condena la conducta de todos los reyes de Israel". En mientos terrenos y premia o castiga según sea la con-
cuanto a los de Judá, unos obraron el mal a los ojos, ducta de los hombres. En el fondo, la historia de los
de Yahweh 5; otros descuidaron la unidad del santua- libros de los Reyes es una historia vista por los ojos
rio"; otros, en fin, son alabados incondicionalmente' de Dios.
por haberse comportado como su padre David. Esta
finalidad religiosa del libro llevó al autor a pasar por 7. Los LIBROS DE LOS REYES EN EL MARCO DE LA
alto sucesos importantes, desde el punto de vista polí- HISTORIA UNIVERSAL. La historia israelítica de este
tico y económico, durante los reinados de Ornrí, Jero- período tiene estrecho contacto con la de los pueblos
boam II y Acab. e imperios vecinos. Naciones que habían sido sometidas
Los libros de los Reyes son una interpretación por David tratan de independizarse. Hadad, un edo-
teológica de la historia, de conformidad con el espíritu mita de sangre real-, combate a Salomón. Edom se
del Deuteronomio: un solo Dios, un santuario único independiza en tiempos de Joram, rey de Judá (845-
nacional y unidad de culto. En la obra se vislumbra 841) 2, sometiéndolo de nuevo 3 Amasías (796-781). Los
la idea de Jeremías sobre una nueva Alianza, libre de ammonitas, que pagaron tributo a Azarías (781-740)4
las concepciones estrechas y erróneas que sobre la anti- y a Jotam (740-736)5, «abrieron en canal a las mujeres
gua habíanse forjado los hombres, a cuya sombra encinta de Galaad» 6• Contra los filisteos lucharon Nádáb
creíanse seguros. Fórmulas familiares a Jeremías se (910-909)7 , Ornrí (885-874)8 y Ezequías (716-687)_9. Los
hallan en 1 Re 9,7-8; 2 Re 17,13-20; 21,9-16; 22,16-19; moabitas infligieron una derrota a los israelitas." en
24,3-4. Haciéndose eco de la predicación profética, el tiempos de su rey Mésa", como consta de la inscripción
autor tiende a precisar la idea de pueblo escogido, des- de Mesa', encontrada en 1868 en Dibón, al noroeste del
gajándola de la idea de nación como tal, para aplicarla a mar Muerto f-» Mesa', Estela de).

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REYES

11Re 11,14-25. '2Re 8,20. '2Re 14,7. '2Cr 26,8. '2Cr contra Palestina1• Por la acción combinada del ejército
27,5. 0Am 1.13. 71 Re 15,27. '1 Re 16,15-17. '2 Re 18,8. de Babilonia, capitaneado por Nabopolasar (625-605)
102 Re 3,26-27.
y por Ciaxares (625-589), rey de los medos, Nínive
Con el advenimiento de la XXII dinastía en Egipto, fue tomada por asalto el año 612. A Nabopolasar
Sesonq I (950-929) invadió Palestina 1, hecho que se sucede en el trono de Babilonia Nabucodonosor (604-
confirma por la inscripción del templo de Amón en 562), quien el año 604, vence a Necao II en la batalla
Karnak, en la que figura la lista de las ciudades con- de Karkérnís. El monarca babilónico aniquiló después
quistadas o sometidas. La influencia de Egipto sobre a los partidarios de Egipto, viéndose envuelto Judá en
Palestina se prolongó hasta los tiempos de Acab (874- la refriega. El año 597 se apoderó Nabucodonosor de
853), como lo prueba el nombre del faraón Osorkón 11 Jerusalén 2 y deporta a Babilonia a sus habitantes. En
(ca. 870-847) encontrado en Samaria sobre una jarra 586 se libró un segundo ataque, en el que Jerusalén y
de alabastro. Hacia el año 730 funda Tefnaht la XXIV el Templo fueron destruidos3• La caída de Jerusalén
dinastía. A este faraón, Oseas (732-724), rey de Israel, se confirma por la Crónica de Babilonia descifrada en
«mandó embajadoresx ", que negociaron directamente con 1956 por D. J. Wisemann.
el turtánu Sibu o Sib'e, alto oficial militar y adminis- Los datos de la historia profana, que no se oponen,
trativo, ai que el texto hebreo llama So' (Vg. Sua). antes bien, completan el texto bíblico, se confirman
Salmanasar V (726- 722), rey de Asiria, castigó a Oseas con los resultados de las excavaciones arqueológicas, que
(732- 724) a causa de sus contactos con Egipto con la han dado a conocer los óstraca de Samaria, la
destrucción de Samaria (722), con la consiguiente depor- inscripción de Siloé, los 21 óstraca de Lákis, la Estela
tación de sus habitantes. En tiempos de Ezequías (716- de Mesa' y otros textos menos importantes. Se han
687) el faraón Taharqa (689-663), que acudió en explorado las ciudades de Samaria, Megiddo, Lakís,
ayuda del rey de Judá, fue rechazado por Senaquerib Tirsáh (Tell el-Fár'ah), etc., con resultados sorprenden-
(704-681)3• Necao II (609-594) invadió Palestina, dan- tes para la mejor inteligencia del texto bíblico. Muy
do muerte a Josías, rey de Judá (640-609), junto a . importantes han sido las excavaciones practicadas por N.
Megiddo 4• En tiempos de Psammético II (594-588), Glueck en "Esyón Géber4 y las que se han efectuado.en
Sedecías, rey de Judá (598-587), entró en negociaciones el desierto de Judá, que ponen de relieve la gran obra
con él, tratando de sacudir el yugo asirio. El hijo de colonización llevada a cabo por Azarías, u Ozías,
de Psammético, Apries (588-568) acudió en ayuda de como le llama constantemente el autor de Crónicas'.
Sedecías, pero fue derrotado 5, quedando Nabucodono- 12 Re 18,13-19,37. 22 Re 24,8-17. '2 Re 25,1-17. '1 Re 9,26;
sor, rey de Babilonia (604-562) dueño de Palestina. 10.22. '2 Cr 26.1-23.
Egipto, son sus promesas de ayuda y poca efectividad,
contribuyó al derrumbamiento del reino de Judá. 8. CRONOLOGÍA. La cronología de estos libros es
Otros enemigos tenía Israel al norte de su territorio: un punto difícil de resolver; san Jerónimo se juzgó
los fenicios y los arameos. Con los primeros pactó el incapaz de hacerlo. Muchos autores modernos están
reino del Norte, tomando Acab por esposa a Jezabel, empeñados en esta tarea, que hasta ahora no ha dado
hija de 'Etbá'al, rey de Tiro y de Sidón 6 • Por otra parte, resultados satisfactorios. La primera dificultad con que
Acab (874-853) se alió con el reino de Judá, entregando se tropieza es que la historiografía moderna se interesa
su hija Atalía por esposa al rey de Judá, Joram (848- por una cuestión a la que no dio importancia el autor
841)7. Los arameos fueron una pesadilla para el reino sagrado. Las divergencias existentes entre unos datos y
del Norte y de Judá, Asa (911-870), rey de Judá mandó otros se explican por múltiples factores. Muchas se han
tesoros a Ben Hadad para obligarle a romper con originado por el estado defectuoso del texto. El autor
Baasa (909-886), rey de Israel 8 • Ben Hadad II atacó último adoptó los datos tal como los halló consignados
a Acab 9• Otro enemigo arameo fue Házá'él, que sucedió en las fuentes. Ahora bien, pudo darse que el cómputo
a Ben Hadad en el trono 10• usado por unos y otros fuera distinto, variando incluso
11 Re 14,25-27; 2 Cr 12,2-11. 22 Re 17,4. '2 Re 19,1-9. '2 Re según las épocas. Algunas corregencias han provocado
23,29. 'Ez 30,20 y sigs. '1 Re 16,31. 72 Re 8,18. 81 Re 15, la adición de cifras que sólo en parte corresponde al
16-22. '1 Re 20,1-4. 102 Re 8,7-15. monarca contemporáneo. ¿Se cuentan los años a partir
Los dos reinos, del Norte y de Judá, desaparecieron del que siguió a la entronización (sistema asirio), o del
respectivamente, por la acción de Asiria y de Babilonia. que le precedió (sistema egipcio), contando el último
Salmanasar III (858-824), rey de Asiria, venció una reinado de un rey y el primer año de su sucesor por
coalición enemiga, de la que formaba parte Acab, en uno solo? ¿Se databa a partir del año nuevo, que en
la batalla de Qarqar (853). Jehú (841-814) pagóle tri- Babilonia y calendario sacerdotal comenzaba en pri-
buto tal como narra el obelisco negro de Salmanasar mavera, o en octubre, sistema este último que se siguió
encontrado en Kalal:i. Adad-Nirari III (809- 782) dice, en Israel, sin poder precisar a partir de qué época y
en una placa de marfil, haber sometido a bit hu-um-ri, el tiempo de su duración? Finalmente, débese suponer
la «casa de Omrí», o sea Israel. Menahem, rey de Israel un cómputo inexacto en las fuentes que el autor último
(743- 738), pagó tributo a Tiglatpileser (745- 727), como utilizó, y que los retoques posteriores encaminados a
se afirma en 2 Re 15,19-20, y en los anales del monarca corregirlo aumentaron la confusión (-,. Cronología y
asirio. También le tributó Azarías (781-740), rey de Egipto, Cronología de).
Judá, Salmanasar V (726- 722) puso sitio a Samaria, que Bibl.: Comentarios: E. H. SANDA, Die Bücher der Konige, 2 vols.,
Münster 1911-1912. l. BENZINGER, Yahwist und Eloist in den K6-
cayó en 722, completando su ruina Sargón II (721- nigsbüchern, en BWA(N)T, 27 (1921). G. HéiLSCHER, Das Buch der
705). Senaquerib (704-681) llevó a cabo una campaña Konige, seine Quellen und seine Redaktion, en Eucharisteion für H.

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REYES
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Bruselas 1962. en cuanto a su localización. Modernamente, se identi-
L. ARNALDICH fica con Ribláh, aldea situada en la orilla derecha del
Orontes, a unos 34 km al sur del lago de Homs, en la
REZON («príncipe»; 'Ecpcou [B], 'Pa:swv [A]; Vg. actualidad trasladada a otro sitio por motivos de salu-
Razon). Jefe arameo, adversario de Salomón e hijo de bridad. Ezequiel, en el oráculo que anuncia la devas-
'Elyádá'. Según la SE, sirvió a Hádad'ézer de Sóbáh tación de Israel a causa de su idolatría, se refiere al
y posteriormente, tal vez a causa de la derrota que los desierto de Dibláh (heb. diblátáh, con he' locativo;
arameos sufrieron ante David, huyó de su señor y b.e~i\a:.9á; V g. Deblatha) 3, lugar que se identifica con
reunió una partida de hombres armados. Con ella, Ribláh, tras enmendar la confusión gráfica de dálet
al debilitarse la monarquía salomónica, conquistó Da· y res (r), corriente y muy explicable dada la semejanza
masco y transformó la ciudad en el núcleo de un reino del trazo de dichas letras.
independiente al norte de Palestina1. Se ha propuesto 1Nm 34,11. 22Re 23,33; 25,6.20.21; Jer 39,5-6; 52,9.10.26.27.
identificarle con Hezyón - lectura que en parte (' Asív), 'Ez 6,14.
con enmiendas críticas, apoya el códice B de la LXX-, Bibl.: F. J0SEFO, Ant. Iud., 10,8,2.5. EUSEBIO, Onom., 146,57.
ABEL, II, págs. 304, 436-437. É. DH0RME, en BP, II, pág. 451.
padre de Tabrimmón y abuelo de Ben Hádad I, rey de SIM0NS, §§ 103, 284, 294, 962, 1394, 1412.
Damasco, según la genealogía del libro de los Reyes2 •
T.DEJ.MARTÍNEZ
11 Re 11,23-25. '1 Re 15,18.
Bibl.: E. G. K.RAELING, Aram and Israel, Nueva York 1918, RIBLÁTÁH (b.e~i\a:.9á; Vg, Reblatha). Forma va-
págs. 48, 49, 50. M.F. UNGER, Israel and the Arameans of Da- riante, debida al he' locativo, de ---+ Ribliih.
mascus, Londres 1957, págs. 54-58.
C. COTS
RICINO.---+ Flora, § 10 d.
IÜBAY («Dios luchó»; 'Pe1~á, 'Pe~1É; Vg. Ribai).
RIDGAH, Tell el-, Posible emplazamiento de la
Hombre de la tribu de Benjamín y padre de "Ittay de
Gabaa, uno de los héroes de David 1. ciudad de ---+ Salim.
12sm 23,29; lCr 11,31.
IÜFAT ('P1cpá.9 [B], 'Pupós [A]; Vg. Riphath). Se-
Bíbl.: NoTH, 1257, págs. 38,201, 213. gundo hijo de Gomer, nieto de Jafet, y hermano de
'Askenaz y Tógarmáh '. Como -Askénaz y Tógarrnáh,
RIBLÁH (et. cf. ár. rabala, «multiplicar»; Vg. Rebla). es epónimo de los habitantes de una región aún no
Nombre de dos lugares citados en la SE: identificada, pero que probablemente, como en lo que
se refiere a los demás hijos de Gomer, estaba situada en
l. (heb. há-ribláh; Br¡i\á). Lugar mencionado en el el Asia anterior. En Crónicas aparece el mismo perso-
libro de los Números entre Séfám y "Ayin, al describir naje con el nombre variante Dífat", pero Rifat parece
la frontera oriental de la Tierra Prometida1• Se ignora ser la forma correcta, según atestiguan las versiones
su verdadera situación.
antiguas.
2. (var. riblátáh ; 'Pa:~i\a:áv, 'Pe~i\a:.9á, b.e~i\a:Tá; Vg. 1Gn 10,3. '1 Cr 1,6.
var. Reblatha). Ciudad del país de Hámát, en la que Bibl.: É. DH0RME, Les peuples íssus de Japhet d'aprés le cha-
acampó Necao durante su expedición contra los asirios pítre X de la Genése, en Recueil Édouard Dhorme, París 1951, pág.
y en la que Nabucodonosor estuvo en las campañas 182. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
loe. cit. SIM0NS, § 214.
de castigo contra los reyes judaítas; los hijos de Sedecías
G. SARRÓ
murieron en ella y el mismo rey de Judá fue cegado en
232
231
RIMMóN

Región de Rirnmón, en donde buscaron refugio los supervivientes de la tribu de Benjamín, durante la época
de los Jueces. Panorámica desde Tayibah, (Foto P. Termes)

RIF'AT, Tell. Lugar situado a unos 25 km al norte Bibl.: NOTH, 1260, pág. 257. A. VAN DEN B0RN, Remmon, en
de Alepo, en que se localiza la ciudad de -+ 'Arpad. Dictionnaire encyclopédique de la Bible, Turnhout-Paris 1960, col.
1566.
P. ESTELRICH
RU;IÁB, Hirbet. En el gebel o monte homónimo,
sitio del emplazamiento de -+ Ret,obot ha-Niihiir. RIMMON. Nombre de tres lugares del AT:
RIMMON («granado»?, «atronador»?; cf. ac. ra- l. CPsuucové ; Vg. Remmon). Ciudad situada en el
manu, «rugir»; Vg. Remmon). Nombre de un israelita centro del territorio de la tribu de Zabulón, con-
y de una divinidad: cedida a los levitas del linaje de Mérárí ', llamada, en
otros pasajes del AT, Rimmónó ", Dimniih 3 y, en la
l. ('PEµµwv). Hombre de la tribu de Benjamín, na- Edad Media, Romene. Se ha propuesto corregir el T. M.
tural o habitante de la población de Bé'érót, de aquí en Rimmónáh, Se identifica con la actual aldea de
su gentilicio de «el beerotita», Fue padre de Ba'ánáh Rumrnánah, que se halla a unos 10 km al septentrión
y Rékáb, asesinos de 'lsb6set1• de Nazaret, en el borde meridional del Sahl el-Battóf.
1Jos 19,13. •¡ Cr 6,77. 'Jos 21,35.
2. ('PEµµáv). Dios que veneraban Na'ámán y el rey
de Damasco 2. Se identifica con el Hadad asirio, del que Bibl.: ABEL, II, pág. 437. S!M0NS, §§ 337 (23), 1577-1578.
Ramanu es un epíteto, el cual corresponde al -+ Bá'al 2. (heb. sé/a' há-rimmán, «la piedra de Rimmón»;
sirio; en el primer caso es una deidad atmosférica, TTÉTpa Tov 'Psuucov ; Vg. Petra Remmon). Roca próxima
señora de la tempestad y la lluvia, y, en el segundo, el a Gabaa, en la que se refugiaron los hombres de la
«Señor» por antonomasia. Tanto Rimmón (Ramanu) tribu de Benjamín, para librarse del castigo, con que
como Hadad (Bá'al) aparecen como elementos ono- los demás israelitas les hicieron purgar el crimen come-
másticos en nombres de reyes. arameos, tales como Tab- tido en un levita y su concubina1. Los vencedores invi-
rimmón y Ben Hadad. taron en ella a los fugitivos a volver a su lugar origi-
12Sm 4,2.5.9. '2Re 5,18. nal 2• Eusebio, y con él todos los exegetas, la identifican

233 234
RIMMON

con 'Psuucov, situada a 22 km de Jerusalén, que corres- designan, en el ritual hebreo, la parte de los animales
ponde a la actual aldea de Rammün, la cual se halla a que con la grasa y redaño que cubre el hígado y que había
unos 8 km al nordeste de Rám Alláh, y a 3 km al sur de ser consumida por el fuego - probablemente en
de el-Tayibah, donde hay numerosas cuevas que los razón de su aspecto rojizo que los relacionaba de modo
especial con la sangre y, por tanto, con la vida que
benjaminitas pudieron ocupar.
eran consideradas como propiedad de Dios - 1• Figu-
1Jue 20,45-47. 2Jue 21,13.
radamente significan la interioridad del hombre donde
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 144,11. ABEL, JI, pág. 437. SIM0NS,
brotan y alientan los deseos y pasiones y donde reper-
§§ 326, 638, 1577-1578, 1588 (!~.
cuten los sentimientos de alegría, odio y tristeza; la
3. ->- 'En Rimmón. imagen es peculiarmente cara a Jeremías, el profeta de
T. DE J. MARTÍNEZ la interioridad. El conocimiento que Dios tiene de las
más secretas intimidades del hombre viene formulado
RIMMON PÉRE$ ('P1µµwv <t>o:pÉs; Vg. Remmom- plásticamente con la penetración y prueba inquisitiva
phares). Decimoquinta estación de los israelitas entre del corazón y de los riñones 2 • En NT emplea vscpoí
Sinaí y Cades, mencionada entre Ritrnáh y Libnáh+ una sola vez como cita del profeta Jeremías 3.
(->- Éxodo, Itinerario del). No se conoce su localización 1 Éx 29,13.22; Lv 3,4, etc. 'Job 19,27; Prov 23,16; Sab 1,6;
exacta, pero se ha propuesto por algunos autores Bi'r Sal 7,10; 16,7; 26,2; 73,21; 139,13; Jer 11,20; 12,2; 17,10; 20,12;
el-Temed o Naqb el-Biyár, unos 30 km al oeste del 1 Mac 2,24. 3
Ap 2,23.
extremo septentrional del golfo de 'Aqabah. 2. Riñones, sinónimo de lomos (heb. biílá~áyim; ac.
1Nm 33,19.20. bin~á; ocrq,úes; Vg, lumbi), indica la región ·del cuerpo
Bibl.: A. CLAMER, Les Nombres, en La Sainte Bible, II, París humano, cintura, que va ceñida con el cinturón. De
1946, pág. 456. B. UBACH, Illustraciá, III, en La Biblia de Mont- este dato externo «los lomos ceñidos» pasan a significar
serrat, Montserrat 1954, págs. 30-31. É, DH0RME, Nombres, en la actitud corporal y disposición de ánimo propias de
BP, I, pág. 498. SrMONS, § 431. quien emprende una acción, un viaje, un servicio, una
J. A. PALACIOS lucha1• Los lomos son símbolo de la fuerza, de allí
penden las armas del soldado y ceñido debe estar quien
RIMMC>Nü (f¡ 'Psuucov; Vg. Remmon). Nombre va- ha de emprender algo que exige esfuerzo; así, el Mesías
riante, en 1 Cr 6,62, de la ciudad de Zabulón llamada lleva sus lomos ceñidos con ceñidor de justicia y fide-
->- Rimmón en Jos 19,13. lidad 2.
Los lomos designan también eufemísticamente los
RINNÁH ( «motivo de alborozo»; 'Avó. [BL 'Povvcov órganos y sede de la generación, significado que tam-
[Al; Vg, Rinna). Segundo hijo de Simón y descendiente bién conoce el NT 3 •
de Judá, que tal vez habitó en el sur del territorio de Jesús, y a su imitación los apóstoles, incitan a la vigi-
esta tribu. · lancia y esfuerzo espiritual con el imperativo «tened
1 Cr 4,20. ceñidos vuestros Iomos»>.
Bibl.: NoTH, 1263, pág. 223. 1Éx 12,11; 2Re 1,8; 4,29; 9,1; Jer 1,17; 13,4; Ez 9,3.11; Job
J. A. PALACIOS 40,7; Prov 31,17. 'Dt 33,11; Nah 2,2; Is 11,5; 1 Re 20,31. 'Gn
35,11; 46,26; 1 Re 8,19; 2 Cr 6,9; Sal 132,11; Act 2,30; Heb 7,5.10.
'Le 12,35-40; Ef 6,14; 1 Pe 1,13.
RINOCERONTE (Vg. rhinoceros). La Vg. traduce Bibl.: É. DHORME, L'emploi métaphorique des noms de parííes
así el hebreo ré'ém que los LXX interpretaron como du corps en hébreu et en accadien, París 1923.
uovóxspos ( «unicornio») y que hoy los comentaristas C,WAU
interpretan como «búfalo» o buey salvaje. De hecho,
los pasajes en cuestión hacen hincapié en la fuerza de RÍO (heb. náhár ; ac. náru; TTOTo:µós; Vg, flumen,
sus cuernos (->- Fauna). fiuvius). Además del término anotado náhár, que pro-
Cf. Nm 23,22; 24,8; Dt 33,17; Job 39,9. piamente significa corriente (nhr, «fluir», «brillar») y
que aparece más de 120 veces en el AT, el vocabulario
RINOCORURA. En Is 27,12, los LXX en vez de hebreo presenta los términos ye'6r - ac. iaru'u - que
traducir el topónimo náhal misráyim del T. M. por es transcripción del egip. i(t)rw y que designa el Nilo
xe1µá.ppovs AlyúTTTOV (Vg. torrens Aegypti) como y sus canales1 y sólo excepcionalmente al Tigris2 o con
en Nm 35,2, Jos 15,4, etc. lo vierten por íiws 'Prvo- valor general"; náhal - ac. nahlu, nahallu - que más
xopoúocov, «hasta los de Rinocorura», por hallarse en que río es un wádí o valle con riachuelo intermitente
la desembocadura del citado torrente la antigua pobla- (xeíµo:ppos). La expresión de límite «el náhal de Egip-
ción de Rinocorura o Rinocolura - de ignorada etimo- to» no se refiere al Nilo sino a la hondonada fronteriza
logía - conocida en la actualidad por Wádi el-'Aris (->- que hoy se denomina Wádi el-'Aris4• Queda, pues, como
Egipto, Rio de). vocablo fluvial por excelencia el náhár que designa los
R. SÁNCHEZ ríos de Küs •, el Nilo y los numerosos canales de su delta 6,
los ríos de Damasco', de Nínive8 , el Tigris " y, sobre
RIÑONES. En castellano, el plural «riñones» puede todo, el Éufrates (y sus canales) que es «el río, el río
designar tanto las glándulas secretoras de la orina como grande», el límite oriental (ideal) de la Tierra Prome-
la región lumbar externa, los lomos propiamente dichos. tida 10, etc.
l. En el primer sentido de órganos secretores (heb. Palestina es un país que de hecho no cuenta sino con
kéláyot : ac. kalitu; veq,poí; Vg. renes), los riñones un río largo y de caudal abundante, el Jordán, pero éste

236
235
RÍO
Vista aérea del río Jordán con sus
continuos meandros. (Foto G. del
Cerro, Archivo Termes)

no ha tenido la importancia agrí-


cola y comercial del Nilo ni del
Éufrates; es bien significativo que
para un hebreo «el río» no sea
precisamente el Jordán, sino el
lejano río mesopotámico; la inuti-
lidad del caudal palestinense más
copioso se debe a la poca profun-
didad de su lecho que le incapacita
para el riego y canalización.
De ahí que la literatura bíblica
no refleje una cultura fluvial, ni
tampoco marítima, y que la casi
totalidad de las alusiones sean
referencias a ríos lejanos (de Egipto,
de Babilonia, etc.) o expresiones
metafóricas de gran fuerza impre-
sionista, precisamente por dirigirse
a un pueblo sediento asentado en
un país que prácticamente no tenía
más agua que la del cielo - las
lluvias de otoño y de primavera.
En numerosos pasajes, los ríos
tienen un sentido teológico en
cuanto que Dios, dueño absoluto
de la creación cósmica, puede ha-
cerlos brotar en el desierto, puede
poblar sus aguas de infinitos vi-
vientes o destruir todos sus po-
bladores, etc.U, sin que jamás
aparezca vestigio alguno de divi-
nización o poderes mágicos de los
ríos tan frecuentes en otras lite-
raturas. Sentido figurado tienen las
expresiones «ríos de leche y miel»:"
y todos aquellos textos que hablan
de la paz, la sabiduría, la felici-
dad, etc., abundosas cual ríos ". Los ríos son criaturas lentes «la ciudad de Jerusalén», etc. En cambio, sí es
de Dios que aplauden sus intervenciones en la histo- probable que en la doble redacción sinóptica de la
ria de la salud 14. En casi todos los pasajes que men- parábola del hombre que edifica su casa sobre roca,
cionan metafóricamente los ríos, late un sentido de etc. 4, el plural oí noTaµoí de Mt se refiera a las creci-
abundancia y plenitud, de bendición y prosperidad das repentinas de los wádis y torrenteras, mientras el
(->- Geografía de Palestina). 6 TIOTaµós de Le aluda a un río propiamente dicho.
1Cf. Gn 41,1 y sigs.; Éx 1,22; Is 19,7-8; Jer 46,7-8; Am 8,8; 9,5. Pablo alude a los peligros de tales crecidas, en su movido
'Dan 12,5-7. -cr, Is 33,21; Job 28,10. -cr. Gn 15,'i8 (con q.l; apostolado 5•
Jue 1,9; 1 Re 8,65. 'Is 18,1-2; Sof 3,10. 'Éx 7,19; Is 19,5-6; En la conmoción cósmica del Apocalipsis, las aguas
Ez 32,2. 72Re 5,12. 8Nah 2,7. ºDan 10,4. 10Gn 15,18; 31,21;
Éx 23,11; Nm 22,5; Dt 1,7; Jos 24,2-3; Esd 8,36, etc. llÉx 7,14
de los ríos se pudren y convierten en sangre, ocasio-
y sigs.; Is 43,19; 44,27; 50,2; Sal 74,15; 78,44; 98,8; 105,41. 12Job nando gran mortandad entre los hombres 6; la imagen
20,17; cf. Dt 6,3, etc. 13Cf. Is 48,18; Eclo 24,27; 39,22; 47,14; está inspirada en el relato de las plagas de Egipto. La
Sal 46,5; 65,10. "Cf. Prov 8,26; Sal 93,3; 98,8; Tob 8,7; Ez 47,1 plenitud de vida y prosperidad de la Jerusalén celeste
Y sigs.; JI 4, 18; Zac 14,8.
está simbolizada en la gráfica frase de «el río de agua
En el NT vienen mencionados nominalmente el Jor- viva claro como un cristal que brota del trono de Dios
dán' y el Éufrates2 (éste en citas del AT); hay alusión y del Cordero»', con reminiscencias del río del paraíso
a un río innominado en las proximidades de la ciudad terrenal.
europea de Filipos y que debió de ser un afluente del río Según Juan el evangelista, «los ríos de agua viva»
Estrimón 3• En la referencia de Mt-Mc, el apelativo «río» que brotarán del seno de Jesús (o del creyente)" sim-
aplicado al Jordán no creemos que encubra especial bolizan con su fértil virtualidad al Espíritu que habían
fuerza o intención al modo como los giros equiva- de recibir los cristianos y su conexión general («la Es-

237 238
RÍO

critura») con el AT hace pensar en los numerosos ciones a medias. Bajo el influjo del Espíritu Santo ha
textos proféticos arriba citados. conocido poco a poco el Maestro de la sabiduría que
el temor de Dios es más valioso que toda riqueza 16,
•Mt 3,6; Me 1,5. 'Ap 9,14; 16,12. 'Act 16,13. 'Mt 7,25-27; hasta trocar finalmente uno por otro los conceptos de
Le 6,48-49. '2 Cor 11,25. 'Ap 8,10; 16,4. 'Ap 22,1-2. 'Jn 7,38.
pobre y piadoso, rico e impío 17• Así se ilustró el pueblo
Bibl.: J. JEREMIA<, 1T0Taµós, en ThW, VI, págs. 595-607.
después de la cautividad sobre 'ániiwim y hásidim que,
e.GANCHO enfrentados, aguardaban la venida del libertador.
•cr. Gn 13,2; 24,35; 26,12-14; Dt 6,11; 28,1-14. -cr. Jer 34,
RIQUEZA (heb. <oser, naháláh; n?\oíhos; Vg. divi- 8-11. Cf. Am 4,1; 6,1-14; Miq 3,2; Is 5,8-24; 10,1-2; Jer 5,28.
3

tiae). l. ANTIGUO TESTAMENTO. En la antigüedad es con- -cr, Is 5,14; 29,5; 32,9-14; Jer 5,27. 'Eclo 31,8; Prov 10,4; 11,
16; 24,4. 'Prov 14,20; 19,4. 'Eclo 10,30. 'Prov 10,5; 18,11.16;
cebida la posesión de las cosas temporales (ganado, Eclo 44,1-8. 'Eclo 31,8; Tob 12,8. 10Prov 18,10 y sigs.; Eclo
esclavos y criadas, oro y plata) como un signo especial 31,5. "Prov 17,1; Eclo 2,4-11; 5,9-11. "Eclo 27,1; 31,5-11.
de la benevolencia de Dios. Religiosidad y riqueza 13Sal 37; Job cap. 20. "Prov 22,1; Eclo 29,22. "Sal 48,17-18;
Eclo 5,12-19; Eclo 11,17 y sigs. "Sal 34,10-11; 37,16; Prov 11,28;
andan unidas1. 13,7; 15,16; 17,16; Ecl 7,11-12; Tob 4,21. »cr, Sal 86,1-2; 37;
En tiempo de los reyes, los profetas, y sobre todo 73; Eclo 13,23; 14,3-16; Sab 7,7-10.
lsaías, lucharon con vehemencia contra graves abusos,
11. NUEVO TESTAMENTO. El NT tiene una visión
tales como la esclavitud inhumana 2, y la vergonzosa
completamente diversa de la riqueza, a la luz de la
explotación de viudas y huérfanos", que eran vejados y
Buena Nueva.
lesionados por los ricos4•
Según el Maestro de la sabiduría, la riqueza puede l. Entre los Sinópticos (Juan no alude al tema)
ser adquirida de un modo honesto 5• También trae Lucas desestima ante todo la riqueza sin que por ello se
consigo grandes beneficios como amigos", honor', una Je pueda incriminar de ebionismo. El Cristo de los Si-
vida asegurada 8 y la posibilidad de dar limosnas 9• Sin nópticos, particularmente en el evangelio de Lucas, no
embargo, desconoce sus peligros, como el orgullo!", la condena en sí la riqueza.', sino el mal uso de ella.
intranquilidad, las preocupaciones+ y la ocasión de a) La riqueza pone en peligro la soberanía que rei-
caer en pecado 12. vindica Dios sobre los bienes de la Creación. El rico
Se ha podido probar por experiencia que las ecuacio-
olvida demasiado fácilmente que toda posesión de de-
nes riqueza = piedad, y pobreza = impiedad, carecen rechos Je pertenece por voluntad de Dios2 • Los bienes
de razón. Y se procura liberarse de ella. Dios restablecerá
temporales están confiados al hombre como «bienes
el orden justo 13; por encima de la riqueza se encuentran
ajenos»! que Dios puede reclamar de la noche a la
los bienes de la salud, la libertad, la alegría, la buena
mañana 4.
fama 14; el rico no puede llevar consigo sus riquezas
al sepulcro 15• Con todo no constituye esto sino solu- b) La riqueza pone en peligro y dificulta la entrada
en el reino de Dios. Ahoga la se-
milla de la palabra de Dios, del
mensaje de Jesucristo 5• Los «ricos»,
los «saciados» y «los que ríen»
serán expulsados", pero los «po-
bres», los «hambrientos» y «los
que lloran» entrarán en el reino
de Dios', como magistralmente
enseña Jesús en la parábola del rico
epulón y del pobre Lázaro 8• Así se
discurre de la riqueza, que tanto
dificulta por no decir que hace
casi imposible, el camino del reino
de Dios•. ·
Según Lucas, Jesús elogia sola-
mente a la capa social inferior 10
según la clara fórmula de Mateo:
«Bienaventurados los pobres de
espíritu»!', en Jo que da a en-
tender que, ricos o pobres, lo que
han de hacer es despojarse inte-
riormente de toda riqueza me-
diante la omnipotente ayuda de
Dios " y según los deseos de Cristo

Peine de marfil. El uso de objetos


de marfil, signo de riqueza y de lujo,
era considerado como algo reprobable
· (cf. Am 3,15; 6,4)

239 240
RISPÁH

y, conven~idos de la propia debilidad, confiar única- vado a interpretar un gesto tan espontáneo y sano como
mente en El 13. expresión de incredulidad. Los libros sapienciales co-
e) La riqueza pone en peligro a la caridad para con nocen la satisfacción de la boca que se llena de risa y
nuestro prójimo. La codicia cierra el corazón del hom- el fulgor de un rostro sonriente 2; pero no les pasa por
bre a la consideración de las necesidades ajenas. Lo alto la frecuente insensatez que puede aflorar en la risa
que en el Juicio final decide sobre el eterno destino es y por ello no escatiman su repulsa - principalmente
el amor efectivo. Fratrem vidisti, Christum vidisü!": Por el Eclesiastés -3, aun reconociendo que en la vida
esto requiere Jesús a los hombres a que se «hagan atribulada del hombre hay tiempo de risas y tiempo de
bolsas que no se gasten»:" para «granjearse por amigos lágrimas", Fácilmente - con ayuda de preposiciones
con esas riquezas injustas»16 a los «pobres, mancos, que afectan al complemento del verbo - la risa pasa
ciegos y cojos»!", a fin de que un día intercedan por su a significar burla (heb. lii'ag), haciendo del hombre,
bienhechor y tanto donantes como favorecidos partici- de su virtud y desgracia un objeto de irrisión 5• En tales
pen del convite en el reino de Dios18• Jesús resume su casos, la risa ha dejado de ser moralmente neutra para
enseñanza sobre la riqueza con la concisa parábola: convertirse en manifestación de impiedad y mal co-
como el sembrador insensato!", «así será el que atesora razón.
para sí y no es rico ante Dios»20• No se menciona explícitamente la risa de Dios y Rengs-
torf anota la diferencia que ello supone respecto de la
>Cf. Le 8,2-3; 19,1-10; Jn 12,5. 2 Cf. Lv 25,23; Sal l6,5-6; Ag
2,8; Act 2,8. 3Cf. Job 1,21; Le 16,12. -cr. Le 12,15 con 12,16-20; concepción griega de los dioses. Sin embargo, es preciso
Sant I,10-11; 4,13-16; Ecl 6,1-6; Eclo 11,18-20. -cr. Mt 13,22; recordar que el Dios de Israel no ríe, ya que está mu-
Me 4,19; Le 8,14. 'Le 6,24-25. 'Le 6,20-21; Mt 5,3-6. 'Le 16, cho más próximo a los dolores y preocupaciones que
19-31. 0Mt 19,26; Me 10,27; Le 18,24-25. "Le 6,20. 11Mt 5,3. abruman en ocasiones al hombre con su amor y mi-
»cr. Mt 19,26; Me 10,27; Le 18,27. 13Cf. Gn 18,14; Job 10,13;
Me 14,36. «cr. Mt 25,31-45. 1'Lc 12,33; Mt 6,19. 16Lc 16,9. sericordia.
"Le 14,21. 18Lc 14,15-24. 10Lc 12,16-20. "Le 12,21. Gn 17,17; 18,12-15; 19,14; 21,6. 'Job 8,21; 29,24; Sal 126,2.
1

-cr,Ecl ?.,2; 7,3; Prov 14,13. 'Ecl 3,4; 10,19; Prov 29,9. -cr,
2. San Pablo lleva al último extremo la enseñanza Gn 21,9; 39,14; Job 5,22; 12,4; 30,1; Prov 1,26; Jer 20,7, etc.
de los Sinópticos. Para él la riqueza no representa ya En el NT, los asistentes al duelo de la hija de Jairo,
ningún papel! en relación con «el insondable tesoro acogen la palabra de Jesús «la niña duerme, no ha
de Jesucristo»2 : «Vosotros conocéis ya la gracia de Nues- muerto» con una risa sarcástica'.
tro Señor Jesucristo, que siendo rico, se hizo pobre En la redacción lucana de las Bienaventuranzas, Jesús
por amor nuestro, para que vosotros fueseis ricos por contrapone los que ahora lloran y después reirán (los
su pobreza»3 • A los ojos del mundo, esta riqueza en pobres, los hambrientos) a quienes ahora ríen (ol
Cristo es como una locura 4, pero para los cristianos ye?\wvTES vOv), que son los ricos y los satisfechos
hay en ella un estímulo que consiste en hacer ricos a los de la vida, henchidos de gozo temporal. y que después
demás mediante la propia pobreza. llorarán 2•
1Cf. l Tiro 6,9.17-19. 'Ef 3,8. '2 Cor 8,9; ef. 1 Cor 1,5. -cr, Santiago incita al arrepentimiento y pentencia: « ... Llo-
!Cor 1,23; 3,18. -cr, 2 Cor 6,10. rad, truéquese vuestra risa en duelo y vuestra alegría
Bibl.: AT: A. RALPIIS, e A ni und cAnaw in den Psalmen, Stuttgart en caimiento de rostro»".
1892. A. RuscHKE, Arm und Reich irn AT mit besonderer Beriick-
sichtlgung der nachexilischen Zeit, en ZA W, 16 (1939), págs. 31-57.
1 Mt 9,24 y par. 'Le 6,21.25. 'Sant 4,9.
J. VAN DER PLOEG, Les Pauvres d'Israel et !eur Piété, en OTS, 7 (1950), Bibl.: K. H. RENGSTORF, yeMw ... , en ThW, I, págs. 656-660.
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Biblique, págs. 25-28. F. HAUCK, mves, en ThW, VI, págs. 37-40; 'liíboiíet, que vio sin duda en el proceder de su general
d., TTeptcrcreúw, ibíd., págs. 58-63. F. HAUCK - w. KASCH, TT:.\oihos una pretensión a reemplazarle en el trono de su padre'.
.bid., págs, 316-330. E. BAMMEL, TTTWXÓS, ibid., págs. 888-915. Más tarde, cuando David, por complacer a los gabao-
R.KOCH nitas, accedió a que fueran empalados en el monte de
Gabaón delante de Yahweh, siete de los hijos de Saúl,
RISA (heb, sáháq, sáhaq, séháq: yD,ws; Vg, risus). entre los que figuraban los de Rispáh, ésta dio un ejem-
Es la manifestación natural de la alegría y, como ésta, plo heroico de amor maternal. Extendiendo sobre la
es indiferente en su valoración ética; por ello, la risa roca un saco, estuvo junto al patíbulo de sus hijos unos
puede ser buena y puede asimismo ser reprobable. cinco meses, desde la época de siega (en abril) hasta
Cabe, sin embargo, subrayar que, a diferencia de la que cayeron sobre ellos las primeras aguas (en octubre),
alegría que viene incluso preceptuada, la risa apenas «impidiendo se les acercaran de día las aves del cielo
tiene cabida en la Biblia. y de noche las fieras del campo». El relato de . esta
En el AT está consignada la risa (o sonrisa, pues que hazaña movió a David a dar a los cadáveres honrosa
el vocabulario hebreo no distingue estos matices) de sepultura 2•
Abraham y Sara, ancianos, ante .el anuncio de un hijo 1 2 Sm 3,7-11. •2:sm 21,1-12.
que les ha de llegar1. Un exceso de formulismo ha lle- J. PRADO

241 242
RISSÁH

Wádí el-I;Iaramiyyah, en el km 35 de la carretera de Jerusalén a Náblus, lugar muy adecuado en otros tiempos
para las fechorías de los ladrones, de donde deriva su nombre. (Foto P. Termes)

RISSÁH («ruina»?; 'PECJ'O'áv; Vg. Ressa). Decimo- entre el Sinaí y Cades. Mencionada entre Hásérót y
séptima estación de los israelitas en el desierto, mencio- Rimmón Péres- (--,. Éxodo, Itinerario del). Debe su
nada entre Libnáh y Qéhélátáh 1 (--,. Éxodo, Itinerario nombre a la profusión con que crece la retama (heb.
del). En el mapa Peutingeriano aparece una localidad r6tem) en los pasajes comprendidos entre Hásérót y
llamada Rasa, colocada aproximadamente en el lugar Bi'r el-Temed, en alguno de cuyos wádís debe buscarse
que debería ocupar la Rissáh bíblica, en la ruta de "Aqa- este topónimo.
bah a Jerusalén y a unas 32 millas romanas (48 km) al 1Nm 33,18.19.
norte del primer lugar. Si bien no puede concretarse su Bibl.: ÁBEL, JI, pág. 214. SIMONS, § 431.
exacta situación, un crecido número de geógrafos opi-
nan que se la debería situar en Kuntilet el-Geráfi, al T. DE J. MARTÍNEZ
noroeste del monte llamado Rueisset el-Negin.
1
RITUAL. -+ Liturgia ..
Nm 33,21.22.
Bibl.: ABEL, II, pág. 214. A. RONCONI, Tavola Peutingeriana,
Elr, XXVII (1949), págs. 279-280, con bibliografía. SIMONS, § 431.
ROBLE. -+ Flora, § 6m.

R. SÁNCHEZ ROBO (heb. gánob, gezel, gezeliíh; K/\OTTT], apnayiJ,


éí:pnayµa; Vg. furtum, rapina). El Decálogo lo prohíbe
RI~YÁ' («agradable»; 'Pcoelc. 'PECJ'ía; Vg. Resia). explícitamente1 sin que allí aparezca la distinción entre
Tercer hijo de "Ullá", de la tribu de Aser, de la cual el robo simple y el robo violento o rapiña, que luego
fue un jefe y en la que destacó por su bravura 1. mencionan muchos pasajes; evidentemente, ésta queda
11 Cr 7,39. prohibida a fortiori.
Bibl.: NOTH, 1277, pág. 229. En la espantosa corrupción moral que describe Oseas
aparece enumerado el robo entre los grandes crímenes;
RITMÁH («retama»?; 'Pa.Saµa; Vg. Rethama). y el Eclesiástico dice que la vergüenza acompaña cons-
Decimocuarta estación de los israelitas por el desierto, tantemente al ladrón 2 •
1

' 243 244


1
ROB0AM

La pena del robo era más benigna que en otras legis- Vg. Roboam). Rey de Judá, durante diecisiete años
laciones orientales que lo condenan hasta con la muerte; (931/930-914), y primer soberano del reino del Sur
en Israel sólo el ladrón de hombres tenía que morir", después del cisma de los dos reinos. Sucedió a su pa-
aunque tampoco constituía crimen matarlo en el acto dre Salomón, quien lo había tenido de la amrnonita
del robo, siendo de noche". La pena normal era la res- Na-ámáh, a la edad de cuarenta y un años1.
titución elevada al doble por lo menos, pues en caso Roboam ocupó el trono en Jerusalén sin oposición; no
de ganado vacuno tiene el ladrón que pagar cinco reses obstante, la situación interior de sus dominios distaba
y cuatro por el ovino 5• Al tratarse de un pueblo que de ser fácil a consecuencia de la despótica adminis-
vivía principalmente del pastoreo, era precisa tal seve- tración en el último período de la vida de Salomón.
ridad para mantener así el orden,
y aun posteriormente se agravó la
pena hasta el séptuplo de lo ro-
bado'.
El NT reproduce la severa con-
dena de la vieja legislación', que-
dando los ladrones excluidos del
reino de Dios 8• También hay ecos
veterotestamentarios en el oprobio
que el robo trae a quien lo co-
mete 9.
En el tiempo de Jesús parece
que, a más de los ladrones de siem-
pre, se había intensificado la plaga
de los salteadores de caminos!",
quizá debido en gran parte a la
floración de los guerrilleros zelotas,
descontentos de Roma. De Barra-
bás, dice san Juan, que era un la-
drón -·· AT]cr,i¡s - y así llaman
también Mateo y Marcos a los
que fueron crucificados con Jesús!',
mientras san Lucas los llama «mal-
hechores».
En la alegoría del buen pastor,
san Juan distingue las dos especies
de robo y rapiña 12. En otros pa-
sajes habla el Señor de los perfo-
radores de muros". La imagen del
ladrón ilustra repetidas veces el
modo imprevisto con que se pre-
sentará el día del Señor>: y los
violentos roban el reino de los
cielos, aunque no es claro el sen-
tido de tal robo15•
1Éx 20,15; Dt 5,19. 'Os 4,2; Eclo 5,17
(LXX 5,14); cf, Jer 7,9. 'Éx 21,16. 'Éx
22,1-2. 'Éx 22,1.3; cf. 2 Sm 12,6. 'l'rov
6,31. 7 Mcl0,l9ypar.;Rom 13,9. 'JCor
6,10; cf. Mt 15,19 y par. 0 1 Pe 4,15.
10Lc 10,30; cf. Mt 26,55; 2 Cor 11,26.
11Jn 18,40; Mt 27,38 y par. 12Jn 10,1.8.
13Mt 24,43 y par. 1111 Tes 5,2 y sigs.;
2Pe 3,10; cf. Ap 3,3; 16,15. 16Mt 11,12
Y par.; 6,33 y par.
C. WAU

ROBOAM (en heb. réhab'ám:


«Dios) dilató al pueblo»; sudar.
rahib, rahbán, rhbm etc.; 'Pojsoóu ;

Gran templo de Amón en Karnak.


Detalle del muro de Sesonq I, con
sus victorias sobre Judá e lsrael, en
tiempos de Roboam. (Foto P. Termes)

245 246
ROBOAM

La imposición de la prestación personal o corvée, nece- habían visto privados de su pan en el reino del Norte,
saria para mantener el fausto cortesano y llevar a cabo con cuantos se proponían seguir fieles a Yabweh 14•
las obras salomónicas, había provocado el malestar A medida que la enemistad con Jeroboam arreciaba,
entre los israelitas, acostumbrados a la libertad y al Roboam olvidó sus deberes religiosos, lo que afectó
respeto, ancestral y religioso del individuo. Salomón gravemente la pureza del culto, hasta el punto de que
había atentado, al propio tiempo, contra el espíritu introdujo en el país la prostitución masculina y otras
tribal, muy vivo aún - como lo prueban, además, la perversiones idolátricas15. Roboam, al fallecer, fue se-
historia de Saúl y de David, sobre todo ta de este último pultado en la ciudad de David; sus hechos se narran
al principio de su reinado-, al establecer los doce en fuentes que menciona el T. M., pero que no se con-
distritos o prefecturas, en que dividió al país sin respeto servan. Le sucedió su hijo Abías16.
a los límites tradicionales de las tribus. Éste era el le- '1 Re 11,43; 14,21.31; 1 Cr 3,10; 2 Cr 9,31; 12,13; Mt 1,7. 'lRe
gado de Roboam. El carácter del nuevo monarca, muy 12.8; 2Cr 10,8; 13,7.'IRe 12,l.7.9-11;2Crl0,l.9-11.'1Re4,6.
'i Re 12,18. 0
2Cr 10,18. 'I Re 12,21; 2 Cr 11,1. '!Re
irresoluto y accesible a la influencia de los demás2, con- 12,21-24; 2 Cr l l,l-4. 01 Re 14,30; 15,6; 2 Cr 12,15. "2 Cr 12,
tribuyó a empeorar el estado de cosas, cuyas conse- 5-12. ucr. l Re 11,40. "I Re 14,25-26; 2Cr 12,2-9. 132Cr 12,
cuencias previsibles Salomón había logrado atajar. 9-12. "2 Cr 11,13-17. "1 Re 14,22-24; 2 Cr 12,14. 16 I Re 14,
29-31; 2Cr 12,15-16.
El foco de rebelión latente o de resentimiento se ha-
Bibl.: NOTH, 125,2 págs. 21, 77, 108, 193, 207. G. RYCKMANS,
llaba en las tribus septentrionales. Roboam, sin duda Les noms propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 199. J.
con fines de propaganda política, se trasladó a Siquem, SIMONS, Handbook for the Study of Egyptian Topographical Lists
antiguo centro religioso de las gentes del septentrión, en Relating to Western Asia, Leiden 1937. N. GLUECK, The Second
donde se habían reunico las tribus más ofendidas y Campaign at Tell el-Kheleifeh (Ezion-geber: Elath ), en BASOR, 75
(1939), págs. 8-22. l. SCHUSTER • G. B. HOLZAMMER, ·Manuale di
levantiscas. Éstas le pidieron una disminución de las storia bíblica, I, Turín 1942, págs. 762-767 (trad. ital.). A. MÉDE-
cargas fiscales, antes de reconocerle por soberano; BlELLE, Les livres des Rois, en La Sainte Bible, III, París 1949, pág.
pero, mal aconsejado, Roboam replicó con aspereza y 649 y sigs. A. ALT, Kleíne Schriften zur Geschichte des Volkes
Israel, II, Munich 1953, págs. 306-315. ANET, págs. 242-243.
así desunió el reino davídico 3•
W. F. ALBRIUHT, Archaeology and the Religion of Israel, 4.• ed.
Al precipitarse los hechos, tras la muerte a manos de Baltimore 1956, págs. 157-158. G. E. WRIGHT, Biblical Archaeology ;
los del Norte de su emisario, encargado de sofocar la Filadelfia-Londres 1957, pág. 146 y sigs, R. DE VAUX, Les ínstít u-
sublevación, cuyo nombre es vacilante - 'Ádóniram 4, tions de l'Ancien Testament, I, París 1958, pág. 177; II, ibid. 1960,
págs. 21, 32-33, 58, 117. D. BALY, The Geography of the Bible,
'Ádóram 5 o Hádórám • -, Roboam huyó a Jerusalén Londres 1959, págs. 142, 145, 147, 175. N. K. ÜOTTWALD, A Light
e hizo frente a la situación con las fuerzas que le pres- to the Nations, Nueva York 1959, págs. 211-212. A. VAN DEN BORN,
taron Judá (y Simeón) y parte de la tribu de Benjamín, Roboam, en Dictionnaire Ency.::lopédique de la Bible, Turnhout-París
1960, cols. 1604-1605. M. NOTH, The History of Israel, 2.• ed.,
mientras las tribus restantes, en número de diez, elegían
Londres 1960, págs. 226-227, 234-236, 238-240 (trad. ing.).
a Jeroboam por monarca y constituían el reino del
Norte, también llamado de Efraím, de Israel o de la J. A. G.-LARRAYA
casa de José 7. Las hostilidades, previstas por los judaítas
y benjaminitas, se suspendieron gracias a la intervención ROCÍO (heb. tal; 6pócros; Vg. ros). En el clima
de Sema'yah, profeta u hombre de Dios". Sin embargo, seco de Palestina, el rocío nocturno es prácticamente
no se apagó el encono entre los dirigentes de ambos la sola refrigeración de los campos durante los meses
reinos y hubo tal vez una lucha fronteriza constante.". que median entre las últimas lluvias de primavera y las
Por entonces o, como se cree más probable, luego de primeras que llegan con el otoño.
la expedición de Sesonq I (950-929), fundador de la Como la lluvia y el agua en general el rocío es una
XXII dinastía egipcia, Roboam emprendió la construc- bendición de Dios1 porque en los meses secos es el
ción de ciudades fuertes para la defensa de Judá 10: una único riego que reciben las plantas; por ello en los
estaba en el norte, cuatro en el este, cuatro en el sudeste, castigos de sequía Dios prohíbe las lluvias y el rocío 2• El
tres en el sur y tres en el noroeste, y tal vez, como al- maravilloso don del -+ maná caía en las estepas del
gunos exegetas creen, señalaban los límites del territorio Négeb como rocío abundante", Gedeón pide el milagro
del reino davídico, del que quedaba excluído Simeón; d I rocío antes de emprender la salvación de Israel con-
pero bien pudiera ser que las edificó Roboam en deter- tra los madianitas",
minados lugares en los que su padre no había levantado El rocío pasó a significar la prosperidad y abundancia.
fortalezas. Job recuerda su felicidad pretérita cuando su raíz es-
Es probable que la invasión de Sesonq obedeciera a taba abierta a las aguas y de noche caía el rocío sobre
instancias de Jeroboam, con quien estaba en muy bue- su ramaje5 • También es símbolo de lo pasajero, de la
nas relaciones». Aunque la SE sea bastante lacónica prosperidad inestable6 (-+ Geografía de Palestina).
sobre ella12, las paredes del templo de Karnak dan una 1Gn 27,28.30; Dt 33,13; Job 38,28; Sal 133,3; Miq 5,6; Zac 8,12.

idea de la violencia de la misma, pues abarcó no sólo '1 Re 17,l; Ag 1,10. 3Éx 16,13 y sigs.; Nm 11,9. <Jue 6,37-40.
'Job 29,19; cf. Sal 110,3; Os 14,6. 'Os 6,4; 13,3; Is 18,14; Prov
Palestina, sino Filistea, Transjordania, el reino del 19,12.
Norte hasta Megiddo y aun 'E$yón Géber, que parece Bibl.: P. HUMBERT, La rosée tombe en Israel, en ThZ, 13 (1957),
haber sido arruinada por entonces. El AT indica que págs. 487-493.
el faraón se apoderó de los tesoros del Templo y del C. WAU
palacio real",
Desde el punto de vista religioso, Judá prosperó RODANIM ( 'Pó6101; Vg. Dodanim). Cuarto y úl-
durante los tres primeros años del reinado de Roboam, timo hijo de Yáwán. Según el Génesis, se llamó Dódá-
pues a él recurrieron los sacerdotes y levitas, que se nim ', Su forma plural indica un nombre étnico, que pu-

247 248
RODAS

diera identificarse con los dardanienos o troyanos. Los


LXX, el Pentateuco samaritano, el T. M. en el libro de
las Crónicas", etc., escriben rádánim, lo que parece
apuntar a los rodios. Quizá la última lección sea la
más aceptable por razones de índole étnica.
•Gn 10,4. '1 Cr 1,7.
Bibl.: F. SCHMIDTKE, Die Japhetiten der bibl . Vótkertafel, Bres-
Jau ]926, págs. 83-86. Mqr., I, cols. 626-627. É. DHORME, en BP,
J, pág. 31, n. 4. SI\"ONS, §§ 213. 1428 (a).
J. A. PALACIOS

RODAS ( 'Pó6os; Vg. Rhodus). Isla que figura entre


las regiones a cuyos habitantes el Senado romano es-
cribió una carta, en el período macabeo, para que no
causaran daño a los judíos 1• San Pablo estuvo en
Rodas, cuando la nave en que iba de Mileto y Cos a
Pátara, recaló en ella 2 • La tradición del país dice que
el puerto visitado por san Pablo fue el de Lindo, a
55 km al sur de la ciudad (--> Ródánim).
Rodas es el nombre de una isla y ciudad griegas,
situadas al sudeste del mar Egeo, y separadas de Asia
Menor por un estrecho de unos 16 km de ancho. Su
superficie es irregular y en ella destaca el monte Attairo
(1214 m de alto); debido a sus buenos puertos natu-
rales, y dado su emplazamiento, era la parada natural Mapa de la isla de Rodas

Rodas. Vista del puerto de Lindo desde la acrópolis. Según la tradición del país, en este puerto recaló la nave
de san Pablo al final de su tercer viaje apostólico. (Foto J. M. Villalaz,, Archivo Termes)

249 250
RODAS

de los barcos que circulaban entre la península y las Acoger sobre las rodillas al momento del nacimiento
islas griegas y el Oriente, por lo que se convirtió en un es símbolo de adopción del neonato+.
floreciente centro mercantil. «Rodillas debilitadas» o temblorosas más que imagen
Los hallazgos arqueológicos de las necrópolis rodias metafórica es expresión gráfica y fisiológica del miedo
evidencian influencia micénica y su cerámica ostenta y la debilidad que allí repercuten. Reanimarlas y forta-
decoración cretense, durante la época de la civilización lecerlas es obra de misericordia 5 (-> Genuflexión).
egea. Hubo después en Rodas una colonización dórica El gesto de los guerreros de Gedeón que doblan la
y, ya en período histórico, a consecuencia de sus rela- rodilla para beber agua no parece ser otra cosa que
ciones comerciales con diversos pueblos mediterráneos, signo arbitrario para rechazar de la batalla a los más
disfrutó de la prosperidad mencionada. Una colonia comodones del ejército",
de rodios se estableció en Sicilia en el siglo vrr. Tras 1
Gn 48,12; cf. Job 3,12. 'Jue 16,19. 'Is 66,12; cf. 2 Re 4,20.
las Guerras Médicas, en que apoyó a los persas, la isla 'Gn 30,3; 50,23. 'Is 35,3-4; Ez 7,17; 21,12; Dan 5,6; Nah 2,4.10;
de Rodas se incorporó a la liga de Delos (477) y la ciu- Job 4,4; Sal 109,24. 6 Jue 7,5.
e.GANCHO
dad homónima nació poco más tarde (408) para evitar
la hostilidad de los atenienses. Esta nueva capital se RÓDOCO ('Pó6oKOS, «rosado»; Vg. Rhodocus). Sol-
enriqueció y llegó en la época helenística a la cima del dado del ejército judío que informaba de los propó-
poder, el cual persistió un par de siglos y se plasmó en sitos de sus compatriotas, sitiados en Betsura, a Antío-
la erección del Coloso de Rodas. Los rodios apoya- co V Eupátor, y que fue descubierto y encarcelado1.
ron a Roma basta que Casio la saqueó en 43 A.c.; 12 Mac 13,21.
posteriormente, fue lugar favorito de los potentados Bibl.: M. GRANDCLAUDON, Les Livres des Macchabées,. ea La
romanos. El terremoto de 155 n.c., uno de los muchos Sainte Bible, VII[, 2.0 parte, París 1951, pág. 221.
que asolaron la isla, significó la pérdida casi definitiva G. SARRÓ
de su riqueza. Durante la Edad Media, se adueñaron de
ella en 1309 los caballeros de San Juan, quienes la RODODAFNE (der. de pó6ov, «rosa», y 6áq,vri,
conservaron hasta 1522, momento en que la conquista- «laurel»), Se llama así por la forma de sus hojas y
ron los turcos ele Solimán. EJ dominio otomano se por su altura que lo hacen semejante al laurel y por
prolongó hasta 1912, cuando la rescató un cuerpo parecerse sus flores a las rosas silvestres en forma y
expedicionario italiano; perteneció a Italia hasta 1942, color (-> Adelfa).
en cuya fecha los ingleses se apoderaron de ella. Tras
la Segunda Guerra Mundial pasó a formar parte de RODODENDRON (der. de pó6ov, «rosa» y 6év6pov,
Grecia. «árbol»). Se llama así por crecer su tallo en forma de
árbol y tener flores semejantes a las rosas salvajes tanto
11 Mac 15,23. 'Act 21,1.
en forma como en color I-» Adelfa).
Bihl.: ESTRABÓN, Geogr., 2,5,21; 14,2,10. PLINIO, Hist. Nat,,
2,62,153; 5,31,132. CH. BLIKENBERG -K. F. KIRCH, Exploration RO'EH (heb. há-ro'eh, «el vidente»; 'Apaá; Vg. qui
archéologique de Rhodes, 6 vols., Copenhague 1903-1911. W.
DEONNA, L' i/e de Rhodes et son passé, París 1928. R. GROUSSET - videbat). En 1 Cr 2,52, nombre del hijo de Sobal y
E. G. LÉONARD, Histoire universelle, I, París 1956, vid. en Index padre de Yáhat, también llamado -> Re'iiyiih (§ 1).
géographique la voz Rhodes.
D. VIDAL ROGEL. -> 'En Roge!.

RODE ('Pó6ri, «rosal»; Vg. Rhode). Joven sirvienta ROGELiM («bataneros»?, «exploradores»?; 'Peo-
de la casa jerosolimitana de María, madre de Juan ye7171eíµ; Vg. Rogelim). Localidad del territorio de
Marcos, que se ha de identificar con el segundo evange- Galaad, patria de Barzillay, una de las personas que
lista. Se la recuerda en el NT como protagonista de un suministraron alimentos a David en su huida durante
episodio humano y enternecedor. Fue a la puerta cuando la rebelión de Absalón1• Abe) la identifica conBersíniyá,
llamó san Pedro, milagrosamente salvado de la cárcel en ruina muy extensa que, con anterioridad a los romanos,
que le había encerrado Herodes Agripa. La muchacha, parece que tuvo una muralla y una ciudadela, y al norte
al reconocer la voz del apóstol, sintióse tan alborozada de la cual hay conjuntos de dólmenes. Bersiniyá está
que, sin abrir al santo, corrió a anunciar su llegada a los al mediodía del wádí del mismo nombre, cuya parte
de la casa. Mientras la tildaban de loca, y ella insistía superior se llama Wádi el-Rugeili.
12Sm 17,27; 19,31.
en que la noticia era cierta, san Pedro hubo de llamar
algún tiempo antes de que le acogieran. El nombre Bibl.: ABEL, ll, págs. 437-439. S!MONS, § 784.

Rode se ha encontrado en inscripciones judías. M.GRAU

Act 12,13-16. ROGUELlM. Nombre castellanizado de la ciudad


Bibl.: J. RENIÉ, Actes des Auátres, en La Sainte Bib/e, XI, París llamada -> Rógélím en el T. M.
1949, págs. 176-177. ·
J. CARRERAS RÓHGÁH (k. rwhgiiñ [r6hiígiih}; et.?; 'Pooyá [B],
'Ax1ovpaoya [A]; Vg. Roaga). Hombre de la tribu
RODILLA (heb. bérek; yóvv; Vg. genu). Las rodi- de Aser. Fue hijo primogénito de Sémer y descendiente
llas tienen en el lenguaje bíblico un sentido acogedor: de Béri'áh '.
Jacob recibe entre las rodillas a sus nietos para besarlos 11 Cr 7,34.
y abrazarlos1• Dalila acuna en sus rodillas a Sansón Bibl.: NoTH, 1247, pág. 257.
para adormecerlo 2, Dios a Israel para confortarlo 3• M. D. RIEROLA

251 252
ROJO
ROJO (heb. "ddom; Épv.Spós;
Vg. ruber). La Biblia lo menciona
siempre de modo concreto: el co-
lor rojizo de la sangre 1, de un
guiso 2, de una vaca 3, de un caba-
llo 4, de las mejillas de las esposa
del Cantar de los Cantares 5, etc.
Ello quiere decir que dentro del
color rojo están comprendidos con
igual valor las más variadas mati-
zaciones. La raíz hebrea es idéntica
a la de Adam (chombre») y en el
relato de la creación del primer ser
humano hay un juego ele palabras
entre Adam y "ádámáh, «tierra»
(....,.. Colores).
'Is 63,2; 2 Re 3,22. 'Gn 25,30. 'Nm ·
19,2. •zac 1,8; 6,2. 'Cant 5,10.
C. WAU

ROJO, Mar. Es el golfo pro-


fundo que, como una prolongación
del océano Indico, se extiende
desde el estrecho de Báb el-Man-
deb hasta el "Aqabah y Suez al
norte, entre las costas de la penín-
sula arábiga y las de Eritrea-Etio-
pía, Nubia y Egipto, separando así
los dos continentes de Asia y
África. Su longitud, de Suez al
estrecho de Báb el-Mandeb, es de
casi 2350 km, su anchura máxima
de 394 km, la profundidad media
es de 462 m, llegando a alcanzar
en algún punto los 2270 m.
En su parte septentrional se
bifurca en dos brazos simétricos,
separados por el triángulo de la
península del Sinaí, que semeja
una inmensa proa que se aden-
trara en el mar: más largo y
ancho el brazo que se dirige al
noroeste, el golfo de Suez, pero
bastante más profundo el que va
al nornordeste, el golfo del 'Aqa-
bah, que es el que geológicamente
debe ser considerado como la verda-
dera prolongación del mar Rojo.
Los libros hebreos de la SE designan el mar Rojo 1 Delta o su gran lago Menzelah, junto al mar Medite-
con el nombre de ydm súf, «mar de los juncos» o «mar rráneo.
de las algas», como prefieren otros (en Is 11,15 se le
Los LXX traducen ydm súf (y también el único
llama «Mar de Egipto»), señalándose con él casi siempre vocablo súf de Dt 1,1) por r¡ Épv.Spa .Sái\acrcra
los brazos septentrionales, tanto el oriental, el golfo
- varias veces r¡ .Sái\acrcra r¡ Épv.Spa- .Sái\acrcra
de 'Aqabah 2, como el occidental, el golfo de Suez3, que
Iíq:, [B] en Jue 11,16; r¡ Écrxém7 .Sái\acrcra: en l Re 9,26.
en tiempo del Éxodo se extendía más hacia el norte, Es la denominación que se encuentra también en los
teniendo con toda seguridad cierta comunicación ccn deuterocanónicos del AT y en el NT•.
los lagos Amargos. Algunos autores, que quieren ver
El término hebreo da a entender la abundancia de
una equivalencia entre ydm süf y el término geográfico cañas que habría en las inmediaciones de parte de sus
egipcio pa tufi, espesura de plantas de papiro del Delta
costas, sobre todo de las del brazo occidental, que
oriental, han pretendido modernamente, en contra de
debían de prolongarse más al norte en épocas antiguas.
los datos bíblicos, que el ydm süf que pasaron los
El vocablo griego, aunque se ha tratado de explicarlo
israelitas cuando huían de Egipto fuera un canal del
por las tonalidades rojzas de ciertos puntos, debidas
253
254
ROJO

Manuscrito yernenita del Génesis en forma de rollo. Siglos xvr-xvn, (Foto por cortesía del Prof. H. Beinart)

1Éx 23,31. 'Nm 14,25; 21,4; Dt 1,40; 2,1; 1 Re 9,26; Jer 49,21.
a algas y otras especies vegetales, y a bancos de coral, 'Éx 10,19; 13,18; 15,4.22; Nm 33,10-11; Dt 11,4; Jos 2,10; 4,23;
o por el reverbero deslumbrante de montes cercanos, 24,6; Jue 11,16; Neh 9,9; Sal 106,7.9.22; 136,13.15. 'Jdt 5,13;
parece más bien que procede del nombre de habitantes Sab 10,18; 19,7; 1 Mac 4,9; Act 7,36; Heb 11,29. '1 Re 9,26; cf.
ribereños: eritreos, edomitas, etc. 2Cr 8,17. '!Re 9,26-28; 2Cr 8,17-18; 2Re 14,22; '2Cr 26,2.
Los griegos y latinos, que llamaban al mar Rojo, Bibl.: M. J. LAGRANGE, en RB, 9 (1900), págs. 76-78. A. LE-
6 'Apá¡,1os (' Apa¡,1KÓS) KÓATTOS, Arabicus sinus, GENDRE, en DB, V, cols. 1215-1218. A. MALLON, en DBS, II, cols.
1333-1342. c. BOURDON, en RB, 37 (1928), pág. 244 y sigs.; 41
daban ordinariamente el nombre de 'HpwoTTOAÍTT\S (1942), págs. 377-390. ABEL, II, págs. 209-210. M. Norn, en
KÓATTOS, Heroopoliticus sinus, al brazo occidental, al de Festschrift Otto Eissfeldt, Halle 1947, págs. 181-190. B. CoUROYER,
Suez; y al de 'Aqabah le llamaban AiAaVÍTT\S ('EAav1- L'Exode, París 1952, págs. 14-15. J. R. TOWERS, The Red Sea,
T1Kó5) KÓATTOS, Aelaniticus sinus. El nombre de en JNES, 18 (1959), págs. 150-153.
F. J. CAUBET
'Epv.9paÍT\ .9áAaaaa, 'Epv.9p6s TTÓVTOS, mare Rubrum
o mare Erythraeum, aparece también frecuentemente
en los geógrafos e historiadores griegos y latinos, pero ROLLO (heb, mégilláh.; ¡,1¡,Aíov; Vg. volumen).
indicando con él más bien la parte del océano índico Nombre que se daba en la antigüedad a los escritos en
entre la península arábiga y la de la India. Posterior- papiro, cortezas de árboles, telas, pergamino u otra
mente hubo algunos autores griegos que llamaron tam- materia flexible enrollada alrededor de un cilindro de
bién así al golfo Pérsico. madera. Si el rollo tenía una amplitud considerable, iba
La SE principalmente menciona el mar Rojo por el guarnecido en cada uno de sus extremos con un bastón.
famoso paso a través de sus aguas de los hijos de Israel Éste fue el formato usual del libro en la antigüedad
al huir de Egipto, considerado como la manifestación que se usó casi exclusivamente hasta el siglo rv de nues-
quizá más portentosa del poder de Yahweh en favor tra era; a partir de entonces, los manuscritos de uso
de su pueblo (---,. Mar Rojo, Paso del). privado recibieron la forma de códice (códex) y los
También se recuerda que en las riberas del mar Rojo 5 rollos sólo han perdurado hasta nuestros días en los li-
estaban 'E~yon Géber y 'Élat, los dos puertos del ex- bros destinados a las lecturas públicas de las sinago-
tremo septentrional del golfo de 'Aqabah, desde donde gas. Los rollos litúrgicos están escritos por un solo lado,
partían las empresas comerciales marítimas de Salomón el interior, siendo raros entre los judíos los escritos por
y de sus sucesores cuando tuvieron sometido a Edom6 • ambas caras. El texto está · en columnas paralelas de

256
255
ROMA

casi igual longitud, dejando un margen superior y otro


inferior que difiere según las escuelas de copistas. Mo-
dernamente, los rollos que se leen en las sinagogas
contienen exclusivamente el texto sagrado, sin títulos,
vocales ni acentos. Como designación de un escrito
cualquiera, aparece dos veces en la Biblia, mientras
que de ordinario se refiere a rollos del texto sagrado.
Desde el siglo VI cristiano, en el canon judío se designa
como mégillát o rollos los libros bíblicos de Cantar,
Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester.
Is 34,4; Jer 36,2.23; Ez 2,9; 3,1; Sal 40,8; Zac 5,1-2; 1 Mac 3,
48; Le 4,20; Ap 5,1.
Bibl.: C. WENDEL, Die grechisch-romische Buchbescheibung ver~
g/iclien mit der des vorderen Orients, Halle 1949. D. DIRINGER'
The Hand-produced Book, Londres 1953.
C. COTS

ROMA. No es éste el lugar indicado para tratar


Ja historia de la Roma pagana, sino sólo en cuanto se
relaciona con la Biblia. La primera mención de Roma
en ella se encuentra en Daniel 11,30, en cuyo texto que Plano de las antiguas murallas de Roma: recintos serviano
(interior) y aureliano (exterior)
habla de las «naves de Kittím» se hace alusión proba-
blemente a la flota romana dispuesta a atacar a Antíoco
en su campaña a Egipto. Después, en 1 Mac 1,10 con judíos, que serían víctimas del clima malsano de la isla.
referencia a Antíoco IV Epífanes, hijo de Antíoco III, En 49, el emperador Claudio promulga un edicto ex-
que había sido rehén en Roma. En 160 A.c., Judas pulsando de Roma a los judíos con ocasión de tumultos
Macabeo estableció con la república del Tíber rela- promovidos por ellos al predicarse en sus barrios el
ciones políticas de carácter indefinido. Por esta fecha, evangelio. Entre estos desterrados figurarán Áquila y
Roma ha adquirido ya supremacía en el Mediterráneo Priscila, que fueron a Corinto y entraron en contacto
y va tomando ascendiente incluso en los asuntos judíos. con san Pablo 2.
Acaba de vencer a Cartago por segunda vez y en 189- Patéticos recuerdos arqueológicos de la religión is-
188 A.C., derrota a Antíoco Ill el Grande en Magnesia, raelita, como el candelabro de los siete brazos, figu-
poniendo el pie en Asia. En 1 Mac 8,1-16, se describe ran en el arco de Tito, erigido en Roma después de la
con elogios este creciente prestigio romano. Los maca- destrucción de Jerusalén por sus tropas en el año 70.
beos enviaron a Roma embajadas en varias ocasiones, En el 75 fueron colocados en el templo de la Paz de
representadas por miembros de la misma dinastía, en Roma el candelabro y la mesa áurea, joyas que serán
que no dejó de hacerse por parte de los judíos cierto robadas por Genserico en el saqueo de Roma por los
proselitismo religioso, y los romanos, por la suya, se vándalos en el 455. En el 535, el general Belisario al
comprometían a entregarles los refugiados políticos1. servicio de J ustiniano las rescató y llevó a Constan-
Después de la ocupación de Jerusalén en 63 A.C., tinopla.
Pompeyo el Grande llevó a Roma muchos prisioneros Cuando el cristianismo fue predicado por vez primera'
judíos como esclavos, que fueron libertados después. Ya en el barrio judío de Roma, esta ciudad tenía casi un
a comienzos de la época imperial existía en Roma una millón de habitantes. Era la ciudad magnífica de Augusto
floreciente colonia israelita que se estaba enriqueciendo con el Panteón, la basílica Julia, el templo de Apolo
con el comercio que les resultaba fácil por estar situada y el Foro, a lo que se añadió más tarde el arco triunfal
cerca de los muelles. Cicerón los menciona como co- de Tiberio y las dispendiosas construcciones de Nerón
lonia próspera en su defensa de Valerio Flaco e. El (la Casa de oro y los jardines). Roma carecía, sin em-
proselitismo continúa y la colonia aumenta. Julio César bargo, de un plan regular. Los barrios populares, con
les favoreció a su vez, y según Suetonio P, los judíos la- sus calles sucias y estrechas, eran a menudo indefensa
mentaron su muerte y visitaban su sepulcro. Bajo Augus- presa del fuego. Augusto había prohibido se edificaran
to, la colonia judía de Roma debía de contar varios viviendas de altura superior a 70 pies. La urbe estaba
miles de individuos. Según Josefo c, más de 8000 judíos poblada de multitudes abigarradas de todos los rinco-
fueron a ver a Augusto para quejarse de Arquelao. nes del orbis imperial, representantes de todas las
Como es sabido, la casa de Herodes estuvo en estrechas razas, presentando el aspecto de la «Gran Babilonia».
relaciones con la familia Claudia. San Pablo 3 habla de romanos cristianizados antes
En esta época, la colonia judía de Roma desborda de su llegada a la ciudad. Muchos judíos expulsados por
los límites del barrio transtiberino. Individuos de las el edicto de Claudio fueron convertidos por san Pablo.
clases altas, sobre todo mujeres, son conquistados a En 59 ó 58, la Iglesia de Roma se componía de judío-
su proselitismo. En 19 de nuestra era, el Senado deporta cristianos y gentiles convertidos. Para san Pablo tiene
unos 4000 judíos a Cerdeña: so pretexto de acabar Roma enorme importancia en la predicación; el após-
con el bandidaje en esta isla, lo que el gobierno se pro- tol de los Gentiles comprende que Roma, la señora del
ponía era, según Tácito y Suetonio, acabar con los mundo, será un instrumento formidable de victoria.

257 258
ROMA

Acusado Pablo por los judíos en Cesarea de Palestina a los judíos, no queriendo ser confundidos con ellos,
ante el procurador Pesto, apeló al César". Hacia el para que no figurase esta identificación como una apos-
año 61, san Pablo fue llevado a Roma prisionero; se tasía.
Je tenía en el campo pretoriano, al nordeste de la ciudad, Según la tradición, san Juan el Evangelista fue marti-
y a pesar de sus prisiones estuvo en contacto con el per- rizado en Roma y condenado a ser sumergido en aceite
sonal de la casa del César. Se dijo que había estado hirviendo; pero como saliera milagrosamente indemne
algún tiempo encerrado, con san Pedro en el Tullía- de la prueba fue desterrado a la isla de Patmos, donde es-
num, la famosa cárcel subterránea, aparte de otros cribió el ApocalipsÍs. Diversos autores discuten sobre
lugares cuya localización discuten los arqueólogos. Du- si la «Gran Babilonia» que se menciona en este libro
rante su encierro, Pablo escribe la epístola a Filemón Ap 14,8; 16,19; 18,2.11 debe interpretarse por Roma,
y a las iglesias de Filipos (?), Colosas y Éfeso ; poco ya que ésta era el centro de un imperio mundial, en
antes de su martirio escribe la segunda epístola a Timo- cuyo seno se estaba efectuando una persecución san-
teo (67 ?). En su calidad de ciudadano romano, san Pablo grienta. La estancia de san Juan en Roma es defendida
no fue arrojado ad bestias y se Je concedieron los ho- por Tertuliano y san Jerónimo.
nores de la decapitación. En las primeras persecuciones, En el NT se citan muchos nombres de personajes
los cristianos no quedaron claramente diferenciados relacionados con la Iglesia de Roma: los principales
de los judíos, según el concepto de la legislación romana. Águila y su esposa Prisca o Priscila, a quienes algunos
Los autores coinciden en afirmar que también Pedro historiadores califican de «fundadores de la Iglesia de
fue martirizado en Roma y de ello existe asimismo Roma». Se dice que en su casa estuvo san Pedro, y es
evidencia arqueológica. Fue crucificado y enterrado en lugar señalado por la actual Iglesia de santa Prisca
el Vaticano. en el Aventino. El testimonio arqueológico más impor-
La persecución de Domiciano, que más tarde este tante del cristianismo primitivo en Roma son las cata-
César extendió a algunos miembros de palacio, se origi- cumbas (-+ Catacumbas romanas). Aunque algunos eru-
ditos, entre ellos Hastings, se muestren partidarios de
·1 nó al negarse los cristianos a pagar el impuesto señalado

Roma. Vista general de las ruinas del Foro, con las columnas, todavía en pie del templo de Saturno, apre-
ciadas desde la vía del Carnpidoglio. (Foto P. Termes)

l r ll
1

260
259
ROMANOS

la historicidad de la amistad de Séneca con san Pablo, J. Cambier subraya este hecho sorprendente: en la
modernamente esta teoría parece insostenible. larga lista de cristianos, dada en el cap. 16 - lista que
APro Flaco, 28. »tn« Jul., 84. 0Ant, /ud., 17; Bel. Jud., 2,6. comprende nombres judíos, griegos y romanos - el
1\ Mac 8,17-32. 'Act 18,2. 'Rom 1,7. 'Act 25,10-12.
nombre de Pedro está ausente; Pablo no hace ni siquiera
alusión a él. La estancia de Pedro en Roma ha sido
Bibl.: J. JusTER, Les juifs dans l'empire romuin, París 1914.
J. B. FREY, Les communautés juives ó Rome aux premiers temps de sólidamente probada; pero no es necesario admitir que
['église, en RCR, 2 (1930), págs. 269-297; íd., Le judaisme á Rome estuviera en Roma por el año 58, y quizás antes de
aux premiers temps de l'Église, en Bibl, 12 (1931:,, págs. 129-156. esa fecha nunca hubiera estado allí.
P. DE LABRIOLLE, La réaction paienne, 4.ª ed., París 1934, pág. 38
y sigs, M. DIBELIUS, Rom und die Christen im ersten Jahrhundert, -Rorn 1,5-6.
Heidelberg 1942. R. MoNGENTHALER, Roma-Sedes Satanae, en
ThZ, 19 (1956), págs. 289:304.
2. CIRCUNSTANCIAS y OBJETO DE LA EPÍSTOLA. De la
R. BALLESTER autenticidad de la epístola a los Romanos no hay
nadie ya que dude seriamente. Las solas dudas exis-
ROMAMTI 'ÉZER (et. ?; 'Pwµei vlol 'Q, 'PoµeAxeí tentes se refieren a la fórmula áv 'Pwµ,:i de 1,7 y 1,15,
[B], 'Pwµeµ.9i 'Esep, 'Pwµe.9' µ1esép; V. Romenthie- a la doxología de 16,25-27 y al origen del cap. 16, que
zer). Décimo hijo de Reman, citado en la lista de cla- algunos consideran pertinente a una edición efesina de
sificación de los cantores llevada a cabo durante el la misma carta. Sin embargo, no hay motivos serios
reinado de David, como jefe de la vigésimo cuarta para negar la completa integridad y rornanidad de los
división de los músicos destinados al servicio del Tem- 16 capítulos.
plo. Su nombre pudiera ser de origen artificial, según Las circunstancias de la expedición de la carta se
Noth. desprenden claramente de sus propias expresiones. Pa-
blo piensa pronto ir a España, pasando por Roma';
1 Cr 25,4.31.
pero antes quiere ir a Jerusalén a llevar el fruto de la
Bibl.: Norn, 1262, pág. 257.
colecta hecha en Macedonia y en Acaya 2 • Habiendo ya
M. MÍNGUEZ
anunciado el evangelio desde Jerusalén hasta el Ilírico",
considera terminada su tarea en el Oriente", Por eso
ROMANO ('Pwµaios; Vg. Romanus). En la SE,
apunta a Occidente: los hermanos de Roma le ayuda-
la palabra tiene las siguientes acepciones:
rán para ir a predicar a España 5•
1. Habitante de Roma. El libro de los Hechos de No es probable que Pablo acudiera a los cristianos
los Apóstoles emplea el término para denotar a los de Roma, meramente porque Roma era un paso obli-
judíos residentes en tal ciudad'. gado para trasladarse a España. En el pensamiento
2. Representante del gobierno romano 2 • misionero y organizador del apóstol bullían otros pro-
yectos con respecto al futuro inmediato de aquella Igle-
3. Persona que hubiera adquirido el derecho de sia que iba ensanchando sus límites de una manera
ciudadanía romana, fuera cual fuere su raza o extrac- sorprendente. Hasta entonces, Jerusalén era la Iglesia-
ción 3, como, p. ej., Pablo, ciudadano romano por naci-
madre, el centro de operaciones desde donde partían
miento a pesar de su ascendencia judía, lo que le permite
las diversas expediciones misioneras hacia un área geo-
invocar los privilegios inherentes a tal condición 4• gráfica que muy bien pudiera ser considerada como
1Act 2,10; 1 Mac 8,l. 'Jn 11,48; Act 25,16. "Act 16,21.38; una gran provincia. Pero España estaba muy lejos de
22,25-29. ·• Act 16,37-39; 22,24-30.
Jerusalén, «en el extremo de Occidente». ¿No estaría
C. COTS
en peligro la misma doctrina de la unidad de la Iglesia,
si no se estableciera otro centro de operaciones de ma-
ROMANOS, Epístola a los. l. LA COMUNIDAD
yor eficacia en estrechar los lazos de las comunidades
CRISTIANA DE RoMA. El origen de la comunidad cris-
de la periferia con un centro común?
tiana de Roma es aún muy oscuro. No podríamos ase-
1Rom 15,28-29; 1,9-15. '15,25-27. '15,29. 415,23. 615,24.
gurar que hubiera sido fundada por san Pedro, aunque
esto no excluye, ni con mucho, el que Pedro hubiera 3. CONTENIDO DE LA EPÍSTOLA. Antes de presentarse
venido a Roma. Tampoco debe su existencia al apóstol en Roma para poner en práctica sus designios, Pablo
Pablo, corno se desprende de Rorn 15,20 y de las pre- se cree en el deber de informar a la comunidad cris-
cauciones cuasi diplomáticas que adopta para dirigirse tiana de la capital de sus proyectos, aprovechando esta
a ella'. Sin embargo, es muy normal que en la capital ocasión para redactar la carta magna que ha de regir
se hubiera formado una comunidad de creyentes en esta nueva proyección del evangelio hacia la periferia.
Cristo, ya que allá afluían millares de provincianos de En este momento, a Pablo, la Iglesia se le presenta en
todos los ángulos del imperio. En cuanto a la compo- toda su imponente magnitud y universalidad. Los gen-
sición de los cristianos de Roma, las opiniones están tiles han ido entrando en la Iglesia con una afluencia
muy divididas: hay quienes, como Zahn, admiten una tal que, en aquella coyuntura, se podía decir que el
ayoria de judíos; otros (Sanday-Headlam, Lagrange, elemento judío constituía una minoría en franca deca-
Michel, Lyonnet, Barret) optan por una mayoría cristiana dencia y próxima a su extinción. La Iglesia se hacía
de origen pagano. No obstante, parece cierto que la comu- completamente pagana. Esta circunstancia exigía una
nidad romana tenía sus fuerzas equilibradas entre ambos nueva ordenación eficaz, que aprovechara el momento
extremos, sobre todo si se considera que los judíos roma- oportuno; y esto mismo hacía más urgente la inter-
nos tenían una amplitud y abertura como correspondía vención de Pablo, encargado oficialmente de las comu-
al cosmopolitismo de la capital del imperio. nidades de origen pagano.

261 262
ROMANOS

Roma. Ruinas del Foro; en primer término podemos ver los restos de las columnas de la basílica Julia. (Foto
P. Termes)

Nacía el nuevo pueblo de Dios, el «Israel de Dios», clarín de la liberación definitiva: «El evangelio es una
la Iglesia de los gentiles que, aunque había brotado fuerza de Dios para la salvación de todo creyentes".
en el tronco secular del olivo judío, se había converti- He aquí, pues, las dos metas sucesivas de la 6úvaµ1s
do en un lozano y frondoso acebuche gracias a la vieja del evangelio: justificar al hombre y posteriormente
savia de la promesa de Abraham 1• salvarlo: «El hombre, justificado por la fe, vivirá» 3•
Por eso, aunque esta epístola es la única en que no La determinación de estas dos metas de la fuerza
aparece la palabra «Iglesia» (a no ser en el cap. 16 evangélica constituye la primera parte de la epístola ',
de una manera episódica), está toda ella - como afirma subdividida a su vez en dos secciones:
Leenhardt - imperada por la obsesión del problema a) La fe es lo único que justifica al hombre, y ella
eclesial: o sea cómo han de ser los rasgos del nuevo es la que iguala a los judíos con los paganos, ya que
pueblo de Dios, de la nueva Iglesia, que desde Roma ni la Ley ni la sabiduría son instrumentos de reconcilia-
avanza por todo el mundo para realizar los designios ción con Dios; por eso, Abraham, aun antes de ser
de salvación universal. Pablo divide a la humanidad «judío» por la circuncisión, fue justificado como con-
en cos grandes bloques: judíos y griegos. Ambos pre- secuencia de su fe 5•
tendían buscar un camino para justificarse ante Dios y b) Si ya actualmente el hombre ha sido reconciliado
ponerse en vías de salvación. Pero estos caminos eran con Dios por medio de la fe en Cristo, es lógico que
torcidos. Los judíos estaban orgullosos de su Ley, con de la justificación pase algún día a la salvación, a la
cuya mera posesión se ilusionaban estar a salvo de la plenitud de la vida de la resurrección. Esta salvación
ira divina. Los griegos se apoyaban en la sabiduría, escatológica es el anverso de la catástrofe adámica : por
pero su vida moral era de un bajísimo nivel alarmante. Adán cayó la humanidad en los lazos de la muerte,
Pero Cristo ha venido a salvar, a librar al hombre del pecado y de la Ley; y por Jesucristo será liberada
de sus alineaciones, a sacarlo de ese angustioso laberinto, de estas ataduras e incorporada definitivamente a la vida
en que él mismo se pierde sin encontrar salida. Y sobre eterna; el hombre en Cristo, por lo tanto, es un hombre
esta humanidad que prentendía buscar la justificación y ya reconciliado con Dios y destinado a una gloria plena
la vida con sus propios paupérrimos recursos, suena el y segura 6•

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ROSETTA

Pablo ha dado, sin duda, este largo rodeo para jus- nombre en la lista de los benjaminitas del segundo censo
tificar su conducta: no hay por qué alarmarse de que de Israel, y que aparezca el nombre de' Áhírám en ella 3,
el centro de irradiación cristiana se traslade desde Jeru- cuyo nombre consta aproximadamente de las mismas
salén a Roma. El evangelio es una fuerza universal y letras que los de 'El;ii y Ro's, se interpreta por muchos
no está enfeudado en el nacionalismo religioso de Is- que Ro's es el resultado de una corrupción textual.
rael. Ante Dios que salva por Cristo, no hay judío ni 1 Gn 46,2!. '1 Cr 7,6. 'Nm 26,38.
griego; el proceso de la justificación hoy y de la sal- Bibl.: NoTH, 1242, pág. 256. R. KITTEL • P. KAHLE, Biblia
vación mañana, viene por cauces que trascienden la Hebraica, 12.ª ed., Stuttgart 1961, ad. loe.
división bipartita judíos-paganos. J. A. PALACIOS
¿Y la situación privilegiada de Israel en la historia
de la salvación? La contestación a esta pregunta ocupa ROSA (heb. hábassélet; ac. habasíllatu ; pó6ov; Vg.
la segunda parte de la epístola'. A pesar de la univer- rosa). La verdadera rosa procede de Persia y Media.
salidad del evangelio, por una parte, y de la defección Hoy se acepta que esta flor no se conoció en Palestina
de Israel por otra, el pueblo judío sigue siendo objeto hasta el período grecorromano y que la única mención
de una predilección divina y. sobre él gravita un mis- que de ella se hace en la SE es indirecta, o sea en un
terioso designio de misericordia. Algún día, Israel mila- nombre propio - Rode - del NT1. Así, pues, no son
grosamente conservado a través de los cataclismos his- puntuales las traducciones que la citan. Suelen verterse
tóricos, abrirá los ojos ante la evidencia y se incorporará por «rosa» otras especies de plantas, tales como la
al «Israel de Dios», con la naturalidad con que una adelfa (Nerium oleander, L} el narciso tNarcissus tazze-
rama de olivo desgajada se reinjerta en su propio tronco. ta, L.), etc. Es posible que se refieran a la verdadera
Termina san Pablo dando exhortaciones apropiadas rosa los pasajes Sab 2,8 y Eclo 24,14; 39,13; 50,8, en
para esta nueva situación de la gran Iglesia, que tras- los que se emplea la palabra griega pó6ov (crosa»).
ciende los particulares étnicos y geográficos que fueron 'Act 12,13.
lógicamente más sensibles en los primeros momentos Bib).: l. Low, Die Flora der Juden, III, Viena 1924, págs. 193-
de su fundación 9• Sobre todo, insiste en la caridad y 211. W. WALTER, Al/ the Plants of the Bibie, 5.• ed., Londres 1960,
en la humildad: que las dos tendencias - los «débiles» págs. 176-182.
y los «fuertes» - que forcejean en los elementos com- M.V. ARRABAL
ponentes de la comunidad romana, se fundan y se tras-
ciendan mutuamente en una caridad humilde y com- ROSETTA. La estela de Rosetta, llamada común-
prensiva. mente «Piedra Rosetta», fue hallada por el capitán
La epístola se termina con un epílogo-resumen y de ingenieros, o de artillería, Bouchard (o Boussard)
unas recomendaciones y saludos particulares 9, desem- y otros oficiales del ejército de Napoleón, el mes de
. bocando en una magna doxología 10 julio de 1799, junto. al ramal occidental del Nilo en el
1Rom caps. 9-11. '1,18. '1,17. •Caps. 1-8. 'Caps. 1-4. 'Ca- Delta (llamado también canópico o de Rosetta), a unos
pítulos 5-8. "Caps. 9-11. 812-15,13. '15,14-16,24. 1016,25-27. 13 km del mar, en el fuerte Saint Julien, no lejos de
Rosetta, la antigua Bolbitinum. Junto a ella. los califas
4. FECHA. La epístola a los Romanos fue escrita del siglo rx fundaron la ciudad de Rasid, que es la que
entre los años comprendidos desde fines del 54 a la hoy subsiste.
primavera del 59. W. Michaelis asigna para su redac- La piedra de Rosetta pasó a ser propiedad de Ingla-
ción la Pascua del 56, desde Tróade o quizás desde terra en virtud del artículo XVI del tratado de capitu-
Filipos. C. H. Dodd y O. Michel retrasan la fecha y lación de 1801, concluido en Alejandría, de Egipto
Ed. Meyer llega hasta el invierno del 58-59. Igualmente, y en 1902 fue colocada en el British Museum, donde
otros, en vez de Macedonia, designan Acaya como está actualmente. Es una losa de basalto negro, de forma
lugar de la expedición. irregular, que mide aproximadamente 1,13 m de alto,
Bibl.: Comentarios: W. SANDAY-A. C. HEADLAM, Edimburgo 62 cm de ancho y 28 cm de grueso. Cuando estaba
1902. H. LIETZMANN, Tubinga 1906. K. BARTH, Muních 1929.
J. SICKENBERGER, Bonn 1932. C. H. Donn, Londres 1932. P. A. completa, tendría por lo menos 30 cm más de altura,
THAUS, Gotinga 1935. O. Kuss, Regensburgo 1940. A. VIARD, terminaría en círculo, al estilo de otras estelas egipcias,
París 1948. M. J. LAGRANGE, París 1950. A. NYGREN, Gotinga y llevaría grabadas imágenes reales. Es de la época
1954, F. LEENHARDT, Neuchátel-París 1957. C. K. BARRF.T, Lon- ptolomaica. Contiene un documento escrito en dos
dres 1957. J. CAMBIER, Lovaina 1957 .
Estudios: L. CERFAUX, Une lecture de l'Épitre aux Romains, lenguas: egipcia y griega. A su vez, el mismo docu-
Tournai 1947. P. BONNARD, OU en est l'interprétation de l'épitre aux mento egipcio aparece en dos formas distintas de es-
Romains?, en RThPh (1951), págs. 225-243. Sr. LYONNET, Quaes- critura: la jeroglífica y la demótica. Quedan sólo 14 líneas
tiones ad Romanos, 1-II, Roma 1955-1956. J. M. GONZÁLEZ Rtrrz,
El pecado original según san Pablo ( Rom 5), en EstB, 17 (1958), de la escritura jeroglífica que equivalen a las 28 últimas
págs. 147-188; id., Muerto por nuestros pecados· y resucitado por del griego; aproximadamente la mitad de todo el escrito
nuestra justificación (Rom 4,25), en AB, 11 (19591, págs. 269-290. griego. El texto egipcio puede ser actualmente recons-
J. M.ª GONZÁLEZ RUIZ truido, incloso en la parte que falta, por haberse hallado
en Damahür, el año 1898, otra estela que contenía el
RO'S (ecabeza», «príncipe»; ár. ra'sun; 'Pcoc; Vg, mismo documento.
Ros). Nombre del séptimo hijo de Benjamín, estableci- El documento que ha conservado la Piedra de Rosetta
do en Egipto con Jacob ', que no se menciona en la ge- es la copia de un decreto, emanado del concilio ge-
nealogía de Benjamín del libro de las Crónicas", Este neral de sacerdotes egipcios, reunidos en Menfis para
hecho, y la circunstancia de que no se mencione su celebrar el primer aniversario de la coronación de Pto-

265 266
ROSETIA

lomeo V Epífanes, rey de todo Egipto. Esta primera raíz hebrea que se emplea únicamente en la forma
conmemoración tuvo lugar en la primavera de 196 A.c., verbal híf''ü, «oler». De ahí los distintos matices que
en el año noveno del reinado de Ptolomeo Epífanes. entraña el término, bien que siempre dentro de la tónica
La estela recuerda todos los favores de orden económico, general: «viento», «soplo», «espíritu», «olor», «soplar»
político y militar que este rey de la dinastía ptolomaica (árabe), «abanicar» (etiópico), «principio vital», etc. Este
acaba de conceder a Egipto. Los sacerdotes, agradecidos, significado básico del término es común, por otra parte,
le decretan honores divinos, determinan el culto futuro a todas las lenguas semíticas: árabe, siríaco, etiópico,
en su honor y mandan levantar una estela conmemora- etc. (->- Espíritu).
tiva de estas conclusiones que tendrá que ponerse al J. DE GOITIA

lado de la estatua de Ptolomeo en todos los templos


RUBÉN (heb, re'üben; 'Pov[,riv; Vg, Ruben). Datos
de l.ª, 2.ª y 3.ª clase, y tendrá que estar escrita en la
procedentes de distintas fuentes del AT coinciden en
lengua de los dioses (egipcio jeroglífico), en la lengua
señalar a Rubén como al primogénito de los hijos de
de los escritos sagrados (demótico) y en griego.
Jacob 1 y a la tribu de Rubén como aquella a la que
La Piedra de Rosetta sirvió de clave principal a
correspondía el primer puesto en la enumeración de las
Champollion para descifrar la escritura jeroglífica egip-
tribus de Israel (Nm 26,5 y sigs. passim). No puede
cia (->- Egipcio, Idioma).
determinarse con certeza el significado de la palabra
Bibl.: K. SETHE, Zur Geschichte und Erkliirung der Rosettana, ré'úbén. Ninguna de las significaciones propuestas hasta
Leipzig 1916. E. A. WALLIS RUDGE, The Rosetta Stone, 9.ª ed.,
Londres 1957. ahora resulta convincente. En Gn 29,32 se da una eti-
S. BARTINA mología popular de este nombre.
En una de las variantes de la hístoria de Jacob (E),
RÜAl;I. Término hebreo, de uso muy frecuente en se dice de Rubén, hijo primogénito de Jacob, que im-
las páginas del AT. Etimológicamente proviene de la pidió prudentamente la muerte de José a mano de sus
hermanos 2 y que más tarde fue el
intercesor ante su padre en nombre
de sus hermanos. También según
Gn 30,14, si bien sólo como pri-
mogénito, desempeña su papel.
Más concretamente se relata en
Gn 35,22a que una vez cohabitó
con Bilháh, concubina de su padre.
Esta noticia constituye nada más
un fragmento al cual falta el final
obligado: la reacción de su padre
por tal abuso. A esta historia se
refiere la amenaza que se hace
a Rubén en las Bendiciones de
Jacob 3 y que no consistió exacta-
mente - el texto no resulta del
todo inteligible - en una maldición
o en la privación del derecho de
primogenitura (se habla por vez
primera de la pérdida del derecho
de primogenitura en favor de José
más tarde en 1 Cr 5,1.2).
En Gn 35,22a; 49,3.4 se considera
a Rubén sin duda como represen-
tante de la tribu que lleva su
nombre. Pues precisamente la ame-
naza a Rubén como fundador de
una tribu explicaría el hecho nota-
ble de que la tribu de Rubén, aun
apareciendo siempre en primer Iguar
en el sistema de las doce tribus, sin
embargo en la época histórica no
representase ningún papel en el
círculo de las tribus de Israel; como

La Piedra Rosetta, inscripción trilin-


güe, que sirvió a Champollion para
descifrar la escritura jeroglífica. (Foto
· British Museum)

267 268
RUBÉN

tampoco puede delimitarse con certeza la parte que


o
recibió en la tierra prometida a Israel en Palestina. l<m
Lo cual indica la existencia de una prehistoria de las
tribus de Israel, apenas conocida por nosotros, duran-
te la cual la tribu de Rubén debió de ocupar un
puesto destacado que perdió antes de terminar la toma
de posesión de la tierra de Israel (- Doce Tribus).
Que el fundamento de esto sea la amenaza a Ru-
bén por la violación de Bilháh, madre de los funda-
dores de las tribus de Dan y Neftalí4, es tal vez sólo
un motivo de tipo narrativo (Bilháh, la esclava de
Raquel, aparece todavía muy joven), que, por tanto,
podría no interpretarse como un dato real en la historia
de las tribus, supuesto que, según nuestros conocimien-
tos, nunca se ofreció la ocasión para unas especiales
relaciones de la tribu de Rubén con las de Dan y Neftalí.
Naturalmente, la tribu de Rubén existió también en
la época que siguió a la ocupación de la tierra. Cierta-
mente estaba representada en la comunidad de las tribus.
Las familias que a ella pertenecían se enumeran en
Nm 26,5-7a, dentro de un censo que probablemente
se remonta al tiempo de los Jueces 5• Incidentalmen-
te se habla de algunos «rubenitas»" y también de repre-
sentantes de la tribu de Rubén en la reunión de las
tribus7 • Al menos en teoría conservaba su puesto pri-
Mapa con el territorio de la tribu de Rubén
vilegiado en el sistema de las tribus. Pero los rubenitas
todavía existentes, o bien los israelitas que pertenecían
a la tribu de Rubén, podían mantenerse en el circulo meraciones de ciudades rubenitas, en Nm 32,37.38 y
de los israelitas que eran propietarios de las tierras Jos 13,16-20, no coinciden entre sí. Tal vez sea debido
sólo como un grupo cerrado. A ello alude el versículo a que en Nm 32 se presenta una tradición más antigua
dedicado a Rubén en la Bendición de Moisés 8, en el y más conforme con la autenticidad inicial. Según esta
que se expresa el deseo de que Rubén «siga viviendo tradición, habitaron los rubenitas en una serie de ciu-
y no muera» y que su descendencia exista al menos dades próximas a las montañas fronterizas de Jordania
«en un determinado número». oriental, al este de la parte septentrional del mar Muerto
Ante todo, Rubén no pudo asegurar para su tribu (por tanto, exactamente frente al que probablemente
una demarcación territorial fija e independiente. Es fue su primitivo emplazamiento: la parte occidental de
sorprendente ver cómo los datos del AT sobre la ocu- Jordania), en una zona rodeada, como un enclave, por
pación de la tierra por Rubén no son uniformes. El canto el territorio de la tribu de Gad. En Jos cap. 13 aparece
de Débora, en el que reprocha a Rubén su abstención la visión posterior deuteronómica, de características
en la lucha contra las ciudades «cananeas» capitaneadas más sencillas'", según la cual la zona entre Amón y
por Sisérá", parece situar a Rubén en alguna parte de Yabbóq se repartió de manera que Rubén recibió la
Jordania occidental", porque poco después (ver. 17a) mitad meridional y Gad la mitad septentrional, mien-
expresamente se menciona a los jordanos orientales. tras que la parte norte de Yabbóq fue adjudicada a la
Con ello puede compaginarse el que, según Jos 15,6; «media» tribu de Manasés. Favorecen el emplaza-
18,17, sobre la frontera benjaminita, al oeste de la orilla miento de Rubén en Jordania oriental las noticias que
norte del mar Muerto, había como mojón una «peña acerca de Rubén se dan en la introducción genealógica
de Bóhan, hijo de Rubén», cuya denominación supone a la obra de las Crónicas, las cuales contienen algunos
tal vez que los rubenitas habitaron aquella comarca. datos concretos de origen desconocido. Según 1 Cr 5,10,
Estos rubenitas parece que más tarde se unieron indu- los rubenitas (en los vers. 18-22 también aparecen im-
dablemente a sus vecinos los de Judá, pues aquel 'Ákan, plicados además de los rubenitas, los gaditas y los ma-
cuyo monumento fúnebre se podía ver1º en el «valle de nasitas de Jordania oriental) dirigieron en tiempo de
'Ákor»11 junto a la «peña de Bóhan», era oriundo Saúl una triunfante lucha contra los agarenos, los cua-
de la familia rubenita de Karmi12, a la cual se considera les probablemente eran nómadas establecidos en la
en Jos 7,1.16-18 como familia de la tribu de Judá. Pero, zona fronteriza civilizada de Jordania suroriental!". Se-
sobre todo, los rubenitas habitaron al oriente del ex- gún 1 Cr 5,6, los rubenitas fueron deportados (como los
tremo norte del mar Muerto, por tanto, al sur de Jor- restantes israelitas de Jordania oriental) por el rey
dania oriental, en la región ocupada por la tribu de asirio Tiglatpileser 111. Esto sucedió en el año 732 A.c.,
Gad. La mayor parte de los datos del AT se orientan cuando Tiglatpileser ocupó Jordania oriental, habiendo
en este sentido. Frecuentemente aparecen unidos Rubén vencido al pueblo de Israel, y la convirtió en provincia
y Gad18. Las referencias concretas acerca de la perma- asiria.
nencia de Rubén en Jordania sudorienta! están llenas 1Gn 29,31 y sigs., y passím, 2Gn 37,21 y sigs. 'Gn 49,3-4.
de variaciones dignas de tenerse en cuenta. Las dos enu- 4 Gn 30,3-8. -cr, Gn 46,9. ºNm 16,l; 1 Cr 11,42. 'Nm 1,5;

270
269
RUBÉN

13,4; 1 Cr 27,16. ªDt 33,6. 'Jue 5,15b-16. 10 Jos 7,24. =cr, Jos
15,6-7. »or, Nm 26,6. 13Nm 32,1 y sigs., passim, «cr, Dt 3,
diez jofainas o aguamaniles del Templo eran móviles
12-13. »cr, Sal 83,7. descansando sobre ruedas" y pudieron ser parecidos a
Bibl.: M. NOTH, Das System der zwólf Stiimme lsraels, Stuttgart los encontrados en Larnaca y Enkomi (Chipre) que
1930. ABEL, 11, pág. 69. SIMONS, pág. 115-119. M. NOTH, Die apoyan en cuatro ruedas. En la visión teofánica de Eze-
Welt des A/ten Testaments, 4.ª ed., Tubinga 1962, págs. 61 y sigs. quiel, las ruedas son tal vez símbolo de movilidad y
M. NOTH
fuerza", Símbolo de volubilidad moral es en el prover-
bio sapiencial «como rueda de carro es el corazón del
RUBENITAS. Nombre que se aplica a los descen- necio y cual eje que da vueltas su razonamiento»>,
dientes de ->- Rubén, o a los individuos de la tribu de En el NT, el único pasaje que menciona la rueda es
que éste es epónimo, y que resulta de la castellanización un texto oscuro de Santiago que, aludiendo a los males
o traducción directa de la expresión hebrea béné ré'úbén o de la lengua, dice que «mancha todo el cuerpo e inflama
ré'úbéni, «hijos de Rubén» .. «rubenita». el ciclo de la existencia» (-róv Tpoxov Tijs yEvécrEws;
Vg, rotam nativitatis)6, expresión equivalente a KVKi\os
RUBÍ. Versión moderna frecuente del hebreo nofek: TfíS yEvÉcrEWS de la literatura pitagórica y con valor
(&v.Spa~; Vg. carbunculus) que, según Plinio y otros idéntico a nuestro «ciclo de la vida», significando sus
autores de la antigüedad, era una piedra roja y brillante diversas etapas.
1
y que suele identificarse con la variedad hoy llamada Éx 14,25. 'Is 5,28; 17,13; 28,27; Jer 47,3; Ez 23,24; 26,10;
Nah 3,2. 3 1 Re 7,30-33; 2 Re 23,11. 'Ez caps. 1 y 10; Dan 7,9.
«rubí oriental». Aparece en el pectoral del sumo sacer- 'Fclo 33,5. 'Sant 3,6.
dote, de cuyas piedras preciosas apenas se puede decir Bibl.: A. CHARUE, ea La Saint e Bible, XII, París "1951, págs.
nada con precisión. En el NT &v.Spa~ - que aparece 415-416. A. PARROT, El templo de Jerusalén, Barcelona 1962, págs.
una sola vez - significa el carbón corriente. Otros 35-37 (trad. esp.), J. B. PRITCHARD, La Sabiduría del Antiguo
Oriente, Barcelona 1965.
identifican el rubí con el hebreo kadkod.
C.GANCHO
Éx 28,18; 39,11; Is 54,12; Ez 27,16; Rom 12,20.
Bibl.: A. CLAMER, en LSB, I, págs. 236-237. RUFO ('Povq,os Vg. Rufusy. Nombre de uno de
C.GANCHO los hijos de Simón de Cirene a quien obligaron a llevar
la cruz de Jesús. El hecho de que el evangelista Marcos
RUDA (m'¡yavov; Vg. ruta). Planta herbácea pe- dé este detalle «padre de Alejandro y de Rufo», sugiere
renne, de olor fuerte (Ruta graveolens, L.) y muy amarga, que estos eran personajes bien conocidos de los desti-
utilizada como condimento, e incluso como remedio natarios de su evangelio. Por ello, se ha identificado,
medicinal (->- Flora). A ella hace alusión Jesús cuando en la exégesis, a este Rufo con el «elegido en el Señor» y
reprende el formalismo de la religión farisaica. En el a cuya madre Pablo también la llama suya ( «sil madre
pasaje paralelo, Mateo habla del hinojo o eneldo (&vr¡- y mía») en los saludos finales de la carta a los Romanos.
.Sov) (->- Flora). El nombre es romano y en la comunidad de la metró-
Le 11,42; Mt 23,23 . poli debía ser un cristiano importante.
M.MÍNGUEZ Me 15,21; Rom 16,13.
C.WAU
RUEDA (heb. "áfán, galgál; Tpoxós; Vg. rota).
Para el tiempo más antiguo a que aluden los textos RUGM (ár. clásico sing, rugmat':", pl. rugamun y
bíblicos en su mención de las ruedas - la salida de rigamun). Voz que interviene en la formación de to-
Egipto - este maravilloso invento humano había lo- pónimos de origen árabe y que denota en ellos, un
grado amplia difusión en las culturas oriental y micé- montón de piedras o una tumba.
nica. A mediados del II milenio, el fuerte imperio hitita
se sostenía poderoso sobre las ruedas de sus carros RUMA. Nombre que da la Vg. a la población
de guerra. efraimita de ->- 'Áriimah.
La mención bíblica «Dios atascó las ruedas de los
carros» de los egipcios1 está perfectamente ilustrada RÜMAH ('Povµá [B], 'Pvµá [AJ; Vg. Ruma). Ciudad
con una pintura del siglo xrv de la tumba de Tutanha- natal de Zébídáh, madre de Joaquim de Judá, o tal vez
món en que figuran varios carros ligeros de dos ruedas lugar de origen del padre de la misma, llamado Pédá-
con seis radios que arrancan de un eje central. Ilustra- yáh 1. Josefo parece mencionarla en dos ocasiones, pero
ciones asirias de los siglos IX-VII encontradas en unos no precisa su localización. Suele identificarse con Hirbet
bajorrelieves de Nimrud y Nínive representan a Asur- el-Rümah, lugar que estuvo habitado desde el período
nasirpal cazando leones sobre un carro también de dos de Bronce hasta la Edad Media, en que se llamó Roma.
ruedas de seis radios, pero más gruesas y pesadas que Se halla a 9 km al norte de Nazaret, en el borde meri-
las egipcias, pesadez que se acentúa en el carro de trans- dional de Sahl el-Battóf.
porte de prisioneros del palacio de Asurbanipal, cuya 12 Re 23,36.
rueda presenta catorce radios.
Bibl.: F. JoSEFO, Ant. [ud., 10,5,2; id., Bel. [ud., 3,7,21. ABEL,
Otras alusiones bíblicas a las ruedas de los carros de 11, pág. 348. SIMONS, § 963.
guerra certifican el terror del pueblo ante la presencia R. SÁNCHEZ
de tales instrumentos, desoladores de campos y ciudades;
con frecuencia, la amenaza del castigo divino llega con RÜMAH, Hírbet el-. Ruinas que han conservado el
la imagen de la trepidación de las ruedas bélicas». Las nombre de la: ciudad de ->- Rñmah.
271
272
RUT

RUMANAS, Versiones. A fines del siglo xv co- tidad. De acuerdo siempre con las indicaciones y con-
mienzan algunas traducciones dependientes del eslavo. sejos de Noemí, Rut se atreve a dirigirse a Booz para
Ediciones luteranas y calvinistas de los evangelios, epís- que, de acuerdo con la ley del levirato, la tome por
tolas y Salmos (1561, 1577); una traducción del húngaro esposa, para dar así sucesión al difunto ºElimélek. Con
de Génesis y Éxodo (1582). Obras de metropolitanos tal intención acude de noche y en oculto junto a Booz
son: una traducción del NT (1648) y de los Salmos que duerme al pie de la mies en la era. Ante la petición
(1561), según el griego, latín y eslavo, en excelente estilo, de Rut, Booz queda admirado de la virtud de esta mujer
por Simeón Stefan, metropolitano de Alba Julia; las moabita que, después de haber abandonado todo lo
perícopes litúrgicas del evangelio, traducidas del eslavo suyo por seguir y acompañar a su suegra; renuncia tam-
(1641-1643), por Varlaam, metroporitano de Moldavia; bién a poderse casar con un hombre joven, pobre o
y los Salmos en verso (1673), en prosa (1680), para uso rico, pero adecuado a su edad, y prefiere casarse con
litúrgico (1659), por Dosoftei, metropolitano de Molda- un hombre ya maduro con tal de perpetuar el nombre
via. El príncipe de Valaquia, Serban Cantacuzinos, pa- del difunto ºElimélek, marido de Noemí. Conmovido
trocinó la traducción completa de la Biblia, del griego: por este caso de singular piedad y filial devoción, le
un monumento de lengua rumana, realizado al parecer promete tomarla por mujer con tal que otro pariente más
por N. Milescu, y publicado en Bucarest en 1688. próximo que él de ºElimélek, y, por consiguiente, con
· Los católicos realizan la primera traducción completa mayor obligación al levirato, y derecho al goelato
después del decreto de Benedicto XIV: es la llamada renuncie a su derecho. Este pariente, cuyo nombre no da
Biblia de Blaj, dependiente de la de 1688, obra de Sa- el relato bíblico, está dispuesto a comprar el campo de
muel Micu, J. Bob y otros (Blaj 1792-1795); obra que Noemí, ejerciendo el derecho del goelato; pero no
se ha repetido en muchas ediciones. Menos éxito tienen quiere en cambio cumplir con el precepto del levirato
la traducción completa de G. Erbiceanu y G. Ena- por no causar perjuicio a su heredad al casarse con Rut,
ceanu (1865-1869); la exacta, pero mediana de estilo, la pobre moabita. En vista de ello, . Booz rescata el
de l. Nitzulescu (1895-1906) y la de D. Cornilescu campo de ºElimélek y casa además con Rut. De este
(1920-1921). A fines"del siglo pasado quedaron inéditas matrimonio nace un hijo: 'Óbed, que Noemí adopta
las traducciones de los textos originales hechas por primogénito suyo, y que será padre de lsaí, padre a su
Timoteiu Cipariu, canónigo de Blaj, y por Víctor Smi- vez del rey David. De esta suerte, Rut se convierte en
gheleschi, teólogo de Blaj. Una nueva traducción es antecesora del rey David y, por consiguiente, del Mesías
obra del escritor Gala Galaction (Grigore Pisculesnu), prometido1.
ayudado o corregido por V. Radu y N. Munteanu 1 Mt 1,5.
(1927-1939). J. CANTERA
Bihl.: o. BARLEA, en ZKTh, 82 (1960), págs. 307-309.
J. L. ALONSO SCH0KEL RUT, Libro de. Una de las cinco mégi/.lot de la Biblia.
Refiere un episodio de la última época de los Jueces:
RUMEIDI, Gebel el-, Monte relacionado con la la historia de la moabita Rut que por unión con el
ciudad de - Hebrón. varón de Judá, Booz, llegó a ser antecesora del rey Da-
vid, y por consiguiente, del Mesías prometido (- Rut).
RUMEILAH, Tell. Lugar en el que estuvo situada 1. AUTOR. El libro de Rut es una obra anónima.
la bíblica - Bét Sémes. Aunque es cierto que una tradición rabínica lo atribuyó
a Samuel, nada puede afirmarse con seguridad, ya que
RUT (heb. rüt; 'Poú.S; Vg. Ruth). Mujer moabita no existe argumento fuerte en su favor, pero tampoco
que por su piedad singular llegó a ser esposa de un muchos en contra.
varón de Judá, antecesora del rey David. Su vida nos
la refiere el libro homónimo. 2. EPOCA DE COMPOSICIÓN. Para algunos autores, el
Una familia de judíos, compuesta por ºElimélek, su libro de Rut fue compuesto probablemente en tiempo
mujer Noemí, y sus dos hijos Mahlón y Kilyón, había de los reyes, y algunos, precisando más, en la época de
emigrado a Moab, a causa del hambre que azotaba el David. Otros, en cambio, sostienen que su redacción
país de Judá. En Moab muere ºElimélek, y sus dos hijos es postexílica. Aparte de la posibilidad de que fuese
casan con dos mujeres moabitas: <Qrpii.h y Rut. Mueren compuesto para oponerse a las tendencias rigoristas de
asimismo los dos hijos de ºElimélek, quedando viudas Esdras y Nehemías contra los matrimonios mixtos,
las dos mujeres moabitas. Noemí decide volver al país varios son los síntomas que pueden hacer pensar en su
de Judá y se despide de sus dos nueras. Rut insiste en composición o redacción postexílica; las peculiarida-
acompañarla, renunciando a todo, y aceptando el pue- des lingüísticas del texto; algunas expresiones que pare-
blo, la religión y costumbres de su suegra. Llegan las cen indicar se trata de una época ya alejada del hecho
dos mujeres a Belén de Judá cuando estaba para em- que se narra; el considerarse el redactor obligado a
pezar la siega de la cebada. explicar algunas costumbres, etc. De todas maneras, un
Por indicación de su suegra Noemí, Rut sale a espigar, examen detenido de la lengua y estilo de este libro,
y lo hace en un campo de Booz, hombre de muy buenas así como de algunas de sus peculiaridades más desta-
condiciones y pariente cercano del difunto ºElimélek. cadas, nos inclinan a atribuirle como muy probable
Enterado Booz de la piedad de Rut para con Noemí fecha de redacción la época de los reyes, ya avanzada.
y para con los difuntos, da orden de que la atiendan y 3. FINALIDAD. Cabe pensar que el hagiógrafo pre-
dejen caer espigas para que ella pueda recoger en can- tendió tan sólo narrar en forma bella y poética, a modo
273 274
RUT

Montes de Belén y sus alrededores, por donde transcurrió la actividad de Rut, incorporada ya al pueblo de
Israel. (Foto Orient Press)

de novela, UD hecho más o menos ficticio, sin otra que buscarlo en las antiguas mitologías, despojadas de
intención que la puramente literaria. Pero cabe también su carácter mágico y fantástico. En particular se ha
que con esta narración persiguiese el autor alguna pretendido ver en el libro de Rut una marcada influencia
finalidad práctica más o menos concreta, que podría de la leyenda de Osiris por cuanto que en una y otra
ser una de estas tres: narración se celebra el nacimiento de un hijo a un
a) Exponer una genealogía del rey David y dar muerto gracias a la fidelidad de su esposa. Ahora bien,
noticia de unos próximos antecesores suyos. y aparte otras consideraciores, en el libro de Rut la
b) Hacer frente a la tendencia rigorista de Esdras figura central y el alma de todo el relato es Rut la moa-
y Nehemías contra los matrimonios mixtos. bita que no tiene propiamente paralelo ni mucho menos
en la leyenda egipcia, a no ser en la figura de Anubis
e) Referir un episodio más o menos real e histórico que se relacionaría más bien con Booz y cuya interven-
del que se puede deducir una lección moral, al poner ción en la leyenda egipcia es muy limitada. Una de las
de manifiesto las virtudes de la familia israelita, la características del libro de Rut es la verosimilitud. Si
piedad para con los parientes vivos y muertos, y el lo que refiere no son hechos reales, al menos pueden
reconocimiento de la divina Providencia en los hechos serlo: nada se opone desde el punto de vista humano ni
corrientes de la vida. Naturalmente que estas finalidades tampoco del divino. Sus personajes son hombres, con
no se excluyen una a otra, y es muy posible que el autor sus defectos y sus virtudes. Interviene Dios, natural-
persiguiese varias de ellas a la vez. mente; pero de una manera del todo normal. Es más,
4. HISTORICIDAD. Los partidarios de los géneros lite- en este libro no se dan milagros, ni siquiera hay hechos
rarios en la Biblia han pretendido que el libro de Rut extraordinarios. Todo es muy conforme a la realidad:
no es sino la narración, en forma novelesca, de un el hambre en el país de Judá como consecuencia de una
episodio más o menos real o ficticio, y se ha pretendido pertinaz sequía; la emigración a otro país en época
que una narración tan llena de poesía no puede tener de hambre; la siega de la cebada y del trigo en Belén;
fundamento histórico ni puede tampoco responder a el espigar de las gentes pobres; el goelato y el levirato;
una intención de polémica frente a las medidas rigoristas y hasta los detalles como los de la comida, el dormir
de Esdras y Nehernías contra los matrimonios mixtos. el dueño junto a la parva, la celebración de actos públicos
El autor de este libro no pudo tener otras miras - según a la puerta de la ciudad y ante los ancianos, etc.
los partidarios de esta teoría - sino la puramente También la escuela panbabilónica ha pretendido apli-
literaria y esta obra no sería, pues, otra cosa que una car sus teorías a la redacción y origen del libro de Rut.
simple novela, producto de la fantasía. Su tema habría Pero, por mucho revestimiento· mitológico-astral y por

275 276
RYLAND

1 (1941), págs. 55-63. F. SPADAFORA, en ECatt, X, cols. 1492-


más que se busquen explicaciones en los fenómenos 1494. J. M. MYERS, The Linguistic and Lit erary Form of the Book
celestes, difícilmente podrá salvarse el abismo que media of Ruth, Leiden 1955. J. CANTERA, Rut la Moabita, Madrid 1962.
entre la leyenda babilónica, tan fantástica, irreal y J. CANTERA
mitológica de una parte, y el relato de Rut, tan sencillo,
real y humano de otra. RYLAND, Papiros de. Se trata de la colección de
5. DOCTRINA. Del relato de Rut se deduce una papiros existentes en la biblioteca de Manchester fun-
lección moral que pone de manifiesto las virtudes de dada en memoria de Jobo Ryland. Desde el punto de
la familia israelita, la piedad para con los parientes vista bíblico tiene suma importancia el Ryl. GK 457
vivos y muertos, y el reconocimiento de la divina Pro- (P52) y el Ryl, GK 458. El primero de ellos contiene
videncia en los hechos corrientes de la vida. Pero hay catorce líneas del cap. 18 del evangelio de san Juan, y
además una lección espiritual de elevado alcance: en se escribió en la primera parte del siglo II D.c., por lo
la incorporación de una moabita al pueblo de Israel que es el fragmento más antiguo del NT; el segundo
está representada la llamada de los gentiles a la religión con restos de catorce versículos de Dt 23-28, es uno de
verdadera. Llamada e incorporación tanto más sublime los más antiguos del AT, versión de la LXX, pues se
cuanto que Rut, la moabita, llegaría a ser antecesora escribió en el siglo n A.c.
próxima del rey David y, por consiguiente, del Mesías Bibl.: C. H. ROBERTS, Catalogue of the Greek and Latin Papyri.
III, Theological and Lit erary Texts, Manchester 1938, págs. 1-8.
prometido. A. CALDERINJ, Tratadr ,/e Papiroloeia, Barcelona 1963 (trad. esp.).
Bibl.: P. Joüon, Ruth, Commentalre philologique et exégetique,
Roma 1924. M. DAV!ú, The Date of the Book of Ruth, en OTS, P. ESTELRICH

277 278
s
S. La ese en su origen y evolución, tanto desde el
punto de vista gráfico como de su articulación sonora,
comprende, en las lenguas bíblicas, varios signos con 4 6 7 8 9
su mutua contaminación y es afín a otros parecidos.
Ante todo, el hebreo es rico, por encima de lo común, 4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírárn, rey de
en letras sibilantes. A este grupo pertenecen de algún Biblos (siglo XIII A.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000
A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890-
modo s, s, s, $ y z (O, iz,,, W, l y T), aunque con dife-
875 A.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8. Letras
rentes alcances.
talladas en sellos y piedras preciosas (800-500 x.c.).
Así, pues, en el alefato la ese puede corresponder al 9. Papiros egipcios (500-300 A.c.).
sámek (s), que es su decimaquinta letra, y además a
las gemelas s (sin) y s (sin), que son el vigésimo signo
del alefato, si se encasillan en un mismo lugar, pres-
cindiendo de los puntos diacríticos.
v o
En el alfabeto griego, si no se tienen en cuenta las 10 11 12 13 14 15
dobles, psi (4'), que es labial, y xi (~), que es gutural, l O. Caracteres cuadrados hebreos (siglo 1v n.c.),
se ve que la sigma o ese forma un grupo independiente, 11. Papiros de los siglos v-vnr n.c, 12. Siríaco
distinto de la zeta(~), que es doble y dental, pronunciada (500-800 D.c.). 13. Pentateuco samaritano (siglo
con s suave (ds). La sigma griega es la decimoctava xur n.c.). 14. Escritura rabínica riisi (siglo xm
letra y puede ser medial (I, C, o-) y final (I, C, s). D.c.). 15. Caracteres alemanes cursivos (siglo XIX).
Algo parecido se da en el alfabeto latino, donde, si
se prescinde de las letras ix (x) y zeta (z), la ese, que En cambio, el sin/sin tiene otro proceso diferente:
ocupa un lugar anterior a las indicadas, el decimoctavo,
polariza los sonidos dentales sibilantes.
La ese es la vigésimo segunda letra del abecedario
español y la decimoctava de sus consonantes (S, s).
Para un análisis completo de la ese en sus distintas
formas y sus interrelaciones con otras consonantes, ha
de considerarse como signo escrito, a lo largo de su 2
evolución, y como sonido articulado.
· l. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip-
J. LA «ESE» Y LAS LETRAS AFINES CONSIDERADAS COMO cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des-
SIGNO ESCRITO. Desde sus más primitivas formas ar- arrollo tamúdico.
caicas hasta las más modernas, en su paso a través del
fenicio, el sdmek ofrece este cuadro evolutivo:

4 6 7 9

4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírárn, rey de


2 Biblos (siglo XIII A.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000
A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890-
l. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- 875 A.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8. Ins-
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- cripción de Siloé (700 A.c.). 9. Letras talladas en
arrollo tamúdico. sellos y piedras preciosas (800-500 A.c.).
281
282
s
minúsculo griego, tanto cerrado como abierto. El sade
www wW no ofrece base de grafía derivante.
10 11 12 11. LA «ESE» CONSIDERADA COMO SONIDO. Es preciso
10. Papiros egipcios (500-300 A.c.). 11. Inscrip- considerar por separado el comportamiento de la ese
ciones en monedas de época macabea (150-40 A.C.). en el seno de las lenguas semíticas, en la griega y en la
12. Primer siglo de la era actual y escritos de la la tino-castellana.
época de Bar Kókébá" (1-150 n.c.),
111. LENGUAS SEMÍTICAS. l. SAMEK. La letra sá-
mek es, en hebreo, fundamentalmente una consonante
ruv l1/ v w b independiente de tipo sibilante sordo (ss) enfático.
18 19
Secundariamente se halla en lugar de un primitivo
13 14 15 16 17
sin (s), que corresponde al árabe sin (sétaw = ár. sita',
13. Caracteres cuadrados hebreos (siglo rv D.C.). «invierno»). Es corriente en cananeo y en siríaco. En
14. Papiros de los siglos v-vrn D.C. 15. Siríaco cambio, es propiamente incorrecto el cambio que se
(500-800 D.C.). 16. Pentateuco samaritano (siglo
xm D.c.). 17. Escritura rabínica riisi (siglo XIII encuentra raramente de una sin (s) hebrea en lugar de
n.c.). 18. Caracteres alemanes cursivos (siglo XIX). un sámek (s) primitivo.
19. Caracteres árabes del Corán. 2. $ADE. El sádé hebreo es un sámek enfático. Se
ha de clasificar entre las consonantes mudas, articulada
Ambos son bastante distintos del que ofrece el sádé: con el espinazo de la lengua y el borde anterior del
paladar. La versión griega de los LXX lo traslitera

'2• oD constantemente por sigma (cr). El hebreo actual lo pro-


nuncia, por ley tradicional, como ts. En los intercambios
2 de la antigüedad se muestra afín al tét (t) y al "ayin (').
1. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- 3. SiN. Primitivamente un solo signo (TO) sirvió
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- para el sin y el sin. Los samaritanos siempre lo leen
arrollo tamúdico. sin, fricativa palatal. En realidad, el sin (s, tt,,) ha de
clasificarse como sonido medio entre el sámek (s) y el

/1 r- 13 sin (s); por lo tanto, de articulación con la punta de la


lengua en la raíz de los dientes e inflexión plana de
4 5 6 7 la espalda lingual. Así, pues, se diferenciaron el sin (s)
4. Alfabeto fenicio (1000 x.c.). 5. Estela de Mesa', del sámek (s), como aparece en sákar, «cerrar», y sákar,
rey de Moab (890-875 x.c.). 6. Cartas arameas «tomar a sueldo»; sákal, «ser necio», y sákal, «ser sa-
(800 A.c.). 7. Inscripción de Siloé (700 A.C.). bio». Por su gran semejanza, se explican las confusiones
8. Letras talladas en sellos y piedras preciosas de grafía que alguna vez se encuentran en el AT como
(800-500 A.C.). en süg (una vez süg), «retroceder»; ka'as, tres veces
lcá'as, «imitación».

YP 4. SiN. La letra sin (s, 'fli) es la fricativa sibilante


sorda, diferenciada paulatinamente del sin (s). Por
9 10 11
ejemplo, sémes, «sol». Es ilustrativo el pasaje bíblico
9. Papiros egipcios (500-300 A.c.). 10. Inscripcio- en que la mala pronunciación de una sibilante podía
nes en monedas de época macabea (150-40 x.c.).
acarrerar la muerte, como signo discriminativo de hablas
11. Primer siglo de la era actual y escritos de la
época de Bar Kókébá" (1-150 D.c.). dialectales; así fueron separados los efraimitas de los
demás, por no saber pronunciar el sin de la palabra
sibbolet, «espiga», que decían sibbolet-, Una sin que
no lleve puntuación en el T. M. se salta u omite, cuando
el texto esté puntuado: yissa(s)kar = Isacar.
12 13 14 15 16 17
1
Jue 12,5-6.
12. Papiros de los siglos v-vm D.C. 13. Siríaco
(500-800 n.c.), 14. Pentateuco samaritano (siglo 5. ZAYIN. La letra zayin (z) tiene más afinidad, por
XIII D.C.). 15. Escritura rabínica rtisi (siglo xm su sonido sibilante sonoro, a una sola ese entre voca-
D.C.). 16. Caracteres alemanes cursivos (siglo XIX). les, como en "áz, «en otra ocasión». Los LXX la trans-
17. Caracteres árabes del Corán. literan siempre por z;. Pero ha de tratarse en apartado
propio, por tener entidad subsistente en hebreo (-+ Z)
Por donde aparece que el sámek, en su forma fenicia,
IV. PECULIARIDADES GRAMATICALES. l. VOCALIZA-
es precursora más bien de la xi griega (::, ~); por el
CIÓN. En la vocalización, hay que advertir que una
contrario, el sin/sin da origen a la sigma griega por le- sibilante después de w lleva hátéf pátah: ü-záhab, «y
vantamiento del carácter y cambio de dirección en la
oro»1•
escritura (í:). Siempre en su forma mayúscula de S, el
1Gn 2,12.
signo latino español deriva más probablemente de la
sigma griega angulada, por pérdida de un trazo. En 2. Los VERBOS «PY"~». Hay seis verbos hebreos,
cambio, es más afín a las formas del sámek, el tipo cuya 2.ª radical es el sádé. Son yst, «encenderse»; ng,

283 284
$A'ÁNANNIM

«colocar»; ysb, en hitpa'él, «colocarse»; y:¡', «extender»; SÁ'AF («bálsamo»; IáyaE [B], Iáyap [AJ; Vg. Sa-
y:¡q, «verter»; y ysr, «formar». La sibilante enfática , aph). Nombre de dos personajes del AT:
se alarga fácilmente en virtud de una metátesis cuanti- l. Hijo menor de Yahdáy, de la tribu de Judá1.
tativa en las formas en que le precede vocal larga, p. ej.,
futuro hófval, yuysa' > yussa", de las cuales se propaga 2. Hijo de --,. Caleb y de su concubina Ma'ákáh. Fue
a las otras. Los verbos ydsd" y ydsaq no siguen esta regla. padre de la ciudad de --,. Madmanniih, es decir, fun-
dador de ella, y de Séwá', epónimo asimismo de otras
v. LA «ESE» EN LA LENGUA GRIEGA. La ese en poblaciones", La Vg. no le considera hijo de Caleb y
griego ofrece dos tipos de pronunciación, el sibilante le identifica con el Sá'af anterior.
sordo (ss) y el sonoro (s). El primero se expresa con 11 Cr 2,47. 21 Cr 2,49.
la reduplicación de la misma consonante, si está entre Bibl.: N0TH, 1387, pág. 223.
vocales (y7\C1,crcra), y con el signo simple en los otros J. CARRERAS
casos, como a comienzo y final de palabra. El segundo
tipo articulado se expresa con una sigma simple, entre SA'ÁLABBIN (Iaí\a~ív; Vg, Selebim). -+ Sa'albim.
vocales, ~acr1í\EÚS, «rey».
Debido a ·1a fácil concurrencia y conglomeración con SA'ALBIM ( «lugar de zorros» «chacales»; Iaí\a~ív,
otros sonidos, la sigma forma consonantes dobles de 0aí\a~ív; Vg. Salebin). Ciudad también llamada Sa'ii-
signos simples: rrc = \f/, muda labial y sibilante; xcr = ~, labbín-, perteneciente a los amorreos, que se concedió
muda gutural y sibilante; 6cr = i'.;, muda dental y sibilante a la tribu de Dan, la cual no logró conquistarla; pos-
suave, como s entre vocales. teriormente, los efraimitas y rnanasitas impusieron tri-
La sigma, en griego, aparece con frecuencia para buto a sus habitantes", Durante el reinado de Salomón
formar el terminal de sustantivos y verbos, como nece- perteneció a la prefectura de Ben Déqer, o segundo
saria a la declinación y conjugación, y a veces como distrito". Se identifica con Selbit, a 4,5 km al noroeste
intermedia entre la raíz y las sufijaciones. Así, pues, de Yálü, donde se han hallado restos de cerámica que
es normal en la conversión griega que sustantivos in- se remontan al Bronce I.
variables, adquieran, al helenizarse, sigmas no radicales 1
Jos 19,42. 2Jos 19,42; Jue 1,35. 31 Re 4,9.
que perturban la etimología, como en Hánanyáhíü), Bibl.: ABEL, II, pág. 438. SIM0NS, §§ 33 (4), 537, 812, 874 (II).
'Ánanyah que pasa a 'Avavía-s, Anania-s, Ananías.
G. SARRÓ
VI. LA «ESE» EN LATÍN. La ese en latín tiene asi-
mismo dos sonidos sibilantes distintos: el sordo y el SAALBONITA (heb. ha-sa'albáni, ó Iaí\a~c:..:iveÍTT)S,
sonoro, que como en griego se expresan, el primero por 6 Iaí\a~wví; Vg. de Salaboni, Salabonitesy. Oriundo
duplicación de la letra misma, como en missus, «envia- o habitante de Sa'albon, como "Elyahbá", héroe de
do»', y el segundo por la consonante simple cuando está David. La población quizá haya de identificarse con
entre vocales, como en Moyses. Sa'albim o Sa'iilabbin.
El complejo ti, en latín, se pronuncia ci, tsi: gratia, 2Sm 23,32; 1 Cr 11,33 (Vg. 32).
«gracia» = gracia, gratsia, excepto si es inicial de pa- R. SÁNCHEZ
labra (tiaras), si le precede inmediatamente x, s, o bien t
(mixtio, quaestio, Attius) y en la terminación -tier, SA'ÁLIM (heb. éres sa'iilim, «tierra de chacales»?;
de los infinitivos arcaicos (patier ). f¡ yfj Ieyaí\íµ; Vg. terra Salim). Territorio de los mon-
La ix (x) latina es la grafía del sonido complejado tes de Efraím, situado al este de Salisah, a unos 22 km
gs, es, ks. de Lydda, lugar que recorrió Saúl en búsqueda de las
La ese aparece con frecuencia en la terminación de asnas de su padre que se habían extraviado1• Lagrange,
numerosas palabras, igual que en griego, debido a la siguiendo algunos códices griegos, lo sitúa cerca de
estructura de la declinación latina. La modificación Pir'átón y muchos palestinólogos aceptan la hipótesis,
aparente del radical, en los nombres que pasan del sin dar más precisiones.
hebreo al latín, se debe a esta exigencia idiomática:
11 Sm 9,4; cf. Jue 12,15 (LXX, Códice de Lyon).
Yehosüa' = Yesu-s = 'IT)crOCí-5.
Bibl.: M. J. LAGRANGE, Le livre des Juges, París 1903, pág.
1Jn 9,7 Vg. 220. ABEL, I, pág. 358; II, 428. A. MÉDEBIELLE, Les livres des
Rois, en La Sainte Bible, III, París 1949, pág. 381. SIM0NS, §§ 602-
VII. LA «ESE» COMO SIGNO NUMERAL. Un tanto tar- 603, 663, 676.
díamente las letras representaron números. La s (siimek) M. R. RIEROLA
semítica, como numeral equivale a: o = 60; la s y s,
indistintamente, sin señal diacrítica: ¡z¡ = 300. $A' ÁNÁN ( «rica en rebaños»?; LEvvaáp; Sanan).
La sigma griega corno numeral vale: O'' = 200. La Ciudad que tal vez haya que identificar con --+ Sénán.
sigma abierta o final (s), que puede representar la di- Miq 1,11.
gamma o wiiw, equivale: s' = 6.
En latín, la s no tiene valor numérico. $A'ÁNANNIM (et.?; Becsutv [B], Becrevavíµ [AJ;
Bibl.: E. P. Joüox, Grammaire de l'hébreu biblique, 2.ª ed., Vg. Saananim). Lugar de la región meridional del
Roma 1947, especialmente § 117, pág. 153. W. ÜESENIUS, Hebra- territorio de la tribu de Neftalí1 y el sitio en que Sisérá"
isches und aramdisches Handworterbuch, 17.ª ed., Berlín 1954, cf.
Samech, págs. 532-533, Sade, pág. 669, Sin, pág. 777, Sin, pág. 795.
pereció, exactamente donde Héber el quineo había
acarnpado2• En el libro de los Jueces3, no sólo el kétib
S. BARTINA es variante (,a'iinnáyim), sino que aparece en la locu-

285 286
SA'ÁNANNIM

cion 'Élón bé-Sa'ánnáyim, El problema textual que se SA'ASGAZ (et.?; Fcd; Vg. Susagazi). Eunuco guar-
plantea tiene varios aspectos: ¿Cuál es la grafía correcta dián de las concubinas pertenecientes al segundo harén
del nombre? ¿'Elón debe entenderse como sustantivo del rey Asuero 1•
(«roble», «terebinto») o como el primer elemento de 'Est 2,14.
un topónimo compuesto, 'Elón bé-Sa'ánnáyim? Aun
admitiendo lo último, tradicionalmente se acepta la SAB', Tell el-, Montículo que guarda los restos de
lectura Sa'ánanním. Desde los estudios de Abel, incluso la ciudad de --+ Hórmáh,
considerando que pueda ser el mismo sitio - Hán
el-Tuggár -, se piensa que el topónimo de Jos 19,33 SABA, SABEOS. --+ Sebii'.
es idéntico a Hán el-Tuggár, paradero de caravanas
en el camino de Beisán a Damasco y que el de Jue 4,11 SABA, Reina de (heb. malkat sebii'; BcxaÍAICJ'CJ'CX Icxf3á;
es Hán Leggün, entre Megiddo y Tell Abu Qedeis. Vg. regina Saba). La reina de Saba. que carece de
1Jos 19,33. 2Jue 4,11. 3Jue 4,11. nombre específico, se dirigió a Jerusalén con un gran
Bibl.: ABEL, II, págs. 64, 439. SJM0NS, §§ 333 (y n. 185), 334,
cortejo y ricos presentes, a fin de probar por sí misma
554. la sabiduría de Salomón, cuya fama había llegado a
T.DEJ.MARTÍNEZ sus oídos. Tanto la ciencia del soberano como el esplen-
dor que le rodeaba despertaron su asombro: bendijo a
SA'ÁNNÁYIM (TTAEOVEKTOÚVTwv; Vg. Sennim). xs- Dios, colmó de dones al monarca y regresó a su país,
tib de --+ Sa'ananním en Jue 4,11. después de haber recibido cuanto deseó 1• En los evan-
gelios, Jesús se sirve de la reina de Saba a ·1a que de-
SA'ÁRÁYIM («dos puertas»). Nombre de dos po- nomina f3cxaÍAICJ'CJ'CX -roü vó-rov («reina del Mediodía»),
blaciones israelitas: para condenar la incredulidad de los judíos de su
tiempo 2.
l. (:foKcxpíµ; Vg. Saraim). Ciudad de Judá situada Dada la mención del país de que era reina, así como
en la Séféláh '. Estaba al oeste de 'Ázeqah, según 1 Sm teniendo en cuenta los presentes ofrecidos (oro, aromas,
17,1.52, aunque en este caso su nombre pudiera inter- piedras preciosas), muchos la identifican como soberana
1
11: pretarse por sustantivo. Su localización es incierta; de de la tierra de los sabeos. El texto bíblico logró poste-
aquí que Eusebio la mencione, pero sin suministrar riormente ampliaciones fantásticas y legendarias. El
datos. Se la identifica con Tell Zakariyá, con Hirbet Corán (sürah 27,20-45) es el primero que las ofrece.
Sa'Irah y con Tell el-Sáfi, Según él, Bilqis, reina de Saba, adoradora del sol, fue
2. (o!KOS Bcpovcscopíu; Vg. Saarim). Ciudad de invitada a someterse al verdadero Dios por una abubilla
la tribu de Simeón 2, también denominada --+ Siirühen que Salomón le había enviado. Obligada por las ame-
nazas salomónicas, la reina le visita y se convierte. Un
y SilJ,im.
día el monarca logra ver las piernas de Bilqís, de donde
1Jos 15,36. '1 Cr 4,31.
ha nacido la leyenda de que las tenía peludas o en forma
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 156,21. ÁBEL, II, pág. 439. SIM0NS, de patas de asno - el Corán no da detalles-, porque
§§ 317 (33), 318 (A/12), 321, 691.
era hija de un genio (ár. ginn). Los musulmanes le atri-
R. SÁNCHEZ
buyen, entre otras cosas, la construcción del famoso
dique de Máríb. En el Talmüd no hay indicio ni del
Mapa de la región de Saba, situada al sur de Arabia relato ni de las fábulas sobre la reina de Saba. En cam-
bio, goza aún de popularidad en la moderna Abisinia
el Kebra Nagast ( «Gloria de los reyes») etíope, es-
pecie de novela religiosa sobre la reina de Saba, lla-
mada Mákedá, Salomón y Menelik, hijo de ambos, que
también recibe el nombre de ebná hakim ( «hijo del
sabio»), obra redactada, según la opinión más común,
en el primer cuarto del siglo XIV.
11 Re 10,1-13. 'Mt 12,42; Le 11,31.

Bibl.: M. GRÜNBAUM, Neue Beitráge zur semitischen Sahenkunde,


Leiden 1893. E. A. WALLIS BUDGE, The Queen of Sheba and her
Only Son Menyelek; 2.• ed., Oxford-Londres 1932. J. A. MoNT-
G0MERY, Arabia and the Bible, Filadelfia 1934. A. MÉDEBIELLE,
Les livres des Rois, en La Sainte Bible, IIT, París 1949, págs. 639-640.
A. CLAMER, La Genése, íd., I, ibid. 1953, loe. cit. G. RYCKMANS,
L'Arabie antique et la Bib!e, en L'Ancien Testament et l'Orient, Lo-
vaina 1957, págs. 89-110.
J. A. G.•LARRAYA

SÁBADO (heb. yám ha-sabbát, sabbát; aram. sabbétá";


TO aáf3f3cxTov o TO: aáf3f3cxTcx; Vg, sabbatum, sabbata,
dies sabbati). Entre los hebreos es el séptimo y último
día de la semana, enteramente consagrado a Yahweh,
con rigurosa abstención de cualquier trabajo.

287 288
SÁBADO

J. CONTENIDO DEL PRECEPTO SABÁTICO. l. PROHI- cumplimíento .se exigia en día determinado. Así, los
BICIÓN DE TRABAJOS. a) Actividades prohibidas. El cese actos de culto en el santuario 14 y la circuncisión con
de los trabajos es la característica más saliente del sábado todos sus actos accesorios15• Permitíanse también traba-
de los israelitas. El Decálogo prohíbe los trabajos en jos necesarios para evitar graves perjuicios materiales,
general, sin entrar en especificaciones ni limitaciones1• como abrevar los animales16, o salvarlos de un grave
Otros textos mencionan trabajos determinados, como peligro?". Eran divergentes las opiniones cuanto a los
recoger maná 2, encender fuego 3, coger leña 4, ejercer actos de caridad para con el prójimo. La escuela de
el comercio 5 y cargar fardos", A partir del Exilio, Sammay, por ejemplo, prohibía salir para consolar a
cuando el sábado se convirtió en signo distintivo de los los tristes o visitar a los enfermos, mientras la escuela
judíos en medio de los. gentiles, este precepto fue ga- de Hillél lo permitía.
nando importancia y se exigió su observancia con cre- 1Éx 20,8 y sigs.; Dt 5,12 y sigs. 'Éx 15,5. 'Éx 35,3. •Nm 15,
ciente rigor. Nehemías, restaurador de la comunidad 32-36. 'Aro 8,5; Neh 13,15 y sigs. 'Jer 17,19-27. 'Neh 13,15
postexílica, tomó medidas drásticas contra los que vio- y sigs. '1 Mae 2,37 y sigs.; 2Mae 6,11; ef. 15,11. '2Mae 2,40 y
sigs. 102 Mae 8,25-28. "Mt 12,11 y sigs.; Me 2,23 y sigs.; Le
laban e1 sábado, prensando uvas en los lagares, ejer- 6,1-2. "Jn 5,10. "Le 13,14; Jn 7,22; ef., sin embargo, Le 14,1-6.
ciendo el comercio y cargando fardos dentro de Jerusa- "Mt 12,5. "Jn 7?22. 10 Le 13,5. "Mt 12, 11.
lén'. Un ejemplo impresionante de rigorismo lo ofrece b) Gravedad del precepto. La Ley mosaica establecía
la guerra macabea: un grupo de hombres, mujeres y la pena de muerte para los violadores del reposo sabá-
niños, refugiados en el desierto, se dejó matar antes tico-; mas solamente se conoce un caso de apedreamiento
que violar el sábado ofreciendo resistencia armada", El por el crimen de recoger leña en sábado'. Muchos
jefe Matatías temperó este rigor con la orden de que textos posteriores, que inculcan el descanso sabático,
incluso en sábado fueran rechazados los ataques 9; pero dan la impresión de que la violación del mismo era
continuaron evitando en sábado la persecución del ene- mal bastante generalizado 3• Ezequiel, el profeta del
migo en fuga y la repartición del botín", Fue el rabi- Exilio, considera la profanación del sábado uno de los
nismo, particularmente la corriente farisaica, quien llevó principales crímenes que llevaron a Israel a la ruina 4•
la ley del reposo sabático a un rigorismo extremo. La Misnáh enumera la profanación del reposo sabático
Tenemos el testimonio de los evangelios. Los judíos se entre los crímenes que podían castigarse con pena
escandalizan de que los apóstoles recojan espigas para de muerte, y especifica que quien lo profana delante de
apagar el hambre-"; porque un enfermo, después de testigos, y esto después de haber sido advertido, merece
haber sido curado por Jesús, carga con su camastro= ser apedreado; quien lo hace sin testigos y sin haber
y, en general, porque el Maestro cura en día de sábado13• sido previamente advertido, queda sujeto a ser exter-
La Misnáh enumera treinta y nueve trabajos prohibi- minado por Dios; y quien lo hace involuntariamente,
dos durante el sábado: sembrar, arar y recolectar; atar debe redimirse mediante un sacrificio expiatorio.
haces; trillar y aventar el grano; limpiar frutos, moler,
poner levadura, amasar y cocer (pan); cortar, lavar,
1Éx 31,14; 35,2. 'Nm 15,32-36. -cr, Is 56,2.4.6; 58,13-14.
'Ez 20,12-13.16.20-21.24; ef. 22,8.26.
batir y teñir la lana; hilar y tejer; armar con hilos en
2. DÍA DE ALEGRÍA. La exagerada meticulosidad con
el telar, trenzar y separar dos hilos, atar y desatar un
que se exigía la observancia del reposo sabático hace
nudo; dar dos puntos con la aguja; abrir embastes para
pensar en las ansiedades de conciencia a que debía dar
coserlos con dos puntos; coger, matar, despellejar y
ocasión. Sin embargo, el sábado siempre fue, por enci-
salar una gacela; preparar la piel de la gacela, rasparla
ma de todo, un día de fiesta y de alegría. Los profetas
y cortarla en pedazos; escribir dos letras; borrar para
mencionan el sábado entre las grandes festividades1•
escribir dos letras; construir y derribar; apagar y en-
También en el judaísmo, el sábado conserva esta carac-
cender fuego; golpear con el martillo y cargar un objeto
terística. De Judit se dice que ayunaba todos los días
para llevarlo de un sitio a otro.
menos en las grandes festividades y en sábado". Los
Mas no se detuvo aquí la meticulosidad de los maes-
escritos rabínicos presentar· como obligatorio comer,
tros de la Ley: los actos más insignificantes de la vida
beber y vestirse mejor en este día. Mientras en los días
cotidiana se encuadraron en el precepto sabático. Sobre
comunes la familia se reúne dos veces cada día en torno
todo, el acto de cargar fue objeto de la más abundante
a la mesa, en sábado se toman tres refecciones, reco-
casuística. La Misnáh prohíbe, aunque con reserva (no
mendándose que en la principal de ellas participen al-
bajo pena de sacrificio pro peccato ), salir el sábado
gunos convidados.
con sandalias, cuyas suelas estén sujetas mediante cla-
vitos o ir con amuleto, a no ser que éste hubiese sido 1 Os 2,13; Is 1,13. 'Jdt 8,6.
recomendado por un terapeuta competente. La mujer 3. EL CULTO SABÁTICO. Por encima de todo, el sá-
no debía salir de casa con collarete, sortija provista de bado fue siempre día de reposo, y de ahí, prevalente-
piedra preciosa o con un frasco de bálsamo. Se com- mente, una fiesta doméstica. La legislación litúrgica del
prende que así la vida se iba volviendo cada vez más Pentateuco calla totalmente en cuanto al culto sabático.
complicada y los propios maestros recurrían a expedien- Sólo en Nm 28,9 tiene una prescripción (de cuya anti-
tes chocantes para soslayar las prohibiciones. Así, re- güedad se puede dudar), que prevé la oblación de dos
comendaban cargar un objeto sobre el empeine del pie corderos y de dos décimos de harina con aceite, además
o en el dorso de la mano, porque no es éste el modo del sacrificio cotidiano. Ezequiel, describiendo el culto
ordinario de cargar. Determinadas actividades no caían sacrifica] del futuro, preconiza una oblación de seis
dentro del precepto sabático. Según la norma general, corderos y un carnero, que habrá de ser hecha por el
prevalecía sobre el sábado cualquier mandamiento, cuyo propio príncipe1• Característico de la época postexílica

289 290
SÁBADO

es el culto sabático en las sinagogas, con oraciones, que la actividad divina servía de modelo a la actividad
lecturas bíblicas con comentario y alocuciones. Es en, humana 8• Con eso mismo, la observancia del sábado
el marco de una de esas reuniones donde san Lucas es también una señal de que «Yo, Yahweh, os santifi-
presenta a Jesús haciendo la primera afirmación de su cox ", una característica del pueblo elegido, un signo
dignidad mesiánica, delante de sus conciudadanos de externo de la Alianza entre Yahweh e Israel-", de modo
Nazaret2 • Y fue también en esas reuniones sabáticas semejante al de la circuncisiónv. Ese aspecto sobresalió
por donde san Pablo entró en los medios judíos de cada vez más a partir del Exilío ", puesto que la obser-
muchas ciudades de Asia Menor y de Europa y donde vancia del sábado se convirtió entonces en uno de los
sembró la semilla de las más importantes comunidades factores principales de la distinción de los israelitas en
cristianas 3• medio de las naciones que los albergaban. Por otro lado,
Ez 46,4.
1 'Le 4,16 y sigs. 'Act 13,14.44; 17,2; 18,4, etc. a trueque de la observancia del sábado esperaba la ple-
nítud de las bendiciones divinas; sobre todo en la se-
11. SENTIDO Y FUNDAMENTO DEL REPOSO SABÁTICO. gunda parte de lsaías, la institución del sábado se
En el Decálogo se lee que el séptimo día es sabbát identifica casi con la Alianza divina y aparece como
léyahweñ 'el6hekii1, «sábado para Yahweh, a Él consa- fuente de todos los bienes y delicias",
grado»2, como reconocimiento de su soberanía; pro- 1Éx 10,10; Dt 5,12. 'Éx 31,15; 35,2. 'Lv 26,2; Jer 17,19-27.
fanarlo sería atentar contra la propia santidad de •cr. Éx 20,10; Dt 5,14-15. -cr, Éx 23,12. 'Dt 5,15. 'Gn 2,2-3.
11
Dios; de ahí la relación especial entre la observancia del 'Éx 20,11; 31,17. 'Éx 31,14. Éx 31,17.
10 Gn17, 13 y sigs.
"Ez 20,17. "Is 56,2-7; 53,13.
sábado y el reposo al santuario, subrayada en diversos
textos", Al lado de este sentido estrictamente religioso 111. ÜRIGEN DEL SÁBADO. 1. EL SÁBADO Y EL EXÁ·
aparece, también en documentos de los más antiguos, MERON. Atribuyendo a Dios un día de reposo después
el aspecto social. Así el Decálogo." y el Código de la de los seis de la acción creadora 1, la Biblia no afirma
Alianza 5 exigen expresamente el reposo sabático para que la institución positiva del sábado se remonte a los
los esclavos, la hija de la esclava, los extranjeros y pa- orígenes de la humanidad. La intención del autor ins-
ra los propios animal.es. Y fundamentando esa exigencia, pirado del exámeron no es exclusivamente hacer his-
el Deuteronomio" recuerda la liberación de los hebreos toria, sino educar y exhortar. Con la intención de in-
de la esclavitud de Egipto, dando así el sábado un sen- culcar la observancia del precepto sabático, construyó
tido conmemorativo del mayor de los beneficios que artísticamente una semana divina, suponiendo como
ligaban a Israel con Yahweh. Proyectada la institución norma por todos conocida que la actividad del hombre
del sábado en la historia de la creación del mundo en debe imitar la actividad de Dios.
seis días7, el reposo en el séptimo día debía recordar 1 Gn 2,2-3.

Llanura de Tur-án con el pueblecillo en donde - según la tradición - Jesús se proclamó «Señor del sábado»
en defensa de los apóstoles, acusados por los fariseos de violar dicho día (Mt 12,1-8 y par.). (Foto P. Termes)

291 292
SÁBADO

2. EL SÁBADO HEBREO Y EL «SAPATTU» DE LOS BABILO- dencia de atribuir a Moisés al menos las partes sustan-
NIOS. Es corriente derivar la palabra sabbát del verbo ciales de esos códigos, sobre todo en cuanto al Decálogo
hebreo sábat, cuyo sentido es «cesar», «suspender el y al Código de la Alianza 5•
trabajo», «descansar». Mas tal vez tengan razón también 'Éx 16,22 y sigs. 'Éx 20,8-11; Dt 5,12-16. 'Éx 23,12. 'Lv
los que relacionan la palabra sábado con sapaitu, tér- 23,3; 26,2. 'Éx 20,22-23,19.
mino de etimología desconocida, que en Mesopotamia
designaba el día 15 del mes, correspondiente a luna IV. EL SÁBADO EN EL CRISTIANISMO. l. LA ACTITUD
llena, día que al lado de otros se consideraba nefasto DE JESÚS. Jesús reconocía la autoridad de la Ley mo-
y por eso impropio para determinadas actividades. No saica y afirmó categóricamente la necesidad de cum-
obstante, las diferencias entre el sábado de los israelitas plirla, mas de acuerdo con el auténtico pensamiento
y el sapattu asiriobabilónico, la relación de origen entre divino que se ocultaba detrás de la letra y que Él había
ambos no parece que carezca de probabilidad. Es ver- venido a revelar e inculcar. Es ésa su actitud con rela-
dad que el sapattu coincidía siempre con determinada ción al sábado. Nunca lo despreciaba como institución,
fase de la luna, mientras el sábado, conmemorado sino criticaba el exagerado Jegalismo y el rigorismo de
invariablemente de siete en siete días, aparece total- los fariseos, sobre todo cuando éstos ponían el cum-
mente desvinculado del ciclo lunar. El primero es de plimiento exterior del precepto por encima de la ley de
carácter ominoso en relación con ciertos trabajos, mien- la caridad.', como si el hombre hubiese sido hecho para
tras el segundo nada tiene de ominoso· y en él la cesa- el sábado y no el sábado para el hombre2• La polémica
ción del trabajo debía ser total. Pero esta y otras dife- respecto al sábado dio a Jesús la oportunidad para una
rencias no excluyen definitivamente la comunidad de de sus más categóricas afirmaciones de su autoridad
origen, sugerida por la semejanza de los dos nombres. divina: el Hijo del Hombre está por encima del sábado",
Es muy posible que el sábado israelita, antes de crista- 1Mc 3,4; 13,15-16. 'Me 2,27. 3Mc 2,28.
lizar en la Ley mosaica, hubiera pasado por un largo
proceso de adaptación. El mismo número siete de los 2. EL SÁBADO EN LA IGLESIA APOSTÓLICA. La comu-
días de la semana sugiere que primitivamente hubo una nidad cristiana de Jerusalén, con los apóstoles al frente,
relación entre el sábado y las fases de la luna. Si el en general observaba las prescripciones de la Ley mo-
sábado carece de carácter ominoso, esto se explica por saica 1, y no hay razón para excluir de esta norma la
su encuadramiento en el monoteísmo yahwista. Así observancia del sábado", San Pablo no se opuso a
como la magia fue excluida de Israel para que se afirmara la práctica de la religión de los antepasados", sino que
la soberanía universal de Yahweh, a quien están sujetas luchó contra la tentativa de imponer la Ley como
todas las fuerzas, de la misma forma los malos agüeros obligatoria a los cristianos de origen pagano", Si alguien
inherentes al sapattu perdieron su sentido en la religión quisiese la distinción entre días (alusión al sábado), que
de Yahweh, quien por un precepto positivo exigió para Jo hiciese de acuerdo con su conciencia - así enseñaba
sí un día de la semana. Pablo - 5 ; pero imponer tal cosa a los cristianos,
equivaldría a un retroceso, a una vuelta a la esclavitud
3. ORIGEN MOSAICO. Aunque el sábado tuviese posi- espiritual 6• La observancia obligatoria de días, meses
blemente sus raíces más remotas en Mesopotamia, la y años sería poner en riesgo el fruto de todo su trabajo 7.
formulación típicamente israelítica del precepto sabá- San Pablo no reconoció a nadie el derecho de censurar
tico, como se sabe por la Biblia, debe ser obra de Moisés. a los cristianos por no hacer caso de los preceptos judíos
Contra tan remota antigüedad se ha objetado que el relativos a los alimentos, fiestas y sábados, porque todo
sábado tiene sentido solamente para un pueblo se- eso no es más que sombra de la única realidad que
dentario, dedicado prevalentemente a la agricultura, y importa, que es el Cuerpo ue Cristo 8•
no para tribus nómadas, como los hebreos antes de 1Act 2,1.46; 3,1; 10,9. 2Mt 24,20. 3Act 28,17. -Act 6,14; 15,
establecerse en Palestina, porque cuidar de los rebaños y sigs., etc. 'Rom 14,5-6. 'Col 2,16. 'Gál 4,10. 'Col 2,16.
es trabajo que no sufre interrupción. Pero hay en eso
una evidente exageración. También la vida nómada, 3. SÁBADO Y DOMINGO. Aunque no hubiese unifor-
además del pastoreo, incluye tareas que pueden inte- midad en la observancia del sábado entre los primeros
rrumpirse en determinados días, como la preparación cristianos, se conservó en todas partes la semana de
remota de los alimentos, la confección de vestidos, el siete días1; pero no fue el último, sino el primer día
montaje de tiendas e incluso el desplazamiento del el preferido para el culto eucarístico2 , y esto en conme-
grupo por el desierto. Podrá discutirse si la prohibición moración de la resurrección del Señor. Al comienzo no
de recoger maná 1 es histórica o si es una añadidura se relacionaba ese «Día del Señor» (Kvp10:Kr¡ iiµépo:) 3
debida a un autor más reciente con el propósito peda- con el precepto sabático. No se fundamentaba la santi-
gógico de inculcar el precepto sabático. En todo caso, dad de ese día en el Decálogo ni en Gn cap. 2; en suma,
el precepto sabático ocupa un lugar preeminente en el domingo no se consideraba como sucesor del sábado.
todas las colecciones más antiguas de las leyes contenidas Los Santos Padres explanaban los aspectos simbólicos
en el Pentateuco, como en el Decálogo", en el Código del sábado, no su función preparatoria del domingo
de la Alianza 3 y en el Código de Santidad.", En cuanto cristiano. Sólo mucho más tarde, a medida que se iba
a la antigüedad de esas leyes, las teorías contrarias a la viendo en el reposo dominical una exigencia de la pro-
misma han ido perdiendo terreno en los últimos dece- pia ley natural, los teólogos comenzaron a acentuar el
nios e, incluso entre los autores menos comprometidos nexo sustitutivo entre los dos días del Señor.
con posiciones tradicionales, vuelve a prevalecer la ten- 1Mt 28,l; Jn 20,19; Act 20,7. Act 20,7; 1 Cor 16,2.
2 3Ap 1,10.

293 294
SÁBADO
Bibl.: J. HEHN, Siebenzah/ und Sabbat bei den Babyloniern und «Sabiduría de Dios», sino que únicamente hable de
ím A.T: Leipzig 1907; íd., Der israelitische Sabbat , Müoster 1909. la «sabiduría». En algunos pasajes se Je atribuye una
J. MEtNHOLO, Entstehung des Sabbath, en ZA W, 29 (1909), págs. vívida personificación femenina; en el cap. 28 del libro
113-129. B. D. EERDMANS, Der Sabbat, en BZA w, 41 (1925), págs,
79-83, K. BuooE, The Sabbat and the Week, en JThS, 30 (1928).
de Job, «Elogio de la sabiduría», aparece ésta como una
pásg. 1-15. J. MEINHOLD, Zur Sabbathfrage, en ZAW, 48 (1930), cosa, como un objeto oculto, cuyo camino sólo Dios
págs. 131-138. E. G. KRAELING, Present Status of the Sabbat Ques- conoce, y lo mismo reza el «Himno a la sabiduría» del
tion, en AJSL, 49 (1933), págs. 218-228. N.T. TuR-SINAI, Sabbath libro de Bárük". En el solemne canto a la Sabiduría
und Woche, eo BibOr, 8 (1951), págs. 14-24. E. JENNI, Die theo-
logische Begründung des Sabbathgebotes ím A.T., Zurich 1956. creadora del libro de los Proverbios 2 se llama a sí misma
O. SKRZYPCZAK la primicia de la creación, «creada por Yahweh desde
el principio» (ver. 22), «antes que los collados fui yo
SABBETAY («nacido en sábado»; cf. ac. sabbato'a; concebida» (ver. 25), «siendo siempre su delicia, sola-
:fol3!3a.Saí, :fol3!3a.Sa1os; Vg. Sabathai). Levita o jefe zándome ante Él en todo tiempo» (ver. 30). En relación
de levitas", que estuvo presente en la ceremonia de la con el cap. 8 del libro de los Proverbios figura el auto-
lectura de la Ley, tras el regreso del Exilio 2, y que apoyó elogio de la Sabiduría en el cap. 24 del Eclesiástico en
a Esd~as en el mandamiento de prohibición de tener donde, aunque de una manera indirecta en la descrip-
3 ción de la búsqueda de su morada, y luego de manera
mujeres extranjeras •
expresa en 24, 23 es equiparada con la Tóráh, como la
1Neh 11,16. 'Neh 8,7. 'Esd 10,15.
suma de toda sabíduría: y del propio modo en Bar 4,1.
Bibl.: NoTH, 1306, pág. 222. Como en el libro de la Sabiduría (cap. 10), la Sabiduría
P. ESTELRICH
de Dios desciende al círculo de sus escogidos. En Sab
4,9, Salomón pide a Dios: «Dame la sabiduría asistente
SABIDURÍA DE DIOS. l. Del elevado y espiritual
concepto de Dios en el AT surge, además de su omni- de tu trono».
presencia, su omnisciencia. Pero no vamos a tratar El aceptar al pie de la letra éstas y otras semejantes
aquí de su saber ad extra, hacia lo externo, sino de su personificaciones, nos llevaría a asentir a conceptos
sabiduría interna (l;okmiih), que le corresponde de modo antitéticos, ya que algunas veces se contradicen entre sí.
tan sumamente eminente. Ésta se aprecia en la armónica No es posible establecer la existencia de una evolución
ordenación del universo y de todo lo creado, la cual se progresiva desde una sabiduría, tomada en sentido ma-
halla en consonancia con la omnipotencia y superio- terial", hasta una sabiduría personificada en Proverbios,
ridad divinas. Por eso, en el aspecto religioso y proféti- Eclesiástico y Sabiduria=. Ignoramos cuál sea la anti-
co, la Sabiduría por antonomasia sólo es propia de Dios güedad del Prov cap. 8 ó de Job cap. 28; lo que sí es cierto
de un modo absoluto e ilimitado y, por consiguiente, que Bárük, a pesar de su sabiduría tomada en sentido
1
oculta e inaccesible al hombre • La Sabiduría de Dios, material, es muy tardío. La literatura sapiencial posterior
alabada a menudo en los escritos del AT no está, sin al Destierro parece haber formado libremente y con
embargo, limitada sólo a las obras de la Naturaleza ,
2
diversas variantes, y en una sucesión absolutamente
sino que se manifiesta asimismo en su sabia Providencia inidentificable, la glorificación poética de la sabiduría
en la dirección de los destinos de los hombres y de los como cosa dotada de entidad propia o como ser perso-
pueblos 3. El libro más reciente del AT, titulado Sabidu- nal. Literariamente sólo podemos ver en ella una mani-
ría de Salomón, describe cómo la sabiduría infusa por festación del estilo de la época; filosóficamente, la aspi-
Dios amparó y guió a los patriarcas 4. ración, incluso en el ámbito cultural judeoisraelita, a ser
11s 40,28; Prov 21,30; Job 15,8; cap. 28.; Bar 3,15-37; Eclo 1,
parangonada con la sabiduría pagana, especialmente con
6-9; cf. Gn 2,17; 3,5.22. 'Sal 104,24; 147,5; Prov 3,19-20; 8.22- la «sofía» griega, como algo de igual o superior cate-
31; Job 9,4-5; 11,5-9: 28,25-27; Is 40,12-14; Jer 10,12; Eclo 16,26; goría; teológicamente, la intención de poner, en lugar
18,1-7; 42,15-43,33. 'Job 12,13-25; Sab 7,27; Is 21,2; Dan 2,20-22.
del universal nombre divino, la más visible y efectiva
•Sab 9,17-10,21.
de sus propiedades, que se manifiesta como un poder
2. Es particularmente sorprendente que la literatura
real en todas partes de la historia de la Naturaleza y
sapiencial no emplee la expresión plenamente posesiva de de la humanidad. Probablemente,
otros conceptos típicos más anti-
guos, como Verbo y Gloria de Dios
sirvieron de modelo para ello ( _,.
Hipóstasis).
A En contra de J. Gottsberger, cf, biblio-
grafía.
'Bar 3,15-37. 'Prov 8,22-31. 'Cf. Job
cap. 28 y Bar 3,9 y sigs.

3. También en el NT se ma-
nifiesta la sabiduría divina como

Escribas sentados con plumas y tabli-


llas. Relieve de la IV dinastía proce-
dente de una mastaba de Gizeh. (Foto
· Orient Press)

296
295
SABIDURÍA

Deir el-Medínah, Fresco de una tumba, en el que aparece el difunto durante la siembra, seguido por su esposa.
En Israel, como en otros pueblos de la antigüedad, la ciencia de la agricultura se consideraba como un don
recibido de Dios (cf. Is 28,23-29). (Foto Lehnert & Landrock, El Cairo)

cualidad de la obra gratuita de la redención>. La SABIDURÍA DEL HOMBRE. 1. EN GENERAL. Co-


misma locura de la Cruz es sabiduría de Dios para mo en todas partes, también en el AT a las personas
los creyentes'. Sin embargo, tras la exaltación de Cristo prudentes y cultas se las califica de «sabias». Pero en
como Kyrios, las personificaciones del AT brindan pro- cuanto se comportan con orgullo y se creen ellas mismas
videnciales puntos de apoyo aplicables trinitariamente, sabias, los profetas condenan tal sabiduría como falta,
por una parte a la persona de Cristo, y por la otra a la merecedora de castigo por ser puramente laica y egó-
del Espíritu Santo. 1 Cor 1,24 califica a Cristo como latra 1. En el ámbito vulgar y aun profano, es desde
«poder y sabiduría de Dios», de modo semejante a antiguo sabiduría toda habilidad extraordinaria. Se la
como Juan, en el prólogo de su evangelio le llama «el consideraba como un don de Dios, por Él comunicado
Verbo». Con el auxilio de los escritos del AT y de la a reyes 2, profetas 3, artífices 4, labradores 5 y médicos",
filosofía helenística, se fue naturalizando en los Padres En medida eminente, el esperado Mesías-rey está lleno
de la Iglesia, sobre todo los de la oriental, la equipara- del espíritu de sabiduría 7•
ción de la «sofía» con Cristo. En las disputas arria-
11s 5,21; 19,11-15; 29,14; Jer 8,8-9; 9,22-23. 2 1 Re 3,11-12.28;
nas desempeñó un importante y discutidísimo papel. Prov 2,6. 3Dan 1,17; 5,11.14. 'Éx 28,3; 31,3; 35,31; 1 Re 7,14;
1
Rom 11,33-36; 16,27; 1 Cor 2,7; Ef 3,10. 21 Cor 1,23-25.30. Is 40.20; Ez 27,8. 'Is 28,23 y sigs. 'Eclo 38,1-2. 'Is 11,2.
Bibl.: J. GiiTTSBERGER, Die g6ttliche Weisheit als Pers6nlichkeit 2. EN LA LITERATURA SAPIENCIAL. En la propia lite-
im A.T., en BZfr (1919). J. FICHTNER, Die altorientalische Wefaheit
in ihrer israelitisch-jiidischen Auspriigung, en BZAW, 62 (1933). ratura sapiencial, sobre todo en el libro de los Prover-
B. ALLO, Sagesse et Pneuma dans la premiére épitre aux Corinthiens, bios, el hombre sabio no es sólo el experto en un oficio·
en RB, 43 (1934), págs. 321-346. · HAAG, cols. 1701-1706. o profesión, sino el «sabio» en todos sentidos, tanto el
V.HAMT prudente y experto en la vida cotidiana, como el mo-

297 298
VI -12
SABIDURÍA

ralmente íntegro, piadoso y de crácter entero. Sabi- vida larga y dichosa, el prestigio de la fama, pero por
duría, por lo tanto, es menos un saber teórico que un encima de todo, la bendición y el beneplácito de Dios.
proceder moral. Puede adquirirse mediante la buena Contentarse con lo poco tiene aún más valor que, p.
voluntad y la autodisciplina, y es propuesta y enseñada ej., la riqueza mal adquirida; la virtud posee mayor
a los jóvenes por sus padres o maestros; pero al mismo importancia que una vida larga 2 • Las virtudes capitales
tiempo puede ser inspirada por Dios cuando se da esta que ha de tener el hombre sabio para ser grato a
cooperación natural. De cómo está dirigida religiosa- Dios son: la templanza, la castidad, la diligencia, la
mente la auténtica sabiduría humana se desprende del caridad, la justicia, la mansedumbre y el dominio de
tan repetido aforismo: «Principio de la sabiduría es sí mismo tanto de palabra como de obra. Lo contrario
el temor de Dios» 1• a todo lo antes expuesto es «necedad», que viene a ser
Según la creencia del AT en la recompensa en esta lo mismo que maldad.
vida, los frutos de la sabiduría consisten en bienes 1Prov 1,7; 9,10; Sal 111,10; Eclo 1,14.20; Job 28,28. 'Prov
terrenos, tales como la riqueza, el éxito, la salud, una 23,4; 12,28; 28,20.22; Sab 4,7 y sigs.

Fresco egipcio en el que aparecen unos orfebres dedicados a su tarea. Este trabajo requería, al decir de 1 Re
7,14, estar «lleno de sabiduría, inteligencia y ciencia»

11

' 1

299 300
SABIDURÍA

3. P ER SO M FIC A D A . L a sa b id u ría , al p erso n ificarse 4. La Providencia durante el Éxodo (11,2-12,27; 15,


p o éticam en te en lo s lib ro s sap ien cia les, ap a rece alzan d o 18-19,22).
su vo z en la s p la zas', in vita n d o al b an q u ete 2 y, como
l. INMORTALIDAD y JUSTICIA (1,1-6,21). El de la
una mujer, dejándose conquistar por sus amigos", La
Sabiduría es el único libro del AT que nos habla con
misma sabiduría, que ante todo y en grado eminente
decisiva claridad de una inmortalidad bienaventurada
es propia de Dios mismo, busca, no obstante, el modo
en la vida futura. Hay que destacar que dicha inmorta-
de lograr entrada entre los hombres. Su hogar peculiar
lidad no se concibe a la manera griega, por medio de
es el pueblo escogido'. De ahí que prácticamente, y
la naturaleza inmaterial del alma; tampoco se alcanza
no ya expresándose en sentido figurado, se equipare en
mediante la resurrección del cuerpo. Ninguna de estas
época posterior a la Ley, a la Tóráh 5•
doctrinas informa las enseñanzas del autor (bien que
1Prov 1,20 y sigs.; 8,1 y sigs. 'Prov 9,1 y sigs. 'Prov 7,4; parezca que tuvo alguna noción de la «espiritualidad»
Eclo 14,20 y sígs., 15,2; 51,13 y sigs.; Sab 8,2.9. 'Eclo 24,8 y sigs,
'Eclo 15,1; 17,11; 19,20; 24,23; Bar 4,1; ef. Dt 4,6. del alma, si se atiende a 9,15). Afirma sencillamente el
hecho de que existe una inmortalidad para el hombre:
4. NUEVO TESTAMENTO. En el NT se habla, al igual
«Las almas de los justos están en la mano de Dios»'.
que en el AT, de una sabiduría natural, humana'; pero,
Lo más que dice sobre la manera de conseguir esta
como toda cordura temporal y profana, puede oponerse
inmortalidad se encuentra en 1,15 («la justicia es inmor-
a· la sabiduría divina, que es de índole muy _distinta 2.
tal») y en 5,15 («ved cómo se le reputa entre los hijos de
La sabiduría verdadera, eminentemente religiosa, es como
Dios; cómo su porción está con los santos»). Pero no
]a veterotestamentaria un don de Dios y del Espíritu
se especula acerca del modo de la supervivencia. Esta
Santo3, o del mismo Cristo ', que asiste a ]os que creen
doctrina es el desarrollo natural de las ideas que se
en Él.
expresan en Sal 49,14-16 y 73,23-28. Aparece como si
11 Cor 6,5; Col 4,5. 'Rom 1,22; 1 Cor 1,7 y sigs.; 2,5-6; 3,J9; la unión con Dios se considerase como fin permanente
2Cor 1,12; Sant 3,15. 'Me 6,2; Aet 6,3.10; 1 Cor 12,8; Ef 1,8.
17; Col 1,9; Sant 1,5; 3,17; 2 Pe 3,15. 'Le 21,15. e interminable. El hombre, en el instante señalado, es
V.HAMT conducido a la compañía de la corte celestial, «los hijos
de Dios» 2 • Resulta interesante hacer notar la semejan-
SABIDURÍA DE JESUCRISTO. -,. Coptos, Frag- za de esta noción de la asociación del hombre con los
mentos evangélicos. hijos de Dios o ángeles con la doctrina de los esenios
de Qumrán, En el Sérek ha-yáhad" y en los H6diiy6t4
SABIDURÍA, Libro de la (2o<pía 2a;>,.wµwvos; Vg. también se concibe la beatitud a modo de asociación.
Liber Sapientiae). Libro deuterocanónico, que escribió Para el autor de la Sabiduría, la justicia es inmortal 5
un judío alejandrino desconocido en los alrededores del y los justos gozan de paz"; permanecen en amor con
siglo I A.C. Dios7 y viven para siempre8• Por otra parte, los malos
«serán completamente destruidos y penarán>".
I. «Srrz IM LEBEN». Se supone que escribió este libro
1Sab 3,1 y sigs. 'Sab 5,5. 'lQS 11,7-8. 41QH 3,20-22. 'Sab
Salomón a «vosotros que juzgáis la tierra»', esto es,
1,15. 0 Sab 3,3. 'Sab 3,9. 'Sab 5,15. 0 Sab 4,19.
un rey lo compuso para reyes. Se comprende fácilmente
por qué el autor se sirvió del nom de p/ume del rey 2. ELOGIO DE LA SABIDURÍA POR SALOMÓN (6,22-11,1).
aludido, puesto que era el gran monarca y el patrón En esta sección, el escritor delata cierta influencia
de la sabiduría. El Qóhélet o Eclesiastés también se griega. Hay un sorites en 6,17-21; conocimiento enci-
atribuye a la autoridad de Salomón, pero dicho libro clopédico, al estilo griego, en 7,17-21; la scuatro virtudes
no sermonea a los soberanos paganos como lo hace el cardinales en 8,7 y en 9,15 parece existir una distinción
compositor del de la Sabiduría. Aunque ostensiblemente entre cuerpo (o-wµa) y alma fvvxiJ) al estilo griego
Salomón lo destina a sus colegas, se dirige de modo (muy diferente del contraste entre carne y espíritu que
inconfundible a la comunidad judía de Alejandría, a la se halla en las otras partes del AT). El punto culminante
que amenaza el paganismo cricundante. En efecto, el de esta sección es la personificación de la sabiduría en
auditorio real del autor son sus hermanos los judíos. 7,25-26, que es análoga a Prov 8,22 y sigs. y Eclo 24,3
Existe el hecho de que éstos serán, en su modo de pen- y sigs. Se describe a la Sabiduría como «artífice de
sar, reyes, porque la sabiduría representaba una pose- todo»'; enseña todas las cosas al hombre, lo cual no
sión regia hebrea ( «El deseo de la sabiduría lleva a un presenta ninguna dificultad para ella, porque «penetra
reino»)2 • Por lo tanto, la alocución de 1,1 y 6,1-2 a e invade todo a causa de su pureza» 2 • Es puro resplan-
los reyes que juzgan la tierra es algo más que un pro- dor de la gloria del Todopoderoso», «el esplendor de
cedimiento literario: el mensaje tiene por objeto los la luz eterna» (cf. Heb 1,3, donde se aplica a Cristo una
verdaderos monarcas, a saber, los propios judíos. frase casi igual). Se proclaman el origen y la naturaleza
1
Sab 1,1. 'Sab 6,10. divinos de la Sabiduría. ¿Implica esta enfática perso-
II. D1v1s1ÓN. El libro se divide claramente en cuatro nificación una distinción de la divinidad? Dado el
partes principales: monoteísmo de Israel, es altamente improbable. Más
importante que la mera personificación es el concepto
l. Inmortalidad bienaventurada, recompensa de la
de que Dios se comunica: tan identificado está con su
justicia (1,1-6,21).
creación, que se comunica a ella y esta comunicación
2. Elogio de la Sabiduríapor Salomón (6,22-11,1). es la Sabiduría. Se trata del «inagotable tesoro» que
3. La necedad y la ignominia de la idolatría (13,1- conquista «la amistad de Dios» para el hombre", En
15,17). vista de la continuidad del AT en el NT, hay que reco-

301 302
SABIDURÍA

nocer en el concepto veterotestamentario de la Sabiduría, món describe los distintos orígenes de la idolatría 3 y
sensu. pleniore, una preparación de la Encarnación. Así el caos moral resultante'.
san Pablo pudo llamar a Cristo la «Sabiduría de Dios»', -cr. Is 44,9 y sigs.; Jer 10,1-16 y Bar cap. 6. 'Sab 13,6. 'Sab
«la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda 14,15-20. •Sab 14,21-31.
criatura» 5•
4. HISTORIA MIDRÁSICA DE LA PROVIDENCIA DE DIOS
1Sab 7,22; cf. Prov 8,30. -Sab 7,24. 'Sab 7,14. • 1 Cor 1,24. (11,2-12,27; 15,18-19,22). La exposición que ofrece el
'Col 1,15.
Pseudosalomón de la historia de la redención de los
3. LA NECEDAD Y LA IGNOMINIA DE LA IDOLATRÍA judíos es una muestra del género literario del midrás.
(13,1-15,17). Esta sección interrumpe la narración que Presenta una interpretación devota y edificante de los
versa sobre la Providencia y da muestras del estilo po- acontecimientos históricos, a fin de extraer lecciones
lémico postexílico contra la idolatría 1. Los primeros éticas o espirituales. No apunta al hecho histórico y
versículos del cap. 13 se dirigen contra el culto de la le es lícita cierta artificialidad. Así se evidencia en el
naturaleza o contra la adoración de cualquier cosa procedimiento que sigue el autor: somete a un análisis
creada. No pueden ser perdonados los que identifican minucioso y a un detallado contraste a siete pasajes
un dios con los elementos o las estrellas, aunque «la del relato del Éxodo:
culpa es menor»2 • Pero los que reverencian imágenes, a) 11,2-14: Los hebreos tienen agua, pero el Nilo
o idólatras, son los más responsables, y -el Pseudosalo- se cambia en sangre, «pues sus necesidades se benefi-

Fresco egipcio de una tumba en Sei!) <Abd el-Qurnah , en el que aparecen el difunto y su mujer para ser juzgados
por Osiris. En el AT, la mejor descripción del juicio divino aparece en el cap. 5 del libro de la Sabiduría

303 304
SABIDURÍA

Deir el-Medinah. Fresco representando al difunto en adoración ante los genios infernales. El libro de la
Sabiduría (13,1-15,17) condena la necedad de la idolatría entre los egipcios

ciaron de las cosas mediante las cuales sus enemigos e) 17,1-18,4: La oscuridad de la novena plaga abrumó
serán castigados» (11,5). a los egipcios, al paso que los hebreos tenían la columna
de fuego.
b) 11,15-12,27 y 15,18-16,14: Los animales de las
f) 18,5-19,4: Perecieron los primogénitos de Egipto;
plagas egipcias se contrastan con las codornices israeli-
en cambio, los israelitas se salvaron de la plaga en Cades,
tas.
gracias a la intercesión de Aarón.
e) 16,5-15: Mientras los egipcios sufren sin remedio g) 19,5: Los egipcios se ahogaron en el mar Rojo,
los mordiscos y picadas de las langostas y moscas, los que los hebreos cruzaron sin riesgo.
hebreos poseen la serpiente de bronce que los salva de Mucho se ha hablado y exagerado la influencia griega
las serpientes sáráf. en el autor. Si el influjo del helenismo alejandrino no
d) 16,15-29: Lluvia y fuego (esto es, rayos) castigaron puede negarse, hay que insistir en que la Sabiduría es
a los egipcios, pero el maná cayó del cielo sobre los una obra típicamente judía. El autor anónimo empleó,
hebreos. ciertamente, el griego en la redacción; sin embargo,

305 306
SABIDURÍA

utiliza pensamientos y frases del AT (LXX), conforme jerarquía perfectamente organizada. En los principales
al estilo antológico, a saber, sirviéndose de palabras y templos había un «sumo sacerdote», que era el super-
frases de los anteriores libros bíblicos para expresar su intendente, y sólo él tenía acceso a lo más íntimo del
pensamiento. Su peculiar contribución, la doctrina de santuario, por eso se Je llamaba oiru mau ( «señor de las
la bienaventurada inmortalidad, se logra y se expresa, visiones»), pues sólo él podía «contemplar» a la divi-
como se ha visto, de forma estrictamente judía. Triunfó nidad en su intimidad. Mientras los sacerdotes estaban
en la tarea de mostrar a sus compatriotas que la sabi- en funciones debían abstenerse de ciertas comidas, de
duría propia de su pueblo, lejos de ser inferior a la o-oqiía relaciones sexuales, de bebidas alcohólicas y llevar una
de los griegos, la sobrepujaba porque llegaba a Dios: vida ascética e.
«Pues conocerte bien es justicia cabal y conocer tu
b) Babilonios. También aquí el rey es el «sumo
poder es la raíz de la inmortalidad» (15,3; cf. Jn
sacerdote» de todos los templos del territorio. El rey
17,3).
era el «vicario» (patesi) de la divinidad. Existía, si
Bibl.: P. HEINJSCH, Das Buch der Weisheit , Münster 1912. H. embargo, una clase sacerdotal hereditaria dedicada al
DUESBERG, Les scribes inspirés, 2 vols., París 1938. J. FICHTNER,
Die Weisheit Salamos, Tubinga 1938. P. SKEHAN, lsaias and the servicio de los templos y a la astrología. La jerarquía
Teaching o/ the Book o/ Wisdom, en CBQ, 4 (1940), págs. 289-299. era muy variada, sin que faltara el barü o adivino con-
A.M. DUBARLE, Les sages d'Israiil, París 1946; íd., Une source du sultor de la voluntad de los dioses.
livre de la Sagesse ?, en RSPhTh, 37 (1953), págs. 425-443. J. REI-
DER, The Book o/ Wisdom, Nueva York 1957. c) Árabes. El «sacerdote» entre los beduinos ára-
R. E. MURPHY bes no tenía por fin «sacrificar» sino «guardar el
santuario, de ahí el nombre sádin (cguardián»), permane-
SABTÁ:. Forma variante, en 1 Cr 1,9, de-+ Sabtiih. ciendo en su puesto mientras la tribu se desplazaba.
Daba decisiones «oraculares» por medio de las suertes,
SABTAH (var. sabtdr; :fo~a.9á; Vg. Sabatha). Tercer de las flechas o rabdomancia. Además existía el káhin
hijo de Küs, según la Tabla de las Naciones1• Fue el o adivino-brujo. En las zonas sedentarias de Arabia
epónimo de un lugar aún no identificado, aunque, en del sur el sádin era también el «sacrificador».
vista de la genealogía, se considera que estuvo en Ara-
d) Cananeos. No hay datos sobre la organización
bia; se ha propuesto localizarlo en el sur de Arabia y
de una clase sacerdotal jerárquica, pero se supone exis-
junto al golfo Pérsico.
tía para hacer las libaciones, ungir los altares y betilos.
1 Gn 10,7; 1 Cr 1,9.
e) Entre los arameos, el sacerdote se llamaba komer,
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, 1, París 1953,
pág. 210. . kümar, kumrd", etc., pero no tenemos datos concretos
J. A. PALACIOS sobre su organización.
ACf. JERÓNIMO, Adv. Jovin., 2, 13, en PL, 23, col. 302.
SABTAH, Hírbet, Ruinas relacionadas con la ciu- 2. SACERDOCIO PA.TRlARCAL HEBREO. El jefe de fa-
dad bíblica de -+ Hebrón. milia ejercía las funciones sacerdotales, ofreciendo a
Dios homenajes y sacrificios. En la Biblia se citan ex-
SABTEKÁ' (:fo~a.9aKá; Vg. Sabathachai. Quinto y presamente sacrificios ofrecidos por Noé, Abraham,
último hijo de Küs, según la Tabla de las Naciones1. Isaac, Jacob 1. Se citan además los sacrificios de Mel-
Fue el opónimo de un pueblo o de una región que no quisedec 2 y de Jetro, sacerdote de Madián 3• Los hebreos
ha podido identificarse; no obstante, de un modo gene- en Egipto debieron ejercer este sacrificio patriarcal, pues
ral, y debido a los pueblos con que le emparenta su quieren salir para ofrecer sacrificios en el desierto:', lo
genealogía, se supone que estaba en Arabia. que indica que no querían hacerlo en tierra egipcia,
1
Gn 10,7; 1 Cr 1,9. aunque el contexto parece insinuar que se trata de un
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Saint e Bible, I, París 1953, pretexto para que les dejaran salir del país de los farao-
pág. 210. nes. En Éx 19,22-24 se mencionan los «sacerdotes que
J. A. PALACIOS se acercan a Yahweh», los cuales no deben trasponer
ciertos límites junto al monte del Sinaí. Por otra parte,
SACERDOCIO. La institución del sacerdocio apa- cuando se trata de ofrecer los sacrificios de la Alianza,
rece en todos los pueblos de la antigüedad: éstos no están a cargo de «sacerdotes», sino de algunos
1. SACERDOCIOS PAGANOS. a) Egipcios. Si bien el «jóvenesx", Y son los «ancianos» y no los «sacerdotes»
faraón era el sumo sacerdote de todos los templos, espe- los invitados a subir a la montaña 6 • ¿Quiénes eran estos
cialmente de los más importantes, como el de Ptah en «sacerdotes» anteriores a la legislación mosaica? San
Menfis y el de Ra en Heliópolis, existía una clase sacer- Jerónimo e cree que son los «primogénitos» reemplaza-
dotal dedicada por la profesión al servicio de los templos, dos después por los levitas'. Pero no hay indicación
enfeudada en las organizaciones políticas del estado o alguna de que los «primogénitos» ejercieran funciones
de los nomos. Solía ser hereditaria, de forma que se «sacerdotales». Podemos suponer que se trata de jefes
constituyó en casta sagrada. Estaban exentos de contri- de familia al estilo del sacerdocio patriarcal o que existía
buciones y vivían de los ingresos regulares de los templos. ya una casta sacerdotal a imitación de las de Egipto,
El ritual del servicio en el templo era meticuloso, de- sustituida después por la levítica.
biendo efectuar los sacerdotes muchas abluciones rituales AJERÓNIMO, Epist., 73,6, en PL, 22, col. 680.
y debían tener la «voz justa» para recitar correcta- 1
Gn 8,20; 12,8; 15,8-17; 18,23; 26,25; 33,20. 'Gn 14,18. 'Éx
mente las fórmulas de la oración. Constituían una 2,16; 3,l. 'Éx 5,1-3. 'Éx 24,4-5. 'Éx 24,9. 'Éx 13,2.

307 308
SACERDOCIO

3. SACERDOCIO MOSAICO. Cualquiera que fuera la Él hubo de sufrir tentaciones, persecuciones, abandono
institución sacerdotal antes del pacto sinaítico, de hecho del Padre, pasión y muerte'.
la verdadera casta sacerdotal surge de una institución La epístola a los Hebreos compendia la superioridad
positiva impuesta por Moisés, el cual escogió a su del sacerdocio de Cristo en el «sacerdote según el orden
hermano Aarón y a los hijos de éste como represen- de Melquisedec» 5, cuyo sacerdocio fue superior al leví-
tantes oficiales en lo referente al culto ante Yahweh 1. tico como muestra el hecho de que Abraham presentara
Como auxiliares fueron designados todos los pertene- sus décimas al rey-sacerdote y percibiese de él la bendi-
cientes a la tribu de Leví, que son los sustitutos de los ción 6• Melquisedec, además, aparece sin genealogía, sin
«primogénitos» de Israel, que como tales pertenecían principio y fin de sus días', en lo que «se asemeja al
a Yahweh. Hijo de Dios» 8, viniendo a ser por su ficticia eternidad
1Éx
tipo de Cristo sin principio de días en cuanto Hijo de
28,1.
Dios y sin fin en cuanto a su sacerdocio que radica
4. EN EL NUEVO TESTAMENTO. Este sacerdocio leví- como en su fundamento metafísico en la Encarnación.
tico queda abolido y sustituido por el de Jesucristo que Y así, el sacerdocio levítico fue sólo una introducción
no es de la tribu de Leví, sino de la de Judá, pero Él a una esperanza superior, él no podía realizar la per-
es «sacerdote al modo de Melquisedec» ', con las atri- feción del ideal religioso, por lo que Dios suscitó un
buciones reales y cultuales en sentido espiritual. Su sa- sacerdote, de tribu distinta a la levítica que inauguró
cerdocio es superior al de Aarón y es eterno'. Es «sin pe- la Ley Nueva y realizó aquella perfección 9• Por ello
cado», «elevado sobre los cielos», ofreciéndose por los los sacerdotes levíticos eran constituidos mediante una
pecados del pueblo 3. Está siempre «vivo para interceder» ordenación transitoria y su sacerdocio se transmitía por
y ejerce su ministerio «a la derecha del trono de la majes- sucesión carnal de padres a hijos; Cristo lo fue mediante
tad en los cielos»". Su efecto es permanente, purificando un juramento eterno, acto sagrado y solemne que mani-
a las almas y dando la salvación eterna 5• Cristo ha ofre- fiesta la importancia y excelencia del sacerdocio de
cido un sacrificio único, santificando con Él a todos 6 Cristo sobre el de Aarón, el cual no tiene, como los hijos
(--,. Sacrificio). de Leví, sucesores propiamente dichos, sino ministros
1Sal 110,4. 'Heb 7,1-7. 'Heb 5,1-9; 7,26-28. 4
Heb 7,25; 8, y vicarios que realizan en su nombre las funciones sa-
1-2; 9,1-11. 'Heb 10,14. 'Heb 10,10. gradas'". De ahí que su poder de salvar es perfecto;
Bibl.: H. LESETRE, en DB, V, cols. 640-662. R. DE VAUX, Le puede llevar a la perfección a quienes se acercan al
Sacerdoce de l'AT, en VS, 46 (1936), págs. 129-147. H. CAFFAREL, Padre confiados en la mediación que Él ejerce continua-
Le sacerdoce sous les deux Test aments, en L'Anneau d'Or, 63·64
(1955), págs. 190-216. P. lDIART, Prétre chrétien, en Études sur le
mente «mostrando continuamente al Padre la humani-
Sacrament de l'Ordre, Paris 1957, págs. 325-365. A. GELIN, Le dad que asumió por nosotros, presentándole el deseo
Sacerdoce du Christ d'opres l'épitre aux Hébreux, París 1957. que su alma siente por nuestra salvación» (Sto. Tomás).
M. GARCÍA CORDERO Es, pues, además de misericordioso y ñel!', santo", ino-
cente, sin malicia para con el prójimo, inmaculado, libre
SACERDOCIO DE CRISTO. El Salmo 110, con- de toda mancilla moral, segregado de los pecadores,
siderado por la tradición judía y cristiana como mesiá- no obstante su convivencia y familiaridad con ellos!",
nico, consignó el juramento de Yahweh: «Tú eres más alto que los cielos por su trascendencia de todo
sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec» orden 14.
(ver. 4). Para los antiguos, el rey era también el repre- Pero los hijos de Aarón eran hombres débiles,
sentante de la divinidad, y, por lo mismo, el sumo sacer- sujetos a miserias morales, que debían ofrecer víctimas
dote de la nación. Tal era --,. Melquisedec, rey de Sálém, primero por sus pecados, luego por los del pueblo;
y así habría de ser el Mesías. Cristo no tuvo pecados propios por los que ofrecer su
Para llevar a cabo la redención, el Hijo decidió tomar sacrificio y lo ofreció únicamente por los pecados de
la naturaleza humana; sólo como Dios-Hombre podría los demás":
dar al Padre digna satisfacción en nombre nuestro. En Manifiestan también la superioridad del sacerdocio
el momento mismo de la encarnación quedó constituido de Cristo, la excelencia del tabernáculo celeste - hecho
el sacerdote por excelencia, el pontífice - puente - por Dios - en que Cristo ejerce su ministerio sobre la
entre Dios y los hombres, el mediador único, necesario del mosaico - hebreo por mano de hombre-, tipo y
y todopoderoso. «Su sacerdocio está como orgánica- figura del primero 16; también la superioridad de la Nueva
mente unido a su persona, y no es, como en Aarón, Alianza, más perfecta y espiritual, sobre la Antigua,
una prerrogativa sobreañadida. Si existe un "sacerdocio imperfecta y material, dada la estrecha relación entre
sacramental" será dependiente de este manantial des- sacerdocio y Alianza 17. Lo mismo se desprende de la
bordante de poderes y de gra ia» (Spicq). mayor eficacia de la expiación sacerdotal de Cristo
El sacerdocio de Cristo constituye tema central en sobre la del sacerdocio levítico; el pontífice de la An-
Hebreos. Superiora los mediadores de la Ley Antigua, tigua Ley debía entrar cada año en el santuario para
los ángeles y Moisés", Cristo es el gran Pontífice que renovar el rito de la expiación, Cristo entró una sola
ejerce en los cielos su función sacerdotal medianera 2• vez por tener su sacrificio eficacia para borrar todos
Él posee aquellas dos cualidades que ha de tener todo los pecados; aquél ofrecía la sangre de los . animales,
legítimo sacerdote: la vocación divina, que ha recibido Cristo su propia sangre; aquella confería una purifica-
del Padre quien le ha exaltado como rey de las naciones ción meramente exterior, la expiación de Cristo, la
y como sacerdote 3; y la compasión ante las flaquezas vida de Dios a los destinados a entrar en el santuario
de los hombres a que le inclina el hecho de que también celestial'", Tenemos realmente un Gran Pontífice en la

309 310
SACERDOCIO

casa de Dios, a quien podemos acudir con plena con- determinadas prohibiciones a los sacerdotes cuando es-
fianza 19• tuvieran en funciones: no podían hacer manifestaciones
'Heb caps. 1-4. 'Heb 3,1; 4,14. 'Sal 2,7; Heb 5,5-6. 'Heb de duelo por los difuntos ni tomar bebidas alcohólicas 3.
5,4-9. 'Heb 5,6.10; 6,20. 'Heb 7,1-2. 'Cf. Gn 14,18 y sigs. Como auxiliares de los sacerdotes fueron escogidos los
'Heb 7,3. 'Heb 7,11-14. "Heb 7,16-24. "Heb 2,17. "Lv 1,35.
"Mt 9,10; 11,19; Le 22,37. "Heb 7,25-26. "Heb 7,27-28. "Heb pertenecientes a la tribu de Leví '. Dios confirmó la
8,1-5. 17Heb 8,6-13. 19Heb 9,11-15. "Heb 10,21. elección' de la familia de Aarón con milagros. A Coré,
Bibl.: G. SCHRENK, ápxtEpeús, en ThW, III, págs. 274-284. Datan y 'Ábiram que protestaron por el privilegio
J. BONSIRVEN, Le sacerdoce et le sacrifice de Jésus-Christ d'aprCs sacerdotal de que fueron objeto los hijos de Aarón los
/'Építre aux Hébreux, en' NRTh, 66 (1939), págs. 641-660; 769-786. tragó la tierra 5• Sólo los sacerdotes (hijos de Aarón)
J. M. Vosré, Studia Paulina, 2.• ed., Roma 1941, págs. 110-187.
R. GALDÓS, Jesucristo Sacerdote eterno según el orden de Melqui- podían ejercer funciones en el altar". Al morir Aarón, su
sedee, en MCom 2 (1944), págs. 35-53. L. SoUBIG0U, Le chapitre hijo 'El'azar fue investido con la dignidad de sumo
VII de l'épttre aux Hébreux ou le sacerdoce selon l'ordre de Melchi- sacerdote7 • La descendencia de la familia aarónida era
sédech, en ATh, 7 (1946), págs. 69-82. C. SPICQ, L'origine johan-
nique de la conception du Chríst-prétre aux Hébreux, en Mé/anges
condición necesaria para pertenecer a la casta sacer-
offerts a Maurice Goguel, Neuchátel-París 1950, págs. 258-269. dotal. El rey de Israel Jeroboam I hizo caso omiso de
,.T . DA CASTEL S. PIETRO, Il sacerdozio celeste di Christo ne/la le/lera esta condición, pero su sacerdocio fue considerado como
ag/i Ebrei, en Gr, 38 (1958), págs. 319-334. 0. DILSCHNEIDER, Le ilegal y cismático 8• Después del Exilio, Esdras excluyó
Christ, l'unique prétre et nous ses prétres, 2 vols., París 1960-1961.
R. RÁBANOS, Sacerdote a semejanza de Me/quisedec, 2.ª ed., Sala- de la clase sacerdotal a los que no pudieran presentar
manca 1961. su genealogía hasta Aarón 9• Para mantener la pureza
G. PÉREZ sacerdotal, el sacerdote no se podía casar con una mujer
repudiada o prostituta 10. Ezequiel exige que fampoco
SACERDOTE (heb. - k6hen, komer; Am. kamiru; se casen con una viuda, a menos que sea de un sacer-
iEpEús; Vg, sacerdos). Todas estas acepciones de- dote 11 (->- Aarónidas).
signan a la persona consagrada oficialmente al culto 'Éx 28,1. 'Lv 8,1-36. 'Lv 10, 1-11. <Nm 3,45. 'Nm 16,1-50.
divino1• La palabra komer en la Biblia se aplica a los 'Nm 18,1-7. 'Nm 20,25-28. 8 I Re 12,31. 'Esd 2,62-63. "Lv
sacerdotes de Íos ídolos2 • También se llama al sacer- 21,7. 11 Ez 44,22.
dote hebreo malrák, «ángel»".
a) Condiciones físicas. No debía ser deforme cor-
1
Dt 10,8; 18,7. 2 .2Re 23,5; Os 10,5. 'Ecl 5,5; Mal 2,7. poralmente: cojo, tuerto, manco o herniado 1. Esto Jo
exigía el honor a Dios, y el prestigio ante el pueblo.
1. SACERDOCIO PREMOSAICO. En la época premosaica Mientras estaban en funciones no podían rasurarse
encontramos a los patriarcas ejerciendo como jefes de completamente, ni hacerse incisiones", ni tener los ca-
familia las funciones sacerdotales. Así se mencionan bellos desordenados o los vestidos rotos 3.
los sacrificios de Noé, Abraham, Isaac, Jacob1; este
'Lv 21,17-23. 'Lv 21,5. 'Lv 10,6.
sacerdocio patriarcal es el común en los pueblos civil-
mente subdesarrollados. En Egipto y Babilonia existía b) Edad. La Ley mosaica no determina una edad
una casta sacerdotal jerárquicamente organizada y he- para entrar en funciones sacerdotales, sino sólo para los
reditaria destinada exclusivamente al culto divino en sus levitas, que por tener que llevar cargas pesadas, debían
diversas manifestaciones. No sabemos cómo era la tener 30 años 1. Parece que los sacerdotes eran aptos para
organización sacerdotal de los israelitas en Egipto, el servicio del altar cuando entraban en la edad de la
aunque podemos suponer que era de tipo patriarcal. pubertad. En los tiempos rabínicos se exigía un examen
Sin embargo, se mencionan «los sacerdgtes que se acer- ante el sanedrín.
can a Yahweh» 2 antes de la organización levítica; pero 1
Nm 4,3.23.47; 1 Cr 23,3. Después se señalaron 25 años: Nm
cuando se trata de ofrecer los sacrificios de la Alianza, 8,24-26.
no son ellos los ejecutores sino los «jóvenes de Israel»3•
Por otra parte parece que los «sacerdotes» no son los c) Consagración. Se exigía un baño purificatorio,
«ancianos», pues se permite a éstos subir a la mon- imposición de vestidos sagrados, la unción y determina-
taña santa y a aquéllos no." Se menciona también a dos sacrificios y ceremonias 1.
Jetro, suegro de Moisés, como «sacerdote de Madián» 5• 1Éx 29,4-37; 40,13-15; Lv 8,2-36.
Quizá esos «sacerdotes» de Israel tengan relación con
d) Vestidos. Eran cuatro: calzón de lino, túnica de
una casta «sacerdotal» del tipo egipcio sustituida des-
lino, ceñidor bordado y mitra de lino. Debían llevarlos
pués por la levítica.
mientras estuvieran en el Templo, excepto el ceñidor
1
Gn 8,20; 12,8; 26,25; 33,20. 'Éx 19,22-24. 3Éx 24,4-5. 'Éx bordado, que debían usar sólo cuando ejercían fun-
24,9. 'Éx 2,16.
ciones. Fuera del Templo no podían usar esos vestidos.
2. SACERDOCIO MOSAICO. Parte esencial de la orga- e) Unción. No está claro si se «ungía» con aceite a
nización teocrática nacida en el Sinaí es la clase sacer- los simples sacerdotes o sólo a Aarón 1. Parece que
dotal. Moisés escogió por indicación divina a los com- a los simples sacerdotes se les aspergía con aceite",
ponentes de la familia de Aarón como sacerdotes, los se les «llenaban las manos», y se ofrecían determinados
cuales habían de transmitir hereditariamente sus funcio- sacrificios". Las ceremonias duraban siete dias+, aunque
nes-, Consagró a Aarón y a sus cuatro hijos (Nádáb, muchos creen que este rito sólo se cumplió una vez en
'Ábihü', 'El'azar e 'ltamar) 2 (->- Consagración). A los los hijos de Aarón.
dos primeros castigó con la muerte Dios por llevar
'Éx 30,30; 40,14; Lv 10,7. 'Éx 29,21; Lv 8,30. 'Éx 29,10-14.
carbones profanos en sus incensarios. Moisés impuso 'Éx 29,35; Lv 8,33. ·

311 312
SACO
f) Clases. Al multiplicarse los descendientes de 'El'a- víctimas 15. Los· «escribas» o técnicos de la Ley (clase
zar e 'ltamar, no era posible que ejercieran todos a la surgida en el Exilio) son los directores espirituales del
vez los ministerios. Por eso, David los dividió en 24 tur- pueblo como antes lo habían sido los profetas. Es la si-
nos según los jefes de familias sacerdotales, determi- tuación reflejada en tiempos de Cristo, quien reconoce
nándose por suerte las distintas funciones1• Después de a las autoridades sacerdotales16•
la Cautividad había sólo cuatro jefes de familias sacer- 'Nm 35,1-8. 'Jos 21,14. 'Nm 18,20; Jos 13,14. 'Nm 18,9.10
dotales 2. 'Lv 7,7. 'Lv 2,3; 6,9-11. 'Lv 24,5-9. 'Lv 7,30-34; 10 14.15.
'l Cr 24,3-19; 2 Cr 8,14. 'Esd 2,36-38. 'Dt 8,8; 26,5-10; Nm 18,13. 10Nm 18,20-32; Neh 10,38-40. "Éx
13,11-16; 22,29-30. 32Lv 27,28; Nm 18,14. 13Nm 5,6-10. "Os
g) Funciones en el Templo. Cada clase ejercía en el 4,6-9; 5,1-9; 6,6-10; Is 28,7-8. "Mal 1,6-14. 10Mt 12,4-5; 8,4;
Templo por una semana, empezando el servicio en Me 1,44; Le 5,14.
sábado\ y ofreciendo el turno saliente el sacrificio de
3. SACERDOCIO CRISTIANO. Jesucristo es el sacerdote
la mañana, y el entrante el de la tarde. Durante la semana
por excelencia, instituyendo una nueva jerarquía sacer-
de servicio no podían los sacerdotes rasurarse, ni tener
dotal. Encargó a sus apóstoles el gobierno de la Iglesia 1,
relaciones conyugales, ni beber vino2• Cada día se sor-
les ordenó reproducir el sacrificio eucarístico 2 y les confi-
teaban las diversas funciones, siendo la ocupación más
rió el poder de perdonar los pecados", de enseñar y de
digna la ofrenda del incienso en el altar, por eso sólo
bautizar". Los apóstoles, fieles al mandato del Maestro,
se ejercía una vez en la vida, pues el que ya había ac-
continuaron su misión de apostolado, instituyendo diá-
tuado una vez quedaba descartado en las suertes. Los
conos como auxiliares 6• A los sucesores o representantes
sacerdotes debían ofrecer los sacrificios rituales, según
de los apóstoles se les llama ÉTTÍ0-Kono1 o bien TTpmj3úTE-
determinadas ceremonias. Eran los «guardianes» del
por, los cuales colectivamente gobiernan la Iglesia.": más
Templo, y debían hacer sonar las trompetas". Aparte
tarde, este colegio «sacerdotal», se desdobló, y así desde
de estas funciones de tipo cultual, los sacerdotes debían
principios del siglo II se encuentran iglesias gobernadas
acompañar al pueblo en las batallas, exhortándole a
la victoria 4• por un ÉTTÍo-Konos y varios npmj3úTEpo1, sometidos
al ÉTTÍO"Konos. Así surge una triple jerarquía en el
A ellos incumbía también determinar la aplicación
sacerdocio cristiano: episcopado, presbiterado y diaco-
de las leyes de pureza legal, y discernir lo- santo de lo
nado. San Pablo exige al Énío-Konos que sea sobrio,
profano, lo puro de lo impuro 5, como· asimismo las
casto, morigerado, no iracundo y «buen administrador
cantidades de rescate que se habían de pagar en ciertas
de la casa de Dios»'. El sacerdote debe vivir del minis-
circunstancias". En ciertos casos de litigios complicados
terio como el del AT8•
debían decidir, sobre todo en el caso de un homicidio
en que no se conociera el asesino'. Debían enseñar los 'Mt 16,19; 18,18. 'Le 22,19; 1 Cor 11,25. 'Jn 20,23. •Mt
preceptos de la Ley mosaica 8• El rey Josafat envió a 28,19; Me 16,15; Le 24,17. 'Aet 6,1-6. "Act 20,17.28; Aet 14,
20; Tit 1 5. '1 Tim 3,1-7. 1 Cor 9,4-12; 1 Tim 5,17.18.
8

los sacerdotes a predicar y enseñar la Ley por Israel 9•


En realidad, la clase sacerdotal se desentendió de esta Bibl.: W. BAUDISSIN, Geschichte des alttestamentlichen Príester-
tums, Leipzig 1889. A. VAN HOONACKER, Le saÚrdoce lévitique,
obligación 1°. Lovaina 1899. H. LESETRE, en DB, V, eols. 640-642. J. Go'rrs-
3
2Re 11,6; 2 Cr 23,4. 'Lv 10,9. 'Nm 10,8-10; Neh 12,41. BERGER, Das a/ttestamentliche Príester t um und Ezechiel, Regensburgo
'Dt 20,2-4; Nm 31,6; 1 Sm 4,4. 'Lv 10,10; 11,47. 'Lv 27,3-8.27. 1949, págs. 1-18.
'Dt 17,8-12; 21,5. 8Lv 10,11; Dt 33,10. '2 Cr 17,7-9. 10Ez 22, M. GARCÍA CORDERO
26; Miq 3,11; Ag 2,12; Mal 2,7.8.
h) Residencia e ingresos. En la distribución de Ca- SACO (heb. saq; ac. saqqu; o-aKKos; Vg. saccus).
naán se asignaron 48 localidades para los pertenecientes El término más frecuente en la Biblia es saq, que pro-
a la tribu de Leví-, De ellas, 13 estaban especialmente bablemente es derivación del término acádico saqqu y
reservadas a los sacerdotes en los alrededores de Jeru- que a través del fenicio (y del hebreo) pasó también
salén 2• Pero esta distribución fue teórica, ya que los a las lenguas indoeuropeas. De menor uso es "amtáhat
sacerdotes se instalaban libremente en cualquier locali- (LXX uópcrrrrrcc, o-aKKos) que en la historia de los
dad. Al no tener territorio asignado debían vivir de los hermanos de José significa costal que contiene grano-,
impuestos del culto, pues Dios era «su heredad» o y cuyo verbo derivante mátalt emplea lsaías con el sig-
«suerte» (KAfípos)3 • Les pertenecía parte de los sa- nificado de extender una tienda, un tapiz'; en la acep-
crificios por el pecado", por el delito>, la mayor par- ción de «alforja» aparece una sola vez siqqálán", Por la
te de las oblaciones 6, los panes de la proposición', parte abundanciade pasajes en que aparece y, sobre todo, por
de los sacrificios pacíficos 8, y la piel de la víctima en su importancia social y religiosa prevalece saq.
los holocaustos. Les pertenecían también las primicias 9, Su significado primero es «tejido de pelos» de cabra
diezmos+", precio de rescate de los prirnogénitos-", lo Y también de camello, tejido que en el mundo antiguo
que se consagraba a Dios por «anatema»>, las restitu- floreció principalmente en Cilicia (Asia Menor), tanto
ciones cuando no aparecía el dueño '". Parte de estos para vestidos (de ahí el «cilicio») como para cobertura
ingresos podían consumirse fuera del Templo, pero no de tiendas de campaña. En el primer sentido puede
así las cosas «santísimas». decirse que el vestido de pelo de camello que usaba
La historia del sacerdocio en el AT es poco gloriosa, Juan Bautista era un «saco»>, y es probable que el
pues fue infiel a sus prescripciones fundamentales. Los segundo aspecto constituyese la mercancía de Áquila
profetas le echan en cara su apatía por la Ley de Dios 14. (0-KTJVOTTOIÓS) 5•
Después del Exilio tampoco fue fiel a su misión. Ma- No estan claros los orígenes - si religiosos, mágicos
[aquías le reprocha el ofrecimiento de lo peor de las o fúnebres - del saco como vestido especial o protoco-

313 314
SACO
lario, pero no hay duda alguna de su empleo, ya desde Jesús recuerda estas formas de vestirse en los ayunos
los tiempos históricos, más antiguos, en circunstancias al hablar de la penitencia 10. En el Apocalipsis, los dos
particularmente serias o tristes y no exentas de algún testigos o profetas van vestidos de saco-"; y hay una
contenido religioso. En su forma más elemental se tra- alusión al texto.de lsaías cuando el vidente dice que el
taba de un paño grosero sujeto a la cintura con una sol se oscureció «como un saco tejido de pelos» (ws
cuerda o ceñidor, dejando el pecho descubierto". o-áKKOS Tpix1vos)12, y al ser pelos de cabra, general-
El saco era el vestido propio de los que ayunaban, mente negras!", pasa a significar el color negro que en
quienes con tal indumentaria y sentados sobre ceniza occidente fue siempre símbolo de luto y calamidad.
daban a su práctica penitencial un subido tono de tris- 'Gn 42,27-28; 43,12-23; 44,1-2.8.11-12 en par. con (;aq 42,25-
teza y humillación, tanto por desgracias personales 27.35. 'Is 40,22. 32 Re 4,42. •Me 1,6 y par. -cr. Act 18,3.
'Gn 37,34; 1 Re 20,31-32; Is 20,2; Jer 48,37; Jdt 4,14; 2 Mac 3,19.
como por catástrofes de la nación'. También era ex- 'Cf. 2Re 19,1; JI 1,13; Est 4,1-2; Jon 3,5-8; Neh 9,1; 1 Mac 3,47,
presión de luto por la defunción de seres queridos y etc. -cr. Gn 37,34; 2 Sm 3,31; 21,10; Is 3,24; Jer 6,26, etc. 'Cf.
por las desgracias nacionales 8• Por esta razón, lo usaban l Sm 28,14; 2Re 2,8 y sigs.; Is 20,2; Zac 13,4. 10Mt 21,11 y par.
"Ap 11,3. "Ap 6,12. »cr. Cant 4,1; 6,~; Eclo 25,16.
también los profetas como anunciadores de castigos y
Bibl.: PLINIO, Hist. Nat., 6,143. G. STAHLIN, o-áKKOS, en ThW,
como predicadores de penitencia, aunque su vestido VIl, págs. 56, 64, con amplia bibliografía.
también era el cuero 9• e.GANCHO

Fresco egipcio de la tumba de Neferrompet (XIX dinastía), en el que aparecen unos esclavos trasladando y
cargando en sacos el tesoro de Amón

315 316
SACRAMENTO

SACRAMENTO. l. EN EL AT. La palabra latina sa-


cramentum es el equivalente al µvcni¡p1ov bíblico. Como
' Background of the N.T. Mysterion, en Bib/, 39 (1958), págs. 426-
448; 40 (1959), págs. 70-78.
R. LE DÉAUT
término jurídico derivado del latín profano, significaba
un «depósito de alguna suma, hecho a los dioses, como
2. EN EL NUEVO TESTAMENTO. La palabra sacra-
garantía de la buena fe o de la bondad de la causa de un
mento tiene ahora en el cristianismo un significado
proceso» e. Este depósito iba sin duda acompañado
técnico muy concreto, y se aplica a los llamados «siete
de un juramento. El vocablo toma ese sentido derivado
sacramentos» o ritos sensibles simbólicos eficaces de la
que tiene en particular en la lengua de la milicia y los
gracia instituidos por Cristo para uso perpetuo en su
cristianos se sirvieron del mismo, modificando aún su
Iglesia.
significado, para designar todo acto u objeto de carác-
Si bien la palabra sacramento no la tomó la teología
ter sagrado. La palabra aparece ocho veces en la Vg, en
cristiana de la Vulgata latina (ya que ésta es posterior
el AT, traduciendo µvcrTi¡p1ov1; y ocho veces en el NT,
al empleo de esta palabra), sin embargo, no cabe duda
en donde corresponde también a µvcrTi¡p1ov (--,. Miste-
de que la Biblia - libro de uso continuo entre los pri-
rio). La antigua versión latina había aceptado la tra-
meros cristianos y Santos Padres - influyó grande-
ducción uniforme: mysteriumñ.
mente en su consagración posterior.
En Daniel la palabra corresponde a la aramea ráz ;
La Vulgata traduce por sacramentum 16 veces la pa-
propia de este escrito, pero que se encuentra. también
labra µvcrTi¡p1ov y en 34 veces emplea otras expresio-
en Qumrán c. Significa, ante todo,· el «secreto», si bien
nes: mysterium (frecuentemente), arcana, abscondita, ocu/-
parece insinuar ya el significado tan complejo del «mis-
tus sermo, absconsa, sacra, sacrificia obscura. En Ef, de
terio» paulino. Sacramentum significa: a) Un secreto",
las 6 veces en que aparece la palabra uvc-rnpiov, 4 es
b) algo escondido", ·c) un sentido oculto, una significa-
traducida por sacramentum.
ción simbólica 4 y d) el gran «misterio», que es por
Su significación es muy variada, según la frase con-
excelencia el secreto largo tiempo escondido en Dios
junta. Así los Sinópticos1 tienen la expresión: conocer
y revelado en los últimos tiempos 5, el «misterio de la
el misterio del Reino de Dios (o de los cielos). En san
piedad»6, la encarnación del Verbo y la vocación de
Pablo se dice: «Ignorar este misterio (conversión de
los gentiles, la restauración del universo en Cristo,
los judios»)"; conforme a la revelación del misterio".
como su único jefe'. San Pablo hallará en el texto del
Los textos de los Corintios se refieren a «la sabiduría
Génesis 8 sobre la creación de la primera pareja humana,
en el misterio», «dispensadores (somos los apóstoles)
una prefiguración de la unión de Cristo con su Iglesia:
de los misterios de Dios», «si llegase a conocer todos
Sacramentum hoc. magnum est ... 9 ; el matrimonio es un
los misterios». En las demás cartas paulinas sacramen-
misterio porque la unión conyugal simboliza esta unión
tum = µvcni¡p1ov se refiere a los secretos de la volun-
superior. La palabra sacramentum no tiene, pues, aquí
tad de Dios, a la encarnación, a la predicación del
el significado que le dará la teología posterior; pero
evangelio ... al matrimonio; y habla también del magnum
este texto contribuyó a imponer el significado cristiano
pietatis sacramentum. Para el Apocalipsis sacramen-
de la palabra «sacramento»>.
tum = µvcni¡p1ov equivale a «secreto», «cosa arcana»,
La · Ley antigua, esencialmente ordenada hacia la
«signo misterioso».
nueva, prefiguraba también la economía sacramental
De este lenguaje bíblico se ha pasado al sentido
con sus ritos (cordero pascual, circuncisión, unción
eclesiástico, que fue también muy variado en los pri-
sacerdotal, sacrificios, etc.) E, con sus «tipos» (pasaje del
meros Padres, y vuelve a renovarse modernamente al
mar Rojo, el diluvio, el maná, la serpiente de bronce,
hablarse del sacramento de la liturgia, sacramento o sa-
los panes de proposición, etc.) y hasta con ciertos gestos
cramentalidad de la Iglesia y sacramento de Cristo.
«sacramentales», como los que acompañan las voca-
ciones proféticas de un Isaías 10 o de un Ezequiel!", por Mt 13,11; Me 4,11; Le 8,10.
1 'Rom 11,25. 'Rom 16,25.

ejemplo, pero sin olvidar las acciones simbólicas que en 3. SACRAMENTOS. Si a la palabra «sacramento» damos
ocasiones los profetas llevan a cabo F_ el significado que tiene actualmente en la teología
AA. ERNOUT ~ A. MEILLET, Diction. étym. de la langue latine, católica (como -puede verse en cualquier manual de
París 1951, col. 1034. BSobre el origen de la trad. sacramentum, teología o en un sencillo catecismo), no bailaremos este
cf. ThW, IV, pág. 833. CCf. E. VoGT, en Bibl, 37 (1956), págs. 247- contenido en el A T.
257. DCf. Concilio de Trente, sesión 24, Paulus innuit, DENZ, 969.
E Cf. H. CAZELLES, Le Lévitique, París 1958. TOMÁS, Contra Gen t.,
Los sacramentos, como signos eficaces de la gracia,
'4,57. FCf. E. JACOB, Théo/ogie de l'AT, Neuchátel 1955, pág. 197. no existían en la Antigua Alianza, en donde los signos
eran somb1:as vacías, indicios de futuros signos que lle-
'Menos en Sab 12,5, texto alterado. 'Del rey: Tob 12,7; de
Dios: Sab 2,22. 'Dan 2,19.30.47, el sueño del rey 4,6. •Ap l, narían una realidad1• Los sacrificios, las abluciones y
20; 17,7. 'Rom 16,25; Ef 1,9-10; 3,3.9; Col 1,26-27. '1 Tim demás prescripciones legales, no eran más que figuras
3,16. 'Cf. Ef 1,9-10. 'Gn 2,24. 'Ef 5,32. 10Is cap. 6. 11Ez de los sacramentos que Cristo había de instituir. Pro-
cap. 3.
ducían una justificación o purificación legal y eran
Bibl.: F. VIGOUROUX, en DB, V, cols. 1309-131 l. K. PRÜMM, obras que inducían a la contrición justificante. De esta
Mvstéres dans la Bib/e, en DES, cols. 173-225. H. VON SODEN,
Mvcnf¡p,ov und Sacrament um, en ZNW, 12 (1911), págs. l 88-227.
especie fue el bautismo de Juan.
G. BORNKAMM, Mvcnf¡p1ov, en ThW, IV, págs. 809-834. D. DEDEN, Los teólogos discuten si la circuncisión era un ver-
Le mystére paulinien, en EThL, 13 (1936), págs. 405-442. C. SPICQ, dadero sacramento con eficacia justificante. En tal caso
Les Épltres Pastorales, París 1947, págs. 116-125. M. VERHELTEN, sería una excepción requerida por la necesidad de jus-
Myster ion, Sacramentum et la Synagogue, en RSR, 45 (1957), págs.
321-338. E. DAL GRANDE, Mysterium, Sacramentum ne/la S. Scrit- tificación del niño incapaz de actos personales respon-
tura, en StP, 58 (1957), págs. 389-390.
R. E. BROWN, The Semitic sables. Podría también haber sido un rito condicional

317 318
SACRAMENTO

(no causal) que con la fe en el Mesías, por parte de los sacrificales, aunque en formas diferenciadas, incluso
padres, produciría la justificación. En todo caso fue el antes de Moisés.
rito que más se acercaba a los sacramentos de la nueva 1
Gn 4,3; 1 Sm 26,19; Jue 6,18. 'Lv cap. 2. 'Nm 18,9; 1 Re
Alianza. 15,15. •Lv 1,2-27,11. 'Lv 1,1-7,28.
En el NT los sacramentos instituidos por Jesucristo
DIVISIÓN. Una primera distinción se ha de hacer:
son siete y solamente siete, como definió el Concilio
sacrificios cruentos y sacrificios incruentos. A la pri-
Tridentino A_ Su institución inmediata por Cristo, no
mera categoría, pertenecen el holocausto, el sacrificio
aparece explícita respecto a todos los sacramentos,
expiatorio, el sacrificio de reparación y el sacrificio pa-
pero de todos ellos hay por lo menos indicios. Aquellos
cífico. Entre los incruentos, se hallan las llamadas
de los que consta la institución directa y explícita de
oblaciones o productos vegetales cultivados por el hom-
Cristo, son: bautismo 2, confirmación 3, eucaristía 4, peni-
bre y ofrecidos a la divinidad. Antes de hablar de cada
tencia 5, orden 6• Los demás quedan solamente insinuados
sacrificio, es oportuno describir los ritos comunes a los
en los evangelios, aunque explícitos en las cartas apos-
sacrificios cruentos.
tólicas.
Así la unción de los enfermos, se insinúa en Me 6, 13 B; Rrros, Cinco son los ritos principales que se hallan
y el matrimonio fue santificado con la presencia de Cristo en el ceremonial de los sacrificios: a) presentación de
en las bodas de Caná 7 y la proclamación de la unidad la víctima; b) imposición de las manos; c) inmolación;
e indisolubilidad 8• San Pablo habla de la santidad del d) efusión o aspersión de la sangre y e) combustión.
matrimonio y de su sacramentalidad •, aunque se re- a) Presentación de la víctima. El animal (pe raza
quiere la exposición del texto a la luz de la tradición bovina, ovina o caprina) es llevado por el oferente o
y en función de los principios paulinos. La unción comprado en Jerusalén, después de haber sido lavado
de los enfermos la proclamó Santiago en su carta". y atentamente examinado para que los sacerdotes se
A Concilio de Trento, sesión 7, canon l. BCf. Concilio de Trente, cercioren de su integridad. Luego era conducido al patio
sesión 14, canon 1.
interior del Templo para ser presentado delante del
1Heb 10,1. 2.ln 3,5; Mt 28,19; 3,11; Me 16,16; Le 3,16. 'Le Señor, en el lado norte del altar de los holocaustos.
24,28 en función de Act 1,4-8; 2,3-4; 8,16-20; 19,1-6. •Mt 26,
26-27; Mt 14,22-23; Le 22,19-20; l Cor 11,23-29. 'Jn 20,21-23; b) Imposición de manos (heb. sémikdh). Hecha la
Mt 16,19; 18,18. 'Le 22,19; l Cor 11,24-25. 'Jn cap. 2. 'Mt 19, presentación de la víctima, a continuación se tendía el
3-12. 'Ef 5,22-32. "Sant 5,14-15.
animal con la cabeza mirando hacia el sur y el rostro
Bibl.: P. PouRRAT, La Théologie sacromentaire, París 1910.
J. B. UMBERG, Systema sacramentarium, Innsbruck 1930. A. M1-
hacia el oeste y en dirección del santuario en don-
CHEL, Sacraments, en DThC, XIV, cols. 485-644. H. DONDAINE, de estaba el Arca de la Alianza. El oferente se colocaba
Substantia Sacramentorum, en RSPhTh, 29 (1940), págs. 328-330. entre la víctima y el altar, de cara al santuario y des-
E. DORONZO, De sacramentis in genere, Milwaukee 1946. l. Pu1G pués de purificar sus manos, las imponía con fuerza
oE LA BELLACAS./\, De sacramentis, 2.11 ed., Barcelona 1948.
sobre la cabeza de la víctima. En cuanto al significado
F. SOLÁ de la imposición de las manos, autores hay que ven en
esto un sentido de transferencia del pecado del oferente
SACRIFICIO. El término hebreo más antiguo para a la víctima. Pero nótese que ni el.texto de Lv l 7;11 b,
significar sacrificio, cruento e incruento, es minháñ 1; ni el rito del macho cabrío del Yóm Kippür, pueden ser
posteriormente, este vocablo pasó a significar solamente aducidos como prueba de tal teoría. De hecho, Lv 17,11,
los sacrificios de productos vegetales 2• Los sacrificios significa que la sangre expía, en cuanto alma, esto es,
como cosas sagradas se llaman qodásim 3 y como dones mediante el alma, pero no «en lugar del alma», como
santificados, q6rbiin 5, siendo este el vocablo más vago podría inducir a pensar la traducción de los LXX,
y común para designar el sacrificio. Para designar el óvrl 41vxfís. En cuanto al rito del macho cabrío, se
sacrificio cruento en general, el hebreo usa el término debe observar que en este caso no se trata de sacrificio.
zéban (de la raíz zbh, común en las lenguas semíticas occi- Un gesto que por sí sólo puede tener diversos significa-
dentales). El acádico sólo raramente emplea el vocablo dos, en el caso particular de los sacrificios, la imposi-
zibu, ya que usa preferentemente la palabra que le es ción de las manos, según parece más probable, es un
peculiar niqú, cuyo sentido primitivo era «hacer una gesto según el cual el oferente escogía la víctima como
libación» (néqü). El verdadero zábáh. tiene originaria- vehículo de sus sentimientos, para el fin específico de
mente el sentido de «inmolar para el sacrificio». En cada sacrificio: para expiar, para dar las gracias, para
los LXX, se emplea para los sacrificios en general el impetrar favores. Hay en la imposición de las manos
vocablo .9vcría, y para designar las oblaciones de los un lazo de solidaridad entre la víctima y el oferente,
productos del campo, además de .9vcría, aparece una relación intencional, pues con ese gesto el oferente
rrpootpopó (una sola vez) y 6wpov. procuraba adecuarse a la finalidad de cada sacrificio,
l. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. En casi todos los delegando y consagrando la víctima para la finalidad
libros de la Biblia se hallan referencias a los sacrificios, general y específica de cada inmolación sacrificial.
pero fue el Levítico el libro que codificó la legislación e) Inmolación. Al principio, el mismo oferente de-
sobre los sacrificios en Israel 5• Es verdad que la última gollaba la víctima. Más tarde, los levitas pasaron a
redacción del Levítico es de fecha posterior a la pri- ocuparse de esta función, en vez del mismo oferente1•
mitiva legislación mosaica, pero ciertamente el material En cuanto a la palabra «inmolar», es de notar que, eti-
que constituye el ritual de los sacrificios refleja épocas mológicamente, entre los romanos significaba, al co-
anteriores en que ya estaban en vigor las instituciones mienzo, esparcir harina sagrada sobre la cabeza de la

319 320
SACRIFICIO
Impronta de un sello cilíndrico meso-
potámico con la escena del sacrificio
de un buey ante un buey ídolo. (Foto
Museo del Louvre)

víctima. Pero en la lexicografía


latina posterior, pasó a significar
toda la función sacrificial y el acto
mismo de la degollación. El rito
de la inmolación, acompañado de
la total efusión de la sangre, era
un .acto tan importante, que el
gran exegeta Lagrange lo considera
como la diferencia específica que
hace de la ofrenda, un sacrificio
verdadero· y propio. La palabra
hebrea sl/Jifiíh, derivada del verbo sií/Jaf, expresa bien usaba la sal con que se salaban las_ ~arnes, pero no
la idea de «degollar». Lo mismo debe decirse del verbo para volverlas más sabrosas, sino atendiendo a un sim-
ucppó:l;etv usado por los LXX. bolismo más significativo. La sal por su incorrupti-
d) El rito de la sangre. La inmolación era no sola- bilidad fue tomada como símbolo del amor que no -
mente la ceremonia en la cual con el cuchillo se dego- muere, del pacto inviolable que Dios quiso conservar
llaba la víctima, sino también la ocasión en que se con su pueblo. Así tenemos el nombre de «sal de la
recogía la sangre para otro rito fundamental. Los sacer- Alianza» con que Dios calificó su pacto con Aarón 3•
dotes eran los encargados por la Ley de recoger la Símbolo de la hospitalidad y de la amistad, la sal tiene
sangre y de llevarla al altar. La importancia de este aún hoy día este significado entre los árabes. De este
rito se relaciona con el concepto que tenían los semitas modo, la sal, usada según parece en toda especie de
de la sangre. A sus ojos era consideraua como vehícu- ofrenda, traía a la mente de los israelitas, aquel Pacto
lo de la vida, tan estimable como lo es la vida que en ella solemne que hacía de ellos el pueblo escogido de Dios,
se contiene. Excepción hecha del sacrificio expiatorio, con todos los privilegios y derechos, pero también con
en los demás sacrificios, toda la sangre era derramada todas las obligaciones que exigían fidelidad a la Ley y
a los pies del altar. Por medio de la sangre, en cuanto al culto sincero al Dios de sus padres.
vida 2, el sacrificio expiatorio y el holocausto poseían b) En el caso del sacrificio pacífico, y aun en otras
la virtud de expiar los llamados pecados rituales y circunstancias, estaba prescrita la ceremonia de la ténüfáh
solamente éstos. El célebre adagio rabínico: «Sin efu- y de la térümáh+, Las particularidades de la ténúfáñ se
sión de sangre no hay expiación», se ha de entender reducían, según explicación más común, a un mo-
de este modo: en los sacrificios sólo hay una expiación vimiento de las manos con el pecho de la víctima hori-
mediante el rito de la sangre. No se excluyen, sin embar- zontalmente para adelante y para atrás, con el fin de
go, otras posibilidades de expiación además de los sacri- indicar que la parte destinada a los sacerdotes era
ficios. En los ritos sacrificiales de expiación, se aspergía consagrada a Dios y restituida como don gratuito a
siete veces con el dedo mojado en la sangre de la víctima sus siervos. La térümáñ se resumía en un gesto de ele-
la cortina del santuario. Además se teñía con la misma vación del anca de la víctima con su sucesivo des-
sangre las puntas o cuernos del altar del incienso aro- censo para simbolizar la consagración a Dios, y el hecho
mático. La restante, como en los demás sacrificios, era de que tal parte era destinada a los sacerdotes.
derramada en la base del altar de los holocaustos.
1
2Cr 35,11. 'Lv 17,llb. 'Nm 18,19. 'Lv 7,30.34.
e) Combustión. Por último venía la combustión de
la víctima sagrada, después de ser cortada en trozos, l. SACRIFICIOS CRUENTOS. a) Holocausto (heb. 'oláh,
excepto en el holocausto que era el sacrificio en que der. del verbo 'iiliíh, «subir», y kálil, «totalidad», «per-
se quemaba la víctima entera sobre el altar. Al quemarse fección»). Etimológicamente, en la lengua griega, «holo-
la víctima - entera en el holocausto, parcialmente en causto» significa también combustión total (óAoKal.Í<YTw-
otros sacrificios - se desprendía del fuego sagrado el µa, der. de oAos, «todo», y KavuTÓS, «quernado»). Es
perfume que el Señor mostraba aceptar como home- el sacrificio en el cual la víctima entera es quemada
naje de adoración, de súplica y de acción de gracias. en honor de Yahweh, Las víctimas podrían ser toros,
La expresión del texto hebreo de que las partes quema- carneros y cabritos, los cuales debían ser íntegros,
das sobre el altar eran como alimento consumido por machos y sin defecto. Ordinariamente, se inmolaban
las llamas para Yahweh, se debía entender, entre los corderos1. Los pobres presentaban víctimas más humil-
judíos, como antropomorfismo para significar la acep- des, tórtolas o palomas. Se debe notar que tales víctimas
tación por parte de Dios, de las ofrendas sacrificiales eran siempre acompañadas de oblaciones y libaciones',
de sus adoradores. Teniendo presente la trascendencia de lo cual hacía el sacrificio realmente completo. El holo-
Dios en el concepto de los israelitas, no puede ser otro causto tenía valor expiatorio; sin embargo, ese carácter
el significado de tal expresión.. expiatorio no es realzado en los antiguos holocaustos:
CEREMONIAS COMPLEMENTARIAS. a) Se admite co- al contrario, sólo se desprende la idea de homenaje
múnmente que también en los sacrificios cruentos se y de súplica 3• El holocausto se ofrecía también con el

321 322
SACRIFICIO

fin de dar gracias a Dios o de cumplir un voto. Comu- restablecer o reparar, mientras que en el sacrificio por
nidad y fieles, en determinadas circunstancias, tenían la el pecado, la idea fundamental es la de expiación. La
obligación de ofrecer holocaustos al Señor. Téngase víctima común es el carnero, el cual, en la mayoría
presente el caso de la mujer que después de haber dado de los casos, es estimado, no según su valor real, sino
a luz, habiendo cumplido los días de su purificación, simbólicamente, de acuerdo con la reparación a hacer.
llevaba al Templo un cordero de ese mismo año y en Tres eran los casos que reclamaban del fiel la ofrenda
la imposibilidad de obtener un cordero, llevaba dos de un sacrificio de reparación: daño causado a Dios
tórtolas o dos palomas. También los gentiles podían en las cosas sagradas; falta involuntaria en la que alguien
ofrecer holocaustos, pero ningún otro sacrificio '. Cada incide en reato de reparación, o daño causado al próji-
día, por la mañana y por la tarde, era inmolado un mo en sus bienes. En conclusión, es siempre la idea
cordero como holocausto perpetuo (heb. tdmid). Este de reparación de un daño hecho al derecho de propie-
sacrificio era público, esto es, hecho en nombre y en dad divina o humana, la finalidad de este sacrificio,
favor de toda la comunidad. Las sábados se inmolaban que añade al concepto fundamental de expiación el de
dos corderos en holocausto. El sacrificio ordinario del una situación más rigurosa.
culto público era el acto por excelencia de adoración, d) Sacrificio pacifico (heb. zébali seliimim, seliimim;
la expresión máxima de la liturgia sacrifica!, de tal LXX comúnmente .Svo-ía o-c.nT]píov, pero también
modo, que en el libro de Daniel se presenta la cesación .Svo-ía Twv elpT]VIKwv; Áq., Sim. y Teod . .9vo-ía sipn-
del holocausto como la mayor amenaza contra el pueblo v1Kwv; Vg. hostia, victima, sacrificium pacificorum, hos-
de Dios•. tiae pacificae, pacifica). Se tiene conocimiento. de tres
1Éx 29,38. 2Nm 15,2-6. 3Gn 8,20; Jue 13,16; 1 Sm 6,15. -t,v especies de sacrificio pacífic'o: el sacrificio ofrecido en
22,18.25. •Dan 8,11 y sigs. acción de 'gracias (heb. todáh ; Áq. evxap10-Tía): la vic-
b) Sacrificio expiatorio (heb. hatiá'»; ó:µapTía; Vg, tima en cumplimiento de un voto (heb. néder) y la
sacrificio pro peccato). El sacrificio expiatorio era im- ofrenda de devoción espontánea (heb. nédábáh). A estas
puesto por la Ley al que por inadvertencia (heb. bisgii- tres especies de sacrificio pacífico podemos añadir otra
giih) transgredía una prescripción de la Ley divina. En de caráct- r impetratorio 1. Sin embargo, más que de
el caso previsto por Lv 4,4, la culpa era sólo material especies podríamos calificar de motivos que inducían
o, al menos, tiene el atenuante de ignorancia involun- al oferente a sacrificar la víctima pacífica. Varios ritos
taria. En realidad, los sacrificios expiatorios expiaban del sélámim concuerdan con los de los sacrificios arriba
solamente esta especie de pecados como se deduce de enumerados. Pero además de los cuatro motivos que
Heb 9,13; 10,4. La materia o víctima del sacrificio va- impelían al oferente al sacrificio: el impetratorio, el
riaba según la condición de la persona. En algunos eucarístico, el voto y la devoción espontánea, se debe
casos se admitía una hembra, oveja o cabra, y aun notar que la característica fundamental del sacrificio
incluso un par de tórtolas o dos palomas. Finalmente, a pacífico consiste en ser un verdadero sacrificio de co-
los más pobres se les permitía la ofrenda de un décimo munión, pues pertenece a la esencia misma de su rito
de 'efiih de harina. Sin embargo, lo que caracterizaba el que una parte de la víctima sea reservada para el ofe-
sacrificio expiatorio era el rito de la sangre. No sólo rente, para comer de ella con sus parientes y amigos
se echaba parte de la sangre alrededor del altar de los en el recinto sagrado del Templo. De ahí el carácter
holocaustos, sino principalmente se rociaba siete veces de verdadero banquete sacrificial, pues el oferente era
la cortina o velo del Templo y se teñían las puntas o admitido a participar de una víctima ya consagrada a
cuernos del altar del incienso. Las ceremonias de la Dios, y convidado a sentarse a la mesa en un banquete
expiación, si bien se practicaban en cualquier época sagrado. En cuanto a la materia del sacrificio se debe
del año, tenían un carácter de máxima solemnidad en notar que además de los animales machos se admitían
el Día de la Expiación, en el llamado Yóm Kippür1. también las hembras de raza bovina, ovina o caprina.
En esta ocasión, el pontífice, entrando en el sancta La condición indispensable para participar del ban-
sanctorum, rociaba con la sangre del novillo y del quete sagrado era la pureza ritual. Sólo así el convite
macho cabrío inmolados el propiciatorio (kapp6ret, sagrado se transformaba en una verdadera fiesta espi-
«cobertura») que cubría el Arca de la Alianza, lugar ritual a la sombra del santuario, expresando vivamente
por excelencia de la presencia de Dios. El ritual de este la comunidad de vida entre fieles y la divinidad 2 •
sacrificio difería en varios puntos, según la condición 1 Jue 20,19-36; 21,2 y sigs. 'Dt 12,7; 14,26.
social de la persona que estaba obligada a la expiación.
2. SACRIFICIOS INCRUENTOS. Oblaciones o sacrificios
De este modo, las determinaciones legales sobre el rito
incruentos son aquellos en que se ofrece a Dios produc-
de la expiación alcanzaban de modo diverso al sacer-
tos vegetales. Tales sacrificios suponen vida sedentaria,
dote que había recibido la unción, al pueblo de Israel
la del agricultor que cultiva los frutos del campo. La
como bloque nacional, al príncipe o al simple fiel.
palabra minháh, aunque signifique algunas veces sacri-
1 Lv 16,11-34. ficio en general, en el Levítico tiene el sentido específico
c) Sacrificio de reparación (heb. 'iisiim, «ofrenda de de oferta de productos vegetales. Al principio, las obla-
transgresión»; Vg, sacrificium pro delicto). Semejante al ciones eran sacrificios aparte, pero posteriormente pa-
sacrificio expiatorio, se distingue, no obstante, en algunos saron a segundo plano, viniendo a constituir un vene-
puntos. Primeramente en la base del sacrificio de repara- rable accesorio del sacrificio cruento. Un único caso
ción está la idea de satisfacción por un derecho violado o existe en que la oblación sustituye al sacrificio de ex-
de cualquier modo lesionado, derecho que es necesario piación: cuando no pudiendo él fiel ofrecer un animal

323 3211
SACRIFICIO

de su rebaño o un par de tórtolas o de palomas hace las causas de los sacrificios, teniendo además la pro-
la oferta de una décima de 'efiih de harina. La materia funda religiosidad de los Salmos relacionados con la li-
de las oblaciones según la Ley era flor de la harina en turgia sacrificial.
estado natural o en forma de panecillos amasados En la base de todo sacrificio parece estar la idea de
con aceite, junto con incienso y sal. El sacerdote to- adoración. De modo particular, el holocausto con la
mando un puñado de esa harina o un pan ácimo ama- entrega total de la víctima es apto para indicar el reco-
sado con aceite lo quemaba sobre el altar. Lo restante nocimiento del supremo dominio de Dios. Síguese la
de la oferta pertenecía por derecho a los hijos de Aarón, idea de súplica como se deduce de las ofrendas del holo-
los sacerdotes. De tales oblaciones se excluían las sus- causto y sacrificios pacíficos, cuya finalidad impetra-
tancias fermentadas. Al lado de las oblaciones, apare- toria es patente en tantos casos. Junto con el holocausto
cen las libaciones, que en la Escritura no se consideran y el sacrificio pacífico, el piadoso israelita manifestaba
como sacrificios. En las libaciones litúrgicas, el único su profundo reconocimiento o su acción de gracias,
líquido admitido era el vino, cuya cantidad variaba restituyendo a Dios los dones de Dios. El voto unido al
según el tamaño de la víctima1• Era el vino derramado sacrificio, holocausto o víctima pacífica, contribuía efi-
a los pies del altar como perfume agradable al Altí- cazmente a formar el hombre en la fidelidad a sus
simo, según consta en Eclo 50,15. compromisos - religiosos. Los votos sacrificiales fueron
1Nm 15,5-6.9. siempre una escuela de buen ejemplo para la asamblea
de los fieles, porque eran índices de adhesión, confianza,
3. SENTIDO RELIGIOSO. Es de capital interés la signi- fidelidad 1• El holocausto y el sacrificio pacífico, cuando
ficación religiosa de los sacrificios. Por otra parte, eran ofrecidos como expresión de espontánea devoción,
sabemos que el sacrificio, expresión verdaderamente alimentaban la piedad y el fervor religioso de los fieles.
universal, es el rito más importante en la historia de las Otra escuela, por tanto, para la formación del pueblo
religiones. Aunque el estudio de los orígenes sea de gran elegido en la práctica y amor del culto sincero a Dios. En
importancia para poder penetrar en el sentido religioso el caso particular de los séldmim, el oferente creía con-
de los sacrificios, se ha de notar que algunos aspectos firmar sus buenas relaciones de paz y amistad con Dios.
primitivos, con la evolución natural de las cosas pasan El banquete sagrado era prenda de recíproca amistad,
a segundo plano, cediendo el lugar a otros que surgen en otras palabras, la renovación del Pacto que unía a
hacia un primer plano. Para unos (R. W. Smith) origi- Dios con sus servidores, una fiesta de alegría espiritual
nariamente estaría en la base de los sacrificios, la idea en el Templo y en la presencia del Señor; un verdadero
de ofrenda de comunión, con la intención de estrechar ágape, en el cual se estrechaban los vínculos de frater-
los vínculos entre el oferente y la divinidad, mediante la nidad de los hijos de Israel, fortaleciendo los lazos de
participación de ambos en la manducación de la víctima solidaridad nacional e incrementando el espíritu comu-
inmolada. Para otros (S. J. Curtiss, A. B. Davidson), la nitario. En cuanto a los sacrificios de expiación, su
idea de ofrenda o donación hecha a la divinidad con el función religiosa se une al rito de la sangre, elemento
fin de obtener ayuda y protección, sería el principal vital, cuya virtud catártica o de purificación eliminaba
motivo del sacrificio. Una tercera teoría, cuyo autor los impedimentos o pecados que se interponían entre
es R. Dussaud, considera el sacrificio como una fuente el hombre y Dios. Purificado el Templo, morada de
de especiales energías, pues con la sangre se liberaba Dios, se purificaba la tierra de Israel, el pueblo escogido.
el alma o la vida de la víctima. Recientemente, A. Yin- Pero además de la fuerza purificadora tenía la sangre
cent ha propuesto el concepto de sustitución vicaria valor unitivo conduciendo al hombre, al pueblo de
del oferente por la víctima como idea fundamental del Israel a la fuente de todo bien. He aquí el elemento
sacrificio cruento. Lagrange, después de pasar revista positivo del sacrificio expiatorio, en la perspectiva reli-
a las distintas teorías de su tiempo, reconocía la parte giosa de sus efectos benéficos. Con esta elevada con-
de verdad que cada sistema podía encerrar. Pero para cepción religiosa del sacrificio, en que vemos ausentes
el gran exegeta, la nota dominante del sacrificio, entre toda magia y tabú, se comprende como la SE siempre
los semitas, es la inmolación, considerada como la condenó los llamados sacrificios humanos. Los casos
diferencia específica que hace de toda ofrenda o don un habidos en Israel fueron verdaderos abusos introducidos
sacrificio verdadero y propio. Realizada la inmolación por influjo de las religiones paganas, abusos que siempre
en los sacrificios primitivos, se celebraba el banquete sa- tuvieron la reprobación por parte de los representantes
crificial o de comunión. De este modo, el sacrificio tipo oficiales de la Ley. El caso singular del sacrificio de
del cual habrían derivado el holocausto y los sacrificios Abraham se debe interpretar como prueba de fidelidad
expiatorios, sería el sacrificio de comunión. En un estudio máxima exigida por Dios; la consiguiente oposición
bastante reciente sobre el significado del sacrificio en divina se presenta como condenación de los sacrificios
el AT, Rowley llega a la conclusión de que en la base humanos en uso en determinados ambientes paganos.
del sacrificio está el hecho de ser el instrumento en la 1Sal 22,26.
mano del oferente para que éste se pueda presentar
a Dios: es el portador de su espíritu al Ser Supremo. Para 11. EN EL NUEVO TESTAMENTO. La mejor introduc-
este autor, varios son los elementos que convergen para ción al sacrificio del NT es la consideración del carácter
integrar el significado religioso del sacrificio: el concepto figurativo de los sacrificios de la antigua Ley. Solamente
de don, de comunión, de propiciación, etc. En nuestro el NT, avanzando en la interpretación visual judía,
estudio preferimos valorizar los aspectos que resultan realiza cuanto ya en el AT fue prefigurado. Es ésta
de muchos pasajes y examinando los ritos e investigando la enseñanza del apóstol san Pablo, de la tradición,

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SACRIFICIO

de la liturgia y del magisterio eclesiástico, como lo «Este cáliz es la nueva Alianza en mi sangre»". Las
declara el Concilio de Trento1. Cada sacrificio fue tipo antiguas alianzas eran avaladas con la sangre de una
parcial del único sacrificio de la nueva Ley. Así, por víctima: téngase en cuenta el pacto entre Dios y Abra-
ejemplo, el holocausto, por su naturaleza de donación ham, entre Dios e Israel. Jesús derrama su sangre como
total, teniendo la adoración como nota distintiva, pre- mediador de la nueva Alianza, siendo Él mismo víctima
figuraba admirablemente la muerte del Redentor, que y sacerdote que se ofrece como oblación espontánea.
por amor a la humanidad se sacrificó, ofreciéndose a Conviene citar las palabras mismas del apóstol: «Éste
Dios Padre como víctima expiatoria. Las oblaciones de es el Cuerpo que por vosotros será entregado ...
pan y las libaciones de vino que acompañaban los sa- este cáliz es la nueva Alianza en mi sangre».
crificios cruentos, tuvieron, según los intérpretes, la Así como los judíos en la vigilia de la octava de la
función de prefigurar el aspecto incruento del sacrificio Pascua eliminaban todo fermento para tomar solamente
de la Misa, ya que la tradición siempre ha visto en los panes ácimos, así los cristianos en la pureza y sin-
la profecía de Malaquías sobre la oblación pura de la ceridad de su vida, se acordarán que para ellos la Pascua
nueva Ley la elección intencional de una palabra, es Cristo inmolado. He aquí en el texto de 1 Cor 5,7-8,
minháh, que en su significado técnico, particularmente en una referencia explícita a la inmolación del cordero
el Levítico, es la palabra litúrgica de los sacrificios pascual y quizá también al Siervo de Yahweh, que
mosaicos más apta para indicar el pan y el vino, materia mansamente va al encuentro de la muerte para rescatar
para la consagración del cuerpo y de la sangre de Cristo a judíos y gentiles 4• Sobre los efectos del sacrificio
en la eucaristía. Los sacrificios expiatorios y de repara- redentor, el apóstol es bien explícito en Rom 3,24-26:
ción eran en la antigua Ley figuras de la expiación «Justificados gratuitamente por su gracia, por la re-
redentora y de la satisfacción que la muerte de Cristo dención en Cristo Jesús, a quien Dios puso como sacri-
nos alcanzó, reconciliándonos con el Padre. Cuando ficio de propiación, mediante la fe en su sangre, para
san Pablo en la epístola a los Romanos nos enseña que manifestación de su justicia; a causa de la remisión de
somos «justificados gratuitamente por su gracia por los anteriores delitos. Así manifiesta su justicia en el
medio de la redención que está en Jesucristo, a quien tiempo presente, a fin _de ser tenido por justo y justificar
Dios propuso como víctima de propiación, en virtud al que está animado de fe en Jesús». A la luz de estos
de su sangre», alude a la aspersión de la sangre sobre textos se comprende cómo está recubierta la idea de
el propiciatorio (kapporet¡ que cubría el Arca en el sacrificio en aquellos pasajes en que se atribuye eficacia
sancta sanctorum. El sacrificio pacífico, teniendo la fina- redentora a la sangre de Cristo'. Lo mismo se podría
lidad de impetrar, de dar gracias, figuraba de modo decir de los textos en que aparece la muerte de Cristo
especial dos fines del sacrificio de la Cruz. Particular- como fuente de salvación 6, pues, al menos en parte,
mente, la especie t6diih - acción de gracias - era estaría implicado el concepto de sacrificio.
figura expresiva del sacrificio-sacramento que la piedad Hay que tener presente, además, que toda la vida de
cristiana se complace en llamar con el nombre solemne Cristo no se debe separar de la perspectiva de su sa-
de eucaristía. Como banquete sagrado -parte esencial de crificio. En efecto, su vida fue una ofrenda al Padre en
los seliimim - era figura de la comunión en el sacri- vez de los holocaustos y demás sacrificios. San Pablo
ficio de la Misa 2• Por último, el nombre mismo de llama a esta existencia de Cristo consagrada con amor
sacrificio pacifico preanunciaba ya los frutos saludables y entregada por todos nosotros «oblación y sacrificio en
de la paz, producidos en el árbol bendito de la Cruz suave olor»'. Otros textos pueden también ser aducidos,
y perpetuados sobre la mesa del altar: la paz que nos donde se habla de donación y rescate para nuestra re-
es dada por Aquel que es nuestra paz .. Hay, pues, en dención 8 • También allá se puede entrever la idea de
los ritos sacrificiales de la antigua Ley un misterio sacrificio en el sentido más lato de toda la vida de Cristo,
de sabiduría que los fieles reconocen en el sacrificio de que fue marcada desde el comienzo por el ofrecimiento
la nueva Ley. de víctima abediente hasta la muerte, en cuyo mo-
De las figuras se pasa a la realidad en el NT. Sos- mento alcanzó su punto álgido de sacrificio: la Cruz.
layando las referencias relativamente pocas que hay en En dos pasajes, 1 Cor 10,18-21 y Heb 13,10, habla el
los evangelios acerca de los sacrificios del AT, analice- apóstol de la participación por la comunión en un
mos las palabras de Jesús en la última Cena, cuando sacrificio cuya existencia es requerida por la relación
consagró el pan y el vino. Las palabras entonces pro- íntima entre el altar, en ambos textos mencionados, y
nunciadas están, en el contexto bíblico, relacionadas la ofrenda sacrificial de una víctima por un sacerdote. El
con el sacrificio de la Cruz. Así cuando afirma que su Concilio de Tren to, refiriéndose al texto de 1 Cor 10,21,
cuerpo será dado, será entregado, y refiriéndose a la donde se habla de la participación de la mesa de los
sangre añade que será ella derramada «por la remisión, demonios y de la mesa del Señor, enseña que «por mesa
de los pecados» como «sangre de la nueva Alianza» se entiende», en uno y otro caso, el «altar», al cual va
hace manifiestamente una alusión al Éx 24,8 y Heb unida la idea de sacrificio•.
9,18-21, donde se trata de la sangre derramada sacri- En la epístola a los Hebreos, por la comparación
ficialmente, lo que lleva a la conclusión de que en las con el rito solemne de la expiación, en que el pontífice
palabras de la Cena se relaciona la sangre de la Alianza entraba en el sancta sanctorum una vez al año con el
con un sacrificio. fin de hacer las aspersión de la sangre en el propiciato-
En los escritos paulinos, el punto de partida de la rio, se subraya la entrada en el templo celestial, que
doctrina sobre el sacrificio del NT hay que buscarlo en fue abierto por el sacrificio cruento del Salvador. En el
las mismas palabras del Señor citadas por el apóstol: AT muchos fueron los sacrificios, pero incapaces de

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SACRIFICIOS
satisfacer plenamente a Dios-". He aquí, sin embargo, como recuerdo vivo de la inmolación sacrifi.cial de
lo que afirma el autor de la epístola a los Hebreos: Cristo, cuyos efectos salvífi.cos están unidos a la virtud
«Somos santificados mediante la oblación del cuerpo expiatoria de su sangre 16.
de Cristo una vez para siempre»". La unicidad del 1
Concilio Tridentino sesión 20, cap. 1. 2 1 Cor 10,18,21. 3 1 Cor
sacrificio de la redención por la muerte cruenta es lo l l,25. 'Is 53,5 y sigs. 12. 5 Ef 1,7; 2,13; Col 1,20. "1 Cor 8, 11;
que aquí se señala. Además quiere el autor de la epístola 15,3; Rom 4,25. 7 Ef 5,2. '1 Tim 2,6; Tit 2,13-14. 'Concilio
presentar a nuestra fe Cristo glorioso como sacerdote Tridentino, sesión 22, cap. l. 10Heb 10,4. "Heb 10,10. "Heb
8,5; 10,10. 131 Jn 2,2; Ap 5,6.9.12; 7,14; 12,ll. "Ap 7,14. "Ap
eterno, siempre activo por nuestra salvación en la liturgia 5,6; 13,8.
celestial, de la cual el culto del AT fue simple imagen
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de Cristo van a lavar sus vestiduras>. Finalmente, la le sacrifice de communion de /' AT., en Mélanges Syriens offerts á
visión del Cordero inmolado del Apocalipsis permanece M. Dussaud, I, París 1939, págs. 267-272. V. ScH0NN-BACHLER,

Roma. Base de una columna, hallada en las ruinas del Foro, con la representación de los suovetaurilia, o
sacrificios de cerdos, ovejas y toros. Memoria de los decenales de D' ocleciano, 303 o. c. (Foto P. Termes)

329 330'
SACRIFICIOS

Die Ste/lung der Psalmen zum alttestament/ichen Opferkult, Friburgo Alianza, también se llevaron secretamente consigo un
1941. H. H. ROWLEY, The Meaning of Sacrifica in the Old Testa- pabellón o templecillo transportable para los ídolos y
ment, en BJRL, 33 (1950-1951), págs. 74-110. A. YACCARI, Hostia
pacifica, en Sesiones de Estudio del XXXV Congreso Eucarístico para Saturno, el astro de los dioses, al que en Egipto
Internacional, I, Barcelona 1952, págs. 364-367. L. MORALDI, se veneraba verosímilmente bajo los nombres del dios
Espiazione sacrifica/e e riti espiatori, Roma 1956. A. CHARBEL, sol Ra, Raifán o Remfán y que como principio natural
Il sacrificio pacifico nei suoi riti e ne/ suo significato religioso e figu-
rativo, Sao Paulo 1961.
destructor se equiparaba al ídolo Molok. Parece infe-
Estudios sobre los sacrificios en el NT: W. Goossar-s, Les ori- rirse, de Jeremías 7,3 l y 19,5, que Molok se identificaba
gines de /'Eucharistie Sacrement et Socrifice, Gembloux 1931. l. con el Bá'al de los cananeos. Por 1 Re 11,5-7 nos infor-
COPPENS, Eucharistie, en DBS, II, cols. JI 78-1192. J. BoNSIRVEN,
mamos además que «el rey Salomón fue tras de Astarté,
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VIII, col. 760-762. J. BONSIRVEN, Théo/ogie du Nouveau Testament, diosa de los sidonios, y tras de Milkórn, abominación
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taña que está frente a Jerusalén un (biimiih) Jugar alto».
eucharistici formula paulina 1 Cor 11,25, en VD, 37 (1959), págs. El sitio de los sacrificios se hallaba en la cumbre meri-
232-236. S. LYONNET, De notione expiationis, en VD, 37 (1959), dional del monte de los Olivos que en épocas posteriores
págs. 232-236. S. LYONNET, De notione e xpiationis, en VD, 37 (1959),
a casusa de las abominaciones allí cometidas se llamó
págs. 336-352. A. VANHOYE, De aspee/a oblationis Chrístí secundum
Hebraeos, en VD, 37 (1959), págs. 32-38. «monte de la Perdición» o del «Escándalo»'.
A. CHARBEL Que los moabitas ofrendaban sacrificios humanos al
dios de su pueblo, lo testimonia el hecho de que el rey
SACRIFICIOS HUMANOS EN ISRAEL. Los sa- de Moab, Mesa', sobre la muralla de Qir Háréset «ofre-
crificios humanos, en griego áv.9pwTTo.9vcría, están ció en holocausto a su primogénito» 2 • El culto a Molok
comprobados en los pueblos prehistóricos y protohistó- por los israelitas tenía su lugar, de nombre Tófet, en
ricos, así como en los pueblos primitivos de la actuali- el valle de Hinnóm en la parte meridional dé Jerusalén.
dad. Los hubo en las elevadas civilizaciones del viejo Molok era considerado como el dios de la vida natural,
y el nuevo mundo, tanto en la India, en Egipto, entre que él daba y quitaba. De ahí que se le sacrificasen los
los semitas, celtas, germanos, eslavos, griegos y romanos, niños, porque se hallaban al comienzo de la vida y la
como entre los aztecas y los incas de América y los ha- destrucciór de tal vida significaba para las madres una
bitantes de Oceanía. Se ofrecían a los dioses y a los inmolación. Molok venía representado por un pilar
muertos. En el entierro de los jefes y príncipes fallecidos, figurado de metal con los brazos elevados hacia adelante
no raras veces se enterraba también a las esposas, a y que podía encenderse por dentro. Los niños deposita-
las que de vez en cuando se las sustituía por figuras dos en esos brazos al rojo, caían rodando dentro del fue-
humanas. Los pretextos eran de muy diversas clases, go que se hallaba en el vientre del pilar. Una estruen-
tales como las sequías, la esterilidad, el hambre, una dosa música encubría los lamentos de las criaturas. Así
expedición marítima y el comienzo de una guerra. A se explica el nombre de Tófet para los hogares, proce-
veces se unía a esto un voto para atraerse las simpa- dentes del instrumento músico, el atabal, que tenía la
tías de los dioses de las tormentas y de la guerra. A la denominación hebrea de tof El rey Acaz de Judá hizo,
inversa, la inmolación de los prisioneros de guerra en efecto, «pasar a su hijo por el fuego»', probable-
significaba una acción de gracias por la victoria alcan- mente por influencia asiria; acto igual realizó el rey
zada. El sacrificio de la víctima humana se efectuaba Manasés en Jerusalén", participando el pueblo en esos
de diversas maneras: por arma cortante, por cremación, crímenes 5, aunque a tenor del Éxodo 6, todo varón
por ahorcamiento o inmersión en el agua o en terrenos primogénito debía ser rescatado por el peso de «cinco
pantanosos. Los sacrificados podían ser personas de siclos del peso del santuario», y en Lv 20,2-5 la ofrenda
ambos sexos y de cualquier edad. Al sacrificio por causa a Molok estaba castigada con la pena de muerte. De
de nueva edificación le daba un sello especial el empa- nada sirvieron las palabras amenazadoras y las repren-
redamiento del desventurado dentro de los cimientos siones de los profetas7 • Incluso de una inmolación por
de la nueva casa. Así, pues, los sacrificios humanos no nueva fundación nos informe el libro de los Reyes;
tenían carácter punitivo, sino religioso y hay que con- Hí'él, de Betel, en la prohibida reedificación de Jericó
siderarlos como homicidios rituales, en los que la des- sacrificó a sus dos hijos, el primogénito y el menor,
tructio, es decir, la aniquilación de la vida humana, para lo que alegó expresamente una sentencia mal
constituía el rasgo característico de la inmolación. Según interpretada de Josué8 • De manera análoga ocurrió con
nos informa Plinio el Viejo, el Senado romano en el el juez Jefté, quien inconsiderada y temerariamente juró
año 97 prohibió en el ámbito del imperio todo sacrificio que había de ofrecer al Señor en holocausto, al volver
humano: Senatus consultum factum est, ne hamo immo- de su victoria sobre los ammonitas, al primero que
laretur. Con redacción semejante entró Juego esa pro- saliera a su encuentro de las puertas de su casa.
hibición en época posterior en el Corpus iuris. Desgraciadamente fue su única hija, que los apócrifos
Por lo que respecta a los sacrificios humanos, entre llaman de Seila, y el padre, hondamente contristado,
los antiguos hebreos era muy grande el peligro de con- ejecutó en ella el voto, .incurriendo así en el crimen de
taminación con los vecinos pueblos gentiles que per- un sacrificio humano 9 • Jefté procedió como guerrero y
petraban semejante atrocidad ritual. De Aro 5,25-27 y con conciencia errónea y en modo alguno era, según
de los Hechos de los Apóstoles 7,43, se desprende que los toda su actuación pasada, autoridad religiosa ni teo-
israelitas, durante su emigración por la península del lógica. Pero el autor de Gn 22,1~9 procurará aclarar esta
Sinaí, además del Tabernáculo sagrado y del Arca de la candente cuestión teológicá: Abraham ha de sacrificar

331 332
!;,ADOQ

a su hijo Isaac al Señor. Es evidente que Yahweh, el Bibl.: F. J0SEF0, Ant. iud., 8,10; íd., Contra Ap., 1, 249, 310,
Señor, tiene derecho a exigir de los hombres que no le 318, etc. G. SCHRENK, iepocrv;\Éw ... , en ThW, V, págs. 254-256.

nieguen lo más amado y querido. Pero se contenta con C. WAU


la intención, que no debe dar lugar a crueles sacrificios
humanos; pues es un Dios de suavidad y bondad y no, SADDÜD, Tell. Montículo que ha conservado el
como opina Gesenius, un Yahweh-Molok destructor, «al nombre de la ciudad de - Siirid.
que se ofrecen víctimas, humanas». Tal quieren signifi-
car las palabras del Angel de Yahweh: «No hagas SADE (LXX oaor¡, T1a6r¡ donde TI suena «s»). La
nada al niño» 10• Vg, y los LXX anteponen esta palabra, nombre de la
Los judíos de la Cautividad en Babilonia y de los siglos decimoctava letra del alefato, a Lam 1,18; 2,18;
siguientes ya no conocieron los sacrificios humanos. El 3,52.53.54; 4,18 y Sal 119,137 (heb.). - Acróstico.
impetuoso espíritu de los profetas y la saludable ense-
ñanza divina calladamente operante hicieron por fin SADOC (et. - Sádóq; Ia5wK; Vg. Sadoc). Hijo de
desaparecer definitivamente esa ignominia del pueblo Azor y padre de Aquim, citado en la genealogía de
elegido. · Cristo según san Mateo.
12Re 23,13. '2Re 3,27. '2Re 16,3. '2Re 21,6. '2Re 17, Mt 1,14.
17 y Miq 6,7. 'Éx 13,2; cf. Nm 18,15-16. 'IV!;iq 6,7; Jer 7,31;
19,6; Ez 20,31; 23,1-37. 'Jos 6,26; 1 Re 16,34. 'Jue J l,29-40. !;,ÁDüQ (erecto»; sudar. sadiq, saduq, sadiqdn, etc.;
'"Gn 22,12.
Ia5wK, Za5wK, Ia55oúK; Vg. Sadoc). Nombre de cinco
Bibl.: PLINIO, Natura/is historia, 30, 1. V. LOSCH - W. REISCHL, hebreos. La identificación de Sádóq §§ 3 y 4 como
Die heiligen Schriften des alten Tes/amentes, Regensburgo 1869. dos personajes, o como cuatro independientes, o aun
M. J. LAGRANGE, Études sur les religions sémitiques, París 1.905.
E. MADER, Die Menschenopfer der a/ten Hebrder und der benach- agrupados de modo distinto, varía según los comenta-
barten Volker, Friburgo de B. 1909, págs. 22-34. E. M0GK, Die ristas, quienes no justifican, sin embargo, de manera
Menschenopfer bei den Germanen, Leipzig 1909. F. ScHWENN, Die plausible, las razones en que se basan.
Meuschenopfer bel den Gtiechen und Rómem, Gíessen 1915. PAULY-
WissowA, XV, 1 (1931), pág. 956. H. JuNKER, Genesis, Wurzburgo l. Sumo sacerdote, descendiente de 'El'azar, hijo de
1949, págs. 67-69. A. JENSEN, Mythos und Kult bei Naturvolkern, Aarón. Fue hijo de 'Ál).itüb1• A la muerte de Saúl,
X, Wiesbaden 1951. F. NóTSCHER, Das Buch der Richter, Wurz-
siendo aún joven, se presentó a David en Hebrón, con
burgo 1953, págs. 50-51. W. ÜESENJUS, Hebraisches und aramiiisches
Handworterbuch, Gotinga 1954, pág. 429. O. E!sSFELDT, Einleitung los jefes de las tribus israelitas, para proclamarle rey'.
in das Alte Testament, 2." ed., Tubinga 1956, págs. 219-220. Posiblemente Saúl, indispuesto con 'Ál).imélek, padre de
Abiatar, a quien se había transferido el sumo sacerdo-
E. GOLLA
cio, nombró pontífice a Sádóq, o a su padre 'Al:titüb3 •
El caso es que hubo simultáneamente dos sumos sacer-
SACRILEGIO (iEpooúAriµa; Vg. sacrilegium). En
dotes al principio del reinado de David, aunque sus
sentido amplio es toda profanación de cosa o persona
atribuciones fueran distintas 4• Durante la sublevación
sagradas, toda - abominación cometida en lugar santo;
de Absalón, los dos colegas huyeron con David y se
pero en su acepción más crítica - que es la indicada
llevaron el Arca; pero el rey les pidió que regresaran
en los términos griego y latino - sacrilegio es el robo
a la ciudad a esperar el desenlace de los acontecimientos.
de cosas sagradas, de los tesoros de un templo, etc.
Muerto Absalón, David indicó a Sádóq y Abiatar que
No hay tal calificativo en el AT hasta la época tardía
persuadieran al pueblo de que solicitase su vuelta 5•
de los macabeos, si bien hay memoria de tales sacri-
En la conspiración de Adonías para apoderarse del
legios en la profanación y despojo del Templo de Jeru-
trono, Abiatar apoyó al usurpador y Sádóq al mo-
salén por Nabucodonosor que transportó a Babilonia
narca legítimo. Enterado de ello, David hizo que Sádóq
los vasos sagrados1.
y el profeta Nátán ungieran rey a Salomón". Éste
Es el libro II de Macabeos el que emplea el término
depuso a Abiatar y Sádóq fue el único que ostentó
«sacrílego» en tres pasajes: al referir las expoliaciones
el pontificado hasta su muerte, ocurrida durante el
de Lisímaco en el Templo de Jerusalén, a quien el pueblo
reinado salomónico. De este modo, el cargo de sumo
linchó en el mismo lugar sagrado', los intentos de sacri-
sacerdote volvió al linaje de "El'ázár, que era el único
legio de Antíoco Epífanes en Persépolis - se trata por
legítimo, y se transmitió a su descendencia 7• El cambio
tanto de un templo pagano -3, y la muerte del impío
se recuerda a menudo al hablar de los sumos sacerdotes
Menelao4•
como descendientes de Sádóq, no sólo en la SE8, sino
Ya durante la época del NT, Pablo es acusado de
en determinados mss. de Qumrán,
sacrílego del templo de Artemisa en Éfeso, siendo ab-
suelto de tal imputación por el magistrado 5• El mismo 2. Padre de Yérüsá', mujer del rey Ozías y madre
apóstol reprocha a los judíos que, abominando los del rey Jotam 0•
ídolos son despojadores de templos". Por el episodio 3. Hijo de Ba'áná'. Intervino en la reedificación de
del tumulto de Demetrio antes aludido, y por los testi- las murallas de Jerusalén1º y quizá fue la persona del
monios de Flavio Josefo, que defiende de tal imputación mismo nombre que firmó la renovación de la Alianza
a sus connacionales, sabemos que los judíos eran tenidos con Dios!'.
por expoliadores de lugares sagrados que para ellos 4. Sacerdote, hijo de 'lmmér. Reparó los muros de
- por su fe monoteísta - no lo eran. Jerusalén que había frente a su casa". Tal vez sea el
1
Cf. Dan 1,2; 5,23; Esd 1,7. 22 Mac 9,39-42. 32 Mac 9,2.
escriba encargado con otros hombres de la custodia del
'2Mac 13,6. 'Act 19,37. 'Rom 2,22. lugar en que se almacenaban los diezmos13.

333 334
SADOQ

5. Sacerdote de la estirpe de los sumos pontífices, código penal y un texto litúrgico sobre la renovación
padre de Sallüm y 'ÁJ:úmá'as, e hijo de otro 'Ál:iitüb 14• de la Alianza en la fiesta de Pentecostés, ambos descono-
cidos anteriormente.
11 Cr 5,34; 24,3; Nm 20,28. 2 l Cr 12,27.28. 'l Sm 22,14-20;
30,7; 2Sm 8,17; 1 Cr 18,16; 24,6. '1 Cr 15,ll; 16,39-40. '2Sm
Desde su misma aparición, CDC suscitó el mayor
15,24-29; 17,15-22; 19,11. '1 Re 1,7.8.32-45. 'l Re 2,27-36; cf. interés, tanto entre los israelitas como entre los cris-
4,4. 'Ez 40,46; 43,19; 44,15; 48,11; 2 Cr 31,10, etc. '2 Re 15,33; tianos. S. Schechter, a pesar de la fecha medieval de
4 Cr 27,1. "Neh 3,4. "Neh 10,21. "Neh 3,29. "Neh 13,13. los manuscritos de El Cairo, lo creyó anterior a la ruina
14 1 Cr 5,38; Esd 7,2.
del Templo (70 o.c.), y fue seguido en su criterio por
Bibl.: N0TH, 1189, págs. 38, 189. G. RYCKMANS, Les noms la mayoría de los críticos. Otros, en cambio (A. Buech-
propres sud-sémiliques, I, Lovaina 1934, págs. 182, 246, 269, 405.
L. DESN0YERS, Histoire du peup/e hébreu, U-III, París 1930. K. A. ler, A. Marmorstein), lo sitúan en los siglos vn-x de
LEIMBACH, Die Bücher Samuel, Bonn 1936, loe. cit. R. DE Vxux, nuestra era. M. J. Lagrange, con alguien más, prefirió
Les Lívres des Rois, en La Bible de Jérusalem, París 1949, loe. cit. fecharlo con posterioridad al fracaso de la segunda in-
A. MÉDEBlELLE, Les Livres des Rois, en La Sainte Bible, III, París
surrección judía (135 o.c.), hacia el 200.
1949, loe. cit.
J. CARRERAS Israel Levi fue el primero (1.9 11) que puso de relieve
las afinidades que la comunidad descrita en el texto en
SADOQUITA, Documento. Nombre dado por S. cuestión presentaba respecto de los esenios. D. S. Mar-
Schechter a dos manuscritos descubiertos por él (1896) goliouth encontró en él (1913) el cristianismo, con
en la Génízáh de El Cairo y publicados por el mismo Juan Bautista, Jesús y san Pablo.
en 1910. La denominación tiene su origen en la preemi- Tras el descubrimiento (1947) de los manuscritos de
nencia atribuida en el texto a los sacerdotes «hijos de Qurnrán, el etudio en los mismos de la· Regla de la
Sádóq» (IV, 1; V, 5). Sin embargo, la reiterada mención Comunidad (sérek ha-yáhd, l QSa) particularmente, lla-
de «la Nueva Alianza en la tierra de Damasco» (VI, 19; mada al principio Manual de Disciplina, revela no sólo
VIII, 21; XX, 12) pone de manifiesto la «regla» de una un estrechísimo parentesco doctrinal y literario, sino
comunidad que se titulaba «de la Nueva Alianza» y hasta «identidad» entre la secta de Qumrán y la del
cuyos miembros se habían refugiado como desterrados CDC. Constituían un grupo selecto de fieles ascetas,
en el «país del Norte» 1 o «Damasco», expresión que, separados del judaísmo oficial por motivos religiosos
como en Am 5,27 y Zac 9,1, parece indicar únicamente y morales, y entregados en la pobreza a la práctica in-
el refugio seguro garantizado por Dios, e identificable tegral de la Ley, después de haber repudiado el Templo
ahora con la soledad de Qumrán, Prevaleció, pues, la de Jerusalén con sus sacerdotes y sus sacrificios cruentos.
denominación «Texto de Damasco» (Damaskusschrift), 11. EL TEMA y su DESARROLLO. «A causa de la infi-
y actualmente con las siglas CDC (Documento de Da- delidad de Israel, Dios alejó de él y de su santuario su
masco) (-,. Damasco, Documento de). mirada, pero, consciente de su Alianza (en el Sinaí),
1Jer 31,8; Zac 6,8.
dejó un Resto. 390 años después de haberlo entregado
a manos de Nabucodonosor (587 A.c.), le visitó e hizo
l. TEXTO. El más largo de los dos manuscritos (a), crecer de Israel y de Aarón la raíz de una planta desti-
en 8 folios y 16 columnas, es opistógrafo, y parece nada a heredar su tierra» (CDC, I, 3-8). «Convertido este
pertenecer al siglo x de nuestra era; el otro (b) de un Resto (hacia el 190 A.c.), vaciló durante veinte años
solo folio opistógrafo, es considerado un tanto posterior. acerca del camino que había de seguir». «Dios, al ver
Sin embargo, L. Rost juzga CDCb anterior a CDCa. que le buscaba con pureza de corazón, le suscitó un
La primera mitad de CDCb corresponde (aun cuando "Maestro de justicia" (móreh ha-sédeq) o "Maestro
tenga un texto más largo, con notables variantes) a las justo" (S. W. Baron, J. Hempel), para guiarle en el
columnas 7-8 de CDCa; la segunda parte continúa y camino de su corazón» (I, 9-11). Este Maestro de Jus-
concluye el texto de CDCa, donde no halla correspon- ticia es denominado «jefe» y «escrutador de la Ley»
dencia. CDC se cita referido a las columnas (de I a XX; (VI, 7) y precede la llegada del Mesías (XX, 1 ; XII, 23);
faltan, empero, las columnas XVII-XVIII) y líneas del ignorado en los otros textos de Qumrán, aparece men-
manuscrito. No se ha adoptado una división en capítu- cionado ocho veces en el comentario de Habacuc con
los y versículos propuesta por R. H. Charles (1913). su antagonista, «el sacerdote impío», dos veces en un
En 1955 fueron encontrados varios fragmentos del CDC comentario al Sal 37, y una en el comentario a Mi-
en las cuevas 4, 5 y 6 de Qumrán (4Q, 5Q, 6Q). M. queas. Se opone a la «comunidad de los traidores»
Baillet publicó (1956) cinco fragmentos de un manus- (el partido oficial de los fariseos) y al «hombre de inso-
crito idéntico en piel hallado en 6Q: cuatro de ellos lencia» que desvió a Israel (I, 12-II, 1), atrayendo la
corresponden a· pasajes ya conocidos (IV, 19-21; V, maldición de Dios sobre su tierra (11, 2-10). Como
I' 13-14; V, 18-VI, 2; VI, 20-VII, 1), y el quinto es un siempre, Dios ha salvado un Resto, vinculándolo con
'1 texto nuevo. Más importantes, aun cuando todavía su Alianza, puesto que perdona a quien se arrepiente
1 inéditos, son los textos del CDC de 4Q (siete manuscritos y observa la Ley (II, 11-III, 21).
mutilados) y de 5Q (dos fragmentos); según la adver-
tencia de J. T. Milik, los textos de 4Q añaden mucho a 111. Los «mros DE SADOQ» tbéné $iidóq). Después
lo ya conocido, y permitirán la reconstitución de la de haber citado al profeta Ezequiel", CpC distingue en
obra en su verdadero aspecto: 4QCDC contiene diversas la comunidad tres categorías (IV, 1-6): «Los sacerdotes
columnas anteriores al principio del CDC hasta ahora son los convertidos de Israel salidos de la tierra de
conocido, la equivalencia de 1-VIII y de IX-XVI, Judá, los levitas son aquellos que se unen entre sí ( «para
un texto paralelo al final de XIX-XX, y, por último, un el estudio de la Ley, la lectura del "Libro" o Biblia, la

336
335
SADOl

0 rac10n en común», 1 QSa V, 6-8), y los hijos de Sádóq res suyos, porque son los herederos de la Alianza de los
(béné sádoq, quizá paronomasia latente con béné ha- padres» (VIII, 15-18 = XIX, 28-32).
sédeq, «hijos de la justicia»; cf. JQSa IX, 14) son los La Comunidad o Unión (yáf¡ad) de estos «conver-
~legidos de Israel. Se dio su lista (4,5), pero, desgracia- tidos» es denominada también «casa de la Ley» (XX,
damente, el copista medieval, juzgándola sin interés, la 10,13), «asamblea santa» (XX, 24-25), y sus miembros
mitió. genuinos son llamados «hombres de perfecta santidad»
«Construidos el baluarte y el vasto recinto», o sea (XX, 2,5,7).
la fidelidad a la Alianza y a la Ley bien interpretada, En consecuencia, se impone la observancia de varios
Belial (nombre de Satanás frecuentemente en los textos preceptos (VI, 15-VII,4):
de Qumrán, y únicamente en ellos, por cuanto los apó- a) Morales generales: «Separarse de los hijos de
crifos coetáneos usan Beliar), «tejió tres redes contra perdición (cf. lQSa, V,1-2), preservarse de las riquezas
Israel: la lujuria, la riqueza, la profanación del san- impuras e impías obtenidas de los votos y de las cosas
tuario» (IV, 12-19)2 • Los lujuriosos suscitados por consagradas, de las posesiones del santuario, con la
Belial (probablemente los jefes fariseos aliados con consiguiente expoliación de los pobres, de las viudas y
Alejandra e Hircano II) construyeron un muro de es- de los huérfanos».
carnio (cf. VIII, 12); sin embargo, se repitió la restau-
b) Rituales: «Distinguir entre lo impuro y lo puro
ración de la Ley llevada a cabo después de David con y enseñar la diferencia entre lo sagrado y lo profano;
Sádóq (IV, 19-V, 6). El antecesor espiritual de la comu-
guardar el día del sábado según su determinación pre-
1~idad es Sádóq, pontífice que «descubrió el libro sellado
cisa (explicada luego, X,14-XI,18), los días de fiesta y
de la Ley que estaba en el Arca» (V, 2-5), y quedó como
el día del ayuno (kippür); separar las ofrendas santas
el único legítimo luego de la traición de Abiatar3• El (primicias, diezmos)»,
rigor de la ley matrimonial en CDC IV, 19-V, 1 preludia
el evangelio; también los caraítas prohibían el divorcio. c) Comunitarios: «Amar al hermano como a sí
Indignados por las impudicias, rebeliones e impostu- mismo, fortalecer la mano del pobre y del infeliz4
ras de los falsos profetas, que iban renovándose «desde (de nuevo, XIV,14) y del extraño, procurar la salvación
los tiempos antiguos», los «convertidos de Israel», del hermano, evitar el incesto y toda lujuria, reprender
dirigidos por aaronitas prudentes y sabios israelitas al hermano y no guardarle rencor de un día a otro
suscitados por Dios, «excavaron el pozo ... El pozo es (de nuevo, largamente, IX, 2-8), separarse de cualquier
la Ley, excavada por los que han salido de la tierra de impureza según las · reglas, no contaminar el propio
Judá y residen en la tierra de Damasco» (VI, 1-5). Aun espíritu de santidad usando lo que Diosh a prohibido».
cuando muchos interpreten literalmente esta última de- Á quienes observen estas reglas «con perfecta santi-
terminación geográfica (en particular H. H. Rowley, dad» (como XX, 5,7) se les asegura «vivir mil genera-
C. Roth, J. T. Milik), va opinándose cada vez con mayor ciones» (VII,6). Luego, la suerte dichosa de los fieles
seguridad que «Damasco» debe de entenderse ·alegóri- aparece opuesta al castigo de los impíos y de los após-
camente (en realidad, aparece clara la alusión a los tatas (VIl,9-VIII,13). Dios muestra fidelidad hacia los
oráculos de Am 5,26-27 y Nm 24,17); se ha designado, «convertidos de Israel», pero aborrece a «los constructo-
con la reserva necesaria, la zona de Qumrán (así, l. res del muro» (fariseos oficiales) (VHI,14-21).
Rabinowitz, R. North, E. Wiesenberg, D. Barthélemy, Siguen normas sobre los votos y juramentos, sobre
A. S. van der Woude, E. Cothenet, R. F. Collins, etc.). la corrección fraterna y la denuncia al inspector (mé-
Cuatro veces aparece la fórmula «Nueva Alianza (con baqqér ), sobre los testimonios y los jueces (IX,1-X,9),
referencia a Jer 31,31) en la tierra de Damasco» (CDC sobre el baño en el agua, que debe ser «pura» (X,10-13)
VI, 19 [y cf. Vl,5]; VIII, 21; XIX,34; XX,12). Los otros sobre el sábado, que debe observarse con extremado
manuscritos de Qumrán (y CDC en otro lugar) hablan rigor (X,14-Xl,18), sobre lo impuro y lo puro (Xl,19-
simplemente de «Alianza» iha-bérit ); la idea, no obs- XIl,18). En todo ello aparece manifestado el más rigu-
tante, es la misma; restauración del privilegio salvífico roso y literal fariseísmo.
que la impiedad había anulado. La Alianza es el refugio Cabe distinguir dos partes principales, íntimamente
ólido y garantizado de los israelitas que «abandonan relacionadas e interesantes: a) exhortativa (1, 1-VIl,6),
el santuario con sus sacrificios varios (se cita a Mal 1,10) con referencias históricas continuas; b) constitutiva
Y cumplen, en cambio, su deber según la verdadera in- (VIl,7-XX,34), que se abre y cierra con la oposición
terpretación de la Ley a lo largo de todo el período de entre la suerte reservada a los fieles a la Alianza y la
la impiedad» (VI, 10-14); esencialmente, la Alianza destinada a los apóstatas.
1Ez 44,15. 2Cf. Ef 5,5. 31 Re 1,7-2,35; Ez 44,15 reserva el
consiste en la «conversión» o el «retorno» (süb, sábé,
«los convertidos») a la observancia sincera y coherente sacerdocio a sus descendientes. 4Cf. Ez 16,49.
de la Ley (t6riih) de Moisés (XV,9; XIX, 16) y es deno- IV. TIEMPO Y AMBIENTE. La fecha de ese texto anó-
minada «Nueva Alianza» (VI,19; VIIl,21; XX,12; tam- nimo es todavía objeto de muchas discusiones; normal-
bién lQpHab 2,3-4) en el sentido de Jer 31,31, citado mente, se la sitúa en el período que media entre los años
en todos estos pasajes. La frecuente fórmula «entrar en 63 A.C. y 66 o.e. Todo depende del carácter y la fina-
la Alianza» significa «convertirse». En adelante es pre- lidad atribuidos a la comunidad de Qumrán. Algunos,
rrogativa sólo de los «convertidos de Israel», a quienes contra la opinión común, niegan que CDC y 1 QSa
Dios ama porque «han dejado de seguir el camino del provengan de la misma comunidad; sin embargo, re-
pueblo a causa del amor de Dios hacia los antiguos que sulta innegable una íntima conexión (C. Roth, J. van
exhortaron al pueblo a seguirlo; los ama como a suceso- der Ploeg, J. Hempel). Se discute en tomo al orden

337 338
SADOQUITA

cronológico mutuo de CDC y 1 QSa; aun cuando la introducir a nadie en la comunidad contra el parecer
mayoría de críticos juzgase 1 QS más antiguo que CDC, del inspector del campo. Ninguno de cuantos hayan
actualmente hay muchos partidarios de dar prioridad ingresado en la Alianza de Dios tendrá comercio con
a CDC (M. Margoliouth, L. Rost, C. Roth, W. Baum- los hijos de perdición sin contrapartida. Nadie realizará
gartner, P. Wernberg-Moller, etc.). C. Roth sitúa CDC contrato de compra o venta sin el consentimiento del
hacia el 4 s.c., y lQSa en torno al 10 de nuestra era; inspector del campo. Acogerán (a los refugiados) con
atribuye ambos al movimiento de Judas el Galileo1. caridad benévola»".
Hay quienes insisten mucho en la identificación de los 'Éx 18,25. 'Cf. Gn 41,40. '1 Tim 3,1-7; Tit 1,5-9. -cr. Ez
qumranitas con los esenios; sin embargo, es forzoso 34,12 y 16. -cr, Is 58,6. -cr. Miq 6,8.
reconocer que los esenios descritos por Filór, Josefa
y Plinio se distinguen de aquéllos en numerosos aspec- 1. LAS CUATRO CATEGORÍAS DE LA COMUNIDAD (XIV,
tos. Los escrúpulos legales de los qumranitas los apro- 1-12). «Todos serán censados e inscritos según su
ximan a los fariseos más exigentes; y lo mismo sucede nombre, y en primer lugar los sacerdotes, en segundo
con su actitud cismática respecto del sacerdocio corrom- los levitas, en tercero los hijos de Israel, en cuarto, los
pido (saduceos) del Templo de Jerusalén. C. Roth extraños (¿novicios?). En este orden ocuparán los sitios
distingue a Qumrán la sucesión de dos comunidades y serán consultados en cualquier asunto». Esta norma
distintas: hasta el terremoto del 31 A.c. habrían vivido fundamental se halla repetida literalmente dos veces
allí los esenios, pero luego parecen haber !legado los (XIV, 3-6).
zelotas que, cada vez mejor organizados, después de la «El sacerdote puesto al frente de la multitud contará
conquista romana de Galilea (68 n.c.), se hicieron de 30 a 60 años (el juez, de 25 a 60; cf. X,7), será ins-
fuertes bajo la dirección de Juan de Giscala y el año 70 truido en el libro de meditación (como XII,2, y para el
se suicidaron en masa tras una heroica resistencia. juez, cf. X,6) y en todas las decisiones de la Ley, para
que hable según determinen. Y el inspector que super-
1 Cf. Act 5,37.
visa todos los campos tendrá de 30 a 50 años, y será
conocedor de los consejos de los hombres, y de todas
V. ÜRGANIZACIÓN DE LA COMUNIDAD (XII,19-XIV,23).
las lenguas. Los miembros de la Comunidad se presen-
Se da la «regla (sérek) para constituir los campos (gru-
tarán a él cuando lo ordene, cada uno según su rango.
pos distintos de la Comunidad) en las ciudades de
Cualquier asunto, cualesquier discusión y juicio, serán
Israel», confiada al instructor imaskil, título del Maestro
llevados ante el inspector».
de Justicia, transmitido a sus sucesores situados al fren-
Así, pues, había una doble jerarquía para la comuni-
te de la Comunidad) durante el período de la impiedad,
dad en los «campos»: una sacerdotal, para las funciones
hasta el advenimiento de los Mesías (o consagrados)
religiosas, y otra laica, para la dirección de la organi-
de Aarón y de Israel. Se harán «por grupos de diez
zación y la disciplina.
hombres como mínimo: millares, centenares: cincuen-
tenas y decenas»1. Además, se ordena a todos contribuir realmente a las
necesidades comunes y a la beneficencia social (huérfa-
«Donde hay diez, no falte un sacerdote instruido en
nos, pobres, enfermos, fugitivos o presos, abandonados;
el Libro de meditación (hege parece tratarse de la
Tóráh y de los otros textos bíblicos; equivocadamente cf. VI,21). Esta «regla precisa para la organización»
se cierra con sanciones penales (X,V12b-23).
se leía hegú, entendido como nombre propio); se so-
meterán todos a su palabra»>, Si no es competente 2. NORMAS PARA EL INGRESO EN LA ALIANZA Y LOS
en su cometido y hay en el campo un levita que lo JURAMENTOS (cols. XV-XVI). La admisión en la comu-
sea, éste le suplirá; sin embargo, en el caso de lepra, nidad está sancionada por el juramento (cf. 1 QSa 5, 7-11):
sólo el sacerdote decide (XII, 2-7). «No jurará ni por "álef ni lámed (primeras letras de
El «inspector (o superintendente) del campo» (XIII, 'elohim), ni por "dlef ni dálet (primeras letras de 'iídoniiy);
7-19), mébaqqér (asimismo, en IQSa 6, 12) es un lai- pero hará el juramento de la Alianza con las maldiciones
co. Su correspondiente en 1 QSa es el pápid («director»). de la Alianza (como IQSa 2,5-18, y 5,17)1. Si jura con
Su misión presenta analogías con la del brícrKOTTOS perjurio, profanará el Nombre", Cualquiera que haya
cristiano", a pesar de lo cual no hay relación directa entrado en la Alianza, establecida para todo Israel,
entre este jefe disciplinario de Qumrán y el episcopado debe imponer a sus hijos, llegados a la edad de presen-
que prosigue, con el sacerdocio redentor de Cristo, la tarse al censo (20 años), el juramento de la Alianza.
misión de sus apóstoles: «Instruirá la multitud (rabbim, Tal es la norma a que deberá someterse durante todo
«los muchos») en las obras de Dios, y les mostrará sus el tiempo de la impiedad cualquiera que se convierta de
hechos portentosos y les explicará los acontecimientos su vida corrupta. El día concertado con el inspector
del pasado. Se manifestará compasivo con ellos, como de la multitud es alistado con el juramento de la Alianza
un padre con sus hijos, y conducirá de nuevo al buen concluida por Moisés con Israel, la Alianza consistente
camino a todos los extraviados, como un pastor hace en el retorno a la Ley de Moisés con todo el corazón
con su rebaño'. Romperá todas las cadenas que les y con toda el alma (como lQSa 5,8-9) para cuanto deba
ataban, de suerte que en su comunidad ya no haya realizar durante todo el tiempo de la impiedad. Nadie
oprimido ni deprimido 5• Examinará las obras, la sabi- Je haga conocer las constituciones (ha-mispátim¡ antes
duría, la fuerza, el valor y la fortuna de quien desee de que se presente al inspector por si éste le encontrara
agregarse a la Comunidad; le inscribirá en su lugar, incapaz al examinarle (sobre el examen del postulante,
según su puesto en el partido de la luz. Ninguno de los cf. IQSa 6,14-15). Pero si cuando se ha comprometido
miembros del campo debe arrogarse el derecho de a volver a la Ley de Moisés con todo el corazón y toda

339 340
SADOQUITA

el alma, prevarica, el inspector le expulsará para todo del pueblo ni estarán inscritos en su libro desde el día
un año» (XV,1-15). «Ningún juramento por el que al- en que murió el Maestro de la comunidad hasta el
guien se haya comprometido a llevar a cabo una palabra advenimiento del Ungido (descendiente) de Aarón e
de la. Ley debe ser quebrantado, a costa de la muerte; Israel» (XIX, 32-XX,l).
ninguna resolución de alejarse de la Ley debe ser lle- «Éste es también el juicio sobre todos aquellos que han
vada a cabo a costa de la muerte» (XVI,7-9; cf. IQSa entrado en la asamblea de los hombres de perfecta
6,27-8,1). santidad, pero rehúyen el cumplimiento de las prescrip-
ciones de los justos: es el hombre que se derrite en medio
-cr. Dt caps. 27-28. Lv
2 19,12.
del horno 8• Cuando sus obras se manifiestan, es ex-
VI. SUERTES OPUESTAS DE LOS FIELES DE LA ALIANZA Y pulsado de la asamblea como aquel cuya suerte no ha
DE LOS APÓSTATAS (cols. XIX-XX del manuscrito, parte caído en medio de los discípulos de Dios. De acuerdo
paralela a VII-VIII del ms. a). Este final del CDC con su iniquidad, le reprenderán los hombres de cono-
refleja fielmente las ideas morales escatológicas propias cimiento (los ancianos) 0 ; hasta el día en que volverá a
de los judíos piadosos al principio de la era cristiana, hallarse entre los hombres de perfecta santidad. Y
todavía más explícitas en lQpHab y en lQM (Rollo cuando sus obras se manifestarán según la interpretación
de la Guerra): presenta una afinidad notable con el de la Ley imidrás ha-t6riih), en la cual andan los hom-
apócrifo Libros de los Jubileos: «A los fieles de laAlianza bres de perfecta santidad, que nadie se le asocie en la
de Dios se les asegura que vivirán millares de genera- propiedad o en el trabajo, porque le han maldecido todos
ciones, como está escrito1• Pero todos aquellos que los santos del Altísimo.
rechazan los mandamientos y las prescripciones recibirán »Éste es también el juicio sobre todos aquellos que des-
la retribución de los impíos cuando Dios visite la tierra, precian entre los primeros o entre los últimos, que han
al llegar (a cumplimiento) la palabra que está escrita puesto los ídolos en su corazón y andan en la obstinación
por mano del profeta Zacarías2• Los fieles a Dios son de su corazón. Para ellos no hay parte en la casa de la·
los pobres del rebaño. Éstos serán salvados al tiempo Ley. Éste es el juicio de sus compañeros que han vuelto
de la visita, en tanto los otros serán abandonados a la con los hombres de insolencia 1º; serán juzgados, porque
espada, en el advenimiento del Ungido (miisial:,) de han hablado con falsedad contra los preceptos justos
Aarón e Israel, según dijo Ezequiel", que señalaría y han rechazado la Alianza y la obligación que habían
con un tiiw las frentes de aquellos que lloran y lamentan establecido en la tierra de Damasco, que constituye la
las infidelidades de Israel. Los otros, empero, fueron Nueva Alianza. Ni ellos ni sus familias tendrán parte en
entregados a la espada vengadora de la Alianza. Éste la casa de la Ley» <XX,2-13).
será el juicio de todos aquellos que, entrados en su Alian- 1Dt 7,9. 'Zac 13,7. 3Ez 9,4. 'Os 5,10. 5Dt 9,5; cf. 7,8.
za, no han observado firmemente estas prescripciones: 'Ez 13,10. 'Jer 2,13. 8Cf. Ez 22,22. -cr, Mt 18,17. 101s 28,14.
les visitará para aniquilarles por medio de Belial. Éste VII. Jurero FINAL (XX,14-34). «Entre el día de la
es el día en que Dios hará su visita, según dijo: "Los muerte del Maestro de la comunidad y la desaparición
jefes de Judá son como los alteradores de límites (fau- de todos los hombres de guerra 1, vueltos con el hombre
tores de injusticia): sobre ellos verteré mi ira como de mentira (el hombre de insolencia de 1,14-15, «el que
agua"4 (V,20). Porque han entrado en la Alianza de babea mentira» de VIII,13 y XIX,26), median unos
la conversión, pero no se han separado del camino 40 años (número simbólico). En ese tiempo se inflamará
de los apóstatas, antes bien se han arrastrado por los la ira de Dios contra Israel»2• Dios manifestará su mi-
caminos de la fornicación, de la riqueza inicua, de la sericordia a los «convertidos de la culpa que han guar-
venganza, de la ira recíproca y del odio mutuo» (sigue dado la Alianza de Dios», y estarán «inscritos en el
la descripción de los vicios de quienes se han unido Libro memorial de aquellos que temen a Dios y honran
«a los reyes de los pueblos» y a los «reyes de Yáwán»; su nombre hasta que sea revelada la salvación y la jus-
cf. XIX,1-25). ticia para aquellos que temen a Dios» (XX,14-22). Pero
Como dijo Moisés a Israel': «No por causa de tu los apóstatas, «todos aquellos que han entrado en la
justicia ni por la rectitud de tu corazón has venido a Alianza y han violado el recinto de la Ley, cuando
recibir a las gentes en herencia, sino a causa de su aparecerá la gloria de Dios ante Israel, serán extermi-
amor a tus padres y a causa de su fidelidad al juramento». nados en medio del campo", y con ellos, todos los
«Esto es lo decretado para los convertidos de Israel malhechores de Judá en los días del fuego purificador»
que han salido del camino del pueblo. Con el amor que (XX,23-27). «Y los que en su conducta habrán perma-
Dios manifestó a los antepasados que dieron testimonio necido firmes en estas prescripciones, según la Ley, y
contra el pueblo y siguieron a Dios, amará a aquellos habrán escuchado la voz del Maestro de Justicia»,
que vienen tras ellos, porque la Alianza de los padres alabarán los «justos y verdaderos juicios» de Dios,
es la suya» (XIX,26-31). «gozarán y se alegrarán, su corazón se fortalecerá, y
«Pero Dios odia a los constructores del muro 6 y a dominarán sobre todos los moradores del universo.
cuantos les siguen: tal es el juicio respecto de todos Dios les. perdonará, y verán su salvación, porque se han
aquellos que rechazan los preceptos de Dios, le abando· refugiado en su santo nombre» (XX,28-34).
nan y se extravían en la obstinación de su corazón. 1 Dt 2,14. 2 Cf. Os 3,4. 3 Dt 2,14.
Todos los hombres que han entrado en la Nueva Alianza
en la tierra de Damasco y luego han vuelto atrás, han VIII. CALENDARIO. Como el Libro de los Jubileos,
hecho traición y se han alejado del pozo de aguas vivas' predilecto de los qumranitas, el CDC, apoyándose en
(cf. 111,16 y VI,5), no formarán parte de la asamblea un «libro de las divisiones de los tiempos, según los
341 342
SADOQUITA

jubileos» (XVI, 4), prescribe en la Comunidad de la Damaskusschrift, en ZA W, 35 (1920), págs. 31-37. L. GtNZBERG,
Alianza, juntamente con I QS, el uso de un calendario Eine unbekannte jiidisehe Sekte, Nueva York 1922. G. F. MOORE,
Judaism in the Pirst Centuries of the Christian Era, I, Cambridge
solar, correspondiente al antiguo calendario sacerdotal.
(Mass.) 1927, págs. 200-205. G. HiiLSCHER, Zur Frage nach Alter
El año tenía 364 días, o sea 52 semanas exactas; de . und Herkunft des sogenannten Damaskusschrift, en ZNW, 28 (1929),
consiguiente, el ciclo de los sábados y de las fiestas págs. 21-46. J. JEREMIAS, Jerusalem zur Zeit Jesu, II, Berlín 1929,
era siempre idéntico. Este calendario ha aparecido págs. 130-134. M. J. LAGRANGE, Le Judafsme avant J.-C., París
1931, págs. 331-337.
también en fragmentos descubiertos en 4Q (1954). Se b) Tras el descubrimiento de los mss. de Qumr3n: W. M.
inculcaba asimismo en el Libro de Enok («Libro de los BROWNLEE, A Comparison of the Covenanters o/ the Dead Sea Sera/Is
astros»), y en otros escritos de la literatura apócrifa with Pre-Christian Jewish Sects, en BA, 13 (1950), págs. 50-72. R.
GooSSENS, La secte juive de la nouvelle Alliance et les origines chré-
palestina precristiana, estrechamente relacionada con la _tiennes, en Revue de l'Université de Bruxel/es, 3, Bruselas 1950-1951,
Comunidad de la Alianza. De esta manera, se ahondaba págs. 399-435; íd., La secte de la Nouvel/e Alliance et les Esséniens,
la separación con respecto al sacerdocio y al culto del en F/ambeau, 35 (1952), págs. 145-154. H. H. ROWLEY, The Zado-
Templo de Jerusalén, cuyas celebraciones festivas con- qite Jragments and the Dead Sea Scrol/s, Oxford 1952, págs. 87-125;
íd., The Covenanters of Damascus and the Dead Sea Scrolls, en BJRL
sideraban los más celosos como una de las más odiosas (septiembre 1952), págs. 111-154. L. Rosr, Das Verhiiltnis von
innovaciones del movimiento helenístico y de los sa- Damaskusschrift und Sektenrol/e, en ThLZ, 77 (1952), cols. 723-726.
duceos: la introducción del calendario lunar griego. B. J. ROBERTS, Some Observations on the Damascus Document and
the Dead Sea Scrolls, en BJRL (marzo 1952), págs. 366-387. L.
El caraíta al-Qirqisáni (ca. 930 o.c.), que ya S. Schechter
ARNALDICH, Los sectarios del Mar Muerto y su doctrina sobre la
recordaba en conexión con CDC, habla de la comu- «Alianza», en EstB, 11 (1952), págs. 359-398. P. WERNBERG-MiiL-
nidad religiosa llamada magiiriyah, o «de la caverna», LER, Sédeq, Sadfq, Sadóq in the Zadoqite Fragments, in the Manual

porque se hallaron libros que pertenecían a ella en of Discipline and in the Habakkuk-Commentary, en VT, 3 (1953),
págs. 310-315. J. RABINOWITZ, Sequence and Dates o/ the Extra-
una «caverna» (magiir), y la colocaba después de los Biblical Dead Sea Sera/Is and «Damaskus» Fragments, en VT, 3
fariseos y antes de los cristianos. La recuerda también (1953), págs. 175-185; id., A Reconsidera/ion of «Domascus» and
el musulmán al-Birüni (h 1048), según el cual sus compo- «390 Years» in the «Domascus» («Zadokite») Fragments, en JBL, 74
(1954), págs. 11-35. A. MICHEL, Le Maitre de Justice, Aviñón 1954,
nentes iniciaban tanto el año nuevo como la pascua págs. 75-122. M. DELCOR, Contribution á l'étude de la législation
entre la noche del 3.0 y el 4.0 día, es decir, el miércoles. des sectaires de Damas et de Qumrán, en RB, 61 (1954), págs. 533-
Los caraítas lo adoptaron desde el siglo tx o.e. En 553; 62 (1955), págs. 60-75. P. WERNBERG-MOLLER, Some Passages
esta peculiaridad se basa A. Jaubert para colocar la in the «Zadokite» Fragmenls and their Paral/e/s in the Manual of
Discipline, en JSS, 1 (1956), págs. 110-128. S. W. BARON, Hístoire
última cena de Jesús en la tarde del martes, en vez de d'Israel, II, París 1957, págs. 659-663 y 1067-1069. A. S. VA>< nER
la del jueves (---+ Jueves Santo, Problema cronológico de). Wouoe, Die messianischen Vorstel/ungen der Gemeinde von Qumran,
Aquisgrán 1957, págs. 8-74. N. ÜOLB, Literary and Doctrinal
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2.• ed., Oxford 1958. Dead Sea Scrolls, Oxford 1958. J. CARMIGNAC, Le retour du Docteur
de Justice á la fin des jours ?, en RQ, 1 (1958), págs. 235-248; id.,
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b) Inglesas: R. H. CHARLES, The Apocrypha and Pseudepigrapha gelien, Zurich 1959. P. WtNTER, Back to the Caves l. Prophecy
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1958, págs. 348-364. E. F. SUTCLIFFE, The Monks of Qumran, in the Qumran Texts, Londres 1960, págs. 32-40. J. CARMIGNAC -
Londres 1960 (trad. esp., Los monjes de Qumriin, Barcelona 1960). P. GUILBERT, Les textes de Qumrán traduits et annotés, I, París 1961,
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H. BARDTKE, Die Handschriftenfunde am Toten Meer, II, Berlín Forschung , en NAGNa (1962), págs. (281-374), 322-323, 335-372.
1958, págs. 259-276. J. MAIER, Die Texte vom Toten Meer, I, Mu- S. H. SIEDL, Qumran: Eine Monchsgemeinde im A/ten Bund. Studie
nich 1960, págs. 46-70; 11, págs. 40-62. En. LOHSE, Die Texte aus iiber Serek ha-Yahad, Roma 1963, págs. 4, 69-70, 205-306 (passim).
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Qumran Hebriiisch und Deutsch, mit masoretischer Punktation, Über-
setzung und Ammerkungen, Munich 1964, págs. 63-107 y 283-287. and its Comparison wilh the New Testament, en EThL, 39 (1963),
págs. 555-594.
3. Estudios. a) Antes del descubrimiento de los mss. de Qurnrñn :
G. F. MOORE, The Covenanters of Damascus, a hitherto Umknown 4. Calendario. A. JAUBERT, Le calandrier des Jubilés et de la
Jewish Sect, en HThR, 4 (1911), págs. 330-377. A. BUECHLER, Secte de Qumrán, ses origines bibliques, en VT, 3 (1953), págs. 250-
Schechters Jewish Sectaries, en JQR, 2,3 (1912-1913), págs. 429-436. 264. J. M. ALLEGRO, I rotoli del Mar Morfo, en The Dead Sea
D. S. MARGOL!OUTH, The Sadduceans Christians of Damaseus, en Scrolls, trad. ital., Florencia 1958, págs. 113-121, 189-191 y passim .
Exp (1913), págs. 157-164. A. MARMORSTEIN, Eine unbekannte A. ROMEO
jiidische Sekte, en Theol, Ttjdschrift, 51 (1918), págs. 92-122. En.
MEYER, Die Gemeinde des Neuen Bundes im Lande Damaseus, en
Abhandlungen der preussischer Akademie der Wissenschaften, philo- SADRAK (et. ?; LE6páx; Vg. Sidrach). Nombre que
hist. Klasse, 9, Berlín 1919. A. BERTHOLET, Zur Datierung der impuso a Hánanyáhíü), compañero de Daniel, el jefe

343 344
SADUCEOS

Los tres jóvenes israelitas, Sadrak, Mésak y Abdénago, en el horno encendido. Pintura mural de la catacumba
Priscila de Roma. (Foto F.Arborio Mella, Milán)

de los 'eunucos de Nabucodonosor, quien también le esto tampoco puede admitirse. Parece cierto que viene
honró con altos cargos oficiales'. Por negarse a rendir .•. del nombre propio Sádóq, cuya transcripción griega de
culto a una imagen de oro, fue encerrado en un horno los LXX es Ia66oúK1. Sádóq se llamaba el sumo sa-
ardiente, del que se salvó milagrosamente con sus com- cerdote que el rey Salomón hizo que sustituyera a
pañeros 2. Sadrak es un hombre de etimología oscura, y Abiatar para que se cumpliera la palabra que había
de forma casi inexplicable, a consecuencia, sin duda, de pronunciado Yahweh contra la casa de Helí, en Siloh2•
las transcripciones defectuosas que el texto ha sufrido. Ya en la restauración ideal que Ezequiel hace de Jeru-
Se ha propuesto, a modo de explicación, que se trata de salén y del Templo serán los únicos ministros del culto
una corrupción de Marduk o se deriva hipotética- los hijos de Sádóq 3• Realmente, ellos tuvieron siempre
mente del acádico sudur-aku, «mandato del dios Aku». una especial preponderancia; ya desde entonces decir
1Dan 1,7; 2,49. 'Dan 3,1-30. saduceos era tanto como decir la familia sacerdotal de
Bibl.: J. A. MONTGOMERY, Daniel, Nueva York 1927, págs. 119- mayor influencia.
125, 127-130, 193-219. L. DENNEFELD, Les grands prophét es, en La 1Ez 40,46; 44,15. '1 Re 2,27-35. 3Ez 44,15; 48,11.
Sainte Bible, VII, París 1946, pág. 642. ",
G. SAkRÓ 2. HISTORIA. La descendencia de Sádóq ejerció el
sacerdocio hasta la Cautividad de Babilonia' y de nuevo
SADUCEOS. 1. ETIMOLOGÍA. El nombre de «sa- la continuaron después del Destierro 2• Mas no se sabe
duceos» (en griego o-a66ovKaio1; en hebreo saddüqimy dónde comienza el origen de los saduceos como grupo.
no puede venir del adjetivo hebreo saddiq («justo») como Durante la jefatura de Jonatán se habla de un partido
ya opinaron algunos Padres de la Iglesia. Además de helenizante que se opuso varias veces al jefe macabeo.
ser impropio para ellos este calificativo, no podía ex- Se nombra también a un grupo yahwista que, con
plicarse la u que tanto en hebreo como en griego se conciencia más escrupulosa, tampoco veía con buenos
conserva en esta palabra . Según W. Manson vendría ojos que el sumo sacerdocio hubiera sido entregado a
del nombre o-úv6tKos («abogado», «defensor de Ja los macabeos por unos extranjeros; era una intromisión
justicia»), pues ellos eran miembros del sanedrín. Mas de los paganos en la designación del primer jefe espiri

345 346
SADUCEOS

tual dentro del yahwismo judío. Esto sucedió cuando el Puede decirse que carecemos de fuentes sobre las
monarca Alejandro Balas, en el año 153 A.c., concedió doctrinas que profesaban los saduceos, aunque tenemos
el título de sumo sacerdote y jefe de su pueblo a Jonatán 3• datos en el NT y en Flavio Josefo; pero sobre lo que
Pero es en tiempo de Juan Hircano, el primero de éste nos dice hemos de ser cautos, ya que él era fariseo,
los asmoneos, cuando ya aparece delimitado el campo enemigo, por tanto, de aquéllos. Según él, niegan la
entre el grupo de los saduceos y de los fariseos. Hirca- providencia, afirmando un fatalismo absoluto en todo
'10 se apoyaba en éstos y había sido su discípulo, pero lo que sucede, pues nada depende de Dios; y niegan
pronto se pasó a los saduceos que empezaron a tener igualmente la existencia de premios o castigos después
mayor preponderancia. Como bajo su gobierno la na- de la muerte, ya que no existe el alma después de la
ción judía llegó a ser casi tan extensa como en tiempo descomposición del cuerpo. La literatura rabínica atri-
de David, cada vez era mayor la necesidad de personas buye a los saduceos esta máxima: «Como ta nube se
que llevaran ia administración y la política relacionada deshace y desaparece, así el hombre desciende a la tumba
con las naciones que la rodeaban. Y estas personas y ya no vuelves-s.
sólo podían salir de la corriente saducea más abierta Por el caso imaginario propuesto a Cristo en los
al helenismo. Así es como comenzó a imponerse el sadu- evangelios" consta que no admitían la resurrección de
ceísmo. Flavio Josefo nos cuenta el episodio que dio los muertos. Se trata de la Ley mosaica del levirato refe-
ocasión para que Juan Hircano rompiera con los fari- rente al matrimonio". Si un hombre moría sin descen-
seos. Durante un banquete pidió consejos acerca de la dencia, su hermano debía casarse con la viuda para
perfección. Un fariseo le dijo que dejara de ser sumo perpetuar el nombre del anterior, a quien se atribuía
pontífice, puesto que su madre había sido una esclava el primer hijo nacido de este segundo matrimonio. Los
y esta condición iba en contra de las prescripciones saduceos en su pregunta, para negar la resurrección,
rabínicas. Hircano se enfadó sobremanera. Y preguntó dan por supuesto que la vida en ella seguirá en las
a los demás fariseos qué pena se había de dar al que tal mismas condiciones que la actual. Pero no saben que el
había dicho. Ellos pidieron la pena de golpes y de pri- poder de Dios transformará los cuerpos resucitados y
sión; entonces él que quería la de muerte, consideró cóm- que serán semejantes a los ángeles, siendo hijos de
plices a todos y se declaró enemigo de ellos. Desde resurrección 4 •
entonces siguieron los saduceos siendo el partido del go- Podemos decir que sus ideas sobre la otra vida son
bierno bajo todos los asmoneos, excepción hecha de la las mismas, según parece, que las escritas en los libros
reina Alejandra que, acatando la última voluntad de sapienciales, como los Proverbios o el Eclesiastés, en
su esposo, se unió a los fariseos. Luego los saduceos los que en realidad nada se afirmaba o negaba sobre
continuaron durante Aristóbulo 11, y ésta parece ser la ello. Por esta razón, muchos saduceos, al no encontrar
causa de la hostilidad que Herodes el Grande manifiesta claramente en los libros del AT la doctrina de la resu-
contra ellos. rrección, la negaban. Por los Hechos de los Apóstoles 5
Cuando Judea fue anexionada a· la provincia ro- sabemos que tampoco admitían la existencia de los án-
mana de Siria, los saduceos prar.ticaron una política geles ni otros seres espirituales fuera de Dios. En todo
conciliadora con los romanos. Es verdad que no co- esto se diferenciaban de los fariseos, pero todavía se
laboraron abiertamente con ellos, pero se dedicaron a oponían más a ellos negando la hálákáh, que era un
evitar conflictos, esforzándose por contener los movi- conjunto de preceptos prácticos, normas rituales y ju-
mientos populares. Así, durante este período romano, rídicas. Al no admitir la tradición, interpretaban al pie
los sumos sacerdotes eran saduceos y ellos dominaban de la letra las leyes mosaicas en materia criminal y apli-
en lo religioso, aunque los fariseos, con el apoyo de los caban rigurosamente la ley del talión. Al decir de F. Jo.
escribas, ejercían mayor preponderancia ante el pueblo. sefo se mostraban duros y arrogantes en su trato con
Al caer el estado judío con la destrucción de Jerusalén, todos los que no fuesen miembros de su propio partido.
cayó asimismo el saduceísmo. Había también discrepancias entre los dos partidos
11 Cr 5,34-38 (T.M.); 6,8-12~(Vg.). 'Esd 3,2. 1 Mac 10,15-21.
3 sobre la fijación del día de la Pascua y de la fecha de
Pentecostés; en cuanto a la primera, según los recientes
3. NATURALEZA. El saduceísmo no era una secta en estudios rabínicos, cuando caía en viernes, los saduceos
el sentido que se le da a esta palabra; no tenía una doc- retardaban la celebración al sábado, mientras los fari-
trina especial distinta del judaísmo; era más bien un seos lo hacían según el calendario regular. Klausner,
partido político-religioso. Lo formaban las clases adi- judío y conocedor de sus tradiciones, dice que ya desde
neradas, abiertas a la cultura y al progreso de otras el tiempo de Hillél, 25 años A.c., para los fariseos la
naciones; en esto se oponían principalmente a los fari- matanza de los corderos en la fiesta de la Pascua era
seos. También se diferenciaban de éstos en no admitir un sacrificio público, mayor por lo tanto que el' reposo
sino la ley escrita, las prescripciones de la Tóráh, que sabático; mientras que los saduceos lo consideraban
eran su única regla de fe y conducta. Dice san Jerónimo como sacrificio privado que violaba el día santo, por
que, según algunos Padres, aceptaban sólo el Pentateuco. lo que no podía hacerse en sábado. La fiesta de Pente-
Así rechazaban todas las innovaciones y falsificaciones costés para los saduceos había de coincidir siempre en
que los fariseos habían añadido al espíritu del verdadero el primer día de la semana, y como debía haber un
judaísmo del que ellos se consideraban protectores; es intervalo de cincuenta días con la fiesta de la Pascua,
más, así se libraban de todas aquellas pesadas cargas adelantaban o retrasaban algún día del mes para con-
que los fariseos habían puesto sobre los hombros de seguir su intento; en este caso era todo más sencillo
sus conciudadanos1• para sus enemigos, según los cuales, Pentecostés podía

347 348
SAFAN

celebrarse cualquier día de la semana con tal que fuese loda la culpa de la muerte de Jesucristo a los saduceos,
cincuenta después de la Pascua. L. Finkelstein trata como opina D. Chwolsen-' , aunque éstos fueran más
extensamente de estas controversias legales entre los rígidos en aplicar las leyes y menos dados a la clemencia
dos grupos, y de estas dos tendencias religiosas diferen- que los fariseos. Creemos, sin embargo, que los fariseos
tes y opuestas. y no los saduceos eran los encarnizados enemigos de
A STRACK-BILLERBECK, l, pág. 885. Jesús. Todo el capítulo 23 de Mateo confirma esto con
1Mt 23,4. 2Mt 22,23-24; Me 12,18-25; Le 20,27-28. 'Dt 25,
evidencia. Es verdad que la doctrina farisea estaba más
5-6. -Lc 20,36. 'Aet 23,8. cerca de la del Maestro, pero la hipocresía, el aparato
externo, la casuística ilimitada era lo que más se oponía
4. IMPORTANCIA E INFLUENCIA. Los saduceos, con-
al espíritu de Cristo, sincero, humilde, interior.
tentos con sus riquezas y posición social no se inquieta-
AD. CHWOLSEN, Das let zte Passahmahl Christi, Leipzig 1908,
ban demasiado por la venida del reino de Dios. Por
págs. 85-108.
eso se acomodaban a los que mandaban, aunque el
11,19-26. '3,17. 3 16,1.6.11-12. 'Aet 4,1-4; 5,17.
yugo fuese el de unos extranjeros. A veres también apa-
Bibl.: E. DAVAINE, Le Sadducetsme. Étude historique et dogma-
recen en rebelión con el gobierno imperial. De todos tique, Montauban 1888. J. DENNEY, The Sadducees and Inmortality,
modos, eran astutos políticamente y procuraban sacar en Exp, 10 (1894). G. KRANOLD, Pharisder und Sadduziier, Magde-
el mayor provecho posible de cualquiera que fuese la burgo 1897. S. BAMBERGER, Die Sadduziier in íhren Beziehungen
zu Alexander Jannai und Salome, Francfort del Main 1907. E.
circunstancia política en que se encontrasen; sus miras ScHÜRER, Geschicht e des jüdischen Volkes im Zeitalter Jesu Christi,
tendían a conservar su posición social y el auge de los Leipzig 1911. R. LESZYNSKY, Die Pharisiier und Saddu zder, Franc-
suyos. De todo lo dicho se desprende que gozaban de fort del Main 1912. J. Z. LAUTERBACH, The Sadducees and Pharí-
sees, .Berlin 1913. STRACK-BILLERBECK, I, pág. 885. R. HERFORD
poca autoridad y tenían poco prestigio entre el pueblo.
TRAVERS, The Pharisees, Londres 1924. I. ELBOGEN, Einige neuere
Es cierto que mandaban en las cosas externas y sociales, Theorien iiber den Ursprung der Pharisder und Sadduziier, Jewish
pero ante la gente prevalecían tanto los criterios de los Studies in Memory o/ J.srael Abrahams, Nueva York 1927. J. M.
fariseos, que aun los mismos saduceos tenían que ajus- VOSTÉ, De sectis iudaeorum t empore Chrísti, Roma 1929. J. KLAUS-
NER, Jesus o/ Nazareth, Londres 1930. S. RAPPAPORT, Agada und
tarse a ellos hasta en lo referente al culto, del que eran Exegese bei FI. Jos., Francfort-Viena 1930. J. BoNSIRYEN, Le Ju-
los jefes supremos; así es como únicamente se les hacía daisme Palestinien au temps de Jésus-Christ, París 1935. L. FlNKEL~
caso. En frase de F. Josefa se llegó a decir que si los STEIN, The Pharisees (The Socio/ogical Background of their Faitht,
Filadelfia 1946, págs. 101-144, 281-285. U. HOLZMEISTER, Storia dei
fariseos hablaban contra el sumo sacerdote, eran in-
tempi del Nuovo Testamento, Roma 1950. G. Rrccior n, Storia
mediatamente creídos. Es más: los fariseos llamaban d'Israele, Turín 1952. F. M. ABEL, Histoire de la Palestine, París
«pueblo de la tierra» a quienes no pertenecían a su 1952. W. MANSON, The Servant Messiah, Cambridge 1953. A.
clase, aunque se tratase de un saduceo de los más en- RoBERT - A. FEUILLET, Introduction á la Bible, Tournai 1957. W.
BEILNER, Christus und die Pharisiier, Viena 1959. w. F. ALBRIGHT,
cumbrados. A todos ellos aplicaban el calificativo de De la edad de piedra al Cristianismo, Santander 1959.
turba maldita que no conoce la Ley1.
1Jn
F. LÓPEZ MELÚS
7,49.

5. Sus RELACIONES CON JESUCRISTO. Eran en número SADÜD. Posible nombre variante tardío de la lo-
muy inferior al de los fariseos y por eso, y porque a calidad llamada --+ Sarid en el T. M.
ellos no les preocupaban las disquisiciones, los roces
con Cristo fueron muy pocos. Raramente se les nombra SAF (et. ?; LÉ<p; Vg. Saph). Gigante descendiente de
en los evangelios; ni una sola vez en el cuarto evangelio: Ráfáh (heb. há-riifdh), a quien mató en Gób Sibbékay
san Juan usa unas setenta veces la palabra «judíos» el husatita, uno de los principales héroes de David'.
como término técnico para representar a los saduceos Tal vez se trataba de un mercenario al servicio de los
y fariseos juntos, como al judaísmo oficial, cuya nota filisteos. EP el pasaje paralelo de los libros de las Cró-
principal es la hostilidad hacia Jesús. Unos y otros, nicas recibe el nombre variante de Sippay2 •
aunque enemigos declarados entre sí, se unieron en la
12sm 21,18. 'l Cr 20,4.
lucha contra Cristo. No obstante, al menos al principio,
D. VIDAL
los saduceos se mostraron mucho más suaves; así se
desprende ya de la embajada al Bautista que san Juan
nos trae al comienzo de la vida pública de Cristo'. Es
SAFAN (edamán»: fo<p<pÓ:v, La<pó:v; Vg. Saphan).
distinto el proceder de los saduceos y de los fariseos; Nombre de dos(?) personas veterotestamentarias:
aquéllos urgen la respuesta, porque deben dar cuenta a 1. Hijo de 'Á~alyahü y nieto de Mésullám, secre-
sus jefes; en ellos aparece algo de urbanidad y una cierta tario (heb. s6/ér) y quizá tesorero de Josías,rey de Judá1.
indiferencia personal; no hay hostilidad. Pero ésta se Este soberano se ocupó en la restauración del Templo
manifestaba ya desde el primer momento en los fariseos y, durante las obras, se descubrió, en un lugar oculto
que comienzan siendo agresivos. del santuario, un rollo de la Ley, que el sumo sacerdote
Su nombre sólo se cita una vez en Marcos y otra en Hilqiyyáh entregó a Safan, quien lo leyó ante todo en
Lucas con motivo del caso que apuntamos amtes. Mateo, privado y _después al monarca judaíta. Éste envió a
además de nombrarlos en esta ocasión, los cita al hablar Hilqiyyáh, Sáfan, 'Á.hiqam, hijo de Safan, •Ásayah y
de la predicación del Bautista 2 y después de la multipli- ·Akbor a consultar a la profetisa Huldáh, mujer de
cación de los panes 3. Sallüm, intendente del vestuario real, la cual según lo
Caifás y los pontífices fueron los que condenaron a que anunciaba d rollo, vaticinó la destrucción de Jeru-
muerte a Cristo y por ellos fueron también perseguidos salén. A veces se considera a Safan padre de Ya'ñzan-
os primeros cristianos 4. No hay que echar, por lo tanto yáhü (cf. § 2), pero la identificación es incierta; sus hijos

349 350
SAFAN
1
Nm 13,5. '!Re 19,16; 2Re 3,11; 6,31. 'ICr 3,22. 'ICr
5, 12. '1 Cr 27,29.
Bibl.: NOTH, 1391, págs. 22, 187.
P. ESTELRICH

$AFENAT PA'NEAl;I (et. cf. infra ; 't'ov.Soµq,avi¡x;


Vg. Salvador mundi). Nombre egipcio que el faraón
dio a José, después de concederle autoridad sobre todo
Egipto 1. No se sabe, a pesar de los esfuerzos realizados
para aclararlo, cual es el significado auténtico del nom-
bre, pero resulta evidente que el hagiógrafo lo transcri-
bió del egipcio, de la misma forma que la LXX lo calcó
del hebreo (la Vg. efectúa un intento de traducción).
Las últimas consonantes representan sin duda la voz
egipcia "nh, «vivir, vida, viviente», por lo cual se ha
propuesto la etimología «este viviente es el alimento
del país» (Cf. Clamer); otra interpretación aproximada
ve en el nombre las frases «El dios habla y él vive».
1Gn 41,45.
Asa de jarra hallada en Tell el-Duweir (Lákís), con un
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en la Sainte Bible, I, París 1953,
sello impreso que reza: «Para Siifiin, el hijo de Záríyáhü» pág. 448.
P. ESTELRICH
fueron 'ÁJ:iiqam', "El'ásáh ", Gémaryáhü ', y sus nietos
Godolías5 y Míkáyéhü ". $ÁFI, Tell el-, Lugar con el que se identifica la
ciudad de --+ Libnáh.
2. Padre de Ya'ázanyáhü, al que Ezequías acusó de
incitar al pueblo a la idolatría 7. SAFIR (chermoso», KaMs; Vg. pulchra). Ciudad
1
2 Re 22,3-14; 2 Cr 34,8. '2 Re 22,12; 2 Cr 34,20; Jer 26,24; de Judá mencionada una sola vez en la Biblia 1, y de
39,14; 40,5.9.11; 41,2; 43,6. 'Jer 29,3. +Jer 36,10-12. '2 Re 25,
22; cf. n. 3. 'Jer 36,11-12. 7
Ez 8,11.
identificación incierta. Eusebio la llama IacpEÍp ba-
sándose en la grafía IaµEíp de Jos 15,48, que corres-
Bibl.: NoTH, 1396, pág. 230.
ponde a la Samir del T. M. Estos datos permiten locali-
J. A. PALACIOS
zarla en el-Sawáf'ír, triple aldea situada a 15 km de
SAFÁM (et. ? ; Ia~áT [B], Impáµ [AJ; Vg. Saphan). Ascalón, lo que responde a la identificación de Eusebio
Hombre de la tribu de Gad, que habitó en el país de que sitúa a IacpEÍp entre Ascalón y Eleuterópolis. Abe!
propone identificarla con Hirbet el-Kórn, a 5 km al
Basán y fue el segundo en el mando de los gaditas1.
Tanto él como otros personajes mencionados en el este de el-Daweimah; y Simons la considera desconocida
mismo pasaje quedaron inscritos en la genealogías en e irreconocible a causa de la corrupción del texto en
que se menciona.
la época de Jotam, rey de Judá, y de Jeroboam, rey
1Miq 1,11.
de Israel".
Bibl.: EUSEBIO, Ono111., 156,23. ABEL, II, págs. 447-448. S1-
11 Cr 5,11-12. '! Cr 5,17. MONS, § 1531.
Bibl.: Norn, 1934, pág. 259. R. SÁNCHEZ
M.GRAU
SAFIRA (2aTTcpÍpf1 [a]; Vg. Saphira). Esposa de
SAFÁ'f («Yahweh juzgó»; IacpáT; Vg. Saphat). Nom- Ananías y cristianos ambos que vendieron sus bienes,
bre de cinco israelitas: entregando el precio a los apóstoles, aunque engañán-
l. Hijo de Hórí, explorador que representó a la doles en la cuantía, por lo que fueron castigados por
tribu de Simeón en la expedición de reconocimiento del Dios con muerte repentina. Mientras el nombre del
país de Canaán-, desde la parte más septentrional varón es hebreo, el de la esposa es griego (de zafiro o
del desierto de Pá'rán, lapislázuli). Su triste historia tiene un sentido clara-
mente edificativo en medio de una comunidad religiosa
2. Padre del profeta Eliseo, que vivió, al parecer, en
en que el afecto fraterno llegaba a la perfecta comuni-
'A.bel Méhóláh, en la época en que su hijo se convirtió
dad de bienes, y en la que los jerarcas eran considerados
en sucesor de Elías 2•
como representantes directos de Dios, por ello enga-
3. (Iacpá.9). Hombre de la tribu de Judá. Fue sexto y ñarlos equivalía a «tentar al espíritu del Señor».
último hijo de Sérna'yáh y nieto de Zorobabel; por lo Act 5,1-11.
tanto, descendía de David 3• Bibl.: Además de los comentarios a los Hechos de los Após-
4. (6 ypaµµmEús). Jefe de la tribu de Gad, que se toles, cf.: F. SCHEIDWEILER, In Act 5,4, en ZNW, 49 (1958), págs.
136-137.
estableció en el país de Basán 4•
C. WAU
5. (IwcpáT [B], Iwcpáv [AJ). Hijo de "Adlay, inten-
dente del ganado mayor de David «que pastaba en los $A.FON («norte»; egip. dapuna ; Am. sapuna; Iaq,áv
valles» 5• [B], Iacpwv [A]; Vg. Saphon). Población de la tribu de

351 352
SAL

Gad ', localizada al norte del Yabbóq, cuyo nombre Bibl.: W. F. ALBRIGHT, The Topography ofthe Tribe of Issachar ,
en ZAW, 3 (1926), págs. 232-233. A. ALT, Die Reise, en PJ, 24
recuerda el de un clan gadita 2, situado en la región (1928), pág. 51. ABEL, If, págs. 439-440. S1MONS, § 331.
septentrional de Sukkót, Perteneció al reino del amorreo
Síhón, rey de Hesbón, La mencionan los documentos P, ESTELRICH

de la XIX dinastía egipcia, así como una de las cartas


de Tell el-Amárnah. Es muy posible que se trate de la SAI;IÁ$ÜMÁH. Kétíb del nombre de ->- Sal,ia~imiih,
Sáfónáh en que los efraimitas atacaron a Jefté y su- ciudad de lsacar.
frieron una derrota 3 • Se ha propuesto identificarla con
Tell el-Sa'Idiyah, próximo a la confluencia del Wadi SA'IDIYAH, Tell el-, Montículo en el que se suele
Kafringi con el Jordán. En la actualidad, la identifica- situar la población oe -+ Sárétán,
ción más aceptada es la propuesta por Glueck: en Tell
el-Qós, existente ya en el calcolítico, que domina gran $Á'IR (locativo sá'iráh, «pequeño»; Itwp; Vg. Seira).
parte de un valle desde el lado septentrional del Wadi Lugar en que acampó Joram de Judá antes de atacar
Rágib. La localización en Tell 'Ammatá, propugnada de noche a los edomitas1. Se identifica con la aldea
por el Talrnüd de Jerusalén, es inadmisible. - de Sa'Ir o Siír, situada a unos 8 km al nordeste de
Hebrón, donde está la tumba de Esaú, aunque algunos
1Jos 13,27. Nm 26,15.
2 3Jue 12,1-6.
autores proponen la corrección de Si'ór, So'ar o Se'ir.
Bibl.: ABEL, II, pág. 448. N. GLUCEK, Explorations in East
Palest ine, IV, en AASOR, 25-28,1 (1951), págs. 197-300, 334-355.
Difiere el pasaje paralelo del mismo hecho histórico2 •
SIMONS, §§ 300, 598. 12 Re 8,21. 22 Cr 21,9.
J. A. G.-LARRAYA Bibl.: ABEL, II, pág. 464. SIMONS, §§ 68, 914.

M. D. RIEROLA
$ÁFONÁH (EÍS ~oppav [BJ, EÍS KEq>Etvéx [AJ; Vg.
contra aquilonem). -+ $iifün. SÁKÁR (epago»; Vg. Sachar). Nombre de dos per-
sonajes del A T:
$AFSAFAH, Hirbet el-, Restos de ruinas que guar-
dan posiblemente la bíblica -+ 'En Dór. l. (' Axéxp). Padre de 'Ál)i'iim, y héroe de David 1,
también llamado Sárár en el libro de Samue12.
SÁGE' (var. sageh, «extraviado», «errante»; Iwi\éx 2. (Iapéxp). Levita, cuarto hijo de "Óbéd 'Edom y
[B, SJ, foyi¡ [AJ; Vg. Sage). Hararita, padre de Yonii- uno de los porteros del Templo3•
tan, uno de los principales héroes de David 1• En el texto '1 Cr 11,35. 22 Sm 23,33. 'I Cr 26,4.
paralelo 2, Yónátán aparece como hijo de Yásén, pero Bibl.: NoTH, 1284, pág. 189.
resulta casi evidente, en comparación con el pasaje J. CARRERAS
antes citado, que ha desaparecido de él la palabra ben
(chijo») y que Yónátán fue hijo de Sammáh el hararita, SÁKÉYÁH («Yahweh cercó»; Ia~téx [BJ, ¿E~1éx [AJ;
por lo que Sammáh seria una lectura variante de Siige'. Vg. Sechiat. Hombre de la tribu de Benjamín, nacido
También es posible que Siige' sea igual al 'A.ge' el en Moab, hijo de Saháráyim y de Hódes. Fue jefe de
hararita, variante que Se encuentra en algunos mss. una familia benjaminita 1. En muchos mss. el nombre
11 Cr 11,34. 22 Sm 23,32-33. ostenta la grafía de Sábéyah, que responde a la forma
Bibl.: NoTH, 1307, pág. 258. de la traducción de la LXX, y la de Sákéyá", aunque
T. DE J. MARTÍNEZ ésta sea menos frecuente.
11 Cr 8,10.
SAI;IÁRÁYIM («[doble] crepúsculo matutino»; sudar. Bibl.: NOTH, 1283, pág. 178.
sahar'il; Iaapi¡i\ [B], Iaapi¡µ [AJ; Vg. Saharaim). Des- T. DE J. MARTÍNEZ
cendiente del patriarca Benjamín, que habitó en los
campos de Moab. Estuvo casado con tres mujeres, a SAL (heb. mélah ; ac, mii'u; &i\s; Vg, sal). La pre-
dos de las cuales -I;Iüsim y Ba'iirii'- repudió, mientras sencia en Palestina del mar Muerto, llamado también
que de la tercera, Hódes, tuvo numerosa descendencia." por su alto grado de salinidad (26%) mar de la Sal',
1 Cr 8,8. facilitó desde los tiempos prehistóricos el uso habitual
Bibl.: NOTH, 1325, pág. 223. G. RYCKMANS, Les noms propres
de tal condimento. La mayor parte del consumo la pro-
sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 250. porcionaban las salinas del suroeste del mencionado mar.
G. SARRÓ Además del uso vulgar - «¿Cómese acaso lo insípido
sin sal?» 2; «Las cosas necesarias para la vida del hombre
SAI;IÁ$ÍMÁH (con he' locativo, k. saf:,á~üm[iih}, son el agua, el fuego, el hierro y la sal»3 - , la sal tuvo
«alturas»?; Iai\lµ KaTa .9éxi\acrcrav [BJ, Iacrcrtµéx.9 [AJ; otros usos más notables, tales como la confirmación de
Vg. Sehesinai. Población de la tribu de Isacar, situada un pacto, aludiendoprobablemente al banquete con que
entre el Jordán y el Tabor, o sea, en la frontera oriental se celebraba la perpetuidad de la Alianza. Todavía entre
de dicha tribu1. Se identifica con Tell el-Muqarqas, en los árabes modernos se dice «haya sal entre nosotros»
la confluencia _ del Wádí el-Serrar con el Wádi Sirio para significar una voluntad de paz mutua. Este simbo-
(Abe!: Wádi Tuffáh). Otros autores, como Simons, lismo entró en el lenguaje y realidades religiosas y la
prefieren ver en ella a Bét Sérnes o considerar el nombre Biblia habla del «pacto de sal» entre Dios y su pueblo,
como un compuesto de Sahas y de Yammah. entre Dios y la dinastía davídica 4• Este sentido religioso
1Jos 19,22. de la expresión lo facilitó el uso litúrgico de la sal en

353 354
SAL

todos los sacrificios ofrecidos a Dios: «Toda. ofrenda de SAL, Ciudad de la (heb. 'ir ha-mélah; el nó7'.e1s 2a6wv
tu oblación sazonarás con sal, y no permitirás que falte [BJ, cd nó7'.e1s ó:7'.wv [AJ; Vg. Civitas Salís). Ciudad
de ella la sal de la Alianza de tu Dios; sobre todas tus de la tribu de Judá, en el desierto del mismo nombre
oblaciones ofrecerás sal» 5; incluso entraba en la com- no lejos del mar Muerto, que aparece en una enumera-
posición de los perfumes litúrgicos 6• ción de las seis poblaciones situadas en el desierto men-
Se la consideraba con virtudes medicinales - con idea cionado. Se identifica con Hirbet Qumrán,
derivada tal vez de la constatación de su virtualidad Jos 15,62.
en la conservación de las salazones que siempre estu- Bibl.: F. M. CROSS - J. T. MIL!K, Explorations in the Judaean
vieron en uso, pero de modo particular en la época Buqe'oh, en BASOR, 142 (1956), págs. 5-17. SJMONS, §§ 320 (5),
helenísticorromana -, y por ello se la empleaba en el 1441.
saneamiento de las aguas' y con ella se frotaba el cuerpo M. MÍNGUEZ
de los recién nacidos por estimarla como tonificante",
En la futura prosperidad que describe Isaías, los anima- SAL, Valle de la (heb. gé' [ha-lmélah; re~e7'.éµ,
les comerán pienso salado " (uso que todavía conocen i¡ Ko1M:s Twv ó:7'.wv, i¡ <pápay~ Twv_ó:7'.wv; Vg. Salina-
los campesinos). rum. Val/is). Valle en que el ejército de David, ca-
Pero también conocían sus propiedades corrosivas y pitaneado por Joab y 'Ábisay vencieron a los edomitas1;
destructoras de vida y por eso es instrumento de exter- éstos volvieron a sufrir una derrota en él en lucha con
minio y maldición, siendo sembradas de sal las ciudades Amasías, rey de Judá 2• Se identifica con Wádí el-Milh,
votadas al anatema10, siendo las tierras salitrosas sím- que se halla en el Négeb, al este de Tell el-Milh,
bolo de la aridez!'. 1 2 Sm 8,13; 1 Cr 18,12; Sal 60,2. '2 Re 14,7; 2 Cr 25,n.
Gn 19,26. 2Job 6,6. 'Eclo 39,26. <Nm 18,19; 2Cr 13,5;
1 Bibl.: S!MONS, §§ 68 (n. 9), 221.
Esd 4,14. 'Lv 2,13; ef. Ez 43,24; Esd 6,9. 'Cf. Éx 30,35. 'Cf. C. COTS
2 Re 2,20-21. -cr, Ez 16,4. 'Is 30,24. 10Dt 29,22; Jue 9,45.
11Cf. Jer 17,6; Ez 47,11; Sal 107,34; Sor 2,9.
SALA (Ia7'.á; Vg. Salmon). Nombre variante, en
En el NT es famosa entre los exegetas la perícope Le 3,32, del antepasado de Jesús, llamado --+ Salmón.
de la sal que Jesús aplica a sus discípulos, con fama pro-
vinente no de la imagen misma sino de su conexión con ~ÁLAF ( «alca parro»; 2e7'.é [B], 2e7'.é<p [AJ; V g. Se-
el diverso contexto en que cada evangelista la enmarca. /eph). Padre de Hánün, del tiempo de Nehemías, que
Mateo la trae en el Sermón de la montaña, inmediata- intervino en la reconstrucción de las murallas de Jeru-
mente después de las Bienaventuranzas: «Vosotros sois salén '.
la sal de la tierra ... » en paralelismo con «la luz del mun- 1
Neh 3,30.
do»>, aludiendo a la función religiosa rectora y trans- Bibl.: Norn, 1203, pág. 231.
formante de los apóstoles en la sociedad. En Marcos
sigue a la perícope de los escándalos: «Pues todos serán SALAMIEL. Nombre que se da en la Vg, al jefe de
salados (ó:7'.1a.SiJonco) con fuego (y todo sacrificio la tribu de Simeón llamado --+ Selumi'el en hebreo.
con sal será salado)»>, donde la comparación salina pa-
rece indicar en el aspecto sacrificial, y por lo mismo SALAMINA (Ia7'.aµís; Vg. Salamis). Ciudad muy
equivaldría a prueba, purificación, fundidas en una las importante de Chipre donde en su primer viaje apos-
metáforas del fuego y de la sal. En Lucas, el «buena tólico predicaron Pablo y Bernabé en las sinagogas
es la sal ... »3, viene como conclusión del capítulo de de los judíos1. Según la tradición, san Bernabé era de
renuncias que Jesús exige a sus seguidores -y así parece esta ciudad y en las afueras de ella, a la izquierda de la
acercarse al contexto de Marcos, aunque no lleva refe- carretera que lleva de Famagusta a Salamina, a la misma
rencias ritualistas. altura de esta ciudad, hay una pequeña construcción
Probablemente hay alusión a la sal amistosa que abovedada en cuyo interior hay una capilla, muy aban-
sellaba los tratados de paz en el o-vva7'.íl;ea.Sa1 ( «tomar donada, en la cual habría estado el sepulcro de san
en común la sal») que describe la convivencia de los Bernabé. Lo cierto es que este compañero de Pablo era
apóstoles en espera del espíritu de Dios '. Pablo quiere de Chipre 2. La estancia de los dos apóstoles en Salamina
que la conversación de los cristianos amable y prudente duró algún tiempo como se desprende del texto griego
esté «sazonada de sal»6 (&7'.aT1 TJpTvµévos) que es de Hechos 13,5. Del hecho que predicasen en las sina-
como el sabor y manifestación de la gracia sobrenatural gogas de los judíos, se concluye que éstas eran varias
sin que quede reducida a mero gracejo social. Entre y que por lo tanto había en la ciudad muchos judíos.
los rabinos, la Ley viene comparada a la sal. De 1 Mac 15,23 en que se habla de la carta del cónsul
1Mt 5,13-16. 'Me 9,49-50. 'Le 14,34-35. 4Aet 1,4. 'Col 4,6.
romano Lucio a Ptolomeo mandando se envíen cartas a
Bibl.: HOMERO, l/íada, 9, 214. STRACK-BILLERBECK, T, pág. 235.
las autoridades de diferentes países - entre ellos Chi-
J. BAUER, Quod si sal infatuatum [uerit, en VD, 29 (1951), págs. 228- pre - para protección de los judíos, se desprende la
230. W. NACK, Salt as a Metaphor in Iustructions for Díscípleship, existencia de judíos en Chipre por ese tiempo. En tiempo
en StTh, 5 (1952), págs. 165-178. R. SCHNACKENBURG, Mkq. 33-50, más cercano a san Pablo, en tiempo de Augusto, también
en Synoptische Studien ... A. Wikenhauser, Munich 1953, págs. 184-
206. E. CULLMANN, Que signifie le sel dans la paraba/e de Jésus? los había como consta por F. JosefoA_ Que la colonia
Les évangelistes premiers commentateurs du Logion, en RHPhR, 31 judía era muy numerosa a principios del siglo n en
(1957), págs. 36-43. H. ZIMMERMANN, Mil Feuer gesalzen werden: Salamina se infiere de la revuelta que en esa ciudad
Eine Studie zu Mk 9,49, en ThQ, 14 (1959), págs. 28-39.
promovieron los judíos en el 116, en tiempo de Trajano,
e.GANCHO en la cual hicieron perecer gran· parte de la población

355 356
SALAMINA

Salamina. Salón de las estatuas en el «Foro de Mármol» de época romana. (Foto J. A. Villalaz, Archivo Termes)

no judía. Por la existencia en Salamina de una nutrida de la ciudad. Lo mejor excavado es quizá el llamado
comunidad judía y por tener la ciudad un excelente «Foro del Mármol», en realidad un magnífico gimnasio
puerto, allá llegaron los dos apóstoles y por allí empe- del tiempo de los romanos convertido en unos baños
zaron la evangelización de la isla. Fundaron una comu- en el período bizantino. Entre los años 1952-1955 fue-
nidad cristiana que se desenvolvió aún en tiempo de las ron levantadas las columnas de mármol que circunscri-
persecuciones. Llegada la paz constantiniana, los cris- ben la parte del gimnasio correspondiente a la palestra
tianos de Salamina pudieron enviar al Concilio de y el impresionante esplendor de estas columnas mar-
Nicea (325) a su obispo, uno de los tres obispos chiprio- móreas y el mármol del pavimento, etc., han dado origen
tas que asistieron al Concilio. En tiempos de Constan- a la denominación de «Foro de Mármol». Ya en el
cio 11, la ciudad cambió de nombre, tomando el de período helenístico subyacía aquí un gimnasio del que
Constantia en honor del emperador Constancio que la apenas quedan restos. Junto a este gimnasio, al lado
había reedificado cuando el terremoto de 332 la había oriental que mira al mar, se levantaba un gran edificio
destruido, como lo había hecho antes el terremoto del de baños ya desde el período romano antiguo, baños
año 76 ó 77 n.c. Por ese cambio de nombre, el gran que fueron ampliados más tarde y que fueron restaura-
obispo de Salamina, san Epifanio (368-403) se lla- dos al principio del período bizantino. Esta parte orien-
ma obispo de Constancia. Desde 647, Salamina debió tal no está completamente excavada.
sufrir frecuentes ataques de los musulmanes. Estas pira- Próximos a este lugar se encuentran los restos de la
terías, que motivaron el que se erigiera la muralla in- muralla interior construida en torno a la parte más
terior de la ciudad, de la cual aún quedan restos bien céntrica de la ciudad para defensa contra las razzias
visibles, y la repetición de terremotos y el avanzar de los musulmanes. Dentro de este recinto se extiende .,/
de las arenas de la playa hicieron que la ciudad fuese la mayor basílica de la isla, empezada a construir por
abandonada y que pasase la primacía de Salamina en san Epifanio y profanada por los musulmanes de Mua-
la costa este de la isla a la ciudad de Famagusta, que wiya. Tiene esta iglesia 58 m de largo por 42 de ancho.
está a 8 km de ella. En la primitiva construcción había seis naves, tres a
Las ruinas de Salamina aún no están completamente cada lado de la nave central, pero de las dos naves
excavadas. Las excavaciones de 1882 por cuenta del adyacentes a la central se hizo con el tiempo una sola.
Museo Británico, la de 1890 de la Cyprus Exploration En la nave del medio de estas tres naves laterales del
Fund, la de G. Jeffery de 19-25 y las que últimamente ha lado sur hay una tumba seguramente construida por el
emprendido el «Departamento de Antigüedades» de obispo Sabino para contener las reliquias de su prede-
Chipre se han ceñido a los puntos más importantes cesor san Epifanio. Probablemente, las reliquias ya

357 358
SALAMINA

serían llevadas de allí al principio del siglo x a Cons- Siquem. En el llano, frente a Náblus, está la aldea de
tantinopla en tiempo del emperador León el Sabio. Al Sálirn - a unos 5 km al este de Tell Balátah -, que
este de esta tumba se levantó una iglesia valiéndose del muchos autores señalan como el lugar bíblico. No obs-
anejo que allí tenía la basílica, probablemente cuando tante, resulta más aceptable considerarlo, con los Tar-
ésta se derrumbó (ca. 698). Más tarde la basílica fue gürnin, como un adjetivo y traducirlo por «sano»,
reconstruida (siglo IX), levantando tres cúpulas sobre «salvo», «seguro», etc.
la nave, según el estilo de la iglesia del Monasterio de 1Gn 14,17-18. 2Gn 33,18.
san Bernabé, que está a unos cientos de metros de la Bibl.: EUSEBIO, Onom., 152. ABEL, II, págs. 441-442, con biblio-
tumba de este apóstol, anteriormente citada. grafía. SIMONS, §§ 364, 365.
Aún después de abandonada la ciudad de Salamina, R. SÁNCHEZ
continuó el culto en la basílica en la época posterior
a las Cruzadas. SALEM, Valle de (róv aúr,.wva IaAT)µ; Vg. omite).
AJOSEFO, Ant. Iud., 16,4,5.
Lugar mencionado una sola vez en la Biblia: es el valle
o llano al que los judíos enviaron mensajeros para que
'Act 13,5. 'Act 4,36.
sus habitantes resistieran el avance de Holofernes1.
Bibl.: A. PALMA DI CESNOLA, Sa/amina (Cyprus}, the History,
z.a.
Treasures and Antiquities o/ S. in the Island of Cyprus, ed., Lon- Se acostumbra a identificar actualmente con la -+ Salim
dres 1884. A. S. MURRAY, Excavations in Cyprus, Londres 1900. (for,.íµ) de Jn 3,23.
M. HAGEN, Realia Bib/ica, París 1914, pág. 320. H. BRUNS, Bar- 1Jdt 4,4.
nabas, ein Jünger Jesu, Berlín 1937. A Brief History and Descrip-
tion of Salamis, edit. por el «Departamento de Antigüedades de Bibl.: SIMONS, 1606, con datos bibliográficos.
Chipre», 3.0 ed., 1959. G_-SARRÓ
A. DÍEZ MACHO
$Á.Lil;I, Hirbet. Lugar con el que se identifica la
SALARIO . ....,. Jornalero. ciudad de -+ Nefofiih.

SALATIEL (for,.aµ11ÍA [B), IaµaµJT)A [AJ; Vg. Sa- SALIM (Iar,.íµ; Vg. Salim). Localidad cisjordánica
lathieh. Nombre que la Vg. da, en el libro de Judit, que, según Jn 3,23, se hallaba muy próxima a -+ Enón,
al personaje llamado -+ Selumi'el en el T. M. uno de los lugares en que bautizaba san Juan Bautista.
Hay algún autor que lo identifica con Tell el-Ridgah,
SALATIEL (et. -+ Se'alti'el; for,.a-9,TÍA; Vg. Salathiel). situado a 11 km al sur de Beisán, o también con el valle
Nombre de dos personas. de Salem.
l. Antepasado de Judit, según la Vg. y la V.L. En Bibl.: ÁBEL, l, 142-143, 447. SIMONS, § 1606.
el texto griego del libro de Judit, recibe el nombre de M. D. RIEROLA
Sala miel (Iar,.aµJT)A)1.
2. Antepasado de Jesús. Fue hijo de Jeconías, rey de SAL'iS (ctercio»; év µÉTp~, 6paKÍ; Vg. in mensura,
Judá, según la genealogía de san Mateo2, o de Nerí, tribus digitis). Medida de áridos, equivalente a un
según san Lucas", y padre de Zorobabel. Los comenta- tercio de la "éfdh, por lo que era igual a la se'áh,
ristas han intentado resolver de diversas maneras la Sal 80,6; Is 40, 12.
cuestión de quién fue el padre de Salatiel, pero ninguna Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'archéo/ogie biblique, II, París
de las explicaciones propuestas resulta concluyente. 1953, pág. 248.
1Jdt J. CARRERAS
8,1. 'Mt 1,12. 'Le 3,27.
D. VJDAL
SALISAH («tercera persona»?; Iar,.10-0-á; Vg. Salisa).
SALEM (cpacifico» o «paz»; IaAT)µ; Vg. Salem). Distrito del monte de Efraím, que Saúl recorrió durante
Nombre de dos(?) lugares: la búsqueda de las asnas de su padre. Pudiera ser Bá'al
1. Lugar de donde era rey Melquisedec1. Por lo regu- Siilisah, que se halla a 22 km al septentrión de Lydda,
lar se identifica, según la tradición judía, con Jerusalén. o Kafr Tilt, que corresponde mejor a su situación.
No obstante, algunos autores, sobre la base que les 1 Sm 9,4.
proporciona Eusebio, creen que pudiera tratarse de Sa- Bibl.: ABEL, Il, págs. 259-260.
lumnias, a 8 millas romanas de Escitópolis. La primera R. SÁNCHEZ
identificación, lógica dado el contexto de los aconteci-
mientos, halla su corroboración en el Sal 76,2, en el que SALIVA (heb. r6q, rir; TITVEAOS, TITÚcrµa; Vg. sa-
Salem (heb. [be-]siilem; év eip1Ívi:i; Vg. in pace), es el liva, sputum). La saliva, en su sentido natural de se-
nombre avreviado de Jerusalén, «ciudad de la paz» o «ci- creción de la boca, viene mencionada en un pasaje de
miento de la paz». Los LXX y la Vg. traducen el nombre Job: «¿No me soltarás al menos Jo que tardo e,1 tragar
con el propósito, sin duda, de poner de manifiesto la mi saliva ?»1, indicando la expresión un tiempo brevísi-
tranquilidad religiosa que exigía la presencia de Yahweh. mo. Pero la mención más frecuente es la de eyección de
2. Jacob, de regreso de Mesopotamia, se trasladó la saliva como esputo y salivazo, que comporta siempre
a Siquem por Sukk6t2. El texto hebreo emplea entonces una injuria y desprecio supremos hacia aquella persona
la voz salem («y Jacob llegó a Sálérn, ciudad de Si- a la que se escupe. En algunos pasajes legales párece
quem ... »), que la Vg., la Pésittá" y la LXX traducen tratarse de una especie de rito; si un hombre que padece
como si fuera el nombre de una población cercana a flujo escupe a un hombre en· estado de pureza ritual,

360
359
SALMANASAR IU
2
éste queda im puro ; con ocasión del castigo de la her- SALMAN (et. cf. infra ; IaAaµav; Vg. Salmana). Rey
mana de Moisés se dice que si un padre escupe a su que, en tiempos del profeta Oseas, destruyó a Bét
hija en la cara, queda cubierta de oprobio - o en estado 'Arbe'I, la moderna Ir bid. Únicamente se le menciona
de infamada - durante siete días 3 ; cuando un pariente en un pasaje bíblico 1. Oseas alude a un acontecimiento,
próximo a gó-él no cumplía con los deberes del --> levi- notorio en su época, pero ignorado en la actualidad. De
rato, desposando a la cuñada viuda, ésta Je descalzaba aquí procede la dificultad de saber quién fue Salman. Se
un pie y le escupía en el rostro en acto público, en se- han propuesto diferentes identificaciones, todas discuti-
ñal de protesta y venganza 4• bles. La hipótesis que menos peso tiene es la de con-
Tal carga de afrenta y desprecio pesa en las injurias siderarlo como un nombre de lugar, que precede al de
de que son objeto el desventurado Job y el paciente Bét "Arbé"l en el T.M. En cambio, otras dos lo tratan
Siervo de Yahweh5• David se hace pasar por loco, de- como un onomástico. En la primera de ellas, se recuerda
jando caer la saliva sobre su barba", que las inscripciones cuneiformes, que atañen a Tiglat-
En el NT, Jesús es ultrajado con los salivazos de la pileser III Pül, mencionan a Salamanu de Moab en la
soldadesca 7• Algunos de sus milagros los ha realizado lista de los príncipes tributarios, en cuyo caso Bét
por medio de la saliva 8, y sabemos que entre el pueblo, "Arbé"l sería la población así llamada, próxima a Pella,
la saliva tenía poderes curativos y en torno a ella - entre que está en la· región transjordánica. La segunda estriba
los judíos y en el mundo grecorromano - se habían en que Salmanasar V invadió Israel; en cambio, se des-
desarrollado fórmulas y ritos mágicos. En algunas en- conoce que un Salamanu moabita lo hiciera. Y el nom-
fermedades epilécticas y otras de carácter más o menos bre del monarca asirio (ac. sulmánu-asaridu), agregan
misterioso, las gentes escupían en derredor del enfermo los defensores de esta teoría, se abrevia en el AT en
para evitar el contagio, ahuyentando los malos espíritus salman'éser, por lo que Salman bien pudiera ser otra
(-+- Exorcismo), y Pablo agradece a los gálatas que no abreviatura 2• Noth propone enmendar el nombre en
lo hubiesen tratado asi ", Sallüm.
Job 7,19. 'Lv 15,8. 'Nm 12,4. •Dt 25,9. 5Cf. Job 30,10;
1 1
0s 10,14. '2Re 17,3.
Is 50,6. '1 Srn 21,14. 'Mt 26,67; 27,30 y par. -cr. Me 7,33;
Bibl.: Nora, 1349, pág. 258. ANET, pág. 282. E. Aucr,
8,23; Jn 9,6. 'Gál 4,14.
Profet es Menors, en La Bíblia de Montserrat, XVI, Montserrat
Bibl.: PLINIO, Hist. Na/., 10,23,33; 28,4,7. STRACK-BILLERBECK• 1957, pág. 100. É. DHORME, en BP, II, pág. 713, n. 14.
rr, págs. 15-18. H. SCHILIER, ÉKTTTÚW, en ThW, II, págs. 446-447,
P. ESTELRICH
C. WAU
SALMANASAR III. Rey de Asiria (858-824 A.c.),
SALKÁH ('Et,xa, LEKXOÍ, , Axo., Iei\a; Vg. Sa/echa, hijo de Asurnasirpal II y primer monarca asirio con
Se/cha). Ciudad en el extremo sudorienta! de Basán, quien los israelitas tuvieron contacto.
en el límite del reino de 'Óg, 'soberano amorreo, y Su padre, muy buen administrador, según el parecer
próxima a "Edre'f ; posteriormente sirvió para se- de los propios asirios, debió de dejar a su muerte un
ñalar la frontera septentrional de los individuos de ejército aguerrido y un tesoro repleto que Salmanasar 111
la tribu de Gad '. En época romana se llamó Triacome. utilizaría - con la precaución de no comprometerse en
Es la actual Salhad (también llamada Salhat y Salhat), una guerra importante en sus otras fronteras -, para
en el Gebel el-Drüz, al norte del Jordán y a unos J 56 km ampliar el imperio asirio hasta el Mediterráneo.
de Beisán. Tiene una ciudadela edificada en el cráter De momento se contentó, como su padre, con buscar
de un volcán, desde la que se domina toda la región, y el provecho inmediato y en 858 recorrió el norte de
que la convierte en la posición más importante de los Siria, cosechando tributos y botín. Quizá dedujo en-
drusos. tonces, que repitiendo la intimidación, lograría someter
1 Dt 3,10; Jos 12,5; 13,11; 1 Cr 5,11. el país.
Bibl.: ÁBEL, II, págs. 440-441, con bibliografía. SIMONS, §§ 33,
En el año 857, año del que es epónimo, Salmanasar 111
301, 304, 306. inauguró su política de conquista. En 855, Bít-Adini,
R. SÁNCHEZ en la curva del Éufrates, fue anexionada y los pasos
del mismo río, al septentrión y al mediodía de Karké-
SALMA' («manto»; IaAµwv; Vg. Salma). Nombre mis, quedaron en manos de los asirios. Este último reino,
de dos personajes: al estar creado, se encontró neutralizado. La Siria
1. Hijo de Caleb y nieto de Hür, al que se describe septentrional, víctima de la propia impotencia, se apre-
como «padre de Belén», esto es, como progenitor de suró a pagar tributo. Se había alcanzado así el primer
los habitantes de dicha población, y los de otros lugares objetivo.
tales como los de Nétófáh, 'Atrot Bét Yó'áb, etc.' El segundo sería la sumisión del reino de "Árám y
de sus vasallos en el valle del Orontes. El soberano
2. Grafía variante del nombre del personaje llamado emprendió esta nueva fase de sus propósitos el 853 y des-
-,. Salmón",
pués de cobrar el tributo de la Siria septentrional, atacó
12 Cr 2,50-51.54-55. 21 Cr 2, 11. el reino de Hámát, De esta manera provocó la inter-
Bibl.: Norn, 1285, pág. 232. vención de Bar Hadad 11, monarca de 'Áram (nombre
G. SARRÓ que se escribe Im-idri en los documentos asirios), el
cual, al frente de una coalición de doce reyes, y yendo
SALMÁH («manto»; IaAµav; Vg. Salman). -,. Sal- de Cilicia a Israel, derrotó al ejército asirio en las cer-
món. canías de Qarqar, junto al Orantes: Acab de Israel

361 362
SALMANASAR Ill

Diversas escenas del obelisco negro


de Salmanasar, en donde se repre-
senta la entrega del tributo de Jehú,
llamado en el monumento «hijo de
Ornri». (Foto British Museum)

tomó parte en la batalla y propor-


cionó más de la mitad de los ca-
rros que intervinieron en el bando
arameo. A consecuencia del de-
sastre asirio, casi todos los esta-
dos del norte de Siria suspendie-
ron el pago del tributo y Karkémis
se independizó del imperio. Salma-
nasar 111 insistió. Lanzó campaña
tras campaña contra 'Áriim, pero
fue vencido en 849, 848 y 845 por
Bar Hádad y sus doce confedera-
dos; las tropas israelitas participa-
ron en estos encuentros. El ase-
sinato de Bar Hádad 11 (843 ?)
debió de debilitar la posición de
'Áriim, porque, desde 842, la Siria
septentrional volvió a pagar tributo
a Asiria. Cuando Salmanasar III
renovó en 841 sus ataques, Házá'él,
desprovisto de aliados, sufrió la
derrota en el Líbano y se refugió
en Damasco; pero los asirios se
abstuvieron de seguir molestándole.
Sin embargo, el efecto del desastre
fue tan importante, que pagaron
tributo Fenicia y Jehú, rey de Is-
rael, cuya calificación de hijo de
Omrí se explica por la costumbre
de mencionar un país con el nom-
bre del fundador del reino. Házá'él
se rehizo hasta el punto de que
Salmanasar no osó trabar combate
en 837 y se retiró. Israel no pensó en
enviar tributo al asirio. 'Áriim no
volvió a ser inquietada durante
el resto de aquel reinado. Se adi-
vina que su caballería aventajó en
estas guerras a los carros de Asiria.
Este fracaso orientó la política
asiria hacia un tercer objetivo;
Cilicia, antigua aliada de Bar Há-
dad 11, la cual carecía del apoyo
de Házá'él, Distintas campañas,
desde 839 a 832, aseguraron la
preponderancia del imperio en el
Qüe o Güe (parte de Cilicia) y sir-
vieron para intimidar a algunos
estados vecinos. Hattina, en la
Siria del norte, quedó anexionada
en 830.
El príncipe heredero, Asurdana-
pal, se sublevó en 827, verosímil-
mente contra la influencia creciente
del primer ministro Dayán-Assur.
La guerra civil, durante la cual

363 364
SALMONE

murió Salmanasar III (823), se prolongó cinco años y por Nehemías1. En el pasaje paralelo del libro de Es-
supuso la pérdida de las conquistas de allende el Éufra- dras, recibe el nombre variante de Samlay 2•
tes y, con ellas, la de las zonas de influencia que Salma- 'Neh 7,48. 'Esd 2,46.
nasar III había establecido en la Siria septentrional.
Bibl.: NOTH, 1278, pág. 232.
El tributo que Jehú, rey de Israel, envió a Asiria no
C. COTS
fue sino un acto diplomático: Salmanasar III, que había
situado la frontera de su imperio en el Amanus, nunca
1;,ALMON (cbrillo»; ár. zalrnr"; 'Ei\i\wv; Vg. Sel-
pretendió ostentar autoridad política más allá de ella.
mon). Héroe de David, apellidado el ahohita1• En el
No obstante, consideró el tributo israelita, que era
libro de las Crónicas, recibe el nombre de <IJay 2 •
recibido de tierras más lejanas, como uno de los acon-
tecimientos sobresalientes de su reinado y lo hizo repre- '2 Sm 23,28. '1 Cr 11,29.

sentar en el obelisco que, en 827, conmemoró los treinta Bibl.: NoTH, 1202, pág. 223.
años de su poder.
Bibl.: É. DHORME, Les pays bibliques et l'Assyrie, en RB, 19 1;,ALMON (Lei\µwv, 'Epucov; Vg. Selmon). Monte
(1910), págs. 54-75; publicado como separata, París 1911. A. T. boscoso de los contornos de Siquem, donde 'Ábimélek
ÜLMSTEAD, History o/ Assyria, Nueva York 1923, págs. 124-144. y los suyos· obtuvieron leña para sus propósitos béli-
·o. D. LUCKENBILL, Ancient Records of Assyria and Babylon, I, cos-. Con el mismo nombre se menciona otra montaña,
Chicago 1926, págs. 200-252. E. MICHEL, Die Assur-Texte Salma-
nasar III, en WO, 1 (1946-1952), passim; 11 (1954-1959), passim, sobre la que, «al dispersar el Omnipotente a los reyes
texto que contiene mucho más de lo que el titulo indica. G. Gos- de la tierra, nevó a Salmón>". Para algunos autores,
SENS, La politique occidental de l'Assyrie au LX» siécle A.C., en Pro- se trata de un mismo monte, pero para otros, alegando
ceedings ofthe XXII Congress o/Orientalists, T, Estambul 1951, págs.
106-122. ANEP, lám. 355, tributo de JehG. ANET, págs. 276-281, la imposibilidad de que hubiese nieve en el primero
campañas asirias. J. LAESSE, A Statue of Salamaneser III from (identificado con el Garizim, Ebal o Gebel el-Kebír, al
Nimrud, en Iraq, 21 (1959), págs. 147-157. noroeste de Tell Balátah) suponen que sería alguna
G. GOOSSENS cumbre del Gólán o Hawrán, en apoyo de lo cual es-
taría el contexto del pasaje.
SALMANASAR V. Citado como IV en las publi- 1
Jue 9,48. 'Sal 68,15.
caciones anteriores a 1910 (heb. salman'éser; as. sulman-
asarid; Lo:i\µo:vo:aáp; Vg. Salmanasar). Rey de Asiria Bibl.: ABEL, I, págs. 358, 377. B. UBACH, Jutges, en La Bíblia
de Montserrat, Montserrat 1953, pág. 270, con más bibliografía.
y Babilonia (726- 722 A.c.), hijo de Tiglatpileser III. SIMONS, §§ 33, 584, 1685.
Según el libro de los Reyes, Oseas, rey de Israel, R. SÁNCHEZ
le paga al principio tributo; después se lo niega1• Sal-
manasar Je aprisiona y tras un sitio de tres años, se SALMON (et.?; foi\µáv; Vg. Salmon). Hijo de
apodera de Samaria 2• Éste debe ser sólo uno de los Nahsón, padre de Booz y descendiente de Péres a través
aspectos de numerosas operaciones. Tiro permanece del linaje de Hesrón. Es uno de los antepasados de Da-
sitiada durante todo el reinado+. vid 1. Se le cita en las genealogías de Jesús'. El nombre
No se conserva, hoy por hoy, ningún documento de ofrece las siguientes variantes en la SE: Salmá'? y
este rey. Se sabe solamente que llevó a cabo campañas Salmáh 4 en el AT, y Sala 5 en el NT; en el evangelio
en 725, 724 y 723, y que la Crónica babilónica le atri- de Mateo, ostenta una transcripción directa del hebreo,
buye la conquista de Samara'in, en cuyo nombre es es decir, Salmón (Lo:i\µwv) 6•
difícil adivinar otro distinto del de Samaria (leer en él 1Rut 4,20.21; 1 Cr 2,11. 'Mt 1,4.5; Le 3,32. 31 Cr 2,11. 'Rut
Sebara'in y deducir de ello la conquista de Sibráyim, 4,20. 'Le 3,32. 'Mt 1,4.5.
cerca de Hárnát, es atribuir a esta ciudad una impor-
Bibl.: NOTH, 1286, pág. 257.
tancia que jamás tuvo).
J. A. PALACIOS
A juzgar por las fechas en que los asirios saquearon
las ciudades mencionadas', las deportaciones que si-
1;,ALMONAH (cbrillo»?'; ¿ei\µwvá; Vg. Salmona).
guieron a la conquista de Samaria debieron de ser
Trigésima estación del Éxodo de los israelitas, primera
ordenadas por Sargón II y Senaquerib y parecen haber
en dirección a Moab 1• Abel propuso localizarla junto
sido continuadas por Asarhaddón y Asurbanipal.
a Gebel el-Naseb, próximo al Gebel Hárün, exactamente
AF. JosEFO, Ant. /ud., 9,14,2. en Bi'r Madkür. Ubach lo identifica con <Ain Garandel
12 Re 17,3-4. '2Re 17,4-7; 18,9-11. 32 Re 17,24; 18,34. (-,. Éxodo, Itinerario del).
Bibl.: FR. DELITSCH, Die Baby/onische Chronik, Leipzig 1906, 'Nrn 33,41.42.
págs. 20-27. A. T. ÜLMSTEAD, Western Asia in the Days o/ Sargon
Bibl.: ABEL, IT, pág. 216. SIMONS, § 439.
o/ Assyria, Nueva York 1908, págs. 45-46. É. DHORME, Les pays
bibliques et tAssyrie, en RB, 19 (1910), págs. 368-371. A. T. ÜLMS- D. VIDAL
TEAD, History o/ Assyria, Nueva York 1923, págs. 191-205. H.
TADMOR, The Fallo/ Samaria, en JCS, 12 (1958\ págs. 33-40. SALMONE (¿o:i\µwvri; Vg. Salrnone). Promontorio
G. GOOSSENS mencionado en el viaje de la cautividad de san Pablo,
por el cual dobló en dirección a Puertos Buenos-,
SALMAY (cmanto»; LO:Aaµeí; Vg. Selmai). Fun- Estaba situado en el extremo oriental de Creta y es el
dador de una familia de netineos, cuyos descendientes actual cabo Sidero. Estrabón lo menciona con los nom-
regresaron con Zorobabel de la Cautividad babilónica bres de Laµwv1ov o Lo:i\µwv1ov.
y que constaban en el registro genealógico encontrado 1Act 27,7.

365 366
SALMONE

Bibl.: J. RENJÉ, Actes des Apótres, en La Saint e Bible, XI, París gunas leyes que, para ser bien comprendidas, la razón
1949, pág. 335. J. LEAL, Hechos de los Apóstoles, en La Sagrada humana necesita de la instrucción divina»)».
Escritura. Nuevo Testamento, JI, Madrid 1962, pág. 161.
Quien en caso de haber sufrido una injuria, advierta
J. A. PALACIOS con qué vehemencia el deseo apasionado de una «justa
venganza» puede a veces ofuscar la memoria de que el
SALMOS IMPRECATORIOS. Los salmos impreca- perseguidor inicuo es un prójimo, un ser creado por
torios son un grupo no muy bien delimitado de ora- Dios y por el que murió Cristo, habrá de admitir que
ciones, en las que el orante implora la ayuda de Dios, la exigencia de olvidar la «justa venganza» pertenece
clamando porque caigan sobre el perseguidor injusto a los preceptos para cuyo conocimiento era necesaria
todos los males posibles como justa venganza por su una instructio divina, y que, por tanto, sólo tras la
conducta. Prescindiendo de algunos otros salmos en instructio posterior, es decir, tras su enunciación por
los que se entremezclan breves ruegos análogos, propia- Cristo, fueron suficientemente promulgados para que
mente imprecatorios son los salmos: 34; 54; 57; 58; obligasen universalmente. Se da, pues, en los salmos
68; 78; 82; 93; 108; 136 y 139. Se distinguen, según la imprecatorios un caso de desarrollo posterior de la
situación supuesta, dos tipos principales, no siempre revelación de la verdad ética, semejante al de la diso-
claramente diferenciados: a) El salmista, en lucha con- lución del matrimonio. También ésta se opone a la
tra los enemigos que amenazan con extremada violencia pura lex natura/is reconocida como Cristo destaca:
su vida, invoca a Dios como auxiliador, rogándole que Moyses ad duritiam cordis vestri permisit vobis dimittere
haga recaer sobre la propia cabeza de aquéllos la des- uxores vestras ; ab initio autem nonfuit sic ( «Moisés, por
gracia y la perdición1. b) Amenazado por acusaciones consideración a vuestro carácter duro, os permitió re-
injustas o por insidias, impetra de Dios como juez que pudiar a vuestras esposas; pero al principio no sucedía
haga recaer sobre sus contrarios las calamidades que és- asi»)". Así como Dios por medio de un legislador ins-
tos proyectan contra él 2 • pirado permitió decidir la disolución del matrimonio 8
En estas oraciones expresa su firme creencia en la - con lo que pudo aprobar para el pueblo de Dios
justicia de Dios y la absoluta confianza de que al fin no del AT una norma matrimonial que sólo imperfecta-
triunfará en el mundo de Dios la injusticia 3, creencia que mente correspondía a la ley natural-, así también
no es exclusiva del AT. Pero según el espíritu cristiano, fue posible que oraciones del grado de revelación de
hay un motivo de escándalo en esos apasionados cla- AT, cual los salmos imprecatorios, que comparados con
mores de venganza. Para su cabal inteligencia hay que las oraciones de Cristo representan un grado aún im-
tener en cuenta que el sentimiento de justicia, no sólo perfecto de oración, no sólo las aceptara de boca del
de los israelitas, sino de la mayoría de los pueblos de la orante del AT, sino que, acogiéndolas en el inspirado
antigüedad, reconocía como norma del justo castigo el libro de los Salmos, las sancionó como formularios de
llamado ius talionis, sobre todo en los delitos corporales oración para el culto del AT. Pero, tomadas en su sen-
y contra la vida 4• El principal motivo de escándalo para tido literal, significan para el rezo cristiano un modo de
el modo de sentir cristiano de que la súbita ruina, que rezar superado: no debemos ya rezarlas como salmos
se invoca sobre los injustos perseguidores", habría de propiamente imprecatorios. ¿Podemos, en cambio uti-
precipitar a éstos por sus pecados en la eterna perdi- lizarlas aún como formulario de oración, cuando ya
ción, no existía para los salmistas y sus contemporá- no podemos admitirlas en su sentido propio en todas
neos, ya que aún desconocían la plena revelación acerca sus partes? Para responder a esta pregunta hay que dejar
de una vida de ultratumba. Son, por tanto, perfecta- de lado a todas las llamadas «interpretaciones metafóri-
mente comprensibles los salmos imprecatorios como cas», que no serían más que un rodeo al problema real.
oraciones procedentes de un serio sentimiento religioso La respuesta atinada tiene que provenir del sentido
en un grado aún incompleto de revelación divina. Pero originario de estas oraciones, lo cual habrá de tener
es innegable que no corresponden al espíritu con que presente el sacerdote que reza el breviario. En los apa-
nos dice Cristo que oremos: Orate pro persequentibus sionados clamores de venganza o de aniquilación del
et calumniantibus vos ( «Orad por los que os persiguen perseguidor habrá de darse cuenta espontáneamente
y calumnian»)". de la oposición de tales ruegos con la oración de Cristo,
De ahí que surja esta pregunta: ¿Cómo es posible y de esta manera percibirá esta norma cristiana de ora-
una oración, como parte integrante de un libro inspirado, ción como una corrección histórica revelada de los
que contraríe esa exigencia? La respuesta de que tal salmos imprecatorios. Ésta le dice que no debe impetrar
exigencia es un precepto sobrenatural y positivo de impacientemente el que caiga la justicia divina sobre
Cristo, que no podía ser obligatorio para el orante del ningún enemigo ni perseguidor, ni anticiparse a la mi-
AT, parece contradecir la concepción de santo Tomás sericordia de Dios, que quizá les otorgue tiempo para
de que todas las exigencias éticas del cristianismo, y la penitencia. Esta corrección interna del texto oracio-
por tanto, el mandamiento de amar a los enemigos, nal del AT evita, a quien la entiende adecuadamente,
son elementos sustanciales de la !ex naturalis y por toda crítica farisaica, como si nosotros «estuviésemos
consiguiente obligatorios para todos los hombres y para en un grado de oración más elevado». Quien juzgue
todos los tiempos. Pero santo Tomás distingue tres con verdad, habrá de confesar que también nosotros,
grados distintos de la !ex natura/is con referencia a su los cristianos, abandonamos a nosotros mismos en las
cognoscibilidad por los hombres, y observa respecto al pruebas más serias, podríados sucumbir en cualquier
grado tercero: Quaedam vero sunt ad quae iudicanda momento a la tentación de rezar salmos imprecatorios.
ratio humana indiget instructione divina («Pero hay 'al- La revelación de una oración más perfecta en el pre-

367 368
ALMOS

cepto y el ejemplo de Cristo no nos eleva a una situación número de los salmos es de 150. En numerosos códi-
más perfecta, sino que nos pone ante una misión más ces de los LXX y en la mayor parte de sus ediciones,
sublime, tan sublime que sólo podemos llevarla a cabo por así como en muchas versiones orientales, hay un salmo
una virtud especial de la gracia. Cuando la reiteración de más, el 151, atribuido a David y llamado i81óypa<pos
un salmo de imprecación recuerda todo esto al orante es decir, compuesto para uso particular. Es ciertamente
y le estimula a pedir la fuerza de bendecir en lugar de espurio y no hay indicio de que se encontrase alguna
maldecir, entonces debe considerársela como oración vez en la biblia hebrea.
cristiana. Aunque se diga que la colección consta de 150 salmos,
AToMÁS, Summa Theol., J.ª, 2.ª, quaestio 100, a. l. no es, sin embargo, éste el número real, ya que hay uno
repetido con pequeñísimas variantes, el 13, igual al 52;
'Cf., p. ej., Sal 34; 58; 78. -cr. Sal 54; 93: 108. 'Sal 93. -cr,
Éx 21,23: «Ojo por ojo, diente por diente», el Código de Ham- otro, el 69 es parte del 39, vers. 14-18, y otro el 107
murabi, § 3-4 y la ley romana de las Doce Tablas. 'Sal 69,29. está compuesto de fragmentos de otros dos, del 56,
'Mt 5,44. 'Mt 19,8. 'Dt 24,1-4. vers. 8-12 y del 59, vers. 7-14. De manera que los salmos
Bibl.: Además de los comentarios al libro de los Salmos, cf.: propiamente distintos son 147.
J. K. ZENNER, Die Psalmen, Münster 1906, págs. 160-162. S. Mo- A pesar de que en el texto hebreo y en las versiones
WINCKEL, Segen und Fluch in lsraels Ku/t und Psalmendtchtung ; en
Psalmenstudien, 5, Cristianía 1924. H. SCHMIDT, Das Gebet des
se suceden en un orden idéntico, con todo la nume-
Angek/agten im A/ten Testamenl, en ZA w_', 46, Giessen 1928. H. ración no siempre coincide.
JuNKER, Das Theo/ogische Problem der Fluchpsa/men, en Pastor Comparando entre sí los mismos códices hebreos, se
Bonus, 5, Tréveris 1940, págs. 65-74. HAAG, cols. 490-492. encuentra gran variedad en la numeración de los sal-
H. JUNKER mos; y así no hay dificultad en admitir que algunos de
ellos por razones litúrgicas o musicales, por descuido
SALMOS, Libro de los. Es una colección de himnos de los amanuenses, o por otras causas a nosotros des-
o cánticos religiosos inspirados por el Espíritu Santo, conocidas, quedaron fundidos en uno solo, o divididos
que formaban parte del culto litúrgico israelita en la épo- en salmos distintos y aun algún tanto retocados para
ca del segundo Templo, y que la Iglesiaha recibido como acomodarlos a las circunstancias en que habían de ser
preciosa herencia, incorporándola también a su liturgia cantados. En este sentido contestó la Pontificia Comi-
pública y a la oración privada de sus fieles. sión Bíblica el 1 .0 de mayo de 1910. Se preguntaba
El nombre «salmo» tiene su origen inmediato en la
traducción griega de los LXX, que da a este libro el Arpa triangular egipcia de madera, o salterio, instrumento
título de 41ai\µoí o f,íf,i\os 41ai\µwv como es llamado musical que ha dado su nombre al libro de los Salmos.
también en el NT1. Con esta palabra traducen los LXX Época saíta. (Foto Museo del Louvre)
el término hebreo rnizmár, que se encuentra sólo en los
títulos de muchos salmos y que muy probablemente
significaba un cántico que había de ser acompañado
por la lira o algún instrumento de cuerda. Efectivamen-
te, también la palabra 41ai\µós del verbo 41ai\i\Eiv,
que significa pulsar con los dedos los instrumentos de
cuerda, designaba primariamente el acto mismo de pul-
sar las cuerdas, pero más tarde se aplicó a la canción
que se cantaba acompañada de instrumentos musicales.
Uno de estos instrumentos de cuerda que se menciona
en los sagrados libros es el nébel", en la versión griega
41ai\Tr¡p1ov, el psalterium de la Vg., nombre que en el
lenguaje eclesiástico se ha generalizado para significar la
colección entera de los Salmos (--> Música).
En las biblias hebreas, este libro, que ocupa el primer
lugar en la sección tercera llamada kétúbim, lleva el
nombre de tehi/.lim, o séfer téhillim, o sencillamente
tillim, literalmente «libro de alabanzas», de la raíz hálal,
«alabar». Así que propiamente este título se refiere direc-
tamente a un género determinado de salmos, los himnos
de alabanza a Dios; pero com~ todos ellos de alguna
manera servían en el culto para glorificar a la divinidad,
de ahí que se diese este título a toda la colección.
En la traducción griega de los LXX, el libro de los
Salmos ocupa el primer lugar entre los didácticos o
sapienciales, mientras que en la Vg. se ha dado la pre-
ferencia al libro de Job, al que sigue el de los Salmos.
' Le 20,42; 24,44; A~t 1,20. 2
Sal 56,9; 80,3; 91,4; l 07 ,3, etc

l. NÚMERO y NUMERACIÓN DE LOS SALMOS. Tanto


en el texto hebreo como en los LXX y en la Vg., el

369 370
SALMOS

Roca llamada «la rana» junto a la


subida de 'Aqrabbtm en el camino a
Masada. En los Salmos (17,3.47; 18,
15, etc.), Dios es llamado «nuestra
roca» y «nuestra peña», por ser re-
fugio seguro de quien en Él confía.
(Foto Orient Press)

parece estar formado de dos salmos


muy distintos: de los vers. 2 al 7 el
primero y de los ver. 8 al 15 el se-
gundo. Por la misma razón, el Salmo
I 13 de los LXX y de la Vg., debe
dividirse en dos, como lo hace el
texto hebreo, 'd e los vers. 1 al 8 el
primero y del 9 al fin el segundo.
También el Salmo 143 parece
estar compuesto por dos salmos
distintos: de los ver. 1 al 11 el pri-
mero y del 12 al 15 el segundo.
'41,6.12 y 42,5.
2. DMSIONES DE LOS SALMOS.
Toda la colección de los Salmos
tal como ha llegado a nosotros
va dividida en el texto hebreo, en
si puede ser admitida la sentencia de aquellos que afir- los LXX y en la Vg. en cinco libros, separados unos
man que entre los salmos del Salterio hay algunos ya de otros por una doxología. El libro primero com-
de David, ya de otros autores, los cuales por razones prende del Salmo 1 al 40; el segundo del 41 al 71;
litúrgicas o musicales, por el descuido de los amanuen- el tercero del 72 al 88; el cuarto del 89 al 105 y el
ses u otras causas no conocidas fueron divididos o quinto del 106 al 150, aunque este último Salmo
reunidos en uno solo; igualmente que hay otros salmos, puede considerarse corno una solemne doxología, que
como el Miserere mei Deus, los cuales para que mejor se cierra todo el Salterio. Esta división es convencional
adaptaran a las circunstancias históricas o a las solem- y probablemente está inspirada en los cinco libros en
nidades del pueblo judío fueron retocados con supresión que se divide el Pentateuco. Se hizo ciertamente antes
o añadidura de uno o dos versículos, puesta a salvo, de la traducción griega de los LXX, pero no se prueba
sin embargo, la inspiración de todo el texto sagrado. La que sea anterior al Destierro de Babilonia. Por lo demás,
Comisión respondió afirmativamente a las dos partes. no es fácil determinar con exactitud la época en que
Esto nos explica de alguna manera la diversa nu- el libro de los Salmos quedó constituido en la forma ac-
meración que encontramos en el texto hebreo y en la tual. Ciertos indicios que .encontramos en el libro del
traducción de los LXX y la Vg. El Salmo 9 de los LXX Eclesiástico, prólogo y 47,8-10; en 1 Mac 7,17, y en
y de la Vg. forma dos salmos en el texto hebreo, el 9 y 1 Cr 16,36, nos inclinan a creer que nuestro Salterio
el 10. D la misma manera, el 113 corresponde al 114 existía ya en la forma actual en el siglo m A.c.
y 115 del hebreo. Por el contrario, dos salmos de los
LXX y de la Vg., el 114 y 115, son uno solo en el hebreo, 3. DIVERSAS COLECCIONES. Es claro que esta com-
el 116, como asimismo el 146 y 14 7, son el 14 7 del hebreo. pilación de todos los salmos en cinco libros representa
En general, se puede decir que la numeración de los únicamente la última etapa en que fueron recogidas y
LXX y de la Vg. desde el Salmo 10 hasta el 146, es ordenadas las diversas colecciones de salmos, que exis-
un número inferior a la del texto hebreo. En el presente tían ya de antiguo y se habían ido formando en la su-
artículo, las citas que hacemos de los salmos se aco- cesión de varios siglos.
modan a la numeración de la Vg. El examen interno de los mismos salmos, si atende-
Por lo demás, hay algunos salmos que, aunque ahora mos al uso diverso de los nombres Yahweh o '.Eloim,
aparecen separados, forman evidentemente uno solo. a los autores a quienes se atribuyen en sus títulos y al
Así, por ejemplo, en el 41 y 42, la identidad del argu- mismo argumento e índole literaria de cada composi-
mento y la regularidad y concatenación de las tres es- ción, nos Ilevan a distinguir fácilmente en cada uno de
trofas, que terminan con el mismo estribillo 1, indican los cinco libros diversas colecciones, algunas de ellas
claramente que se trata del mismo salmo, que se dividió muy antiguas, que en el decurso de los tiempos vinieron
en dos probablemente por razones litúrgicas. Algo pa- a unirse para formar el Salterio actual.
recido se puede decir de los Salmos 9 y 10 del texto Así, por ejemplo, en el libro primero predomina el
hebreo, que por el orden alfabético de los versículos nombre divino de Yahweh, 273 veces, contra 15 que se
parecen formar más bien uno sólo, como le leemos en lee el nombre de '.El6hirn. Por otro lado, todos estos
los LXX y en la Vg. En cambio, el Salmo 18 por la diver- salmos se atribuyen a David, si exceptuamos tres: el
sidad del argumento y sobre todo por el distinto ritmo, 1, 2 y 32, aunque el 2, que probablemente iba unido al

371 372
SALMOS

1.0, se atribuye también a David en Act 4,25. Tenemos, de salmos de este libro es antiquísimo y que, por lo
pues, razones fundadas para afirmar que esta colección tanto, es falsa la opinión de aquellos autores modernos,
estaba ya formada en tiempo de Salomón y probable- que afirman que la mayor parte de los salmos fueron
mente tuvo su origen en vida del mismo David. compuestos después del Destierro de Babilonia, en los
En el segundo libro predomina el nombre de 'Elohim, tiempos de Esdras y Nehemías y aun en la época de
164 veces contra 30 que se le el de Yahweh. Consta los macabeos.
este libro de dos colecciones, una atribuida a los hijos
de Coré, Salmos 41 al 48 y otra a David, salmos 50 al 4. TÍTULOS DE LOS SALMOS. La mayor parte de los
69, a excepción de los Salmos 65,66 y 70, que son anóni- salmos van precedidos de un título, que se refiere o al
mos y del Salmo 49, que se atribuye a 'Ásaf. El Salmo 71 autor, o a la naturaleza poética de la composición, o a
se atribuye en algunos códices a Salomón, pero en otros la música o acompoñamiento con que se debe cantar, o
aparece también anónimo. La nota que se lee al final de al uso litúrgico, o bien a la ocasión histórica en que fue
este salmo en algunos códices: «Fin de las plegarias compuesto.
de David, hijo de Isaí», parece indicar que cuando se La introducción griega de los LXX y la Vg. no coin-
formó esta colección no se conocían aún los tres libros ciden siempre con el texto masorético en esta parte.
siguientes. Por lo general, abundan en ambas versiones los títulos
En el libro tercero hemos de distinguir dos grupos de más que en el original. Baste decir que en el texto hebreo
salmos, el primero, del 72 al 82, se atribuye a 'Asaf y son 34 los salmos que carecen de título, mientras que en
predomina en él el nombre de 'Elohim, 36 veces contra los LXX y en la Vulgata son sólo 19.
13 que se lee Yahweh. Por el contrario, en el segundo Estos títulos son antiquísimos, como lo prueba el
grupo, Salmos 83 al 88, prevalece el nombre Yahweh, hecho de que eran ya muy oscuros y algunos ininteligi-
31 veces contra 7 del nombre 'Elohim. Vemos, por lo bles para los mismos que hicieron la versión griega de
tanto, que los salmos del libro segundo y el primer los LXX. Con todo, no se prueba que los pusieran los
grupo de los del libro tercero forman una colección que mismos autores inspirados, ni hay fundamento sólido
podemos llamar elohísta. Ahora bien, el análisis interno para atribuírselos a Esdras. Lo más probable parece
de los Salmos nos ofrece indicios ciertos de que el nom- ser que la mayor parte de ellos se deben a los que for-
bre "Élóhim, no es en la mayoría de los casos el primiti- maron las primeras colecciones que, como hemos visto,
vo, sino que fue sustituido por el de Yahweh. De aquí son de época muy lejana. Por lo tanto, aunque no haya
parece concluirse que toda esta colección elohísta de argumentos que prueben su inspiración, no puede ne-
Salmo 41 al 82, formaba ya una colección aparte en garse con fundamento su autoridad histórica.
aquella época en que fue sustituido el nombre de Yah- De los títulos que se refieren a los autores de los
weh por el de 'Elohim. A dicha colección debió añadirse salmos, diremos algo más adelante.
más tarde la segunda parte del libro tercero, salmos La naturaleza poética de los salmos va indicada con
83 al 88, en la que apenas quedan vestigios de semejante algunos términos, algunos de ellos poco definidos para
sustitución. noro.ros. El más frecuente es mizmor, que como arriba
Ls salmos comprendidos en los libros cuarto y quinto dijimos, parece indicar un cántico que ha de acompa-
pueden muy bien clasificarse en una colección que po- ñarse con instrumentos de cuerda. Otro término, fre-
demos llamar anónima, a pesar de que hay dentro de cuente también, sir, que conviene igualmente a cantos
ella dos pequeños grupos de salmos atribuidos a David: sagrados y profanos, parece referirse a un himno que
107 al 109 y 138 al 145. En los salmos del libro cuarto debía cantarse a solas voces, sin acompañamiento. Las
no se encuentra nunca el nombre 'Elohim, en cambio palabras téfilláh, «plegaria» u «oración», y téhilláh,
aparece 103 veces el de Yahweh. En los del libro quinto «loa» o «cántico de alabanza», aunque no tan frecuentes
prevalece también con mucho este nombre, 236 veces como las anteriores, tienen un significado más amplio,
contra 7 en que se lee el de 'Elohim. Pudiera, por lo puesto que de alguna manera pueden acomodarse a
tanto, clasificarse también toda esta colección como todos los salmos.
yahwista. Si atendemos al argumento de estos salmos, Hay otros términos, oscurísimos hasta la fecha. Tales
es fácil distinguir en estos dos últimos libros otras pe- son, por ejemplo, la palabra miktám. Los LXX la tra-
queñas colecciones que debieron formar grupo aparte ducen crTr¡Aoypaq,ía y la Vg. tituli inscriptio ; como si
antes de ser incorporadas al conjunto del libro de los tuviera su origen del verbo kátab, «escribió». Pero
Salmos. ' los autores modernos prefieren el origen del verbo
De lo dicho hasta aquí podemos deducir dos conclu- kdtam, de donde se deriva el sustantivo kétem, «oro».
siones: Sospechan, por lo tanto, que este título equivale a
«cántico áureo», o «magnífico». Oscurísimo es también
a) El Salterio se fue formando poco a poco de pe-
el título maskil, que encontramos al frente de 13 salmos.
queñas colecciones ya existentes de salmos, o juntando
Esta palabra significa propiamente «inteligente» o «jui-
sencillamente una colección a otra, o incluyendo en
cioso». Se supone, por lo tanto, que este título encierra la
medio de una ya existente, otra nueva. Cuándo y cómo
idea de instrucción, o meditación. Puede, pues, equivaler
haya sucedido esto es muy difícil determinarlo.
a salmo didáctico, o instructivo. El Salmo 7 lleva por títu-
b) Puede afirmarse como cierto que debieron pasar lo la palabra siggiíy6n, del verbo ságah, «equivocarse»,
varios siglos desde que existió la primera colección de «errar», de donde algunos suponen que se trata de un
salmos hasta la formación del Salterio tal como ha lle- salmo de penitencia. Otros, sin embargo, prefieren el
gado hasta nosotros. Esto prueba que el primer núcleo significado de lamentación o ditirambo.

373 374
SALMOS

Los títulos que se refieren a la música, unos indican «Los lirios»; 'al tashét, «no destruyas». Con esta pala-
el instrumento con que debe acompañarse el cántico, bra comienza la oración de Moisés en un peligro gravísi-
otros, el tono de voz y otros la melodía o tonada mo en que se encontraba el pueblo hebreo (Dt 9,26).
de alguna canción popular que había de aplicarse al Sospechan algunos autores que esta invocación llegó a
salmo. ser como una breve plegaria o invocación parecida
A los instrumentos músicos se refieren los títulos a nuestro kyrie eleison, con lo que los judíos pedían a
siguientes: bi-neginot, con instrumentos de cuerda; 'el ha- Dios socorro en las calamidades nacionales o aflicciones
néhildt , para instrumentos de viento?; 'al ha-gitit, con personales: 'al mút la-ben, con la melodía de la canción
el arpa de Gat según algunos; otros creen que este título popular «La muerte del hijo». Más enigmático es el
se refiere a la música de una canción popular, que co- título que leernos en el Salmo 21, 'al 'ayyélet ha-sáhar,
menzaba por la palabra «los lagares» (--> Música). que los LXX tradujeron vnEp Tijs ávTtAi¡\flEWS TijS
La melodía se indica por medio de la preposición 'al, ewS1vij5 y la Vg. pro susceptione matutina, es decir,
a la que siguen las primeras palabras de la canción «por un socorro pronto», concepto que dice bien con el
popular, cuya música ha de aplicarse al salmo. Así, por argumento del salmo. Con todo, los autores modernos,
ejemplo, 'al s6sannim, según la melodía de la canción ateniéndose más al significado propio de las palabras,
interpretan «con la melodía de la
canción "La cierva de la aurora"».
Igualmente enigmático es el tí-
tulo del Salmo 55 'al y6nat "élem
réháqim. Después de varios intentos
frustados para interpretar estas
palabras, los autores de la nueva
versión latina del lstituto Bíblico
de Roma, siguiendo el ejemplo
del P. Zorell en la suya, han prefe-
rido transcribir las mismas palabras
hebreas, sin pretender interpretar-
las. Es difícil entender el sentido
que les dieron los autores de la
traducción de los LXX, como
puede verse por la Vg. que la sigue
fielmente: Pro populo, qui a sanctis
longe factus est.
Numerosas hipótesis se han lan-
zado también para interpretar el
título de los Salmos 52 y 87: 'al
máhálat, Los LXX y la Vg. o to-
maron la palabra como un nombre
propio,pro maheleth, o renunciaron
sencillamente a traducirlo, porque
les pareció initeligible. Esto último
han hecho también el P. Zorell y
los autores de la versión del Istituto
Bíblico. San Jerónimo, siguiendo
las traducciones de Áquila, Sím-
maco y Teodoción, tradujo «para
coro de danza», leyendo la palabra
hebrea 'al méháldh,
No menos oscuro se nos presenta
el título de los Salmos 49 y 79: 'el
sosannim 'édüt, «hacia el lirio de
la ley» (?). Es probable que se
trate de la melodía de alguna
canción popular, en la que la Ley
se comparaba a un lirio por su
pureza.

El faraón Ramsés II aplastando con


su clava a sus enemigos. Esta imagen
aparece también en los Salmos (cf.
Sal 109,2), _aplicada a Yahweh. (Foto
Lehnert & Landrock, El Cairo)

375 376
SALMOS

El monte Hermón y a sus pies Tell el-Qádl, en cuya región el desterrado autor del Salmo 41 (cf. ver. 7) suspiraba
por regresar a la casa de Dios. (Foto G. Lombardi)

Las voces que han de interpretar el cántico parecen <lujeron EÍS TO TÉAos y la Vg. in finem. Hoy los auto-
indicarse en los títulos siguientes: 'al 'iíliim6t, proba- res aplican este título de una manera o de otra al director
blemente, a voces blancas o de soprano; 'al ha-séminit , del coro. David había organizado a los levitas cantores
en octava baja o con voz de bajo. Algunos autores sin en varios coros para dar mayor solemnidad a las ceremo-
embargo, creen que esta palabra designa el arpa de nias religiosas (cf. 1 Cr 16,4 y sigs.; 23,5 y sigs.; 25,1 y
ocho cuerdas. sigs.). Cada coro tenía su director y estos mismos directo-
Los títulos que se refieren al uso litúrgico son pocos res estaban sometidos a un director general de todos los
en el texto hebreo. Tales, por ejemplo: «Para el sábado» cantores. Esto supuesto, no es del todo claro lo que en
(Sal 91); «para la acción de gracias» (Sal 99); «para la concreto significaba semejante título: tal vez que el
fiesta de la dedicación del Templo» (Sal 29). Menos salmo pertenecía a la colección o archivo del director
claro es el título que leemos en los salmos 37 y 69, "azká- del coro.
ráh, que puede traducirse como «memorial» o «en re- Capítulo aparte merece el título de una pequeña
cuerdo». Este mismo nombre se daba a un sacrificio colección de salmos del libro quinto, del 119 al 133
incruento, que debía presentarse ante Dios con el nom- inclusive. La Vg., tomándolo de los LXX, traduce can-
bre del oferente (cf. Lv 2,2; 24,7). Es, pues, verosímil ticum graduum y en la liturgia lleva la colección el
que este título indique que el salmo debía cantarse mien- nombre de «salmos graduales». Cuál sea el verdadero
tras se ofrecía dicho sacrificio. significado de este título no es cosa averiguada con
Otros títulos, que se refieren al uso litúrgico en la certeza. Unos creen que dice relación a la subida o vuelta
traducción de los LXX y en la Vg., y no se encuentran a Jerusalén de los desterrados de Babilonia. Pudiera ser
en el texto hebreo, parecen añadidos en tiempos poste- que e] núcleo más antiguo de esta colección tuviera
riores para uso de las sinagogas. semejante origen, pero es difícil afirmarlo de todos, ya
La ocasión histórica en que fue compuesto el salmo que algunos suponen la completa restauración del Tem-
se indica en el título de trece salmos, iodos atribuidos a plo y de su culto. Otros autores, con más fundamento,
David y casi siempre se toma a la letra de algún pasaje ven en estos quince salmos un pequeño devocionario
de los libros de Sarnuel, Unos se refieren a la persecu- popular, en el que se contienen las canciones sagradas
ción de Saúl y a la rebelión de Absalón, otros al pecado que los israelitas debían cantar en sus subidas anuales
de David y a la guerra siroammonita. a Jerusalén y al Templo por las fiestas de la Pascua,
Hay otro título, muy frecuente, sobre todo en la co- Pentecostés y de los Tabernáculos. Menos probabilidad
lección elohística, que merece consideración aparte. Nos tiene el parecer de los que buscan la explicación en la
referimos a la palabra la-ménasséah, que los LXX tra- forma interna literaria de estos salmos, como si en ellos

377 378
SALMOS

las ideas estuvieran en cierto modo escalonadas; o el (Wellhausen), o afirmar que no hay ni un solo salmo
de aquellos que opinan que el título alude al efecto anterior a la época persa y que la mayor parte de ellos
que estos cánticos producían en el ánimo, elevándole a pertenece a la época macabea (Bernhard, Duhm).
pensamientos altos. Tampoco tiene sólido fundamento Semejantes suposiciones están en abierta contradic-
la opinión, bastante frecuente entre los antiguos, de que ción con los títulos antiquísimos de muchos salmos, con
estos salmos eran cantados por los levitas desde los toda la tradición judía y cristiana, con el testimonio
peldaños de la escalinata que separaba el atrio de las expreso del NT y con las noticias mismas que de la
mujeres del de los varones. persona de David nos da el AT.
Finalmente, algunos salmos de los libros cuarto y Efectivamente que David se distinguió en el arte de
quinto llevan por título la palabra halélú, «alleluya». la poesía, lo demuestran en primer lugar las elegías que
Pero la colección que los hebreos llaman propiamente compuso a la muerte de Saúl y Jonatán 1 y después del
el hallél, comprende únicamente los salmos 112 al 117. asesinato de "Abnér ". En 2 Sm 22,l y sigs., se cuenta la
Solían cantarse en el Templo en las grandes solemnidades ocasión en que compuso el Salmo 17, que el autor del
y al final de la cena pascual. El Salmo 135 es llamado libro copia literalmente como le vemos en el Salterio.
«el gran hallél» probablemente por su estribillo en forma Seguidamente, en el capítulo 23,1 es llamado egregius
de letanía, en el que se celebra la bondad y misericor- psaltes Israel, en hebreo es «dulce cantor de Israel». Por
dia de Dios. Con él solía cerrarse la ceremonia de la otros testimonios del AT sabemos que puso esmerado
cena pascual. interés en la organización del culto y más concreta
mente de la música y de los coros de cantores que
5. AUTORES DE LOS SALMOS. Muy numerosos son los habían de actuar en el Santuario". Amós, por su parte.
salmos, que llevan en su título el nombre de una persona le llama inventor de los instrumentos músicos",
precedido de la letra lamed, que generalmente se inter- Con razón, pues, la Pontificia Comisión Bíblica afir-
preta como una indicación del autor del salmo, lamed mó que ni se puede negar prudentemente que el princi-
auctoris. Y aunque no siempre diga relación, como tal pal autor de los Salmos sea David, ni se puede afirmar
vez en el Salmo 71, al autor del salmo, con todo, no hay sin temeridad que sólo unos pocos salmos pueden atri-
razones suficientes, como pretenden algunos modernos, buirse al regio salmista. Concretamente advierte que no
para apartarse de la interpretación tradicional judía y se puede negar el origen davídico de aquellos salmos,
cristiana, que ve en este título, si no consta claramente que en el AT o NT se atribuyen a David, entre los cua-
lo contrario, indicado el nombre del autor del salmo. les hay que contar ante todo los Salmos 2,15,17,31,68
Además del nombre de David, que es el más fre- y 109.
cuente, pues va al frente de 73 salmos, leemos los nom- El título por el que se atribuye la composición ce
bres de 'Asaf en el título de doce salmos, en el de otros varios salmos a los hijos de Coré •, indica solamente que
doce el nombre de los hijos de Coré, en dos el de Salo- esta colección pertenece de algún modo a personas des-
món y en uno los de Moisés, Hémán el ezrahíta, 'Etan cendientes de aquel Coré que se menciona en Nm 26,
el ezrahita y el de Yédütün, 11.58; 1 Cr 6,37. Cosa parecida debe decirse de los
El principal problema que se presenta al tratar de doce salmos atribuidos a '.Asaf6. Éste, según I Cr 6,39
los autores de los salmos, es la parte que en su compo- y 15,17, fue cantor en tiempo del rey David; ahora bien,
sición hay que atribuir a David. En los primeros tiem- estos doce salmos hacen alusiones a tiempos muy di-
pos de la Iglesia hubo algunos Padres y escritores ecle- versos, por donde debemos concluir que no han sido
siásticos, que atribuyeron la composición de todo el compuestos por el mismo autor. El título, por lo tanto,
salterio a David. San Jerónimo en su carta 140 a Ci- puede referirse a compositores descendientes de la fami-
priano (PL, 22, 1169) rechazó ya eficazmente esta su- lia de 'Asaf, que en diversas épocas siguieron perte-
posición, que contradice a los títulos de los salmos y neciendo al coro de los cantores y compusieron estos
en algunos casos a su argumento mismo y carácter salmos. A no ser que se diga como creen algunos, que en
literario. Lo mismo afirmaron san Hilario (PL, 9, 233), este caso el lamed, lo mismo que cuando precede al
Atanasio (PG, 7, 55) y otros Padres posteriores y lo maestro o director del coro, no significa precisamente
confirma la Pontificia Comisión Bíblica en su respuesta el compositor del salmo, sino más bien que pertenece
del 1.0 de mayo de 1910. Se preguntaba si las denomina- a la colección que solía cantar el coro llamado de Coré
ciones «Salmos de David», «Himnos de David», «Libro o el de 'Asaf. De Hémán el ezrahíta tenemos algunas
de los Salmos de David», «Salterio davídico», usadas noticias en 1 Cr 6,33 y de 'Etan en el mismo libro 6,44.
en las antiguas colecciones y en los mismos concilios Quienes sean los autores de los salmos que carecen
para designar el libro de los ciento cincuenta salmos del de título no es fácil determinarlo. El argumento, el
AT; así como también la sentencia de muchos Padres lenguaje y el estilo pueden ofrecernos algún fundamento
y Doctores, que sostuvieron que todos los salmos del para conjeturar la época a que pertenecen, pero sabido
Salterio absolutamente debían ser atribuidos solamente es cuán poco firmes son por lo general estos carac-
a David, tiene tanta fuerza que David deba ser tenido teres de un escrito para determinar su época, si no van
como autor único de todo el Salterio. La Comisión res- acompañados de otros argumentos externos.
pondió negativamente. '2Sm 1,19-27. '2Sm 3,33-34. -cr. I Cr caps, 23-29; Eclo 47,
Por el contrario, muchos críticos modernos tienden 11 y sigs. 'Am 6,5. 'Sal 41; 43-48; 83; 84; 86; 87. 'Sal 49;
a restringir excesivamente el número de salmos que 72-82.
deben atribuirse a David hasta el extremo de dudar 6. SALMOS MESIÁNICOS. Llámanse así aquellos que
si algún salmo es anterior al Destierro de Babilonia de una manera o de otra se refieren al futuro Mesías

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SALMOS

profetizado en el AT y esperado por el pueblo judío. general, que evidentemente pueden entenderse ante todo
Que existen tales salmos no se puede poner en duda, del Justo de los Justos.
así como tampoco el que se refieren realmente a una 1Cf. Le 24,44; Mt 21,16; 22,44 y par.; Jn 13,18, etc. -cr. Act
persona física determinada, es decir, a Jesucristo y no 2,25-28; 4,25; 13,33; Heb 5,5; 2,6 y sigs.; Rom 15,9, etc.
al pueblo judío en general, como lo pretenden muchos 7. GÉNEROS LITERARIOS DE LOS SALMOS. Estos últi-
acatólicos modernos. mos años se viene estudiando con interés la forma lite-
Efectivamente, el mismo Jesucristo citó algunos. pa- raria de los Salmos y conforme a ella se pretende agru-
sajes de los Salmos como cumplidos en su misma per- parlos según ciertos géneros poéticos, que se rigen por
sona 1. También los apóstoles acudieron frecuentemente las leyes determinadas. Aspiran algunos autores a lle-
a los Salmos para probar, de manera clara y patente, gar por este medio no sólo a un conocimiento más
que Jesús de Nazaret era aquel Mesías a quien ellos profundo del contenido de los Salmos, sino aún a de-
se referían 2• terminar la época en que fueron compuestos e incluso
Añádase a esto el sentir unánime y constante de los a descubrir las interpolaciones que hayan podido intro-
santos Padres y Doctores católicos y aun la tradición ducirse en el texto original. Son notables las investiga-
antigua de los mismos judíos que entendieron siempre ciones que sobre este terreno hicieron W. Staerk y
ciertos salmos de la persona del Mesías. Fuera de que H. Gunkel.
algunos de los llamados mesiánicos no admiten otra Estos trabajos, dignos sin duda de elogio, podrán
interpretación satisfactoria. contribuir a arrojar alguna mayor luz sobre el sagrado
No todos, sin embargo. se refieren de la misma manera libro, pero tienen el peligro de llegar a consecuencias
a Jesucristo. Algunos nó pueden entenderse sino exclu- meramente subjetivas, violentando los textos y las pa-
siva y directamente de su persona y entonces se llaman labras por aprisionarles en troqueles o formas rígidas
propia y literalmente mesiánicos. Otros directamente y uniformes en que tal vez no pensaron los autores de
tratan de otra persona física o moral, por ejemplo, de los salmos é.

David o del pueblo judío, etc.; pero esa persona significa De todos modos, los argumentos que se desarrollan
y representa a su vez al mismo Cristo o a la Iglesia: son en los Salmos y su misma forma literaria, son tan varia-
los salmos mesiánicos en sentido típico. Hay otros, dos, que es imposible clasificarlos a todos en ciertas
por fin, que más bien se acomodan o aplican a Jesucristo, categorías y menos aún pretender encontrar en ellos,
aunque en su sentido literal tengan un significado ge- como pretenden algunos, imitaciones serviles de los
nérico, como por ejemplo, los que tratan del justo en cánticos de otras literaturas orientales.

Ruinas del recinto sagrado existente en la cumbre del monte Hermón, tan frecuentemente cantado por los
salmistas (Sal 88,18; 132,3). (Foto Monasterio de Montserrat)

381 382
SALMOS

Muchísimos salmos, singularmente los atribuidos a frecuencia oscura e ininteligible. La mejor edición que
David, tienen su inspiración en los sentimientos más hor poseemos es la de A. Rahlfs, Septuaginta, id est
hondos del corazón humano. El piadoso salmista se Vetus Testamentum graece juxta LXX interpretes, Stut-
queja amorosamente ante Dios de sus dolores físicos tgart 1935.
y morales, de las persecuciones de sus enemigos, de las c) Latinas. Ya en la primera mitad del siglo Il o.c.,
calamidades que padece la nación y pide a Dios confia- existían versiones latinas del Salterio. En el año 383,
damente pronto remedio. A este género pertenecen los recibió san Jerónimo el encargo del papa Dámaso de
salmos llamados penitenciales, en los que llora sus pe- corregir la versión latina que se usaba en Roma. Hízolo,
cados y pide al Señor perdón de ellos. En la liturgia como él mismo confiesa, de prisa, conforme a un ejem-
de la Iglesia reciben este nombre solamente los siete plar griego de los LXX y no se atrevió a introducir
siguientes: 6, 31, 37, 50, 101, 120 y 142, pero en realidad muchas modificaciones por no turbar a los fieles con
son bastantes .más los que pueden clasificarse en este novedades. Este Salterio así corregido, se conoce con el
género. nombre de «romano».
Otros salmos, también numerosos, son himnos de Entre los años 386 y 389 hizo san .Jerónimo en Oriente
alabanza a Dios. En ellos encontramos delineados con otra corrección del texto latino según la quinta columna
los más delicados rasgos y las más espléndidas galas de la edición hexaplar de Orígenes. Esta nueva redacción,
de la literatura oriental, los atributos de Dios, crea- Psalterium emendatissimum iuxta Septuaginta, como la
dor de todas las cosas y principio de todas las actividades, llama el mismo santo, se difundió principalmente por
su poder inmenso, su justicia, su providencia, su mise- la Galia, de donde vino a llamarse Salterio galicano y es
ricordia y su bondad. Especialmente, celebran esta clase el que pasó a la Vg.
de salmos la fidelidad de Dios en cumplir sus promesas A pesar de las correcciones introducidas por san
y concretamente la esperanza del Mesías prometido a Jerónimo, los dos Salterios, romano y galicano, repre-
David, su reino universal y los bienes espirituales con sentan en el fondo, la antigua versión latina anterior
que ha de enriquecer a su pueblo. al siglo 1v, que por haber sido hecha servilmente de la
Los salmos didácticos o sapienciales son relativamente traducción de los LXX, es un reflejo de ella y participa
pocos. En ellos se describen las normas que han de tanto de sus buenas cualidades como de sus defectos.
regir una vida ordenada conforme a la Ley de Dios, la Por fin, san Jerónimo en el año 392, hizo una versión
suerte de los buenos y de los malos en la otra vida, las latina directamente del texto hebreo. Esta versión, de
excelencias de ley divina, etc. gran mérito científico y de interés para la crítica, no
También hay algunos salmos que pudieran clasificarse llegó a entrar nunca en el uso litúrgico.
como históricos, no porque el salmista se proponga El cultivo intenso y los grandes progresos que en estos
únicamente, como el poeta épico, describir los hechos últimos tiempos han adquirido las ciencias bíblicas, y en
gloriosos de su pueblo, sino porque en ellos aparece el particular el conocimiento más profundo de la lengua
poder victorioso de Dios en favor de Israel contra sus hebrea, de las leyes métricas y rítmicas de la poesía
enemigos. A veces, como en los Salmos 77,104 y 106, se sagrada y de la crítica textual, han contribuido a poner
hace resaltar en la misma historia los pecados del pue- más de relieve los defectos e imperfecciones de nuestro
blo ingrato y los castigos que Dios descarga sobre él. Salterio tal como lo tenemos en la Vg. De ahí las
En resumen, los argumentos de los Salmos son varia- numerosas versiones modernas hechas directamente del
dísimos y el cristiano podrá encontrar en este sagrado texto original, y que han dado lugar a que en muchos
libro plegarias acomodadas a las más variadas circuns- se excitase el deseo de poseer una versión latina más
tancias y condiciones de su vida. perfecta que pudiera introducirse en el uso litúrgico.
AVéase sobre esta cuestión A. Loos, Histoire de la íít térat ure Este legítimo deseo, cada vez más universal y frecuen-
hébrai'q ue et juive, París 1950, págs. 726-736. temente manifestado por numerosos sacerdotes, obispos
y aun cardenales, decidió al papa Pío XII a encomendar
8. TEXTO ORIGINAL y VERSIONES. a) Hebreas. El texto al Pontificio Istituto Bíblico de Roma una nueva ver-
hebreo de los Salmos que ahora poseemos es el trans- sión directa del texto hebreo el 19 de marzo de 1941.
mitido por los masoretas, dogmática y sustancialmente Después de tres años y medio de intenso trabajo, el
conforme con el que salió de manos de los autores mes de agosto de 1944 se entregaba al Papa el manus-
inspirados, aunque en rasgos accidentales parece haber crito de la obra, quien disponía el 8 de septiembre que
sufrido numerosas modificaciones. Lo cual nada tiene se diese a la imprenta, juntamente con la edición litúr-
de extraño si se tiene en cuenta que se trata de un libro gica que también se había preparado. Finalmente, por
de uso litúrgico, sometido por lo tanto a innumerables el motu propio, In cotidianis precibus, de 24 de marzo de
transcripciones y también a algunas añadiduras y aco- 1945, el Papa concede a todos los obligados al rezo del
modaciones hechas a tenor de las circunstancias. La oficio divino el uso de dicha versión, tanto en público
edición moderna de este texto más recomendable es como en privado.
la de R. Kittel-P. Kahle, Biblia Hebraica, Stuttgart 1938. La edición del Pontificio lstituto Bíblico lleva por
b) Griegas. La versión griega de los LXX es la más título: Líber Psalmorum cum Canticis Breviarii romani
antigua. Se hizo hacia la mitad del siglo n A.c. y es una nova e textibus primigeniis interpretatio latina cum notis
imagen fiel del texto hebreo en el estado en que entonces. criticis et exegeticis cura Professorum Pontificii lnstituti
se encontraba. Bajo este aspecto, es de suma importancia Biblici edita (2.ª ed., Roma 1955).
para la corrección de algunos pasajes del texto masorético, Bibl.: La literatura, tanto antigua corno moderna, acerca de los
pero su excesiva literalidad y servilismo la hacen con Salmos es inmensa. Un largo índice, y no completo; de autores hasta

383 384
SALOMÉ

comienzos del presente siglo puede verse en J. ECKER, Porta Sion, tienen por rasgo común la confesión de culpabilidad, la
Lexikon zum lat . Psalter, Tréveris 1903, págs. 217-234. expresión del arrepentimiento y el reconocimiento de
Los Padres griegos están representados singularmente por el
CRISÓSTOMO, en PG, 55 y TEODORETO, en PG, 80 y los latinos por
que los sufrimientos experimentados se deben a los pe-
H!LARIO, en PL, 9; AMBROSIO, en PL, 14 y singularmente, AGUSTIN, cados cometidos, o presentan una imagen de los remor-
en PL, 36-37. dimientos del transgresor (-+ Salmos).
Entre los autores de la Edad Media: BRUNO DE Asrr, en PL,
64, 695-1228; PEDRO LOMBARDO, en PL, 191, 55-1296 y TOMÁS DE
AQUINO, que comentó los 51 primeros salmos.
SALMUNNA' (et.?; ac. ea-al-mu, sal-ma, sal-mu-étir;
Los comentaristas más notables en los siglos xv, xvi y xvu sudar. salamno'am; Í:EAµavá, IaAµavá; Vg. Sal mana).
fueron BENJTO ARIAS MONTANO, CORNELIO JANSENJO, JUAN DE LORIN Rey madianita que con Zébah, soberano del mismo
Y, sobre todo: ROBERTO BELARMINO. pueblo, que aparecen en el relato bíblico de improviso,
Obras más recientes. Autores católicos. J. TH. BEELEM, Het Boek
der Psalmen, Lovaina 1878. M. MILCOCH, Psalterium, Olmütz
por primera vez - y en singular paralelo con otros dos
1890. S. M1NOCCHI, / Salmi. tradotti da/ texto ebraico, Florencia jefes madianitas, 'Óreb y Zé'éb -, cuando Gedeón y
1895. ALVARADO J. VIGIER Y DIAZ, Comentario a los Salmos, Ma- sus trescientos hombres fatigados atravesaron el Jordán
drid 1901. J. EcKER, Prta Sion. Lexikon zum lat. Psalmer, Tréveris
1903. M. FRAN<;OIS, Liber Psalmorum hebroícae veritati restitt.fus,
en persecución de las fuerzas derrotadas de los madia-
Lieja 1903. M·. WOLTER, Psallite sapienter. Erkliirung der Psalmen nitas citados en último lugar. Los habitantes de Sukkót
im Geiste des betrachtenden Gebetes und der Liturgie, 5 vols., Fri- se burlaron de la petición de alimento hecha por los
bi.Irgo de B. 1904-1907. J. K. ZENNER - H. WLESMANN, Die Psal- israelitas, prematuramente a su entender, puesto que
men nach dem Urtext. / Überset zung und Erkliirung. ll, Sprachlicher
Kommentar, Münster 1906-1907. H. LESETRE, Le livre des Psaumes, Salrnunna" y Zébah no habían sido aún vencidos. No
2.ª ed., París 1911. N. SCHLÜGL, Die Psalmen hebriiisch une/ deutsch, tardó Gedeón en derrotarlos - a pesar de su superio-
Graz 1911. J. KNABENBAUER, Commentarius in Psalmos, Paris 1912. ridad numérica, muy exagerada en el T. M. - y, tras
V. HIGGINS, Commentary on the Psalms, Dublín 1913. CL. FILLION,
castigar cruelmente a los pobladores de Sukkót y de
Le nouveau Psautier du Bréviaire romain, 2.11 ed., París 1913. V
THALHOFER, Erkliirung der Psalmen, 3.ª ed., Regensburgo 1914 y Pénü'él, él mismo mató a Zébah y Salmunna' a ruegos
1923. W. MEYER, Die Psa/men, Paderborn 1916. P. BOYLAN, The de éstos, no sólo para poner fin a sus incursiones anua-
Psalms, 2 vols., Dublín 1920-1924. H. PÉRENNÉS, Les Psaumes, les, sino también para vengar a sus hermanos a quienes
traduits et commentés, París 1922. S. LANDERSDORFER, Die Psal-
men, lateinlsch und deutsch, Regensburgo 1922. K. LEIMBACH, Die los madianitas habían dado muerte en el Tabor.
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PÁRAMO, Los Salmos traducidos del hebreo y anotados, 2.ª ed., San-
seguían a Jesús y atendían a sus necesidades y las del
tander 1949. J. K1SSANE, The Book of Psalms, 2 vols., Dublin 1953. colegio apostólico; pidió que sus hijos se sentaran a la
E. PODECHARD,LePsautier, 3 vols., Lyon 1949-1954. G. CASTELLINO, derecha e izquierda del Maestro en su Reino, y Cristo
l Salmi, Turin 1955. R. TouRNAY, Les Psaumes, en LSB (1955).
la reprendió, aunque Marcos afirma que fueron sus
P. GulCHOU, Les Psaumes commentés par la Bible, París 1957. P.
DRI.TVERS, Les Psaumes, Genres litthaires et thémes doctrinaux, hijos quienes expresaron la petición; asistió como testigo
París 1958, traducidos del holandés. a la Pasión y, con otras mujeres, se trasladó al sepulcro
Autores protestantes. Prescindiendo de los antiguos, reseñamos de Jesucristo y figuró entre los primeros que se entera-
aquí tos modernos más Importantes. F. DELITSCH, Biblischer Kom-
mentar uber die Psalmen, Leipzig 1883. P. DUHM, Die Psalmen
ron de la Resurrección. Los escritores eclesiásticos opi-
erkliirt, Tubinga 1899. A. AHERLICH, Die Psalmen, Berlín 1905. nan de modo diferente sobre su parentesco: que fue
H. SCHMLDT, Die Psalmen, Tubinga 1914. A. F. KIRCHPATRICK, hija de Zacarías, padre de Juan Bautista, de Cleofás,
The Book of Psa/ms, Cambridge 1921. E. KAUTZCH, Die Psalmen,
de un primer matrimonio de san José, etc.
3.ª ed., Tubinga 1922. R. KITTEL, Die Psalmen iibersetzt und er-
klart, Leipzig 1922. H. GUNKEL, Die Psalmen übersetzt und erkldrt , Mt 20,20-21; 27,56; Me lS,40.41; 16,1; ef. Me 10,35-37.
Gotinga 1926-1927. J. M. P. SMITH, The Psa/ms, Chieago 1927.
H. GUNKEL, Einleitung in die Psalmen, Gotinga 1928, 1933. W. Bibl.: NrCÉFORO, Hist. eccl., 2,3, en PG, 145, 760. EUSEBIO,
BARNES, The Psa/ms, Londres 1931. A. WEISER, Die Psalmen aus- Hist. eccl., 3,11; 4,22, en PG, 20,248.380. 'EPIFANIO, Haer., 78,9,
en PG, 42,712. Cf. también los Comentarios a los evangelios,
gewiilt, iiberset zt und erk/iirt, Gotinga 1935.
loe. cit.
S. DEL PÁRAMO
2. Hija de Herodías y de Herodes Filipo. Herodías
SALMOS PENITENCIALES. Se llama así a un abandonó a su marido y se unió a Herodes Antipas,
grupo de siete salmos (6,32,38,51,102,130 y 143), que hermano de Filipo y ejerció sobre él una maligna infíuen-

385 386
SALOMÉ

cía. Contra los adúlteros clamó Juan Bautista, a quien SALOMÓN (heb. sel6m6h; LOAWµwv, LOAoµwv; Vg,
encarceló Antipas en Maqueronte, al este del Jordán. Saloman). Rey de Israel que debió ocupar el trono desde
Herodías, que esperaba la ocasión de dar muerte al el año 970 al 931 A.c. Era hijo del rey David y de su
santo, hizo bailar a Salomé en un festín, lo cual agradó esposa predilecta Betsabé, que fue en un tiempo esposa
tanto al monarca, que le ofreció la mitad de su reino de Urías, oficial del ejército real.
Por instigación de su madre, exigió la cabeza del Bautista. Los últimos días del reinado de David fueron turbu-
Los evangelios no le dan más nombres que el de xopéxnov lentos a causa de la debilidad y achaques del viejo rey,
(«muchacha»). Casó con Filipo, tetrarca de Iturea, tío hasta el punto de que Salomón estuvo en peligro de no
suyo, y después con su primo Herodes, rey de Cálcide, suceder a su padre, a pesar de que éste le había prometido
del que tuvo tres hijos. Según una leyenda, murió de- el reino. Adonías, como primogénito de David, estaba
capitada al caer en un río helado. dispuesto a proclamarse rey de Israel y así lo hizo antes
Mt 14,3-6; Me 6,17-28; Le 3,19-20. de morir su padre, apoyado por los personajes más in-
fluyentes de la corte, entre los que se hallaban el sumo
Bibl.: NICÉF0R0, Hist. eccl., 1,20, en PG, 145, 692. F. M.
ABEL, Histoire de la Palestine, l, París 1952. G, RICCIOTTI, Vida sacerdote Abiatar y el famoso general Joab. La reac-
de Jesucristo, Barcelona 1954 (trad. cast.). ción rápida y perspicaz de Betsabé salvó a su hijo Salo-
P. ESTELRICH món. Enterada de la difícil situación se llegó al viejo

Región de Kábül, en la zona de Galilea, en donde existían veinte ciudades que Salomón concedió a Hlrárn

387 388
SALOMÓN

rey y le suplicó con lágrimas en los ojos que cumpliera David murió al poco tiempo, no sin antes hacer algunas
lo que ya le había prometido en otras ocasiones, a saber, recomendaciones especiales a su hijo Salomón en torno
que cediera el trono a su hijo Salomón. David, que no a la política que debía seguir en el futuro, especialmente
podía negar nada a la mujer más querida de su harén por lo que se refería a la actitud frente a los principales
y que tanto había significado hasta entonces en su vida, personajes de la corte.
aunque viejo y achacoso tuvo aún fuerzas para decretar En efecto, al poco tiempo volvió a inquietarse el am-
su última ley. Mandó llegarse allí a Salomón, y entonces biente, y Adonías, apoyado por el sumo sacerdote
el rey, despojándose de sus enseñas reales, le hizo sentar Abiatar y por Joab, comenzó a conspirar contra el rey,
sobre su trono. El acto fue definitivo y tuvo la repercu- pretendiendo casarse con la última esposa de David, la
sión que se pensaba. Como a favor de Salomón estaban sunammita 'Ábisag, lo cual podía interpretarse entre los
además el profeta Nátán, el sacerdote Sádóq, Bénáyáhü orientales como símbolo de «continuidad» en el trono
y la guardia personal de David, el pueblo aceptó en- de su padre.
tusiásticamente al nuevo rey, y Adonías, que se hallaba Salomón actuó con energía. Dio muerte a su hermano
celebrando su propia proclamación, tuvo que huir y y a Joab, y desterró al sumo sacerdote, siendo éste
refugiarse en el santuario, implorando el perdón de sustituido porSádóq. Bénáyáhü pasó a suceder a Joab
su hermano, que le fue concedido en esta ocasión. como primer ministro del reino y general en jefe de los

de Tiro, en pago de sus aportaciones de materiales y técnicos para las construcciones salomónicas. (Foto Orient Press)

' 389 390


SALOMÓN

Tell Gazer, lugar en donde estuvo situada la ciudad de Gézer, ciudad que el faraón Siamón (?) dio a su hija,
esposa de Salomón, quien la reedificó. (Foto Orient Press)

ejércitos. Después de esto, y una vez asegurada la esta- Por lo que se refiere a sus relaciones con el exterior,
hilidad del trono, el nuevo rey dedicó a Yahweh mil Salomón figuró como un rey de indiscutible prestigio
holocaustos, en uno de los santuarios más famosos y de gran habilidad diplomática. Pactó con el faraón
del país, en Gabaón, según correspondía a la magnifi- egipcio Siamón (?),dela XXI dinastía, el cual le cedió en
cencia y al poder del hijo y sucesor del rey David. matrimonio a su hija, distinción que los faraones solían
Israel en los tiempos de David se había convertido sólo hacer con los grandes monarcas orientales. Pero
en una nación relativamente poderosa y que, si en ex- no sólo de Egipto, sino de otros países acudieron al
tensión y riqueza no era pródiga, resultaba especial- palacio real mujeres principales que pasaban a formar
mente importante por razón de su situación estratégica parte de la corte. Es más, el rey sentía vanagloria por
en el Oriente Medio, en el paso forzado de las comuni- lo variado y cosmopolita de su harén - tenía mil mu-
caciones entre el imperio Asirio y Egipto. Salomón no jeres - lo que fue más tarde una de las causas de su
era guerrero como su padre y su misión como gober- ruina, ya que, por complacer a las mujeres extranjeras,
nante consistió en mantener las conquistas y el prestigio permitió cultos idolátricos en Israel y hasta el mismo
de David, más con la habilidad y la diplomacia que con rey en persona llegó a participar en ellos.
las armas. Era un hombre de extraordinario talento Muy conocida es la visita al rey de la reina de Saba,
y de un gran carácter organizador, siendo su obsesión en Arabia, y cómo ella, para comprobar la proverbial
la ostentación y el embellecimiento de las ciudades sabiduría de Salomón, le hizo un largo interrogatorio
de su país y más concretamente de la ciudad de Jeru- con preguntas difíciles, a las que contestó el sabio con
salén. Pero no se crea, sin embargo, que descuidó el asombro de todos y de la misma reina.
el aspecto militar. Fortificó las ciudades fronterizas como La política exterior de Salomón estaba además ínti-
Hásór, Gézer y Támár, y aquellas que por su situación mamente vinculada al comercio, una de las principales
estratégica podían ser claves en caso de un conflicto fuentes de riqueza en Israel. Salomón se valió de la com-
bélico, como Megiddo. Además introdujo en el ejército pra de caballos en Cilicia para después venderlos a los
israelita una modalidad de arma muy importante: el sirohititas y al reino arameo de Damasco. Por otra parte,
carro de combate. Para eso compró grandes manadas el lazo de amistad que unía a Israel con Fenicia, a través
de caballos, que importó de Asia Menor e hizo construir de sus dos reyes - Salomón e Hirám de Tiro - era
enormes caballerizas en las principales ciudades en donde grande y en extremo provechosa para ambos. Salomón
había guarnición militar. disponía así de la madera abundante del Líbano y de

391 392
SALOMÓN

los artistas fenicios para solucionar el problema de sus De aquí se pasaba, a través de una puerta cubierta de
grandes construcciones. Por su parte, Hirám contaba velos, al llamado «santo de los santos», lugar en donde
con una buena y segura fuente de ingresos. Además, sólo entraba el sumo sacerdote una vez al año. Allí
el rey fenicio había puesto al servicio de Salomón en tinieblas absolutas se encontraba la famosa Arca
expertos marinos, que éste utilizó para importantes ex- de la Alianza, que contenía las tablas de la Ley, y acaso
pediciones comerciales a lo largo del mar Rojo y proba- también la vara de Aarón y restos del maná del desierto.
blemente del océano índico. Las grandes naves israelíes Custodiando el Arca había dos colosales querubines de
- las naves de Tarsís o de gran tonelaje - llegaban madera recubierta de oro, cuya altura sobrepasaba los
cada tres años, cargadas de riquezas exóticas del leiano : 5 m. Sus alas se tocaban por encima del arca.
puerto, 'Ófir, colonia israelita, cuya situación nos es aún El edificio, en fin, era de unos 36,50 m de longitud
desconocida, y que debe situarse en el Índico, bien sea por 11 de anchura, y su altura superaba los 17 m. A
en la costa continental africana o en Madagascar, o ambos lados contaba con habitaciones de servicios. El
bien en la India o en el sur de Arabia. El puerto israelita santuario estaba rodeado de un enorme pórtico de
de partida era "Esyón Géber en el golfo Elanítico. Re- columnas. En el patio estaba el altar de los holocaustos
cientes excavaciones han puesto a la vista las ruinas y el llamado «mar de bronce» o gran piscina, destinada
de esta ciudad, y entre sus instalaciones han aparecido a las purificaciones rituales. Otras series de coh mnatas y
algunas destinadas a la fundición de mineral en gran patios, cada vez mayores, completaban la suntuosa cons-
escala, sin duda proveniente de las 'minas de Arabia. trucción del Templo, verdadero derroche de riquezas y
Pero tal vez lo que más distinguió al rey Salomón orgullo de la nación israelita 1.
fue su fiebre constructora, muy de acuerdo con la Todas estas obras suponían enormes dispendios. Es
mentalidad de los reyes orientales de entonces. Decidi- verdad que Israel en aquella época era un país rico, a
damente constituyó a Jerusalén como capital del reino, causa especialmente del comercio, y que «la plata en
siguiendo en esto la tradición de su padre. Allí cons- Jerusalén abundaba tanto como las piedras», pero sin
truyó grandes palacios, entre ellos el llamado «Bosque embargo, los gastos iban creciendo tanto que la econo-
del Líbano», a causa de su arquitectura esencialmente mía real empezaba a resentirse. Salomón, previendo esto,
basada en el empleo de grandes columnas. Medía la había organizado un sistema fiscal de fuertes impuestos
casa 55 m de longitud por 27,50 de anchura, y su altura en todo el país. Para ello, dividió el reino en doce terri-
llegaba hasta los 16 m. Teniendo en cuenta que era torios, que no coincidían exactamente con las doce
solamente un edificio de planta única, y que al parecer antiguas tribus, pues estos distritos se habían creado
consistía simplemente en un gran salón, se comprenderá con un criterio puramente económico y respondían
que las dimensiones eran de importancia. El entabla- más bien a las posibilidades económicas de las distintas
mento estaba sustentado por cuarenta y cinco columnas, regiones. No sabemos las razones que movieron a Salo-
que daban a la gran sala el aspecto de un bosque. Era
probablemente la sala de recepciones del rey. Junto
a este edificio había una sala de espera, llamada «atrio Mapa de los doce distritos salomónicos
de las columnas», y finalmente una «sala del trono»,
cuyo objeto más precioso naturalmente era la silla del
rey, cubierta de un baldaquino, elevada por varios
escalones sobre el pavimento y rodeada de doce fan-
tásticas I sculturas de leones. El trono era todo de marfil.
Además de estos edificios oficiales, Salomón levantó
su propio palacio, lleno de esplendor y rebosante de
riquezas, donde tenía las dependencias para todo su
harén. Sólo su primera esposa, la hija del rey egipcio.
ocupaba con sus esclavas medio palacio.
Sin embargo, la obra arquitectónica más importante
de Salomón fue el Templo de Yahweh sobre el monte
Móriyyáh. Entonces la ciudad de Jerusalén se reducía a
la colina de "Ófel, y el monte Móriyyáh no era más que la
prolongación de la misma. Salomón quiso unificar el ·
culto divino, haciendo un solo templo. Para ello escogió
el Móriyyáh como lugar más adecuado urbanísticamente
y porque el monte tenía ya tradición teofánica, ya que allí
en los tiempos de David se había aparecido el ángel de
Yahweh anunciando el fin de la peste, castigo de Dios
contra Israel.
El Templo era un gran santuario, a cuya puerta
había dos grandes columnas de bronce. Dentro se ha-
llaba el «santo», lugar donde estaba el altar de los per-
fumes, la mesa de los panes. de la proposición y diez
candelabros. Esta sala, de techo muy alto, estaba ilu-
minada por grandes ventales en lo alto de las paredes.

393 394
VT. 1,
SALOMÓN
món para no incluir en los distritos al antiguo territorio Por otra parte, se dice asirmsmo que codificó sus sen-
de la tribu de sus mayores, la de Judá, situada al sur del tencias filosóficas hasta la suma de tres mil proverbios
país. De todos modos, esto debió de suscitar recelos y y que entre su producción literaria se contaban también
sospechas entre las gentes del norte. mil cinco poemas.
Salomón era, además de un talento organizador y Sin embargo, el esplendor del reinado de Salomón
político, un hombre de un entendimiento y una cultura estaba condenado, llevaba en sí mismo el germen de la
extraordinarios, y así ha pasado a la posteridad la pro- ruina. Ya indicamos que en los últimos tiempos de
verbial sabiduría de Salomón. En la administración de la vida del rey, su ferviente yahwismo había disminuido
la justicia en su gobierno causó admiración su intuición tanto bajo la presión de sus mujeres extranjeras, que no
psicológica, haciéndose famosa la sentencia real sobre tenía inconveniente en sacrificar y levantar santuarios a
una contienda entre dos rameras, cada una de las cua- divinidades paganas. Esto, naturalmente, fue mal mirado
les reclamaba como suyo un niño. Había ocurrido que, por el pueblo, fiel a sus sentimientos religiosos. Por otra
estando durmiendo ambas en una misma habitación y parte, su política exterior comenzó a sentirse insegura,
siendo cada una de ellas poseedora de un hijo de la cuando la XXI dinastía egipcia, emparentada con Salo-
misma edad, la una ahogó al suyo sin querer, y ésta, món, fue derrocada por el golpe de estado del jefe de
sin que se diera cuenta su vecina que dormía, cambió la guardia libia Sesonq, constituyéndose en rey y creando
su hijo por el otro, dejando el muerto a su compañera. una nueva dinastía. Además, los gastos provocados por
Al día siguiente, las dos reclamaban por suyo el único tantas construcciones y por el boato de la corte salo-
niño vivo. Salomón entonces ordenó descuartizar al mónica llegaron a ser tan crecidos que el rey, por falta
niño y dar la mitad a cada una, lo que no consintió la de dinero, se vio obligado a ceder una pequeña parte
verdadera madre, que prefirió se lo entregaran vivo a del territorio norte del país, la región de Kábül con sus
la otra mujer. Esto fue una prueba definitiva de quién ciudades colindantes al rey fenicio de Tiro. Evidentemen-
era, en efecto, la auténtica madre y quién de las dos había te, esto era ya un mal síntoma y, por si acaso fuera
cometido el fraude. poco, en el pueblo iba creciendo el descontento a causa
Sobre la cultura científica del rey sabemos que conocía de los tributos, y hasta se iniciaron algunos movimientos
e incluso había escrito tratados de botánica y zoología. revolucionarios, que el rey quiso cortar con energía. No

Salomón empleó gran cantidad de piedra en la construcción del Templo, así como en todas sus demás obras
y reedificaciones. Vista parcial de las canteras salomónicas en el Wádí Falláh, en el Carmelo. (Foto Orient Press)

395 396
Mahánáyirn. Panorámica del extenso campo de ruinas, en el lugar que fue la sede del intendente del séptimo
distrito salomónico. (Foto J. Starcky)
SALOMÓN

obstante, el nuevo faraón egipcio dio asilo político a doepigrafía, dado el carácter de estos libros, como ya
uno de los cabecm:s de la revuelta, Jeroboam. reconocieron san Jerónimo y san Agustín B.
A pesar de todo, el imperio salomónico se mantuvo AAm. [ud., 8,6,2. BPL, 28, 557; De ctv. Dei, 18, 20.
íntegro y aparentemente esplendoroso hasta el momento 11 Re 4,1-20. '2 Sm 14,20. '1 Re 2,6.9; 1 Cr 22,12. '1 Re 3,9.
de la muerte del rey, que acaeció probablemente el 51 Re 3,12. '1 Re 3,16-27. '1 Re 5,13-14. • 1 Re 5,21. 'l Re 10,3.
año 931 A.c. A partir de entonces, estallaría ya de una "Prov 10,1-22,16 y caps. 25-29.
forma violenta todo el combustible acumulado durante De acuerdo con los datos de Reyes y Proverbios, po-
el largo, próspero y discutible gobierno del rey Salomón. demos distinguir cuatro facetas de la sabiduría de
'Cf. 1 Re caps. 1-11; 1 Cr caps. 28-29, y 2 Cr caps. 1-9. Salomón:
Bibl.: L. DANNEFELD, Histoire d'Israel et de l'Ancient Orteat, a) sabiduría para gobernar (juicio de las dos rameras);
París 1935. G. R!CCIOT11, Historia de Israel, Barcelona 1947 (trad. b) cultura enciclopédica de las ciencias naturales (zoo-
esp.). M. NOTH, Geschichte Israels, Gotinga 1950. F. THIER·
BERGER, Le Roi Solomon et son temps, París 1957 (trad. fr.), J.
logía y botánica);
BRIGHT, A History of Israel, Londres 1960. e) inspiración lírica (parábolas, mésálim, y cánticos,
J. GONZÁLEZ ECHEGARAY
sirim).
d) agudeza para resolver enigmas (f:¡idot).
SALOMÓN, Sabiduría de. Salomón es representado No son pocos los críticos y exegetas que ponen en
en la tradición bíblica como el iniciador y máximo ex- duda la base histórica de la fama sapiencial de Salomón.
ponente de la literatura sapiencial. Su nombre va unido Así R. B. Scott sostiene que la visión de Gabaón 1 es
a libros canónicos (Cantar, Proverbios, Eclesiastés y un relato legendario; el juicio de las rameras, un ele-
Sabiduría) y a obras apócrifas de fechas tardías (Salmos mento folklórico que se encuentra en muchas literaturas;
de Salomón, Odas, Testamento). la cultura en ciencias naturales es una inserción tardía
En su palacio real, modelado según el patrón de las para completar la figura brillante del monarca; la visita
grandes cortes vecinas, se mencionan los consejeros de la reina de Saba recuerda demasiado la imaginería y
oficiales, historiadores, escribas, y un crecido número el lenguaje de libros tan fantásticos como Ester y Daniel.
de funcionarios reales1• Todo su largo reinado lleva el Pero los argumentos aducidos por Scott no son
sello de la ilustración cultural con una política de fron- tan sólidos como radicales sus conclusiones. Aun ad-
teras abiertas, dentro de una fuerte centralización en mitiendo que la tradición oral haya deformado algunos
lo interior. hechos y que el género hiperbólico esté ampliamente
David, su padre, que había sido favorecido con una representado, no parece se pueda negar en bloque la
inteligencia natural poco común 2, reconoce poco antes historicidad básica de los mismos. A priori es razonable
de morir la precoz sabiduría del joven monarca 3• Pero pensar que la tradición que une el nombre de Salomón
a esta agudeza natural añade Yahweh el don de una con la literatura gnómica ha de tener una base parecida
sabiduría no adquirida, premio a ·1a humilde petición: a la que existe entre Moisés y la Ley. Así lo reconocen
«Da a tu siervo un corazón prudente para juzgar a tu muchos críticos independientes, entre los que podemos
pueblo y poder discernir entre lo bueno y lo malo»>, citar a Kittel, Skinner, Rankin, Gemser, Baumgartner,
Escuchó Yahweh la prudente petición del rey que Sellin, Robinson, etc. «La existencia de una literatura
no implora larga vida ni riquezas: «Y o te concedo lo sapiencial en la corte de Salomón, en la que el mismo
que me has pedido y te doy un corazón sabio e intelí- rey tuvo sin duda un lugar preferente, es un hecho to-
gente, tal como antes de ti no ha habido otro ni lo habrá talmente demostradov=. Las buenas relaciones existen-
en adelante después de ti»5 • Y el hagiógrafo nos pone tes con Egipto, culminadas por el matrimonio de la hija
I' ante los ojos la prueba fehaciente de que la palabra de
Yahweh estaba cumplida: el juicio de las dos rameras 6.
del faraón con el joven monarca israelita 2, hacen perfec-
tamente verosímil que también en el campo de la litera-
¡r La continuación lógica de 1 Re 3,12 se halla en 5,9 tura sapiencial - tan cultivada en la corte egipcia -
(Vg. 4,29), donde se detalla el objeto y extensión de la se haya sentido el influjo de ésta, en Jerusalén.
sabiduría de Salomón. «La sabiduría de Salomón sobre- A favor de la antigüedad de las tradiciones del libro
pasaba la de todos los hijos del Oriente, y la sabiduría primero de Reyes, está el carácter más bien «profano»,
toda del Egipto ... profirió tres mil parábolas, y sus can- que aflora en el relato del juicio", ·
tos fueron mil cinco; disertó acerca de los árboles ... No hay recurso alguno a las tradicionales fórmulas
acerca de los animales, de las aves, de los reptiles y los clásicas, de carácter sacro, establecidas en Éx 22,29
peces»7• (juramento ante Yahweh) o en Jos 7,14 (fórmula de las
La sabiduría de Salomón es elogiada por Hírám de suertes).
Tiro 8 y su fama se extendió a todos los pueblos vecinos. El pasaje de la visión en Gabaón • es sin duda de ori-
El episodio de la reina de Saba viene a ser la prueba de gen predeuteronomista, ya que habla de los sacrificios
ello. Según F. Josefo, la reina se llamaba Nikaule y ofrecidos por Salomón sobre «el altar de aquel san-
era soberana de Egipto y Btiopía «A todas sus pre-
é.
tuario». Ningún redactor deuteronomista hubiese citado
guntas respondió Salomón sin que hubiese nada que el ese detalle, tan contrario a su mentalidad sobre la uni-
rey no supiese explicarle»", dad de altar, si éste no se encontrase en la tradición
Las secciones II y V de Proverbios!", tradicionalmente primitiva.
atribuidas a Salomón completan los testimonios bíblicos AE. E1ssFELDT, Einleitung in das Alte Testament , 2.ª ed., Tubinga
sobre su sabiduría. La supuesta paternidad salomónica 1956, pág. 527.
11 Re 3,4 y sigs. 1 Re 3, l.
2 '1 Re 3,16-28. '1 Re 3,4-14.
de Cantar, Eclesiastés y Sabiduría obedece a una pseu-
400
399
SALTERIO LATINO

Bibl.: H. GRESSMANN, Das salomonische Urteil, en Deutsche noventa y dos1. Tanto por su denominación como
Rundschau, 130, Berlín 1907, págs. 212-228. J. G. FRAZER, Folklore por su asociación a los netineos, puede considerarse
in the O.T., Londres 1918, JI, cap. 11. A. CHASTEL, La /égende
de la reine de Saba, en RHR, 119 (1939), págs. 204-225. A. ALT, que pertenecían a la clase servil. Algunos de sus nom-
Die Weisheit Salamos, en ThLZ, 76 (1951), págs. 139-144. M. bres tienen una apariencia extraña al hebreo y parecen
NOTH, Die Bencdhrung van Salamos «Gottlicher Weisheit, en VT, indicar un pueblo o tribu. Quizá eran descendientes de
supl, 3 (1955), págs. 225-237. R. B. scorr, Saloman and the Be-
ginnings of Wisdom in Israel, en VT, sup!. 3 (1955), págs. 262-279.
los cananeos de distinto origen, a los que, sin ser escla-
L. GINZBERG, The Legends of Jews, Nueva York 1956, págs. 553- vos, Salomón obligó «al tributo de servicio» (le-mas
578. E. DRIOTON, Le Livre des Proverbes et la Sagesse d'Améné- '6bed; Vg. tributarii), en la construcción del Templo
mopé, I, París-Gembloux 1959, págs. 229-241. y de y de otros edificios espléndidos 2.
J. M.ª G. TUÑÓN 1Esd 2,55-58; Neh 7,57-60. 21 Re 5,15-20; 9,20-21.
SALOMÓN, Salmos de. Estos salmos, en número Bibl.: l. MENDELSOHN, State Slavery in Ancient Palestine, en
de dieciocho, que se conservan en griego, se aditaron BASOR, 85 (1942), págs. 14-17.
R. FUSTÉ
por vez primera en Lyon, en 1626, por obra del jesuita
español Juan Luis de la Cerda. Muchas iglesias cris-
tianas los consideraron canónicos durante algún tiempo; SALTERIO. En castellano, título que equivale al li-
se han conservado en algunos mss. de la Biblia griega, bro de los Salmos (->- Salmos, Libro de los).
pero el texto original debió de ser hebreo. Los sucesos
que produjeron la intervención de los romanos en los SALTERIO LATINO, Nueva versión del. La última
asuntos judíos, en el año 63 A.c., se encuentran en el versión latina oficial del Salterio se denomina también
origen de esta pequeña colección: la lucha entre los dos «piana» (Psalterium Pianum), del papa que encargó su
hermanos Aristóbulo II e Hircano 11, el recurso a realización y la aprobó una vez llevada a término. El
Pompeyo para poner fin a su litigio, la resistencia de origen y la razón de ser del nuevo Salterio se hallan
Aristóbulo en el Templo y la disminución del estado explicados en el mismo documento pontificio de su pro-
de Hircano 11, privado del título de rey. mulgación.
El poeta ve en los romanos el instrumento providen- Pío XII, en el motu propio In cotidianis precibus,
cial de la anulación de la ilegítima dinastía de los asmo- del 24 de marzo ele 1945, expone entre otras las siguien-
neos, a los que reprocha «por haberse adueñado del tes razones. La versión latina del Salterio hasta entonces
trono de David y haberle sustituido con orgullo»>, empleada en la Iglesia católica (llamada Psalterium
«frecuentar el altar del Señor al salir de sus inmundi- Gallicanum) procedía del hebreo a través del griego, del
cias» 2 y entregarse a los vicios más abominables3• Un griego pasó al latín. Era una versión literalista que
salmo describe con pinceladas inequívocas la llegada de había sufrido diversas correcciones y perfeccionamientos,
Pompeyo ante Jerusalén, como justiciero4• Debió de especialmente por mano de san Jerónimo. Pero en ella
redactarse poco después de los sucesos del 63. Más quedaron las faltas de interpretación que ya tenía el
tarde, en el Sal 2, el tono cambia: Pompeyo aparece griego. Esto hizo que fuera oscura de sentido. El mismo
en él como el profanador del santuario y el poeta des- Jerónimo vio estas dificultades y terminó una versión
cribe su asesinato «en las colinas de Egipto»5, hecho nueva, hecha directamente del hebreo, que no pasó
que se sitúa en el 48 A.C. nunca al uso de la Iglesia. En estos tiempos actuales se
La época de composición de estos salmos no es, por conocen mucho mejor las lenguas orientales antiguas,
tanto, dudosa: unos datan del año 63 y otros del 48. en particular el hebreo, y además las leyes del ritmo y
Se está de acuerdo en reconocer que su autor fue un la crítica textual. De este modo se han logrado traduc-
fariseo, siendo el título Salmos de Salomón pseudo- ciones de cánticos bíblicos, hechas sobre los textos pri-
epigráfico. Éste encama el ideal de los fariseos, a los migenios a las lenguas modernas, que hacen resaltar
que se califica de «santos», en oposición a los «pecado- en gran manera la claridad del sentido, la belleza poé-
res», los asmoneos y sus partidarios. Se espera un tica de la composición y la amplitud de la doctrina.
Mesías davídico, que es exactamente lo opuesto a los Por éstos y otros motivos, el papa Pío XII dispuso que
asmoneos6• se preparara una versión nueva del Salterio, sacada de
los textos originales, que tuviese en cuenta, mientras
Sal 17,8. '8,13. 38,8 y sigs. '8,16. '2,30. º17,37-40.
1
fuella posible, la versión latina Vg. y las restantes ver-
Bibl.: Texto griego: H. B. SwETE, Septuaginta, 111, 2.• ed.,
Cambridge 1889, págs. 765-787. A. RAHLFS, Septuaginta, IT, Stutt- siones antiguas. Sin embargo, dado que el texto hebreo
gart 1935, págs. 471-489. a veces es críticamente inseguro se deja a la futura
Texto siríaco: J. RENDEL HARRIS, The O des and Psalms of Salo- investigación perfeccionar la obra realizada. Empren-
man, Cambridge 1909. dida y terminada por profesores jesuitas del Pontificio
Traducciones y comentarios: H. E. RYLE - M. R. JAMES, Psalms
of the Pharisees Commonly Called of Saloman, Cambridge issr. lstituto Biblico de Roma, Pío XII concede que se pueda
J. VtTEAU, Les Psaumes de Saloman, París 1911, con bibliografía. utilizar en la recitación privada y pública del Oficio
K. G. KUHN, Die aiteste Textgestalt der Psalmen Salamos, 1937. Divine>. De hecho, pues, hasta nuestros días, ha
, M. DELCOR coexistido el uso de la versión antigua y de la nueva.
(->- Salmos, Libro de los, § 9).
SALOMÓN, Siervos de (heb. "abdé sel6m6h; viol La nueva versión fue editada en 1944 y en seguida
6oúAc.vv 2aAc.vµwv; Vg. servi Salomonis), Personas no tuvo"que reeditarse A. Sirvió para las ediciones tipo de
identificadas. Sus hijos regresaron de la Cautividad la imprenta Poliglota Vaticana.
babilónica con Zorobabel, mezclados con los netineos. El Psalterium Pianum ofrece los siguientes trozos bí-
La suma total de unos y otros ascendía a trescientos blicos traducidos del original, hebreo o griego: los 150

401 402
SALTERIO LATINO

salmos, dos cánticos de Moisés1; el cántico de Ana 2, 'Is 12,1-6. 'Is 38,10-22. 'Is 45,15-25. "Jer 31,10-14. 11Dan
el cántico de David 3, el cántico de Tobit4, el cántico 3,52-88, en el griego. 12Hab 3,2-19. "Le 1,46-55. "Le 1,68-79.
de Judit>, el cántico del Eclesiástico", un cántico de Bibl.: S. DEL PÁRAMO, La nueva traducción del Salterio, en ST,
34 (1946), págs. 276-280, 592-598. J. PRADO, Nuevo Salterio latino-
Isaías", el cántico de Ezequías8 , otro cántico de Isaías ", español, Madrid 1948, pág. 416.
el cántico de Jeremías-", el cántico de los tres jóve- S. BARTINA
nes-', el cántico de Habacuc-", el Magnificat+ y el Bene-
dictus=, SALTl'EL (foí\a.911'¡í\; Vg. Salathiel). -+ Se'alti'el.
La disposición, en cada salmo o cántico, es la síguien-
te: precede la división de la pieza literaria por partes SÁLÜ' («devolución»?, «pago»?; ár. salara; Iaí\µwv;
y sus nexos; sigue la versión latina, dispuesta por es- Vg. Salu). Padre de Zimri, jefe de una familia de la
ticos; van finalmente notas críticas y notas aclaratorias tribu de Simeón1• En otro pasaje de la SE se le llama
con sobriedad suficiente y denso contenido. Salom (Iaí\óµ; Vg. Salom)2•
En los prolegómenos se deuica una sección II a expli- 1
Nm 25, 14. ' 1 Mac 2,26.
car los criterios que han servido de base a la nueva ver- Bibl.: NOTH, 992, págs. 174, 252.
sión. Ante todo se exponen los principios seguidos
para la restitución del texto según la crítica textual; SALUD (heb. rafa' y nerivados ; vy1eía; Vg. sanitas).
luego se dice que se eliminaron de la lengua y dicción En sentido religioso-escatológico, el término castellano
latinas los semitismos admitidos en anteriores versiones salud equivale a -+ salvación (cco-rnpí«), en la que se
y se temperaron los tiempos verbales, que si se traducen condensa toda la actividad benéfica de Dios sobre el
literalmente son incongruentes en la sucesión de los hombre.
modos y tiempos latinos; se declara que se ha preten- En sentido físico, la salud, que se identifica con el
dido una lengua latina «llana y fácil que se acerque bienestar fisiológico y la prosperícad material y espiri-
a la Iatinidao de la edad mejor más que a la de tiempos tual, los hombres de la Biblia la valoran máximamente
posteriores» (pág. XXI). Con todo se han conservado como favor extraordinario de Dios y el frecuente -+ sa-
algunas palabras o sentidos de palabras no tan castiza- ludo (siilom, «paz») social apunta en primer término a
mente latinas, pero que en la religión cristiana o en la la salud corporal, aunque posteriormente se amplía
israelitica adquirieron un sentido propio especial. hasta la perspectiva espiritual, pero entonces el hebreo
La literatura que siguió a esta obra breve en sí y fun- más que en salud, piensa y habla de paz.
damental fue inmensa, imposible de reseñar. Una parte C. WAU
es de carácter explicativo o expositivo c; otra de franca
alabanza>: otra propone nuevos perfeccionamientos u SALUDO. El hombre bíblico es un ser social y,
opone reparos P. Éstos pueden reducirse a dos funda- como todos los orientales, cortés y conservador, para
mentales: el poco cuidado que se ha tenido del latín el que cuentan en gran manera los saludos y fórmulas
cristiano, que aunque decadente e imperfecto, por ser de cortesía, que logran su máxima expresión en los de-
una corrupción posterior del clásico, es venerable por beres sagrados de la hospitalidad.
ser vehículo de la primera tradición cristiana (así, p. ej., Sin embargo, no dispone el vocabulario hebreo de
cf, la revista Vigiliae Christianae, especialmente C. un término que designe el saludo en general como el
Mohrmann), y luego la dificultosa acomodación de la griego áo-1Tao-µós - sólo una vez se encuentra en LXX
versión nueva a los modos músicos de la liturgia tradi- y diez veces en el NT- y el latín salutatio, El hebreo
cional. suple tal deficiencia del término abstracto con el verbo
Últimamente, en la constitución del Concilio Ecumé- «bendecir» que es desear el bien de parte de Dios1 y
nico Vaticano II sobre Sagrada Liturgia (4 de diciembre con la expresión «preguntar (por) la paz», sii'al sálám",
de 1963) se declara (cap. IV, n.0 91): «El trabajo de que tiene su equivalente en el ac. sa'iilu sulmu. En el
revisión del Salterio, felizmente comenzado, se lleve a arameo se encuentra la fórmula <<mucha (toda) paz»
conclusión, teniendo en cuenta la latinidad cristiana, el - seliimii' kullá" - como equivalente a nuestro «muchos
uso litúrgico incluso en el canto, lo mismo que toda· la saludos»! si bien con una carga de religiosidad que no
tradición de la Iglesia latina» F. se encuentra en nuestra fórmula.
AAAS, 37 (1945), págs. 65-67. BLiber Psalmorum cum Canticis Concretamente, los hebreos saludaban con la fórmula
Breviarti Romani, nova e textibus primigeniis interpret atio latina cum habitual - que todavía conservan - de «paz a ti» o
notis critícís et exegeticis cura Professorum Pontificii Instituti Biblici «la paz sea contigo» - siilom lekii - y también «Yah-
edita (editio altera}, Roma 1945, págs. 24-350. CA. BEA, El nu¿vo
Salterio latino, aclaraciones sobre el origen y el espíritu de la traduc-
weh sea contigo» o «Yahweh te bendigas". La ver-
ción, Barcelona 1947, págs. 186; íd., I primi dieci anní del nuovo sión literal griega eip,'¡vri 0-01 (vuív) no reproduce la
Salterio latino, en Bibl, 36 (1955), págs. 161-181, con bibliografía. psicología del saludo semita, toda vez que la «paz»
ns. BARTINA, «Alabar», no «confesar». Un acierto en la nueva versión griega - contrapuesta a guerra - comporta un esta-
de /ns Salmos, en Estudios Eclesiásticos, 30, Madrid 1956, págs. 37-
66. ER. A[RCONADA], Novum Psalterium, magnum Ecclesiae donum. tismo que es extraño al siilom hebreo que indica en
Qua/ita/es et desiderata, Sbanghai 1946, pág. 50. J. RAMOS, Obser- primer término un bienestar físico y espiritual, que es
vaciones al «Novum Psallerium», en EstB, 16 (1957), págs. 37-81. sinónimo de perfecta felicidad y que no está tan lejos
L. BRATES, Algunas correcciones conjeturales en los Salmos, en Mis-
celánea Bíblica Andrés Fernander, Madrid 1960, págs. 358-361. S. del ave o salve romanos.
BARTINA, El Salmo 78,72 (Vg. 77,72) y la reciente versión latina, Las fórmulas de saludo iban acompañadas de diver-
en EstB, 21 (1962, págs. 311-314. FAAS, 56 (1964), págs. 122-123. sos gestos, tales como levantarse, sobre todo si se tra-
1Éx 15,1-18; Dt 32,1-43. '1 Sm 2,1-10. • 1 Cr 29,10-13. 'Tob taba de saludar a «una cabeza blanca» (anciano) 5,
13,2-9 = Vg. 13,1-9. 'Jdt 16,13-17 = Vg. 16,15-21. 'Eclo 36,1-16. bajar de la montura 6, salir al encuentro de algún recién

403 404
SALUDO

Relieve del templo de Medinet Habu, en el que aparecen unas escenas de las victorias de Ramsés III, a quien
vemos aceptando el saludo de su general y jefe vencedores, que le ofrecen los prisioneros derrotados. (Foto
Lehnert & Landrock, El Cairo)

llegado', besarse o, entre varones, asirse la barba 8• La historia de la primera comunidad testifica la abun-
Tratándose de personajes importantes, y más si nimba- dante práctica que del saludo ejercieron los apóstoles
dos de dignidad religiosa, entraba también en la mani- entre los hermanos y las iglesias locales", El saludo es,
festación de respeto el postrarse en tierra 9 y abrazarles sobre todo abundante en las cartas apostólicas con el
los pies y en algún caso hasta la genuñexión-". Como o:o-1rá~oµai - que originariamente significaba «abra-
todo esto comportaba una morosidad notable, en casos zar» - en las formas de imperativo e indicativo; tam-
de prisa se prescindía del saludo 11. bién es frecuente la fórmula: «El saludo de mi propia
1Cf. Gn 47,7-10; 2 Sm 6,20; 13,25; 1 Cr 16,43; Prov 27,14. -cr, mano»': el apóstol y sus colaboradores saludan a los
Gn 43,27; Éx 18,7; Jue 18,15; 1 Sm 10,4; Jer 15,5, etc. 'Esd 5,7. destinatarios, se saludan las iglesias y hay ruegos de
•Jue 6,12; 19,20; Rut 2,4; Sal 129,8. 'Lv 19,32; Job 29,8. 'Gn transmisión de saludos como manifestación del gozo y
26,64; 1 Sm 25,25. 'Gn 18,2; Le 15,20. 'Gn 29,11; 2 Sm 20,9.
'Gn 33,3; 1 Sm 20,41. 102Re 1,13; 4,27; Mt 27,29; 28,9. 112Re la buena voluntad entre cuantos creen en el Señor. En
4,29. las fórmulas, más que el xaipe, y xaipeTe griegos 8
La religión de Jesús no prohíbe tales muestras de prevale el .fiilóm (slpnvn), la paz, cristianizada con «la
buena educación, antes bien les da un nuevo contenido gracia y la misericordia» de Dios y de Cristo con que
ético al hacer del saludo una manifestación de amor y suelen empezar y concluir todas las epístolas canónicas.
caridad que hay que ejercer incluso con los extraños Como estos saludos - a pesar de su aire de protocolo
y enemigos, puesto que el saludar a los amigos y her- literario - comportaban un real acercamiento, nada
manos entra en las normas de la convivencia natural'. de extraño tiene que vengan prohibidos cuando se tra-
Los personajes del NT ejercitan la cortesía del saludo ta de herejes, cuyo contagio había que evitar ".
que también los ángeles practicaban 2; sólo cuando 1Cf. Mt 5,47. 2Cf. Le 1,29.40; Me 9,15. 'Le 10,4. 'Mt 23,7;
Jesús envía a sus discípulos a misionar les prohíbe que se Me 12,38; Le 11,43; 20,46. 'Mt 10,12-13; Le 10,5. -cr. Act 18,
entretengan a saludar por los caminos3, al igual que 22; 21,1.7.19, etc. 'Cf. Rom cap. 16; 1 Cor 16,19-21; Col 4,10-18;
1 Tes 5,26; 2 Tes 3,17, etc. 8Cf. Act 15,23; 23,26; Sant 1,1. 'Cf.
censura la vanidad de quienes iban a la caza de tales 2Jn 10-11.
muestras de deferencia". Los misioneros debían intro-
ducirse· en el ánimo de los misionandos, saludando al Bibl.:
H. WINDISCH, ácnrá(oµa1 ... , en ThW, I, págs. 494-500.
s. LYONNET, XalpETE KexapnwµÉVT], en Bibl, 20 (1939), págs. 131-
llegar a la casa donde habían de hospedarse y su saludo- 141. I. LANDE, Forme/ha/te Wendungen im AT, Leiden 1949.
bendición, dotado de una fuerza cuasi-sacramental, no
queda nunca sin efecto 5• e.GANCHO

405 406
SALVACIÓN

SALVACIÓN (heb. yasa', etc., vid. infra; crwTT¡pía; un sentido más universal y espiritual. Estas dos notas
Vg. salvatio). Cuando se trata de estudiar el tema de caracterizan en esta época la noción de «salvación»,
la «salvación» se puede hacer a partir de un estudio que adquiere una dimensión universal' y, aunque no
puramente conceptual; en todas las religiones hay una abunden los textos en esta línea, se refiere a un don
idea más o menos precisa de salvación y vista así dentro espiritual 8 y no a un valor puramente político. Por otra
de la Biblia, la idea de salvación involucra otros con- parte, la idea de salvación se une a la de sufrimiento, ya
ceptos teológicos como el de «justificación», «vida eter- que se habrá de operar por el padecimiento del pueblo
na», etc. Al presente se trata no de la salvación en este o de un individuo que lo representa en un momento
sentido, sino más bien de determinar en un plano filo- determinado•.
lógico cuál es el concepto que expresa el término griego 1Sal 34,7; Is 33,2; Jer 14,8. 'I Sm 4,3; 7,8. 'Sal 22,22. •Sal
cco-rspic, en su propia determinación y en cuanto 82,3; Is 11,4; 46,13; 51,56. 'Is 43,11; 45,15.21; Zac 8,7. 'Is 43,3;
distinto de otras ideas afines como la de «justificación», 49,26; 60,16. 'Is 60,1 y sigs.; 16,18. 8Ez 36,29. 'Is 53.
«vida», etc., con las cuales, por otra parte, guarda una En el Salterio, la idea de «salvación» tiene un fondo
relación innegable. marcadamente religioso. Es el «pobre» y el «manso»
1. ANTIGUO TESTAMENTO. En la traducción griega los que son salvados1. El «pobre» es levantado de su
de los LXX, el verbo crwl;eiv corresponde corriente- postración por la salvación de Dios",
mente al vocablo yáso', C~n menos frecuencia a hissil Ésta es la salvación que ha de ser proclamada día
( «liberar»), pálat ( «rescatar»), pádáh. ( «redimir»), háyáñ tras día 3• Situando los distintos Salmos en su Sitz im
(«vivir»). El verbo yiisa" se aplica a Yahweh unas cien Leben litúrgico se puede apreciar hasta qué. punto la
veces, siempre en las formas nif''al o hif'il; de ellas unas salvación invocada en ellos no es una liberación indivi-
cuarenta y siete en el Salterio. dual, sino la salvación colectiva, del pueblo como un
En su sentido etimológico, ya.fo' significa «ser espa- conjunto, y quien la solicita interpreta los destinos del
cioso», «desenvolverse sin obstáculo», «obtener la vic- mismo, o es el Ungido, prefiguración del futuro Mesías,
toria en una batalla»", «Salvar» significa disponer de la para el cual Dios es la roca de salvación 4• En este sentido,
fuerza suficiente para obrar de tal manera que ésta la aportación de Mowinckel es sumamente ilumina-
resulte evicente por su imposición. En este sentido, dora e.
David «salva», imponiendo la obediencia a los pueblos Según esto, la doctrina bíblica de «salvación» en el
vecinos 2• Ateniéndose al resultado de la victoria, «sal- AT se mueve fuera de una preocupación por la inmor-
vación», se determina ésta como liberación. El que talidad personal, como se da en la filosofía religiosa
necesita la salvación es uno que está oprimido y su griega. Tiene más bien un carácter colectivo, al referirse
salvación consiste en verse libre del peligro que le acecha al pueblo de Dios como un todo. No queda en su última
o de la tiranía que le oprime 3. «Salvar a uno» es comuni- perspectiva reducida a las fronteras nacionales; si Israel
carle la fuerza suficiente para obtener esta liberación; es el centro focal de «satería», desde allí irradia a toda
esto constituye el objeto del gríto «hosanna», que eti- la tierra. De esta suerte, brilla la salvación en Sión para
mológicamente significa: «Da la victoria»". Israel como esplendor de Dios 5•
En un plano teológico, la salvación se atribuye a Dios A Cf. Psalmenstudien, 5 vols., Cristiania 1921-1924.
en sus relaciones con Israel. Solamente Él es tan fuerte 1Sal 12,6. 'Sal 69,30. 'Sal 46,2. •Sal 28,8. 'Is 46,13.
que opera por su propia fuerza la «salvación» (victoria,
seguridad, libertad) para sí mismo 5 y para cualquier 2. NUEVO TESTAMENTO. El verbo crcrl;eiv aparece
otro, como es el rey, quien ha de apoyarse en Él para unas 111 veces en el NT, aunque con notable despropor-
obtener la salvación 6• En este aspecto, la «salvación» ción estadística, ya que está totalmente ausente de Gál,
- en su forma más plena - es algo exclusivo de Dios. De 2 Cor, Col, 2 Pe y epístolas de Juan (en cuyo evangelio
ahí que se le llama «el Dios de nuestra salvación»'. aparece una sola vez). El término crwTT¡pía aparece
Dios obra así las victorias de su pueblo, como un todo. unas 45 veces, aunque está ausente de Mt y Me. En Le
se encuentra 4 veces, de las cuales, 3 en el evangelio de
11Sm 14,45. 'ISm 8,14. 'ISm 4,3; 7,8. •Sal 118,25. 'Sal la infancia, una vez en Jn, en 2 Pe y Jds, 2 veces en
88,2; Job 40,9 (Vg. 14). 'Sal 20,6.7.10. 7 1 Cor 16,35; Sal 79,9; las epístolas Pastorales, 7 en Heb y 15 en las epístolas
Is 17,10.
paulinas. De lo cual ya se puede concluir el papel pre-
En una derivación teológica más amplia, el término ponderante que tiene en los escritos de Pablo, compara-
«salvación» adquiere un sentido más vasto: se refiere dos con el resto de la literatura neotestamentaria. Por
a una liberación de la tribulación', ae toda suerte de el momento, prescindimos del término crwTfip que cons-
enemigos 2, de la violencia 3• De forma íntima se unen tituye un problema aparte.
las ideas de «salvación» y «justicia». Dios manifiesta Para percibir el contenido específico de la crwTT]pÍa
su «justicia», «salvando» al humilde. Salir en defensa de en el NT es necesario contraponerla a otros tipos de
una persona ofendida es salvarla; justificar es salvarla 4• «salvación», con los que guarda ciertas analogías más
En la literatura postexílica, la «salvación» se refiere o menos próximas, que indebidamente algunos autores
más particularmente al «resto» que queda del Destierro. han intentado explicar como relaciones de dependencia
Dios es saludado como «salvador» en cuanto conserva respecto de las mismas.
este «resto» y restaura el nuevo Israel 5• En los aconte- a) En las religiones de los misterios se emplean, aunque
cimientos de la historia es donde Israel conoce que Dios no con excesiva frecuencia, los términos crcrl;eiv y crwTri-
es salvador6• Los acontecimientos del Destierro han pu- pía. Las divinidades son llamadas aquí crwTfip o crwTripía
rificado las nociones religiosas de Israel, que adquieren como nombre propio o como epíteto. A ellas se acude

407 408
SALVACIÓN

Pérgamo. Vista de la acrópolis, con el teatro, templo de Dionisos .(fondo izquierda) y murallas. En esta ciudad
alcanzó un notable desarrollo el culto al emperador, como portador de «satería» o salvación. (Foto P. Termes)

en distintos peligros: guerra, enfermedad, peligros del e) El estoicismo divulgado de la época propone también
mar, etc. Pero sobre todo, la crWTT)pÍa tiene una rela- su ideal de <rWTT)pía. Se trata de una realidad más bien
ción estrecha con la muerte; en este sentido adquiere inmanente y esencialmente antropológica; es decir, es el
un matiz escatológico individual. Se refiere a los peligros hombre mismo el que tiene que esforzarse en lograr su
que acechan al alma después de la muerte, garantizando salvación personal -· prácticamente volverse indiferente
el socorro de la divinidad en este instante. Si bien es a las alternativas de la vida - por medio de una trans-
cierto que la expansión de las religiones de los misterios formación psicológica, sin ayuda alguna exterior. En
y los documentos que hacen referencia a las mismas son este aspecto, la «solería» estoica se niega a toda
de una época posterior, en general, a la literatura del trascendencia. En un plano cosmológico también se da
NT, no se ha de olvidar que sus raíces son más antiguas una «sotería» que se atribuye a Júpiter o a los dioses
y retienen elementos anteriores al cristianismo, incor- en general, y no es más que la conservación del universo;
porados al cristianismo en diversas formas de culto. es una salvación de carácter estático y espacial.
b) El culto imperial implica también un concepto de En contraposición a estos tipos de «solería», el NT nos
«sotería». A partir de Alejandro Magno se borran las presenta un concepto que está ambientado en las ideas
fronteras entre el mundo de los dioses y el emperador, del AT, anteriormente expuestas. Como en el AT,
aplicándose a éste títulos antes reservados a las divini- se habla en el NT del «día de salvación»\ «del
dades, como es el de «sotér», El emperador aporta la cuerno de salvación»", del «conocimiento de la salva-
«sotería». Ésta es una afirmación documentalmente ción»", del «escudo de la esperanza de salvaciónx ", de
probada como contemporánea de la literatura del NT. la «salvación de Dios»> y de la «salvación eterna»",
Este orden nuevo de «soteria» aportado por el empe- de la salvación, finalmente, que lleva consigo el hecho de
rador, se enmarca en una circunscripción puramente la filiación divina 7•
temporal. Se trata de la prosperidad, de la paz y del 12Cor 6,2; Is 49,8. 'Le 1,69; Sal 18,3. 'Le 1,77; Jer 31,34.
bienestar político y humano, aunque tenga un carácter '1 Tes 5,8; Ef 6,17; Is 59,17. 'Le 2,30; 3,6; Is 40,5; 52,10. 'Heb
religioso por razón del culto que se tributa al emperador. 5,9; Is 45,17. 'Aet 13,47; Is 49,6.

409 410
SALVACIÓN

La salvación de que se habla en el NT se opera a la salvación como un interés comunitario, ya que sig-
partir de la enfermedad', de la esclavitud 2, de las tinie- nifica el bienestar de toda la comunidad", Israel es la
blas ', de la enajenación existencial", de la opresión de unidad focal de la «salvación», pero ésta se expande a
cualquier tipo•, etc. Sería inexacto, sin embargo, tratar todo el mundo; esta «salvación» universal - del nuevo
de la «salvación» como de un concepto profano apli- Israel - se construye sobre el esquema del viejo Israel,
cado a distintas actividades de Cristo, ya que las cu- como unidad de salvación 7, en el cual se ha dado un
raciones o liberación de formas distintas aparecen como «resto» de salvación que prefigura la «salvación» final 8•
cumplimiento de la salvación anunciada en los profetas Si la salvación se condiciona al bautismo•, éste es
como mesiánica y por ello, con un contenido teológico. a su vez un sacramento esencialmente comunitario, ya
En último término, hay un índice común a que se redu- que opera la incorporación al pueblo de Dios; en este
cen estas formas diversas de salvación si se mira la sentido, la salvación tiene un marco comunitario. Por
opresión interior o exterior del hombre como una con- otra parte, la «salvación» como vida se opone dialéc-
secuencia del pecado y del dominio de la muerte en el tica e históricamente al pecado que lleva consigo la
mundo. Por ello, la «salvación» neotestamentaria se muerte. Ahora bien, el pecado se· presenta como una
polariza en estos tres aspectos fundamentales: liberación realidad que está más allá de lo que supone una grans-
de la destrucción 6, el juicio 7 y la muerte escatológica 8• gresión individual, es en cierta manera un mal corpo-
A partir de aquí, la «salvación» adquiere un sentido rativo'º· De esta suerte, se habla de Cristo como salva-
eminentemente positivo, ya que se presenta como el dor de todo el cuerpo 11 y recibe un título colectivo
paso de la esfera de muerte a la de la vida.". Bajo este («nuesto salvador»)12•
aspecto, la «vida» es el equivalente de la «salvación», 1Rom 5,9; 9,27; 11,26; 13,11; 1 Cor 3,15; 9,22; 1 Tiro 2,4.15.
que con ello supera un significado puramente negativo 'Act 2,47; 1 Cor 1,18. •Ef 2,5.8; 1 Tiro 1,15. 'Rom 5,10; Heb
de liberación de un mal. La salvación neotestamentaria 1,14. 'Roro 11,26. 'Flp 2,12. 'Mt 1,21; Le 1,77. '1 Cor 1,18;
tiene como base la aceptación del evangelio'º y su con- 2Cor 2,15. 'Me 16,16. 10Ef 5,23. 11Rom cap. 5. "2Tes 2,13;
cf. Dt 7,6.8.
fesión 11, de tal suerte que se habla, según esto, del
«evangelio de salvaciónz-". En este sentido, se puede Bibl.: A. HARNACK, Der Hei/and, en ChW, 14 (1900), n.0 2.
H. GRESSMANN, Der Ursprung der israel=jüd. Eschatologie, Gotinga
decir que la salvación ha aparecido ya13 y de ella han 1905. K. ZIEGLER, De precationum apud Graecos Jormis quaestiones
sido hechos partícipes los gentlles-s. selectae, Bratislava 1905. H. LIETZMANN, Der Weltheiland, Bonn
La «salvación» es atribuida a Dios o a su gracia." . 1909. P. SELLIN, Die? israel.siüd. Heilandserwartung, en Bibl . Zeit
und Streitfragen, V, 2-3 (1909). J. SCHNIEWIND, Die Begriffe Worl
Es así como pide san Pablo la salvación de los judíos'"· und Evangelium bei Pau/us, Halle 1910. P. WENDLAND, Hellenistic
Con ello estamos exactamente en la línea del AT, donde Ideas of Salva/ion in the Light of Ancient Anthropology, en American
se presenta la salvación como atributo exclusivo de Journal of Theology, 17, Cbicago 1913, pág. 345 y sigs. E. VON
DOBSCHUTZ, Zeit und Raum im Denken des Urchristentum, en JBL,
Dios. Sin embargo, el NT avanza más, ya que la salva-
41 (1922), pág. 22 y sigs. Tu. HOPPE, Die Idee der Heilsgeschichte
ción se emplaza también en un plano cristológico. bei Paulus, Gütersloh 1926. T. BORNHAUSEN, Der Erloser, Leipzig
Jesucristo es el agente de la salvación. Él es el «prín- 1927. J. JEREMIAS, Er/6ser und Er/6sung im Spiitjudenturn und Ur-
cipe de la salvación» 17 y como Mesías nacido del pueblo christentum, Gotinga 1929. K. MrrrRING, Heilswirklichkeit bei Pau ...
lus, Gütersloh 1929. J. E. FRAME, Paul's Idea of Deliverance, en
judío, a éste se atribuye el origen de la salvación'ª· JBL, 49 (1930), págs. 1-12. R. EPEEL, Le pietisme juif dans les Testa-
En repetidas ocasiones, con un formulario variado se ments des Douze Patriarches, Estrasburgo 1930. K. H. f. FAHLGREN,
le llama «salvador» de la misma manera que a Dios, Sedaka ... im A/ten Testament, Upsala 1932. P. DE AMBROGGI, JI
aunque ello tenga un carácter polémico de una época concetto di salute dei discorsi e ne/le lettere di S. Pietro, Milán 1933.
L. BIELER, 0eios 6:vfip, I, Viena 1935; ll, 1936. J. STIESCH, Die
tardía en la literatura del NT 19. Indirectamente se atri- bib/ische Vorgeschichte der kirchlischen Heilsbegrifs, en Cath, 1-2
buye algunas veces la «salvación» a alguna persona (1938), págs. 10-36. J. GEWIESS, Die uraposto/ische Heílsverkün-
determinada 20• digung nach der Apostelgeschichte, Breslau 1939. C. RYDER SMITH,
The Bible Doctrine of Sa/vation, Londres 1941. J. MACKlNTOSH
1
Mt 9,22; Me 5,34; 6,56; Le 8,48, etc. 'Gál 5,1; 2 Cor 3,17. SHAW, Our Lord and Saviour Jesus Christ, en TT, 2 (1945), págs.
etc. 31Pe2,9. '1Pe2,10;Ef2,12.13;Lcl,77. 'Act7,25. 'Flp 316-328. B. NoAcK, Satanas und Soteria, Copenhague 1948. A.
1,28. "Rom 5,9. 'Heb 5,7. 'Jn 3,16; 10,28; 11,50; 17,12; Rom KIRCHGÜSSNER, Erliisung und Sünd im Neuen Testament, Friburgo
5,10. 10Rom 1,16-17. 11Rom 10,10. 12Ef 1,13. 132Tes 2,13. 1950. F. J. DÜLGER, Der Heiland, en Antike und Christentum, 6,
"Rom 11,11. "Le 2,30; 3,6; Tit 2,11. "Rom 10,1; 1 Tim 1,1; Leipzig 1950, págs. 241-272. w. H. P. HATSCH, SI. Paul's View of
2,3; 4,10; Tit 1,3; 2,10. "Heb 2,10; 5,9. 18Jn 4,42. "Tit 1,4; the Future Life, en Paulus-Hellas-Oikournene, Atenas 1951. L.
2,13; 2 Tim 1,10; 2,13. 201 Cor 9,22; caps. 7 y 16. KoÉHLER, Theologie des A/ten Testaments, Tubinga 1953. W. H.
BROWNLEE, The Críst as Salva/ion in the Light of Ancient Scrolls,
Un elemento enteramente especifico de la «salvación» en United Presbyterian, 112, 46 (Nov. 29, 1954), págs. 6 y sigs.;
neotestamentaria, incluido ya en el AT, es su carácter 112, 47 (Dic. 6, 1954), pág. 12 y sigs. L. CERFAUX, St. Pau/ nous
escatológico. La salvación aparece gravitando sobre el parle du salut. en LV, 15 (1954), pág. 83 y sigs. J. MuRRAY, Re-
futuro'. Otras aplicaciones temporales, bien sea en el pre- demption, Michigan 1955. FR. J. ScHIERSE, Verheissung und Heils-
vollendung, Munich 1955. D. M. STANLEY, The Conception of Sal-
senté" o en el pasado, obedecen a formas técnicas de va/ion in Primitive Christian Preaching, en CBQ, 18 (1956), págs.
expresiones o tienen un carácter proléptico que no in- 231-254. O.CULLMANN,DieChristo/ogiedesN.T.,Tubinga 1957. K.
valida en nada la tesis afirmada más arriba 3 • Como PRüMM, Diakonia Pneumatos, Roma 1960.
realidad escatológica, la «salvación» es equivalente a la J. DÍAZ Y DÍAZ
resurrección y a la vida del mundo futuro - la nueva
creación - que constituye el objeto de la herencia cris- SALVADOR (heb. m6sia'; crwTi¡p; Vg. salvator).
tiana". El término CYWTr¡p forma parte del vocabulario griego
Otro aspecto fundamental de la «sotería» en el NT de la Biblia, en la que se emplea con un sentido técnico.
es su sentido colectivo. San Pablo habla de una etapa Antes del uso bíblico y paralelo al mismo, tiene en el
final de «salvación» a base de unidades colectivas 5• Urge mundo de habla griega una larga historia. Cicerón es

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SALVADOR

testigo del profundo sentido que tal término envuelve una época en que aquel ha pasado a ser un término
en su empleo en la lengua griega cuando dice: «¿Qué teocéntrico: Dios es el único Salvador 3. Tal sustitución
densidad de significado tiene este nombre? Tal que no pertenecería a una redacción deuteronómica del libro
se puede expresar por una sola palabrax-e. Por otra de los Jueces. De todas formas, queda bien claro en él
parte, san Agustín, comentando la terminología salvare, que los «salvadores» puestos por Dios no son hombres
Salvator, etc., dice: «No fueron (términos) latinos, antes cualesquiera, sino guías carismáticos impelidos por el
de que llegase el Salvador; cuando vino al mundo latino, Espíritu de Dios, actuando cada uno de ellos en una
hizo latinos tales (términos)»B. Con ello se hace cargo situación específica; su intervención hace posible que
también de la importancia del vocablo. el pueblo no perezca, sino que se mantenga agrupado
ACicERÓN, Verr., 2, 63 (edil. MÜLLER), pág. 255. BAGUSTIN,
en un «resto» de salvación.
Sermo 929,6, en PL, 38, 1371. En otra serie de textos, el término o-WTTJP está ligado
a los temas del Éxodo y del Exilio.
l. ANTIGUO TESTAMENTO. El término griego 0-WTTJP La expresión de Oseas: «Yo soy Yahweh, tu Dios,
traduce literalmente la forma participial de hif Tl másia" desde el país de Egipto ... , fuera de mí no hay otro Sal-
«liberador, salvador». En la versión de los LXX no vador»• nos pone en la pista del ciclo teológico cons-
hay una correspondencia matemática en la traducción, truido sobre el tema: Yahweh, salvador en el Éxodo. Se
ya que en muchos lugares en que aparece el" término formula de diversas maneras, bien sea aludiendo a los
hebreo mosia" no se traduce por o-wTÍ]p, sino por O-WTT)- males y angustias, de los cuales fue liberado Israel 5,
pío:, acpl;wv, pvo óusvo; etc., y viceversa el término o-WTTJP o recordando las maravillas obradas por Dios en Egipto 6.
es traducción de la raíz ydsa" en otras formas que no Ambos motivos se conjugan algunas veces en el mismo
son la participial señalada. Esta falta de uniformidad texto'. La idea de Dios, Salvador de Egipto, se nutre
quizá obedezca a que los LXX no han considerado el del mismo manantial que la concepción del Deutero-
vocablo hebreo masia: como un término técnico, mien- nomio sobre Dios «roca de salvaciónx".
tras que por su parte han tendido en su traducción a En la tribulación del Exilio es la esperanza en la libe-
elaborar expresiones técnicas con el término o-wTÍ]p, ración de Yahweh lo que sostiene a Israel". El profeta
según el formulario helenístico como se puede apreciar presenta a Dios con estas palabras: «Yo soy Yahweh y
claramente en el libro de Ester, o a concretar las formas no hay más Salvador que Yo» 10, anunciando a conti-
abstractas del T. M. como en Is 62,11. A su vez, desde nuación la caída de Babilonia-". Ahora bien, el tema del
un punto de vista gramatical, resulta difícil señalar Dios-Salvador en el Exilio se reabsorbe en el anterior
cuándo o-wTÍ]p se emplea como predicado o como de Dios-Salvador en el Éxodo, ya que la liberación en
simple aposición. el Exilio es como una reiteración de la liberación de
El término m6sia' se emplea 31 veces en el AT, de Egipto 12. A partir de ésta, tiene Israel la garantía de
ellas 11 en un sentido meramente profano; 20 veces en salvación en las situaciones de emergencia en las pala-
un sentido religioso hablando de Dios directamente o bras: «Todo el mundo sabrá que Yo, Yahweh, soy
de determinados personajes puestos por Dios para sal- tu Salvador» 13. Yahweh está a su lado constantemente
var al pueblo1• como su salvador para liberarlo del ataque de las tierras
En sentido religioso, nos presenta a Yahweh como lejanas, lo mismo del oriente que del occidente14•
salvador de su pueblo, en las circunstancias adversas -Jue 3,9.15; Neh 9,27. 2 Jue 3,7-11; 12,30, etc. 'Dt cap. 20;
que amenazan su existencia y en una perspectiva de 21,1-14; 23,10-14, etc.; Is 45,21. 'Os 13,4. '1 Sm 10,19; Is 63,8;
futuro como el salvador escatológico. Subyacente a Jer 14,8. 'Sal 106,21. 'Is cap. 63. 8Dt 32,15 y sigs.; 2 Sm 22,47;
esta concepción bíblica de Salvador está la teología de Sal 89,27; 95,1; 106,10. 21. 'Is 43,1-3. 161s 43,11. 111s 43,14-15.
121s 43,16 y sigs. 131s 49,26; 60,16. 14Jer 30,10; 46,27; Zac 8,7.
la Alianza y la idea de la soberanía de Dios: Dios salva
a su pueblo en virtud de un compromiso federal que Como el término «salvación», así «salvador» pasa de
hay entre Él e Israel; y lo salva porque está por encima una circunscripción histórica a quedar instalado en una
de todos los resortes que pueden suponer circunstancias perspectiva escatológica. En el marco del culto se cele-
históricas impensadas; Él es soberano de la marcha de bra a Yahweh de una manera absoluta como el Salvador
la historia y del mundo. de Israel (mi Salvador-nuestro Salvador)'; de la misma
En el libro de los Jueces, el empleo del término Sal- manera que en este marco, el día de Yahweh adquiere
vador señala ciclos bien determinados, reduciéndose una dimensión escatológica, podemos suponer que la
todos ellos al otro mayor que supone la teología del afirmación del Dios-Salvador en sentido escatológico
Éxodo. Su objetivo es la actuación de los jueces que han tiene allí su Sitz im Leben. En esta línea, entran una serie
tenido la función de «salvar» a Israel. En seis ejemplos de textos del Salterio y del Deuteroisaías; en este
se esquematiza su actividad de manera uniforme, es- último se liga la idea del «Dios justo y salvador» a la
tando cada uno de ellos constituido por seis fases su- realeza universal de Dios2 y la afirmación de Yahweh
cesivas: prevariación del pueblo, castigo del Señor, como el único O-WTTJP al cuadro de la resurrección glo-
entrega a los enemigos, clamor de Israel, envío de un riosa de Jerusalén 3• La frase misteriosa en la que se
Juez (Salvador), período de paz2 • Estas narraciones de celebra al Dios de Israel como Dios escondido y salva-
gesta inspiran las normas del Deuteronomio para con- dor-, quizá lleva consigo el tema de la epifanía de Dios
ducir las guerras de Yahweh, según las cuales Israel que manifiesta su salvación - antes oculta - hasta las
obtendrá infaliblemente la victoria. Quizá haya sido la extremidades de la tierra 5•
teología deuteronómica la que ha presionado para sus- En ningún texto del AT aparece «salvador» expresa-
tituir el nombre primitivo de mosio" por el de Juez, en mente como un título mesiánico, de manera parecida

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SALVADOR

a Rey, Profeta, etc. El pasaje más próximo es Zac 9,9, a un resultado semejante siguiendo cada uno su propia
sin que el matiz del texto hebreo permita traducir exac- línea doctrinal.
tamente por «salvador». En los escritos apócrifos y Más allá de ciertas apreciaciones formales y literarias,
rabínicos hay un avance en esta línea. En el libro de interesa destacar la configuración conceptual que el
Enok, en las partes más antiguas de la «Oración de las empleo de tales títulos supone cuando se habla de la
dieciocho peticiones» y en algunos midrásím se puede persona de Jesús. Se define como Salvador a partir
ver el título Salvador aplicado al Mesías esperado, de una concepción que echa sus raíces en el AT como se
correspondiente al m6sia< o al g6'el hebreo. En el Tes- ve claramente en Le 2,11 y en otros pasajes, calcados
tamento de los Doce Patriarcas aparece el término griego sobre las fórmulas de aquél. Ello no supone que no
o-wTf¡p, pero quizá se trate de pasajes interpolados por haya matices diversos en una evolución posterior. En
manos cristianas. En la literatura de Qumrán no hay conjunto, tenemos esta afirmación básica: Jesús es Sal-
pasajes completos en que se dé; la reconstrucción de vador enviado por Dios como tal. No un salvador en
algunos textos (Dupont-Sommer) no deja de ser hipo- contraposición al Salvador que puede ser objeto de
tética, aunque no tiene nada de particular tal titulación reverencia o de culto en otros grupos religiosos o étnicos
mesiánica, teniendo en cuenta la tendencia a concretar sino el Salvador de todos los hombres, el único Salva-
rnesiánicarnente la «salvación» de Dios, que se puede dor. El lenguaje teológico del NT es al mismo tiempo
apreciar en el texto de Isaías qurnránico. exclusivista e integrador. Excluye la posibilidad de otros
'Sal 24,5; 26,1.9; 61,2.6; 78,9; 94,1. 'Is 45,21. 'Is 60,16; 62, «salvadores», al mismo tiempo que integra cuanto de
'Is 45,15. 'Is 49,6. positivo puede darse en la concepción de aquéllos,
polarizándolo en la persona de Jesús, no en· virtud de
2. NUEVO TESTAMENTO. En el NT se emplea el tér- cierto eclecticismo doctrinal, sino para destacar su tesis
mino o-wTf¡p 24 veces en esta distribución: 2 en Le; 2 en central de que Jesús es Salvador de manera absoluta.
Jn (evangelio y epístola); 2 en Act; 1 en Flp; 1 en Ef; En el lenguaje de Le 2,11 resuena el tema del libro
10 en Pastorales; 5 en 2 Pe; 1 en Jds. 8 veces se dice de los Jueces: Dios enviando en la circunstancia nece-
de Dios y 16 de Cristo, aunque algunos de los pa- saria su Salvador a Israel. Jesús es el libertador puesto
sajes no sean enteramente claros. Es interesante ob- por Dios para su pueblo. Algo parecido tenemos en
servar que no siempre se presenta a Jesús corno «el» Act 13,23, donde se une a la presentación de Jesús
Salvador, sino que se emplea el término LWTf¡p sin como Salvador, la promesa hecha por Dios a Israel.
artículo determinado en varios lugares corno en: «Os Este marco histórico-mesiánico se supera en Flp 3,20,
ha nacido un Salvador»'. «De donde esperarnos un donde Jesús se destaca como Salvador en un cuadro
Salvador, al Señor Jesu-Cristo»2, etc. Por lo demás, escatológico, el Salvador que espera la comunidad cris-
nunca aparece la fórmula hierática propia del gnosti- tiana al final de los tiempos. El color de la terminología
cismo «El LWTf¡p» corno puro título, ya que el empleo empleada aquí por Pablo es helenístico y se podría
que se hace del término es más bien predicativo. En pensar que se habla de Jesús como Salvador en contra-
cuanto a la estadística del nombre destaca notablemente posición al Salvador que otras gentes pueden hacer
el empleo que se hace en los escritos paulinos o en círcu- objeto de su esperanza. La afirmación de Pablo, sin
los de su influencia teológica, corno es san Lucas. embargo, tiene carácter absoluto: esperamos del cielo,
Es notable la variedad de fórmulas empleadas con el y al final de los tiempos, al O'WTTJP· La esperanza enla
o-o:JTf¡p indicio de su uso en ambientes variados y con manifestación de Yahweh como Salvador del AT se ha
distintas corrientes o influencias de pensamiento. No es cristologizado de esa forma; aunque Dios continúa
extraña la construcción de o-wTf¡p con algún otro título siendo llamado, con fúrmulas del AT, Salvador en di-
(Dios, Señor), ambos precedidos por un mismo artículo, versos lugares del NT. Esto no supone tensión alguna
corno en Tit 2,13 y 2 Pe 3,2. En estos casos es difícil teológica. Ambas afirmaciones se componen en la ex-
precisar si se trata de dos o de una sola persona, aunque presión de san Judas: «Dios nuestro Salvador por Je-
más bien parece lo segundo, en cuyo caso es evidente sucristo Nuestro Señor»3•
que se da a Jesús el título de Dios al lado del de Salva- La fórmula empleada por san Juan, «Salvador del
dor. Ello supone una cristologización de ambos títulos mundo», corresponde exactamente a la que aparece en
exclusivamente teocéntrícos en las elaboraciones teo- el culto imperial, como testimonian varias inscripciones.
lógicas del AT. Esta transferencia no es exclusiva de El emperador es el O'WTTJP Tov xócuov". Con ello
estos textos, sino que es todavía más evidente en otros se significa que irrumpe con el soberano una época de
del NT. Nada tiene de particular si se tiene en cuenta paz y de prosperidad para todo el orbe; su aparición
el lenguaje teológico empleado sobre todo por san Juan benéfica se conmemora con el título de salvador del
(evangelio y Apocalipsis) y la epístola a los Hebreos. mundo. Nada tiene de particular que el NT haya to -
Lo mismo que Kúptoc, 0eós, etc., el término o-WTTJP ruado ingenuamente tales expresiones para hablar de la
entra perfectamente corno título mesiánico en cierta persona de Jesús, en el cual, según su mensaje calcado
etapa de evolución teológica del NT. La epístolas pas- sobre las ideas proféticas del AT, irrumpe de una vez
torales y la segunda de Pedro son las que conservan un y para siempre la salvación anunciada por Dios. En tal
testimonio claro de la fusión de títulos, primitivamente caso, tendríamos la acuñación cristiana de ciertas ex-
teocéntrícos, juntamente con el de o-wTf¡p en la persona presiones profanas, aunque el contenido tenga un origen
de Jesús. Ello no significa que tales escritos dependan muy diverso. Tampoco tiene nada de extraño que se
unos de otros, sino que cada uno en su línea ha llegado, refleje en ciertos escritos del ~T una polémica sostenida
en la corriente teológica que suponen los escritos del NT, por el cristianismo primitivo con el culto imperial, de
415 416
SAL:LÜ

la cual sería un residuo el afán por afirmar que Jesús y ste!lung des Retters im altgriechischen Epos, Viena 1931. P. AM-
BROGGI, JI concetto di salute nei discorsi e nelle /ettere di S. Pietro,
solamente Él es el Salvador, desplazando de esta forma en SC, 61 (1933), págs. 289-303, 431-446. K. PRÜMM, Der christliche
toda pretensión de saludar al emperador como tal. El Glaube und die a/theidnische Welt, Leipzig 1935. L. BIELER, 0,ios
culto imperial se sentiría así sorprendido desde arriba áv~p, I, Viena 1935; 11, ibíd. 1936. W. STAERK, Die Erlosunger-
wartung in den óstlichen Religionen, Stuttgart-Berlín 1938. M.
por un mensaje trascendente e históricamente encar- GoGUEL, Les premiers temps de l'É6lise, París 1949. C. H. Dooo,
nado en la persona de Cristo, en lo que él contenía como The Bible and the Greeks, Londres 1954. J. SCHMITI, Les sources
una aspiración de múltiples antecedentes psicológicos, et les thémes de la noíssante foi apostolique au Christ Sauveur, en
políticos y religiosos, concretada en la persona del em- LV, 15 (1955), pág. 309 y sigs. o. CULLMANN, Die Christologie
des N.T., Tubinga 1957. ST. LYONNET, De notione salutís in N.T.,
perador. Indicio de esta polémica serían, más que ningún en VD, 36 (1958), págs. 3-15. A. DUPONT-SOMMER, Les écrits essé-
otro escrito, las epístolas pastorales 5• niens découverts pres de la Mer Marte, París 1959.
En Tit 3,4 y sigs., tenemos otro aspecto, unido al J. DÍAZ Y DÍAZ
anteriormente señalado de la aparición del Salvador
iniciando una nueva época. Aquí liga el término uwTi¡p SALVADOR, Venganza del (Vindicta Salvatoris).
a la palingenesia espiritual operada en el bautismo, como Apócrifo latino que en su redacción primitiva debió
en 2 Tim 1,9 y sigs., al misterio central del cristianismo remontarse a los primeros tiempos del cristianismo;
en su proceso paradójico de vida y muerte. La pers- pero en su estado actual es muy posterior. Los códices
pectiva mesiánica y escatológica aquí se convierte en de los que se sirvió el editor Tischendorf son del siglo xrv.
perspectiva sacramental, en forma parecida a lo que Derivación de este apócrifo es la leyenda anglosajona
ocurre con el término «salvación» en la epístola a los Cura Sanitatis Tiberii.
Efesios", Sería una tentación excesivamente superficial Trata de la destrucción de Jerusalén y está ligada con
hacer depender estos textos de las religiones mistéricas, los orígenes de la evangelización de Aquitania, lo que tal
aunque ello no quiere decir que no haya líneas analó- vez explica la difusión que logró en la alta Edad Media.
gicas. En todo caso, se trata de una dimensión del tér- Comprende 36 capítulos brevísimos; los errores his-
mino CYWTÍ]p propia de estos textos. tóricos y geográficos son enormes y la fantasía desatada:
Siendo difícil reducir a una síntesis unitaria estos as- el pobre emperador Tiberio «tenía nueve clases de
pectos destacados, es indispensable que la concepción de lepra»; como tantos otros apócrifos identifica la hemo-
Jesús como IwTi¡p en el NT se proyecta de una forma rroísa con la Verónica, que ocupa un lugar impor-
específica, en la cual se distinguen dos líneas funda- tante en la narración.
mentales: la escatológica y la comunitaria. Jesús ha que- Tito, curado de un cáncer por su fe en Cristo, se
dado instalado, a partir de la resurrección, como Sal- venga de los judíos, destruyendo Jerusalén. El hambre
vador, a la diestra de Dios' hasta el momento en que de los sitiados - [durante siete años! - fue tal que
haya de manifestarse para operar la renovación de todo «comían tierra» ...
cuanto existe". De ahí que la comunidad cristiana esté Bibl.: Versión castellana en E. GONZÁLEZ-BLANCO, Evangelios
mirando al cielo, de donde, al final de los tiempos, Apócrifos, 11, Madrid 1934, págs. 343-360. Texto, versión y biblio-
vendrá su CYWTÍ]p, el Salvador, Jesucristo'. grafía en A. DE SANTOS, Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1956,
Lejos de la concepción pagana en que se invoca a págs. 545-565.
e.GANCHO
éste o aquel dios en sentido individualista como «mi
CYWTÍ]p», al sentirse el individuo protegido por la divi-
SALLAY («[Dios] restauró; Vg, Sellai). Nombre de
nidad en un peligro determinado, los cristianos señalan
dos personas postexilicas:
a Jesús colectivamente como «nuestro IwTi¡p»10• Es
el nuevo pueblo de Dios que siente, como tal, la presencia l. (Irir..í). Hombre de la tribu de Benjamín, que
de su liberador, preocupado de sus destinos totales. residió en Jerusalén después de la Cautividad babiló-
En Ef 5,23 se llama a Jesús IwTi¡p uwµaTOS de la co- nica 1. Su nombre falta en la lista paralela de los benja-
munidad, de la Iglesia. Esto no supone una actitud minitas regresados del Exilio 2•
colectivamente particularista frente a otros grupos, ya 2. (Iai\i\aí [A]). Jefe de una casa sacerdotal, cuyo
que el marco de la comunidad está hecho para todos representante, en los días del sumo sacerdote Yóyáqírn,
los hombres; por eso, se presenta a Dios como IwTi¡p era Qallay3 • En otro pasaje, recibe el nombre de Sallü".
de toda la humanidad 11• 1Neh 11,8. '1 Cr 9.9. 'Neh 12,20. 'Neh 12,7.
La figura de Jesús como Salvador, en estas dimensio- Bibl.: Nora, 996, págs. 39, 174.
nes, tiene una grandeza desconocida de toda otra figura M. D. RIEROLA
de CYWTÍjp.
SALLÉKET (heb. sá'ar salléket, «puerta del des-
1Lc 2,11. 'Flp 3,20. 3Jds 25. -cr, Jn 4,42; 1 Jn 4,14. 'Cf
2 Tm 1,10; Tit 1,4; 2,13; 3,6; 2 Pe 1,1.11; 2,20; 3,2.18. 'Ef 2,5.8. pojo »?; f¡ rrco-roqiopiov; Vg. porta quae ducit ... ).
7Act 5,31. 8Act 3,21. 'Flp 3,20. 10Tit 3,6; 2 Tim 1,10. 111 Tm Puerta occidental del Templo salomónico, cuya custodia
4,10. se confió.a Hósáh ', desde la cual se dominaba el camino
Bibl.: A. HARNACK, Der Hei/and, en ChW, 14 (1900), n. 2. K. que subía desde el valle del Tiropeon y unía el patio
PRÜMM, Herrscherkult und Neues Testament , en Bibl, 9 (1918), fas- del Templo con la ciudad baja y la colina occidental.
cículo 2, págs. 129-142. E. LOHMEYER, Christuskult und Kaiserkult,
Tubinga 1919. E. B. ALLO, Les dieux sauveurs du Paganism gréco- 11 Cr 26,16.
romain, en RSPhTh, 15 (1926), pág. 5 y sigs. W. BOUSSET • H.
GRESSMANN, Die Religion des Judentums im spatheltenistischen Zeit- SALLÜ («[Dios] restauró»; Iai\ovaí [S]; Vg. Sellum).
alter, Tubinga 1926. J. JEREMIÁS, Erloser und Erlosung im Spdt- Sacerdote o nombre de una familia sacerdotal (-+
judentum und Urchristentum, Gotinga 1929. M. DIBELIUS, Die
Pastoralbriefe, Tubinga 1931. G. HERZOG-HAUSER, Soter. Die Vor- SaHay, § 2).

417 418
SALLÜ'

SALLO (var. sallu", «[Dios] restauró»; :foAwµ, LTJAW, 13. (foAAovµ). Hijo de Lóhés y jefe de la mitad
IaAw; Vg. Salo, Sellum). Hombre de la tribu de Ben- del distrito (pélek) de Jerusalén. Cuidó de la reparación
jamín e hijo de Mésullám, que se estableció en Jerusalén de una parte de las murallas de dicha ciudad, con el
al regreso de la Cautividad babilónica1• auxilio de sus hijas, en el tiempo de Nehernías>.
11 Cr 9,7. 'Neh 11,7. 14. (heb. var. sallum). Levita, padre de Ma'áseyahfü).
Bibl.: NOTH, 991, 992, pág. 174. A su cuidado estaba la custodia de los vasos sagrados
C. COTS en los días de Joaquim, hijo de Josías, monarca de
Judá 20•
'SALLÜM («recompensa»; El. slm; LEAAovµ; Vg. 11 Cr 7,13. 2Gn 46,24; Nm 26,49. 31 Cr 2,40.41. • 1 Cr 4,25.
Se/lum). Nombre de catorce israelitas: '1 Cr 9,17-19.31. 'Esd 2,42; Neh 7,45. '2 Re 15,8-15; cf. Os 7,
3-7. '2 Cr 28,12. '1 Cr 6,12-13. 10Esd 7,2. u 1 Cr 6,15. 12 l Cr
9,11; Neh Jl,11. 132 Re 22,14; 2 Cr 34,22. "Jer 32,7.8. 151 Re
l. Hijo menor de Neftalí ', que también recibe el 2,26-27.35. 162 Re 23,30; 1 Cr 3,15; Jer 22,11. "Esd 10,24. 18Esd
nombre de Sillém 2• 10,42. "Neh 3,12. "Jer 35,4.

2. (IaATivµ). Descendiente de Sesiín e hijo de Sis- Bibl.: NOTH, 1337, págs. 38, 62, 174. A. MÉDEBIELLE, Les
livres des Rois, en La Sainte Bible, III, Paris 1949, págs. 749-750.
máy, de la tribu de Judá 3•
J. A. G.-LARRAYA
3. (foAéµ). Hombre de la tribu de Simeón, hijo de
ss-m y padre de Mibsám",
SALLÜN (et. -+ SaHüm; LXX omite, Vg. Sellum).
4. (IaAwµ). Levita, hijo de Coré y jefe de los por- Hijo de K61-l;I6zeh, jefe de un distrito (heb. pélek) de
teros del santuario. En tiempos de David, su familia Mispáh. Su hermano se llamaba Bárük, Se encargó,
tuvo el cargo de custodiar las entradas del Templo 5• en época de Nehemías, de la reconstrucción de la puerta
Es muy posible que fuese el antepasado de individuos de la Fuente y reparó también el muro de la alberca de
que regresaron a Jerusalén con Zorobabel 6• También Siloé.
recibe los nombres de Selemyáhiü), Mésullárn y Mese- Neh 3,15; 11,5.
lernyáhfü). Bibl.: Nora, 1339, pág. 258.
5. Rey de Israel (753 A.c.), hijo de Yábés. Asesinó C. COTS
a Zacarías, hijo de Jeroboam II, cuando llevaba seis
meses de reinado, en presencia del pueblo, en Yiblé'árn SÁMÁ' (abr. de-+ Sema'yiih[ü]; Iaµa.9á; Vg. Samma).
y se apoderó del trono del reino del Norte, aunque por Hijo de Hótám el amerita y, por lo tanto, hermano de
poco tiempo. En efecto, sólo un mes rigió en Samaría, Yé'Pél. Figuró en el grupo de los principales héroes
donde Menahern, hijo de Gádí, de la tribu de Gad y de David denominados los «Treinta».
gobernador de Tirsáh, la antigua capital, le dio muerte 1 Cr 11,44.

a su vez. Esto es cuanto se sabe de la vida de este efí- Bibl.: Nora, 1366, págs. 38, 185.

mero monarca 7• J. A. PALACIOS

6. (LEAATJµ). Padre de un individuo de la tribu de SAMAK, Tell el-, Lugar propuesto para la identifi-
Efraím llamado Yéhizqiyyáhü 8 • cación de -+ Baskama,
7. (IaAwµ). Miembro de la familía sacerdotal de
Sádóq, descendiente de Aarón y padre de Hilqiyyáhü •. SAM'AL. Nombre semítico de un estado, así como
Fue antepasado de Esdras-? y vivió varias generaciones de su capital, que existió en el norte de Siria, al pie del
anteriores a la conquista de Jerusalén por Nabucodo- Amanus. Su población original fue probablemente hu-
nosor-'. En otro pasaje bíblico recibe el nombre de rrita; con el tiempo cayó dentro de las aspiraciones
MesuJ.liím 12. hegemónicas hititas, después de lo cual, tras disfrutar
8. (LEAAT]µ). Hijo de Tiqwáh y marido de la profe- algunos siglos de independencia, perteneció al imperio
tisa Huldáh. Vivió durante el reinado de Josías y tuvo asirio. Su historia se conoce de modo deficiente, a tra-
a su cargo el vestuario real, o fue guardián de los ves- vés de las inscripciones de sus soberanos, escritas en su
tidos sacerdotales13• Muchos tratadistas le identifican mayoría en arameo (-+ Ya'údico, Arameo). En ellas,
con el personaje de que se trata a continuación. los monarcas dicen ser reyes de Ya'udí, pero los docu-
mentos asirios y uno de Hámát los llaman «reyes de
9. Padre de Hánarn'él y tío del profeta Jeremías=-
Sam'al», Su arte es una mezcla del hitita y el hurrita
Su hijo vivía en 'Ániítot, población en que moraban los
- en cuanto se puede comprobar por los objetos con-
sacerdotes de la estirpe de 'ltiímiír, la cual estaba repre-
servados. Rodeaban la capital de Sam'al dos murallas
sentada por Abiatar+",
circulares concéntricas, en medio de las cuales estaba
10. (IaAAwµ). Hijo de Josías, soberano del reino la acrópolis, defendida por muros y torres. A los lados
de Judá. Sucedió a su padre con el nombre más notorio de las puertas de la ciudad había leones tallados; y en
de Joacaz16. el interior, santuarios y palacios reales de diferentes
11. (2oAµiiv). Levita, portero del Templo de Jeru- períodos.
salén. Durante la administración de Esdras, le fue Bibl.: G. CONTENAU, Manuel d'archéologle orientale, II, París
forzoso renunciar a la mujer extranjera que había 1931, págs. 983-994. A. T. ÜLMSTEAD, History of Palestine and
tomado!". Syría to the Macedonian Conquest, Nueva York-Londres 1931,
cf. sobre todo págs. 250-257. B. LANDSBERGER, Sam'a/, Ankara
12. Sacerdote descendiente de Bání, al que Esdras 1948. ANET, págs. 500-501.
obligó a repudiar su esposa de origen gentil18 • J. A. G-LARRAYA

419 420
SAMARÍA

SAMARÍA (heb. s6mer6n; as. samarina; IaµápEia;


Vg. Samaria). l. SITUACIÓN. La ciudad de Samaría se
halla situada en la región montañosa del norte de
Palestina a una altitud de unos 400 m a unos 60 km al
norte de Jerusalén y a 30 de la costa mediterránea.
En el siglo IX A.c. se convirtió en capital de Israel,
el más septentrional de los dos reinos en que se divi-
dió el de David y Salomón en 930 A.c.
La ciudad antigua coronaba una colina cuya ladera
occidental se halla en la actualidad contorneada por la
carretera principal del norte que remonta la espina dor-
sal del país; la estructura física de Palestina confirma
que ésta ha sido la principal vía de comunicación en
todos los tiempos y si bien no es conocido el trazado
exacto de la vía en los tiempos bíblicos, no puede haber
diferido mucho del actual. Consiguientemente se tra-
taba de un emplazamiento estratégico. Si bien la colina
se levanta tan sólo 150 m sobre la llanura que se· extiende
a sus pies, y no obstante hallarse rodeada por todas par-
tes por crestas dominantes, se halla enteramente aislada
de todas ellas por lo cual es apta para llegar a ser una
ciudad bien defendida. Hacia el oeste, la colina depara
el panorama de las ricas llanuras hasta la mar, percepti- Mapa con la situación geográfica de Samaría
ble desde la cumbre.
torio del reino del Norte, así como abierta a la rica civi-
2. EXCAVACIONES. La historia de la ciudad ha sido
lización de la costa fenicia. La colina de Samaría era
investigada por dos expediciones arqueológicas impor-
ideal a tal respecto. La investigación arqueológica ha
tantes, la primera de las cuales trabajó entre 1908 y
demostrado que existe precisamente una interrupción
1910 bajo los auspicios de la Universidad de Harvard,
en la historia de Tell el-Fár'ah en el instante en que
dirigida al principio por el Dr. Gottlieb Schumacher
se inicia la historia de Samaría. Fueron comenzados
y más tarde por el Dr. George Reisner; la segunda tuvo
edificios de nueva planta, probablemente después de
lugar de 1913 a 1935 y constituyó una expedición con-
haber ocupado Omrí el poder y fueron luego abando-
junta de la Universidad de Harvard, de la Universidad
nados. Razones de índole política decidieron a Omrí a
Hebrea, del Palestine Exploration Fund, de la Britisb
trasladar la capital a un punto más estratégico.
Academy y de la Briüsb School of Archaeology de Jeru-
Cabe la posibilidad de que fuera asimismo influido
salén, bajo la dirección de J. W. Crowfoot. En el trans-
por razones de emplazamiento de la capital que pro-
curso de las excavaciones fueron identificados la mayor
yectaba, por lo que se decidió al cabo a trasladarla a
parte de los edificios más importantes de la época
un lugar virgen en lugar de reformar otro ya obstruido
romana, que fueron asimismo objeto de excavación;
con construcciones anteriores. La arqueología ha con-
fue asimismo definida con detalle minucioso la historia
firmado la deducción bíblica en el sentido de no haber
de esta colina en el transcurso del tiempo en que fue
existido ninguna ciudad anterior en la colina de Sa-
ocupada. Sin embargo, la historia de los edificios que se
maría. En la superficie de la roca se han encontrado
encuentran en la parte baja de las laderas apenas ha sido
indicios de ocupación en las postrimerías del IV mi-
objeto de estudio.
lenio. Por tanto, hay un paréntesis absoluto hasta la
3. HISTORIA. La fundación de la ciudad de Samaría construcción de los edificios de la capital israelita. Toda
se describe en el primer libro de los Reyes. Después vez que con base en pruebas de carácter histórico, el
de la división del reino, la capitalidad de Israel quedó traslado de la capitalidad a Samaría puede ser fechado
indecisa algún tiempo y cierto número de poblaciones hacia 880 A.c., los hallazgos hechos en relación con
fueron por algún tiempo sede del gobierno. Se lee en los primeros edificios de Samaría deparan un término
1 Re 16,23-24 que Omrí reinó seis años en Tirsáh y de comparación de inapreciable valor en el orden cro-
«compró a Sémer la montaña de Samaría por dos nológico.
talentos de plata, y edificó sobre la montaña, denomi- La disposición y planta de los primitivos edificios de
nando a la ciudad que edificó con el nombre de Samaría, Samaría suministran la más clara prueba de que dispo-
del monte de Sémer, el dueño del monte». El emplaza- nemos acerca del proyecto de construcción de ciudades
miento de Tirsáh ha sido recientemente identificado en la época de los reinos divididos. Las ciudades de
en Tell el-Fár'ah, al nordeste de Náblus, en el Wádí Palestina habían crecido hasta la sazón en una for-
Fár'ah, que desde la cordillera central fluye hacia el ma bastante casual, con viviendas particulares que
valle del Jordán. El emplazamiento es hermoso, con coronaban la cumbre y con escasos testimonios de
una larga historia en la Edad de Bronce; dispone de que hubiera habido un proyecto deliberado o una cierta
comunicaciones hacia levante, al paso que la divisoria diferenciación de funciones. Samaría fue proyectada
de la cordillera lo aisla dél oeste y del norte. Omrí de modo que la mansión real ocupra la totalidad de la
buscó una capital que dominara la totalidad del terri- cumbre. Por comparación de las pruebas habidas se

421 422
SAMARÍA
--- -·-

Samaría. Vista general, desde el sur, de la colina en la que estuvo asentada la ciudad bíblica. Cubierta de vides
en otros tiempos, mereció por sus vicios los apóstrofes de Isaías (cf. Is 28,1). (Foto P. Termes)

llega a concretar que este proyecto fue copiado algo cual la totalidad de aquella zona quedó convertida en
después en Megiddo cuando fueron demolidos los edi- ciudadela.
ficios que coronaban la cumbre para dejar sitio expedito Tales edificios son interesantes no tan sólo desde el
para un gran recinto con construcciones oficiales que punto de vista de su proyecto y disposición, sino desde
los excavadores atribuyeron equivocadamente al período el arquitectónico. Poca cosa subsiste de los que se
salomónico. Muy probablemente fue éste el proyecto hallaron en el interior del recinto, pero el aparejo del
ejecutado por Salomón en Jerusalén si bien no se tiene muro exterior y el de un edificio situado entre el muro
prueba arqueológica alguna de ello; la reconstrucción primitivo y la casamata de más al oeste demuestra que
salomónica de Hásór siguió también una tónica análoga. se trata de un tipo de aparejo nuevo en Palestina; las
La cumbre original de la colina de Samaría estaba paredes de las casas y el primtivio muro están construi-
constituida por una delgada cresta que corría de este a dos con piedra dispuesta con una pulcritud meticulosa
oeste. El primer trabajo ejecutado consistió en rodear que depara una superficie enteramente lisa en tanto que
la cumbre con un muro que, a la par que de muro de las murallas más macizas y los cimientos tienen un
recinto, servía de terraza para elevar el nivel a lo largo almohadillado prominente con solamente una o dos
del borde de la cresta rocosa de unos 3 m con lo cual caras planas. Ha quedado demostrado que este género
vino a quedar constituida una plataforma de 175 m de de aparejo es de origen fenicio. La relación entre la
este a oeste por 50 m de norte a sur. En el interior del casa de Omrí y Fenicia lo prueba el matrimonio de
muro del recinto fue dispuesto un cierto número de Acab con Jezabel de Tiro y sin duda alguna el esta-
grandes construcciones con patios espaciosos. El muro blecimiento de relaciones más fáciles con las civiliza-
original no fue de carácter defensivo, pero posterior- ciones relativamente más ricas del norte fue una de las
mente, probablemente durante el reinado de Acab, hijo razones para el traslado de la capital de Tirsáh a Sama ría.
de Omrí, la plataforma fue algo ensanchada por los Desde luego, para la edificación de su nueva capital,
lados correspondientes al norte y al oeste; amén de su Omrí hubo de importar operarios fenicios. Sabemos
papel de muro de sostén para su ulterior terraplenado, por testimonio bíblico que otro tanto hizo ochenta años
fue construido con estructura de casamata mediante lo antes Salomón para la construcción del Templo y del

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Ra's el-Safsáfah. Saliente rocoso del Gebel Müsii, en el macizo sinaitico, visto desde los llanos de el-Ráhah y el-Melgah.
Algunos especialistas opinan que desde este lugar habló Yahweh a los hebreos durante el Éxodo. (Foto S. Bartina)

Samaría. Escalinata del templo de Augusto, en la Acrópolis, obra de Herodes el Grande. Los muros que hay detrás de los
peldaños correspondían a los barrios persa y helenista, que recubrían los palacios de Omrí y Acaz. (Foto P. Termes)
SAMARÍA

palacio; los hallazgos de Samaría deparan una idea retrotrae de nuevo a los patrones indígenas más toscos.
del aspecto de tales edificios. Fue conservada la disposición del recinto del palacio
Los muchos fragmentos de marfil trabajado que han real, si bien aparece una serie de edificios que suscitan
sido recuperados, aun cuando muchos de tales restos menor admiración, no obstante ser aún de sólida cons-
proceden de destrucciones posteriores, tienen proba- trucción. El hallazgo más interesante en relación con
blemente su origen en los anteriormente citados edificios este grupo de edificios lo constituyó una colección de
de Samaría y en los muebles que contuvieron. Son de óstraca que datan presumiblemente del reinado de Joacaz
estilo fenicio y pertenecen a un género de artesanía (813-798 A.c.). Se trata de documentos de gran im-
siro-fenicia sumamente difundido, testimonios de la cual portancia para el estudio del desarrollo de la escritura
han sido recientemente hallados en Nimrud, en Asiria, hebrea.
como asimismo aparecen claramente en el Templo de La totalidad de la vida de este reino judío se halla
Salomón en forma de elementos decorativos con inclu- marcado por el signo de la guerra con carácter intermi-
sión de esfinges y de querubines que acusan una mani- tente, ya entre Israel y Judá, ya con Moab y Edom al
fiesta afinidad con los elementos ornamentales del Tem- este y con Damasco al norte. Las destrucciones diversas
plo tal como los describe la Biblia. de las que ha quedado testimonio arqueológico han de
Este barrio del palacio real ha sido la única parte de ser atribuidas· a derrotas de Israel en tales guerras.
la ciudad israelita en la que han sido hallados. testimo- Se trataba, sin embargo, de guerras en las cuales los
nios detallados. Más abajo, en el declive de las laderas adversarios eran de potencia análoga. Con todo, y en
han sido identificadas parte de las murallas defensivas un plano más lejano, se hallaba la potencia creciente
si bien no ha quedado claramente demostrado que del imperio asirio, al que sucumbió el reino de Israel en
correspondan a las murallas exteriores de la población. la segunda mitad del siglo VIII. En 734 A.C., se perdió
No ha sido estudiada ninguna de las casas que debie- Megiddo, Hásór y toda la parte norte del país. En 722
ron ocupar las laderas de la población. fue atacada Samaría y cayó al cabo de un largo asedio.
La Samaría israelita tuvo una vida únicamente de En 720 sus habitantes fueron deportados y su lugar lo
ciento sesenta años. En dicho lapso de tiempo han sido ocuparon deportados de otras regiones del imperio
identificados cinco períodos, en orden a construcciones asirio. Las excavaciones han demostrado que la totalidad
arquitectónicas. Los dos primeros, pertenecientes a la de las construcciones del recinto real, en la cumbre de
época de la casa de Omrí, han sido ya detallados. En la colina, fueron destruidas en aquella ocasión, si bien
841 A.C., Jehú derribó a la dinastía anterior y se apo- los muros del recinto parece que subsistieron, por lo
deró del gobierno. El siguiente período de construcciones menos para ser empleados de nuevo en épocas pos-
corresponde seguramente a esta época. El estilo se teriores.

Samaría. Restos de un muro israelita perteneciente a la época de Omrí o Acaz

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SAMARÍA

La conquista asma destruyó en extensa medida la destrucción llevada a cabo por los asirios. Cierto es que
cultura judía del reino septentrional. Los judíos de Samaría no fue completamente arrasada por Sargón,
Jerusalén repatriados de su Cautividad en Babilonia toda vez que subsistió como centro administrativo de
consideraron a los de Samaría extranjeros impuros de- aquella región en las épocas asiria, babilónica y persa.
bido a los matrimonios habidos entre los judíos que allí Pero en caso de haberse situado los edificios adminis-
quedaron con los grupos procedentes de Asiria. Los trativos en la parte alta de la ciudad apenas ha sido
samaritanos, rechazados por los nacionalistas judíos hallada traza alguna de ellos en la región objeto de
del sur, adquirieron una mayor receptividad para las excavaciones. Unos cuantos restos de construcciones y
influencias extranjeras y sobre todo para la helenística. una cierta cantidad de cerámica puede ser atribuida al
siglo vrr A.C.; si bien la ocupación de la cumbre no
4. ARQUEOLOGÍA. Quedan escasísimos testimonios debió ser densa. En todo caso, cualesquiera construc-
arqueológicos del período inmediatamente siguiente a la ciones que hubiera habido en la cumbre fueron entera-

Samaría. Una de las tres torres macizas de planta circular, de factura típicamente heleÓística. Construida ·
hacia el 300 A.c. (Foto F. Arborio Mella, Milán)

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SAMARÍA

Samaría. Columnas, todavía en pie, del foro romano, situado en un contrafuerte, hacia levante, y a un nivel
inferior a la cumbre. (Foto F. Arborio Mella, Milán)

mente niveladas con objeto de asentar allí un jardín identificadas. Su factura es típicamente helenística y han
que ocupaba toda aquella parte de la cumbre, compje- sido halladas torres análogas en otras regiones del
tamente desembarazada de norte a sur. Parece que la imperio de Alejandro. La que hay bajo la esquina
fecha de tal operación es desde fines del vr al siglo v y nordeste del recinto de la cumbre fue construida en una
pudo haber sido un jardín relacionado con la mansión muralla israelita, que limitaba probablemente una ex-
de un gobernador persa que se encontrara en la parte planada intermedia (si bien pudo haber sido la muralla
oriental todavía no excavada. Unos cuantos restos ar- exterior de la ciudad), y las dos torres situadas al sudoeste
quitectónicos, cerámica indígena y de importación y de la cumbre pudieron haber sido construidas en la
nueve monedas griegas en total demuestran que hubo prolongación de la propia muralla. Hay asimismo prue-
una cierta ocupación en los siglos VI y v, pero si hubo bas de que la muralla israelita de sistema de casamata
realmente algún edificio importante o una ocupación construida en torno a la cima fue reparada en los albores
densa, no fue, ciertamente, en la zona objeto de ex- del período helenístico. La nueva puesta en uso de las
cavación. murallas israelitas constituye la mejor prueba que ha
Cuando Palestina fue conquistada por Alejandro, la perdurado de que las defensas primitivas no habían sido
ciudad de Samaria se convirtió en sede administrativa por entero arrasadas. Dentro del perímetro de las mu-
del gobierno extranjero y Alejandro asentó una colonia rallas sólo han perdurado escasos restos de construc-
macedonia en aquel lugar. El primer testimonio arqui- ciones de la época.
tectónico de la nueva era data de la construcción, en Durante el primer siglo que siguió a la conquista de
fecha próxima a 300 A.C., de una serie de macizas Alejandro, Palestina formó parte del reino de los pto-
torres de planta circular, tres de las cuales han sido lomeos, pero en 198 A.c., aproximadamente, fue ab-

429 430
SAMARÍA

sorbida por el reino seleucida de Siria. Existía la amenaza templo herodiano de la cumbre, y fueron demolidos tan
constante de las disensiones entre uno y otro reino y sólo en la medida necesaria de aquel objeto. En la época
en el siglo rr A.C., constituyó nueva causa de desórdenes herodiana alcanzamos un estadio en la historia de este
el creciente nacionalismo judío bajo la dinastía de los lugar similar a la actividad constructiva de Omrí y de
asmoneos de Jerusalén. Esta fiebre nacionalista iba diri- Acab, La ciudad fue de nuevo reconstruida y le fueron
gida contra todo lo helénico. La provincia de Samaria, añadidos varios suntuosos edificios públicos.
con su población más heterogénea, había captado con Augusto dio Samaria a Herodes el Grande el 30 A.c.
mayor rapidez la helenización y sus habitantes no pro- Herodes no había de luchar en Samaria con el celoso
fesaban afecto alguno hacia los judíos de Jerusalén en nacionalismo de los judíos de Jerusalén y así le fue
la época de los macabeos. Tal vez fue a modo de pre- posible dar libre curso a su inclinación romanófila. La
caución contra su potencia creciente que el antiguo nueva ciudad disponía de todo cuanto requería una rica
cinturón defensivo, incendiado, fue al cabo completado. ciudad romana. El lugar fue rebautizado con el nombre
Aproximadamente en 150 A.c., fue construida una nueva de Sebaste, acepción griega de Augusta, y asentó allá
muralla que contorneaba la mayor parte de la cima y a soldados veteranos. Las excavaciones han descubierto
venía a abarcar sensiblemente la misma área que la numerosos vestigios de la Sebaste herodiana.
antigua muralla israelita de sistema de casamata, si bien La muralla de la ciudad, edificada completamente al
en su mayor parte seguía un trazado diferente. Esta pie de la ladera de la colina, parece implicar una conside-
muralla, conocida con el nombre de ciudadela helenís- rable ampliación de este lugar. Los lienzos de la muralla
tica, comprendía lo que era a la sazón la acrópolis de sacados a la luz no han sido fechados con certeza, pero
la ciudad. Cerca de la puerta de poniente de la ciudad Josefo cita concretamente que las murallas· constituye-
romana fue encontrado un lienzo de una muralla pare- ron parte de la reconstrucción herodiana y resulta jus-
cida, de lo que cabe inferir que también fue recons- tificado suponer que la primera construcción de la zona
truida la muralla exterior de la población. También ampliada, con superficie del orden de las 650 hectáreas,
en este caso han sido identificados escasos restos de los fue esta obra.
edificios interiores. El más impresionante de los nuevos edificios y que
No se tardó mucho en poner a prueba las nuevas por cierto ha de ser atribuido a Herodes con base en el
defensas. Las crecientes disenciones internas del reino testimonio de Josefo, fue el templo a Roma y a Augusto,
seleucida produjeron la gradual difusión de la influencia en el extremo poniente de la cima. El templo, igual
del reino, prácticamente independiente, de los macabeos. que otros edificios públicos, fue más tarde enteramente
Siquem y Garizim, centros religiosos samaritanos, fueron reconstruido, por lo que no ha sido posible reproducir
absorbidos y en fecha probablemente comprendida entre sus detalles arquitectónicos. Con todo, no cabe dudar
111 y 107 A.C., Juan Hircano atacó Samaría. Parece de la magnificencia del edificio. El templo mismo se
que las defensas fueron consideradas demasiado fuertes hallaba sobre un podio situado en la parte media del
para ser vulneradas, por lo que fue establecido el blo- extremo occidental de la explanada de la cima. Un
queo y al cabo de un año, la ciudad se rindió. Josefo espacioso patio se tendía hacia el norte, a nivel superior
describe cómo fueron abiertas brechas en las murallas con respecto al circundante. La superficie que deparaba
para que las lluvias de invierno arrastraran la ciudad la explanada que anteriormente existía en la cima no
consigo. Tratándose de un emplazamiento como el de era a propósito para los proyectos de Herodes. Consi-
Samaría, en que las murallas defensivas sirven asimismo guientemente, el patio fue llevado al norte, 28 m más
de muro de contención para la zona interna, la des- allá de la primitiva traza del lienzo de la muralla de la
trucción de una parte de la muralla tuvo precisamente ciudadela helenística, apoyado en una plataforma que
esta consecuencia y las excavaciones han revelado la sostenían macizos muros de contención y con un plano
existencia de una de tales brechas en la muralla de la ciu- inclinado de tierra apisonada en la cara norte. Bajo
dadela, detrás de la cual había quedado la roca desnuda. el templo, el patio y la rampa citada, quedaron sepulta-
Durante unos cuantos decenios, Samaria permaneció dos los restos de las casas de la época precedentes, al-
destruida y deshabitada. Cuando el 63 A.c. Pompeyo gunas de las cuales conservaban sus paredes hasta
conquistó Jerusalén, aquella región se hallaba incor- alturas apreciables. La construcción de la gran plata-
porada a la provincia romana de Siria. Josefo cita que forma artificial es semejante a la llevada a cabo por
Samaria fue una de las ciudades reintegradas a sus po- Herodes para el Templo de Jerusalén. Sin embargo, en
bladores. Las excavaciones han mostrado algunos nú- Samaria, construía un templo de estilo clásico dedicado
cleos urbanos reconstruidos bajo el mandato del gober- a Roma, y en Jerusalén se trataba de un santuario se-
nador Gabinio, en 57-55 A.c. Fueron reconstruidas mítico; esta diferencia sirve para ilustrar la que había
las brechas en la muralla de la ciudadela y reparadas las entre Jerusalén y Samaria y hasta qué punto la política
erosiones que se habían producido. La superficie com- de Herodes se adaptaba a las condiciones locales.
prendida dentro del recinto fue distribuida en bloques El trazado original del foro de la ciudad data proba-
regulares de casas y tiendas, bien construidas, pero de blemente de esta misma época, aunque las pruebas para
dimensiones más bien reducidas. En las laderas, por determinar la fecha no son concretas. Se encontraba a
debajo del área de la cima fueron edificadas construccio- nivel inferior al de la explanada de la cumbre en un
nes parecidas. contrafuerte orientado hacia levante. Para construirlo
La razón· de la supervivencia de una parte importante fue explanada parte de la roca y otra porción de la
del trazado de esta reconstrucción estriba en que estos misma fue terraplenada, lo que requirió importantes
edificios fueron levantados cabe a la gran explanada del muros de contención mediánte los cuales se formó una

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431
SAMARITANAS

superficie uniforme que medía 128 m de este a oeste y Bibl.: G. A. REISNER - e. S. FISCHER - D.G. LYON, Harvard
Excavations at Samaria (1908-1910), 2 vols., Cambridge (Mass.)
72 de norte a sur. La superficie abierta fue rodeada por 1924. R. DussAUD, Samarie au temps d'Achad, en Syr (1925),
pórticos de 6 m de luz. En el lado oeste fue construida págs. 314-338. G. NAGEL, Samarie a l'époque istaélite, en RThPh,
la basílica, impresionante edificio que ha sido excavado 7 (1929) págs. 274-293. J. W. JACK, Samaria in Ahab's Time, Edim-
burgo 1929. J. W. CROWFOOT - G. M. CROWFOOT, Early lvories
sólo en parte.
Jrom Samaria, Londres 1938. J. W. eROWFOOT - K. M. KENYON -
Una tercera construcción, que hay que datar en la E. L. SUKENIK, The Buildings at Samaria, Londres 1942. R. W.
época de recontrucción de la ciudad, fue el estadio, en HAMILTON, Guide to Samaria-Sebaste, Jerusalén 1944. B. MATSLER,
la parte baja del declive norte, de modo que el lienzo The Historical Background of the Samaria Ostraca, en JPOS, 22
(1948), págs. 117-133. A. ALT, Der Stadtstaat Samaria, Berlín 1955.
de la muralla nueva venía a constituir su linde. Para K. KENYON, The Objects Jrom Samaria, Londres 1957. A. PARROT,
construirlo fue excavado un valle natural por su parte Samaria, capital del reino de Israel, Barcelona 1964 (trad. esp.),
interior que se niveló en las regiones media y septentrio- K.KENYON
nal y fue añadido un peristilo que lo cerraba, preci-
samente de estilo dórico, en contraste con los otros SAMARITANAS, Creencias y costumbres. Los sa-
edificios anteriores que parecen haber pertenecido al maritanos aseguran que son los descendientes del pueblo
estilo corintio. del antiguo reino de Israel, en particular de las tribus
Además de los citados edificios públicos han sido ex- de Efraím y de Manasés, y que sus levitas sacerdotales
cavadas un cierto número de construcciones de .carácter proceden de Aarón. La historiografía samaritana, re-
residencial. La Sebaste herodiana era una ciudad po- presentada sobre todo por Abü-l-Fath, no es digna de
pulosa con hermosos edificios de estilo clásico. Las fe, puesto que consiste en relatos judíos contra los sama-
excavaciones muestran que en los.dos siglos subsiguien- ritanos, que éstos convierten en motivo de propia
tes hubo una serie de construcciones y reconstrucciones. glorificación. Abü-l-Fath, el historiador oficial del
La reconstrucción más importante que siguió fue en la samaritanismo renovado del siglo XIV n.c., aminora
época de Septimio Severo, cuando en 201 n.c. fue ciertos cismas que dividieron la comunidad samaritana
conferido a la ciudad el status de colonia. Sobre esta durante mil años. Los samaritanos tal vez no deriven
época, los edificios citados fueron reconstruidos, casi de una estirpe israelita inadulterada; sin embargo, sus
siempre con aumento de dimensiones y con estilo re- sacerdotes pueden ser del mismo linaje que el sacerdocio
cargado. De esta época data asimismo la construcción sadoquita jerosolimitano: cf, el nieto de "Elyásib, que
de un teatro, bajo la esquina nordeste de la explana- casó con la hija de Samballat! y parece ser el fundador
da de la cima, así como un templo dedicado a Coré en de la dinastía sacerdotal samaritana.
la explanada, al norte del templo de Augusto; ninguno 1Neh 13,28.
de estos dos edificios tiene precedentes ;herodianos.
Puede datar de esta época la construcción de un acue- El credo samaritano se basa en cinco principios:
ducto, que había de llevar agua al foro, procedente de creencia en el Dios único, creencia en el único profeta
unos manantiales situados a unos 2000 m de distancia, Moisés, creencia en el Pentateuco (la Biblia samaritana
hacia el este, el cual cruzaba el valle por un puente de completa), creencia en el monte Garizim-Betel y creencia
unos 50 m de altura. en el Día de la Venganza. En la forma litúrgica del
Sin embargo, la obra más importante de esta época credo, probablemente la más antigua, no se menciona
fue la construcción de una entrada de nueva planta el Taheb o Mesías samaritano en relación con el Día
hacia el oeste. De la puerta occidental, reconstruida con de la Venganza. El credo original o es más viejo que la
orientación rectificada, arrancaba una gran avenida creencia en el Taheb, o sostuvieron ésta sólo los samari-
de columnas, a cuyos lados había tiendas de buena tanos heterodoxos. Como es sabido, los sacerdotes sama-
construcción, que contorneaban todo el lado sur de la ritanos sacrifican aún en Pascua y mantienen la pureza
colina. Para proceder a esta construcción hubo que sacerdotal (hasta donde es posible, puesto que ya no
proceder a un profundo corte de la roca con lo cual poseen el agua de la impureza), a fin de ser idóneos para
vino a quedar constituido un acantilado a pico de la el sacrificio pascual. Hasta después del siglo XI (cf. Kitáb
cima. Empresa de tal alcance da una idea clara del al-kdfi ; del sacerdote Yüsuf ben Salamah), el sacrificio
grado de prosperidad que la ciudad había alcanzado en era mucho más frecuente y constituía aún el acto central
aquella época. del culto. Únicamente debía llevarse a cabo, según los
No ha sido encontrada gran cosa posterior al siglo IV samaritanos, en el Lugar Elegido, el monte Garizim-
n.c., y que corresponda a construcciones romanas en Betel. La liturgia samaritana, desde el siglo IV al XIV,
el lugar. Sebaste fue un tradicional baluarte del paga- era básicamente la de 'Amram Dara y Marqah con pocas
nismo, pero, en 325 n.c., fue al Concilio de Nicea un adiciones; la posterior, así como al-kdfi, conserva in-
obispo de Sebaste. Por aquel entonces debió de ser formes sobre el antiguo culto.
transformada la basílica en iglesia. El interés capital de Los samaritanos efectúan tres peregrinaciones al monte
este lugar en el período cristiano dimana de ser con- Garizim: la primera en Hag ha-Massót, la segunda en
siderado la sepultura de san Juan Bautista. Dos iglesias Hag ha-Sébü'ót y la tercera en Hag ha-Sukkót. Los
hay en conmemoración del mismo, a saber, una griega peregrinos ascienden procesionalmente al Garizim en
por debajo de la cima en su lado y la catedral de los dos grupos, uno delante del sacerdote, portador del
cruzados en el extremo oriental. Ésta es actualmente rollo sagrado, y otro detrás. Ambos cantan en antífonas
mezquita de la moderna ciudad de Sebastiyah, agrupada los versículos de la Ley. Esta parte de la peregrinación
en torno a la mezquita, que es todo lo que queda de culmina en la cumbre más baja del Garizim, con la
Samaría-Sebaste. lectura total de Dt caps. 26, 27 y 28, las Bendiciones y

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SAMARITANAS

Vista general, desde el suroeste, de la cima del monte Garizim, donde los samaritanos de hoy se reúnen
anualmente para celebrar la fiesta pascual según su antiguo rito. (Foto P. Termes)

Maldiciones, y podría ser una vaga repetición de la opiniones que se atribuyen a los heréticos samarita-
ceremonia del Pacto, que ordenó Moisés y cumplió nos dositeos, se hallan en la liturgia ortodoxa de épocas
Josué. más-modernas.
A continuación, la peregrinación consiste en visitas El samaritanisrno temprano conoció un linaje puro
a los supuestos altares de los patriarcas, los cuales de sacerdocio; en el tardío, se exteddió a todos los sa-
rodean la superficie plana del Lugar Sagrado por exce- maritanos. Son hijos de la luz y el resto de la humani-
lencia, que es la extensión rocosa y llana, del otero dad hijos de Belial. Moisés y Aarón suplicarán, en el
superior. En él se exhibe el Rollo y obedecen la orden instante de la resurrección, por los samaritanos, sus cuer-
de aparecer tres veces al año ante el Señor. Entonces pos mortales serán juzgados y adquirirán .el cuerpo de
el sumo sacerdote bendice a los samaritanos. luz. No hay esperanza para el resto de los humanos.
Según Yüsuf ben Salamah, la bendición se efectuaba El viejo samaritanismo sacerdotal no conocía la resu-
en el antiguo lugar y en tal ocasión aún en el siglo XI. rrección. Los criterios de Marqah representaron los de
Ante los altares, en los que es de presumir que antaño la herejía dositea samaritana y no alcanzaron plena
se ofrecieran sacrificios, se recitaban partes del Diftár. El ortodoxia hasta después de la unión de los grupos sa-
mismo autor habla de los sacrificios de purificación, maritanos en el siglo xrv.
que los samaritanos de ultramar tenían que ofrecer, antes El samaritanismo cuenta con una pequeña Ley oral,
de poder participar en las peregrinaciones anuales, que codificaron Yüsuf ben Salamah y l;lasan al-Süri.
como de ellos se esperaba. La disminución de las comu- No logró tanta autoridad como la Ley oral judía.
nidades samaritanas en el siglo XIV lo impidió en ade- Sus principales puntos son el calendario y el sacrificio
lante; de todas formas, la comunidad central se había sacerdotal de pureza. El samaritanismo posterior po-
debilitado tanto que se llegó a un compromiso entre seyó una teología dogmática en la acepción que nunca
el sacerdocio y los laicos, entre el altar y la sinagoga. tuvo el judaísmo; los samaritanos consideran doctrina
Los sacerdotes, al convertirse en jefes indiscutidos de sagrada las declaraciones haggádicas y midrásicas de
toda la comunidad, enseñaron posteriormente algunas Marqah, Aunque contenga material primitivo, el samari-
creencias de las sectas antisacerdotales. Por ello, las tanismo es sincretista: no sería de extrañar que en él

435 436
SAMARITANAS

influyeran no sólo algunos movimientos judíos, sino el Iiciles para ellos. Esto pudo dar como resultado la
Islam. Testigo de ello son frecuentes expresiones, tales escasez de restos epigráficos.
como «Moisés (en vez de Mahoma) es el sello de los La edad relativa de las inscripciones samaritanas
profetas» y «No hay más dios que Dios». puede determinarse, con mayor o menor aproximación,
Bibl.: A. COWLEY, Samorit ans, en EncB, IV (1903). J. MoNT·
con referencia a dos o tres características de su desarrollo
GOMERY, The Samaritans, the Earliest Jewish Sect, Filadelfia 1907. a lo largo de la era cristiana. Así, por ejemplo, se nota
M. GASTER, The Samarit ans, Theír History , Doctrines and Literature, una creciente tendencia hacia un sistema de puntuación
Londres 1925. J. BOWMAN, Ear/y Samarilan Eschatology, en JJS, más complicado, vuelve a introducirse el antiguo sistema
6, 2 (1955), págs. 163-172. J. BowMAN, Ezekiel and the Zadokite
Priesthood, en Transactions o/ the Glasgow University Oriental So- de separar las palabras simples con un punto (sistema
ciety, 16, Glasgow 1957. J. BOWMAN, Contact between Samaritan que ya se había empleado entre los fenecios del siglo x);
Sects and Qumran ?, en VT, 2 (1957), págs. 184-189. D.M. ABDEL a continuación aparecen dos puntos, colocados vertical-
AL, A Comparalive Study of the Unedited Wortc of Abu'í-Hassan
mente, y situados al final de una frase, y posteriormente
al-Suri and Yusuf ibn Salamah, Leeds 1957, tesis doctoral.
aún aparece un guión que se añadía a los dos puntos,
J. BOWMAN para indicar el fin de una parte o de una sección. Tam-
bién las letras se hicieron más complicadas, adoptando
SAMARITANAS, Inscripciones. Las incripciones sa- formas de estilo floral, formando nudos y colocando
maritanas no son tan numerosas ni tan antiguas compa- en ellas dibujos extras como adiciones caligráficas. Esta
radas con otras inscripciones qué tenemos de otras forma de las letras todavía se vio afectada posterior-
lenguas del Próximo Oriente, ni tampoco son tan fáciles mente con la adición de líneas diacríticas. Todos estos
de fechar. Hasta hace algunas décadas, la inscripción cambios y adaptaciones progresivas, son los que lógi-
más antigua que se había conseguido datar, era un camente esperaríamos en la evolución normal de una
registro histórico de principios del siglo XI, que J. Peder- escritura monumental hacia una escritura de tipo más
sen publicó en 1928. En 1940, una piedra, procedente «rabínico», y de hecho tales cambios son apreciables
del dintel de una sinagoga, llegó a poder del Department en el desarrollo de la escritura hebrea desde el siglo vrn
of Antiquities de Jordania, siendo publicada su inscrip- hasta el XVI. La mayoría de los paleógrafos están de
ción en 1941 por W. R. Taylor, quien logró datarla acuerdo en admitir que estamos sólo en los comienzos
acertadamente entre los siglos rn-rv n.c. del conocimiento de la paleografía y epigrafía samari-
No vamos a referirnos aquí a las inscripciones sama- tanas, y es de esperar que futuros descubrimientos de
ritanas procedentes de época más tardía, éstas no nos abundante material epigráfico, arrojen más luz sobre la
conciernen. Las más antiguas que se conocen son las interesante historia y la singular cultura de los sama-
del «Decálogo» de Siquem, las «Diez palabras de la ritanos.
Creación» de Siquem, el fragmentario «Decálogo» de
Bibl.: CH. CLERMONT-GANNEAU, en CRAIB, 4." serie, 9 (188]),
Leeds, tres inscripciones de Emmaús, y por lo menos, pág. 186. M. J. LAGRANGE, en RB, 2 (1893), pág. 114. M. Lroz-
otras tres inscripciones de Gaza. También hay una BARSKI, Handbuch d. nordsemít, Epigraphik, Weimar 1898, pág. 440.
inscripción fragmentaria conservada en el museo del G. ROSEN, en ZDMG, 14, pág. 622. J. A. MONTGOMERY, The
Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén (Jordania), Somaritons, Filadelfia 1907. W. R. TAYLOR, en JPOS, 10 y 16.
L. H. VINCENT - F. M. ABEL, Emmaüs , París 1932, págs. 235 y sig.,
pero que aún no ha sido publicada. Lo más probable 430. W. R. TAYLOR, en BASOR, 81 (1941), pág. 1 y sigs.
es que debamos situar la primera inscripción de Emmaús,
que es bilingüe, como la más antigua inscripción sama- M. MARTIN
ritana, a pesar de que la fecha
propuesta por W. R. Taylor (en la
era precristiana) sea demasiado ele-
vada. A ésta seguirían la segunda
inscripción de Emmaús, el «Decá-
logo» de Siquem, el «Decálogo»
fragmentario de Leeds y la inscrip-
ción en el dintel de piedra antes
mencionada. Una de las inscrip-
ciones samaritanas publicadas por
W. R. Taylor es ciertamente ante-
rior a las demás, y es claramente
datable en el período de la domi-
nación islámica de Palestina; estas
tres inscripciones provienen de
Gaza. Sabemos por las crónicas
de los samaritanos que los prime-
ros siglos fueron muy duros y di-

Óstracon de Sarnaría, n. 0 69. Frag-


mento con numerosos signos· indes-
cifrables, algunos parecen hebreos,
que tal vez fuesen obra de un niño

437 438
SAMARITANO

SAMARITANO, Idioma. Al hablar aquí de idioma Schaade, y un profesor amigo de Kahle, A. Murtonen,
samaritano no vamos a referirnos a la lengua cotidiana de Helsinki, preparó el texto para ser editado, no sin
y familiar empleada actualmente entre los samaritanos antes realizar detenidas consultas con las autoridades
de Náblus o cualquier otra población en el Próximo en samaritano de Náblus. Ya anteriormente, en 1938,
Oriente. Como es corriente en todos los habitantes de F. Diening, otro discipulo de Kahle, publicó una diser-
Palestina, tras la ocupación islámica de los siglos vm tación bajo su dirección, en la que se establecieron los
y IX, el lenguaje corriente de las comunidades samari- primeros fundamentos científicos para lograr una gra-
tanas es el árabe. Por lo general es de carácter palesti- mática del hebreo samaritano. A. Murtonen se ha
nense, pero con una gran mezcla de hebraísmos y ara- dedicado a la preparación de un diccionario de este
meísmos. Pero además, como en el caso de cualquier idioma. para terminar con la publicación de una gra-
otra comunidad religiosa o política autónoma, su árabe mática.
tiene características dialectales. Por lo tanto, cuando La importancia del hebreo samaritano para nuestro
hablamos de idioma samaritano nos referimos especial- estudio comparativo sobre los diversos estadios de la
mente a la lengua de sus libros sagrados, en particular, lengua hebrea, puede deducirse del hecho que las in-
y en especial a su Pentateuco (-> Pentateuco Samaritano), vestigaciones de Kahle, Murtonen y otros han demos-
puesto que se ha descubierto que los samaritanos trado por un lado que existe una íntima afinidad entre
vocalizaban, y por lo tanto también pronunciaban el este tipo de hebreo y el hebreo de los primitivos manus-
texto de su Pentateuco de una forma que difiere nota- critos palestinenses (a partir de los siglos I al VI n.c.), así
blemente de la que conocemos por la tradición tibe- como también, por otra parte, con los rollos reciente-
riense, materialízada en lo que desde tanto tiempo mente descubiertos en Wádí Qumrán, Además, la pro-
se conoce por el nombre de texto masorético. Y hasta nunciación del hebreo tal como aparece indicada en las
hoy no hemos empezado a darnos cuenta de las com- transcripciones de nombres propios y sustantivos, he-
plejas teorías impuestas anteriormente a los estudiosos chas por Jerónimo y Orígenes, concuerda con el sistema
por los tajantes puntos de vista de eruditos como Ge- samaritano de pronunciación en contra del sistema tibe-
senius, para quienes el hebreo samaritano no era más riense posterior. Este hecho es de una. importancia ca-
que una versión popularizada y rebuscada del hebreo pital, ya que este nuevo material antecede al desarrollo
puro del T. M. Por lo tanto, una diferente pronuncia- tiberiense de los siglos vm, IX y x, trasladándose unos
ción y una diferente vocalización implican unas diferen- setecientos años atrás en nuestros conocimientos del
tes reglas fonéticas y lingüísticas. Y precisamente lo desarrollo lingüístico del hebreo. Una de las innova-
que aquí más nos interesa son estas características foné- ciones más importantes de la escuela tiberiense de
ticas y lingüísticas del hebreo bíblico samaritano. masoretas fue la definitiva introducción de un acento
En primer lugar hay que dejar sentado que aún no tónico en el hebreo bíblico. Efectivamente, tanto en el
se ha realizado ningún estudio amplio y completo del hebreo palestinense como en el samaritano el acento
hebreo samaritano; y una de las principales dificultades tónico se coloca en la penúltima sílaba, con importantes
con las que se ha tropezado, ha sido la ausencia de in- consecuencias en lo que se refiere a la acentuación de
dicaciones vocálicas en el rollo del Pentateuco samari- la palabra completa. Los samaritanos no poseen nada
tano, el Séfer 'Abisa'. Sin embargo, es verdad que en parecido a las conocidas begad-kefat y desconocen
manuscritos samaritanos posteriores se ha empleado un completamente la pronunciación aspirada, como se
sistema de indicaciones vocálicas, lo que no deja de ser advierte en las transcripciones de Jerónimo y Oríge-
una ayuda inapreciable. El primer ensayo valioso, a nes. Los samaritanos tampoco marcan ninguna dis-
este aspecto, fue del profesor alemán· Heinrich Pe- tinción entre el sin y sin; y por lo que se refiere a las
termann, quien en 1853 pidió al entonces sumo sacer- guturales, cuando hablan árabe hacen las distinciones
dote samaritano 'Arnram, que leyese lentamente y en su corrientes (que en árabe son necesarias) entre l:ui' y ha'
presencia el texto hebreo del Génesis. Y así, mientras y también entre alif, "ayn y gayn. Sin embargo, al leer
el sumo sacerdote iba leyendo, Petermann anotaba el texto de la Biblia asimilaban el l;ret al he', "álef a
signos vocálicos en una copia del Pentateuco samaritano "ayin, etc. Cuando Kahle les preguntó por qué hacían
que con este propósito había traído consigo. esto, les respondieron: «Así pronunciaban nuestros pa-
Su transcripción de la pronunciación samaritana, que dres las palabras sagradas». De nuevo vemos cómo esta
publicó en .1868, adolecía de algunos serios inconvenien- pronunciación gutural concuerda con lo que conocemos
tes: Al transcribir las consonantes, Petermann siguió de las transcripciones de Jerónimo y Orígenes. A me-
religiosamente las reglas tiberienses y, lo que es peor, dida que nos adentramos en la estructura morfológica,
se olvidó completamente de anotar el acento tónico vemos cómo el hebreo de los samaritanos ofrece muy
empleado por su lector. En 1917, Helmut Ritter, un pocas diferencias fundamentales con el hebreo tiberiense.
antiguo alumno de Paul Kahle, agregado entonces al Esta es, pues, la importancia del hebreo samaritano y
Alto Mando alemán en Palestina, copió unos 23 versí- la significación que tiene para nuestro conocimiento del
culos dictados por el mismo sumo sacerdote. Posterior- hebreo bíblico.
mente Ritter pidió a un tal Arthur Schaade, gran co- Bibl.: M. GASTER, The Samaritans. Their History, Doctrines and
nocedor del árabe, que prosiguiese su tarea, ya que debía Literature, en The Schweích. Lectures Jor 1923, Londres 1925. F.
abandonar aquellos parajes. Schaade consiguió copiar DIENING, Das Hebrdische bei den Samaritanern. Eín Beilrag zur vor-
masoretíschen Grammatik des Hebrdischen, en Bonner orientalische
un buen número de capítulos de la Tóráh siguiendo Studien, Stuttgart 1938. P. KAHLE, The Cairo Geniza, 2.• ed.,
este sistema. En 1959, Kahle publicó los resultados com- Oxford 1959, págs. 153 y sigs., 31~ y sigs.
binados de esta transcripción efectuada por Ritter y M. MARTIN

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SAMARITANOS

SAMARITANO, Pentateuco. ->- Pentateuco samarí- con un descendiente del sumo sacerdote "Elyáslb, pero
tano. Nehemias lo rechazó'.
ACf. ANET, pág. 284.
SAMARITANOS (heb. soméronim; IaµapÍTai, F. 12 Re 17,24-41. 22 Cr 35,18. 'Esd 2,2; 6,17; 8,35. 'Esd 4,1-2.
Josefo, Iaµapeis; Vg. Samaritani). 1. PUEBLO. El 'Neh 3,33-34; 4, 1; 6,1.2.5. 'Neh 3,34. 'Neh 13,28.
término significa en sentido amplio «los habitantes
Desde este momento existe un lapso de tiempo en
de Samaria», y en sentido estricto los descendientes de
que los samaritanos desaparecen del horizonte bíblico,
la mezcla y fusión de los indígenas de Samaría con
no volviéndose a hablar de ellos hasta la época hele-
los colonos procedentes de Babilonia de Kütíáh), de
nística 1• Flavio Josefo suple este silencio con una in-
<Awwa', de Hámát y de Séfarwáyim que mandaron
formación sospechosa, que la crítica moderna pone en
los reyes de Asiria (Sargón, Asarhaddón) para que
tela de juicio. Josefo confunde Sanballat I con San-
se establecieran en las tierras de Samaría en lugar de
bal!at III, y a Yaddüa", sumo sacerdote bajo Daría
los hijos de Israel deportados a Asiria 1. A estos sa-
II2, con el sumo sacerdote Yaddüa" de los tiempos
maritanos llaman los judíos despectivamente kütim
de Alejandro Magno e • Según él, Sanballat obtuvo
(xovl;aio1, KoµSaio1), mientras que los samaritanos
autorización .de Daría Codomano (335-330 A.c.) para
se llaman a sí mismo somérim, «los observantes», por
edificar un templo rival sobre el monte Garizim, lla-
haber seguido la orden de Yahweh de que van a edi-
mando a oficiar en él a los miembros de la familia de
ficar en su honor, y para venerarle, un templo sobre
Aarón. Parece que el cisma samaritano fue gestándo-
el monte Garizim.
se lentamente. Los sacerdotes que huyeron de Jerusa-
Los orígenes de los samaritanos y sus roces y anta-
lén junto con Manasés fueron los inspiradores del
gonismos con los de Judea tienen ya sus hondas raíces
templo de Garizim, que se construyó en tiempos de
en tiempos antiguos de la historia de Israel; se mani-
los seleucidas. Bajo Antíoco Epífanes obtuvieron que
festaron principalmente en la escisión del reino en tiem-
su templo fuera respetado, dándole el título de Júpiter
pos de Jeroboam I; se agudizaron en los días de Esdras
Hospitalario 8. En el texto griego de 2 Mac 6,2 es lla-
y Nehemías y culminaron en la época helenística. No
mado ::Év1os, o porque su misión consistía en velar
cabe suponer que Sargón deportara a Asiria toda la
por los extranjeros, o por aludir al origen extranjero de
población de Samaría, ya que, según 2 Cr 34,9, un Res-
los samaritanos 3• El templo fue destruido por Juan
to de Israel se conservó fiel a Yahweh y contribuyó a la
Hircano c, lo que exarcebó la enemistad entre judíos
reparación de la casa de Yahweh en Jerusalén en tiem-
y samaritanos. Pompeyo los favoreció y Herodes no les
pos de Josías. En la fiesta de la Pascua, celebrada en
Jerusalén el año 621, asistieron samaritanos2. Sargón, molestó.
En tiempos de Poncio Pilato fueron muertos muchos
en sus anales A dice que deportó a veintisiete mil doscien-
samaritanos sobre el monte Garizim con ocasión de
tas noventa personas, quedando, por consiguiente, en
una reunión convocada por un impostor P. De un grave
Samaría un número bastante superior. ¿Se contami-
incidente entre judíos de Galilea y Judea y los samari-
naron todos estos samaritanos con los cultos idolátricos
tanos habla el mismo Flavio Josefo E_ Habiendo tomado
importados por los colonos de Allende el Río? ¿Con-
parte en una rebelión de los judíos contra los romanos,
trajeron matrimonio con estas gentes extrañas al pue-
fueron muertos once mil seiscientos samaritanos sobre
blo de Israel? ¿No hubo en Samaría un «Resto» que
el Garizim el 15 de julio del año 67 n.c., por orden
'quedó libre del sincretismo religioso? Sin embargo, la
de Cereal, comandante de la V legión romana F_ En el·
mezcla pretendida o auténtica, de todo el pueblo sa-
NT se reflejan las relaciones hostiles entre judíos y
maritano con gente extranjera y su contaminación reli-
samaritanos 4. Mateo les es hostil 5; Marcos los ignora;
giosa sirvió de pretexto para excluirlos del Nuevo
Lucas se muestra cortés con ellos; Juan es más conci-
Israel, nacido después del Exilio, bajo la dirección de
liador. Jesús habla de ellos con suavidad 6• El diácono
Esdras y Nehemías.
Felipe les predicó el evangelio'. El Talmüd tiene un
El Exilio fue una ocasión propicia para que Judá
tratado sobre los kütim. En 1167 Benjamín de Tudela
saldase sus diferencias ancestrales con las tribus del
encontró comunidades de cuteos en Náblus, Ascalón,
Norte, valiéndose del favor de Ciro para colocarlas al
Cesarea y Damasco. Actualmente, unas doscientas fa-
margen del pueblo escogido, reunido en torno al Templo
milias viven en Náblus, al pie del Garizim y en torno a
de Jerusalén. Según el libro de Esdras", cuando bajo la
su sinagoga.
dirección de Zorobabel empezaron los repatriados a
reconstruir el Templo de Jerusalén, «los enemigos de » Ant,Jud., 11,7,2; 12,8,4-5. BAnt. Jud., 12,5,5. < Ant, !ud., 13,
9,1. DAnt. Jud., 18,4,1. »eat. Jud., 2,12,3-8. »sat. Iud., 3,7,32.
Judá y de Benjamín» solicitaron colaborar en la obra,
1Eclo 50,25-26. 2Neh 12,22. 32 Re 17,24. •Jn 4,20. 'Mt 10,S.
alegando que «también nosotros buscamos a vuestro 'Le 10,30-37; 17,16; Jn 4,4-48. 'Act 8,5-17.
Dios, y a Él sacrificamos desde los días de Asarhaddón,
rey de Asiria, que nos trajo aquio '. Los samaritanos 2. RELIGIÓN. Sus doctrinas religiosas son poco co-
vieron con malos ojos la reconstrucción de las murallas nocidas; base de su fe es el Pentateuco, el único libro
de Jerusalén 5• Ellos habían adquirido ciertos privilegios sagrado que reconocen como canónico. Esperan el me-
en la región a costa de los de Judá, deportados a Babi- sías anunciado en Dt 18,15-19, que será un profeta como
lonia, que con la reconstrucción del Templo y de las Moisés, y al cual llaman Taheb, «restaurador» del culto;
murallas de Jerusalén temían perder. Sanballat, el horo- pero no tiene la misión de un redentor. No admiten
nita, gobernador de Samaría 6, buscó infiltrarse en la un mesías hijo de David. El Taheb pondrá término a
nueva comunidad judía con el matrimonio de su hija los tiempos del error. En su tiempo se convertirán

441 442
SAMARITANOS

los pueblos, especialmente el judío, y abrazarán su HAIM, The Book of Asalir, en Tar, 14 (1943), págs. 104-125, 174-190;
religión. No admiten representaciones sensibles de la 15 (1946), págs. 71-87. P. W. SKEHAN, Exodus in the Samaritan
Recension from Qumran, en JBL, 74 (1955), págs. 182-187. H. N.
divinidad; observan fielmente el sábado y la circun- ROWLEY, Sanbal/at and the Samaritan Temple, en BJRL, 38 (1955-
cisión. Sus libros religiosos son, además del Pentateuco, 1956), págs. 166-198; íd., Sanbal/at et le temple, en L'Ancien Testa-
el Discurso de Marqah, el tratado litúrgico llamado ment et l'Orient, Lovaina 1957, págs. 157-191. J. BoWMAN, Sama-
rilan Studies, en BJRL, 40 (1958), págs. 298-327. M. GASTER,
Diftár y algunos escritos en lengua árabe, tales como Samoritans, en The lnterpreter's Dictionary o/ the Bible, Nueva
el llamado Al-Assátir de Moisés. Su lugar sagrado es el York 1962, págs. 191-197. M. CROSS, The Dlscovery of the Samaria
monte Garizim, escogido por Yahweh como lugar de Papyri, en BA (1963), págs. l l 0-121.
culto1 (-+ Pentateuco samaritano). L. ARNALDICH

1Dt 11,29; 12,5.


SAMAS. 1. NOMBRE. Samas es el nombre semí-
Bibl.: W. GESENIUS, De Samaritanorum Theologia ex fontíbus tico del dios-Sol. Desde muy antiguo absorbió la per-
ineditis commentatio, Halle 1822. TH. G. JUYNBOLL, Commentarius
sonalidad de su análogo sumero, Utu (cuyo sumero-
in historia gentis samarítanorum, Leiden 1846; íd., Chronicon Sama-
ritanorum arabice conscriptum, cui est titulus Líber Josuae, Leiden grama significa «brillante» y «día») o Babba(r) (lit.
1848. E. V!LMAR, Abulfathi Annales Samaritani, Gotha 1865. J. A. «blanco», o «sol naciente»), Los escribas adoptaron
MoNTGOMERY, The Samaritans. The Earliest Jewish Sect, Filadelfia frecuentemente el sumerograma Utu para designar a
1907. A. E. CoWLEY, The Samaritan Liturgy , 2 vols., Oxford 1909.
A. MERX, Der Messias oder Taheb der Samaritaner, en BZAW, 17
Samas. En la época de 'Ür 111 se encuentra ya la grafía
(1909). P. KAHLE, Aus der Geschichte der a/testen hebráischen sa-ma-as, y al final del Dinástico Antiguo (ca. 2400 A.C.)
Bibelsemitischen Religionskunde und Sprachwissenschaft, Giessen 1918, el nombre de dios aparece en antropónimos semíticos,
págs. 247-260. J. E. THOMSON, The Samaritans. Their Testimony
como iku-i1fomas («Samas lo ha establecidooj e. El
of the Religion of Israel, Edimburgo-Lcndres 1919. M. ÜASTER,
Hebrew Apocrypha and Samaritan Archaeology; 3 vols., Londres mismo Utu no es muy frecuente en los textos presargó-
1925-1928; íd., The Samaritan Hebrew Sources of the Arabic Book nicos 8.
of Joshua, en ]RAS (1930), págs. 567-599; íd., The Samaritan Oral
ANombre de un rey presargónico de Mari: cf. RA, 31 (1934),
Law and Ancient Traditions, I. Samaritan Eschato/ogy, Londres 1932.
pág. 137. Ver J. BoTTÉRO, Les divinités sémitiques anciennes en
J. JEREMIAS, Die Passahfeier der Samaritaner und íhre Bedeutung fiir
Mésopotamie, en S. MOSCATI (edit.), Le Antiche Divínitá Semiliche,
das Verst dndnis der Ali. Passohüberlteferung, en BZAW, 59 (1932).
Roma 1958, págs. 17-63, especialmente págs. 47-48. B Cf. A. FAL-
W. O. E. ÜESTERLEY, A History of Israel, II, Oxford 1932, págs. 142-
KENSTEIN, en Baghdader Mitteilungen, 2, Berlín 1963, págs. 3-4.
158. J. HEMPEL, Innersmasoretische Bestiitigungen des Samaritanus,
en ZA w, 52 (1934), págs. 254-274. A. s. HALKIN, Samaritan Po-
2. ÜRIGEN Y GENEALOGÍA. Si Samas no parece una
lemics against the Jews, en Proceedings of the American Academy
or Jewish Research, 7, Filadelfia 1935-1936, págs. 13-59. Z. BEN divinidad prominente en el panteón protosemítico, lo
es seguramente en el mundo me-
sopotámico, desde el m milenio A.c.
Samas es hijo de la pareja lunar
Nanna/Sin y Ningal. Por eso, sigue,
en jerarquía, al dios-Luna. Los me-
sopotámicos se distinguieron por el
culto a la tríada astral compuesta
por Sin (sum. Nanna), Samas (sum.
Utu) e Istar (sum. Innanna). Samas
(en asirio samsu) es una divinidad
masculina para los sumeros y se-
mitas orientales (acadios) A, pero
femenina para los ugaritas (sps)8
y árabes preislámicos (sams) c. En
los textos ugaríticos se la designa
constantemente corno nrt ilm «lum-
brera de los dioses». Interviene
en el mito de Bá'al-"Anatn, y se
la nombra también en las listas de
ofrendas E.
La consorte de Samas es, en sum.,
Senirda o Sudanga, y en ac. Aia,
antiquísima divinidad mesopotá-
mica, aunque se puede dudar sobre
sus orígenes semíticos F_ Aparece
en un antropónimo de Lagas (ca.
2400 A.c.), en los textos de Mari G
y más adelantert. ¿No será un

El dios Samas sentado en su trono


ante el disco solar. Fragmento de
un relieve de una tablilla procedente
· de Sippar

443 444
SAMGAR

hipocorístico el nombre del "Ayyáh de Gn 36,24 = 1 Cr ACf. la estela de Ennatum de Lagas (ca. 2400 A.c.). BH. FRANK-
FORT, The Art ancl Architecture of the Ancient Ortent, Harmonds-
J,40 (y cf. 2 Sm 3,7; 21,8.10-11)? worth 1954, Jám. 121. CCódigo, 2,22-36. DCf. A. FALKENSTEIN -
APero cf. el nombre propio acadio um-m-íu sarnas, «Samas es W. VON SODEN, Sumerische und Akkadische Hymnen und Gebete,
mi madre», cf. l. J. GELB, Materials [or the Assyrian Dictionary, Zurich/Stuttgart 1953, nos. 42-43 (sum.); 5.23.28.35.53-59.68 (ac.);
Chicago 1952, I, pág. 225 y sigs. B M. DAH00D, Ancient Semitic W. G. LAMBERT, Baby/onian Wisdom Literature, Oxford 1960, págs.
Deities in Syrta and Palestine, en S. Moscxrr (edit.), op. cit., págs. 121-138 (gran himno a Samas), cf. ANET, pág. 387 y sigs. C. D.
65-94, especialmente págs. 90-91. CA. GR0HMANN, Arabien, Mu- GRAY, The Samas Religious Texts, Chicago 1901; P. A. ScH0LL-
nich 1963, pág. 243 y sigs, DTextos 49, II: 24; III: 24; IV:31; MEYER, Sumerisch-babylonlsche Hymnen und Gebete an Sama§, Pader-
51; VIII :21. Cf. C. H. G0RD0N, Uga:·itic Literature, Roma 1948, bon 1912; H. GRESSMANN (edil), en AoT, págs. 244-247. Entre
pág. 10 y sigs. E c. A. CAQUOT, en Syr, 36 (1959), págs. 90-101. los epítetos hímnícos aplicados a los reyes, se encuentra vgr. dUtu-
F J. BOTTÉR0, art. cit., págs. 32-33; sobre los textos cf. E. EBELING, ke-en-ge-ra, «dios-Sel de Sumen>, cf. D. O. EoZARD, op . cit., pág. 71.
en RLA, I, págs. 1-2. GCf. ARM, V, 82,16.18. Aya-Hábür. HA. T.
CLAY, Personal Names o/ the Cassite Period, Londres 1912, pág. 102, 6. PALESTINA. Un eco del cutio de Samas en Pales-
Aya-kuzub-matim.
tina lo tenemos en topónimos, tales como Bét Sérnes
3. TÍTULOS Y FUNCIÓN. Como dios de la luz, que (en la antigua región danita, de la que era oriundo
todo lo ve, Samas es el dios de la justicia, lo mismo que Sansón, heb. simson, de sams-tin6)1• Hay otras dos
Utu. Ismédagan, p. ej., se compara como juez, al dios ciudades homónimas, una en Neftalí2 y la segunda cerca
Utu A_ Samas - adornado con la tiara de cuatro pares de Bét San (Beisán)3 • Cf. también el nombre de lugar
de cuernos - dicta el Código a Hammurabi. En este 'En Sémes (al este de Jerusalén)". En el templo cananeo
gran documento, aquél es llamado «gran Juez de los del Bronce Reciente, exhumado en -,. J:lii~or, se identi-
cielos y de la tierra» B. Diversos epítetos, de distintas ficó un altar decorado con un disco que encierra una
épocas, señalan a Samas (o Utu) como señor del dere- estrella de cuatro picos, emblema de la divinidad solar
cho c. Por una aproximación lógica, es también el dios cananea (sps) A_
de los adivinos P y el dador de la vida. Un canal de la
ACf. Y. YADIN, en IEJ, 8 (1958), pág. 12 (y lám. 8B) y en BA,
época de Surnula'il (ca. 1800) lleva el nombre signifi- 21 (1958), págs. 35-39.
cativo de «Utu es sobreabundancías P. El dios-Sol
1Jos 15,10; 21,16; 1 Srn 6, etc. 'Jos 19,38; Jue 1,33. 'Jos 19,22.
sumero (Utu) ejerce su función de protector en la le-
'Jos 15,7; 18,17.
yenda de Gilgames F, y en el mito del descenso de Inanna S. CR0ATT0
al infierno, donde se le ve ayudar a Dumuzi (o -,. Tam-
muz)". En el mito acadio de Etana, Samas interviene SAMECH (LXX, craµx). La Vg. y los LXX antepo-
en favor de la serpiente, engañada por el águila, pero nen esta palabra, nombre de la decimoquinta letra del
aconseja también a su protegido Etana para que soli- alefato, a Lam 1,15; 2,15; 3,43.44.45; 4,15 y Sal 119,113
cite la ayuda de esta últimau. (heb.) (-,. Acróstico).
ACf. los textos en D. O. EozARD, Die «zweite Zwischeneeit»
Babyloniens, Wiesbaden 1957, pág. 80, cf. el nombre propio de la SAMGAR (et. cf. infra; ac. sa-an-ga-ar, sa-an-ga-ra,
época de Fara, «Utu es mi juez». B Da-a-a-nim rabi-im §a AN ú Kf
(24,84 y sigs.). e Sus hijos y visires son kettu (justicia) y mésarum sa-ga-ra; Iaµeyap; Vg. Samgar). Hijo de 'Ánat. Tuvo
(derecho), simbolizados en Saturno. DEnmeduranki, el rey sabio la judicatura después de 'Ehüd. Mientras los israelitas
antediluviano, era de Sippar (y cf. § 5). "En sum. ii(canal)-utu- evitaban los caminos y carreteras por temor a los filis-
hé-gál. Cf. D. O. EDZARD, op, cit., pág. 113. FS. N. KRAMER, en
ANET, pág. 47 y sigs. ªIbíd., pág. 52, n.6. HE. A. SPEISER, teos, se enfrentó sólo con los enemigos de su pueblo y
en ANET, pág. 114 y sigs. mató a seiscientos con una aguijada y de este modo
salvó a su pueblo1. En su caso, la SE ofrece muchas
4. REPRESENTACIÓN. El sumerograma de Samas re-
dificultades. Entre ellas, figura la de que ni su nombre
presentaba originariamente un disco que salía de dos
ni el de su padre son israelitas; se ha explicado como
montañas del este. Los sellos lo figuran saliendo de las
fenicio, asirio o hitita, pero la hipótesis que tiene más
montañas, con los rayos emergiendo de sus espaldas é.

peso es la que lo emparenta con el hurrita simig-arti),


ACf. D. O. EozARD, en el Worterbuch. der Mythologie, Stuttgart
que se halla en los textos de Nuzu con el significado de
1961 y sigs., I, págs. 126-127.
«(el dios) Simik(e) dio» (-,. 'Ánat). Además, el T. M.
5. CULTO AL DIOS-SOL. Éste, venerado en toda la no le llama «juez», ni le asigna un período de judicatura
Mesopotamia, era el patrono especial de dos ciudades, ni un dato concreto de sucesión directa en cuanto a
Larsa (hoy Senkerah) en Sumer, y Sippar (actual Abu '.Ehüd, de modo que interrumpe el orden normal del
Habba) en Acad. En las dos, su santuario llevaba el relato; por otra parte, la referencia a los filisteos es un
mismo nombre: é-babbar «casa del Sol naciente». El anacronismo, porque este pueblo únicamente había
é-babbar de Sippar fue fundado por Narám-Sin (dinastía invadido por entonces el mediodía de Palestina.
sargónica de Acad), y el de Larsa data ya del Dinástico
Antiguo e . En la estela erigida en Sippar por Nabü- 'Jue 3,31; 5,6.
apal-iddina (870 A.c.) para conmemorar la restauración Bibl.: J. M. LAGRANGE, Le livre des Juges, París 1903. K. L.
del templo, aparece Samas con las insignias divinas TALLQVIST, Assyrian Personal Nantes, Helsingfors 1918, pág. 192.
(tiaras con cuernos; y en las manos el aro y la vara N0TH, págs. 122-123. B. MAISLER, Shamgar ben 'Anal, en PEQ
(1934), págs. 192-194. A. ALT, Megiddo im Übergang vom Kanaa-
reales; el sol con cuatro picos y cuatro haces de rayosj P.
niiischen zum israelitischen Zeitalter, en ZA lV, 19 (1944), págs. 67-85.
Hammurabi menciona a los dos é-babbar, el de Sippar P:. TAEUBLER, Cushan-Rishatain (Jud. 3,8-10), en HUCA, 20 (1947),
y el de Larsa c. Otro gran templo dedicado a Samas págs. 137-142. R. TAMISIER, Le Livre des Juges, en La Sainte Bible,
(y a -,. Sin) fue exhumado en 'Assür, la capital reli- III, París 1949, pág. 175. W. F. ALBRIGHT, The Son of Tabee!
(Isaiah 7:6i, en BASOR, 140 (1955), págs. 34-35.
giosa de Asiria. El culto a Samas/Utu se refleja en los
nombres propios y en los himnos>. M. GRAU

445 446
SAMGAR

SAMGAR NEBO (Napovcráxap; Vg. Semegarnabu). SAMMÁH (et. - Sema'yiih(ü). Nombre de cuatro
Nombre o, probablemente, título de un príncipe neoba- israelitas:
bilónico. - Neregal Sar 'É~er. l. (Lvµé; Vg. Samma). Tercer hijo de Ré'ü'él y jefe
de familia descendiente de Esaú y de Ismael. Con el
SAMHÜT (et. - Sammiih y Sammót), fo?lawS [BJ, tiempo llegó a ser uno de los jefes tribales de Edom 1•
LaµawS [AJ; Vg, Samaoth). Yizrahíta, jefe de la tropa 2. (Laµá, Laµµá; Vg. Samma, Simmaa, Semmaa, Sa-
que estaba al servicio de David durante el quinto mes 1. maa). Tercer hijo de Isaí y hermano, por lo tanto,
El nombre parece ser una combinación de las variantes de David. Samuel declaró que Dios no le había designado
- Sammáh y Sammót, y probablemente haya de identi- por rey 2• Sirvió en el ejército de Saúl, contra el que
ficarse con el héroe davídico mencionado en último lugar. Goliat y los filisteos combatieron 3• También se le da
1 J Cr 27,8. los nombres de Sim'á', Sim'iih y Sim'I.
Bibl.: N0TH, 1357, pág. 259. 3. (heb. var. sammá"; ¿aµafo; Vg. Semma). Hijo
D. VIDAL de 'Áge' el hararita, que figura entre los guerreros más
bravos del rey David, denominados los «tres» por exce-
SÁMIR (k. sámiwr, «espina»; LaµT)p; Vg. Samir). lencia. Hizo frente solo a los filisteos en un campo de
Levita, hijo de Mikáh, de la estirpe de Qéhát, men- lentejas, mientras que el pueblo se daba a la fuga y
cionado en la organización sacerdotal de David. los resistió con éxito". Aconteció la hazaña en Léhí,
1 Cr 24,24. escenario de las proezas de Sansón 5•
Bibl.: N0TH, 1364, pág. 231.
4. (Lmµá; Vg. Semma). Harodita, héroe de David,
M. D. RIEROLA
llamado Sammot• y Samhüt7• •

1Gn 36,13.17. '1 Sm 16,9. 31 Sm 17,13. 42 Sm 23,11-12. 'Jue


SÁMIR («espina»; Vg, Samir). Nombre de dos lu- 15,9-10. 'l Cr 11,27. 7 1 Cr 27,8.
gares palestinos: Bibl.: Norn, 1353, págs. 39, 185.
1. (Laµíp, La<píp). Ciudad en la región montañosa C. COTS
de Judá, atribuida a la tribu del mismo nombre1• Dado
que las poblaciones que se enumeran al unísono se ha- SAMMÁM, Tell el-, Montículo en donde estaría
llaban en las colinas sudorientales de Hebrón, Sámír situada - Dabbéset.
debió de estar en tal región. Hírbet el-Sumara, a 4 km
SAMMAY («[Dios] oyó»; Vg. Sammay). Nombre
al oeste de el-Záhiriyah, recuerda el nombre de la ciudad
bíblica, pero el sitio antiguo lo ocupa probablemente de tres personajes veterotestamentarios y de un rabino:
el-Bi'rah, 2 km más al norte. l. (Laµaí; Semei). Hijo de 'Oniim, padre de Nádáb
y 'Ábi$ür, y descendiente de Yérahmé'él '.
2. (Laµíp, Laµapeía). Aldea en los montes de Efraím,
2. (Laµaí). Hombre de la tribu de Judá, hijo de
en que habitó y murió el juez Tólá'". Los mss. unciales
Réquem y padre de Má<on 2•
y la versión siríaca reconocen en ella a Samaría, y son
bastantes los palestinólogos que aceptan la ecuación 3. (Leµeí). Descendiente de Judá. Fue uno de los hijos
de ambos lugares. Simons propone identificarla con que Méred tuvo de su mujer egipcia, llamada Bityáh 3•
Hirbet el-Sumará, a 11 km al mediodía de Tell Balátah, 4. Rabino, jefe de una escuela judía de interpretación
1Jos 15,48. 2Jue 10,1-2.
de carácter conservador, opuesta a la de - Hlllél (§ 2).
Bibl.: ABEL, II, pág. 446. SIM0NS, §§ 319 (A/1), 586, 1531, 11 Cr 2,2,8.32. 21 Cr 2,44. 31 Cr 4,17.
Bibl.: Norn, 1362, págs. 39, 185.
G. SARRÓ
J. VIDAL

SAMLÁH (et. - Salomón(?); Laµa6á, Lep?lá; Vg. · SAMMÜA' («[Dios ha] oído»; Vg. Sammuay, Nom-
Semla). Quinto rey de Edom, cuya soberanía fue
bre de cuatro personas del AT:
anterior al establecimiento de la monarquía de los
1. (LaµovT)?I). Hijo de Zakkür, representante de la
israelitas. El T. M. dice que era de - Masréqáh, lo
tribu de Rubén en el grupo de exploradores que Moisés
cual pudiera interpretarse en el sentido de que fue
envió a Canaán 1•
oriundo de tal lugar o que ésta era la ciudad más impor-
2. (Laµµoús, Laµaá; Vg. Samua). El primer hijo
tante de su reino 1.
citado en la lista de los que David tuvo en Jerusalén,
'Gn 36,36; 1 Cr 1,47.
de una de las concubinas y mujeres que entonces tomó 2.
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bib/e, 1, París 1953,
pág. 416. Recibe asimismo el nombre de Sim'a' y aparece como
C. COTS hijo de Betsabé3 •
3. (Laµouí, Laµía; Vg. Samua). Levita, padre de
SAMLAY (La?laµeí; Vg. Semlai). Grafía variante 'Abdá' e hijo de Gálál, y descendiente de Yédütün-.
del kétíb de - Salmay, en Esd 2,46. Recibe en otro pasaje bíblico el nombre de Sema'yiih(ü) 5•
4. (Laµové [B], Lvaµové [AJ). Sacerdote y jefe de la
SAMMÁ' (et. - Sema'yiih[ü); Laµá; Vg. Samma). familia sacerdotal de Bilgáh. Vivió en el tiempo del su-
Hombre de la tribu de Aser y octavo hijo de Sófáh, mo sacerdote Yóyáqím 6•
citado en la genealogía aserita. 'Nm 13,4. '2Sm 5,14; 1 Cr 14,4. 31 Cr 3,5. 'Neh 11,17.
1 Cr 7,37. 5
1 Cr 9,16. 'Neh 12,18.
Bi~l.: Noru, 1353, págs. 39, 185. Bibl.: Norn, 1360, págs. 38, 15.
D. VIDAL J, VIDAL

447 448
SAMUEL

SAMOS (caltura», «lugar elevado»; Iáµos; Vg. Sa-


mus). Isla del sudeste del mar Egeo, muy próxima a
Asia Menor, de la que la separa, en la parte del promon-
torio de Micale, un canal de unos 2 km de amplitud.
Mide 45 km y de 6 a 9 km de ancho, y su población
principal era, en la antigüedad, la ciudad homónima.
Fue una de las regiones a las que Roma advirtió que
no importunasen a los judíos1; Pablo, en su último
viaje a Jerusalén, pasó cerca de Samos antes de hacer
escala en Trogilio2 (este último dato no figura en los
Códices B, A y S, por lo cual no aparece en algunas
versiones modernas, las cuales dicen «que al siguiente
día arribamos a Mileto»),
11 Mac 15,23. • Act 20, 15.
Bibl.: .ESTRABÓN, Geogr. 8,13,19; 10,2,17; 14,1,12-18. PAULY·
wrssowx, I col. 2213 y sigs. Elt, XXX, págs. 603-606, con bibliografía.
R. SÁNCHEZ

SAMOTRACIA (Iaµo.Sp<;XK"r¡; V g. Samothracia). Isla


situada en la zona nordoriental del mar Egeo, hacia la
que san Pablo, en su segundo viaje, fue directamente
desde Tróade en una nave, antes de llegar a Neápolis1•
Mapa de la isla de Samos en el mar Egeo
Samotracia se halla situada a 25 km de la costa de
Tracia, tiene forma oval y mide, en sentido máximo,
21 km de longitud y 12 km de anchura. Estuvo habitada SAMUEL (Iaµoviír-.; Vg. Samuel). A finales del
desde el neolítico y la colonizaron los griegos ca. el período en que «no había rey en Israel, y hacía cada
siglo vm A.C., y doscientos años después alcanzó su uno lo que bien le parecía»! en Rámáh, Ana, la mujer
máximo florecimiento. Llegó a ser un centro religioso estéril de 'Elqanah, dio a luz un hijo «al que puso
tan importante, que rivalizó con Olimpia y Delfos, y por nombre Samuel»2 (as. sumu-il; heb. sémú'él; «el
en el que prosperaron los célebres misterios samotracios. nombre [de Dios] es Él»), porque a Dios se lo había
La proscripción de estos cultos, en el siglo 1v D.C., pedido (sii'ü/). La madre, por un voto que 'Elqanah
provocó la decadencia histórica de la isla. confirmó e hizo suyo3 , «lo consagró a Yahweh por
1Act 16,11. todos los días de su vida, no tocando la navaja su
Bibl.: PAULY•WISSOWA, I, cols. 2223-2226, Elt, XXX, págs. 611-612, cabezax". En 1 Cr 6,13 se dice que era de origen levita.
Los LXX añaden que Samuel no debía tomar bebidas
D. VIDAL
fermentadas'. Según 1 Sm 1,11 y 4QSAMa, el niño era
nazireo (heb. názir). Desde su infancia sirvió a Yahweh
SAMPSAME (Iaµ4'áµr¡s, Iaµ4'áKr¡s; Vg. Lampsacus).
Una de las ciudades a las que escribió el cónsul Lucio, en presencia de Elí, sacerdote 6 • Éste, por su negligencia en
en la que Roma les prohibía guerrear contra los judíos1• cumplir con sus deberes de juez - que lo era de he-
Se discute su localización: se ha propuesto identificarla cho, pero no de derecho -, de padre y sumo sacerdote,
con Sarnsün, la clásica Amisos, junto al mar Negro, al contribuyó a que se tratara con menosprecio la ofrenda
este de Sínope; la lectura errónea de la Vg. (Lampsaco) hecha a Yahweh ', por lo cual, determinó Dios «castigar
se refiere a una ciudad situada a orillas del Helesponto. a su casa por el crimen de sus hijos, y que él no corri-
gió» 8. Mientras Yahweh se alejaba de Elí, el «niño
11 Mac 15,23.
Samuel iba creciendo y se hacía grato, tanto a Dios
Bib.: M. GRANDCLAUDON, Les Iívres des Macchabées, en La
Sainte Bible, VJII, París 1951, pág. 120. SIMONS, § 1197. como a los hombres» 9 • Yahweh estaba con él incondi-
cionalmente, revelándose y confiándole sus mensajes.
M.GRAU
Por razón de su trato frecuente con Dios, mayormente
SAMRA, Hirbet. Nombre árabe del lugar en que en tiempos en que «las visiones eran rarasx'", todo
estuvo enclavada ->- Sékákáh. Israel reconoció que Samuel estaba acreditado como
verdadero profeta (heb. nabí') de Yahweh 11, siendo el
SAMSANIY AT, Hirbet el-, Lugar que ha conservado representante suyo en sus relaciones con el pueblo,
el nombre de la bíblica ->- Sansannáh, su portavoz, defensor de sus derechos y ejecutor de sus
designios. Mientras subsistió el templo en Silóh, Yahweh
SAMSERAY (et. cf. infra; 'lcrµacrap1á [B], Iaµcrap1á seguía apareciéndosele ". Pero aun sin el Templo, y con
[AJ; Vg. Samsari). Uno de los hijos de Yéróhám, que el Arca de la Alianza controlada por los filisteos, seguía
habitó en Jerusalén. Pertenecía a la tribu de Ben- Samuel siendo el representante de los derechos del
jamín y fue uno de los jefes de familia de su tribu 1. yahwismo, que él hacía prevalecer en su calidad de
Su nombre parece ser un compuesto de Simsay y Simrí. juez, juzgando al pueblo y oficiando en los santuarios
de Betel, Galgal, Mispáh y Rámáh 13• El pueblo acudía
11 Cr 8,26.
Bibl.: Nora, 1385, pág. 259.
a él y confiaba en su intercesión 14• Promovió la religión
J. A. PALACIOS austera del yahwismo, oponiéndose tenazmente a todo

450
449
SAMUEL

Panorámica de la abrupta costa occidental de la isla de Samos. (Foto P. Termes)

conato de sincretismo religioso15. En esta tarea, le ayu- voluntad. Ante todo, el rey deberá ser fiel a Yahweh.
daban las asociaciones de profetas (heb. nébi'im), cuya A pesar de estar Samuel a su lado, Saúl no lo fue; por
misión era la de cantar y propalar las glorias de Yahweh, lo cual, Dios lo rechaza, por haber antes Saúl rechazado
acompañando sus palabras con actitudes violentas y a Él 6• Con Da vid surgió el ungido, según el corazón de
danzas frenéticas, capaces de impresionar y contagiar Dios. Samuel murió y fue sepultado junto a su casa,
del mismo entusiasmo a los espectadores-". en Rárnáh".
1
Jue 17,6; 18,1; 19,1; 2,,25. 21 Sm 1,20. 31 Sm 1,21; Lv 30, Samuel apareció en un momento crítico en la historia
11-16. •:Sml,11. 'Nm6,3;Jue13,14. 'ISm2,IJ. 7 1Sm2,17. de Israel, salvándose de una crisis religiosa provocada
8
1 Sm 3,13. '1 Sm 2,26; cf. Le 2,52. 10 ! Sm 3,1. u I Sm 3,20.
"1Sm3,21. 131Sm7,6.15-17. 141Sm7,8,12,23;Jer15,J. "ISm por la estrecha convivencia con pueblos de religión pa-
7,3. "I Sm 10,5; 19,20.21; 1 Re 18,25-29; 22,10; 2Re 2,3; 4,38. gana, por carencia de unidad política, por la presión
de los pueblos hostiles y por la pérdida del templo de
Ya viejo, y por entender que sus hijos no seguían sus
Siloh y del Arca de la Alianza. Su memoria perduró
caminos, los ancianos de Israel le pidieron «un rey para
en los escritos del ATª y del NT 9 • La tradición judía
que nos juzgue, como todos los pueblos»1. Samuel, que
(Baba' batrá', 14 b) le atribuye los libros que llevan su
acaso pensara en transmitir a sus hijos su función de
nombre.
juez, reacciona en contra por creer que con ello se lesio-
naban los derechos de Yahweh, el verdadero y único 11 Sm 8,5. 21 Sm 8,1-22; 10,18-25; caps. 12 y 15. 31 Sm 8,6-8;
12,20-24. '1 Sm 9,16; 10,1. '1 Sm 11,12-15. '1 Sm 15,23. 7 I Sm
rey de Israel. La versión antimonárquica 2 juzga que la 25,1. '1 Cr 6,13-18; Jer 15,1; Sal 99,6; Eclo 46,13-23. 'Act 3,24;
institución de la monarquía no era buena para el pueblo, 13,20; Heb 11,32.
sobre todo existiendo jueces suscitados por Dios de la Bibl.: M. J.<\STROW, The Name of Samue/ aud the Stemsel, en
talla de Samuel. Sin embargo, constreñido éste a dejar JBL, 19 (1900), págs. 83-105. H. WrENER, The Ramah of Samuel,
en JPOS, 7 (19271, págs. 109-120. R. PRESS, Der Prophet Samuel,
paso a la monarquía 3, ungió a Saúl como nágid", que Eine Traditionsgeschichtltche Untersuchung, en ZA W, 56 (1938),
se convertiría en rey (heb. mélek) por aclamación popu- págs. 177-225. K. MOHLENBRINK, Sau/s Ammoniterfeldzug und Sa-
lar 5, dejando, sin embargo, bien sentado que el rey de muels Beitrag zum Koenigtum des Sauls, en ZA i-f-', 58 (1940-1941),
Israel no sería como el de las otras naciones, sino el págs. 57-70. W. A. IRWIN, Samuel and the Rise of Monarchy, en
AJSL, 58 (1941), págs. 113-134. E. ROBERTSON, Samuel and Saul,
representante y vicario de Dios e instrumento de su en BJRL, 28 (1944\ págs. 175-205. S. ·GOLOMANN, Samuel, Lon-

451 452
..•..
SAMUEL
dres 1951. I. HYLANDER, Die literarisch<?-Samuel-Saul-Komplex de la edición de D. Bomberg (Venecia 1517). Se llaman
( 1 Sm 1-15) Trodittonsgeschichtlich untersucht, Upsala-Leipzig 1952.
J. BOURKE, Samuel and the Ark: Study in Contrast, en DomSt , 7 «Libros de Sarnuel» por la creencia (Baba' batrá", 54),
(1954), págs. 73-103. A. STELLINI, Samuel Propheta ( 1 Sm 3,20) basada erróneamente en J Cr 29,29-30, de que los escri-
el Iude x ( 1 Sm 7,16) in Israel, Roma 1957. H. WILDBERGER, Samue/ bió él, con adiciones de los profetas Nátán y Gad ; o
und die Enstehung des israe/itischen K6nigtum, en ThZ, 13 (1957), por el papel predominante que desempeña Samuel en
págs. 442-469. A. WE!SER, Samuels «Philistersieg», Die Überllefe-
rung in 1 Sm 7, en ZThK, 56 (1959), págs. 253-272. la institución de la monarquía israelítica.
AJERÓNIMO, Pro/. Gal., en PL, 28, 553.
L. ARNALDICH
2. TEXTO. Los libros fueron escritos originariamente
SAMUEL EL VIDENTE, Crónica de (heb. dibré en hebreo clásico, con estilo nítido y castizo. Con el
semü'el há-ráeh.; i\óyot raµovr¡A TOV ¡3AÉTTOVTOS; Vg. correr de los años, el texto sufrió sensibles alteraciones,
Liber Samuelis Videntis). Fuente profética no canónica sin llegar a una corrupción sustancial. La traducción
mencionada una sola vez en el AT1, cuyo contenido es griega de los LXX se ha conservado en tres formas:
semejante al de la Crónica de Gad el Vidente. B, A, forma ésta corregida conforme al original hebreo,
11 Cr 29,29. y C (revisión de Luciano). Después del hallazgo de
Bibl.: _:.. Gad el Vidente, Crónica de.
fragmentos hebreos de Samuel en Qurnrán (4QSAMAa)A
aparece que en la versión de los LXX responde a un pro-
SAMUEL, Libros de. l. NOMBRE. Estos libros, que totipo hebreo distinto del que está a la base del texto
en los LXX son conocidos por «I y II de los Reinos», masorético, lo que prueba la existencia de varias recen-
y que san Jerónimo A corrige acertadamente por «I y II siones hebreas de Samuel antes de nuestra era.
de los Reyes», llevan en las Biblias hebreas el título de A H. EYBERS, Notes on the Texts o/ Samuel Jound in Qumran Cove
4. «Studies 011 the Books of Samuel», Pretoria 1960, págs. 1-17.
I y II de Samuel. En un principio formaban un solo
libro, como indica la nota masorética en 1 Sm 28,23. 3. CONTENIDO. En su forma actual, los libros de
La división en dos comenzó con la traducción de los Samuel narran la historia de los dos últimos jueces de
LXX, por la costumbre de transcribirlos en dos rollos Israel, Elí y Sarnuel+; describen el tránsito de la forma
de una longitud más o menos igual, generalizándose de gobierno imperante en tiempo de los jueces al régi-
estas divisiones en las Biblias hebreas actuales, a partir men monárquico, en cuyo acontecimiento fue decisiva

Jerusalén con el Nebi Sarnwil (895 m) al fondo. Este lugar, frecuentado por Salomón (1 Re 3,4-15), fue
considerado como sepulcro de Samuel a partir del siglo v n.c, (Foto J. Starcky)

453 454
SAMUEL

Sil6h. Restos de una torre militar, durante algún tiempo convertida en mezquita, situada en el lugar en donde
habría estado instalado el Tabernáculo, a cuya vera creció Samuel, y en donde fue elegido profeta de Dios.
(Foto P. Termes)

la actuación del juez y profeta Samuel 2• De los contac- caps. 9; 10,1-16; cap. JI. '1 Sm cap. 8; 10,17-24; cap. 12. 'I Sm
16,14-23 y I Sm 17,1-18. '1 Sm 19,12 y 21,1. 101 Sm 18,10-11 y
tos amistosos antes, y de las rivalidades surgidas después 19,9-11. 111 Sm 19,1-17 y 20,8-10.18-29. 121 Sm 23,8-15 y 23,
entre Saúl y David dan cuenta los capítulos 16-31 del 19-28. 101 Sm 13,8-15 y 15,10-26.
primer libro. A David y a su afianzamiento en el trono
se consagra exclusivamente la sección 2 Sm 2,1-20,35. 5. FUENTES. Estas particularidades literarias demues-
Siguen al final del segundo libro unos apéndices", con tran la existencia en el libro de elementos preexistentes
dispares y de origen distinto. El hecho no es de extrañar,
carácter suplementario.
por cuanto los antiguos historiadores orientales solían
11 Sm caps. 1-7. 'Caps. 8-18. '2 Sm caps. 21-24. incorporar en su libro, sin mencionarlos, otros escritos
4. ANÁLISIS LITERARIO. Una lectura atenta de los y tradiciones preexistentes, que reproducían totalmente,
libros de Samuel da la impresión de que no existe en mutilaban o ampliaban según el plan que se propusie-
ellos concatenación lógica de ideas y de acontecimientos. ron al escribir. Una sola vez1 señala el autor una de las
Se vislumbran notables diferencias entre unos textos y fuentes de información. Seguramente que echó mano
otros1; aparentes contradicciones 2. Según 1 Sm 15,35 no de otras, pero no las cita. De ahí que los libros. de
volvió Samuel a ver a Saúl hasta el día de su muerte; Samuel plantean el problema de las llamadas citas im-
pero se encontraron de nuevo en Rámáh 3• Existen en plícitas.
el libro transiciones inesperadas como, por ejemplo, Los críticos y exegetas han ideado diversas hipótesis
entre el relato de la infancia de Samuel • y la sección para ver y definir cuáles y cuántas son las fuentes, do-
sobre el Arca de la Alianza 5, de la que está ausente el cumentos, tradiciones y estratos que se encuentran en
gran profeta. Unos textos simpatizan con el régimen la base del libro. A partir de Budde ha cundido entre
é

monárquico", otros les son adversos'. los críticos independientes la hipótesis de las dos fuentes
Las narraciones dobles de un mismo hecho son fre- yahwista y elohísta del Pentateuco, puras o posiblemente
cuentes en el primer libro. Dos veces entra David en retocadas por la deuteronómica P. Eissfeldt c lanzó la
el palacio de Saúl 8; dos veces huye del mismo 9; dos hipótesis de la existencia de tres fuentes: yahwista,
veces atenta Saúl contra la vida de David 10; dos veces elohista, laica, a la que ponen reparos Oesterley y E.
Jonatán se pone de parte de David+; dos veces es trai- Robinson P, y que Pfeiffer rechaza P, Para A. Lods ",
cionado David por las gentes en medio de las cuales seguido de Hylander ? y PressH, las fuentes son dos: la
vive-"; dos veces se dice que rechazó Yahweh a Saúl del «Vidente», que empieza con la búsqueda de Saúl
por rey de Israel 13• de las asnas de su padre, y la de Yábés, Weiser cree
11 Sm 16,14-23 y 17,55-58.
que se han agrupado en el libro varias tradiciones par-
'1 Sm 7,13; 9,16; caps. 13-14; caps.
30-31. '1 Sm 19,22-24. • 1 Sm caps. 1-3. 51 Sm caps. 4-6. 61 Sm ticulares. La obra fue completada por un discípulo de

455 456
SAMUEL
los profetas, retocada por un redactor deuteronómico que el autor último inspirado ha fusionado en un todo,
y enriquecida más tarde con algunos textos poéticos t. según un plan preconcebido. En líneas generales, ¿cuá-
Rost agrupa los estratos literarios del libro en dos fuen- les son y en dónde se encuentran? La casi totalidad de
tes, que no utilizaron paralelamente, sino una después los críticos y exegetas reconocen la unidad literaria, salvo
de otra ". Diversas fuentes distinguen algunos críticos pequeñas adiciones deuteronómicas, de la sección 2 Sm
(Press, Hylander, Weiser) en el interior de las mis- caps. 9-20, redactada por un escritor bien informado,
mas secciones del libro. Las hipótesis entre los crí- muy próximo a los hechos que refiere. Esta sección es
ticos independientes se suceden, sin que se vislumbre un considerada como la pieza histórica más representativa
acuerdo entre ellos. de la superioridad de la historiografía bíblica sobre la
También entre los exegetas católicos se observa cada de los otros pueblos del Próximo Oriente. De ella es-
vez más la propensión a admitir diversos estratos litera- cribía E. Mayor que era «una verdadera historia» L_
rios en los libros de Samuel. Bressan distingue tres: A sus relevantes cualidades históricas se une un arte
J,E,X. Los dos primeros se deben a dos autores que depurado de exponer y narrar. Muy diverso es el carác-
fueron testigos presenciales de los hechos; el tercero, ter de la sección 1 Sm 8,2 - 2 Sm cap. 1, en donde se
que llama X por ser desconocido, se introduce para narran los primeros pasos de la monarquía, punto
explicar 2 Srn caps. 21-24. De dos fuentes que se armo- sobre el cual: reinaba gran diversidad de opiniones y de
nizan entre sí habla De Fraínex. Dos tradiciones admite juicios. Dando prueba de fidelidad y nobleza, el autor
también B. Ubach. Médebielle se· atiene a una fuente último inspirado ha recogido en sus libros los diversos
única. Roland de Vaux habla de diversas tradiciones enfoques y puntos de vista existentes sobre este particu-
o ciclos, correspondientes a Samuel, Saúl y David, con lar. El autor sagrado yuxtapone a veces las diversas
algunos elementos deuteronómicos 2• tradiciones en torno a este hecho; otras veces las combi-
De lo dicho se infiere que es muy probable la existen- na, las resume, mutila, amplía o calla. Difícil es deter-
cia en los libros de Samuel de elementos heterogéneos, de minar en cada caso cuáles y cuántas son las tradiciones
un acervo literario de distinto valor y procedencia, o estratos presentes en esta sección.

Belén, ciudad de la tribu de Judá, en donde nacieron David y Jesucristo, vista a lo lejos, desde el norte, poco
antes de que la carretera nueva de Jerusalén se una a la antigua. (Foto P. Termes)

457
458
SAMUEL

La seccion de 1 Sm caps. 1-7 es también compleja, ejemplo de los vecinos reinos de 'Ammon, Moab y
vislumbrándose .en ella principalmente, influencias de Edom 3. A pesar de la oposición inicial de Samuel",
los ambientes sacerdotales. Samuel es presentado como implantóse la monarquía, siendo Saúl el primer rey de
profeta 3 y como juez"; se atribuye a Ana un cántico Israel que afianzó su prestigio ante el pueblo con las
compuesto, en todo o en parte (ver. 10), en la época victorias sobre los ammonitas 5, filisteos 6 y amalecitas'.
real 5 y se reproduce una tradición popular sobre la Pero en Israel, la realeza no podía ser de tipo pagano,
acción del Arca de la Alianza en tierra de los filisteos". sino teocrático. Yahweh era el verdadero rey de Israel,
La historia de David, rey', causa la impresión de ser con derecho a exigir que su realeza fuera reconocida
un relato a base de noticias procedentes de antiguos y aceptada de un modo efectivo mediante la observancia
anales 8, de algún archivo 9, de tradiciones sacerdotales 10 de la Ley. La realeza humana debía subordinarse a la de
o de catálogos genealógicos-'. Dios y convertirse en órgano de la teocracia fundada
sobre el pacto de la Alianza. Bajo el reinado de Saúl
A K. Bunoa, Die Bücher Richter und Samuel, ihre Quellen und
ihr Aufbau, Giessen 1890, págs. 167-276. BC. R. NORTH, The O/d no siempre la causa de Dios coincidió con los compro-
Testament Interpreta/ion of History ; Londres 1946. co. E1ssFELDT, misos políticos contraídos por Saúl, por Jo cual Samuel,
Einleitung in das A/te Testament, Tubinga 1956, págs. 308-309. intérprete autorizado de los derechos de la teocracia, se
no. E. ÜESTERLEY - E. ROBINSON, An Introduction to the Books of
the O/d Testament, Londres 1949, pág. 88. ER. H. PFEIFFER, Intro- aleja de él. Dios Je rechaza por rey. Por otra parte,
duction to the O/d Testament, Londres 1952, págs. 340-375. FA. nunca su reinado tuvo carácter verdaderamente inter-
Loos, Histoire de la littérature hébraique et Jutve, París 1950, págs. nacional, aunque, como jefe militar, acudiera a luchar
121-124; íd., Les sources des récits du prémier livre de Samuel sur
contra los enemigos de la nación. A su reino faltaba
l'institution de la royauté israélite, Montauban 1901, págs. 259-284.
GHYLANDER, Der literarische Samuel-Saul-Komplex (1 Sm 1-15) tra- una organización central, una representación más am-
ditionsgeschichtlich untersucht, Upsala-Leipzig 1932. HI. PRESS, Der plia de las fuerzas vivas de la nación, que ostentaban
Prophet Samuel. Eine Traditionsgeschichtliche Untersuchung, en ZA W casi exclusivamente los de Benjamín 8• Su repudio por
56 (1938), págs. 177-225. 'WEISER, Einleitung in das A/te Testament,
Gotinga 1957. 'Die Überlieferung von den Thronnac!,Jolge Davids,
parte de Dios y de Samuel crearon en el ánimo de Saúl
Stuttgart 1926. KJ. DE FRAINE, L'aspect réligieux de la royauté la desconfianza y los celos, que Je llevaron a excesos
israélite, L'institution monarchique dans l'Ancien Testament et dans de locura y odio hacia el joven David, al que persiguió
les textes mésopotamiens, Roma 1954, págs. 89-112. LE. MEYER,
sañudamente, hecho éste que las tradiciones populares
Die Israeliten und ihre Nachbarstamme, Halle 1906, pág. 485.
comentaban y explicaban a su manera.
12 Sm 1,18. 21 Sm caps. 7 y 12; 4,18; 2 Sm 2,10-11; 5,4-5; cap. 7.
David Je reemplazó, siendo reconocido rey, primera-
'1 Sm caps. 1-4,1. '1 Sm 7,2-17. '1 Sm 1,1-10. '1 Sm 4,lb-7,1.
'2 Sm caps. 2-8. '2 Sm cap. 8. 02 Sm cap. 7. 102 Sm cap. 6. mente por los de Judá 9 y más tarde por las otras tribus 1°,
"2 Sm 3,2-5; 5,13-15. reuniendo en su persona la corona del reino de Judá y
la de Israel, en una monarquía de carácter dualista.
6. AUTOR y FECHA DE COMPOSICIÓN. Los elementos
David tuvo a raya a los enemigos externos 11; confinó
dispares que esmaltan los libros de Samuel invitan a
a los temibles filisteos a su territorio+"; apoderóse de
admitir un largo período histórico en su formación y
las fortalezas cananeas de Megiddo, Ta'ánák y Beisán,
desarrollo, durante el cual se retransmitieron por se-
de cuyo hecho no habla el libro, y aseguró la paz
parado aumentando en número y recibiendo nuevos
interior. Fue David fervoroso yahwista, trasladando el
retoques y adiciones. No es fácil determinar cuándo
Arca de la Alianza a Jerusalén 13 y soñando con edificar
entraron a formar parte de un libro; quizá hubo una
un templo a Yahweh!". Pero sus pecados de adulterio y
primera edición antes de la revisión deuteronomista.
homicidio 15 iniciaron una serie de conflictos familiares
Pero dada la presencia en la obra de elementos deute-
sangrientos, que pusieron en peligro su continuidad en
ronómicos, lógico es admitir la redacción del libro, tal
el trono y la unidad nacionaJ16• Saúl reinó desde cerca el
como existe hoy, en los días del Exilio, durante los cua-
año 1030 hasta 1010, sucediéndole David (1010-970).
les, junto a los ríos de Babilonia meditaba Israel sobre
11 Sm 8,1-5. '1 Sm 9,16. '1 Sm 8,15. '1 Sm 8,6-18. '1 Sm
el pasado de la nación que, a la luz del castigo reciente,
11,1-11. • 1 Sm 13,1-14,31. '1 Sm 15,1-9. • 1 Sm 22,7. '2 Sm 2,4.
aparecía como un tejido de transgresiones del pacto de 102 Sm 5,1-5. 11 2 Sm 8,1-18. "2 Sm 3,17-25. "2 Sm 6,1-23.
la Alianza. Con materiales antiguos, fruto de una tra- "2 Sm 7,1-10. 15 2 Sm 11,1-27. 102 Sm 11,1-20,22.
dición heterogénea que comentó los hechos de la
8. Los LIBROS DE SAMUEL EN EL MARCO DE LA HISTO-
historia patria, logró el autor inspirado escribir una his-
RlA UNIVERSAL. Durante los reinados de Saúl y David,
toria fiel de los inicios de la monarquía israelítica, ha-
los faraones egipcios de la XX dinastía perdieron su
ciendo, sin embargo, hincapié en el aspecto religioso de
influencia sobre Palestina. El imperio asirio, que empe-
los acontecimientos. El exegeta podrá estrujar más o
zaba a despertar, estaba demasiado ocupado en luchar
menos el texto de los libros de Samuel, pero no podrá
contra los pueblos del norte para pensar en el lejano
poner en duda, a la ligera, la historicidad sustancial
territorio de Palestina. Los enemigos más encarnizados
de los mismos. Se narra en ellos una historia religiosa,
de Israel fueron filisteos, raza perteneciente al grupo
escrita con métodos arcaicos; pero aun con métodos y
de los Pueblos del Mar, que a últimos del siglo XII se
formas de decir y narrar antiguos y populares puede
establecieron en la costa mediterránea, entre 'Eqron y
escribirse una historia verdadera.
Gaza, formando cinco satrapías o gelil6t1• Con los sa-
7. CONTENIDO HISTÓRICO-RELIGIOSO. Con Elí y Sa- kalas, sus aliados, afincados en Dór, controlaban la Sefe-
muel terminó el régimen tribal existente en Israel, insti- láh. En Transjordania, los Béné 'Arnmon atacaron Yábés
tuyéndose la monarquía. Tres fueron las causas que la de Galaad 2• A la muerte de Náhás, que simpatizaba
precipitaron: incapacidad de los hijos de Samuel de con David, su hijo Hánün abrió nuevamente las hostili-
continuar la obra de su padre 1; el peligro filisteo 2; el dades, aliándose con los arameos de Bét Réhób, de

459 460
SAMUEL
\.

Hebrón. Zona sur suroeste de la ciudad, capital del reino de David, que sólo fue reconocida como tal por la
tribu de Judá, según se narra en los libros de Samuel. (Foto P. Termes)

Soba' y mercenarios de Má'ákáh y de Tob para hacer promisos, debilidades ni componendas. Samuel condena
frente al ejército de David. Joab, el generalísimo del con energía la desobediencia de Saúl, diciéndole que
ejército de David, marchó contra ellos, obligándoles a prefiere Yahweh la obediencia a sus mandatos a los
refugiarse en Rabbat 'Ammón 3, la actual 'Aroman. En holocaustos y a las víctimas". La ofrenda de un sacri-
otras dos campañas, los ammonitas y sus aliados fueron ficio hecha en contra de la voluntad divina equivale,
derrotados". Sometió también David a los moabitas', según el texto mencionado, a un rito idolátrico. A lo
a los edomitas"; sus fuerzas invadieron la Damascene7, largo y ancho de la historia sagrada se pone de relieve
aliándose con Hárnát 8 y con el rey de Tiro, Hírám •. la primacía de la fe sobre todos los otros deberes. En
Con ello, de la idea de un reino nacional se pasó a la David se realizan los ideales de una monarquía teocrá-
de imperio. tica, que se manifiesta por una fe inquebrantable, obe-
1Jos 13,1-4. 'lSm 11,1-11. '2Sm 10,2-3. '2Sm 12,26-31; diencia pronta a Dios y a la voz de los profetas, sus
1 Cr 20,2-3. '2 Sm 8,2. '2 Sm 8,14. 72 Sm 8,3. 82 Sm 8,3-12. enviados, y una práctica religiosa conforme a los prin-
'2 Sm 5,10-12. cipios más depurados de la Alianza. Por esto mismo se
9. DOCTRINA RELIGIOSA. Aparece en los libros de le premia con la promesa de que no será él quien le-
Samuel la justicia divina, que premia a los buenos (Ana) vante una casa (un templo) a Dios3, sino que será
y castiga a los que olvidan sus obligaciones para con los Yahweh quien edificará una casa (una dinastía) a David 4.
hombres (Elí, Samuel) y para con Dios (Saúl). Por haber En contra de lo que podía dar a entender el versícu-
éste conculcado las leyes de la teocracia pierde el reino. lo 13, añadido por influencia de 1 Cr 17,11-14, la pro-
También David fue pecador, expiando sus pecados con mesa se refiere a la continuidad de la dinastía davídica
una serie de desventuras familiares, pero conservó la en el trono de Israel 5; así lo entienden el mismo David 6
continuidad en el trono para sí y su descendencia al y algunos salmos7• Se insinúa oscuramente en el texto
arrepentirse y confesar humildemente que había pecado un descendiente de David en el que se realizarán todos
contra Yahweh-. Dios se comunica a los hombres a los pormenores y matices contenidos en el oráculo,
través de sus profetas (Samuel, Nátán), que proclaman considerado como el primer eslabón de una cadena de
sus derechos. Samuel mantuvo viva la llama del yah- profecías que anuncian un Mesías hijo de David. A este
wismo en los momentos en que podía zozobrar la fe texto alude Jsaías 8 al hablar del nacimiento de un niño
de Israel al contacto con lÓs cultos paganos de la ferti- «para dilatar el imperio y para asegurar una paz ilimi-
lidad. Yahweh es un Dios celoso que no tolera com- tada sobre el trono de David y sobre su reino, para

461 462
SAMUEL

El-Gib, la bíblica Gabaón, vista desde el lado oriental. Esta población fue escenario de las luchas entre David
y la casa de Saúl, narradas en 2 Sm 2,12-17; 20,1-10 y 21,1-9. (Foto P. Termes)

afirmarlo y consolidarlo en el derecho y la justicia desde livres des Rois, París 1949. B. UBACH, Els llibres de Samuel, Mont-
serrat 1953. G. BRESSAN, Samuele, Turín-Roma 1954. R. DE
ahora para siempre jamás». Un eco del oráculo se halla VAUX, Les livres de Samuel, París 1961. L. ARNALDICH, Libros
en el saludo del ángel a Maria", y una referencia explí- históricos del A.T., Madrid 1961.
cita en Act 2,30. El Mesías será hijo de David y su reino Estudios particulares: K. MOHELENBRINK, Sauls Ammoniterfeld-
será eterno: he aquí el sentido literal profundo ence- zug und Samuels zum Konigtum des Sauls, en ZAW, 58 (1940-1941),
rrado en las palabras de Nátán a David. La monarquía págs. 57-70. W. A. IRWIN, Samuel and the Rise of Monarchy , en
AJSL, 58 (1941), págs. 113-134. E. ROBERTSON, Samuel and Saul,
davídica se ha convertido en vehículo de promesas en BJRL, 28 (1944), págs. 175-205. E. JACOB, La Tradition histo-
mesiánicas. rique en Israel, Montpellier !946. T. C. VRIEZEN, De Compositie
12 Sm 12,13. 21 Sm 15,22. 32 Sm 7,5. •2 Sm 7,11. '2 Sm 7, van de Samuel-Boeken, en Oríentalía Neeríandica, Leiden 1948,
12-16. '2 Sm 7,19.25.27.29. 'Sal 89,30-38; 132,11-12. 'Is 9,6, págs. 167-189. C. KEELY, An Approach to the Books of Samuel,
'Le 1,32. en CBQ, 10 (1948), págs. 254-270. H. VAN DEN BusSCHE, Le texte
de la prophétie de Nathau sur la dinast ie davidique, Lovaina 1948.
10. CANONICIDAD. Judíos y cristianos han admitido J. BRIGHT, I and II Samuel, en Interpr, 5 (1951), págs. 450-460. S.
GOLDMANN, Samuel, Londres 1951. J. BoURKE, Samuel and the
siempre la canonicidad de los libros de Samuel. Entre Ark: A Study in Contrast, en DomSt, 7 (1954), págs. 73-103. M.
los primeros se catalogan en la colección de los «profe- BUBER, Die Erzdhlung van Sauls Kónígswahl, en VT, 6 (1956), págs.
tas anteriores» (nébi'im ri's6nim), mientras que en 113-173. H. WILDERGER, Samuel und die Enstehung des israe/i-
tischen Konigtum, en ThZ, 13 (1957), págs. 442-469. A. STELLINI,
el canon de la Iglesia ocupan un lugar destacado entre Samuel Propheta (1 Sm 3,20) el ludex (1 Sm 7,16) in Israel, Roma
los llamados libros históricos. Fueron conocidos por 1957. A. WEISER, Samuels «Philistersieg». Die Überlieferung in
los autores del AT 1 y del NT 2• Padres griegos (Oríge- 1 Sam 7, en ZThK, 56 (1959), págs. 253-272. E. JENNI, Zwei Jahr-
nes, Procopio de Gaza) y latinos (san Isidoro de Sevilla, zehnte Forschung an den Büchern Josuah bis Konige, en ThR, 27
(1961), págs. 1-32, 97-146.
Beda Venerable) los han comentado. L. ARNALDICH
1Jer 2,37; 15,1; Eclo 46,13-20. 2Mt 12,3-4; Me 2,25-26; Aet

2,30; Heb 1,5.


SANBALLAT (et. cf. ac. sin-uballit, «Sin [el dios-Lu-
Bibl.: Comentarios: H. P. SMJrn, The Books of Samuel, Edim- na] da la vida»; El. snrblt; Iavaf3a/\Ach; Vg. Sanaballat).
burgo 1899. É. DHORME, Les Livres de Samuel, París 1910. K. A.
LEIMBACH, Die Bücher Samuel, Bono 1936. A. MÉDEBIELLE, Les Gobernador de Samaría, durante la administración

463 464
SANEDRÍN

persa, cuya intervención en la historia bíblica se narra SANEDRÍN (o-vvo:ywyr¡ µeyár,.T); Vg. conventus mag-
en Neh 2,10.19; 4,1.7; 6,1-2.5.12.14 y en una carta a nus). Palabra aramizada derivada del gr. uvvÉ5p10v,
los arameos de Elefantina (cf. ANET y Cowley). Por «concilio»; alguna vez recibe también el nombre de
estas fuentes, se sabe que era de Bét Hórón (heb. ha- yepovo-ío:, «senado».
/:l6r6ní), población samaritana, gobernador (pe(iiih) de
1. HISTORIA. Una tradición rabínica afirma que el
Samaría y que, a pesar de su nombre mesopotámico sanedrín era la constitución de una institución anterior
- cambiado sin duda al hacerse cargo de la magistra- que los rabinos llamaban «la Gran Sinagoga» y que
tura-, observó hasta cierto punto, por lo menos, las decían organizada por Nehemías hacia el año 410 A.c.
prácticas religiosas de su tierra natal, pues, según los Tal institución estaba integrada, según esta tradición,
papiros de Elefantina, tuvo dos hijos, a los que impuso por 120 miembros, y su misión era la de reorganizar la
nombres tan hebreos como Déláyáh y Selemyah. Sus vida religiosa de los cautivos que regresaban de Babi-
aliados o colegas, Tóbiyyáh el ammonita y Gésem el lonia y codificar los libros canónicos. Para ello, los
árabe, le apoyaron en sus protestas ante el gobierno profetas les habían «transmitido» la Ley de Moisés. Su
persa de que Nehemías emprendiera la reconstrucción de primer presidente sería Esdras, y uno de los últimos
las murallas jerosolimitanas. miembros Simón el Justo, muerto hacia el año 275 A.c.
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 11,7,2; 11,8,2.4-5. A. COWLEY, No hay el menor indicio de tal institución ni en la
Aramaic Papyri of the Fifth Century B.C:, Oxford 1923; págs. 108- SE ni en los libros apócrifos, ni en las páginas de los
119. A. MÉDEBIELLE, Esdras-Néhémie, en La Sainte Bible, IV,
París 1952, loe. cit., ANET, pág. 492. H. H. RoWLEY, Sanballat
historiadores judíos. Por eso se cree hoy comúnmente
and the Samaritan Temple, en BJRL, 38,1 (1955), págs. 166-198. que se trata de una invención de la tradición rabínica.
A lo sumo se puede admitir que fuera, no un consejo,
T. DE J. MARTÍNEZ sino una serie de escribas encargados de decidir las
cuestiones teológicas y tradicionales, y que pudo contar,
SANCTA SANCTORUM. Es la expresión con que entre sus dirigentes más notables, a lo largo de un siglo
la Vg, traduce literalmente el hebreo qodes ha-qádásim y medio de existencia, un número redondo de 120,
(To &y1ov Twv ó:yíwv), «el santo de los santos», que desde Esdras hasta Simón el Justo.
es la forma habitual con que la lengua hebrea indica El sanedrín nace en época posterior - primera men-
los superlativos (csantisimo»), y que en concreto de- ción en los libros de los Macabeos1• No se trata de una
signaba el débir o parte más íntima y sagrada del institución divina -hay sólo una sombra en la historia
--> Tabernáculo y después del --> Templo de Jerusalén. anterior de Israel: «los ancianos» o representantes de
La expresión reaparece, dentro del NT, en la carta a las tribus, que asistían a Moisés en la dirección del
los Hebreos. pueblo 2, sino de una imitación en Jerusalén del sistema
Heb 9,3. senatorial por el que se solían regir en la época hele-
nística las ciudades extranjeras de más talla. Este con-
SANDAI:IANNAH, Tell. Nombre árabe moderno sejo asistía al sumo sacerdote, jefe supremo entonces
con que se identifica a la ciudad de _.. Miiresiih. de la comunidad judía. Los primeros documentos citan
sólo entre sus miembros a los sacerdotes y los ancianos
SANDALIA. ->- Vestuario. (es decir, la aristocracia y el alto sacerdocio, de acuerdo
con su origen) y nunca a los escribas. Entran éstos en
SÁNDALO. Comúnmente se traduce así el hebreo el consejo más tarde, probablemente en tiempos de la
"almuggim o "algumim (ac. elammaku) que aparece entre reina Alejandra Salomé (76-67 A.c.), favorecidos por
las maderas preciosas que la armada conjunta de Hírám los fariseos, árbitros entonces del poder.
y Salomón importaba de •ofir para los trabajos de eba- 11 Mac 11,23; 14,28. 'Éx 5,16-18; Dt 27,1.
nistería que el fastuoso rey introdujo en el Templo y
palacio. El Cronista observa con admiración que nunca 2. ATRIBUCIONES. Las atribuciones del sanedrín de-
tales maderas se habían visto en Judá. Los LXX no penden de la situación histórica: gran influencia empieza
entendieron el término que traducen una vez por made- a ejercer en tiempo de Alejandra Salomé; un paréntesis
ras sin desbastar (~vr,.o: émeAÉKETo:) y en otro pasaje luego de ineficacia durante el reinado de Herodes,
vierten por madera de pino (rrsóxivo). La Vulgata déspota absoluto de la política; por fin, el último pe-
traduce ligna thyina (->- Flora). ríodo, el más floreciente, durante la dominación romana,
porque los procuradores, siguiendo la vieja norma de
1 Re 10,11-12; 2 Cr 2,7; 9,10-11.
Roma, no solían entrometerse, al menos en teoría, en
C,WAU los asuntos privados del pueblo judío.
Era de la competencia del sanedrín: a) la guarda del
SANDÍA. Entre las viandas egipcias que añoran los
orden público; contaban para ello con un cuerpo de
hambrientos israelitas del desierto están los "ábattihim
subalternos, los «ministros de los judíos»1; b) la po-
(rrárrovsc: Vg. pepones) que los comentaristas moder-
testad ordinaria judicial religiosa y civil, en los casos
nos traducen por melones, aunque con mayor proba- relacionados con la Ley judía. Sus decisiones tenían
bilidad se trata de «melones de agua» o sandías y fuerza de ley, reconocida por los romanos, en toda la
que están representadas en algunas pinturas egipcias
extensión del territorio judío; el poder ejecutivo, para
del II milenio (--> Flora).
cuya urgencia, así como para la guarda del orden, po-
Nm 11,5. dían recurrir a la asistencia de las cohortes romanas'.
D- VIDAL Excepción única era la pena capital, que el sanedrín
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SANEDRÍN

podía sentenciar, pero cuya ejecución se reservaba el del hombre con la sangre (vida comunicada) del dios
poder romano. Por otra parte, una norma solemne ju- Kingu, y al relato de la formación de los animales,
día mandaba eludir lo más posible las penas de muerte". originados de la mezcla de tierra amasada con la sangre
Los miembros del sanedrín - cuya sala de reuniones (vida) del dios Marduk. Al mismo tiempo, la experiencia
suele situarse en el ángulo occidental o meridional del confirmaba la vinculación de la vida a ciertas manifes-
atrio interior del Templo - eran 71; el sumo sacerdote, taciones externas, tales como la respiración, el aliento
presidente supremo, que era el que convocaba las reu- (néfes). Basta recordar la perícope de la creación del
niones, y otros 70 miembros en recuerdo de los 70 hombre, que por la insuflación se convirtió en «ser vivo»
ancianos que asistían a Moisés '. Eran éstos de tres clases: (néfes hayyáh). De la fusión de estas dos observaciones
a) los «sumos sacerdotes», es decir, aquellos que habían primitivas resultó el concepto de que la sangre es prin-
ejercido el cargo y estaban ya depuestos, y también los cipio de la vida en cuanto, brotando aún, desprende
miembros de sus familias: aristocracia sacerdotal, por un vapor, el elemento aeriforme tnéfei, «aliento», «so-
lo general de principios saduceos; b) los «ancianos», plo»). De esta suerte surgió la identificación: «La sangre
o la aristocracia laica, también normalmente saduceos; es el alma inéfes)», esto es, la vida1• La sangre no es la
e) los escribas o doctores de la Ley, en su mayor parte sede de la inteligencia como el corazón, ni de la vida
laicos de principios fariseos. emocional como Jo son los riñones y las entrañas, sino
Aunque éstos entraron a última hora y eran minoría de toda la vida entera. Es lo que afirman no pocos
material, su autoridad popular y su competencia jurídica pasajes bíblicos, hasta el punto de atribuir a la sangre
lograban que sus decisiones prevalecieran sobre las de verdadera personalidad, como en el caso de Abe], cuya
los escaños saduceos. Y serán precisamente éstos, los sangre es una voz clamante que llega hasta Yahweh 2•
escribas, los que después de la catástrofe del año 70 1Gn 9,4-5; Lv 17,11; Dt 12,23. 'Gn 4,10; Job 16,18.
asegurarán la persistencia del sanedrín como manera 3. La sangre es vida, y la vida pertenece a aquel
de gobierno, ya únicamente manejado por ellos, sobre que la comunicó. Ahí está el fundamento de tres impor-
la comunidad que sobrevive a la ruina. tantes prohibiciones: a) de comer la sangre o la carne
1Jn 18,3.12. 2Jn 18,12. 'Jn 18,31. 'Éx 24,l.9. con sangre, pues esto sería usurpar un derecho de Dios,
Bibl.: U. HoLZMEISTER, Historia aeta/is Novi Testamenti, Roma único dispensador de la vida 1; b) de derramar la sangre
1938, págs. 208-213. A. RoBERT-A. TRIC0T, Inittation Biblique, de otro hombre, lo cual constituye verdadero atentado
París 1954, págs. 725, 745-746. al derecho de Dios, tanto más cuanto que el hombre
M. REVUELTA está hecho a su imagen". Tal atentado crea el derecho
de «vengar la sangre» derramada, par.a cubrir la «sangre
SANGRE. La palabra correspondiente en heb. es inocente», como lo prueba Nm 16,30-31; e) de ofrecer
dám, que se halla en el T. M. 360 veces. La misma raíz la sangre en sacrificio a los dioses (se'irim), puesto
dm aparece también en ugarítico. En acádico presenta que la sangre sólo puede ser derramada sobre el altar
la forma dámu. En el griego de los LXX cxTµcx es la
de Yahweh, de quien procede y a quien pertenece la
traducción normal de dám; pero dos veces es la versión vida 3.
de ne~ii/:z1 y una vez de rüah".
1Gn 9,4. 'Gn 9,6. 'Lv 17,7.ll.
1 Is 63,3.6. 'Job 6,4.
4. En todos los sacrificios de animales, hecha la
l. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. l. Son varios los inmolación, recogíase la sangre para derramarla a los
sentidos que tiene el término «sangre»: a) sangre de pies del altar de los holocaustos, todo en torno, o para
los animales1; b) sangre de la víctima inmolada a asperjar con ella el velo del santuario y teñir las puntas
Dios 2; e) por metáfora: sangre de uvas 3; color rojo o cuernos del altar del incienso aromático 1. Este último
(señal)'; d) sangre humana 5 ; e) sangre humana derra- rito era propio del sacrificio expiatorio (1:zatta't) y
mada con violencia (crimen)"; f) por metonimia: ma- particularmente singular en la gran solemnidad del Yóm
tanza, homicidio (sentido activo), muerte violenta (sen- Kippür («Día de la Expiación»)2• Por el hecho de que
tido pasivo) 7; g) sentido jurídico: causa, culpa de la sangre fuera el punto central de los sacrificios expia-
muerte; reato de homicidioª; h) mancha, impureza torios, originóse entre los rabinos el célebre proverbio:
legal"; i) vida humana 1º; hombre inocente u; j) sentido «Sin efusión de sangre no hay expiación», cuyo sentido
escatológico: señal de muerte y de calamidades+"; k) no es absoluto, sino limitado, esto es, en los sacrificios
parte integrante del compuesto humano: «carne y expiatorios lo que expía es la sangre, y precisamente
sangre». expía porque es alma y en cuanto es alma (ba-néfeh,
1Lv 17,10-14. 'Lv 1,11. 3Gn 49,11; Dt 32,14; Eclo 39,26(31). como sede y vehículo de la vida, según el Lv 17,11.
'2Re 3,22; JI 3,4 (Vg. 2,31). 'Gn 4,10-11. 'Gn 9,6. 'Dt 27,25; Nótese, sin embargo,. que en este texto no hay funda-
37,26; 2 Sm 3,27. 'Jos 2,19; Ez 33,4. 'Lv 15,9. "Sal 72,14;
Prov 1,18. 11Dt 27,25; l Sm 19,5. "JI 3,4 (Vg. 2,31). mento para la llamada teoría de la sustitución vicaria,
como si la sangre de la víctima expiase en lugar del
2. Entre los semitas, ya desde el comienzo, se con- oferente, pues el sentido en el original es que la sangre
sideró a la sangre como elemento vitalizante, vehículo expía precisamente por ser portadora y principio de la
y principio de la vida. Y es natural, pues la simple vida.
observación de la sangre derramada hacía pensar es- 1Lv 1,11; 4,5. -r,v 16,15.
pontáneamente en una vida perdida o al menos dis-
minuida. He aquí la mentalidad, el trasfondo (back- 5. Sobre la función de la sangre en los sacrificios
ground) que dio origen al mito babilónico de la creación mosaicos, hay autores como ·Bahr, que le atribuyen

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SANGRE DE CRISTO

una función primaria, unida a una virtud expiatoria con otra pronunciada en la Cruz y referida a los perse-
en todos los sacrificios, basándose a su juicio, en el guidores, la cual se extiende también a aquellos que
citado texto del Levítico. Para Thalhofer, en la inmo- «sobre sí y sobre sus hijos invocaron la sangre del
lación, en que la vida con la sangre derramada tBlut- Crucificado»: «Padre, perdónalos, porque no saben lo
vergiessung) se ofrece a Dios, está la satisfacción o que hacen». Es la voz del amor y de la misericordia;
expiación, según la teoría de la sustitución vicaria. Ya es la invitación a la penitencia y al acto de fe en el
Dussaud vio en la sangre un medio para sellar la alianza Mesías, el Hijo de Dios vivo.
entre Dios y el oferente, alianza eficaz y portadora de
11 Cor 15,40-50; Mt 16,17; Ef 6,12; Gái 1,16. 'Heb 2,14. 'Act
beneficios. Schotz admite que la sangre derramada 15,20.29. •Ap 6,9-10. 'Heb 12,24.
sobre el altar es símbolo del Pacto (Bundesverhaltnis)
Bibl.: K. CH. BAHR, Symbolik des mosaisclien Kultus, Heidelberg
ya realizado en el Sinaí. De ahí pasa el mismo autor a 1839. V. THALHOFER, Das Opfer des A/ten und des Neuen Bundes,
considerar la sangre como medio de protección (Schuiz- Regensburgo 1870. É. DHORME, L'emploi métaphorique des noms
mittel), y en seguida como medio de consagración de parties du corps en hébreu et en akkadien, en RE, 29 (1920), págs.
472-478. E. BISCHOFF, Bluf in jud. Schrifttum und Brauch, Lucerna
(Weihemittel). En un reciente estudio, además de no
1929. D. SCHÜTZ, Schuld- und Siindopfer im Alfen Test ament, Bres-
haber encontrado fundamento para la llamada teoría iau 1930. F. RUSCHE, Blut, Leben und See/e, Paderborn 1930. A.
de la sustitución vicaria, procuramos demostrar que no METZINGER, Di<! Substitutionstheorie und das alttestamentliche Opfer
parece sostenerse la tesis de la mayoría de los autores, en Bibl, 21 (1940). J. BEHM, en ThW, I, pág. 7 y sigs. R. DusSAUD,
Les origines cananéennes du sacri/ice israélite, París 1941. E. ZOLLT,
según la cual el rito de la sangre, en todos los sacrificios, ll mis/ero del sangue, en Ultima, 7 (1953), pág. 153. L. DEWAR,
tiene valor expiatorio. Al menos una excepción parece The Bib/ica/ Use of the Term «Blood», en JThS, 4 (1953), págs. 204-
imponerse en el sacrificio pacífico (seliimim) o de co- 208. G. Prnoux, L'Homme dans l'Ancien Testament ; en Cahiers
Théologiques ... , 32, Neuchátel-París 1953. A. LELTEVRE, Sang, en
munión. En los sacrificios expiatorios, indudablemente
Vocabulaire Bib/ique, Neuchátel-Paris 1954. L. MoRALDI, Espiazione
está en primera línea el rito de la sangre, que aparece sacrifica/e e riti espiatori, Roma 1956, págs. 222-252. A. CHARBEL,
allí con valor catártico, purificando y eliminando las Virtus sanguinis non expiatoria in sacrificio selamim, en SPag, 1
contaminaciones que manchaban el pueblo, la tierra y (1959\, págs. 366-376. J. SCHARBERT - A. VóGTLE, en LThuK, II,
pág. 538 y sigs. P. NOBER, Beitriige zur Diskussion von: «Sein Blut
el Templo, impidiendo la presencia benéfica de Dios. komme über uns und unsere Kinder», en Freiburger Rundbrief, 11,
De donde se deriva el aspecto positivo de la sangre Friburgo de B. 1958-1959, págs. 73-78.
en los sacrificios expiatorios: restablecer la unión de A. CHARBEL
los fieles con el Dios de Israel. Lo que no se puede
probar por los textos es que la sangre haya tenido en SANGRE DE CRISTO. Después del estudio de
los sacrificios el significado de don u ofrenda a la di- la sangre en el AT y en el NT, puede valorarse la
vinidad. dimensión bíblico-teológica de la sangre de Cristo. Pri-
meramente, la realidad de la sangre es prueba de la ver-
II. EN EL NUEVO TESTAMENTO. Tratándose de la dadera naturaleza humana asumida por el Hijo de Dios,
sangre en general, el NT está en la misma línea que el que participó de «la sangre y de la carne», como enseña
AT. De ahí la razón de la brevedad de esta segunda el autor de la epístola a los Hebreos". Como elemento
parte. La palabra «sangre» (educe: 97 veces en todo el constitutivo de la sagrada humanidad pasible 2, la sangre
NT, de las cuales en la epístola a los Hebreos 21 veces es testimonio de la muerte real de Jesús, muerte violenta,
y en el Apocalipsis 19 veces) puede significar: a) sangre causada por traidores y enemigos que derramaron la
de los animales; b) sangre sacrificial; e) sangre humana; sangre del inocente3 • La sangre vertida por Jesucristo
d) principio de la generación humana; e) sede y está unida a la realidad del sacrificio de la Cruz", En
condición de la vida; f) matanza, homicidio, culpa, efecto, precisamente con ella Jesús sella la Nueva y
reato; g) elemento del compuesto humano («carne y Eterna Alianza. El Antiguo Pacto había sido confirmado
sangre»; h) señal de desgracias. por la aspersión de la sangre de victimas, ofrecidas en
En Jn 1,13 se presenta a la sangre como principio de sacrificio. De ahí, a la luz de Éx 24,8, el valor sacrificial
la generación humana, contraponiéndose a la vida de las palabras de la última Cena: «Ésta es mi sangre
de la gracia que tiene a Dios como principio inmediato. de la Nueva Alianza, derramada ... para remisión de los
La sangre también acentúa la precariedad de la vida pecadosx ". La sangre de Cristo, al mismo tiempo que
humana, principalmente en la expresión «carne y san- confirma con el sacrificio el Nuevo Pacto, nos garantiza,
gre», como sinónima de la naturaleza humana, com- como verdadera señal de muerte, la transmisión de la
pleta ciertamente, mas con sus limitaciones", sin conno- herencia de Dios, en virtud del testamento, cuyo media-
tar, sin embargo, de por sí el pecado, pues también el dor es Cristo Jesús6 • Sucede además, por añadidura,
Hijo de Dios, haciéndose hombre, participó de la «carne que la sangre sacrificial es la bebida saludable con que
y de la sangren". el fiel entra en comunión de vida con Dios'. «Partici-
En el Concilio de Jerusalén, cuando se determinó par del cáliz» es una expresión con que san Pablo quiere
que los cristianos recién convertidos del paganismo se significar la comunicón de la sangre de Cristo 8 •
abstuvieran de la sangre y de los animales ahogados, 1Heb 2,14. 'Le 22,44. 'Mt 27,4. 'Heb 13,20. 5Mt 26,28;
tuviéronse ante la vista motivos de caridad para con los Jer 31,31.34. 'Heb 9,15. 'Jn 6,55-56; 2Pe 1,4. 81 Cor 10,16.
judíos, mas, de hecho, con la muerte del Salvador, la
prohibición de la Ley había ya cesado para todos3 • La Iglesia de Dios es adquisición dolorosa realizada
En el Apocalipsis" se hace.expresa referencia a la sangre por la sangre de Jesús, esto es, mediante su muerte
de los mártires, cuya voz se levanta para pedir la divina sacrificial y redentora1. Es además la sangre del sa-
venganza; mas la sangre de Cristo 5 domina esa voz crificio redentor la que nos purifica la conciencia de

469 470
SANGRE DE CRISTO

todos los pecados", Tal efecto había sido prefigurado Simons acepta la identificación propuesta por Alt, en
por la sangre de las víctimas del AT 3 • El precio de nues- Hirbet el-Samsániyat, unos 16 km al nortenordeste de
tra redención no es el oro o la plata corruptores, sino Bersabee y supone idénticos a Sansannah los topónimos
la sangre, esto es, el sacrificio del Cordero inmaculado, ->- Hásar Süsáh, Hásar Süsím y Hásar Sü'ál,
como prueba de supremo amor para con nosotros 4; 'Jos 15,31.
elemento de justificación 5 y de reconciliación, fue la Bibl.: E. ROBINSON, Biblical Researches in Palestine ... A Journal
sangre de la Cruz lo que trajo a la tierra la paz y la sal- of Travels in the Year 1938, II, Boston 1856, pág. 422. GUÉRIN,
vación", Jesús inicia su ministerio en las aguas del Jordán, Judée, III, pág. 172. A. At.T, en PJB, 28 (1933), pág. 15. ABEL, '
II, págs. 344,447, B. UsACH, Josué, en La Biblia de Montserrat,
pero lo consumará sobre la Cruz, donde la última san- IV, Montserrat 1953, págs. 128, 153. Miqr., III, col. 275. SIMONS,
gre le brota del costado traspasado'. En una palabra, §§ 317 (21, 31), 321.
la «sangre de Cristo» se identifica con la misma persona R. SÁNCHEZ
de Cristo en el ejercicio de su función salvífica.
SANSÓN (heb. sims6n, «hijo del Sol»; ac. samsanu;
1Act 20,28. 'Heb 9,14; Ef 1,7. 3Heb 9,13. '1 Pe 1,18-19; Ap
IaµljJWV; V g. Samson). El último de. los jueces mayores,
5,9. 'Rom 3,25. 'Col 1,20; Ef 2,13-14. 'Jn 19,34; 1 Jn 5,6.
Bibl.: J. M. VOSTÉ, De Passíone et Mor/e Jesu Chrisli, Roma
hijo de Mánóah, de la tribu de Dan y natural de Sór'áh,
1937. J. BEHM, cluo, en ThW. I. R. SCHNACKENBURG, Die Johan- cuya vida y hechos se narran en Jue caps. 13-16. Su
nesbriefe, Friburgo 1953. A. LELIÉVRE, Sang ; en Vocabulaire Bi- nacimiento y existencia fueron anunciados antes de que
blique, Neuchátel-Paris 1954. S. LYONNET. De notione emptionis seu
viese la luz. Estaba dotado de una fuerza prodigiosa,
adquisitionis, en VD, 36 (1958), págs. 257-269; id., De notione Re-
demptionis, en VD, 36 (1958), págs. 129-146; 37 (1959), págs. 336- relacionada con su voto de nazireo y su «judicatura»
352; 38 (1960), págs. 65-75. c. DA CRUZ FERN,\NDEZ, Calicis duró veinte años1. Su vigor extraordinario se manifestó
eucharistici formula paulina 1 Cor 11.25, en VD, 31 (1959), págs. desde la juventud: mató un león con las manos desnu-
232-236. L. MORALDr, L'Eucaristia nei sinottici e in s. Paolo, en
LA, 10 (1959-1960), págs. 36-64.
das; prometido en matrimonio a una mujer filistea de
A. CHARBEL Tirnnáh, casó ella con otro hombre y Sansón se vengó
quemando los sembrados de los filisteos por medio de
SANGUIJUELA (heb. "álúqáh.; ~6ÉAAa; Vg. sangui- trescientos chacales o zorras, atados a pares por la
suga). Aparece sólo una vez en la Biblia y la raíz es cola, los cuales arrastraban una antorcha encendida;
insegura, ya que no existe el verbo correspondiente 'lq; se dio muerte a treinta hombres que se enfrentaron con él;
ha relacionado con el ac. ilkitu, que designa un insecto; más tarde repitió la hazaña con un número mayor de
el verbo árabe "aliqa significa «pegarse», «adherirse». enemigos, a los que venció armado con una quijada
El proverbio hebreo reza: «Dos hijas tiene la sangui- de asno; en otra ocasión arrancó las puertas de Gaza y
juela: da, da. Tres cosas hay que no se hartan y cuatro las transportó a un monte, etc.
que nunca dicen ¡basta! ... » Su pasión por las mujeres fue causa de su castigo.
Prov 30,15. Dalila, a sueldo de los filisteos, consiguió averiguar que
C. WAU el secreto de la fuerza de Sansón residía en su cabello
intonso; le rapó y así el paladín israelita fue apresado.
SANSANNAH («rama de palmera»; Iavcmvvá [A], Le cegaron y condenaron a mover un molino. Crecióle
IeSevváK [B]; Vg. Sensenna). Ciudad asignada a la el pelo con el tiempo y, durante una fiesta en el templo
tribu de Judá, en el Négeb1• Robinson, Guérin y poste- de Dágón, derribó las columnas que soportaban el
riormente Baldi, apoyándose en los topónimos Hásar edificio y pereció con sus enemigos.
Süsáh y Hásar Süsim que suponen idénticas a San- Algunos exegetas católicos ven en el relato de Sansón
sannáh, la sitúa en Süsiyah, unos 14 km a1 sur de He- un conjunto de anécdotas, ensambladas por la fantasía
brón; sin embargo, el mismo Guérin ya notó lo poco popular, en las que hay, sin embargo, un fondo autén-
firme de tal identificación, por estar demasiado dentro tico, como lo prueba el contexto histórico en que la
de los montes de Judá y fuera de los límites de Simeón. narración se sitúa, y apenas se duda de que los hechos
originales ocurrieron en el siglo XII o• el XI A.c. En
Mapa de los territorios en donde se desarrollaron las gestas cambio, casi todos los intérpretes acatólicos propenden
de Sansón a ver en ellos un ciclo de mitos, típico de una leyenda o
epopeya. La epístola de los Hebreos comenta que la
actividad de Sansón contra los filisteos fue más moral
que material, pues, gracias a ella, los israelitas se sin-
tieron animados ante los filisteos 2, los cuales fueron
desde entonces, en que se inicia su lucha con los hebreos,
sus enemigos seculares.
1Jue 15,20; 16,31. 2Heb 11,32.
Bibl.: M. J. LAGRANGE, Le livre des Juges, París 1903, pág. 258
y sigs. P. HAUPT, Samson and the Ass's Jaw, en JBL, 33 (l 914),
págs. 296-298. Nora, 1381, págs. 38, 223. G. Rrccror-rr, Storia
d'Israel, I, Turín 1932, págs. 306-310. R. TAMISIER, Le livre des
Juges, en La Sainte Bible, II, París 1949, loe. cit. W. F. ALBRIGHT,
Archaeolog y and the Religion of Israel, 4.• ed., Baltimore 1956,
págs. 111-112. J. DE FRAINE, Samson, en Dictionnaire encyclopé-
dique de la Bible, Turhout-París 1960, cols. 1675-1677.

M.GRAU

471 472
SANTIAGO

El valle de S6req, en donde nació Dalila, que fue escenario de las más famosas hazañas de Sansón. (Foto
Orient Press)

SANTIAGO EL MAYOR ('láKw~os; Vg. Iacobus), ante las palabras del Maestro: «De ahora ea adelante
Uno de los doce apóstoles escogidos por Jesús1• Era seréis pescadores de hombres», abandonando el negocio
hermano de Juan el evangelista y ambos vivían con sus de una forma prácticamente definitiva, . siguieron al
padres Zebedeo y Salomé 2 en la ciudad de Betsaida Maestro en sus correrías apostólicas juntamente con
Julias3, en la orilla norte del lago Genesaret. Tenían sus socios y amigos los hermanos Simón y Andrés1.
montado un pequeño negocio de pesca, siendo socios Jesús tuvo con ellos especiales atenciones. Juan,
de ellos unos amigos, los hermanos Simón-Pedro y Santiago y Simón-Pedro fueron testigos de la resurrec-
Andrés", Dada la riqueza piscícola del lago, el negocio ción de la hija de Jairo 2 • Ellos mismos fueron los únicos
debía de serles favorable, dentro de sus humildes lími- discípulos que presenciaron la transfiguración del Señor
tes, ya que tenían algunos jornaleros a su servicio 5 y sobre el monte" y los que asistieron, o por lo menos
les quedaba tiempo para ausentarse del trabajo durante estuvieron más de cerca en la agonía de Cristo en el
temporadas enteras, por ejemplo, como cuando vemos huerto de Getsemaní '.
a Juan ir al Jordán a escuchar la predicación del Bautista Con ocasión de pasar por una aldea de Samaria
y a convivir con él como discípulo6• Más tarde, los dos y de no haber sido allí recibidos, los hermanos Juan y
hermanos hicieron lo mismo con Jesús 7, e igualmente Santiago pidieron a Jesús que enviara fuego del cielo
su madre Salomé 8, quedando sólo Zebedeo al frente del para arrasar aquel pueblo. Jesús les reprendió su ímpetu
negocio. No eran, pues, como se ha dicho, unos pobres extremista 5• Quizá por este carácter suyo se les llama
pescadores, sino unos modestos propietarios, que tenían irónicamente Boanerges, «hijos del trueno»". Además de
que trabajar muchas veces junto a sus jornaleros. apasionados, debían ser muy ambiciosos, pues se ve
1Mt 10,3; Me 3,17; Le 6,14; Act 1,13. 2Mt 4,21-22; 10,2; 27, que presionaron sobre su madre para que solicitara del
56; Me 1,19-20; 3,17; 15,40, etc. 3Jn 1,44. 'Le 5,10. 6Mc 1,20. Maestro para ellos los dos primeros puestos del reino
'Jn 1,35-40. 'Mt 4,21-22; Me 1,20; Le 5,11. 8Mt 27,55-56; Me mesiánico. Jesús no les promete puesto alguno, pero les
15,40-41.
predice que será preciso sufrir en adelante y luchar por
A partir del día en que, por indicación de Jesús, el Reino, a lo que los hermanos contestaron estar dis-
realizaron una pesca asombrosa por su abundancia, puestos a todo'.

473 474
SANTIAGO

Pueblecillo de Silat el-Zahr, a 9 km al norte de Samaría. En las inmediaciones de una aldea de Samaría,
Santiago el Mayor y su hermano Juan recibieron de Jesús el apelativo de Boanerges o «hijos del trueno».
(Foto P. Termes)

Después que faltó Jesús, Santiago el Mayor se dis- Galicia, donde comenzó a dárseles culto; y éste sería,
tinguió como una de las primeras figuras del Colegio según el citado autor, el origen de la tradición de Com-
Apostólico. Por eso, cuando el rey Herodes Agripa postela.
decidió acabar con el cristianismo incipiente, como 'Le 5,4-11. 'Le 8,51. 3Mt 17,l; Me 9,2; Le 9,28. 'Mt 26,37;
acto significativo, lo primero que hizo fue dar muerte Me 14,33. 5Le 9,52-55. 'Me 3,17. 'Mt 20,20-24; Me 10,35-45.
8Aet 12,1-3.
a Santiago y encarcelar a Pedro 8 • Esto debía suceder
en el año 42. Siendo tan temprana la muerte del apóstol, Bibl.: A. LÓPEZ FERREIRO, Historia de //J. Santa A.M. Iglesia
y teniendo en cuenta que el cristianismo apenas si co- de Santiago de Compostela, Santiago 1898. Z. GARCÍA VILLADA,
Historia Eclesiástica de España, Madrid 1929-1936. J. PÉREZ DE
menzaba por entonces a divulgarse entre los medios URBEL, Orígenes del culto de Santiago en España, en Hispania Sacra,
judíos del Oriente Medio, no es fácil ver cómo y cuándo 5 (1952), págs. 1-31.
Santiago pudo venir a predicar a España. No obstante, J. GONZÁLEZ ECHEGARA Y
una tradición, que en sus orígenes confusos algunos
pretenden remontar hasta el siglo v, insiste en la pre- SANTIAGO EL MENOR ('léxKw~os ó Tov 'At-.q,aios,
sencia del apóstol en la península Ibérica. 'léxKw~os ó uixpóg ; Vg. /acobus Alphaei, Iacobus minar).
Otra tradición española, que por lo menos se remonta Fue uno de los doce apóstoles, así designado para distin-
al siglo IX y tiene además algunos indicios arqueológicos guirlo de Santiago el Mayor, llamado primero que él por
en su favor, viene sosteniendo que el cuerpo del apóstol Cristo al apostolado. Los Sinópticos en su lista de los
Santiago descansa en la ciudad de Santiago de Com- «doce» lo presentan como «hijo de Alfeo» 1• En otros
postela. Recientemente, Pérez de Urbe! ha propuesto pasajes, al hablar de las santas mujeres que estaban
una hipótesis bastante documentada para explicar estos presentes en el Calvario se menciona un Santiago hijo
hechos, la cual ha tenido buena acogida entre algunos de una de las Marías y de Cleofás2; Marcos3 precisa
historiadores: en la ciudad de Mérida existían unas más dándole el apelativo de «el Menor» (o µ1Kpos) que
reliquias del apóstol, traídas desde Palestina, que con se identifica con el denominado «hermano del Señor» y a
motivo de la invasión árabe fueron transportadas a quien habría que atribuir la epístola que lleva su nombre.

475 476
SANTIAGO

¿Se trata de un mismo personaje? En Oriente algunos ACf. EUSEBIO, Hist. Eccl., 2,1,3; JERÓNIMO, De viris il/ustribus, 2.
B Cf. EUSEBIO, Hist. Eccl., 2,23; CRISÓSTOMO, Homilía 38 in 1 Cor.
Padres (Eusebio, Epifanio) los distinguen, y la liturgia CJERÓNIMO, /oc. cit. DF. JOSEFO, Ant. /ud., 20,9,1. ECf. EUSEBIO,
oriental celebra sus fiestas en fechas distintas, los días Hist. Eccl., 2,23,4.
5 y 25 de octubre respectivamente; y éste es el parecer 1Mt 13,55; Me 6,3. 21 Cor 15,7. 3Aet 1,13. ·1Gál 1,19. 'Aet
de muchos acatólicos. La mayoría de los Padres de 12,17. "Act 15,13 y sigs. 7 Act 21,15-18.
Occidente, y actualmente, los católicos, salvo muy pocas Bibl.: V. ERMONI, Jacques le Mineur, en DE, III, eols. 1084-
excepciones, los identifican por las siguientes razones: 1088. F. MAIER, Zur Apostolizitiit des Jakobus und Judas, en BZ,
4 (1906), págs. 164-191, 255-266. F. HAASE, Aposte/ und Evange-
Gál 1,9 en que, interpretados sin prejuicios, el El µií listen in den oríenraltschea Üherlíeferungen, en NA, 9 (1922), págs.
tiene sentido exceptivo (no adversativo), y el ETEpov 267-271. S. LY0NNET, Témoignages de St. Jean Chrysost ome et de
significa sencillamente «otro» (no «de otra clase»); la St. Jéróme sur Jacques le Frére du Seigneur, en RSR, 29 (1939),
actitud de Lucas que tiene cuidado de distinguir a págs. 335-351. J. BONSIRVEN, Jacques, en DES, IV, cols. 783-795.
Santiago el Mayor y el hijo de Alfeo mientras aquél G. PÉREZ
vive", pero una vez referida su muerte habla sin más
de Santiago, dando a entender que no hay otro que el SANTIAGO, Ascensión de. Se fundaba este escrito
apóstol 5; su condición de apóstol explica más fácil- apócrifo, cuya existencia está atestiguada por el testi-
mente el prestigio de que goza en la Iglesia primitiva monio de san Epifanio A, en la tradición que presentaba
el «hermano del Señor». En cuanto a los nombres Alfeo al apóstol Santiago subiendo las gradas del Templo,
y Cleofás se admite ordinariamente que Cleofás es la desde donde dirigía la palabra al pueblo.
transcripción griega del _arameo hilpay o halfay (Alfeo).
+Haeres., 30,16, en PG, 41, 4320.
1Mt 10,3 y par. 'Mt 27,56; Le 24,10; Jn 19,25. 3Me 15,40. Bibl.: A. DE SANTOS OTERO, Los Evangelios Apócrifos, Madrid
'Le 5,10; 6,14.15; Act 1,13; 12,2. 'Aet 12,17; 15,13; 21,18. 1956, págs. 77-78.
A. DE SANTOS OTERO
Los evangelios no nos presentan actuación especial
alguna de Santiago el Menor, contentándose con enu- SANTIAGO, Epístola de. 1. CANONICIDAD. Las
merarlo entre los Doce, y entre los hermanos del Señor 1. dudas que, durante algún tiempo hubo sobre la inspi-
San Pablo afirma que el Señor le distinguió con una ración de esta epístola e , le valieron que se clasificase
aparición después de resucitado 2• Está presente en la entre los libros deuterocanónicos del NT. Estas dudas
Ascensión y en el cenáculo en espera de la venida del desaparecieron antes de fines del siglo v, en que el con-
Espíritu Santo3• Cuando Pablo subió a Jerusalén, a junto de las iglesias la recibían en los libros santos B_
los tres años de su conversión, se encuentra con él en El concilio de Trento la admitió en el canon de los libros
la Ciudad Santa 4• Liberado Pedro de la prisión por el inspirados c.
ángel, encarga sea notificado lo sucedido a Santiago 5•
AEusEBIO, Hist. Eccl., 3, 25,3 y sigs. JERÓNIMO, en PL, 23, 640,
En el concilio de Jerusalén tuvo una destacada inter- BM.-J. LAGRANGE, Híst oíre ancieane du canon du NT, París 1933,
vención, junto a la de Pedro: declarados exentos de la pág. 160 y sigs, ºSesión 4.•, ef. DENz, n.0 784, 1787.
Ley los gentiles convertidos, juzga oportuno imponerles
2. GÉNERO LITERARIO y FIN. Por su forma epistolar
cuatro prescripciones mosaicas con el fin de facilitar
sumamente condensada", es un escrito del género pare-
la armonía entre judeocristianos y étnicocristianos 6• Al
nético (compuesto únicamente de exhortaciones morales).
regresar de su tercer viaje apostólico, Pablo visita a
Evoca la enseñanza sapiencial del AT, influida por la
Santiago en cuya casa se reúnen los presbíteros7•
homilética de la sinagoga, la diatriba cinicoestoica, la
Afirman algunos que Pedro, Santiago y Juan lo
liturgia y la catequesis bautismal-v, Gracias a estos em-
designaron para obispo de Jerusalén (Clementej éotros
;

pleos, el aspecto general es muy vivo. El fin propuesto


atribuyen la designación al mismo Cristo P, misión que
está reforzado: este objetivo va desde las frases de ánimo 2
desempeñó por espacio de casi 30 años e_ Su amor y
a la amenaza 3, pasando por la instrucción", la recomen-
observancia fiel de la Ley, su asiduidad en subir a orar
dación 5 y el reproche 6.
al Templo, le granjearon la estima de los judíos; y su
presencia en la Ciudad Santa fue, sin duda, providencial AJ. CHAINE, L'épitre de S. Jacques, París 1939, págs. 41 y sigs.,
100 y sigs. l. ROPES, Epistle of St. James, Edimburgo 1916, pág.
para la unión de judíos y cristianos; unos y otros lo 6 y sigs,
designaban con el título «el Justo». Su vida fue austerí-
11,l. 21,2 y sigs.: 5,7 y sigs. 35,1 y sigs. '1,13 y sigs, 51,19
sima, y en sus rodillas se formaron gruesos callos de y sígs.; 3,1 y sigs.; 5,12 y sigs. '2,1 y sigs.; 2,14 y sigs.; 4,1 y sigs.
tanto orar reverente, Murió lapidado el año 62, según
Flavio Josefo P, a instigación del sumo sacerdote Anás 3. UNIDAD y DISPOSICIÓN. Las exhortaciones se su-
11, que aprovechó para ello el intermedio entre la muerte ceden sin orden lógico. Su mutua independencia hace
del procurador Pesto y la llegada de su sucesor Albino. pensar que se dieron en diversas circunstancias. Cuando
Hegesipo E dice que fue arrojado desde las almenas del no se hallan simplemente yuxtapuestas', como en el
Templo. Al incorporarse y orar de rodillas por sus género gnómico, su trabazón se reduce a una asonancia,
asesinos recibió una lluvia de piedras, y al fin un bata- a una repetición de términos, a una preposición, a una
nero le golpeó con un palo en la cabeza hasta producirle interjección o a una antítesis verbal". Sin embargo, una
la muerte. Hoy se muestra su sepulcro en el ángulo verdad subyacente, difícil de precisar, parece dar al
sudeste de la muralla de la ciudad. La Iglesia celebró conjunto cierta unidad. Puede pensarse en la verdad
su fiesta el 1 de mayo hasta .el 1959 en que la trasladó, siguiente: la necesidad de vivir conforme a los conoci-
juntamente con la del apóstol Felipe, al 11 del mismo mientos religiosos, sobre todo en el campo de la caridad.
mes (-+ Santiago, Epístola de). 11,15 y sigs., 19 y sigs.; 2,1.14; 3,1.13. 21,2.13; 4,1; 5,7.12 ...

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SANTIAGO

Relieve del siglo II n.c. que representa


a una dama mirándose en un espejo.
Esta escena constituye una óptima
ilustración de Sant 1,23

La vigilancia de la lengua 1 se
impone a cualquiera que aspire a
la perfección 2, porque, a pesar de
su pequeñez, la lengua puede mu-
cho 3 y es capaz de las mayores cala-
midades "; de uso difícil", no re-
trocede ante la contradicción 6 que
la naturaleza reprueba'.
13,1-12. 23,1-2. '3,3-4. '3,5-6. '3,
7-8. '3,9-10. '3, 11-12.

La sabiduría sobrenatural- se
prueba con los actos2 y favorece
la paz", ¿Piensa aquí Santiago,
como en 3,1-12 en los 'que pre-
tendían sin mandato erigirse en
maestros? Es posible.
En los antípodas de la paz está
la discordia 4, que se deriva de las
malas pasiones: la envidia 5, el ape-
4. ANÁLISIS. Después de la dirección muy sucinta 1, go a los bienes de este mundo 6, el orgullo' y la male-
el autor recomienda hacer buen uso de las pruebas2 • dicencia 8 • La interpretación de este pasaje es muy
Esas pruebas son fuentes de alegría 3, de corrobora- difícil.
ción en la fe 4, si se tiene caridad 5 y si se pide la sabiduría Hay que v1v1I en dependencia de Dios" por simple
sobrenatural 6, mediante oraciones confiadas'. Pobres prudencia y para no pecar.
y ricos pueden tener experiencia de ello 8 y en ello ver Los ricos deben usar bien de la riqueza!": piensen
la prenda de la vida eterna". en el castigo posible que merece su injusticia, su egoísmo
11,1. 21,2-12. '1,2. '1,3. '1,4; cf. 2,14 y sigs. '1,5. 'l,6-8. y sus crímenes. Es menos probable que el vers. 6 se
81,9-11. '1,12. refiera a Cristo condenado a muerte.
Nadie debe interpretar las pruebas como solicitaciones Los pobres deben tener paciencia en el sufrimiento",
al mal ni achacar la responsabilidad a Dios1• Dios, esperando el regreso de Cristo, como los profetas y Job.
inaccesible al mal, no puede impeler a él 2• El pecado Todos han de atender a la absoluta sinceridad de las
procede de la concupiscencia 3; de Dios sólo proviene palabras= y entregarse a la oración13• En el ver. 13, la
el bien 4, en especial el nacimiento espiritual gracias a la oración se requiere de todos, siendo, pues, este ver-
palabra evangélica 5• sículo distinto del 14.
11,13-18, 21,13. 3
1,14-15. 'l,16-17. '1,18. Los enfermos graves tienen que recurrir a la unción
y a los rezos de los sacerdotes= (-->- Unción de los en-
Los cristianos tienen obligaciones hacia esa palabra fermos).
evangélica 1• Hay que escucharla con docilidad 2 y prac- Utilidad de la oración de los justos15: excelencia de
ticarla 3, sobre todo vigilando la propia lengua 4 y siendo la mutua ayuda espiritual16 : excelencia tanto para el
generoso 5.
que ayuda como para el que es ayudado.
Esta generosidad supone ante todo la imparcialidad 6, 13,13-18; cf. 1,5. 23,13-16. 3 3,17-18. '4,1-12. '4,l-3, '4,4-6.
cuyo precepto ilustra con un caso concreto: y después se '4,7-10. 84,11-12. '4,13-17. 105,1-6. ll5,7-11. 125,12. 135,13.
justifica con una serie de argumentos 8: la atención di- 145,14-15. 155,16-18. 165,19-20.
vina a los pobres 9, los defectos de los ricos>, la Ley 5. DOCTRINA. No obstante el aspecto ético de la
divina que se ha de respetar+ y el juicio que se debe enseñanza, la rareza del nombre de Jesús1 y la ausencia
temer 12.
de motivaciones religiosas, la epístola está impregnada
11,19-27. '1,19-21. 3 1,22-25. '1,26, 'l,27. '2,1-13. '2,1.2-4. de espíritu cristiano. Tiene muchos puntos de contacto
'2.5-13. '2,5-6a. 102,6b-7. "2,8-11. 122,12-13.
con el Sermón de la montaña y las partes morales de
Nadie se salvará de este juicio futuro1 con la fe sola los escritos neotestamentaríos e : alegría y constancia en
desprovista de caridad 2 • La fe salvadora va acompañada el sufrimiento 2, seguridad de la recompensa celestial",
de obras caritativas: la simple razón hace pensarlo así3, ventajas concedidas a los pobres", bienaventuranzas de
lo prueba la condenación del demonio 4, y la Escritura lo los misericordiosos 5, puesta en práctica de la palabra
atestigua con los ejemplos de Abraham 5 y de Rahab6• oída 6, eficacia de la oración pronunciada con fe', peli-
Sin caridad, la fe es un cuerpo sin alma'. gro de la riqueza 8, desconfianza del _mundo•, expecta-
12.13. '2,14-26. '2,14-17. '2,19. '2,20-24. '2,25. '2,26; cf. ción de la Parusía1º, renacimiento mediante la palabra
1 Cor 13,2. divina", origen de las malas tentaciones", primacía de

479 480
SANTIDAD

la caridad". Las notaciones doctrinales de 2,1.8 y sigs. María y para ello aduce cuantos argumentos puede en
son muy difíciles de precisar. defensa de su triple virginidad: antes del parto, en el
Sant 3,14 y sigs. no se opone a Rom 3,27 y sigs., pues parto y después del parto. ·
la fe no tiene el mismo sentido en ambos casos , co- El autor debió de ser un cristiano helenista de Egipto
mo la gran mayoría de críticos admite actualmente. No o de Asia Menor. Muchos de los detalles contenidos
hay más que establecer claramente una falsa com- en el Protoevangelio han sido incorporados con el tiempo
prensión, que se han de atribuir a Santiago o a Pablo, a la doctrina teológica, y tanto la Iglesia griega (desde
según la fecha que se adjudique a estos textos P. el siglo vr) como la latina (desde el xm) han acabado
ACf. A. FEUILLET, en The Background of the New Testament and por tomarlos como históricos. Indicio del favor que
its Eschato/ogy, Cambridge 1955, pág. 261 y sigs. BCf. RSR (julio- tuvo este apócrifo son los numerosos mss. existentes
septiembre 1958), pág. 321 y sigs, y el elevado número de versiones orientales: etiópicas,
21,2. 85,1
11,1; 2,1. 'l,12. '2,5. '2,13. º1,2. 'l,5; 5,15a. armenias, siríacas, coptas, árabes y eslavas.
121,13 13
y sigs. 05,12. 105,1 y siga.; 2,13. 111,17~18. y sigs, 1,
27; 2,1 y sigs., 14 y sigs., 5,1 y sigs. Bibl.: C. T!SCHENDORF, Evangelia Apocrypha, 2.• ed., Leipzig
1876, págs. 1-48, texto griego. E. AMANN, Le Protévangile de Jac-
6. AUTOR. Por tanto, el autor es cristiano. Es San- ques et ses remaniements !atins, París 1910, importante por lo corn-
pleto del estudio .introductorio. F. AMI0T, Évangi/es Apocryphes,
tiago, discípulo y siervo de Jesucristo 1• La tradición París 1952, págs. 47-64, trad. francesa. A. DE SANTOS OTERO, Los
elimina a Santiago el Mayor, martirizado en 41-44 2 • Evangelios Apócrifos, Madrid 1956, págs. 135-188, estudio introduc-
Muchos le han identificado con el apóstol hijo de Al- torio, bibliografía y trad. cast.
feo épero la tradición patrística se inclina en favor
;
A. DE SANTOS OTERO
de Santiago, simple primo de Jesús y obispo de Jerusa-
lén B. En nuestros días, se admite esta última hipótesis, SANTIDAD. Santidad es un concepto religioso por
pues los llamados «hermanos» de Jesús eran aún in- esencia, tanto en el AT como en el NT. No se concibe
crédulos 3 tras la elección de los apóstoles, ya que el religión sin relación con la idea de santidad. Dios es
grupo de los «Doce» se sigue distinguiendo del de los esencialmente santo. Y se llama santo a todo lo que está
llamados «hermanos» del Señor", y el EÍ µT) de Gál más íntimamente relacionado con Él. La palabra se
1,19 significa más probablemente «pero sólo» (nótese usa analógicamente en uno y otro caso. Para deshacer
que en Act 1,13 hay que leer posiblemente «Judas, her- la complejidad del concepto representado hay que tener
mano de Santiago»). en cuenta su distinto uso y posible evolución.
La pureza de la lengua se explica bastante bien me-
l. ANTIGUO TESTAMENTO. La raíz hebrea que el AT
diante el recurso a un secretario helenista.
emplea para expresar el concepto de santidad no abarca,
ACf. RSR (1918), pág. 122 y sigs, B(bíd. (1939), pág. 335 y sigs, por sí misma, toda la riqueza de significado que ha
11,1. 2Act
12,1-2. 'fo 7,3-4; Me 3,21.31. •Act 1,13-14; 1 Cor acumulado a lo largo de su amplio uso. Qds (proba-
9.5; 15,5 y sigs.
blemente derivada de qdd, «cortar», no de /:zds, «ser
7. FECHA. Algunos sitúan la fecha de composición nuevo») .expresa originalmente la idea de separar, pero
de la epístola entre 35-50A y otros entre 57-62B. Esta no tanto de modo negativo, de exclusión, como posi-
última opinión cuadra mejor a los indicios de depen- tivo, de reserva, dedicación, consagración (cf. latíno
dencia de la epístola con varios escritos neotestamenta- sanctus, de sancire). Por ello, el participio sustantivado
rios. Sin embargo, no se ha disipado aún la incertidumbre qádes, «santidad», «lo santo», parece relacionarse antes
de esta cuestión. que nada con todo lo referente al culto. Su uso no em-
ACf. J. B. MAYOR, The Epistle of S. James, 3.• ed., Londres 1910, pieza sino con la historia de Moisés y es máximamente
págs. 144-192. BCf. J. CHAINE, L'Építre de S. Jacques, París 1939, desarrollado por la tradición literaria sacerdotal. Qádei
págs. 69-77. no se emplea jamás para las personas. En cambio, el
J. CANTINAT adjetivo qádoé, que, aplicado a Dios como predicado,
indica lo que le distingue de las creaturas, lo divino, se
SANTIAGO Protoevangelio de. El apócrifo orto- atribuye también al hombre para señalarle como sujeto
doxo más antiguo de los que se conservan íntegros y del culto, o bien en especial relación con Dios, lo cual
el que más ha influido en las narraciones extracanónicas requiere, por otra parte, una cierta perfección moral.
de la natividad de María y de Cristo. El título de Pro- De ahí, finalmente, ha pasado a designar un estado
toevangelio se debe a Guillermo Poste! (t 1581), quien de pureza legal y de aptitud cultual.
lo dio a· conocer en Occidente, creyendo que era no
sólo canónico, sino el prólogo del evangelio de san l. NARRACIONES HISTÓRICAS PRIMITIVAS. Distinguien-
Marcos. Se atribuyó para dar mayor autoridad a San- do los diversos períodos redaccionales en las narracio-
tiago el Menor, el hijo de Zebedeo. Tischendorf esta- nes históricas, hallamos que las primeras menciones del
bleció el texto actual sobre unos veinte mss. diferentes concepto santidad se relaciona más con Dios mismo que
y de él dependen las ediciones posteriores. con los objetos, lugares y personas del culto. De to-
El Protoevangelio consta de tres partes: a) vida de dos modos, en ninguna de las antiguas tradiciones del
María hasta el nacimiento de Cristo; b) nacimiento Génesis se menciona jamás la santidad de Dios, ni
de Jesús y maravillas que lo acampañan; e) matanza de siquiera en las teofanías. En las muy antiguas de Éx
los Inocentes y martirio de Zacarías; y termina con un cap. 3 y Jos cap. 5, podemos aún preguntarnos si la
epílogo. El escrito no es posterior al siglo IV y los pri- fórmula idéntica en que se enmarca la mención de
meros veintiún capítulos proceden del II. Su idea do- la santidad del lugar ocupado por la presencia de Dios,
minante es apologética; quiere defender el honor de o del «jefe del ejército de Yahweh»", no es más bien

481 482
SANTIDAD

una añadidura redaccional posterior. El lugar que an- elemento de redención, de purificación, idea que des-
teriormente se había llamado «terrible» 2, se denomina arrollará luego la escuela sacerdotal.
ahora «santo». En la descripción de la teofanía del En Isaías, Yahweh es llamado con frecuencia el
Sinaí, que contiene muchas frases redaccionales, es «Santo de Israel» 7• Expresión paradójica, puesto que
Moisés quien «santifica» la montaña 3, es decir, la encierra en sí lo trascendente y lo histórico y creado,
declara sagrada, terreno peligroso, puesto que Yahweh pero indica ante todo la intimidad de relaciones entre
reside en ella. El versículo del antiguo cántico de Moisés Yahweh y su pueblo santo. Sin embargo, el contexto
en que se expresa la santidad de Yahweh", se halla en de la expresión es siempre de amenaza y de destrucción:
la parte perteneciente a una ampliación posterior. «La Luz de Israel se convertirá en fuego y su Santo en
Textos ciertamente antiguos, que hablan de la santi- llama» 8• Nada que no sea santo puede subsistir en Israel
dad de Dios, son las narraciones sobre el Arca de la mientras el Santo esté con él. Asimismo, la locución
Alianza en el libro de Samuel. «Quién podrá soste- «Dios santo» se enmarca en un contexto de juicio•.
nerse delante de Yahweh, el Dios santo?», exclaman En el Deuteroisaías, sin embargo, el «Santo de Israel»
los habitantes de Bét Sémes. El Arca se considera, se presenta, no ya solamente como juez, sino como
más que como objeto de culto, como el mismo trono redentor (gó-él) y salvador. El autor de su creación"
de Yahweh. Arca de la Alianza y presencia de Yahweh es también el autor de su salvación+'. Precisamente
andan a la par en toda la narración 5, y con ellas la porque Yahweh es Dios y no hombre, porque sus jui-
santidad. Es como una cualidad esencial de Yahweh, cios y sus caminos no son humanos=, corresponde a
que se manifiesta en portentosos castigos6• Este concep- su santidad una «nueva creación».
to de la santidad no se halla en ninguno de los demás En los demás profetas, la santidad de Yahweh man-
pueblos antiguos de Oriente. En Israel se mantendrá tiene los mismos sentidos de trascendencia absoluta,
durante toda la historia bíblica: la santidad es, bá- perfección moral y dinamismo divino, que actúa en los
sicamente, una cualidad esencial y dinámica de Dios. hombres, hasta el punto de que en Habacuc «el Santo»
1Jos 5,15. 2Gn 28,17. 3Éx 19,12.23. 'Éx 15,11. 'l Sm caps. es casi un sencillo sinónimo de «Dios» 13•
4-6. '1 Sm cap. 5. 10s 11,9. 2Cf. Os 4,11-14; 12,1. 'Os 5,7; 9,9. •os 6,14-15.
'Os 11,9. 'Is 6,1 y sigs. 'Is 1,4; 5,16.19.24; 6,3; 10,17; 29,19;
2. TEOLOGÍA PROFÉTICA. Los profetas, en especial 30,11-12.15; 31,1; 37,23. 'Is 10,17. 'Is 5,6. 10Is 40,25-26. ªIs
Oseas e Isaías, acentúan sobre todo el aspecto dinámico 43,14-15; 45,11-13. 121s 55,8-9. "Hab 1,12; 3,3.
de la santidad de Dios en sus manifestaciones de amor 3. LITERATURA SACERDOTAL. Una nueva corriente
y castigo. Dios aparece santo en su propia personalidad ha entrado, al lado de la profeticomoral, en la con-
frente a todo lo humano y lo creado1• Por eso no puede cepción y expresión de la santidad: la culticosacerdo-
tolerar en su presencia la impureza - las prostitutas tal. Antiguos himnos cantaban a Dios «magnífico en
sagradas (qedesáh) -, que es precisamente lo contrario santidad, terrible en sus hazañas, obrador de prodigios» 1•
de la santidad, en el sentido de que supone una profa- En la acción cultual y en todo lo que al culto se refiere
nación de la consagración a Yahweh 2• Tiene que des- se patentiza la presencia de ese Dios. Todo, en el culto,
truir, por la energía de su santidad, lo que a ella se es santo, empezando por esa misma presencia. En el
opone3 • Incluso con «volverse a su morada», es decir, lenguaje deuteronómico, la presencia activa de Yahweh
con no dejar que su divinidad, su santidad, se mani- se concreta en su «nombre» 2• Y toda la tradición
fieste más4 • Pero junto a esta fuerza de destrucción sacerdotal declara que el nombre de Yahweh es «san-
surge más poderoso el elemento creador y restaura- to»", lo que se encuentra ya en Am 2,7 y Él quiere que
dor de la santidad de Yahweh: el amor. En Oseas, su nombre sea «santifícadoa '. Pero, concretamente en
amor de Yahweh no es más que una manifestación el Templo, la presencia de Yahweh se manifiesta en su
de su santidad 5• La idea es nueva y jamás se repite en «gloria» (kiibod). Ésta puede considerarse como lo
elAT. externo, lo visible, de la santidad de Dios 5• El lugar
La teología profética ha puesto de relieve la relación favorecido con la presencia de Yahweh es santo 6 • Lo
intrínseca entre santidad y perfección religiosomoral. es la ciudad de Jerusalén 7, y lo es el Templo 8, como
Cuando en Am 4,2, Yahweh jura por su santidad, para lo fue el santuario 9• La estancia que contiene el Arca
reforzar su amenaza contra las depravadas mujeres de es el santísimo (qodes ha-qodásimy", Los sacerdotes,
Samaría, se contrapone ya de hecho la altura ética agentes del culto, también son santos", Santas son las
de Dios al egoísmo de sus creaturas. Desde entonces, ofrendas y victimas '", santos los utensilios del culto 13,
contemplar la santidad de Dios será también sentir la los tiempos, fiestas y sábados>. Todo, cerca de Dios,
propia indignidad moral ante la perfección. El temor debe ser santo, aunque de modo analógico con respecto
mortal de Isaías delante del trono de Dios, a quien a la santidad moral y a la intrínseca.
dos serafines celebran con el triple «santo»", no se 1Éx 15,11; cf. 1 Sm 2,2. 'Dt 12,5.11, etc.; 1 Re 8,17.29. 3Lv
debe a la conciencia de su condición de creatura ante 20,3; 22,2; Sal 33,21; 103,1, etc.; 1 Cr 16,10.35. 'Ez 36,20 y sigs.;
la divinidad, sino a la de su estado pecador. También cf. Mt 6,9; Jn 17,6. -cr, 1 Re 8,11; Sal 29. -cr. Éx 3,5; Jos 5,15.
aquí se manifiesta la dinámica de la santidad, cuando 'Sal 46,4. •Sal 5,8. 'Éx 28,43; Lv 6,26. 10Éx 26,23; 1 Re 6,
uno de los serafines purifica los labios del profeta con 3.5, etc. llÉx 19,6; Lv 21,6. 12Éx 28,38; 29,33; Lv 2,3. 13Éx
30,29; Nm 18,9. "Éx 16,23; Lv 23,4.
una brasa del altar, con tal acto, se indica que la santi-
dad, aun corno estado de perfección moral, puede ser En Lv caps. 17-26 se prescribe un entero «código de
en cierto modo comunicada a los hombres por Aquel santidad», es decir, las leyes según las cuales deben
que la posee en grado sumo. Incluye, por lo menos, un preservarse del contacto y uso profanos las personas

483 484
SANTIDAD

y cosas que han sido consagradas a Dios. Si la pureza 'Sal 29,2; 93,5; 96,9. 'Job 5,1; 15,15; cf. Prov 9,10; 30,3. =cr
Zac 14,5. •Dan 4,14; 8,13. 'Eclo 42,17; 45,2. 'Dan 7,18-27;
ritual- suponía un esfuerzo por no hacerse indigno 8,24; cf. Nm 16,3; Dt 33,3; Is 4,3; Sal 34,10. 'Sab 4,15; 7,27;
ante la santidad de Dios, y para expresarla así de un 18,1.5.9.
modo negativo, la «santificación» (en pi'él, qiddés) pre-
para o resulta de la misma vecindad de Dios, y es como "Ay10s, que no tuvo un uso tradicional en el griego
el aspecto positivo. Depende siempre de su voluntad clásico, ha sido la traducción de qds escogida por los
libre, que arranca personas y cosas de lo profano y los LXX y los deuterocanónicos. Los hagiógrafos evitan el
consagra a Sí, reduciendo de esta manera la distancia normal IE6ós hasta para la designación de los Jugares
infranqueable entre Creador y creatura. El sumo sacer- de culto. El traductor griego del Eclesiástico, al repro-
dote es qodes lé-yahweli 2 y qiíd6s yahweh3• Todo Israel ducir el pensamiento del autor, que estaba penetrado
es «reino de sacerdotes y nación santa>". Por haber de los conceptos bíblicos antiguos, llama frecuente-
entrado en relaciones con Yahweh, el Dios santo 5, por mente a Dios por el solo apelativo de 6 áy1os «el
pacto en el Sinaí, es llamado «pueblo santo»" en con- Santo»\ o de «el Santo Altísimo»'. En Sab 5,19, Dios
traposición a los demás pueblos. No puede tener con- toma su santidad invencible por escudo. La expresión
tacto alguno con sus cultos ni sus ritos. Sus hazañas, «espíritu santo de Dios», que es no sólo una fuerza
sus guerras, serán también llamadas santas', puesto divina, que influye sobre la vida moral del hombre.',
que por ellas Yahweh se «santifica» (en nif''al.. niqdás) y sobre su conocimiento de la voluntad divina 4, sino
a Sí mismo delante de los demás pueblos, esto es, se también el poderoso elemento que da cohesión al uni-
manifiesta a ellos como el Dios verdadero 8• Los re- verso 5, muestra en este libro un intento de coordinación
dactores sacerdotales de las narraciones antiguas hacen de la filosofía estoica con los datos bíblicos anteriores 6•
observar que los combatientes debían hallarse en estado Como antaño, en los tiempos helenísticos, el nombre
de santidad.", hasta el punto de que se les permitía de Dios también es santo 7• Lo es la tierra que ha escogido
comer los panes de la proposición, reservados a la per- para Sí 8, Jo es la montaña donde mora", lo es Jerusalén 1°,
sona del sacerdote". el Templo!', el Santuario ", el sacerdote13, etc., y lo es
No hay duda de que el aspecto cultual y legal de la también la Alianza>.
santidad no puede ser separado, en la mentalidad sacer- 1Eclo 4,14; 23,9; 36,3; 43,10; 48,20. 2Eclo 47,8. 'Sab 1,5.
dotal primitiva, del aspecto moral y profético. Ezequiel, •Sab 9,17. 'Sab 1,7. -cr. Sal 51,3; Is 63,10. 'Eclo 47,10; Sab
16
10,20. Sab 12,3. ºDan 9,20; Sab 9,8.
8 1 Mac 2,7; 2 Mac 1,12;
sacerdote y profeta, resume en su doctrina ambas vi- Tob 13,9. "Esd 1,53; 2 Mac 5,15. 12Jdt 4,12-13. "1 Mac 2,54.
siones de la santidad. Pero la exigencia misma de Lv "1 Mac 1,15.63; Dan 11,28.30.
19,2; 20,26: «Sed santos porque Yo, Yahweh, soy
santo», ofrece la clave para penetrar en el espíritu que 11. NUEVO TESTAMENTO. El lenguaje de. los LXX
animaba las prescripciones sobre la santidad ritual y pasó a ser el medio natural de expresión del NT, también
la pureza legal. La Ley ha sido promulgada para «san- para el concepto de santidad. Del adjetivo áy1os de-
tificar» al pueblo+', es decir, para que los israelitas rivan: a) Los sustantivos ó:y1ó,11s y ó:y1ocrvv11, el pri-
no se dejaran arrastrar por las inmoralidades idolátricas mero de los cuales expresa la idea de santidad como es-
propias de los cananeos y demás pueblos vecinos de tado en que se halla Dios esencialmente, y en el que
los hebreos en la Tierra Prometida. el hombre debe tomar parte", y el segundo como cua-
lidad dinámica 2; b) el verbo ó:y1ál;w, casi exclusivo de
1Lv caps. 11-16. 2Éx 28,36. 'Sal 106,16. 'Éx 19,6. -cr. 1 Sm
6,20. 'Éx 24.4-8; Dt 7,6; 26,19. 'Jer 6,4; Miq 3,5; JI 4,9. 'Lv la literatura bíblica, con su derivado ó:y10:crµós, obtiene
10,3; Éx 29,43; 22,32; Is 5,16; Ez 20,41. 'Jos 3,5; 7,13. 161 Sm el sentido causativo de «consagración», de «santifica-
21,5 y sigs. "Lv 22,31 y sigs. ción», de «manifestación de la santidad», etc., según
4. LITERATURA SAPIENCIAL y APOCALÍPTICA. Corres- las formas verbales hebreas subyacientes.
pondiendo la idea de santidad a un concepto dinámico 2Cor 1,12; Heb 12,10.
1 2Rom 1,4; 2Cor 7,1; !Tes 3,13.
de la trascendencia de Dios, y del estado de digni-
dad de las creaturas ante Él, es natural que en los libros 1. SANTIDAD DE Dtos. Los primeros cristianos, pro-
sapienciales, que responden a una mentalidad humanista cedentes del judaísmo, asimilaron el concepto de santi-
y no directamente religiosa, escasee su mención. No hay dad heredado del AT. Dios es esencialmente santo, y
que incluir entre ellos a los Salmos, compuestos en gran el Trisagio de Is 6,3 se repite en la visión de Ap 4,8,
parte en ambiente litúrgico, y que describen más de en la que el ambiente es de inmensa trascendencia sobre
una vez la misma santidad dinámica de Yahweh1. En lo humano. Dios es el Pantocrátor y el juez escatológico
Job', se habla de los «santos» como personajes que «santo y veraz>", cuya santidad se identifica con su
están cerca de Dios, y que hay que identificar con los «hi- gloria'. Cuando, en Jn 17,11, Cristo Jlama «santo» a
jos de Dios» de Job 1,6 ó «de los dioses», como el Sal 89, su Padre, se quiere expresar así su íntima esencia. El
6-73• En el Sal 16,3, los dioses locales son también Nombre dado al Hijo3, no es otro que el de Dios",
llamados santos. En cambio, en el apocalipsis de que es santo 5 y que debe ser santificado con el adveni-
Daniel 4 y también en Eclo 5 los santos son ya los seres miento de su Reino 6, esto es, Dios debe manifestarse
que luego se llamarán ángeles, como en Tob 11,14. al mundo y éste tiene que reconocerle como tal. La
En Daniel se insiste en la idea de la santidad del pue- santidad de Dios exige además a sus elegidos la san-
blo de Israel. Sus miembros son los «santos del tidad personal, la obediencia a los preceptos morales de
Altisimo o ". La misma apelación, aunque en griego, Dios'.
áy1os, servirá al autor del libro de la Sabiduría para 1Ap 6,10. 2Ap 4,8-11. 'Jn 17,11. -cr. Mt 28,19. 'Le 1,49.
oponer los israelitas a los «impíos» egipcios'. 'Mt 6,9; Le 11,2. 'l Pe 1,13-15, que cita a Lv 11,44; 9,12.

485 486
SANTIDAD

2. JESUCRISTO, EL SANTO. Los espíritus inmundos la «nación santax'" y sus miembros, sencillamente «lo,
proclaman que reconocen a Jesús, saben que es el santos»18• Pero el individuo debe traducir esta santidad
«Santo de Dios»1. Es ante todo un título mesiánico, esencial en sus actos por la pureza moral (xo.Scpiouóc)
por ser apelativo del sumo sacerdote del AT2• El de- que se le exige!". Solamente de esta manera podrá el
monio se reconoce espíritu «impuro» delante del que Señor ser «glorificado en sus santos» en el día de su
ha sido ungido por el Espíritu Santo en el bautismo '. Parusía 20•
De hecho, Él nace, por obra de una especial dinámica 1Jn 17,19. •Jn 17,17. 'Is 63,10-11; Sal 51,13. 'Jn 15,26.
divina, del Espíritu Santo, y es llamado certeramente 'l Cor 3,16 y sigs.; Ef2,22. 'Le 3,16; Act 1,5; 11,16. 'I Jn 2,20.
santo, puesto que es Hijo de Dios". En Jn 6,69, el 'Ef 5,26. '1 Cor 1,30. 10Act 4,27. "Act 2,1 y sigs. 12Jn 20,22.
13Act 2,1 y sigs.; cf. 4,31; 10,44 y sigs., etc. "Le 1,15. "I Cor
apelativo mesiánico de «santo de Dios» trasciende la 6,19. "Rom 8,14-17. 111 Pe 2,9. 18Rom 16,2; 2 Cor .,1; 13,12.
fe en un simple mesianismo tradicional 5 para desembo- "2 Cor 7,1; Ap 22,11. 202 Tes 1,10; 2,14.
car en el claro reconocimiento de la filiación divina. Bibl.: J. DILLERSBERGER, Das Heilige tm Neuen Testament, Kuf-
Dios, el Padre santo 6 ha «santificado» a Jesús y lo ha stein 1926. J. Hi:iNEL, Die Re/igion der Heiligkeit, Gütersloh 1931.
enviado al mundo, y Él es en Verdad su Hijo'. Y por- R. Orro, Das Heilige, 22." ed., Breslau 1931 (trad. fr., París 1949).
que es santo, con los mismos apelativos de Dios 8, o. PROCKSCH, etc., en ThW, págs. 87-116. P. VAN IMSCHOOT, La
Sainteté de Dieu dans l'Ancien Testament , en VSp, 338 (1946), págs.
puede ungir con el espíritu a los hombres 9• 30-44. H. RtNGGREN, The Prophetical Conception of Ho/iness.
Cristo es también llamado el Santo Siervo?", ungido Upsala 1948.
por Dios '-, según la figura del Siervo de Yahweh ", con A, FIGUERAS
la misión cultual de ofrecerse en víctima por el pueblo
de Dios> y la de penetrar en el santuario del Cielo, SANTIDAD, Código de. ->- Códigos bíblicos.
estableciendo una nueva Alianza 14• Dios coronó su
obra exaltándole, comunicándole su propio Nombre15 SANTIFICACIÓN (éxyiao-µós). Palabra descono-
y sentándole a su diestra16, después de haberle resuci- cida en el griego profano. La forma misma de la palabra
tado de entre los muertos por el «espíritu de santidad»!", indica que se trata de una acción más que de un estado
La santidad de Cristo es, pues, según los textos neotes- (->- Bautismo). Es una noción, desde luego, cultual; la
tamentarios, de un orden totalmente superior a la «santificación» es una prerrogativa divina1 y designa e1
santidad moral y cultual de los «santos» del AT. proceso de alejamiento del pecado y de adhesión a
Dios. La epístola a los Hebreos expresará la redención
1Lc 4,34; Me 1,24; cf. Jn 6,69. =cr. LXX en Sal 106,16. 'Le en función del acto sacerdotal por excelencia, que es
3,22; cf. Is 42,1. 'Le 1,35. 'Cf. Me 8,29 y par. 'Jn 17,11. 'Jn
10,36. 'Ap 3,7; cf. 6,10. 'I Jn 2,20. 10Act 3,14. "Act 4,27. «santificar», o sea, consagrar a Dios2 en virtud de un
121s 42,1; 61,1. 131 Pe 1,18-19. "Heb cap. 9. "Flp 2,9. "Me sacriñcío", es decir, purificar del pecado4• Cristo es el
16,19. "Rom 1,4. santificador (6 éxytó:l;wv) 5 por excelencia, que con su
3. ESPÍRITU SANTO Y SANTIDAD DE LA IGLESIA. Cristo muerte" y su influencia perenne de consagrador convierte
se santificó a Sí mismo, a fin- de que los suyos fuesen a los cristianos en éxy1al;óµevo17, en ó:y101 •: la efu-
santificados en la verdad1• Esta santificación supone sión única 9 de su sangre opera una purificación per-
no solamente una consagración por parte del Padre2, fecta en las conciencias1°, una santificación total, que
sino una demostración pública de la verdad básica del es sinónimo de perfección-" y crea al verdadero pueblo
cristiano: la procedencia y unión de Cristo con su Pa- consagrado P, capaz de dar culto al Dios vivo+'. En
dre, a través del amor mutuo de los hombres. Pero la san Juan (éxy1ó:l;w) tiene el mismo sentido: Jesús
santificación no es obra directa de Cristo, sino de su ruega al Padre que consagre a los discípulos como Él
Espíritu Santo. La expresión veterotestamentaria 3 en- mismo había sido consagrado por el Padre>, como en
vuelve ahora una nueva realidad, puesto que es el otro tiempo Aarón y sus hijos fueron «segregados» para
Espíritu de la verdad que procede del Padre y que el servicio divino15.
Jesús envía desde el Padre". Se comunica a los cristia- Esta «santificación» cristiana supone colaboración,
nos por el Bautismo 5, puesto que son bautizados «en puesto que es preciso «buscarla»?", «participar» en ella
el Espíritu Santox", Por la «unción venida del Espíritu bajo el peso de las pruebas ", «entregarse» a ella18.
Santo» 7 en el bautismo, los cristianos son santificados 8, Deseada por Dios'" va acompañada de fe y de caridad 2°:
puesto que Jesucristo se ha hecho para ellos «santifi- es el estado normal del cristiano 21 que durante toda su
cación»•. Cristo había sido «ungido»:" por el Espíritu vida debe «santificar» el nombre divino ", es decir,
y, luego de su resurrección, el Espíritu Santo se derrama preparar la manifestación total y universal de la santi-
también sobre la Iglesia". Por la fuerza dinámica de dad del Señor.
este Espíritu Santo, el poder de perdonar y retener los 'Éx 31,13; Lv 20,8; cf. 1 Cor 1,30; 1 Tes 1,5.23; 2 Tes 2,13; 1 Pe
1,2. 'Cf. Nm 16,5. 'Heb 13,12. -cr. la oposición con áKa.Sap-
pecados, les es conferido". Y esta presencia del Espí- oía 1 Tes 4,7. -cr, l Cor 1,30 y Rom 6,19. 'Rom 10,10-29; 13,
ritu se manifiesta por medio de dones y carismas desde 12; Ef 5,26. 'Heb 2,11. 'Rom 1,7; 1 Cor 1,2. 'Heb 10,10.
su irrupción el día de Pentecostés>, 10Heb 1,3; 9,14. "Heb 10,14; TETEAEÍWKEV, .. -rous óyta~oµÉ-
Juan Bautista había sido consagrado por el Espíritu vous. 12Éx 19,6; Ap 1,5-6; 5,9-10. 13Heb 9,14; cf. 12,20-22.
"Jn 10,36. 10Éx 28,41. "Heb 12,14. "12,10. 18Ap 22,11.
Santo para su especial misión profética 14. Los cristianos 191 Tim 4,3-7; Col 1,22; Ef 1,4. 201 Tim 2,15; Rom 6,19. 21
Rom
lo poseen de tal modo, que se les puede llamar en ver- 6,22; 1 Cor 6, 1 l. "Mt 6,9.
dad templos del Espíritu Santo15 e hijos de Dios16• Bibl.: o. PROCKSCH, 'Ay,aoµós, en ThW, I, págs. 112-115.
De este modo, la santidad de los cristianos proviene de M. MEINERTZ, Theo/ogie des neuen Testaments, Bonn 1950. C.
la misma santidad de Dios. La Iglesia, nuevo pueblo SP1CQ, L'Épitre aux Hébreux, 2 vols., París 1952.

de Dios que comprende a gentiles y judíos, se llamará R. LE DEAUT

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Sardes. El templo de Artemisa. San Juan invitó a los cristianos de Sardes a velar (Ap 3,3). La ciudad tenía fama de disoluta
y orgullosa, y era célebre por el Artemision, o templo de Artemisa, magnífico santuario helenista. (Foto P. Termes)

Sáréfat, Población bíblica, situada en la costa fenicia, en donde se refugió Ellas (!Re 17,9-10; Le 4,26). El edículo pertenece
a una capilla musulmana, situada en una elevación desde la que se contempla el mar. (Foto S. Bartina)
SANTO DE ISRAEL

SANTO DE ISRAEL, El. La expresron es análoga mar y devorar en un solo día sus cardos y sus espinas»".
a «Roca de Israel»' y a «Fuerte de Israel»2 , y fue creada Pero - y éste es el punto capital - el fuego divino
por el profeta lsaías para designar al Dios de la ----+ solamente consume las escorias7 ; subsistirá un resto
Alianza. que, a pesar de la amplitud del castigo, confirmará la
La idea se encuentra ya "en el profeta Oseas: «Yo perennidad de la promesa.
soy Dios y no hombre; en medio de ti Yo soy el Santo»". Después que lo impuro haya sido destruido y con-
Será la visión inaugural del capítulo 6 la que propor- fundida toda gloria humana, podrá instalarse un nuevo
cionará a Isaías la revelación de la santidad de Dios y régimen, el pueblo renovado será santo no solamente de
la que determinará todo su mensaje. No es precisamente derecho sino también de hecho: «Los restos de Sión, los
el carácter divino y trascendental de Yahweh lo que la sobrevivientes de Jerusalén, serán llamados santos ... » 8 •
visión manifiesta, sino más bien su majestad y su pureza El Dios Santo revelará su santidad por la justicia 9, y
absoluta. Repentinamente, el profeta se siente sobre- Jerusalén será llamada Ciudad-Justicia, Ciudad fiePº.
cogido de temor y torna conciencia de su impureza En el Deuteroisaías, la expresión «Santo de Israel»
radical; impureza que no es precisamente de tipo ritual se encuentra asociada a la .idea de ----+ gii'el y de másia",
( ~ Pureza): son sus pecados más aún que su misma así corno al verbo bárá', «crear»!', mostrando la proxi-
nada, los· que separan al profeta del Santo de Israel. midad de Yahweh al pueblo que ha sido salvado, y la
Una vez purificado de su pecado, Isaías percibe con soberana libertad divina en la obra de la redención.
mayor intensidad el pecado de su pueblo y su propia La expresión se encuentra 14 veces en la primera parte
vocación de heraldo de la purificación: el Dios tres ve- del libro de lsaías y 16 veces en la segunda. También
ces santo, «cuyos ojos son demasiado limpios para se encuentra, en razón de la gran difusión de los oráculos
ver el mal»", no puede soportar impureza alguna; y a de Isaías, en Jeremías", en Ezequiel13 y en tres salmos>,
ejemplo de la santidad divina, Israel tiene la obligación '2 Sm 23,3; Is 30,9. 'Gn 49,24; Is 49,26; 60,16; Sal 132,5.
de ser santo 5• 'Os 11,9. 'Hab 1,13. 'CL Lv 19.2. 'Is 10,17. 'Is 1,25, 'Is
Yahweh es el Santo de Israel, precisamente porque 4,3. 'Is 5,16. 10ls 1,26, "Is 41,14,20; 43,15; 45,11; 47,3, etc.
"Jer 50,29; 51,6. "Ez 39,7. "Sal 71,22; 78,41; 89,19.
santifica a su pueblo purificándolo: «La luz de Israel
se convertirá en fuego, y su Santo en llama para que- M. J. STIASSNY

Jerusalén. Basílica del Santo Sepulcro: Extremo oriental de los edificios, mostrando el ábside del coro de los
griegos; detrás asoma la cúpula de la rotonda, (Foto Paul Popper, Londres)

489 490
SANTO SEPULCRO

Jerusalén. Basílica del Santo Sepulcro: Capilla de la Invención de la Santa Cruz, erigida en una cisterna abandona-
da, en donde fueron halladas en el siglo 1v, las cruces de Jesús y los ladrones. (Foto Custodia Terra Santa, Jerusalén)

SANTO SEPULCRO. El más venerado de los san- incluir ya buena parte del Martyrium ; los brazos del
tos lugares: la tumba practicada en la roca, a escasa transepto son desiguales; en el meridional está el Cal-
distancia del Calvario1, unos 35 m, en la que se enterró vario. Consagrado el edificio en 1149, ha perdurado
a Jesús y en la que resucitó. Su autenticidad está garan- hasta hoy, con notables restauraciones llevadas a cabo
tizada por una tradición monumental y escrita continua en los años 1555, 1719, 1808 y, sobre todo, las efec-
desde el siglo rv; y el hecho de que Adriano hiciera tuadas desde 1963.
construir sobre el Gólgota una vasta explanada, con 'Mt 27,57.60-61 ;28,2; Jn 19,5.12.20.
un templo dedicado a Júpiter, deja entrever que allí
Bibl.: A. HEISENBERG, Grabeskirche und Apostelkirche, Leipzig
había ya, en su tiempo, un lugar de culto cristiano. 1908. C. ENLART, Les monuments des Croisés dans le royuame de
Constantino hizo construir sobre el lugar una basílica, Jérusalem, París 1923-1928. F. STUMMER, Grab Heiliges, en LThuK,
con la entrada orientada de este a oeste, cuyas partes IV, cols. 631-633. D. BALDI, Enchiridion Locorum Sanctorum,
Jerusalén 1935, págs. 784-986. G. M. PERRELLA, I Luoghi Santi,
eran: Propileos, escalinata y atrio al aire libre; la basí- Piacenza 1936, págs. 19, 345-393, 444-445, 447, 452. D. BALDI,
lica o Martyrium, construida sobre la cripta de la in- Guida de Terra Santa, Jerusalén 1963. A. PARROT, Gólgota y el
vención de la Cruz; otro atrio interior, en cuyo ángulo Santo Sepulcro, Barcelona 1963 (trad. cast.).
suroeste se encontraba el Calvario; finalmente la Anás- P. TERMES
tasis: una rotonda, con la roca del sepulcro recortada y
formando monumento en el centro. Se inauguró en el SANTOS LUGARES. Se da este nombre a los sitios
335, y al ser incendiada por los persas (614), se edificó que santificó la presencia de Jesús en su vida terrena y
otra nueva más pequeña (616). Nueva destrucción en que fueron escenario de los hechos y prodigios de su
1009 y reconstrucción terminada en 1048: fue recons- actividad redentora, así como los relacionados con la
truido, todo muy pobremente excepto la Anástasis. Los Virgen y los apóstoles. Todos ellos, desde la primitiva
Cruzados concibieron la idea de reunir en un solo Iglesia, han sido objeto de la veneración de los fieles
monumento, en forma de cruz, los diversos santuarios: lo que motivó la edificación de templos y santuarios.
Conservada en gran parte la rotonda, se transformó Se puede citar entre ellos el Santo Sepulcro, el Cenáculo,
el atrio interior en iglesia, limitada por pilastras y la capilla de la Flagelación, el Dominus fievit, el
columnas y rodeada por un deambulatorio, sin poder lugar del Bautismo en el Jordán, el santuario de la Vi-

491 492
SAPIENCIAL

sitación, el de la Natividad en Belén, la iglesia del pri- logos en la literatura sapiencial sumeroacadia, así como
mado de Pedro junto al Tiberíades, el Campo de los en la egipcia tan sumamente desarrollada. Igualmente
Pastores, la Mensa Christi, etc. se viene citandÓ en ocasiones a la sapiencia idumeo-
arábiga 1. Tales influencias y contactos podrían ser muy
SANTUARIO. ---,. Templo. antiguos y haber sido cultivados expresamente en la
corte real por los eruditos «escribas» (miihir) sin rela-
SÁ'ON (heb. béné sti'on, «gente tumultuosa»; LXX ción íntima con los escritos proféticos y legales. Pero
omite; Vg. fi/iorum tumultusi. Apelativo de los moabi- la influencia extranjera fue más notoria aún en la época
tas en el oráculo que Jeremías pronunció contra Moab. posterior al Destierro, hasta llegar a la redacción del
Jer 48,45.
Eclesiástico. Desde Persia hasta Egipto meridional (Ele-
fantina) hubo una diáspora judía y un activo comercio
SAPIENCIAL, Literatura. 1. ÁMBITO. En el AT que facilitó la captación de una sabiduría universal y
hay libros o parte de ellos a los que se designa con el humana. Mas, a pesar de tan extensa dispersión, en la
nombre de «literatura sapiencial». Se encuentran den- literatura sapiencial del AT falta evidentemente toda
tro de la gran clasificación fundamental de los Libri huella de préstamos religiosos paganos.
didactici, esto es, de los «libros sapienciales», a los que El libro del. Eclesiástico, compuesto por los años
pertenecen: el libro de los Proverbios, el deuterocanó- 180-J 70 A.c., se empareja con el de los Proverbios, si
nico con éste emparentado, el Eclesiástico, y además el bien nos ofrece reglas de vida temáticamente más orde-
Eclesiastés y el de la Sabiduría. Aunque no con tanta nadas, y desarrolladas en amonestaciones más largas. El
propiedad, también forman parte de la literatura sa- maestro es partidario de la rígida observancia legaljudía.
piencial los diálogos poéticos del libro de Job. El cap. 28 Le gustan especial.mente los himnos al sabio orden crea-
del citado libro, que es un canto a la sabiduría recón- dor existente en la naturaleza, al paso que la larga parte
dita de Dios, probablemente ha sido interpolado con final lo forma la «alabanza a los Padres», un compendio
posterioridad; lo mismo cabe decir de Bar 3,9-4,4. poético de la historia bíblica desde Adán hasta el sumo
A la literatura aforística pertenecen las admoniciones sacerdote Simón 2. Con los escritos de Qumrán, sobre
contenidas en Tobías caps. 4 y 12-14. También hay todo con los cánticos de alabanza (Hodiiyot) para me-
que incluir en la literatura sapiencial varios salmos pos- ditación, tiene el Eclesiástico varios puntos de contacto.
teriores a la época del Destierro, tales como: J, 34,37, El Eclesiastés debió redactarse hacia el año 200 A.c.
49, 73, 78, 91, 112 y l 28. Verosímilmente conocía algo de la filosofía popular
griega y con todo no la admitió. En general asume una
2. OBRAS PRINCIPALES. Cada uno de los libros ci- actitud crítica frente a la vida y a las aspiraciones de los
tados pertenece al superior género de «literatura sa- hombres («vanidad de vanidades») y recomienda, pre-
piencial»; no obstante, presentan formas literarias muy cisamente a causa de la futilidad y maldad de las cosas
diversas. La preponderante es la de la sentencia breve; del mundo, el disfrute razonable y sin pena de los bienes
pero llega a desarrollarse el afín poema didáctico, la perecederos. Algunas sentencias extremosas vuelven a
elegía, el cántico de alabanza y el himno. Además, ser moderadas por otras, y también parecen haberse
las obras que no contienen colecciones de sentencias, introducido algunas correcciones por un redactor pos-
como, por ejemplo, los libros de Job, el Eclesiastés y el terior, como lo indica especialmente la conclusión
de la Sabiduría, tienen un carácter peculiar, según los (12,9-14).
respectivos estilos e ideología de sus autores. La ex- El libro de la Sabiduría, redactado en griego, se com-
presión es casi siempre poética y artística. Los Prover- puso en el siglo r A.c. No contiene tantas máximas ni
bios (10-31) son, como su nombre indica, una serie de tanta filosofía práctica de la vida cotidiana como los
aforismos desligados, extraídos de diversas colecciones, libros anteriormente descritos, sino más bien una espe-
con varios cantos algo más largos (por ejemplo, 23,29- cie de concepción judía de la filosofía y teología de
35; 24,30-34; 31,10-31). Por el contrario, los caps. 1-9 la historia, como libro de consuelo para sus contem-
son , por lo general, temas coherentes: consejos para que poráneos. El modo de ser y de obrar de la sabiduría
se siga la «Sabiduría». Ésta habla en ellos en parte en personificada de Dios se describen en parte con concep-
primera persona y, por ende, se personifica, sobre todo, tos provenientes de la filosofía griega (caps. 1-9). La
en el solemne pasaje 8,22-31. Estos nueve primeros segunda y principal parte (caps. 10-19) está dedicada
capítulos introductorios pertenecen a lo más reciente de a la repercusión de la sabiduría sobre la historia de
los Proverbios, siendo de origen posterior al Destierro, Israel, y en ella se ensalza sobre todo a la Providencia
mientras que las verdaderas colecciones de proverbios divina en el Éxodo de Egipto, frente a los insensatos y
y, más aún, las sentencias aisladas son de muy diversa empedernidos gentiles. En el libro de la Sabiduría ya
antigüedad. Las grandes compilaciones de 10,1-22,16 aparecen claramente desarrolladas las ideas de un tribu-
y de 25,1-29,27 llevan el encabezamiento de «Sentencias nal justiciero, la remuneración en el más allá y la inmor-
de Salomón» y pueden efectivamente remontarse más talidad del alma.
o menos a éste o a su época. En medio de ellas se en- Como adición a las antiguas tradiciones relativas a
cuentra o se incluyen otras más cortas. Por ser los pro- la prudencia justiciera de Salomón, a sus sentencias y
verbios frecuentemente internacionales, y por conocer a sus cantos a la naturaleza 3 , en la época posterior al
también el mismo Salomón y el pueblo de Israel las Exilio se atribuyó generalmente a este rey la literatura
literaturas extranjeras, no es de extrañar que se en- sapiencial: el libro de los Proverbios, el Eclesiastés, el
cuentren con frecuencia sentencias y pensamientos aná- Cantar de los Cantares y el libro de la Sabiduría, del

493 494
SAPIENCIAL

mismo modo que se atribuían los Salmos a David y ha de cambiarse en Nébüsazbán, que era jefe de los eunu-
las Leyes a Moisés. Entonces esta pseudónima ficción cos (heb. rab sdris ).
literaria era generalmente aceptada, sin ser reputada de Jer 39,3; cf. v. 13.
engaño. Más que nada se pretendía seguir el estilo lite- Bibl.: L. DENNEFELD, Les grands prophétes , en La Sainte Bible,
rario de las doctrinas sapienciales al modo y modelo VII, Paris 1946, pág. 359.
de las de Salomón, para con ello aumentar la autoridad G. SARRÓ
del libro. No obstante, en el heterogéneo libro de los
Proverbios con justicia histórica podemos atribuir a SARA (heb. desde Gn 17,15 sáráh. «princesa», «rei-
Salomón un número indeterminado de sentencias en las na»; Láppa; Vg. Sara; sáray, una forma más arcaica
dos colecciones salomónicas. de la misma palabra; ac. sarratu; Lápa; Vg. Sarai).
Nombre propio de la esposa de Abraham. Recibe este
3. ÍNDOLE DE LA LITERATURA SAPIENCIAL. El prover-
nombre porque será madre de numerosos reyes1• Ade-
bio pertenece de un modo sobrenatural a la temática
más, según el Elohísta, Sara es hermanastra de Abraham
de la literatura sapiencial, en segundo lugar las admo-
de parte de padre2 • Hummelauer y Hoberg suponen
niciones y doctrinas afines, dadas a menudo en forma por ello que es idéntica a Yiskáh, una hija de Náhór,
de consejos de un padre a su hijo, en tercer lugar la
el hermano.de Abraham 3 • Sara sería entonces una her-
alabanza o autoelogio de la sabiduría divina en la Na-
mana de Lot, lo cual resulta algo inverosímil (cf. Cla-
turaleza, en la dirección histórica del pueblo y de
mer), En todo caso, el autor de las genealogías de la
las almas de los individuos, y finalmente reflexiones y
Biblia elude concretar la ascendencia de Sara, proba-
consideraciones en los duros trances de la vida (Ecle-
blemente para que no se autorizase más tarde el ma-
siastés, Job). La redacción y el apogeo de la literatura
trimonio entre hermanastros".
sapiencial tuvo lugar en el último período postexílico,
Abraham se desposó con ella en 'Ür de los caldeos
cuando en el transcurso del tiempo la cultura nacional
y en su compañía marchó a Canaán, a través de Ha-
e internacional fue recibida en las sinagogas y paulati- rrán. Abraham tenía entonces setenta y cinco años y
namente también en las escuelas privadas y en las rabí- Sara diez menos>. Di.rante una estancia en Egipto,
nicas de la Ley. Se tiene por ideal al «sabio», al «pru- Abraham pone a Sara en gran peligro al hacerla pasar
dente», lo cual implica menos saber intelectual que
por su hermana en lugar de esposa". La misma historia se
sentido común práctico ante la vida, y una, acusada repite durante su estancia en el país de Gérár", y nos
personalidad moral. Ciertamente a la literatura sa- es relatada por tercera vez, referida a Isaac y Rebeca 8•
piencial le falta la vivencia inmediata y el celo riguroso
'Gn 17,16. 'Gn 20,12; cf. 12,13 y 20,2. 3Gn 11,29. 4Lv 18,9.
y religioso de los Profetas, quienes se dirigen a todo el 'Gn 12,4; 17,17. 'Gn 12,10-20 (J). 'Gn 20,1-18 (E). 'Gn 26,
pueblo de la Alianza con sus mensajes de castigo y 7-l l.
salvación. Es fundamentalmente una instrucción moral Sara era estéril y no tenía hijos, a pesar de que a
para cada uno, de ahí que se acomode más a la inteli- Abraham le había sido prometida una numerosa des-
gencia individual y al provecho personal. Pero el dis- cendencia 1. Éste engendra para Sara un hijo, Ismael,
pensador de la sabiduría y de sus frutos de bendición de su esclava Agar2 • A esto llega la promesa de un
es - como por lo demás en todo el antiguo Oriente - hijo de Sara 3. Sara, igual que Abraham, no puede menos
la misma divinidad. Al haberse identificado la sabiduria que reír por ello, pero se hace fértil y da a luz al hijo
con el estudio de la Ley, la literatura sapiencial tras- de las promesas, Isaac- (para mayores detalles, ---+ Isaac,
cendió a los escritos rabínicos, pero también preparó en donde también se trata de la cuestión del repudio
el camino para la superior sabiduría y moral personal de Agar y su hijo por Abraham, a instigación de Sara).
del cristianismo inminente. · Sara muere a los 127 años en Qiryat 'Arba' (Hebrón)
'l Re 5,10; Jer 49,7; Abd 8; Prov 30,1; 31,1; Job 2,11; Bar 3, y es enterrada en la cueva de Makpéláh, que Abraham
22-23. 2Eclo caps. 44-50. 'I Re 5,9-14.
adquiere en esta ocasión junto al campo en que está
Bib1.: Comentarios e introducciones a la literatura sapiencial: enclavada, de 'Efrón, el hitita, para destinarla a tumba
P. HUMBERT, Recherches sur les sources égyptiennes de la litératture
sapie.,tiale d'/srael, Neuchátel 1929. H. RANST0N, The O.T. Wisdom familiar5 • Aparte de Sara, también recibieron aquí se-
Books and their Teaching , Londres 1930. W. BAUMGARTNER, lsrae- pultura Abraham 2, Isaac, Rebeca y Lía', como asi-
litische und altorienta/ische Weisheit, Tubinga 1933. J. SCHMIDT, mismo Jacob 8 (según el Código Sacerdotal, pero no
Studien zur Sti/istik der alttestamentlichen Spruch/iteratur, Münster
1936. L. AYUSO, Los elementos extrabbílicos de los Sapienciales,
para el Yahwista). Esta tumba continúa venerándose
en EstB, 6 (1947), págs. 187-223. O. S. RANKIN, Jsrael's Wisdom Lite- aún hoy en día. A su alrededor, Herodes construyó
roture, 2.ª ed., Edimburgo 1954. M. NOTH - W. THOMAS, Wisdom un suntuoso muro a modo de fortaleza.
in Israel and in the Ancient Near East, en VT, supl., 3 (1955). C.
VON RAD, Die altere Weisheit Israels, en KuD, 2/1 (1956), págs. 'Gn 12,2; 15,5-6. 'Gn 16,2.15. 'Gn 17,15-22 (P); 18,1-15 (J).
54-72.
4Gn21,1-7;17,17. 'Gn23,l-20. 'Gn25,9. 'Gn49,31. 8Gn5,13.
V.HAMP Sara es la auténtica madre de todas las tribus de
Israel1. El NT ve en ella a la madre de todos los hijos
SAR SEK'iM (LXX omite; Vg. Sarsachim). Nombre de la Promesa 2, la mujer libre que, en sentido alegórico,
o título de uno de los jefes militares o príncipes neoba- representa a la Jerusalén de arriba, la madre de todos
bilónicos que participaron en la conquista de Jerusalén, nosotros". Nos la pone como ejemplo por su fe4, y
durante el reinado de Sedecías. Al parecer, la división la alaba por su sumisión a su esposo, a quien llama
de los nombres del T. M. es incorrecta en el T. M. del su señor5 •
libro de Jeremías y se ha de corregir a tenor de un ver- 'Is 51,2. 'Rom 4,19; 9,9; 1 Pe 3,6b. 'Gál 4,22.26. •Heb 11,11.
sículo posterior1• De ello resulta que Nébü Sar Sékim '1 Pe 3,6a; Gn 18,12. ·

495 496
SACÓFAGO

1 ,-• 1 • (t
' 1 1 ••• ) 11 1 ' •
1 •

1 •

Hebrón. Lado occidental del Hararn el-Halíl, recinto sagrado levantado sobre la cueva que Abraham adquirió
en propiedad para dar sepultura a Sara. (Foto P. Termes)

Bibl.: F. DE HuMMELAUER, Commentorius in Genesim, París 1895. SÁRÁR ('Acrpaí; Vg, Sarar). Nombre hebreo varian-
G. HOBERG, Die Genesis t.acb dem Literalsinn erkliirt, Friburgo
de B. 1899. R. DE VAUX, La Genése, en LSB (1951). A. CLAMER,
te de --+ Siikiir en 2 Sm 23,33.
La Genése, en La Sainte Bible, París 1953, pág. 235, n. 29. E. H. Bibl.: NOTH, 1402, pág. 260.
MALY, en CBQ (1956), págs. 255-262. HAAG, col. 1468.

F. B. GERRJTZEN SARASADAí (Iapacraoaí [B], IaAacraocrí [A], Iap1-


cra8aí [S]; Vg. omite). Uno de los simeonitas antepasados
SARA (Iáppa; Vg. Sara). Hija de Ragüel y mujer de Judit, que corresponde al --+ ~ürisadday del libro de
del joven Tobías. Asmodeo, demonio que había hecho los Números.
morir a sus siete maridos anteriores en la misma noche Jdt 8, l.
nupcial, fue exorcisado por Tobías, quien obedeció los
consejos del ángel Rafael. SÁRAY (et. --+ Sérébyiih; Iap1ov [B], 'Apov [AJ,
Tob 3,7; 6,11; 7,8 y sigs.; 8,4.10; 10,10; 11,18; 12,14. Iapové [S]; Vg. Sarai). Uno de los hijos de Báni,
M. D. RIEROLA que hubo de repudiar a su mujer extranjera por orden
de Esdras al regreso de la Cautividad babilónica 1.
SÁRÁ.F (cserpiente»; Iapá<p; Vg. incendens). Uno 1Esd 10,40.
de los descendientes de Séláh, hijo de Judá. Se le men- Bibl.: Nora, 1401, pág. 260.
ciona entre los individuos que ejercieron su dominio en
Moab en la antigüedad1. La Vg. tradujo el nombre, SARCÓFAGO (heb. 'aron). Hacia finales del período
porque atendió al significado original de la raíz srf, predinástico (antes de 2800)A aparecen ya en Egipto
que encierra la idea de «quemar» o «arder», y quizá algunos sarcófagos de arcilla. Su aspecto es similar al de
las serpientes abrasadoras que atacaron al pueblo de una vulgar caja de madera, que debió de ser su modelo
Israel durante el Éxodo 2, y las de aliento abrasador 3. más primitivo. A partir de la 111 dinastía aparece otra
11 Cr 4,22. -cr, Nm 21,6. 'C'f.' Dt 8,15. variante, cuya tapa está curvada en escarpa o a doble
Bibl.: Norn, 1293, pág. 230. vertiente. La parte exterior del sarcófago aparece ador-
C. COTS nado con uno o dos ojos y una puerta falsa. Su signifí-

497 498
SARCÓFAGO

cado es evidente: se pretendía crear para el muerto una Sebaste (Samaria) apareció un grupo de 13 P_ Sobre
casa donde podía «salir y entrar», según expresión de todo, fue después de la destrucción de Jerusalén
los textos de los difuntos. A partir de la XII dinastía cuando se difundió el empleo de los sarcófagos, como
(2000) aparece una segunda variante, que debía con- se desprende de los descubrimientos de Bét Se'arim
vertirse en el modelo corriente durante el nuevo imperio. en 1955 Q_ En dicho lugar y en la catacumba n.0 20
Se trata del sarcófago antropoide. fueron hallados unos 130 sacófagos pertenecientes a
Se han encontrado sarcófagos en Mesopotamia ('Ür, los siglos II-IV o.e. En su mayoría son de piedra
'Assür, etc.) y en Micenas, pero su empleo nunca fue caliza, unos pocos de piorno, y los restantes de ma-
tan frecuente como en Egipto. dera y arcilla (los mismos materiales empleados para
En Fenicia (Biblos, Sídón) han sido hallados algunos los osarios); había además otros veinte sarcófagos,
sarcófagos que presentan una fuerte influencia egipcia. desaparecidos en la actualidad, hechos de mármol im-
En su mayoría son de tipo antropoide, de los siglos v-IV portado. Las tapas son a doble escarpa con acróte-
A.c. De los cinco sarcófagos hallados en Biblos, el más ras en los ángulos; se trata del tipo corriente en la
célebre es el del rey 'Ál)iram o Hírám (siglo x) B, que época romana. Aun cuando la mayoría no lleve adorno
lleva una inscripción fenicia c, en que se cita ya la alguno, varios de ellos están decorados con relieves
palabra 'rn. de animales (el sarcófago del león, del águila, etc.)
En Palestina se han encontrado sarcófagos anteriores y con naturalezas muertas (el sarcófago del acanto, del
al período grecorromano: en Megiddo (1), Beisán (15), candelabro, etc.).
Lákís (3 ?), Tell el-Fár'ah (2) y en Sahab cerca de "Am- Las inscripciones en los osarios conocidas hasta la
man (]). El de Megiddo es del tipo caja, difícil de da- fecha, casi todas están escritas en arameo, en griego,
tarP; los demás son antropiodes, de arcilla y de época o son bilingües P; las de los sarcófagos de Bét Se'arirn
de los filisteos (siglo XII-xi) E, como los utilizados en están todas escritas en el hebreo de la Misnáh (aun
Egipto durante las dinastías XVIII-XIX, lo cual hace cuando se hayan encontrado inscripciones en griego en
suponer que se trata de sarcófagos de residentes no algunas catacumbas)8. Varias de ellas expresan una
judíos. gran fe en la resurrección.
Sarcófago antropoide de arcilla, Entre los sarcófagos La Biblia solamente menciona el sarcófago de José-,
hallado en el gran cementerio griegos más antiguos que fue enterrado según la costumbre egipcia. La frase
septentrional de Beisán. Siglos figuran unos setenta ha- «reunir a alguien con sus padres»! da a entender la
xv-xn A.c. (Foto Orient Press) llados en Clazomenas existencia de una tumba colectiva, en lugar de una
(jónicos, siglo VI), he- inhumación individual en un sarcófago, cuyo uso era
chos de terracota. Los desconocido por los judíos antes del período grecorro-
etruscos, al igual que mano.
los romanos, conocían
A Según la cronología de W. F. ALBRIGHT, en De la Edad de Piedra
también los sarcófagos, al Cristianismo, Santander 1959 (trad. esp.). Bp_ MoNTET, Byblos
y el primer ejemplo et /'Ég., París 1929, láms. 128-138. <Ibíd., láms. 139-141; íd., en
romano es el de Esci- JPOS, 7 (1927), págs. 122-127. DG. ScHUMACHER, Tell el-Mute-
sellim l, Leipzig 1908, págs. 145, 216. EAJA, 36 (1932), págs.
pión (siglo m, Museo
295-306; PEQ (1938), págs. 245-246, lám. 22. F RB, 43 (1934),
del Vaticano). págs. 564-567. GE. GoooENOUGH, Jew Symbols, Nueva York 1953,
A partir del año 200 n.0 105-231. B. BAGATTI-J. MJLIK, Dominus Flevit , Jerusalén 1958,
A.c., la costumbre págs. 50-69. HL, VINCENT- H. M. STEVE, Jérusalem de l'A.T, I,
París 1954, láms. 84-85. 'lbíd., lám. 93. 'PEQ (1952), pág. 31.
griega se extendió por KJEJ, 10 (1960), lám. 19. LBAGATTI-MILIK, op. cit., 45-49. "A.
Palestina, y a partir de Rows, Topography and Hist. of Bi-Shan, Filadelfia 1930, lám. 54.
entonces se encuentran NGoooENOUGH, op. cit., n.0 244-246. 0 Ibíd., n.0 247. PQDAP, 8
osarios ('rwn; óc-roec- s.
(1939), págs. 66-68. Q/EJ, 7 (1957), págs. 82-92. R KLEIN, Jüd,
Pal. Corp. Inscr .. Viena 1920; BAGATTI-MJLJK, op. cit ., 70-109; /El,
y6s) judíos F; es decir, 12 (1962), págs. 1-12. S/EJ, 4 (1954), págs. 88-107, 249-261; 5
sarcófagos en minia- (1955), págs. 205-239; 7 (1957), págs. 73-92, 239-255.
tura que miden 30-50 1Gn 50,26. '2 Re 22,20; 2 Cr 34,28.
x 50-60 x 25-40 cm, Bibl.: P. LACAU, Sarcoph. ant. au N.E., El Cairo 1904-1906.
de los cuales se han M. EDGAR, Graeco-Eg: Coffins ... , El Cairo 1905. E. CAHEN, en
encontrado algunos Daremberg Dict., IV, 2, París 1926, cols. 1064-1075. H. BONNET,
Real/ex. Ag. Re/. Gesch., Berlín 1952, págs. 655-670. E. KUKAHN,
centenares, en su ma- A.- throp. S. in Beyroutñ und die Geschichte ... , Berlín 1955. B. MA-
yoría en los alrededo- ZAR, Bit Siiºñrim 1, Jerusalén 1957 (en hebreo).
res de Jerusalén, en las J. MEYSING
tumbas de Herodesw,
Adiabene 1, del sane- SARDES (Iáp6e1s; Vg. Sardes). Capital del reino
drín J, en la vía de de -+ Lidia, unida a Persia (Ecbatana, Susa) por una
Samuel el profeta S, y ruta comercial muy antigua, que pasaba por la Ana-
en la basílica del Do- tolia central. Las excavaciones de H.C. Butler (1910-
minus FlevitV; también 1914) fueron continuadas en el año 1958 y siguientes
se encuentran en Bei- por G. M. A. Haufmann. El sitio fue habitado desde
sán M, NablusN, cerca el período del Bronce, como lo prueba su cerámica
de Tiberíades (4) o; en micénica. En la época lidiá (siglos vn-vr), la ciudad

499 500
SARDIO

conoció un momento de expansion, pero fue atacada


por los cimerios ca. 668 y 652, y se produjo la muerte
del rey Giges.
Después de que el reino lidio hubo llegado a su
apogeo, con Creso (ca. 561-546), Sardes sucumbió ante
el persa Ciro II (ca. 546) y sufrió posteriormente otro
desastre en ocasión de la revuelta de los jonios (ca. 498).
La arqueología ilustra las vicisitudes de la ciudad en
el período helenístico (siglos rv-nr), así como su esplen-
dor relativo en la época romana, especialmente en la
tardía (siglos 1-v o.c.), y en la bizantina (sobre todo
en los siglos x-xrn). Actualmente se conserva su
nombre en Sart, una aldea contigua con abundantes
ruinas.
Sardes. es una de las siete iglesias que menciona el
libro del Apocalipsis1, y a la que se dirigió una carta
en la que se afea la molicie de la ciudad y se prometen
vestiduras blancas a los que no se hayan contaminado
de la corrupción pagana y no serán borrados del libro de
la vida 2 (-+ Siete Iglesias).
'Apl,11. 2
Apcap.3.

Bibl.: R. DussAUD, Prélydiens, Hittites et Achéens, París 1953,


pág. 27 y sigs. W. M. CALDER - G. E. BEAN, A Classical Map of
Asia Minar, Londres 1958. H. KALETSCH, en Historia, 7, Baden-
Baden 1958, pág. 46 y sigs. Ilustración arqueológica en BASOR,
159 (1960), pág. 30; 162 (1961), págs. 12-26. G. M. A. HAUFMANN,
en BASOR, 154 (1959), págs. 5-35; 159 (1960). págs. 8-43; 162 (1961),
págs. 8-49; 166 (1962), págs. 1-57.
S. CROATTO

SARDIO_. -,. Cornalina y Piedras preciosas (§ IV, 9). Mapa con la situación de la ciudad de Sardes

Sardes. Ruinas del templo de Artemisa, santuario de 97,94 rn x 45,50 m reconstruido por orden de Alejandro
Magno. a partir del 334 A.c. Al fondo vemos el perfil recortado de la acrópolis. (Foto P. Termes)

501 502
SARDITA

Sardes. Fragmento de la muralla superior de ta acrópolis, en la antigüedad prácticamente inexpugnable, desde


donde se divisa el valle a la derecha del templo de Artemisa. (Foto P. Termes)

SARDITA (heb. ha-sardi; 6 Lape6í; Vg. Saredita). dad, y resucitó a su hijo, que había fallecido durante
---->- Séred. su estancia1. Jesucristo mencionó la ciudad al reme-
morar la caridad de la viuda 2•
SARDÓNICE (o-ap6óvv~; Vg. sardonyxy. Variedad Abdías anunció que Israel la poseería en el futuro,
de la calcedonia, semejante al ónice, que procedía de sirviendo de frontera septentrional a la tierra de Ca-
Arabia e India. Se encuentra en el quinto cimiento naán 3 • La dificultad que este versículo presenta para la
de la Jerusalén celestial", exégesis ha dado lugar a diversas interpretaciones de dos
Ap 21,20.
1 de las entidades geográficas en él mencionadas: Sáréfat
y Séfárád, sobre todo esta última, que mientras algunos
~ÁREFAT («fundición»?; Lape1ná, EWS Lape1nwv; exegetas judíos identifican con España (Séfárád, en he-
Vg. Sarephta, Sarepta). Ciudad de la costa fenicia, breo) los cristianos no han resuelto definitivamente su
conquistada por Senaquerib y mencionada en los anales identificación. Sáréfat, para la exégesis judía, sería
de sus conquistas con el nombre sariptu (posiblemente Francia, con lo que ambas naciones vecinas se darían
del verbo sarapu, «teñir») y en los textos egipcios como juntas en el mismo pasaje. La teoría más aceptada es,
drpt . El nombre bíblico posiblemente viene del locativo sin embargo, que es la misma ciudad mencionada en
hebreo Sáréfátáh o de un estado enfático arameo. Proba- los anteriores lugares.
blemente aparece mencionada en el mapa de Mádaba. La ciudad bíblica estaba situada junto al mar, siendo
Según F. Josefo estaba situada entre Sidón y Tiro. San un excelente puerto gracias a su buena situación geo-
Jerónimo hace notar su relación con Sidón. gráfica al borde de tres pequeñas bahías, a cuya ribera
A ella se trasladó Elías obedeciendo la orden divina, la ciudad se extendía. Posteriormente y ya en la Edad
cuando se secó el torrente Kérit, y en ella permaneció Media se cambió su asentamiento por motivos estraté-
durante la cruel hambre con que el Señor castigó la gicos hasta un montículo próximo a la costa. Es la
prevaricación de Israel. El profeta multiplicó la harina moderna villa árabe llamada Sarafand, situada unos
y el aceite de la viuda, en cuya casa recibía hospitali- 16 km al sur de Sidón y junto ·a la carretera que desde

503 504
SAR'ÉSER

esta población se dirige a Tiro. Fue ciudad amurallada


en la época de las Cruzadas y sede de un obispado.
Existía allí una iglesia dedicada a san Elías. Actualmente,
entre la colina en donde se halla enclavada Sarafand
y el mar, existe un santuario árabe dedicado al profeta
Elías (Nebi el-Hadir).
'l Re 17,7-24. 'Le 4,26. 'Abd 1,20.
Bibl.: F. }OSEFO, Ant. Iud., 8, 13,2. GuÉRIN, Galilée, II, págs.
478-482. R. DussAUD, Topographie hisrorique de la Syrie antique
et médiévale, París 1927, pág. 42. ABEL, II, pág. 449, con más
bibliografía. A. AUGUSTINbv1c, Ne/la ca:r:a. della vodova di Sarepta,
en TS, 25 (1950), págs. 7-9. B. BAGATTI, Sarepta, en ECatt, X
(1953), col. 1923. SIMONS, §§ 899, 1521.
R. SÁNCHEZ

SAREPTA (LápETna). Transcripción griega que del


nombre de la ciudad de -+ Sáréfat se da en Lucas 4,26.

SAR'É$ER (et. cf. as. sar-usur, «protege al rey»;


Lapaaáp; Vg, Sarasar). Nombre de dos personajes
mencionados en el AT: Mapa con la situación tde la ciudad de Sarepta o Sáréfat
l. Según el T. M., hijo de Senaquerib que, con la
ayuda de su hermano -+ 'Adrammélek, mató a su padre <<. .. Adrammélek, su hijo, y Nebo-sar-usur le mataron a
y huyó al país de Ararat (as. urart u, Armenia)". Según espada ... »; en cambio, Dhorme propone restituir «sus
los textos asirios, 'Adrammélek es el único de ambos hijos» después de Sar-éser, atendiendo a Is 37,8 y las
mencionado entre los cinco hijos de Senaquerib que traducciones antiguas.
se conocen por los documentos. Sar'éser es el diminuti- 2. Uno de los jefes de familia del pueblo de Betel,
vo de Nebo-sar-usur («Nebo, protege al rey»), cuyo que, con Régem Mélek y otros hombres, fue a consultar
nombre corresponde a uno de los principales magistra- a los sacerdotes del Templo jerosolimitano si debía
dos del rey asesinado, el cual fue epónimo de los años prolongarse el ayuno que se impusieron durante la
682-68 l, y sin duda uno de los jefes de la conjura. Cautividad babilónica, para el quinto mes, en memoria
Por ello, se ha propuesto la corrección del pasaje en de la destrucción de Jerusalén y el incendio del Tern-

Aldea de Sarafand, que corresponde a la Sáréfat del profeta Elías y a la evangélica Sarepta, vista de occidente
a oriente. (Foto P. Termes)

-
505 506
SAR'ÉSER
Sárétán. Túnel o escalera, excavado
en Tell el-Sa=tdiyah, que conducía
desde la cima a la fuente. Un muro
de ladrillos dividía en dos el paso.
(Foto P. Termes)

situarla en Tell el-Sa'idiyah, a 9


km al norte de Sukkót, cerca del
Jordán; no obstante, de los pasa-
jes citados se infiere que la ciudad
estaba entre 'Ádám y Sukkót, Por
ello, parece más aceptable la iden-
tificación propuesta por Mazar de
localizarla en Tell Umm Harnad,
que está en la comarca en que nace
el Yabbóq, a 6 km al nordeste de
'Ádám, y entre este lugar y Sukkót.
Es uno de los mayores tells del
valle del Jordán, que tuvo asen-
tamientos humanos desde 1a Edad
del Bronce en adelante».
A Nota de la Redacción: Las excava-
ciones de 1964 dirigidas por J. B. Pritchard
en Tell et-Sa-ídiyah, parecen confirmar su
identidad con Sárétán. Cf. BTS, 75 (junio
1965), págs. 6-15, con abundantes ilus-
traciones.
'Jos 3,16. 'I Re 7,46. '2Cr 4,17.
'1 Re 4,12.
Bibl.: M. GLUECK, en BASOR, 90
(1943), págs. 2-23; id., en AASOR, 25-28
(1951), págs. 318-319. B. MAZAR, en Erl ,
3 (1954), pág. 26. SIMONS, §§ 324 (n. 135),
462, 463, 565-566, 824, 874 (V).

Y. AHARONI

SARETÁ.NÁ.H (Ima.9áv; Vg:.


Sarthana). -+ Sárétán.

SARGÓN II (heb. sargon ; as.


sarru-kenu; 'Apv6:1; Vg. Sargon).
Rey de Asiria, 721-705 A.C. Herma-
plo2 • Algunos especialistas modernos creen que habría no de Salmanasar V, Sargón II usurpa el poder a fines del
que leer bét 'el sar'éser, como un solo nombre; pero no año 722 A.c. En los textos, arreglados convenientemente
hay motivo para emplear a Betel como elemento divino. en el transcurso de su reinado, a fin de no dejar ningún
12 Re 19,37; Is 37,8. 'Zac 7,2.
año sin alguna hazaña, Sargón reivindica la conquista
de Samaría poco después de su advenimiento al trono.
Bibl.: A. MÉDEBEELLE Les Livres des Rois, en La Sainte Bib/e,
Ill, París 1949, págs. 772-773, con bibliografía. É. DHOl<Mf, en Si hemos de dar crédito a los textos, se apoderó de
BP, I. pág. 1223, n. 37; l I, pág. 849, n. 2. R. AuGÉ, Profetes Menors , cincuenta carros de combate y deportó a 27 290 habi-
en La Bíb/ia de Montserrat, XVI, Montserrat 1957, págs. 455-456. tantes, antes de reconstruir la ciudad y de incorporarla
M. V. ARRABAL al imperio asirio. Habiendo caído Samaría poco antes,
nada se opone a que tomara efectivamente estas medidas
SÁRETÁN (Kcpto.Stcpiu ; Vg. Sarthany. Importante el 722. Parece, sin embargo, que estos textos confunden
ciudad del valle del Jordán, próxima a la población de un modo deliberado los sucesos de 723-722 y los de
de 'Ádám 1. Entre ella y Sukkót fundió Salomón los 720. Cuidó, es cierto, de repoblar la región mediante
objetos de cobre para la casa de Dios2 • En el pasaje otras deportaciones de varias tribus árabes (entre las que
paralelo se le da el nombre de Sérédátáh 3, pero la lec- cabe. contar a los tamudeos) en 715 (?), y tal vez gentes
ción de Sárétán es la preferible. Es citada en la quinta de Hámát, desde el 720.
circunscripción salomónica con la forma de Sárétánáh 4, En 720, en efecto, Hárnát, que subsistía a la cabeza
pero el pasaje es oscuro y resulta difícil obtener de él de un pequeño reino tributario, se subleva contra los
datos ciertos sobre la ciudad en cuestión. asirios sometidos a un usurpador, Yaubi'di, instigado
Se ha intentado localizar Sárétán en distintos lugares. por Egipto. La rebelión se propaga por muchas ciudades,
La hipótesis más aceptada es la que propone Glueck de recientemente sometidas a Asiria: 'Arpad, Simirra, Da-

507 508
SARID
masco, Samaría, las cuales coaligan sus fuerzas con las 'Is 20,1. -cr, 2 Re 17,24; 18,34; 19,13. =cr. 2 Re 17,4. 'Is
20,1. '2 Re 20.12-19; Is 39.
de Hámát e intentan detener a los asirios en Qarqar,
junto a Orontes. Tras la victoria asiria, la conquista de Bibl.: H. WINCKLER, Die Keilinschrifttexte Sargons, Leipzig 1899.
Hámát y su incorporación al imperio, se siguieron re- A. T. ÜLMSTEAD, Western Asia in the days of Sargon of Assyria,
Nueva York 1908, págs. 43-80. É. DHORME, Les pays bibliques et
presalias. Se adivina que éstas alcanzan entonces a l'Assyrie, en RB, 19 (1910), págs. 372-390. D. D. LucKENBILL,
Samaría. El envío de deportados de Hámát y de 'Arpad Historical Records of Assyria, 11, Chicago 1927, págs. l-114. A. G.
para repoblar el lugar debe situarse en estas fechas 2• LIE, The Inscriptions of Sargon II, París 1929. C. J. GADD, /11-
scríbed Prisms of Sargon II from Nimrud, en Iraq, 16 (1954), págs.
Por el sur, Hannón, arrojado en otro tiempo por Ti- 173-201. A. L. ÜPPENHEIM, Campagnes pa/estiniennes, en ANET
glatpileser III, había entrado en Gaza con el apoyo (1955), págs. 284-287. H. TADMOR, The Campaigns of Sargon 11
del general egipcio Süa'3• Tras la pérdida de Gaza, se of Assur, en JCS, 12 (1958), págs. 22-40, 77.
ignora de qué modo los aliados entablan lucha contra G. GOOSSENS
los asirios en Rafia (Rapihu), en la frontera de Egipto.
Los asirios salen vencedores en el combate, cogen pri- SÁR'iD (egip. srt, sa-ru-ti ; sir. asdud; 'EcreSeywAá,
sionero a Hannón, pero rehúyen la persecución por 2e66oúK; Vg. Sarid, Sared). Población situada en la
Egipto de los vencidos. Ezequías debió de ser requerido frontera meridional del territorio de Zabulón y al oeste
a participar en estas sublevaciones. Evitó inmiscuirse, de Kislót Tábór '. Las versiones antiguas parecen so-
pero verosímilmente en esta ocasión creyó prudente pagar portar la modificación del nombre en Sádüd («devas-
tributo a Sargón, antes de la toma de Karkémis en 717. tado») a consecuencia de alguna catástrofe, y éste se
En 716 una campaña en el Sinaí ensancha la frontera conserva en el del actual Tell Saddüd, que está en el
asiria hasta cerca del Egipto, cuyo
rey Osorkón IV envía un presente
de caballos.
En 'Asdod, Sargón II había reem-
plazado a Azuru por su hermano
Aljimitu. La población le arroja y
se entrega a Yamani (¿un aven-
turero griego?) que se alía con el
rey de Egipto e instiga a que
rehúsen pagar tributo a los vasa-
llos de Asiria: Filistea, Judá, Edom,
Moab, Chipre. En la primavera
del año 712, Sargón envía a su
tartanu ( «generalisimo») contra
'Asdod '. Se trata del más alto
dignatario del imperio (el segundo
después del rey) que con frecuen-
cia manda el ejército sustituyendo
al rey. El usurpador huye a Egipto,
los asirios se apoderan de "Asdód,
en Gat, y se anexionan estos terri-
torios. El rey de Egipto libra al
rebelde, cuya llamada a la suble-
vación no fue atendida por ningún
príncipe vecino. La toma de 'Áze-
qáh (que podría situarse al co-
mienzo de esta campaña) habría
bastado para intimidar a Ezequías.
En 720, Sargón había sido arro-
jado de Babilonia por Méródak
Bal'ádán ; pero volvió a ocupar
el país en 710. Méródak Bal'ádán
volverá a la carga en 703, bajo el
reinado de Senaquerib. Ignórese la
fecha de la embajada de Méródak
Bal'ádán a Ezequías 5• De buena
gana la situaríamos en el momento
en que Méródak Bal'ádán estaba
bien firme en el trono, de 720 a 71 O.

Relieve del palacio de Sargón IT en


Khorsabad. (Foto Directora/e General
of Antiquities, Bagdad)

509 510
SA.RlD

Sarid. Panorámica de Wádí 'Ain Sárid , en donde se hallaba emplazada la Sarid que aparece mencionada en
la lista de Thutmosis 111 y perteneciente a la tribu de Zabulón. (Foto G. Lombardi)

borde septentrional de la llanura de Esdrelón y a 7 km tierras abundantes en trigo de los campos de Sárón,
al noroeste de Nazaret. Sáríd se menciona en la lista En el NT se cita Lydda en la zona de Sárón 2•
de Thutmosis III y tiene estratos arqueológicos del La llanura de Sárón era célebre por su rica vegetación 3,
Bronce 111 y del Hierro J. Se llama de la misma manera muy apta para el pastoreo de ovejas y vacas'. Parece
a una colonia judía fundada no lejos del sitio bíblico. que el origen del nombre no es semítico y significa
'Jos 19,10.12. «zona de bosques», como el hurrita sarme («bosque de
Bibl.: ABEL, II, pág. 449. S!M0NS, § 329. robles») y el griego cmpwvís (croble»). En la época
R. SÁNCHEZ romana, una parte de esta zona se llamó 6pvµós que
significa «robledal» ». Los bosques de Sárón aún son
SARIRA (2ap1pá). Lectura conservada en los LXX, conocidos en época posterior y no desaparecieron hasta
en 1 Re 11,43 y 12,24 b, que hace referencia a la ciu- la dominación de los turcos.
dad de ---,. Sérédáh, Sárón es una franja de costa de 85 km de longitud
y de 15 a 25 km de anchura que va estrechándose hacia
SARNA (heb. giiráb : ac. garabu; \j)Wpa áypía; la zona del Carmelo. Su parte occidental interior estaba
Vg. scabies). Como todas las afecciones cutáneas, pre- llena de arenas, marismas y vegetación, dificultando el
senta dificultad su diagnóstico preciso. En la Biblia se establecimiento y la creación de caminos; por eso se
excluye a los afectados del ejercicio sacerdotal y, si de centró principalmente su población en la parte oriental
animales se trata, se les rechaza para los sacrificios. al borde de los montes de Efraím, caracterizada por una
Aparece mencionada junto con Iteres, que los comenta- tierra fértil. Por esta zona pasaba también la Via Maris
ristas suelen interpretar como «tiña». Las enfermedades que se extendía por la zona del Yarqón hacia el este
de este tipo eran muy frecuentes en el antiguo Oriente. y pasaba por 'Áfeq, en las fuentes del Yarqón. Des-
Algunos también traducen por sarna el término hebreo de 'Áfeq hacia le norte t ay una serie de tells, mencio-
néteq ( _.. Medicina). nados en inscripciones egipcias de la época del Nuevo
Lv 21,10; 22,22; cf. 13,30-37; Dt 28,24. Imperio, como S6k6, Yáham, Gat, Migdál y Séfat,
C. WAU y del centro de Sar6n salían varios caminos al valle
de Yizré'é'I mencionadcs en los anales de Thutmosis III.
SÁRON (Iapwv, Iapwva; Vg. Saron, Sarona). En la época de la Biblia, Joppe y D6r eran las más
Nombre de dos lugares bíblicos: importantes ciudades costeras, y otros puertos no al-
1. Zona de la costa entre Joppe y el monte Carmelo. canzaron su importancia a causa de las dificultades para
En la lista de los reyes de Canaán derrotados se cita el establecimiento de caminos y la ausencia de pasos
también al rey de Sárón ', pero es preferible la versión naturales. Solamente en la época romana alcanzaron
G que dice «rey de 'Áfeq a Sarón», es decir, «'Áfeq, que otras ciudades costeras de Sárón mayor importancia,
está en Sárón», En la inscripción de 'Esmün'azar, rey principalmente Cesarea, convertida en el centro del
de Sidón, de la época persa, se citan D6r y Joppe, dominio romano en Palestina. ·

511 512
SA.SAY
AEsTRABÓN, Geogr., 16. F. Jossro, Ant. Iud., 14, 13,3; id., Bel/. Bibl.: ABEL, II, pág. 451, con bibliografía sobre las cuestiones
Iud., 1, 13,2. tratadas en este articulo. ANET, págs. 233, 235. SIMONS, §§ 317
(33). 321.
'Jos 12,18. 2
Act 9,35. 'Is 33,9; 35,2; Cant 2,1. 4fs 65,10;
1 Cr 27,29 .. T. DE J. MARTÍNEZ

2. Comarca del este del Jordán, en el que vivió la SÁ.SAQ (en pausa sasaq; IwKr¡A, Iw1r¡K [B], Iwor¡K
tribu de Gad 1. Según el nombre que significa «bosque» [AJ; Vg. Sesac). Hombre de la tribu de Benjamín,
(vid. supra), es posible que se refiera a la zona boscosa hijo o hermano de 'Elpá'al. Fue jefe de una familia que
de Basán, cuyo nombre aparece en la lista de Thutrno- habitó en Jerusalén y tuvo once hijos1.
sis III (n.° 21); y puede también que se refiera a la lla- 11 Cr 8,14.25.
nura de Moab al nordeste del mar Muerto, mencionada
en la estela de Mesa', rey de Moab (lin. 13). Bibl.: NOTH, 1407, pág. 64.

11
C. COTS
Cr 5,16.

Bibl.: ABEL, 1, págs. 414-416. M. NOTH, Der Aufbau der Pa- SÁ.SAY (et.?; IwEí; Vg. Sisai). Uno de los hijos
ldstinalist Tutmosi III, en ZDPV, 61 (1938), pág. 57, n. 6. Y. KAR- de Bání que, al regresar de la Cautivioad babilónica,
MON, Geographical Aspect s in the History o/ the Coastal Plain of
Israel, en IEJ, 6 (1956), págs. 33-50. tuvo que repudiar a su mujer extranjera por orden
Y. AHARONI de Esdras1.
'Esd 10,40.
SARONITA (heb, ha-sáráni; 6 IapwvíTr¡s; Vg. Saro- Bibl.: Norn, 1405, pág. 41.
nites), Persona oriunda de Siiron,
o que habitaba en dicha llanura,
corno Sitray, servidor de David.
1 Cr 27,29.

SARRACENOS, -->- Arabia.

SÁ.RÜl;IEN ( «albergue agrada-


ble»?; ol 6:ypoi cxvTwv; Vg. Sa-
rohen). Ciudad que correspondió
a la tribu de Simeón-, llamada en
los pasajes paralelos Silhím 2 y
Sa'iiráyim 3 • Según las fuentes egip-
cias, no es otra que la sarhana o
s]ra(¡una en que los hicsos hicieron
frente con éxito, durante largo
tiempo, a las fuerzas de Ahmosis I,
que Thutmosis III sometió al esta-
llar en ella una revuelta y que
destruyó la incursión de Sesonq,
Tell el-Seri'ah, a unos 27 km al
sudeste de Gaza, fue la localiza-
ción de Sárühen más aceptada,
hasta las excavaciones de Flinders
Petrie (1928) en Tell el-Fár'ah,
situado a unos 28 km al sur de
Gaza y al nordeste de Tell el-Far,
que Albright identifica con Sii-
rühen. Flinders Petrie creyó que se
trataba de Bét Pélet, pero los des-
cubrimientos arqueológicos - una
fortaleza, numerosos objetos y cien-
to catorce escarabeos hicsos - die-
ron la razón a Albright. Desde
entonces, casi todos los palestinó-
logos aceptan la ecuación de Sii-
rühen = Tell el-Fár'ah, y el go-
bierno israelí ha cambiado este
último nombre en Tell Sárühen.
1Jos 19,6. 2Jos 15,32. '1 Cr 4,31.

Mapa de la extensa llanura de Sar6n


en el litoral palestino

513 514
SATÁN

Panorámica ele la llanura de Siir6n, residencia antiquísima del hombre palestino , y cuya fertilidad era proverbial
ya en los tiempos bíblicos. (Foto Orient Press)

SATÁN, SATANÁS (heb. [ha-jsátán, «adversario»; En la Biblia, el término Jé'irim significa «peludos» y
ár. al-saytan; 6 61ó:i30Aos, o-aTavo:s; V g. Satan, Satanas ). designa tanto los animales caprinos corno las falsas
El demonio ', seductor de Adán y Eva 2, el «adversario» divinidades que - sobre todo en Egipto - eran ado-
por excelencia del género humano". Se muestra con- radas bajo representaciones de culto zoomórfico. La
trario a todo lo bueno y es por ello el principal enemigo prohibición del Levítico tiene perfecto encuadramiento
de Dios y del hombre4• Posee un reino y una jerarquía de al ir dirigida a un pueblo que viene de tierras del Nilo 1•
demonios a sus órdenes 6 • Gracias a ellos, pero espe- Relatando el Cronista la idolatría que introdujo Jero-
cialmente por actividad propia, Satán se esfuerza por boarn en el reino del norte menciona estos sé'irim junto
contrarrestar la obra divina", y con tal fin procura con los becerros2• Y en el pasaje de Tsaías3, que des-
apartar de Dios al género humano por medio del pe- cribe la desolación de Babilonia, los sátiros alternan
cado', y se interpone entre ellos y la salvación que Dios con los animales salvajes, y probablemente el profeta
les ofrece 8 • Los pasajes bíblicos en que despliega su se sirve de imágenes que vivían en la fantasía del pue-
acción, conforme a los principios enunciados, abundan blo como misteriosos habitantes de las soledades. Los
en toda la Biblia y sería muy prolijo aducirlos todos. LXX vierten los dos primeros textos por ol uccrrcdoi
1Mt 4,1.10-11; Me 1,13. 22 Cor 11,3; Ap 12,9. 'Job 1,6; Zac «los (dioses) vanos» y los lugares proféticos por óvo-
3,1. 'Job 2,3; Le 22,3. 'Mt 12,24.26; Le 11,18; Ap 12,7. 'Me KÉVTavpo1.
4,15. 'Job 2,5; Mt 4,9.10.15; Act 5,3, etc. 'Zac 2,1.2. 1Lv 17,7. '2Cr 11,15. 3Js 13,21; 34,14.
Bibl.: -+ Demonología. C. WAU
P. ESTELRICH
SÁTRAPA (aram. "áhaédarpénayyd"; pr. bsatrapiin;
SÁTIROS (heb. sé'irim; Vg. pilosi). En la mitología o-aTpó:1r11s; Vg. satrapa). El nombre hebreo, que apa-
grecorromana - al menos a partir del siglo v-rv A.C.-· rece siempre en plural, es transcripción del persa bsa-
los sátiros de número ilimitado son los personajes fa- trapün, bfatrapiivan ( «protector de la tierra») con que se
bulosos, mezcla del hombre y de macho cabrío, que ha- designaba a los gobernadores puestos por el gran rey
bitan las soledades del campo y que simbolizan la vida al frente de las provincias del imperio. Las versiones
de la naturaleza. griega y latina no siempre emplean el término técnico

515 516
SAÚL

que sustituyen en ocasiones por los genencos «jefes», giere en todos los pasajes bíblicos una noción de fer-
«príncipes», «generales», etc.; en ocasiones, la Vg., con tilidad (--+ Flora).
evidente anacronismo, emplea satrapa para una época 'Lv 23,40; Ts 44,4; Job 40,22; Sal 137,2. 'Ez 17,5. 3
Ts 15,7.
anterior al período persa 1 y aplicado en dos ocasiones
C. WAU
a los príncipes de la Pentápolis filistea.
Fue Darío I (522-486) quien dividió el inmenso im- SAUCES, Torrente de los (heb. náhal lui-íiiráhim ;
perio en veinte satrapías; al frente de cada una estaba
-f¡ q:,ó:payl; "Apa~as; Vg. torrens Salicum). Curso de
el sátrapa que era el jefe civil y militar que debía ase-
agua mencionado en la profecía de la ruina de Moab-.
gurar la paz y sobre todo la recaudación de los tributos. Pudiera ser el Wádí 'Árabah de que habla Amós2 • Su
Junto al sátrapa, el rey ponía un KÓ:pavos o general y
identificación es insegura. Algunos autores intentan re-
un secretario. Los sátrapas eran elegidos entre la nobleza conocerle en el Seil el-Qeráhi (Wádí el-Hesá) al sur del
persa; el rey controlaba su administración por medio
mar Muerto; otros en cambio, creen identificarlo con
de inspectores, que se presentaban en la satrapía sin
Wádí el-Garbah, afluente al este del Jordán, al norte,
previo aviso, y que eran designados como «los ojos y
por tanto, del citado mar.
los oídos del rey». Ordinariamente, el sátrapa hacía
'Is 15,7. 2
Am 6,14.
frente a las sublevaciones locales con las fuerzas reclu-
tadas en la misma satrapía y el rey no intervenía sino Bibl.: ABEL, T, pág. 408. É. DHORME, en BP, II, pág. 52, n. 7.

cuando el conflicto se generalizaba. Palestina formaba M. V, ARRABAL


parte de la quinta satrapía, llamada 'Ábar Naháráh
junto con Siria, Fenicia y Chipre, y estaba gravada con SAÚL (heb. sa-ot, «deseado»; Iaovi\; Vg. Saul).
un impuesto de 350 talentos de oro. Primer rey de Israel (ca. 1040-1010)1. Era hijo de Qís
Las alusiones bíblicas a los sátrapas se encuentran de Gabaa de Benjamín 2, que por esta razón es llamada
en el libro de Ester con ocasión del edicto en favor de también Gabaa de Sául3. Su genealogía familiar se
los judíos, que los correos reales transmiten a los go- halla en 1 Sm 9, 1; 1 Cr 8,29-33; 9,35-39. Juntamente
bernadores de todo el imperio 2 y también en el libro con su esposa legítima 'ÁJ:iin6'am 4 tenía otra mujer
de Esdras con ocasión parecida 3• El libro de Daniel 4 llamada Rispáh, hija de "Ayyáh, de la cual tuvo dos
menciona los sátrapas bajo el reinado de Nabucodonosor hijos, 'Armoni y Méfibóset 5• Los cuatro hijos habidos
y de Darío después de la caída del imperio babilónico. de "Áhinó'am se llamabanJonatán, Malkísüa', 'Á.binii.dab
1Cf. Jue 3,3; 1 Sm 29,6; 2 Cr 9,14. 2Est 8,10. 'Esd 3,12; 8,9; y "Esbá=al"; en lSm 14,49, 'Ábinii.dii.b no es mencio-
'Dan 3,2-3; 6,2-8.
,3. nado y "Esbá'al es llamado Yiswí = Yisyó. Tenía tam-
9
Bibl.: O. LEUZE, Die Satrapieneínleitung in Syrien uud in Zwei- bién dos hijas, el nombre de las cuales era Mérab y
stromlande von 520-320, Konigsberg 1935.
S. MosCATI, L'Oriente Antico, Milán 1952,
pág. 99 y sigs. V. BÉQUIGNON, en Histoire
universelle, I, París 1957, págs. 617-618.

e.GANCHO

SATURNO. ---,. Re(m)fán y As-


tronomía.

SAUCE. Se discute entre los


comentaristas a qué palabra hebrea
corresponde nuestro sauce y más
en concreto el sauce llorón (Salix
babylonica). El término más fre-
cuente es "árábiiñ que parece indi-
car con mayor propiedad el álamo
(Populus euphratica)1, mientras que
el sauce sería $ahiifah que aparece
sólo en un pasaje de Ezequiel 2•
Tampoco queda excluida la posi-
bilidad que se trate de mimbreras
(Salix viminalisi; tal podía ser
«el torrente de los sauces»3 • Los
LXX traducen indistintamente héa
y la Vg, salices. Por ser un árbol
que crece junto a las aguas, su-

Sárühen. Vista de Tell el-Fár=ah me-


ridional, al sur sudeste de Gaza, que
los palestinólogos identifican con la
bíblica Sárühen. (Foto Orient Press)

517 518
SAÚL

Samuel •, sin poner él nada por su parte. Según otra,


la realeza Je habría tocado en suerte1º; y según la ter-
cera, hubiera sido proclamado rey por el pueblo a
iniciativa de Samuel, a causa de su victoria contra los
ammonitas, conseguida por la fuerza del espíritu de
Dios!'. La primera y tercera tradición son favorables
a la monarquía, mientras que la segunda Je es adversa.
El tránsito del libre sistema de tribus hacia la monar-
quía, era inevitable para Israel en el momento en que
terminaba el proceso de formación y estabilización del
pueblo como nación. Es el mismo proceso que consta-
tamos en todos los antiguos pueblos semíticos al pasar
del nomadismo a la vida estable, aunque en Israel este
proceso fue más lento que en los. pueblos vecinos. La
necesidad de una autoridad central hizo sentir más
fuertemente la grave y continua presión de los filisteos.
Éstos se habían apoderado del Arca de la Alianza'! y
destruido Siloh, el santuario central de todas las tribus!".
'1 Sm caps. 9-31. 'i Sm 10,26; 22,6. '1 Sm 11,4; 15,34; Is 10,
29. '1 Sm 14,50. '2Sm 3,7; 21,8.11. '! Cr 8,33; 9,39; cf. 1 Sm
31,2; 2 Sm 2,8. '1 Sm 14,49. • 1 Sm 9,2. '1 Sm 9,1-10,16. 101 Sm
10,17-27. "lSm cap. 11. 121Sm 4,10-11. "Jer 7,12-14; 26,6-9.
Gabaa, la patria de Saúl, había sido convertida en la
sede de control de los filisteos 1• Según 1 Sm 31,10, los
Jarro de agua, de la época de Saúl, hallado en Gézer. Nótese
la forma peculiar de la boca, que asemeja una taza, para filisteos se habían apoderado incluso de Beisán. Con
facilitar la bebida. (Foto Orient Press) ello se ve cuán profundamente habían metido sus cuñas
en el territorio de Israel. Con el monopolio del hierro 2 ,
Mikal '· Saúl es presentado como el hombre más alto su poder se había hecho todavía más absoluto. El que
y bello de Israel 8; sus relevantes cualidades físicas se confiara precisamente a Saúl la misión de libertar
contribuyeron sin duda a su popularidad. Acerca de Israel del poder de los filisteos, se debe sin duda a su
los motivos de la elevación de Saúl existen tres distintas audaz arrojo en la liberación de la ciudad de Yábés de
tradiciones. Según la primera, Saúl habría sido elegido Ga laad 3• De este modo, la liberación de Israel del
por Yahweh y luego ungido por un hombre de Dios, poder filisteo, llegó a ser el fin propio del reinado de
Saúl; fin que no obstante sus éxitos
iniciales", sus repetidas batallas y
el celo constante de la vida del rey,
no pudo conseguir. Al caer Saúl
en la batalla contra los filisteos, la
situación de Israel era más deses-
perada que nunca 5• Propiamente
Saúl sólo combatió con éxito
contra los amalecitas",
Saúl fijó su residencia en su
ciudad natal, Gabaa', hoy Tell
el-Fül, situada en una dominante
colina a 6 km al norte de Jerusalén.
En las excavaciones que Albright
realizó allí los años 1922 y 1933,
apareció la pequeña fortificación,
por cierto muy rudimentariamente
construida; pero que por otra par-
te resulta ser la mayor construcción
realizada por los israelitas, desde la
toma de posesión de su tierra.
'1 Sm 10,5; 13,3. 'l Sm 13,19-22.
'1 Sm cap. 11. • 1 Sm cap. 14. '1 Sm
cap. 31. '1 Sm cap. 15. '1 Sm 15,34.

Valle de 'Eliih o del Terebinto, en


donde acampaban las tropas de Saúl,
en lucha con los filisteos, cuando
fueron desafiados por Goliat. (Foto
Orient Press)

519 520
SAÚL

Montes de Gelboe, en cuya cima perecieron Saúl y su hijo Jonatán en lucha contra los filisteos, siendo
maldecidos por David. (Foto P. Termes)

Respecto a la política interior de Israel, la actividad suerte que las trágicas circunstancias, bajo las cuales
del nuevo rey tenía que consistir, ante todo, en crear una se vio obligado a ejercer su cargo el primer rey de Israel,
unidad política entre las diversas tribus, cuya cohesión queden todavía acentuadas por el relato que de él nos
mutua, no obstante la alianza que las unía, era bastante da la Biblia. A las dificuitades del exterior se añaden
movediza; y de hecho actuaban con gran autonomía. las provenientes del propio carácter de Saúl; ataques
Pero en esto, como en sus empresas militares, se demos- de hipocondría', desconfianza frente a sus inmediatos,
traron las limitaciones de Saúl. Pues inmediatamente celos enfermizos que podían llegar a inhumana crueldad,
a su muerte, las tribus del sur sin preocuparse de poner- como lo prueba su acto de venganza contra los sacer-
se de acuerdo con las del norte, eligieron en su metrópoli dotes de Nób 5• Por otra parte, su celo yahwístico lo
de Hebrón a David,· de la tribu de Judá, como rey 1• demostró echando del país a todos los nigromantes y
Ya en vida de Saúl, David, su armígero, se había con- adivinos; decisión, no obstante, que él mismo contravino
vertido en su peligroso rival, y por lo mismo era per- atormentado por el presentimiento de la muerte6• Pero
seguido por aquél 2• La mayoría de las noticias bíblicas su personaliaad impuso respeto a sus enemigos, como
sobre Saúl se refieren a las relaciones entre él y David, de lo prueba el que le mostró David en su encuentro y la
suerte que sabemos relativamente poca cosa acerca elegía que le dedicó con motivo de su muerte'.
de los hechos de gobierno como tales. La posición de 12Sm2,4. 'l Smcaps.18-26. 'i Sm 13,3-15 y 15,10-23. 'I Sm
Saúl correspondía más bien a la del caudillo carismático 16,14 y sigs.; 18,10 y sigs.; 19,9 y sigs. 'I Sm 22,6-19. º1 Sm 28,
del tiempo de los jueces, que no a la de un rey en el 7-25. '2Sm 1,19-27.
sentido de la monarquía davídica. La misma tradición Bibl.: R. KITTEL, Geschichte des Volkes Israel, II, 7.0 ed., Gotha
bíblica nos informa acerca de una desavenencia entre 1926, págs. 78-102. L. DESNOYERS, Histoire du peuple hébreu, JI.
Saul et David, París 1930, págs. 33-141. A. T. ÜLMSTEAD, History
Saúl y Samuel, que tuvo como consecuencia la reproba- of Palestina and Siria, Chicago 1931, cap. 20. W. F. ALBRIGHT,
ción del reinado de Saúl por Samuel, de cuyo hecho A New Campaign of Excavation at Gibeah of Saul, en BASOR, 52
también tenemos dos versiones". La figura de Saúl (1933), págs. 6-12. M. NOTH, Geschichte lsraels, Gotinga 1950.
A. C. WELCH, Kings and Prophets of Israel, Londres 1952, cap. 2.
queda puesta muy a la penumbra ante la personalidad
de Samuel por una parte y la de David por otra. De H.HAAG

521 522
SÁ'ÜL

SÁ'ÜL (et. --+ Saúl; Iaoú7'; Vg. Saul). Nombre de SCOPUS, Monte (IKoTTós). Una de las alturas
cuatro israelitas: vecinas a Jerusalén, que prolonga la cadena del monte
de los Olivos hacia el norte. Fue el Jugar en donde
1. Sexto rey de Edom, cuyo dominios se llaman en acampó el ejército romano en su avance hacia Jerusalén
el T. M. Rel)obot ha-Náhar '. en la campaña del 70. En otro pasaje, Josefo menciona
un lugar (Impó:) excelente observatorio desde el que
2. Hijo que Simeón tuvo de una cananea y fundador
se divisaba Jerusalén, que posiblemente es el mismo
de la familia de los sa uli tas 2• que el sofim del Talmüd y que marcaba el límite de la
3. Levita de la familia de Qéhát e hijo de 'Uzziyiih 3• ciudad de Jerusalén; la etimología de la palabra, indi-
cando un observatorio natural, concuerda con la del
4. Nombre hebreo de -,. Saúl, el primer soberano griego.
de los israelitas. Es el actual Ra's el-Mesárif, de 820 m de altura, si-
1Gn 36,37-38; 1 Cr 1,48-49. 2Gn 46,10; Éx 6,15; Nm 26,13; tuado en la parte norte de Jerusalén y sobre el cual
1 Cr 4,24. • 1 Cr 6,9. se halla enclavada la moderna Universidad Hebrea.
M.MÍNGUEZ Bibl.: F. J0SEF0, Ant. /ud., 11,8,5; id., Bel. /ud., 2,19,4; 5,2,3.
A. NEUBAUER, Géographie du Talmud, París 1868, pág. 151. ABEL,
SAULITAS (heb. [mispáhat ] ha-sii'üli; 6fíµos 6 Iaov- ], pág. 375.
D. VIDAL
7'í; Vg, familia Saulitarum). Descendientes de ss-m hijo
de Simeón.
SE'ÁH (µÉTpov, okpl ; Vg, satum). Medida de áridos
Nm 26,13. y harina, que equivale al sumerio BAN (sütuJ; es idén-
tico al siilis, puesto que equivale a la tercera parte de
SA'WAH, Hírbet el-. Nombre árabe del lugar en
la 'efiih1• El NT transcribe directamente el nombre
que estuvo situada --+ Serna'. hebreo (o é-rov), pero no aclara el valor métrico del
término2• La reducción de esta medida al sistema mo-
SÁ WEH (heb. 'émeq sáwéh, «el valle llano»?, «el
derno no es satisfactoria, puesto que oscila entre 13,12
valle uniforme»?; ri
KOJACXS TOV Ia~ú [B]; V g. Save
y 7,66 litros.
vallis). Valle en que el rey de Sodoma y Melquisedec,
1Gn 18,6; 1 Sm 25,18; 2Re 7,1.16.18. 'Mt 13,33; Le 13,21.
rey de Salero, recibieron a Abraham después de su vic-
Bibl.: F. J0SEF0, Ant. !ud., 9,4,5. A. G. BARR0IS, Manuel d'or-
toria sobre Kédórlá'ómer y sus aliados. Al nombre del chéologie biblique, II, París 1953, pág. 248 y sígs., con bibliografía.
valle acompaña una glosa, que explica que Sáwéh es
J. A. PALACIOS
«el valle del rey» (heb. "émeq ha-mélek)1, donde Absalón
construyó para sí una tumba provista de una estela 2 •
SE'ÁL (et. --+ Yis'iil; LCXAOVJÓ: [B], LCXCXA [AJ;
Éste, según Josefo, se hallaba a unos 400 m de Jerusa-
Vg. Saal). Hijo de Báni, que hubo de repudiar a su
lén. El conjunto de estos datos ha permitido identificarlo
con el Cedrón, lo que es la opinión aceptada por la mujer extranjera por orden de Esdras1•
1Esd 10,29.
generalidad de los palestinólogos; Simons, no obstante,
Bíbl.: N0TH, 1295, pág. 257.
intenta situarlo al norte de Jerusalén.
1Gn 14,17-18. 22 Sm 18,18.
SE'ALTÍ'EL (var. salti'él; «Dios es escudo»?, «Dios
Bibl.: F. J0SEF0, Ant. /ud., 7,10,3. ABEL, I, págs. 402-403. es triunfador»?; ac. salti-ilu, addu-saltum; Ia7'a.911'¡7';
SIM0NS, § 364.
M. MÍNGUEZ
Vg. Salathiel}. Hijo del rey Jeconías Joaquín", y no de
Neri 2, citado en las genealogías de Jesús con el nombre
SÁWEH QIRYÁTÁYIM («la llanura de Qiryátáyim»; de Salatiel. Fue el padre de Zorobabel, según la mayoría
de los datos del T. M. 3, pero el libro de las Crónicas
EV IavTfj TÍJ TTÓAEJ; Vg. Save Cariathaimy. Lugar de
Transjordania en que Kédórlá'ómer venció a los "émim', le convierte en su tío '.
Esta llanura estuvo entre las dos ruinas de Hirbet el-Qar- •cr. 1 Cr 3,17; Mt 1,2. =cr. Le 3,27. •Esd 3,2; Neh 12,1;
Ag 1,1, etc. 'I Cr 3,17-19.
yetein, al sur de el-Kerak; también puede identificarse
con el Hirbet el-Qureiyát, a unos 10 km al noroeste de Bíbl.: NoTH, pág. 63, n. 7.
J. A. PALACIOS
Dibán, si se atiende al orden de mención de Qiryátáyim
en la estela de Mesa'.
SE'ARYÁH («Dios estimó»?; Iapmó:, Iap1ó:; Vg.
1Gn 14,5.
Saria). Cuarto hijo de 'A~el, de la tribu de Benjamín
Bibl.: ABEL, II, pág. 419. É. DH0RME, en Recueil Édouard
y descendiente de SaúJl.
Dhorme, París 1951, pág. 266. SIM0NS, § 357.
M. MÍNGUEZ 1 1 Cr 8,38; 9,44.
Bibl.: N0TH, 1388, pág. 259.
SAWSÁ' (et.?; Iovo-ó:; Vg. Susa). Escriba de la
época del rey David, también llamado Sisa', Sewii' y SE'ÁR YÁ.SÜB (et. cf. infra; o KCXTCXAEJq>.9EÍS 'lao-oú~;
Serayah(ü). Vg. qui derelictus est Jasub). Nombre simbólico-pro-
fético de un hijo de Isaías1• Su significado puede ser
1 Cr 18,16.
«el resto regresará (del destierro)» o «un resto volverá
Bibl.: NoTH, 1322, pág. 41.
(a Dios)», o sea «se convertirá».
SCEVAS. --+ Skevas. 1 Is 7,3.

524
523
SEBANYAH(ü)
Bibl.: NOTH, 1298, págs. 10,28. L. DENNEFELD, Les grands París 1947, págs. 315-332. S. MoscATI, Storia e civiltá dei Semiti,
prophétes, en La Sainte Bible, VII, París 1947, pág. 43. Bari 1949, págs. 176-189. H. ST. J. PHILBY, The Background o/
Islam, being a Sketch of Arabian History in Pre-lslamic Times, Ale-
M. D. RIEROLA
jandría 1947. G. RYCKMANS, Les religions arabes préislamiques,
2.ª ed., Lovaina 1951. W. F. ALBRIGHT, en BASOR, 128 (1952),
SEBÁ' (et.?; 2af3á; Vg. Saba). El primogénito de pág. 4.5, n. 26. ANET, págs. 284-286. w. PHILLIPS, Qataban and
los cinco hijos de Küs y descendiente de Cam1• Se Je Sheba, Londres 1955. A. JAMMES, D. Nielsen et le panthéon sud-
arabe préislamique, en RB, 55 (1958), págs. 227-244. SIMONS, §§ 60,
cita simultáneamente con Sebli' (Saba) 2 y con Misráyim J 36, 230, 232, 1428 (d), 1488. S. MOSCATI, Las antiguas civilizacio-
(Egipto) y Küs (Etiopía)3. Suele identificarse, desde nes semíticas, Barcelona 1960, págs. 211-213, 224, 262 (trad. cast.).
Josefo, como el epónimo de Meroe, situada al norte M. HOFNER, Siidarabien (Soba\ Qatabtin, etc.), en Worterbuch der
Mythologie, I, 1, Stuttgart 1961-1962, págs. 483-552. J. RYCKMANS,
de Khartum, aunque Estrabón habla de una Saba L'Lnstitution moaarchique en Arabie méridionale avant l'/s/am (Mo'in
existente en el litoral africano del mar Rojo. et Saba), Lovaina 1962.
1 Gn 10,7; 1 Cr 1,9. 2 Sal 72,10. ªIs 43,3; 45,14. T. DE J. MARTÍNEZ
Bibl.: ESTRABÓN, Geogr., 16,4,8.10. F. JOSEFO, Ant. Iud., 2,10,2.
A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, pág. 210 SÉBA' («[Dios es] perfección»), Nombre de dos per-
M. D. RIEROLA sonas del A T:
J. (2af3eÉ; Vg. Seba). Hijo de Bikri, descendiente de
SEBA' (et.?; 2af3á; Vg. Saba). Hijo de Ra'rnáh y Benjamín, y habitante del monte de Efraím. Después
descendiente de Cam a través de Küs". Sébá" es el epó- del fracaso de la rebeldía de Absalón, y de la muerte
nimo del reino de Saba y de los sabeos, a los cuales se de éste, consiguió atizar el espíritu levantisco de todas
hace referencia en otros textos bíblicos, en los que se las tribus, salvo la de Judá, contra David; pero los su-
pone de manifiesto su riqueza 2, y cuya soberana visitó a blevados se negaron luego a combatir al soberano y las
Salomón 3. El hecho de que el nombre figure en otros fuerzas de Séba- quedaron reducidas a las de su clan.
pasajes de la SE relacionado con Yóqtán 4, tal vez pueda Joab, 'Ábisay y los leales, después de que el primero
interpretarse que en este último caso no implica más que dio muerte a 'Ámiisii', el nuevo general davídico en
se trata de una colonia de Saba situada en la Arabia Gabaón, sitiaron a Séba' en 'Ábel Bét Ma'ákáh y los
septentrional, hecho históricamente comprobado gracias, moradores de esta ciudad Je decapitaron para salvarse
no sólo a los documentos de Sargón y Senaquerib de la destrucción 1•
(as. saba-'a), sino a los nombres sud-semíticos de sus 2. (2Éf3ee; Vg. Sebe). Hombre de la tribu de Gad
reyes. Los autores clásicos, desde el siglo m A.c., tratan y descendiente de 'Á.biháyil, que habitó en Galaad.
de los sabeos y de sus grandes riquezas. Su familia quedó incorporada en el registro genealógico
Saba es el nombre de un estado del Yemen antiguo o durante el reinado de Jotam y Jeroboam II, soberanos
Arabia Feliz. Los conocimientos sobre el mismo se han respectivamente de Judá e Israel 2•
ampliado considerablemente desde los viajes de Niebuhr 12 Sm 20,1-22. 'l Cr 5,13.16.
(siglo xvm) y Halévy y Glaser (siglo xrx). Las numerosas Bib.: Norn, 1304, pág. 146.
inscripciones descubiertas han revelado un alfabeto de- M. V. ARRABAL
rivado del fenicio y un idioma sud-semítico, y al propio
tiempo han informado sobre la cultura, la religión y SÉBA' (2aµaá; Vg, Sabee). Localidad de la tribu
la estructura de los sabeos. Desde el siglo 1x hasta me- de Simeón 1. La transcripción del griego parece indicar
diados del v A.C. el país estuvo gobernado por príncipes su identidad con la ---> Séma- de Josué 15,26; la va-
teocráticos (mukarrib, «rey sacerdote»), de los cuales riante del nombre hebreo sería un error del copista.
se conocen más de veinte. La organización era básica- Sin embargo, debido a que la suma total de las ciudades
mente tribal, con un nexo de unión de orden religioso que se da en el ver. 6 es de trece, y contando a Séba"
y una asamblea general de todas las tribus bajo la habría de ser de catorce, lo más posible es que tal nom-
dirección del mukarrib. La capital fue primero Sirwáh bre se trate de una ditografía que el copista cometió
y después Márib, Saba absorbió poco a poco Qatábán, a causa del nombre precedente, Bersabee. Ésta es opi-
que incluía a los mineos, y Hadramawt, de forma que el nión que actualmente acepta un buen número de exe-
Yemen quedó bajo su férula, hasta que decayó por los getas.
avances del judaísmo y el cristianismo, y la conquista •Jos 19,2.
definitiva por Etiopía (525 D.c.). Las divinidades sabeas Bibl.: ABEL, JI, pág. 452. B. UBACH, Josué, en La Biblia de
son bastante numerosas y entre ellas tuvieron capital Montserrat. IV, Montserrat 1953, pág. 153, n. 2. D. BALDI, Giosué,
importancia 'JI, el dios común al panteón semita, 'Al- en La Sacra Bibbia, Turin-Roma 1956, pág. 139, n. 2-6. É. DHORME,
maqah, la deidad lunar principal, Sams, diosa solar, Josué, en BP, 1, pág. 690, n. 2. SIMONS, § 321.
R. SÁNCHEZ
"Attar, el planeta Venus, etc. Las esculturas de Saba son
toscas y la más célebre de sus construcciones el dique de
Márib, SEBAM (2ef3aµá; Vg. Saban). Nombre variante de
---> Sizmiih en Nm 32,3.
1Gn 10,7; 1 Cr 1,9. 'Job 1,15; 6,19; Sal 72,15; Is 60,6; Jer 6,
20; Ez 27,22.23; 38,13; JI 4,8. ª!Re 10,1-13; 2Cr 9,1-12. •Gn
25,1-3; 1 Cr 1,32. SEBANYAH(Ü) («pariente de Yahweh»?; bab. su-
Bibl.: F. JosEFO, Ant. ]ud., 2,10,2; 8,6,5-6. D. NIELSEN, Hand- bunuiama). Nombre de cuatro descendientes de Leví:
buch der a/tarabischen Altertumskunde, I, Leipzig 1926. A. CHAS- l. (Iexevía, 2af3avía; Vg, Sabania, Sebenia, Sebnia).
TEL, en RHR, 19-20 (1939), cf. especialmente págs. 201-225. A.
JAMME, Le panthéon sud-arabe préislamique, en Muséon, 60 (1947),
Levita que asistió a la fiesta de los Tabernáculos1 y
págs. 57-147. R. MoRTIER, Histoire généra/e des re/igions, III, que firmó la renovación de la Alianza con Dios2 •

525 526
SÉBANYAH(Ü)

2. (:LEf3avía; Vg, Sabania). Otro levita que firmó SEBNAH. -,. Sebná-,
la renovación del pacto de la Alianza con Dios 3.
3. (k. sekanyah; LEXEVÍa, LEf3a6í [B], ¿af3avEÍ [A];
~EBO'IM. Nombre variante de -,. ~ebiiyim en Os
Vg. Sebenias). Levita, jefe de una familia que habitaba 11,8.
en Jerusalén en la generación siguiente al regreso de la
Cautividad babilónica 4 • Firmó el pacto de renovación ~EBO'IM ( «hienas»), Nombre de una ciudad y de
de la Alianza con Dios en época de Esdras". Recibe un valle:
también el nombre de Sékanyáh". 1. (Am. sabuma; LEf3oíµ; Vg. Seboim). Una de
las ciudades de Judá que ocuparon los benjaminitas al
4. (Loµv1á [B], Lof3vE1á, LWf3EVía [A]; Vg. Sebe-
regreso de la Cautividad babilónica 1• No se ha identi-
nias). Levita del tiempo de Davio, que tocó la trom-
ficado con seguridad, pero se cree que se trata del Hirbet
peta ante el Arca 7 •
1Neh 9,4.5. 5
Sabíyah, situado al norte de Lydda, dada la situación
'Neh 10,11. 'Neh 10,13. 'Neh 12,14. Neh 10,5.
'Neh 12,3; 1 Cr 24,11. '1 Cr 15,24. de las poblaciones, citadas en el libro de Nehemías,
Bibl.: NOTH, 1303, págs. 21, 258.
en la enumeración en que Sébó'ím aparece.
J. A. PALACIOS 2. (heb. ge' ha-sébo'im, «valle de las hienas»; Fcd
TT)V ¿af3íµ; Vg. val/is Seboim). Valle del territorio de
SEBAIÜM (heb. ha-sébárim, «los que rompen»?; Benjamín, que se hallaba entre Mikmás y el desierto
ews c,vvéTp14'av aúTovs; Vg. Sabarim). Lugar situado que domina el Jordán, de donde salieron los filisteos
al este de 'Ay, entre esta población y Jericó, hasta el contra Saúl", Se identifica con el Wádi Abu Daba",
cual los hombres de 'Ay persiguieron a los israelitas tributario del waer el-Qelt.
al principio de la conquista de la Tierra Prometida. 1 Neh 11,34. 2
1 Sm 13,17-18.
Jos 7,5.
Bibl.: ABEL, II, pág. 452. P. LEMAIRE-D. BALDI, Atlante
Bibl.: ABEL, II, pág. 452. P. LEMAIRE - D. BALDI, Atlante storico della Bibbia, Roma 1955, págs. 273, 284. SIMONS, §§ 678,
storico della Bibbia, Roma 1955, pág. 283. 1089, 1095.
T. DE J. MARTÍNEZ
SEBAT (ac. sabátu; Laf3áT; Vg. Sabath). Undécimo
mes del año hebreo1• Abarcaba desde la neomenia de ~EBOYIM (var. $eb6'im, séboyim, «gacelas»; LEf3wµ'i,
enero hasta la de febrero. LEf3wE͵, LEf30Eíµ; Vg. Seboim). Una de las ciudades
1Zac 1,7; 1 Mac 16,14. del «valle» o de la Pentápolis, que se menciona en rela-
Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'archéologie biblique, II, París ción con los límites del país de Canaán 1, cuyo rey
1953, pág. 177. Sem'éber vencieron Kédórlá'ómer y sus aliados", y que
destruyó el fuego de Dios a causa de su maldad 3• Moisés
SÉBER (cleón»; ár. sabr'i"; Láf3Ep, LÉf3Ep; V g. Saber). recordó su mina 4 y Oseas presenta ésta como una
Hombre citado en la genealogía de Judá como uno de amonestación y un ejemplo•. Suele mencionarse al
los hijos de Caleb y de su concubina Ma'ákáh, propio tiempo que 'Admah 6• Su identificación es oscura.
1 Cr 2,48. Se admite que estaba en la región meridional del mar
Bibl.: NOTH, 1305, pág. 230. Muerto. Se han propuesto el Gór el-Mezra, donde hay
un Wádi Sebe'ah, de nombre sugestivo, y la comarca
SEBNA' (var. sebnáh, abr. de -,. Sebanyiih[ii); Lov-
de el-Kerak y Seil el-Dra",
vás, Lwµvas, Laµvas; Vg, Sobna). Prefecto o mayor- 3Gn
1Gn 10,19. 'Gn 14,2.8.10. 19,24-29. 'Dt 29,23. •os
domo de la casa real durante la autoridad de Ezequías1,
11,18. 'Dt 29,23; Os 11,18.
que gozó de gran influencia. Era, por lo visto, de origen Bibl.: ABEL, II, pág. 452. SIMONS, §§ 353, 404 y sigs., 1477-
extranjero, puesto que no se menciona el nombre de 1478, que, a pesar de las referencias no la estudia en concreto.
su padre, y además aficionado a la ostentación: como
T. DE J. MARTÍNEZ
era costumbre de los individuos ricos, mandó que le
construyeran una sepultura en la roca 2• Debió de opo-
nerse a Isaías, aconsejando al soberano que se aliase SEBÜ'EL («regresa, Dios»; Lovf3ai)A; Vg. Subael).
con los egipcios contra Asiria, pues el profeta le escar- Nombre de dos israelitas:
neció y anunció que la prefectura del palacio pasaría 1. Levita de servicio en el Templo, hijo de Gérésórn
de él a 'Elyaqím 3• Se le menciona posteriormente como y descendiente de Moisés-, llamado también Süba'el y
secretario de Ezequías, mientras que 'Elyaqím ostenta citado en el linaje de 'Amram2 • Tuvo a su cargo los
como se había vaticinado, su anterior dignidad 4 • Pero, tesoros del santuario, según 1 Cr 26,24, en cuyo pasaje
dado que el cargo de secretario del rey tenía importancia el nombre hebreo sufre una leve alteración (sebu'e/;
no menor que la del mayordomo de palacio y que, de 'lwi)A [B]).
todas formas, no puede considerarse como un castigo, 2. Levita, cuarto hijo del músico Hémán 3 • Fue jefe
algunos intérpretes creen que el Sebná' secretario sería de la decimotercera clase de cantores, según la organi-
otro individuo del mismo nombre. zación llevada a cabo en el reinado de David. Recibió
11s 22,15. 'Is 22,16.18. 'Is 22,17-25. '2 Re 18,18.26.37; 19,2; asimismo el nombre de Süba'el •.
Is 36,3.11.22; 37,2.
11 Cr 23,16. 21 Cr 24,20. '1 Cr 25,4. • 1 Cr 25,20.
Bibl.: NoTH, 1302, págs. 38, 258. H. G. MAY, en AJSL, 56
(1939), pág. 147. L. DENNEFELD, Les grands prophétes, en La Sainte Bibl.: NoTH, 1299 y 1311, págs. 32, 199, 257.
Bible, VII, París 1947.
R. FUSTÉ J. CARRERAS

528
527
SEDECÍAS

SED (heb. sdmii"; ac. sümu; 6h.¡;a, 6h¡;os; Vg. sitis), !osos de una mayor santidad (y no precisamente de
l. ANTIGUO TESTAMENTO. En las tierras atormentadas desquite social) y son probablemente los mismos que
por la sequía, los hombres suelen conocer muy bien el en Lucas «tienen hambre» de pan ciertamente y también
sufrimiento de la sed. De hecho en la Biblia la sed de Dios, porque para el NT ya ha cuajado la identifi-
aparece con frecuencia. Ya desde la época del nomadis- cación del justo con el pobre y necesitado.
mo, los pozos eran un tesoro para los clanes de pastores 1
Jn 19,28; cf. Sal 22,16; 69,22. 'Mt 25,35 y sigs.: cf. Rom 12,20.
y con frecuencia su posesión era causa de disputas 'I Cor 4,11; 2Cor 11,27. 'Ap 7,16; 21,6; 22,17. 'Jn 4,13-15.
sangrientas, como sucede todavía entre los beduinos del ºJn 6,35; 7,37. 'Mt 5,6; cf. Le 6,21.25.
desierto 1. Bibl.: J. BEHM - G. BERTRAM, O!ljJClW, 6ÍljJOS, en Th w, II, págs.
230-232.
La sed aparece en la historia de Agar e Ismael 2, en
e.GANCHO
la peregrinación del pueblo por el desierto>, en la tra-
gedia de Sisérá'", en las andanzas de Sansón 5, de Rut6,
SEDA (onpucóv; Vg. sericus), No parece probable
de David", etc. El predicador del Deuteronomio ame-
que en Palestina hayan conocido la seda antes de la
naza con vida trabajosa y sedienta a los· prevaricadores
época romana, cuando empezó a llegar por intermedio
contra la-ley divina 8. Las guerras de asedio solía decidir-
de los comerciantes palmirenos que la importaban de
las la sed que rendía a los sitiados 0• En sentido figurado,
China a través de la Bactriana. La producción indígena
la sed es símbolo de un deseo ardiente: los orantes de
no llegó hasta los tiempos árabes en que se empezó a
los Salmos desean a Dios como la cierva desea las
cultivar la morera blanca.
aguas, como la tierra sedienta las lluvias-''. Los libros
De hecho, los textos bíblicos, que algunos modernos
sapienciales incitan al amor de la sabiduría a los se-
(y también la Vg.) traducen por seda, no hablan sino
dientos de saber con la promesa de que ella calmará
genéricamente de telas finas y ostentosas (ses, mesi)1•
su sed!'. El amor es como una sed y hay que saciarla
La única alusión clara está en el Apocalipsis al hablar
con las aguas limpias del amor legítimo; la ramera es
del lujo y pecado de la gran ramera Babilonia (Roma) 2
cual viajero sediento que bebe todas las aguas12•
que al ser arruinada no pudo ya mantener su fabuloso
En los profetas, la sed es la contrapartida negativa y
comercio.
desastrosa de la prosperidad que simbolizan las aguas 1Cf. 2Ap
Ez 16,10-13; Est 8,15; Prov 31,22. 18,12.
saltarinas: tierra sedienta es tierra desolada y huérfana
Bibl.: A. G. BARROJS, Manuel d'archéolog!e Biblique, I, París
de la bendición de Dios13• Dar de beber al sediento es 1939, pág. 470.
obra de misericordia agradable a Dios14• C.WAU
1
Cf. Gn 21,25 y sigs.; 26,15; Nm 20,17; 21,16-18. 'Gn 21,
15-19. 3Éx 17,1-7; cf. Sal 78,20; 106,32; Sab 11,4.9. •Jue 4,19. $EDAD (locativo sédádáh, «caza»?; 2apó:6aK, 2a6ó:-
6Jue 15,18. 6Rut 2,9. 72 Sm 17,29; 23,15. 8Dt 28,48. -cr. Jdt
7,14.17; 2Cr 32,11; Lam 4,4. 10Cf. Sal 42,3; 63,2. 11Cf. Eclo 6aK, TÍÍS slcóóov 'Hµaeoó:µ; Vg. Sedada). Localidad
24,29; 51,32. 12
Cf. Prov 5,15; 23,27; Eclo 26,15. 13Cf. Is 35,7; citada en la descripción del confín septentrional de
44,3; 48,21; 49,10; 65,13; Ez 19,13; Am 8,12; Os 2,5; JI 1,20, etc. Palestina 1. Se identifica con Sadad, situada al sudeste
«cr, Is 21,14; 32,6; Prov 25,21. de Homs.
2. NUEVO TESTAMENTO. Aparece la sed física en la 1Nm 34,8; Ez 47,15.
queja de Jesús moribundo «tengo sed»", que en su sen- Bibl.: ÁBEL, T, págs. 302-303, con bibliografía. SIMONS, §§ 283,
tido inmeaiato expresa el martirio que torturaba a los 1428 (e), 1442.
crucificados a causa de la pérdida de sangre y la deshi- J. CARRERAS
dratación consiguiente. Pero, habida cuenta del len-
guaje figurado del cuarto evangelio, es muy probable que SEDECÍAS (et. cf. -+ $idqiyyiih[ü]). Nombre de dos
el «tengo sed» manifieste también el celo redentor de personajes hebreos:
Jesús y aluda a la sed del Siervo paciente, del Mesías l. Último rey de Judá (598-587). Nabucodonosor
perseguido, toda vez que el evangelista ve en tal sed organizó a Judá de modo distinto después de la toma
el cumphrmento de la Escritura. Sentido fisiológico de Jerusalén: permitió que existiera como estado vasallo
tiene en la obra de misericordia «dar de beber al se- y nombró un rey. Fue éste un tío de Joaquim, e hijo
diento» que, como una de las expresiones de la caridad menor de Josías, cuyo nombre de Mattanyáhtü) cambió
cristiana, decidirá la suerte de los hombres en el juicio por el de Sedecías, en prueba de que la nación y la
final 2• Idéntico alcance adquiere en el relato que teje dinastía estaban sometidas a su albedrío 1• Sedecías con-
Pablo de la penalidades que acompañan su ministerio taba veintiún años cuando ocupó el trono.
apostólico3• Y tal es también el sentido primero de la La extensión del territorio de Judá había sido redu-
promesa divina de saciar a los sedientos en la Jerusalén cida, concluyendo por el mediodía al norte de Hebrón.
celeste', si bien tal saciedad se extiende a los deseos de El partido filoegipcio animó a Sedecías, de carácter
felicidad espiritual. débil, a imitar la conducta de Joaquim, buscando el
La sed, como el agua, del diálogo de Jesús con la apoyo de Egipto, a pesar de las advertencias de Jeremías,
samaritana, salta del sentido natural al metofórico y que pedía la sumisión a Nabucodonosor, impuesto por
religioso 5• En otros pasajes del evangelio de Juan viene la voluntad divina 2, mientras que el templo estaba
empleada como imagen atinada de la fe que acerca a mancillado por la idolatría y la justicia no merecía
Cristo y colma las mejores aspiraciones del hombre respeto alguno 3• El rey acabó por ceder a la opinión
religioso 6 • En el sermón· de las Bienaventuranzas, del pueblo y de los altos funcionarios, y cometió la
quienes están sedientos de justicia (oí 6!\j/WVTES TT)V imprudencia de negarse a prestar por más tiempo va-
61Ka100-vvriv)7 son, en la redacción mateana, los anhe- sallaje a Nabucodonosor.

529 530
SEDECÍAS

Región a oriente de Tell Zakariyyah (continuación a la derecha de los montes del fondo), donde se sitúa 'Ázeqah,
ciudad tomada por Nabucodonosor en tiempos de Sedecías. Hasta aquí llegaba la Sefelah. (Foto P. Termes)

El día décimo del décimo mes del noveno año de su oriente, por el desierto de Judá, en dirección de Trans-
reinado (589 A.c.), un ejército babilónico apareció en jordania. Al cruzar la depresión del Jordán, en las
el país y asedió a Jerusalén", en respuesta a la rebeldía cercanías de Jericó, sus enemigos le capturaron y con-
de los judíos. Se ignora si otros estados sometidos uel dujeron a la presencia de Nabucodonosor, cuyo cuartel
sur participaron entonces de modo activo en la subleva- general estaba en Ribláh, la norte de Palestina, en la
ción; pero los acontecimientos prueban que Sedecías Siria central. Después de ser juzgado y condenado,
urgió la alianza de Egipto y logró la promesa de que Sedecías tuvo que contemplar el· ajusticiamiento de sus
le prestaría auxilio. Sin embargo, de momento, hubo hijos; luego le sacaron los ojos y le llevaron aherroja-
de hacer frente solo a los neobabilonios. El conjunto do a Babilonia, donde al parecer, puesto que no se sabe
del reino cayó velozmente en poder del enemigo. Aparte más de él, murió no mucho después7•
Jerusalén, únicamente ofrecieron resistencia útil Lákís y
'Ázeqah, en la frontera sur occidental 5• A esta situación 2. Padre de Maasías e hijo de Asadías, y uno de los
aluden los óstraca de Lákis. Uno (n.0 3) informa de antepasados de Bárük 8•
que el jefe militar hebreo Kónanyáhü había bajado 12Re 24,17; 1 Cr 3,15; cf. 2Cr 36,9.10; Jer 37,1. 'Jer caps.
«para ir a Egipto»; por lo tanto, el sitio de Jerusalén 27-29; 37,11-16; 2 Cr 36,12. '2 Cr 36,14; Jer 21,11.12. 42 Re 25,1.
'Jer 34,7. 'Jer 37,5.7-9; cf. 34,21. 7
2Re 24,17-20; 25,1-7; 2Cr
y la ocupación del país no serían muy rigurosos. Posi-
36,11-21; Jer 39,1-14; 52,11. 'Bar 1,1.
blemente Kónanyáhü fue a pedir socorro a los egip-
cios. Un ejército de esta nacionalidad obligó a los Bibl.: A. ALT, en PJB, 21 (1925), pág. 108. w. F. ALBRIGHT,
The Sea/ of E/iakim, en JBL, 51 (1932), págs. 77-106. R. DussAUD,
babilonios a suspender el cerco de Jerusalén; pero lo Le prophéte Jérémie et les /ettres de Lachis, en Syr (1938), págs.
reemprendieron poco después". 'Ázeqah y Lakis fueron 165-187. H. T0TCZYNER, The Lachis Le/tres (Lachis I), Oxford
expugnadas y reducidas a cenizas. 1938. A. MÉDEBIELLE, Les livres des Rois, en La Sainte Bible, 111,
París 1949, Toe. cit. S. GAR0FALO, Il libro dei Re, en La Sacra Bibbia,
El día noveno del cuarto mes del undécimo año del
Turín 1951. D.N. FREEMAN, The Babyfonian Chronicle, en BA, 19
reinado de Sedecías (agosto de 587 A.c.), cuando el (1956), págs. 50-60. M. N0TH, The History of Israel, 2.• ed., Lon-
hambre asolaba la capital sitiada, los neobabilonios dres 1960, págs. 283, 284, 286 (trad. Ing.),
penetraron en ella. Sedecías huyó con su cortejo hacia C. COTS

531 532
SEFARWÁYIM

SÉDEQ («justicia»). Nombre o epíteto de un dios profeta que habitaba en Babilonia, le envió una carta,
semítico, que se encuentra en los textos sudarábigos y en la que le reprochaba que no hubiera castigado a Jere-
fenicios y forma parte con cierta frecuencia de los mías, a quien acusaba de desanimar al pueblo en sus
nombres de persona. pesimistas vaticinios. En dos ocasiones sirvió de media-
dor entre Sedecias y Jeremías: consultó por orden real
SEDE'ÜR («el Todopoderoso es luz»; Ie6ioúp; Vg. al profeta sobre cuál sería el resultado del asedio de
Sedeur). Padre de 'Eli~ür, jefe de la tribu de Rubén Jerusalén y suplicó de parte del monarca a Jeremías
durante la estancia de los israelitas en el desierto 1. que rezase por la liberación de los sitiados".
'Nm 1,5; 2,10; 7,30.35; 10,18. 3. Padre de Yo'siyyah, que vivió en época de Zoro-
Bibl.: NOTH, 1308, págs. 16, 18, 130, 168. babel y del profeta Zacarías. En el texto en que se pre-
senta su genealogía, se informa sobre la circunstancia
SEDIM («negros»?; 6aiµovío1; Vg. daemonii). De- de que fue padre de Hén •.
monios a los que se ofrecian sacrificios de niños en 11 Cr 6,21-23. 21 Cr 6,9. '2Re 25,18-21; Jer 21,1; 29,2-5; 25,
ciertas ocasiones1• No son dioses en el sentido de que 30; 37,3; 52,24-27. 'Zac 6,10; cf. ver. 14.
posean la' divinidad; se trata, en el fondo, de espíritus D. VIDAL
que los israelitas conocieron, no en el desierto, sino
después de establecerse en la Tierra Prometida, pro- SEFÁ.R (heb. séfáráh, con he' locativo; Ia<¡>T)péx, Iw-
bablemente debido a la influencia del medio cananeo <¡>T)péx; Vg. Sephar). Lugar mencionado como el límite
e incorporados a la religión del pueblo, de principios meridional del sitio de asentamiento de los hijos de Yóq-
menos estrictos o más vagos que los de las clases cultas. tán '. Varias son las hipótesis propuestas para aclarar el
En la religión asiria existe un paralelo, al menos fonético: nombre y el oscuro texto en que aparece; las dos más
el sedu; genio protector que solía colocarse junto a los interesantes son: a) considerar que la raíz del nombre
edificios importantes - palacios, templos y murallas-, (s/r) tiene la misma acepción que en el hebreo post-
a fin de que protegieran a los habitantes de los mismos bíblico, es decir, «región fronteriza», y b) identificarla
y a los pobladores de la ciudad en general del poder con Isfar, localizada en la costa del sur de Hadramawt
de espíritus contrarios. (cf., sin embargo, Simons).
1 Dt 32,17; Sal 106,37. 'Gn 10,30 ..
Bibl.: É. DHORJ\ffi, La rcligion assyro-bobylonienne, París 1910, Bib1.: SIMONS, §§ 136, 229.
pág. 47. A. CLAMER, Le Deutéronome, en La Sainte Bible, II, París C. COTS
1946, págs. 719-720. F.. Jxcon, Théologie de /'Ancien Testament ,
Neuchátel-Parls 1955, pág. 55.
~EFÁ.RÁ.D ('E<ppa.Séx; Vg. Bosphorus). País distante
P. ESTELRICH
al que serán desterrados los hijos de Israel, antes de
tomar posesión incluso de las ciudades del Négeb 1•
SE'ERÁ.H («pariente consanguíneo»?, «hijo del pa-
San Jerónimo, sobre la base de una antigua tradición
riente»?; Iapaéx [B], Iaapéx [AJ; Vg. Sara). Hija de
judía, lo identifica con el Bósforo; el Targüm y la Pe-
Efraírn, y hermana de Béri'áh, o tal vez hija de Béri'áh.
sitta' con España, etc. La identificación hoy más admitida
Ella o sus descendientes construyeron, o reedificaron,
la sitúa en Sardes, la actual Sart, capital de Lidia en
Bét Hórón, superior e inferior, y 'Uzzen Se'erah.
Asia Menor, llamada sapardu en las inscripciones cunei-
1 Cr 7,24.
formes y sparda en las persas.
Bibl.: NoTH, 1297, pág. 232. 1 Abd ver. 20.
M. MÍNGUEZ
Bibl.: C. C. TORREY, The Bi/ingual Inscription from Sardis, en
AJSL, 34 (1917-1918), págs. 185-198. SIMONS, §§ 1521, 1704. con
SEFÁ.M (var. sefiimiíh, «desnudez»; Im<paµéxs; Se- bibliografía. A. DEISSLER, Les Petits Prophétes, en La Sainte Bib/e,
phama). Localidad no identificada de la frontera oriental VIII, París 1961, pág. 263.
de Canaán, mencionada al describir las fronteras de la R. FUSTÉ
Tierra Prometida1.
1Nm
SEFARWÁYJM (Irn<papovaív, Im<papovaíµ, 'Err-
34,10.11.
ccpovvcíu; Vg. Sepharvaim). Ciudad cuyos habitan-
Bibl.: ABEL, J, pág. 304. SIMONS, § 284.
tes, adoradores de los dioses 'Adrammélek y "Anammé-
lek, fueron trasladados por el rey asirio Sargón II a
~EFANYÁ.H(Ü) (et. cf, - Sofonías). Nombre de tres Samaría, como colonos de sus poblaciones desiertas",
personas del AT: y de los cuales, se dice que quemaban a sus hijos en
l. Levita, padre de Azarías e hijo de Táhat, de la honor de las deidades mencionadas2 • Salmanasar V
familia de Qéhát y de la casa de Yishár '. En apariencia la había atacado en el año 727 A.C. y poco más tarde,
es el mismo individuo que el levita llamado "Üri'él ". hacia el 722, ocurrió la deportación de sus pobladores.
No se ha resuelto el problema de su localización. An-
2. Sacerdote, hijo de Ma'áséyáh, a cuyo cargo estaba taño se creía que era una deformación o confusión con
la dirección del Templo y la vigilancia de los falsos la Sippar mesopotámica; pero ahora se supone que
profetas. Ocupó el primer lugar después del sumo sacer- debió de estar en Siria, entre Hámát y Damasco, y
dote Séráyáh, Vivió en tiempo del rey Sedecías, cuando que pudiera ser una corrupción de la Sibráyim de Eze-
los babilonios conquistaron Jerusalén, y fue ajusticiado quiel", llamada sabanrin en asirio. Simons afirma! que
en Ribláh, en la tierra de Hárnát. Sema'yahü, pseudo- cualquier identificación no pasa de ser una conjetura y

533 534
SÉFARWÁYIM

propone, a modo de ejemplo, Tell Kafr 'Aya, junto al 2. Fundador de una familia, de la que trescientos
Orontes. setenta y dos miembros regresaron con Zorobabel a
12 Re 17,24; 18,34; 19,13; Is 36,19; 37,13. 22 Re 17,31. 3Fz Palestina 2, y ochenta más con Zébadyáh, hijo de Miká'él,
47,17. en época de Esdras 3.
Bibl.: ABEL, II, pág. 456. W. F. ALBRIGHT, Archaeology and 3. Servidor de Salomón, cuyos descendientes volvieron
the Religion of Israel, 4.• ed., Baltimore 1956, págs. 163, 220. S1-
MONS, §§ 283, 942-945, 1299.
de Babilonia con Zorobabel ',
M. MÍNGUEZ 4. Antepsado de una familia, del linaje de Péres, de
la tribu de Judá, cuyos miembros habitaron en Jerusa-
SEFARWIM. Habitantes o naturales de -+ Séfar- lén en la época de Nehemías5 •
wáyim. 5. Hijo de Ré'ü'él y padre de Mésullám, de la tribu
de Benjamín, cuya familia moró en Jerusalén después de
SEFAT («torre de vigilancia»?; Iecpé.9; Vg, Sephaath).
la Cautividad babilónica",
Antigua ciudad cananea, conquistada por las tribus de
Judá y Simeón, que le aplicaron el anatema, tras lo cual 6. (Iacpa-rías). Benjarninita, apellidado el harufita,
cambiaron su nombre en -+ Hérmáh. uno de los guerreros de su tribu que se unieron a David
en Siqélág".
Jue 1,17.
7. (Iacpa-rías). Hijo de Ma'ákáh y jefe de la tribu
SEFÁTAH («torre de vigilancia»; Év ,fj cpápayy1 de Simeón durante el reinado de David 8.
Ka,c'x Boppñv Mcpncó ; Vg. Sephata). Valle próximo 8. (Iacpa,ías). Hijo del rey Josafat de Judá, mencio-
a Márésáh, en el territorio de Judá, cerca del cual Asa nado en último lugar en la lista de sus descendientes",
dio batalla a los etíopes1. Se ha propuesto identificarlo
con el Wádí el-Safiyah, que está a 3 km al nordeste 9. (Iacpavías). Hombre principal de Judá, hijo de
de Beit Gibrín. La opinión actual es que se trata del Mattán. Aconsejó al rey Sedecías que encarcelase y
valle del Terebinto. matase a Jeremías, en vista de que sus profecías desfa-
12Cr
vorables amilanaban a los defensores de Jerusalén, du-
14,10.
rante el asedio de la ciudad por el ejército de Nabuco-
Bibl.: ABEL, 1, pág. 405. SIMONS, §§ 254, 987.
donosor-".
T. DE J. MARTÍNEZ 12Sm 3,4; 1 Cr 3,3. 'Esd 2,4; Neh 7,9. 'Esd 8,8. 'Esd 2,57;
Neh7,59. 'Nehll,4. 'lCr9,8. 71Crl2,6. 81Cr27,16. '2Cr
SEFATY AH(Ü) ( «Yahweh juzgó»; El. sftyh: foµa-ría; 21,2. 10 Jer 38, l.
Vg. Saphatia[s]). Nombre de nueve hebreos: Bibl.: NOTH, 1392, págs. 21, 12!, 187.
J. VIDAL
l. Quinto hijo de David, nacido de 'Ábital, en
Hebrón1•
SEFELÁH («tierra baja»; r¡ m6iv11 ,o m6íov; Vg.
Sephela). Una comarca existente entre la llanura de
Mapa de la región o llanura de Sefeliih Filistea y las montañas, cortada por una serie de valles
longitudinales. El libro de Josué aplica en una sola
o 10 20 ~o
Escala en Kms. ocasión este nombre, al parecer, al territorio situado
entre las alturas de Samaria y las del Carmelo1. La
verdadera Séféláh es una altiplanicie o meseta rocosa,
que se considera en la SE como una de las principales
divisiones naturales de la tribu de Judá y que se dis-
tingue en el TM. tanto de la costa como del llano pro-
piamente dicho'. La parte meridional de la Séféláh
tuvo enorme importancia en la historia de Palestina,
no sólo por su estratégico emplazamiento, sino también
por su valor agrícola, que se hizo proverbial 3 (-+ Geo-
grafía de Palestina).
1Jos 11,16. 2Dt 1,7; Jos 10,40; 12,8; 15,33; :> Cr 26,10; 28,18,
etc. 3
1 Re 10,27; 2 Cr 1,15; 9,27, etc.

Bibl.: ADEL, I, págs. 416-418. D. BALY, The Geography of the


Bible, 3.• ed., Londres 1959, págs. 142-147. S!MONS, §§ 137 (n. 24),
234, 285-278, 316, 502, 509, 1106-1108.
J. CARRERAS

SÉFER («belleza»; Iacpáp; Vg. Sepher). Decimo-


nona estación de los israelitas por el desierto 1 (-+ Éxodo,
Itinerario del) situada entre Qéhélátáh y Hárádáh. Es
un monte que se eleva en medio del desierto de Sin y
cuya identificación acertada es el Gebel "Ara if el-Náqah,
propuesta ya por Lagrange.
1 Nm 33,23-24.

535 536
SÉFORA

Panorámica de Safed, ciudad de Galilea que corresponde a la Sefet de Tob 1,1. Según algunos autores, esta
población aparece aludida por Cristo en Mt 5,14. (Foto P. Termes)

Bibl.: M.-J. LAGRANGE, L'Ltinéraire des Israe/ites du pays de bitantes del país, contrapuestos a los edomitas. En el
Gessen aux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), pág. 278. ABEL, pasaje paralelo de las Crónicas aparece con el nombre
II, págs. 214-215. B. UBACH, lllustraciá, 111, en La Bíb/ia de Mont-
serrat, Montserrat 1954, págs. 34-35. SIMONS, § 431. variante de Sefi2 •
1 Gn 36,23. '1 Cr 1,40.
J. A. PALACIOS
.Bíbl.: A. CLAMER, La Genése , en La Sainte Bible, J, París 1953,
pág. 414.
SEFET (Vg. Sephet). Nombre de lugar que sirve
G. SARRÓ
para determinar el sitio de la ciudad natal de Tobías'
Aparece sólo en el texto de la Vg. y de la V. L. Simons,
SEFON («vigilante»; Iacpwv; Vg. Sephon). Primo-
apoyándose en el Talmüd y los estudios de Neubauer,
génito de Gad, fundador de la familia sefonita 1, llamado
lo identifica con la actual población de Safed.
Sifyón en la lista de los gaditas en el Génesis 2.
1Tob 1,1 (Vg.).
1 Nm 26,15. 'Gn 46,16.
Bibl.: SJMONS, §§ 1614-1615.
Bibl.: NoTH. 1206, pág. 256.
M.GRAU
SEFi (Iwcpáp; Vg. Sephi). -,. Sefo. SEFONITA (heb, ha-séfoni; 6 Iacpwv1; Vg. Sepho-
nita). Miembro de la familia fundada por Séfón '.
SEFi (Iwcpí [BJ, Iwcpáp [AJ; Vg. Sephi). Nombre
variante de -+ ssre, en 1 Cr 1,40.
1 Nm 26,15.

SÉFORA (heb. sippáráh, «gorrión [fem.]»; Lmcpwpa;


SEFO (et.?; ac. supü; Iwcpáp; Vg. Sepho). Tercer
Vg. Sephora). Una de las siete hijas de Ré'ü'él, también
hijo de los siete de 'Elifaz y nieto de Esaú. En el Gé-
nesis, únicamente se mencionan cinco hijos de 'Elifaz llamado Jetro, primera mujer de Moisés y madre de
Gérésóm y Eliézer1. Una noche en que Yahweh quiso
y se dice de Séfó que era un jefe edomita; en el libro de
las Crónicas se le llama Séf'í. matar a Moisés, Séfora practicó la circuncisión a su
hijo (Gérésóm), cuando la familia iba de Madián a
Gn 36,11.15; 1 Cr 1,36.
Egipto, y así salvó a su marido de la muerte, episodio
Bibl.: K. L. TALLQVJST, Assyrian Personal Names, Helsíngfors
1918, pág. 206. que ha sido interpretado de diversas maneras (cf, Cla-
M. V. ARRABAL mer) 2. Séfora y sus hijos volvieron junto a Jetro y se reu-
nieron más tarde, tras la salida de Egipto, con Moisés 3.
SEFO (et.?; Iwcp, Iwcpáp, Iw~; V g. Sepho ). Cuarto 1Éx 2,16.21-22. 'Éx 4,24-26. 3Éx 18,2-4.
hijo de Soba! y descendiente, por lo tanto, de 8e'ir1. Bibl.: A. CLAMER, L'Éxode, en La Soint e Bible, Ir, Paris 1953,
Como muchos nombres de la lista de jefes hurritas, loe. cit.
es un epónimo completamente desconocido de los ha- M. MÍNGUEZ

537 538
SÉFORIS
~~----....,.,.,,.,-----, ----

Panorámica de Séforis, lugar natal de santa Ana, según indica una venerable tradición. Fue un activo centro
de la vida política y religiosa de los hebreos en el siglo I n.c, (Foto Governrnent Press O/fice, Israel)

SÉFORIS (heb. sipporim; ár. saffúriyah; LÉmpop1s; de los individuos que bajaron a Egipto, solamente
lat. Sepphoris). Ciudad a 6 km al noroeste de Jerusa- porque fundó un clan. En suma, el T. M. adolece de os-
lén, patria, según una tradición cristiana posterior, de curidad. La lista del establecimiento de Jacob y de su
santa Ana. No figura en la Biblia. Fue capital del dis- familia en el país egipcio 6 ofrece divergencias, no sólo
trito romano de Alta Galilea, y un centro activo de la dentro del original hebreo (Génesis, Éxodo, Números
revuelta contra Roma en el 66 n.c, y Crónicas), sino en las versiones samaritana y griega,
en cuanto a los nombres, el número y la edad de las
SEFÜFÁM («serpiente»?; Iwq>áv; Vg.Supyan). Hijo personas.
de Benjamín, o descendiente suyo, según el actual texto 1
Nm 26,39; 1 Cr 8,5. 'Gn 46,21. '1 Cr 7,12.15. 4 l Cr 8,5.
hebreo, y padre de la família de los sufamitas1. Su 'l Cr 7,12; cf. ver. 7. 'Gn 46,1-47,12.
verdadero nombre resulta inseguro. En Nm 26,39, al Bibl.: Norx, 1320, 1389, 1390, págs. 258-259.
hablar de sus descendientes, se le llama Süfam; asimismo P. ESTELRICH
se le denomina Muppim 2 y Suppim 3 en los pasajes
paralelos. Quizá también se le conociera con el nombre SEFÜFÁ.N (var. de --+ Süfiim; LEq>Ovq>áµ [B], Iwq>áv
de Séfüfán4• En 1 Cr 8,5 parece enumerarse como des- [AJ; Vg. Sephuphan). Descendiente de Benjamín y oc-
cendiente de Béla", aunque no sería imposible que la tavo hijo de Béla" (--+ Sefüfiim).
lista de los hijos de éste concluyera con Géra', y que 1 Cr 8,5.
Sefüfam se catalogue entre los de Benjamín, lo que es- Bibl.: Noru, 1390, pág. 259.
taría de acuerdo con otras genealogías anteriores. De M. V. ARRABAL
otra parte, bajo la forma de Supplm, se registra entre
los hijos de Benjamín, pero resulta oscuro si se hace así SEGI.B. Kétíb del nombre --+ Ségub (§ 1).
en la verdadera acepción de la palabra o si ha de en-
tenderse en sentido lato, esto es, como descendiente SEGÜB (cexaltado»; Vg. Segub). Nombre de dos
del benjamínita Béla" a través de 'Ir o 'lri5. En tal caso, israelitas:
habría nacido después que la familia de Jacob se hubo 1. (IEyov¡3). Hijo menor d~ Hí'él, el hombre que
dirigido a Egipto; se habla de él, al mismo tiempo que reedificó Jericó durante el reinado de Acab. El texto

539 540
SEKANYÁH(Ü)

bíblico dice en esta ocasión: «La cimentó en 'Ábiriim, bre sirvió para denotar a los edomitas3• Puede ser tanto
su primogénito, y en Ségüb, su hijo menor»1, lo cual este lugar como el del § 2, aquel adonde los simeonitas
ha hecho pensar a algunos exegetas que fueron ofre- se trasladaron en tiempos de Ezequías, en número de
cidos en sacrificio fundacional, rito no infrecuente en quinientos hombres y se establecieron en él, después
el mundo antiguo. La SE da a entender que con ello de derrotar a los restos de los amalecitas, «hasta el
se cumplía la maldición de Josué contra quien pretendiera día presentex-, Se identifica con Gebel el-Sera', que se
reconstruir Jericó 2• extiende desde el desierto, por oriente, hasta el-xArabah,
por occidente, y desde Wádi el-Hesá, en el norte - al
2. (Iepoúx). Individuo de la tribu de Judá y biz-
sur del mar Muerto -, hasta Wádi el-Hismah, en el
nieto de éste. Fue hijo de Hesrón y padre de Yá'ir,
quien poseyó veintitrés ciudades en el país de Galaad 3• sur.
11 Re 16,34. 'Jos 6,26. 1 Cr 2,21-22.
3 2. (6pos 'Accop ; Vg. mons Seir). Monte que formaba
parte del límite septentrional de Judá 5• A él llegaron los
Bibl.: NoTH, 1282, págs. 38, 190.
J. M. PALACIOS israelitas en sus intentos de penetración desde el me-
diodía 6, pero fueron rechazados por los amalecitas y
SEGUNDO (IeK0Cív605). Cristiano de Tesalónica que cananeos'. Suele identificarse con Sáris, que dista unos
acompañó a san Pablo al partir de Filipo hacia Siria 15 km de Jerusalén por el oeste.
1Gn 32,3; 33,14.16; 36,8; Jos 24,4; Jue 5,4, etc. 'Gn 14,6; 36,
después del segundo viaje apostólico; era portador de
las limosnas recogidas para la iglesia madre de Jerusalén. 20-21; Dt 2,1-8.12. 3 Nm 24,18; cf. Ez 21,12-14, cap. 35. '1 Cr
4,42-43. 'Jos 15,10. 'Dt 1,44. 'Nm 14,45.
El nombre es latino.
Bibl.: ÁBEL, I, págs. 390-391. A. ROBERT, ldumée, en DES, IV,
Act 20,4. cols. 195-199. S!MONS, §§ 68, 314, 434 (y n. 224), 435 (y I'. 226),
438, 509, 914, etc.
SEl;IARYÁH («Yahweh es aurora»; sudar. sahar'il; M.V.ARRABAL
Iapmá [B], Iaap1á [AJ; Vg. Sohoria). Segundo
hijo de Yéróhám, hombre de la tribu de Benjamín y SE'IRÁH (heb. ha-sé=irátáh, «región agreste»; Ie-
uno de los jefes de familia que habitaron en Jerusalén 1. Te1pw.Sá; Vg. Seirath). Región a la que huyó 'Ehüd
1
1 Cr 8,26. después de atentar contra "Eglón, rey de Moab; de
ella pasó a los montes de Efraím1• Se identifica con el
Bibl.: NOTH, 1325, pág. 169. G. RYCKMANS, Les II0I11s propres
sud-sémitiques, I, Lovaína 1934, pág. 250. distrito de el-Sa'ráwiyah, al noroeste de Náblus,
D. VIDAL 1Jue 3,26.27.

Bibl.: S!MONS, § 545, con bibliografía.


SEIB EL-l)IAB, Tell. Nombre árabe del montículo M. MÍNGUEZ
que guarda los restos de la bíblica --* 'Átiirot.
SE'IRIM. --* Sátiros.
SEIB, Gebel el-. Nombre árabe del monte bíblico
--* Hermón. SEKÁKAH («barda»?; Aiox1o~á [B], Ioxoxá [A];
Vg. Sachacha). Población de los hijos de Judá, men-
SEIB 'ISÁ, Hírbet. Grafía árabe de la ciudad pa- cionada con otras cinco en el desierto de Judá, al oeste
lestina del AT --* ~o·ar. del mar Muerto1. Abe! vacilaba en decidirse a locali-
zarla en Wádí el-Dakakín, al sudoeste de Nebí Müsá, o
SEIB MAOKÜR, Hirbet. Nombre árabe moderno en el Hirbet Dikkah (Sikkah). Pero las recientes explo-
de la localidad de --* 'ÁduJ.liim. raciones de Cross, hijo, y Milik han permitido identi-
ficarlo con Hirbet Samrá, situada aproximadamente
SEILÜN, Hirbet. Grafía árabe que ha conservado hacia el centro de la Buqei'ah, llano desértico que se
el nombre de la bíblica -.. Siloh. halla al occidente de Hirbet Qumrán. Sékákáh data
aproximadamente de 850-800 A.c., y subsistió tal vez
SE'IR («velludo»; LT]EÍp; Vg. Seir). Jefe hurrita, hasta el 600 A.c., perdiendo sus habitantes durante
morador del país que los descendientes de Esaú ocupa- la conquista de Nabucodonosor (587 A.c.); en adelante
ron. Fue padre de Lótán, Soba!, Sib'ón, 'Ániih, Disón, no conoció una situación estable.
'E~er y Disán, todos los cuales son epónimos de pueblos. 1Jos 15,61.
Se'ir puede considerarse como la personalización del
Bibl.: ABEL, n, págs. 452-453. SJMONS, § 320 (3). E. F. SuT-
nombre del país homónimo. CLIFFE, Los monjes de Qumran, Barcelona 1960, pág. 50, con biblio-
Gn 36,20.21; 1 Cr 1,38. grafía (trad. esp.).
R. SÁNCHEZ
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
págs. 413-414.
M. V. ARRABAL SEKANYÁH(Ü) («Dios ocupó su morada». «Dios
tuvo una morada»; sudar. sakam, sknm, sakinatlsukay-
SE'IR («velludo»; Irieíp; Vg. Seir). Nombre de dos nat; cf. ár. sakana; Iexevia, Iexevio:s; Vg. Sechenias).
montes bíblicos: Nombre de nueve (?) personas del AT:
1. Sierra del país de Edorn, que se convirtió en la 1. Descediente de David y Zorobabel, padre de
tierra de Esaú y sus descendientes', después de expulsar Séma'yáh y abuelo de Hattüs '. Fundó una familia,
de él a los hurritas2 , por lo que, con el tiempo, su nom- cuyo representante tal vez regresó con Esdras, aunque

541 542
SEKANY AH(Ü)

su nombre no figure en el T. M. en el lugar que sería l. (Vg. Sichem). Hijo de Hámór, jefe de Siquem 1.
de esperar 2•
2. Descendiente de José, hijo de Galaad y fundador
2. Descediente de Aarón. Su familia se convirtió en de la familia de los siquemitas".
«casa de padre» en la época del rey David y llegó a 3. Hombre de la tribu de Manasés e hijo segundo de
ser la décima clase de las veinticuatro en que tal soberano Senlida'º.
organizó el servicio del Templo3 • 1Gn 33,19; 34,2-26; Jos 24,32; Jue 9,20; Act 7,16. 2Nm 26
31; Jos 17,2. 3 1 Cr 7,19.
3. (Iexovías). Sacerdote que vivió durante el reina-
Bibl.: NoTH, 1333, pág. 258.
do de Ezequías. Se encargó de distribuir a los levitas
G. SARRÓ
de las ciudades sacerdotales las porciones que les co-
rrespondían de las ofrendas entregadas en el Templo+,
SEKEM. Ciudad de los montes de Efraím. -,. Si-
4. Hijo de Yahází'él y jefe de una familia, trescientos quem.
miembros de la cual regresaron de Babilonia a Palestina
en compañía de Esdras 5• SEKiNAH. Sekinah designa en el lenguaje targúmico
5. Hijo de Yéhí'él, de los descendientes de 'Elam, la presencia majestuosa o la manifestación de Dios que
que vivió en tiempos del regreso del Exilio. Reconoció ha descendido para «habitar» (séikan) entre los hombres.
su culpabilidad, y la de sus hermanos, por haberse Sékínáh es una expresión hebrea, mientras que memrá:
casado con mujeres extranjeras y propuso que se atajase («palabra») y yékáráh. («gloria») eran arameas. La ex-
la anómala situación por medio de la anulación de presión está tomada literalmente de los pasajes en que
tales matrimonios 6• se habla de Dios en calidad de «residente» en el Taber-
náculo o en medio del pueblo de Jsrael1.
6. Padre de Sema'yah. Fue, posiblemente, levita y
La palabra sekinah es usada muy frecuentemente en
guardián de la puerta oriental del Templo en época de
los Targümim, Para evitar una interpretación compro-
Nehemías; asimismo colaboró en la reconstrucción de
metedora de la trascendencia divina, los targumistas
las murallas jerosolimitanas al regresar de la Cauti-
sustituían «Dios» por sekinah. Y así en los lugares en
vidad babilónica 7• Parece ser una persona distinta del
que Dios se presenta como «habitando» en un lugar, el
Sekanyah(ii) mencionado en el § l.
Targüm traduce así: «Dios hace que su sekinah habite
7. Hombre que vivió en tiempo de Nehemías. Era allí»•.
hijo de 'Aral) y suegro de Tobías el ammonita, ene- Según este principio, toda expresión que de alguna
migo de Nehemías y de los judíos 8• manera pudiera localizar a Dios, es escrupulosamente
8. (Iaxavía). Jefe de una familia, de la cual ciento alterada por todos los targumistas, que creían que la
cincuenta miembros de la misma regresaron de Babilo- sekinah podía ser localizada, pero no el Dios omni-
nia a Palestina en compañía de Esdras 9• presente.
Se ha discutido mucho sobre si la sekinah - junto
9. Jefe de sacerdotes que regresó de la Cautividad con memrii' y yékáráh. - es considerada como una en-
con Zorobabel y se estableció en Jerusalén". En la
tidad distinta de Dios, intermediaria entre Dios y el
generación siguiente, hubo una casa que probablemente
mundo. Maimónides interpretaba en este sentido toda
ostentó su nombre (q. Sebanyah)11.
la literatura targúmica, talmúdica y midrásíca (Moreh,
11 Cr 3,21-22. 'Esd 8,2. 31 Cr 24,11. '2 Cr 31,15. 'Esd 8,5. 1,28). Sin embargo, es un hecho innegable el que, en
'Esd 10,2.3. 'Neh 3,29. 8Neh 6,18. 'Esd 8,2. 10Neh 12,3.7.
11
Neh 10,4; 12,14. los Targümím sobre todo, sekinah es una expresión
Bibl.: NOTH, 1334, págs. 21, 194, 2lé, 219. G. RYCKMANS, equivalente a Dios. A esto se añade el esfuerzo exage-
Les noms propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 149, 397. rado de los teólogos judíos en subrayar la trascendencia
T. DE J. MARTÍNEZ y la soledad majestuosa de Dios, precisamente para
evitar la reducción de lo divino a categorías inferiores
SEKÁR (aíKepa, µÉ.Svaµa, µÉ.9-r¡; Vg. sicera, omne e intermedias.
quod inebriare potes!). Palabra que suele traducirse En el NT y en los pseudoepígrafos judíos de lengua
por «bebida fuerte», «fermentada» o «embriagadora». griega, encontramos la palabra sékínáh, más que tra-
Designa propiamente, aparte del vino, una bebida de ducida, transliterada por CYKT}VTJ (ctabemáculo»), ya
naturaleza indeterminada, preparada con jugo de frutas, que a la posibilidad de un significado parecido unía la
cebada, miel, dátiles o lotos. La de cebada, corriente semejanza del sonido. Así, por ejemplo, en Ap 21,3:
en Egipto, era una especie de cerveza que se degustaba «He aquí el tabernáculo (aK-r¡vfi) de Dios en compañía
mediante una caña o boquilla. La preparada con dátiles de los hombres, y residirá (oxnvcocsr) junto a ellos». En
era refrescante, pero estaba expuesta a una rápida fer- Jn 1,14 hay asimismo una expresa referencia a la séki-
mentación que la hacía tóxica. nah: «El Logos puso su tabernáculo (éCYKfivwaev) entre
Lv 10,9; Nm 6,3; 28,7; Dt 14,26; 29,6; Jue 13,4.7.14; 1 Sm 1,
nosotros, y hemos visto su gloria».
15; Sal 69,13; Is 5,11.22; 24,9; 28,7; 29,9; 56,12; Miq 2,11. El concepto de sekinah aparece bajo la expresión
Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'orchéologie bib/ique, I, París griega 6ó~a 3•
1939, pág. 350 y sigs. En el NT hay algunos pasajes, en que 6ó~a es un
M.GRAU equivalente de sékináh: en Rom 9,4, Pablo enumera,
entre los privilegios judaicos, la «gloria»; en Heb 1,3
SÉKEM (chombre»; Ivxɵ; Vg. Sechem). Nombre el Hijo es llamado «destello de- la gloria»; en Heb 9,5
de tres israelitas preexilicos: los «querubines de la gloria» se refieren a los querubi-
543 544
SELANITA

nes, que servían de trono a la sékínáh ; en 2 Pe 1,17 enterado de que los filisteos habían irrumpido en su
se habla de la «voz que fue proferida por la gloria dominio, hubo de acudir presuroso a rechazarlos1• Se
majestuosa», siendo así que es Dios el que habla identifica con el-Maláqi, escarpadura situada al nord-
(-,. Gloria). este de Tell Má'in y a oriente del Carmelo.
Hay también otros pasajes del NT en los que proba· 1
1 Sm 23,28.
blemente se contiene una alusión a la sékínáh, aunque Bibl.: ABEL, II, pág. 453.
los exegetas no están en ello de acuerdo. T. DE MARTÍNEZ
Según Rom 6,4 «Cristo fue resucitado de entre los
muertos por la gloria del Padre» (016: Tfjs 6ó~l)S Tov SÉLA' HA-RIMMON. -,. Rímmón (§ 2).
rrccrpóc). Muchos exegetas entienden 6ó~a como un
equivalente de «fuerza» o «poder»; pero J. T. Mar· ~ELA' (ccostilla», «costado»; rrxsvpé ; Vg. latus).
shall, partiendo del pasaje del Midrás, en que la sékináh Ciudad asignada a Benjamín, que los LXX y Vg. tra-
aparece sacando del se'ol a los cautivos, supone que ducen por nombre común, que el libro de Josué llama
Pablo presenta aquí a la sékínáh atravesando en su Séla" ha-'Élefl. Estaba situada en el sudoeste del terri-
irradiación las capas tenebrosas del se'ol, para rescatar torio de dicha tribu. En ella se hallaba la tumba de
al divino cautivo del poder de Satanás y de las «puertas Qis, padre de Saúl. David enterró en tal lugar al primer
del se'ol». monarca israelita y a Jonatán 2 • La situación de la lo-
En Sant 2,1, se lee: «Hermanos, no actuéis con pre- calidad es muy problemática, aunque hubo de estar al
ferencias personales respecto de la Fe de Nuestro norte y al oeste de Jerusalén. Lo corriente es tender
Señor Jesucristo de la gloria» (Tov Kvpíov iiµwv '111· a identificarla con ]Jirbet Seláh, que se halla al noroeste
uov Xp1uTov Ti'iS 6ó~11s). Bengel, Mayor, Hort de Jerusalén, en el camino de Nebí Samwíl.
y Marshall hacen de Tfjs 6ó~l)S una aposición de Tov 'Jos 18,28. 22 Sm 21,12-14.
Kvpíov iiµwv 'l11uov Xpro-roü: Cristo es llamado Bibl.: ÁBEL, II, pág. 453. SIM0NS, §§ 327 (Il/10), 793.
«Gloria», como en Jn 14,6 «Verdad y Vida», y en
P. ESTELRICH
1 Tim 1,1 «Esperanza». Aquí «Gloria» sería una reso-
nancia de sékináh. Esta exégesis parece más probable,
teniendo en cuenta que aquí TTÍCJ"TJS, como varias veces ~ELA' HÁ.·'ÉLEF (B omite, Ll)i\ai\Éq, [AJ; Vg. Se/a,
en san Pablo, se refiere probablemente a la «comu- Eleph). Aldea que correspondió a la tribu de Benja-
nidad de los creyentes»: efectivamente, a continuación mín en el reparto del país de Canaán entre los hijos
se habla de la «asamblea cultual»4 (cvvcvcoynv): en de Israel, durante la jefatura de Josué1. Su localización
medio de la «asamblea de los creyentes» no hay más es difícil, pero se puede identificarla con Hirbet Seláh,
brillo que el de la presencia luminosa de Cristo, y no situado al noroeste de Jerusalén.
el brillo ofensivo del vestido reluciente (év éu.9fiT1 'Jos 18,28.
i\aµTTpq:) del «hombre con anillo de orov". Bibl.: ABEL, II, pág. 453.
M, MÍNGUEZ
1Cf. Éx 25,8; 29,45-46; Nm 5,3; 35,34; 1 Re 6,13; Ez 43,9; Zac

2,14 (Vg. 10). 2 Gn 9,27; Éx 25,8; 29,45; 1 Re 6,13; 8,12; Zac 8,3.
ªEnok 14,20; 102,3; Tob 3,16; Sab 17,13. 'Sant 2,2. 'Sant 2,2. ~ELÁ.1;1, JJirbet. Nombre árabe de la ciudad bíblica
Bibl.: HASTINGS, IV, págs. 487-489. L. BLAU, en JewEnc, XI, de -+ Séla" ha·Élef.
págs. 258-260. J. LEBRET0N, Histoire du Dogme de la Trinité, II,
París 1927, págs. 165-168. J. M.ª Ü0NZÁLEZ Rorz, Sentido comu- SELÁ.H (et.?; Ll)ACÓµ; Vg. Se/a). Tercer hijo de Judá
nitario-eclesial de algunos sustantivos abstractos en san Pablo, en
SPag, Bruselas 1959, pág. 322 y sigs. y de la hija de Süa", nacido en Kézíb ' y antepasado de
J. M.ª GONZÁLEZ RUIZ los selanitas 2•
'Gn 38,5.11.14.26; 46,12; 1 Cr 2,3. 'Nm 26,20; 1 Cr 4,21,
SEKÜ (heb. ha-sekü; 6 Leq,í; Vg, Sacho). Localidad Bibl.: N0TH, 1335, pág. 258.
en la que existía una gran cisterna. Saúl preguntó en
ella por David y Samuel, a los que perseguía y le res- SÉLÁ.l;I («brote»?; LÓ:i\a; Vg. Sale). Descendiente de
pondieron que estaba en Náyót de Rámáh, es decir, Sem. Fue hijo de Arpaksad y padre de 'Eber. Engendró
en la misma comarca que Sekü1• Se ha propuesto iden- a éste cuando contaba treinta años y vivió después de
tificarla con Hirbet Suweikah, próximo a Tell el-Nasbeh, ello cuatrocientos tres años, en los que procreó hijos
pero la localización es dudosa. e hijas1• La LXX 2 y la genealogía de san Lucas le con·
•1 Sm 19,22. vierten en hijo de Cainán. No se ha podido identificar
Bibl.: ABEL, II, pág. 453. S1M0NS, § 695. el país de que es opónimo, aunque tal vez se deba a
P. ESTELRICH que el T. M. le presente como simple individuo.
'Gn 10,24; 11,12.15; 1 Cr 1,18.24. •on 10,24; 11,12; 1 Cr 1,18.
SÉLA', Ha- («la roca»; 1Í Ilérpc ; Vg. Petra). -,. Petra. Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
pág. 221.
T. DE J. MARTÍNEZ
SÉLA' HA·MAl:ILEQOT («piedra de las divisiones»?,
«piedra de las evasiones»?; TTÉTpa ii µep1u.Seiua;
Vg, Petra dividens). Roca, colina rocosa o precipicio, SELANITA (heb. [mispáhat ] ha-séláni; 6T'¡µos ó Ll)·
situado en el desierto de Má'ón, donde se ocultó David i\wví; Vg, Selaita). Individuo de la familia de Selah,
de la persecución de que S~úl le hacía objeto. Este rey tercer hijo de Judá.
estaba a punto de dar alcance al fugitivo, cuando, Nm 26,20; 1 Cr 4,21.

545 546
SÉLED

SÉLED («glorificación»?); 'A7v,á71a6 [B], Lá71a6 [AJ; 'l Cr 26,14. 21 Cr 9,21; 26,1-2. 'Neh 3,30. 4Neh 13,13. 'Jer
Vg. Saled). Hijo primogénito de Nádáb y hermano de 36,14. 'Jer 36,26. 7 Jer 37,13-14. 'Jer 38,1. 'Esd 10,39.41.
'Appáyim, hombre de la tribu de Judá. El único dato Bibl.: NOTH, 1346, págs. 21, 174.
personal que de él proporciona la Biblia es que murió J. VIDAL
sin descendencia 1, circunstancia lamentable para un
hebreo, puesto que dicho pueblo estimaba tanto la pro- ~ÉLEQ (chendedura»; LEAT]; Vg. Selec). Indivi-
yección del individuo en su progenie. duo natural de 'Ammon. Fue uno de los héroes davídi-
cos que formó parte de los treinta hombres famosos
1
1 Cr 2,30.
por su valor y sus proezas.
Bibl.: Cf. NOTH, 990, pág. 252.
2 Sm 23,27; 1 Cr 11,39.
G. SARRÓ

SELES (cdócil» o «tercero»; Lɵr¡ [B], LEAATJS


SÉLEF (en pausa siilef; Lá71eq,; Vg. Saleph). El [AJ; Vg. Selles). Hombre de la tribu de Aser y jefe de
segundo de los trece hijos de Yóqtán, descendiente de una familia, que se distinguió por su valor1.
Sem a través de la rama de 'Eber1. Parece ser que se 11 Cr 7,35.40.
trata del epónimo de una tribu o pueblo que habitaba en Bibl.: Norn, 1350, págs. 228-229.
el mediodía de Arabia, en el Yemen, según ciertos in-
dicios filológicos que proporcionan los autores clásicos SELEUCIA (LEAEÚKEta; Vg. Seleucia). Ciudad de
y los árabes. Siria, conquistada por Ptolomeo 111 Eurgetes1, en la
1Gn 10,26; 1 Cr 1,20. que embarcaron Bernabé y san Pablo en el primer viaje
Bibl.: PTOLOMEO, Geogr., 6, 7,23. HAGEN, III, cols. 842-843. apostólico 2• Se hallaba junto al actual villorrio- de Ma-
FR. HOMMEL, Ethnologie und Geographie des a/ten Oríents, Munich garacik, en territorio turco, situado al sur-sudeste de la
1926, pág. 556. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, Paris
1953, pág. 221.
entrada del golfo de Alejandreta (Iskenderün en turco),
J. A. PALACIOS
a 4,5 km al noroeste de Samandag y a 32,5 km por carre-
tera de Antioquía a Siria. La fundó Seleuco I Nicátor, a
~ELELPONI, Ha- (et.?; 'for¡71ef3f3wv; Vg. Asalelphu- principio del siglo rn A.c., a unos 9 km de la desembo-
ni). Mujer de la estirpe de 'Etiim y hermana de Yizré'e'l, cadura del Orontes y se convirtió en el puerto de An-
Yismá" y Yidbás-. El nombre resulta oscuro, quizá tioquía, y recibió el nombre de Seleucia de Pieria para
por la mala transmisión del texto, pues el Sélelpóní distinguirla de las numerosas ciudades que llevaban el
es morfológicamente un gentilicio masculino, precedido mismo nombre. Fue una población famosa y próspera,
por la expresión «la hermana de ellos» (heb. 'ii/:z6tiim), a la que Roma otorgó la condición o estado de libre.
sustantivo femenino. Las excavaciones arqueológicas han exhumado casas,
11
un templo dorio, la puerta del mercado y una iglesia
Cr 4,3.
del siglo v, entre otros monumentos.
Bibl.: Norn, 401, pág. 241.
11 Mac 11,8. 2 Act 13,4.
C. COTS

Mapa con la situación de la ciudad siria de Seleucia


SELEMYAH(Ü) («Dios recompensó»; El. slmyh ;
LE71eµía, LE71eµías; Vg. Selemia, Selemias). Nombre de
nueve israelitas:
1. Portero del Templo, descendiente de Leví, men-
cionado en la organización davídica del. servicio reli-
gioso 1, también llamado Méselemyáh 2•
2. Padre de Hánanyáh, que reconstruyó parte de los
muros de Jerusalén en época de Nehemías3•
3. Sacerdote. Nehemías le nombró, con otros dos,
guardián de los almacenes de los diezmos de aceite,
harina y vino, que pagaban los israelitas, y le enco-
mendó su distribución entre los Ievitas-,
4. Padre de Nétanyáhü e hijo de Küsi, uno de los
dignatarios que asistieron a la lectura del oráculo de
Jeremías contra Jerusalén",
5. Hijo de "Abdé'él, una de las personas encargadas
de apresar a Jeremías y Bárük ",
6. Hijo de Hánanyáh y padre de Yir'iyyáh ; éste
prendió a Jeremías cuando quiso huir de Jerusalén".
7. Padre de Yükal, dignatario de Sedecías durante
la actividad profética de Jeremías 8 •
8-9. (Vg. Salmias, Selemiau). Dos descendientes de
Bání, que hubieron de renunciar a sus mujeres extran-
jeras por orden de Esdras 9 •

547 548
SELEUCIDAS

,·-·
¡'

El monte Casius, «lugar alto» de culto ya desde época hitita, visto desde la playa de Seleucia de Pieria.
(Foto J. A. Ubieta, Archivo Termes)

Bibl.: POLIBIO, Hist., 5,58,3-5,59,11. ESTRABÓN, Geogr., 7,5,8. tíoco I Sóter (280-262) no puede evitar que Bitinia se
F. JOSEFO, Ant. Iud., 13,7,1. J. FINEGAN, Light from the Ancient
haga independiente, conserva la autonomía de las ciu-
Past, Princeton (N,J,) 1946, págs. 257-259, 449. M. ÜRANDCLAU-
DON, Les livres des Macchabées, en La Sainte Bible, VIII, París 1951, danes griegas de Asia y mantiene a raya a los invasores
pág. 95. SIMONS, § 1170. celtas gálatas. Su alianza con Bindusara de India le
D. VIDAL proporciona elefantes de guerra. Bajo su hijo Antíoco 11
Teos (262-247) se proclama en Irán la dinastía de
SELEUCIDAS. Dinastía fundada en Siria por Se- los partos con Arsaces, Antíoco repudia a su mujer
leuco, general de Alejandro Magno, que perduró en Laodicea y se casa con Berenice, hija del rey de Egipto,
forma de monarquía hereditaria desde 312 al 65 A.C., Ptolomeo 11. Bajo Seleuco JI Calinico (24"/-226), Pto-
en que su territorio, con la capital Antioquía, fue ane- lomeo 111 invade Siria para defender a su hermana
xionado por Pompeyo al imperio romano. Los judíos Berenice, amenazada por la venganza de la repudiada
adoptaron la era de los seleucidas, que se inicia con la y está a punto de conquistar toda Siria. El egipcio sus-
Olimpíada 117, o sea el año 312 A.c. El nombre de cita a Seleuco un rival, su hermano Antioco Hierax.
los seleucidas aparece en la Biblia1 y también se alude Durante este conflicto se separan del imperio seleucida
a ellos en el libro de Daniel". el Ponto, Armenia y Bactria, y el naciente reino de
Seleuco I Nicátor (312-280) famoso como general en Pérgamo apoyado por Roma adquiere territorios a
tiempos de Alejandro, funda la dinastía y realiza un expensas de Siria. Bajo Seleuco 111 Cerauno (226-223)
serio esfuerzo para reconstruir el imperio alejandrino, termina la agresión egipcia, pero el rey muere asesinado.
sin resultado. Antes de la derrota de su rival Antigono, Las tropas proclaman a su hermano _,. Antíoco 111 el
Seleuco consolida el imperio en Oriente. No logra Grande (223-187) que intenta en vano restaurar el im-
vencer a Chandragupta en India y acepta su ayuda perio, dominar Egipto y apoyar a Aníbal contra Roma.
(500 elefantes) para derrotar a Antigono en lpsos (301). Vencido, cede a los aliados los territorios al norte del
Divide las 21 satrapías asiáticas en 72 para debilitar Tauro. Su reino se ve reducido a Siria y al protectorado
regionalismos y al intervenir en Tracia y Macedonia sobre Judea con un teórico vasallaje de los reinos de la
muere asesinado por Ptolomeo Cerauno. Su hijo An- alta Asia. Después de Seleuco IV (187-175), rey insig-

549 550
SELEUCIDAS

de este desastre había rivalizado con él un tal Antioco VI,


hijo de Balas, pero después de caer Demetrio prisionero
ocupa el trono de Siria su hermano Antíoco VII Sidetes,
derribando a Trifón. Sidetes finge al principio favorecer
a los judíos pero una vez consolidado su poder, reern-
prende la guerra. Una vez liberado de los partos, vuelve
a reinar Demetrio II Nicátor (segundo reinado 129-125),
pero muere a manos de Alejandro Zabinas, el cual se
decía también hijo de Balas. Corresponde reinar ahora
al primogénito de Demetrio, Seleuco V, pero éste es
apartado por su madrastra Cleopatra Tea, que reina
con su hijo Antíoco VIII Gripo (corregencia, 125-121).
Anverso y reverso de una moneda con la efigie de Seleuco I A éstos sucede Antíoco IX Ciziceno que combate
Nicátor, fundador del reino de Siria. (Foto Monasterio de
contra Gripo, casándose con .Cleopatra IV que le trajo
Montserrat)
en dote un pequeño ejército. Las mujeres de la dinastía
intervienen trágicamente en estas luchas civiles en que
nificante, reina -+ Antíoco IV Epífanes (175-163) que Ciziceno y Gripo gobiernan en territorios separados
provoca la guerra religioso-nacional de los macabeos por algún tiempo. Seleuco VI (95), primogénito de
contra él al intentar implantar en el Templo de Jeru- Gripo acaba con Ciziceno. A Seleuco le sucede Antío-
salén el culto de Zeus. Egipto seguía ocupando Ce- co X Eusebes, hijo del Ciziceno y a éste -a su vez otro
lesiria. Antíoco Epifanes amenaza a Egipto, que pide hijo de Gripo, Antioco XI Filadelfo. Poco es lo que se
auxilio a Roma, y ésta ordena al seleucida se abstenga sabe de su sucesor Antíoco XII. Aparece en Siria el
de sus propósitos hostiles. Mientras tanto, los partos príncipe Tigranes de Armenia (83-69) que intenta formar
van apoderándose de todo Irán, lo cual significa el un imperio con los restos del territorio seleucida, en
retroceso del helenismo en Asia. Su sucesor Antioco V plena descomposición por las continuas guerras dinásti-
(163-162) asiste a las rivalidades de sus propios ministros, cas. El que fue tal vez último o en todo caso penúltimo ·
en lucha contra los macabeos. Es quitado de en medio de estos socuros seleucidas decadentes, Antíoco XIII
por Demetrio I (162-150), sobrino de Epífanes, en cuyos Asiático, hijo de Antioco X y de Cleopatra Selene, se
tiempos surge la figura del gran luchador macabeo refugia en Roma cuando Tigranes ocupa Siria y después
Jonatán. Sucede a Demetrio el usurpador -> Alejandro de la derrota del armenio en 69 es confirmado por Lúcu-
Balas (150-145), a quien Jonatán apoya para debilitar lo en el trono de Antioquía, pero estalla contra él una
a la dinastía seleucida. Sucede a Balas Demetrio 11 revolución cuyos jefes llaman al trono seleucida a un
Nicátor (145-139/138), hijo de Demetrio I, que había tal Filipo 11 «Filorromano». Ambos pretendientes lu-
sido desterrado a Creta. La ambición de los usurpadores chan apoyándose en los cabecillas árabes Aziz y Sampsi-
se mezcla con la de sus respectivos ministros. Uno de geramos. Cuando Antíoco XIII pretende ser repuesto
éstos, Trifón, SJJbe al trono y prosigue la campaña en el trono por Pompeyo, éste declara que Siria perte-
contra los macabeos mientras Demetrio II es hecho nece a los romanos, vencedores de Tigranes. Así concluyó
prisionero en una campaña contra los partos. Antes la dinastía de los seleucidas.
1
Mac 1,10; 2 Mac 1,7, etc. 'Dan 7,24; 11,5-6.10-36.
Improntas de sellos de época seleucida. (Foto A. C. L., Bibl.: E. BEVAN, The House of Seleucus, 2 vols., Londres 1902.
Bruselas) R. DussAUD, Les Arabes en Syrie avant /' Islam, París 1907. A.
Botrcaá - LECLERCQ, Histoire des Séleucides, 2 vols., París 1913-
1914. G. CORRADI, Studi ellenistici, Turín 1929. F. M. ABEL,
L'ére des Séleucides, en RB, 47 (1938), págs. 198-213. E. BICKERMAN,
Institutions des Séleucides, París 1938. J. WOLSKI, L'effondrément
de la dominatio.i des Séleucides en Iran au lll siécle av. J.C., Cra ..
cavia 1947.
R. BALLESTER

SELEUCO. -+ Seleucidas.

SELMAH, Hírbet. Nombre árabe moderno de la


población de ->- Cafarsalama.

~ELÓFl:IÁD (et.? ¿a/rnaéx6, fompaéx6; Vg. Salphaad).


Hijo de Héfer, de la tribu de Manasés y de la familia
de Mákír, la descendencia del cual constó exclusiva-
mente de mujeres: MaJ:tlah, N6'ah, l;loglah, Milkah y
Tirsáh, cuyos nombres corresponden a los de ciudades,
lo que implica que hubo cierta relación entre unas y
otras 1. El hecho de que figuren en la lista genealógica
de Manasés se debe a que, a la muerte de su padre,
reclamaron la tierra que había correspondido a éste en
el reparto del país de Canaán, aunque solamente los.

551 552
Sefet. Lugar natal de Tobit, según la Vg. (Tob 1,1), mientras que en el texto griego se omite este nombre. Recuerda la
«ciudad edificada sobre el monte que no puede ocultarse» (Mt 5,14). Domina a oriente el lago Tiberíades. (Foto S. Bartina)

Gebel Serbal. En las inmediaciones del Sinaí, más allá de Pár'án, hay una red de valles sinuosos y amplias ramblas, al pie
del Serbal, una de las mayores alturas de la región (2070 m). Se ha querido identificar este lugar con el Hóréb, (Foto S. Bartina)
SELLO
varones podían heredar. Moisés legisló, sobre la base
de los principios del jubileo y el levirato', que los is-
raelitas fallecidos sin descendientes masculinos tendrían
a sus hijas por herederas, las cuales casarían dentro
de su tribu para que sus bienes no pasaran a un grupo
tribal distinto",
1
Nm 26,33; 1 Cr 7,15. 'Lv 25,10.31; Dt 25,1-10. 'Nm 27,1-8;
36,12.
Bibl.: NOTH, 1204, pág. 256. A. CLAMER, Les Nombres, en La
Sainte Bible, II, París I 946, págs. 417-420.
M,GRAU

SELOMi (cpaclfico»; LEAEµEí; Vg. Salami). Hom- Anverso y reverso de una moneda con la efigie de Seleuco 11
bre de la tribu de Aser y padre de "Áhlhüd, que repre- Calínico. (Foto Monasterio de Montserrat)
sentó a los aseritas en la distribución de la Tierra Pro-
metida.
Nm 34,27.
frontera meridional de Judá, de la que se duda que haya
de considerarse como un topónimo 1•
Bibl.: NOTH, 1344, pág. 165.
11 Sm 10,2.
SELOMiT (opacífíco», «completo»; sudar. sálim, Bib].: SIMONS, § 667.
salim, salam, sulaymán, etc.; ¿cxi\wµwS; Vg. Salomith).
Nombre de siete israelitas. Es muy posible que haya SELÜMl'EL («Dios es mi bienestar» o «Dios es mi
de considerarse como el resultado de un error textual, paz»; Icxi\cxµri¡i\; Vg. Salamiel). Hijo de Sürísadday
por Sélomot: y jefe de la tribu de Simeón durante el Éxodo. Fue uno
l. (Icxr..wµEíS; Vg. Salumith). Mujer de la tribu de de los doce delegados tribales que colaboraron con
Dan e hija de Dibri, cuyo hijo habido de un egipcio Moisés en la confección del censo del pueblo de Israel
fue lapidado por blasfemo en el desierto 1• El nombre durante su estancia en el desierto 1. En el libro de Judit
del reo no se cita en la SE. se le enumera entre los antepasados de la heroína con
el nombre de Salatiel 2•
2. (Vg. Salomith). Levita, de la descendencia de
Qéhát y jefe de la familia de Yishár en época de David 2• 'Nm 1,6; 2,12; 7,36.41; 10,19. 'Jdt 8,1.

En otro pasaje se le llama Sélómót", Bibl.: NoTH, 1345, págs. 16, 90, 165.

3. (k. sel6m6t; Vg. Selemith). Levita descendiente C. COTS

de Moisés a través de Eliézer. Se le asignó, con sus


hermanos, la custodia de los tesoros sagrados en tiem- SELLO. Los sellos eran utilizados para autenticar
pos de David 4• documentos-; para testimoniar y sellar cartas, jarras;
para precintar depósitos, etc. 2 Se llevaban colgados de
4. (k. sel6m6t; 'Ar..wSíµ [B], LCXAWµÍS (A]). Levita, un cordón 3 o montados en un anillo, y eran algo así
hijo primogénito de Sim'i y descendiente de Gérésón, como una joya hecha de alguna materia preciosa con un
Fue jefe de la familia de los geresonitas durante el rei- labrado minucioso y artístico 4• Se conocen dos tipos
nado de David 5• diferentes: los sellos-rodillo (cilíndricos) y los sellos-
5. Hijo o hija que Roboam, rey de Judá, tuvo de estampilla.
Ma'akiih 6• Los sellos cilíndricos proceden seguramente de Meso-
6. (Vg. Selomith). Jefe de familia, hijo de Yósifyáh, potamia meridional, donde ya existían cuando la civi-
cuyos descendientes, en número de ciento sesenta, re- lización elamita y sumeria del rv milenio, y su empleo
gresaron de Babilonia con Esdras. Según los LXX fue se prolongó hasta el siglo IV A.c. Por lo general, el
hijo de Bání". cilindro tiene una altura entre 15 y 45 mm y un diá-

7. (Icxr..wµESí). Hija de Zorobabel y hermana de


Mésullám y de Hánanyáh 8• Anverso y reverso de una moneda con la efigie de Seleu-
1
co 111 Cerauno, que murió asesinado tras un breve reinado.
Lv 24,10-23. '1 Cr 23,18. 31 Cr 22,22. 'l Cr 26,25.26.28.
6
1 Cr 23,9. '2 Cr 11,20. 'Esd 8,10. 81 Cr 3,19.
(Foto Monasterio de Montserrat)
Bibl.: Nora, 1347, pág. 165. G. RYCKMANS, Les noms propres
sud-sémitiqües, I, Lovaina 1934, págs. 150-151.
J. VIDAL

SELOMOT (et .....•. Selomit; LCXAWµwS; Vg. Salemoth).


Nombre variante del levita quehatita llamado también
Sélomit y kétíb de dos individuos de este mismo nombre
( ....•. Selomit).

$EL$Al;I (ó:i\r..oµÉvovs µEyár..cx; cf. heb. :¡lf:¡, «sal-


tar»; Vg, in meridie). Localidad desconocida de la

553 554
SELLO
Sello-cilindro asirio, con su impronta,
representando un sacrificio incruento.
(Foto A. C. L., Bruselas)

tidad de escarabeos que se han


encontrado en Palestina se calcula
alrededor de un millar.
Los sellos hebreo-fenicios tienen
también la forma de estampillas,
pero sin llevar el escarabeo en el
reverso; su nombre verdadero, aun-
que poco apropiado, es el de
«escaraboide», Se han encontrado
unos 230 de. ellos - menos de la
mitad aproximadamente en Pales-
tina - pertenecientes a los siglos rx
L al v. El emblema grabado muestra
una fuerte influencia extranjera,
metro de 10 mm, y suele estar perforado en el sentido especialmente egipcia, y consiste en animales (escarabeo,
de su eje. En la parte exterior del cilindro (de piedra león, algunas veces alado, etc.). La inscripción con el
calcárea, mármol y posteriormente casi siempre de nombre del propietario (p. ej., l-ízryh. bn nhm) cons-
hematita) se grababa un emblema, y a partir del imperio tituye su más destacada característica. La escritura es del
acadio (2300 A.C.) se acostumbraba añadirse una ins- alfabeto cananeo. Por lo general, están hechos sobre
cripción. Estos cilindros fueron también utilizados en piedras semipreciosas: cornalina, turquesa, ónice, jaspe,
Egipto y en Palestina desde la época predinástica hasta etc. 5 En la monarquía, las damas poseían su propio sello.
el siglo x A.C. Los cilindros hallados en Palestina al- Han sido encontradas además numerosas improntas
canzan la cifra de unos 200. de sellos; el número de los sellos reales se eleva ya a
En Egipto, a partir de las VI-IX dinastías (± 2200) los 620. Se ha hallado, por ejemplo, un emblema real
aparece el - escarabeo dentro del tipo de sello-estam- (el escarabeo volador) con la inscripción de Ia-mélek y
pilla, cuyo reverso tiene la forma de un coleóptero, el nombre de una de las cuatro ciudades: Hebrón, Zif,
símbolo del dios-Sol. Si bien al principio fue considerado Sókoh y Mmst (localidad desconocida). Cerca de Jeru-
como una joya-amuleto, el escarabeo, al igual que el salén, en Rámat Ráhél A han sido halladas un centenar
sello, hicieron la competencia a los cilindros, que aca- de improntas de época persa (siglo 1v), la mayoría de
baron desapareciendo por resultar poco apropiados para ellas con la inscripción yéhüdáñ o yérüsáláyim.
sellar los documentos hechos sobre papiros. El uso del En cuanto al uso del sello, desde el punto de vista
escarabeo persistió hasta finales del Imperio Nuevo. Su literario, en el NT, san Pablo" emplea la palabra cnppa-
altura media es de unos 10-20 mm y 5-10 mm su anchura, yís, «sello», como equivalente de bautismo B, y en el
y el material utilizado para su confección era la estea- Apocalipsis, el signo de Dios en la frente de los elegidos
tita, el gres, la turquesa, etc. Su ornamentación consistía equivale también a un sello'.
en símbolos, jeroglíficos u otros adornos libres. Tam- ABA, 24 (1961), págs. 104-112. BJ, DANIÉLOU, Théologie du
bién figuraban en ellos los nombres de los faraones Jud. Chr., I, Turnai 1958, pág. 384.
(a partir de la XII dinastía, ± 2000), así como los títulos 11 Re 21,8; Is 8,16; Neh 10,1-2. 'Job 38,14; Dan 6,18; Mt 27,
o cargos de los altos funcionarios (por ejemplo, «El 66; Ap 5,1-2. 3Gn 38,18.25; Cant 8,6. •Gn 41,42; Jer 22,24.
canciller señor de los festivales inaugurales»). La can- -cr, Éx 28,9.17 y sigs.; Eclo 32,7-8; Ez 28,12 y sigs.; Ag 2,23.
0 2 Cor 1,22; Ef 1,13. "Ap 7,3 y sigs.; 9,4.
Bibl.: P. E. NEWBERRY, Scarabs, 2.• ed.,
Londres 1908. F. DéiLGER, Sphragis, Pa-
derborn 1911. A. Rows, Eg. Scarabs etc.,
in the Pa/estine Archaeological Museum,
El Cairo 1936. H. FRANKFORT, Cylinder
Seals, Londres 1939. J. NOUGAYROL, Cy-
linders, sceaux et empreintes trouvés en
Palestine, París 1939. K. GALLlNG, Beschr.
Bildsiegel, en ZDPV, 68 (1'941), págs. 161-
165. D. DmINGER, The Royal Stamps, en
BA, 12 (1949), 70-86. S, MOSCATI, l Si-
gilli ne/l'AT, en Bibl, 30 (1949), 314-318.
A. REIFENBERG, Jew. Seals, Londres 1950.
J. DANIÉLOU, op. cit., págs. 378-387. P.
LAPP, Late Royal Seals, en BASOR, 158
(abril 1960), págs. 11-12.

J. MEYSING

Sello-cilindro persa con su impronta.


(Foto A. C. L., Bruselas)

555 556
SEMA'

___j

Asa de jarra, hallada en las excavaciones de Rámat Ráhél, con la impronta de un sello hebreo con la inscripción
la-mélek mensat, (Foto Department of Antiquities, Israel)

SEM (heb. sém; et.?; cf. ac. sumu, «nombre», «hijo»; 3. (Vg. Sama). Descendiente de Benjamín, jefe de
L1͵; Vg. Sem). Hijo de Noé, tal vez el mayor, ya que familia de los moradores de 'Ayyalón. Se tiende a iden-
se le enumera en varios pasajes en primer término1 y tificarle bien con Sémed, bien con Sim'i. En compañía
en otro se menciona antes a sus hermanos Cam y Jafet2 • de Bérí'áh, otro jefe de familia, puso en fuga a los
· Cuando Noé se embriagó, Sem y Jafet cubrieron con habitantes de Gat3 •
gran respeto la desnudez de su padre, el cual exclamó:
«Bendito sea Yahweh, Dios de Sem»3 , frase que ha sido 4. (Laµaías; Vg. Semeia). Hombre, tal vez sacer-
diversamente interpretada: la hipótesis más plausible es dote, que estuvo al lado de Esdras durante la lectura
la de que quiere destacar las especiales relaciones que pública de la Ley".
existirían entre Dios y Sem (i.e., sus descendientes) 1 1 Cr 2,43-44. '1 Cr 5,8. '1 Cr 8,12-13.21. 'Neh 8,4.
- tal vez por una razón parecida se menciona, en cier-
Bibl.: NOTH, 1367, págs. 38, 185. É. DHORME, en BP, I, pág.
tos pasajes, a Sem y a los pueblos de que es epónimo 1286, ns. 13,21.
el último lugar. Con su familia, se salvó del Diluvío ', M. MÍNGUEZ
después del cual compartió con su padre la promesa
divina 5• Vivió seiscientos años, en los que tuvo abun- SEMA' («fama»?; ¿aµaá [B], ¿a?\µaá [A]; Vg.
dante prole" (- Semitas). Sama). Ciudad situada en el territorio de la tribu de
1Gn 5,3; 6,10, etc. 'Gn 10,2-21. 'Gn 9,18-28. 'Gn 5,32; Judá, en la parte más meridional y vecina de Edom 1•
6,10; 7,13-15. '9,1-17. 'Gn 10,22; 11,10-11; 1 Cr 1,17. Fue asignada a la tribu de Simeón y su nombre aparece
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, 1, París 1953, erróneamente transcrito por Séba• en hebreo", si bien
loe. cit. posiblemente se trata de una <litografía del anterior
M. D. RIEROLA
nombre (Bersabee) en apoyo de lo cual está el pasaje
paralelo de 1 Cr 4,28 y el número total del final del
SÉMA' (et. - Sema'ylih[iil; foµá; Vg, Samma). ver. 6 en que, suprimiendo Séba', resultan las trece
Nombre de cuatro personas del AT: ciudades que el texto indica. La identificación es dudosa.
l. (Laµaá). Hombre de la tribu de Judá, cuarto Albright propuso Tell el-Sa'wah, que ha conservado
hijo de Hebrón, de la familia de Caleb y padre de el nombre postexílico de Yésüa", pero las pruebas ar-
Ráham '. queológicas no parecen aportar pruebas de su identidad
con las ciudades bíblicas. Algunos autores suponen
2. Hombre de la tribu de Rubén. Fue hijo de Yó'él alguna posibilidad en el hirbet del mismo nombre,
y padre de 'Ázaz2 • situado en sus inmediaciones. Para otros, sería J::Jirbet

557 558
SEMN
el-Far, al noroeste del Wadi el-Esáni, hipótesis ya pro- de Nueva York (yemení, siglo xm): «Que la muchacha
puesta por Alt, y que correspondería a la romano- se quede con nosotros unos días o una decena; después
bizantina Birsame. te marcharás». Si esta interpretación es correcta habría
1Jos 15,26. 'Jos 19,2. que entender que en el Pentateuco, por influencia egipcia,
Bibl.: ABEL, 11, págs. 452, 454. B. UBACH, Josué, en La Biblia
se tenía noticia de la subdivisión del mes en décadas. Sin
de Montserrat, IV, Montserrat 1963, pág. 126, n. 26). O. BALDI, embargo, esta división tuvo poco o nulo influjo y sólo
Giosué, en Lá Sacra Bibbia, Turín-Roma 1956, págs. 122, n. 26, y se cita, con una relativa frecuencia, en el AT, el día
139, n. 26, con más bibliografía. SIM0NS, §§ 317 (16), 321.
décimo del mes.
R. SÁNCHEZ No ocurre lo mismo con la semana (seb11a', sabbát)
que tiene su origen natural en la duración de cada una
SEMA', Nombre de la· profesión de fe israelita, de las fases de la luna y que de hecho quedó instituida
llamada de tal manera porque su primera palabra es en Gn 2,3. En el AT se cita la semana y sus múltiplos
séma' («escucha ... »). Se compone de los textos Dt 6,4-9; con frecuencia1•
11,13-21 y Nm 15,37-41. La frase inicial, tomada del Los días de la semana carecían de nombre especial
cersículo del pasaje citado en primer término, es: «Es- - excepto el sábado - y se distinguían unos de otros
cucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es por el ordinal correspondiente, dando a nuestro domingo
uno», que, según la tradición rabínica, fue el núcleo la feria l.
original de este credo y que, posteriormente, recibió las 1Gn 29,27-28; Éx 16,22.26-27; 34,21; 2 Mac 12,31.
adiciones mencionadas. Es una proclamación del prin- Bibl.: J. H. LEwY, The Origin of the Week and the Oldest West
cipio de la unidad divina y el deber del fiel de acogerlo Asiatic Calendar, en HUCA, 17 (1942-1943), págs. 1-152. B. CE-
LADA, Números sagrados derivados de siete. Contribucián a la historia
en su corazón y en el de los suyos. A él agregó Jesús, en
del siete, la semana y el sábado, en Sef, 8 (1948), págs. 48-77, 333-
respuesta a la pregunta de cuál era el mandamiento 356; JO (19501, págs. 3-23. S. ÜANDZ, Origin of the Planetary
más importante, el texto de Lv 19,8: «Amarás a tu Week in Hebrew Literature, en PAAJR, 8 (1949). págs. 213-254.
prójimo como a ti mismo»1• J. VERNET
Forma la parte central, según el Talmüd, de la liturgia
de los oficios de la mañana - desde que el sol des- SEMANAS, Fiestas de las. -+ Pentecostés.
punta hasta la hora tercia - y de la tarde - hacia
el ocaso. La letra "ay'n de la voz sima' («escucha») y el ~EMÁ.RÁ YIM («testimonios,»?, «cima doble»?).
dálet de la palabra "ehád («uno») aparecen en tamaño Nombre de dos lugares palestinos:
mayor en los manuscritos, así como en las Biblias he-
breas impresas, para destacar la importancia del versículo l. (fopó: [A], I1µpíµ [A]; Vg. Samaraim). Localidad
antes traducido, del que son la primera y última con- septentrional de Benjamín, que se menciona entre Bét
sonantes; ambas unidas componen el vocablo "éd («tes- ha-'Árabah y Betel'. Por consiguiente, se hallaba en
tigo»), pues Israel debe ser el testigo de Dios entre los la región oriental del territorio de dicha tribu. Se duda
pueblos. acerca de su verdadera situación. Se la identifica tanto
1Mt 22,34-40; Me 12,28-34; Le 10,27-28. con Hirbet el-Samrah, a unos 6,5 km al norte de Jericó
Bibl.: F. JosEFO, Ant. Iud., 4,8,13. Bérákót, 1 y sigs. Jewlinc.,
y, por lo tanto, lejos de la comarca precisa, como con
XI, pág. 266. J. ELB0GEN, Geschichte des judischen Gottesdienstes, Ra's el-Zeimarah a corta distancia, por el sur, de el-
2.• ed., Francfort 1924, pág. 16 y sigs, A. CLAMER, Le Deutéro- Tayibah y al septentrión de Betel.
nome, en La Sainte Bible, 11, París 1946, págs. 558-560.
2. (Ioµópwv; Vg. Semeron). Monte de Efraím, desde
J. A. G.-LARRAYA
el que Abias, rey de Judá, habló a Jeroboam I, soberano
de Israel, y a las diez tribus antes de emprender batalla 2•
SEMÁ.'ÁH (heb. ha-sénui'áh; et.?;' Acrµó:, foµcxó:; Vg.
Tal vez haya de localizarse cerca de Betel. Parece deber
Samaa, Somaa). Hombre de Gabaa de Benjamín y
el nombre al de la ciudad homónima. Si así fuera, no
padre de 'ÁJ:ú'ézer y Yo'as, hombres que se unieron
pudo estar muy apartado de ella. También se han pro-
en Síqélág a David, cuando éste huía de Saúl.
puesto como identificaciones Bürqah y Kafr Nátah.
1 Cr 12,3. 1 Jos 12
18,22. Cr 13,4.
Ribl.: N0TH, 136, 137, etc.; págs. 38, 185. Bibl.: ABEL, Il, pág. 454. SIMONS, §§ 77, 226, 327 (I/5), 984,
C. COTS 996-997, 1005 (n. 255\.
R. FUSTÉ
SEMAKYÁHÜ («Dios sostuvo»; Icx!,xeícx [B], Icxµcx-
xícxs [A]; Vg, Samachias), Levita descendiente de Coré ~EMÁIÜ (heb. ha-sémári; ac. stmtrra, simirri; Am.
y último hijo de Séma'yáh. Fue hombre valeroso y uno sumur; Iíµvpcx, o IcxµCXTpcxios; Vg, Samaraeum). Nom-
de los porteros del santuario en/época de David. bre de una tribu cananea, o de una localidad, que se
1 Cr 26,7. ha conservado en Sumra, al norte de la desemboca-
Bibl.: Nora, 998. págs. 70, 176. dura del Eléuteros heleno (Nahr el-Kebir), en la costa,
M.V.ARRABAL entre Arado (' Arwád) y Trípoli.
Gn 10,18; 1 Cr 1,16.
SEMANA (heb. sebüa'; Él36oµó:s; Vg. hebdomada, M. MÍNGUEZ
septimana). El texto de Gn 24,55 creemos que debe
traducirse de acuerdo con la opinión de Sa'adyah y el SEMARYÁH («Yahweh preservó»). Nombre de cua-
texto árabe del ms. 152 del Jewisb Theological Seminary tro israelitas:

559 560
SEMA •YAH(Ü)

l. Cfoµapcda; Vg. Samaria). Benjaminita que se 8. (¿eµef). Uno de los levitas que, mientras remo
unió a David en Siqélág '. Ezequías, tuvieron el cargo de distribuir las primicias,
2. Cfoµopía; Vg. Somoria). Hijo de Roboam, rey ofrendas y diezmos a sus colegas de las ciudades sacer-
de Judá2. dotales=.
3. Cfoµapía; Vg. Semeria). Hijo de Bání, que re- 9. Levita que acompañó y asistió a los príncipes y
pudió a su mujer extranjera 3• sacerdotes designados por el rey Josafat para instruir
4. Cfoµapía; Vg. Samarias). Hijo de Hárirn, que al pueblo judío en la Ley divina13•
abandonó a su mujer extranjera 4• 10. Levita, hijo de Nétan'él, y escriba de la tribu de
11 Cr 12,6. '2 Cr 11,19. 'Esd 10,40. 'Esd 10,32. Leví en tiempos de David. Registró oficialmente las
Bibl.: Nora, n.0 1376, págs. 21, 177. veinticuatro divisiones de las familias sacerdotales, se-
C. COTS gún quedaron establecidas por las suertes=.
11. (¿eµeí). Sacerdote, jefe de la familia levítica
SEMA'YAH EL PROFETA, Crónica de (heb. dibre de 'Elisafün, durante el reinado de David, la cual com-
sema'yiih ha-nábi"; r-.óy01 ¿aµaía TOV 1rpo<pr¡Tov; Vg.
prendía doscientos individuos. Todos ellos intervinieron
Liber Semeiae prophetae). Fuente profética no canónica
en las ceremonias de la conducción del Arca, desde la
citada en el AT1.
casa de •óbed 'Edom a su sede definitiva, en el monte
12 Cr 12,12. Sión 15•
SEMA'YAH(Ü) («Yahweh oyó»; El. sm•yh; :foµaías, 12. (Vg. Semei). Primogénito de los ocho hijos de
¿aµaías; Vg, Semaia, Semeias). Nombre de veintiocho •óbed ºEdom, de la tribu de Leví. Muchos de sus des-
israelitas: cendientes fueron famosos por su vigor físico y valentía.
Se llamaron 'Ótni, Réfá'él, •óbed, 'Elzabad, ºElihü
l. (¿aµaía). Uno de los hijos de Sekanyah, des-
y Sémakyáhü, que, como su padre, ostentaron el eargo
cendiente de David1.
de porteros y guardas de la casa del Señor>.
2. (¿eµeí, ¿eµeel). Falso profeta, hijo de Déláyáh,
hijo de Méhétab'él. Tóbiyyáh y Sanballat le sobornaron 13. (¿e;\eµíov). Padre de Déláyáhü, el cual fue dig-
con el propósito de que impidiese que Nehemías reedi- natario de la corte del rey Joaquim y uno de los hom-
ficara las murallas de Jerusalén. Con tal fin, aconsejó bres ante los cuales Bárük dio a conocer las profecías
al jefe judío que se encerrase en el Templo, gracias a de Jeremias ".
lo que evitaría una supuesta conjuración, conducente, 14. Falso profeta nehelamita, que vivió entre los
afirmó, a asesinarle; pero el engaño se descubrió y desterrados babilónicos y les profetizó un pronto retorno
Nehemías logró evitar la infamia que le aguardaba 2. a la cuna de sus mayores. Escribió al sacerdote Séfan-
3. (¿eµeías; Vg. Semeia). Jefe de sacerdotes, que yáhtü), a cuyo cargo estaba el Templo, y a los israelitas
regresó del Cautiverio babilónico a Palestina con Zoro- que permanecían en Jerusalén, que apresasen a Jere-
babel. En la generación siguiente, una casa llevó su mías, puesto que declaraba que el Exilio duraría mucho
nombre". tiempo. Enterado de ello, Jeremías predijo que su
4. Profeta de Judá. Transmitió a Roboam la orden enemigo no vería el regreso y que, castigado por Dios,
divina de abstenerse de someter por la fuerza a las diez moriría sin dejar descendencia.".
tribus sublevadas. El soberano obedeció con una doci- 15. (Vg. Semeia). Jefe de Judá, Participó en las
lidad sorprendente, si se considera el general estado de ceremonias y procesión, celebradas en época de Nehe-
sobreexitación4• A los cinco años de reinado del mismo mías, de la dedicación de las murallas de Jerusalén,
monarca, Sisaq, rey de Egipto, invadió Palestina, se una vez estuvieron restauradas19.
adueñó de muchas ciudades de Judá y fue a sitiar a 16. (¿aµaía; Vg. Semeia). Levita, antepasado de
Jerusalén. Sema'yah(ü) anunció que aquella calamidad Zacarías, del linaje de 'Ásaf, nombrado en primer lugar
era el castigo de los pecados de los judíos, y el soberano entre los sacerdotes que tocaron la trompeta en la cere-
y los príncipes se humillaron ante el Señor, quien les monia de la dedicación de los muros jerosolimitanos 2°.
prometió que los socorrería. En efecto, Sisaq se limitó
a saquear el palacio real y el Templo5• Sema'yah(ü) 17. (¿aµaía; Vg. Semeia). Levita músico. Participó
escribió una crónica del reinado de Roboam 6• en la dedicación de las murallas de Jerusalén 21.
5. Levita principal, del reinado de Josías, que, entre 18. (¿eµefas; Vg. Semeia). Sacerdote. Estuvo con
otros, proporcionó una amplia suma de reses con que Nehemías en la casa de Dios, durante las fiestas de la
celebrar solemnemente los servicios de la Pascua 7• dedicacitn de los muros de Jerusalén 22.
6. (:foµaíov; Vg. Semei). Padre de 'Üriyyah(ü), de 19-20. Sacerdote (¿aµata) y laico, respectivamente,
Qiryat Yé'árím, a quien el rey Joaquim condenó a ambos de «los hijos de Hárim», que hubieron de repu-
muerte, porque, al igual que Jeremías, profetizaba con- diar al regreso del Cautiverio, por orden de Esdras, las
tra Jerusalén y el país". mujeres gentiles con que se habían casado ".
7. Levita, descendiente de Yédütün, que vivió du- 21. (¿eµeía). Uno de los jefes cautivos de Babilo-
rante el reinado de Ezequías e intervino en la purifica- nia. Esdras le congregó con otros israelitas y le encargó
ción del Templo 9• Tal vez sea el levita mencionado en que fuera a "Iddó en busca de los levitas y netienos,
otro pasaje", y el hombre llamado Sammüa', padre imprescindibles para el servicio religioso del Templo,
de •Abdam. de que carecía el grupo que regresaría a Palestina 24.

561 562
SEMNYÁH(O)

22. (:foµaía). Levita, hijo de Hassüb, descendiente texto bíblico, Samaría debió el nombre al del antiguo
de Mérárí, morador de la Jerusalén postexilica 25• Os- dueño del lugar.
tentó la dirección de los trabajos exteriores, que se efec- 2. (Iɵµr¡p [B], IvµaÉp [AJ). Nombre variante de ->-
tuaron en el Templo bajo el mando de Nehemías26• Somer en 1 Cr 7,34.
23. (Iaµaíov; Vg, Samaia). Hombre de la tribu de 1 Re 16,24.
Simeón, antepasado de Ziza'27• Bibl.: NOTH, 1373, págs. 38, 176.
24. (Ieµeí; Vg. Samaia). Hombre de la tribu de C. COTS
Rubén, padre de Góg e hijo de Yó'él 08•
25. (Iaµata; Vg. Samaias). Hijo de 'Ádoniqam. SEMÍDA' («fama de sabiduría»?, «'Esmün ha cono-
Volvió a Jerusalén desdé .Babilonia, con sus hermanos cido»?; IvµaÉp, Ivµapíµ; Vg. Semida). Penúltimo hijo
'Elifélet y Yé'Pél, al frente de sesenta hombres 29• de Galaad y fundador de la familia de los semidaítas,
que se dividió en cuatro ramas1• En el libro de Josué2,
26. (foµaía). Hijo de Sekanyah, guardián de la
sus descendientes se citan entre los hijos de Manasés.
puerta oriental de Jerusalén. Probablemente fue levita;
'Nm 26,32. 'Jos 17,2.
reparó una parte de los muros de Jerusalén 30•
Bibl.: w.
NOTH, 1363, págs. 20, 123, 181. F. ÁLBRIGHT The
27. Sacerdote. Quizá representó a su familia en la Site of Tirzah and the Topography Western Manasseh, en JPOS,
firma de la renovación del pacto de la Alianza con el l l (1931), págs. 241-251.
Señor 31• M. V. ARRABAL
28. (Iaµata). Levita, hijo de Gálál y padre de
'Óbadyah 32, acaso sea el mismo citado en el § 7. SEMILLA (zéra'; ac. zéru; cmÉpµa, o-rrópoc; Vg.
semen). En hebreo, la misma palabra significa la semi-
11 Cr 3,22. 2Neh 6,10-13. 'Neh 12,6.18. 'I Re 17,22-24; 2 Cr
11,2-4. '2 Cr 12,2-9. '2 Cr 12,15. '2 Cr 35,9. 'Jer 26,20-23.
lla o simiente vegetal y animal 1, el tiempo de la siembra
'2 Cr 29,14.15. 101 Cr 9,16. 11Neh 11,17. 122 Cr 31,15. 132 Cr o sementera", el campo sembrado3 y la descendencia
17,8. 141 Cr 24,6. 161 Cr 15,8.11. 161 Cr 26,4.6-8. 17Jer 36,1:Z. humana en general y hasta un hijo determinado", Apro-
18Jer 29,24-32. 10 Neh 12,34. 20
Neh 12,35. "Neh 12,36. "Neb ximadamente tiene los mismos usos que el ac. zéru,
12,42. 23Esd 10,21.31. "Esd 8,16-17. 251 Cr 9,14. 20Neb 11,15.
V"I C, 4,37. "I Cr 5,4. "Esd 8,13. "Neh 3,29. "Neb 10,8. Como en todos los pueblos agrícolas, 1~ vida nacional
321 Cr 9,16. gira en tomo a los dos polos sementera-siega como
Bibl.: NOTH, 1371, págs. 21, 62, 185. puntos culminantes de la existencia mundana; el famoso
J. VIDAL ->- Calendario de Gézer señala los meses de siembra y
recolección de las diversas semillas y frutos. Las labores
SEM'EBER («el hijo es fuerte»; Mari su-mu-ebuh ; de sementera empezaban en el otoño para los cereales,
Ivµo~óp; Vg. Semeber). Rey de Sébóyím, uno de los si bien podían también sembrarse en enero y hasta en
cinco soberanos rebeldes a quienes derrotaron Kédór- febrero, aprovechando los días buenos que dejan libres
la'omer y sus confederados '. El primer elemento del los chubascos invernales. El libro del Éxodo habla de
nombre, sem, equivale a sám, «nombre», «hijo», que las semillas tardías 5, aunque directamente se refiere al
figura en ciertos ejemplos onomásticos semitico-occi- delta del Nilo; el mijo, garbanzos, etc., se sembraban
dentales, y el segundo (raíz "br ; ac. abáru) denota la en marzo-abril. De ordinario, los cereales se sembraban a
idea de «ser fuerte» (cf. Dhorme, pág. 107). voleo con la mano derecha, llevando la semilla en un
'Gn 14,2.8.10. saco colgado del hombro izquierdo; después pasaba el
Bibl.: É. DHORME, Abraham dans le cadre de l'histoire, en Re-
arado para cubrir la semilla o simplemente un· haz de
cuei/ Édouard Dhorme, Paris 1951, págs. 260-26.1, n. 3. espinas con que rastrillaban el sembrado si bien parece
T.DEJ.MARTÍNEZ que no conocían el rastrillado propiamente dicho. Hasta
la época misma del NT no aparece que hayan progresado
SÉMED (en pausa siimed, et. ->- Sémer; Iiiµr¡p; mucho los métodos de la siembra, por lo que los sem-
Vg, Samad). Descendiente de Benjamín e hijo tercero bradores, a quienes Jesús alude en sus parábolas, no
de 'Elpá'al, de la familia de Sa):liíráyim. El texto del AT debieron diferir en sus faenas de sus predecesores del
es explícito sobre él y nos dice que edificó las poblacio- AT: con la siembra a voleo y no bien rastrillado el cam-
nes de •óno y Lód 1• po, se explica perfectamente que parte de la semilla
11
cayese sobre el camino, las piedras y las espinas y que
Cr 8,13.
en parte la comieran las aves".
Bibl.: NoTH, 1356, pág. 259.
En sentido figurado, varios pasajes bíblicos hablan
de una siembra de hombres y de animales con la que Dios
SEMEÍN (et. cf. ->- Sim'I; Ieµetv; Vg. Semei). Hijo
restaurará la desolación de Israel', de una siembra en
de José y padre de Matatías, citado entre los antepasa-
campo roturado que es símbolo de la penitencia del
dos de Jesús, en la genealogía de san Lucas. corazón 8• La Biblia conoce la metáfora de la siembra
Le 3,26. para designar las consecuencias felices o desgraciadas
que cual cosecha merecida, siguen a la siembra de actos
SÉMER (cvigilante», Ieµiip; Vg. Somer). Nombre buenos o malos del hombre 9 y hasta nuestro proverbio
de dos personas: «quien siembra vientos, recoge ternpestades»>". La tris-
1. Propietario de la colina que adquirió Omrí, rey teza del sembrador contrapuesta al gozo de los sega-
de Israel, con el propósito de fundar, hacia el año dores es imagen del esfuerzo psicológico de quien tra-
880 A.c., Samaria, nueva capital de su reino. Según el baja en esperanzav. ·

563 564
SEMÍTICAS

La doctrina paulina sobre la resurrección de los culto a 'El parece haber sido uno de los más propagados
cuerpos y el diverso grado de gloria de los elegidos y otro tanto puede afirmarse del tributado a dioses y
está ilustrada con la comparación de la siembra del diosas de la vegetación y la fecundidad.
grano en el surco12• De la metáfora de la semilla, Pablo 'Gn 10,6-7.15.
se ha servido también para ilustrar su pensamiento
Bibl.: A. L. SCHLÓZER, Eichhorns Repesitorum, VIII, Leípzig
sobre el Israel espiritual que es la verdadera descen- 1781, pág. 161. I. Guror, Della sede dei popoli semitici, Roma
dencia de Abraham 13• 1878-1879, principal defensor del origen mesopotámico de los semi-
1Gn 1,11; Lv 15,16; 18,20; Nm 5,28.
tas. G. CONTENAU, Manuel d'archéologie orienta/e, I, París 1927,
'Gn 8,22; Lv 26,5; Ecl
pág. 22, sobre la cuna original de los semitas. G. A. BARTON,
11,6. 31 Sm 8,14; Is 17,11. 'Gn 3,15; 4,25; 15,16; 1 Re 11,14;
Semitic and Hamitlc Origins, Social and Religious, Londres 1934,
Le 1,55; Jn 7,42; 8,23. 5Éx 9,31-32. -cr. Mt 13,3 sigs. y par.
partidario del origen árabe de los semitas. S. MoscATI, Storia e
'Jer 31,27. 'Jer 4,3; Os 10,12. ºProv 11,18; 22,8; Job 4,8; Gál
civiltá dei Semiti, Bari 1949. G. HENNINGER, Semito-camiti, en
6,7-8. 10Os 8,7. 11Sa1 126,5; cf. Is 9,3. 121 Cor 15,36 y sigs.
13Rom 4,13 y sigs.; Gál 3,16-19, etc.
ECatt, XI, cols. 292-295, con bibliografía. S. MoscATI, Las anti-
guas civilizaciones semíticas, Barcelona 1960, págs. 11-19 (trad. cast.).
Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'archéologle biblique, I, París
1939, págs. 311-312. M. GRAU
e.GANCHO
SEMÍTICAS, Lenguas. l. DEFINICIÓN. Los idio-
SEMiRÁMOT («nombre de las alturas»?; ac. sam- mas semíticos constituyen una familia de lenguas que
murárnet ; ¿eµ1paµw.S; Vg. Semiramothy. Nombre de se hallan, entre los milenios nr-r A.C. en adelante,
dos personajes del AT: en Mesopotamia, Siria-Líbano, Palestina y Arabia; en
época histórica, su área de distribución se amplió, a causa
1. Levita del segundo orden, uno de los que David
de la expansión del- fenicio-púnico al litoral norteafri-
designó para acompañar el Arca de la Alianza desde
cano y las islas próximas, y la del etíope a Abisinia y,
la casa de <Obed 'Edom a Sión. Tañía el arpa, y por
en particular, tras la aparición del Islam, por el avance
ello fue elegido para que sirviese y cantase alabanzas
árabe, a todo el ámbito del semítico y fuera de él (sobre
a Dios en el Templo1.
todo al África del Norte). Las lenguas semíticas actuales
2. (k. séminiyrnát). Levita que se encargó de la en- incluyen el árabe del norte (dividido en varios grupos
señanza de la Ley en las ciudades de Judá por mandato dialectales), los dialectos del árabe del sur, los idio-
del rey Josafat 2• mas semíticos de Etiopía y el hebreo moderno, aparte
11 Cr 15,18.20; 16,15. 2
2 Cr 17,8. unos cuantos islotes lingüísticos en los que se habla aún
Bibl.: NOTH, 1365, pág. 259. dialectos arameos.
M. MÍNGUEZ Aunque los estudiosos judíos y musulmanes habían
advertido especialmente el parentesco del hebreo y el
SEMITAS (heb. bene sém; vlol ¿'J͵; Vg. filii Sem). árabe ya en el siglo x n.c., y los hebraístas cristianos
Término con que se designa a los descendientes de Sem, tuvieron a mano mucho material de comparación desde
desde 1781 en que Schlózer lo empleó por primera vez. el Renacimiento, no se propuso el nombre especial de
La Tabla de las Naciones (Gn cap. 10) expresa el punto «semíticas» para este conjunto <le lenguas hasta 1781,
de vista del hagiógrafo sobre los pueblos; se basa en cuando lo sugirió A. L. Schlozer, atendiendo a la cla-
las nociones geográficas, políticas, raciales, etc., predomi- sificación de los pueblos en Gn 10,21-31 y 11,10-26
nantes en su época y por ello no responde exactamente (que incluye a Jidios y elamitas, de idioma no semítico,
a la realidad. Así los cananeos, fenicios y etíopes «se- y excluye a los cananeos de habla semítica).
mitas» se clasifican entre los camitas'. Por consiguiente, Las características comunes de estos idiomas, según
«semita» no expresa en el fondo más que una clasifi- las establecieron los filólogos del siglo XIX, se resumen
cación lingüística (-->- Semíticas, Lenguas). en C. Brockelmann, Grundriss der vergleichenden Gram-
El problema de si existió un pueblo semítico primitivo matik der semitischen Sprachen (Berlín 1908-1913); una
y cuál fue su sede es tan difícil de solventar, por falta concisa lista de las mismas figura en la edición de G.
de datos concluyentes, que algunos autores renuncian Bergstrásser de la gramática hebrea de Gesenius-
a abordarlo. Algunos antiguos especialistas consideraban Kautzsch (Hebrdische Grammatik, reimpresión de 1963
que los semitas eran una rama de los camitas, emigrada de la edición de 1918, págs. l-3). Puede enunciarse
del norte de África al Asia occidental. Durante cierto aquí, en cuanto a la fonología, la presencia de guturales
tiempo tuvo vigencia la hipótesis de que su cuna fue y consonantes «enfáticas»; en lo que atañe a la morfo-
Arabia, de la que partieron sucesivamente cuatro olea- logía, la importancia de la raíz trilítera, cuyo significado
das de pueblos: amorreo-babilónica, cananea, aramea fundamental depende de las consonantes, aunque lo
y árabe. A esta opinión replicó la teoría de que los modifican las vocales; la existencia de dos géneros,
semitas procedían de Mesopotamia, y posteriormente, tres números y en el verbo dos «tiempos»; la escasez
ha vuelto a resurgir la «árabe». No obstante, es tan de compuestos verbales y nominales; y en lo que se
imposible probar una como otra. Los pueblos semitas refiere a la sintaxis, la notable sencillez de su estruc-
se extienden en la actualidad por el Próximo Oriente tura básica, en la que se distingue con claridad entre
- y en parte por el Medio - y el África septentrional, oraciones verbales y nominales. Se han señalado no ha
descontado el judío, que se halla disperso por todo el mucho otros rasgos genéricos (E. Ullendorff, en Or,
mundo. 27 [1958], págs. 66- 75), y debe tenerse muy en cuenta
Es asimismo difícil lograr una noción precisa de las la importancia del desarrollo hacia el tipo del lenguaje
más antiguas formas de las religiones semíticas. El arriba esbozado, o el alejamiento de él.

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:1 1
SEMÍTICAS

2. CLASIFICACIÓN. La clasificación ha dependido du- arameo del Talrnüd babilónico, el mandeo y el habla
rante mucho tiempo del supuesto de que había dos «asiria» que sobrevive en las inmediaciones del lago
ramas, una oriental y otra occidental, y que esta última Urmia, Tür "Abdin y Mosul.
se subdividía en noroccidental y en sudoccidental. In- El semítico sudoccidental se ha subdividido en los
vestigaciones recientes han manifestado que la apari- grupos árabes del norte, árabe del sur y etiópico. El
ción de isoglosas muy variantes estorba la hipótesis de primero aparece ante todo en cierto número de dialectos
la bifurcación tajante de un tronco lingüístico común, preislámicos conservados en inscripciones: Iihyanítico,
o de una serie de oleadas étnicas sucesivas, lo que difi- tamúdico y safaítico, seguidos del nordarábico «clásico»
culta a menudo la atribución concreta de una lengua y los dialectos contemporáneos de los comienzos del
a un determinado origen (como ocurre con el ugarítico); Islam; más recientemente, tras la expansión del árabe,
también se ha señalado la importancia de la posición consecuencia de las conquistas musulmanas, se desarro-
central o marginal en la propagación de los fenómenos llaron grupos de dialectos regionales, tales como el
lingüísticos (C. Rabin, en Hebrew and Semitic Studies árabe del Asia central, el iraquí, el siropalestino, el egip-
Presented to G. R. Driver, págs. 104-115). Hechas estas cio y los dialectos norteafricanos; el árabe occidental
salvedades, la clasificación siguiente parece ser bastante difiere de modo notable del oriental en rasgos fono-
aceptable: lógicos y morfológicos, particularmente en el léxico in-
fluido por otros idiomas sfricanos.
a) El semítico oriental (acádico) comprende el acá-
El sudarábigo antiguo o sudarábigo epigráfico cons-
dico antiguo (ca. 2500-2000 A.c.), seguido de los dia-
tituye una entidad separada y abarca el sabeo, el mineo,
lectos babilónicos y asirios: babilonio antiguo (ca. 2000-
el qatabaní, el hadramí y el awsaní; el etíope antiguo
1500 A.c.), babilonio medio (ca. 1500-1000 A.c.) y
o clásico (ge'ez), y de las lenguas vivas modernas, los
babilonio reciente o nuevo (ca. 1000 hasta el principio
dialectos sudarábigos actuales (mehrí, shawrl, soqotrí y
de la era cristiana); asirio antiguo (ca. 2000-1500 A.c.,
otros), por un lado, y los idiomas semíticos de Etiopía
asirio medio (1500-1000 A.c.) y asirio nuevo o reciente
(tigré, tigriña, amhárico, hararí y gurage, en particu-
(1000-600 A.c.). El acádico experimentó al principio
lar), por otro lado.
intensa influencia del sumerio, sobre todo en el léxico,
y también estuvo expuesto a la del semítico occidental 3. FONOLOGÍA. La reconstrucción del ámbito foné-
primitivo (camorreo antiguo»), a fines del III milenio y tico protosemítico es difícil, tanto por la parquedad de
al principio del rr A.c., al término del cual se acrecentó datos históricos como por las divergencias de los ele-
el influjo del arameo. mentos de juicio que se poseen. Sin embargo, puede
b) El semítico noroccidental aparece en el rr mile- presentarse el siguiente cuadro de consonantes (Moscati-
nio A.c. como algo continuo, en donde existe un cierto Spitaler-Ullendorff; vid. W. V. Soden, Comparative
número de dialectos más que ramas lingüísticas perfec- Grammar, pág. 24):
tamente definidas. Prescindiendo del idioma de las ins-
cripciones pseudojeroglíficas de Biblos (ca. 2000 A.c.) .,~,
y el de las inscripciones protosinaíticas y textos empa- ~ 00
" 00
~
00 N
rentados con ellas (siglo xv A.C. y antes), puesto que
-;
:E "
:,.
~ ]" ~~ = ~
~ ~ ~ ..,:! ]
~"
sólo se entienden aún de manera incompleta, hay el
«amorreo» (llamado asimismo «cananeo oriental»), que = .". .". ;> z"
se encuentra sobre todo en Mesopotamia en el período
-- -- --
Bilabiales p.b m
de la I dinastía babilónica (Mari) - el lenguaje que apare-
Interdentales t.d.j d
ce en los nombres propios de los «textos de execración»
parece relacionarse con él-; el ugarítico (siglos XIV-
Dentales t,d,t s,z,~ l s r ll

XIII A.c.) y el «cananeo», como aparece en las glosas


Palatoalveolares s
Velares k,g,q b,g
cananeas y otros rasgos de las cartas de Tell el-<Amar-
Faringales /:l
nah (siglos xv-XIV A.c.). Se discute la existencia del ,
Laringales h
protoarameo que algunos defienden. El I milenio asistió
a la creciente separación de los grupos «cananeo» y
arameo: el primero incluía el hebreo, el fenicio - con No ha logrado hasta ahora apoyo general la hipótesis
su vástago púnico-, y el moabita; el segundo, que se de que existieron otras consonantes protosemíticas, tales
halla ante todo en inscripciones en dialectos locales z
como f (y p) A o B." El carácter asimétrico e incompleto
- Damasco, Hámát, 'Arpad, Sam'al y Asiria (arameo del sistema más arriba expuesto, en el que las dentales
antiguo, siglos x-vm A.c.)-, adquirió importancia interdentales y las guturales ocupan un lugar destacado,
como lenguaje corriente en la vida oficial y mercantil obra probablemente de un desarrollo largo y complicado,
en los imperios asirio, babilonio y persa (arameo «im- ha sido puesto de manifiesto por G. Bergstrasser c, y
perial» o clásico), con él se relaciona el arameo bíblico. es harto conocida la existencia de varias ternas de con-
La lengua se dividió más tarde en las familias dialectales sonantes, cada una de las cuales comprende un fonema
oriental y occidental: la segunda incluye el palmireno, sonoro, sordo y enfático. También es dudoso el carácter
el nabateo, el judeo-palestino, el samaritano, el cristiano- original de las enfáticas, velarizadas (como en el árabe
palestino y el habla aramea de las actuales aldeas de moderno) o glotalizadas (como en el moderno etiópico),
Ma'lülah, Gabba'dín y Bah'ah, cerca de Damasco. El aunque muchos especialistas prefieren lo último. Hay
arameo oriental, por su parte, incluye el siriaco, el que añadir que las enfáticas ·y guturales no destacan

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SEMÍTICAS

como 1. Cantineau ha probado, por la frecuencia de tarde, en el smaco occidental-; la transición de 6


su auténtico empleo P. a ü es un fenómeno fenicio.
AJ. ÜREENBERG, en Word, 14 (1958), pág. 295 y, en especial, Se encuentran los diptongos ay y aw, resultantes de
la pág. 301.B c. H. ÜOROON, en Or, 19 (1950), págs. 375-376. la yuxtaposición de una vocal y una semivocal: se con-
CEinfiihrung in die semitischen Sprachen, pág. 5. DBSL, 46 (1950), servan en el árabe clásico, y tienden a reducirse en 6
pág. 80.
y e en el semítico noroccidental y en ü en i en el semítico
El sistema expuesto no tuvo mucha estabilidad. Hubo oriental (cf. p. ej., ár. yawm, heb, yiim, ac. úmu ; ár. bayt,
tendencias que, localmente, propendieron al intercam- heb. bét [const.], ac. bitu).
bio de consonantes, tales como p, b y m, e incluso su Las sílabas semíticas son abiertas (consonante-vocal)
sustitución por la w semivocal; o del, r y n; o des por o cerradas (consonante-vocal-consonante), y en el úl-
z o s.La palatalización fue muy activa por doquier en timo caso propenden a ser breves; los grupos consonán-
los dialectos de los beduinos árabes y en los modernos ticos obedecen sólo a la yuxtaposición de dos sílabas.
lenguajes abisinios; varios de estos últimos sufrieron No está resuelta la cuestión del acento protosemítico,
también la labializacíón de las uvulares y velares, tal pero, conforme al árabe y al acádico, se da a veces por
vez a causa del influjo de los idiomas cusitas vecinos. sentado que tiende a incidir en la primera sílaba larga
La aspiración de las explosivas ocurrió sobre todo en que se encuentra (se cuenta desde el final de la voz)
hebreo y arameo; la tendencia a . anular las guturales o en la primera sílaba. En hebreo y arameo, en particu-
es típica del acádico antiguo, arameo y dialectos etió- lar, el acento tónico tendió posteriormente a incidir en
picos modernos. La w inicial se transformó en y espe- la penúltima sílaba, la cual, debido a la pérdida de
cialmente en el grupo de dialectos cananeos. las vocales finales, se convirtió en la última; ambos idio-
Sin embargo, tienen ciertos cambios fonéticos o corres- mas experimentan la abreviación de las sílabas a causa
pondencias regulares, que distinguen los grupos lin- de la separación del acento, pero el alargamiento de la
güísticos semíticos emparentados. Pueden resumirse co- pretónica es típico únicamente del hebreo.
mo siguen: Procesos tales como la asimilación progresiva y re-
gresiva, elisión, haplología, etc., afectaron la estructura
consonántica y vocálica de las palabras.
o A J. GELB, 0/d Accadian Writing and Grammm·, Chicago 1952,
"e págs. 48-50, 51-53. BCf. Z. S. HARRIS, Development of the Canaa-

-- -- -- --
<'"
-- -- -- --
nite Dia/ects, New Haven 1939.

4. RAÍCES. Son características de estos idiomas las


t .f t s t ! t s raíces triliteras, cuyo significado básico, que depende de
rJ z d (g) z z, d d d z las consonantes, modifican las vocales (cf. ár. kataba,
t ,r t $ t z(t) z(t) $ «escribir», kitdb, «libro», kátib, «escriba», kutub,
q,' rj rj(rj) rj «libros»), así como la duplicación o repetición consonán-
rJ $ $ $
tica, los prefijos y sufijos. El triliterismo se manifiesta
s s s s s s s" s
sobre todo en los verbos, pues en el caso de los sustan-
s s s s s s Sz s tivos hay algunos con una sola letra radical (como
s s s s s s S1 s heb. pé, «boca») y muchos con dos radicales que
b b b b b denotan términos básicos (p. ej., yád, «mano», yiim,
b b b
, g g g «mar»); en algunos de ellos las vocales están estrecha-
g ' ' '
mente relacionadas con el significado (p. ej., heb, "db,
«padre», 'ob, «odre», "éb, «brote», «pimpollo»). Algu-
Resulta evidente, en la anterior tabla - simplificada-, nos de estos nombres, que existen también en idiomas
que el sudarábigo (epigráfico) y, a continuación, el camíticos, pueden ser el legado de una época en que el
árabe septentrional, son los que mejor conservaron los semítico contenía tantas raíces bilíteras como trilíteras.
fonemas protosemíticos. En los demás casos, las modi- La transformación de muchas raíces biconsonánticas
ficaciones se produjeron de modo paulatino. Así, el en triconsonánticas ocurrió, bien por la repetición de
acádico antiguo conservaba el t y el g A, y la fusión la letra final (p. ej., heb, mádad, «medir»), bien por la
gradual de by!},' y g, g, td y ~ t, s (y s), en el semí- inserción de un w o un y al principio, medio o fin de
tico noroccidental, puede observarse en variantes dia- la raíz, bien por la adición de otra consonante determi-
lectales B. nante, como, vgr., en hebreo prd, prm, prs, prq o prr,
Las semivocales son w y y, ambas inestables (por lo todos los cuales incluyen el grupo básico pr y algún
general, en situación media y final; w sobre todo en posi- matiz del significado fundamental de «división». No
ción inicial en el sentido noroccidental, donde se cam- todas las consonantes son compatibles como vecinas;
bia en y). se evita la repetición de las mismas en la posición de
Las vocales son originalmente s, i, ü y a, i, ü; e y é primera y segunda radicales, y en especial, en la de pri-
aparecen en acádico mientras y (ü) y (éi) :1 pudieron nacer mera y tercera, aunque haya algunos nombres de tal
en él y en el amorreo primitivo sin valor fonético propio. género, como p. ej., sams o nún«.
La transición de a a 6, durante el n milenio A.c., es Los nombres cuadrilíteros y quinquilíteros, como los
típica principalmente del sector cananeo del semítico hebreos "aqráb, «escorpión», y séfardé'a, «rana», son raros.
noroccidental, pero en otras partes había tendencias ACf. sobre todo J. H. ÜREENBERG, en Word, 6 (1950), págs. 162-
similares - en algunas del oeste de Arabia y, más 189, que ofrece registros detallados.

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SEMÍTICAS

5. NOMBRES. Los sustantivos y adjetivos derivan de partes sólo hay contados vestigios de ellos (p. ej., heb,
las raíces según tipos vocálicos o consonánticos dados: rékeb, «carros», con rokéb, «auriga»), y son probable-
Son monosilábicos o bisilábicos (qatl, qitl, qutl; qatal, mente una manifestación peculiar del semítico meridio-
qatil, qitil, etc.); contienen vocales largas o un diptongo; nal. Los plurales externos o regulares parecen haber sido
incluyen letras radicales duplicadas, así como prefijos, originalmente, en el masculino, -ü (nom.), -i (gen. y ac.),
infijos o sufijos. Determinados significados tienden a a los cuales tal vez se agregó la nunación o la mimación;
asociarse con ciertos tipos morfológicos. Así, p. ej., un plural -ün, que figura como -ánu]i en el acádico
entre los que constan de una vocal larga, el paradigma antiguo, pudo servir como plural de escasez o exigüi-
qátil se usa ampliamente como participio adjetivo; dad A; el plural femenino era -át (beb. -6t), y -iin un plural
qatil y qatül como adjetivo/pasivo; qutayl como dimi- femenino arameo-siríaco especial.
nutivo, sobre todo en árabe. Las raíces de radical media AA. GOETZE, en L, 22 (1946), págs. 121-130.
duplicada se inclinan a tener significado intensivo y el
tipo qattál se emplea mucho para denotar profesión o Hubo tres casos: nominativo (subjetivo), genitivo
cualidad específica (heb. gannáb, «ladrón», dayyán, (adnominal o posesivo) y acusativo (adverbial), en el
«juez»), mientras que las de tercera radical duplicada se semítico primitivo, que se expresaban con las desinen-
emplean a veces, especialmente en acádico y árabe, cias -u, -i y -a, en el singular, aunque en el árabe surgie-
para indicar intensidad; tanto éstas - vgr., heb. ra'ániin ron los vocablos díptotos (nom. -u; gen. y acus. -a). Estas
(«verde»)- como las que tienen duplicadas la segunda desinencias decayeron en su mayoría durante el n mi-
y terceras radicales - p. ej., heb. yéraqraq (cverdoso») - lenio A.c.; el árabe clásico las retiene, pero han desapa-
son raras y pueden poseer significados adjetivales di- recido en los dialectos árabes modernos. En acádico
minutivos o peyorativos. Entre los prefijos (', y, t, m, se conoce una desinencia locativa en -ii, de la que se
n, s), ma- se usa para formar nombres que denotan encuentran rastros en árabe y etiópico, así como otra
tiempo o lugar (sobre todo en árabe), y mi- los nombres de caso «terminativo-adverbial» en -is. La mimación y
de instrumento (en el mismo idioma); entre los sufijos, la nunación, que no podían presentarse en el estado
-iin (en hebreo, por Jo general, -6n) sirve para expresar constructo y que no se dieron en acádico en el esta-
abstractos o diminutivos; -it, -út se utilizan para formar do absoluto, no tuvieron originalmente relación necesaria
abstractos, e -iy, -ay, -áwi indican derivados. con la determinación o la indeterminación como, suce-
Los compuestos nominales son muy raros, aunque dió posteriormente en el árabe clásico. Para expresar
existen, corno en acádico buppanu (de biin-pani, «cara») la determinación, distintos grupos produjeron diversos
o lamátu (de la-awátu, «no una palabra»). medios: el árabe prefija el artículo al- y el hebreo el
Hay dos géneros, masculino y femenino, que se ex- artículo ha- (que también se halla en algunos dialectos
presan en ocasiones con vocablos diferentes, como árabes preclásicos); el sudarábigo sufija el artículo -ün,
en heb. "áb, «padre», y 'em, «madre», f:ziím6r, «asno», y y el arameo el artículo -á',
'atan, «asna»; sin embargo, el género femenino suele En cuanto a los pronombres, los personales aislados
distinguirse en la terminación -at (árabe clásico pausa! de tipo nominativo suelen ser comunes en estos idio-
-ah, árabe moderno y hebreo -ii). El mismo afijo se mas; sólo el acádico tiene una serie de pronombres de
utiliza para los abstractos, colectivos o individuos de acusativo/genitivo y dativo, y hay otros de acusativo,
un colectivo y diminutivos, y también se sufija a veces que incluyen el elemento -ya en muchos idiomas. Las
a un nombre masculino (heb. qohélet, ár. 'allámat, formas nominativas básicas parecen haber sido:
«sabio»), Su verdadera función, si distingue género, es
probablemente secundaria. Existen otras terminaciones Singular Dual Plural
femeninas, como en árabe -ii', -ay (es decir, ali/ breve). l.ª per. 'ana(ku) nahnu
Además, se acostumbra considerar femeninos las partes 2.ª per. mase. 'anta 'antumu
del cuerpo que se presentan en pares, los elementos » fem. 'anti "antumá "antina
naturales, los países y las ciudades. 3.ª per. mase. huwa huma humu
Hay tres números: singular, dual y plural. El dual » fem. siya sina
(que se indica con los sufijos -ii, para el nom., y -ay,
para el gen. y ac. y que puede ir seguido de n o m, al En la tercera persona (masculina y femenina, singular
parecer derivadas de la nunación o mimación), se usa s
y plural), el acádico tiene siempre como primera radical,
en árabe clásico para indicar dos sujetos y en hebreo y el sudarábigo s (excepto el sabeo); en cambio, el
sobre todo en el caso de ciertas partes corporales que grupo semítico noroccidental presenta h. Ello tal vez
se presentan en pares; también se presenta en sudarábi- obedezca a dos tipos de formas protosemíticas, o a la
so y acádico, pero en los demás casos ha desaparecido modificación del tipo que contiene tanto h como s
con mayor o menor intensidad. Los plurales son inter- indicado más arriba (descubierto en Mehri), en direccio-
nos y externos. Los internos o fractos derivan de tipos nes divergentes, respectivamente hacia h y s/s por ana-
radicales protosemíticos a través de la especialización logía. Las formas que encierran un -t sufijo (como en
del empleo y se basan en cambios vocálicos (como ugarítico hwt, hyt, hmt), quizá se relacionaron en un
kutub, «libros», tipo qutul, dericado de kitáb, «Iibro»); principio con las de genitivo¡acusativo, tal como apa-
también se emplean en ellos sufijos, como, p. ej., -at recen en el acádico.
en talámidat, pi. ár. de tilmid, «discípulo», «alumno». Son peculiares de los idiomas semíticos los sufijos
Estos plurales se limitan en la práctica al semítico del pronominales personales emparentados con los pronom-
Sur (sobre todo al árabe clásico), en tanto que en otras bres antes descritos. ·

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SEMÍTICAS

No hay una serie común de pronombres demostrati- Dual Con prefijo' Con sufijo
vos, pero ciertos elementos como d, há-, n, plural '/, y 3.ª per. mase. ya-qtl-áni ( ?) qata/i/u/1-a
-k para demostrativos de cosas o seres lejanos aparecen 3.ª per. fem. ta-qtl-áni qata/i/u/1-ata
profusamente en distintas combinaciones. La mayoría
Plural
de los pronombres relativos se relaciona con los demos-
l.ª per. na-qtl qata/i/u/1-na
trativos. Los interrogativos parecen remontarse a las
2. ª per. mase. ta-qtl-üína) qata/i¡u/1-tumu
formas man, «¿quién?», má, «¿qué?», 'ay, «¿cuál?»,
2.ª per. fem. ta-qtl-áína) qata/i/u/1-tinna
que también sirven de pronombres indefinidos.
3.ª per. mase. ya-qtl-üma) qata/i/u/1-n
Entre los numerales, los cardinales de 2 a 8 aparecen
3.ª per. fem. ya-qtl-áína) qata/i/u/1-a
en dos series, una masculina (1 y 2 son adjetivos), y
otra femenina, terminada en -at(t); la forma masculina 1 Sobre la cuestión de ]a vocalización radical, cf. infra.
se emplea con nombres femeninos y viceversa; del 11 Los imperativos corresponden a la froma prefija,
al 19 reciben igual trato. Las decenas son en apariencia aunque sin prefijos.
formas plurales de las unidades (el 20 es un dual); tam- Sin embargo, aparte esta coincidencia general, hay
bién son comunes las palabras que indican 100 y 1000. importantes diferencias entre el semítico oriental y el
Los ordinales derivan de los cardinales. occidental. El acádico tiene una conjugación con su-
6. PARTÍCULAS. Las partículas (adverbios, preposi- fijos de tipo qatil (estativo» o «permansivo»), que es,
ciones, conjunciones e interjecciones) parecen derivar a en esencia, un nombre conjugado, al paso que el se-
menudo de nombres o pronombres. Muchas de ellas mítico occidental posee un perfecto activo (tipo qatala),
tienen raíz monolítera o bilítera. además de estativos del tipo qatila y qatula, que denotan
situaciones y cualidades pasajeras y perdurables. El
7. VERBO. La raíz trilítera es típica de los verbos
acádico tiene, en cuanto a la conjugación con prefi-
semíticos, aunque existen las cuadrilíteras y se hayan
jos, dos clases de tipos: iqat(t)al, que indica la ac-
desarrollado en el grupo etiópico, árabe y hebreo mo-
ción incompleta (cpresente»), e iqtul, que indica la acción
dernos. El significado radical básico se modifica en
completa (epretérito»): el semítico occidental posee
cierto número de «formas», en las que la acción inten-
yaqtulu, conservado en árabe, referente a la acción in-
siva se denota con la duplicación de la segunda radical
completa, con un subjuntivo, yaqtula, un yusivo, yaqtul,
(ár. qattala y heb. qittél, de qatala); la cona ti va con
y un modo enérgico, yaqtulan(na). En aspectos, en
la prolongación de la vocal de la primera radical (ár.
general más importantes que la distinción de los tiem-
gata/a); la causativa con los prefijos s/s y h(' (los pre-
pos, hay, pues, diferencias en el semítico oriental (pre-
fijos s y h pudieron existir en un protosemitico). La
sente-pretérito) y el semítico occidental (perfecto-imper-
acción pasivo-reflexiva se indica con un n- prefijo. Hay
fecto ). Además, el primero difiere del segundo por
también formas con diptongos infijos o con la repeti-
poseer la terminación del subjuntivo en -u (acádico
ción de una o más letras radicales. Un t infijo se utiliza
antiguo -a), y una terminación «ventura» en -am. Asi-
junto a las anteriores para denotar un matiz reflexivo-
mismo, el semítico occidental cuenta con pasivos in-
pasivo del significado. El etiópico ha elaborado una
ternos, que se señalan con cambios vocálicos, descono-
serie completa, que aquí se ofrece como ejemplo:
cidos en el oriental. No obstante, hace mucho que se
1,1 qatala 1,2 qattala 1,3 qátala advirtió que el etiópico tiene dos formas con prefijos:
II, 1 aqtala 11,2 aqattala 11,3 aqátala un imperfecto de indicativo del tipo yeqabber y un
IIl,1 taqatala 111,2 taqattala 111,3 taqátala subjuntivo del tipo yeqber, formal, aunque no funcio-
IV,1 astaqatala IV,2 astaqattala IV,3 astaqátala nalmente, análogos a las dos formas acádicas con pre-
En lo que atañe a los tiempos y su formación, hay fijos, y que los tiempos consecutivos hebreos (wa-yiqtál,
que notar que todos los idiomas semíticos tienen dos wé-qátal) ofrecen ciertas semejanzas con los acádicos.
grupos de formaciones básicas, uno de los cuales emplea Además, como el cananeo de las cartas de el-•Amarnah
prefijos (así como algunos sufijos), y el otro únicamente conoce un presente del tipo iqattal y un pretérito del
sufijos; cf. p. ej., árabe yaqtulu, «él matará», y yaqtulüna, tipo iqtul (lo cual también es posible que ocurra en
«ellos matarán», y qatala, «él mató», y qatclü, «ellos ugarítico), y como se ha intentado recientemente des-
mataron». Los elementos formales implicados son re- cubrir vestigios de un presente del tipo yaqattal en
ducibles a dos series de formas protosemíticas, que hebreo+, parecería posible que el semítico occidental,
posteriormente se modificaron de distintas maneras, en sólo evolucionado gradualmente del semítico oriental,
especial por analogía, en los diferentes idiomas: y que la formación aspecto/tiempo, que ejemplariza
con claridad el árabe clásico, sea comparativamente
Singular Con prefijo' Con sufijo reciente.
l.ª per. a-qtl qata/i/u/1-ku AR. MEYER, en ZAW, 77 (1958), págs. 118-119.
2. ª per. mase. ta-qtl qata/i/u/1-ta
2.ª per. fem, ta-qtl-iína) qata/i/u/1-ti 8. SINTAXIS. Ha merecido menor atención que la
3. a per. mase. ya-qtl qata/i/u/1-a morfología, pero algunos rasgos básicos coincidentes
3.ª per. fem. ta-qtl qata/i/u/1-at parecen formar parte del legado común recibido por
las lenguas semíticas, aunque hubo importantes modi-
Dual ficaciones en algunos casos, bajo el peso de influencias
l.ª per. qata/i/u/1-naya ( ?) externas y de substrato, y otras causas. La unidad fun-
2.ª per. ta-qtl-áni qata/i/u/1-tuma damental es la oración sencilla, nominal o verbal. La

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SEMÍTICAS

primera es bastante frecuente y suele presentarse en el gencias, como la carencia de guturales semíticas en los
orden de sujeto-predicado - la inversión se emplea dialectos bereberes, tal vez obedezcan al empobreci-
para dar énfasis-, y no es necesaria una cópula, aun- miento de éstos en época histórica; y asimismo, la lexi-
que pueda actuar como tal el pronombre de 3.ª persona cografía, en la que - sobre todo por M. Cohen e y O.
del singular. Medida, materia u otros pormenores del Róssler P -, se han notado muchas analogías. Las
sujeto pueden expresarse con un sustantivo más que con similitudes gramaticales, en especial con el egipcio
un predicado adjetival. El predicado puede determinarse antiguo (como la estructura de los pronombres perso-
con precisión gracias a un nombre en acusativo, o a nales, la existencia en los nombres de una terminación
una construcción de genitivo o con preposición. La femenina singular en -t o masculina plural en -u), hace
oración verbal principia normalmente con el verbo, mucho tiempo que fueron observadas. Recientemente
construcción que se invierte por razones de énfasis o el sistema de «tiempos» semíticos, con prefijos y sufijos,
de otro género; el acádico coloca el verbo al fin de ha sido comparado por Róssler con la estructura verbal
la oración, probablemente por influencia del sumerio. La del camitosemítico c, y el mismo autor ha postulado
oración verbal puede empezar con el verbo en singular, un sistema camitosemítico análogo al que se halla en
aunque el sujeto, citado a continuación, sea un plural acádico, lo que ha merecido la aprobación de algunos
o un colectivo. La paranomasia, i. e. repetición de la especialistas>, Es de esperar que la investigación en
misma raíz en construcciones como «Je golpeó con un este campo, motivo de creciente atención, se intensifique
golpe», es frecuente; esta repetición se usa para indicar a fin de que se logren datos importantes para la com-
lo indefinido (árabe qála qa'ilun, «alguien díjo»). Para prensión del semítico primitivo P,
especificar tiempo, lugar, etc., se emplea un nombre en A M. COHEN, Essai comparatif sur le vocabulaire et la phonetique
acusativo, p. ej., en árabe gii'a yawmªn, «él vino de día». du chamito-sémitique, París 1947. B O. Ri:isSLER, en ZA, 50 (1952),
Se pueden construir oraciones más complicadas a partir págs. 121-150. co. Ri:iSSLER, op. cit. DJ. FRIBDRICH, en BiOr, 9
(1952), págs. 154-155. EM. C0HEN, en BiOr, 10 (1953), págs. 88-90.
de frases sencillas, pero sin que alcancen la complejidad, A. KLIGENHEBEN, en MJOD, 4 (1956), págs. 211-277.
propias, vgr., del griego y el latín clásicos: se utiliza
Bibl.: La obra más amplia y reciente es: S. MoscATr-A. SPJ-
mucho más la parataxis que la subordinación cuando TALER - E. ULLEND0RFF - W. V. S0DEN, An Introduction to the Com-
se trata de enlazar oraciones independientes y cláusulas parative Grammar of the Semitic Languages, Phonology and Morpho-
dependientes. Así, una oración de relativo subordinada logy, en Porta Linguarum Orientalium, nueva serie, VI, Wiesbaden
1964. Aunque contiene una detallada bibliografía clasificada, ex-
es, en realidad, una oración independiente unida de cluye la sintaxis, por 1o que se ha de recurrir aún, para el estudio
modo laxo a la principal, p. ej., «un hombre que yo vi» de conjunto, a C. BROKELMAN, Grundriss der vergleichenden Gram-
es literalmente «un hombre (que) yo le vi». Igualmente, matik der semitischen Sprachen, 11, Berlín 1913. Asimismo pueden
la oración subordinada que describe circunstancias que consultarse con provecho: G. BERGSTRASSER, Einführung in die se-
mitischen Sprachen, Munich 1928. H. FLEISC"H, Introduction á
acompañan a la acción principal (en árabe cláusula l'étude des /angues sémitiques, París 1947. G. LEVI DELLA VIDA
hál), puede ser una independiente relacionada con ella (edit.), Linguistica semítica: presente e futuro, Roma 1961. Cf.
sin gran rigor. El empleo del infinitivo o de un nombre también las contribuciones a B. SPULER (edit)., Semitistik, III, en
HO. El artículo publicado en la Encyclopaedia Britannica, XX,
verbal con una preposición, en vez de una oración en 1886, por TH. NOLDEKE, Semitic Languages, es todavía un clásico
subordinada, es corriente en el hebreo clásico (p. ej., en su género. Véase en la misma enciclopedia las voces Hebrew,
bé-qúmekñ, «en tu levantar» por «cuanto te levantes»), Aramaic, etc.
No hay consecutio temporum estricta en la acepción Se encontrará información sobre obras y artículos publicados
desde 1961 en Bibliographle sémitique, en Or, 32 (1963), págs. 83-
griega y latina, y el indicativo sirve tanto para el diá- 113; 33 (1964), págs. 79-123. No estará de más mencionar el libro
logo como para la acción hipotética indicada con /u(>) de A. MURT0NEN, Broken Plurals, Leiden 1964.
· (hebreo) y formas emparentadas, p. ej.; /il(') matnü, Será útil en cuanto a la lexicografía, la bibliografía de los nume-
rosos artículos de G. R. DRIVER contenidos en Hebrew and Semitic
«si hubiésemos muerto» u «ojalá hubiésemos muerto». Studies, Oxford 1963, págs. 191-206, ofrecidos a G. R. DRIVER;
como los trabajos sobre lexicografía árabe y hebrea de A. GUIL-
9. RELACIONES CON OTROS IDIOMAS. El lugar origi- LAUME. en "Abr Naharaim, I (1961), págs. 3-35; It (1960-1961), págs.
nal del protosemítico, tal como se reconstruye a partir 5-35; III (1963), págs. 1-10; y W. LESLAU, Ethioplc South Arabic
Contributions to the Hebrew Lexicon, Berkeley (California) 1958.
de las distintas lenguas semíticas - y que no es forzoso
que careciera de dialectos-, no es seguro: Siria, Meso- B. S. J. ISSERLIN
potamia y Arabia figuran entre las regiones propuestas,
siendo la última la más aceptada. En cuanto a las rela- SEMÍTICAS, Lenguas. Grupo norte. l. DMSIÓN
ciones con otras familias lingüísticas, las semejanzas GENERAL. A. L. Schlózer empezó en 1781 a llamar «se-
entre el indoeuropeo y el semítico (ambos son flexionales míticas» a lenguas hasta entonces llamadas «orientales».
y comparten cierto número de raíces), no son, según El término hizo fortuna y se ha generalizado para de-
algunos especialistas, tan estrechas como sería de esperar signar unos conjuntos lingüísticos de características
en vista de sus relaciones comerciales y de otro tipo, generales comunes, que hoy se dividen en dos grupos
aunque se ha pensado que hubo un primitivo lenguaje fundamentales: lenguas semíticas del Noreste y lenguas
común «aríosemitico» o «nostrático», Existe, por otra semíticas occidentales. El área de estas lenguas compren-
parte, desde hace mucho tiempo, un acuerdo bastante de Mesopotamia, Siria-Palestina, Arabia, Etiopía y
general sobre el estrecho contacto de los idiomas semí- lugares de expansión o colonización cercanos o remotos
ticos con los cusitas y camíticos de África, así como de estas áreas semíticas centrales; así el acádico de
con el egipcio antiguo, los cuales se han agrupado como Mesopotarnía se corrió a Anatolia, el fenicio a las colo-
lenguajes camitosemíticos o afroasíáticos. Las semejan- nias fenicias del norte de África (cartaginés), de Es-
zas incluyen hasta cierto punto la fonética, cuyas diver- paña, etc.

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SEMÍTICAS

II. GRUPO SEMÍTICO DEL NORESTE. El semítico nor- arameo (-a'), harari (zo), amharico (-a), es otra dife-
oriental está representado por el acádico (-+ Acádico, rencia, con la excepción del geez.
Idioma). Las diferencias entre el semítico occidental del ,norte
y del sur radican especialmente en la conservación, en
III. GRUPO SEMÍTICO DEL NOROESTE. En Asia occi- este último, de las vocales de caso (a, i, u, en árabe)
dental se desarrollaron dos grupos semíticos: el del que ha perdido el del norte: en hebreo, p. ej., sólo se
Norte y el del Sur (-+ Semíticas, Lenguas. Grupo sur). conserva· 1a vocal del acusativo -a en los locativos por
El del Norte se subdividía tradicionalmente en cananeo ser vocal postónica sonora; la u o i del nominativo o
y arameo: se incluían en uno u otro grupo todas las genitivo se conservan o reaparecen cuando se trata de
lenguas o dialectos semíticos del Noroeste, no sólo formas arcaizantes o de palabras en anexión, pues un
las que aparecen desde el siglo x A.c. hacia acá, sino estado de anexión tiende a hacer reaparecer formas
las lenguas o dialectos de esa área (Siria-Palestina) en lingüísticas primitivas, aquí incluso las vocales poco
el segundo milenio. Z. S. Harris en su obra Develop- sonoras (i, u). En el semítico del sur abundan los plu-
ment of the Canaanite Dialects, 1939, acepta tal división rales internos o fractos, desconocidos en el semítico
e incluye el ugarítico (siglos XIV-XIII A.c.) en el grupo occidental del norte, incluido el ugaritico en el que al-
cananeo. J. Cantineau, H. Bauer, J. Friedrich y sobre gunos quisieron descubrir plurales fractos. El plural se
todo A. Goetze se opusieron a esta inclusión del ugarí- hace en el grupo del norte con los sufijos-im (mase.)
tico en el cananeo. Aun recientemente (1959), H. L. y -6t (fem.) en hebreo, -in y -át en arameo.
Ginsberg incluye el ugarítico con el fenicio en una · Las diferencias entre arameo y cananeo, dentro del
subdivisión del cananeo, incluyendo en otra al hebreo semítico del norte, afectan particularmente al cierre de
y M. Dahood (1959), señala la vinculación estrecha que la a larga o de prolongación, en 6, fenómeno que se
une ugarítico y hebreo, lo que explica su celo en explicar· llama «cananeísmo» y que ya es patente en el cananeo
pisos difíciles del hebreo bíblico por el ugarítico, celo, de las cartas de Tell el-tAmáma (siglo XIV A.c.). En
por otras biblistas compartido, que algunos motejan arameo se mantiene tal a exceptuando el arameo siríaco
ya de «panugaritismo» (así G. R. Driver en JSS, 10 jacobita que también la cierra en 6. El arameo desconoce
[1965], pág. 117). Parece, sin embargo - y ésta es la los tiempos «invertidos» que son tan característico
tendencia que se va imponiendo en los últimos años - del hebreo menos en su fase tardía, en que estuvo
que el ugarítico y en general el semítico del Noroeste sometido al influjo de la sintaxis aramaica.
del II milenio A.c. hay que separarlo de la división En el semítico occidental del norte en su fase unitaria
bipartita cananeo-arameo, válida para esa área desde o antigua - correspondiente al II milenio A.c. - hay
el siglo x hacia la era cristiana, a menos que se entienda variaciones dialectales: s pasa a s en amorita y en las
por «cananeo» lo que Friedrich propuso en 1949: glosas cananeas de las cartas de Tell el 'Amarna pro-
cananeo = lo que no es arameo. cedentes de Jerusalén, y se mantiene s en las cartas de
Si se han encontrado dificultades en asimilar el uga- otras procedencias y en ugarítico; el prefijo del tema
rítico al cananeo, también se han encontrado en verbal causativo es en ugarítico s-; en amorita y glosas
agrupar bajo la etiqueta de «arameo» las primeras mani- cananeas de las cartas de El -Amarna es ha-; al sufijo
festaciones del arameo - el ya'údico (-+ Arameo) so- pronominal de l.ª per. pi. es -nu en las glosas cananeas,
bre todo - que empieza a documentarse a principios -na en amorita y ugarítico,
del I milenio A.c. Unos han visto en el ya'údico sim- J. EL SEMÍTICO OCCIDENTAL DEL NORTE DEL II MILENIO
plemente arameo, otros arameo con cananeísmos, otros COMPRENDE: A) Lenguas basadas en textos de fecha
ni arameo ni cananeo. y data inseguras: a) la lengua de las inscripciones
En el estado actual de las investigaciones habrá pseudojeroglificas de Biblos publicadas por M. Dunand
que distinguir una lengua semítica del Noroeste para en 1945 (Byblia Grammata) y que según él pertenecerían
el II milenio A.c. y para el principio del I milenio A.C., al final del tercer milenio x.c., pero datadas por Dhorme
una lengua dotada de una cierta uniformidad, pero con en el siglo XIV, en la época del ugarítico. El ugarítico
diferencias dialectales, y dejar la división del semítico está escrito en cuneiforme alfabético, estas inscripciones
noroccidental en cananeo y arameo para las lenguas de Biblos es pseudojeroglifico silábico. Ambas escri-
y dialectos del primer milenio A.c. El semítico norocci- turas han hecho avanzar de manera decisiva nuestro
dental en su fase antigua no presenta tantas ni tan no- conocimiento del origen y antigüedad del alfabeto. Las
tables diferencias como la fase siguiente respecto al inscripciones de Biblos en cuanto lengua representan
grupo semítico suroccidental. Las diferencias del semí- una fase antigua del fenicio, un protofenicio, en la cual
tico oriental y occidental, en cambio, son muy acusadas se echan de ver algunas características que conservará
ya en fases muy antiguas.
más tarde el arameo.
El semítico oriental presenta dos formas verbales
iksud e ikas(s)ad, mientras en el occidental sólo se b) La lengua de las inscripciones protosinaiticas de
encuentra una, yaqtul, que corresponde al iksud signi- Sarabit el Hádirn y el-Magára descubiertas al principio
ficando acción inacabada; la acción completa, acabada, del siglo, 1905, por Flinders Petrie, y que sólo hace
se expresa en semítico occidental por una forma más pocos años han sido descifradas con cierta probabili-
reciente con sufijos, qatala. La presencia del artículo dad. Parecen ser, en cuanto escritura, formas muy pri-
determinado en el semítico occidental unas veces ante- mitivas de escritura alfabética. Su data, antes fijada en
puesto al nombre como en árabe (al), en hebreo (ha-), el 1800 A.c., ha sido rebajada recientemente por Al-
en tigray ('etu), en tigre (la-), otras sufijado como en bright al 1500 A.C. Para unos se trata de lengua semí-

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SEMÍTICAS

tica occidental del norte; para Van den Branden es c) El cananeo de las glosas cananeas de las cartas
protoárabe, es decir, una lengua anterior a la división de Tell El "Amárnah: son glosas cananeas a cartas escritas
de semítico occidental del norte y del sur. en acádico, lengua internacional, enviadas o recibidas
por reyezuelos cananeos del siglo XIV A.c. Además de
c) La lengua de varias inscripciones cortas alfabé-
estas glosas documentan el cananeo la propia lengua
ticas, las más procedentes de Lákis, de diversas épocas,
acádica de tales cartas, así como el acádico de textos
entre 1800-1300 A.c.
de Ugarit por el influjo que el cananeo ha ejercido en
B) Lenguas basadas en textos datados con seguridad tales textos acádicos. También delatan ese influjo ciertos
y con seguridad interpretados: a) el amorita: lengua textos egipcios como ha puesto de relieve Albright.
que hablaban los semitas que al principio del n mile- Este cananeo probablemente es la continuación del
nio A.c. crean en Mesopotamia dinastías semitas u amorita antes mencionado. El cananeo posee las formas
occidentales y que T. Bauer - el primero en individua- verbales acádicas yiqtul y yiqa(t) tal junto con la forma
lizar esta lengua en 1926 - llama «cananeos orientales». qatala-qatila-qatula. Posee también un modo yaqtula
Estos semitas eran llamados «amurru», amoritas o que podría explicar el cohortativo y el imperativo
amorreos. Su lengua, como se deduce de la onomástica en -áh. hebreos. A veces el infinitivo absoluto cananeo
amorita de textos acádicos, no es acádico. Es lengua sirve de tiempo finito, uso que aparece en algunas
con variantes, que pueden ser lenguas distintas o meros ocasiones en el hebreo bíblico y en la epigrafía fenicia.
cialectos o variantes de la misma lengua en fase más
evolucionada. Onomástica amorita se encuentra también 11. EL SEMÍTICO OCCIDENTAL DEL NORTE DESDE EL
en los textos egipcios de execración publicados por Sethe SIGLO x A.c. A) Grupo cananeo. a) el fenicio y pú-
(Berlín 1926) y Posener (Bruselas 1940), pero aquí los nico: el fenicio hablado en Fenicia, en la costa de Pa-
nombres son de amoritas de Palestina. El descubri- lestina y en Chipre, y el púnico en Cartago (Qart ]:iadas =
miento más importante de material amorita fue el de ciudad nueva) y alrededores y en general en las colonias
los archivos del rey Zimrilin de Mari, en el Éufrates. fenicias del Mediterráneo occidental: Sicilia, Cerdeña,
Es material del siglo XVIII A.c., del tiempo de Abraham. Norte de África, Sur de Francia y España. En el fenicio
Las tablillas de Mari están en acádico de características hay que distinguir una lengua literaria atestiguada por
propias, pero los textos contienen abundante onomástica la inscripción de Karatape (siglo vm A.c.), descubierta
amorita. El acádico, a su vez, manifiesta evidentes influ- por Bossert, y las del rey Kilamuwa del Estado arameo
jos de una lengua no acádica hablada en Mari. Cuando de Ya'udi: es fenicio literario sin influjos de las lenguas
se publique la ingente cantidad de documentos de Mari, locales que no eran fenicias. Era lengua internacional
cosa que aún está en principios, se podrá hacer la gra- en el Norte de Siria antes del arameo. Aparte del fenicio
mática del amorita. Con los materiales ya publicados literario, existió el fenicio hablado, con variedades
se puede afirmar la existencia de diferencias (lenguas o dialectales. En las inscripciones de Biblos - los docu-
dialectos) dentro del amorita. Por el ·momento es aven- mentos del fenicio y púnico son siempre inscripciones -
turado establecer relaciones de identidad o de prioridad cabe distinguir fenicio antiguo de Biblos (el de las ins-
entre el anterior semítico occidental del II milenio cripciones de Ahírám, Yehímilk, Eliba'al, Sipitba'al D
(§§ a, b y c) y el amorita; y fenicio reciente de Biblos (inscripciones de Yehaumilk,
b) El ugaritico. Es la lengua atestiguada en los Batnc'am, Sipitba'al 11, la inscripción romana de Bi-
textos de Ugarit (hoy Ras Samrah), al norte de Siria, blos). El fenicio de Tiro probablemente presentaba
junto al mar. Son textos del siglo XIV A.c., en gran también variantes dialectales, por lo menos en fonética
parte textos poéticos, de estilo arcaizante, los cuales dado que Sur (Tiro) aparece transcrito por los griegos
dejan ver variaciones dialectales; últimamente se han Tyro, míentras Sidón es transcrito Sidon: la mísma
publicado textos prosaicos que dejan ver diferencias de letra inicial transcrita como T o como S. El fenicio de
léxico y morfología con respecto a los anteriores textos Chipre también presenta sus variaciones respecto a los
poéticos. Este ugarítico prosaico está más cerca del anteriores.
cananeo de las cartas de El 'Amárnah que el ugarítico En el púnico se distinguen el púnico, o cartaginés,
poético: p. ej., en ambos se da el paso de a a 6. Las clásico y el vulgar, en el cual, p. ej., se pierden las gu-
obras de síntesis de C. H. Gordon han sistematizado turales. Se distinguen también el neopúnico.
nuestros actuales conocimientos gramaticales del uga- Una dificultad del fenicio y del púnico clásico es no
rítico. Parece que en ugarítico (antiguo) existió la forma señalar con semiconsonantes las vocales. Esta dificultad
verbal yaqattal del acádico, como existe en las glosas queda en parte solucionada por las glosas y nombres
cananeas de El 'Amarnah, en Qumrán y en samaritano. fenicios encontrados en inscripciones o autores griegos
Se han encontrado ejemplos de la forma causativa o latinos o en textos cuneiformes. En el acto V de la
"aqtel, pero no plurales internos. Ya señalamos arriba comedia Poenulus de Plauto hay frases púnicas en al-
la improcedencia de querer subalternar el ugarítico a jamía latina.
las lenguas semíticas occidentales posteriores al siglo x El fenicio y púnico han sido estudiados por Harris
A.C., ya sea el cananeo (Z. S. Harris), fenicio (H. L. y más definitivamente por J. Friedrich (1915). De la
Ginsberg), hebreo (Dahood) o árabe (N. H. Tur Sinaí, gramática del fenicio-púnico resulta un gran parecido
J.Gray). Según Aistleitner, el ugarítico tiene afinidades de fenicio y hebreo, aunque en diversos aspectos el
con el amorita y con el cananeo de Biblos (G. Garbini). fenicio representa una fase más vetusta que el hebreo,
Como en arameo a veces las sibilantes pasan a den- p. ej., los segolados aún conservan la forma primitiva
tales. alf (de donde el alfa de los griegos; en hebreo se dice

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SEMÍTICAS

"álef ), "abd (heb. 'ébed); la terminación -t característica propios de la LXX; aparece en ellas una pronunciación
del femenino se conserva en el estado absoluto del más arcaica que la conservada en el texto masorético:
fenicio, pero en hebreo (y lo mismo en arameo) sólo Gabaa (T. M. Gíb'áh), Gabaón (T. M. Gib'ón), Maryan
en el constructo que la hace reaparecer por el principio (T. M. Miryám), Booz (T. M. Bo'az), Gaza (T. M.
de la anexión: «la anexión hace reaparecer formas 'Azzah), etc. Estos ejemplos revelan que la «Verdün-
anteriores». El fenómeno lingüístico llamado «cana- nung» de la a cerrada átona por la que se cambia' en i,
neísmo» (a pasa a 6) es más fuerte en fenicio que en fue extendiéndose, en hebreo, de los verbos (yaqtul;»
hebreo, Vg. ndsát (heb. nás'áti), lábon (heb. lábán). yiqtul > yiqtol) a los nombres: a éstos en época más
El he del sufijo posesivo de 3.ª pers. mase. y fem. y reciente y en área .palestina más que babilónica; en las
del causativo o hif=il pasa en fenicio a yod. Los tiempos Academias babilónicas, los judíos continuaron utilizan-
invertidos rara vez se conservan. do en la Edad Media el esquema «mae¡tal» y no «rrutqal»
Los documentos fenicios se escalonan del siglo x-1 Las transliteraciones del "ayin hebreo de la LXX prueban
A.c., y los púnicos desde el siglo 1x A.c. hasta el siglo que en el siglo II A.c. aún se sabía distinguir el 'ayin
IV D.C. que precede de "ayn del que procede de gayn. Estos dos
sonidos diferenciados, p. ej., en árabe, en hebreo que-
b) El moabita; es la lengua de la inscripción del rey
dan reducidos· a uno, como el f:¡ y b quedan reducidos
moabita Mesa', del siglo IX x.c. Lengua muy parecida
en hebreo a f:¡. La LXX sirve, pues, para detectar el
al hebreo, que Segert dice ser hebreo dialectal del centro
proceso de simplificación consonántica y de evolución
de Palestina. Aunque la estela describe la contienda
vocálica operado en el hebreo. A la misma finalidad
con el rey de Israel, probablemente fue israelita al
pueden servir las transliteraciones latinas de san Jeró-
servicio del rey Moab el autor de la inscripción.
nimo. En la LXX y en la Vulgata normalmente las
e) El hebreo: bíblico y postbíblico: el primero dura bgdkft son aspiradas: no tienen la articulación explo-
desde ca. el 1200-200 A. c.; el segundo llega a nuestros siva que presentan en nuestro texto masorético. De
días. Ilustran el hebreo bíblico preexílico los óstracas y aquí deriva tanta confusión en la onomástica bíblica
sellos de Samaría, la inscripción de Siloé (--> Siloe, según se translitere los nombres propios hebreos según
Inscripción de), el calendario agrícola de Gézer, en el la Vulgata (o LXX) o según el texto masorético: las P
cual se descubren restos dialectales, vg. st por sanat iniciales de nombres propios del T. M. son F en las
«año». Del tiempo de Jeremías - por tanto, contem- transliteraciones latinas y griegas (no siempre en el
poráneas del destierro babilónico - son las 18 cartas códice Vaticano de la LXX, que por ser códice de pro-
de Lákis descubiertas por Starkey en 1935. A pesar cedencia egipcia sabe retener la p ).
de su ordinaria brevedad, ilustran también el hebreo Ayuda valiosa para seguir el proceso de evolución
pre o postexílico cantidad de inscripciones: Las ante- fonética del hebreo es el palimsesto Mercati, publicado
riores a 1934 fueron estudiadas por D. Diringer, las en 1958 por Castellino y anteriormente utilizado por
de 1935-1950 por S. Moscati. El excavador de Gabaón Wutz para su edición de los Salmos: contiene 32 salmos
J. B. Pritchard, nos ha brindado unas 56 nuevas ins- hebreos transliterados en letras griegas (consonantes y
cripciones cortas. Los textos de Qumrán y Murabba'at, vocales). Perteneció a la 2.0 columna de la Hexapla de
los descubiertos por los israelíes en torno a 'Engadi, Orígenes, siglo m D.C. Es un buen testigo de cómo se
entre ellos las cartas de Bar Kókébá", han aportado un pronunciaba en esa época el hebreo bíblico. Resulta,
ingente caudal de textos hebreos - la mayor parte p. ej., que los «segolados» aún no solían intercalar la
bíblicos, pero muchos no bíblicos - que permiten es- vocal auxiliar que les da nombre (malk, no mélek); sin
tudiar el hebreo en torno a la era cristiana (Qumrán, embargo, ya en la LXX asoma una fase antigua de in-
'Engadi). Muchos de estos textos son textos «vulgares», tercalación de vocal auxiliar (vg. Booz) en estos nom-
es decir, escritos con abundancia de matres lectionis bres. Es notable también que el sewa' masorético fre-
para que fácilmente se vocalizasen. El hebreo en su fase cuentemente se translitere en la Hexapla con vocal
antigua prefirió, como el ugarítico, la escritura defectiva, plena, uso que continuó en vigor siglos después en
sin matres lectionis; pero en textos posteriores como Palestina, pues en el sistema palestino de vocalización
Crónicas, éstas abundan. (--> Hebreo palestino, Gramática del). Frecuentemente se
Las matres lectionis sirven para dar a conocer cómo representa el posterior sewa' masorético por el signo
en época determinada se pronunciaba el hebreo. A eso pátañ (-=-.) o segol (J..). Esto nos ha de hacer cautos
ayuda también la pronunciación del hebreo de los sa- para no querer establecer argumentos, incluso dogmá-
maritanos, la pronunciación hodierna de los samarita- ticos (considerar vg. béréiit como estado constructo
nos según P. Kahle y Murtonen, pues creen ser pronun- por el sewa' del be) a base de un sewa'.
ciación muy conservadora y antigua. Ben Hayyim ha Este proceso evolutivo de la fonética del hebreo
llamado la atención recientemente sobre el parecido de bíblico está perfectamente documentado en siglos poste-
la pronunciación samaritana con la fonética de ciertos riores, desde que se inventaron los diversos sistemas de
textos a palabras de Qumrán, El hebreo samaritano ha puntuación del texto hebreo. El más antiguo es el
cobrado, pues, actualidad,. y no sólo por su pronuncia- superlineal palestino. En él predominan como signos de
ción, sino incluso porque parece representar una de las puntuación los puntos - puntos para vocales, puntos
tres recensiones del texto hebreo señaladas en Qumrán: para acentos - lo que aconsejó su sustitución por
la masorética, la samaritana. y la premasorética. otros sistemas de puntuación, en los que la mayor parte
El hebreo queda ilustrado con anterioridad a los tex- de las vocales son sublineales con lo que se evitan con-
tos de Qumrán, por las transliteraciones de nombres fusión de vocales con acentos. La vocal que no bajó

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SEMÍTICAS

fue el Mlem; incluso con su forma de tres puntos (..::..) se llama hátéf. El pátab furtivo, inventado hacia el
superlineales se mantuvo en bastantes mss. en los que siglo rx o.e. es otra manera de defender la sonoridad
las demás vocales palestinas habían adoptado la nota- de guturales finales. No se estila en el sistema babiló-
ción tiberiense sublineal. El sistema palestino superlineal nico. En la LXX a veces se translitera una gutural por
dio paso a uno sublineal rudimentario e imperfecto medio de una vocal (vg. Nob = Noe), vocal que no se
como suele serlo el palestino. En él se advierten las ha de considerar como pátañ furtivo.
mismas características que en el superlineal, En el sis- Un sistema de vocalización entroncado inicialmente
tema prototiberiense que confunde pátañ y qames, séré con el babilónico es el yemení, utilizado por los judíos
y segol, etc. Los mss, que llama P. Kahle mss. de Ben del Yemen hasta nuestros días. Los signos son super-
Natfalí en su Masoreten des Westens, son para quien lineales babilónicos simples (alguno hay compuesto).
escribe la continuación inmediata de los mss, super- Como en el sistema babilónico, en el yemení no hay
lineales «palestinenses» y no tienen nada que ver con segol: en lugar de segol, en yemení se pone pátah, El
los verdaderos mss. Ben Naftalí, los cuales se diferen- sistema yemení conocido hasta hace pocos años, era
ciaban en minucias - sobre todo en el número de babilónico únicamente en los signos vocálicos; no se
metegs - de los mss. Ben Aser, Los masoretas Ben conocían textos yemeníes con acentos babilónicos, los
Neftalí y Ben Aser, construyeron en el siglo IX y x su cuales, como es sabido, se representan por la letra inicial
sistema de puntuación «tradicional», depurando y per- del nombre del acento. En el Seminario Teológico
feccionando las tradiciones anteriores. Ofrecen un texto Judío de Nueva York descubrimos en 1953-55 una
hebreo masorético que es un. prodigio de fonética. serie de textos yemeníes que son babilónicos no sólo
Quizá sea tan antiguo como el sistema palestino su- en los signos vocálicos (algunos lo son también en los
perlineal, el sistema superlineal babilónico, cuya fase acentos) sino en fonética y morfología. A raíz de estos
más antigua es el babilónico simple (no hay vocales hallazgos cabe distinguir un sistema yerneni-babilónico
compuestas de dos signos ni hay acentos conjuntivos) en todo igual al babilónico simple, y un sistema yemení-
y una fase posterior, el babilónico complicado que suele tiberiense: en éste, los signos son babilónicos, la fonética
ya delatar influjo de la fonética hebrea de Palestina. y morfología tiberienses. Desde el siglo XII los tiberien-
En Nueva York encontramos el primer ms. que añade ses hicieron gran propaganda de su sistema sublineal
a la puntuación babilónico signos de la superlineal tiberiense, imponiéndolo por todas partes, imponiéndolo
palestina. En otros folios de la Biblioteca Universitaria incluso en el Yemen menos en cuestión de signos. Pero,
de Cambridge, perteneciente al mismo ms., Yeivin com- como arriba señalamos, hemos descubierto gran cantidad
probó la coexistencia de los dos sistemas de puntuación. de folios yemeníes babilónicos que aún conservan, en
Esto acredita la venerada antigüedad de la puntuación mss. del siglo XI-XIV o.e., el antiguo sistema babi-
babilónica. lónico simple, normalmente sólo vocálico, sin acentos.
En los mss. puntuados antiguos es más importante Los folios de texto hebreo yemení-babilónico son mucho
acentuación que vocalización; a veces se encuentran en menos numerosos que los folios arameos (targúmicos)
los mss. acentos sin vocales. yemení-babilónicos. Este hecho se explica porque los
Los acentos de los sistemas más antiguos no son tiberienses pudieron ofrecer un texto tiberiense del
tónicos, no cargan sobre la sílaba tónica, y esto porque hebreo que sustituyera al yemení-babilónico, pero no
su finalidad primera no fue ser acentos tónicos sino pudieron ofrecer, pues carecían de él, un texto targúmico
musicales (négmnát), notas para la cantilación del texto tiberiense y, por lo mismo, los yemeníes conservaron
sagrado. Con el tiempo se convirtieron en tónicos me- el texto arameo recibido de las Academias babilónicas.
nos unos pocos que se llaman prepositivos o pospositi- De todo esto se deduce la enorme complejidad del
vos. Los acentos antiguos nunca fueron dobles. Hubo hebreo, máxime en fonética. La fonética es precisamente
acentuación distinta no sólo en cuanto a los signos lo más difícil del hebreo, lengua, por lo demás, pobre
sino al significado en Mesopotamia y en Palestina, y en léxico: es lo contrario del árabe riquísimo en léxico,
hubo variaciones acentuales melódicas, dentro de las sencillo en fonética. La dificultad de la fonética hebrea
dos regiones. No todos los acentos se escribieron anti- deriva de los diversos sistemas históricos de pronuncia-
guamente: frecuentemente faltan los disyuntivos ma- ción que hemos señalado, y de la aparente complejidad
yores, y primitivamente en babilónico no se escribían de la fonética tiberiense que es la que ha prevalecido.
los acentos conjuntivos. Esa complejidad es en buena parte aparente porque
La puntuación referida a vocales, en los mss. más los cambios fonéticos del hebreo tiberiense obedecen a
antiguos suele ser defectiva: sólo se señalan las vocales leyes. La principal de todas es la que llamaríamos «ley
que podían leerse mal. Con el tiempo se aumenta su de la anexión». La formulamos así: «En anexión, las
número hasta que al fin se señalan todas. Lo mismo palabras hebreas tienden a resucitar formas anteriores».
se diga de los diacríticos: se evoluciona de una señala- Por anexión entendemos que la palabra se junta a otra
ción defectiva a completa. o que a la palabra se junta algún elemento gramatical:
Las guturales avocálicas en el sistema superlineal malkáh z-malkat (reaparece la t en estado constructo);
palestinense o no llevan vocal o llevan vocal plena; en qiitéliih>qiitelat (reaparece la t del fem. al añadir un
el babilónico simple llevan vocal plena para sostener sufijo); moreh> «moreh» (estado constructo; (mórej'»);
su deficiente sonoridad siempre en trance de perderse, léb > «libóí»; ydrad;» hárid (hiftil de yárad; reaparece el
máxime en época aramaica. En el hebreo masorético «wárad» primitivo al añadir el prefijo causativo: «ha-
clásico llevan vocal plena sonora (pátah, segol, qames) wríd» = «hawríd» = «hóríd); qittél z-qittaltáh: (reaparece
unidos a un sewii'. Esta junta de vocal plena y sewii' el «qittal» anterior al añadir -tah); hiqtil'z-hiqtaltáli

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SEMÍTICAS

(reaparece el «hiqtcl» anterior al añadir el sufijo); En arameo, el participio muchas veces torna el puesto
hitqittél z-hitqattél (al añadir la preformativa hit- rea- de los tiempos finitos. En el hebreo influido por el
parece el primitivo «qcttal», no «qittel»); haqtel :» «lé- arameo que es el hebreo posterior, cobra mucha im-
haqtil» (al añadir le u otra partícula); ygleh (con segol), portancia el participio. En sintaxis, como en fonética
pero yigléni (con séré de ay, de yiglay) al añadir el y morfología, el arameo normalmente ha evolucionado
sufijo; mélek;» malki; dábár » «dé bar» (estado cons- más que el hebreo.
tructo); súsim:» «süsé» (de «susay» pi. antiguo) en Respecto a las partículas últimamente se ha puesto
constructo; 'al (sobre)>'álé (de «'alay», nombre pi. an- de relieve la existencia del lamed enfático en hebreo;
tiguo que reaparece en estado de anexión); lo mismo también existe el waw enfático. Parece existir también
'el (a)> e/ay (a mi): reaparece el pi. antiguo con el en hebreo el mem enclítico: como en ugarítico incluso,
sufijo. El waw versivo de futuro hace reaparecer un quizá, en una palabra en estado constructo, pero cf.
significado que tenía yiqtul antiguamente (tiempo his- G. R. Driver, en JSS, 10 (1965), pág. 116. Probable-
tórico) y tiende a retroceder el acento wa-yiben, wa- mente partículas ordinariamente negativas ('al, bal)
yáqám); el acento en un principio estaba al principio tienen en algún caso significado afirnrativo como en
(yáqtulu árabe) y poco a poco se fue corriendo hacia ugarítico. La partícula b puede equivaler a min como
el fin; el waw versivo tiene a volverlo adonde estaba. en ugarítico.
Las vocales a, i, u del nominativo, genitivo y acusativo
en hebreo han desaparecido; ya desaparecieron por el B) Grupo arameo. ---+ Arameo.
siglo xrv A.c., pero la anexión y ciertas formas poéticas
Bibl.: Semítico en general: C. BROCK.ELMANN, Grundriss d. ver-
arcaizantes las tienden a resucitar, lo cual hace que mu- gleicheuden Grammatik der sem. Spracheti, 2 vols., Berlin 1908-1913
chos nombres compuestos, como los de Nm 1,5 y sigs., (reimpresión en Hildesheim 1961). É. DHORME, Langues et écrí-
recobren la u o i de nominativo o genitivo. En Gn tures sémitiques, París 1930. H. FLEISCH, lntroduction a I' étude des
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22,21.22 leemos: Bátzel, Qámsel: son nombres arameos Turín 1954. B. SPULER (editor), Semitistik, III vols. de «Handbuch
que conservan la vocal de anexión como el arameo de der Orientalisrik», Leiden 1953-1954, en DBS, V, 1957, cols. 257-
Zengirli. 334. S. MOSCATI, Lerioní di Linguistica Semitica, Universidad de
Roma 1950. W. VON SODEN, Zur Einleitung der semitischen Sprachen,
Gran parte de los cambios vocálicos y consonánticos en WZKM, 56 (1960), págs. 177-191. S. SEGERT, Considerations
del hebreo obedecen a esta ley de la anexión. on Semitic Comparative Lexicography, en ArOr, 28 (1960), págs.
Otra ley importante: las vocales breves cerradas 479-487. o. LEVI DELLA VIDA y OTROS, Linguistica semitica: pre-
(en sílaba que termina por consonante) y las largas de sente e futuro, Universidad de Roma 1961. S. MoSCATI Y OTROS,
An Introduction to the Comparative Grammar of the Semitic Lan-
prolongación en sílaba abierta nunca caen, pero fuera guages, Wiesbaden 1964.
de estos casos, caen las vocales antepretónicas (separa- Grupo semítico del Noreste: véase bibl.: del - Acadio, Gramá-
das dos puestos del acento); suelen caer las vocales pos- tica del.
Grupo semítico del Noroeste en general: Z. S. HARRIS, Develop-
tónicas de poca sonosidad (i, u) y suele mantenerse ment of the Canaanite Dialects, New Haven 1939. E. ULLENDORFF,
aunque no siempre la de gran sonoridad (a). Esta regla El puesto del ugaritico en el cuadro de las lenguas semíticas, en Tarbiz
determina el puesto del hebreo entre las lenguas semí- (1954-1955), págs. 121-125. S. MOSCATI, Il semítico di nord-ovest,
ticas: más evolucionado que el árabe clásico y menos en Studi Orientalistici in onore di Giorgio de la Vida, II, Roma 1956,
págs. 201-221; íd., Su/la posizione linguistica del semítico nord-occi-
que el arameo, pues en arameo la ley es que caen in- dentale, en RSO, 31 (1956), págs. 229-234. J. AISTLEITNER, Studien
cluso las pretóricas y las postónicas sonoras: qátala zur Frage der Sprachverwandschaft des Ugaritischen, en AcOr, 7
(árabe)>qiitá/ (hebreo) qstál (arameo). Cuando el he- (1957), págs. 251-307; 8 (1958), págs. 51-98. H. L. GINSBERG,
The Classification of the North-West Semitic Languages, en Akten
breo no puede eliminar la antepretónica, suele eliminar des 24. Intern. Orierüalisten-Kongress, Wiesbaden 1959, págs. 256-
la pretónica (eyiqtélú», «qótzlím»). 257. M. DAHOOD, The Linguistic Position of Ugaritic in the Light
Otra ley: i, u breves acentuadas pasan respectivamente of Recent Díscoveríes, en SPag, I, Paris-Gembloux 1959, págs, 169-
a e (~ere) y o (hólem): yittln> «yittén», yiqtúl » «yiqtol» 279.
Pseudojeroglifico de Biblos: M, DUNAND, Byblia Grammata,
(en arameo, en cambio, el acento no siente esta necesidad Beirut 1945. É. DaORME, Déchiffrement des inscriptions pseudo-
de cargar sobre vocales contiguas más sonoras). hiéroglyphiques de Byblos, en Syr, 25 (1946-1948), págs. 1-35; cf.
Otra ley: las vocales breves no pueden estar en sílaba G. JANSSENS, en NC, 7-9 (1955-1957), págs. 361-377.
Inscripciones protosinaíticas: W. F. ALBRIGHT, The Ear!y Alpha-
abierta (que termina por vocal) si tal sílaba carece de betic lnscriptions from Sinni and their Decipherment, en BASOR,
acento; estando acentuada, puede tener vocales breves 110 (1948), págs. 6-22. A. VAN DEN BRANDEN, Le déchiffrement
o largas. des inscriptions protosinaitiques, en Al-Masriq, 52, Beirut 1958, págs.
Contrariamente a lo que se cree, la fonética hebrea 361-395; íd., Les inscriptions protosinaitiques, en Oriens Antiquus, 1,
Roma 1962, págs. 197-214. A. H. GARDINER, Once again the Proto-
tiberiense obedece a unas cuantas reglas, no muchas, Sinaitic lnscriptions, en JEA, 48 (1962), págs. 45-48.
que dan cumplida razón de tantos cambios. Inscripciones alfabéticas de Palestina: de Tell el-'Aggíil: B.
Otro punto complicado del hebreo es, en la sintaxis, MAISSLER, en JPOS, 18 (1938), pág. 288; de Siquem: TUR SiNAl,
Alfabeto, en Miqr, I, col. 384; de Lákis : S. YEIVIN,Escriturahebrea.
el uso de los verbos. En prosa es uso bastante normal, (en hebreo), reprod. 5 y págs. 102 y 106. J. LEIBOVICH, en BIES,
no así en poesía en la que se alternan con frecuencia 20 (1938), pág. 24; de Tell el-I;Iesi: S. YEIVIN, op. cit.. pág. 100;
perfecto con imperfecto, al parecer, con arbitrariedad. de Gézer: H. TuR SINAI, op. cir., col. 383.
Recuérdese a este propósito que tal alternancia de Amorita: T. BAUER,Die Ostkanaanaer.Eine philologisch-historísche
Untersuchung über die Wanderschicht der sogennanten «Amoriter» in
tiempos se da también en la poesía ugarítica y que en Babylonien, Leipzig 1926. K. SETHE, Die A'chtung feindlicher Fürsten,
estos casos los verbos inciden en la imprecisión temporal Volker und Dinge auf alrdgyptischen Tongefdsscherben des Mittleren
que tuvieron en anteriores fases lingüísticas. La sintaxis Reiches, Berlín 1926. G. F. JEAN, La langue des /ettres de Mari,
en RÉS (1937), págs. 97-112. G. PosENER, Princes et pays d'Asie
del hebreo ni es tan sistemática como la del árabe ni et de Nubíe, Bruselas 1930, J. J. STAMM, Zur sprach/ichen Form
tan dúctil, acomodaticia y anárquica como la del arameo. des «ostkanaaniiischen» Nomen, en ZDPV, 65 (1942), págs. 223-225.

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SEMÍTICAS
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Manuscripts Preceded by an lnquiry into tite True Character of
Hebreo:---> Hebreo bíblico y Critica textual del AT, y además:
These Manuscripts, en Hebrew and Semitic St udies presented to G. R.
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w
y a la cual pertenecía Mahoma. Es, sobre todo, una
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A. Dísz MACHO - N. ALLONY, Tosafot 1-Pesiqta dRav Kahana bniq- central desde la época de la hégira por oradores y poe-
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«pa/estinense>> del libro de Jueces entre los fragmentos de la Genizah
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236-25 l. M. DIETRICH, Neue paliistinischpuaktierte Bibelfragmente, sico. Éste es el árabe que ha ejercido, en el curso de
Leiden 1964. los siglos, una influencia normativa sobre los dialectos
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des Ostens, Leipzig 1913. A. DíEZ MACHO, Importante hallazgo
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nuevos ms, babilónicos, en Sef, 14 (1954). A. DiEZ MACHO - SHALOM quistas musulmanas: Mesopotamia, Siria, Palestina y
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nica, en Sef, 15 (1955), págs. 287-340. A. DÍEZ MACHO, Nuevos
mss, importantes, en Sef, 16 (1956), págs. 2-22; id., Importants mss, Los filólogos buscan hoy en las fuentes literarias más.

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SEMÍTICAS

antiguas restos de los dialectos árabes que se usaban arábiga. Los grafitos tamúdicos en que la grafía difiere
en Palestina antes del nacimiento del árabe clásico. según las regiones y en que los nombres propios acusan
El árabe clásico dio origen a una inmensa literatura particularidades dialectales según su repartición geográfi-
musulmana y cristiana, cuyo estudio cae fuera de los ca, deben atribuirse, sobre todo, a las tribus árabes es-
límites del presente artículo. En cuanto a los dialectos tablecidas en las zonas en que se han encontrado tales
árabes del norte, nos son conocidos por medio de las textos. En estos grafitos aparecen nombres propios de
fuentes epigráficas: inscripciones y grafitos hallados en divinidades y de personas, así como diversas fórmulas
la península arábiga (diversos lugares del Higáz y 'Asir cortas de invocaciones a tales divinidades.
hasta el Yémen), Siria (en la región de Hawrán, al sudeste
de Damasco) y Transjordania. Las inscripciones de 4. Las inscripciones safaíticas se han encontrado en
Arabia, cuyos más antiguos descubrimientos se debieron su mayor parte en la región volcánica (Harrah) situada
a los primeros exploradores del Higáz septentrional al sudeste de Damasco, en el centro de la cual se halla
(J. Euting, Ch. Doughty, A. Jaussen y R. Savignac), de- situada la ciudad de el-Safa, y junto al borde del desierto
muestran la existencia. de una importante colonia minea de Transjordania. Fueron grabadas en las rocas basálti-
que, originaria de la Arabia del sur, se había establecido cas que rodean los valles. Se conocen más de 7500, de
en la región de el-'Ülii, la antigua Dédán. Las inscrip- las que más de· 5300 ya han sido publicadas en el Corpus
ciones procedentes de estos colonos están redactadas en inscriptionum semiticarum; Littmann, Harding y Winnett
dialecto mineo y con ellas se plantea el problema del han publicado las demás, que serán próximamente in-
árabe hablado en el sur. En esta región se han descu- cluidas en el Corpus. Winnett ha dirigido en 1958 y 1959
bierto otras inscripciones en dialectos nordarábigos, que dos nuevas expediciones americanas a Transjordania, en
muestran tres tipos distintos de escritura. Estas inscrip- el curso de las cuales fueron excavados cincuenta monu-
ciones han sido llamadas dedanitas (a causa del nombre mentos funerarios cilíndricos en piedras lisas; éstos,
de Dédán, contenido en algunas de ellas), lihyanitas y extendidos por el Sinaí (donde se los denomina nawámi)
tamúdicas, debido a los dos pueblos Lihyán y Tamüd, y Arabia (sobre todo en cimas rocosas) están en relación
que aparecen mencionados en el Corán. con los grupos de inscripciones vecinas, mencionando
l. Las inscripciones dedanitas pueden remontarse al con frecuencia la contribución del autor en la construc-
siglo vu antes de nuestra era. ción del monumento, como ha demostrado Harding,
Las expediciones americanas han reunido 4000 inscrip-
2. Las inscripciones lihyanitas, en un número apro. cienes y Winnett cree que aún quedan millares de
ximado de 400, deberían datarse, según F. V. Winnett tales textos por descubrir.
y W. F. Albright, entre los siglos v y II A.C. W. Caskel Ciertas inscripciones fechadas permiten repartir estos
defiende una data más reciente, entre el siglo I y n A.c.
textos en un período de cinco siglos aproximadamente:
A. van den Branden supone que algunos textos lihyani- desde la conquista romana del imperio nabateo (año
tas se remontarían hasta el siglo Vil A.c. Nosotros da- 106 o.e.) hasta la invasión musulmana o persa en
taríamos la mayor parte en los primeros siglos de nuestra Siria (año 614). Los autores de estos grafitos fueron
era, si bien los textos más antiguos podrían fecharse árabes pertenecientes a tribus nómadas que penetraban
en el siglo 1v A.c. Estas inscripciones son epitafios, dedi- en Siria y se adaptaban, poco a poco, al tipo de vida
catorias y textos conmemorativos. Se mencionan algunos sedentario. Esta evolución aparece testimoniada por
nombres de reyes. Los más numerosos son los grafitos; las inscripciones. Se constata en ellas que los ganaderos
éstos presentan, casi de forma exclusiva, nombres pro- nómadas comenzaron a emplearse en la agricultura; las
píos de personas y de divinidades. •
divinidades veneradas por los árabes del desierto están
3. Los grafitos rupestres tamúdicos, en número apro- emparentadas, en los textos, con las divinidades . de
cimado de 3000, han sido descubiertos en el Higáz sep- Siria. Los autores de los grafitos piden, en sus súplicas
tentrional y central. Su nombre proviene de la tribu de a los dioses, protección para sus personas, sus familias
Tamüd, mencionada en el Corán como una de las que y su tribu, sus bienes y sus rebaños, la victoria sobre
se opusieron a la predicación de Mahoma, y establecida sus enemigos . . . Frecuentemente se pronuncian impre-
en la región en que se hallaron estos grafitos, donde caciones contra los que intentasen borrar las inscrip-
se ha creído encontrar mención de tal tribu. Estos ciones.
grafitos han sido reunidos por A. van den Branden en Las inscripciones nordarábigas preislámicas nos per-
una recopilación en donde se encuentran los textos, su miten, a pesar de su concisión, reconstruir en cierta
interpretación y una síntesis de lo que nos enseñan medida la gramática y el vocabulario de los dialectos
desde el punto de vista gramatical, religioso e histórico. de un dilatado territorio de Arabia y de la frontera del
El mismo autor ha publicado asimismo, las inscripciones desierto de Siria. Asimismo nos muestran notas impor-
halladas por Philby en el norte de Higáz. Por otra parte, tantes sobre la religión y la estructura social de los
la expedición realizada en Arabia por Philby, Ryckmans y pueblos que los hablaban. Los dialectos nordarábigos,
Lippens (1951-1952) ha reunido más de 10 000 grafitos emparentados con el árabe islámico de Siria y de Arabia,
tamúdicos en las provincias meridionales de la Arabia presentan analogías morfológicas con el cananeo, con
saudita. Estos hallazgos han hecho necesario enfocar el cual tienen en común, con notable paralelismo, el
desde un nuevo punto de vista el problema del tamúdico. uso del artículo &- En cuanto a la escritura, se presenta
Es difícil asignarlos a la tribu Tamüd, como había bajo la forma de diversos alfabetos que, si bien evolu-
hecho A. van den Branden, promovida a rango de gran cionan en el cuadro de cada uno de los dialectos, todos
nación y extendida sobre una gran parte de la península ellos pertenecen al tipo sudsemítico.

589 590
SEMÍTICAS

11. DIALECTOS SEMÍTICOS DEL SUR. Antes del descu- de los textos epigráficos griegos. Jacqueline Pirenne ha
brimiento de las antiguas inscripciones de la Arabia establecido, fundándose en el estudio paleográfico com-
meridional, efectuadas a partir de la segunda mitad del parado de las inscripciones sudarábigas y griegas en
siglo XIX, no se tenían más que nociones imprecisas en período de evolución, así como por el estudio de los
torno a las civilizaciones preislámicas del Yemen y del datos históricos contenidos en los monumentos epigrá-
Protectorado de Adén. Esas nociones estaban saca- ficos y arqueológicos y por las monedas del sur de Ara-
das del AT, de los anales de los reyes asirios y de los bia, que el período histórico, en el estado de nuestros
historiadores y geógrafos árabes. conocimientos, comienza a principios del siglo v A.C.,
l. DIALECTOS ÁRABES MERIDIONALES. Hoy se cono- con el primer mukarrib sabeo atestiguado por los textos,
cen aproximadamente 5600 inscripciones en dichas len- Karib il Watar. Los mukarrib son los soberanos cuyos
guas. Tales inscripciones permiten reconstruir en parte, nombres se mencionan en las inscripciones más antiguas
sobre un período de una docena de siglos, la historia (con excepción de las inscripciones mineas). Su poder
política, religiosa y cultural de los diversos estados de presenta un carácter teocrático, así como, entre los úl-
la Arabia Felix hasta el siglo VI de nuestra era. Los es- timos mukarrib qatabanitas, un carácter sacerdotal. El
tados más importantes eran los de Saba, Ma'ín, Qatábán régimen real que sigue al de los mukarrib está marcado
y Hadramawt, Otros menos florecientes, como Awsán, por conflictos entre los diferentes estados, desembocando
Sam'ay, Arba", son peor conocidos y tuvieron una exis- en la hegemonía de Saba, traduciéndose en los textos
tencia más efímera. Himyár, que originariamente era el progreso, por un alargamiento de los títulos osten-
el nombre de una tribu de mediocre importancia, terminó tados por los reyes. Éstos se denominan a sí mismos en
por designar en la antigüedad el reino unificado de la los siglos v y VI o.e. como: «Reyes de Saba y de ()ü
Arabia antes de la invasión del Islam. Aun hoy día Raydán y de Hadramawt y de Yamanat y de sus árabes,
se utiliza el término himyarita para designar los pueblos, en la meseta alta y en la región costera».
los dialectos y las inscripciones de la Arabia Felix. El trazado de las inscripciones es, salvo raras excep-
Inscripciones mineas, descubiertas en el Higáz sep- ciones, de izquierda a derecha; en la época arcaica se
tentrional, atestiguan la existencia de una importante conocía el uso del «bustrófedon», Los caracteres en
colonia minea en esta región. Por otra parte, se han relieve aparecen en la época baja; las inscripciones mo-
descubierto inscripciones sabeas en las regiones de Ak- noteístas (judaizantes) y específicamente cristianas perte-
sum, Yehá y del lago Tsana en Etiopía, así como en necen en su mayor parte a este tipo.
Eritrea. Ellas son el testimonio de la civilización sabea Las afinidades del árabe meridional con el árabe
extendida en Etiopía por los árabes, que atravesaron del norte permiten considerarlos como dos grupos
en diversas oleadas el estrecho de Báb el-Mandeb en lingüísticos pertenecientes a un mismo tronco. Se dife-
los primeros siglos de la era cristiana. rencian entre sí, no obstante, en puntos de vista foné-
Los pioneros, a quienes se debe una gran parte del ticos, morfológicos, sintácticos y lexicográficos.
botín epigráfico reunido en la Arabia meridional son: El árabe meridional posee, además de las consonantes
Th. J. Arnaud (1843), J. Halevy (1870) y Ed. Glaser del árabe del norte, la sibilante s, representada gráfica-
(1882-1892). Estos dos últimos reunieron 700 y 1700 mente por dos sin acoladas, la una de izquierda a
textos. Las expediciones de la American Foundation derecha y la otra de derecha a izquierda; corresponde
for Study of Man (1950-1952) han sacado a la luz un fonéticamente al sin hebreo, estando atestiguado tam-
importante material epigráfico en la región de Beihán bién en otros dialectos cananeos.
y en Márib, Este material está en curso de publica- La scriptio plena aparece usada más frecuentemente
11 ción. La expedición de Philby, Ryckmans y Lippens que en el árabe del norte. La determinación se logra
en Arabia (1951-1952) ha reunido más de 3000 inscrip- por medio de la n del demostrativo sufijada al sustan-
ciones y grafitos sabeos que serán publicados próxi- tivo (mlk, «rey»; mlkn, «el rey»); la indeterminación se
mamente. expresa por medio de la mimación. Las formas del verbo
A museos o colecciones particulares pertenecen varios presentan numerosas afinidades con las formas verbales
centenares de documentos originales, comprados la mayor del árabe del norte. Además, la preformativa causativa
parte en Adén o en ~an'a' a los indígenas, o sacados a la es h en sabeo y s en mineo, Jo más frecuente en los
luz en campañas de excavaciones. El British Museum, otros dialectos. El árabe meridional conoció el imper-
los museos del Louvre, Roma, Viena, Bombay, Berlín, fecto consecutivo apocopado, también existente en ca-
Hamburgo, Estambul, Adén y la Universidad de Penn- naneo. Existe plural fracto, también usado en el árabe
silvania, poseen - las colecciones más importantes. Los del norte.
textos son accesibles gracias a las compilaciones publi- Desde el punto de vista lexicográfico, el árabe meri-
cadas en París por la Académie des Inscriptions et Belles- dional y el etiópico poseen numerosas palabras en las
Letres (por ejemplo, Corpus inscriptionum semiticarum, que la evolución semántica ha seguido un proceso
IV, Inscriptiones himyariticas continens, y también el independiente al de otras lenguas semíticas. Un cierto
Répertoire d'épigraphie). Aproximadamente unas 900 grupo de palabras frecuentes en el árabe meridional y
inscripciones se han publicado en el Corpus. Los volú- en etiópico, pertenecen a raíces desconocidas en el
menes V, VI, y VII del Répertoire (redactados por G. árabe septentrional, así como en las otras lenguas se-
Ryckmans) están dedicados únicamente a la epigrafía míticas.
sudarábiga, desde los orígenes a 1942.' El árabe meridional se reparte en diversos dialectos:
Las inscripciones están grabadas con una bella es- por una parte, el sabeo y, por otra, el mineo, el qataba-
critura monumental, cuyo estilo manifiesta la influencia nito-awsaní y el hadrarnawti. Estos dos grupos se

591 592
SEMITISMOS

fistínguen entre sí por una característica fundamental: sistieron sobre todo en controversias entre monofisitas y
1a preformativa de la forma causativa y los pronombres misioneros católicos, cuyo principio se remonta a los
aislados y sufijos de la tercera persona, son h en sabeo siglos XVI y XVII.
y s en mineo y en los dialectos de su familia. El qata- e) El trigriña o tigrai, nacido del ge'ez, subsiste en
baní reciente, bajo la hegemonía del sabeo, muestra numerosos dialectos extendidos entre la población cris-
tendencia a sustituir la h por s. En hadramawtí las dos tiana de Aksum y de Eritrea. Bajo el régimen italiano,
consonantes aparecen atestiguadas en épocas diferentes; el tigrai, como lengua oficial de Eritrea, se sobrepone,
en ciertos textos, el sufijo s aparece evolucionado en en calidad de lengua escrita normativa, a las lenguas
la aspirada. habladas locales.
2. EL ETIÓPICO. Ya hemos señalado anteriormente d) El tigré está también emparentado con el ge'ez.
la existencia de inscripciones sabeas en territorio etió- Se ramifica en numerosas lenguas habladas locales, en
pico. La Deutsche Aksum Expedition bajo la dirección la zona septentrional y entre los musulmanes de la región
del experto epigrafista Enno Littmann, inició las investi- costera; muchas de estas lenguas aún no han sido
gaciones en busca de 'm aterial el año 1906 en Aksum, fijadas por la escritura.
Adena y ofros lugares. El Institut Ethiopien d'Archéologie, En Etiopía hay esparcidos otros dialectos sudsemíti-
fundado en 1952 por el emperador Haile Selassie, en cos. La tarea de describirlos ha sido emprendida por
donde los investigadores franceses colaboran con sus ciertos filólogos, como Wolf Leslau y E. Ullendorf.
colegas etíopes, ha proseguido las excavaciones en Ak- Bibl.: Se encontrará una bibliografía detallada en G. RYCK·
sum, Haulti y en otros lugares. El holandés A. J. Drewes MANS, Les religlons arabes préislamiques, en HGR, París 1960.
permaneció en 1955 una larga temporada en el Instituto Compilaciones de textos: Las compilaciones de textos, así como
las publicaciones aisladas, están señaladas en G. RYCKMANS, Les
y ha recogido numerosas inscripciones en el curso de noms propres sud-sémitíques, III: Concordance genérale des inscrip-
sus prospecciones en el país. Los Annales d'Éthiopie tions sud-sémitiques, Lovaina 1935.
(vols. 1-III, 1955-1959) son el órgano del Instituto. Para el lihyanita: W. CASKEL, Lihyan und Lihyanisch, Colonia
Las inscripciones etiópicas en caracteres sabeos tes- 1954.
Para el tamúdico: A. VAN DEN BRANDEN, Les inscript ions tha-
timonian, aparte de los textos sabeos propiamente dichos, moudéennes, Lovaina 1950; id., Les textes thamoudéens de Phi/by,
la penetración cultural árabe en Etiopía. Los grafitos I-II, Lovaina 1956.
en caracteres cursivos atestiguan la existencia de una Para el safaítico: C/S, V, fascículo 1: Inscriptiones safaiticae,
n.0 1-5380. E. LITTMANN, Safaitic Inscriptions, Leiden 1943. F. V.
escritura que se desarrolló bajo otras influencias distin- WINNETT, Safaitic Inscriptions from Jordan, Toronto 1957.
tas del sabeo monumental. Por otra parte, los dialectos Para el sudarábigo: CIS, IV; Inscriptiones himyarit icas contí-
semíticos de Etiopía presentan, desde el punto de vista nens, l-III. Répertoire d'épigraphie sémitique, V-VII, redactados por
lexicográfico, ciertas afinidades con los dialectos africa- G. RYCKMANS.
Para el etiópico: Deutsche Aksum Expedition, IV. E. LITTMANN,
nos no semíticos. Sabaische und a/tabessinische Schriften, Berlín 1913; Annales d'Éthio-
Los principales dialectos semíticos son el ge'ez, el pie, 3 vols., París 1955-1959. J. A. DREWES, Inscriptions de l'Éthiopie
amhárico, el tigriña o tigrai y el tigré. antique, Leiden 1962.
Estudios: G. RYCKMANS, Langues et écritures sémitiques, II,
a) El ge'ez, llamado también etiópico, es conocido Groupe du Sud, en DES, V (1952), cols. 317-334. Y. MOUBARAC,
por los textos epigráficos, de los cuales el más antiguo Les études d'épigraphie sud-semitique et la naissance de l'Islam, en
es (aparte de un objeto de bronce y de una estatuilla) RÉI (1957), págs. 13-68 (tirada aparte, París 1957). Se encontrará
la nomenclatura de los estudios en: G. RYCKMANS, Les réligions ...
la inscripción de Safrá, descubierta y publicada en 1962 (antes mencionado).
por A. J. Drewes. El ge-ez ha servido de vehículo, en G, RYCKMANS
la época cristiana, a una literatura más abundante que
original: versiones de la Biblia, traducciones de obras SEMITISMOS DEL NUEVO TESTAMENTO. El
patrísticas griegas y orientales. A partir del instante en problema de los semitismos (o semiticismos) del NT es
que el pueblo ge-ez pasa en el siglo xn a un plano secun- amplio y complicado, y ha sido motivo de extensos
dario políticamente hablando, el ge-ez deja de ser una debates durante muchos años. En la mayoría de los
lengua hablada, para convertirse, a pesar de todo, en casos, no resulta arduo aislar el elemento ajeno al griego
una lengua de cultura. del lenguaje, sintaxis y vocabulario del NT; pero es
Desde el punto de vista fonético, la evolución de las imposible en ocasiones tener la certeza de que un em-
aspiradas ha seguido un proceso muy semejante al que pleo o significado es verdaderamente semítico, porque,
se observa en cananeo. No obstante, la t ha evolucio- bien que coincida con el uso semítico, puede defen-
nado en s, como en el sabeo aksumita. Una vez pasado derse de hecho como un griego tolerable. En esas
al estadio de la lengua muerta, el ge'ez ha sufrido las circunstancias, quizá sólo el abuso exagerado de la cons-
influencias de las lenguas habladas que le han sucedido; trucción o del modismo nos capacite a concluir que
exactamente de la misma manera que el hebreo hubo procede de la influencia de un empleo o locución semí-
de soportar las del arameo que le había suplantado. ticos. Ejemplo de ello se tiene en la tendencia del NT,
b) El amhárico, dialecto de los amhara (pueblo al sobre todo en los evangelios, a colocar el verbo en pri-
que pertenecía la dinastía salomónica), nació en la mer lugar: casi todas las muestras de este uso pueden
Etiopía meridional. Emparentado con el ge'ez, el arn- defenderse como griegas, pero la utilización · intensiva
hárico ha sido afectado más intensamente por un tinte de este tipo de construcción señala un influjo de lo
africano. Adoptado como lengua oficial, tendió a sus- semítico A.
tituir a los otros dialectos semíticos. Antes de esta as- Aún más difícil se presenta la cuestión del origen y
censión, las producciones de la literatura amhárica con- del carácter del semitismo. Pueden establecerse dos

593
, 594
SEMITISMOS

categorías principales: semitismos directos, fruto del im- que tendría que efectuarse en la misma escala que los
perio inmediato y de la influencia del hebreo o arameo estudios similares de los papiros griegos.
en el escritor, y semitismos secundarios, en los que in- Otra fuente de semitismos secundarios del NT es la
terviene el griego del AT o de otras traducciones a la traducción griega, en particular de los «Logia» de Jesús.
misma lengua. Se puede alimentar una moderada certeza de que los
La materia de los semítismo directos está ligada al evangelistas usaron fuentes traducidas al griego, al me-
problema de la existencia de una rama especial de nos en lo que importa a los dichos de Jesús, y quizá
grecojudío. H. S. Gehrnan sostiene de una manera plau- hubiese otras similares de los discursos de los Hechos
sible que hubo tal forma grecojudía de la koiné, diciendo de los Apóstoles. También se pretende que el evange-
que en las zonas bilingües el vulgo no separó ambos lio de san Mateo es la versión de un original arameo. Un
idiomas, y que debió de haber un período en que los ejemplo seguro del vocabulario arameo de tal fuente
judíos helenistas hablarían el griego con «un pronun- es el significado de 6cpeíi\r¡µa, 6cpeíi\e1v con la acep-
ciado tinte semítico». ·Gehman cree que eso ocurriría ción de «pecado» (cf. el ó:µapTÍa de Lucas)", en la
únicamente como una fase temporal. Peter Katz ha lle- oración del Padrenuestro c. La fuente Q era proba-
gado a una conclusión similar y N. Turner defendió blemente una traducción griega de un documento arameo
recientemente la existencia de tal forma de koiné. La o tradición (oral); un origen similar puede atribuirse
hipótesis explicaría algunas formas de griego «semítico» al material específico de los «Logia» en los cuatro
del NT: los apóstoles, incluyendo a Pablo, eran bilin- evangelios. Se ha hallado un Redenquelle en el evangelio
gües, y probablemente escribieron y hablaron el greco- de san Juan con vestigios de origen arameo: la influen-
judío. cia semítica en el mismo es, desde luego, acusada.
Desgraciadamente, no es posible distinguir los semi- ACf. An Aramaic Approach to the Gospels and Acts, 2.' ed., Oxford
tismos directos, que nacieron de este modo, de los se- 1954, pág. 34. BCf. los estudios de H: F. D. SPARKS, en JTS, 44
cundarios, en particular los debidos a la influencia en y New Series, I. N. W. LUND, Chiasmus in the New Test ament ,
Carolina 1942. N. TURNER, en VT, 5 (1955). CAn Aramaic Ap-
el autor del estilo, uso y vocabulario de la Biblia griega. proach ... , pág. 270.
Si se escribió o se habló efectivamente el grecojudío, de-
'Le 11,4; cf. Mt 6,12-15.
bió de ser deudor tanto del griego veterotestamentario
Bibl.: H. s. ÜEHMAN, en VT, l. pág. 90; 3, pág. 148, cf. pág.
como de otras influencias semíticas. H. F. D. Moule 347. P. KATZ, Zur Übersetzungstechnik der Sept uagínt a, en WO, 2,
escribe: «El problema adquiere especial prominencia en pág. 272 y sigs. N. TURNER, en NTS, 1, pág. 222. H. F. MouLE,
los escritos de Lucas, porque parece que el evangelista Tdiom Book of New Test ament Greek, Cambridge 1953, pág. 171.
ignorase las lenguas semíticas, pero adoptase, en cambio, M. BLACK
a su antojo el estilo "septuagíntico" (de la misma ma-
nera que un autor inglés moderno puede remedar SEMÜ'EL (et. --+ Samuel; Vg. Samuel). Nombre
el estilo de la Authorized Version, incluidos los giros de tres personajes israelitas:
hebreos, sin saber una palabra de hebreo). No obstante, l. (Iai\aµ111i\). Hijo de 'Ammlhüd, de la tribu de
se tienen indicios de que pudo incorporar algunas fuen- Simeón, y representante de los simeonitas en la comi-
tes griegas, traducciones directas de los originales se- sión que distribuyó la Tierra Prometida entre los he-
míticos, que contenían, por consiguiente, semitismos, no breos-.
secundarios, sino directos».
No cabe duda acerca del influjo de la Biblia griega en 2. 'lcmµovrii\ [B], foµovrii\ [Al). Sexto hijo de To-
el NT. Pero si el lenguaje del AT griego era externamente la', famoso por su valentía, y jefe de una familia de la
griego, los giros y el vocabulario propendían al hebreo, tribu de Isacar durante el reinado de David 2•
y el AT de Alejandría, la Septuaginta (LXX), fue el 3. Nombre hebreo del profeta y juez --+ Samuel.
texto de la Iglesia primitiva. Se le cita con regularidad -Nm 34,20. 21 Cr 7,2.
en el NT (posiblemente junto con otras versiones M. MÍNGUEZ
veterotestamentarias griegas), y una comparación de su
lenguaje, gramática, sintaxis, etc., con el NT evidencia SEMÓT. Nombre del Éxodo en la Biblia hebrea
que la lengua de éste sufrió una profunda influencia (--+ Éxodo, Libro del).
de aquel P. Se tendrá una noción del alcance de este
influjo consultando los paralelos griegos bíblicos en la SEMSiN, Hírbet. Nombre árabe del lugar en que
Grammatik des neutestamentlichen Griechisch, 9.ª ed., estuvo enclavada --+ Bét Sémes (§ 3).
de Blass-Debrunner y, acerca del vocabulario y aspecto
conceptual, el Lexicon de Bauer o el Worterbuclt teo- SEMÜT, Tell el-. Denominación árabe moderna de
lógico de Kittel-Friedrich. Este griego bíblico propor- la ciudad de --+ Mígdól (§ 3).
cionó buena parte de la estructura básica de ambas
gramáticas y de la sintaxis del NT, y en el campo de la SEN, Ha- («el diente»; r¡ TTai\aia; Vg. sen). Lugar
semántica, el núcleo del pensamiento neotestamentario próximo a la piedra conmemorativa, "Eben há-'Ézer,
brota de esta tradición grecohebrea. Los papiros, que que Samuel erigió en memoria del triunfo obtenido
han ofrecido muchos paralelos ilustrativos del uso del sobre los filisteos 1. Posiblemente se trata de la --+ Yesii-
NT, raras veces presentan una contribución a la doctrina náh de 2 Cr 13,19. Si no fuera así, habría que colocarla
central del mismo. Una sintaxis y un vocabulario del en Beit Senna, unos 4 km al norte de "Amwás. Para
griego del AT, que completase la obra de Thackeray otros autores, se trataría de la "Asnáh de Jos 15,33.
sobre la gramática de la LXX, son una necesidad urgente, '1 Sm 7,12.

595 596
SENAQUERIB

Bibl.: ABEL, II, págs. 454-455. B. UsACH, J Samuel, en La 681 A.C.), hijo de Sargón 111. Aunque hacía ya tiempo
Bíb/ia de Montserrat, V, Montserrat 1952, pág. 59. [Miqr., 111, que había sido nombrado heredero, la muerte de su
cols. 907-908. SIMONS, §§ 857-858.
padre en la batalla del Tauro creó a Senaquerib nume-
R. SÁNCHEZ
rosas dificultades, de las que intentaron aprovecharse
sus enemigos. Méródák Bal'ádán, que inmediatamente
SENÁ'ÁH (var, ha-séná'áh ; vioi LEvaá; Vg. filii
hizo acto de presencia en Babilonia, fue expulsado el
Asnaa). Fundador o jefe de una familia, cuyos des-
año 704; Senaquerib todavía tardó tres años en hacer
cendientes regresaron de la Cautividad babilónica a
reconocer su autoridad en Fenicia y Palestina, en donde
Jerusalén 1, y ayudaron a reparar o edificar la puerta
sus vasallos se habían negado a pagar los tributos, al
de los Peces2 • Tal vez haya que considerar que el nom-
parecer desde su nombramiento.
bre deriva de un topónimo o representa un lugar no
A su llegada en el 701 no se produjo ninguna resis-
identificado.
tencia organizada: una manifestación ante Sidón, la
1Esd 2,35; Neh 7,38. 'Neh 3,3. huida del rey Eluleo (Luli), la sumisión de diversas ciu-
C. COTS
dades y la proclamación de 'lttobá'al como rey de Sidón,
tributario de Asiria, bastaron para someter y hacer pagar
SENÁN («rebaño»?; LEvvá, LEvváv; Vg. Sanan). el tributo a lós reyes de Samsumuruna (un Ménahérn ;
Ciudad de Judá, situada en la Sefelah, enumerada ¿acaso un principado formado en Sama ría?), =Arwad,
entre las poblaciones que figuran en el grupo occidental Biblos, 'Asdod, Moab y Edom. Las únicas tentativas
de las que correspondieron a la tribu mencionada1. Tal de resistencia de Ascalón, 'Eqron y Jerusalén, fueron
vez haya de identificarla con la Sa'ánán de Miq 1,11. rápidamente sofocadas. Tras la toma de varias ciudades
Simons cree que no puede conocerse su situación. Abe], en las proximidades de Ascalón, Sidqa (un Sedecías,
fundándose en la versión árabe del AT, que la denomina brobablemente usurpador) es deportado y sustituido
el-vAráq, opina que quizá sea "Aráq el-Harab.
por un príncipe de la dinastía que se había mostrado
1Jos 15,37. adicta. Los habitantes de 'Eqron, que habían conside-
Bibl.: ÁBEL, !l, pág. 455. StMONS, §§ 318 (B/1), 1532. rado a Padi, su rey, excesivamente fiel a Asiria y lo
P. ESTELRICH habían entregado a Ezequías de Judá, llamaron a los
egipcios en su socorro, pero éstos fueron derrotados en
SENAQUERIB (heb. sanhérib ; as. sin-ahhé-eriba; LEV- 'Eltéqéh y 'Eqron se sometió. En Judá, después de la
vaxripív; Vg. Sennacherib). Monarca de Asiria (704- toma de 46 caseríos y de la deportación de sus habitan-

Grupo de arqueros del ejército de Senaquerib. Fragmento de un relieve procedente de Nínive. (Foto Museo
del Louvre)

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SENAQUERIB

Fragmento de un relieve asirio en el que aparecen los soldados de Senaquerib asaltando la ciudad de Lákís.
Procedente de Nínive. (Foto P. Termes)

tes, Ezequías que se había refugiado en Jerusalén, se


somete antes del asalto, viéndose obligado a pagar
30 talentos de oro, 800 de plata y, amén de otras innu-
Ezequías rechaza las amenazas, entonces interviene sin
gran éxito el rey de Egipto Taharqa, el ejército asirio
es derrotado por la intervención de un ángel y Sena-
'
merables riquezas, tuvo que entregar a sus hijas para el querib huye a Babilonia, donde es asesinado poco tiempo
harén real y también sus músicos. Padi, una vez liber- después. Leída de este modo, la segunda parte de la na-
tado, fue de nuevo rey de "Eqrón y recibió una condeco- rración comporta irregularidades cronológicas: en el
ración del reino de Judá, al igual que los reyes de Asca- año 701, Taharqa no tiene más que unos diez años y
Ión y Gaza. La narración de esta campaña en el libro Senaquerib no murió mas que veinte años más tarde;
de los Reyes concuerda perfectamente con la de los además, según lo que sabemos, las deportaciones de
anales asirios; y nos informa además, que la sumisión Kütáh y Sippar, a las que se hace alusión, todavía no
de Ezequías tuvo lugar en Lákis, que según parece era se habían producido. Como en los dos relatos, el nombre
el lugar donde residió el rey durante el sitio de Jeru- de Ezequías se escribe de forma diferente (Hizqiyyáh
salén 2. e Hizqiyyáhü), forzosamente debemos concluir acep-
Parece que numerosos prisioneros judíos de esta cam- tando la existencia de dos fuentes distintas que se refie-
paña trabajaron en la construcción del palacio de Sena- ren también a acontecimientos distintos y que han sido
querib en Ninive, entre los años 700 y 694 A.c. Por mal adaptados por el redactor. La veracidad del segundo
otra parte, en el transcurso de unas medidas de repre- relato parece probada por la exactitud de cada detalle
sión en Babilonia, algunos habitantes de Kütáh y Sippar comprobable, y por la existencia en Egipto de una tra-
fueron deportados y es posible encontrar la fecha del dición independiente. Por otra parte, Senaquerib hizo
establecimiento de estas gentes en Samaria 3• reproducir los episodios de una campaña en Palestina
Resulta sumamente curioso que en el libro de los en una de las salas de su palacio, que fueron decoradas
Reyes la narración de esta campaña del año 701 no a fines de siglo, y es en este momento cuando debemos
termine con la sumisión de Ezequías, y que una vez situar esta campaña (uno de los relieves representa la
conseguida ésta, los asirios la vuelvan a exigir de nuevo; rendición de Lákís ; si se tratase de la campaña del 701

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SENO

veríamos la sumisión de Ezequías y no la de sus habitan- '2 Re 18,13; 19,16.19.36; 2 Cr 32,1.9.16; Is 36,1; 37,37. '2 Re
18,14-16; aquí se dice que el tributo fue de 3 talentos de oro y 300
tes, ya que los asirios hubieran desdeñado reproducir de plata; para explicar esto basta con suponer que los asirios esti-
un episodio de menor interés). Desgraciadmente, los maron el valor conjunto de todos los dones. 3 Cf. 2 Re 17 ,24.
años 689 a 681 escapan a nuestra información histórica. '2Re 18,26-28. '2Re 18,13.17-19,36; 2Cr 32,1-23; Is 36,37.
Podemos suponer que la defección de los vasallos se Bibl.: FR. DELITSCH, Die Babylonische Ch.-onik, Leipzig 1906,
debió al desastre sufrido por el ejército asirio en Ha lula, págs. 10-13, 20-22. É. DHORME, Les pays bibtioues et l'Assyrie, en
Babilonia, en el 691 A.c. En el 689, después de un año RB, 19 (1910), págs. 501-520. A. PATERSON, Palace of Sinacherib,
La Haya 1915, láms. 68-78 (toma de Liikis). A. T. ÜLMSTFAD,
de preparativos, Senaquerib tomó una violenta venganza History of Assyria, Nueva York 1923, págs. 297-315. D. D. Luc-
y destruyó Babilonia. Al año siguiente se habría dirigido KENBILL, The Annals of Sennacherib, Chicago 1924. L. H. HONOR,
hacia el oeste. Y en Judá, una vez tomada Lákis, se Sennacheríb's Jnvasion of Palestine, Nueva York 1926. G. Goosssxs,
habría establecido (dos acontecimientos representados Fragment du relief de Sennachérib, en Bulletín des Musées Royaux
d'Art et d'Histoire, Bruselas 1949, págs. 60-64. ALBRIGHT, · The
por los relieves asirios), mientras que sus lugartenientes Date of Sennacherib's Second Campaign ag ainst Hezekiah, en BASO R,
se ocupaban de las otras ciudades. Por el libro de los 130 (1953), págs. 8-9. ANEP, n.0 371-374 (toma de Liikis). ANET,
Reyes se sigue que tres altos dignatarios: el turtanu, el págs. 287-288. R. BoRGER, Die lnschriften Assarhaddons, Graz
19 56, págs. 40-45.
rab saresi_y el rab sáqu (el primero mandaba generalmente
G. GOOSSENS
el ejército por delegación del rey, mientras que los otros
dos ocupaban altos cargos militares), se dirigieron a
SEN'ASSAR (haplografía de sen'ii'cib~iir, cf, ac. sin-
Jerusalén comunicando de viva voz un mensaje que con-
ab-usur, «oh, Sin, protege al padre»; Iavecráp; Vg,
cuerda con la proclama del rey de Asiria en tales circuns-
Senneser). Cuarto hijo de Jeconías, rey de Judá desterra-
tancias, pero la forma de este mensaje era más siria
do a Babilonia'. Es probable que haya de identificarse
que asiria (debido tal vez a su redacción en hebreo)",
con++ Sesba~~ar.
A ésta siguió una segunda proclama, en la que el rey
11Cr3,18.
de Asiria les recuerda las victorias de sus antepasados
contra Samaría y sobre las ciudades cuya población Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
1918, pág. 196. W. F. ALBRIGHT, The Date and Personality of the
había sido deportada a continuación. Al aproximarse Chronicler, en .TBL, 40 (1921), págs. 108-110. Norn, 1386, pág. 63.
un ejército egipcio dirigido por Taharqa, Senaquerib se
dirigió hacia Libnáh para sitiarla y envió un último M. MÍNGUEZ
mensaje, que fue entregado personalmente a Ezequías,
quien siempre apoyado por Isaías rehusó someterse. Un SÉNNEH («peña puntiaguda»?, «espina»?; Ievvó:;
desastre alcanzó al ejército asirio y Senaquerib se batió Vg. Sene). Una roca, de forma puntiaguda o dentada,
en retirada 5• Es probable que el ejército egipcio, cuya situada al lado de otra llamada -,. Bo~e~. Custodia
cercanía había sido anunciada, hubiese entablado com- un paso, que se orienta de este a oeste, entre Mikrnás y
bate con los asirios, pues la tradición egipcia habla de Gabaa=. Sénneh es la más meridional, frente al último lu-
una epidemia de peste que atacó al ejército de Senaque- gar mencionado. Entre ambas pasaron reptando Jonatán,
rib (Herodoto, 2, 141). hijo de Saúl, y su escudero para acometer a la guarnición
Es posible que al leer el relato bíblico se saque la filistea que, apostada allí, los desafiaba. Está en el Wádi
impresión de que Senaquerib volvió a Nínive, muriendo el-Suweinit, pero se discute su verdadera localización.
poco después, asesinado en el templo de Nisrók por 11 Sm 14,4-5.
sus hijos 'Adrammélek y Sar-éser, quienes se refugiaron Bibl.: A. FERNÁNDEZ, Problemas de topografía palestínense, Bar-
en Urartu (reino al norte de Asiria; Ararat), y que el celona 1936, págs. 130-133. ABEL, TI, pág. 328.
otro hijo, Asarhaddón, sucediese a su padre (2 Re 19,37, M.GRAU
Is 37,38). Esto se debe a un acortamiento: en realidad,
fue a principios de enero del 680, y en Babilonia cuando SÉNIR (Iaveíp; Vg. Sanir). Nombre amorreo del
Sanaquerib fue asesinado a la entrada de un templo monte -,. Hermón, al que los sidonios llamaban Saryón
(tal vez tras el nombre de Nisrók se oculte el de Marduk), o Siryón", que significa coraza, probablemente debido
siendo enterrado en 'Assiir. a· su configuración. Pero algunos pasajes indican que el
El problema de la sucesión al trono debió de preocu- nombre puede referirse a una elevación de terreno dis-
parle durante todo su reinado, hasta el punto de que co- tinta del Hermón, puesto que ambos apelativos se em-
nocemos los nombres de tres príncipes herederos antes plean simultáneamente, y se aplican tal vez a dos cum-
que Asarhaddón, uno de los cuales fue ejecutado por los bres diferentes'. Los fenicios obtenían en el Sénír la
elamitas. La designación de Asarhaddón encontró una madera necesaria para la construcción de naves3 • Los
fuerte oposición, y el año 681 parece agitado. No puede geógrafos árabes anteriores al siglo xrv llaman Óebel
ser excluida la idea de la complicidad de Asarhaddón en Sanir al Antilíbano, en especial a la parte de la serranía
el asesinato de Senaquerib o, por lo menos, en la revuelta situada entre Horns y Ba'albek,
(son difíciles de interpretar los nombres de los asesinos ci- 1Dt 3,9. 21 Cr 5,23; Cant 4,8. 3Ez 27,5.
tados en el texto bíblico, a no ser que veamos en Sar'éser, Bibl.: SIMONS, §§ 108, 228, 303, 306.
no a un príncipe, sino a Nabü-sar-usur, el gobernador C. COTS
de Marqasi). Una guerra civil de dos meses, que tuvo
lugar en Hanigalbat (Mesopotamia septentrional), opuso SENO (heb. befen, qéreb, réhem, etc.; yaoT1íp, Ko1r,,ía;
a Asarhaddón contra uno .de sus hermanos apoyado Vg. sinus, venter). Lo primero que llama la atención
por el ejército; el vencedor entró en Nínive en marzo es la abundancia de nombres sinónimos de que dispone
del 680. el hebreo para designar las partes blandas del cuerpo

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SENO

Wádí el-Suweinit, cerca de las peñas de B6~e~ (izquierda) y Sénneh (derecha), fue el escenario de la hazaña
de Jonatán y su escudero

humano. De ahí una cierta dificultad para compendiar J. El vientre, como lugar donde van a parar los
su significado bajo un solo término castellano, ya que alimentos y cuyas funciones sin duda descubrieron. a
unas veces designan una parte determinada del organis- través del sacrificio y matanza de animales; se aplica
mo, otras el conjunto de lo que nosotros llamamos en- la misma nomenclatura a los hombres y a las bestias'.
trañas y, por fin, pasan a significar pasiones y sentimien- Jesús contrapone vientre moralmente inocuo, incapaz
tos, cuya sede se consideraba el vientre. Sin duda que de contaminar al hombre espiritualmente, a corazón
ha influido en tal abundancia de vocablos y usos la fuente de malicia y de responsabilidad ética 3 • Y Pablo,
conexión de tales órganos con el misterio de la vida que que admite la correlación de destinos entre «los man-
siempre obsesionó al oriental. Valga de ejemplo media jares para el vientre y el vientre para los manjares»,
docena de pasajes en que para designar el útero materno la niega decididamente entre cuerpo y fornicación como
se emplean estas expresiones dobladas: réhem-beten, pretendían analógicamente los laxos de Corinto",
beten-mérim, beten-réhem ... 1, sin contar otras múltiples Tal función fisiológica del vientre queda de por sí
expresiones simples. extraña a toda valoración moral; ni siquiera reviste
Mientras el griego es más sobrio, la Vg. ha seguido el carácter peyorativo de función baja, etc., que a veces
la profusión hebrea con sinus, uterus, venter, viscera, presenta en el pensamiento helenista y en algunos círcu-
vulva, praecordia. los de la ascesis posterior. Nada de eso. Es, sin más,
En LXX se observan diferencias notables de libro a una realidad natural. Sólo su intromisión en la vida
libro; así, KOtAÍa vierte principalmente befen en Nm, psíquica, absorbiendo y predominando en la vida del
Dt, Jue, Prov, mientras que es el equivalente de qéreb hombre, se hace moralmente mala como la mano que
en Gn, Éx, Lv, y traduce réhem en Job. mata o la lengua que maldice".
No hay diferencias de monta acerca de los usos entre
uno y otro Testamento. 2. El seno materno, cuya designación, como queda
Compendiamos estos usos variadísimos que van de anotado, es múltiple"; en él se realiza la concepción
lo puramente fisiológico hasta las intimidades psíquicas. cuando Dios «lo abre» - los orígenes de la vida siempre

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SENTIDOS BÍBLICOS

en conexión con Dios-, y allí el feto se va desarrollan- Últimamente, R. Laurentin, en un estudio detallado
do a modo de coagulación o densificación de las aguas del estilo (midrásico) y teología de estos capítulos, ha
concepcionales, al modo como el queso es fruto de la intentado demostrar - y creemos que con éxito - que
coagulación de la leche'. en la expresiónJucana está latente el hebreo bé-qéreb
A pesar de este primitivismo de ideas, el seno materno, (cen el seno», «en medio de») con que en un pasaje
o útero, merece todo el respeto de los escritores sagrados mesiánico de Sofonías y de otros profetas se describe la
que ven en él la fuente de la vida y de la bendición am- presencia de Yahweh «en medio de» su pueblo 9•
bicionada de la fecundidad. Jacob desea a su predilecto Aquella presencia divina (--+ Sekinah) en medio de
José «bendiciones de seno y de matriz», y por el con- Israel era ahora realidad física con la concepción
trario, supone una situación calamitosa la maldición de Jesús «en el seno» de María, su madre, como en
de «dales, Yahweh, ¿Qué les has de dar? Dales entrañas nueva Arca de la nueva Alianza.
estériles y pechos enjutos» y aquélla de «felices los vien- 12Sm 7,12; 16,11; Sal 132,11; Eelo 23,6. 'Is 16,11; ef. Gn
tres que no engendraron y los pechos que no ama- 43,30; 1 Re 17,24; Jer 31,33; Job 15,35; 30,27; Prov 18,20; 20,
mantaron» 8. 27.30; 22,18; Lam 1,20; Hab 3,16. 'Sal 22,15; 31,10; 44,25; 51,12.
'Jn 7,38. 'Le 1,78. 'Flp 1,8; ef. Flp 2,1; Col 3,12; l Jn 3,17.
'Sal 22;11; 71,6; Is 46,3; 49,1.5; Jer 1,5; Job 3,11. 'Gn 41,21; 'Cf. Mt 9,36; 14,14 y par; 15,32 y par; Le 7,13.15.20. 'Le 1,31;
Ion 2,1-2; 2 Cr 21,15; Jer (LXX) 28,34; Job 20,,14; 2 Mae 9,5; 14, 2,21. ºSof 3,15b. 17a; Is 12,6; JI 2,27; Zae 2,14a, etc.
46; Le 15,16; Ap 10,9. 'Me 7,19 y par. 'i Cor 6,13 .. 5Cf. Rom Bibl.: J. BEHM, Koti\Ía, en ThW, III, págs. 386-389. R. LAU-
16,18; Flp 3,19. 'Gn 25,22 y sigs.; Dt 28,4.11; Rut 1,11-12; Job RENT!N, Structure et Théologie de Luc l-IJ, París 1957, pág. 68 y sigs.
1,21; 3,11; Mt 19,12; Le 1,15.41 y sigs.; 11,27; Jn 3,4 .. 'Job 10,
10; Sab 7,2. 8Gn 49,25; Os 9,14; Le 23,29. C. GANCHO

3. En razón de la proximidad a las fuentes de la vida,


significan también los mismos vocablos el sexo viril con SENTIDOS BÍBLICOS. Toda la tarea del exegeta,
el peligro de abuso que comporta 1• como del cristiano que se acerca a la Biblia, es averi-
guar el sentido del texto y el sentido del texto es el
4. El interior del hombre tanto físico como moral. que le ha querido dar el autor. No es lo mismo sentido
En este sentido, los diversos términos ec¡uivalen a lo que significado. El sentido de un texto o de una palabra
que nosotros designamos como «entrañas» con idéntica es algo subjetivo; el significado, algo objetivo. El sentido
ambivalencia de órganos físicos y de sentimientos espi- radica en la mente del que habla o escribe; el significado
rituales; de ahí que en ocasiones sea sinónimo de cora- lo registra el diccionario. El sentido es siempre único;
zón: «Mis entrañas y mi corazón (mé'im qéreb) vibran el significado puede ser múltiple. La palabra hebrea
(de tristeza) como un arpa por Moab»2 • La imagen ruah, p. ej., significa viento, aliento, hálito vital, fuerza,
recurre abundantemente en el Salterio 3• Aquí habría espíritu, espíritu de Dios. El autor, en cada caso, utiliza
que agregar el texto de san Juan: «Correrán de su vien- la palabra, que en sí puede tener varios significados,
tre (de Jesús? del creyente?) ríos de agua viva»', como para expresar una sola cosa. Sentido, por tanto, es la
símbolo de la fuerza expansiva y proselista de la fe idea concreta que el autor intenta expresar por la pa-
del que cree en Cristo, con fecundidad debida del mismo labra.
Cristo, fuente de vida. ' Los sentidos de la Biblia son propiamente dos: el
El máximo grado de espiritualización llega con la literal y el típico. La Escritura, como cualquier escri-
aplicación a Dios del término «entrañas» (rahámimí, to humano, tiene siempre un sentido literal, que se
como expresión de sus sentimientos amorosos y hasta llama también gramatical, verbal o histórico y · es la
maternales hacia Israel s; y san Pablo recuerda las en- idea concreta que expresan inmediatamente las pala-
trañas (c,1rAáyxva) de Cristo que son, sin duda, entra- bras. Este sentido es intentado por Dios, autor principal
ñas de misericordia 6• Los evangelistas recuerdan la de la Escritura, y por el hagiógrafo, autor instrumental.
compasión de Jesús con el verbo nominal que indica Las características de este sentido y las normas a que
precisamente la conmoción de las entrañas (CYTTAayxví- se ajusta son las mismas que las que rigen para los
~w.9ai)'. escritos humanos. Por eso, puede ser, propio, cuando
5. El seno de !a Virgen María. En su diálogo con las palabras están tomadas en su significado directo,
María, le dice el ángel Gabriel: «Concebirás en el seno obvio, nativo y etimológico: el hombre ríe; y metafó-
(CYVAAT\4'17 EV yac,Tpí) y parirás un hijo» 8• rico o impropio, cuando los términos se toman en su
La determinación «en el seno» pareció siempre a los significación trasladada: el prado ríe. La Biblia utiliza las
exegetas un hebraísmo sin fuerza significativa especial figuras retóricas generales y comunes a todo escrito
o un pleonasmo estilístico. humano, como, p. ej., la sinécdoque, metonimia, me-
Ni una ni otra cosa parecen probables. En los muchos táfora, énfasis, hipérbole, elipsis, etc.
casos de concepción que menciona la Biblia nunca Además de estas figuras retóricas hay en la Biblia
emplea tal apostilla sino es en Gn 25,21 - y aun allí la parábolas, alegorías, símbolos, fábulas y enigmas. La
expresión no es idéntica y admite otra explicación-; es parábola es una comparación desarrollada a través de
frecuente' el giro «tener, recibir (exe1v, Aaµf3ávetv) en el un relato ficticio con un fin pedagógico. Son universal-
seno». Ni es tampoco redundancia de estilo en estos mente conocidas las parábolas de Jesús. Suelen intro-
capítulos de la Infancia, puesto que, a pesar del in- ducirse con esta fórmula: «El Reino de los cielos es se-
tentado paralelismo, el autor no Jo dice de la concep- mejante a ... » La parábola pura pertenece al sentido
ción del Bautista (cf. Le· 1,13 [24.36] y 1,31); y, en literal propio; en cambio, la parábola mixta, es decir,
cambio, vuelve a repetirlo en 2,21 sin otra variante aquella en que entran elementos alegóricos, pertenece
que EV KOtAÍa. al sentido literal impropio. Entre las parábolas de este

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SENTIDOS BÍBLICOS

tipo pueden citarse la del sembrador- y de la de la cizaña 2 • piritual, alegórico y simbólico. Los términos para ex-
La alegoría es también una comparación, pero basada presarlo son a veces fluctuantes y confusos. Los más
en una metáfora: Israel es la viña de Yahweh", Jesús es apropiados son, sin duda, el de sentido típico y sentido
el buen pastor s. El hombre es un león es una alegoría; el figurado, pues ambos tienen en su favor el poseer un
hombre es como un león, una parábola. El símbolo término contrapuesto que aclara la relación tipológica:
es un signo o una acción, ordenados por Dios para tipo y antitipo, figura y figurado. Este sentido, expresado
significar otra cosa. Esta cosa, que puede ser una idea por personas, cosas o acontecimientos del AT, ordena-
o un acontecimiento futuro, es el sentido simbólico. dos por Dios para significar cosas del NT, es intenta-
En la Biblia hay acciones simbólicas", visiones sirnbó- do por Dios sólo y desconocido para el hagiógrafo, al
lícas", números simbólicos -por ejemplo, el 3,4,7, 10, 12, menos de una manera completa. Para conocerlo necesita
24,40,70,72 -, y nombres simbólicos, p. ej., los hijos una revelación especial. Tampoco nosotros lo conoce-
de Oseas 7 y los de Isaías 8• La fábula es una narración ríamos sin una revelación posterior. Esta revelación se
ficticia, totalmente inverosímil, que atribuye a la natu- encuentra en el NT, que interpreta tipológicamente
raleza irracional cualidades humanas, como la palabra hechos y cosas del AT, y en la tradición dogmática de
y la razón. Su fin es enseñar e instruir. En la Biblia se la Iglesia.
mencionan dos fábulas: los árboles que piden un rey" Si comparamos entre sí estos dos sentidos tenemos que
y el cardo del Líbano que pide al cedro a su hija por afirmar que ambos son inspirados; el literal es universal
esposa de su hijo 1º. El enigma es una alegoría oscura, y el típico restringido a casos concretos; el literal es el
presentada a manera de acertijo, cuyo sentido resulta fundamento del típico; el típico en muchos casos es
difícil descubrir": oscuro y sólo probable. ·
La división tradicional del sentido literal en alezó- El sentido de la Biblia no es el fruto del amasamiento
rico, tropológico, y anagógico obedece a motivos de de dos ideas heterogéneas y formadas independiente-
contenido y materia. También el sentido típico pue- mente una de otra, sino que es el pensamiento único
de revestir estas tres formas. Si en vez de a la mate- de Dios encarnado en un proceso humano.
ria atendemos al modo como el sentido se encuentra 1
Mt 13,3-9.18-23. 'Mt 13,24-30.36-43. 'ís 5,1-7. 1Jn 10,11-16.
en el texto, tenemos un sentido explícito y otro implícito, 'Act 21,10-13; 1 Re 11,29-39, etc. 'Ez 37,1-14; caps. 40-48, etc.
un sentido eminente y un sentido pleno. El sentido 'os 1,4 y sigs, 'Is 7,3; 8,3. 'Jue 9,8-15. 102Re 14,9. "Jue
explícito es el que resulta de las palabras tomadas en su 14,14; Jn 16.16.
significación obvia y en su contexto inmediato, p. ej., el Bibl.: A. COLUNGA, Dos palabras sobre los sentidos de la Sagrada
Escritura, en CTom (1943), pág. 193 y sigs, J. DANTÉLOU, Les
Verbo se hizo carne. En teología corresponde a la pro- divers sens de l'Écriture dans la tradition chrétienne primitive. en
posición formal explícitamente revelada. El sentido EThL (1948), págs. 119-126. P. DE AMBROGGI, l sensi biblici, en se,
implícito es el que se oculta en las palabras; pero una 80 (1952), págs. 230-239. J. COPPENS, Nouvelles réf/exions sur les
simple aclaración de las mismas lo descubre, sin necesi- divers sens des Saintes Écritures, en NRTh, 14 (1952), págs. 3-20.
P. O'FLYNN, The Senses'of Scripture, en TThQ' (1954), págs. 181-184.
dad de recurrir a un verdadero silogismo; p. ej., el A. MTLLER, Los diversos sentidos de la Sagrada Escritura, en RevB,
Verbo se hizo hombre. La palabra «carne» comprendida 17 (1955), págs. 5-7.
en el texto de san Juan significa evidentemente «hombre». O. GARCÍA DE LA FUENTE
En teología corresponde a la proposición formal-implíci-
tamente revelada. El sentido eminente consiste en apli- SENÜ'AH, Ha- (var. ha-sénu'áh, «el odioso»?; 'Aavá
car a la persona más destacada de una colectividad lo [B], Iavaá, 'Acmvoµá; Vg. Asana, Senua). Hombre de
que se dice expresamente de toda la colectividad. La la tribu de Benjamín, padre de Hódawyáh y antepasado
descendencia de la mujer en el texto de Génesis es el de Sallü', uno de los repobladores de Jerusalén des-
género humano en general, pero de modo especial y pués de la Cautividad. Su nombre figura también en
eminente se refiere al Mesías. el libro de Nehernias entre los benjaminitas regresados
Los exegetas hablan también de un sentido consi- de Babilonia.
guiente y de un sentido acomodado. No son propia- l Cr 9,7; Neh 11,9.
mente sentidos bíblicos, pues no son intentados ni por J, CARRERAS
Dios ni por el hagiógrafo. Consiste el primero en deducir
del texto, mediante un verdadero silogismo, una verdad SEÑOR. La palabra griega Kvp1os, «señor», apa-
contenida en él virtualmente. El silogismo consta de una rece más de quinientas veces en el NT.
proposición mayor revelada y de una menor de orden Los Sinópticos (excepto en Me 11,3) y los textos más
racional. En teología corresponde a las conclusiones arcaicos no aplican este término a Jesús, mientras que
teológicas. El sentido acomodado, muy utilizado en Lucas, por el contrario, lo emplea frecuentemente en el
ciertas épocas de la historia de la exégesis, consiste sentido de «maestro», «rabí» 1•
en adaptar las palabras o cosas de la Escritura a personas En un sentido aproximado, «kyrios» se emplea con
o cosas distintas de las que pensó el autor. La acomo- significado de «jefe» 2, «patrono» de una empresa 3,
dación bíblica puede ser lícita y laudable, cuando se «propietario» 4, «superior» 5, «gobernador» 6•
hace por vía de extensión y se basa en una analogía Sin embargo, no es en estas acepciones profanas
real, y es ílicita y reprobable cuando se hace por vía donde hay que buscar la fuente literaria y teológica de
de alusión y se basa en una analogía puramente verbal. la expresión cristiana primitiva «Jesús-Kyrios», sino en
Además del sentido literal que acabamos de exponer la correspondencia de la traducción griega de los LXX,
y de sus especies, existe en la Biblia y exclusivamente para la que «kyrios» es versión de 'Adonay o Yahweh.
en ella un sentido típico, llamado también real, es- El Salmo 11 O, en particular, ha· ejercido una gran in-

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SE'ORIM

fluencia en la reflexión cristiana primitiva. Aplicándolo SEÑORA ELEGIDA (ÉKAEK"TTJ Kvpío:;. Vg. Electa
a la persona de Jesús, se ponía de relieve: a) que ha domina). En su segunda epístola, san Juan saluda a
sido Dios (por la resurrección) el que ha elevado a Je- la Señora Elegida y a sus hijos. La Señora Elegida es,
sús al señorío supremo'; b) que este señorío no podía hasta cierto punto, de difícil identificación. Pudiera
comprenderse más que como una autoridad que ejecuta tratarse de dos nombres o de un título honorífico. La
perfectamente la de Dios, de suerte que ambas forman interpretación más corriente es la de que se refiere a
prácticamente una sola 8• una comunidad, a una iglesia de Asia Menor.
En el AT, este señorío de Yahweh tiene dos carac- 2 Jn l.
terísticas principales: 1, gobierna la historia: contra Bibl.: A. CHARUE, Les épitres catholiques, en La Sainte Bible,
toda apariencia es Yahweh el que conduce a Israel ha- XII, París 1951, pág. 555. F. J. MOLERO, Epístolas de san Jua11,
cia el cumplimiento de su destino; 2, por o ira parte, en La Sagrada Escritura, III, Madrid 1962, pág. 529.
este señorío es del rey-juez, único que tiene el poder P. ESTELRICH
d.: perdonar el pecado. Estos dos caracteres se encuentran
en la concepción cristiana primitiva del señorío de Jesús. SE'ÓL (<'.x6r¡s; Vg. infernus), El se'ol es una re-
En Rorn 14,7-9, Pablo afirma que el morir y el vivir presentación muy primitiva de la morada de los muer-
del cristiano no le pertenecen ya en propiedad; el cris- tos, análoga: a los infiernos o Hades de los griegos y
tiano «muere» y «vive» para «elSeñor», de suerte que al arallu de los mesopotámicos.
«tanto si vivimos como si morimos, del Señor somos». En una cosmología rudimentaria, en que la tierra,
Para ello se da la misma razón que en 2 Cor 5,14-15: lugar del hombre, es el centro de todo, el se'ol constituye
«Cristo murió y resucitó precisamente para ser el Señor el mundo subterráneo, opuesto al cielo, mansión divina.
de los que mueren y de los que viven». O sea la muerte Pero, a distinción de las religiones paganas vecinas, la
y la resurrección de Cristo no son meros acontecimientos bíblica no confiere al iíe'ol ninguna significación reli-
individuales, sino que arrastran a la nueva humanidad, giosa positiva: no hay ni dioses Infernales, ni retribución
que ya no vive su pequeña y miserable vida, ni siquie- de ultratumba. Se cree que los muertos se hallan en él
ra «muere» su muerte desesperada sin retorno, sino que en un pie de igualdad1• Su vida es la de las sombras,
«muere» la muerte de Cristo, una muerte de la que se reducida, larval, en el polvo y en las tinieblas, presa
salta a la vida. de la podredumbre y de los gusanos, lejos de la faz de
Esta idea de «Cristo Señor o propietario» del cris- Dios, al que no pueden ver ni ensalzar 2. Se hallan en el
tiano (en su vivir y en su morir) es constante en la cristo- «país sin retorno»", en el lugar del silencio', del olvido
logía paulina, y muy particularmente en su teología del y de la perdición 5, profunda fosa situada en la inmedia-
bautismo. Pablo rechaza la pertenencia a distintos «se- ción de un abismo enorme, cuya antesala es la tumba.
ñorios»", acudiendo a la referencia simultánea a la Esta representación negativa del país de los muertos
muerte de Cristo y al bautismo". Así, pues, para Pablo, persistió en el AT hasta que se hizo la luz sobre la re-
la muerte de Cristo por los hombres, y el bautismo de tribución ultraterrena gracias a la doctrina de la resu-
éstos en el nombre de Cristo hacían que los cristianos rrección" y de la inmortalidad'. Desde entonces, el
pertenecieran a Cristo como a Señor. infierno representó el lugar de condenación, en que se
Este sentido de pertenencia a Cristo como Señor, castiga a los malos. Empero, la noción primitiva del
resultante del bautismo, se confirma teniendo en cuenta se'ol subsiste en más de una expresión neotestamenta-
el texto primitivo de confesión de fe que, según las mis- ria, sobre todo cuando se evoca el descenso de Cristo
mas epístolas paulinas se pronunciaba en el acto de «a los infiernos» (se'ol, a la casa de los muertos, 1 Pe
ser bautizado: Kvpio; XpHnós o bien 'lr¡cr0Cís11• 3,19) y su victoria sobre la muerte y el Hades 8 (->- In-
Cuando, pues, el cristiano confesaba que Jesús era fierno y Muerte).
Señor, afirmaba directamente su pertenencia absoluta 1Is 14,9-11.15; Ez 32,18-32. 'Sal 115,17; 6,6; Is 38,18. 'Job
a Él. En la terminología religiosa del helenismo oriental 16,22. •Sal 94,17. 'Sal 88,12-13. 'Dan 12,1-3. 'Sab 2,1-8; 5,
15-16. 'Act 2,27.31; Ap 1,18; 6,8; 20,13-14.
«kyrios» era la traducción griega de los términos carac-
terísticos de cada lengua, que designaban la divinidad Bibl.: É. DHORME, Le séjour des morts chez les babvloniens et
~hez les hébreux. en ·RB (1907), págs. 59-79; id., L'idée de l'au-delá
como Señor (Bá'al, 'Ádon, Mar, etc.); este uso estaba dans la religion hébraique, en RHR (marzo-junio 1941), págs. 113-142.
muy extendido en Egipto, Asia Menor y especialmente R. MARTIN-ACHARD, De la mort a la résurrection dans l'Ancien
en Siria, la cual muy probablemente es la tierra del ori- Testament, París-Neuchátel 1956, págs. 32-44. P. VAN IMSCHOOT,
Théo/ogie del' Ancien Test ament , II, Paris-Tournai 1956, págs. 48-63.
gen del término «el Señor», empleado absolutamente.
Este origen del título «kyrios» se pone de manifiesto P. GRELOT
en la antítesis de «un solo Señor» y los «muchos seño-
res» de 1 Cor 8,5-6. SE'ÓIÜM (ccebadas»; í:ewpeíµ; Vg. Seorim). Sacer-
1 Lc 5,8.17; 7,13; 9,54; 10,1; 13,8; 14,21-23; 17,37, etc. 'Le l,
dote, jefe de la cuarta clase de las veinticuatro que David
43; Ef 6,5; 1 Pe 3,6. 'Le 16,3.5, etc. •Mt 13,27; Le 13,8; Mt dispuso, al establecer la organización del Templo, para
9,38, etc. 'Act 25,26. 'Mt 27,63. 'Flp 2,5-11. 81 Cor 12,3; 8, honrar a Yahweh conforme Éste había ordenado1• El
5-6. •¡ Cor 1,12. 101 Cor 1,13. 11Rom 10,9; 1 Cor 8,6; 12,3; nombre, dada su forma plural o colectiva, pudiera ser
2 Cor 4,5; Flp 2,11; Flm 5; Ef 4,5.
alusión a un clan sacerdotal determinado, que así se
Bibl.: O. CULLMANN, Les Premiéres Confesslons de Foi, París
1948. J. M.• GONZÁLEZ Rurz, «Muerto por nuestros pecados y resu- llamase.
citado por nuestra justificación ( Rom 4,25), en Bibl, 40 (1959), págs. 11 Cr 24,8.

849-854. O. CULLMANN, Die Christologie des NT., Tubinga 1957. Bibl.: Norn, 1289, pág. 357.
J. M.ª GONZÁLEZ RUIZ M. MÍNGUEZ

609 610
SEPTUAGINTA

SEPTUAGINTA (LXX). J. ÜRJGEN DEL NOMBRE E Cristo. El analista Dernetrio « cita tres pasajes del Gé-
HISTORIA DEL TEXTO. La versión griega del AT, conocida nesis 10 que presupone una traducción de la Ley, cuando
como «versión de los Setenta» (en abreviatura gr., el O'; menos en el reinado de Ptolomeo Filopátor (221-203
septuaginta interpretes), debe su nombre a la narración A.c.). Aristóbulo B, que escribió en época de Ptolomeo
de la Carta de Aristeas, según la cual una comisión de Filométor (181-146 A.c.), llega a -sostener la existencia
72 sabios de Jerusalén, enviados por el sumo sacer- de versiones griegas anteriores a Alejandro Magno.
dote 'El'ii.zii.r a Ptolomeo Filadelfo (283-246 A.c.), realizó El historiador judío helenista Eupólemo (hacia 158-
para la biblioteca del Museo de Alejandría una traduc- 157 A.c.) se ha servido de una traducción de las Cró-
ción al griego de la Ley en 72 días. Al terminarse ésta, nicas e, y la inscripción llamada La maldición de Renea
Demetrio el Falereo, instigador de la empresa, hizo (hacia 100 A.C.) muestra ciertos vestigios de los LXXº.
leer a la comunidad hebrea el texto, que logró la apro- Más importante aún es el testimonio del traductor del
bación y los plácemes de todos. Con ciertas variantes Eclesiástico, por· el cual se deduce que hacia el 132 A.c.,
y nuevos detalles pintorescos, la historia se repite en estaban traducidos al griego la Ley, los profetas y una
escritores posteriores, judíos como Filón A y Flavio parte de los hagiógrafos. Actualmente se cuenta incluso
Josefo P, y cristianos como el Pseudojustino c, Ireneo P con papiros bíblicos griegos precristianos, como el
y Clemente de Alejandría E_ La veracidad del relato no Ryland 459 (2.ª mitad del siglo rr A.c.) y el Fuad 266
fue puesta en duda en toda la antigüedad, ni siquiera (hacia 100 A.c.). En el período, pues, comprendido entre
por el propio san Jerónimo F, que critica alguna de las finales del siglo II A.c. y la primera mitad del siglo I D.C.
innovaciones posteriores. Actualmente, sin embargo, se se completaría la traducción de los restantes libros del
tiene a la Carta de Aristeas por la obra de un judío que, canon judío, la de otros que no entraron en él, ·y la re-
encubriéndose bajo un nombre griego y haciéndose dacción directa en lengua griega de ciertas obras deu-
pasar por oficial de la guardia de Ptolomeo, pretende terocanónicas y apócrifas que contienen los mss, de los
aumentar la consideración de sus hermanos de raza LXX.
entre los gentiles, y hacer propaganda entre aquéllos
ACf. H. B. SWETE, lntrod. to the O.T. in Greek, 2.• ed., Cambridge
de la versión recién terminada. Parece además un hecho 1914, págs. 17-18. BEusEBro, Praep. evang., 13, 12,21. CLEMENTE,
que la traducción obedeciera a las necesidades religiosas, Strom., 1,22. CJ_ FREUDENTHAL, Alexander Polyhistor, 1875, 119.
especialmente de culto, de la diáspora alejandrina, que ºA. DEISSMANN, Licht von Osten, Tubinga 1923, págs. 361-362.
ya no será capaz de entender el texto de la Ley en su Durante la primera parte del siglo r, los judíos acep-
idioma original, y no a la mera curiosidad erudita de taron plenamente la autoridad de la versión griega del
Demetrio el Falereo. Asimismo, no es probable que AT, según lo muestran Filón (que incluso la considera
fueran hebreos de Jerusalén quienes se encargaran de inspirada por Dios), Flavio Josefo, el NT y hasta el
hacerla, sino, según sugieren ciertas concordancias lin- anónimo autor del Tlepi ü41ov5A. Empero, al produ-
güísticas con los papiros de Egipto, los propios judíos
cirse la escisión entre el judaísmo y el cristianismo, los
de Alejandría.
judíos estimaron necesario un retomo al texto hebreo,
A De vita Moisi, 2, 5-7. B Ant. /ud., 12, 2. e Cohort. ad Graecos, toda vez que entre éste y el de los LXX había ciertas
13. DAdv. haer., 3, 21,3. EStrom., 1, 22. FPraef in Penr., en
PL, 28, 181-182.
divergencias que, según ellos, explotaban los cristianos
en provecho propio. De ahí que se hicieran nuevas ver-
Independientemente de Aristeas, poseemos testimo- siones al griego con mayores pretensiones de literalidad,
nios que prueban la existencia de traducciones de las como la de Águila, contemporánea de Adriano, exce-
Escrituras al griego con anterioridad al nacimiento de sivamente servil al original aun a 'trueque- de forzar el

Fragmento de Berlín, n.0 17, de la LXX, que contiene: Job 33,23-24 y 34,10-15. Data del 220 D.C.

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SEPTUAGINTA

griego, la Teodoción, propiamente una revisión de los y su edición se ha tratado de determinar por medio de
LXX sobre el texto hebreo, y la de Símmaco. De todas las traducciones egipcias y las citas de Cirilo del Ale-
ellas, salvo la de Teodoción, cuyo texto de Daniel ha jandría. El códice B se ha pensado que contenga un
sustituido al de la LXX en todos los mss, menos el texto hesiquiano e. Las huellas de la edición de Luciano
Chisianus 36 y el papiro Chester Beatty 968, no poseemos (mártir en 312) se han pretendido encontrar en algunos
más que restos muy escasos. Katz y Ziegler han anun- rnss., sobre los que llamó la atención Ceriani a finales
ciado recientemente la preparación de un índice de del siglo pasado. Field observó en una carta-prefacio a
Áquila a partir de los materiales reunidos por Reider P. la Sirohexaplar la letra lomad (inicial de Luciano) es-
De otras tres versiones que manejó Orígenes, la 5.ª, crita al margen, que reaparecía en cuatro pasajes de
la 6.ª y la 7.ª no poseemos documento alguno, con 1 Re, cuyas lecciones coincidían con las de algunos mss.
excepción tal vez de los fragmentos de los Profetas minúsculos griegos. Por otra parte, creyó ver ciertas
Menores descubiertos en 1952, que Barthélemy ha pre- concordancias entre el texto de estos mss. y las citas
tendido identificar como pertenecientes a la 5.ª. La pro- bíblicas de san Juan Crisóstomo y Teodoreto, quienes,
ducción de todas estas nuevas versiones por los judíos por haber vivido en la zona señalada por san Jerónimo,
obligó a los cristianos a plantearse seriamente el proble- era verosímil que hubieran empleado la edición de
ma de las divergencias entre el texto hebreo y el griego. Luciano. A 'partir, pues, de las concordancias entre
Orígenes (185-253), siguiendo los métodos de la filología las citas de los Padres antioquenos y las lecciones de
alejandrina, publicó tres ediciones· críticas de los LXX, ciertos mss., se pretendió reconstruir un texto luciánico,
una manual y dos sinópticas: las Hexaplas y las Tetra- empresa a la que dedicó Lagarde lo mejor de su ingenio,
plas. La primera de ellas, mencionada por san Jerónimo e también a finales del siglo pasado. No obstante, trabajos
y con un descendiente directo en el cód. G, a juicio de posteriores modificaron profundamente sus conclusio-
Devreesse P, señalaría con el óbelo los pasajes del texto nes, llegándose al convencimiento de que las citas bíbli-
griego inexistentes en el hebreo y agregaría, tomándolos cas de los antioquenos no corresponden al texto de
de éste, con un asterisco los que no figuraban en aquél. ningún ms. determinado. Como, por otro lado, ninguno
Las Hexaplas contenían en 6 columnas paralelas, divi- de los Padres de Antioquía menciona para nada una
didos en KWAa el texto hebreo, la transliteración de edición de Luciano, ni siquiera el propio san Juan
éste en caracteres griegos, la versión de Áquila, la de Crisóstomo que escribió un elogio del mártir, y san
Símmaco, el texto de los LXX y el de Teodoción (oca- Jerónimo en otros pasajes de su obra parece mostrarse
sionalmente se agregaban también en los Salmos los escéptico sobre la pretendida edición luciánica, actual-
de la 5.a, 6.ª y 7.ª). Las Tetraplas prescindían de las mente se duda de su existencia, y se piensa a lo sumo
2 primeras columnas. que la labor editorial del mártir se reduciría a corregir
A la larga, estos trabajos resultaron fatales para la esporádicamente sobre el texto hebreo alguna edición
transmisión textual de los LXX. Pánfilo de Cesarea y prehexaplar de los LXX B.
Eusebio, que fueron en el siglo rv los continuadores en Con posterioridad al siglo IV volvemos a tener noticias
Palestina de los métodos filológicos de Orígenes, pre- de nuevas versiones directas del hebreo al griego: Teo-
pararon una serie de ejemplares de las SE, en los que doro de Mopsuestia menciona la: de un «sirio» e, y
reproducían el texto de la 5.ª col. de las Hexaplas con Cirilo de Alejandría una edición «judía», cuyo autor
los correspondientes signos críticos. Pero éstos, resul- no se sabe si es el mismo Josipo citado por algunos mss.
taban un engorro para los copistas, que, al omitirlos minúsculos. Aparte de éstas, existen fragmentos papirá-
o confundirlos, contaminaron el texto de los LXX ceos de una versión griega del Pentateuco samaritano. Lo
con lecciones que llevaban asterisco e incluso otras pro- dicho basta para hacerse una idea de la gran activi-
cedentes de Áquila, Símmaco y Teodoción. De la labor dad crítica desarrollada por los Padres de la Iglesia
editorial de Eusebio nos informan no sólo su aserto de sobre el AT, cuyos ejemplares se copiaban, colaciona-
haber preparado por orden de Constantino 50 crwµéXTta ban y corregían entre sí infinidad de veces, al tiempo
de las SEE, sino también las subscriptiones' de S ,Q y la que iban experimentando una aproximación gradual al
Sirohexaplar. San Jerónimo F confirma la difusión de texto masorético. De ahí la contaminación de las distin-
la edición origeniana en Palestina, favorecida quizá por tas tradicionés textuales en los codices recentiores, que, no
los trabajos de Euzoio y Acacio, pudiendo muy bien obstante, ofrecen en más de una ocasión lecciones de
ser ciertos mss. unciales como S copia inmediata de los gran valor, cuya antigüedad confirman los papiros.
TTpwTÓTVTra preparados en Cosarea. AA. RAHLFS, Alter und Hetmat der vaticanischen Bibethandschrift,
en Gott. Gel. Nachr., philol.-hist. Kl., Go:inga 1899, págs. 72-79.
AE. NORDEN, Das Genesiszitat in der Schrift vom Erhabenen,
en AAB (1954), l. P. KATZ, en ThLZ, 81 (1956), págs. 677-680.
8R. DEVREESSE, op, ci!., págs. 117-121. "º· MERCATI, en Bibl, 26
(1945), págs. 1-11.
BEn VT, 8 (1958), págs. 264-285. e G. MERCATI, en St¿T, 95 (1941),
págs. 139-146. D/ntroduction á l'étude des mss. grecs, París 1954, Los estudios más recientes y los últimos descubri-
pág. 114, n. 4. E Vita Const., 4, 36. F Praef. in vers. Paral. (ed. mientos han venido a complicar más las cosas, al demos-
Vallarsi) 9, 1405.
trar que el proceso de regularización con el texto hebreo
San Jerónimo menciona asimismo otras dos edicio- es más antiguo de lo que se creía. Se ha observado que
nes de los LXX de uso en su época, la de un tal Hesi- las citas bíblicas de Filón no coinciden a veces con los
quio extendida en Alejandría, y la del mártir Luciano LXXA, se ha comprobado que otras del NT están
empleada en Constantinopla y Antioquía. A Hesiquio más cerca del texto de Teodoción que del de los LXXB,
se le ha querido identificar con el obispo del mismo y se han descubierto recensiones del AT griego hebrai-
nombre que padeció martirio bajo Maximino en 312, zantes prehexaplares. De los trabajos de Zuntz e, Katz P,

613 614
SEPTUAGINTA

Papiro 957 de la LXX o Papiro Ry-


land gr. 458. Fragmento b del Deu-
teronomio (25,1-3). De la segunda
mirad del siglo II A.C•

., .
KATZ, en Studia Patrística, 1, Berlín 1957,
págs. 343-353. F Recensions of the Sep-
tuagint Pentateuch, Londres 1955. GTU,
73 (1959), págs. 613-621.

2. CONTENIDO Y DISPOSICIÓN DE
LOS LXX. El AT griego muestra
diferencias tanto en el contenido
como en la repartición de la ma-
teria con relación a los libros del
canon hebreo. Los mss. bíblicos
griegos, aparte de los libros deu-
terocanónicos (Tob, Jdt, 1 y 2 Mac,
Sab, Eclo, Bar), y de ciertas adi-
ciones deuterocanónicas a Ester y
Daniel, contienen algunos libros
apócrifos que se suelen incluir
dentro de la Septuaginta en un
sentido lato: "ECY6pas a' (denomi-
nado JI/ Esra por san Jerónimo),
3-4 Mac, el Salmo ideográfico de
David, los Salmos de Salomón, las
Odas de Salomón y la Oración de
Manasés. Se ha de notar que Job
se presenta en la versión griega
considerablemente abreviado. La
ordenación de los libros se hace
con arreglo al carácter literario
(históricos, poéticos, proféticos),
siendo las principales divergen-
Barthélemy E y Gooding F se deduce que la colación cias con el orden hebreo las siguientes: Rut aparece
del texto de los LXX con el hebreo data ya de finales detrás de Jueces; 1 y 2 Samuel van unidos a 1 y 2
del siglo r o.e. Más radical en sus conclusiones es Reyes como 1-4 Reyes; las Crónicas van postpues-
Kahle v, quien en los últimos descubrimientos ha en- tas a 1-4 Reyes, recibiendo el título de TTapaAemó-
contrado la confirmación de su antigua teoría de que la usvc que señala su relación con los libros de los
LXX no es propiamente una versión, sino una revisión Reyes; los 12 Profetas Menores (cuyo orden es Os,
de versiones anteriores realizadas por · una comisión Am, Miq, JI, Abd, Jon) anteceden a los 4 Mayores,
rabínica. La existencia de dichas versiones estima que entre los que se cuenta Daniel. Entre los mss, hay al-
la demuestran tanto el papiro Ryland 458 (cuyo texto gunas divergencias (así entre A, S y B), aunque el orden
coincide con el pretendido de Luciano), como el rollo más frecuente es el de B. Los títulos de los libros aluden
de los Profetas Menores del desierto de Judá (que dis- a su contenido (así, p. ej., «Génesis», «Paralipómenos»),
crepando con Barthélemy sitúa hacia el 50 n.c.), y los
fragmentos bíblicos griegos encontrados en la 4.ª cueva 3. PAPIROS, MANUSCRITOS Y EDICIONES. De los LXX
de Qumrán, con sus lecciones discrepantes más aún del existe un número respetable de papiros (siglos n A.C. al
texto masorético que del griego, sus antropomorfismos vn o.e.), manuscritos unciales (siglos rv-vm o.e.) y
desusados en los LXX, y sus usos tan aberrantes co- minúsculos (siglos IX-XVI). Recientemente se han des-
mo el de rnvos en el sentido de Aaós. Estos textos serían cubierto textos bíblicos griegos escritos en rollos de
una muestra de las diferentes versiones del AT que cuero. La lista oficial de mss. es la de Rahlfs-v, en la
circulaban antes de que sobre ellas se hiciera en Ale- que papiros y mss. unciales y minúsculos reciben un
jandría un texto revisado un .poco antes del 110 A.c., número de orden. En la nomenclatura de los documen-
fecha en la que emprendería Ben Sirac su traducción del tos conviene, empero, distinguir unos grupos de otros,
Eclesiástico. De esta recensión haría propaganda la y de ahí que se haya generalizado el sistema (seguido
«carta de Aristeas», La LXX en el estado en que aparece por Brooke y Me Lean) de designar los mss. unciales
en los grandes códices no se difundiría hasta la época con las letras mayúsculas del alfabeto latino, y los mi-
de Constantino. núsculos con las minúsculas correspondientes.
AP. KATZ, Philo's Bible, Cambridge 1950. BM. DELCOR, en RB,
Los papiros más importantes son: el 905 (pap. Oxy,
58 (1951), págs. 189-190. CEn ZAW, 68 (1956), págs. 124-184. 656) de principios del siglo m o.e., con fragmentos del
DJbíd., 69 (1957), págs. 74-83. ERB, 60 (1953), págs, 18-29; cf. P. Dn; el 957 (pap. Ryland gr. 458) de la segunda mitad

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SEPTUAGINTA

del siglo TI A.c., con fragmentos del Dt; los 961-968 se separa de la lengua de los papiros y coincide con
(pap. Chester Beatty IV-X) de diferentes fechas, pero el uso clásico c, poniendo así de relieve lo que hay en él
muy interesantes por su extensión y por mostrar algunos de «literario», cual corresponde tanto a la índole del
de ellos los primeros ejemplos conocidos del códice de contenido de los diferentes libros de la LXX como a
papiro, con diversos pasajes del Gn, Nm, Dt, Eclo, Is, la personalidad misma de sus traductores y autores. No
Ez, Dan, Est; el 2013 (pap. Leipzig 39) escrito en el eran éstos ciertamente gente ignorante que se expresa-
anverso de un documento fechado en 338 D.c., con ra en el lenguaje de los menestrales o de la soldades-
cinco salmos; y el 2055 (pap. Soc. /t. 980) de finales ca, sino, por el contrario, muy cultivada, y en posesión,
del siglo III o principios del rv D.c., también con frag- según revelan los mismos vocablos que emplean, de
mentos de los Salmos (para los mss. unciales más im- muy variados saberes, desde un dominio perfecto
portantes -->- Códices griegos del AT y -->- Códices grie- del arte de la retórica como el autor de 2 Mac >, hasta
gos del NT). un conocimiento íntimo de la ciencia natural helenística
La primera edición de los LXX es la de la Poliglota como los traductores del Levítico y de Job, que les fa-
Complutense, terminada en 1517, pero no entregada al culta para crear términos tan completos como óq,1oµá-
público hasta 1522. Su texto recoge el de los mss. mi- xns («saltamontes») y µvpµr¡KoAéwv (chormiga león»)>,
núsculos 108 y 118, enviados desde el Vaticano, con Pero el carácter artificial y literario del griego bíblico
algunas variantes de códices españoles. Con anteriori- no queda limitado a las convenciones propias de toda
dad (1518) apareció la edición Aldina basada en mss. lengua culta. No debe olvidarse que los LXX son
venecianos. En 1587 sale a la luz la edición Sixtina, cuyo traducción de un original hebreo, cuyo contenido,
texto reproduce el de B, el mejor de los códices bíblicos modismos y expresiones, tan apartados de los usos y
griegos existentes. Grabe, en cambio (1707-1720), siguió de las asociaciones psicológicas del griego, no han
el de A. El texto de B fue también reproducido en la podido por menos de dejar en su lengua una profunda
magna edición de Holmes y Parsons (1798-1827), pro- huella. Sobre el problema de los hebraísmos, tan deba-
visto de un aparato crítico con variantes de 313 mss., por tido siempre, se ha vuelto a insistir estos últimos años.
desgracia no muy exactas a veces. Tischendorf, basán- Gehman F, tras señalar algunos de ellos que no dejaban
dose asimismo en la Sixtina, hizo (a partir de 1850) lugar a dudas, se inclinaba a admitir, si no una jerga
cuatro ediciones de la LXX con un aparato crítico de los «judeo-griega» de la diáspora alejandrina, al menos un
cuatro códices más importantes (S,A,B,C). Mayores pre- lenguaje religioso especial, de fuerte impronta semítica,
tensiones tiene la edición manual de Swete (1887-1894), y plenamente inteligible para una comunidad que,
utilísima, que reproduce el texto de B y lleva un aparato aparte del griego, seguía hablando el arameo o com-
crítico con las lecciones de los códices unciales. Otra prendía incluso hebreo. No es esto una regresión a
edición manual de gran uso es la· de Rahlfs (1935), con estadios ya superados, como el de admitir una lengua
un texto ecléctico basado en, A,B,S. Actualmente están del Espíritu Santo, sino el reconocer dentro del griego
en curso de publicación dos ediciones monumentales en una dicción especial, de carácter artificioso y elevado,
Cambridge y Gotinga. La primera a cargo de Brooke cual la lengua del epos o la de la lírica coral. Ni tampoco
y McLean lleva publicados 8 vols. (Octateuco, 1-4 Re- implica tener al griego bíblico, como hace Zuntz con
yes, Paralipómenos, 1-2 Esdras). Su texto es el de B, evidente exageración, como un. «herbario lingüístico» o
depurado únicamente de errores mecánicos, recogiendo una «cifra que representa el hebreo», sin valor . alguno
el aparato las variantes de todos los mss. unciales, la
como testimonio lingüístico. En la fonétlca, en· mor-
papiros y un número considerable de mss. minúsculos. fología y en el léxico, que con tanto fruto se está estu-
De la Biblia griega de Gotinga han aparecido hasta el diando últimamente, la lengua de los LXX coincide
momento los Salmos y las Odas (ed. Rahlfs, 1931), con el griego de la época. De ahí el mérÚo innegable
1 Mac (Kappler, 1936), los 12 Profetas (Ziegler, 1934), de Deissmann, de Thumb y de sus inmediatos segui-
Is (Ziegler, 1939), Ez (íd., 1939), Susana, Dan, Bel y dores«, al haberse encargado de poner esto de relieve.
el Dragón (íd., 1954) y 2 Mac (Hanhardt, 1959). De En cambio, en lo que atañe a ciertos giros sintácticos
algunos libros (Gn, Mac) existen algunas ediciones im- y modismos que el griego bíblico tiene en común con
portantes que nos es imposible reseñar aquí. La Po- la koiné de los papiros, las ideas de estos autores están
liglota Matritense tiene en preparación el Gn, cuyo siendo objeto de revisión. Para ellos, todo empleo abe-
aparato crítico aspira a completar el de Brooke y rrante del griego bíblico que tuviera un paralelo en los
Me Lean, papiros, a pesar de sus semejanzas con otros hebreos
A Verreichniss der gr. Handschriften des A.T., en Nachrichi. der equivalentes, dejaba automáticamente de ser un «se-
kon, Ges. der Wiss. ,zu Gottingen, Gotinga 1914. mitismo» para pasar a la categoría de «vulgarismo».
4. LENGUA. Actualmente ya no se pueden sostener Ahora bien, como actualmente el carácter culto de la
los puntos de vista de Deissmann A y Thumb B que lengua de los LXX no parece dejar lugar a dudas, y
presidieron los estudios sobre el griego bíblico durante como, por otra parte, los usos aberrantes de los papiros
el primer tercio del presente siglo. Ya.•.nadie piensa que empiezan a explicarse como fenómenos de sustrato de
la lengua de los LXX (y la del NT que forma con ella las lenguas indígenas de Egipto, que tienen grandes
una sensible unidad) sea la lengua vulgar del Egipto afinidades sintácticas con el hebreo y arameo, no se
helenístico, salvo en un grupo de neologismos de excluye la· posibilidad de que los giros similares de los
imprescindible creación, y otros tantos semitismos de- LXX sean genuinos hebraísmos o ararnaismos=.
bidos a un método de traducir imperfecto. Turner ha Un problema, pues, importante en la investigación
señalado unos cuantos puntos en que el griego bíblico del griego bíblico continúa siendo la determinación del

617 618
VI-22
SEPTUAGINTA

elemento semítico que contiene, y que se revela en ras- es que las variantes de los LXX consisten en alteraciones
gos positivos y negativos. Los primeros (fórmulas in- del orden de palabras, en omisiones de algunas, y adi-
sólitas del tipo de Ko:i éyévETo, construcciones que ciones de otras, que no alteran gravemente el sentido
atentan contra la sintaxis griega, transcripciones de nom- del texto. Los puntos más importantes de esta cuestión
bres hebreos) están en su mayoría debidamente regis- pueden verse en Swete e y Ottley P.
trados. Los segundos (ausencia de giros típicamente A VT, 8 (1958), págs. 225-252. BJBL, 68 (1949), págs. 231-240;
griegos, como las construcciones participiales y la hi- JAOS, 70 (1950), págs. 292-296; VT, 3 (1954), págs. 397-400. C/n-
potaxis, la preferencia por un determinado orden de troduction, págs. 478-496. DA Handbook to the Septuagint, Londres
1940, págs. 202-229.
palabras, o el empleo prolijo de expresiones posibles
Bibl.: A la citada en los distintos apartados, se puede agregar:
en griego, pero raras) dejan aún amplio margen a la
l. A. RAHLFS, Septuaginta-Studíen, 3 vols., Gotinga 1904, 1907,
investigación. El estudio de estos elementos, así como 1911. F. G. KENYON, The Text of the Greek Bible, Londres 1949.
el de los «vernáculos» y el de los neologismos, aparte SOISALON-SOININEN, Textformen der Setpuaginta-Übersetzung des
del interés puramente lingüístico, también lo tiene para Richterbuches, Helsinki 1951. A. BAUMSTARK, Die Zilate des Mt-
la historia del texto de los LXX. Gracias a él se pueden Evange/iums aus dem Zwólfprophetenbuch, en Bibl, 37 (1956).
2. D. H. GARD, The Exegetical Method of the Greek Translator
.establecer con un criterio objetivo clasificaciones simi- of the Book of Job, Filadelfia 1952. N. TURNER, The Greek trans-
lares a la de Thackeray entre los diversos libros del AT /ators of Ézekiel, en JThS, 7 (1956), págs. 12-24. P. KAHLE, Pro-
griego, como las de Wifstrand1 y Argyle-', basadas res- blems of the Septuagint ; en Studia Patristica, 1, Berlín, págs. 328·
338; .id., Justin's O/d Test ament quotations and the Greek Dodeka-
pectivamente en la colocación del gen. del pronombre propheton Sero/1, ibíd., págs. 343-353.
enclítico y en el empleo del gen. absoluto, que pueden 3. M. J. MILNE - T. C. SKEAT, Scribes and Correctors of the
ser de utilidad para la determínación de los diversos Codex Sinaiticus, Londres 1938. M. FERNÁNDEZ-GALIANO, Veinte
traductores que intervinieron en los diferentes libros. años de crítica textual de la Biblia griega, en Estudios Clásicos, l.
Madrid 1950-1951, págs. 3-10 y 57-72. M. FERNÁNDEZ-GALJANO y
A Bibelstudien, Marburgo 1895; íd., Neue Bibelstudien, Marburgo L. GrL, Observaciones sobre los papiros Chester Beally IV y V (961
1897. BDie gr. Sprache im Zeitalter des Hel/enismus ... , Estrasburgo y 962), en Emerita, 21, Madrid 1953, págs. 1-13. T. C. SKEAT,
1901. e VT, 5 (1955), págs. 208-213. DL. GIL, en Emerita, 26, The Provenance of the Codex Alexandrinus, en JThS, 6 (1955), págs.
Madrid 1958, págs. 11-32. EG. GERLEMAN, Studies in the Septua- 233-235. H. HUNGER, Ein neues Septuaginta-Fragment in der Oster-
gint, l, Book of Job, 43 vols., n.0 2, Lund 1946, pág. 46; L. GIL, reichischen Nationalbibliothek, en AA W, 93 (1956), págs. 188-189.
Nombres de insectos en griego antiguo, Madrid 1959, págs. 56-61 y 4. F. M. ABEL, Grammaire du grec bib/ique ... , París 1927. F.
138. FAC, 22 (1953), págs. 106-112. GR. HELBING, Gramm, der BLASS-DEBRUNNER) Grammatik des neutestament!ichen Gríechischen,
Septuaginta. Laut und Wortlehre, Gotinga 1907; H. ST. J. THACKE· Gotinga 1949. E. REPO, Der Begriff Rhema im Biblisch-Griechischen.
RAY, A Grammar of the O.T. in Greek. I, Introd., Orthography and Eine traditions-geschíchtliche und semasioiogische Untersuchung ; en
Accidence, Cambridge 1909; J. H. MOULTON, A Grammar of N.T. AASF, 75, 2 y 88, 1 (1951-1954). J. BAUER, TTws in der gr. Bibel,
Greek, Edimburgo 1906; R. HELBING, Die Kasussyntax der Verba en Novum Testamentum, 2, Leiden 1957, págs. 81-89.
bei den Septuaginta. Ein Beitrag zur Hebri:iismenfrage und zur Syntax 5. D. JONES, 'Avóµvrp1s in the LXX and the Interpreta/ion of
der Koivú, Gotinga 1928; H. PERNOT, en REG, 42 (1929), págs. I Cor. XI, 25, en JThS, 6 (1955), págs. 183-191. F. GRYLEWICZ,
411-425. HJ. YERGOTE, Grec biblique, en DBS, III, cols. 1355-1359. La valeur mora/e du travail manuel dans la terminologie grecque de
I Die Stellung der enklitischen Personalpronomina bei den Septuaginta, la Bible, en Bibl, 37 (1956). D. TABACHOVITZ, Die Septuaginta und
Lund 1950; M. FERNÁNDEZ-GALIANO, en Emerita, 18, Madrid 1950, das Neue Testament, en Act. lnst. Athen. Regni Sueciae, ser. in 8°
págs. 254-258. J ExpT, 69 (1957-1959), págs. 284 y sigs. IV, Estocolmo 1956. C. SPICQ, Errrrro.Sstv, désirer ou chérir, en
5. IMPORTANCIA DE LA SEPTUAGINTA. Al haberse RB, 64 (1957), págs. 184-195. R. TOURNAY, Le nom du buisson
ardent, en VT, 7 págs. 410-413.
hecho sobre ella las traducciones del AT al siríaco, etíope,
L. GIL
copto, árabe, armenio, georgiano, gótico y eslavo, la
importancia de la LXX para las respectivas literaturas SEPULCRO. Los restos de sepulcros en cavidades
eclesiásticas es de primer orden. También para la plena naturales o artificiales, y con o sin obras suplementarias,
comprensión del NT y de la patrística griega y latina, figuran entre los descubrimientos arqueológicos más
especialmente de la anterior a san Jerónimo. Por ser frecuentes; a causa de ello contamos con la más amplia
versión de un original premasorético, arroja además una información a cerca de tal materia. Aquí sólo se tratará
luz considerable sobre la historia del texto hebreo . de las informaciones más importantes relativas a Pa-
masorético. No obstante, las condiciones especiales de lestina.
la transmisión de los LXX (cf, supra, §§ l y 2), unidas
a los inconvenientes de toda la versión (errores, abre- l. UBICACIÓN DE LAS SEPULTURAS EN GENERAL. a) La
viaciones y paráfrasis del original por parte de los tra- manera de sepultar a los difuntos ha podido ser compro-
ductores), le quitan parte de su valor como testigo cua- bada en Palestina a partir de fechas muy anteriores a
lificado en la crítica textual del hebreo. A veces, como las de la historia bíblica. A fines del paleolítico, los
ocurre en Jos, 1 Sm, 1 Re, Prov y Jer, las divergencias muertos eran colocados en cuevas, a veces próximas a
son tales que hacen pensar que la LXX sea versión las que se empleaban como viviendas (Wádí Mugárah,
de un Vorlage diferente del aceptado por los judíos. actualmente Náhal Mé'árór, al sur del Carmelo; Náhal
Para explicar estas discordancias, Delekat v ha vuelto 'Á.müd, tributario del lago de Genesaret, en su parte
recientemente a la hipótesis, ya vieja, de que los LXX noroeste; Óebel Qafzah, al sur de Nazaret; etc.); du-
no es traducción directa del hebreo, sino de un Targüm rante el período eneolítico, la reunión de cuevas y
arameo. En otras ocasiones, los desacuerdos de LXX tumbas superficiales fuera de los núcleos de población
respecto del masorético se deben a defectos de la trans- constituye las primeras necrópolis (dolmen de la región
misión manuscrita del primero, estando en realidad de el-'Adeimah, en Jordania, supuestamente vinculada
la Vorlage de la LXX mucho más cerca del masorético a la cultura de Teleilát el-Gassül A; osarios de Hudeirah
de lo que se opinaba, según ha puesto de relieve Geh- (heb. hádérdh), en la llanura del Sárón ; tumbas pró-
man B en varias ocasiones. Lo más corriente, empero, ximas a Tell el-Fár'ah, en el Négeb; osarios de Béné ·

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SEPULCRO

Interior de las catacumbas de Bét


Se'iirim, con tres distintos niveles de
sepulcros. Esta necrópolis fue una de
las más famosas en el mundo judío.
(Foto Orient Press)

Béráq B, que se irán desarrollando


progresivamente en épocas sucesi-
vas (Megiddo, Gézer, Jericó, 'En
Sémes, Tellel-Fiir'ah, Tellel-'Aggül,
Qumrán), Sin embargo, la costum-
bre de inhumar dentro de los
núcleos de población o muy cerca
de ellos (Gézer, 'En Sémes, Me-
giddo) perduró por largo tiempo;
y así, cabe encontrar con bastante
frecuencia indicios de inhumación,
especialmente de niños, bajo el pa-
vimento de las casas (Jericó y otros
lugares). Algunas cuevas, oportu-
namente modificadas o ampliadas,
sirvieron como tumbas de familia
para varias generaciones 0, a veces en
períodos alternados de uso y desuso.
AR. NORTH, Ghassul 1960. Excavµtion
Report, Roma 1921, págs. 42,2, especial-
mente, págs 65, 69. ·BJ. KAPLAN, en IEJ,
13 (1963), págs. 300-312, CEs un ejemplo
notable la tumba de la época del bronce
(jebusea) descubierta en el Dominus flevit:
S. SALLER,. The Excavations at Dominus
flevit, Part, II, The Jebusite Burial Place,
en PSBF, 13 (1964).
b) Las indicaciones ofrecidas por la Biblia en el en la roca e. Las familias señoriales gustaban de poseer
curso de las diversas épocas han sido ampliamente también parecidas «tumbas de lujo», que, como las
ilustradas por los datos de la arqueología. Abraham viviendas, eran a veces blanco de las críticas de los
compra a Hebrón el terreno donde se halla la cueva profetas contra la ostentación de ~1~ pompa inútil,
de Makpéláh, en la cual desea enterrar a Sara 1; esta p. ej., en el caso del «mayordomo» de la casa real
cueva, donde luego fue sepultado el mismo Abraham 2, llamado Sebna12B.
pasó a ser considerada la tumba de la familia patriar- Durante la monarquía existieron tumbas usadas en
cal", aun cuando Jacob se hubiera hecho excavar otra común y que de hecho no consisten más que en grandes
tumba+ en el país de Canaán, o sea muy probablemente, fosas 13•
en Siquem 6, donde más tarde se enterró a José 6. Josué Transcurrido algún tiempo desde la inhumación, los
fue sepultado en un terreno que poseía en Timnat huesos de las tumbas privadas eran amontonados hacia
Sérah", En cuanto a Samuel 8 y Joab 9, se usa la fórmula un lado, o bien - por lo menos en épocas antiguas, y
«en su casa» para precisar que se trata de un terreno también, con frecuencia, durante el período grecorro-
de su propiedad, o próximo a la casa (Samuel, en Rá- mano - reunidos en -+ osarios.
máh; Joab, en el desierto). En otros casos, se habla AD. BALDI, Gerusalemme dalle origini al/a distrueione del 70,
de sepultura en el «huerto» de la casa del difunto." , o Jerusalén 1959, págs. 83-95. BPosibJemente, el «sepulcro» a que
en definitiva, de su propiedad; tal costumbre se en- se refiere Isaías en el lugar citado es aquel donde se hallaba la ins-
cripción descubierta por Clermont-Ganneau (1870) en la localidad
cuentra todavía en los tiempos del NT, en el caso con- de Silwán (Siloé) y. estudiado últimamente por N. AvIGAD, The
creto de José de Arimatea+', Ello hace resaltar el cui- Epitaph of a Royal Steward J,-0111 Siloam Vil/age, en IEJ, 3 (1953),
dado con que todos, de acuerdo con su posición social págs. 137-1532.
y económica, procuraban que se diera a los muertos 1Cf. Gn Gap. 23. 'Gn 25,9-10. -cr, Gn 47,30; 49,29-30; 50,13.
'Gn 50,5. -cr, Gn 33,19. 'Jos 24,32. 'Jos 24,30. '1 Sm 25,1;
propios un trato adecuado y quedara manifestada la 28,3. '1 Re 2,34. 102 Cr 33,20; cf. 2 Re 21,18. HMt 27,60;
continuidad de la presencia del difunto entre los miem- Me 15,46; Le 23,53; Jn 19,41. 12Js 22,15-16. 13Jer 26,23; cf.
bros de la familia. Y así, hasta la época de la restaura- 2 Re 23,6.
ción después de la Cautividad, cuando se aplicaron con
2. LA FORMA DE LAS TUMBAS, Su forma varió en
un rigor cada vez mayor las leyes acerca de la pureza
relación con las épocas, al igual también la riqueza
levítica, las inhumaciones se realizaron con frecuencia
con que se las disponía y el ambiente natural donde eran
dentro de los recintos urbanos.
situadas.
El caso más típico es el .de las tumbas de los reyes
en Jerusalén, en la parte centro-meridional de la «ciu- a) Estuvo siempre en uso el simple enterramiento
dad de David», cerca del palacio real, en espacios abiertos en una fosa abierta en el suelo, excavada en el momento

621 622
SEPULCRO
--· --· - --- ··--- ---- -- - - t

Sarcófago de la reina Elena de Adiabene que, convertida al judaísmo, llegó a Jerusalén el año 44 o.e., siendo
enterrada allí en el monumento conocido como «Sepulcro de los Reyes». (Foto Museo del Louvre)

en que era necesaria, sin obras suplementarias especia- antigua necrópolis de Tell el-Fár'ah, en el Négeb, puede
les, o con un pequeño muro de piedras superpuestas, y verse una excavación hecha de tal suerte que deja a
a veces una especie de cubierta con losas, dispuestas lo largo de los muros de todo el recinto una especie
particularmente en la parte correspondiente a la cabeza de banco continuo o «diván» encima del cual eran colo-
del cadáver. cados los cadáveres.
b) Costumbre antigua y prácticamente limitada a
e) Estos diversos métodos debieron emplearse por
los niños fue la inhumación en ánforas de barro cocido
los hebreos en la época más floreciente de su historia,
y en sarcófagos o féretros de cerámica, a veces antro- entre el período de la ocupación de Canaán y el de la
pomorfos, colocados cerca de la vivienda de los padres,
Cautividad (Hierro I y 11); cabe reconocer, sin embargo,
aunque lo último es raro en Palestina.
que, según ocurre con toda la arqueología de esta
e) El empleo de cuevas subterráneas naturales, a época, no poseemos demasiada información.
veces adaptadas a la finalidad deseada mediante obras Aun de las mismas «tumbas de los reyes», a que ya nos
suplementarias, no persistió más allá de la época pa- hemos referido, se ha conservado poco más que el tra-
triarcal (Bronce 111). La entrada a las cuevas se obstruía zado básico general, que, además, no resulta siempre
con piedras y tierra. claro.
d) El tipo más antiguo de tumba excavada artificial- En general, las tumbas palestinas de esta época apa-
mente en la roca (Bronces II y 111) comprendía una o recen repetidamente adaptadas mediante obras suple-
varias cámaras, a las cuales se llegaba a través de una mentarias, con modificaciones en la forma y en la dis-
abertura practicada en la parte superior ( «pozo» ver- posición de los espacios.
tical, o inclinado a modo de rústica escalera). El acceso A finales del período de la monarquía, y luego de
era cerrado por losas o grandes piedras. manera continuamente progresiva en las épocas poste-
En algunos casos, los Jugares destinados a los cadá- riores, los espacios van desarrollándose con la adición
veres se hallaban, no en una cámara situada al fondo del de nuevas cámaras, unidas entre sí por corredores y
pozo, sino en cavidades (lóculos) abiertas a lo largo galerías, y, finalmente, la construcción de complejos con
de las paredes del «pozo» («tumbas hicsas»). aspecto de catacumbas. En la época romana se difunde
En el pavimento de la cámara funeraria de algunas el empleo de los osarios A y de nuevas formas de tumbas
tumbas del período del Bronce 111 pertenecientes a la con finalidades ornamentales: Un caso típico es el del

623 624
SEPULCRO

cementerio del Dominus fievit (monte de los Olivos, en una posicion paralela a la pared; al mismo tiempo,
frente a Jerusalén), estudiado magistralmente por B. seguían empleándose tipos más antiguos de tumbsa,
Bagatti y T. MilikB. como, p. ej., las denominadas «de pozo»>,
f) Las características técnico-formales posibles en ASingu]ar interés presenta, después de Dominus fievit , el descu-
brimiento de los osarios de Karm el-Seil}, en el valle del Cedrón,
la tumba donde fue enterrado Jesús, pueden ser deduci- de los cuales se ha supuesto que podría tratarse de la tumba de
das sólo por analogía o por las informaciones que dan familia del «Cireneo»: N. AvIGAD, A Depository of Inscribed Os-
los evangelios acerca de cuanto ocurrió en el curso suaries in the Kidron Va/ley, en IEJ, 12 (1962), págs. 1-12. BCf.
Bibliografía y también acerca de los numerosos problemas refe-
de los acontecimientos referentes al entierro y la resurrec- rentes al origen y a la significación de los osarios cristianos, además
ción de Jesús. La tumba estaba excavada en la roca, y de los estudios de Bagatti, cf. E. TESTA, JI simbolismo dei Giudeo-
debía de hallarse integrada por una sola cámara funera- cristiani, Jerusalén 1962, cap. III. CJ. MEHLMANN, De sepu/chro
ria, con una entrada al nivel del suelo (puerta) ante la Domini quaestiones archaeo/ogicae, en VD, 21 (1941), págs. 74-81.
DB. BAGATTI, L'archeologia cristiana ;n Palestina, Florencia 1962,
cual era posible permanecer y desde donde podía verse págs. 223-237, con indicaciones acerca de las costumbres correspon-
el interior1• Cerraba la entrada una losa que se sostenía dientes a los diversos tipos de tumba. Muchos otros hallazgos apa-
apoyada por su propio peso en el marco de la puerta, recen analizados en los informes de excavaciones realizadas en
=Ain Kárem, Betania, monte Nébó (Saller), Hirbet Siyár el-Ganam
o bien, una piedra de forma circular que se hacía rodar (Corbo), el-Qubeibah y Belén (Bagatti).
a lo largo de la fachada hasta la abertura; sé conocen 1Jn 20,1.4-5.8, etc. 'Jn 20,5-8.
algunos ejemplos de esta clase correspondientes a la
misma época en la propia Jerusalén y fuera de ella. 3. Los SIGNOS EXTERNOS. La presencia de sepulturas
El cadáver era colocado en una cavidad abierta en una en 1m lugar abierto casi nunca aparece marcada en
pared, y un tanto elevado, puesto que Juan vio la mor- Palestina. La massébáh, probablemente una piedra alar-
taja desde la entrada, pero sólo cuando hubo penetrado gada (betilo) e hincada en el suelo, puesta por Jacob
en el interior pudo comprobar" que el cadáver ya no sobre la tumba de Raquel.', es una excepción. Los gran-
estaba allí c. des montones de piedras colocados encima de las tumbas
A partir de la época de Cristo, el exterior y el interior de 'Ákán, del rey de 'Ay, de Absalón 2, etc., significa-
de las tumbas fue presentando características arquitec- ban probablemente un ultraje (damnatio) a la memoria
tónicas cada vez más netas. Ya en el siglo n A.c. empieza del difunto.
a ser típica la tumba en kok («horno»): nicho regular, El autor del libro de Job parece aludir en 3,14-15,
profundo y cerrado con una losa, encima de la cual se siquiera vagamente, a las pirámides de los faraones.
ponía a veces una inscripción. Sólo un poco posteriores Los primeros monumentos funerarios aparecieron en
son las tumbas en arcosolio, donde el difunto yacía Palestina durante la época helenística 3, en cuyo transcur-

Necrópolis en la zona oeste de Jerusalén. Entrada a una sepultura de las denominadas «Tumbas del
Sanedrín». (Foto J. Starcky)

625 626
SEPULCRO

so empezaron a ser reparadas y embeUecidas algunas SERA', Gebel el-. Nombre árabe actual en donde
tumbas antiguas, como las de David y Salomón, res- posiblemente estuvo -,. Se'ir.
tauradas por Herodes+», y fueron erigidos nuevos
mausoleos (como el del mismo Herodes, en el Herodión, SERAFIM (del heb. siiraf, «quemar», «arder»),
cerca de Belén). La mayoría de los cadáveres, sin embar- Nombre hebreo de los serafines (-,. Ángel y Angelolo-
go, era enterrada, en la época de Jesús, de una forma gía judía y cristiana).
simple, y, como -síempre en el Próximo Oriente, en
lugares no alejados de los núcleos de población y acce- SÉRAl;I (en pausa sárah, et.?; sudar. "ilsarah, «Il
sibles a todo el mundo. A fin de que cuantos pasaran manifiesta», yasrah'il, saralril, etc.; Lácxp, Lápcx, ¿opÉ;
junto a una tumba pudieran evitar el riesgo de conta- Vg. Sara). Hija de Aser y tal vez epónima de un clan
minación ritual 5, todos los años, antes de la Pascua, familiar. Sus hermanos fueron Yimnáh, Yiswáh, Yiswí
se solía distinguir los túmulos o indicar la presencia de y Bérr'áh, que fueron a Egipto con su abuelo Jacob1. Su
las tumbas, con una señal en cal blanca+P; se trata nombre se menciona en relación con el censo que Moi-
de una costumbre semejante a la de los musulmanes sés efectuó durante el Éxodo 2, lo· cual manifiesta que
en las sepulturas recientes. esta aserita y su clan tuvieron una importancia atribuible
AF. Jossro, Ant. Iud., 16,7,l. DTextos rabínicos en STRACK· a un hecho muy notable, que se ignora por completo.
BILLERBECK, I, pág. 963. 1Gn 2Nm
46,17; 1 Cr 7,30. 26,46.
1Gn 35,20. 'Jos 7,26; 8,29; 2Sm 18,17. '1 Mac 13,27. -cr, Bibl.: NOTH, 1291, pág. 180. G. RYCKMANS, Les noms propres
Mt 23,29. 'Nm 16,19. 'Mt 23,27.
sud-sémítíoues, I, Lovaina 1934, págs. 251-252.
Bibl.: G. QUELL, Die israelitische Auffassung vom Tode, Leipzig G. -SARRÓ
1925. K. GALLiNG, Grab, en BRL (1937), cols. 237-252. A. G.
BARROIS, Manuel d'orchéologie biblique, II, París 1953, págs. 274-
323. B. BAGATTJ · T. MJLIK, Gli scavi del «Dominus /fevit». [. La SERÁ.YÁ.H(Ü) («Dios es príncipe»; Lapaía, Lapaías
necropoli del periodo romano, Jerusalén 1958. J. T. NELIS, Tombe, Vg. Saraia, Saraias). Nombre de diez personas del AT:
en Dictionnaire encyclopédique de la Bible, Turnhout 1960, cols,
1856-1860. L. Rosr, Grab, en Biblisch-Historisches Hand-Wórter- l. (LaO"á). Secretario o escriba del rey David durante
buch, I, Tubinga 1962, cols. 605-606. K. KENYON, Arqueología en la época de esplendor del reinado de éste1• En otros
Tierra Santa, Barcelona 1963 (trad. esp.). pasajes, se le llama Sewa'2, Sisa'3 y Sawsa'4, nombres
G. RINALDI que tal vez haya que uniformar en Sisa'.
2. Sumo sacerdote en el momento de la toma de Je-
SEPULCROS DE CONCUPISCENCIA. -,. Qibtot
rusalén por Nabucodonosor, quien le mató en Ribláh 5•
ha-Ta'áwáh,
Figura entre los descendientes de Leví y Sádóq, como
hijo de Azarías y padre de Yéhósádáq, y fue desterrado
SEQUÍA. La sequía es plaga habitual en Palestina,
a Babilonia 6• Esdras dice que fue su padre'.
que no cuenta con ríos para el riego y donde las Uuvias
son casi nulas fuera de la estación de las mismas que se 3. Hijo de Tanhúmet el netofatita, uno de los jefes
extiende desde octubre a marzo. El hebreo concibe judíos que se presentó a Godolías en Mispáh y que, al
gráficamente la sequía como sed que padecen los cam- ser asesinado éste, huyó a Egipto con otras personas 8•
pos. La terminología es variada: horeb, hárábon, etc., 4. Hijo de Nériyyáh y hermano de Bárük, que acom-
derivados del verbo hrb (cf. ac. horábu, harápu), «secar», pañó al rey Sedecías a Babilonia para rendir homenaje
raíz frecuente sobre todo en el profeta Isaías1; yiíbes con a Nabucodonosor. Jeremías le confió el oráculo en que
significado sinónimo 2; siañ que emplean los profetas y profetizaba la ruina de Babilonia, para que, después
libros sapienciales 3, bassáráh. o basoret, etc. de leerlo en ésta, lo arrojara al Éufrates 9•
Tal sequía en su forma más frecuente y hasta normal 5. Segundo hijo de Qénaz, de la t{ibu de Judá. Fue
deriva de la carencia de lluvias (LXX ál3poxía), aunque hermano de 'Ótni'el y padre de Yo'ab10•
en escala mayor comprende también el cese de los 6. (Lapav). Jefe de la tribu de Simeón y padre de
ríos y hasta del mar (-,. Geografía de Palestina). Yósibyáh!'.
En los profetas, el fenómeno adquiere con frecuencia
el sentido de castigo divino provocado por los pecados 7. Uno de los regresados de Babilonia con Zoroba-
del país que viene así probados. Los lugares áridos son bel12. En otro texto ostenta el nombre de Azarías ".
lugares malditos y habitación de demonios 5• 8. Hombre que firmó el pacto de la renovación de
1Is 19,5; 37,25; 42,15; 48,27, etc.; Jer 50,38; Ez 29,10. 'Is 44,3;
la Alianza con Dios en tiempo de Nehemías-".
Am 4,7; Sal 95,5. 'Is 41,18; Jer 2,6; 50,12; Ez 19,13; Os 2,5; Job 9. Jefe de sacerdotes, que volvió del Exilio con Zoro-
24,19; 30,3; Sal 63,2; 78,17. -cr, Os 13,5; Ag l,IJ; Nah 1,4, etc. babel y residió en Jerusalén15• En el libro de las Cró-
5 Cf. Le 11,24.

C. WAU
nicas se le llama Azarías16•
10. Hijo de "Azrí'él, funcionario de Joaquim de Judá
!;,ER («estrechez»; Tvpóc; Vg. Ser). Ciudad fuerte durante la actividad de Jeremías; tanto él como otros
que correspondió a la tribu de Neftalí en el reparto de cortesanos, encarcelaron al profeta y Bárük'".
Palestina1. Según Abel, quizá sea -,. Mádón, que falta 12 Sm 8,17. 22 Sm 20,25. 'I Re 4,3. • J Cr 18,16. '2 Re 25,
en la lista de las poblaciones fortificadas. Debió de 18-21; Jer 52,24. 'I Cr 5,41. 'Esd 7,1. 82Re 25,23; Jer 40,8.
'Jer 51,59.63; cf. Jer 32,12. 101 Cr 4,13-14. 111 Cr 4,35. 12Esd
hallarse al sudoeste del lago de Genesaret. 2,2. 13Neh 7,7. 14Neh 10,2. 15Neh 11,11; 12,1.7.12. "1 Cr 9,
1Jos 19,35. 1 l. 17 Jer 36,26.
Bibl.: ÁBEL, II, págs. 65, 457. Bibl.: NoTH, 1292, págs. 21, 191, 208.
M.GRAU C. COTS

627 628
SERMÓN
SERBAL, Gebel. Monte en la península sinaítica, $ÉRET («esplendor»?; "ApeS [B], IápeS [A]; Vg.
con una altitud de 2052 m, en el cual algunos autores Sereth). Hombre de la tribu de Judá, primer hijo que
han querido ver el ---,. Sinaí bíblico. 'As):iür tuvo de su esposa Hel'áh '. Es probable que re-
presente, como otros nombres de la misma genealogía,
SEREBEYAH (et.?; Iapal31á, Zapal31á; Vg. Sarebia, al epónimo de un lugar, o sea el nombre de un clan.
Sarebias, Sarabia, Serebia). Nombre de tres israelitas 11 Cr 4,5.7.
postexílicos: Bibl.: Nora, 1215, pág. 256.
l. Hijo de Mahli, que procuró lo necesario para el M. MÍNGUEZ
servicio del Templo, mientras Esdras estaba junto al
río "Aháwá", y al 'que se confiaron los vasos sagrados1. $ÉRET HA-SÁJ;:JAR («resplandor del alba»; Iepa66:
2. Levita que intervino en la lectura pública de la xcd I1wv; Vg. Sarathasar). Ciudad asignada a la tribu
Tóráh y que firmó el pacto de renovación de la Alianza de Rubén. Estaba en Moab, en una elevación desde
con Dios, solemnidades que se celebraron en tiempo la que se dominaba un valle o depresión, tal vez iden-
de Esdras 2. tificable con el mar Muerto o con el valle del Arnón1.
3. Levita que regresó de la Cautividad babilónica El nombre se conserva en egipcio ($ir sobar) en el
con Zorobabel y que se convirtió en jefe de sus colegas 3. pilono de Ramsés 111 (Abe!) y la inmensa mayoría de
los autores estima que ha pervivido en el de Zarat o
Esd 8,18.24. 2Neh 8,7; 9,4.5; 10,13.
1 'Neh 12,8.24.
Bibl.: Norn, 1399, pág. 259.
el-Zarah, denominación árabe dialectal de. la comarca
R. FUSTÉ de fuentes termales de Calirroe, en la orilla oriental del
mar Muerto.
SÉRED (eespanto» [?]; Iépe6, Iápe6; Vg. Sared, 1 Jos 13,19.27.
Sered). Primogénito de Zabulón y fundador del clan Bibl.: ÁBEL, 11, págs. 69, 457. S!MONS, § 298.
o la familia de los sarditas1• T. DE J. MARTÍNEZ
1Gn 46,14; Nrn 26,26.
Bibl.: Nora, 1002, pág. 252. SERGIO PAULO (Iépy1os Tlavi\os), Procónsul de
la isla de Chipre, a quien Bernabé y Pablo convir-
$EREDAH, Ha- U1 Iaptpá; Vg. Sareda). Pobla- tieron al cristianismo en su primera misión apostólica.
ción situada en los montes de Efraím,'ciudad natal de Su personalidad la describe Lucas con tres trazos: era
Jeroboam, hijo de Nébát, rey de Israel'. Sérédáh es procónsul (6:vSú1raTos), lo que se demuestra perfecta-
mencionada en 2 Cr 4,17, pero en el pasaje paralelo mente exacto, toda vez que desde el año 22 A.c., Augusto
de 1 Re 7, 46 aparece Sárétán ; esta versión es preferible. había constituido Chipre en provincia senatorial y así
Igualmente se cita Sérédáh en manuscritos de la versión
se mantuvo hasta los tiempos de Adriano. El nombre
de los LXX a Jue 7, 22 en lugar de Sérédátáh, «hacia
de Sergio Paulo ha aparecido en varias inscripciones,
Sérédáh», pero aquí se trata del valle del Jordán y no pero no hay certeza de que se trate del de Chipre. Ade-
de los montes de Efraím. más, Lucas dice que era «hombre prudente que estaba
Se identifica con Deir Gassánah, a 25 km al sudoeste deseoso de oír la palabra de Dios», lo que procuraba
de Siquem, una aldea próxima a establecimientos de impedir el mago Bar Jesús. El cambio de nombre del
la época del Hierro. El nombre antiguo se ha conservado apóstol parece estar en relación con el personaje Sergio
en la fuente 'Ain Serídah, situada junto a la aldea. Paulo, toda vez que, a partir de entonces, el autor de los
11 Re 11,26. Hechos de los Apóstoles empieza a llamarle Pablo y
Bibl.: W. F. ALBRIGHT, en BASOR, 49 (1933), págs. 26-28. no Saulo.
ABEL, JI, pág. 457.
Y. AHARONI Act 13,1-12.
e.GANCHO
$EREDATAH (Iapr¡6aSá; Vg. Saredatha). Nom-
bre variante de ---,. Sárétán en 2 Cr 4,17. $EIÜ («bálsamo»; Iovpí; Vg. Sori). Segundo hijo
de Yédütün y levita, citado en la lista de los cantores
$ERERATAH. Ciudad del valle del Jordán citada, y músicos que cantaban alabanzas a Dios bajo la direc-
en la forma rapayaSá porlos LXX, al relatar la hui- ción de su padre1• Posiblemente ha de identificarse con
da de los madianitas ante Gedeón1• En esta zona es el personaje llamado Yisri, si se tienen en cuenta los
conocida una ciudad importante llamada Sárétán Y, datos bíblicos.
puesto que existe variedad de versiones entre Sárétán, 11 Cr 25,3.

Séréráh y Sérédáh 2, parece que se refiere a ---,. $iiretiin. Bibl.: NOTH, 1214, pág. 223. Miqr., III, col. 761.
lJue 7,22. -cr. 1 Re 7,46; 2 Cr 4,17; Jue 7,22 (LXX). M.V. ARRABAL
Y. AHARONI
SERi'AH, Tell el-, Nombre árabe moderno del lu-
SÉRES (en pausa sares, «astuto»; Iovpos [B], gar en donde estuvo --->- Geriir.
Iópos [A]; Vg, Sares). Hombre de la tribu de Manasés,
segundo hijo de Mákír y Ma'ñkáh, Fue padre de 'ülám SERMÓN DE LA MONTAÑA (Mt 5,1-7,29). El
y Réqem 1• carácter doctrinal del Sermón de la montaña resulta
11 Cr 7,16. de su idea central, de su concatenación lógica y de las
Bibl.: Nora, 1403, pág. 228. propiedades de las enseñanzas en él contenidas.

629 630
SERMÓN

1. IDEA CENTRAL. Se entiende por idea central de un de san Mateo, como ocurre en todos los suyos con
sermón la que se halla en el principio y término de carácter general, ya sean largos o cortos, el nexo entre
su desarrollo; viene a justificar más o menos directa- los párrafos de un mismo fragmento expositivo y el
mente la totalidad de sus elementos y se convierte en existente entre las ideas de un mismo párrafo es bastante
fuente de su unidad. flexible y dimana más de la yuxtaposición que de la
D. Buzy, uno de sus más recientes comentaristas, es- conexión interna y lógica. Los comentaristas aguzan
cribe al respecto de la unidad del Sermón: «A fin de no su ingenio para estrechar nexos tan frágiles y poco tra-
exponernos a lamentables decepciones conviene quede bados. Tal vez sea preferible hacer constar la yuxtapo-
bien sentado desde el principio que en este discurso sición donde se acuse manifiestamente, y, si hiciere

Introducción . . . . . . 5,1

pobres. 3
mansos 4
afligidos 5
Deseo de felicidad sedientos. 6
Bienaventuranzas misericordiosos 7
limpios de corazón 8
pacificas . . . 9
perseguidos. 10
Influencia social sal de la tierra. 13
{ luz del mundo 14

r Principio: «No vine a destruir, sino a


dar cumplimiento» 17

homicidio 21
Perfec-
ción { Aplicaciones
( adulterio. ., 27
perjurio . 33

l
talión .. 38
amor al prójimo. 43
Conclusión: «Seréis perfectos como vues-
tro Padre celestial es per-
Justicia cristiana Cuerpo Elementos fecto» . . . . . . . . . . 48
Principio: «No obréis vuestra justicia
delante de los hombres para
ser vistos de ellos». 6, 1

r limosna
oración
2
5
Inten-1 (
ción Aplicaciones ayuno. 16
tesoros 19
alimento. 25

l Conclusión: «Buscad primero el Reino de


Dios y su justicia» . . . . . 33
«No juzguéis» . . . . . . . 7,1
«pedid» . . . . . . . . . . 7
Puesta «entrad por la puerta angosta» 13
en práctica «guardaos de los falsos profetas» . 15

1 «el que hace la voluntad de mi Padre, éste en-


trará en el Reino de los cielos» . . . 21
Conclusión. . . . . . . . «Todo el que escucha estas mis palabras y las pone
por obra se asemejará a un varón prudente que edificó
su casa sobre la peña».
«Y todo el que escucha éstas mis palabras y no las
pone por obra se semejará a un hombre necio que
l edificó su casa sobre la arena». . . . . . . . 24

631 632
SERMÓN

falta, hacer notar la solución de continuidad. Los pe- Tras los fundamentos y los elementos, la puesta en
ríodos y juicios independientes tienen interés por sí práctica. Tal y como cabía esperar, la concatenación es
mismos: el hecho de violentarlos no redundaría en aquí menos rigurosa. Algunos exegetas llegan a no iden-
provecho suyo ni tampoco en el del contexto o en el tificar nexo alguno. De todos modos parece que sea
de la causa que se intenta servir». La sistemática que susceptible de ser identificado un nexo de orden psi-
sigue traiciona el convencimiento del autor de la falta cológico. He aquí cómo dicho nexo relaciona unos con
de unidad del Sermón de la montaña. otros los avisos prácticos de que está colmado el capí-
Con estas palabras se hace frente al sentir general de tulo 7 de san Mateo. La primera desviación a la que ha
los comentaristas que con matices harto variados reco- de resistir toda alma· que ansíe la perfección es la de
nocen la unidad del Sermón. Conviene no equivocarse. juzgar al prójimo; el aviso relativo al juicio pone en
«La unidad del discurso - comenta A. Durant - no guardia contra este peligro en 7,1-6. Replegada sobre
queda patente en el proceso de transición verbal del sí misma el alma se siente impotente para alcanzar el
que no ha de menester el estilo aforístico del evangelio, ideal que le es propuesto; al dejar claramente demos-
sino que se basa en la coherencia interna que hace de trado el poder de la oración en 7,7-12, Jesucristo equi-
tales aforismos un todo coordinado». El argumento libra felizmente dicha sensación. Con todo, la oración
real, pero pocas veces manifiesto de tal unidad, consiste no elimina las dificultades del logro de la perfección
en la facilidad de agrupar las partes del discurso en que expresamente subraya la alegoría de las dos sendas
un todo lógico, al mismo tiempo que se respeta el orden en 7,13-14. A tal respecto hay que guardarse de los fal-
actual del texto. sos profetas que predicarán un cristianismo dulcificado,
La idea central se presenta bajo dos aspectos. El pri- a tenor de 7,15-20. Lo que cuenta por encima de todo es
mero de ellos, de orden literario, define a aquélla por el cumplimiento de la voluntad del Padre, como recuer-
comparación con la antigua Ley y el sistema farisaico. da el último .d e los avisos, contenido en 7,21-24.
Aunque más patente que el segundo, dicho primer as- La división establecida en lo que antecede puede ser
pecto interesa menos que el otro, que es de orden doc- representada por vía de esquema sinóptico en el cuadro
trinal y más universal. Define la idea central por sí de la página anterior.
misma; dicha idea es el Reino de Dios en su íntima reali- 3. PROPIEDADES LITERARIAS. Muchos exegetas han
dad, en su alma, en su espíritu, en una palabra, la jus- comparado el Sermón de la montaña y la Ley mosaica
ticia cristiana. en cuanto a su promulgación. A decir verdad, no fal-
2. CONCATENACIÓN LÓGICA. Las relaciones entre los tan elementos de semejanza y de diversidad. En el
elementos del Sermón y la idea central vienen sentadas presente apartado se intenta destacar con carácter pre-
por tres conceptos, a saber: fundamento, elemento y ferente los rasgos típicos que dio Jesucristo a su pri-
puesta en práctica. mera lección. Vienen a ser principalmente tres: el
La justicia cristiana descansa en dos fundamentos. El discurso es imperativo en su objeto, popular en cuanto
primero de ellos, de orden interno, consiste en el natural al espíritu, y figurado en lo tocante al método.
deseo de felicidad del que se saca partido en el enunciado Los propios oyentes constataron que Jesucristo les
de las Bienaventuranzas; el segundo, de orden externo, hablaba como revestido de autoridad y no al modo
se basa en la influencia social que irradia de toda per- de los escribas. Consistía éste en recitar las interpre-
sona sobre quienes le rodean y que viene explicada por taciones dadas por los doctores a un versículo y dejar
dos metáforas, a saber: la de la sal de la tierra y la de que el auditorio extrajera de dichos comentarios dispa-
la luz del mundo. res la ·idea que había de presidir su conducta. Consi-
Una vez sentados los dos pilares o fundamentos de guientemente, no reivindicaban autoridad alguna a no
la justicia cristiana, Jesucristo pasa a la exposición de ser la de los autores que citaban y tampoco imponían
sus elemntos principales. La circunstancia de quedar de ningún modo una doctrina como no fuera la que
reducidos a dos, dimana de que están en corresponden- parecía seguirse de las opiniones aducidas.
cia con las realidades que se imponían a la sazón al En cuanto se lee el Sermón de la montaña se percata
espíritu del pueblo y de que tales realidades se reducían el lector que Jesucristo se apartó conscientemente de
a dos, esto es: la Ley antigua y la moral de los fariseos. dicho método. Más bien imita a Dios, que en el AT, ya
A la Ley antigua responde el elemento de perfección y fuera personalmente, ya mediante sus profetas, pro-
a la moral de los fariseos el de la intención. Ambos mulgaba claramente cuál era su voluntad. En todos sus
elementos son expuestos con una simetría impresio- puntos se nota la autoridad de Jesucristo que adopta
nante: inicialmente formula Jesucristo el principio, lleva el tono imperativo del legislador: «Seréis perfectos como
luego a cabo una serie de aplicaciones concretas y extrae vuestro Padre celestial . . . Buscad primero el reino de
.finalrnente una consecuencia categórica. Se adivina que Dios y su justicia . . . Entrad por la puerta angosta ... »
es la parte esencial del Sermón. Con todo y no formar Jesucristo dicta con firme resolución sus preceptos,
parte de las preocupaciones de nuestra época la compa- dando sanciones y dirigiéndose a todos. No excluye
ración entre la Ley antigua y la moral farisaica, la doc- por tanto a sectores ni a grupos elegidos, sino que se
trina formulada a este respecto conserva el valor inmuta- dirige a cuantos quieran tener su nombre por divisa
ble de mensaje para todas las generaciones. San Lucas y les indica las prácticas que han de aceptar. Se sigue
se adelantó a la época: por considerar que tales com- de ello que el Sermón contiene las verdades y hechos
paraciones ofrecían escaso· interés a sus lectores, se que constituyen el fundamento del reino cristiano y que
limitó pura y simplemente a suprimirlas y se concretó tales enseñanzas han de encontrarse en la raíz de todo
a las consecuencias. sistema cristiano.
633 634
SERMÓN
,---

Monte de las Bienaventuranzas, lugar de I Sermón de la montaña, visto desde el sur. (Foto P. Termes)

De todas las funciones de Jesucristo, las de doctor y agricultura, animales, plantas, vida doméstica, muebles,
legislador sobresalen refulgentes en esta ocasión. Si en núcleos urbanos, prácticas sociales, hábitos cotidianos,
otros episodios se revela el taumaturgo, el fundador, el necesidades humanas, próspera y adversa fortuna, todo
profeta, el Sermón de la montaña muestra· al legislador. se da cita en él.
Con todo, se trata de un legislador que se pone en el No hay que inferir de ello que Jesucristo desprecie
mismo plano que Dios, promete o niega el reino del la metafísica; también sabe desenvolverse en este campo,
cielo y penetra en lo más íntimo del alma para imponer y en su evangelio, ha conservado san Juan más de un
en ella sentimientos e intenciones. Las pruebas de la divi- pasaje que contiene especulaciones sublimes. Aquí se
nidad de Jesucristo han de ser enriquecidas con el acervo trata de una enseñanza inicial deparada a gente del
de estos textos, aunque no se Jea en ellos una reivindi- pueblo que en su mayoría no está iniciada.
cación expresa de la divinidad. Asimismo debiera de El carácter popular deja prever el empleo de figuras.
explotarlos la doctrina de su realeza por cuanto el poder «El Mesías - escribe D. Buzy - se adaptó maravillo-
legislativo dimana de este atributo. samente a su auditorio; gusta a la gente que se hable
No obstante la importancia de su enseñanza, Jesu- en su propio lenguaje; si se le hace caso, su inteligencia
cristo la divulga con un sabor popular. Una presenta- espontánea, interesada en el juego, capta con facilidad
ción filosófica hubiera exigido definiciones, exposiciones el precepto envuelto en la imagen que ha de permanecer
abstractas, distinciones relativas a modalidades diversas, y ha de ser recordado, así como la paradoja que en-
argumentaciones. Jesucristo prefiere adaptar su mensaje vuelve al precepto y que ha de ser interpretada. Si se
a la mentalidad de su auditorio. Enuncia su ideal en saca la cuenta se queda uno sorprendido por el número
términos sencillos. Todo cuanto ilustra lo que dice de tales paradojas, figuras todas ellas, metáforas atrevi-
está tomado de las experiencias, de las preocupaciones das. Como orador popular se revela Jesús de modo
y del medio ambiente de su auditorio. Votaw invita a exquisito y, lo que conforta, es que casi siempre fue
comprobarlo: la lectura del Sermón orientada en este perfectamente entendido».
sentido permite identificar numerosas alusiones a ins- Como origen de las figuras hay que buscar el espíritu
tituciones coetáneas: religión, moral, comercio, industria, oriental. Fue este aspecto popular y oriental el que ins-

635 636
SERMÓN

piró las figuras que adornan el Sermón: alegorías de la se opone a la interpretación de la Ley por los escribas
sal, de la luz, de la ciudad construida sobre la altura; (5,21-48); seis antítesis: «se ha/ dicho ... pero Yo os
la parábola de los dos que edifican sendas casas, el digo»; b) a la justicia de los fariseos, en cuestión de
símbolo de la viga y de la paja, el de las perlas delante limosnas, oraciones, ayunos supletorios (6,1-18); e) se-
de los puercos, el de los lobos rapaces, el de la senda ñala la justicia de sus discípulos - a ellos va dirigi-
estrecha, el del árbol y sus frutos; las hipérboles de los do el Sermón - (6,19-7,27).
cuatro casos en que no se ha de hacer frente, del secreto Las unidades literarias últimas o «formas» en que se
de la limosna, del ayuno, de la oración, de la amputa- agrupan estos «dichos» del Sermón son varias: do-
ción de la mano derecha o de la extirpación del ojo minan las instrucciones para ordenar la conducta; las
derecho ... Este último matiz merece ser debidamente antítesis, actitud con el hermano, con la mujer, con el
conocido y comprendido, porque constituye la base de enemigo, en el hablar (5,21-48); conducta a seguir en la
toda una exégesis sumamente necesaria para compren- limosna, oración, ayuno (6,1-18, etc.). Hay también sen-
der la doctrina de Jesucristo. tencias para la vida misionera, probablemente para
A fin de resaltar más un principio que una norma de misioneros evangélicos (6,25.34), dichos de polémica
conducta, Jesucristo afirma más que indica, y deja que contra escribas (5,21-48) y fariseos (6,1-18, quizá tam-
el. sentido práctico lo aplique con discernimiento. Ade- bién 7,3-5), dichos sobre el juicio (5,25-26; 7,21.23 y 24-
más, una afirmación general, absoluta, sin distinción ni 27), y dichos sobre la persona de Jesús (5,17.18 ... ).
reserva, no suele formular, no obstante las apariencias, Muchas de estas enseñanzas de Jesús se encuentran
sino un aspecto parcial de la realidad; y para entrar en el Talmüd o midrásím judíos, pero ni todas (contra
en posesión a este aspecto del verdadero pensamiento Wellhausen) ni las más características (la bienaventu-
de Jesucristo habrá que tener en cuenta un conjunto ranza de los pobres, la prohibición del divorcio, al poner
de frases que se complementan o se limitan mutuamente. la otra mejilla, amar al enemigo, alegría en la peniten-
Y éste es el punto más delicado del Sermón de la cia, etc. 6,16-18). Por esto y por la oposición a la in-
montaña, que suscita toda la problemática del comen- terpretación de la Ley por los teólogos judíos y a las
tario. prácticas de los piadosos fariseos, el Sermón de la
Bibl.: C. W. VOTAW, Sermon of the Mount, Edimburgo 1904. Montaña no es una nueva ley judía más estricta (H.
P. A. DURANT, Évangile selon saint Matthieu, París 1924, pág. 53. Windisch) ni se puede decir que Jesús esté en la línea
D. Buzv, en La Sainte Bib/e, IX, París 1935, pág. 51. F. PRAT, de los escribas. Tampoco es una moral de circunstan-
Jésus-Christ, 7.• ed., Paris 1938.
A.M. MALO cías, interina de emergencia, para prepararse al fin de
este mundo, a la aparición del reino escatológico de
4. EN MATEO y LUCAS; su INTERPRETACIÓN. Ocupa Dios que, según J. Weiss y A. Schweiser y otros escato-
los caps. 5-7 de Mateo: uno de los
cinco discursos del Señor en Mt,
110 vers.; en Le, 29 vers., pero en
forma más original. Mateo y Lu-
cas recogen «dichos» (logia) de
diversas ocasiones. Sus variantes
derivan: a) de que Mateo repro-
duce catequesis (didajé) dada a
catecúmenos o recién bautizados
del judaísmo, y Lucas catequesis a
convertidos del paganismo; b) de
que Mateo y Lucas traducen un ori-
ginal arameo diversamente; e) de
que Lucas destaca la «justicia» en
cuanto caridad y Mateo en cuanto
distinta y superior y más espiritual
que la de los escribas (doctores
de la Ley) y fariseos (seglares pia-
dosos y pagados de observancias
externas).
En Mateo se compone: l. de
introducción (5,3-19), que subyace
como fundamento de todo el res-
to; 2. del tema a desarrollar (5,20)
«si vuestra justicia no excede la de
los escribas y fariseos»; 3. del
cuerpo de la catequesis: a) Jesús

Panorámica que se divisa désde el


monte de las Bienaventuranzas. (Foto
Orient Press)

637 638
SERMÓN

logistas, Jesús creía inminente. No se trata de leyes SERMÓN ESCATOLÓGICO. Se llama así por su
severas para una época breve de peligro y excepción. contenido referente a las postrimerías (del gr. foxa,os)
Tal idea escatológica no aparece en el Sermón. Tampoco al discurso del Señor consignado en Mt 24,4-36 y pa-
se trata de una mora: imposible de cumplir o hecha ralelos Me 13,5-37; Le 21,8-36.
para minorías, o para todos los cristianos con el fin de Contiene puntos como «la abominación de la deso-
que se confiesen impotentes y esperen su salvación de lación»": «no pasará esta generación ... »2; «del día
Cristo. Se trata, cierto, de grandes exigencias, las exi- aquel nadie sabe ... ni el Hijo»", que han constituido
gencias de la Ley de Cristo, pero exigencias de amor a «cruces» para los intérpretes y ocasión de aberraciones
discípulos que han entrado ya en el Reino de Dios, heterodoxas, a través de la historia de la Iglesia. En
a discípulos que ven vencido ya el reino de Satán, del tiempos antiguos dieron pie a las controversiones arria-
pecado y de la muerte, a discípulos liberados por Cristo na, apolinarista, nestoriana, etc., y en la época moderna
y constituidos en hijos de Dios y que reciben la ayuda a las opiniones erróneas de la «escuela escatológica»
de Dios. Cristo les exige mucho en el Sermón de la y de la Formgeschiclitlicheschule ( «escuela de la historia
montaña, porque Dios les ha dado mucho, todo. Y de las formas»).
aún para no desorbitar las exigencias hay que distinguir Si para los escatologistas el discurso representa el
en los logia del Sermón lo que es evidente hipérbole pensamiento de Cristo, que se engañó\ para los seguido-
( «arráncate los ojos»), y hay que indagar para cada res de «la historia de las formas» no representa el
«dicho» su motivo, su precedente, vgr, en el amor a pensamiento de Cristo. Es sencillamente un mensaje
nuestros enemigos que Cristo manda el motivo, y pre- evangélico, compuesto de una apocalíptica judía y de
cedente es el amor infinito de nuestro Padre Dios que reflexiones cristianas posteriores, donde la cÓrnunidad
ama hasta los injustos y pecadores; el motivo y prece- cristiana primitiva manifestaba sus esperanzas o decep-
dente de deber perdonar las injurias es que Dios nos las ciones respecto a la proximidad de la parusía.
perdona (6,15 y 18,35). Por fortuna, el error no parece tener otra rpisión que
El Sermón - o parte de él - lo pronunció Jesús, contribuir al esclarecimiento de la verdad. Así como las
según Mateo, en «la montaña»: así el texto griego en controversias antiguas fueron fijando la verdadera in-
vez de «una montaña»: es una arameísmo que procede terpretación de Me 13,32, así también los errores mo-
de una traducción poco 'feliz del documento aramaico dernos citados, están contribuyendo a ir fijando la inter-
subyacente como fuente: en el arameo del siglo r, pretación definitiva de todo este discurso.
arameo tipo 'Onqelos - aunque no en el arameo dia- A dos pueden reducirse las tendencias de la exégesis
lectal galilaico -, se ha perdido el sentido del nombre católica del sermón escatológico. La que sostiene que
enfático (con artículo): un nombre como türii' (nombre el discurso encierra dos temas: fin de Jerusalén o del
enfático, con artículo, = el monte) significa frecuente- Templo y fin del mundo o parusía. La otra tendencia,
mente un monte. Normalmente, el NT, según el códice en cambio, cree que se trata de un solo tema: un apo-
Vaticano, usa bien el artículo (Moulton), no tan bien calipsis (unidad literaria) e historia profética del Reino
en el códice aramaizante D ( códice de Beda de Cam- de Dios (corno unidad ternaria).
bridge). Los dos principales representantes de la dualidad de
Pero no escasean casos de inserción, como el pre- temas son M.-J. Lagrange y A. Vaccari. El primero,
sente, o de supresión indebida del artículo debido al fundándose en la poesía hebrea (estrofas, etc.) propone
apógrafo arameo. Véanse otros casos de la montaña» la siguiente división del discurso:
en Me 3,13; Mt 14,23 = Me 6,46; Le 9,28, Me 9,2.
En Mt 5,15 tenemos el mismo aramaismo': «del modio» LA RUINA DEL TEMPLO LA PARUSÍA
(en lugar de «de un modio»), «del candelabro» (en
Tiempo de tribulación
lugar de «de un candelabro»).
Esa montaña de Mateo - Lucas dice que el Sermón Me 6-8 (Mt 4-8) Me 19-20 (Mt 21-22)
fue en el llano, que bien puede ser un llano de la misma
montaña - fue una montaña real cerca de Cafarnaúm, Conducta de los fieles
según la tradición, la montaña de la que brotan las Me 9-13 (Mt 9-14) Me 21-23 (Mt 23-28)
siete fuentes o Eptapegón, hoy Tábigah, montaña que
da sobre el lago de Tiberíades a tres km al sudeste de La catástrofe
Cafarnaúm, no el demasiado alejado Qarn (Cuerno) Me 14-18 (Mt 15-20) Me 24-27 (Mt 29-31)
Hattín y menos el Tabor (san Jerónimo). Montaña real,
pero dado que Mateo siempre está pensando en el AT Las parábolas
y en relacionarlo con el NT, y dado que el Sermón
Me 28-31 (Mt 32-35) Me 32-37 (Mt 36-42)
contiene la nueva Tóráh o Ley que en varios puntos se
contrapone a la Ley de Moisés dada en el monte Sinaí, En cuanto a Lucas - según él - se trata, en su mayor
probablemente Mateo incluya en la palabra «montaña» parte, tan sólo de la ruina de Jerusalén. ·
una alusión - un rémez - al Sinaí. Vaccari cree que, dado el planteamiento del problema
en la pregunta de los apóstoles «Dinos: ¿cuándo será
Bibl.: J. JEREMIAS, Die Bergpredigt, 3.• ed., Stuttgart 1961, trad.
franc. en Paro/es de Jésus, en Lectio Divina, 38, París 1963. A. esto?, ¿y cuál la señal de tu advenimiento y del fin del
DíEZ MACHO, Comentario a S. Mateo, en La Biblia más bella del mundo ?»4, todo depende de la recta distribución de
mundo. VI, Buenos Aires 1965, caps. 5-7. la respuesta del Señor, que dicho investigador ordena
A, DÍEZ MACHO del modo siguiente:

639 640
SERPIENTE

FIN DE JERUSALÉN FIN DEL MUNDO en Col/M, 28 (1939), págs. 519-539. A. VACCARI, 11 Discorso esca-
tologico nei Vangeli, en se, 68 (1940), págs. 5-22. L. DE GRAND-
Señales MAISON, Jesucristo. Su persona. Su mensaje. Sus pruebas, 2.ª ed.,
Me 5,23 (Mt 4-25; Me 24-27 (Mt 29-31; Barcelona 1941 (trad. cast.). J. A. ÜÑATE, El «Reino de Dios»,
¿ tema central del Discurso escatológico?, Madrid 1946. F. SPADA-
Le 8-24) Le 25-28) FORA, Gesú e la fine de Gerusalemme (Mt 24), Rovigo 1951. J.
LEBRETON, La vida y doctrina de Jesucristo Nuestro Señor, 4.ª ed.,
Tiempo
Madrid 1959 (trad. cast.).
Me 28-31 (Mt 32-35; Me 32 y sigs. (Mt 36 J. A. OÑATE
Le 29-33) y sigs.) Le 34-36)
Entre los partidarios de la unidad temática, algunos SERÓN (I,'¡pwv; Vg, Seron). General en jefe de las
la colocan más bien en la forma que en el fondo. Así, tropas seleucidas en Celesiria. Quiso vengar la derrota y
por ejemplo, L. de Witte, cree que el discurso es un muerte de Apolonio, gobernador militar de Samaria,
apocalipsis y como tal debe ser explicado. Las razones emprendió una campaña de castigo, con la ayuda de
que da se fundan en las imágenes hiperbólicas y temas judíos renegados. Judas Macabeo Je venció en Bét
estereotipados propios de los apocalipsis: a) físicos Hórón, a unos 22 al norte de Jerusalén, precisamente
guerras, pestes, hambres, oscurecimiento y caída de cuando Antíoco IV Epífanes se disponía a partir para
astros 5; morales: persecuciones de los justos; huida al su expedición hacia Oriente. El triunfo macabeo tuvo
desierto ... 6, b) pseudo-Mesías y pseudo-profetas', c) ca- gran resonancia en el país.
tástrofe o «gran tribulacións ", d) venida del Hijo del l Mac 3,13-23.
hombre (Juicio del Universo) 9 y e) inminencia del fin 1°. Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 12,261,287. M. ÜRANDCLAUDON,
Pero, simples analogías con escritos apocalípticos, Les livres des Macchabées, en La Sainte Bible, VIII, París 1951,
págs. 42-44.
que pueden tener más fácil explicación, no dan derecho C. COTS
a una conclusión que excede el valor de las premisas:
El discurso escatológico es «un apocalipsis» y, como $EROR («guijarro»; 'ApÉ6; Vg. Seror). Hombre de la
tal, debe ser explicado. tribu de Benjamín y abuelo de Qis, padre del rey SaúJl.
F. Busch ha demostrado que es el lenguaje del AT y 11 Sm 9,1.
las ideas tradicionales lo que da color a los puntos
Bibl.: NOTH, 1213, pág. 225.
más salientes del discurso (no los apocalipsis).
Por su parte, A. Vaccari ha probado suficientemente
SERPIENTE. Las serpientes se citan a menudo en
que la hipótesis de L. de Witte ni puede ser admitida,
la Biblia por diferentes conceptos. La terminología
ni resuleve las dificultades.
empleada varía según los casos. La palabra de uso
Nosotros creemos que el discurso escatológico tiene
más general para denotar a la serpiente es náhds (oql1S,
un único tema principal, desarrollado a través de sus
6páKwv; Vg. serpens, coluber), a la que se agregan de-
secciones literarias: el Reino de Dios, tal cual se nos
terminativos adjetivales para especificar su modo de
describe en la SE, especialmente en el NT.
ser o características especiales; algunos otros nombres
Es un discurso sobre el Reino de Dios que en su for-
son: 'ef'eh (ó:crní6es, l3acrti\ÍcrK05; Vg. vipera, regulus);
mación se dilata y perfecciona entre dificultades= que
peten (ó:crnís, l3acr1i\ÍcrKos, ex1s, 6páKwv; V g. aspis,
tienen que superar sus miembros, tanto los que pro-
basiliscusy; "aksúb (ó:crnís; Vg. aspisy; sefifon (ÉyKa.9,'¡-
ceden del judaísmo (gran tribulación) como los nacidos
usvo;; Vg. cerastes); siirüf (6<p1s; Vg. adurens), etc., én
en el gentilismo (tiempo de las naciones)> hasta llegar
el AT. En el NT, se emplean las voces 6<p1s, sprrs-ré
a su total perfección y consumación: parusía de Cristo
y ó:cnrís que corresponden a serpens, serpentia y aspis
para congregar el Reino de Dios13• Como signo de la
en la Vg.
parusía, la parábola de la higuera-! y las aseveraciones
Ninguno de estos nombres se ha identificado con
de Jesucristo: cumplimiento de los predicho." y momento
exactitud desde el punto de vista zoológico. Se conocen
solemne, cronológicamente ignorado, de la parusía 16 y
actualmente en Palestina treinta y seis especies de ser-
admonición a la vigilancia 17•
pientes como las cerastas (Cerastes cerastes L., Cerastes
Las diferencias entre las relaciones de Mateo (a quien
vipers L., etc.) y otras de mayor tamaño: como Tarbo-
sigue Marcos y Lucas), tienen su explicación en el hecho
phis fallax, Natrix tesselatus, Coluber jugularis, etc.
de que Mateo, judío que escribía para judíos, nos ha
La SE informa sobre los hábitos, costumbres y peculia-
conservado el discurso escatológico judío: al par que
ridades de las serpientes: se las temía1 por su veneno'
Lucas, gentil, que escribía para gentiles, nos ha conser-
y su astucia 3, vivían entre las piedras y las rocas 4, se
vado el discurso escatológico gentil. Entre ambos evan-
alimentaban de polvo5 , eran prudentes" y malignas',
gelistas nos han conservado lo que muy bien podernos
etc. Cuando los israelitas sufrieron durante el Éxodo
llamar el discurso escatológico total.
la picadura de serpientes venenosas, Moisés puso en
1Mt 24,15; Me 13,14. 'Mt 24,34 y par. 'Me 13,32; Mt 24,36. un poste una de bronce y bastaba una mirada a ella
•Mt 24,3 y par. 'Me 7-8.14-18.24-25.28-29. 'Me 9-13 y par.
'Me 5-6; 21-23 y par. 8 Me 19-20 y par. 'Me 26-27, etc. 10 Me para que la víctima sanase 8; conservada en el Templo
30-31 y par. "Mt 4-14 y par. 12Mt 15-22.23-28 y par. 13Mt 29- de Jerusalén y venerada más tarde, tal vez como dado-
31 y par. "Mt 32-33 y par. "Mt 34-35 y par. 10Mt 36; Me 32. ra de la vida, Ezequías ordenó destruirla 9• La serpiente,
17
Mt 37-25,46 y par.
corno imagen, representa a los malos", los enemigos
Bibl.: M. L'Avénement du Fi/s de /'homme, en RB,
J. LAGRANGE, de Israel+', los asirlos.", los escribas y fariseos13 o el
15 (1906), págs. 382-411. F. Busca, Zum Verstdndnis der synop-
tischen Eschatologie: Markus 13 neu Untersucht, Gütersloh 1938, peligro en general> (-+ Serpiente de bronce y Serpiente
págs. 63-109. L. DE WITTE, Le Crist a-t-il prédit la fin du monde?, del Paraíso).

641 642
SERPIENTE

Serpiente divina, sobre un estandarte,


hallada en la tumba de Tutanharnón.
La serpiente era considerada como
protectora de la corona real

obraba la serpiente de bronce'.


el símbolo mosaico recibió más
tarde culto idolátrico en el Templo
jerosolimitano, donde se conser-
vaba. Ezequías, durante su reforma
religiosa, ordenó destrozarlo, ya
que los hebreos quemaban incienso
ante él4• Se le honraba bajo el
nombre de ne/Justan (Nssc.Sév ; Vg.
Nohestan), que expresa tanto el
material que compone 1la imagen
(cbronce», néhoiet), como su for-
ma (cserpiente», nti(¡tis). El culto
de la serpiente se comprueba no
sólo en Mesopotamia (ac. sarrapu,
cf. sáráf), sino en ciudades palesti-
nenses como Bét Sémes, Beit Mir-
sim, Beisán y Gézer, pero en ésta
no con valor ofiolátrico, sino a
título de amuleto profiláctico, según
la interpretación más aceptada por
los especialistas.
-Nm 21,6-9. ser. Sab 16,6-7. 'Jn 3,
14-15. '2 Re 18,4.
Bibl.: W. F. ALBR!GHT, en AASOR, 17
(1936-1937), pág. 42 y sigs. K. GALL!NG,
art. Sch/ange, en BRL, I, Tubinga 1937,
cols. 458-459. G. E. WRIGHT, AJA, 45
(1941), págs. 483-485. G. CONTENAU,
Manuel d'archéologie orienta/e, IV, París
1947, págs. 2110, 2138. J. PEDERSEN, Is-
rael, JU-IV, 3.• ed., Londres-Copenhague
1Sab 17,9. 'Sal 140. 'Gn 3,1. 'Prov 30,19; Am 5,19. 'Gn 1953, págs. 711-712, con bibliografía arqueológica de descubri-
3,14; Is 65,25; Miq 7,17. 'Mt 10,16. 'Mt 3,7; 23,33. 'Nm 21, mientos conexos con el tema.
5-9. '2Re 18,4. "Sal 58,5. 11Dt 32,33. 12Is 14,29. 13Mt 23,33. J. A. G.·LARRAYA
"Sal 91,13.

Bibl.: Además de los comentarios a los pasajes bíblicos citados, cf.: SERPIENTE DEL PARAÍSO. Esta historia se en-
A. VINCENT, Canaan d'aprés l'exploration récente, .P arís 1907, págs. cuentra en el capítulo tercero del Génesis. Por la forma
174-176. w. VON BAUDISSIN, Adonis und Esmun, Leipzig 1911,
págs. 325-339. H. GRESSMANN, Mose und seine Zeit, Gotinga 1913, de expresarse sobre la serpiente! se deduce que se refiere
págs. 284-290, 453-460. H. H. ROWLEY, Zadok and Nehushtan, en a una serpiente de la especie que nosotros conocemos,
JBL, 58 (1939), págs. 113-141. J. FINEGAN, Light from the Ancient y no a un dragón mitológico, que en ocasiones suele
Past, Princeton (New Jersey), 1946, págs. 139-146. Y. YADIN,
Further Light on Biblica/ Hazor, en BA, 20 (1957), págs. 43-44.
denominarse serpiente 2 ; este último lo imaginaban como
monstruo marino'.
M.GRAU Se escogió intencionadamente la serpiente para des-
empeñar el papel de seductor; no sólo por su compor-
SERPIENTE DE BRONCE (heb. nti(uis néháset ; oqHS tamiento en la naturaleza, que la hace muy apropiada
xai\Kós; Vg, serpens aeneus). Cuando las serpientes para ello, sino sobre todo por el prestigio de que gozaba
ardientes hicieron perecer a muchos israelitas rebeldes, en la antigüedad. En el antiguo Oriente, la serpiente
Moisés recibió la orden divina de fabricar un stirtif desempeñaba un papel importante en la vida religiosa,
(cserpiente ígnea»), como las que exterminaban a los como puede deducirse de las numerosas reproducciones
culpables y colgarla en un lugar visible, a fin de que en que aparece. Israel tampoco escapó a esta influencia 4•
cuantos la contemplasen conservaran la vida. Moisés Era considerada como personificación de un poder be-
forjó la serpiente en bronce, la expuso como el Señor néfico, y como símbolo de vida y fertilidad. Asimismo
había ordenado y se extinguió la plaga1. Este efecto desempeñaba cierto papel en los oráculos, magia y
no se debió a una creencia supersticiosa, sino a que la ciencias ocultas.
serpiente de bronce era símbolo de salvación por virtud Es precisamente a causa del lugar preeminente que la
de Aquel que salva a todos 2. Por esta razón, Jesucristo, serpiente ocupaba en las creencias populares y en las
al predecir su Pasión, explicó el carácter espiritual de prácticas paganas, que fue escogida para desempeñar
la misma, comparándolo con la salvación física que el papel de seductor en la historia de la caída original.

643 644
SESONQ

De esta forma, la historia de la serpiente era a la vez una hermana de David, por parte de madre, la cual las
polémica contra la adoración de serpientes; ya que al tuvo de NaJ:¡as por su matrimonio anterior al con-
conceder sus preferencias a la serpiente sobre Dios, traído con lsaí.
los hombres trajeron las calamidades sobre la tierra. 'l Sm 26,6; 2Sm 2,13.18, etc. 'l Cr 2,16. '2Sm 17,25.
Al representarse la serpiente con frecuencia en posi- Bibl.: N0TH, 1211, pág. 227.
ción erguida, el narrador probablemente también se la C. COTS
imaginaba así e interpreta su movimiento de arrastre
como castigo de Dios 5• SERVIAS, Versiones. -+ Croatas, Versiones.
La tradición posterior veía en la serpiente al demonio 6,
al igual que lo veía en los otros ídolos'. SESÁN (et.?; Iwcráv, Iwcráµ; Vg. Sesan). Hombre
1
Gn 3,1.14-15. 'Job 26,13; Is 27,1. 'Sal 104,26. '2 Re 18,4' de la tribu de Judá e hijo de Yis'i, de la familia de
'Gn 3,14. 0Sab 2,24; Jn 8,44. 72 Re 1,2; cf. Me 3,22. Hesrón y de la casa de Yérahmé'él, Por carecer de des-
Bibl.: J. COPPENS, La Connaissance du Bien et du Mal el le Péché cendencia masculina, concedió en matrimonio una de
du Paradis, Lovaina 1948. W. F0ERSTER, en Th W, V, págs. 566- sus hijas a su esclavo egipcio, llamado Yarha", de los
582. G. LAMBERT, Le drame du jardín d'Éden, en NRTh, 76 (1954),
págs. 917-948, 1044-1072. J. PEDERSEN, Tite Fa/! of Man, Oslo
cuales procedió un numeroso linaje (--+ "Ahlay, § 1 ).
1955, págs. 162-172. 1 Cr 2,31.34-41.
H. DE BAAR Bibl.: N0TH, 1406, pág. 41.
C. COTS
SERQI, Gebel el-, Denominación árabe actual del
monte -+ Sénlr, SESAY (et.?; Iecrcreí, Iovcreí; Vg. Sesa, Sisai). Hijo
o descendiente de 'Ánaq, citado con 'ÁJ:¡iman y Talmay,
SERÜ'ÁH («leprosa»; Iape1pá [AJ, Iap16á [A]; Vg. como uno de los «gigantes» que residían en Hebrón
Sarva). Viuda de Nébát y madre de Jeroboam, primer en el momento en que los israelitas enviaron explo-
soberano del reino del Norte. Se cita una sola vez en radores a la Tierra Prometida y que fue derrotado pos-
laSE1. teriormente por los hebreos invasores.
lJ Re 11,26. Nm 13,22; Jos 15,14; Jue 1,10.
Bibl.: Norn, 1212, págs. 227-228. Bibl.: N0TH, 1405, pág. 41.
M. MÍNGUEZ J. CARRERAS

SERUC. Forma que tiene el nombre de --+ Serüg SESBASSAR (et. cf. ac. samas-bal-usur y samas-apla-
en Le 3,35. usur, «Samas proteja al hijo», sin-bal-usur, «Sin proteja
al hijo», sin-ab-usur, «Sin proteja al padre»; Iaj3avacráp,
SERÜG (et.?; Iepovx; Vg. Sarug). Descendiente de Bayacráp, Iapj3ayáp, Iacraj3ácrcrapos, Iacraj3acrcráp;
Sem, hijo de Ré'ü y antepasado de Abraham. Procreó Vg. Sassabasar). Judío de Babilonia y príncipe de Judá,
a Náhór a la edad de treinta años (ciento treinta según que volvió de la Cautividad con los primeros regresados,
la LXX) y vivió a continuación dos siglos, durante los devolvió los vasos sagrados a Jerusalén y se ocupó de
cuales tuvo otros hijos e hijas1• En las genealogías de su reconstrucción por acogerse al edicto de Ciro. Fue
san Lucas, se le llama Seruc (transcripción del griego)", el primer gobernador de Judá. La mayoría de los in-
El nombre se identifica con el distrito y la ciudad acá- térpretes le identifica con Zorobabel en vista de una
dicos de Serügi, situados entre Harrán y Karkémís, que notable porción de coincidentes datos personales que
los autores árabes llaman Serüg. existe entre ambos: son príncipes de Judá y descen-
1Gn 11,20-33; 1 Cr 1,26. 'Le 3,35. dientes de David, regresan con la primera caravana,
son gobernadores de Judá y echan los cimientos del
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, ea La Saint e Bible, I, París 1953,
págs. 231-232. SJM0NS, § 24. Templo (cf. Médebielle). Los obstáculos principales a
R. FUSTÉ esta teoría son que no se declare explícitamente su
identidad y que la misma persona tenga dos nombres
SERÜYÁH (var. séruyáh, «perfumada con bálsamo»; distintos (duplicidad, por otra parte, nada extraña en
Iapovía, Iapoveía; Vg, Sarvia). Madre de Joab, 'Ábi- el AT). Por ello, algunos exegetas admiten que Ses-
say y 'Ásah'el, leales jefes del ejército davídico 1. Con- bassar y el Sen'assar de 1 Cr 3,17-18, hijo de Joaquín,
trariamente al uso de reconocer a los hijos con la son la misma persona y que Zorobabel fue su sobrino.
adición del nombre del padre, en este caso se emplea el 1 Esd 1,8.11; 5,14.16.
de· la madre, lo que ha dado pie a diversas interpreta- F. J0SEF0, Ant. /ud., 11,l,3. w. F. ÁLBRIGHT, Date and
Bibl.:
ciones: quizá se hizo así por tener en cuenta el paren- Persana/ity of tite Chronicler, en JBL, 40 (1921), págs. 108-110.
tesco de Sérüyáh con David, por alguna otra circuns- F. X. KuGLER, Van Mases bis Paulus, Münster 1922, pág. 204 y
sigs. N0TH, 1404, pág. 63. K. GALLINO, en ZDPV, 60 (1937),
tancia que la hizo famosa o por el recuerdo de la págs. 177-183. I. SCHUSTER - G. B. HOLZAMMER, Manuale di storia
antigua costumbre de establecer la genealogía según bíblica, I, Turin 1939, págs. 971-973. A. MÉDEBIELLE, Esdras-
la estirpe materna. Tanto ella como Abigáil fueron her- Nehémie, en La Sainte Bible, IV, París 1952, págs. 285-286.
manas de los hijos de Isaí ", y, por consiguiente, de P. ESTELRICH
David. Pero el libro de Samuel presenta a Abigáil corno
hija de Náhás, y Sérüyáh, dada su hermandad, también SESONQ l. Faraón de la XXII dinastía, llamado
lo sería 3• De aquí que se crea que Sérüyáh fue medio --+ Sisaq en el AT.

645 646
SET

SET (heb. set, et. cf. infra; Ir¡S; Vg, Seth). Hijo de tación posterior a las 70 naciones, los 70 ancianos,
Adán y Eva. Según la genealogía yahwista, tercer hijo las 70 palmeras, etc. de textos famosos del AT'.
de nuestros primeros padres, después de Caín y Abel, 2. Por lo que hace a su identificación, tampoco hay
concedido en compensación de la muerte de éste1. En uniformidad entre los comentaristas, pues mientras la
este caso se cita la etimología - popular - del nombre, mayoría creen que se trata de una misión propia, dis-
que significa «[Dios] ha puesto» (heb. süt); según la tinta de la de los apóstoles -que Lucas refiere antes- 2,
genealogía sacerdotal, en la que no se cita ni a Caín otros creen -que históricamente Jesús no envió más que
ni Abe!, Set sería el primer hijo de Adán 2; es indudable una sola misión en la que formaban los doce apóstoles,
que se trata de dos versiones de una tradición más an- con un crecido número de discípulos, que Lucas habría
tigua, en la que se contienen los elementos compo- desmembrado en dos siguiendo sus fuentes propias y
nentes de ambas genealogías. A los ciento cinco años, para subrayar las diferencias que mediaban entre el
engendró a >Enos, después de lo cual vivió ochocientos ministerio de unos y otros.
siete años, en los que procreó hijos e hijas". San Lucas En cualquier caso se explican las grandes semejanzas
cita a Set entre los antepasados de Jesús". que median entre las recomendaciones misioneras que
'Gn 4,15. 2 Gn 5,3-8; cf. 1 Cr 1,1; Eclo 49,16-17 y Le 3,38. da Jesús a uno y otro grupo de predicadores de la buena
3 Gn 5,6-8. • Le 3,38. nueva, porque su misión era esencialmente la misma
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, aun cuando no gozasen de idénticos poderes tauma-
págs. 163-164, 166.
túrgicos. El grupo como tal no vuelve a aparecer en el
M. MÍNGUEZ
NT. Es probable que el tal grupo preexistiese a la ins-
titución del dodecanato apostólico, que tal vez fue elegido
SETÁR (et.?; IapuaSaios [B), IapmSÉos [AJ; Vg.
de entre ellos como de entre ellos debieron salir los dos
Sethar). Uno de los siete príncipes de Persia, a quien
candidatos propuestos para la sustitución de Judas3 •
le era permitido contemplar el rostro del rey Asuero
'Gn cap. 10; Éx 15,27; Nm 11,16 y sigs. 'Le 9,1-6. -cr. Act
y ocupaba el primer puesto, en cuanto autoridad, des-
1,21 y sigs.
pués del soberano.
Bibl.: B. M. METZGER, Seventy or Seventy Two Dísctples, en
Est 1,14. NTSt, 5 (1952), págs. 299-306.
M. D. RIEROLA e.GANCHO

SETAR BOZÉNAY (et. cf. infra; IaSap~ovl;avó:, SETENTA SEMANAS. Jeremías refiere la profecía
IaSap~ovl;ó:v [B), IaSap~ovl;avaí, IaSap~ovl;avr¡s, Ia- de los 70 años al final de los cuales terminaría la cauti-
Sap~ovl;avé [AJ; Vg. Stharbuzanai). Funcionario persa, vidad de los judíos1• Daniel ve que el tiempo prefijado
quizá secretario de Tatténay, gobernador de la provincia está para cumplirse sin que se perciban señales de
persa de 'Abar Naháráh, el cual protestó con otras próxima liberación 2• Por lo que el profeta, volviendo
personas de la actividad reconstructora de Zorobabel su rostro hacia la Ciudad Santa, hace una confesión
y sobre ello firmó una carta en la que se preguntaba de los pecados de su pueblo y eleva una ardiente súplica
a Darío si los regresados tenían autorización para ello 1• al Señor para · que abrevie los días del Cautiverio 3.
Su nombre recuerda el stbrzn de las-cartas de la Ele- Estaba aún hablando cuando el ángel Gabriel 4 se llega a
fantina y el satabarzana de los documentos de Murasu. él para manifestarle las cosas que deseaba conocer5 ,
Algunos intérpretes creen que el nombre significa «Mitra lo que hace con una perspectiva más amplia, anun-
es salvador». ciándole los tiempos mesiánicos que vendrán después
'Esd 5,3.6; 6,6.13. de 70 semanas de años".
Bibl.: A. MÉDEBIELLE, Esdras-Néhémie, en La Saint e Bible, IV, •Jer 25,11; 29,10. 'Dan 9,1-4a. 'Dan 9,4b-19. -cr. Dan 8,16.
París 1952, págs. 303-306. 'Dan 9,20-23. 'Dan 9,24-27.
M. D. RIEROLA
Los textos aducidos están muy mal conservados y
SETENTA, Versión de los. Título variante que se han dado lugar a innumerables hipótesis que, acer-
da a la versión griega del AT (--+ Septuaginta). cándose según Fraidl, a las treinta en el siglo XVI, ha
superado últimamente el centenar, si bien pueden re-
SETENTA Y DOS DISCÍPULOS, Los. Las noti- ducirse fundamentalmente a tres.
cias que tenemos sobre este grupo de discípulos de Jesús El ver. 24 tiene un sentido claramente mesiánico,
son exclusivas de Lucas que las trae en su sección pro- tanto en su parte negativa (el fin de la transgresión, la
pia, llamada «sección de los viajes» (9,51-18,14) y ocupa cancelación del pecado y la expiación de la iniquidad
la primera mitad del cap. 10 de su evangelio. son, en el lenguaje de los profetas, característica de
1. En cuanto a su número varían los códices: B, D y los tiempos mesiánicos), como en su parte positiva
otros mayúsculos con la Vg., la siríaca-sinaítica y cure- (la justicia eterna, el cumplimiento de las profecías
toniana y varios minúsculos leen 72, mientras que el S, A evocan con toda claridad la plenitud de los tiempos;
y varios otros mayúsculos y diversas versiones antiguas como también la unción de una «santidad santísima»)
leen 70. Los editores modernos oscilan en la elección; que hay que entender o del Mesías (Vg.), o en último
Merk, por ejemplo, que las primeras ediciones leía 70 término del nuevo reino cuya misión es perdonar el
prefiere 72 en las últimas, así también Lagrange, Bover. pecado y enseñar la justicia.
Los comentaristas actuales parecen preferir la lección Los vers, 25-27 han recibido tres interpretaciones o
r de la Vg. por considerar el número 70 como una adap- grupos de interpretaciones: ·

647 648
SET! I
1. MESIÁNICA. Algunos exegetas, siguiendo el texto Antíoco IV Epífanes. En ella se encuadran, sin violencia,
de la Vulgata que divide las 70 semanas de años en los episodios a que aluden los vers. 26b-27: la «desapa-
dos períodos de tiempo - 69 semanas y 1 semana - rición del pacto para muchos» se refiere al abandono
señalan como punto de partida el decreto de Artajerjes por parte de no pocos judíos de las leyes patrias, secun-
a Esdras del 458 A.c.1 en favor de los judíos, o el dado dando la campaña del rey empeñado en la helenización
por el mismo rey a Nehemías el 445 A.c. 2 Las 69 sema- de Palestina 5• Su obra disolvente culminó el 168, mitad de
nas, que terminan con la muerte de un ungido, nos la semana, en que al volver de su expedición a Egipto se
llevan hacia el año 30 D.c., de modo que el ungido apoderó de la ciudad por las armas haciendo morir
de los vers. 25-26, que sería el mismo, se identifica con y degollar a muchos; prohibió la ofrenda y el sacrificio y
el Mesías que fue muerto hacia esa fecha. La última colocó sobre el altar del templo ¡desoladora abomi-
semana comprendería el tiempo transcurrido entre la nación! la estatua de Júpiter Olímpico". Así hasta el
muerte de Cristo y la destrucción de Jerusalén del año 70 25 de dieimbre del 164 en que Judas Macabeo hizo
en que se cumpliría la «abominación de la desolaciónx '. abatir el ídolo y purificar el Templo'. Después de estas
El «pacto con muchos» sería la nueva Alianza; la «ce- cosas vendrá el Mesías, cumpliéndose la profecía del
sación del sacrificio» · la abolición del culto judaico ver. 24; pero no inmediatamente, es conocida la falta
que de hecho no concluyó hasta la destrucción de de perspectiva histórica en los profetas al anunciar los
Jerusalén. La última parte del ver, 27 se referiría a la tiempos mesiánicos. Por las indicaciones hechas se ve
historia de la Iglesia o al fin del mundo. que esta explicación responde muy bien a los hechos
Esta explicación, en la que el sentido mesiánico históricos de la época macabea; y también al plan
sería patente, tiene serias dificultades: la «salida del general de las visiones proféticas que suelen seguir esta
oráculo» no parece designar un decreto, y de hacerlo línea: persecución, fin del perseguidor, nueva era; con
aludiría al de Ciro del 538, el más importante de todos, la diferencia de que en Dan 9,24-27 se anuncia primero
en que concede a los cautivos libertad para volver a su la era mesiánica y luego los sucesos que le preceden. No
patria y reedificar el Templo; la expresión «7 semanas ofrece dificultad el texto de Mt 24,15: Cristo amplía el
y 62 semanas» para indicar 69 no encuentra punto de sentido a los tiempos mesiánicos, o descubre un sentido
apoyo; la identificación de los ungidos de los vers. 25-26 típico.
es muy poco probable (el T. M. carece de artículo en
'Jer 30,18; 31,38. 2 2 Cr 33,22 y Esd 1,1-2 ven en él cumplido
el 26, lo que indica no es el del anterior; y los Santos el oráculo de Jer. 32 Mac cap. 4. •cr. Esd 4,1 y sigs.; Neh 6,1
Padres no están de acuerdo en ver al Mesías ni en uno y sigs.; 9,37. 51 Mac 1,42.52; 2 Mac 4,12-15. 0 1 Mac 1,21 y sigs.;
ni en otro); en la última semana ¿cómo encajar los 47; 2Mac 5,11 y sigs. 7 1 Mac 4,41-53.
años del 30 al 70? De hecho, ni Cristo ni los apóstoles 3. HISTÓRICO-TÍPICA. Muchos autores admiten esta
citan esta profecía junto a las grandes profecías mesiá- interpretación. Afirmado todo lo de la sentencia anterior,
nicas, lo que indica no vieron en ella esa precisión ven, además, en Onías III, pontífice santo, un tipo de
temporal. Cristo, el Ungido por excelencia y víctima por los pe-
cados de la humanidad; en Antíoco un tipo del anti-
'Esd 7,8.11-26. 'Neh 2,1-9. -cr. Mt 24,15.
cristo o fuerzas opuestas al Reino de Dios; y en la pro-
2. HISTÓRICO-MACABEA. La mayoría de autores pre- fanación del Templo por Antíoco la de los zelotas poco
fieren esta interpretación. Siguiendo el T. M. que dis- antes de la destrucción de Jerusalén del 70 por Tito A.
tingue tres períodos de tiempo, y sin prestar un valor Dado el gran parecido entre los acontecimientos de la
matemático a las cifras, coloca el punto de partida en época macabea y los de la mesiánica mencionados,
los oráculos de Jeremías de los años 605 y 5861, dado aparece probable la ordenación de los primeros en
que las setenta semanas son una extensión de los 70 años relación a los segundos, máxime teniendo en cuenta
de Jeremías. la proyección mesiánica del ver. 24 y Mt 24,15.
El primer período - 7 semanas de años - com- A F. JOSEFO, Bel. Iud., 4,3.
prende hasta Ciro que el 538 da el decreto de liberación 2, Bibl.: Además de los comentarios a Daniel, véase: F. FRAIDL,
con lo que viene a ser un gran bienechor del pueblo Die Exegese der 70 Wochen in der a/ten und mittleren Zeit, Graz
de Israel, que Isaías llamará «ungido de Yahweh» 1883. L. BIGOT, en DThC, IV, cols. 75-103. M. J. LAGRANGE, La
prophétie des soixante-dix semaines de Dan, en RB, 39 (1930), págs.
(45,1); el que el texto diga un «ungido príncipe» indica 179-198. G. E. CLOSEN, Prophetia septuaginta hebdomadum, en VD,
que se trata de un rey más bien que de un sacerdote. 18 (1938), págs. 47-56, 115-125. M. J. ÜRUENTHANER, The Seventy
El segundo período - 62 semanas con menos preci- Weeks, en CBQ, 1 (1939), págs. 44-54. A. VACCARI, Dan. 9,25-26
sión histórica que los otros dos; el autor quiere encua- de septuaginta hebdomadibus, en VD, 19 (1939), págs. 284-286. E.
TESTA, Le 70 sel/imane di Daniele come castigo, en SBF, 9 (1958-
drarlos en el número 70 - se extiende hasta la muerte 1959), págs. 5-36.
de «un ungido» que muy bien puede ser el sumo sacer- G. PÉREZ
dote Onías III, hombre integérrimo e intrépido defensor
de la religión y del pueblo, que fue asesinado el 174 A.C. SETI I (egip. setolje), Segundo monarca de la XIX
en Dafne, junto a Antioquía, adonde había tenido dinastía (1312-1298). Fue hijo de Ramsés I y padre de
que huir3 • En ese espacio se reedificaron «la plaza y Ramsés II. Aparte de su labor administrativa en Egipto,
el foso», o zanjas en torno a los muros, «en la angustia tiene importancia, desde el punto de vista de la historia
de los tiempos», debida a las incursiones de los sama- y arqueología del antiguo Próximo Oriente, por haber
ritanos y ammonitas4 • dado firmeza a la autoridad egipcia en Palestina y por
El tercer período - una semana dividida en dos sus luchas con los hititas, que acabaron con la firma
mitades - dura desde el 171 hasta el 164 en que muere de un tratado de paz. En Beisán se han hallado dos es-

649 650
SETI I
Estela de Seti I, datada en el 1312 A.c., hallada en Beisán.
En ella se narra su victoria sobre un invasor transjordánico
que atacó la ciudad. El nombre de Beisán aparece destacado
en color blanco. (Foto P. Termes)

nonium de Abidos, el obelisco que está hoy en la Piazza


del Popolo en Roma, etc.
Bibl.: J. PrRENNE, Historia de la civilización del antiguo Egipto,
II, Barcelona 1963 (trad. cast.), con abundante bibliografía; cf.
Índice de nombres.
J. A. PALACIOS

SETITAS (heb. béné set; vioi Ir¡S; Vg. filii Seth).


Hijos de Set, figura con que se designa a los moabitas,
en el oráculo en que Balaam anuncia la derrota de Moab
a manos de un jefe de Israel1. Suele entenderse, en vez
de setitas, los «hijos del tumulto» o «tos hijos del or-
gullo», mediante, en el primer caso, la enmienda de
Set (heb, set).en sa'6n y, en el segundo, en se'et.
1 Nm 24,17.
Bibl.: A. CLAMER, Les Nombres, en La Saint e Bib/e, II, París
1946, págs. 400-401.
M. D. RIEROLA

SETO (heb. mésúkáh; q,payµós; Vg. sepes). A dife-


rencia del muro o pared construidos con materiales de
piedra y argamasa, el seto (de la raíz súq, «cercar», «ro-
dear»)! está hecho con ramas y bardas que delimitan
las propiedades particulares de los campos, que sirven
para recoger el ganado, etc. 2 Sin embargo, las versio-
nes no siempre conservan este matiz y lo traducen con
frecuencia por «muro».
A partir de este sentido vulgar y directo, el seto ad-
quiere un significado metafórico de protección y defensa:
entre los cuidados de Yahweh para con su viña cuenta
el haberla rodeado de un seto contra el ataque de fieras
y viandantes 3; en los libros sapienciales se compara el
camino del perezoso a un seto de espinas por el que no
se puede caminar y la casa del que no tiene mujer a una
hacienda sin vallado expuesta a todos los ataques",
Pablo compara a un seto aislante la separación que
dividía a judíos y gentiles antes de ser reconciliados por
la muerte redentora de Cristo '.
1Os 2,8; Job 1,10. •cr. Le 14,23. 'Is 5,5;cf. Mt 21,33 y par.
'Prov 15,19; Eclo 36,27. 'Ef 2,1'1.
C. WAU

SETÜR («ocultado [por Dios]; Ia.Soúp; Vg. Sethur).


Hijo de Míká'él; fue el miembro de la tribu de Aser
destinado a explorar el país de Canaán1.
1 Nm 13,13.
Bibl.: NOTH, 1003, págs. 38, l 58.

SEXO. Como en la mayor parte de los pueblos an-


tiguos y primitivos, los fenómenos sexuales se conci-
telas suyas - así como un templo - y una tercera en bieron en el AT como envueltos de misterio y peligros;
Tell el-Siháb, útiles para el conocimiento de la geografía por eso, al lado de la regulación ética de la vida sexual
y las toponimias siropalestinas. En Egipto se conservan se conocieron también preceptos cultuales relacionados
numerosos monumentos, modélicos en su género, en con ella. Determinados procesos normales o patológicos
especial en lo referente a los relieves; su hipogeo en el hacían impuro, porque interrumpían la comunidad legal
Valle de los Reyes, la sala hipóstila de Karnak, el Mem- externa con Dios. La menstniación1 y el flujo patológico

652
651
SIAGÓN
hacían impura a la mujer y a todas las personas y obje- 2. (Iaov [B], foov;\ [A]; Vg. Sue). Hombre de la
tos que tocaba, durante siete días2 ; en caso de flujo tribu de Judá, de la familia de Hesrón y de la casa de
patológico, todo aquel que se ponía en contacto con la Caleb. Fue hijo de Sá'af y se le menciona como padre
paciente quedaba impuro hasta la tarde y debía lavar- ( «fundador» o «restaurador») de Makbénáh y Gib'á'
se '. El acceso carnal a una menstruante, habido con (Gabaa, § l) 5•
ignorancia de tal estado, impurifica por espacio de 1
2Sm20,25. '2Srn8,17. 'lCrlS,16. '1Re4,3. '1Cr2,49.
ocho días 4, y el tenido a sabiendas de ello debía ser cas-
Bibl.: NOTH, 1310, pág. 222.
tigado con la muerte de ambos5; esto, al parecer, porque
D. VIDAL
la sangre menstrual se conceptuaba como particular-
mente impura", Aun cuando la bendición del hijo
SEWENEH (crnercado», «puesto comercial»; egip.
constituyera un honor para toda mujer', ésta quedaba
swnt; cop. swan, swén ; ár. aswán ; Ivrivri; Vg. Syene)
impura durante siete días en caso de dar a luz un varón
Ciudad de Egipto, situada en la frontera meridional
y catorce días cuando el parto había sido de una
de este país, y mencionada en la expresión «desde
hembra, y además debía permanecer en casa treinta
Migdól a Séwénéh», en una profecía de Ezequiel, en
y tres días, excluida del' santuario, en el primer caso, y
la que se expresan los límites egipcios de norte a sur'.
sesenta y seis días en el segundo 8 • Toda polución, tanto
Se identifica con la actual población de Aswán, en la
patológica como normal 9, intencionada o voluntaria",
primera catarata del Nilo. Séwénéh.Syene no aparece
impurificaba al hombre. El acto conyugal mismo hacía
en los textos egipcios hasta que Elefantina comenzó a
impuros al marido y a la mujer hasta la tarde y debían
decaer. Los papiros arameos descubiertos en ésta son una
purificarse con un baño". Quedaban asimismo impuras
importante fuente de información sobre Séwénéh, Gra-
las personas y objetos en contacto con el flujo seminal
cias a ellos, se sabe que Séwénéh no tuvo la importancia
de un enfermo y debían ser purificados con abluciones12.
militar y estratégica de Elefantina, sino como lugar de
Esos detallados y rigurosos preceptos manifiestan cierto
residencia de algunas personas citadas en los documen-
temor a lo sexual, aunque ello no suponga una menor
tos arameos. No lejos de ella estaban las canteras de
estima de la vida de matrimonio, sino más bien que ésta
granito rojo que se utilizó en las construcciones fa-
debía se protegida por medio de una perfecta regula-
raónicas. Los romanos tuvieron en Séwénéh tres co-
ción. Como en las demás leyes purificadoras13, también
hortes a modo de guarnición. Aswán es famosa por la
estos casos se hallan presididos no tanto por motivacio-
presa o dique que lleva su nombre. El rollo de Isaías
nes de orden higiénico o estético, sino más bien religio-
(lQisa) permite tal vez identificar a los sinitas con los
so, pues análogamente como entre los pueblos vecinos
naturales o habitantes de Séwénéh.
de Israel y en la actual población palestina, los fenóme-
nos sexuales eran considerados como impedimento para
1 Ez 29,10; 30,6.
la relación cultual con Dios. Esas prescripciones debieron Bibl.: ESTRABÓN, Geogr., 17,J,53,54. E. G. KRAELING, The
pasar probablemente de la tradición premosaica a la Brooklyn Museum Aramaic Papyri, New Haven 1953, págs. 21-26.
SrMONS, §§ 1310, 1429, 1667.
ley del A T y tuvieron fuerza obligatoria por la sumisión
T. DE J. MARTÍNEZ
que Israel debía a Yahweh. Por otra parte, esos detalla-
dos preceptos fomentaban aquel exagerado formalismo SEXTARIO. Nombre latino con que la Vulgata
que se manifestó visiblemente en el judaísmo tardío traduce el nombre hebreo lág, medida de líquidos que
y con el cual se enfrentó Jesucristo, puesto que a sus equivalía a una cuarta parte del qab (algo más de medio
ojos sólo cuenta la pureza moral>, Por ello, están ex- litro)(--+ Metrología).
cluidas también del NT las prescripciones cultuales re-
lacionadas con lo sexual, ya que a los seres humanos Sl'Á' (et.?, 'Acovió ; Vg. Siaa). Un netineo, cuyos
no los impurifican los procesos naturales, sino la malicia descendientes regresaron de la Cautividad babilónica
del corazón 15.
con Zorobabel1• Quizá reciba el nombre de Si'aha'2•
'Lv 15,25-30. 'Lv 15,19-23. 'Lv 15,27. 'Lv 15,24. 'Lv 20,
18. ºEz 36,17. 7 1 Sm 1,6. 'Lv 12,1-6. "Lv 15,1-15. '°Lv 15, 'Neh 7,47. 'Esd 2,44.
16-17. "Lv 15,18. "Lv 15,4-5. "Lv eaps. 11-15. "Mt 15,1-20; Bibl.: NOTH, 989, pág. 252.
Me 7,1-5. "Me 7,18-23.
Bibl.: Además de los comentarios al Levítico, véase: J. DOELLERi Sl'ÁHÁ' (et.?; I1a6:, Iwri;\; Vg. Siaa). Jefe de una
Die Reinheits und Speisegesetze des AT, Münster de W. 1917, págs.
11-76, 231-282. H. GRANQVIST, Marriage Conditions in a Palesti- familia de netineos, que regresó con Zorobabel de la
nlan Village, II, Helsingfors 1935, pág. 158 y sigs. P. VAN lMSCHOOT, Cautividad babilónica'. Tal vez sea la misma persona
Théologie de l'AT, Tournai 1956, págs. 204-216. llamada Si'a' en el libro de Nehemías2•
W. KORNFELD 1Esd 2,44. 'Neh 7,47.
Bibl.: NOTH, 989, pág. 252.
SEWÁ' ( «semejante», «semejanza»; El. sw'; ár. sa-
J. VIDAL
wa'). Nombre de dos personajes israelitas del período
veterotestamentario: SIAGÓN. La transcripción que los LXX dan de
l. (Iovaa; Vg. Siva). Escriba o secretario de David, --+ Riimat Léhí es 'Avaípea1s cncyóvo; que Vg.
el cual tenía a su cargo la redacción de los documentos traduce Elevatio maxillae. Apoyándose en la palabra
oficiales y la custodia de los mismos'. Su nombre es griega o icryóv Schick intentó localizar Rárnat Léhí en
vacilante, pues se le llama también Séráyáhfü)", Sawsa'3 Hirbet el-Suyág, unos 2 km al sur de 'Artüf, hipótesis
y Sisa'•. que ya Abe! no aceptó porque, aparte de la semejanza

653 654
SIAGÓN

fonética entre ambos vocablos árabe y griego, la deri- SIBBEKAY (et.?; IE!3oxó:, 20!3xm; Vg. Sobochai,
vación del primero del segundo no es demostrable, Sobbochai). Héroe de David, descendiente de Zérah,
encontrándose, por otra parte, incluido en la toponi- natural de la población de Hüsáh (topónimo que sólo
mia árabe con el significado de «orfebre». se encuentra en el gentilicio «el husatita»), Cobró fama
Bibl.: ABEL, l, pág. 369. SIMONS, § 610.
al matar en Gób al filisteo Saf, de quien se dice que era
M.V. ARRABAL de la «raza de los gigantes». David le nombró jefe del
cuerpo de ejército, que prestaba servicio en el palacio
$IBA' (crama»): LE1!3ó:, I1!3ó:, I1!3!3ó:; Vg. Siba). Es- durante el octavo mes1• Se le considera idéntico a Mé-
clavo o servidor de Saúl. Quizá obtuvo la libertad en bunnay, citado en el libro de Samuel 2•
12Sm 21,18; lCr 20,4; 11,29; 27,Jl. '2Sm 23,27.
época de este rey. Tuvo quince hijos y adquirió nume-
rosos siervos. Fue él quien comunicó a David la exis- Bibl.: NoTH, 981, pág. 252.
tencia de un descendiente de Saúl, es decir, Méfíbóset, J. CARRERAS

hijo de Jonatán, que estaba en Lo Débár. El soberano


mandó llamar a éste; le aseguró la tranquila posesión SIBBOLET («espiga»). Término que sirvió de con-
de todos los bienes de su abuelo y le trató como a prín- traseña a los galaaditas de Jefté para co9ocer a los
cipe de su familia. Encargó a Síba" el cultivo de las efraimitas contra quienes estaban en guerra: al llegar
tierras y la administración de las heredades de Méfíbó- los huidos a los vados del Jordán para escapar de la
set". Cuando David tuvo que huir de Jerusalén, a con- persecución, los soldados de Jefte les ordenaban «¡pro-
secuencia de la revuelta de Absalón, Síbá' le salió al nuncia sibbolet!», con s fricativa alveolar sorda escrita
paso con un par de asnos, cargados de distintos víveres, en hebreo con sin y con una pronunciación semejante
que ofreció a él y a los suyos; después, con la esperanza a la ch francesa. Los de la tribu de Efraím no podían
de convertirse en dueño absoluto de los bienes que ad- emitir tal sonido pronunciando una s simple: sibbálet.
ministraba, calumnió a su señor, diciendo que Méfibó- Jue 12,6.
set permanecía en Jerusalén, en la creencia de que las
tribus de Israel le devolverían el trono de su padre. SIBMÁH (IE!3aµó:; Vg. Sabama). Ciudad situada en
Creyóle David y le otorgó cuanto poseía el hijo de Jo- Transjordania, también llamada Sébám, Perteneció a los
natán 2 • Tras la restauración, así que Absalón murió, amorreos y, después de la derrota de Síhón, se concedió
Síbá" y todas las personas dependientes de él salieron a la tribu en Rubén1• En la época de los dos reinos,
a recibir a David en el Jordán 3. Méfibóset fue asimismo estaba en poder de los moabitas y era famosa por sus
desde Jerusalén al encuentro del monarca: había guar- viñedos". Se identifica con Qurn el-Kibs (Abel), que
dado luto durante el destierro de David y descuidado es el Hirbet Qarn el-Qibs de Simons, lugar situado a
su barba, cabello, aseo y vestidos. Aseguró que había 5 km al oeste-sudoeste de Hesbán, donde se hallan
ordenado que enjaezasen su asno para acompañar al restos arqueológicos que revelan la importancia del
rey en su desgracia, pero que Síbá" desobedeció sus lugar en los milenios III y n A.c., y en el siglo XIII an-
instrucciones y le calumnió. Indicó, además, que se hi- terior a la era cristiana.
ciera de su persona lo que mejor pareciese al soberano. 1Nm 32,3.38; Jos 13,19. 'Is 16,8-9; Jer 48,32.
David pensó que sería buena política contentar a ambos Bibl.: ABEL, 11, pág. 458. SIMONS, §§ 298, 309, 1264, 1386.
adversarios, con lo que respetaría en parte sus anteriores J. VIDAL
compromisos, y dispuso que los bienes de Saúl se divi-
dieran exactamente entre Méfíbóset y su infiel administra- $IB'ON (chiena»: IE!3Eywv; Vg. Sebeon). Tercer
dor. Tal vez se propuso reparar así la injusticia que había hijo de 8é'ir y jefe de un clan de los hurritas en el país
cometido involuntariamente con aquél y recompensar a de Edom. Fue padre de "Ayyáh y 'Ánah, y, por consi-
éste el acto de proporcionarle sustento cuando más lo guiente, abuelo de la mujer de Esaú llamada "Ohólí-
había necesitado4• bámáh.
4
12Sm 9,1-12. '2Sm 16,1-4. '2Sm 19,18. 2Sm 19,24-30. Gn 36,2.14.20.24.29; 1 Cr 1,38.40.
Bibl.: NOTH, 1201, pág. 231. L. DESNOYERS, Histoire du peup/e
hébreu, II, París 1930. A. MÉDEBIELLE, Les livres des Rois]: en La SIBRÁ YIM (bab, sabara'in; cf. LXX Maa!3.9ripó:s
Saint e Bible, III, París 1949, loe. cit. -'E!3paµT)A1ó:µ; Vg. Sabarim). Lugar situado en el
C. COTS
límite septentrional de Canaán", que quizás sea idéntico
a -,. Séfarwáyím. Tal vez haya de identificarse con
SIB'Á.H (esiete»; ópKos; Vg. Abundantia). Nombre
Someriyah, al este del lago Horns.
de uno de los pozos excavados por Isaac-, en el lugar
1
Ez 47,16.
que habría de recibir el nombre de Bersabee. Los LXX
Bibl.: ABEL, l, pág. 302; IT, pág. 456. SIMONS, § 283.
han traducido la palabra hebrea sebü'éih, «juramento»,
en vez de sib'éih, «siete», con lo que la etimología de T. DE J. MARTÍNEZ
la ciudad de -,. Bersabee concordaría con la dada ante-
riormente por Abraham 2 en el curso de un episodio $IBYÁ.' («gacela»; IE!31ó:; Vg. Sebia). Hombre de la
semejante. tribu de Benjamín. Fue el segundo hijo que Sahárayím
1Gn 25,33. •Gn 21,31-32. tuvo de Hódes en los campos de Moab y fundador de
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Saint e Bible, I, París 1953,
una familia 1.
pág. 354, n. 32-33. 11 Cr 8,9.10.
M. MÍNGUEZ Bibl.: NOTH, J 187, pág. 230.

655 656
SICLO

1;,IBYÁ.H («gacela»; Iai31ó:; Vg. Sebia). Madre de SICIÓN (I1Kvwv; Vg. Sicyone). Ciudad griega
Joás, soberano de Judá, y natural de Bersabee1. del Peloponeso, una de las destinatarias de la carta del
12 Re 12,2; 2 Cr 24,l. Senado romano, enviada en el 139 A.c., anunciando la
renovación de la amistad y la alianza de Roma con
SICAR (I1xó:p, Ivxó:p; Vg. Sichar, Sychari, Po- Simón Macabeo y el pueblo judío1. Fue una antigua
blación de Samaría, en las inmediaciones de la tierra población dórica, de gran importancia desde el punto
que Jacob dio a su hijo José y cerca del pozo de Jacob. de vista del arte y de la historia, que estaba situada en
En ella habitaba la Samaritana. Durante largo tiempo el golfo de Corinto, a 16 km de la ciudad del mismo
se creyó que era bien una corrupción griega, bien un nombre. Gozaba de un puerto bien fortificado. En el
apelativo irónico de Siquem. En la actualidad, se la año 303 A.c., los pobladores abandonaron la antigua
identifica con la aldea de el-Askar, al este de la ladera ciudad marítima, afincándose en una nueva, de más
del monte Ebal, y a unos 3 km al noroeste del Náblus sólida posición defensiva, a unos 3,5 km de la costa. Se
y casi a 800 m al septentrión del pozo de Jacob. Otros incorporó a la Liga Aquea en el 251 A.c. Cincuenta
prefieren identificarla con la misma --,. Siquem. años más tarde se iniciaron sus relaciones amistosas
Jn 4,5; cf. Gn 48,22. con Roma, que se prolongaron durante el medio siglo
siguiente. En él 146 A.c., ya en época de los macabeos,
Bibl.: G. A. SMITH, The Historicat Geography of the Ho/y Land,
25.• ed., Londres 1935, cap. 18. ABEL, II; págs. 458-460, 472-473.
parece que se transformó en el centro del poder romano
W. HARRELSON, B. W. ÁNDERSON, G. E. WRIGHT, Shechem, the en aquella zona, cuando el general Mummio destruyó
Nave/ of the Land, en BA, 20 (1957), págs. 2-32. a Corinto, asignando a Sición buena parte del terri-
D. VIDAL torio conquistado; también se le confió la dirección
de los Juegos Ístmicos. Esta hegemonía y distinción
SICARIO (crucópiog ; Vg. sicariusy. Nombre deri- persistieron casi un siglo, hasta que Corinto fue recons-
vado del latín sica, puñal corto y curvo que fue primera- truido a título de colonia romana.
mente (en el siglo r A.c.) el arma usada por los piratas 11 Mac 15.23.
ilirios y que después adoptaron - por la facilidad con Bibl.: F. M. ABEL, Histoire de la Palestine, I, París 1952, págs.
que podía disimularse bajo los vestidos - los miembros 198-199. M. ÜRANDCLAUDON, Les Livres des Macchabées, en La
judíos del partido extremista que luchaba con la vio- Sointe Bible, VIII 2.ª parte, Paris 1951, pág. 120. SIMONS, § 197.
lencia y el asesinato contra la opresión romana. Parece R. SÁNCHEZ
que su primera organización tuvo lugar bajo la procura-
duría de Félix (52-60 n.c.), quien se sirvió de los SICLO (heb. séqel; crÍKAos; Vg. siclus). El ciclo
activistas sicarii para eliminar al sumo sacerdote Jona- es término ambivalente porque significa una medida
tás. Sus violencias continuaron hasta la destrucción de de peso equivalente a 1/50 ó 1/60 de mina - y tal fue
Jerusalén. Sus golpes de fuerza los llevaban a cabo su valor originario - y asimismo una moneda. Tal
mezclándose entre la multitud congregada en los atrios ambivalencia nada tiene de extraño, ya que las tran-
del Templo con ocasión de las grandes solemnidades. sacciones comerciales - que al principio se realizaban
Ideológicamente.r no debían diferir mucho de los --,. ze- por medio del intercambio de mercancías - primero se
lotas, aunque en \a práctica los superaban por los mé- llevaban a efecto por medio de metales valorados a
todos expeditivos con que se deshacían de sus enemigos peso y sólo en una época tardía, que en Palestina coin-
más bien por razones políticas que por motivos especí- cide con los tiempos helenísticos, fueron suplantados
ficamente religiosos. En nuestro
lenguaje, el vocablo sicario ha
pasado a significar simple y llana-
mente asesino asalariado.
Cf. Act 21,38.
Bibl.: F. JOSEFO, Ant . [ud., 20,162-166;
169-171; 186; íd., Bel. lud., 2,254 y sigs.
F. M. ABEL, Histoire de la Palestine, l,
París 1952, págs. 464-465; II, págs. 3-4.
BETZ, owáp1os, en ThW, VII, págs.
277-281.
C. WAU

SICILIA. Isla situada junto a


la extremidad meridional de Italia,
en el centro del Mediterráneo. En
las SE no se menciona jamás,
pero sí aparece citada una de sus
ciudades, --,. Siracusa, por la cual
pasó san Pablo durante su viaje de
la cautividad.

Diversos modelos de siclos esféricos


de piedra. (Foto Orient Press)

657 658
SICLO
----, Magnífico ejemplar de sicómoro (Fi-
cus sycomorus). (Foto Orient Press)

reino que hizo David aparece un


Bá'al Hánán como superintendente
de los olivares y sicómoros (otros
traducen «higuerales»)! y el pro-
feta Isaías contrapone la madera de
este árbol a la preciosa del cedro•.
En el NT, sólo Lucas alude a
los sicómoros: «Si tuvierais fe ...
diríais a este sicómoro (cvxóanvoc):
desarráigate y trasplántate al mar»
y con ocasión del episodio de Za-
queo que siendo pequeño de esta-
tura se subió sobre uno (ÜvKoµopéa)
para ver pasar a Jesús 5• En ambos
pasajes es probable que se trate de
la misma especie de árbol, aun
cuando varíe la terminología griega
(- Flora).
1
Am 7,14. '1 Re 10,27; 2 Cr 1,15; cf.
Sal 78,47. '1 Cr 27,28. 'Is 9,9. 'Le
17,6;19,4.
Bibl.: M. DELCOR, en La Sainte Bib/e,
VIII, París 1961, págs. 227-228.

e.GANCHO

1;,IDDiM, Ha- ( «las laderas»;


,wv Tvpíwv;
Vg. Assedim). Ciudad
fuerte del territorio de la tribu de
Neftalí1. Abe! da por plausibles
dos identificaciones provisionales:
a) la Kéfar Hittayá", próxima a
Ser, es decir (Hattin el-Qadim),
donde la localiza el Talmüd je-
por las monedas propiamente dichas (- Metrología y rosolimitano; b) Hirbet Kadís, situado a 2,5 km al
Monedas). noroeste del extremo meridional de Tiberíades, con
Gn 23,14.16; Éx 21,32; Lv 5,15; 27,3.6, etc. ruinas de diferntes períodos arqueológicos. Guérin
C. WAU propone Hirbet Madin como localización más plausible.
1
Jos 19,35.
SICÓMORO (heb. siqmim; cvxóuivot, ovxouopéo ;
Bibl.: Megillnh, 1,1. ABEL, II, págs. 460-461, con bibliografía.
Vg. arbor morus, sycomorus). La palabra hebrea siq-
máh, que siempre aparece en forma plural, parece de- J. A. PALACIOS
signar la Ficus sycomorus, L., que todavía hoy abunda
en la llanura marítima y hasta en las regiones desérticas SIDDiM, Valle de (heb. 'émeq ha-siddim ; r¡ q,ápa~ r¡
del Négeb. Sus frutos son abundantes y perduran Ó:/\VKTJ, r¡ KOt/\CXS ri Ó:/\VKTJ; Vg. va/lis silvestris). Va-
durante todo el año; son parecidos a los higos, aunque Me situado en la región del mar Muerto y en las pro-
con sabor más grosero, que en parte se corrige punzán- ximidades de la - Pentápolis. Fue el lugar en donde
dolos antes de madurar; debieron servir de alimento se encontaron los ejércitos de la coalición mandada
para los ganados. A pesar de alguna teoría reciente que por Kédórlá'ómer y de la Pentápolis, siendo derrotados
pretende deducir de la autoconfesión de Amós un hipo- estos últimos1. La región era abundante en pozos de
tético oficio de adivino por hepatoscopia, sigue siendo betún 2•
más probable que el profeta boyero se empleaba también La localización de tal valle, como la del resto de las
en esta cura del fruto de los sicómoros: «Y o no soy entidades geográficas relacionadas con la Pentápolis, es
un nábi? («profeta de oficio») ni hijo de profeta; harto difícil. Los autores que abogan por localizar dichas
soy boyero y punzador de sicómoros (boles siqmim ; ciudades en la parte septentrional del mar Muerto alegan
Kvíl;wv uvKáµ1va)1. Hay varios pasajes bíblicos que que la glosa de Génesis 14,13, «el valle de Siddírn, que
aluden a la abundancia de tales árboles que daban su es el mar de la Sal» (es decir, el mar Muerto) debe
sombra confortante a lo largo de los caminos: el rey tomarse en un sentido amplio y aplicarla a algún lugar
Salomón hizo que la madera de cedro fuese tan corriente del valle del Jordán. Modernamente, sin embargo, la
como la de los sicómoros2• En la organización del mayoría de los exegetas defienden que ha de . buscarse

659 660
SIDÓN

en la extremidad meridional del mar Muerto, la parte copa!. Los árabes se apoderaron de ella en 667 y le
situada al sur de la península de el-Lisán, en que, tanto dieron el nombre actual de Saida. Capituló ante Bal-
la geología como la topografía e hidrografía (ayudadas duino J, rey de Jerusalén (1111) tras cuarenta y siete días
recientemente por la arqueología, ya que las explora- de sitio. En 1187, Saladino la conquistó. Fue varias
ciones submarinas no hace mucho efectuadas parecen veces recobrada y perdida por los cruzados. En el si-
haber hallado restos de ciudades), demuestran que es glo xv, dice al-Dahiri que Sidón era uno de los puertos
una zona de hundimiento relativamente reciente, con de Damasco. En la Primera Guerra Mundial, al retirarse
poca profundidad y que perfectamente cuadra con las los turcos, Sidón pasó a formar parte de la República
indicaciones geográfico-topográficas dadas en la Biblia. del Líbano. Tiene 45 000 habitantes. La Gran Mezquita
La noticia que ésta nos da acerca de la existencia de se levantó sobre la antigua iglesia de los Hospitalarios,
pozos de asfalto también parece estar confirmada en del siglo xnr. Cerca de Sidón se han hallado sarcófagos
dicha zona por las exploraciones efectuadas por el de tipo antropoide, que muestran influencias egipcia y
moderno estado de Israel. griega. Es célebre el sarcófago de 'Esmün'azar.
Gn 14,3.8.
1 •Gn 14,10.
2. ANTIGUO TESTAMENTO. Canaán engendró a Sidón
Bibl.: · W. F. ALBRIGHT, The Jordan Va/ley in the Bronce Age, (es decir, los fenicios), su primogénito 1. La frontera del
-en AASOR, 6 (1924-1925), págs. 53-74. A. MALLON, Voyage d'ex-
cananeo iba desde Sidón hasta Gaza 2• El flanco de
ploration au sud-es/ de la mer Marte, en Btbl, 5 (1924), págs. 413-
455. E. POWER, The Site of the Pentapolis, en Bibl, 11 (1930), págs. Za bu Ión estaba vuelto a Sidón 3• Josué batió a varios
26-62, 149-182. J. P. HARLAND, Sodom and Gomorrah: The Loca/ion reyes coaligados y les persiguió hasta Sidón la Grande:'.
of the Cities of the Plain, en BA, 56 (IM42), págs. 17-32; 63 (1943 La tribu de los hijos de Aser se extendía por el norte
págs. 41-57. SIMONS, §§ 354, 413, 1489.
hasta Sidón 5; no llegaron a expulsar a sus moradores
P. ESTELRICH
y se establecieron en medio de los cananeos que habita-
ban en el país". Los sidonitas oprimieron a los hijos de
SIDE (Ií6TJ; V g. Side). Ciudad portuaria de Panfi-
Israel, que clamaron a Yahweh y les libró de sus manos'.
lia, uno de los países y ciudades a los que los romanos
Jsaías menciona a Sidón en su oráculo sobre Tiro 8•
enviaron en 139 A.C., cartas a favor de Simón Macabeo
Acab, rey de Israel e hijo de Omrí, tomó por esposa a
y los judíos1• Hoy recibe el nombre de Eski Antalya y
Jezabel, hija de "Etbá'al, rey de los sidonios •. Yahweh
en ella abundan ruinas de la antigüedad, principalmente
dice a Jeremías que envíe una coyunda al rey de Sidón
del imperio romano, en cuyo período fue una población
por medio de su embajador venido a Jerusalén cerca
importante. Colonia de los cumeos de Eólida, Alejandro
de Sedecías, rey de Judá, y se refiere a su conocimiento
Magno la sometió y Antíoco III fue derrotado en sus
al yugo del rey de Babilonia 1°. Ezequiel profetiza contra
aguas por los rodios. Hasta el dominio romano sirvió
Sidón y le augura la peste y efusión de sangre!'. Joel
de centro de los piratas del Mediterráneo.
11 Mac 15,23.
Mapa con la situación de Sidón, en el litoral mediterráneo
Bibl.: ESTRABÓN, Geogr., 14,3,3. SJMONS, § 1197.

D. VIDAL O 10 2.0
Escala enlems,
SIDÓN (heb. sidán; bab. siduna; Am. sa'idunu; I16wv;
V g. Sidon). 1. HrsTORIA. Ciudad fenicia, probablemente la
más antigua, situada en la costa, a 40 km al sur de Beirut.
Hoy día se llama Saidá. En la antigüedad constaba de
dos partes: la baja o marítima y la alta. Era la primera
de las ciudades fenicias en tiempo de los faraones de las
dinastías XVIII y XIX. Su dominio de los mares· de
Grecia cesó con la preponderancia cretense, a fines de la
XVIII dinastía. Tras la derrota de la escuadra sidonia,
los filisteos se apoderaron de la ciudad y la hegemonía
pasó a Tiro. Sidón se sometió a Salmanasar III (ca.
, 840 A.c.). Sus barcos ayudaron a Salmanasar V en el
sitio de Tiro (ca. 726). En 701 pasó a poder de Sena-
querib, rey de Asiria. Asarhaddón deportó al rey y a
los habitantes de Sidón a Asiria como represalia por una
revuelta (677) y pobló la ciudad con gente de Caldea y
Susiana. El rey de Sidón, Tennes, se rebeló contra Ar-
tajerjes III, rey de Persia, que salió de Babilonia con un
ejército de 300 000 infantes y 30 000 jinetes. Sidón fue
presa de las llamas y murieron en ella 40 000 personas,
incluido el rey, que había entregado la ciudad. Sidón
abrió sus puertas a Alejandro Magno para liberarse de
los persas (333). En 64 A.C., pasó a los romanos. En los
comienzos de la dominación romana constituía una
especie de república. Con los bizantinos fue sede epis-

661 662
SIDÓN

Sidón. Fortaleza de los cruzados, que se levanta sobre un pequeño islote, a la entrada del puerto norte. En
este islote hubo antiguamente un monumento con columnas que quizá fuese un templo de Melqart. (Foto
F. Arborio Mella, Milán)

anuncia a Sidón que Yahweh revertirá sus actos": Los 1914-1920. ÁBEL, II, pág. 461. A. POIOEBARD - J. LAUFFRAY, Sidon:
hijos de Israel sirvieron a los dioses de Sidón, abando- Aménagements antiques du port de Saida, Beírut 1951.
nando a Yahweh ". Salomón rindió culto a Astarté, J. CORTÉS
diosa de los sidonios14• El rey de Sidón, al menos para
4 EXCAVACIONES. Sidón no ha sido excavada com-
la dinastía de "Esrnün'azar, era gran sacerdote de Astarté.
pletamente, en parte porque continúa habitada. En las
Los habitantes de Sidón eran remeros de Tiro 15• Eran
excavaciones llevadas a cabo por Poidebard y Lauffray
famosos en el corte y comercio de la madera16•
1
se han encontrado restos paleolíticos y cerámica del
Gn 10,15; 1 Cr 1,13. •on 10,19. 'Gn 49,13. 'Jos 11,7-8'
'Jos 19,28. 'Jue 1,31. 'Jue 10,12. 'Is 23,4. '1 Re 16,31. 10 Jer
Bronce Medio. En el puerto se han encontrado cons-
27,2-10. 11Ez 28,20-23. 12Jl 3,4-6. "Jue 10,6. 141 Re 11,5-6; trucciones de la época romana. En el puerto destacan
2 Re 23,13. 15Ez 27,8. 16 J Re 5,6; Esd 3,7. los torreones del Qal'at el-Bahr, «Castillo del Mar»,
un castillo levantado por los cruzados en un islote
3. NUEVO TESTAMENTO. Herodes Agripa II se disgustó
comunicado con tierra firme. Probablemente, en el
con los sidonios, pero éstos pactaron con él porque
lugar del castillo, hubo antiguamente el templo de
el país del rey los abastecía'. Jesús sanó a la hija
Melqart. El Puerto fenicio era cuádruple. Un puerto
de la mujer sirofenicia en los confines de Sidón 2 y
se llamaba el «de los extranjeros» y otro de los cuatro
luego se encaminó por Sidón hacia el mar de Galilea".
«el puerto egipcio».
Dice Jesús de Sidón que se usará con ella menos rigor
Dentro ya de la ciudad de Sidón, las excavaciones
en el día del juicio que con Corozaín y Betsaida 4• Los
verificadas en el sector del Qal'at el-Mueizzeh o «Cas-
sidonios salieron de la ciudad en varias ocasiones para
tillo de san Luis» han profundizado hasta la necrópolis
oír a Jesús 5• Pablo es atendido por sus amigos de Sidón
fenicia del siglo xvn A.c. A 1 km al sur de Sidón hay
camino de Roma 6• Homero llama sidonios a los co-
una necrópolis fenicia con sus pozos funerarios. La
merciantes fenicios y alaba su destreza en el trabajo
más importante de estas necrópolis es la «Gruta de
manual. Durante el período grecorromano era bien
Apolo», o Mugara! Ablun, de la cual fue extraído el
conocida la púrpura de Sidón, así como también sus
sarcófago de "Esmün'azar que se encuentra actualmente
trabajos en vidrio y bronce. Estrabón atribuía a los
en el Louvre. "Esmün'azar fue uno de los reyes de Sidón.
sidonios gran pericia en los estudios astronómicos, filo-
Reinó por el 450 A.c.
sóficos y artísticos.
Bibl.: F. EisELEN, Sidon, Londres-Nueva York 1907. A. Poros-
1
Aet 12,20. 'Me 7,24; Mt 15,21. 'Me 7,31. •Mt 11,20-22. BARD, Notes sur les recherches opérées dans le Por/ de Saida de 1946
'Me 3,1-8; Le 6,17. 'Aet 27,3. á ]950, en Syr, 28 (1951), págs. 250-255. A. POIDEBARD - J. LAUF•
Bibl.: F. C. EISELEN, Sídon: A Study in Oriental History, Lon- FRAY, Sidon, Beirut 1951. SIMONS, § 239.
dres 1907. G. CONTENAU, Missions archéologiques a Sidon, París A. DÍEZ MACHO

663 664
SIERVO DE YAHWEH

$1DÓN (L16wv; Vg, Sidon). Hijo primogénito de SIERRA (heb, mégéráh, massor; rrpícov; Vg. serra).
Canaán y epónimo de la ciudad fenicia de -,. Sidón, Los hallazgos arqueológicos no han sido muy fecundos
situada entre Tiro y Beirut. en ejemplares de sierras, alguno de los cuales remonta
Gn 10,15.19. al neolítico. En una ilustración egipcia de la mastaba
de Ty (Saqqárah) perteneciente a la V dinastía, aparece
$IDQIYYÁH(Ü) («rectitud de Yahweh»; LE6EKÍO'., un artesano aserrando madera con un cuchillo dentado;
LE6EKío:s; Vg. Sedeciasy. Nombre de seis israelitas: los trabajos de la talla de las piedras comportaban
l. Hijo de Kéna'ánáh y jefe de los cuatrocientos también la necesidad de sierras.
profetas cortesanos del rey Acab de Israel. Este soberano En la Sagrada Escritura hay diversas alusiones a las
se propuso conquistar Rámót de Galaad. Sidqiyyáhíü), sierras: David condena a los vencidos habitantes de
en su presencia y en la de Josafat de Judá, provisto Rabbat 'Ammón a trabajos forzados, a las sierras, a los
de simbólicos cuernos de hierro, vaticinó, como sus martillos, etc. 1. Comentando con admiración el buen or-
demás colegas, que los monarcas exterminarían a los den que presidió las empresas constructoras de Salomón,
arameos. Comprendió Josafat que eran unos aduladores el Cronista dice que las piedras del Templo llegaban ya
y pidió a su aliado que se consultase a un profeta de perfectamente aserradas por las dos caras2• En el pro-
Yahweh. Fue llamado Míkáyéhü, hijo de Yimláh, el feta Isaías, ei massot (ac. masáru¡ es el instrumento
cual repitió irónicamente que Acab triunfaría, pero, al individual que no se vuelve contra quien Jo maneja y
cabo, predijo el resultado infausto de la expedición. parece tratarse de sierra que maneja un hombre solo
Sidqiyyáhíü) le insultó y le abofeteó enfurecido. A esta -en paralelismo con el hacha -3• La carta a los He-
injuria Míkáyéhü replicó que llegaría el día en que breos menciona entre los tormentos que sufrieron an-
Sidqiyyáhíü) tendría que ocultarse de los que le harían tiguos justos el aserrarniento (e1rpíoS1700:v) 4, que, se-
responsable de la derrota. No se sabe más de este falso gún la tradición, padeció el profeta Isaías.
profeta 1. '2 Sm 12,31. 'I Re 7,9; 1 Cr 20,3. 'Is 10,15. 'Heb 11,37.
2. Hijo de Ma'áséyáh, pseudoprofeta de Babilonia, Bibl.: G. PosENER, Dictlonnaire de la civilisation égypt ienne, París
1959, pág. 36.
adonde había sido trasladado como prisionero con el
C. WAU
rey Joaquím. A él y a otro falso profeta, "Ah'áb, hijo
de Qóláyáh, predijo Jeremías que Nabucodonosor los
quemaría en pago de sus mentiras y de sus adulterios", SIERVO DE YAHWEH. Este misterioso personaje
aparece en cuatro poemas de Isaías, cuyos comienzos
3. Hijo de Hánanyáhü. Fue uno de los hombres (aunque no sus finales, excepto en lo que al 4.0 se re-
principales de Judá, consejeros del rey Joaquim, a los fiere) están bien delimitados: 42,1-4 (y 5-7 ó 9); 49,1-6
que Míkáyéhü, refirió la profecía de Jeremías, leída (y 7-9); 50,4-9a (y 9b-11); 52,13-53,12. Hay quien pre-
ante el puebloª. - tende añadir también el 61,1-3 u otros oráculos. El
4. Segundo hijo de Joaquim y hermano del rey aislar estos poemas, separándolos de su contexto y de
Joaquín de Judá 4• su agrupación, haría más fácil la aplicación mesiánica;
5. Sacerdote que firmó la renovación de la Alianza pero si existe relación literaria entre aquello que les
con Dios, inmediatamente después de Nehernías 5• precede y lo que les sigue, también existe dicha relación
entre estos cantos y el contexto inmediato, en especial
6. Nombre hebreo del último rey de Judá -,. Sedecías. con el subsiguiente. Si se admite que han sido interca-
1
1 Re 22,11-25. 'Jer 29,21-23. 'Jer 36,12. '1 Cr 3,16. 'Neh lados, ya sea por el segundo lsaías, o por uno de sus
10,1.
discípulos que releyera la obra de su maestro, no po-
Bibl.: Norn, 1191, págs. 16, 18, 36, 161. demos negar que muchas de estas ideas y expresiones
J. VIDAL se encuentran en el resto de Is 40-55. Por lo tanto, a
falta de argumentos decisivos, es preferible conservar
SIDRAC. Castellanización de la forma que tiene estos poemas entre su contexto. Por otra parte, su
en la Vg. el nombre -,. Sadrak. composicion requirió cierto tiempo, durante el cual el
pensamiento del autor ha podido concretarse.
SIEGA. -,. Recolección.
l. En el primer canto, Dios presenta a su Siervo
SIEMBRA. -,. Semilla. corno un heraldo inspirado, encargado de manifestar
el «juicio» a los paganos, pero sin violencia y con
SIEN (heb. raqqáh ; KpÓTo:cpos; Vg. tempus). Apa- persuasión. Este «juicio» no es ni la Ley mosaica, ni la
rece en la Biblia con ocasión de la muerte de Sisérá" a religión verdadera, sino más bien, una proclama divina
manos de Yá'él, quien le taladró las sienes con un clavo en favor del Israel humillado, una proclama de sal-
de fijar la tienda - «rornpióle la cabeza, le atravesó vación muy importante para el pueblo pagano, como
la sien» -1• El códice A de la LXX traduce yvéxSos lo demuestra la continuación del texto. Dios hace de
que propiamente es mandíbula. su Siervo una alianza para con el pueblo (Israel) y
También se menciona raqqáh, hablando de la belleza también una luz para todas las naciones 1. En el segundo
de la esposa del Cantar2, pero los LXX y la Vg. vierten canto, el Siervo revela a los paganos la misión para la
«mejilla» (µfíí\ov; V g. genae). cual ha sido preparado por Dios antes de su nacimiento.
1 Jue 4,21-22; 5,26. 2Cant 4,3; 6,7. Él, el verdadero Israel (un solo manuscrito omite esta
J. VIDAL palabra), glorificará a Dios, después de haberse fatigado

665 666
SIERVO DE YAHWEH

tras ídolos que son nada', ya que Dios le da fuerzas. Hijo del hombre en Daniel. El Siervo, figura soterioló-
En Dios está la sentencia de su salvación al propio gica de los tiempos mesiánicos, con su muerte propi-
tiempo que su recompensa. Él conducirá y unirá a Dios ciatoria ratificará el rito de la nueva Alianza 8, que
al pueblo elegido, desterrado en Babilonia. Esta acción inaugura la era escatológica. A propósito de ello no se
aparecerá a los ojos de los paganos, sin necesidad puede hablar de ficción alegórica, y aún menos de con-
de proselitismo alguno, como una maravillosa prueba de cepción mítica, análoga a la de Adonis-Tammuz, el
la fidelidad y el poder divino. En el tercer canto, el dios muerto y resucitado de las viejas liturgias orien-
Siervo sigue hablando, pero lo hace como un profeta tales.
perseguido, al igual que Jeremías. Lo mismo que Job, 142,1. 2Cf. 11,2. 'is caps. 9 y I J. '45,1. '44,26. '54,17.
también él se resigna y confía en su justificación (el 741,8-9;42,19; 43,10; 44,1-2.21; 45,4; 48,20; cf. Jer 30,JO; 46,27-28;
sentido de 50,4b resulta algo incierto). Los israelitas 'Ez 28,25; 37,25.
deben escuchar su voz, bajo pena de castigo. Nada nos 3. Los escritos judíos rara vez hacen alusión a est9s
obliga a unir este canto con el 4.0• Este último, difícil cantos. Si el Sal 22 describe las pruebas del justo perse-
de comprender, anuncia el triunfo del Siervo humillado. guido- como una preparación para el advenimiento del
Aunque ya previsto por lo que le antecede, este repen- reino de Dios, Dan l 2,3 parece seguir a Is 53,1 l 2• El
tino grito de su condición es obra del poder de Yahweh 3 . Manuel de Disciplina de Qurnrán habla de expiación
Asustados por las tribulaciones del Siervo, los paganos se de los justos en favor de la tierra (VIII, 6,10). Pero, se-
asombrarán a la vista de su imprevista exaltación (tam- gún la exégesis rabínica, el Siervo evoca sencillamente
bién se traduce yizzeh por «hisopeará»: ¿acaso un rito el Israel del Destierro. En cambio, la tradición cristiana
de consagración?) Los paganos confiesan que la pasión reconoce en él una figura profética en toda la extensión
del Siervo es un castigo enviado por Dios, por culpa de su sentido, de Cristo, Maestro de las naciones y
de sus pecados de idolatría. También es debido al pe- Salvador de los pecadores. San Mateo3 aplica el primer
cado de Israel, contagiado asimismo de la idolatría", canto a Jesús. En la LXX, TTais, siervo o hijo, es la
por cuya causa muere el Siervo (ver. 8b, griego). versión del hebreo 'ébed ; es así como se designa en los
Después de este sacrificio expiatorio, el Siervo verá Hechos de los Apóstoles:' a Jesús, Hijo de Dios.
la luz (ver. lla griego y Qurnrán) y será colmado de El elegido de Dios es también el Cordero que quita
dicha. El siervo salvará a las multitudes, conocedoras los pecados del mundo 5; en arameo, fa/ya' significa «cor-
de su destino maravilloso, y las recibirá como parte dero» o «siervo». Le 18,31 y sigs. evoca el tercer canto ";
suya, ya que él habrá intercedido por los pecadores. Le 22,37 (Me 15,28) cita el cuarto canto7, mientras
Este poema sólo habla de la resurrección indirecta- que Le 4,17 y sigs., cita a Is 61, 1-2. El logion de Me
mente; insiste en la expiación vicaria, por sustitución, 10,45, los anuncios de la pasión y los discursos de la
pero no basada en los poderes reales o sacerdotales Cena, demuestran que Jesús se consideraba el Siervo
del Siervo; para algunos, evocará, en un segundo plano, que había venido a sufrir. El apóstol Felipe le aplica
el desgraciado destino del rey Joaquín, e incluso la el 4.0 canto 8; y lo mismo la exégesis en Mt 20,28;
humillación del rey de Babilonia con motivo de la fiesta Jn 12,38 y l Pe 2,22 y sigs. Cristo se humilló•, se entregó
de año nuevo. por nuestros pecados" y cargó con nuestras debilidades
142,6; 49,6.8. 241,29; 43,22; 44,9; 47,12; 49,4. '51,5.9; 52,10; como el Siervo--. La terminación de su obra fue con-
53,1. • 40,2; 42,24; 43,24.25; 44,22; 53,8. fiada a los siervos de Dios, los apóstoles 12, especialmente-
te a Pablo!", quien identificó su misión a la del Siervo>.
2. De este modo, la figura del Siervo adquiere un
aspecto complejo y flexible. Nuevo Moisés o nuevo
1Cf. Zac 12,10; Sab 2,18-20; 5,1-5. -cr. Rom 3,26. 'Mt 12,17
y sigs.; cf. Le 2,32; Act 26,23. 'Act 3,13,26; 4,27.30; cf. Mt 3,17,
Jeremías, deberá sacrificarse para expiar los pecados etc. 'Jn 1,29 y sigs. 'Cf. Mt 26,67; 27,30; Rom 8,33. 'Cf. Mt
del prójimo. La infusión del espíritu1 recuerda la mesiá- 27,57 y sígs.; Le 24,26. -cr. Act 8,32 y sigs. 'Flp 2,7-8. "Rom
nica investidura del rey2 ; de este modo, un aspecto 4,25; 1 Cor 15,3; 2 Cor 5,21. »cr. Mt 8,17, citando a Is 53,4.
"Act 13,47; cf. Is 49,6. 13Act 18,10; cf. Is 41,JO; Act 26,16 y sigs.;
real se añade al profético, aunque puede derivar de cf. Is 42,7. "Gál 1,15 e Is 49,1; 2Cor 6,2 e Is 49,8; Flp 2,16 e Is
oráculos anteriores". David sólo se cita en 55,3; el 49,4; Rom 10,16 e Is 53,1; Rom 15,21 e Is 52,15.
título de rey sólo se aplica a Yahweh y el de Mesías a .Bibl.: A. FEUILLET, Isate, en DES, V (1949), cols. 698-714.
Cristo:'. Si el nombre de siervo se aplica en Is caps. 40- H. W. WOLFF, Jesaja 53 im Urchristentum, 2.ª ed., Berlín 1950.
55 a los profetas 5 y a los fieles 6, se dedica especialmen- J. LINDBLOM, The Servan/ Songs in Deutero-Lsaiah, Lund 1951. H.
H. ROWLEY, The Servan/ of the Lord and Other Essays on the Old
te a Jacob-Israei'.
Test ament, 1952, págs. 1-88. R. J. TOURNAY, Les chants du Serví-
Sin duda alguna, los dos primeros cantos presentan teur dans la seconde partie d'lsaie, en RB, 59 (1952), págs. 355-384,
a un siervo de rasgos más bien colectivos (el griego 481-512; 64 (1957), págs. 604-607. L. CERFAUX, S. Paul et le «Ser-
añade «Israel» en 42,1), pero los rasgos individuales viteur de Dieu» d'Lsaíe, en Recueil Cerfaux, JI, Gembloux 1954,
págs. 439-454. H. HAGERMANN, Jesaja 53 in Hexapla, Targum und
se van multiplicando en los otros cantos. Tal fluidez Peschitta, Gütersloh 1954. D. STANLEY, The Theme of the Servan/
impide que se pueda identificar fácilmente al Siervo, ya o/ Yahweh in Primitive Christian Soteriology and its Transposition by
sea como individuo (rey, profeta, jefe) ya sea como el St. Paul, en CBQ, 16 (1954), págs. 385-425. H. CAZELLES, Les
poémes du Serviteur, en RSR, 43 (1955), pág. 43 (1955), págs. 5-55.
Israel histórico, donde los justos sólo representaban una
C. LINDHAGEN, Le probléme du Serviteur de Yahweh dans l'exegése
minoría. Figura polivalente tiende a individualizarse suédoise, en SEA, 18-19 (1955), págs. 32-71. R. PRESS, Der Gottes-
como un representante ideal del grupo de los judíos knecht im A.T., en ZAW, 67 (1955), págs. 67-99. V. DE LEEUW, De
fieles, cuyos sacrificios preludian la salvación de todo Ebed Jahweh-Proferieen, Assen 1956. C. R. NORTH, The Suffering
Servan/ in Deutero-Lsaiah, 2.• ed., Oxford 1956. G. Pmoux, Le
Israel y del mundo pagano. Es un caso de «personalidad serviteur souffrant d'Ísaie 53, en RThPh, 6 (1956), págs. 36-46. A.
corporativa» (W. Robinson), igual que la figura del ÜELIN, Messianisme, en DBS, V (1957), col. 1193 y sigs. A. ROBERT,

667 668
SIETE PALABRAS
1 Médiation, en DBS, V (1957), cols. 1011-1015. A. PENNA, Isoia,
en La Sacra Bibbia, Turín 1958. J. COPPENS, Les origines littéraires
des poémes du Serviteur de Yahweh, en Bibl, 40 (1959), págs. 248-
258; id., Le Serviteur de Yahweh. Vers la solution d'une énigme, en
SPag, 1 (1959), págs. 434-454. J. DE FRAINE, Adam et son lignage,
Lovaina 1959, págs. 158-171. C. H. GIBLIN, A Note on the Corn-
position of Jsaia 49,1-6 (9a), en CBQ, 21 (1959), págs. 207-212.
O. KAISER, Der Konigliche Knecht, Gotinga 1959. R. MARTIN-
ACHARD, lsrae/ et les nations, Neuchátel 1959, págs. 13-30. J. E.
MÉNARD, Le litre de TTals e,ov, en SPag, 2 (1959), págs. 314-321

R. TOURNAY

SIETE. -,. Números, Simbolismo de los.

SIETE IGLESIAS. Escrito en forma de una carta


circular, el Apocalipsis iba destinado a las comunidades
cristianas de siete ciudades situadas en la provincia
romana del Asia proconsular. La salutación epistolar1
menciona las siete ciudades siguientes al recorrido de
un mensajero que desembarcara en Éfeso. Desde aquí
se dirigía hacia el norte por la antigua vía costera,
llevando su mensaje a Esmimaz y a Pérgamo. Partien-
do de esta última ciudad, la vía del correo imperial
le conducía en dirección al este hacia Tiatira, Sardes
y Filadelfia. Aquí dejaba la vía del correo, para seguir en
dirección al sur hasta llegar a Laodicea de Frigia. La
vía central de Asia, que pasaba por Laodicea, le con- Mapa de las siete comunidades o iglesias mencionadas en
ducía de nuevo a su punto de partida. el Apocalipsis
Había en la provincia de Asia otras comunidades
importantes, como las de Tróade y Mileto 2, y algunas
de ellas, como Colosas, Hierápolis ', Trales y Magnesia en cuatro (la dirigida a Juan es recíproca de la dirigida
a su Madre)3 .
del Meandro, estaban situadas sobre el mismo recorrido.
La razón de haber sido escogidas tan sólo siete de ellas 1 .ª «Padre, perdónalos, porque no saben lo que
se halla en la importancia dada por las visiones del hacen.» Desde el punto de vista crítico ofrece alguna
Apocalipsis al número siete, como sagrado y represen- dificultad, por verla omitida en algunos códices y ver-
tativo. En cambio, no es fácil adivinar por qué razón siones, aunque sin fundamento serio en contra. Los
las siete mencionadas fueron preferidas a las demás. reparos de lo copistas que la omitieron se fundan
El Apocalipsis, además del mensaje común, llevaba precisamente en lo insólito de aquella súplica de Jesús
un mensaje destinado particularmente a cada una de por los mismos que lo crucifican. Así lo vemos también
las siete comunidades.'. Dicho mensaje describe el es- en algunos comentaristas, más rígidos que el mismo
tado espiritual de la comunidad y de sus jefes, elogián- Seiior, que restringen su sentido y alcance. El eco de
dolo o reprendiéndolo, y exhortando al mismo tiempo, esta lección del Maestro en labios de san Esteban, es
con promesas o amenazas, a la perseverancia o a la una ratificación de autenticidad y responde a otras pa-
enmienda. labras del mismo Jesús'.
1
Ap 1,4. 2Act 20,6-12.15-38; 2 Tim 4,13.20. 'Col 4,13-16. El imperfecto usado por san Lucas, EAEyEv, «decía»,
'Ap 1,11; 2-3. puede tener sentido de iteración de la súplica en los pri-
Bibl.: W. M. RAMSAY, The Letters to the Seven Churches of meros momentos del suplicio, de tortura espantosa.
Asia, Londres 1909. L. PorRIER, Les sept églises ou le premier
septenaire prophét ique de l'Apocalypse, Washington 1943.
2.• «En verdad te digo que hoy estarás conmigo en
el paraíso.» Se une estrechamente con la anterior; la
G. CAMPS
conversión del ladrón es el primer fruto de la oración
del Redentor, preludio de otras muchas (centurión,
SIETE PALABRAS, Las. Son las pronunciadas por turbas, etc.) 5•
Jesús moribundo en la cruz, según los evangelios. Los
dos primeros, de san Mateo y san Marcos, sólo men- 3.ª «Mujer, he ahí a tu hijo: [y al discípulo] he ahí
cionan una, la cuarta, expresión del sufrimiento interno a tu madre.» Desahogo del corazón de Cristo, no sólo
de Cristo por medio del Salmo 221. como hijo para con su Madre, sino como Redentor que
San Lucas refiere tres - las dos primeras y la última - consume su obra. Al vocativo enfático, yóvco , «mujer»,
muy propias del carácter cordial del tercer evangelio, suponen algunos que respondería en la segunda frase
manifestación de la misericordia del Redentor para con el nombre del mismo Juan, omitido de ordinario por el
los pecadores y de su piedad para con el Padre'. evangelista, como omite también aquí el de su madre
San Juan, como testigo presencial, completa la rela- Salomé que estaba con las otras mujeres 6.
ción de los Sinópticos con tres palabras - la tercera, 4.ª «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abando-
quinta y sexta. Podrían reducirse a dos en cierto sentido nado?) Después de un largo silencio, la oracion sacer-
(la sexta es complemento de la anterior) o ampliarse dotal formula en voz alta el comienzo del Sarno 22,

669 670
SIETE PALABRAS

probablemente en arameo, como refleja sobre todo el Nerón, se creyó que no había muerto, sino que volvería
texto de san Marcos, quien (como san Mateo) explica de los partos con poderosos ejércitos para vengarse de
la confusión de los soldados (Elías) y da ocasión a sus enemigos. Y así aparecieron muchos falsos Nerones A.
ofrecerle vinagre o «posca» legionaria. Según la opinión más verosímil, estos reyes serían:
5.ª «Tengo sed.» La sed, propia del crucificado, la Los cinco primeros
expresada Jesús, a tono con el mismo Salmo'. Augusto (31 A.c.-14 n.c.)
6.ª «Se ha terminado.» Satisfacción de ver cumplido Tiberio (14-37)
en sí hasta el mínimo pormenor de lo anunciado. Con- Calígula (37-41)
cuerda con su frase en el Sermón del monte" y resume Claudio (41-54)
perfectamente su programa, la clave de su vida entera. Nerón (54-68).
Máxime a la luz del cuarto evangelio 9 • El sexto, que todavía vive y bajo el cual escribe san
7.ª «Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.» Juan, es Vespasiano (69-70); el séptimo, que durará
El tono de voz y todos los adjuntos de esta, palabra poco, es Tito (79-81) y el octavo, Nerón redivivo, es
indican la «consumación» propia del sacerdocio de Domiciano (81-96). En esta solución, se ha prescindido
Cristo (peculiar del evangelio de san Lucas), que luego de Galba, Otón y Yitelio, considerados no como em-
subrayaría la carta a los Hebreos!". peradores, sino como usurpadores. Domiciano es tenido
1Mt 27,46; Me 15,34. 'Le 23,34.43 y 46. 'Jn 19,26-27 y 28.
por Nerón redivivo 8 •
•Aet 7,59; Le 6,27-31; 23,34; Mt 5,43-48. 'Le 23,47-48; Aet 2,37- Flavio Josefo e comienza a contar los emperadores
40. •Mt 27,56; Me 15,40; Jn 19,26.27. 'Sal 22,16. 8Mt 5,17-48; romanos a partir de Julio César; con las iniciales de
7,24.28. 'Jn 4,34; 5,30; 10,17; 14,31; 17,4; 15,11. "Heb 4,7-10;
los siete siguientes hasta Vespasiano resulta el número
8,1-5; 9,11-12.
666 de la Bestia: Kctocp, LE~a<YTÓS, T1~Ép1os, Fótoc,
Bibl.: G. DALMAN, Jesus-Jeschua, Leipzig 1933, págs. 176-179.
R. GALDÓS, en VD (1927), págs. 71-79; 101-110; íd., Las siete pala- Kr..cxú610s, Nápcov, rár..~as, ÜVE<YTTE<Ytavós.
bras, Roma 1940. A. VACCARI, VD en (1940), págs. 72-80; 97-104. Tal vez sea ésta la solución más aproximada: las siete
R. BELARMINO, De septem verbis Domini, Madrid 1943 (trad. esp.). cabezas, con que ha descrito el vidente la imagen de la
R. CRIADO, La Pasión en los Profetas, Madrid 1944. J. ENCISO,
¿ Por qué me has abandonado?, en Ecc/esia, 248, Madrid 1946, pág.
Bestia, serían los emperadores citados que corresponden
403. J. DELAMARE, Les sept paro/es de Jésus en croix, en VSp (1953), también al número exacto de siete.
págs. 254-271. J. WILKINSON, The Seven Words Jrom the Cross, ATÁCITO, Hist., 2,8. SuETONIO, Nerón, 40,47; 57. Libros Sibi-
en SJTh, 17 (1964), págs. 69-82. linos, 4, 119-139, passim, B JUVENAL, Sátiras, 4, 37-38; PUNID,
J. CABALLERO Paneg., 53. TERTULIANO, Apof., 5; cf. S. BAR TINA, Apocalipsis, en
La Sagrada Escritura, III, Madrid 1962, págs. 716-717, 759-764.
e F. JOSEFO, Bel. /ud., 1-3.
SIETE REYES DEL APOCALIPSIS. Se habla de
1 Dan 7,4-6. 22 Tim 2,2; 1 Pe 2,13.
estos reyes primeramente de una manera simbólica, en
M. BALAGUÉ
el Apocalipsis 13,1-3: «Y vi subir del mar una bestia
que tenía diez pares de cuernos y siete cabezas, y sobre
SIF'. Kétib del nombre de persona ....,. Süf,
sus cuernos diademas, y sobre sus cabezas nombres
blasfemos. Y esta bestia era semejante a una pantera,
SIF'I (cabundancía»: La<paí, LE<pEÍ, Vg. Sephei).
y sus patas como el oso, y su boca como boca de león ... »
Hombre de la tribu de Simeón; fue hijo de 'Al-Ion y
Esta descripción alude a otra de Daniel1•
padre de Zízá'".
Para las costas del Asia anterior, donde se encuentra
11 Cr 4,37.
el vidente, esta bestia que surge del mar, es Roma, como
Bibl.: NOTH, 1397, pág. 231.
después lo dirá más claramente. Los siete nombres blasfe-
mos son los títulos atributos que los emperadores se
SIFMITA (heb, ha-sifmi; o Tov LE<pví; Vg. Apho-
dieron a sí mismos o les aplicó el pueblo. Los más cono-
nites). Oriundo o habitante de Sifrnót, como Zabdí,
cidos son: dios, divino augusto, señor, salvador, salva-
jefe de las bodegas de David.
vador del mundo, hijo de dios, dios y señor nuestro.
l Cr 27,27.
El simbolismo está algo aclarado en el capítulo 1,79-
11 : « [Aqui el ingenio y sabiduría hacen falta! Las siete
SIFMOT (La<pí; Vg. Sephamot). Localidad o co-
cabezas son siete montes (las famosas siete colinas de
marca de Judá, hoy desconocida, a la que David envió
Roma), sobre las cuales la mujer está sentada. También
desde Síqélág parte del botín tomado a los amalecitas1.
son siete reyes (que en la koiné equivalen a emperado-
Fue el lugar natal de Zabdí, uno de los intendentes
res) 2. De éstos, cinco cayeron (ya murieron, cuando
davídicos2 •
Juan tiene la visión o escribe), el uno es o existe (es el
rey que vive todavía), el otro todavía no ha venido; 11 Sm 30,28. -cr, l Cr 27,27.
y cuando viniere, le será forzoso permanecer poco. Bibl.: SIMONS, §§ 724, 862.
Y la bestia que fue y no es, también es un octavo». D. VIDAL
Esto último quiere decir que uno de los siete reyes muer-
tos volverá a reinar. En el estilo apocalíptico todo es SIFRÁH (belleza»; Lm<pwpá; Vg. Sephorai. Una
posible. En la mentalidad de la época se creyó en la de las comadronas hebreas que no cumplieron la orden
idea del emperador redivivus, redux. Uno podía revivir del faraón de quitar la vida a los israelitas recién na-
en otro de igual nombre: Nerón/Nerva = Nrw/Nrw (en cidos durante la cautividad en Egipto1.
arameo); o de iguales hechos o ideas: Nerón/Domiciano, 1Éx 1,15.
ambos cruelísimos para el cristianismo. A la muerte de Bibl.: Noru, 1398, págs. JO, 259.

671 672
SIGNO
1 SIFTAN («[Dios] juzgó»; Ia~a6á, Ia~a.9áv; Vg. Parece poder deducirse que en el significado de la expre-
Sephthan). Hombre de la tribu de Benjamín, que fue sión «siglo presente», «siglo futuro» en el NT ha influido,
padre de Qémü'él, uno de los encargados de distribuir de una parte, el uso terminológico judío que separa los
la Tierra Prometida1. dos siglos con el hecho de la resurrección general, y
1Nm
de otra parte, el cambio de perspectiva verificado en la
34,24.
primitiva comunidad cristiana, para la cual la resurrec-
Bibl.: NOTH, 1393, págs. 38, 187. ción de Cristo fue como el inicio de la resurrección ge-
neral, de la que la de Cristo señaló la proximidad, y el
$IFYON (Iacpwv; Vg. Sephoin). Nombre variante irrumpir del «siglo futuro», la era definitiva de la salva-
de -+ $efon. ,, ción.
1Cf. Am 9,11. 'Mt 13,39.40.48.50; 24,3; 28,4, '1 Cor 10,11.
SIGGÁ.YON. Voz empleada en Sal 7 y Hab 3,1 •Heb 9,26. -cr, Jn 6,51; 8,51. -cr. Rom 1,25; 9,5; 11,36; Gál
(-+ Preceptiva hebrea y Salmos, Libro de los). 1,5; Flp 4,20. 7 Cf. Le 1,33; Ap 22,5; 20,10. -cr, Me 4,19; cf.
1 Cor 7,33; en el plural, Heb 1,2; 11,3. -cr. 1 Enok 48,7; 71,15;
4 Esdras 7,30-35. 1ºLc 16,8. 11Cf. para el carácter moral de «este
SIGLO PRESENTE Y FUTURO (heb. •o/iim; cdcov; siglo» Rom 12,2; Gál 1,4; 1 Cor 2,6-8; 2 Cor 4,4; para la desapa-
Vg. saeculum), En el AT, '6/iim significa tiempo lejano, rición del siglo· presente, Gál 1,4; cf. Col 2,20; Gál 4,3-9; para su
pasado o futuro", tiempo largo. Sumando cada espacio supervivencia Rom 12,2; Tit 2,12; para la inauguración ya llegada
del siglo futuro, Ef 2,7 (1,21 ?); Heb 2,5; 6,5; 9,11.
largo tiempo se llega al concepto de eternidad, serie
Bibl.: P. VOLZ, Die Eschatologie der jüdischen Gemeinde im
infinita de siglos. <Olám ha tomado después un sentido neutestamentlicher Zeítolt er, II, Tubinga 1934, págs. 63-77. J. BoN-
espacial (cf. Sasse y Bonsirven). SIRVEN, Le judaisme palesrinien aux temps de Jésus-Christ, I, París
En el NT cdcov significa «tiempo del mundo» en 1935, págs. 310-321. STRACK-BILLERBECK, IV, págs. 799-976. H.
la frase: «consumación del siglo» 2• Se concibe como
SASSE, Alcov, en ThW, I, págs. 202-207. w.
DAVIES, Paul and Rab-
binic Judaism, Londres 1948, págs. 308-320. J. BoNSIRVEN, Ju-
dividido en muchos «cdcovot» (cf. la expresión «fin de daisme, en DBS, IV (1949), cols. 1228-1232. A. FEUILLET, en RB,
los siglos»3 y la «consumación de los siglos»)", Aicov 57 (1950), pág. 197, n. 3. F. SCHIERSE, Verheissung und Heilsvol-
en singular, significa acaso la eternidad 5; pero la eterni- lendung, zur theologischen Grundfrage des Hebrüerbriefes, Munich
1955, págs. 83-93. A. FEUILLET, en RSR, 44 (1956), pág. 170, n. 14.
dad queda más justamente significada por el plural
cdcovoi, como suma y serie de siglos. Esto se ve cla- S. ZEDDA
ramente en las doxologías" y en algunos otros casos'.
Únicamente el contexto podrá decidir si cdcov significa SIGNO (heb, '6t[6t}; aram. 'iit; crr¡µEiov; Vg. sig-
eternidad o sólo tiempo largo. Esta última significación num). En una concepción deísta del mundo y de la
aparece, p. ej., en Le 1,70; Jn 9,32; 13,8; 1 Cor 8,13. historia no tiene sentido la doctrina bíblica sobre la
En sentido espacial cdcov significa «mundo>". «Este realidad de las cosas y los hombres esencialmente so-
siglo» «siglo presente» y «aquel siglo», «siglo futuro» metida a Dios y, por lo mismo, capaz de resonancias
indican respectivamente el tiempo del mundo transcu- sagradas, capaz de manifestar, de proporcionar la revela-
rrido entre la Creación y su fin; y también el tiempo, o ción de Dios en cualquier orden y momento.
mejor, la eternidad, que empieza al fin del mundo. No es que la Biblia acuse lo que ahora designamos
Ninguna de las dos expresiones se encuentran en el una concepción milagrera o mágica del mundo; pero
AT, sino sólo en la literatura apócrifa apocalíptica" y sí - ¡y esencialmente! - una concepción religiosa de
en los rabinos (cf. Volz). En los apócrifos, el siglo fu- los seres, una interpretación de la realidad total como
turo comienza con la resurrección; para los rabinos, atada, religada con Dios en conexión sustancial. Ello
juntamente con ésta (comprobada con textos del siglo u) quiere decir que Dios puede descubrir su vida y pre-
hay otra concepción más local, según la cual el siglo sencia en los acontecimientos cotidianos y, por consi-
futuro comienza inmediatamente después de la muerte; guiente, supone en los seres una disposición y capacidad
es el mundo celestial de las almas (cf. Bonsirven). de ser portadores de revelación. Sobre esa premisa
En el fondo del significado, en el NT late esta idea: teológica se apoya la doctrina del «signo» bíblico.
que la resurrección con el juicio es el hecho central Signo y ->- milagro, o prodigio (TÉpas), están en
que separa los dos siglos. En Mt 12,32 y en Le 20,34-35, estrecha relación en cuanto que ambos pueden ser ve-
«este siglo» y «aquel siglo» - siglo futuro - son las hículo de la epifanía divina, portadores de la revelación;
dos épocas de la historia de la salvación separadas por pero se distinguen en cuanto que el signo es algo así
el juicio y la resurrección. En Me 10,30, «este tiempo» como el «género» aristotélico-escolástico, mientras que
y «el siglo que llega» son los tiempos que se suceden el milagro es una «especie». A diferencia, por ejemplo,
para cada individuo con sentido de escatología indi- de la concepción homérica - donde el prodigio puede
vidual. «Este siglo» en la frase «los hijos de este siglo» 1º ser signo (cfiuc), pero puede no serlo - en la SE todo
tiene un sentido espacial más que temporal. milagro es signo, pero necesariamente no todo signo
En los Sinópticos, éste parece el único caso en que tiene que ser milagro o suceso prodigioso. Los signos
«este siglo» se opone al mundo de Dios. En los Sinóp- pueden ser en su realidad constitutiva perfectamente
ticos no aparece, en la terminología sobre el siglo, un normales, corrientes, sin que pierdan por ello su función
significado que se encuentra más tarde en san Pablo, en y valor significantes, indicadores de la presencia de lo
algunos de cuyos textos el «siglo futuro» se nos presenta religioso.
como ya inaugurado y e!- «siglo presente» como ya l. SIGNO y SIGNOS EN EL AT. El vocablo más fre-
pasado. Éste es presentado además como malvado, cuente en el texto hebreo original es '6t, plur. '6t6t
opuesto a Díos-'. (80 veces), probablemente de la raíz "wh, «fijar», «de·

673 674
SIGNO

terminar», que algunos relacionan con el acádico ittu En la mayor parte de los casos mencionados en la SE,
la señal de un oráculo; de uso mucho más reducido la finalidad epistemológica es de orden religioso, porque
son otros términos análogos, tales como mas'ét ; nés y lo instituye Dios mismo y, sobre todo, porque descu-
m6fet, que acentúa más el matiz milagroso. En el texto bre la voluntad divina, su providencia, su gloria (6ó~a);
de los capítulos arameos de Daniel se encuentra tres el signo es casi siempre una epifanía de Dios, un descu-
veces 'tit. En los Targümim prevalecen las palabras brimiento de su presencia e intervención en la historia
hebreas mencionadas y también simán, con visos de ser de la salud.
transcripción del griego o nuetov, vocablo frecuente en Semejante carga religiosa se hace sentir muy especial-
los escritos rabínicos. mente en aquellos pasajes en los que aparece la fórmula
En su casi totalidad, este vocabulario encuentra en estereotipada de «signos y prodigios», que abunda sobre
CJT)µEiov la traducción habitual de LXX. todo en la concepción deuteronomista de la historia como
Sol y Luna, las lámparas del cielo, son signos que mar- constante historia sagrada'.
can el tiempo de las fiestas, de los días y los años- La actividad de los profetas abunda en signos en-
(-+ Tiempo); el arco iris lo es de la estabilidad del caminados a abrir los ojos y a provocar la fe y obedien-
pacto y promesa con que Dios garantiza que no habrá cia de un pueblo obtuso y contumaz.".
más diluvio sobre la tierra 2• Moisés puede garantizar 'Gn 1,14. 'Gn 9,12 y sigs, 'Éx 3,12 y sigs.; cap. 4. 'Gn 17,
la autenticidad de su misión divina, no sólo con los 10 y sigs.; Éx 12,7 y sigs.; 31,13.17. 'l Sm 2,34; 10,7-9; 2Re 19,
prodigios de su vara, que obra maraviUas, también 29; 20,8. 'Cf. Gn 24,12; l Sm 14,10. 'Cf. Nm 14,11.22; Dt 4,34;
7,19; 26,8. 'Cf. Is 7,10 y sigs.; 8,18; 20,1 y sigs.; Ez 4,1 y sigs.;
revelando el nombre secreto de Dios y ofreciendo más 12,6 y sigs.; 24,24.
tarde un sacrificio a Dios en el desierto3• La -.. circun-
cisión, la marca de sangre sobre las puertas la noche de 2. Los SIGNOS DEL NT. La palabra sola - o for-
la salida de Egipto, la institución del sábado" son sig- mando pareja y aun trilogía con «fuerzas y milagros»
nos y protección que Dios establece con y sobre su pue- 6vváµE1s Kai TÉpaTa - aparece más de 70 veces en
blo, argumentos y pruebas de la especial elección con el NT, prevalentemente en los evangelios y en los
que le honra y distingue. Hechos; sólo en el evangelio de Juan está 17 veces,
Pero no solamente es Dios quien determina un signo, mientras que en el corpus paulinum aparece en 8
como en los casos anotados, puede también determinarlo pasajes.
el hombre, ya sea tratando con Dios, ya tratando con Prehistoria y orientación del signo neotestamentario
otros hombres. Los profetas ofrecen a veces un signo están en el AT e idéntico es el vocablo consagrado por
en nombre de Dios, garantizando así la verdad de su la versión griega de LXX:_ él es sobre todo efecto de
mensaje: para Elí Ja muerte simultánea de sus dos hijos la acción divina, aun cuando por entrar en la esfera
será el signo doloroso de que Dios ha rechazado su del hombre, éste pueda reaccionar sobre él. La religio-
casa del servicio litúrgico; para Saúl, en cambio, su arre- sidad del mismo está aún más acentuada que en el AT.
bato profético le indicará que ha sido-elegido por Yab- - Rengstorf en su magnífico estudio, al que somos
weh para rey y Ezequías tendrá en la variedad de co- deudores de muchos conceptos aquí expresados, insiste,
sechas el signo de la protección divina contra Asiria creemos que sin razón adecuada, en la «neutralidad»
y el de su curación en el retroceso de la sombra en el del signo - : quien pone las personas o las cosas en
reloj de arena 5• Mas pueden también proponerlos los trance de signo, de significar, en su categoría de induc-
hombres particulares que quisieren conocer algo y el tores de conocimiento, es Dios o sus enviados; léanse
signo viene a ser una forma de adivinación providencial los textos citados al pie y se comprobará'. Aun en
de la suerte", casos como el «conocer los signos o indicios del tiempo»
El signo puede ser de presente o de futuro, los dos que va a hacer, a juzgar por las condiciones metereoló-
casos se dan en los episodios aludidos de la vida de gicas o por la renovación de los brotes en los árboles
Moisés. Puede asimismo tener un sentido benévolo y - de por sí signos naturales o neutros - Jesús pasa al
también de castigo; en la interpretación teológica de conocimiento religioso de los tiempos mesiánicos 2; sólo
las plagas de Egipto, los autores bíblicos insisten en el en contadas ocasiones, como el beso de Judas", con-
doble y antitético aspecto que revistieron en cuanto se serva el vocablo su carácter vulgar de indicio o contra-
refería a los israelitas y en lo concerniente a los egip- seña. Esto no quiere decir que todo signo sea de natura-
cios y al faraón. leza milagrosa, aun cuando de hecho lo sea en múltiples
Lo propio y específico del signo es su carácter fun- circunstancias.
cional en orden al conocimiento; el signo es siempre a) En los Sinópticos. Los primeros capítulos de los
en función de algo que tiene que ser conocido y certi- Hechos de los Apóstoles - y por boca de Pedro - nos
ficado; es siempre garantía de conocimiento, arrancando dan la interpretación apostólica de los signos en relación
de la esfera de lo sensible y de modo muy peculiar del con Jesús, «el hombre que Dios ha acreditado ante
campo de lo visual, de lo intuitivo. Expresiones como vosotros con fuerzas y milagros y signos que Dios obró
«esto será signo para vosotros», «esto os servirá de por él en medio de vosotros ... »\ cumpliendo así el
signo», equivalen a «por esto conoceréis». En tal sentido, vaticinio profético en que Dios aseguraba para los días
el signo entra en el mecanismo ideológico de la parábola mesiánicos: «Daré portentos arriba en el cielo y signos
que por medio de un relato concreto conduce al conoci- abajo sobre la tierra» 5• Los signos - que parecen com-
miento de otra realidad más escondida, es el tipo sen- prender los dos términos precedentes, aunque sin iden-
sible que, como de la mano, lleva hasta el meollo oculto tificarse - tienen así un valor demostrativo y. de ga-
del antitipo o realidad espiritual. rantía.

675 676
SIGNO

Jesús ha llegado en un momento histórico en que las biduria de Dios, poder y sabiduría que ahora se ma-
gentes de su pueblo querían signos portentosos y des- nifiestan con la encarnación y revelación del «logos»:
lumbrantes, las tentaciones del desierto expresan por «Nosotros vimos su gloria (6ó~a), gloria de unigénito
boca del diablo los afanes que bullían en el ambiente; del Padre rebosante de gracia y de verdad»"; sus obras
los signos que él va a hacer y presentar a los sincera- y milagros son expresiones de la vida que estaba en Él,
mente religiosos serán de otra naturaleza: no preten- destellos de «la luz verdadera que al venir al mundo
derán asegurar a sus connacionales contra todo riesgo ilumina a todo hombre» que quiere creer, que quie-
político y material al saberse protegidos por su poder re descubrir el sentido de esa claridad 3• En los episodios
mágico, sino demostrarles la llegada del reino de Dios históricos relatados ve el cuarto evangelista la patenti-
que no viene con pompa sino que se hace presente en zación de una realidad metahistórica que irrumpe en la
quien lo recibe con fe. El signo no es fruto para la curio- vida consciente del hombre a través de los signos que
sidad, sino medio de conocimiento de que arranca el provocan y sostienen la andadura de la fe.
camino umbroso y difícil de la aceptación del mensaje La interpretación de Juan no merma en modo alguno
y persona de Jesús. La curiosidad de Herodes no halla la historicidad de los milagros; por el contrario, la
en él respuesta 6 , ni tampoco la de los fariseos en el orden presupone necesariamente corno el punto de partida para
que ellos pretendían'. la inducción. Su teología cristológica del signo no hu-
El carácter aparatoso conviene sólo a las señales biera podido levantarse sino sobre la base de los hechos
cósmicas en estrecha conexión con los prodigios que históricos. La nueva luz no contradice ni desfigura en
precederán a la parusía del Hijo del hombre 8, anuncián- modo alguno el dato ya luminoso en los tres primeros
dola con las voces de trompeta aguda que caracterizan evangelios, simplemente lo ilumina más.
el género literario apocalíptico. En la vida y actividad Los signos (¿siete ?)4 han sido seleccionados en orden
de Jesús, los signos están en función y al servicio de la a descubrir más que la mesianidad de Jesús - bien
fe, y por ello participan de las dificultades e incom- patente ya en los sinópticos - su trascendencia única
prensiones que la fe encuentra para abrirse paso en la y supraterrena por la que dispone de las leyes naturales
conciencia de los hombres. Jesús mismo es un signo que, y se acredita como luz y como vida - los atributos
desde su infancia, va a ser combatido, porque se le va que el AT reservaba a sólo Dios. En las bodas de Caná
a negar su condición de enviado de Dios y va a resul- Jesús hizo «el primero de los signos y manifestó su
tar motivo de tropiezo y caída (--+ Escándalo) para gloria y sus discípulos creyeron en Él»5, y ello parece
muchos en Jsrael •. señalar los tres elementos esenciales en los milagros del
Dificultad particular, respecto de su contenido pre- cuarto evangelio: son signos; manifestadores de su glo-
ciso, presentan «el signo de Jonás» y el del Hijo del ria o dignidad divina; provocadores de fe; ideas que
hombre. vuelven a aparecer en la primera conclusión del evan-
En el final del evangelio de Marcos y en los Hechos 10 gelio: «Jesús hizo otros muchos signos delante de los
aparece bien clara la fuerza de los signos como confir- discípulos para que creáis que es el Cristo, el Hijo
mación de la misión del enviado de Dios y como apoyo de Dios y tengáis vida»".
de la fe de aquellos que se adhieren al mensaje cristiano; El signo, si no se realiza ante algún espectador, sería un
todo signo apostólico señala la verdad de Jesús. simple milagro: su finalidad demostrativa pide videntes;
1 Mt 12,38-39 y par.; 26,48; Le 2,34; 21,25; Jn 2,18, etc.; Act
pero no basta la curiosidad de ver lo prodigioso - cu-
4,22. 2Mt 16,1 y sigs. y par. 'Mt 26,48 y par.; cf. 2 Tes 3,17. riosidad que Jesús condena' - ni el mero entusiasmo
+Act 2,22. 'Act 2,19; cf. JI 3,1-5. 'Le 23,8; cf. 9,9. 'Mt 12,38 de saberse con un poderoso mesías político y milagrero 8,
y par; cf. ICor 1,22. 8Mt 24,3.30 y par. 'Le 2,34. "Me 16,17.20; ni menos el egoísmo espeso de aprovecharse de sus
Act 4,16; 6,8; 8,6.13; 15,12; cf. JCor 14,22; 2Cor 12,12.
ventajas gastronómicas 9• El signo no logra su cometido
b) En Juan. En el cuarto evangelio, el signo adquiere si no provoca la aceptación creyente de la persona y
la meta más alta a que ha llegado en la SE, no por- exigencias de Jesús. La palabra interpreta y orienta el
que la concepción joánica suponga una desviación del contenido revelador de los signos y éstos garantizan
significado que el término tiene en el AT y en los Sinóp- a su vez la verdad de la palabra, abriendo así el camino
ticos, sino por vía de intensificación y ahondamiento. de la fe. Por ello dice Jesús que después de todas las
Por de pronto, no carece de importancia el hecho «obras» - obras del Padre, que el Padre realiza en Él -
de que Juan no hable de milagros (6vvéxµe1s) nunca que ha hecho, los incrédulos y detractores son inexcu-
- sólo una vez ,Épa,a en unión con crriµeia - y si sables: han tenido la luz a su alcance, pero han cerrado
siempre de «signos», que siempre son milagros. Res- los ojos para no verla1º.
pecto, pues, a su contenido constitutivo, los signos En el cuarto evangelio, los signos no simplemente
joánicos son los milagros sinópticos1. ¿Por qué, pues, proclaman los poderes sobrenaturales que actúan en
la diversidad de nomenclaturas? Jesús, sino que revelan la majestad y dignidad únicas
Todos los signos están en relación apretada con Jesús; de quien se presenta al mundo como el Hijo unigénito
son siempre indicios y señales que apuntan y descubren del Padre.
lo que en Él se oculta de grande y trascendente; son 1Cf. Jn 10,41; Me 6,5 2Jn 1,4. -cr. Jn l,4.9; 3,19 y sigs.,
apocalipsis de su dignidad de revelador en quien Dios 8,12; 12,36.46; lJn 2,8. -cr. Jn 2,l y sigs.; 4,17 y sigs.; 5,1 y sigs.,
habla, de su cualidad de Hijo, en quien y con quien 6,1 y sigs.; 16ysigs., 9,1 y sigs., 11,l ysigs.; 'Jn 2,11; cf. 2,23.
'Jn 20,30-31. 'Jn 4,48. 'Jn 6,2.14; cf. 7,31. "Jn 6,26. '"Jn 4,
el Padre obra. Juan prolonga la tradición deuteronó- 34; 5,20.36; 10,25.32 y sigs.: 37; 15,24, etc.
mica y sapiencial que interpretaba la historia y la Bibl.: STRACK-BILLERBECK, I, págs. 593-596. C. A. KELLER, Das
creación cósmica como epifanías del poder y de la sa- Wort 0TH als Offenbarnngszeichen Coites, Basilea 1946. G. FoHRER,

677 678
SIGNO

Die Gattung der Berichte über symboiischen Hand/ungen der Prophe- de crítica textual: «Es preferible la lectura más dificul-
ten, en ZA W, 64 (1952), págs. l01-120. L. CERFAUX, Les miracles
signes messianiques de Jésus et oeuvres de Dieu se/on /' Évangile de
tosa».
saint Jean, en Recueil Cerfaux, II, Gembloux 1954, págs. 41-54;
id., en L'Attente du Messie, París 1954, págs. 131-138. R. BULT- 2. DIFICULTADES Y ENSAYOS DE SOLUCIÓN, Mt y Le
MANN, Theo/ogie des NT, 3.• ed., Tubinga 1958, pág. 395 y sigs,
D. MOLLAT, Le Semeion johannique, en SPag, 2 (1959), págs. 209-
coindicen en que por las malas disposiciones de los
218. J. P. CHARLIER, La notion de signe (sémeion) dans le IV Évan- curiosos, Dios - frecuentemente sobreentendido como
gi/e, en RScPhTh, 43 (1959), págs. 434-438. l. DE LA POTTERIE, sujeto en la forma pasiva impersonal - no les dará
016a et ytvccoxco, les deux modes de la connaissance dans le J V otro signo que el de Jonás. La coincidencia coloca el
Évangi/e, en Bibl, 40 (1959), págs. 709-741. E. LOHSE, Wort und
Sakrament im Johannesevangelium, en NTSt, 7 (1961), págs. 110-125. logion en idéntico contexto literario de amenaza, pues
K. H. RENGSTORF, cn1µeiov, en ThW, VII, págs. 199-268. P. TER• es probable que no sólo sea castigo el no darles el signo
NANT, Miracle, en Vocabulaire de Théologie Biblique, París- 1962, deseado, sino incluso la concesión del signo de Jonás.
cols. 618-626.
También parece más verosímil que «Jonás» haya que
e.GANCHO entenderlo como genitivo objetivo, es decir, el signo
que era Jonás mismo; sin que ello prejuzgue todavía
SIGNO DE JONÁS. l. EL DATO SINÓPTICO. En si el signo era su misma persona o su actividad mi-
Mateo, el episodio está repetido. Primero viene en co- sionera.
nexión con el reino dividido, la blasfemia contra el La hipótesis de Michael y Kraeling que leen «el signo
Espíritu Santo y la relación de los frutos con la calidad de Juan», interpretándolo de la predicación penitencial
del árbol - la verdad es que la conexión parece mera- del Bautista, no pasa de hipótesis ingeniosa sin apoyo
mente literaria y poco lograda-; entonces intervienen en el texto y creando problemas más complejos para el
«algunos de los escribas y fariseos: "Maestro, queremos texto actual de ambos evangelistas.
ver de ti un signo". Él les respondió: "Una generación Si se prescinde· del ver. 40 de Mateo, tendríamos una
mala y adúltera busca con interés (ihnl;,iTei) un signo; tradición perfectamente concorde: Jonás fue el signo
pero no se le dará otro signo que el de Jonás el pro- para los ninivitas, fue quien les mostró la voluntad de
feta, pues como estuvo Jonás en el vientre ... "» 1• De Dios que quería su penitencia y salvación; su misma
nuevo, después de la segunda multiplicación de los predicación era el signo, sin que sea preciso recurrir a
panes: «Y acercándosele los fariseos y saduceos, ten- su llegada de lejanas tierras (Bultmann), ni exigir en la
tándole le rogaron les mostrase (bn6ei~co) un signo función y cualidad del signo algo maravilloso, como
del cielo»; sigue la respuesta negativa a la generación parece exigir J. Jeremias. El Hijo del hombre será el
mala y adúltera, a quien sólo «se dará el signo de Jo- signo para su generación sin duda cuando los ninivitas
nás» 2, lugar paralelo con Me, según el cual Jesús res- se alcen contra ella en el juicio final y la condenen, por-
ponde «habiendo gemido en su, espíritu» y acusa un que mientras los homores de Nínive se convirtieron, ésta
hebraísmo original, ya que la respuesta exacta es: «En no se convierte a pesar de que cuenta con la presencia
verdad (áµi¡v) os digo sí (heb. "im, en juramentos de alguien superior a Jonás; lo mismo hará la reina del
negativos, «no») le será dado un signo a esta gene- mediodía que vino de lejos a escuchar la sabiduría de
ración»>, Salomón. A los contemporáneos de Jesús que no se
En Lucas viene la alusión dentro del «relato de los convierten, no les queda más que la ruina que sobre-
viajes» (9,51-18,14) que le es propio. Después de la vendrá con la venida del Hijo del hombre, como hubiera
acusación que algunos hacían a Jesús de obrar con los llegado para la Nínive del relato de Jonás en caso de
poderes de Belcebú, «otros tentándole buscaban de Él impenitencia. La interpretación cristológica del signo
un signo del cielo» y la respuesta fue - después de está en los dos pasajes: «He aquí alguien mayor que
rechazar la primera acusación-: «Al amontonarse las Jonás»,
turbas empezó a decir: "Esta generación es mala y busca Esta orientación cristológica del signo parece señalar
un signo, pero no se le dará sino el de Jonás, pues el origen del vers. 40 de Mt: «Pues como estuvo Jonás
como Jonás resultó un signo para los ninivitas, así lo en el vientre del cetáceo tres días y tres noches, así
será el Hijo del hombre para esta generación ... aquéllos estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres
hicieron penitencia ... "» 4• días y tres noches». El inciso no contradice la común
Los comentaristas están de acuerdo en que los pasajes tradición sobre el signo de Jonás, tal como queda in-
aducidos son un verdadero enigma. Pero vamos por dicada, y encaja perfectamente con los modos de Mateo
partes. Marcos ha simplificado el problema, evitándolo que gusta de tender todos los puentes posibles entre
al callar la mención de Jonás: la curiosidad malsana de profecías y textos del AT y los acontecimientos de la
los connacionales que no quieren comprender su misión vida de Jesús; tal vez por ello ha introducido el término
le hace sufrir y no le merece más que una repulsa: no «profeta» ausente en Lucas.
se les concederá signo alguno cósmico y espectacular. La alusión a la permanencia en el sepulcro no se hace
Pero su misma simplicidad hace pensar que ha omitido con la fórmula consagrada, que aquí habría sido «hasta
la alusión de Jonás por lo dificultoso de su interpretación; el tercer día», ni siquiera tal como el mismo Mt la aduce
de otro modo se explicaría peor que Mt-Lc hubiesen en los anuncios de la muerte 6 y al recordar los fariseos
agregado algo que no estuviese en la primera tradición la promesa de Jesús de resucitar «después de tres días»",
y que, sin embargo, hubiera complicado la frase de sino con una fórmula peculiar que no vuelve a aparecer
Jesús. Parece, pues, mucho más probable que en la alu- en el NT y que sin duda está motivada por la expresión
sión a Jonás («el profeta», Mt) Mt-Lc son más primi- del libro de Jonás", La realidad de los acontecimientos
tivos que Me. También aquí cate aplicar el principio pascuales llevó a los escritores del NT a preferir e1

679 680
Sidón. La antigua y famosa ciudad fenicia se adentra como una nave en el Mediterráneo (Ez 27,8; 28,21-23). La isla, antaño
casi inexpugnable, está en la actualidad unida al continente por un pequeño istmo. (Foto S. Bartina)

Siloh. La actual aldea de Seilün es el lugar bíblico donde estuvieron el Tabernáculo y el Arca. Desde las ruinas se distin-
guen: las mezquitas de Gámi-at el-Arba'tn, Gámi'at el-Yeteim y, al fondo, una antigua sinagoga. (Foto S. Bartina)
SII;IóN

«resucitó al tercer día» - que según Dupont está to- Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
mada de Oseas-, pero Mt no dejó pasar la nueva 1918, pág. 205. Norrr, 1199, pág. 63.

oportunidad apologética que le brindaba la alusión de M. V, ARRABAL

Jesús al «signo de Jonás».


Cuanto queda consignado no afecta para nada a la Sll;IÁN, Estela de. Estela anepigráfica descubierta
historicidad o no historicidad del libro de Jonás. por F. de Saulcy en Síhán (Moab). Es una obra de as-
pecto arcaico, de innegable influencia egipcia, que se
1
Mt 12,38-41. 'Mt 16,1-4. 'Me 8,11-13. •Le 11,16.29-32. fecha en las postrimerías del Bronce l. Tiene, en caso
-cr, Mt 16,21; 17,22; 20,19. 'Mt 27,63. "Jon 2,1.
que la datación sea correcta, gran importancia para
Bibl.: J. H. MICHAEL, The Sign of Jona, en JThSt, 21 (1920), tener una noción de la cultura palestina de su tiempo,
págs. 146-159. C. H. KRAELING, John the Baptist, Londres 1951.
la indumentaria, el armamento y otros pormenores. Se
J. JEREMIAS, 'lwvas, en ThW, III, págs. 410-413. P. SEIDELIN, Das
Jonaszeichen, en Studia Theologica, 5, Lund 1952, págs. 119-131. conserva actualmente en el Museo del Louvre.
A. VOGTLE, Der Spruch. vom Jonaszeichen, en Synoptische Studien Bibl.: W. F. ALBRIGHT, Arqueología de Palestina, Barcelona
fiir A. Wikenhauser, Munieh 1953, págs, 230-277. R. BULTMANN, 1962, pág. 81, lám. 11 (trad. cast.).
Die Geschichte der Synoptischen Tradition, 4.• ed., Gotinga 1958,
J. VIDAL
pág. 124. H. E. Tocr, Der Menschensohn in der synoptischen Über-
lieferung, Gütersloh 1959, págs. 48 y sig., 194-197. J. DUPONT,
Ressuscité «Je troisiéme jour», en Bibl, 40 (1959), págs. 742-761. Sil;IÓN («barreduras»?; í:r¡wv; Vg. Sehon). Soberano
de los amorreos - tal vez sólo jefe de cananeos pre-
C,GANCHO
israelitas -, cuya capital era Hesbón. Expulsó a los moa-
bitas de la comarca comprendida entre aquella ciudad
l>ll;IÁ' (et.?; ac. si-ha-a; El. $/:l'; Iov.S1ó:, Ir¡ó:; Vg. Siha,
y el Amón, y la incorporó a su reino1• Cinco reyes o
Saha). Epónimo o jefe de una familia de netineos,
tribus madianitas eran sus vasallos2 • Sus dominios te-
cuyos miembros regresaron de Babilonia a Palestina en
nían por frontera meridional el Amón, con dos pobla-
compañía de Zorobabel 1• Tal vez se haya de identifi-
ciones: 'Áro'er y otra que no se menciona en la SE;
carle con otro Síhá', director o sobrestante de los neti-
su influencia llegaba a la parte del sur de Galaad, en
neos, de que habla otro pasaje bíblico2 •
el punto en que el Yabbóq constituía un límite ideal; se
1Esd 2,43; Neh 7,46. 'Neh 11,21. extendía por el desierto hasta el lago Tiberíades, por

La cuenca del Amón, vista desde el km 67 de la carretera de 'Amman el-'Aqabah, representaba prácticamente
la frontera meridional del reino de Síhón. (Foto P. Termes)

681 682
Slf:IÓN

el oriente, alcanzando por el mediodía la ribera septen- Se han propuesto corno identificación teórica, que se
trional del mar Muerto, a la altura de Bét ha-Yésirnót, discute, los Jugares de Zirnüqah o Hirbet el-'Aggüri,
y algo más al sudeste, hasta las laderas occidentales del que está a 4 km al nordeste de Yibnat ; las identificacio-
Pisgáh 3• Moisés, cuando los israelitas estuvieron al nes anteriores a la mencionada, propuesta por Abe]
sudeste del Amón, le envió mensajeros para pedir licen- parece que pueden desecharse por inadecuadas. Simons
cia para atravesar por eus dominios y, al recibir una considera que todas las identificaciones aducidas se
contestación negativa, penetró en ellos con ánimo de basan en hipótesis arbitrarias.
abrirse paso hasta el Jordán. Sihón se enfrentó con los 1Jos 15,11.

hebreos en Yahsáh, entre Mádaba y Dibón. El triunfo Bibl.: ABEL, II, págs. 50, 460. S!MONS, § 314.
de Israel fue absoluto y le aseguró la posesión de la M. GRAU
región confinada entre el Amón y el Yabbóq". Los
hebreos establecieron su campamento en el Pisgáh, SIKKÜT (oxnvú; Vg. tabernaculum). Nombre men-
posición estratégica muy sólida en el monte Abarim, cionado en Am 5,26, que los LXX y la Vg. han enten-
aproximadamente en el centro del territorio conquista- dido «tienda». No obstante, en las inscripciones acádicas,
do, dispuestos a atacar a Basán 5• En época posterior, el aparece como el nombre de una divinidad babilónica
antiguo reino de Síhón se atribuyó a Rubén y a Gad. de carácter estelar, es decir, sak-kut, a cuya raíz se
Estas tribus lo deseaban a causa de la excelencia de sus ha dado, en el T. M., las vocales correspondientes a
pastos. En los libros bíblicos posteriores, se emplea el siqqús, «abominación». Sak-kut era un epíteto asirio del
nombre de Sihón para designar el territorio que éste dios Ninurta.
había poseído". Bibl.: K. L. TALLQVIST, Akkadische Gotterepitheta, Helsinki 1938,
1Nm 21,26-30. 2Jos 13,21. 'Jos 12,2-3. 'Nm 21,21-32; Dt 2, págs. 424, 440. R. AuGÉ, Els Profetes Menors, en La Biblia de
26-36; Jue 11,22; Sal 135,11. 'Nm 21,20; 22,1; 33,47. 'Nm 32, Montserrat, XII, Montserrat 1957, pág. 219. M. DELCOR, Les
1-4.33-38; 1 Re 4,19; Jer 48,45. Petits Prophétes, en La Sainte Bible, VIII, París 1961, págs. 216-217.
Bibl.: M. NOTH, Israelitischen Stdmme zwischen Ammon und J. CARRERAS
Moab, en ZAW, 60 (1944), págs. 11-57. A. CLAMER, Les Nombres,
en La Sainte Bible, II, París 1946, loe. cit. G. RINALDI, Sehon, en
ECatt, XI, col. 265. SILAS, SILVANO (IC\as, I1Aovavós; Vg. Si/as, Sil-
D. VIDAL vanus). El primer problema que plantea este personaje
cristiano es el de su nombre. Todo parece indicar que
Sll;IOR (heb. ha-iihár, sil:,or misráyirn; émo oprcov es uno solo, miembro importante de la Iglesia madre
Aiyv1nov; Vg. fiuvius turbidus, Sihor Aegypti, aqua de Jerusalén, cuyo nombre arameo se'ilii' (heb, sii'ül)
turbida, Nilus). Corriente de agua citada en cuatro habría sido helenizado en Iít-.as y después latinizado
pasajes del AT como uno de los límites extremos de en Silvanus. En los Hechos de los Apóstoles, aparece
la Tierra Prometida, por el mediodía, y que se hallaba, siempre como Silas en tanto que las cartas paulinas
por lo tanto, al nordeste de Egipto '. Una de las iden- y la Prima Petri le llaman Silvano. Por los datos de su
tificaciones consiste en equipararlo al Nilo en general; vida que en seguida detallaremos, parece ser que se
otra, bastante aceptada, es la de identificarlo con el trata de un personaje único con la doble formación
estanque de Horus (egip. p?-s-br), que se refiere, bien de un nombre original semita. Tal es la opinión más
a la parte baja del brazo pelusíaco del Nilo en el Delta, común entre los exegetas modernos.
bien a la zona pantanosa próxima al lago Menzaleh Silas entra en los escritos del NT con ocasión del
o entre Dióspolis Inferior y el mar. Otros autores dis- Concilio de Jerusalén como uno de los varones diri-
tinguen entre el Sil;ior de los profetas, qué igualan al Nilo gentes de la Iglesia jerosolimitana (&v6pas i¡yovµÉvovs
y, en especial, el de Crónicas, que sitúan en Wádi el-<Aris. év Tois á6eA<pois), a la par de Pablo, Bernabé y Judas-
1Jos 13,3; 1 Cr 13,5; Is 23,3; Jer 2,18. Barsabás, a quienes los apóstoles confían la transmisión
Bibl.: A. H. GARDINER, The Delta Residence of the Ramessides, de las decisiones del concilio a las Iglesias de Antio-
en JEA, 5 (1918), págs. 251-252; íd., The Geography of the Exodus, quía, Siria y Cilicia. En las reuniones litúrgicas de la
en JEA, 10 (1924), pág. 93. S!MONS, §§ 181, 290, 295 (n. 74).
ciudad del Orantes dirige la palabra al pueblo como
T. DE J. MARTÍNEZ «profeta», y después del malentendido entre Bernabé y
Pablo, acompaña a éste en su segundo viaje apostólico.
Sil;IOR LIBNAT (criachuelo de los álamos blan- Con el apóstol es encarcelado en Filipos, como él
cos»?; Té¡) I1wv xcd /\a[3avó:S; Vg. Sihor. et Labanath), es tratado de judío y después reconocido y honrado
Pequeño río situado al sudeste de Aser, a poca distancia cual ciudadano romano. Mientras Pablo tuvo que salir
del Carmelo 1• Es el río de Cesarea o Nahr el-Zerqá. huyendo hacia Atenas, Silas continuó en Berea con
Sil;ior es etimológicamente la transcripción de si-hor, Timoteo, reuniéndose más tarde con el apóstol en Co-
locución egipcia que significa «río» o «lago de Horus», rinto a petición del propio Pablo. Precisamente en
nombre que tal vez sea un recuerdo de la explotación Corinto se escribieron las dos cartas a los Tesalonicenses,
por Egipto de la costa de Palestina. en cuya inscripción aparece también Silvano como
1Jos 19,26. remitente: «Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de Te-
Bibl.: ABEL, J, pág. 470; II, págs. 59-66. SiMONS, § 332. salónica ... » En la 2 Cor, el apóstol recuerda la acti-
P. ESTELRICH vidad misionante de su colega: <<. .. Cristo Jesús que
os hemos predicado yo, Silvano y Timoteo ... » Ni los
SIKKERON (heb, sikker6niih, «embriaguezn .Eoxyco S; Hechos de los Apóstoles ni los escritos paulinos vuelven
Vg. Sechrona). Ciudad del límite septentrional de Judá1• a mencionarlo, pero reaparece en el círculo de Pedro:

683 684
SILENCIO

Corinto. Templo de Apolo, al fondo el Acrocorinto, lugar bien conocido por Silas, quien con Timoteo figura
con san Pablo como remitente de las cartas a los Tesalonicenses escritas en Corinto. (Foto P. Termes)

«Por Silvano, a quien tengo por hermano fiel para con mular der paulinischen Briefe, Stuttgart 1939. E. G. SELWYN, The
vosotros, os escribo brevemente ... » First Epist/e of St. Peter, 2.ª ed., Londres 1958.
La exégesis moderna - siguiendo en ello alguna su- e.GANCHO
gerencia de la antigüedad - ha pensado en Silvano
como solución al problema literario que plantea la Prima SILENCIO idúmdh, dámam; cf. háras, hásáh; cnyi¡,
Petri con su corrección estilística, que los defensores de o ryfiv; Vg. silentiumi. El silencio como la conversación
la autenticidad petrina del escrito atribuyen a Silvano tiene en la Biblia los mismos valores que en la vida coti-
como amanuense y también en funciones de secretario diana: hay silencios atinados y hay silencios insensatos.
del príncipe de los apóstoles. Ello no deja de ser pro- Ello quiere decir que el silencio es de por sí indiferente y
bable, aunque sin explicación el paso de Silas de colabo- que su valoración ética depende de las circunstancias
rador de Pablo a secretario de Pedro. en que se produce.
Menos probable es la hipótesis sostenida por Selwyn Hay un silencio de Dios que equivale, bajo la metá-
según el cual Silvano habría redactado no sólo la Prima fora antropomorfista, a una no-actuación, a una no-
Petri, sino también el decreto apostólico y las cartas a intervención en la vida del hombre. Tal no-intervención
los Tesalonicenses, dadas las semejanzas literarias que puede ser trágica para el hombre; así acontece cuando
con minucioso análisis estilístico ha creído descubrir el Dios no responde a las súplicas de los orantes, al clamor
sabio inglés. La hipótesis ha encontrado fuerte oposi- de los perseguidos, a las necesidades de Israel oprimido 1.
ción entre los estudiosos paulinistas de hoy. Tampoco Pero el silencio puede también ser benevolente y es
goza de mayor probabilidad la hipótesis de que Silas cuando Dios calla porque disimula en paciencia las
sea el autor de la carta a los Hebreos. infidelidades de los hombres2 • El misterio que Pablo
califica de «silenciado (cscrynuévov) por tiempos
Act 15,22 y sigs.: 16,19-29; 17,4-15; 18,5; 1 Tes 1,1; 2Tes 1,1;
2 Cor 1,19; 1 Pe 5,12. eternos»" no sólo implica ausencia de revelación plena
sino también período de justicia no demasiado exigente,
Bibl.: A. STEGMANN, Silvanus a/s Missionar und Hagiograph,
Rotemburgo 1917. L. RADERMACHER, Der erste Petrusbrief und tiempos en que Dios disimulaba los pecados de la
Silvanus, en ZNW, 25 (1926), págs. 287-299. O. ROLLER, Das For- humanidad y no los tomaba en cuenta 4• Con lo revela-

685 686
SILENCIO

ción de Jesús ha cesado el silencio divino y su palabra la conducción segura, en caso de guerra, de las aguas
salvadora se ha encarnado en Jesús el redentor que de -+ Gi!Jon (§ 2) al interior de la ciudad. En el AT es
permanece para siempre. mencionada por Isaías1 y en el libro de Nehemías2; en
El silencio en el hombre es en muchos casos efecto éste se dice que estaba cerca del jardín o huerto del
del pasmo por una intervención maravillosa de Dios5 Rey y los escalones que descendían de la ciudad de
o por una desgracia que aturde y que aniquila 6• Es David. En el NT, se menciona al hablar del milagro
también expresión del dolor, de la vergüenza, de la de la concesión de la vista al ciego de nacimiento".
impotencia ante la calamidad o ante la injusticia 7• Por el caudal de agua que en ella desemboca Siloé es
Hay en la vida del hombre tiempo de hablar y tiempo llamada por los árabes "Ain Silwán, la «fuente del Silwán»
de callar", pero el silencio puede ser preparación de La alberca actual, de 16 m de largo por 4-5 de ancho,
venganza 9 o signo de prudencia, porque «callando aun excavada entre las ruinas de la antigua, es llamada
el necio parece prudente»1º; el silencio puede ser un sencillamente el-Birkat, «la piscina», «la alberca». Está
tributo de respeto que se da a un personaje ilustre+', situada en la parte sudorienta! de la ciudad de Jerusa-
Como entre nosotros, se pedía silencio llevando la mano lén(-+ Agua, Conducción y canalización § V; Jerusalén,
a la boca 12• § 111, 4; Siloé Inscripción de). Hubo en ella una iglesia
Pablo, cuidadoso del orden en las asambleas litúrgi- en el siglo v D.c., que transformó mucho la estructura
cas, quiere que el silencio regule las intervenciones del de las inmediaciones; los restos que de ella quedan
glosólalo y que presida toda la actuación de las mujeres son apenas reconocibles, pero evidencian que la piscina
en el culto público 13• estuvo rodeada de pórticos. Al santuario _ cristiano
Metafóricamente, calla el sol cuando frena su curso siguió la mezquita, cuyo exiguo minarete se alza sobre
y las olas cuando apaciguan su ritmo y la tierra toda las porciones de la construcción aún existentes.
cuando queda sometida al imperio de Dios o del hom- 1ls 8,6; 22,9. 2Neh 3,15. 'Jn 9,1-11.
bre 14. En el Apocalipsis, un silencio cósmico precede Bibl.: F. JOSEFO, Bel. Iud., 2,16,2; 5,4,1-2.12; 6,8,5, etc. G.
el desencadenarse de las calamidades del fin15• DALMAN, Jerusalem und sein Geliinde,. Gütersloh 1930, págs. 170-
173. J. S!MONS; Leiden 1952, págs. 175-194. L. H. VINCENT-A.
1Sal 35,22; 39,13; 83,2; 109,1; Job 30,20; Is 64,11; Ez 3,26; M. STEVE, Jérusalem de /' Ancien Testament, I, París 1954, págs. 264-
Hab 1,13. 'Is 57,11. 'Rom 16,25. -cr, Act 17,30. 'Éx 15,16; 284, 289-297.
Lv 10,3. 'Lam 2,10; 3,28. 'Gn 34,5; Am 5,13; Is 23,2; Le 20,26. T. DE J. MARTÍNEZ
'Ecl 3,7. -cr, 2 Sm 13,20. "Pro 11,12; 17,28; Ecl 20,5-8; Job
13,5. HEclo 13,28; Job 6,24; 29,21. 12Jue 18,19; Miq 7,16; Act
12,17; 21,40. 13 l Cor 14,28.30-34. "Jos 10,12; Hab 2,20; Sof 1,7; SILOÉ, Inscripción de. La principal inscripción mo-
Zac 2,17; 1 Mac 1,3. "Ap 8,1. numental del antiguo Israel, fue descubierta por casua-
Bibl.: A. RIDOUARD, Silence, en Vocabu/aire de Théologie Bi- lidad en junio de 1880 por unos estudiantes; actualmente
blique, París 1962, cols. 1016-1017. se conserva en el Museo del Antiguo Oriente de Es-
C.WAU tambul.
Situada en el túnel que une la Fuente de la Virgen
SILl;IÍ («Dios envio»; í:aµeeí, í:a7'.ei (B], í:a;\a;\á con la piscina de Siloé (al sudeste del monte del Templo),
[A]; Vg. Salai, Selahi). Padre de 'Ázübah, madre del fue grabada en la roca viva, casi a 2 m de altura, a
rey Josafat de Judá1• unos 6 m de la salida de Siloé. La superficie sobre la
11 Re 22,42; 2 Cr 20,31.
inscripción se dejó lisa; parece que había sido preparada
para inscribir algo más o para grabar un relieve. Se
Bibl.: Nora, 1340, pág. 173.
ha sugerido que el espacio fue preparado para la pri-
mera mitad de la inscripción originalmente propuesta.
SILl;ÜM (foM¡; Vg. Selim). Ciudad de la tribu de
Judá1• Se cree que su nombre aparece en lugar del l. TEXTO. Se conservan seis líneas. Están escritas en
de Sarühen, o que debe identificarse con ella. Simons, la primitiva escritura monumental hebrea, en buen he-
siguiendo a Albright, indica que puede localizarse en breo clásico. Al comienzo de la primera línea faltan
Tell el-Fár'ah, a 25 km al sudeste de Gaza, al paso dos o tres letras, y hay claros al final de la misma línea
que Abe! opina que quizá haya de situarse en Hirbet así como en la segunda y tercera. Pero la reconstrucción
Sal];¡a, a 8 km al oeste de Beit Gibrín, basándose en general de las líneas, aunque no en todos los detalles.
datos de Eusebio y de la toponimia medieval. es unánime.
El texto puede traducirse así:
1 Jos 15,32.
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 160,9. ABEL, II, pág. 462. SIMONS,
1. «[Ésta es] la perforación. Y ésta es la historia de
§§ 317 (33), 321. la perforación. Mientras (los talladores de piedras
J. A PALACIOS blandían sus)
2. dolobres cada uno enfrente de su compañero, y
SILOAM. -+ Síloé, cuando faltaban tres codos para la perforación
[fue oída] la voz de un hombre llaman-
SILOÉ (heb. me ha-siliiah, ha-bérékáli ha-tahténáh,
3. do a su compañero, porque había una grieta (?)
bérékat ha-sélab; 'TO v6<.vp 'TOV LIA<.váµ, KOAVµ¡3i¡.9pa
a la derecha ... Y el día de la per-
,wv K<.v6íwv, f¡ Ko7'.vµ¡3i¡.9pa -rov Ll,A<.váµ; Vg. Aquae Si-
loe, piscina Siloe, natatoria Siloe). Piscina o alberca 4. foración, los picapedreros golpearon, cada uno
de Jerusalén, llamada a veces, siguiendo el gr. Siloam, para encontrar a su compañero, dolobre contra
donde termina el túnel que Ezequías hizo construir para dolobre. Y

687 688
--'"----=--------
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1
'

... w
!,. • t'.' 'il.' ,.
i ·.,
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Piscina de Siloé, en su estado actual, en el lugar en donde desemboca el canal de Ezequías. (Foto F. Arborio
Mella, Milán)
SILOÉ

5. fluyeron las aguas del manantial hacia la piscina, da/et por 'ayin) zéwá'áh ; y se han sugerido los signifi-
unos mil doscientos codos y de ci- cados de «exceso, parapeto» o bien «fisura, grieta, hen-
6. en codos era la altura de la roca sobre la cabeza didura», o también «temblor».
de los picapedreros.» '2 Re 20,20; 2 Cr 32,3 y sigs. y 30; 33,14; Is 22,11.

II. COMENTARIO. Así, pues, la inscripción registra el Bib1.: D. Dl.RINGER, Le iscrizioni ant ico-ebraiche pa/estinesi,
Florencia 1934, págs. 81-102, con extensa bibliografía. S. MoscATI.
trabajo de los que excavaron el túnel de Siloé. Es común- L'epigrafia ebraica antica, 1935-1950, Roma 1951, págs. 40-43,
mente admitido en la actualidad que este túnel es pro- TH. C. YRIEZEN - J. H. H0SPERS, Palestine fnscriptions, 1951, págs.
bablemente el que se menciona en la Biblia, construido 28 y sigs. H. V!NCENT, Jérusalem de l'Ancien Testament, París
por Ezequías, rey de Judá del 728 al 698 A.c. 1 Por 1954, págs. 269-279. D. DIR!NGER - H. J. STOEBE, Überlegungen
zur siloahinschrift, en ZDPV, 71 (1955), págs. 124-140. W. F. AL-
esto, se supone que esta inscripción fue grabada hacia BRIGHT, ANET, pág. 321. D. DIRINGER, The Story of the Aleph
el año 700 A.c. Beth, Londres 1958, Nueva York 1960, pág. 69 y passim. N. H.
SNAITH, The Siloam Inscription, en D. WJNTON THOMAS, Documents
III. EPIGRAFÍA y FILOLOGÍA. Se puede decir que la from Old Testament Times, Nueva York 1958, pág. 209 y sigs.
inscripción de Siloé representa la primitiva escritura mo-
numental hebrea clásica. Son de notar particularmente D. DJRIKGER
las curvas de los rasgos de las letras kaf, mérn, nún ; la
forma ancha y aplastada de las letras zayin y sádé ; SILOH (heb. var. silo, silo, «lugar de tranquili-
la forma de las letras bét, he', waw, lamed, qof, etc. dad»?; LTJAW, LT]Awµ; Vg. Silo). Localidad de la tribu
Se puede ver el lento, pero continuo desarrollo de de Efraím, que corresponde a la actual Hirbet Seilün,
estilo monumental del hebreo primitivo comparando las a 15 km al norte de Betel y a 2 km al este de- la gran
letras de nuestra inscripción con las de la estela de carretera Jerusalén-Náblus. La exploraron parcialmente
Mesa'. No hay, empero, nada más instructivo en la los arqueólogos daneses H. Kjaer (1926 y 1929) y A.
historia de la epigrafía que la comparación de cada una Schmidt (1932). Concertando exactamente con los da-
de las letras de la inscripción de Si loé con las de varios ti- tos bíblicos, la arqueología atestigua que la ciudadela
pos de estampillas o sellos «reales» (--> Epigrafía hebrea). existía en el siglo xx A.C., que alcanzó su máximo
Con la ayuda de esta comparación epigráfica, el autor esplendor en el período de los Jueces (siglos xn-xr) y
de este artículo ha podido datar las estampillas «reales», que fue abandonada o, por lo menos, decayó en la
y ellas a su vez han ayudado a precisar la fecha de cier- época de la monarquía. Volvió a florecer en los tiempos
tas estaciones arqueológicas. helenísticos, romano y bizantino. Se han exhumado dos
Finalmente, es cosa sabida que la escritura monu- iglesias de los siglos v y vr.
mental o lapidaria - como se da el caso en la escritura Fue el centro religioso de Israel en los días de Josué1
griega y latina - empleada especialmente para grabar y de los Jueces" hasta los de Elí3, en que la destruyeron
con el cincel sobre piedra, tiene letras rectilíneas con los filisteos. El Arca de la Alianza permaneció en Siloh
enlaces angulares de los rasgos, y pocas curvas o ningu- durante dicho período; pero el pabellón móvil que la
na. Pero la inscripción de Siloé tiene otro aspecto: la encerraba quedó sustituido por un templo estables. En
mayoría de las letras tienen rasgos más propios de éste, las súplicas de la estéril Ana obtuvieron el don de
la escritura cursiva que de la monumental. Véase, por un hijo, Sarnuel, que consagrado al Señor, tuvo reve-
ejemplo, la curva de los rasgos principales de las letras laciones divinas 5• Hasta su destrucción, la mayoría de
kaf, mém y nün. En otras palabras, incluso el estilo del los israelitas acudió a él anualmente en peregrinación 6•
hebreo monumental primitivo es cursivo o al menos El profeta 'ÁJ:¡iyyah, que vivió en la época de Salo-
con gran influencia de la escritura cursiva. ¿No pode- món y de Jeroboam, era oriundo de Siloh'. Los habitan-
mos, pues, inferir que el antiguo Israel poseyó una tes de esta población, que permanecían fieles a Yahweh,
fuerte tradición de la escritura cursiva o literaria y muy fueron asesinados en Mispáh, por obra de Ismael y sus
escasa en cambio, de la del estilo monumental? Esta secuaces, cuando, con grandes muestras de dolor, fueron,
hipótesis, si pudiera ser probada, sería de gran impor- en compañía de otros peregrinos israelitas del reino del
tancia para nuestro conocimiento de la literatura y de Norte, a depositar sus ofrendas en las ruinas del Templo,
la civilización del antiguo Israel, así como de la compo- donde los judíos supervivientes de la destrucción del
sición de la Biblia. 587 A.c., habían erigido un altar para los sacrifi-
También en el aspecto filológico interesa mucho la cios 8.
inscripción. Tenemos aquí en conjunto un hebreo bí- 1
Jos 18,8 y sigs.; 19,51; 21,1; 22,9-12. 'Jue 18,31. 31 Sm 1,3.
blico, aunque contiene algunas formas gramaticales ar- 9.24; 2.14; 4,3.4.12. 'Jue 18,31. '1 Sm 1-3. 'Jue 21.19; 1 Sm
caicas así como re'o por ré'ehú, hayal por háyétáh. Se 1-3. '1 Rell,29; 12,15; 14,2.4; 15,29;2Cr9,29; 10,15. '_Jer41,5-6.

representa a las vocales finales por consonantes ihdydh, Bibl.: ABEL, II, pág. 462-463. H. KJAER, The Excavation of
Silo, the place of Eli and Samuel, Copenhague 1930.
zeh, kiy, wa-yélékw), pero dentro de la misma palabra
A. ROLLA
se halla la escritura defectiva (,r, ymn, sis, ql, etc.). La
expresión «doscientos y mil» por 1200 es muy rara SILONITA (heb. ha-siloni; 6 LTJAWYÍTTJs; Vg. Silo-
(véase, con todo, Nm 3,50). El nombre sustantivo nqbli
nites, Siloni). Gentilicio que tiene dos acepciones:
no aparece en la Biblia, pero sí el verbo nqb en 2 Re
12,10, y en otros lugares. Hay una palabra hasta ahora l. Natural o habitante de Siloh, como el profeta
desconocida - en la tercera línea - zdh que es de lec- 'ÁJ:iiyyah1.
tura y significado inciertos: Se han propuesto la inter- 2. Gentilicio de 'Ásayah, uno de los regresados del
pretaciones de zádáñ o ziddáh o tal vez (tomando el Exilio2 • En el libro de Nehemías, se aplica a Ma'ásé-

691 692
SIM'Á'

J:Ii rbet Seilün, colina apenas discernible en el centro de la ilustración, es todo lo que en la actualidad queda
de Sil6h, centro religioso de Israel en la época de los Jueces. (Foto P. Termes)

yáh ', que es la misma persona de nombre variante por Neftalí, fundador de la familia tribal de silemitas1•
la deficiente transmisión del texto. Se Je conoce por el nombre más común de Sallüm".
1Gn 46,24; Nm 26,49. 21 Cr 7,13.
11 Re 11,29. 'I Cr 9,5. 'Neh 11,5.
J. CARRERAS Bibl.: NOTH, 1341, págs. 22, 174.
M. D. RIEROLA
SILSÁH («dócil»; IaAmrá; Vg. Salusa). Hombre
de la tribu de Aser, hijo de Sófáh 1• Se trata del epóni- SILLEMITA (heb, [mispáhat ] ha-sillémi; 6fíµos ó
mo de un clan aserita. IeAµT)µÍ; Vg. Sel/emita). Miembro de la familia fun-
11 Cr 7,37, dada por Sillém.
Bibl.: NOTH, 1351, págs. 228, 258, Nm 26,49.

SILLÁ' (IeAAá; Vg. Sella). Descenso o cuesta SILLETAY («Dios es protección»). Nombre de dos
próxima a Bét Mil-lo', donde los conspiradores mataron personas del A T:
a Joás, rey de Judá1. El lugar no ha sido identificado. 1. (IaASeí; V g. Selethai). Quinto hijo de Sim'i,
Algunos especialistas consideran que el nombre hebreo hombre de la tribu de Benjamín y uno de los jefes de
(ha-yoréd sif.lii') es probablemente una repetición de familia que habitaban en Jerusalén 1.
Bet Mil-lo'. 2. (IeµaSeí [BJ, raAaSí [AJ; Vg. Salathi). Hom-
1 2 Re 12,21. bre de la tribu de Manasés, jefe de mil combatientes, y
Bibl.: A. MÉDEBJELLE, Les Livres des Rois, en La Saint e Bible« uno de los que se pasaron a David en Siqélág, cuando
III, París 1949, págs. 740-741.
el futuro rey partió con los filisteos a luchar contra
G. SARRÓ
Saúl2 •
SILLÁH («sombra», «protección»; IeAAá; Vg. Sella). 11 Cr 8,20. '1 Cr 12,20.
La segunda mujer de Lamec y madre de Tuba! Qayin Bibl.: NOTH, 1205, págs. 39, 152.
y de Na-ámáh-. J. CARRERAS

1 Gn 4, 19-23.
SIM'Á' (et. ->- Sema'yiih[ü)). Nombre de cuatro israe-
Bibl.: Cf. NoTH, 298 y 1205.
litas:
SILLEM («[Dios] compensó»; El. slm; Io(v)AAÍ]µ, l. (Ieµe'[, Iaµaá; Vg. Samaa, Samma, Semaay. Ter-
IeAAÍ]µ; Vg. Sallem, Sellem, Sellum). Cuarto hijo de cer hijo de lsaí1, hermano de David 2 y padre de Yema-

693 694
SIM'A•

snes. Panorámica desde la cima de Hirbet Seilün, en dirección oeste. A la derecha podemos ver un edificio-
fortaleza junto a un árbol sagrado. (Foto P. Termes)

dáb" y Yéhónátán •. También se le llama, en el T. M., a Babilonia1• En otro pasaje, ostenta el nombre va-
Sammáh, Sim'ah y Sim'i (k. sim'ay). riante de Sim'áh y aparece como descendiente de Yéhi'él 2•
2. (Laµaá; Vg. Simmaa). Uno de los hijos que 11 Cr 9,38. 1 Cr 8,32.
2

David tuvo en Jerusalén 5• Recibe asimismo el nombre Bibl.: NOTH, 1355, pág. 259.
de Sammüa-". D. VIDAL
3. (Laµaá; Vg. Sammaa). Levita de la familia de
Mérári, hijo de "Uzzáh y padre de Haggiyáh", SIM'AT (abr. de --,. Sema'yiihlii]; 'leµová.9; Vg.
Semaaih), Mujer ammonita, madre de Yózákár, uno
4. (Laµaá; Vg. Samaa). Levita, hijo de Míká'él y pa-
de los asesinos de Joás, rey de Judá1• En el pasaje pa-
dre de Berekyáhü, y uno de los antepasados de •AsafB.
1
ralelo de 2 Cr se dice que fue madre del regicida lla-
1 Sm 16,9; 17,3. 'I Cr 2,13. 32 Sm 13,3.32. •2 Sm 21,21; 1 Cr
20,7. 'I Cr 3,5. '2Sm 5,14; 1 Cr 14,4. 7 1 Cr 6,15. 'I Cr 6,24.
mado Zábád.
Bibl.: Nora, 1368, págs. 38, 185. 2 Re 12,22; 2 Cr 24,25.26.
1

G. SARRÓ Bibl.: Noru, 1372, págs. 38, 185.


C. COTS
SIM'AH (ccondescendencia»; Laµaá; Vg. Samaa).
--+ Sim'iim. SIMATITA (heb. sim'iitim; Laµa.91íµ; Vg. resonan-
tes). Una de las tres familias de escribas de origen
SIM'AH (et.--,. Sema'yiihlii]; Laµaá, Laµá; Vg. Sam- calebita, que moraba en Ya'bés. Sus miembros eran
maa). Hermano de David (--,. Sim'ii', § 1). quineos, que descendían de Rékáb (heb, bét rékdb).
2 Sm 13,3.32. El texto es bastante oscuro e impide identificar con
certeza a este grupo étnico así como sus relaciones de
SIM'AM («condescendencia»; Laµaá; Vg. Samaan). parentesco con las otras dos familias.
Hombre de la tribu de Benjamín e hijo de Miqlót, que 1 Cr 2,55.
fue uno de los repobladores después de la deportación M. MÍNGUEZ

695 696
SIMEÓN

SÍMBOLO, SIMBOLISMO. --+ Signo.

SIMEÓN (cf. heb, sim'on, et. --+ Sema'yii[ü); LV-


uscov; Vg. Simeon). Nombre de cinco personajes de
la SE:
i. Según Gn 29,33, Simeón fue el segundo de los hijos
de Jacob y tuvo por madre a Lía, lo mismo que el pri-
mogénito Rubén. En la relación de los hijos de Jacob
aparece de ordinario en segundo lugar, y en la serie
de las tribus de Israel se menciona a la tribu de Simeón,
por él representada, generalmente como la segunda. En
Esd 10,31, por tanto en el tiempo que siguió al des-
tierro, y sobre todo desde la época de los macabeos,
aparece su nombre en Israel, con frecuencia como
nombre personal. En -Gn 29,33 se hace derivar este
vocablo - y con garantías de verosimilitud - de sm",
«oír».
Como individuo, apenas si sobresale en la tradición la
figura de Simeón, hijo de Jacob. Únicamente se le men- Mapa con límites de la tribu de Simeón
ciona en la historia de José.', y posiblemente sólo como
el mayor de los hermanos de José después de Rubén 2• asentaron en la época histórica las «tribus de Raquel».
En Gn 34,25 y sigs., aparece claramente como repre- El reproche de su padre a Simeón y Leví ', que en la
sentante de la tribu de Simeón. «Bendición de Jacob» se expresa como una «maldición»
En Gn 34,25-31 se destacan Simeón y Leví sobre el por la «cólera» con que han procedido 5, fundamenta,
resto de los hijos de Jacob por una acción cruel y mal- desde un punto de vista etiológico, la verdadera sepa-
vada, al vengarse de los varones habitantes de Siquem ción que después hubo entre las tribus de Simeón y
por haber violado a su hermana Dina, asaltándoles y Leví y el resto de las demás tribus israelitas. Al mismo
matándoles precisamente cuando todavía se hallaban tiempo, no puede ponerse en claro si esta separación
sufriendo los efectos de la circuncisión, a la que, por fue consecuencia de un conflicto bélico con la ciudad
un pacto, se habían sometido. Por ello, su padre les cananea de Siquem (según Gn cap. 34 Simeón y Leví
considera dignos de censura y reproche. A esta acción fueron los prepotentes «vencedores») o si tuvo un funda-
se refieren claramente los versículos dedicados a Simeón mento distinto que nosotros ignoramos.
y Leví en la «Bendición de Jacob»", si bien en ellos Después de la ocupación de la tierra, la tribu de
nada se dice sobre el lugar de la acción, y por otra parte Simeón - en el caso de la tribu de Leví existen cir-
no sólo se habla de que «asesinaron a hombres», sino cunstancias especiales - desempeñó únicamente un pa-
además de que «desjarretaron toros» (es decir, que pel secundario entre las tribus de Israel. Aparece en el
inutilizaron los animales de carga), lo cual se pasa en sistema de las doce tribus, ciertamente en segundo lugar,
silencio en Gn cap. 34. En Gn cap. 49 se anuncia como y en la lista de Nm cap. 26 se consignan las familias
castigo su «dispersión en Israel»; de donde se deduce pertenecientes a ella (vers. 12-14). También en la asam-
que aquí no se tiene presente sólo a Simeón y Leví blea de las tribus está representada la de Simeón 6•
como individuos, sino a la colectividad de las tribus de Oficialmente, por tanto, sigue siendo un miembro de
Simeón y Leví. Mucho más sorprendente resulta la la federación de las doce tribus; en Nm 25, 14 se men-
íntima unión de Simeón y Leví en Gn caps. 34 y 49, ciona aisladamente a un «simeonita». Pero en realidad,
hasta el punto que en la «Bendición de Jacob», de nunca poseyó en la tierra de Israel una zona propia.
manera completamente desacostumbrada, Simeón y Leví Es verdad que se narra en Jue 1,3.17 como Simeón
están reunidos en una sola bendición. Además en Gn salió a tomar posesión de su tierra y que conquistó y
49,5 se les designa enfática y expresivamente como ocupó la ciudad de Séfat, situada totalmente en el
«hermanos» y de manera parecida en Gn 34,25 como límite meridional de la zona cultivada de Jordania occi-
«los hermanos de Dina», a pesar de que fueron más, dental, ciudad que en adelante se llamó Hórrnáh (pro-
según Gn 29, 31-30,24, los hijos nacidos de Jacob y Lía. bablemente Tell el-Masas, a unos 10 km al oriente de
No hay razón patente para establecer, en la época his- Bersabee), Sin embargo, sólo lo logró con la colabora-
tórica conocida por nosotros, una unión especial y una ción de la tribu de Judá, y su territorio de la parte me-
acción común de las tribus de Simeón y Leví. De donde ridional de la zona cultivada era una parte de la zona
tendría que concluirse que Gn 34 y 49,5-7 nos evoca correspondiente a la tribu de Judá. En Jos 19,2-7 se
una época anterior al fin de la toma de posesión de la enumeran pueblos simeonitas, aunque esos mismos pue-
tierra por parte de las tribus israelitas y anterior a blos aparecen en Jos 15,26 y sigs. y casi todos en una
la formación de la federación de las doce tribus. En este lista de lugares de Judá. Además se observa expresamen-
tiempo, las tribus de Simeón y Leví, por lo menos tem- te en Jos 19,1.9 que la heredad de Simeón se encontra-
poralmente, debieron estar íntimamente unidas, como ba «en medio de la heredad de los hijos de Judá». Con
«hermanos», y además debieron detenerse en la parte lo cual coincide el que no se encuentre en Jos 13-19,
central de Palestina, en la extensa comarca próxima a al relatar los límites geográficos de las otras tribus
la ciudad de Siquem, es decir, en una zona en la que es israelitas, la descripción de los límites correspondientes

697 698
SIMEÓN

a Simeón. De donde resulta que la tribu de Simeón SIM'I («Yahweh oyó»; Ieµeí; Vg, Semei). Nombre
no pudo ocupar ni mantener ningún territorio propio de dieciocho israelitas:
durante la ocupación definitiva de la tierra por las tri- l. (Ieµeeí). Segundo hijo de Gérésórn y nieto de
bus israelitas, sino que las familias simeonitas entonces Leví. Fundó una rama de la familia tribal de los gere-
existentes se establecieron más bien en el límite del sonitas 1. En otro pasaje2, aparece el mismo nombre
territorio de Judá. Si la observación que aparece en que probablemente, como indica la filiación, designa a
Gn 46,10 y Éx 6,15 (en cambio no se encuentra en Nm un personaje distinto.
26,13), según la cual una de las familias simeonitas tuvo
2. Benjaminita, hijo de Gérá", de la casa de Saúl,
por madre a una cananea, merece tenerse en cuenta en
que habitó en Bahürím durante el reinado de David.
el sentido tal vez de que una población «cananea»
Este rey, en su huida de Jerusalén, durante la usurpación
(quizás se tratara de la ciudad de Gérár) se unió a la
de Absalón, pasó con sus leales por la falda oriental
asociación de familias simeonitas, no puede compro-
del monte de los Olivos. Encontró allí a Sim'I, el cual
barse.
le insultó y apedreó, como si encarnase todo el odio
No es extraño que no se mencione a la tribu de Simeón
de los parciales de Saúl. El monarca hubo de contener
en el canto de Débora7, porque en este canto, por lo
a 'Ábisay, que se proponía castigarle", Muerto Absalón
común, no se atiende al grupo de las tribus meridiona-
y repuesto David en el trono, cambiaron los sentimien-
les. Aunque de poca importancia, puede señalarse que
tos o, al menos, la actitud de Sim'I: fue el primero en
en la «Bendición de Moisés» falta el apartado corres-
acatar al soberano, que juró respetar su vida a pesar
pondiente a Simeón 8•
de la oposición de 'Ábisay4• Sin embargo, David, en
En 1 Cr 4,38-43 se relatan algunos detalles acerca de
el lecho de muerte, recordó los ultrajes y recomendó
la tribu de Simeón. Según ellos, Simeón encontró bue-
a Salomón que los vengase 5• Salomón obligó a Sim'i a
nos pastos en la región de Gérár (tal vez es preferible
establecerse en Jerusalén, amenazándole con la muerte
esta lectura, junto con los LXX, en vez de Gédór)
si salía de la ciudad. El hombre se sometió. Pero, años
(vers. 38-40), y además venció a los vecinos meunitas en
más tarde, persiguió a unos esclavos fugitivos hasta
tiempo de Ezequías, rey de Judá; a costa de ellos esta-
Gat, y Bénáyáhtü) le mató por orden real",
bleció su emplazamiento y su lugar de pastos (ver. 41)
e incluso a costa de los amalecitas, todavía existentes 3. Levita, descendiente de Mérári, de la casa de Mahlí,
ahí (vers. 42-43) se extendió hasta la «montaña de hijo de Libni y padre de 'Uzzah'.
Se'ir» •. Estos datos, históricamente, no son desacer- 4. Hombre de la tribu de Simeón e hijo de Zakkür,
tados. que tuvo una prole muy numerosa 8•
•Gn 42,24.36; 43,23. -cr, Gn 42,27. 'Gn 49,5-7. •Gn 34,30 5. Levita, de la familia de Gérésóm e hijo de Yáhat •.
'Gn 49,6. 'Nm 1,6; 13,15; 1 Cr 27,16. 'Jue cap. 5. 'Dt 33,6-25·
'Cf. Jos 11,17; 12,7, donde se cita una montaña de este nombre
6. (Iaµaí.9, Iaµaí). Benjaminita, jefe de una familia
al occidente de Wádl el-vArabab. asentada en Jerusalén". Con anterioridad vivió en
Bibl.: ABEL, 11, págs. 50-52. S!MONS, págs. 142-157. M. NoTH, "Ayyálón. En otro pasaje recibe el nombre de Sémam.
Die Welt des A/ten Testaments, 4.ª ed., Tubinga 1962, pág. 62. 7. (Ieµevía; Vg. Semeias). Levita, jefe de la décima
M. NOTH clase de cantores en el reinado de David 12•
2. Abuelo de Matatías, padre de los Macabeos, per- 8. (Vg. Semeias). Ramatita, intendente de las viñas
teneciente a la estirpe sacerdotal de Joarib o Joiarib1 de David'>.
'!Mac 2,1. 9. Partidario de David y de Salomón durante la
usurpación de Adonías>, Tal vez fuese el hijo de 'Elah,
3. Anciano, justo y temeroso de Dios, que vivia en
que se convirtió en el intendente de Salomón del terri-
Jerusalén en tiempos del nacimiento de Jesús, en espera
torio de Benjamín 15•
de que se cumplieran las promesas mesiánicas, que
significarían la salvación de Israel. Había recibido la 10. Hombre de la tribu de Rubén, hijo de Góg y
seguridad de que no moriría sin ver al Ungido del padre de Mikah16•
Señor. En el momento de presentar al Niño en el Tem- 11. Levita, descendiente de Hémán. Participó en la
plo, para cumplir las prescripciones usuales, Simeón le purificación del Templo durante el reinado de Eze-
tomó en sus brazos y bendijo a Dios con el Nunc dimittis, quías ". Quizá sea el mismo personaje que sigue.
donde expresó su gratitud al Señor. Después bendijo 12. Levita. Durante el reinado de Ezequías, secundé
a los asombrados padres y dirigió a María palabras a su hermano Kónanyáhü en la vigilancia de los diez-
que expresaron el resurgimiento de Israel, el juicio de mos y ofrendas que se entregaban en el Templo18.
muchos y el dolor de la Madre1•
13. (Ieµeíov). Benjaminita, hijo de Ois y padre de
1 Le 2,25-35. Yá-ír, uno de los antepasados de Mardoqueo-".
4. Antepasado de Jesús, según la genealogía de san 14. Hijo de Pédáyáh, hermano de Zorobabel. Por
Lucas. Fue padre de Leví e hijo de Judá1• lo tanto, perteneció a la familia real de Judá 20•
'Le 3,30. 15. (Iaµoú). Levita regresado de Babilonia. Esdras
5. Nombre de san Pedro en el libro de los Hechos le indujo a repudiar a su mujer extranjera 21•
de los apóstoles1. 16 y 17. Un hijo de Hásum y un hijo de Báni, o de
1Aot 15,14. Binnüy, a quienes Esdras obligó a abandonar a sus
M. MÍNGUEZ esposas gentiles 22•

699 700
SIMÓN

l 8. Hermano de David 23, también llamado ---+ Sim'ii.' a la pureza del griego (así, por ejemplo, rara vez trans-
y -+ Sammii.h (§ 2). cribe palabras hebreas, emplea compuestos para repro-
'Éx 6.17; Nm 3,18.21; l Cr 23,7.10; Zac 12,13. 2
l Cr 23,9- ducir expresiones que en dicha lengua exigen más de
32 Sm 16,5-13. '2Sm 19,17-24. 'lRe 2,8-9. 'l Re 2,36-46. dos palabras, hace amplio uso de partículas) sería su-
'1 Cr 6,14. 8
l Cr 4,26-27. '1 Cr 6,28-29. "l Cr 7,21. n lCr mamente libre, casi una paráfrasis o un comentario,
8,13. "1Cr25,l7. "1Cr27,27. "lRel,8. "1Re4,18. »r c-
5,4-5. "2 Cr 29,14-16. 182 Cr 31,12. 10Est 2,5. 201 Cr 3,19. como opinaba Margolis E. Otra de sus características
"Esd 10,23. "Esd 10,33.38. "2Sm 21,21. sería su independencia con respecto a las otras versiones,
Bibl.: NoTH, 1370, págs. 38, 185. de las que se aparta con frecuencia para seguir a los LXX
G. SARRÓ o su propio camino, juntamente con la tendencia a evi-
tar los antropomorfismos y a atenuar ciertas metáforas,
SÍMMACO, Versión de. l. VIDA. Según san Epi- con lo cual se revela que Símmaco no era desconocedor
fanio » era un samaritano convertido al judaísmo. Euse- de la tradición judía. Actualmente, sin embargo, se
bio E, san Jerónimo c y Paladio P afirman que fue un empieza a someter a revisión algunos de estos con-
ebionita. Apoyan esto último tanto el que Eusebio ceptos. Barthélemy F ha sostenido una dependencia de
conociera un comentario al evangelio de san Mateo, Símmaco, aún mayor que la de Áquila, con respecto a
donde exponía los fundamentos de su herejía, como el los fragmentos del Dodekapropheton del desierto de
que el Ambrosiáster E, san Agustín F y Mario Victorino Judá, identificados por él como pertenecientes a la
mencionen la herejía de los simmaquianos, probable- Quinta. Con eilo, la originalidad e independencia de
mente una secta ebionita. Es ésta la opinión más difun- nuestro autor serían menores, habiéndose de pensar
dida, que era ya la de Swete G y ha sido posteriormente que utilizaría la larga tradición de revisiones de la Biblia
fundamentada con nuevos estudios por ZahnH y Schoeps 1, griega, realizadas sobre un texto hebreo fluctuante, de
quien ha tratado de rastrear las huellas de la teología lo que puede dar una idea también la versión Barberini
ebionita en su versión. Geiger-" identificó a Simmaco de Habacuc c, con anterioridad a la fijación del texto
con el Sumkós del Talmüd, encontrando en los restos masorético.
de su versión raíces hebreas y huellas de la hermenéu- A Origines Hexaplorum quae supersunt, sive veterum interpretum
tica rabínica. Esto empero parece menos probable. Sobre Graecorum in Vet. Test. fragmenta, Oxford 1875. BEin neuere Fund
la época en que vivió hay discrepancias de opinión. zah/reicher Stücke aus der Jesaia-übersetzungen der Akylas, Symma-
chus und Theodotion, en ZA W, 52 (1934), págs. 176-183. CJn Am.,
San Epifanio coloca su floruit en la época de Septimio 3, l l. DPraef. in Chron. Eus., Praef. in Job. EThe Story of Bible
Severo (193-211), lo que crenológicamente es con- Trans/ations, Filadelfia 1917, pág. 41. FEn RB, 60 (1953), págs.
gruente con la noticia de Eusebio (loe. cit.) y de Pa- 18-29. GE. M. Gooo, The Barberíni Greek Version of Habakkuk ,
en VT, 9 (1959), págs. 11-30.
ladio (loe. cit) de que Orígenes recibiría su traducción
del AT de manos de una dama acaudalada, Juliana de Bibl.: A la ya citada, puede añadirse L. J. LIEBRE!CH, Notes on
the Greek Version of Symmachus, en JBL, 63 (1944), págs. 397-402.
nombre, la cual la habría recibido de manos del propio
Símmaco. A lo sumo se puede retrotraer su floruit a L. GIL
la época de Marco Aurelio como supone Mercati F.
ADe mens. et pond., 15. BHist. eccl., 6, 17. ene vir. il!., 54.
SIMÓN (cf. heb. sim'on, et. ---+ Sema'yii.h[ü]; í:íµwv;
D Historia Lausiaca, 64. EComm. in Gal. pro!. FContra Faust., Vg. Simon). Nombre de trece personajes de la SE:
19, 4, Contra Cresc., 1, 36. GAn Introduction to the O/d Testament
in Greek, Cambridge 1914, pág. 50. HHerkunft und Lehrrichtung l. Sumo sacerdote, el segundo de su nombre, que
des Bibe/iibersetzers Symmachus, en NKZ, 34 (1923), págs. 197-209. murió ca. 198 A.c. Fue hijo de Onías II y padre de
1Symmachusstudien 1, en Coniectanea Neotestamentica Upsalienses,
Onías III y Jasón. Llevó a cabo importantes mejoras
6, Upsala 1942. 'Sumkós, Symmachus der Übersetzer der Bibel, en
en el Templo, embelleció Jerusalén y rindió grandes
JüdZschr, 1 (1862), págs. 49 y sigs., 60 y sigs. KL'étá di Simmaco
interpretre e S. Epifanio, Módena 1892. servicios al pueblo 1.
1Eclo 50,1-23.
2. OBRA. Aparte el comentario a san Mateo (per-
dido) a que hemos hecho referencia, Símmaco fue autor 2. Simón Macabeo. Segundo hijo de Matatías, apo-
de una nueva versión del AT al griego que empleó dado Tassi (Gacrcrí), nombre de etimología dudosa, que
Orígenes en sus Hexaplas. Los restos de ella conservados puede significar «lleno de celo» o acaso «guía», «direc-
en las notas marginales de los códices hexaplares fueron tor»", Su padre le elogió por la prudencia de sus opinio-
recogidos por Field-s. Entre los nuevos materiales he- nes Y, a su muerte, Je nombró consejero de la familia 2•
xaplares descubiertos desde Field (---+ Hexapla, Áquila Tuvo mando militar bajo el caudillaje de Judas y
y Teodoción) benefician especialmente a Símmaco los condujo tropas en ayuda de los judíos de Galilea, cuya
que encontró Móhle P en el comentario a Isaías de población y la de Arbatta evacuó, después de vencer
Eusebio de Cesarea en el margen del Códice Laurentia- y de perseguir a los sirios hasta Ptolemaida 3 • Durante el
nus Plut. XI, 4. El juicio que merecen a los modernos mando de Jonatán, recibió autoridad sobre la costa,
los fragmentos conservados de Símmaco, coincide en desde Tiro a la frontera de Egipto s. Trifón apresó trai-
general con el de los antiguos. San Jerónimo observaba doramente a Jonatán en Ptolemaida. Entonces Simón
que no se cuidaba de reproducir servilmente palabra ocupó el lugar de su hermano en Jerusalén y se encargó
por palabra el texto hebreo, sino de captar su sentido: de la dirección de las operaciones militares, puesto que
Intellegentiae ordinem sequi e, sensum potius sequiv . Esta era el último de los macabeos; continuó las obras de
característica, que explica el uso que hizo él de esta fortificación de Jerusalén y reforzó la guarnición de Jop-
versión, ha sido destacada quizá excesivamente por los pe. Trifón intentó atacar Judea por todas partes; pero
modernos. La versión de Sírnrnaco, atenta sobre todo Simón se defendió con éxito, hasta que el enemigo se

701 702
SIMÓN

Bét Sür, Parte superior de la colina macabea. Esta ciudad fue recuperada definitivamente para los judíos por
Simón Macabeo. (Foto P. Termes)

retiró y asesinó a Jonatán en la ciudad transjordá- Simón dio mayor robustez a las fortificaciones del
nica de Baskama •. Templo, comprendida la ciudadela, en la que habitó
Simón, después de reedificar y pertrechar los baluartes con sus familiares. Nombró jefe militar supremo a su
judíos, envió embajadores a Demetrio II, · al que pidió hijo Juan (el futuro Juan Hircano), que estableció
grandes concesiones. El seleucida, apurado por sus su cuartel general en Gazara 9• Bajo la autoridad de Si-
disputas con Trifón, le otorgó la exención de impues- món, Judea se extendió por el septentrión hasta la ver-
tos, la amnistía general de todos los actos de hostilidad tiente oriental de los montes de Samaría, a unos 15 km
perpretados por las fuerzas macabeas y el permiso para de la antigua Siquem. Según Flavio Josefo, la locali-
continuar fortificando a Judea. Aquello ocurría en los dad de Anuat Borkaios (hoy <Ain Barqit) era el puesto
años 143-142 A.c. Simón, obrando como soberano fronterizo entre una y otra región. En el período de
independiente, se nombró, con la aprobación del pueblo, paz siguiente, Simón mostró una vez más su recto
«sumo sacerdote, estratega y etnarca de los judíos», sentido y su capacidad: fomentó la agricultura y el
e hizo fechar los documentos administrativos según comercio, mantuvo las relaciones que Jonatán había
los años de su gobierno: el 170 de la era seleucida (143- trabado con Esparta y Roma, etc. Se le permitió vestir
142 A.c.) fue «su primer año»6. Mientras tanto, antes la púrpura y grabar sus hazañas en planchas de bronce,
de recibir la respuesta favorable de Demetrio, sitió con que se fijaron en las columnas del monte Sión. En
máquinas de guerra a Gazara, la tomó y trató a sus ellas también se mencionaba a su padre y herrnanos-",
habitantes con humanidad; aquella población fue una En el año 140, Demetrio II fue capturado en una
nueva posición del pueblo judío para defenderse de todo campaña contra los partos. Su hermano, Antíoco VII
ataque procedente del Mediterráneo". En la primavera Sidetes, ocupó el trono y, en la lucha contra Trifón,
del 141 consiguió rendir a la guarnición siria de la ciu- concluyó un acuerdo con Simón, por el que ratificaba
dadela de Jerusalén, cuyo asedio iniciara su hermano a éste los beneficios obtenidos anteriormente y le auto-
Jonatán 8, sin que el monarca seleucida pudiera oponerse rizaba a acuñar .moneda. Trifón, perdida su causa, se
a su triunfo. Se prescribió una fiesta para celebrar el suicidó; Antíoco Sidetes exigió entonces a Simón que
acontecimiento. le restituyera los territorios conquistados, sobre todo

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SIMÓN

Gazara y Joppe. La negativa del jefe judío produjo el 11. Curtidor de Joppe, en cuya casa Pedro estuvo
envío del general sirio Cendebeo a Judea 11• Los hebreos muchos días. Probablemente era cristiano.
resistieron a los seleucidas (138-137 x.c.). Juan y Judas, Act 9,43; 10,6.17.32.
hijos de Simón, los derrotaron completamente en las J. A. PALACIOS
cercanías de Modín, cuna de su linaje ". Al parecer, no
se efectuó otra tentativa siria contra Judea en vida de 12. Simón Mago. Este personaje aparece por primera
Simón. A principio del año 134, durante una visita vez en la historia en contacto con la actividad evangeli-
a Dok, al noroeste de Jericó, residencia de su yerno zadora de Felipe en Samaria 1• De él afirma el texto
Prolomeo, éste asesinó a Simón y a sus dos hijos Ma- sagrado que aturdía a la gente de Samaría con sus ma-
tatías y Judas 13• gias, diciendo que «era un grande»; y todos le seguían,
11 Mae 2,3. 21 Mae 2,65. '1 Mae 5,17.20-23. '1 Mae 11,59; aclamándole: «Éste es el poder de Dios llamado Grande».
12,33.34. '1 Mae 13,1-24. '1 Mae 13,33-42. 71 Mae 13,43-48. Pero al presentarse Felipe, el pueblo se fue a él y se
8
1 Mae 12,36. 01 Mae 13,49-52. 101 Mae 14,1-49. u 1 Mae 15,
1-41. "1 Mac 16,1-10. 131 Mae 16,11-16.
hacía bautizar y obraba grandes milagros; con lo cual,
Simón aturdido ante tantas maravillas, se hizo bautizar,
F. J0SEF0, Ant, lud., 12,2,24; íd., Bel. lud., 3,3,5. M.
Bibl.:
GRANDCLAUDON, Les livres des Macchabées, en La Sainte Bible, por si podía -realizar también él aquellos prodigios.
VIII, París 1951, loe. cit. F. M. ABEL, Histoire de la Palestine, l, Al saberse los buenos resultados del ministerio de
París 1952. M. N0TH, The History of Israel, 2.• ed., Londres 1960 Felipe, se presentaron en Samaria Pedro y Juan para im-
(trad. ing.),
poner las manos a los bautizados, quienes recibían el
3. Hombre de la tribu de Benjamín e intendente Espíritu Santo de forma sensible, por la manifestación
laico del Templo, que reveló a Apolonio las riquezas de diversos carismas. Viéndolo Simón, ofreció dinero
que el santuario atesoraba1• Su hermano fue el sumo a los apóstoles para que le vendieran aquel poder mis-
sacerdote Menelao 2 • terioso, cometiendo así el primer pecado, llamado por este
2 Mae 3,4.11; 4,1-6.
1 '2 Mac 4,23. episodio de «simonía», que consiste en querer comprar
por dinero los bienes espirituales que no tienen parangón
4. Simón Pedro. Nombre variante de san Pedro con los materiales. Simón el Mago fue rechazado vio-
( - Pedro, San). lentamente por Pedro en su pretensión, amenazándole
con grandes castigos ( - Simonía).
5. Uno de los doce apóstoles, llamado el zelota (Z11- La literatura cristiana primitiva y los apócrifos se
AWTT]S, «entusiasta»)", o el cananeo (Kavaavios)2 • Este han ocupado mucho de Simón. San Justino, oriundo
último apelativo no debe entenderse en el sentido de de Náblus (100-165), dice que nació en Guitton, a unos
que era natural de Caná, sino que deriva de la voz 10 km al oeste de dicha ciudad. El mismo santo dice
aramea qénii'ná', la cual tiene la misma acepción que que en Roma se le erigió una estatua con la inscripción
zelota. No se menciona su actividad en el NT. Simoni Deo Sancto; pero leyó mal la inscripción que
1
Le 6,15; Aet 1,13. 'Mt 10,4; Me 3,18. en realidad decía: Semoni Sanco Deo Fidio, que era el
dios sabino Semo Sanco A. En 1574, en la isla Tiberina,
6. Hermano de Jesús, es decir, según el uso semítico, donde estaba esta estatua, se encontró un fragmento
pariente próximo de Cristo. Tal vez haya que identifi- de mármol, probablemente del zócalo de la misma,
carlo con Simón el zelota. con la citada inscripción. A veces también algunos auto-
Mt 13,55; Me 6,3. res antiguos, que hablan de él, lo confunden con otros
homónimos o secuaces suyos.
7. Padre de Judas Iscariote, que recibe el mismo San Jerónimo le atribuye frases parecidas a las que
patronímico que su hijo (Simón Iscariote). le aplica el texto sagrado: Ego sum Sermo Dei, Ego
Jn 6, 72; 13,2.26. sum Speciosus, Ego Paraclitus, Ego Omnipotens, Ego
Omnia Dei» («yo soy el Verbo de Dios», «yo soy el
8. Fariseo que invitó a Jesús a comer en su casa, Hermoso», «yo soy el Paráclito» [ «el Consolador»],
persuadido de que era un profeta, y que presenció «yo soy el Omnipotente», «yo soy todas las cosas
cómo el Maestro era ungido por una pecadora. Le disgus- de Dios»).
tó la simpatía con que Jesucristo aceptaba el homenaje Siguiendo al más seguro de los escritores antiguos,
y el Señor se lo reprochó por medio de una parábola. san Justino, entresacamos las noticias siguientes de su
Le 7,36-50. vida y doctrina. Simón fue acompañado en sus viajes
por Elena, a quien él había arrancado del prostíbulo
9. Leproso. En su casa de Betania, María ungio a de Tiro (Ireneo): había ideado un sistema gnóstico; casi
Jesús. Indudablemente habría sanado de su terrible todos los samaritanos y algunas otras naciones le ado-
enfermedad, puesto que se relacionaba con la gente. raban como el primer Dios, y a Elena como la «idea
Mt 26,6 y sigs.; Me 14,3 y sigs. primordial» procedente de él. A través de esta idea
('Evvoia) primordial, habían sido creados los demás
10. Hombre de Cirene, de origen judío, al que se seres, primero los angélicos, pero Simón quedaba por
obligó a ayudar a Jesús a transportar la cruz hasta el encima de todos ellos, como Dios por encima de todo
lugar de ejecución1• Era padre de Alejandro y Rufo2• Principado, Potestad y Virtud c_ San Ireneo amplía
Cirene era la capital de Cirenaica. Tal vez Simón se estos puntos>,
hallaba en Jerusalén para celebrar la Pascua. Simón reconoce el AT y NT, pero acoge el dualismo
1
Mt 27,32; Me 15,21; Le 23,26. 'Cf. Rom 16,13. oriental, ritos helenistas y prácticas mágicas de la época,
705 706
SIMÓN

San Ireneo lo presenta como la cifra y fuente de todas las mente espirituales, ya de materiales, esencialmente unidas
herejías, y especialmente como precursor de las gnósticas a cosas espirituales (simonía de derecho divino), o en con-
pues en verdad, la gnosis posterior se resiente de su mutar ilícitamente cosas temporales unidas a espirituales
influjo. por otras del mismo género, o cosas espirituales por
Dejando otras noticias legendarias, concluiremos di- otras espirituales o cosas temporales cuando lo prohíbe
ciendo que Samaría, al margen del judaísmo ortodoxo la Iglesia por el peligro de irreverencia hacia las cosas es-
desde antiguo, con tendencia al sincretismo religioso y pirituales (simonía de derecho eclesiástico). La malicia de
más en contacto con el helenismo, fue terreno abonado la simonía consiste no sólo en equiparar lo sagrado a lo
para el mago teósofo, también sincretista. profano, sino en usurpar ilegítimamente el dominio de
Las excavaciones en la ciudad de Samaria han des- Jo sacro, utilizándolo para el propio provecho temporal.
cubierto un templo de los siglos I-III con unos bajorre- La simonía de derecho divino no admite parvedad
lieves que representan a los Dióscuros, Cástor y Pólux, material; es pecado no sólo el comercio efectivo, sino
y a Elena, probablemente su hermana, que el sincretismo el propósito o el deseo de comprar o vender por ven-
., helenístico había asimilado a Selene y a Kore. De esta tajas temporales los poderes sagrados. La simonía de
suerte se confirmaría indirectamente la presencia de derecho eclesiástico admite parvedad de materia; pero
Simón allí, organizador de este culto, con Elena, su las leyes que la prohíben de por sí obligan gravemente
compañera. en conciencia.
AJuSTINO, Apol., 1,26. BJERÓNIMO, en PL, 26, 183. CJUSTINO, El nombre de este pecado se deriva de Simón Mago,
Dial. contra Tryph., 120. DfRENEO, Ad. Haer., 1,23,1-3. que quiso comprar por dinero el poder de imponer las
1 Act 8,9-24. manos para hacer descender el Espíritu Santo 1• La
Bibl.: L. CERFAUX, La gnose simonienne, en RSR, 16 (1925),
historia de este extraño personaje nos es bien conocida
págs. 489-511; ibíd., 17 (1926), págs. 5-20, 265-286. H. DANNEN- por la historia eclesiástica. San Ireneo lo llama padre
BAUER, Die rom, Petrus/egende, en HZ, 146 (1932), págs. 239-262. de los gnósticos. Las escasas noticias de los Hechos de
G. Rrccrorrr, G/i Atti degli Apostoli tradotti e commentati, Roma los Apóstoles son suficientes para hacernos conocer la
1951, págs. 150-157. E. AMANN, Apocryphes du Nouv. Test., en
DBS, I, cols. 496-498, 514-518. gravedad de su pecado. Simón se hacía pasar por «la
M. BALAGUÉ Potencia reveladora de Diosx". Las ignorantes gentes
de Samaría «estaban maravilladas» y «se adherían a él,
13. Simón el Negro (Ivµewv 6 KaAovµevos Níyep; pues las había embaucado con sus magias»". Por la
Vg. Simon qui vocabatur Níger). En la iglesia de Antio- predicación de Felipe, Simón creyó y recibió el bautis-
quía, entre los «profetas y doctores» que ordenaron a mo '.
Saulo y a Bernabé, antes de su primer viaje apostólico, Podemos dudar, y con razón, de la sinceridad de
figuraba un personaje llamado Simón el Negro1. El esta conversión. Al ver los prodigios suscitados por la
sobrenombre le distingue de otros Simones, que apa- imposición de las manos de los apóstoles, Simón queda
recen en el NT, corno Simón Pedro, Simón el Cananeo, sorprendido. Su fe, duda, más intelectual que sobre-
Simón el Mago, Simón el Coriario. Es de interés cons- natural, no descubre en estos prodigios más que el
tatar que la palabra que está en el original lucano, Níyep, efecto de recetas mágicas más eficaces que las suyas y
no es palabra griega, sino una versión mecánica de la arde en deseos de poseer el secreto de administrar
latina niger (cnegro»). libremente esta fuerza misteriosa. Por eso, ofrece dine-
1 Act 13,1.
ro a los apóstoles. San Pedro se indigna: «Sea ese dinero
S. BARTINA
para tu perdición, pues has creído que con dinero podía
comprarse el don de Dios» 5 • La oferta de Simón era
SIMÓN (et.?; Leµwv; Vg. Simon). Hombre de la una injuria grave al Espíritu, pues rebajaba los dones
tribu de Judá y padre de "Amnón, Rinnáh, Ben Hánán divinos al nivel de las cosas perecederas de la tierra.
y Tílón 1. El nombre, más que de persona, parece ser Este acto procedía de un error de juicio (Evóµ1cras),
el propio de un clan o subdivisión tribal. pero el error estaba enraizado en la perversión de la
voluntad. Su corazón carecía de rectitud. San Pedro
1 1 Cr 4,20.
describe con dos metáforas el estado de ánimo del
Bibl.: NoTH, 1331, pág. 258. Mago: «Veo que estás en una hiel amarga y en los
lazos de la iniquidads ". La hiel (xoAT'¡) indica la malicia.
SIM'ÓN (abr. de - Sema'yiih[ü); LVµewv; Vg. Si- Los antiguos la consideraban corno fuente del veneno
meon). Nombre de dos personas del AT: de los reptiles. La iniquidad ata el corazón del endure-
1. Uno de los hijos de Hárirn. Tuvo que repudiar a cido mago. ·
su mujer extranjera por disposición de Esdras1. El término simonía no aparece nunca en la Biblia,
pero la realidad que expresa fue conocida ya en el AT.
2. Segundo hijo que Jacob tuvo de Lía (- Simeón,
§ ]). Jasón obtiene de Antíoco el sumo sacerdocio por una
suma considerable de talentos de plata", Posteriormente,
1Esd 10,31. y por una suma aún mayor, el cargo fue arrebatado a
Bibl.: NOTH, 1369, págs. 38, 60, 185. Jasón y transferido a Menelao ". No es claro el caso de
D. VIDAL Giezí, servidor de Elíseo, al recibir de Na'árnán regalos
y dinero por la curación milagrosa de la lepra operada
SIMONÍA. La simonía consiste en cambiar por bie- por el profeta"; como tampoco lo es el acto de Ba-
nes terrenos cosas sagradas, ya se trate de cosas pura- laam, echando maleficios contra Israel por dinero!". La

707 708
SIN

conducta de este hechicero es calificada de perversa por hallado restos de una sinagoga. Al parecer, esta po-
los autores del NT11. blación es idéntica a Simrón Méró'n.
1Act 8,18-19. 2Act 8,9-10. 'Act 8,11. •Act 8,13. 'Act 8,20. 1Jos 11,1; 19,15.
'Act 8,23. '2 Mac 4,7 y sigs. '2 Mac 4,23 y sigs. '2 Re 5,21.
10Nm 22,16. 112 Pe 2,15; Jds 11. Bibl.: ABEL, 11, pág. 464, con bibliografía. S1MONS, §§ 329,
500, 51 O (23).
Bibl.: Además de comentarios a los Hechos de los Apóstoles, M. V. ARRABAL
véase: A. INGOLD, Simon le Magicien, en DB, V, 2, cols. 1742-1743.
A. BRIDE, Simonie, en DThC, XIV, 2, cols. 2141-2160. E. AMANN,
Simon le Magicien, en DThC, XIV, 2, cols. 2130-2140 (con bibl. SIMRON MERÓ'N (Lvµowv, Maµ~pw.9 [Ivloupco.S];
hasta 1941). Vg. Semeron). Ciudad cananea a cuyo rey venció y
O. GARCÍA DE LA FUENTE mató Josué-. Se identifica con -+ Símrón, porque es casi
seguro que Simrón haya de separarse de Méro-n, como
SIMRÁ.T (et. -+ Somer; ¿aµapá.9; Vg. Samarath). en el texto de la LXX.
Descendiente de Benjamín, según el libro de las Cróni- 1Jos 12,20.
cas. Fue el último hijo de Sim'i de "Ayyálón.
Bibl.: ABEL, 11, pág. 464. S!MONS, § 510 (23).
1 Cr 8,21. C. COTS
Bibl.: Nora, 1378, pág. 259.
SIMRONITA (heb. ha-simroni; 6-fíµos 6 Laµpaµí;
SIMIÜ («vigilante»). Nombre de cuatro personajes Vg. Semranitay. Clan o grupo familiar fundado por
veterotestamentarios: Simron, hijo de Isacar.
l. (Leµpí; Vg. Semri). Hijo de Séma'yáh y uno de
los jefes de la tribu de Simeón que emigraron a Gédór SIMSAY («criatura = hijo del Sol»; Laµcxo-á, La-
en busca de pastos para sus ganados'. µaÉ, ¿aµeaís, ¿aµeo-á [B], ¿aµo-aí [AJ; Vg. Samsari).
Escriba del gobierno persa en la provincia de -+ 'Abar
2. (foµepí; Vg. Samri). Padre de Yédi'á'él y de Naháráh, De acuerdo con Réhüm, su superior en la
Yóhá", héroes del ejército del rey David 2• región de Samaría, escribió una carta a Artajerjes, en
la que denunciaban la reconstrucción de Jerusalén por
3. (qivAáo-o-ovTes; Vg. Semri). Levita, hijo de Hó-
los judíos regresados de la Cautividad y en la que ex-
sáh, descendiente de Mérári, al que su padre nombró
presaban su ánimo contrario a la obra 1. El monarca
jefe de una agrupación de porteros del Templo, a pesar
persa, en vista de los antecedentes sediciosos de los
de que no era su primogénito, en tiempos de David 3.
judíos, contestó por escrito que se impusiera la suspen-
4. (foµ~pí; V g. Samri). Uno de los hijos de 'E.li- sión de los trabajos, y así lo hicieron los interesados
sáfán, de la familia de "Uzzí'él. Fue levita en la época por medio de la violencia 2•
de Ezequías y tomó parte en la ceremonia de la purifi- 1Esd 4,8-16. 'Esd 4,17-23.
cación del Templo", Bibl.: NOTH, 1382, pág. 223. F. MICHAÉL!, en BP, I, págs.
11 e- 4,37. 21 Cr 11,45. 'l Cr 26,10. '2 Cr 29,13. 1480-1483.

Bibl.: Norn, 1375, págs. 38, 177. J. VJDAL

P. ESTELRICH
SIN (csv, xo-ev donde el complejo xo- suena como x).
SIMRiT («vigilante»; Laµapii.9; Vg. Semarith). Mu- La Vg. y los LXX anteponen esta palabra, nombre de
jer moabita, madre de Yéhózábád, uno de los asesinos la vigésimo primera letra del alefato, a Lam 1,21; 2,21;
de Joás, rey de Judá '. Recibe también el nombre de 3,61.62.63; 4,21 y Sal 119,161 (heb.), -,. Acróstico.
Somer2 •
1
SIN. l. NOMBRE. Sin es el dios de la Luna, la
2 Cr 24,26. '2 Re 12,22.
divinidad tutelar de 'Ür. Los sumeros Jo veneraban
Bibl.: NOTH, 1378, pág. 259.
con el nombre de Nanna (teologizado a veces en Nan-
nar e) que quedó absorbido por Sin, que es su corre-
SIMRON (cguardia»; Laµ~páµ, foµpáµ, Leµepwv;
lativo semítico. El vocablo empero no se explica por el
Vg. Semron, Semran). Cuarto y último hijo de Isacar
semítico, pudiendo ser presemítico. Aparece, en todo
y nieto de Jacob, Fundó el grupo tribal o clan de los
caso, desde la época presargónida, como en el antro-
simronitas 1.
porumo AMAR-Si-in. Aunque escrito generalmente
1Gn 46,13; Nm 26,24.
su-en (o, en la forma invertida, en-zu), se pronunciaba
Bibl.: Norn, 1379, pág. 259. Sin. En-zu equivale a «Señor de la sabiduría, por tanto,
se explica como una especulación teológica de los es-
SIMRON (cguardia»; egip. sm'n; Am. samhuna; LV- cribas.
uccov, LEµpwv; Vg. Semeron). Ciudad cananea, el
APor referencia a Ja luz; cf. ac. nannar, «lumbrera».
soberano de la cual estuvo coaligado con Yábín de
Hásór y atribuida posteriormente a la tribu de Zabulón '. 2. SIMBOLISMO. Los mesopotamios, utilizando el sim-
Simons y Abe! estiman que se ha de alterar la grafía bolismo religioso de la luna A, consideraron a Sin/Nanna
del nombre en Sím'ón, sobre la base de los LXX y de como el dios de la vida P, especialmente el dios protector
las antiguas fuentes extrabíblicas. Se identifica con de la fecundidad de los ganados c. Ya Gudea de Lagas
Hirbet Semüníyah, situado a 2,5 km al oeste de Ma'Iül (siglo XXI A.c.) hacía un paralelismo visual al escribir:
y a 12, en igual dirección, de Nazaret, donde se han en-zi ... dingir-en-zu, «Oh, Señor de la vida ... , dios Sin»D,

709 710
SiN

y una gran letanía a Sin comienza así: «Navío sagrado Nin-gal o «Gran Señora» (en ac. Nikkal) es también
del cielo ... , padre dios-Luna, señor de la ciudad de venerada en 'ÜrE.
'Ür ... »E. Los símbolos de Sin son el Cuarto Creciente F, ACf. Código de Hammurabi, 2,21. Un poema sumero de Urnam-
el Toro (los «cuernos» de la luna), o la Barca (la luna mu, fundador de la III dinastía de 3Ür, se refiere a la construcción
que navega en el mar del cielo). del é-kis-nu-gál, «semejante a una montaña reverdeciente». Cf. A.
SJ0BERG, Der Mondgott Nanna-Suen ... , Oslo 1960, n. 119, línea
0

La renovación periódica de la luna relaciona a Sin 109; G. CASTELLINO, en ZA, 19 (1959), pág. 118 y sigs. BCf. sro-
con el «mes»? y con la noche. Sin preside la noche, BERG, Girix( = KA)-zal, en ZA, 21 (1963), págs. 1-10, especialmente
como ---> Samas al díaH. Ambos dioses aparecen a págs. 6-7. Cibid., pág. 7. ºId., Der Mondgott ... , n.0 2. EUn
menudo juntos. El dios Luna tiene como cifra simbó- poema ugarítico (siglo xrv A.c.) celebra también el matrimonio de
yr!J (vluna») con nkl, Cf. C. H. GORDON, Ugaritic Literature, Roma
lica el número «30» («dios-30» es una grafía frecuente). 1948, págs. 63-65.
Una antigua tradición mesopotamia sincroniza la crea- 5. El dios Sin fue venerado en todo el Creciente
ción del hombre con la neomenía-. Los reyes, como fértil. Ya en las tablillas de Capadocia, de principios
condicionadores de la vida divina en la tierra, se sentían del II milenio, aparece en algunos antropónimos. La
especialmente ligados a Sin. Hammurabi lo llama, en devoción popular se refleja precisamente en los nombres
su Código, «mi Creador»:', considerándose como «el de personas, compuestos a menudo con el elemento
vástago que Sin ha creados s. Sin es el dispensador de teofóricos Nanna o Sin e , en los topónimos P o en el
la realeza L y el dios de los presagios+", En sus anales, nombre de algunos canales c. En Hafági (antigua Tutub)
los reyes asirios citan con frecuencia a 'Assür (el dios se halló un templo, con varios estratos, dedicados a
nacional) e inmediatamente a Sin, Samas, Bel (Marduk), Sin D. Pero los dos grandes centros del · culto lunar
Nebo ... M. fueron siempre 'Ür (cf. § 4) E y Harrán en el norte de
ACf. O. SCHILLING, Das Mysterium Lunae und die Erschaffung der Siria (aquí desde la época neosumera, por lo menos).
Frau, Paderbon 1963 (con bibl.); M. ELIADE, Tratado de Historia
de las Religiones, Madrid 1954, págs. 155-183. BCf. especialmente Sin es llamado a veces, en los textos asirios, Bel Harran,
el «viaje de Nanna a Nippur», en A. SJOBERG, Der Mondgott Nanna- «Señor de Harrán», Nabonid especialmente fomentó
Suen in der sumerischen Vberlieferung, Oslo 1960, págs. 148.157, el culto a Sin en las dos ciudades. En 'Ür restauró el
e según el poema de «Nanna, riqueza de "Ür» - cf. A. SJÜBERG,
ziggurat y el templo de Ningal, En Harrán erigió un
op. cit., n. 4 - el dios-Luna multiplica las vacas en su templo
e-mud-kur ( «templo de los nacimientos») y hace a las palmeras importante santuario a su dios protector F, gesto que
exuberantes como las de Dilmun (sitio del paraíso sumero). ºCi- rehará en Tema (o Tema'), en Arabia, donde reina
lindro B. 13,4-5. EA. SJÜBERG, op; cit., n. 13. F En ac. askaru, diez añosv, La propaganda de Nabonid (siglo vr A.c.)
de uskaru. GY cf. ugar. yr/J/heb. yrb «luna/mes». HCf. con Gn
cap. 1 y con la epopeya de la Creación V, 12-13. 1 Cf. ANET, pág. explica tal vez la difusión del culto a Sin en Arabia
100. 'Ac. ba-ni-í, Código 27,42. KCódigo 2,13-14. LANET, pág. meridional, en especial en el reino de Hadramawt (y
385b y cf. la inscripción de Nabonid, C. J. GADD, en AnSt, 8 (1958), hasta en Abisinia)n.
pág. 49. LLCf. M. LEIBOVICI, La lune en Babylonie, en La Lune,
mythes et rites (Sources Orientales, 5, París 1962), págs. 93-116, ACf. los tres primeros reyes de la dinastía de Sinkasid en-+ Uruk,
especialmente pág. 100. »cr, ANET, págs. 297-300, etc. o de la contemporánea (siglo xvrn) de Larsa (Sínidinnam, Slníribam,
Síníqisam). BVgr. Urunt-lugal-üsuensv, cf. D. O. EDZARD, Die
«zweite Zweischenzeit» Babyloniens, Wiesbaden 1957, pág. 113, n. 571.
3. TÍTULOS. Sin es el «primogénito de Enlil» (dumu-
cvarios ejemplos en D. O. EDZARD, op. cit., págs. 112-113. ºR.
sag-Aen-lil-lá), epíteto de Nanna sobre todo en las ins- HARRIS, The Archive of the Sin Temple in Khafajah, en JCS, 9 (1955),
cripciones reales e. Por tanto, como nacido en Nippur, págs. 31-69, 91-105. P. DELOUGAZ - s. LLOYD, Presargonic Temples
la ciudad del gran dios Enlil, el dios-Luna es la corona in the Diya/a Region, Chicago 1942. ECf. sobre todo L. WooLLEY,
Excavations at Ur, Londres 1955. FL!amado é-húl-hú! en sum. o
de 'Ür y la tiara del cielo=. La tradición lo hace padre bit hidiiti en ac. ( «casa de la alegría»). Cf, las inscripciones de Ha-
del dios-Sol(---> Samas) y de Venus.o Inanna ". Los rrán en C. J. GADD, en AnSt, 8 (1958), págs. 35-92. En ellas Sin es
himnos lo llaman «dios misericordioso», «señor del llamado Sar ilüni («rey de los dioses»), GVer, sobre Nabonid, P.
cielo y de la tíerra»>, y «padre de los "cabezas negras"» GARELLI, en DBS, VI, col. 268 y sigs. HCf. G. CAT0N-THOMPSON,
The Tombs and Moon Temple of Hureidha (Hadhramaut), Londres
(sumerios) E_ 1944; para las referencias al nombre de Sin o paralelos, cf. sobre
ACf. A. FALKENSTEIN, Ein sumerischer Brief an den Mondgott , todo A. GR0HMANN, Arabien, Munich 1963, pág. 243 y sigs. (con
en AB, 12 (1959), pág. 67 y sigs, BA. SJ0BERG, op. cit., n. 5-6.0 bibl.); cf. también W. CASKELL, Die a/ten semitischen Gottheiten in
CÉsta es llamada «gran hija de Sin» (dumu-gal-üsuen-na en sum. Arabien, en S. MoscATI (edit.), Le Antiche Dívínítá Semitiche, Roma
= en ac. marat dsin rabitum), cf. A. S1éiBERG, en ZA, 21 (1963), 1958, págs. 95-117.
pág. 7. DA. FALKENSTEIN, art. cit., págs. 71-72 (cf', sum. an-ki-bi-ta 6. BIBLIA. Que los patriarcas hubiesen adorado a
/uga/-bi = ac. sa-me-e u er-se-tam [!] be-el-su-nuy (linea 17). ESum.
a-a-sag-gis-ga = ac. a-bi sa-al-rna-at ga-qa-dí-ím (por qaqqasim), Sin antes del encuentro con Yahweh, parece lógico.
Pero no hay ninguna prueba para afirmar, como lo
4. CULTO EN 'ÜR. Como dios protector de esta hacen algunos autores+, que aquéllos hubiesen tenido
ciudad, Sin/Nanna tenía en ella su gran templo y el como Dios propio a Sin, a quien cambiaron más tarde
célebre ziggurat, con su templete superior. (llamado ka- por Yahweh. La conexión de Abraharn con es una-o-
zid-da, «embarcadero sagrado»). Esta torre era la «casa tradición tardía y nada tiene que ver en el problema.
de la luz» ié-kii-nu-gál)», Un himno hace explícita Llama la atención, además, el hecho de que el nombre
referencia a la luz lunar: «Héroe, Sin, hacia tu luz de Sin aparezca en la Biblia deformado en San- en los
lunar, que es abundancia (o encanto) miran los hom- antropónimos P. La denominación «desierto de Sin/Si-
bres» s. Un epíteto de Sin es el de giri~-zal-an-na o nay» 1 no es muy propia para designar a una divinidad.
«abundancia (encanto) del cielo»>, En 'Ür, Nanna/Sin Las inscripciones protosinaíticas, por otra parte, atesti-
tiene siempre un en (cf, la fórmula en-snanna¡ o rey- guan el culto de varias divinidades (vgr. Ba'alát, Ptah,
sacerdote. Sin decide en 'Ür los decretos, recibidos de Hathor), pero no de Sin c. No cabe duda alguna, empero,
su padre Enlil y de Ani, el dios-Cielo>, Su paredra que los hebreos, como todos los pueblos, se impre-

711 712
Desierto de Sin. La séptima etapa de los israelitas durante el Éxodo fue este desierto (Éx 16,1). Se podía llegar al Sinaí
por el oasis de Feirán, que aparece en la ilustración, y que contrasta marcadamente con la aridez circundante. (Foto S. Bartina)

Tabor. Cumbre de la montaña y entrada a los edificios y a la iglesia de la Transfiguración. Los montes de la lejanía son
los de Nazaret; a la izquierda se divisa gran parte de la fértil y extensa llanura de Esdrelón. (Foto S. Bartina)
SIN

sionaron por los fenómenos lunares. Pero, al prevalecer


el monoteísmo, la luna pasó a ser un «astro» subordina-
do a Yahweh>.
ACf. P. CHALUS, L'homme et la re/igion, París 1963, pág. 316·
G. CHARRIERE, L'orientation de quelques ziggurats et sanctuaires du
Moyen-Orient, en RA, 58 (1964), págs. 9-22, especialmente pág. 14.
BCf. Sanheríb (Senaquerib, ac. sin-abbe-eriba) en 2 Re 18,13, etc.
(gr. ~avcxxcxp1~01) y Sanballat (ac. sin-ubal-li/, «Sin da la vida») en
Neh 2,10.19; 3,33; 4,1; 6,1, etc. e Cf. W. F. ALBRIGHT, en BASOR,
110 (1948), pág. 6 y sigs, DCf., para algunos problemas: S. KIRST,
Sin, Yerah und Jahwe, en FF, 32 (1958), págs. 213-219.
'Éx 16,1; 19,1, etc.
Bibl.: Además de los estudios ya citados, especialmente el de
A. SJÜBERG, véanse: E. G. PERRY, Hymnen und Gebete am Sin,
Leipzig 1907. É. DH0RME, Les religions de Babylonie et d'Assyrie,
París 1949, págs. 54-60 y 83-86 (con abundante bibl.). A. FAL-
KENSTEIN • W. VON SODEN, Sumerische und akkadische Hymnen und
Gebete, Zurich-Stuttgart 195'3, ns. 13 y 44 (sum.), 52 y 68 (ac.).
F. J. STEPHENS, en ANET, págs. 385-386 (himno a Nanna-Sin),
J. BOTTÉRO, Les devinités sémitiques anciennes, en Mésopotarnie, en
S. MoscATI (edit.), Le Antiche Divinitá Semitiche, Roma 1958, págs.
17-63, especialmente págs. 44 y sigs., 52-53. M. LAMBERT, La lune
chez les sumériens, en La Lune, mythes et rifes ( Sources Orientales),
5, París 1962, págs. 69-91.
S. CROATTO

SIN Cfoís, í:viJvri; Vg. Pelusium). Ciudad y baluarte


de Egipto. Ezequiel profetiza que Sin será objeto de la
cólera de Dios, por lo cual sufrirá grandes dolores1• O 15 so
La LXX llama al lugar Sais y Syene, que corresponde
~~cala e11 Kms.
a Séwénéh, la moderna Aswán, identificación a todas
luces errónea. Es la sin egipcia, cuyo nombre preserva El desierto de Sin en la península de Sinaí
el T. M., importante población fortificada de la frontera
del antiguo Egipcio, que se identifica con Tell Faramñ,
Bibl.: W. SPIEGELBERG, Der ágyptische Namen von Pelusíum, en
a unos 30 km al este de Port Said, cerca de la desembo- ZAS, 49 (1911), págs. 81-84, A. H. GARDINER, The Delta Residence
cadura del brazo más oriental del Nilo, y 1,5 km del of the Ramessides, en JEA, 5 (1918), págs. 253-254; id., Ancient
Mediterráneo. De ella hablan los textos del Imperio Egypt ian Onomastica, II, Londres 1947, págs. 156, 168 y sigs., 172,
202. SIM0NS, § 1434.
Antiguo, que loan su vino y su trascendental situación
C- COTS
estratégica, y alguna fuente asiria. La Vg, acierta en
su versión, pues Tell Faramá es la Pelusium clásica. SIN, Desierto de (heb, midbar sin; Epriµos í:ív;
'Ez 30,15.16. Vg. desertum Sin). Séptima .estación del itinerario is-

Llanura de Debbat el-Ramlah en el desierto de Sin. (Foto Monasterio de Montserrat)

713 714
VT-2<;
SIN

El desierto de Sin en la península


de Sinaí

dición cristiana desde la peregrina


Eteria (siglo 1v) y la mayor parte
de los exegetas y viajeros hasta
hace cerca de medio siglo, ha loca-
lizado el desierto de Sin en la lla-
nura de Marhah, situada al sur
de Ra's Abu Zelimah y junto a la
playa del mar Rojo. Considerada
la dificultad de conciliar las es-
taciones intermedias de Dófqáh,
, Alüs y Réfidím 3 con la toponimia
local, se ha originado que la mayor
parte de los modernos haya prefe-
rido el itinerario por el interior
de la península, emplazando el
desierto de Sin en la llanura are-
nosa de Debbat el-Ramlah que se
extiende al sur del Gebel el-Tíh y
realítico1 desde Egipto a la tierra de Canaán (-> Éxodo, se halla precisamente a igual distancia «entre >E,Iim
Itinerario del) una de las más importantes por haber y el Sinaí». En este supuesto, las susodichas estaciones
ocurrido en este desierto la caída del maná del cielo y de Dófqáh, , Alüs y Réfidím corresponden con $e-
la llegada al campamento de una bandada de codorni- ra bit el-Hádim, Wádí el-'Ess y Wádí Refáyid, res-
ces 2. pectivamente.
La situación nos es indicada de una manera vaga con 1Éx 16,1. 'Éx cap. 16. 'Nm 33,12-14.
la frase «entre >E,lim y el Sinaí». Pero como para salvar
esta distancia la topografía ofrece dos itinerarios prin- Bibl.: J. M. LAGRANGE, L'itinéraire des israe/ites du pays de
cipales, el de la playa del mar Rojo y el del interior de Gessen aux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), págs. 83, 86. B.
UBACH, Illustraciá, II, en La Biblia de Montserrat, Montserrat 1934,
la península, de aquí que se hayan originado dos opi- págs. 83-86. ABEL, 11, págs. 211-213. SIMONS, § 61, 240,418,428.
niones diferentes sobre el emplazamiento del desierto
en cuestión. La primera, que tiene en su favor la tra- B.UBACH

Tell Qataf, visto desde la carretera de 'Aqabah a Gaza, en el desierto de Sln. En este lugar se localiza la
sepultura de María, la hermana de Moisés. (Foto Monasterio de Montserrat)

·-1

715 716
SINAGOGA

Pórtico de la antigua sinagoga de Kafr Bir'im. (Foto Department of Antiquities, Israel)

$i'N, Desierto de (heb. midbar sin; Ep17µ05 Iív; Vg. cinco monarcas del sur de Palestina que se rebelaron
desertum Sin). Que hay que distinguir del desierto de contra Kédórlá'ómer y provocaron la expedición de
Sin, en donde empezó a caer el maná 1, situado más castigo, que terminó con la muerte de los soberanos
bien hacia la costa occidental de la península sinaítica. de Sodoma y Gomorra, y con la huida a los montes de
El desierto de Sin, en cambio, estaba emplazado al nord- los demás rebeldes1•
este de la misma, y ocupaba una considerable extensión 1 Gn 14,2.8.10.
desde el sur de la tierra de Canaán y de la región de Bibl.: É. DHORME, en Recuei/ Édouard Dhorme, París 1951,
Cades, al norte, hasta el-Kuntilah al sur, probable pág. 260. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, 1, París 1953
límite del desierto de Pá'rán 2 • Fue una de las estaciones pág. 249.
que Israel hiciera en su viaje hacia la Tierra Prometida 3 • J. A. PALACIOS
Este desierto de Sin se describe como «un lugar ho-
rrible, donde no puede sembrarse, ni tiene viñas, ni SINAGOGA. l. DENOMINACIÓN. Sinagoga (del gr.
higueras, ni granados, y donde ni agua hay para beoer»-, crvvaywyi¡, «con-currencia»), etimológica y original-
1Éx 16,1-2. 'Nm 20,1; 27,14; 39,36. 'Nm 13,21. 'Nm 20,5.
mente significa cualquier «reunión de personas». Como
nombre técnico y más usado indica desde el principio
Bibl.: J. M. LAGRANGE, L'Ltinéraire des israe/ites du pays de
Gessen aux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), pág. 279. ABEL, una reunión de tipo religioso o cultual. Se aplica luego
II, pág. 46. SIMONS, §§ 61, 310, 311, 430, 433. al conjunto de personas que vivían en el mismo lugar
B.UBACH o solían reunirse para dar culto a Dios. Equivale en este
sentido a «comunidad»: así el pueblo de Israel se llama
SIN'AB (cf. ac. sin-abu, «[el dios] Sin es padre»; «la sinagoga de Israel»'; el Israel reprobado por Dios,
Ievvaáp; Vg. Sennaab). Rey de 'Admah, uno de los «la sinagoga de Satanás»•; o de comunidades más

717 718
SINAGOGA

Fragmento de mosaico hallado en la


sinagoga de Má'ón (Nirim). Siglo v1
o.e, (Foto Department of Antiquities,
Israel)

era preciso educarla e instruirla.


Al mismo tiempo, se imponía la
conveniencia de fomentar la piedad
individual y facilitar su desarroJlo,
sin necesidad de trasladarse al
Templo de Jerusalén.
La sinagoga respondía así per-
fectamente a las exigencias de la
nueva comunidad judía: devoción
intransigente a la Ley, instrucción
«legal», y oración comunitaria.
Al principio, sin duda, las reunio-
nes, convocadas bajo la gran pauta
del profeta Ezequiel, no seguían
un esquema preestablecido; pero,
con mayor o menor improvisación,
respondían a su fin inicial: una
liturgia peculiar consistente en lec-
turas y explicaciones de la Ley; y
salmos y oraciones recitadas en
común.
Por las razones apuntadas, la
institución se mantiene en cons-
tante florecimiento cuando el pue-
blo judío regresa a Palestina, a
pequeñas, por ejemplo, «las sinagogas de Damasco»", pesar de la reconstrucción del Templo. Poco a poco,
la «sinagoga de los Libertos»4, etc. Así también, la la costumbre se extiende y se construyen edificios
«Sinagoga» es el nombre técnico del judaísmo, como propios para acoger las reuniones, que al principio
paralelo de la Iglesia. Finalmente designa el lugar o se celebraban en casas particulares. Hay noticias de
edificio en que se celebra la reunión (proceso semejante restos de sinagogas ya del siglo III A.c. Puede de-
con la palabra «iglesia»). Así la emplean los historia- dirse que en tiempo de Jesucristo todo pueblo o aldea
dores judíos Filón y Flavio Josefo, y con mucha fre- tenía - o, mejor, formaba - una sinagoga. Donde
cuencia el NT5• Fuera de Palestina, sin embargo, el la población era numerosa, había varias. Abunda-
lugar de la reunión recibe más comúnmente el nombre ban particularmente en Jerusalén, aunque no en el
de TTpoo-EVXTJ, «oratorio», y la palabra «sinagoga» exagerado número de 480, como quiere una relación
designa únicamente a la comunidad (hablamos de la rabínica. Sucedía lo mismo, y con mayor razón, en las
sinagoga en su sentido propio de «reunión religiosa colonias judías establecidas en el extranjero (diáspora).
judía» (sobre la sinagoga como edificio, ->- Arte hebreo; Allí la sinagoga, trono de la Ley, se convertía para el
sobre la «Gran Sinagoga», -,. Sanedrín). judío en una «patria portátil», que le hacía añorar
1Éx 12,19. 'Ap 2,9; 3,9. 3 Act 9,2. 4 Act 6,9. 6 Mt 4,23; 10, menos su patria nativa. Era también un buen foco de
17; Me 1,23; etc. propaganda proselitista. Se han encontrado -sinagogas
2. HISTORIA. El pueblo de Israel constituía por ins- diseminadas en unos 150 puntos del vasto imperio
titución divina, una unidad religiosa, cuyo centro o eje romano; más numerosas en los grandes centros de po-
único era el Templo de Jerusalén. Solamente allí se podía blación; hasta trece, p. ej., en Roma.
sacrificar y rendir culto legítimo a Yahweh. En la ca- 3. RÉGIMEN INTERNO. Consagrada ya la institución,
tástrofe del año 587 A.c., Jerusalén y su Templo que- contaba la sinagoga con un personal fijo: los «jefes» o
daron destruidos y el pueblo deportado a Babilonia. principales, cuyo presidente era el archisinagogo 1• Luego,
Aquí en el Destierro se forjó lo que en adelante se un «ministro», especie de sacristán, encargado de man-
llamaría judaísmo o comunidad judía. Pero esta comu- tener el orden, de convocar, al toque de trompetas, las
nidad abrazada necesitaba ante todo su nudo o corazón: reuniones, de ejecutar el castigo impuesto por los jefes 2.
había que suplir la falta del templo. Surgía así, en ger- Se habla por fin de los colectores de limosnas y de los
men, la institución de la sinagoga, pareja a la institución catequistas de los niños.
de los escribas. Otras razones internas contribuyeron a Las reuniones tenían lugar regularmente los días fes-
su nacimiento y al florecimiento posterior. Una de las tivos (sábados y fiestas); pero podían hacerse también
grandes lecciones del Destierro fue la constatación de en otras fechas señaladas, como en los días de ayuno,
que la población israelita estaba bastante escasa de cul- y aún, a veces, en otros días cualesquiera. Solía seguirse
tura religiosa. Para no reincidir en los castigos de Dios el siguiente orden: ·

719 720
SINAÍ

a) Recitación en común de la gran confesión de verdad al Templo. Destruido por fin para siempre el
Israel, llamada, por su comienzo, serna' (eescucha») y Templo el año 70, la sinagoga ha quedado como único
que se componía de tres textos del AT agrupados: el sostén y centro religioso y cultural del judaísmo hasta
gran mandamiento del amor3, la inculcación de la ob- nuestros días.
servancia de los mandamientos", y la prescripción de Bibl.: U. HOLZMEISTER, Historia aetatis Novi Testamenti, Roma
mantener el recuerdo de los mandamientos, sirviéndose 1938, págs. 266-282. J. BoNSIRVEN, Le judaisme pa/estinien au temps
de flecos en los mantos5 • de Jésus-Christ, 11, París 1935, págs. 136-141.

b) Posteriormente - tal vez ya en tiempos de Je- M. REVUELTA


sucristo - se añadía otra oración imprecatoria, deno-
minada, por las dieciocho preces de que se componía, SINAí (heb. sinay, et.?; I1va; Vg. Sinai). l. PENÍN-
semoneh 'esréh, SULA. La península sinaitica tiene una configuración
triangular, cuyos vértices superiores se apoyan en Asia
e) Seguía la lectura de la SE: la Ley, sobre todo, y África, y, a modo de saeta, penetra en el mar Rojo.
todos los sábados, distribuida al efecto en secciones Bañan sus costas los golfos de Suez y de 'Aqabah, a
para completarla en unciclo de tres años; los profetas occidente y oriente, respectivamente, hasta coincidir
también los sábados, aunque no con un orden tan su vértice meridional con el promontorio de Rá's
preciso; los días de fiesta se leían también los cinco Muhammad. Así considerada, abarca una superficie de
volúmenes (megillot). Como el pueblo ya no en- 25. 000 km 2 • Hoy, después del acuerdo de 1906, que
tendía la lectura hecha en el original hebreo, se hacía trazó el confín político entre Egipto y Palestina, sus
después la versión (targüm) del texto al arameo y su ángulos septentrionales se han alargado considerable-
interpretación, a cargo de los doctores. mente hasta el Mediterráneo, incluyendo en su seno el
d) Seguidamente, el archisina-
gogo, o, por invitación, alguno de
los presentes, procedía a la exhor-
tación 6•
e) La liturgia terminaba con
una nueva oración y con la ben-
dición ordenada por Dios a los
hijos de Aarón', que era recitada
por un sacerdote o, en su au-
sencia, por el pueblo en común.
1Lc 8,49, etc. 'Mt 25,34. 3Dt 6,4-9,
'Dt 11,15-21. 'Nm 15,37-41. 'Cf Act
13,15. 'Nm 6,22-26,

4. IMPORTANCIA. La sinagoga
tiene un concepto más abierto del
culto y de la religión. No preten-
día, en principio, suplantar el
Templo - ya que en la sinagoga
no se podía ofrecer el sacrificio -
sino solamente extender su eficacia
espiritual y hacerla más permanente
entre los círculos populares. Y
logró efectivamente buenos frutos
de auténtica piedad religiosa. En
las colonias de la diáspora sirvió
mucho también para extender el
monoteísmo entre los paganos,
preparando el camino para la pre-
dicación de los apóstoles y para
la iglesia cristiana (aunque - esen ·
cial diferencia - en ésta se cele-
brará cotidianamente un sacrificio
que falta en la sinagoga). Pero a
medida que la clase de los escri-
bas, dueños de la sinagoga, se iba
distanciando del sacerdocio oficial,
la sinagoga empezaba a suplir de
O !l'I 50 tS 10D

Escala •n Km11,
Mapa de la península de Sinaí

721 722
SINAÍ

Palmeral en la península de Sinaí. Ha sido ésta una de las rutas más antiguas de la humanidad, usada tanto
en época faraónica como por los conquistadores modernos. (Foto Orient Press)

vastísimo desierto de Tih y haciendo ascender hasta un Jugar de paso; la atravesaban hasta hace poco, en
35 000 km 2 su extensión global. sentido horizontal, de Suez a "Aqabah, los musulmanes
Tres son las zonas en que geológica y hasta topográ- occidentales camino a La Meca, o en sentido vertical,
ficamente puede dividirse esta región: a) la cretácea del pasando por Na]:11, los peregrinos de la Edad Media, que,
desierto de Tih, b) la arenisca del centro y e) la granítica desde Jerusalén, se dirigían al monasterio de Santa Ca-
de la· parte meridional. talina del Sinaí,

a) Nada de importante presenta la inmensa llanura b) Algo parecido podría decirse de la región central
calcárea, sin agua ni vegetación, que absorbe al instante o de arenisca, por su soledad y aridez, notas caracterís-
la reducida cantidad de lluvia que cae en los invier- ticas del desierto; si bien estuvo habitada durante pe-
nos afortunados. Jamás ser humano pudo fijar en ella ríodos limitados, a causa de la explotación de las minas
su morada. De ahí que esa planicie, más o menos on- de cobre y turquesas desde los primeros faraones, se
dulada, sin más relieve considerable que la sierra de opone a toda vida sedentaria. Las capas de arenisca,
Gebel el-Ráhah, al este de los lagos Amargos, y la menos impermeable que las del terreno cretáceo de la
otra más saliente de Gebel el-Tíh, y surcada de una meseta de Tih, no ofrecen suficientes facilidades para
multitud de wádís que, cuando llueve, ceden sus aguas la existencia, por la reducida extensión de áreas culti-
al gran Wádí eJ-<Aris, haya sido en todas épocas sólo vables; solamente algunas de ellas son aptas para un li-

723 724
SINAÍ
mitado pastoreo. Reserva, en cambio, grandes sorpresas del convento del Sinaí y el modernísimo lazareto,
por la belleza encantadora de sus paisajes, por el varia- parada obligada de los peregrinos llegados de La Meca.
do colorido de sus arenas y por algunos oasis como Los 5000 o 6000 beduinos, nómadas o seminómadas,
el Wádí Garandel, "Ain Hudrah y Ra's el=Ain. diseminados por estos tres distritos, viven del pastoreo
y de los escasos productos agrícolas, dátiles, cebada,
e) Bella, fascinante y atractiva es, sin comparación, cohombros, etc., que ofrecen los oasis.
la tercera zona, que comprende la región meridional
con sus fantásticas moles de granitos abigarrados. Sus 2. MONTE SrNAi. Esta locución, en ciertos contextos,
wádís cubiertos de vegetación, alimentada por el agua es susceptible de englobar una parte considerable del
de nieve que se desliza de las rocas, hicieron surgir grupo orográfico que cubre la región meridional de la
tempranamente muchas colonias de anacoretas y lauras península sinaítica; pero, de ordinario, se aplica exclu-
en el fondo de sus valles. sivamente a uno de los más importantes macizos de su
Históricamente, esta península es una de las más zona central, llamado por los árabes Tür Siná, Óebel el-
famosas de fa tierra, debido a la explotación de las mi- Tür («monte por excelencia»), y Gebel Müsá («monte de
nas de cobre y turquesas del Wádí Magárah, desde el Moisés»): en algunos pasajes bíblicos recibe el nombre
faraón Sernerhet de la I dinastía hasta Rarnsés IV de de Hóréb, indicando Sinaí y Hóréb una idéntica entidad
la XX y, luego más tarde, desde la XII, en Serabit geográfica 1, según reflejan una de las dos tradiciones
el-Hádim, donde existía ya un santuario semítico. Allí conservadas por diferentes sectores del pueblo de Israel
se descubrieron, hace pocos años, las célebres inscrip- y transmitidas al autor sagrado.
clones sinaíticas, aún no enteramente descifradas. Treinta Es un macizo colosal, de constitución granítica y de
y nueve faraones dejaron en ambas minas el recuerdo color grisáceo y anaranjado, con gran variedad de acan-
de sus nombres en sendas estelas. Añádase a lo dicho, tilados, gargantas y profundos wádís. Gracias a estos
aunque con menor importancia, los miles de grafitos y accidentes se mantiene aislado de los demás macizos
dibujos caprichosos esparcidos por toda la península,_..¡;_ adyacentes: al nordeste el Wádi el-Deir, al suroeste,
memoria del paso de las caravanas de negociantes na-li!Kel Wádí el-Lega y al norte, la extensa llanura de el
bateos, que vivieron dos siglos antes y después dEr"iRa]:lah. Su forma es la de un rectángulo que mide
nuestra era. No obstante, el re-
cuerdo de mayor relieve que, como
hecho histórico, ha dejado huella
imperecedera en los anales de la
Biblia, es el tránsito por esas re-
giones del pueblo de Israel, en su
viaje hacia la tierra de Canaán,
cuando, salido de Egipto y des-
pués de pasar el mar Rojo, entró
en ellas por 'Ayün Müsá (Máráh)
y, bordeando la costa occidental,
se introdujo, después de una esta-
ción en el Wádí Garandel ('Élim),
junto al desierto de Sin, en la
región minera; y por Dófqáh, 'Á.lüs
y Réfidim, llegó a la montaña de
Dios, Hóréb, Después de perma-
necer en ella poco más de un año,
Israel partió por la costa oriental
hacia el norte, camino de 'Ain
Hudrah (Hásérót), hasta que, ha-
ciendo una serie de etapas en el
desierto de Pá'rán, llegó a Cades
Barnea.
Finalmente, '!a península se halla
dividida en tres distritos: el-'Aris,
en el Mediterráneo, con una po-
blación de unos 6000 habitantes;
Na]:11, en el centro, reducido casi
a una guarnición militar; y Tür,
único puerto al suroeste de la
costa occidental, con escasa pobla-
ción indígena; la procura griega

Mapa del macizo del Sinaí, con sus


principales santuarios

725 726
SINAÍ

Macizo del Sinaí, llamado por los


árabes Gebel el-Tür. (Foto Monaste-
rio de Montserrat)

mirable y con tal riqueza de deta-


lles que no se puede dudar que la
peregrina tenía a la vista el Óebel
el-Tür, Lo mismo podría decirse
de lo que escribieron Ammonios
y san Nilo, en el mismo siglo,
Antonino en el VI y todos los pe-
regrinos de la Edad Media.
Frente a esta identificación sur-
gió en el siglo VI la del monje
egipcio Cosme lndicopleuste, el
cual, apoyado por los monjes de
11 !aura del oasis de Feirán, sos-
tuvo falsamente que aquel oasis
correspondía a la estación que Is-
rael hiciera en Réfidím? y que, por
3200 m de largo por 1600 de ancho, orientado del consiguiente, la montaña de la revelación no podía ser
noroeste al sudeste. Sin contrafuertes, sus vertientes otra que la de Serbal, distante de allí sólo 6 millas ,
surcadas de hondonadas y precipicios, se levantan hasta romanas. Semejante hipótesis podría, al pronto, lograr
una elevación media de 500 m sobre su base y de 2100 partidarios, más que nada por el atractivo que ejerce el
sobre el nivel del mar. Hendido de norte a sur por la colosal grupo de rocas gigantescas, de granito rojo,
considerable quiebra del Wádi el-Sreih, aparece coro-
nado de fantásticas agujas, picos y almenas, en los Sinaí. Ciprés que da nombre a una llanura, a donde llegaron
que la imaginación menos exaltada descubre todas las Aarón y los demás ancianos con Moisés
formas que, en la naturaleza, corresponden a la majes-
tad y a la fuerza. Entre las cimas se destacan el pico
de Óebel Musa al sur (2244 m) y el Ra's el-Safsáfah
1
al norte (2054 m).
¿Puede considerarse como verdad inconcusa que el
Óebel el-Tür sea la montaña de la Leyy de la revelación,
el Sinaí de la Biblia? No hay razones apodícticas para
afirmarla, pero puede calificarse de moralmente cierta.
El Óebel el-Tür, con su cima principal del Óebel Musa
y la de Ra's el-Safsáfah, ante la llanura de el-Ráhah,
han atraído en su favor a los exegetas y la mayoría
de los escritores antiguos desde el siglo rv. Y con razón.
Quien con la Biblia en la mano recorre de un cabo a
otro la península sinaítica y regiones adyacentes, ten-
drá que confesar que no existe sitio que mejor con-
cuerde con los datos del libro sagrado. Tales son:
a) La distancia de once jornadas de camino, por la
ruta de Sé'ir, desde el Sinaí a Cades2•
b) La cima del monte dominaba el lugar donde
estaba acampado el pueblo de Israel para asistir a las
revelaciones divinas3 ; pero debía haber «al pie del
monte» una llanura (la de el-Ráhah), capaz de dar ca-
bida al pueblo entero-,
e) Convenía que el monte estuviera suficientemente
aislado para fijar los límites que impidieron el acceso
a hombres y animales5•
d) La cima del monte tenía que ser un pico determi-
nado, visible desde la llanura 6•
La identificación propuesta, aparte satisfacer plena-
mente los requisitos bíblicos, se apoya asimismo en el tes-
timonio de una tradición cristiana cristalizada a fines del
siglo IV, de la cual da fe la relación del viaje que la
española Egeria nos dejo escrita con una precisión ad-

727 728
SIN A.Í

Ra's el-Safsáfah, ante la gran llanura de el-Ráhah, en donde acampó el pueblo de Israel. (Foto Monasterio
de Montserrat)

llamado Serbal, el más majestuoso y fascinante de toda En vano, eminencias como Burkhard, Lepsius y Ebers
la península. Pero, examinado de cerca y topográficamen- han pretendido dar un tono de erudición cientifica a la
te, se advierte que el acceso a sus cumbres ofrece grandes identificación propuesta; en vano otras autoridades de
peligros y exige cualidades de escalador, y que en vano menor relieve han imaginado un Sinaí en Cades, en
se buscaría a sus pies una llanura capaz de acoger Petra, o en alguno de los antiguos volcanes del oriente
a un pueblo numeroso, ni cualquiera de los restantes del <Aqabah; pero todos los esfuerzos de una mal lla-
indicios que suministra el texto bíblico. mada ciencia, o de la fantasía, no han conseguido

El Gebel Serbal, que algunos comentaristas identifican con el Sinaí bíblico, visto desde Wádl el-Seih, (Foto
Monasterio de Montserrat)

729 730
SINAÍ

Matas de sénéh o de acacia seyál, la


zarza de Hóréb que ardió sin consu-
mirse, cuando la vocación de Moisés.
(Foto Monasterio de Montserrat)

empañar la aureola que envuelve


el Óebel el-Tür como teatro de la
proclamación del Decálogo 8 y del
Código de la Alianza 9• En él se
selló la Alianza entre Yahweh e
Israel y en él, siglos más tarde, se
refugió el profeta Elías, huyendo
de la cólera de Jezabel 10•
1Eclo 48,7. 2Dt 2,6. 'Éx 19,11. 'Éx
19,17-18. 'Éx 19,12-13. 'Éx 19,11; 20,
18. 'Éx 17,1-2. 'Éx 19,1-18. 'Éx 20,
22-23.33. 101 Re 19,1-18.

3. LA ZARZA DEL H6REB. El texto sagrado nos re- Los anacoretas que, desde los primeros tiempos del
vela, en Éx 2,15 y sigs. y 3,1-2 y sigs., que Moisés, pa- cristianismo, se habían agrupado en varios wádis de las
ra huir de la ira del faraón, se refugió en la región de cercanías del Óebel Müsá, se dieron muy pronto· cuenta
Madián y que Jetro, sacerdote del lugar, le llevó un día de la trascendencia de la visión divina allí acaecida, y
más allá del desierto y, llegado al monte de Dios, Hóréb, con mucho acierto la localizaron en el Wádí el-Deir
se le apareció el ángel de Yahweh como una llama que en la falda sudeste de la montaña del Sinaí, erigien-
ardía sin consumirse en una zarza. Dios le llamó de do en él una capilla.iprotegida por una torre, en honor
en medio de la zarza, le comunicó su nombre inefable, de la Madre de Dios, cuya virginidad vieron simbolizada
«Yo soy el que soy», y le delegó para sacar de la servi- en la zarza que ardía sin consumirse, capilla que años
dumbre de Egipto a su pueblo de Israel. La zarza en más tarde se adosaría al ábside de la futura basílica.
cuestión se llama en el original hebreo sénéh, mata de 4. MONASTERIO. Molestados a menudo por los be-
la acacia seyál, muy frecuente en la región, que se levanta duinos y acosados por hordas bárbaras, hacia la mitad
hasta unos cinco palmos del suelo. del siglo v1 de nuestra era, los ermitaños congregados

Vista de conjunto del monasterio de Santa Catalina. (Foto Monasterio de Montserrat)

731 732
SIN'AR

alrededor de la capilla de la zarza incombustible y en el palimsesto smaco del siglo rv, además de 2289 mss.
sus cercanías imploraron protección y defensa cerca del griegos, 580 árabes y 276 siríacos.
emperador Justiniano l. Éste accedió a sus demandas y Bibl.: L. DE LABORDE, Voyage dans l'Arabie Pétree et au Mont
al punto, en el mismo sitio donde se levantaba el vene- Sinai', París 1830. H. BRUGSCH, Wanderung nach dem Türkis-Minen
rado santuario, edificó una espaciosa basílica dedicada · und der Sinai Halbinsel, Leipzig 1866. E. H. PALMER, The Desert
of the Exodus, Cambridge 1871. G. BÉNÉDITE, La Péninsule sinat-
por él a la Madre de Dios, título sustituido más tarde tique, París 1891. M. JuLLIEN, Sinat et Syrie, Lille 1893. R. WEILL,
por el del misterio de la Transfiguración y finalmente por La Prequ' í/e du Sinaf, París 1908. B. MEISTERMANN, Guide du Ni/
el de Santa Catalina, cuando el siglo vnr cobró cuerpo au Jourdain, París 1909. A. LEGENDRE, en DB, V, cols. 1751-1783.
P. BATIFFOL, en DB, V, cols. 1783-1786. H. VJNCENT, Un nouveau
en la cristiandad la leyenda del traslado por los ánge- Sinai biblique, en RB (1930), págs. 73-83. B. UBACH, La Biblia de
les de los restos mortales de la mártir alejandrina a la Montserrat, Illustraciá, II, Montserrat 1934, págs. 12-21, 102-149,
cumbre más elevada de los macizos sinaíticos (2606 m). 170-187. ABEL, II, págs. 391-396. J. DAUMAS, La Péninsule du
Se protegió a la capilla de la zarza, con su torre y la Sinai, El Cairo 1951. B. UBACH, El Sinai. Viatge per l'Arábia Pé-
tria, 2.ª ed., Montserrat 1955.
basílica, de posibles incursiones ulteriores con una mu-
B. UBACH
ralla fortificada, cuyo espacioso recinto incluía un
monasterio y todas sus. dependencias. Basílica y muralla
SINANTROPO. Tipo de hombre fósil hallado en
que subsisten hoy, después de tantos siglos, en el mis-
Chukutién, en las proximidades de Pekín, entre los años
mo estado en que las dejara el piadoso emperador, con
1921 y 1939. Se conocen de él numerosos cráneos, res-
la sola excepción de la iglesia, en· 1a que con el decur-
tos de mandíbulas, dientes aislados y algunos escasos
so del tiempo se han acumulado cuadros, iconos y
huesos del resto del esqueleto, y ha sido estudiado,
una infinidad de objetos de arte, entre los que des-
principalmente por el paleontólogo norteamericano Da-
taca un precioso retablo de santa Catalina del siglo XIV,
vidson Black, y posteriormente por F. Weidenreich.
que mandó ejecutar un tal Bernat Mesa, ciutadá de Bar-
Presentan numerosos caracteres que le aproximan a los
celona, cónsul de catalans a Damasc, según reza la antropomorfos: gran desarrollo de las arcadas superci-
inscripción.
liares, depresión frontal supraorbitaria, frente huidiza,
bóveda craneal deprimida, contorno «birsoide» del
5. CÓDICE SrNAÍTICO. La dependencia del monaste-
cráneo en norma vertical, y cresta occipital muy promi-
rio que con más afán e interés visita una persona culta
nente. Junto a estos caracteres, presenta otros neta-
es la biblioteca, una de las más famosas del mundo
mente humanos, de tipo moderno mongólico. La gran
por sus preciosos y raros manuscritos en diversas len-
predominancia de cráneos sobre los demás restos es-
guas, principalmente desde que, a mediados del siglo
queléticos ha hecho pensar en una tribu de cazadores
pasado, descubriera Tischendorf el más antiguo ms. de
de cabezas; se han encontrado señales de la utilización
la Biblia griega hoy existente.
intencionada del fuego, y restos de una industria lítica
En su primera visita al Sinaí (1844), este sabio alemán,
muy primitiva. Estos restos presentan gran semejanza
introducido en la sala, mal llamada «biblioteca», dado
con los del pitecantropo y su antigüedad se remonta
el desorden lamentable en que yacían pergaminos, có-
al final del primer período interglaciar, o el segundo
dices, libros impresos, etc., fijó su atención en una
glaciar (Mindel).
gran cesta que había en el centro de ella, en la cual se
B. MELÉNDEZ
habían echado viejos pergaminos destinados al fuego.
El sabio crítico pronto se dio cuenta de que entre aque-
SIN'AR (LEvvaáp; Vg. Sennaar). Lugar que estuvo
llos desechos había algo de gran precio por su antigüe-
bajo el dominio de Nimród 1 y en el que se construyó
dad: una porción de hojas de una Biblia griega, de la
la torre de Babel", 'Arnrafel, aliado de Kédólá-ómer,
cual pudo obtener sin dificultad un tercio. Una segun-
fue su soberano". Es uno de los sitios en que Dios reco-
da visita (1853) para conseguir el resto, no tuvo nin-
brará una porción o resto de los israelitas exilados4 y
gún resultado positivo; pero en una tercera (1860) fue
adonde Nabucodononosor llevó los tesoros del templo
más afortunado y logró obtener el códice completo.
jerosolimitano 5• La 'efah de la visión de Zacarías había
Era lo que a partir dé entonces se llamaría Codex Sinai-
de transportarse al país de Sin'ar". Se ha intentado,
ticus, códice del Sinaí, ms. del siglo rv de la Biblia de
sin muchos argumentos, identificarlo con Sumer; buena
los LXX, escrito en fina piel de gacela en caracteres
parte de especialistas, admiten que el nombre bíblico
unciales, conteniendo gran parte de los libros del AT,
designa a Babilonia, en lo que siguen a Dhorme (salvo
todo el NT y además el Pastor de Hermas y la Epístola
Simons, quien emplea los mismos argumentos de aquél
de Bernabé: podía competir en valor y autoridad con
para negarlo), el cual ve igualdad entre los términos sngr
el propio Codex Vaticanus.
(egip.), sanhar (bab.) y singara (as.), apoyado en docu-
Esto acaecía el 4 de febrero de 1860. El 28 de sep-
mentos hititas, y halla la supervivencia del nombre en
tiembre del mismo año, Tischendorf ofrecía al zar de
Gebei, Singar, al oeste de Mosul y entre los ríos Ligris
Rusia tal tesoro, que se depositó en la Biblioteca Im- y Hábür.
perial de San Petersburgo, hasta que, en 1935, pasó al
Britislt Museum, cuando Inglaterra lo compró a los so- 1Gn 10,10. 'Gn Jl,2. 'Gn 14,1.9. 'Is Jl,11. 'Dan 1,2.
viets por cien mil libras esterlinas. 'Zac 5,11.

Aunque privada de tan excelente joya, la biblioteca Bibl.: É. DHORME, en Recueil Édouard Dhorme, París 1951,
del Sinaí conserva aún cosas preciosas, como el códice págs. 56, 261 y sigs., con bibliografía. A. CLAMER, La Genése,
en La Sainte Bible, I, París 1953, loe. cit. SIMONS, §§ 236, 1410.
Sirsin, la más antigua traducción de la Biblia, que pro-
bablemente depende de un texto griego del siglo II, y G. SARRÓ

733 734
SINEOS

SINEOS (heb. ha-sini; o 'Ao-o-evaios; Vg. Sinaei). Ci- Egipto. Esta identificación estriba en la aparicron fre-
tados como hijos de Canaán, es el nombre de un pueblo cuente en los oráculos de lsaías de Egipto, Küs y Seba',
o región que no se ha identificado con seguridad 1. San que sirven para aludir a las regiones más remotas de
Jerónimo creía que podía localizarse en la ciudad de la tierra hacia el sur. La lectura séwénim (clos de Se-
Sin, en las estribaciones del Líbano, cerca de Nahr wénéh») goza del apoyo del rollo de lsaías, descubierto
el-'Arqah y del Lell 'Arqah; algunos intérpretes han en Qumrán.
propuesto situarlo en la siannu de las inscripciones Bibl.: JERÓNIMO, Quaestiones hebr. in Genesim, ad. loe. B.
cuneiformes, que se hallaba en el litoral de la Fenicia DUHM, Das Bucli Jesaia, 111, 1, Gotinga 1892, loe. cit. R. AUGÉ,
del norte. Isaias, en La Biblia de Montserrat, XIII, Montserrat 1936, pág. 143.
L. DENNEFELD, Les grands prophétes, en La Sainte Bible, VII, París
1 Gn 10,17; 1 Cr 1,15. 1947, págs. 181-182. A. CLAMER, La Genése, ibíd., I, íd. 1953,
Bibl.: JERÓNIMO, Quaestiones hebr, in Genesim, A. CLAMER, La pág. 217. E. G. KRAELING, The Brook/yn Museum Aramaic Papyri,
Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, pág. 217. ANET, págs. New Haven 1953, págs. 21-26. ANET, págs. 282, 283.
282, 283.
P. ESTELRICH
J. CARRERAS

SINIM, Tierra de los (heb. "éres sinim; yfís Tlepo-wv; SINÓPTICA, Cuestión. Es un hecho conocido que
Vg. de terra australi). Is 49,12 dice: «He aquí que vie- los tres primeros evangelios mantienen entre sí gran
nen de lejos, he aquí éstos del norte y del poniente, y los número de semejanzas, no sólo por razón de su conte-
de la tierra de los sinim». Este pasaje se destina a ilustrar nido y por el orden de las narraciones, sino también
el retorno de un rebaño (los israelitas), guiado por el por las formas de expresión. Resulta fácil disponer el
divino Pastor, no sólo de Babilonia, sino del mundo texto de dichos evangelios en columnas paralelas que
entero y de manera principal de la «tierra de los siním». permiten abarcar las tres narraciones en una visión de
La identificación de esta última ha sido objeto discutido. conjunto. De ahí el nombre de evangelios «Sinópticos»
«El profeta tuvo, evidentemente, un motivo especial (del gr. o-vvw\j/tS, «visión simultánea»). Todo el mundo
para mencionar este solo nombre propio, motivo que está de acuerdo en que, a pesar de la originalidad que
pudiera ser o el hecho de estar el país de los siním en se constata en cada uno de los tres evangelios, la se-
el límite extremo del horizonte geográfico del autor mejanza que existe entre ellos no puede explicarse sin
sagrado, o una particular relación del propio profeta, ciertos contactos literarios entre sí o con una fuente
o del pueblo judío, con el mismo» (Augé). Si se atiende común.
a que el norte y el oeste merecen una mención explícita, Cuales sean estos contactos es lo que hasta el pre-
dado el carácter universalista del contexto, la tierra sente nadie ha logrado explicar satisfactoriamente. Tal
de los siním se habrá de buscar en los puntos cardinales es el llamado problema o cuestión sinóptica.
opuestos: en el este o en el sur. Pensaba Duhm que el l. Los DATOS DEL PROBLEMA. l. El contenido común
Deuteroisaías debió de habitar en Fenicia, en especial a tres o a dos de los evangelios Sinópticos puede descri-
porque menciona la región de los sinim, a los que él birse partiendo ante todo del evangelio según san Mar-
identificaba con los sineos de Gn 10,17, del norte de cos. Éste se encuentra casi íntegramente en los dos
Fenicia, o sea los siannu de las inscripciones cunei- restantes o por lo menos en uno de los dos. Excluyendo
formes, ciudad, según san Jerónimo, situada no lejos el final del evangelio 1, añadido posteriormente, Me tiene
de Tell 'Arqah. Las principales teorías acerca de la en propio tan sólo una parábola, dos milagros y dos
localización de la tierra de los sínim son las siguientes: breves noticias", en total unas 280 palabras. Pueden
W l. La debida a Arias Montano, que gozó de numero- añadirse los detalles más concretos con que Me enriquece
sos partidarios, según la cual los sinim eran los chinos. sus narraciones, y que puedan sumar cerca de 340 pa-
La presencia de israelitas en China se halla atestiguada labras. Por consiguiente, de las 11 090 palabras de Me,
en el siglo m A.c., pero se ignora en qué época anterior cerca de 10 470 representan el contenido común con
a esta fecha pudieron emigrar a aquella parte del mundo. uno de los restantes evangelistas o con ambos. Los
Por otra parte, las crónicas chinas cuentan que los fragmentos que faltan sólo en Mt son pocos y muy
mercaderes nacionales visitaron países extraños en el breves", unas 275 palabras en total. Los que faltan
siglo XII A.c., gracias a lo cual quizá conocerían a los sólo en Lc4, más numerosos y extensos, llegan aproxi-
hebreos y éstos a ellos. madamente a la suma de 2369 palabras. Generalmente
2. Puede referirse a Elam, llamado en acádico si-nim. se designa con el nombre de triple tradición el contenido ·
común a los tres Sinópticos, y con el de doble tradición
3. El nombre designa los países situados al mediodía
marciana o de doble tradición Mc-Mt o Me-Le el que
de Palestina, en cuya dirección estaban Pelusium (heb.
es común a Me con uno solo de los dos restantes. Vaga-
sin), el desierto del mismo nombre y el monte Sinaí.
nay, de acuerdo con la hipótesis que él propone, prefiere
4. Los sínim son los sinas, que habitaron desde designar con el nombre de triple tradición a todo el
antiguo en la base del Hindu Kus. contenido global de Me, distinguiendo luego si es ates-
5. Se basa esta hipótesis en una supuesta alteración tiguada por los tres, o por dos, o por uno solo.
del texto, según la cual habría que leer séwénim y ver Para describir el contenido común a Mt y Le, se puede
en el país a Séwénéh (Aswán): en ésta y sobre todo en tomar como punto de comparación el viaje a Jerusalén
-+ Elefantina, hubo israelitas miembros de una guarni- que forma la sección central de Le 5. Dejando lo que en
ción egipcia, desde el siglo vr hasta los alrededores del dicho viaje es propio de Le (más de 2900 palabras), la
400 A.c., para defender la frontera meridional de parte restante, unas 2710 palabras, se halla también

735 736
SINÓPTICA

en Mt, distribuida en distintos puntos de su evangelio, En el cuadro del a página siguiente globalmente aparece
principalmente en los sermones. Fuera del viaje a Jeru- el orden respectivo de Mt y Me en toda esta sección,
salén quedan todavía varios fragmentos comunes a completado con los fragmentos de Mt-Lc pertenecientes
Mt-Lc6 , que suman en total unas 1540 palabras; todos a la misma.
ellos, excepto la parábola de las minas, guardan un Una simple ojeada a este cuadro permite darse cuenta
orden parecido en ambos evangelios. que, a pesar del cruzamiento de líneas, que indica las
1
Me 16,9-20. 'Me 3,20-21; 4,26-29; 7,32-37; 8,22-26; 14,51-52. transposiciones, todas las líneas, salvo dos o tres ex-
'Me 1,23-28.35-38; 6,12-13.30-31; 9,38-40; 12,41-44. 'Me 4,33-34; cepciones, se distribuyen en dos haces en los que man-
6, 19-29; 6,45-8,21; 9,11-13.41.43-44; 10,1-9.35-45; 11, 12-14.20-25; tienen sensiblemente casi la misma dirección; ello es
13,20-23.27; 14,3-9.27-29.33-34.38-42.53.55-61; 15,3-4.16-20.34-36.
'Le 9,51-18,14. 'Le 3,7-9; 4,2-13; 6,20-49; 7,1-10.18-35; 19,18-21. indicio de cierta continuidad tradicional que perdura,
39-40. disimulada por los elementos transpuestos y enclavados
en las antiguas series. La semejanza de orden es mucho
Los autores llaman generalmente Quelle (en alemán, más evidente todavía si se tiene en cuenta que las uni-
«fuente»), o doble tradición Mt-Lc, a todo el contenido dades más extensas que figuran en el cuadro están com-
común a Mt-Lc, y lo. designan con la sigla Q. En la puestas de dos o tres elementos o perícopes de suyo
Sinopsis de Solages se designa con la sigla X. Vaganay separables, que mantienen sin variación el mismo orden.
llama doble tradición tan sólo la parte contenida en el Las líneas dobles y triples indican estas unidades com-
viaje, y la designa con la sigla Sg, Source grecque, «fuente puestas.
griega»; la parte restante la designa con el nombre de 1Le 3,19-20; 4,16-30; 5,1-11; 8,19-20; 22,14-23.31-34. 2
Mt 21,
triple tradición atestiguada por dos (Mt-Lc). El siguiente 12-13.20-22.
cuadro expresa, en número aproximado de palabras,
el contenido común y diverso de los tres sinópticos. El 3. La comparación detallada de las semejanzas y
recuento de palabras se basa en la Sinopsis de B. de diferencias que presentan entre sí los textos sinópticos
Solages. de contenido común, suministra los datos del problema
más eficientes, es cierto, pero tam-
bién más difíciles de estudiar e
Mt 2820 Me 623 Le 8479 interpretar. Solages en su Sinopsis
(Sg) Mt-Lc 2820 (Sg) Mt-Lc 2710 determina globalmente el grado de
Mt-Lc 1517 Me-Le 352 Mt-Lc 1540 semejanza de los textos entre sí,
Mt-Mc 1858 Mt-Mc 2289 Me-Le 301 estableciendo el tanto por ciento
Mt-Mc-Lc 6735 Mt-Mc-Lc 7826 Mt-Mc-Lc 6557 de palabras idénticas, equivalentes,
es decir, que difieren sólo por varia-
Total en Mt: 18 518 Total en Me: 11090 Total en Le: 19 587
ciones gramaticales, y sinónimas. El
cuadro de la col. 742 da en resumen
Uno de los datos importantes en el problema sinóp- la proporción de coincidencias (palabras idénticas, equi-
tico es la presencia en Mt y Le de fragmentos que apa- valentes, sinónimas) en toda la tradición marciana.
recen bajo una doble forma. Siempre que se da el caso, De este cuadro se desprende que el menor grado de
una de las dos formas coincide con la de Me, en tanto originalidad respecto de la tradición común se halla
que la segunda forma, excepto un fragmento incluido en Mt. La mayor originalidad de Me no consiste en
en la parábola de las minas, se halla siempre en el variaciones de la misma tradición común, sino más
viaje de Le. Alguna vez, cada uno de los evangelistas bien en los detalles concretos añadidos a la misma; la
ha conservado una sola de las dos formas 1. Otras veces, proporción de coincidencias es menor en Me sólo cuando
Mt fusiona ambas formas en una sola redacción 2• En es mayor el número de palabras. El mayor grado de
tales casos, aparentemente no existe duplicado. Más originalidad se halla en Le en la parte donde su tradi-
a menudo la: existencia de un duplicado puede detec- ción se halla mezclada con informaciones personales,
tarse por la presencia de ambas formas en uno de los es decir, en el sermón escatológico y en la Pasión 1•
evangelios", o en los dos al mismo tiempo, ya distintas 4, Fuera de esta sección, la coincidencia entre Me y Le
ya fusionadas por Mt en una sola redacción 5• se mantiene bastante elevada, mientras la coincidencia
'Le 12,1; 14,34-35; 17,1-2.23.31. 'Mt 12,22-34; 13,31-32; 22, entre Mt y Le es sensiblemente menor.
37-40; ef. 9,32-34. 'Mt 12,38-42 = 16,1-4; Le 8,16 = 11,33; 11, En la doble tradición, Mt-Lc la proporción global
39-52 = 20,45-57; 8,17 = 12,2; 9,26 = 12,3-9; Mt 5,32 = 19,9; 17,
20 = 21,21-22. 'Le 9,48 = 10,16; Mt 10,40 = 18,5; Le 9,23 = 14,
de semejanzas que arroja la estadística de B. de Solages
26-27 = Mt 10,37-38 = 16,24; Le 9,24 = 17,33; Mt 10,39 = 16,25; es de un 59,5% sobre 4134 palabras en Le, y de un
Le 8,18 = 19,26; Mt 13,12 = 25,29. 'Le 9,2-5 = 10,3-12 = Mt 10, 56,6 % sobre 4198 palabras en Mt. Hay que advertir,
7-17; Le 12,11-12 = 21,14-15 = Mt 10,19-20. no obstante, que la proporción de semejanzas es muy
2. En las perícopes de tradición marciana, Le sigue distinta de un fragmento a otro, pues mientras en al-
siempre el orden de Me, salvo raras excepciones 1. Tam- gunos fragmentos sobrepasa el 90%, en otros no llega
bién Mt, desde 3,1 a 4,22, y desde 14,1 en adelante, siquiera al 40%.
sigue el mismo orden con pocas excepciones". Pero Para la solución de la cuestión sinóptica, el estudio
desde 4,23 hasta el principio del cap. 14, el orden de cualitativo de las diferencias es mucho más importante
Mt es muy diverso del de Me. No obstante, a pesar que la estadística global de semejanzas. La mayor parte
de las grandes transposiciones, se observa cierta se- de diferencias es debida al estilo personal de cada evan-
mejanza de orden en la sucesión de determinadas series. gelista. Más que en las palabras de Jesús, en las que

737 738
SINÓPTICA

los[tres evangelistas coinciden a menudo casi literal- evangelistas se hallarán otros datos sobre los procedi-
m~;te, tales diferencias se hallan principalmente en las mientos y tendencias peculiares a cada uno de ellos. No
partes narrativas, y todavía más en las transiciones todas las diferencias sinópticas son de origen redac-
redaccionales y en las conclusiones. Algunas diferencias cional. Algunas de ellas parecen proceder de la recita-
de lenguaje son habituales a cada evangelista. Así, por ción oral del texto, y hasta de distintas traducciones de
ejemplo, en Mt es corriente la partícula de transición un mismo original arameo é sin duda alguna, éstas y
;

TÓTe, en Mt y en Le el aoristo slrrev, en Me al ad- otras diferencias existían ya en la tradición anterior a la


verbio évSús, en Le la preposición 1rp6s siguiendo a redacción actual de los evangelios. Entre las diferen-

Mt Me

Mt(-Lc) 4,23-25 1,29-34

5-7 ~
-
-
8;1-4 2, 1-22

8,5-13 2,23-3,6

8,14-17 3, 7-13

8,23~34 3,13-19 Le

9, 1-17 6,20-49

9, 18-26 7, 1-10

9,35-36 7, 18-35

10, 1-4 3,22-4,34

10,5-14 4,35-5,20

11,2-19

12,1-14

12,22-13,34

13,53-58 6,7-11

los verbos que significan «decir»; Mt habla del «Reino cias existentes de un evangelio a otro merecen especial
de los cielos» donde Me y Le, adaptándose a los lec- atención aquellas que se presentan como un hecho excep-
tores griegos, hablan del «Reino de Dios». En general, cional, pero en tal forma que difícilmente pueden expli-
Mt y Le escriben un griego más correcto que Me. La carse como efecto de una casualidad. Así, por ejemplo,
redacción de Mt suele ser clara y esquemática hasta el en las partes comunes a los tres evangelistas, pÓr regla
exceso; Le a menudo ordena y resume la redacción general, Mt y Le sólo coinciden entre sí cuando coinci-
demasiado abundante y espontáneo de Me. Otras di- den al mismo tiempo con Me. Excepcionalmente, no
ferencias menos frecuentes responden a una tendencia obstante, se dan ciertas coincidencias entre Mt y Le
doctrinal, como, por ejemplo, la preferencia de Mt sin Me; la mayor parte de ellas proceden de cierta
hacia el vocabulario de justicia, la de Me por la palabra afinidad de tendencias entre los dos evangelistas en el
evangelio, la de Le por la palabra de Dios2 • Algunas estilo narrativo y en el lenguaje, pero queda todavía
omisiones y retoques, principalmente en Mt y Le, pero un residuo que exige inevitablemente otra explicación P.
también en Me, tienen su origen en la veneración hacia Asimismo, Mt y Le generalmente escriben un griego
la persona de Jesús o de los discípulos. En los artículos más correcto que Me, y adaptan u omiten ciertas expre-
de esta enciclopedia dedicados a cada uno de estos tres siones primitivas de Me que, por su franqueza excesiva

739 740
SINÓPTICA

podían causar sorpresa en los lectores; pero no es raro que Me no depende de la redacción actual de Mt; lite-
que Mt o Le hayan conservado expresiones populares, rariamente, Me desconocía en conjunto las partes pro-
semitizantes o de una franqueza primitiva, que Me pias de Mt y la doble tradición Mt-Lc, por lo menos
evita por su parte e_ Tales hechos excepcionales demues- en la parte comprendida en el viaje de Le. Cualquier
tran que las relaciones de los Sinópticos entre sí son más explicación que busque en Mt el origen de Me deberá
complejas de lo que podrían parecer a primera vista. referirse no a Mt en su actual estado, sino únicamente
AX. LÉON DUFOUR, en Jntroduction a la Bible, II, París 1959, a la triple tradición que Mt contiene. Pero en esta misma
págs. 267-271. BJd., págs. 280-282. CJd., págs. 231-233, 282, 286. triple tradición parece que generalmente la redacción
L. VAGANAY, Le Probléme synopt ique, París-Tournai 1954, págs. 62 de Mt es secundaria en comparación con la de Me.
y sigs., 79 y sigs., 213 y sigs., 224 y sigs.
Asimismo, parecen secundarias las diferencias de orden
1Lc 21,5-24,10. 'Mt 3,15; 5,6.10.20; 6,1.33; 21,32; Me 1,1.15;
8,35; 10,20; Le 5, 1; 8, 11.21; 11,28.
que se observan en Mt, según se deduce del carácter
compuesto de dos sumarios\ y de la repetición redu-
II. LAS HIPÓTESIS DE SOLUCIÓN. l. Algunos críticos cida de otros dos, en contextos separados por la trans-
intentaron explicar las semejanzas de los tres Sinópticos posición 2• Últimamente, algunos exegetas han revalo-
únicamente por la tradi-
ción oral. Sin duda, la
Número de
práctica antigua de dar

¡
Tradición marciana Tanto por% palabras
oralmente casi toda la
enseñanza ejerció un pa- { Mt 70 sobre 4015
pe! de primera irnpor- atestiguada por tres, sin mezcla Me 58 )) 4089
tanda en la formación Coincidencias { Mt 68,5 )) 1583
de la tradición evangé- atestiguada por dos
entre Mt y Me Me 54,5 )) 1989
lica, pero ciertas coinci- . { Mt 71 3 )) 2134
dencias de los evangelios atestiguada por tres, mezclada en Le Me '.
70 4 )) 2160
entre sí, como, por ejem-

¡
plo, cuando los tres citan { Me 56,6 )) 5067
atestiguada por tres, sin mezcla Le 66,6 )) 4036
el AT bajo una misma
forma que no es ni la Coincidencias { Me 57,9 )) 352
atestiguada por dos
del hebreo ni la de los entre Mt y Le Le 67,8 )) 301
LXX, parecen indicar
que los evangelistas se
atestiguada por tres, mezclada en Le { ~e !!:~
))

))
1931
1601

¡
servían de una tradición
{ Mt 54,9 )) 3904
ya fijada por escrito. atestiguada por tres, sin mezcla
Coincidencias Le 53,9 )) 3967
Por esta razón, ya nadie
entre Mt y' Le . d a por tres, mezc l a d a en L e { Le
Mt 41,3 )) 1802
sostiene la hipótesis de atestigua ,
48 4 )) 1539
la tradición oral como
única explicación.
2. Una hipótesis sencilla, y que aduce a su favor rizado el carácter primitivo de Mt en distintos puntos
algunos testimonios de la antigua tradición eclesiástica que generalmente eran tenidos por secundarios-e, pero
atribuye el origen del acuerdo entre los tres sinópticos, en conjunto, aun sin tener en cuenta los detalles origi-
a una edición aramea de Mt, muy pronto traducida al nales de Me, su redacción conserva un sabor más pri-
griego, por lo menos en parte. Me no sería más que el mitivo. Por consiguiente, si se admite que Me depende
texto de Mt, por parte abreviado, y por otra enri- de la triple tradición contenida en Mt, hay que admitir
quecido con lo que el evangelista había oído narrar a también que la conoció bajo una forma en parte más
san Pedro. Le dependía de Me y de una de las tra- primitiva que la de la redacción actual de Mt. El carácter
ducciones griegas de Mt. Antes que el problema sinóp- al mismo tiempo primitivo y secundario de Mt respecto
tico se hubiese planteado fundándose en un estudio de Me puede explicarse suponiendo que el último re-
riguroso de los textos, esta hipótesis representaba la dactor de Mt se sirvió simultáneamente de Me y de una
opinión común. Actualmente son muy pocos los que forma de la triple tradición más primitiva que Me.
sostienen hipótesis parecidas. Parece indudable que Le utilizó Me en las partes en que
3. Otra explicación sencilla, hasta hace poco admi- coincide con él, pero al mismo tiempo debió de utilizar
tida generalmente por los críticos no católicos, y con otra forma más primitiva de la triple tradición, por la
ciertas reservas también por algunos católicos, es la que se explicarían ciertos arcaísmos de Le, algunas de
llamada hipótesis de las «dos fuentes». Según ella, el sus coincidencias con Mt independientemente de Me, y
origen del acuerdo sinóptico se explica por la depen- también acaso las partes comunes de Le con Mt que
dencia de Mt y Le respecto de Me. Además, Mt y Le se hallan fuera del viaje. En las partes de doble tradición
en su redacción actual dependerían de un escrito que Mt-Lc, sin coincidir entre sí, cada uno de los evangelis-
contenía principalmente dichos de Jesús, llamado entre tas ha conservado ciertos arcaísmos o semitismos. De
los críticos logia o Que/le. ahí se desprende que, en dichas partes, Mt y Le no
4. Las tendencias más recientes están de acuerdo en dependen uno de otro, sino que se sirven de una, dos
buscar la explicación del problema sinóptico en hipó- o más fuentes literarias comunes. Es, además, probable
tesis más complejas. Ante todo, se admite comúnmente que cada uno conoció dichas fuentes bajo formas lige-

741 742
SINÓPTICA

ramente diversas e. El redactor de Mt debió ser quien synopticae, Oxford 1909. B. C. BUTLER, Origina/ity of St. Matthew:
distribuyó entre la triple tradición los materiales corres- A Critique of the Two-Documents Hypothesis, Cambridge 1951. A.
G. DA FoNSECA, Quaestio synoptica, Roma 1952; íd., en Synoptische
pondientes al viaje de Le. Según la opinión admitida Studien Jür A. Wikenhauser, Munich 1953. L. CERFAUX, Autour des
comúnmente, ni Le conoció la redacción actual de Mt, évangi/es, en Recueil L. Cerfaux, 1, Gembloux 1954, págs. 389-469.
ni Mt conoció la de Le; prueba de ello son las diferencias J. RUBY - X. LÉ0N-DUFOUR, L'évangile et les évangi/es, París 1954.
J. LEVIE, L' évangi!e araméen de Matthieu est-il la source de I' évangi/e
en la genealogía y la infancia de Jesús, y la distinta forma de S. Marc ?, Tournai-Paris 1954. X. LÉON-DUFOUR, Autour de la
con que cada evangelista distribuye y completa la parte question synoptique, en RSR (1954), págs. 549-584; id., Col/oquium
de la doble tradición correspondiente al viaje de Le. Bíblícum Lovaniense. La Jormation des évangi/es, probléme synoptique
et Formgeschichte, Brujas-París 1957. B. DE SOLAGES, Synopse
El siguiente gráfico representa visualmente las rela-
grecque des évangi/es, Leiden 1958. T. R. Roscas, The Words of
ciones de los Sinópticos entre sí según las cuatro expli- Jesus and the Future of the «Q» Hypothesis, en JBL (1960), págs.
caciones propuestas, sin tener en cuenta la aportación 210-220.
original de cada evangelista. G. CAMPS

Tradición SÍNTIQUE c~:vvTÚXTJ; Vg. Syntychei. Cristiana de


oral Mt la iglesia de Filipos que estaba en desacuerdo con
Evodia; ambas habían sido colaboradoras de Pablo
en la difusión del evangelio y el apóstol les recomienda

Mt
ffi Me Le
~
la concordia.
El hecho de que san Pablo aluda explícitamente
a tal disensión supone o que las interesadas eran muy
importantes en la comunidad local o que la discordia
2
había adquirido tales proporciones que era conocida
de todos. Indirectamente, el episodio ilustra la im-
Triple Doble portancia que las mujeres tuvieron en la vida interna
tradición tradición

lXf
de las primeras comunidades cristianas, porque la alu-
sión de Pablo sin duda que no se refiere a asuntos me-
ramente personales sino en relación con la vida comu-
nitaria.
~ Flp 4,2-3.
Mt Le Mt
C.WAU
3 4
SIÓN (heb. styon, «lugar árido»?, «fortaleza»?';
111. NORMAS ECLESIÁSTICAS Fundándose en el tes- í:eíwv, í:e1wv, í:íwv, í:1wv; Vg. Sion). Nombre que tiene
timonio de los antiguos escritos eclesiásticos, la Pon- diferentes acepciones - topográfica, poética, religiosa y
tificia Comisión Bíblica, con fecha del 19 de junio· de política - en la SE.
1911 y del 26 de junio de 1912, dio unas respuestas
sobre la composición de los tres primeros evangelios, l. La colina sudeste en que - Jerusalén se erigió,
algunas de las cuales tocan la cuestión sinóptica. Según la primera que menciona el AT como lugar de la ciu-
ellas, Mt originalmente escrito en arameo, es el más dadela jebusea en tiempos de David, y que daría luego
antiguo de los tres evangelios; le siguen Me en segundo nombre a la población 1•
lugar y Le en el tercero. Se puede admitir que la traduc- 2. Término que sirve para aludir de modo compren-
ción griega de Mt es posterior a Me y a Le, pero es sivo a toda la ciudad de Jerusalén 2•
sustancialmente idéntica al original arameo. Por lo
demás, se puede libremente apelar a las hipótesis de 3. Denominación que acabó por aplicarse al Templo,
tradición oral o escrita, o de la dependencia de un evan- una vez se hubo construido en el monte Móriyyáh y
gelista respecto de los que le precedieron. La hipótesis el Arca estuvo en él 3•
de las «dos fuentes», por no estar de acuerdo con 4. En la época de los Macabeos, el nombre indica
tales prescripciones, no está permitido defenderla libre- la altura en que se alzaba el Templo a fin de distinguirlo
mente. de la ciudad de David 4.
AL. CERFAUX, La mission de Galilée, en EThL (1951), págs. 369-
389; (1952), págs. 629-647. N. VAN B0HEMEN, L'institution des douze 5. Sinónimo de la gente de Jerusalén como comuni-
et la formation des évangiles, Brujas 1957, págs. 116-151. P. PARKER, dad religiosa, o ente moral cuya suerte está en manos
The Gospel befare Mark, Chícago 1953, págs. 87-99, véanse también
los lugares citados en la nota precedente. BL. VAGANAY, Le pro- de Dios, y de la constitución religioso-política judía.",
bléme synoptique, Paris-Tournaí 1954, págs. 116, 132-133, 149-150,
290-301. J. DUPONT, Les béatitudes, Lovaina 1958, págs. 58-59, 128.
6. En Sión aparecerá el Mesías, por lo cual este
1Mt 4,23-5,1 = Me 1,21.28.32-34. Mt 7,28-29 = Le 7,1
2
Me + nombre se convierte en equivalente de la Jerusalén
1,22; Mt 4,23-24; 8,14-16 = Me 1,32-34; Mt 4,25; 12,15-16; Me Celestial o del cielo ".
3,7-12.
Bibl.: La bibliografía sobre el problema sinóptico es vastísima. 7. Añádese aún que, a partir de los cruzados, fuella-
Además de los comentarios y otros escritos sobre cada uno de los mada Sión la colina suroccidental de la ciudad, don-
tres evangelios, que tratan puntos de la cuestión sinóptica, se ha- de se halla el Cenáculo.
llará una abundante bibliografía en L. VAGANAY, Le probléme synop-
12 Sm 5,7; 1 Cr 11,5. '2 Re 19,21;Sal 48,12; 69,36; 133,3; Is
tique, París-Tournai 1954, págs. 13-22. Aquí señalamos únicamente
las obras más recientes o más fundamentales. J. C. HAWKINS, Horae 1,8; 3,16; 4,3; 10,24; 52,I; 60,14. 'Is 8,18; 18,7; 24,33; n 3,17;

743 744
,c;: in -:1i l\Ann~dP.rln c-r-i eo-o rfp, ~~nt~ r.:::it:::tlin~ eriifir-a d o nnr nrilfm rled ern rter-a dr-rr- T'n atirri a n o <::nhrP. nn:::i a n+i c-rra r:::inill:::i nnP:

SIPPAY

Mapa con el emplazamiento de Stqé-


lag, localidad próxima al Négeb

Miq 4,7. '1 Mac 7,32.33. 'Sal 126,1;


129,5; Is 33,14; 34,8; 49,14; 52,8. 'Heb
12,22; cf. Ap 14,1.
R. FUSTÉ

SN)N («destrucción»; I1wvá [B],


LE1áv [AJ; Vg. Sehon, Sean). Ciu-
dad que correspondió a la tribu
patriarcal de Isacar1• Se menciona
una sola vez en la Biblia. Eusebio
indica que estaba en las proximi-
dades del monte Tabor, lo cual
permite localizarla con visos de
certeza en la actual 'Ayün el-Se-
"ain (o el-Sa'in), a 3 km al noro-
este de Dabbüriyah y unos 4 km
al este de Nazaret.
1Jos 19,19.

Bibl.: EUSEBIO, Onom., 159,13. ABE],


II, pág. 464. SIMONS, § 330 (5).
D. VIDAL

$Í'ÓR (cpequeñez»; Iwpaí.9;


Vg. Sior). Nombre que Jos 15,54
da a la población de -,. $a'ir.

SIPPAY (foq,oúT [B), LEq>q>Í [AJ;


Vg. Saphai). --+ Saf.

Panorámica de Tell Huweilifah, al sudeste de Gaza, identificado con la Síqélág bíblica. (Foto Orient Press)

745 746
~IPPOR

Siquem. Ruinas del templo vecino a la puerta noroeste, que fue posiblemente dedicado al culto de Básal Bérlt.
Al fondo el monte Ebal. (Foto J. Starcky)

~.IPPÓR («pájaro» = «gorrión ?»; Lm<pwp; Vg. Se- La identificación más aceptada es la que localiza a
phor). Padre de Báláq, rey de Moab 1• esta población en Tell Huweilifah, en la cadena surocci-
1Nm 22,2.10.16; 23,18; Jos 24,9; Jue 11,25. dental de los montes de Judá, a unos 18 km al nordeste
de Bersabee. Pero este tell se encuentra desde el punto
~IPPÓRÁH. Nombre de la mujer de Moisés, llama- de vista geográfico en la montaña y no en el desierto de
da en castellano --+ Séfora. Judá 8• Por ello sería más lógico identificar la ciudad
con un tell más occidental, quizás Tell el-Serrah, a
~iQELÁG (var. siqlag , et.?; LEKEA<XK, 2.1KEA<XK, LIKE- 19 km al noroeste de Bersabee, que es uno de los más
i\áy; Vg. Siceleg). Ciudad en el extremo sur de Judá ', destacados tells del Négeb con restos de las edades del
incluida entre las poblaciones que correspondieron a la Bronce y el Hierro. A 6 km al noroeste del mismo está
tribu de Simeón 2 • Hasta la aparición de David no fue Hirbet Zuheiliqah, que conserva tal vez vestigios del
más que una de las aldeas dependiente de la Gat de los nombre antiguo.
filisteos. El futuro soberano israelita la recibió como 1Jos 15,31. 'Jos 19,5; 1 Cr 4,30. 'l Sm 17,6. 'l Sm 27,8-12.
regalo de 'Akis, rey de Gat, cuando huía de Saúl, y '1 Sm 30; 2 Sm 1,1. '2 Sm 1,4. 'Neh 1,28. 8Jos 19,31.
desde entonces fue propiedad de los reyes de Judá 3• Bibl.: ABEL, II, pág. 465. Y. AHARONI, en JEJ, 8 (1958), pág.
En Síqélág, cercana al área del Négeb en que se movían 26 y sigs.
los nómadas, preparó David sus campañas contra los Y. AHARONI
moradores del desierto4• Aprovechando la ausencia de
David, debida a la guerra entre Saúl y los filisteos, SIQUEM (heb. sékem, «hombro»?, «ladera»?, «nu-
fue saqueada e incendiada por los amalecitas; pero ca»?; egip. sekmem; Am. sakmi; LVXɵ, Ta LÍK1µa,
David logró dar alcance a los atacantes y los derrotó, Ta LTJKlµa, ri LÍK1µa; Vg. Sichem). Ciudad de los mon-
tras lo cual envió parte del botín conseguido a los an- tes de Efraim, situada entre el Ebal y el Garizim, y
cianos de distintos lugares de Judá 5• En Siqélág recibió mencionada en los textos egipcios y las cartas de el-
David aviso de la muerte de Saúl y sus hijos6, y de ella 'Amarnah. La mencionan muchos libros del AT.
salió para ser coronado rey de Judá. Los judíos regre- Abraham la visitó cuando los cananeos dominaban
saron a Síqélág después de la Cautividad babilónica 7• Palestina 1. Jacob, al regresar de· Mesopotamia, fue bien

747 748
SIQUEM

acogido por sus habitantes, quienes le vendieron tierras


y le permitieron erigir un altar a Dios2 • Algunos hijos
de Jacob castigaron cruelmente a los siquemitas a con-
secuencia de la violación de Dínáh 3 • Posteriormente, los
hermanos de José estaban con sus rebaños en Siquern ',
y el propioJosé fue enterrado en ella 5 y, también según,
los Hechos de los Apóstoles, algunos patriarcas". Se
la menciona en la distribución de la Tierra Prometida'
y como ciudad refugio 8 • Josué reunió a las tribus en
Siquem 9, cuya importancia religiosa y tribal manifiesta
el hecho de que el mismo caudillo hebreo colocara una
gran piedra bajo la encina del santuario de Dios'º·
'Ábímélek, siquemita de origen, la destruyó y sembró
de sal ". Roboam fue a Siquem para que le coronaran
y Jeroboam acrecentó· el número de sus edificios".
Parece ser que siguió habitada hasta la época de Jere-
mías'" y que conservó cierta importancia aun después de
la conquista del reino del Norte 14. Josefa informa que era el
centro de los samaritanos y que Juan Hircano la destruyó.
Siquem se identificaba en épocas pasadas con Náblus,
pero en la actualidad se tiene la certeza de que el sitio
bíblico es Tell Balátah, cerca del Pozo de Jacob y a unos
2,5 km al este de Náblus, la cual dista, a su vez, unos
Mapa de la ciudad de Siquem, en los montes de Efraím
64,5 km de Jerusalén por el norte (--> Balátah, Tell).
1Gn 12,6-7. 'Gn 33,18-20. 3Gn cap. 34. 'Gn 37,12-14. 'Jos
24,32. 'Act 7,16. 'Nm 26,31; Jos 17,2.7; 20,7. 8Jos 21,21. Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 11,8,6; 13,9,1; íd., Bel. [ud., 4,8,1.
ºJos 24,1. 10Jos 24,26. "Jue 8,31; 9,6.45. 121 Re 12,1.25. 13Jer ABEL, 11, págs. 458-460. S!MONS, §§ 77, 337 (14), 340-341, 507,
41,5. "Sal 60,6; 108,7; Os 6,9. 578, 874 (I), 1608.

Siquem (Tell Balátah), Aspecto de las ruinas de la puerta noroeste, con la triple tenaza. (Foto P. Termes)

749 750
SIQUEMITA

SIQUEMITA. l. (heb. [mispáhat ] ha-sikmi; 6fíµos Fue la segunda colonia que los griegos fundaron en
ó IvxEµí; Vg. Sechemita). Miembro de la familia de dicha isla (ca. 734 A.c.), con corintios y dorios, bajo
que fue origen Sékem, hijo de Galaad 1. la dirección de Arquias de Corinto. Los siracusanos, al
2. (heb. 'anse sékem; &v6pES IvxEµ; Vg. Sechemita), mando de Gelón I, vencieron a los cartagineses en el
Habitante o natural de Siquem. 480 A.c. En sus intentos de expansión a toda la isla,
causaron la derrota de los atenienses (413) y, desde
1Nm 26,31.
Dionisia el Viejo (405), una serie de tiranos gobernó
la ciudad, que cayó en poder de Roma en el año
SJRAC. Padre o, al decir de algunos códices, abuelo
212 A.c.; en adelante, fue la residencia del_gobemador
- según la transcripción castellana del nombre; en
de Sicilia hasta que bajo Augusto obtuvo la catego-
griego IE1páx [B]; I1páx [S, A] - del autor del libro
ría de colonia. Siracusa, en el imperio romano disfrutó
del -.. Eclesiástico que por algunos autores es llamado
de gran prosperidad. Fue y es famosa por sus monu-
también el «Siracida», Probablemente la X final re-
mentos, entre los que merecen citarse el templo de Ate-
presenta un "áléf hebreo-arameo como ocurre en el
nea, convertido en catedral en el siglo VII n.c., el an-
caso de Hacéldama (' AKE716aµáx)-
fiteatro debido a Augusto y las catacumbas cristianas
de los siglos m y IV.
SIRACUSA (IvpáKovaai; Vg, Syracusa). Ciudad,
situada en la costa oriental de Sicilia, en la que Pablo
1Act 28,12.
permaneció tres días en el viaje de Malta hacia Roma 1• Bibl.: HERODOTO, Hist., 7,166. PAULY-WISSOWA, ll, 2, cols
2461-2522; IV, 2, cols. 1478-1547. H. LECLERCQ Syracuse, en
DACL, XV, 2, cols. 1840-1855.
Estatuillas sirias representando a dos divinidades descono- D. VIDAL
cidas. (Foto A. C. L. ,Bruselas)
SIRÁ.H. -+ Bñr ha-Síráh,

SIRAH, Hírbet el-, Actual nombre árabe de la bí-


blica ciudad de -.. Ya'zér.

SIR HA-SIRÍM. Nombre del -.. Cantar de los Can-


tares en la Biblia hebrea.

SIRIA (heb. 'iírtim; ár. al-sa'm; Ivpía; Vg. Syria).


Región de Asia occidental, limitada al oeste por el
mar Mediterráneo, al norte por Asia Menor, al este
y sudeste por el desierto siro-arábigo y al suroeste por
Galilea. La riegan los ríos Éufrates, Orantes, Parpar
y 'Á.banah. Famosa desde tiempo inmemorial por sus
brocados y trabajos en metal. Ciudades principales:
Damasco, Homs, Harnáh, Alepo, Sidón y Tiro, las dos
últimas en el actual Líbano. Es en Siria donde se inventó
el alfabeto, transmitido más tarde hacia el este por los
arameos y hacia el oeste por los griegos. El nombre
«Siria» parece derivar de la palabra «Asiria». El texto
hebreo de la Biblia no menciona a Siria con este nom-
bre, que se generalizó tras las conquistas de Alejandro
Magno, sino con el de 'Á.ram, aunque no constituyen
términos sinónimos. Los árabes la han llamado siempre
al-Sa'm,
En el m milenio A.c. un grupo semítico, el amorreo,
emigró de la península arábiga y se estableció en Siria.
Al mismo tiempo, los cananeos ocupaban el sur de
Siria. Parte de éstos, los fenicios, que moraban en la
faja costera mediterránea, se hicieron célebres como
pueblo marinero y comerciante. La población de Mari,
ciudad a orillas del río Éufrates, era en el II milenio
predominantemente arnorrea. Los textos descubiertos
en Mari ayudan a comprender hasta cierto punto los
orígenes de Israel. Los arameos llegaron a Siria a me-
diados del II milenio A.c. Durante mil quinientos años,
el arameo fue la lengua comercial e internacional en
el mundo civilizado de entonces. En el año quinto de
Ramsés II tuvo Jugar el encuentro en las proximidades
de Cades, a _o_rillas del río Orantes, entre el ejército

751 752
SIRIA
r·· -- -·-·-- -
1

La ciudad de Bélán (en Turquía), situada junto a las «Puertas de Siria». Esta región fue el camino natural de
entrada a la antigua Siria, por el camino desde Cilicia a Antioquía de Siria. (Foto P. Termes)

egipcio y los hititas, en el que aquél fue obligado a estela de Zakir, encontrada cerca de Alepo, muestra
retirarse hacia el sur (ca. 1296 x.c.). A fines del II mi- que hacia finales del siglo IX la influencia de Ben Ha-
lenio y principios del r, los hurritas, no semitas, proce- dad 111 alcanzaba la extremidad septentrional de Siria.
dentes de Armenia, invadieron Siria. Luego, los hititas Acab, rey de Israel, derrotó a Ben Hadad. Éste hizo
se adueñaron de ella, partiendo de Asia Menor, los otra vez la guerra a Israel al cabo de un año y fue de
cuales fueron absorbidos posteriormente por una nueva nuevo vencido en 'Áfeq 4, autorizando a los israelitas
oleada semítica de Asiria. Los persas gobernaron a que abrieran mercados en Damasco 5• Una coalición
Siria hasta que Alejandro Magno en 333 los derrotó en de Acab de Israel, Ben Hadad de Damasco e lrhuleni de
lso (norte de Siria). De la amalgama de las dos culturas, Hámát se enfrentó a Salmanasar 111 (858-824) en Qarqar
la siria y la griega, resultó el helenismo, traído por los (853), a orillas del río Orantes y lograron un éxito pro-
seleucidas. Las legiones romanas de Pompeyo ocuparon visional. Siria comerciaba con Tiro", Josafat, rey de
Siria el 63 A.c. y estuvo sujeta a Roma durante cuatro Judá, y Acab, rey de Israel, se aliaron contra los sirios
siglos. y les presentaron batalla en Rámót de Galaad, en la
Los arameos de Damasco acudieron en socorro de que murió Acab 7• Ocozías, hijo de éste, y Joram, rey
Hádad'ézer, rey de Soba', pero David los derrotó, co- de Judá, partieron a la guerra contra Házá'él, rey de
locando guarniciones en Damasco y quedando los Siria 8• En el primer tercio del siglo rx, Israel se había
arameos reducidos a servidumbre y tributarios de David, visto reducido a la condición de dependiente de Da-
convirtiéndose, al parecer, Damasco, en capital adminis- masco. Sus vecinos se aprovecharon de su debilidad
trativa de la provincia siria de su reino 1. El poder de para hacerle objeto de incursiones 9• Es incierto que
Salomón sufrió merma en Siria cuando Rezón, que Jeroboam II restaurara la frontera davídica en Siria y
había sido partidario de Hádad'ézer, se apoderó de se apoderara de Darnasco-". Péqah, rey de Israel, se
Damasco, proclamándose rey allí2• Durante la monar- unió a Résin, rey de Damasco, para hacer frente a
quía davídica, Damasco consolidó su posición y fue Asiria. Jotam de Judá, hijo de Ozías, se negó a secun-
una amenaza para Israel. Baasa (909-886) se adueñó darles. Péqah y Résín se propusieron obligarle a entrar
del poder en Israel y estableció relaciones amistosas en la coalición!'. Jotam murió y fue sucedido por su
con Damasco 3• Al acceso al trono de Ornrí gobernaba hijo Acaz, La coalición invadió Judá y subió contra
en el reino arameo de Damasco Ben Hadad 111, que Jerusalén, con la intención de deponer a Acaz y poner
unos años antes había asolado el Norte de Galilea. La en su trono un rey arameo ", Résín se apoderó de 'Elat13•

753 754
SIRIA

ñeros, llevó a cabo una traducción del AT, según el


texto griego. Algunos pasajes de la misma se han in-
troducido en los libros litúrgicos e Isódád de Merw
(ca. 850) la cita a menudo como «griega» e.
El manuscrito más importante de la versión siro-
hexaplar es el Codex Ambrosianus C 313, cuyo segundo
volumen (Salmos, Job, sapienciales, Baruc, Lamenta-
ciones, etc.) fue editado por A.M. Ceriani, Codex
syrohexaplaris Ambrosianus photolithographice editus, en
Monumenta sacra et profana, VII, Milán 1874. Se halla-
rán otros fragmentos de la versión siro-hexaplar en
Skat Roerdan, Liber Judicum et Ruth secundum versio-
nem syrohexaplarem ex codice musei britannici nunc
primum editus, Copenhague 1859-J.861; C. C. Torrey,
Portions of the First Esdras and Nehemia in the Syro-
Hexaplar Version, en AJSL, 23 (1906-1907), págs. 65-74.
J. Gwynn, Remnants of the Later Syriac Versions of
the Bible. JI. Old Testament. Extracts from the Syrohe-
xaplar Version of the Seventb Century a/ter the Greek
of the Septuagint: Genesis, Leviticus, 1 and 11 Chronicles,
Nehemiah (Edited witli lntroduction, Notes and Recons-
tructed Greek Text), Londres 1909; G. Kerber, Syrohe-
xaplarische Fragmente zu Lev. und Deut. aus Barhebriius
gesammelt, en ZAW, 16 (1896), págs. 249-264.
ACf. Bibl, 26 (1945), págs. 12-36; 27 (1946), págs. 107-112; 29
(1948), págs. 1-30; 30 (1949), págs. 213-217; 33 (1952), págs. 235-236.

11. VERSIONES DEL NT. 1. ANTIGUAS TRADUCCIONES


SIRÍACAS NEOTESTAMENTARIAS. La antigua traducción
siríaca ha tenido importancia considerable en la crítica
textual; se han destacado con frecuencia sus relaciones
tanto con el Diatésaron como con las versiones latinas
antiguas. Se la distingue del Diatésaron o evangelio
Pavimento de la calzada romana que conducía desde Alepo da-Méhallété («evangelio de los mezclados») con el
a Antioquía de Siria. (Foto G. Lornbardi) nombre de «evangelio de los separados» (evangelio da-
Méfarrésé). Resulta imposible decidir con certeza si
Acaz solicitó la ayuda de Tiglatpileser 111, contra el esta versión es anterior o posterior al Diatésaron; de
rey de Siria y el de Israel, entregándole a aquél corno todos modos, su influencia parece que fue muy inferior
presente el oro y la plata del Templo de Yahweh y los a la de este último.
tesoros del palacio real. Tiglatpileser se apoderó de a) Una primera forma (versión curetoniana) de esta
Damasco y se llevó cautivos a sus habitantes>. Na'á- antigua traducción de los evangelios fue descubierta
mán, jefe del ejército del rey de Siria, fue curado de su por W. Cureton en el manuscrito Brit. Mus. Add. 14 451,
lepra por el profeta Eliseo ". La conversión de Saulo que se completa con tres hojas del Berlín Or. quart. 528.
de Tarso tuvo lugar en Siria, camino de Damasco16• El manuscrito, escrito en estrangéls, parece ser del
12Sm 8,5 y sigs. 'l Re 11,23-25. 'l Re 15,19. 'l Re 20,20-30. siglo v y contiene, con lagunas, los evangelios en el
'l Re 20,34. 'Ez 27,16. 7 1 Re 22,1-38. '2Cr 22,5. 'Am 1,3-5. siguiente orden: Mateo, Marcos, Juan y Lucas. Está
10
2 Re 14,28. 112 Re 15,37. 122 Re 16,5; cf. Is 7,6-8. 132 Re 16,6.
142 Re 16,7-9. 15
2 Re 5,1-14. 16Act 9,1-8. editado por W. Cureton, Remains of a very Ancient
Recension of the Four Gospels in Syriac, hitherto Unknown
Bibl.: w. F. ALBRIGHT, en BASOR, 87 (1942), págs. 23-29; 90
(1943), págs. 30-34; 140 (1955), págs. 134 y sigs. Ptt. K. HlTTI, in Europe, Londres 1858, y por F. C. Burkitt, Evangelion
History of Syria including Lebanon and Palestine, Londres 1957. da Mepharreshe, The Curetonian Version of the Four
M.F. UNGER, Israel and the Arameans of Damascus, Londres 1957. Gospels, vol. I, Text; vol. 11, Introduction and Notes,
J. CORTÉS Cambridge 1904 (la obra indica las variantes de la ver-
sión que se cita a renglón seguido).
SIRÍACAS, Versiones. Se llaman así las traduccio- b) El manuscrito que Cureton estudió y editó pro-
nes de la SE efectuadas en siríaco, dialecto arameo que cedía del monasterio de Santa María, Madre de Dios
fue el vehículo de muchas obras y de importantes ver- (Egipto). El de Agnes Smith Lewis, descubierto en 1892,
siones de los libros sagrados. Aquí se estudiarán las estaba en el monasterio de Santa Catalina (Sinaí), a lo
más notables de las últimas, salvo el --,. Diatésaron y la que debe el nombre de «versión sinaítica». Éste es un
--,. Pésittñ", que se tratan por separado a causa de su palimpsesto, de texto inferior, transcrito probablemente
especial interés. en el siglo IV y difícilmente descifrable, que reproduce
l. LA VERSIÓN HEXAPLAR DEL AT. Hacia los años los evangelios separados. El manuscrito ha merecido
615-617, Pablo de Tella, con la ayuda de varios compa- dos ediciones: R. L. Bensly - J. R. Harris - F. C. Burkitt,

755 756
SIRÍACAS

The Four Gospels in Syriac, Transcribed from the Sinaitic Filoxeno de Mabbug (t ca. 523), se elaboró en el
Palimpsest, Cambridge 1894, y A. Smith Lewis, The Old 508 una nueva versión siríaca del Salterio y el NT
Syriac Gospel or Evangelion da-Mepharreshe, Londres sobre el texto griego, por obra del corepíscopo Poli-
1910. La edición de Lewis se debe completar con A. carpo. Más tarde, en el año 616, Tomás de Harqel
Smith Lewis, The Sinaitic Syriac Gospels, en Exp'T, 22 llevó a cabo, para el NT, una colación de la traducción
(1911), págs. 477-478; Additions and Emendations Collec- con tres manuscritos griegos del monasterio de los
ted from the Manuscript in 1897, 1902 and 1906, Cam- Antoninos (Alejandría). Si, como dice Tomás de Harqel
bridge 1913, así como con las anotaciones de la Sra. en un colofón encontrado en algunos manuscritos, su
Lewis en su propio ejemplar de Old Syriac Gospel, que labor no fue más que una colación, no hay motivos
se conserva en la biblioteca del Selly Oak College (Cam- para distinguir entre versión filoxeniana y versión har-
bridge). cleana, puesto que la segunda se reduce a añadir a la
La curetoriana y la sinaítica son probablemente re- primera algunas variantes. Sin embargo, algunos eru-
censiones distintas de una misma versión; la sinaítica ditos, en especial G. Zunzt », suponen que Tomás de
parece, en conjunto, la menos conforme con el texto griego. Harqel habla con excesiva modestia de su trabajo y
No se ha descubierto aún ningún manuscrito de la que la harcleana es una versión filoxeniana corregida
antigua versión siríaca de los Hechos de los Apóstoles y modificada. ·sea lo que fuere, la traducción filoxeniana
ni de las epístolas de san Pablo, aunque se han intentado o harcleana se caracteriza por el prurito de conformidad
realizar restituciones parciales. Así, en lo que se refiere escrupulosa con el griego. Ese prurito llega hasta el ser-
a los Hechos, la de F. C. Conybeare ó, sobre los co- vilismo, pues el autor de la versión procura conservar,
mentarios de Efrén conservados en armenio. En cuanto no sólo el orden de las palabras, sino el número de las
a las epístolas, consúltese, bien J. Molitor, Der Paulus- mismas. J. White editó el NT filoxeniano: Sacrorum
text des Hl. Ephrdm, Roma 1938, bien, sobre todo, los Evangeliorum versio syriaca Philoxeniana ex codd. mss.
estudios de J. Kerchensteiner, Der altsyrische Pau- Ridleianis in bibliotheca Novi Collegii Oxoniensi repositis
lustext (Diss. Pont. Univ. Gregorianae), Roma 1961- nunc primum edita, Oxford 1778; Actuum Apostolorum
1962; íd., Neues zum altsyrischen Paulustext. 1. Gemein- et Epistolarum tam catholicarum quam paulinarum versio
same Lesarte bei Aphrahat und Ephriim. 2. im Líber syriaca Philoxeniana ex cod. ms. Ridleiano nunc primum
Graduum und bei Ephriim. 3. in Aphr., Ephr., Lib. Grad. edita, Oxford 1799-1803. Se puede consultar también
4. Pes. und d. Altsyr. Paulustext, en Stud. Paulin. Con- J. Gwynn, Remnants of the Later Syriac Versions of the
gressus 1961, I, Roma 1963, págs. 531-538. Bible, I: New Testament, The Four Minar Century Epis-
AF. C. CONYBEARE - J. H. ROPES, The Text of the Acts, Londres tle in the Original Philoxenian Version of the Sixth
1926. Century and the History of the Woman Taken in Adultery
2. LAS VERSIONES FIL0XENIANA y HARCLEANA. Según (S. John, VII, 53-VJII, 12). W. D. McHardy prepara
el escritor eclesiástico Moisés d' Aghel, por deseo de una nueva edición.

Qal'at el-Hosn, castillo construido por los cruzados, es una de las fortalezas mejor conservadas de toda Siria.
(Foto F. Arborio Mella, Milán)

757 758
SIRÍACAS

Moisés d'Aghel se refirió también a una versión del Commentary of S. Ephraem the Syrian, Edimburgo 1896. F. C.
Salterio; pero no hay de ella ningún rastro y es dudoso BURKITI, Christian Palestinian Literature, en JThS, 2 (1901), págs.
174-185; id., S. Ephraem's Quotations Jrom the Gospel, Cambridge
que haya existido.
1901. FR. SCHULTHESS, Christlich. Paliistinische Fragmente, Berlín
+The Ancestry of the Harkleian New Testament, Oxford 1945. 1905. J. LEB0N, La version philoxénienne de la Bib/e, en RHE, 12
(1911), págs. 413-436. H. V0GELS, Die altsyris.-Evange/ien in ihrem
3. LA VERSIÓN SIRO-PALESTINA. Se conoce princi- Verhiiltnis zu Tatians Diatessaron, Friburgo de B. 191 l. F. NAU,
palmente por la edición del conde Minischalchi Erizzo, Syriaques (Versions), en DB, V, 2, cols. 1918-1930. A. MINGANA,
Lewtsian and Curetonian Versions of the Gospels, en ExpT, 26 (1914-
Evangelium Hierosolymitanum ex codice Vaticano, Ve-
1915), págs. 47-48, 93-94, 235-236; id., The Remaining Syriac Ver-
rana 1861-1864, y la de P. de Lagarde, Bibliothecae sions of the Gospe/s, ibid., 26 (1914-1915), págs. 379-381. J. Sexo-
syriacae a Paulo de Lagarde collectae quaead philologiam FERS, Evange/ienzitate in Ephriims des Syrers Komrnent ar zu den
sacram pertinent, Gotinga 1892, págs. 257-404. Hay que paulinischen Schriften, Friburgo de B. 1917. M. J. LAGRANGE,
L'oncienne version syriaque des Évangiles, en RB, 29 (1920), págs.
añadir muchas ediciones parciales, sobre todo los tra- 321-350; 30 (1921), págs. 11-14; íd., L'origine de la version syro-
bajos de A. Srnith Lewis - M. D. Gibson, A Palestinian palestinienne des Évangiles, ibíd., 34 (1925), págs. 481-504. SILVA
Syriac Lectionary Containing Lessons from the Penta- NEW, The Harc/ean Version of the Gospels, en HThR, 21 (1928),
págs. 376-395. A. HJELT, Syrus Sinaiticus, Helsingfors 1930. F. C.
teuch, Job, Proverbs, Prophets, Acts and Epistles, witli
BURK!TI, Dr. I. Hall's Philoxenian Codex, en JThS, 33 (1931-1932),
Critica[ Notes anda Glossary, Londres 1897; The Pales- págs. 255-262. A. ROCKER, Die Zitate aus dem Matthiiusevangelium
tinian Syriac Lectionary of the Gospels, Londres 1899; im syr., «Buclt der Stufen», en BZ, 20 (1932), págs. 342-354. C. A.
Palestinian Syriac Texts Jrom Palimpset Fragments in PHILLIPS, Some Notes on Ephrem's Gospel Text. Amícitíae Corolla.
A Volume of Essays Presented to James Rende! Harris, Londres
the Taylor-Schechter Collection, Londres 1900. Además, 1933, págs. 228-238. N. PIG0ULEWSKI, Fragments syropalestiniens
en 1909, Lewis publicó en Cambridge un texto siro- des Psaumes, CXXI/I CXXIV, en RB, 63 (1934), pág. 519-523. W. H.,
palestino más antiguo que los que había editado con P. HATCH, The Suscription in the Chester Beatty Manuscript of the
anterioridad: Codex Climaci rescriptus, Fragments o/ Herac/ean Gospels, en HThR, 30 (1937), págs. 141-156; íd., To What
Syriac Version or Versions of the Gospe/s Did Thomas of Harqel
Sixth Century Palestinian Syriac Texts o/ the Gospels, o/ Refer in his Margin, en JBL, 65 (1946), págs. 371-376. H. DuEN-
the Acts o/ the Apostles and o/ S. Paul's Epistles. A/so SING, Zwei christlich-paliistinisch-aramiiische Fragmente aus der Apos-
Fragments o/ an Early Palestinian Lectionary o/ the Old telgeschichte, en ZNW, 37 (1938), págs. 42-46. M. BLAeK, A Pales-
tinian Syrlac Palimpsest. Leaf of Acts XXI (14-26), en BJRL, 23
Testament; esta publicación debe completarse con la (1939), págs. 201-214. F. RosENTHAL, Die aramiiistische Forschung
edición de M. Black, en BJRL, 23 (1939), págs. 201- selt Th. Nóldekes Verdffentlichungen, Leiden 1939, págs. 144-159.
214, de una hoja perdida del Codex Climaci rescriptus, W. D. Me HARDY, James of Edessa's Citations Jrom the Philoxenian
el manuscrito Mingana Syriac 637, de Birmingham. Al Text of the Book of Acts, en JThS, 43 (1942), págs. 168-173. C. S. C.
W!LLIAMS, Tatian and the Text of Mark and Matthew, ibíd., 43 (1942),
mismo M. Black se debe sobre todo la publicación de oágs. 37-42. w. D. Me HARDY, Disputed Readlngs in the Syriac
A Christian Palestinian Syriac Horologion, Londres 1954; Sinaitic Palimpsest, ibid., 45 (1944), págs. 170-174; id., The Phi/o-
esta obra contiene, además de treinta y cinco o treinta xenian Text Q( the Acts in the Cambridge Syriac Ms; Add. 2053,
ibíd., 45 (1944), pág. 175. J. LER0Y, Le manuscript syriaque 356 de
y siete salmos completos, fragmentos de diversos pasajes la Bíbííothéque Nationale. Sa date et son /ieu de composition, en Syr,
del AT y aun del NT (Le 1,46-55.68-79), Finalmente, se 24 (1944-1945), págs. 194-205. W. H. P. HATeH, Syriac Version or
descubrieron en 1952, en Hirbet Mird, situado en el Versions of the Gospels did Thomas of Harqel Refer in his Margin,
desierto de Judá, distintos fragmentos, entre ellos: Jos en JBL, 65 (1946), págs. 371-376. J. M. V0STÉ, Les textes bibliques
dans le Pontifical de Miche/ le Grand ( 1165-1199), en Bibl, 27 (1946),
22,9-11; Mt 21,30; Le 3,1.3-4; Act 10,28-19.32-41; págs. 107-112. P. KAHLE, The Chester Beatty Ms. of the Harklean
Col l,16-18.20-2JA. Gospels, en MiscMercati, 6, págs. 208-233; íd., The Cairo Gen iza,
La lengua de estos fragmentos está emparentada con Londres 1947. W. D. Me HARDY, The Text of Matthew and More
in Whrite's Versio syriaca Philoxeniana and in the New College Ms.
los pasajes arameos de Esdras y Daniel, así como 333, en JTS, 49 (1948), págs. 175-178. M. BLAeK, The Gospel Text
con el arameo judeopalestino, tal como se hablaba desde of Jacob of Serug, en JThS, nueva serie, 2 (1951), págs. 57-63. L.
Jerusalén a Damasco; en esas regiones nació la litera- LELOIR, S. Éphrem. Commentaire de l'Évangile concordant, Version

tura siro-palestina, sin duda en los siglos V-VI, para satis- arménienne, Lovaina 1953-1954. M. BLACK, An Aramaic Approacb
to the Gospels, Londres 1954. L. LEL0!R, Ephrern et l'ascendance
facer las necesidades espirituales de la población cris- davidique du Christ, en Studia Patrística, I (Papers Presented to
tiana, cuya liturgia se celebraba en griego, no obstante the Second International Conference on Patristic Studies Held at
lo cual, las lecturas se comentaban en el habla del Christ Church), Oxford 1955. J. DE ZWAAN, Hark/ean Gleanings
from Mingana's Catalogue, en NT, 2 (1958), págs. 174-184. CL.
país. El texto de esta versión muestra una influencia ma- VAN PUYVELDE, Versions syriaques, en DBS, VI, París 1960, cols.
nifiesta de la Pésittá" y como ella, encierra targumismos. 855-872, 875-884. L. MAR!ES - CH. MERe!ER. s. ÉPHREM, Hymnes
1
ACf RB, 60 (1953), pág. 526; 70 (1963), págs. 506-555, lámns. conservées en version arménienne. Texte arménien, traduction latine
XVIII-XIX. et notes explicatives, París 1961. L. LEL0IR, Doctrines et Méthodes
de S. Éphrem d'oprés son commentaire de l'évangi/e concordant ,
Bib].: ZACHARIAS CHRYSOPOLYTANUS, [n unum ex quatuor sive original syriaque et version arménienne, Lovaina 1961. J. KERCHEN-
de concordia evangelistarum libri quatuor, en PL, 186, cols. 11-620,
STEINNER, Der altsyrische Paulustext, Roma 1961-1962. L. LEL0IR,
M. G. C. ÁDLER, Novi Testamenti versiones syr. supl, Philoxeniana Le Témoignage d'Éphrem sur le Diatessaron, Lovaina 1962; id.,
et Hierosolymitana, Copenhague 1789. S. EPHREM, Commentaire S. Éphrem, Commentaire de l'Évangi/e concordant. Texte syriaque.
sur les épilres pauliniennes (versión armenia), Venecia 1836. G.
Manuscrit Chester Beatty 709, Dublín 1962. P. A. H. DE B0ER,
MOESINGER, Evangelii concordantís expositio facta a S. Ephraemo
A Syro-Hexap/ar Text of the Song of Hannah: 1 Sam. 2,1-10, en
Doctore Syro in latinum translata, Venecia 1876. FR. BAETHGEN, Fs. G. R. Driver, Oxford 1963, págs. 8-15. J. KEReHENSTE!NER,
Evangelienfragmente. Der griechische Text des Curetonischen Syrers
Neues zum altsyrischen Paulustext . 1. Gemeinsame Lesarten bei
wiederhergestellt, Leipzig 1885. R. L. BENSLY, Hebr. XI,23-XIII,25
Aphrahat und Ephriim. 2. im Líber Graduum und bei Ephriim, 3. In
(edición siroharcleana), Cambridge 1889. J. R. HARRIS, Biblical
Aphr., Ephr., Liber Grad. 4. Pes. und d. altsyr, Paulustext (Stud.
Fragments Jrom Mount Sinaí, Londres 1890. G. H. GWILLIAM, Pau/in. Congressus 1961), I, Roma 1963, págs. 531-538. L. LEL0IR,
The Palestinian Version of the Holy Scriptures. Fíve More Fragments
Divergences entre !'original syriaque et la version arménienne du
Recently Acquired by the Bodleian Library, en Anecdota Oxoniensia,
commentaire d'Éphrem sur le Diatessaron, en Mélanges Eugéne Tisse-
I, 5, Oxford 1893. G. H. ÜWILLIAM - F. c. BURKITI - J. F. STEN- rant, 2, en SteT, 232 (1964), págs. 303-331.
NING, Biblical and Patristic Relics of the Palestínían Syriac Literature,
ibíd., I, 9, Oxford 1896. J. H. HILL, A Dissertation on the Gospel L. LELOIR

759 760
SIRÍACO

SIRÍACO, Idioma. l. DENOMINACIÓN. Se ha con- Otra fecha decisiva para la evolución del idioma
venido en llamar «siríaco» al dialecto arameo literario siríaco fue la del cisma entre los cristianos de habla
que los cristianos emplearon casi desde el principio siríaca. En 457, los nestorianos, expulsados de Edesa,
de nuestra era. Se distingue de sus contemporáneos, restablecieron la antigua escuela de Nisibe. Durante
el judea-palestino, el --,. samaritano, el -> palmireno, el algunos siglos, las dos escuelas rivales, separadas, ade-
--,. nabateo y, más tarde, el mandeo, por su escritura y más, por la frontera que dividía al imperio bizantino
por diversas características de pronunciación, de léxico del imperio persa, florecieron sin relacionarse entre sí.
y de gramática. Con la conquista árabe (639) el uso del siríaco entró
El llamado «siro-palestino» o «cristiano-palestino», en una fase de decadencia. Cuando en el siglo xr se
poco documentado, tuvo una vida propia, y constituyó inicia la lenta renovación que culminó en el último
un dialecto distinto, perteneciente al grupo de los dia- renacimiento del siglo xrrr, el siríaco literario es un
lectos occidentales. El «siríaco» propiamente dicho, idioma exclusivamente eclesiástico y escolar. Sus escri-
dialecto del grupo oriental, alcanzó una producción tores hablan y escriben el árabe; el siríaco hablado por
literaria muy abundante y variada. A partir del siglo vrr el pueblo se ha distanciado mucho del siríaco literario.
aparece en los manuscritos los primeros indicios de El siríaco literario, en cambio, se ha conservado bási-
una evolución que dividía el siríaco en dos ramas lige- camente inalterable durante este milenio de historia.
ramente diferenciadas: la occidental, en uso entre los La historia del siro-palestino, independiente de la del
jacobitas, los melquitas del Líbano y de Siria, y los ma- siríaco literario, es aún poco conocida. Entre los cristia-
ronitas; la oriental, llamada caldea o nestoriana. nos no judíos de Palestina y Transjordania, el uso lite-
rario del griego parece haber relegado constantemente
2. GEOGRAFÍA E HIST0RIA. La difusión del idioma a segundo rango el uso literario del arameo.
siríaco y su historia están íntimamente relacionados AJ. L. TrXERONT, Les origines de l'église d'Edesse et la /égende
con la historia de las iglesias que lo usaron. Como d'Abgar, París 1888. P. MARTIN, Les origines de l'église d'Edesse
idioma literario, el siríaco tuvo, sin duda, su origen en et des églises syriennes, en ReJ1L1e des Sciences Ecclésiastiques, 8,
París l 888, págs. 281-322, 377-438, 473-523. H. LECLERCQ, Edesse,
la región de Edesa, la ciudad helenística fundada por
en DACL, IV, cols. 2058-2110. I. ÜRTJZ DE URBINA, Le origini del
Seleuco I en 304 A.c. Bajo la dinastía de los Abgaros cristianesimo in Edessa, en Gr, 15 (1934), págs. 82-91. B A. MARICQ,
(137 A.c.-216 o.c.), Edesa se convirtió en capital del Les plus anciennes inscriptions syriaques, en Syr, 34 (1957), págs.
reino de la Osroene. Desde el principio de nuestra era, 303-304; íd., La plus ancienne inscription syriaque, ibíd., 39 (1962),
págs. 88-100. W. CuRETON, Spici/egium syriacum, Londres 1855,
las ciudades bilingües de aquel reino ocuparon una po- págs. 43-48. F. ScHULTHESS, Der Brief des Mara bar Sarapion, en
sición media entre las del Tigris, sujetas a los partos, ZDMG, 51, págs. 365-391.
muy poco helenizadas, y las del Orantes, pertenecientes
al imperio romano, mucho más helenizadas. 3. LITERATURA. Es abundantísima. Figuran en pri-
Durante los tres o cuatro primeros siglos de nuestra mer lugar las distintas versiones de la Biblia. Siguen
era, en el interior del imperio romano la lengua culta luego los libros litúrgicos, destinados a la celebración
de los cristianos fue casi exclusivamente el griego; el de la Misa y de los oficios, a la administración de los
arameo, lengua de la población rural y segunda lengua sacramentos y a los distintos ritos, además de las colec-
de la población urbana de Siria, se mantuvo como ciones de homilías, de himnos o cantos, algunos des-
lengua literaria únicamente entre los judea-cristianos. tinados al uso litúrgico. Los himnos, y generalmente
En cambio, al este del Éufrates, donde muy pronto se también las homilías, son textos versificados según
extendió el cristianismo e, los convertidos usaron el reglas propias de la poesía siríaca. Existen, asimismo,
siríaco como lengua culta, junto con el griego, en las un buen número de comentarios bíblicos a los libros
ciudades más occidentales. litúrgicos, tratados teológicos, apologéticos, canónicos,
Del siríaco no cristiano sólo se conservan unas pocas apócrifos bíblicos, crónicas, historias y vidas, y escritos
inscripciones funerarias y una carta del filósofo Mara muy variados sobre gramática, filosofía y ciencias pro-
bar Serapion de Samosata P. Entre las primeras obras fanas.
cristianas escritas en siríaco figuraron, sin duda, las Del siropalestino se han conservado principalmente
versiones de la Biblia (-> Siríacas, Versiones) y el --,. fragmentos de versiones bíblicas destinadas al uso litúr-
Diatésaron de Taciano, escrito en griego y traducido gico, algún escrito hagiográfico, algunas inscripciones
al siríaco, acaso por el mismo autor. y un fragmento de carta privada A_
Una fecha importante para el desarrollo literario del A F. C. BURKITT, Christian Palest inian Litterature, en JThS, 2
siríaco fue cuando una parte de la población cristiana (1901), págs. 174-185. F. RosENTHAL, Die aramdistische Forschung,
Leiden 1939, págs. 144-159. J. T. MILIK, Une inscription et une
de Nísibe, huyendo de los persas, se trasladó a Edesa lettre en araméen christo-palestinien, en RB, 60 (1953), págs, 527-539.
(363 o.c.), En esta ocasión, la escuela teológica exis-
tente anteriormente en Nísibe se fijó en Edesa, donde 4. ESCRITURA. Al principio, las escrituras arameas
alcanzó gran desarrollo. Bajo su influjo, el dialecto lite- cnstianas no se diferenciaron de las no cristianas de
rario de Edesa se extendió como lengua culta por todas Palestina, de los nabateos, de Palmira, de Edesa, del
las comunidades cristianas de habla aramea, desde el Tigris. Los primeros rasgos de la escritura siríaca ar-
Mediterráneo hasta la Adiabena y el golfo Pérsico. caica, que dio origen a la escritura llamada estrangélo,
Algunas de estas comunidades se establecieron en países aparecen en inscripciones cursivas o semicursivas del
de habla no aramea, como en Egipto, en Persia y en principio de nuestra era e. A partir del siglo vn, la
la India (iglesia siro-malabar), llevando consigo el escritura estrangélá evolucionó hasta llegar a dos formas
siríaco como lengua litúrgica y eclesiástica. notablemente diferenciadas: la nestoriana, corres pon-

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SIRÍACO

diendo a la escuela de Nísibe, y la llamada seno, propia semítica. Como evolución del arameo, es un dialecto
de la escuela de Edesa y de los siríacos occidentales. más bien empobrecido y decadente. Considerado en sí
Un sistema de puntos, destinado a indicar la vocali- mismo, como instrumento literario, es un idioma rico
zación o a distinguir la pronunciación de aquellas pala- en recursos, muy apto para una iglesia que se hallaba
bras y de aquellas formas gramaticales que se escriben culturalmente a un nivel no inferior al de su contem-
con las mismas consonantes, dio origen al sistema de poránea, la iglesia bizantina.
vocales en uso entre los nestorianos. Entre los occiden- A A. SCHALL, Studien über griechische Fremdworter im Syrischen,
tales se introdujo la práctica de indicar el sonido de la Darmstadt 1960.
vocal por medio de los caracteres vocálicos griegos, Bibl.: Geografía e historia: R. DUVAL, Histoire politique, reli-
indicados encima o debajo de la consonante corres- gieuse et littéraire d'Edesse jusqu'á la premíére croísade, en JA, 18
pondiente. En los libros destinados a la declamación pú- (1891), págs. 87-133, 201-278, 281-439; 19 (1892), págs. 5-102. P.
blica se introdujo, además, todo un sistema de puntos KAWERAU, Die lakobttische Kirche tm Zeitalter der syrischen Renais-
sance, Berlín 1960.
para señalar las cadencias o inflexiones de la voz corres- Literatura: G. BICKELL, Conspectus rei litterariae syrorum, Müns-
pondientes a cada miembro de la frase. En la escritura ter 1871. E. NESTLE, Litteratura syriaca, Berlín 1888. W. WRIGHT,
nestoriana, otros puntos, menos gruesos, indican la A Short History of Syriac Literature, Londres 1894. R. DuVAL,
La littérature syriaque, París 1907. C. BROCKELMANN, Die syrische
pronunciación dura o suave de las consonantes llama- und die christlich-arabische Litteratur, en Die Litteraturen des Ost ens,
das begad-kefat. Todo este sistema de indicaciones al- VII, 2, Leipzig 1909, págs. 1-74. A. BAUMSTARK, Geschichte des
canzó su máximo desarrollo entre los siglos VII y x. syrischen Litteratur, Bonn 1922. J. B. CHABOT, Littérature syriaque,
París 1934.
AJ. PIRENNE, Aux origines de la graphie syriaque, en Syr, 40 (1963), Escritura: E. TISSERANT, Specimina codicum orieatalíum, Bonn
págs. 101-137. 1914. W. H. R. HATCH, An A/bum of Datecl Syriac Manuscripts,
Boston 1946. J. B. SEGAL, The Diacrítica/ Point and the Accents
5. CARACTERÍSTICAS DEL SIRÍACO Las características in Syriac, Oxford 1953.
Características: R. DUVAL, Traité de grammaire syriaque, París
del siríaco son las del arameo posterior a Jesucristo. l 881. A. MERX, Historia artis grammaticae apud syros, Leipzig
El llamado siro-palestino, emparentado con el arameo 1889. TH. NéiLDEKE, Kurzgefasste syrische Grammatik, Leipzig 1898.
de Judea y con el samaritano, tiene el yod como prefor- A. MINGANA, Grammaire complete et pratique des deux dia/ectes
mativo en la tercera persona del imperfecto. El siríaco, araméens (siríacos), Mosul 1905. C. BROCKELMANN, Syrische Gram-
matik, Berlín 1912. F. ScHULTHESS, Grammatik des christlich palas-
en cambio, dialecto oriental, tiene el nún en vez del tinischen Aramiiisch, Tubinga 1924. L. COSTAS, Grammaire syriaque,
preformativo y6d. Entre el siríaco oriental y el occidental, Beirut 1955.
la diferencia más obvia está en el sonido de la a, que G. CAMPS
los occidentales pronuncian 6; de la e, que los occiden-
tales asimilan a la i; de la 6, que los occidentales asi- SIROFENICIA (Ivpacpo1vÍK1crcra; Vg. Syrophoenissa).
milan a la ü. Las diferencias restantes en su mayor Calificativo que el evangelista Marcos da a la mujer
parte son mínimas desde el punto de vista lingüístico. cananea (Mt) o fenicia, cuya hija curó Jesús asombrado
Un hecho importante contribuyó 'a diferenciar el de su fe extraordinaria.
siríaco de los dialectos arameos no cristianos. El NT Me 7,26; Mt 15,22.
y los textos litúrgicos más antiguos, principalmente los
de la liturgia antioquena, además de muchos otros es- SIROHEXAPLAR. -,. Siríacas, Versiones (§ I).
critos, fueron traducidos literalmente del griego. No
pocos de los primeros maestros y escritores siríacos SIROPALESTINA. Versión siria del NT. -,. Siría
hablaban y escribían el griego, al mismo tiempo que cas, Versiones.
el siríaco. Con ello se introdujeron en el idioma literario
gran número de palabras y de modismos extraños al SIRTAY. Qéré de -+ Sip-ay, intendente de David.
genio arameo, transposición literal de sus correspon-
dientes griegos é. Por ejemplo, agiin, áywv; eucaristié, SIRTES (Iúp-r1s; Vg. Syrte). Nombre dado a dos
evxap1cnía; asn6y6, ~évos; osútútá, 6:crw-ría; estraüüto, bancos de arena situados en la costa septentrional de
cr-rpa-rw-rris; ersis, aipecris; arcúná, o:pxwv, etc., que son África entre Cirene y Cartago. El barco que llevaba pri-
palabras griegas pronunciadas según el genio de la len- sionero a Pablo de Cesarea a Roma tuvo que arrojar
gua siríaca; trisay-subhá, 6p.9ó6o~o1; l6'-m6yiit6, 6:.9áva- por la borda gran parte del equipaje para evitar estre-
-roc, rebmat-nósüto = <p1Aav.9pwTTÍa, etc., de composi- llarse contra la Gran Sirte, que coincide con el actual
ción típicamente griega, pero formadas con palabras golfo de Sidra.
siríacas; un gran número de derivados abstractos y ad-
verbiales; la modificación del valor de los tiempos Act 27,17.
verbales, por medio del auxiliar kwo; la cópula itaw,
ecr-rív, que sustituye frecuentemente a la proposición SIRYON (y heb. siry6n; Iav1wp; Vg. Sarion).
nominal; la subordinación de las proposiciones por me- Nombre que los sidonios daban al -,. Hermón.
dio de conjunciones equivalentes a las griegas, sobre 1 Dt 3,9; Sal 29,6.
todo las que ocupan el segundo lugar en el orden de
palabras dentro de la proposición, como den, 6é; guér, SíS, Subida de (heb. mo'áléñ ha-sis; 'Acrae; Vg.
yáp, construcción evidentemente extraña al genio de las clivus Sis). Lugar por el que los moabitas y ammonitas
lenguas semíticas. subirían desde Engaddi hacia los desiertos de Yérü'él
Con razón se ha podido decir que el siríaco es el y Téqóa", según el oráculo de Yahází'él, en época de
dialecto de sabor menos semítico dentro de la familia Josafat, rey de Judá 1. Suele identificarse con el Wádi

763 764
SisAQ

Caja funeraria de alabastro, destinada


a contener las entrañas del faraón
egipcio sisaq

Hasasah, que asciende desde la


orilla occidental del mar Muerto,
al norte de Engaddi, a la meseta
de Judá.
1 2 Cr 20,16.
Bibl.: ABEL, I, pág. 403. S!MONS, §§
993-994.
J. A. PALACIOS

Si'SÁ' (et.?; Iri~á; Vg. Sisa).


Escriba de David y padre de
'Eli]:loref y 'ÁJ:¡iyyah(ü), que osten-
taron igual cargo durante el reina-.
do de Salomón 1• En otros pasajes
recibe los nombres de Sawsá',
Sewa' y Séráyáhtü).
11 Re 4,3.
Bibl.: NOTH, 1332, pág. 258.

C. COTS

Si'SAQ (k. s6saq; ac. susinqu;


IovcraKíµ; Vg. sesac). Soldado,
descendiente de Sesonq el Viejo,
de la tribu de los mesues, que se
proclamó rey, restableció hasta
cierto punto el orden en Egipto
y fundó la XXII dinastía, la pri-
mera del período libio. Reinó entre
950-929 A.c. en Tanis y Bubastis;
trasladó a esta ciudad su capital,
situada en el Delta oriental, y go-
bernó con el nombre de Sesonq
(egip. ssnq). Amparó a Jeroboam
cuando huyó de Palestina, pero
lo hizo con tanta habilidad, que no rompió sus re- Megiddo, Beisán, Ta'ánák, Sünérn, etc. Noth opina
laciones con Salomón. que hubo dos campañas sucesivas, una contra Trans-
En el quinto año del reinado de Roboam, aprovechan- jordania e Israel, y otra contra Edom y el Négeb. Jeru-
do la debilidad israelita, consecuencia del cisma de los salén, que no se halla en el monumento, quizá se salvó
dos reinos, invadió Palestina. Roboam salvó su país gracias al tributo que entregó Roboam.
mediante el pago de un tributo consistente en los teso- La cámara de cierto Sesonq, tan oscuro que se vacila
ros del palacio y el Templo. En realidad la expedición sobre su datación, se descubrió intacta en Tanis, entre
no fue más que una exhibición de fuerza. 1938-1939: la momia, espléndidamente ataviada, y con
Una relación de esta campaña, que se puede recons- una máscara de oro, descansaba en un ataúd de electro.
truir como una especie de itinerario, se encuentra en En Biblos se encontró un fragmento del asiento de una
un bajorrelieve de la puerta «bubastita», gran pórtico estatua sedente con el nombre de Sisaq/Sesonq, mo-
de esperón, del templo de Amón en Karnak. Sesonq numento que parece haber sido un regalo de este faraón,
la compiló en forma de lista, a imitación de lo que y no el símbolo de conquista; y en Megiddo otro frag-
habían hecho faraones anteriores, tal vez en el año mento, éste de una estela, que el egipcio debió de erigir
vigésimo de su reinado. Aparecen en ella todas las en señal de victoria.
ciudades que Sesonq pretendió haber conquistado, re- 1 Re 11,40; 14,25.26; 2 Cr 12,2-9.
presentadas por sendas figuras de hombres semitas, cuyo
número se eleva a más de ciento cincuenta, un tercio de Bibl.: V. M. MüLLER, Ei ne neue Inschrift zu den asíatíschen
Ziigen des Pharao Schischaq, en OLZ, 4 (1901), col. 280 y sigs. J.
las cuales corresponde al reino del Norte; en el busto LAMMEYER, Das Siegesdenkmal des Konigs Scheschonk I zu Karnak,
de cada cautivo, al que el dios arrastra hacia el sobera- Neuss del Rin 1907. J. H. BREASTED, Ancient Records of Egypt ,
no, figura el nombre de la .población: muchos de ellos IV, Chicago 1927, pág. 348 y sígs. A. T. ÜLMSTEAD, History of
Palestine and Syria, Nueva York 1931, págs. 354-356. J. StMONS,
se han identificado, aparte de haberse comprobado que Handbook far the Study of Egyptian Topographical Lists Relating to
el egipcio las conquistó efectivamente, como, p. ej., Western Asia, Leiden 1937. M. NOTH, Die Schoschenk/iste, en

765 766
SISAQ

ZDPV (1938), págs. 277-304. R. S. LEMON - G. M. SHIPTON, Me- los servidores del patriarca por el disfrute de los dos
giddo, I, Chicago 1939, págs. 60-61. P. GILBERT, Esquisse d'une
histoire de l'Égypte ancienne et de sa culture, Bruselas 1949, pág. 78.
primeros pozos restaurados. El segundo recibió por
A. MÉDEBIELLE, Les livres des Rois, en La Sainte Bible, III, París ello el nombre de «enemistad».
1949, págs. 660-661. G. POSENER, Dictionnaire de la civilisation Gn 26,17-22.
égyptienne, París 1959, págs. 267-268. A. VAN DEN BORN, Sésac,
en Díctíonnaíre encyclopédique de la Bible, Turnhout-París 1960, Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
col. 1736. M. NOTH, The History of Israel, 2.• ed., Londres 1960, págs. 351-352.
págs. 231, 239-240 (trad. ing.), S. YEIVIN, Topographical and Ethnic J. A. PALACIOS
Notes, III, en JEA, 48 (1962), págs. 75-80. E. HORNUNG, Unter-
suchungen zur Chronologie und Geschichte des Neuen Reiches, Müns-
ter 1963.
SITRAY (q. sirtay ; et.?; 'AcrapTaís [B], í:mpaí [AJ;
J. A. G.·LARRAYA
Vg. Setrai). Hombre de Sárón y uno de los intendentes
de David, cuyos rebaños cuidaba en la llanura natal.
SISARA. Nombre vulgar de los personajes llamados 1 Cr 27,29.
---> Sísérá' en el T. M. Bibl.: NoTH, 1327, 1400, págs. 258, 260.
M. D. RIEROLA
SÍSEMAY (et.?; cf. ac. sa-as-ma-a; ugar. 'bd ssm;
fen. 'bdssm; í:ocroµaí; Vg, Sisamoi). Hombre des- SITRÍ («mi protección [es Dios]»; Í:EypEÍ [BJ, 2E-
cendiente de Judá por la estirpe de Hesrón, Fue hijo .9pEÍ [A]; Vg. Sethri). Levita, tercer hijo de "Uzzr'él
de "El'ásáh y padre de Sallüm-. de la familia de Qéhát '.
11 Cr 2,40. 1Éx 6,22.
Bibl.: K. L. TALLQVJST, Assyrian Personal Names, Leípzig 1914, Bibl.: NOTH, 1004, págs. 38, 158.
pág. 219. NoTH, 1000, pág. 252. W. RuoOLF, Chronikbücher, en
Handbuch zum A/ten Test ament , Tubinga 1955, págs. 19-20.
SITIAR («acacia»). Elemento que entra en la for-
M.V. ARRABAL mación del nombre de lugar ---> Bét ha-Sittah.

SÍSERÁ.' (et.?; 21cró:pa; Vg. Sisara). Nombre de Sl'f'fÍM. Nombre hebreo, en plural, de la -->acacia,
dos ( ?) personajes bíblicos: que es también elemento componente del topónimo
l. Jefe militar de Yábín, cabeza de una liga de ---> A.bel ha-Sittím.
soberanos cananeos. La suerte de Sisérá" se relata en
Jue caps. 4 y 5 (este último es el «canto de Débora»). SÍWAN (ac. simánu; Í:E1ovó:i\, 21ovó:v; Vg. Siban,
Se dice en ellos que su ciudad era Háróset ha-Góyím, Sivan). Tercer mes del año hebreo, que corresponde
que le derrotaron las fuerzas de Débora y Báráq en a los de mayo-junio actuales.
el río Qisón y que, en su huida, Yá'él le mató en su Est 8,9; Bar 1,8.
tienda con una de las estacas de aguante. Su nombre Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'archéologie biblique, II, París
no es semítico y se cree en la actualidad que procede 1953, pág. 177.
de Iliria - antes se le atribuía un origen hitita, egipcio,
asirio, etc. -. Tal vez Sísérá' fue un caudillo de un SÍZÁ' (abr. de ---> Mésézab'él; í:ail;ó:; Vg. Siza).
grupo de los Pueblos del Mar, distinto del filisteo, a Jefe de la tribu de Rubén y padre de 'Ádinii', uno de
quien las fuerzas israelitas desbarataron para siempre los héroes de David 1.
el avance, desde el Carmelo hacia el interior de Pales- 11 Cr 11,42.
tina, que efectuaba con el apoyo de los cananeos.
Bibl.: NOTH, 1330, pág. 156.
2. (var. 21crapaó: [AJ). Epónimo de una familia de
netineos que regresó de Babilonia con Zorobabel-. SKEVAS (2KEvas; Vg. Sceva). Sumo sacerdotejudio,
Algún exegeta ha querido ver cierta relación entre este cuyos siete hijos exorcisaban en Éfeso a los malos
Sisérá" y el anterior, puesto que sus descendientes fue- espíritus en nombre de Jesús-, lo que ya ocurrió en vida
ron netineos, esto es, esclavos del Templo, muchos de del. Maestro 2• La declaración de que Skevas era sumo
los cuales eran extranjeros capturados en la guerra. sacerdote resulta oscura, pues no se ha descubierto la
1 Esd 2,53; Neh 7,55. existencia de ninguno que llevara tal nombre. Por .ello
Bibl.: H. BAUER, Die Gottheiten von Ras Shamra, en ZAW, 10 se ha creído que la mención procede de una tradición
(1933), págs. 83-84. W. F. ALBRIGHT, The Song of Deborah in the popular o que Skevas pertenecía a una familia de pon-
Light of Archaeology, en BASOR, 62 (1936), págs. 26-31. R. TA-
MISIER, Le Jivre des Juges, en La Sainte Bible, III, París 1949, loe. cit.,
tífices.
G. RINALDI, Sisara, en ECatt, XI, cols. 760-761. M. NOTH, The 1 Act 19,13-20. 2Cf. Me 9;38.
History of Israel, 2.• ed., Londres 1958, págs. 149-152.
Bibl.: J. RENIÉ, Acles des Apótres, en La Sainte Bible, XI, París
M.V.ARRABAL 1949, págs. 264-266, con bibliografía.
T. DE J. MARTÍNEZ
SITNAH (heb. be'er sitnáh, «pozo de la enemistad»;
'Ex.Spía; Vg. Inimicitiat. Al volver a establecerse en SO' (et.?; í:riywp [B], í:wó: [A]; Vg. Sua). Rey de Egip-
el valle de Gérár, Isaac hizo que sus criados abrieran to, al que Oseas, monarca de Israel, envió embajadores
los pozos que Abraham había excavado y que los filis- hacia el año· 725 A.c.1 No se encuentra este nombre en
teos (cananeos) habían cegado. Aquello ocasionó una la lista de los faraones de la XXIV dinastía, que es la
de las disputas corrientes en las regiones áridas por la que corresponde cronológicamente al reinado de Oseas;
posesión del agua. Los pastores del valle riñeron con el rey egipcio contemporáneo de éste se llamaba Tef-

767 768
Só'AR

naht. Es opinión tradicional identificar a So' con el torio babilónico hasta que fueron rechazados a las
faraón Sabaka, pero se ha de rechazar por los datos llanuras orientales del Tigris.
antes expuestos. La recensión de Luciano le llama 1Ez 23,1-49. 'Ez 23,23.
Adramélek el etíope (' AopaµÉAEX Tov Ai.Síona), lo cual Bibl.: L. DENNEFELD, Les grands prophétes, en La Saínte Bible,
tampoco arroja ninguna luz sobre la verdadera persona- VII, París 1947, págs. 538-539. É. DHORME, en Recueíl Édouard
lidad de So'. Dhorme, París 1951, págs. 183, 201, 224 (n. 7), 225, 232, 236, 241,
499 y sigs., 765.
Se han propuesto varias correcciones al T. M., tales
J. A. PALACIOS
como la de transformar el nombre So' en Séwe", Los
anales de Sargón II permiten reconocer en él al dig-
$0'ÁN. Ciudad del delta oriental de Egipto. -,.
natario militar y administrativo (ac. turtanu/tartanu)
Tanis.
egipcio llamado Sib'e o Síb'u, que el monarca asirio
derrotó cuando la toma de Samaria.
$0'AR (cpequeño» ?; en Gn 14,2.8 es llamada indis-
12 Re 17,4.
tintamente í:riywp y BaMK; Vg. Segar y Bala). Era
Bibl.: HAGEN, III, col. 1088. H. VON ZEISSL, Aethiopen und una de las cinco ciudades emplazadas en el valle de
Assyrer in· Aegypten, en AF, 14 (1944), págs. 18 y sigs. A. MtoE-
BIELLE, Les livres des Rois, en La Sainte Bible, III, París 1949, pág.
Siddírn al sudeste del mar Muerto y, según la opinión
756. ANET, pág. 285. L. ARNALDICH, Libros históricos. del Antiguo más corriente en el actual Gór el-Sáfiyah. Fue la única
Testamento, en Biblia Comentada, U, Madrid 1961, págs. 516-517. ciudad que escapó a la catástrofe de la Pentápolis gra-
M. V. ARRABAL cias a la intercesión de Lot1. Existía aún en los tiempos
de Isaías2 y de Jeremías". Se ignora cuándo la ciudad
SOA' (í:ovÉ [B], í:oúo [A]; Vg. tyranni). Región y bíblica desapareció por efecto de un fenómeno sísmico,
sus habitantes mencionados en una profecía de Ezequiel, del cual habla san Jerónimo Sus habitantes remon-
é.

que estigmatiza la idolatría de los israelitas y sus alian- taron el Seil el-Küráhi, y pronto en la ribera derecha de
zas con los pueblos paganos 1: los babilonios (moradores este torrente surgió la Zoora de los bizantinos, de san
de la ciudad) y los caldeos (la gente del país) invadirán Jerónimo y del mapa de Mádaba. De ella pueden verse
la tierra de Judá, y Soa' formará parte de su ejército'. aún hoy algunos vestigios en medio de las ruinas árabes
Los de Soa' son probablemente los sutú, nómadas del de Hirbet Sei!J 'Isa y de Qasr el-Tüb. La opinión más
desierto sirio, aliados con los arameos y en guerra sin probable es que la Só'ar bíblica desapareciera para siem-
tregua con Asiria, que hicieron incursiones en el terri- pre sumergida en las aguas del mar Muerto, ya que

Ruinas árabes de Hirbet Sei]:i 'Isa y Qasr el-Tüb, con vestigios de la Zoora bizantina, que fue la sucesora
de la bíblica ~6'ar. (Foto Monasterio de Montserrat)

769 770
Só'AR

es un hecho incontestable la elevación lenta del nivel los habitantes de Qiryat Yé'ráirn - en este caso se
de este mar. le llama «padre». Hijos suyos fueron Ró'eh (heb. ha-
AJERÓNIMO, Quaestiones in Gen., 4,3. ró'eh), que tal vez se haya de enmendar en Ré-áyáh,
"Gn 19,19-23. 'Is 15,5. 'Jer 48,34. y l:{a~i ha-Ménuhót",
1 Gn 36,20.23.29; 1 Cr 1,38.40. • J Cr 2,50.52.53; 4, 1.2.
Bibl.: G. DALMAN, Paliistina Jahrbuch, Leipzig 1908, págs. 84-85.
A. MALLON, en Bibl, 5 (1924), págs. 434-440. A. MUSIL, Moab, Bibl.: NoTH, 1313, pág. 286.
Nueva York 1927, págs. 69-75. N. ÜLUECK, en BASOR, 67, págs.
M. V.ARRAVAL
20-22. W. F. ALBRIGHT, en BASOR, 14, págs. 3-4. F. M. ABEL,
Croisiére de la Mer Morte, en RB (1931), págs. 78-79; id., II, ibid.,
pág. 466. SOBA Y (abr. de -+ Sebanyiih[ü]; Lw[3at; Vg. Sobai).
B.UBACH Jefe de una familia de levitas, porteros del Templo,
cuyos descendientes regresaron de la Cautividad babi-
SOBA'. -+ Sobiih. lónica con ZorobabeJl.
1
Esd 2,42; Neh 7,45.
SOBÁ.B («apóstata»; Vg. Sobab). Nombre de dos Bibl.: NOTH, 1300, pág. 257.
individuos del AT: M. MÍNGUEZ
l. (Lovf3áf3, Lwf3áf3). Hombre de la tribu de Judá.
Fue el segundo hijo de Caleb, que éste tuvo de 'Ázübah1. SOBEBÁH (heb. ha-sábébáh ; et;?; Laf3a.9á [B],
2. (Lwf3af3). Según 1 Cr 3,5, el segundo de los cua- ¿wf3rif3á [AJ; Vg. Sobaba). Hombre de la tribu de
tro hijos que David tuvo en Jerusalén de su esposa Judá, hijo de Qós y hermano de 'Ánüb1• Probablemente
Betsabé, después de su traslado desde Hebrón 2• se trata de un nombre tribal.
11 Cr 4,8.
'1 Cr 2,18. '2 Sm 5,14; 1 Cr 14,4.
Bibl.: NOTH, 1186, pág. 255.
Bibl.: Cf. NoTH, 1312, pág. 258.
M. MÍNGUEZ
M.GRAU

SOBEQ (cvencedor», cf. ár. sábiq'"'; Lwf3éK; Vg.


SOBÁH (var. soba'; ac. subiti'l ; Lovf3á, Lwf3áA; Vg. Sobec). Uno de los jefes judíos que firmaron el pacto
Soba). Ciudad y reino, en un principio amorreo y de renovación de la Alianza con Dios en tiempos de
más tarde arameo, situado entre el Líbano y el Antilí-
Nehemías1.
bano (-+ 'Áriim Sobii'). Saúl estuvo en guerra contra 1Neh 10,24.
los reyes de Sóbáh-, lo mismo que David2; los arameos
Bibl.: NoTH, 1314, pág. 231.
que ocupaban el territorio fueron aliados de los ammo- G. SARRÓ
nitas, a quienes suministraron gran cantidad de soldados
mercenarios 3 • Rézón era natural de So báh '. SOBERBIA. Es el amor desordenado de la propia
11 Sm 14,47. '2 Sm 8,3.5.8.9; cf. 1 Cr 18,3.5.9. 32 Sm 10,6; excelencia con desprecio de los demás. La SE le asigna
1 Cr 9,6. •¡Re 11,23.
los más diversos nombres con sentido equivalente todos
Bibl.: SIMONS, §§ 19, 246. ellos. Es sorprendente la frecuencia con que habla de
R. FUSTÉ la soberbia y de los castigos que importa. Y es que la
soberbia está a la base de todo pecado y de todo vicio1•
SOBAK (et. cf. infra; Lwf3áK; Vg. Sobach). General En sus manifestaciones salvíficas en pro de la humanidad,
de las tropas del rey arameo Hádad'ézer de Soba', en Dios no cesa en anatematizada y los profetas la de-
lucha con David. El monarca israelita se enfrentó con nuncian igualmente, con insistencia reiterada, como la
él en Hélám, en Transjordania, le derrotó y le dio raíz y principio del mal 2• Las enseñanzas y el ejemplo
muerte, tras lo cual los arameos pagaron tributo a del mismo Cristo en sus relaciones con los fariseos
David1. En el pasaje paralelo, recibe el nombre de constituyen una confirmación práctica y definitiva de
Sofak2• Kraeling cree que el nombre Sóbak es erróneo la doctrina reprobatoria del AT. Todo el cap. 23
y que corresponde a sákap o sa'kap, por lo cual se in-
de Mateo es una requisitoria tremenda contra la so-
clina a considerar más correcto el de Sófak, aunque berbia 3• A su vez, los apóstoles se hacen eco de las
pudiera ser que el primero tuviera por componente
enseñanzas de Cristo",
a Aku, dios mesopotamio. Aunque sus formas son variadísimas, santo Tomás,
12Sm 10,16.18. '1 Cr 19,16.18. siguiendo a san Gregorio señala cuatro principales, de-
Bibl.: E. G. H. KRAELING, Aram and Israel, Nueva York 1918, rivadas de la Escritura:
pág. 43.
P. ESTELRICH
a) Atribuirse a sí mismo los bienes que se poseen,
cuando en realidad es Dios quien los proporciona 5•
SOBÁL (ccanasto»: Lwf3áA; Vg. Soba/). Nombre de b) Creer que los hemos recibidoen atención a nues-
dos personajes veterotestamentatios: tros propios merecimientos 6•
l. Segundo hijo de Se'ir y jefe de un clan o tribu e) Jactarse de lo que no se tiene, alardeando de cuali-
hurrita, tal vez la principal, que vivió en el país de Edom, dades no poseídas. Los soberbios acostumbran a supra-
a los habitantes del cual parece representar". valorar sus méritos y, por eso mismo, son vituperados
2. Descendiente de Judá, de la familia de Caleb. El y reprendidos por Dios'.
T. M. da pie a la interpretación de que fue hijo de Hür d) Desear aparecer como ún_ico poseedor de tales
o hermano suyo en sentido amplio, y antepasado de bienes con menoscabo de los demás: así el fariseo que

771 772
SOCIOLOGÍA

daba gracias a Dios porque no era, como los otros, pezó sosteniendo que la ética protestante conducía
pecador•. orgánicamente al predominio del capitalismo. Luego en
La soberbia estuvo en el origen de la apostasía de su obra maestra y de gran influencia titulada Ancient
los ángeles y del hombre•. La Biblia denuncia clara- Judaism (Tubinga 1921; Glencoe 1952), sostuvo junto
mente y sin reservas este pecado, porque es una mentira con otros muchos conocimientos íntimos, incompletos
y una ilusión vana, al tiempo que descubre la hipocresía, y provocativos de historiografía bíblica, que el mensaje
egoísmo y ambición del soberbio1°, al atribuirse algo profético de la Biblia surgió de una protesta contra la
que no tiene o que no adquirió por sus propios mere- clase dominante y en conflicto con ella. El punto de
cimientos". Pero eso, el soberbio - que lleva una exis- vista de Weber fue seguido en Francia por A. Lods c,
tencia de engaños y falsedades - no puede esperar la y A. Causse P. En Alemania por A. AltE y por A. Me-
ayuda y protección divina; al contrario, Dios le humilla nes F. La obra de Weber es sinceramente elogiada en
y abate en tanto que eleva y ensalza al humilde>, La el libro de W. Albright From the Stone Age to Christia-
soberbia, principio de muchos pecados, es detestada nity (Baltimore 1946) que tanta influencia ha tenido.
por Dios, porque le causa horror>. Pero en el interín ha aparecido en los Estados Unidos
1
Eclo 10,13 (Vg. 15). 'Sal 73,6-7; Prov 21,24. -cr. Le 18,9-14. un Sociological Study of the Bible de L. Wallis (Chicago
+Sant 4,6; 1 Pe 5,5; Rom 1,30; 11,20; 2 Tiro 3,2; 1 Cor 5,2. 5 1 Cor 1912); ésta y sus otras obras God and the Social Process
4,7. 'Ef 2,8. 7 Ap 3,17. 'Le 18,10-14. 'Gn 3,1-8. 10Mt 23,1-33.
11
Is 10,13; 14,12; Col 6,3; 1 Cor 4,6; z.ce. 10,7. "Job 20,6-9;
(1935), y The Bible is Human (Nueva York 1942) han sido
Sal 119,21; Le 18,14. 13Prov 6,17. censuradas por estimar que reducen el total transcurso
Bibl.: SANTO TOMÁS, S. Theol., 2-2, cuestión 162. T. DEMAN, de la historia hebrea a una pugna entre teorías de ocu-
Orgueil, en DTHC, cols. 1411-1434. P. HEINJSCH, Teología del pación nómada y sedentaria de la tierra. A modo de
Vecchio Testamento, Turin 1950, págs. 207-208. J. BONSJRVEN, reacción, W. Graham G derivó la religión de la propia
Teología del Nuevo Testamento, Turín 1952, págs. 99-100, 116-117.
Biblia de los patrones sociológicos contenidos en ella.
S. FOLGADO Es significativo que una interpretación moderna de
origen judeo-americano de la totalidad de la historia
SC>BI («el que lleva cautivo»; Oumf3í; Vg. Sobi). judía se titule a sí misma «social y religiosa» (S. Baron,
Habitante de Rabbat Béné 'Amrnón e hijo de Náhás, Nueva York 1952-1958), aun cuando sostiene que el
que, con otros hombres, pertrechó de víveres y artículos monoteísmo israelita cooperaba a la mejora de las con-
imprescindibles a David en la población de Mahánáyim diciones económica-sociales sin ser determinado por
en el primer momento de la usurpación de Absalón1• ella. El análisis «sociológico» del AT más admirado en
12 Sm 17,27-29. la actualidad (más bien tiende a psicológico o a «psico-
D. VIDAL analítico») es el de J. Pedersenü ; pero evidentemente
los más adecuados son los de E. Ring ', J. Garstang-',
SOCIOLOGÍA. Así como la sociología en tanto J. Pirennew, C. van Leeuwen L. Mientras tanto, los ca-
que ciencia específica es evidentemente moderna, aun tólicos de varios países se han pronunciado sobre los
cuando se limite a sistematizar rasgos del comporta- principios sociales contenidos en la Biblía v, y en forma
miento humano conocidos desde los albores de la his- algo indecisa han extraído datos del NT tendentes a una
toria, también contiene la Biblia numerosas observa- sociología coherente y unificada de la totalidad de la
ciones de importancia, aunque sólo haya sido en el Biblia cristiana.
siglo presente cuando ha surgido una «escuela socio- AM. LURfE, en BZAW, 45 (1927); N. NICOLSKJJ, en ZAW, so
lógica de interpretación bíblica». Sin duda alguna, esto (1932), pág. 216. BJ. FENTON, Early Hebrew Life, Londres 1880;
se debe en buena parte a los agitadores marxistas, so- W. NOWACK, Die sozialen Probleme in Israel, Estrasburgo 1892.
F. BUHL, Die sozialen Verhii/tnisse der Israeliten, Berlín 1899. CA.
cialistas e incluso comunistas que intentaron descubrir
Lons, Israel, París 1938. DA, CAUSSE, Pauvres d'Israi!l, París 1922;
«entre líneas» de la Biblia, reputada como documento íd., Du groupe ethuique a la communauté religieuse, París 1937; íd.,
puramente humano carente de perfección en el orden en RHPhR, 10 (1939), págs. 24-60. EA. ALT, Gott der Vater, Stutt-
histórico, alguna base de sustentación en que fundar gart 1929; íd., Staatenbildung, ibíd. 1930; íd., Ursprünge des israel-
itischen Rechtes, Leipzig 1934; íd., en Kleine Schriften, 2, Munich
sus hipótesis relativas a la explotación y liberación del 1953, págs. 1-65. FA. MENES, en BZA w, so (1928). G w. GRAHAM,
proletariado é.En parte representó una superación de en JR, 14 (1934), págs. 306-329; íd., Prophet s and Jsrae/'s Culture,
la aproximación antropológica de W. Robertson Smith, Chicago 1934. HJ. PEDERSEN, Israel, its Life and Culture, 4 vols.,
cuya Religión of the Semites (Edimburgo 1889; 3.ª ed. Copenhague 1926-1940. 1E. RrNG, Israels Socia/a Lagstiftning,
Estocolmo 1922. 'J. GARSTANG, Heritage of Solomon, Londres
1927) e investigaciones a ella referentes constituyeron 1934. KJ. P!RENNE, en AHDO/RIDA (1949-1954). LC. VAN LEEU-
una valiosa tarea de pionero, si bien la «historia com- WEN, Le développement du sens social en Israel, Assen 1955. MH,
parada de las religiones» en el sentido propuesto por BücK.ERS, Die biblische Lehre vom Eigentum, Bonn 1947; íd., en
DTh(F), 31 (1953), págs. 61-81. J. GABRIEL, en Jahrbuch der Leo-
Frazer, Durkheim, Lévy-Bruhl, y Hubert-Mauss ha ve- Gesellschaft; Viena 1930, págs. 201-218.
nido constituyendo una preocupación para los creyentes.
A pesar de todo, resultaba inevitable que en la época l. MATRIMONIO y FAMILIA. La influencia de los pa-
actual fuera investigada la «enseñanza social» de la dres en la unión de los esposos, a menudo jovencisirnos,
Biblia a la luz de los métodos sociológicos usuales. Esta era preeminente"; pero no excluía la elección privada e
tendencia fue señalada en un capítulo informativo de incluso la nota sentimental'. No obstante la tolerancia
H. Hahn, Old Testament in Modern Research (Filadelfia de la poligamia 3, prácticamente era una sola mujer
1954, págs. 157-184). Además de algunos ensayos pre- quien asumía en cada familia el carácter de esposa
Iirninares P, el auténtico fur{dador de la sociología de única 4; incluso se han señalado testimonios de super-
la religión (Religionssoziologie) fue Max Weber. Em- vivencias «matriarcalesa- e. La elección de novia iba

773 774
SOCIO LOGIA

acompañada de un precio hecho efectivo a su padre; 19-41. F J. VAN DODEWAARD, en LThMK, 2.• ed., Friburgo 1960,
pág. 1346. G L. MENDELSOHN, en BASOR, 83 (1941), págs. 36-39; 139
no resulta todavía aclarado si esa cantidad constituía (1955), págs. 9-11. HA. KUSCHKE, en ZA W, 57 (1939), págs. 21-57.
la «dote» que aquella aportaba a su nuevo hogar"; el 1Lv 25,40; Éx 21,2; Dt 15,12. 'Jue 11,5; Rut 7,1. 'Is 5,8;
hecho de que la novia la conservara en forma de mone- Miq 2,2; Am 5,11; 8,5.
das que llevaba encima como adorno parece haber sido Bibl.: Sobre el trabajo en la Biblia: W. LAUTERBACH, Der
freno a un divorcio que de otro modo se revelaba harto Arbeiter des AT, Heidelberg 1935. P. TERMES Ros, El trabajo según
fácil P. La ceremonia matrimonial era solemne', pero la Biblia, Barcelona 1955. P. BENOIT, en LV, 20, págs. 209-222. W.
BIENERT, Die Arbeit nach der Lehre der Bibel, 2.3 ed., Stuttgart 1956.
ni se menciona ritual religioso ni intervención sacerdo-
tal alguna. Una supervivencia finamente sentida de la
3. PROPIEDAD Y HERENCIA. La principal base de la
primitiva organización en clanes acuciaba a la fecunda-
sémittáh. (crnanumisión») de Deuteronomio, Éxodo, año
ción de la viuda sin hijos del hermano difunto c. La
jubilar del Levltico- e- y de la ley matrimonial del levi-
importancia adquirida por la prostitución, según alu-
rato parecen haber sido ciertas convicciones profunda-
siones incidentales, hace suponer que en materia de
mente arraigadas de que la propiedad de la tierra había
moralidad sexual se caía en los mismos abusos que en
de permanecer, en forma inalienable, repartida entre
cualquier sociedad en general.
familias de pequeños propietarios.
AJ. MoRGENSTERN, en ZAW, 47 (1929), págs. 91-110; 49 (1931), A R. NoRTH, Sociology of the Biblical Jubilee, Roma 1954, pág. 172.
págs. 46-58. BJ. PATERSON, en JBL, 51 (1932), pág. 161 y sigs.
1Dt 25,1; Éx 21,2; Lv cap. 25.
CR. CRUVEILHIER, en RB, 34 (1925), págs. 524-546. H. ROWLEY,
en HThR, 40 (1947), págs. 77-99, y otros comentarios sobre Rut,
A. PuUKKO, en ArOr, 17 (1949), pág. 296 y sigs. 4. URBANISMO, NIVEL DE VIDA. A través de todo el AT
1Gn 24,1; 34,4; Jue 1,12; 14,1; 1 Sm 18,23. 2Gn 21,11.20; 1 Sm aletea como ideal el nomadismo e. La adscripción al
18,20. 'Gn 16,1; 29,26; 30,3; 1 Sm 1,2; 2Sm 3,2; 1 Cr 3,1; 14,3; clan de la familia constituye, como entre los árabes
28,5; 2 Cr 11,18; 13,21; Est 2. 'Is 8,3; 54,5; Ez 24,16; Os 2,16; actuales, la base de toda la vida civil en mucha mayor
Mal 2,14. 'Jue 14,15. 'Gn 29,15; 31,15.43; Éx 22,16; 1 Sm 28,23;
2 Sm 3,14. 'Gn 29,22; Jer 7,34; Jue 14,12; Jn 2,2. escala que en Occidente P, de lo cual han surgido los con-
Bibl.: A. EBERHARTER, Das Ehe- und Familienrecht der Hebrder,
ceptos bíblicos de «personalidad corporativa» y de res-
Münster 1914. E. CROSS, The Hebrew Fami/y, Chicago 1927. E. ponsabilidad colectiva, objeto de recientes controver-
NEUFELD, Ancient Hebrew Marriage Laws, Nueva York 1949. D. sias c. Pero vivir en aldeas era normal, lo cual dio lugar
MACE, Hebrew Marriage, Londres 1953. R. PATAI, Sex and Family gradualmente a ciudades muy populosas>. Su nivel de
in the Bible, Nueva York 1959.
vida ha sido estudiado por Kennett (23-50); pero la in-
2. TRABAJO, CAPITAL, DEUDAS y ESCLAVITUD. Si bien terpretación de los más importantes hallazgos arqueo-
hasta la actualidad los hallazgos arqueológicos de mone- lógicos se ve obstaculizada por nuestro absoluto des-
da acuñada sólo se remontan al período persa, alrededor conocimiento de la población de Palestina o de sus
de 400 A.C., son frecuentes las referencias a la existencia regiones, en los períodos biblicos P, La polémica sobre
de moneda acuñada de fecha anterior, y también para el estado de la masa del pueblo o 'am há-t áres ha sido
el pago de servicios. Ciertos usos típicos para garantizar muy intensa F.
las deudas (anticresis, sémittiih, pérázébál) parecen in- AK. BUDDE, en Preussische Jahrbiicher, 85 (1896), págs. 57-79;
dicar que era éste un fenómeno social perturbador muy íd., en New World, 4 (1895), págs. 726-745. J. FLIGHT, en JBL,
42 (1923), págs. 158-226. P. HuMBERT, Sobre Oseas 15,10, en
difundido. La usura queda terminantemente prohibida
BZAW, 41 (1928), págs. 158-166. s. NYSTR0M, Beduínentum und
y es objeto de acres censuras A, pero se inculca la obliga- Javísmus, Lund 1946. BWOLF, en JBL, 65 (1946), págs. 45-49.
ción onerosa de conservar fielmente el depósito cons- CH. ROBINSON, en BZA w, 66 (1936), pág. 49. M. LOHR, en BZA w,
tituido por un vecino. 10 (1906). A. JOHNSON, Vitality of the Individual, Cardiff 1949.
ºA. JoNEs, Urbanization of Palest ine, en JRS, 21 (1931), págs. 78-85.
Muchos apologistas judíos insisten en forma poco EE. GINZBERG, en JQR, 22 (1932), págs. 343-408. ZIMMERMANN,
convincente en que la única modalidad de «esclavitud» en Klio, 21 Leipzig 1927, págs. 340-343. J. JEREMIAS, en ZDPV, 66
sancionada por la Biblia fue el trabajo libre pagado B; (1943), págs. 24-31. Sobre agrupaciones sociales véase J. VAN DER
PLOEG, en JEOL, 8 (1942), págs. 642-650; id., en OTS, 9 (1951),
pero la circunstancia de que la auténtica esclavitud fuera
págs. 49-64; 10 (1954), págs. 185-196 y L. RoST, en ThLZ, 80 (1955).
restringida1, parece indicar que fue reconocida legal- págs. 45-49. FE. WüRTHWEIN, Der a. im AT, Stuttgart 1936. S,
mente como penalidad o más bien como indemnización ZEITLIN, en JQR, 23 (1932), págs. 45-61; E. G!LLJSCHEWSKI, en ZA W,
por deudas impagadas. La profesión más noble era la 40 (1922), págs. 137-142. M. SuLZBERGER, The a., the Ancíent He-
brew Parliament, Filadelfia 1909, pág. 50. N. SLOUSCH, en. JQR, 4
milicia y a ella adscribe Weber como atributos la riqueza (1913), págs. 303-310. s. DAICHES, en JThS, 30 (1929), págs. 245-249.
y la influencia política; la expresión gibbor háyil? significa
indistintamente «caballero de riqueza y de milicia» c. 5. LEY PENAL. Ciertos preceptos concretos del Código
R. Kennett ha estudiado otros medios de vida: pastoreo, de la Alianza1 reflejan una inspiración tribal semítica
agricultura, carpintería n. Sobre «industria» véase Lurje E. muy extendida, que aparece también en diversos grados
Sobre comercio J. van Dodewaard ". Las polémicas de desarrollo en Hammurabi y en las leyes hititas e .
actuales versan sobre la expresión «proletario libre», Se procura la compensación pecuniaria. En otro lugar
bofsiG. La Biblia refleja los extremos de riqueza y de son dispuestas penas severas, en especial para los delitos
pobreza y sólo los ataca esporádicamente 3H. contra la honestidad, aunque rara vez son llevadas a
AJ. HEJCL, Das alttestamentliche Zinsverbot, Friburgo 1907. E. la práctica; la fórmula «ser extirpado de en medio de
NEUFELD, en HUCA, 26 (1955), págs. 355-412. s. STEIN, en JThS, su pueblo» puede significar una excomunión del culto
4 (1953), págs. 167-170. B M. SULZBERGER, Status of Labor in más que la muerte o el destierro, como había sido
Ancient Israel, Filadelfia 1923. CJ. VAN DER PLOEG, en RB, 50
(1941), págs. 120-125. DR. KENNETT, Ancient Hebrew Social Lije, supuesto anteriormente. También los animales y las
Londres 1933, págs. 65-73. E M. LURIE, en BZAW, 45 (1927), pags. cosas inanimadas eran objeto de castigos P. Era en la

775 776
Sinaí. Desde la cumbre más alta del Sinai, el Gebel Kájerín, se domina la región en que ocurrieron los hechos más trascen-
dentales del Éxodo. La comarca da una buena idea de las dificultades que hubieron de vencer los israelitas. (Foto S. Bartina)

Sinaí. El monasterio de Santa Catalina alberga una comunidad griega, que lo ocupa desde el siglo vi. Los edificios
situados en un valle, al pie del Gebel Musa, son la iglesia y las dependencias de monjes y peregrinos. (Foto S. Bartina)
SO D O M A

puerta de la ciudad donde tenían lugar las prolijas quedan prácticamente limitadas a las fuentes talmúdi-
pruebas judiciales y el propio juício c. cas A (-,. Educación).
AH. CAZELLES, Études sur le code de /'Alliance, París 1946; íd. AL. DüRR, Das Erziehungswesen im AT und im antiken Orient,
Loi israélite, en DBS, V (1953), cols. 489-530. G. MENDENHALL, Leipzig 1932.
en BA, 17 (1954), págs. 26-76. A. JEPSEP, Untersuchungen zum
Bundesbuch, Stuttgart 1927. I. MENDELSDHN, en JA OS, supl., 17 9. FIESTAS. Los sociólogos bíblicos han basado teo-
(1954), págs. 25-55. E. RING, Jsraels Recht/eben, Estocolmo 1926.
J. MORGENSTERN, en HUCA, 5 (1928), págs. 1-151; 17 (1930), págs.
rías de gran importancia, para la historia de la religión
19-258; 8 (1931), págs. 1-150. B v. APTOWITZER, en RUCA, 3 de Israel, sobre el supuesto carácter agrícola de las gran-
(1926), págs. 117-155. CJ, GRAY, en PEQ, 85 (1953), págs. 118- des fiestas anuales que la Biblia destaca. Corno la carne
123. E. SPEISER, en BASOR, 144 (1956), págs. 20-23. L. KéiHLER, era manjar poco frecuente, la inmolación de cualquier
Der hebráische Mensch: die hebr. Rechtsgemeinde, Tubinga 1953.
S. MENDELSOHN, Criminal Jurisprudence of the Ancient Hebrews, res era considerado un acontecimiento, se reservaban
Baltimore 1891. algunas partes para Dios o para el sacerdote, y el con-
1Éx caps. 21-23. junto recibía el nombre de sacrificio. El día de descanso
al cabo de la semana y su consírnil cada siete años,
6. CONQUISTA. Los sociólogos tienden a recalcar que tenían un origen social-humanitario así como ritual
el Dios de Israel era un «dios de la guerra»>. Han (-,. Sábado y Jubileo). Las fiestas domésticas, por Jo
sido llevados a cabo esfuerzos de estimación del mani- menos en la época rabínica, comprendían principalmente
fiesto salvajismo del hérem o destrucción absoluta del el matrimonio y la circuncisión; pero no hay confirma-
pueblo conquistado «en nombre de Dios» e. En Josué1 ción del ritual bar miswáh de la pubertad.
parece ser que la máxima suerte que podía esperar
cualquier pueblo conquistado era la de pasar a ser una 10. FORMA DE GOBIERNO. Se dice que los primeros
minoría capitidirninuida; sin embargo, hay abundantes libros de la Biblia reflejan teorías políticas irreductibles,
citas en la Biblia que matizan la condición del «ex- monárquicas y antimonárquicas1; sin embargo, la realeza
tranjero» c, No abundan los casos de venganza perso- no solamente vino a dominar la vida civil, sino que se
nal ni los de venganza· de la sangren, le atribuyó una participación preferente en el ritual
AH. FREDRIKSSON, Jahwe als Krieger, Lund 1945. BA. FER-
(Thronbesteigungsfest, «fiesta de la coronación»); es
NÁNDEZ, en Bibl, 3 (1922), págs. 145-164. H. KRUSE, Ethos victo- materia objeto de discusión si tenía el rey caracteres de
riae in VT, Roma 1951. CA. BERTHOLET, Die Stellung der Israeliten sacerdote o incluso de dios como ocurría en los pueblos
und der Juden zu den Fremden, Friburgo 1896. J. BLOCH, Israel vecinos A. J. de Fraine impugna esta posición B; véase
und die Volker, Berlín 1922. M. ÜUTTMAN, en HUCA, 3 (1926),
págs. 1-20. P. HUMBERT, en Mé/anges Dussaud, 1, París 1939, págs. también la teoría de la «liturgia dinástica» de H. J.
259-266. E. MEYER, Die lsraeliten und ihre Nachbarstiimme, Halle Kraus c. A. Menes> aduce la manifestación de ciertos
1906; E. MuNK, Nichtjuden irn jüdischen Religionsrecht, Berlín indicios de métodos democráticos, en especial la «asam-
1932. J. SCHADE, en AER, 100 (1939), págs. 510-522. H. SCHMO-
KEL, Jahwe und die FremdvO!ker, Breslau 1934. L. SNIIDERS, en
blea de la fiesta de los Tabernáculos» de Deuterono-
OTS, 10 (1954), págs. 1-154. M. PEISKER, BZAW, 12 (1907). DE, mio 2• Muy posiblemente puede verse en los atrevidos
MERZ, Die Blutrache bei den lsrae/iten, Leipzig 1905. ataques de los profetas de Israel a la política de sus
1 Jos 9,27. reyes, el reflejo de una severa censura popular a la mo-
narquía. Durante el Exilio y después de él, acabaron los
7. POBREZA, ENFERMEDADES y MUERTE. Carecemos sacerdotes por asumir casi todo el poder civil,
prácticamente de toda información procedente de la
A I. ENGNELL, Studies in Divine Kingship in the Ancient Near East,
Biblia relativa a hospitales o a cuidado de enfermos, Upsala 1943. BJ. DE FRAINE, Aspect religieux de la royauté israélite,
corno no sea el inaceptable trato que aquella edad deparó Roma 1954. e H. J. KRAUS, Konigsherrschaft Gottes tm AT, Tu-
a la lepra, vocablo que parece incluir toda clase de afec- binga 1951. DA, MENES, en BZAW, 50 (1928), pág. 82.
ciones cutáneas de menor entidad. Con todo, han sido 1 1Sm 8,19. 'Dt 31,11.
estudiados los desvelos bíblicos hacia los pobres-s. Los R.NORTH
cadáveres eran considerados impuros' y se desembara-
zaban de ellos única y exclusivamente sepultándolos 2 ; SOCOT, SOCCOT. Nombre castellanizado de dos
según la ley rabínica había de ser fuera de la ciudad, lugares bíblicos. -+ Sukkót,
precepto que las excavaciones acreditan no fue escru-
pulosamente seguido. Entre otras señales de duelo, era SOCHO. Lugar próximo al lugar de nacimiento de
admitido rasgarse las vestiduras", pero no lo era prac- Samuel. -,. Sekü.
ticarse incisiones en la piel 4•
AN. PETER:, Die sozia/e Fürsorge im AT, Paderbom 1936. S. SC>D'i («[Dios es] mi confidente»; Iovfüí; Vg. Sodi).
GoLoSCHMIDT, Die soziale Fürsorge in der jüdischen Religion, Katto- Hombre de la tribu de Zabulón y padre de Gaddf'él,
witz 1913. A. VAN lTERSON, Armenzorg bij de Joden in Paíestína, uno de los doce exploradores enviados a reconocer la
Leiden IS 11.
tierra de Canaán.
1
1 Sm 31,12; Nm 19,11. 'Gn 4,10; Jer 22,18. '2Sm 3,31;
2 Cr 35,24. 'Jer 16,6; 41,5. Nm 13,10.
Bibl.: NOTH, 983, pág. 152.
8. EDUCACIÓN. El niño, en la Biblia, aprende única- M. MÍNGUEZ
mente mediante la observación y la ayuda de sus mayo-
res. Aunque tiene que haber existido una enseñanza SODOMA (heb. sédom; Ió6oµa; Vg. Sodoma). So-
organizada en cuanto a la lectura y la escritura ya desde dorna era la ciudad principal de la Pentápolis1; las
los tiempos mosaicos y, sobre todo, desde los de Jere- cuatro restantes eran Gomarra, "Adrnáh, Sébóyirn y
mías, las informaciones que poseernos a tal respecto $5'ar2• Los masoretas vocalizaron sédám. Sodoma, for-

777 778
SODOMA

ma más antigua que nos viene dada por los LXX y por describen su completa devastación 6 o bien subrayan
la Vg., tiene a favor suyo el texto entero de Isaías hallado su maldad'.
en la cueva n.0 1 de Qumrán. En cada una de las cuatro La larga controversia sobre si estas ciudades estaban
citas donde aparece el nombre de Sodoma ", dicho ms. situadas al extremo norte o sur del mar Muerto, parece
indica una 6 larga en la primera sílaba. El significado que se va solucionando a favor de la opinión que sitúa
del vocablo nos es desconocido. Só-ár, la más pequeña de ellas, entre el actual límite
Los escasos hechos que se mencionan sobre la histo- del mar y las montañas de Moab, y que las cuatro
ria política de Sodoma se hallan en Gn cap. 14. Las restantes estaban situadas en lo que actualmente cons-
cinco ciudades fueron tributarias de Kédórlá'órner, rey tituye la cuenca sur del mar, más abajo de la península
de Elam, durante doce años. Cuando se alzaron en de el-Lisán. Según Ez 16,46 parece que no deja lugar
rebelión, dicho rey llegó con sus aliados el decimocuarto a dudas cuando a la localización en el sur: Samaria y
año e infligió una terrible derrota sobre los ejércitos Sodoma, las dos hermanas de Jerusalén están situadas
de la Pentápolis. Mientras los reyes orientales se dirigían a su izquierda y a su derecha respectivamente; y no es
hacia el norte con el botín de Sodoma y Gomarra, materia discutible que en las descripciones geográficas
fueron perseguidos y alcanzados por Abram, aliado con la izquierda es el norte y la derecha el sur, ya que el
'Esk61 y 'Áner, otros dos poderosos jeques. En un ata- espectador se sitúa de cara al este donde nace el sol.
que de sorpresa durante la noche derrotaron al enemigo Nada vale contra esta conclusión aducir Gn 48,13-14,
y recuperaron el botín 4• La recobrada libertad no debía donde la posición de Manasés y Efraím a la derecha
ser disfrutada por mucho tiempo. y a la izquierda de Jacob no se puede entender en relación
En su regreso victorioso, Abram se encontró con el a norte y a sur. La personificación de las hermanas no
rey de Sodoma que le ofreció cederle las riquezas que se puede llevar hasta tan lejos; las personas cambian
había recuperado. Abram, no obstante, había prestado su posición, las ciudades no. Lo de la «columna de sal»
juramento de no aceptar de él ni una correa del calzado. mencionada en Sab 10,7 sólo podía suceder en el sur,
No se asociaría de ningún modo con hombres como donde los viajeros actuales han visto columnas simila-
los sodomitas, conocidos por el vicio contra naturaleza. res roídas por la erosión en los estractos de roca de sal
Por tal perversidad, estas ciudades, a excepción de Só'ar, en Gebel Usdüm. En el norte no hay rocas de sal. Si
tenían que ser destruidas en breve por la justicia divina 5• el nombre árabe de Óebel Usdüm, «la montaña de
Las subsiguientes referencias bíblicas de Sodoma, o Sodoma», no proviniera de una tradición histórica ge-

Vista aérea del ángulo suroeste del mar Muerto, región en donde se supone que estuvieron Sodoma y Gomarra.
(Foto Orient Press)

779 780
SODOMÍA

Óebel Sedórn o Óebel Usdüm, en la zona suroeste del mar Muerto, lugar que todavía conserva el nombre
de Sodoma. (Foto Orient Press)

nuina, al menos atestiguaría la convicción que So- La costa sur del mar Muerto no es visible desde Betel.
doma debía estar situada al sur. Lot, al escoger su porción de tierra 8, no se sintió influi-
Si las ciudades se hallaban al sur, ¿puede su situación do únicamente por lo que podía ver en aquel mo-
ser determinada más exactamente? En J 924, una expe- mento. Se trata de una narración sucinta.
dición organizada por M. G. Kyle y W. F. Albright con
'Sab 10,6. 'Gn 14,2. 'Is 1,9-10; 3,9; 13,19. 'Gn 14,13-16.
la asistencia del A. Mallon, exploró toda la región Gn caps, 18 y 19. -cr. Sof 2,9. 'Cf. Ez 16,46. 'Gn 13,10.
5

sudeste del mar Muerto, pero no pudieron hallar el


Bibl.: A. MALLON, Voyoge d'exploration au sud-est de la Mer
menor vestigio de ellas. Esto sugiere que los restos de
Marte, en Bibl, 5 (1924), págs. 413-455 (con muchas ilustraciones).
las ciudades estarán sumergidos en las aguas poco pro- W. F. ALBRIGHT, The Jordan Valley in the Bronze Age, en AASOR,
fundas más abajo de la península de el-Lisán. Muchos 6 (1924-1925), págs. 53-74. E. POWER, The Site of the Pentapolis
argumentos prueban que el nivel del mar Muerto ha en Bibl, 11 (1930), págs. 23-62, 149-182. F. M. ABEL, Explora/ion
du sud-est de la vallée du Jourdain, en RB,40 (1931), págs. 380-400.
subido. Se calcula que la enorme masa de aluvión J. P. HARLAND, Sodom and Gomorrah, enBA, 5 (1942), págs. 17-32;
que ha sido arrastrada por el Jordán ha trasladado el 6 (1943), págs. 41-54.
límite norte del mar unos cinco km más al sur del E. F. SUTCLIFFE
lugar donde se hallaba en tiempo de Josué. No teniendo
el mar salida, esta disminución de áreas comporta dos SODOMÍA. El nombre deriva de la ciudad de So-
efectos inmediatos: tendencia a subir el nivel del agua doma por el pecado de homosexualidad que practicaban
y a reducir la cantidad de evaporación, que a su vez sus habitantes y que por primera vez aparece en la Sa-
tiende a levantar el nivel. El resultado fue el paso de una grada Escritura al hablar de ellos1•
inundación entre el-Lisán y la costa occidental, donde a La gravedad de tal desorden resulta del mismo pasaje
principios del siglo pasado existía aún un paso vadeable. cuando los ángeles se disponen a destruir el lugar «por-

781 782
SODOMÍA

que es grande su clamor en la presencia de Yahweh» Na-ámáh, existente en la Sefeliíh de Judá, y en ello están
- expresión que en la Biblia designa los pecados de de acuerdo los intérpretes porque el gentilicio parece
mayor gravedad, como el homicidio, la usura y prepo- derivar del nombre de una región o tribu desconocida.
tencia contra el pobre y la defraudación del salario de Dhorme propone como identificación provisional el
los jornaleros2 • Gebel el-Na-amah, que está en el noroeste de Arabia.
A más del desorden que el pecado implica, en la 'Job 2,11; 11,1; 20,1; 42,9.
mentalidad israelita crecía su gravedad, no tanto por Bibl.: R. AUGÉ, Job, en La Biblia de Montserrat, IX, Mont-
lo que a nosotros nos impresiona de obscenidad ni serrat 1959, pág. 56. É. DHORME, en BP, II, pág. 1225, ns. 11-13.
porque haya tal predominio de animalidad y materia R. FUSTÉ
malas, sino porque ante todo y sobre todo atacaba las
fuentes mismas de la vida. SOFAY (Iovcpeí; Vg. Sophai). Nombre variante de
El Código de Santidad prohíbe severamente la sodomía --+ Süf, un antepasado de Samuel.
como cosa abominable a Dios y, según el mismo con-
texto, parece que era un pecado frecuente entre los pue- SOFER. --+ Escriba.
blos cananeos"; llevaba consigo la pena de muerte".
También eran frecuentes en Canaán la prostitución y SOFER (var. ha-sofér, «el escriba»; 6 ypaµµcneús;
sodomía cúlticas, o ejercidas a la sombra y en favor de Vg. Sopher, scriba princeps militum). Según el T. M.,
un santuario, que prohíbe el Deuteronomio en un texto secretario del jefe del ejército judaíta que alistaba a la
vigoroso, en que el hieródulo (qiídes) o prostituto gente del país, al que mató Nabucodonosor en Ribláh,
sagrado es llamado «perro» con lenguaje que volverá a al propio tiempo que a otros personajes de ·la corte
aparecer en el Apocalipsis>. del rey Sedecías. No se ha identificado.
A pesar de tal prohibición, varias veces aparecen los 2 Re 25, 19 y sigs.; Jer 52,25.
hieródulos consagrados a la prostitución idolátrica en J. VIDAL
tiempos de Roboam 6 , de Asa que los persiguió', de
Josafat que prosiguió la labor de exterminio 8 y todavía SOFÉRET var. ha-soféret, «el escriba»; 'AcrecpfjKaS,
en los días de renovación religiosa del piadoso Josías 9• IacpápaS; Vg. Sopheret, Sophereth). Jefe de una fa-
El pecado de Sodoma ha persistido hasta la época del milia de siervos de Salomón, cuyos descendinetes (heb.
NT como prototipo de pecado gravísimo ", aunque el béné soféret) regresaron de la Cautividad babilónica
profeta Ezequiel insiste, no precisamente en los pecados con Zorobabel.
de orden sexual, sino en las injusticias y crueldades+'.
Esd 2,55; Neh 7 ,57.
En el NT, san Pablo cuenta a los afeminados y sodo-
Bibl.: N»TH, 1001, pág. 252.
mitas entre aquellos que no tendrán parte en el Reino
M. D. RIEROLA
de Dios"'. Y en la carta a los Romanos explica que Dios
entregó a las mujeres y a los hombres.al «sentir réprobo»
SOFETIM. Nombre del libro de los Jueces en la
de este pecado de sodomía como castigo y humillación
Biblia hebrea (--+ Jueces, Libro de los).
por no haberle dado a Él el culto y reverencia debidos".
Por cierto que el cuadro que traza de la humanidad sin
SOFIM (heb. sedeh sofim, «campo de los centinelas»;
Dios y sin Cristo es de los más tenebrosos que presenta
la Biblia, aunque la visión es d(, signo optimista, toda
r¡ exornó ápyoCí; V g. in locum sublimem). Elevación de
terreno, posiblemente plana, situada en la cima del
vez que, sobre esa humanidad infame y envilecida de
Pisgáh y en la porción nordoriental del mar Muerto, des-
invertidos y embrutecidos, Dios derrama su gracia y
de la que Báláq mostró los israelitas a Balaam 1. Tal
redención merecidas por Cristo.
vez haya de identificarse con Tala'at el-Safa, al norte
1Gn 13,13; 19,5 y sigs. 'Gn 4,10; Éx 22,25 y sigs.; Sant 5,4. de el-Muhaiyat.
'Lv 18,22-26. 'Lv 20,13. 'Dt 23,17-18; Ap 22,15. 'I Re 11,24.
71 Re 15,12. 81 Re 22,47. '2 Re 23,7. 10Dt 29,22; Is 3,9; Jer 23, 'Nm 23,14.
14; Lam 4,6; 2 Pe 2,6 y sigs.; Jds 7. "Ez 16,48 y sigs. 121 Cor Bibl.: ABEL, 1, pág. 383 (n. 3).
6,9. "Rom 1,24-32. M.GRAU
e.GANCHO
SOFONÍAS (heb. séfanyáh, «al que Yahweh escon-
SOFAI:I («jarra panzuda»; Iwcpá, IwxáS; Vg. de»; Iocpovías; Vg. Sophonias). Profeta de Judá, el
Supha). Epónimo de un clan o grupo familiar de la
noveno de los llamados profetas menores.
tribu de Aser. Fue el primogénito de Hélem y padre
de once hijos, los cuales destacaron por su valor1• 1. VIDA. Sofonías era hijo de Küsí. Si su tatara-
buelo Ezequías fuese el mismo que Ezequías, rey de
11 Cr 7,35-37.40. Judá, el profeta de este nombre hubiera sido de sangre
Bibl.: NOTH, 1194, pág. 296. real. Entonces se comprendería mejor, tanto su insólita
J. A. PALACIOS larga genealogía dada en el epígrafe del libro ', como
el notable conocimiento de las condiciones en la corte
SOFAK (et.?; IwcpáS; Vg. Sophach). --+ Sobak. que revelan sus escritos. En tal caso sería también lo
más probable que hubiera nacido en Jerusalén. Por
SOFAR (cgorrión»?'; Iwcpáp; Vg, Sophar). Uno de estar centrados en esta ciudad, sus oráculos indican que
los tres amigos de Job, llamado el naamatita (heb. la capital del reino había sido el teatro de su actividad
ha-na'iímiíti)1, aunque no procedía de la población de y, seguramente, el lugar asimismo de su residencia. Pro-

783 784
SOFONÍAS

Restos de las murallas de Nínive, convertida, tal como vaticinó el profeta Sofonías (2,13), en un «campo de
devastación, árido como el desierto». (Foto J. A. Ubieta, Archivo Termes)

fetizó en tiempos de Josías, cuando Judá practicaba se mencionan la vecina Filistea, Moab y 'Amm6n, con
ciertos cultos extranjeros 2 y estaba bajo la influencia Etiopía y Asiria como polos opuestos1• El capítulo ter-
asiria 3• Por lo tanto, antes de la reforma que llevó a cero vuelve a tratar de Jerusalén, centro y símbolo de
cabo este piadoso rey. En el año 622 A.c., en que tuvo la nación judía en tiempos posteriores. Moralmente
lugar el descubrimiento del «libro de la Ley» en el Tem- corrompida en la actualidad, con sus jefes, jueces, profe-
plo 4, Sofonías ya habría desaparecido. Pues Josías no tas y sacerdotes pecadores 2, en contraste con la perfecta
lo hizo consultar en tan señalada ocasión, sin duda justicia de Yahweh, quien había intentado sin provecho
porque ya había fallecido. darle una lección en cabeza ajena con los desastres bé-
11,1. 'l,4-5. '1,8. -cr. 2 Re 22,8-10. licos que habían sufrido otras naciones", Jerusalén se
encontrará en el día del Juicio contra los paganos 4, con
2. LIBRO. Consta de tres capítulos, casi exclusiva- un pueblo milagrosamente purificado, con segregación
mente en verso. El capítulo primero, en cinco partes, de todos los malhechores y formación de un núcleo
habla de la inminencia del día de Yahweh contra Judá: piadoso y feliz5 • Que Sión se alegre por su futura sal-
1,2-6 Yahweh lo barrerá todo, en especial los cultos vación, que se da como realizada 6• Promesa de salva-
extranjeros en Judá y Jerusalén; 1, 7-9 el inminente día ción que repite la doble variante de 3,19-20.
de Yahweh será un día de castigo contra los jefes y 12,1-15. 3,1-4.
2 '3,5-7. 3,8.
4 3,9-13.
5 '3,14-18.
príncipes propiamente dichos, partidarios de la moda
y supersticiones extranjeras, que comprometen al palacio 3. AUTENTICIDAD. La mitad aproximadamente del
real con su explotación del pueblo; 1,10-11 verá la des- libro es por lo menos dudosa. Es difícil poder atribuir a
trucción del barrio fenicio de Jerusalén; 1, 12-13 en aquel Sofonías la amenaza contra Moab y 'Ammón de 2,8-11,
día el juicio se ejercerá sobre todo contra los escépticos, porque supone la destrucción de Jerusalén por obra
los cuales serán buscados con todo cuidado y castiga- de los caldeos y porque se distingue de las otras amena-
dos; 1,14-18 tal día está ya próximo y será terrible, zas contra las naciones extranjeras, dando la razón
sin que nadie pueda librarse de él. El capítulo segundo del castigo. Difícil es asimismo que de su mano haya
anuncia también la venida inminente del día de Yahweh, salido 2,15, donde se constata la ruina efectiva de Nínive,
pero esta vez contra las naciones paganas. De las cuales acontecimiento posterior a la muerte del profeta. Por

785 786
SOFONÍAS

una razón parecida habría que negarle también la pa- págs. 297-332. N. M. NICOLSKY, Pascha im Kulte der jerusalemischen
ternidad de parte del capítulo tercero, pues da por su- Tempels l, en ZAW, 45 (1927), págs. 171-190. R. AuGÉ, Sofonías,
en La Biblia de Montserrat, Montserrat 1957.
puesta la desaparición violenta de grandes ciudades R.AUGÉ
como Nínive y Babilonia, a no ser que el pasaje se refiera
de hecho a devastaciones y cambios causados por las SOFONÍAS, Apocalipsis de. Obra apocalíptica apó-
guerras de los seleucidas y ptolomeos, de tiempos aún crifa, que se suele mencionar y editar con el Apocalipsis
posteriores. En cuanto a lo que queda del mismo capí- de Ellas. Los críticos no están de acuerdo sobre el juicio
tulo, varias son las razones que aconsejan su atribución que les merece, ni sobre cuál es su origen. Lo más pro-
a un autor o a autores distintos de Sofonías: el estilo, bable es que estos documentos formen parte de un
la dependencia de otros pasajes bíblicos, al hablar sólo apocalipsis anónimo. Parece ser que lo compuso un autor
de Jerusalén, el señalar pecados diferentes de los repro- judío en el siglo n o m o.e,
chados en el capítulo primero.
Bibl.: G. STEINDORFF, Die Apoka/ypse des Elías. Eine unbekann/e
Descontados estos elementos como secundarios, la Apokalypse und Bruchstücke der Sophonias Apokalypse, Leipzig 1899,
obra original de Sofonías queda reducida, pequeñas texto copto y traducción alemana. D. DE BRUYNE, en Rñén, 37
glosas aparte, a 1,2-18 y 2,1-7.12-14, o sea el anuncio (1925), pág. 58, fragmento latino. P. RIESSLER, Altjüdisches Schrift-
del juicio de Dios contra Judá y contra las naciones tum ausserhalb der Bibel, Ausburgo 1928, págs. 114-125, traducción
alemana.
paganas respectivamente. Pero, en el conjunto, hay que J. A. G.·LARRAYA
destacar una doble nota característica:
l.ª Que en la amenaza contra Judá se detallan los SOHA. También llamado en la Vg. Siha . .,_,. SilJii'.
pecados que han excitado la cólera de Yahweh, mien-
tras que en el oráculo contra las demás naciones se pro- SOHAM («piedra preciosa»; 'Icoóu ; Vg. Soam).
fetiza el castigo sin indicar razón alguna, como no se Levita, hijo de Mérárl-, mencionado en la lista de los
indica tampoco ninguna razón en el caso del barrio que formaron parte de la organización sacerdotal en
fenicio de Jerusalén'. tiempos de David.
2.ª Que los pecados que se reprochan a Judá son '1 Cr 24,27.
del orden cultual (adoración de otros dioses, supersti- Bibl.: Norn, 1309, pág. 223.
ciones extranjeras) y civil (modas extranjeras, compro-
meter el buen nombre del rey), más bien que del orden $01:IAR («[Dios es] resplandor»; Iaáp). Nombre
moral o social. Con lo primero, Sofonías se mantiene de tres israelitas:
en parte, dentro de la línea de los grandes profetas l. (Vg. Seor). Padre del hitita 'Efrón, propietario
anteriores, que también formulaban quejas especiales del terreno en que estaba la cueva de Makpéláh, que
en sus vaticinios contra Judá; y en parte resulta un Abraham adquirió para enterrar a Sara1.
innovador. Innovador por la extensión del juicio de
Yahweh a las demás naciones, sin que sintiera necesidad 2. (Vg. Sohar, Soar). Nombre variante del hijo de
de justificar estas amenazas con motivos especiales por Simeón 2, llamado Zérah",
parte de ellas. En este punto abrió Sofonías el camino 3. (k. ye$6/:,ar; Vg. Isaar). Hombre de la tribu de
a la convicción cada vez más arraigada entre los judíos Judá y segundo hijo de 'As):¡ür y Hel'áh '. Su nombre
de que Yahweh, en su día, castigaría a las naciones por es vacilante, pues, aparte el kétib, y la corrección que
la sola razón de que son «las naciones», es decir, de que aquí se propone, hay mss. en que aparece como Sáhar
no son israelitas y no adoran al Dios de Israel. Razón y Yishár.
a la cual no parece tampoco ajena del todo la segunda 'Gn 23,8. 'Gn 46,10. 3
Nm 26,13; l Cr 4,24. • 1 Cr 4,5-7.
nota característica, con su repulsa de lo «extranjero» y
Bibl.: Norn, 711, 1200, págs. 205, 225.
lealtad al rey nacional Josías. Su concepción del pecado
J. A. PALACIOS
de Judá fue impuesta a Sofonías por las circunstancias
políticas de su país, invadido por el paganismo bajo los
SOKO (cbreñoso»: Iwxwv; Vg. Sacho). Hombre
reyes Manasés y Amón y durante la minoría de Josías, descendiente de Judá e hijo de Héber, epónimo de una
quien resultó nuevo adalid de la independencia de su
de las ciudades homónimas, quizá, dadas las que se
patria, tanto en el aspecto político como en el religioso.
mencionan en la genealogía en que aparece, sea la Sokoh
4. TEXTO. El texto hebreo de Sofonías ha sufrido de Jos 15,48.
menos que el de otros libros proféticos, el de Miqueas, 1 Cr 4,18.
por ejemplo. En él no hay necesidad de hacer ninguna
transposición. Los pasajes oscuros son más raros, aun- SOKOH (var. s6k6, «breñoso»?). Nombre de tres
que no faltan del todo 2• Como no faltan tampoco las poblaciones israelitas:
inevitables glosas, que a veces deforman las compo-
siciones. Algunas variantes testificarían la existencia, en l. (Iavxw, IaKxwS, f¡ Iwxw, f¡ IoxwS; Vg. Sacho).
los orígenes del libro, de dos formas del texto ligera- Ciudad de la tribu de Judá, que se enumera, entre
mente diferentes 3• 'ÁduHam y 'Ázéqah, en el grupo de la Séféláh ', Estaba
en el límite del valle del Terebinto, aislada de las restan-
-cr. sor 1,10-11. 2cr. sor 2,1-2,5-6; 3,18. '2,2; 3,19-20.
tes elevaciones de terreno, lo que le confería un notable
Bibl.: Además de los comentarios a los doce profetas menores:
FR. SCHWALLY, Das Buch Sefanjá, en ZAW, 10 (1890), págs. 165- interés estratégico. Los filisteos acamparon entre ella
240. H. C. CORNILL, Die Prophetie Zephonjas, en ThStK, 89 (1916), y 'Ázéqah, frente a los israelitas, apostados en el valle

787 788
SORDO

del Terebinto, al norte de la misma población, antes l. (en pausa sámer; ¿aµi¡¡::). Hombre de la tribu
de que Goliat saliera a retar a los hebreos 2• Roboam de Aser y segundo hijo de Héber '. En otro pasaje,
la fortificó después de la escisión del reino 3. Los filisteos recibe el nombre de Sémer '.
se adueñaron de ella durante el reinado de Acaz+, Se 2. (Lwµ17p). Moabita, madre de uno de los asesi-
identifica con Hirbet "Abbád, a unos 2,5 km al sudoeste nos de Joás 3 (-+ Simrit).
de Beit Nettif, con vestigios del Hierro I y de la ocu- 11 Cr 7,32. 2
1 Cr 7,34. '2 Re 12,22.
pación bizantina; el antiguo nombre persiste, en dimi- Bibl.: NOTH, 1374, pág. 259.
nutivo, en Hirbet Suweikah, algo más al oeste. R. FUSTÉ

2. (Lwxá; Vg. Socoth). Población del mediodía de


SÓMERÓN. Capital del reino de Israel, o del
la región montañosa de la tribu de Judá, citada a conti-
Norte, desde Omrí. -+ Samaria.
nuación de Sámír y Yattir 5• Es Hirbet Suweikah, aldea
arruinada, situada a unos 3 km al este de el-Záhiriyah y
SÓPATRO (LwTTmpos; Vg. Sopater). Nombre de
a 16 km al suroeste de Hebrón.
un cristiano, hijo de Pirro, de la ciudad de Berea, que
3. (Lwxw Vg. Sacho). Lugar del tercer distrito ad- acompañó a Pablo cuando éste volvía de Grecia a Siria;
ministrativo de Salomón, cuyo gobierno tenía Ben los comentaristas creen probable que sea el ......, Sosípatro
Hésed, mencionada como el n.0 67 de la lista topográ- judío y pariente del apóstol que envía sus saludos desde
fica de Thutmosis 111 y el n.0 38 de la de Sesonq; aparece Corinto a la Iglesia de Roma; pero la identificación no
en otras fuentes (crónicas samaritanas y documentos es segura.
medievales). Se localiza en Suweikat el-Ra's, su antiguo Aet 20,4; Rorn 16,21.
solar, que está ligeramente al norte de Suweikah, la
población actual, situada a unos 3 km al noroeste de $ÓR. Ciudad fenicia, antiguamente una isla, pero
Tül Karm. hoy unida al continente (-+ Tiro).
1Jos 15,35. 2
1 Sm 17,1. '2 Cr 11,17. '2 Cr 28,18. 'Jos 15,58,
$ÓR'Á.H ('Páa, Lapá8, Lapaá; Vg. Saraa, Sarea,
Bibl.: EusEBJO, Onom., 156,18. ABEL, II, págs. 467-468, con
bibliografía. StMONS, §§ 234, 318 (A/10), 319 (A/3), 322 (28), 687, Saras). Ciudad situada en la parte superior de la Sefe-
874 (II), 974, 1005, 1632. láh de Judá-, que los habiru tomaron ya en la época de
T. DE J. MARTÍNEZ el-r.Amárnah. La tribu de Dan se apoderó en un prin-
cipio de ella y de 'Esta.'61, vecina de ella 2; pero a raíz
SOL (heb. sémes, heres, hammáh; bab. samas [samsu]; del traslado de la mayoría de la tribu hacia el norte,
ugar. sapas; ár. samsv=: sudar. sams; egip, r'[ráiré"]; quedó anexionada a Judá 3• Fue la población natal de
fii\1os; Vg. sol). El Sol figura como deidad en todos los Sansón 4, a quien se enterró también en sus cercanías 5•
panteones semíticos y, con importancia sobresaliente, en Sór'áh domina el río Sóreq/Sóreq bíblico a causa de su
el egipcio. A pesar de que la Tóráh prohíbe rendirle elevada posición y debido a ello la fortificó Roboam •;
culto1, Manasés de Judá y sus sucesores inmediatos lo volvió a estar habitada al regreso de la Cautividad babi-
adoptaron por dios", sin que los esfuerzos de Josías lónica 7• Se identifica con la actual Sar'ah, que ocupa la
lograran extirparlo". Los nombres de Bét Sémes, 'En cima de una colina alta, junto a la carretera de Jerusalén.
Sérnes, Har Heres y Heres conservan la memoria del -Jos 15,33. 2Jos 19,41; Jue l,34-35; 18,2. 'I Cr 2,53-54; 4,2.
culto solar en Canaán. El Sol era símbolo de estabilidad •Jue 13,2.25. 'Jue 16,31. '2Cr 11,10. 'Neh 11,29.
y permanencia 4, y fue colocado en el firmamento a 1 Bibl.: J. GARSTANG, Joshua-Judges, Londres 1931, passim. ABEL,
cuarto día de la Creación 5, hasta que oscurezca 6; pero JI, págs. 468-469.
cuando triunfe Yahweh, y surja un orden nuevo de las Y. AHARONI

cosas, brillará en todo su esplendor7• Josué detuvo el


Sol hasta que los israelitas derrotaron al enemigo en SORATITA (heb. ha-sár'áti; ,-oO 'Apa.Sí; Vg. Sa-
Gabaón 8; la sombra del Sol se retiró unos diez grados rathi). Nativo o habitante de Sór'áh, Las familias que
en un reloj de sol en señal de que el rey Ezequías no moraron en ella fueron fundadas por 'Á]:lümay y Láhad,
moriría 9; el sol de la justicia o de la rectitud tendrá hijos de Yáhat y descendientes de Sóba.11•
alas el día del Juicio!"; el Sol se entenebreció en el mo- ' 1 Cr 2,52-53; 4,2.
mento de la crucifición de Jesús!'.
1Dt 4,19; 17,3. 2 2Re 21,3.5; Jer 8,2. '2Re 23,5.11; ef. Ez SORDO (heb. (iere.f; Kw<p6s; Vg. surdus), En hebreo
8,l6. 'Sal 72,5; 89,37. 'Gén 1,14-19. 'Is 13,10; Ez 32,7; JI 2,10; sirve el mismo vocablo para indicar el sordo y el mudo.
3,4; 4,15; Sof 1,15; Mt 24,29; Ap 8,12. 'Is 30,26. 'Jos 10,12. Sentido vulgar tiene en el texto legislativo la prohi-
'2 Re 20,8-11; Is 38,7. 10 Mal 3,20. 11 Mt 27,45-56; Me 15,33;
bición de «no profieras maldición contra el sordo ni
Le 23,44-49; Jn 19,28-30.
pongas tropiezos ante el ciego»1. En sentido figurado
Bibl.: H. WINCKLER, Sans = Góttin, en ZDMG, 54 (1900), págs.
408-420. F. W. VON BLISSING, Die dlteste Darstellung der geflügelte hay numerosas alusiones a la actitud sorda de Dios que
Sonnenscheibe, en ZAS, 64 {1929), pág. 112. W. F. ALBRJGHT, en tarda en escuchar la oración del hombre atribulado,
JBL, 53 (1934), págs. 154-155. J. T. NELIS, So/eil, en Diclionnaire pero los mismos pasajes pueden interpretarse del silen-
encyclopédique de la Bible, Turnhout-París 1960, eols. 1759-1760.
cio divino corno expresión metafórica de no inter-
J. CARRERAS vención 2.
El profeta Isaías describe la prosperidad que llegará
SÓMER («vigilante»; V. Somer). Nombre de dos en los tiempos mesiánicos como oído para los sordos
israelitas: y luz para los ciegos'.

789 790
SORDO

Región de Sór-áh, la patria de Sansón. Esta población ya aparece mencionada en las cartas de el-SAmárnah.
(Foto Orient Press)

El NT refiere el cumplimiento de tales promesas con parándolos con la fuerza del bürit (rróo, rróo TTAvvóv-
varios milagros de recuperación del oído 4• Zacarías, Twv; Vg. herba borith, herba fullonum) y del néter
padre de Juan Bautista quedó mudo temporalmente por (ac. nitiru; LXX vÍTpov). Los términos más frecuentes
no haber creído a la palabra del ángel que le anunciaba son lejía y sosa; el borit parece señalar una hierba de
el nacimiento del hijo 5• las salsoláceas y que abunda en las orillas del mar o en
No sabemos la frecuencia con que se daba tal enfer- terrenos muy salinos; el néter indicaría un alcalino mineral.
medad entre los israelitas de los tiempos bíblicos. Su empleo más frecuente era en funciones de jabón
1
Lv 19,14. 'Cf. Sal 35,22; 39,13; 50,3; 83,2; 109,1, etc. 'Is debido a su riqueza en carbonato de sosa.
29,18; 35,5; 42,18; cf. Mt 11,5; Le 7,22. •Mt 9,32-33; 12,22; 15, Jer 2,22; Mal 3,2.
30, etc. 'Le 1,22 ..
C. WAU
C. WAU

SüSANNIM («lirios»). Término hebreo que aparece


SüREQ (heb. náhal sáréq ; 'AAcrwpiix; Vg. val/is
en la titulatura de algunos salmos y cuya significación
Sorec). Río citado en la historia de Sansón como el
precisa se discute entre los especialistas (-,. Música y
lugar natal de Dalila1• El nombre antiguo quizás se
Salmos, Libro de los).
haya conservado en el de Hirbet el-Sureik, a 3 km al
oeste de Sór'áh ; el río Sóréq parece ser Wádí el-Sarár,
SüSAQ. Kétib de -,. Sisaq en 1 Re 14,25.
valle amplio y fértil, en el que también se hallaban
Bét Sémes y Timnáh.
SOSÍPATRO (¿wcrínmep; Vg. Sosipater). Nombre
1Jue 16,4. de dos personajes de la SE:
Bibl.: ABEL, II, pág. 469. 1. Uno de los generales de Judas Macabeo que, a
Y. AHARONI pesar de su nombre típicamente griego, combatía contra
el helenismo invasor y que, con el general Dositeo,
SORITAS (heb. ha-sor'I ; 'Hccoí, 'Hcopst ; Vg. Sarai). derrotó al sirio Timoteo, haciéndole prisionero quizá
Familia de Salma', perteneciente al linaje de Judá1. en Aiema, si bien después le dejó en libertad 1.
Tal vez habitaba en Sór'áh, por lo cual se ha propuesto
2. Un judío pariente de Pablo 2 que envía sus saludos
que se trata de un nombre variante de los soratitas.
a la Iglesia de Roma y que probablemente se identifica
'1 Cr 2,54. con -,. Sópatro.
1
2 Mac 12,19-20. 'Rom 16,21.
SOSA. Las traducciones modernas varían en la
Bibl.: F. M. ABEL, Histoire de la Palestine, París 1952, I, págs.
versión de dos pasajes proféticos que hablan de la pu- 144-145.
rificación de los pecados y del juicio de Dios, com- T. DE J. MARTÍNEZ

791 792
SUBMARINISMO

SÓSTENES (Lwo-.Sév11s; Vg. Sosthenes). Jerarca de Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
la comunidad judía de Corinto y jefe de su sinagoga, pág. 339. É, DHORME, en BP, II, pág. 1225, ns. 11-13.
cargo en el que probablemente sucedió a --,. Crispo C. COTS
después que éste se convirtió al cristianismo. Con oca-
sión del alboroto de los judíos contra Pablo en Corinto SÜ'ÁL («zorro»; '.Lavoá (BJ, '.l:ovái\ [A]; Vg. Sual).
y ante la presencia del procónsul Galión fue golpeado, Hombre de la tribu de Aser y tercer hijo de Sófah.
sin que el texto determine quiénes fueron los agresores, 1 Cr 7,36.
si paganos o judíos, porque no parece probable en modo Bibl.: Norn, 1319, pág. 230.
alguno que Pablo hubiese permitido tal represalia a los M, MÍNGUEZ
cristianos.
Es posible que, habiéndose convertido al cristianismo, SÜ'ÁL (heb, "éres sü'ti/, «país del zorro»?; r¡ '.l:wyái\;
sea el mismo que encabeza la primera carta a los Corin- Vg. Sual). Región próxima a 'Ofráh, hacia la que se
tios: «Pablo ... y Sóstenes el hermano», pero de esto dirigieron los filisteos, acampados en Mikrnás, en tiem-
no hay otra probabilidad que la identidad del nombre pos de Saúl'. Se ignora su localización, aunque se ha
y el hecho de saludar a la Iglesia corintia. conjeturado que acaso sea identificable con la tierra de
Act 18,17; 1 Cor 1,1. -,. Sa'alim, la cual no es muy incompatible con el con-
C. WAU texto.
11 Sm 13,17.
SÓSTRATO (¿wo-TpaT05; Vg. Sostratus). Jefe de la Bibl.: S!MONS, § 676.
ciudadela de Jerusalén, que hubo de rendir cuentas ante G. SARRÓ
Antíoco IV del retraso de las sumas que Menelao le
adeudaba. Le sustituyó Crates. $Ü'ÁR (cpequeño»: '.l:wyáp; Vg. Suar). Padre de
2 Mac 4,17-29. Nétarr'él, jefe de la casa patriarcal de Isacar, mencio-
nado con ocasión del censo de los hombres hábiles
SO'fAY (alejamiento de Dios»?; LaTEÍ, '.l:ovTEÍ; Vg. para la guerra, llevado a cabo durante el Éxodo.
Sotai, Sothai). Uno de los siervos de Salomón, cuyos
Nm 1,8; 2,5; 7,18.23; I0,15.
descendientes regresaron de la Cautividad babilónica
Bibl.: NOTH, 1192, pág. 225,
con Zorobabel.
G. SARRÓ
Esd 2,55; Neh 7,57.
SÜBÁ'EL ('lw¡3aiii\ [BJ, Iovl;aiii\ [AJ; Vg. Subael).
SPIRITUS PARACLITUS. Carta encíclica de te- Forma variante del nombre _,. Sébü'él.
ma bíblico escrita por el papa Benedicto XV y publicada
el 15 de septiembre de 1920 (--,. Encíclicas bíblicas). SUBMARINISMO Y ARQUEOLOGÍA BÍBLICA.
La arqueología subacuática es una ciencia nueva. Co-
SÜA' (csalvación»: '.Lava, Ava; Vg. Sue). Hombre menzó hace muy pocos años cuando se difundió como
cananeo, padre de Bat Süa' («hija de Süa'»?), mujer deporte la posibilidad científica práctica y el uso de la
de Judá, y abuelo de 'Er, el primogénito del patriarca, escafandra autónoma. Empezaron inmediatamente las
'Ónan y Séláh.
exploraciones de los litorales con resultados muy posi-
Gn 38,2.12; 1 Cr 2,3. tivos.
Tres aspectos importantes abarca la exploración sub-
SÜ'Á' (caocorro», «salvación»; '.l:wi\á; Vg. Susa). Hija marina: el geográfico-geológico, el arquitectural y el
de Héber y nieta de Béri'áh, mujer de la tribu de Aser. coleccionístico de piezas antiguas. El campo bíblico no
1 Cr 7,32. podía quedar al margen de esos nuevos avances y pronto
Bibl.: NOTH, 1318, 38, 154. se organizaron, más o menos colectivamente, explora-
ciones en los parajes palestinos y del próximo oriente,
SÜAI:I (et.? Xovxí (BJ, '.Levé [AJ; Vg. Sue). Hijo cuya finalidad o cuyo resultado fue aclarar problemas
primogénito de Sófah, jefe o cabeza de uno de los clanes relacionados con la Biblia.
de la tribu de Aser. Dejando a un lado los hallazgos de particulares
1 Cr 7,36. libres e incontrolados, cuyos trabajos han pasado más
Bibl.: Norn, 984, pág. 252. o menos inadvertidos, puede presentarse un esbozo
de los resultados bastante satisfactorios I o grados hasta
SÜA.1:1 (cdepresión»; LWVEE, '.l:wE; Vg. Sue). Hijo ahora.
menor de Abraham y Qétüráh ', cuyo nombre aparece 1. CESAREA DEL MAR. La Link Marine Expedition
en el libro de Job como el de la patria de Bildad 2• Dada y el grupo capitaneado por Foéx emprendieron la ex-
la procedencia que indica el nombre de Qétüráh ( «incien- ploración del puerto sumergido. Junto al torreón se
so»), se trataría del epónimo de un lugar o tribu árabe extiende una verdadera ciudad en ruinas; se descubren
o idumea y no, como han pretendido algunos autores, bajo el agua zócalos, columnas, cornisas, bloques, basa-
del país de sühu, de las inscripciones asirias, situado mentos, capiteles en una gran extensión. En el muelle
al oeste del Éufrates y cerca de las desembocaduras que correspondió a la época de los cruzados, los navíos
del Bálih y el Hábür. de entonces anclaban sobre ruinas sumergidas. Esto
1 Gn 25,2; 1 Cr 1,32. 'Job 2,11; 8,1; 42,9. indicaría que la costa marina, al norte de Palestina, se

793 794
SUBMARINISMO

va hundiendo a través de los siglos, si no se quiere ver que corresponden a un centenar de metros, de la orilla,
en ello el resultado de un movimiento sísmico de efectos frente a los manantiales de Heptapegon, que son el
locales. El rompeolas del puerto de Cesarea, la ciudad lugar que más posibilidades ofrece en la localización
embellecida por Herodes, era circular; junto a su boca, del pasaje evangélico. En aquel sitio, una termoclina
ingentes bloques de unas treinta toneladas parecían subacuática separa el agua fría y opaca más superficial.
ser restos de las estatuas colosales que, según la numís- de otra tibia y clara más profunda. Los manantiales
tica antigua, decoraban la boca del puerto. A través de superficie tienen su prolongación submarina. De entre
de 5 m de arena se llegó al fondo virgen de roca viva. rocas basálticas del fondo, en cuyas hendiduras se ha
Se halló un barco del siglo II o.c., aplastado por gran- incrustrado por precipitación una capa de residuos
des bloques de piedra. Los buceadores han ido sacando sedimentosos calcáreos, brotan corrientes cristalinas de
del mar, en estos parajes, ánforas, relieves de la época líquido más cálido. Nubes de peces se agolpan en este
helenística, estatuas fragmentarias, lámparas de época sitio. Los submarinistas los vieron por centenares, y
herodiana y vespasiana, «tanagras» y varias clases de un arpón arrojado al azar llegó a atravesar a dos simul-
cerámica. táneamente. Se trata principalmente 'de «peines», especie
La exploración arqueológica en toda la costa del de tencas, y es posible que el desarrollo muy favora-
levante mediterráneo, sobre todo hacia el sur, se hace ble del plancton o las aportaciones de las agues que bro-
casi imposible porque las aguas del Nilo han ido depo- tan del subsuelo los congreguen en aquel sitio. No habría
sitando fango de acarreo bajo el agua que ha sepultado dificultad en admitir, en el milagro evangélico, una gran
todo resto de naufragio que pudiera haber quedado. presciencia incluso humana de Jesús, que en todo caso
2. 'EsY0N ÜÉBER. En el fondo del golfo elanítico, debería de ser excepcional dado que avisó a pescadores
en torno a 'E~yon Géber, bien localizado desde el punto entendidos que conocían el lago a fondo; pero en
de vista arqueológico en la superficie, se han buscado último término, este hecho insólito sirvió de medio
las instalaciones portuarias antiguas e incluso la flotilla para que constataran la verdad de la resurrección de
de «naves de Tarsís» que se hundió a causa de una Jesús aquellos que lo habían visto morir.
tempestad, en tiempos del rey Josafat1. La expedición lJn 21,1-11.
de Foéx exploró sitios que parecían ser los más adecua- Bib1.: J. A. Fo Ex, Exploración submarina de la Biblia, Barcelona
dos. En los fondos marinos se hallaron arrecifes de coral 1958, págs. 106-107, 194, 220-224 (trad. cast.). M. v. PRAUSNJTZ,
muy crecidos y expansionados, y tal acarreo de guijarros Inmersión de Galilea, en la zona oriental del Mediterráneo, al final
del tercer milenio, en Erl, 5 (1958), págs. 31-34. P. THR0CKM0RT0N,
de aluvión arrancados a las montañas de Edom por las Thirty three Centuries Under the Sea, en National Geographical
torrenteras en sus crecimientos multiseculares que se Magazine, 117,5, Washington 1960, págs. 682-703. C. PICARD,
teme que toda huella de civilización de los tiempos en RA (1960), págs. 88-91. S. A. WATERMAN, Three Thousand
Years Under the Sea, en Explorer's Journal, 38,3 (1960), págs. 28-35.
bíblicos haya quedado sepultada bajo toneladas de C. T. FRITSCH, Searching under lsraeli Waters, en Jewish Heritage,
tierra, en gigantescos depósitos sedimentarios. Quarterly for Adult Study by B'nai B'rith (otoño 1961), págs. 24-29.
11 Re 22,49. K. MAcLEISH, Sea Search in History of Caesarea, en Life (5 de mayo
1961), págs. 72-82. J. E. RYAN - G. F. BASS, Underwater Surveying
3. EL MAR MUERTO. Atrae a los exploradores la and Draughting. A Techníque, en Antiquity, 36, Gloucester 1962,
posibilidad de hallar los restos de Sodoma y Gomorra págs. 252-261. V. VILAR, Crónica arqueológica de Palestina, en
EstB, 21 (1962), págs. 187-188.
y las demás ciudades de la Pentápolis hundida1. Han
S. BARTINA
sido de nuevo infructuosas las excavaciones de super-
ficie llevadas a cabo en el sudeste del mar Muerto.
SUD (Ioúo; Vg. Sodi). Río de Babilonia,junto al
Sólo se hallaron restos del neolítico en cuevas del lito-
que Bárük leyó su libro a Jeconías y al pueblo. Se
ral A_ Sin embargo, por la densidad del agua del mar
ignora no sólo la ortografía semítica del nombre, sino
Muerto, que contiene trescientos gramos de sales di-
su situación. Se ha conjeturado que era uno de los
sueltas por litro, diez veces más que en las aguas de los
canales que relacionaban el Éufrates y el Tigris.
otros mares salados, se hace muy difícil la inmersión.
Con lastres del orden de los veinte kilos es sumamente Bar 1,4.

dificultoso descender siquiera cinco brazas; la presión Bibl.: StM0NS, § 1405.


se hace peligrosa y la visibilidad es casi nula a un metro M. MÍNGUEZ
de profundidad.
AR. NoTH, en CBQ, 22 (1960), pág. 196. SUDARIO (oovóépiov; Vg. sudarium). Pañuelo de
1 Gn 19,25. pequeñas dimensiones que servía para enjugar el sudor
4. TIBERÍADES. El equipo de la Link Marine Expedi- del rostro y que se enrollaba en torno a la cabeza de
tion recorrió las orillas de Cafarnaúm, Magdala, donde los difuntos. Era una pieza de mortaja distinta de las
hay un muro sumergido, tal vez el pretil del lago, y Bét vendas que ligaban pies y manos y del lienzo o sábana
Yérah. Se halló cerámica romana y bizantina, y hacia que envolvía todo el cuerpo. El evangelista Juan alude
el sur, una embarcación naufragada del siglo r o.e, al sudario mortuorio con ocasión de la resurrección de
Es notable el resultado de los buceos realizados junto a Lázaro y de la de Jesús1. Como pañuelo de uso coti-
Heptapegon (el-Tábigah), cerca de Cafarnaúm. Con diano viene mencionado en la parábola de los talentos
la intención de explorar el teatro submarino de la - el siervo perezoso envuelve en él su talento y lo en-
pesca milagrosa, verificada después de la resurrección tierra -2 y con ocasión de las curaciones milagrosas
de Jesús, según la narración del evangelista Juan.', la que Dios realizaba por mediación del apóstol Pablo3 •
expedición Foéx se adentró en el mar doscientos codos, 1Jn 11,44; 20,7. 'Le 19,20. 'Act 19,12.

795 796
SUEÑO

Bibl.: A. VACCARI "E6fl<JOV OVTO Sovíorc (]oh 19,40): Lesst-


ó
cion, la gravedad del pecado y la grandeza del amor
cografia ed esegesi, en Misce/lanea Bíblica B. Ubach, Montserrat
1953, págs. 373-386.
de Cristo, «que nos amó hasta entregarse a la muerte
C. WAU por nosotros2 ». Ningún misterio como éste nos apro-
xima tanto al Hombre-Dios y nos adentra en su co-
SUDOR (heb. zé'üh: ac. zü{'Jtu; í6pws; Vg. sudor). razón.
1Heb
El fenómeno fisiológico de la transpiración tiene en el 5,7. 'Ef 5,2; Gál 2,20.
pasaje famoso del Génesis, en que Dios condena al Bib1.: Además de 1os citados comentaristas de san Lucas, remi-
hombre al trabajo fatigoso, un sentido figurado de timos al de C. SPICQ, Építre aux Hébreux, II, París 1953, págs. 112-
117; y al estudio de A. V1TT1 sobre el mismo texto en VD (1934),
esfuerzo: «Comerás el pan con el sudor de tu rostro»": págs. 86-92; 108-114. Cf. en especial: AZPEITIA-ÜUTIÉRREZ, Estudio
en una acepción semejante lo emplea el redactor de apologético y médico, Zaragoza 1944. L. PICCHINJ, La sudorazione
2 Macabeos 2. En el profeta Ezequiel conserva su valor di sangue di Cristo, Roma 1953. RIQUELME SALAZAR, Examen
corriente' (-,. Sudor de sangre). médico de la vida y Pasión de Jesucristo, Madrid 1953.

1Gn 3,19. 2
2 Mac 2,27. 'Ez 44,18.
J. CABALLERO
C. WAU
SUECAS, Versiones. -,. Escandinavas, Versiones (§ 3).
SUDOR DE SANGRE. La efusión de sangre junto
con el sudor durante la oración de Jesucristo en Getse- SUEÑO (heb. hálom, sénáh, tardémáh ; óvop, ÉVVTT-
maní consta solamente por el relato de san Lucas1, viov, ü1rvos; Vg. somniumi. El término castellano
con la precisión médica que lo caracteriza 2• Su omisión «sueño» es ambivalente, porque significa tanto el fenó-
en algunos códices antiguos,· versiones y comentarios A, meno fisiológico del descanso como el psicológico del
ha inducido a ciertas dudas sobre su autenticidad. ensueño; - el sueño es efecto del dormir y del soñar.
Pero, aparte de las razones extrínsecas, superiores en Otras lenguas distinguen perfectamente uno de otro
número y calidad a las contrarias, se impone por la (vgr. Schlaf-Traum; sleep-dream; sommeil-songe). La
misma naturaleza del hecho (capaz de escandalizar, misma ambivalencia se da en griego y en latín. Tampoco
aún a los cristianos, como consta por san Justino, el hebreo distingue con precisión ambos conceptos en
Orígenes, etc.), que parece deshacer la grandeza de algunos de los vocablos señalados arriba. En cualquiera
Cristo héroe. de sus dos acepciones, el sueño llamó siempre podero-
Los ataques satíricos de paganos y herejes explican samente la atención del hombre antiguo como uno de
(no justifican) el escrúpulo de algunos creyentes ante los misterios de su existencia.
este pasaje y la omisión de algunos copistas. De haber
l. EL SUEÑO DEL QUE DUERME. La primera valora-
habido duda razonable sobre la historicidad, se hubiera
ción espontánea del sueño es su propiedad confortante
raído por completo de nuestros evangelios sin dejar
del hombre y del animal cansados; la noche es el tiempo
huella de sí, o al menos la tendríamos declarándolo
del sueño y del reposo tras los quehaceres y preocupa-
apócrifo.
ciones del día.
A M. J. LAGRANGE, Saint Luc, París 1948, pág. 558 y sigs, L. Los hombres de Egipto y Mesopotamia, los héroes
PIR0T, en La Sainte Bible, X, págs. 263-264, etc., resumen toda la homéricos, los romanos, etc., son hombres que siguen
cuestión, en defensa de la canonicidad y autenticidad de estos ver-
sículos. El mismo Pirot la estudió recientemente en su articulo Com- el ritmo de la naturaleza, se acuestan pronto y son
mission Bib/ique et Évangiles, en DES, III, cols. 1261-1269. Véase grandes madrugadores; también lo es el hombre bíblico
un estudio más completo de F. FoNcK, en VD (1928), págs. 163- que se levanta con el sol y con el alba empieza sus
170, 193-204; y u. H0LZMEJSTER, en VD (1938), págs. 73-81; ibíd.,
(1943). págs. 71-76.
tareas (skm, forma hif''Il, significa a la vez «madrugar»
y «aparejar las bestias», primera faena del nómada
madrugador)1.
1 Le 22,40-46, completando a Mt 26,36-40 y Me 14,32-42. El
silencio de Juan se compensa con el pasaje 12,27, donde muestra
la turbación íntima de Jesús. 2Lc 4,38-39, «gran fiebre»; 8,27-33, La legislación se preocupa de que el sueño del pobre
descripción del poseso de Gergesa; 8,43-45, sobre la hemorroísa; sea confortante y prohíbe por ello que se le torne en
6,18-19, etc., sobre Cristo médico. prenda el manto con que se arropa 2• La gran molestia
1. EXPLICACIÓN DEL HECHO. El sudor de sangre fue de las riquezas y preocupaciones múltiples es que turban
efecto e indicio de la o:ywvía, «agonía», que no sig- el sueño'. Es el sueño de los impíos un sueño inquieto,
nifica en este caso los espasmos del moribundo, ni mientras que el justo duerme en paz bajo la protección
tampoco un simple temor; sino la ansiedad y ahogo, de Dios que vela sobre quienes le temen y obedecen'.
ante un mal inminente y evitable (de aquí la lucha o El perezoso se arruina mientras que el diligente vela y
agonía psíquica), que se refleja en la oración de Cristo. se afana, aunque la prosperidad viene de Dios y no del
Reacción enérgica de la voluntad. Sangre verdadera, afán desmesurado 5. Si el hombre puede buscar en el
mezclada al sudor natural. La partícula atenuante (cocsi) sueño el eximirse de responsabilidades ante Dios, ce-
no recae sobre el hecho, sino sobre el modo: «En forma diendo al cansancio o cobardía, Dios le puede dar un
de grumos de sangre que caía». sueño pesado para entorpecer sus malas intenciones 6•
En el NT duermen los campesinos después de sus
2. TRANSCENDENCIA DEL MISTERIO. Descubre, como tareas agotadoras, las vírgenes que esperan al novio,
ningún otro, la realidad de la naturaleza humana (contra los discipulos entristecidos en el huerto de Getsemaní,
los docetas), con todas sus consecuencias, aducidas en el mismo Jesús en medio de la tempestad, etc. 7 Pero el
la •. carta a los Hebreos, como el mejor comentario1. No Señor pasa también noches en la oración de Dios 8,
menos se revela en este drama la teología de la reden- y las manos de Pablo no conocen el descanso para no

797 798
SUEÑO

ser gravoso a nadie, siendo abundantes las vigilias entre La teología latente en la base de la valoración de los
sus penalidades de apóstol incansable.". Sin que haya sueños es una ideología mística que no sólo admite la
condenación alguna del legítimo descanso abundan las posibilidad de la comunicación de la divinidad con !os
incitaciones a la vigilancia. hombres, sino que aquélla actúa mejor cuando el hom-
El sueño fisiológico adquiere ya desde el A T un sen- bre le opone menos resistencia como es al tiempo de
tido metafórico por el que pasa a significar de modo dormir. También el éxtasis y la profecía los interpreta-
eufemístico las relaciones sexuales'º. También la muerte ban como irrupciones del mundo superior en el alma
viene indicada con el «se durmió», «se durmió con sus del hombre cuando éste «salía de sí» (ÉKcrTacr1s) y
padres»!'. En el mismo sentido emplea Jesús la imagen dejaba el campo libre a la intervención divina.
y después los apóstoles en sus escritos " con metáfora En la Biblia aparecen los sueños como una vía normal
que ha facilitado y extendido la fe en la resurrección por la que Dios se comunica con los hombres: durante
de la carne. Este progreso real en la fe de las realidades un sueño profundo (heb. tardémáh ; ÉKcrTacr1s) que
escatológicas hace que la expresión metafórica tenga infunde sobre Adán le forma una compañera semejante
en la nueva revelación una fuerza de que carecía en la y Abraham recibe la promesa de una descendencia nu-
vieja economía. merosa 1 - en este caso, el sueño va acompañado de
Dentro de la misma línea del sentido figurado hay palabras que declaran su significación - ; Jacob ve en
que encuadrar aquellos pasajes antropomorfísticos que sueños la escala y el lugar queda consagrado como
hablan del sueño de Dios para indicar su tardanza en puerta del cielo donde Dios ha queridó' manifestarse2•
el remedio de las necesidades del que pide con urgencia: Tienen sueños de trascendencia política y religiosa José
«[Despíerta l ¿Cómo es que duermes, Yahweh? [Des- que prevé y provee su prosperidad y la de Egipto y
pierta y no nos abandones por cornpleto !» 13• Los dioses aclara el alcance de sueños ajenos 3; Gedeón que erige
falsos duermen perennemente porque no existen y por el santuario de 'Ofrah 4, Salomón en el santuario de
ello no pueden venir en ayuda de quienes los invocan 14• Gabaón 5, Daniel en la corte de Nabucodonosor "; el
Este sueño es en el hombre sinónimo de inercia y de- niño Samuel mientras dormía en el santuario de Siloh
jadez, por ello las insistentes llamadas a la vigilancia oye en sueños la voz de Dios que le despierta y le anun-
espiritual. cia el destino trágico de la casa de Elí el sacerdote7
'Cf. Gn 19,2; Jue 19,8; 2 Sm 15,2. 'Éx 22,25-26; Dt 24,12-13. - el episodio ha sido puesto en relación con las prác-
-cr. Sal 32,4; Eclo 31,1; 34,1; 40,5. 'Is 5,27; Sal 3,6; 4,9; 121, ticas de incubación de sueños en los templos, pero las
3-4; Prov 3,24; 6,22. 'Prov 10,5; 19,15; Sal 127,1-2. -cr. Jon I,
15; 1 Sm 26,7.12; 1 Re 19,3-7; Jdt 13,1 y sigs. 'Mt 13,25 y par;
semejanzas no son sino extrínsecas y secundarias.
25,5; 26,40 y sigs. y par.; Me 4,38 y par. 'Me 1,38; Le 6,12; Mt Aunque estos sueños jamás fueron puestos en tela
26,41 y sigs. y par. 'Cf. Act 20,7; 1 Tes 2,9; 2 Cor 6,5; 11,27. de juicio a lo largo de la tradición religiosa de Israel,
»cr, Gn 19,32 y sigs.; 30,15-16; 34,2; Lv 15,33; Nm 5,15; Dt 21, y a pesar de que la mentalidad general aceptaba tales
13, etc, "Dt 31,16; 2Sm 7,12; 1 Re 2,10; 11,43, etc.; Sal 88,7.
12
Mc 5,39; Le 8,52; Jn 11,11; 1 Cor 7,39; 15,6; 1 Tes 4,13-15; 5,10. fenómenos como medio normal de revelación - véase,
"Sal 44,24; 78,65. »cr. 1 Re 18,27. por ejemplo, el valor que los sueños conservan en
numerosos pasajes del libro de Job-, por su connatural
2. SUEÑO Y SUEÑOS. Entre los pueblos de la anti- oscuridad, los sueños fueron considerados, dentro del
güedad, la valoración de los sueños se encuentra amplia- yahwismo, como una manifestación teofánica de orden
mente difundida como manifestación misteriosa de la inferior a la comunicación directa de Dios con un ele-
voluntad divina y como augurio del futuro. Y entre los gido. La tradición sacerdotal valoraba así las funciones
varios campos de la adivinación no es el menos im- mediadoras de Moisés 8•
portante el de la interpretación de los sueños que que- A medida que la mentalidad evolucionaba fueron
daba reservada a los sacerdotes y sabios, quienes dic- también madurando las exigencias críticas. El Deute-
taminaban sobre el sentido de los sueños que habían ronomio pone un tope negativo a la validez de los sue-
de tenerse en cuenta como avisos del cielo. La literatura ños: son falsos cuando se oponen al yahwismo 9• Pero
de los sueños es abundantísima y prueba de su seriedad es sobre todo Jeremías quien en su campaña contra
es que pensadores como Aristóteles y Cicerón escri- los falsos profetas arremete contra quienes vaticinan
bieron libros sobre la materia de los sueños. Los nuevos prosperidad al pueblo infiel, gritando «he tenido un
cultos y santuarios venían instaurados sobre la base de sueño, he tenido un sueño» y hacen que «por sus sueños»
un sueño en que el dios manifestaba su voluntad; es así el pueblo se olvide de Yahweh, halagando sus vicios y
como Ningirsu ordena a Gudea que repare su E-ninnu desenfreno. Los sueños verdaderos, los que provienen
o templo. Los cambios políticos solían también ir acom- de Dios apuntan a la prueba tremenda que se acerca:
pañados de sueños y lo mismo las curaciones y los «No escuchéis a los que dicen que no seréis sometidos
acontecimientos más notables de la vida del individuo, al rey de Babilonia; no escuchéis sus sueños»:", todo
principalmente tratándose de algún personaje impor- ello no son sino «sueños vacíos que prodigan vanos
tante. En las Vidas de los emperadores Suetonio refiere consuelosx+'. Como observa Oepke se trata de una
numerosos sueños que precedieron a sucesos decisivos crítica creyente que condena unas manifestaciones con-
en la política imperial. cretas, admitiendo en el fondo la validez del medio de
Una de las formas más frecuentes para provocar estos revelación. En el libro del Eclesiástico hay un enfoque
sueños era dormir en algún santuario, así por ejemplo, más liberal y razonado del fenómeno onírico: el que en
lo hacían los enfermos que impetraban la curación de sueños se apoya es como quien pretende coger la sombra
Asclepio (Esculapio) y pernoctaban en el recinto sagrado y perseguir el viento, porque .el sueño no es sino la
esperando algún signo en tal sentido. imagen· de uno mismo, la proyección de los propios

799 800
$ÜF

Panorámica de la explanada de Sil6h, desde el tell. Aquí, el joven Samuel, oyó en sueños la voz del Señor
que le llamaba. (Foto J. Starcky)

deseos y es causa de extravío; sin embargo, admite la SUERTE. -> Herencia y 'Ürim y tummim.
posibilidad de una visita del Altísimo, aunque no pro-
porcione criterios concretos para la discriminación de SUERTES, Fiesta de las. -,. Pürim.
los sueños sobrenaturales de los naturales e intranscen-
dentes que nacen de las preocupaciones cotidianas12• SÜF (ecaña»; r¡ épv.Spo: Só:Ao:crcro:; Vg. mare Rubrum).
En el NT, los sueños conservan su crédito, aunque Localidad de imprecisa situación, que sirve para des-
aparecen con parsimonia y no sirven de base reveladora cribir el sitio desde el que Moisés habló a los hijos de
a ninguno de los puntos dogmáticos de la religión Israel'. La Vg., la LXX y el Targüm de 'Ónqelos la
cristiana. Entre los evangelistas, sólo Mateo alude a los identifican con el mar Rojo. Sin duda hay que inter-
sueños de José y de los magos en la infancia de Jesús, pretarlo así, puesto que se menciona luego del 'Arabah,
y al de la mujer de Pilato en el relato de la Pasión 13. que termina en el golfo de 'Aqabah, o sea en dichas
Los Hechos refieren alguno de Pablo simultáneo al del aguas. El texto hebreo resulta algo vago. Pudiera ser
discípulo Ananías14 y la epístola de Judas habla proba- identificada con Süfah.
blemente de los ensueños gnósticos". Contra lo que 1Dt 1,1.

ocurría en el mundo ambiental, el cristianismo primitivo Bibl.: ABEL, l, pág. 427.


se muestra reservado ante el fenómeno de los sueños en R. SÁNCHEZ
lo que respecta a su valoración religiosa.
1Gn 2,21; 15,12. 'Gn 28,10 y sigs. 3Gn 37,5.9; 40,5 y sigs.; SÜF («celdilla de panal»; No:crEÍ~ [B], LOVTT [A],
41,1 y sigs. <éue 6,25-26; cf. 7,13-14. 5 1 Re 3,5 y sigs. 'Dan Loúq:,; Vg. Suph). Levita - en sentido religioso - de la
2,1; 4,1; 7,1 y sigs. 'J Sm cap. 3. -cr. Nm 12,6-8. -cr, Dt 13, tribu de Efraím, antepasado de "Elqánáh y del juez
2-5. "Jer 23,16 y sigs.; 27,9-10; 29,8-9. nzac J0,2-3. 12Eclo
Samuel. Descendía de Qéhát+. En un pasaje del libro
34,1-8; 40,5-8; cf. Is 29,8. 13Mt 1,20; 2,12-13.19.22; 27,19. "Act
16,9; 18,9. 16Jds 8. de las Crónicas, recibe el nombre de Sófay",
Bibl.: A. ÜEPKE, Ka.9ev6w, en ThW, 111, págs. 434-440; íd.,
11 Sm 1,1; 1 Cr 6,20. 21 Cr 6,11.
óvop, ibid., V, págs. 220-238. A. WIKENHAUSER, Doppeltráume, Bibl.: Nora, 1193, pág. 255.
en Bibl, 29 (1948), págs. 100-11 l. E. L. EHRLICH, Der Traum im P. ESTELRICH
AT, Berlín 1953. D. SESBOÜÉ - X. LÉON DUFOUR, Sommeil, en
Vocabulaire de Théologie Bib/ique, París 1962, cols. 1019-1022.
SÜF ( «celdilla de panal»?; EÍS Tr¡v LÍ<p [B], EÍS
C.GANCHO yfív LEÍ<¡> [A]; Vg. Suph). Región que visitaron Saúl

801 802
$ÜF

y su criado en busca de las asnas del padre del primero'. corresponde al interglaciar Riss-Würm, pleistoceno me-
Tal vez debió el nombre a que la familia de Süf se dio, y al parecer se trata de antecesores del tipo Nean-
asentó en él. Su verdadera localización se ignora, pero dertal, restos de una humanidad primitiva polimorfa, de
debió de estar a unos 35 km al sudoeste de Siquem. la que derivaron independientemente los neandertalia-
'1 Sm 9,5; cf. 1 Sm 1,1. nos y los hombres de tipo moderno (----,. Carmelo,
Bibl.: SJMONS, §§ 646-647, 665. Hombre del y Hombre fósil).
B. MELÉNDEZ
SÜFÁH («huracán»?; Écp71óy10-ev; Vg. mare Rubrumy.
Lugar citado en el avance de los israelitas alrededor SUICIDIO. La SE no legisla directamente sobre el
del país de Edom', que las versiones han entendido de suicidio que no parece haber sido frecuente en un pue-
modo discrepante. Se trata de una región o comarca blo sabedor del supremo valor de la vida. Indirectamente
próxima, al parecer, al Amón y, por lo tanto, situada va prohibido por los numerosos textos en que se procla-
en Moab. El sitio es desconocido. Musil (cf. Simons) ma a Dios dueño y señor de la vida y de la muerte.
propone como identificación el Hirbet Süfah al sur de Los casos de suicidio que hemos encontrado son de
Mádaba. hombres profundamente angustiados y, con excepción
1Nm 21,14. del caso de Judas', amenazados de muerte inminente
y aun heridos: así 'Ábimélek 2, que ruega a su escudero
Bibl.: A. CLAMER, Les Nombres, en La Saint e Bible, II, París
1946, pág. 373. SJMONS, § 441 (n. 229). lo remate, Saúl que suplica otro tanto 3 y cuyo escude-
R. SÁNCHEZ ro también le mata, y el caso emocionante del anciano
Razís, el fiel judío de quien se refiere con morosidad
SÜFAH, IJirbet. Nombre árabe que ha conservado los tres actos impresionantes de su exterminio, prefi-
la grafía de la región de ----,. Süfiih. rieron morir noblemente (EúyEvws) antes que caer en
manos de criminales".
SUFAMITA (heb. [mispáhat ] ha-súfámi; o IwcpavEí; En ninguno de estos episodios se pronuncia la Biblia
Vg, Suphamita). Individuo descendiente del benjarni- por su moralidad, que hay que enjuiciar a la luz de
nita Séfüfam. las circunstancias de cada caso, manteniendo firme el
Nm 26,39. principio de «no matar», porque sólo Dios puede dis-
poner de la vida de cada hombre.
SÜl;IÁH («agujero»; 'Aaxá [BJ, 'Aaxás [AJ; Vg. 'Mt 27,5; Act 1,18. 'Jue 9,54. '1 Sm 31,4. '2 Mac 14,41-46.
Sua). Hermano de Kélüb, de la estirpe de Judá". e.GANCHO
Parece ser que, como algunos nombres de la misma
genealogía, se está en presencia del epónimo de una SUKATITAS (heb. sukátim; Ivxa.Síµ; Vg. in taber-
tribu o de una denominación geográfica. naculis commorantes). Una de las tres familias de es-
11 Cr 4, 11. cribas que vivían en Ya'bés, en el territorio de Judá.
Bibl.: NOTH, 1315, pág. 258. É. DHORME, en BP, I, pág. 1265, Su linaje, a través de Caleb, descendía de los quineos
n. 11-12. y de Hamrnat el rekabita.
D. VIDAL 1 Cr 2,55. R. SÁNCHEZ

SÜl;IÁM («cavador»?; IaµEí; Vg. Suham). Hijo pri-


SUKKIYYi'M (TpwyAo61'.JTm Vg. Troglodytae). Tro-
mogénito ( ?) de Dan y fudndor de la familia de los
pas que el faraón Sisaq sacó de Egipto para atacar a
suhamitas1. En el libro del Génesis, se le llama Husím",
Jerusalén'. Su identificación es oscura. La LXX y la
La etimología del nombre es incierta, como ocurre en
Vg. han traducido «trogloditas», considerando sin duda
la mayoría de los referentes a clanes y grupos tribales.
la aparente raíz del nombre isukkáh, en hebreo, significa
1
Nm 26,42. 'Gn 46,23.
«cabaña» y «antro de león», de donde la idea de «habi-
Bibl.: NOTH, 1316, pág. 258. tantes en cuevas»); pero es evidente que se trata de un
pueblo que suministra soldados a Egipto. Es posible
SUHAMITA (heb. [mispáhat] ha-sühámi; 6fíµos 6 que los sukkiyim sean identificables con los [ktn o tk ,
Iaµí; Vg. Suhamita). Individuo perteneciente a la fa- de origen libio.
milia establecida por Sühám, hijo de Dan. 1
2 Cr 12,3.
Nm 26,42.
Bibl.: L. MARCHAL, Les Paratípoménes, en La Sainte Bible, IV,
París 1952, págs. 163-164, con bibliografía.
SUHITA (heb, ha-sühi; o Iavxaíwv, Aúxaíwv, 6 C. COTS
2aVXEÍTT)S, 2avxhris, AvxÍTT)S; Vg. Suhita). Indi-
viduo de la tribu de Süah, hijo de Abraham y Qétürah, SUKKOT (2oKxw.S; Vg. Soccoth, Socoth). Nombre
como Bildad, amigo de Job. de dos lugares veterotestamentarios:
Job 2,11; 8,11; 18,1; 25,1; 42,9. l. Primera estación o etapa de los israelitas después
de la salida de Egipto', situada entre Ra'rnésés y '.Etam.
SUBUL, El-, Lugar de hallazgo, en unas cuevas del Se creyó durante largo tiempo - Cazelles aún lo defiende
monte Carmelo, de varios cráneos y otros restos huma- (cf. Sirnons, § 420, n. 210) - que el nombre hebreo
nos fósiles, notables por los caracteres mezclados que era una adaptación de la palabra egipcia tkw, nombre
presentan de tipo neandertaliano y sapiens. El hallazgo civil de Pítóm, capital del octavo nomo del Bajo Egipto,

803 804
SUKKÓ

y por ello se aceptaba la identificación, geográficamente


aceptable, con Tell el-Mashütah, en el Wádi Tumilát ;
pero en la actualidad, a consecuencia de las últimas
investigaciones arqueológicas, la localización parece me-
nos plausible y se tiende a desplazarla más al este, hacia
la desembocadura del Wádi Tumilát.
2. («cabañas). Ciudad de la tribu de Gad, en el
valle del Jordán, en la Palestina oriental y no lejos de
Yabbóq, cuyo nombre se explica en vista de las chozas
o cabañas que Jacob construyó para el ganado al re-
gresar a su tierra natal 2, aunque pudiera obedecer a
que en ella celebraron las fiestas cananeas de la cosecha.
Formaba parte del reino de Sihón y Josué la atribuyó
a los gaditas3 • Gedeón, al volver de la expedición vic-
toriosa contra los madianitas, castigó cruelmente a sus
habitantes, que se habían negado a ayudarle", Cerca
de Sukkót se fundieron los utensilios de bronce del Mapa de la ciudad de Sukkót, en el valle del Jordán
Templo salomónico", Los Salmos mencionan en dos
ocasiones el valle de Sukkót (heb. "émeq sukkot; f¡ xoi- Ídolo o ídolos que los babilonios, trasplantados a Sa-
?las Twv o-Krivwv; Vg. convallis tabernaculorum). Se maria por los asirios, adoraron, como antaño, en el
identifica con Tell Deir "Allah, situado a unos 3 km al lugar de su Exilio1• El T. M. entiende «tiendas de las
norte del Yabbóq, desde el que se domina el Gór Abu hijas» tal vez como referencia a la prostitución sagrada.
'Obeidah (valle de Sukkót). También se ha propuesto El nombre se interpreta: a) como una hebraización de
el cercano Tell el-Ahsás ( «tell de las chozas de caña»), sakkut bimüti ( «juez supremo del universo»), quizá un
cerca de la confluencia del Yabbóq con el Jordán. título de Marduk; b) como sakkut, «Saturno» (heb.
1Éx 12,37; 13,20; Nm 33,5-6. 'Gn 33,17. 'Jos 13,27. 'Jue sikkiu i", planeta dedicado a Marduk; e) como el
8,5-9.14-16. '1 Re 7,46; 2 Cr 4,17. nombre Sarpánítu, consorte de Marduk, llamada por
Bibl.: ABEL, II, págs. 469-470. N. GUJECK, Exp!orations in el pueblo zir-banitu ( «creadora de simiente»), etc.
Eastern Pa/estine, IV, en AASOR, 25-28 (1951), págs. 308-310, 336-
'2 Re 17,30. 'Am 5,26.
350. SIMONS, §§ 300,415,418,420 (y o. 210), 424 (n. 217), 571,823.
Bibl.: É. DHORME, La religion assyro-babylonienne, París 1910,
M. V. ARRABAL pág. 100. A. MÉDEBIELLE, Les livres des Roís, en La Sainte Bible,
Jll, París 1949, pág. 760. L. ARNALDICH, Libros históricos del An-
tiguo Testamento, en La Biblia Comentada, II, Madrid 1961, pág. 519.
SUKKüT BENüT («tiendas de las hijas»; 'Poxxo.S-
¡3atvE.SEí [B), LoKxw.Sl3EvtE.Sí [AJ; Vg. Sochothbenothy. M. GRAU

Panorámica, desde el sur, de Tell Deir "Allah , lugar que se identifica con Sukkót, la población bíblica perte-
neciente a la tribu de Gad. (Foto J. Starcky)

805 806
SULAMITA

SULAMITA (heb. ha-súlammit ; f¡ IovµaveiTtS [B], tante noroeste-sudeste, con un arco suave hacia el este
Iovi\aµiTtS [A, S]; Vg. Sulamitis). Gentilicio que se en su parte superior. Casi todos sus afluentes los tiene
aplica a una muchacha'. Este vocablo, en realidad un por la izquierda de las montañas del este el Zab superior
epíteto usado sólo dos veces en la SE, se ha derivado e inferior, el Adern, el Diyálah (a la altura de Bagdad)
del nombre de la población de Süném, la patria de y otros menores como el Kárün.
'Ábisag, la concubina del anciano David, por medio El Éufrates, de recorrido más largo, baja de los mon-
de un cambio de consonantes líquidas (n por /). Hay, tes de Armenia con un arco muy pronunciado que se
en cambio, intérpretes que suponen que súlammit es el acerca al Mediterráneo, a la altura de Biregik, para
femenino de Salomón (heb. sélomoh), lo que convertiría plegarse después decididamente hacia el sudeste, después
la voz, dada la presencia del artículo, en un título, que de recibir a su afluente Bálih y entra en la llanura alu-
equivaldría a «princesa», paralelo al de «rey», que vional, recibiendo poco más abajo de Deir el-Zór al
representa Salomón. Hábür, que es su afluente mayor. Entre Bagdad y Cte-
1Cant 7,1 (Vg. 6,12); cf. 1 Re 1,1-4. sifonte se acerca al Tigris hasta una proximidad de unos
Bibl.: H. H. RoWLEY, The Meaning of «The Shulammite», en 30 km para separarse después y abarcar la parte más
AJSL, 56 (1939), págs. 84-91. D. Buzv, Le Cantique des Cantiques, aluvial de la llanura sumera; y por fin, torciendo de
en La Sainte Bible, VI, París 1946, pág. 347.
nuevo hacia el este, se encuentra con el Tigris para des-
R. SÁNCHEZ
embocar juntos en el golfo Pérsico.
En el curso de los siglos, su Jecho ha cambiado con
SULTÁN, Tell el-, Ruinas que marcan el emplaza-
frecuencia de modo caprichoso y provocando la ruina
miento de la _ciudad de -+ Jericó.
de ciudades que, asentadas junto al río o sobre los ca-
nales, se encontraron después alejadas y viceversa. Lo
SUMARÁ, Hirbet el-, Actual nombre árabe que ha
cual obligó a reyes y gobernadores a emprender grandes
conservado el de la ciudad bíblica de -+ Samir.
trabajos de canalización y regularización con el fin de
restituir y conservar la normal fisonomía geográfica del
SUMATITA (heb. ha-súmáti; El. smty ; 'Ho-aµa.Seíµ;
país en vistas a la agricultura y el comercio.
Vg, Semathei). Familia de origen calebita, existente
Sumer propiamente dicho se extendía desde Babel
en Qiryat Yé'árirn, que descendía de Sóbák '. La etimo-
por el norte hasta el golfo Pérsico por el sur y constituía
logía del nombre es confusa. Noth propone ver en ella
la región civil y cultivada, de unos 34 000 km 2, com-
una abreviatura basada en la raíz sm' o smr con una
prendida entre los dos ríos, sus afluentes y el sistema
terminación hipocorística, por la cual encerraría la idea
de canales. Entre estos últimos, el más importante es
de «atender», «escuchar» o «vigilar».
sin duda Satt el-Hay, que une Tigris y Éufrates entre
11 Cr 2,53.
Küt el-'Amarah y Nasríyah. Podemos recordar de los
Bibl.: NOTH, 1385a, pág. 259. antiguos el «canal de Enlil» entre Dür-kurigalzu y
R. SÁNCHEZ
Sippar; el «río real» (niir sarri) que unía Sippar con
Upi (Seleucia). Otro canal, el Arahtu, atravesaba la
SUMER. I. GEOGRAFÍA. Mesopotamia está consti-
ciudad de Babel, desde donde se podía ir hasta Borsippa
tuida por la región de unos 1000 km de largo, que limita
por vía acuática; también Nippur tenía comunicación
al este con los montes Zagros, al norte con los mon-
con varias ciudades mediante un rico sistema de canales.
tes de Armenia, al oeste con Siria y al sur con el de-
Según las investigaciones hechas por el gobierno iraquí
sierto de Arabia y el golfo Pérsico. De formación alu-
con el fin de restituir la fertilidad a la baja Caldea,
vial está surcada por los dos ríos «hermanos» (en acádico
en el período antiguo un canal que arrancaba del Éufra-
«hermanas») de extraordinaria importancia en la his-
tes unía a la ciudad de Nippur con una serie de ciudades
toria de la humanidad, que son el Tigris y el Éufrates.
sumerias: Adab, Zabalam, Umma (Gohah), Badtibira(?),
El Tigris (sum. /DIGNA; ac. idiglat) de curso más bre-
el-Madínah, destacándose después un brazo al sudeste
ve, baja en línea más o menos sinuosa en dirección cons-
hacia Tel16 (la antigua Girsu), el-Hibbah y Zurgul.
Desde el-Madínah, una desviación se doblaba hacia el
Mapa de la región de Sumer sur, tocando Senkerah (la antigua Larsa). Desde Nippur
todavía otro canal bajaba hacia el sudoeste y llegaba
probablemente hasta Uruk sobre el Éufrates.
La región situada en el triángulo que forman los dos
canales que arrancaban de Nippur y por el transversal
el-Madinah-Warka (Uruk) era llamada edin, «llanura»,
y estaba dividida en an-edin, llanura superior e inferior.
Ríos, ramales de río y canales formaban una densa
red de aguas indispensable para la agricultura y utilísima
además para las comunicaciones y el transporte de ma-
terias de consumo y de comercio.
De las ciudades, la más meridional, y de las más
antiguas, era Eridu (Abu Sahrein), «sobre el mar» o
laguna (niir marratum de los babilonios), formada por
las últimas derivaciones del golfo Pérsico que en el
período sumerio se internaba unos 100 km más al norte

807 808
SUMER

del límite actual. Eridu era la sede del dios Enki (Ea) tiempos cuando los dioses decidieron que la dignidad
con su gran templo E-abzu. A poca distancia se encon- real bajase a la tierra dando origen a una primera serie
traba 'Ür, la patria de Abraham y actual el-Muqayyir, de diez reyes en distintas ciudades. El último de esta
sede de tres dinastías y del dios Nanna-Sin con templo primera serie había sido Ziusudra, en babilonio Utna-
y torre muy importante. Las ruinas de la torre (é-te- pistim, el Xisuthros de Beroso, héroe del Diluvio. Las
menní-gur) son todavía de las más imponentes. También ciudades prediluvianas fueron Eridu, Badtibira, Larak,
muy cerca el-'Obeid conocida por su particular forma Sippar, Suruppak, y los primeros reyes vivieron un
de cultura y por el templo construido por Aannepadda número extraordinario de años, sumando en total J 20
y Mesannepadda. Un poco más al norte, a izquierda sar, es decir, 432 000 años. Se tiene noticia del Diluvio
del Éufrates, Uruk (la moderna Warka), la 'Érek de por un importante texto surnerio, publicado por A.
la Biblia y uno de los centros principales de la civiliza- Poebel, en Historical and Grammatical Texts (l 914) n.01,
ción sumeria con los templos de An e lnanna. Sobre y después en la tablilla XI de la epopeya de Gilgames.
el canal, entre el-Madinah y el Éufrates, se encontraba Woolley creyó haber encontrado en losestratos aluvio-
· Larsa (Senkerah) centro del culto de Utu (Samas) con nales descubiertos en las excavaciones de 'Ür la docu-
el santuario de Esbabbar, A izquierda de Satt el-Hay, mentación arqueológica de este Diluvio, y poderlo así
frente a el-Madínah, estaba Tel16, la antigua Girsu datar históricamente; pero la falta de estratos semejantes
(Lagas) que floreció largo tiempo desde el 2500 hasta y contemporáneos en las ciudades vecinas ha quitado
el final del período de 'Ür 111 (ca. 1800 A.c.); era la probabilidad a su tesis.
sede del dios Ningirsu con su templo E-ninnu. Después del Diluvio vuelven a empezar la vida y la
Geográficamente vecina sobre el canal de Nippur, e historia, los reyes se suceden en las diversas ciudades
históricamente en estrecha relación de rivalidad con Te- con dinastías designadas según el nombre de las ciu-
116, estaba la ciudad de Umma (actµal Gohah), ya men- dades donde reinan: Kis, Uruk, 'Ür, Lagas, etc. Hay
cionada, con Adab (hoy Bisámyah) y Nippur la moderna reyes mitológicos como Etana, de quien se cuenta que
Nuffár). Esta última era la sede del dios Enlil con su se hizo llevar al cielo por un águila para coger la hierba
templo Eskur y gozó siempre de destacada preeminencia de la fecundidad con el fin de asegurarse un sucesor,
religiosa sobre todo Sumer. Dumuzi el amante de lnanna, Gilgames, rey de Uruk,
Junto al canal que de Nippur bajaba a Uruk, o conec- héroe del poema homónimo. Con el sucederse de las
tadas con él, estaban las ciudades de Isin, capital de generaciones, el número de los años de vida de los reyes
la dinastía homónima que sucedió a >ür 111, y Suruppak va disminuyendo de millares a centenares y vienen a
(hoy Fárah), la ciudad del. Diluvio y patria del héroe reducirse a los valores normales hasta llegar a un nom-
Ziusudra (Utnapistim). Al nordeste de Babel estaba Kis . bre atestiguado históricamente y del que se conserva
(el-Oheimir) importante histórica y religiosamente con una maza con inscripción dedicatoria, es el rey Mesilim
su templo E-mete-ursag del dios Zababa (Zamama). (o Mesalim) de Kis que se sitúa hacia el 2600 A.c.
Al nordesde de Kis, Gemdet Nasr, centro importante La arqueología nos permite reconstruir los orígenes
para la prehistoria de Sumer, y aún hay que recordar sumerios, remontándonos hasta el IV milenio. Las ex-
al suroeste de Babel a Borsippa (Birs Nimrüd). cavaciones realizadas por los ingleses en Eridu, el=Obeid
Por la importancia que alcanza después hay que y 'Ür, por los alemanes en Warka y por los franceses
recordar las ciudades situadas en el ángulo formado en Telló, han sacado a luz las primeras huellas de la
por el afluente del Diyálah con el Tigris, entre ellas civilización en la Mesopotamia inferior y han permitido
Tell Asmar, la antigua Esnunna, Tell Hafagah con seguir su marcha y desarrollo. Eridu ha documentado
su famoso templo oval. En el golfo Pérsico hay que los comienzos de esta civilización bien dentro del IV
recordar la isla Bahrein que corresponde probablemente milenio y Warka ha dado los orígenes específicos de la
a la antigua Dilmun (Tilmun). civilización sumeria hacia el año 3000. La discontinui-
Entrarían también en la esfera de la geografía sumeria dad que presentan los estratos anteriores, frente a la
las tierras de Magan y de Meluhha que aparecen con continuidad observada en los estratos inferiores decidi-
frecuencia en los textos, pero sus localidades están sin damente sumerios, ha inducido a ver sus orígenes en los
identificar. Otras regiones de Asiria y del Oriente (Elam), estratos IV-VI de Warka. Se nota en ellos una como
el «mar superior» (Mediterráneo), etc., escapan de la explosión de la civilización en las imponentes construc-
geografía propiamente sumeria. ciones de templos en dos complejos distintos (Eanna y
Bibl.: FR. DELITZSCH, Wo lag das Paradies?, Leipzig 1881. D. An) y en los primeros comienzos de la escritura que en
MEISSNER, Babylonien und Assyrien, I, Heidelberg 1920; II, ibíd.: los períodos sucesivos se va desarrollando y perfeccio-
1925. F. HoMMEL, Ethnologie u. Geographie des a/ten Orients,
Munich 1926. H. SCHMOKEL, Ur, Assur und Babylon, Stuttgart
nando. Esta civilización irradia bien lejos y hace sentir
1955; id., Das Land Sumer, 2.• ed., Stuttgart 1956. su influencia hasta en Egipto.
El período siguiente (ca. 2800-2600), llamado Gemdet
11. HISTORIA Y RELIGIÓN. El nombre de Sumer deriva Nasr por el lugar de hallazgo de esta cultura típica, se
del acádico sumerü y corresponde a ki-en-gi(r) = ken- caracteriza por una cerámica nueva roja y negra y por
gi(r), nombre con que los mismos sumerios designaban la forma peculiar de los ladrillos de sección cuadrada
a su país. En el Gn 10,10; 11,2, le corresponde sin'ár. y punta alargada, llamados Riemchen por los alemanes;
Un vocabulario acádico da a kengi el significado de por los sellos cilíndricos y vasos y diversos objetos
«tierra, país». cultuales. Su difusión se ha comprobado por oriente
l. HISTORIA. Según las listas sumeras de los reyes, hasta Susa (escritura protoelamita), y en Siria y Asia
su historia habría empezado en la oscuridad de los Menor por el oeste; por el sur llegó hasta Egipto en la

809 810
SUMER

cultura Nagada II. Los templos de este período son de 'Ür, Larsa, Nippur, avanzando hacia el sur hasta
menos imponentes que los del anterior, aunque todavía el golfo Pérsico y por el norte hasta el Mediterráneo,
muy notables, tales el templo de Inanna en Uruk y el tomando los pomposos títulos de «rey del mundo» y
templo «blanco» así llamado por el color de su reves- «rey de las cuatro regiones». Logra mantenerse durante
timiento. El arte y la glíptica elaboran preferentemente veinticinco años hasta que surge el semita Sargón, más
motivos religiosos, como el ciclo de Inanna y Tammuz. decidido y aguerrido, quien con una nueva táctica hace
Ejemplares característicos son el vaso de alabastro prisionero a Lugalzaggisi y lo encierra en una jaula,
(60 cm de alto) con escenas cultuales en franjas sobre- exponiéndolo a la entrada del templo de Enlil en Nippur.
puestas y una fina cabeza de mujer encontrada el 1939 Empieza así la dinastía de Acab o Agadé del nombre
en Uruk. de la nueva capital (hacia 2350-2160). Sargón reconquista
Con Mesilim (ca. 2600) entramos de lleno en la his- todo el territorio de Lugalzaggisi y avanza por el norte
toria. Se observa una cerámica más tosca, se construyen hasta Chipre, fundando el primer gran imperio semita.
los templos sobre un estrato arenoso (ctierra pura») y Las instituciones militares (ejército permanente de 5400
sufren modificaciones en su plano, pasando del tipo de soldados) y la organización social se transforman; el
corte cuadrangular o rectangular al de Herdhaus ( «casa rey se afianza decididamente sobre la autoridad religiosa
con hogar») consistente en un edificio rectangular con y el palacio vence al templo. Entre sus sucesores destaca
altar en un plano realzado y una entrada en el lado el biznieto Narárn-Sin, cuya victoria contra los lulubeos
mayor opuesto al altar. Además, la terraza se desarrolla la recuerda una magnífica estela, señalando también
en torre o ziggurat como en Kis, Nippur, 'Ür, etc. Son una renovación en el arte, reflejada en los sellos cilín-
característicos de este período los ladrillos «plano-con- dricos.
vexos». Cerca del templo empieza a aparecer el «palacio» Con Sarkalisarri se apresura la decadencia de un im-
(cf. el palacio A de Kis) y las ciudades se defienden con perio, al que pone fin la irrupción de los guteos, bárbaros
muros (muros de Gilgames en Uruk), señal de que la bajados de los montes Zagros (Luristán). Ruinas y pobre-
autoridad civil-militar se va separando e independizando za resultan de sus conquistas hasta que son abatidos
de la religiosa, y de la ciudad-estado se pasa al dominio por la rebelión de un general.
de una ciudad capital sobre otras ciudades sometidas Después del breve paréntesis de Utu-hegal llegamos
que reconocen al rey como árbitro. En el culto aparecen al período de la dinastía III de 'Ür (2060-1955), que re-
las placas votivas, placas historiadas, con un agujero presenta la época más gloriosa, pero también la última,
en el centro y con motivos tomados del banquete o de de la civilización sumera. El fundador Ur-Nammu se
la procesión. En el arte religioso se observan los motivos conecta con la más pura tradición sumeria, humillada
del águila con cabeza de león que apoya sus garras sobre durante la dinastía de Acad; restaura los templos en las
el lomo de dos toros o ciervos y la figura del orante principales ciudades sumerias de 'Ür, Uruk, Adab, etc.,
encontrada en Hafagah, levanta torres y templos como el ziggurat de 'Ür, abre
Nippur se yergue en capital religiosa de Sumer y los canales, reorganiza la agricultura, rehace las fuentes de
ensi de cada una de las ciudades reciben la investidura bienestar, redistribuye los territorios creando un catastro,
de Enlil. A mediados del m milenio empieza el período promulga nuevas leyes (su código es el primero que se
llamado de 'Ür I (2500-2350) en el que se multiplican conoce hasta hoy) y hace florecer la nación y la religión,
los documentos, los textos administrativos, las inscrip- y con ellas la literatura y el arte. Su hijo Sulgi, que reina
ciones dedicatorias, los relatos de pequeñas guerras, durante cuarenta y ocho años, continúa la obra con
que permiten seguir los avatares políticos de algunos empresas de paz y de religión, dando prestigio a la
centros como 'Ür y sobre todo Lagas. Es 'Ür quien dignidad regia con sus cualidades personales que él
toma la dirección. Para todas las concepciones religiosas mismo enumera y ensalza en sus himnos. Al igual que
son notabilísimas las tumbas reales por la riqueza del su padre, reemprende la institución de la divinización
ajuar funerario en oro, plata, lapislázuli y por las heca- del rey. Sus tres sucesores no logran mantener intacta
tombes de sacrificios humanos en las que representantes la herencia de su poder y gloria, y el nuevo estado·
de la corte siguen espontáneamente al rey o reina en sumerio va decayendo hasta que Isbierra, general de
su camino de ultratumba. En 'Ür, las inscripciones re- Ibbisuen, el último rey sumerio, se rebela y después
cuerdan a Mesannepadda y a su hijo Aannepadda en se declara totalmente independiente; el reino se divide
relación con el templo de la cercana el-Obeid dedicado en dos partes, teniendo por capitales a Isin y Larsa
a la diosa Ninhursag con los importantes frisos en relieve - ésta declarada capital por Naplanum. Empiezan las
de animales en movimiento. Quizás también se refieren a nuevas dinastías que, aun continuando la tradición
este período los anales de Lugal-anne-mundu de Adab. sumera, deben ceder siempre más al semitismo inva-
Contemporáneamente se conoce en Lagas la serie inin- dente. Dignos de mención son Idin-dagan, Isme-dagan,
terrumpida de gobernadores desde Urnanse a Eannatum, Lipit-Istar de Isin, a quien se debe el segundo código
cuyas luchas con Umma están descritas en la famosa sumerio. La I dinastía amorrea, establecida en Babel,
Estela de los buitres, conservada en el Louvre; también suplanta para siempre, incorporándosela a la civiliza-
nos son conocidos Eannaturn y Urukagina, reforma- ción y población sumerias.
dor social y religioso. El período concluye con un
primer intento de imperio. Es Lugalzaggisi de Umma 2. RELIGIÓN. Sería muy interesante y útil para una
(ca. 2360) quien, con movimientos rápidos y expedicio- mejor inteligencia de la religión, poder asistir a ~u for-
nes militares, abatiendo y destruyendo, se apodera de mación al propio tiempo que la del pueblo sumerio.
Lagas y después de Uruk (de la que hizo su capital), Las fuentes no nos dan luz sobre el particular y debe-

811 812
SUMER

mos, por lo mismo, estudiar la religión ya formada tal los títulos de «señor del país», «señor de la palabra
como se nos presenta en los monumentos primero, y fiel», «padre del país», «rey de los cabezas negras»
después en los textos. (los hombres), «rey que guía el ejército». Su palabra,
Esencialmente, la religión sumeria es na turística, an- inim, era omnipotente, y tenía un carácter duro, terrible
tropomórfica; interpreta con figuras humanas las diversas sin conocer la compasión, aunque no le faltaba algu-
fuerzas de la naturaleza, atribuyéndoles aspecto, senti- nas cualidades benéficas. Tenía dominio sobre treinta y
miento y actos humanos como hacen los poetas; así, tres estrellas y las tablas del destino. El centro principal
aparecen las divinidades que personifican la Creación de su culto era el santuario E-kur, de Nippur, desde
en sus varios aspectos y fenómenos: cielo y tierra, mon- el que ejercía una preeminencia indiscutible sobre todo
tañas y ríos, viento, lluvia, etc.
Un segundo componente lo constituye la astrología.
El 'cielo estrellado, el Sol, la Luna con sus fenómenos
anejos, han llamado siempre la atención de los sumerios,
llevándolos a desarrollar la observación de los astros
y poniendo las premisas para una verdadera ciencia
astronómica. Los dioses, o son la interpretación directa
de los astros, o de alguna manera son sus legados. Un
tercer componente, mucho menos vistoso al principio,
pero que invadirá más y más el campo de la religión,
es la magia, que se presenta, bien como aliada de la
religión - en su aspecto de magia blanca - con la pre-
tensión de dar eficacia de resultados a la religión misma,
bien como competidora que la sofoca - en su aspecto
de magia negra - y que mira a efectos de utilidad
y de ofensa.
Finalmente, un aspecto que abraza los precedentes y
en cierto modo los condiciona, es el fondo conceptual
en el que vienen a situarse los diversos elementos, y
tal fondo es la misma estructura social, religiosa y eco-
nómica de la comunidad. Es la forma de la ciudad-
estado regida teocráticarnente, El pueblo sumerio no se
regía sobre una unidad política centralizada, sino que
cada comunidad actuaba por sí y era soberana e in-
dependiente sobre el plano político y económico. Lo
que daba unidad y complemento era el hecho de depen-
der de un dios principal, señor y dueño de todo y de
todos en la ciudad y en sus dependencias. Por esto es
impropio hablar de un «panteón» sumerio al menos en
el período más antiguo y fuera de las escuelas teológicas.
Hay que reconocer, sin embargo, que algunas de las
divinidades principales gozaban de autoridad y prestigio
más amplios, que se extendían fuera de los confines de
cada ciudad. De hecho, cada una de las ciudades no
podía olvidar que formaba parte de un todo, no sólo
por el común territorio sino también, levantando la vista
al cielo y tierra, debían reconocer en ellos la obra con-
corde de los dioses. El cosmos - «cielo y tierra» - lo
dividían en tres partes: el cielo, sede y dominio de An,
dios supremo, padre de los dioses, creador a quien co-
rresponde fijar los destinos (como acaecimientos) y las
entidades existen ..iales que constituyen el mundo celeste
y terreno, la vida y actividad de hombres y animales.
Estas entidades existenciales eran los ME, guardados
como «arquetipos» en el santuario de Eridu, de los que
- según un relato mítico - logró adueñarse la diosa
Jnanna. Naturalmente, An tenía templos en varias ciu-
dades, pero su importancia y culto activo ceden en la
historia al dios de la segunda zona, la atmósfera inferior
al cielo, que pertenecía a Enlil. Éste era venerado con

Vaso sumerio de alabastro, con escenas del culto a la diosa


Inanna. Hallado en Uruk y datado en el 3000 A. c.

813 814
SUMER

Estela de Ur-Nammu hallada en las


excavaciones de 'Ür y datada en el
siglo XXII A.C.

ciones del golfo Pérsico (cf. supra,


§ I). En el mundo astral dominaba
sobre quince estrellas. La organiza-
ción del mundo derivada de él (cf.
el mito Enki y el orden del mundo).
A esta tríada cósmica se Je puede
acercar una tríada astral, aunque
definida con menor claridad. Utu
(Samas de los babilonios), el Sol
era considerado el héroe del cielo
y del mundo subterráneo, porque
sólo él puede recorrerlo en su giro
de ida (cielo) y vuelta (infiernos);
con el calor de vida y fecundidad,
y renueva la naturaleza, aunque en
la estación estival haga que todo
se seque. Con sus rayos llega a
todos los lugares y a todas las cria-
turas, por ello es vengador de la
justicia. Era venerado especialmen-
te en Larsa. Su padre era Nanna
(Sin de los babilonios), la Luna,
cuyo destino era gobernar la noche
y regular el sucederse de las esta-
ciones y del calendario. Tenía su
centro en 'Ür en un gran templo
que se mantuvo en activo hasta el
fin de la historia babilónica. Su
paredra era Ningal, «la gran se-
ñora». El tercer miembro de la
tríada astral era Inanna y no sólo
como esposa de un dios, sino como
divinidad a se; de ordinario se
interpreta su nombre como deriva-
do de (Ni)in-anna, «señora del
cielo», y es probable que los su-
merios lo hayan interpretado así.
pero los textos dan con frecuencia
la forma Innin, Es la babilónica
Istar, correspondiente a la Astarté
de los semitas occidentales (Siria y
Palestina). Diosa de la fecundidad
y del amor toma con posteridad
el carácter de guerra y exhibe
todas las cualidades menos buenas
de la mujer: los celos, la envidia, la
lujuria, el resentimiento, el carácter
puntilloso y compite con la diosa
Antu para ocupar el primer puesto
junto a An. Amante de Inanna,
el territorio de Sumer. Su paredra era Ninlil y, como aunque en su origen era divinidad agraria, Dumuzi/
diosa de la montaña cósmica, Ninhursag, Tammuz, gozó de mucha popularidad en el período
La tierra, y las profundidades de las aguas dulces y sumerio, siendo cada vez más arrinconados en los pe-
saladas formaban el dominio de Enki (llamado Ea por ríodos sucesivos.
los babilonios), y como la profundidad y el agua estaban Vendrían ahora las divinidades de cada ciudad, no
relacionadas con la sabiduría, era también el dios siempre caracterizadas con exactitud, como por ejemplo
de la sabiduría. Su santuario principal se encontraba en Nin-girsu, hijo de Enlil y dios de Lagas y de Girsu;
Eridu, situada antiguamente en las costas de las deriva- su paredra era la diosa Bau (Baba). En Lagas era ve-

815 816
SUMERIO

nerada también la diosa Gaturndug, «la madre de la I. FONÉTICA. Se la conoce por aproximación, ya
ciudad», y, en Kis, Zababa (Zamama), etc. En todas que las equivalencias que han proporcionado las listas
las ciudades, el dios principal estaba rodeado de una léxicas y los vocabularios babilónico-asirios son poste-
corte de divinidades menores que después, en la teología riores al tiempo en que el sumerio era lengua viva.
sistemática, vienen agrupadas en familias y parentelas. Tal como ahora se puede reconstruir el sistema fonético
En Lagas, los textos de Gudea, por ejemplo, recuerdan comprende: las vocales a, e, i, o, u, largas y breves y
veintiuna divinidades, pero en el período de 'Ür III ya las consonantes p/b, 1/d, k/g, !J, s, s, z, m, n, l, r. Se ha
vienen mencionadas más de seiscientas. discutido la existencia de vocales nasales y de varios
En un grado inferior a los dioses ponían a los héroes; otros sonidos, pero no está probada todavía. La raíz
el más célebre entre todos es Gilgames cantado en un nominal no difiere de la verbal.
ciclo de poemitas sumerios y más tarde en el gran poema Además de un cierto número de raíces monosilábicas,
babilónico. Entre los seres sobrehumanos hay que colo- compuestas de una sola vocal (a, «agua»; á, «brazo»,
car todavía a los espíritus, divididos en buenos y malos; «lado»; e, «canal»; é, «casa», etc.), o de vocal y con-
de estos últimos se defendían con fórmulas y ritos sonante y viceversa (como ab, «padre»; an, «cielo»;
mágicos. en, «señor», «dueño»; im, «viento»; um, «madre»;
Los dioses eran honrados con un culto preciso y ba, «dar», «dividir»; bi, «hablar»; dé, «derramar»; du,
minucioso, con ritos de abluciones, unciones con aceite, «andar», di, «juzgar»; zi, «vida», «vivir»; ka, «boca»,
quema de incienso y maderas olorosas y, sobre todo, con etc.), el número mayor de raíces está formado por
ofertas y sacrificios destinados a proveer a su man- consonante-vocal-consonante: bar, «lado», «abrir»; gaz,
tenimiento; eran, por tanto, ofertas y sacrificios coti- «pisar», «matar»; gar, «poner»; gír, «pie»; dúg; «bue-
dianos, de mañana y tarde, sacrificios regulares en no», «alegre»; kud, «cortar»; mus, «serpiente»; nin,
determinados días además de aquellos extraordinarios «señora»; sag, «cabeza», etc.
o espontáneos en acción de gracias por los beneficios Hay también varias posibilidades de compuestos del
recibidos y otros con ocasión de fiestas mensuales y tipo dwandwa; ama-aa, «padre-madre», «genitores»; din-
anuales. Los acompañaban con himnos laudatorios, gir-ama, «dios-madre», «diosa».
plegarias, letanías, diversas fórmulas rituales en confor-
midad con el tipo de sacrificio o de función religiosa II. MORFOLOGÍA. l. CASOS. Las relaciones grama-
que les correspondía. ticales se expresan mediante sufijos que actúan como
Los sacerdotes estaban organizados en jerarquías y casos: -e, sujeto; -ak (-k, -a), genitivo; -ra, dativo; -a,
categorías con varias designaciones que determinaban locativo; -e, locativo terminativo; -sé, terminativo; -da,
su cometido específico. de compañía o cornitativo ; -ta, ablativo, instrumental y
separativo; -gim (gi, gin), comparativo, ele. No todos
Bibl.: BR. MEISSNER, Babylonien und Assyrien, I, Heidelberg
1920, II, ibíd., 1925. G. FURLANI, La re!igione babilonese-assira, I, admiten terminación propia (-e) para el vocativo.
Bolonia 1928; II, ibíd., 1929. A. MooRTGAT, Die Entsteh.mg der
sumerischen Hochku!tur, Leipzig 1945. A. FALKENSTEIN, La Cité- 2. GÉNEROS. Se conoce sólo el natural expresado
Temple sumérienne, en Cahiers d'Histoire mondiale, I, 4, París 1954, generalmente con heteronomia (distinta raíz para sig-
págs. 784-814. S. N. KRAMER, From the Tab!ets of Sumer, Indian
Hills (Colorado) 1956. H. SCHM0KEL, Das Land Sumer, 2.ª ed.,
nificar el individuo masculino y el femenino): lú, «hom-
Stuttgart 1956; íd., Geschichte des alten Vorderasien, Leiden 1957. bre»; mí, «mujer»; o con un afijo característico: dumu,
O. EozARD, Die «zweite Zwíschenzeit» Babyloniens, Wiesbaden 1957. «hijo»; dumu-mi, «hija», etc. Más importante es el
J. R. KUPPER, Les Nomades en Mésopotamie au temps des rois de sistema que divide todos los seres en dos clases: dioses,
Mari, París 1951. T. JACOBSEN, Ear/y Political Development in
Mesopotamia, en ZA, 18 (1957), págs. 91-140. G. R. CASTELLINO, semidioses, hombres (seres nobles); y animales, cosas
Urnamu. Three Re/igious Te xts, en ZA, 19 (1957), págs. 1-57, 106- y seres inferiores; estas clases presentan distintivos en
132. A. SCHARFF - A. MOORTGAT, A'gypten and Vorderasien im los pronombres sufijos, interrogativos e infijos ver-
Altertum, 2.• ed., Munich 1959. J. M. DJAKONOFF, Society and
State in Ancient Mesopotamia Sumer, Moscú 1959 (en ruso, con
bales, etc.
resumen en inglés). I. J. ÜELB, The Early History of the West Se-
mitic Peop/es, en JCS, 15 (1961), págs. 27-47. G. R. CASTELLIN0, 3. NÚMERO. El singular carece de signo propio; el
Le civiltá mesopotamiche, Venecia 1961; íd., La sapiensa babilonese, plural puede formarse de diversos modos: mediante re-
Turín 1962. S. N. KRAMER, Sumerian Mythology, lndian Hilis duplicación (a-a, «aguas»; du6-du6, «colinas») y el sufijo
(Colorado) 1962.
-(e)ne en los nombres de persona (dingir-ene, «los
G. CASTELLINO dioses»): y con los.sufijos -mes, me (dumu-me, «hijos»);
-hi.a, ha con los nombres de la segunda clase.
SUMERIO, Idioma. La lengua de los sumerios en
la Babilonia meridional se habló hasta el 1800 A.C., 4. PRONOMBRES PERSONALES. a) Independientes: gá
aproximadamente y está documentada con muchos mo- (o má), «yo»; zae, «tú»; (a)ne, «él»; pi. me(n)de(n),
numentos escritos, inscripciones y textos administrati- «nosotros»; me(n)ze(n), «vosotros»; anane, enene,
vos, religiosos y literarios. Es la lengua escrita más «ellos».
antigua (quizá se inventó para ella la escritura) y la b) Sufijos: -mu, «mío»; zu, «tuyo»; -(a)ni.-bi, «su-
más antigua lengua literaria. Se la considera hasta ahora yo»; -me, «nuestro», -anene, «de ellos». Los pronom-
como lengua aislada, no habiéndose logrado resultados bres sufijos pueden fundirse con las posposiciones, así
positivos para atribuirla con certeza a alguno de los
grupos ya conocidos. Sin embargo, se pueden señalar
bi + e > -be; ani+ a > -ana.
coincidencias (al menos en morfología y sintaxis) con c) Demostrativos: -ne, «éste»; -e, «aquél».
lenguas de áreas vecinas y lejanas. d) Interrogativcs: aba, «¿quién?»; ana, la, «¿qué?».

817 818
SUMERIO

5. VERBO. La forma verbal puede aparecer en forma el segundo agente (dativo) y después los complementos
simple y reduplicada: ag-ag, «hacer»; du1-du1, «cumplir», y adverbios, siguiendo una cierta jerarquización. Así los
y compuesta: al, «pala» + gar, «poner» - «cavar la dos elementos esenciales de todo actuar, el agente y
tierra»; gú, «voz» + nun, «alta» + di, «pronunciar», su acción, quedan en lugar relevante al principio y al
gú-nun-di, «lanzar un grito alto». fin de la proposición. Por dignidad (vgr., un dios) o
La conjugación comprende: Nombres verbales: raíz por acentuación particular, el segundo agente puede ir
+ (e)d para indicar una acción en sí o indeterminada; antes, lo que ocurre con frecuencia en las inscripciones
raíz + a, -ed-a para significar una acción actual o cum- dedicatorias, ejemplo: ªnin-girsu-ursag-ªenlilla-ra uruka-
plida. Sólo de manera inadecuada se puede hablar de gina-Iugal-larsa'<ke é-gal-tiras mu-na-dú, «A Ningirsu,
infinitivos y de participios. héroe (ursag) de Enlil (1-a[k], genitivo; -ra dativo),
El verbo intransitivo tiene una sola forma verbal se- Urukagina, rey (lugal) de Larsa el palacio (é-gal) Tiras
ñalada con sufijos: sing. l.ª e(n); 2.ª-(e)n; 3.ª-; pi. l.ª a él (-na-) construyó (mu-dú)». La d que precede a
-ende(n); 2.ª-enze(n); 3.ª· -es. Ningirsu es indicio de clase, abreviación de dingir
El verbo transitivo tiene dos formas verbales o «tiem- («dios»); ki tras Larsa otro indicador de clase para los
pos», la primera con sufijos y la segunda con infijos nombres de lugares, ciudades y regiones.
y sufijos. Bibl.: FR. DELITZSCH, Sumerische Grammatik, Leipzig 1914;
Forma A: sing. l.ª e(n); 2.ª -e(n); 3.ª -e; pi. l.ª íd., Sumerisches Glossar, Leipzig 1914. A. POEBEL, Grurdzüge der
-ende(-ede); 2.ª -enzen (-eze); 3.ª -ene. sumerischen Gramatik, Rostock 1923. A. DEIMEL, Sumerisches Lexi-
Forma B: sing, l.ª-?; 2.ª -(e)-; 3.ª -n- (con sujeto de con, 4 vols., Roma 1925. A. P0EBEL, The Sumerian Prefix Forms
e- and i- the Time of the Ear/ier Princes of Laga.f, Chícago 1931.
la primera clase), -b- (con sujeto de la 2.ª); pi. l.ª -me-; V. CHRISTIAN, Die sprachliche Stel/ung des Sumerischen, Viena 1932.
es.
2.ª -e- ... a(e)ne; 3.ª -n- ... A. DEIMEL, Sumerische Grammatik, 2.ª ed., Roma 1939. R. JESTIN,
Los infijos del singular son seguros y los del plural lo Le verbe sumérien, 3 vols., París 1943-1954. A. FALKENSTEIN,
Grammatik der Sprache Gudeas von Lagos 2 vols., Roma 1949-
son menos; en cambio, los sufijos plurales son más 1950. R. JESTIN, Abregé de grammaire sumérienne, Paris 1951.
ciertos. La distinción de las formas A y B en los verbos E. SOLLBERGER, Le systérne verbal dans les inscriptions «royales»
transitivos difícilmente puede interpretarse en un sen- présargoniques de Lagos, Ginebra 1952. K. ÜBERHUBER, Zur Struk-
tido «temporal», sino más bien como indicio de la rea- tur des sumerisclzen, en OLZ, 49 (1954), págs. 5-20. TH. JACOBSEN,
Introduction to MSL IV, Roma 1956. V. CHRISTIAN, Beitriige zur
lización (forma B) o no realización (forma A) de la sumerischen Grammatik, Viena 1957. A. FALKENSTEIN, Das Su-
acción expresada por la raíz verbal. En el verbo intran- merische, Leiden 1959; íd., Kontakte zwischen Sumerern und Akka-
sitivo se tendría sólo la expresión de la «actividad». Lo dern auf sprachlichen Gebiet , en Genava, 8, Ginebra 1960, págs.
301-314.
que complica la conjugación o, hablando con más pre-
G. CASTELLINO
cisión, la formación de los «tiempos», son los elementos
adicionales que hacen de la forma verbal un resumen
SUMO SACERDOTE (heb. kohen ha-gádol, kohén
de toda la frase. Por esto, el sumerio pertenece al tipo de
há-ro's, y há-ro's; aram. kdháná' rabbá"; iepevs µéyas,
lenguas polisintéticas o aglutinantes, - también llamadas
ó:px1epevs; Vg. sacerdos magnus, summus sacerdos,
holofrásticas. Estos elementos (según la terminología de
pontifex, princeps sacerdotum). Es el título con que
Falkenstein), se pueden distinguir en preformativos,
se designa a Aarón y a los que le sucedieron como je-
prefijos, infíjos y sufijos, de modo que la fórmula verbal
fes de la clase sacerdotal. Aarón fue elegido por Dios1;
está constituida así: (1) preforma ti vos + (2) prefijos + (3)
le sucedió su hijo "El'ázár, cuya línea se mantuvo hasta
infijos de complementos + (4) tema verbal + (5) sufi-
el tiempo de los Jueces. Desacreditada la rama por
jos. Los elementos 2 y 4, es decir, los prefijos y el tema
las condescendencias de Elí, la dignidad pasó a la rama
verbal, son esenciales para una forma finita. Los prefor-
de 'ltamar2, segundo hijo de Aarón. Sin embargo,
mativos (que pueden faltar) tienen valor modal (na-
Salomón por razones políticas depuso a Abiatar, des-
afirmativo; ga- volitivo; bé-exhortativo y afirmativo, etc.)
cendiente de esta línea aarónica, y restituyó el sumo
El valor «finito» de la forma verbal lo dan los prefijos,
sacerdocio a la familia de "El'ñzár, nombrando en su lu-
que pueden dividirse en principales (e/i, mu-) y secun-
gar a Sádóq 3•
darios tna-; ba-, bi-, a-, al-). Los infijos que reclaman
Después de la Cautividad, se mantuvo el sistema here-
los principales elementos de las frases corresponden en
ditario hasta el tiempo de los seleucidas (siglo n A.C.),
valor a las posposiciones y a las desinencias. Aparecen
los cuales rompieron la tradición nombrando sumos
en múltiples formas por combinación o cambios foné-
sacerdotes a personas ajenas a las familias aarónidas.
ticos con los prefijos: mu-na-ni-tuir), en que mu- es
Esta política fue seguida por los procuradores romanos.
prefijo, na-, infijo de dativo ( «para él»), ni, infijo lo-
Josefo dice que desde Herodes hasta Tito hubo veinti-
cativo (calli»), por lo que toda la fórmula significa
ocho sumos sacerdotes en Judá é.

«introdujo para él allí». Los sufijos no temáticos ex-


presan el acusativo. J. CONSAGRACIÓN. La consagración de - Aarón la
No puede decirse que esté aclarado el valor de todos realizó el propio Moisés4• El rito tuvo lugar ante el
los elementos morfológicos y todavía menos el valor Tabernáculo y Santuario, después de un baño previo
sintáctico propio de los prefijos e infijos. Las opiniones purificatorio, seguido de imposición de manos, unción
de los pocos estudiosos del problema son bastante di- con aceite y sacrificios especiales 5•
vergentes y aquí no es posible mencionarlas (cf. al
efecto la bibliografía). 2. FUNCIONES. Tenía la administración suprema de¡
La frase sumeria se polariza en dos núcleos: agente- culto, oficiando solemnemente el día de la Expiación.
verbo. Entre el sujeto y el verbo se colocan ante todo Además, echaba suertes por· los "úrim y tummim"

819 820
SUPPIM

Panorámica de Süném, junto a los fértiles campos de la llanura de Yizréé'L (Foto Orient Press)

y era el juez supremo sobre todos los sacerdotes'. nak dice que la saqueó Sesonq (n.0 15). Se identifica con
Después del Exilio, pertenecían al sanedrín, general- Sülam, aldea de la circunscripción de Nazaret, situada
mente, como jefes del mismo 8 • al pie de la falda meridional de Óebel Dahi, donde se
AFL. JOSEFO, Ant. /ud., 20,10. hallan restos arqueológicos que abarcan desde el Bron-
1Éx 28,12; 29,4. '1 Sm 2,23. '1 Re 2,35. 'Éx 29,1-37. 'Lv ce II hasta la época árabe. Es el mismo lugar que Eusebio
8,7-9.14-17. 'Nm 27,21; Esd 2,63. 'Dt 17,8-13. 8Mt 26,57. denomina Sulem, la Solem medieval y la Beit Sulámiyah
Bibl.: E. SCHÜRER, Geschichte des Jud. Volkes, I 2.• ed., Leipzig de Guérin (cf. Abe!).
1898, págs. 65, 93, 179, 294; III págs. 244, y sigs, H. LESETRE, en 1Jos 19,18. '1 Sm 28,4. 31 Re 1,3.15; 2,17-22. '2Re cap. 4.
DB, III, cols. 295-308. J. MoRGENSTERN, A Chapter in the History
of the High Priesthood, en AJSL, 55 (1938), págs. 183-197, 360-377. Bibl.: EUSEBIO, 158, 11-12. W. F. ALBRIGHT, The Topography
W. F. ALBRIGHT, Archaeology and the Religion of Israel, 2.• ed., of the Tribe of Issachar, en ZA W, 3 (1926), págs. 226-234. ABEL,
Baltimore 1946. II, págs. 470-471, con bibliografia. ANET, págs. 243,485-486.
M. GARCÍA CORDERO S!MONS, §§ 330 (3), 714, 1209 (6).
T. DE J. MARTÍNEZ

SUNAMITA (heb. ha-súnammit; LWµcxví·ns; Vg. Su-


SÜNI («tranquilo»?; 20:vvís, Lovví; Vg. Suni). El
namitis). Natural o habitante de Süném, ciudad de la
tercero de los siete hijos de Gad ', que fundó la fa-
tribu de Isacar, como 'Ábisag1 y la viuda que hospedó
a Eliseo2 • Es de notar que el gentilicio sólo aparece milia de los sunitas2•
en la SE en forma femenina. 1
Gn 46,16. 'Nm 26,15.

11 Re 1,3.15; 2,17.21.22. 22 Re 4,12. Bibl.: NoTH, 1317, pág. 258.


R. FUSTÉ
SUNITA (heb. [mispáhat] ha-süni; 6fiµos 6 Lovví;
SÜNEM (et.?; ¿ovvéxµ, Lwvéxµ, Lwµáv; Vg, Sunam, Vg. Sunita). Miembro de la familia procedente de
Sumem). Ciudad fronteriza de la tribu de Isacar. Fue sanr, tercer hijo de Gad.
una de las poblaciones que conquistaron los israelitas Nm 26,15.
en el llano bajo la autoridad de Josué", y en ella acam-
paron los filisteos antes de combatir con Saúl y sus SUPERSTICIÓN. ->- Adivinación e Idolatría.
tropas", 'Ábisag, la muchacha que cuidó de David en
su ancianidad, era oriunda de ella 3, y Eliseo la fre- SUPPIM («serpiente»?, abr. de sefüftim). Nombre
cuentó y resucitó al hijo de la mujer, en la casa de la de dos personas veterotestamentarias:
cual se hospedaba 4• Sünérn se cita en fuentes extrabí- l. (Lcxnq:,eív; Vg. Sepham). Hombre de la tribu de
blicas: en la lista de las ciudades siro palestinas de que Benjamín e hijo de 'Ir, también llamado Séfüfám y
se apoderó Thutmosis III (n.0 38), con el nombre de Sefüfan1•
sa-na-ma; las cartas de Tell el-Amárnah, en las que se
llama sunama, informan qué la destruyó Lab'ayu y la 2. (Leq:,1eíµ [A]; Vg. Sephim). Levita, portero de la
reconstruyó Biridiya, rey de Megiddo; y la lista de Kar- parte occidental del Templo en época de David 2• El

821 822
SUPPIM

nombre pudiera ser una ditografía de la última palabra SURCO (heb. télem; aúi\a~; Vg. sulcus), Esta
del versículo anterior. realidad de la vida agrícola aparece algunas veces en
11 Cr 7,12.15. '1 Cr 26,16. la Sagrada Escritura alternando su acepción material
Bibl.: N0TH, 1395, pág. 259. con el sentido metafórico: el que maneja el --,. arado
M. MÍNGUEZ no puede alcanzar la sabiduría porque su afán se cifra
en trazar surcos rectos'; con dificultad se podrá lograr
SÜQ, Hirbet el-, Lugar en donde estuvo localizada del búfalo que tire surcos uncido al arado 2; los surcos
la población de --,. Ya-zér. lloran la injusticia del terrateniente que los ha adquirido
con malas artes 3. Dios bendice a Israel fecundando los
SÜQ EL-I:(AN, Hírbet, Nombre árabe del lugar surcos de su campo."; la injusticia del hombre es como
en donde estuvo situada --,. Sa'ánaním. semilla en el surco y florece como ajenjo amargo en
barbecho bien preparado 5•
$ÜR («[Dios es] roca»; Ioúp; Vg, Sur). Nombre de Jesús compara al discipulo generoso que quiera per-
dos personas veterotestamentarias: seguir en exclusiva los intereses del Reino de Dios
con el buen arador que, firme la mano sobre la esteva,
l. Jefe madianita y padre de Kózbí '. Según Nm 3,8,
no vuelve la vista atrás, atento a sacar derechos los
Sür murió con otros cuatro reyes madianitas, durante
surcos6 ; probablemente se trata de un proverbio común.
la campaña ordenada por Moisés, a fin de castigar a
Madián; según Jos 13,21, Sür pereció en lucha contra 'Eclo 38,26-27. 'Job 39,10. 'Job 31,38. 'Sal 65,11. 'Eclo
7,3; Os 10,4; 12,12. 'Le 9,62.
los israelitas al mando del soberano amorreo Sihón.
C.GANCHO
Tal vez vez se trate de dos versiones distintas del mismo
acontecimiento. SUREIK, Hírbet el.- Nombre árabe actual que ha
2. Hombre de la tribu de Benjamín. FL'.e hijo de conservado la grafía de la ciudad de --,. Siireq.
>Ábi Gib'ón, también llamado Yé'ü'él, y hermano ma-
yor de Qis, padre de Saúl 2• $ÜRl'EL («Dios es mi Roca»; Iovpt,íi\; Vg. Suriel).
1 Nm 25,15. '1 Cr 8,30; 9,36. Levita de la familia de los meraritas e hijo de >ÁbiJ:¡áyil.
Bibl.: Noru, 1196, págs. 37, 156. En el desierto tenía la jefatura de los descendientes de
M. D. RIEROLA Mérárí, los cuales acampaban al norte del Tabernáculo.
Nm 3,35.
SÜR (heb. midbar súr; epr¡µos foúp; Vg. Sur). Lugar Bibl.: NoTH, 1197, págs. 17-18, 129-130, 140.
o región de la frontera del nordeste de Egipto, llamada, C. COTS
>Etam en Nm 33,8. Se menciona en diferentes pasajes
bíblicos: el ángel de Dios encontró cerca de él a Agar1; . $ÜRISADDAY («mi Roca es el Todopoderoso»;
Abraham vivía entre Cades y Sür2 , y_ los israelitas entre Iovprnm6ai, Iovptcm6ai; Vg. Surisaddai). Padre de
Sür y Háwiláh "; Saúl persiguió a los amalecitas hasta Selumí-él, jefe de la tribu de Simeón durante el Éxodo'.
tal sitio.' y otro tanto hizo David cuando atacó a dife- Se le cita en la genealogía de Judit (texto de los LXX)
rentes pueblos en el mediodía de Palestina 5• Estos con el nombre de Sarasadaí, que ofrece variantes según
pasajes revelan que Sür - y el desierto - estaba en los manuscritos".
la región nordoriental de Egipto, y así lo corrobora 1Nm 1,6; 2,12; 7,36.41; 10,9. 'Jdt 8,1.
el libro de Éxodo, al decir que los israelitas se dirigieron Bibl.: NoTH, 1198, págs. 129-130, 156.
a él después del paso del mar Rojo 6. El nombre se debe J. A. PALACIOS
al egipcio (btm, «muro»; heb. súr, «rnuro») de la fron-
tera fortificada que había en el istmo de Suez, en el SUSA (heb. susan; ac. su-sa-an, su-(ú)-si; elam.
actual Tell Abu Seifah, no lejos de el-Qantarah. su-su-un; LwO"a, IovO"áv; Vg. Susa, Susan). Antigua
1 Gn 16,7. 'Gn 20,1. 'Gn 25,18. 1 Sm 15,7.
4 '1 Sm 27,8. capital de Elam, en la que estaba la corte de la dinastía
'Éx 15,22. aqueménida; la ciudad y su rango se mencionan bas-
Bibl.: ABEL, 1, pág. 434. SIM0NS, §§ 61, 367, 418, 426, 684. tantes veces en la SE, con la adición, en algunos casos,
D. VIDAL de que los judíos habitaban en ella 1. La ciudad se conoce
desde la II dinastía de >ür y se convirtió en la capital
$ÜR 'ÓREB («roca de 'Óreb [cuervo]»; Ioúp 'Qpií~; del imperio elamita y más tarde de los neoelamitas,
Vg. Petra Oreb). Nombre del lugar en que pereció el Asurbanipal la saqueó a mediados del siglo vn A.c.
jefe madianita 'Óreb'. Parece que estaba en Cisjordania, y destruyó sus edificios más importantes. Algunos de-
en la tribu de Efraím, y a escasa distancia del Jordán. portados de Susa escribieron desde Samaría contra los
Tal vez haya de identificarse con 'Os el-Guráb entre judíos en época de Esdras", Los persas le devolvieron
el monte de la Cuarentena y el Jordán, al norte de su antiguo esplendor, desde Darío I, que edificó un
Jericó. grandioso palacio y otras construcciones; un gran
1Jue 7,25; cf. 8,3; Is 10,26. incendio, bajo Artajerjes I, arruinó el apadana y otros
Bibl.: P. LEMAIRE - D. BALDI, Atlante storico della Bibbia, Roma edificios, que restauró Artajerjes II. Su importancia
1955, pág. 285. decayó con los seleucidas y los partos. El sasánida
M. D. RIEROLA Sápür II la destruyó en el siglo rv D.C. y se reedificó
posteriormente. Los musulmanes la conquistaron el
SÜRAH. Forma locativa del topónimo --,. Sür. año 638. Hoy el lugar es poco más de un montón de

823 824
SUSANA

ruinas. Es la moderna sos, que se ha investigado ar-


queológicamente, desde que Loftus la descubrió en 1851,
en cuatro puntos importantes o tells (la acrópolis, el
apadana, la ciudad y el barrio de los artesanos), activi-
dad que ha permitido establecer los rasgos principales
de su historia durante un período de cinco milenios.
Los musulmanes veneran en Süs la supuesta tumba del
profeta Daniel.
1Neh 1,1; Est 1,2.5; 2,3.5.8; 3,15; 4,8.16; 8,14; 9,6 y sigs.; 16,

18; Dan 8,2. 'Esd 4,9.


Bibl.: HERODOTO, Hisl., 5,49. JENOFONTE, Anabasis, 1,9,3. W.
K. LOFTUS, Travels and Researches in Chaldaea and Susiana., in
1849-/852, Londres 1857. É. DHORME, Elam, en DES, II, cols. 922-
925, 948-960. M. PILLET, Le pa/ais de Darius I á Suse, Paris 1924.
A. T. ÜLMSTEAD, History of the Persian Empire, Chicago 1948.
R. GrRSHMAN, Cinq campaignes de Joui//es á Suse (1946-1951). en
RA, 46 (1952), págs. 1-18.
T. DE J. MARTÍNEZ
Mapa con la situación de Susa
SÜSAN HA-BiRÁH (Iovcrcxv r¡ TTÓ/\lS; Vg. Susan ci-
vitas). --+ Susa.
sus deseos, con la amenaza de que si no accedía, la
SUSANA (et. cf. heb. susan, «lirio», «azucena»; Vg. acusarían de haberla encontrado con un joven. Susana
Susam.i.). Nombre de dos mujeres citadas en la SE: se resistió, los ancianos cumplieron su amenaza y fue
1. El relato sobre Susana (Iwcr~vvcx) figura en un apén- condenada a la pena capital. Daniel, inspirado por
dice deuterocanónico, escrito en griego, del libro de Dios, probó la inocencia de Susana y los ancianos su-
Daniel y en la Vg. (--+ Daniel; Libro de)'. Según él, frieron el castigo que habían tramado contra la mujer.
Susana era hija de Quelcías y secasó con Joaquirn, 2. (Iovcró:vva). Una de las mujeres que seguían a
uno de los judíos que habitaban en Babilonia. Era Jesús en sus predicaciones y atendían a las necesidades
muy bella y temerosa de Dios. Dos ancianos, nom- del colegio apostólico. Nada más se sabe de ella 2•
brados jueces anuales, la vieron y se prendaron de ella; 1Dan cap. 13. 'Le 8,3.
cierto día, en que la mujer se bañaba a solas, excitados Bibl. : -+ Daniel, Libro de.
por la pasión, intentaron persuadirla a que cediera a M. MÍNGUEZ

Vista aérea del tell de Susa, la antigua capital elamita

825 826
SUSANA
Ritón, o vaso griego para beber, en forma de rebeco. Pro-
cede de Susa. Siglos vr-rv A.C. (Foto Museo del Louvre)

$OSI (ccaballo»; :fovo-eí; Vg. Susi). Padre de


Gaddí, explorador de la tribu de Manasés, uno de los
que Moisés envió a reconocer la Tierra Prometida 1.
1Nm 13,11.
Bibl.: NOTH, 986, pág. 230.

SÜSiM. Voz que entra en la composición del to-


pónimo - Hásar Sñsím.

SUTALHITA (heb. [ mispáhat ] ha-sutalhi; ofíµos ó


LOVTat-.at; Vg. Suthalaita). Individuo de la familia de
- Sütélal_t (§ 1).
Nm 26,35.

SÜTÉLAI:I (heb. en pausa süttilah, «brote verde»?;


Vg. Suthala). Nombre de dos personajes israelitas:
l. (¿ovTát-.a, Lw.Sát-.a.9). Hijo primogénito de Efraím
y padre de 'Éran 1 y de Béred 2, y fundador o epónimo
de la familia de los sutalhitas3•
2. (Lw.Set-.É). Descendiente, tal vez hijo, del indivi-
duo anterior y, por lo tanto, hombre de la tribu de
Efraím 4• No obstante, dada la confusión de la genea-
logía efraimita, pudiera tratarse del Sütélah citado en
primer lugar.
1 Nm 26,36. 'J Cr 7,20. 'Nm 26,35. '1 Cr 7,21.
Bibl.: NOTH, 1323, pág. 258.
D. VIDAL

SUTEOS (ac. sutú, sútü, ame/u su-ti-i; Arn. sute).


Nómadas - al parecer en general, no en la acepción de
un pueblo concreto=->, citados en los documentos
mesopotámicos y en las cartas de el-'Arnamah. Se
trata, más precisamente, de beduinos arqueros que, en
documentos de fines del siglo xrv al xn A.C. se presen-
tan unidos a los ahlamü y, con éstos, como uno de
los adversarios más constantes de los reyes asirios. Así
Adad-nirari 1, Sargón 111 y Senaquerib se jactan de
SUSANITAS (T. M. süsankaye'; ¿ovo-vvcxxaio1 [BJ, haberlos vencido. Los habitantes de Soa' del libro
Lovo-avcxxaiot [AJ; Vg. Susanechaei) Oriundos o de Ezequiel son probablemente los suteos1.
habitantes de Susa. Se enumeran entre los pueblos, 1 Ez 23,23.
traslados de Babilonia a Samaria y la Palestina cen-
Bibl.: É. DHORME, en Recueil Édouard Dhorme, París 1951,
tral para llenar el vacío dejado por el destierro de las págs. 183, 201, 224 (n. 7), 225, 232, 237, 241, 499 y sigs., 765 con
diez tribus, que firmaron la carta, destinada a Artajer- bibliografía.
jes, en la cual se quejaban de la reconstrucción de Jeru- D. VIDAL
salén por los regresados de la Cautividad babilónica.
Esd 4,9.13. SUWEIKAH, Hirbet. Nombre árabe moderno de la
J. A. PALACIOS localidad bíblica de - Sokoh.

SÜSANKÁYE'. Nombre arameo de los -s susanítas SUWEIMAH, Hirbet, Lugar en que estuvo enclavada
o habitantes de Susa. la bíblica - Bét ha-Yésímót.

827 828
T
r. La te, en el antiguo fenicio y en las lenguas semí-
ticas derivadas o emparentadas, incluye dos letras fun- a,
4
©
5 6 7
damentalmente distintas, bastante parecidas entre sí: el
tét (t,, t, a veces transcrito th en los sistemas científicos; 4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírám, rey de
Vg. teth) y el tiiw (r,, t, transcrito th en determinadas Biblos (siglo xm A.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000
condiciones). El tét es la novena letra del alefato; el A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890-
táw, la vigésima segunda y última. De modo análogo, 875 x.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8. Papiros
en griego la te abarca dos letras fundamentales distin- egipcios (500-300 A.c.)
tas: la theta (0, e, S), que es la octava letra del alfabeto
y que, si no se hubiese perdido corno signo literal la
digamma o wau que ocupaba el sexto lugar, sería la
novena como el fenicio, y la tau (T, T), que es la de- 9 10 11
V
12
6 .b
13 14
cimonona en el orden sucesivo del alfabeto. El abece-
dario latino sólo conoce una te (T, t), que es la decimo- 9. Papiros de los siglos v-vm D.c. 10. Siríaco
(500-800 n.c.), 11. Pentateuco samaritano (siglo
nona letra según su 'orden tradicional, lo mismo que el
xm n.c.). 12. Escritura rabínica riisi (siglo xm
castellano, en cuyo abecedario la te es la vigésima D.C.). 13. Caracteres alemanes cursivos (siglo xix).
tercera letra y la decimonona de sus consonantes. 14. Caracteres árabes del Corán
Es necesario tratar de la te en su doble aspecto fun-
damental de tet y tiiw en la lenguas que de alguna ma-
nera tienen relación más inmediata con la Biblia. Primero El táw, en cuanto carácter escrito, se representa pri-
se ha de considerar como signo gráfico y luego como mordialmente como un tét sin círculo, o sea corno dos
sonido articulado. líneas que se cortan en forma de cruz. Prevalece, pues,
sustancialmente, en su evolución sucesiva, el tipo cru-
l. LA «TE», EN SUS DISTINTAS FORMAS Y VARIANTES, zado, incompleto por reducción o incluso desaparición
COMO SIGNO GRÁFICO. El fet como signo escrito, desde de uno de los salientes, el superior, teniendo en cuenta,
su forma más arcaica hasta la más reciente, en las escri- sin embargo, el sentido dextrógiro o levógiro que haya
turas que la admiten, se expresa básicamente por un tornado la escritura:
círculo a modo de O con dos rayas cruzadas en medio;
de ahí derivan la theta griega y el tét en escritura hebrea
cuadrada:

El tipo, en escritura hebrea cuadrada, sigue la línea


de evolución minúscula con prolongación o añadidura
estética de otro trazo vertical paralelo en el lado dere-
m-m-' - cho: +- r,.
El copto, junto al tipo corriente de tau griega (T),
2 vuelve a adquirir el trazo superior por superposición
1. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- de una i: + (ti).
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- Con la forma de la tau arcaica +, que es de cruz
arrollo tamúdico aspada, suele identificarse el signo de que habla Eze-

829 830
T

quiel que había de distinguir el resto de los individuos


fieles a Yahweh en Jerusalén y había de librarlos de
la muerte y del castigo 1. Los escritores eclesiásticos se suave
_,_
Hebreo

enfática
__ ,. _ _
Árabe
enfática
han complacido en comparar este signo con la repre- t ta'
s ~ sád
sentación similar de la cruz, redentora y protectora.
k q qáf
'Ez 9,4.6.

Pero el tiiw ulteriormente tiene una doble pronuncia-

t- + + ción: explosiva y aspirante. Forma, pues, parte de las


llamadas begad-kefat. Cuando es explosivo o instan-
táneo va daguesado. Cuando es aspirado o continuo
x X puede llevar ráfeh, pero la ausencia del dages indica ya
que la consonante es ráfeh. Así, pues, el taw, cuando
2
es explosivo, equivale en su pronunciación a la te
l. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- castellana; cuando es aspirado, a la' f, th, a la .S como
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- se pronuncia en el griego moderno o a la th dura del
arrollo tamúdico
inglés (month).
b) En griego. El cuadro de las consonantes mudas

+ x+ X I X XT griegas dentales está integrado por la fuerte T, lo suave 6


y la aspirada .S. Todas ellas al estilo castellano según se
4 5 6 7 9
pronuncian las tres primeras consonantes de la palabra
4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírám, rey de «Teodoción». Si se da elisión y resulta encuentro de
Biblos (siglo xm A.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000 muda fuerte con espíritu áspero, la muda se aspira:
A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890-
KCXTO: + r¡vÉpav = KaT'r¡µÉpav = Ka.S'r¡µÉpav, «cada
875 A.C.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8. Ins-
cripción de Siloé (700 A.c.). 9. Letras talladas en día»; Tois Te vTTo yfj = Tois, .S'vTTo yfj, «y a los de bajo
sellos y piedras preciosas (800-500 A.C.) tierra». Dental ante o- o bien K desaparece, y ante µ, .S
o bien T se convierte en o-.

j)
10
f, 11
X
12
c) En latín. Igual que en griego, las consonantes mu-
das dentales son, en latín, suave d (de), fuerte t (te) y
aspirada th (te ha). Esta última equivale a las .S griega
y se emplea cabalmente en palabras extranjeras, pero
10. Papiros egipcios (500-300 A.c.). 11. Inscrip-
se pronuncia en la actualidad t: theatrum = teatrum.
ciones en monedas de época macabea (150-40 x.c.).
12. Primer siglo de la era actual y escritos de la En la prolación sonora antigua, según la lengua clásica,
época de Bar Kókébá" (1-150 n.c.), se dejaba oír la h como débil aspiración gutural.

3. NOTAS GRAMATICALES HEBREAS. En hebreo, el


taw final indica terminación de tipo gramatical femenino,
no precisamente género femenino, pues nombres de
13 14 15 16 17 18 19
género masculino pueden tener terminación gramatical
13. Caracteres cuadrados hebreos (siglo 1v o.c.). femenina. Los segolados tienen t y vocalizan su conso-
14. Papiros de los siglos v-vrn n.c. 15. Siríaco nantismo en éet, éet, oet, raramente en final at; en plural
(500-800 o.c.), 16. Pentateuco samaritano (siglo tienen 6t, por oposición al terminal masculino en forma
XIII n.c.), 17. Escritura rabínica rasi (siglo xm gramatical, no de género, im. En dual aparece a veces
o.c.). 18. Caracteres alemanes cursivos (siglo xrx), una te entre la raíz y la terminación, como en sii/ah,
19. Caracteres árabes del Corán «labio», que da séfátáyim, «los dos labios».
La forma nominal que tuvo final femenino primitivo
El taw, en la escritura cuadrada hebrea, es una de en at, cambiado luego en ah, cuando pasa al estado
las cinco letras dilatables (>, h, /, t, m final). Puesto constructo reaparece con la t primigenia y con a breve:
que las palabras no pueden cortarse, y por otra parte malkdh, «reina», const. malkat, «de la reina». Este
no se puede dejar ningún vacío al final de línea, se hecho no es más que un caso particular de la ley más
disminuye el desequilibrio, que de otro modo se presen- general de la reaparición, en las formas oblicuas o deri-
taría, mediante el alargamiento o prolongación de al- vadas, del consonantismo y vocalismo primitivos.
gunas de estas letras, según convenga, sea al final sea El tiiw que aparece como aformante o preformante
en medio de línea. en la flexión verbal, se reconoce fácilmente que se debe
a la aglutinación de las formas pronominales separadas,
2. LA «TE» CONSIDERADA COMO SONIDO ARTICULADO. juntadas a la raíz verbal. Así, pues, del mase. sing.
a) En hebreo. El sonido te, en hebreo es dental y puede 2.ª per. 'anta > "attáh ; fem. sing. 2.ª per. 'anti > 'atté
ser simple o velar. El fet forma parte de las tres consonan- (siete veces en kétib 'atti); mase. pi. 2.ª per. "antumu >
tes llamadas enfáticas o velares, articuladas con tensión "antim > "attem: fem. pi. 2.ª per. antinna > "atténáh,
más enérgica de pronunciación y en una región más "attén. Porque tanto el fet como el taw, en sus encuentros
cercana al velo del paladar, que en la emisión de el con otras consonantes, siguen las reglas generales de
tiiw y las otras. contracción, asimilándose o desapareciendo.

831 832
TA 'ÁNÁK

Asimismo, el táw como preformativo nominal da


origen a formas taqtalltiqtal (teman, «sur»), taqtil
(te/illiih, «oración»), taqtál (tosab, «advenedizo»), taqtil
italmid, «alumno»), taqtúl (tappúah, raíz nph «man-
zana»).
4. CRÍTICA TEXTUAL. La confusión fácil de {et y taw
con otras letras ha dado pie a la crítica textual para
corregir, con mayor o menor grado de probabilidad, el
texto bíblico. Así, p. ej., en el antiguo alefato fenicio,
el "álef y el tiiw pueden confundirse con gran facilidad,
dado su mutuo parecido. En 1 Sm 17,53 T. M. no sería:
los israelitas persiguieron a los filisteos «hasta llegar al
valle», sino «hasta llegar a la [ciudad filistea de] Gat»,
lectura que ofrece la versión griega de los LXX, porque g'
(gy' = gay', «valle») ha de ser en realidad gt (Gat, rE8).
En Prov 8,16 se habría confundido "éres, «tierra», con
«téres», «cosas rectas», «según justicia», que· sería la
lectura verdadera y cae mejor en el contexto. Algo
parecido sucede en la escritura cuadrada, donde es
fácil confundir h y t (n n) y así en Sal 65,12 no se ten-
dría, «coronaste tu año de benignidad» o «coronaste
el año de tu benignidad (genitivo)», en qué año estu-
viera en estado constructo (senat), sino, «coronaste el
año con tu benignidad» o abundancia (sanah).
En los manuscritos griegos unciales, la 8 se confunde
fácilmente con las redondas C O E y la T con las rectan-
gulares rHTTNPI, p. ej., en Éx 6,23, donde el T. M.
tiene el nombre propio 'E/iséba', la versión griega lee,
por confusión de letras, E/\ILABE8, que habría de Mapa de Tasanák y sus contornos, en el límite suroccidental
ser E/\ICABEE. de la llanura de Yizré-é'I
5. LA LETRA «TE» CON VALOR DE NUMERAL. En hebreo,
el tét (t,, t) tiene como valor t, = 9. El 15 tendría que de haber visitado en 1899 ese tell, Sellin empezó en
ser 10 + 5 = yh, pero como este complejo representa marzo de 1902 las excavaciones, que terminaron el 12
el nombre de Yahweh abreviado (yab), se quiere evitar de julio del mismo año; la segunda serie de excava-
la irreverencia que implicaría pronunciarlo inadverti- ciones duró del 8 hasta 30 de marzo de 1903, y la ter-
damente sin motivo o simplemente escribirlo con otro cera del 7 de agosto hasta el 3 de septiembre de 1904.
sentido y por eso la cifra se expresa por 9 + 6 = tw = Fueron excavaciones iniciales de exploración, todavía
=15. De modo parecido, 16 sería 10 + 6 -+ yw, que no efectuadas según los métodos estratigráficos de-
también representa el nombre inefable en compuestos sarrollados más tarde por Albright, pero que, no obs-
como Y6-'ab, «Yahweh es mi padre», y por este motivo tante, dieron ya considerables resultados. Son im-
se escribe 9 + 7 = tz = 16. portantes los hallazgos de tablillas de arcilla con carac-
El taw (n, t) equivale a n = 400. La serie de 500 a teres cuneiformes, entre las cuales figuran cartas al
800 se expresa por tiiw más la cifra respectiva (t + ... ), príncipe de la ciudad de Ta'ánák, Istarwasur, (n.° 1
p. ej., 500=tq=400+100; 900=ttq=400+400+100. y 2, 5,6) y listas de nombres (n.0 3,4,4 a, 7-12). Las
En griego, la S' = 9, y la misma letra, pero con una tablillas están sólo en parte cocidas y han llegado
coma en la parte inferior izquierda, ,S = 9000; la T, hasta nosotros en un estado muy fragmentario. En total
= 300, y con una coma en la parte inferior izquierda se ha podido identificar 80 nombres, de los que A.
,T = 300000. Gustavs reconoció 21 cananeos, 10 subarios, 5 del
En latín, la te carece de valor numérico. Asia Menor, 10 acadios, 2 amoritas (cananeos orien-
Bibl.: --+ B; cf. G. BEER, R. MEYER, Hebraische Grammatik, I, tales), 5 árabes (o arameos), 1 egipcio, 1 sumerio, 1
Berlín 1952, págs. 107-108. E. W. GESENIUS, Hebrdisches und ara-
mdisches Handworterbuch, 17.ª ed., Berlín 1954, Tét, pág. 270; Tau,
iranio, 1 coseo y 1 indio. Dos nombres (Atanahili,
pág. 867. hijo de Habsim) se hallaban en un cilindro-sello, en-
S. BARTINA contrado asimismo en Tell Ti'nnik, y que Galling sitúa
hacia el 1800 A.C. Según las investigaciones de Albright,
TA'ÁNÁK (var ta'nák; Am. ta-ah-nu-ka; egip. t[a}- las tablillas de arcilla deben de pertenecer al siglo xvr
'a-na-ka; ZaxéxK, Tavéxx, 8avéxK, 8avaéxx; Vg, Thanac, A.C.; Gustavs las sitúa en la época de el-'Amarnah; Sellin
Thanach, Thenaci. l. SITUACIÓN y EXCAVACIONES. Lo- las supone posteriores en cincuenta años a esta época. Las
calidad situada .en el borde suroccidental de la llanura tablillas se hallaban en un recipiente de arcilla, designado
de Yizré'é'I, a 8 km al sudeste del Tell el-Mutesellim y 11 por Sellin como «Caja de la biblioteca», y del que se
km al noroeste de Genín, hoy Tell Tí'nnik, en cuya forma encontraron fragmentos; sin embargo, no todas las
[ingüistica sigue perviviendo el antiguo nombre. Después tablillas estaban in situ; sólo dos se hallaban en el lugar

833 834
TNÁNAK

de la caja, en tanto las demás se encontraban a un me- enclavadas varias fortalezas cananeas, que se extendían
tro alrededor de ella. entre Beisán y el llano litoral, a través del borde meri-
En cuanto a los otros hallazgos arqueológicos, hay que dional de la llanura de Yizré'é"l. Sin embargo, en esta
mencionar restos pertenecientes a la época del Bronce fuente se la considera perteneciente al territorio tribal
I, la muralla circular del Bronce 11, la fortaleza occi- de Manasés, así también en Jos 17,11 y 1 Cr 7,29. En
dental del Bronce m, con un patio al nordeste, flanqueado, Jos 12,21, el rey de Ta'ánák aparece asimismo en la
al oeste y al sur, por un corredor y estancias. Los ci- lista de los reyes cananeos. Según Noth, esta lista per-
mientos del fortín de Istarwasur, situado al norte del tenece al material de las fuentes tradicionales no deute-
tell, han quedado muy poco esclarecidos. Posteriormen- ronómicas más antiguas, «para nosotros de procedencia
te se han podido identificar los restos de una cuadra desconocida y significación original». En Jos 21,25
y de una alquería del período de Salomón o de una Ta'ánák aparece en la lista de las ciudades levíticas'.
época posterior (Acab ?), no reconocidos como tales Posiblemente, la mención más importante de Ta'ánák se
por Sellin. En cuanto a hallazgos particulares, podemos halla contenida en 1 Re 4,12; en ella se habla de Ta'iíniík
citar las joyas de oro de un cadáver de mujer, un fogón en el espacio de la quinta demarcación de la división
de arcilla, designado por Sellin como altar de incienso, departamental realizada por Salomón. Así, parece que
y una estatua egipcia. De las épocas persa y griega esta ciudad debió de pertenecer al reino de Israel en la
se han identificado hallazgos sólo en pequeñas propor- época de la política davídica de conquista y expansión,
ciones, principalmente fragmentos de lámparas y después de haber mantenido ya anteriormente buenas
otros utensilios de cerámica. relaciones con los cananeos, porque Saúl pudo estable-
En el centro del tell, en la plataforma más alta, las cer en "Ain el-Miyyitah (cerca de Gelboe) su campamen-
excavaciones mostraron restos de una construcción de- to en la batalla decisiva contra los filisteos sin temor a
signada por Sellin como «fuerte árabe», y que la iden- un ataque de flanco a través de Ta'ánák. El AT no con-
tificación paleográfica de unos trazos de escritura arábica tiene otras fuentes acerca de Ta'ánák, lo cual permite
que aparecen en una lámpara y un fragmento de jarra creer con seguridad que no fue la localidad principal
permiten atribuir al siglo x y quizá incluso al XII D.c. de la demarcación. Sólo Eusebio y Jerónimo mencionan
a 0aaváx como una gran población (Kwµri µeyícnri).
2. HISTORIA DE TA'ANAK SEGÚN LAS FUENTES DEL AT• En el siglo XIX se la menciona en noticias de viajes.
En la fuente más antigua (Jue 5, 19), Ta'iíniík aparece, En la época preisraelita, Ta'iíniík se halla citada en
junto con Megiddo, como territorio de despliegue y los anales de Thutmosis 111 en el templo de Karnak.
de lucha en una coalición de reyes cananeos. En Jue Según esta noticia, los adversarios de Egipto habían
1,27, la ciudad figura en la comarca en que estaban concentrado al principio sus tropas en Ta'iíniík y Me-

El tell de Tasánák, situado estratégicamente en la llanura de Esdrelón para protección de la via maris, visto
desde la carretera de Óenin a Haifa. (Foto P. Termes)

835 836
TABERNÁCULO

giddo (Noth). Relacionada con la victoria de Megiddo cindiendo de las posibles correcciones textuales que el
y la conquista de esta ciudad, se hallan la ocupación y el contexto plantea, se identifica con Ra's (Abu) Tábát,
saqueo de Ta'ánák por los egipcios. Ta'ánák aparece que se halla sobre Wádi Kafringi, en las laderas del
mencionada en la correspondencia de el-vAmárnah, n.0 Gebel 'Aglün, al sudeste del emplazamiento de 'Ábel
248,14 (Knudtzon). De la época del faraón Sesonq Méhóláh,
procede probablemente (Galling) la estatua egipcia men- 1 Jue 7,22.
cionada por Sellin. Bíbl.: ÁBEL, Il, pág. 474. S!MONS, §§ 567-568.
Cf. 1 Cr 6,55 en que se lee 'et =ánér, corrupción de Tá-anák por
1 D. YIDAL
haplografia (Vg. ver. 70).
Bibl.: E. SELLIN, Tell Ta'annek, en Denkschriften der Kaiser/ichen TABE'AL (et. cf. infra; To:f3Er¡i\; Vg. Tabeel). Hom-
Akademie der Wissenschaften Phi/. Hist. Klasse L, Viena 1904, cua- bre cuyo hijo (heb. ben tiibe'al, «hijo de Tábé-al») pre-
derno IV (Tosannek I); íd., Eíne Nachlese aus dem Tell Ta'annek in
Paliistina, en Denkschriften der Kaiserlichen Akademie der Wissens-
tendieron los reyes aliados, Résín de Damasco y Péqah
schaften Phi!. Hist. Klasse LII, Viena 1906, cuaderno III (Ta'annek JI). de Israel, sentar en el trono de David, tras desposeer
P. THOMSEN, Paliistina nach dem «Onomasticon» des Eusebius, en a Acaz de Judá1• Su nombre original fue, sin duda,
ZDPV, 26 .(1903), págs. 97-1~8; íd., Loca Sancta, I, Halle 1907, Tábé'él, que el T. M. vocalizó peyorativamente Tábé-al
págs. 65-66. A. GusTAVS, Die Personennamen in den Tontafeln von
Tell Ta'annek; en ZDPV, 50 (1927), págs. 1-18; 51 (1928), págs. («no bueno»).
169-218. E. SELLIN, s. v., en OIC, 9 (1931), pág. 44 .. ABEL, 11, 'Is 7,6.
págs. 473-474. K. ÜALLING, s. v., en BRL, págs. 519-520; íd., Text-
buch zur Geschichte Israels, Tubinga 1950, pág. 12 y sigs. M. NoTH, Bibl,: --,. Tiibé'ei.
Die Anna/en Thutmoses III a/s Geschichtsquelle, en ZDPV, 66 (1943). P. ESTELRICH
págs. 156-174; id., Das Buch Josua, Tubinga 1953. HAAG, col. 1600.

H. BARDTKE TABE'EL («Dios es bueno»; ac. táb-iluni; Taf3Ei¡r-.;


Vg. Thabeel). Hombre - quizá un dignatario - de
TA'ÁNAT Si'LOH («higuera de Siloh»?; erivo:cró: KO:l Samaría. Fue uno de los firmantes de la carta en que se
LÉAATJS [B], Trivó:.9 LEAW [A]; Vg. Thanathselo'i. Lo- suplica a Artajerjes que interrumpiera la reconstruc-
calidad que perteneció a la tribu de Efraím, en cuya ción de Jerusalén por los regresados de Babilonia.
frontera septentrional estaba situada 1• Eusebio indica Esd 4,7,
que en su tiempo se llamaba Thena, que se hallaba a
Bibl.: Miqr., III, cols. 361-362.
10 millas al oriente de Neápolis, en dirección del Jordán. P. ESTELRICH
Estos datos permiten identificarla con Hirbet Táná
(o Ta'na) el-Tahtá o Hirbet Táná (o Ta-na) el-Fóqá,
TAB'ERAH (eíncendio»: 'Eurrvoicuóc; Vg. incensio).
en Wádí Kerad, a unos 12 km al sudeste de Náblus. Estación duodécima de los israelitas en el desierto
1Jos 16,6. (--,. Éxodo, Itinerario del). Recibió este nombre a causa
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 98,13. ABEL, II, pág. 474. SIMONS, del fuego con que castigó Yahweh al campamento de
§ 324.
T. DE J. MARTÍNEZ
los israelitas por su pecado de desconfianza1. Moisés
oró a Dios y se apagó el incendio. El pueblo comen-
TÁBANO. Las versiones traducen ordinariamente por zó a murmurar de nuevo, recordando la abundancia
tábanos el hebreo 'iir6b (ac. ur[u]batu), cuya invasión de comida que tenía en Egipto, y «vino un viento de
constituyó la cuarta de las plagas de Egipto referida Yahweh, arrastrando desde el mar codornices, que dejó
en el libro del Éxodo y recordada después en los Sal- caer alrededor del campamento, hasta la altura de dos
rnos ', Los LXX lo entendieron como tábano o mosca codos sobre la tierra»2• «Aún tenían la carne entre los
de perro (xvvóuvio). dientes, todavía no se había consumido, cuando la
También se interpreta como tábano el vocablo qéres cólera de Yahweh estalló contra el pueblo, y Yahweh
(ac. kurasuv que aparece en un texto simbólico del hirió al pueblo con una plaga»3• La estación recibió
profeta Jeremías: «Egipto es una hermosa novilla, y entonces el nombre de --,. Qibrót ha-Ta'áwáh '. Se iden-
del septentrión ha venido un tábano a picarla» 2, simbo- tifica con Ruweis el-Ebeyrig, en el Wádi Sa-al, unos
lizado el ejército caldeo en la voracidad del díptero san- 45 km al nordeste de Gebel Müsá.
guinario (--,. Fauna). 1Nm 11,3. 'Nm 11,31. • Nm 11,33. 'Nm 11,34.35; 33,16.17;
1 Éx
Dt 9,22.
8, 17 y sigs.; Sal 78,45; 105,31. 'Jer 46,20.
C.WAU Bibl.: M.-J. LAGRANGE, L' itinéraire des Israel/tes du pays de
Gessenaux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), pág. 274. ABEL,
TABBANAH, Hírbet, Lugar de la Palestina moder- II, pág. 214 (con más bibliografía). B. UBACH, If.lustració, 111, en
na que se identifica con --,. Thnnáh (§ 2). La Biblia de Montserrat, Montserrat 1954, págs. 20-25. SIMONS,
§ 431 (n. 224).
R. SÁNCHEZ
TABBA'OT (et.?; ro:[30:w.$, To:f3w.9 [B], To:f3f3aw.9
[AJ; Vg. Tabbaoth, Tebbaothi. Antepasado de un grupo
de netineos, que regresaron de la Cautividad babilónica TABERNÁCULO. Los primeros hombres e y los
con Zorobabel. habitantes de Canaán de la época neolitica P y calcolí-
Esd 2,43; Neh 7,46.
tica e construía chozas (sukk6t) Los israelitas no
Bibl.: Miqr., 111, col. 365.
vivían en ellas-, sino solamente las levantaban en una
ocasión determinada. En cambio, los nómadas, incluso
TABBAT (To:f3ó:.9; Vg. Tebbath). Lugar hasta cuyas los que de entre ellos algunas veces ocupaban asenta-
inmediaciones Gedeón persiguió a los madianitas 1. Pres- miento más o menos estable, como se indica de los pa-

837 838
TABERNÁCULO

Moneda de Matatías Antígono (40-


37 A.C.), con objetos del Tabernácu-
lo: la mesa de los panes (izquierda,
invertida) y el candelabro de siete
brazos (derecha). (Foto Orient Press)

fueron cambiando de sitio por los


lugares del desierto, sino también
cuando ya habitaban construccio-
nes en la tierra del reino de Canaán,
hasta que se dedicó el Templo
construido en Jerusalén el año un-
décimo de Salomón. Dijo el profeta
Nátán que Yahweh «antes de que
se edificase el Templo, había pere-
grinado en una tienda ('6hel) y en
un tabernáculo (miskan)»3• Esta
historia tal vez la incluye el autor
patriarcas2 , construían tabernáculos o tiendas de cam- del Éxodo 4 al hacer la descripción del Tabernáculo,
paña ('6hiilim). porque habla de miskán. 5, «habitación», «lugar de mo-
Las tiendas o tabernáculos hechos las más de las rada», y de "áhel, «tíendax". Con toda verosimilitud,
veces con cobertores elaborados con pelos de cabra, el autor quiere demostrar que ambas formas de san-
al modo como pueden verse en los bajorrelieves asirios, tuario (tienda y habitación estable) pertenecen con todo
a las cuales son muy semejantes las tiendas de los ára- derecho a la religión mosaica.
bes, se alzaban en forma cónica. En cambio, las tiendas ACf. R. NEUVlLLE, Le prehistorique en Palestine, en RB, 43 (1934),
que montan hoy los nómadas beduinos son mayores pág. 245; RB, 63 (1956), pág. 88. BCf. Ascalon, en JEJ, 5 (1955),
y tienen forma rectangular, consta de ringleras de tres págs. 270-271. ccr. Bethsan, en PEFQS, 64 (1934), págs. 124-125;
Beth-Yerah, en JEJ, 2 (1952), pág. 167.
palos, de los cuales el que está en medio es más alto para
1ls 1,8; Jon 4,5. -cr, Gn 13,3; 18,1; 25; 27 y sigs, '2Sm 7,6.
que se escurra la lluvia. 'Éx 26. 'Éx 26,1; cf. 26,15. 'Éx 26,7.
Los israelitas tributaron el culto debido a Dios en un
tabernáculo o tienda portátil, no solamente mientras 1. La tienda ('6hel) de que se habla en Éxodo, cap.
26 estaba cubierta por tres co-
berturas, de las cuales la segunda
estaba hecha con pieles ('6r6t) de
carnero teñidas de color rojo y la
tercera de pieles de táf:ias tal vez,
Halicore dugong, mamífero marino
abundante en el mar Rojo. Sus
dimensiones se omiten en la SE.
La primera cubierta tenía 40 codos
de largo y 30 de ancho y estaba
compuesta por 11 piezas o lienzos
(yéri'áh), cada uno de los cuales
medía 30 codos de largo y 4 de
ancho. Formaban todos dos partes·
mayores, una de las cuales consta-
ba de 5 piezas y la otra de 6,
unidas por lazos y ganchos de
bronce. La última pieza era doble
hacia la entrada, probablemente
para que al soltarla, se pudiera
cerrar la tienda. Esta cubierta esta-
ba hecha de 'izzim1, posiblemente
de pieles de cabra. No se sabe de
cierto si esta tienda era redonda,
semejante a las que aparecen re-
presentadas en monumentos asi-

Friso de la sinagoga de Cafarnaúrn,


con una de las más antiguas repre-
sentaciones del Tabernáculo. Fines
del siglo n n.c, (Foto Orient Press)

839 840
TABERNÁCULOS

Reconstrucción del Tabernáculo de la Alianza. (Maqueta en el Museo Bíblico del Seminario Conciliar de
Barcelona. (Foto P. Termes)

rios y a la de los antiguos árabes llamado qubbah+, o 42 (1931), págs. 476-498. F. M. CROSS, The Tabernac!e, A Study
from Archaeological and Biblical Approach, en BA, 10 (1947), págs.
bien oblonga; puesto que su forma no aparece descrita
45-58.
en las SE. B. N. WAMBACQ
AH. LAMMENS, L'Arabie accidenta/e avant l'Hegire, Beirut 1928,
págs. 102-104. TABERNÁCULOS, Fiesta de los. l. La fiesta judía
1 Éx 26,7-14. de los tabernáculos (l)ag ha-sukk6t)1 recibió este nom-
2. La morada o recinto (miskan) era un rectángulo bre cuando los israelitas al celebrar esta solemnidad
que tenía 30 codos de largo de occidente a oriente y vivían en tiendas (tabernáculos) o mejor en chozas
10 codos d~ ancho de norte a sur. Sus paredes estaban (sukkot). Sin embargo, esta festividad no se celebró,
compuestas por 48 tablas recubiertas de láminas de al comienzo, de este modo. Primero se estableció que
oro y basamentadas en zócalos de plata, 20 en los lados los israelitas celebrasen 2 la fiesta de la recolección de los
orientados hacia el norte y hacia el sur, y en 8 de las frutos (l)ag há-tásif) al final del año, es decir, una vez
cuales había dos solitarias en los ángulos, en el lado terminadas las labores de los campos, y con tal ocasión
hacia occidente. La morada estaba tapada por una subiesen al santuario, posiblemente al principal 3, para
cobertura de 40 codos de largo y 28 de ancho, com- que, ofrecidos sacrificios, diesen gracias" a Yahweh
puesta por 10 cortinas, cada una de las cuales estaba por los frutos conseguidos. Tal vez en este día, las don-
tejida con un depurado arte y era de jacinto, púrpura, cellas celebraban danzas en las viñas 5• Salomón con-
azafrán y lino fino, con adornos de imágenes de queru- vocó a todos los israelitas y celebrando esta festividad
bines, y eran de 28 codos de largo y 4 de ancho. Unidas en el mes de há-rétánim, ya trasladada el Arca, dedicó
entre sí, de cinco en cinco, daban como resultado dos el Templo 6 • Mas Jeroboam I mandó que en su reino,
tapices mayores, adornado cada uno en sus extremos por la fiesta se desarrollase el mes siguiente'. El Deutero-
50 anillos o lazos diminutos de jacinto, entrelazados por nomio al principio ordenó que al celebrarse esta festi-
medio de 50 ganchos o fíbulas de oro. La morada se vidad, se preparasen banquetes por familias, a los cuales
dividía en dos habitaciones1; la primera era llamada el tenían que ser invitados los levitas y los pobres; más
«santo» o santuario (qodes) y la otra el sancta sanctorum tarde, que la fiesta había de desarrollarse en el santuario
o santísimo (qodes ha-qodásirni, separadas entre sí por principal; y por último, que debía prolongarse durante
un velo (paroket, páráket ha-másák¡ de cuatro colores: siete días 8• Estas solemnidades, llamadas «fiestas de
jacinto, púrpura, azafrán y lino fino, hilados, tejidos Yahweh» (l)ag la-yahwehi, posteriormente los israelitas
artísticamente y adornados con imágenes de querubines; las celebraban desde el día quince hasta el veintinuno
este velo colgaba, por unos anillos de oro, de cuatro (es decir, durante siete días) del mes séptimo, en el
columnas de madera de acacia y recubiertas de oro, las primero de los cuales, recolectados los frutos del mejor
cuales, a su vez, reposaban sobre unas basas de plata. de los árboles, así como palmones, ramas de espeso
1Éx 26,31-33; 36,37-38.
follaje y de sauces del torrente, se regocijaban 9 en pre-
sencia de Yahweh, puesto que debían ofrendarse varias
Bibl.: Comentarios Éxodo y además: H. LESÉTRE, Tabernacle,
en DB, V, cols. 1951-1961. E. SELLIN, Das Ze/t Jahves, en BWAT, víctimas, además del sacrificio cotidiano''". También,
13 (1919), págs. 169-192. G. vox RAD, Ze/t und Lade, en NKZ, estaba mandado que todo ciudadano ('ezrah) israelita,

841 842
VT _ -,o
TA BERN Á CU LO S

debía habitar en las cabañas (sukkot)ll durante los siete En tiempos posteriores, los rabinos añadieron a la
días del séptimo mes. Todas estas cosas, la Ley las solemnidad otro día festivo, el veintitrés de Tisri, al
abrazaba con estas palabras12: «Celebren la fiesta de cual llamaron la «fiesta de la alegría de la Ley», puesto
los tabernáculos (ccabañas», suklcát ), desde el día quince que en él concluía la recitación de la Ley, con gran
hasta el veintiuno del mes séptimo, de los cuales el alegría y grandes solemnidades. De aquí que al sábado
primero se consagrará a la asamblea sagrada y al des- siguiente en que de nuevo se empezaba la lectura de la
canso religioso, y todos y cada uno a los sacrificios». Ley, le llamaran sabbát bé-ré'sit («sábado del comienzo
Cada siete años, el pueblo se congregaba durante siete [de la lectura de la Ley]»).
días ante el santuario, donde se recitaba la Ley13. Final- AJ. A. KELSO, The Water Liba/ion in the Old Testament, en Exp,
mente se festejaba el día octavo (sifmini), consagrado 48 (1922), págs. 226-240. Pensando en este rito, probablemente,
Cristo habló de su doctrina como del agua que brota de la vida
a la asamblea santa, al reposo religioso que era con- eterna: Jn 7,37; 4, 14.
clusión de las fiestas, y una fiesta con entidad propia
'Is 12. 'Sal 113-118. 'Jn 7,37.
('éí,éret)14, el final de las solemnidades de todo el año A;
Bibl.: Tratado MiSnáh Sukkáh, en STRACK-BrLLERBECK, págs.
y en este día, los israelitas no habitaban en los taber- 774-812. H. J. KRAUS, Gottesdienst in Israel. Studien zur Geschicht e
náculos o chozas P. des Laubhiit tensfestes, en BEvTh (1954). E. KUTSCH, Das Herbst-
AFILÓN, De Sept., ed. Mangey, 11, pág. 278. BF. JOSEFO, Ant. fest in Israel, Maguncia 1955. Véanse además libros de arqueología
bíblica en general.
Jud., 11, 5,5, § 157.
B.N. WAMBACQ
'Lv 23,34; Dt 16,13-16; 31,10; Zac 14,16.18-19; 2Cr 8,13; Esd
3,4. 'Éx 23,16; 34,22. 3Éx 23,17; 34,23. 'l Sm 1,1-4. 5Jue 21,
19,21. '1 Re cap. 8. 'l Re 12,32-33. 'Dt 16, 13-15. 'Lv 23,39-
TÁBIGAH, El-, Nombre árabe - originadó por co-
41 b. "Nm 29,12-34. "Lv 23,4lc-43. "Lv 23,33-36. "Dt 31, rrupción de la palabra griega Heptápegon ( «siete fuen-
10-13; cf. Neh 8,18. "Lv 23,36; Nm 29.35; cf. Lv 23,39d. Tam- tes») - del lugar en que se recuerda la colación del
bién en Neh 8,12-16, el día octavo se distinguía de la fiesta de los
primado de san Pedro. Está junto al lago Genesaret
t'abernáculos.
a algo más de 3 km al suroeste de Cafarnaúm, al norte
2. A las ceremonias prescritas por la Ley, los israeli- de Hirbet el-'Oreimah y al pie del monte de las Bien-
tas de épocas posteriores fueron añadiendo otras muchas. aventuranzas. Los bizantinos conmemoraron allí mismo,
a) Libación del agua. Diariamente, por las maña- con una basílica de la que se conserva gran parte del
nas, los sacerdotes extraían con un recipiente de oro bello mosaico, la multiplicación de los panes, que tuvo
agua (tres 16g) de la fuente de Siloé, y la llevaban con lugar en la orilla noroeste.
gran ceremonial al atrio del Templo, acompañados por
músicos y cantores'; allí, el sacerdote designado para TABITA. Nombre variante de la discípula cristiana
esta función, vertía el agua juntamente con vino en el de Joppe llamada --> Dorcas.
altar de los holocaustos é.
TABLAS DE LA LEY (lüa/:i; 1rM~; Vg. tabula). En
b) 'Etr6g y tus« Cada día, después del sacrificio diversos pasajes de Éxodo y Deuteronomio hay alusio-
cotidiano, excepto los sábados, los levitas, cuando lle- nes a las tablas de la Ley. El conjunto de las tradiciones
gaban a los versículos 25 y 29 del Salmo 118 (T. M.), conservadas nos ilustra sobre los extremos siguientes:
que es del hallél", puestos de pie todos juntos, agitaban eran de piedra, estaban escritas por «el dedo» de Dios
un limón ('etr6g) con la mano izquierda y con la dere- por ambos lados y contenían los diez mandamientos.
cha un ramo (/ülab) compuesto de modo especial, mien- Las que se conservaron al menos hasta la época de
tras con voces alegres clamaban h6si'ah-na.' (chosanna»). Salomón, guardadas en el Arca, eran la segunda edición,
Hacían todo ello para aumentar el esplendor de la toda vez que las primeras las rompió airado Moisés al
solemnidad. descender del monte y conocer la idolatría del pueblo.
c) Procesión en torno al altar de los holocaustos. Debieron ser de pequeño tamaño para poder ser trans-
Cada día iban en torno al altar de los holocaustos, portadas por Moisés. Se las designa como «tablas del.
llevando en sus manos ramos de sauce. No se sabe testimonio de la Alianza». El mismo término Iüah' aparece
si participaban todos en este rito o sólo lo hacían los dos veces en los profetas, designando tablillas de escriba
sacerdotes. En el día séptimo, esta procesión se repetía y corresponde al mismo empleo de la palabra acádica lé'u.
siete veces. Este día es probablemente r¡ r¡µÉpa r¡ µEyo:7-.r¡ El estilo literario de los relatos refleja el lenguaje
,fís eop,fís ( «el gran día de la fiesta») 3• del antiguo Oriente: los textos religiosos egipcios hablan
d) El adorno de las iluminaciones festivas. En la de «la escritura de Dios», acreditando la autoridad de
tarde del primer día de fiesta se encendían, en el atrio su contenido; por otra parte, las leyes se grababan en
de las mujeres, en cuatro candelabros que, según se piedra como símbolo de su perpetuidad, así el Código
dice, medían cincuenta codos de alto, unas grandes de Hammurabi está escrito sobre diorita, el decreto de
lámparas, las cuales difundían tanta luz, que no había Horemheb - en Egipto y del siglo xiv cercano, por
ningún patio en Jerusalén que no quedase iluminado tanto, al tiempo del Decálogo - está consignado en
por ella. Entonces, los próceres, sosteniendo teas encen- estelas, etc. Todo ello viene a confirmar la verosimilitud
didas en sus manos, danzaban mientras las mujeres los de la narración bíblica acerca de las tablas que contu-
contemplaban, en tanto que los levitas distribuidos en vieron el núcleo de la legislación religiosa hebrea.
pie por los quince peldaños del atrio interior del Templo, Éx 24,12; 31,18; 32,15-19; 34,1.4.29; Dt 9,9-10.17; 10,2; 2 Cr
cantaban salmos ininterrumpidamente acompañándose 5,10; Is 30,8; Hab 2,2; 2 Cor 3,3; f!:eb 9,4.
C. WAU
con instrumentos musicales.
844
843
TABOR

El monte Tabor con las localidades


circunvecinas

TABOR (heb. tabor, «cantera» ?,


«montaña» ?; Vg. Thabor). Nom-
bre de un monte y de dos locali-
dades israelitas:

1. (éípos 8al3wp, Os 5, 1 ; F. Jo-


sefa, Polibio y san Jerónimo, TO
'1Tal3vp10v). Monte cónico y ais-
lado, llamado en la actualidad
óebel el-Tür, que se eleva casi
500 m sobre la llanura circunstan-
te. Vegetación de distintos tipos
cubre sus laderas. Su cima ofrece
una plataforma de unos 1200 m
de largo y alrededor de 400 m de
ancho. Se la puede alcanzar, in,
cluso cabalgando, en poco más de
una hora, aprovechando el tortuoso sendero que recorre en su cumbre el ejército de Báráq para caer sobre Sísérá"
sus faldas. Desde lo alto se disfruta de uno de los pa- y los cananeos acampados a lo largo del valle del Qisón 3•
noramas más grandiosos y contrastados de Palestina. En él Zébah y Salmunna' mataron a los hermanos de
El Tabor sirvió de límite entre las tribus septentrio- Gedeón 4. Al Tabor, que se eleva con majestad sobre
nales de Isacar y de Zabulón1. En la bendición de el llano, se compara el rey babilónico Nabucodonosor5 •
Moisés se predice que Zabulón y Neftalí ofrecerán Una tradición constante, de la que ya dieron fe Orí-
sacrificios propiciatorios «en el monte», refiriéndose tal genes, san Cirilo de Jerusalén y san Jerónimo, identifica
vez al Tabor, al que más tarde se alude de modo repro- el Tabor con el monte anónimo de la Transfiguración
batorio por tal costumbre 2• La profetisa Débora reunió de Jesús". Otra, con menos fundamento, ve en él otro

El monte Tabor, escenario de las luchas de los israelitas por la tierra de Canaán. (Foto Orient Press)

845 846
TABOR
---- ~~ ~1

Tabor. Fachada de la Basílica de la Transfiguración, obra del arquitecto A. Barluzzi y erigida entre los años
1921-1924. (Foto P. Termes)

monte anónimo al que Cristo convocó a los apóstoles los hijos de Mérári '. En lugar de esta ciudad, en el
para conferirles la misión definitiva y universal'. pasaje paralelo de Jos 21,35, se lee Nahálál. Por ello,
El monje Epifanio del siglo IX fue el primero en unos supusieron que Tabor es abreviatura de Kislót
localizar en el Tabor el encuentro de Abraham con Tábór", que aparece asimismo en la forma acortada
Melquisedec 8; pero se redujo a señalarlo al pie de la de KésuJ.16t3• Si así fuera, la población estaría en las
montaña, probablemente en Dabbüriyah, Peregrinos inmediaciones del Tabor, en las fronteras de Zabulón.
posteriores lo situaron en la misma cima. Otros consideran alterado 1 Cr 6,62 y corrigen Tabor
En memoria de las tres tiendas que mencionan los en Dábérat ", ciudad de la tribu de Isacar, la actual
evangelios en el episodio de la Transfiguración, se eri- Dabbüriyah, al pie del monte. No faltan los que creen
gieron tres basílicas que ya visitó el Anónimo Piasen- que es una localidad situada en el Tabor o la propia
tino en 570. La «Custodia Franciscana de Tierra Santa», montaña.
luego de someter sus ruinas a un atento examen arqueo- 11 Cr 6,62. 'Jos 19,12. 'Jos 19,18. 'Jos 21,28.
lógico, construyó allí, en 1873-1875, un pequeño mo-
nasterio, un hospicio y una pequeña iglesia que, en 3. (heb, 'elon tabor; f¡ 6pvs 0a~wp; Vg. quercus Tha-
1924, se trocó en una bella basílica, ideada y ejecutada bor). Localidad por donde pasó Saúl cuando andaba
por el arquitecto A. Barluzzi. en busca de las asnas de su padre, en las cercanías
1Jos 19,22. -cr. Os 5,1. •Jue 4,6.12.14. 'Jue 8,18. 'Jer 46,10. de la tumba de Raquel.'. Normalmente, los exegetas
'Mt 17,1-13; Me 9,2-14; Le 9,28-36. 'Mt 28,16; 1 Cor 15,6. 'Gn enmiendan la lección masorética «Tabor» en «Débora»,
14,18. de forma que las indicaciones referentes a la «encina de
Bibl.: ABEL, I, págs. 353-357. J. LEWY, Tabor, Tibar, Atabyros, Débora» («debajo de Betel», Gn 35,8) concuerdan
en HUCA, 23,1 (1950-1951), págs. 357-386; Tabor sería el nombre con las de 1 Sm 10,2-3. Otros, en cambio, conservan
de una antigua deidad, con el significado de «forjador de metal».
D. BALDI, Enchiridion Locorum Sanctorum, 2.ª ed., Jerusalén 1955. la lectura masorética y renuncian a identificar el sitio.
2. (heb., LXX y Vg. íd. anterior). Ciudad levítica de 1 1 Sm 10,3.
la tribu de Zabulón, asignada con sus alrededores a A. ROLLA

847 848
TAl;IPANl;I:ES

TABRIMMüN («el dios Rammán, es bueno»; Ta- TÁl:IAT (esustituto»; 0o:á.S; Vg. Thahath). Nombre
j3EpEµá [B], Taj3EvpaT]vá [AJ; Vg. Tabremon). Hijo de de tres israelitas:
Hezyón y padre de Ben Hadad P. Tal vez reinó antes l. Levita descendiente de Qéhát, antepasado de He-
de su hijo, pero no se sabe con seguridad que así fuera. man, jefe de los cantores1.
1 1 Re 15.18.
2. Hijo de Béred, descendiente de Efraím a través
Bibl.: E. G. H. KRAELING, Aram and Israel, Nueva York 1918, de Sütélah, y epónimo de una familia de su tribu 2 •
págs. 48, 49. Miqr., III, cols. 365-366.
P. ESTELRICH 3. Fundador de otra familia de la tribu de Efraím
e hijo de 'El'adah. Si no se trata de un error, debido
TACIANO. -,. Diatésaron. al copista, habrá que considerarle nieto del anterior".
11 Cr 6,9.22. 21 Cr 7,20. '1 Cr 7,20.
TADMOR. Nombre arameo y árabe de la ciudad Bibl.: NoTH, 1416, pág. 260.
de -,. Palmira. J. CARRERAS

TAFAT («gota»; Taj3AT]-1M [BJ, Táq,ma [AJ; Vg. TÁl:IAT (csustituto»; Kmo:á.S; Vg. Thahath). Esta-
Taphet). Hija de Salomón, esposa de Ben 'Ábinadab, ción de los israelitas en el desierto, durante el Éxodo,
uno de los gobernadores salomónicos1. situada entre Maqhélót y Térah '. No ha sido identifi-
'1 Re 4,1 J. cada e- Éxodo, Itinerario del).
1Nm 33,26-27.
Bibl.: NoTH, 553, pág. 226.
Bibl.: SIMONS, § 431.
G. SARRÓ
TAFNAS (Tcepvóx; Vg. omite). Uno de los lugares
a los que el Nabucodonosor de Jdt envió emisarios en
TAI:IKEMüNI (6 Xovcvctoc, 'Axaµáv; Vg. sapientis-
busca de apoyo militar1. Probablemente se ha de iden-
simus Achamoni). Padre del jefe de los tres principales
tificar con la ->- Tahpanhés del T. M.
héroes de David 1. Se trata no de un nombre de persona,
1Jdt 1,9. sino de patronímico o gentilicio, que, en el libro de las
Bibl.: SJMONS, § 1599 (h). Crónicas 2, tiene la forma Hakmóní, que parece ser la
más correcta. La t inicial debe de proceder de un error
TAFNIS. -,. Tahpanhés, del copista, quien tal vez la confundió con la h del
artículo hebreo y, por lo tanto, habría de eliminarse y
TAFSAH, Hírbet. Lugar de la region samaritana leer ha-Hakmóní. San Jerónimo tradujo sapientissimus
que se identifica con ->- Tlísah (§ 2). por creer que el nombre era un derivado de hákam,
«ser sabio».
TAI:IAN (et.?; To:váx, 0aév; Vg. Thaan, Thehen). 12 Sm 23,8. 'l Cr 11,11.
Tercer hijo de Efraím y antepasado de la familia o Bibl.: A. MÉDEBIELlE, Les livres des Rois, en La Saint e Bible,
clan de los tahanitas ', Este parentesco pudiera tener III, París 1949, pág. 554.
que alterarse en el sentido de que Tahan sería nieto, C. COTS
y no hijo, de Efraím a tenor de la genealogía efraimita
en 1 Cr 7,20-29. TAI:IPANI:IES (k. tahpanés; LXX Táq,vas; Vg. Taph-
1Nm 26,35; 1 Cr 7,25. ne). Ciudad de Egipto adonde fue llevado el profeta
Jeremías con otros judíos cuando la destrucción de
Bibl.: Norir, 1414, pág. 260. Jerusalén por Nabucodonosor. Ese nombre aparece
J. VIDAL
varias veces en Jeremías: «También los hijos de Menfis
y Tahpanhés te [Israel] quebrantaron la coronilla»'.
TAHANITAS (heb. [mispáhat] ha-taháni; 6fíµos 6
Con vocalización distinta, explicable por tratarse de
Tcvcyi ; Vg. familia Thehenitarum). Descendientes de
nombre extranjero, el mismo topónimo aparece en Ez
Tahan, hijo de Efraím. 30,18 en forma de Téhafnéhés, La LXX siempre lo
Nm 26,35. translitera Tcovc«, nombre indeclinable. La translitera-
ción griega suprime la gutural l:zet que no se pronun-
TAHARQA. La vocalización, al parecer, más exac- ciaba. Comúnmente se identifica este topónimo con el
ta del nombre del faraón llamado Tharaca en la Vg. L::.áq,vo:i de Herodoto (II, 30, 107), o sea con Tell De-
y -,. Tirhiiqiih en el T. M. fenneh actual al noroeste de el-Qantara. De esta diversa
transcripción griega de la LXX y de Herodoto concluye
TÁHAS (et.?; Tóxos; Vg. Tahas). Hijo de Náhór, Simmons que T áq,vas/Tai)panhes es ciudad distinta de
hermano de Abraham, habido de Ré'ümáh, su concu- Dafnai o Tell Defenneh, conclusión que no nos parece
bina, y epónimo de un lugar; Josefo le da el nombre aceptable, pues nombres extranjeros, sobre todo si son
de To:avos. Se identifica con la tahsi de las cartas de como el que nos ocupa nombres extraños, fácilmente
el-'Amarnah, región situada en el territorio del Líbano. pueden ser transliterados por personas distintas de modo
Gn 22,24. diferente. Los ejemplos citados más arriba de Jeremías
Bibl.: F. JosEF0, Ant. Jud., ·¡ ,6,5. A. CLAMER, La Genése, en que lee Tahpanhés y Ezequiel, Téhafnéhés lo confirman.
La Sainte Bible, I, 1.• parte, París 1953, pág. 320. Tampoco es necesario recurrir como hace P. Montet a
J. VIDAL dos nombres egipcios distintos, uno al parecer, Tjeben,

849 850
TAl:{PANI;I.ES
y otro Ta b wt pa nhs para explicar la transliteración cando las variaciones, que son de suponer en las co-
Táqivas o t.áqivm con el primero y para explicar la rrespondientes medidas superiores.
transcripción Tahpanhés o Téhafnéhés de la Biblia con Por todo lo cual es casi imposible establecer las
el segundo. Este segundo nombre egipcio que significa correspondencias exactas. Los especialistas dan cifras
«el castillo del Negro» (dios Min, frecuentemente pin- dispares, en las que el peso del talento varía en Pales-
tado en negro según conjetura Montet) explica el nom- tina de los 34 272 gramos a los 39 900 gramos y más
bre hebreo, y el nombre hebreo, dejada de pronunciar todavía, ya que Josefa llega hasta señalarle 43 kg.
la letra gutural dos veces repetida, explica las trans- En el NT el talento vale 6000 dracmas, equivaliendo
literaciones griegas. la dracma a unas 0,90 pesetas oro.
En el mismo texto sagrado parece indicarse que Éx 25,39; 28,25 y sigs.; 37,24; Dt 22,19.29; 2 Sm 12,30; 1 Cr
Tahpanhés estaba situada en la región del Delta o por 20,2; Ez 45,12; Mt 18,24; 25,15 y sigs.
lo menos en el Bajo Egipto por cuanto en Jer 44, l Bibl.: A. SEGRÉ, A Documentary Analysis of Ancient Palestinian
se habla de los judíos de Migdol, Tahpanhés, Nóf Units of Measure, en JBL, 64 (1945), págs. 358-368. A. G. BARROIS,
Manuel d'archéo/ogie bib/ique, II, París 1953, págs. 243-273. R. DE
(Menfis) y de la región de Patros. Patros es la tierra Vxux, Les inst itutions de l'AT, I, París 1958, págs. 297-317.
del sur, el Alto Egipto; las otras ciudades son, pues,
e.GANCHO
del Bajo Egipto y probablemente están enumeradas de
norte a sur.
TALIÓN. La ley del AT ordenaba: «Si una persona
'Jer 2,16; cf. 43,7-9; 44,l; 46,14.
produce una lesión a su conciudadano, tal como él hizo,
Bibl.: W. M. FLINDERS PETRIE, Tan is JI, Londres 1888, págs, así le hará: fractura por fractura, ojo por ojo; diente
47-96. P. MONTET. Tanis, París 1942, págs. 52-53. W. F. ALBRIGHT,
Baal-Zephon, en Festschr ift A/free/ Bertholet, Tubinga 1950, págs. 1-14. por diente»1. El libro de la Sabiduría interpreta la
SIMONS, § 1319. intervención de Dios contra los egipcios con la frase:
A. DÍEZ MACHO «Con lo que uno ha pecado, con eso mismo será cas-
tigado» 2. Domina, de consiguiente, la ley del pago
- - 1
TAl:{PENES (0EKEµÍvas; Vg. Taphnes). Reina de idéntico, y se empleó según el exacto «tanto cuanto»
Egipto, del período de la monarquía israelita unificada, (tale qua/e). La oposición de Cristo a este principio"
cuya hermana se casó con Hadad, hijo del rey de Edom, ha llevado a considerar que debió su existencia a una
huido de su tierra a causa de la expansión davídica 1. especial falta de sentimientos humanitarios, que apa-
Debió de estar casada con un faraón de la XXI di- rece propiamente como una contradicción de la reve-
nastía, que no puede ser identificado; además, el nom- lación divina consigo misma.
bre hebreo de Tahpénés, de apariencia egipcia, no per- Sin embargo, el talión no debe propiamente su origen
mite reconstruir la forma original del mismo. Stricker a la revelación, sino a la cultura legislativa del antiguo
propone considerarlo como el título egipcio de «la Oriente, como lo demuestra, p. ej., el Código de Ham-
mujer del rey». murabi, compilación babilónica de leyes, del segundo
'l Re 11,19-20. milenio antes de Jesucristo, en cuyos párrafos, del 192
Bibl.: B. H. STRICKER, en AcOr, 15 (1937), págs. 11-12. A. al 200, se menciona también de igual modo mano,
MÉDEBIELLE, Les lívres des Rois, en La Sainte Bible, 111, París 1949, hueso, ojo y diente como sitio de daño y castigo. Que
pág. 645. el Espíritu divino que inspiró la Escritura haya aceptado
M.GRAU la admisión de este principio, puede comprenderse por
fuerza de las siguientes circunstancias.
TAl:{REA' («astucia»?; 0apáx). Nombre variante de
---,. Ta'réa" en 1 Cr 9,41. 1. El talión fue una documentación, no para el hom-
bre de la calle, sino para los jueces",
TAI:ITIM l:IÓDSI (heb. "éres tahtim hodsi, «tierra de 2. Fue una concisa fórmula que posibilitaba hallar
Tahtím Hódsi»), ---,. l:lodsi. la recta medida de castigo contra cualquier exceso o
cualquier defecto, es decir, una lesión de diente no podía
TALENTO (heb. kikkár; TÓAaVTov; Vg. ta/entum). exigir ningún mayor castigo, sino puramente sólo el
Unidad máxima de los pesos hebreos, correspondiente diente, no las setenta y siete veces más, en el sentido
al GUN = biltu de los pesos mesopotámicos, y de vengativo, de Lamec5•
forma redondeada, como indica su nombre kikkár.
3. Con el auxilio del talión se superó, por medio
A juzgar por sus fracciones hay que pensar que,
de la justicia institucional, la necesaria «venganza de
como la mina, su peso oscilaba en los diversos pueblos
sangre», las más de las veces desenfrenada.
y aun dentro de la misma Palestina donde tampoco
logró precisión absoluta, lo cual no es de extrañar 4. No hay ninguna fórmula que para un pensamiento
dado el modo empírico como se estableció el sistema sencillo exprese de modo más preciso la relación entre
de pesos y medidas. culpa y expiación, y la unidad de orden del ser y del
El talento de Ras Samrah (Ugarit) tiene sólo 50 mi- deber que el talión, que permite siga inmediatamente
nas (3000 siclos = 6000 béqa' o sernisiclos y 60 000 ge- a un obrar injusto, un sufrir justo. Por eso se desarrolla
riih), en tanto que el babilónico tenía 60 minas y 3600 en la forma del talión, no sólo el juicio humano, sino
siclos; de éste parece trata Ezequiel en su revalorización también el divino'. Conforme a eso se coloca asimismo
en vistas al tributo del Templo. ante el tribunal de Dios el suplicante del Salmo 137
Las excavaciones han dado a conocer cuatro tipos por medio de un autotalión cuando dice: «Si yo te ol-
de béqa: que oscilan entre 5,8 y 6,65 gramos provo- vido, Jerusalén, olvídese mi diest~a de su habilidad», etc.

851 852
TALMÜD

Tenemos aquí ante nosotros no más que un profundo TALMAY (et. ?; 8ei\aµí, 8oi\aµí, 8oi\µí, 8oi\µai;
celo en favor de Dios y de su santa ciudad. En su celo, Vg. Tholmai). Nombre de dos personajes del AT:
los suplicantes del Salmo aplicaron también el talión J. Uno de los tres hijos de 'Anaq, que residía en
contra los pecadores y ateos al colocarlos de igual Hebrón cuando los exploradores israelitas reconocieron
modo bajo el tribunal de Dios. sus alrededores. Fue expulsado de allí, es decir, el clan
Lo imperfecto no es, en primera línea, la aplicación de que era epónimo, por los hebreos y principalmente
del talión (¿ acaso Cristo no dijo: «Quien empuña la por Caleb1. Su nombre, como el de la persona que
espada, a espada morirá» ?)7, sino la carencia de discer- sigue, parece ser arameo (nabateo).
nimiento entre pecado y pecador, el cual tiene que volver 2. (var. Vg. Tholomai). Rey de Óesür. Era hijo de
a Dios. Los judíos del tiempo de Cristo, ciertamente, 'AmmilJür y padre de Ma'ákáh, mujer de David y ma-
habían hecho del talión un privilegio para la venganza dre de Absalón. Éste, después del asesinato de 'Amnon,
personal. huyó a su corte y estuvo tres años en ella 2 •
Contra esto, exalta Cristo el amor a los enemigos, no
"Nm 13,22; Jos 15,14; Jue 1,10. 2
2 Sm 3,3; 13,37; 1 Cr 3,2.
para que se coloque el bien y el mal en la misma línea,
T. DE J. MARTÍNEZ
ni para denegar la necesidad de que el pecado sea casti-
gado, sirio para expresar con toda claridad que el amor
es lo más alto y para contraponer a la venganza sobre '.fALMON (cduz», «brillo»; ár. zalni'"; Tei\µwv, Te-
setenta veces el perdón conferido setenta veces siete 8• i\aµív; Vg. Telmon). Segundo hermano de Sallüm y,
como él, uno de los porteros del Templo'. En otro
'Lv 24,19-20; Éx 21,23-25; Dt 19,21. Sab 11,16.
2 'Mt 5,38-39.
-cr, Dt 19,16-21. 'Gn 4,24. -cr, Dt 28,30-46. 'Mt 26,52. 'Mt. pasaje', se indica que fue levita y jefe de los porteros
18,22. del santuario jerosolimitano. Sus descendientes regresa-
Bibl.: R. RlEBER, Die Blutrache und das jus talionis im mosoíschen ron con Zorobabel de la Cautividad babilónica 3• Quizá
Geset z, II, Maguncia 1902, págs. 312-332. E. MERZ, Die Blutrache uno de sus descendientes, llamado como él, fue guar-
bei den Jsrae/iten, Leipzig 1916. O. SCHTLLING, Noch einmal die dián de las puertas de Jerusalén y de los almacenes
Fluchpsalmen, Paderborn 1957, págs. 177-185.
próximos a las mismas'. Hay motivos para suponer que
O. SCHJLLING
en Talrnón pueden considerarse dos personajes distintos,
TALITA QUMI (Tai\1.Sá: Kovµ[1]). Frase aramea que
11 Cr 9,17. 21 Cr 9,26. 'Esd 2,42; Neh 7,46. 4Neh ll,19; 12,25·
ha conservado el evangelista Marcos en el relato de Bibl.: No(H, 551, pág. 223. Miqr., nr, col. 391.
la resurrección de la hija de Jairo. La frase consta M. GRAU
de un sustantivo femenino en la forma gramatical que
se designa «estado enfático» y que consiste en la apo- TALMÜD. La palabra talmüd significa literalmente
sición del sufijo -a' que determina al sustantivo con «estudio» y es abreviación de la expresión talmüd t áráh.
valor de artículo - inexistente en arameo - y que en («estudio de la Ley»), El Talmüd - mejor sería hablar
determinados casos le da tono de vocativo como en el de los Talmüdes, porque son dos: uno elaborado en
pasaje en cuestión. El masculino talyii" significa «joven», Babilonia y otro en Palestina, aunque sólo el primero
«cordero» y «siervo»; en razón del contexto, el signi- de ellos ha llegado a tener valor oficial en el judaísmo
ficado primero es el propio. Qümi es la segunda persona ortodoxo y es el Talmüd por antonomasia-, es el
femenina singular del imperativo pé'al del verbo qüm, proceso verbal de las discusiones habidas en las aca-
«levantarse»; los manuscritos griegos oscilan entre la demias judías de Babilonia y Palestina con el fin pri-
forma variante que se explica por la igualdad de pro- mordial de hallar los fundamentos bíblicos de las leyes
nunciación. Algunos códices (D,W) leen .Sa~1.Sa y contenidas en el código que es la Misnáh, pero que
Ta~1~a por contaminación con el texto de Act 9,40. allí se omitieron.
La versión griega emplea el nominativo con artículo En sentido lato, el Talmüd consta de dos partes, casi
con valor de vocativo TO xopócróv o ot i\Éyw Eye1pe), diríamos de dos obras distintas que constituyen una
subrayando tal matiz con el inciso «a ti digo» que no unidad superior y que se editan juntas. La primera,
viene en la frase original. común a los dos Talmüdes, es la Misnáh; en cambio,
Se ha pretendido relacionar la conservación de la la segunda es distinta: la realizada en Palestina recibe
frase aramea dentro de un texto griego y en contexto el nombre de talmud, mientras que la babilónica se
de curaciones milagrosas con el uso semejante de pala- conoce por gi!mara' (en arameo, «cornplemento»). A
bras extrañas que patentizan los papiros mágicos. Pero esta segunda parte nos referimos en este artículo, si-
no hay en los relatos evangélicos nada que recuerde guiendo la denominación usual, pero equívoca, del
las fórmulas mágicas con afanes de misterio impresio- vocablo talmüd,
nante. La conservación de tales vestigios de la lengua El proceso de elaboración del Talmüd babilónico
en que hablaron los protagonistas de la historia evan- abarca los años 212 a 500, mientras que el palestino
gélica se explica más fácil y verosímilmente por un (en general, aunque erróneamente, designado corno jero-
gusto de verismo que tanta vivacidad presta a la narra- solimitano), se clausuró hacia el año 400, a causa de la
ción de Marcos; los pasajes paralelos de Mateo y Lucas inestabilidad política del país, razón por la cual y por
no contienen frase aramea. no haber sido objeto de revisión definitiva goza de
Me 5,41; cf. 7,34; Mt 9,25; Le 8,54. poco predicamento. Los rabinos que intervinieron en
Bibl.: ~ Aramaísmos del NT., así como los diversos comentarios
su formación se conocen con el nombre de 'amora'im,
al evangelio de Marcos. y muchos de ellos figuran simultáneamente en los dos
e.GANCHO Talmüdes. Las academias talmúdicas se llamaban yi!sibot

853 854
TALMÜD

(easiento» del maestro). La más famosa de todas, en primeros es ocho veces más extenso que el de los se-
Palestina existía antes del año 70 n.c, Cesaron su ac- gundos.
tividad hacia el 740. En Babilonia, la actividad se El Talmüd está escrito en arameo - en dialecto
desarrolló principalmente en las academias de Sürá" oriental el Talmüd babilónico y en occidental el pa-
(cuyos maestros destacaban por la amplitud de cono- lestino - con las lógicas incrustaciones de hebreo
cimientos, aunque eran poco dados a deducir nuevas (principalmente textos bíblicos) y neohebreo (en gene-
leyes) y Pumbéditá" (cuyos doctores eran celebrados ral, pasajes misnaicos), en un estilo extremadamente
por su gran profundidad dialéctica). Los 'iímorii'im conciso y cortante, de difícil comprensión e interpre-
babilónicos se agrupaban en siete generaciones, cuyas tación. De ahí que para interpretarlo adecuadamente
fechas y principales rabinos son los siguientes: l.ª, años haya surgido una verdadera ciencia exegética del Tal-
212-250, Rab y Semü'el; 2.ª, años 250-300, R. Hüna' y müd, que constituye una de las ramas de la literatura
R. Yéhüdáh bar Yéhezqél; 3.ª, años 300-335, R. Hüná" hebrea.
bar Hiyyá", R. Hisdá', Rabbáh y R. Yóséf bar Hiyyá"; La edición príncipe del Talmüd babilónico se publicó
4.ª, años 335-360, R. 'Ábaye y Raba; 5.ª, años 360- en Venecia, entre los años 1520 y 1523, en 12 volúmenes
375, R. Papa'; 6.ª, años 375-425, R. 'Ási y P, años (que incluyen el texto de la Misnáh), y todas las edicio-
425-500, Rábíná' 11. Los más destacados de ellos son: nes posteriores, incluso hasta nuestros días, reproducen
Rab (175-247) y Semü'el (180-254), que transplantaron exactamente la foliación de dicha edición. El palestino
a Babilonia el bagaje de conocimientos adquiridos en se publicó por vez primera también en Venecia, en 1523.
Palestina como discípulos de R. Yéhüdáh ha-Násí- y Al igual que ocurrió con la Misnáh, ciertos textos
sentaron las bases y organización (completada por R. coetáneos, incluso a las veces anteriores, que 'no tu-
Hüna') de tales estudios, y, sobre todo, R. 'Ási (352- vieron cabida en el Talmüd, formaron tratados inde-
427), a quien, por sus vastísimos conocimientos y por pendientes, diez de los cuales, los llamados «pequeños
su continuada permanencia durante 52 años al frente tratados», figuran en las ediciones del Talmüd babiló-
de la academia de Sürá', debemos una compilación y nico. En 1851 se publicaron por vez primera otros
ordenación del material, que sus sucesores se encarga- cuatro pequeños tratados.
ron de aumentar y retocar, pero sin modificar sustan- El Talmüd no fue aceptado por la secta. de los caraítas
cialmente (la redacción escrita fue bastante posterior al (--,. Caraísmo).
año 500). Bibl.: A. BRÜLL, Fremdsprachliche Redensarten, etc., Leipzig
Entre los más destacados 'iímorii'im palestinos es 1869. M. SCHWAB, Le Talmud de Jérusalem, París 1871-1889, trad.
preciso recordar a R. Hósa'yáh, R. Yóhánán bar Nap- parcial. G. RÜLF, Zur Lautlehre der aramiiischen-talmudischen
páhá", R. Sirrrón bar Láqís y R. Zé'Iráh. Dialecte, Leipzig 1879. D. HOFFMAN, Die erste Mischna und die
Controversen der Tannaim, Berlín 1882. M. SCHLESINGER, Das aram.
Los 'iímorii'im tomaron como punto de partida de Verbum im jerusalemischen Talmud, Berlín 1889. L. GOLDSCHMIDT,
sus discusiones el texto de la Misnáh fijado por R. Der babylonische Talmud, 9 vols., Leipzig 1896-1935. C. LEVIAS,
Yéhüdáh ha-Nási", y lo discutieron párrafo por párrafo A Grammar of the Aramaic Jdiom of the Babylonian Talmud, Cin-
aunque en el curso de sus debates se apartaron muchas cinnatti 1900. S. Knxuss, Talmudische Archdologie, 3 vols., Leipzig
1910-1912. M. L. MARGOLIS, Lehrbuch der aramdischen Sprache des
veces del tema que era objeto de análisis. Por ello, y baby/onischen Talmuds, Munich 1910. S. POZNASKY, Babylonische
aunque el Talmüd no es, en su aspecto externo, más Geonim im nachgaoniiischen Zeitalter, Berlín 1914. J. N. EPSTEIN,
que un comentario de la Misnáh y como tal figura en Der gaoniiische Kommentar zur Ordnung Tohorot , Berlín 1915. H. L.
STRACK, Einleitung in Talmud und Midrasch, Munich 1921. G. F.
las ediciones, su contenido no tiene forma de código, MOORE, Judaisme, 3 vols., Cambridge 1927. J. BoNSIRVEN, Le
sino forma discursiva: es un verdadero proceso verbal de Judaisme palestinien, 2 vols., París 1934-1935. I. EPSTEIN, The
las sesiones, en el cual incluso se indican ·los nombres Babylonian Talmud, 34 vols., Londres 1935-1948; íd., Le judaisme,
de los distintos opinantes. Esta forma discursiva explica origines et histoire, París 1962. Esta bibliografía puede ampliarse
consultando el elenco bibliográfico de Bíblica en el apartado que
los distintos puntos de vista y discrepancias que se ob- lleva la rúbrica Judaismus posttannaiticus, desde el año 1962 en
servan en una discusión, y también que los materiales adelante.
halákicos (es decir, juridicorrelígiosos) y los aggádicos D.ROMANO
(los que no son juridicorreligiosos) se hallen entre-
mezclados - el Talmüd babilónico contiene una ter- TALÓN (heb. "áqéb ; TTTÉpva; Vg. calcaneum, taluss.
cera parte de •aggadah, mientras que el palestino sólo Del sentido fisiológico de calcañar que conserva el
contiene una sexta parte-, y que todos los tratados vocablo hebreo en numerosos pasajes - vgr., en la
versen principalmente, pero no exclusivamente, de la historia del nacimiento de Jacob que coge por el talón
materia que indica su título. Por otra parte, es preciso a Esaú, simbolizando la suplantación ulterior en la
tener en cuenta que los 'iímorii'im babilónicos - ésta primogenitura -1 ha pasado al metafórico con gran
es una de las diferencias esenciales con los palestinos - variedad de matices. En el famoso texto del llamado
no analizaron las leyes que carecían de validez legal --,. Protóevangelio, Dios contrapone la diferente suerte
fuera de Palestina (como p. ej., las leyes agrarias, sacri- final que correrán la descendencia de la mujer herida
ficios cultuales), ni tampoco los tratados misnaícos de por la serpiente en el calcañar - herida sin importancia
contenido meramente aggádico: sólo comentaron 36 y mayor - y el astuto reptil que será herido en la cabeza
medio de los 63 tratados de que se compone la Misnáh, - con herida fatal por tratarse de un órgano impor-
mientras que los 'iímorii'im palestínenses nos han legado tantísimo - por la descendencia femenina 2 ; la contra-
comentarios de 39 - la antes mencionada inestabilidad posición recae entre cabeza-talón, porque el verbo de
política explica que no acabaran su labor o, quizás, la acción es el mismo en las dos oraciones. La traición
ésta se haya perdido-, aunque el comentario de los del amigo, que lamentan el salmista y Jesús3 , viene

855 856
TAMMlJZ

descrita como un alzar el calcañar contra quien confiaba al sur de 'Árad3 • Y también es la tmr de 1 Re 9,18, a
y se apoyaba en la fuerza de la amistad y hospitalidad. pesar de que la vocalización de los masoretas opta por
Como causa por efecto, el talón pasa a significar los el qéré Tadmór (nombre arameo de - Palmira). Aun-
pasos, la marcha: espiar los actos, poner trabas a la que los LXX y el Targüm hayan leído también «Tad-
actividad de uno es tender lazos a sus talones y tram- mor», hay que pensar que el kétib, es decir, Támár,
pas a sus tobillos 4. En la llamada «Bendición de Jacob» da el texto primitivo. En efecto, la noticia de 1 Re
aludiendo a la pequeñez de la tribu de Dan expuesta 9,10-25 sobre las construcciones llevadas a cabo por
a los asaltos de las gentes de fuerza, la compara por Salomón, no se extralimita del marco geográfico de
su astucia a la serpiente que se revuelve y pica los Palestina; el que se nombra Támár después de Gézer,
talones del caballo 5• Bét Hórón y Ba'iílat nos sitúa precisamente en el extremo
1Gn 25,26. 'Gn 3,15. 'Sal 41,10; Jn 13,18. 'Job 18,9; Sal
sur del país. Esta noticia parece estar en 2 Cr 8,1-16
49,6; 56,7; 89,52. 'Gn 49,18-19. algo retocada, lo que está en función del género lite-
Bibl.: É. DHORME, L'emplai métaphorique des noms de parties rario del autor, que anuncia de alguna manera el midrás
du corps en hébreu et en accadien, París 1923. rabínico: sabiendo que la dominación de Salomón se
C. WAU extendía hasta el Éufrates 4, el autor haría de la Támár
palestina la Tadrnór del desierto de Siria, y con este
TÁMAl;I («alegría»; 8EµÓ:, 8T)µó:; Vg. Thema). Epó- fin la sacó del final de la lista del libro de los Reyes
nimo de una familia de netineos, · cuyos descendientes para ponerla en cabeza y añadir el complemento: «en
figuran entre las personas que regresaron de la Cauti- el desierto». Todo va precedido, siempre según el autor
vidad babilónica con Zorobabel-. de Crónicas, de la campaña de Salomón en el país
1 E_sd 2,53; Neh 7,55. vecino de «Hámát Sóbáh>", lo que recuerda la campaña
Bibl.: NOTH, 1419, pág. 260. de David 6• Los copistas y los traductores de los libros de
los Reyes, animados del mismo espíritu que el Cronista,
TÁMÁR («palmera»; 8T)µó:p; Vg, Thamar). Nombre habrían optado también por la lectura Tadmór. Sin
de tres mujeres israelitas: embargo, la grafía hebrea y la ausencia en los LXX del
complemento «en el desierto», atestiguan todavía la
l. (8ó:µap). Mujer de 'Er, primogénito de Judá y,
lectura primitiva Támár.
posteriormente, de su hermano 'Ónan; muertos ambos
¿Dónde localizarla? A propósito de Hasásón Támár,
sin sucesión, fue prometida a Selah, el menor, aún
Eusebio señala «una Thamara a un día de marcha de
muchacho. Como éste llegase a la edad adulta y Judá
Mampsis (actual Kurnüb, a 40 km al oeste del mar
no se lo entregase, Tárnár, aprovechando una coyuntura
Muerto), según se va de Hebrón a Aila» (ed. Kloster-
favorable, vistióse a la manera de las cortesanas y se
mann, pág. 8). El mapa de Mádaba sitúa Thamara en
estacionó en el camino de Timnáh; de esta forma logró
el 'Arabah. Se ha propuesto también "Ain el-Arüs ('En
que su suegro, sin conocerla, se llegase a ella. De él le
Támár, en los mapas israelitas, a 15 km al sur del mar
nacieron dos hijos: Péres y Zérah '. La costumbre de
Muerto) o 'Ain Husub (hoy Hasebah) más al sur (a
casarse un hombre con la mujer de su hermano, muerto
unos 20 km) de la subida de los Escorpiones ('Aqrab-
sin sucesión, constituyó más tarde la llamada ley del
bim). Pero el nombre Husub responde mejor a Eiseiba
levirato 2• El primer hijo se consideraba del primer
(del edicto de Bersabé),
marido. Esta costumbre existió también en otras na-
ciones orientales. Se cita a Tárnár en la genealogía de 'Ez 47,19 y 48,28. -cr. 2 Cr 20,2. 'Cf. Nm 21,1. 4
1 Re 5,1.
Jesucristo, según san Mateo3• '2 Cr 8,3. '2 Sm 8,3.
2. Hija de David y Ma'ákáh, y hermana de Absalón. Bibl.: Para Tii.mii.r, cf. ÁBEL, II, págs. 181 y 475. Y. ÁHARONI,
enErI, 5 (1958), págs. 129-130. Para Tii.mar/Tadmor, cf. J. STARCKY,
Fue violada por su medio hermano, o hermano por art. Pa/myre, en DBS, VI, 1960.
parte de padre, "Amnón, que había concebido por ella J. STARCKY
una pasión violenta. Posteriormente, "Amnón la aban-
donó, lo que motivó la venganza de Absalón •. TAMARINDO. - Flora,
3. Hija única de Absalón 5, famosa también por su
belleza. Llamada así probablemente en recuerdo de su TAMBOR. - Música.
hermana.
1Gn 38,6-29; 1 Cr 2,4; Rut 4,12. 'Dt 25,5. 'Mt 1,3. '2 Sm TAMMUZ. El heb. tammüz1 responde al bab. tam-
13,1-32; 1 Cr 3,9. '2 Sm 14,27. müzu (> du'üzu, düzu), adaptado del sum. dumu-zi (>
Bibl.: NoTH, 1420, pág. 230. hur. dimmuziy+; 8aµµoúl;; Vg. Adonis.
T. DE J. MARTÍNEZ
l. Dumu-zi «el pastor», quinto (sexto en Berosoj P
rey antediluviano, de la ciudad de Badtibira (hoy Tell
TÁMÁR («palmera»; 8mµó:v; Vg. Thamar). La
el-Madinah) e, que reinará 36 000 años (28 800 según
ciudad de Támár constituye para Ezequiel el ángulo
W. 62)º. Se lo llama también Amausumgalanna P, y
sudeste de la frontera en la Palestina futura, al oriente
debe tal vez ser identificado con Enmeusumgalanna de
de Cades y no lejos del mar Muerto1; es la Hasásón
un texto seleucida de Uruk F.
Tárnár de Gn 14,7 que aparece en un contexto análogo.
Esto impediría su identificación con Engaddi 2• Támár ACf. J. NouGAYROL, en Syr, 37 (1960), pág. 206 y sigs. BSobre
la escritura, cf, RLA, I, pág. 239. ccr. v. E. CRAWFORD, en Iraq,
es también la «ciudad de las Palmas» de Jue 1,16, 22 (1960), págs. 197-199. DCf. últimamente J, J. FINKELSTEIN, The
pero no la del Dt 34,3 y 2 Cr 28,15, situada claramente Antediluvian Kings, en JCS, 17 (1963), págs. 39-51, especialmente,

857 858
TAMMUZ

págs. 45-46. ETH. JACOBSEN, Toward the /mage of Tammuz, en indicación de Zac .12,10 y sigs. («llanto de Hádad
History of Religions, 1, Chicago 1961, págs. 189-213. FCf. J.J.
Rimrnón en el valle de Megiddo») no parece referirse
FINKELSTEIN, a rt , cit., pág. 47 y E. REINER, en Or, 30 (1961), pág. 1
y sigs. a Tammuz o una figura paralela>, sino al correspon-
diente sirio (Hádad) del Bá'al de los textos ugariticos,
'Ez 8,14.
si no es un nombre geográfico. La conexión de Tammuz
2. Dumu-zi «el pescador», rey de la I dinastía de con Adonis 13, si alguna vez existió, lo que no es creíble,
Uruk ('Érek en la Biblia), a principios del III milenio fue posterior a la época sumeria.
A.c. La vida y las hazañas de este héroe fueron con- Con esta nueva aproximación a los textos sumero-
servadas por la tradición, dando origen a la leyenda y acádicos se desmoronan los contactos sugeridos (espe-
al folklore. Se le hizo esposo de Inanna, la diosa del cialmente por la escuela anglo-escandinava del cult-
amor y de la fertilidad, princesa divina de Uruk. El pattern) e entre la liturgia de Tammuz y el poema bí-
conocido ritual mesopotarnio del tepes yáµos entre el blico del Siervo de Yahweh de Isaías-, algunos salmos',
rey y un hieródula fue arquetipificado en Inanna. Oseas, etc. Si los reyes - sobre todo sumerios - se
Luego se consideró a Durnu-zi su primer esposo, pero consideraban esposos de Inanna, no se sigue de allí
nunca como muerto-resucitado. La conexión de Dumu-zi (con la nueva evidencia) que encarnaran a Tarn-
= Tammuz con el ciclo anual de la renovación de la muz.
naruraleza e se basa en una interpretación errónea del A Opinión de J. ScHARBERT, en BZ, 2 (1958), pág. 197. 13 W. W.

mito sumero del Descenso de Jnanna (Istar en el para- G. VON BAUDISSIN, Adonis und Esmun, Leipzig 1911, pág. 94 y sigs.
lelo acádico) al Infierno. Dumu-zi no es un dios que A. LEMONYER, Le cu/te des dieux étrangers en Israel: Tammur-Adonis,
en RSPhTh, 4 (1910), págs. 271-282. ccr. G. WIOENGREN; Sakra/es
resucita ( [tampoco Marduk !) B, ni es un dios de la K6nigtum im AT und i m Judentum, Stuttgart 1955, pág. 63 y sigs.
vegetación ... e Tammuz tiene un papel secundario en T. H. ROBINSON, en Myth and Ritual (ed. S. H. Hooke), Oxford
el mito supracitado P; en Gilgarnes (6, 46-47 )y en Adapa 1933, págs. 183-184. J. P. HYATT, en JBR, 10 (1942), págs. 67-75.
G. WiDENGREN, en Myth, Ritual and Kingship (ed. S. H. Hooke),
(B, 42 y sigs.) se le llora por haber desaparecido, pero
Oxford 1958, págs. 176-177, 190-191. S. G. F. BRANDON, ibíd.,
sin alusión alguna a la vegetación ni a su retorno a pág. 278.
este mundo. Es un error, por tanto, relacionar con
'Is 52,13-53,12. 'Sal 89; 7,6-7; 78,61-66.
Tammuz las numerosas representaciones rnesopotarnias S. CROATTO
referentes al tema de la vida E.
La reconsideración de la figura de Tammuz fue faci- TAMNATÁ (Vg. Thamnata). ----+ Timnat Sérah.
litada por la reciente identificación y lectura casi ín-
tegra del mito de La muerte de Dumu-zi, inscrito en 28 TAMUDEOS. El nombre de Tamud se deriva pro-
tablillas de ca. 1750 A.c. (época babilónica antigua) F. bablemente de la palabra árabe tamad, «arroyo que se
Dumu-zi aparece castigado con una «muerte eterna» seca en verano». La tribu que llevaba este nombre parece
en el mundo inferior, el dominio de Ereskigal, a causa haberlo recibido porque en el territorio donde habitaba
de su conducta ingrata para con Inanna : por haber se caracterizaba por la presencia de estos arroyos.
festejado su bajada al infierno y su tortura en este lugar, Los anales de Sargón II (721- 705 A.c.) contienen la
Inanna lo designa como su sustituto perpetuo. mención más antigua de los tamudeos. Figuran entre
AAsí, TH. H. GASTER, Thespis, 2.• ed., Nueva York 1961, págs. otras tribus árabes vencidas durante una campaña lle-
31, 47. S. LANGDON, Tammu z and Ishtar, Oxford 1914. M. WITZEL, vada a cabo «lejos, en el desierto». En cuanto puede
Tammuz-Liturgien und Verwandtes, Roma 1935. C. FRANK, Kult- deducirse del itinerario de esta expedición, debió de
Iíeder aus dem Jshtar-Tamuz-Kreis, Leipzig 1939. H. SCHMÜKEL,
en ZAW, 64 (1952), págs. 148-155; íd., en FF, 27 (1953), págs. 110-
tratarse de regiones que se extienden entre Medina y
113; íd., Hei/ige Hochzeit und Hoheslied, Wiesbaden 1956. 13 Cf. W. La Meca.
vox SODEN, en ZA, 17 (1955), págs. 76-87. ccr. ya la observación Es necesario llegar hasta el siglo r de nuestra era
de S. N. KRAMER, en ANET, pág. 52, n. 2 y en su libro Mythologies para hallarlos de nuevo en un documento histórico.
of the Ancient World, Nueva York 1961, pág. 10 y ahora O. R.
GURNEY, Tammuz Reconsidered: Some Recent Deve/opment, en JSS, Diodoro de Sicilia, basándose en Aristón y en Agatár-
7 (1962), págs. 147-160. w. w. HALLO, en JBL, 82 (1963), pág. 339. quides (siglo II A.c.), se refiere a ellos como habitantes
ncr. W. Ri:iLLIG, en BO, 19 (1962), pág. 259. E Como sostenían de las riberas noroccidentales del mar Rojo. Luego los
A. MOORTGAT, Tammuz: der Unterblichkeitsglaube in der a/torien-
ta/ischen Bildkunst, Berlín 1949. H. SCHMOKEL, Geschichte des
menciona Plinio (siglo I o.e.), para quien los tamudeos
A/ten Vorderasien, Leiden 1957, págs. 14 y sigs., 37-38, etc. J. A. son los moradores de las ciudades de Hegra (actual-
H. POTRATZ, en OLZ, 50 (1955), págs. 341-352, etc. FTH. JACOBSEN- mente Medain Sálih), los de Domatha (actualmente
S. N. KRAMER, The Myth of Inanna and Bilulu, en JNES, 12 (1953), Dümat el-Gandal, en el-Óóf) y los de Badanatha, que
págs. 160-188 y 165-166. A. L. ÜPPENHEIM, The Interpreta/ion of
Dreams in the Ancielll Near East, Filadelfia 1956, pág. 246. S. N. Glaser ha identificado en Ba'tan Bisa, en el-'Asir. Un
KRAMER, Mythologies ... , págs. 110-115; íd., en Oriens Antiquus, siglo después, Ptolorneo los localiza en el interior del
Roma 1959, págs. 198-199; cf. también L. VAN DEN BERGHE, en país, en la región del monte Zamatos (Óebel Sammar),
La Nouvelle Clio, 4, Bruselas 1954, págs. 298-299. S. N. KRAMER,
The Death of Dumuzi (Tammuz}, A Newly Restored Sumerian Poem,
y también en la costa madianita. Según Uranio (siglos
en Actas del 25 Congr. Jntern: Orient., I, Moscú 1960, edit. en 1962, III-IV o.e.), ocupaban también el país de Madián, que
págs. 169-173. actualmente lleva el nombre de Tamuda. Finalmente,
en el siglo v, la Notitia Dignitatum señala en la armada
3. Los ritos de lamentación por Dumu-zi = Tammuz romana a dos cuerpos de ejército de árabes, los Equites
por lo tanto, no estaban destinados a implorar su re- Saraceni Thamudeni, establecidos en la frontera noroeste
torno a la vida. Lo mismo podernos pensar de Ez 8, 14 de Egipto, y los Equites Thamudeni Illyriciani, acuarte-
(alusión a las mujeres que lloraban a Tammuz). La lados en Betsame, al sur de Palestina.

859 860
TANIS

El Corán (9, 72; 11,60-67, etc.) y después de él nu- TANAK. Pronunciación que se da a la sigla tn"lc,
merosos autores árabes, sitúan a los tamudeos en la compuesta de las letras iniciales de las palabras Tóráh,
región de el-Higr (la Hegra de Plinio), pero hablan Nébr'Im y Kétübim, que son las divisiones del canon
de ellos como ya desaparecidos desde mucho tiempo. hebreo de la SE y que se emplean para referirse de
Habrían perecido en un cataclismo espantoso por causa modo conciso a la Biblia.
de su resistencia a la palabra de Alláh, predicada entre
ellos por el profeta Sálih. TANl:IÚMET (vconsuelo»; 8avaµá5, 8avaEµé.S; Vg.
A estas fuentes históricas hay que añadir los testi- Vg, Thanehumeth). Hombre de Nétófáh y padre del
monios epigráficos. Un texto sabeo>, fechado en los Séráyáh, que permaneció con Godolías después de la
siglos vr-v A.c. y dos grafitos B de época reciente (siglos toma de Jerusalén por Nabucodonosor. Un sello de
iv-vr o.e.) prueban que algunos tamudeos se habían Lákis exhibe su nombre.
establecido en Arabia del sur. Una inscripción griega 2 Re 25,23; Jer 40,8.
y dos textos nabateos de tiempos de Marco Aurelio y Bibl.: NOTH, 1421, pág. 232.
de Lucio Vero los presentan como constructores del T. DE J. MARTÍNEZ
templo de Rawafah en Madián. Su nombre figura ade-
más en seis pequeñas inscripciones o grafitos grabados TANIS (heb. ,o'an; as. sa'ná ; egip. d'nt ; Tóvrc ;
en las rocas de Higáz y del Nagd, cuya forma de escri- Vg. Tanis). Lugar situado a 80 km de Zagazig y a
tura estuvo en uso desde el siglo v A.C. hasta el siglo 20 al sur del pueblo de Menzaleh, localidad próxima
tv o.e, Numerosas inscripciones de este tipo, cuya al lago homónimo. Se identifica en la actualidad con
escritura se fue modificando más o menos sensible- San el-Bagar, aldea egipcia situada a 700 m del Tell
mente a causa del tiempo y los lugares, están en rocas Só'an = Tanis.
de Arabia septentrional y central. Se las ha llamado Nm 13,23 señala que Tanis fue construida siete años
«tamudeas» debido a la presencia del nombre de «ta- después de Hebrón. Pero no sabemos cuándo Hebrón
mud», y también porque se las encontró en las regiones fue edificada; probablemente la «construcción» de Tanis
que la tradición designa como lugar propio de habita- a que se refiere el texto sagrado es una «reconstrucción»
ción de los tarnudeos. más que primera construcción, porque la ciudad de
Estas inscripciones presentan a este pueblo como Tanis parece ser una de las más antiguas del Delta,
compuesto de numerosas tribus que buscaban su sus- existiendo ya en la VI dinastía (menfita) a juzgar por
tento en la agricultura, la pesca, el comercio o la cría los nombres de Pepi I y II grabados en piedras de esa
de ganado, según perteneciesen a la rama sedentaria o ciudad o existiendo, incluso, en la V dinastía (Hera-
a la nómada. También se dedicaban a la caza, mon- cleopolitana) a juzgar por el nombre de Unas también
tados en camellos, o a la guerra como jinetes de caba- encontrado en esas ruinas. La ciudad, próspera en la
llería, y sufriendo todas las vicisitudes de un pueblo dinastía XII, fue convertida por los Hicsos en su capital
en constante contacto con un desierto hostil. La religión - dinastía XV y XVI - con el nombre de Avaris,
que practicaban tenía sobre todo como finalidad el egipcio Hwt-w'rt. Aunque no todos admiten la ecuación
procurarles un bienestar material y un progreso inme- Tan is = Avaris-v; comúnmente se acepta que ése es el
diato. Adoraban a innumerables divinidades masculinas emplazamiento de la capital de los Hicsos. Por lo me-
y femeninas que representaban bajo formas simbólicas nos, de allí proceden muchos de los restos de los Hicsos.
o de estatuas, toscamente talladas. Aunque atribuían a Según Cazelles P esa «construcción» de Tanis siete años
sus dioses un carácter astral, admitían en ellos todas después de la de Hebrón a que más arriba se alude,
las cualidades y los defectos de los seres humanos. En indicaría que Tanis y Hebrón fueron fundadas cuando
este panteón figuran los nombres de Nahy, Ruda', la invasión de los Hicsos. Lo cual equivale a suponer
nn, Iliit, Liit, Manát, Manáf, Yati', 'Attarsamm, Wadd, - tratándose de una ciudad existente antes de los
Sin, 'A, Salam y otros. Incluso los nombres divinos Hicsos - que los Hicsos la habrían reconstruido por
bíblicos de Yah e Ilsadday, aparecen citados una vez el año 1750 A.c.
en dichas inscripciones. Pero aunque la ciudad de Tanis ya existiese desde
A RES, 3902 bis, n.0 130. B RY, 4363 y RES, 5054. tan antiguo como acabamos de señalar, el nombre
Bibl.: CH. DOUGHTY, Docurnents épigraphiques recuei/lis dans le l)'nt o l)ani del que procede el griego Tanis y el hebreo
Nord de l'Arabie, París 1884. CH. HUBER, Journal d'un voyage en Só'an, se encuentra sólo en monumentos relativamente
Arabie (1883-1884), París 1891. E. LITTMANN, Zur Entzifferung recientes: las primeras menciones de este nombre son
der thamudenischen Inschriften, en MVAG, 1, Berlín 1904, págs
1-112. A. JANSSEN - R. SAYIGNAC, Mission archéologique en Arabie,
en el Onomástico de Arnenope y en la narración del
2 vols. y atlas, París 1904-1920. F. V. WINNETT, A Study of the viaje de Wen Arnün, el navegante enviado por el Fa-
Lihyanite and Thamudic Jnscriptions, Toronto 1937. A. VAN DEN raón Smendes a Biblos al principio de la dinastía XXI,
BRANDEN, Les inscriptions thamoudéennes, Lovaina 1950; íd., Les
para comprar madera. Parece, pues, que los faraones de
textes thamoudéens de Phi/by, 2 vols., Lovaina 1956; íd., Histoire
de Thamoud, Beyrut 1960. la dinastía XXI (1085-950) que asentaron su capital en
A. VAN DEN BRANDEN Tanis, fueron quienes dieron este nombre a la ciudad.
Cabalmente uno de los faraones de esta dinastía, Psu-
TÁ.NÁ. EL-FÓQÁ., Hírbet. Nombre árabe actual de sennes fue quien más embelleció la ciudad, rodeándola
la ciudad bíblica de -->- Ta'ánat Siloh. de un muro de 1500 metros de perímetro, invirtiendo
en él 20 millones de ladrillos cada uno de los cuales
TÁ.NÁ. EL-TAl;ITÁ., Hirbet, Como el anterior, lu- lleva inscrito el «cartouche» del Faraón. Siarnón, otro
gar en donde estuvo enclavada -,. Ta'ánat Siloh. Faraón de la XXI dinastía embelleció también la ciudad,

861 862
TANIS

la cual continuó siendo residencia real hasta la dinastía Prescindiendo de la discutida identificación con -,.
XXVI, si bien sólo parece haber retenido la capitalidad Ra'mésés, aquí sólo añadiremos que Tanis o sus alre-
en la dinastía XXIII (817-730), además de la dinastía dedores debe ser el Sédsh So'an, donde el salmista 3
XXI. Y así vemos que en la XXII dinastía (950-730), localiza los portentos que operó Yahweh para liberar
cuya capital era Bubastis, del sepulcro de Sesonq III al pueblo israelita oprimido. por el Faraón. Esa misma
(823-772), emplazado en la parte más septentrional de denominación hebrea, pero en egipcio, aparece en di-
la necrópolis, cerca del templo anterior, han salido versas estelas y estatuas de época tardía: «Sht D'nt»,
centenares de objetos interesantes. Tanis en tiempo de «Campo de Dani» y en forma de Sbt D', «Campo de
Isaías era aún una ciudad importante y lo era aún Da» en un muro de un templo del reinado de Ramsés II,
más de un siglo después, en tiempo de Ezequiel. Isaías en Menfis, y otros documentos posteriores. En ambos
dice: «Locos son los príncipes de $6'an»1, y Ezequiel: casos, la denominación egipcia lleva el determinativo
«Asolaré a Patros y pegaré fuego a Só'an y haré jus- de «ciudad», lo que parece indicar que se- trata de la
ticia de No'» (Tebas)2 • En Is 30,4, es citada junto a ciudad de Tanis. Montet opina que Sbt D' era un dis-
Hanes (Heracleópolis), La decadencia de Tanis proba- trito del nomo Aparador oriental en cuyo distrito
blemente se debió a la fundación de Naucratis y al estaban comprendidas Avaris y Pi-Rameses. El nombre
esplendor de Sais en la parte occidental del Delta. En de este distrito fue causa de que Smendes al construir
todo caso, Herodoto la da muy poca importancia y sobre la antigua Avaris su capital en la XXI dinastía,
aunque Estrabón aún la celebra como gran ciudad c, la llamase D'nt = Danis = Tanis y el nombre D'nt =
Flavio Josefo la llama despectivamente «Lugarejo»>. Daní = Tanis fuese causa - continúa Montet de que
El estado actual de Tanis es el de un extenso Tell, el «Campo de Da» se llamase en adelante Sht ·r;,'nt =
del cual sólo una parte ha sido excavada. Las excava- Sehet Dani = Campo de Tanis, o como leemos en el
ciones iniciadas por Mariette en 1860 y continuadas en Salmo antes citado Sédeh $6'an.
1884 por Flinders Petrie, recibieron un impulso defini- De la XII o XIII dinastía son las estatuas de extra-
tivo dado por las expediciones patrocinadas desde 1929 ordinaria gordura del Museo del Cairo que aunque
por la Universidad de Friburgo, y dirigidas por Montet. ostentan el cartouche de faraones hícsos, representan a
Más de doce campañas ha llevado a cabo allí el ilustre faraones de sus dinastías anteriores.
arqueólogo, quien incansablemente en diferentes publi- ACf. A. H. GARDINER, Ancient Egyptian Onomástica, 11, Londres
caciones defiende la identidad de Só'an = Avaris = Pi- 1947, pág. 172. BCAZELLES, Les Nombres, 1952, 72, n. a. <Id.,
Rameses = Tanis = San el-Hagar. Subiendo al Tell Les Hébreux en Égypte, en BTS, 53-54 (1963), págs. 2-3. ESTRABÓN,
por el suroeste, se encuentra una edificación moderna Geogr., XVII, 1, 20. DF. J0SEF0, Bel. Iud., IV, 11,5. ECf. Syr,
29 (1952), págs. 150-152.
utilizada por los excavadores en la cual se conservan 2Ez
'Is 19,11.13. 30,14. 'Sal 78,12.43.
almacenadas diversas piezas de las ruinas. A mano iz-
quierda, hay los restos del templo de Anta, la diosa siria Bibl.: Además de la de---+ Ra=mésés, véase: P. MONTET, Tanis,
Avaris et Pi-Ramsés, en RB, 39 (1930), págs. 5-28; íd., Pi-Ramsés,
Anat. Más al norte se extiende un cuadrilátero cerrado Tanis, en Syr, 17 (1936), págs. 200-202; íd., Tanis: Douze années de
por el muro de Ramsés II que engloba dentro de sí trece fouil/es dans une capitale oub/iée du Delta égyptien, París 1942. A.
hectáreas de terreno, de las cuales seis están a su vez H. GARDINER, Ancient Egyptian Onomastica, II, Londres 1947, págs.
199-200, con abundante bibliografía. P. MoNTET, Les Énigmes de
rodeadas por el muro de Psusennes antes citado. Dentro Tanis, París 1952; RB, 60 (1953), págs. 11-117 (reseña del libro
de esta muralla menor, en su parte suroeste, está exca- de Montet Les Énigmes de Tauis), A. ALT, Die Deltaresidenz der
vada la necrópolis, entre cuyos sepulcros están los de Ramesiden, en Festschrift für Fr. Zucker (1954), págs. 1-13. B.
CoUR0YER, Dieux et fils de Ramsi!s, en RB, 61 (1954), págs. 108-117.
Osorkon II (870-847), el sepulcro intacto de Psusen-
LABIB HABACHI, Khatii'na-Qantlr: lmportance, en ASAE, 52 (1954),
nes I E y el sepulcro de Sesonq III, el faraón que invadió págs. 443-562. J. YoY0TTE, Les stéles de Ramsés II a Tanis, en
Palestina, llegando hasta Megiddo. A continuación de la Km, 13 (1954), págs. 77-86. J. LECLANT, Fouilles et travaux en
necrópolis se extiende el gran. templo rectangular de Égypte 1954-1955, en'l"Or, 25 (1956), n.0 20 (Tanis). P. MoNTET,
L'Égypte et la Bible, París 1959, págs. 53-54. M. Pozzssr, Las
Tanis, orientado de oeste a este, a cuya entrada había ciudades egipcias en la Biblia, en RevB, 22 (1960), pág. 204 y sigs.
un propilono de enormes dimensiones, de la cual puerta
A. DÍEZ MACHO
aún quedan restos imponentes. Éste era el templo de
Ramsés II. Las estatuas, columnas, obeliscos, etc.,
TANNIM, 'En ha-, -,. Dragón, Fuente del.
extendidos por el interior y exterior de este templo
suelen ser de tamaños colosales. Fuera del muro de
Psusennes estaba el templo del este. Las últimas exca-
TAPPÜAI:1 (cmanzana»; Gampoús; Vg. Taphua).
Hijo de Hebrón y descendiente de Caleb1. Según Noth,
vaciones han localizado dentro del gran muro un lago
sagrado, el templo de Horus y el de Nectanebo. pudiera tratarse del nombre de una población.
1 l Cr 2,43.
Al lado oeste y fuera del recinto de la gran muralla
continúa largo trecho, con una extensión de unas 30 Bibl.: Norn, 1422, pág. 260.
hectáreas, el Tell de Tanis. Todo el Tell está invadido
por la arena, de cuyo seno tienen los excavadores que TAPPÜAI:1 («manzana», cf. ar. tuffáh'!"; Tccoó-r,
aflorar las ruinas. Tacpoú, 8acp.9w.9, GacpÉ.9; Vg. Taphua). Nombre de dos
Hasta el presente no se ha descubierto el palacio de poblaciones hebreas:
Ramsés II, lo cual constituye una seria objeción para l. Ciudad de Judá situada en la Sefeláh y citada
identificar Só'an = Tanis con la ciudad Ra'rnésés o entre 'En Gannim y 'Enam 1• Suele identificarse con
Pi = Rameses de la Biblia, la capital de Rarn- Beit Nettif, que se halla a unos 12 km al oeste de
sés II. Belén.

863 864
TARGÜM

2. Antigua ciudad amorrea, situada en la frontera


septentrional del territorio de Efraím, y en el límite
meridional de Manasés 2, el rey de la cual figura en la
lista de monarcas derrotados por Josué '. También lla-
mada 'En Tappüah o, al menos, íntimamente asociada
a ella. En el período macabeo recibió el nombre de
Tefón 4• Se identifica con Seil;¡ Abu Zarad, que se halla
a unos 6 km al noroeste de el-Lubbán.
Jos 15,34.
1 'Jos 16,8; 17,7.8. 'Jos 12,17. 'l Mac 9,50.
Bibl.: ÁBEL, II, págs. 475-476. SIMONS, §§ 318 (A/6), 323,
324, 510 (17), 930.
T. DE J. MARTÍNEZ

TARA. Nombre que se da a -+ Térah en la genea-


logía de Jesús, según el evangelio de san Lucas.

TAR'ÁLÁ.H (8apET¡M; Vg. Tharela). Ciudad perte-


neciente al territorio de la tribu de Benjamín, que se
menciona una sola vez en la Biblia1. Su situación es
desconocida.
1 Jos 18,27.
Bibl.: S!MONS, § 327 (Il-9).

TA'REA' («astucia»?; 8EpÉE; Vg, Tharaa). Tercer


hijo de Mikáh y descendiente del rey Saúl a través de
Jonatán; recibe también el nombre de Tahréa",

1 Cr 8,35; 9,41.
Mapa de la localidad de Tappüah, al sur del monte Garizim
Bibl.: NoTH, 1408, 1415, pág. 260.

TARGÜM ( «traducción») significa traducción aramaica humildes, los judíos del campo - cabalmente el gran
de la Biblia hebrea ya desde la literatura rabínica é ; contingente de los regresados a Palestina - debieron
a veces en ella significa las partes arameas de la Biblia olvidar el hebreo y necesitar de la traducción aramea
hebrea P o cualquier traducción de tal Biblia c. Según o Targürn al reorganizar Esdras el culto litúrgico con
tradición que arranca de Rab ('Abba' 'Áreqa', 1"15-247), la lectura de la Biblia. Entonces se hablaba hebreo y
fundador de la Academia de Sura, Esdras introdujo el se hablaba arameo en Judea: la mitad de los hijos de
Targüm (cf. Neh 8,8) en la lectura de la Biblia P, Lo matrimonios mixtos no sabían hablar hebreo=. Esto
mismo enseña Bar Kappara de Cesarea hacia final durante el período persa. Bajo los seleucidas, el arameo
del siglo nE. El texto de Neh 8,8 parece que habla no fue penetrando aún más, haciendo más aún necesario
sólo de lectura sino de comentario (mébinim) que era el Targüm. Por el siglo r al bilingüismo antiguo - he-
el primitivo Targüm F. Es probable que la lectura litúr- breo y arameo - sucedió el trilingüismo - hebreo
gica de la Escritura ya empezase en el Destierro; in- mísnico, arameo y griego - pero con franco predo-
cluso antes: según una tradición, Moisés introdujo la minio del arameo en las clases bajas. El hebreo mis-
lectura de sábados y fiestas, Esdras la de lunes, jueves nico era empleado especialmente por los cultos, de ahí
y de la minháli del sábado O ; según la Mékiltá 15,22 su nombre «lengua de los sabios».
introdujeron la lectura semanal los profetas y los an- La tradición rabínica menciona el oficio del «traduc-
cianos. Es seguro que Esdras organizó tal lectura bí- tor» (méturgémán): debía traducir improvisando, sin
blica, y como la lectura se ordenaba a la instrucción mirar notas o escrito 1 para diferenciar targüm de texto
bíblica de todo el pueblo incluidas las mujeres, tal hebreo que era leído; no debía levantar la voz más
lectura se acompañó de traducción aramea cuando sin que el qoré: o lector del hebreo J; no debía traducir
la versión aramea el pueblo no podía entender la Biblia ciertos pasajes demasiado literalmente ni con excesiva
hebrea: esto ocurrió muy probablemente en los mismos libertad: según rabbi Yéhüdá «quien traduce un ver-
tiempos de Esdras. Aunque la deportación de judíos sículo en su forma (estrictamente literal) es un falsificador
a Babilonia, empezada en 597 y continuada en oleadas y quien añade es un blasfernox-". La traducción aramea
sucesivas en 586 y 582, no fue seguramente completa, de la Ley se hacía versículo por versículo tras la lectura
lo fue mucho más que la deportación del reino de repetida del hebreo L; la traducción de los Profetas
Israel. Los desterrados aprendieron en Babilonia la cada tres versículos. El origen de la división de versícu-
lengua de Mesopotamia que era el arameo, y aunque los se debe a esta secuencia de hebreo y targüm. Qóre'
no olvidaron todos el hebreo - pues muchos vivían y méturgémán debían ser personas distintas. No podía
en comunidades judías independientes y muchos estu- ser qoré' de la Ley el mal vestido, un niño, un ciego,
diaban los libros sacros escritos en hebreo - las clases pero podía ser méturgémán»,

865 866
TARGÜM

ATo. Sabbát 13,2; Sabbát 115a; TJ Sabbát 16,6; Yddáyim 4,5. siglo m, inició la práctica de leer durante la semana el
BBar. Sabbat 115b. CAfégi/.ltih 2,1. ºMégi/.láh 3a, TJ Mégi/-/áh texto de la Ley que se había de leer el sábado en la
4,1, Nédárim 37b. EBérésit Rabbáh 16 final. FCf. KURT HRUBY,
La survtvance de la tangue hebraique pendant la periode post-exilienne,
sinagoga, leerlo junto con su targüm, lo cual supone,
en École des tangues orientales anciennes de /'lnstitut Catholique de aunque no forzosamente, que el targürn estaba escrito».
Par is, Memorial du cinquantenaire 1914-1964, París 1964, págs. 113- Rabbi 'Ammi, palestino también de principios del si-
115. GTJ Mi!gi/.láh 4, l. HNeh 13,24. 1 La legislación sobre tra-
ducción aramea y méturgémán se encuentra en Mégil-/Gh 4,4.6.9.10;
glo m, manda que todos «completen (lean?) (la lectura)
Bértik6t 45a, Mi!gi/-láh 21 b, 25a, Só/ah 39b, Qiddúsin 49a; TJ Mé- de las porciones de la Ley, dos veces el hebreo y una
gi/.láh 74d; véase también Mitneh torah, Hilk6t tefi/.lah 12,10-12; vez el targürn, con la comunidad» 1. Todo esto prueba
prohibición de leer en escrito el Targurn, TJ Mégi/.láh 74,d y Mé- - unos argumentos con seguridad, otros con verosimi-
gil-láh 32a. 'Bar. Bi'rak6t 45a. KQiddusin 49a y To. Mégil./áh
4,41. LSo/áh 39b. "Mégi/.láh 4,6.
litud - la existencia de targümirn escritos en los pri-
meros siglos de nuestra Era y aun antes de ella. El
2. El «traductor» al arameo gozaba de gran libertad targüm empezó siendo oral, después fue oral y escrito
en la traducción: las fuentes rabínicas no le obligaban a (prohibido o no), finalmente prevaleció el targüui
seguir un targüm particular. Esta libertad fue favorecida escrito.
por la prohibición de «traducir» mirando un escrito
=Einleítung in Talmud und MidraS, Munich 1921, págs. 9 y sigs.
incluido el texto hebreo. En la centuria pasada se solía BGi//in 60b; TJ Mégil-/áh 74d. CTJ Mégi/·láh 74d. DYádáyim 4,5.
afirmar que en los primeros siglos de nuestra Era estaba Sobre todo esto, cf. la tesis doctoral (inédita) de nuestro alumno
prohibido poner por escrito todo lo referente a la ley J. FAUR, La masora targúmica del ms. 7 de la biblioteca Angélica
oral, y los Targümim eran considerados pertenecientes págs. 19-23. E Debemos estas referencias a M. Me Namara, autor
de una tesis sobre Targüm y N.T. F Sabbát 115a. GJ. _ VAN DER
a ella. Pero L. H. Strack probó que la ley oral se es-
é
PLOEG, Le targum de Job de la grotte 11 de Qumrán, Amsterdam
cribía por entonces. Lo que no probó este autor es que 1962; A. S. VAN DER WOUDE, Das Hiobtargum aus Qumran H6hle
los escritos de ley oral existentes antes de la redacción XI, en Supp/. to VT, vol. 9, Leiden 1963, págs. 322-331. HBértik6t
8ab. 1 Bérákót 8b-9a.
de la Misná tuvieran valor oficial, que fueran escritos
por los que se pudiera enseñar en escuelas o sinagogas. 3. Los Targümim escritos que hasta los decubrimien-
Tales escritos, incluidos los Targümím, eran mirados tos de Qurnrán nos han llegado son Onqelos, Pseudo-
con recelo y carecían de valor oficial, hasta que después Jonatán o Jerosolimitano I y Fragmentario o Jerosoli-
de la redacción de la Misná a final del siglo rr, se abolió, mitano II para el Pentateuco, Jonatán ben 'Uzziel para
según la opinión rabínica tradicional, la halaká que Profetas anteriores y posteriores, y el Targüm de los
prohibía escribir ley oral B_ He aquí un testimonio de Hagiógrafos, exceptuados Daniel, Esdras y Nehemías.
la prohibición a que nos referimos: «Rabbi Sérnüel En 1956 descubrimos el Targürn palestino completo al
bar Rabbi Isháq vio a un escriba copiar el Targüm Pentateuco, del cual es parte el Fragmentario.
del Libro (de la Ley) y le dijo: esto te está prohibido:
lo que ha sido transmitido oralmente- (debe guardarse) 4. Onqelos: El nombre no es del autor, pues es tar-
oralmente, y lo que fue transmitido por escrito (debe güm anónimo y obra de muchos, sino una mala pro-
guardarse) por escrito» c_ nunciación del nombre de Aquilas (la a cerrada en o
La desestima del targüm escrito se deduce de un como se pronunciaba en Palestina, y esta o nasalizada),
paso de la Misná, según el cual «las porciones arameas un prosélito judío que hizo una versión griega del
de Esdras y Daniel impurifican las manos (es decir, hebreo muy literal, en la primera mitad del siglo n,
son escritos canónicos que exigen trato especial según para que substituyera » a la LXX, versión ésta un tanto
Yádáyini 3,2-5), mientras que las porciones (de la Biblia) libre que fue adoptada por los cristianos a los que
traducidas al hebreo o del hebreo al arameo y los es- servía, vg. en el caso de Is 7,14 (traducción de há-íalmáh.
critos en escritura paleohebrea no impurifican las ma- por parthenós), para probar sus doctrinas. Como Aquí-
nos» (no son escritos canónicosrP. las fue traducción griega servil del texto hebreo, en
Pero, aunque el rabinismo se mostrase opuesto a aquel tiempo ya canonizado, así Onqelos fue traducción
los escritos de ley oral y, por tanto, a los escritos tar- aramea servil de tal texto hebreo del Pentateuco. Ver-
gúmicos, se ha de tener en cuenta que el rabinismo sión literal probablemente por la misma razón que la
continuador del fariseísmo no se impuso en Palestina griega de Aquila: evitar que los cristianos se sirvieran
hasta final del siglo r y que en la Palestina del siglo r de las versiones arameas no literales, los targümírn
había otras tendencias religiosas: los saduceos permitían palestinenses.
escribir la ley oral y leer por ella, incluso parece que Onqelos es un targüm originario de Palestina. Esta
en los primeros siglos de nuestra Era· más que los fari- opinión ha sido la prevalente hasta que P. Kahle "
seos o rabinos dominaba la sinagoga el «Jefe de la defendió su origen babilónico fundado en que tal Tar-
sinagoga»>. En Qurnrán se han encontrado fragmentos güm no es citado en fuentes rabínicas palestinenses y,
de un targüm a Lv que parece ser un Preonqelos; el en cambio, aparece con puntuación babilónica, origi-
Talmüd de Babilonia F hace referencia a dos traduccio- nariamente sólo con tal puntuación. Pero hoy, atri-
nes de Job que fueron puestas fuera de circulación; buyendo a las academias judías de Babilonia el texto
en la cueva 11 de Qumrán se ha encontrado un Tar- vocálico y puntuación de Onqelos, se tiende a asignar a
güm arameo a Jobv, Los textos de Mégil.fiih 74d y Palestina el texto - más antiguo y quizá no de la misma
Yádáyim 5,5, arriba citados, acreditan también la exis- forma actual - consonántico. A esto ha contribuido
tencia de targümim escritos: el último texto probable- el descubrimiento en Qumrán, de fragmentos de un
mente ya existía al principio del siglo n. Rabbi Yósüa, targürn al Levítico semejante a Onqelos, y de una lite-
ben Levi, de la academia de Lydda y de principio del ratura escrita en Palestina en arameo literario - al que

867 868
TARGÜM

llaman «imperial» - como el de Onqelos, El Apócrifo a la Misná no exige necesariamente que Onqelos sea
del Génesis de Qumrán es muy parecido en lenguaje postrnisnico, pues antes de que la Misná fuese redactada
a Onqelos, aunque su versión no suele ser literal como por escrito a final del siglo n o.e. existía en su mayor
Onqelos sino parafrástica y aggádica tanto y más que parte como Misná oral, a la cual pudo ser adaptado
los targümim palestinos. El que Onqelos no sea citado Onqelos, sin que existiera aún la Misná oficial escrita.
en las fuentes rabínicas de Palestina no prueba que no Es probable que Onqelos sea una depuración del tar-
fuera conocido en ella: se debe a que en Palestina se güm palestino acomodado literalmente al texto hebreo
recitaba en la sinagoga y se consideraba oficial el tar- canonizado (final del siglo 1) y a la halaká oficial ya
güm palestinense que por estar escrito en arameo po- oral, ya escrita en la Misná (siglo n), y esto como reac-
pular era el que el pueblo entendía; por razón de su ción rabir.ica contra el uso cristiano del targüm pales-
lenguaje literario Onqelos no era en Palestina targüm tino P. Recientes estudios de Onqelos, vg. de G. Ver-
de uso oficial. J. Faur ha observado que las citas tar- mes P, encuentran en el mismo Onqelos más aggadá
gúmicas, tanto en fuentes rabínicas palestinas como de lo que solía admitirse: se sabía desde antiguo que
babilónicas, ocurren siempre en homilías, en materiales Onqelos es parafrástico F en los lugares poéticos, vg.
aggádicos, no para probar una halaká. Ahora bien, la cap. 49 de Gen. Es la ley bastante general de los targü-
homilía o aggadá se escribía o recitaba en el lenguaje mim: los pasajes difíciles - y entre ellos se cuentan los
del pueblo: en Palestina en arameo palestinense que es poéticos - abundan en paráfrasis. A veces esta tradi-
el arameo del targüm palestinense; por eso se cita tal ción aggádica o exegética de Onqelos es muy antigua.
targüm en las fuentes palestinas; en Babilonia en arameo Otras desviaciones del T.M. derivan de presupuestos
babilónico, semejante al de Onqelos; por eso allí se teológicos: evitar los antropomorfismos de Yahweh,
cita el Onqelos. Me Namara, a su vez, ha probado que substituir Yahweh por Memrá G o Sékináh, alejar a
todas las citas de Targüm del Bérésit Rabbáli son del Yahweh intercalando constantemente qédám, vgr.: «y
Targüm palestino; sólo en un caso sigue al Onqelos, vio Yahweh» traducido por «Y fue visto delante (qe-
y Faur cita el caso de un rabino babilónico, Natán dám) Yahweh», etc.
ha-Bablí- tanná babilónico del siglo rr que cita en Pa- Onqelos recibió en Babilonia su puntuación primitiva
lestina, en el Bérésit Rabbáli sección 31, a un auditorio que fue superlineal; primero defectiva y simple, después
palestino, el targüm palestino de Gen 4,14 (d' "yn más completa y complicada. A P. Kahle se debe el
dqdrynwni, y en una homilía babilónica conservada en haber estudiado el texto vocálico de Onqelos en su
el Mékiitá - midras babilónico del siglo m - cita a Masare/en des Ostens, basándose en los fragmentos
Onqelos en Gn 4,14 ('~ qtrws). de Onqelos de la Geniza de El Cairo. El desideratum de
Por lo demás, si el Targüm de Onqelos existía, en una edición crítica de Onqelos es publicar su texto
una u otra forma, en Babilonia en el siglo m, pues babilónico. A. Berliner reeditó en 1881 el Onqelos de
hay masora babilónica a Onqelos de la academia de Sabbioneta de 1557, con algunas alteraciones. Se trata
Néhardé'á destruida en 259, es seguro que Onqelos era de un texto transliterado, con cierta libertad, de apó-
conocido por entonces y aun antes en Palestina, pues grafo superlineal babilónico. De ahí su mérito. En vísta
de los estudios recientes de Jacob Neusner acerca de de que Kahle sólo conocía un reducido número de
los tannaítas de Babilonia, de los dos primeros siglos, fragmentos del Onqelos babilónico superlineal, impulsó
se deduce que había gran intercambio de sabios pales- a A. Sperber, discípulo suyo en Bonn, a que preparase
tinenses y. babilónicos y que el saber de ambos centros la edición de Onqelos a base de mss. yemeníes con
culturales pasaba de una parte a otra. restos de puntuación babilónica: el ms. Or. 2363 del
Finalmente Faur deduce de Bérák át 8b-9a - pasaje Museo Británico y, en su defecto, el Or. 1467 del mis-
en que R. "Ammí (ca. 300 n.c.) manda «completar» la mo Museo. Esa edición ha aparecido en Leiden, 1959H,
lectura de las porciones de la Ley dos veces en hebreo pero aunque la edición está bien hecha, el material
y una en arameo (targüm) incluso en pasajes como básico que utiliza Sperber y que llama «rnss. con vo-
Núm. 32,34 en que entran los topónimos 'Atarot y calización babilónica», no responde al verdadero siste-
Díbón -, que R. 'Ammi está hablando del Targüm de ma babilónico: los mss. 2363 y 1467 son mss. yemeníes,
Onqelos, porque en él esos nombres propios no se para nosotros del siglo xm o xrv, que tienen del sistema
traducen: aunque no se traduzcan al arameo, hay que babilónico las vocales y algún fonema fonético pero
leerlos dos veces como hebreo y una como targüm, re- que en su mayor parte - más el 2363 que el 1467 -
comendación que no ha lugar en el targüm palestino en están ya tiberizados. Hoy día, gracias a los descubri-
el que esos nombres propios son traducidos al arameo, mientos que hicimos en el Seminario Teológico Judío
como de costumbre, por nombres comunes. Respecto de Nueva York, los años 1952-1954, podemos editar
al tiempo en que nació el Onqelos, comúnmente se casi todo el Onqelos en genuino texto superlineal ba-
admitía antes de Kahle - que retrasó su redacción en bilónico a base del ms. l 52 para Génesis, del ms. l 33a
la forma actual a la época talmúdica - ser el siglo 11 para Levítico, Números y Deuteronomio. Del Onqelos
o.e. En este asunto hay que distinguir la fecha del babilónico a Éxodo hay cinco caps. en el ms. 153 del
Onqelos oral y la del escrito, la fecha de Onqelos actual mismo Seminario y otros fragmentos en la Biblioteca
(en todo conforme con la Misná y la halaká oficial) y Universitaria de Estrasburgo y en fragmentos, ya co-
la del Onqelos en forma anterior (Preonqelos): Proba- nocidos por Kahle, de la Geniza de El Cairo1. Estos
blemente los fragmentos del Levítico, arriba mencio- mss. son la base de la edición crítica de Onqelos babi-
nados, son restos de un Preonqelos escrito en torno a lónico que hace años preparamos. Otro ms. babilónico,
la Era cristiana; la forma actual de Onqelos acomodado aunque, como el de Sabbioneta, transliterado de apó-

869 870
TARGÜM

grafo babilónico, es el Ms. Heb, 448 de la Vaticana que pág. 385, nota 20: «Memrá= dé-Yahveh» por «Yahveh» aparece
copiamos el verano 1952: translitera en signos tibe- 179 veces en Onqelos empezando por Gen 3,8; 99 veces en el Tar-
gum fragmentario y 321 en el Pseudojonatán. HA. SPERBER, The
rienses, mejor que la edición de Sabbioneta, su original Bible in Aramaic I: The Pentateuch According to Targum Onkelos
superlineal babilónico". Leiden 1959. 1 Cf. Biblia Polyglotta Matritensia, Prooemium, Ma-
Los mss. targúmicos de Onqelos se dividen, pues, drid 1957, págs. 9-10. JEI ms. 448 de Onqelos babilónico trans-
literado en tiberíense lo estamos publicando en una columna de
en babilónicos (con puntuación superlineal y gramática
Biblia Polyglotta Matritensia, IV: Targum Palaestinense in Penta-
babilónica), yemeníes (con signos babilónicos super- teuchum, del que ha aparecido el primer fascículo, Madrid 1965.
lineales, pero gramática tiberiense; algunos yemeníes KCf. A. DíEZ MACHO, Un ms. de Onqelos de transición del sistema
conservan ciertas características de gramática babiló- palestinense al prototiberiense, en Estudios Eclesiásticos 34, 1960
pág. 462 y sigs, L Cf. GÉRARD E. WE!LL, La Massorah magna d;
nica) y tiberienses: en muchos de éstos aún hay restos Targum du Pentateuche, Nouveaux fragments et autres. Esquisse
de la puntuación babilónica, sobre todo en las matres historique, en Textus, vol. IV, ed. por Talmon, 1964, Jerusalén
lectionis; unos pocos son transliteraciones del apó- págs. 30-54. La masora del ms. 7 de la Angélica fue estudiada ;
transcrita por Rabbi J. Faur, en una tesis doctoral que dirigimos
grafo babilónico; la gran mayoría están puntuados
y que fue leída en 1963 en la Universidad de Barcelona.
por analogía con el arameo bíblico y con mucha in-
consecuencia. 6. Targüm Jonatan ben 'Uzziel a los Profetas ante-
Según Kahle, el Onkelos no penetró en Palestina riores y posteriores. Es un Targüm escrito en la misma
hasta el siglo x; nosotros creemos que penetró antes, lengua que Onqelos, arameo literario o imperial. Obra
por lo menos uno o dos siglos antes, cuando Pales- de muchos, la tradición lo ha atribuido a Yonatán ben
tina estaba ensayando su puntuación sublineal proto- 'Uzziel: .«Yonatán» probablemente no es más que una
tiberiensew. transformación de «Theodotion», autor de una versión
Onqelos tuvo masora babilónica propia, y más tarde, griega hecha sobre el hebreo. Es mucho más parafrás-
a partir quizá del siglo x, masora tiberiense que arranca tico, particularmente en los lugares difíciles, que Onqe-
en origen de aquélla. Hay muchas notas masoréticas los, cuya existencia supone pues cita a la Torá según
sobre diferencias entre Néhardé'á y Sürá, lo cual quiere Onqelos. Probablemente, este targüm como Onqelos,
decir que se trata de masora antiquísima, pues Néhar- arranca de data muy remota, pues contiene materiales
de'a fue destruida por Odenato a mitad del siglo m n.c. precristianos como la interpretación mesiánica de Miq
La masora tiene por finalidad fijar el texto de Onqelos 5,2 («De Belén saldrá el Mesías»), interpretación que
y facilitar su recitación oral en las sinagogas y escuelas se pudo «conservar» después del cristianismo, pero
de Babilonia, mientras imperó la halaká que prohibía que los judíos no pudieron «introducir» después de que
leer en acto público oficial targümim escritos. Con estas los cristianos predicaban un Mesías nacido de Belén.
notas masoréticas, que frecuentemente señalan cuándo Según Origenes e, los judíos habrían suprimido de la
la traducción aramea no es literal, los judíos babilónicos enseñanza pública todos aquellos pasos mesiánicos que
que oían cada año toda la Torá y Onqelos ya desde los cristianos veían cumplidos en Cristo P, Los estudios
niños, fácilmente podían traducir la· Torá al arameo, de W. H. Brownlee y N. Wieder e relacionando el
tanto en la lectura privada como pública de la misma, Targüm de Jonatán con el Comentario a Habacuc de
valiéndose de la masora targúmica para la lectura pri- Qumrán, hacen probable la dependencia de literatura
vada y para la preparación de la lectura pública cuando qumránica del targüm en cuestión>. Este targüm reci-
no podían usarse tales notas escritas. La masora antigua bió, como Onqelos, la primera puntuación en Babilonia:
o superlineal babilónica conservada en mss. de la Ge- fue puntuación del sistema superlineal babilónico. Como
niza de El Cairo, es muy uniforme; en cambio, la con- en Onqelos, también en este targüm el desideratum
signada en mss. tardíos en puntuación tiberiense, como científico es poseer y editar el texto babilónico. Kahle
el mss. 7 de la Angélica, el ms. 12 de la Ambrosiana hizo el catálogo de todos los fragmentos babilónicos
y el ms. 3218 de la Palatina de Parma, presentan un del Jonatán E: pero todos juntos, daban sólo una pe-
carácter acumulativo y misceláneo que les priva de valor: queña parte de dicho Targüm. También en este targürn
Hay en la masora tiberiense muchas variantes vocálicas nuestras búsquedas en Nueva York fueron fructuosas:
que en parte se deben a ignorancia de los naqddnim o allí descubrimos un ms., el 229 del Seminario Teológico
puntuadores de Onqelos en el sistema tiberiense, Judío, que en 113 folios ofrece el texto babilónico
La masora targúmica tíberiense se escribe en los superlineal de J onatán ben 'Uzziel a Jue. 16,17 - final
márgenes como la masora tiberiense hebrea y es parva I y II Samuel hasta II Re 5,24, con algunas lagunas.
y magna L como ésta; la babilónica se escribe, como Es un ms. que aunque escrito en el Yemen, como los
toda masora antigua, fuera del texto, en ms. separado. mss. que tomamos como base para la edición del On-
Sólo Onqelos tiene masora. qelos babilónico arriba mencionados, conserva intacta,
como ellos, la puntuación babilónica: no la acomodan
A La versión de los LXX no tuvo aceptación entre los judíos
palestinos, a pesar del favor que gozó ante R. Simon ben Gamaliel, a la tiberiense, como ocurre en los mss. que sirven
cf. TJ Mifgil./iih 1,9. BMegil.fiilz 3a. CLas opiniones de Kahle para la edición de A. Sperber recientemente aparecida
sobre los targümírn substituyeron en buena parte a las de Dalman ; en Leiden F_ Respecto al targüm babilónico de los
véase en MdO, Leipzig 1913 y, sobre todo, en The Caíro Geniso",
Oxford 1959, págs. 191-205. DCf. R. LE DÉAUT, La nuit pasea/e,
Profetas posteriores no hemos sido tan afortunados:
Roma 1963, págs. 27-28. ECf. G. VERMÉS, Baptism and Jewish encontramos, y aún no hemos publicado, un largo
Exegesis, en NTS 4, 1958, pág. 318; trabajo revisado en Scripture fragmento del targüm a Isaíasv. Theodor Kahle, hijo
and Tradition in Judaism, Leiden 1961, págs. 181-182. FA. BERLI·
NER, Targum Onqelos II, Berlín 1884, págs. 224-225 ofrece los pasos
de P. Kahle, acaba de enviarnos fotocopia de un ms.
de Onqelos en que se separa en aggadá o halaká del T.M. GA. en pergamino de 13 folios, encontrados en la biblioteca
DIEz MACHO, El Logos y el Espíritu Santo, en Atlántida 1, 1963, de su padre y aún no catalogado. Contiene diversas

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Tanis. Ciudad del nordeste de Egipto, que parece identificable con la Avaris de los hicsos, y cuna de la XXI dinastía egipcia.
En la ilustración aparece la Puerta de los Colosos, uno de los muchos vestigios de esta espléndida ciudad. (Foto S. Bartina)

Tebas. Ruinas del Ramesseum, o templo funerario de Ramsés 11, cuyo nombre egipcio completo significa «Castillo de
Millones de años del rey Ramsés que se unió en Tebas, en el dominio de 'Amon al oeste de Tebas». (Foto S. Bartina)
TARGÜM

partes de Is, Ez, Miq, 2 Re, Jos y Jue. Es también ms. nense, el Pseudojonatán se ha de considerar como un
yemení, pero con targüm babilónico. targüm palestínense>, lingüísticamente mucho menos
Hasta la edición de Sperber, teníamos que valernos perfecto que el Neofiti 1, pero más rico en cuestión
de la hecha por P. de Lagarde, Prophetae chaldaice, de aggadá. En la tesis de M. McNamara sobre Targiim
Leipzig 1872, que reproduce el targüm del Codex Reuch- y N.T., defendida P en 1965 en el Instituto Bíblico de
liniano omitida su puntuación «pseudobennaftalí», Roma, encuentra más relaciones con el NT en este
El targüm de que acabamos de escribir, es el targüm targüm que en el Neofiti l. La utilización lingüística
babilónico a los Profetas. Pero hubo también un tar- del Pseudojonatán editado por Ginsburger no es acon-
güm palestino a los Profetas y hemos tenido la suerte sejable, dado que su edición presenta un cúmulo de
de encontrar y publicara dos fragmentos de este targüm grafías equivocadas F_ Por eso en nuestra edición del
del que sabíamos la existencia por menciones frecuen- Targüm palestinense para la Poliglota de Madrid reedi-
tes de la literatura rabínica que Zunz había recogido. tamos en una columna el ms. Add. 27 031, respetando
A Contra Celsum I, 51. B Cf. A. DiEZ MACHO, The Recently las grafías del ms. original.
Discovered Palestinian Targum : irs Antiquity and Re/ationship witli
AG. DALMAN, Grammatik des Jüdisch-Paliistinischen Arámaischi,
Other Targurns, en Suppl. to VT, VII, 1960, págs. 226-227. cw. H. Leipzig 1905, pág. 30. B Así Rabbi Menahem Kasher, según en-
BROWNLEE, ·The Dead Sea Habakkuk Midrasb and the Targum of trevista que le hace Pinhas ben Yair en Panim el-Panim, semanario
Jonathan, Duke University 1953; íd., The Habakkuk Midrash and hebreo de Jerusalén, sección bibliográfica, de 27 septiembre 1964.
the Targum Jonathan, JJSt 7, 1956, págs. 169-186. N. WIEDER,
ºÉsta ha sido la opinión de Kahle y es la nuestra: cf. A. DIEZ MACHO,
The Habakkuk Scrol/ and the Targurn, en JJSt 4, 1953, págs. 14-18 en Suppl. to VT, VII, Leiden 1960, págs. 239-245. DPor ser targürn
np_ KAHLE, Das Paldstinische Pentateuchtargum und das zur Zeit
palestinense, la literatura rabínica medieval le cita como T/Y (Tar-
Jesu gesprochene Aramiiisch, en ZHW 49, 1958, pág. 105. EEn
güm Yerusalmi), denominación que ha dado origen a la falsa lec-
los prolegómenos de la Biblia Hebraica' de Kittel (lista de mss.
tura de «Targüm Yonatan» : para indicar esta falsa atribución, se
babilónicos). FA. SPERBER, The Bible in Aramaic, II; The Former
le llama hoy día Targüm Pseudojonatán. EMis últimas noticias
Prophets According to Targum Jonathan, Leiden 1959; íd., The Latter
es que dicha tesis está ya en las prensas. F Véase cuántos errores
Prophets According to Targum Jonathan, Leiden 1962. ªHemos de transcripción presenta la edición de Ginsburger en sólo el v. 1
publicado el texto hebreo babilónico del fragmento pero no el Tar-
de Dt. I, comparando con nuestra edición de tal cap. en Biblia
gum: A. DíEZ MACHO, A New Fragment of lsaiah witb Babylonian
Polyglotta Matritensia, IV, 5, Madrid 1965.
Pointing, en Textus I, Jerusalén 1960, págs. 132-143. HA. Dízz
MACHO, en EstBibl, 15, 1956, págs. 287-295, y en Bibl, 39, 1958,
8. Targüm fragmentario al Pentateuco (Jerosolimita-
págs. 198-205.
no 11): conserva unos 860 versículos de targüm palesti-
7. Targúm Pseudojonatán al Pentateuco (Jerosolimi- nense al Pentateuco. Se llama fragmentario por conser-
tano 1): publicado por vez primera en Venecia en 1591 var sólo fragmentos. Unos creían que era una recensión
según un ms. propiedad de Isaak Foa, y reeditado por incompleta del Targüm palestino, otros, un cúmulo de
M. Ginsburger en Berlín, 1903, según el ms. único glosas (Geiger). Hoy tras el descubrimiento del Targüm
(Add. 27 031) del Museo Británico. Abarca todo el palestino completo queda claro que se trata de frag-
Pentateuco que traduce por lo común en forma muy mentos de tal targüm. El texto del targüm fragmentario
parafrástica: es el Targüm del Pentateuco más para- se conserva en el ms. 110 de la Biblioteca Nacional de
frástico que conocemos, conteniendo más aggadá y tra- París editado por M. Ginsburger en 1899A con muchas
dición exegética judía que ninguno otro. Por influjo de imperfecciones ortográficas y algunas de lectura debido
las obras de G. Dalman, la última ed. de su gramática a que el ms. original presenta una letra cursiva sefardí
del arameo judeopalestino por ejemplo A, se ha estilado de difícil interpretación B; se conserva también en el
considerarle como targüm tardío, medieval, no anterior ms. 440 de la Vaticana, éste mocionado con una pun-
al siglo vn, dado que cita en Gn 21,21 a la hija y mujer tuación a veces muy peregrina; y en el ms. 1 de la Bi-
de Mahoma (Fátima y 'Áisa) como mujeres de Ismael y blioteca de Leipzig y 1 de la Biblioteca de Nüremberg,
porque en Gen 49,26 consideraría a Esaú e Ismael con cuya segunda mano suele coincidir el texto impreso
como representantes de cristianos y mahometanos. Pero de la primera Biblia rabínica, editada en Venecia por
hoy día, sobre todo a partir del descubrimiento del Bomberg, 1517. V(aticano), B(omberg) y Núiremberg)
ms. Neofiti 1, ha cambiado mucho el juicio de los tienen 863 versículos comunes y 263 de los 264 que
entendidos: consideran a Pseudojonatán un targüm pa- contiene L(eipzig); V tiene 35 vv., que faltan en BNL;
lestinense en su sustancia muy antiguo, incluso pre- BN tiene 8 vv., que faltan en VL. Aunque VBNL varían
cristiano B, aunque contenga adiciones tardías como esa entre sí, pues es propio de todas las fuentes del Targüm
mención de la mujer e hija de Mahoma. Diversas glosas palestino no presentar un texto cristalizado y fijo como
marginales se han introducido en el texto antiguo junto el de Onqelos, sin embargo, pertenecen a una misma
con algunas aggadot de época más reciente. En cuanto familia y recensión, un tanto diferente de la recensión
a su lenguaje, es un targüm palestino sistemáticamente representada por el ms. P(arís) que es, como ya notó
acomodado o mezclado con el lenguaje de Onqelos. Ginsburger y confirma M.C. Doubles e, el targüm frag-
Algún especialista ha insinuado que se trata de un mentario más reciente.
arameo palestino sui generis, cuyo origen no es la con- La Geniza de El Cairo ha brindado nuevos fragmen-
taminación de Onqelos. Pero después de haber realizado tos del Targüm palestino: muchos versículos que no
la colación completa del Pseudojonatán a Dt con el aparecen en VBNL. Kahle ha publicado varios frag-
Neofiti y Onqelos, hemos visto claro que las diferencias mentos en Masoreten des Westens IID y nosotros P des-
lingüísticas de Pseudojonatán respecto al Neofiti derivan cubrimos nuevos fragmentos en Nueva York, Cambridge
de Onqelos c. La contaminación no ha sido tal que y Palatina de Parrna, algunos ya publicados, otros aún
haya eliminado todas las características del arameo pa- no. Y. Komlós " ha publicado algunos fragmentos más
lestino; por esta razón y porque su aggadá es palesti- y lo mismo W. Baars Estos fragmentos de la Geniza
é.

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VT _ 1-n
TARGÜM

- que, bajo la dirección de P. Kahle, ha preparado el rior del ms. y afirma el catálogo de Gustavo Sacerdote
P. G. Schelbert para una reedición que hacía necesaria ni tampoco del Targüm Pseudojonatán, sino del Targürn
el descubrimiento del Neofiti 1 -, aún no han sido palestino completo, que se había perdido desde el siglo
reeditados. Algunos de ellos (el Ms. A) tiene vocaliza- xvr y ahora reaparecía en su integridad. En seguida di
ción de tipo primitivo, lo que le acrecienta el valor. cuenta del descubrimiento a P. Kahle que se procuró
La recensión de estos fragmentos de la Geniza di- fotografías del Neofiti 1 y estudiándolas con M. Black
fiere, dentro de una similitud substancial general, de confirmó plenamente la identificación del ms. c. Tam-
N y de VBNL. El estudio de estos fragmentos de la bién comuniqué a las revistas> el hallazgo que encontró
Geniza llevó a Kahle a afirmar que su arameo es pa- en seguida eco universal. La comunicación oficial del
lestino dialectal, igual o casi igual al hablado por Jesu- descubrimiento la hice en una conferencia en hebreo en
cristo, y que este targüm es muy antiguo, premisnico el Congreso Mundial de Estudios Judaicos, el verano
dado que contiene interpretaciones anrimisnicas (Vg. en de 1957, en Jerusalén. Aunque la identificación ha sido
ÉX 22,4)H. universalmente aceptada, un especialista en Targüm se
En un principio pensamos incluir en el aparato crí- mostró reacio a aceptarla, llegando incluso a pedirme
tico del texto del Targüm palestino del Neofiti 1 las una rectificación. P. Kahle, enterado del asunto, se en-
variantes del Targüm fragmentario. Lo intentamos con cargó de convencerle.", Desde la identificación del Neo-
capítulos del Deuteronomio, pero pronto nos dimos fiti 1 como targüm palestino, nos pusimos a preparar
cuenta de la inutilidad de la empresa: las variantes son su edición príncipe, que está ya desde tiempo ultimada
infinitas, y el aparato «único» resultaría inmanejable. y que saldrá pronto de las prensas de Jerusalén, así
Siguiendo el consejo de amigos, Kahle, Black, Bois- como la edición del Targüm palestinense para- la serie
mard, Talmon, etc., optamos por la edición íntegra de IV de la Poliglota Matritense, edición ésta que com-
los textos de targüm fragmentario unos tras otros. Esta prenderá cinco vols., uno para cada libro del Penta-
edición de textos separados - separados por lo menos teuco, y que abarcará el texto básico de Neofiti 1 y
por recensiones o familias distintas (N-VBNL-Geniza- un aparato crítico compuesto de las lecciones variantes
Neofiti) - es lo que patrocina en reciente artículo del Neofiti, marginales e interlineales, y de la edición
Doubles ', antiguo discípulo de M. Black. íntegra de todos los fragmentos de Targüm fragmen-
AM, GINSBURGER, Das Fragmententhargum, Berlín 1899. BCf.
tario que conocemos. De esta edición ha salido ya un
A. DíEZ MACHO, Biblia Po/yg/otta Matritensia IV, 5, Madrid 1965, Espécimen correspondiente al quinto tomo F. El sexto
pág. 2, nota. ºMALCOM c. DOUBLES, Toward the Publications comprenderá el estudio del Targüm palestinense, la
of the Extant Texts of the Palestinian Targum(s), en VT, 15, 1965, gramática y léxico de su arameo, etc.v. La «editio
pág. 19; M. GINSBURGER, Die fragmente des Thargum jeruschalmi
zum Pentateuch, en ZDMG 51, 1903, págs. 67-80. DStuttgart 1930. prínceps» será seguida de un segundo volumen con la
ECf. A. DíEZ MACHO, El Targum Palestinense, en Noticias cristianas traducción castellana, francesa e inglesa del texto de
de Israel, 13, 1962, págs. 24-25. FY. KOMLÓS, Nosah ha-Targum Neofiti. La Vaticana se ha reservado la edición facsímil
al qeri'at Yam-Suf, en Sinai, 1959, págs. 223-228. GW. BAARS,
A Targum on Exod. XV 7-21 from the Cairo Geniza, en VT 11, 1961,
y nos ha ofrecido hacer la versión latina que debe
págs. 340-342. HGEORG SCHELBERT, Exodus XXII 4 im Paliisti- acompañar dicha edición.
nischen Targum, en VT, 8, 1958, págs. 253-263: defiende el punto La descripción detallada del Neofiti la ha llevado a
de vista de Kahle contra J. L. TEICHER, que había impugnado la cabo M. Fitzmaurice Martin=, que estudió el año 1959
antigüedad del fragmento A de la Geniza en su artículo A Sixth
Century Fragment of the Palestinian Targum, en VT 1, 1951, págs. con Kahle en Oxford. Su estudio paleográfico deja
125-129. 1Doueus, art. cit., pág. 16 dice que ha preparado una mucho que desear y ha sido criticada acerbadamente
reedición de los textos del Targüm fragmentario editados por M. por G. Weill particularmente en lo de atribuir a Elías
Gínsburger : ha descubierto alrededor de 2000 errores en la presenta-
ción del ms. 440 de la Vaticana y 1 de Leipzig hecha por Ginsburger.
Levita y a sus amanuenses la copia del Neofiti 1 con
la consiguiente datación del ms. en 1516. Weill acepta la
9. El Targüm palestino completo al Pentateuco des- datación que nosotros habíamos propuesto, año 1504 1.
cubierto en el Ms. Neofiti 1 de la Vaticana. Lo descu- El ms. fue copiado por tres copistas distintos, pero
brimos e identificamos en 1956, después de haber des- es aventurado afirmar, como hace M. M. Martín, que
cubierto varios fragmentos del Targüm palestino en hay glosas de 10 manos distintas. De los 449 folios, ·
Nueva York que nos hicieron ver el significado que 202 han sido copiados por una de las tres manos, la
podía tener el epígrafe «Targüm Yerusalmi» escrito en que escribió el colofón que data la copia en 1504.
el primer folio del ms. Neofiti 1 de la Vaticana según Aunque la copia del Neofiti 1 sea relativamente re-
leímos en una ficha, escrita por el profesor Millás, ciente, el texto copiado es muy antiguo. La datación
ficha que habíamos tomado en la Biblioteca Vaticana, del Neofiti 1 es uno de los puntos sobre que más se
el verano de 1949, y que reposaba en mi biblioteca. Al ha escrito. Nosotros lo datamos entre el siglo 1-n de
leer esta ficha que en 1949 no nos había dicho nada, la era cristiana en una conferencia que dimos en el
inmediatamente sospeché su contenido y escribí al Congreso de VT celebrado en 1958 en Oxford-": argu-
joven P. Arias, para que copiara una página del ms. mentamos de pasajes del Neofiti antimísnicos: lo que
y encargara un microfilm a la Vaticana=. Arias hizo es contra la Misná es anterior a la Misná, argumento
las primeras colaciones que me envió escritas y las que vale también para demostrar la antigüedad del
presentó a diversos estudiosos de la Vaticana o del targüm Pseudojonatán, pues en él abundan los pasajes
Bíblico sin que sacaran nada en claro. Recibido el antimísnícos. Argumentamos, también, a base de las
microfilm, lo hice ampliar, y estudiado el ms. y hechas profecías mesiánicas conservadas en el ms. y utilizadas
las colaciones pertinentes P, llegué a la conclusión que por los cristianos; a base de la toponomástica que es de
no se trataba ni de Onqelos como reza el epígrafe exte- época romana, argumentación 'ya utilizada por Berliner

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TARGÜM

para probar la antigüedad de Onqelos, La mención a un rabbi tan antiguo como R. Yehudá, resulta que
de Sarracenos y de lsmaelitas y Esaú en Neofiti 1 no Neofiti y Pseudojonatán son anteriores a R. Yehudá y
obsta a la datación antigua dada S. En el Neofiti 1 están a la Mísnav.
ausentes adiciones tardías que se encuentran en el Pseu- Esta datación premísníca del Neofiti 1 y el ser un
dojonatán; abundan en él palabras griegas y latinas L; targüm oficial usado (por lo menos oralmente) en las
y abundan expresiones y conceptos del NT. El texto sinagogas de Palestina y el reflejar la interpretación
hebreo subyacente a Neofiti, tomadas las variantes en judía del AT y muchas ideas de la teología judía de
conjunto, y no una por una, nos llevaría a un texto la época, interpretación e ideas utilizadas por los hagió-
un tanto divergente del T.M. LL. Le Déaut añade que grafos del NT, convierten al Targüm palestino en un
la Pesit(ii al Pentateuco probablemente reposa sobre instrumento excelente de exégesis del NT. Las tesis
una Targüm palestino del siglo I o.c.11• McNamara doctorales de R. Le Déaut y M. McNamara en el Ins-
a su vez ha constatado que todas las citas del Bérésit tituto Bíblico de Roma son la prueba. Los artículos
Rabbáh, todas menos una o dos, son citas del Targüm de exégesis del NT basados en el Targüm palestino
palestino, no de Onqelos. P. Kahle, Grelot>, Renée aumentan sin cesar P. El Targüm ya utilizado por Bryan
Bloch ... abogan por la antigüedad veneranda - antes Walton, en el siglo xvrr, en tal sentido, pero relegado
de Cristo o, por lo menos, antes de la Misná - del al olvido sobre todo a partir de las tesis de Dalman
Targüm palestino. Le Déaut y McNamara lo utilizan sobre su modernidad, hoy, gracias a P. Kahle y al des-
como fuente exegética del NT. Es cierto que el Neofiti cubrimiento del Neofiti 1, se está convirtiendo en fuente
se acomoda, aunque no siempre, a ciertas prescripciones exegética de primer orden para el NT. Kahle no duda
halákicas de la Misná y que, como todo el Targüm en preferirlo a las síntesis de Billerbeck y Bonsirvent.
fragmentario en sus diversas recensiones, manifiesta in- La importancia lingüística corre parejas con la exe-
flujo de Onqelos, pero esto no quiere decir que el texto gética: el Neofiti substancialmente representa la lengua
del Neofiti sea posterior a la Misná (final del siglo n) Palestina del siglo 1, la lengua que subyace en el NTQ,
o posterior a Onqelos, ya que la Misná y Onqelos, Finalmente, el Neofiti sirve para trazar la historia
antes de ser escritos, tuvieron vida, probablemente larga, del nacimiento y crecimiento del midrás y exégesis en
en tradición oral: Neofiti pudo haber sido acomodado el judaísmo antiguo: el targumista no se contenta con
a la Misná oral y a un Preonqelos. traducir: comenta, no deja paso difícil sin darle un
La última opinión sobre la datación del Neofiti y sentido; a veces se separa el texto hebreo; a veces para
del Pseudojonatán proviene de un experto en literatura armonizarle con otros textos de la Escritura o con la
rabínica Rabbi Menahem Kasher, autor de la enciclo- tradición, le da un sentido contrario al literal; otras
pedia exegética del Pentateuco, conocida por Torañ veces con el fin de incorporar ideas de tradición oral,
Shelemah de la que acaba de salir el vol. 21 con los da a un mismo texto dos sentidos distintos (istibdiim);
comentarios a la parasá ki tissá. Con motivo de editar con mucha frecuencia explica un texto bíblico por otro
el targüm de Neofiti 1 a tal parasá, Kasher ha hecho cronológicamente disparatado, porque «todo en la Bi-
un estudio del Targüm palestino que será publicado blia es explicativo de la Biblia»; como es comentario
como volumen aparte. Según él, el Targüm palestino popular, el méturgémán busca concretar los relatos,
existe al principio de la edad del segundo Templo, es dando a personas y lugares nombres propios que faltan
anterior a los midrasim halákicos, a las discusiones de en el texto hebreo. No todas las porciones del Neofiti
los tannaim y a la Misná, Kasher vuelve, pues, de su son parafrásticas: en el Lv suele ser targüm muy ce-
anterior teoría - expuesta en un Anejo sobre los Tar- ñido al texto hebreo. En diversos lugares parece texto
gümím en el tomo 17 de la Torah Shelemah - según sometido a censura y obediencia de las ideas rabínicas
la cual los targümím habrían nacido de los midrasim imperantes.
halákicos abreviados, quintaesenciados. El proceso ha En este aspecto, el Pseudojonatán es más libre. Com-
sido el inverso: primero los targümím palestinos; des- paradas las tradiciones aggádicas del Neofiti o Pseudo-
pués, partiendo de ellos, los midrasim. Esta idea ya la jonatán con las conservadas en la literatura apocalíp-
había defendido Renée Bloch: el Targüm palestino es tica judía, o en Flavio Josefo, Filón o el Pseudofilón,
el vínculo que une el texto de la Escritura con el Mi- en los diversos Midrasim, se puede trazar la historia
drás. Uno de los midrasim halákicos más antiguos, el del origen y desarrollo de muchas tradiciones, y ver
Mekiltii, es posterior al Targüm palestino: en éste y cuáles son antiguas o cuáles recientes, y de esta manera
también en otros midrasim, después de citar un texto datar tales tradiciones antes de servirse de ellas como
de la Torah y una breve paráfrasis, se añade la expre- fuente exegética para el NT. Es el método preconizado
sión ha-kátúb medabbér («La Escritura dice»): la pará- por Renée Bloch y puesto en práctica por G. Vermes,
frasis es la del Targüm palestino y esa expresión cons- Le Déaut y otros.
tante se refiere al Targüm palestino. En el tratado mis- ACf. A. DíEZ MACHO, El Targüm Palestinense, en Noticias Cris-
nico Gittin 9,3 se insertan tres expresiones sinónimas tianas de Israel, Jerusalén 13, 1962, págs. 19-20. BLas colaciones
de «libelo de repudio»: cabalmente las tres expresiones de Arias bao sido hechas sin materiales adecuados y sin dirección;
otras colaciones fueron hechas por J. A. Gc-Larraya, entonces
distintas que se encuentran en el Neofiti 1 ('i'ggeret adjunto mío y ayudante en mis investigaciones: estas colaciones
sibbuqin = libelo de repudio), Pseudojonatán iséfar te- fueron hechas por encargo mío, bajo mi dirección, con las fotos
rükin = libelo de repudio), y Onqelos (get pltturin = del Neofiti y demás materiales pertinentes que entregué a Larraya
libelo de repudio). Se consignan las tres denominaciones e indicando los textos que había de colacionar y el método a seguir
y el resultado que había de obtener, Posteriormente Kahle mismo y
para que todo el mundo entienda de qué trata la halaká. M. Black añadieron nuevas colaciones a las mías y a las de mis
Ahora bien, como esta halaká de Gittín 9,3 se atribuye colaboradores. e Acerca de Kahle y el Neofití, cf. P. KAHLE, The

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TARGÜM
Cairo Ceniza, Oxford 1959, pág. 201, etc. y A. DÍEz MACHO, Ma- tateuch (en hebreo), Nueva York 1921. A. E. SrLVERSfONE, Aqui/a
gister minister (El Profesor P. Kahle a través de doce años de co- and Onkelos, Manchester 1931. DAVID GOLOMB, Targumno, 4 vols.,
rrespondencia), en Recent Progress in Biblical Scholarship; ed. en Hove 1932-1938. A. SPERBER, Peschitta und Onkelos, en Jewish
Oxford 1965 (en prensa). DA. DÍEZ MACHO, Una copia de todo St. in Memory G. A. Kohut, Nueva York 1935, págs. 554-564. A.
el Targum jerosolimitano en la Vaticana, en EstBib, 16, 1956, págs. SPERBER, The Targum Onkelos in its Relation to the Masoretic Text.
446-447; nota traducida con inexactitudes por P. Boccaccio, en en Proceedings of the Amer. Acad. for Jewish Research, vol. VI,
Bibl, 38, 1957, págs. 237-239; A. DíEZ MACHO, Una copia de todo 1934-1935, págs. 309-351. ACHAJE WoHL, Das Pa/iistinische Pen-
el Targum pa/estinense al Pentateuco en la Biblioteca Vaticana, en tateuch-Targwn, Zwickau i. Sa. 1935. S. A. WERlHEIMER, Sefer
Sef, 17, 1957, págs. 119-121. Una nota apareció en Arbor 36, 1957, Or ha-Targum (comentario al Targüm Onqelos), Jerusalén 1935.
págs. 516-518; otra en Punta Europa, n. 14, 1 57, págs. 116-117. C. HAIM Josux l<.ASOWSKI, Ozar leson ha-Onqelos (concordancias
ESobre las vicisitudes de esta oposición a la identificación cf. Ma- al Targüm de Onqelos), Jerusalén 1940. PINHAS CHURGIN, Targum
gister minister., vide supra. "Biblia Polyglott a Matritensia, IV, 5, Ketubim, Nueva York 1945. J. F. STENNING, The Targum of Isaiah,
Madrid 1965. ªUn grupo de investigadores que colaboran con Oxford 1949. H. ALBECK, Halakah ñísonóh be-Targume Eres Israel
G. Weill está preparando una Concordancia y análisis gramatical u-beaggadah, en Séfer ha-Yobel dedicado a los 60 años del Dr. Ben-
del Neofiti 1: cf. G. E. WEILL, Le codex Neophiti 1. A propos de jamín Lewin, Jerusalén 1940, págs. 92-104. SALOMON SPEIER, Bei-
/'artic/e de M.M. Martín, en Textus, 14, 1964, pág. 229. HM. M. triige zu den Targumin, en Schweizerischen Theol. Umschau, 3/4,
MARTIN, The Paleographical Character of Neofiti 1, en Textus, Jeru- 1950, págs. 1-10. RENÉ BLOCH, Écriture et Tradition dans le Ju-
salén 1963, págs. 1-35. 1 G. E. WEILL, Le codex Neophiti, págs. daisme, en Cahiers Sioniens, 1, 1954, págs ..9-34. A. DÍEZ MACHO,
225-229. J A. DíEZ MACHO, The Recent/y Discovered Palestinian Un importante ms. bíblico en la Vaticana, en Miscelánea Mil!ás
Targum: its Antiquity and Relationship with the Other Targums, en Va/licrosa; Barcelona 1954, págs. 375-463 (estudio del ms. Heb."
Suppl. to VT, 1, 1960, págs. 222-245. KA. DÍEZ MACHO, En torno 448); íd., Importante hallazgo bíblico, en EstBib, 13, 1954, págs,
a la datación del targurn pa/estinense, en Se[. 20, 1960, págs. 3-16. 207-210; íd., Descubrimientos de nuevos mss. babilónicos, en Sef, 14,
1. Sobre el valor de este argumento, cf. R. LE DÉAUT, La nuit Pas- 1954. R. BLOCH, Note méthodologique pour /'étude de la litterature
ea/e, págs. 43-45. LLp_ WERNBERG-MOLLER, impugna el valor de rabbinique, en RechScRelig, 43, 1955, págs. 194-227; íd., Note sur
nuestra argumentación sin tener en cuenta que el valor es de tipo l'uti/isation des fragments de la Geniza du Caíre pour l'étude du Tar-
«cumulativo»; cf. An Inquiry into the Validity of the Text-critical gum palestinien, en REJ, 14, 1955, págs. 5-35. A. DÍEz MACHO,
Argument for an early Dating of the Recently Discovered Palestinian Nuevos fragmentos del Targum palestinense, en Sef, 15, 1955, págs.
Targum, en VT, 12, 1962, 312-331. Este método ya había sido em- 31-39. R. FUSTÉ, El fragmento targúmico T.S.B3 de la Biblioteca
pleado por A. GEIGER para probar la antigüedad del Targüm pales- Universitaria de Cambridge, en EstBibl, 15, 1956, págs. 85-94. A.
tino, cf. Urschrift und Uebersetzungen der Bibel, Frankfurt a. M., Drsz MACHO, Nuevos mss, importantes bíblicos o litúrgicos en hebreo
1928, pág. 457 y sigs. "Ob. cit., pág. 47. Np_ GRELOT, Le Messie o arameo, en Sef, 16, 1956, págs. 2-22. M. GOSHEN GOTTSTEIN,
dans les Apocryphes de l'A.T., en La Venue du Messie, en Recherches Qefabim nibáarim mi-Targume ha-Miqra ha-arammiyyim, Univ. He-
Bibliques, VI, pág. 21. ºCf. Pinhas ben Yair, en Panim el-Panim, brea, Jerusalén 1957. AARON GREENBAUM, Gen 'Ederi mi-qedem
n. 291, 27 de noviembre 1964, Jerusalén, págs. 15-17. PCf. A. ba-Targumim, en Sinai, Dic. 1946, págs. 3-19. Y. KOMLÓS, Kitbe
DIBz MACHO, Targum y Nuevo Testamento, en Mé/anges E. Tisse- yad sel Targumim, en Sinai, Jerusalén 1958, págs. 467-481. A.
rant, vol. I, Roma 1964, págs. 154-185; R. LE DÉAUT, Liturgie DíEZ MACHO, Un nuevo Targum a los Profetas, Ms. ENA 2476 f. 5,
et N. Testament, Roma 1965. QNuestro alumno G. Lasry ha leído en EstBibl, 15, 1956, págs. 287-295; id., Importants mss. hébreux
como tesis doctoral que hemos ponenciado ]a primera gramática et araméens aux États Unís, en VT, Supp[ IV, Leiden 1957, págs.
del Neofiti I a Dt. 27-46; íd., Fragmento de una nueva recensión del Targum Jonatán
ben Uzziel a los Profetas (T.-S.B 12), en Sef, 16, 1956, págs. 1-2;
10. Targüm Jerosolimitano III o Tose/ta targúmica: íd., Valiosos mss. hebreos y arameos en la Biblioteca Nacional y
designa algunas ampliaciones targúmicas a ciertos ver- Universitaria de Estrasburgo, en EstBibl, 16, 1957, págs. 83-88; íd.,
Nuevos mss. bíblicos babilónicos, en EstBibl, 16, 1957, págs. 235-
sículos de Gn 4,7.8.23; 38,25.26; 42,36; 44,18; 49,18; 277. A. DíEZ MACHO - J. A. G.-LARRAYA, El ms. 4083 ff. 1-2 de
Éx 13,17; 14,21, etc., que se encuentran en varias edi- la Bibl. Nac, y Univ. de Estrasburgo, en EstBibl, 16, 1957, pgás,
ciones del Pentateuco y en diversos rnss+. 283-287. A. DÍEZ MACHO - TERESA MARTÍNEZ, El ms. 4083 ff. 11
de la Bibl. Nac. y Univ. de Estrasburgo, en EstBibl, 16, 1957, págs.
ACf. M. GINSBURGER, Das Fragmententhargum, 1899, págs. 71-74; 389-391. A. DÍEZ MACHO, Un ms. yemení de la Biblia babilónica,
P. GRELOT, Une Tosephta targoumique sur Genése XXII dans un ms. en Sef, 17, 1957, págs. 237-279; íd., Fragmento del texto hebreo y
liturgique de la Ceniza du Caire, en REJ NS, 16, 1957, págs. 5-27; arameo del libro de Números escrito en una muy antigua Mégil/Qh en
A. DiEz MACHO, Nuevos fragmentos de Tose/ta targúmica, en Sef, sistema babilónico, en Sef, 17, 1957, págs. 1-3; íd., Onqelos Manuscript
16, 1956, págs. 314-324. witb Babylonian Transliterated Vocalization in the Vatican Library, en
VT, 8, 1958, págs. 113-133. A. DÍEz MACHO - TERESA DE J. MAR-
11. Targúmim a los Hagiógrafos: De diversa época TÍNEZ, Ms. 4065 pp. 81-82 de la Bibl. Univ. de Estrasburgo, en EstBibl,
y carácter; algunos muy antiguos; el de Prov y Sal 17, 1958, págs. 429-436. A. DÍEZ MACHO, Un segundo fragmento
bastante literal, ordinariamente muy parafrásticos. Para del Targum palestinense a los Profetas, en Bibl, 39, 1958, págs. 198-
205; íd., Un espécimen de ms. babilónico en papel, en Studia biblica
Ester hay dos targümím uno mucho más amplio que el et Orientalia, I, Roma 1959, págs. 37-42; íd .. Un ms. babilónico de
otro. Frecuentemente recogen tradiciones antiguas y de Onqelos en que se confunden los timbres vocálicos qames y patah, en
origen palestino. Sperber ha preparado la edición del Sef, 19, 1959, págs. 273-282. Y. KOMLÓS, Sen.e beurim ba-targumim
be-sinyan ha-gamul, en Bét Miqra, Jerusalén 1959, págs. 70-71. J.
Targüm a las cinco Mégillot, Hasta ahora hay que RAMÓN DÍAz, Dos notas sobre el Targum palestinense, en Sef, 19,
servirse de la ed. de P. De Lagarde é.
1959, págs. 133-136. P. GRELOT, Les targums du Pentateuque.
AP, DE LAGARDE, Hagiographa Cha/daica, Leipzig 1873. Étude comparat ive d'aprés Gen. 4,3-16, en Semitica, 9, 1959, págs.
59-88; íd., «De son ventre couleront des fieuves d'eau», La citation
Bib1.: Añádase a la anterior: SCHÜRER, Geschichte des Jüdischen scripturaire de Jn 7,38, en RevBibl, 66, 1959, págs. 369-374, cf. 1961,
Vo/kes, l.eipzig 1901-1907, vol. I (bibliografía antigua); J. W. ETHE- págs. 224-225. Y. KOMLÓS, Nosah ha-Targum al qerirat Yam-Suf,
RIDGE The Targums Onkelos and Jonathan ben Uzziel on the Penta- en Sinai, 45, 1959, págs. 223-228; íd., Qaw ofini eliad be-sitat Targum
teuch (trad. al inglés), 2 vols., Londres 1865; Z. FRANKEL, Zu dem Onqe/os, en Séfer N.H. Tur-Sinai, Jerusalén 1960, págs. 116-120.
Targum der Propheten, Breslau 1872; A. BERLINER, Massorañ zum A. DIEZ MACHO - J. A. G.-LARRAYA, El ms, 4084 ff. 1-22 de la Bibl.
Targum Onke/os, Berlín 1875; S. GRONEMANN, Die Jonathanische Nac. y Univ. de Estrasburgo, en EstBibl, 19, 1960, págs. 76-90; 261-
Pentateuch-Uebersetzung in ihrem Verhaltnisse zur Halaka, Leipzig 268. A. DíEZ MACHO - TERESA DE J. MARTINEZ, Ms. 4065, pp.
1879. ZUNz, Die gottesdienstlichen Vortrdge der Juden, Frankfurt 83-84 de la Bibl. Nac. y Unív, de Estrasburgo, en EstBibl, 19, 1960,
a.M. 1892. S. LANDAUER, Die Masorah zum Onkelos, Amsterdam págs. 245-247. P. GRELOT, Sagesse 10,21 et le Targum de /'Exode,
1896. H. BARNSTEIN, The Targum of Onkelos to Genesis, Londres en Bibl, 42, 1961, págs. 49-60. R. LE DÉAUT, Traditions targu-
1896. JACOB BASSFREUND, Das Fragmenten-Targum zum Pentateuch, míques dans le corpus paulinien, en Bibl, 42, 1961, págs. 28-48.
Breslau 1896. EMIL BREDEREK, Konkordanz zum Targum Onkelos, P. WERNBERG-MÜLLER, Some observations on the Relations of the
Giessen 1906. S. LANDAUER, Zum Thargum der K/ageliedes, en Peshitta Version of the Book of Genesis to the Palestínían Targum
Orient. Stud, Th. Noldecke gewidmet, Giessen 1906, págs. 505-512. Fragments pub/. by Prof. Kahle, and to Targum Onkelos, en Studia
CH. HELLER, A Critical Essay on the Patestínian Targum to the Pen- Theologica, 15, 1961, págs. 128-180_- G. VERMÉS, Scripture and

879 880
TARGÜM

Tradition in Judaism, Leiden 1961; reseña de P. GRELOT, en Bibl, 42, pendientes. La primera edición crítica fue emprendida
1961, 455-459. R. LE DÉAUT, Le Targum de Gen. 22,8 et I Pt. 1,20,
en RechScRel, 49, 1961, págs. 103-106. JACOB NEUSNER, Studies
por H. Petermann y acabada por C. Vollers. Pero quedó
on the Problem of Tannatrn in Babylonia (ca. 130-160 C.E.), en Pro- desvirtuada esta obra, aparte otros reparos de cuantía,
ceedings of Amer. Acad. J. Jewisñ Research, 30, 1962, págs. 79-127. por haber empleado como texto básico homogéneo un
P. WERNBERG-MÜLLER, Prolegomena to a Re-Examination of the manuscrito que en realidad era amalgama de tres ma-
Palestinian Targum Fragments of the Book of Genesis pub/. by P.
Kahle and their Relationship to the Peshitta, en JSS, 7, 1962, págs. nuscritos distintos por la época y la índole, a saber,
253-266. Y. KOMLÓS, =Aseret ha-dibberot ba-Targumim ha-yerusal- el ms. de siglas A - el más original y de más contrastes
miyyim, en Sinai, 53, 1963, págs. 489-495. G. WEILL, Le dévelop- entre los actualmente conocidos, escrito en forma bilin-
pement de l'oeuvre massoretíque, en Bulletin d'lnformation de L'Inst uut
de Recherche et d'Histoire des textes, n. 11, 1962, París 1963, págs.
güe en 1519, en Damasco-; el ms. B; trilingüe, del
57-67. LE DÉAUT, La presentation targumique du sacrifice d'Isaac siglo XIV aproximadamente; y el ms. C, asimismo tri-
et la sotertologie poulinienne, en Studiorum Paulinorum Congressus lingüe, copiado en 1204, de muchas excelencias, des-
Internationalis Catholicus 1961, Roma 1963, págs. 1-12. J. RAMÓN merecidas un tanto por los no raros hebraísmos. En
DíAZ, Palestinían Targum and New Testament, en Nov'Test, 6, 1963,
págs. 75-80. R. LE DÉAUT, Acles 7,48 et Matthieu 17,4 a la Iumiére 1877, publicó parte de otro manuscrito J. W. Nutt. Otro
du Targum Palestinien RechScRel, 52, 1964, págs. 85-90. P. ÜRELOT, manuscrito importante es el de Barberini de la Vaticana,
Reseña de La nuit pasea/e de Le Déaut, en RB, 71, 1964, págs. 264- copiado en 1206. Si no presentase tantas omisiones sería
278. G. VERMES, The Targumic Versions of Gen. IV, 3-16, en The
Annual of Leeds University Oriental Society, 3, 1961-1962, Leiden
el texto fundamental excelente de una edición crítica.
1963, págs. 81-114. Y. KoMLÓS, Ha-aggodak be-targumé birkat Homogéneo en todo, el ms. Barberini es el ms. de si-
Yaaqob, en Bar flan, Anuario de la Univ, Bar Ilan I, 1963, págs. gla D, actualmente, al parecer, en Náblus. Además
195-206. G. VERMES, Haggadah in the Onkelos Targum, en JSS, existe el ms. Y, trilingüe, del siglo XIV, ahora en el Museo
8, 1963, págs. 159-169. M. Z. KADARI, The use of d-clauses in the
Lenguage of Targum Onkelos, en Textus, Jerusalén 1963, págs. 36-59. Británico, y el ya mentado ms. M, con sus espacios
blancos acosados inverosímilmente por variantes de dife-
A. DÍEZ MACHO rentes manuscritos, algunos de los cuales se han perdido.
Citas esporádicas del Targñm se encuentran en el Memar
TARGÜM SAMARITANO. Con este nombre se de Marqah y en la Liturgia del matrimonio y circunci-
designa a la versión aramea que los samaritanos hicieron sión. El texto ofrecido conviene con el del manuscrito A.
del Pentateuco. Se produjo en una época en que las gen- En el campo del Targüm samaritano constituyó labor
tes desconocían ya el hebreo, y con el fin de facilitar la decisiva la investigación de P. Kahle, cuyas publicacio-
comprensión de los libros de Moisés. Tal época era ya nes pueden verse en la bibliografía inserta por F. Ro-
seguramente la de Jesús, aunque la redacción escrita senthal en el capítulo dedicado al samaritano. Las gra-
apareciese más tarde, por el siglo 1v o v. A esta conclu- máticas más notables son la de G. F. Nicholls, la de
sión llevan el relativamente considerable número de F. Uhleman, la de Petermann y la de J. Rosenberg;
grecismos, los latinismos - más raros -, la afinidad A. E. Cowley, en la introducción a su obra Samaritan
con expresiones del NT, con el Targüm palestinen- Liturgy (Oxford 1909), dejó observaciones muy notables
se, con el escritor samaritano Marqah, del siglo IV. Sin sobre gramática. El último estudio dedicado exclusiva-
embargo, no pueden ignorarse otras coincidencias con mente al Targüm samaritano fue la tesis doctoral de
el Targüm de "Ónqélós existentes sobre todo en el Lea Goldberg, realizada bajo la dirección de Kahle.
manuscrito de sigla A, y entre las variantes copiosas ADVERTENCIAS GRAMATICALES. Se reúnen aquí una
insertas entre líneas y en el margen del manuscrito M. serie de características del arameo samaritano, que con-
¿Cómo se han originado semejantes lecciones comunes juntamente ponderadas parecen constituir, aparte de los
en el ms. A?, ¿serán acaso originales en él?, y al ms. M arameos palestinenses, una forma dialectal propia.
¿por qué vía han llegado? Son estas preguntas incapaces Hála: partícula originalmente interrogativa, más em-
de respuesta adecuada por el momento. Justamente pleada comúnmente en enlaces causales, enunciativos'
ahora se levanta cierta incertidumbre sobre la natura- temporales, condicionales, adversativos. En ocasiones,
leza del Targüm 'Ónqelos que se consideraba averiguada es reemplazada, por hen, en los mss. A, Ed, en el Memar
hasta aquí. De la posición exacta del 'Ónqelos derivará de Marqah y en la liturgia.' Ariim aparece más raramente.
no poca luz a esta cuestión samaritana, así como de la Suele traducir el hebreo "úlam. 'Are aparece en el ms. A.
investigación del arameo samaritano se deducirán pun- se«. partícula deprecativa. En hebreo ni, ná.
tos para la relación del arameo occidental y oriental. Sekil:,: adverbio de existencia. En hebreo yes, "nit,
La versión samaritana es estrictamente literal, ceñida en idéntica significación, aparece en el ms. A y en el
al texto del Pentateuco hebreo samaritano, extendiendo, Memar. Allí mismo se hallan las formas lénán, lena,
corrigiendo y duplicando lo que el hebreo extiende, «no tenemos», «no tiene», como en arameo galileo.
corrige y duplica. Es popular, mal intérprete a veces del Además lit antepuesto como negación a perfectos e
sentido original, a veces también retenedora, en la tra- imperfectos.
ducción, de lecciones hebreas hoy perdidas. Apareció Sarir: adverbio, «mucho». En hebreo me'ád.
el Targüm samaritano primeramente en la Poliglota de Sümaya: «los cielos». Así vocalizado constantemente.
París (1645), en la de Londres luego (1657), y final- Existe en cristiano-palestinense.
mente, en volumen aparte y en caracteres hebreos, en Lükán: «a vosotros». Es frecuente la vocalización.
la obra de A. Brüll. El texto de estas publicaciones es Existe en cristiano-palestinense.
el del manuscrito de Peiresc, procedente de Damasco, "Ori, hori: «todavía», «aún». Existe en cristiano-
del año 1514. Sólo la Poliglota de París conoció el ms. palestinense,
original, aunque no le transcribiera sin errores. Errores Déma, takah (gr. Taxa): ambas significando «acaso»,
que proliferaron en las publicaciones consecutivas de- «tal vez». Existen en cristiano-palestinense.

881 882
TARGÜM

Léyad: «a», «hacia». Signo muy corriente de com- THES, Grammatik des chrtstlich-paldstintschen Aramiiisch, Tubinga
1924. A. ÜEIGER, Urschrift und Übersetzungen der Bibel, Frankfort
plemento directo e indirecto. También aparece en cris- del M. 1928. P. KAHLE, Die zwólf Marka-Hymnen aus dem «Defter»
tiano palestinense. des samaritanischen Liturgie, en OrChr, 3.ª serie, 7 (1932), págs.
Kédü: «pues», «así». También en cristiano palesti- 77·106. L. COLBERA, Das samaritanische Pentateuchtargum. Eine
nense. En el Targüm palestinense es kedün. Untersuchung seiner handschriftlichen Que/len, Stuttgart 1935. H.
ÜDEBERG, The Aramaic Par/ of Bereshit Rabba with Grammar o/
Béran: «pero», «además». Así constantemente. Galilean Aramaic, 2 vols., Lund 1939. F. RosENTHAL, Die Ara-
Kémad contracción de kéma de, «como», «como lo miiislische Forschung seit Noldeke's Ver6/fentlichungen, Leiden 1939,
que». No es rara la partícula de escrita "ed con "álef págs. 133-143. P. KAHLE, The Cairo Ceniza, Londres 1947; id.,
Das zur zeit Jesu in Paldstina gesprochene Aramdisch, en ThR, 11
prostético. (1948), págs. 201-216. S. TALMON, The Samaritan Pentateuch, en
Qanúm, qalúm: signo de la reflexibilidad. No es fre- JJS, 2 (1951), págs. 144-150. M. BLACK, An Aramaic Approach to
cuente en el Targüm, the Gospels and Acts, 2.ª ed., Oxford 1954. J. R. Dtxz, Ediciones
Háma: «ver», aparece en los mss. A, Ed. y en el del Targum samaritano, en EstB, 15 (1956), pág. 105 y sigs.; íd.,
Los fragmentos del Targum samaritano publicados, íbíd., pág. 297
Memar. En el resto, e incluso en los citados documen- y sigs. M. H. GOSHEN-GOTISTEIN, Qe¡acim nibhárim mi-targüme
tos en muchos pasajes, la forma elegida es háza, f:,iígal, ha-miqm: hé-sarómívvtm, Jerusalén 1957. ·
ristékal. J. R. DÍAZ
El participio activo se presenta en ocasiones bajo
la forma qatúl, como si estuviera sustantivado: «ma- TARPÉLÁYE' (TapacpaAAaio1 [BJ, TapcpaAAaio1 [AJ;
tador». El genitivo se emplea más veces con la forma Vg. Terphalaci). Nombre que figura entre los firmantes
constructa que con la partícula de: "Aboi dé-ya'aqob, de la carta, dirigida a "Ósnappar, en que se presentaban
o bien, "aboen dé-ya'aqob: «padre de él de Jacob». El quejas de la actividad reconstructora de los judíos
sufijo hebreo masculino singular propio de los nombres regresados de Babilonia1• Tanto éste como otros que
en plural se emplea en samaritano como frecuente he- aparecen en el mismo texto, han dado pie a diferentes
braísmo. A veces incluso con nombres singulares. En intentos de explicación. En Tarpéláyé" se ha visto, bien
mss. tardíos cristiano-palestinenses comparece este he- a funcionarios («notarios», «correos»), bien a un pue-
braísmo. No se cuenta con el wiiw versivo. Donde un blo, como los tibarenos, los componentes de la Tetrá-
ms. emplea la forma perfecta, otro, o el mismo más polis (Antioquia, Laodicea, Apamea y Seleucia), los
tarde, emplea la imperfecta. Las guturales proceden medos, los babilonios, los habitantes de Allende del
con suprema anarquía. También las labiales se confun- Río (cf. pr. tarapiira), los elamitas, etc.
den fácilmente. La extraña forma k, en vez de t, en la 'Esd 4,9.
segunda persona mase. sing. del perfecto de los verbos
Bibl.: PTOLOMEO, Geogr., 6,2,6. ESTRABÓN, 6,8,6; 9, 1; 13,3;
de tercera radical débil, es fenómeno único, al pare- 16,749-750. A. MÉDEBIELLE, Esdras-Néhémie, en La Sainte Bible,
cer, de la liturgia. Es más bien frecuente el enlace di- IV, París 1952, pág. 300.
recto del complemento pronominal al verbo, sin pre- P. ESTELRICH
posición, o con la preposición medio fundida: qatté-
lüteñ por qattélü yateh. TARSEO(0apo-aíos; Vg. Tharsaeas). ->Apolonio(§ l).
Las palabras «amén», «mammona» y «cosmos»,
aparecen cargadas de un sentido muy conforme al del TARSIS («piedra preciosa de color amarillo»; cf. pr,
evangelio. trisus, «ávido»; Vg. Tharsis). Nombre de dos perso-
najes bíblicos:
Bibl.: T. BENGERS, Samaritan and Syriac Alphabets with a Praxis
to Each, Londres 1814. G. B. WINER, De versionis Pentateuchi l. ('Paµmo-aí [BJ, 0apo-eís [AJ. Penúltimo hijo de
Samaritani indo/e dissertatio criüco-exegetlca, Leipzig 1817. J. H. Bilhán, de la tribu de Benjamín, y, como sus hermanos,
PETERMANN, Pentateuchus Samaritanus ad fidem librorum Mss. apud
Nab/usianos repertorum, Berlín 1872-1891. C. VOLLERS, Pentateu-
famoso por su valor1.
chus Samaritanus ad fidem librorum apud Nablusianos repertorum, 2. (LXX omite). Uno de los siete príncipes de Media
Leipzig 1872-1893. J. H. PETERMANN, Brevis linguae Samaritanae
grammatica, literatura, chrestomathia, cum glosario, Karlsruhe-
y Persia, cortesano del rey Asuero 2•
Leipzig 1873. A. HARKAVY, Catálogo y descripción de los Mss. 11 Cr 7,10. Est 1,14.
2

samaritanos de la Biblioteca Imperial, San Petersburgo 1874. J. W.


NUTI, Fragments of a Samaritan Targum Edited from a Bodleian
Bibl.: NOTH, 1426, pág. 223.
Ms. With an [ntroduction, Containing a Sketch of Samaritan History; T. DE J. MARTÍNEZ
Dogma and Literature, Londres 1874 (con un apéndice de Harkavy).
A. BRÜLL, Das Samaritanische Targum zum Pentateuch, Frankfort TARSIS (et: -> Tarsis; 0apo-ís, 0ap.Seís, 0áAao-o-a,
del M. 1875. M. HEIDENHEIM, Bibliotheca Samaritana: I, Die sa-
maritanische Pentateuch-Versíon, Die Genesis ... unter Benutzung der Kapxr¡6óv101 ɵnopol ce»: .Sápo-os [B, Ez 27,25J; Vg.
barberinischen Triglotte, Leipzig 1884; íd., 11, Die samaritanische Tharsis). Según la Tabla de las Naciones y el pasaje
Liturgie, Leipzig 1885; íd., III, Der Commentar Marqah's des Sa· paralelo de Crónicas, fue el segundo hijo de Yáwán '.
marilaners, Weimar 1898. P. KAHLE, Textkritische und lexicalische-
Bemerkungen zum samaritanischen Pentateuchlargum, Leipzig 1898.
Se trata, pues, del epónimo de un lugar citado con
C. CRINESIUS, Lingua Sarnaritica ex Scriptura saáa fideliter eruta, relativa frecuencia en el AT. Muchos creen - salvo
Altdorf (s. f.). J. RosENBERG, Lehrbuch der Samaritanischen Sprache Albright, que interpreta el nombre como «refinería» de
und Literatur, Viena 1901. P. KAHLE, Fragmente des samaritan- metales - que era una ciudad marítima, como permite
ischen Pentateuchtargums, herausgegeben und erliiulert, en ZA, 16
(1902), n.0 1; 17, n.0 l. A. E. COWLEY, The Samaritan Liturgy; II, afirmarlo la SE: los barcos de Taráls eran naves que
Grammar of the Texts XXXV-XLII, Oxford 1909. A. VON GALL, efectuaban largas singladuras", e iban a una factoría
Der Hebraische Pentateuch der Samaritaner, Giessen 1918. CH. comercial", que traficaba en metales, sobre todo en
HELLER, The Samaritan Pentateuch. An Adapta/ion of the Massoretic
Text, Berlín 1923. P. KARLE, Die Lesezeichen bei den Samaritanern,
plata 4, y que se hallaba a gran _distancia 5, hasta el punto
en Paul Haupt Festschrift, Leipzig 1924, págs. 425-436. F. ScHUL- que sirve de paralelo a las islas más distantes", Estaba,

883 884
TARSO

por otra parte, relacionada con los fenicios, en especial al mar. Antiguamente estaba al lado de un lago unido
con Tiro'. Suele identificarse Tarsís con la Tartessos por un canal con el mar y era puerto. Al lado de la
(T apTr¡crcJos) de los autores clásicos, que estaba en la ciudad corre el río Tarsus Cayi - antiguo Cydnus -,
costa sudoccidental de España, localización que goza en el cual se bañó Alejandro Magno cuando después
del apoyo de un texto de Asarhaddón (cf. Clamer). No de pasar las Puertas de Cilicia conquistó a Tarso y
obstante, a ello se oponen reparos extraídos del T.M., como consecuencia del baño estuvo a punto de morir.
como, p.ej., 1 Re 10,22 dice que la flota de Tarsis Hoy Tarso es una ciudad provinciana turca atravesada
volvió, entre otras cosas, con marfil y pavos reales, por la carretera de Adana a Mersín. Tiene varias mez-
inexistentes en la península Ibérica; o, como 1 Re 22,49, quitas y sólo una iglesia grecoortodoxa. En Tarso nació
en que las naves de Josafat zarpan de 'E~yon Géber, san Pablo 1, quien estaba orgulloso de su ciudad: «Ciu-
en el mar Rojo, lo que supondría la navegación a lo dad ilustre de Cilicia» 2• Y tenía razón para estarlo,
largo de África (-+ España en la Biblia y Navegación). porque en tiempo de los seleucidas y romanos se había
convertido en un gran centro de cultura. Según Estra-
•Gn 10,4; 1 Cr 1,7. 'I Re 10,22; 22,49; 2Cr 9,21; 20,36.37;
Is 2,16; 23,1.14; 60,9; Sal 48,8. 'Ez 38,13. 'Jer 10,9; Ez 27,12.
bón, contemporáneo de san Pablo (14, 5,13), «había
'Jon l,3;-4,2. 'Sal 72,10; Is 46,19. 'Is 46,19. tal afición a las disciplinas filosóficas y las llamadas
encyclias entre los tarsenses, que superaban a Atenas,
Bibl.: HERODOTO, 1,163; 4,152. Potrero, Hist., 3,24,2. s. DB
AusEJO, El problema de Tartessos, en Sef, 2 (1942), págs. 171-191. Alejandría y cualquier otro lugar donde hubiera escue-
L. DENNEFELD, Les grands prophétes, en La Sainte Bíble, VII, París las de filósofos». Y casi todos los que se dedicaban al
1947, loe. cit. F. SPADAFORA, Ezechiele, 2.• ed., Turín 1951, págs, cultivo de estos estudios eran naturales de Tarso.
212,215. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
pág. 208. W. F. ALBRIGHT, Archaeology and the Religion of Israel,
El mismo Estrabón cita muchos hombres ilustres
4.• ed., Baltimore 1956, pág. 136. procedentes de Tarso (14, 14-15). Pero de las grandezas
M.GRAU pasadas no ha quedado nada. Al salir de Tarso para
Mersin, se encuentra una puerta romana aún en pie.
TARSO (Tcpcós ; Vg. Tarsust. Ciudad situada a Esta puerta de un solo arco no se llama Puerta de San
38 km al norte de Adana, en la fértil llanura de Cilicia, Pablo, sino Kanyuk Kapu, «Puerta de la Seducción»,
sobre una colina artificial de 27 m de altura, cercana alusión al encuentro de Antonio y Cleopatra cerca de

Tarso. Puerta romana, llamada por los cristianos «Puerta de san Pablo», situada a la salida occidental de la
ciudad, en dirección a Merstn. (Foto P. Termes)
,- 7

885 886
TARSO

Con el triunfo del cristianismo en el imperio, Tarso


fue sede de un obispado.
'Act 9,11.30; 21,39; 22,3. 'Act 21,39.
Bibl.: W. M. RAMSAY, The Cities of St, Paul, their Influence on
his Life and Thought, Londres 1907, págs. 85-244. M. HAGEN,
Rea/ia Bíblica, Paris 1911, pág. 356. H. BéiHLIG, Die Geistesku/tur
voa Tarsus, Gotinga 1913. H. GOLDMAN, Excavations of Tarsus, 2
vols., Princeton 1950.
A. DÍEZ MACHO

TARTAMUDO (heb. 'illég ; 'l'e?l?dswv; Vg, balbus).


El profeta Jsaías, en el cuadro de justicia y prosperidad
que traza de los tiempos mesiánicos, dice que verán
limpiamente todos los ojos, oirán los oídos. los fatuos
juzgarán cuerdamente «y la lengua tartamuda (lengua
de los tartamudos) hablará claro y expedito» 1. Moisés
se confiesa «pesado de boca y pesado de lengua», pero
es posible que ellos no signifique sino falta de elocuencia 2•
Mapa con la situación de Tarso No vuelve a aparecer el vocablo. Es idea distinta
la que sugiere el «bárbaro» que habla una lengua in-
Tarso, al borde del mar. Otro resto romano de la época inteligible para los oyentes, pero que la habla con
de san Pablo es lo que se llama Donik Tas, la «Piedra corrección.
helada» o «tirada»: es un gran bloque de piedra tallada 'Is 32,4; cf. 1 Cor 14,11. 2
Éx 4,10.
que se encuentra a la ribera derecha del Tarsus Cayi C.WAU
y parece ser el podio de un teatro o templo romano.
Se le llama también «Tumba de Sardanápalo». Asi- TARTÁN (8ap.9éxv, 8av.9éxv, Tava.9éxv, Na.9éxv, 8ap-
mismo se hace remontar a la época romana el puente Só ; Vg. Tharthan). Jefe del ejército asirio, citado en
de arcadas sobre el río, a 1500 m al este de Tarso en dos ocasiones en la SE1, que las versiones consideraron
dirección a Adana. como un nombre propio. Es el calco hebraico de la
En 1934, Hetty Goldman, del Bryn Mawr College, voz asiria turtdnu o tartanu, que denota al jefe de las
inició las excavaciones del tell del sudeste de la ciudad . tropas o general jefe.
de Tarso, llamado Gózlüküle. Actualmente es una 12 Re 18,17; Is 20,1.
zona de parque de la ciudad. En lo más alto del tell
ha quedado un hoyo profundo y de mucho diámetro TARTAQ (8ap.9éxK; Vg. Tharthac). Divinidad que
abierto por los excavadores, pero sin nada interesante veneró uno de los pueblos establecidos en Samaría,
que aprender. El resultado de estas excavaciones ha después de la conquista del reino del Norte1. Es un
sido dado a conocer en 1950 y 1956 en dos volúmenes dios desconocido y en su nombre se ha pretendido ver
publicados en Princeton. De las excavaciones resulta una corrupción del de Atargatis, cuyo nombre está com-
que Tarso estuvo habitada por hititas, probablemente puesto de los elementos semíticos <attar (Istar) + <ata.
ya a partir del siglo XIV A.C. Éstos, habían fundado un 12 Re 17,31.
reino en Cilicia llamado Kizzuwatna, cuya ciudad más Bibl.: A. MÉDEBIELLE, Les /ivres des Rois, en La Sainte Bible,
importante era designada con el nombre · de Tarsa, III, París 1949, pág. 761. A. KLEINHANS, Atargatis, en ECall, II,
Tarso, llamada Tarzi en las inscripciones de Salma- col. 265.
nasar II, tuvo que plegarse como toda Cilicia - la M.MÍNGUEZ
Que de los asirios - al poder de Nínive. Ciíicia fue
anexionada a Asiria en 715 A.C. En 696, Senaquerib TÁRTARO. En la mitología griega designaba el
arrasó a Tarso. lugar de tormento en que los gigantes enemigos de los
Después de la caída de los asirios, en Tarso se cons- dioses eran castigados por Zeus. En la Biblia aparece
tituyó un principado que gobernaba toda Cilicia. Y en una sola vez el participio denominativo TapTapwo-as,
ella residía el sátrapa persa cuando Cilicia cayó en que ordinariamente suele traducirse por «precipitar en
manos de los persas. Alejandro entró en Tarso en 333. el tártaro». El autor de 2 Pe, intentando probar el
Después de la muerte de Alejandro Magno, Tarso y castigo de ultratumba que espera a los malvados, aduce
Cilicia fueron adjudicadas a los seleucidas. En 2 Mac 4, el ejemplo de los ángeles pecadores que Dios precipitó
30-31 se narra que los de Tarso y Mallos - otra ciudad en el tártaro, entregándolos a los abismos de tinieblas
de Cilicia - se sublevaron contra Antíoco IV Epífanes (o-1poís só<pov, otros códices leen o-e1país, «cadenas»),
porque habían sido dadas en regalo a Antioquida, como sinónimo del tártaro. La liturgia católica ha con-
concubina del rey. El monarca a toda prisa salió a servado la imagen en la misa de difuntos y pide a Dios
apaciguar la sedición. que «el tártaro no devore» (ne absorbeat eas tartarus)
7

En el año 54 A.C., fue anexionada al imperio romano, las almas de sus fieles. La presencia en la SE de un
siendo la ciudad más importante de Cilicia. Con los elemento mítico popularizado no entraña dificultad
primeros emperadores romanos, Cilicia fue anexionada alguna respecto de la inspiración.
a la provincia romana de Siria, pero desde Adriano de 2 Pe 2,4.
nuevo fue provincia separada, siendo Tarso el centro. C.GANCHO

887 888
TAURO

TASSI (8acrcrí [B], 8acrcr[v [A]; Vg. Thasi). Sobre- En el NT, el Apocalipsis dice que la segunda bescia
nombre de -,. Simón (§ 2). logró de grandes y pequeños, ricos y pobres, libres y
esclavos, que se tatuasen la mano derecha o la frente
TATTENAY (et.?; cf. as. tattanni (?); 8avavaí, 8a.9- con el nombre o la cifra del nombre de la bestia y sin
.9avaí, etc.; Vg, Thathanai). Gobernador de la provin- tal tatuaje (xó:payµa; xapó:crcrw, «grabar») nadie pu-
cia o satrapía de Allende del Río (T.M. 'abar nahiiriih) diese comprar ni vender5• El relato simbólico puede
en la época de Daría Histaspes y Zorobabel. interpretarse a la luz de la noticia que proporciona el
Esd 5,3.6; 6,6.13. libro apócrifo de 3 Macabeos, según el cual Ptolomeo
Bib].: A. T. ÜLMSTEAD, Tattenai, Governor of «Across the River», Filopátor marcó con fuego a los judíos la hoja de hiedra
en JNES, 3 (1944), cf. pág. 46, sobre la posible forma cuneiforme
del nombre.
de Dionisos como violencia idolátrica 6•
G. SARRÓ 1 Lv 19,28. 2Gn 4,15. 'Is 44,5; 49,16. •Ez 9,4-6. 'Ap 13,16-
17. 03 Mac 2,29.

TATUAJE. La costumbre del tatuaje estuvo muy Bibl.: Código de Hammurabi, §§ 226-227, en ANET, pág. 176.
difundida en el antiguo Oriente: el código de Hammu-
rabi legisla sobre las señales que los señores ponían C. WAU

a sus esclavos, sin que sepamos si eran por punción,


corte o quemadura. En la Biblia hay una mención TAU (LXX .Sav). La Vg. y los LXX anteponen
explícita que prohíbe las incisiones con ocasión del esta palabra, nombre de la vigésimo segunda y última
luto y «no imprimiréis en vuestra carne figura de ta- letra del alefato, a Lam 1,22; 2,22; 3,64.65.66; 4,22 y
tuaje» (heb, ket6bet qa'áqa"; ypó:µµa-ra CYTIKTÓ:; Vg. Sal 119, 169 (heb.) (->- Acróstico).
figuras aliquas aut stigmata)', que no hay por qué inter-
pretar como exclusivo del luto. La prohibición tiene TAURO. Cadena montañosa arqueada, con picos
todos los indicios de referirse a prácticas idólatras con de 3560 m de altura máxima, que domina la meseta
las que los fieles se hacían una especie de amuleto, dibu- anatólica y el mar Mediterráneo. Se divide en Tauro
jando en su cuerpo la imagen de un animal o una planta. oriental, que nace en la altiplanicie armenia, Antitauro,
Otros pasajes bíblicos parecen aludir a tales marcas, Tauro propiamente dicho y Tauro occidental. El ver-
aunque con diverso significado que no siempre es posi- dadero Tauro, de 230 km de extensión, domina Li-
ble precisar; así, la señal que puso Dios sobre Caín 2, caonia y Cilicia, y tiene valles que proporcionan acceso
la que los fieles yahwistas escribían sobre su mano como a Siria y Mesopotamia, siendo el más famoso de ellos
proclamación constante de su pertenencia a Dios, y a el de las Puertas de Cilicia (en turco Gülek Boéazi),
su vez la que Dios mismo graba en sus palmas como que han tenido gran importancia histórica y bíblica
recuerdo de aquellos a quienes ama 3, y la que el profeta (->- Cilicia, Puertas de).
Ezequiel pone en forma de tiiw sobre las frentes de los Bibl.: Elt, XXXIII, pág. 338, con bibliografía.
varones elegidos" (-,. Táw). D. VIDAL

Gülek Bogazí, estrecho desfiladero en la cordillera del Tauro, situado a 63 km al norte de Tarso. (Foto P. Termes)
¡---
l
1

889 890
TAW

Ruinas, recientemente reconstruidas, del gran teatro del período grecorromano en la acrópolis de Pérgamo.
(Foto P. Termes)

TÁW (cnustov; Vg. thau). En la descripción de la 4. Lugar identificado, aunque con poca seguridad
gran mortandad con que se castigará a los idólatras, con ---+ Bet Ie-'Afriih.
un hombre vestido de lino trazará un tiiw en la frente 5. Lugar del antiguo territorio de Galaad, próximo
de los fieles a Yahweh, los cuales se salvarán gracias a Dera'(---+Tob).
a tal signo 1. El taw, última letra del alfabeto hebreo,
tenía primitivamente la forma de un aspa o cruz. Algu- TAYIBAH, Hírbet el-, Uno de los lugares pro-
nos Santos Padres derivaron de este pasaje la costumbre puestos como identificables con - Bét Dágón (§ 2).
de santiguarse en caso de peligro (cf. Dennefeld), cuando
señalaron la coincidencia con el signo redentor de Jesús. TEATRO (Sáccrpov ; Vg. theatrum). El pueblo hebreo
1 Ez 9,4.6; cf. Ap 7,3. no conoció hasta los tiempos cercanos al NT - y por
influjo helenizante - los espectáculos del teatro que
Bibl.: L. DENNEFELD, Les grands prophetes, en La Sainte Bible,
tanta importancia política y hasta religiosa tuvieran
VII, París 1947, pág. 491. R. AuGÉ, Ezequiel, en Biblia de Mont-
serrat, XV, 1, Montserrat 1955, págs. 107-108. en la vida griega desde el siglo v. Nada, pues, tiene de
G. SARRÓ extraño que no haya término propio en el vocabulario
hebreo bíblico. Es probable que en la fiebre proselitista
TAYIBAH, El-, En la toponimia árabe de Palestina, de Antíoco el Grande entrase también la construcción de
existen cinco poblaciones que llevan este nombre y algún teatro en Jerusalén, pero los libros de los Macabeos
que pueden identificarse con otros tantos lugares bí- sólo mencionan los gimnasios para los juegos atléticos1•
blicos: Herodes el Grande construyó uno al sur de la mu-
l. Localidad del antiguo territorio de Benjamín, iden- ralla de Jerusalén en la forma ya clásica de semicírculo
tificable con la bíblica ---+ 'Ófriih (§ 1). y en declive, aprovechando un desnivel natural. También
erigió teatros en Sebaste o Samaría, en Cesarea, ciuda-
2. Una ciudad fronteriza del territorio de la tribu de des en las que dio rienda suelta a sus gustos helenizantes
Isacar (---+ Háfáráyím), y constructores; fuera de Palestina los hizo edificar en
3. Ciudad cananea conquistada por Josué (- Héfer), Sidón, Damasco, Gadara, etc. De ellos calla la Biblia

891 892
TEBALYAHü

y las únicas noticias las ha proporcionado Flavio Josefo y pág. 363 y sigs. E. FRÉZ0ULS, Les théatres romains de la Syrie,
en Ann, Arch. de Syrie, 2 (1952), págs. 46-100.
han sido confirmadas por los hallazgos arqueológicos.
e.GANCHO
La Biblia sólo menciona expresamente el teatro de
Éfeso, donde se reunieron las gentes amotinadas por
TÉBAl;I (et.?; Ta~ÉK; Vg, Tabee). Hijo de Náhór
Demetrio el Platero contra Pablo, acusando al apóstol
y de su concubina Ré'ümáh (el primogénito de ésta)1•
de destruir el culto de Artemis o Diana, la diosa pro-
Posiblemente, haya de considerarse como el epónimo
tectora de la ciudad 2• Las excavaciones confirman el
de la ciudad siria homónima ( - Tébah).
relato de los Hechos de los Apóstoles, ya que ha apare- 1Gn 22,24.
cido un teatro con capacidad para 24 500 espectadores.
Bibl.: Miqr., 111, col. 363.
El teatro servía no sólo para las representaciones escé-
nicas de tragedias y comedias, sino también como local
'fÉBAI:I (MaTa~éS; Vg. Thelat). Localidad de 'Árám
en el que se celebraban las asambleas políticas de ca-
Sóbáh-, también llamada Bé\aJ:¡2, de la que David ob-
rácter popular. ·
tuvo gran cantidad de bronce. Tébah es corrección de
Pablo emplea una vez el término .SéaTpov en el sen- Tibhat, grafía con que aparece en el libro de las Cró-
tido espiritual del espectáculo (.Sfoµa), aquello que se nicas (T.M.),- porque así lo aconsejan no sólo las fuen-
contempla con los ojos (Ssóouoa): Dios presenta a los tes extrabíblicas que mencionan dicha ciudad (Am.
apóstoles ante la faz atónita del mundo, de los ángeles tubihi; egip. dbh), sino diversos mss. de los LXX y la
y los hombres, como víctimas destinadas al sacrificio", versión siríaca. Además, se llama Tébah el hijo de Náhor
espectáculo sangriento que más recuerda la carnicería y sobrino de Abraham, el cual pudo ser el epónimo
de los gladiadores en el anfiteatro a los condenados ad del lugar.
bestias de los circos que a los comediantes del teatro. 1!Cr 18,8. '2Sm 8,8.
En una acepción parecida emplea la carta a los Hebreos
Bibl.: ÁBEL, 11, pág. 264.
el participio .SeaTp1~óµevo1 •. T. DE J. MARTÍNEZ
1Cf. 1 Mac 1,15; 2 Mac 4,9.12. 'Act 19,28 y sigs. 3 l Cor 4,9.
•Heb 10,33. TEBALYÁ.HÜ (et.?; Ta~Aai [B], Ta~eAías [A]; Vg.
Bibl.: F. J0SEF0, Bel. [ud., 1, 415 y sigs.; 2, 44; íd., Ant, [ud.,
Tabelias). Levita, hijo tercero de Hósáh y descendiente
15 passim. F. M. ABEL, Histoire de la Palestine, I, París 1952, de Mérári '. Si se atiende a los datos de la SE, puede

Tebas. Vista desde el nordeste del Ramesseum, o templo funerario de Ramsés II, junto a la orilla occidental
del Nilo. (Foto Lehnert & Landrock, El Cairo)

893 894
TEBALYAHO

considerarse que fue portero del Templo durante el


reinado de David.
'l Cr 26,11.
Bibl.: NOTH, 546, pág. 244. Miqr., III, pág. 365.

C. COTS

TEBAS La Biblia no hace mención de 0íWai, «de


las siete puertas», que se halla en Grecia; pero men-
ciona la ciudad santa de los egipcios, a la cual los grie-
gos denominaron «Tebas de las cien puertasx e. Está
situada a unos 670 km al sur de El Cairo y fue con-
sagrada al dios Amón. Los egipcios la llamaban simple-
mente niwt = «la ciudad». De ahí el nombre hebreo
n' (vocalizado no') y el acádico ni'i. En los LXX es
L',1óo-1Toí\ts, «la ciudad del dios»; y en la Vulgata se la
llama por equívoco Alexandria (populorum) B, Alcanzó el
apogeo de su esplendor con la XVIII y la XIX dinastías,
siendo entonces capital del imperio, menos durante el
período de el-'Amamah, dominado por el rey-chereje»
Ahenatón. Las colosales construcciones se levantaban
a lo largo de ambas riberas del Nilo. En el lado oriental,
junto a la actual ciudad de Luxor, se ven todavía las
bellas columnatas del «Templo del Año Nuevo»; y
más al norte (hoy Karnak), elévanse todavía las paredes
de un estupendo conjunto de templos, en los cuales,
los más famosos faraones del rr milenio A.C. dejaron
señales de su devoción al dios Amón. En el lado occi-
dental, en las localidades actuales de Medinet Habu,
Mapa con la situación de Tebas 'Abd el-Qurnah y Deir el-Baharí se halla la necrópolis

Tebas. Fresco de la tumba n.0 277. en el que vemos cómo las estatuas de Amenofis III y de su esposa son
trasladadas procesionalmente al santuario. (Foto Lehnert & Landrock, El Cairo)

895 896
TÉI:UNNAH

Panorámica de Tübás, población situada al norte de Siquem, en una región muy fértil, que se identifica con
la bíblica Tébes, (Foto P. Termes)

arqueológicamente más importante del mundo, donde TEBET (ac. tebitu; 'A5áp [Bl, 'A5wp [S], Tr¡j:11Í.9;
se excavaron ya los túmulos de más de 60 faraones Vg. Tebeth). Décimo mes de origen mesopotámico del
(«Valle de los Reyes»), Ya en la antigüedad, Tebas fue calendario hebreo, que abarca parte de los actuales
devastada y saqueada diversas veces, particularmente diciembre y enero.
por los asirios en 663 A.c. Est 2,16.
En el AT se la menciona tres veces: Jeremías1 y
Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'archéologie biblique, II, París
Ezequiel 2 predicen su ruina definitiva, y Nahum 3, refi- 1953, pág. 177.
riéndose a la destrucción de Nínive, la compara a No'
'Ámon, saqueada por los asirios pocos decenios antes. TECOÍTA (heb, ha-téqo'i; 6 8EK<.0ÍTr¡5; Vg. de The-
AHoMERO, Iliada, 9, 381 y sigs. BCf. JERÓNIMO, en PL, 25, 289. cua). Natural o vecino de Téqóa", como "Iqqés, padre
1Jer 46,25. 'Ez 30,14-16. 3Nah 3,8. de 'lrii', uno de los héroes davídicos1•
Bibl.: A. BLACKMAN, Luxar and its temples, Londres 1923. J. 12 Sm 23,26.
CAPART·WEBROUCK, Gloire d'un grand passé, Bruselas 1928. J. LE-
GRAIN, Les temples de Karnak, Bruselas 1929. M. PoLLET, Thé- TECUA. Nombre que se da, en algunas versiones,
bes, Karnak et Luxar, París 1930. G. STEINDORFF - W. WOLF, Die
a -+ Téqéa" y _.,. Tiqwiih.
Thebanische Graberwelt, Glückstadt 1936. P. MoNTET, Isis, ou á
la recherche de /'Égipte enseve/i, París 1956, págs. 244-255.
O. SKRZYPCZAK
TEFÓN (r¡ Tsocov, Tsqxc ; Vg. Thopo). Una de las
ciudades que fortificó Báquides durante sus campañas
TÉBE~ (vbrillo»; 8r¡j:11Ís, 8aµaoí; Vg. Thebes). Ciu- contra los macabeos1• Suele identificarse con -+ Tap-
dad de Samaría, situada al norte de Siquem. La asedió püah (§ 2), de cuyo nombre parece ser una alteración.
'Ábimélek, hijo de Gedeón, que murió en ella a conse- 11 Mac 9,50.
cuencia de una muela de molino que una mujer arrojó Bibl.: ÁBEL, II, págs. 475-476. SIMONS, §§ 1160.
sobre él'. Un pueblo del mismo nombre existía aún en
tiempos de Eusebio. Se identifica con Tübás, a 16 km TEHILLÍM. Nombre del libro de Salmos en la
al nordeste de Náblus. Biblia hebrea (-+ Salmos, Libro de los).
1Jue 9,50; 2 Sm 11,21.
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 100,B. ABEL, II, pág. 477. SIMONS,
TEl;IINNAH (csúplica»; 8aiµáv [B], 8avá [A]; Vg.
§§ 585, 773. Tehinnai. Descendiente de Judá por la rama de Kélüb,
T. DE J. MARTÍNEZ Fue el tercer hijo de 'Eston y «padre» (fundador) de

897 898
T.El;IINNAH

'lr Náhás, o sea se trata de un nombre tribal que se de divorciarse de su mujer extranjera por orden de
aplica al antepasado de los habitantes de la ciudad Esdras", al regreso de la Cautividad.
mencionada 1• 1Esd 10,24.
1 1 Cr 4,12. Bibl.: N0TH, 550, pág. 223.
Bibl.: NOTH, 1414a, pág. 260.
D. VIDAL TÉLEM (TeAɵ [AJ; Vg. Telem). Población del ex-
tremo sur de Judá1• Abe! la localiza de modo provi-
TEIM, Hírbet el-, Nombre árabe actual de la ciudad sional en el territorio de Zullám y Simons no se decide
bíblica llamada --+ Nadabat. claramente en ningún sentido, aunque reconoce que
debía de estar en la comarca de Zif. Algunos conside-
TEL 'ÁBIB («colonia de mieses»; ac. til-abúbi, «co- ran que puede ser idéntica a --+ Telii'im.
lina de la inundación»; Eis TT)V alxµaAwo-íav µnÉwpos; 1 Jos 15,24.
Vg. acervum novarum frugum). Localidad de Babilo- BibJ.: ÁBEL, JI, págs. 477-478, 490. SIM0NS, §§ 317 (10,11,),
nia, próxima al Kébár, en que Ezequiel y otros exilados 682, 713.
estaban establecidos-. Su situación exacta se ignora.
El nombre hebreo procede del acádico, y alude a la TELG, Gebel el-. Nombre variante de Gebel el-
elevación de terreno en que estaba situada. Sei]J, monte que se identifica con el --+ Hermón.
1
Ez 3,15.
TELL (ár. clásico sing. tall':", pi. tilálr" y tulúlr"; cf.
Bibl.: SIM0NS, § 1409.
bab. tillu, «montón de ruinas»). Montículo palestino
C. COTS
en forma de cono truncado, con los lados escarpados
y la cima plana, de escasa altura. Originalmente el tell
TÉLAJ;I (et.--+ Sütélal}; 0éx?\ees, 0éx?\e [AJ; Vg. Thale).
fue una elevación natural del terreno, cuya parte supe-
Descendiente de Efraím, a través de Béri'áh, el nombre
rior poblaron los hombres por ser de fácil defensa y
del cual aparece en una lista genealógica postexílica.
tener en sus inmediaciones agua potable. Debe su as-
Noth estima que el nombre debiera enmendarse en
Sütélah. pecto actual a una serie de asentamientos y abandonos
sucesivos, así como a la acción erosiva de los agentes
ICr 7,25. atmosféricos, que hicieron desaparecer los restos de la
Bibl.: Norn, 1418, pág. 260. presencia humana, por lo menos en apariencia: cada
D. VIDAL
ocupación del tell quedó señalada por un estrato propio.
El número de los estratos, que muchas veces comprende
TELÁ.'IM (ccorderos»; év ra?\yéx?\015; vs. quasi varias fases, y éstas distintos niveles, oscila entre uno
agnos). Ciudad en el Négeb de Judá, donde Saúl y un par de docenas o algo más.
congregó al pueblo antes de partir contra los amale-
Bibl.: W. F. ÁLBRIGHT, Arqueologia de Palestina, Barcelona
citas-. En el libro de Josué, se le da el nombre de --+ 1962 (trad. cast.), pág. 13 y sigs., sobre el tell y el arte de excavarlo.
Télem", Es preferible corregir el texto de 1 Sm 27,8,
de acuerdo con varios mss., la expresión me '6/iim en J. A. PALACIOS
mi-télem, lo que indicaría que el territorio amalecita
abarcaba desde Télem = Télá'im hasta la frontera de TELL, El-, Sitio arqueológico situado a 2 km al
Egipto. oeste de Betel (--+ 'Ay, Há-).
1 1 Sm 15,4.7; cf. 1 Sm 11,4.6. 2 Jos 15,24.
TELL EL- NA'IMAH, Hírbet, Nombre árabe mo-
Bibl.: ÁBEL, II, págs. 477-478. derno de la antigua --+ Yiiniial}.
T. DE J. MARTÍNEZ

TELL I:IARSÁ.' ( «colina boscosa»; 8eAap170-éx 'Ap17-


TELASSAR (0eeµéx.S; Vg. Thalassar). --+ Tela'ssar.
o-éx; Vg. Thelharsa). Localidad de Babilonia. Citada
junto con Tell Mélah, Kérüb, 'Addiin e 'lmmer. Los
TELA'SSAR (0aeo-.SÉv [BJ, 0a?\ao-o-éxp [AJ; Vg. The-
habitantes judíos de estas ciudades que regresaron a
lassar). Lugar situado al norte de Mesopotamia, que
Palestina con Zorobabel no pudieron probar por medio
conquistaron los predecesores de Senaquerib-, llamado
de su genealogía si efectivamente procedían de Israel'.
asimismo Télassár" y relacionado con el territorio de
No ha sido localizada y, lo mismo que sucede con las
los Béné 'Eden. El nombre no aparece en las fuentes
otras cuatro, no aparece en ningún documento de la
extrabíblicas. Se ha propuesto identificarlo con Til
historia babilónica. Para algunos autores, no se trataría
Barsip, capital de Bit Adini (hoy Tell el-Ahmar), con
de nombres de ciudades sino que serían los jefes de
Ti! Basen (actualmente Tell Besar), en el Éufrates
los exilados (--+ 'Addan).
medio, o con Ti! Asuri, ciudad asiria de situación des-
conocida.
1 Esd 2,59; Neh 7,61.
Bibl.: A. MÉDEBIELLE, Esdras, en La Sainte Bible, IV, París 1952,
ls 37,12.
1 '2 Re 19,12. pág. 292. F. MICHAÉLI, en BP, 1, pág. 1473. Miqr., III, col. 308.
Bibl.: SIM0NS, §§ 952, 1305, 1686. SIMONS, § 1036.
J. A. PALACIOS M. MÍNGUEZ

TÉLEM («luz», «brillo»; ár. zalm'"'; Te?\µi¡v; Vg. TELL MÉLAJ;I («colina de la sal»; 0e?\µe?\ÉK, 0e?\-
Telem). Uno de los porteros del Templo, que hubo µe?\É.S; Vg. Thelmala, Thelmeldt: Localidad de Babilonia,

899 900
TEMOR DE DIOS

mencionada junto con Tell Harsá', Kérüb, "Addán e la religión como decía el poeta Cecilia Estadio, Primus
'lmmer. Judíos habitantes de estas ciudades regresaron in orbe deos fecit timar, el temor está íntimamente ligado
con Zorobabel a Palestina, pero no pudieron demostrar a ella. Ante el poder de la divinidad, el alma humana
su ascendencia israelita 1 (->- Addán). se empequeñece. Mientras en fuerza de la admiración
1Esd 2,59; Neh 7,61. - que puede llegar a terror - aumenta la distancia
Bibl.: A. MÉDEBIELLE, Esdras, en La Sainte Bible, IV, París 1952, entre el alma y Dios, la atracción de lo misterioso la
pág. 292. F. MICHAÉLI, en BP, I, pág. 1473. S!MONS, §§ 1036. acerca reverentemente hacia la divinidad tMystertum
tremendum et fascinans, R. Otto). En ese estado inter-
R. SÁNCHEZ
medio de respecto reverencial ante la majestad divina,
se encontraría la cuna del sentimiento religioso.
TEMA' (cdesierto»; 8mµáv; Vg, Thema, terra austri).
Bíblicamente se suele caracterizar el AT como la
Región situada en la Arabia septentrional'. Sus habi-
religión o ley del temor, y el NT como ley o religión
tantes descendían de Ismael, hijo de Abraham y de
del amor. La expresión exigiría muchos matices para
Agar, la esclava egipcia 2• Jeremías cita dicha región
acercarse a la realidad.
junto con Dédán y Büz, En las inscripciones asirias
aparece con el nombre de timaai, y Nabonid, el último
l. ANTIGUO TESTAMENTO. En el AT, el extremo de
rey de Babilonia, residió largo tiempo en ella. Se iden-
temor instintivo, irracional, «terror» es raro y prefiere
tifica con el oasis de Teimá en el-Nefüd, a unos 362 km
el verbo páhad+. El «Temor de Yahweh» o de «Dios»
al nornordeste de Medina, donde se ha descubierto una
(yiirii') es el temor religioso ante el poder y majestad
estela (siglos vt-v A.c.), de carácter legal, que cita mu-
divinos 2• A cada manifestación de la divinidad, el cielo
chos nombres de poblaciones.
tiene que levantar la pequeñez humana: «No temas»3 •
1ls 21,14; Jer 25,23; Job 6,19. 'Gn 25,15; 1 Cr 1,30.
La fórmula no pierde completamente su valor emocio-
Bibl.: R. P. DouGHERTY, Nabonidus in Arabia, en JAOS (1922), nal, si se tiene en cuenta que la trascendencia divina
págs. 305-316. SIMONS, §§ 121 (9), 252.
T. DE J. MARTÍNEZ se llevaba hasta el extremo de creer que la vista de Dios
es causa de muerte", Lo que de alguna manera está
TEMAN («a la derecha»?; 8mµáv; Vg, Theman). ligado con Dios y su presencia, conserva en las tradi-
ciones restos de una concepción religiosa primitiva:
Hijo primogénito de 'Elifaz y nieto, por lo tanto, de
Esaú. Es el epónimo del lugar en que residieron sus Betel es lugar «terrible» por ser la puerta del cielo 5
descendientes, situado al noroeste de Edom y que se y el Arca de la Alianza causa terror y muerte 6•
emplea a veces como expresión paralela de los edomitas, Pero aun éstos, y otros semejantes', más que la ex-
entre cuyos jefes figura Teman 1. Fue el lugar de origen plosión de fuerzas secretas, expresan la impenetrable
de "Elifaz, el amigo de Job2 • Glueck la identifica con trascendencia de un Dios personal y santo. La raíz
Tawílán, sitio edomita, provisto de fortificaciones, con- auténticamente religiosa del «temor de Yahweh» es la
tiguo a Petra, lo que Abe! considera inadmisible y santidad divina; ante ella, toda criatura es impura y
propone la fortaleza de el-Saubak, situada a 15 millas tiembla 8• Sin embargo, Israel está llamado a la unión
romanas de Petra o a 5 millas, según informa san con este Dios santísimo; la idea de la Alianza impregna
también el concepto del temor. Las hazañas «terribles»
Jerónimo.
1Gn 36,11.15.42; 1 Cr 1,36.53; Jer 49,7.20; Ez 25,13; Am 1,12;
que Yahweh obra son en favor de su pueblo 9• Aun
Abd ver. 9; Hab 3,3. 'Job 4,1; 15,1; 22,1, etc. cuando sean «terribles» juicios de Dios contra su pueblo
Bibl.: N. ÜLUECK, Exploration in Eastern Palestine, 11, en AASOR,
serán expresión del dominio adquirido en virtud del
15 (1934-1935), págs. 82-83. ABEL, I, pág. 285; 11, págs. 479-480. pacto y medios de hacérselo cumplir. Así el «temor
de Yahweh» en Israel excluye todo otro temor a hom-
T. DE J. MARTÍNEZ
bres y dioses extraños'º y todo sentimiento de angustia
e inseguridad.
TEMANITA (heb. ha-témáni; 8aiµávos; Vg. Themani).
Originario del país de Teman, como Husám, sucesor Los pueblos paganos nunca tendrán certeza de no
de Yóbáb, rey de Edom1; quizá fuera de él 'Elifaz, haber incurrido en la caprichosa ira de alguno de sus
uno de los amigos de Job2, aunque parece más vero- innumerables dioses, terrible angustia del Job babilonio.
símil, dado el contexto, que procediera de Tema'. Israel conoce la voluntad de su único Señor; sabe
1Gn 36,34; 1 Cr 1,45.
cuándo tiene razón para temer. Así el temor de Yahweh
'Job 4,1; 15,1; 22,1; 42,7.9.
se convierte en expresión de una norma de conducta
T.DEJ.MARTÍNEZ y, poco a poco, en término técnico. Sobre todo para la
escuela deuteronomista equivale a guardar la Alianza,
TEMED, Wiidi el-, Lugar situado a cuatro horas obedecer los mandamientos de Yahweh, seguir sus
de camino al sudeste de Mádaba (__,. Be'er,, § 1). caminos". Por eso, el «motivo» del temor en la peda-
gogía profética tiende a llevar al pueblo a este temor
TEMENi (et.?; Ocnuóv ; Vg, Themani). Hombre de positivo, de cuya cumbre está ausente todo elemento
la tribu de Judá y tercer hijo que • Ashür tuvo de una servil u. Es tan grande y constante la experiencia de la
de sus dos mujeres, la llamada Na'áráh. bondad (/:zésed) del legislador, que el temor conduce
1 Cr 4,6. a la confianza, a la entrega 13; el primitivo concepto
del temor se va acercando al «amor» ('iihiib), llenando
TEMOR DE DIOS (heb. yir'at yahweh, yir'at 'elohim; junto con él el vacío de la lengua para expresar en una
qiój3os Tov 8eov; Vg. timar Domini). Sin ser origen de palabra abstracta la idea de «religión»: «Qué te pide

901 902
TEMOR DE DIOS

Dios sino que temas a Yahweh, tu Dios, que sigas sus 'Éx 14,31; 20,20; 34,10; Dt 4,34; 10,21; 26,8; 2Sm 7,23; Sal 106,
22, etc. 10Éx 15,11; Dt 1,17; Is 18,12.13; Jer 10; 3,12; Sof 2,11,
caminos, que ames y sirvas a Yahweh con todo tu etc. uon 22,12; Dt 4,10 sigs.; 5,29; 6,2; 8,6; 10; 12,20; 17,19;
corazón y toda tu alma»>. «Temeroso de Dios» equi- 28,58; Sal 25,12.14; 86,11; 111,1; 119,63; Prov 3,7; 8,13; 14,2, etc.
vale a «piadoso» 15, y para los libros sapienciales, el "Is 8,13; Jer 3,8; 5,22, etc. 13Sal 31,20; 33,18; 147,11, etc. "Dt
«Temor de Dios», la «religión» será el principio y con- 10; 12, cf. 11,1; 30,16. "1 Re 18;3; 2Re 4,1; Sal 15,4; 22,24.26,
etc. "Prov 1,7; 9,10; Eclo 1,11-27; 19,18. "Is 11,2-3; Jer 32,29.
sumación de la sabiduría ". Los mismos profetas lo
consideraban ya como un distintivo del tiempo mesiá- 2. NUEVO TESTAMENTO. De hecho, el NT recoge
nico17. casi todos estos rasgos veterotestamentarios. La irrup-
11 Sm 11,7; Is 2,10.19.21; cf. Gn 31,42 hasta ahora se traducía ción del sobrenatural tiene que prevenir con un «no
el «Terror de Isaac», una manera antigua de denominar a Dios. temas» 1. En verdad, sin embargo, que el temor de Dios
'I Sm 2,2; Jer 5,22.24; Sal 32,68, etc. 3Gn 15,1; 21,17; 26,24; juega menor papel (<pói3os -rov 8rnv sólo aparece cinco
Éx 14,3; 20,20; Jos 8,1; Jue 6,23; Is 41,10.13; Dan 12,19, etc. •Gn
32,31; Éx 19,21; 20,19; 33,20; Jue 13,22.23; Is 6,5, etc. 'Gn 28,17; veces y <poi3e1cr.Sa1 -rov 8eóv unas veinte veces, sobre
cf. Éx 3,5. '1 Sm 4,7; 5,7; 2Sm 6,6-9. 'Éx 4,26; 20,18; 2Sm todo en escritos posteriores). Los evangelistas han re-
24,1, etc. 'Is 6.1-7; Os 11,9; Sal 99.2-3; cf. Éx 3,5; 15,11, etc. saltado a Jesucristo como encarnación de la bondad y
misericordia divinas. Por lo mismo son más significa-
El dios Tesub, divinidad hitita y hurrita de la tempestad. tivos y de mayor valor apologético los pasajes en que
(Foto Museo del Louvre) el temor ante la persona de Cristo son, dentro de la
mentalidad judía, como una confesión implícita de su
divinidad 2 • Todo el juicio de Dios escatológico inspira
temor3, pero éste bien entendido es sumisión", vida
religiosa 5• Los «temerosos de Dios» son los' piadosos
del AT 6 y más tarde los prosélitos del judaísmo 7 • Todo
espíritu de temor servil desaparece en la filiación adop-
tiva por la que clamamos con Cristo Abba, Pater+,
«porque el que teme no es perfecto en el amor» 9 •
1Lc 1,12.13.30; 2,10; 5,10; Mt 28,5.10, etc. 'Le 5,8.10.26; Mt
9,8; Me 4,41; Le 8,25; Me 5,33; Mt 17,6; 27,54; 28,8. 'Le 12,5;
Mt 10,28; Heb 10,31. 'Ef 5,21; Col 3,22; 1 Pe 2,17. 'Act 10,35;
Flp 2,12; Ap 11,8. 'Le 1,50. 'Act 10,2.22; 13,16.26, etc. 'Rom
8,15. '1 Jn 4,17.

La fórmula temor de Dios, llena a lo largo de la re-


velación de la experiencia histórica del Dios de la
Alianza, puede - en parentesco íntimo con otras refe-
ridas a Dios: «conocimiento», «confianza», «amor» -
resumir o identificarse con el concepto de «religión».
Bibl.: Además de las teologías bíblicas, cf. O. ZIMMERMANN,
Ehrfurcht vor Gott, en Zeitschrift für Aszese und Mystik, 2, Würz-
burgo 1927, págs. 64-68. B. J. BAMBERGER, Fear and Love of God,
en HUCA, 6 (1929), págs. 39-53. R. SANDER, Furcht und Liebe im
paliistinischen Judentum, Stuttgart 1935. B. ÜEMSER, Jir'at Jahwe
(Vreze des Heren) in den Psalmen, en Nieuwe Theologische Studien,
22, Groningen 1939, págs. 140-152. H. A. BRONGERS, La Crainte
du Seigneur, en OTS, 5 (1948), págs. 151-173. B. J. O0STERHOFF,
De Vreze des heren in het Oude Testament, Leiden 1949. J. EN-
GELBRECHT, Die betekenis van die begrip «Vrees van die Herew in
Spreuken, Job en Prediker, en HervTs, 7/4 (1950-1951), págs. 191-
223. R. H. PFEIFER, The Fear of God, en IEJ, 5 (1955), págs. 41-48.
J. FICHTNER, Gottesfurcht im A.T., en RGG, 2 (1958), cols. 1793-
1794. CH. MAURER, Gottesfurcht im N.T., en RGG, 2 (1958), cols.
1794-1795. J. PEDERSEN, Israel. Its Life and Culture, 2.• ed., III-IV,
Londres-Copenhague 1959, pág. 623 y sigs, L. NIEDER, Gottes-
Jurcht. I. In der Schrift, en LThuK, 4 (1960), cols. 1107-1108. B.
ÜLIVIER, La crainte de Dieu comme valeur religieuse dans I' ancien
Testament, Bruselas 1960. S. PLATH, Furcht Gottes. Der Begrif,
«yara:i», im A/ten Testament, II, 4, Stuttgart-Berlín 1963.

:J. R. SCHEIFLER

TEMPESTAD. La tempestad en la Biblia tiene el


sentido impreciso y popular que comprende toda per-
turbación del tiempo en la tierra y en el mar. Por ello,
los términos para indicar las alteraciones atmosféricas
son múltiples, y múltiples asimismo las traducciones
(se'iiriih, ac. sáru, «viento»; zérem, súfáh, .fo'iih, etc.;
Ka-rmyís, i\aii\m¡.,, cretcrµós, xe1µwv; Vg. procella, imber,
tempestas). ·

903 904
Jerusalén. Vista aérea de la explanada del Templo. En el centro se levanta el recinto llamado Qubbat el-Sahrah
o «Cúpula de la Roca». (Foto Orient Press)
TEMPESTAD

Los pueblos de la antigüedad veían en todos los fenó- mental que. unida a la fe6 y demás virtudes, regula el
menos violentos de la naturaleza física otras tantas comportamiento moral ascético del que se siente unido
intervenciones-de la divinidad. Ni Israel fue una excep- a Cristo.
ción: el rayo, el trueno, las tormentas y tempestades 1Sab 8,7. 'Eclo 31,17-27. 'l Tes 5,6-8; l Pe 1,13. 'Roro 13,
manifiestan el poder y la ira de Dios que siempre con- 13-14. 5
2 Tiro 1,7. '2 Pe 1,6.
trola de cerca los acontecimientos físicos y morales de S. FOLGADO
la vida humana. Las epifanías justicieras llegan con
nubes y relámpagos, con terremotos y tempestades, TEMPLO DE JERUSALÉN (heb. ha-báyit, báyit yah-
amedrentando a los impíos. Es famosa la tempestad weh [hii-'e/6him], miqdas ha-báyit, biráh, [há-jhékal, he-
del relato de Jonás, en que tanto los marineros gentiles kal yahweh, hékal qodes yahweh ; 01Kos, vaós, lspóv, ayía-
como el propio profeta ven en el oleaje amenazador o-µa, &y1ov; Vg, domus, templum, sanctuariumt. Único
un signo de la ira divina que persigue a un culpable'. lugar destinado al culto oficial de Yahweh, conforme la
En general, los numerosísimos textos proféticos que ley bíblica de la centralización del culto '. Durante
aluden a las conmociones cósmicas apuntan no sólo su existencia, el Templo de Jerusalén conoció tres fa-
al poder de Dios, sino a su poder soteriológico, por el ses sucesivas.
que siempre puede salvar a los creyentes y humildes, y l. PRIMER TEMPLO o DE SALOMÓN. Su proyecto se
a .su cólera punitiva del crimen 2• remonta a David, pero fue Salomón quien lo construyó,
El NT recuerda la tempestad que Jesús apaciguó en tras siete años de trabajo, con los materiales y operarios
el marde Tiberíades3, donde las tempestades son súbitas que le proporcionó Hirám, rey de Tiro 2 • Se conoce
y violentas por la fuerza del viento encajonado en la con exactidud el lugar en que se erigió. Es· la colina
gran hendidura de la fosa del lago y del río Jordán. nordeste de la ciudad de Jerusalén, que ocupa en la
También Pablo las sufrió con frecuencia en su aposto- actualidad la «Cúpula de la Roca» o mezquita de Ornar,
lado azaroso". Sentido figurado de turbación de ánimo, así como otros edificios musulmanes: la circunstancia
de inconstancia tiene la tempestad en algunos pasajes de que sea un lugar sagrado del islam impide toda
apostólicos". Entre los cataclismos que caracterizarán excavación arqueológica. Hoy presenta el aspecto de
los últimos acontecimientos está también el alboroto una gran explanada de forma trapezoidal, cuyos lados
terrorífico del mar". oriental y occidental miden 462 x 491 m, y el meridional
1Jon 1.4 y sigs. -cr. 2 Sm 22,16; Am 1,14; Is 5,29; 29,6; 30,34; y el septentrional 281 x 310 m. En su centro está la roca
Jer 4,13; 23,19; 30,23, etc. 'Mt 8,24-26 y par. 'Act 27,20; 2 Cor sagrada, en la que se alzaba el altar de los holocaustos.
11,26. -'Ef 4, 14; Sant 1,6. 'Le 21,25; cf, Ap
18,17 y sigs.; 20,13, etc.
Aún en tiempo de Salomón, dicho lugar se relacionaba
C. WAU con tradiciones santas: en él estuvo el ejido del jebuseo
'Ómiin (>Árawniih), en cuyo lugar es donde se apareció
TEMP,LANZA· (ccocoovtouós, o-wq,poo-vvr¡; Vg. so- el Ángel de Yahweh y en donde David construyó un
brietas). Término de significación genérica en la Bi- altar",
blia, determinada siempre por la moderación con que El Templo salomónico presentaba, a contar desde !a
el hombre debe utilizar las cosas de este mundo. Mas entrada situada en el este, las tres partes siguientes: el
en concreto hace referencia al dominio que refrena vestíbulo (heb. "úlám, 5,50 x 11 x 16,5? m); la sala
toda suertes de apetitos. Como caso especial por la (heb, kékal; cf. sum. É. GAL, «casa grande», y ac.
insistencia y detalles normativos con que se propone ékallu, «palacio»), también llamada «santo» (22 x 11
destaca la sobriedad en la comida y bebida. x 16,50 m); y, en fin, la cella (heb. débir) o «santísimo»,
' La templanza se incluye en el número· de las virtudes de forma totalmente cúbica (11 m por lado). En las alas
cardinales, que son.como el eje en tomo al cual se pola- nordeste y sur de este edificio había adosada otra cons-
rizala vida moral del hoinbre, resultado que sólo la pose- trucción de tres plantas, con numerosas habitaciones
sión de la sabiduría justifica 1. El Eclesiástico enumera las para los sacerdotes y el ajuar. En la cima de la tercera
normas que deberi presidir dicha moderación; y luego planta, algunas ventanas practicadas en el muro del
de elogiar la sobriedad en la comida, termina con una Templo proporcionaban luz al vestíbulo y al «santo»,
apremiante exhortación a la templanza en todas las pero el «santísimo» carecía de ventanas y, por lo tanto,
cosas, porque es buena para el hombre", permanecía en oscuridad total.
La moderación y sobriedad son virtudes generales y Las tres partes interiores, que probablemente se ele-
necesarias que a todos obligan, de manera especial a vaban poco a poco a medida que se penetraba en el
los-cristianos, hijos de la luz, y que deben, por lo mismo, vestíbulo, se hallaban separadas por dos tabiques de
estar vigilantes y ser sobrios, es decir, llevar una vida madera de cedro y estaban revestidas de idéntica ma-
moral buena y santa en las costumbres3• El que está dera, salvo el pavimento que era de ciprés. En las pare-
revestido, de Cristo vive según Cristo, con decoro y des había entallados querubines, flores y palmas, que
honestamente, evitando cuanto no dice bien a la tem- tenían capas de oro. La puerta de ingreso en el santo era
planza y moderación de los apetitos desenfrenados. Hay cuadrangular y la que llevaba al «santísimo» pentagonal.
que huir de la excesiva solicitud por la carne, conside- Al entrar en el Templo había que atravesar, ante todo,
rada como sede de las pasiones; no hay que seguirla el patio exterior, donde estaba el altar de los holocaus-
para no ser arrastrados por sus excesos". tos', con la forma de un ziggurat babilónico de tres
Dios ha dado a los cristianos el espíritu de prudente pisos y la cima adornada con cuatro cuernos. Recibía
moderación 5 y de renuncia a los placeres del mundo el nombre de har'é" (ac. arallu, vocablo que designa el
para vivir en el siglo con temperancia, virtud funda- mundo infernal o la montaña de los dioses).

907 908
Interior de la Qubbat el-Sa hrah con la roca del Templo. A la izquierda se ve una zanja que pudo haber sido
la base del muro occidental del santísimo
TEMPLO

Venía luego el Mar de Bronce, enorme vasija hemis- 1934: ante la fachada de un templo, probablemente el
férica de 787 hectolitros de capacidad, que descansaba de Melqart, se alzan dos columnas exentas.
en doce bueyes de bronce agrupados de tres en tres. En el «santo» estaba el altar de oro para quemar
Aparte del fin práctico de suministrar agua para las incienso, la mesa de cedro, cubierta de oro, en la que se
numerosas abluciones y purificaciones 5, poseía también depositaban los panes de la presentación o de la pro-
un significado simbólico. El nombre de «mar» le rela- posición, y diez candelabros de oro.
ciona, ya con el lago sagrado de los templos egipcios, ya Una sola vez al año, en el día sagrado de la Expiación,
con el apsú de los babilónicos, que recordaba el abismo el sumo sacerdote entraba en la parte más sacra del
de las aguas primigenias. Es posible también que los Templo, el «santísimo», al que envolvía una misteriosa
doce bueyes tuvieran un valor simbólico; en el mundo oscuridad. En el centro se hallaba el Arca de la Alianza,
cananeo, asociados con el dios de la fertilidad Bá'al que, según los datos de Éxodo, parecía una caja rectan-
Hadad, representan la fecundidad. El agua se llevaba gular. Su función era compleja. Según algunos textos
hasta él mediante diez cuencos transportados en carros. bíblicos, correspondientes en especial a los libros de
El tazón redondo de Amatonte, descubierto en Chipre, Samuel, era el paladión de la nación, al que se recurría
es el más bello paralelo arqueológico del Mar de Bron- en los momentos más críticos, porque se consideraba
ce. Los bacines hallados en Enkomi y Larnaca (Chi- el trono en que Yahweh establecía su presencia, invisible,
pre) ofrecen una clara ilustración arqueológica de los pero sobremanera eficaz; en cambio, textos bíblicos la
cuencos salomónicos, aunque son mucho más pe- describen como el receptáculo de la Ley y la denominan
queños. «Arca de la Alianza» y «Arca del Testimonio». Quizá, en
Antes de salvar el umbral del vestíbulo, el visitante cuanto a forma, se inspiró en las pequeñas arcas pro-
encontraba a los lados del mismo dos columnas de cesionales de los templos egipcios, cuyos paneles ador-
bronce de 9,9 m de altura, y un diámetro de 2 m, sin nan a menudo imágenes femeninas, que protegen el
sostén y hueras. Las coronaba un capitel broncíneo, de símbolo de la divinidad con sus alas abiertas.
2,75 m de alto, en forma de copa, exornado de lotos A los dos lados del Arca había dos querubines de ma-
y granadas. Se llamaban Yakin y Bó'az, Los eruditos, dera de acebuche, recubiertos de oro, de casi 5 m de al-
no obstante sus esfuerzos, no han logrado explicar con tura, y cuyas alas desplegadas medían cada una cerca
exactitud la función de estas columnas, ni el significado de 2,75 m. Unos autores los han comparado con los
de nombres tan enigmáticos. La ilustración arqueológica seres híbridos representados en las puertas de los san-
más segura de estas misteriosas columnas la ofrece una tuarios asirobabilónicos, de los que derivaría el nombre
naos, procedente de la región de Tiro y publicada en káribu, «aquel que intercede», así como su antropo-

Panorámica de la explanada del Templo y la «Cúpula de la Roca» desde el valle de Josafat. (Foto F. Arborio
Mella, Milán)

911 912
TEMPLO

Maqueta del Templo de Herodes, según la reconstrucción de K. Schick

modismo y su función, pero no el carácter divino; otros lo saqueó y profanó, pero los macabeos lo restau-
hablan de las esfinges aladas, esto es, los leones con alas, raron.
de faz humana, tan frecuentes en el arte fenicio, sobre AF. JOSEFO, Bel/. /ud., 5,5. DTÁCITO, Hist., 5,9.
todo en los marfiles. 1Esd caps. 3-6; Ag 2,2-9. 'l Mac 1,21; 4,49.51.
El Templo salomónico se inspira en la idea arcaica de
los sumeroacadios, según la cual es la morada exclusiva 3. TEMPLO DE HERODES EL GRANDE. La tradición
de Dios en medio de su pueblo, y cuya construcción judía consideró siempre el de Herodes corno el «segundo
regula una revelación divina especial (cf. el cilindro A Templo», figurando como el embellecimiento del reedi-
de Gudea). Pero arquitectónicamente deriva de Fenicia- ficado en 516 A.c. A Herodes se dedicó a la grandiosa
Canaán; de hecho encierra gran afinidad con el tem- empresa para ser bien visto de los judíos y ostentar su
plo descubierto en 1936 en Tell Tainat y con el afición helenística al fomento edilicio. Los trabajos,
hallado en 1957 en Tell el-Qedah, en la Galilea septen- principiados en el 19 A.c., duraron nueve años y medio,
trional. bien que las labores de retoque se prolongaron hasta
1Dt 12,5-28. '1 Re caps. 6-8; 2 Cr caps. 3-4; Jer cap. 52; Ez
el 62 D.c.1
caps. 40-42. 32Sm 24,16-25; 2Cr 3,1. 'Ez 43,13-17. '2Cr 4,6. El Templo conservó la estructura salomónica; sin
embargo, se le dio mayor altura y considerables adi-
2. SEGUNDO TEMPLO o DE ZOROBABEL1. Una de las ciones. Se amplió el doble la explanada circundante
preocupaciones más vivas de los israelitas vueltos del para que contuviese tres atrios nuevos.
Exilio fue la reconstrucción del Templo de Jerusalén, El más exterior de éstos era accesible a todos, por lo
destruido por completo en 587 A.C. por obra de Nabu- que mereció el nombre de «atrio de los gentiles»; una
codonosor. El nuevo Templo se concluyó en el 516 A.c., linde de piedra, con inscripciones en griego y latín,
tras muchas oposiciones y dificultades. Reprodujo las amenazando con la pena capital a quien la salvase
líneas principales y la disposición del salomónico, pero (dos de estas inscripciones se han recobrado), marcaba
era netamente inferior en suntuosidad y riqueza de su límite. Sus lados oriental y meridional estaban cu-
ajuar. Careciendo de Arca de la Alianza, que también biertos por suntuosos pórticos, a los que se daba respec-
resultó destruida (su ocultamiento en el monte Nébó, tivamente el nombre de «pórtico de Salomón»" y
debido al profeta Jeremías, es una leyenda popular sin «pórtico real».
fundamento: 2 Mac 2, l y sigs.) el «santísimo» estuvo El atrio interior, más elevado y cercado de fuertes mu-
vacío A, y vacío lo halló Pornpeyo en el 63 A.C. B En lugar ros, se reservaba exclusivamente a los judíos. Se dividía
de la anterior decena de candelabros, el «santo» po- en «atrio de las mujeres» y «atrio de los israelitas».
seyó un solo áureo de siete brazos2 • Antíoco Epífanes Más allá estaba el «atrio de los sacerdotes» y, en él, el

913 914
TEMPLO

altar de los holocaustos. Finalmente, se encontraba 1


Neh 4,1; 6,1-14; 13,28. '2 Mac 6,2. 3Dt 12,5.11; 27,4; cf. Jn
el Templo con las tres partes tradicionales. 4,20-21.

En el ángulo nordoccidental, donde antes se alzara Bibl.: M. ÜASTER, The Samaritans, Londres 1925. J. JEREMIAS,
Die Passahfeier der S., en BZA W, 59 (1932). Y. BEN Zv1, Séfer
la roca (heb. biráh), Herodes construyó la inexpugnable ha-!iómérónfm, Tel-Aviv 1935 (en hebreo).
y célebre fortaleza Antonia, dedicada al triunviro J. MEYSING
Antonio.
Poco tiempo después de su total edificación, el 10 TEMPLOS PAGANOS. La palabra «templo» de-
de Loos (6 ó 29-30 de agosto) del año 79 n.c., el Templo nota una estructura arquitectónica construida para dar
herodiano fue incendiado y jamás volvió a reconstruirse culto a uno o varios dioses. Los templos se distinguen
(->- Jerusalén). de los «lugares altos», que eran santuarios al aire libre.
AF. JosEFO, Bel/. Iud., 5,5. Consisten en un edificio generalmente techado con patios
1Cf. Jn 2,20. 'Jn 10,23; Act 3,11; 5,12. y muros que limitan a éstos. El hebreo no posee un térmi-
Bibl.: G. RiccIOTTI, Storia d'Israele, I, Turin 1932-1933, págs. no específico expresivo de lo que los occidentales en-
354-364; n, págs. 108-120, 397-402. F. w. ALBRIGHT, Archaeology tienden por «templo»; mas, por considerarlo morada
and the Re/igion of Israel, 3.• ed., Baltimore 1953, págs. 142-155. de la divinidad, utiliza el vocablo bét, «casa», con que
G. B. WRIGHT, Biblical Archaeology; Londres 1957, págs. 136-145. suele designar al santuario. Otro nombre que le aplica
M. HARAM, The Ark and the Cherubim: Their Symbolic Signi/icance
in Biblical Ritual. en IEJ, 9 (1959), págs. 30-38. A. PARROT, El es el de hékal, derivado del acadio ékallu («palacio»,
Templo de Jerusalén, Barcelona 1960 (trad. esp.), «templo»), que a su vez es un préstamo del sumerio
A. ROLLA É. GAL, «casa grande».

TEMPLO SAMARITANO. Son dos las fuentes l. TEMPLOS CANANEOS DEL PERÍODO PREISRAELITA. En
que nos proporcionan detalles sobre el origen del cisma las excavaciones palestinas, se han descubierto varias
de los samaritanos: el libro de Nehemías y Flavio estructuras de templos. Acostumbran reconocerse por
Josefo. Ambas coinciden en vincularlo a la persona los objetos cultuales que se encuentran en ellas o por sus
de SanbaJ.lat (gobernador de Samaría) y su yerno, características paralelas a las de otros templos co-
nieto de "Elyásib (gran sacerdote), que fue expulsado nocidos. En muchos casos es imposible decir a qué
de Jerusalén a causa de su matrimonio mixto. Josefo dios estuvieron consagradas, aunque en algunos resulte
indica que Sanbal.Jat construyó un templo para su evidente la presencia de cultos extraños. Los ejemplos
yerno (Manasés) en el Garizim, en tiempo de Alejandro de templos excavados que siguen se presentan por orden
(332 A.c.)A. La Biblia agrega que fue Nehemías (go- cronológico. Aquí se trata únicamente de los restos
bernador de Judea), quien expulsó en el año 4331 al arquitectónicos, cuya naturaleza de templos apenas
nieto de 'ElyasibB. Sanballat, sátrapa de Samaría, se puede discutirse.
conoce, además a partir del 408 A.c., gracias a uno de
l. 'AY. En el-Tell, que suele identificarse con la 'Ay
los papiros de Elefantina.
bíblica, Mme. J. Marquet-Kraus descubrió una amplia es-
Debido a que la redacción y la cronología del libro
tructura (fig. 1). Sus excavadores la llamaron «palacio»,
de Esdras-Nehemías todavía ofrecen ciertos problemas c;
pero desde entonces se ha reconocido que es un templo, el
que el origen del cisma fue algo más que la erección
cual data aproximadamente de mediados del n milenio
de un templo; y que la descripción de Josefo contiene
A.c. Se componía de una sala rectangular principal,
ciertas tradiciones populares alrededor de Alejandro
de 20 x 6,50 m, con la puerta en uno de los lados
que son no históricas>, todo ello contribuye a que no
largos. Pilares de madera, apoyados en basas de piedra,
pueda establecerse una datación segura del templo.
sostenían la techumbre. Las paredes consistían en pie-
Basándose en las relaciones generales entre Judea
dras escuadradas, dispuestas en hiladas regulares. Delante
y Samaría, y en el análisis de los acontecimientos de
de la sala principal había un pórtico, del cual sólo pudo
Judea, se supone que el templo samaritano fue cons-
comprobarse la anchura. El conjunto estaba rodeado
truido aproximadamente hacia el año 400 A.c. E
por una muralla, excavada en ciertas partes del norte,
Según Josefo, era parecido al de Jerusalén F. En el
el oeste y el sur.
año 168, uno y otro fueron dedicados a Zeus por orden
de Antíoco Epífanes2• En 129-128G, Juan Hircano Bibl.: J. MARQUET-KRAuss, La deuxiéme campagne de Joui/les
destruyó el templo de Samaria que nunca más fue a Ay (1934), en Syr, 16 (1935), págs. 325-329. G. B. WRIGHT, The
Temple in Palestine-Syrla, en BA, 1 (1944), págs. 70-71. W. F.
reedificado. Las excavaciones efectuadas junto a la ALBRIGHT, Arqueología de Palestina, Barcelona 1963 (trad. esp.).
iglesia bizantina de Zenón, solamente han puesto al
descubierto algunas piedras que quizás pertenecieron 2. MEGIDDO. El nivel XV (ca. 1900 A.C.) de Megiddo
al antiguo temploH. Todavía en la actualidad se celebra reveló tres templos del Bronce II de tamaño y dispo-
la Pascua en el lugar que, según la tradición samaritana, sición hasta cierto punto uniformes (fig. 2). Cada uno de
fue señalado por Moisés". ellos estaba, al parecer, dedicado a un dios diferente,
puesto que todos se utilizaron al mismo tiempo. Dos
AAnt. Jud., 11,7,2-8,4; 13,9,1. BE. SACHAU, Aram. Papyrus ... ,
Leipzíg 1911. CH.H. RoWLEY, The Chr. Order of Ez. and Nech.,
se hallaban juntos, y el tercero formaba ángulo con
Londres 1952, págs. 129-159; íd., Sanb, and the Sam. T., en BJRL, ellos. Todos constaban de una sala de 9 x 13,70 m y un
38 (1955), págs. 166-198. nv. TCHERIKOVER, Hell. Civ. and the pórtico frontal provisto de dos columnas. Cada sala
Jews, Jerusalén-Filadelfia 1959, págs. 42-45. EV. TCHERIKOVER, tenía una pequeña cámara lateral y su techo recibía
ibíd., 419; cf. A. SCHALIT, A Chapter ... , en Comm. in Mem. J. Lewy,
pág. 252 y sigs. FAnt. Jud., 11,8,2; 13,9,1. GAnt. Jud., 13,9,1. el soporte de columnas, con basas de piedra, algunaa
HPEFQS (1873), pág. 69. de las cuales se encontraron · in situ. Una plataforms

915 916
TEMPLOS

elevada se adosaba a la pared del fondo de la sala de dedicado a 'Asrat Yam, la diosa cananea del mar. Pro-
los santuarios y servía probablemente de base del altar bablemente acudían a él las poblaciones de varias ciu-
y de la imagen del dios. dades del litoral, situadas en la vecindad del santuario,
Detrás de una de las estructuras de los tres templos, y también los marinos que desembarcaban en un puerto
había un muro bajo que ceñía un altar, ancho y redondo, cercano.
situado al aire libre, el cual tenía un diámetro de unos Bibl.: I. BEN-DOR, A Midd/e Bronze-Age Temple at Nahariyah,
10 m y una altura de 2 m. Un tramo de peldaños situado en QDAP, 14 (1950), págs. 1-41. M. DOTHAN, The Excavations al
en su lado oriental, llevaba a la cima. Gran cantidad Nahariya, en IEJ, 6 (1956), págs. 14-25.
de cenizas y de huesos, encontrada alrededor del altar 4. SIQUEM. Las excavaciones en Tell Balátah, la
y dentro del recinto, suministró pruebas de la índole Siquem bíblica, han puesto de manifiesto un templo
cultual de esta estructura. (fig. 4) conocido por la Biblia1 con el nombre de
Bibl,: G. Loun, Meglddo II, Chicago 1948, págs. 78-84, vol. «templo de Bá'al Bérit». E. Sellin, el primer excavador,
de texto.
reconoció su índole sagrada, que más tarde discutió
3. NAHARIYAH. En Nahariyah, a 8 km al norte de Acre, G. Welter, quien le sucedió en la exploración arqueo-
se descubrió un pequeño templo (fig. 3) de la segunda lógica. Cuando una estructura semejante, que era inne-
mitad del Bronce Medio (después del 1800 A.c.). Cons- gablemente un templo, se excavó en Megiddo, se probó
taba de una sala larga, 11 x 6 m,- con una habitación el acierto de Sellin al identificar la gran construcción
más pequeña en el extremo oriental y un pórtico en de Siquem.
el occidental, que se agregó en época posterior. Es Las recientes excavaciones norteamericanas llevadas
inseguro si las dos pequeñas cámaras exteriores del rin- a cabo en Siquem han proporcionado fechas aproxima-
cón nordoriental formaron parte del templo. La natu- das sobre su construcción, reedificación y destrucción.
raleza sagrada del edificio se probó con los incensarios, Este templo, con murallas propias de una fortaleza, se
las palomas de arcilla, la figurilla de plata de una diosa erigió en primer lugar en una alta plataforma artificial
y una diversidad de objetos cultuales de alfarería halla- hacia el 1650 A.c. (Bronce Medio II C), y fue asolado
dos en las ruinas. Se ha creído que el templo estaba un siglo después. En algún momento del Bronce Re-

Siquem. Restos del templo cananeo dedicado a Bá'al Bérít. (Foto P. Termes)

917 918
TEMPLOS

ciente, cuya data exacta no puede colegirse, el templo altar y una enorme massébáh, colocados frente a la en-
se reconstruyó con unos cinco grados de alteración en trada.
su orientación original y con paredes algo más delgadas. 1 Jue cap. 9.
'Ábimélek destruyó esta construcción (Jue cap. 9) en Bibl.: R. J. BULL, A Re-examina/ion of the Sechem Temple, en
el siglo xn A.c. BA, 23 (1960), págs. 110-119. L.E. TOOMBS-G.E. WRIGHT, tt«
El primer templo tenía un tamaño total de 22 x 27 rn, Third Campaign at Bala/ah (Siquem), en BASOR, 161 (febrero 1961),
págs. 28-39.
y sus muros exteriores medían 5,20 m de grosor. Aunque
las actuales ruinas no lo muestren, es posible que hubiera 5. LAKIS. En el exterior de la antigua ciudad de
escaleras en el interior de los muros, las cuales llevarían Lákís, se excavó un templo del Bronce Reciente que
a las plantas altas, y así quedan indicadas en la fig. 4 estuvo en servicio desde el siglo xv al siglo XIII A.c.
La entrada del templo de Bronce Medio estaba flan- Se construyó en el foso cegado de la muralla de la
queada por dos massébot o pilares, cuyos restos y basas Lákis del Bronce Medio. La estructura más antigua
se· descubrieron in situ. El vestíbulo medía 5 x 7 m. (templo A) existió desde ca. 1475 a ca. 1400 A.c. Cons-
A continuación, había un pasillo de 3,25 m 2, que llevaba taba de una sala rectangular, 4,50 .X 9 m, con una ante-
a la sala principal, cuyas dimensiones eran 11 x 13,50 m. cámara cuadrada y una pequeña habitación lateral.
Estaba dividida en tres naves por seis pilares, que so- Las tres plataformas de adobes descubiertas en la parte
portaban la techumbres o la planta superior. La base posterior de la habitación tal vez fueron bases de altares.
en que descansaba la imagen objeto del culto se encontró La estructura siguiente (templo B) existió desde
en el espacio limitado por los cuatro pilares traseros. ca. 1400 a ca. 1325 A.c. y fue un edificio completamente
Del templo del Bronce Reciente no quedan más que nuevo. En su cámara principal, 10 x 10 m, cuatro pila-
los restos de dos muros y, por consiguiente, es imposible res soportaban la techumbre. Un banco de piedra y un
describirlo; no obstante, se descubrieron in situ un altar se adosaban a la pared posterior, y bancos de

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Plantas de los principales templos paganos: J. 'Ay, 2. Megiddo, 3. Nahariyah, 4. Siquern, 5. Lákís, 6. Beisán,
7. Hásór y 8. Tell Tainat. (Dibujos por gentileza del Prof. S. Horn¡

919 920
TEMPLOS

adobe a lo largo de las paredes restantes. Hubo una cada a Antit, la réplica egipcia de "Ánát. La sala princi-
habitación anexa a la parte trasera de la construcción. pal, 8,50 x 12,50 m, estaba dividida en tres naves por
La última estructura (templo C), que duró casi un cuatro columnas que sostenían el techo. Unos peldaños
siglo, desde ca. 1325 a ca. 1225 A.C., fue una recons- subían de la nave central a la plataforma del altar.
trucción del templo anterior (fig. 5). Tenía un altar El templo del sur (n.0 5) tenía una gran sala, 6 x 14 m,
labrado con dos hogares o braseros en una plataforma, dividida en tres naves por medio de dos hileras de tres
a la que se. llegaba por un tramo de tres peldaños. columnas cada una, con tabiques de división entre dos co-
Bibl.: O. TUFNELL - C. I. INGE - L. HARDING, Lachish JI: The lumnas. También se llegaba en este templo a la plata-
Fosse Temple, Londres 1940. forma del altar por medio de un tramo de escalones.
En el área descrita se encontraron muchos objetos
6. MEGIDDO. Como ya se ha indicado, un templo
relacionados con las ceremonias del culto. Entre ellos,
del Bronce Reciente, de planta semejante al descubierto
se cuentan pedestales de ofrenda y modelos de templos
en Siquem, se excavó en Megiddo. Se edificó original-
de terracota decorados con seres humanos, serpientes
mente en el nivel VIII (ca. 1475 - ca. 1300 A.c.), pero
y aves. Como los dos templos (n.0 4 y 5) existían en el
se separó y reconstruyó dos veces durante el período
tiempo del rey Saúl, y es de presumir que David los
que representan los niveles VI A y, B (ca. 1300 - ca.
destruyera, parece lógico asumir que estuvieran enton-
1150 A.c.). Sus dimensiones totales eran 21,5 x 16,5 m. ces consagrados a adorar a los dioses Dágón y 'Astóret,
Tenía alas o torres en saledizo en el frente y proba-
mencionados en el AT (1 Sm 31,10; 1 Cr 10,10, etc.). En
blemente dos columnas entre ellas, en la entrada. Las
aquella época, los filisteos eran dueños de la ciudad y
paredes exteriores medían 3,50 m de ancho. el dios cananeo Dágón alcanzó, al parecer, tanta popu-
Bibl.: G. Louo, Megiddo JI, Chicago 1948, págs. 102-105. laridad entre ellos, que cambiaron el culto de Mekal
G. E. WRIGHT, en JAOS, 70 (1950), pág. 59.
por el suyo.
7. BEISÁN. En Beisán se encontraron varios templos Bibl.: A. R0WE, The Topography and History of Beth-shan,
construidos uno tras otro desde el siglo XIV al XI A.c., Filadelfia 1930, págs. 10-14; íd., The Four Canaanite Temples of
Beth-shan, I, Filadelfia 1940.
los cuales encerraban objetos de origen nilótico o pro-
ductos locales que imitaban dichos objetos. Como 8. 1:1},$6R. Durante las excavaciones de Hásór, se
Beisán fue una fortaleza egipcia durante el período del descubrió un templo complejo, al que los arqueólo-
Imperio Nuevo y tuvo una guarnición de egipcios, no gos llamaron templo del ortostato, porque la habitación
es sorprendente comprobar una acusada influencia de de culto más interna estaba cubierta de ortostatos de-
Egipto en la vida religiosa de la ciudad, tal como la corados. Se fundó en el siglo xvm A.c. y se reconstruyó
revelan los objetos cultuales de sus templos. dos veces posteriormente. La última edificación fue
El más antiguo de ellos (templo n.0 ]), fechado en el destruida por los israelitas en el siglo XIII A.c.
siglo xrv A.c. consistió en una serie de patios abiertos La primera construcción (templo n.0 3), de los alre-
rodeados por bajos muros de ladrillos. Numerosos ob- dedores del 1700 A.c., consistía en una sola pieza, de
jetos cultuales hallados en ellos establecieron el carácter la que se conservan escasos restos. Delante de ella había
sagrado de los patios, y una estela de piedra caliza, una amplia plataforma, a la que se ascendía por medio
dedicada a «Mekal, dios de Beisán», evidenció cuál de tres escalones. Tenía un patio en la parte delantera,
era el dios adorado en él. Se describe a Mekal como pavimentado con guijarros muy bien dispuestos, hasta
Résef, dios del rayo, que en Egipto se identificaba con el punto que parecían un mosaico.
Seth, el equivalente de Bá'al cananeo. La inscripción La segunda estructura (templo n.0 2), edificada en
de la estela, escrita en jeroglíficos egipcios, prueba que el siglo xv A.c., constaba también de una sala única.
los devotos egipcios de Beisán habían adoptado un dios La entrada, que se abría en la parte sur, estaba prote-
cananeo. gida por dos torres rectangulares, lo que proporcionaba
El templo n.0 2 se construyó en el siglo XIII A.c. al edificio una apariencia algo semejante a la de los
A través de un pórtico se llegaba a la sala principal, templos de Siquem y Megiddo. La torre occidental
de 10 x 7,50 m. En ésta se encontraron las basas de tenía dos habitaciones y la oriental una. Tal vez una to-
piedra de dos pilares que sostenían la techumbre. Los rre o las dos tuvieran una escalera que conducía a la
escalones del fondo llevaban a una cámara alta, ocupada techumbre o a la planta superior. Delante del templo
por la imagen del dios o un altar. Había bancos de había un gran patio pavimentado con guijarros, en el
adobes adosados a las paredes interiores de la sala prin- cual se entraba a través de una puerta monumental,
cipal. construida con losas de basalto. En el patio se hallaron
El templo n.0 3 (fig. 6) data del siglo xrr A.c. Fue altares y otros objetos empleados en las ceremonias
más o menos una reconstrucción del edificio anterior, cultuales.
aunque, por alguna razón ignorada, la pared occidental El último santuario (templo n.0 1), reformado una
muestra una singular curva, donde había sido recta en vez, se edificó en el siglo xrv A.c. y quedó arruinado
las estructuras anteriores. Se formaron pequeñas cá- en la segunda mitad del siglo xm. Se componía de tres
maras, por medio de tabiques, a ambos lados de la habi- salas (fig. 7), y por ello tiene cierto parecido con el
tación alta de culto. Templo de Salomón en Jerusalén: un pórtico, una
Hacia fines del siglo xu A.c. se construyeron dos tem- sala central flanqueada por torres y la pieza principal
plos, los n.0 4 y 5. El del norte (n.0 4) se consagró a una o «santo de los santos». Las paredes de este último
divinidad femenina, probablemente la diosa cananea estaban cubiertas de ortostatos, Los muros se erigieron
'Ánat, porque se encontró en él una pequeña estela dedi- siempre que resultó posible, sobre las paredes de las

921 922
TEMPLOS

estructuras anteriores, y por ello la sala principal tiene objetos proceden de un verdadero templo o de capillas
las mismas dimensiones que los templos 2 y 3. El techo domésticas.
de esa pieza era sostenido por dos pilares, cuyas basas Bibl.: H. G. MAY, Material Remains of the Megiddo Cult,
se conservan. Los otros dos pilares, cuyas basas de Chicago 1935.
basalto se descubrieron in situ, estaban delante de la
entrada de la sala central, dentro del pórtico. La mayor 3. BEISÁN. También en las épocas más recientes hay
gran escasez de pruebas arqueológicas sobre los templos
parte del ajuar del santuario se halló en la habitación
paganos en Palestina. Contados restos de un templo
del fondo. Mostró que el templo estaba dedicado a
helenístico se descubrieron en Beisán la Escitópolis de
Hadad, el dios cananeo de la tempestad.
los períodos helenísticos y romanos. Parte de los cimientos
Bibl.: Y. YADIN, The Fourth Season of Excavation ar Hazor, en
BA, 22 (1959), págs. 3-8; íd., Excavations at Hazor, 1938, en JEJ,
de este templo, construidos con bloques de basalto, se
9 (1959), págs. 81-84. hallaron durante las excavaciones y se pensó que las
paredes edificadas sobre ellas eran de mármol (hoy
11. TEMPLOS PAGANOS CONSTRUIDOS TRAS LA CONQUISTA desaparecido), pues seis cuerpos de columna, de tosco
HEBREA. Reina una absoluta falta de información refe- mármol blanco, se encontraron en sus inmediaciones y
rente a los templos paganos construidos en Palestina se creen que proceden de este templo. Sus dimensiones
después de la conquista hebrea, antes del período globales eran de 37 x 22 m. El templo consistía apa-
helenístico. A cierto número de edificios monumentales rentemente en una ancha sala (9,5 x 19 m), y una cella
de este período, que se excavaron en el pasado, los (9,5 x 7m), con la entrada en el este. Fue imposible
arqueólogos consideraban como templos; pero un estudio establecer otro detalle de su estructura arquitectó-
más detenido ha probado que tal identificación carecía nica. Una inscripción griega fragmentaria, hallada en
generalmente de base. «Es posible ahora afirmar cate- los aledaños, contiene una lista de sacerdotes, quienes,
góricamente... que no se ha exhumado en Palestina ni es de presumir, cuidaron del servicio del templo en el
un solo templo (si se distinguen los templos de las período helenístico.
capillas) datables entre 1000 y 600 A.c.» (Wright).
Bibl.: A. RoWE, The Topography and History of Beth-shan,
Ello pudiera deberse a la casualidad y es posible que Filadelfia 1930, págs. 44-46.
estructuras de tal tipo aparezcan en futuras excavacio-
4. SAMARÍA. De los distintos templos que construyó
nes. Por tal razón, hay que mencionar un templo cana-
Herodes el Grande durante su reinado, se conservan
neo de este período descubierto fuera de Palestina.
importantes restos del gran templo de Samaria, que con-
Bibl.: G. E. WRIGHT, Biblical Archaeo/ogy, Filadelfia 1957, pág.
sagró a Zeus Olímpico en honor del emperador Augusto.
137.
Una escalera monumental de veinticuatro peldaños,
l. TELL TAINAT. Este templo, que tiene gran im- dividida en dos tramos sucesivos de doce escalones
portancia arqueológica a consecuencia de su estrecha cada uno, llevaba al templo, situado en la cumbre de
semejanza con el de Salomón, se descubrió en Tell la colina en que estaba Samaría. El edificio tenía una
Tainat, la antigua Hattina, en la Siria septentrional. longitud de 35 m y una anchura de 24 m. Se entraba,
Se construyó en el siglo vm A.c., siendo, por lo tanto, a través de un pórtico (5 x 22 m), en la ancha cella,
contemporáneo del Templo salomónico de Jerusalén: que medía 12,5 x 24,50 m. A los dos lados de ella había
era la capilla de los reyes de aquella ciudad, cuyo palacio pasillos largos y estrechos. El templo se reconstruyó
estaba adyacente a él. en el tiempo de Severo más o menos según el mismo
La estructura (fíg. 8) tenía en total 25 x 12 m y plano del anterior, y se utilizó desde entonces hasta
se hallaba dividida en tres salas, cuyas entradas se abrían la época de Bizancio.
según el mismo eje. El pórtico, 6 X 7,50 m estaba en
Bibl.: G. A. REISNER - C. S. FISHER - D.G. LYON, Harvard Ex-
el lado oriental y se subía a él a través de tres escalo- cavations at Samaria 1908-1910, I, Cambridge (Mass.) 1924, págs.
nes. En la cima de los peldaños había dos basas de 170-180; 11, plano 8, Iáms. 17-19.
columna, consistente cada una en una pareja de leones, m. TEMPLOS NABATEOS. Los otros únicos templos de
en cuya espalda se alzaban los fustes. La sala principal este período actualmente conocidos están en el territorio
medía 10 m de largo y 7,50 m de ancho, y la pieza nabateo, al sur del mar Muerto. En Petra, probablemente
más interna de culto tenía una proporción de 3,20 x lo eran las dos grandes estructuras practicadas en la roca
7,50 m. En ésta había una elevada plataforma, en viva, hoy conocidas con los nombres de Haznet Fir'aun
la que probablemente descansaría la imagen del dios. y el-Deir. Otro templo nabateo se excavó en Hirbet
Nótese que también el «santo» del Templo salomónico el-Tannür, en una montaña que domina el Wádí el-Hesá.
estaba, al parecer, en un nivel más alto que la sala cen- Este edificio se erigió en el siglo r A.c. y se reformó
tral, llamada «lugar sagrado». varias veces. Estuvo en uso hasta el siglo r o.e. La
Bibl.: C. W. McEWAN, The Syrian Expedition of the Orienta[ arquitectura de los templos nabateos muestra acusados
lnstitute of the University of Chicago, en AJA, 41 (1937), págs. 8-16.
influjos helenísticos.
2. MEGIDDO. En Megiddo, se encontraron muchos Bibl.: N. GLUECK, The Nabatean Temple of Khirbet et-Tannur,
objetos cultuales en cierta área del nivel V, que ahora en BASOR, 67 (octubre 1937), págs. 6-16; íd., The Early History
se fecha en el siglo x A.c.: altares de piedra caliza, of the Nabatean Temple, ibid., 69 (febrero 1938), págs. 7-18.
mesas de ofrendas, incensarios y otros objetos relacio- S.HORN
nados con los servicios religiosos. Sin embargo, no
puede definirse la estructura de las construcciones de TENEDOR (heb. mazlég ; Kpeéxypa; Vg. fuscinula).
tal lugar, por cuya razón resulta difícil saber si tales La Biblia menciona en varios pasajes el tenedor como

923 924
TENTACIONES DE JESÚS

instrumento metálico para los usos litúrgicos del mane- 2. NUEVO TESTAMENTO. En el NT, los dos sentidos
jo de la carne de los animales sacrificados. Aparece de 'rrstporruóc - como prueba y como aliciente al pe-
en textos de tradición mosaica1 y en la organización del cado - corren parejas. Pero en el primer significado
culto en tiempos de David 2; bien conocida es la anéc- aparece más el lado negativo, por así decirlo, peligroso
dota de los desaprensivos y glotones hijos de Elí que de la prueba, connotando la posibilidad de una defec-
con un tenedor extraían de la olla lo mejor de las ción. En el Padrenuestro nos enseña Jesús a pedir que
ofrendas". seamos preservados de tentaciones, es decir, de pruebas
Las excavaciones han sacado a luz diversos ejempla- que eventualmente podrían ser fatales1. Es verdad que
res; en Gézer y en un estrato perteneciente al Bronce III Santiago el Menor encarece incluso el valor de los
- lo que nos sitúa aproximadamente en la época de TTEtpaaµoí como medios de santificación 2; pero deja
los últimos Jueces - han aparecido algunos de estos en claro que la tentación no tiene su origen en Dios,
instrumentos con dos y tres dientes; también en Ras sino en la concupiscencia 3• También san Pablo declara
Samrah se ha encontrado uno con las puntas curvadas el papel meramente permisivo de Dios en las tentacio-
y perpendiculares al mango, en Biblos, etc. nes, al asegurar a los corintios que Dios no permite
1 Éx 27,3; 38,3; Nm 4,14. 1 Cr 28,17; 2 Cr 4,15.
2 '1 Sm 2,13-14. tentaciones superiores a las fuerzas humanas-.
Bibl.: A. G. BARROJS, Manuel d'archéologie biblique, I, París Como agente personal de tentaciones, el NT señala
1939, págs. 391-392. Views'of the Biblica/ World, I, Jerusalén 1959, a Satanás, a veces llamado simplemente «el tentador» 5•
pág. 164. ~ . San Pablo atribuye al demonio un amplio frente de
C. WAU actividad; tanto es así que ve en él al autor de tenta-
ciones tales como aquellas a que se exponen, por ejem-
TENTACIÓN. El verbo hebreo nissáb (piél de plo, los esposos en caso de continencia voluntaria 6• Lo
niisiih), que generalmente se traduce por «tentar», tiene mismo aparece en san Pedro que, como Jesús en la
primariamente el sentido de «poner a prueba» o sim- parábola del sembrador7, señala tres grandes obstáculos
plemente de «examinar»", El correspondiente verbo para la perseverancia en la fe: las pruebas y persecucio-
griego TTEtpá/;Etv puede tener este mismo sentido, pero nes 8, las preocupaciones por las cosas temporales 9 y
puede significar también lo que comúnmente entende- el demonio, que se compara al león que va en busca de
mos por «tentar», es decir, inducir al pecado. Tanto víctimas 10•
en este verbo como en el correspondiente sustantivo Tentando a Jesús ", el demonio, además de querer
rratoocuóc es el contexto quien debe decidir entre estos averiguar si él tenía poderes sobrehumanos y si era
dos significados. realmente el hijo de Dios, quiso también inducirlo a
1 Sal 26,2. una desordenada afirmación de autonomía y, por tanto,
l. ANTIGUO TESTAMENTO. a) El hombre tienta a a una infidelidad con el Padre, quien con ocasión del
Dios, esto es, pone a prueba el poder o la fidelidad de bautismo acababa de acreditarlo como Hijo y como
Dios, lo cual envuelve una gravísima falta de fe y con- Mesías. También la epístola a los Hebreos, aludiendo
fianza. Así, Moisés acusa a Israel de estar tentando a a las tentaciones a que Jesús estuvo sometido sin jamás
Dios al clamar contra la falta de agua y al expresar sucumblr=, pretende indicar probablemente una ten-
el deseo de volver a Egipto1. Acaz recusa, hipócrita- tación de desobediencia al Padre, refiriéndose tal vez
mente, «tentar a Dios»", o sea pedir un milagro en a la hora de Getsemaní, cuando «entre clamores y
confirmación de una promesa divina. lagrimas, orando y suplicando ... en la cualidad de
hijo ... tuvo experiencia de lo que es la obedíenciaa".
b) Dios tienta al hombre, esto es, pone a prueba su 1Mt 6,13; Le 11,3. 2Sant 1,2.12. 'Sant 1,14. '1 Cor 10,13.
virtud y le da oportunidad para poner en evidencia su 'Mt 4,3; 1 Tes 3,5. '1 Cor 7,5. 'Mt 13,19-22; Me 4,15-19; Le
fidelidad. Exigiendo la inmolación de Isaac, Dios 8,12-14. '!Pe 4,12-19. '!Pe 5,7. 101Pe 5,8-9. nMt 4,1-11;
«tienta» a Abraham 3, con la finalidad de medir la Me 1,12-13; Le 4,1-13. 19Heb 4,15. 13Heb 5,7-8.
intensidad de su temor o acatamiento 4. En Palestina, des- Bibl.: H. SEESEMANN, en ThW, VI, págs. 23-37, con amplia
bibliografía. S. LYONNET, Le sens de peirazein en Sap. II, 24 et
pués de conquistada por los israelitas, queda un resto la doctrine du péché origine/, en Bibl, 39 (1958), págs. 27-36.
de gentiles, y en el plan divino esto constituye una
O. SKRZYPCZAK
«tentación» 5, a través de la cual Israel habrá de demostrar
su fidelidad. En el sentido de prueba o experiencia, la
«tentación» divina es, además, esencialmente un medio
TENTACIONES DE JESÚS. Los Sinópticos las
narran al comienzo de la vida pública. La narración
pedagógico y expresión del plan salvífico de Dios.
de san Mateo es la más completa 1. San Marcos la re-
c) ·Tentación-diabólica. Estando la demonología po- sume vagamente, «Era tentado por Satanás y vivía
co desarrollada en el AT, son raros los casos presentados entre las fieras» 2• San Lucas invierte el orden de las
como «tentación diabólica». En Gn cap. 3 aparece dos últimas",
claramente la idea, mas falta la palabra «tentación» y El carácter peculiar de este pasaje ha suscitado mil
el tentador se presenta disfrazado. En el prólogo del problemas, aun entre autores católicos modernos, má-
libro de Job, en cuanto Dios permite que su siervo xime por su «género literariox e,
sea puesto a prueba, inmediatamente el mismo Satanás No hay razón seria para dudar de su realidad histó-
lo tienta, no sugiriéndole pensamientos pecaminosos, rica, que pudo ser recogida directamente de Jesús por
sino procurando colocarlo. en una situación que por los apóstoles, aunque no podamos concretar cuándo.
sí sola sea una invitación a la apostasía. A Las hipótesis racionalistas de hace unos años se fijaban con
1 Éx 17,2. 2 1s 7,12. 'Gn 22,1. 'Gn 22,12. 'Jue 2,22. preferencia en los relatos de Buda y Zaratustra, cf. L. DE GRAND•

925 926
TENTACIONES DE JESÚS

MAISON, Jesucristo, su persona, su mensaje, sus pruebas, 2.ª ed., Bar- real, según la misma intención del evangelista, el ca-
celona 1941 (trad. esp.).
1Mt 3Le
rácter netamente mesiánico de esta lucha con Satanás,
4,1-11. 'Me 1,13. 4,1-13.
príncipe de este mundo. Y esto a la luz del mesianismo
l. CIRCUNSTANCIAS. En relación evidente con la vivido entonces, como consta por la literatura judía,
teofanía del Jordán, como nueva manifestación mesiá- máxime la recién descubierta en las cuevas de Qumrán.
nica de Jesús, parecen acaecidas al final de la cuarentena Disipado el confusionismo de primera hora, es inne-
de penitencia. Los efectos del ayuno prolongado sir- gable la aclaración del ambiente histórico de este pasaje
vieron de ocasión para la primera tentación. El sitio sobre todo del evangelio. A pocos km del escenario de
tradicional, llamado desde antiguo monte de la Cua- las mismas, se levantaba entonces aquel monasterio
rentena, cerca de Jericó, y la época invernal (enero- esenio (visible desde la altura del monte de la Cuaren-
febrero), parecen muy probables. tena), de cuya ideología descubrimos ciertos rasgos de
¿Tentaciones reales? ¿O meramente subjetivas e ima- afinidad en los ataques de Satanás en el desierto. Es
ginarias? Las dificultades contra esta última interpre- curioso comprobar, a un siglo de distancia, la notable
tación (que parece seducir a muchos críticos) superan las pintura del carácter de aquellos monjes, hoy tan fami-
alegadas contra la primera. Más audazmente tratan liares a la luz de Qumrán, en la edición castellana de
algunos de eludir el problema, como creación simbólica la Vida de Cristo del Cartujano, anotada por Juan
posterior, ejemplo de «género literario». Hoy se centra Ladreo (Madrid 1847, págs. 308-310): «Los essenos
la atención sobre todo en la génesis de los Sinópticos, habitaban en el Asphalto, no muy lejos de Engaddi, y
y por tanto a merced de la serie de hipótesis más o su traje era verdaderamente respetable. Usaban un
menos consistentes. Véase, vgr., la curiosa sugerencia vestido talar blanco; dejábanse crecer el cabello, como
sobre el texto de Me 1,13, en las obras de L. Vaganay los nazarenos, y ponían gran cuidado en su barba;
y P. Ketter. llevaban la cabeza desnuda, calzaban sandalias y hacían
2. SIGNIFICADO MESIÁNICO. Sin atenuar en nada la alarde en llevar sus vestidos llenos de manchas, para
ejemplaridad para nosotros, es preciso acentuar como dar a entender que cuidaban poco del ornato exterior

Monte de la Cuarentena. En un convento griego en la cima del supuesto monte de las tentaciones de Jesús,
se conserva esta piedra, que la piedad popnlar afirma que fue utilizada por Cristo como asiento y reclinatorio.
(Foto P. Termes)

927 928
TEOCRACIA

de sus cuerpos. Poco después de los tiempos de Elías graciosa con Dios (fin del Reino). Para ello tiene que
y Elíseo eran los essenos los hombres más virtuosos y cumplir una ley", con lo cual reconoce su condición
respetables de la tierra, a los que acompañaban los de súbdito y la soberanía de Dios sobre él. A la ley se
recabitas; pero en los tiempos de Jesucristo, se había añade la sanción 3, que supone el respeto de la libertad
introducido en gran manera la hipocresía entre ellos. del hombre. El bien - el bonum - de esta institución
Con este traje, pues, de hipócrita le tienta el demonio ... » es la misma unión con Dios, plasmada en las delicias
El objetivo del tentador es desviar a Jesús de su de la vida paradisíaca. El modo concreto de la institu-
camino, hacia un mesianismo terreno, espectacular, su- ción es, por tanto, un pacto ', como aparecerá expresa-
peditado a Satanás. Asalto triple en astucia y malicia mente en las etapas siguientes del Reino.
progresiva, sin rendirse hasta el final. Y esto como Todo queda roto por la rebelión del hombre. Según
insinúa el inciso de san Lucas, «hasta otra oportuni- el origen de la tentación y según la mente de la Biblia,
dad», como lo hizo sobre todo en la Pasión 1. la humanidad queda sujeta a otro imperio, el imperio
«Lo llevó consigo el diablo ... » Parece duro entenderlo de Satán 5• Inmediatamente Dios, por otro gesto de su
literalmente, aun a algunos católicos que admiten la amor, pone el remedio: la profecía del Protoevangelio 6
objetividad de las otras dos tentaciones. Pero no se establece la lucha de los dos bandos, lucha que prevé
ve motivo sólido para apartamos de la interpretación la derrota de Satán y su imperio, y el establecimiento
tradicional y casi común entre los católicos, aunque definitivo del Reino de Dios por medio de un vástago
ambas sentencias puedan sostenerse hoy día. insigne de la humanidad, que, según la progresiva
1Lc 22,53. concretización de las profecías mesiánicas, será el Me-
sías, Jesucristo.
3. Eco DE LA TERCERA TENTACIÓN. Reflejo de la
A Contra Ap., 2, 16.
mentalidad ambiental sobre el Mesías (político, terreno, 1
Gn 2,15. 'Gn 2,16. ªGn 2,17. 4Cf. Eclo 17,1-16; Os 6,7.
incompatible con la Cruz), aparece la interpelación de 'Ap 12,9; 20,2-3. 'Gn 3,15.
Pedro, a raíz de su confesión, para desviar a Jesús de su
camino. Por eso resuena la respuesta del Maestro. Efectivamente, el NT comienza con la promulgación
casi idéntica a la que hubo de oír Satanás en su asalto del «Reino de los cielos» (expresión de san Mateo
del monte1. Ambos textos se iluminan y completan equivalente a «Reino de Dios»), en lucha contra Satán,
perfectamente. y continúa desenvolviendo su verdadera naturaleza, su
Visto este pasaje a la luz de todo el evangelio, viene institución como Iglesia, y el enfoque de su camino
a ser como su prólogo y clave aclaratoria. Incluso para sobre la tierra, hasta su consumación definitiva, cuando
el de san Juan, que omite esta escena, según su costum- sea entregado al Padre por la vuelta gloriosa de Jesús,
bre, pero deja sentir su eco a lo largo de su relato. a la hora del juicio final.'.
Es la lucha eterna, verdadero drama, de la luz y las ti- Desde la primera rebelión, el Reino de Dios adquiere
nieblas 2. ya el carácter de la «redención», es decir, de rescate
1Mc 8,32-33. 'Jn 1,5; 3,19-21; 12,35-50. y restauración de lo perdido. Pero hasta su promulga-
Bibl.: Cf. los comentarios modernos a Mt y Le, sobre todo los ción en el NT debe ser preparado. Todo lo que queda
de Lagrande, Pirot, etc. P. l(ETTER, Die Versuchung Jesu nach dem del AT irá fijando los mojones de esta preparación.
Berichte der Synoptiquen, Münster 1918. J. LEBRETON, Jésus-Christ ,
en DBS, col. 990 y sigs. C. CHARLIER, Les tentations de Jésus au
Dios lleva a efecto el designio de su «redención» siem-
désert, en BVC, 5 (1954), págs. 85-92. M. SABE, De tentalione Jesu, pre por medio de un pacto - un pacto sui generis
en Col/BG (1954), págs. 459-465. L. VAGANAY, Le probléme synop- ya que la iniciativa exclusiva parte de Él y al hombre
tique, Paris-Tournai 1954, págs. 213 y sigs. y 343. C. D. B0UL0GNE, le queda tan sólo el margen y la libertad de la respuesta
La tentatíon de Jésus, en VSp, 92 (1955). J. M. B0VER, Género
literario de la narración de las Tentaciones, Madrid 1955. J. E. con el cumplimiento de las cláusulas. De acuerdo con
J0NES, The Tentation Narrative, en RaE (1956), pág. 303 y sigs. la proyección universal del Reino, el primer pacto,
G. BRILLET, Le Sauveur, París 1956-1957, págs. 116-122. A. Faur- entablado con Noé, tiene carácter general y se dirige
LLET, Le récit Lucanien de la Tentation, París 1959, pág. 613.
a la humanidad 2• Pronto, en esta etapa preparatoria,
J. CABALLERO se va restringiendo la perspectiva. Las promesas - fun-
damento del Pacto - que Dios hace a Abraham, tienen
TEOCRACIA (et. der. del gr. 0eós y Kpénos, «poder aún un carácter universal y abarcan en lontananza a
e imperio de Dios»), Palabra introducida por Flavio todos los creyentes, verdaderos ciudadanos del Reino
Josefo= para designar el régimen religioso-político ins- de Dios3• Pero Abraham tiene también una descenden-
tituido en el Sinaí. En un sentido lato, conforme a la cia física, que crece poco a poco y se convierte en un
etimología, equivale a «Reino de Dios». Puede, por pueblo, el pueblo de Israel. Con este pueblo, Dios
tanto, denominarse «teocracia» esa médula argumental renueva y extiende el Pacto concretado con Abraham,
de toda la SE que es el establecimiento del Reino de y es entonces cuando el Reino comienza esa etapa
Dios sobre la tierra. Sin embargo, técnicamente suele temporal, con reino sobrenatural y humano a la vez,
entenderse por «teocracia» tan sólo una parte de ese ya en forma de comunidad, en preparación de aquella
Reino: el episodio que arranca de la Alianza del Sinaí universalidad real, por encima de toda frontera, que
y rige la historia del pueblo de Israel. adquirirá con la obra de Jesucristo.
Podemos ver en el esquema del Reino de Dios el Tal es el lugar y el sentido de la teocracia del AT.
lugar que ocupa la teocracia. Por iniciativa divina 1 Aparece ante todo su diferencia con respecto al «Reino
- base de todo el Reino - el primer hombre, y con de Dios»: supone éste un concepto más extenso; aunque
él la humanidad, es destinado a gozar de una unión visible, puesto que sus súbditos son los hombres, su

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TEOCRACIA

carácter, sin embargo, es esencial y exclusivamente so- el pueblo había escuchado la lectura del «libro de la
brenatural, y prescinde, en principio, de las implica- Alianza», y había respondido afirmativamente al com-
ciones de un reino humano. La teocracia, por el con- promiso de observar las cláusulas 6• Y el libro de la
trario, añade a su carácter sobrenatural su realidad de Alianza comprendía las leyes que Dios había revelado
reino político y humano, socialmente organizado como directamente a Moisés: el Decálogo, corazón de la ley
tal. El concepto de teocracia importa, en efecto, una mosaica', y luego el resto de la minuciosa legislación,
comunidad como nación política, con su legislación y también ordenada por Dios 8• La legislación inicial
su geografía concreta. Pero al mismo tiempo implica - aunque la crítica admite adiciones y cambios poste-
que haya sido elegida por Dios, que Dios, por una riores motivados por la adaptación de las leyes a las
revelación expresa, le haya impreso su carácter peculiar, circunstancias históricas, el gran núcleo pertenece, sin
la haya organizado, dándole su legislación, y sea Él la embargo, a la revelación hecha a Moisés - plasmaba
autoridad suprema, como gobernador, como juez, como la constitución fundamental del pueblo, pues las leyes
administrador de las cosas que miran el bien común, abarcan todos los detalles de la vida de una nación:
no sólo de las religiosas, sino también de las sociales, eran no sólo leyes religioso-morales (el Decálogo), sino
políticas y económicas. también ceremoniales, referentes al culto (la celebración
La teocracia así definida es un dato único en la his- del sábado, el santuario, el sacerdocio), judiciales, polí-
toria, que sólo se realizó en el pueblo de Israel. Dios, ticas y hasta higiénicas. A las leyes iba unida la sanción:
primero, eligió expresamente a este pueblo como había bendición generosa de Dios si eran cumplidas, y terribles
elegido a sus antecesores los patriarcas. La vocación y castigos en caso de transgresión, aunque Dios no se
la elección son la base de la teocracia, y ambas aparecen olvidaría nunca completamente de los suyos 9
con todo género de detalles en numerosos textos de la 1Mt 3,2; 4,8; 12,25-26; 13,31-33.37-43; 16,18; 1 Cor 15,24. •Gn
SE y constituyen una de las creencias más acentuadas de 9,8 y sigs, 'Gn 12,1-4; 15,17-18; cf. Rom 4,18-22; Gál 3,6-9. <Nm
la conciencia israelita". Por la elección y la liberación 23,9; Am 6,1, etc. 'Éx 19,1-10; 24,3-8. ºÉx 24,7-8. 'Éx 20,1-17.
'Éx 21,1-22,17. 'Lv 26,3.13.41; Dt 28,15-64.
de la esclavitud de Egipto, el pueblo de Israel pasaba a
ser propiedad de Dios. Era su nacimiento. Luego, la Después de la primera ordenación, Dios seguía siendo
Alianza del Sinaí 5 sellaba formal y solemnemente este el gobernador supremo de su pueblo. Sentado entre los
acontecimiento: era el «bautismo». En este acto me- querubines, sobre el Arca del Testimonio que guardaba
morable aparece Dios como legislador supremo: el el código fundamental de la Alianza (el Decálogo),
Pacto se sellaba con sangre precisamente, después que Yahweh acaparaba todos los poderes del estado, legis-

Sinaí. Capilla de Aarón frente a la llanura de el-Ráhah, en donde acampó el pueblo de Israel cuando recibió
de Dios la ley fundamental de la teocracia. (Foto V. Vilar)

931 932
TEODOCIÓN
lativo, ejecutivo y judicial, y recibía a Moisés, su inter- res espirituales de la nación, inculcaran sin cesar el ideal
mediario, para comunicarle las órdenes relativas al teocrático, y fueran subrayando más y más su tónica
pueblo'. Ya no se requiere, pues, que Dios dirija per- y su proyección sobrenatural, preparando así el terreno
sonal y directamente todos los asuntos. Basta para el para su transfiguración en el Reino de Dios de los tiem-
concepto de teocracia que lo haga por sus intermedia- pos novísimos.
rios, siempre que éstos lo sean de verdad, es decir, que 'Éx 25,22; 33,7-11. 'Nm 11,24. 'Éx 18,13 y sigs. '1 Sm 2,28.
Dios haya creado los diversos cargos u oficios, que los 'Nm 18,1 y sigs. 'Jue 3,9-11, etc. 7 1 Sm 8,5 y sigs.; 10,17-24;
que los desempeñan hayan sido elegidos por Él, y lo hagan cap. 12; cf. 9,1-10; y cap. 11. 8Dt 17,14 y sigs, '1 Sm 9,16; 10,1,
etc.
en virtud de la autoridad delegada por Él, haciendo
sus veces y en su nombre. Bibl.: A. ROBERT - A. TRICOT, Initiation Bibíique, París-Tournai
1954, págs. 694-695, 893, 700, 725. P. VAN !MSCHOOT, Théo/ogie
Así sucedió a todo · 10 largo de la historia de Israel. de /'Ancien Testament, I, París-Tournai 1954-1956. págs. 237-270.
El primer gran mediador fue Moisés, quien para los
asuntos legislativos y administrativos era asistido por M. REVUELTA
los ancianos, investidos también del poder y del espíritu
de Dios 2, y por los jueces para los casos judiciales 3• TEODOCIÓN. 1. AUTOR. La personalidad de Teo-
Todavía en casos especiales se preveía, en la primera doción no puede ser más brumosa. Según san Ire-
época, el recurso directo a Yahweh ' (-+ 'Ürim y tum- neo A, fue un converso al judaísmo, natural de Éfeso ;
mim). A los sacerdotes les competía todo lo relativo según san Jerónimo P, un ebionita, y según san Epifa-
al culto 5• nio c un discípulo de Marción, oriundo del Ponto, que
Una vez establecido el pueblo en Palestina, sus pri- abrazó posteriormente el judaísmo. Este último autor
meros directores delegados fueron los jueces, que no coloca su fioruit en época de Cómodo (180-192), propor-
actuaban aún al frente de toda la nación, sino en favor cionando un término post quem para su obra el Contra
de alguna tribu, suscitados sobre la marcha por la pro- haereses de san Ireneo compuesto entre el 180 y el 189.
videncia de Yahweh, según la exigencia de las necesi- De todo ello, nada puede deducirse con seguridad, y lo
dades. Dentro de sus diferencias personales, todos que se cuenta de su vida (especialmente las noticias de
coinciden en un rasgo esencial, subrayado casi con san Epifanio) recuerda demasiado lo que se decia
idénticas palabras en el comienzo de su respectiva sobre Áquila y tiene todas las trazas de ser propaganda
historia 6: han sido elegidos expresamente por Yahweh cristiana para desacreditar su versión.
para «salvar» a los israelitas. A Contra haer., 3, 31,1. BDe vir, ill., 54; In Abac., 3, 11; Praef.
Se lograba luego la unidad política del pueblo bajo in Dan. ene metts, et pond., 17.
la monarquía. A pesar de la oposición de los que prefe- 2. OBRA. Las características de la versión griega
rían mantener el espíritu puramente comunitario de la del AT de Teodoción no son tan señaladas como las de
teocracia, dejado en manos de la providencia y provi- Áquila o de Símmaco y así se encargaron de ponerlo
sión de Yahweh, prevaleció la opinión de los que pedían de relieve san Jerónimo A, san Epifanio B y Orígenes c.
«un rey como los otros pueblos»'. Pero aun este caso Su griego no se aparta mucho del de los LXX, concor-
puede estar previsto en las disposiciones iniciales 8, y dando en gran parte sus lecciones con las de esta versión.
el rey era el elegido de Dios, su «ungido», que reinaba De ahí que se haya pensado con justo motivo que
haciendo sus veces 9• Teodoción no hizo en realidad otra cosa sino revisar el
Destruida la monarquía, Israel volvía, después del texto de la Septuaginta sobre el original hebreo. Por
Destierro, a su forma ideal comunitaria, dirigido enton- ello, el libro de Job tenía en su traducción una extensión
ces por el sumo sacerdote, cargo más directamente menor que el de los LXXD, y muchas de sus amplifica-
aún entroncado con Dios. ciones desaparecían en él. A pesar de la buena calidad
Bajo esta constitución y este gobierno, los ciudadanos literaria de su lenguaje, se nota en la obra de Teodoción
del Reino formaban una nación, que por razones reli- cierta tendencia a dejar sin traducir un buen número de
giosas debían mantener una rigurosa separación (tempo- palabras (q,eyywA, µwq,o:o:, Béx[,EA, etc.) que se translite-
ral) del resto de los pueblos: era una nación consagrada ran sin más. La versión teodociana es la mejor conocida
a Yahweh, un reino de sacerdotes, cuyas obligaciones de las realizadas por «los Tres», ya que desde época muy
principales eran de tipo religioso, la máxima entre antigua su texto de Daniel reemplazó al de los LXX,
ellas dar culto al Dios único, Yahweh, guardar su ley como atestiguan Orígenes y san Jerónimo P, hasta el
con temor y en caridad mantener así el monoteísmo en punto de que el texto de la Septuaginta tan sólo es
medio del paganismo universal. Los bienes, por fin, conocido gracias al cod. Chisianus 88, al pap. Chester
prometidos a los ciudadanos eran ciertamente tempo- Beatty 967 y al testimonio indirecto de la Sirohexaplar.
rales, pero sólo como trasunto de otros bienes sobre- Los problemas que suscita el Daniel de Teodoción son
naturales, sintetizados en la presencia incesante y bastante arduos. En efecto, se han notado concordan-
providente de Yahweh en medio de los suyos. Así, el cias entre su texto y las citas bíblicas de autores anterio-
aspecto religioso prevalecía sobre todos los demás, y si res (en el NT, especialmente en el Apocalipsis, en Flavio
la teocracia se define como «un reino religioso y político Josefo, en el Pastor de Hermas y en san Justino) de
a la vez», lo religioso es, sin duda, el sustantivo. difícil explicación. Para explicarlas de algún modo, se
Tal era la teocracia ideal o el ideal teocrático. Su ha pensado, como Orlinsky F, sin base alguna, que
realización dependía de la correspondencia del pueblo Teodoción fue anterior a Áquila, o bien se ha admi-
a las cláusulas de la Alianza. No fue siempre buena. tido la existencia de un precedente de su versión (un
Y ello sirvió para que los profetas, verdaderos directo- Ur-Theodotioni, bien de índole oral, a la manera de

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TEODOCIÓN

un Targüm helenístico 0, bien de índole escrita. Ésta es la dice relación con Neptuno. Teódoto está compuesto
teoría que goza actualmente de más favor, una vez de dos elementos (.Seós + 6í6wµ1) y significa «dado por
conocida la existencia de versiones greco-hebraizantes un dios». Es del mismo tipo que Herodoto, que signi-
anteriores a Áquila (--+ Septuaginta, Águila y Símmaco) fica «dado por la diosa Hera», Teódoto aparece en el
y fue formulada ya desde antiguo. paganismo; puede ser además un nombre monoteísta
Bludautí suponía para el libro de Daniel la existencia judío y cristiano. En este caso se entiende del único
de dos versiones, una la Septuaginta y otra que Teodo- Dios y habría de traducirse «dado por Dios». La for-
ción revisaría sobre el texto hebreo. Así parecían exi- ma correspondiente hebrea sería yéhonátán, «Yahweh
girlo las notorias divergencias de ambos textos irre- dio».
ductibles a una fuente común, y así lo reconocieron •Gál 2,9. 22 Mac 14,19.
otros autores como Gwynn+, Montgornery-', Swete " S. BARTINA
y recientemente Ziegler L_ La postura recalcitrante de
Rahlfs+", que resistiéndose a admitir un pre-Teodo- TEOFANÍA (der. de 8eós, «Dios», y cpo:íve1v, «apa-
ción, estimaba las coincidencias con su texto de las recer»). I. CONCEPTO. La palabra «teofanía» no se halla
citas del NT como producto de una corrección de los en la Biblia, pero se acepta universalmente entre los
LXX por los autores neotestamentarios sobre el texto biblistas para designar apariciones o manifestaciones
hebreo, no puede ya mantenerse. Teodoción, como sensibles de la divinidad. La teofania entra, hasta cierto
Áquila y Símmaco, debe encuadrarse dentro de una punto, en conflicto con la transcendental inaccesibilidad
larga tradición exegética y filológica que tendía a revisar divina, que el hombre del AT sentía con toda su viveza.
y acercar cada vez más el texto griego al hebreo, y al Quien ve a Dios, tiene que morir'; el contactó del im-
igual que ellos tuvo también sus predecesores y sus puro con la santidad personificada provoca reacciones
modelos. fulminantes. Precisamente por constituir, en cierto sen-
BarthélemyN concretamente ha hecho notar la coin- tido, excepción a esa regla, las teofanías representan un
cidencia del término xwµo:pe1µ con el Dodekapropheton papel importantísimo en la teología del A T. Los prin-
del desierto de Judá. Si la importancia de la versión cipales hitos de la historia de la revelación antigua, lo
de Teodoción es grande dentro de la historia textual de mismo que el origen de los grandes santuarios de Israel,
la Septuaginta por el influjo que en ella ejerció a través están relacionados con alguna teofanía. Si bien los
de las Hexaplas de Origenes ", no es menor su papel sueños y las visiones representan un papel semejante,
en la Vulgata O , incluso en la polémica pagano-cris- no se encuadran en el concepto de las teofanías propia-
tiana de finales de la antigüedad. P. Frassinetti P ha mente dichas, las cuales generalmente son atestiguadas
descubierto que algunos errores de interpretación por personas en estado de vigilia, y por eso, en la mente
de Porfirio en el libro de Daniel se deben a que em- de los autores sagrados, presentan el carácter de acon-
pleaba - como los cristianos - la versión de Teo- tecimiento históricos, al menos en su sustancia, si no
doción, · en la forma concreta y fuertemente antropomórfica en
«Praef . ad Evang.; Praef. in Pss.; In Eccl., 3. BDe mens. el pond.,
que muchas veces se presentan. Por tanto, no fue ver-
17. <Epist, ad Afric., 3 y sigs. DJERÓNIMO, Praef. in Job. EJERÓ- dadera teofanía, por ejemplo, el sueño en que Dios se
NIMO, Praef, in Dan. F JQR, 27 (1936), pág. 143, n. 14. GJCC, apareció a Jacob junto a la escala que enlazaba cielo
Daniel, Introd., pág. 46 y sigs, ªDie Apokalypse und Theodotions y tierra 2; tampoco son teofanías las visiones de Isaías 3,
Da11ie/übersetzung, en ThQ, 79 (1897), págs. 1-26. 1 Theodotion, en
DCB. ·'Op. cit. K[ntrod. to the O.T. in Greek, Cambridge 1914, de Ezequiel 4, de Daniel 5 y de Zacarias". Lo mismo tal
págs. 46-47. LSusanna, Daniel, Bel et Draco, Gotinga 1954, págs. vez pueda decirse de la misteriosa cena - un horno
61-62. LLÜber Theodotion-Lesarten im Neuen Testament , en ZNW, humeante y una antorcha de fuego pasando entre trozos
19-20, pág. 182 y sigs. "RB, 60 (1953), págs. 18-29. NCH. M.
CooPER, Theodotion's Influence on the Alexandrian Text of Judges,
de carne de animales - presenciada por Abraham en
en JBL (1948), págs. 63,68. 0M. JOHANNESSOHN, Zur Entstehung visión nocturna, cuando Dios, con rito de Alianza, le
der Ausdruckweise der lateinischen Vulgata aus der jungeren griech- prometió la tierra de Canaán".
ischen alttestament/ichen Übersetzungen, en ZNW, 44 (1952-1953), 1Gn 32,31; Éx 24,10-11; 33,20; Jue 6,22; 13,22; Tob 12,16; Is
págs. 90-102. PPorfirio esegeta del profeta Daniele, en Rendiconti
6,4, etc. 'Gn cap. 31. 'Is 6,1-6. +Ez caps. 1-2; 8-9. 'Dn cap. 7.
del/'lstituto Lombardo, 86, Milán 1953, págs. 194-210.
'Zac 1,7-2,9; 3,1-6.8, etc. 'Gn 15,10-17.
L. GIL
Il. TEOFANÍAS EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. l. INDI-
TEÓDOTO (8eó6oTos; Vg. Theodotius). Nicanor, VIDUALES. Mientras en el paraíso Dios conversaba con
jefe militar sirio bajo los reinados de Antíoco IV Epi- el hombre familiarmente y con frecuencia, después de
fanes y Demetrio I Sóter, envió a Judas Macabeo tres la caída el contacto personal e inmediato entre lo divino
embajadores parlamentarios para «dar y recibir las y lo humano pasó a ser algo esporádico y excepcional,
manos derechas», es decir, para establecer un tratado reservado a individuos que ocuparon una posición
de paz y amistad. En la epístola a los Gálatas se emplea preeminente en el plano de la salvación. Esa irrupción
una expresión semejante cuando se dice que Santiago inesperada de lo divino en la vida de tales hombres podía
el Menor, obispo de Jerusalén, Cefas (Pedro) y Juan realizarse de diversas maneras, de las cuales la más
dieron las derechas a Pablo en señal de amistad y de solemne e impresionante era la teofanía, Dios se apa-
aprobación de su doctrina 1. Los nombres de los tres reció a los patriarcas Abraham y Jacob; después a
embajadores enviados por Nicanor al Macabeo fueron Moisés como libertador y primer legislador del pueblo
Posidón, Teódoto y Matatías". en formación; a los jueces como salvadores y estabili-
El último nombre es de estructura semítica, en oposi- zadores de la nación elegida, todavía débil y desorgani-
ción a los anteriores que son de factura griega. El primero zada'; a Elías como último baluarte del yahwismo

936
935
TEOFANÍA

Subida al Gebel Müsá, monte en el que Moisés pudo contemplar a Dios en íntima teofanía. (Foto V. Vilar)

en crisis mortal en el reino del Norte2• Cuanto al as- Biblia contiene otras presenciadas por el mismo pueblo.
pecto exterior de estas apariciones hay gran variedad: Se caracterizan éstas por el aparato de fenómenos
a) Apariciones de Dios en figura humana. La Biblia exteriores y aterrorizantes, que indican la presencia
refiere un caso único en que Dios se presentara como de Dios y al mismo tiempo lo esconden a los ojos hu-
disfrazado en figura humana corriente. Cuando, acom- manos. Casi todas las teofanías públicas tienen relación
pañado por dos desconocidos, fue acogido como cami- con el Éxodo o al paso de Israel por el desierto. «Glo-
nante en la tienda de Abraham 3• Otros relatos de apa- ria del Señor» (kébod yahweh.; 6ó~a) es el término
riciones divinas raras veces atribuyen a Dios aspecto preferido para designar el fenómeno que se presentaba
humano. Así el desconocido que traba lucha con Jacob a los ojos del pueblo ', generalmente en forma de nube
y le cambia el nombre por el de Israel 4• Otras veces se envolvente, como la que guiaba y protegía al pueblo
atribuye a Yahweh alguna parte del cuerpo humano, en la marcha por el desierto 2, o la que ocupaba la
como rostro, 5 dorso 6, pies 7, etc. «Tienda de la reunión», cuando en ella Moisés consul-
b) En figura indeterminada. En figura indetermina- taba a Dios". En cambio, otras veces el pueblo veía
da se manifiesta Dios a los patriarcas 8, a Moisés en la la kébád yahweh como un fuego abrasador+t-» Gloria).
zarza que ardía ", a Elías en el J:J6reb1º, etc. Témünáli es Pero la más solemne de las apariciones divinas es la
la palabra hebrea que expresa la figura divina, cuya con- teofanía sinaítica, en la cual el grandioso aparato ex-
templación se concedió a Moisés y se rehusó al pueblo!". terior, con relámpagos y truenos, fuego y humo, clamor
de corneta y temblor de tierra, ponía en evidencia la
c) El ángel del Señor. Las teofanías pueden equi-
inaccesibilidad de la tremenda majestad del Dios de
pararse a las apariciones del «ángel del Señor» (malrak
Israel 5• Esa teofanía se convirtió en prototipo o para-
yahweh), esa figura misteriosa con que la teología del
digma para las descripciones poéticas e imaginarias con
AT encubre lo que la aparición de un Dios trascen-
que salmistas y profetas celebraron las intervenciones
dente tiene de tremendo y aparentemente contradictorio
decisivas de Dios en la historia de individuos o del
(---+ Ángel). Al mal'ak yahweli se atribuye generalmente
pueblo o describían el futuro advenimiento de Dios para
un comportamiento humano ".
el juicio y castigo, o la entrada de la era mesiánica.
1Jue 6,11 y sigs.; 13,1 y sigs. 21 Re 19,9 y sigs. •Gn cap. 18. En el Sal 50, la bajada imaginaria de Dios sobre el
•Gn cap. 26. 'Éx 33,20.23. 'Éx 33,23. 'Éx 24,10. 'Gn 17,1;
26,2; 35,9. 'Éx cap. 35. 101 Re 19,9 y sigs. HNm 12,8; Dt 4, monte Sión se describe con colores que recuerdan la ba-
12.15-16.23.25; 5,8. 12Gn 16,10; Jos 5,13 y sigs.; Jue 2,1-4; 6,11- jada de Yahweh sobre el Sinaí. Así como en este monte
24; 13,3-7. se concluyó en otro tiempo la Alianza entre Dios y el
2. TE0FANÍAS PÚBLICAS. A lado de las numerosas pueblo, en Sión, ahora, se hace presente en el mis-
teofanias atestiguadas por personas individuales, la terio del culto litúrgico para reprender y juzgar o cas-

937 938
VT - 1-,
TEOFANÍA

tigar al pueblo por las trasgresiones de la misma Alianza. ¿Quién era el tal Teófilo? Para algunos se trataría
El Sal 97 esboza un cuadro semejante. Pero aquí la de un mero personaje literario, una ficción como, por
bajada imaginaria de Dios tiene por fin proteger al ejemplo, la «Pilotea» o el «Teótimo» a quienes san
pueblo contra sus enemigos. Los profetas a su vez Francisco de Sales dedica sus dos obras más famosas.
caracterizan el aspecto externo del «día de Yahweh» «Teófilo» sería para Lucas el lector cristiano destina-
con los elementos exteriores de la teofanía sinaítica, tario de sus escritos. La opinión más general no supone
como el fuego, el humo, truenos y relámpagos, etc. 6 tal acción, teniendo en cuenta el uso de los escritores
1Éx 16,10; 40,34; Lv 9,6.23; Nm 14,10; 16,19, etc. 'Éx 13,2; grecorromanos de dirigir sus obras a personajes reales.
14,19.24; Nm 14,14; Dt 1,33. 3Éx 33,9; Nm 11,24-25; 12,5; Dt En razón del título de «excelencia», con que Lucas honra
31,15. 'Éx 25,16-17. 'Éx 19,16 y sigs.; 20,18; Dt 4,10-20; 5,2-5. a los altos magistrados romanos Festo y Félix, se ha
'Is 18,3; 30,27-33; Jer 4,13; Ez 30,3; 34,12; JI 2,2; 3,3; Miq 1,2-5;
pensado en un personaje cristiano de elevada posición
Hab 3,6; Sof 1,14-18; Zac 9,14, etc.
social, aunque nada se sepa de él. Algunos estudiosos
111. LA TEOFANÍA EN EL NUEVO TESTAMENTO. Que- van más lejos y suponen la conversión de Teófilo al
dando en el NT definitivamente superada la identifica- cristianismo entre la publicación del evangelio y la de
ción de Dios con su mal'ák, la angelofanía (como la los Hechos de los Apóstoles, razón por la que no
aparición de un arcángel a Zacarías o a María) es ente- lleva este último libro el tratamiento honorífico.
ramente distinta de la teofanía. Como verdadera teo- Es posible que las Recognitiones clementinas y las
fanía debe registrarse la manifestación del Padre (y del Constitutiones Apostolicae aludan a él al hablar de un
Espíritu Santo) con ocasión del bautismo de Jesús", lo Teófilo muy noble convertido por Pedro en Antioquía
mismo que en su Transfiguración 2• Teofanía es también y al que hacen después obispo de dicha sede y también
la aparición de Cristo a Saulo en el camino de Da- de Cesarea.
masco". El episodio de la Transfiguración está en rela- Le 1,31; Act 1,1; cf. Act 23,26; 24,3; 26,25; cf. PG, I, 1049, 1453.
ción evidente con la teofanía sinaítica. La mención de
Bibl.: Véanse los comentarios al evangelio de Lucas y a los
un «monte alto» (cuyo nombre los evangelistas omiten, Hechos de los Apóstoles.
tal vez intencionadamente, por cuanto ese anonimato C. WAU
más fácilmente hace pensar en los montes célebres de
la historia, entre los cuales sobresale el Sinai), la pre- TEOLOGALES, Virtudes. Nombre que en la teo-
sencia de Moisés y Elías (ambos testigos de apariciones logía se da a las virtudes de -,. fe, -> esperanza y ->- ca-
divinas en el mismo monte), la nube teofánica y la voz ridad, porque son dones sobrenaturales que Dios con-
del Padre celestial, lo mismo que otros pormenores, cede sin que el hombre pueda lograrlas por sus propias
recuerdan la manifestación de Dios en el monte Sinaí. fuerzas, y porque unen al hombre inmediata y directa-
También en la epístola a los Hebreos, la teofanía mente con Dios; teologales, pues, porque tanto su origen
sinaítica sirve de pauta para una grandiosa descripción, como su meta es Dios.
en la cual la conclusión de la Nueva Alianza mediante
la sangre de Jesús, o sea el inicio de la era mesiánica, TEOLOGÍA BÍBLICA. Es la expresion íntegra del
se funde en una sola perspectiva con la venida del Juez pensamiento de la Biblia. Tal definición sumaria - y
divino para el juicio", por ello susceptible de ser admitida por cualquier
Así, las teofanías históricas del AT, además de re- corriente ideológica - sirve bien para introducir la
presentar pasos decisivos en el progreso de la religión descripción de los múltiples problemas inherentes a esta
de Israel, se revisten también de carácter tipológico, joven ciencia.
abriendo perspectivas para las realidades de la fase ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cómo debe considerarse la
mesiánica e incluso escatológica del Reino de Dios. Biblia para captar de modo exhaustivo su pensamiento:
1Mt 3,16-17; Me 1,10-11; Le 3,21-22; Jn 1,32-34. 'Mt 17,5; ¿como un libro humano simplemente o también divino?
Me 9,7; Le 4,34-35. 3Act cap. 9; 22,5-16; 26,10-18. 'Heb 12, ¿Se trata de una investigación llevada a cabo sólo con
18-29. la razón o bien con ésta iluminada por la fe?
Bibl.: J. HANEL, Das Erkennen Gottes bei den Schriftpropheten, Y, en cuanto al método de exposición, cabe pregun-
Stuttgart 1923. F. NóTSCHER, Das Angesicht Gottes schauen, Würz-
burgo 1924. H. EISING, Die Gottesoffenbarung bei Daniel im Rahmen tarse cómo debe ser realizada una descripción del pen-
der alttestamentlichen Theophanien, en Festschrift f. Notscher, Bonn samiento bíblico si se la desea íntegra: ¿de forma his-
1950, págs. 62-72. A. WEISER, Die Darstellung der Theophanie in tórica o sistemática? Además, ¿cómo debe traducirse
den Psalmen und im Festkult, en Festschrift f. Bertholet (1950), pág.
513 y sigs. G. vox RAD, Kabod im AT., en ThW, II, págs. 240- tal pensamiento para que se pueda hablar de una teo-
245. W. MICHAELIS, ibíd., V, págs. 331-335. logía existencial, adecuada al hombre de hoy?
O.SKRZYPCZAK Tales son algunos de los problemas esenciales de la
teología bíblica. Una breve síntesis de la historia de
TEÓFILO (0eóq>1Aos; Vg, Theophilus). Este nombre esta ciencia ayudará a comprender mejor su naturaleza
griego, que significa «amigo de Dios», aparece sólo en y ofrecerá las premisas necesarias para una descripción
el prólogo de las dos obras que escribió Lucas: el tercer positiva que facilite la comprensión de las directrices
evangelio y los Hechos de los Apóstoles. En el primer de la exégesis contemporánea.
pasaje le califica de «muy noble o excelente» (xpó-no-rs),
título que omite en el prólogo de los Hechos en que alude l. HISTORIA. Desde el siglo XVIII - fecha de na-
a la obra primera (rrpéó-rov Myov); pero la identidad cimiento de la teología bíblica como ciencia autóno-
de uno y otro «Teófilo» es cosa cierta entre los co- ma - hasta nuestros días, esta disciplina ha pasado
mentaristas. por tres momentos fundamentales: la aparición de la

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TEOLOGÍA

corriente religionista, el descubrimiento de la Biblia pesar de su «compromiso» con el espacio y el tiempo,


como historia de la salvación y el esfuerzo para llegar el contenido de la Biblia es siempre «pensamiento divi-
a una teología de la existencia. no». Esta realidad comporta una doble consecuencia:
La teología bíblica nace en un ambiente acatólico y la primera, que podríamos denominar «externa», es la
racionalista, en pleno auge de la crítica; su estructura- exigencia que fuerza a limitar con precisión la fuente
ción en disciplina autónoma estuvo favorecida por la de tal pensamiento (qué libros son los «inspirados»,
corriente religionista (estudio comparado de las religio- o sea el canon bíblico); la otra, «interna», se refiere
nes de tendencia racionalista). Las primeras teologías a su contenido. La Biblia describe la historia de la sal-
del AT y del NT revelan, por ello, con evidencia tal vación, es decir, un propósito unitario, en el que los
influjo; por esta causa pueden ser definidas muy bien diversos libros que lo integran se hallan vinculados entre
«historias» de la religión hebrea o cristiana-v, sí no sólo por cierta orientación análoga, sino también
El fenómeno se repite de manera análoga en el si- mediante determinadas significaciones propias origina-
glo xrx, favorecido sobre todo por la teoría semirracio- les y reiteradas (sentidos típico y pleno), que indican la
nalista de Schleiermacher: en la base de tales «teologías profunda unidad de ambos Testamentos. Cabe aña-
bíblicas» se halla, en efecto, la idea de una franca se- dir que la Biblia se encuentra inmersa en una tradición,
paración entre razón y fe; por ello, el método que debe que es como el canal que la transmite; por otra parte,
emplearse en la investigación bíblica ha de .ser única- el mismo plan salvífico, en su realidad, exige un órgano
mente histórico-crítico. que interprete los libros sagrados, el magisterio de la
En este primer momento no faltan creaciones más Iglesia, sólo a través del cual puede llegar la Biblia
conservadoras, que anuncian la aparición de un nuevo con toda su riqueza a cada uno de los fieles. Todos
tipo de teología bíblica; sin embargo, hasta el siglo xx estos elementos, el fenómeno de la inspiración, el canon
no pasa tal conquista al dominio común. La concepción bíblico, la estructura unitaria y la historia de la salva-
histórico-salvífica del pensamiento bíblico determina un ción y los sentidos bíblicos, y, finalmente, la interpre-
progreso fecundo, que marca el principio del renacimiento tación auténtica de la Iglesia en la línea de la tradición,
y del nuevo desarrollo actuales de la teología bíblica. requieren un método particular en la elaboración de la
Consecuencia de ello es una revisión metodológica teología bíblica: la razón «informada» por la fe.
en el estudio de la Biblia: no ya dilema razón-fe, sino A fin de evitar posibles confusiones, hay que atender
una unión armónica entre el método histórico-crítico bien al contenido de esta afirmación. Cuando decimos
y el teológico. que el método-crítico no basta para la elaboración de
Una última fase de esta evolución es el esfuerzo con la teología bíblica nos referimos a ésta en cuanto «ideal»,
que se intenta dar actualidad al pensamiento bíblico, «integral»: a la exposición exhaustiva del pensamiento
despojándolo de cuanto pueda tener de caduco y, por divino transmitido por la Biblia. Además, el método
lo tanto, de menos adecuado para responder al pro- sugerido no pretende ser semihistórico o semiteológico;
blema de la existencia humana. El intento más típico se trata, en realidad, de la aplicación integral de la
es el de R. Bultmann, quien parte del conocimiento razón y de la fe. Por ello, el método histórico-crítico
de la existencia humana para buscar en la fe de Cristo debe ser empleado de la manera más completa, sin temor
la comprensión profunda de su problema; tal fe es a la aparición de dificultades respecto de la fe, lo cual
alcanzada mediante el kerygma de la Iglesia primitiva, es verdaderamente imposible si se procede de forma
despojado de las categorías míticas del tiempo. Bult- realmente científica. Cabe observar también que el mé-
mann, por ello, concibe la teología del NT - algunas todo teológico no introduce ningún prejuicio en la in-
de sus ideas vuelven a encontrarse también hoy en varias vestigación bíblica, así como el aumento de luz no
teologías del AT- como la explicación de esta nueva hace precisamente menos visible un objeto.
comprensión de sí mismo que se da en el hombre cre-
yente. El problema, independientemente de la forma 3. MÉTODO. ¿Cómo debe exponerse el pensamiento
según la cual ha sido resuelto, tiene una viva actuali- de la Biblia? Ésta se halla integrada por libros (o par-
dad y por ello sigue siendo un elemento esencial en la tes de ellos) escritos en diversas épocas; trata, además,
estructuración de la teología bíblica. temas que han sido revelados sucesivamente. Surge
ACf. p. ej., las obras de G. L. Bauer y de D. C. von Colín en así la cuestión: ¿exposición «histórica», o sea basada
cuanto al AT; respecto del NT, las de H. J. Holtzmann, H. Weinel en el progreso unitario de la revelación según aparece
y W. Bousset. concretada en diversos momentos de la historia de la
2. NATURALEZA. La síntesis histórica ha propor salvación en los libros inspirados, o bien exposición
cionado varios elementos útiles para aclarar y resolver «sistemática», o sea descripción de las ideas (y también
el problema de la naturaleza de la teología bíblica, y de su evolución histórica) buscando en lo posible su
que indiscutiblemente orientan la elección del método nexo y la idea fundamental del pensamiento revelado?
necesario para su elaboración. Hemos dicho que la La tensión entre los dos métodos no ha sido todavía
teología bíblica es la exposición integral del pensamiento resuelta concretamente, a juzgar por los ensayos de teo-
de la Biblia; para alcanzar este resultado, ¿basta ya logía bíblica, tanto del ATA como del NTB; pero
quizá el método histórico-crítico, o es preciso añadir va madurando, no obstante, una orientación hacia su
el método teológico, o sea la investigación iluminada concordancia armónica. Creemos que esta sabia unión
por la fe? La respuesta se obtiene analizando el objeto es el camino más adecuado a la manera según la cual
del estudio: la Biblia. Para la teología católica, una Dios se ha revelado en la Biblia. Tal método, en efecto,
especie de encarnación del pensamiento de Dios. A tiene presente en particular un elemento esencial de esa

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TEOLOGÍA

revelación: Dios ha manifestado su plan salvífico en la - que se repite en los otros períodos - de la tensión
historia y la Biblia refiere esta revelación respetando existente entre este momento histórico y la interpreta-
su estructura histórica. Evidentemente, no se trata de ción que de él ofrece la Biblia 1 puede resolverse fácil-
reconstruir la historia del pensamiento y de la religión mente en la concepción católica de la inspiración: aun
de Israel, porque en tal caso no podríamos hablar de una admitiendo una presentación nueva que debe ser tenida
teología bíblica, sino de descubrir cómo Dios mis- en cuenta, la tensión no es tan intensa como para afectar
mo, por medio de los libros inspirados en momentos la realidad de los acontecimientos.
diversos, ha revelado las distintas etapas de la historia La época de los patriarcas prepara el período central
de la salvación. Este hecho no sólo ayuda a comprender del AT: la creación del pueblo de Dios (Éxodo-Deutero-
mejor el conjunto del plan salvífico en su realización nomio). La investigación teológica no puede prescindir
histórica: es también el método educativo de Dios, de la cuestión del Pentateuco y de las «tradiciones»
que, independientemente de cuanto de contigente haya eventuales (Y, E, D, P) que lo integran. ¿Cúal es, p. ej.,
en él, a causa del ambiente al que está dirigido de la validez de una construcción como la de G. von Rad,
manera inmediata, conserva un valor absoluto para el que fundamenta la primera parte de su teología del AT
hombre de cualquier época. en las «tradiciones del Hexateuco»? Independientemente
Sin embargo, este aspecto, aun cuando esencial, no del problema literario, nos parece criticable el empleo
es el único: aunque la Biblia refiere en distintos libros exclusivamente aislado de tales «tradiciones» para la
históricamente sucesivos el pensamiento revelado, y a elaboración de una teología del AT: la Biblia, en efecto,
causa de ello con una dimensión histórica, no debemos las presenta fundidas en un contexto que les confiere
olvidar que no tiene sino un solo Autor principal, que un nuevo significado e . La «prehistoria bíblica»? podría
ha ideado la historia de la salvación y guía su manifes- ser colocada tras la descripción de la experiencia de
tación creando la profunda unidad de la revelación la Tierra Prometida (Josué-Jueces) y de la monarquía
bíblica. El concepto católico de la inspiración, en virtud (1-2 Samuel; 1-2 Reyes= cf. 1-2 Crónicas): ésta, junto
del cual debe hablarse de un Autor principal de toda a la alabanza del pueblo de Dios, aparece, en efecto,
la Biblia (Dios), quien interviene mediante diversos como síntesis de la reflexión y de la fe de Israel en su
autores humanos en la composición de los distintos Dios, Señor de la naturaleza y de la historia, y, además,
libros, es muy importante y fecundo para la elaboración como expresión de la misión universal del pueblo esco-
de la teología bíblica integral. Espontáneamente, cabe gido. Tales páginas, bastante recientes en su redacción
preguntarse cuáles son las constantes de la intervención definitiva, se hallan influidas por la madurez religiosa
de Dios en la historia, cuáles las ideas dominantes e de Israel y se comprenden mucho mejor colocadas en
incluso la idea madre; cabe preguntarse también qué ese contexto histórico.
coordinación y vínculo se dan entre los diversos temas. Aquí debe añadirse el tema de los educadores de
Ello exige un estudio que, a partir de la historia según Israel, los sacerdotes, los profetas y los sabios, según
aparece referida en la Biblia, consiga una exposición la literatura de ellos procedente y que, junto con la
sistemática. obra del Cronista (1-2 Crónicas; Esdras y Nehernias),
ADos ejemplos típicos son la teología de W. Eichrodt (sistemá- la apocalíptica (cf. particularmente Daniel) y la de los
tica: es el método empleado habitualmente) y la de G. von Rad macabeos, se extiende por los sucesivos períodos del
(histórica). B Algunos intentos de concordancia, según puede verse Exilio, de la restauración teocrática y de los últimos
en las teologías de M. Meinertz y de J. Bonsirven, quedan todavía
muy lejos del ideal.
tiempos del AT.
El más grave de los problemas que presenta una ex-
4. PROBLEMA. Consideramos útil añadir ahora al- posición de este tipo es, indudablemente, el de la crono-
gunas observaciones para indicar 'cómo nos parece que logía de los textos; sin embargo, a pesar de las dificulta-
debe ser en concreto una teología bíblica ideal, y cuáles des que ello supone para un acuerdo, no creemos que se
son los problemas que dificultan su realización. Admi- pueda impedir una prudente hipótesis de trabajo, siquie-
tamos en principio que una elaboración teológico- ra con resultados más bien elásticos.
bíblica integral abarca ambos Testamentos, dada su
profunda unidad: existe, en efecto, una tensión constante b) Exposición sistemática. Admitamos en principio
del AT hacia el NT, de suerte que el primero sólo que toda sistematización presenta aspectos discutibles;
puede comprenderse plenamente a través de la realiza- ofrecemos, de manera esquemática, una que nos parece
ción del segundo; y, viceversa, el NT exige como su bastante adecuada a la exposición teológico-histórica.
base el AT, sin el cual resulta aquel incomprensible. Juzgada bajo el aspecto del ideal pensado por Dios, la
Se pueden admitir asimismo, no obstante, exposiciones historia de la salvación aparece como un diálogo de
parciales, siempre y cuando tengan presente dicha exi- Dios con el hombre, realizado en el pueblo escogido
gencia fundamental; por razones de brevedad, nos li- (Israel-Iglesia) mediante Cristo. El AT revela al Dios
mitamos aquí al AT. vivo como presencia salvífica (el «Santo de Israel»);
Según el citado método, una teología del AT debe el diálogo con el hombre, llamado a ser su «imagen», se
comprender dos partes: una exposición teológico-his- realiza en el pueblo escogido, imagen de Dios porque,
tórica y una síntesis sistemática. como Él, es por vocación «santo». El Mesías compendia
en sí al pueblo de Dios y es su imagen ideal, que todos
a) Exposición teológico-histórica. El punto de par-
los hombres (la Iglesia) están llamados a reproducir",
tida (juzgada improbable la transmisión de la revelación
primitiva de Adán a Abraham) es la descripción del ACf. RivB, 12 (1964), pág. 42.
3
diálogo del Dios vivo con los patriarcas. El problema 1 Gn 11,27-50,26. 'Gn caps. 1,11: Rom 8,29.

944
943
TEOLOGÍA

Bibl.: Además de las teologías del AT y NT, véase: B. HESSLER, introducción histórica. Acomodándose a ese concepto
De Theologiae biblicae Veteris Testomentí problema/e, en Antonia- histórico-crítico, que adquiere una importancia cada
num, 25, Roma 1950, págs. 407-424. C. SPICQ, L'avénemenf de la
Théologie Biblique, en RSPhTh, 35 (1951), págs. 561-574. F. M. vez mayor, R. Smend dio a su manual por vez primera
BRAUN, La Théologle bib/ique, en R'Thom (1953), págs. 221-253. C. el título de Alttestamentliche Religionsgeschichte, y lo
SPICQ, Nouvelles réfie xions sur la Théologie Biblique, en RSPhTh, 42 mismo M. Lohr. Las obras de F. Giesebrecht, K. Budde,
(1958), págs. 209-219. L. ÁLONSO-SCHOKEL, Argument d'Écriture et
K. Marti, Kayser, G. Holscher y R. Kittel adoptaron
théologie biblique dans l'enseignement théologique, en NRTh, 91 (1959),
págs. 337-354. A. DESCAMPS, Réfie xtions sur la méthode en théo- títulos similares. Pese al título de Theologie des AT con
logie bib/ique, en SPag, 1 (1959), págs. 132-157. F. FESTORAZZI, que aparecieron, las obras de E. Kautzsch y B. Stade-A,
Rassegna di Teología dell'Antico Testamento. Il problema metodolo- Bertholet siguen la órbita del pensamiento histórico-
gico, I, en RivB, 10 (1962), págs. 297-316; íd., Il problema del me-
todo nel!a teología bíblica, en SC, 91 (1963), págs. 253-276; íd., IJ, evolucionista y contienen una exposición empírico-feno-
en RivB, 12 (1964), págs. 27-48. menológica de la historia religiosa israelita.
F. FESTORAZZI El cambio operado en la ciencia teológica en 1918,
al término de la Primera Guerra Mundial, trajo también,
TEOLOGÍA DEL ANTIGUO TESTAMENTO. l.His- paulatinamente, una reanimación de la teología bíblica.
TORIA. Para conocer la naturaleza y el objeto de la El método relativista en la historia de las religiones ha
teología del AT conviene fijarse, por de pronto, en cedido el puesto a una reflexión que cree en lo revelado
la historia de esta disciplina relativamente joven en el y a un tratamiento teológico del testimonio de las SE.
árbol de la teología, pues tanto la naturaleza como Con esa tendencia reciente han publicado E. Konig y
el contenido se perfilan mediante sendos procesos típi- E. Sellin sus teologías del AT. El auténtico impulso
cos de evolución. Hasta las postrimerías de la Edad para alcanzar un nuevo y oportuno enfoque de la teo-
Media y mucho más acá, el conjunto de la ciencia logía del AT lo debemos sobre todo a W. Eichrodt
bíblica fue considerado como parte de la teología dog- con su estimulante y orientador artículo titulado: Hat
mática, a la cual la Biblia se encargaba de suministrar die atl. Theologie noch selbstdndige Bedeutung innerhalb
los dicta probantia. La teología bíblica - cuyo nombre der atl. Wissenschaft ? (en ZA W, 47 [1929], págs. 83-91).
aparece por primera vez en una obra de Ch. Zeller, Con su Theologie des AT, en 3 vols., que le siguió muy
publicada en 1652 - alcanzó en el siglo xvm el carácter en breve y que acaba de alcanzar la quinta edición,
de ciencia autónoma, cuando en la época del roman- este autor derribó definitivamente las concepciones evo-
ticismo se despertó el interés por la vida de las civiliza- lucionistas e historicistas de los cien últimos años y
ciones periclitadas. J. Ph. Gabler, en su discurso inau- deparó un nuevo florecimiento a esta nobilísima disci-
gural del curso de la Facultad de Altdorf y con el plina escriturística.
título De iusto discrimine theologiae biblicae et dogma- La brusca transformación que ello supone nos lleva
ticae, regendisque recte utriusque finibus+, sugirió y de la mano a la segunda parte de nuestro estudio.
exigió que fuese tratada como disciplina de especialidad AJ. PH. GABLER, en Opuscula academica, II, Ulm 1831, págs.
histórica. Posteriormente, en el siglo XIX, la teología 179-198.
entró como ciencia histórica en el cauce de la filosofía
dominante: el idealismo de Hegel, el evolucionismo 2. NATURALEZA Y CONTENIDO. El concepto «teología
naturalista, representado sobre todo por Wellhausen, del AT» se puede tomar en dos acepciones distintas:
para caer, en la época del historicismo, en la órbita del a) como teología contenida en el mismo AT; b) como
estudio comparado de la religiones - que se suponía teología que tiene el AT por objeto.
sin precedentes -, ideas todas ellas que, hasta entrado La teología designada en la acepción a) tiene el come-
ya el siglo xx, imprimieron su cuño en la teología bíbli- tido de investigar el AT en sus asertos y datos teológi-
ca, aun cuando hoy estén, ya en gran parte, superadas cos. Esto es, la tarea de recoger con método histórico, en
y arrumbadas. cada una de las fases de la historia de la revelación,
De acuerdo con los principios de Gabler, G. L. Bauer las expresiones provistas de relevancia teológica y re-
fue el primero en distinguir entre la teología bíblica presentadas en un sistema deparado como inmanente
del AT y la del NT, y con su Theologie des ATinauguró en la Biblia por el nivel de revelación que se haya al-
el tratamiento científico autónomo de esta disciplina; canzado en cada caso.
le siguió W. M. L. de Wette con su Theologie. El tratado Rebasando este punto de vista, la teología designada
clásico de esta primera época procede de D. C. von en la acepción b) domina el AT como un todo, acomoda
Cólln, publicado en 1836, con sus dos partes de hebraís- las varias y particulares «teologías fragmentarias», p. ej.
mo y judaísmo. Influido por Hegel, W. Watke escribió de la época patriarcal, de Moisés, de los profetas, etc. en
una Biblische Theologie des AT. Watke está sobre todo una visión de conjunto; ordena, además, en definitiva,
en deuda con Wellhausen. Entre los adversarios de este esa visión global en el cosmos de la ciencia teológica,
investigador histórico-crítico y gramático-histórico se especificando la teología veterotestamentaria como parte
cuentan E. W. Hengstenberg con su obra Christologie de la teología bíblica; se esfuerza por establecer, ade-
des AT, en 3 vols., y J. Ch. K. von Hofmann con sus más, la relación entre AT y NT y señala finalmente la
obras capitales Weissagung und Erfiillung y Der Schrift- función que la teología del AT ha de desempeñar,
beweis. Ciertamente influido por Hegel, aunque, sin principalmente respecto a la dogmática. Con esto al-
embargo, en sana reacción contra él, publicó G. F. canza la categoría de lazo de unión entre la teología
Oehler su Theologie des AT. Las obras de H. Schultz histórica y la dogmática, de las cuales ésta ha de refe-
y A. Dillmann ordenaban sus materias de acuerdo aún rirse continuamente a la otra como al «principio no
con cristerios sistemáticos, pero iban precedidas de una agotado jamás y que por lo mismo es dado siempre

945 946
TEOLOGÍA

de nuevo», como norma non normanda (K. Rahner, hacia adelante, hacia la consumacion en el centro de
cf. bibl.). los tiempos y en la escatología. Esa tensión dinámica
De ahí se sigue que la teología del AT representa, en orientada hacia una meta procede de Dios, que la
suma, el remate y coronación de la ciencia veterotesta- eleva gradualmente, realiza paso a paso sus promesas
mentaria; es el verdadero objeto último de la investi- y en ello alcanza su meta: la instauración de la realeza
gación sobre el AT y las demás disciplinas del AT no de Dios y en ella y con ella la salvación del linaje hu-
son otra cosa que trabajos previos tendentes a este fin: mano. Esta dinámica sobrenatural inculcada por Dios
presentar la comunicación que Dios nos hace de sí a modo de entelequia de la historia israelita, convierte
mismo y su universal economía de salvación en un de continuo la historia profana de Israel en «historia de
sistema conforme con la Biblia y exigido por el conteni- salvación», que está, a la vez, con ella y en ella presente
do bíblico. y latente. Esa corriente vital entre AT y NT es el subs-
Para cumplir adecuadamente este fin, la teología del trato de la ley de promesa y cumplimiento, como, p. ej.,
AT ha de tomar siempre en consideración el fondo co- se puede ver en la institución portadora de la Alianza de
mún semítico y particularmente cananeo de la religión Dios con los hombres, en los más diversos planos de la re-
de Israel, como lo postula de forma insistente y expresa velación del AT y NT. Dicho movimiento se dirige hacia
la encíclica Divino affiante Spiritu. Debe, además, dirigir la manifestación del Mesías-Jesucristo en la plenitud de
los ojos continuamente al NT, en el cual sólo hallan los tiempos y al fin de ellos, y así, peldaño tras peldaño,
cumplimiento el movimiento del AT y sus más nobles contribuye a dar a la realeza de Dios una realidad cada
aspiraciones. Ese movimiento vincula el AT y NT en vez más próxima e intensa hasta que triunfe totalmente
una unidad dinámica ( [no estática!), que está marcada al fin de los tiempos el Reino de Dios en todo su es-
por la irrupción e impregnación del Reino de Dios. Para plendor. Así, todo el AT tiene un carácter mesiánico-
este cometido se vale, ciertamente, del método histórico- cristológico, aun cuando, con razón, se rechacen por
crítico, pero no es posible resolverlo por un camino exageradas las explicaciones de W. Vischen (cf. bibl.),
meramente histórico-genético; antes bien, sólo es acce- que ya en el AT ve en acción a Cristo como mediador
sible a la comprensión del que cree en lo revelado, de la Salvación.
único camino capaz de poner en claro la estructura Para expresar con debida objetividad esa íntima rela-
fundamental y columna maestra de las manifestaciones ción existente entre AT y NT adquiere hoy una impor-
de Dios en la Biblia. Con ello se aparta la teología del tancia cada vez mayor la tipología como legítimo mé-
AT de la historia religiosa de Israel, la cual se limita todo de exégesis. Menos segura y aceptada parece ser
las más de las veces a tratar de las bases, desarrollo y aún hasta hoy la cateogría del sensus plenior. Acaso
dependencia de dicha religión respecto de las concep- debiera hacerse la tentativa de comprender correlativa-
ciones religiosas del mundo circundante y que, por lo mente en la vía de la transposición de motivo, aquella
mismo, apenas reconoce la pretensión del AT, de con- relación entre promesa y cumplimiento, que no sólo
tener toda la revelación garantizada· por Dios. Sólo domina en toda la Escritura, sino que también, dentro
estadísticamente - sin participar ni comprometerse en aún del AT, o sea en la estructura de una visión de
la fe - el estudioso de las religiones recoge los datos la estructura fundamental de la Biblia, y con ello de-
materiales de la religión israelita y los compara con bería intentarse comprender adecuadamente la evolu-
otros, pero se halla con frecuencia más bien ligado a ción de la revelación, de su peculiaridad y desarrollo
conjeturas e hipótesis al tratar de los problemas religio- sobrenaturales A.
sos y literarios que se plantean, que a dar por cierta ACf. sobre este punto H. Gaoss, Die Idee des ewigen und al/ge-
su presunta falta de presupuestos. meinen Weltfriedens im A/ten Orient und im AT, Tréveris 1956, págs.
Como peculiaridad característica de la teología del AT 77, 80-83, y del mismo, en SPag, I, págs. 325-334; véase también
el mismo principio formal para el desarrollo de la Biblia en Relee-
se debe tratar de: tures Bibliques, A. GELIN, en SPag, I, págs. 303-315.

3. Su RELACIÓN CON EL NT. Para el enfoque histó- 4. MÉTODO v ESTRUCTURA. En tanto que el enfoque
rico-religioso, el tema de la relación entre el AT y histórico-religioso presenta a la religión israelita en sus
el NT carece de importancia decisiva (cf. J. Wellhau- diversas etapas como un puro desarrollo periódico
sen). Investigadores como Bultmann y Baumgartel ajustado a leyes naturales, sus adversarios orientados
están, en efecto, seguros de que las raíces del NT se teológicamente han estructurado el mundo religioso del
remontan al AT; mas subrayan con energía la contra- AT más de conformidad con principios sistemáticos, para
posición y el exclusivismo que existe entre ambos. así subrayar debidamente el centro de gravedad de los
Por tanto, en la dependencia de que ahora tratamos principales supuestos orientadores y de la acción sal-
no puede limitarse a haber una mera continuidad his- vífica de Dios sobre el conjunto. Hasta hoy, lucha, en
tórica ni un desarrollo natural perceptible a la razón, las más varias exposiciones contemporáneas de la teo-
sino que la relación entre AT y NT debe de estar logía del AT, la síntesis objetiva con el análisis llevado
fundada en el «plan divino y sobrenatural de salvación», históricamente, para alcanzar un justo equilibrio; lo
plan que, precisamente, la teología ha de estudiar a cual vuelve a hacerse patente en la obra de Von Rad,
fondo, el cual «abarca el AT y NT y tiene por centro Dejan de satisfacernos en este aspecto, por ejemplo,
a Nuestro Señor Jesucristo». Todo el AT muestra, las teologías de los autores católicos Ceuppens y Hei-
en esa visión desde dentro, una tensión dinámica, que no nisch, por pedir prestados a la dogmática y la moral sus
es alimentada ni movida por estímulos naturales, sino sistemas de exposición, y no atender además, suficiente-
por entelequias inspiradas por Dios, y que impulsa mente, a la estructura de las líneas salvíficas del AT

947 948
TEOLOGÍA

ni a la peculiaridad de su testimonio; débense conside- 1936; 3.• ed., P. HEINISCH, Bonn 1940. o. PROCKSCH,
1953.
Gütersloh1949. P. VAN IMSCHOOT, I-11, París 1954-1956. E. JACOB,
rar, pues, más bien compilaciones de dicta probantia, Neuchátel 1955. TH. C. VRIEZEN, Wageningen-Neukirchen 1956.
que verdaderas teologías del AT. G. VON RAD, I, Munich 1957; 4.• ed., ibid. 1962; 11, ibid. 1960.
Van Imschoot, Kohler, Konig y Sellin agrupan su G. A. F. KNJGHT, Londres 1959. D. BARTHÉLEMY, París 1963.
materia en torno a los temas: «Dios, hombre, justicia y Estudios sobre contenido y método: H. GRESSMANN, en ZA W,
42 (1924), págs. 1-33. c. STEUERNAGEL, en ZAW, supl.; 41 (1925),
salvación». Eichrodt que, con razón ciertamente, erige págs. 266-273. o. EISSFELDT, en ZA W, 44 (1926), págs. 1-12. G.
en concepto central de su tratado la idea de Alianza, VON RAD, en ThLZ, 68 (1943), págs. 225-234. R. BULTMANN, en
clasifica con Proksch los materiales que obtiene metódi- ZThK, 47 (1950), págs. 360-383. F. v. FILSON, en ThLZ, 75 (1950),
págs. 1-14. F. BAUMGARTEL, Verheissung ; Gütersloh 1952. J. CoP-
camente a modo de perfil del mundo religioso del AT, de PENS, Les harmonies des deux Testaments, en NRTh, 74 (1952), págs.
la siguiente forma: «Dios y pueblo; Dios y mundo; 3-20. G. VON RAD, en EvTh, 12 (1952), págs. 17-33. s. E. WRIGHT,
Dios y hombre». E. Jacob articula su estudio según el God Who Acts, Londres 1952. A. FERNÁNDEZ, en Bibl, 34 (1953),
esquema: «Dios; actuación de Dios; oposición contra págs. 299-326. G. VON RAD, en Ev'Ih, 13 (1953), págs. 403-413.
H. H. ROWLEY, The Unity of the Bible, Londres 1953. A. BEA, en
Dios; y triunfo final de Dios». Vriezen repasa en detalle sz, 153 (1953-1954), págs. 91-104. F. BAUMGARTEL, en ThLZ, 79
los temas: «conocimiento de Dios en el AT; Dios; (1954), págs. 199-212. R. E. BROWN, The «sensus plenior » of Sacred
hombre; trato entre Dios y hombre; y Dios, hombre Scripture, Baltirnore 1955. G. EBELING, en JThS (nueva serie), 6
(1955), págs. 210-225. A. A. VAN RULER, Die Christliche Kirche
y mundo en el presente y el futuro». La obra de Von und das AT, Munich 1955. H. H. ROWLEY, The Faith of Israel,
Rad se aparta notablemente de esos esquemas estruc- Londres 1956. J. J. STAMM, en Ev'Fh, 16 (1956), págs. 387-395.
- turales y sistemáticos tomados del AT mismo. Según R. DE VAUX, en ZAW, 68 (1956), pág. 225 y sigs. H. W. WOLFF,
él, la labor de la teología del AT no estriba tanto en en Ev'I'h, 16 (1956), págs. 337-370. w. EICHRODT, en VT, supl., 4
(1957), págs. 161-180. K. RAHNER, en LThuK, 11, 2.• ed., Stuttgart
señalar el curso del acontecer histórico de Israel, que 1957, cols. 450-451. H. GROSS, en TThZ, 67 (1958), págs. 355-363.
escapa a pesar de todo, y con mucho, a nuestro conoci- B. HESSLER, en ww, 21 (1958), págs. 134-141. L. SCHEFFCZYK,
miento, sino en bosquejar una imagen de la historia en TThZ, 67 (1958), págs. 193-209. J. WELLHAUSEN, Israe/itische
und jüdische Geschichte, 9.• ed., Berlín 1958. H. Gaoss, en BZ
de la salvación, proyectada e interpretada por Israel en (nueva serie), 3 (1959), págs. 3-17. O. LORETZ, en WW, 15 (1960),
la fe. De acuerdo con su modalidad propia, Israel págs. 85-92. G. VON RAD, en ThLZ, 88 (1963), págs. 401-416.
habría interpretado siempre las realidades históricas H. GROSS
desde la fe. Ahora bien, únicamente esta interpretación
de la historia y los testimonios de la fe acerca de lo his-
TEOLOGÍA DEL NUEVO TESTAMENTO. La
tórico podrían en consecuencia ser objeto de la teología
teología del NT, como disciplina autónoma, empezó a
del AT. Por lo mismo hay que rechazar también todo
tomar cuerpo entre los protestantes durante el pasado
intento de sistematización de las concepciones religiosas
siglo.
del AT. La explicación a posteriori sería la forma más
Entre los católicos, la teología del NT se perfiló más
legítima de discurrir teológicamente sobre el AT.
tardíamente, debido a la fuerza histórica y tradicional
Posiblemente debemos ver en la concepción de Von
que en las escuelas había tomado la llamada teología
Rad un retroceso al método histórico-religioso, aunque
sistemática. Así se explica que los primeros conatos de
en lo fundamental sea el suyo más complicado y haya
teología del NT, en el campo católico, se redujeran a
que distinguirse muy bien la religión de Israel de la com-
agrupar algunos dicta probantia del NT alrededor de
prensión creída de su historia. En todo caso, su concep-
las tesis dogmáticas, previamente formuladas.
ción está gravada con la inadmisible hipótesis de la
En el día de hoy, sobre todo a partir de la encíclica
descomposición de la historia objetiva y de los aconteci-
pontificia Divino affiante Spiritu (1943), la teología del
mientos históricos interpretados subjetivamente en la fe.
NT ha adoptado, en su metodología, unos cauces supra-
En contraposición con ello, hay que mantenerse afe-
confesionales, que constituyen la mejor premisa para un
rrado, ciertamente, a la unidad interna entre la historia
verdadero diálogo ecuménico.
real de Israel y la historia de la salvación que en ella se
contiene y de la cual es portadora - objeto de la teolo- l. HISTORIA DE LA METODOLOGÍA. 1. CRÍTICA HIS-
gía del AT -, historia esta última manifestada por el TÓRICA, En la mitad del siglo XIX, la teología del NT
carisma de la inspiración en los libros del AT y apor- se redujo prevalentemente a una insistente crítica de
tada a los creyentes de forma obligatoria por la teología los escritos neotestamentarios en el cuadro de la histo-
del AT. En este sentido, Von Rad ha elaborado los ria de las religiones interpretada según el esquema he-
principios del primer volumen de su Theologie des AT geliano.
(págs. 117-128). Su opinión se apoya sólo muy remo- D. Fr. Strauss (t 1874) publicó en 1835 Das Leben
tamente en lo antes expuesto, cuando en el párrafo Jesu en dos volúmenes. Para Strauss, el mito de Cristo
sobre el «Objeto de una Teología del AT» concluye es la clave de la interpretación teológico del NT. Cris-
diciendo: «Sin embargo, su punto de partida y su centro to produjo un impacto tan fuerte en sus discípulos,
son la revelación (Offenbarungshandeldn) de Dios» pá- que éstos posteriormente le atribuyeron los predicados
gina 128). propios del Mesías.
Strauss ha tenido numerosos seguidores: Bruno Bauer
Bibl.: Teologías del AT: G. L. BAUER, Theologie des AT, Leip- (1841-1850), W. B. Smith (1906), A. Drews (1909-1911),
zig 1796. w. M. L. DE WEITE, Theologie, Berlín 1813; 2.• ed., 1871. P. L. Couchoud (1924), C. Guignebert (1933).
W. HENGSTENBERG, Christologie des AT, 3 vols., Berlín 1829-1835.
W. VATKE, Biblische des AT, Berlín 1835. J. CH. K. VON HOFMANN, Posteriormente, F. Ch. Baur (t 1860), que había sido
Weissagung und Erfüllung; Nordlingen 1852-1856. G. F. OEHLER, maestro de Strauss, juzgó demasiado radical la actitud
Theologie des AT, Stuttgart 187°3; 3.• ed., 1891. R. SMEND, Alt-
del discípulo, y creyó que del naufragio de la crítica
testamentliche Religionsgeschichte, Fríburgo-Leipzig 1893; 2.• ed.,
1899. w. EICHRODT, 1-111, Leipzig 1933-1939. L. KéiHLER, Tubinga histórica había que salvar este hecho realmente sucedido;

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TEOLOGÍA

Jesús mismo se llamó Mesías. Sobre este punto de par- materia. La obra de Cullmann ha influido notable-
tida se construyó la teología de los escritos neotesta- mente en la teología católica, y su esquema ha sido
mentarios a base de un intento de síntesis «católica» del fundamentalmente aceptado por numerosos manuales
«petrinismo» y del «paulinismo», Según esto, Mateo católicos e incluso recomendado por las mismas autori-
es la deformación tendenciosa de un escrito «petrino» dades eclesiásticas. La diferencia entre ambas perspec-
de inspiración judeocristiana: el Evangelio arameo de los tivas se reduce a la concepción del «tiempo de la Iglesia»,
Hebreos (hacia 130). Lucas, de tendencia antipetrina, que prácticamente para Cullmann no existe sino como
es la reelaboración del evangelio «paulino» de Marción compás de espera de la parusía, y que, para la concep-
(hacia 140-180). Finalmente, Marcos es la síntesis des- ción católica, es un verdadero «tiempo salvífica», crea-
tinada a neutralizar las dos primeras tendencias. De esta dor de novedades históricas, aunque no discontinuas del
manera, la teología del NT está literalmente montada gran acontecimiento central de Cristo. En este sen-
sobre el esquema hegeliano: desde la tesis «petrina» tido, las obras de H. Schlier - que hace pocos años
(judeocristiana), pasando por la antítesis «paulína» ingresó en la Iglesia católica - completan indudable-
(pagano-cristiana) se llega a la síntesis «católica». Esta mente la gran obra del teólogo alsaciano P,
visión de la teología del NT fue cultivada posteriormente AQ. CULLMANN, Le Christ et le Temps, París 1946. Bíct., Die
por un grupo que, debido a su ubicación universitaria, Zeit der Kirche, Friburgo de B. 1956.
fue llamado la «Escuela de Tubinga».
3. TEOLOGÍA DE LA EXISTENCIA. A pesar de su pro-
En el seno de esta misma escuela surgió un fuerte cedencia de la escuela crítica y de su propio rigor
movimiento revisionista, capitaneado por H. J. Holz- exegético, el profesor de Marburgo, Rudolf Bultmann,
mann. Para Holzmann, Bauer y sus discípulos son exce-
intenta construir una teología del NT, como respuesta
sivamente simplistas: el prejuicio filosófico les ha im-
actualmente válida a la pregunta que el hombre se hace
pedido buscar objetivamente las fuentes de los escritos
sobre su existencia. «La verdad del cristianismo - dice
neotestamentarios. Estas fuentes se reducen fundamen-
Bultmann - , como la de cualquiera otra religión o
talmente a dos: el «Proto-Marcos» (M = Ur-Markus)
filosofía, es siempre una cuestión de decisión personal,
y las «Logia» (Q). Mateo y Lucas usaron M-Q, y gra-
y el historiador no tiene derecho a privar a nadie de esta
cias a M y Q, Jesús puede ser reconocido. A este Jesús responsabilidad.»
en cierto sentido preliterario, se opone el «paulinismo»,
Para elaborar una auténtica teología del NT, válida
de un rico porvenir y capaz de orientar la historia.
respuesta a la pregunta existencial del hombre, Bult-
Pero el representante más notable de esta época «reli-
mann emprende un riguroso proceso de desmitologiza-
gionista» es W. Bousset, con su gran obra Kyrios Cristos
ción bíblica, que, sin embargo, no es una obra puramente
(Gotinga 1913). Según Bousset, el cristianismo se lo negativa, crítica o destructiva, sino paso necesario
debe todo a sus concomitancias con las religiones de
para una interpretación válida del mito. Y esta inter-
misterios del helenismo, con el hermetismo y con los
pretación presupone necesariamente una «precompren-
demás fenómenos religiosos de su ambiente. La novedad
sión» (Vorverstiindnis) que sea como el álveo en el que
y originalidad del mensaje de Jesús es sólo una voz
se deposite la respuesta salvadora que Dios nos manda
exigua en el judaísmo de la época; el aspecto alarmante
a través de la Cruz. Esta precomprensión, a su vez,
y revolucionario de la fe cristiana se disuelve en el sin-
cree Bultmann poder realizarla con los instrumentos
cretismo.
analíticos de la fenomenología de Heidegger. El análisis
Este punto de vista, puramente histórico-crítico (con
heideggeriano de la existencia humana deja abierto el
fuertes prejuicios filosóficos) y religionista, será aban-
angustioso interrogante sobre la posibilidad de trascen-
donado después de la Primera Guerra Mundial, para dar
der esta existencia, limitada fatalmente por la muerte.
paso a las nuevas direcciones: temas bíblicos de la
Bultmann opina que la diferencia entre la filosofía y
«historia de la salvación» y «teología de exis-
teología es que ésta trata de una creencia en la existencia
tencia».
humana.
Esta actitud de Bultmann pone de relieve que ya no
2. HISTORIA DE LA SALVACIÓN. Aunque al final del
se puede considerar a la teología del NT como un mero
siglo XIX hubo unos conatos de una elaboración histó-
inventario histórico de la fe y del pensamiento de la
rico-salvífica de la teología del NT (J. C. K. von Hof-
Iglesia primitiva.
mann y A. Schlatter), fue Stauffer el que introdujo
el concepto de la «historia de la salvación» en la inter- JI. ESTADO ACTUAL DE LA TEOLOGÍA DEL NT ENTRE
pretación del NT. Histórica y cristocéntrica, su teología LOS CATÓLICOS. La teología del NT entre los católicos
del NT parte de la Creación y de la caída, pasa por la sigue un rumbo paralelo al de los protestantes, aunque
«ley de Promesa» y desemboca en el acontecimiento cris- con las consiguientes diferencias de contenido.
tológico. Desde este último, parte un futuro, en el que Por una parte, predominó - sobre todo al principio -
hay que considerar primero las exigencias incumplidas el procedimiento de la agrupación de los dicta probantia
de la creación y la actividad del «adversario», y también alrededor de los esquemas clásicos de los viejos manuales.
el campo de acción de la Iglesia, hasta llegar a la reve- Ejemplo típico es la obra de l. C. Ceupens é.

lación plena de Cristo, la restauración del universo y la Posteriormente se impone el método histórico que
glorificación final de Dios. subraya las diferencias, aunque mostrando continua-
Pero el representante más destacado de la teología mente la coherencia de la teología del NT. En este sen-
de la «historia de la salvación» es O. Cullmann-v, cuyo tido están concebidas las obras del M. MeinertzB y de
libro se ha convertido ya en una obra clásica en la J. Bonsirven c.

951 952
TEOLOGÍA

Finalmente se intenta el procedimiento del leitmotiv; A J. C. CEUPENS, Theologia biblica, 3 vols., 2.ª ed., Turín-Roma
la teología del NT es concebida a base de una directriz 1949. BM. MEINERTZ, Theologie des NT, Bonn 1950. CJ_ BON·
SIRVEN, Théo/ogie du NT, París 1951. DC. SPICQ, Agape. Pro/égo-
que perfora todos los escritos neotestamentarios y menes a une étude de théologie néotestamentaire, en Studia Hel/e-
alrededor de la cual se engarza toda la construcción nistica, 10, Lovaina 1955; íd., Ágape dans le N.T. Ana!yses des Textes,
religiosa del NT. En este sentido, C. Spicq cree encontrar 3 vols., París 1958-1959. EV. WARNACH, Agape. Die Liebe als
en el concepto de «ágape» esta línea conductora>, Grundmotiv der ntl. Theo/ogie, Düsseldorf 1951.
mientras que V. Warnach E la cree centrada sobre la J. Mi' GONZÁLEZ RUIZ
teología de los misterios.
En todo caso, la concepción católica de la teología TEOLOGÍA MARIANA. Toda teología acerca de
del NT se distingue por estas características fundamen- María tiene que emanar de la SE. Ahora bien, ésta nos
tales: procura doctrinas sobre María, algunas de las cuales
provienen directamente de ella; otras, en cambio, sólo
a) Empleo del más riguroso método crítico.
indirectamente, a cuyo efecto, la Iglesia con ayuda de
b) A pesar de la diversidad, el NT forma un todo la tradición deduce de las declaraciones de la SE más
coherente. de lo que literalmente viene en ésta declarado (in sensu
e) Este todo coherente no sólo se apoya en el pen- pleniore), tal· como pudiera inferirlo una exégesis mera-
samiento de la Iglesia primitiva, sino en la enseñanza mente crítico-histórica; además, los teólogos desarrollan
y en la obra histórica de Jesús. asimismo doctrinas sobre María para las que existe al
Este planteamiento católico de la teología del NT im- menos fundamento en la Escritura.
plica también estas etapas: ] • DOCTRINAS QUE LA SE DECLARA INMEDIATAMENTE.
a) Análisis de la doctrina para descubrir las grandes a) María es la madre de Cristo, hijo de Dios. María,
líneas del pensamiento bíblico. al dar a luz a Jesús, se tornó en Madre de Cristo, del
Mesías esperado conforme a las predicciones de los pro-
b) Constitución de una síntesis general que toma en
fetas, y tal como a ella 1 y a su esposo José 2 les había
cuenta a la vez el desarrollo de la revelación y del con-
anunciado el mensaje del ángel. Este Cristo Jesús se
junto coherente y unificado de esta misma revelación.
encuentra en relación única de Hijo con respecto a
e) Apoyo en una previa exégesis, rigurosa y científi- Dios como Padre suyo", y Él mismo es efectivamente
ca, sin subordinar sus resultados a la teología especu- Dios. 4 Por consiguiente, María es la madre de Cristo
lativa. y, por tanto, madre del Hijo de Dios, madre de Dios,

Panorámica de "Ain Kárem, pueblecillo en la montaña de Judea. Aquí, según la tradición, María fue saludada
por vez primera como Madre de Dios. (Foto P. Termes)

953 954
TEOLOGÍA
6eoTÓKOS, tal como la denominaba ya la teología del do por él. Así, pues, la historia sagrada enseña que
siglo m. Al reconocer la SE sólo un Cristo Jesús, que al los hombres o, más exactamente, los justos, sólo pue-
mismo tiempo que hombre es también Dios, tampoco den vencer a Satanás, porque Cristo se hizo hombre
las expresiones de la misma autorizan la hipótesis de y lo ha vencido ante todo con su muerte y su resu-
que María hubiera dado a luz a Cristo en su humanidad, rrección. Al haberse así presagiado la victoria de los
pero no en su divinidad, como opinaron algunos círcu- hombres sobre el demonio y ser, empero, esa victoria
los heréticos (p. ej., Cerinto). Al igual que Cristo es en sólo posible por medio de Cristo, se sigue que Cristo
realidad al mismo tiempo Dios y hombre, y por cierto es anunciado de antemano de un modo directo e incluso
desde el mismo momento de su Encarnación 5, de la in sensu pleniore.
misma manera María lo concibió y alumbró como También los teólogos, y apoyándose en ellos también
Hombre-Dios", Ambos conceptos, el modo de existencia la bula Ineffabilis Deus, encuentran en Gn 3,15, junto a
de Cristo y la Maternidad de María, aunque son misterios este sentido cristológico, otro mariológico. Esta inter-
absolutamente velados y, por tanto, exceden a la facul- pretación tiene su inicio ya en la época de los Padres
tad intelectiva humana, indudablemente resulta diá- de la Iglesia P, y en la Edad Media, y sobre todo en la
fanos gracias a las expresiones del NT (->- Maternidad moderna, fueron sucesivamente deduciendo del texto
divina. diversas afirmaciones. Este proceso fue promovido por
la versión ipsa (en vez de ipsum) conteret caput tuum
b) En cuanto al título de madre-virgen, ->- Hermanos de la Vg. Según esta versión es la Mujer misma y
de Jesús y Vitginidad de María. no ya su descendencia la que había de aplastar la ca-
'Le 1,32-33. 'Mt 1,21. 3Mt 11,27; Le 10,22; Jn 5,19-23; 10,30; beza de la serpiente. Como esto no se podía aplicar a
17,1.5; Gál 4,4. <Jn 1,1; Flp 2,6; cf. Rom 9,5. 'Jn 1,1; Flp 2,7; Eva; había que pensar casi necesariamente en otra mujer,
Jn 4,2. 'Gál 4,4. esto es, en María, ya exclusive y directamente (sólo
2. DOCTRINAS QUE LA IGLESIA, SÓLO MEDIATAMENTE María, pero no Eva), o inclusive e indirectamente (Eva
DEDUCE DE LA SE. a) María está llena de gracia. Según por medio de María). Pero como el texto antes de la
Lucas 1,28, María fue saludada por el ángel Gabriel introducción de esa lectura había ya logrado a causa
como KexapnwµÉv!) «agraciada», en la Vg. gratia de su contenido cristológico ser referido a María como
plena, «llena de gracia» (en la V. L. también gratificata, madre de Cristo, que pisotea la cabeza de la serpiente>,
«agraciada», traducción estilísticamente inferior, pero la teología y junto con ésta la bula Ineffabilis Deus, aun
más ajustada al original griego). Trátase (de análogo prescindiendo de la versión de la Vulgata (que no se
modo se caracteriza a san Esteban en Act 6,8) de una cita en la bula mencionada, si bien se aplica a su argu-
distinción graciosa de Dios, de un carisma, pero no mentación), intentan interpretar mariológicamente el
directamente de la santidad del alma. Este carisma citado texto, cosa que francamente no es desde luego
consiste en que María estaba designada para madre fácil y no ha conducido aún a una opinión concorde.
del Mesías1. La tradición ha inferido de la salutación La propia bula dice que en aquel texto se alude a Cristo
angélica y de su misión singular que María, con la (praemostratum fuisse Christum), se señala a María
que «el Señor» está 2 y de la que ha de nacer «el Santo» 3, (designatam) y se expresa el antagonismo de ambos
era santa de un modo peculiar. En este sentido se en- contra el demonio (inimicitias ... expressas); que ese
tendía ya en la época de los Padres de la Iglesia la antagonismo es ante todo de Cristo contra el demonio
salutación angélica de la plenitud de gracia de Maria é ,
pero también de María, a consecuencia de la íntima
y la bula Ineffabilis Deus del 8 de diciembre de 1854 relación de ésta con Cristo, por lo cual también ella,
invoca entre otras esa tradición para su doctrina de junto con Él, había alcanzado asimismo una plena
que María fue concebida sin mancha de pecado ori- victoria sobre el demonio. La bula omite decir hasta
ginal E. qué punto ese texto señala a María, pero resalta, des-
La bula encuentra otro fundamento más amplio para pués de haber adelantado esa designación, la asocia-
su definición en la interpretación dada ya en ~a época ción de María con Cristo. Casi todos los teólogos ca-
de los padres de la Iglesia c del llamado «Protoevange- tólicos, y no por influjo de la bula Ineffabilis Deus ni
lio»•. Conforme a este texto, Dios en el Paraíso, después de la constitución apostólica Munificentissimus Deus de
del pecado original, estableció enemistad entre la ser- 1 de noviembre de 1950, que también invoca la inter-
piente y la Mujer, entre la semilla de la serpiente y pretación tradicional del protoevangelio F, admiten hoy
la semilla de la Mujer: ésta, es decir, la semilla de la una alusión real a María en Gn 3,15, y no sólo en sen-
Mujer, habría de quebrantar la cabeza de la serpiente, tido acomodaticio; verdaderamente, unos pocos en
en tanto que esta última mordería a aquélla en el cal- sentido inmediato del texto (lo que el contexto prohíbe),
cañar. En el contexto, la mujer es la esposa del primer pero la mayoría lo admiten como sentido espiritual
hombre, esto es, Eva 5, y su simiente, esto es, su descen- (tipológico: Eva como tipo de María, la nueva Eva;
dencia, el género humano. En cuanto al texto, se entien- cf. Munificentissimus Deus, loe. cit.) o también en sen-
de, con la tradición cristiana, no ya una antítesis natural tido pleno (esto es, en cuanto que María, como madre
entre el hombre y la serpiente zoológicamente conside- de Cristo, está unida íntimamente con Él; cf, Ineffabilis
rados, sino como una lucha moral entre el hombre y Deus). En el orden metodológico hay que observar
la serpiente, como símbolo ésta del demonio, resultando que el mero sentido espiritual no tiene fuerza probatoria
de ello que Dios abolió el dominio del demonio sobre teológica alguna, pero con la aceptación de un sentido
el hombre, y, aunquef'con frecuencia se entable una pleno se ha de evitar el peligro de un círculo vicioso,
lucha entre el hombre y el demonio, es éste vencí- es decir, el ya presupuesto que se quiere probar mediante

955 956
TEOLOGÚMENO

la interpretación. En todo caso, Gn 3,15 evidencia afir- la Escritura por la autoridad de la Iglesia, basándose
maciones mariológicas, no por sí mismo, sino sólo a la en la tradición. Todas las notas características de María
luz de la tradición. que la tradición ha sentado son desarrollo de una doc-
De la plenitud de gracias se deriva el que María trina claramente expresada en la Escritura, o sea de
quedó exenta de pecado a lo largo de su vida, privilegio que María es madre de Dios; así, el que María repre-
que la Iglesia ha declarado como dogma e. Como con- sente la humanidad en los acontecimientos histórico-
secuencia asimismo de la exención del pecado original, sagrados, su ca-sufrimiento con Jesús en la Cruz, su
se deduce lógicamente la doctrina enseñada por los teó- maternidad espiritual, su poderosa intercesión cerca de
logos de la liberación de María del fornes peccati y de Dios, su mediación en todas las gracias, su realeza, etc.
toda concupiscencia. Además le corresponde no sólo algunas propiedades
A AMBROSIO, Expositio Evangeli¡ sec, Lucam, 2,9, en Corpus Cbrís- exclusivas, sino que todas las que pertenecen a Cristo
tianorum, serie latina XIV, Ambr. IV, M. AoRIAEN, Turnhout 1957, también a ella Je incumben realmente de un modo
pág. 34. BI. D. MANSI, Sacr. 'conciliorum nova et amplissima col-
lectio, 47, París 1913, col. 122. CJusTINO, Dialogus, 100,5-6. IRENEO,
peculiar de acuerdo con su posición de Madre de Cristo,
Advers. haeres., 3, 23, 7; 4, 40,3; 5, 21,1-2. DJRENEO, Advers. haeres., Hijo de Dios.
4, 40,3; 5, 21,1. ECf. IRENEO, op. cit. FCf. AAS, 42 (1950), pág. Bibl.: S. ALAMEDA, La Virgen en la Biblia y en la primitiva Igle-
768. GConcilio de Trento, 6.• sesión, canon 23: DENZ, n. 833. sia, Barcelona 1939; íd., La mariología y las fuentes de la revela-
'Le 1,31-33. 'Le 1,28. 3Lc 1,35. •Gn 3,15. 'Gn 3,20. ción, en EstM, 1 (1942), págs. 41-100. M. JuGIE, L'Assomption de la
S. Vierge et l'Ecriture Sainte, en ATh, 2 (1942), págs. 1-46. T. DE
b) María al fin de su vida fue asumida en cuerpo y ÜRBISO, La mujev del Protoevangelio, en EstB, 1 (1942), págs. 187-
alma a los cielos. San Pablo en 1 Cor 15,20-23 enseña 207, 273-289. E. NÁCAR, El Protoevangelio, ibid., págs. 477-516.
J. M. BOVER, Significación mariológica del Protoevangelio, en CB, 3
claramente que primero Cristo fue resucitado por Dios (1946). págs. 132-135, 169-172; íd., La Asunción corporal de la Virgen
y que luego, cuando la parusía de Cristo, resucitarán María a los cielos en la Sagrada Escritura, en RET, 6 (1946), págs.
aquellos que se hallen en comunión con Él. El texto 163-183. H. LENNERZ, Consensus Patrum in interpretatlone mario-
logica Gen 3,15 ?, en Gr, 27 (1946), págs. 300-318. P. STRATER,
parece excluir que antes de la parusía, excepto Cristo, Katholische Marienkunde. I, Maria in der O/fenbarzmg, Paderbon
alguien resucite. Pero como san Juan habla ya de un re- 1947. F. CEUPPENS, De Mario/ogia Biblica, Turín-Roma 1948. M.
torno de Cristo antes del fin 1, una especie de parusía PEINADOR, De argumento scrípturistico in Mariologia, en EMar, 1
(1951), págs. 313-350; íd., La Sagrada Escritura en la mariología
anticipada, y como hay también un juicio final antici-
durante los últimos 25 años, en EstM, 11 (1951), págs. 15-58. G. M.
pado 2, no se excluye fundamentalmente la posibilidad RoscHJNI, Mariologia, Roma 1952. R. LAURENTIN, Court traité de
de que un hombre sea resucitado por Dios antes del théologie maria le, París 1953. T. DE ÜRBISO, ¿ Contiénese en la
fin, a pesar de san Pablo, quien es posible que haya Sagrada Escritura la Asunción de la Virgen?, en EstF, 54 (1953),
págs. 5-26. S. BARTINA, Los argumentos de Escritura en la Bula
pensado en una parusía temporalmente concebida. «Fu/gens Corona», en EE, 28 (1954), págs. 369-390. F. F. BRAUN,
Mientras la SE desconoce desde luego tal excepción, La Mere des fidéles. Essai de théologie johannique, 2.ª ed., Tournai-
la tradición de la Iglesia acepta para María una doc- París 1954. L. RANDELLINI, L'Immaculata Concezione ne/la S. Scrit-
trina que aparece primeramente hacia el siglo v en los tura, en StF, 51 (1954), págs. 264-303. B. R.!GAUX, La Femme et
son lignage dans Genése lll, 12-15, en RB, 61 (1954), págs. 321-348.
escritos apócrifos (especialmente en De transitu beatae K. H. ScHELKE, Maria ím N.T., en Maria in Glaube und Fr6mmig-
Mariae virginis), que en la época posterior se ponderó keit. Vortriige des Marianischen Kongresses der Diozese Rottenburg,
teológicamente y por fin fue declarado dogma el 1 de Rottemburgo 1954, págs. 5-38. J. COPPENS, La mere du Sauveur
á la lumiére de la théologie vétérotestamentaire, en EThL, 31 (1955),
noviembre de 1950 (constitución apostólica Munificen- págs. 7-20. P. GAECHTER, Maria Erdenleben. Neutest amentliche
tissimus Deus). La tradición podía además apoyarse en Marienstudien, 3." ed., Innsbruck-Viena-Munich 1955. M. ScHMAus,
el puesto singular de María como madre de Cristo, Katolische Dogmatik. V, Mariologie, Munich 1955. M. PEINADOR,
Fundamentos escrituristicos de la Realeza de María, en EstM, 17
quien Él mismo es Vida 3, no sufre la corrupción 4 y
(1956), págs. 27-72. K. H. SCHELKLE, Maria, Mutter des Herrn.
en quien todos somos vivificados por Dios 5 y, luego, en Ihre biblische Gestalt, Leipzig 1956. D. BERTETIO, Maria Madre
la peculiar santidad de María ya incluso en su concep- universa/e, Mariologia, Florencia 1958. M. BRUNEC, De sensu pro-
ción, de tal modo que la muerte, stipendia peccati, «el toevangelii (Gen. 3.15), en VD, 36 (1958), págs. 103-220, 321-337.
J. GALOT, Marie dans /' Évangile, Paris-Lovaina 1958.
sueldo del pecadox", no había de tener poder sobre
J. MICHL
ella. Se remite sobre todo la teología y su interpreta-
ción, recogida por la constitución Munificentissimus Deus,
TEOLOGÚMENO (der. del gr. .Seoi\oyew, «hablar de
al llamado Protoevangelio, que alude (vid. supra, § a)
la divinidad o de cosas divinas», y .Seói\oyos, «teólogo».
a una completa victoria de María sobre el demonio,
De donde To: .Seoi\oyoúµEva, «búsquedas o discusiones
victoria que implica también la victoria sobre el pecado
teológicasx e), El sentido general de esta palabra es
y su consecuencia: la muerte'. Así, pues, la doctrina de
«inquisición sobre Dios» o «inquisición teológica». Se
la asunción corporal de María a los cielos no está ex-
usa con frecuencia en los escritos de carácter teológico
presamente manifiesta en la SE, pero se fundamenta en
o religioso en el sentido de sentencia que no pertenece
ella, aunque desarrollada sólo por la tradición.
a una doctrina dogmática en sentido estricto, sino que
1Jn 14,18-21.23. 21 Pe 4,17. 'Jn 1,4; 11,25; 14,6. 'Act 2,27. es admitida por los teólogos comúnmente. Correspon-
31. 51 Cor 15,22; cf. Jn 5,21. ºRom 6,23. 'Rom 5,12.17-21; 8,
10-11; 1 Cor 15,25-26.54-55; Heb 2,14.
dería al tipo de censura llamada sententia communis
theologorum. Se emplea también en el campo bíblico y
3. ÜTRAS DOCTRINAS PARA LAS QUE OFRECE FUNDA- entonces indica una afirmación no puramente ficticia
MENTOS LA SE. Como repetidamente se ha dicho, toda o posible, sino que tiene valor objetivo. Así, por ejem-
sana doctrina sobre María ha de ser conforme a la SE, plo, puede decirse que uno de los teologúmenos más
ha de tener en ésta su fundamento, aun cuando no atestiguados del AT es que Israel salió de Egipto guiado
esté expresamente contenida, o ha de ser deducida de por Yahweh; pero, a base de la cantidad y variedad

957 958
TEOLOGÚMENO

de testimonios que aseguran lo mismo, no puede caber tos a veces introduce como instrumento explicativo
duda de que se trata de un hecho histórico P, la «teoría», que en última instancia se apoya en el sen-
A Aparecen, entre otros, en los autores siguientes: Aristóteles,
tido típico, restringido prevalentemente a significaciones
Plutarco, Suetonio, Sexto Empírico y en la patrística, cf. H. G. mesiánicas. Siguieron esta escuela, entre otros, Diodoro
LIDDEL - R. ScoTT, A Greek-English Lexicon, 9.• ed., Oxford 1958, de Tarso (t 394), el discutible Teodoro de Mopsuestia
pág. 790. A. BAJLLE, Dictionnaire Grec-Francais, 16.a. ed., París
1950, pág. 924. BCf. HAAG, art. Auszug.
y el gran exegeta de la época patrística san Juan Cri-
S. BARTINA sóstomo. La herencia antioquena fue recogida por
Teodoreto de Ciro y la escuela siríaca, en la que sobre-
TEORÍA. La palabra «teoría» (Sscopio) deriva del salieron Afraates y Efrén. La tendencia más racional en
verbo Sewpeiv que significa «mirar», «contemplar»; de este sistema llegó a veces a convertirse en racionalista
ahí, «especulación» y lo hallado en la especulación; en algunos de sus seguidores, con resultados peligrosos.
de donde, finalmente, indica un sentido más sublime, La «teoría» se da cuando por medio de un hecho
más recóndito que el que parecen insinuar las palabras histórico que realmente sucedió se indica o designa otro
de una narración. hecho futuro mayor y mejor. Casi siempre tiene lugar
En la historia de los movimientos exegéticos la «teoría» en los tipos del AT. Difiere de la alegoría alejandrina en
se opone a la «alegoría». que ésta niega o prescinde del sentido literal y de la
Orígenes (186-254) dio vigor e impulso a la escuela verdad histórica del hecho narrado. La teoría supone
exegética de Alejandría. Se formó y apoyó en los sistemas necesariamente el sentido literal y el hecho histórico.
interpretativos bíblicos de Filón y los autores hebreos. Así, a la pregunta exegética de si Zac 9,9 habla de
Empleó de lleno el procedimiento interpretativo llamado Zorobabel o del Mesías, responden los antioquenos
pneumático o espiritual, porque explica de preferencia que, supuesto que Mt 21,5 y Jn 12,15 atribuyen Zac 9,9
el texto sagrado de la Escritura por medio de alegorías al Mesías, en virtud del sistema interpretativo de la
llenas de ingenio, aunque siempre atrevidas, infundadas teoría todo el vaticinio ha de aplicarse a Zorobabel y
o fantásticas. Continuaron el sistema alegórico Dídimo al Mesías, pero a este último de modo más pleno e.
el Ciego, Cirilo, Eusebio de Cesarea y los capadocios, Se ha hecho clásica la definición latina que supone
aunque éstos en menor grado. La alegoría atiende más una fuente antioquena: Theoria est in brevibus plerum-
al elemento sobrenatural de la Biblia, pero propende que aut formis aut causis earum reruni quae potiores sunt
de suyo a explicaciones imaginativas y subjetivas. considerata perceptio, es decir, que la teoría es una cap-
En Antioquía se fundó una escuela hermenéutica que tación, fruto de la consideración, de cosas mejores
dirigió Luciano (312). Propugnó como sistema exegético (potiores) en informaciones o hechos generalmente me-
una inteligencia literal de la Biblia. En sus procedimien- nos importantes P. Para otros aspectos secundarios de
la cuestión, sienten diversamente los autores modernos.
APG, 66, 556-557. BJULIÁN DE ECLANO, en PL, 21, 971.
Mapa con la situación de Téqóa"
Bibl.: E. KIHN, en Tilbinger Theo/ogische Quartalschrift, 62,
Tubinga 1880, págs. 581-582. L. MARIES, en RSR, 10 (1919), págs.
90-100. A. VACCARI, La Sewpía ne/la scuola esegetica di Antiochia,
en Bibl, 1 (1920), págs. 3-26; íd., La «teoría» esegetica antiochena,
en Bibl, 15 (1931), págs. 94-101. J. A. BOVER, La «teoría» antio-
quena definida por Julián de Eclano, en EE, 12 (1933), págs. 405,
415. A. VACCARI, Antiocheni, Theoria, en Instítutíones Biblicae
scholis accomodatae, I, 6.• ed., Roma 1951, pág. 526. F. ÁLVAREZ,
SEISDEDOS, La «teoría» antioquena, en EstB, 11 (1952), págs. 31-67.
P. TERNAUT, La Sewpía d'Antioche dans le cadre des sens de l'Écri-
ture, en Bibl, 34 (1953), págs. 135-158, 354-383, 456-486.
S. BARTINA

TEPE. Vocablo de origen turco, empleado en e]


Próximo y el Medio Oriente, que corresponde al -+ tell
árabe.

TEQOA', TEQO'ÁH (8EKC.o, 8EKWÉ, 8eKoµÉ; Vg. The


cua, Thecue). Ciudad situada en la montaña de Judá,
en medio de la zona desértica que lleva su nombre1.
Se alza en una colina a unos 8 km al sur de Belén, donde
seguramente la fundó 'AsI:iür, que es llamado «padre
de Téqóa'»". Roboam realizó en ella trabajos de for-
tificación con vistas a la defensa de Jerusalén 3• Jeremías
la cita en su visión del asedio de la ciudad santa 4. Es
lugar de origen de la mujer sagaz enviada por Joab a
David con el fin de conseguir el perdón de Absalón5 •
La Biblia menciona algunos tecoítas, entre ellos a 'lra',
hijo de 'lqqes, héroe de David", y Amós el pastor
profeta'. Después del retorno de la Cautividad, los te-
coitas ayudaron a la reconstrucción de las murallas de

959 960
TÉRAI:{
8•
Jerusalén Se identifica con Hirbet Teqü', localidad en
la que aún perdura el antiguo nombre: es una colina
cubierta de ruinas y restos antiguos, que se halla a
unos 18 km al sur de Jerusalén y a 8 km de Belén.
1
Jos 15,59 (Vg. y T.M. omiten); 2 Cr 20,20; 1 Mac 9,33. 21 Cr
2,24; 4,5. 32 Cr 11,6. 'Jer 6,1. 52 Sm 14,1 y sigs. '2 Srn 23,26.
'Am 1,1. 8Neh 3,5.27.
Bibl.: M. MARCOFF - D. J. CHITTY, Notes on Monastic Research
in the Judaean. Wilderness, 1928-1929, en PEQ (1929), págs. 167-
178. ABEL, II, pág. 478; íd., Les lívres des Maccabées, París 1949,
págs. 166-167. SJMONS, §§ 61, 319 (/1), 322 (1), 777, 792, 1005,
1050, 1324, 1490.
T. DE J. MARTÍNEZ

TEQÜ', Hírbet. Lugar de la moderna Palestina que


se identifica con --,. Téqóa''.

TERAFIM. En la Biblia se designa con este nombre


a los ídolos o imágenes, tanto si se trata de uno o varios
de ellos.
Según las teorías de Jirku, esta palabra pertenece
al vocabulario adivinatorio de los antiguos israelitas.
El plural en -m es un fenómeno de las lenguas semíticas
occidentales que aparece entre los años 2100 al 1800A.
La etimología de la palabra es desconocida y su signi-
ficado (incierto) sería quizás el de «cosas viles». Los
cronistas bíblicos posteriores incluían también entre los
térdfim a las figurillas que representaban a una diosa
de la fertilidad, aun cuando nada hace suponer que entre
los judíos estos amuletos fuesen considerados como
objetos de culto P.
Los térdfim de Lábán 1 son dioses penates; y se com-
prende el robo de Raquel si aceptamos que la posesión
de los téráfim equivalía a un derecho de herencia, de
acuerdo con las costumbres de los hurritas c. Los térá-
fim de Mikáh 2 consistían en una representación de Yah-
weh. Los téráfim de Mikal 3 era la representación de un
antepasado D. El 'efod y los téráfim, en tanto que objetos
de culto, eran considerados a menudo como equivalen-
tes 4, cuya diferencia específica no era apreciada (otro
par equivalente son los "úrim y tummim). La reforma de
Oseas asimila los térdfim con los ídolos, considerándo-
los incompatibles con el culto de Yahweh 5•
Ezequiel describe a Nabucodonosor en una encruci-
jada de Rabbáh, consultando un augurio ante unos térá-
fim 6. Esta práctica se conservaba todavía en tiempos
de Zacarías".
ABibl, 34 (1953), págs. 79-80. BW. F. ALBRIGHT, Archaeo/ogy
and the Religion of Israel, Baltimore 1953, págs. 114-115, 207. ºCf.
RAO, 23 (1926), pág. 127; RB, 44 (1935), pág. 35 y sigs. DA. BER-
THOLET, Kulturgesch. Isr., Gotinga 1919, págs. 97, 254; W. F. AL- Diosa desnuda de origen fenicio, posiblemente similar a los
BRIGHT, op. cit., pág. 114.
téráfim bíblicos. (Foto Museo del Louvre)
1Gn 31,19.34-35. 'Jue 17,5; 18,14-20. 31 Sm 19,13-16. •Jue 18,
18-20; Os 3,4. 62 Re 23,24; cf. 1 Sm 15,23. 'Ez 21,26. 'Zac 10,2.
pasados de Jesús con el nombre de Tara 2 • Vivió en -o-,
Bibl.: A. JIRKU, Mantik in Alt-Isr., Leipzig 1913. G. HoFF·
MANN - H. GRESSMANN, Teraphim, en ZA W, 40 (1922), págs. 75-175. al sur de Babilonia, hasta que abandonó la ciudad con
P. ACKROYD, en ExpT, 62 (1950-1951), pág. 378 y sigs, w. F. AL- sus hijos y demás parientes, y se estableció en Harrán,
BRIGHT, De la Edad de Piedra al Cristianismo, Santander 1959 (trad. en donde falleció. El libro de Josué3 informa de que
esp.). M. GREENBERG, en JBL, 81 (1962), págs. 239-248.
Térah tomó - o dio - el nombre de ti/ sa turahi («coli-
J. MEYSING na de Térah»), población acádica situada en la alta
Mesopotamia, junto al río Bálih,
TÉRAl:I (et. cf. as. turahu, «cabra montés»; 8áppa, 1Gn 11,25-32. 'Le 3,34. 3Jos 24,2.
8ápa; Vg. Thare). Descendiente de Sem, hijo de Náhór Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, Paris 1953,
y padre de Abraham, Náhór y Hárán; murió a los pág. 232 y sigs.
doscientos cinco años1 y se le enumera entre los ante- P. ESTELRICH

961 962
TÉRAI:l

TÉRAl:I (en pausa tárah; Tapá.S; Vg. Thare). Esta- TÉRES (cdeseo»; cf. pr. tarsa; 8appá, 8apá, 8appás;
ción de los israelitas durante el Éxodo, situada entre Vg. Thara, Thares). Uno de los dos eunucos del rey
Táhat y Mitqáh '. Debió de hallarse en la comarca Asuero, que montaban guardia en las habitaciones pri-
existente entre 'Ain Hudrah y el-Qeseirnah, pero se vadas del soberano. Tramó con su compañero Bigtan
ignora a qué oasis o localidad de tal área corresponde un atentado contra el monarca. Descubierta la conjura
( - Éxodo, Itinerario del). por Mardoqueo, Ester pudo salvar a Asuero y los dos
1 Nm 33,27.28. eunucos fueron ahorcados.
Bibl.: SIMONS, § 43 l.
Est 2,21-23; 6,2 (LXX omite); 12,1.
J. A. PALACIOS T. DE J. MARTÍNEZ

TERCIO (TÉpT1os; Vg. Tertius). Amanuense o se- TERRÁMAH, Hírbet. Lugar que M. Noth propone
cretario de san Pablo, que escribió la epístola a los Ro- como identificación de - Débír (§ 3).
manos, a los cuales saluda personalmente.
TERREMOTO (heb. rá'aJ; oslcc, cmcrµós; Vg. terrae
Rom 16,22.
motus). En el mundo griego, los terremotos venían
atribuidos a la intervención de Poseidón, quien con su
TEREBINTO. - Flora, § 6, p.
tridente sacudía la tierra. En la Biblia, el terremoto es
TEREBINTO, Valle del (heb. "émeq lui-iéláh: f¡ KOI- una manifestación del poder de Dios y por ello entra
en las descripciones del día de Yahweh, que llegará
Aas TTÍS 6pvós, f¡ Ko1Aas 'H/\á; Vg, Val/is terebinthi).
irresistible y dominador sobre la naturaleza y· sobre la
Lugar en que los israelitas estaban acampados cuando
humanidad. En las teofonías del Sinaí y del Hóréb-,
David derrotó y mató a Goliat1• Se hallaba cerca de
en el cántico de Débora 2 y en los relatos proféticos 3, el
- 'Efes Dammim. Se identifica con el actual Wádí
terremoto descubre la presencia actuante de Dios, con
el-Sant según la denominación árabe - entre los israeli-
una imaginería que se prolongará en los escritos apoca-
tas ha recuperado su nombre hebreo -, situado a unos
lípticos del judaísmo posterior.
22 km al sudoeste de Jerusalén y próximo a Beit Nettíf.
Como cataclismo geológico que sirve de punto histó-
11 Sm 17,2.19; 21,10. rico de referencia, Amós menciona uno durante los rei-
Bibl.: ÁBEL, ll, pág. 85. Miqr., I, col. 296. SrMONS, § 254. nados de Ozías y Jeroboam, y que debió de sobrepasar,
M. GRAU por sus dimensiones y daños, a los frecuentes seísmos

Vista aérea de la región próxima al mar Muerto, que muestra en su caótico paisaje los devastadores efectos
de los terremotos. (Foto Orient Press)

963 964
TESALÓNICA

Inscripción griega hallada en Tesalónica en la que se mencionan los politarcas y otros oficiales de la ciudad.
Su fecha y ocasión son desconocidos. (Foto Orient Press)

de Palestina, ya que a más de doscientos años de dis- verterlo por «pariente de Isaac», conforme al árabe
tancia aún lo recuerda el profeta Zacarías como fecha fabi;!, voz conservada en palmireno, que alude a la
bien conocida de sus oyentes 4. subdivisión menor de una tribu. El título encierra, por
1
Éx 19,18; 1 Re 19,11-12. 'Jue 5,2 y sigs.; ef. Sal 68,8-24. 'Cf. tanto, la idea del Dios-pariente, bastante común entre
Is 13,1-22; 34,1-17; Ez 7,1-27; 30,1-9; Am 2,13-16; JI 4,14-16; Ag los antiguos semitas.
2,6; ef. Job 9,6. 'Am 1,1; Zae 14,5.
Bibl.: A. ALT, Der Gott der Viiter, en K/eine Schriften zur Ge-
En el NT aparece el verbo csíco (el compuesto óvcosico schichte des Vo/kes Israel, Munich 1953, I, pág. 25 y sigs.
designa la conmoción espiritual de un motín popular)1, P. GRELOT
indicando tanto la conmoción exaltada del espíritu
como el temblor del miedo y el seísmo propiamente dicho TÉRTULO (TÉpTvAAos; Vg. Tertu/lus, diminutivo de
que caracteriza los acontecimientos escatológicos cuando Tertius). Abogado, probablemente romano, que ha-
caen las estrellas como higos de una higuera sacudida ciéndose eco de las acusaciones judías formuló judi-
por el vendaval 2• El sustantivo o-e10-µós es, sobre todo, cialmente los cargos contra Pablo ante Félix, gober-
del gusto de Mateo: con él describe una tempestad en nador residente en Cesarea. Acusó al prisionero de
el mar3 - a diferencia de los otros dos Sinópticos==, «sujeto pestilencia!», de provocar la sedición entre los
los sucesos del fin 4 - al unísono con Me y Le-, la judíos de todo el mundo y de pertenecer a la secta
conmoción de la tierra que devuelve sus muertos al de los nazarenos, con que señala despectivamente a los
momento de la muerte de Jesús - episodio que es exclu- cristianos y de quienes le hace jefe. Pablo se defendió
sivo del primer evangelista - y el seísmo de la mañana serenamente, demostrando la falsedad de tales impu-
de Pascua.". Importa subrayar el episodio del seísmo taciones.
que acompaña la resurrección de los justos el día de Aet 24,2-8.
Viernes Santo, porque acentúa el significado escatoló- J. A. PALACIOS
gico de la muerte de Jesús, que anticipa así de algún
modo uno de los rasgos característicos de los últimos TESALÓNICA (0eo-o-aAovÍKT]; Vg. Thessalonica).
tiempos en que «los grandes cataclismos» pondrán de Ciudad de Macedonia, en el golfo de Termas, evangeli-
manifiesto el dominio soberano de Dios sobre el cosmos zada por san Pablo en su segundo viaje y destinataria
y sobre la historia". de dos epístolas canónicas, las más antiguas de las pau-
1Me 15,11; Le 23,5. 'Mt 21,10; 27,51; 28,4; Heb 12,26; Ap linas. Se admite, por lo general, que ya en las edades
6,13. 'Mt 8,24, ef. Me 4,37; Le 8,23. •Mt 24,7; Me 13,8; Le arcaica y clásica existía en aquel paraje una pequeña
8,23. 'Mt 27,54; 28,2. -cr, Ap 6,12; 8,5; 11,13.19; 16,18. ciudad, llamada Thermai. Pero la fundación de la ciu-
BibJ.: Además de los comentarios al evangelio de Mateo, véase: dad se atribuye a Casandro, uno de los generales de
G. BORNKAMM, ceícc, ae1aµ6,, en ThW, VII, págs. 195-199. Alejandro Magno, que le dio el nombre de su esposa,
C. WAU Tessaloníke, hermana de Alejandro. Tras la batalla de
Pidna (108 A.c.), en que los romanos vencieron a los
TERROR DE ISAAC (heb, páhad yisháq ; cpóf3os macedonios y dividieron el territorio del reino en cuatro
'lo-aáK; Vg. timar Isaac). En Gn 31,42.53 el Dios de regiones, Tesalónica progresó rápidamente como capital
los patriarcas recibe el título de páhad de Isaac, que se de una de ellas. El puerto se perfeccionó y Tesalónica
traduce corrientemente por «terror de Isaac», expresión se convirtió en un gran centro comercial. Era, además,
que indica el pavor religioso (A. Alt) Parece preferible una de las más importantes etapas de la vía Egnacia,

965 966
TESALÓNICA
de los politarcas+, cuyo número variaba entre dos y
seis miembros. La colonia judía de Tesalónica debió
de ser copiosa al principio de la era cristiana, porque
poseía sinagoga propia, lo que no parece haber sido el
caso de otras ciudades macedónicas en tiempos de san
Pablo. Los judíos acogieron mal el evangelio y con el
auxilio de elementos de baja condición produjeron un
tumulto, en el cual arrastraron a algunos amigos de
Pablo ante las autoridades civiles, acusándolos de pro-
mover agitaciones antirromanas. Sin embargo, hubo
numerosas conversiones de gentiles y simpatizantes del
judaísmo, destacando entre ellos «buen número de
mujeres nobles»".
La Tesalónica actual (la segunda ciudad de Grecia
después de Atenas), tiene alrededor de 250 000 habitan-
tes. Su colonia judía, compuesta en gran parte de des-
Mapa con la situación de Tesalónica cendientes de inmigrantes de los siglos xv y xvr, cuya
mayoría habla un dialecto castellano, es aún bastante
la cual, partiendo de la costa oriental del Adriático, nutrida.
frente al punto terminal de la vía Apia (puerto de 1Act 17,6.8. 'Act 17,4.
Brindisi), pasaba por dicha ciudad. Se prolongó poco Bibl.: Art. Thessalonike, en PAULY-WISSOWA. C. DIEHL, Salo-
a poco hasta el mar Negro. nique, París 1920. B. RIGAUX, Les Épitres aux Thessaloniciens,
Después de la batalla de Filipos (42 A.C.), Tesalónica París 1956, págs. 11-29. P. RossANO, Note archeologiche su/la
antica Tessalonica, en RivB, 6 (1958), págs. 242-247.
recibió fuero de ciudad libre, con un gobierno compuesto
de la samblea del pueblo, de un consejo y del colegio O. SKRZYPCZAK

El puerto de Tesalónica desde la Torre Blanca. La ciudad es prácticamente una urbe moderna, ya que fue
reconstruida en nuestro siglo, después de un voraz incendio que la consumió por entero. (Foto P. Termes)
.,-·.·------

967 968
[TESALONICENSES

TESALONICENSES, Epístolas a los. l. RESUMEN DE por los judíos, Pablo tuvo que huir de Tesalónica 1•
1 TES. l. RELACIONES ENTRE PABLO Y LOS TESALONICEN· Continuando su viaje rumbo al sur, fundó una comuni-
SES (CAPS. 1-3). a) Recuerdos del tiempo en que vivió dad en Berea, donde sufrió igualmente las persecuciones
con ellos. Con sentimientos de gratitud para con Dios, de sus hermanos de raza a instigación de emisarios de
Pablo se llena de júbilo al saber la fe operante, la caridad Tesalónica. De Berea Pablo fue a Atenas, donde in-
y la perseverancia de los tesalonicenses. Tal fervor tentó inútilmente implantar el evangelio 2, y finalmente,
es señal de la elección divina, tanto más que el Espíritu llegó a Corinto, donde permaneció dieciocho meses3•
Santo acompañó la predicación evangélica con mani- Es opinión común que fue durante esta primera es-
festaciones de poder1• Los tesalonicenses imitaron el tancia en Corinto cuando Pablo escribió las dos cartas
ejemplo de Pablo, y ahora ellos mismos sirven de modelo a los tesalonicenses. Es verdad que esta cronología no
a otros muchos 2. Recuerda cómo, después de las perse- está totalmente exenta de discusión. Efectivamente,
cuciones sufridas en Filipos, llegó a Tesalónica y allí según Act 17,14, Timoteo y Silas se quedaron en Berea
predicó el evangelio con libertad y valentía, sin preocu- mientras Pablo proseguía viaje; y apenas el apóstol
pación por agradar y sin pretender ventajas propias3• llegó a Atenas, mandó llamar a aquellos dos compañe-
Siempre trató a los tesalonicenses con cariño, dispuesto ros. Pero ¿dónde ocurrió el encuentro de Timoteo
incluso a sacrificar la vida por ellos. Manteniéndose con Pablo? ¿En Atenas todavía? Los Hechos no lo
con el fruto de su trabajo, nunca les pidió nada. Con la dicen, sino que refieren, por el contrario, que, cuando
palabra y el ejemplo procuró llevarlos a Dios", El fruto Pablo ya se encontraba en Corinto, Timoteo y Silas
de este trabajo ahí está: una comunidad llena de fe llegaron de Macedonia 4•
y que resiste las persecuciones de los judíos 5• Por otra parte, en 1 Tes 3,2-6, Pablo refiere dos hechos:
b) Contacto a distancia. Ahora, lejos de los tesalo- a) Estando en Atenas envió a Timoteo a Tesalónica
nicenses, Pablo piensa en ellos con santo orgullo: son para verificar en qué situación se encontraba la comu-
ellos su corona y desea mucho volver a verlos", Te- nidad allí; b) fueron las noticias traídas por Timoteo
miendo por su perseverancia y no pudiendo visitarlos las que indujeron a Pablo a escribir la primera carta.
Para evitar cualquier indicio de contradicción entre
personalmente, envió a Timoteo para que los animara'.
Hechos y 1 Tes, hay quien admite que no fue en la pri-
Timoteo regresó con los mejores informes. Entre tanto,
Pablo no desecha la esperanza de un nuevo encuentro mera permanencia de Pablo en Atenas cuando él envió
a Timoteo a Macedonia, sino en otra ocasión, no refe-
.personal con ellos 8•
7
rida por Lucas en los Hechos. En este caso, 1 Tes no
11,2-5a. 21,5b-10. '2,l-7a. 2,7b-12. '2,13-16. '2,17-20.
4 3,
habría sido escrita durante el segundo viaje apostólico,
1-5. 83,6-13.
sino más tarde. Hay autores que combinan la composi-
2. DIRECTIVAS y EXHORTACIONES (CAPS. 4-5). a) Ex- ción de las dos cartas a los Tesalonicenses con la larga
hortación a una vida modelo. El cristiano debe ser permanencia en Éfeso, durante el tercer viaje. En efecto,
santo, puro, caritativo, y como ciudadano ejemplar ha de allí, el apóstol envió a Timoteo y a Erasto a Ma-
de hacer honra a su religión 1• cedonia 5, misión ésta que podría corresponder a la
b) Aclaraciones en cuanto a la parusia. No hay mencionada en 1 Tes 3,6 y que habría provocado esa
razón para temer que los fieles difuntos queden impedi- carta. Mas, por otro lado, la simple lectura de la carta
dos de asistir al triunfo de Cristo el día de la parusía, hace pensar en que fue escrita poco tiempo después de
porque en el último día, primero resucitarán los muertos, haber dejado Pablo a los tesalonicenses.
y entonces todos los fieles, hayan o no hayan pasado El tono afectuoso y las repetidas referencias a un
por la muerte, subirán juntamente con Cristo al cielo 2• contacto personal entre autor y destinatarios muestran
No se sabe cuándo será la parusía, pero vendrá repenti- la improbabilidad de un intervalo mayor entre la des-
namente. Lo que importa es estar siempre preparado3 • pedida y la redacción de la epístola. Es verdad que en
Act cap. 17, Lucas no refiere que Timoteo fuese enviado
c) Exhortaciones referentes a la vida comunitaria.
desde Atenas a Tesalónica. Pero ese silencio no excluye
Consideración para con los que ejercen cargos en la positivamente este viaje. Por eso, la venida de Timoteo
comunidad 4, paz y tolerancia entre los hermanos 5,
referida en Act 18,5 puede coincidir con la que men-
mucha alegría, oración y gratitud a Dios", Los dones
ciona Pablo en 1 Tes 3,6. Y así se puede admitir con
extraordinarios merecen toda estima; solamente el mal toda seguridad que fue en Corinto donde Pablo oyó
debe evitarse'. Deseos finales y saludos de despedida 8• la relación de Timoteo sobre la iglesia de Tesalónica.
14,1-12. 24,13-18, 3 5,1-1 J. < 5,12-13a. 5 5,13b-15. G 5,16-18. Las noticias eran muy consoladoras. Los tesalonicenses
'5,19-22. '5,23-28.
estaban firmes en la fe, la esperanza y en la caridad,
3. OCASIÓN HISTÓRICA y FINALIDAD DE 1 TES. Fue en y esto a pesar de las adversidades y persecuciones de
su segundo viaje cuando Pablo introdujo el cristianismo que eran víctimas ; y sobre todo, guardaban un afec-
en Tesalónica, que era entonces la capital de Macedo- tuoso recuerdo del apóstol. Es verdad que había tam-
nia. No se sabe cuánto tiempo permaneció en aquella bién algunas sombras en ese cuadro luminoso. Así,
ciudad, pero ciertamente no apenas tres semanas, como se entristecían desmesuradamente por la muerte de los
una lectura superficial de Act 17,2 podría sugerir. Des- hermanos en la fe, pensando que los fallecidos no
pués de predicar inútilmente a los judíos «tres sábados», estarían presentes en la venida gloriosa de Cristo para
el apóstol se dirigió a los griegos, de entre los cuales el juicio final. Entre otras pequeñas irregularidades,
muchos se convirtieron, lo que hace suponer que su cristianos había que no trabajaban y eran un peso a
permanencia allí se prolongó algunos meses. Perseguido la comunidad. Mas, en conjunto, Pablo estaba suma-

969 970
TESALONICENSES

mente satisfecho; y bajo la impresión de este sentimien- de 1 Tes, y probablemente aún en la primera mitad del
to, dictó la primera de las veintiuna cartas que entran año 51.
a formar parte del canon de NT. Quiso manifestar a Bibl.: Comentarios católicos: J. M. VosTÉ, Comentarius in
los tesalonicenses su alegría y contento; elogiarlos, S. Pauli Epistolas ad Thesolonicenses, Roma 1917. D. Buzv, en
animarlos y adoctrinarlos. Debió de haber sido en los La Sainte Bible, XII, París 1946, págs. 127-190. F. AMIOT, en VS,
14 (1946). D. Buzv - A. AMIOT, en DThC, XV, cols. 573-610.
primeros meses del año 51, al comienzo de su ministerio K. STAAB, Das Neue Test ament , VII, Regensburgo 1950. G. Rr-
público en Corinto". NALDI, Le Lettere ai Tessalonicesi, Milán 1950. B. ÜRCHARD, A
-Act 17,5 y sigs. 'Act 17,16-34. 'Act 18,11. 'Act 18,5. 'Act Catholic Commentary on Holy Scripture, Edimburgo 1953, §§ 914-
19,22. 'Act 18,5. 925. B. RIGAUX, en ÉtB (1956).
Protestantes: W. NEIL, en Mof/at New Testamenl Commentary,
II. RESUMEN DE 2 TES. J. EPÍGRAFE. PALABRAS DE Londres 1950. L. MORRIS, en Tyndale New Testament Commen-
tary, Londres 1956. CH. MASSON, en Commentaire du Nouveau
EXHORTACIÓN y ALIENTO (l,1-12). Con sentimientos de Testament, XI, Neucnátel-París 1957.
gratitud a Dios y santo orgullo, asegura Pablo que los O. SKRZYPCZAK
tesalonicenses han dado un hermoso ejemplo de fe,
amor y, sobre todo, de perseverancia en las persecucio- III AUTENTICIDAD PAULINA DE LAS CARTAS A LOS
nes-, Vendrá el día de la justicia en que Dios aniquilará TESALONICENSES. Contra la autenticidad paulina de
a los perseguidores y glorificará a los oprimidos", El 1 Tes apenas se han aducido argumentos, ya que los
apóstol ruega para que continúen por este camino3 • aportados por C. Baur ( t 1860) y sus discípulos son hoy
'1,3-4. 2
1,5-10. '1,11-12. comúnmente rechazados por la crítica más exigente.
Así, pues, la primera carta de san Pablo a los tesalo-
2. ACLARACIONES ACERCA DE LA PARUSÍA (2,1-12). nicenses se escribiría desde Corinto entre el 51 y el 53.
No hay motivo para la alarma, en cuanto al día de la La autenticidad paulina de la 2 Tes tropieza con
parusía1. No es verdad que la proximidad de la misma dificultades de verdadero volumen, que podríamos es-
haya sido revelada por el Espíritu Santo o por una quematizar así: 1.0 La diversidad de tono y estilo: la
carta del apóstol". Antes de la venida de Cristo debe primera está llena de afectuosidad desbordante, la se-
manifestarse el Anticristo, que llevará a muchos a la gunda es rígida y oficial y hasta la misma áycmr¡, de
apostasía. Actualmente, algo le impide manifestarse la que se hace alarde, tiene algo de contrahecho y arti-
-los tesalonicenses saben a qué está aludiendo Pa- ficial. 2.° La diversidad de vocabulario y estilo es no-
blo - 3 • Sólo después de quitado este «obstáculo», el toria y reconocida aún por los que admiten la autenti-
«adversario» se manifestará; pero luego será aniquilado cidad paulina. 3.0 La escatología de la segunda presenta
por Dios", Gracias a la actuación de este agente de Sata- un cuadro diverso (aunque no contradictorio) de la
nás, los malos caerán en la ruina definitiva•. primera; se habla de los signos precursores de la parusía
'2,1-12. 22,1-2. 2,3-6.
3 '2,7-8. '2,8-12. y se emplea un enigmático lenguaje apocalíptico, que
en los escritos genuinos de san Pablo no aparece.
3. PALABRAS DE ALIENTO Y EXHORTACIÓN (2,13-3, 15).
Sin embargo, muchos autores, católicos o no, creen
Los tesalonicenses nada tienen que temer, están bien
que estos argumentos no son decisivos y optan por
encaminados y basta que perseveren1. Que Dios les dé adscribir directamente a san Pablo esta segunda carta
fuerzas y les confirme en el bien y que ellos a su vez
que sería escrita desde la misma Corinto muy pocos
rueguen para que el apóstol pueda cumplir su misión 2•
meses después de la primera.
Dios dará fuerza y fidelidad a los tesalonicenses3• Que
En todo caso, no se trata de un problema dogmático,
eviten el ocio, según el ejemplo que él, Pablo, les ha pues la afirmación de la Iglesia se refiere a la canonicidad
dado 4. No se cansen de hacer bien los unos a los otros,
o carácter inspirado del texto. Recordemos que el NT
y eviten la familiaridad con los que no quisieren ob-
nace en el seno de la Iglesia, bajo la inspiración del
servar lo que recomienda esta carta 5• Oración y saludos
Espíritu Santo, y que una segunda epístola a los Tesa-
de despedida 6• lonicenses, escrita al final del primer siglo para resolver
5
12,13-15. 2,16-3,2.
2 3,3-5.
3 '3,6-12. 3,12-15. '3,16-18. algunas dudas suscitadas por la primera, pudo muy
4. OCASIÓN HISTÓRICA Y FINALIDAD DE 2 Tus. La bien entrar en el corpus paulino, como interpretación
simple lectura de 2 Tes da la impresión de que la misi- oficial - inspirada - del primer escrito del apóstol.
va tiene ante la vista una situación muy semejante a Lo cierto es que entonces se tenían otros conceptos sobre
la que ocasionó la composición de 1 Tes. Se puede decir la atribución de un escrito a un autor, y no tenemos
que 2 Tes es complemento de la 1 Tes. El apóstol se derecho a hablar de falsarios en casos análogos.
cree en el deber de acabar con las aprensiones de los IV. LA ESCATOLOGÍA EN LAS CARTAS A LOS TESALO-
que juzgaban próximo el día de la parusía. Tanto más NICENSES. En 1 Tes, Pablo responde a un escrúpulo de
urgente era esta intervención de Pablo, cuanto que los neófitos: el Señor vendrá a inaugurar su Reino glo-
había quienes interpretaban en ese sentido pasajes de rioso, pero los que ya han muerto o hubieren de morir
su primera carta o incluso aducían cartas que él no antes de esa fecha no podrán asistir y tomar parte en
había escrito. La declaración categórica del apóstol de el grandioso espectáculo. Pablo contesta afirmando que
que los tiempos aún no estaban maduros para la plena los fieles muertos en el Señor resucitarán y acompañarán
revelación del Anticristo y, por consiguiente, era pre- a los vivientes en la gran parada parusíaca 1. ¿Creía
maturo hablar de la inminencia de la parusía, consti- Pablo que la parusía era inminente y que él asistiría
tuye el punto supremo del mensaje de 2 Tes. Se admite en vida al grandioso espectáculo? Él ciertamente no lo
que 2 Tes fue escrita en Corinto, algunos meses después sabía, pues «el Día del Señor "vendría inesperadamente

971 972
TESORO

como un ladrón» 2 ; pero, como los cnstianos de cada diendo claramente a la psicología de quien atesora y a
generación, deseaba y anhelaba que «se abreviaran los las circunstancias que suelen acompañar la formación
tiempos» y que Jesús viniera cuanto antes a poner de tales valores.
punto final a la historia de la salvación. Este anhelo El contenido de los mismos varía al ritmo de los
aflora en los escritos genuinamente paulinos, sin que cambios de la sociedad: el hombre primitivo del paleo-
por ello sea lícito atribuir a Pablo una afirmación o lítico no tiene tesoros, porque vive al día. El nómada
profecía que no se cumplió. no tiene otro capital que las cabezas de ganado con
En 2 Tes se manejan tres conceptos - el «Detenta- las que realiza las transacciones elementales de un
dor», el «Adversario» y la «Apostasía» - que han hecho comercio que no es sino intercambio de mercancías:
la delicia de alegres comentaristas, llenos de fantasía la riqueza es pecuaria (cf. entre los romanos pecus,
pseudoescatológica. Muy frecuentemente se ha querido «ganado»; pecunia, «dinero», «riqueza»), y el tesoro
«historizar» a cada uno de estos personajes; y así el «De- no es sino la multiplicación al por mayor de las reses.
tentador» (6 KaTéxwv) · sería el imperio romano, el Con la aparición de los metales, el oro y la plata se
Arcángel san Miguel, etc.; el «Adversario» sería un suman, por su escasez y preciosidad, a la riqueza viva;
personaje de última hora que encerraría en sí toda la y ya en una sociedad agrícola y sedentaria vienen a
maldad de los perseguidores de la Iglesia y que a cada agregarse al tesoro las reservas de grano que exceden
encrucijada de la historia se identifica con el tirano de del consumo anual. Los primeros textos bíblicos que
turno. nombran el tesoro se refieren a dos tipos de sociedad
Muchos comentaristas creen, sin embargo, que se sedentaria (la egipcia) y seminómada (la hebrea) de la
trata de símbolos abstractos tomados de la literatura época del Bronce Reciente, cuando los clanes israelitas
apocalíptica judía. Y así, bajo el nombre de «Aposta- viven de los ganados mientras que el reino faraónico
sia»", estarían los que están destinados a la perdición presenta una sociedad agraria provista de graneros que
por haber rehusado la fe 4. El «Adversario», al que, adop- regulan el consumo de un año para otro y en que el
tando una fórmula joánica 5 se Je llama Anticristo, tesoro regio cuenta con reservas en lingotes y en objetos
representa una fuerza de orden moral que se refiere a preciosos1. Durante los siglos de la judicatura y de la
Satán (cf. la equivalencia de los términos «adversario» monarquía, el régimen social se estabiliza cada vez más
y «satán» en los LXX), en cuya unión, como jefe e y la riqueza - y el consiguiente atesoramiento - es
inspirador, prosigue el combate comenzado por la ser- ya el resultante de los productos agropecuarios, de los
piente antigua en el jardín del Edén, oponiéndose a trabajos de orfebrería y la industria rudimentaria, del
Dios y a su Reino entre los hombres. Por lo tanto, comercio, etc. El botín de los vencidos, que es una de
simboliza a todos aquellos que en la lucha escatológica las fuentes más pingües en el engrosamiento del tesoro
en el curso del «eón» actual se alinean al lado de Satán regio, suele abarcar toda esa gama de mercancías 2•
contra Cristo. El tesoro del santuario y del palacio real - cuya distin-
El «Detentador» es también una interpretación simbó- ción es más bien teórica - se forma también con los
lica: la idea de estabilidad y de solidez, entrañada por la tributos israelitas y los impuestos de los países subyu-
significación fundamental de la palabra, y el hecho de gados 3. Tales tesoros alcanzaron un volumen conside-
la oposición del «Detentador» a la acción de Satán,lo rable y desde los comienzos monárquicos hubo sobre
colocan entre las fuerzas del Me-
sías que combaten al diablo (cf. Is
40,22, donde los LXX llaman a
Dios 6 Kméxwv).
14,13-18. '5,2. '2 Tes 2,3. '2 Tes 2,12.
'1 Jn 2,18.22; 4,3; 2Jn 7.
Bibl.: J. DUPONT, :1:vv Xp1Cné¡,, L'union
avec le Christ suívant St. Paul, Brujas-
Lovaina-Paris 1952. M. CARREZ, Vocabu-
laire des deux Épitres de saint Paul aux
Thessaloniciens, París 1953.

J. M." GONZÁLEZ RUIZ

TESORO .(heb. '6,iir, basen,


matmán ; .9r¡cravpós; V g. thesaurus ).
Los vocablos hebreos que más
frecuentemente designan los tesoros
derivan de verbos cuyo significado
es «amontonar» o «esconder», alu-

Parte de un tesoro de unas 5000 mo-


nedas, hallado en el monte Carmelo.
En su mayoría consisten en siclos de
Tiro, medios siclos y monedas roma-
nas. (Foto Orient Press)

973 974
TESORO

ellos un inspector o ministro del erario público ', que tencia gracias a Timoteo de Constantinopla. Tanto ésta
se encuentra también en otros pueblos (heb. gizbár ; como el libro del Fundamento, que cita el Catálogo
ohcovóuog ; Vg, custos arcae publicae)5• Los invasores gelasiano, se deben a los maniqueos y posiblemente
extranjeros apetecen tales tesoros y durante siglos sir- figuraron entre los que el papa Gelasio ordenó quemar.
ven o para pagar el tributo que libera de una invasión
Bibl.: PG, 86,1,21. P. BATIFFOL, Apocryphes, livres, en DB, I,
o para saciar la avidez de los conquistadores desde el cols. 770, 772.
faraón Sesonq hasta el general Tito, pasando por posibles J. A. PALACIOS
saqueos de los mismos reyes israelitas y por los episodios
famosos de Nabucodonosor, Epifanes y Heliodoro6• TESTAMENTO. En la legislación israelítica de la
La Biblia menciona también los tesoros de reyes ex- Biblia no hay normas que regulen las formalidades tes-
tranjeros: Nabucodonosor, Asuero, Artajerjes, etc. 7 y las tamentarias. La transmisión de la herencia se regulaba
excavaciones han sacado a la luz diversos templos y por la costumbre y tampoco se realizaba con instrumento
palacios en Canaán y en todo el antiguo Próximo alguno escrito: todo quedaba simplificado a la manifes-
Oriente, dotados con salas del tesoro. tación oral que el padre hacía antes de morir al «poner
Los términos en numerosos pasajes tienen un sentido en orden su casa»'.
figurado de almacén - las nieves, las aguas, las guarda Mientras en el derecho mesopotámico el marido podía
Dios en sus tesoros - y de cosa muy estimable como la testar en favor de su esposa, en Israel los herederos
justicia, la sabiduría, Israel mismo es para Yahweh exclusivos son siempre los hijos. Entre éstos, el primo-
como un tesoro de valor estimable y querido 8• génito tiene una parte mejorada respecto a los otros
1Cf. Gn 41,33 y sigs.: caps. 42-43. 'Jos 6,19 y sigs. 32 Sm 8, hermanos y a cambio carga con la responsabilidad y
11; 1 Re 7,51; 14,26; 15,15; 2Re 12,10.19; 16,8; 18,13-15; 20,13; deberes del padre de familia. Este derecho tradicional
2Cr 27,8; 32,27-29. '1 Cr 26,20; 27,25; 29,7-8; cf. Is 22,15. 'Esd del hijo mayor lo garantiza la legislación deuteronómica
1,8; 7,21. '1 Re 14,25-26; 2Re 14,14; 15,19-20; 24,13; 25,13-17;
Jer 52,17-23; 1 Mac 1,21-24; 2 Mac cap. 3; 5,15-16. 'Cf. Dan 3, que no permite sea desposeído de su derecho en favor
2-3; Est 3,9; 4,7; Esd 7,21, etc.; Neh 13,12. -cr. Job 38,22; Is del hijo de la favorita 2• Sin embargo, tal disposición
45,3; Jer 10,13; Prov 2,4; Sal 33,7; 135,4-7; Eclo 39,17; Éx 19,5. era válida sólo entre los hijos de esposas de primer rango,
En el NT aparece el tesoro en sentido propio, unas porque el hijo primogénito de una esclava no obtenía
veces explicitado su contenido de perfumes y metales el derecho definitivo sino en el caso de no tener hijos
preciosos - como en el caso de la -,. adoración de los la primera esposa. El caso de Ismael es elocuente en tal
magos', donde .Sr¡o-avpós designa al cofre que guarda sentido: al nacer más tarde Isaac pierde los derechos que
los valores - y otras sin determinar 2, si bien en ocasio- hubiera conservado de ser el único descendiente de
nes, el contexto delata que se trata de metales que Abraham 3 • En cambio, los hijos de las esclavas de Jacob
pueden enterrarse sin deterioro", entran en la herencia con igual derecho que sus her-
Pero es frecuente sobre todo el empleo metafórico manastros de las mujeres principales, aunque tal vez
del tesoro y atesoramiento como cosa reservada y con- ello fuera debido a un acto de -,. adopción por parte
servada para el futuro: el reino de los cielos es un tesoro de Lía y Raquel 4•
oculto, sin apariencias, pero con inmenso valor real; La historia bíblica está llena de ejemplos famosos de
Jesús incita a amontonar riquezas y tesoros espirituales segundones que entran a heredar en lugar de los pri-
para la vida futura e imagina el corazón del hombre mogénitos como una prueba constante de la absoluta
libertad divina que regula la historia de la salud con plena
como un tesoro del que sale cuanto de bueno y de malo
independencia de las leyes naturales y consuetudinarias;
hace el hombre como mercancía procedente de un al-
al menos los hagiógrafos parecen interpretar así los
macén 4 • La imagen representa el negocio espiritual
hechos históricos.
como una especie de banca en que el hombre pone su
Las hembras no heredaban sino en el caso de no haber
esfuerzo, el sacrificio de los bienes terrestres que des-
varones y debiendo casarse con hombres de la tribu del
pués podrá cobrarse en valores sobrenaturales. La vida
padre para que el patrimonio no pasase a otro trono 5•
de gracia la deposita Dios en nosotros como un teso-
El caso de las hijas de Job, que tienen igual parte en la
ro de monedas guardadas en una olla de barro 5 y aun
herencia de sus hermanos", a más de reflejar la volun-
cuando aparezca ironía tremenda, Dios atesora su ira
tad del testador, tal vez sea la expresión de unos usos
para los últimos días, y los mismos elementos cósmicos
legales más evolucionados que coinciden con la mayor
están reservados como tesoro - TE.Sr¡o-avp10-µÉvo1 -
independencia social de la mujer.
para el fuego consumidor s. En Cristo, dice Pablo,
Hay también en la Biblia casos de manifiesta predilec-
están contenidos los tesoros todos de la sabiduría y
ción del testador en pro del hijo menor, considerado
ciencia de Dios'.
como peculiar don divino a los progenitores ancianos, y
1
Mt 2,11. 'Mt 6,19; Le 12,21; 2Cor 12,14; Heb 11,26. 3Cf. que, en razón de los desplazamientos de la transhu-
Mt 13,44. 'Mt 6,19 y sigs.; 12,35; 13,52; 19,21; Le 6,45; 12,33;
1 Cor 16,2; Sant 5,3. 52 Cor 4,7; cf. 1 Cor 16,2. 'Rom 2,5; 2 Pe mancia que alejaba a los hermanos mayores, convivía
3,7. 'Col 2,3. mayor tiempo con sus padres. Tal predilección que pudo
Bibl.: F. HAUCK, .9170-avpó,, .9170-avpíi;w, en ThW, III, págs- traducirse en mejoras económicas', no parece demostrar
136-138. otra cosa que la libertad con que actuaba el progenitor
e.GANCHO al disponer definitivamente de su casa. El libro del
Eclesiástico aconseja no hacer donación de los bienes
TESORO DE LA VIDA (6 0r¡o-avpos Tfjs l;wfjs). antes de tiempo, porque «mejor es que te rueguen tus
Obra apócrifa de la que sólo se tiene noticia de su exis- hijos que no verte a merced de elloso ".

975 976
TESTAMENTO

Las breves alusiones que el NT hace a las normas Los Padres adoptan, ya desde la segunda mitad del
testamentarias reflejan ya el influjo decisivo de la men- siglo n, este modo de expresión, p. ej., Melitón de
talidad jurídica helenisticorromana. Mientras que el Sardes A y sobre todo Orígenes, que habla normalmente
texto hebreo del AT no dispone de término propio para del AT y del NT (entendido ya como Escrituraj P, y
significar la última voluntad del que va a morir, ahora entre los latinos, Tertuliano c. Desde entonces, la ex-
entra en la Biblia con tal valor el vocablo 6ta.STJKTJ presión se hace común y universal.
(61mí.Sr¡µ1) que la versión de LXX ya había aceptado El AT comprende los libros inspirados escritos antes
para traducir el bérit original casi exclusivamente en de Jesucristo y su argumento gira en torno a la Alianza
su acepción religiosa de Alianza. Precisamente los dos primera. La segunda Alianza (aquí con más precisión
textos que nos interesan por su vertiente jurídica de «Testamento», porque intercede ya la muerte del tes-
última voluntad establecen la relación entre 6taTTJKTJ, tador)', instituida por Jesucristo, y todas sus implica-
«alianza», y 6ta.SiíKTJ, «testamento». ciones, constituyen el argumento de los libros del NT
En la primera de estas 'alusiones testamentarias, Pablo o libros inspirados escritos después de Jesucristo, hasta
prueba que la firmeza irrevocable de las promesas de Dios la conclusión del canon.
al igual que entre los hombres, es, por definición, el La expresión se puede entender también en un sentido
testamento del que muere con tal voluntad de legar a propio, en cuanto que estos libros son el testamento
determinadas personas: «El testamento, con ser de hom- escrito de Dios, que contiene todas las promesas divinas
bre, nadie lo anula, nadie le añade nada» 9, y es precisa- y las condiciones 'que hay que cumplir para poder par-
mente este carácter de intangible el que sirve al apóstol ticipar en ellas. Este sentido propio connota la autoridad
de punto de comparación para ilustrar el carácter irre- divina de estos libros, ya que son, por su origen, escritos
vocable de las promesas de Dios en la nueva economía «inspirados» por Dios y, por tanto, perennemente vá-
cristiana, en «el Nuevo Testamento». lidos y aptos por sí mismos para «hacer fe». Así los
El texto de la carta de los Hebreos también apunta Padres griegos P emplean también, para denominarlos,
a la estabilidad jurídica que con la muerte del testante la palabra ev61á.Sr¡1<01, idea muy próxima ya a la de
logra su última voluntad: «Donde hay testamento es libro «canónico».
preciso que intervenga la muerte del testador; el testa- AEusEBI0, Hist. Eccl., 4, 26, 16, en PG, 20, col. 396. BORIGENES,
mento es valedero (~e~aía) por la muerte, pues nunca en PG, 13, col. 264; 11, col. 341. CTERTULIANO, en PL, 2, cols.
el testamento tiene fuerza (icrxvet) mientras tanto vive 203, 896, 1032. DORÍGENES, en PG, 11, col. 461; Eusanro, en PG,
20, cols. 216, 269, 549.
el testador (6 6ta.Séµevos)»10•
Tales textos delatan una madurez jurídica bien lejana 'Éx 24,7. 22 Re 22,2.21; cf. 22,8. 'l Mac 1,57. •2 Cor 3,14.
'Heb 8,8; 9,15. 'Le 22,20; cf. Mt 26,28; Me 14,24 en la Vg. y
de las disposiciones últimas de los viejos patriarcas,
en algunos mss. griegos. 7Cf. Gál 3,15; Heb 9,16.
que no pasaban de ser mero asunto familiar.
12Sm 17,23; 2Re 20,I; Is 38,1. 'Dt 21,15-17. =cr, Gn 21,10. l. DMSIÓN DEL AT. a) Católica. Según la defini-
•Gn 30,3. 'Nm 27,1-11; 36,3-9; 1 Cr 23,22. ºJob 42,13-15. 'Cf. ción dogmática del Concilio de Trento A (---+ Canon),
Gn 48,13-20. 'Eclo 33,20-24. 0Gál 3,15-17. 10Heb 9,16. los libros del AT que la Iglesia católica admite como
Bibl.: L. G. DA FoNSECA, 61a.S~KT1, foedus art testamentum ?, en canónicos son 44. El Concilio agrupa en un solo libro
Bibl, 8-9 (1927-1928). J. BEHM, 61mí.9riµ1, 6ta.9i¡Kr¡, en ThW, II, Jeremías, Lamentaciones y Baruc. Separando estos tres
págs. 105-106, 127-137. A. G. BARROIS, Manuel d'orchéologie bi-
blique, I, París 1939, págs. 28-31. R. DE VAuX, Les institutions
y considerando el cap. 6 de Baruc, es decir, la carta
de l'AT, I, París 1958, págs. 89-91. de Jeremías, como un libro aparte, la suma total, más
e.GANCHO precisa, asciende a 47.
Desde el siglo XIII se ha establecido la costumbre de
TESTAMENTO, Antiguo y Nuevo. El conjunto de dividir estos libros, según un criterio lógico o por mate-
libros que forman la SE reciben, por una metonimia rias (con cierta amplitud), en tres grupos y por el si-
usual que da al continente el nombre del contenido, la guiente orden: históricos, didácticos y proféticos. Los
denominación de Antiguo y Nuevo Testamento, porque libros históricos, cuyo argumento fundamental es la
el argumento principal y medular de estos libros des- historia de los orígenes de la humanidad y la del pueblo
cribe la preparación, la institución y la historia, con todas de Dios, son 21: Génesis, Éxodo, Levítico, Números,
sus implicaciones, de la doble Alianza o Testamento Deuteronomio (estos cinco juntos reciben también la
que, por medio de los patriarcas primero y Jesucristo denominación de Pentateuco, «cinco volúmenes» o «va-
después, estableció Dios con su pueblo elegido, hacién- sijas»): Josué, Jueces, Rut, los cuatro de los Reyes (de-
dose así propiedad suya. Sobre el valor de la palabra nomínados I, 2, 3, 4 de los Reyes, o - más común-
«testamento», traducción aproximada del gr. 6ia.STJKTJ mente - 1 y 2 de Samuel, y I y 2 de los Reyes); los
que a su vez responde, aunque no con toda aproxima- dos (1 y 2) de las Crónicas (o Paralipómenos); 1 y 2
ción, al heb. bérit (-->- Alianza). de Esdras (o también Esdras y Nehemias); Tobit, Judit,
El uso de aplicarla a los libros se inicia ya en la mis- Ester, 1 y 2 de los Macabeos.
ma SE, primero a una parte de ella - el «libro de la Los libros didácticos o sapienciales (algunos llamados
Alianza» propiamente dicha.', o el Deuteronomio2 - y también con más precisión poéticos) son 7: Job, Sal-
más tarde a toda la colección 8• San Pablo introduce el mos, Proverbios (o Parábolas), Eclesiastés, Cantar de
adjetivo «antiguo», refiriéndose a la «lectura del AT»4, los Cantares, Sabiduría y Eclesiástico.
en oposición al «Nuevo» Testamento (no todavía como Por fin los 16 (o, según lo dicho, 19) libros proféticos:
Escritura, sino como institución), del cual hablan el cuatro profetas mayores: Isaías, Jeremías (con Lamen-
mismo apóstol 5 y los evangelios Sinópticos", taciones, Baruc, carta de Jeremías), Ezequiel y Daniel;

977 978
TESTAMENTO

doce profetas menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, volúmenes» proviene de la liturgia, porque se leían
Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Ageo, íntegros con cierta solemnidad en las sinagogas durante
Zacarías y Malaquías. las fiestas judías.
Por el orden citado aparecen estos libros en las Biblias Los protestantes suelen seguir (eliminados los deu-
católicas, excepto el 1 y 2 de los Macabeos, que en terocanónicos) el orden de la Vg.
la Vulgata Clementina y en alguna Biblia castellana, 'Le 24,44.
p. ej., Bover-Cantera, se colocan siguiendo el orden
exacto del Concilio de Trento, en último lugar, después 2. DIVISIÓN DEL NT. Aunque en el NT hay también
de los libros proféticos. algunos libros «deuterocanónicos», en este caso no
ASesión IV, 8 abril 1546. existe diferencia entre católicos y protestantes, que es-
tán de acuerdo en admitir los 27 libros enumerados
b) Judía y protestante. De los libros citados, faltan en el Concilio de Trento (sesión citada). En la época
en las Biblias judías y protestantes aquellos siete que los patrística se repartían en dos grupos: «evangelio» y
católicos llamamos deuterocanónicos, y los judíos y «apóstoles». Actualmente, siguiendo la pauta del AT,
protestantes consideran y llaman apócrifos, a saber, se dividen en tres clases: a) 5 libros históricos: los cua-
Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc (con la tro evangelios (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) y los Hechos
carta de Jeremías), 1 y 2 de los Macabeos. Faltan de los Apóstoles. b) 21 libros didácticos: las 14 cartas de
además, por la misma razón, los siguientes fragmentos san Pablo, o sea a los Romanos, 1 y 2 a los Corintios,
de libros: los siete últimos capítulos de Ester (10,4-16,24 a los Gálatas, a los Efesios, a los Filipenses, a los Colo-
en la Vg.), y tres pasajes de Daniel: el cántico de los senses, 1 y 2 a los Tesalonicenses, 1 y 2 a Timoteo, a
jóvenes en el horno (Dan 3,24-90), historia de Susana Tito, a Filemón, a los Hebreos; las siete cartas llama-
(Dan 13), Bel y el Dragón (Dan 14). Las Biblias judías das «católicas»: 1 y 2 de san Pedro, 1, 2 y 3 de san
y protestantes agrupan, por tanto, un total de 39 libros. Juan, la de Santiago y la de san Judas. e) Un libro
En tiempos de Jesucristo, sin embargo, los judíos, que profético: el Apocalipsis de san Juan.
unían 1-2 Sm, 1-2 Re, 1-2 Esd y los doce profetas meno- Éste es el orden del Concilio de Trento (conforme a
res, y separaban Lamentaciones de Jeremías, contaban un uso ya común entonces). En los códices y catálogos
24 libros e incluso, uniendo también Lamentaciones antiguos existe mucha variedad en la disposición. Ac-
con Jeremías y Rut con Jueces, 22 libros, conforme tualmente, tanto en las Biblias católicas como en las
al número de letras del alefato. protestantes, se sigue el orden citado, con la excepción
Dividían los judíos el AT en tres grupos: la Ley de la carta de Santiago que se coloca la primera entre
(toréih), los Profetas inébi'im) y los Escritos tkétübimí, las «católicas».
Esta div.sión insinuada ya en el prólogo del Eclesiástico, Advertimos finalmente que la división de la Biblia en
aparece equivalentemente en el NT1, y está hecha con capítulos y versículos no procede de los autores origina-
arreglo a la misma historia del canon, es decir, o por les de los libros (-+ Biblia, División en capítulos y ver-
razones litúrgicas (lectura periódica de estas tres colec- sículos de la).
ciones), o según los rabinos, por el diverso grado de La primera, hecha por Esteban Langdon (t 1228), fue
dignidad que tenían, según que hubieran sido escritos introducida hacia 1226 en la Biblia llamada parisiense
por Moisés, por los profetas o por los sabios. y después en todas las ediciones de la Biblia, incluida
La Tóráh comprendía los «libros de Moisés», es la hebrea. La segunda quedó definidarnente establecida
decir, los cinco primeros, cuyo nombre era el de la pa- por obra del célebre impresor Roberto Estéfano, en
labra o palabras por que empezaban: bé-ré'sit, «en el 1551. Aunque consagradas por el uso, ambas proceden
principio» (Gn), we-relleñ sem6t, «éstos son los nombres» de un criterio particular. Puede ocurrir, por tanto, que
(Éx), wa-yiqrii', «y llamó» (Lv), bé-midbar, «en el de- en alguna edición moderna, aun respetando los números
sierto» (Nrn), 'el.feh ha-débárim, «éstas son las palabras» ya consagrados de versículos y capítulos, se adopte en
(Dt). algún caso una distribución distinta (p. ej., en los versos
Los nébi'Im se subdividían, a su vez, en dos secciones, o estrofas de los libros poéticos), lo cual, según lo
nébi'im ri's6nim («profetas anteriores»), es decir, Josué: dicho, es perfectamente admisible.
Jueces, Samuel y Reyes, y nébi'im "ahdránim («profetas Bibl.: J. BEHM, L'.1a3Í)KT], en ThW, JI, págs. 127-130. H. HOPFL,
posteriores»), o sea Isaías, Jeremías y Ezequiel, y los Introductio genera/is in Sacram Scripturam, Nápoles-Roma 1958,
págs. 122-129.
Dodekaprofeton (12 profetas menores). La inclusión de
M. REVUELTA
los «profetas anteriores» entre los libros proféticos es
justificada por los judíos diciendo que, aunque se trate
TESTAMENTO DE NUESTRO SEÑOR. Obra
de libros históricos, se atribuyen a profetas o narran
apócrifa, con avisos escatológicos, normas para los
historias de alguno de ellos. Sin embargo, parece que
obispos y fieles, e indicaciones sobre los hábitos de
se trata más bien de una denominación puramente
los cristianos. Su redacción se atribuye a los apóstoles
externa, motivada por el lugar que ocupan en el canon
Mateo, Juan y Pedro. Su autor, que era monofisita, la
o, mejor, en las ediciones.
compuso en griego en la segunda mitad del siglo v
El tercer grupo comprendía los kétúbim gédálim
y, actualmente, se conserva en siríaco, árabe, copto y
(«escritos mayores»): Salmos, Proverbios, Job; las /:lames
etíope.
mégillot ( «cinco volúmenes»): Cantar, Rut, Lamenta-
ciones, Eclesiastés, Ester, y, por fin, Daniel, Esdras- Bibl.: E. AMANN, en DThC, XV, cols. 194-200.
Nehemías y Crónicas. La denomínación de los «cinco P. ESTELRICH

979 980
TESTIGOS

TESTAMENTO DE NUESTRO SEÑOR EN GA .. Según Flavio Josefa, las mujeres y los niños no podían
LILEA. Escrito apócrifo, también llamado Epistula ser testigos; pero no sabernos si tal uso fue sólo de su
Apostolorum («La epístola de los apóstoles»), que data tiempos o se remontaba a los tiempos antiguos, en cuyo
ca. 150, compuesto probablemente en griego en Egipto caso Israel se habría distinguido de otras legislaciones
o Asia Menor. Sólo se conserva en etíope y, de modo orientales.
parcial, en copto y latín. Atacaba al parecer a los gnós- Con frecuencia se invoca a Dios, los cielos, etc.,
ticos. Se presenta corno una carta que propagaron los corno testigos para garantizar la verdad de una palabra 11;
apóstoles después de la resurrección de Jesús, para en una forma de afirmar algo son solemnidad - signifi-
narrar las conversaciones que tuvieron con Él. cado propio de la raíz 'üd.
Bibl.: M. R. JAMES, The Apocryphal New Testament, Oxford En el NT persiste idéntica ideología sobre los testigos.
1924, págs. 485-503. J. QuASTEN, Patrology, I, Utrecht 1950, págs. La palabra aparece con mucha frecuencia en sentido
150-153. judicial", del que pasa después al religioso y cristoló-
P. ESTELRICH
gico (--+ Testimonio).
'Éx 20,16; Dt 5,20. -cr. Éx 23,1 y sigs. 'Dt 17,7; cf, Jn 8,7.
TESTAMENTO DE SALOMÓN. Obra apócrifa
'Nm 35,30; cf. 1 Re 21,10 y sigs.; Dan 13,34. 'Dt 19,15-21; cf.
escrita en griego por un autor cristiano del siglo III, ins- Is 8,2. ªCf. Is 43,9-12; Jer 26,16-20; Sal 109,31. 'Dan cap. 13;
pirado tal vez en documentos judíos, sobre las faculta- cf. Is 5,3. -cr, Éx 22,13; 38,25; Dt 22,13 y sigs. "Prov 6,19; 12,
des mágicas de Salomón, quien, gracias a ellas y a un 17 y sigs.; 14,5; 19,5.9.28; 21,28; 24,28. 10Prov 14,25. u 1 Sm 12,
5; Job 16,20; Jer 42,5; cf. Miq 6,1, etc. "Me 6,11 y par; 14,63
anillo recibido del arcángel Gabriel, logró que los de- y par.; Mt 18,16; Le 4,22; 11,48, etc.
monios colaboraran en la construcción del Templo. Bibl.: F. JOSEFO, Ant. !ud., 4, 8,15. R. DE VAUX, Les instíí u-
Bibl.: PG, 122, cols. 1315-1358. C. C. McCowN, The Tes/amen/ lions de /'AT, I, París 1958, pág. 239 y sígs.
of Salomon, Leipzig 1922, edición crítica. C. GANCHO
P. ESTELRICH

TESTIGOS, Los dos (6vo µéxpTVpES). Son los dos


TESTIGO (heb. 'éd; µéxpTvs; Vg. testis). No nos es
personajes misteriosos a que se refiere Ap 11,3-13 y
bien conocido el procedimiento judicial en Israel, pero
cuyas notas individuantes podrían resumirse así: Son
hay que construirlo por inducción, sirviéndose de
dos testigos de Dios que, cubiertos de saco, profetiza-
los datos aislados que ofrecen la legislación y las anéc-
rán durante tres años y medio, cuyo lapso de tiempo
dotas históricas. es el que media entre la sexta y la séptima trompetas
Los testigos tuvieron gran importancia, ya que la
en la composición escenográfica del relato apocalíptico;
administración de la justicia - considerada corno fun-
nadie puede dañarlos porque tienen poderes divinos;
ción divina - siempre preocupó seriamente a los pue-
sólo cuando su testimonio ha concluido son muertos
blos orientales, corno nos lo certifican los numerosos
por la Bestia que sube del mar, permaneciendo insepultos
monumentos escritos del antiguo Próximo Oriente.
sus cadáveres durante tres días y medio con regocijo
En las dos redacciones del Decálogo quedan seve-
de los enemigos de Dios, a quienes ellos incomodaban
ramente prohibidos los falsos testirnonios1 por amor a la
con su predicación; después Dios los resucita y arrebata
justicia y también por odio a la mentira; ni porque lo
al cielo, arruinándose gran parte de la ciudad y pere-
diga la muchedumbre, ni siquiera por compasión a los
ciendo siete mil personas en la catástrofe.
pobres, hay que testificar contra la verdad 2•
En una perícope tan intrincada hay que separar lo
Había testigos de cargo que venían a ser los. respon-
cierto de los hipotético:
sables principales de la sentencia condenatoria y por ello
eran los primeros en apedrear al que el tribunal decla- a) Los testigos son tales porque «profetizan» o pre-
raba reo - la función de los jueces era la de interpretar dican el mensaje divino, no en razón del derramamiento
y defender la ley más bien que vengar el crimen - 3• de su sangre que no hace sino confirmar la verdad y
Al principio se requería para toda sentencia capital, corno sinceridad de la misión para la que Dios los ha elegido.
condición indispensable, el testimonio de dos testigos"; b) Parecen bien conocidos de los lectores por la
pero más tarde - en la legislación deuteronómica - forma literaria con que son introducidos: «A los dos
este requisito se amplía a cualquier causa y castiga a testigos míos» (Tois 6vo-ív µéxpTvo-ív µov).
quien depone en falso con la pena correspondiente al e) Su caracterización está descrita con diversos tra-
crimen denunciado 5• zos del AT: son dos olivos y dos candeleros, expresión
Y había asimismo testigos de descargo, que alegaban alusiva, con variantes, a un pasaje de Zacarias ', que
las pruebas de inocencia en favor del acusado 6• Su- compara a dos olivos al sumo sacerdote Josué y al
plían las funciones de nuestro abogado defensor. La caudillo Zorobabel, artífices de la restauración, aunque
historia de Susana indica que los mismos jueces podían el profeta habla de un candelabro de siete brazos.
ser testigos acusadores', lo que evidentemente se pres-
d) «Profetizar» conserva su valor bíblico original
taba a injusticias y atropellos.
de predicación en nombre de Dios, que fue siempre la
En ocasiones, la deposición oral podía y debía ser
esencial misión de los viejos profetas, y el vestido de saco
confirmada con pruebas instrumentales 8•
no hace sino precisar tal sentido, subrayando la auste-
El libro de los Proverbios se ha interesado de modo
ridad del cometido profético.
muy particular por inculcar la rectitud y justicia en los
testigos", ya que sus intervenciones eran decisivas: e) Con el fuego de su boca pueden destruir a sus
«Salva las vidas el testigo veraz, pero el que profiere enemigos, rasgo que parece aludir a un pasaje de la vida
mentiras es un asesino»?", de Elías2 ; pueden «cerrar el cielo», castigando con

981 982
TESTIMONIO

crifo de Josué. A la luz de la literatura qumránica, resucitado y haberle oído, como, p. ej., los 500 herma-
4QT puede ser considerado como el credo escatológico nos", o los dos peregrinos de Ernmaús 5, sino que hay que
de la comunidad en su primera fase de evolución, in- estar «predestinado» corno los apóstoles",
dicando los jefes del nuevo orden que se va a introducir e) Los apóstoles dieron un testimonio «triple»: el
(profeta, Mesías y sumo sacerdotej y sus opositores
é testimonio de la «palabra», y por cierto siempre según
(el hombre de la mentira con los «constructores del la práctica judicial judía' en nombre del colegio apos-
muro» y los «removedores del límite»)B. Este documento tólico: «Dios ha resucitado el autor de la vida, de lo
precisa y aclara el pensamiento escatológico y mesiá- cual somos "nosotros" testigosa", testigos armados de
nico de Qumrán. A nuestro parecer, en 4QT se nos da vigor como los profetas. El testimonio de los «signos»,
el primer esquema conocido de una escatología; el pri- es decir, de los prodigios 9• El testimonio de las penali-
mer documento donde Dt 18,18 fundamenta la fe en dades y persecuciones'".
el profeta escatológico; el primer ejemplar de las colec- 1Le 24,46-48; Aet 1,21-22; 2,32; 4,33; 5,32; 13,31. 'Aet 22,15;
ciones de testimonia en su· primer estudio de colecciones 23,11; 26,9-20; Gál 1,11-2,10. 3Aet 70,37-39; ef. 1,22; 5,31-32a;
independientes. 10,40a-43. '1 Cor 15,6-7. -cr. Le 24,13-35. -cr. Aet 10,41-42;
13,31; 22,15; 26,16. 'Cf. Nm 35,30; Dt 17,6; 19,15; Mt 18,16.
ACf. 1 QS, 9,11. BCf. CDC, 1,14-18; 8,12; 5,20. 'Aet 3,15; ef. 2,32; 5,32; 10,39.41.42. 'Aet 2,43; 5,12.15; 14,8-10;
1Dt 5,28-29; 18,18-19; Nm 24,15-17; Dt 33,8-11 y Jos 6,26.
19,11-12. »cr, Aet 4,27-28; 5,41.
Bibl.: J. M. ALLEGRO, Further Messiauic References in Qumran
Literature, en JBL, 75 (1956), pág. 174. J. A. FITZMYER, 4Q Testi- 2. Los cristianos de la Iglesia primitiva han dado
monia and the NT, en ThSt, 18 (1957), pág. 593. J. STARCKY, Les testimonio en sentido lato de la resurrección del Señor,
quatre étapes du Messianisme a Qumriin, en RB, 70 (1963), pág. puesto que no le habían conocido. Este testimonio
481 y sigs.
C. DEL VALLE indirecto se apoya en la predicación personal de los
apóstoles. Es un testimonio de verdad o de conoci-
TESTIMONIO. El término griego fundamental por miento. No descansa, por consiguiente, sobre los mismos
testimonio, µapTvpía, aparece 34 veces en el NT y «fundamentos» que el de los apóstoles, pero tiene el
el mayor número de veces que figura en los Hechos de mismo objeto: el Señor resucitado.
los Apóstoles es de 14. En el evangelio de san Juan no El hecho de ese testimonio indirecto procede de
aparece. El verbo µapTvpeiv es citado 76 veces: en muchos textos de los Hechos de los Apóstoles: «Nos-
primer lugar en Juan con 47, Lucas lo emplea 2 veces otros somos testigos de esos sucesos (la muerte y resu-
(falta en Mateo y en Marcos), en los Hechos de los rección de Jesús), dice san Pedro, como lo es el Espíritu
Apóstoles 11 y en las cartas de Pablo y Hebreos 16 Santo que Dios dio a los que acatan sus mandamientos»1,
veces. La voz µapTvp1ov se halla 20 veces: 9 en los es decir, el Espíritu Santo da testimonio del Resucitado
Sinópticos, 2 en los Hechos de los Apóstoles, 6 en por boca de los cristianos judíos y gentiles, quienes ha-
Pablo, y una vez en Hebreos, Santiago y Apocalip- blaban y obraban por influjo de Aquél.
sis. El concepto de testimonio tan repetidamente em- El testimonio de la comunidad cristiana y de sus
pleado en el NT imprime un carácter de veracidad a los individuos producían sorprendentes ·efectos. a) En la
relatos de los Hechos de los Apóstoles sobre todo, así incipiente Iglesia de Jerusalén brotaba la alegría cris-
como al evangelio de san Lucas y en gran parte tam- tiana, sobre todo en la fiesta litúrgica de la fracción del
bién a los escritos de san Juan. pan 2 y con ocasión del don de lenguas 3• Mayor impre-
sión causó aún el testimonio del efectivo amor fraterno,
I. CONCEPTO. El testimonio bíblico no significa sólo con el que conquistaron el mundo para Cristo", b) Como
un «testimonio de hechos», es decir, el de un hombre expresa el cap. 6 del libro de los Hechos, los após-
que observa un acontecimiento y que puede deponer toles enviaron por el mundo a sus discipulos, tanto
acerca de él la mayoría de las veces ante un juez1, sino sacerdotes como laicos a ganar los gentiles para Cristo.
testigo convencido de la verdad, esto es, un hombre que En la ciudad santa habían atestiguado los apóstoles
anuncia la verdad, sostiene sus conviciones y declara solemnemente, como en un proceso, la resurrección de
sus ideas alegando pruebas 2• Cristo. Con este envío misional comenzó la época del
1Cf. Lv 5,1; Nm 5,13; Dt 16,6-7; Is 8,2; Jer 39,10; Mt 26,25;
kerygma, del evangelio y de la palabra divina, es decir,
Me 14,63; Aet 6,13. -cr. Is 43,9-13; 44,7-11; 2 Cor 1,23; Flp 1,8; de la animosa publicación del alegre mensaje de la sal-
1 Tes 2,5-6. 10.
vación en el Señor resucitado. La persecución dispersó
JI. EL TESTIMONIO SEGÚN HECHOS DE LOS APÓSTOLES. a los primeros cristianos por todo el mundo, por donde
l. En las grandes controversias de la Iglesia primitiva anunciaron con voz sonora 5 la buena nueva, la palabra
con el judaísmo, el testimonio de los Hechos de los divina del Señor resucitado•. En éstos y en otros textos
Apóstoles desempeña un principalísimo papel. por kerygma, evangelio y palabra de Dios no se entiende
a) Los apóstoles son, ante todo, los testigos de otra cosa sino el testimonio indirecto en pro de Cristo,
vista y de oídas del Señor resucitado. «Los apóstoles que está cargado de energía. Purísimamente resplan-
atestiguaban con gran fortaleza la resurrección del dece el testimonio de los cristianos a favor del Señor
Señor Jesús»>, También san Pablo es «testigo de Cristo», resucitado en las «persecuciones» y en las «muertes
aunque él sólo contempló al Señor glorioso en una sangrientas». Ya no se trata aquí de una propagandística
visión 2• Los apóstoles son además testigos también de profesión de fe, sino de un testimonio ardiente ante los
todo cuanto realizó Jesús durante su vida terrena 3• estrados de la justicia temporal: es un testimonio jurídico.
b) Sólo puede dar testimonio de Cristo quien ha En san Esteban se inició la procesión infinita de los
sido elegido por Dios para ello. No basta haberle visto «martireso", de los testigos de Cristo; y a mediados del
985 986
TESTIMONIO

siglo u, la palabra µápTvs sólo se emplea ya como tér- de Cristo, sino el «secreto de la persona de Cristo»,
mino técnico para designar el testimonio cruento. su mesianidad, su divinidad 2• En lo más hondo de su
1Act 5,32; cf. 14,31; 10,44; 11,15.17. 2Cf. Act 2,46; Ef 5,19. evangelio palpita la persona del Salvador sacratísimo.
=cr. Act 2,4.13; 10,46; 19,6; 1 Cor 14. 'Act 2,42-47; 4,32-35; 5, 3. ¿QUIÉN DA EL TESTIMONIO? El Bautista da testi-
12-16. -cr, Act 8,14; 11,19. 'Act 8,5; 21,8. -cr. Act 7,55-56;
22,20; Ap 2,13; 11,3; 17,6. monio de la luz3 , de la dignidad del Mesías", de la
filiación divina 5; la SE 6, los discípulos', el mismo
III. EL TESTIMONIO SEGÚN SAN JUAN. El apóstol san
Jesús 8, las obras", el Espíritu de Verdad1º; todos estos
Juan rehúye conscientemente la expresión µapTvpEiv,
testimonios pueden ser finalmente reducidos a un tes-
pero emplea com mayor frecuencia vapTvpía (47 veces)
timonio fundamental del Padre.
y µápTVS (30 veces). Esta elección corresponde a la
evolución del concepto de Cristo. La primera época de 4. ¿PARA QUÉ EL TESTIMONIO? Para despertar la fe
la revisión del proceso de Jesús ante el sanedrín y el en Cristo y abismarse en ella. El Bautista vino a dar
pueblo de Jerusalén ya había pasado hacía tiempo. Para testimonio para que todos creyesen en Jesús!'. Según
el teólogo san Juan se trataba de la defensa de Cristo 1 Jn 5,5-12, Jesús ha venido por «agua y sangre», es
ante el mundo entero mediante una serie de testimonios decir, por el bautismo en el Jordán y la muerte en la
escogidos. No ya de profesiones propagandísticas de fe Cruz; pero también por «el agua y la sangre» que ma-
en el sentido de kerygma, evangelio y palabra divina, naron del costado de Jesús. En esta doble significación
sino de defensa ardiente en el sentido de testimonio histórico-sagrada, «el agua y la sangre» son signos del
jurídico. Bautismo y de la Eucaristía. A este doble testimonio
1. ¿EN QUÉ SE BASA EL TESTIMONIO? No en los hechos histórico hay que añadir el testimonio del Esplritu,
de la vida y de la resurrección de Jesús que el apóstol que acredita la veracidad y la actualización del Hijo
había presenciado con sus propios ojos, sino en la reve- de Dios en el Bautismo y en la Eucaristía. De ese modo,
lación del Padre, quien le descubría la suprema verdad el mismo Dios testifica de su Hijo por el triple testimo-
oculta tras de los hechos. Así el discípulo amado per- nio de la «fe» y de los «dos sacramentos».
cibía «con la certeza de la verdad divina» (santo Tomás) Los apóstoles eran los testigos, de vista y oído, de la
en el «agua y sangre» de Jesús en la Cruz las señales resurrección y ascensión del Señor a los cielos. Los
sacramentales del Bautismo y la Eucaristía1. Tras los testigos de los cuatro evangelios llegaron hasta las hon-
hechos observados se encubre una realidad invisible, duras de la revelación, donde descubrieron el secreto
que el testigo terrenal sólo puede conocer por la «reve- insondable de la persona de Cristo y dieron testimonio
lación»; y de ésta da el testimonio que consiguiente- de ella.
mente es testimonio de fe y veraz. 1Jn 19,35-37; 1 Jn 1,1-3. 'Cf. Jn 1,15.30; 5,36; 1 Jn 4,14. 'Jn
1,7.8.15.19.32.34; 3,26; 5,33.36. 'Jn 1,15. 'Jn 1,30. 'Jn 5,39.
2. ¿QUÉ ATESTIGUA EL EVANGELIO DE SAN JUAN? 'Jn 15,27; 19,35; 21,24. 'Jn 5,31; 8,13. 'Jn 5,36; 9,3-4; 10,37.
Ni la resurrección ni los acontecimientos de la vida 10Jn 15,26; 16,13. "Jn 1,7; 19,36.
Bibl.: H. V0N CAMPHAUSEN, Die Idee des Mart yriums in der
a/ten Kirche, Gotinga 1936. H. STRATHMANN, Máp-rus, en ThW,
Mapa con el emplazamiento de la ciudad de Tiatira
IV, págs. 477-520. B. TRÉPANIER, Contribution ti une recherche sur
l'idée de témoin dans les écrits johanniques, en Revue del' Univ. d'Ot-
tawa, 15, Ottawa 1945, págs. 5-63. CH. MASS0N, Le témoignage
de lean, en RThPh, 38 (1950), págs. 120-127. A. RÉTIF, Témoignage
et prédication missionnaire dans les Acles des Apótres, en NRTh, 73
(1951), págs. 152-165. L. CERFAUX, Témoins du Chrisl d'aprés les
Acles, en Recueil L. Cerfaux, II, Gembloux 1954, págs. 157-174.
S. DE DIETRICH, Témoin, en Vocabulaire Biblique, Neuchátel-París
1954, págs. 285-286. A. VANH0YE, Témoignage el vie en Dieu selon
le quatrtéme évangile, en Ch, 6 (1955), págs. 150-171. E. GüNTHER,
Zeuge und Mortyrer, en ZNW, 47 (1956), págs. 145-161. R. Koca,
Témoignages, daprés les Actes, en Ouvriéres, 129, París 1957, págs.
16-33; 131 (1957), págs. 4-25; id., art. Zeugnis, en Bibeltheologisches
Worterbuch, Graz-Viena 1959, págs. 830-844.
R.KOCH

TESTIMONIO, Monte de. -4 Congregación, Monte


de la.

TETH (LXX Tfl.S). La Vg. y los LXX anteponen


esta palabra, nombre de la novena letra del alefato, a
Lam 1,9; 2,9; 3,25.26.27; 4,9 y Sal 119, 65 (heb.)
(---+ Acróstico).

TETRADRACMA. -4 Monedas.

TETRAGRAMA (del gr. TÉTpa, «cuatro», y ypáµµa,


«letra»). Nombre técnico que se emplea para denotar el
conjunto de los cuatro letras. consonantes que forman
nombre de Dios en hebreo (- Yahweh).

987 988
TETRARCA

TETRARCA (TETpaápx11s; Vg. tetrarchai. Es título de Herodes: Herodes Antipas, tetrarca de Galilea; Hero-
griego que significa literalmente «principado de cuatro» des Filipo, de Iturea y Traconítide; el misterioso Lisa-
(TéTpas-ápxrú y en su origen indicaba al jefe de una nias aparece también como tetrarca de Abilene. Antipas
de las cuatro regiones de una provincia, algo así como y Filipo obtuvieron de hecho una cuarta parte del reino
miembro de un cuadrunvirato. Aunque el nombre y la de su padre, mientras que el etnarca Arquelao lograba
realidad política nacieron en Grecia - por iniciativa de dos. La fluidez con que se empleaba el título la da a
Filipo de Macedonia-, el título aparece sobre todo entender el hecho de que Antipas aparece también desig-
en los autores helenistas judíos. Entre los romanos nado como «rey» en la acepción popular de jefe de
se había perdido el significado original y tetrarca pasa un país.
a indicar el soberano de una región pequeña. Por lo que
Le 3,1.19; 9,7; Mt 14,1; Act 13,1.
hace el empleo de tal titulatura en la geografía bíblica
nos informan los evangelios y Flavio Josefa. Bibl.: Además de los comentarios al evangelio de Lucas, véase:
F. JOSEFO, Ant. /ud., 14,13,1; 18,4,6; id., Bel. lud., 1,12.5; 2,6,3, etc.
En Palestina aparecen por vez primera investidos del E. ScHÜRER, Ges zhichte des jüdischen Volk es irn Zeitalter Jesu Chrísíí,
título Herodes I y su hermano Fasael, tetrarcas respec- I, Leipzig 1901 y sigs., págs. 424-425. F. M. ABEL, Hist oire de la
tivamente de Galilea y Judea por concesión de Marco Palestine, I, París 1952, pág. 424 y sigs.
Antonio el año 41 A.C. El NT nombra así a los hijos C. WAU

Los baños termales de Tiberias, que atrajeron a tanta gente en la época del NT, han sido actualemnte
modernizados y gozan de gran popularidad. (Foto Orient Press)

989 990
TEUDAS

TEUDAS (et.?; 8w6as; Vg. Theodas). Jefe de una


sublevación, mencionado en los Hechos de los Após-
toles>. Hubo un Teudas durante el gobierno de Cuspio
L~00 Fado (ca. 44 n.c.), que excitó al pueblo a seguir con
la afirmación de que obraría prodigios, pero Cuspio
Fado le capturó y decapitó. Es cronológicamente im-
posible que se trate de este Teudas, cuya actividad debe
situarse unos diez años después de la mención en el NT.
Por lo tanto, habrá que pensar en otro Teudas anterior,
pero los intentos para identificarlo han resultado vanos.
'Act 5,36.

Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 17,4,2; 17,6,2-4; 20,5,1.2. J. RENIÉ,


Acles des Apótres, en La Sainte Bible, XI, _París, 1949. págs. 97-99

C. COTS

THALASSA. Nombre dado en la Vg. a la ciudad


cretense denominada --+ Lasea o Lasaía del gr. /\aaaía.

THUTMOSIS III. --+ Egipto.

TIATIRA (8váTEtpa; Vg, Thyatira). Ciudad de Li-


dia, junto al río Lico, próxima a la frontera de Misia,
en la carretera de Pérgamo a Sardis. Seleuco Nicátor
(301-281 A.c.) la llamó Tiatira al colonizarla con grie-
gos. Antes había recibido los nombres de Euhippia y
Pelopia, que quizá fueron epítetos. Es la moderna
Akhisar, en la que aún quedan huellas arqueológicas de
su anterior existencia, empleadas en la construcción
de edificios actuales. Sus habitantes descollaron por su
habilidad en teñir la púrpura. Era una de las siete
Mapa de la moderna ciudad de Tiberias iglesias de Asia1• Lidia, la primera conversa de san

Tiberias. Restos de la parte vieja de la población, al sur de la cual se hallaba la ciudad herodiana. (Foto Orient Press)

991 992
TIBERIO

Pablo en Europa y vendedora de púrpura en Filipos, TIBERIO (T1~Ép1os; Tiberius Claudius Nero, y después
procedía de Tiatira 2• de la adopción: Tiberius Iulius Caesar). Segundo em-
'Ap 1,11; 2,18-29. 'Act 16,14. perador de Roma (42 A.C., 37 n.c.), fue hijo adoptivo,
Bibl.: A. PENNA, Tia/ira, en ECatt, XII, col. 72. hijastro y yerno de Augusto. Herodes Antipas construyó,
en la ribera occidental del mar de Genesaret o de
M.V.ARRABAL
Galilea, una capital, llamada Tiberias en honor suyo,
con organización semejante a la de las ciudades helé-
TIBERÍADES, Mar de (.9cx/\áo-o-cx TfíS T1~ep1á6os; nicas, cuyos moradores procedieron de distintos pueblos.
Vg. mare Tiberiadis), Lago palestino, formado por el Durante su imperio, Valerio Grato y Poncio Pilato
río Jordán. El nombre castellano de Tiberíades, derivado gobernaron Judea. Vitelio, legado de Siria, intervino
del de Tiberias, ciudad que se halla en la ribera occiden-. por orden de Tiberio en favor de Antipas, al que había
tal del mismo, sólo se emplea dos veces en el NT 1• derrotado Aretas (36 D.c.); hacía cuatro días que estaba
Se Je llama más frecuentemente en la SE mar o lago en Jerusalén, cuando se enteró de la muerte del empe-
Genesaret o Kinnéret. Esta última es su denominación rador y se retiró a Antioquía, abandonando al monarca
oficial en el estado de Israel (---+ Genesaret § 1). judío.
.'Jn 6,1; 21,1. Tiberio, molesto por un escándalo, en el que se vio
envuelta la matrona Fulvia, expulsó de Roma a todos
TIBERIAS (T1~ep1ás; Vg. Tiberias). Ciudad de Pa- los judíos, privándoles de sus privilegios, y deportó un
lestina situada en el borde occidental del lago Genesa- crecido número (quizá 4000) a Cerdeña, entre los que
ret - también llamado por ello Tiberíades. El NT la posiblemente hubo secuaces de Isis (19 o.c.). Doce
menciona, pero Jesús nunca entró en ella en sus travesías años más tarde, el propio Tiberio anuló el edicto y les
por el lago.'. La fundó Herodes
Antipas, entre los años 18 y 22, y
le dio el nombre de Tiberias en
honor del emperador Tiberio; llegó
a ser la capital de Galilea, con
una organización administrativa de
tipo helenístico, consistente en un se-
nado de seiscientos miembros, bajo
la presidencia de un arconte, y
poseyó un palacio real, destruido
por los judíos en el año 66, foro,
estadio, templo pagano y sinagogas.
Claudio la favoreció y Nerón la
asignó a Herodes Agripa 11; duran-
te la guerra Judía, Josefo, su defen-
sor, la rindió a Vespasiano.
Después de la caída de Jerusa-
lén, el sanedrín residió en ella, así
como la escuela rabínica que com-
piló el Talrnüd jerosolimitano en
el siglo 1v y los masoretas que
vocalizaron, en el siglo VIII, el T.M.
con los puntos vocálicos «tiberien-
ses». Los períodos históricos pos-
teriores hicieron sentir su efecto en
Tiberias, hasta el punto que no
tiene al presente más que escaso
interés arqueológico. El Estado de
Israel ha logrado transformarla en
un centro importante, sobre todo
como lugar de descanso.
'Jn 6,1.23; 21,1.
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 18,2,1-3;
18,6,2; íd.: Bel. /ud., 2,9,1; 2,21,3.6.9.
ABEL, II, pág. 482. M. Avr-YoNAH, The
Foundation of Tiberias, en IEJ, 1 (1950-
1951), págs. 160-169. D. BALY, The Geo-
graphy of the Bible, Londres 1959, cf.
Tiberias, en el índice.
P. ESTELRICH

El emperador Tiberio. (Foto British


Museumi

993 994
TIBERIO

Hierápolis. Las aguas. termales de esta ciudad, que al desparramarse hacia el valle del Lico se volvían tibias
y perdían su eficacia, sirvieron al autor del Apocalipsis como ejemplo gráfico para condenar el estado espiritual
de los laodicenses. (Foto P. Termes)

confirmó en sus prerrogativas. Durante el gobierno de za»? ¿Corresponde a esta languidez espiritual, a esta
Poncio Pilato hizo retirar de Jerusalén los escudos de oro torpeza en el estado de pecado venial aceptado, inter-
que rodeaban su nombre y colgarlos en el templo medio entre el fervor (caliente» y el pecado mortal (frío)
de Augusto en Cesarea (31 o.e.). A su muerte, le suce- del mismo modo que la tibieza es una temperatura in-
dió Calígula, que reinó hasta el año 41, sin que su termedia? Parece que no. Es verdad que san Pablo habla
imperio afectase en exceso la suerte de los judíos, salvo de «fervor del espíritu» 2 y Jesús del «enfriamiento de la
en Alejandría. caridad>". Pero, ¿cómo podría Cristo decir: «¡Ojalá
fueses frío!», o sea estuvieses totalmente en pecado
Mt 22,17; Me 12,14; Le 3,1; 20,22; Jn 19,12.
mortal? El pormenor (como también la alusión a la
BibJ.: U. HOLZMEISTER, Chronologia vitae Christi, Roma 1933,
riqueza, a los vestidos blancos y al colirio para los ojos)
págs. 55-85, con bibliografía. G. Rrccrorrr, Vita di Gesú Cristo,
13.• ed., Roma 1950, pág. 185 y sigs, se inspira en un rasgo local: Laodicea estaba situada en
R. FUSTÉ el valle de Lico, frente a Hierápolis, cuyas aguas terma-
les, derramándose por el valle, acababan por volverse
TIBl;IAT (Mmaf?,é.9; Vg. Thebath). --,. Tébah. tibias y perdían su potabilidad. Una comparación no
es necesariamente válida en todos sus pormenores: en
TIBIEZA. El adjetivo X:i\tapós de uso corriente en ésta debemos sólo quedarnos con el hecho de que una
el griego profano, sólo se encuentra una vez en nuestra bebida tibia provoca náuseas. A las bebidas calientes o
Biblia: «Conozco tus obras; no eres ni frío ni caliente, frescas 4, excelentes unas y otras a su debido tiempo,
[ojalá fueses una cosa u otra!; pero puesto que eres se opone al estado de tibieza que es el peor. Los in-
tibio, ni caliente ni frío, estoy a punto de vomitarte»1• térpretes están además contestes hasta el siglo xvn en
El mensaje a Laodicea, el más severo de todos, recrimina interpretar la «tibieza» de los laodicenses como un
el estado espiritual de los cristianos dormidos en su «estado de pecado mortal», que se conforma mejor con
suficiencia, cegados por su riqueza. ¿Corresponde este la descripción: «Desgraciado, miserable, pobre, ciego,
estado a lo que la tradición ascética entiende por «tibie- desnudo»". La «tibieza» de la teología ascética no pue-

995 996
TIEMPO
de, pues, fundarse en el sentido literal de este pasaje, presenta uno de los contrastes más agudos entre la
sino en una acomodación, por lo demás, motivada: la filosofía greco-occidental y la bíblica. Tal vez no coinci-
Iglesia de Laodicea, amodorrada en el pecado, ilusionada dan los pensadores y comentaristas de uno y otro
por la prosperidad material, oye que le dicen: «Un campo en señalar incluso la esencia misma del tiempo;
poco de fervor (l;T]AEvE) y arrepiéntetexs. Dios no pero quienes han intentado una comparación entre los
ama a quienes contemporizan 7, ni tampoco el estado de dos mundos ideológicos acusan de consuno tal antítesis.
las almas relajadas en su fervor 8 • La terminología en el hebreo es muy diversa. Pres-
1
Ap 3,15-16. 2Rom 12,11. 'Mt 24,12. -cr. Mt 10,42. 'Ap cindiendo de los conceptos análogos, como año, día y
3,17. 'Ap 3,19. 'Cf. Le 11,23; 12,49. 'Ap 2,4. hora, el tiempo lo expresa el israelita con los vocablos
Bibl.: E. B. ALLO, L'Apocalypse de saint lean, París 1933. J. 'et ('attéit), mo'éd, mé=at, '6/éim y con una serie de pa-
ALONSO DíAZ, El estado de tibieza espiritual en relación con el men-
saje del Señor a Laodicea ( Ap 3,14, sigs.), en MCom (1955), pág. 94. labras equivalente a «golpe», «vez», «ahora», «todavía»
M. E. BOISMARD, L'Apocalypse, 2.• ed., París 1953. E. LOHMEYER, ('ad, réga", 'ad, pá'am), etc., sin contar los giros pre-
Handbuch zum N.T., Tubinga 1953. J. B. BAUER, Salvator nihil posicionales y adverbiales: «al principio», «después
medium amat, en VD, 34 (1956), págs. 351-355.
de», «mientras que», «cuando», etc. Esta abundancia
R. LE DEAUT de vocabulario indica ya de por sí la múltiple presencia
del tiempo en la mente y lenguaje del hombre hebreo.
TIBNí (cespantajo», «hombre de paja»; cf. ár. ttbnv«, En efecto, el tiempo es esencial en la Biblia al ser
«paja»; Ocuvi ; Vg. Thebni). Hijo de Ginat '. Tras el ésta la consignación escrita de la revelación de Dios
efímero reinado de Zimrí, el pueblo de la monarquía en la historia; y, además, revelación histórica porque
del Norte se dividió en dos bandos - prueba de la per- realizada día tras día en una serie de etapas históricas
sistencia de las rivalidades tribales-, uno de los cuales y temporales y no en modo alguno con intervención
apoya a Omrí y otro a Tibni. Al cabo de unos cuatro única y puntual. Ese carácter de historicidad penetra
años de lucha, Tibní murió y Omrí se convirtió en sobe- hondamente toda la ideología filosófico-teológica del
rano. La muerte del aspirante al trono pudo producirse mundo y ambiente bíblicos y los ha permeado de reli-
en una batalJa o, como narra Josefa, a manos de ase- giosidad específica.
sinos partidarios de su rival.
11 Re 16,21-22. ] . ANTIGUO TESTAMENTO. La Biblia se abre con
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. !ud., 8,12,5. NOTH, 1409, pág. 232. A. una afirmación grave: la primera intervención de Dios
MÉDEBJELLE, Les livres des Rois, en La Sainte Bible, III, París 1949,
págs. 666-667. A. VAN DEN BORN, Thebni, en Dict ionnaire encyclo-
no sólo se realiza en el tiempo, sino que origina y pone
pédique de la Bible, Turnhout-París 1960, col. 1841. en movimiento la misma realidad tiempo al empezar
R. FUSTÉ la marcha de la historia; historia que no es sino el
avance hacia una meta de todos los seres creados. En
TICIO JUSTO. Así, con nombre y apellido, aparece la SE crear es dar origen en el tiempo a cuanto existe
nombrado el dueño de la casa donde entró san Pablo fuera de Dios. La temporalidad afecta tan íntimamente
al salir de la sinagoga de Corinto 1• Era un «adorador al hombre que la misma idea de ----+ eternidad la intuye
de Dios», lo que solía ser el estadio preliminar al pro- más que define con ayuda del tiempo.
selitismo judío propiamente dicho. Los occidentales en general, herederos directos del
La opinión de san Juan Crisóstomo e, que lo identifica pensamiento griego, han imaginado el tiempo como una
con Tito, el compañero de san Pablo y destinatario de línea de puntos que se suceden, en una sucesión que por
una de las epístolas pastorales, no tiene probabilidad añadidura es circular. Aristóteles en su Física (1,4,
fundada. 10-14) dice que «parece ser una especie de círculo»
AJuan Crisástomo, en PG, 62, col. 663. (KÚKAos Tts) y que es «el número continuo del movi-
1Act 18,7. miento sucesivo», la dimensión o medida de la sucesión
D. VIDAL ( ápt.Sµós É<rTt KtviJcrEws Ko:Tcx To 1rpÓTEpov xcd V<JTEpov
xcd crvvExfís). Viene, pues, concebido como medida que
TID'ÁL (et.?; 80:Ayá, 80:AyáA, 80:p17áA; Vg. Thadal). se aplica al movimiento de los seres, como línea, como
Uno de los cuatro monarcas aliados con Kédórlá'ómer realidad espacial en que el pasado queda atrás y el
y rey de Góyím '. Su nombre no se ha reconocido con futuro delante del espectador o caminante que pone los
seguridad, pero suele compararse o relacionarse con el pies en el presente. Esa concepción es la predominante
de Tuthaliya, que llevaron cuatro soberanos hititas. a pesar de las críticas y reajustamientos a que la some-
Tuthaliya I (1740-1710) es el que mejor concierta, tieron pensadores modernos.
cronológicamente, con el episodio del Génesis. Sin Para el pensamiento bíblico, en cambio, el tiempo
embargo, téngase en cuenta que la posibilidad no pasa no está concebido como espacio en manera alguna, ni
de ser una mera hipótesis. es medida a se, ni menos movimiento circular sin posi-
1Gn 14,1.9. bilidades de lo imprevisto, de la sorpresa, del milagro.
Bibl.: R. DE VAUX, Les patriarches hébreux et les découvertes Por cuanto se refiere al tiempo cósmico, es evidente
modernes, en RB, 55 (1948), págs. 331-334. É. DHORME, en Récuei/ que los hebreos al igual que todos los pueblos regularon
Édouard Dhorme, París 1951, pág. 261 y sigs. su vida agrícola por el movimiento de los astros, seña-
M. V. ARRABAL lando así los días, meses y años. Pero aún ahí hay una
diferencia notable: la Luna, el Sol, etc., no son cuer-
TIEMPO (heb. cf, infra; aram. zémán; xoapóc, xpó- pos independientes a cuyo movimiento deba el hombre
vos; Vg. tempus, momentum). El concepto «tiempo» acomodarse; más bien son realidades funcionales, «lám-
997 998
TIEMPO

paras» (me'6r6t), luces» ('6rim) subordinadas a la rítmica de los seres es condicionamiento necesario de
utilidad y servicio del hombre por «la bondad eterna» de sus epifanías históricas. Que el cosmos y la historia
Dios1 para rriarcar el ritmo del trabajo y del descanso, van a más lo certifica la presencia en la Biblia de «los
«signos» ('6t6t) cotidianos que proclaman la preocupa- últimos días» (-+ Escatología).
ción de Dios por el hombre". Los «tiempos» (m6'adim) Hay además un tiempo que se ha llamado «psicológi-
nunca son neutros o naturales, sino tiempos matizados co», y que coincide con la identidad de conciencia que
esencialmente - porque no son ninguna otra cosa-, un individuo o un pueblo conservan durante su existen-
caracterizados por las circunstancias de la vida del cia y que no implica solamente ritmos de identidad
hombre, con la finalidad religiosa de marcar las dife- (repetición de las mismas circunstancias), sino princi-
rencias entre sacro y profano 3. palmente de contraposición, porque siempre hay acon-
No es consagración accidental y posterior al modo tecimiento, ocasiones de mayor trascendencia. En el
con que el aceite de la unción consagra una piedra que tiempo cósmico cuentan sobre todo el principio y el fin,
antes era común y profana, sino que desde el principio en la historia del pueblo su origen y la consumación
tienen esa esa finalidad. del Reino de Dios, y en el individuo particular el na-
No es tampoco capacidad o medida que espera ser cimiento y muerte.
llenada de contenido, sino que la realidad, las circuns- Esa identidad de conciencia explica el convencimiento
tancias y movimientos de los seres - siempre bien con que el pueblo se sabe, después de siglos, idéntico
concretos cualitativamente - son los que originan eso al de los días del Éxodo, y que el hombre anciano
que se llama tiempo y que se identifica con el conte- siga implorando perdón por los pecados de su juventud.
nido peculiar de los mismos en cuanto seres in fieri, Y es que el tiempo nada borra, nada cura, .porque en
en progreso. El episodio de Josué «parando el Sol» no sí es nada. Identidad que facilita el paso insensible del
es sino la invocación a la servicialidad del astro, cuya luz individuo a la colectividad y viceversa - en Gn. cap 49
se precisa para completar la victoria 4• las bendiciones de Jacob miran a sus hijos directos tanto
Incluso el constatar la alternancia de los días y las como a las tribus-; que los profetas digan de Israel
noches, de las estaciones y los años no presupone una lo que sólo parecería encajar a Jacob, que el atribulado
idea de movimiento espacial; Boman ha encontrado la pida socorro a Dios «nuestro protector en todas las
expresión al decir que no se trata de «ciclos» ni «líneas», generaciones», y que no sepamos muchas veces si un
sino de «ritmos de tiempo» que el israelita ha descubier- pasaje es colectivo o no ". Identidad, en fin, que ha
to en su cuerpo, en las variaciones de la danza, etc. y facilitado la representación de la identidad divina a
que ha aplicado a alternar de luz y tinieblas en un rit- través de la historia humana, Dios uno para quien
mo - luz débil («alba»)- luz fuerte (ccenit») - luz mil años son como un día, que es el primero y estará
débil (cocaso»), luna nueva - plena - menguante, etc., con los últimos ... 10 , en contraste con el carácter precario
y siempre expresión de la generosidad de Dios 5• Los de la vida del hombre que pasa tan rápidamente como
años «vuelven», hacen su giro (tesübüh, téqúfdh), por- un soplo.
que el ritmo vuelve a empezar, pero siempre avan- Dentro del «tiempo psicológico» merece una alusión
zando 6. el fenómeno lingüístico del verbo hebreo, en que el
Los ritmos mayores se cuentan por generaciones (t6- matiz «tiempo» de las lenguas indoeuropeas apenas
ledot, d6r6t), que no implican repetición (aun cuando la cuenta. Las formas que se ha dado en llamar de per-
raíz dúr signifique «círculo»), porque cada nueva genera- fecto y futuro no connotan por sí mismas sino los as-
ción trae infinitas posibilidades de innovación o al menos pectos de acción única (qatal) o repetida (yiqtol), ins-
de capacidad receptiva de nuevas manifestaciones o tantánea o duradera. El uso sintáctico de tales formas
epifanías de Dios. También se cuenta por reinados y verbales está condicionado directamente por los aspec-
sólo en la época helenística por eras. La formulación tos mencionados.
pesimista del Eclesiastés que presenta la historia de la 1Gn 1,14-15; Sal 136,7. 'Gn 9,12 y sigs.; Sal 27,1. •Sal 104,9.
humanidad y de cada individuo como fatal repetición •Jos 10,12. 'Gn 8,22; 1,5.8.13, etc. 'Éx 34,22; 2 Sm 11,I; 1 Re
del pasado y como círculo férreo en que alternan bienes 20,22.26; 1 Cr 20,1; 2 Cr 24,23; 36,10. 'Eclo 1,9 y sigs.; 3,1-8.15.
'Eclo 3,10-11. 'Os 12,4; Is cap. 42 y sigs.; Dan 7,13 y sigs.; Sal
y males es paralela a la griega, pero no encuentra eco 90,1. 10Sal 90,4; Is 40,8; 41,4; 44,6, etc.
mayor en la Biblia', y aún él mismo reconoce que el
hombre es capaz de orientar y controlar su vida toda 2. NUEVO TESTAMENTO. El mensaje religioso del NT
contra la impresión de fatalismo que pudiera injerir está encuadrado en la historia del pueblo hebreo y en
el juego de los acontecimientos 8• la de Roma, señaladas las circunstancias de tiempo y
El tiempo histórico se caracteriza exclusivamente por lugar en que Jesús nace-,
su contenido. Cosmos e historia van unidos y tienden En el evangelio de la Infancia se perciben a la vez
a su perfeccionamiento: el cosmos regido por leyes físi- una conexión de Jesús con el pasado de su pueblo (ge-
cas, en las que la situación de génesis, de evolución es nealogías, descendencia davídica, cumplimiento de pro-
esencial; la historia también en trance de progreso y fecías, etc.) y la novedad de una irrupción decisiva de
dependiente de la libre voluntad del hombre y de la Dios en la historia que camina hacia su plenitud.
actitud de las generaciones. Uno y otra controlados Pero es sobre todo con la presentación de Jesús en
siempre por Dios que no está sujeto a tal evolución, público cuando esta doble vertiente viene acentuada:
pero que coexiste con ella y en ella interviene. el Bautista, que se identifica con la voz de los profetas,
Dios hubiera podido revelarse de múltiples modos, pe- pregona la llegada del reino de Dios y la remisión de
ro en el plan 'ha elegido el tiempo, es decir, la evolución los pecados. Jesús repite el mensaje: «Se ha cumplido el

999 1000
El lago Tiberíades. Vista del ángulo occidental del mismo desde las laderas del monte de las Bienaventuranzas. En el fondo,
el Wádí Hamám surca los montes de Galilea; junto al agua se ven Magdala y el llano de el-Guweir, (Foto S. Bartina)

Tiberíades.Desde esta roca, que entra hasta el altar de la capilla, consagrada a la colación del primado de Pedro, se
dominan las aguas del lago hasta Transjordania, que aparece en último término de la ilustración. (Foto S. Bartina)
TIENDA

tiempo (mni\i¡pwT01 6 xctpóc) y ha llegado (f]yy1Kev) «los tiempos de las naciones» 9, el tiempo o etapa de
el Reino de Dios»", Los conceptos nos revocan al AT, la actuación de la Iglesia en el mundo. Con la muerte
pero el tono y urgencia descubren algo totalmente y resurrección de Jesús no se precipita el final - en los
nuevo que es plenitud cual si el tiempo hubiese logrado escritos de Lucas hay una distinción clara entre tiempo
su sazón perfecta de mies a la hora de la siega. de Jesús y tiempo de la Iglesia - es la última etapa en
El verbo de plenitud (idéntica fuerza en el probable que coexisten los dos eones o siglos; el que pasa con
original arameo mi') y en su forma de perfecto arrastra su caducidad ( «el eón presente» de la teología judía
una carga de pasado que ahora alcanza su desborda- que Jesús aceptó) y el que viene («el eón futuro») que
miento nuevo. La madurez no proviene de los hombres ha empezado de hecho, pero que cumple grados de
- en todo caso, reparando en el cuadro tenebroso que aproximación hacia la total renovación de la Crea-
ha trazado Pablo, habría que pensar en una madurez de cióu'".
malicia - 3 ni es por la fuerza fatal de los acontecimientos, Ahora más que nunca el tiempo es sacro porque
sino que es madurez y plenitud (-+ Pléroma) de Provi- pertenece al eón de la máxima intervención divina, con
dencia, de decisión divina que inaugura la nueva y culmi- fiestas sagradas!', que se compendian en «el día del
nante etapa en la historia de la salvación, porque empieza Señor», en la pascua del Señor, etc., como primicias
con ella la escatología. «La plenitud del tiempo» (To de la fiesta grande que llegará con «los nuevos cielos
ni\i¡pwµo: TOV xpóvov) de que habla Pablo 4 coincide y la nueva tierra», cuando el reino de Dios habrá al-
perfectamente con esta madurez que señalan los Sinóp- canzado la meta altísima que Dios se había propuesto,
ticos. Ante textos como éstos no parece exacta la divi- cuando «Dios será todo en todosa>. Será entonces cuan-
sión - bastante generalizada entre los exegetas - de do habrá madurado «la plenitud de las naciones» 13 y
xpóvos, tiempo de duración amorfa y Kaipós, tiempo la salud del mundo entero - cosmos, judíos y genti-
cualificativo, momento oportuno para la acción (deriva- les - en su absoluta y plenísima eficiencia.
ción de un primitivo sentido espacial correspondiente La Biblia concluye estimulando el anhelo de los cre-
a xópcx, «cabeza», diríamos «momento capital»). La yentes que claman por esa magnífica realidad y tras-
ideología bíblica más bien exige unificación porque el mitiendo la promesa de Jesús: « [Si, vengo en seguida! »14•
KO:tpós ha invadido toda la esfera del xpóvos que no es No hay en la historia sagrada pasaje alguno en que
nada si vaciado de «oportunidad ; ¿hay algo más el tiempo pudiera parecer dios tirano que devora los
decisivo para una mujer, máxime si anciana y estéril, seres; siempre está supeditado a Dios no siendo sino
que la anhelada maternidad?, púes «a Isabel se le cumplió el impulso que Él ha puesto en sus criaturas para llegar
el tiempo (xpóvos) de dar a luz y parió un hijo»; no a su destino sobrenatural. El tiempo es sólo la historia
hay de hecho sino Ko:lpoí en que Dios y los hombres de las intervenciones de Dios y de los pasos de la crea-
obran; en pasajes donde ambos términos van juntos ción camino de su fin.
- vgr., «No os toca a vosotros conocer los tiempos y Dios, Alfa y Omega, que está fuera de los ritmos
momentos que el Padre ha fijado (eSETo) por su propio de los seres, ha consagrado el tiempo· cósmico e histó-
poder» - 5 , el paralelismo sinónimo es evidente y no rico con la triple epifanía de la creación primera - punto
menos patente la vacuidad del tiempo que no es nada de partida -, de la redención de Cristo que marca la
fuera de la actuación de Dios o del hombre. Idénticos plenitud del avance, y de la parusía del fin que señalará
resultados proporciona la teología de la hora. la consumación gloriosa de la historia y tiempo de sal-
Para Jesús, el tiempo es la constante intervención de vación.
Dios que «trabaja siempre» 6; tiempo es la prolongación 'Mt 2,1; Le 1,5; 3,1-3. 'Me 1,15 y par. 'Rom 1,18-3,20; cf,
del estado de génesis, de la capacidad que el mundo, Am 8,2. 'Gál 4,4; Ef 1,10; 2,13. 'Le 1,57; cf. 2,6; Act 1,7; 17,
los hombres y los acontecimientos tienen de ser dirigi- 26. 'Jn S,17. 'Mt 13,30; 24,32; Me 4,26 y sigs.; Jn 4,35; Ap
14,15. 'Le 19,44. 'Le 21,24. 101 Cor 7,29 y sigs.; 10,11; Tit
dos por Dios hacia posibilidades' siempre renovadas 2,12. "Ap 1,10; Act 20,7; l Cor 16,2, etc. 121 Cor 15,28. "Rom
de mayor madurez y siempre hacia los «últimos días». 11,25. "Ap 22,20.
En el NT no hay añoranza alguna del pasado, de la
Bibl.: E. VON DOBSCHÜTZ, Zeit une! Raum Denken des Urchris-
primitiva «edad de oro» - aunque es firme la doctrina tentums, en JBL, 41 (1922), pág. 212 y sigs. G. DELLlNG, Das Zeit-
de la felicidad del hombre antes del pecado -; por ello verstdndnis des NT, Gütersloh 1940; id., Kcnpós, en ThW, IIJ, págs.
no hay huella alguna del mítico regreso eterno; hay sí 456-465. O. CULLMANN, Le Christ et le Temps, París 1946. W.
VOLLBORN, Studien zum Zeit verstándnis des AT, Gotínga 1951. G.
fe y confianza en la mano rectora de Dios y tensos an- Pmoux, A propos de la notion biblique du temps, en RThPh, 2 (1952),
helos del futuro glorioso, de la magnífica parusía en págs. 120-125. R. MARTIN-AcHARD, La signification du temps dans
que Cristo salga al encuentro. /'AT, ibíd., 4 (1954), págs. 137-140. H. ECHTERNACH, Zum Prob/em
Con el tiempo que Jesús inaugura empieza la etapa der Zeit, en ThLZ, 80 (1955), págs. 727-732. c. TRESMONTANT,
Études de Métaphysique biblique, París 1955. W. EICHRODT, Heils-
final, empiezan a contar los tiempos decisivos, o lo que erfahrung und Zeit verstdndnis ím AT, en ThZ, 12 (1956), págs. 103-
es lo mismo - todo es historia de salud, de gracia - 125. H. CONZELMANN, Die Mitte der Zeit, 2.0 ed., Tubinga 1957.
empieza a actuar la redención, hora de siega y recolec- F. MussNER, Der nicht erkannte Kairos (Mt 1 /,/6-19 = Le 7,31-35),
en Bibl, 40 (1959), págs. 599-612. TH. BOMAN, Das Hebrüische
ción, porque «blanquean las espigas ... y la higuera ha Denken im Vergleich mit dem Griechischen, 3.ª ed., Gotinga 1959.
brotado yemas tiernas ... »7 ; tiempo de acercamiento a M. JOIN-LAMBERT, P. ÜRELOT, Temps, en Vocabu/aire de Théologie
Dios, de Espíritu Santo, realidades otrora esbozadas Biblique, París 1962, cols. 1046-1056.
y preanunciadas y que ahora llegan a su plena forma C. GANCHO
y virtualidad. Es «el ·tiempo (Kaipós) de la visita>".
Porque el pueblo ha fallado a los compromisos del TIENDA. Vivienda propia de los pueblos nómadas
pacto, la salud pasa a todos los pueblos y empiezan o seminómadas. -+ Tabernáculo.

1001 1002

VI- 34
TIERRA

TIERRA (heb. "éres; yfí; Vg. terra). La Biblia, do- 1Sal 24,2; 136,6; 1 Sm 2,8; 1 Cr 16,30; Job 38,4. 'Sal 75,4; Job
cumento esencialmente religioso, no intenta una demos- o 5. 3Ez 38,12; 5,5. 'Ecl 1,4. 'Gn 7,11; 8,2. 'Gn 49,25; Éx
Lú,4; Dt 33,13. 'Ecl 1,7. 'Gn 1,1; 2,4; 14,19; Éx 20,21. 'Gn
tración científica.vni mucho menos, de los problemas y 1,28; Sal 115,16; Ecl 5,1. "Gn 3,17. 111 Cor 15,47-49; Col 3,2.
cuestiones relacionadas con la forma, naturaleza y origen 12
Gn 6,11; Dt 32, 1; Is 34,1; Ap 19,2. "Gn 15,18. "Is 34,16;
de la tierra. Hemos de partir, por lo tanto, del supues- 35,10; 61,4-5. "Ez 48. "Rom 4,13-14. "Jer 31,31.34. 18Sal
37,9.1 l.
to de que el autor sagrado reproduce con toda fidelidad
S. FOLGADQ
y se acomoda a la creencia habitual y corriente entre
sus coetáneos conforme a las apariencias externas, y
TIFSAl;I («paso»?). Nombre de dos lugares men-
condicionada en los detalles por la situación geográ-
cionados en el AT:
fica de los interesados.
La forma esférica de la tierra era desconocida para l. (8á41a [A]; Vg. Thaphsa). Localidad que marcaba
los judíos. Los israelitas tenían una idea funcional de el extremo norte del imperio de Salomón 1, que abarcaba
la misma: se la imaginaba como un gran disco plano, desde el Éufrates al país de los filisteos y la frontera
cuya redondez limitaba en el horizonte, anclado fija- de Egipto. Generalmente se identifica con la ciudad
mente en el mar universal'. Las columnas o fundamentos que en la época helenística era: llamada Tapsakos,
de la Tierra le servían de sostén 2 y cuyo asiento se igno- situada en la orilla derecha del Éufrates y que era el
raba. Palestina o Jerusalén indistintamente3 formaban paso más importante del curso medio de tal río. Por
el centro de la tierra, lo único inconmovible en el in- él cruzaron los ejércitos de Ciro el Joven y de Alejan-
quieto agitarse de todo lo terrestre", Las fuentes brotan dro Magno. Se identifica con la actual Dibsah.
de las aguas del abismo", situado debajo del gran disco 2. (8Epo-á [B], 8aipá [A]; Vg. Thapsa). Localidad
terrestre", alimentando a los ríos de la tierra hasta que que fue víctima de la más cruel venganza por parte de
revierten sus caudales en el mar7 • Y allá al fondo, Menahem, hijo de Gádi, a quien no había abierto las
debajo del mar universal, situaban los judíos el lugar puertas durante sus luchas por adueñarse del trono.
de los difuntos, el reino de los muertos (---+ Cosmología No debía estar distante de Tirsáh que se menciona con
bíblica y Se'ol). ella 2 • Se identifica con las ruinas de Hirbet Tafsah,
El cielo y la tierra, el universo, designan el mundo 10 km al sur de Náblus; pero probablemente la lectura
visible en su doble manifestación de orbe terráqueo Tifsah que da el texto hebreo debe considerarse errónea
y espacio sideral 8• Así como Dios tiene su sede en el y hay que leer Tappüah, ciudad situada al mediodía
cielo, habitan los hombres la tierra.". Al cielo que, de Siquem. Simons apoya hasta cierto punto la identi-
como residencia de Dios, representa el origen de todo ficación con Hirbet Tafsah.
lo supraterreno, espiritual y sagrado, se contrapone '1 Re 5,4. '2 Re 15,16.
la tierra, morada de los hombres y condenada a causa Bibl.: S!MONS, §§ 292, 930.
del pecado!", como principio de todo lo material, T. DE J. MARTÍNEZ
natural y pecaminoso+'. Por eso, muchas veces la
palabra tierra es sinónimo de los habitantes de la TIGLATPILESER (heb. tiglat pil'éser, tiglat péléser,
misma 12. tilléga! pilnéser, tillégat pilne'éser ; as. tukulti-apil-esarra,
Sin otra determinación específica significa sin más «mi confianza está [puesta] en el hijo de [el templo]
la tierra prometida con tanta profusión a Abraham y Esarra»; 'Ai\ya.9cpEi\i\áo-ap, 8ai\ya.9cpEi\i\áo-ap, 8ai\-
a sus descendientes13. Figura este territorio como tierra yai\cpEi\i\áo-ap, 8ai\ya!3aváo-ap, 8ai\vacpaµáo-ap, 8ai\-
de las promesas divinas en multitud de vaticinios me- yacpEi\i\á6ap [B], 'Ayi\a.9cpai\i\áo-ap, 8ayi\a.9cpai\váo-ap
siánicos, particularmente en los que anuncian la termi- [A]; Vg. Theglathphalasar, Thelgathphalnasar). Tiglat-
nación de la cautividad y la restauración de resonancias pileser III (745- 727 A.c.), hijo de Adad-nirari III, fue
salvadoras, unidas a la obra mesiánica 14. Ezequiel sobre tan gran general como hábil estadista, e inaguró un
todo delimita el cuadro ideal de la distribución de la linaje de famosos guerreros: Salmanasar V y Sargón
tierra entre las doce tribus, tierra cuyo límite oriental 11. Se llamó también Pül (ac. pülu), como se desprende
confina con el Jordán": Desde entonces poseerán dicha de la lectura de los anales o tablillas dinásticas de Ba-
tierra para siempre y en paz. San Pablo precisa dos bilonia y de la lista de Ptolorneo, que le denomina
cosas contraponiéndolas: la promesa hecha a Abraham Poros. Habiéndose apoderado de Babilonia, recibió la
sin condiciones, como resultado de la generosa bondad de investidura real del dios de la ciudad, Bel, por el acto
Dios, y el pacto contraído con el pueblo en el monte simbólico de tomar de la mano su estatua llevada en pro-
Sinaí16• La primera, supuesta la fe, es ilimitada e in- cesión, en cuya ocasión se le otorgó tal vez el nombre de
defectible, porque Dios siempre cumple con lo prome- Pül, Los anales de este rey están deteriorados y pre-
tido; la segunda, sujeta a unas condiciones legales, cuyo sentan numerosas lagunas, de forma que no se conocen
incumplimiento afecta al mismo pacto, puede terminar detalladamente todas sus empresas.
y de hecho, según los profetas17, terminó por la infide- Estableció, en el primer año de su imperio, un nuevo
lidad de una de las partes contrayentes. La nueva Alianza orden administrativo, con la división de sus posesiones
será con el Israel total: la casa de Israel y la casa de en cuatro provincias, para las que designó gobernadores
Judá. Y los que esperan en Yahweh poseerán la tierra asirios, responsables de la conservación del orden y de
y gozarán de gran paz18: felicidad mesiánica. la percepción de los tributos. Ocupó el trono el día
Tierra Santa es una denominación típica, que hace decimotercero del segundo mes, y al séptimo marchó
referencia al escenario y perfil geográfico en donde tu- contra Babilonia. Siria y Palestina representaban un ob-
vieron lugar los hechos e historia de la salvación. jetivo importante, porque con su posesión se cumplirían

1003 1004
Tiglatpileser III durante un desfile sobre su carro triunfal. (Foto British Museum)
TIGLATPILESER

tres fines: la conquista del acceso al Mediterráneo, el Hámát, que había crecido tras la caída de Damasco
paso hacia el sudeste de Asia Menor y de Egipto, en el centro y el norte de Siria, lo fragmentó en varios
y la consecución de riquezas, tales como los bosques y distritos y transformó el resto del territorio en un poder
minerales, de los que tan falta estaba Mesopotamia. vasallo. Amedrentados por este triunfo, dieciocho pue-
Todas estas razones indujeron a Tiglatpileser a incor- blos, sirios, fenicios y de Asia Menor, le rindieron tri-
porar las partes esenciales de aquellas tierras a su im- buto, entre ellos ra-hi-a-nu sa-imérisu (Résín del país
perio, a diferencia de los monarcas asirios que le habían de Damasco), me-nt-hi-im-me-s+sa-me-ri-na-a-a (Mena-
precedido (siglo IX A.C.), que se dieron por satisfechos hem de Samaría) e hi-ru-um-mu (Hirám 111 de Tiro).
obligando a pagar tributo a los vencidos. Menahem hubo de entregar mil talentos de plata y el
Durante los años 743- 740 tuvo sus cuarteles en 'Ar- vencedor se retiró del reino de Israel.'.
pad, al norte de Siria, a escasa distancia del lugar donde Durante los años siguientes, Tiglatpileser orientó la
se elevaría Antioquía. Sus conquistas le permitieron guerra hacia el este y luego el septentrión de la capital
fundar nuevas provincias y se apresuró a ampliar sus asiria. El catálogo de epónimos cita como hecho sobre-
campañas hacia el sur. Derrotó en 738 el estado de saliente del 734 una expedición. contra los filisteos

Mapa con el curso de los dos grandes ríos Tigris y Éufrates

1007 1008
TJMNA.H

(Ugnad). Según la Biblia, Péqah de Israel y Résin de III, París 1949, loe. cit. J. FINEGAN, Light from the Ancient Past,
6.3 ed., Londres 1954, cf. indice s. v. ANET, págs. 282-284. W. F.
Damasco se confabularon contra Acaz de Judá, quien, ALBR1GHT, Further Light on Synchronismus between Egypt and Asia
desoyendo a Isaías, pidió socorro a Tiglatpileser y lo in the Period 935-685 B.C., en BASOR, 141 (1956), págs. 23-27.
obtuvo a cambio de una elevada suma de dinero. El M. NOTH, The History of Israel, 2." ed., Londres 1960, págs. 253'
conquistador atravesó el reino de Israel (bit hu-um-ri-o¡ 257, 258 y sigs., 261, 264, 266.
J. A. G.-LARRAYA
y se apoderó de '[yyon, 'Ábel Bét Ma'ákáh ta-bi-il-ak-
ka), Yánóah, Cades, Hásór, Galaad, Galilea y todo el
país de Neftalí, y deportó a sus habitantes; se apoderó TIGRIS (heb. hiddéqel; aram. diglat; as. diglat, idi-
de Damasco, trasladando a sus moradores a Qír, y glat; pr. tigra; ár. diglah; Tíyp15; Vg, Tigris). Uno
mató a Résín ; el rey Péqah (pa-qa-ba) fue desposeído de los ríos más importantes del Próximo Oriente y el
por sus subditos, con anterioridad a la campaña de más oriental de los que recorren paralelamente Meso-
Damasco (732), y le asesinó Oseas ia-ú-si-") que se potamia. Nace en Armenia, al noroeste de Diyarbekir
coronó en Samaria y, a cambio de la entrega de un y se une, al norte de Basora, al Éufrates, con el cual
tributo, Tiglatpileser le confirmó en el trono a título forma el Satt el-'Arab. Sus principales tributos son
de soberano vasallo 2. El emperador asirio, en su marcha el Zab superior y el inferior, el "Adeím, el Diyala y el
contra el país de los filisteos, capturó ciudades en la Kerhah, y es, navegable desde Mosul hasta la desembo-
costa fenicia a medida que avanzaba. Gaza, según una cadura. La Biblia lo menciona entre los cuatro ríos que
pequeña inscripción, quedó sometida y su rey Hánün había en el Paraíso1 y el profeta Daniel tuvo su princi-
huyó a Egipto. Entre los veintidós príncipes derrotados, pal visión junto a él 2•
que enumera una tablilla de Nimrud, seguramente del 1Gn 2,14. 'Dan 10,4.
año 734, figuran los de Ascalón, Edom, Moab, Tiro y Bibl.: S!MONS, §§ 81, 185 (n. 37), 255, 1597, 1625.
ia-ú-lja-zi de ia-ú-da-a-a o Acaz de Judá, cuyo nombre D. VIDAL
aparece escrito en su forma plena. Así fueron castigados TILDE. --+ Ápice.
los filisteos, que se habían aprovechado de los agobios
del reino de Judá para saquearlo", TILON (k. tiwlán, «regalo»?; 'Ivcov, 81i\wv; Vg. Thi-
En poco tiempo, Tiglatpi!eser había cruzado Siria lon). Hijo de Sim6n y fundador de un clan o una
y Palestina y les había impuesto su autoridad. En sus familia de la tribu de Judá.
anales dice que anexionó todas las ciudades del territo-
1 Cr 4,20.
rio, excepto Samaria. Las tierras conquistadas se divi-
dieron en tres provincias, que, conforme al hábito Bibl.: Norn, 1411, pág. 260.
asirio, llevaron el nombre de sus capitales: Galilea y el
llano de Yizré'é'l se reunieron en una denominada Me- TIMEO. --+ Bartimeo.
giddo; el llano de la costa, desde el Carmelo hasta el
Nahr el-'Augií, constituyeron la provincia de Dór ; la TIMNA' («inaccesible»?; 8aµvá; Vg, Thamna). Nom-
de Galaad fue la Transjordania israelita (Alt). Hubo bre de dos personas veterotestamentarias:
una extensa deportación a «' Assür» - término vago l. Concubina de 'Elifaz, hijo de Esaú y de 'Ádiíh, su
que alude a provincias mesopotámicas mal conocidas, mujer, que era de ascendencia hitita. De ella tuvo un
o al este del imperio-, de naturales del reino del Norte, hijo, 'Ámiíleq, padre o epónimo de los amalecitas1.
antes de la caída de Samaría, pero no de los aldeanos Tímna' era hija de Se'ir, el hurrita, y hermana de Lótán 2 •
y personas pobres, que por lo regular se dejaban en las 2. Jefe edomita 3 o, mejor, del territorio que le co-
nuevas provincias, sino de las clases dirigentes, sobre rrespondía, como parece desprenderse de la lista que
todo de las ciudades que se sustituyeron con gober- de tales jefes da el Génesis".
nadores, aristócratas de nuevo cuño y funcionarios, 1 Gn 36,12. 'Gn 36,22; 1 Cr 1,39. 31 Cr 1,51. •Gn 36,40.
quienes ejercieron tutela sobre los indígenas. Damasco
y su comarca, después de la conquista, se trocaron en T. DE J. MARTÍNEZ
otra provincia. La situación descrita no se modificó hasta
la muerte de Tiglatpileser III. Esperaba éste con aquella TIMNÁ.H (forma locativa timnátáh ; «porción»; i\1~á,
política apagar el nacionalismo de los sorne n.'os y dar 8aµvaSá, 8aµvá; Vg. Thamna, Themna, Thamnatha).
homogeneidad al imperio. En 731 tuvo que. 1 gresar a Nombre de dos ciudades veterotestamentarias:
Babilonia, a fin de apaciguarla tras las alteraciones que
ocasionó la violenta intromisión de los caldeos. Tiglat- l. Localidad situada en la frontera septentrional de
pileser III falleció el décimo mes de 727 A.c., después Judá, no lejos de Bét Sémes-, que se concedió más
de ocupar el trono durante dieciocho años. tarde al territorio de Dan 2 • La ciudad, que perteneció
12 Re 15,19.20. '2 Re 15,29.30; 16,7-9; 1 Cr 5,26. '2 Cr 28,18, a los filisteos, es célebre por las hazañas de Sansón,
Bibl.: E. G. H. KRAELING, Aram and Israel, Nueva York 1918, quien estuvo casado con una de sus habitantes y en sus
págs. 109, 114-116, 118, 121. D. D. LUCKENBILL, Ancient Records, cercanías mató a un cachorro de león 3• En tiempos de
of Assyria and Babylonia, 2 vols., Londres 1926. A. JIRKU, Der Acaz, rey de Judá, los filisteos se apoderaron de ella.'.
angebliche assyrische Bezirk Gile'ad, en ZDPV, 58 (1928), pág. 249
y sigs. A. ALT, Das System assyrischen Provinzen auf den Boden
Esta localidad lleva frecuentemente el afijo de locativo,
des Reiches Israel, en ZDPV, 52 1(1929), págs. 220-242. A. T. ÜLM- lo que parece indicar que formaba parte de un trazado
STEAD, History of Palestine and Syria, Londres 1931. A. UGNAD, de límites. Se identifica con Hirbet Tibnah, a 3,5 km al
Eponymen, en RLA, II, págs. 412-457. A. ALT, Neue assyrische
suroeste de "Ain Sems. La ciudad conservó su impor-
Nachrichten iiber Paldstina und Syria, en ZDPV, 67 (1945), pág.
178 y sigs, A. MÉDEBIELLE, Les livres des Rois, en La Sainte Bible, tancia en la época grecorromana.

1009 1010
TIMNÁH

2. Ciudad correspondiente a la tribu de Judá, citada tida la tierra entre las tribus desde Silóh, a Josué se le
en el tercer grupo de la montaña, después de Gabaa, de hizo donación especial por mandato de Yahweh de «la
la que estaría cerca 5• Posiblemente es idéntica a la Tim- ciudad que él pidió», es decir, Tirnnat Sérah '. Josué
nátáh mencionada en Génesis", en relación con la his- reedificó la ciudad, moró en ella y allí murió y fue en-
toria de Támár. Es el Hirbet Tabbánah, situado a 3 ó 4 terrado 2• En ambos pasajes se dan detalles topográficos
km al noroeste de el-Óab'ah. conducentes a situarla: estaba «en la montaña de
1Jos 15,10. 'Jos 19,43. 3Jue 14,1-6. 42 Cr 28,18. 5Jos 15,57. Efraim» y «al norte del monte Gá'as». La misma noticia
'Gn 38,12-14. vuelve a repetirse más tarde3 casi al pie de la letra, si
Bibl.: ÁBEL, II, pág. 481. Y. AHARONI, The Northern Boundary bien el lugar es ahora Tirnnat Heres (8aµvaSapÉs;
of Juda, en PEQ (1958), págs. 27-31. S!MONS, §§ (C/10), 219-234,
314, 397, 1002, 1005, 1632. Vg. Thamnatli Sare).
T. DE J. MARTÍNEZ La dualidad de grafías ha originado diversas teorías.
Para unos, la forma primitiva del nombre sería Timnat
TIMNAH, wsar, Valle, llamado en árabe Wadi Me- Heres, en donde el término heres, «Sol», haría referencia
neiyyeh, no mencionado en la Biblia, a 30 km al norte a un centro de adoración a dicho ·astro allí enclavado
de -> 'E~yon Géber, con ricos yacimientos de cobre anteriormente y que más tarde se cambió el nombre del
en uso desde el 1v milenio A.c. y explotados en época lugar para así dejar de lado tal hecho. La tradición
de Salomón. En hornos a propósito se producía sólo rabínica supone, por el contrario, que el término Heres
cobre en bruto, que se elaboraba en otros centros. haría referencia al hecho de la detención del sol por Josué
Bibl.: M. B. ROTHENBERG, Les mines du Roi Saloman, en BTS, durante la batalla de -> Gabaón, habiéndose grabado
25 (1960), págs. 4-10. un símbolo solar sobre la sepultura de Josué. Para otros,
la cosa es más sencilla y supone que, o bien se debe a
TIMNAT SÉRAl;I (8aµvacrapáx [BJ, 8aµvaS crápa un error involuntario del copista, que alteró el orden
A]; Vg, Thamnathsare, Thamnath Saraa). Una vez repar- de las consonantes hét y sámek en los pasajes de Josué,

Valle de Timnah. En este lugar, situado en el-tArabah, se supone estaban las minas del rey Salomón. (Foto
Orient Press)

-,
~-'
1011 1012
TIMOTEO

o bien lo hizo voluntariamente para así intentar hacer Bibl.: J. RENIÉ, Actes des Apótres, en La Sainte Bible, VI, Paris
1949, pág. 104.
olvidar que anteriormente allí había existido un centro
D. VIDAL
de culto pagano en que se adoraba al sol.
Entre las ciudades que Báquides fortificó en los pun-
tos estratégicos del país se menciona 8aµva.9a, que sin TIMOTEO («temeroso de Dios»; Tiuó.Ssog ; Vg.
duda es idéntica a Timnat Sérah '. Timotheusi. Nombre de tres (?) personas de la SE:
Los samaritanos han intentado situarla en Kafr l. Jefe de los ammonitas, a quien Judas Macabeo
Háris, unos 15 km al suroeste de Náblus, pero la ca- derrotó en varias ocasiones', y uno de los dignatarios
rencia de pruebas arqueológicas hace que tal intento que pretendieron abusar de los judíos, incluso des-
no haya sido aceptado, Modernamente, todo el mundo pués que Lisias hubo concertado la paz con ellos 2. Mu-
acepta, por el contrario, su identidad con Hirbet Tibnah, chos autores creen que este personaje y el siguiente son
unos 14 km al noroeste de Rám Alláh y 20 al nordeste el mismo individuo.
de Lydda, que ha conservado el nombre bíblico. Aparte 2. Comandante militar de los seleucidas en Cisjor-
del argumento filológico, pueden citarse en apoyo de dania, que fue vencido por los macabeos y al que Judas
esta identidad los testimonios de la Biblia, F. Josefo derrotó y dio. muerte en Gazara (Gézer)".
Eusebio y san Jerónimo entre otros. Los restos del
Bronce JU y del Hierro I son pruebas que demuestran su 3. Compañero de san Pablo, a quien éste envió,
habitabilidad en tiempos de Josué. por lo menos, dos epístolas que conservan su nombre.
Al sudeste de este lugar se alla enclavado un pequeño La comunidad cristiana de Listra lo recomendó al
valle, en cuya pared septentrional (sin duda no se apóstol, para que le asistiera durante sus viajes, y, en
trata del bíblico monte Gá'as, que tal vez habría de efecto, estuvo con él en el segundo y el tercero s. Suma-
buscarse en el macizo conocido con el nombre de Bei- dre, Eunice, era judía conversa y su padre pagano. Pa-
tillü) se conservan numerosas tumbas. Una de ellas, la blo le encargó de misiones en Tesalónica 5, Macedonia 6 y
de mayor tamaño y que se conoce con el nombre de Corinto. 7 Seguía con el apóstol durante la primera cau-
Qubbat el-Hindi, se ha supuesto ser la de Josué. La tividad romana de éste 8; Pablo lo dejó más tarde de
noticia de la situación de la tumba ya viene confirmada «obispo» en Éfeso 9, para luego, preso por segunda vez
por Pedro Diácono que, recogiendo la tradición que en Roma, llamarle con premura a su Iado 1º.
los LXX añaden al hebreo de Jos 24,30 referente a la 11 Mac 5,6.11.34.37.40. '2Mac 12,1.2; cf. 11,1-15. 32Mac 8•
sepultura de Josué: « ... y pusieron con él en el monu- 30.32; 9,3; 10,24.32.37. 'Act 16,14-15; 18,5; 19,22; 20,4. 'l Tes
3,2.6. "Act 19,22. 'l Cor 4,17; 16,10; 2Cor 1,19. 'Col 1,1; Fil
mento donde lo habían enterrado los cuchillos de sílex 1,1. '1 Tim 1,3. 192 Tiro 4,21, etc.
con que había circuncidado a los hijos de Israel en Gal- Bibl.: F. X. POLZL, Díe Mitarbeíter des Weltapostels Pau/us,
gal», escribe: «En Thamnatsare está el sepulcro de san Regensburgo 1911, pág. 107 y sigs, C. ToussAINT, Timothée, en
Josué, hijo de Navé; allí están también los cuchillos de DB, V, col. 2217 y sigs. M. ÜRANDCLAUDON, Les livres des Mac-
piedra con que se circuncidó a los hijos de Israel por chabées, VIII, París 1951, loe. cit.
T. DE J. MARTÍNEZ
segunda vez; allí está construida, pues, la iglesia, que
dista de Jerusalén veinte miliarios». Este testimonio
viene a su vez confirmado por la noticia que da el sacer- TIMOTEO, Epístolas a. l. EPÍSTOLAS PASTORALES.
dote Richard en 1870, que también encontró los men- La designación común con que hoy .d enominamos a las
cionados utensilios. tres epístolas de san Pablo - primera y segunda a
Timoteo y única a Tito - data del siglo xvm, pero
'Jos 19,50. 'Jos 24,30. 'Jue 2,9. • 1 Mac 9,50.
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. [ud., 5,1,29; 14,11,2; íd., Bel. /ud., 2,20,
representa el juicio que sobre su índole había ya hecho
4; 3,5; 4,8,l. EUSEBIO, Onom., 96,25; 100,l. ÜUÉRIN, II, págs, la tradición: el Canon de Muratori (siglo n) las titula
~7-104. CONDER-KITCHENER, 11, pág. 374 y sigs. ÁBEL, 11, págs. así: In ordinem ecclesiasticae disciplinae sanctificatae
481-482, con más bibliografía. B. UBACH, Josué, en La Biblia de sunt.
Montserrat, Montserrat 1953, pág. 114. D. BALDI, Giosué, en La
Sacra Bibbia, Turín 1956, págs. 165-166. SIMONS, §§ 77, 507, 540 Las epístolas pastorales forman un grupo homogéneo
A. RoLLA, La conquista del Canaan, Roma 1962, págs. 132-133° dentro del corpus paulino: el ambiente eclesiástico
R. SÁNCHEZ subyacente, la teología, la terminología constituyen un
todo definido, y son, por lo tanto, acreedoras a un tra-
TIMNATAH. Forma locativa de - Timniih (§ J). tamiento correlativo.
2. CARACTERÍSTICAS DE LAS EPÍSTOLAS PASTORALES.
TIMNITA (heb. ha-timni; ó 8aµví; Vg. Thamnathaeus). a) La jerarquía eclesiástica. En las primitivas epísto-
Persona nacida en Timnáh o habitante en ella. El sue- las del corpus paulino ocupa el centro de la atención
gro de Sansón era timnita. la exposición del mensaje cristiano y la constante y
Jue 15,6. enérgica revisión frente a las tentativas de corrupción.
Por el contrario, en las Pastorales se considera el men-
TIMÓN (Tíuccv «digno de ser tenido en cuenta»; saje cristiano como cosa ya hecha, convertida en «depó-
Vg. Timan). El quinto de los siete diáconos elegidos sito»", que hay que conservar y transmitir de gene-
por la Iglesia de Jerusalén para que cuidasen de las viu- ración en generación; y la atención se centra sobre la
das procedentes de gentilidad1• Dado su nombre griego, organización eclesiástica: establecimiento de «obispos»,
puede aceptarse que era un· judío educado en la Diás- diáconos y prebiteros en las comunidades encomenda-
pora. das a los discípulos del apóstol, insistencia sobre el ca-
1
Act 6,5. rácter docente de los jefes de las iglesias, preocupación

1013 1014
TIMOTEO

Panorámica de la región de la antigua Listra, patria de Timoteo, que fue el discípulo predilecto del apóstol
san Pablo. Panorámica desde la cima de la acrópolis. (Foto P. Termes)

por establecer la conexión de la doctrina apostólica c) Estilo y vocabulario. Harrison advierte que las
de los orígenes. Parece incluso que se echa menos epístolas Pastorales constan de 902 palabras, de las cua-
cuenta de la inspiración privada, tan exuberante en los les, 54 son nombres propios. De las restantes, 848,
«carismáticos» de primera hora. el 36% o sea 306, no se encuentran en las otras diez
11 Tim 6,20; 2 Tim 1,14. epístolas paulinas. Además, el vocabulario es· muy
semejante al de los Padres apostólicos y escritores
b) Teología. Todos reconocen que las grandes líneas
latinos de principios del siglo n. La lengua es menos
de la teología paulina se conservan en las Pastorales, o
original; las fórmulas de solera cristiana son sustituidas
sea la salvación debida a Dios y no a las obras hu-
por sus equivalentes de la koiné literaria; muchas
manas, la eficacia de la muerte y de la resurrección de
palabras, nuevas para nuestra literatura cristiana, hacen
Cristo, la parusía. Se encuentran también numerosos
su aparición, así p. ej., evuéi3e1a. «piedad»; avTÓ:pKe1a,
detalles sobre temas muy paulinos, en particular los
«suficiencia»; vy1aívw, «curar», etc.
referentes a la persona y la obra de Pablo. Pero no se
puede negar que el clima teológico se presenta en ge- 3. ORIGEN DE LAS EPÍSTOLAS PASTORALES. En vista
neral bajo una perspectiva cronológicamente más avan- de estos datos, innegables y reconocidos por todos, es
zada: el cristianismo estaba ya firmemente enraizado lógico que ante las Pastorales se adopte una postura
por aquellas fechas, y tenía Pablo que preocuparse por interrogante que ha dado lugar a varias direcciones.
su organización interna, con vistas a una evolución de Hay, en primer lugar, quienes niegan rotundamente la
la sociedad humana. Se conservan las fórmulas de expec- autenticidad paulina, como F. Chr. Baur, Eichorn, Lietz-
tación escatológica, pero indudablemente, la tensión mann, H. von Campenhausen, etc. Se apoyan en las
hacia la parusía es mucho menos aguda que en los res- notables diferencias de ideología, de vocabulario y de
tantes escritos paulinos. Los herejes, contra los que se organización eclesiástica, a las que acabamos de refe-
habla, no son unos contradictores determinados, sino rirnos.
una especie de gnósticos judaizantes, que prestan aten- A ello responden los defensores de la autenticidad
ción a «mitos» y «genealogías» 1 y que practican un que, si bien es verdad que la diferencia es notable, puede
dualismo moral (abstinencias; desprecio del matri- muy bien recibir una explicación satisfactoria en la hi-
monio)", pótesis de su procedencia estrictamente paulina. En
1 Tit 1,14; 1 Tim 1,4. 'Tim 4,3. efecto, sabemos por tradición que Pablo sufrió martirio

1015 1016
TIMOTEO

el año 67, y además, por la Prima Clementis tenemos


noticia de un viaje hecho a España después de la pri-
mera cautividad romana. Ello nos da pie para tener
óptimas razones de suponer que Pablo sobrevivió a
aquella primera prisión; y que, por lo tanto, desde el
63 al 67 pudieron muy bien desarrollarse los aconte-
cimientos que están en la base de las epístolas Pastorales.
Los cambios de panorama no son tan bruscos como
para no poderlos encuadrar en la sucesión cronológica
de aquellos años. Por lo demás, las diferencias de estilo
y de lenguaje se explican igualmente por una nueva
influencia sufrida por Pablo durante su larga estancia
en Roma, y quizás por la innegable contribución de
colaboradores en la estructuración y en la redacción
de las epístolas.
Finalmente hay un grupo de los que acuden a una
vía media, admitiendo la «hipótesis de los fragmentos».
En las Pastorales hay, sin duda, fragmentos de cartas
auténticas, como 2 Tim 4,6-8; pero, como observa
Harrison, ardiente defensor de esta teoría, «las epístolas
recibieron su forma actual de manos, no de Pablo,
sino de un paulinista que vivió en los primeros años
del siglo segundo».
La cuestión está lejos de poderse dar como resuelta.
Su presencia en la tradición eclesiástica es antiquísima:
san Ireneo, Clemente de Alejandría, Canon de Mura-
tori, Tertuliano, Eusebio. Algunos creen ver una alusión
a ellas en san Ignacio de Antioquia. Sin embargo,
la tradición que sitúa las Pastorales en el «Canon de las
Vasija de madera hallada en las cercanías del mar Muerto,
Escrituras» no es completamente unánime: es discutible y datada en el siglo n o.c., muy similar a las mencionadas
su presencia en P 45 (Papiro Chester-Beatty, del principio por Timoteo (2 Tim 2,20). (Foto Orient Press)
del siglo rrr), como también es difícil probar apodíctica-
mente que los Padres apostólicos las hayan citado.
a rogar a Timoteo que fije su residencia en Éfeso para
En todo caso, no se trata de una cuestión esencial
contrarrestar las doctrinas heterodoxas de los pretendi-
para un creyente. Cuando a fines del pasado siglo se
dos doctores de la Ley, que se refugian en fábulas y
debatía esta cuestión, no se hacía por puros motivos
genealogías en detrimento de la sana fe. Y descendiendo
literarios y críticos, sino que se intentaba buscar un
ya al terreno de las recomendaciones particulares 3,
soporte a las diferentes teorías sobre el origen de la
exhorta a que se hagan oraciones y acciones de gracias
jerarquía eclesiástica. Y así la afirmación o negación
por las autoridades, para que dentro de un orden social
de la completa autenticidad paulina de las Pastorales
justo, la Iglesia pueda desarrollarse y cumplir su misión
iba estrechamente ligada a una postura esencial para
en este mundo. Otra recomendación se refiere a los
un creyente.
«obispos» y a los diáconos, cuyas condiciones se seña-
Hoy la situación es completamente distinta. Sabemos
lan. Por encima de ellos, está Timoteo 4, cuya misión
perfectamente que el NT nació en el seno de la Iglesia,
es mantener autoritativamente la verdadera fe, el «de-
bajo la inspiración del Espíritu Santo; y que nada obsta
pósito» transmitido por los apóstoles. Y precisamente
a que un escrito primitivo, aun procedente de un apóstol,
por su condición preeminente en la comunidad cristia-
haya sido elaborado posteriormente en su misma línea
na 5• Timoteo debe ser un ejemplo en su conducta inta-
y bajo la misma inspiración divina. Hoy, todos los crí-
chable para con todos: los jóvenes de ambos sexos,
ticos católicos reconocen que el original semítico de
los viejos, las viudas, los presbíteros, los esclavos, los
san Mateo fue elaborado y aumentado posteriormente
amos. Termina el apóstol describiendo la verdadera
en una traducción griega, que es en definitiva el evangelio
piedad 6 • Hay que atenerse a la doctrina del evangelio,
canónico.
evitar las discusiones inútiles, contentarse con poco en
Sin embargo, los argumentos en contra de la autenti-
la vida. En resumen, que Timoteo guarde el depósito
cidad paulina de las Pastorales no son tan concluyentes
de la fe y evite la falsa gnosis7 •
como para obligar a tomar una postura decidida. En 0
11,1-2. '1,3-20. '2,1-3,16. '4,1-16. 5,1-6,2.
6 6,3-19. 76,20-21.
todo caso, la Iglesia no prohíbe que se siga investigando
en la materia, con tal siempre de que se mire a estas 5. SEGUNDA CARTA A TIM0TE0. Empieza por un
epístolas como parte integral del canon de las Escri- saludo muy semejante al de la primera.', al que sigue
turas. una acción de gracias'. Ésta se mezcla con recuerdos.
Pablo saca a colación la fe de la abuela y de la madre
4. PRIMERA CARTA A TIMOTEO. Empieza el apóstol de Tirnoteo y el don de Dios transmitido por medio de
por dirigir esta carta a «su hijo en la fe»1• Pasa después 2 la imposición de las manos del propio apóstol. Ello

1017 1018
TIMOTEO

le da pie para hacer una definición del evangelio: Dios rentes al caos pnrrunvo y al mundo misterioso de los
nos ha llamado, no por nuestras obras, sino por su libre muertos. También en los poemas homéricos «las horro-
iniciativa, manifestada en la «epifanía» o aparición de rosas tinieblas» señalan sobre todo el estado y geografía
nuestro Salvador Jesucristo, que ha destruido la muerte, del hades o mansión de los muertos.
poniendo al descubierto la vida y la inmortalidad. Pablo En la Biblia no hay divinización mítica alguna de
habla de sí mismo, prisionero por Cristo, por quien ha las tinieblas en razón de la fe monoteísta de los hagió-
sido escogido como heraldo, apóstol y «maestro» de la grafos; pero su realidad e imagen tienen gran interés
doctrina, habiendo recibido un depósito que permane- religioso y literario como contrapartida de la realidad
cerá intacto hasta el último día; Timoteo conservará y concepto luz.
este depósito con la ayuda del Espíritu Santo. Las tinieblas son criatura de Dios que aparecen des-
Después de algunas noticias, relativas a ciertas defec- pués de la creación del cielo y de la tierra sometidas a
ciones y a la fidelidad de Onesíforo3 , acumula varias su poder soberano; su nombre de orden es de noche
exhortaciones a Timoteo: debe confiar el depósito de y entran a formar el ritmo del tiempo al igual que la
la fe a hombres leales que instruirán a su vez a otros; luz y el día1. El lenguaje poético va a expresar la idea
en esto ha de obrar como un buen soldado de Cristo. - religiosamente decisiva - de que en los orígenes
Para ello ha de oponerse a los falsos doctores como de las cosas no hay dualismo físico ni metafísico de
Himeneo y Fileto, que dicen que la resurrección ha tenido mal y bien como principios subsistentes e irreconciliables,
ya lugar". sino que todas las criaturas son hechura de Dios y.
Tiempos difíciles se avecinan para la Iglesia: la apos- por lo mismo, buenas y con un destino positivo: aunque
tasía y los falsos profetas. Contra ellos, Timoteo ha de es la luz el elemento propio de Dios como resplandor
permanecer en la brecha; él ha sido el fiel discípulo de de la belleza y manifestación del orden 2, sin embargo
Pablo al principio, en Antioquía, en lconio, en Listra; Yahweh proclama que Él forma la luz y crea las tinie-
por eso debe aceptar la persecución, conservar fiel- blas, «torna las tinieblas en aurora y del día hace noche
mente lo que ha aprendido, ser asiduo en la lectura de oscura» 3• En la cosmogonía bíblica no hay campo alguno
las SE 5• extraño al influjo positivo de Dios y las tinieblas no
Pablo insiste, al final de la carta, con una solemne constituyen una fuerza resistente a su imperio universal
adjuración 6 : hay que seguir proclamando el evangelio sino un elemento que también le sirve de mensajero
de la vuelta de Nuestro Señor, a pesar de la malicia de obediente, que no le ofrece resistencia alguna y del
los hombres. Y no teniendo que dar más a su discipulo que incluso se sirve Dios para sus potentes teofanías ";
predilecto, le consigna su admirable testamento apostóli- la oscuridad viene a ser como la barrera impenetrable
co': «He aquí que yo ya estoy derramado en libación que señala la trascendencia divina. Así, pues, aunque
y el momento de mi partida ha llegado. He combatido «la luz es buena, las tinieblas no son malas» (Conzel-
hasta el fin el buen combate, he consumado mi carrera, mann), ni en su entidad física ni en los usos que puedan
he guardado la fe. Y ahora he aquí que hay preparada tener sujetas siempre a la omnipotencia de Dios. La
para mí la corona de la justicia, con la que me recon- Biblia está así en los antípodas del parsismo.
pensará el Señor en aquel día, Él, el justo Juez; y no Es desde el lado del hombre desde el que las tinieblas
solamente a mí, sino a todos los que hubieren esperado - como su manifestación concreta, la noche - adquie-
con amor su aparición». ren peligrosidad. Tal peligrosidad deriva de las condi-
Pablo termina 8 requiriendo la presencia de Timoteo ciones físicas en que el hombre actúa y de la misma
y de Marcos, pues se siente solo y abandonado, y tiene conducta moral desordenada que se ampara en las
esperanzas de éxito de su proceso. sombras, madriguera amparadora de las injusticias, trai-
1
1,1-2. '1,3-18. '1,15-16. '2,1-26. 53,1-17. '4,1-5. '4,6-8. ciones y cobardías 5. A partir de la impotencia en que el
8
4,9-18. hombre se encuentra, la oscuridad equivale a una ce-
Bibl.: Comentarios: M. MEINERTZ, Bonn 1931. C. SPICQ, París guera, o la ceguera es un vivir en tinieblas", a una pri-
1947. J. JEREMIAS, Gotinga 1949. P. DORNIER, París 1951. M. sión 7, al malestar, la tribulación y la desgracia 8; por
DIBELIUS - H. CONZELMANN, Tubinga 1955.
Estudios: A. SCHLATTER, Die Kirche der Gríechen, ím Urteil tan trágico camino llega a ser el símbolo de la muerte,
des Paulus, Stuttgart 1936. F. Puzo, Los obispos-presbíteros en el del !íe'ol que es la región tenebrosa en oposición a la
Nuevo Testamento, en EstB, 5 (1946), págs. 41-71. P. N. HARRIS0N, región de luz que es el reino y geografía de la vida y
The Problem of the Pastoral Epistles, Oxford 1951; id., The Pastoral
Epistles and Duncan's Ephesian Theorie, ea NTS, 2 (1955-1956),
la felicidad."; en esta misma línea los LXX traducen
págs. 250-261. salmáwet por crK1á .SaváTou, «sombra de muerte».
J. M.ª GONZÁLEZ RUJZ Como imagen de la tribulación, las tinieblas entran
en los relatos apocalípticos de las intervenciones justicie-
TINIEBLAS (heb. bosek, rofel, nésef, 'éfáh, 'iíliífiíh, ras de Dios contra los pecadores que caracterizan el
"áriifel, salmáwet, etc.; crKÓTOS, O'KOTÍa, oxió, .SaváTov; día de Yahweh 1º.
Vg. tenebrae). La realidad física de las tinieblas como 1Gn 1,2-5. -cr. Hab 3,4. 'Am 5,8; Is 45,7. -cr, Gn 15,17;
falta de luz ha impresionado siempre al hombre y de Dt 4,11; 2Sm 22,10; 1 Re 8,12; Is 29,15; Job 12,22; 34,22; Sal
modo especialísimo al hombre primitivo por su menta- 18,10-12; 97,2; 105,28. 'Sal 10,7; 11,2; 74,20, etc.; Job 16,16; 24,
15-17; Prov 7,9; Ecl 2,14. 'Dt 28,29; Is 42, 6-7; Lam 5,17; Tob
lidad mágica y por el hecho elemental de no poder 5,10. 'Is 9,1; Sal 107,10. 'Is 8,22; 50,10; Job 3,5; 19,8; Sal 44,
apenas defenderse contra la oscuridad en las horas 20; Sab 17,20. 'Is 59,10; Job 10,21-22; 18,6; 38,17, etc. "Am
nocturnas. Concretamente, en las literaturas orientales, 5,20; 8,9; Jl 2,2; 3,4.
las tinieblas forman el trasfondo de los relatos cosmo- El NT prolonga la línea de esta funcionalidad peyo-
gónicos y están encarnadas en numerosos mitos refe- rativa de las tinieblas en agudo contraste con la nobleza

1019 1020
TINTE

que envuelve a la luz; sin embargo, desde el lado de Dios Bíbl.: R. BULTMANN, Zur Geschichte der Lichtsymbolik: im Alter-
las tinieblas pueden convertirse en elementos epifánicos. tum, en Philo/ogus, 97, Wiesbaden 1948, 1-36. S. AALEN, Die Be-
griffe «Licht» und «Finsternis» irn AT, im Spatjudent um und im
Así, en la muerte de Jesús, el oscurecimiento del sol- Rabbínísmus, Oslo 1951. K. G. KUHN, Die Sektenschrift und die
es una manifestación de las dimensiones cósmicas que iranische Religion, en ZThK, 49 (1952), 296-316. K. SCHAEDEL,
tiene la redención; parecido valor tienen los fenómenos Das Johannes-Evangelium und die Kinder des Lichts, Viena 1953.
H. WILDBERGER, Der Dualismus in den Qumransch,·iften, en Asia-
que precederán a la parusía de Cristo 2 y que son carac- tísche Studien, 8, Berna 1954, págs. 163-177. B. BussMANN, Der
terísticos de la literatura apocalíptica 3. Las viejas tinie- Begriff des Lichtes beim heiligen Johannes, Münster de W. 1957.
blas de ultratumba no son comunes a todos los muertos H. H. MALMEDE, Die Lichtsymbo/ik im NT, Bono 1959. H. W. HuP-
PENBAUER, Be/ial in den Qumrantexten, en ThZ, 15 (1959), págs. 81-
sino la región y el estado desgraciado de los pecadores
89. H. CONZELMANN, crKÓTos, crKOTÍa, en ThW, VII, págs. 424-446.
que son arrojados fuera del banquete del reino de Dios
o de los cielos". Este alejamiento de Dios culmina en e.GANCHO
la expresión lucana «el poder de las tinieblas» 5 como
personificación de la actividad diabólica. Con esta dis- Tl'NNIK, Tell. Grafía árabe moderna que ha con-
tinción se ha dado el paso de lo que podríamos llamar servado la de la ciudad bíblica de -+ Ta'ánák.
oscuridad física, espacial a las tinieblas morales, psicoló-
TINTA (hebr. dsyo; µÉi\av; Vg. atramentum). Men-
gicas, a la vertiente ético-mística de esta realidad bifacial.
cionada una sola vez en el AT 1 y tres en el NT 2, sin
Es notable la valoración ético-religiosa de las tinieblas
que sepamos por la Biblia su naturaleza; sería, induda-
en el NT. Algún texto las identifica con la intimidad,
como contrapuesta a la actuación en público"; en blemente, como en Egipto y Grecia -lo son los residuos
secos hallados en un tintero del escritorio de Qumrán -
otros, la metáfora fisiológica del ojo sano o enfermo
hollín diluido en una solución de goma.
aboca a la equivalencia tinieblas = enfermedad 7• En los
1Jer 36,18. 22 Cor 3,3; 2 Jn 12; 3 Jn 13.
escritos paulinos ha entrado de lleno la tradición sapien-
cial y apocalíptica y las tinieblas significan la ofuscación TINTE. La SE no describe el proceso de la tintura,
del corazón y el entorpecimiento moral 8, el ámbito y aunque mencione con relativa frecuencia las telas te-
fuerza del pecado y de las potestades diabólicas que ñidas-, e incluso se habla en ella de una persona hábil
se oponen a la acción salvífica de Dios que actúa en el en dicha actividad 2, que se llevaba a cabo en lugares
reino de la luz que le es propio 9• determinados 3, que dan pie a la hipótesis de la existen-
Entre los exegetas es tema bien conocido el dualismo cia de gremios de tintoreros. Lo que se sabe de la tinto-
luz-tinieblas que constituye una de las constantes más rería en general se debe a datos extrabíblicos y a la
notorias del evangelio y cartas de Juan, dualismo que investigación arqueológica. Esta última ha revelado que
ha sido recientemente ilustrado con los textos aparecidos el tinte, en mayor o menor escala, era una industria
en las cuevas de Qumrán, No obstante, es preciso no que se practicaba en Mispáh (Tell el-Nasbeh), Gézer,
forzar demasiado las semejanzas, porque en los escritos Bét Sémes, Bét Sür, Débir, etc.
joánicos el dualismo no es cósmico ni fatal sino moral Las excavaciones en Tell Beit Mirsim (Débír) han
y religioso. Fuera de aquellos pasajes, cuyo primer descubierto instalaciones de tintorería que pueden con-
sentido es el natural de noche, de ausencia de luz solar!" siderarse típicas. Según la descripción de Albright, unas
- del que fácilmente pasa al metafórico-, las tinieblas treinta casas poseían habitaciones bastante amplias, de
joánicas constituyen la esfera de los incrédulos, de quie- trazado muy semejante, dotadas de un ajuar muy carac-
nes rechazan a Cristo con su obstinación en no creer, de terístico: dos pilas redondas de piedra, de boca estrecha,
quienes con su conducta moral niegan las exigencias con ranuras de contención o recuperación del tinte junto
de Jesús, principalmente en el ámbito de la caridad a los bordes; entre ellas, o delante de ellas, había bancos
fraterna". Pero esa esfera no está cerrada fatalmente: y otras pilas de albañilería. La apertura angosta de las
la constituye el hombre con su libre decisión y en ella pilas de tintura indica que se teñía el hilo, el cual se se-
permanece porque quiere. Las tinieblas son el mundo caba por medio de corrientes de aire y después era tejido;
ético del pecado, de la oposición a Dios y a Cristo, en el procedimiento corriente demandaba dos baños o
el que permanece el incrédulo por su libre voluntad de inmersiones. Cal o potasa, conservada en jarras cerca-
resistencia al mensaje cristiano; sin tal voluntad el nas, servía para fijar los colores.
mundo de las tinieblas quedaría ipso facto circunscrito Se ignora la composición de muchos tintes palestinos,
a los espíritus diabólicos sin vigencia activa en la esfera pero el estudio de los colores empleados en el antiguo
humana. Próximo Oriente, permite conjeturas que los hebreos
No hay en tal concepción ideas mágicas o míticas, utilizarían los mismos n otros muy semejantes. Tales
ni tampoco fatalismo alguno; el mundo tenebroso que colores eran de origen animal y vegetal. Los primeros, de
aparece en los escritos de Juan es esencialmente un algunos de los cuales habla la Biblia, eran el escarlata
mundo psicológico de conocimiento y decisión, que le (heb. toláat sáni, pequeño insecto que vive en las enci-
aleja desde sus mismas raíces del mundo fatalista que nas), la --,. púrpura, obtenida del molusco Murex bran-
han creado los pensadores de Qumrán con su dualismo daris, Murex trunculus, etc., la púrpura roja (heb. 'ar-
luz-tinieblas. gamiin), la púrpura violeta (heb. tékélet), etc. Los tintes
1Me 15,33 y par. 2Me 13,24 y par. -cr. Ap 8,10-12; 9,2; 16,10. más comunes de procedencia vegetal fueron el amarillo
-cr. Mt 8,12; 22,13; 25,30; 2Pe 2,17; Jds 13. 'Le 22,53; cf. Col obtenido del azafrán, la alheña y los azules logrados
1,13 .. 'Mt 10,27; Le 12,3; ef. J Cor 4,5. 'Mt 6,23; Le 11,35.
'Rom 1,21; 2,10; 11,10; Ef 4,18. 'Rom 13,12; 2 Cor 4,6; 6,14; con la indigotina" de distintas plantas.
1 Tes 5,4; Ef 5,8-11; 6,12; Col 1,13; ef. Aet 26,18. =cr. Jn 6,17; 1Cf., p. ej., Éx 35,6.23.25.35; Jue 5.30; Me 15,17; Aet 16,14·

20,1. 11Jn 1,5; 8,12; 12,35.46; 1 Jn 1,5-6; 2,8-11. 2


2 Cr 2,7; 3,14. -cr. l'.Cr~2,55; 4,21.

1021 1022
TINTE

Bibl.: R. A. S. MACALISTER, Gezer, I, Londres 1912, págs. TÍQUICO (Tvx1KÓS, «fortuito»; Vg. Tychicus). Cris-
223-228. E. GRANT- G. E. WRIGHT, Ain Shems Excavations, IV,
Haverford (Pa.) 1938, láms. XVIII-XXI; íd., V, ibíd.1939, págs.
tiano de Asia, compañero de san Pablo en algunas eta-
73-75. A. G. BARROIS, Manuel d'archéologie biblique, I, París 1939, pas de su tercer viaje misional'. Fue un fiel colaborador
págs. 302, 471-475. W. F. ALBRIGHT, The Excavat ions of Tell Beit del apóstol, con quien estuvo en Roma durante su pri-
Mirsim, III, New Haven (Conn.) 1941-1943, págs. 55-62, cf. láms. sión: «A Tíquico lo envié a Éfeso», escribe a Timoteo
C. C. Mc'Cowr-, etc., Tell en-Nasbeh, I, New Haven (Conn.) 1947,
pág. 256, ilus. desde Roma 2• Llevó a su destino las epístolas a los Efe-
J. A. G.-LARRAYA sios y a los Colosenses; en ellas hace el apóstol un
elogio del portador «Tiquico, el hermano carísimo y
TÍPICO, Sentido. La palabra «tipo» (rúrroc ; lat. fiel ministro del Señor»". Se ignora si fue enviado a
figura) se emplea en el NT en dos sentidos opuestos Creta como le promete a Tito o bien fue Artemas en
para expresar un pensamiento idéntico. Para san Pablo, su lugar",
1Act
los personajes y los acontecimientos de la historia sa- 20,4. '2 Tim 4,12. 'Ef 6,21-22; Col 4,7. 'Tit 3,12.
grada encerraban imágenes proféticas de la futura sal- T. DE J. MARTÍNEZ
vación. Adán era el «tipo» de Cristo 1. La salida de
Egipto y la historia de Israel en el desierto representaban TIQWÁ.H («esperanza»). Nombre de dos personajes
«tipos» que conciernen a los que vivimos en este «fin bíblicos:
de los tiempos», que Jesús inauguró 2; no se trataba so- J. (Osxovóv ; Vg. Thecuai. Padre de Sallüm, marido
lamente de ejemplos morales, sino de imágenes pletóri- de Huldáh, la profetisa que fue consultada acerca del
cas de sentido, anunciando «figurativamente» la salva- libro de la Ley, hallado en la casa de Yahweh, en tiempo
ción que imparten los sacramentos cristianos3• En el del rey Josías1• En el pasaje paralelo de Crónicas", se
mismo aspecto, la primera epístola de san Pedro ve en lee Tóqéhat (0eKwÉ; Vg. Thecuathi, que probablemente
el bautismo el ó:vTÍTVTTov de que el Diluvio era la figura". es una forma corrupta del primero.
En la epístola a los Hebreos designa, en cambio, la
misma palabra TÚTTOS el dechado celestial 5, del que el 2. (0eKwÉ; Vg. Thecue). Padre de Yahzéyáh, uno
culto del AT no era sino la copia (ó:vTÍTv1rov), la repro- de los que se negaron a repudiar a sus mujeres extran-
ducción (órróósryu«), la sombra (oxíc), en suma, una jeras después del Exilio 3•
imagen imperfecta y provisional 6• El modelo celestial
1
2 Re 22,14. '2 Cr 34,22. 'Esd 10,15.
no era otro que el sacrificio del propio Cristo; había Bibl.: NoTH, 1423, pág. 260.
de producirse, pero el antiguo culto imitaba por adelan- T. DE J. MARTÍNEZ
tado sus rasgos'. El culto cristiano es, por su parte,
una imagen llena de eficacia (elxcov), porque contiene, TlRAH, Hirbet el.- Lugar de la Palestina moderna,
de modo misterioso, la realidad misma.", Según estos relacionado con la identifición de --+ Késullñt.
empleos del NT, la palabra «tipo» no representa, pues,
un sentido de los textos bíblicos diferentes del sentido TIRANO (Tópovvcc: Vg. Tyrannusy. Maestro de
literal, sino un significado simbólico particular que, por Éfeso, tal vez de retórica o de filosofía, cuya escuela
disposición providencial, se asociaba a los sucesos, a utilizó durante dos años san Pablo para predicar la
los personajes y a las instituciones de la historia santa, doctrina cristiana a judíos y gentiles después de haber
porque preparaban y «figuraban» por adelantado el roto con la sinagoga. El texto occidental (D) dice que
misterio de la salvación llevada a cabo por Cristo. El Pablo predicaba desde la hora quinta hasta la hora
«sentido típico» del AT no concierne directamente a décima, o sea desde las once de la mañana a las cuatro
la exégesis de los libros sagrados, sino a la reflexión de la tarde. Tirano no vuelve a mencionarse en el NT.
teológica sobre las «cosas» del AT. De esta suerte lo Act 19,9.
entiende santo Tomás, que, empleando un vocabulario T. DE J. MARTÍNEZ
tradicional, aunque bastante equívoco, habla más bien
de «sentido espiritual» o de «sentido místico» (Suma TIRAS (0eípas, 0ípas; Vg, Thiras). Personaje cita-
Teológica, l.ª parte, cuestión 1, art. 10; quodlibet, 7, do entre los hijos de Jafet1; su nombre, como el de sus
cuestión 6). hermanos, no corresponde a un individuo, sino a un pue-
blo o raza indoeuropea. No vuelve a ser nombrado en la
1Rom 5,14. 21 Cor 10,6.ll. -cr. l Cor 10,2-4. '1 Pe 3,21.
'Heb 8,5. 'Heb 8,5; 10,t; cf. Col 8,17. 'Cf. Heb 9,11-14. 'Heb 10,1. Biblia y tampoco aparece en las inscripciones cunei-
Bíbl.: E. MARTÍNEZ, El sentido típico en la Sagrada Escritura,
formes. Hay diversas hipótesis para identificar éste con un
en MCom, 2 (1943), págs. 1-34. J. COPPENS, Les harmonies des pueblo. Josefo lo hizo con Tracia, llevado de la ligera
deux Testaments: Essai sur les divers sens des Écritures et sur l'unité semejanza de los nombres, pero esta tesis carece de fun-
de la Révélation, 2.• ed., París 1949. A. FERNÁNDEZ, Sentido ple-
nior literal, típico, espiritual, en Bibl, 34 (1953), págs. 299-326. W.
damento. También parece debe ser rechazada su iden-
EicHRODT, 1st die typologische Exegese sachgemiisse Exegese ?, en tificación con los tiritas, que Heredoto sitúa en las ri-
VT, supl., 4 (1957), págs. 161-180. beras del Tyras (el Dniester). Modernamente se supone
P. GRELOT que podrían ser los tw-rw-sl de las inscripciones jero-
TIPOLOGÍA. -+ Típico, Sentido. glíficas de tiempos de Merneptah, probablemente los
tirsenios o etruscos, pueblo de origen pelásgico, que
TIQHAT (k. toqéhat ; 0eKwÉ, 0aKovó:S; Vg. Thecuath). habitaba las costas o islas del Egeo, piratas que se
Nombre variante de -+ Tiqwáh, suegro de la profetisa unieron a los Pueblos del Mar en su invasión de Egipto
J;Iuldah. y Siria.
2 Cr 34,22. 1Gn 10,2.

1023 1024
TIRO

Cabeza en granito negro del faraón


Tirháqáh, hallada en Tebas

Bibl.: A. CLAMER, La Gene se, en La


Sainte Bible, I, París 1953, pág. 207, con
indicaciones bibliográficas.
T. DE J. MARTÍNEZ

TIR'ÁTIM (et.? 8apya.9!͵;


Vg, canentes). Familia de escribas
que moraba en Ya'bés de origen
quineo, procedente de Hammat,
1 Cr 2,55.

TIREYÁ' (cmiedo»; Zatpéx, 81-


pió ; Vg. Thiria). Hijo de Yéha-
Hel'él, citado entre los descendientes
de Judá, y fundador de un clan o
familia de su tribu.
1 Cr 4,16.

TIRI:IÁNÁH («murmullo»?; 8a-


péxµ [B), 8apxvéx [A]; Vg. Tharana).
Hijo de Caleb y de su concubina
Ma'ákáh, del cual procedió tal vez
una rama de los calebitas.
1 Cr 2,48.
Bíbl.: NOTH, 1424 a, pág. 260.
T. DE J. MARTÍNEZ

TIRHÁQÁH (egip. thrq; as.


tarqú ; 8apéx, 8apaKéx, 8apa.9éx;
Vg. Tharaca). Faraón de Etiopía
y Egipto de la XXV dinastía, que
reinó entre 689 y 663, y se ins-
taló en Tanis. Sucedió a su her-
mano Sabataka y se enfrentó con
los asirios a causa del dominio de
Palestina. Según la SE, apoyó la
rebelión de Ezequías contra Sena-
querib, pero fue derrotado en
'Eltéqeh y su aliado, el rey de
Judá, se vio acorralado en Jeru-
salén, lo cual prueba la futilidad
de los intentos judaítas de oponerse
a las potencias mesopotámicas con la ayuda de Egipto 1. TIRO (heb. $6r, «roca»; ugar. sr-m; fen. $6r; Am, y
Posteriormente, en sus luchas contra Asarhaddón y ac. surru; egip. usu; ár. súr; Tópoc; Vg. Tyrus). Impor-
Asurbanipal, sufrió descalabros y hubo de retirarse al tante ciudad fenicia situada antiguamente en una isla,
Alto Egipto y establecer su capital en Tebas. La acti- unida en la actualidad al continente, que está a unos
vidad de Tirháqáh, en especial en lo que se refiere a su 40 km al mediodía de Sidón y era uno de los mejores
intervención en la esfera bíblica, plantea problemas puertos de Fenicia. Su situación era casi inexpugnable,
histórico-cronológicos que aún no han sido solventados por lo que los grandes conquistadores rnesopotámicos
de modo satisfactorio. - Senaquerib y Asurbanipal - se jactan sin mucha
veracidad de haberla conquistado, cosa que no ocurrió
1 2 Re ·19,8-9; Is 37,9.
de modo comprobado hasta Alejandro Magno.
BibJ.: H. VON ZEISSL, Aethiopen und Assyrer in Aegypten, en
Aegyptologische Forschungen, 14, Glückstadt 1914, págs. 30-34. G.
La SE. menciona a Tiro como próxima al territorio
GoESSENS, Taharqa le conquérant, en ChÉ, 22 (1947), págs. 239-244. de Aser1 y, bajo David y Salomón, el reino israelita
J. M. A. JANSSEN, Que sait-on actuellement du Pharaon Taharqa ?, llegó hasta ella 2 • Hírám, uno de sus monarcas propor-
en Bibl, 34 (1953), págs. 23-43. w. F. ALBRIGHT, en BASOR, 130 cionó a David materiales y operarios para construir su
(1953), págs. 4-11. ANET, págs. 290, 292-297, 303.
palacio', y lo mismo ocurrió en tiempo de Salomón,
P. ESTELRICH sobre todo cuando se hubo de edificar el Templo y de

1025 1026
TIRO

construir naves, a cambio de cuya ayuda, el rey hebreo


le entregó veinte ciudades galileas, que no le agradaron".
Acab casó con Jezabel, hija de "Etbá'al de Tiro, la cual.
como Atalía, procuró introducir entre los hebreos los
cultos paganos de su patria", lo que provocó que
los profetas anunciaran la inminente destrucción de la
ciudad fenicia", Conservaba su nombradía en la época
de Esdras y Nehernías y de los Macabeos' y aparece
en el NT en varias ocasiones 8 ; Jesús se retiró al distrito
tirio y predicó a su gente 9 y Pablo estuvo varios días
con la comunidad cristiana".
No se sabe la fecha de fundación de la ciudad, pero
tuvo que ser anterior al siglo XIV, puesto que la mencio- Siclo de Tiro. Moneda de plata como las que Judas cobró
nan las cartas de Tell el-'Amii.rnah y la literatura uga- por su traición. (Foto Monasterio de Montserrat)
rítica. Sufrió los ataques de los monarcas asirios y
neobabilónicos, pero sólo Nabucodonosor logró ren-
dirla definitivamente tras un asedio de trece años (572). vino, aceite, etc., a toda la cuenca mediterránea, y que
Pasó al poder del imperio persa con Ciro y Alejandro fundaron colonias en España y el norte de África. Tiro
Magno la rindió. El proceso histórico hizo que decayera es en la actualidad una pequeña población de unas seis
hasta la época de los seleucidas, cuando recobró parte mil almas.
de su esplendor, así como la independencia (126 A.c.), 1
Jos 19,29. '2Sm 24,7. '2Sm 5,11; 1 Cr 14,1. •1 Re cap. 5;
que conservó durante el mando romano iniciado por 7,13-45; 9,11-14.26-28; 1 Cr 22,4; 2 Cr 2,3-18. '1 Re 16,31. 'Is
Pompeyo. Perteneció desde el siglo IV a Bizancio y 23,1-7; Jer 25,22; 27,3-6; 47,4; Ez 26,2-29,18; JI 3,4-8; Am 1,9-10;
Zac 9,2-4, etc. 'Esd 3,7; Neh 13,16; 1 Mac 15,19; 2 Mac 4,8. 'Mt
desde 636 a los musulmanes. 11,21-22; Le 10,13-14; Act 12,20. 'Mt 15,21; Me 3,8; 7,24.31;
El dios principal de Tiro, en la era bíblica, fue Mel- Le 6,17. 10Act 21,3-7.
qart, cuyo culto se trasladó a Cartago. Los tirios eran
Bibl.: D. LE LASSEUR, en Syr, 3 (1922), págs. 1-26, 116-133.
célebres navegantes, que exportaban púrpura, cedro, R. DussAUD, Topographie historique de la Syrie antique et médievale,
París 1927. A. POIDEBARD, Un grand por/ disparu, Tyr; París 1939.
Mapa con la situación de la antigua ciudad fenicia de Tiro G. CONTENAU, La cívilisatíon phénicienne, París 1949.
en el litoral del Líbano
J. A. G.-LARRAYA

TffiOPEÓN, Valle del (q:,ápay~ T&ív -rvporrorcóv, «va-


lle de los queseros»). Nombre griego de un pequeño
valle de Jerusalén - en la actualidad casi cegado por los
restos y basuras arrojados en él durante siglos -, que
dejaba aisladas en dirección de norte a sur, por el oeste
las colinas del 'Ófel o de Sión y del Templo. En el
reinado de Herodes, lo salvaron probablemente los dos
puentes que unieron el área del Templo al monte o
colina occidental.
Bibl.: D. BALY, The Geography of the Bible, Londres 1959,
págs. 167, 168.
R. SÁNCHEZ

TffiSÁH («placer»; 8epo-á; Vg. Thersa). Una de las


cinco hijas de -,. Selofl;lad, hijo de Héfer, que solicitaron
que Moisés les asignase la propiedad territorial corres-
pondiente a su padre, muerto en el desierto sin descen-
dencia masculina.
Nm 26,33; 27,l; Jos 17,3; Nm 27,1-11.
Bibl.: NOTH, 1425, pág. 260.
C. COTS

Tffi1;,Á.H (cplacer», 8apo-á, 8epo-á, 8apo-é1i\a; Vg.


Thersai. Ciudad real cananea, cuyo monarca aparece
en la lista de los que Josué venció1. Fue la primitiva
capital del reino de Israel, rango que ostentó desde
Jeroboam I hasta Omrí2 , que gobernó en ella durante
seis años, hasta la construcción de Samaría 3, la cual sería
la capital del reino del Norte. Tirsáh continuó siendo
una ciudad muy importante, y aparece mencionada en

1027 1028
TIR SO

tiempos de Menahem '. El Cantar de los Cantares la


alaba 5 (sobre su identificación, -+ Fár'uh, Tell el-,§ J ).
1Jos 12,24. 21 Re 14,17; 15,21.33; 16,6.8.9.15.17. 31 Re 16,23.
24. '2 Re 15,14-16. "Cant 6.4.
Bibl.: -+ Fár=ah, Tell el-,
M. GRAU

TIRSÁ.TÁ.', Ha- (' A.9epcrcx.Sá; Vg. Athersatha). Título


que se daba a Zorobabel ' y Nehemías", y que las ver-
siones modernas suelen traducir por «gobernador». Pa-
rece ser un derivado del participio pasivo del verbo
persa tars, «temer».
1Esd 2,63; Neh 7,65.69. 'Neh 8,9; 10,2.
Bibl.: A. MÉDEBIELLE, Esdras-Néhémie, en La Sainte Bible, IV,
Paris 1952, pág. 292.
M. D. RIEROLA

TIRSO (Svpcros). Báculo adornado con hojas de


hiedra y parra que los bacantes llevaban en las manos
en las fiestas dionisíacas como símbolo del dios de la
fertilidad. Probablemente alude a los tirsos el texto de
Macabeos que menciona las procesiones en honor
o 100 2
=~ºº 100 wo
1

de Dionisos portando «hiedras» (K1crcrovs EXOVTES; La antigua Tiro, situada antiguamente en una isla y que
Vg. hedera coronati). Uno de los epítetos del dios era en la actualidad aparece unida al continente

Tell el-Fárah, identificado con Tirsáh, capital durante algún tiempo del reino de Israel. Ruinas de la época
del Hierro, de una sala junto a la puerta de la ciudad. (Foto G. del Cerro, Archivo Termes)

1029 1030
TIRSO

precisamente .9vpcroT1váKTr¡s, «blandidor del tirso».


En el NT no aparece el tirso, aunque tales fiestas lo-
graron su máximo desenfreno en los tiempos impe-
riales.
Cf. 2 Mac 6,7.
C. WAU

TISBITA (heb. ha-tisbi; 6 8ecr~ÍTTJS; Vg. Thesbites).


Miembro de una familia o habitante - u oriundo -
de una población de nombre debatido, como Elías1• Se
desconoce que hubiera una familia así denominada.
Según el T. M., Elías era morador de Galaad2 ; pero Moneda conmemorativa de la toma de Jerusalén por Tito.
Josefa, el Targüm, la recensión de Luciano y la versión (Foto Monasterio de Montserrat)
siríaca leen «de Tisbéh» (mi-tiibéh), que se identifica
con Hirbet Listib, colina de 802 m de altura al norte de TITO. Hijo de Vespasiano y décimo emperador de
'Aglün. Glueck opina que el texto está corrompido y que, Roma. Acompañó a su padre a Palestina en el año 66
mediante una corrección, hay que ver en él a Yábés con el propósito de extinguir la sublevación de los judíos
de Galaad. y conquistó las ciudades de Tiberíades, Tariquea y Gis-
11 Re 17,1; 21,17.28; 2 Re 1,3.8; 9,36. -cr, 1 Re 17,1. cala. El 1 de julio del 69, Vespasiano fue proclamado
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Iud., 8,13,2. N. ÜLUECK, Exp/orations in emperador de Egipto, poco después de Palestina y de
Eastern Palestine, IV, en AASOR, 25-28 (1951), págs. 218, 225-227. Siria y a continuación de todo el Oriente. Tras el ase-
SIMONS, § 897.
J. A. PALACIOS sinato del emperador Yitelio, se dirigió a Roma, recibió
el nombramiento de emperador y abandonó la dirección
TÍ$Í (heb. ha-tisi; 6 8wcraí; Vg. Thosaites). Gentili- de la guerra palestinense en manos de su hijo Tito.
cio de Yóhá', uno de los héroes de David'. Deriva Éste, en septiembre del año 70, tomó Jerusalén y
probablemente de un nombre de lugar no identificado. la destruyó completamente, con lo que se cumplieron
1 l Cr 11,45.
las profecías del AT y NT. El arco de Tito, en Roma,
J. VIDAL fue erigido en recuerdo de tal victoria. El conquis-
tador de la ciudad santa tomó la púrpura imperial
TISRI (ac. tafrítüm). Mes del calendario hebreo co- nueve años después y murió a los cuarenta, en el año 81.
rrespondiente a nuestro octubre (- Mes). Bibl.: F. JosEFO, Flavii Josephi opera recognita B. Niese, 6 vo1s.,
Berlín 1888-1895. E. SCHÜRER, Geschichte des Jüdischen Vo/kes in
Busto del emperador Tito. (Foto British Museum) Zeitalter Jesu Christi, 3 vols., 4.• ed., Leipzig 1901-1909. J. JuSTER,
Les juifs dans /'empire romain, París 1914. H. I. BELL, Jews and
Christians in Egypt, Londres 1924. J. BoNSIRYEN, Le Judai'sme
polestinien au temps de Jésus-Chríst, 2 vols., París 1935.
J. A. PALACIOS

TITO, Epístola a. Esta epístola ocupa el duodécimo


lugar en el corpus paulino, y pertenece más concreta-
mente al grupo de las llamadas epístolas Pastorales,
juntamente con las dos a Tirnoteo. Con ellas también
comparte el estilo literario y el ambiente, y por eso nos
remitimos a lo que hemos dicho sobre el origen y auten-
ticidad de las Pastorales (- Timoteo, Epístolas a).
1. VIDA. Era pagano de nacimiento y probablemente
fue convertido al cristianismo por el mismo san Pablo
en su primer viaje misionero a Asia Menor. Acompañó
a Pablo y a Bemabé en su viaje a Jerusalén, donde
fue discutida en asamblea apostólica la cuestión de la
incorporación de los paganos a la Iglesia y sus contactos
con el judaísmo. Los judaizantes pretendían que Tito,
que tan de cerca colaboraba con Pablo y Bernabé,
fuera circuncidado, a lo que el apóstol se opuso rotun-
damente, porque ello en aquellas circunstancias signi-
ficaría la tesis de la validez del judaismo '. Durante su
tercer viaje misionero, Tito fue enviado dos veces con
misiones urgentes a Corinto y logró restaurar la armonía
entre aquella iglesia y el apóstol 2. El NT no nos habla
más de él hasta el momento de aparecer como destina-
tario de la epístola a él dirigida, a través de la cual
se presenta como obispo de la isla de Creta 3 • Más tarde

1031 1032
TÍTULO DE LA CRUZ

fue citado para entrevistarse con Pablo en Nicópolis, cho aguardar la manifestación futura de su gloria, y
en el Épiro, y eventualmente durante la última prisión que se ha entregado por nuestros pecados",
del apóstol fue enviado a Dalmacia •. Una exhortación a todos los cristianos: sumisión a
1Cf. Gál 2,1 y sigs. =cr, 2 Cor 7,13-15; 8,16-24. 'Tit 1,7. las autoridades, huida de los vicios, práctica de la
-cr, 2 Tim 4,10. virtud 5•
Toda esta conducta moral se apoya en una fe inque-
2. PLAN y CONTENIDO DE LA EPÍSTOLA. Empieza con
brantable en la aparición de Dios nuestro Salvador,
un saludo en que Pablo se extiende sobre su calidad de
que nos ha salvado, no por nuestras obras, sino por
apóstol de Jesucristo enviado para la fe de los elegidos
el don del bautismo y la renovación en el Espíritu
y el conocimiento de la verdad; ésta se define por refe-
Santo",
rencia a la vida eterna prometida desde siempre, y pos-
Consejos para Tito: debe enseñar a practicar las
teriormente manifestada en el evangelio, cuya predica- buenas obras, evitar las discusiones inútiles, como son
ción ha sido encomendada a Pablo'. las controversias sobre la Ley'.
A continuación se describen las circunstancias que Finalmente, se insertan diversos mensajes: a la lle-
han dado pie al envío de la carta. Pablo ha dejado en gada de Artemas o de Tíquico, Tito deberá unirse con
Creta a 'fito, para que acabe de organizar la Iglesia, Pablo en Nicópolis. Pablo reclama junto a sí a Zenas,
estableciendo en cada ciudad a los presbíteros. Para
doctor de la Ley, y a Apolo 8• Termina con diversos
ejercer su función de «obispo», se les exigen cualidades
s'lludos •.
especiales. Están consagrados especialmente a la en-
11,1-4. 0
señanza de la pura doctrina ortodoxa 2 • '1,5-16. '2,1-10. '2,11-15. 63,1-13. 3,4-7. 3,8-11.
7

3,12-14. '3,15.
8
El centro de la epístola lo constituyen diversas exhor-
taciones. Primero a Tito, que debe enseñar la sana doc- Bibl..: -,. Ti moteo, Epístolas a.
trina; ésta, por encima de todo, traza una línea de con- J. M." GONZÁLEZ RUIZ
ducta que se aplica sucesivamente a los ancianos, a las
mujeres, a los jóvenes de ambos sexos y, por último, a TÍTULO DE LA CRUZ. Según el derecho procesal
los esclavos", romano, la causa jurídica determinante de una pena
La pureza de vida es el fruto de la enseñanza de Jesu- capital tenía que constar y estar manifiesta durante
cristo, que nos ha segregado del mundo y nos ha he- la ejecución de la sentencia. Se escribía en una tablilla

Basílica de San Tito, en Gortina, la capital de Creta en época apostólica. San Pablo dejó como encargado
de su misión en Creta a Tito, su fiel colaborador. (Foto P. Termes)

1033 1034
VI - 35
TÍTULO DE LA CRUZ

que se llevaba de modo patente delante del condenado Donde se ve que los cuatro testimonios coinciden
cuando iba camino del suplicio (Suetonio : Praecedente en la razón esencial: «rey de los judíos». Es muy posible
titulo, «con el título jurídico de la condena que pre- que también en arameo estuviese el nombre «Jesús»,
cedías e ; Eusebio; rrlvcococ CXÚTov rrpoóycvroc «con la pues el ladrón que pidió misericordia, en su súplica de
tablilla que le precediasj >, Se blanqueaba (Nicéforo: último momento, glosa la inscripción del título, que
AEVKTJ aavís, «una tablilla blanca» e; Sozomeno: AEÚKwµa es muy posible leyera o, mejor, oyera de los circunstan-
«algo que es blanco o está pintado de blanco oj P y los tes: «Y decía: "Jesús, acuérdate de mi cuando fueres
caracteres se escribían en ella en rojo o negro, para que a tu reino"» 2 •
fueran fácilmente visibles. La causa o razón formal y Sobre la forma aramea, se ha propuesto, entre otras, la
última de la condena se escribía muy brevemente. La siguiente reconstrucción: N•iini•¡ N::>'??J nilJ J?Ji liiit'•
del mártir Átalo decía, en latín: «Éste es el cristiano En cuanto al tipo de los caracteres empleados, no es
Átalo»E, donde en el nombre «cristiano» está toda la fácil poder dar respuesta segura. El semítico sería tal
fuerza de la condena a la pena capital. Domiciano vez como los tipos que han aparecido en el rollo de
mandó a las fieras a un varón respetable de la ciudad cobre de Qumrán sin vocalización; el griego, uncia!,
con este título: Impie locutus parmularius ( «Este parti- de sigmas redondas.p rovinciano; el latín, monumental
dario de los gladiadores ha hablado impíamente», se local; los dos últimos, en mayúsculas.
sobreentiende, contra el emperador) F. Una vez procla- Los pintores célebres de la crucifixión que han que-
mada la sentencia y escrito el título, no podía cambiarse rido acercarse más a la realidad, escribiendo sobre la
absolutamente, porque hubiera sido falsificar las actas cruz el título pleno en las tres lenguas (Velázquez, el
jurídicas de la condena legal. Dice a este respecto Apu- Greco, Ribera, Montañés, etc.), han escogido .o el he-
leyo: «La tablilla del procónsul es la sentencia, la cual, breo cuadrado vocalizado o tipos monumentales es-
una vez que se ha leído, no puede aumentarse ni dismi- pléndidos, con escaso fundamento científico. La inscrip-
nuirse en una sola letra, sino que, tal como ha sido ción abreviada, tan difundida INRI, no es más que una
proclamada, así se presenta como instrumento jurídico reducción arbitraria y mínima del título triple y total
de la provincia». de la cruz (-> Inri).
ASuETONIO, Callgula, 32. BEuSEBIO, Historia eclesiástica, 5,1,4
La peregrina española Egeria, en su Itinerario (ca.
CNJCÉFORO, 8,29. DSozoMENO, 3, 1. EEUSEBIO, Historia eclesiás- 414 n.c.), dice que vio en Jerusalén el título de la cruz A.
tica, 5,1,4. FSUETONJO, Domiciano, 10. En la Iglesia de la Santa Cruz de Jerusalén, en Roma,
se conserva como reliquia de la pasión un fragmento
Los cuatro evangelistas hablan del título jurídico, de tablilla de madera, en bastante mal estado, cuyas
escrito en una tablilla, que se colocó sobre la cruz de medidas originales serían 65 x 20 cm, y las actuales
Jesús. La nomenclatura es algo distinta, pero coinci- son 23 x 13 cm. Según una tradición, fue hallada con
dente en los cuatro: la cruz misma por santa Elena. Las letras, del tamaño
Mt 27,37 aiTía causa aproximado de 18-30 mm, son de color rojo y están
Me 15,26 escritas sobre fondo blanco. El griego y el latín van de
i¡ Émypacpi¡ TTÍS aiTías titulus causae
Le 23,38 superscriptio derecha a izquierda, siguiendo el estilo semítico, como
Émypacpi¡
Jn 19,19 titulus aparecerían las palabras ordinarias vistas en un espejo.
TÍTAOS
La parte aramea está en cursiva y quedan de ella sola-
La expresión «causa» mira la razón judicial, mientras mente pequeños fragmentos de las pocas letras preser-
«sobreinscripción» (Émypacpi¡) se refiere a su colocación vadas en toda esta sección de la inscripción.
en lo alto del patíbulo. Juan ha conservado en el griego No todos los especialistas están acordes sobre la auten-
la palabra latina, TÍTAOS = titulus, sin duda más exacta ticidad de esta pieza arqueológica.
por reflejar el ambiente inmediato de la situación judi- AEGERIA, Itinerarium, en Patrologia Latina Supplementum, I,
cial y política de Jerusalén, a la muerte de Jesús. París 1083.
En cuanto al contenido de la inscripción hay cierta 1 Jn 19,20. 'Le 23,42.
diversidad. Por estar escrita en arameo (ej3pa"iaTí), Bibl.: H. LESETRE, Titre de la Croix, en DB, V, cols. 2253-2256
latín (pwµa"i<YTí) y griego ÉAAr¡v1aTí)1, a fin de que fuera R. REGARD, en RA (1928), págs. 95-105. F. PRAT, Jesucristo, rr,,
2.• ed., México 1948, págs. 355-356. P. PARKER, Inscription of the
más comprensible en las circunstancias históricas en que Cross, en The lnterpreter's Dictionnary of the Bible, Nueva York
se escribió (como ahora en Palestina se ven frecuente- 1962, págs. 705-706.
mente escritos y anuncios simultáneamente en hebreo, S. BARTINA
árabe e inglés) y por haber quedado en cuatro redac-
ciones distintas, según los evangelistas, que, por otra TIWLÓN. Kétib del onomástico -> 'I'ilón.
parte, no citan mecánicamente las palabras, se hace de
hecho imposible precisar la forma exacta del original. TIZÓN. Este vocablo castellano tiene dos acepcio-
Puede presentarse así: nes que en hebreo se indican con dos términos diversos

Mt 27,37 OÍ'.ÍT0S ECJTIV 'IT]<YOVS 6 i3aa1Aevs TWV 'lov6aíwv hic est Iesus rex Iudaéorum
Me 15,26 6 j3a0"1AEVS TWV 'lov6aíwv rex Iudaeroum
Le 23,38 OÚT0S EO"T IV 6 j3a0"1AEVS TWV 'lov6aíwv hic est rex Iudaeorum
Jn 19, 19-20 'lr¡aovs 6 Nal;wpais 6 i3aa1Aevs TWV 'lov6aíwv Iesus Nazarenus rex Iudaeorum

1035 1036
TOBIT

l. Como madera o carbón a medio apagar (heb. 'üd; TOBÍADAS. -+ Tobiyyiih(ü), § 3.


6cxi\ós; V g. litio), aparece en unos pasajes proféticos
con evidente sentido figurado, significando un poder TOBÍAS (Twl3ícxs, et. -+ Tobiyyiih[ü); Vg. Tobias).
más aparente que real, como el de los reyes de Damasco Nombre de dos personas de AT:
e Israel que amenazaban a Judá, o bien al estado de l. Hijo de Tobit y uno de los protagonistas del libro
quien ha sido puesto en una gran tribulación. de Tobit (---+ Tobit, Libro de).
Is 7,4; Am 4,11; Zac 3,2.
2. Padre de Hircano, hombre de importancia, cuyo
2. Indicando la enfermedad de los cereales, se designa nombre se menciona con motivo del intento de saqueo
en hebreo siddéfon «quemadura» (wxpcx, «palidez»; Vg, del Templo por Heliodoro 1•
rubigo) y va siempre en unión de yérdqon («verde»). Se 1
2 Mac 3,11.
trata de unos hongos parásitos pertenecientes a la
familia de los Ustilago tritici, Pers., sin que pueda pre- TOBIBL («mi Dios es bueno»; Twl31iJA; Vg. omite).
cisarse más. Las versiones oscilan entre los diversos Hombre de la tribu de Neftalí, citado entre los antepa-
sinónimos castellanos y traducen por «añublo», «roya, sados de Tobías. No se tiene la seguridad de que se
negrilla» o «tizón». Como todas las desgracias colectivas trate de un nombre auténtico.
el tizón se atribuye a castigo divino. Tob 1,1.
Dt 28,22; 1 Re 8,37; 2 Cr 6,28; Am 4,9; Ag 2,17; cf. Gn 41,6, Bibl.: J. M. BOVER - F. CANTERA, Sagrada Biblia, 5.• ed., Ma-
23.27. drid 1957, pág. 554, n. l.
C.WAU R. SÁNCHEZ

TOAI:I (8ooú; Vg, Tohu). Nombre de un levita TOBIT. Padre del joven Tobías, y personaje princi-
también llamado -+ Náhat en 1 Cr 6,26. pal del libro de su nombre.

TÓB (cbueno»; Twl3; Vg, Tob). Región y ciudad del TOBIT, Libro de. Es uno de los libros deuterocanó-
norte de Galaad, citada en la lista de Thutmosis III nicos del AT. Se narra en él que un piadoso israelita,
(egip. tb) y en las cartas de el-Amárnah (Am. dubu) y de la tribu de Neftalí, fue deportado a Nínive en los
que fue un principado arameo. Jefté huyó a ella y las días, bien de Tiglatpileser (745-727), o en el reinado de
tribus israelitas orientales le buscaron en aquella co- Sargón (722- 705). En el Destierro permaneció fiel a sus
marca - o en la población - cuando quisieron hacer deberes religiosos y se dedicó preferentemente a la obra
frente a los ammonitas1• Cuando Hánün, rey de 'Am- de misericordia de enterrar a los muertos. A partir
món, buscó aliados para luchar contra David, Tób le del capítulo 4 acapara su hijo Tobías la atención del
envió doce mil combatientes (heb. 'is tob), a los cuales autor. Marcha el joven a Rages de Media en busca
derrotó Joab 2 • En el período postexílico, los judíos de de una suma que su padre había prestado a un tal
Tubin o tubienos, es decir, del país de Tób, tuvieron Gabael. Un apuesto joven le acompaña en el viaje, le
que recibir protección de Judas Macabeo a causa de salva de ser devorado por un pez de gran tamaño, le pre-
los ataques de los helenistas 3. El nombre de Tób parece para su matrimonio con Sara y Je devuelve sano a
haber sobrevivido en el-Tayibah, lugar situado al sud- su padre. El fiel acompañante era el ángel Rafael. Al
este de Derá", y cerca de las fuentes del río Yarmük, desaparecer de su vista, padre e hijo, postrados en tierra,
1 Jue 11,3-5. '2Sm 10,6-13. '1 Mac 5,13; 2Mac 12,17. confesaron las grandezas y maravillas de Dios.
Bibl.: ABEL, 11, pág. 10. M. GRANDCLAUDON, Les /ivres des El libro de Tobías fue escrito originalmente en una
Macchabées, en La Sainte Bible, VIII, París 1951, loe. cit. SIMONS, lengua semítica, hebreo o arameo, como parecen con-
§ 257.
firmar no solamente el análisis interno de la obra, sino
T. DE J. MARTÍNEZ
también los fragmentos, en las dos mencionadas lenguas,
encontrados en Qumrán, No es original el texto arameo
TOB 'ÁDÓNIYYÁH («bueno es mi Señor Dios»; editado por A. Neubauer (Oxford 1879), de carácter
Twl3cx6ovías; Vg. Thobadonias). Uno de los levitas que midrásico, ni los textos hebreos publicados por S.
acompañaron a 'Elisiimii' y Yéhórám a enseñar la Ley
Münster (Basilea 1524), F. Fagius (1562) y Gaster
en las ciudades de Judá, por iniciativa del rey Josafat1. (1897). El texto griego se ha conservado en tres recen-
No obstante, quizá haya de anularse en el texto bíblico, siones: l.• texto de By A; versiones sirias, copta, armenia
pues parece ser una repetición de los dos nombres an- y etíope; 2.• texto largo del S, del cual depende la
teriores, 'Ádóniyiihü y Tóbíyáhü.
V.L.; y P texto de los minúsculos 44, 106, 107 y Pa-
1 2 Cr 17,8. rís 609. En un día dictó san Jerónimo su versión (Vul-
Bibl.: Miqr., III, col. 366. gata) a un amanuense. Dudando de su canonicidad, san
T. DE J. MARTÍNEZ Jerónimo hizo la traducción a ruegos de los obispos
Cromacio y Heliodoro «. Modernamente goza de mayor
TOBES (8wl3iJs; heb. y Vg. omiten). Según la LXX, prestigio el texto S, que concuerda con el de los frag-
ciudad de los montes de Judá1. Dado el contexto, debía mentos qurnránicos citados, por creerse que reproduce
de estar próxima a Belén y Jerusalén. Se identifica con un texto más cercano al original.
Sárís, que se halla a 3 km ~l oeste de Qiryat Yé'árim. No es posible determinar el tiempo de su composi-
Jos 15,59 (LXX).
1 ción. Deben descartarse las hipótesis de los que la re-
C. COTS trasan hacia los primeros siglos del cristianismo (Konut,

1037 1038
TOBIT

Neubauer) o algunos decenios antes del mismo (Herzog). se preocupa mayormente de la fidelidad con los datos
El hallazgo de los fragmentos de Qumrán sugieren un de la historia y de la geografía. Partiendo de un núcleo
período anterior al año 100 A.c. Probablemente recibió histórico, ha recurrido a su imaginación para ela-
la forma actual en los siglos m o II A.C. Es imposible borar una narración encaminada a lograr la finalidad
señalar el lugar de composición, Palestina o un lugar didáctica que se propuso como fin. Sería tarea inútil
de la Diáspora, Babilonia o Egipto. Inútil sería preten- querer trazar una línea de separación entre la historia
der determinar el autor que ha compuesto el libro. Del verdadera y el relato fingido. Incluso algunos autores
hecho de que en 1,1-3,6 se emplea la primera persona católicos declaran que no sería impertinente plantearse
han querido algunos deducir que es ésta la parte más la cuestión de si el autor quiso proponer sus enseñanzas
antigua del libro, escrita fundamentalmente por el bajo el velo de una ficción (A. Robert). Según Vaccari,
mismo Tobit o por su hijo Tobías. Sin embargo, no tanto el libro de Tobías como el de la Sabiduría de
creía san Jerónimo que fuera ninguno de los dos el 'Áf:iiqiir pueden clasificarse en el mismo género literario
autor del libro, sustituyendo por ello en su versión, de «novela moral con fondo histórico».
la primera por la tercera persona. El uso de la primera. El autor del libro consulta los acontecimientos de la
en los tres capítulos primeros, es debido a un procedi- antigüedad judía para componer un relato que sea
miento literario. La noticia de 14,6.16 supone que había soporte de una tesis religiosa. Es innegable su depen-
muchísimo tiempo que Nínive había sido destruida: del dencia del Génesis. Así como el libro de Ester esboza
pasaje de 13,11 y sigs., se deducen los años del Cautiverio la figura de Mardoqueo, inspirándose en los capítulos
de Babilonia. Sus analogías con la literatura sapiencial, del Génesis que hablan de José en la corte de faraón,
Sabiduría y Eclesiastés, confirman la impresión de que de la misma manera, el autor de Tobías tiene ·ante sus
el autor del libro vivió hacia últimos del siglo III, o prin- ojos la figura de aquel patriarca. El relato del matri-
cipios del II A.C. monio de Tobías con Sara ha sido escrito teniendo ante
La finalidad del autor es eminentemente didáctica. el pensamiento la embajada de Eliézer en busca de una
Tiende a mostrar la providencia de Dios para con todo mujer para lsaac1• Abraham había dicho a Eliézer:
israelita que permanezca fiel a sus obligaciones religiosas. «Yahweh ... enviará a su ángel ante ti y traerás de allí
Le podrán sobrevenir años de prueba, pero, en el caso mujer para mi híjo»", ángel que en nuestro relato se
de mantenerse fiel, Dios recompensará magnánima- transforma en Rafael («Dios cura»).
mente a su servidor. Tobías es un caso práctico que En el libro se desarrolla la doctrina sobre los ángeles
demuestra que un israelita, aun en medio de las dificul- buenos y malos y la misión que les está confiada. Rafael
tades de la Diáspora, puede vivir según la Ley de Dios. cura; Asmodeo, mata. Pero el demonio solamente
Llevado el autor por una preocupación didáctica, no puede dañar a los que infringen la Ley; por ejemplo, a
los que atentaron contra la ley del
matrimonio"; pero no a los que
se ajustan a ella: «Tómala desde
ahora, según la Ley», dice el ángel
Rafael a Tobías, «pues tú eres su
hermano y a ti se te debe»>, El
ángel malo es un instrumento de la
justicia divina. Rafael guarda a los
hijos de Dios y presenta al Al-
tísimo las oraciones de sus sier-
vos 5•
El autor del libro conoció la
historia de 'ÁJ:.iiqar. Es ésta de
origen babilónico, pero la historia
de este sabio canciller fue conocida
en todo el Próximo Oriente antiguo
y por los judíos, de los cuales se
conserva una copia en arameo en
un papiro de Elefantina (siglo v).
El autor de Tobit resume la moral
de esta historia", acomoda a su fin
algunos puntos de la misma. Pre-
senta a 'ÁJ:.iiqar como sobrino de
Tobit7 y cambia el nombre de Na-
dan en Nádáb •.

Tobit y su hijo fueron llevados al


cautiverio, como los prisioneros de
este relieve hallado en el palacio
de Asurbanipal en Nínive. (Foto
Museo del Louvre)

1039 1040
TOBIYYAH(Ü)

'Ariiq el-Emir. Tumba de los tobía-


das, excavada en la roca, a cuya
familia debió pertenecer Tóbiyyáh
(§ 3), el enemigo de Nehemías.
(Foto J. Starcky)

Por exigencias de los fariseos,


los judíos excluyeron de su canon
el libro de Tobías. Ya en los Pa-
dres Apostólicos se encuentran
alusiones al mismo. La Iglesia ha
reconocido siempre la divina ins-
piración del libro y ha confirmado
la fe en su canonicidad en los
concilios de Florencia (1411),
Trento (1546) y Vaticano I (1870).
AJERÓNIMO, en PL, 29,23-26.
1
Gn cap. 24. 'Gn 24,7. 'Job 7,11.
'Tob 7,12; cf. Nm 27,9-11; 36,1-12,
'Tob 12,12-14. 'Tob 14,10-11. '1,21;
2,10; 11,19. 8 14,10.
Bibl.: R. GALDOs, Commentarium in
librum Tobiae, en Cursus Scripturae Sa-
crae, París 1930. A. MILLER, Das Buch
Tobías, Bonn 1940. A. VACCARI, Tobia,
Florencia 1948. A. CLAMER, Tobie, en
La Sainte Bible, París 1949. J. PRADO,
Historia, enseñanzas y poesías en el libro
de Tobit, en Sef, 9 (1949), págs. 27-51.
R. PAUTREL, Tobie, en LSB (1951). J.
PRIERO, Tobia, en La Sar:ra Bibbia,
Turín 1952.
L. ARNALDICH

'fÓBIYYA.H(Ü) («Dios es bue-


no»; Tw~ías, Tw~ía, Tw~etó:;
Vg, Tobías), Nombre de cuatro
personas mencionadas en el AT:
l. (LXX omite; Vg, var. Tho-
bias). Uno de los levitas que,
por encargo del rey Josafat reco-
rrieron las poblaciones de Judá
para exponer al pueblo la ley
divina 1.
2. Jefe de una familia, cuyos
miembros regresaron de la Cau-
tividad babilónica con Zorobabel, pero les fue impo- món - hay noticias extrabíblicas de la existencia de la
sible probar que tenían ascendencia israelita 2 • familia de los tobíadas, en el período persa, en este
3. Uno de los principales adversarios de Nehemías, territorio -, del que tal vez era gobernador. Bastantes
durante la labor de reconstrucción de Jerusalén, y a especialistas creen que fue el antepasado de los tobia-
quien el gobernante judío impidió que guardara sus das o casa de Tobías que, por medio de Hircano, com-
objetos personales en el Templo. Sekanyah(ü) era su pitió en la obtención del sumo sacerdocio. La voz
suegro y uno de sus hijos estaba casado con la hija de «siervo» puede indicar subordinación a Persia y, en
Mésullám". La tenacidad con que Nehemías se opuso conjunto, que Tóbiyyáhfü) fue gobernador de "Ammón.
a él, tuvo sin duda por base el temor de que tanto 4. Uno de los tres hombres, regresados de Babilonia,
Tóbiyyáhíü) como Sanballat hicieran servir la restau- que, en la visión de Zacarías, aportaron los metales
ración de Jerusalén para consolidar la autoridad de que preciosos en los que se haría una corona para el sumo
disponían en el desorganizado territorio palestino. Se sacerdote Yéhósua='.
ignora si era judío, pero da pie a creerlo no sólo su 12 Cr 17,8. 'Esd 2,60; Neh 7,62. 'Neh 2,10.19; 4,3.7; 6,l.10.
nombre, sino el de su hijo Yéhónátán, el hecho de que 12.17.19; 13,4-8. •zac 6,10-14.
se admitiera en el Templo y las relaciones amistosas Bibl.: F. JOSEFO, Ant . Iud., 12,4. NOTH, 549, págs. 18, 19, 110,
y de parentesco que tenía .con dignatarios hebreos. Se 153. Miqr., III, col. 375. W. F. ALBRIGHT, Archaeology and the
Religion of Israel, 4.• ed., Baltimore 1956, pág. 22.
le llama, sin embargo, el «ammonita» y «siervo»; lo
primero indica que existía cierto enlace entre él y "Am- D. VIDAL

1041 1042
TÓFEL

El nombre de Tóbiyyáh, grabado en


u na de las cuevas sepulcrales de
-Aráq el-Emir. (Foto L. Vestri)

un pueblo y el país por él habi-


tado, que estaba «en el lejano nor-
te»>, Traficaba con caballos de
tiro, corceles y mulos, y sostenía
comercio con Tiro, según Ezequiel,
que le da el nombre variante de
Bét Togarmáh 2• Se identifica con
la ciudad de Asia Menor llamada
Ti! Gatimmu en las inscripciones
asirias, Tegarama en las fuentes
hititas y, modernamente, Gürün,
que se halla a unos 112 km a 1
oeste de Malatiya.
1Gn 10,3; Ez 38,6. 'Ez 27,14.
Bibl.: SIMONS, § 258,

T. DE J. MARTÍNEZ

TOHÜ (8oKÉ [B], 8ooú [AJ; Vg.


Thohu). Nombre de - Náhat en
1 Cr 6,26.

TO'I (et.?; 8oov, 8ovoú; Vg.


Thou). Rey de Hámár, junto al
Orantes, también llamado Tó'ü en
1 Cr 18,9-10. Después de la victoria
de David sobre Hádad'ézer, rey
TOFEL («cal»?; T ocpór..; V g. Thophel), Lugar situado de Soba, enemigo de Tó'I, éste envió a su hijo Hado-
frente a Pá'rán '. Tal vez fuera una etapa del pueblo rám = Joram para felicitar al monarca israelita con
de Israel durante el Éxodo, en relación con el "Arabah. presentes de oro, plata y cobre, que David consagró
Se admite generalmente la identificación con el-Tafílah, a Yahweh1. Probablemente era un soberano hitita.
población de Transjordania, situada a unos 16,5 km 1 2 Sm 8,9-10.
al sudeste del mar Muerto, en un valle bien regado y Bibl.: E. G. H. KRAELING, Aram and Israel, Nueva York 1918,
en el camino de Kerak a Petra, la cual fue una gran pág. 45.
fortaleza de los cruzados. El papiro de Bulaq n.0 3 la T. DE J. MARTÍNEZ
llama dpl (lo, naturales de la región le dan también
el nombre de Óebal) y en ella se efectuaba con Egipto el TOKEN. Ciudad de la tribu de Simeón, según
comercio del asfalto que este último pueblo empleaba 1 Cr 4,32 (- 'Éter).
en la momificación.
1Dt 1,1. TOLA' («gusano de grana»; ac. tultu; Gwr..á; Vg.
Bibl.: ÁBEL, II, pág. 487. SIMONS, § 431 (n. 223). Thola). Nombre de dos israelitas:
R. SÁNCHEZ l. Hijo primogénito de Isacar y fundador de la fa-
milia de los tolaítas1. Sus descendientes eran veintidós
TOFET (heb. ha-tofet, «instalación para el fuego»; mil seiscientos en época de David 2•
TcxcpÉ.S; Vg. Topheth). Lugar en que, en los últimos 2. Hombre de la tribu de Isacar. Fue hijo de Pü'áh
tiempos de la monarquía hebrea, se inmolaban a Molok y vivió en Samir, en el monte de Efraím, donde también
víctimas humanas, generalmente niños, por medio del recibió sepultura. Después de los hechos concernientes
fuego. Estaba en el «va11e de los hijos de Hinnórn», o Ge' a 'Ábimélek, «salvó» a Israel y la gobernó durante
ben Hinnóm, en la confluencia del Wádí al-Rabábi, el veintitrés años 3. La SE no da detalles de su judicatura,
Tiropeon y el Cedrón. El rey Josías lo destruyó y Je- por lo que algunos comentaristas consideran, dada la
remías profetizó que se convertiría en un sitio execrado semejanza de los nombres de los hijos de Isacar y los
(- Infanticidio y Sacrificios humanos). que figuran en los datos biográficos del juez, que éste
2 Re 16,3; 21,6; 23,10; 2 Cr 28,3; Is 30,31-33; 66,24; Jer 7,31-33; careció de existencia histórica; pero es una hipótesis
19,4-6; 32,35. que se apoya en escasos datos y en puras coincidencias
J. A. PALACIOS nominales.
1Gn 46,13; Nm 26,23; 1 Cr 7,1. '1 Cr 7,2. 'Jue 10,1.
TOGARMÁH («áspera», «abrupta»; 8opycxµá, 8cx- Bibl.: NoTH, 1412, págs. 7,230. R. TAMISIER, Le livre desJuges,
ycxpµá; Vg. Thogorma). Uno de los hijos de Gomer, en La Sainte Bible, III, París 1949, pág. 232.
hijo de Jafet, representa, como en otros casos semejantes, J. VIDAL

1043 1044
TOMÁS
TOLAD. Ciudad de la tribu de Simeón, citada en su fiesta el 21 de diciembre, la siria y la griega el 6 de
1 Cr 4,29. - 'Elti'ilad. octubre, y la melkita el 3 de julio.
1Gn 25,24, Esaú y Jacob eran t6mim, «gemelos», 2Jn 11,16;
TOLAÍTAS (heb, [rnispáhat] ha-toki'i; 6fíµos ó 0w- 20,24; 21,2. 'Mt 10,2-5; Me 3,16-19; Le 6,13-16; Act 1,13. 'Jn
71at; Vg. familia Tholaitarum). Miembro de la familia 11,16. 'Jn 14,4-6. 'Jn 20,24-29. 7 Jn 21,2, 'Mt 28,19-20; Act 1,
13-14; 2,1 y sigs.
que fundó Tólá", hijo primogénito de Isacar.
Bibl.: A. E. MEDLYCOTT, India and the Apostle Thomas, Londres
Nm 26,23. 1905. L. M. ZALESKY, Les origines du Christianisme aux Indes,
Mangalore 1915. E. HENNECKE, Neutestamentliche Apokryphen,
TOMÁS (0oµo:s; heb. y aram. ui'am, «ser doble», 2.• ed., Tubinga 1924. E. AMANN, Apocryphes du Nouveau Testa-
«gemelo»1; Vg. Thomas). Recibió el sobrenombre de ment, en DBS, I, cols. 460-533. O. HOPHAN, Los Apóstoles, Bar-
celona 1957 (trad. esp.).
«Dídimo» «t.í6vµos, «gemelo»)2, con el que era cono- T. DE ORBISO
cido entre los cristianos de lengua griega. Ocupa dis-
tinto lugar en los cuatro catálogos de los apóstoles 3 : TOMÁS, Apocalipsis de. Obra apócrifa titulada Re-
el sexto lugar en Hechos de los Apóstoles, el séptimo velatio quae appelatur Thomae Apostoli, según el De-
en Mateo y el octavo en Marcos y Lucas. creto gelasiano, que la condena por heterodoxa. Al
Sólo el cuarto evangelio da algunos detalles de su parecer la emplearon los priscilianitas.
vida, reveladores de su carácter;
Bibl.: P. BIHLAMEYER, en RBén, 28 (1911), págs, 270-282, edi-
1.0 En un momento crítico, anima a sus condiscípu- ción de la recensión más antigua. M. R. JAMES, The Apocryphal
los a seguir al Maestro: «Vamos también nosotros y New Testament, Oxford 1924, págs. 555-562, reconstrucción crítica
traducida al inglés.
muramos con Él»4, lo cual podría ser indicio de cierto
P. ESTELRICH
ascendiente sobre los demás apóstoles.
2.0 En el sermón, después de la Cena, Tomás, con TOMÁS, Evangelio de. Se trata de un apócrifo
espontaneidad un tanto brusca, pide a Jesús una acla- perdido de carácter gnóstico. Hipólito de Roma dice
ración: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo pode- que era usado por los naassenos, secta gnóstica del
mos saber el camíno ?» Y Jesús le respondió: «Yo soy siglo rrA. San Ireneo alude a cierta historia sacada de
el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre un libro en uso entre los marcosianos, la cual está
sino por mí»5• contenida en el capítulo sexto del Evangelio de la In-
3.0 Tomás, escéptico ante el anuncio de la resu- fancia escrito por Tomás B; pero no es seguro que el
rrección de Cristo, protesta que no creerá si no ve y tal libro de los marcosianos pueda identificarse con
comprueba con sus manos la realidad de las llagas del nuestro apócrifo. San Cirilo de Jerusalén e dice que
Crucificado; mas ante la bondad del Señor, que se estaba en uso entre los maniqueos. Parece seguro que
presta a sus exigencias y le requiere a no persistir en el Evangelio de la Infancia según Tomás, que ha llegado
su incredulidad, pronuncia el acto de fe más explícito hasta nosotros, es una simple refundición de este antiguo
y completo de todo el evangelio: «Señor mío y Dios apócrifo, una vez expurgadas las tendencias heterodo-
mío». Jesús, aceptando su fe, declara bienaventurados xas que en él pululaban. Entre los manuscritos gnósticos
a los que, fiados en el testimonio de sus legítimos men- coptos descubiertos el año 1945 en -,. Nag-Hammiidi
sajeros, creerán sin haber visto", aparecen un volumen titulado Evangelio de Tomás>, que
no parece, sin embargo, tener relación con el escrito
4.0 Unos días más tarde, vio Tomás de nuevo al
que nos ocupa, siendo más bien una colección de logia.
Maestro resucitado, cuando, con Pedro y otros cinco
discípulos, se aprestaba a la pesca en el mar de Tibe- APhilosoph., 5, 7, en PG, 16 [III], 313. BAdv. haeres., 1, 22,1,
en PG, 7 [l], 653. ccatech., 6,31, en PG, 33, 593. DCf. H.-CH.
rídes". PUECH, Les nouveaux écrits gnostiques découverts en Haute-Egypte,
5.0 Testigo como los demás apóstoles de la Ascen- en Coptic Studies in Honor of Walter Ewing Crum, Boston 1950,
págs. 104-105.
sión del Señor, y recogido con ellos en el Cenáculo,
recibió el Espíritu Santo y los dones que lo hacían apto Bibl.: H. HENNECKE, Neutestamentliche Apocryphen, 2.• ed.,
Tubinga 1924, pág. 90. A. DE SANTOS OTERO, Los Evangelios
para la misión de predicar el evangelio a todas las Apócrifos, Madrid 1956, págs. 64-67.
gentes 8. A. DE SANTOS OTERO
Aquí acaban las noticias seguras de las fuentes canó-
nicas; sobre el resto de la vida de Tomás se cierne la TOMÁS, Hechos de. Obra apócrifa, perdida en su
leyenda. Los varios escritos apócrifos que llevan su mayor parte, de la secta gnóstica. Se conoce su contenido
nombre (el Evangelium Thomae, los Acta Thomae, el a través de traducciones y recensiones. Refiere, según
Apocalypsis Thomae), así como otros similares con datos ellas, los viajes de santo Tomás por India, sus predica-
de su vida, no ofrecen garantía suficiente de veracidad, ciones, milagros y martirio. Muchos críticos estiman
pues su tenue fondo histórico auténtico, diluido y sofo- que el original fue siríaco y que tal vez se escribió en
cado por la exuberancia de la leyenda, es difícil de Edesa en los primeros años del siglo III de nuestra era.
discernir y aprovechar. La noticia más digna de crédito, Hay dos arreglos, uno griego y otro siríaco del siglo v,
por ser la más antigua y constante, es la que señala debidos a autores ortodoxos, no obstante lo cual, con-
India como campo principal de su apostolado y su mar- servan muchos vestigios de las doctrinas gnósticas.
tirio en Calamina; aún hoy los fieles de rito malabar,
BibJ.: C. TISCHENDORF, Acta apostolorum apocrypha, Leipzíg
«cristianos de santo Tomás», se glorian de haber sido 1866, textos. W. WRIGHT, Apocryphal Acts of the Apostles, 2 vols.,
evangelizados por este apóstol. La Iglesia latina celebra Londres 1871, texto siríaco y traducción inglesa. M. R. JAMES,

1045 1046
TOMÁS

The Apocryphal New Test amen 1, Oxford 1924; reimp. en 1953 (trad. TORRE (heb. migdiil; nvpyos; Vg. turris). Migdiil
inglesa del texto griego).
es la palabra típica que denota «torre» y figura en la
C. COTS
composición de buen número de nombres de lugar. Las
torres aparecen en bastantes pasajes bíblicos: los mo-
TOPACIO. -> Crisólito.
narcas hebreos las edificaron en diversos puntos de sus
dominios, en especial en las ciudades de importancia,
TOPARQUÍA (To1rapxía, Vg. civitas). División te-
tales como Jerusalén, Beisán, Megiddo, Lakis, etc.,
rritorial o distrito que abarcaba una ciudad y sus alre-
aunque no todas se debieron a la actividad de los reyes.
dedores. Demetrio II Nicátor cedió a Jonatán Macabeo,
Los arqueólogos han excavado muchas, entre las cuales
a cambio de un rico presente, tres toparquías; o distritos,
algunas pertenecen al período neolítico, como, p. ej., las
del mediodía de Samaria, cuyos habitantes participa-
de Jericó. Las torres se construían también para vigilar
ban del culto jerosolimitano, no del samaritano rendido
los viñedos, pastos, tierras labrantías, etc. La explora-
en Garizim: Afairema, Rámátáyim y Lydda1. En otro
ción arqueológica ha descubierto líneas defensivas de
pasaje reciben el nombre de vóµo52. Flavio Josefo dice
torres y fortalezas con torres en· 'Ammon, Moab y
que, en la época romana, Judea se dividió en once
Edom.
toparquías: Jerusalén, Gofna, Acrabatene, Tamma, Lyd-
da, Emmaús, Betleptefa, Idumea, Engaddi, Herodion y Gn 11,4; 2 Re 9,17; Cant 4,4; 2 Cr 26,10; Is 2,15, etc.
Jericó. Bibl.: ---+ Arquitectura de la época bíblica.
1 1 Mac 11,28-34. 2 1 Mac 10,30.38. J. A. PALACIOS

Bibl.: F. JosEFO, Be//. Iud., III, 3,5. E. ScHÜRER, Geschichte


des jüdischen Volkes, 3 vols., Leipzig 1901-1909. J. M. LAGRANGE, TORRENTE DEL DESIERTO. Nombre que apa-
Le judaísme avant J.C., París 1913. rece en algunas versiones como traducción de -> Náhal
J. A. PALACIOS hii'Áriibiih.

TOPO (heb. háparpéret ; µáTaia; Vg, talpa). Isaías, TÓRTOLA (heb. tor ; Tpvywv; Vg. turtur). Ave del
en su vaticinio de la gloria mesiánica de Sión, cita al orden de las palomas (Streptopelia turtur), migratoria 1,
hdparpéret+. Corrientemente se identifica con un insec- usada en los sacrificios 2 y purificaciones 3, sobre todo
tívoro de la familia de los tálpidos, sobre todo con el por los pobres, como los padres de Jesús". En poesía
topo, aunque los zoólogos (Tristram, Bodenheimer) Israel es llamado «tórtola de Dios>".
admiten que el topo nunca ha existido en Palestina. 1Jer 8,7. 'Gn 15,9; Lv 1,14; 5,7.11. 'Lv 12,6.8; 14,22.30; 15,
Otra identificación ve en él a la rata-topo, o a la co- 14.19; Nm 6,10. 'Le 2,24. 'Sal 74,19.
madreja. Este último animal (Spalax ahrenbergi) se
llama holed en hebreo. Las versiones antiguas traducen TÓSEFTA. 1. TERMINOLOGÍA. El nombre de to-
por «topo» la palabra hebrea tinsémet (cf. tabla en séftá" que en su forma original debió de ser el plural
-> Fauna). téséfdtii", significa «adiciones», principalmente tannaíticas
1 Is 2,20. al texto de la ley tradicional según la Misnáh, Un tannii'
o maestro, hásif, «adicionó una tradición». La Tóséftá" se
Bibl.: ---+ Fauna.
halla distribuida en cincuenta y nueve tratados y en seis
TÓQEHAT. Kétíb de -> Tiqwiih padre del marido «órdenes» igual que la Misnáh (menos cuatro tratados
de la profetisa Huldáh, en 2 Cr 34,22. misnaicos, p. ej., el 'Ábot) y se basa en báraytot (expli-
cadas por un tanná' biirii' o tannii', que enseñaba sin
TÓQHAT. Nombre variante de ---+ Tiqwiih (§ 1) sujeción a la Misnáh, en oposición al tanná" didán o tanná'
en el libro de las Crónicas. misnaico), que añadía explicaciones y materias de con-
tenido análogo a la hálákáh y a la 'aggadah. La Tóséftá"
TÓRAH (vóuog ; Vg. !ex). Palabra de etimología es una misnáb hisonáh, es decir, una «misnáh externa»
incierta, traducida corrientemente por ---+ ley, que ha (A. Schwarz). Los cabos sueltos de la Tóséftá" pueden
pasado a ser término técnico para indicar, en el judaísmo, ser a menudo coordinados mediante el exclusivo auxilio
el conjunto de los cinco libros del -> Pentateuco, e de la Misnáh.
incluso, a veces, en el NT 1 y en el judaísmo posterior 2. AUTORIDAD. En opinión de R. Yóhanán A ha de
todo el AT. ser atribuida la Tóséftá" al tanná" R. Néhemyáh o mejor
1 Cf. 1 Cor 14,21 con Is 28,11-12. al «medio tanná'» R. Hiyyá" bar 'Abba', discípulo del
compilador de la Misnáh, Serira' Gá'ón, más algunas
TORO DE SAN LOCAS. En medio de las oscila- ediciones posteriores. Pero según Ch. Albeck, un cierto
ciones que encontramos en los autores antiguos a pro- redactor amoraíta desconocido, de época tardía, en
pósito de la atribución a los evangelistas de los cuatro vi- Palestina, compiló en nuestro texto de la Tóséfta" las
vientes 1, la identificación de Lucas con el toro se mantiene báraytát y las tosiifot de varias colecciones elaboradas
siempre firme, con la única excepción del Pseudoatana- por tannaítas diferentes. Según una opinión, los oríge-
sio que lo identifica con el león. El simbolismo se apoya nes, tanto de la Misnáh como de la Tóséftá', parecen
en el carácter sacerdotal de las primeras páginas del retrotraerse a R. 'Áqibii'; en tal caso, representarían
evangelio de Lucas. (-> Águila de san Juan). respectivamente la forma de tradición más condensada
1 Ez 1,5-14; Ap 4,6-10. y más completa; R. Mé'ir adaptó la primitiva de 'Áqiba'
M. SOTOMAYOR y R. Néhemyáh su segundo método en la Tóséftá"

1047 1048
TRABAJO

(J. Lauterbach), o bien pudo haber recogido R. Hiyya TRABAJO. 1. ESTADO DEL PROBLEMA. Desde hace
en la Tóséftá" aquellas partes de la Misnáh no admitidas ya algo más de un siglo, las cuestiones sociales constitu-
por R. Yéhüdáh ha-Násf' como hizo R. Néhemyáh yen unas de las preocupaciones constantes de los pensa-
antes que él (A. Schwarz). En cualquier caso, la Tóséftá" dores cristianos. Sin embargo, los estudios referentes a
tal como hoy la tenemos no fue conocida de los Tal- las bases escriturísticas de una doctrina sobre el trabajo
müdím (Ch. Albeck). se han visto entorpecidos con demasiada frecuencia
por fines apologéticos o necesidades polémicas. Bajo
A Sanhedrin, 86a.
tales perspectivas, los profetas se convertían en refor-
3. CARÁCTER. Los argumentos y explicaciones dados madores sociales, y el «hijo del carpintero» había llevado
en la Tóséftá" eran sin duda alguna familiares tam- a cabo la verdadera revolución. ¿Acaso durante treinta
bién a los redactores de la Misnáh, La Tóséftá" es más años no había santificado el trabajo manual con sus
que simples escolios de la Misnáh, si bien algunas ejemplos? No obstante, con tal razonamiento se podía
discrepancias pueden datar de redactores primitivos (an- afirmar también que había santificado el sueño, la
teriores a R. Yéhüdáh ha-Nási'), o bien de otros posterio- comida y el paseo. Así como Sócrates, Platón y Aris-
res que añadieron sus diversas opiniones, y en ocasiones tóteles, cada uno a su manera, habían rehuido la con-
sentencias contradictorias a la Tóséftá". La disposición dición de los trabajadores manuales y hasta manifes-
diferente de los materiales en los tratados de la Tóséftá' tado cierto menosprecio a ella, Jesús y san Pablo, por
puede ser imputada a errores de escribas, transposicio- el contrario, le habrían aportado su más alta significa-
nes, glosas, también posiblemente a modificaciones pos- ción, su valor redentor. Esto puede ser entendido así
teriores de la Misnáh, etc. La Tóséftá" es más afín al en teología, pero no se debe olvidar que Jesús pidió
Talmüd jerosolimitano que al de Babilonia, aunque a sus discípulos el abandono de los oficios respectivos,
no siempre; no constituye una Misnáh palestinense ni que san Pablo no emitió respecto de la esclavitud las
original (Zuckermandel). declaraciones perentorias que algunos espíritus moder-
nos hubieran deseado. Debe reconocerse, además, que
Bibl.: Ediciones: la división en capítulos varía (421 en el ma- el trabajo ocupa en los evangelios un lugar periférico,
nuscrito de Viena, 428 en el de Erfurt). A partir de la edición prín-
cipe, de· 1521 en Venecia, ha sido impresa la Tóséftá= en las ediciones y que en el NT se habla de él muchísimo menos que en
de las Hiiliikót de Alfasi. H. L. STRACK, Einleitung in Talmud und el AT.
Midrasch, Munich 1921. B. COHEN, Mishnah and Tosefta, Nueva Ello, sin embargo, no quiere decir que debamos
York 1935. A. SPANIER, Die Toseftaperiode in der tanaitischen
aceptar la tesis judía bastante extendida, que pretende
Literatur, Berlín 1936.
O. L. LEHMAN oponer la alegría de vivir del judaísmo a un pesimismo
cristiano y a un menosprecio de los valores naturales
TOTEMISMO. Es una concepcion social-religiosa - tendencias que habrían salido de la doctrina del
de algunos clanes primitivos que se consideraban empa- pecado original -, o la tesis de ciertos protestantes
rentados con un dios a través de un animal que era el para quienes no hay lugar alguno para una teología
protector y el símbolo de tal tronco etnológico. La del trabajo en los evangelios, por cuanto creen que
palabra deriva de totem o «parentela» de los indios el valor supremo de éstos es la escatología. Los re-
meridionales del Canadá. cientes estudios de Alan Richardson, Walter Bienert
Han quedado muy lejos del interés científico e histó- y Richard Vólkl, que dejan a la teología la misión de
rico los afanes racionalistas de finales del siglo XIX elaborar una «ética del trabajo», nos invitan a reunir
con los que W. R. Smith, J. Wellhausen y otros, pre- los datos bíblicos que aseguran al trabajo un lugar
tendían explicar los orígenes de la religión mosaica, efectivo en el ideal completo del hombre nuevo, en el
puesto que ni los nombres de plantas y animales que ethos evangélico. Digamos, además, que no sin motivos
llevan muchos personajes del AT, ni los pretendidos fundamentados se ha pronunciado F. Gryglewícz contra
restos de familia matriarcal, ni la distinción entre quienes afirmaban que los LXX y el NT habían formu-
animales puros e impuros, ni el hecho frecuente de lado una maldición del trabajo manual.
comparar a un hombre o a toda una tribu con un ani-
mal, etc., son argumentos serios para sustentar la hi- 2. VOCABULARIO DEL TRABAJO. En hebreo, el voca-
pótesis totemista de la que no aparecen rastros en la bulario del trabajo es abundante (unas diez palabras) y
religión y sociedad bíblica. Sin embargo, es posible frecuentes (casi 400 veces), y a menudo se aplica a Dios.
que el contacto con otros pueblos semitas introdujese Se menciona, por orden de importancia:
ulteriormente algún abuso en tal sentido y es proba- Ma'dseh. (181 veces), «acción», «comportamiento»1,
ble que la prohibición del tatuaje implique la condena «trabajos", «fruto del trabajo»3, especialmente en los
de alguna práctica totémica. salmos de las obras de Dios.
Mélá'káh. (117 veces), la «misión» o el «cometido»
Bibl.: W. R. SMITH, Animal Worship and Animal Tribes among que se ha de llevar a cabo ', «la obra»", el «negocio»6,
the Ancient Arabs and in the OT, en Journal of Philology, 9 (1880),
págs. 75-100. W. ZAPLETAL, Der Totemismus und die Relígíon
el «comercio»', la «ocupación», la misión de los sacer-
Israe/s, Friburgo 1901. J. HENNINGER, Le probléme du totémisme dotes y levitas 8• En ugarítico y en hebreo, el mlik es el
chez les Sémites, en SPag, 1 (1959), págs. 253-258. mensajero, y, en consecuencia, el que ha recibido una
e.GANCHO orden, una misión, un cometido que llevar a cabo.
Po'al (30 veces), designa el «trabajo, la «obra», el
TO'Ü 0wá, (Oooó ; Vt. Thou). Nombre de -+ To'i, «comportamiento», la «adquisición» 9 y también el «sa-
rey de Hámát, en 1 Cr 18,9-10. lario »!", Advirtamos que estas tres importantes palabras

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TRABAJO

no tienen en sí ningun matiz peyorativo o despreciativo, alta del judaísmo estará encarnada por «el Siervo de
y que las tres se aplican a las obras de Dios. Yahweh», A nadie se le ocurriría escribir «el esclavo
Pe'ulláh tiene los mismos valores que la palabra de Yahweh», Inmediatamente se echa de ver el signifi-
P6'al, y, además, el sentido de «castigo». cado profundamente religioso y noble que asumirá a
En cambio, yégia', procedente de una raíz acadia, veces 6ovi\os, tanto en el AT como en el NT, y por
egü, «cansarse», y en árabe equivalente a «sufrir», en- qué 6ovi\eve1v expresará a veces los homenajes tribu-
globa en su significado las penalidades vinculadas al tados a Dios (cf. F. Gryglewicz).
trabajo P, la fatiga de las manos>. «Demasiado estudio La palabra f:ziiriis formada de una raíz que significa
fatiga (yégi<ah) la carne», dice el Eclesiastés". Puede «cortar», designa toda suerte de artesanos, en particu-
significar la «obra de las manos» 14, el «trabajo ma- lar los metalúrgicos, los fundidores de ídolos, y también
nual»>"; sin embargo, el uso de tal palabra es relativa- los carpinteros.
mente raro (6 veces en este sentido). 'Ámel, que parece destacar el carácter penoso del
Con <ab6diih se indica la práctica de un trabajo coti- trabajo, sólo designa en dos ocasiones a un trabajador.
diano, que puede ser el laboreo de los campos16, un Para indicar los «trabajadores», el hebreo prefiere decir
trabajo de construcción 17, o las ocupaciones sacerdotales, «hacedor de obra», '6seh mélákáh, o «los hombres de
incluida la Iiturgia18• La palabra "ábádáh, pues, se halla obra», >ansé mélákáh, etc.
entre dos realidades opuestas: el trabajo del esclavo 1Gn 44,15; Éx 23,24. 'Gn 5,29. 3Hab 3,17. 'Jon 1,8; 1 Cr
('ébed) y la liturgia ('abodiih); ma'ábád (una vez)19 se 26,30. 'Prov 18,9. 'Sal 107,23. 'Ez 28,16. 'Neh 13,30. '2 Sm
refiere a la acción de los malos; esta palabra se encuen- 23,20; Prov 21,6. 10Jer 22,13. 11Job 39,16. 12Gn 31,42. 13Ecl
12,12. "Job 10,3. "Sal 128,2. "Sal 104,23. "Éx 39,32. 18 Éx
tra asimismo en arameo ", 12,25; Lv 23,7, etc. "Job 34,25. "Dan 4,34. 21Ecl 1,3; 2,10.
El vocablo "ámál expresa muy bien todo el aspecto "Gn 41,51. 23Éx 1,11. "Sal 81,7. 261 Re 11,28. "Gn 3,16.
doloroso del «trabajo» (del latín tripalium, nombre "Prov 10,22; 14,23. "Sal 127,2. 202 Re 22,12; 2 Cr 34,20; en pi.
de un instrumento de tortura). Es una de las palabras 1 Re 1,47; 2 Re 5,6. 30Éx 32,13; Dt 9,27.
preferidas del Eclesiastés21• Los LXX la traducen por 3. EL TRABAJO, CONDICIÓN HUMANA. El Yahwista
KÓ1TOS; a menudo significa pena 22• puede ser considerado el primer teólogo del trabajo.
'Aliliih indica las acciones de Dios, el comportamiento Por un lado, afirma que el trabajo es la condición
del justo y del impío, sin referencia particular al trabajo. terrenal y normal del hombre, por cuanto éste, ya en
Ma'álal se aplica tanto a las buenas como a las el Paraíso, debía «cultivar y conservar» el vergel'.
malas acciones, sin mayor precisión, e igualmente mif'iil. Además, las penalidades vinculadas al trabajo después
En arameo existe además ábidáh. (4 veces en Esd en de la caída no equivalen a una maldición del trabajo
el sentido de «trabajo»), como tal. La situación del hombre, efectivamente, debe
Cabe añadir aquí las palabras que designan la «pres- ser equiparada al castigo de la mujer. Y resulta imposi-
tación personal obligatoria»: Mas, vocablo procedente ble ver una maldición en la obra de la generación huma-
de la forma egipcia ms, que significa «porteador»; na alegando que luego ha ido acompañada siempre de
designa en hebreo el trabajo obligatorio, la esclavitud sufrimiento. La Biblia entera se opone a tal interpreta-
total. Es la palabra empleada en el curso de la servi- ción. En consecuencia, resulta igualmente imposible
dumbre en Egipto para denominar a los vigilantes: ver en el hombre que trabaja al condenado de la tierra.
«jefes de trabajo obligatoriov'". El otro vocablo se El pecado del hombre hizo maldito el suelo, y penoso el
encuentra en la misma frase del Éxodo para indicar su trabajo, pero en modo alguno hizo de éste una maldi-
servidumbre: siblát, con un plural intensivo perfecta- ción. Es el hombre quien hará bueno o malo su traba-
mente caracterizado. La palabra próxima sébel, que jo, que es la condición de su sostenimiento: «comerás
puede designar una carga 24, se halla vinculada también el pan con el sudor de tu frente» 2• A continuación, el
al trabajo obligatorio impuesto por Salomón 25• Yahwista pondrá de relieve la ambigüedad del trabajo
Finalmente, el vocablo "éseb, que indica los «dolores en la historia de Caín y de su descendencia, donde
de parto» en el castigo impuesto a Eva 26, puede referirse los hallazgos humanos aparecen bajo una luz bastante
a un trabajo duro 27 o al pan con él ganado 28• Cabe desfavorable, en la línea de lo maldito. Sin embargo,
hacer notar que esta palabra peyorativa sólo se emplea ese texto donde se encuentran los viejos recuerdos de
raramente. El vocabulario del trabajo, por lo tanto, la época nómada (la Laienquelle de Eissfeldt), con el
no destaca sino excepcionalmente sus aspectos de dureza desprecio del orgullo nómada por los ciudadanos y
y sufrimiento. los agricultores, tiene una gran importancia en el plan
Los trabajadores aparecen designados frecuentemente de la teología y la historia de las religiones. Así como
en la Biblia por su especialidad. Aquí sólo nos fijare- la mayoría de las literaturas antiguas han atribuido las
mos en los términos generales. invenciones a los dioses, aquí son los hombres, y de la
En general, la palabra 'ébed «servidor», «esclavo», raza pecadora de Caín precisamente, los autores de
en la Biblia, lo mismo que en la antigüedad, se aplicaba notables descubrimientos.
a diversas categorías: en principio, al esclavo de un se- La diferencia con los mitos sumero-babilónicos o
ñor, y, además, el súbdito de un rey, pero asimismo a egipcios resulta fundamental en este caso. Advirtamos
alguno de los ministros o altos funcionarios de éste ". aquí el carácter etnológico y primitivo del relato: pas-
Puesto que los orientales concebían a Dios como el tores, músicos y herreros constituyen tres clases de hom-
Soberano, el vocablo podía referirse a la situación del bres notables de la sociedad nómada. Otro indicio de
hombre ante Dios. En este sentido, Abraham, Isaac, la considerable antigüedad de esa tradición proviene
Jacob, eran los servidores de Dios ". Y la figura más de los nombres propios. Según· Dhorme, el nombre de

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Abe! podría quizá proceder de una raíz, ybl, que sig- la bendición y de la voluntad expresada de Dios. Ya Gn
nificaría «guía de rebaños». Las ofrendas del pastor 9,22 anuncia que «siembras y cosechas» forman parte
Abe! son las preferidas por Yahweh, «Larnec presenta del nuevo orden. Día vendrá en que lsaías mostrará
afinidad con lamga, nombre de un dios carpintero de Dios como iniciador de la agricultura 7• ¿Dará acaso las
los sumerios» 3• En cuanto a Caín, «la forma hebrea reglas de la maldición humana? Según nuestro Yahwista,
qayin corresponde a la árabe qayn y a la aramea qayna, «Noé, hombre de la tierra, empezó a plantar una viña» 8•
"herrero"». Finalmente, «el nombre de Métüsá'él co- He aquí un símbolo del orden nuevo, con el incidente
rresponde al asiro-babilónico mutu-sa-ili, "hombre de que recuerda la ambigüedad de las cosas humanas y
Dios"», vale a Canaán una terrible maldición: «[Será para sus
El mismo Yahwista ve en Noé una figura opuesta hermanos el esclavo de los esclavos!» 9• El mundo de
ya a la severa condenación de los primeros padres, y los patriarcas es una familia de trabajadores donde
explica así el nombre de naah: «Éste nos consolará aparece destacada la habilidad de Jacob y de José.
de nuestra labor y del sufrimiento de nuestras manos Ya en la legislación del Yahwista aparece el descanso
provocado por el suelo que Yahweh maldijo» '. Esa sabático y el de las fiestas!". En adelante, la teología
«pena» ele las manos, 'issdbon, se encuentra una sola del trabajo se moverá en la órbita de una teología del
vez en la Biblia, precisamente en la condena de los pri- descanso sabático, que para el pensamiento bíblico
meros padres 5• Se puede hablar,. pues, de un franco representa lo mismo que el asueto (crxo::\rí) para la
pesimismo del Yahwista, pero no de una desesperación cultura griega.
ni de una maldición del hombre en sí mismo: es la tierra 1Gn 2,15. 'Gn 3,19. -cr. Gn 4,18. •Gn 5,29. 'Gn 3,16.
lo que ha sido maldito, lo que es objeto de un trabajo 'Gn 8,21. 'Is 28,23-29. 'Gn 9,20. 'Gn 9,25. 10Éx 34,21-22.
ingrato (para Eissfeldt, ambos pasajes tienen una vieja
«fuente laica», L, anterior a J). Tras el Diluvio, se 4. TRABAJO y DESCANSO SABÁTICO. Sin embargo, es
aclara de nuevo el cielo: «Yahweh dijo en su corazón: en el decálogo del Elohísta donde se proclama: «Traba-
"No volveré a maldecir la tierra a causa del hom- jarás seis días». Aquí se plantea una cuestión: ¿Contiene
bre ... "»•. Este texto resulta esencial para una teología la Tóráh el precepto formal de trabajar? En siete pasa-
del trabajo que, sin escapar a la ambigüedad de las jes aparece el mandato «Trabajarás seis días» 1. El im-
cosas humanas, se hallará en adelante bajo el signo de perfecto hebreo empleado en todos los casos, puede

Relieve de la tumba de Sesi, en Saqqárah, con escenas de la captura de ánades salvajes y cuidado de aves de
corral. (Foto Lehnert & Landrock, El Cairo)

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tener sentido de mandato. No obstante, se ha hecho de Dios: «Tú, Yahweh, me alegraste con tus obras, yo
notar que la expresión figura en el contexto; no se aclamo las obras de tus manosx'",
trata de un precepto aislado, sino de una proposición El trabajo incesante, sin este descanso del sábado
destinada a señalar, por oposición, el carácter necesario y de las fiestas que también lo comportan"; supone,
y absoluto del descanso sabático, que, evidentemente, pues, un obstáculo a tal contemplación de las obras
es el punto culminante del texto: observado el descanso de Dios, puede encorvar hacia la tierra al hombre,
sabático, se puede trabajar durante seis días. Esta ley, quien precisamente debe contemplar los cielos, que
por lo tanto, puede ser simplemente permisiva y no narran la gloria divina. Éste es uno de los grandes ries-
imperativa y con necesidad de precepto A. A juzgar por gos de las realidades de la tierra: el de instalarse en ella
el evangelio de san Lucas, en la época de Jesús la Ley hasta el punto de olvidar a Dios>.
del trabajo de los seis días había llegado a ser impera- Tras el Destierro, el descanso sabático va adquiriendo
tiva. En la Biblia, la prohibición del trabajo en día de cada vez mayor importancia. Se nos detallan los sa-
sábado no proviene de un menosprecio del trabajo, crificios del sábado 13. Prefiguración del gran descanso,
ni del carácter nefasto de ciertas actividades, como se el sábado orientará al hombre hacia. el servicio de Dios:
da en los calendarios babilónicos, que prohibían algu- de una parte, hacia el Templo, el sacrificio y el sacerdote,
nas de ellas en determinados días. El trabajo no es una y, de la otra, en la sinagoga, hacia la lectura meditada
desgracia ni algo irreligioso, a evitar en día de sábado; de la Ley, bajo la dirección y las enseñanzas de sus
es un descanso en la presencia de Dios, lo cual Je convierte doctores. De esta suerte, sacrificio y doctrina regulan y
en el lugar y el momento del encuentro con Dios en el juzgan el trabajo de los seis días; las faltas cometidas
culto de la comunidad. son expiadas mediante el sacrificio, y los escribas de
La razón del descanso sabático del séptimo día ha la Ley, después del sacerdote, orientan la vida del tra-
de buscarse en el valor de plenitud y de terminación bajador (W. Bienert).
atribuido al número siete. Aun cuando entre nosotros Advirtamos que si bien el trabajo en día de sábado
los números no tengan un valor simplemente ope- está sancionado por los castigos más graves!", cabe
racional y cuantitativo, en la antigüedad - todo el afirmar, en honor de Israel, que en la Tóráh no es
mundo lo sabe - lo tuvieron a menudo cualitativo. Así, posible hallar nada susceptible de significar menospre-
p. ej. los números «marginales» que añaden una unidad cio del trabajo o de su valor moral. Lo castigado son
al par (3 = 2 + 1), a su duplicación (5 = 4 + 1) o bien los abusos relacionados con los trabajadores o la nega-
a otras parejas (7 = 6 + 1), (13 = 12 + 1), son unas tiva a trabajar.
realidades muy significativas para los antiguos pueblos. Condena muy severa recae, p. ej., sobre el robo,
En Israel el número siete suele tener un valor de objeto del séptimo mandamiento 15. En la lista de las pro-
plenitud de lo sagrado: Abraham entrega siete ovejas hibiciones del Levítico se halla previsto: «No oprimirás
para garantizar un juramento•; los sacrificios compren- a tu prójimo ni le expoliarás; la paga de tu jornalero
den frecuentemente siete animales", las aspersiones sue- no pasará la noche, hasta la mañana siguiente, en tu
len repetirse siete veces3, el candelabro del santuario poder» 16•
tiene siete brazos 5; siete son los ángeles que se hallan Destaquemos, por fin, el alcance social del sábado.
ante el señor", y siete las alabanzas cotidianas dirigidas El Elohísta habría incluido ya en el descanso sabático,
a Dios•B. junto con la familia, al criado, la sirvienta, al huésped
Profundicemos toda vía más: al reconocer el derecho y hasta el ganado?".
absoluto de Dios sobre el séptimo día, el hombre renun- AF. HuMMELAtffiR, Nochmals der biblische Schopfungsbericht, en
cia a erigirse en dueño absoluto de su trabajo y de su BSt, 3,2 (1898), pág. 111. En el mismo sentido, P. JEDZINK, Die
Arbeitspfticht im A/ten Testament; en Verzeichnis der Vorstellungen
tiempo. El trabajo no puede ser un absoluto. Dios le
an der Akademie· zu Braunsberg ; 1920-1921, Braunsberg 1922, pág. 8.
fija un límite. Mediante la abstención total de su trabajo, BJ. HEHN, Siebenzahl und Sabbat beí den Babyloniern und im A/tell
el hombre reconoce su dependencia radical y confiesa Testament, Leipzig 1907, pág. 129.
a Dios como Señor del tiempo. 1Éx 20,9; 23,12; 31,15; 34,21; 35,2; Lv 23,3; Dt 5,13. 'Gn
En el autor sacerdotal (P), tanto el valor del trabajo 21,30. 3Lv 28,18. 'Lv 4,6. 'Éx 25,37. 'Tob 12,15. 'Sal 119,
164. 'Gn 1,1-2,2. 'Éx 31,17. "Sal 92,5. 11Éx 12,16; Lv 23,4;
como el descanso sabático provienen del ejemplo divi-
Nm 24,16 y sigs.; 29,I y sigs.; Dt 16,8. 12Dt 8,12-18. 13Nm 28,9;
no del Creador, quien actuó durante seis días 8 y des- cf. Ez 46,4-5. "Éx 31,14 y sigs.; Nm 15,32 y sigs. "Éx 20,15.
cansó luego. El hombre, imagen de Dios, queda vincu- 16Lv 19,13; cf. Dt 24,15, que añade la atención hacia el pobre y

lado, por lo tanto, a la actividad creadora divina, que hacia su anhelo del salario. 17 Éx 20, 1 O.
respetó el descanso del día séptimo. 5. UN PUEBLO RNTREGADO AL TRABAJO. La Biblia es
No pasemos por alto un valioso detalle del Éxodo 9• un mundo dedicado al trabajo. No sólo Dios actúa
Se dice de Dios: « ... el séptimo día holgó (sabatizó) y en él sin cesar: también el hombre destaca allí por su
"respiró"» (wa-yinniífas). [Qué antropopatismo en este trabajo 1. Tanto en el AT como en el NT, al hablarse
Dios jadeante que toma aliento! Pero ¿qué otra lección de la mayoría de las grandes vocaciones se nos precisa
y qué consagración más alta del esfuerzo humano que se dan en adultos dedicados a la práctica de un
como del descanso podía imaginar la criatura? El oficio. El pequeño Samuel, David, Juan el Bautista y
Dios de la Biblia no olvidó el descanso. Juan el Evangelista son hasta cierto punto figuras de
El hombre, que ha consagrado seis días a sus propias excepción. Sería interesante conocer el número de lo
obras, debe dedicar el séptimo a las obras de Dios. que llamamos «vocaciones tardías». Recordemos que
El Salmo del sábado (92) hace resaltar muy bien la Jacob trabajó duramente a lo largo de veinte años junto
alegría del descanso sabático, gozo por o para las obras a Lábán. Moisés, David y Amos eran pastores. Gedeón

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Fresco de la necrópolis de Seib 'Abd el-Qurnah, en Tebas, en el que aparecen unos egipcios trabajando y
bruñendo vasos de plata y oro

batía trigo 2 • Elías encontró a Elíseo en su campo, trabajo en las minas y la extracción de las piedras pre-
donde trabajaban doce parejas de bueyes 3. Booz pasaba ciosas-". Y en sus enseñanzas mediante parábolas, Jesús
la noche en la era para guardar gavillas 4• El rey Saúl, las ilustra con un mundo de obreros, dueños, sirvientes,
luego de su elección, volvió a su casa conduciendo sus viajeros y banqueros.
bueyes 5• Y uno de los textos más antiguos de la Biblia Añadamos a esta descripción los vínculos terrenos
habla del «canto de los excavadores de pozos»". de Israel, bien evidentes en el Deuteronomio, con sus
La Biblia da testimonio de unas cincuenta profesio- promesas acerca de una tierra maravillosa. El primer
nes. En ella se habla incluso de artistas constructores hombre, además, ha sido sacado de la tierra, "ádámáh,
del mobiliario sagrado del Arca de la Alianza. Para y ha de cultivar el vergel. La palabra agricultor, agricul-
ello, cierto Bésal'él se ve lleno del Espíritu de Dios, que tor, tiene en hebreo su correspondencia exacta: '6bed
Je depara inteligencia y conocimientos para toda suerte "ádiimiih, «cultivador de la tierra». Los hebreos son
de obras'. Esto demuestra nuevamente que el trabajo gentes seminómadas que progresivamente se irán vol-
humano forma parte del plan divino, y que el arte viendo sedentarias, como lo manifiesta su código de
puede estar al servicio de Dios. leyes más antiguo, el de la Alianza 11. Así, Isaac siembra
A veces, los trabajadores aparecen descritos en el ya en Gérár un trigo que produce ciento por uno 12•
curso de su labor, como ocurre, p. ej., con el fatigado Junto a los egipcios, los hebreos pudieron aprender
herrero 8 • El profeta Jeremías es enviado por Dios a una mucho en el arte de cultivar la tierra y comprender sus
alfarería en pleno proceso de fabricación: «Allí te haré ventajas. La promesa de una tierra, vinculada a los re-
oír una palabra mía> ". En el libro de Job, el elogio de cuerdos de los patriarcas13, consolidará tal orientación
la sabiduría nos depara largas descripciones sobre el y dirigirá en adelante a Israel hacia la agricultura «en

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esta tierra excelente, regada por riachuelos y fuentes, y Egipto, donde éstos habían sido gérim, o sea «refugia-
donde los manantiales brotan en los valles y en las co- dos».
linas; en esta tierra de trigo y cebada, de viñedos e Ya David estableció un censo de los gérim 8 y bajo
higueras, de granados y olivos; en esta tierra de aceite Salomón se contaron 153 600 •. Los críticos discuten
y de miel»14• Como cantará el salmista: «El cielo es el todavía si las prestaciones personales obligatorias de
cielo de Yahweh; pero la tierra la dio a los hijos de Salomón recayeron sólo en esos gérim, en todos los
Adán»?", residuos de los pueblos vencidos, con exclusión de
Sin embargo, esta vida en la tierra está llena también los israelitas '" o si habrían sido extendidas asimismo
de duros trabajos. Numerosos años de la existencia son a éstos, tesis que explicaría las razones del cisma!'.
«fatiga y penalidad»16 (KÓTTOS KO:i rróvoc). El hombre, Tal prestación personal fue organizada en Israel
declara Elifaz, ha nacido para el trabajo duro ('iimii/- por «un jefe de trabajo obligatorio», Ádóniram, quien
KÓTTos), como los aguiluchos para volar ". No obstante, desempeñó este cargo administrativo bajo tres monar-
el Eclesiástico recomienda a su discípulo: «No detestes cas: en tiempos de David>, durante el largo reinado
el trabajo penoso ni el trabajo de los campos instituido de Salomón13, y al principio del rey Roboam. Sin em-
por el Altísimo»18• bargo, este cometido le acarreó tal antipatía que el
Queda perfectamente claro, pues, que el trabajo re- pueblo le lapidó>, El regímen fue descrito por el rey
presenta la voluntad de Dios respecto del hombre. Roboam como sigue: «Así, mi padre os ha hecho
1Sal 104. 'Jue 6,11. '2Re 4,18. 'Rut 3,17. '1 Sm 11,5 llevar un yugo pesado, pero yo lo haré más pesado
'Nm 21,17-18. 'Éx 35,31. 'Is 44,12. 'Jer 18,2-4. 10Job cap. 28. todavía; mi padre os ha castigado con látigos, yo os
nÉx caps. 21-23. 12Gn 26,12. 13Éx 33,3; Nm 16,13. 14Dt 8,7-9; castigaré con látigos que lleven garfios de híerrox".
cf. 2Re 18,32. 16Sal 115,16. "Sal 90,10. "Job 5,7. 18Eclo 7,15.
Después del cisma, la prestación personal obligatoria
6. LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO Y LA PRESTACIÓN no parece haber sido restablecida jamás en Israel, a no
PERSONAL OBLIGATORIA. Conviene hacer notar que el ser por obra de extranjeros16.
primer relato de sabiduría que la Biblia nos ha trans- 1Gn 46,34. 2Gn 41,57. '1 Sm 8,10-17. '1 Sm 8,18. '1 Re 11,
mitido, la historia de José en Egipto, nos muestra el 29-39. '1 Re 12,22-24. 'l Re 11,39. '1 Cr 22,2. '2 Cr 2,16; 8,5.
101 Re 9,20-22; 2 Cr 8,7-9. n 1 Re 11,28; 12,4. 122 Sm 20,24. 101 Re
ejemplo de un «primer ministro» poseedor de la habili- 4,6; 5,14, etc. 141 Re 12,18; 2 Cr 10,18. 161 Re 12,11. 10Lam cap. l.
dad y el espíritu de organización necesarios para llevar
a cabo la distribución del pan, precisamente en el curso 7. LA PROTECCIÓN DE LOS TRABAJADORES Y DE LOS
de un período de hambre. Este relato es tanto más ESCLA vos. Dios interviene en la historia para libertar
notable cuanto que no se refiere al pueblo hebreo sino a un puñado de esclavos; tal es la primera significación
a aquel otro, aborrecido entonces, que vivía a orillas del del Éxodo, y la base del credo israelita: Dios les ha res-
Nilo. La sabiduría, pues, entra en la Biblia bajo el as- catado de la casa de esclavitud de Egipto, bét "ábo-
pecto de prudencia política, y al servicio de un Estado dim': Israel no ha dejado de rememorar este gesto sin
que tenía atemorizados a todos los pueblos pastores, y, precedentes de su Dios: «El que ha sacado al pueblo
por lo tanto, asimismo a los hebreos', pero que sabía de Egipto?», De haber inventado Israel sus orígenes, los
acoger al extranjero. El éxito de José, además, trasciende hubiera imaginado más gloriosos. En esa historia, en esa
las fronteras del país: «De toda la tierra fueron las gen- corazonada de Dios, que «echó sobre los hijos de Israel
tes a Egipto para comprar trigo a José, porque el ham- una mirada benévola y conoció ... »ª, cabe reconocer
bre iba agravándose por toda la tierra»>, En la Biblia, la la lección que repetirán los profetas: Dios no quiere
sabiduría será, por encima de todo, la cualidad ne- abandonar a los suyos a un trabajo abrumador e in-
cesaria a los jefes responsables y a los reyes. No es, digno. La esclavitud propiamente dicha es una mal-
por lo tanto, una simple casualidad que la literatura dición '. Y, no obstante, Israel, como todos los pueblos
de sabiduría esté bajo el patrocinio de Salomón, cuyo de la antigüedad, practicó la esclavitud. Porque de es-
éxito político, aunque discutible, fue impresionante, a clavos, ni más ni menos, debemos hablar, por cuanto
pesar de sus extravíos religiosos. Impresionante por el dueño era su «propietario»>. No olvidemos que en
la prosperidad y la paz de un largo reinado; discutible aquellos tiempos ello integraba «el derecho de gentes».
porque el peso de las prestaciones personales obliga- La Biblia, sin embargo, indica la coyuntura histórica.
torias iba a preparar el cisma de las diez tribus. Cabe En lugar de exterminar por el hérem a todos los cananeos
reconocer que en cuanto a este aspecto, los profetas y a otros pueblos vencidos en el curso de la conquista 6,
salvaron el honor de Israel. Antes de tal abuso, el profeta Israel prefirió convertirlos en una masa de mano de obra.
Samuel había predicho al pueblo que la prestación Aun los mismos gabaonitas, astutos y perjuros, fueron
personal y las imposiciones eran la suerte que les espe- condenados a la condición de gérim, o sea «refugiados»,
raba si se escogían un rey «como las otras naciones»3• como también los hebreos habían sido gérim en Egipto'.
Precisó incluso: «Aquel día os exclamaréis a causa del Constituían otra cantera de esclavos los prisioneros
rey que habréis escogido, pero Yahweh no os contestará de guerra 8 y los deudores insolventes que se vendían
aquel días '. Y la profecía de 'Ál:úyyah de Silóh a Jero- a sí mismos o vendían a los suyos 9• De hecho, al regreso
boam", ya en pleno reinado de Salomón, y, después de del Destierro un recuento da la cifras de 42 360 hombres
su muerte la de Sema'yah, el hombre de Dios", demues- libres y 7337 esclavos y siervas-".
tran que el Señor deseó el cisma para «humillar a la No obstante, en la época de los patriarcas, un es-
descendencia de David»'. En realidad, Salomón haría clavo era algo no precisamente desdeñable. Eliézer, el
conocer a los descendientes de los antiguos pueblos de 'ébed de Abraham, es llamado «mayordomo», o · «ad-
Canaán una suerte análoga a la de los hebreos en ministrador» (mase[) de los bienes de su dueño, y él

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es quien heredará ; él es, también, el encargado de No se podía tratar injustamente a un esclavo, ni
ir en busca de una esposa para el hijo de Abraham". mucho menos darle muerte, sin exponerse a los rigores
Más tarde todavía, en la época de los reyes, «un criado de la Ley 30•
sensato ('ebéd maskil¡ prevalecerá ante un hijo de quien Corresponde también a los profetas el mérito de haber
cabe avergonzarse, y participará en la herencia con los defendido al gér y al rea'31.
hermanos de éste»>. Un esclavo podía llegar a ser preceptor de niños32,
Es necesario reconocer que la ley israelita favoreció heredar a falta de hijos libres33, coheredar juntamente
en extremo la emancipación y el rescate de los esclavos. con éstos> e incluso alcanzar una posición envidiable35•
Estableció una completa legislación protectora de los Añadamos una previsora solicitud del Deuteronomio,
trabajadores y propuso la asimilación a la familia y al que a fin de evitar accidentes (en particular los que
culto comunitario. afectan al trabajador), determina que, al edificarse una
En cuanto a la emancipación, debía ser aplicada casa nueva, deberá construirse una baranda protectora
obligatoriamente a los hebreos el séptimo año>, Pero en el techo 36•
esta ley no fue observada siempre, tal como lo certifica Así como en toda la literatura surnero-acádica no se
Jeremías 15• encuentra protesta alguna contra la esclavitud, la Bi-
Respecto de la asimilación progresiva del esclavo a la blia, aunque no condene una institución fundamentada
familia y a la comunidad, cabe decir que se procuraba en el derecho de gentes de la época, recuerda con el
llevarla a cabo: «El esclavo hebreo era miembro de autor de Job, mucho antes que Séneca, la igualdad na-
la familia y tratado en calidad de tal, y con frecuencia tural sobre la que descansan los derechos del esclavo
veía escuchados sus consejos» 16 (Benzinger), Como y de la sierva: «¿No es acaso el mismo Dios quien nos
miembro de la familia, era admitido paulatinamente al ha hecho a los dos ?» 37• Más claramente, Arnós condena
culto familiar. Debía serles respetado el descanso sabáti- el tráfico de esclavos, y, por ello, profiere la maldición
co'", Por Pascua, eso sí, a condición de haber sido pre- contra Gaza y Tiro 38• Joel reprochará lo mismo a los fi-
viamente circuncidado, incluso el hijo de extranjero (ben listeos y a los fenicios 39• Tiro se ve así acusada también 40•
ne/car) podía participar en el ágape 18• En la plegaria de Sa- Se debe, pues, concluir que Israel actuaba de manera
lomón, el extranjero (nokri) es admitido en el Templo!"; distinta. Con la escuela sacerdotal (P) llegará a esta-
sin embargo, es posible que se trate en este caso de «una blecer el principio supremo de tal proceder. En un pri-
visión de futuro» (De Vaux), por cuanto, según Ezequiel, mer tiempo se había proclamado ya amar al prójimo
ningún ben ne/car era admitido en el Templo 20• En la como a sí mismo; pero este prójimo era sólo el com-
Fiesta de las Semanas (nuestra Pentecostés) debían parti- patriota. Y, así, llegóse a precisar: «Aun al refugiado,
cipar el esclavo, la esclava, el levita, el peregrino (ger), y hasta al mismo indigenas v.
el huérfano y la viuda 21• Lo mismo ocurría en la fiesta 'Éx 6,16; Dt 6,21; 16,12, etc. 'Jos 24,17; Am 2,10; 3,1; Miq
de los Tabernáculos 22: aquí el Deuteronomio invocaba 6,4; Sal 71,11. 'Éx 2,25. 'Gn 9.25; Jos 9,23. -cr, Éx 21,21.
el recuerdo de la condición de esclavos ('ébed) a que 'Dt 7,2; 20,13; Nm 21,7. 'Jos cap. 9; cf. Éx 22,20; 23,9; etc.
los mismos hebreos habían sido sometidos en Egipto 23• 'l Sm 30,3. '2 Re 4,1. 10Esd 2,64. "Gn 24,2; cf. 15,2. "Gn
24,53. 13Prov 17,2. "Éx 21,2; cf. Dt cap. 15. "Jer 34,8-16.
Un hombre libre podía casar a su hijo con una escla- 16
1 Sm 9,6; 15,14 y sigs. "Éx 20,10; 23,12; Dt 5,14. "Éx 12,44.
va 24; y tras el Destierro vemos que un hebreo da su "1 Re 8,41 y sigs. 20Ez 44,7.9. 21Dt 16,11. "Dt 16,13. "Dt
hija a un esclavo egipcio 25• Existía una legislación espe- 16,12. "Éx 21,9. 262 Cr 2,34-35. 20Lv 25,47-54. "Lv 25,39-40.
28
Dt 23,16-17. "Dt 23,16. 30Éx 21,20-21.26-27. 31Jer 7,5-6; 22,
cial para el israelita, pobre o arruinado, que se veía 15-17; 34,17-19; Ez 22,7.12. "Prov 17,2. "Gn 15, 3. "Prov
en la necesidad de venderse a sí mismo como esclavo 17,2. "2Sm 9,2.9-10. "Dt 22,8. "Job 31,13-15. 38Am 1,6.9.
a un ger wé-tosáb, «un peregrino residenciado» en "JI 4,6. "Ez 27,23. "Lv 19,18.34.
Israel 26• Esto demuestra la prosperidad y los derechos 8. VALOR DEL TRABAJO Y APRECIO DE LOS TRABAJA-
de que disfrutaban tales extranjeros domiciliados, a DORES. Si el trabajo representa la voluntad de Dios1,
pesar de los privilegios concedidos en el citado caso el trabajador debe tratar de cumplir esta voluntad,
al esclavo hebreo. Si un israelita se vendía a otro, no tener rectitud de intención. En la historia de la torre
podía obligársele a un trabajo de esclavo, antes bien, de Babel, no se nos dice si los constructores conocían
debía ser tratado como un jornalero (sakir) o un resi- su oficio; sólo se descubre su intención: «Edifiquemos
dente (tosiib) 27 • una torre cuya cúspide llegue al cielo y nos crearemos
Añadamos todavía algunos extremos de la legislación. un nombre ... »2 Aquí podríamos añadir todas las sáti-
El derecho de asilo respecto de un esclavo fugitivo sólo ras dirigidas contra los que hacían ídolos. No se dice
se encuentra en Israel 28• Los códigos orientales, por el de ellos que sean malos artistas; pero «si el Señor no
contrario, intentaban hacer fracasar las evasiones de construye la casa, en vano trabajarán quienes la cons-
esclavos amenazando al encubridor con diversas penas, truyan»".
y estableciendo recompensas para quienes entregaran a El autor del Eclesiastés comprendió bien, asimismo,
un esclavo fugitivo: dos siclos de plata en los códigos «que todo trabajo y toda habilidad en la obra mueve
de Ur-Narnmu y de Hammurabi; los hititas graduaban la envidia del hombre contra su prójimox '. A su vez,
la recompensa de acuerdo con la distancia. El Código el autor de Job, al anunciar el final del triunfo del
de Hammurabi establece la pena de muerte para quien malvado, observa agudamente: «Perderá esta cara rego-
haya favorecido la fuga de un esclavo del palacio, así cijada por la percepción de sus ganancias, este aire
como para el encubridor (§§ 16 y 18). En Israel, en satisfecho del tiempo de los buenos negocios» 8•
cambio, el esclavo no era devuelto, y ni siquiera podía El vocabulario del trabajo conoce también las acep-
ser molestado 29• ciones de carácter piadoso, de suerte que se dirá del

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«Siervo de Yahweh»: «a causa de la pena (literal- devuelve toda la dignidad que su antítesis quería arre-
mente: «a causa del trabajo») experimentada por su batarles '".
alma>". El Deuteroisaías se valdrá de las palabras 1Éx cap. 20; Sal 104,19-24; Is 28,23-29. 2
Gn 11,4. 3Sal 127,1.
yaga' y 'abad, «servir, trabajar al servicio de alguien», •Ecl 4,4. 'Job 20,18. 'Is 53,11. 'Is 43,24. 'Is 65,22. 'Prov
22,29. "Sal 128,3. 11Prov 12,24. 12Prov 12,27. 13Prov 10,4,
pero también «penar». Aun cuando Yahweh tenía 142 Re 24,16; Jer 29,2. 15Eclo 28,24-29,11. 10
Eclo 38,34.
derecho a hacer «penar» a Israel, es, en cambio, su
pueblo quien Je hace penar por sus «pecados» 7 • 9. PREVENCIÓN CONTRA LA OCIOSIDAD Y LA PEREZA.
La esperanza de los piadosos es el mundo futuro, Al hablar de la pereza, el autor del Eclesiastés elige el
donde «no trabajarán ya más en vano» 8 • El Apocalipsis dual, para indicar así una pereza completa ( «de ambas
de Baruc siríaco promete que en la época escatológica manos»)1•
el trabajo se llevará a cabo sin pena humana (Bar. En tanto los profetas ignoran al perezoso y defienden
Syr, 74,1). a menudo la causa de los pobres, los sabios destacan
Sin embargo, ya en el mundo actual tiene el trabajo que frecuentemente la miseria de éstos es el resultado
también su retribución, su recompensa. Proporciona de una pereza culpable.
al hombre no solamente su alimentación, sino también El perezoso no sólo es nocivo para sí mismo, sino
el éxito: «¿Ves a un hombre hábil en su obra? Per- a la vez desagradable a los demás, como el vinagre a
manecerá ante los reyes ... »•. los dientes y el humo a los hojos 2• En ese Oriente de casas
El salmista llega incluso a asociar audazmente el de ladrillo y techos de tierra apisonada, «cuando las
trabajo penoso de las manos (yegi'a) con las dos pala- manos son perezosas, el maderaje cede; cuando las ma-
bras «beatitud» y «dicha»: «Del trabajo de tus manos nos aflojan, la casa gotea»3• El perezoso corre hacia la
obtendrás beatitud y dicha para ti»!", ruina 4; es algo despreciable 5• El perezoso no tiene
El trabajo da no sólo éxito humano ", sino también presa que asar"; al contrario del diligente, no puede
acceso a la riqueza: «La indolencia carece de presa que satisfacer sus deseos (literalmente: el alma)7, y su ca-
asar, pero la diligencia es un bien precioso para el mino es como un seto espinoso". No se preocupa de
hombrex'": «La mano perezosa empobrece, pero la de trabajar en otoño, y no tendrá nada en casa.". Su campo
los diligentes enriquecev'". está lleno de ortigas, su viña de cardos, y su muro está
El valor de los trabajadores hebreos fue reconocido en ruinas".
incluso por los extranjeros. Ya en la época de lsaías, La descripción del perezoso resulta pintoresca: «El
el monarca asirio Senaquerib, en su famosa inscripción perezoso se dice: "Hay un león afuera, moriré en las
referente al asedio de Jerusalén (Prisma Taylor), se calles?»!'. Se revuelve en su lecho como la puerta en
jacta de haber obtenido de Ezequías «treinta talentos sus goznes!"; no sabe levantarse, y, así, permanece
de oro, ochocientos talentos de plata, piedras preciosas, con los brazos cruzados13 y no quiere ponerse a trabajar+";
antimonio (?) ... camas y sillones decorados con mar- hasta llevarse la mano a la boca Je parece fatigoso15,
files, colmillos de elefantes, maderas de ébano, cajitas pero se cree más sabio que siete consejeros>. Se le
de madera y toda suerte de tesoros». Esto indica la pre- menciona el ejemplo de la hormiga?". La mujer fuerte,
sencia de los correspondientes artesanos en Jerusalén, en cambio, no come el pan de la ociosidad18•
atestiguada, además, por Isaías al detallar el lujo de Por desgracia, hay en el Eclesiástico una página extre-
las grandes damas. madamente sombría acerca del comportamiento que
Cuando Nabucodonosor deportó, por vez primera, debe observarse con relación a los esclavos: si se resisten
a lo mejor de Jerusalén, halló en la ciudad a un millar al trabajo, podrán ser sometidos a la corrección, al
de herreros y cerrajeros". tormento y a los grillos '". Digamos, no obstante, que
Al hablar de la estimación del trabajo manual, debe el Eclesiástico recuerda al dueño: «No hagas nada
citarse, no obstante, la nota discordante del Eclesiás- contra la justicia» 20•
tico, quien nos dejó una sátira de los oficios en favor 1Ecl 10,18. 'Prov 10,26. 'Ecl 10,18. 'Prov 6,6-11. 'Eclo 22,
de la sabiduría del escriba, y de la cual conocemos 1-2, 'Prov 12,27. 'Prov 13,4. 8Prov 15,19. 'Prov 20,4. 10Prov
hoy la inspiración extranjera15• Egipto poseía una obra 24,30-31. 11Prov 22, 13; 26,13. 12Prov 26,14. 13Pro 6,9-10. 14Prov
21,25. 15Prov 26,15. 18Prov 26,16. 17Prov 6,6. 18Prov 31,27.
literaria de este género conservada desde la XVIII di- 19 Eclo 33,25-29. "Eclo 33,30.
nastía; sin embargo, ya desde el principio se interfiere
la influencia griega: «La sabiduría del escriba se ad- 10. TRABAJ0 Y SALARIO. En los primeros tiempos,
quiere en las horas de ocio», evxaipía axoi\fís- Aquí el salario podía pagarse en especies. Jacob sirvió a
puede reconocerse este valor esencial de la cultura grie- Lábán durante siete años para obtener a Raquel";
ga: axoi\r¡. Es la primera y única vez en que el vocablo engañado por Lábán, sirvió otros siete para conseguirla 2 •
aparece como terminus technicus. Desde Píndaro, es una A esos catorce años añadiría seis más para llegar a
palabra privilegiada de la lengua griega, destinada a poseer un rebaño 3. En Éx 2,9, la hija del faraón promete
designar el ocio, en particular el ocio dedicado al estu- un salario a la nodriza del pequeño Moisés.
dio, y posteriormente también la escuela, donde se No obstante, antes de la legislación deteronómica no
encuentra al maestro. El autor del Eclesiástico opondrá se habla de salario para obrero. Sabemos, sin embar-
a ese «ocio fructífero» del sabio las mil ocupaciones go, que un esclavo podía poseer cierto dinero; el ser-
absorbentes de los trabajadores manuales, quienes no vidor de Saúl disponía de un cuarto de siclo de plata 4•
encuentran jamás el tiempo necesario para estudiar la El Deuteronomio reclama una especie de salario
Ley. Sin embargo, reconoce que esos trabajadores cotidiano garantizado: que el mismo día se dé su sa-
«sostienen la creación», y con estas dos palabras les lario «al jornalero pobre o .indigente (sakir "áni we-

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"ebyon), ya sea uno de tus hermanos o de tus huéspe- no !e dejarás partir con las manos vacías; cargarás
des que se encuentran en tu país, en tus ciudades» 0• en sus espaldas, como regalo, algún producto de tu
Los profetas protestaron con vehemencia contra quie- rebaño, de tu era, de tu lagar; le darás según te haya
nes retienen el salario ", porque un jornalero «espera bendecido Yahweh, tu Dios»14. Tal comportamiento es-
su salario» 7• taba prescrito en recuerdo de la liberación de Egipto P.
La situación comunitaria repercute sobre los asala- El monoteísmo judío descubría en este caso que Dios
riados. Al regreso del Destierro, se advierte que faltan practica y reclama algo que supera la justicia.
los salarios; pero Dios dará la prosperidad a su pueblo 8 . 1Gn 29,15-18. 'Gn 29,27-28; 31,7.41. 'Gn 31,41. 'l Sm 9,8.
La situación era tan inestable que «el asalariado tiene 'Dt 24,14; cf. Lv 19,13. 'Jer 23,13; Mal 3,5; cf. Sant 5,4. 'Job
su salario en una bolsa agujereada»•. Tobías promete 7,2. 'Zac 8,11-12. "Ag 1,6. 10Tob 5,4. "Mt 20,8. ªJn 4,36.
1'Lc 10,7. "Dt 15,13-14. 16Dt 15,15.
un salario al guía de su hijo?". Todo ello prueba la exis-
tencia de un largo régimen de trabajadores asalariados, ] 1. CONCLUSIÓN ACERCA DEL TRABAJO EN LA BIBLIA.
al que alude Jesús en su parábola de los viñadores+ Así como los seis días creadores de Dios culminan
y al evocar el salario del segador". Jesús aplicará el en el descanso y la santificación del séptimo, así también
principio a los apóstoles: «Pues el obrero merece su sa- el trabajo del hombre se encuentra en el ámbito del
lario»!", sábado. Situado al frente de la creación, responsable
Pongamos fin a ese estudio del salario con una pres- del poblamiento y la explotación de la tierra, el hombre
cripción muy propia del espíritu de fraternidad del Deu- durante seis días, domina la materia y los animales
teronomio: «Al dar la libertad a un esclavo hebreo, y el séptimo confiesa el absoluto señorío de Dios sobre

Fresco procedente de la necrópolis de Deir el-Medinah, con escenas de blanqueo o teñido de lienzos

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su persona, su tiempo y su actividad. El trabajo y el que no puede imponerse la esclavitud a un hebreo


dominio de la materia es para el hombre, pero el horn- caído en la miseria 5•
- brees para Dios. El hombre imita y acaba la creación, 1Gn 1,26-2,4. 'Gn 1,28. 'Dt 18,10-1 l. 'Lv 25,41. 'Lv 25,39.
pero para entrar en el descanso divino. En todo ello
se realiza su vocación de imagen de Dios, dirigida a la 12. EL TRABAJO EN GRECIA Y EN EL JUDAÍSMO. En la
pareja humana 1. En su vocación de dominio del mundo, antigüedad grecorromana clásica, la vida pública, el
el hombre y la mujer han sido bendecidos por Dios2 . arte, la cultura y los deportes ocupaban un lugar tan
La descripción del Paraíso como Edén muestra que el importante que prácticamente no permitían al ciuda-
trabajo, en cuanto expresión de la voluntad de Dios, dano ocuparse en trabajos manuales. Discutir de forma
es anterior al pecado de Adán. El Decálogo, por lo competente sobre los asuntos del Estado y participar
tanto, aporta menos el precepto de trabajar que el en ellos personalmente era la base de todos los honores,
reconocimiento del hecho del trabajo cotidiano como méritos y dignidades. El trabajo destinado a satisfacer
ley natural; en este aspecto es más bien indicativo que las necesidades vitales era encomendado a los campesi-
imperativo (A. Richardson). En la condición de deste- nos, pequeños comerciantes y esclavos, que integraban la
rrados, hay penas que afectan la existencia del hombre tercera clase social y cuya actividad, no obstante, ase-
y de la mujer sin afectar la dignidad del trabajo y del guraba la subsistencia de las dos clases superiores: la
parto; sin embargo, el sudor, las zarzas y los cardos de los maestros, constituida por los filósofos, y la de
hacen penoso el trabajo, por lo que el hombre necesita los militares; de hecho, todo ciudadano era defensor
una orden y unas amenazas para dar con el verdadero de la ciudad. Recordemos aquí hasta qué punto en
descanso. nuestra sociedad, todavía, es considerada la enseñanza
El hombre, culpable, pecador sigue siendo capaz de técnica inferior a las «humanidades»; la abundancia de
invenciones (descendencia de Caín), pero el trabajo universidades muestra cómo la escuela técnica sigue
puede enfrentar al hombre contra Dios (Babel) o contra siendo el pariente pobre. Esta diferencia de apreciación
su hermano (esclavitud). El monoteísmo, que impone fue llevada por el mundo antiguo hasta el divorcio
al hombre el reconocimiento del exclusivo señorío del radical.
Dios único, le impide convertirse en dominador de su En Gorgias, Platón hace decir a Sócrates que en la
hermano (Decálogo). buena sociedad es absolutamente imposible imaginar
El ethos del trabajo, esta situación del hombre, ima- que alguien dé a su hija en matrimonio al hijo de un
gen del Creador, ante su Dios, necesitará una ética del ingeniero (µr¡xavo-rro1ós), ni aun cuando las máquinas
trabajo, cuyos primeros jalones quedarán fijados por de guerra construidas por este último hayan salvado a
la Ley, los profetas y los sabios: prohibición de la alie- la ciudad e.
nación y de la explotación por el trabajo (Egipto y El mismo Platón en el libro tercero de República,
descanso sabático), derechos del esclavo, emancipacio- asocia enojosamente «la canalla y los artesanos manua-
nes, protección, salario garantizado, y también pros- les» (Tovs q,av;\ovs TE Kai XEipoTéxvas) y juzgaba propio
cripción de algunas profesiones". Sin embargo, el ejem- de un hombre bien nacido menospreciar el trabajo B.
plo y la influencia de los griegos parecen haber pesado Aristóteles considera que «el Estado, si está consti-
enojosamente en las concepciones del autor del Ecle- tuido como es debido, jamás admitirá a un artesano en
siástico, y hasta cierto punto en los traductores griegos el número de sus ciudadanos». A sus ojos, la condición
de la Biblia. de artesano es «una esclavitud limitada». Aristóteles,
Israel practicó la prestación personal obligatoria y la además, desprecia no solamente el trabajo manual, sino
esclavitud, bajo la presión de las necesidades económicas también el comercio, la banca y cuantas ocupaciones
y, más aún, del «derecho de gentes» de la antigüedad, sirven para ganar dinero. Entre los griegos del período
que admite como institucional la esclavitud del prisio- clásico, únicamente los médicos disfrutan de cierta
nero de guerra y del deudor insolvente. Pero a la luz consideración, que en la época helenística irá aumen-
del monoteísmo, que sólo admite un Dueño absoluto, tando. Para Aristóteles, el privilegio del hombre libre
y de la experiencia habida durante la servidumbre en no es la libertad sino la ociosidad, que tiene por coro-
Egipto, Israel comprendió que la condición proletaria lario el trabajo forzado de los demás, o sea la esclavi-
no es solamente una situación de debilidad económica tud. El esclavo es necesario por la misma razón que la
sino también, y ante todo, una alineación moral, un herramienta. Aristóteles veía en él a una necesidad
atentado a los derechos del individuo. Sin suprimir la natural: «Hay trabajos a los que un hombre libre no
institución, Israel procuró transformar al esclavo en ser- se puede entregar sin degradarse; por ello, la naturaleza
vidor, lo cual significa en este caso miembro de la ha producido una especie de seres, los esclavos, cuyo
familia, digno del matrimonio, a quien puede darse cuerpo está destinado a sufrir por nosotros». Según
la propia hija por esposa, y a quien se hace participar Aristóteles, el esclavo es una parte del dueño, una parte
en el descanso y la alegría de la Pascua, de las fiestas de su cuerpo, viva aun cuando separada. En conse-
y del sábado. Indiscutiblemente, Israel inició un mejo- cuencia, «todas las ocupaciones manuales carecen de
ramiento de los trabajadores. En la nueva idea que su- nobleza, y es imposible que nadie que cultive la virtud
pone el año jubilar, año de emancipación obligatoria pueda vivir la existencia de un obrero o de un jorna-
de los esclavos hebreos, la liberación afectaba no sólo lero» 0 .
al trabajador sino también a toda su 'familia, y ten- Por su parte, Herodoto P señalaba ya como un hecho
día a restituirle «la propiedad» de sus padres", Dentro indiscutible este menosprecio de los helenos hacia las
mismo de la nación, esta legislación sacerdotal prevé artes mecánicas.

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Las pinturas de vasos con figuras negras que nos re- yeron siempre un profundo significado al poder de fer-
presentan a obreros en el trabajo muestran en el taller, tilización de la tierra. Los misterios griegos más céle-
sentado o de pie y en un buen lugar, a un personaje bres y refinados conservaron hasta el fin ese carácter
bien vestido que hace un ademán imperioso con una agrario. Y puesto que todos los inventos procedían de
caña: es el dueño. En compensación, debemos agra- los dioses, la vieja mentalidad, que persistiría hasta
decer a los filósofos griegos el descubrimiento del valor más allá del paganismo, veía en el trabajo un conjunto
intrínseco y gratuito de la ciencia y de la metafísica. de ritos y costumbres de origen divino que repetían
Platón no quería que un maestro· aceptara dinero. La los ejemplos ofrecidos por los dioses y los héroes (H.
sabiduría es un valor en sí que no puede estar subordi- Armstrong).
nado a la necesidad económica. Sin embargo, este co- A PLATÓN, Gorgias, 512 C; cf. 511 C-513 C. BPLATÓN, Rep.,3,
nocimiento era abstracto, teórico y conceptual. Este des- 405 A; 6,54. CARISTÓTELES, Politeiai, 1,2,20; 1,3; 2,6; 3,5; 7,9;
precio griego hacia las ciencias no teóricas pudo relegar íd., Ética a Nicómaco, 7,13,1161 b. DHERODOTO, Hist., 2,167.
E Cf. V. EHRENBERG, Der Staat der Griechen, Zurich 1965, pág. 37.
voluntariamente al olvido numerosos inventos de Ar- F JENOFONTE, TTÓpo1 4,14. GCf. PLATÓN, Leyes, 6,776 B-777 E;
químedes y Pitágoras, y probablemente el de la máquina ARISTÓTELES, Politeiai, 1,3-7. HCICERÓN, De officiis, 1, 42. 'CICE-
de vapor llevado a cabo por Herón de Alejandría (ca. RÓN, De provinciis consularlbus, 5,10.

120 A.c.). El profesor A. Aymard, célebre historiador, 13. EL VOCABULARIO GRIEGO DE LOS LXX Y DEL NT.
considera, pues, que lo que durante más tiempo retardó El desprecio de los griegos hacia el trabajo manual
la abolición de la esclavitud en la antigüedad fue no quedaba reunido en un adjetivo de su lengua: j3áva:vo-os,
tanto la mala organización económica, como ese des- adjetivo que se halla ausente en los LXX y en el NT.
precio de los griegos para los técnicos y sus inventos F. Gryglewicz niega que las otras palabras griegas
mecánicos. de los LXX o del NT hayan introducido o acentuado
En cuanto al número de estos esclavos, las aprecia- un matiz despreciativo del trabajo manual (en contra
ciones más recientes dan todavía masas considerables. de Bertram y Mauris). El grupo de palabras notEiv-
En Atenas, hacia el año 300, una población calculada rroinuc, de ningún modo peyorativo en la lengua clásica,
entre veintiocho y treinta mil habitantes parece haber destacaba el aspecto creador y la novedad del objeto,
contado con una cantidad de esclavos que oscilaría no el esfuerzo de ejecución (cf. noír¡ms, rrorrrrnc).
entre los sesenta y los cien mil. Durante el mismo siglo, En los LXX, como en griego clásico, epyov, épyál;E-
debió de haber en España de ciento cuarenta a dos- o-Sm y Épya:TTJS expresan la idea general de actividad, sin
cientos mil hilotas para dos mil quinientos o tres mil una especificación particular. Sólo el AT les habría
ciudadanos P, Un ciudadano rico de Atenas podía por dado un sentido específicamente religioso, desconocido
sí solo tener ocupados a mil esclavos en las minas de en otros ambientes (Bertram).
los montes de Tracia F_
El grupo rrpóocsrv, npa~1s, npayµa: «designa una
Así como los principales filósofos griegos llegaron actividad tendente a un fin y destaca el papel de la per-
incluso a considerar que los esclavos ni se distinguían sona que actúa, pero no se refiere a los esfuerzos desti-
de los animales sino por su trabajo G, el estoicismo nados a llevar la obra a buen término, ni subraya el
tuvo el honor de proclamar la igualdad de naturaleza aspecto moral» (Gryglewicz).
de todos los hombres, de hacer algo más relativa la El esfuerzo realizado en el curso del trabajo queda
oposición entre hombre libre y esclavo, y de abrir el puesto de relieve por tres grupos de palabras griegas:
camino a una condición más humana de éste, lo que
Adriano y Marco Aurelio confirmarán en su legislación. a) Flévouor, rrovaív, rróvoc. En los LXX sólo figuran
las dos últimas. El vocablo rróvcc expresa las preocu-
Durante largo tiempo, la condición jurídica del es-
clavo en el Derecho Romano fue tal que no le permitía paciones del hombre pobre, a menudo abocado a la
el ejercicio de derecho alguno por cuenta propia, ni miseria e incluso al robo; y, así, pasó a expresar tam-
tan sólo el de propiedad; el esclavo era considerado bién el dolor y la enfermedad. Tlóvoc, que introduce
una cosa, res mancipii, un objeto de propiedad. Su unión un matiz peyorativo, fue empleado por los LXX para
conyugal, el simple contubernium, en nada se parecía indicar acciones moralmente malas: intenciones nocivas
para el prójimo1.
al matrimonio de los seres libres, y podía ser disuelta al
antojo del dueño, a quien pertenecían los hijos. b) Káµvw y xéucrroc. Káµa:Tos expresa un esfuerzo
Cicerón, por su parte, despreciaría no sólo todo mayor que xórroc, Ninguna de ambas palabras se en-
trabajo material sino incluso cualquier trabajo asala- cuentran en los LXX.
riado, ya que el salario era el símbolo de la servidum- e) Kórrrcc y xórros. En los LXX, xórroc equivale gene-
bre: Ipsa merces auctoramentum servitutisñ . Advirta- ralmente a "drrui] y significa la fatiga o el trabajo manual.
mos, además, que Cicerón, quien fue gobernador de Con frecuencia, se halla junto a rróvoc". Kórrcc expresa
Chipre, consideraba a judíos y sirios nationes natas el sufrimiento y los desengaños de la existencia 3• Se
servitutit, encuentra en oposición al descanso escatológico (évó-
No hay que reducir, empero, la concepción griega na:vcns); en el tiempo de la salvación ya no se sufrirá
del trabajo y de la esclavitud sólo al pensamiento de más en vano",
los filósofos clásicos. Homero, por el contrario, mani- En el NT, se refiere al trabajo y al sufrimiento del
fiesta un gran aprecio del trabajo manual. Hesíodo justo para realizar la voluntad de Dios 5, o bien al tra-
concede un lugar de importancia a los campesinos bajo cristiano y apostólico en favor de la comunidad 6•
libres que enriquecieron a Grecia. Y las religiones Cabe hacer notar que al expresar la condenación de
populares del mundo mediterráneo, sobre todo, atribu- Adán en el Génesis', el traductor evitó rróvoc y KÓTTOS

1069 1070
TRABAJO

que hubiesen dado una impresión peyorativa, y empleó llegar a sabio quien se entregaba demasiado al comer-
una palabra tan neutra como Epyov. cio» ('Ábot, 2,5).
A pesar de la influencia griega en el Eclesiástico, En cuanto a los esclavos hebreos, se había· llegado a
no es posible decir que el vocabulario griego en sí mis- tales consideraciones que «adquirir un esclavo hebreo
mo haya modificado, en un sentido pesimista, las posi- - rezaba un dicho - es adquirir un dueño» F_
tivas enseñanzas bíblicas acerca del trabajo, voluntad Recordemos, finalmente, que la Palestina de la época
de Dios respecto del hombre. de Jesús estaba densamente poblada y era, por lo tanto,
1Is 59,4. 'Sal 9,28; Jer 20,18. 'Sal 89,10. 'Is 65,23. 5
1 Cor muy activa. F. Josefo decía acerca de Galilea que
15,58; 2Cor 5,5. '1 Cor 4,12. 'Gn 3,17. estaba sembrada de ciudades; en ella había, efectivamen-
14. EL TRABAJO EN EL JUDAÍSMO. Aun cuando parez- te, más de doscientas localidades, entre villas y aldeas.
ca indiscutible la acción de una influencia griega en el Ello valió a Palestina ser 11amada «la tierra de la ga-
Eclesiastés, y sobre todo en el Eclesiástico, es también cela», porque tenía los variados colores la piel del
notable la persistencia de una tradición judía favorable al animal citado.
trabajo manual. AFILÓN, Quod omn, prob., 2,457; íd., ÍJe vita contemplativa, 2,
Advirtamos, en primer lugar, que los esenios y tera- 482. BF1LÓN, Quod omn. prob., 86. <Sonhedrtn, 99 b; STRACK-
BILLERBECK, IV, 488. º'Abót 2, 15; STRACK-BILLERBECK, IV, 488.
peutas de Egipto rechazaban la esclavitud como opuesta ETALY, QiddüSfm, 1,8 y 4,12. FQiddiiSim, 20 a, barartó=.
a la fraternidad humana, y, por consiguiente, la juzgaban
contraria a la naturaleza e . 15. JESÚS Y EL TRABAJO. Dos palabras griegas resu-
Conocemos la importancia del trabajo manual en men admirablemente la situación de Jesús en relación
la secta de Qurnrán, donde éste constituía la ocupación con el mundo del trabajo: TÉKTwv1 y 6ovi\os z-_ De un
cotidiana de los miembros de la misma. En Qurnrán, lado, fue artesano; del otro, «se humilló a sí mismo
la palabra ml'kh, «trabajo», «obra», sólo designa el tra- tomando condición de esclavo». Sin embargo, debe
bajo manual o su fruto y los bienes por él adquiridos reconocerse, con Richardson, que el evangelio no con-
(1 QS, VI, 2.19.20), pero nunca la obra de Dios. El térmi- cede a su condición de artesano la importancia teológica
no m's indica tanto el trabajo, la obra, como la criatura. o sociológica que un espíritu moderno desearía. La
El autor de los Himnos desea que se cuenten las maravillas expresión de Marcos es un obiter dictum, una reflexión
de Dios y todas sus obras de verdad (1 QH, I, 30). Ha- de los naturales de Nazaret: «¿Acaso no es éste el car-
bla también de las «maravillosas y grandes criaturas» pintero, el hijo de María ?»3 • Este mismo evangelio
(1 QH, X, 11). En la Regla de la Congregación, el au- no dice palabra alguna sobre la vida oculta de Jesús. Y,
tor hace la siguiente pregunta: «¿Qué es, pues, el hijo sin embargo, predicar en ese mundo grecorromano, al
del hombre en medio de tus criaturas maravillosas?» cual destinaba Marcos su evangelio, un salvador TÉKTWV,
(1 QSa, XI, 20). Sin embargo, el término aparece muy un «artesano», debía de ser algo así como un desafío.
a menudo referido a las «obras de la Ley»; también Después de veinte siglos, ese testimonio de las gentes
se encuentra la expresión misma en ·1 QS, VI, 18; 4 Q de Nazaret, sigue siendo impresionante.
Florilegio, I, 7. San Pablo nos dejó un reto a la historia de las reli-
En Qumrán se trabajaba para la comunidad y de giones al presentarnos a Jesús como al Salvador venido
acuerdo con su espíritu (1 QSa VI, 17, 19-20, 22; CDC en calidad de esclavo, como 6ovi\os. Este texto de la
XIV, 12-13) y sin contacto con el exterior (1 QSa V, 14)B. «humillación» del «anonadamiento» es, probablemente,
Los rabinos siguen la más genuina trayectoria de la una de las intuiciones más elevadas de la locura de la
tradición hebrea. R. "El'ázár (ca. 270 o.c.), interpre- Cruz, pero también un principio de respuesta de Jesús
tando a Job 5,7 sobre el trabajo, glosaba: «El hombre a los esclavos. El gran malentendido entre Jesús y sus
ha sido creado para el trabajo, según está ordenado: propios apóstoles, antes de la resurrección, fue el que
el hombre ha nacido para el trabajo» c. Antes que él, supuso hacerles admitir en el Mesías esta condición de
R. Tarfón (ca. 100 n.c.) decía: «No tienes la libertad «servidor», deseada por Cristo". Jesús no resolvió la
de eludirlo»>. Los rabinos repetían con R. Yéhüdáh: cuestión de la esclavitud antigua, pero asumió la con-
«No enseñar oficio alguno a tu hijo es convertirlo en dición de esclavo para salvar al mundo.
ladrón de altos vuelose P. En cuanto al trabajo, nada especial enseñó Jesús.
Los rabinos consideraban que el escriba debía añadir Concedió sólo en sus parábolas un Jugar de gran impor-
a su estudio el trabajo manual; y célebres rabinos die- tancia al mundo de los trabajadores, sin consideraciones
ron ejemplo de ello: más de cien rabinos del Talrnüd sociales ni privilegios; allí aparecen reyes y criados,
ejercían oficios y llevaban nombres artesanos. Pínéhás jueces y reos, amas de casa y esclavos, etc. 5• Posiblemente
trabajaba fa piedra antes de llegar a sumo sacerdote. en ningún otro libro de la antigüedad se honró tanto a
«Ama el trabajo» era una de las máximas preferidas de los trabajadores como en las parábolas de Jesús.
Séma'yáh, el maestro de Hillél ('Ábot, 1,10). «Este Cristo, además, lanzó un llamamiento: «Acudid a mí
doble trabajo purifica del pecado. Sin la práctica de un todos cuantos sufrís y os doblegáis bajo la carga, y Yo
oficio, el estudio de la Ley acabará viéndose pertur- os aliviaré>", De entenderse por esta carga los preceptos
bado, y lleva consigo la falta» ('A.bol, 2,2). de la Ley judaica, debe incluirse en ella el trabajo, que
Sin embargo, se da preferencia al estudio de la Ley: formaba parte de ellos.
«Dedícate menos a tu trabajo y conságrate más a la Aun cuando Jesús hubiera trabajado con sus propias
Ley» ('A.bol, 4,10). manos, considera que a cada día le basta con su afán',
Y también aparecen destacados los inconvenientes y no quiere que sus discípulos se muestren preocupa-
de una actividad excesiva; se creía que era «incapaz de dos y absorbidos por la solicitúdes materiales. Tal es el

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TRABAJO

sentido de su contestación a Marta: «Te preocupas por a no resarcir a su hijo por todo el tiempo que éste haga
muchas cosas» 8• novillos (plays truant i s ; otro contrato, del año 183,
Él mismo llama a sus apóstoles a convertirse en obliga al aprendiz de un tejedor, a quien se conceden
pescadores de hombres, dejando por ello, sus redes, veinte días de vacación al año, a trabajar sin salario un
sus oficios'; ello no significa, empero, que tales oficios número de días igual al de los laborables que haya
fueran incompatibles con el Reino; indica únicamente perdido por «desconcierto» o por enfermedad. Moulton
la absoluta prioridad de la labor apostólica. Sólo Juan y Milligan interpretan este «desconcierto» como «pere-
Bautista había pedido a algunos que cambiaran de za» (from idlenessi». Estos perezosos «andan fuera de
oficio!". Para Jesús y su Reino, la profesión y la situa- la fila», «llevan una vida irregular»; en ello se funda-
ción social carecen de importancia. Sin embargo, re- menta la crítica de san Pablo, quien repite entonces,
sulta curioso que haya llamado a la siega del Reino a contra esas personas que se consideran demasiado
hombres generalmente adultos y ya con un oficio. piadosas para poder trabajar, su célebre fórmula: «Si
A estos hombres experimentados pide Jesús que vayan alguien no quiere trabajar, que tampoco coma»".
a predicar la nueva justicia, la justicia del Reino!', Ni en san Pablo ni en el NT se encuentra ninguna
que no reivindica hasta el fin su derecho, y les deja crítica del sistema social o de la institución de la escla-
un ejemplo, el del servidor. vitud (J. B. Bauer). San Pablo se halla tan alejado del
Jesús, en el evangelio, parece tan poco interesado problema social de la esclavitud que llega incluso a
en el trabajo cotidiano que se ha querido llenar lo que escribir: «Que cada uno permanezca en el estado en
era juzgado una carencia con un logion apócrifo que que le haya encontrado la llamada de Dios. ¿Eras
le hace decir: «Levanta la piedra y me encontrarás, esclavo en la época de tu llamada? No te de cuidado;
hiende la madera y allí estoy» é.Así, lo mismo que a antes bien, aunque puedas llegar a ser libre, aprové-
quienes rezan juntos se les asegura la presencia del chate, más bien, de tu condición»6• Semejante lenguaje
Señor>, se pretende también con estas palabras, pro- no dejará de asombrar al incrédulo, quien, por una
meterla al trabajador (R. Vólkl), Añadamos, no obs- parte, no conoce la doctrina escatológica ni la urgencia
tante, que gracias a la petición del «pan cotidiano» de «redimir el tiempo» y que «la figura de este mundo
queda colocado bajo la bendición y la voluntad del Pa- pasa» 7; y, por otra parte, ignora también la doctrina
dre todo el amplio grupo de cuantos ganan su pan de del Cuerpo de Cristo: «De esta suerte, todos hemos sido
cada día13. bautizados en un solo Espíritu para no formar sino un
Respecto de la esclavitud, cabe pensar que no halló solo cuerpo, judíos o griegos, esclavos y hombres libres,
en Palestina casos dramáticos a lo largo de su camino, y a todos se nos ha dado a beber de un solo Espí-
por cuanto el tema no aparece jamás en los evangelios. ritu 8•
No cabe aguardar, pues, acerca de ello ni aprobación En Cristo ya no hay «esclavo ni hombre libre»'· Pa-
ni reforma explícita. blo echaba así los cimientos de una sociedad nueva. No
AQxPap, 1, logion, 4, obstante, en el plano político y social de una sociedad
'Me 6,3. 'Flp 2,7. 'Me 6,13. 'Mt 12,15. 'Me 4,1-9; Mt 13, pagana, admitía la autoridad y las leyes del imperio.
33.45 y sigs.; 18,10.14; 22,2, etc. 'Mt 11,28. 'Mt 6,34. 8Lc Recordemos además que, salvo algunas excepciones,
10,41. ºMe 1,18.20; 2,14; 3,14. "Le 3,10-14. "Mt caps. 5-6. la esclavitud de la antigüedad no debe ser comparada
"Mt 18,20. 13Mt 6,11.
a la vida de los galeotes o de los condenados a las
16. EL TRABAJO SEGÚN SAN PABLO. Dos razones so- minas; los apóstoles no hubieran podido tolerarlo.
ciales tenía san Pablo para no realizar ningún trabajo Recordemos, particularmente, que ni Pedro, quien
manual: en primer lugar, era ciudadano romano por predicaba la sumisión a los dueños?", ni Pablo, quien de-
derecho de nacimiento y no por compra, como el tri- vuelve el esclavo a su señor, Filemón, tenían autori-
buno Lisias"; además, su condición de apóstol y de dad suficiente para cambiar las estructuras económicas
misionero del evangelio dispensábanle con pleno de- y sociales del Imperio, que se encontraba precisamente
recho de tener que ganarse la vida 2 • Sin embargo, san en evolución bajo la influencia de los filósofos estoicos
Pablo quiso deliberadamente ejercer un trabajo manual o de los nuevos inventos, como el molino de agua,
para no tener que vivir a expensas de ninguna comuni- aparecido en Asia Menor durante esta época. La carta
dad. Como Priscila y Áquila, sus fieles colaboradores a Filemón debe ser leída a la luz del sermón de la
laicos, «confeccionaba tiendas». Pero en Pablo, ello Montaña, y como un caso muy particular, entre cris-
supuso un «trabajo y una fatiga, tanto de día como de tianos. Sería injusto generalizar y afirmar que Pablo
noche»". San Pablo deja un ejemplo tanto más excep- opinó sobre la cuestión de la esclavitud. No hizo sino
cional cuanto que Jesús había pedido a los apóstoles resolver el caso de los esclavos cristianos, como el de
que abandonaran sus redes. Sin embargo, en este as- Onésimo y Filemón, rogando a este amigo que acogiera
pecto, Pablo continuaba la tradición rabínica que aso- al esclavo como a sí mismo. Las otras cartas de Pablo,
ciaba el estudio o la enseñanza al trabajo manual. todas ellas de circunstancia, no nos permiten reconsti-
Sabemos cómo reacciona san Pablo contra los pere- tuir su posición respecto de la esclavitud.
zosos de Tesalónica, que consumen el bien ajeno y San Pablo recuerda a menudo sus «trabajos» apos-
provocan perturbaciones". Ambas exhortaciones a los tólicos-'. El hombre que trabaja en la obra de Dios
tesalonicenses de «conducta irregular» han sido acla- debe ser un fiel «administrador»!".
radas por los papiros griegos de la koiné que establecen La caridad ha de ponernos «a unos al servicio de los
esta conciencia de ociosidad reprensible: en un contrato otros»13• San Pablo, empero, predica la obediencia
de aprendizaje del año 66, un padre se compromete leal a los señores>.

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TRABAJO

Ni Jesús ni Pablo formularon ninguna teoría social mente, pasó al poder de Herodes el Grande y, tras éste
contra la mala organización del mundo antiguo. No a su hijo Filipo. Incluida, a la muerte de éste, en la
obstante, al asumir uno y otro la condición del trabaja- provincia romana de Siria, Calígula la cedió a Herodes
dor y del servidor aportaron a los hombres una digni- Agripa I, luego la poseyó Herodes Agripa II y, por
dad, una esperanza y un poder que éstos no habían último, Roma dominó en ella.
sospechado: por su trabajo y su sufrimiento, ellos,
'Le 3,1.
cargadores de Corinto o esclavos de los césares, redi-
mían al mundo, hicieran lo que hiciesen, y trabajan Bibl.: ESTRABÓN, 16,2,20. F. JOSEFO, Ant. !ud., 15,10,11-3; 16,
4,6; 16,9,1; 17,2,1, etc.; íd., Bel. Jud., 1,20,4. ABEL, 1, pág. 47;
para agradar no a los hombres sino al Señor v, como 11, pág. 156. D. BALY, The Geography of the Bible, Londres 1959,
«colaboradores de Dios». Nada de discursos revoluciona- págs. 222-223.
rios, sino un ejemplo de servicio total y un espíritu de J. CARRERAS
fraternidad efectiva y universal: he aquí la nueva jus-
ticia que surgió en el mundo antiguo, sin reclamar todo TRADICIÓN. l. LA TRADICIÓN EN GENERAL. El
su derecho ni alejar la locura de la cruz. Una superación vocablo «tradición» puede significar, ya la acción de
de la justicia estricta: esto es lo que fue propuesto a transmitir, en un sentido activo o subjetivo, ya lo que
todos los hombres en el Sermón de la montaña. Tal se transmite, en un sentido objetivo o pasivo, o bien,
superación de la justicia no consiste jamás en lesionar especialmente cuando se trata de doctrinas o institucio-
al prójimo o a la equidad, sino en hacer siempre más nes, los documentos que informan sobre la historia de
y mejor16• su transmisión.
AQxPap, 2,275,24-25. BQxPap, 4,725,397 y sigs. El hombre, en la situación concreta en que se halla,
'Act 22,28. '1 Cor 9,3-18; 2 Cor 11,8-9; Gál 6,16; Flp 4,10-18. puede decirse que es en buena parte un don de la tradi-
'1 Tes 2,9; cf. Act 18,3; 20,34; 1 Cor 4,12; 2Tes 3,8, etc. '1 Tes ción. Pero estando dotado de libertad, puede adoptar
4, 11; 2 Tes 3,6.11. '2 Tes 3,10. • 1 Cor 7,20-22. '1 Cor 7,31. respecto a esa situación actitudes teóricas y prácticas
'!Cor 12,13. 'Gál 3,28; cf. Sant 2,1-13. 101Pe 2,18. 111Cor
15,10; 16,16; 2Cor 11,23.27; Gál 4,11; Flp 2,16, etc. 121 Cor 4,
que lo definirán, según los casos, como conservador,
1-2; cf. Mt 25,14-30. "Gál 5,13; 1 Pe 4,10. "Col 3,22-24; Ef tradicionalista, progresista, revolucionario, etc. En el
6,5-8; 1 Tim 6,2; Tit 2,9-10. "Col 3,23. "Mt 20,1-16. campo del saber, la tradición tiene una importancia
Bibl.: FR. DELITZCH, Jiidisches Handwerkerleben zur Zeit Jesus, considerable porque el espíritu en cuanto sale de la es-
3.• ed., Erlangen 1879. P. Jsnzn-nc, Die Arbeitsfiicht im A/ten fera de la experiencia y de la reflexión personales, de-
Testament, Braunsberg 1920. "Epyov, en ThW, II, págs. 631-653;
Kórroc; ibid., III, págs. 827-829. E. MAURIS, Le travail de l'homme
pende por completo del testimonio de los demás, trans-
et son oeuvre, en Cahiers Theologiques, 27, Neuchátel 1950. A. mitido a veces desde épocas muy remotas. El estudio
RICHARDSON, Work, en A Theological Word Book of the Bible, de las leyes de la transmisión de los testamentos antiguos
Londres 1950, págs. 285-287; id., The Biblica/ Doctrine of Work, y modernos ocupa un lugar considerable en la ciencia
ibid. 1952. W. BIENERT, Die Arbeit nach der Lehre der Bibel, Stutt-
gart 1954, con interesante bibliografía. P. TERMES, El Trabajo histórica.
según la Biblia, Barcelona 1955. P. BENOIT, Le travail et la Bible,
en LV, 20, págs. 73-86. F. GRYGLEWICZ, La valeur mora/e du 2. TRADICIÓN Y REVELACIÓN. Hablando a lo huma-
travail manuel dans la terminologie grecque de la Bible, en Bibl, 37 no, la fe cristiana depende más de la historia que de la
(1956), págs. 314-337, especialmente, 323. L. H. PARIAS, Histoire filosofía. Se debe, como observa santo Tomás, a que no
Générale du Travail, I, París 1959.
L. RAMLOT
tiene por objeto el ser en cuanto ser y, en consecuencia,
a Dios sub ratione entis, en cuanto a causa del ser como
TRACIA. País relacionado con la Biblia únicamente tal, sino a Dios tal como se conoce a Sí mismo, que no
por 2 Mac 13,35, donde se habla de un caballero tracio es accesible normalmente sino a Sí mismo Para que é.

que salvó la vida del gobernador de Idumea Gorgias, sea accesible sub ratione Dei, Dios debe manifestarse,
en una batalla contra Judas Macabeo, hacia 163 A.c., revelarse. Esta revelación no ocurre únicamente y ante
durante el reinado de Antíoco IV Epífanes. Correspon- todo en el secreto de la existencia individual. Dios se
día aproximadamente a la actual Bulgaria, limitando ha dirigido de una manera más explícita y franca a todos
con Macedonia, el Danubio, el Ponto Euxino, Propóntide los hombres introduciéndose en la historia humana. De
y el mar Egeo. ello se sigue que ciertos momentos de la misma: el
B. M.0 UBACH
desarrollo primero del pueblo judío y, sobre todo, la per-
sona de Nuestro Señor Jesucristo, tomen una impor-
TRACONÍTIDE (TpaxwviT1s, «región fragosa»; Vg. tancia excepcional. El hombre no puede comprender la
Trachonitis). Comarca mencionada una sola vez en palabra con la cual Dios le dirige una intimación de
la Biblia, cuando se trata de fechar el momento de la carácter escatológico, sin referirse a estos xctpoí ,
misión de Juan, en tiempo de Herodes Antipas y el «momentos oportunos de esta historia». De aquí de-
tetrarca Filipo1. Se hallaba al sur de Damasco y limi- riva la importancia excepcional del estudio, tanto del
taba por el noroeste con el Hermón, por el occidente nacimiento de las tradiciones relativas a esos xcnpoi
con Galaunítide y por el mediodía con Batanea y como de la influencia que puede haber ejercido sobre
Auranítide. La formaban depósitos de lava basáltica, ellas una larga transmisión.
lo cual no impedía la existencia de algunos pastos y Como la aceptación del mensaje veterotestamentario
fuentes. Hay en ella numerosas e importantes ruinas, depende de la fe en Jesús, y en su continuación sacra-
que permiten pensar que la habitaron gentes en cantidad mental que es la Iglesia, en lo que sigue se centrará
muy superior a la actual. El año 25 A.c. la gobernaba la atención en el mensaje neotestamentario.
Zenodoro sin que Roma se opusiera a ello; posterior- A TOMÁS, Summa Theol., 1, 6, e; íd.,· In Boeth. de Trin., 5, 4, c.

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TRADICIÓN

3. TRADICIÓN APOSTÓLICA Y TRADICIÓN ECLESIÁSTICA. a) La génesis de la tradición apostólica. Según R.


El único documento de la Iglesia docente, relativo a la Bultmann, Jesús se transformó en Cristo, el Verbo de
tradición, es el decreto del concilio de Trento sobre las Dios, objeto del mensaje, en el kerygma de los apóstoles.
fuentes de la fe e . El concilio se ocupa únicamente de El mismo no se había creído el Mesías o el Hijo del
las tradiciones que se remontan a los apóstoles. No se Hombre. Con toda una tradición exegética, que evoca
pronuncia sobre las que conciernen a los simples usos A. Schweitzer en su Geschichte der Leben-Jesu Forschung ,
y ritos, sino reduce su decreto a las tradiciones doctri- Bultmann niega la resurrección de Jesús, ya sea concibién-
nales. No pretende, pues, aprobar toda tradición que dola sencillamente como la introducción de su alma en su
se remonte a los apóstoles, sino las que contienen la papel de gloria y de dominio, ya asociando a ella igual-
revelación del Verbo encarnado. Estas tradiciones se mente la revivificación de su cuerpo. Por lo demás, en
refieren en el decreto del concilio a la transmisión oral. cuanto a creyente, Bultmann admite que el kerygrna
El Vaticano I precisará que se trata de la transmisión apostólico, según el cual Dios hizo depender nuestra
diferente de la que se efectúa por el vehículo de los libros salvación de la muerte de Jesús en la Cruz, por mítica
inspirados - de las enseñanzas de Cristo, yendo «como que sea su forma, no es menos cierto en el fondo. A
de mano. en mano» desde los apóstoles hasta nosotros. decir verdad, la esencial revelación divina, el auténtico
El concilio define que la buena nueva de Cristo es trans- acontecimiento por el que Dios obró nuestra salvación,
mitida por estas tradiciones tan bien corno por las Es- más aún que en la propia cruz, habría que bus-
crituras, y que tiene derecho a un respeto igual. carlo en la constitución del kerygma bajo la acción
En el terreno objetivo, en este artículo se limitará divina.
la atención, como el concilio, a las tradiciones apos- Para colmar la distancia así interpuesta entre el
tólicas doctrinales, aunque no se debe olvidar que la Jesús histórico y el Cristo del keyrgma, el exegeta cató-
revelación no es, primordialmente, un conjunto de lico dispone del dogma de la inspiración de las Sagradas
juicios comparable a un tratado de geometría, sino una Escrituras. Pero cuando quiere discutir con Bultmann,
realidad: la comunicación de la vida divina al hombre en Bounet y otros, en el terreno de la ciencia histórica,
Cristo. En el plano activo y documental, no se entiende tiene que emprender un complejo estudio comparativo
aquí por tradición apostólica la sola transmisión oral de la génesis de la tradición primitiva. El desacuerdo
- o sea distinta de la Escritura - de la buena nueva; fundamental estriba en la manera de concebir el medio
atañe a la transmisión en todas sus formas, en la Escri- en que nació el cristianismo. No creemos que se tratase
tura o de otra manera, tanto bajo el aspecto de simple de un medio esencialmente creador, ni que el verdadero
conservación de lo que los apóstoles legaron explícita- nacimiento del cristianismo haya de situarse en Antio-
mente, como con la forma, en cierto modo creadora, quía, en escuelas esotéricas, donde vio la luz el Kyrios
de una valorización de lo que, bien que formalmente Jesús. Indudablemente, las fórmulas neotestamentarias,
revelado se halla contenido de manera implícita en el que se esquematizan con el término de «tradición»,
mensaje apostólico. son comunes al judaísmo rabínico o apocalíptico, a las
Es menester señalar lo equívoco de la expresión religiones de misterio y a las gnosis; se está en presencia
«tradiciones eclesiásticas». Puede significar en un sen- de un vocabulario profundamente arraigado en las cos-
tido preciso lo que, en la tradición de la Iglesia, no tumbres de una época, cuya civilización se fundaba
está formalmente contenido en la tradición apostólica, más sobre la palabra hablada que en una literatura
o, en una acepción más completa, todo lo que se debe escrita. Pero creemos que el cristianismo nació en un
a la iniciativa de la Iglesia, aunque se trate de la expo- medio, en que predominaba la idea de la fidelidad a
sición de lo que forma parte, implícitamente hasta en- las enseñanzas de un maestro.
tonces, del depósito de la revelación. El cristianismo se debe a Cristo, genial maestro, que
B Conc. Trid . (ed. Soc, Goerresiana), 5, 91. DENz, 783-784. en un ambiente judío, en que reinaba la fidelidad a las
enseñanzas de los profetas, tuvo la intuición de una reli-
4. PROBLEMAS ACTUALES. Tras estas distinciones de gión más profunda y dispensó, con instinto magistral-
alcance más bien verbal, conviene mencionar breve- mente religioso, la enseñanza que se encuentra de modo
mente los problemas reales relativos a la tradición. amplio en los evangelios Sinópticos. Por esta razón,
La antigua oposición, entre la Escritura sola de un lado aun a ojos del historiador profano, Jesús en la carne
y Escritura y tradición de otro, está ampliamente supe- es, desde luego, uno de los orígenes de la tradición
rada entre nosotros y entre los protestantes, los aca- apostólica. Todo hubiese debido terminar con la muerte
tólicos más alejados de los católicos en esta materia. La en la Cruz, pero la experiencia de las apariciones de
Formgeschichte ha habituado al pensamiento protes- Cristo resucitado insufló nueva vida a la antigua relación
tante a la idea de que la Escritura no es, humana- del maestro Jesús con sus discípulos. Al hacer de los
mente, más que un testigo de la tradición primitiva, y apóstoles testigos de la resurrección, las apariciones
la vuelta a Lutero le ha revelado que éste vivió larga- los transformaron al unísono en testigos de los hechos que
mente de la tradición de la Iglesia. La Palabra de Dios la precedieron, así como de la enseñanza del Maestro.
fue para él la viva vox evangelii, la Palabra pronunciada Los apóstoles, convertidos a su vez en maestros, pro-
en el seno de la Iglesia, englobando la historia de ésta vocaron en los nuevos discípulos una profesión de fe
como el medio en cuyo seno tuvo efecto la transmisión religiosa, de la que se encuentra un eco en 1 Cor 15.
de la Palabra. Los problemas esenciales atañen a la Alrededor de esta profesión de fe cristalizó asimismo
naturaleza de la tradición apostólica y, en primer lugar, la aceptación del testimonio apostólico sobre la vida
a su misma génesis. y la enseñanza del Maestro.

1077 1078
TRADICIÓN

San Pablo supone un caso aparte: llegó a ser un nuevo de las instituciones humanas. Las reacciones protestantes,
centro apologético, a la vez independiente del resto de al proclamar el dogma de la Asunción, mostraron
los apóstoles, y sin embargo, unido a ellos. En la visión que en esto consiste, efectivamente, la diferencia esen-
de Damasco que le habilitaba para apóstol, recibió di- cial entre la concepción católica de la tradición y la
rectamente de Dios todos los derechos y la autoridad procedente de la Reforma. Cuando la Iglesia hace
que el grupo apostólico poseía para anunciar el men- suya, considerándola revelada, una doctrina que el his-
saje de la muerte y resurrección de Cristo para la salva- toriador no ve afirmada explícitamente ni por los auto-
ción de los creyentes. Mas, al mismo tiempo, aceptó res de las Escrituras, ni en otros documentos de la
del grupo apostólico la tradición relativa a Jesús según tradición antigua, y que la razón teológica tampoco
la carne e introdujo todo en el mundo pagano. logra deducir con certeza de los testimonios conocidos
b) Tradición y magisterio. La tradición apostólica de la tradición apostólica, el protestante, que carece
representa para la Iglesia católica, como para las otras de nuestra confianza en la Iglesia, tendrá siempre la
comunidades cristianas, la única fuente de la revela- impresión de que ésta, fiándose de una convicción
ción. Pero los protestantes estiman que los católicos moralmente unánime, nacida a veces bastante tarde en
han sustituido poco a poco la traditio apostolica por una la corriente de la historia cristiana, desplaza a la tradi-
traditio apostolica et ecclesiastica. O. Cullmann, por ción apostólica en vez de interpretarla.
ejemplo, insiste sobre el carácter único de la función c) Tradición y Sagradas Escrituras. La teoría de la
apostólica, que no sería reiterable como lo supone, existencia de· tradiciones apostólicas extraescriturarias,
v. gr., la teoría de la sucesión apostólica del Papa y de es decir, no halladas en las Escrituras, ha tenido una
los obispos. Admite la legitimidad de la tradición ecle- importancia considerable en la teología católica: desde
siástica, que se funda en el deber de la Iglesia de hacer la Reforma, tanto en la teoría, como por la frecuencia
actual la tradición apostólica a lo largo de la historia, de sus aplicaciones concretas. Se la ha considerado
pero le niega cualquier carácter normativo ulterior. La bastante frecuentemente como enseñanza explícita del
tradición eclesiástica no podría tener la pretensión de conclio de Trento. A modo de ejemplo típico de tra-
constituir la norma de interpretación última de la buena dición apostólica extrabíblica, los autores citan la doc-
nueva, sin suplantar a la tradición apostólica. Al cons- trina de la inspiración de la SE en general y de la
tituir el canon de las Escrituras, la Iglesia habría pen- extensión del canon de la misma en particular. Reciente-
sado en subrayar el fin de la edad apostólica y en sig- mente, sin embargo, varios autores, como J. R. Geisel-
nificar que toda la tradición posterior es justificable mann, K. Rahner y H. Holstein, sin negar en principio
ante la tradición apostólica, llegada hasta nosotros en la existencia de tradiciones apostólicas extrabíblicas,
las Escrituras. han impugnado no sin razón que esta «teoría de las dos
La tradición es, en su aspecto principal, para nosotros fuentes» parciales y complementarias fuese motivo de
la predicación viva e infalible de la fe por la Iglesia, una decisión en el concilio de Trento. A pesar de las
pero establecemos una clara distinción entre la traditio razones que H. Lennerz expuso no hace mucho contra
constitutiva de la Iglesia de los tiempos apostólicos, y los argumentos de J. R. Geiselmann, hacemos nuestras
la traditio continuativa et explicativa de la posterior. Las las palabras de H. Holstein: «Otra intervención [du-
autoridades romanas incluso expresaron no hace mucho rante la asamblea general del 27 de marzo de 1545]
su desaprobación de toda fórmula que parezca identifi- conducirá a una supresión importante. El proyecto
car tradición (fuente de la revelación) y magisterio decía: veritatem evange/icam "partim" contineri in libris
(interpretación auténtica de la revelación), condenando scriptis, "partim" sine scripto traditionibus, semejando
el libro de L. Charlier que saludaba «la· eliminación afirmar que las Escrituras contienen parcialmente y,
de la prueba histórica por las fuentes y su sustitución por lo tanto, de modo incompleto, la Revelación de
por la prueba del magisterio» y «la identificación de la Cristo, y que hay que añadir otra fuente, representada
predicación de la fe por el magisterio eclesiástico con por las tradiciones. Muchos Padres no aceptaban esta
la tradición». El católico ve la norma última de la inter- enunciación. El general de los servitas, Bonucci, se pro-
pretación de la tradición apostólica, no en el contacto nunció en contra del adverbio partim. Volvió a la carga
individual del creyente con la Escritura y con los otros el 1 de abril y logró por fin la supresión del partim ...
documentos de la antigua Iglesia, sino en la vida con- La idea de dos fuentes parciales y complementarias
creta de la Iglesia, cuerpo místico de Cristo, tal como queda, pues, eliminada» (en RSR, 47 [1959], págs. 383-
se desarrolló durante los siglos ante las realidades de 384). Y el autor de estas líneas añade, con J. R. Geisel-
la fe y como llega a la conciencia de sí en el magis- mann: «Desgraciadamente, la dicotomía partim-partim,
terio vivo, en unión con el sensus fidelium y la reflexión que los padres del concilio excluyeron, figurará en los
de los teólogos. catecismos de la "Contrarreforma" y, ante todo, en el
Esta valorización de la tradición viva se apoya en pequeño catecismo de san Pedro Canisio» (ibíd., pág.
la doctrina escrituraría relativa a la Iglesia y en la prác- 389, n. 44).
tica de la Iglesia antigua en su lucha contra las herejías La teoría del carácter parcial de las Escrituras no
así como en la razón teológica, a saber: el contenido del puede valerse de la autoridad de la antigua Iglesia,
mensaje apostólico no podría, sin una autoridad infali- desde Ireneo a Vicente de Lerins. Y si es cierto que,
ble, seguir siendo la presencia escatológica y, por tanto, con expresiones que presentan a la teología como la
definitiva de la salvación en el medio de la historia, ciencia de la Escritura, los teólogos escolásticos disimu-
como debe serlo, sino se vería sumergida y arrastrada lan muchas nociones muy distantes de ella, sus fórrriulas,
casi ineluctablemente por la evolución de las doctrinas y sin embargo, atestiguan a su · manera en favor del

1079 1080
TRANSFIGURACIÓN

carácter tradicional de la concepción que ve en las Escri- Apótres chez S. Irénée, en RSR, 36 (1949), págs. 229-270. J. R.
GEISELMANN, Jesus der Christus, Stuttgart 1951. L. CERFAUX, Die
turas una expresión adecuada al contenido de la tradi-
Tradition bei Paulus, en Cath, 9 (1953), págs. 94-104. H. HOLSTEIN,
ción apostólica. En cuanto a la inspiración y al canon, Les témoins de la révélation d'aprés S. lrénée, en RSR, 41 (1953),
cuando se advierte de que manera tan progresiva la págs. 410-420. J. Mxooz, El Concepto de la Tradición en san Vi-
doctrina de la inspiración, en el sentido definido por cente de Lerins, Roma 1953. R. BULTMANN, Jesus, 2.ª ed., Tubinga
1953; íd., Theologie des Neuen Test ament s, 2." ed., ibíd. 1954. L.
el concilio Vaticano I, se ha instalado en la conciencia CERFAUX, Les deux points de départ de la tradition chrétienne, en
explícita de la Iglesia, y se tiene, siguiendo a K. Rahner, Recueil Lucien Cerfaux, II, Gembloux 1954, págs. 265-282. O.
una idea concreta de las inverosimilitudes históricas, CULMANN, Tradition als exegetisches, historisches und theologisches
Problern, Neuchátel 1954. F. HEILER, Assumptio, Werks zur Dog-
contenidas en la hipótesis de que uno o más apóstoles
matisierung der leiblichen Himme/fahrt Mariens, en ThLZ, 79 (1954),
fuesen informados, mediante una revelación especial, del págs. 1-48. H. BACHT, Tr adition und Lehramt in der Diskussion um
carácter inspirado de los distintos libros de nuestro des Assumpta-Dogma, en Die mündliche Überlieferung . Beitrdge zwn
canon, se comprende que Rahner procure más bien Begriff der Tradition, Stuttgart 1957, págs. 1-62. H. FRIES, J. H.
Newmans Beitrag zum Verst dndnis der Tradítíon, en Die miindliche
desprender nuestra doctrina de la inspiración y del Über/ieferung, ibíd., págs. 63-122. J. R. GEISELMANN, Das Konzil
canon de la naturaleza de la Iglesia apostólica. von Trient iiber das Verhiiltnis der Héiligen Schrift und der nicht
En lo que concierne a la utilización concreta del ar- deschriebenen Traditionen. Sein Missverstandnis in der nachtridenti-
nischen Theologie- und die Überwindung dieses Missverst dndnisses, en
gumento de la tradición extraescripturaria, hay que
Die miindliche Überlieferung, ibíd., págs. 123-206. J. A. Mi:iHLER,
aprobar, creemos, a Rahner cuando declara que no está Symbolik (ed. Geiselmann), Stuttgart 1957. K. RAHNER, Über die
verdaderamente justificada más que en el caso de que Schrift inspiration, Colonia 1958. H. HOLSTEIN, La tradition d'oprés
se pueda indicar, de manera cierta o digna de crédito, le Concile de Trente, en RSR, 47 (1959), págs. 367-390. H. LEN-
NERZ, Scriptura sola?, en Gr, 40 (1959), págs. 38-53.
sobre indicios históricos, la existencia de esa tradición.
Sin duda, ante un dogma cuya relación con las Escrituras P. ASVELD
parece difícil, se puede siempre postular la existencia
de la misma. Pero, en tal caso, ¿por qué no postular TRAGACANTO. -,. Bálsamo.
más bien la inclusión de la doctrina en cuestión, de al-
guna manera, en las Escrituras, aun si la exégesis histó- TRAIDOR (rrpoóó-rnc, 1rapa616oús; Vg. traditor ,
rica no basta para descubrirla con certeza en ellas? proditor). Burlar, quebrantar la confianza, la fidelidad
5. EL ARGUMENTO DE LA TRADICIÓN. Éste es en o lealtad que se debe guardar o tener, es cosa tan antigua
realidad, más de una vez en nuestros manuales y obras como la humanidad, aunque la palabra «traidor» no
de dogma o de moral, un argument um ex magisterio aparezca en la Biblia por primera vez sino en 2 Mac,
ordinario ecclesiae, que logra su certidumbre de la con- aplicada al sumo sacerdote Menelao, que facilitó a An-
vicción moralmente unánime de la Iglesia, durante un tioco Eplfanes apoderarse de los vasos sagrados, a
tiempo más o menos extenso. Esto explica el asombro, Ptolomeo Macrón que abandonó Chipre cuya defensa
e incluso el escándalo, del alumno no avisado, el cual, le fuera confiada y a los israelitas que por dinero de-
tras recibir la idea de la transmisión oral de las ense- jaron escapar a los idumeos sitiados'. Pero otros en la
ñanzas, pasando como «de mano en mano», desde misma época macabea merecieron por sus hechos el
los apóstoles hasta nosotros, descubre por experiencia mismo epíteto, aunque no se les dé2, como podría
que la conciencia explícita de varias doctrinas definidas aplicarse asimismo a Caín en la muerte de su hermano 3,
no se remonta, verosímilmente, hasta los apóstoles. No a Dalila4, a D6'eg5, a Joab en el asesinato de "Abnér",
se olvide que la revelación, en sentido activo, es un al mismo David en la muerte de Urias". etc.
acto de Dios. Siendo, por tanto, un acto intencional Traidor, en especial, fue -,. Judas Iscariote, pero
de Dios, su contenido se extiende a cuanto Dios quiso también los judíos en la muerte de Jesús, al decir de
decir y no es forzosamente idéntica a la comprensión Esteban 8 ; y Pablo previene a Timoteo que en los tiem-
explícita de los apóstoles, beneficiarios del revelador pos difíciles no faltarán traidores que entreguen el
acto divino. No está, pues, excluido que la Iglesia, vi- amigo a los perseguidores 9•
viendo del contenido de la revelación, pueda adquirir, '2 Mac 5,15; 10,13.22. 2 1 Mac 12,42-13,23; 16,15-16; 2 Mac 3,
4-6; 4,1; 13,21. 'Gn 4,8. •Jue 16,19-21. 5 1 Sam 22,9-10. º2Sm
bajo la guía del Espíritu, sino una intuición más pro-
3,27. 72 Sm 11,14-17. 'Act 7,52. 62 Tim 2,4.
funda, sí por lo menos un conocimiento reflexivo más
Bibl.: H. LESETRE, Traiter, en DB, V, cols. 2300-2301.
desarrollado que el de los apóstoles. La promesa de Jn
16,13: óoriyiícm vµas EiS TT]V á::\iíSeiav rróo cv («os
TRANSFIGURACIÓN. El relato de la transfigura-
guiará en el camino de la verdad integral»), sirve, en
ción nos ha llegado a través de los tres Sinópticos en
cierto sentido, para la historia entera de la Iglesia.
una redacción que presenta ligeras variantes, sin que se
Bibl.: J. H. NEWMAN, On Consulting the Faithful in Matters of rompa por eso la unidad literaria 1. Estas pequeñas
Doctrine, Rambler 1859, págs. 198-230. I. B. FRANZELIN, De divina
traditione et scriptura, 4.ª ed., Roma 1896. A. DENEFEE, Der Tra-
diferencias muestran que el hecho fue meditado asi-
ditionsbegriff, Münster 1931. J. RANFT, Der Ursprung des katho- duamente por la comunidad primitiva y que cuando
lischen Tr aditionsprlnzips, Wurzburgo 1931. J. BEUMER, Das ka- llegó a los evangelistas estaba ya elaborado teológica-
tholische Schriftprinzip ir, der theologischen Literatur des Scholastik bis
mente según perspectivas parcialmente distintas. Los
zur Reforrnat ion, en Scholastik, 16, Friburgo de B. 1941, págs. 24-52.
P. PARENTE, Nuove t endenze theologiche, en L'Osservatore Romano, evangelistas lo introdujeron en sus escritos de acuerdo
9-10 (febrero 1942). J. SALAVERRI, La Tradición valorada como con sus puntos de vista personales.
fuente de la Revelación en el Concjlio de Tren/o, en EE, 20 (1946), Un breve estudio de este episodio debe tener en cuenta
págs. 33-61. J. DE ÜHELLINCK, Pagina et sacra pagina. Histoire d'un
mot et transforma/ion de l' object primitivement désigné, en Mélanges la composición literaria del relato y su significación
Auguste Pelzer (1947), págs. 23-59. H. HoLSTEIN, La tradition des teológica.

1081 1082
TRANSFIGURACIÓN

l. COMPOSICIÓN LITERARIA. Los estudios más re- mos que pueden establecerse entre una y otra. En am-
cientes sobre el tema parecen haber demostrado que bas aparece la alta montaña, la nube, símbolo de la
se trata de una composición construida según el esquema presencia de Dios, la gloria de Yahweh que pone su
habitual de la literatura apocalíptica (Cf. Sabbe). Los morada en el monte, la voz de Dios que llama a Moisés
principales elementos de este esquema son los siguientes: desde la nube, la subida de Moisés al monte acompañado
Se trata siempre de la revelación de misterios celestiales de tres hombres, la figura radiante y el rostro resplande-
en medio de una visión en la que aparece un hombre ciente de Moisés y el mandato de escuchar al gran
rodeado de un fulgurante halo de luz y de gloria. A vidente 19.
través de la escena se oye una voz que sobrecoge al Si hay en esta perícope reminiscencias de dos esquemas
visionario y le hace caer rostro en tierra desvanecido1. bíblicos de por sí distintos e independientes, ¿podrá
Una mano le toma y la voz le tranquiliza diciéndole: mantenerse su unidad literaria? Algunos autores opinan
«Levántate y no temas». Estos elementos pueden des- que no. Müller, por ejemplo, la niega y trata de recons-
cubrirse de una manera o de otra en numerosos relatos truir dos relatos primitivos, originalmente independien-
bíblicos y extrabíblicos2• La visión del hombre vestido tes. El primero - Me 9,2ab.7(.9): la nube y la voz -
de lino narrada en el cap. 10 de Daniel es el texto bíbli- sería el residuo de un primer esbozo inspirado en el
co que más claramente parece haber influido en el relato motivo de la teofanía del Sinaí, cuyo intento sería
de la transfiguración desde el punto de vista literario. proclamar a Jesús como Mesías y nuevo Moisés. El
En ese pasaje de Daniel la revelación se llama «visión» segundo - Me 9,2c-6.8: metamorfosis de la figura de
(ópcxµcx)ª. Este término se repite en otros lugares con Jesús - revelaría a Jesús como Hijo del hombre y
tal insistencia que pasa a ser un término técnico para «Señor». Otros exegetas sostienen la unidad literaria.
presentar toda visión apocalíptica". Mateo lo utiliza Sabbe, p. ej., cree que se trata de un apocalipsis en el
también una vez en este lugar5 • que sé revela la intronización escatológica del Hijo del
Las más notorias semejanzas que pueden señalarse hombre. La alusión a los motivos del Sinaí no sería
entre ambos relatos son las siguientes: «Su rostro res- una dificultad valedera, pues estos motivos se fusionan
plandecía como la luz» 6; sus vestidos se hicieron «bri- de tal manera con los elementos apocalípticos que sería
llantes y resplandecientes» 7; la descripción de la «voz» 8; arbitrario disgregarlos para construir dos unidades dis-
la «audición» de la misma y el efecto que produjo en tintas. El AT y el judaísmo conoce ya la fusión de la
los oyentes, «que cayeron rostro en tierra»"; el «temor» teofanía del Sinaí con la tradición escatológica y apo-
que se apoderó de ellos!"; la mano que los «tocó, di- calíptica 20, y el mismo NT utiliza elementos del es-
ciéndoles: "Levantaos y no temáis"»11; ellos alzaron quema sinaitico en una perspectiva apocalíptica y es-
los ojos y no «vieron» a nadie más que a Jesús>. A catológica 21• El cúmulo de datos que aporta parecen
estos elementos habría que añadir el secreto impuesto a los darle la razón.
tres apóstoles sobre lo visto y oído, que también aparece 1Mt 17,1-9; Me 9,2-10; Le 9,28-36. 'Dan caps. 7; 8; 9; Ez 1,4.
en las visiones de Daniel>. La aparición de Moisés l 1-13.22-23.26-28; 2,1-2; Enok 14; 60; 71; 4 Esd 10,25-33. 'Dan
y Elías y la conversación que tienen con Jesús no ca- 10,1 (LXX [Al). 'Dan 7,2; 7,7; 8,2 (LXX) Act 9,12 (once veces
en Act). 'Mt 17,9. 'Mt 17,2; Dan 10,5-6. 'Me 9,3; Le 9,29;
recen de analogía con los «otros dos» que en el texto Dan 10,6 (LXX). 'Mt 17,5 y par.; Dan 10,6. 'Mt 17,6; Dan 10,9
de Daniel hablan con el «hombre vestido de lino» y (LXX). "Me 9,6; Le 9,34; Dan 10,7 (LXX). 11Mt 17,7; Dan 10,
dialogan sobre las cosas relativas al tiempo del fin, 10.12 (LXX). 10Mt 17,8; Dan 10,5. 13Mt 17,9 y par.; Dan 7,28;
12,4.9. 14Lc 9,30.32; Dan 12,5; 8,13. "Ez 1,1. 1'Dan 10,4.
como Moisés y Elías conversan con Jesús sobre las ''Mt 17,5 y par.; Ez 1,28; Dan 8,16; Test. Levi, 18,6; Enok 13,8;
cosas que se iban a realizar en Jerusalénv. El mismo 46,3. 18Mt 17,5 y par.; Dan 10,11.19; 9,23. 1'Éx 19,16-17; 24,
marco geográfico de la transfiguración puede relacio- 15-18; 34,29-30; 40,34-38; Dt 18,15. "Zac cap. 14; Dan cap. 7;
narse con el marco de las visiones apocalípticas. Casi Ez 1; Enok 1,3-9; 4 Esd 14,3-40; lQM, 12,8. "2 Cor cap. 3; cf.
Éx cap. 34; Act 2,1 y sigs.; 1 Tes cap. 4; Act 1,9.11; Mt 28,16 y sigs.
siempre éstas tienen lugar en parajes grandiosos, Ezequiel
se encontraba junto al río Kébár ", Daniel a la orilla 2. SIGNIFICACIÓN TEOLÓGICA. El género literario apo-
del gran río, el Tigris16. Según el Libro de Enok y el calíptico del relato de la transfiguración nos permite
Testamento de Leví, el vidente se halla junto a las fuentes descubrir su significación general. Se trata en primer
del Jordán y enfrente del gran Hermón. Jesús se trans- lugar de una revelación de Dios Padre destinada a los
figura en una «alta montaña» que la tradición identifica discípulos sobre la persona de su Hijo y no, como
con el monte Tabor - 562 m sobre el nivel del mar algunos piensan, de una revelación consolatoria para
y 399 m sobre la llanura de Esdrelón que lo rodea por Jesús en vista de su próxima muerte. Los discípulos
todas partes - y algunos exegetas quieren identificar reciben una nueva prueba, y esta vez por parte del
con el Hermón. Otros motivos menores, y ya no tan Padre, de que Jesús es el Mesías y el Hijo de Dios.
claramente apocalípticos, serían la voz que sale de la Se les revela el misterio de su entronización escatológica
nube " y las palabras de complacencia que pronuncia 18• y de su parusía en cuanto Hijo del hombre. La transfi-
Este cúmulo de datos y paralelismos nos pone fun- guración es el preludio de su gloria y una anticipación
damentalmente en la pista del género literario apocalíp- de su venida gloriosa al fin de los tiempos como rey
tico utilizado en el relato de la transfiguración. Pero universal y eterno. Por otra parte, la transfiguración
junto a este esquema parece que se utiliza también el se halla encuadrada en la contextura actual de los evan-
de la teofanía de Yahweh en el Sinaí. La aparición de gelios en el centro de una sección que comienza y ter-
Dios a Moisés en el monte Sinaí ha quedado en la lite- mina con dos grandes predicciones de la Pasión1. Jesús,
ratura bíblica como un tópico para describir toda teo- que es Hijo de Dios, está ya en el camino de una muerte
fanía divina. Ahora bien, son numerosos los paralelis- ignominiosa. Los apóstoles qÚe pronto le verán en

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TRANSFIGURACIÓN

manos de sus enemigos, le contemplan ahora en manos cuando dice: «Señor ... si quieresx s. El término Kúp1os
de su Padre, y el Padre les asegura solemnemente que puede entenderse en dos sentidos: soberanía divina de
Jesús es su Hijo muy amado. Las predicciones de la pa- Cristo o magisterio humano-divino a quien se debe
sión a su vez termina siempre con el anuncio de la docilidad y obediencia. En el primer caso, el título
resurrección. Es ésta, por tanto, una perspectiva que Kúp1os iría cargado de todo el contenido teológico
hay que tener en cuenta. La comunidad cristiana primiti- que le confirió la fe de la comunidad primitiva después
va asoció la transfiguración a la resurrección. El relato de la resurrección de Jesús'. Cristo sería el Mesías, el
termina con la recomendación del silencio hasta que se Hijo del hombre, el Soberano de los últimos tiempos
haya verificado el suceso. La resurrección naturalmente el «Señor» celestial. En el segundo caso, el título corres-
supone la muerte precedente. Pero el anuncio de esta pondería al hebreo rabbi o al arameo mári sin aquella
muerte había provocado la tremenda _reacción de Pedro connotación teológica, y la frase de Pedro, «si quieres»,
y el escándolo y turbación de los discípulos2• Jesús les expresaría la disponibilidad del discípulo ante su «Maes-
asegura que morirá, pero· resucitará. Su transfiguración tro».
actual es una anticipación y un preludio de su resu- Para Marcos, la transfiguración es ante todo una anti-
rrección. cipación y preludio de la resurrección. Él es el único
La conexión entre transfiguración y resurrección es que mencionaa Elías antes que a Moisés 8. Elías repre-
llevada a extremos inadmisibles por algunos. autores senta aquí a Juan Bautista que restauró todas las cosas
- Carlston - que ven en la pri-
mera una aparición de Jesús resu-
citado. La datación anticipada del
suceso se explicaría por el deseo de
dar autoridad a Jesús y recalcar su
naturaleza divina en el período de
su actividad terrena. No hace falta
insistir en la carencia de base
científica de esta exégesis.
Además de estas enseñanzas teo-
lógicas generales no sería difícil
recoger otras propias de cada evan-
gelista. Mateo subraya de modo
especial la promoción de Cristo
glorificado al oficio de Doctor y
Maestro único y definitivo de la
humanidad (cf. Feuillet). Varios
datos acreditan esta interpretación.
Sólo Mateo recuerda que «el rostro
de Jesús brillaba como el sol»>.
También la faz de Moisés en el
Sinaí resplandecía 4• La misma
frase: «Escuchadle» 5 evoca al pro-
feta futuro semejante a Moisés de
Deuteronomio 18,15. Jesús es para
Mateo el nuevo Moisés que com-
pleta y perfecciona la Ley. El evan-
gelio presta un suficiente apoyo a
esta idea, p. ej., las tentaciones,
el Sermón de la montaña, el evan-
gelio de la Infancia, la última apa-
rición del Resucitado y la misma
estructura del evangelio divino en
cinco libros. Las figuras de Moisés
y Elías conservan en Mateo el
significado, que debió ser el primi-
tivo en la catequesis, de la Ley y
los profetas. Mateo sólo destaca la
actitud humilde de Pedro ante
la persona trascendente de Jesús

Tortuoso camino de ascenso al monte


Tabor, en donde, según la tradición,
tuvo lugar la transfiguración de Jesús.
(Foto Orient Press)

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TRANSFIGURACIÓN

con su martirio 9• En la muerte de Juan pudieron ver de la transfigura/ion, en QLP, 42 (1961), págs. 194-223. C. E.
CARLSTON, Transfigura/ion and Resurrection, en JBL, 80 (1961),
los apóstoles la suerte que los judíos reservaban a págs. 233-240.
Jesús. La muerte de Jesús, sin embargo, iría seguida O. GARCÍA DE LA FUENTE
de una gloriosa resurrección. Una prueba la tenían ya
en la transfiguración. TRANSFORMISMO. Del transformismo en gene-
El texto de Lucas insiste primeramente en la oración ral, llamado también evolucionismo, se trata en -+ Evo-
de Jesús - que sube al monte a orar!", No es difícil lución orgánica, Evolucionismo, Evolucionismo biológico,
descubrir aquí un paralelismo con la escena de la agonía etc. En cuanto aplicado al hombre, -+ Transformismo
en el Huerto. En Getsemaní, mientras Jesús ora, los antropológico.
discípulos duermen. En la transfiguración también caen
rendidos por el sueño ". Moisés y Elías hablan con TRANSFORMISMO ANTROPOLÓGICO. l. ETI-
Jesús de su próxima muerte y sin duda le confortan 12; MOLOGÍA. a) Deriva del latín trans-formare, «pasar de
en Getsernani es un ángel quien le anima. La escena de una a otra forma». La palabra «forma» no significa aquí
la transfiguración como la de la agonía, quiere instruir «apariencia» o «exterioridad», sino que toma el sen-
a los discípulos sobre la necesidad de la oración en tido que tiene en el sistema hilemórfico, según el cual, al
los momentos de tentación e incitarlos a la vigilancia elemento material o materia se opone el elemento formal
siguiendo el ejemplo de Jesús. Lucas nos informa ade- o forma, que lo complementa y determina, y hace que
más sobre el objeto de la conversación de Moisés y los seres sean tales y no otros. Cambiar de forma es
Elías con Jesús: «Hablaban de su e~o6os que había cambiar de ser o de naturaleza. b) Del adjetivo griego
de cumplirse en Jerusalén»!", Esa palabra puede sig- ávSp0.:moí\oy1KÓS, «relativo al hombre», que a su vez
nificar simplemente la muerte de un hombre": o ser viene de &vSpw1ros, «hombre» y de í\óyos «tratado»,
un término técnico para indicar la salida de Egipto. «estudio», «inquisición intelectual».
En el segundo caso, Lucas habría considerado la pasión, Esta teoría, según la cual el hombre vendría de otras
la resurrección y la ascensión en bloque como un nuevo especies animales inferiores, puede presentar numero-
éxodo. Su éxodo de Jerusalén corresponde al Éxodo de sas gamas o modalidades: desde la absoluta y materialis-
Egipto y su entrada en la gloria al ingreso del pueblo ta, según la cual todo el hombre (cuerpo y alma) vendría
en la Tierra Prometida. Siguiendo este paralelismo, no de la materia preexistente sin el influjo de una causa
es difícil descubrir en las figuras de Moisés y Elías una superior (lo cual no está concorde con múltiples con-
analogía con los «dos ángeles» que anunciaron a las mu- clusiones ciertas de las ciencias y de la fe), hasta la
jeres la resurrección y con los «dos ángeles» que explica- moderada y parcial, según la cual el cuerpo del primer
ron a los apóstoles la ascensión. Lucas dice que eran «dos hombre (no el alma humana) debería su origen a una
hombres con vestidos resplandecientes»15 y «dos hombres materia orgánica preexistente (simio), gracias a una
vestidos de blanco»!". La nube de la transfiguración intervención especial de Dios creador. Hasta ahora,
tiene también su paralelo correspondiente en la nube esta última posición no es más que una hipótesis; y
de la ascensión" Estos elementos hacen pensar que es un caso especial del -+ evolucionismo.
Lucas considera la transfiguración como una anticipa- Conviene tratar del transformismo antropológico bajo
ción de la ascensión. el punto de vista de la filosofía, de la teología y de
1Mt 16,21 y par.; 17,22 y par. 'Me 8,32-33; Jn 13,8. 3Mt 17,2. la SE.
'Éx 34,29-35. 'Mt 17,5. 'Mt 17,4. 7 Aet 2,36; Rom 10,9; 1 Cor
12,3; Flp 2,9. 'Me 9,4 y par. 'Me 9,11-13. "Le 9,28-29. 11Le 2. EL TRANSFORMISMO ANTROPOLÓGICO SEGÚN LA FILO•
9,32. 12Le 9,30-31. "Le 9,31. "2 Pe 1,15. "Le. 24,4. "Aet 1,
10. "Aet 1,10.
SOFÍA. A las cuestiones filosóficas suscitadas por el
evolucionismo general de los vivientes, se han de añadir
Bibl.: J. M. VOSTÉ, De Baptismo Ten talione et Transflguratione
tres puntos particulares que afectan especialmente al
Jesu, Roma 1934. J. BUNZLER, Die neutestamentlichen Berichte
über die Verkldrung Jesu, Münster 1937. J. HOLLER, Die Verkldrung problema del origen del hombre.
Jesu, Friburgo de B. 1937. E. DABROWSKY, La. transfigura/ion de
a) La psicología racional deja bien sentado que
Jésus, Roma 1939. G. H. BooeYER, St. Mark and the Transfigura-
/ion, en ThSt, 41 (1940), págs. 119-140; id., SI. Mark and the Trans- hay irreductibilidad esencial entre una sustancia mate-
figura/ion Story, Edirnburgo 1942. H. RIESENFELD, Jésus transfiguré, rial y sus operaciones y una sustancia espiritual y las
Lund 1947. B. ZIELTNSKI, De transfiguratione Jesu, en VD, 26 (1948),
suyas. Teniendo el hombre un alma espiritual (inmortal),
págs. 291-303; 335-343. G. B. CArRD, The Transfigura/ion, en ExpT,
67 (1955-1956), págs. 291-294. J. MANEK, The New Exodus of no puede haberla recibido en manera alguna de la vida
the Books of Luk:e, en NovT, 2 (1957), págs. 8-23. A. KENNY, The animal (material), porque el efecto superaría la causa.
Transfigura/ion and the Agony in the Garden, en CBQ, 19 (1957), Se requiere, pues, necesariamente una causa espiritual
págs. 444-452. A. FEUILLET, Les perspectives propres a choque évan-
geliste dans les récils de la Transfigura/ion, en Bibl, 39 (1958), págs. capaz de producir este efecto, que es, en último término,
281-301. M. SABBE, De Transfiguratie van Jezus, Co//BC, 4 (1958), Dios.
págs. 467-503; id., La venue du Messie, Brujas 1962. H. BALTENS-
WEILER, Die Verkldrung Jesu. Historisches Ereignis und synopt ische b) Considerando el problema en sí, es igualmente
Berichte, Zurieh 1959. A.M. DENIS, Une théologie de la Rédemp- posible, bajo el punto de vista filosófico: Que Dios hu-
lion: La transfigura/ion chez saint Marc, en VSp, 101 (1959), págs. biera creado de la nada, repentinamente, tanto el cuerpo
136-149. J. MEHLMANN, Elias e seu carro na Transfiguracao de
Jesus (MI 17,3 par.}, en RevCB, IV, 16 (1960), págs. 160-161. H. como el alma del hombre. Que en una materia inanimada
P. MüLLER, Die Verkliirung Jesu. Eine motivgeschichtlíche Studie, en hubiera infundido el alma humana, como en una es-
ZNW, 51 (1960), págs. 54-64. A. GEORGE, La transfiguratioa (Le tatua de barro. Que, para infundir el alma humana, se
9,28-36), ea BVC, 33 (1960), págs. 21-25. c. CARDOSO DA CuNHA,
A transfiguracao de Senhor (Mt 17,1-9 par.) nos Comentdrios e na hubiera servido en alguna manera de un organismo vivo
Pregacao da lgreja Patrística, Roma 1960. P. MIQUEL, Le mvstére preexistente, como de un mono.

1087 1088
TRA N SFOR M ISM O

e) El principio de causalidad obliga a m antener tuales y morales de los esposos. Se supone una especial
com o absurdo que una naturaleza, con sólo el concurso acción divina; pero no puede probarse que se refiera
ordinario de D ios, tienda a producir un efecto que la a la producción total del cuerpo, en particular. No
supere en perfección. Por otra parte, no se negará que puede hallarse en estas palabras un argumento conclu-
D ios puede intervenir en la creación, no sólo com o yente contra el transformismo.
causa prim era, sino com o causa principal, usando b) Génesis 2,7: «Entonces Yahweh Dios formó al
com o instrum ento de un ser viviente organizado para hombre del polvo de la tierra e insufló en sus narices res-
llevarlo a producir un ser que esté en disposición de piración de vida, y con esto fue el hombre persona vi-
recibir el alm a hum ana. Form ando el cuerpo y el alm a viente.» Algunos interpretan este pasaje, diciendo que
del hom bre una única naturaleza, el cuerpo no llega la materia de que se forma al hombre llega a ser viva
a ser, con toda propiedad, hum ano, sino en el instante cuando recibe la infusión del alma (néfes). Por tanto,
en que se le infunde el alm a creada por D ios. Así, antes no era viva. Luego el elemento material no podía
nunca podrá decirse que un anim al es «padre» del ser el cuerpo de un animal desarrollado. Lo cual iría
hom bre, porque sólo es padre el que engendra una directamente contra el transformismo.
naturaleza sem ejante a la suya. En cam bio, en el hom - Aunque esta explicación sea la más obvia y natural,
bre, la tendencia, m ovim iento y térm ino es disponer no es la única posible. Hay otra que no puede excluirse
naturalm ente un cuerpo receptivo _del alm a hum ana. con toda certeza: que por infusión del alma espiritual,
lo que fue objeto de la actividad divina (sea cual fuere
3. EL TRANSFORMISMO ANTROPOLÓGICO SEGÚN LA TEO·
su origen inmediato, materia inorgánica o cuerpo orga-
LOGÍA. Precisan el pensam iento teológico sobre el
nizado), se convierte en individuo, en persona humana.
transform ism o los últim os docum entos pontificios que
Por tener este pasaje un fuerte tinte antropomórfico,
tratan de esta cuestión.
no puede aceptarse en todos sus pormenores. Se inculcan
a) La encíclica Hum ani generis (1950) toca explíci- verdades con un lenguaje sencillo y figurado, adaptado
tam ente este punto. El m agisterio de la Iglesia no pro- a la inteligencia de una humanidad menos desarrollada.
híbe que se investigue. sobre el origen del cuerpo hum a- Además, en otros pasajes de la Escritura se dice que los
no; pero se ha de partir de hechos bien probados, se hombres son formados, ahora, del fango, como lo fue
ha de rechazar todo supuesto que vaya contra los datos el primero, y nadie admitirá un sentido estricto en esta
ciertos de la revelación, se ha de adm itir la creación frase (Job 10,9; 33,6).
de las alm as y una acción especial de D ios sobre el
c) Génesis 2,21-24: Adán busca entre los animales
cuerpo del prim er hom bre, se ha de estudiar este pro-
a otro viviente semejante a sí mismo, y no lo encuentra.
blem a por los especialistas en ciencias naturales y en
Entonces Yahweh le infunde un sopor letárgico, le
teología con la ponderación que exige m ateria tan
extrae un elemento vital (quizá el logograma sumero
delicada, y se ha de estar dispuesto a som eterse al juicio
TlL, subyacente en el texto original, que puede traducirse
de la Iglesia, cuando lo m anifestare, pues ella tiene po-
en acadio por silu [«costilla»] o por balatu [«vida»] fue
testad, recibida de D ios, de interpretar auténticam ente las
materialmente interpretado en el primer sentido, cuando
Escrituras y los dogm as de la fe (cf. AAS, 42 [1950],
tenía que ponerse en el segundo), y con él «fabrica» una
págs. 574-576).
mujer. La lleva a Adán, y éste exclama que aquello es
b) Buena interpretación de las palabras anteriores hueso de sus huesos y carne de su carne, y le impone
son algunos párrafos de la alocución de Pío XII a los nombre.
especialistas en genética médica (7 de septiembre de En esta narración, llena de antromorfismos y es-
1953). Sobre el origen del cuerpo físico del hombre crita con estilo popular, se afirma la superioridad del
(su .alma es espiritual) nada definitivo se ha logrado hombre sobre los animales, la igualdad de la mujer con
hasta el presente. Que sigan las investigaciones. La el hombre en su dignidad humana, la supremacía del
importancia de la cuestión exige prudencia y madurez varón como cabeza de la familia, y la unidad e indiso-
de juicio. No se ponen barreras a la investigación de lubilidad del matrimonio. Obviamente, el texto pre-
la verdad. Sólo las hay para evitar causas funestas senta una intervención especial de Dios en la formación
de error (cf. AAS, 45 [19.53], pág. 604). de Eva, pero nada se dice del origen de Adán. El trans-
Para otros documentos eclesiásticos, cf. J. Sagüés, formismo antropológico no queda, en absoluto, desauto-
Origo corporis humani, en Sacrae Theologiae Summa rizado.
II, 3.ª ed., Madrid 1958, págs. 641-646. Los restantes pasajes de la Escritura que se refieren
4. EL TRANSFORMISMO ANTROPOLÓGICO SEGÚN LA SA- al origen del hombre, suponen, en último término, la
GRADA EscRITURA. Los pasajes más importantes son narración genesíaca.
1 os siguientes: Bib1.: V. MARCOZZT, Poligenesi ed evoluzione ne/le origini del-
l'uomo, y M. FLICK, L'origine del carpo del primo uomo alfa luce della
a) Génesis 1,26-27: «"Hagamos al hombre a nues- filosofia e della teologia, en Gr, 29 (1948), pág. 337 y sigs. A. RoL-
tra imagen, a semejanza nuestra. Y tenga poder sobre DÁN, Evolución. El problema de la evolución y de la antropogénesis,
Barcelona 1950. T. AYUSO, Poligenismo y evolucionismo a la luz
peces ... , aves ... , bestias". Creó, pues, Dios al hombre de la Biblia, en Arb, 19 (1951), págs. 347-372, con extensa biblio-
a su imagen; a imagen de Dios creólo; macho y hembra grafía. J. ECHARRI, Evolución y poligenismo a la luz de la Escritura,
los creó.» Se subraya, en estas palabras, el elemento según el Magisterio Eclesiástico, en SBEsp, XII, Madrid 1952, págs.
99-143. F. M. PALMÉS, De origine, evolutione et termino specierum
espiritual del compuesto humano, por el cual el hombre
organismorum viventium, en Philosophiae Scholasticae Summa, Madrid
es superior a todos los animales. Al nombrarse a los 1955, págs. 763-785, con bibliografía selecta. S. BARTINA, Hacia
dos sexos, se alude a la comunidad de intereses intelec- los orígenes del hombre, Barcelona 1955. Pontificia Universidad de

1089 1090
TRANSFORMISMO

Salamanca, El evolucionismo en filosofía y en teologia, obra 1.;Il cola- dos principales afluentes de la izquierda del Jordán
boración de varios especialistas, Barcelona 1956, pág. 252, algunos
de ellos ofrecen bibliografía selecta. P. LEONARDI, La evolución
Estos ríos dividen Transjordania en tres regiones.
biológica, Madrid 1957, con bibliografía, págs. 379-386. L. AR- A septentrión se halla Basán, que comprende las
NALDICH, El origen del mundo y del hombre según la Biblta, 2.ª ed., provincias de lturea, Gaulanítide, Batanea y Auranítide
Madrid 1958, con copiosa bibliografía. del período romano. Su terreno, de naturaleza volcá-
S. BARTINA nica, es fertilísimo; lo constelan colinas cónicas y mon-
tes que alcanzan los 1800 m de altitud en el Hawrán.
TRÁNSITO DE MARÍA. --+ Virgen, Apocalipsis de la. En el centro está Galaad, que corresponde a Perea
y a parte de la Decápolis del NT. Abarca desde el
TRANSJORDANIA. Región palestinense allende el Yarrnük hasta Hesbán. En los tiempos bíblicos, las
Jordán, comprendida entre este río al oeste, el desierto laderas de sus montañas se cubrían de densos bosques1
siroárabe al este, el monte Hermón hasta Damasco y ricos pastos'. Fueron notorios su bálsamos y sus
al norte y el Wádi el-Hesá (Zéred) al sur. Motivos ungüentos 3 .
geográficos y, especialmente, históricos obligan a con- Al sur está Moab, que se extiende entre Hesbán y
siderar esta región como íntimamente relacionada con el Wádi el-Hesá. Las escasas fuentes y los numerosos
Palestina. Resulta, de hecho, que en la edad prehistó- ríos, que se deslizan por valles profundos y abruptos,
rica pertenecía, como Palestina, a la gran meseta que se hasta el punto de que no pueden utilizarse para la
extendía desde Siria hasta África. Es la parte que mejor irrigación, confieren a esta región un aspecto árido y de-
conserva la fisonomía original. A pesar de las trans- solado. En el pasado hubo en ella numerosas ciudades;
formaciones debidas a las erupciones de volcanes, cuyo en la actualidad se halla completamente abañdonada
epicentro estaba en el-Gólán-Hawrán, su aspecto ac- a los nómadas.
tual sigue siendo el de una altiplanicie bastante uni- Después de una intensa ocupación sedentaria entre
forme, que hacia occidente desciende con rapidez al el 2500 y el 1900 A.c. 4, la exploración arqueológica,
valle del Jordán, mientras que por oriente pierde altura efectuada durante una década por Nelson Glueck,
poco a poco hasta el desierto. Efectivamente, resulta atestigua otra entre 1200-700, en cuyo segundo período
que Transjordania fue parte integrante de Cisjordania aparecen los reinos de Moab, Sihón, 'Ammon y 'Óg.
durante casi todo el período de la historia bíblica. En la época de la conquista, las tribus israelitas de
La amplia meseta transjordánica tiene los surcos de Rubén, Gad y media tribu de Manasés ocupan el terri-
los profundos valles del Yarrnük y del Yabbóq, los torio de los monarcas derrotados de Sihón, 'Amrnon

Teatro romano de <Ammsn, capital actual de Jordania, e importante ciudad, en época bíblica, de la región de
Transjordania. (Foto Coprensa, Madrid)

1091 1092
TRANSUBSTANCIACIÓN

Acantilado en las costas orientales del mar Muerto, al norte del Amón, que muestra cómo la meseta trans-
jordánica se precipitó en la fosa del Jordán. (Foto A. Arce)

y parte de 'Óg5• Pero más tarde, el territorio de la tribu Recuérdese, trasladándose al NT, que en la Betania
de Rubén entró en poder del reino de Moab, aún exis- transjordánica, san Juan administraba el bautismo de
tente, y el de Gad y Manasés fue acremente disputado penitencia 11; en la fortaleza de Maqueronte e , situada
a los arameos de Damasco y a los ammonitas. en un escarpado al este del mar Muerto, sufrió prisión
El programa expansionista de David y de Salomón y muerte el Bautista 12. Una de las regiones de Trans-
culminó en la posesión estable de la tierra de Moab 6 jordania, Perea, sería teatro de los milagros, doctrinas
y "Arrimón". Al escindirse el reino, Transjordania se y parábolas que san Lucas distribuye en su «viaje jero-
liberó del dominio israelita. Sólo Moab permaneció solímitano»>.
bajo el poder del reino de Samaría, hasta que se separó Luego de la destrucción de Jerusalén (70 n.c.), la
de él por obra del rey Mésa'8 • primitiva comunidad cristiana de la población se refugió
Posteriormente, Transjordania fue provincia de los en Pella, una de las ciudades de Perea B. Atestiguan la
imperios asirio-babilónico, persa y seleucido-ptolemaico. intensidad de la vida cristiana en esta región, las iglesias
Los macabeos dominaron después la parte más occiden- cristianas de Gerasa (unas trece, construidas entre los
tal (168-63 A.c.), así como Herodes el Grande (40 A.C.- siglos rv-vn) y de Mádaba.
4 A.C.) y sus descendientes. Decápolis gozó de inde- AF. JOSEFO, Ant. /ud., 18, 119. BEusEBIO, Hist . Eccl., 3, 5,3.
pendencia y la Transjordania oriental y meridional, '2Sm 18,6. "Cant 4,1; Nm 32,1. 'Gn 37,25; Jer 8,22; 46,11.
después de hallarse en poder de los nabateos, formó 'Cf.Gneap.14. 'Joseap.13. '2Sm8,2; 1Cr18,2. '2Sm 11,1;
parte del vasto imperio romano, dentro de las provin- 12,26-31. 82Re 3,4 y sigs. ºNm 23,14. 10Dt 34,1 y sigs. "Jn
1,28. 12Me 6,25-28 y par. "Le 9,51-18,14; cf. Mt 19,1; Me 10,1;
cias siríaca y arábiga. Jn 10,40 y sigs.
En Transjordania acontece una porción no despre-
Bibl.: L. SzCZEPANSKI, Geographia historica Pa/aestinae antiquae,
ciable del AT y NT. Desde uno de sus montes, el Pis- Roma 1926, págs. 74-79. N. GLUECK, The Other Side of the Jordan,
gáh, el adivino Balaam, al que el rey Moab invitó a New Haven 1940.
maldecir el pueblo hebreo, profirió una bendición y un A. ROLLA
vaticinio sobre los futuros. descendientes de Jacob O ;
en otro montaña, el Nébó, falleció Moisés tras haber TRANSUBSTANCIACIÓN. El dogma de la tran-
dirigido su última mirada a toda la Tierra Prornetida-", substanciación, verdad definida, tal como se explica a

1093 1094
TRANSUBSTANCIACIÓN

la luz y sobre la base de la filosofía perenne, responde Bibl.: CICERÓN, Ad Atticum, 1,13,1; 2,12,2. B. MARIANI,S. Paolo
da Cesarea a Roma, Turin 1963, págs. 101-140.
de lleno a la manera obvia y connatural de entender M. MÍNGUEZ
las palabras de la institución eucarística por Cristo.
Si la Iglesia declara que por la consagración del pan
TRIBUNO (heb. sar há-ráláfim; x111íapxos; Vg. tri-
y del vino se produce una conversión maravillosa y
bunus). El nombre castellano deriva directamente del
singular de toda la substancia del pan en la substancia
latín tribunus, que en un principio (471 A.c.) designó a
del cuerpo de Cristo y de toda la substancia del vino
los magistrados elegidos por las tribus de Roma en
en la substancia de su sangre, es porque Cristo afirmó
defensa de los intereses de la plebe, los cuales llegaron
categóricamente que lo que ofrece en las especies sacra-.
a gozar de máxima autoridad por el veto que podían
mentales era verdaderamente su cuerpo. La doctrina de
ejercer contra los actos de cualquier otro magistrado,
la Iglesia afirma, por consiguiente, que la transubstan-
a la votación de las leyes en asamblea y a las decisiones
ciación comporta no sólo la presencia del cuerpo de
del senado. Después pasa a significar el jefe militar que
Cristo, y el dejar «de ser» de la substancia del pan,
manda una cohorte, la cual teóricamente constaba de
sino también una verdadera conversión. Conversión
un millar de hombres. En este sentido militar traduce
que rompe los conceptos ordinarios de la conversión en varios pasajes del AT los siire há-ráláfim, «los jefes de
natural, en la que permanece el sujeto, cambiándose
mil»1; idéntico sentido tiene en el libro primero de los
la forma. Pero aquí conversión es cambio de subs-
Macabeos 2.
tancia en substancia. Dificultad que la teología católica En el NT, sólo en Marcos puede referirse a tribunos
se esfuerza en resolver con un número variado de teorías.
judíos, ya que tales x111íapxo1 son jefes militares de
El sentido normal de las palabras de la consagración1
la corte de Antipas3 • Los demás pasajes designan a los
aleja cualquier duda en torno a la explicación pro- generales romanos con graduación superior a la de
puesta desde el momento que el verbo copulativo est, centurión 4; en los Hechos de los Apóstoles viene men-
«es», establece una identidad absoluta entre el sujeto
cionado explícitamente el tribuno Claudio Lisias 5•
hoc, «ésto», y el predicado corpus meum, «mi cuerpo».
1Nm 31,14; 1 Sm 8,12; 18,13; 1 Cr 13,1; 15,25, etc. 'I Mac
Misterio singular, inalcanzable. Mediante la transubs- 3,55; 16,19. 'Me 6,22. 'Jn 18,12; cf. Ap 6,15; 19,18. 'Act 21,
tanciación, Cristo está presente con toda su divinidad 31 y sigs.; 22,26 y sigs.; 23,10.15-17; 24,7; 25,23.
y su humanidad. Y nada más ajeno a la verdad que Bibl.: R. BLOCH, Rome .. , en Histoire Universelle, I, París 1957,
limitarse a ver en las especies sacramentales un mero págs. 877-879.
simbolismo, en el sentido de que las especies consagra- e.GANCHO
das no serían sino los signos eficaces de la presencia espi-
ritual de Cristo y de su unión íntima con los miembros TRIBUS DE ISRAEL, Las doce. El pueblo de Israel,
fieles. Cristo está presente, no contenido. Y está pre- mientras vivió en la tierra que se le otorgó en herencia,
sente en las especies sacramentales del pan y del vino, fue siempre una unidad integrada por un determinado
no está presente bajo las especies o dentro de las espe- número de tribus. La plena identificación de un israelita
cies. Presencia sacramental, es decir, por modo de signo llevaba consigo, hasta en la época neotestarnentaria, la
(-> Eucaristía). declaración de la tribu a que pertenecía. Este estado de
1Mt 26,26-29; Me 14,22-25; Le 22,18-20; l Cor 11,23-29. cosas en la tradición del AT tenía su origen, por
Bibl.: TOMÁS, Summa Theologica, 3, q. 75, a. 2-4. G. FrLO- descendencia genealógica, en Jacob, quien, según Gn
GRASSI, De sanct issima Eucharistia, I, Roma 1947, págs. 84-114. 32,29; 35, 10, recibió como segundo nombre el de
J. C0PPENS, Eucharistia, en DES, II, cols. 1178-1182. J. DUP0NT, «Israel», símbolo de la unidad, el cual tuvo doce hijos,
Ceci est mon Corps; Ceci est mon sang, en NRTh, 80 (1958), págs.
1025-1041. . considerados como los padres de las doce tribus de
S.FOLGADO Israel.
En Gn 29,31-30,24 + 35,16-20, se narra el nacimiento
TRES CLASES DE FRUTOS DE VIDA CRISTIANA. de los hijos de Jacob y con ello se establece el orden de
Título de una obra apócrifa hallada en un manus- éstos según su edad. Al mismo tiempo, los hijos de Ja-
crito del siglo IX, que forma parte del cód. Wirce- cob aparecen agrupados según sus distintas madres. De
burgensis Theol., folio 33. La obra procede probablemente Lía descienden Rubén, Simeón, Leví, Judá, lsacar y
del siglo n y contiene algunas especulaciones gnósticas, Zabulón (padres de las «tribus de Lía»), de Raquel
aunque el autor sigue perteneciendo a la Iglesia. José y Benjamín (padres de las «tribus de Raquel»), y
Bibl.: R. REITZENSTEIN, Eine fruhchristliche Schrift von der dreler-
de las dos «esclavas» de Raquel y Lía nacieron Dan
lei Früchten des christ/ichen Lebens, en ZNW, 15 (1914), págs. 60-90. y Neftalí, Gad y Aser respectivamente (padres de las
A. DE SANTOS OTERO, Los Evangelios Apócrifos, Madrid 1956, pág. 74. «tribus de las esclavas»). A esto hay todavía que añadir
A. DE SANTOS OTERO el relato de Gn cap. 48, según el cual Jacob adoptó
a los dos hijos de José, Manasés y Efraím, y de este
TRES TABERNAS (TpEiS Ta¡3Epvaí; Vg. Tres Ta- modo los equiparó jurídicamente a sus hijos1. En rela-
bernae). Lugar de la vía Apia, al que fue un grupo de ción con las tribus de Israel no era lo más importante
cristianos de Roma para acoger a san Pablo, cuando iba el orden de edad de los hijos de Jacob, sino mucho más
preso a Roma 1. Tres Tabernas, a 33 millas al sur de las agrupaciones de éstos según sus respectivas madres.
Roma en la vía Apia antigua, se sitúa hoy cerca del Y se comprueba, sobre todo, por el hecho de que en
km 58 en la moderna vía Apia, entre las fincas Pizzo dos importantes documentos de la historia de las tribus,
Cardinale, Tor Ubaldo y alrededores inmediatos. en la bendición de Jacob 2 y en el censo del pueblo
1Act 28,15. de Israel 3, las tribus no se enumeran siguiendo la edad de

1095 1096
TRIBUTO

sus fundadores, sino según los grupos correspondientes tesis. Por lo común no se mencionan en este sistema
a las «tribus de Lía, de Raquel y de las esclavas». - originalmente el más reciente - las «tribus de Lía»:
Es digno de tenerse en cuenta que en la enumeración Rubén, Simeón y Leví y las restantes «tribus de Lía»
de las tribus siempre perdura invariable el número de habitaban en parte al sur (Judá), en parte al norte
doce, aun cuando sea distinto el orden o la distribu- (Isacar y Zabulón), separadas por el grupo compacto
ción de las mismas. Se nos han transmitido dos formas de las «tribus de Raquel». Por lo tanto, respecto a las
diversas del sistema de las doce tribus. La primera sirve «tribus de Lía», el reparto definitivo del territorio de
de fundamento a la historia del nacimiento de las tribus, Palestina no guarda una correspondencia exacta con el
mencionada más arriba, y aparece también en la bendi- sistema de las doce tribus. Dado que, según Gn caps.
ción de Jacob; la segunda se distingue de la anterior 34 y 49,5-7, las «tribus de Lía», Simeón y Leví, proba-
en que falta Leví (jefe de la «tribu sacerdotal») y en la blemente se establecieron en las montañas centrales de
desmembración de la de José en las dos tribus autónomas Palestina, es decir, en el mismo territorio donde se asen-
de Manasés y Efraím 4• En los dos casos persiste el nú- taron las «tribus de Raquel» en la época histórica, se
mero de doce. Pero tampoco ha de verse en este número puede suponer que la confederación formada por las
doce sencillamente la descripción de una realidad his- seis «tribus de Lía» existió antes de que se formara la
tórica - tal vez distinta según las diversas épocas. En «confederación de las doce tribus» de la «anfictionía
efecto, las doce tribus enumeradas nunca existieron si- israelítica antigua». En este caso, la tradicional enume-
multáneamente y con la misma· categoría. Algunas ración de los hijos de Jacob según su edad, la cual coloca
tribus (sobre todo las de Rubén y Simeón) habían ad- en primer lugar (al menos en gran parte) a los «hijos de
quirido ya su tradicional grandeza cuando otras, por Lía», ha conservado un elemento histórico auténtico.
ejemplo, las de Manasés y Efraím, se iban consoli- -cr, sobre todo Gn 48,5. "Gn 49,3-27. 'Nm 26,5-51. -cr,
dando. Otras tribus que no carecían de importancia, Nm 26,5-51. 'Cf. Gn 25,2 y probablemente Gn 36,20-28.
como las tribus meridionales vecinas a la de Judá, Bibl.: A. ALT, Das System der Stammesgrenzen in Buche Josua,
generalmente nunca fueron incorporadas al sistema de en Sellin-Festschrift, Leipzig 1927, págs. 13-24. M. NOTH, Das
System der zwálf Stdmme Israels, Stuttgart 1930. ÁBEL, II, págs.
las doce tribus. De ello resulta que el número doce era 44-75. S. MoWINCKEL, «Rahelstdmme» und «Leastámme» , en ZAW,
una magnitud fija desde un principio. Supuesto que no 77 (1958), págs. 129-150.
es verosímil que en este número obedezca exclusivamente M. NOTH
a un plan falso y antihistérico, se ha ideado la hipótesis
de que con él se hace referencia concretamente a una TRIBUTO (heb. massá', mekes, middáh, minháh,
antigua institución: a la «confederación de las doce ones; q,ópos, Kfívcros; Vg. muleta, munera, pars, tribu-
tribus». Fuera de Israel existieron instituciones seme- tum). Poco se sabe del sistema fiscal de Israel y de los
jantes, como lo demuestran los pasajes de Gn 22,20-24; recursos económicos del mismo. Parece ser que no existía
25,13-16; 36,10-14, y las asociaciones de doce miembros diferencia alguna entre los impuestos del rey y los del
de la historia primitiva griega y romana. En Grecia se reino, puesto que la riqueza de un soberano represen-
denominaban estas asociaciones, las cuales acostum- taba tanto su poder como el del país gobernado por
braban a tener su centro en un templo destinado al culto, él'. El rey tenía a su cargo el mantenimiento de los fun-
«anfictionías». En esto se funda la tesis de que las cionarios y del ejército, debía atender a la defensa del
doce tribus en el AT tienen su origen en la institución país y a los trabajos públicos; pero, en cambio, no
de una antigua «anfictionía israelítica», tenía limitaciones algunas en cuanto a los impuestos.
En el sistema de las doce tribus existen huellas de una Del botín tomado a los enemigos, había una parte
prehistoria anterior, reconocible en sus líneas generales. destinada al Templo. Tal es la única especificación que
Esto aparece si atendemos al modo, que ciertamente parece existir en el sistema fiscal de Israel, es decir, la
no es casual, como internamente se agrupan las tribus diferencia entre el tesoro real y el sagrado 2• El soberano
en este sistema. Es curioso que el «grupo de Lía» esté podía administrar o mediatizar, por medio de sus fun-
integrado, de manera invariable, por seis tribus. Y cionarios, las ofrendas y dones del pueblo" y, en caso
este número seis se mantiene aun cuando haya algunas de extrema necesidad, disponer del tesoro del Templo,
diferencias en la determinación de las tribus (en Gn al igual que del de palacio4•
caps. 29-30 y Gn cap. 49 ocupa el tercer puesto Leví, El rey poseía los tributos de los estados vasallos,
mientras que en Nm cap 26 falta Leví y se men- muy abundantes bajo David 5 y Salomón", y que
ciona en su lugar a Gad). Junto a la «confederación decrecieron a medida que se perdían las posesiones
de las doce tribus» también existió, fuera del primi- exteriores. Según parece, pueblos como los moabitas,
tivo Israel, la «confederación de las seis tribus>", Lo filisteos y ammonitas7, habían pagado tributos muy
cual favorece la tesis de que en el sistema israelítico elevados.
de las doce tribus se encierra otro sistema más an- Además de las tasas impuestas, existían ciertas con-
tiguo de seis tribus. Al «grupo de Lía» pertenecieron tribuciones excepcionales con motivo, p. ej., de la coro-
tribus que, como las de Rubén y Simeón, se vieron nación de un rey 8, basadas, quizá, únicamente en la
privadas en la época histórica de la antigua grandeza, costumbre y que podrían llamarse «voluntarias»; pero,
que ciertamente tuvieron en un período anterior y des- en determinadas circunstancias, el monarca decretaba
conocido actualmente por nosotros. La distribución geo- impuestos especiales, que solían recogerse entre los no-
gráfica de las tribus dentro del territorio de Palestina, tal tables de Israel. Así, Menahem, para lograr el favor de
como se contiene en el «sistema de la descripción de los Tiglatpileser 111, reunió mil talentos de plata, a razón
límites» en Jos caps. 13-19, parece favorecer esta hipó- de unos cincuentas siclos por persona 9• Según ciertas

1097 1098
TRIBUTO

opiniones, los israelitas no estaban sometidos a una 11. "1 Sm 17,25; Am 7,1. 16Ez 45,13-16. 16Neh 10,33-40; Ez
tasa regular, excepción hecha de las contribuciones 45,17; Neh 12,44-47; 13,10-13. 171 Re 10,24-25. 182 Sm 8,10.
101 Re 10,13. 201 Re 10,15; Jos 6,19; 2Sm 8,11.
mencionadas. Sin embargo, esta hipótesis no resulta
muy segura. Las prefecturas de Salomón suponen un En el NT los judíos palestinenses pagaban un tributo
sistema de impuestos (no en dinero, sino en especies), a los romanos, que era cobrado por los publicanos.
que no provenían solamente de los dominios reales. El NT reconoce, en principio, la obligación de pagar
Cuando se dice que todo Judá aportó su tributo a los impuestos exigidos por la autoridad civil, aunque
Josafat'", parece tratarse de un impuesto anual, seme- ésta fuera pagana 1; pagarlos era, por lo demás, cosa
jante al tributo de los estados vasallos. El hecho de que habitual y corriente2•
se describa el sistema fiscal de Egipto como algo extraño 1Mt 22,15-22 y par.; Rom 13,6-7. 'Mt 17,25.
para los israelitas!', no quiere necesariamente significar
Bib1.: F. BUHL, La société israélite d'aprés l'Ancien Testament ,
que el asombro se deba al hecho de tener que pagar París 1904, págs. 185-194. A. G. BARROIS, Manuel d'urchéologie
un impuesto al faraón, sino a que éste posea todas las biblique, II, París 1953, págs. 46-47, 63-64. ANET, págs. 263-264,
tierras, exceptuadas las de los templos. 281-301, 307-311. I. MENDELSOHN, SamueJ's Denuntíatíon of King-
ship in the Light of the Akkadian Documents from Ugarit, en BASOR,
Según otro pasaje de la SE 12, el soberano percibe 143 (1956), págs. 17-22. R. DE VAUX, Les institutions de /'Ancien
impuestos sobre los campos, viñas y rebaños. Es lo que Testament, I, París 1958, págs. 104,110,206, 215-217; 11, ibíd. 1960,
ocurría en los países vecinos, como lo demuestran cla- págs. 131-132.
ramente los textos de Ugarit. Además, la Biblia especi- G. SARRÓ
fica que el rey podrá entregar la contribución a sus fun-
cionarios y, en otro lugar13, se reprocha duramente a TRIBUTO PARA EL TEMPLO. El tributo del
los notables del reino, acusándolos de oprimir al pobre, Templo no es idéntico al diezmo, que servía ante todo
porque perciben tributo sobre su trigo. También parece para el mantenimiento de los levitas y sacerdotes;
que el rey tenía cierto derecho sobre el primer corte de aquél era más bien un impuesto que había de entregarse
la hierba de los campos, y al igual que en Ugarit, podía especialmente al santuario para fines del culto 1• Aparece
declarar exentos del diezmo, tanto al individuo aislado por primera vez como un impuesto per capita con
como a toda su familia14• Basándose en esta institución ocasión del censo durante la marcha por el desierto 2
monárquica, Ezequiel fijó los impuestos15 que todo el y se aplicó a la erección del Tabernáculo", No se di-
pueblo debía pagar en maíz, aceite, ganado, etc., a ce que se tratara de un tributo que hubiese de pagarse
cambio de lo cual el monarca toma a su cargo los sa- regular y constantemente. Tampoco de 2 Cr 24,4-10 se
crificios y ofrendas de carácter público. puede demostrar concluyentemente que desde el tiempo
Después del retorno del Exilio, y dado el carácter de la marcha por el desierto hasta la época del rey
teocrático del estado de Israel, el pueblo se compromete Joás se pagase por el pueblo el tributo del Templo de
solemnemente a entregar, para la reconstrucción del una manera regular, es decir, cada año. El tenor literal
Templo, un tercio de siclo por año, además de las primi- del versículo 5 da más bien a entender la suposición de
cias de la tierra y los ganados, el diezmo del suelo y que se trataba de una recaudación de dinero intro-
cierta cantidad de madera. Un conjunto de hombres ducida de nuevo con el fin de reparar el Templo. La
íntegros y honrados se encargan de recoger y distribuir obligación de contribuir aquí (v. 6.9) se fundamenta por
estas contribuciones. Desde luego, dichas medidas16 cierto - aunque tampoco mucho - en la alusión a Éx
pueden interpretarse como el cumplimiento de las leyes cap. 30. Verdad es que 2 Re 12,5 habla asimismo del di-
del Código Sacerdotal acerca del diezmo que debe nero que se recaudaba en favor del Templo, pero tampoco
pagarse al santuario y a sus servidores, pero, cualquiera se dice allí que se tratase de un impuesto per capita que se
que sea la fecha de tal institución, es indudable que esa percibiese todos los años desde la marcha por el
legislación religiosa es paralela a una institución civil desierto, sino más bien de un impuesto provisional con
análoga o un recuerdo de la misma. cuyo auxilio habían de repararse los daños del Templo.
A las contribuciones del pueblo se añaden también, Según Neh 10,33, les fue impuesta a los israelitas la
en la época monárquica, los presentes de las embajadas obligación de contribuir (regularmente) con un tributo
extranjeras enviadas para ganar el favor del soberano para el Templo. El texto parece hablar de una nueva
del país. Se dice que todos los reyes de la tierra querían tributación y no del restablecimiento de una obligación
ser recibidos por Salomón y cada cual aportaba sus anterior interrumpida por el Destierro.
ofrendas!". El rey de Hámát envía oro, plata y bronce En cambio, que se trataba indudablemente de un
a David 18; pero tales ingresos resultaban poco prove- tributo percibido regularmente para el Templo en el
chosos, porque el rey israelita tenía que corresponder siglo I A.c., se deduce de Josefo, Filón y san Mateo",
é

luego con la misma largueza 19• Por tal motivo, no pueden Estaban sujetos a él todos los varones israelitas mayores
considerarse dichos regalos como un aumento del tesoro de veinte años, tanto los de Palestina como los de la
público del país; en cambio, sí lo fueron las operaciones Diáspora, pero no los menores de edad, las mujeres,
comerciales y mercantiles efectuadas por los soberanos ni los esclavos. No debía ser prestado por los no israeli-
hebreos t". Contribuciones semejantes, más o menos vo- tas, ni siquiera por los samaritanos. Su importe ascen-
luntarias, se mencionan en los documentos de Ugarit. día según Mt 17,24-27 a una didracma o medio estater,
equivalente más o menos al doble del jornal diario de
11 Re 10,23; 2Cr 17,5; 26,8. 21 Re 14,26. '2Re cap. 12; 22, un trabajador. El antiguo impuesto del censo, de un
3-4. '1 Re 15,18; 2 Re 12,19; 16,8; 18,15; Jue 9,4. 62 Sm 8,2.6.
'l Re 5,1. 72 Re 3,4; 2 Cr 17,11; 2 Cr 26,8. 'l Sm 10,27. '2 Re medio siclo 5, tenía aproximadamente el mismo valor.
15,19-20. "2 Cr 17,5. HGn 47,13-26. "l Sm 8,15.17. 13Am 5, El que Neh 10,32-33 sólo exigiese un tercio de siclo,

1099 1100
TRICOTOMÍA

se debía menos a la gran pobreza entonces del pueblo de que hay aquí manifiestamente un esquema antropo-
hebreo, que al elevado valor de la moneda. El pago lógico tricotómico. En cuanto al fondo, los pareceres se
del tributo a favor del Templo había de hacerse en la dividen.
antigua moneda hebrea. Como después del Exilio, los a) Unos dicen que -rrvevµa aquí no designa una parte
judíos, excepto por un breve tiempo•, tenían prohibido constitutiva del hombre como tal. Designaría aquí,
acuñar moneda, fue menester en tiempos de Jesuoristo como en otros textos, el principio de la vida divina
cambiar la moneda en curso de los príncipes extran- de que participamos, un don especial de Dios, concedido
jeros por dinero sagrado para el pago del tributo; de al cristiano para su santificación. El -rrvevµa no sería
ahí las mesas de los cambistas en el Templo, en el atrio sino la misma alma, principio de los actos de la vida
de los gentiles7 • Entonces se organizó la recaudación sensible y racional, pero en cuanto produce actos debi-
del tributo para el Templo 8 : se recogía según la Misnáh dos al influjo del Espíritu Santo y de la gracia. Según
en el mes de 'Ádiir, es decir, hacia mediados de marzo, esto, la distinción entre nvevµa y 'f'VXTl sería solamente
y luego se remitía a Jerusalén con escolta protectora. extrínseca.
La suma total del tributo para el Templo tuvo que Por consiguiente, la súplica del apóstol iría encami-
haber sido, según F. Josefo P, muy considerable. nada a que. el cristiano, tanto en su ser natural como
Después de la destrucción del Templo en el año 70 en su ser sobrenatural, procedente de la inhabitación
o.e. se restableció el cobro del tributo, pero entonces del Espíritu Santo, se conservase sin tacha y sin re-
tenía que ser entregado para el templo de Júpiter en el proche para el día de la parusía del Señor.
Capitolio de Roma c. La última noticia acerca de su b) Algunos no creen que nvevµa signifique aquí el
recaudación procede de la época de Orígenes. principio de la vida sobrenatural, sino un elemento
AF. JOSEFO, Ant. Iud., 18,9,11; Bel. Jud., 7,6,6; FILÓN, De Mo- constitutivo del hombre natural, sin que por esto atri-
narchia, 2,3. B F. JOSEFO, Ant. Iud., 14,7,2. cp_ JOSEFO, Bel. [ud.,
7,6,6.
buyan al texto una concepción antropológica tricotómi-
1Cf. Éx 30,16. 'Éx 30,11-16. 3Éx 38,25 y sigs. 'Mt 17,24-27. ca. La yuxtaposición de estos tres términos rrvsüucr,
'Éx 30,13. '1 Mac 15,6. 'Mt 21,12 y par. 8Cf. Mt 17,24. 'f'VX1Í, crwµa, no sería una explicación, un poco rica
Bibl.: F. VIGOUROUX, en DB, II, cols. 213-215, 1428; III, 851, y redundante, de las palabras «a vosotros enteros»
E. ScHÜRER, Geschichte des jüdischen Volkes ím Zeitalter Jesu Christi,
II, 4.• ed., Leipzig 1907, págs. 314-317. STRACK-BILLERBECK, I,
(vµo:s oAoTeAeis). Se trata, no de una enumeración sis-
págs. 293, 760-773. HAAG, col. 1595. A. PICKERING, The Temple temática, sino exhortativa, en la que, en un estilo un
Tax, en Catholic Gazette, 48, Washington 1957, pág. 170. tanto retórico, se quiere afirmar la totalidad de la pre-
N. ADLER servación. Se puede comparar el texto, bajo este as-
pecto, a la enumeración similar de Dt 6,5: «Amarás
TRICLINIO (TpÍKA1vos, «tres lechos»). Mueble usado al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu
principalmente por los romanos y constaba de tres lechos alma, con toda tu fuerza»1•
de tablas que ocupaban tres lados de un cuadrado; e) Otros, en cambio, creen que puede admitirse al-
se comía recostado y los esclavos servían la comída por guna dependencia de la tradición filosófica griega. En
la parte libre del cuadrado. Los LXX traducen las pa- ésta, el vovs principio de la vida intelectiva, a medida
labras hebreas sekéitéih y hádar ha-mittát por TpÍKA1vos, que la filosofía se hizo más ética y religiosa, se elevó
aun cuando la primera 1 designa la habitación en que a la capacidad de lo divino (Séneca, Filón, Plutarco).
Samuel dio un banquete y la segunda" le. habitación Pablo se serviría de estas ideas diseminadas en el am-
de los lechos o gineceo. biente, pero con la diferencia de que vovs es sustituido
11 Sm 9,22. '2 Re 11,2. por -rrvevµa, palabra que hasta entonces no había de-
D. VIDAL signado la parte superior y al mismo tiempo divina del
alma, sino que era, en concreto en los estoicos, un prin-
TRICOTOMÍA. l. La concepción antropológica de cipio físico y material. El apóstol tomaría este concepto
la filosofía griega era tricotómica. de Gn 2,7, donde implícitamente el alma insuflada
a) En la concepción platónica se da la tricotomía por Dios se pone en relación con el rrveüuc. Confirma
dentro del alma, al poner tres almas en el hombre, esto unos textos de Filón, en los que se realiza la asimi-
localizadas una en la cabeza, otra en el pecho y la lación del vovs al nvevµaA. Pero no hay motivo sufi-
tercera en el vientre. ciente para poner una distinción real entre -rrvevµa y
b) En la concepción de Aristóteles se da la tricoto- 'f'VX1Í, tanto más cuanto que en otros textos aparecen
mía dentro del hombre, al distinguir, crwµa, 'f'VXl), coincidentes estas dos nociones de nvevµa y de 'f'VXTl 2•
vovs. El alma o 'f'VXTl es principio de la vida nutritiva 3. Otra cosa sería en el pasaje de Heb 4,12: «La
y sensible, el vovs principio de la vida intelectiva. palabra de Dios penetra basta el punto de juntura de
2. De los textos del NT está 1 Tes 5,23, a propósito la 'f'VXTl y del rrvaüuc», donde, supuesto el filonismo
del cual se puede preguntar si san Pablo habla en él del redactor de la epístola a los Hebreos, se podría
a la manera tricotómica de la antropología helenística admitir una influencia de la terminología helénica.
distinguiendo 'f'VX1Í de -rrvevµa. En el citado texto ex- +Leg: alleg., 1, 31-34.
presa san Pablo al final de la carta el deseo de que 1Cf. Mt 22,37; Me 12,29-30; Le 10,27. 'Flp 1,27; Ef 6,6; Col
Dios los santifique en todo su ser, y a continuación 3,23, etc.
expresa esa totalidad, añadiendo «de tal manera que per- Bibl.: A. M. FESTUGJÉRE, La trichotomie de 1 Thess 5,23 et la
Philosophie Grecque, en RSR (1930), págs. 385-415.
manezca sin reproche su -rrvevµa, su 'f'VXTl y su crwµa».
El texto es único. En cuanto a la forma no hay duda J. ALONSO DÍAZ

1101 1102
TRIFENA

comenzó a conquistar el país2• Pero los hebreos se


pasaron al bando enemigo al ser traicionado Jonatán
Macabeo". Trifón asesinó a Antíoco y aspiró a reinar",
lo cual facilitó la captura de Demetrio por los persas.
Antíoco VII, hermano del cautivo, acorraló a Trifón
primero en Dor 5 y luego en Ortosia a donde se había
fugado en una nave. Según Estrabón, terminó su vida
como jefe de piratas (138 A.c.).
1J Mac 11,39. 21 Mac 11,39.40.54. '1 Mac 12,39; 13,23. '1 Mac
13,31-32. '1 Mac 15,10-14.37.39.
Bibl.: ESTRABÓN, Geogr., 14,5,2. M. GRANDCLAUDON, Les livres
des Macchabées, en La Sainte Bible, VIII, París 1951, loe. cit. F.
Moneda con la efigie de Trifón. (Foto Monasterio de M. ABEL, Histoire de la Palestine, I, París 1952, pág. 191 y sigs,
Montserrat) J. VIDAL

TRIFENA (Tpóccovo, «blanda», «muelle»; Vg. Try- TRIFOSA (Tpvoéóorx, «delicadeza»; Vg, Tryphosa).
phaena). Discípula de san Pablo, notable por el celo Cristiana de Roma, cuyo nombre aparece citado junto
en el servicio de Dios, según atestigua el apóstol en la al de Trifena en la enumeración de romanos, a quienes
epístola a los Romanos", lo mismo que Trifosa. Como el apóstol san Pablo envía saludos.'. Tal _vez fuesen her-
el nombre de ambas mujeres procede de la misma raíz manas, compañeras de catequesis o diaconisas. Se habla
griega, se ha creído que eran hermanas. Así lo informa de las dos en el texto paulino como mujeres, «las cuales
el Martirologio Romano, que la hace oriunda de Iconio trabajan en el Señor».
y compañera de santa Tecla. 1Rom 16,12.
1Rom 16,12. Bibl.: Véanse los comentarios de la epístola a los Romanos.
Bibl.: Vid. los comentarios de la épístola a los Romanos. T.DEJ.MARTÍNEZ
T. DE J. MARTÍNEZ
TRIGO. -,. Flora, § I, a.
TRIFÓN (Tpúcccv, «lujoso»; Vg, Tryphon). General
de Alejandro Balas", cuyo nombre personal era Dio- TRILLA (heb. cf. "ádas, dis, dos, dús; ó:i\ór¡o-1s, ó:Ao-
doto. Nació en Casiana, cerca de Apamea. Muerto su r¡Tós; V g. tritura, trituratio ). Labor agrícola consistente
señor, hizo que Antíoco VI, hijo menor del difunto, en separar el grano de la paja, en los cereales, la cual
aspirase al trono, cuando Demetrio JI fue nombrado se efectúa en las eras1. El procedimiento más sencillo,
monarca de Siria (145 A.c.), y con la ayuda de los judíos cuando se trata de trillar en pequeña cantidad, es gol-

Fresco egipcio de la necrópolis de Seil.) 'Abd el-Qurnah, en el que vemos a unos campesinos limpiando el trigo
después de la trilla

1103 1104
TRINIDAD

pear las espigas con una vara o palo 2• Lo regular es A lo que no puede menos de añadirse el choque que
que la trilla se efectúe por medio de una trilladora, en podía producir en la mentalidad del pueblo judío con
forma de tabla inclinada o trineo - como ilustran las su celoso, pero estrecho monoteísmo, y por otra parte,
obras plásticas egipcias-, cuya parte inferior está el peligro de ser mal entendido y confundido con alguna
provista de puntas de sílex o de púas metálicas, en el de las formas que el politeísmo más o menos purificado
cual se pone de pie una persona de poco peso: es lo adoptaba en el ambiente pagano de aquellos tiempos.
que se llama en hebreo márag y hárñs. El '6fan 'iígiiliih Fue, pues, providencial que la formulación del dogma
parece ser un bastidor en el que se montan ruedas cuyos trinitario en los esquemas de los símbolos de la fe fuese
bordes tienen dientes de metal o piedra 3• Estas máqui- dejada al trabajo de la Iglesia, que buscó una inteli-
nas rudimentarias se movían con fuerza animal. Tam- gencia de ella bajo la asistencia del Espíritu de la ver-
bién se emplean animales para que trillasen el grano dad, ocasionalmente movida por las herejías y errores
al pisarlo; la Ley mosaica prohibía, en tal caso, que se que oponían a la fe sencilla de la cristiandad primitiva,
pusiera bozal a las bestias, a fin de que pudieran comer ya la incomprensibilidad del misterio, ya principalmente
de lo trillado4• las contaminaciones del sincretismo filosófico-religioso
12 Sm -24,16 y sigs.; 1 Re 22,10. 22 Sm 24,22; 1 Cr 21,23; Is de la época.
41,15. •Js 28,27-28. •Dt 25,4; cf. 1 Cor 9,9 y 1 Tim 5,18. Por tanto; en la exposición del misterio de la Trinidad
en la SE no debemos buscar un formulado conceptual
Bibl.: BRL, págs. 137-139. A. G. BARROIS, Manuel d'orchéologie
bib/ique, I, París 1939, págs. 314-315. G. E. WRIGHT, Bíblica/ equivalente en su aspecto exterior a las fórmulas de
Archaeo/ogy, Filadelfia 1957, pág. 182. los símbolos posteriores; sino más bien los elementos
M.V.ARRABAL que constituyen la sustancia del misterio, que a su vez
ha sido llamado con razón por los Padres antiguos
TRINIDAD. El misterio de la Trinidad, dogma fun- substantia Novi Testamenti. Y también por lo dicho
damental del cristianismo, consiste en que en la unici- es obvio que sean mucho más numerosos los pasajes
dad de Dios (estricto monoteísmo), existen tres sujetos en que se habla en particular de alguna de las divinas
realmente distintos, llamados Padre, Hijo o Verbo personas, que los que nos presentan el misterio en su
(Aóyos) y Espíritu Santo o Paráclito, cada uno de los totalidad.
cuales es verdadera y propiamente aquel único Dios. El hecho que acabamos de mencionar, el modo con
Y como llamamos esencia, naturaleza, sustancia, aquello que ha sido revelado el misterio trinitario en la Escritura
que por una parte diferencia un orden de seres de los ha inducido a ciertos autores a establecer una dístin-
demás y por otra le es común con otros sujetos del ción entre «Trinidad funcional» y «Trinidad metafísica»,
mismo orden, y llamamos personas a los sujetos dis- que viene a ser una reproducción de la que se propuso
tintos que convienen en poseer naturaleza racional o en la investigación de los Padres antenicenos entre
intelectual, la Iglesia ha propuesto a la fe de los fieles el <<Trinidad económica» y «Trinidad metafísica». La
dogma de la Trinidad con la fórmula: Dios es uno «Teología funcional» entiende la Trinidad como una
en naturaleza o esencia, y trino en personas. Es, pues, manifestación de la divinidad en una distribución tri-
el misterio de la Santísima Trinidad el misterio del partita de la obra de la salvación, según la operación
ser y también de la vida de Dios, pues la trinidad de especial que se atribuye a cada uno de los tres sujetos
personas resulta de las procesiones internas en la divi- divinos en la economía de la redención y santificación
nidad, indicadas ya en los nombres con que son desig- del hombre. La «Teología metafísica» entiende expo-
nadas. ner la vida misma íntima de Dios, es decir, el misterio
En este artículo debe exponerse cómo se revela el de la Santísima Trinidad, tal como se da realmente en
misterio en la SE, supuesto lo que en los respectivos el seno de la divinidad; que estos tres nombres, Padre,
artículos se ha explicado acerca del Padre, del Hijo Hijo y Espíritu Santo, representan en realidad tres
y del Espíritu Santo en particular. distintos sujetos en la unidad por otra parte indivisible
Como preliminar indispensable conviene advertir que de la divinidad. No hay inconveniente en considerar
la revelación divina se ha hecho para dirigir la vida ambos aspectos; no hay entre ellos oposición, antes
religiosa, redimir al hombre Y. comunicar con él ya en el al contrario; íntimas relaciones; pues por estas diver-
estadio terreno, con miras a la posesión definitiva de sas operaciones o modalidades de operación que se les
la vida de Dios en la gloria. Por eso no es de maravillar atribuye, aparece clara la intención de revelársenos
que la revelación del misterio del ser y de la vida de como sujetos distintos. No es lícito, por tanto, establecer
Dios se haya hecho en la revelación del designio mise- una separación entre ambas teologías, y pretender,
ricordioso de la redención y de la salvación del género como de hecho varios autores hacen, presentar la Tri-
humano. Y como Cristo es el centro de la vida religio- nidad enseñada en la Escritura como meramente fun-
sa, en Él, en su persona, en sus enseñanzas y en su cional, con lo que la Trinidad metafísica y la distinción
obra se nos revela principalmente la Trinidad personal real de las divinas personas serían excluidas de la autén-
de Dios. Este procedimiento de la revelación trinitaria, tica interpretación bíblica (Bultmann y Cullmann). Esta
además de hacernos entender en alguna manera que teoría no viene a ser otra cosa que un neomodalismo
toda la divinidad tal cual está «interesada» en nuestro o sabelianismo, que pudo nacer en la antigüedad en
bien, tiene un alto sentido pedagógico. La presentación el pensamiento filosófico-religioso, y hoy en el ambiente
formulada intelectualmente. del misterio divino es algo racionalista; pero que ya a priori puede reconocerse
tan trascendente a nuestras categorías mentales que como absolutamente incomprensible en la sencilla men-
es difícil hacerlo entrar sin más en la vida del hombre. talidad de los autores sagrados y de la cristiandad pri-
1105 1106
TRINIDAD

mitiva (cf. Malevez). La existencia de esta corriente de Orígenes, siguiendo a los rabinos, según él declara,
debe ser tenida en cuenta en la exégesis bíblica, para que ve en los dos serafines figuraciones del Verbo y
hacer ver lo infundado de su minimismo y contraponerle del Espíritu Santo (cf. G. Kretschmar). La forma en
un sentido más normal y pleno, conforme con la verdad que se describe la Creación 2 designaría al Hijo en el
católica. El estudio especial de los textos relativos a principio y al Espíritu Santo en el espíritu o viento que
cada una de las divinas personas lo hace ver con clari- incubaba sobre las aguas. También se ha visto como
dad; mas también puede advertirse en la exégesis de expresión trinitaria el pasaje del Sal 33,6 «por el verbo
los textos trinitarios. o palabra de Yahweh fueron hechos los cielos y por
el espíritu o soplo de su boca todo su ejército». Pueden
1. LA TRINIDAD EN EL AT. Aunque por lo ya in- añadirse también las insinuaciones trinitarias que algu-
dicado la plena revelación del misterio de la Trinidad nos autores eclesiásticos entendieron con la forma
es algo propio y característico del NT, se plantea es- plural º.Elohim con que Dios es nombrado, y los pasajes
pontáneamente la cuestión de sus antecedentes en la en que se presenta como hablando en plural 3• No
revelación veterotestamentaria. Se trata del misterio parecen tener valor exegético estas exposiciones, que
del ser y vida de Dios, el misterio primario de la fe, cómodamente se explican como plural mayestático o de
cuyo conocimiento es la vida eterna; y la historia de deliberación, o como enfática proclamación de !a suma
la salvación comienza ya en la época precristiana. perfección divina, o como manifestación de sus atribu-
Y aunque el ambiente politeísta en que estaba sumer- tos. Con todo, escritores como Lagrange y Lebreton
gida casi toda la humanidad exigía una enérgica pre- admiten que supuesta la revelación del NT obtenemos
dicación de la unicidad divina, también convenía que una más plena interpretación de la doctrina implicada
la revelación cristiana tuviese en éste como en otros de alguna manera en estos pasajes. Brevemente puede
puntos sus raíces, más ocultas quizás, pero reales, en la decirse que el tema fundamental sobre Dios en el AT
manifestación de Dios en la antigua Alianza. La tradi- es: Dios misterio absoluto, a quien nadie puede ver
ción exegética de los Santos Padres en las controversias sin morir", se ha manifestado históricamente con los
trinitarias se presenta como ambivalente: por una parte padres por la «Palabra» y la «Sabiduría» que hace
claras afirmaciones de cierta exclusividad neotestamen- presente a Dios y por el «Espíritu» que hace entender
taria de esta revelación; por otra frecuente y tranquilo la palabra. Dios está en unidad con estos dos y no se
recurso a textos del AT contra el arrianismo (cf. Lebre- puede poner diferencia entre ellos.
ton). La exégesis católica viene a coincidir en estos 1 1s 6,3. 'Gn 1,1-2. 'Gn 1,26; 3,22, etc. 'Éx 23,20.
dos puntos: a) La Trinidad no pertenece a la común
fe del pueblo de Israel por no haber sido propuesta 2. TEXTOS TRINITARIOS DEL NT. Aunque son más
con la suficiente claridad en el AT. b) En algún modo abundantes y quizás más reveladores los textos referen-
se le preparaba para recibirla, en cuanto ciertos ele- tes a cada una de las tres divinas personas, hemos de
mentos del misterio están indicados, tanto que en el limitamos aquí a los que nos presentan juntamente a las
NT nos da la plena exposición de la doctrina contenida tres. Sólo en san Pablo vienen a ser unos cuarenta. Ya
en el AT. Lebreton concluye así su cuidadosa investi- este número es impresionante, puesto caso que los
gación: En el AT se hallan muchos rasgos que el NT libros del NT no son un libro de teología, ni un cate-
nos presenta como doctrina de la Trinidad: tal es la cismo sistemáticamente ordenado. Y al recorrer su
paternidad de Dios, la acción santificadora del Espíritu; contenido aparece manifiestamente toda la revelación y
la Sabiduría como ser distinto y bastante netamente toda la vida cristiana enraizada y conectada con el
personal, la trascendencia del Mesías; muy significativas misterio de la Santísima Trinidad. Veamos los princi-
las promesas de venir el mismo Dios, el Esposo de pales.
Israel, a socorrer a la esposa infiel. Pero estos elementos En los evangelios Sinópticos se pueden señalar: el
no parecen tender a organizarse en un todo. Sólo se anuncio de la Encarnación1; la teofanía en el bautis-
logró cuando aparecieron en Cristo: la revelación cris- mo de Cristo 2; la promesa del Espíritu Santo 3 y el
tiana les dio unidad, hizo patente el impulso que tendía precepto del bautismo", En san Juan, la promesa y
a Israel hacia Cristo. Los primitivos cristianos no podían la misión del Espíritu Santo", En los Hechos de los
menos de verlo todo en Cristo, y las profecías se hacían Apóstoles, la doctrina de la salud expuesta en los pri-
transparentes a la luz del evangelio. Todos los escri- meros sermones de san Pedro.". En san Pablo, la acción
tores del NT aplican a Cristo textos que en el AT tratan y vida divinas en el corazón del justo 7; los cristianos,
de Yahweh, el único Dios. templos de Dios 8; distribución de los carismas 9; el
En este aspecto es interesante ver cuán tranquila- himno de bendición y saludo>": la misión de Cristo 11;
mente la teofanía de la visión inaugural de Is 6,9-10 nuestra regeneración-"; el sacrificio de Cristo13 y la ma-
es dicha de Cristo Jn 12,41: «Esto dijo Isaías cuan- licia de la apostasía.v En san Pedro bendición y salu-
do vio su gloria y habló de É!», y san Pablo en Hechos do15; la persecución por el nombre de Cristo16. En san
28,25 pone también como dichas por el Espíritu Santo Juan, la caridad17. No se puede negar que el misterio
«con razón el Espíritu Santo habló por boca de Isaías de la Santísima Trinidad es la sustancia del NT.
a vuestros padres», palabras que el profeta dice pro- 'Le 1,35. 'Mt 3,16-17; Me 1,10-11; Le 3,22. 'Le 24,49. 'Mt
feridas por Yahweh; así lo había notado ya san Gre- 28,19. 'Jn 14,16.17.26; 15,26; 16,7-11.13-15. 'Act 2,33.38.39; 5,
gario Niceno. En esta misma visión se señala como 31.32; 10.10. 7Rom 5,1-5; 8,9-11.14-17; 1 Cor 2,10-16; Ef 1,17;
2,18-22, etc. 81 Cor 6,19-20. 01 Cor 12,4-6. 102 Cor 13,13. 11Gál
trinitario el trisagio «Santo, Santo, Santo es Yah- 4,4-6. =ru 3,4-6. 18Heb 9,14. "Heb 10,29-31. 161 Pe 1,1-2.
weh Sébá'ot» '. Singular y arriesgada es la exposición 161 Pe 4,14. 171 Jn 4,11-16. ·

1107 1108
TRINIDAD

Estos pasajes expresan una trinidad de agentes rela- Espíritu; la esencia de la nueva fe es Cristo, pero según
cionados entre sí en la más decidida confesión de la las Escrituras; así la fórmula trinitaria es más permea-
unidad de Dios; el Hijo y el Espíritu Santo no pueden ble a la plenitud del misterio de Cristo (Treme!).
ser concebidos como simples fuerzas de la actividad Esta inteligencia de la cristianidad primitiva deriva
divina (Lavalette). Y son tanto más importantes cuanto espontáneamente de la historia de la predicación de
más espontáneos y ajenos a toda intención especulativa Cristo, que se nos presenta en los Sinópticos encua-
o teológica. Lo propio del NT es precisamente esta drada entre la teofanía del bautismo de Cristo y su
repulsa callada, pero absolutamente cierta, o de hacer mandato de bautizar en el nombre del Padre, del Hijo
de la Trinidad una mera apariencia o aspecto de lo y del Espíritu Santo. Estos dos textos trinitarios son por
divino con relación a nosotros, o de hacer del Hijo lo demás considerados con razón, por los exegetas ca-
y del Espíritu Santo intermediarios mitológicos, lo que tólicos, como los más expresivos de estos libros, y que
sería propio de una religión nacionalista o humanamente por su semejanza con los demás en los que intervienen
comprensible. Y debe · notarse que precisamente el las tres divinas personas, los iluminan e invitan a la
modo no directo, sino como por alusiones con que se misma interpretación.
nos presenta en el NT la doctrina de la Santísima Tri- 4. TEOFANÍA DEL BAUTISMO DE CRISTO1. «Es la pri-
nidad, la· supone ya conocida y familiar en los cristianos mera manifestación solemne de la Santa Trinidad»
antes de que fuese escrita en los evangelios y cartas (Lebretón). El Padre es manifestado por la voz que
apostólicas (Amou). · baja del cielo, el Hijo en Jesús, y el Espíritu Santo
Esta conclusión se puede comprobar examinando en en el símbolo de la paloma. La distinción personal
particular los distintos sectores de la doctrina neotesta- del Padre y del Hijo es clara; se trata de la realidad
mentaria: confesiones de fe insertas en la primitiva personal del Hijo, quien es llamado no rrais, como
predicación apostólica, contenida en los Sinópticos y mera reminiscencia del Siervo de Yahweh de Isaías,
los Hechos de los Apostoles; el designio salvador de sino ó víos µov, ó o:yam1Tós. El Espíritu Santo aparece
Dios expuesto por san Pablo; ulterior revelación de la colocado en el mismo orden de los dos; es, por tanto,
vida de Dios en san Juan. Contra Cullmann, quien también persona que luego lleva a Cristo al desierto 2
sugiere que las fórmulas trinitarias traicionan o al menos y dirige la misión de Jesús"; no obsta, por tanto, su
velan la fe primitiva puramente cristocéntrica, debe manifestación por la figura de paloma, símbolo de su ac-
establecerse con J. Kelly que las fórmulas trinitarias ción, como el Padre se revela en la voz sensible. Esta
son una categoría de !a mentalidad apostólica. manifestación es una teofanía semejante a las del AT.
1 Mt 3,16-17 y par. 2 Mt 4,1 y par. 3 Lc 4,18.21.
3. EL «KERYGMA» APOSTÓLICO. «Jesús, Cristo y
Señor», con toda la plenitud de significado que incluye 5. LA FÓRMULA BAUTISMAL1• Ningún texto escritu-
«según el designio de Dios Padre y en virtud del Espíritu rario tuvo tanta resonancia como éste en las controver-
Santo», «está expresamente encuadrado en la afirmación sias trinitarias; es el alma principal que empuñan los
estrictamente monoteística, como trama de fondo perfec- Padres contra arrianos y pneumatómacos; lo cual es
tamente conocida y consciente en la universalidad del natural por ser parte esencial del rito bautismal, como
pueblo judío, a quien se dirige» (Treme!). Se insiste en consta ya por la Didajé ; el bautismo, aun cuando se
la resurrección de Cristo como manifestación del poder dice «en nombre del Señor Jesús», es presentado como
del Padre y del señorío de Jesús, preexistente en igualdad don del Espíritu Santo 2 y san Pablo nos presenta varios
con Dios. También el Espíritu Santo (discursos de Pe- textos trinitarios en relación con el rito de la iniciación
dro) está relacionado con la unción de Cristo en su vida cristiana. Sin entrar en la cuestión (parece ya anticuada)
y a la manifestación de la gloria en su resurrección. de si las dos frases «en el nombre de Jesús», «en el nom-
Evidentemente está excluida de la mentalidad cristiana bre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo», signi-
toda forma de promoción adopcionista o de manifes- fican inmediatamente una doble formulación inicial en la
tación modalista. La historia de la salud está como administración del bautismo, se explica la primera
distribuida en tres épocas, del Padre, del Hijo y del porque ante los judíos monoteístas bastaba la profe-
Espíritu Santo, pero las tres son mesiánicas. Porque sión de fe en Cristo resucitado, que incluía ya la fe en
el cristiano cree en el Padre y en el Espíritu Santo; cree Dios y en el Espíritu Santo, mientras que ante los pa-
en Cristo Señor, y lógicamente en sus profesiones de ganos convertidos debía explicitarse la fe en el misterio
fe coloca de ordinario primero al Padre que envía al primordial. Como nota Lebreton «frente al bautismo
Hijo y luego al Espíritu Santo enviado por los dos. en nombre de Jesús no se comprende la difusión del
Al mismo resultado lleva el examen de las fórmulas bautismo en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu
litúrgicas que son preferentemente cristocéntricas, pero Santo, si esta fórmula litúrgica no hubiese tenido el
insertas en el monoteísmo del judaísmo y en la expe- apoyo de una sentencia del Señor, reportada en el evan-
riencia religiosa de Ja efusión del Espíritu Santo, pues gelio». De la autenticidad de este versículo de san Mateo,
todo el culto es del Espiritu y provocado por Él. Esta que consta uniformemente en todos los códices y ver-
fe y este ambiente trinitario es tan primitivo que la siones, no se puede dudar. La sospecha contraria de
fórmula trinitaria es expresión de saludo y bendición. F. Conybeare a principios de siglo, opuesta a los más
La fe cristiana es, pues, ciertamente cristocéntrica, pero elementales principios de la crítica, pronto envejeció,
es también trinitaria; no se oponen, al contrario, son dejada a un lado por muchos de los mismos racionalistas
una misma fe, pues la fe en Cristo es fe en el designio (cf. Lebreton, Ceuppens y Ongaro), De ella Lagrange
de Dios anunciado por los profetas con la efusión del emitió este severo juicio: «La adhesión a la boutade de

1109 1110
TRINIDAD

Conybeare es un verdadero desafío a la crítica textual». estas diversas denominaciones diversos dones; o qui-
La revelación de la Trinidad en este mandato es cla- zás en su mente signifiquen en general todos los
ra. La distinción personal del Padre y del Hijo es evi- fenómenos carismáticos en cuanto son dones gratuitos,
dente; la del Espíritu Santo por su connumeración con las ministerios en la Iglesia y operaciones milagrosas. En
otras dos personas; aquél en cuyo nombre es alguien el primer aspecto son atribuidos al Espíritu Santo, en
bautizado sólo puede ser un ser personal. Los tres tienen el segundo, al Señor, a Cristo, en el tercero a Dios Padre.
la naturaleza y la potestad divina, ya que ser bautizado Todos ellos se refieren al Espíritu 2• Estos dones, con ser
en nombre de alguien como rito religioso indica así muchos, son todos dones divinos, y manifiestamente
la consagración al culto de aquella persona, como la los tres dadores pertenecen a la divinidad. Y es clara-
autoritativa potestad de ésta para santificar", La unidad mente acentuada la actividad personal de cada uno
de naturaleza, ya conocida y confesada, la ven expre- de ellos como personas distintas. Es característica de
sada los Santos Padres en la frase «en el nombre» en este pasaje la concentración de la actividad divina en
singular, no sin fundamento en la mentalidad hebrea, el Espíritu Santo como agente personal de los carismas
para quien «nombre» significa la esencia y el poder. que en los versículos anteriores se habían descrito como
1Mt 28,19. 'Act 19,2.5.6; Jn 3,5. 'Rom 6,3-17; 1 Cor 1,12- divididos entre las tres personas.
15, etc. La bendición y saludo con que termina la segunda
carta a los Corintios", probablemente de uso litúrgico
6. SAN PABLO. El designio salvífico de Dios lo (Lietzmann), es considerada hoy día como de sumo va-
expone san Pablo en un marco trinitario. Es preciso lor en teología trinitaria (Ceuppens). Desea san Pablo
repetirlo: es impresionante, por el número y diversidad para sus fieles dones divinos: la salud· que -Nuestro
de contextos que necesariamente no parecen exigirla, Señor nos confiere gratuitamente, el amor del Padre al
la insistencia en la repartición de la acción salvífica darnos a su Hijo, y la comunicación que el Espíritu
entre los tres actores, Padre, Hijo y Espíritu Santo. hace de sí y de sus dones. La distinción personal es
Y como nota acertadamente F. Prat es sensible que no acusada fuertemente por la diversa atribución de ac-
puedan ser presentados todos los pasajes en globo, tuación y la perfecta igualdad entre los tres. Y es signi-
pues pierden eficacia al separar del conjunto el análisis ficativo que estos mismos dones en otros pasajes se
de algunos textos más directamente reveladores del atribuyen a otras personas: la caridad al Hijo y al Espí-
carácter inmanente de la teología trinitaria de san Pa- ritu Santo", la gracia al Padre 5, y la comunicación al
blo, en oposición al punto de vista meramente funcional Hijo 6.
de la interpretación liberal. Nada hay más opuesto a la 11 Cor 12,4-6. 'I Cor 12,11. '2 Cor 13,13. 'Rom 8,35; 15,30.
mentalidad paulina que una teología meramente funcio- 'Roro 3,24. 61 Cor 1,9.
nal: Dios se revela como tres personas en la obra sal-
vífica en Cristo; Dios nos salva revelándose tal cual También merecen especial atención como expresivos
es, Padre, Hijo y Espíritu Santo. El -príncipio de apro- del pensamiento trinitario de Pablo los siguientes tex-
piación de los efectos salvíficos a cada uno de los tres tos: Rom 8,9-11.14-17 (cf. Gál 4,4-6); 15,15-16. l Cor
agentes divinos no es precisamente el bien que se les 2,7 y sigs, 2 Cor 1,21-22. Ef2,18; 3,14-17; 4,4-6. Tit 3,4-6.
atribuye - los mismos bienes son en distintos pasajes Heb 9,14; 10,29-31.
atribuidos ya a uno, ya a otro, así la fe, la esperanza y 7. SAN JUAN. Por último, los escritos de Juan,
la caridad-, sino el papel desempeñado por el actor dirigidos principalmente a completar la revelación so-
divino, lo que claramente incluye la intención de ma- bre la gloria y divinidad de Cristo, nos introducen en
nifestar su personalidad como distinta. La iniciativa, las relaciones intimas entre las tres divinas personas.
el origen de la obra salvífica es del Padre; la realiza el En el Apocalipsis coinciden los exegetas católicos
Hijo, y la confiere para el hombre el Espíritu Santo. modernos en ver representaciones trinitarias en el saludo
El nombre de la primera persona es Dios, «Padre de inagural1 y en la visión final de la vida celeste2 «y me
Nuestro Señor Jesucristo»; Cristo es el Hijo, con filia- mostró un río de agua viva (símbolo también del Espí-
ción claramente abierta al sentido teológico, pues es ritu Santo), que salía del trono de Dios y del Cordero»
imagen del Padre, preexistente en la forma de Dios con (Lebreton).
función creativa; el Espíritu Santo, como asociado a las En el cuarto evangelio, en los textos del discurso de la
dos personas Padre e Hijo en et mismo plano de la Cena que prometen la venida del Espíritu Santo 3 se
acción salvífica, excluye la posibilidad de ser conside- presenta bosquejada la vida intima de la augusta Tri-
rado como mero agente impersonal. «San Pablo ha nidad, cuya repercusión es la misión de la tercera per-
proyectado una luz ardiente en los misterios de la vida sona.
divina en el hombre, y en esto podemos captar en su En su primera carta 4, la caridad de Dios en nosotros
conjunto la doctrina trinitaria, que puede resumirse en se hace patente por la manifestación del envío de su
et texto de Ef 2,18: por Cristo en un Espíritu tenemos Hijo y de su Espíritu. El misterio trinitario es en estos
acceso al Padre» (Lebreton). últimos rasgos un misterio de unión, unión de las divinas
Entre los textos trinitarios de Pablo-coinciden los personas entre sí, y unión de los cristianos en ellas y
exegetas católicos en citar como más importantes la entre sí (Lebreton).
salutación y bendición de 2 Cor 13,13 y la distribución En estas doctrinas de los libros sagrados, la fe sencilla
de los carismas1. Estos carismas los distingue Pablo de los cristianos vio desde el principio la revelación de
en gracias (xapío-µcx-ra), servicios (Stcxovíct) y ope- la Trinidad consustancial. Los errores antitrinitarios
raciones (evepyriµaTa). Puede ser que distinga con hallaron eco en aquellos para· quienes la especulación

1111 1112
TRONO

helénica era más apreciada que el evangelio; no en le dio el nombre de 'A71E~áv6pEta fi Tp~éxs. El NT la
aquellos para quienes la vida de Cristo era el centro llama simplemente Tp~éxs. Fue muy considerada por
del cristianismo, fuesen sabios como Atanasio o igno- los romanos, debido a la tradición que relacionaba la
rantes como el último de los fieles (Lebreton) (---+ Comma fundación de Roma con Troya.
Joanneo). Sus ruinas se hallan dispersas. Quedan grandes frag-
mentos de muros, que rodeaban Tróade en un períme-
1Ap 1,4-5. 'Ap 22,1. 3Jn 14,26; 15,26; 16,7.13-15. '1 Jn 4, tro de 10 km. Se ven los restos de lo que quizá
1~1~ .
fueron unas termas. El antiguo puerto está casi se-
Bibl.: Tratados. l. B. FRANZELIN, De Deo trino, Roma 1910. pultado por el mar y la arena, debido a la corriente
P. GALTIER, De ·sanctissima Trinitate in se et in nobis, París 1933.
A. o'ALEs, De Deo trino, París 1934. R. ARNOU, De Deo trino. I, de los Dardanelos; en él se ven todavía columnas de
In fontibus revelationis, Roma 1938, pág. 20. G. BARDY, Trinité, granito gris, medio hundidas.
L'Écriture, en DThC, 15,1545-1605. J. M. DALMAU, De Deo uno San Pablo tuvo en Tróade una visión que le obligó
et trino, en Sacrae Theologie Summa, II, 3.°' ed., Madrid 1958. M. a dirigirse a Macedonia 2 • De vuelta de su tercer viaje,
ScHMAUS, Dogmática, I, Madrid 1960.
Estudios: GREGORIO NICENO, Adv, Eunom., 2,2, en PG, 45, 534, pasó por Tróade, donde resucitó a Eutico, muchacho
657. M. J. LAGRANGE, Évangile selon Saint Matthieu, París 1923, que, vencido por el sueño, había caído desde la ventana,
pág. 544. · F. PRAT, La Théologie de Saint Paul, II, 6.• ed., París durante la predicación del apóstol". Durante su segunda
1926, pág. 158. J. LEBRETON, Histoire du dogme de la Trinlté, 7.•
ed., París 1927, págs. 269, 439, 552-610. R. BULTMANN, Glauben
prisión en Roma, pide a Timoteo que le traiga el manto
und Verstehen, Tubinga 1933. G. ÜNGARo, L'outenticitá e lntegritá los libros y pergaminos que había dejado en Tróade
del comma trinitario in MT 28,19, en Bibl, 19 (1938), págs. 267-289. en casa de Carpo 4•
F. SCHMIDT, De adumbratione SS. Trinitatis in V.T. secundum S.
1Act 16,11. 2Act 16,8-11;2Cor2,12-13. 3Act20,5-12. '2Tim
Augustinum, Mundelein 1942. J. M. BovER, Teología de San Pablo,
Madrid 1946·. F. CEUPPENS, Theologia bíblica. II, De Sanctlssima 4,13.
Trinitate, Turín 1949, pág. 62 y sigs. J. KELLY, Early Christian Bibl.: W. M. RAMSAY, The Cities of St. Paul, Their Jnfluence on
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París 1958 (trad. fr.). L. MALEVEZ, Nouveau Testament et Théo/ogie viajes misionales por Asia durante algún tiempo 1• Por
fonctionel/e, en RSR, 48 (1960), págs. 258-290.
J. M. DALMAU
su causa, aunque no por su culpa, se acusó al apóstol
de profanar el Templo con la introducción de paganos
en él, lo cual originó un tumulto que estuvo a punto de
TRÍPOLI (Tpírroxic, «tres ciudades»; Vg, Tripa/is).
costar la vida a Pablo y fue motivo del encarcelamiento
Ciudad con puerto, situada en Fenicia, al norte de
Biblos, cuyo nombre original y fundación son oscuros. de éste2•
1Act 20,4; cf. 2 Tim 4,20. 2Act 21,9.30.
Es probable que, en las postrimerías de la época persa,
se convirtiera en una colonia de los aradios, tirios y Bibl.: J. RENTÉ, Les Acles des Apótres en La Sainte Bible XI
sidonios. Los escritores clásicos informan que cons- París 1949, loe. cit.
D. VIDAL
taba de tres sectores amurallados, que se hallaban entre
sí a la distancia de un estadio. Los mercenarios griegos
TROGILIO (Tpwyú71711ov, Tpwyú711ov, Tpwyv71ía,
del ejército persa zarparon de Trípoli, tras la derrota
etc.; lat. Trogilium). Promontorio en el mar Egeo,
de Isso, hacia Chipre y Egipto. Demetrio, llegado de
formado por la parte occidental del monte Micale, al
Roma, desembarcó en Trípoli", que se libró de los se-
sudoeste de Éfeso y frente a la isla de Samos .. de la que le
leucidas en el año 111 A.c. Herodes edificó un gimnasio
separa un canal de 1,5 km de ancho. La nave en que iba
en ella. Se dice que el cristianismo arraigó en la pobla-
san Pablo hizo en él una breve escala un día antes de
ción gracias a la predicación de san Pedro.
llegar a Mileto en su tercer viaje misional", El lugar es
12 Mac 14,1-2; cf. 1 Mac 7,1-4.
célebre en la historia por el triunfo naval griego sobre
Bibl.: ESTRABÓN, Geogr., 16,2,15. PLTNIO, Hist. Nat., 5,78. F. los persas, tras las victorias de Maratón y Salamina. El
JOSEFO, Ant. Iud., 12,10,1; íd., Bel. [ud., 1,21,11. PAULY-WTSSOWA,
VII, cols. 203-207. M. GRANDCLAUDON, Les livres des Macchabées,
nombre se encuentra en algunos mss. griegos (D, H, L,
en La Sainte Bible, VII, París 1951, loe. cit. M, etc.), pero falta en los más importantes, así como
D. VIDAL en la Vg. y en las versiones etiópica, copta, etc.
TRITOISAÍAS. ---+ Isaías. 1Act 20,15.
Bibl.: ESTRABÓN, Geogr, 14,1,12-13. J. RENTÉ, Actes des Apé-
TRÓADE (Tpcoóx ; Vg, Troas). Una de las ciudades tres, en La Sainte Bible, XI, París 1949, pág. 278.
más importantes de ---+ Misia. Se hallaba situada en la J. VIDAL
costa noroeste de la región, frente a la isla de Tenedos
y poseía un importante puerto 1• Fundada por Antígono, TROMPETA. --+ Música.
uno de los generales de Alejandro, a unos 40 km al sur
de la antigua Ilion o Troya, fue llamada primero Antio- TRONO (heb. kissé", kisséh.; ar. kursi; ~fíµo:, Spóvoc;
gonia Tróade, es decir: Antigonia de la región' de Troya. Vg, thronus).Asiento que denota la autoridad de una
Más tarde, Lisímaco, rey de Tracia, la embelleció y persona y que suele ser privativo de los soberanos,

1113 1114
TRONO

tanto hebreos>, como paganos2 • Aunque lo puede ocu- como de la vida de Cristo y de su Iglesia. Sólo se ha
par un sacerdote 3, un huésped" o un gobernador 5, de evitar todo exceso que conduzca a acomodaciones
simboliza especialmente el poder real, o la realiza, en caprichosas o imaginarias.
todos sus aspectos y, por extensión, la soberanía de ACASlANO, Co/lationes, 14,8, en PL, 49, 962-965. BJERÓNIMO,
Dios y de su Mesías6 • Los libros de los Reyes7 des- Ep. 110 ad Hedibiam, 12, en PL, 22, 1005; íd., In Ez., 16,30, en
criben el trono de los monarcas hebreos, de tal modo PL, 25, 147; íd., In Amos, 4,6, en PL, 25, 1027. e AGUSTIN, De
utilitate credendi, 3,5, en PL, 42,68. n El autor parece haber sido
que, con la ayuda de representaciones plásticas del
Agustín de Dacia, O. P., cf. A. VACCARI, Autor versuum de quatuor
Próximo Oriente antiguo, se puede tener una noción Scripturae sensibus, en VD (1929), págs. 212-214.
bastante fiel del mismo. El trono de Dios era el Arca -cr. Gn 17,10; Dt 10,16; 30,6.
de la Alianza. Los profetas y el Apocalipsis trazan la
imagen del mismo y ofrecen los detalles que se les anto- Bibl.: A.M. DUDARLE, Le sens spiritue/ de l'Écriture, en RSPhTh
(1947), pág. 413 y sigs, J. COPPENS, Nouvelles réfiexions sur les
jan más característicos; es de lapislázuli y reposa en divers sens des saintes Écritures, en NRTh (1952), págs. 1-20. A.
un hemisferio de cristal transparente, rodeado de que- METZINGER, Los sentidos bíblicos, en Teologia y Vida, 2, Santiago
rubines 8; en Daniel es un trono flamígero 9 y en el Apo- de Chile 1961, págs. 153-161.
calipsis está en el cielo, rodeado de los veinticuatro º· GARCÍA DE LA FUENTE

tronos de los ancianos y de un arco iris de esmeralda,


y con los cuatro seres vivientes a los lados-". TRUENO (heb. rá'am, qol; f:lpoVTTJ; Vg. tonitru).
1 Al igual que el rayo, el relámpago y demás elementos
1 Re 10,18-20. 'Éx 11,5; Jer 43,10, etc. '1 Sm 4,13.18. '2 Re
4,10. 'Neh 3,7. 'Sal 9,5; 45,7; Is 9,6; 16,5; Mt 25,31; Le 22,30, de la tempestad, el trueno acompaña las teofanías po-
etc. '1 Re 10,18-20. 6Ez 1,22.26. ºDan 7 9. 10 Ap cap. 4. tentes de Dios en la historia de la salud. No hay divi-
Bibl.: BRL, pág. 520. R. DE Vxtrx, Les institutions de l'Ancien nización de tales fenómenos atmosféricos, sino una in-
Testament I, París 1958, págs. 164, 165, 172, 179; II, ibíd. 1960, terpretación sacra y religiosa de las manifestaciones
págs. 129-131, 132, 157, 167, 179.
cósmicas de una naturaleza que el creyente hebreo sabe
R. FUSTÉ
y siente sometida por completo al poder divino. Por
ello, no «truena» sino que «truena Yahweh» y truena
TRONOS ANGÉLICOS. --+ Angelología judía y cris-
tiana. contra sus enemigos, amedrentándoles y protegiendo a
su pueblo con potencia irresistible. Sobre todo, en los
TROPOLÓGICO, Sentido. Según una clasificación relatos épicos de batallas es frecuente esta interpretación
que se remonta por lo menos a Casíano e - se encuen- de los acontecimientos naturales1• Los truenos de las
tran ya elementos de ellas en san Jerónimo B y san Agus- teofanías testimonian de manera patente la trascenden-
tín e - y que ha continuado hasta nuestros días, a tra- cia de Dios2•
vés de los escolásticos y los autores del siglo XVI, el Una expresión frecuente que con su antropomorfismo
sentido tropológico (de Tpónos, «costumbres», «mo- patentiza esta concepción religiosa es la que llama al
do de obrar») es una de las tres especies de sentido trueno «voz de Dios», en la que la poesía entra también
típico cuyo objeto es la vida moral de los fieles, es decir, en gran medida 3•
encierra una enseñanza moral. La Edad Media nos ha En el NT, Marcos refiere que Jesús nombró a los hijos
dejado expresada esta doctrina en los conocidos versos: del Zebedeo «Boanerges», que para sus lectores roma-
Littera gesta docet, quid credas allegoria, / Mora/is quid nos traduce como «hijos del trueno» (v!oi f:lpoVTfís)•.
agas, quo tendas anagogiañ, El contenido real no hay duda que se refiere a la vio-
La circuncisión corporal, p. ej., significa la circunci- lencia de carácter o fogosidad temperamental ; pero la
sión moral del corazón, la mortificación1. Otro ejemplo explicación fonética y morfológica sigue sin encontrar
muy conocido nos lo daría la ciudad de Jerusalén que solución adecuada de no presuponer alguna alteración
en sentido alegórico prefigura la Iglesia del NT, en en la transmisión del vocablo original qre sería bene
sentido tropológico el alma del justo y en sentido ana- rá'am o bene ré'em - como aparece en el margen de
gógico la patria celestial. algún códice - o también benerigsa que daría «hijos
Esta clasificación, sin embargo, tiene mucho de ar- del estrépito».
tificial y a veces puede engendrar confusión. En primer En los escritos joánicos, el trueno está siempre en
lugar, no es exclusiva del sentido típico, ya que el sen- conexión con la divinidad y tiene valores teofánicos,
tido literal puede tener por objeto dogmas de fe, pre- ya que acompaña las epifanías de Dios en fuerza y
ceptos morales y premios futuros. Por otra parte, el majestad. En el Apocalipsis, culmina esta idea muy
sentido tropológico se reduce muchas veces a simples cara a toda la tradición apocalíptica judía: el canto de
ejemplos aducidos para ilustrar o confirmar una verdad los elegidos, la voz de los ángeles que alaban a Dios o
moral, o se basa en una acomodación más o menos amenazan castigos pavorosos son comparados al retum-
plausible o es una consecuencia de las palabras del bar estremecedor del trueno que logra su máxima po-
texto. Por eso, la clasificación puede retenerse con las tencialidad cuando se le suma el número siete, símbolo
salvedades apuntadas. Es sumamente difícil poder pro- de la totalidad 5•
bar que un determinado texto o un precepto del AT 11 Sm 2,10; 7,10; 12,17; 2 Sm 22,14; Sal 18,14. 'Éx 9,23; 19,16
contiene una verdadera significación tipológica. Es legí- 20,18; Sal 29,3, etc. 'Is 6,8; Miq 6,9; Jer 25,30; 51,16; Am 1,2
Job 28,26; 37,4; 38,25; Sal 46,7; 68,34, etc. 'Me 3,17. 'Jn 12,29
timo, no obstante, buscar las repercusiones morales Ap 4,5; 6,1; 8,5; 10,3; 11,19; 14,2; 16,18; 19,6.
que puede tener en la vida del cristiano la economía
Bibl.: Véanse los comentarios a Marcos y Apocalipsis.
de la salvación iniciada en el AT y sacar aplicaciones
tropológicas, tanto de la vida moral del pueblo judío, C.WAU

1115 1116
TUTOR

TUBAL (cproducción»; 8opÉA; Vg. Thubal). Hijo TUBIENOS (Tovpn'1vo1; Vg. Tubianaei). En los libros
de Jafet1 y pueblo o tribu descendiente de él, que se cita de los macabeos, nombre de los habitantes de ___.. Tób,
frecuentemente junto con Mések y Yáwán •, también
jafetitas. Sostenían comercio con Tiro, a la que propor- TUMMi'M. --->- 'Ürim y tummim.
cionaban esclavos y bronce3• Ezequiel, el profeta, llama
a Gog, enemigo del pueblo de Dios, gran príncipe TUMOR. --->- Bubón maligno.
soberano de Mések y Tuba! 4 • Los descendientes de Tu-
ba! son los tibareni o tibarenoi, de que habla Herodoto, TÚNICA. --->- Vestuario.
y que corresponden a los tabál de los asirios y a los
tipa! de los hititas. Parece deben localizarse en las costas TUTAN]jAMÓN (egip. tút-sanh-amon, «hermoso de
meridionales del mar Negro. vida es Amón»), Faraón de la XVIII dinastía (1354-
1Gn 10,2. 'Is 66,19. 'Ez 27,13; 32,26. 4Ez 38,2.3; 39,1. 1345) también llamado neb-hepre-ré' ( «Ra es poseedor
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, de forma»), sucesor y yerno de Ahenatón por su ma-
pág. 207, con indicaciones bibliográficas. trimonio con 'Anl;J.os-en-amon.
T. DE J. MARTÍNEZ
A él se debió el decreto que restablecía el culto de
Amón, proscrito por su suegro. Murió a los veinte años.
TÜBAL QAYIN (et. cf. infra; 8ópeA xcd 17v; Vg. Históricamente es un faraón oscuro; pero debe, sin
Tubalcain). Hijo de Lamec y de· $i11ah, y hermano embargo, su fama al hecho de que su tumba, situada en
de Na'ñmáh. Fue forjador que trabajaba los objetos de el Valle de los Reyes, permaneció intacta, a salvo de
bronce y hierro", lo cual implica que la SE establece saqueos, a diferencia de todas las conocidas, durante
con él la idea de un avance cultural de la humanidad. más de tres milenios. La descubrió Howard Carter en
Se ha dudado de que el nombre de Tübal Qayin sea el 1922, y así pudo estudiarse un tesoro de objetos y
primitivo. Tübal pudiera proceder de la raíz yaba! ornamentación hasta entonces sólo imaginados, el cual
«conducir», «producir», en cuyo caso su significado da una clara idea del fasto y el refinamiento faraó-
sería sinónimo de qayin, «forjador», que apoya al de nico.
Tübal, de etimología dudosa. El Kal iív de la LXX
quizá sea una corrupción de Kaív = Qayin. Bibl.: H. CARTER - A. MACE, The Tomb of Tut-ankh-amen Lon-
dres 1923. J. PJRENNE, Historia de la civilización del antiguo Egipto,
1Gn 4,22. 11, Barcelona 1963, con bibliografía (trad. cast.).
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Saint e Bible, 1, París 1953,
págs. 161-162. P. ESTELRICH
J. A. PALACIOS
TUTOR (srrrrpórroc; Vg. procurator, tutor). Perso-
'.fUBEIQAH, Hirbet el-, Nombre árabe actual del na encargada de cuidar a un menor de edad y de admi-
lugar de emplazamiento de --->- Bét Sñr, nistrar sus bienes, como Mardoqueo lo fue de Ester,
aunque no se le llame tal', y Lisias de su pariente el
TUBÍAS (év ToTs Twpíov; Vg. in locis Tubin). Lo- rey Antíoco V Eupátor2• Para san Pablo los hombres,
calidad citada en el texto griego del libro de los Macabeos antes de Cristo, eran como niños sometidos a tutor;
en relación con el episodio de las ciudades de Ga- ahora, por Cristo pueden ser hijos de Dios y hacer
laad-, en la que los gentiles deseaban matar a los ju- valer sus derechos3 •
díos. Se identifica con el país de ---,. '.fob.
1Est 2,7. 22 Mac 11,1; 13,2; 14,2. 'Gál 4,2.
11 Mac 5,13.
BibJ.: M. GRANDCLAUDON, Les livres des Macchabées, en La Bibl.: M.-J. LAGRANGE, Saint Paul. Építre aux Gala tes, 3.• ed.,
Sainte Bible, VIII, París 1951, ad. loe. París 1926, págs. 96-98.

1117 1118
u
U. La u es la vigésimo cuarta letra del abecedario norte de Ladaqiyyah (antigua Laodicea ad Mare), la
castellano y la última de sus vocales. En latín se con- elevación de Ras Samrah es de unos 20 m de altitud y
funde estrictamente, como grafía, con la v, de suerte cubre un espacio de alrededor de 25 hectáreas.
que en su abecedario hay sólo un encasillado para En la primavera de 1928, el arado de un labrador,
ambos signos, que se llama u y se escribe v. La ipsilán trabajando en la zona de Minet el-Beida, topó con una
griega í:i ljllÍ\Óv (v, Y) corresponde propiamente a la gran piedra, que resultó ser parte de la bóveda de
y griega. El sonido vocálico u se consigue, en el griego, una antigua tumba. La noticia del descubrimiento llegó
por otros medios. En hebreo, la vocal u se identifica al Service des Antiquités en Syrie et au Liban, y se co-
en muchos casos, gráfica y fonéticamente, con el waw. misionó a Virolleaud para que explorase la necrópolis.
Para todos los principales problemas relacionados En 1929 C.F. A. Schaeffer emprendió la excavación sis-
con la vocal u, en estas Ienguas, en cuanto afectan al temática de Minet el- Beida, durante la cual le llamó la
campo bíblico, --->- W. atención el montículo cercano, cuya naturaleza era evi-
S. BARTINA dentemente artificial. Los sondeos revelaron la presencia
de una vieja ciudad. Se llevaron a cabo once campañas,
'Ü'EL (abr. de 'iíbü'elf'iíbi'el, «mi Padre es Dios»?; entre 1929 y 1939, en ambos sitios; las operaciones, sus-
Ovi¡r..; Vg. Ve!). Uno de los hijos de Bání, que hubo pendidas a consecuencia de la guerra, se prosiguieron en
de repudiar a su mujer extranjera por orden de Esdras1• el montículo en 1948 y 1949, donde se efectuaron nue-
Algunos interpretan que se trata de una abreviatura del vas catas; las excavaciones de gran alcance se iniciaron
nombre 'Üri'el. de nuevo en 1950, continuándose hasta e.l presente.
1Esd 10,34. En el principio de las excavaciones, W. F. Albright
Bibl.: NOTH, 56, págs. 90 (n. 5), 235. Miqr., I, cols. 134-135. propuso la identificación de Ras· Samrah con Ugarit,
D. VIDAL ciudad mencionada varias veces en las cartas de Tell
el-Amárnah y en documentos hititas y egipcios. Estas
'ÜFÁZ (µwq>á~, 'Qq>á~; Vg. Ophaz, aurum obrizum). referencias permitían inferir que Ugarit estuvo empla-
Lugar mencionado como poseedor de oro1• Se trata zada en el litoral del norte de Siria y que fue una po-
de un sitio desconocido. Por lo regular, se interpreta blación considerable y próspera. La identificación pro-
como una lectura errónea del T. M. que, según la puesta quedó confirmada por el nombre ugrt, que
Pésittá', el Targüm y l" versión siro-hexaplar, hay que apareció con cierta frecuencia en textos descubiertos en
corregir en 'Ófir. el. curso de las excavaciones. Según Albright, el nom-
1Jer 10,9; Dan 10,5.
bre de Ugarit deriva de ugiiru, «campo», palabra acádica
Bibl.: L. DENNEFELD, Les grands prophétes, en La Sainte Bible,
tomada del sumerio. El mismo elemento se halla en el
VII, París 1947, pág. 274. de una deidad menor, que uno de los textos menciona:
T. DE J. MARTÍNEZ gpn wugr,
Aparte de establecimientos menores de la Edad de
UGARIT. Antigua ciudad de la costa de Siria sep- Hierro y de la época helenística, las excavaciones revelan
tentrional, cuyas ruinas forman el montículo llamado cinco estratos diferentes que indican una ocupación
actualmente en árabe Ras Samrah (ra's samrah, «pro- relativamente continua desde el VI milenio al 1200 A.c.,
montorio de hinojo»). El tell se alza a unos 800 m al cuando los Pueblos del Mar. destruyeron la ciudad de
este del pequeño puerto de· Minet el-Beida <antiguo modo definitivo. Los restos del estrato inferior indican
Leukos Limen) y directamente frente al punto más que el lugar estuvo ocupado en tiempos neolíticos; pero
nordoriental de la isla de Chipre. Situada a 11 km al no puede determinarse a qué raza pertenecieron sus

1121 1122
UGARIT

habitantes. Reliquias de cerarmca sin pintar, de fines Ugarit ha revelado gran variedad de objetos de enor-
del v milenio, prueban su relación con la cultura de me importancia arqueológica. Sin embargo, lo más pre-
Siria central y del valle del Éufrates superior. El estrato cioso son las tablillas de arcilla, con escritura cuneiforme
IV, que coincide en términos amplios con el período de tipo mesopotámico, aunque discrepante por la for-
calcolítico (ca. 4000-3000 A.c.), se caracteriza por la ma de los signos y su número, que asciende a treinta. En
elegante cerámica pintada similar a la de Tell Haláf', las excavaciones del montículo, efectuadas en 1929, se ha-
Karkérnis, Hamáh, Tell Chagar Bazar y Arpatsyah. La llaron decenas de tablillas y fragmentos. de ellas con la
presencia de cerámica cananea en el estrato 111 (ca. 3000- nueva escritura; en el mismo año, Yirolleaud publicó en
2100 A.c.), evidencia que, en el m milenio, los habi- la revista Syria copias manuscritas de algunas. H. Bauer
tantes de Ugarit fueron semitas. El período que abarca en Alemania y É. Dhorme en Jerusalén emprendieron
el estrato II (ca. 2100-1550 A.c.) fue de gran prosperidad inmediatamente el trabajo de descifrarlas, y al cabo de
y expansión para la ciudad. El comercio era la principal un año habían desentrañado la nueva escritura y el
fuente de riqueza. Sirviendo de punto de partida para lenguaje. El número de los signos (30) obligaba a inferir
las mercancías de Siria y Mesopotamia hacia las islas que aquel tipo de escrito era alfabético; las palabras, a
mediterráneas, Ugarit supuso asimismo un puerto de menudo separadas por una pequeña cuña, que servía
entrada para los productos de la región mediterránea y de divisor de voces, según se notó, parecían contener
de Egipto en el territorio asiático. Durante esta época, por lo general tres radicales, en ocasiones cuatro y raras
la poderosa XII dinastía egipcia ejerció una intensa veces cinco. Estos hechos, sumados a la circunstancia
influencia en Ugarit; pero, al declinar tal dinastía, se de que el descubrimiento se hubiese efectuado en terri-
hace evidente el influjo hicso y cretense. En el período torio cananeo, confirmó la hipótesis inicial de que el
de los hicsos (ca. 1720-1560 A.c.), los hurritas pene- lenguaje era semítico.
traron en la ciudad en número considerable. Desde Estos textos alfabéticos se descubrieron en un nivel
el punto de vista del especialista bíblico, el estrato I que se fechaba arqueológicamente entre los siglos xvr
(ca. 1550-1200 A.C'.) es el más importante e interesante. y XIV A.c. Objetos con los nombres de los soberanos
Se divide en dos niveles. Una capa de cenizas denota egipcios Thutmosis IV (ca. 1425-1408 A.c.) y Ameno-
la destrucción de la población a consecuencia de un fis III (ca. 1408-1370), encontrados junto a las tablillas,
temblor de tierra y de un incendio en los alrededores fijan con bastante exactitud el período a que pueden
del 1360 A.c. El período 1550-1360 A.C. representa la asignarse. Además, esta fecha concuerda con el hecho
edad de oro de Ugarit. El comercio floreció, el número de que algunas cartas del rey Niqmad de Ugarit, que
de pobladores aumentó y se acumuló una riqueza con- se menciona en los colofones de varios textos, se des-
siderable. Los semitas occidentales gozaron del poder; tinen al monarca hitita Suppiluliuma (ca. 1380-1340 A.C.).
en la ciudad moraron hurritas, comerciantes y artesanos Si bien los textos religiosos y literarios que conservan
egeos, chipriotas y micénicos. Las mansiones resistentes tales tablillas debieron de escribirse en el Bronce Re-
y los excelentes sistemas de alcantarillado revelan un ciente l. las leyendas y los mitos son indudablemente
estado de auténtica prosperidad. Debajo de casi todas mucho más antiguos. Así, la fecha del mito más viejo,
las casas se hallan tumbas de bella ejecución, muchas el ciclo de Bá'al, quizá haya de asignarse al III milenio, al
de ellas con techos voladizos. Entre los edificios exca- paso que la mención de un carro de guerra y caballos
vados hay dos templos bien construidos, dedicados a en la leyenda del rey Keret sugiere que su composición
Bá'al y Dágón, respectivamente, y en medio de ellos oral ocurrió en la época de los hicsos.
una estructura que parece que albergó al sumo sacer- Otros seis idiomas, por lo menos, están representados
dote, con una escuela de escribas y la· biblioteca del entre los descubrimientos textuales de Ras Samrah:
templo, muchas tablillas de la cual se han recobrado. egipcio, hitita jeroglífico, acádico, sumerio, hurrita y
Enterrado en una habitación había un depósito de setenta chipriota lineal.
y cuatro herramientas, armas y otros objetos de bronce. La índole y situación lingüística del ugarítico han sido
Cinco de ellos exhiben inscripciones en cuneiforme alfa- objeto de controversias desde su desciframiento y prin-
bético, que revelan que pertenecían al sumo sacerdote. Las mera interpretación. Bauer lo consideró una lengua
basas de las columnas del palacio real estaban parcialmen- nueva, hasta entonces ignorada, intermedia entre el
te cubiertas de plata; la excavación de la cancillería regia hebreo bíblico y el acádico. Esta opinión mereció
ha proporcionado algunos centenares de tablillas en cunei- el apoyo del difunto J. Cantineau, J. Friedrich, A. Goetze
forme alfabético. El contenido de las tumbas y casas es y J. Aistleitner; C.H. Gordon sostiene ahora que el
muy diverso; se encuentran objetos que ilustran las artes ugarítico es un idioma semítico occidental independiente,
y los oficios de sus habitantes en diferentes siglos. Dos cuya exacta clasificación lingüística no podrá determi-
magníficos cuencos de oro son el más hermoso ejem- narse hasta que se haya establecido una división más
plo de orfebrería hasta ahora descubierto en territorio satisfactoria de las lenguas semíticas. El principal editor
cananeo. Pendientes, joyas y otros objetos preciosos, ce- de los textos, Yirolleaud, ha clasificado el ugarítico como
rámica de estilo micénico y egipcio atestiguan asimismo un dialecto cananeo, parecer que han adoptado R.
la riqueza y el progreso cultural de sus propietarios. Dussaud, H. L. Ginsberg, T. H. Gaster, W.F. Albright,
Luego de su destrucción en la mitad del siglo XIV, Ugarit U. Cassuto, G. R. Driver y Z. Harris entre otros. AJ-
fue reconstruida y conoció otra era de expansión y bright lo describe en la actualidad como un dialecto
prosperidad hasta los alrededores del 1200 A.c., en que semítico nordoccidental, estrechamente emparentado con
las invasiones de los Pueblos del Mar la destruyeron el fenicio contemporáneo y. algo menos próximo al
definitivamente. hebreo bíblico. El autor de este artículo alimenta una

1123 1124
UGARIT
opinión similar, aunque piensa que se requiere un estudio
textual más detenido de las tablillas de Ras Samrah y
de la Biblia hebrea, antes de que pueda demostrarse la
exactitud de este punto de vista.
El contenido de las tablillas exhumadas en Ras Sam-
rah es sumamente vario, como era de esperar en un
centro mercantil internacional como Ugarit. Hay do-
cumentos de negocios de comerciantes mesopotámicos,
que traficaban en la púrpura del murex a la que el
litoral fenicio debía su, fama; tablillas legales, en su
mayoría en acádico; correspondencia diplomática, en el
mismo idioma. En escritura y dialecto ugaríticos se
han encontrado cartas particulares, listas de ofrendas
a las múltiples deidades que se veneraban ea la ciudad.
elencos de gremios y de nombres personales y recetas
hipiátricas para la curación de dolencias equinas. Los
documentos más importantes de esta nueva _escritura
alfabética, y en dicho dialecto, son los mitos del ciclo
de Bá'al, la Leyenda de aqhat (también titulada Le-
yenda de Danel) y la Leyenda del rey Keret.
El ciclo de Bá''al describe la lucha y triunfo de Bá'a!,
el dios de los cielos, de la vida y de la fertilidad, sobre el
dios marino Yamm, y la erección de un magnífico
palacio para Bá'al, que hasta entonces careció de morada.
Bá'al es, a su vez, víctima de Mot, dios de la aridez y
del mundo inferior, que le transporta a las regiones
subterráneas. No obstante, Bá'al resucita y vuelve a la O 25 501Cm
tierra por obra y gracia de su hermana "Auát, que ha
matado a Mot. El ciclo de Bá'al, que se compone de
series de episodios dispares, cuya mutua relación no Mapa con la situación geográfica de Ugarit
resulta siempre clara, ha sido interpretado por algunos
autores como un mito de las estaciones, en que se des- relativamente aceptable. Únicamente se han recobrado
cribe la anual contienda entre fertilidad, representada largos fragmentos de las tablillas II y III. La Leyenda
por Bá'al, y la esterilidad, que Mot encarna. Otra opi- del rey Keret difiere notablemente del ciclo de Bá-al,
nión dice que estos episodios describen las sequías y en que no ofrece un relato mitológico sobre los dioses,
hambres que duran siete años. Dicho de otro modo, y de la Leyenda de Aqhat por cuanto no narra historias
Bá'al es un dios de la fertilidad, pero no de las estaciones. míticas. Versa primariamente sobre sucesos humanos y
En la Leyenda de Aqhat, Danel, un juez justo de la tal vez tenga una base histórica. El principio de la narra-
lejana antigüedad, se lamenta de carecer de heredero ción describe la lamentación de Keret por la pérdida
varón. Bá'al intercede en su favor cerca de 'Él, y la de su familia. Estando así acongojado, Keret recibe el
mujer de Danel concibe y le da un hijo llamado Aqhat. consejo de 'Él para que organice una campaña militar
Los dioses le envían un arco, obra del divino artesano contra el rey Pabel de Udm y que capture por mujer
Kótar, para que crezca y se transforme en un guerrero. a Hry, hija de su adversario. La expedición tiene éxito.
La diosa "Anát ve el arco y lo solicita de Aqhat, prome- Luego sigue una explicación por parte de Hry de la
tiéndole en compensación la vida eterna con Bá"al. suerte de la familia de Keret y del intento de su hijo
Aqhat, sordo a sus ruegos y promesas, se niega a con- Yassib de sustituir en el trono a su achacoso padre. El
cederle el arma. Por ello, "Anát tiene que recurrir a texto presente se cierra con las imprecaciones que Keret
la fuerza a fin de obtener el arco y, con la mediación de pronuncia contra el hijo rebelde.
su lacayo Yotpan, logra matar a Aqbat, aunque quizá Se han publicado otras dos composiciones de conte-
fuera su intención herirle únicamente. Enterado de la nido mitológico y ambas parecen estar casi completas.
muerte de su hijo, Danel se entrega a un largo período La primera es una curiosa composición, titulada, de
de luto y pronuncia maldiciones contra los lugares que acuerdo con su invocación, Los Dioses Bellos y Gra-
presenciaron el fallecimiento de su heredero. Pagitu, ciosos, que describe el nacimiento de la deidad del alba,
hermana de Aqhat, se disfraza de muchacho y se dispone Shr, y el del dios del anochecer, Siro. El propósito del
a vengar la muerte del ser querido. Aquí se interrumpe texto es aún oscuro, a persar de que se han aclarado mu-
la tablilla. La mayoría de autores presume que los frag- chos pasajes. Existe en unos la tendencia a explicarlo
mentos perdidos contienen la descripción de la resu- como el ritual de un mimo, y otros ven en él un catá-
rrección de Aqhat, porque el contexto prueba clara- logo de himnos y ritos que presenta, ya todo el texto, ya
mente que la diosa "Anát siente grandes remordimientos sólo la primera línea. La otra composición es un notable
por lo que hizo a Aqhat. poema que celebra la boda de la diosa Nikkal con el
La Leyenda del rey .Keret se conserva en tres tablillas, dios lunar Yarih, La falta de paralelismo, tan típico
pero sólo la I se halla en un estado de conservación de la poesía ugarítica y bíblica, ha hecho que algunos

1125 1126
UGARIT

investigadores piensen que este himno es la traducción lluvia que impidió la maniobra de sus carros de guerra
cananea de un original hurrita. en la encharcada llanura de Esdrelón.
Los textos ugaríticos tienen una importancia capital El vocabulario de los textos de Ras Samrah ha disipado
para las disciplinas bíblicas. Considérese ante todo su innumerables tinieblas lexicográficas. El sébisim wé-ha-
conexión con el estudio de la gramática hebrea. El des- saháránirn de Is 3,18 acaso haya de traducirse «pinjantes
cubrimiento en Ras Samrah de dos abecedarios prueba solares y pinjantes lunares». No sólo es sps la palabra uga-
que el actual orden del alfabeto hebreo se remonta, por rítica para «sol», sino que se han hallado en Ras Samrah
lo menos, al siglo xv A.C., y refuta la opinión de quienes y en Tell el-'Aggül, cerca de Gaza, colgantes de oro con
sostenían la fecha del siglo vn A.c., o aún más tardía. representaciones del sol. La oscura voz sekiyyát (Is 2,16)
En 1958, un especialista aJemán publicó UD artículo se explica mejor mediante el tkt ugarítico, que significa
titulado Eine Renaissance des Hebraische (en FF, Berlín un tipo de embarcación en un catálogo de barcos. El
1958, págs. 211-212), en el que aseguraba que el renaci- ugarítico hdy, «ver, mirar», sugiere que Gn 49,6 significa
miento de los estudios gramaticales hebreos era posible en realidad «En su consejo no entre mi alma, en su
gracias a los descubrimientos de Ras Samrah. Las compañía no sea visto mi hígado». También Job 3,6 se
preposiciones la y ba pueden traducirse con mayor vierte mejor: «No sea vista en los días del año, en el
precisión a la luz del ugarítico, en que a menudo sig- número de los meses no entre».
nifican «de», «desde», aparte de su significado más Ahora es posible eliminar de los diccionarios hebreos
conocido de «a», «para» y «en», respectivamente. Así cierta cantidad de etimologías erróneas. Valga un solo
2 Sm 15,19, sin enmienda del texto, puede traducirse «tú ejemplo: sulhdn, «mesa», atendiendo a una etimología
eres extranjero y desterrado también de tu hogar». La árabe, se describió como significado en su origen «piel
única versión tolerable de Sal 15,4, niiba: lé-hára", es «él extendida en el suelo». La forma ugarítica de la palabra
juró no hacer mal» en que la partícula lé encierra la tlhn. prueba que la etimología árabe es equivocada.
noción de «desde». Hay asimismo en ugarítico una par- En cuanto a la crítica literaria, los textos de Ras
tícula enfática /, que actualmente se reconoce que aparece Samrah contienen mucha materia instructiva. Uno de
en cierto número de textos bíblicos. Por ejemplo, en pa- los hechos más sorprendentes, hablando desde el punto
ralelismo con 'ak, «seguramente», en Sal 85,10. Es razo- de vista de la relación total entre la literatura cananea y.
nablemente cierto que la traducción más precisa del la hebrea, es que existan tan pocas cosas comunes entre
verbo es: «Seguramente, cercana está su salvación a los el Génesis y la poesía ugarítica. Ninguna de las relacio-
que le temen; ciertamente, su gloria habita en nuestra tie- nes cosmogónicas de Gn caps. 1-11 aparece en fuentes
rra». Este versículo ilustra también el principio, tan fre- ugaríticas, ni en cualquiera otra cananea. Esto prueba
cuente en ugarítico, de que un sufijo puede servir para que los hebreos no eran de linaje cananeo y que no
dos palabras paralelas en UD versículo o en versos suce- admitieron las tradiciones religiosas de Canaán, La
sivos. Así yis'», «su salvación», permite verter el kábád historia hebrea hace derivar a los patriarcas de Mesopo-
paralelo, aunque carezca de sufijo, por «su gloria». Hay tamia y sus puntos de contacto más próximos se advier-
literalmente docenas de mém enclíticos en la Biblia, ten en la literatura sumeroacádica.
cuyo análisis gramatical ha puesto a prueba el ingenio El estudio de la religión de Israel se ha beneficiado
de generaciones de críticos textuales. El ugarítico ha de los descubrimientos de Ras Samrah, aunque quizá
ofrecido la explicación durante tanto tiempo buscada, no tanto como la filología y la lexicografía bíblicas. Los
y en la actualidad se admiten por lo regular que muchos israelitas no tomaron de los cananeos ninguna idea fun-
textos bíblicos, enmendados en el pasado, no necesitan damental acerca de Dios, y en verdad hay que felicitar-
tal corrección. La aparición en ugarítico de la conjun- se de ello. Juzgando por los textos que se poseen, las
ción p, «y», harto conocida en árabe, motivó el descu- nociones cananeas sobre los hombres son más edifican-
brimiento de su presencia en Sal 50,10, en que el enig- tes que las referentes a los dioses. La piedad, los amores
mático haréré 'iilef debe leerse haréré 'el, «montes y la vida familiar de los héroes humanos resultan atrac-
mayestáticos» (que también se encuentra en Sal 36,7), y tivos. Un buen monarca como Danel «juzga la causa
el pe' final unirse a la palabra siguiente que estilística- de la viuda, determina el caso del huérfano». En cambio,
mente reclama una conjunción. El amplio uso del la diosa 'Anat se retrata como una deidad sedienta de
infinitivo absoluto en ugarítico y fenicio ha posibilitado muerte, que se complace en chapotear, hundida hasta
la explicación de abundantes dificultades sintácticas, así la cadera, en !a sangre de los guerreros que ha matado.
como la vocalización correcta de palabras que los ma- 'El, jefe del panteón cananeo, es un amable y anciano
soretas puntuaron de modo erróneo. dios, pero incompetente y sin autoridad. Bá'al, el dios
Por primera vez se está en situación de entender cla- muerto y renaciente, delata espanto y cobardía al en-
ramente la fuerza de algunas expresiones poéticas. Una frentarse con Mot. De otro lado, Israel tomó en prés-
de ellas es Jue 5,20: «Desde los cielos pelearon las estre- tamo, con provecho, algunos conceptos subsidiarios ca-
llas, desde sus órbitas pelearon contra Sísérá», ¿En qué naneos. Ejemplo de ello es la noción de la triunfal
sentido plearon las estrellas contra Sisérá"? Existen batalla de Yahweh, en época remota, contra el mons-
varias explicaciones posibles de esta metáfora, pero truo marino, de cabeza de hidra (Sal 74, 14), que recibe
quizá la más adecuada sea la que sugiere · la poesía el nombre de Leviatán y varios otros dictados y epíte-
ugarítica, en que se llama a la lluvia «los chubascos que tos. El dragón de siete cabezas, el nombre de Leviatán
las estrellas arrojan». La imagen alude a la antigua (/¡n es una forma contracta), y la mayoría de otros
creencia general de que la lluvia era un efluvio de las nombres y epítetos aparecen en los textos ugaríticos,
estrellas. Éstas lucharon contra Sisérá", enviando la según los cuales los mismos seres fueron vencidos por

1127 1128
UM M

Bá'al, con la ayuda de fieles aliados. De la misma manera, sadas en diferentes lecturas que aparecen en los mss.
los poetas hebreos describen a Yahweh, como los uga- hebreos iwa-iákalleh, wá-rékel, etc.), consiste en traducir
ríticos a Bá'al, como un dios de la tempestad, en un el nombre por «el que se ha agotado» o «que ha ven-
carro envuelto en nubes, lanzando truenos y disparando cido» (heb. wa-yük áh, Torrey propone verter el pasaje:
dardos de rayos. Incluso se adueñaron del epíteto de «Yo no soy un dios, yo no soy un dios para tener poder,
Bá'al, «el jinete de las nubes», y lo aplicaron a Yahweh pues ni aun conocimiento humano tengo ... »
(Sal 68,5). Bá-al es llamado también '/y, «el exaltado», 1 Prov 30,1.
y el mismo título se da a Yahweh en el Salterio (Sal
Bibl.: N0TH, 130, pág. 236. H. RENARD, Les Livres des Pro-
7,18; 57,3). verbes, en La Sainte Bible, VI, París 1946, pág. 177. J. M. BovER.
Los estudios bíblicos han recibido una nueva orien- F. CANTERA, Sagrada Biblia, 5.ª ed., Madrid 1957, pág. 779, n. 112.
tación a consecuencia de los hallazgos en Ras Samrah.
J. A. PALACIOS
Ya no se puede pensar en una batalla entre el yahwismo
israelita y el baalismo cananeo, en que los campeones
del primero repudiaron todos los procedimientos del 'ÜLÁM (ccaudillo», «primero»; ár. awwal; Ov?,.áµ;
segundo . .La religión de Israel tiene un fondo de cultura Vg, Ulam). Nombre de dos israelitas:
común al antiguo Próximo Oriente y, si posee un 1. Hijo de Séres, de la tribu de Manasés, y padre de
carácter propio y definido, que no compartió con los Bédán, Es el epónimo de una familia o clan manasíta-,
cananeos ni otro pueblo, pudo expresarse mediante 2. Hijo primogénito de 'Éseq, de la tribu de Benja-
formas e idiomas que compartía con ellos. Entre esas for- mín y del linaje de Saúl. Sus descendientes destacaron
mas hay que citar la arquitectura religiosa, el simbolismo por su valentía y destreza en el manejo del arco 2•
del culto, la práctica de los sacrificios y la música del 11 Cr 7,16-17. 21 Cr 8,39-40.
Templo. Otras hubo que no podían integrarse en el
yahwismo y que rechazaron siempre los partidarios Bibl.: N0TH, 59, pág. 231.
D. VIDAL
de éste. El Dios de Israel era tan superior a los dioses de
Canaán, tanto conceptual como éticamente, que apenas
se concibe un préstamo teológico. Es difícil dar una idea 'ÜLAY (en pausa 'üléiy; Ov?,.aí, Ovj3aA; Vg, Ulai).
de las diferencias entre el monoteísmo ético del AT y Río próximo a Susa, donde Daniel tuvo la visión del
la rudeza de muchas narraciones politeístas de los textos carnero y el macho cabrío 1. Para algunos especialistas,
de Ugarit. se trata del canal artificial, llamado ulaai, que unía
los ríos Ker hah y Abdizful, y que pasaba cerca de Susa;
Bibl.: Informes de las campañas sucesivas aparecen en la revista
Syria. Gramática, textos y vocabulario: C. H. GORDON~ Ugaritic otros lo identifican con el río Kárün, llamado Ev?,.aios
Manual, Roma 1955. G. R. DRIVER, Canaanite Myths and Legends, y Eulaeus por los autores clásicos.
Edimburgo 1956. Los textos alfabéticos hallados entre 1951-1953
se publican en C. VIR0LLEAUD, Le Palais Royal d'Ugarit, II, París
1Dan 8,2.16.
1957. La mayoría de los textos acádicos descubiertos hasta ahora Bibl.: PTOL0ME0, Geogr., 6,3,2. PLINIO, Hist. Nat., 6, 27, 135.
han sido publicados por J. NouGAYR0L, Le Pa/ais Royal d'Ugarit, L. DENNEFELD, Les grands prophétes, en La Sainte Blble, VII, París
III-IV, París 1955-1956. Arqueología: C. F. A. SCHAEFFER, Ugari- 1947, loe. cit. L. WATERMAN, A Note on Daniel 8:2, en JBL, 66
tica, I, II, III, París 1939, 1949, 1956. Historia, cultura y relaciones (1947), págs. 319-320. SIM0NS, §§ 71, 262, 1449.
con el AT: C. F. A. ScHAEFFER, The Cuneiform Texts of Ras Shamra-
Ugarit, Londres 1939. R. DussAUD, Les découvertes de Ras Shamra D. VIDAL
(Ugarit) et /'Ancien Testament, 2.• ed., París 1941. R. DE LANGHE,
Les textes de Ras Shamra-Ugarit et leurs rapports avec le milieu úLTIMA CENA. --+ Eucaristía.
biblique de l' Ancien Testament, 2 vols., París-Gembloux 1945. J.
GRAY, The Legacy of Canaan, Leiden 1957. Traducciones: C. H.
G0RDON, Ugaritic Literature, Roma 1949. T. H. GASTER, Thespis, 'ULLÁ' (et.?; 'QM; Vg. Olla). Hombre de la tribu
Nueva York 1950. ANET, págs. 129-155. J. ArsTLEITNER, Die my- de Aser y padre de 'Árah, Hanní'él y Risyá', personajes
thologischen und kultischen Texte aus Ras Shamra, Budapest 1959.
que destacaron por su valentía.
Estudios especializados: H. L. GrNSBERG, The Legend of King Keret,
New Haven 1946. U. CASSUT0, The Goddess Anath, Jerusalén 1951 1 Cr 7,39.
(en hebreo). O. ErssFELDT, El im ugaritischen Pantheon, Berlín
1951. I. AL-YASIN, The Lexical Relation between Ugaritic and Arabic, Bibl.: NoTH, 1070, pág. 253.
Nueva York 1952. J. ÁISTLEITNER, Untersuchungen zur Grammatik J. CARRERAS
des Ugaritischen, Berlín 1954. A. KAPELRUD, Baal in the Ras Shamra
Texts, Copenhague 1954. A. VAN SELMS, Marriage and Family Life UMM EL-'AWÁMID ('AMÜD), ljirbet. Actual
in Ugaritic Literature, Londres 1954. M. POPE, El in the Ugaritic
Texts, Leiden 1955. nombre árabe de la ciudad de --+ Hammón (§ 2).
M. J. DAHOOD
UMM EL-BÁRED, Gebel. Nombre actual de un
'UKÁL (cque se ha agotado» o «que ha vencido»; monte con el que tiene relación --+ Béred.
TTaúoµm; V g. confortatus). Según el T. M. se trata del
nombre de uno de los discípulos o sabios a los que UMM EL-BA~AL, Hírbet. Lugar actual en donde
'Ágür dirige la palabra al comenzar sus sentencias, estuvo localizada --+ Móréset Gat.
siendo el otro 'lti'eJl. El pasaje en que aparece con 'lti'el
ha sido interpretado y traducido de modo distinto: UMM EL-BU'fM, Hirbet, Nombre árabe moderno
algunos creen que ambos personajes existieron y que de la antigua ciudad de __,. Betomestaim.
los nombres son comparables o tienen alguna relación
con los de 'lti'el y Kalkól ; otra hipótesis, que se admite UMM EL-DEIMINAH, Hírbet, Actual designación
de man,era bastante general, con algunas variantes ba- árabe de la ciudad bíblica de --+ Madmanniih.

1129 1130
UMM

UMM GEBEIL, :ijirbet. Lugar actual que algunos religioso, como rito, indica una relación directa con
palestinólogos identifican con la ciudad --+ 'Aznot Tabor. la palabra másah. y se aplica a objetos y personas
santificadas por la unción 1 (---,. Sacerdote y Sumo sa-
UMM GERRÁR, }Jirbet. Grafía árabe que ha con- cerdote).
servado el notnbre de la ciudad de --+ Gérár, Pero la significación concreta del rito de la unción,
de índole religiosa, hay que derivarla de la unción real.
UMM GINÁ, :ijirbet. Nombre árabe de un lugar en En la Escritura, prescindiendo de la utilización y signi-
que se propone situar a --+ 'En Gannim (§ 1). ficado dados por los pueblos circunvecinos, parece ser
como la señal habitual externa de la realeza, de la elec-
UMM EL-RAMÁMiN (RAMÁLI), :ijirbet. Nombre ción y consagración del rey. Las palabras «ungido del
árabe moderno que ha conservado la grafía hebrea Señor» indican de una manera terminante el carácter
de --+ 'En Rimmón. sagrado del soberano. Con frecuencia, el término «un-
ción» significa de hecho la investidura real con la cual
UMM 'fÜBÁ, :ijirbet. Uno de los sitios en que se el rey queda definitivamente entronizado cuando reci-
localiza la ciudad bíblica de --+ Nétófáh. be la unción de Yahweh. El rey, a pesar de las alu-
siones más o menos veladas a una ceremonia de tipo
'l.JMMAH (' Apxóf3 [13], 'Aµµéx [AJ; Vg. Amma). Pobla- colectivo o profano, es siempre el ungido de Dios 2 y
ción asignada a la tribu de Aser1• Acostumbra consi- quien realiza la unción, un profeta, el representante de
derarse, dada la situación de los lugares que enumera Yahweh 3• En este sentido, la unción nunca tuvo orien-
el texto, así como la lectura de varios mss, griegos, tación profana en Israel y siempre se verificaba bajo
como un error por 'Akk6 (Acre). el signo de lo religioso, que habilitaba al ungido para el
1Jos 19,30. desempeño de sus funciones.
Bibl.: SIMONS, cf. pág. 579 (indice). Son varias las opiniones relativas a la explicación y
T. DE J. MARTÍNEZ sentido de la unción. Según unos, este rito confería al
soberano algo sagrado, carisma especial diríamos, que
UNCIÓN (heb. másah ; xpicrµa; Vg, unctio). En el hacía al soberano partícipe de la vida y poder de Dios.
uso profano era uno de los momentos más caracteri- En la Biblia, no se vislumbra detalle alguno que auto-
zados del aseo personal entre los judíos. A veces se rice dicha interpretación. Más bien cabe pensar que la
aplicaba incluso como remedio medicinal. En el aspecto consagración y entrega de la persona real a Yahweh

Belén. Panorámica hacia la parte nordeste de la ciudad. Aquí David fue ungido por Samuel. (Foto F. Arborio
Mella, Milán)

1131 1132
UNGIDO

actuaba sobre la persona así dedicada por la posesion en este punto, prescindiendo de la tradición explicativa,
del espíritu de Dios, causando consiguientemente la crear la certeza absoluta c. El consejo dado se refiere
inviolabilidad del mismo rey. No otro es el sentido de al propio enfermo y tan sólo al enfermo incapaz de
la expresión «el espíritu de Yahweh vino sobre él»', desplazarse', distinto de los corrientes", Los visitantes
significando, además de la gracia de estado, la transfor- convocados no son amigos, médicos o curanderos,
mación íntima del ungido: de persona privada en jefe sino los presbíteros de la Iglesia que, en la época de
carismático. La comunicación del espíritu que fluye y la epístola, eran los sacerdotes propiamente dichos y
sigue a la unción es, en consecuencia, la legitimación no los ancianos o los notables del Iugar P, La acción de
por parte de Dios de la acción consagrante. tales sacerdotes asume un carácter litúrgico: acompañan
1Gn 28,18; 35,14; Éx 29,36; 30,26; 40.10; Lv 2,1; 8,11; 1 Re la unción con la invocación del Nombre (del Señor
19,16; Is 61,1; Sal 105,15; Hab 3,13. 21 Re 24,7; 26,9.11.16; 2 Re Jesús)4 y oran con fe 5• El resultado esperado parece
1,14.16; 19,22. '1Re9,16; 10,1; 15,1;2Re12,7;2Cr6,42. '!Re no ser otro que la curación física (ocoosi, Eyepei)6 ; pero
10,1.6; 11,6; 16,13; 19,23.
quizá tienda sobre todo a !a salud (salvación) del alma,
Bibl.: H. WEINEL, Masah und seine Deriva/e, en ZAW, 18 (1898), porque las miras de la epístola, en materia de sufrimiento,
págs. 1-82. E. C0THENET, Onction, en DBS, VI, cols. 701-732.
D. Lvs, L'onction dans la Bible, en ÉTRe/ (1954-1955), págs. 3-54. se orientan hacia lo sobrenatural' y los otros empleos
H, HAAG, Diccionario de la Biblia, Barcelona 1963, cols. 1982-1983 del verbo o-w(;w en Santiago se refieren únicamente a la
(trad. esp.). salud espiritual 8• Incluso el verbo Eyeípw tal vez no
S. FOLGADO sea más que un paralelo metafórico de o-w(;wE. La su-
posición del enfermo en estado de pecado 9, sin duda
UNCIÓN DE LOS ENFERMOS. l. LA ANTIGUA de pecado grave!", destaca la índole espiritual del re-
COSTUMBRE JUDÍA DE VISITAR Y UNGIR A LOS ENFERMOS. sultado esperado. El consejo de 5,16 dado en ocasion
En el mundo judío existía la piadosa costumbre de visi- (oúv) de la suposición+", no se opone a ello. Porque
tar a los enfermos. Varios libros bíblicos la atestiguan", va dirigido a todos los cristianos, enfermos o no, los
la encarecen y califican de meritoria 2• El Talmüd hace lo verbos han pasado del singular al plural, y por otra
propio3• La visita iba acompañada de solícitas plega- parte ióopcn tiene a menudo el sentido de «curación»
rías- y de unciones curativas é ".
metafórica 12•
ACf. ThW, I, pág. 230 y sigs.; STRACK-BILLERBECK, I, págs. 428- A Concilio de Trento, canon 3; cf. DENZ, B, 910; y decreto La-
429; U, págs. 11-12, mentabili, proposición 48; cf. DENZ, B, 2048. BConcilio de Trente,
'Sal 35,13; 41,4; Ez 34,4.16; Job 2,11; Tob 1,19-20. 'Eclo 7, canon 1-4; cf. DENZ, B, 926-929. ccr. DTC, V, col. 1919; Catho-
34 y sigs.; Mt 25,35 y sigs.; Sant 1,27. +Sanh., 101,1; Néd., 29; Iicisme, IV, col. 993. DCf. DBS, II, col. 1297 y sigs. C. SPICQ,
Sab., 127 b, 9; Sofá', l4a. 'Sal 35,13; Eclo 38,9; Sab cap. 13. Les Épitres Pastorales, París 1947, págs. XLIV, 175 y sigs. ECf.
'Is l,6; Jer 8,22; 46,11; Le 10,34. VD (1953), pág. 80.
'Sant 5,14-15. 'Sant 5,14 a. 3Sant 5,13 a; cf. 1,2. 'Sant 5,
2. EL CARISMA CRISTIANO DE CURACIÓN. Durante su 14 e; cf. 5,15 b. 'Sant 5,15 a; cf. 1,6-8. °Cf. Me 1,31; 5,28.34;
misión preparatoria, los apóstoles «ungían con aceite 6,36, etc. 7 Sant 1,2-12; 4,1 y sigs.; 5,7 y sigs., 13. 'Sant 1,21;
a muchos enfermos y los sanaban»". Después de la re- 2,14; 4,12; 5,20. 'Sant 5,15 b. "Cf. Sant 3,2. 11Sant 5,15 b.
12Cf. Mt 13,15; Jn 12,40; Act 28,27; 1 Pe 2,24.
surrección del Salvador, la fe de los creyentes recibía
J. CANTINAT
la promesa de curar a los enfermos, imponiéndoles las
manos". Esta actitud y esta promesa, que añadían al UNGIDO (heb. másiah ; aram. mésilui; xp10-TÓ5 de
carisma de curación elementos de la antigua costumbre xpíw, «ungir»; Vg. unctusy. La palabra «ungido» tiene
judía, disponían a comprender la próxima elevación de en la Escritura resonancias especiales, de excepción, por
estos elementos al nivel de signo sensible que conferirá la significación eminentemente teológica que en tiempos
la gracia. Sin embargo, no tenían otro valor que el de posteriores se asoció a la misma. Ungido es sinónimo
insinuación del sacramento de la unción de los enfer- de Mesías, forma helenizada de la palabra aramea
mos, llamado corrientemente extremaunción e, porque, mésihá".
por una parte, en el curso de su misión preparato- En el AT designa a todo hombre que por la unción
ria los apóstoles no disponían aún del pleno poder era consagrado a Yahweh. El rey especialmente era el
sacerdotal' y, por otra, la promesa que sigue a la re- ungido de Yahweh-. Es una persona sagrada y, por
surrección se refiere a los dones hechos a los creyentes eso, inviolable". David respeta a Saúl y no se atreve a
y no al ejercicio del ministerio apostólíco ". poner sus manos sobre él por ser el ungido de Dios",
A Concilio de Trento, sesión XIV, De Extr. Unct., canon 1; cf. y manda ejecutar al que cometió el crimen de matarle '.
DENZ, B, 908. 8Cf. DBS, III, col. 270.
La expresión «ungido de Yahweh» tiene un contenido
1Mc 6,13. 'Me 16,17; cf. Act 3,7; 5,15; 19,12; 28,8; 1 Cor 12, concreto que afecta principalmente al soberano reinante;
28 y sigs. -cr. Jn 20,21 y sigs. 1 Cor 11,24-25.
nunca se aplica ese nombre al Salvador futuro de Israel
3. EL SACRAMENTO DE LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS, hasta el último siglo precristiano, porque sólo entonces
En la epístola de Santiago", contrariamente a las ne- se asocia al Esperado 5 de las naciones el concepto de
gaciones protestantes y modernistas é, la Iglesia católica rey.
descubre la promulgación del sacramento de la unción En el NT el significado es aún más preciso y designa
de los enfermos o Extremaunción y no la sola men- a Cristo por antonomasia. Los evangelios no son otra
ción de la piadosa costumbre judía o del carisma de cosa en conjunto que la constatación efectiva del mesia-
curación B. nismo de Cristo en función de una ideología asequible
De hecho, este texto se adapta bien al sentido que a la generalidad de los oyentes. Los apóstoles le atribu-
se le reconoce de este modo, a pesar de que no pueda yen continuamente esa dignidad y misión"; el mismo

1133 1134
UNGIDO

Cristo Jo afirma sin paliativos, confirmándolo con mila- Jesús 8: es la comunión del cuerpo y Ja sangre de Jesús
gros' e incluso acepta y hace referencia a otros títulos la que asegura esta permanencia en Cristo 9• El verbo
mesiánicos sinónimos que se los apropia para convencer «permanecer» subraya el carácter permanente - pero
a las gentes de que Él es el Cristo, el «ungido de Dios» 9• no definitivo - de esta unión con Cristo. San Pablo,
11 Sm 24,7.11; 26,9.11.16.23. 21 Sm 24,7; 26,9.11. 31 Sm 24,7. en un contexto un poco distinto, afirmará también que
11; 26,9. •2sm 1,2-16. 'Mt 12,21; Rom 15,12. 'Jn 20,31; Act esta comunión se realiza en la mesa eucarística 10. La
2,36; 3,18; 4,10. 'Le 7,28; Mt 11,1-6; Is 35,4-6; 61,1. 'Jn 4,25-27; intimidad del cristiano con su Dios es tan perfecta, que
Mt 16,16-17; 23,10; Me 8,29; Le 9,20.
para describirla se emplea la misma fórmula que ex-
Bibl.: A. GELIN, Messianisme, en DBS, V, cols. 1165-1212. J. presa las relaciones entre las personas divinas!'.
DE FRAINE, L'aspect de la royauté israélite. L'institution monarchique
11 Jo 1,3. 21 Cor 1,9; 10,16; 2 Cor 13,13; Flp 2,1. 'Jo 15,
dans lAncien Testament et dans les lextes mésopotamiens, Roma
1954; íd., Peut on parler d'un véritable sacerdoce du roi en Israel Y, 1-10. •Jo 15,1. -cr. Ef 2,10. 'Jo 15,10; 17,6.8.14. 'Jn 14,23;
8
cf. Ap 3,20. 1 Jo 2,5; 3,6; cf. Rom 6,11. 'Jo 6,56-57; cf. 15,3-4;
en SPag, págs. 537-547.
S. FOLGADO 17,21-22; 1 Jo 2,6.27-28. 101 Cor 10,16-21. 11Jn 10,38; 14,10-11;
cf. 14,20 y 1 Jo 4,15-16.
UNGÜENTO (heb. merqáhiih, mirqáhat, riqqáhim, En lenguaje paulino, la vida cristiana equivale a «vida
r6qah, semen, tamrüq; µúpov; Vg. unguentum). Los en Cristo (Jesús)»: vida que se sitúa en una esfera espi-
compuestos de sustancias olorosas se empleaba en el ritual opuesta a la «vida en (según) la carne». Esta
antiguo Próximo Oriente con diferentes finalidades, la expresión in Christo, que es como una señal de auten-
más notable de las cuales era la --+ unción de los en- ticidad paulina (82 ejemplos de in Christo ; 50 ejemplos
fermos, de reyes y personas consagradas1. El ungüento de in Domino sin contar las fórmulas equivalentes; no se
solía componerse básicamente de aceite de oliva, al que halla nunca en Tito o en Hebreos; donde las ocasiones
se agregaban materias aromáticas 2; lo elaboraban per- de emplearlo no son escasas; dos usos en 1 Pe, cuya
fumistas 3 y lo guardaban en frascos especiales", afinidad literaria con las epístolas paulinas es grande,
•Sal 133,2; Sant 5,14. 'Am 6,6; Mt 26,7; Jo 12,3. 3Éx 30,23- y en Ap 14,13), debe interpretarse en cada caso en con-
25; 1 Sm 8, 13; Neh 3,8. 'Job 4·1,23; Me 14,3. formidad con el contexto; está lejos de contener cada
Bibl.: ---,. Cosméticos y Unción. vez un concepto idéntico, como afirma Deissmann, el
M. D. RIEROLA de «una especie de presencia local en el Cristo misticox e.
En la mayoría de las veces, la expresión sugiere una
UNICORNIO. --+ Animales fabulosos (§ 11) y Fauna. unión estrecha, una relación de persona con persona,
con el Cristo glorificado y convertido en spiritus vivi-
UNIÓN CON CRISTO. La unión vital con Cristo ficans+ en el sentido de la alegoría de la viña y de los
es una idea fundamental en los místicos Juan y Pablo; discursos que siguieron a la Cena. En virtud de la cons-
aunque formulada con alguna· diferencia, coinciden titución del Cuerpo místico somos miembros de Cris-
fundamentalmente, es decir, en que la redención no to, revestidos de Cristo 2 y sumergidos en Él por el
consiste en una justificación extrínseca, sino en la parti- Bautismo; vivimos ya en Él, como Él vive en nosotros.
cipación en la vida divina traída al hombre por el Hijo Esta unión es profundamente real - la imagen del
de Dios1. La unión íntima, que Juan expresará con la cuerpo lo demuestra y el epíteto «místico» no lo des-
alegoría de la viña (cap. 15), será traducida por san miente - sin ningún resabio de panteísmo; ella signi-
Pablo con la teoría del cuerpo místico (cuerpo = vid; fica que el hombre se encuentra trasladado por la gracia
miembros = sarmientos). A las invitaciones de Cristo a una nueva esfera vital, en la que todo su ser y su obrar
a «permanecer» en Él 2 responde el év XpHYTé¡:, (slvcn) son ya transformados para poder desarrollarse un día
de Pablo. Permanecer en el Hijo y en el Padre es lo en una sociedad eterna con Dios. Es «en Cristo Jesús»
mismo, según san Juan3; de igual manera, Pablo em- en quien tenemos la redención 3, la justificación", la
pleará a veces év XptcJ'T é¡:, y év 1rveúµaT1 (raras veces salvación 5, la nueva creación", la filiación divina", En
év 0e0) en fórmulas casi equivalentes". Él somos elegidos 8, santificados", convertidos en per-
-cr. 2 Pe 1,4. 'Jn 15,4-7; cf. 1 Jo 3,6-24. • 1 Jo 2,24. -cr, fectos 10, etc., en suma, partícipes de todos los bienes
Rom 8,9 con 1 Cor 1,30; y Rom 15,16 con 1 Cor 1,2. sobrenaturales. Todo nos viene «por Cristo»: la vida
El fin de la predicación cristiana es llamar a todos nueva 11, la libertad 12, la luz13, la confianza 14, al acceso
los hombres a la comunión «con el Padre y su hijo Jesu- a Dios-", la fuerza " ...
cristo»1. Esta xotvcovíc (término también muy paulino)2 +Die neutes, Formen 'ain Christa Jesu», Marburgo 1892, pág. 97.
consiste en forma un como ser nuevo u organismo 11 Cor 15,45. 'Gál 3,27. 'Ef 1,7; Col 1,14. '2 Cor 5,21; Gál
viviente, de una unidad perfecta y fecunda: «Y o soy 2,17. 62 Tim 2,10. '2 Cor 5,17. 7Gál 3,26. 'Rom 16,13. '1 Cor
10
la verdadera vid ... Permaneced en mí como Yo en 1,2; Flp 1,1. Col 1,28. 11Col 2,11-13. 12Gál 2,4. 1'Ef 5,8.
"Ef 3,12; cf. 1 Jo 2,28. "Ef 2,18. "Flp 4,13; 2 Tim 2,1; Ef 6,10.
vosotros. Y o soy la vid, vosotros los sarmientos. Quien
permanece en mí da mucho fruto, ya que sin mí nada Toda la · actividad del cristiano se desarrolla «en
podéis hacer»". La participación en la vida de Dios Cristo>', en una relación tan estrecha que pertenece
requiere, so pena de muerte y de condenación, perma- a Cristo, es «de Cristo»", y todas sus acciones llegan a
necer vitalmente unido a Cristo; el Padre, cuya acción convertirse en cierta manera en acciones de Cristo
señala Juan con claridad 4, espera que el cristiano dé («Yo vivo, pero ya no soy yo, sino Cristo que vive en
fruto 5• «Permanecer en Jesús» consiste en cumplir su mí»)", Como contrapartida, el cristiano se hace también
palabra 6, condición para esta inhabitación divina'; en partícipe de los misterios de Jesús; el Bautismo, que
alejarse de todo pecado y en vivir a imitación del mismo inaugura la vida in Christo e ·incorpora a Cristo+ es ya

1135 1136
UNIÓN CON DIOS

participación en su muerte y en su resurrección 5• En el Paulus, en ZNW, 42 (1949), págs. 141-158. M. MEINERTZ, Theo/ogie
cristiano, la Pasión permanece operante"; Cristo habla des neuen Testaments, II, Bonn 1950, págs. 134-155. J. DUPONT,
L\Jv Xp10-Té¡), L'union avec le Clzrist suivant Saint Paul, Brujas-Lo--
en él", su verdad reside en él 8 e igualmente su energía 9 vaina-París 1952. J. BoNSIRVEN, Le Témotn du Verbe, Toulouse
vive en los cristianos". San Pablo emplea, para expresar 1956, págs. 131-140. F. NEUGEBAUER, Das Paulinische «in Christo»,
esta participación del cristiano en los misterios de en Nov'T, 4 (1957), págs. 124-138. L. FETJILLET, Mort du Christ et
mor/ du chrétien, en RB (1959), págs. 481-513.
Cristo, una serie de palabras compuestas, intraducibles
R. LE DEAUT
en su mayor parte como no sea perifrásticamente:
sufrir-con 11, ser-crucificado-con 12, morir-con 13, ser-sepul-
UNIÓN CON DIOS. Con una forma constelada de
tado-con 14, resucitar-con 15, reinar-con 16, etc.
imágenes, los relatos del Génesis describen el estado
'Flp 4,1; Col 2,6-7.10; 1 Cor 7,39; 15,18, etc. -cr. Gál 5,24; original del hombre como una vida de intimidad con
1 Cor 3,23; 15,23; 2Cor 10,7; Rom 8,9. 'Flp 2,20; cf. 4,19. -cr.
l Cor 12,13. 'Rom 6,5-8. 2 Cor 1,5; 4,10; Col 1,24. '2 Cor
0 el Creador", que el pecado - pecado de orgullo reivin-
13,3. '2Cor 11,10. 'Col 1,29. 10Rom 8,10; 2Cor 13,5. 11Rom dicando la autonomía moral -2 viene a destruir. El
8,17. 12Rom 6,6. 132 Cor 7;3. "Col 2,12; Rom 6,4. "Col 2, hombre pecador huye y se esconde: el Paraíso perdido
12; 3,1; Ef 2,15. 102 Tim 2,12.
es ante todo esta pérdida de la comunicación con Dios.
El examen de estos vocablos muestra que nuestra Esta intimidad parece restablecerse en personajes
unión mística con Cristo se origina en y con su obra privilegiados· que «caminan con Dios»: Enok3, Noé4,
redentora. Es una manera de expresar la idea que el Abraham ", que será llamado amigo de Dios" Moi-
Padre nos redime «en Cristo», revistiéndonos de la sés 7• El plan de redención divina se enlaza con la gesta
forma de su Hijo muy amado y elevándonos al rango · patriarcal y con la unión íntima entre Yahweh y Abra-
de hijos adoptivos. La redención se opera asociando ham, Isaac, Jacob 8• La marcha hacia la Tierra de Pro-
a todo creyente a la vida y a la muerte de Jesús'. Sub- misión será como una vuelta al Paraíso de los orígenes,
raya también que la obra de la salvación no se «cum- la tierra de Canaán que es la tierra de Dios 9, adonde
plirá» sino en la escatología 2, que «manifestará» lo que hay que volver para hallar a Dios". Las relaciones del
está todavía oculto 3• Esta «tensión» de la vida del cris- hombre con Dios vienen sancionadas por un pacto en
tiano entre lo que es y lo que será en la plenitud, impone el Sinaí; pero el aspecto jurídico será pronto dominado
un comportamiento moral correspondiente ', sobre todo por una concepción más viva, traducida por la imagen
la participación en los sufrimientos, en la «paciencia», de las relaciones entre marido y mujer+'.
de Jesús 5• Cuando Pablo quiere hablar de la condición Cf. Gn 3,8. 'Gn 3,5. 'Gn 5,22-24. 'Gn 6,9. 'Gn 17,1.
1

presente del cristiano, habla más bien de su vida «en 'Is 41,8; cf. Miq 6,8; Mal 2,6. 'Éx 33,11; Nm 12,8. 8Cf. Gn
Cristo», reservando la expresión cum Christo para cap. 18 y la expresión «Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, Éx
3,15». 'Os 6,2-8. 10Cf. las llamadas para «abandonar»: Gn 12,l;
referirse a la vida futura en compañía de Cristo•, siendo 31,3-13. "Os caps, 1-3; Is cap. 5; Jer 2,2; 3,1.4.20; Cant; Ez cap
esta vida CJ'VV XptO'Té¡:> el desarrollo de la amistad vivida 16, etc. Cf. la asimilación entre idolatría y adulterio en Jer 2,20,
aquí abajo? en la unión transformante y en la visión
Es significativo que los LXX nunca empleen xoivcovíc
de la Trinidad 8•
para designar las relaciones entre el hombre y Yahweh,
1Cf. Col 1,10. -cr. Rom 8,17; 2Tim 2,11. 'Col 3,3. 'Col al contrario de lo que ocurre en Filón A y san Pablo1;
3,1-5. 'Rom 8,17; 2Tim 2,11; 2Cor 1,6; 2Tes 3,5. -cr. Jn 14,2,
donde a la invitación por parte de Jesús a «permanecer», uéveiv, en a pesar de mencionar las alianzas por medio de comida 2
Él, corresponde la mención de las «moradas», povaí, en la casa o de sangre", que tenían antes este significado. En el
del Padre. 'Cf. 2 Cor 5,8; Flp 1,23. '1 Jn 3,2. Sinai, Israel para ser el «primogénito» de Yahweh •,
5
Esta mística paulina está, pues, indudablemente cen- su propio bien, su pueblo • En el Éxodo, Dios no se
trada en Cristo; pero si raras veces se ha hablado de revela sólo como «Él que Es», sino como «Él que Es
una vida «en Dios»1, un texto como 2 Cor 5,17-21 con». Yahweh comparte la vida errante de su pueblo
muestra claramente que la salvación viene de Dios, por y vive con él, «presencia real», trashumante", presencia
Cristo, que obra por el poder del Espíritu, cuya misión activa de guía , de jefe y de defensor • Él símbolo es
7 8 9

es capital para explicar la vida «en Cristo» que es asi- el Arca cuyo carácter belicoso 1
º no debe hacer olvi-
mismo una «vida en el Espiritu»", El Espíritu mora dar el grado de fervorosa intimidad que su «presencia»
también en el cristiano 3• Si la unión con Cristo debe causaba a las almas piadosas!'. Dios se aproximó a su
crecer•, es el Espíritu quien rige este desarrollo del pueblo más que otro dios alguno •
12

hombre interior 5• La plenitud del Espíritu 6 es paralela A FILÓN, De specialibus legibus 1, 221.

al crecimiento de la estatura de Cristo en el alma cris- 'Cor 10,14-21. 2Éx 24,9-11. 3Éx 24,8. 'Éx 4,22. 'Éx 19,5.
tiana 7• Hemos sido por el Bautismo incorporados a 'Éx 33,7; la Tienda es el lugar del encuentro: 25,8; 30,45-46. 'Éx
Cristo, pero «también en un solo Espíritu todos hemos 1113,21-22. 'Éx 40,34-38; Dt 1,33. 'Éx 14,19-20. 10Jos cap. 6.
Cf. l Sm cap. 3; 4,21 y la alegría estremecedora de 2 Sm cap. 6
sido bautizados para no formar más que un solo y Sal 132. "Dt 4,7.
cuerpo o ".
11 Tes 1,1; 2 Tes 1,1; Col 3,3; cf. l Cor 1,9-30.
Israel es la nación de Emmanuel («Dios con nos-
'Rom 8,9-11;
Flp 2,1; l Cor 1,9. 3 1 Cor 3,16; 6,19; Ef 2,22; cf. 2 Tim 1,14; Gál otros»)". Este sustantivo, derivado del verbo que indicaba
4,6. -sr 4,13. 'Ef 3,15-19. 'Ef 5,18. 'Gál 4,19. '1 Cor 12,13. este habitar Dios «bajo la tienda» (-> Sekimih), llegará
Bibl.: A. WIKENHAUSER, Die Christusmystik des hl. Paulus, incluso a ser en el judaísmo un sustitutivo del nombre
Münster 1928. L. CERFAUX, La théologie de /'Église suívant Saint divino: imagen repetida por Juan, para describir la En-
Paul, París 1942, págs. 169-184. F. HAUCK, en ThW, III, págs. carnación 2 y por el Apocalipsis, para expresar la vida
798-810. M. R. WEIJERS, In Christo Jesu, en RThom, 47 (1947),
págs. 499-516. F. PRAT, La théologie de Saint Paul, II, 38.ª ed., común definitiva de los hombres con Dios3• La Sabi-
París 1949, págs. 20-21, 477-480. FR. BüCHSEL, «In Christo» bei duría convertirá la permanencia «junto a Dios en el

1137 1138
UNIÓN CON DIOS

Panorámica de Ra's el-Siyágah (cima a la derecha), la cumbre de Pisgah en el monte Nebo, desde la cual
Moisés contempló el país de Canaán, la Tierra Prometida por Dios a Israel. (Foto A. Arce)

amor»', en la recompensa por la fidelidad. Pero en Bibl.: F. HAUCK, Kowccvíc, en ThW, III, págs. 800-810. A. R.
GEORGE, Communion with God in the N.T., Londres 1953. R. SCHNAC-
general, el AT insistirá más en el descenso de Dios al KENBURG, Comrnentaires des Épitres johanniques, Friburgo de B.
hombre, para socorrerle («estar con»), que en la vida 1953. S. MuÑOZ IGLESIAS, El concepto bíblico de Kowcovlo, en
del hombre con Dios. Es en el Salterio, de un modo SBEsp, 13 (1954), págs. 195-224. M. EICHRODT, Theologie des
particular, donde se halla la experiencia mística de una A/ten Testament , l, 5.• ed., Stuttgart-Gotinga 1957.
unión con Yahweh 5, tan firme que el fiel llega con ella R. LE DEAUT
a columbrar una prolongación ultraterrena de esta in-
timidad 6: Dios le «librará» y le «hará remontarse» del 'UNN1 («Yahweh ha respondido»), Nombre de dos
se'oF. personas del AT:
1Cf. Is 8,8-10. 'Jn 1,14. 'Ap 21,3. 'Sab 3,9; cf. Jn 15,9. -cr, l. ('E7\IWT]A, 'Qví; Vg. Ani). Levita músico. Intervi-
Sal 63; 84; 140,14, etc. 'Sal 16,10; 49,16; 73. 'Sal 30,10; 86,13.
no en el traslado del Arca de la Alianza desde la casa
La comunión con Dios queda restaurada en la nueva de 'Óbed 'E.dom a Jerusalén durante el reinado de
Alianza, más allá de toda esperanza, por la Encamación David 1.
del Verbo que nos dio a «conocer» a Dios' y nos otorgó
2. ('lavó: [S]; Vg. Hanni). Levita del período del
el don de «estar en Él», en unión tan perfecta que es
regreso de la Cautividad babilónica 2•
imagen de la unión entre las divinas personas 2• Las
11 Cr 15,18-20. 'Neh 12,9.
condiciones esenciales son: el cumplimiento de los man-
Bibl.: Norn, 1091, págs. 39, 185.
damientos", la fe en Jesús y el amor fraterno '. El dis-
J. A. _PALACIOS
tintivo es la presencia del Espíritu 5 en el alma del cris-
tiano 6, de tal suerte que la unidad de la comunidad
'UNNÓ. Kétib del nombre del personaje -+ 'Unni
cristiana tiene su origen en esta comunión con el Padre
(§ 2) citado en Neh 12,9.
y el Hijo 7: el cristiano nacido de Dios 8 «permanece en
Dios y Dios en él» 9•
11 Jn 5,20; cf. Jn 17,3.
'ÜR (efuego», «luz»; 8vpocpó:p, :foúp [B], Oüp, 'Qpó:
'Jn 17,21. 'Jn 14,23; 1 Jn 3,24, cf.
2Cr 15,2. 'lJn 4,12.15-16. 'lJn 3,24; 4,13. 'Jn 14,17. 'lJn [A]; Vg, Ur). Padre de 'Elifal, uno de los héroes de Da-
1,3. '1 Jn 2,29; 3,9. 'J Jn 2,5.6.24.27; 3,6. vid 1. Al parecer, el nombre de 'Ür, lo mismo que el de su

1139 1140
'Ü R

Emplazamiento de la antigua 'Ür, en


las márgenes del Éufrates

hijo, adolecen de una transmisión o


escritura defectuosa, puesto que, en
la lista paralela de los libros de
Samuel, se llaman respectivamente
'ÁJ:¡asbay y 'El1félet2•
1 1 Cr 11,35. 2 2 Sm 23,34.
Bibl.: NOTH, 64, págs. 37, 168.
M. MÍNGUEZ

'ÜR (heb. "iir k asdim; Xwpa


Twv XaA6aíwv; Vg. Ur Chaldaeo-
rum). Ciudad llamada en la Bi-
blia 'Ür de los Caldeos, patria de
Abraham, que la abandona bajo la.
guía de su padre Térah para tras-
ladarse a Canaán 1 (-+ Abraham).
Gn 11,28.31; 15,7; Neb 9,7.
1

El texto sagrado y el calificativo


se refieren indudablemente a la ciu-
dad de 'Ür, situada en la Babilonia
meridional. Pero, dado que los caldeos no se estable- Ur-Junction, el cual está a 16 km del Éufrates. Dichas
cieron en ella hasta los siglos x y IX A.C., es de suponer ruinas se alzan hoy en una llanura, esterilizada por las
que la indicación refleja únicamente la opinión del infiltraciones salinas, a la cual irrigaba el río por el
redactor bíblico. Se ha intentado a veces resucitar que ascendían naves de alto bordo.
pareceres antiguos, que localizaban la patria de Abra- El lugar estuvo habitado de manera continua desde
ham en la Alta Mesopotamia; no obstante, ninguno los alrededores del año 4000 A.C. hasta poco más o
de tales intentos ha prevalecido. menos el 300 A.C. Los primeros moradores se asentaron,
Las ruinas de 'Ür (actualmente Tell Mugeyir) se a comienzos del IV milenio, en un islote, en pleno pan-
encuentran a 2 km del activo centro ferroviario llamado tano, que sumergió uno de los numerosos «diluvios»

Vista panorámica del celebérrimo ziggurat de la ciudad sumeria de 'Ür, construido hacia el año 2050 A.c.
(Foto Directora/e General o.f Antiquities, Bagdad)

1141 1142
'Ü R

atestiguados en Babilonia en el alba de la historia. Al Nada ligaba a Abraham y a su familia, semitas nó-
empezar el m milenio, 'Ür se convirtió en una de las madas, a la población de 'Ür, sumeria en su mayoría,
principales poblaciones de -,. Sumer, tal vez secundaria sedentaria, dedicada a la agricultura y al comercio, y
desde el punto de vista político (I y II dinastías), pero viviendo de su categoría religiosa. Si se juzga por sus
considerablemente próspera si se juzga por el contenido nombres, Abraham y los suyos se relacionan con los
de las tumbas de los siglos xxvn y xxvr A.c. 'Ür, ven- amorreos, que recorrían y vagaban por el Creciente
cida en la lucha entre las ciudades, quedó relegada al Fértil en la primera mitad del u milenio en busca de
segundo término hasta el siglo xxr. Ur-Nammu resta- pastos y, de vez en cuando, de una tierra para obtener
bleció su prestigio, reconstruyó los templos y fundó una una cosecha, que lograban a la menor debilidad de la
dinastía, que reinó durante un siglo en Babilonia, Asi- autoridad establecida. Los documentos parecen indicar
ria, el Éufrates medio y Elam (III dinastía). Las revo- que, hasta su destrucción por Samsu-iluna (en 1739
luciones pusieron fin a esta hegemonía, mas 'Ür conservó A.c., según S. Smith; o en 1675, según A. Albright), fue
gran importancia hasta el siglo xvm, en que Samsu- prácticamente nula la penetración amorrea en la región
iluna, soberano de Babilonia, la destruyó al combatir de 'Ür; la carencia de textos no permite estudiar cuál
una rebelión. En un país que periclitaba y en el que fue la situación posterior, pero comprendería sin duda
moría el pueblo sumerio, 'Ür no sobreviviría más que el establecimiento de nómadas en las tierras que se de-
por su culto de Sin, e! dios lunar. Los monarcas babiló- jaron de cultivar. La presencia temporal de los antepa-
nicos atendieron periódicamente a la reconstrucción y sados de Abraham entre ellos no carece de verosimilitud
conservación de los templos, siendo Nabonid el último histórica.
que lo hizo. No se tienen indicios de que el sitio estu-
Bibl.: Publications of the Joint Expedition to Mesopotamia: Ur
viera ocupado bajo los seleucidas, aunque otros santua- Excavations, 6 vols., Londres 1927-1951, en general debidos a L.
rios de Babilonia disfrutaron entonces de una postrera WooLEY, Texts, 5 vols., Londres 1928-1952, por diversos autores.
etapa de esplendor. Los LXX no parecen conocer ya A. Loes, Israel des origines au milieu du VIII, síécle, París 1930,
págs. 187-189, con argumentos contra la localización en Babilonia.
la transcripción griega correcta de su nombre (Oópív L. WOOLLEY, Abraham, Londres 1936, "Ür antes de su destrucción
y no Xcopc). por SamSu-iluna; íd .. Excavations al Ur, Londres 1954, edición

Ruinas de los hipogeos reales de -o-, construidos con ladrillos y piedra, y en donde se hallaron grandes
tesoros. Siglos xxvn-xxnr A.c. (Foto J. M. Villalaz, Archivo Termes)

1143 1144
'ÜRI

Ür. Excavaciones en viviendas de la


época de Tell el-eObeid. (Foto Direc-
tora/e General of Antiquities, Bagdad)

corregida de Ur of the Chaldees, Londres


1929. J. R. KUPPER, Les nomades en Mé-
sopotamie au temps des rois de Mari, París
1957, págs. 213, 240, los amorreos en 'Ür.
G. GOOSSENS

URAR'fU. El nombre bíblico


de Ararat1 no indica una montaña,
sino un país; el Arca .reposó «sobre
las montañas de Ararat» y no «so-
bre el monte Ararat»'. En los
textos asirios se llama uruatru (ana-
les de Salmanasar I, siglo xm) y
corrientemente urartu. En la ins-
cripción de Behistiin se escribe L. -~~
uraitu. En 1 Qlsa aparece hwrrt
(37,38), lo que representa una lección más correcta. La estructura del estado de Urartu tiene semejanzas
El reino de Urartu, que florece en la época neo-asiria, con la del hitita: gobierno de provincias con reinos va-
en los siglos rx-vn A.c., ocupa la región del lago Van, sallos en la periferia. El país vive sobre todo de la
al norte de Asiria (al este de la Turquía actual), donde agricultura y la cría de caballos. El arte busca lo colosal
antaño se fijaron los hurritas (antes del imperio mitanni, y utiliza también toda clase de metales, trabajados
más al oeste) y donde, desde fines del II milenio, esta- con maestría por los artistas P,
ban «los Países de Naíri» de los anales asirios. La lengua El panteón consiste en una tríada: Haldi (dios nacio-
de Urartu es un dialecto reciente del hurrita+. nal C), Tsüb (dios hurrita de la tempestad) y la divi-
Con los reyes Argistis I y Sardur 11, o sea entre los nidad solar Siwini (no Ardini !)D.
años 785-735, Urartu controla desde el Araxes al nord- AA. GOETZE, Kleinasien, 2.• ed., Munich 1957, pág. 194. J.
este hasta Malatya y el norte de Siria, es decir, una zona FRIEDRICH, en AnOr, 12 (1935). págs. 122-135. M. DE TSERETHELI,
más extensa que la de Asiria ... A principios del siglo Études ourartéennes, en RA, 53 (1959), págs. 169-176. BCf. los
finr, Urartu es el factor dominante en la historia política bronces de Van, Toprakkale y sobre todo Altintepe; sobre las nuevas
excavaciones en Altintepe, cf. AnSt, 9 (1959), etc. E. AKURGAL,
del Asia occidental. A la ascensión de Urartu - acom- Urartiiische Kunst, en Anatolia, 4 (1959), págs. 77-114; íd., Die
pañada del debilitamiento de Asiria y la pérdida de Kunst Anatoliens von Homer bis Alexander, Berlín 1961, págs. 27-69.
algunos de sus territorios del norte de Siria - corres- M. PALLOTINO, Urartu, Greece and Etruria, en East and West, 9
(1958), págs. 29-52. CCf. P. T. ENGLISH, enJNES, 18 (1959), pág.
ponde el apogeo del reino de Israel, que, bajo Jeroboam 53. DJ. FRJEnRICH, en Or, 9 (1940), pág. 211 y sigs.
IT (783- 743), extiende de improviso sus fronteras septen-
'Gn 8,4; 2 Re 19,37; cf. Is 37,38; Jer 51,27. 'Gn 8,4. -cr,
trionales hasta Hárnát, el Orontes y Damasco3• El 2 Re 14,25.28.
reino de Urartu, cuya capital es Tuspa (más tarde Van,
Bibl.: R. H. PFEIFFER, The Excavations al Van in 1939, en BASOR,
en la orilla este del lago homónimo), se resquebraja 78 (1940), págs. 31-32. S. LLOYD, Early Anatolia, Harmondsworth
sobre todo con la campaña de Sargón U en 714, siendo 1956, págs. 183-190. A. GoETZE, Kleinasien, 2.ª ed., Munich 1957,
luego invadido por los cimerios, para terminar de existir págs. 187-200, con amplia bibliografía. B. B. PIOTROVSKIJ, El reino
de Van (Urartu), s. l., 1959, en ruso. Tu. BERAN en Kulturgeschichte
a principios del siglo vr (invasión meda). Un poco más
des A/ten Orients, Stuttgart 1961, págs. 605-657. J. V. KINNIER
tarde aún, los armenios ocuparían su territorio. WILSON, en Iraq, 24 (1962), págs. 90-115 (topónimos de Urartu),
B. B. PIOTROVSKIJ, en Iraníca Antiqua, 3, Leiden 1963, págs. 60-82.
H. G. GüTERBOCK, en JNES, 22 (1963), págs. 268-272. R. D. BAR-
Mapa de la región de Urartu NETT, en AnSt, 13 (1963), págs. 153-198. A. SPYEKET, La forteresse
ourartéenne de Teisebaini. A propos d'un article récent, en RA, 57
(1963), págs. 41-42.
S. CROATT0

URBANO (Ovp~avós, «cortés», «refinado»: Vg. Ur-


banus). Cristiano de Roma al que saluda san Pablo
en una epístola. Se habla de él como «colaborador»
del apóstol.
Rom 16,9.
Bibl.: Cf. los comentarios a la epístola a los Romanos.

'ÜRl (abr. de -,. 'Üriyyiih[ü]; El. 'wry; Vg. Uri).


Nombre d.: tres israelitas:
1. (Ovpeías, Oópaí). Padre de Bésal'él e hijo de
Hür, de la tribu de Judá1.

1145 1146
'ÜRT

2. (heb. "uri; 'A6aí). Padre de Géber, prefecto de considerarle idéntico a la persona que se cita a continua-
Salomón en Galaad 2 • ción.
3. ('Q6ov.S). Uno de los levitas oue ostentaron el 2. Levita de la estirpe de Qéhát, que asistió a la cere-
cargo de portero y que hubo de repudiar a su mujer monia del traslado del Arca de la Alianza, de la casa
extranjera por orden de Esdras3 • de 'Óbed "Édóm a Jerusalén, en tiempo de David 2•
'Éx 31,2; 35,30; 38,22; 1 Cr 2,20; 2 Cr 1,5. 21 Re4,19. 'Esd 3. Hombre de Gabaa, cuya hija Míkáyáhü fue la
10,24. madre de 'Ábiyyah(ü), segundo rey de Judá", El nombre
Bibl.: N0TH, 65, págs. 38, 165, n. 3, 168. Miqr., I, col. 177. de Míkáyáhü ha de enmendarse en --+ Ma'ákáh (§ 5).
M. V. ARRABAL 1 1 Cr 6,9. 2 1 Cr 15,5.11. '2 Cr 13,2.
Bibl.: Nonr, 66, págs. 18, 168.
URÍAS (heb. "úriyyáh, «Dios es luz»; El. 'ryyh; M. MÍNGUEZ
hur. ariya; ac. u-ri-ia-a; Ovpeias, Oúpaí, Ovpías [Mt];
Vg. Urias). Hitita que formaba parte del grupo de los 'ÜRIM Y TUMMIM (6r¡Awa1s, 6fíAov xcd áAr¡.SE1a,
treinta héroes davídicos más notables1. Estuvo casado 6a1ÓTr¡s; Vg. doctrina et veritas).· El laconismo del
con -,.. Betsabé. Para evitar que se descubriera el adul- autor sagrado sobre estos dos vocablos, cuando en
terio cometido con ésta - que la Ley mosaica castigaba otros es tan minucioso, nos da derecho a creer que se
con la muerte, posiblemente por lapidación-, David, trata de un objeto perfectamente conocido de sus con-
al saber que la mujer estaba encinta de él, mandó que temporáneos; en cambio, para nosotros están aún hoy
Urías, quien se hallaba con Joab en el asedio de Rabbáh, envueltos en el misterio, incluso la etimología y signi-
la capital de "Ammón, se presentara en Jerusalén. ficado de sus nombres.
Urías obedeció, pero se negó a llegarse a su esposa, Eran, según se puede conjeturar, una especie de dados
con lo que fracasaron los esfuerzos de David para lograr o bastoncitos, conocidos desde muy antiguo como ins-
ocultar los resultados de su adulterio. Urías partió trumentos para el sorteo. Si de ahí queremos investigar
para el territorio ammonita, con una carta en que su funcionamiento, solamente 1 Sm 14,41, según el texto
David ordenaba a Joab que colocara al héroe en un de los LXX, nos proporciona un indicio con estas pala-
sitio de peligro para que perdiera la vida. Urías murió, bras: «Saúl dijo: "Yahweh, Dios de Israel, [¿cómo es
en efecto, y Nátán reprochó este crimen a David 2 • La que no respondes hoy a tu siervo? Si en mí o en Jonatán,
genealogía de Jesús, según san Mateo, menciona al mi hijo, está este pecado, Yahweh, Dios de Israel, da
infortunado guerrero hitita 3 • "úrim; y si está la iniquidad en el pueblo, da tummim]".
12 Sm 23,39; 1 Cr 11,41. 22 Sm 11-12,15. 'Mt 1,6. Y cayó la suerte sobre Jonatás y Saúl, y el pueblo salió
Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors libre. Entonces propuso Saúl: "Echad suertes entre mí
1918, pág. 243. NOTH, 67, págs. 18, 168. A. MÉDEBIELLE, Les y Jonatán, mi hijo". Y tocó la suerte a Jonatán», De
livres des Rois, en La Sainte Bible, III, París 1949, loe. cit. donde se deduce, como ha dicho Dhorme, que la consul-
M.GRAU ta de Yahweh se hacía por alternativa. Querer ahora
investigar más detalles y precisiones, sería entrar en un
'ÜRl'EL («'El es luz»; Ovpn'¡A; Vg. Urie[). Nombre terreno de conjeturas a cual más atrevida y fantástica.
de tres ( ?) personajes del AT: Colocados dentro el pectoral del sumo sacerdote-,
1. Individuo descendiente del patriarca Leví. Fue tenía por objeto conocer la voluntad de Yahweh en un
hijo de Táhat y padre de 'Uzziyyah 1• Tal vez haya que asunto determinado de interés general, como se ve
en tantos casos y ocasiones que se presentaron desde
los tiempos de Moisés y en la época de Josué y Samuel
Pectoral perteneciente al faraón Amenemhet. En el del hasta la construcción del Templo, cuando este recurso
sumo sacerdote se colocaban los 'ürim y tummim. (Foto
para conocer la voluntad de Yahweh fue reemplazado
Monasterio de Montserrat)
por el profetismo (--+ Oráculo).
1 Éx 28,30; Lv 8,8; Nm 27,21; Dt 33,8.
Bibl.: H. LESETRE, en DB, V, cols. 2359-2365. R. PRESS, Das
Ordal im A/ten Testament, en ZAW, 51 (1933), págs. 227-231. B.
UBACH, en La Biblia de Montserrat, Illustraciá, II, Montserrat 1934,
págs. 228-229. G. BRESSAN, en ECatt, XII, col. 922. É. DH0RME,
en BP, pág. 257, n. 30. R. DE VAUX, Les institutions de l'Ancien
Testament, II, París 1960, págs. 204-205.
B.UBACH

'ÜRIYYÁH(Ü) (et. --+ Urías). Nombre de cuatro per-


sonas del AT:
1. Sacerdote, a quien Isaías tomó por testigo de una
profecía escrita en una tablilla1. Vivió en el reinado de
Acaz, quien le ordenó que construyera, según sus ins-
trucciones, para el Templo un altar idéntico al que había
visto en Damasco, durante su entrevista con Tiglatpileser.
El altar estaba terminado cuando el monarca hebreo
regresó 2.
1147 1148
URUK
2. Profeta, hijo de Sema'yiihü, de Qiryat Yé'árim, un todo a las culturas de Uruk y de Gemdet Nasr
Pronunció un vaticinio contra Jerusalén y su reino, y (Warka III-ID, utilizando el vocablo «protoliterario»
tuvo que huir a Egipto para evitar la venganza del rey (los franceses el de «predinástico») para designar la
Joaquim. "Elnátán, hijo de 'Akbor, fue a buscarle al frase protohistórica (desde el estrato VIII, VII, o sobre
país en que se había refugiado y el monarca hebreo todo VI-V, según los autores) c.
le mató e hizo que le enterraran en el cementerio común AWarka XVIII-XV pertenece a Tell el-'Obeid. BCf. H. FRANK·
del pueblo". FORT, The Art and Archltecture of the Ancient Orient, Harrnonds-
worth 1954, pág. 9 y sigsy Jám. 3 y sigs. A. PARROT, Sumer, 2.•
3. (Vg. Uria). Hijo de ha-Qós y padre de Mérémót, ed., Madrid 1961, pág. 63y sigs. cver la discusión en A. PARROT,
sacerdote de la época del Exilio". Archéologie mésopotamienne, II, París 1953, pág. 272 y sigs.: para
las designaciones de «preurbano» (Warka XIV-VI) y «protourbano»
4. Hombre, tal vez sacerdote, que estuvo a la derecha (Warka V-IV), cf. P. AMIOT, en Syr, 40 (1963), págs. 59-60; para
de Esdras durante la lectura de la Ley al pueblo 5• un resumen de la cultura de Uruk, cf. S. A. PALLIS, The Antiquity
of Iraq, Copenhague 1956, pág. 424 y sigs,
1Is 8,2. 22 Re 16,10-16. '·Jer 26,20-23. 'Esd 8,33; Neh 3,4.21.
'Neh 8,4. 4. I. DINASTÍA DE URUK. Cubre el período «predi-
Bibl.: -+ Urias. nástico» (niveles VI-11 de Warka, ca. 3300-2900 A.c.)A.
M.GRAU Representa la época de oro de Uruk. La tradición
sumera afirma que después de Kié (la I dinastía post-
UR-NAMMU, Código de. - Códigos orientales y la diluviana) la realeza fue traspasada a Uruk. La lista real
Biblia. sumera P registra 12 reyes, entre ellos Mes-kiag-gaser,
hijo del dios Utu ( - Samas). A él se podría atribuir
URUK. l. NOMBRE Y GEOGRAFÍA. Uruk (hoy War- el «templo blanco» o primer ziggurat c. A su hijo En-
ka), una de las grandes metrópolis mesopotárnicas, céle- mer-kar se asigna la fundación de la ciudad de Uruk;
bre en la época heroica, está enclavada junto al Éufra- la arqueología hace coincidir con su época la erección
tes, al sur de -4 Sumer. Fue la sede de la II dinastía del templo (de Innin ?) con el zócalo de piedra calcárea
postdiluviana, según la lista real sumeria e. El nombre (nivel V, ca. 3200). Un poema que se refiere a éJD alude
de Uruk responde al ac. uruk'" (con determinativo de a la misión enviada al país de Aratta, en las montañas
lugar); en sum. es unu(g), si bien no es seguro que así del este, para buscar piedra. La misma composición
deba leerse el sumerograma UNUG (escrito unuki I-sa.I relata que En-mer-kar inició la escritura sobre arcilla.
con el signo de una torre). En gr. se conoce la trans- Las tablillas cuneiformes más antiguas (pictográficas)
cripción 'Opyón ; la Biblia la cita bajo la forma 'Érek fueron halladas, de hecho, en Warka IVaE, aunque la
(LXX 'Opéx)1. invención estaba anunciada en los sellos anteriores F.
ACf· ANET, pág. 266 a. TH. JACOBSEN, The Sumerian King List, Lugalbanda, el tercer rey, es recordado como cazador.
Chicago 1939. La tradición posterior lo llamó Ninurta o Nimród,
1Gn 10,10. como en Gn 10,8-10, texto que recoge un dato muy
antiguov. Es curioso constatar que Nimród aparece
2. EXCAVACIONES. Warka comenzó a ser explorada en la Biblia como el fundador de Babel, Uruk, Acad
en 1850 y 1854 (por los ingleses); pero son clásicas las (y Kalnéh ?H) en el territorio de Sin'iir (cuneiforme
excavaciones alemanas de 1912-1913, 1928-1939 (J. Jor- sanhara) que es Babilonia", Conviene notar también
dan, A. Noldeke, etc) y 1954-1965 (H. J. Lenzen, etc.). que según una tradición mesopotámica, En-mer-kar de
Los hallazgos característicos son los del É-anna, el Uruk fue el primer rey postdiluviano!", A En-mer-kar
ziggurat del «templo blanco», el palacio de Sínkásid siguen Dumuzi, pescador (->- Tammuz, § 1) y - Gil-
(cf, infrai, varias esculturas y sobre todo las más an- games, el célebre héroe sumero. Según un texto arcaico,
tiguas tablillas cuneiformes. La estratigrafía reconoce las murallas de Uruk (bád-ununi" -ga) son «la antigua
una secuencia de los niveles arqueológicos-e. obra del divino Gilgames>", Sus conexiones con el
AA. PARROT, Archéologie mésopotamienne, I, París 1947, pág. oeste (campaña al país de los cedros, el Líbano) y su
340 y. sigs. La publicación original lleva el título de Vorliiufiger posible origen sirio L pueden explicar la difusión de su
Bericht über die ... Ausgrabungen in Uruk-Warka (abreviado UVE),
nombre en esa dirección. Un fragmento del poema
los vols. !-XI (1929-1940) fueron publicados por el equipo de J.
JORDAN, y los restantes vols. XII-XVIII (1956-1962), hasta ahora, «de Gilgames» fue hallado en Megiddo LL. La arqueo-
son dirigidos por H. J. LENZEN; cf. también E. HEtNRICH y otros, logía evidencia la irradiación de la cultura sumera de
Ausgrnbungen ... in Uruk Warka, vols. I-V, Berlin 1936-1953. S. esta época hacia el norte de Siria y también Egipto.
LLOYD, Uruk Pottery, en S, 4 (1948), págs. 39-51. H. J. LENZEN,
Zur Datierung der Anu-Zikurrat in Warka, en MDOG, 83 (1951), Siguen otros siete reyes de menor magnitud, que corres-
págs. 1-32. E. HEINRICH, Die Stellung der Uruktempel in der Bau- ponden más o menos al período de Gemdet Nasr (ca.
geschichte, en ZA, 15 (1949), págs. 21-44. R. NoRTH, Status of 3050-2900).
the Warka Excavat ions, en Or, 26 (1957), págs. 185-256.
ASeguimos la cronología baja de F. CORNELIUS, Geistesgeschiclüe
3. LA ÉPOCA DE URUK. Se designa con este nombre der Frühzeit, Il/I, Leiden-Colonia 1962, págs. 18 y sigs., y 176; para
a la cultura identificada por vez primera en las exca- la historia, cf. también H. SCHMÜKEL, Das Land Sumer, Stuttgart
vaciones de Warka (niveles XIV-VI = Eridu V-I)A y 1956. BCf. n. A. del párrafo 1 y W. W. HALLO, Beginning and
End of the Sumerian King List in the Nippur Recension, en JCS, 17
que se distingue por una cerámica (gris o roja) monocro- (1963), págs. 52-57. CCf. H. FRANKFORT, op. cit., pág. 3 y sig.,
ma - desde el nivel XIII-; por una arquitectura impo- lám. l. H. J. LENZEN, en MDOG, 83 (1951), pág. 8, ubica su cons-
nente, una escultura ya avanzada P, una glíptica muy trucción en Uruk III, al final de la dinastía. DCf. S. N. KRAMER,
Enmerkar and the Lord of Aratta, Filadelfia 1952, pág. 202 y sigs.
variada y especialmente por el descubrimiento de la Varios poemas que tratan de Uruk y Aratta hacen sospechar que
escritura. Los especialistas tienden a considerar como la I dinastía de Uruk era oriunda de Aratta. ECf. últimamente

1149 1150
URUK
A. FALKENSTEIN, Zu den Inschriftfunden der Grabung in Uruk-Warka que se conoce más como la época de las dinastías de
[960-1961, en Baghdader Mittei/ungen, 2 (1963), págs. 1-82, especial- Isin y Larsa, Uruk se independiza de Isin bajo Sínkásid,
mente págs. 1-4 (die «archaischen» Tafeln); el mismo autor había
datado antes, Archaische Texte aus Uruk, Berlín 1936, pág. 22 y cuya dinastía reina un poco más de medio siglo (ca.
sigs., de Warka IVb; M. B. R0WT0N, Chronology; en Cambridge 1800-1739). Aquél lleva el título de «rey de Uruk»
Ancient History, 1/6, págs. 56-57, hace remontar la invención de la (lugal-unus! -ga) y «rey de (la tribu de los) Amnánum»
escritura a Warka V, aunque los textos hallados sean posteriores.
FCf. F. C0RNELIUS, op. cit., pág. 21. GJbíd., pág. 25 y n. 32. HW.
(lugal-am-na-nu-uma), con la que probablemente estaba
F. ÁLBRIGHT, en JNES, 3 (1944), págs. 254-255, y en BASOR, 131 emparentado. La amistad con Babilonia consta por el
(1953), pág. 32 propone leer kulliinii, «todas ellas». 'Sobre la ecua. matrimonio con Sal(l)urtum, hija de Sumula'il (1816-
ción, ahora segura, de Sanbara = Babilonia,. cf. E. LAROCHE, en
1781), segundo rey de la I dinastía de Babilonia (cuyo
Ugarítica Ill, París 1956, págs. 102-103. 'Ver las referencias en
w. w. HALLO, en JCS, 17 (1963), pág. 52. "F. TuUREAU-DANGIN, sexto rey fue Hammurabi). Sínkásid desarrolló una
Die sumerischen und akkadischen KOnigsinschri/ten, Leipzig 1907, gran actividad constructora en Uruk P: murallas, pa-
pág. 222 b. LCf. A. M00RTGAT, Geschichte Vorderasiens, Munich lacio, templos, etc. Le suceden: Síniribam (quien recibe
1950, pág. 235 (relación con Karkémis ?). LLA. G0ETZE - s.
LEWY,
una ayuda militar de Sabi'um de Babilonia), Síngámil,
Fragment of the Gi/gamesh Epic Jrom Megiddo, en Atiq, 2 (1959),
págs. 121-128. É. DH0RME, Un nouveau fragment de l'épopée de Ilumgámil, Eteya, Anam («buen Pastor de Uruk» =
Gilgames, en RA, 55 (1961), págs. 153-154. sipa-zi-unuw-ga-Ice., autor de una importante carta a
5. 11 DINASTÍA DE URUK. Después de un intermedio Sínmuballit de Babilonia, el padre de Hammurabi) c,
sin construcciones nuevas se levanta Warka I con sus Irdanene (vencido por Rimsín de Larsa en 1746), Rí-
fases 1-7, que corresponde a la II dinastía de Uruk manum y Nabi'ilisu>. Uruk pierde definitivamente
(ca. 2600-2430), la cual reemplaza en la hegemonía de su independencia cuando la conquista de Rímsín, en su
Sumer a la II de Kis (ca. 2750-2600), precedida a su vigésimo año (1739).
vez por la I de •úr (ca. 2900-2750). La nueva dinastía A Designación de D. O. EnzARD, Die «swette Zwischenzeit» Ba-
de Uruk, menos famosa que la primera é, se distingue byloniens, Wiesbaden 1957. BCf. las referencias en D. O. EDZARD,
op. cit., pág. 154. 0 cc. el, nuevo documento en A. FALKENSTEIN,
por Ensagkusanna, vencedor de Kis, Luego de una Zu den Inschriftfunden der Grabung in Uruk-Warka 1960-1961, en
breve historia es aniquilada por los reyes de la II dinastía Baghdader Mitteilungen, 2 (1963), págs. 1-82, especialmente pág. 56
de "Ür (ca. 2430-2340), la de las tumbas reales. En el y sigs. DPara la secuencia de los reyes, ahora mejor conocida,
cf. A. FALKENSTEIN, art. cit., pág. 22 y sigs.
período arqueológico de Warka I florece la arquitec-
tura con ladrillos planoconvexos. 9. CUI,To. La gran diosa de Uruk es IN.NIN o
ASobre ésta, cf. la abundante literatura épica sumera (gestas de
Inanna, diosa del amor y de la guerra, considerada
Enmerkar, Lugalbanda y Gilgames), ordenada por M. LAMBERT, «la gran hija de Sin»A. Su santuario se llamaba É-anna,
La littérature sumérienne ... , en RA, 55 (1961), pág. 177 y sigs. (con en el que se rendía culto también a An y Nana, tríada
bibliografía para cada poema). adoptada en Babilonia por Hammurabí ". La venera-
6. 111 DINASTÍA DE URUK (ca. 2340-2320). Lugal- ción de lnanna se generalizó en Mesopotamia c. Otros
zaggesi, gobernador de Umma, destruye a Lagas (so- dioses propios de Uruk son: Nin-subura, Lugalbanda
metiendo al gran reformador Urukaginaj+ y conquista y Ninsuna (estos dos de Uruk y Kullab). En Uruk
a •úr, Nippur, Larsa, Kis y Uruk, a la que transfiere revestía un carácter especial la fiesta del akitu o Año
su residencia. Unifica a Sumer y lleva sus victorias Nuevo P,
hasta el «Mar Superior» (lago Van, mejor que el Me- ACf. A. SJ0BERG, en ZA, 21 (1963), pág. 7. BVéase su fórmula
diterráneo!) B. Fue vencido por el semita Sargón de anual n.0 34. CCf. su título de un-gal nippur, «la gran Señora de
Nippur»; cf. A. GoETZE, Esarhaddon's Inscription from the Inanna
Acad (ca. 2320). Con al III dinastía de Uruk termina Temple in Nippur, en JCS, 17 (1963), págs. 119-131. DCf. H. J.
el «dinástico antiguo». LENZEN, en MDOG, 87 (1955), pág. 55 y sigs, (descripción del edi-
ficio del akitu).
ACf. M. LAMBERT, La guerre entre Luga/-zaggesi et Urukagina:
ses incidences sur l'économie de Lagash, en Iraq, 25 (1963), págs. S. CR0ATT0
192-193 (resumen). BCf. su inscripción, H. SCHM0KEL, Das Land
Sumer, Stuttgart 1956, págs. 66-67. 'U$ (et.?; Ovl;, ·Qs; Vg. Hus). Nombre de tres per-
7. IV DINASTÍA DE URUK. Al terminar la hegemonía sonajes veterotestamentarios:
de los sargónidas (dinastía de Sargón de Acad, ca. 2320- l. (Vg. var. Us). Hijo primogénito de •Áram, pro-
2140) por la invasión de los -+ guteos, Uruk vive un genitor de una tribu aramea1.
breve período de independencia (ca. 2140-21 lO)A. La 2. El primer hijo que Náhór tuvo de Milkáh 2• Tanto
dominación de los guteos es rechazada por iniciativa este individuo como el anterior están relacionados de
de Utehegal, otro rey de Uruk (ca. 2095-2032), que algún modo con la tierra de 'Ü$ (-+ 'U~, tierra de).
restaura la realeza de Sumer P. Pero al ascender la 111
3. Primogénito de Dísán y descendiente de 8e'ir el
dinastía de •úr, Sulgi, sucesor de Urnammu, anula la
autonomía de Uruk P. hurrita 3• Fue el epónimo de un clan del grupo étnico
que indica este gentilicio.
A Para una cronología más larga, cf. M. B. RoWTON, en JNES,
1Gn 10,23; 1 Cr 1,17. 'Gn 22,21. 3Gn 36,28; 1 Cr 1,42.
19 (1960), pág. 156 y sigs, BVer sus anales en F. THUREAU-DANGIN,
en RA, 9 (1915), págs. 111-120; ibíd., 10, pág. 99. <Uruk no pierde Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Saint e Bible, I, París 1953,
su importancia a pesar de todo, pues los reyes de :,Ür establecen en loe. cit.
ella un en, título religioso y político, cf. J. VAN DuK, en ZA, 21 M. MÍNGUEZ
(1963), pág. 271.

8. DINASTÍA DE SiNKÁSID. En el «período interme- 'U$, Tierra de (heb. 'ére$ 'ü$, •ére$ há-íús; Avah1s;
dio»A que corre desde la destrucción de 'Úr (ca. 1955) Vg. terra Hus, terra Ausitis). Territorio de situación y
y las grandes conquistas de Hammurabi (ca._1700), y extensión indefinidas. Job era .natural de la tierra de

1151 1152
'UZZÁH

'Ü ~1, q u e estab a al este d e P alestin a 2 , en u n desierto " UVA. ->- Vino.
au n q u e ten ía terren o s cu ltiva b les y ciudad es", ·L as
L am en tacio n es in d ican q u e estab a relacio n ad a co n 'UZÁL (et.?; Ail3T]A, Al~TJV [BJ, AisTJA [AJ; Vg. Uzal,
E d o m , p u es la h ija d e éste vivía en 'Ü~ y más o menos Huzal). Sexto hijo de Yóqtán", epónimo de un lugar
viene a decir que se halla al oriente de Palestina 5• Se - y de sus pobladores - que se menciona en Ezequiel
ha de ver en ella la región transjordánica que se halla como traficando en hierro y especias con Tiro 2• Se
entre Edom y Damasco. identifica corrientemente con Azál o Awzál, que la
1Job 1,1. 'Job 1,3. 'Job 1,19. 'Job 1,14; 29,7. 'Lam 4,21; tradición árabe musulmana considera como el nombre
cf. Jer 25,20. antiguo de Sanaa (ár. san'á), capital del Yemen.
Bibl.: SIMONS, §§ 19, 68, 263, 264, 374, 385, 1337 (e). 'Gn 10,27; 1 Cr 1,21. 'Ez 27,19.
R. FUSTÉ Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
pág. 222.
USDÜM, Gebel. Monte relacionado con la locali- M. V. ARRABAL

dad bíblica de ->- Sodoma.


'ÜZAY (abr. de "dzanydh'I ; as. u-zi-i; pr. uzya; Evsat;
USUFRUCTO. ->- Usura. Vg, Ozi). Padre de Pálál, uno de los reconstructores
de las murallas de Jerusalén.
USURA (heb, tarbit, marbit, nések ; TÓKos; Vg. usura). Neh 3,25.
El espíritu tribal aparece en la primera reglamentación Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
israelítica de los préstamos, en la que se prohíbe todo 1918, pág. 265. NOTH, 58, págs. 40,185. Miqr., I, col.137.
interés o usura 1, por lo que los préstamos, que habían
de concederse al necesitado, no debían comportar recar- 'UZIYYÁ' («Yahweh es mi fuerza»; 'Oseía[s]; Vg.
ga alguna, si no era a los extranjeros 2. Los dos vocablos Ozia[s]). Uno de los héroes del ejército davídico,
hebreos nések («mordedura») y tarbit o marbit (eaumen- natural de 'Astan:it, en la región de Basán.
to») - con uso real sinónimo - no permiten precisio- 1 Cr 11,44.
nes claras acerca de su significado, y desde luego, no
distinguen entre interés razonable y abusivo. Esto quiere 'UZIYYÁH («Yahweh es mi fuerza»; 'Oseía[s];
decir que nuestra «usura» no tiene correspondiente Vg. Ozia[s]). Sacerdote hijo de Harim. Estuvo casado,
exacto, o bien que todo tipo de interés era considerado en tiempos de Esdras, con una mujer extranjera, de la
como usurario; así lo sugiere Ezequiel. que tuvo que divorciarse.
A lo largo de la historia israelita, los abusos debieron Esd 10,21.
de ser frecuentes y graves a juzgar por las invectivas del
'UZZÁ' («Dios es mi fuerza»; 'Osá; Vg. Osa). Nom-
profeta Ezequiel 3 y las medidas tomadas por Nehemías
bre de cuatro personajes del AT:
después del Destierro '.
En los pueblos del antiguo Oriente se practicaba el 1. (' Asá). Hijo o descendiente de 'Ehüd, de la
interés, cobrando hasta un tercio en géneros y un quinto tribu de Benjamín".
del valor total si se trataba del dinero; en algunas tabli- 2. (heb. var. "uzzáhr. Hijo de 'Ábinadab. Murió
llas de Nuzu llega hasta la mitad del capital prestado. súbitamente cuando tocó el Arca de la Alianza, a fin
En la época ptolomaica era de un 12% en Elefantina, si de impedir que se desplomara al suelo, mientras la tras-
bien los judíos allí residentes no parece que lo prac- ladaban a Jerusalén, después que los israelitas la res-
ticaran hasta tiempos tardíos. cataron tras el desastre de Bét Sémes, David, disgustado
El NT no se pronuncia sobre la moralidad del interés, por su fallecimiento, interrumpió el viaje y depositó
pero conoce su existencia como corriente en la vida el Arca en casa de 'Óbed 'Ed6m y llamó al lugar
contemporánea 5• Péres 'Uzzah 2•
1Éx 22,24; Lv 25,37. 'Dt 23,20. 'Ez 18,8.13.17; cf. Sal 15,5. 3. Propietario de un huerto o jardín, en el que fue-
'Neh cap. 5; cf. Prov 28,8. 'Mt 25,27; Le 19,23. ron enterrados Manasés y Amón, reyes de Judá 3•
Bibl.: S. STEIN, The Laws of lnterests in the O.T., en JThS, 4
(1953), págs. 161-170. A. G. BARROIS, Manuel d'archéologie bi- 4. (Vg. Aza). Antepasado de un grupo de siervos
blique, II, París 1953, pág. 217 y sigs. R. DE VAUX, Les institutions del Templo, quienes regresaron de Babilonia con Zo-
de l'AT, I, París 1958, págs. 260-261. robabel 4.
C.WAU 11 Cr 8,7. 22 Sm 6,1-7; 1 Cr 13,1-10. 3 2 Re 21,18.26. 'Esd 2,
49; Neh 7,51.
'ÜTAY (et. ->- 'Átiiyiih). Nombre de dos personas Bibl.: Norn, 1036, págs. 38, 160.
veterotestamentarias: M. GRAU
l. (Tvco.Si ; Vg, Othei). Descendiente de Judá e hijo
de 'Ammíhüd. Se le cita entre los repobladores de Jeru- 'UZZÁH (et. ->- 'Uzzii'; 'Osá; Vg. Oza). Nombre de
salén tras la Cautividad babilónica 1. Algunos comen- dos personas del AT:
taristas le identifican con ->- 'Átiiyiih. l. Levita, hijo de Sim'I y padre de Sim'á, de la es-
2. (Ov.Sí [BJ, Ov.Saí [AJ; Vg. Uthai). Hijo o, tal vez, tirpe de Mérárl '.
descendiente de Bigway, citado entre los hombres que 2. Nombre variante de ->- 'Uzzii' (§ 1), en 2 Sm 6,6-8.
regresaron de Babilonia con Esdras", 11 Cr 6,14-15.

1 Cr 9,4. 'Esd 8,14.


1
Bibl.: Nora, 1039, pág. 160.
Bibl.: NOTH, 1035, págs. 40, 191. J. VIDAL J. VIDAL

1153 1154
UZZEN SE'.E RAH

'UZZEN SE'ERÁH («oreja de Se'erah»?; 'Ol:Cxv que recibió de él el nombre de uzzielitas, los cuales
LETJpá; Vg, Ozensara). Ciudad construida por Se'Úah, acamparon durante el Éxodo al sur del Tabernáculo
al propio tiempo que las dos Bét Hórón '. Suele identifi- y cuidaron posiblemente del tesoro del Templo". Inter-
carse con Beit Sira, situada a 4 km al oestesudoeste de vinieron en el traslado del Arca a Jerusalén en tiempo
Beit "Ür el-Tahtá, aunque muchos especialistas no ad- de David y se les menciona, bajo el mismo rey, en la
miten tal identificación. organización del servicio cultual del santuario '.
1 J Cr 7,24. 2. Hijo de Yis'i y uno de los caudillos de la tribu de
Bibl.: SIMONS, § 325. Simeón que intervinieron en la expulsión de los amale-
C. COTS citas del monte Se'ir, al parecer durante el reinado de
Ezequías5 •
'UZZI (et. abr. de+-> 'Uzzi'el; 'Osí; Vg, Ozi). Nom-
3. Hijo o descendiente de Béla' y uno de los benja-
bre de siete personas del AT:
minitas citado en las genealogías postexílicas".
l. Sacerdote, hijo de Buqqi y padre de Zérahyáh,
4. Hijo de Hémán, cantor del 'tiempo de David',
descendiente de Aarón por la rama de 'El'ázár '. Se le
también llamado 'Ázar'el •.
menciona en la genealogía en que Esdras aparece como
aarónida 2• 5. Levita de la familia de Yédütün, que intervino en
la purificación del Templo en el tiempo de Ezequias",
2. Hombre de la tribu de Isacar, e hijo de Tola'.
Fue jefe o fundador de una familia 3• 6. (Vg, Eziel). Miembro de la corporación de los
orfebres. Ayudó a reconstruir las murallas de Jerusalén 1°.
3. En las listas genealógicas de los libros de las
1
Crónicas, segundo hijo de Béla" y descendiente de Ben- Éx 6,18; Lv 10,4; Nm 3,19; 1 Cr 6,2.18; 23,12. 2Éx 6,22. 'Nm
3,27; lCr 26,23. -i c, 15,8.10; 23,12.20; 24,24. 'lCr 4,42.
jamín 4. '1 Cr 7,7. 7 1 Cr 25,4. '1 Cr 25,18. '2Cr 29,14. "Neh 3,8.
4. Hombre de la tribu de Benjamín, cuyo linaje Bibl.: NOTH, 1047, págs. 18, 160.
habitó en la Jerusalén postexílica. Era hijo de Mikri y M.GRAU
padre de 'Elah 5•
5. (Vg. Azzi). Hijo de Báb y descendiente de 'Ásaf.
UZZIELITAS (eb. [mispáhat] há-sazzi'éli, 'ozei'éli ;
Fue jefe de los levitas en Jerusalén en tiempo de Nehe- 6fíµos 6 'Ostr¡i\; Vg. Ozielitae, Ozihelitis). Nombre
mías 6. castellano de la familia o clan fundado por "Uzzi'él,
hijo de Qéhát,
6. (Vg. Azzi). Sacerdote, jefe de la familia sacerdotal
Nm 3,27; 1 Cr 26,23,
de Yéda'yáh, durante el sumo sacerdocio de Yóyáqím".
7. (Vg. Azzi). Sacerdote que tomó parte en el cere- 'UZZIYYÁH(Ü) (cYahweh es mi fuerza»; 'Oseía[s];
monia de la dedicación de las murallas jerosolimitanas, Vg. Ozia, Ozias). Nombre de cuatro personajes cita-
durante la admínistración de Nehemías 8• dos en el AT:
1 1 Cr 5,31-32; 6,36. 'Esd 7,4. 31 Cr 7,2-3. •¡ Cr 7,7. '1 Cr l. Levita descendiente de Qéhát, Fue hijo de "Ürf'él
9,8. 'Neh 11,22. 'Neh 12,19. 'Neh 12,42.
y padre de Sa'üP.
Bibl.: NoTH, 1044, págs. 38, 160.
2. Padre de Yéhónátán, jefe de los tesoros reales en
J. A. PALACIOS
tiempos de David 2•
'UZZl'EL («Dioses fuerza»; 'Osmíi\, 'O~tr¡i\, 'Qs1r¡i\; 3. ('ASía; Vg, Aziam). Hombre de la tribu de
Vg. Oziel). Nombre de seis personas del AT: Judá y padre de 'Átayah, que vivió en Jerusalén des-
l. Nieto de Leví y el cuarto hijo de Qéhát, Fue, por pués de la Cautividad babilónica 3•
lo tanto, tío de Moisés y Aarón, y antepasado colateral 4. Nombre hebreo del rey --->- Ozías.
de Coré1• Sus hijos se llamaron Mísá'él, 'Eli~afün y 1 1 Cr 6,9. 2 1 Cr 27,25. 3 Neh 11,3.4.
Sitrl ". De él procedió una rama o subdivisión de levitas, D. VIDAL

1155 1156
V
V. La v, llamada u en latín, es la vigésima letra de gares, en la Gran Noticia de Ireneo-s. Entre ellos, muchos
su abecedario. La ve (V, v) es la vigésimo quinta letra se entresacan de la Biblia: el Aóyos, el rrvaüuc, la Ioq,ía.
del abecedario castellano y la vigésima de sus conso- Algunos pasajes del libro de la Sabiduría 1 que tratan
nantes. El alfabeto griego carece de letra correspondien- de la presencia immanente de la hokmáñ habrán podido
te a la v, que era propiamente la digamma (f), desapa- dar pie a una interpretación gnóstica del origen del
recida mucho antes de los tiempos del NT. El alefato hombre. Y el citado libro de la Sabiduría en 1,7: 0T1
hebreo tiene, como correspondiente a la v latina y TTVEvµa xvpíov TTETTATJpúlKEv T~v ohcovuávnv, xcd TO
española, el waw estrechamente relacionada e incluso o-vvéxov, TO: rrévro yvwo-1v EXEJ q,wvfís («porque el Es-
identificada, según los casos, con ambas. píritu del Señor ha henchido el mundo, y el que todo lo
Para todas las cuestiones concernientes a la u, v y abarca sabe cuanto se dice»), se anticipa aún más ex-
w, en su relación más inmediata con la Biblia, -+ W. plícitamente a las ideas gnósticas posteriores. Por el
S. BARTINA contrario, el Dios de la Ley, según atestigua la Epístola
a Flora de Ptolomeo, es el Demiurgo y no el Padre per-
VACA (heb. pdráh, báqdr, 'eglah, etc.; 6áµaA1s, f3ovs; fecto (-+ Gnósticos y la Biblia).
Vg, vacca, vitula). La función principal de la vaca con- Pero es sobre todo al NT donde los valentinianos
siste en la reproducción y la crianza de su especie1• acuden constantemente. Citan con frecuencia a san Juan
Se emplea a veces como animal de tiro y en las faenas y a san Pablo. Comentan a san Juan y saben ocasional-
agrícolas2; se alimenta con forraje3 y es fecunda desde mente modificar el texto para adaptarlo a sus teorías.
los dieciocho meses.'. Su carne y su leche son óptimos Es el caso de los Extractos de Teodoto y del Comentario
alimentos 5, aunque no hay pruebas de que se emplease valentiniano del IV Evangelio», y es sabido que los
para explotar su leche, ni ésta para obtener derivados Fragmentos de Heracleon (qie se hallan en el Commen.
lácteos. Es un regalo muy estimado 6• La vaca roja in Ioh., de Orígenes) siguen el texto canónico paso a
(heb. párüñ "ddummáh ; 6áµaA1s rrvpé ; Vg. vacca rufa), paso. El nuevo Evangelio de Verdad de Nag-Hammádi,
se utilizaba en la preparación del agua lustral", y las muy probablemente de origen valentiniano, manifiesta
terneras en los sacrificios 8 • Cuando no se halla al culpa- igualmente la presencia de plagios semejantes: la Gracia
ble de un asesinato, los sacerdotes se lavan las manos y la Verdad de 16,32 recuerdan a Jn 1,14.17; el conoci-
con la sangre de una ternera". El faraón sueña con miento del Padre de 18,8.9 es el de Jn 16,3; el Camino y
siete vacas gordas y otras tantas flacas, que simbolizan la Verdad de 18,20 se refieren a Jn 14,6; el conocimiento
la fecundidad y la carestía". Eran famosas las vacas de cada pneumático por su nombre de 21,25-26 está
de Basan!', con las que se compara a las mujeres de copiado de la alegoría joánnica del buen Pastor de Jn
Samaria". Efraím (el reino del Norte) se representa 10,3-4; la revelación del Padre por aquel que reposaba
como una novilla domesticada que gusta de trillar". en su seno (24,10) hace alusión a Jn 1,18, etc.
1
Lv 22,27-28; Dt 7,13; 28,4.18.51; 1 Sm 6,7; Job 21,10. 21 Sm No obstante, cuando se intenta penetrar en esta an-
6,7-8; Jue 14,18; Os 10,11. 3Eclo 38,27. 'Is 7,21. 'Job 21,10.
tología de textos neotestarnentarios, se descubre que
'Gn 32,16; Jer 46,20; Os 4,16. 'Nm 19,1-9. 'Gn 15,9; Lv 3,11.
'Dt 21,3-7. 10Gn 41,4.26.27. »cr, Dt 32,14; Sal 22,13; Ez 39,18. ordinariamente son textos de valor auténticamente mís-
12
Am 4,1. 130s 10,11. tico y muy profundo, que desempeñaban un gran papel
Bibl.: --> Fauna. en la Iglesia, donde aún ardía el contacto de Cristo.
R. SÁNCHEZ Valentín y sus discípulos se dedicaron a deformar esta
mística, a vaciarla de su sustancia en una imposible
VALENTINIANOS Y LA BIBLIA. Los grandes te- tentativa de sincretismo. Y si no deben sorprendernos
mas valentinianos se hallan expuestos, entre otros lu- las profundas resonancias que suscitó en su espíritu el

1157 1158
VALENTINIANOS
1Sab 7,22-23.25-26.27-28. 'Col 1,19; 2,9-10; Jn 1,16. 'Rom
simbolismo de Juan, es más inesperado verlo concordar
cap. 8. •2 Cor 2,10. '1 Cor 15,45. -sr 4,13. 7 2 Pe 1,3 y sigs.
con san Pablo sobre temas como el del pléroma, la
Iglesia y el pneuma. Bibl.: W. FOERSTER, Von Valen/in zu Herak/eon, en BZNW, 7
Los Extractos de Teodoto y el Evangelio de Verdad (1928). W. VéiLKER, Que/len zur Geschichte der christlichen Gnosis,
en Sammlung ausgewdhlter Kirchen und Dogmengeschichtlicher Quel-
presentan innegables paralelos con la epístola a los Co- lenschriften, 5, Tubinga 1932. G. QUISPEL, The Original Doctrine
losenses, por lo que toca a la noción del pléroma y of Va/entine, en VC, 1 (1947), págs. 43-73; Id., La conception de
del Salvador", He aquí, por ejemplo, un texto del Evan- l'homme dans la gnose valentinienne, en Eranos Jahrbuch, 15, Zurich
1947, pág. 249 y sigs, F. M. M. SAGNARD, La gnose valentinienne
gelio de Verdad (16,31-37): «El Evangelio (eúayyéi\tov) et la témoignage de saínt lrénée, en Études de Philosophie médievale
de Verdad es gozo para aquellos que han recibido la 36, París 1947; íd., Clément d'Alexandrie. Extraits de Théodote, en
Gracia de parte del Padre de la Verdad, quien procura Sources Chrétiennes, 23, París 1948. G. QUISPEL, Ptolémée. Lettre
que ellos le conozcan por el poder del Verbo, el que ha a Flora, ibíd., 24, ibíd. 1949; íd., Mandeers en Valentinianen, en
NTT, 8 (1954), págs. 144-148. H. LEISEGANG, Die Gnosis, 4.• ed.,
venido del Pléroma (rrAi¡pwµa), el que es immanente al Stuttgart 1955. W. C. VAN UNNIK, The «Gospel of Truth» and the
Pensamiento y a la Inteligencia (vovs) del Padre [y] New Testament, en The Jung Codex, Londres 1955, págs. 81-129.
que es proclamado Salvador (cr<.uTr¡p)». Para san Pablo M. MALíNIENE - H. C. PUECH - G. QUISI'EL, Evangelium Veritatis,
Zurich 1956. W. C. VAN UNNIK, Openbaringen uit egyptisch Zand,
o san Juan, el pléroma no es sino la plenitud perfecta La Haya 1958 (trad. al., Evangelien aus dem Nilsand, Francfort
de la revelación cristiana destinada a todos los hom- 1960), F. M. BRAUN, lean le théologien et son évangile dans l'Église
bres, mientras que para los valentinianos es una noción ancienne, en EtB, París 1959, págs. 109-133. S. HuTIN, Les Gnos-
esotérica que pretende traducir mejor esta plenitud tlques (col. Que sais-je ?, n.0 808), París 1959.
J. E. MÉNARD
perfecta, reservada exclusivamente a los pneumáticos.
Otra noción que los valentinianos han tomado de
los cristianos es la de iglesia. San Pablo insiste mucho
VALLE DE LOS HERREROS. Traducción de -+
Ge' Hárásím, nombre hebreo de dicho lugar.
sobre el plan inicial divino de los predestinados antes
de la creación del mundo 3. Dios los 'tiene presentes de
antemano, de una manera conjunta, a causa de ello.
VALLE DEL REY. -+ Saweh.
Los valentinianos han hecho entrar su noción de igle-
sia en la sucesión de emisiones de este mundo divino; VALLE, Puerta del (heb. sá'ar ha-gay'; rrúi\r¡ TfíS
cpápayyos; Vg. porta val/is). Puerta de Jerusalén.', cu-
es el eón-iglesia que forma consorcio (crv~vyía) con el
yas torres construyó Ozías 2 (-+ Jerusalén, § 111, 3).
hombre.
Pero es quizá la idea de pneuma la que relaciona más 1Neh 2,13.15; 3,13. '2Cr 26,9.
los valentinianos con san Pablo. A pesar de la noción
estoica, uno no acaba de comprender por qué los VANIDAD (heb. "dwen, hébel; µaTatóTr¡s; Vg. va-
gnósticos se dicen «hijos del pneuma». San Pablo nos nitas). La determinación bíblica del concepto está con-
lo ilustra en 1 Cor 12,13. El rrvevµa que nosotros reci- dicionada a una terminología pluriforme, de enorme
bimos en el bautismo y que hace de cada uno de nosotros repercusión significativa dentro y en el campo de una
un hombre nuevo, es como una semilla. Este rrvevµa hace filosofía integral, que muestra su inconsistencia fijada
las veces de la lf'VXr¡ en el hombre no regenerado. El en los límites de lo variable y efímero, cuando no se
hombre no regenerado es un «psíquico»; el cristiano, en orienta debidamente hacia lo sustancial y estable, que
cambio, es un «pneumáticoa", El hombre bautizado se es Dios. Y así la palabra «vanidad» dice relación a lo
asemeja a Jesucristo, el Hombre, el rrvevµa vivificador 5. vano, a lo sin valor, a todo lo insignificante que no
Y el espíritu está llamado a creer en nosotros, hasta merece aprecio ni atención alguna, porque es inútil y
que haya llegado al desarrollo de hombres perfectos", perjudicial. En el ámbito terminológico, la palabra
Hijos del rrvevµa y semejantes a Cristo y a Dios mismo, áwen se aplica a todo lo vano, como es la idolatría
participamos de la divinidad'. Todo esto podría explicar y los ídolos mismos'; la palabra 'elil se refiere más
la insistencia de los valentinianos sobre el rrvevµa divi- bien a la ineficacia e inutilidad 2 ; y, por últímo, hébel
no, la semilla pneumática. La idea se relacionaba muy es sinónima de soplo, vanidad 3• Los hebreos, a la base
fácilmente con su teoría del oúcrtw6r¡s éí:v.9pwrros ( «hom- de una filosofía práctica de tendencias moralizantes,
bre esencial»). establecieron una norma valorativa que incluía entre las
¿Cuál es, pues, la diferencia entre san Pablo y los cosas de nada, vanas, lo malo en sí mismo, desde el
valentinianos? Es una diferencia sencilla, pero funda- momento que no participa de lo que hay de positivo
mental. · El rrvevµa divino en cada uno de nosotros, y real en el ser.
según Pablo, es una participación de la naturaleza Entre los libros sagrados, ninguno como el Eclesiastés
divina; por lo tanto, es un don creado. El sentido de la ofrece una visión tan completa y acabada de la vanidad
trascendencia divina en el apóstol le preserva del panteís- de las cosas que no sirven para alcanzar la verdadera
mo. La participación al modo de los valentinianos no es felicidad, aspiración del hombre. Todo lo terreno es
siquiera un ejemplarismo, sino una verdadera fragmen- vanidad, no sirve, y lo que parece prometer la felicidad
tación, pues se realiza en el mismo plano: el hombre es es analizado desde una perspectiva experimental en
en verdad Dios. Esto basta para vaciar al cristianismo función de unos resultados que no satisfacen. La con-
de su sentido, y el viejo destello divino que cada hombre secuencia de tales investigaciones es clara y comprueba
lleva en sí mismo, según los griegos, es diametralmente la inutilidad de unos esfuerzos que tienden a la búsqueda
opuesto a la participación cristiana de la naturaleza de infructuosa en lo perecedero. Esfuerzos vanos como la
Dios por la gracia. persecución del viento. Vanidad de vanidades" es el
AAdv. Haereses, 1, 1,1-8,4. B IRENEO, Adv, Haereses, 1, 8,5-6, pensamiento que encabeza el libro y que también pon-

1159 1160
VELO

drá el punto final: vanidad de vanidades aquellas cosas En todos los principales dialectos del vascuence ha
que prometen la felicidad y no la otorgan. habido varias versiones. Baste recordar la aparecida en
Los autores sagrados consideran e incluyen entre las Bayona del NT (1826) en labordino; el libro de Jonás
vanidades al hombre mismo, al menos en cuanto a su de Etchenique en navarro; la de Inchaupe en suletino;
naturaleza mortal: todos puestos en una balanza de la de Oteiza en guipuzcoano y la de Salaberry en bajo
precisión no logran con sus promesas y mentiras desni- navarrés. Durante el siglo XIX se editaron muchos libros
velar a favor el equilibrio, sino que suben y desaparecen y perícopes bíblicas para fines principalmente lin-
como un soplo, por no tener fuerza ni peso que contra- güísticos, hasta en 11 subdialectos distintos.
rreste su vanidad e insignificancia ante Dios 5; los perver- La primera versión del NT, hecha a partir de los tex-
sos y sus obras, pues todo es nada y los ídolos son viento tos originales, se debe al jesuita R. de Olabide (Bil-
y vacuidad 6; los israelitas infieles que apostaron de Yah- bao 1926-1931). El traductor, uno de los fundadores
weh para ir tras la vanidad de los ídolos, para hacerse de la Academia Vasca, logra en su versión una fuerza
ellos mismos vanos'; los falsos profetas y sus visiones y concisión que reflejan bien el original. Tuvo que crear
sin consistencia, infundadas 8; los falsos doctores y sus neologismos y lo consiguió airosamente, según el genio
teorías revestidas de palabras altisonantes y vacías de de la lengua. Finalmente, el jesuita F. Echevarría pre-
contenido verdadero 9; los infieles, su conducta y sus paró para la imprenta y publicó la versión del AT
pensamientos, etc. Para san Pablo, incluso la Creación (Bilbao 1958), que Olabide había dejado terminada
entera ha estado, no voluntariamente y con la esperanza en 1942.
de ser liberada de la esclavitud de la corrupción, al servi- Bibl.: F. VlGOUROUX, Bosques (versions ) de la Bible, en DB, I,
cio de la vanidad de este mundo!", cols. 1496-1499. A. PALAU DuLCET, Manual del Librero Hispano-
11 Sm 15,23; Is 66,3. 'Job 13,4; Zac 11,17. 'Larn 4,17; Sa americano, II, Barcelona 1949, págs. 221-222. F. PÉREZ, La Biblia
39,6.12; 62,10. •Ecl 1,12-18; 2,1-ll. 'Sal 62,10. 'Is 41,29. 'Jer en España. Traducciones vascas, en Verbum Dei, 1, Barcelona 1956,
2,5. 'Ez 13,6; 22,28. '2 Pe 2,18. 10Rom 8,20. pág. 97. F. DE AREITIO, La Biblia vasca de O/abide, en EE, 33
(1958), págs. 367-372. F. ECHEVARRÍA, Moderne Bibeliibersetzungen.
Bibl,: H. LESETRE, Vanité, en DB, V, cols. 2375-2376. G. PÉREZ
RODRÍGUEZ, Libros Sapienciales, en La Biblia Comentada, IV, Madrid
Baskisch, en ZKTh, 82 (1960), págs. 304-305.
1962, págs. 868-887. S. BARTINA
S. FOLGADO
VASTI. Forma latina y castellana del nombre he-
VASCAS, Versiones. Está por hacer el estudio de breo -+ Wasti.
las versiones manuscritas de la Biblia en vascuence.
Sin duda, en bibliotecas y archivos antiguos, especial- VAU (ovav). La Vg. y los LXX anteponen esta
mente en los fondos que pertenecieron a los monasterios, palabra, nombre de la sexta letra del alefato, a Lam 1,6;
ha de encontrarse no escaso material. 2,6; 3,16.17.18; 4,6, y Sal 119,41 (heb.) (--+ Acróstico).
De las traducciones impresas, la primera se debe al
calvinista Juan de Lizárraga (La Rochelle 1571). Está VEADAR. Transcripción castellana de --+ We-'iídar,
hecha, al parecer, con otra versión francesa, y es una nombre del mes intercalar hebreo.
de las primeras Biblias en lengua vulgar de propaganda
protestante. Contiene sólo el NT. De ella se hicieron VELO. La terminología del AT sobre el velo como
varias ediciones. Es notable la de Cazalis (Bayona 1874), paño que cubre la cabeza y el rostro es muy amplia,
en todo conforme al prototipo y en la cual ninguna pero no nos dice casi nada acerca de sus formas o
palabra se halla partida de una línea a otra. materias concretas; por ello, no logramos explicarnos tal
El protestante Pedro de Urte, de San Juan de Luz, floración de vocablos.
comenzó, alrededor del año 1700, la traducción del AT. Lo que no parece cierto es que desde la antigüedad
Empezó por el Génesis y solamente llegó hasta el ca- la mujer hebrea llevase velado el rostro habitualmente,
pítulo 22,6 del Éxodo. Parece haberse basado sobre una sino sólo en algunas circunstancias rituales como al
versión francesa. El manuscrito fue editado por E. tiempo de las bodas. En las leyes asirias «velar a una
Thomas (Oxford 1894). mujer» ante testigos equivale a declararla solemnemente
Juan de Haraneder, sacerdote de la diócesis de Ba- como esposa legítima. Parecido valor parece tener el
yona, elaboró la primera versión católica (1740), pero gesto de Rebeca, cubriéndose la cara con el velo ($a'if;
sólo el NT. Más tarde editó sus cuatro evangelios, con .Sép1crTpov; Vg. pallium) al ver de lejos a su prometido
algunos retoques de versión y lenguaje, M. Harriet lsaac1• El mismo término aparece en el episodio de
(Bayona 1855). Támar ", pero allí no tiene significado alguno simbólico
Hubo varias ediciones esporádicas. Por ejemplo, y ella se cubre únicamente para que su suegro no la
Urruthy publicó, también en Bayona (1874), el evangelio reconozca. La costumbre de desposarse veladas explica
de san Juan; el médico Oteiza, el de san Lucas (Madrid de algún modo el engaño de Jacob al consumar su
1884), reeditado varias veces por la Sociedad Bíblica matrimonio con Lía, pensando que era su hermana
de Londres; y de P. de Urte se publicó el Génesis (Ox- Raquel 3• Al velo nupcial parecen referirse un texto
ford 1884). poético del Cantar de los Cantares y el rádid de un
El príncipe Luis Luciano Bonaparte fomentó la tra- pasaje complicadísimo del profeta Isaías, describiendo
ducción de toda la SE en diversos dialectos, sobre la el vestuario y el ajuar de las jerosolimitanas ricas4;
Vulgata y la edición española de Scio. Los principales algunas versiones modernas también traducen por velo
que trabajaron en esta empresa fueron el franciscano o cofias los ré=álot del mismo pasaje que la Vulgata
J. A. Uriarte y el capitán Duvoisin (Londres 1859-1865). interpreta como mitrae.

1161 1162
VI• 39
VELO

Otros vocablos que recurren y que suelen traducirse Se discute a cuál de los velos aluden, pero no es posible
por velo son mitpáhat •, massékáñ o mésukkán 6, mispá- concretar. Sin duda, en la mente de los evangelistas
hát", sammáh, refiriéndose a un adorno transparente de este rasgarse el velo del Templo tiene un sentido muy
la esposa del Cantar 8• simbólico: la terminación de los antiguos ritos mosai-
Especial importancia tiene la voz masweb (Kéxi\vµµa; cos y el acceso de los cristianos a la intimidad con
Vg. velamen), referido exclusivamente a Moisés que, al Dios por Cristo. Así lo interpreta el autor de la epístola
menos mientras el pueblo estuvo acampado al pie del a los Hebreos: «Nosotros tenemos acceso por la sangre
Sinaí, velaba su rostro, en el que había quedado refle- de Jesús al santuario, por la vía nueva y viviente que
jado un fulgor extraordinario por su trato con Dios, Él ha inaugurado para nosotros a través del velo, es
y no lo descubría conversando con Yahweh y cuando decir, a través de su carne»'.
comunicaba sus órdenes al pueblo•. ACf. F. JOSEFO, Bel. Iud., 5,5,4. TOMÁS, Summa Theo!., 1, 2,
En el NT, Pablo alude a este velo, aplicándolo sim- 102,4,2d 4. »r. JOSEFO, Bel. /ud., 5,5,4.
bólicamente al que tienen sobre su inteligencia los 'Éx 26,36; 39,38; 40,5. 'Éx 26,31; Lv 4,6; 16,2; Nm 4,5. 'Éx
judíos, que no llegan por la fe a la revelación completa 35,12; 39,34; 40,21. '2Cr 3,14. 'lMae 1,22. 'Mt 27,51; Me
15,39; Le 23,45. 'Heb 10,19-21.
traída por Jesús y no son capaces de atravesar el velo
de la letra material-". Bibl.: H. LESETRE, en DB, V, eols. 2448-2449.
Famosa es la perícope paulina que trata del velo de M. GARCÍA CORDERO
las mujeres en las asambleas litúrgicas de la comunidad
de Corinto. Entre argumentaciones de tipo rabínico y VENDIMIA. -,. Vino.
razones de congruencia, valederas para aquel ambiente,
Pablo establece que la mujer debe estar sometida al VENENO (heb. hémáh, ro's, méror] ah]; <péxpµaKov,
varón y llevar el velo (mp1~ói\a1ov) como signo de la Sovómuov ; Vg. venenum). El veneno no tiene historia
autoridad (é~ovcría) que el marido tiene sobre su esposa en la Biblia porque los hebreos no practicaron el -+ sui-
y hasta por respeto a los ángeles que se complacen en cidio y sus enemistades podían terminar con la espada,
el orden y la modestia". En realidad, bajo el gesto pero no con el veneno del que sólo se menciona el
caprichoso de las corintias que optaron por quitarse caso, en la época tardía de los Macabeos, del no judío
el velo, Pablo parece vislumbrar una actitud de espíritu Ptolomeo Macrón que se había señalado por su amor a
peligrosa, porque, escudándose en la idea - muy pau- la justicia y su protección a los judíos y que se envenenó
lina, por lo demás - de la libertad cristiana, podía «por no poder desempeñar honrosamente su cargo»1•
fácilmente llegar a los límites del descaro en un ambiente En varios pasajes, la Biblia alude al veneno de las
tan liberal como el de Corinto. El mismo apóstol pa- serpientes y dragones y al de las plantas nocivas como
rece valorar sus pruebas en contra como mera argu- castigo con que Dios amenaza a los malvados; varios
mentación ad hominem, ya que concluye: «Si alguno textos lo unen con el ajenjo y otras plantas amargas2 •
no acaba de convencerse sepa que tal es la costumbre Jesús promete a los creyentes en Él que ningún ve-
en todas las iglesias». neno mortal (.Savéxcr1µov) podrá hacerles daño3 •
12 Mae 10,13. 'Dt 29,17; 32,24.32-33; Job 6,4; 13,26; 20,14;
'Gn 24,65. 'Gn 38,14. 'Gn 29,23-26. "Cant 5,7; Is 3,27.
'Rut 3,15; Is 3,22. 'Is 25,7; 28,20; Ez 28,13. 'Ez 13,18. 8Cant Jer 8,14; 9,14; 23,15, etc. 'Me 16,18.
4,1-3;6,7;Is47,2. 'Éx34,33-35. 102Cor3,12-18. 111Corll,l-16 C. WAU

Bibl.: O. MOTTA, The Question of the Unveiled Woman, en


Exp'I', 44 (1932-1933), págs. 139-141. R. DE VAUX, Sur le voi/e des VENGADOR DE SANGRE. -+ ce-a.
Jemmes dans l'Orient ancien, en RB, 44 (1935), págs. 397-412. S.
LOESCH, Christliche Frauen in Corinth, en ThQ, 127 (1947), págs. VENGANZA (heb. néqámáh ; ÉKC>ÍKr¡cr1s; Vg. vindicta).
216-261. ANET. pág. 183. A. ROSE, L'épouse dans /'assemblée
chrétienne, en BVC, 34 (1960), págs. 13-19. l. El concepto bíblico de la venganza está estrecha-
e.GANCHO mente emparentado con el de represalia (heb. páqad,
«investigar escrupulosamente las circunstancias de un
VELO DEL TEMPLO. En el Tabernáculo del de- delito y proceder en consecuencia», hésib, «restituir»,
sierto había dos «velos», uno que cerraba el acceso al sillém «compensar»; áTT06í6wµ1, ÉK6!KÉw) y está gran-
«santo» y se llamaba másák+, y otro que ocultaba demente influido por el antiguo pensamiento jurídico
el «santo de los santos» 2, y se llamaba piiroket o piir6- oriental. En el ámbito del AT había dos concepciones
ket ha-másák:". Los LXX suelen traducir el primero esencialmente diferentes acerca de la vindicación en
por Kéxi\vµµa o KCXTaTTÉTacrµa (nombre que designaba orden al derecho :
los dos velos y que significa «velo de arriba abajo»). 1. En las compilaciones jurídicas que se conservan
El velo del «santo de los santos» era de cuatro colores: de los antiguos estados orientales se castigaban con
violeta, escarlata, carmesí y lino. Pendían de cuatro arreglo a la ley de talión los delitos corporales graves
columnas, y en ellos había representaciones de queru- contra la vida y la propiedad de los ciudadanos libres,
bes. Los autores judíos y los exegetas medievales han por lo cual el autor había de sufrir el mismo daño
visto en esta policromía misteriosos sentidos simbóli- que había producido, lo que se extendía hasta los mis-
cos», En el Templo de Salomón se procuró reproducir mos familiares del reo cuando éste hubiera matado a
el velo del Tabernáculo 4, y también en el Templo poste- la mujer o a un hijo de un hombre libre (cf. Código
xílico 5 se colocaron los dos velos rituales B. Los evan- de Hammurabi, n.0 116, 210, 230; Leyes asirias, 50,
gelistas aluden al «velo» del Templo· que se desgarró 55); la verdad es que la ley de talión se mitigaba sen-
violentamente en el momento de la muerte de Jesús 6 • siblemente con multas ya estipuladas. Los delitos contra

1163 1164
VENGANZA
el rey y contra la divinidad se castigaban con arreglo 19,18: cf. Prov 25,21-22; Ecio 28,1-2. "Nrn 16,32-33. "Éx 20,
al principio de la «pena familiar», es decir, no sólo se 5-6; 34,6-7; Dt 5,9-10. "Is 1,24; Jer 5,29; Ez 5,13; Miq 5,9-14.
"Is 35,4; Jer 46,10. "Jer 11,20; 12,3; 18,21-23; Sal 17; 109.
mataba al delincuente, sino también se exterminaba
a toda su familia para que desapareciera su «nombre» III. NUEVO TESTAMENTO. Jesús reprocha a sus discí-
y «simiente», y, por lo tanto, la posibilidad de que pulos porque pretenden implorar el castigo divino
siguiera perdurando en el futuro. contra los inhospitalarios samaritanos1• Las exhorta-
2. Las tribus nómadas del desierto vecinas de Israel ciones expresadas ya en el AT y por algunos doctores
penaban según el derecho consuetudinario los delitos de judíos del tiempo de Cnsto > de no tomar venganza
sangre, los raptos de mujeres y las violaciones de don- ni aún contra enemigos, sino dejarlo en manos de
cellas, atendiendo al principio de la venganza de san- Dios, fueron elevadas por Jesús y los apóstoles2 a
gre, a cuya activa ejecución tenía derecho y estaban exigencia ética fundamental para los cristianos. Se
obligados los parientes del muerto o en su caso, los de reconoce a la autoridad del Estado la misión de casti-
las ultrajadas, y pasivamente la sufrían asimismo todos gar los delitos 3. Ya no se habla naturalmente en el NT
los varones del linaje del criminal. de una pena colectiva para la familia y los descendientes;
II. ANTIGUO TESTAMENTO. En el derecho israelita pero a Dios, o sea a Cristo, que ha de venir en la paru-
se comprueban ambos sistemas de punición, si bien es sía a juzgar al mundo, se le denomina también como
cierto que se fueron modificando- profundamente con juez que va a castigar terriblemente los sacrilegios de
el correr del tiempo. La venganza de sangre se empleó los impíos y a los enemigos del pueblo de Dios4• Dios
y toleró hasta bien entrada la época de los reyes. El no rechaza el clamor de venganza de las almas de los
vengador de la sangre, es decir, el más próximo pariente mártires, sino que exhortan sólo a la paciencia hasta el
del muerto o de la mujer ultrajada, mataba al criminal- día de la venganza en el juicio universal 5• Mientras que
y también en determinadas circunstancias a los parientes los miembros de la secta de Qumrán aún esperan tomar
varones de éste2 • La sangre del muerto clamaba ven- venganza de los enemigos en la lucha final entre «los
ganza a Dios hasta que era vengada 3• Si no se hallaba hijos de la luz y los hijos de las tinleblas»>, el NT
ningún vengador varón (g6'el), Dios mismo tomaba reserva a Dios, o sea a Cristo y los ángeles, el ajuste
entonces venganza en el criminal de la sangre inocen- de cuentas a los impíos.
temente vertida 4• Verdad es que el derecho de asilo ACf. Sabbat, 31a. BlQS, 9, 21 y sígs.: !QM.
restringía las facultades del vengador de la sangre, en 'Le 9,54-56. 'Mt 5,38-42; Le 6,29; Rom 12,19. •¡ Pe 2,14.
cuanto que protegía al homicida involuntario refugiado 'Le 21,22; 2 Tes 1,8-9; Act 18,20. 'Act 6,10; 19,2.

en un lugar de asilo 5• Conocía además Israel la pena de Bibl.: F. STEINMETZER, Babylonische Para/le len zu dem Fluch-
psalmen, en BZ, 10 (1913), págs. 133-142, 363-369. E. MERz, Die
talión, pero sólo podía ser impuesta por jueces compe- Blutrache bei den Israeliten, Leipzig 1916. A. ALT, Zur Talion-
tentes y con arreglo a la Ley escrita 6; por lo visto sólo [ormel, en ZA W, nueva serie, 11 (1934), págs. 303-305; íd., en K/eine
se aplicaba al criminal. En los delitos religiosos, lo Schriften, I, págs. 341-344. G. SCHRENK, 'EK6ÍKT)CHS, en ThW, II,
usual era, al menos en los tiempos primitivos, ejecutar págs. 440-444. D. DAUBE, Studies in Biblica/ Law, Cambridge 1947,
págs. 154-189. J. SCHARBERT, So/idaritiit in Segen und Fluch im AT
también a los miembros de la familia del reo'. En Dt und in eí ner Umwelt, I, Bonn 1958.
24, 16 se prohíbe por cierto expresamente incluir en la J. SCHARBERT
pena los parientes inocentes; pero a pesar de ello se
dieron casos de exterminio total de la familia como re- VERDAD (heb. "émet ; ái\r¡.SE1a; Vg. veritas). Según
presalia. El Levítico aún va más allá en la prohibición los griegos, cuya concepción es aún la nuestra, la verdad
de la venganza al exigir que no se emplee en general consiste en la conformidad del pensamiento o de la
ninguna represalia contra los connacionales y hasta palabra con lo real; es también el ser mismo en cuanto se
manda hacer el bien al enemigo". Según el testimonio revela al espíritu (á-i\r¡.Sr'¡s, «no oculto»): por ello Dios,
del AT, Dios en sus propias medidas punitivas se ajusta el Ser Supremo, es la suprema verdad. Muy diferente
al sentimiento jurídico de los israelitas. De ahí que la es la concepción hebrea de la verdad: es existencial,
justicia divina recaiga muchas veces, no sólo sobre el basándose fundamentalmente en la experiencia. Con
culpable, sino también sobre la familia 9 y sobre los des- todo, la noción bíblica conoció una evolución orientada
cendientes de un sacrílego 1°, de conformidad con el hacia un sentido más objetivo; en el judaísmo y en el
principio de la «pena familiar». El AT espera que Dios NT alude corrientemente a la Ley, a la revelación, a
castigue ya en este mundo los delitos de los israelitas la palabra de Dios.
que quebranten la Alianza 11 o los de los enemigos de
Israel>. El justo no se venga por sí mismo, sino que 1. VERDAD EN EL ANTIGUO TESTAMENTO. La idea
deja en las manos de Dios el castigo de sus enemigos. básica que expresa la raíz 'aman (de la que deriva "émet )
Puesto que los enemigos del justo son enemigos de es «ser sólido», «inmovible», y de ella surge la de «inspi-
rar confianza». Será, pues, verdadero lo firme, aquello en
Dios, el justo sólo puede imaginar su salvación en
forma de la justicia divina contra sus enemigos, y por que uno puede apoyarse. Una paz de verdad 1 es una
eso, al ruego de que le salve de sus enemigos, une tam- paz estable, duradera; son verdaderas las palabras que
bién la petición de que Dios Je vengue de ellos'? (-,. Sal- se probaron 2• El término se aplica sobre todo a Dios
mos imprecatorios). e indica la fidelidad divina a la Alianza y a las promesas 3.
1
A menudo "émet se une a hésed para referir las dos cua-
Nm 35,27; 2Sm 3,27; 13,28-29; 14,16-17. 'Gn 4,15.23; 42,
37-38; 2 Sm cap. 21. 'Gn 4,10; 2Mac 8,3-4. 'Dt 32,43; 2 Re 9,7;
lidades principales de la Alianza, siendo una alianza
Sal 79,10. 'Éx 21,12-14; Nm 35,13-29; Dt 4,21-43. 'Éx 21,23-25; de misericordia, a la que Dios permanece siempre
Dt 19,21; cf. Gn 9,5. 'Jos 7,24-25; l Re 21,13, cf. 2 Re 9,26. 8Lv fiel 4• La misma cualidad de lealtad inquebrantable se

1165 1166
V ER D A D

atribuye a la palabra de D ios, a la Ley 5 • Aplicada a los él la palabra del Padre1, que Cristo oyó del Padre y
humanos, "érnet supone también una actitud fundamen- que vino a proclamar'; se trata, pues, también de su
tal de fidelidad. Los «hombres de verdad»" son aquellos palabra, de su doctrina 3• Si la ley llegó por Moisés, la
en que se puede confiar; «hacer bondad y verdad»' verdad apareció en Jesús, porque es él revelador y
implica ser bueno y fiel en el trato humano. la revelación total y definitiva; está, por consiguiente,
En los escritos apocalípticos y sapienciales, la voz lleno de gracia y de verdad: Él mismo es la verdad 4•
«verdad» adquiere una aceptación más objetiva, que pre- Antes de su partida, promete enviar el Espíritu de ver-
para la noción de verdad cristiana. La verdad es reve- dad, que nos conducirá a la verdad plena, la verdadera
lación de los misterios, la Ley, doctrina de sabiduría. comprensión de las palabras de Jesús 5• Por tal razón,
En Daniel, el libro de verdad es aquel que contiene el Espíritu, testigo de Cristo, es asimismo llamado la
el plan divino 8; la verdad es la explicación de las vi- Verdad", El fiel debe «ser de la verdad» y permanecer
siones del profeta 9 o la religión de Israel1º. Adquirir habitualmente bajo su influencia 7• Entonces podrá pu-
la verdad equivale a poseer la sabiduría 11. Comprender rificarle la palabra de Jesús, quedar exento del pecado
la verdad 12 será comprender el designio providencial de por la verdad 8 y santificarse en ella 9• En el criterio de
Dios sobre los hombres. Juan, la verdad dirige toda la vida moral del cristiano:
1Jer 14,13. 'Gn 42,16. 'Dt 7,9; Sal 132,11. 'Éx 34,6-7; Sal «hacer la verdad» o «andar en la verdad» es dejarse
138,2. '2Sm 7,28; Sal 111,7-8; 118,60. 'Éx 18,21; Neh 7,2. llevar por la verdad de Cristo+". La acción de la verdad
'Cf. Gn 24,27; Jos 2,14. 'Dan 10,21. 'Dan 8,26; 10,1; 11,2. en nosotros ha de determinar nuestra caridad+ y nues-
"Dan 8,12. llProv 23,23; cf. 8,7; Ecl 12,10. "Sab 3,9.
tra adoración"; y, finalmente, nos impulsará a colabo-
2. VERDAD EN EL NUEVO TESTAMENTO. San Pablo rar en la fuerza interna de expansión del mensaje evan-
emplea regularmente la palabra «verdad» del mismo gélico ".
modo que la Biblia hebrea, esto es, la verdad de Dios 1
Jn 17,17; 1 Jn 1,8.10. 'Jn 8,40. 'Jn 8,31-32; 2Jn 9. 'Jn 1,14.
indica su fidelidad a las promesas", o el Dios verdadero 17-18; 14,6. 'Jn 14,17.26; 15,26; 16,13. '1 Jn 5,6. 'Jn 18,37;
en oposición a los idolos "; o:AiJ.Smx es también la sin- 1 Jn 3,19; 2Jn 4. 'Jn 15,3; 8,31-32. 'Jn 17,17.19. "Jn 3,21;
IJn 1,6; 2Jn 4; 3Jn 3. n2Jn 1; 3Jn 1. 12Jn4,23-24. 133Jn 8.
ceridad 3, o la rectitud, sinónimo de justicia 4• Pero lo
Bibl.: F. BOCHSEL, Der Begriff der Wahrheít in dem Evangelium
más frecuente es que Pablo cristianice la acepción que und den Bríefen des Johannes, Gütersloh 191 l. R. BULTMANN,
el vocablo tenía en el judaísmo («la verdad de la Ley»)5 Untersuchungen zum Johannesevangelium: 'AAT).SEta, en ZNW, 27
y hable de la verdad del evangelio 6, lo cual significa (1928), págs. 113-163. M. Zsnwtcx, Veritatem facere, en VD, 18
la palabra de Dios que el apóstol predica y que se (1938), págs. 338-341, 373-377. G. KITTEL, 'Ai\i¡Seta, en ThW, I,
págs. 233-251. F. ASENSIO, Misericordia et veritas: El hésed y
acoge en la obediencia de la fe7 • Llegar al conocimiento ~emet divinos, Roma 1949. l. DE LA POTTERIE, De sensu vocis =émet
de la verdad trae consigo la aceptación del evangelio, in v.t., en VD, 27 (1949), págs. 336-354; 28 (1950), págs. 29-42.
abrazando la fe cristiana 8• En las Pastorales, la verdad E. T. RAMSDELL, The O.T. Understanding of Trcth, en JR, 31 (1951),
págs. 264-273. D. J. THER0N, Aletheia in the Pauline Corpus, en
adopta el matiz especial de sana doctrina frente a las ECQ, 26 (1954), págs. 3-18. Y. ALANEN, Das Wahrheitsproblem
fábulas de los doctores de mentira."; que se alejaron de in der Bibel und in der griechischen Philosophie, en KuD, 3 (1957),
la verdad1º. La Iglesia se yergue ante ellos como la co- págs. 230-239. F. NóTSCHER, « Wahrheit» als theologischer Terminus
lumna y el soporte de la verdad-'. La verdad que san in den Qumranteksten, en Christían-Festschrift, Viena 1957, págs.
83-92. 1. DE LA POTTERIE, L'orriére-fond du théme johannique de
Pablo proclama es su mensaje sobre Cristo muerto y vérité, en TU, 73 (1959), págs. 277-294.
resucitado, y así puede decir «que la verdad está en I. DE LA POTTERIE
Jesúsz-'".
1Rom 3,7; 15,8. 'Rom 1,25. '2 Cor 7,14; 11,10; Flp 1,18. VERDAD, Evangelio de la. -+ Coptos, Fragmentos
'1 Cor 13,6; Ef 5,9; 6,14; Col 1,6. 'Rom 2,20. 'Gál 2,5.14; Ef evangélicos ( § 5).
1,13; Col 1,5. '2 Tes 2,12-13; Tit 1,1; Gál 5,7; Rom 2,8. '1 Tim
2,4; 2 Tim 3,7; Heb 10,26. '1 Tim 1,10; 2 Tim 4,3-4; Tit 1,9.14; 2,1. VERDE. -+ Colores.
"Tit 1,14; 1 Tim 6,5; 2 Tim 2,18; 3,8; 4,4. 111 Tirn 3,15. 12Ef4,2l.
Las epístolas Católicas describen el papel que desem- VERSÍCULO. -+ Biblia, División en capítulos y ver-
peña la verdad en la vida de los creyentes. Precisamente sículos de la y Preceptiva hebrea.
por la palabra de verdad han sido engendrados a la
nueva vida y han santificado sus almas1. Es forzoso, VESPASIANO. Emperador de origen humilde. Aun-
por lo tanto, en vista de la parusía, afianzarse en esa que no sentía alguna simpatía por el comediante Nerón
verdad 2. El creyente, a fin de crecer espiritualmente, éste le requirió para que llevase a cabo la pacificación
debe continuar deseando, como niño, la leche espiri- y reconquista de la Palestina rebelde. Contaba entonces
tual de la palabra 3, y de tal suerte hará efectiva la san- 58 años de edad y le ayudaba en su cometido su hijo
tidad que exige y produce la verdad 4• Tito, de 27.
De carácter firme y sereno, pacificó primero Galilea
'Sant 1,18; 1 Pe 1,22-23. 2
2 Pe 1,12. '1 Pe 2,2. 'Ef 4,24.
(cuya rebelión capitaneaba Flavio Josefo, a quien cogió
En la teología de san Juan, una teología de revelación, prisionero) y después Perea y Judea.
es donde la idea de verdad adquiere su mayor relieve. Ante las intemperancias de Vitelio, y aprovechando
Con frecuencia se interpreta erróneamente en ella la el afán de primacía de las legiones de Oriente, con
o:AiJ.Se1a en la acepción griega o gnóstica, como si cuyas simpatías contaba, se proclamó emperador con
la palabra representara la realidad divina que se mani- aplausos de todo el imperio, empezando por Alejandría,
fiesta y se comunica al hombre. Pero Juan depende de en julio del 69, aunque no entró en Roma hasta octubre
la concepción judía antes descrita. La verdad es para del 70.

1167 1168
VESTUARIO

El asalto a Jerusalén lo prosiguió y coronó su hijo


Tito.
Bibl.: F.-M. ABEL, Histoire de la Palest ine, I, París 1952, págs.
483 y sigs.; II, págs. 1-15.
e.GANCHO

VESTIDURAS, Desgarramiento de las. Esta cos-


tumbre simboliza la pérdida de la dicha y la paz del
corazón, y es la expresión más corriente entre los hebreos
del luto y del dolor. Moisés vedó su práctica a Aarón
y sus descendientes'; empero, el hábito no se perdió
jamás2 • Los rabinos se preocuparon de fijar las normas
del acto (estar de pie, desgarrar desde el cuello, no Anverso y reverso de una moneda con la efigie del empe-
rador Vespasiano. (Foto Monasterio de Montserrat)
coser lo roto, etc) y cuáles debían ser los vestidos.
El desgarramiento era obligatorio cuando se oía una
blasfemia: del Arca, David lleva un 'efod de esta clase (fu'igür 'efod
1Lv 10,6. 'Nm 14,6; Jos 7,6; Jue 11,35, etc.; Mt 26,65; Me bad)3• El joven Samuel, en Siloh, viste uno semejante '.
14,63-64. De ser cierta la tesis que ve el origen de las vestiduras
R. SÁNCHEZ sacerdotales en la indumentaria de la divinidad, el man-
dil de lino ceñido a la cintura habría sido, inicialmente,
VESTUARIO. Estudiaremos aquí todo lo referente un vestido divino; en tal caso, la relación entre la
a vestidos y ornamentos en la SE, para lo cual el trabajo consulta de los oráculos y el 'efod sería aún más eviden-
se divide en los siguientes apartados: l. Vestiduras te. El vocablo se encuentra asimismo en ugarítico ('pd)
sacerdotales; 2. Ornamentos del sumo sacerdote; 3. In- como parte de la indumentaria divina (Bá'al, I*, 1,5).
dumentaria real; 4. Vestidos y ornamentos masculinos; El uso del 'efod por David durante el traslado del
5. Indumentaria de las festividades; 6. Vestidos y ador- Arca 5, permite dar por sentada la existencia de cierto
nos femeninos. arcaísmo en las vestiduras sacerdotales, en las que se
l. VESTIDURAS SACERDOTALES. La indumentaria sa- mantenía cuidadosamente el uso de antiguas prendas
cerdotal, determinada siempre por el culto a la divini- vinculadas a la tradición.
dad correspondiente, se distingue aquí, por lo tanto, El joven Samuel llevó, además del 'efod de lino, una
de las pertenecientes a otras religiones. Por cuanto las túnica (heb, mésil qáton; 6mr-.ot6a uixoóv ; Vg. tunica
vestiduras divinas y las sacerdotales se hallan estrecha- parva) 6• El adquetivo qiifon parece referirse exclusivamente
mente relacionadas entre sí, los diversos ámbitos reli- a la forma de la prenda (longitud o sencillez en su con-
giosos muestran, en sus respectivos sacerdocios, diferen- fección); sin embargo, en los LXX se entiende como
cias de indumentaria. pieza pequeña de adorno o valona. Puesto que mésil se
En Mesopotamia se habla de vestiduras de lino para menciona al hablar de los ornamentos sacerdotales,
los sacerdotes y sumos sacerdotes. Parece que usaban mésil qdtán pudo haber sido una pieza de la indumentaria
para cubrir su cabeza un gorro en forma de fez, del que sacerdotal; no obstante, podría tratarse de una prenda
habría derivado el alto y cónico gorro sacerdotal. El usada por los sacerdotes en las ceremonias del culto.
lino revela la preferencia por el color blanco en el vestido Fuentes posteriores informan también sobre la indu-
del sacerdocio. mentaria propia del sacerdocio: así el Código Sacer-
En las representaciones egipcias contemporáneas o dotal', Ezequiel 8, Eclesiástico• y F. Josefo-"; es posible
posteriores al Imperio Medio, los sacerdotes muestran que este último hable apoyándose en su experiencia
el antiguo mandil corto. El sacerdote lector usa como personal, aun cuando su descripción se apoye en el
distintivo de su categoría una banda que le cruza el contenido del Código Sacerdotal.
pecho; el sacerdote sem, vinculado al ritual de la coro- El vestido de ceremonia de los simples sacerdotes
nación, exhibe una piel de pantera. comprende cuatro partes: kuttánet, prenda en forma de
En el AT (Éx 20,26) puede presumirse el empleo de camisa; "abnét o ceñidor; migbii'iih o tocado destinado
una mandil cuadrado cuando se habla de la prohibición a cubrir la cabeza, y los calzones de lino (miknese bad).
de acercarse al altar por las gradas. En textos antiguos! Estos últimos deben cubrir los órganos genitales y el
se menciona repetidamente, como parte de la indumen- cuerpo «desde las caderas hasta las rodillas». La rela-
taria sacerdotal, el 'efod, que es también una especie de ción de la voz migbii'ált con gübia', «cáliz», «copa»,
mandil atado a la cintura. Esta prenda se empleaba «taza», permite imaginar la prenda destinada a cubrir
en el ejercicio de ciertas funciones sacerdotales, particu- la cabeza de los sacerdotes como «un gorro abovedado
larmente en las consultas de los oráculos; y así, «llevar en forma de cuña». Tanto ésta como la pieza semejante
el 'efod» equivalía a «consultar el oráculo». a una camisa y los calzones estaban hechos de byssus,
En los LXX el vocablo en cuestión aparece diversa- en cambio, el ceñidor multicolor se tejía con púrpura
mente traducido: Enwµís (22 X), no6,ípris (2 X), crTor-.,í roja y azul, y con escarlata. El empleo del byssus parece
(2 X), iepCXTÍa (1 X), Ecpw/ov6 (14 X); la Vg, lo vierte justificado por una acertada glosa de Ezequiel''", en la
por superhumerale o stola, o bien calca la misma pala- que se dice que la ropa, no transparente, pero ligera,
bra: ephod. Este término va acompañado de la expre- evita la transpiración. Se veda el empleo de lana en la
sión bad, que significa «hilo» (basto). Durante el traslado indumentaria sacerdotal. En los LXX, las prendas de

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VESTUARIO

vestir de los sacerdotes se designan con los términos: pero sin mangas y abierta por delante. Las restantes
XlTWV, l;WVT], KÍ6ap1s, mptCYKEAfj Atva ... áTTo 6crq:,úos EWS descripciones apoyan esta segunda posibilidad. En los
µepwv. El vocablo KÍ6ap1s tal vez sea oriundo de Persia LXX se fortalece a la primera, por cuanto el texto en
y se aplicó originalmente al gorro alto y puntiagudo cuestión, alejándose de Éx 28,4 traduce 1'.mo6úTTJV
con que se cubrían los soberanos persas, o sea la Ttápa TTo6iípTJ, o sea «túnica larga hasta los talones». La
6p.S,;. La Vg. ofrece como tradución de los nombres abertura para la cabeza se hallaría en el centro y estaría
de las prendas citadas los siguientes vocablos: tunica protegida por un borde reforzado para evitar los des-
linea, balteus, tiara, feminalia linea ... a renibus usque ad garrones; la comparación con una cota de malla 3 resulta
femara. suficientemente clara. A lo largo de la orla inferior de la
Ocasionalmente el vestuario sacerdotal se cita de prenda, alternan granadas y campanillas de oro; las
manera expresa en determinadas ceremonias, tales como granadas debían ser de púrpura carmesí y estar tejidas o
en el traslado de las cenizas del altar de los sacrificios+'. bordadas con púrpura roja y violeta; las campanillas,
En general, se habla sólo de una prenda de lino (heb. eran de oro auténtico. Estas últimas actuaban como
middá bad; XtTwv i\tvoüs; Vg. tunica) y de los calzones, conjuro cuando el sumo sacerdote entraba en el santua-
no del ceñidor ni del gorro. rio o salía del mismo. En la versión de los LXX se habla
Ezequiel recurre a otros vocablos cuando se refiere a de un «fleco» (xtTwva Kocrvµ¡3wTóv).
la sencilla indumentaria de los sacerdotes de Jerusalén. El ceñidor de tejido multicolor es, con seguridad,
Designa el gorro con la expresión pa'iíre pistim («tur- un distintivo del cargo, porque se cita en otro lugar en
bante de lino»). Del mismo material están hechos función de tal-.
también los calzones. Por lo demás, Ezequiel habla La prenda que cubría la cabeza debió de ser dé byssus,
siempre de bigdé pistim («vestiduras de lino») en general. como la camisa, pues nada más se dice acerca de ella.
La indumentaria litúrgica tiene un carácter sagrado Proviene de la indumentaria cultual del rey en la épo-
muy particular y, por ello, sólo puede emplearse en el ca preexílica 5• En la parte delantera del turbante había
ejercicio del culto; cuando abandona la esfera propia- una flor de oro puro (:;i:; zdháb tiihor), que llevaba
mente litúrgica, el sacerdote tiene que quitarse las pren- grabada la inscripción qádes lé-yahweh, «santidad de
das que utilizó durante las ceremonias del culto. Yahweh», atada con un cordón de púrpura violeta;
No se habla del calzado. Las jofainas destinadas al según la correspondiente explicación teológica, tal ador-
lavado de pies y manos permiten suponer que los sacer- no sirve de protección contra la posible culpabilidad
dotes iban descalzos12• Tampoco dicen nada las fuentes contraída a causa de los sacrificios israelitas no gratos.
sobre la indumentaria sacerdotal en las ceremonias En Lv 8,9 se añade a dicho adorno la aposición nézer
celebradas en los santuarios israelitas de Betel y Dan, ha-qádei, Conforme a Sal 132,18, nézer debe entenderse
ni en los otros de carácter local que existieron antes también como flor, puesto que se dice que el nézer
de la reforma deuteronómica. podía florecer. En Éx 29,6; 39,30, nézer se emplea en
+Ant, [ud., 3,7,1-7. vez de :;i:;. Igualmente, nézer, en 2 Sm 1,10; 2 Re 11,12;
'Jue 8,27; l Sm 2,28; 14,3; 22,18; 23,6.9; 30,7, etc. 21 Sm 23, Sal 89,40, ha de interpretar con toda certeza como flor,
9;30,7;cf.14,18. '2Sm6,14. '1Sm2,18. '2Sm6,14.20. 'lSm que lleva el rey como distintivo de su categoría. Esta
2,19. 'Éx 28,1-43; 39,1-31. 'Ez 44,17-19. 1Eclo 45,6-13. 10Ez
44,18b. 11Lv 6,3. 12Éx 30,17-21; 40,30-31.
parte de la indumentaria de ceremonia del sumo sacer-
dote pudo también derivar de los ornamentos reales
2. Los ORNAMENTOS DEL SUMO SACERDOTE. En deter- correspondientes a las ceremonias cultuales (-+ 'Efod,
minadas ocasiones, el sumo sacerdote usaba un vestido Pectoral y 'Üñm y tummím,
blanco de lino; así, p. ej., en la ceremonia del macho En las referencias al sumo sacerdote no se menciona
cabrío expiatorio 1. Su denominación hebrea es kétonet prenda alguna del calzado. Un relieve helenístico de Hie-
bad qédes. Llevaba, además, calzones, turbante y ceñidor, rápolis muestra a un personaje sacerdotal sirio ataviado
todos de lino. El turbante se llama en hebreo misnéfet con una indumentaria parecida a la usada en las cere-
(en los LXX y la Vg. se utilizan las expresiones ya monias por los sumos sacerdotes, con campanillas en
mencionadas). el borde inferior del vestido y los pies descalzos.
La indumentaria de ceremonia propiamente dicha 1
Lv 16,4. 'Éx 28,4. 'Éx 28,32. 'Is 22,21. 'Ez 21,31.
comprende las siguientes partes2 : bolsa, pectoral, 'efod,
túnica, camisa, turbante y ceñidor. Entre dichas piezas, 3. LA INDUMENTARIA REAL. En el AT no hay detalles
la camisa y el ceñidor son asimismo prendas esenciales sobre las vestiduras del rey. La descripción del indu-
en la indumentaria de los simples sacerdotes, aun cuando mento ceremonial del sumo sacerdote muestra que
en este caso existe una diferencia: al nombre de la camisa ciertas prendas procedían del vestido real; así, p. ej.,
Ikétonet) se añade la voz tasbés (cobra de tejido poli- el pectoral, el gorro y la flor. La ofrenda de esta última
cromo»), por cuanto se trata de una pieza. Según Éx pieza marca el comienzo del gobierno de un monarca
28,42-43, los calzones de lino pertenecen también a la y es un elemento permanente del ritual de la corona-
indumentaria de ceremonia del sumo sacerdote. La ción'. En un pasaje se habla de una diadema de oro
túnica (me:;il) se confeccionaba enteramente con púr- fino ('iítéret paz)2: se trata, probablemente, de la diade-
pura azul. En el T. M., la palabra «túnica» va siempre ma relacionada con la flor. Por el contrario, la supresión
junto a la voz 'efod en genitivo: mésil ha-'efod, debe de la diadema y el tocado real (hii-'iífiiriih y ha-misnéfet
traducirse «la túnica del 'efod» o correspondiente a él. o sénif mélúkdli), mencionados juntos 3, señala el fin
Como no parece probable que éste cubriera a aquélla, y la pérdida de la soberanía. Si la representación des-
la túnica debió de ir debajo del 'efod, o encima de él, cubierta en un fragmento de alfarería de Rámat Ráhél,

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perteneciente a fines del siglo vn A.c., corresponde hombro. Esta prenda puede distinguirse en las represen-
realmente a la figura de un rey hebreo, puede afirmarse taciones egipcias de cananeos y sirios correspondientes
que la indumentaria regia consistía en una túnica de a la época del Bronce III. No se sabe con seguridad
mangas cortas y un manto provisto de galones, así si el manto que fue robado por 'Ákan sería una de ta-
como un cinturón. Por el libro de Ester sabemos que les piezas 10.
los soberanos persas empuñaban, en el trono, un cetro Esta larga túnica hacía necesario un ceñidor que
(heb. sarbit; TT)V xpvcrfív pá~oov; Vg. virga aurea)4• permitiera Jlevarla recogida, para que no molestara
En las representaciones persas aparece este cetro en al andar. Los términos correspondientes a este ceñidor
forma de bastón. son /:lagar, bág6riih, 'ez6r, méziah, mézah ; 1:;wvi¡, rrspí-
En Babilonia se habla de las ricas vestiduras de los 1:;wµcx, TTcxpcxl:;wvr¡; y en la V g. balteum, cingulum, zona.
personajes oficiales en la corte real. Encima de la túnica El ceñidor en cuestión puede haber sido de tela o
con mangas, llevaban un prenda, suntuosamente ador- de piel. Joab escondió su espada corta en el cinturón+,
nada con representaciones bordadas, sostenidas por me- quizá en un pliegue del mismo; esto último permite
dio de tirantes y recogida por un ceñidor. De los hom- suponer que fuera de tela, aun cuando no sea posible
bros colgaba también una especie de dalmática. Cubría afirmarlo con seguridad. Los cinturones de los guerreros
la cabeza del monarca un gorro en forma de fez, con parecen haber sido de piel>, De este mismo material
una estola que descendía hasta la espalda. Las insignias era el mézah'", cinturón ceñido directamente sobre el
de la realeza eran el cetro, el bastón, la espada y la cuerpo; el término mézialt'", en cambio, expresa un tipo
corona. muy particular de cinturón usado por personas singu-
En Egipto, los ornamentos reales estaban mezclados larmente destacadas y poderosas. El cinturón de Sebna'15
con arcaicas piezas de indumentaria; el cetro y el bas- ('abnef) pertenecía al atuendo de ceremonia de un alto
tón procedían asimismo de antiguas costumbres. Con funcionario real. Los primeros ministros egipcios lleva-
el transcurso del tiempo, la corona de los soberanos ban, como elementos integrantes de tal indumentaria
egipcios experimentó diversos cambios formales: la de ceremonia «una camisa hasta los sobacos y un collar
corona blanca, la roja, la doble, la corona con plumas, con la imagen de la diosa Maat».
la ate/ y la azul. En las coronas de los dioses pueden La prenda Jlamada mésil en hebreo (6mM1s, rrspipó-
encontrarse también diversas formas. Acx1ov, crToAr¡; Vg. pallium, chlamys, stola byssina), era
'2Re 11,12. 'Sal 21,4. 'Ez 21,31; Is 62,3. 'Est 4,11; 5,2 usada por personajes destacados: así, p. ej., Samuel'",
Saúl!", Jonatán18, David", Esdras2°, Job21, algunos
4. VESTIDOS Y ORNAMENTOS MASCULINOS. Las expre- príncipes 22 y un guerrero 23• Por cuanto su nombre
siones hebreas referentes al vestido resultan frecuente- se halla relacionado con el verbo 'iiféih (xenvolver»,
mente equívocas (béged, malbüs, kéli, késút, tilboset, «arropar») debió de carecer probablemente de mangas.
lébús). Como en Egipto, la prenda de vestir más antigua Tenía un extremo (kiiniif) que podía ser arrancado o
y sencilla es el mandil, hecho al principio de hojas entre- cortado. Según 1 Cr 15,27, la prenda en cuestión estaba
tejidas". Esta pieza aparece, además, como parte de la hecha de byssus.
indumentaria militar asiria 2 y en el vestido de los pro- En veintiséis pasajes del AT aparece mencionada una
fetas 3, en este último caso hecho de piel o también de pieza de indumentaria llamada simláh: en los LXX su
lino y recogida por un ceñidor', que Ezequiel menciona nombre se traduce por íµáTtov, íµaT1crµós, crToAr¡,
como un elemento característico de la indumentaria y en la Vg. por pallium, vestimentum, vestes, vestitum,
babilónica 5• Algunas representaciones descubiertas de- stola. Con tal prenda cubrieron los hijos de Noé la
muestran que la prenda en cuestión era una simple pieza desnudez de su padre", sirvió para el transporte de ob-
de tela sujeta en torno a las caderas mediante un ceñidor. jetos 25, se conservó en custodia 26 y como prenda en los
Este mandil podía estar hecho asimismo con franjas préstamos ", pudo indicar rango social " y no estuvo
de diversos colores cosidas entre sí. En Egipto solía sujeta a embargo 29• En un óstracon hallado en Mesad
ser de color blanco; posteriormente se llevaría más Hasabyáhü, en el que se formula una reclamación
largo, o doblado, o terminando por delante en punta. acerca de un vestido embargado se denomina a éste
Ocasionalmente, fue usado también como doble mandil. bgd; queda clara, por lo tanto, la alusión a los pasajes
Las obreras lo llevaban corto. del Código de la Alianza. Parece haber sido una prenda
Una prenda de vestir llevada por todo el mundo era grande, hecha con tela recia, y que se echaba sobre los
la camisa (kuttonet; x1Twv; V g. túnica), que, según la hombros.
tradición fue inicialmente de piel 6, y luego de tela o La palabra hebrea 'addéret, indica el lujoso vestido del
lino; estaba provista de mangas, largas o cortas, y de rey de Ninive " y la prenda robada por 'Ákan31• El
un escote (peh; To TTEp1crTóµ1ov)7, llegando a menudo término en cuestión se aplica de preferencia a una prenda
hasta los pies. Una variante de esta pieza era el kétonet usada por los profetas y en particular por Elías. En
possim (x1Twv TTOJKÍAws; Vg. tunica polymita o tunica cambio, en Zac 13,4 la capa de los profetas se denomina
talaris et polymita);•mencionada entla historia de José 8, 'addéret se'éir (oÉpptv Tp1xívr¡v; Vg, pallium saccinum).
en donde se la cita como una vestidura propia de la Al referirse a la devolución de la capa del profeta Elías,
corte de Jerusalén 9• En general, se la identifica con los LXX emplean el término µr¡AwTi¡, que también se
la larga prenda multicolor, procedente del ámbito cul- emplea en Heb 11,37 y 1 Cr 17,1. La capa de los profetas
tural babilónico, que cubría: desde el tronco hasta las debió de llevarse echada sobre los hombros por cuanto
piernas, compuesta de tres a ocho pedazos anchos de a Elías se le cayó32; probablemente era de confección
tela y que dejaba al descubierto un brazo a partir del basta, siendo posiblemente de pieles sin curtir.

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Por motivos de tristeza o penitencia, y en el luto 7,21.24. 322 Re 2,13-14. 332 Re 19,1-2; Is 37,1-2; Jon 3,5-6.8;
por los difuntos, se abandonaba la indumentaria nor- Est 4,12; Sal 35,13; 69,16. "2Re 6,30. "Ez 24,17.23. "Am 2,
6; 8,6. "Ez 16,10. "Is 5,27. "Is 61,3.10; Ez 24,17.23. "I Re
mal y se ceñía el saq (cóxxoc; Vg. cilicium, saccus). 20,31-32. "2 Sm 10,4. "Nm 15,38-41; Dt 22,12; Jos 2,18; Lam
La acción de vestir esta prenda se designaba con las 4,1; Cant 4,9. 432 Sm 1,10.
expresiones kásáh, liibiis, lebüs saq". Usaban este manto
en señal de tristeza todas las clases sociales y ambos 5. LA INDUMENTARIA DE LAS FESTIVIDADES. En el AT
sexos indistintamente. Podía llevarse bajo las otras se habla repetidamente de los vestidos de las fiestas.
vestiduras 34. Salomón recibe estas bellas vestiduras como obsequio",
En cuanto al calzado, la SE sólo habla de sandalias y José regala algunas a sus hermanos 2. Un bello vestido
(ná'al na'iíláyim; TO: l'.nro6iíµcno:; Vg. calceamentum). de púrpura puede ser prometido como recompensa 3•
Esta prenda aparece sólo raramente en las representa- En Jue 14,12 se habla de vestiduras para festividades.
ciones, pero se usaba corrientemente; sólo se iba des- Lo mismo ocurre en Gn 27,15 y 2 Sm 12,20, en donde
calzo por motivos religiosos o bien por una indicación se emplea tal indumentaria por motivos de culto o en la
divina particular35• Las sandalias tenían escaso valor36, representación de un hijo ante el padre para recibir
y estaban formadas por dos trozos de piel cortados su bendición. También José se pone un vestido nuevo
según la forma de la planta de los pies y cada uno de cuando ha de comparecer ante el faraón 4• Varios indi-
los cuales tenía a ambos extremos unos agujeros para cios permiten suponer que las vestiduras de las fiestas
las correas. Se habla también de sandalias de lija 37• Las debieron de ser de color blanco y estar hechas con la
mejor tela (byssus)5.
de los guerreros asirios iban fuertemente sujetas por
1
medio de correas38• En Is 9,4 se menciona el calzado 1 Re 10,25; Mt 22,11-12; Le 15,21. 'Gn 45,22. 'Dan 5,7.
'Gn 41,14; 1 Tim 2,9. 'Me 9,3; Ap 3,4.
asirio con correas, que llegaban hasta media canilla.
Tal calzado aparece en diversos relieves asirios; en 6. VESTIDOS Y ADORNOS FEMENINOS. Con toda segu-
representaciones posteriores aparecen sandalias con pro- ridad hay que admitir la existencia de una indumentaria
tección para el talón y los dedos, y zapatos puntiagudos. femenina propia. En el Juicio divino, las mujeres debían
Formas análogas de zapatos y sandalias pueden verse despojarse del ceñidor1. Las novias llevaban uno que
en las representaciones egipcias. tenía para ellas un significado particular", Las cauti-
La prenda con que los varones israelitas cubrían su vas de guerra casadas debían quitarse la capa que lle-
cabeza aparece representada en el relieve de Senaquerib vaban en el momento de ser hechas prisioneras3 • Con
en Lákis, en donde aparece un judío con una especie esta misma capa (simliih) la mujer podía aparecer en
de turbante, posiblemente la pieza de indumentaria público '. En general, el vestido femenino se denomina
llamada pe'er en hebreo, uí'rpc en los LXX y corona en simlañ 'issiih5. En Cant 7,2 parece presuponerse la exis-
la Vg. 39• En Ez 24,17, el pe'er se halla relacionado con el tencia de unos zapatos femeninos especiales para la dan-
verbo hábai, que significa algo así como «envolver». za. La enumeración de las piezas de la indumentaria
El turbante formaba parte de la indumentaria profana femenina, concretamente de las mujeres notables, en
de las fiestas. En el obelisco negro de Salmanasar III, Is 3,16-4,1 es poco clara. Probablemente, las personali-
un israelita aparece con un gorro puntiagudo que, dades femeninas llevaron consigo, y como adorno, un
evidentemente, no guarda parecido alguno con el tur- espejo (gily6nlm)6• También los bátté ha-néfes pueden
bante. En épocas más antiguas se llevaba una cinta en haberse utilizado como un adorno. Así también apa-
torno a la frente o también un cordón alrededor de la recen mencionados cadenitas y aros llevados en los
cabeza 40. En Ez 23,15 se habla de sérüh« tébúlim (Ttápat pies 7 • Algunos de los objetos de adorno hallados en
j30:1TT0:í; Vg. tiaras tinetas): se trata probablemente de excavaciones debieron poseer el carácter de amuleto.
prendas para la cabeza de procedencia extranjera. Como puede inferirse de Dt 22,5, la diferencia princi-
Los israelitas consideraban la cabellera y la barba pal entre la indumentaria masculina y la femenina
como elementos propios de la belleza varonil, y veían en parece haber residido esencialmente en los colores y en
su carencia un grave perjuicio 41. Además de estos ador- la ornamentación. Confirmación de ello sería la espe-
nos naturales, de aspecto vario, se llevaban amuletos, ranza de vestidos y ropas multicolores que el botín de
cuyo uso no prohibía la Ley israelita 42; las exca vacio- Sisérá" despertó entre las mujeres del harén 8 • Las ves-
nes nos han proporcionado algunos ejemplares, tales tiduras de colores abigarrados, pues, debieron de estar
como escarabeos de piedras finas, representaciones figu- reservadas al sexo femenino en tanto que los hombres
rativas de motivos egipcios en cerámica, medias lu- las usarían corrientemente de color blanco De acuerdo
nas y bastones de hueso con un agujero; estos últimos con un pasaje del Sifré del Dt (115 b), Y. Yadin cree
son posiblemente de origen israelita. Otros objetos de que en la época tardía «una mujer no podía llevar ves-
adorno fueron los aros que, llevados sobre todo en la tidos blancos ni un hombre usarlos de color». En los
parte superior del brazo, servían también como distin- frescos de Dura Europos, la figuras masculinas apa-
tivos - del rango o categoría social 43. recen representadas con una indumentaria de colores
1
claros, blanco o amarillo, en oposición a las represen-
Gn 3,7. 'Is 5,27. 32 Re 1,8. •Jer 13,1 y sigs. 5Ez 23,15"
5
Gn 3,21. 'Miq 30,18; Is 22,21; 2 Sm 15,32. 'Gn 37,3.23.31-33·
taciones femeninas. Yadin afirma que en cuanto a los
'2 Sm 13,18.19. 10Jos 7,21. 112 Sm 20,8. "1 Sm 18,4; 2 Sm 18, restos de capas hallados en la Cave of Letters, los frag-
11; 2 Re 3,21. "Sal 109,19. "Míq 12,21. 15Is 22,21. 161 Sm 2, mentos adornados con dibujos en forma de gama
19; 28,14. 171 Sm 24,5.12. 181 Sm 18,4. 191 Cr 15,27. "Esd 9, corresponden a capas femeninas, mientras que los orna-
5.3. 21Miq 1,20; 2,12. "Ez 26,16. "Is 59,17. "Gn 9,23. "Éx
12,34; Prov 30,4; Aet 2,12. =r» 22,3. "Éx 22,26; Dt 22,17. mentados con dibujos en forma de muescas pertenecie-
·•Is 3,6-7. "Éx 22,26; ef. Mt 24,18; Me 10,50. 30Jon 3,6. "Jos ron a capas de hombres. Análogamente cabe pensar

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VETUS LATINA

respecto de la época más antigua. Las prendas desti- bíblicos, ya que en la antigüedad aún no formaban un
nadas a cubrir la cabeza se limitaban, por lo general, solo volumen, sino que evolucionaron por separado.
a bandas y pañuelos. A P. SABATlER, Bibliorum sacrorum latinae versiones ant iquae seu

'Is 3,24. 'Jer 2,32. 'Dt 21,13. 'Is 4,1. 5


Dt 22,5. ºIs 3,23· Vetus Jta/ica, 3 vols., Reims 1743-1749; París 1751.
7
Is 3,16.20. 'Jue 5,30.
l. Los ORÍGENES. LA VERSIÓN AFRICANA. Hasta media-
Bibl.: H. GRESSMANN, Die Haartracht der lsraeíiten, en BZA W, do el siglo m, los cristianos de Roma y de la Galia escri-
34 (1920), págs. 61-68. B. MEISSNER, Babylonien und Assyrien,
2 vols., Heidelberg 1920-1925. H. F. LUTz, Textiles and Costumes bieron en griego; esta lengua se empleaba corriente-
amang the Peoples of the Ancíent Near East, Leipzig 1923. P. MoN- mente, incluso entre los esclavos. En África fue el
TET, Byblos et l'Égypte. Quatre campagnes de fouilles a Gebei! 1921- primer lugar en donde apareció la más temprana litera-
1924, París 1928. H. THIERSCH, Ependytes und Ephad, Stuttgart
1926. G. DALMAN, Arbeit und Sitte in Paldst ina, V, Gütersloh 1937,
tura latina cristiana. Tertuliano cita, hacia el 180, la
págs. 199-364. G. BARROIS, Manuel d'archéologle biblique, I, París Biblia, aunque de forma poco constante. En él se han
1939, págs. 393 y sigs., 475-487; II, ibíd. 1953, pág. 421 y sigs. querido distinguir dos versiones latinas, la de los mar-
F. NoTSCRER, Bib/ische Altertumskunde, Bonn 1940. G. VAN DER cionitas y la de la Iglesia Según los estudios realiza-
é.
LEEUW, Der Mensch und die Religion, Basilea 1942, págs. 22-24.
J. B. PRITCHARD, Syrians as Pictured in the Paintings of the Theban dos en Beuron, parece que Tertuliano traducía más
Tombs, en BASOR, 122 (1951), págs. 36-41. G. WIDENGREN, Salera- bien directamente del griego, con reminiscencias de un
les Konigtum im Al ten Testament und im Judentum, en Franz-Delitszch- texto latino preexistente. El primer testimonio de una
Vorlesungen 1952, Stuttgart 1955. W. HELCK - E. Orro, K/eines
Wórterbuch der Á°gypta/agie, Wiesbaden 1956. G. R. DRIVER, Ca-
versión africana de toda la Biblia es el de san Cipriano,
naanite, Myths and Legends, en O/d Testament Studies, 3, Edímburgo que tiene citas muy abundantes y precisas (por des-
1956. H. W. HoNIG, Die Bekleidung des Hebrders. Eine biblisch- gracia la edición de W. Harte] trató muy mal las citas
archdologische Untersuchung ; Zurich 1957. M. NoTH, Amt und bíblicas; actualmente se halla en preparación una edi-
Berufung im A/ten Testament , en Bonner Akademische Reden, 19,
Bonn 1958; íd., Das Zweite Buch Mase (Exadus), en ATD, 5 (1959). ción por R. Weber). Los distintos libros de esta Biblia
Y. Y ADIN, The Finds from the Bar Kakhba Peri ad in the Cave of africana no son obra del mismo traductor, sino que la
Letters, Jerusalén 1963. J. D. ÁMUSIN - M. L. HELTZER, The Ins- lengua, el vocabulario y el método de traducción con-
criptian from Mesad Hashavyahu. Complaint of a Reaper of the
Seventh Century B.C., en TEJ, 14 (1964), págs. 148-157.
servan una cierta unidad, y el modelo aparece por
Enciclopedias: HAAG, cols. 933-936. BRL, cols. 332-337, 429- doquier como de tipo «occidental», preluciánico (es decir,
432. EJud, X, cols. 69-112 (con más bibliografía). RGG, V, pág. la recensión luciana griega se ha inspirado frecuen-
1463. ThW, I, cols. 773-775; IV, cols. 640-641.
temente en el mismo modelo), relacionado con las
H.BARDTKE versiones siríacas y, posiblemente, de origen antioque-
no. A esta versión se da el nombre de «africana», no
VETUS LATINA. Antes de la difusión de la Vulgata
porque haya sido creada precisamente en África, sino
y, en algunos casos, paralelamente a ella, la Biblia se porque allí es donde se la encuentra por primera vez,
leyó en latín, aunque bajo diferentes formas, a las que y también porque fue en África en donde dejó huellas
se da el nombre genérico de Vetus latina. Estas versiones más duraderas que en cualquier otro lugar.
son muy importantes, puesto que representan o presu-
ponen un modelo griego muy antiguo, permiten conocer ACf. 1a reciente obra de R. BRAUN, Deus Christtanorum, París
1962, pág. 21.
algo de los orígenes cristianos en occidente y han
tenido, además, una gran influencia en la formulación 2. EL TEXTO EUROPEO. Por lo que respecta a la
de la teología patrística. mayoría de los libros, si no todos, puede considerarse
Algunos manuscritos y una gran cantidad de citas que todos los textos latinos derivan de una sola versión,
fueron reunidas con todo el cuidado posible en su época, de la que san Cipriano es el testigo más antiguo, pero
por P. Sabatier s, en una obra todavía necesaria. Con ello no impide suponer que no hubiese experimentado
los progresos de la crítica textual del NT, la edición ya alguna evolución antes de llegar a sus manos.
y los textos se multiplicaron. Es de destacar, en Oxford, y La europeización de este texto se basa principalmente,
en relación con la edición de la Vulgata del NT latino, hasta mediados del siglo 1v, en una revisión del vocabu-
las Old Latin Bíblica! Texts (OLBT), 1883 y sigs.; en lario y en la sumisión a las reglas de la gramática
Roma y también en relación con la edición de la Vulgata, correcta, para corresponder al cambio social que se
se publicaron (1912 y sigs.) las Collectanea Bíblica Latina operó en las comunidades de entonces; no fue hasta
(CBL); en un apéndice de la Révue Benedictine, apareció más tarde que llegó la influencia masiva de los textos
el Bulletin d'Ancienne Littérature Chrétienne latine (1921 griegos de tipo ya alejandrino, ya neoantioqueno. Se
y sigs.); en Beuron, además de los Texte und Arbeiten encuentran rasgos «europeos» en. Tertuliano, y más
(TA), 1917 y sigs., dedicados especialmente a la edición tarde en Novaciano; pero un texto bien formado no se
de palimpsestos, existe un fichero completo, versículo encuentra más que en las citas de Lucifer de Cagliari
por versículo, de todo lo que subsiste del viejo texto (t hacia el 370). A partir de este momento, la evolución
latino, editado desde 1949 en la monumental Vetus La- se complica. Se acelera en los medios italianos. que
tina (VL); por último, hemos de destacar a T. Ayuso preparan una revisión a fondo, mientras que en África
Marezuela quien ha iniciado, en 1953, la Vetus Latina no se admiten retoques; España sigue su propio camino,
Hispania (VLH), en Madrid, obra cuyos Prolegómenos, al estilo de África, y su texto se retoca, en particular,
al igual que el Verzeichnis der Siegel, de la VL, ante- en el Speculum del Pseudoagustín y en la literatura
riormente mencionada, constituyen una bibliografía muy priscilianista.
actualizada. Los retoques europeos no ofrecían demasiada cohe-
Tras haber esbozado las líneas generales de la historia rencia; los libros y los pasajes más leídos son los más
del texto latino, vamos a examinar cada uno de los libros corregidos y los demás sufren bastante retraso. Es pro-

1177 1178
VETUS LATINA

Códice Yercellensis (a), con un frag-


mento de Le 14, 2,8. Atribuido al
obispo Eusebio. Data del siglo rv n.c,

cambio, hay otros críticos que se


( l c-C..:'.C ho ,, ''-" manifiestan menos abiertamente en
u ,._,na.,
•1 1 (' ('\'\p,,.I l I Nlt<.'
contra de esta teoría; tal es el caso
.:"'F,.L'f"-'l l~<.·F-;,..,: .c1' I F,.,.._hc-t I I de R. Braun y de V. Colorni B,
~~ 1 C- 1 l l l 1(·" l.,..,
l,tGI,.,' t) fe'· aunque tampoco aportan pruebas
e lft.C.'~ r1..'1'4N:~~ ,~ f.b~l l<'-ll"-k': decisivas. Un análisis del vocabu-
b1 "-.1 l lh!>~:., rc.Ht: f-.>..r,Hc.'J lario del NT latino debería llegar
~e:-~ r~~~?:'le- ~<•.. a confirmarnos si existe alguna
Li-~I s...,NC"C IS dependencia en relación con el AT
~~hM<.' o viceversa. Los estudios del vo-
"~~I<.'<.•. e,>,..n,u t<" cabulario histórico se hallan muy
; cl~INlJfU..: avanzados para algunos libros bí-
.,.s r~~,..._,.o blicos, que indicaremos añadiendo
«con vocabulario» y a continua-
ción de ciertos trabajos; pero para
el conjunto de la Biblia, aún de-
bemos seguir empleando la anti-
gua obra de H. Rónsch c. De
todas formas, es curioso notar que
lejos de dirigir el uso latino pos-
terior, la primitiva Biblia latina
se ve retocada constantemente. Su
texto no tenía nada de sacrosanto,
y toda la veneración recaía sobre la
Biblia griega. Hasta la época del
Ambrosiáster, de Agustín y de Je-
rónimo, no comenzaron los latinos
a dedicarse a su versión.
A través de las Hexaplas de
Orígenes, obra que Jerónimo utilizó
para revisar la Vetus Latina, se dejó
sentir una primera oleada de in-
fluencia hebrea. Sin embargo, de
esta «revisión hexaplar» han sobre-
vivido muy pocos libros; aunque el
Salterio hexaplar siga empleándose
en la liturgia actual, también hay
bable que desde el principio algunas perícopes litúr- que destacar que en el siglo v los libros sapienciales
gicas hayan sido objeto de traducciones independientes, alcanzaron una gran difusión.
cuyo tenor sufrió un efecto corrosivo en lo tocante al Una segunda oleada de influencia hebrea, más radical
texto africano. todavía, aparece en la Vulgata. Y al estudiar la --+
Muchos padres que sabían griego utilizaron amplia- Vulgata, veremos en qué forma llegó a sustituir los tex-
mente la obra exegética de Orígenes (Ambrosio, Rufino tos latinos anteriores.
y Jerónimo): traduciendo frecuentemente las citas que
AC. MOHRMANN, en VigChr, 11 (1957), págs. 22-29. BR.BRAUN,
adoptan, se colocan así al margen de la evolución de op . cir., pág. 555. V. CoLORNI, en Annali di Storia del Dirilto, 8
la Biblia latina. Agustín, especialmente, formó un texto (1964), pág. 60. e H. RéiNSCH, ltola und Vulgata, Mar burgo 1875.
ecléctico, muy fiel al griego y con ciertos visos de lati-
4. LIBROS HISTÓRICOS DEL AT. Se han conservado
nismo; pero se exagera su actuación cuando se quiere
muchos manuscritos (fragmentarios) del Octateuco,
ver en él un revisor sistemático e.
siendo los dos más importantes editados por U. Ro-
A Cf. A. M. LA BONNARDIÉRE, Biblia Augustiniana, París 1960-
bert e y por E. RankeB. En 1927, A. V. Billen publicó
1964, y J. ZIEGLER, en BZ, 7 (1963), págs. 128-135.
un estudio comparativo con vocabulario e. Todo esto
3. INFLUENCIA DEL JUDAÍSMO. ¿Acaso la versión ha sido compilado en la edición magistral del Génesis
más antigua sea una prolongación de una Biblia latina debida a B. Fischer P, Debemos destacar por último,
judía, tal como sucedió en el caso del griego, siríaco un texto de Ruth publicado por S. Berger P.
y sin duda también del copto? C. Mohrmann no se Dos fragmentos de los libros de los Reyes fueron
inclina a creerlo asi«, ya que el florecimiento del latín publicados por J. Belsheim y por H. Degering - A.
cristiano fue posterior a la ruptura con los judíos. En Boeckler F. No se conserva casi' nada del primer libro

1179 1180
VETUS LATINA

de las Crónicas; en cambio, se conserva el texto completo canonicidad de estos libros ajenos al canon judío. La
del segundo libro, gracias a la obra de R. Weber P . reciente edición de la Biblia Sacra ... ad codicum fidem,
B. Bischoff editó un pequeño fragmento de 2 Esdrasn. XII, Roma 1964, intenta penetrar en el substrato pri-
Por lo que se refiere a 3 Esdras, remitimos a la obra mitivo. Con referencia a estas obras, véase también la
citada de Sabatier y a la de D. de Bruyne l y sobre 4-6 edición de J. Ziegler-'.
Esdras véase la obra de R. Bensly - M. R. James 3. AC. P. CASPARI, Das Buch Hiob, Cristianía 1893. Bp_ CAPELLE,
Estos libros, que aparecen con frecuencia unidos a ma- Le texte du Psautier latin en Afrique, en CBL, 4 (1913), con vocabu-
nuscritos bíblicos, fueron conservados como un apéndi- lario. CR. WEBER, Le Psautier romain et les autres anciens Psautíers
ce de la Vulgata por el Concilio de Trento. Tobías, Judit y /atins, en CBL, 10 (1953). D Cf. Biblia sacra ... ad codicum fidem,
X, Roma 1953. ET. Avuso MAREZUELA, El Salterio, en Vetus
Ester se conservan en la antigua versión latina en mu- Latina Hispana, V, Madrid 1962, con vocabulario. FA. VAcCARI,
chos manuscritos, pero no existe ninguna buena edición K_ Scritti di erudizione ... , I, Roma 1952, págs. 205-255; II, ibíd. 1958,
Por el contrario, en lo que se refiere a los Macabeos, págs. 229-243. GE. DEKKERS - J. FRAIPONT, S. Aureli i Augustini
Enarraticnes in Psalmos, en Corpus Christianorum, 38-40, Turnhout
los distintos testimonios· han sido recopilados de una 1956; cf. Richesses et déficiences des anciens Psautiers latins, en
forma ejemplar en la obra de D. de Bruyne, con diver- CBL, 13 (1959). BH. SCHNEIDER, Die altlateinischen biblischen
sos estudios de vocabulario. Cantica, en Texte und Arbeiten, 29-30, Beuron 1930. 1A. VACCARI,
Scritt i di erudizione ... , II, Roma 1958, págs. 83-146. 'J. ZIEGLER,
.AU. ROBERT, Pentateuchi versio latina antiquissima, París 1881; Zur griechischen Vorlage der Vetus Latina in der Sapientia Salomo-
íd., Heptateuch i partis posterioris versio latina antiquíssima, Lyon nis, en Lex tua veritas. Festschrift H. Juncker, Tréveris 1961, págs.
1900. BE. RANKE, Par palimpsestorum · Wirceburgensium, Viena l 75-291.
1871. e A. V. BILLEN, The O/d Latin of the Heptateuch, Cambridge
1927. DB. FISCHER, Vetus Latina, Friburgo 1951. ES. BERGER, 6. PROFETAS. Se ha conservado muy poco de los
Notice sur quelques textes latins inédits ... , en Notices et extraits antiguos textos latinos de los Profetas. Dejando aparte
des manuscrits ... , 34,2, París 1893, págs. 122-127. F J. BELSHEIM,
Palimpsestus Vindobonensis, Cristianía 1885. H. DEGERING -A. los fragmentos litúrgicos, sólo cabe destacar las obras
BOECKLER, Die Quedlinburger ltalafragmente. GR, WEBER, Les an- de A. Dold=, E. Ranke P y M. Stenzel P. Del libro de
ciennes versions latines du deuxiéme livre des Paralipoménes, en CBL, Baruc, que por ser ajeno al canon hebreo no fue traducido
8, Roma 1945, con vocabulario. HB. BISCHOFF, en SteT, 121 (1946),
págs. 410-419. 1D. DE BRUYNE, Les anciennes traductions latines
por Jerónimo, quedan varios antiguos textos latinos,
des Machabées, Maredsous 1932, pág. XL. 'R. BENSLY - M. R. como se desprende de las obras de G. Hoberg P y L.
JAMES, The Fourtb Book of Ezra, en TSt, 3,2 (1895), con vocabulario. Mattei-Cerasoli E.
"Además de SABATIER, cf'. la obra de J. BELSHEIM, Líber Tobit, Líber
AA. DOLO, Konstanzer altlateinischen Propheten, en Texte und
Judit, Liber Ester, Trondhjem 1893, y la de B. MoTZO, La versione
latina di Ester, Bolonia 1928. Arbeiten, 7-9, Beuron 1923; íd., Neue St. Ga/ler ... Prophetenfrag-
mente, ibíd., 31, ibíd. 1940. BE. RANKE, Par Palimpsestorum Wirw
5. LIBROS POÉTICOS. La versión hexaplar jeroni- ceburgensium, Viena 1871. M. STENZEL, Das Zwolfprophetenbuch
im Würzburger Palimpsestcodex ... und seine Textgestalt, en Váter-
miana del libro de Job sobrevive gracias a la obra de zitaten, en SaE, 7 (1955), págs. 5-34. e G. HOBERG, Die dlteste
C. P. Caspari-v, lat. Übersetzung des Buches Baruch, Friburgo 1902. L. MATTEI-
El Salterio se ha conservado bajo formas múltiples. CERASOLI, Liber Barucñ secando i/ testo del Cod. Bíblico Cavense,
Cava 1935.
Por lo que respecta a los orígenes es importante la obra
de P. Capelle P, Una idea de conjunto de los textos 7. NUEVO TESTAMENTO. Evangelios. Las antiguas
manuscritos aparece en la obra de R. Weber v. La re- citas, con vocabulario, han sido compiladas por H. von
censión hexaplar de Jerónimo, es decir, el llamado Soden-v. Existen numerosos manuscritos, todos ellos
Psalterium Gallicanum, ocupa un lugar en la Vulgata>. estudiados y editados separadamente. Hay asimismo
T. Ayuso Marezuela es autor de la edición del Psalte- una reciente edición de los evangelios, debida a A. Jü-
rium uisigothico-mozarabicum (Biblia Polyglotta Matri- licher y W. Matzkow P que resume todos los estudios
tensia, VII, 21, Madrid 1957), obra que ha reeditado sobre este tema. Por lo que respecta a los otros libros,
junto con otros textos P. Entre la gran cantidad de las antiguas variantes han sido coleccionadas en el
trabajos, merecen la pena destacarse las obras de A. aparato crítico de la edición de la Vulgata debida a
Vaccari F, de E. Dekkers y J. Fraipont, autores de la edi- J. Wordsworth y H. J. Whitec.
ción con las variantes del Salterio del Sinaív. Las litur- Existen buenas descripciones de los manuscritos, que
gias antiguas añadían al Salterio unos cantares sacados han sido recogidos en la obra de P. McGurkD. El
de distintos libros bíblicos=. Por lo que respecta a los estudio más reciente y detallado del texto lo debemos a
libros sapienciales, J. Schildenberger ha publicado Die H. J. Vogels P.
altlateinischen Texte des Proverbien-Buches (en Texte Veamos a continuación la lista de los principales tes-
und Arbeiten, 32-33, Beuron 1941), con vocabulario, timonios: k, escrito en África en el siglo rv-v, con un
obra que en realidad es un extracto de una disertación texto muy arcaico; e, del norte de Italia, del siglo rv,
más completa (Die altlateinischen Proverbien, Roma con un texto todavía muy africano. Viene a continuación
1934). A. Wilmart y D. de Bruyne han agrupado los un importante grupo procedente de Italia; a, siglo 1v
restos de L'ancienne version latine du Cantique, en (el texto de Juan se asemeja a las citas de Novaciano y
RBén, 28 (1911), págs. 17-36; 38 (1926), págs. 97-115. Lucifer de Cagliari); b (aquí es Lucas el que se asemeja
Y por último, A. Vaccari ha identificado y publicado a Lucifer); //2 (relacionado con e); n (muy próxi-
la versión hexaplar de Jerónimo, fragmentaria en lo mo al a, excepto en lo que se refiere a Juan); i (relacio-
que se refiere a los Proverbios y al Eclesiastés, pero nado con el anterior, especialmente en Lucas) y s.
completa en lo referente al Cantar1. Todos ellos son del siglo v. Existe un manuscrito ilirio
En lo concerniente a Sabiduría y Eclesiástico, de- (q), que conserva, al parecer, una versión usada por los
bemos decir que la Vulgata es una versión algo adulte- godos arrianos. También tenemos un manuscrito irlandés
rada del texto africano, ya que san Jerónimo negaba la (r1), que ofrece el texto comentado en gaélico por san
1181 1182
VETUS LATINA

Hilario, y por último, un manuscrito más reciente (e), de con la cruz, hacia el Calvario, al otro extremo de
de los siglos XII o xm, que conserva un texto muy ar- Jerusalén, como medio km en línea recta de distancia,
caico. pero con subidas y bajadas penosísimas, incluso fuera de
A H. VON SODEN, Das Iat . N.T. in Afrika, en TU, 33 (1909). las circunstancias de extrema debilidad en que iba
BA. JÜLICHER -W. MATZKOW, Ita/a, Berlín 1938-1963. CJ. WORDS- Jesús. Nótese de paso, contra el escepticismo de algunos
WORTH • H. J. WHITE, Novum Test amentum ... latine, Oxford 1889- y el literalismo arqueológico de otros, que las prisas
1954. ºP. McGURK, Latin Gospe/ Books ... , Bruselas 1961. EH. J.
de aquella ejecución imponían el camino más corto, y
VOGELS, Evangelium Colbertinum, 2 vols., Bonn 1953.
además la excepcional ejemplaridad pretendida forzaría
8. EPÍSTOLAS. La Vetus Latina de Beuron ha publi- a eludir ciertas particularidades que consignan los autores
cado ya la carta a los Efesios, gran parte de las epístolas latinos como usadas sobre todo en Roma, vgr., des-
Católicas y está preparando el Apocalipsis. Los estudios nudez a través de las calles, modo de llevar sólo parte
que se han realizado sobre esta base no han hecho de la cruz, etc. Lo mismo habría que observar respecto
más que renovar los problemas (cf. especialmente W. al modo de crucifixión, sedile, corona, etc., que debe
Thiele, Wortschatzuntersuchungen zu den lateinischen Tex- razonarse sin la rigidez arqueologista de algo inmutable,
ten der Johannes-Briefe, Friburgo 1958; íd., Die lat. Texte cuando constan ciertamente excepciones.
des 1 Petrusbriefes, Friburgo 1965. Véase también la obra El «Vía Crucis» actual es una de las prácticas más
de H. J. Frede, Pelagius der irische Paulustext, Sedulius arraigadas en la piedad popular, expresión de la devo-
Scottus, Friburgo 1962; íd., Altlateinischen Paulushand- ción a la pasión del Señor, enriquecida por la Iglesia
schriften, Friburgo 1964). con extraordinarias indulgencias.
J. GRIB0M0NT Su origen y evolución histórica, hasta la forma· actual,
pueden verse en diversos estudios. Aquí sólo indicare-
VÍA CRUCIS. Se designa también con los nombres mos sus fundamentos evangélicos1.
de «Vía Dolorosa» y «Calle de la Amargura»: trayecto De las catorce estaciones (o paradas durante el reco-
final de la pasión de Jesús, desde el pretorio al Sepulcro. rrido), constan explícitamente en los evangelios, ocho:
Aunque no faltan todavía autores de nota que nie- la l.ª, 2.ª, 5.ª, 8.ª, 1 l.ª y 13.ª, y la 14.ª (la 10,ª queda
guen o discutan la localización del pretorio en la fortale- indicada al hablar del reparto de las vestiduras de Jesús).
za Antonia, parece muy probable, al menos en aquellas No hay mención ninguna de las caídas (cuyo número
circunstancias. De aquí habría partido Jesús, carga- y localización no se fijó hasta muy tarde), ni del encuen-

Itinerarios de Semana Santa seguidos por Jesús. El último trazo, del Litóstrotos al Calvario, representa, en
línea recta, el «Vía Crucis»

ItIN.E.R
' ARIOS nr L-4 S.FMAM4. SAN..tA

1183 1184
VÍCTIMA

tro con la mujer que le enjugó el rostro en un lienzo, unirse allí a las vías comerciales de Tiro y Sidón pro-
donde quedó impreso (imagen sagrada o Verónica), siguiendo hasta Damasco. Este segundo itinerario sería
pero hay vestigios de tradición desde el siglo 1v. Del el que los occidentales llamaban via maris a partir del
encuentro con la Virgen camino del Calvario, basta siglo xv. Desde el lago Hüleh existía una desviación que
recordar el texto de san Juan, a cuyo lado aparece conducía a Damasco pasando por Na-árán, el-Quneitrah
junto a la cruz, para poder deducir como verosímil y Sa-sa-, En estas localidades se han encontrado cara-
una de las escenas más sentidas por la piedad 2• Y lo vaneras fortificadas. En tiempo de Débora se dieron
mismo digamos de la 13.ª estación (el abrazo de su Ma- allí muchas batallas contra los cananeos para apoderar-
dre al cuerpo depuesto de la cruz), perfectamente lógica, se de estas importantes vías comerciales".
aunque no se mencione expresamente. 2 Re 15,29.
-1 'Jue 4,1 y sigs.
Sin pretender precisar más en la materia (la sobriedad BibJ.: R. SHOEWEL, Die Verkehrswege und Ansiedlungen Ga/i-
de la Iglesia en sus normas canónicas sobre el «Vía Cru- liias, en ZDPV (1904), pág. 66 y sigs. A. LEGENDRE, Routes, en
cis» es admirable), podemos fomentar nuestra devoción a DB, V-1, col. 1232. E. VON HARTMANN, Zur Geschicht e der Via
Maris, en ZDPV (1918), pág. 53 y sigs, M. NOTH, Die Wege der
la pasión del Señor por medio de esta práctica tan bien Pharaonenheere im Pa/iistina und Syrien, en ZDP V (1937), pág. 183
fundamentada, y cumplir así en nuestra vida la lección y sigs. ABEL, II, págs. 103, 219.
más inculcada por Jesús a los suyos: «Si alguno quiere O. GARCÍA DE LA FUENTE
ser discípulo mío, que tome su cruz cada día _y que me
siga»3 • VICIO. En sentido amplio incluye toda clase de
Podríamos llamar con razón el «Vía Crucis», a la defectos, de orden físico y moral. En este último aspecto
luz del evangelio y de san Pablo4, un cursillo compen- es significativa la insistencia con que los profetas seña-
diado de espiritualidad cristiana y, por más de un lan en la idolatría la causa y origen de los vicios", El
motivo, genuinamente católica. alejamiento de Dios y el culto a los dioses determinan
1Mt 27,27-60; Me 15,16-46; Le 23,26-55; Jn 19,13-42. 'Jn 19, una progresión ascendente de hábitos pecaminosos
25-27, 3Le 9,23. • 1 Cor 2,2; Gál 2,19-20. contra los preceptos de Dios y sus beneficios".
Bibl.: P. THURSTON, Étude historique sur le Chemin de la Croi x, Los libros sapienciales, Proverbios y Eclesiástico en
París 1907 (tra. fr.). P. HOkNAERT, El Vía-Crucis, Santander 1944 especial, enumeran al detalle la serie de vicios que sus
(trad. cast,) P. A. DE ZEDELGEM, Historia del Vía-Crucis, Bilbao contemporáneos arrastraban como consecuencia de sus
1958 (trad. cast,).
J. CABALLERO
defecciones e ingratitudes3• Y al fondo de esa perspec-
tiva destaca con fuerza la idolatría que induce al pecado
VIA MAR.IS (heb. dérek ha-yám; 17 naparda; Vg. via y lleva al pecado, en cuanto que gran número de ellos
maris). En Is 8,23 (Vg. 9,1) se habla de la opresión de están ocasionados por la idolatría. El mismo san Pablo
las tribus septentrionales de Palestina y de su glorifica- relata, con independencia, la serie de vicios y los consi-
ción y liberación futura. En forma antitética se mencio- dera como obra de la carne. En la carta dirigida a los
nan aquí dos períodos históricos: «En el tiempo primi- Gálatas enumera quince. De ellos, cinco son pecados
tivo (Yahweh) causó la ignominia del país de Zabulón de intemperancia: fornicación, impureza, lascivia, or-
y del país de Neftalí; mas en el último honrará la ruta gías y bacanales; dos van directamente contra Dios: ido-
del mar (via maris), la Transjordania y el distrito de latría y magia; y ocho contra el prójimo: enemistades,
los gentiles (gelil ha-goyinúv., El primer período se riña, celo, rencillas, ambiciones, discordias, disensiones y
identifica comúnmente con la invasión de Tiglatpileser envidias 4. Los paganos despreocupados de cuanto podía
111 en el 733-7321• Como efecto de esta campaña se llevarlos a un conocimiento más profundo de Dios
constituyó la provincia asiria de du'ru, que comprendía cayeron, dejados a sí mismos, en la más lamentable
via maris de que habla lsaías y limitaba al norte con el de las situaciones, que produjo en la sociedad el desplie-
reino de los sicionios, teniendo por frontera meridional gue y señorío de todos los vicios 5•
11s 1,21-23; 3,16-23; 56,9; 57,5; 58,3-14; Jer 5,1-13; 23,10-15.
la ciudad de 'Akko, y al sur se extendía hasta Nahr
'Os 4,1 y sigs. 'Sab 14,12-27. 'Gál 5,19-21; 1 Cor 5,11; 2Cor
el-'Auga. Según san Jerónimo, la via maris comprendía la
12,20. 'Rom 1,29-31.
región alrededor del lago Tiberíades. Los exegetas
Bibl.: M. J. LAGRANGE, Le catalogue des vices dans 'l'Építre aux
modernos identifican este lugar con la clásica via maris Romains, en RB (1911), págs. 534-549. K. FRANCKE, Das Woher
de los cruzados, que unía a Damasco con el mar Me- der neutestament/ichen Lastertafeln, Leipzig 1930. J. ALONSO, El
diterráneo, terminando en el puerto de 'Akkó, que es estado de tibieza espiritual en relación con el mensaje del Señor a
Laodicea ( Ap 3,14 sigs.), en MCom, 23 (1955), págs. 263-326. S.
la Ptolemaida del período griego y la San Juan de Acre WIBBING, Die Tugend und Lasterkataloge im N.T. und ihre Tradi-
de los cruzados. tionsgeschichte unter besonderer Berücksiclüigung der Qumran-Texte,
Los antiguos documentos egipcios nos describen el Berlín 1959.
itinerario de esta vía de comunicación. Desde Megiddo S. FOLGADO
a Damasco existían dos itinerarios: uno, más corto, que
pasaba por el corredor de Beisán, atravesaba el río Jor- VÍCTIMA PROPICIATORIA. El AT describe una
dán, subía el altozano de Fíq, continuaba por el Gólán serie de sacrificios y ritos ordenados a quitar los peca-
y el norte de la Batanea, y llegaba a Damasco atrave- dos y restablecer la unión con Dios. El verbo kipper
sando por Hisfin, Seil;¡. Sa'ád, Nawá, Gasim y el- (cquitar los pecados»; no deriva del ár. «tapar», sino
Kisweh. El otro, más largo, iba de Megiddo a la falda del acadio «borrar, tachar»)", significa, fuera del Có-
del Tabor, bajaba a la llanura de Genesaret, pasaba por digo Sacerdotal, «expiar mediante una víctima sustitutiva
el-'Oreimah, se dirigía después a la orilla inferior del humana 2 o animal»3, y en ocasiones «apartar un mal
lago el-Hüleh, continuaba por las fuentes del Jordán para que amenazan", en que Dios como sujeto otorga el

1185 1186
VÍCTIMA

perdón. En el Código Sacerdotal, el sacerdote es el sujeto podían ya utilizarse22• Con el sacrificio de primogénitos
que ofrenda una acción expiatoria por alguien o a alguien. y primicias se reintegraba a Dios lo que éste había
La idea de la expiación mediante sacrificios es an- dado al hombre 23, y con esta acción de gracias aseguraba
tigua 5; la legislación sacerdotal conoce sobre todo el su existencia (- Sacrificio).
f:¡affa't (sacrificio pro peccato) y el 'astim (sacrificio pro 'Nm 7,19-20.25-26.31-32, etc. '2Re 3,27. 'Miq 6,6-7; Jue 11,
delicto), los cuales están estrechamente emparentados 29-39; 1 Re 16,34; 2Re 16,3; 17,17; 21,6. 'Gn 22,1-14. 'Lv
como sacrificios expiatorios. El 'Ástim reclamaba indem- 18,21; 20,5; Dt 12,31; 18,10. 'Jer 7,31; 19,5; 32,35; Ez 16,20.
nización del daño", pero seguía siendo un sacrificio priva- 'Lv 3,3.9.14. 'Lv 14,14; Dt 12,23; en la sangre está la vida, Lv
17,10-11. 'Gn 9,4. 10Lv 3,2.8, etc. 11Dt 12 16.23-25; 15,23,; Lv
do mientras que el f:¡af!a't tenía un carácter público y se 17,13. »cr. 1 Sm 14,31-35. "Lv 2,13; cf. Nm 18,19. "Lv 2,11.
ofrecía por todo el pueblo'. La sangre de la víctima "Miq 6,7; Ez 45,14. "Os 9,4; 1 Sm 1,24. "Éx 29,40-41; Lv 23,
desempeñaba en el rito un importante papel', pero la 13; Nm 6,15. "l Sm 7,6. »cr, Gn 49,3; Dt 21,17; Sal 78,51.
"Cf. Lv 19,23. 21Éx 13,13; 34,20. 22 Lv 19,23-24. "Os 2,10.
virtud de borrar los pecados no se debía a magia, sino
a disposición divina; en la sangre está la vida que Bibl.: A. Lons, Israelítísche Opfervorstellungen und brduche, en
ThR, 3 (1931), pág. 347 y sigs, F. BL0ME, Die Opfermaterie in
acepta Yahweh y perdona la pena que amenaza a la Babylonien und Israel, Roma 1934. F. D. KIDNER, Sacrifice in the
vida del culpable.". Una víctima expiatoria especial era OT, Londres 1952. P. VAN IMSCH00T, Théologie de /'AT, Tournai
el - cordero pascuaPO, cuya sangre produce «indulgen- 1956, págs. 130-157.
cia transitoria» y que san Pablo en 1 Cor 5,7 relaciona W. KORNFELD
claramente con Cristo (- Sacrificio).
VID. - Viña-Vid.
-cr, Is 6,7; 27,9; Jer 18,23. 'Éx 32,30; Dt 32,43. 'Dt 21,1
y sigs. 'Is 47,11. 'lSm 3,14; Os 4,8; 2Re 12,17. 'Lv 5,14-26
'Nm 15,22-29. 'Cf. Lv 4,5 y sigs. 'Lv 17,11. "Éx 12,1 y sigs VIDA. l. ANTIGUO TESTAMENTO. El término caste-
llano «vida» traduce corrientemente el hebreo hayyim
Bibl.: A. MÉDEBIELLE, Expiat ion, en DBS, III, cols. 1-262. L.
MORALDI, Espiazione sacrifica/e e riti espiatori, Roma 1956. («vivir», f:¡ayah), que aparece unas 150 veces en el
AT, siendo traducido en la versión de los LXX por l;wi¡
W. KORNFELD
(l;áw), una sola vez por ~íos. Por lo demás, en la versión
griega se ha respetado la distinción que hay entre l;wi¡
VÍCTIMA SACRIFICIAL. En ocasiones se ofren-
y ~íos, como vida en sentido biológico y vida en sentido
daba oro y plata 1, alguna vez también, y a consecuencia moral o ético, género de vida, respectivamente.
del influjo del culto pagano de los pueblos vecinos a
El verbo «vivir» en el AT no se emplea para expresar
Israel2 , se inmolaba a los propios hijos", aunque Yah-
la vida en abstracto, sino que tiene referencias concretas,
weh abominaba los sacrificios humanos", y la Ley " con las que cubre una serie de niveles expresados en
y los profetas" los combatían. A Yahweh mismo se castellano por otros verbos, como son «sanar»1, «libe-
inmolaba corrientemente todo lo necesario para la vida rar de una desgracia o infortunio»', «resucitar»>, etc.
del hombre, sobre todo alimentos, salvo las bestias sal- Algo parecido se puede decir del sustantivo «vida». Ello
vajes. No se permitían más que animales puros, sin
no significa que se trate de términos indefinidos, sino
mancha, machos (las hembras sólo en casos aislados) que el concepto semítico de vida difiere del nuestro
de cierta edad: bueyes, corderos, machos cabríos, pa- occidental, y no está delimitado por las fronteras con-
lomas y pájaros pequeños (gorriones). Se quemaban ceptuales con las que el pensamiento moderno define
por entero en los holocaustos o parcialmente en los se/a-
el mundo de la muerte y de la vida. En general, para el
mim y zébáhim, principalmente las partes más vitales',
mundo semita y bíblico, el «vivir» propiamente tal se
sobre todo la sangre (sangre = vida) 8• Por eso estaba supone pleno, sin la limitación de la enfermedad, de
prohibido comer la carne con la sangre 9; la sangre
la desgracia o de la muerte amenazante, en cuyo caso
tenía que ser derramada alrededor del altar o al pie más bien es muerte que vida.
de éste-"; incluso en las matanzas particulares había de
El fenómeno de la vida, en el mundo bíblico, se pre-
derramarse en tierra y cubrirla con ésta!', de tal modo senta como un todo unitario, sin que haya distinción
que toda matanza tenía un cierto aspecto de sacrificio 12. entre la vida física, intelectual o espiritual. En el hombre
Servían además como material victima! la harina, el se da como un todo. La vida aparece más bien descrita
pan (especialmente el ácimo), el trigo, el incienso, gráficamente, que conceptualizada con rigor teórico.
la sai'3, pero no la miel>. Se utilizaban las libaciones de
Así se habla del aliento y de la sangre como manifesta-
aceite-! y de vino16, pero la Ley prescribía sólo las liba-
ciones de la vida 4; la vida se concreta con las imágenes
ciones de vino con víctimas cruentas e incruentas". del agua 5 y de la luz". Una serie de símbolos, como el
Las libaciones con agua eran evidentemente parte de árbol, la fuente, el camino, etc., sirven de soporte a la
una ceremonia de expiación18. Los primogénitos de los idea de la vida. Común a todos ellos es en forma dife-
hombres y del ganado y las primicias de las cosechas rente el concepto del movimiento; todo cuanto se mueve
se consideraban como lo mejor!"; pertenecían a Yah- manifiesta la vida de alguna manera; de esta suerte,
weh y quedaba prohibida su utilización por los hom- la vida, lejos de todo sentido estático, es una fuerza
bres 20• Los primogénitos debían sacrificarse si se trataba activa que impulsa al hombre y lo hace moverse. La
de animales puros, y en caso de ser impuros tenían que vida se expresa en una movilidad vigorosa 7, mientras
ser redimidos, y lo mismo ocurría con los primogénitos que la muerte se concibe a modo de una situación
de los hombres que asimismo debían ser rescatados.". depotenciada y lánguida 8•
Los frutos de los árboles se consideraban como impuros
'Jos 5,8; 1 Re 1,2. 'Job 33,18.22.30. 'Os 6,1 y sigs.; Ez 37,3
durante los tres primeros años, en el cuarto año habían y sigs, 'Gn 2,7; Lv 17,11; Dt 12,23 .. 'Gn 2,5. 'Is 58,8, 'Gn
de ser ofrecidos en sacrificio y, a partir del quinto, 26,19; Lv 14,5; Sal 58,10. 'Is 14,9-10.

1187 1188
VIDA

Dios es el Viviente por excelencia, la fuente de la inversa hay grados de muerte diferentes; la desgracia,
vida1• La distancia que existe entre Él y la vida creada el infortunio, la enfermedad, más que géneros de vida
la cubre el Espíritu (rüal:i), con su dimensión cósmica diversos, indican estados de muerte. Se comprende,
y antropológica. El rúan significa soplo, viento, espíritu, según esto, que la vivificación a partir de una de estas
reteniendo de esa forma la idea de movimiento. Todo situaciones equivalga a una nueva adquisición de fuer-
cuanto lleva vida en el cosmos la tiene en virtud de este zas '.
rúañ de Dios". Su presencia es fuente de vida y su 'Gn 2,7. 'Sal 143,3; Job 33,20.22; 36,14, etc. 'Jue 15,19;
ausencia ocasiona la sumersión de todo en la muerte3 • Prov 27,27. "Nrn 21,8 y sigs.; 2 Re 1,2; 8,9; Is 38,9.
EÍ ruan se puede definir como una potencia de vida, Desde un punto de vista axiológico, la vida aparece
cuyo señor y dador es Dios solamente ', Lo mismo la en la Biblia como el don supremo y, por tanto, como
vida del mundo animal 5 que la vida del hombre 6 de- la felicidad del hombre. No se trata de buscar éste o el
penden del Espíritu de Dios. Cuando la vida ha desapa- otro tipo de felicidad para sentirse dichoso, sino de
recido del hombre, basta que vuelva a alentar el rüali
tener la realidad de vivir1• De ahí que se desee al rey
para que de nuevo aparezca en él'. De esta suerte, el una vida larga 2, el justo pide una larga vida 3 y la eli-
misterio de la vida se resuelve en Israel en el concepto minación de la existencia en plena juventud se considera
del rúan de Dios. Este hálito vital tiene un aspecto una desgracia", La promesa de la vida entra en el men-
unitario en su origen y en su despliegue; por ello supera saje profético relacionada con la actitud religiosa del
toda representación de múltiples fuerzas de vida dis- pueblo, según la invitación divina: «Buscadme y vivi-
persas, que puedan favorecer una concepción politeísta. réis» 5; esta búsqueda es la condición para sobrevivir
Por otra parte, al salvar por medio de él la distancia al ataque de los enemigos. El Deuteronomio, con in-
que hay entre Dios y la vida del cosmos, se evita una fluencia de los profetas, repite el mismo mensaje. La
representación panteísta, mítica, del mundo, objeto de vida es el premio de la práctica de la justicia 6 • Vivir,
la creación de Dios y perfectamente diferenciado de Él. tener larga vida, se relaciona con la promesa de la
En el paganismo se designa a la divinidad como aliento, felicidad, concretada en la posesión de la Tierra Prome-
espíritu de vida; su diferencia del rúali bíblico radica tida, idea de felicidad y salvación para Israel. Siguien-
en que éste no es pura fuerza natural, sino expresión do a Amós, la vida se conecta con la obediencia'. Los
de la voluntad personal de Dios, que por medio de él conceptos de bien y mal son epexegéticos de los de vida
actúa en la naturaleza y en la historia 8• y muerte. Vivir marca el programa de la felicidad en
'Ez 17,19; 33,11; 1 Re 17,1; Dt 33,15 y sigs. 'Sal 104,30. 'Job la concepción bíblica, bien se trate de todo el pueblo,
34,14-15; cf. Sal 104,30. 'Job 12,10; 27,3; Is 42,5; Zac 12,1. 'Gn
6,17; 7,15.22. 0Gn 2,7; Job 33,4. 'Gn 45,27; Jue 15,19. 'Sal 33,6.
solamente del resto', o en un sentido individual como
en Ezequiel 9•
La palabra más corrientemente empleada para hablar La vida, vista así, se compara con la luz, que es señal
de la vida en su forma concreta es néfes (calma»), que ori- de felicidad, y la muerte con las tinieblas. De esta suerte,
ginalmente indica soplo o aliento. La acción vivifica- se habla de la luz de los vivientes>. lsaías expone este
dora del ruan se concreta como néfes-, «Vida» y «alma» ideal de vida con la imagen de la comida de manjares
son denominaciones de múltiples formas de existencia suculentos y exquisitos-'. Esta saturación expresa la dicha
que pueblan el cosmos, no siendo raro que ambos tér- interior del hombre, su bienestar total; es abundancia
minos se empleen juntos. Ello no significa que el con- de vida. Todo ello se indica con la frase «vuestro cora-
tenido de ambos sea precisamente idéntico, aunque la di- zón vive para siempre» o simplemente «vivev=: es la
ferencia sea de un matiz más fino: néfes es la forma vida que se opera en el corazón, que en el lenguaje
concreta con que se manifiesta la vida y hayyim es la bíblico constituye el centro de la actividad interior del
fuerza que caracteriza la vida estructurada de ésta o de hombre.
la otra manera peculiar. Por lo demás, entre los dos 1
Eclo 9,5. '1 Re 1,31; Sal 21,5; 61,7-8. 'Sal 34,13; 91,16;
conceptos hay una indisoluble unidad de referencia, Prov 4,10, etc. 'Sal 55,24; 89,46; Prov 10,27. 'Am 5,4.6.14.
que permite su intercambio en no pocos textos, como 'Dt 4,1; 5,33; 6,24; 16,20. 'Dt 30,15; 32,47. 'Is 7,3; 10,22; Hab
cuando se habla de persecución del alma o de la vida 2• 2,4. 'Ez cap. 37. 10Sal 56,4; Job 3,20; 33,30. "Is 55,2. "Sal
Ni néfes ni hayyim indican algo abstracto, una especie 22,27; 69.33.
de soporte de ciertos estados de ánimo, sino una sus- El paso de «vida» a indicar existencia feliz se com-
tancia, organismo o fuerza, con cualidades y poderes prende teniendo en cuenta que el término «vida» se
especiales. La vida es un organismo de valores, en su emplea en la Biblia siempre en sentido absoluto. Nunca
dinámica realidad. No es algo puramente físico, sino se dice que la vida es feliz, ya que esto va implicado en
toda la realidad de las funciones y valores que puede el mismo concepto de vida, que como tal es felicidad
tener un ser viviente. La eliminación o atenuación para el hombre. Los años se califican como cortos o
de éstos tiene el carácter de exterminio de la vida. largos, penosos o felices; no así la vida, que siempre
A partir de este concepto dinámico de vida y de alma es buena y dichosa. El «vivir», según la Biblia, no es so-
se comprende la distinción que se hace de diferentes lamente existir, sino tener una plenitud de existencia;
grados de vida, como los hay de almas. Hay un alma solamente una vida colmada merece, según el lenguaje
en plenitud de vida y poderosa, es un alma grande; en bíblico, el nombre de vida. Según esto, el grito de saludo
contraposición se da un alma débil y pequeña. La «viva el rey» lleva consigo la invocación de felicidad
fuerza física no es todo en .esta concepción, pero tie- para el soberano1. La vida equivale a «bendición»
ne un papel muy importante: el fortalecimiento físico es (beréikéih) y «paz» (séil6m) en sentido bíblico; siendo
un aumento de vida 3• Como hay grados de vida, a la la «bendición» la presencia de toda clase de prosperi-

1189 1190
VIDA

dad 2 y la «paz» el bien supremo que implica todos consigo; así se habla de «vivir según carne» 1 o «vivir
los demás bienes3• Paz, bendición y vida, son práctica- en el pecado>", etc.
.mente la misma cosa 4• El concepto de vida no se formula científicamente en
el NT, sino que se describe gráficamente según ciertos
'I Sm 10,24; 2Sm 16,16. 'Gn 1,28; 9,1; 12,1; 2Sm 7,29; Dt
28,1 y sigs.; Gn 27,29; 49,8-12, etc. 'Sal 21,5; Is 65,20-21; Zac datos que constituyen la experiencia más inmediata de
8,4; Job 42,16. 'Sal 21,5-6. la misma. Se habla de la vida en su aspecto fenoménico.
En este sentido se atiende a la fuerza y eficacia que el
El sentido escatológico de la vida aparece desde el
hecho de vivir supone"; se presenta como rnovimiento ";
momento que en la visión profética surge el mensaje
es algo pasajero>. La actividad es lo que le da su ca-
del vencimiento de la muerte", es decir, la afirmación
carácter existencial; lo que carece de ella se considera
de la vida por encima de lo que parece su frontera
como muerto. El pecado se considera como un estado
infranqueable. Esto se afirma de múltiples mane- de muerte, ya que es un vivir sin impulso para obrar";
ras: cuando se habla de la revivificación de los muertos"; la fe que no es activa, no produce obras y también se
cuando se presenta un ideal de vida en abierta longe-
considera como muerta'; de la misma manera son muer-
vidad y colmada de toda clase de prosperidad 3• En el
banquete escatológico de Isaías se afirma el venci-
tas las obras que no logran su fu•.
En contraposición
a esto, se habla de palabra viva 9, de la esperanza vi-
miento de la muerte como señal de felicidad completa".
víente!", etc.
En esta línea se robustece la fe de Israel en el poder de
1 Rom 8,12-13. 'Rom 6,2. 'Rom· 12,1; 1 Pe 1,3; Heb 4,12.
Dios más allá de la aniquilación de la muerte, conden-
'Act 17,28. 'Sant 4,14. 'Rom 7,8. "Sant 2,17.20. 'Heb 9,14.
sado en las siguientes palabras programáticas: «Tus 'Act 7,38; Heb 4,12; Jn 6,63.68. 101Pe 1,3.
muertos revivirán»". Daniel formula claramente el con-
tenido de esta afirmación como tesis de resurrección", Vida-muerte se contraponen en el NT, no según cier-
La resurrección nace así de la idea de una reiteración tas categorías físicas o metafísicas teóricamente defi-
de la vida, que se describe como «revivificación de la nidas, sino según la apreciación existencial que se ha
vida»'. Originalmente, la revivificación de los muertos visto en el AT. En este sentido, solamente el vivir en
es el mundo futuro, cuyo contenido más rico es esta plenitud es propiamente vida: sacar a uno de la enfer-
misma reiteración de la vida. En una evolución dialéc- medad es lo mismo que vivificarlo", ya que en el tras-
tica posterior se habla de resurrección para la vida, in- fondo semita se trata de un estado de muerte. Las na-
troduciendo de esta manera una fisura entre el con- rraciones de curaciones en los evangelios no tienen un
tenido de la vida presente y el de la vida futura, que carácter meramente episódico, como pueden ser las que
acabará concibiéndose en el judaísmo rabínico colmada se daban en Epidauro (cuyo templo de Esculapio
de bienes múltiples y con grados diversos de felicidad", atraía a todos los enfermos), sino que tienen una refe-
La vida escatológica es la vida «eterna», no por razón rencia central, que pertenece al núcleo primitivo del
de su duración, sino de su plenitud, que es a la que NT: anuncian que ha aparecido la potencia de la vida,
atiende fundamentalmente la menfalidad bíblica. liberando de todo lo que es una reducción de la misma
Vida es lo mismo que salvación, adecuándose perfec- (dolencia física o moral, muerte), sobre el mensaje
tamente ambos términos en el lenguaje bíblico. El Dios profético de Isaías 2• La vida representa el bien supremo 3,
de la salvación es lo mismo que el Dios de la vida ", siguiendo el ideal del AT, y define plenamente la misión
La salvación que se celebra o que se implora es la vida de Jesús en todo su alcance".
recuperada o deseada 10• La salvación que espera Israel Ahora bien, l;wi¡ y l;áw, aplicados al vivir natural,
es la vida del pueblo; al escatologizarse esta salvación, indican un período de existencia con un límite deter-
entrando en la perspectiva del futuro decisivo del pro- minado en el tiempo 5• En este sentido se contraponen
fetismo postexílico, se habla de que Israel será «salvado a la muerte natural, que es la frontera que limita el vivir".
con una salvación eterna»!'. Con ello se opera la con- 1Mc 5,23; Jn 4,50. 'Mt 8,14; Is 53,4. 'Me 10,17 y sigs. 'Jn
vergencia total de los conceptos bíblicos de salvación 10,10. 'Rom 7,1-2; 1 Cor 7,39; Heb 2,15. 'Flp 1,20; 1 Tim 1,10.
y de vida. Las ideas de vida y Espíritu se relacionan en el NT a
1 Os 13,14. 'Os 6,2-3; Ez cap. 37. 'Is 65,14; Zac 8,4 y sigs; partir de una concepción unitaria con que ambas apa-
'Is 25,6 y sigs. 'Is 26,19. 'Dan 12,2. 7 2 Mac 7,9. 'Dan 12,2.
recen sintetizadas en el AT. El rrvsüuo; crea la esfera de
'Sal 42,9.12. 10Sal 71,3.15.20. 111s 45,17.
la vida y por eso se le llama el Espíritu vivificador1•
II. NUEVO TESTAMENTO. En el NT hallamos los tér- Es el TTveüµa de Dios que salva la distancia que hay
minos l;wi¡, ~íos, y;vxi¡ para hablar de la «vida». Los entre la vida de Dios y todo otro género de vida que
dos primeros en el sentido propio de los LXX antes se da en la Creación. En último término es Dios mismo.
indicado; el tercero, traduciendo la palabra hebrea Ahora bien, solamente Dios, siguiendo los módulos
néfes, lo que hace que diste notablemente de la noción conceptuales del AT es el Viviente por excelencia 2• Él
dualística o tricotómica griega de YJVXTJ· Tanto el sustan- es el origen de la vida 3 ; vive eternamente "; solamente
tivo l;wi¡ como el verbo l;áw no se limitan a un concepto Él posee la inmortalidad, entendida ésta en sentido
formal del vivir biológico, bien sea en un plano natural bíblico y no en el sentido dualístico griego 5• Siguiendo
o sobrenatural, sino que más allá _de esto expresan el la idea del AT, se afirma que solamente Él puede hacer
vivir en una dirección, con una intencionalidad deter- revivir a los muertos".
minada, en virtud de la cual se despliega la riqueza de Desde un punto de vista antropológico, esta concep-
la vida creada por Dios. En este sentido es un vivir de- ción del TTveüµa es la que permite entender ciertas ex-
cidido ante varias posibilidades que el futuro lleva presiones en que se habla de la retirada del espíritu'

1192
1191
VIDA

significando con ello la muerte, o de su vuelta para 8, 1 2


Rom 14,7 y sigs.; 1 Pe 4,5. Rom 2,16; Heb 9,27. Mt 8,22;
3

indicar la reiteración del fenómeno de la vida. Más Le 15,24.32; Col 2,13; Ef 2,1.5. '1 Tim 4,8. 'Me 10,17; Rom
2,7; 5,21. 'Me 5,23; Rom 5,10. 'Ap 21,4 y sigs. 'Me 10,17;
que antropología griega aquí tenemos reflejos de la idea Mt 25,46; Rom 6,22 y sigs.; Gál 6,8, etc. 0 Ap 13,8; 17,8. 10Jn
bíblica de la presencia y retirada del espíritu, propia 5,29. 11Mt 7,13-14. 12Act 11,18. 13Me 10,7; Le 10,25. "Me
de la concepción general de la vida en el AT. 10,30. "Me 9,43 y sigs.; Mt 18,8 y sigs, 10Jn 7,37 y sigs.
Todas estas nociones sirven para expresar el fenó- El concepto cristiano de vida supone una cristologiza-
meno general de la vida, en su carácter neutro, y res- ción de la misma, en el sentido de que Cristo se consi-
ponden a ciertos cuadros mentales de una cultura, que dera el «prototipo» de la vida verdadera 1 y la fuente
sirve de cauce a la revelación. Como mensaje religioso, de la misma 2• En Cristo es donde se opera para la hu-
tanto el AT como el NT insisten en el aspecto religioso manidad el auténtico vivir ante Dios, la verdadera
de la vida; en éste todo se cifra en último término en dirección religiosa de la vida. Esta vida cristiana no
la diáfana y estricta iluminación del vivir en su dimen- supone un vivir metafísico, como profesa el gnosti-
sión cristiana, sobre el cual gravita todo el interés. cismo, o una vida del alma solamente. Es una penetra-
Si especulativamente se pueden distinguir el vivir na- ción de vida en todas las estructuras del ser humano;
tural, el religioso y el cristiano, sería improcedente una nueva creación que da impulso de nuevo a toda
establecer· diferencias teóricas rígidas que permitan cla- otra clase de 'vida. La resurrección de Jesucristo es el
sificar los textos del NT en las tres direcciones mencio- testimonio de esta vida; es un hecho histórico y esca-
nadas, con una diferenciación precisa. Hay una tenden- tológico a un tiempo e indica que la vida del mundo
cia más fuerte a la convergencia que a la distinción. futuro, la vida perenne, ha irrumpido en el mundo pre-
11 Cor 15,45; Jn 6,63. 'Mt 16,16; 26,63; Act 4,15; Rom 9,26. sente, en la persona de Cristo, que de esta suerte, ha
ªJn 5,21. 'Act 4,9 y sigs. •¡ Tim 6,16. 'Rom 4,17; 1 Tim 6,13. pasado a ser el «Espíritu vivificador»3•
'Le 23,46; Act 7,59. 'Le 8,55.
A partir de este hecho, los conceptos de vida y re-
El carácter religioso de la vida se destaca en la concep- surrección aparecen ligados y paralelos; en el NT no
ción teocéntrica de la misma. Si Dios solamente posee se habla de la vida del mundo futuro en Cristo. Así se
la vida, todo vivir lejos de Dios se considera como muer- dice que por ella ha hecho su aparición la vida inco-
te. De ahí la urgencia constante a vivir ante Dios1• rruptible 4, siendo este hecho el fundamento de la es-
Ahora bien, mientras en el AT se atiende principalmente peranza cristiana 5• La importancia dada a la predicación
a las consecuencias inmediatas que un vivir distante de de la resurrección de Jesús en el NT es prueba de que
Dios trae consigo, en el NT todo gravita sobre el el mensaje de la vida, la concepción de la misma se ha
kerygma del juicio final, que de esta manera da una de ver en esa dirección. Todo él gravita en la insistencia,
tensión escatológica a la vida terrestre>, que adquiere en la realidad de la misma. El anuncio de su resurrec-
de esta forma una nueva constante perspectiva. Ante el ción afirma que Él vive2; éste es el mensaje de Pascua.
vivir lejos de Dios no hay más panorama de futuro La resurrección de Cristo es él artículo fundamental
que la muerte, que será la sentencia del juicio; por de la predicación kerygmática" . Él está instalado en la
ello es un vivir que ya desde ahora se considera como vida y en la inmortalidad 8• Es el Príncipe de la vida';
liquidado negativamente", La verdadera vida es la que por su vida, que ha vencido a la muerte, seremos salvos,
Dios garantiza por el futuro, que será el Reino de Dios. es decir, vivificados'", Él ha quitado su poder a la
Ésta es la que puede llamarse vida sin más califícati- muerte!'. De aquí la insistencia en ligar el concepto
vos-, Es vida «eterna». en cuanto es una vida en ple- de vida con la persona de Cristo; la urgencia de la fe
nitud 5, y está enteramente libre de la preocupación del en Él para vivir>, ya que todo aquel que cree en Cristo
vivir presente ante el cual se abre constantemente la tiene la promesa de la vida 13• Por Él, todos serán vivi-
perspectiva de una terminación 6; es decir, es una ficados 14.
vida colmada, enteramente libre de la muerte'. Esta vida 11 Cor 15,23; 1 Tes 4,13 y sigs, 2
1 Cor 15,45. '1 Cor 15,45.
pertenece solamente a la soberanía de Dios, que es quien '2 Tim 1,10. • 1 Cor 15,19; Rom 8,24. 'Le 24,9; Aet 1,3. 'Rom
la da, determinando los que son dignos de la misma 8, 6,10; 14,9; 2 Cor 13,4; Aet 25,10. 8Heb 7,16. 'Act 3,15. 10Rom
y no obedece a una seguridad natural de inmortalidad, 5,10. u I Cor 15,55. 12Rom 1,17. 13Rom 6,8 y sigs.; 1 Tim 1,16;
Jn 3, 15 y sigs. "1 Cor 15,22-23.
como profesa la filosofía religiosa griega, a partir de
la estructura del alma y de su esquema dualístico an- Siguiendo el esquema temporal del judaísmo, que
tropológico. distingue el mundo presente y el mundo futuro, se
La soberanía de Dios sobre la vida pertenece a uno puede cuestionar en cuál de las dos vertientes se da el
de los puntos doctrinales más típicamente bíblicos y concepto señalado de vida. Se trata evidentemente
no es raro verla afirmada en el NT a partir de ciertos de una vida futura, escatológica, como escatológica es
textos característicos del AT 9• Lejos de todo ciego toda la concepción del NT, ya que es la vida de resu-
determinismo escatológico, el hombre se halla en la rrección que tendrá Jugar al final de los tiempos; así
posibilidad de hacerse digno de la vida 10, de ponerse se pone en futuro la donación de la vida por parte
en su camino!' y adoptar el cambio interior que supo- de Dios1 y el dominio en la vida por parte de los cris-
ne el ponerse de cara a la misma 12• En este sentido, se tianos 2. Sobre el futuro de la vida está gravitando la
habla de heredar la vida13, de recíbírla--, de entrar en esperanza cristiana 3; el presente solamente tiene las
ella>, latiendo en la doctrina parenética del NT sobre arras de la plenitud de vida que habrá de venir algún
la vida el mismo principio. que se pone en el AT: día 4• Las alusiones a las palabras de vida 5, la penitencia
«Buscadme y viviréis»16• Aquí es donde tiene pleno para la vida', la entrada en la vida o en el Reino de
significado la misión de Jesús. Dios' tienen esta referencia de futuro fundamental-

1193 1194
Vl _,in
VIDA

mente; solamente en el futuro se dará la vivificación plenamente radicalizadas en el presente"; en este sentido
de los cuerpos por medio del Espíritu 8• se puede decir que hemos pasado ya de la muerte a la
'Rom 2,7; Gál 6.8. 'Roro 6,17.21. 'Tit 1,2; 3,7. 'Ef 1,14; vida 3• Comparada esta interpretación con la paulina
2Cor 5,5. 'Act 5,20. 'Act 4,18. 'Act 14,22. 'Rom 8,11. se puede constatar que la diferencia que entre ambas
Todo esto no significa una contraposición del futuro reina es más bien de carácter psicológico que dogmá-
al presente, sino que el concepto de vida esencialmente tico: en ambos se hallan en formas diversas las mismas
futura cubre también la vertiente del presente. Es decir, perspectivas temporales de vida.
es al mismo tiempo futura y presente. Esta ambivalen- El sentido ético del vivir cristiano brota de la realidad
cia es lo que da a la concepción del NT su carácter descrita; el imperativo sigue al indicativo y no a la
paradójico y su riqueza de contenido frente a la concep- inversa, como se da en el judaísmo rabínico. En el NT
ción griega que supone fosilizados frente a frente tiempo no se insta a reposar sobre lo que se es, con peligro de
y eternidad, mundo de abajo y mundo divino de arriba. una glorificación antropocéntrica, sino a vivir conforme
Indicar en qué sentido el concepto cristiano de vida a lo que se es". El vivir ético sigue al vivir pneurnático ".
se aplica al presente es una labor delicada, que tiene La urgencia de una actitud ética siempre creciente sigue
el peligro de concebirla a modo de vida superior del a la certeza del progreso también creciente de la vida 6 •
alma, en un plano metafísico o místico, que atenúe Aquí radica la teología de las buenas obras7 y sobre
aspectos profundos, pero reales, de su realidad integral. todo del amor al prójimo, claro testimonio de la reali-
El sentido de presente aparece en todos aquellos textos dad de la vida 8•
en que se dice que la vida no ha sido dada ya 1, que 'Jn 6,54. 'Jn 4,14; 5,21.40; 10,10.28. '1 Jn 3,14. 'Ef 4,1;
Col 3,2.5-6; Gál 5,25. 'Gál 5,25. '2 Cor 4,10 y sigs.; 6,4 y sigs.
la promesa vale tanto para la vida presente como pa-
'Jn 5,29; Rom 2,7; 6,22-23. '1 Jn 3,14; 4,19 y sigs,
ra la futura 2•
Bibl.: R. KABISCH, Die Eschatologie des Paulus, Gotinga 1893.
De la misma manera que la Ley no podía vivificar, P. KLEINERT, Zur Idee des Lebens im A.T., en ThStK, 68 (1895),
sí lo puede Jesucristo 3. En Cristo viven los creyentes ya págs. 693-732. E. SCHRENK, Die joanneische · Anschaung vom
para Dios 4; ya han sido vivificados 5, viviendo de esta «Leben», Leipzig 1898. J. LINDBL0M, Das ewige Leben, Upsala
1914. W. BAUDISSIN, Alttestamentliches hajjim «Leben» in der Be-
suerte para el Señor". De esta suerte se puede hablar
deutung von «Glück», en Festschrift E. Sachau, Berlín 1915, pág. 143
de que Cristo vive en los creyentes7• Esta vida toma su y sigs, E. SELLIN, Die a/ttestamentliche Hoffnung auf Auferstehung
razón de ser a partir de la resurrección de Cristo, con und ewiges Leben, en NKZ, 30 (1919), págs. 232-289. A. SCHULZ,
la cual entra el cristiano en contacto al recibir el Bau- Der Sinn des Todes im A.T., Braunsberg 1919. J. B. FREY, Le con-
cept de «vie» dans I' Évangile de St. Jean, en Bibl, 1 (1920), págs.
tismo: en él se da, en forma profunda y misteriosa, un 37-58, 211-239. J. GONZIG, Das jüdische Schrifttum über den Wert
proceso de muerte y vida, que es lo que hace que el des Lebens, Hannover 1924. L. DüRR, Die Werttung des Lebens
hombre quede instalado en un vivir nuevo 8; no supone ím A.T. und in antiken Orient, Münster 1926. P. PROCKSCH, Der
esto que se opere la resurrección de una forma espi- Lebensgedanke írn A.T., en Christliche Wissenschaft, 4 (1928), págs.
145-158, 193-206. c. H. RATSCH0W, Werden und Wirken. Eine
ritual, sino que el creyente se pone de cara a la vida Untersuchung des Wortes hayan als Beilrag zur Wirklichlceitserfassung
misma que la participa en algún sentido, que es anticipo des A.T., en BZA W, 70 (1941). C. BARTH, Die Errettung vom Tode
de la plenitud de la vida eterna 9• Este hecho supone la in den individuellen K/age und Dankliedern des A.T., Zurich 1947.
R. BULTMANN, Záw, en Th w, II, págs. 850-853, 862-877; íd. Theo.
liberación del pecado, entendido en el NT, no como logie des Neuen Testaments, Tubinga 1948, pág. 341 y sigs, A. R.
una defección de tipo moral solamente, sino como una J0HNS0N, The Vitality of the Individual in the Thought of Ancient
decadencia existencial de todo el ser humano, que queda Israel, Carcliff 1949. A. SVERRE, Die Begriffe Licht und Finsternis
de alguna manera inmovilizado por él y en este sentido im A.T., im Spiit-Judentum und im Rabbinismus, Oslo 1951.
reducido a una condición de muerte>, La resurrección J. DÍAZ Y DÍAZ
escatológica aparece como un acto en sí con que culmina
la obra de Dios, pero no es algo completamente indepen- VIDA CONTEMPLATIVA. La personalidad de Mar-
diente del proceso de vida que actualmente se opera ta y María, las dos hermanas de Lázaro, es conocida
en el cristiano; es una réplica gloriosa de la resurrección en los evangelios. La identificación o distinción de
ya operada en Cristo+: al presente hay una presencia María de Betania con la pecadora pública de Le cap. 7
del Espíritu que tiene el carácter de arras respecto de y con María Magdalena, es cuestión diversamente resuel-
ella 12; de tal suerte que no falta más que todo lo que ta por los exegetas (-,. María Magdalena).
aún queda de mortal sea abarcado por la Vida13• En Aquí nos toca examinar únicamente el fundamento
cierto modo se puede hablar ya en presente de la resu- bíblico en que se ha apoyado la tipología que ha visto
rrección, como si se hubiese realizado14 y no esperase en estas dos hermanas de Lázaro los tipos de la vida
más que el momento de manifestarse al final de los activa y contemplativa en la Iglesia. El texto fundamen-
tiempos 15• tal es la perícope lucana1• Esta perícope, en que se nos
12 Tiro 1,1. 21 Tiro 4,8.
narra la visita de Jesús que reciben las dos hermanas y
'Gál 3,21. 'Rom 6,11. 'Rom 6,13.
'Roro 14,8. 'Gál 2,19. 'Roro 6,4 y sigs. 'Rom 6,23. 10Rom las palabras que Jesucristo pronuncia ante ellas, no
8,1 y sigs, 11 1 Cor 15,23. "2 Cor 5,5. 132 Cor 5,4. "Ef 2,5-6; han obtenido hasta ahora la debida atención de los
Col 2,12-13. "Col 3,3. exegetas, ni la explicación de muchos de ellos parece
Más que ningún otro escritor del NT, es san Juan satisfactoria. Incluso el haber dado a las palabras
el que insiste en el carácter de presente de la vida, sin de Cristo, que defiende «la mejor parte» de María de
que por ello pase del cuadro temporal judío a una me- Betania, un sentido de vida contemplativa en oposición
tafísica religiosa de sabor griego. Permanece ciertamente a la vida activa de María, ha tenido un efecto retro-
una perspectiva de futuro\ pero el hecho de la presencia activo sobre todos los elementos del pasaje evangélico,
de Cristo significa que la resurrección y la vida están que han quedado más oscurecidos que aclarados en su

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VIDA

sentido literal. Dice, p. ej., Knabenbauer: In iis (Marta el mandamiento del amor; y la de Evans que quiere
y María) adumbrari vitam activam et contemplativam ver en la parte central de Lucas una inspiración del
sententia est communissima («Es parecer muy común [en- Deuteronomio. Pero es mucho más natural admitir
tre los exegetas] que con ellas [Marta y María] se des- que la escena está aquí por motivo geográfico, ya que
cribe la vida activa y contemplativa»). En el mismo se trata del viaje entre Jericó y Jerusalén.
sentido habla Lagrange : «La realidad no impide el sim- El problema de crítica textual de los vers. 41-42 es
bolismo, y la Iglesia ha visto muy justamente en las muy complejo. Aparte de las dos lecciones del ver. 41
dos hermanas los tipos de la vida activa y contem- (véanse las ediciones críticas del NT, vgr., J. M. Bover
plativa», Pero la recta aplicación supone establecido o A. Merk), el ver. 42 da origen a tres lecciones distin-
el sentido literal. Más que de vida activa o contempla- tas, según se pongan necesarias «pocas cosas», «una
tiva, como hoy suelen entenderse estos conceptos, se sola» o bien se acepte la lección mixta: «pocas cosas
trata del hospedaje que recibe Cristo en casa de Marta, son necesarias o más bien una sola». Pero estas va-
que en éste y en los otr.os pasajes evangélicos 2 aparece riantes no afectan al problema exegético de que tra-
siempre como la responsable y dueña o administradora tamos.
de la casa. Su hermana (¿menor?) no le ayuda en los La exégesis del pasaje ha planteado toda una serie
quehaceres domésticos. Marta quiere servirse de la de interrogaciones: ¿hay un reproche de Cristo para
autoridad de Cristo para obtener la colaboración de Marta y aun un pecado o imperfección en la solicitud
su hermana. Pero Cristo no quiere en este caso inter- excesiva por las cosas terrenas?; ¿qué es en concreto la
venir con su autoridad, afirmando que la parte de aten- parte buena o mejor escogida por María? Supuesta
ciones debidas al huésped, que ha escogido María, no la solución a estas preguntas, cabe plantear el problema
se le quitará. de si el contexto da fundamento para una interpreta-
Sobre el contexto mediato en que Lucas ha puesto ción de la vida activa y contemplativa, según los actuales
esta perícope son sugestivas las hipótesis de Zerwick, conceptos de la teología espiritual. ¿Hay un sentido
que quiere relacionarla con la perícope 10,24-27 sobre superior, aparte del literal, que quiso Cristo insinuar

Betania. Iglesia de San Lázaro (izquierda), sobre el solar de la casa de Lázaro y de sus hermanas Marta y
María: ésta más inclinada a la vida contemplativa, aquélla a la activa. (Foto P. Termes)

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VIDA

(adumbrari, dice Knabenbauer) o un simbolismo? ¿Po- res del servioio» del Señor, «María, sentada a los pies
demos hablar de tradición exegética respecto de las del Señor, escuchaba sus palabras». Que esto sea lo
palabras pronunciadas por Jesús? mejor, no necesita prueba, ya que, aparte de lo dicho,
El reproche y reprensión de Cristo se ha encontrado es un tema insistente en toda la Biblia 6: el que oye
en la repetición del nombre (ver. 41, «Marta, Marta») la palabra del Señor es el que edifica sobre piedra 7.
y en los dos verbos que siguen: µEp1µv~s-.9opvj3ás-r;i- El texto en la tradición: A. D. Csanyi ha estudiado la
Pero, como nota Laland, la repetición, al igual que interpretación patrística del texto desde los orígenes
en otros casos semejantes", más que reproche indica en hasta san Agustín. En su trabajo aparecen claros los
los tres casos una cierta como preocupación del Señor inconvenientes de interpretar el texto lucano de la vida
por el bien del alma que se ve amenazada de un peligro; activa y contemplativa; interpretación por otra parte
más es amonestación que reproche. que, ni es común, ni la más antigua en la historia de
La raíz µEp1µváw-µép1µva la ha estudiado Bultmann. la exégesis. En los mismos autores que usaron termi-
Examinando el uso clásico y de los LXX, nos advierte nología parecida como .9Ewpía y 1rpo:~1s, el término
que en el NT persevera el mismo sentido de una cierta .9Ewpía ha tenido sentidos muy elásticos, principalmente
preocupación por algo terreno, presente o porvenir. en Orígenes, y se deriva de los conceptos y fórmulas
Así interpreta Mt 10,19; 6,25-34; 4,13-20 y lugares helénicas (cf. Camelot). Así veía Orígenes en su antí-
paralelos de los Sinópticos; en todos estos lugares habla tesis .9Ewpía-1rp6:~1s: en Marta el simple cristiano y
el Señor. Asimismo, las µEpíµvais j31wT1Kais del dis- en María el cristiano perfecto y pneumático (Csanyi,
curso escatológico de san Lucas • son cuidados de pág. 22).
esta vida que, juntos con el «comer y beber», pueden Las conclusiones de Csanyi son (pág. 78): La inter-
distraernos de la vigilancia y oración con que hay que pretación de Le 10,38-42 no se puede decir que sea en
esperar la venida del Hijo del Hombre. En la redacción los Padres una sentencia communis, aunque sí disfruta
lucana de la parábola del sembrador, las solicitudes de considerable apoyo en ellos; ni se puede probar
(usptuvéóv) se unen a riquezas y placeres de la vida, y por ella que se encuentre un sentido inspirado superior
se oponen al escuchar con buen corazón la palabra del además del sentido literal. En cambio, muchas inter-
reino 5; donde hay una aproximación mayor a nuestro pretaciones patrísticas son de gran interés para la apli-
texto, ya que María «escuchaba la palabra del Señor». cación a la ascética y mística. Por esto, la aplicación
El uso repetido de Pablo en 1 Cor 7,32-34 indica que que hoy se hace a lo que hoy llamamos vida activa y
el verbo uspiuvcco, de por sí, no tiene ningún sentido contemplativa tiene un fundamento objetivo, sobre todo
peyorativo, pues cuando se trata de Ta TOÜ Kvpíov si se parte de una recta interpretación de la pericope,
adquiere el sentido de suma diligencia y solicitud por Marta, activa, se cuida de las cosas del servicio de Dios,
el servicio de Dios: ha de ser, pues, el objeto de solici- sin excluir evidentemente la contemplación; pero aun
tud el que determine su bondad o imperfección. en esta actividad cabe el peligro de que no se dé a oír la
Tampoco puede deducirse reproche del verbo turba- palabra de Dios la importancia fundamental que le co-
ris. 8op1j3ásoµa1 indica la turbación aun exterior que rresponde.
proviene de sentir el alma dividida entre varios objetos 1 Le 10,38-42. 'Jo 11,20-40, resurrección de Lázaro; Jo 12,2,
(1roXM) y por ellos preocupada y solícita (usptuvóco). el banquete que precede a la entrada de Cristo en Jerusalén. 'Le
Ha de ser el contexto el que la determine. Ahora bien, 22,31: «Simón, Simón»; Act 9,4: «Saulo, Saulo», 4Lc 21,34. 'Le
8,14-15. '1 Sm 3,9; Prov 8,34; Eclo 24,30, etc. 'Mt 7,24.
la solicitud por obsequiar a Cristo no podía ser sino
laudable, aunque Cristo quiera hacer constar que el Bibl.: l. KNABENBAUER, Evangelium secundum Lucam, París 1896,
pág. 348. M. J. LAGRANGE, Évangile se/on Saint Luc, París 1921,
escuchar la palabra de Dios se ha de preferir a todo. págs. 316-319. A. VITTI, Maria optimam partem elegit, en VD,
Entre los deberes de hospitalidad que a Cristo se debían, 10 (1930), págs. 225-230. R. BULTMANN, Mspuivéco, µÉp1µva, en
María había escogido el de escuchar y atender al hués- ThW, IV. TEi. CAMELOT, Action et contemplation dans la tradítíon
chrét ienne, en VSp, 78, (1948), págs. 272-275. M. ZERWJCK, Optima
ped, y Cristo no quiso intervenir para quitarle esta pars, en VD, 27 (1949), págs. 294-298. E. LALAND, Martha-Maria
«parte», que sería como un bien mayor y que ponía perikopen, Le 10,38-42, en NoTT, 53 (1952), págs. 10-27. C. F.
a María en el mejor camino de salvación. Nos inclina- EVANS, The Central Section of St. Luke's Gospel. Studies in the
mos, pues, a no ver pecado o desorden en Marta, ni Gospels, en Studies in Memory of R. H. Lightfoot, Oxford 1955,
págs. 37-53. A. D. CSANYI, «Optima pars», Die auslegung von Lk
siquiera reproche de parte de Cristo, sino más bien una 10,38-42 in Geschichte und Gegenwart, Montserrat 1960. F. Puzo,
nueva llamada de atención sobre la importancia de es- Marta y María. Nota exegética a Le 10,38-42 y 1 Cor 7,29-35, en
cuchar la palabra de Dios o, como otros prefieren Miscelánea Bíblica A. Fernández, Barcelona 1960, págs. 851-857.
interpretar, de disponerse por la palabra de Dios a in- F.PUZO
troducirse en el camino de salvación, sin que los cui-
dados terrenos, aun lícitos y laudables, nos distraigan VIDA CRISTIANA. La vida cristiana se caracte-
de esta preocupación primaria. Esta interpretación, riza, en lo que tiene de básico y fundamental, por la
corroborada por el contexto y por el uso indiferente de incorporación directa y total a Cristo. Es un estado de
usptuvóv en san Pablo, tiene la ventaja de hacer mucho entrega y seguimiento que define al creyente y deter-
más obvia la aplicación que posteriormente se ha hecho mina su unión con Cristo y, mediante Cristo, con Dios.
a la vida activa. De lo contrario, la vida activa y Marta, Dicho estado representa y actualiza los frutos de la
su representante, tendrían en sí algo de reprobable. redención y ha de durar eternamente. Son los dos as-
Y ¿qué es en concreto la parte buena o mejor escogida pectos especificativos de la vida integral cristiana. La
por María? El texto no da lugar a duda. Mientras que vida cristiana es, en consecuencia, un proceso de afir-
«Marta andaba muy afanada con los muchos quehace- mación vocacional a la semejanza divina, entendida

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VIDA

como participación efectiva, eterna, en la vida trinitaria: mos corno discípulos e imitadores suyos. Conocer a
es una asimilación a las divinas personas. Nos aseme- Cristo, el misterio redentor de su vida, seguir sus en-
jamos a Dios en la medida en que nos asemejamos a señanzas, practicar sus mandamientos, es llevar vida
Cristo, conociendo como Él conoce, amando como Él cristiana, vivir el amor teologal de caridad en el conoci-
ama. La vida cristiana, vocación a la semejanza divina, miento del misterio de Cristo según todas sus dimen-
es un llamamiento de entrega y de semejanza con siones. Tal es la primera y fundamental prescripción
Cristo 1. normativa que Cristo impone a sus seguidores: que com-
Con toda propiedad puede efectivamente afirmarse prometan su vida en esa respuesta personal de la fe
que la vida cristiana en sus distintos momentos, en la viva, total, siempre abierta al futuro y siempre vivifi-
fase inicial y expansión íntegra de la vocación bautis- cada interiormente, o sea el amor a Dios y al prójimo.
mal, y en la madurez de adulto, consiste en la respuesta Y esto como distintivo de amistad. Toda la virtualidad y
dada al llamamiento de Cristo. Respuesta que compro- eficiencia cristiana reside en la caridad, plenitud de la
mete al hombre todo. El evangelio es una incitación Ley 6 y vínculo de la perfección 7•
constante a ese «sí» renovador que responde, por parte 'Jn 3,16-17; l Jn 4,9-10.16-17.19. 'Flp 1,9. 'Jn 15,9-10. 'Mt
del hombre, a la llamada de Cristo a la santidad, con- 22,40. 'Jn 15,12-14.17. 'Rom 13,10. 'Col 3,14.
sagración a Dios y sumisión a su voluntad. La vida Este conocimiento de Cristo, que coincide con la
cristiana es, pues, una obediencia de fe 2, una esclavitud caridad, determina el comportamiento exterior del cris-
a Dios y a su justicia 3• Sometimiento que apunta a la tiano, conducta moral de sumisión y acatamiento. Los
revelación de Dios en Cristo. San Pablo habla encare- cristianos son hijos de la obediencia 1; los no cristianos,
cidamente de la ley de Cristo 4, de los caminos de Cristo 6, hijos de la rebeldía 2• Y si la vida cristiana consiste en
de una regla doctrinal a la que hay que someterse", la imitación y seguimiento perfectos de Cristo por el
La vida de Cristo que vive el fiel cristiano se manifiesta amor, quiere esto decir que se manifiesta como una
en el alma por un conocimiento nuevo tendente a la muerte y una novedad. Es muerte y renuncia a los vicios
renovación interior del espíritu. El cristiano se despoja que distinguen el hombre carnal: el libertinaje, la ido-
del hombre viejo con todas sus obras y se reviste del latría, el odio y, por otra parte, esfuerzo y aspiración
hombre nuevo que se renueva sin cesar hasta lograr, a la justicia, a la bondad, a la templanza 3. La carne
según la imagen del creador, el perfecto conocimiento 7• con sus concupiscencias, no debe ya proliferar en sus
La deificación progresiva mediante la renuncia al hom- obras, cuando el espíritu invade nuestro ser y fructifica
bre viejo y renovación del nuevo lleva consigo una visión en el amor a Dios.
más profunda del misterio cristiano. Y en su base está La vida cristiana tiene, por lo mismo, un ideal positi-
la presencia de Cristo que perfecciona dicho conoci- vamente marcado que se identifica, en última instancia,
miento. La ciencia de las dimensiones del misterio llena con la vida de Cristo. Fuera de Cristo, la vida carece
al cristiano de la plenitud de Dios, que es precisamente la de valor y el cristiano resulta un ser irreal que falsifica
vida de Cristo 8• Objeto del conocimiento cristiano es su misión. Sus mismas acciones son nada si no están
el Señor de la gloria", el Cristo que vive en nosotros>", el orientadas al fin único que es Cristo, camino verdadero
misterio de su muerte y su resurrección 11, el Cristo, para ir al Padre", El Padre mismo nos ama porque
espíritu a quien contempla el fiel cara a cara12, la fuerza amamos a Cristo y hemos creído que salió del Padre 5•
omnipotente de Dios desplegada en la resurrección El cristia~o no puede vivir desligado de Cristo 6; unido
y las riquezas de su gloria reservada a los santos13, a a Él, su vida adquiere un valor sobrenatural'. Así la
fin de conocer la multiforme sabiduría de Dios14• vida cristiana tiene ese punto fijo de referencia última,
1
Rom 8,28-29. 'Rom 1,5. 'Rom 6,16-18. 'Gál 6,2; 1 Cor 9,21. la incorporación a Cristo que marca el ritmo de su
•¡ Cor 4,17. 'Rom 6,17. 'Col 3,9-11. 'Ef 3,17-19. 'l Cor 2,8 desarrollo y madurez en conformidad con el incremento
10
2Cor 3,8. 11Flp 3,10. 122Cor 3,17-18. "Efl,18-20. ªEf3,10: de dicha incorporación. Cristo lo es todo en todos 8
El conocimiento cristiano dice orden directo y guarda y en Él se sentirán los cristianos llenos y saciados con
una afinidad de paralelismo con la caridad. En su doble la plenitud misma de Dios 9• Y en Cristo tenemos la
vertiente define y explica la esencia íntima y específica redención por la virtud de su sangre, la remisión de
de la vida cristiana. Del lado de Dios constituye una los pecados, según las riquezas de su gracia, que su-
constante que la Escritura constata con reiteración y perabundantemente derramó por nosotros?",
alusiones una y mil veces repetidas1. Lo que justifica el Pero la consumación definitiva e inalterable de nues-
proceso inverso de imitación y semejanza de Dios por tra incorporación a Cristo tendrá lugar en el Reino de
parte del creyente en una confluencia suprema de aspi- Dios. La vida cristiana - con Cristo - alcanzará su
raciones en Cristo 2• Pero es la caridad, a imitación plenitud última en la herencia eterna". Plenitud que
de su ejemplo3, el fundamento de la vida cristiana, la ya aquí en la tierra de su peregrinación, posee el ere-
respuesta total e incondicionada al llamamiento de yente!". Realidad presente y esperanza en lo que con-
Cristo, resumen y compendio de toda la Ley 4• Ley seguirá>. Incluso pudiera afirmarse que la vida cris-
plenaria de la Nueva Alianza, a la que. el Señor exige tiana en su dimensión terrena de totalidad es una gozosa
que nos unamos: «He aquí mi mandamiento: que os esperanza. La primera epístola de san Pedro refleja
améis unos a otros como Yo os he amado. Y no hay claramente este futuro especificador y cómo constituye
mayor amor que dar la vida por sus amigos. Vosotros el centro de gravedad de toda la vida del espíritu. Y
sois mis amigos, si hacéis 1-o que os mando ... Esto os destaca en primer plano el bautismo, sacramento que
mando, que os améis los unos a los otros»'. Norma nos regenera a una viva esperanza14• La vida cristiana
perfecta de vida, a la que Cristo pide que nos someta- es esencialmente un estado de expectación y el cristiano

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VIDA

un ser que espera. San Pablo afirma, por otra parte, con diversos matices en las composiciones de estructura
que poseemos las primicias del espíritu y esperamos la apocalíptica.
plenitud de lo que no vemos. En este sentido, la vida
eterna es un don que el creyente posee ya en este mundo. 3. VIDA ETERNA, PREMIO Y CORONA DE JUSTICIA. Ya
La fe con las buenas obras, el amor a Dios y al prójimo, en los textos anteriores se insinúa el carácter remune-
el bautismo y demás sacramentos, son medios necesa- rativo de esa felicidad eterna. El texto de Daniel y de
rios que facilitan la incorporación y semejanza con san Mateo lo afirman expresamente. Contraponen la
Cristo. La vida cristiana tiene, consiguientemente, un sanción a los malos, muerte y suplicio eterno, con la vida
carácter de permanencia y consumación, de posesión pre- eterna, premio a los buenos. Lo dijo ya antiguamente
sente y esperanza futura: realidad y expectación escato- el Siracida: «Los que me esclarecen tendrán vida eter-
na> ". Y lo recoge el apóstol: «Combate el noble
lógica.
combate de la fe, conquista la vida eterna»". Es, pues,
11 Pe 1,14. 'Ef 5,6. 'Gál 5,19-23. 'Jn 14,16. 'Jn 16,17. 'Jn
15,4. 'Col 3,17; Jn 16,23-24. 'Col 3,11. 'Ef 3,19. "Ef 1,7-8.
un premio a la lucha. Es corona de esperanza: «Para la
"Rom 8,16-17. 12Jn 5,24; 1 Jn 3,14; Rom 6,4-11. "Rom 6,22; esperanza de la vida eterna, que. prometió el Dios
2 Cor 5,4; Tit 3,17. "1 Pe 3,20-21. que no miente» 7 • Fruto de santidad: <<... Dais fruto
Bibl.: R. P. LEMONNYER, Théologie du Nouveau Testament, París para la santificación y su término es la vida eterna» 8 •
1928. J. BoNSIRVEN, Théo/ogie du Nouveau Testament, París 1951. Es juro de heredad: « ... Lleguemos a ser, según la es-
B. HóRING, La loi du Christ, 2 vols., Tournai 1956-1957. G. THILS,
Santidad cristiana, Salamanca 1960. A. Rovo MARÍN, Jesucristo y
peranza, herederos de una vida eterna>". Y así otros
la vida cristiana, Madrid 1961. B. PRUCHE, Teología para seglares, textos en que se acentúa la grandeza de la vida eterna,
Madrid 1963, pág. 273 y sigs. pero notando al par que será premio y corona de gloria.
S. FOLGADO
4. VIDA SANTA, a la cual se debe la vida eterna.
VIDA ETERNA. El enunciado nos indica que no Concepto este encadenado con el precedente. Pues
debemos acentuar ni el concepto de vida, ni el concepto siendo la vida eterna premio, es premio a la vida santa
eterno, sino el concepto resultante de la yuxtaposición: y vida en temor de Dios. Dice san Juan: « ... Y sabéis
«vida-eterna». Prescindiendo, pues, de los elementos eti- que ningún homicida tiene vida eterna morando en
mológicos, por los que se podría derivar el aevum él» 10• En especial vemos la ecuación: creer en el Hijo
latino del sánscrito ayuh, y prescindiendo también del y tener la vida eterna!'. La muerte permanente es para
cdcovroc griego y del '6liim semítico, he aquí las ideas los que no aman: «El que no ama, permanece en la
que encierran «la via eterna». muertea'", Es la vida que producen las palabras de
Desde luego podríamos adelantar que en la filosofía Jesús: «Tú tienes palabras de vida eterna» 13, y por
estoica se presenta una vida eterna, pero, diríamos, la digna recepción de su Carne y Sangre nos da
negativa: nada de afanes, deseos, envidias. La felicidad derecho a la vida eterna escatológica 14•
eterna positiva no se incluye. En cambio, en los escritos Todavía podemos ver un concepto más profundo y
parabíblicos, como el Libro de Enok y los Salmos de sustancial: El Verbo.
Salomón, vida eterna incluye conceptos similares a 5. EL VERBO, VIDA ETERNA. Es el Myos. Dice san
los bíblicos. Veamos éstos: Juan: «Os anunciamos la Vida eterna que estaba junto
1. VIDA CORPORAL ETERNA. Es la primera que se al Padre (1rpos -róv rrceréo«) y se nos manifestó» 15. La
presenta en la misma creación del hombre. Podría identidad de este versículo con los primeros del prólogo
vivir eternamente por el árbol de la vida; pero, al pecar, joánnico es clara. El Verbo era la Vida y la Vida eterna:
Dios esconde las sendas de este árbol, porque el hom- «Éste es el Dios verdadero y la Vida eterna» 16• Vida
bre queda condenado a morir: «Ahora, pues, no vaya que, estando eternamente delante del Padre, es el mismo
a alargar la mano y tome también del árbol de la vida, Cristo en su preexistencia eterna.".
coma de él y viva eternamentes '. 6. SÍNTESIS. La vida eterna escatológica será la ple-
2. VIDA ETERNA ESCATOLÓGICA. Quizás de la noticia nitud eterna de bienes. Se llega a ella por la vida pura
y llena de virtudes, ya que aquélla es premio de jus-
y recuerdo de aquella vida sabida y perdida en el Pa-
raíso, prometida o adivinada para después de la muerte ticia a la santidad de vida (vida eterna) como premio.
Esa santidad nos viene por los méritos de la vida eterna
de la persona o la muerte cosmológica del mundo,
personal: Cristo Jesús. Quien a su vez con el Padre y
brotó ya en la antigüedad, la noticia de una vida sin
el Espíritu Santo será la Gloria sin fin.
fin, sin dolor, con todo género de paz y de bienes, he-
1Gn 3,22. 22 Mac 7,9.36. 'Dan 12,2. 'Mt 25,46. 'Eclo 24,
rencia y patrimonio de los bienaventurados. El reino
31 (Vg.). '1 Tim 6,12. 'Tit 1,2. 'Rom 6,22. 'Tit 3,7. 101 Jn
escatológico, el paraíso, el milenio en épocas posteriores, 3,15. 11Jn 3,36; 5,24; 6,47. 121 Jn 3,14. "Jn 6,69. "Jn 6,55.
fueron ideas similares a la vida eterna escatológica, que 151 Jn 1,2. "1 Jn 5,20. 17 Jn 17,5.
después se trasladó a un reinoemesiánico de consuma- Bibl.: Vid. comentarios a san Juan y además: A. COLUNGA,
ción en los cielos. En Macabeos, se dice: «El Rey del La Vida eterna en san Juan, según la doctrina de san Alberto Magno
universo nos resucitará a vida eterna ... han entrado en y santo Tomás, en CTom, 65 (1943), págs. 121-143.
la alianza de Dios para una vida eternas", y en Daniel: P. L. SUÁREZ
«Éstos para la vida eterna, aquéllos para oprobio, para
eterna ignominias", que san Mateo recuerda casi con VIDA FUTURA. l. EN EL ANTIGUO TESTAMENTO.
las mismas palabras: «E irán éstos al tormento eterno; 1. Los hebreos, igual que otros pueblos primitivos,
mas los justos, a la vida eterna»>, Este coricepto abunda creyeron siempre en una vida 'futura o en una super-

1203 1204
VIDA

vivencia de la persona después de la muerte. Pero en los días de su juventud y su ancianidad se completen
los textos primitivos, esta supervivencia quedaba re- en paz»",
ducida a muy poco, a una debilísima sombra de vida. En las Parábolas de Enok (entre el 96-64 A.c.), no con-
Los autores bíblicos llaman a los difuntos refa'im, siderando ya el mundo actual como escenario apto
pero el llamarlos «sombras», al estilo de las literaturas para el reino mesiánico, que para esta época está pro-
clásicas, no es salirse de la mentalidad hebrea. Sobre fundamente espiritualizado, resurrección a la vida fu.
la explicación filosófica de la estructura ontológica de tura ha de tener lugar en cielos nuevos y tierra nueva:
esa existencia humana después de la muerte no se pro- «Transformaré el cielo y lo haré eterna bendición y
nunciaron los antiguos hebreos. En los textos primitivos, luz, y transformaré la tierra y la haré bendición» 5• Los
lo que perduraba no era el alma o el espíritu. A los ángeles y los hombres viven juntos", pero los justos
difuntos imétim) nunca se les llama (si no es tardía- tuvieron que ser vestidos con los vestidos de gloria
mente) néfes o nefasot, «almas», y mucho menos rüal: (los cuerpos resucitados)7•
o rúhát, «espíritus». La relación que puede haber entre Un mayor desarrollo se encuentra en los Secretos de
las «sombras» y los objetos reales, tal parece ser, en Enok (entre el 1-50 n.c.), en que los justos resucitan,
la mentalidad hebrea, la relación entre la existencia no con sus cuerpos carnales, como en otros libros pre-
humana ultraterrena y la existencia terrena. A título cedentes o contemporáneos 8 (Oráculos Sibilinos, hacia
de ejemplo, damos algunos textos que describen la el 80 o.c.), sino en posesión de cuerpos celestes o «es-
existencia de los difuntos en el se'611. pirituales» 9•
2. Andando el tiempo, la concepción de la vida d) En muchos libros posteriores a Daniel, los difuntos
ultraterrena se transformó. Como elemento psicológico ya no están descritos como «sombras» o «espectros», sino
constatable, que influye poderosamente en la transfor- que son designados como «almas» (Parábolas de Enok,
mación radical de la idea de la vida futura o ultra- Salmos de Salomón, 2 Enok, Testamento de Abraham, etc.).
terrena, aparece la idea de la retribución divina. El e) En libros de influencia griega, para cuya filosofía
Dios de justicia que necesariamente tenía que premiar el cuerpo es considerado como una cárcel, la vida futura
a los buenos y castigar a los malos, al demostrar una ultraterrena no está presentada en forma de resurrec-
larga y dolorosa experiencia que en esta vida muchas ción, sino en forma de alma inmortal".
veces no actuaba con la debida retribución, debía actuar,
'Job 10,22; Is 14,9-11; Sal 88,5; 115,17; Ecl 9,10. 2Dan 12,1-3
así se concluyó, al otro lado de la muerte. 'Cf. 1 Enok 10,17. 41 Enok 10,17. '1 Enok 45,4-5. 61 Enok 39,
a) El Sal 73 p. ej., según la opinión común, tiene 4-5, 7 J Enok 62,15-16. 'Cf. 2 Mac 7,9-11; 12,43; 14,46. 'Oráculos
la intuición de que la unión con Dios de los buenos en Sibilinos, 65,10; 22,8-9. "Cf. Sab caps. 3-5 y Libro de los Jubileos.
esta vida no puede terminar con la muerte, sino que II. EN EL NUEVO TESTAMENTO. En el NT merece
ha de continuar más allá, mientras los malvados se mención la idea que aparece en san Pablo respecto a
hunden en el se'ol tenebroso. la vida futura, o a la situación de la persona humana
b) Pero fue especialmente a partir del libro de Daniel después de la muerte. Nos fijaremos primeramente en
(ca. 164 A.C.), en plena persecución religiosa de Epífa- lo relativo al alma y después en lo relativo al cuerpo.
nes, cuando se afirma claramente la resurrección para Para esta fecha ya había entrado en la antropología
la «vida eterna»', sin que aquí «vida eterna», filoló- bíblica la clara distinción entre el alma y el cuerpo.
gicamente, signifique necesariamente más que vida ex- 1. Hay discusión respecto a lo que piensa san Pablo
tremadamente larga 3• sobre el estado de las almas desde ta muerte hasta la
El se'ol dejaba de ser el lugar en absoluto «sin retor- resurrección y hay diversas teorías, admitiendo unos que
no». Algunos habían de salir de él para volver a la el pensamiento de san Pablo habría evolucionado des-
vida. La justicia de Dios habría quedado profunda- de las cartas a los Tesalonicenses hasta las cartas de
mente comprometida si los mártires de la persecución la cautividad, y opinando que en un principio Pablo
de Antíoco Epifanes, muertos por una fidelidad heroica participaba de la antigua idea semítica que las almas
a su Dios, no tuvieran después de la muerte la recom- antes de la resurrección permanecían en una especie
pensa divina que no habían tenido en esta vida. de sopor. Otros lo niegan. Sin entrar en la discusión,
Por lo demás, el texto de Daniel no es muy explícito san Pablo claramente afirma en 2 Cor 4,7-5,10 y Flp
en cuanto a la universalidad de la resurrección y a su 1,21.23 para el alma separada (del justo) una plena
naturaleza. Por otra parte, la concepción de la vida felicidad en Cristo, inmediatamente después de la muerte.
futura en forma de vida resucitada era una exigencia
del pensamiento semítico, que, al revés del griego, no 2. Del cuerpo resucitado habla expresamente el após-
podía concebir una vida digna de tal nombre sin el tol san Pablo en 1 Cor 15,35-55 y Flp 3,21 (--* Re-
cuerpo. surrección de la carne).
e) En libros apocalípticos posteriores a Daniel, la Bibl.: J. TouzARD, Le développement de la doctrine de I'ínmor-
idea de la vida futura se va perfeccionando y espiri- talité dans l'AT, en RB, 7 (1898), págs. 207-241. A. Loos, La croyance
a la vie future dans I'antiquité israelite, París 1906. F. CUMONT,
tualizando: Lux perpetua, París 1949. J. DUPONT, í:uv XpvoTé¡i: L'union avec
En 1 Enok 6-63 (poco más o menos, contemporáneo le Christ suivant S. Paul, Lovaina 1952. J. ALONSO, Antropología
del libro de Daniel) aparece claro que la vida futura o subyacente en los conceptos neotest amentarios relacionados con la
escatología individuol, en SBEsp (1955), págs. 5-47. J. M. KLIMA,
resurrección de los justos es de tipo terreno, y para to- Tod und Jenseits im AT, Viena 1962. J. ALONSO, Jacob lucha con
mar parte con los vivos en las bendiciones de la tierra: Elohim, ComilJas-Madrid 1964.
«Vivirán hasta que engendren millares de hijos, y todos J. ALONSO DÍAZ

1205 1206
VIDA

VIDA NUEVA. El concepto aparece precisado con monio. La moral sexual de Israel esta muy por en-
toda claridad en el NT. La relación y novedad que esta- cima de la de los otros pueblos del antiguo Oriente,
blece en lo más íntimo del ser humano suponen el re- aunque esencialmente quedase muy por debajo de las
nacer a una vida superior, «nueva creación» (Kmvri exigencias del NT. Llama ante todo la atención la gran
KTÍ<ns)', «nacimiento nuevo» o «de lo alto» 2. Mediante diferencia que hay entre el marido y la mujer; en tanto
el espíritu, Dios engendra a los creyentes para la vida que a la mujer casada le estaba exclusivamente permi-
como efecto del bautismo, baño de la regeneración y tido el comercio carnal con su esposo, al hombre se
de la «renovación» (avCXKaívwo-1s)3, operando en el le toleraba la poligamia 1; sin embargo, la monogamia
hombre un renacimiento (avayÉvv170-1s) con miras a se presentaba como un ideal". Sólo el hombre podía
nuestra salvación '. Nacimiento opuesto al de la carne, repudiar a su mujer3, el adulterio era tenido más como
principio de una vida nueva, más alta y espiritual, que delito contra el derecho de posesión exclusivo del señor
facilita la entrada en el reino de Dios 5. La novedad pre- (bá'al) sobre su esposa que como atentado contra la
conizada por Cristo es, pues, una renovación de la honestidad. En la época de los patriarcas estaba prohi-
vida, un renacer a lo alto, verdadera recreación 6. Por bido al hombre el comercio camal con mujer casada
la fe el creyente participa de la novedad y perfección (delito privado, que el marido ofendido podía castigar a
del hombre, convirtiéndose el mismo en hombre nuevo 7. su arbitrio)", con la propia madre, con la hermana 5, con la
Y como tal logra un espíritu nuevo 8, elevándose sobre hermana uterina (era permitido el matrimonio entre her-
toda caducidad terrena", aunque sólo al término de la manos consanguíneos de distintas madres)", con la suegra
historia humana alcance su figura defínitiva'". (en Israel no se heredaba el harén del padre) y con las con-
La vida de Dios se reveló en Cristo y el creyente cubinas del progenitor7. La primitiva legislación· prohi-
puede verla y captarla!'. Cristo, origen y causa de la bía de forma categórica el adulterio 8 y regulaba en
nueva vida instaurada por Dios, venció a la muerte con orden al derecho de propiedad la seducción de una
su muerte. Su morir es, pues, principio de una vida del virgen innupta 9 y el matrimonio con una esclava 10, sin
todo nueva imperecedera e indestructible que transforma atender al aspecto moral. El Deuteronomio completa
su naturaleza mortal y perecedera, capacitándola para el Código de la Alianza (22,28-29: la virgen seducida
recibir la gloria y la fuerza divina. La palabra de Jesús: había de ser tomada por esposa y no se la podía repudiar
«Yo soy la vida», la verdadera y propia vida12, adquie- jamás); el comercio carnal con la prometida ajena,
re su sentido pleno de regeneración referida de modo caso de ocurrir en la ciudad, era castigado con la lapi-
directo y primordial a la resurrección. Por la resurrec- dación de ambos culpables'", y, de haber ocurrido en
ción, la vida de Cristo se convierte en vida - y vida el campo, sólo con la del varón, pues se presumia
nueva - de todos=. forzamiento 12; cuando se sospechaba infundadamente
Según la doctrina de san Pablo, la muerte y la resu- infidelidad de la desposada, no se la podía repudiar13,
rrección participan en nuestra regeneración con fun- pero si la sospecha se confirmaba, era apedreada 14; el
ciones diversas. Cristo murió y con Él nosotros que adulterio fue reiteradamente prohibido 15 e implicaba
estamos unidos a Crísto ". Lo que significa el fin de la pena de muerte de ambos culpables (22,22; esto es,
nuestra vida carnal", para ser vivificados y resucitados el adulterio pasó a ser en lo sucesivo un delito público
con ÉJ16, vivos con Él17, glorificados con ÉJ18, y reinan- contra los deberes impuestos por la Alianza); el comer-
do con Él en el cielo 19. cio carnal entre medio hermanos16 y con la madrastra o
De lo dicho se infiere que la vida nueva dice orden suegra 17 fue prohibido; mas no lo fue aún de modo
directo a la resurrección de Cristo. Nuestra muerte formal el matrimonio con la esposa del hermano o la
ocupa un lugar junto a la muerte de Cristo para re- hermana de la esposa.
sucitar también con Cristo. Muertos nosotros en su 1Dt 21,10-15. 'Eclo 25,1-3; 26,13-18; Jer 3,1-5. 3Dt 24,1-4.

muerte y vivificados en su resurrección, en adelante -cr. Gn 38,24. -cr, Gn 19,30-38. 'Gn 20,12. 'Gn 35,22; 39,3-4.
viviremos - renacidos - para Aquel que murió y 'Éx 20,14. 'Éx 22,15-16. 10Éx 21,2-11. 11Dt 22,23-24. 12Dt 22,
25-27. 13Dt 22,15-19. "Dt 22,20-21. 16Dt 5,18. 18Dt 27,22.
resucitó para salvarnos. "Dt 23, 1; 27,20.23.
12 Cor 5,17; Gál 6,15. 'Jn 3,3; 1 Jn 2,29; 3,9; 4,7; 5,1.14.18.
3Rom 12,2. '1 Pe 1,3. 'Jn 3,3-5. '2 Cor 5,17; Ef 2,10; Gál La legislación sacerdotal prohibió el comercial camal
6.15; Col 3,3. '2 Cor 5,17. 8Rom 7,6. 92 Cor 4,16. 10Col 3,4. con la madre 1, la hermana 2, la madrastra 3, la suegra 4,
11Jn 1,14; 1 Jn 1.2. 12Jn 14,6, 13Act 2,15; Heb 2,10. "Gál 2,
19; 2 Tim 2,11; Rom 6,4; Col 2.13. 152 Cor 5,16. "Ef 2,5; Col
la hija" y la nieta 6, la hija y nieta de la esposa", la
2,13. "Rom 6,8; 2 Tim 2,11. 18Rom 8,17. 192 Tim 2,12. hermana del padre o de la madre 8, la hija o hermana
Bibl.: O. PROCKSCH, Wiederkehr und Wiedergeburr, en Festschrift de la esposa.", la nuera 10, la cuñada 11 y la esposa del
Jhmels, Leipzíg 1928, pág. 1 y sigs. M. J. LAGRANGE, La régéné- hermano del padre12. Las infracciones a estas prohibi-
ration et la filiation divine dans les mystéres d' Éleusis, en RB, 38
ciones se castigaban de ordinario con la muerte.
(1929), págs. 63-81. F. H0LTZ, La valeur sotéríologique de la re-
surrection du Christ selon saint Thomas, en EThL, 29 (1953), págs 'Lv 18,7. 'Lv 18,9. 3Lv 18,8; 20,11. 'Lv 18,18; 20,14. -cr
609-645. A. V0NIER, La victoria de Cristo, San Sebastián 1955. Lv 18,17; 19,29. 'Lv 18,10. 'Lv 18,17. 8Lv 18,12-13. 'Lv 18
F. M. BRAUN, La vie d'en haut (Jo JIT, 1-15), en RSPhTh, l) (1956), 17-18. 10Lv 18,15. 11Lv 18,16; 20,21. 12Lv 18,14; 20,20.
págs. 3-24. F. X. DURRWELL, La resurreccion de Jesús misterio de
salvación, Barcelona 1962. El adulterio volvió a prohibirse", y los textos sapien-
S. FOLGADO ciales previenen también de continuo contra él2; el
comercio camal con la concubina ajena fue castigado
VIDA SEXUAL. Las prescripciones morales y pe - como delito contra la propiedad, pero no con la muerte "
nales del AT, al igual que los preceptos relativos al En caso de sospecha de adulterio debía celebrarse una
culto (->- Sexo), tenían por finalidad proteger el matri- ordalía ante el sacerdote '. La ·homosexualidad privó

1207 1208
VIDRIO

sobre todo en Sodoma (->- Sodomía) y se extendió originales latinas (entre ellas se cuenta Isidoro, De
mucho, también, por otras partes; además de hieródulas 5, ortu et obitu Patrum); y 8.ª los textos siríacos. Todas
hubo en alguna época hieródulos" entre el personal de estas formas parecen poder reducirse a dos grupos
varios templos, incluso en el de Salomón; pero posterior- originales: una redacción más extensa (representada
mente fueron rigurosamente prohibidos7 y eran con- sobre todo por la l.ª de Epifanio ( = 1) y otra más
denados por ello a muerte 8• breve, la de Doroteo ( = 2), menos cristiana que la
1Lv 18,20; 20,10. -cr, Prov 2,16; 5,3.20; 6,32-34; 7,5.24.34; primera y que acaso proceda de un original. hebreo o
22,14; 23,27. 'Lv 19,20-22. 'Nm 5,ll-28. 'Dt 23,18; Os 4.,14. por lo menos siríaco. Entre la l.ª y la 2.ª existe una
0 l Re 14,24; 15,2; 22,47. 'Dt 23,18-19. 8Lv 18,22; 20,13. dependencia.
La prostitución fue primordialmente un fenómeno Bibl.: Ta. ScHERMANN, Prophetarum. vitae fabulosae, indices
apostolorum discipulorumque Domini, Leipzig 1907 (es la edición
concomitante de las idolatrías extranjeras y por lo principal); íd., Propheten und Apostellegenden nebst Jüngerkatalogen
mismo, prohibida 1; el acceso carnal a una prostituta des Dorotheus und venvandter Texte, en TU, 31,3 (1907), sigue siendo
era contrario a la Alianza de Yahweh 2; los sacerdotes el mejor estudio de conjunto. F. HALKIN, Btbliotheca hagiographica
no podían tomar por mujer a una prostituta 3 y la hija graeca, 11, Bruselas 1957, págs. 221-222 (Prophetae 1-5), indicación
completa de las ediciones.
del sacerdote que se deshonraba, debía ser quemada 4;
A. OLIVAR
los libros sapienciales ponen asimismo en guardia con-
tra la prostituta, sobre todo a consecuencia de incon-
VIDENTE. Traduce las dos palabras hebreas /:,6zeh
venientes prácticos 5•
y ro'eh, participios activos respectivamente de los ver-
1Lv 19,21. 'Lv 19,29. 'Lv 21,7.14. 'Lv 21,9. 'Prov 2,18-19; bos házáh. y rii'dh, dados las más de las veces por los
5,5; 6,26; 23,27; 29,3.
diccionarios como sinónimos, con cierto matiz poético
En el antiguo Oriente no era rara la bestialidad; en del primero sobre el segundo. Pero en realidad el valor de
Israel fue sancionada con la muerte 1, el anatema 2 y tales verbos no es el mismo, como lo prueba ya el
la amenaza de muerte", Al igual que en el Libro de los hecho curioso de que rii'iih sea también empleado por
Muertos (egipcio) y que entre los pueblos primitivos, los profetas escritores, mientras casi nunca es usado
se reconocían los pecados de pensamiento; se concebía por ellos házáh. Se debe eso a que el uno indicaba más
asimismo en el AT el deseo como la raíz de los pecados bien la visión real propia, a diferencia de la percepción
de palabra y obra por lo cual estaba también prohibido en general, expresada por el otro. Término técnico del
codiciar la mujer del prójimo". vocabulario nabístico, házált designa preferentemente
1Éx 22,18_ 2 Dt 27,21. 'Lv 18,23; 20,15-16. 'Éx 20,17; Dt 5,21. la percepción sobrenatural o extranatural de los profetas,
ante todo la audición de palabras divinas y a veces
Bibl.: G. ROEDER, Urkunden zw· Religion des a/ten Aegyptens.
Jena 1923, pág. 159. W. KOPPERS, en Festschrift zu W. Schmidts
quizás también la visión de acontecimientos futuros. Por
óO. Geburtsfest (1928), pág. 686. L. M. EPSTEIN, Marriage Laws in esto se puede hablar de «ver (percibir) palabrasx ', sin
the Bible and the Talmud, Cambridge (Mass.) 1942. E. NEWFELD, que la expresión ofrezca nada sorprendente, ni haya
Ancient Hebrew Marriage Laws, Londres 1944. É. DHORME, Les necesidad alguna de corregir el texto. Rii'áli, en cambio,
religions de Baby/onie et d'Assyrie, París 1949, pág. 72. W. KORN·
FELD, L'udultére dans l'Orient antique, en RB, 57 (1950), págs. 92- era por una parte más preciso, en el sentido de «ver»,
109; íd., Studien zum Heiligkeitsgesetz, Viena 1952, págs, 89-134; y por otra más general, en cuanto no estaba ligado al
íd., Marriage dans l'AT, en DBS, V, cols. 905-926. «nabismo», como hdzáh, el cual expresaba una actividad
W. KORNFELD específica de los profetas populares o profesionales.
Ningún inconveniente había, por tanto, para que pro-
VIDAS DE LOS PROFETAS. Así se designa un fetas como Amós, Isaías, Jeremías, que no podían ni
material concreto de hagiografía legendaria sobre los querían usar para sí el verbo házáh, se sirvieran de
profetas del AT, escrita en griego; por lo menos son rd'áh,
griegos la mayoría de los textos conocidos, que parecen Conforme a lo dicho, la traducción que mejor corres-
pertenecer a los siglos 11 y m, derivados probablemente pondería a házeh, sería la de «perceptor» (de modo no
de unos originales judíos, que a partir de los siglos rn natural), mientras que «vidente» habría que reservarlo
o 1v sufrieron influencias cristianas, relativas al mesia- para ré'eh. Pero, dejando siempre bien sentado que nin-
nismo profético. De las fuentes primitivas desaparecidas guno de estos términos designa personajes distintos de
derivan las siguientes redacciones conservadas: l.ª la los que conocemos con el nombre de profetas escritores
de Epifanio (cuya autenticidad parece incierta: PG, 43, y de profetas populares.
393-414); 2.ª la que lleva el nombre de Doroteo de Tiro 1 Am 1,1; Is 2,1.
(que comprende las vidas y un florilegio profético me-
Bibl.: H. JUNKER, Prophet und Seher in Israel, Tréveris 1927.
siánico, que se halla también en Cosme Indicopleustes: A. JEPSEN, Nabi, Soziologische Studien zur alttestamentlichen lite-
PG, 92 360-397; PG, 88, 260 y sigs.,); 3.ª la segunda ratur und Religionsgeschíchte, Munich 1934.
versión de Epifanio, estrechamente relacionada con la l.ª R.AUGÉ
(PG, 43, 415-428); 4.ª una anónima (tributaria de la l.ª y
2.ª del siglo x: ibíd., una de sus formas); 5.ª la falsa- VIDRIO (heb. zékükit; üo:7-,os; V g. vitrum). Los ju-
mente atribuida a Hesiquio de Jerusalén (comprende sólo díos tenían el vidrio por una materia suntuosa, por lo
los Profetas Menores y depende de la 3.ª: véase PG, 93, cual aparece casi siempre en el AT en expresiones y
1348 C-1385); 6.ª los textos-contenidos en los Menolo- comparaciones de alto vuelo1. La industria del vidrio,
gios y Sinaxarios griegos (extractos de las fuentes an- en la Palestina anterior al helenismo, es rudimentaria,
teriormente citadas); 7.ª las traducciones y elaboraciones como lo prueban los hallazgos arqueológicos realizados

1209 121"
VIDRIO

principalmente en tumbas: pequeños frascos, cuentas mana; antes del martirio, se ofreció a Jesúsvina gre con
de cristal, barritas de vidrio coloreado se obtenían hiel, a modo de droga, embotadora de la sensibilidad 6•
por procedimientos groseros, que, en lo básico, con- 1Nm 6,3. 'Prov 10,26. 'Prov 25,20 (LXX). 'Sal 69,22. 'Rut
sistían en fundir entre sí varillas de vidrio alrededor de 2,14. 'Mt 27,34.
un núcleo de arena que se retiraba posteriormente. Bibl.: A. G. BARROTS, Manuel d'orchéologie biblique, I, París
Esta técnica era la ordinaria en Egipto y en Fenicia; 1939, pág. 350. R. J. FORBES, Studies in Ancient Technology; III,
Leiden 1955, pág. 78.
en este último país sitúa la tradición griega el origen
M. D. RIEROLA
de la industria vítrea. La palabra «cristal» (heb. gabis,
qérab; ac. gibsu, qarhu; ár. gibs; yal3EíS, Kpvcna7'.7'.os;
VINO. I. LA VID Y EL VINO EN ORIENTE. La vid
Vg. crystallus), indudablemente se refiere al cuarzo,
parece proceder de Asia, del Cáucaso, de la región
dadas las dificultades para fabricar el vidrio - y éste
situada entre el mar Caspio y el monte Tauro. Allí
no muy puro. El cristal aparece mencionado en los
se encuentra todavía la vid silvestre en plena exuberan-
libros poéticos y proféticos",
cia. La viticultura se halla atestiguada en Mesopotarnia
'Job 28,17; Ap 4,6; 15,2; 21,18.21. 'Job 28,18; Ez 1,22; Ap 4,6. desde el período prehistórico del Gemdet Nasr, y en
Bibl.: BRL, cols. 198-200. A. G. BARROIS, Manuel d'archéo- Egipto a partir del protodinástico, o sea ya antes del
/ogie biblique, I, París 1939, págs. 456-458. 3000. Según parece, los fenicios la difundieron por to-
P. ESTELRICH das las orillas del Mediterráneo. Se la encuentra en Italia
desde la fundación de Roma y César la halla en la
VIENTO (heb. rüah: avEµos, TivEvµa, rrvon ; Vg. Galia.
spiritus, ventus). Los hebreos distinguían no sólo cua- Siria fue muy pronto famosa por sus vinos. El egip-
tro clases de vientos, que, en términos amplios, corres- cio Sinuhé, durante la XII dinastía, pretende incluso
pondían a los cuatro puntos cardinales, sino los matices que «el vino está allí más extendido que el agua» (1,82)
de los mismos: desde la brisa hasta los huracanes y y los textos de Ras Samrah conocen «la sangre del
torbellinos'. Dios, que los creó como a las restantes racimo». En una lista de vinos de la biblioteca de Asur-
fuerzas de la naturaleza, los dirige en todos sus aspectos, banipal (668-626), donde figuran diez clases de ellos,
por lo cual el viento en general y en particular merece aparece mencionado el vino de Helbón (cerca de Da-
el epíteto de «soplo» de la boca, de la nariz, etc., divi- masco), bien conocido por Ezequiel", Recordemos que
nas 2• En la región palestinense en verano prevalecen en sumerio la vid y el racimo son llamados ges-tin,
los vientos secos del noroeste, y en los meses inverna- palabra que significa «árbol de vida». Y recordemos
les, los húmedos del oeste"; entre ambas estaciones, so- también la tradición judía, según la cual el árbol de vida
plan los del este, que, llegados del desierto, son turbu- del Paraíso habría sido la vid, plantada allí por el es-
lentos y agostan la vegetación 4• No son muy frecuentes píritu maligno Sammael. La Biblia se limita a decírnos
los vientos glaciales del norte, portadores del frío, de la que fue salvada del Diluvio por Noé.
lluvia y de la escarcha 5, ni los cálidos y agobiantes del Las asas de jarra de las excavaciones realizadas en
mediodía 6• Finalmente, el viento proporciona a los es- Samaría y, más recientemente, las instalaciones descu-
critores sagrados una serie de imágenes y comparaciones biertas en Gabaón, han puesto de relieve la importancia
idóneas para expresar la cólera y la venganza de Dios', de la vinicultura en Israel y en Canaán=.
la ociosidad 8, lo caprichoso e inestable", la vanidad1º,
AJ. B. PRITCHARD, en JLN (10 sept. 1960), págs. 433-435; (24
etcétera. sept. 1960), págs. 518-519; íd., en BTS, 35 (1961); íd., Hebrew Ins-
1Gn 3,8; Job 1,19; Sal 78,26; Cant 2,17; Jer 49,36; Ez 37,9; criptions and Stamps from Gibeon, en UM (1959). Cf. W. F. AL-
Ap 7,1, etc. 2Am 4,13; Éx 15,8; Job 15,30; 28,25; 1 Re 18,12; BRIGHT, en BASOR, 159 (1960), pág. 37. D. DIRINGER, en JSS,
2 Re 2,16; Mt 8,26.27, etc. '1 Re 18,44-45; Le 12,54. •Gn 41,
5 (1960), págs. 438-439. R. DE VAUX, en RB, 67 (1960), págs. 636-
637. BASOR, 160 (1960), págs. 2-6.
6.23.27; Éx 14,21; Ez 17,7-10; 19,10-12, etc. 'Job 37,9; Prov 25,
23; Eclo 43,20. 'Jos 37,17; Cant 14,16; Le 12,55. 'Job 17,21; 1Ez 27,18.

Is 27,8. 'Ecl 11,4. 'Job 30,22. "Jer 5,13; Job 15,2; 16,3, etc.
II. TERMINOLOGÍA. Las dos expresiones «vino» y
Bibl.: ÁBEL, I, pág. 117 y sigs,
«bebidas fuertes» aparecen utilizadas habitualmente en
T. DE J. MARTÍNEZ
el AT como clasificación exhaustiva de las bebidas
fermentadas en uso 1. En el NT sólo se halla la «bebida
VIGILIA. --,. Horas canónicas.
fuerte» en el caso de Juan Bautista 2• No obstante, la
terminología aparece tan completa como la realidad.
VINAGRE (ó~os; Vg. acetum). El vinagre se obtenía
1 Lv 10,9; 1 Sm 1,15; Prov 20,1. 2 Lc 1,15.
en el período bíblico del vino agriado o de la fermen-
tación de los racimos ya prensados, sobre los que se l. Yayin es el término empleado habitualmente para
vertía agua. Los nazireos tenían prohibida la consu- designar el zumo fermentado de la vid (141 veces en el
mición dada su relación con el vino 1. Los Proverbios AT). Aunque esta palabra se haya encontrado asimismo
mencionan su actitud, cuyo efecto sobre los dientes es en diversas lenguas semíticas, entre las que figuran el
comparable al del humo sobre los ojos", y el hecho de ugarítico y los dialectos semíticos meridionales, no
que escuece en las heridas", Se bebía diluido en agua tiene su origen en tal grupo lingüístico, sino que está
como refresco, aunque a la larga producía sed+: se em- emparentada con nuestro vocablo indoeuropeo: el griego
pleaba generalmente como condimento 5• El vinagre se olvoe, el latín vinum y, en las lenguas actuales, Wein,
menciona en el NT sólo en el episodio de la crucifixión, wine, vin, vino, etc. Probablemente, la palabra en cues-
pero es muy posible que se tratara de la --,. posca ro- tión debió de ser exportada, 'con el producto, de la

1211 1212
VINO

región del Cáucaso. Pudo haber significado «eferves- 7. Mések designa una mezcla de vino y productos
cente». aromáticos 1.
En el NT hallamos olvoc para todas las clases de
2. Sekiir es un vocablo semítico que designa toda
vino y y11evKos, «mosto», para el vino dulce o el nuevo 2.
suerte de bebidas fermentadas. El término acadio sikru,
1Sal 75,9. 'Act 2,13-15.
sikoru, indica en principio el zumo de dátil fermentado
y, además, toda clase de bebidas fermentadas, la cerveza 111. Los VIÑEDOS DE PALESTINA. La Tierra Prome-
entre ellas. En los LXX dio crÍKepcx, para designar una tida era, por excelencia, un país de viñedos y de viña-
bebida fuerte1• Parece haber indicado también, además dores'. La difusión de la misma palabra «vino», de Ara-
del vino, otras bebidas alcohólicas obtenidas con la fer- bia al mundo greco-latino y del Sinaí al Cáucaso (los
mentación de la cebada, los dátiles, las granadas, el hititas empleaban el mismo vocablo, win), y la existencia
vino de palma y el zumo de manzanas. Con igual fin, comprobada del producto desde la época prehistórica
se utilizaban también el loto y la miel e. Cuando el supondría una amplia propagación del cultivo de la vid.
sumo sacerdote Elí sospecha que Ana se ha embriagado, Como ya hemos visto, Siria fue muy pronto famosa
ésta protesta diciendo que no ha bebido ni vino ni por sus caldos: el faraón Thutmosis III los recibía de allí
sékiir", A fin de mantener la distinción entre lo sagrado en abundancia. En la historia de los patriarcas, por lo
y lo profano, al sacerdote que iba a entrar en el Taber- tanto, el vino es algo normal 2• Entre las promesas de
náculo tenía prohibidos el vino y el sékár". La madre la Tierra tiene el vino un buen lugar: basta recordar
de Lémü'él desaconsejaba ambas bebidas a los reyes y a los relatos de los espías vueltos de Canáan 3 • Había tan-
los príncipes". lsaías maldecía a los valientes en cuanto tos viñedos en Palestina, como lo atestiguan los nombres
a beber vino y a los fuertes en la preparación del sékár". propios y los textos, que llegaría a compararse el país a
Un salmista se quejaba de ser «objeto de burla de los una viña4.
bebedores de sekiir»6 • Estos licores producían la embria- La toponimia de la región de Hebrón, o sea la que
guez'. La palabra sekiir sólo aparece empleada una vez recorrieron los espías, muestra aún la importancia de
para indicar la libación de vino puro 8; tal uso podría la viticultura: 'Á.bél Kérámím («prado de los viñedos»),
ser una supervivencia arcaica. 'Ánab («Jugar de uva»), Bét ha-Kérem («casa de la vi-
AHERODOTO, Hist., 2,77; 4,177. ña»), 'Eskol (cracimo»), etc.
1Lv 10,9; Is 24,9; Le 1,15. 21 Sm 1,15. 'Lv 10,9. 'Prov 31, Tras las excavaciones de Pritchard en Gabaón, y el
4-5. 'Is 5,12. 'Sal 69,13. 'Is 28,7; 29,9. 'Nm 28,7. descubrimiento de importantes instalaciones vinícolas,
3. Tiros es una palabra de etimología incierta que hay que tener en cuenta este Jugar, tanto más cuanto
parece haber designado propiamente el mosto, el zumo que en las asas de las jarras aparece la mención gb'n
de uva recién obtenido y no fermentado (en latín mus- gdr, probablemente con el significado de «reciente de
tumi', En tal sentido aparece mencionado con el aceite Gabaón»; ello ha permitido incluso creer que aquí po-
en bruto, aún no clarificado, recién salido de la prensa 2• dría haberse encontrado el «Burdeos bíblico» (adviértase,
Se opone al vino 3• Sin embargo, cuando lo encon- no obstante, el nombre gabaonita de la persona [?]
tramos asociado a éste, y Oseas afirma que «vino y Gédór, en 1 Cr 8,31). La instalación, situada cronoló-
mosto se apoderan del corazón»4, cabe pensar en un gicamente en el Hierro 11, corresponde a la época
producto fermentado, probablemente el «vino nuevo» monárquica.
antes de su total maduración. Así queda aclarada la En las monedas antiguas aparecerá el racimo de uva.
1 2Re 18,32. 2 Gn 14,18; 19,32; 27,25. 'Nm 13,24; cf. Dt 6,
traducción de los LXX, que da siempre olvoc, «vino»,
y el uso poético que le hace equivalente a vino ritual. 11; 8,8; Jos 24,13, etc. •rs 5,1; Jer 21,5; Am 9,13,
De esta suerte, en los textos de Qumrán se encuentra IV. LA PREPARACIÓN DEL VINO. La época de la
tiros con exclusión de yayin. Por lo tanto, se puede con- vendimia (bii$ir) era para los israelitas un tiempo de
siderar tal palabra como un término arcaico o poético alegría 1• Después de la vendimia, los cananeos cele-
destinado a indicar el vino, uso que persiste en el Tal- braban una gran fiesta, que imitaron luego los hebreos,
müd, instituyendo así la fiesta de los Tabernáculos, aconte-
1Gn 40,1. 'Dt 7,13; Gn 27,28; Dt 11,14; 18,4; 2 Re 18,32; cimiento jubiloso en el que tomaban parte mujeres y
Jer 31,12. 'Miq 6,15. •os 4,11. niños 2.
4. 'Ásis, de la raíz 'ss, «prensar», «aplastar», designa Uno de los castigos duros con que se amenazaba al
literalmente el zumo de uva'; es un sinónimo poético pueblo era la supresión de tal fiesta 3 (sobre lo contrario,
de la palabra tiros y como ésta indica un producto ya cf. Is 62,8; 65,21). Viñedos y lagares resonaban de
en curso de fermentación, un «vino nuevo»2 • cánticos: el hédád". Después de esta alegre vendimia,
1Cant 8,2. 2Is 49,26; Jl 1,5; Am 9,13. la uva era prensada en tinas, y luego el vino era con-
servado en ánforas de barro 5 o en odres de piel 6• Se
5. Sobe', palabra derivada de un verbo que significa
conocía la operación del trasiego, destinada a dejar la
«beber sin moderación», designa la embriaguez en Os
hez en el fondo del primer recipiente'. Las vasijas con
4,18, y el vino en Is 1,22. el vino eran alineadas en las bodegas 8 y el vino dejado
6. Hémer un vocablo corriente del arameo que indica envejecer: «Vino nuevo [es]. amigo nuevo: cuando en-
el vino en cuanto producto fermentado, puesto que su vejeciere podrás beberle» 9• En la Misnáh habrá de
raíz significa fermentar'. Es un término poético emplea- precisarse que el «vino nuevo» no será presentado al
do en un texto de época tardía 2• Templo para la ofrenda sin que haya fermentado pre-
1Esd 6,9; 7,22; Dan 5,1-2. 'Dt 32,14. viamente en las jarras por lo menos cuarenta días.

1213 1214
VINO

Fresco egipcio procedente de la tumba de Naht en Seib 'Abd el-Qurnah, En el registro superior, aparecen
escenas de la vendimia y de la elaboración del vino en un lagar. (Foto Lehnert & Landrock, El Cairo)

La arqueología ha dado con los lagares donde se era ya evocado en la época de los Jueces'. El autor del
prensaban las uvas. Se trataba en general de dos tinas Eclesiástico llegará incluso a escribir: ¿Qué es la vida
excavadas en la roca, a niveles distintos, y unidas entre falta de vino ?» 8•
sí por una canalización. La tina superior, donde las El vino figuraba entre los presentes ofrecidos, sobre
uvas eran prensadas (gat; Ar¡vós, «lagar»), era más todo entre los que se hacían a un superior 9• Salomón,
alta que la otra (yéqeb; vTT0Ar¡v1ov, «cuba bajo la pren- para pagar la mano de obra y la madera del Líbano,
sa»), En la época romana hay a veces tres o cuatro ofrece, entre otras cosas, veinte mil bat de vino1º.
tinas unidas entre sí. En Gabaón, durante las excava- Figuraba tanto en los festines como en las simples
ciones de 1959-1960, fueron descubiertas sesenta y seis comidas+ e incluso en los banquetes fúnebres". En
tinas para vino labradas en la roca. Caná, Jesús reveló su gloria mediante un milagro de
Una vez prensado, el zumo era recogido en grandes gran señor oriental realizado con el vino (las ánforas
jarras instaladas en bodegas, donde era posible mante- podían contener de 80 a 120 Iitrosj-". La falta de vino
ner una temperatura próxima a los 65°. llevaba consigo una desolación generalv.
'Is 16,10; Jer 25,30; 48,33. 'Dt 16,13-15. 3Dt 28,30.51; Aro Los falsos profetas lo prometían en abundancia para
5,21; Sof 1,13. 4Jue 9,27; Is 16,10; Jer 25,30, etc. 'l Sm 10,3; asegurarse un buen auditorio15• Los judíos acusaban a
16,20; Jer 13,12. 'Jos 9,13; 1 Sm 25,18. 7Jer 48,11-12. 81 Cr
27,27; 2 Cr 32,18. 'Eclo 9,10. Jesús, diciendo que le gustaba el vino (oivoTTÓTr¡5)16;
en ello aparece opuesto a Juan Bautista 17• .
v. EL VINO y LA VIDA COTIDIANA. El número de 'Is 16,8. 'Est 1,7. 3Is 16,8-9; Jer 48,32. •os 14,8. 'Ez 27,
caldos famosos mencionados en la Biblia demuestra 18-19. 'Sal 104,15. 'Jue 9,13; Prov 21,6; Ecl 9,7; 10,19; Zac 9,
el gusto de los hebreos por el vino: los de Hesbón 1, el 15; 10,7; Eclo 31,27-28; 40,20. 'Eclo 31,27. 'Gn cap. 14; 1 Sm
«vino real»2, de Sibrnáh, de "El'áléh ", del Líbano", 25,18; 2 Sm 16,1. "2 Cr 2.8-9. 11D1 24,26; Job 1,18; Prov 9,2.5;
de Helbon y 'Üzal 5• Hay todavía otro hecho significa- etc. 12Tob 4,18. 13Jn 2,1-11. "Is 24,11; Jer 48,23; JI 1,10.
"Miq 2,11. "Mt 11,19. "Le 1,15; 7,33-34.
tivo: un banquete era denominado misten (ing. drin-
king ), o sea «libaciones», por eufemismo. VI. INTEMPERANCIA y ABSTINENCIA. Ya desde la pri-
La Biblia no teme hablar del placer que procura mera mención de la vid, con Noé, quedan señalados
el vino. Antes de la declaración famosa del salmista, los efectos perniciosos del vino1• Las dos hijas de Lot
según el cual «el vino alegra el corazón del hombre»6, conocían también estos efectos2• El rico Nabal perdió

1215 1216
VINO

la vida a causa de su embriaguez", David intentó apro- Contrariamente a lo que ocurre en el islam, la priva-
vecharse de la del marido de Betsabé4• Ela, rey de Israel, ción del vino resulta rara en Israel. Digno de mención
se embriagaba en Tirsáh cuando acudió Zimrí a darle es el caso de los rekabitas "; cuyo principio, sin embargo,
muerte.". Ben Hadad hacía lo mismo en su tienda", y no era el de la temperancia, sino el nomadismo hostil
la embriaguez de Holofernes favoreció los proyectos a la vida ciudadana. En cambio, los nazireos practica-
de Judit'. ban una abstinencia provisional o definitiva, según su
En Israel, el reino septentrional parece haber tendido voto. Tenían que abstenerse no sólo del vino, sino «des-
especialmente a la intemperancia 8 • En realidad, la única de las pepitas hasta la piel de la uva»; tras un voto tem-
ley que habla de la embriaguez parece de origen si- poral y las ofrendas prescritas (libaciones de vino en
quemita o nórdico•. el Templo), podían beber vino 21• Los rabinos conside-
Los profetas, sin embargo, condenan los abusos rarán que quien haya bebido una cantidad de vino, sin
del vino y describen sus efectos funestos!"; denuncian mezcla de agua, superior a un cuarto de lag, o sea la
también la degradación subsiguiente+', que llega a equivalencia de seis cáscaras de huevo, no debe enseñar
conducir incluso al desprecio de Dios ". La perturbación ('Erübin). En ciertas circunstancias se prescribía, co-
de la embriaguez provoca el aturdimiento y la falta de mo obligatoria, la abstención de vino a los sacerdo-
decisión". Pueden seguirse también fenómenos todavía tes 22• San Pedro recomendaba acertadamente: «Sed,
más repugnantes-"; hay incluso quien muere a conse- pues, sensatos en guardar sobriedad para poder daros
cuencia de una orgía 15• a la oracíón»>.
Los sabios se han esforzado en mostrar todos -los A PLATÓN, Leyes, 6.
inconvenientes de la embriaguez, que hace olvidar a los 1 Gn 9,21-24. 'Gn 19,32-35. '1 Sm 25,36-37. '2 Srn l 1,13.
príncipes la Ley y los derechos de los desgraciados16 '1 Re 16,9. '1 Re 20,16. 'Jdt 13,4.9. 8Am 4,1; Os 7,7; Is 28,1.
y engendra la cólera 17 y la lujuria 18• Así como Platón 'Dt 21,20-21. "Am 2,8; 6,6; Is 5,22; 24,9; 29,9. "Is 28,7; Os
se mostraba tolerante «con las fiestas del dios [Baco] 4,11. 12Is 5,11-12. =zse 12,2; Is 51,17.22. "Is 28,7; Jer 48,26.
"Eclo 37,31. 10Prov 31,4-5. "Eclo 31,30. 18Eclo 26,9; Hab 2,
que nos ofrece el vino»>, san Pablo recomienda guar- 15; Ef 5,18. 10Rom 13,13; Gál 5,21. 20Jer cap. 35. "Nm 6,
darse de la embriaguez19• 1-20. 22 Lv 10,8-9. 231 Pe 4,7.

Corozaín. Friso de la sinagoga con escenas de la vendimia. (Foto P'. Termes)

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VINO

Beisán. Mosaico conescenas" de la


vendimia, conservado ~n el Monas-
terio de Nuestra Señora. Data del
siglo VI. (Foto Orient Press)

VIII. EL VINO EN LA RELIGIÓN


BÍBLICA. El vino es un don de
Dios1• La abundancia del vino es
una señal de bendición 2• La ben-
dición de Jacob anuncia que la
vid será tan común en la tierra de
Judá que a ella se atará el borri-
quillo y el vino podrá ser utilizado
como agua de colada 3•
Sorprende todavía un poco ver
que el deuteronomista coloca el vino
y los licores fuertes entre lo que
«reclama el alma» para regocijarse
ante Yahweh4• Lo mismo acon-
tecerá con los reformadores, que
a pesar de todo, son austeros, del
retorno del Destierro".
'Os 2,10. 'Gn 27,28.37; JI 2,23-24.
3Gn49,ll. 'Dt 14,26; cf. 16,13-15. 'Neh
8,10-17.

IX. EL VINO Y EL CULTO ISRAE·


LITA. Sabemos que se ofrecían li-
baciones a los falsos dioses1; sin
embargo, las había asimismo en el
culto a Yahweh", El vino ofrecido
en el Templo no lo es aisladamente:
VII. EL VINO y LA RELIGIÓN. El vino es una bebida lo acompañaban otras ofrendas". La mención del vino
de calidad valiosa y, por consiguiente, adecuada para en la celebración pascual no se halla atestiguada en los
las libaciones a los dioses (Egipto, Mesopotamia). En ritos bíblicos de la Pascua; aparece por vez primera
Canaán vemos que Melquisedec lleva a cabo una ofrenda en la época griega, en el Libro de los Jubileos (49,6).
de pan y vino1• El vino reaparece en los cultos a Bá'al", Jesús escogerá el vino como símbolo de la nueva era
En Ras Samrah, ciertos ritos litúrgicos daban ocasión en Caná 4; pero, especialmente, simbolizará la Nueva
de beber con los dioses. Los cultos de Dionisos, Attis Alianza 5• Según parece, en la época del NT, el vino se
o Mitra utilizarán ampliamente el vino en los banquetes había convertido, incluso dentro del judaísmo, en un
sagrados, y el orfismo heredará tal costumbre. En Egipto, símbolo de la inmortalidad, de la vida futura y · del
el empleo del vino en el culto se hizo tan frecuente reino mesiánico (Goodenough).
que con él se relaciona uno de los primeros jeroglíficos
'Dt 32,37-38; Is 57,6; 65,11; Jer 7,18; 19,13. 21 Srn 1,24; 10,3.
descifrados por Champollion. 'Éx 29,40; Lv 23,13; Nm 15,7. 'Jn 2,1-11. 'l Cor 11,25; Mt
Como el soma indio, el vino favorece los estados de 26,27 y sigs.
transporte, excitación e incluso de éxtasis. Bajo este
aspecto será exaltado por algunos sufíes musulmanes, X. LAS METÁFORAS Y EL SIMBOLISMO DEL VINO. A
singularmente por Hafiz. La embriaguez báquica fue causa de su color, el vino es denominado con frecuencia
celebrada en Grecia (cf. las Bacantes de Euripides y «la sangre del racimo»1• La sabiduría ofrece a los hom-
los Acarnienses de Aristófanes). Dentro de esta pers- bres vino, o sea todos los beneficios 2. Para anunciar los
pectiva cabe situar las palabras del sumo sacerdote Elí castigos enviados por Yahweh a su pueblo infiel, los
a Ana 3 y sobre todo los comentarios de crítica provo- profetas emplean a menudo la imagen de las malas
cados por el estado de embriaguez espiritual de los vendimias3• Con frecuencia, el juicio de Dios aparece
apóstoles en la fiesta de Pentecostés". expresado con la imagen de una copa de vino". El vino
El vino se convierte fácilmente en un símbolo de la de la violencia es el espíritu maligno que anima a los
sangre. En la antigüedad se la bebía mezclada al vino malvados 5•
al término de una alianza A. En el Apocalipsis reaparecen todas estas imágenes
Junto con la leche y la miel, constituía un elemento del juicio". Por el contrario, con el vino se expresa
esencial de la ofrenda a los difuntos en diversas reli- también la plenitud de la dicha mesiánica'.
giones. 'Gn 49,11; Dt 32,14. 2Prov 9,5. 'Aro 5,11; Os 9,4; Is 10,10;
AEn cuanto a los escitas, cf. HERODOTO, Hist., 4,70. 24,7.11; Miq 6,16; Sab 1,13; Lam 2,12; JI 1,5. •sal 60,5; 75,9;
Jer 25,15. 'Prov 4,17. 'Ap 14,10.1_9-20; 16,19; 19,15. 'JI 2,24;
Gn cap. 14. 'Os 2,10-15; 3,1.
1 'l Sro 1,13-14. 'Act 2,15. cf. 4,18; Aro 9,13; Zac 10,7.

1220
1219
VIÑA

Bibl.: v. ZAPLETAL, Der Wein in der Bibel, en BSt, 20,l (1920). ziimar de la línea 6 del calendario de Gézer '" (---,. Ca-
H. F. LUTZ, Viticulture and Brewíng in the Ancient Orient, Leipzig
lendario de Gézer).
1922. E. Busst, Der Wein im Kult des A/ten Testaments, en Freib
ThSt, 29 (1922), con abundante bibliografía. J. DOLLER, Der Wein Poseer una viña era señal de dominio y prosperidad;
im Bibe/ und Talmud, en Bibl, 4 (1923), págs. 143-167, 267-299. por ello se defendía la viña casi como la propia mujer,
R. I. FORBES, Studies in Ancient Tec/znology, III, Leiden 1955, págs. aun contra el capricho de los reyes. Se prohíbe codiciar
70-78, 106-124. E. R. ÜOODENOUGH, Jewish Symbols in the Greco-
roman Period, III, Nueva York 1956, págs. 216-217; íd., Wine in la del vecino, hay que reparar sus destrozos con lo
Jewish Cult, ibíd. VI, págs. 126-217. mejor de la propia y, en la mentalidad humanista y
L.RAMLOT comprensiva del Deuteronomio, quien plantaba un ma-
juelo venía equiparado al recién casado: quedaba exento
VIÑA-VID (heb. géfen, kérem; &µmi\os, aµmi\wv; del servicio militar. David comprendió la riqueza que
Vg. vitis, vinea). La nomenclatura transcrita equivale aportaban las viñas al país y protegió su cultivo>'. Las
en cada una de las lenguas al binomio castellano vid- faenas de la recolección llenaban el país de canciones
viña, el primer término de la pareja significa propia- y danzas alegres que redondeaban la imagen amable
mente una planta, una cepa de vid, en tanto que el de la prosperidad ".
segundo es la reunión de cepas, el campo plantado de 'Gn 9,20. '2Re 4,39. 'Dt 6,11; 8,8; cf. Gn 14,8. +Nm 13,
vides, la viña (si grande), viñedo (si menor) o majuelo 23,24. 'Gn 49,1-1; Is 16,8. '1 Re 4,25; 5,5; Míq 4,4; Zac 3,10.
'Ez 17,8; cf. Is 27,2-3. 'Is 5,1 y sigs.: Jer 2,21; Sal 8,14; Cant
(si joven y recién plantado). 2,15; Mt 21,28 y sigs., 33 y sigs. 'Dt 23,24; 24,21; Lv 25,4-5. "Lv
25,3 y sigs.; Is 5,6; 18,5; Cant 2,12; cf. Jn 15,2. "l Re 21,1 y sigs.;
l. LA VIÑA, MADRE DEL VINO. Se trata de la Vitis Dt 20,6; 22,9; 1 Cr 27,27. 12Is 16,10; Jer 48,33.
vinifera, cuyo origen se pone en Asia o sureste de Europa
y que es uno de los primeros cultivos en tiempo e impor- 2. LA VIÑA ISRAEL. No sólo cultivó Israel la vid a
tancia de las zonas templadas. La Biblia explica la anti- gran escala y vivió en una tierra de viñedos; para los
güedad de tal cultivo, atribuyéndolo a Noé ya en la escritores sagrados, el pueblo mismo es la viña de Dios,
época diluviana 1• imagen que se prolonga hasta el NT.
Aun cuando un texto bíblico habla de la vid silves- La fuerza de la imagen es teocéntrica y subraya in
tre 2, no parece que fuese frecuente la existencia de recto la benevolencia y generosidad divinas que han
tales plantas. rodeado de cuidados a su pueblo, y solamente en se-
La vid fue muy abundante en Palestina; pero era vid gundo lugar hace hincapié en el fracaso que ha supuesto
de cultivo. Los hebreos que venían de Egipto donde las Israel para su dueño'. Ya de por sí, la madera de la
viñas eran numerosas, se encontraron con un país vid no vale para obras de ebanistería y sólo por milagro
de viñedos 3 y con regiones, como el valle de 'Eskol de Dios pueden sus sarmientos dar cetros de rey; pero,
(«racimo»), cerca de Hebrón, donde los exploradores die- además, es que tan extraña viña, que procedía de cepas
ron con racimos tan opulentos que habían de llevarlos selectas, ha producido inesperadamente agraces que no
entre dos", Cuando la vid era escogida se llamaba pueden comerse 2. El contraste es violento entre conducta
sáréq", tal vez por el lugar de origen (valle de Sóréq, y conducta: el celebérrimo canto epitalámico de Isaías
hoy Hirbet el-Sureik), o por el color de su fruto (rojo?, acaba en elegía amarga: «Voy a cantar a mi amado
rosado?). Algunas echaban sarmientos de hasta tres el canto de la viña de sus amores: tenía mi amado una
metros de largo que sostenían sobre piedras o rodri- viña en un fértil recuesto. La cavó, la descantó ... ¿qué
gones, trenzándolos de cepa a cepa o apoyándolos en más podía yo hacer por mi viña ... ? ¿Cómo esperan-
las higueras. Tal sombra serena y deleitosa fue símbolo do que diese uvas, dio agrazones?... Los hombres de
de paz y prosperidad campestres", Judá son su amado plantío ... »2•
La viña pertenecía también en Palestina a los culti- Es siempre esa solicitud admirable del Dios viñador
vos secos y la arqueología ha descubierto huellas de la que sobrecoge a los escritores sagrados, pues se eligió
vides hasta en el desierto de Négeb y recientemente se un pueblo que nada valía para volcarse sobre él con
han llevado a cabo experimentos en tal sentido, con resul- pasmosa generosidad 3•
tados positivos. Las imágenes que hablan de la viña En el NT, la parábola de las diversas tandas de obre-
junto a las aguas arrastradas se deben simplemente a la ros enviados por el dueño a su viña subraya también
fuerza del simbolismo de la fertilidad'. la generosidad de Dios, aun cuando la viña no venga
A pesar de ello, era planta que exigía cuidados espe- identificada con Israel 4; pero en la de los malos colonos,
ciales; se elegía lugar resguardado («en fértil recuesto»), donde el viejo fondo divino del pueblo elegido queda
se limpiaba de piedras, se escogían las cepas y se ro- sustituido por el reino de Dios, es también la generosi-
deaba el campo de seto protector contra los animales dad ilimitada del Señor que envía a los profetas y a su
dañinos, principalmente jabalíes y zorros, y se alzaba propio hijo la idea fundamental de la comparación
una plataforma o una verdadera torre de mampostería parabólica 5; la ingratitud de los colonos y el trágico
para atalaya del guarda 8• final son el fondo negro en que brilla la inusitada con-
No era demasiado estrecha la guardia como para descendencia divina que da sin medida.
no permitir comer una racimos al viandante, aunque no Otras imágenes de la vid, simbolizando la sabiduría,
se le permitía llevarse reservas; quedaba reservado el la mujer del justo, etc. 6, no han cuajado con la fuerza
rebusco a los pobres y al año sabático todo su fruto y relieve de la viña-pueblo elegido; o aparecen simple-
quedaba para los desheredados". mente como complemento de otras comparaciones",
Las labores de la poda se· realizaban al comienzo de 3. CRISTO VID. En el enjundioso «discurso de la
la primavera; así parece que hay que interpretar el Cena» ha dicho Jesús: «Yo soy la vid, la verdadera ... »

1221 1222
VIÑA

(r¡ ó:µmAos r¡ o:Ar¡S1vi¡), etc. 8• La alegoría ofrece tres a su lado, desde Éfeso a Jerusalén. Lo mismo aconte-
elementos principales: el Padre, como en el AT, es el ce a los otros apóstoles, incluido san Pablo. El propio
viñador ( «el agricultor»); Cristo es la cepa y los sar- Salvador acude junto a su Madre, que fallece dulce-
mientos son los discípulos. No dice cuál es la viña, mente; el Señor da órdenes para que la sepulten, al
pero toda la fuerza de la nueva revelación gravita a propio tiempo que entrega su alma a san Miguel. Nu-
identificarla con el reino de Dios que es ante todo la merosos prodigios y conversiones acompañan al fúnebre
persona de Cristo y con Él y por Él cuantos Je aceptan cortejo. Cristo aparece de nuevo y los apóstoles le
con fe y amor obediente. En la parábola de los colo- piden que resucite a María. El ángel Gabriel alza las
nos asesinos está clara esta identificación; y ya en el piedras de la tumba y la Virgen sale inmediatamente y
mencionado Salmo 80 hay una estrechísima conexión asciende al cielo en una nube con el Salvador.
entre viña y renuevo, entre el pueblo elegido y «el Una recensión árabe del relato precedente, que ha
varón de la diestra de Dios», al que fortalece y defiende. llegado a nosotros en latín, es mucho más minuciosa.
La permanencia e inserción en Cristo es unión amo- María, al resucitar, dirige a su Hijo una petición con-
rosa, sinceramente vivida en la guarda de sus manda- movedora en favor de todos los. hombres; y Tomás,
mientos. Tal unión es cuestión de vida o muerte, porque llegado con retraso, exige que le enseñen el sepulcro
quien se desgaja perece y va al horno. La elección empe- vacío. María es conducida a la cumbre suprema de los
zó con las faenas de Dios viñador, ahora dice Jesús cielos. Los apóstoles envían por doquier, a las iglesias,
que la suerte final de los individuos culmina y se decide relatos de la Asunción y de los cuantiosos milagros
por su permanencia o defección en la vid que ha plan- obrados inmediatamente después por la Virgen.
tado para salud el buen Dios viñador. A pesar de su texto inseguro y del abuso de· lo mara-
El Apocalipsis simboliza el juicio final bajo la ima- villoso, este apócrifo atestigua a su manera la creencia
gen de una vendimia gigantesca.". en la Asunción de María y su mediación en la época en
1Ez 15,2 y sigs.; 19,10-14. 'Is 5,1-7. 'Os 9,10; Jer 2,21; Sal que se compuso. Obsérvese, no obstante, que la bu-
80,9 y sigs. 'Mt 20,1-16. 'Me 12,1-12 y par. 'Sal 127,3; Eclo la que promulgó el 1 de noviembre de 1950 el dogma
24,7; Jer 48,32; Ez cap. 27, etc. 'Cf. Mt 21,28 y sigs.; Le 13,6 de la Asunción se apoya sólo en los textos litúrgicos,
y sigs. 8Jn 15,1-11. 'Ap 14,18-19.
los teólogos y la fe de la Iglesia, sin aludir en absoluto
Bibl.: H. F. LUTZ, Viriculture and Brewing in the Ancient Orient
Leipzig 1922. A. G. BARROIS, Manuel d'orchéologie biblioue, I, a los apócrifos.
París 1939, pág. 327 y sigs. A. MAILLOT, Vine, en Vocabulary of Bibl.: J. P. MIGNE, Dictionnatre des Apocryphes, II, París 1856-
the Bible, Londres 1958, págs. 435-436, A. DRUBBEL, en HAAG, 1858. C. VON TISCHENDORF, Apoca/ypses Apocryphae, Leipzig 1866.
cols, 1935-1936. M. R. JAMES, The Apocryphal New Testament, Oxford 1950. ·F.
e.GANCHO AMIOT, Évangi/es Apocryphes, París 1952.
F. AMIOT
VIOLACIÓN. No hay en hebreo bíblico término
propio para significar la violación como sinónimo de VIRGINIDAD (heb. bétúlim; napSevía, hápax /egó-
estupro. Los verbos <aniih (forma pi'él) y tdmé" (ídem), menon del NT en Le 2,36; napSévos es de uso frecuente
que describen casos de atropello de una doncella.', en el NT aplicado tanto a mujeres, como a hombres).
tienen el significado más amplio de humillar, tratar l. ANTIGUO TESTAMENTO. La Ley 1 suponía que un
mal, oprimir injustamente, castigar, faltar al respeto marido podía comprobar la virginidad de su joven
y veneración debidos al Templo, no guardar el descanso esposa. Los padres de ésta presentaban ante los an-
sabático, etc 2 • También designan impureza ritual o moral. cianos las señales de la virginidad de su hija, llamadas
El Código de la Alianza, y en forma casuística (->- también bétúlim. Entre los hebreos, como en otros
Legislación mosaica), prescribía: «Si uno seduce a una pueblos antiguos, la joven esposa transmitía a los padres
virgen no desposada y yace con ella, pagará su do- del esposo, la misma noche de la boda, un paño ensan-
te y la tomará por mujer. Si el padre rehúsa dársela, grentado, que constituía una prueba de la virginidad,
el seductor pagará la dote que se suele dar por las que ellos podían presentar como testimonio. Era una
vírgenes» 3 • seguridad que amaban darse los orientales. Si faltaba
Para los conceptos más amplios de violación de una tal documento, la joven esposa podía ser apedreada,
ley o de un objeto sagrado, ->- pecado y ->- profanación. según la Tóráh.
1Gn 34,2; Dt 22,24.29; Jue 19,24; 2 Sm 13,12.14.22.32; Ez 22,11.
El AT no conoció la virginidad voluntaria: sería
'Cf. Gn 16,6; 15,13; Éx 22,11-12; 1 Re 11,9; Ez 15,21; Mt 12,5,
como desear la esterilidad, que el pueblo judío no podía
etc. 'Éx 22,15-16.
C.GANCHO apreciar, ya que consideraba la fecundidad como una
orden divina 2 • Recuérdese además las frecuentes pro-
VIRGEN, Apocalipsis de la. Esta obra, también mesas divinas en que Dios proponía, como premio a
titulada Transitus Mariae, narra la muerte y asunción la fidelidad a la Ley, la fecundidad: «Si guardáis mis
de la Virgen. Parece que el original se escribió en griego, mandamientos ... os miraré con benignidad y haré que
en el siglo 1v o v; pero ha sido muy reelaborado y tra- crezcáis y os multipliquéis sobre la tierras "; «Será
ducido. Se atribuye falsamente a san Melitón, obispo bendito el fruto de tu vientren", En el Salmo gradual
de Sardes (Lidia), del siglo n, el cual pretende haber 128,3-6, que toda mujer judía recitaría en sus peregri-
escuchado el relato de boca del apóstol san Juan. Vein- naciones a Jerusalén u oiría recitar a los sacerdotes, se
tidós años después de la Ascensión de Jesucristo, un describía con tonos de idilio familiar la felicidad de
ángel anuncia a María que subirá al cielo a los tres la vida doméstica: «Será tu esposa como vid fructí-
días de su muerte. Juan es transportado milagrosamente fera ... y tus hijos cual plantones de olivo en torno de tu

1223 1224
VIRGINIDAD

mesa. He aquí cómo será bendito el varón temeroso de Las pocas veces que se cita la virginidad en el AT
Yahweh. Bendígate Yahweh ... y logres ver los hijos es en otros términos indiferentes: o se la celebra per-
de tus hijos». El colorido vivo de estos cuadros dejaba dida en el matrimonio o se la llora al quedar intacta
en la sombra el ideal de la virginidad que un día Dios por la muerte prematura. Nunca se enaltece su valor.
revelaría al mundo. La virginidad será alabada por su belleza y juventud,
Al margen de esta corriente general hay casos de pero no como estado permanente, lo que sería más bien
continencia voluntaria. Jeremías 5, por orden de Yahweh, una desgracia. Semejantemente en varias religiones an-
ha de renunciar al matrimonio, pero es simplemente tiguas, la virginidad tenía un valor sacra!; ciertas diosas
para anunciar por un acto simbólico la inminencia (Anitra, Artemis, Atenea) eran llamadas vírgenes, pero
del castigo de Israel, en el que perecerán mujeres y era más bien para poner de relieve su eterna juventud,
niños". su vitalidad e incorruptibilidad. Nada se encuentra de
No son de maravillar estas promesas de bienes tem- un ideal religioso.
porales como premio de la fidelidad a Dios. Ha notado El ansia de tener sucesión lleva incluso a acciones
ya santo Tomás= que el pueblo hebreo se hallaba en nefandas, como la que da origen a Moab y 'Ammón 8•
estado imperfecto de formación religiosa, comparado Se ha querido dar un sentido religioso a estas ansias
con el cristianismo, y que Dios lo trataba como a niño, de maternidad: la ilusión de la joven hebrea sería que
que ha de ser conducido al cumplimiento del deber apareciese entre su descendencia el Mesías prometido,
con regalillos infantiles. Añade con. todo SuárezB que y por esto su suprema maldición sería dejarla sin des-
tales promesas no eran exclusivas, sino que con ellas cendencia o estéril, que era privada en absoluto de esta
Dios nutría en los judíos las grandes esperanzas de vida esperanza. Doctrina que no puede comprobarse con
eterna, que habían de concedérseles por el Mesías. textos positivos y que difícilmente pudo ser sino la
Y así la fecundidad que Dios otorgaba a la oración aspiración de algunas almas selectas. De lo que no po-
de mujeres estériles (Sara, Raquel, Ana, etc.) orienta- demos dudar es de que la esterilidad femenina era con-
ba discretamente hacia una maternidad espiritual propia siderada como un grave mal y maldición. Baste recordar
del NT. la plegaria de Ana 9, futura madre de Samuel, que con
Es más bien en el contexto de las promesas y de la gemidos y lágrimas suspira por librarse de esta afrenta;
Alianza, donde hay que buscar la verdadera prepara- y la alegría en cambio de Isabel+", madre del Bautista,
ción a la virginidad cristiana. Con la misteriosa economía al conocer su maternidad y verse libre de tal «oprobio»!',
de mujeres estériles vueltas fecundas, Dios quiere mos- Junto a estos personajes están en el AT las viudas
trar que los portadores de «la promesa» no son susci- no vueltas a casar (Débora, Judit, la profetisa Ana)
tados por la vía normal de la fecundidad natural, sino en las que se ha hablado como de una segunda virgini-
por una intervención de su omnipotencia. La gratuidad dad. Son casos que no nos toca examinar, y que en
de la elección se manifiesta en esta secreta preferencia general son pregonados como bien vistos. Judit por su
concedida a las estériles c. viudez voluntaria 12 y por su vida penitente, merece
El caso de la hija de Jefté? es un hecho clamoroso y ser, como antes Débora 13 la madre de su pueblo. Tales
espectacular que muestra el angustioso lamento de géneros de vida preparaban la común estima de la viudez
una virgen que, sacrificada por su padre como resulta- y de la virginidad en el NT. Ana, la profetisa, rehúsa
do de un voto hecho a Dios por su brillante y rápida casarse de nuevo para el mayor servicio de Dios".
victoria, al enterarse del voto se atrave sólo a rogar: Recuérdese la prescripción del Levítico", sobre la es-
«Permite solamente que vaya a los montes con mis com- posa virgen del sumo sacerdote, y la prescripción de
pañeras para desahogar durante dos meses el dolor Pablo a Tito 16 sobre el sacerdote «marido de una sola
de morir virgen todavía». Y sigue el texto de los Jueces: mujer»; pero en el primer caso se trataba más bien
«A partir de esa fecha se inició en Israel la costumbre, de pureza ritual en el dominio de la sexualidad más
que después se observó siempre, de congregarse todos que de estima de la virginidad como tal.
los años las jóvenes del pueblo israelita para llorar la La liturgia cristiana ha aplicado a la virginidad varios
desgracia de la hija de Jefté durante cuatro días». Esta textos veterotestamentarios17 al hablar de las vírgenes
frase nos presenta a toda una nación y a través de los cristianas. Pero se trata de sentido, no literal, sino aco-
tiempos haciendo profesión de duelo ante el ara de modaticio.
la virginidad sacrificada. Queda, pues, como principio el asentado por san
Es cierto que no han faltado quienes han dado otro Juan Crisóstomo de que «en el AT ni siquiera se nom-
sentido al pasaje, evitando así el sacrificio de la vida de bra la gloria de la virginidad». El mismo santo doctor
la hija única>. Schuster-Holzammer cita los autores se preocupa del porqué se reservó esta excelencia de la
antiguos y modernos que se han inclinado a la inter- virginidad para el NT. Es un caso, dice, de la pedagogía
pretación espiritual en ésta que ya san Agustín llamaba divina y de aquella o-vyKaT6:~ao-1s o condescendencia di-
«cuestión ardua en sumo grado». Se trataría únicamente vina con que el Padre griego explica tantos problemas
de consagrar a Dios sus años futuros, condenándola teológicos. El mismo acude a la sencilla y popular
a vivir apartada del mundo y por ende del matrimonio; comparación de los polluelos: «Después de criarlos la
pero ni el texto ni las costumbres de la época favorecen madre por algún tiempo, los saca del nido; mas si los
esta interpretación. Además, para nuestro caso valdría ve caer faltos de vigor y fuerzas y necesitados de per-
igualmente el argumento, ya que el luto y el llanto pro- manecer aún allí dentro, los deja algunos días más;
vendrían siempre de la conservación obligada de la vir- no para que estén en el nido perpetuamente, sino
ginidad. para que, bien fortalecidas las alas y robustecidas por

1225 1226
VI· 41
VIRGINIDAD

completo sus fuerzas, puedan alzar el vuelo con seguri- meister. Según las descripciones de los esenios que nos
dad. Así ya desde antiguo nos atraía el Señor hacia el dan Filón y Flavio Josefa, más bien huían los esenios del
cielo. Cuando, finalmente, nos nacieron las alas de la matrimonio por motivos humanos: por la imposibilidad
virtud al cabo del tiempo, llegándose a nosotros poco de fiarse de la plena fidelidad de un cónyuge; porque
a poco, nos sacó de este domicilio y nos enseñó a volar las mujeres apartan del estudio de la filosofía; motivos
más alto»>. todos que incluyen un bajo concepto del matrimonio
El tema bíblico constante de Dios, esposo de Israel, que no concuerda ni con el evangelio ni con san Pablo.
preparaba la concepción cristiana de la virginidad. Ya
2. LA DOCTRINA DEL EVANGELIO (Mt 19,10-15). Aca-
Juan Bautista se presentaba como el amigo del es-
ba de urgir Jesús la indisolubilidad del matrimonio,
poso!": así se mostraba heredero de una tradición pro-
volviéndolo a su primitiva pureza y esplendor original, y
fética. En efecto, los profetas daban con frecuencia el
prohibiendo el libelo de repudio, permitido por Moisés.
nombre de «virgen» a un país conquistado, sobre todo
Los discípulos, discurriendo con un cierto egoísmo
a Israel, para deplorar la pérdida de su integridad
filosófico, al ver las cargas del matrimonio, objetan:
territorial 19; pero también es apostrofado Israel 20 como
«Si tal es la condición del hombre con relación a la
«la virgen de Israel», cuando Dios quiere reprocharle
mujer, no conviene casarse». Cristo en algún modo
su infidelidad a la Alianza. Para Is 62,5 además el ma-
aprueba la afirmación y se aprovecha de sus palabras
trimonio de un joven con una virgen simboliza las bodas
para darles la lección sobre las excelencias de la virgi-
mesiánicas entre Yahweh e Israel. Con estas exigencias
nidad: «No pueden comprender este lenguaje [como si
exclusivas, Dios preparaba a su pueblo para reservarle
los discípulos hubieran dicho palabras de mayor al-
y exigirle todo su amor.
cance de lo que ellos pensaban], sino aquellos única-
e-Summa Theologica, 1-2, q. 99 art. 6. B De Legibus, 1-9, cap. 6, mente a quienes se les concede. Porque hay eunucos
n.0 18~21. ex. LÉON DuFOUR, Virginit é, en Vocabulaire biblique.
DSCHUSTER-HOLZAMMER, Historia bíblica, II, Barcelona 1934, pág. que lo son desde el seno materno, y hay eunucos que a
437. EJuAN CRJSÓSTOMO, Contra tudaeos et gentiles, quod Chrístus sí mismos se han hecho tales por el reino de los cielos.
sil Deus, 1, PG, 48, 823; en íd., De Virginitate, 11, en PG, 48, 545. Entienda el que pueda». Los eunucos, corrientes en las
1Dt 22,13-21. 'Gn 3,20. 'Lv 26,1-9. •Dt 28,4. 'Jer 16,2. cortes orientales, tenían que condenarse a un perpe-
6Jer 16,3-13. 'Jue 11,29-40. 'Gn 19,30-38. 'I Sm 1,9-19. 10Lc tuo celibato. Cristo anuncia que en el nuevo reino habrá
1,25. 11Cf. Gn 30,25; Is 54,4. 12Jdt 8,4 y sigs.; 16,22. "Jdt 5,7.
"Le 2,37. 15Lv 21,13-14. 16Tit 1,6. 17Sab 4,1 y sigs.; Zac 9,17. eunucos, no en el cuerpo, sino en el espíritu, que volun-
18Jn 3,29. "Is 23,12; 37,23; 47,1; Jer 14,17; 46,11; Lam 1,15; tariamente se priven de la fecundidad para ser más
2,13. 20Jer 18,13. gratos a Dios. Es evidente que en el contexto se trata
de un ideal superior, como lo han entendido todos los
11. NUEVO TESTAMENTO. l. CRISTO Y LA VIRGEN.
intérpretes. Las mismas palabras de Jesús: «Entienda
En el plan de la Providencia era el Verbo encarnado
el que pueda», aluden a un sentido altísimo de las pa-
quien debía enseñar la virginidad con su ejemplo antes
labras que no es dado penetrar a todos. Es gracia sin-
que con su palabra: el origen de la virginidad es celeste.
gular penetrarlas, como es gracia singular aceptar y
En un mundo que no la aprecia, Dios hace que una
conservar este precioso don. Sólo el Reino de los cielos
Virgen conciba del Espíritu Santo 1 y el Verbo se hace
justifica la virginidad.
carne2, para que la carne se hiciera Dios. Con la Vir-
gen María, la virginidad voluntaria, coronada milagrosa- 3. LA VIRGINIDAD EN SAN PABLO (1 Cor 7,28-40).
mente con la maternidad como obra exclusiva del Pablo no sólo escogerá para sí este ideal de vida, sino
Espíritu Santo, entrará ya como ideal religioso. En el que enaltecerá grandemente sus excelencias. Que él
relato de la anunciación, la señal de Isabel, estéril y escogiese para sí el celibato no puede dudarse, dadas
madre", dada a María como prueba, parece mostrar las afirmaciones expresas en 1 Cor 7,8. Se ha querido
una cierta continuidad con el AT. En la virginidad de ver una dificultad en Flp 4,3, donde habla de un leal
aquélla, que será Madre de Dios, se cumple la larga compañero y auténtico colaborador (en gr. oúl;vyos,
preparación de la virginidad en el AT; pero también equivalente a coniux o compar como traduce la Vulgata).
el deseo de la fecundidad y el efecto de las oraciones de Pero el oúl;vyE (en masculino, no en femenino) debe
personas estériles oídas por Dios. Con Jesús y María, ser o un nombre propio, o bien usarse en sentido eti-
el término virgen (rrcpSévoc) adquiere una ampliación mológico como de quien ayuda a llevar un yugo, por
de significación: en el NT son vírgenes no sólo las «colaborador». La idea de un cónyuge de Pablo sería
mujeres, sino los hombres que aceptan el celibato como completamente nueva y contraria a los textos. Aunque
ideal religioso y como mayor consagración a Dios. Pablo no impone el celibato ni a los obispos ni a los
Son conocidos los conatos recientes de admitir un diáconos 4, celebra sus ventajas: «Acerca de las vírgenes
cierto influjo de Qumrán en la aceptación voluntaria no tengo precepto del Señor [como lo tenía sobre el
de la virginidad=, ya que los esenios practicaban el matrimonio]; pero doy consejo ... Es bueno al hombre
celibato. Ya antes Hilgenfeld, Weingarten y otros ha- el estarse así. El soltero se preocupa por las cosas del
bían insinuado que el primitivo ascetismo cristiano Señor, cómo agradará al Señor; mas el casado se preo-
podría derivarse de los esenios terapeutas o de los cultos cupa por las cosas del mundo, cómo agradará a la
de Serapis y Mitra. Pero tales influjos tienen poca mujer; y anda dividido. También la mujer soltera y
consistencia histórica, ya que consta de la posición psi- [principalmente] la virgen se preocupa por las cosas del
cológica contraria, al encontrar creencias o ritos de con- Señor, cómo ser santa en el cuerpo y en el espíritu;
tacto entre paganos y cristianismo naciente. En cuanto mas la casada se preocupa por las cosas del mundo,
el influjo de los esenios, nótese lo escrito por U. Holz- cómo agradará al marido. Y esto dígalo, no para arma-

1227 1228
VIRGINIDAD

Panorámica de Nazaret. En el centro, hacia la derecha, existía la basílica de la Anunciación, actualmente


demolida, en el lugar donde María hizo profesión de virginidad perpetua. (Foto P. Termes)

ros un lazo, sino mirando a lo que os cumple y facilita Pablo ni se ha propuesto de propósito el problema, ni
el trato familiar con el Señor sin distraimiento (crrspl- directamente lo resuelve. Según los principios estable-
c-rrco-roc)» 5• Y en l Cor 7,40 aún vuelve a insistir en las cidos en estas dos cartas (l Cor y Ef'), que pueden y
ventajas de la virginidad: «Será más dichosa si perma- deben ponerse de acuerdo, parece podríamos interpretar
neciere así [virgen], siguiendo mi consejo». la mente de san Pablo, sin rebajar en nada la gran sig-
Para Pablo, las ventajas son claras: el casado ha de nificación del matrimonio, diciendo que en éste los dos
dividir su atención, mientras que el virgen centra toda cónyuges en su amor humano «simbolizan», figuran y
su atención en el Señor; por lo mismo no es distraído representan el amor de Cristo a la Iglesia y de ésta
ni tiene que tender a varios objetos y amores (nótese la a Cristo; el virgen no quiere símbolos, figuras ni pre-
fuerza del verbo rrspttrrróco) y puede tratar más fa- figuraciones, sino que ama como único esposo a Cristo
miliarmente con el Señor. De aquí deriva su mayor y, por ende, la virginidad será superior al matrimonio,
dicha. Ni que decir tiene que para Pablo la virginidad en cuanto es superior lo simbolizado al símbolo, lo
es un ideal religioso que, aunque lleve consigo la libe- figurado a la figura, la realidad a su representación.
ración de ciertas tribulaciones", anejas a la vida matri- Las recomendaciones paulinas de la virginidad, como
monial y familiar, no se acepta precisamente por una comentario a la doctrina evangélica, dan el fundamento
liberación egoísta, sino como ideal más completo del bíblico para el celibato de los sacerdotes, aunque la
servicio de Dios: la fidelidad en un amor «exclusivo» ley fue muy posterior'.
de Dios.
La doctrina matrimonial y sobre la virginidad en la 4. EL APOCALIPSIS (14,1-5) ensalza también a las
primera carta a los Corintios puede parecer incompleta, y vírgenes. En la visión del Cordero sobre el monte Sión
quizás lo es. Parece olvidar la sublime doctrina, sobre son los 144 000 vírgenes los que cantan un cantar nuevo.
el matrimonio-sacramento, enunciada por Pablo en «Éstos son los que no se mancharon con mujeres, como
Ef 5,25-32. Si el «misterio» del matrimonio es tan vírgenes que son. Éstos son los que siguen al Cordero,
grande, ya que prefigura y representa el amor de Cristo donde quiera que va. Éstos fueron rescatados de los
y la Iglesia, ¿cómo cabe un ideal religioso superior? hombres, primicias para Dios y para el Cordero; y en

1229 1230
VIRGINIDAD

su boca no se halló mentira; son irreprochables.» Dado VIRGINIDAD DE MARÍA. Según el criterio cató-
el simbolismo del libro y concretamente del número lico, María es virgen bajo diversos aspectos. La exé-
144 000 (que en 7,1 representa la totalidad de los mar- gesis toma en consideración: l. La concepción virginal
cados de Israel) parece tomarse el rasgo de la virginidad del Señor; 11. La actitud virginal de María ya desde el
como característico y representativo de los habitantes principio y 111. La permanencia de su virginidad después
del cielo; ya que los vírgenes (como en 6,9-11 los már- del nacimiento de Jesús.
tires) son como los bienaventurados por antonomasia: l. LA CONCEPCIÓN VIRGINAL DEL SEÑOR. l. El his-
los más cercanos a Cristo, ya que acompañan al Cordero, toriador, como tal, debe admitir que la creencia de la
dondequiera que va. Todo supone la excelencia del primitiva iglesia apostólica en la -concepción virginal
ideal religioso de la virginidad. de Jesús queda perfectamente atestiguada. Tal testimo-
El estado de virginidad da a conocer el verdadero nio, además, aparece en dos relatos literariamente in-
rostro de la Iglesia. Como vírgenes prudentes 8, los cris- dependientes.', que, por otra parte, como lo prueba su
tianos salen al encuentro de Cristo, su esposo, para to- origen palestino singularmente acusado, provienen de una
mar parte en el banquete nupcial: son las personas que fuente aún más antigua.
morarán en la Jerusalén Celeste, que es la esposa del 1Mt 1,18-25 y Le 1,26-38.
Cordero•.
No podemos olvidar que en el Apocalipsis, y lo mis- 2. El exegeta que cree en la inspiración del texto
mo en 2 Cor 11,2 a la virginidad se le da un sentido advertirá sobre todo la intención expresa del hagió-
espiritual apropiable a todos los cristianos. De todos grafo y notará que tanto Mateo como Lucas manifiestan
ellos dice: «Celoso estoy de vosotros con celos de Dios, un pronunciado interés en la concepción virginal de
pues os desposé con un solo varón para presentaros Jesús. Sin embargo, este interés, según aparece clara-
como casta virgen a Cristo». El AT habla muchas mente, es sobre todo cristológico y no mariológico;
veces de un «dios celoso». Pablo se siente también dicho en otras palabras: en ambos casos interesa no
celoso con sus corintios y es propio de un celoso recor- tanto que María haya concebido virginalmente, como
dar sus derechos y aun algo dramáticamente con los que Jesús haya llegado virginalmente a este mundo.
que ama. Si Pablo es celoso, lo es a la manera de Dios Así aparece destacado en Le: «Por lo cual también
con su pueblo escogido10 y celoso por los intereses de lo que nacerá será llamado santo, Hijo de Dios»1•
Dios, con quien no quiere sino un mismo vivir. Con En Mateo, la concepción virginal se halla mencionada
grande alegría y ardiente esperanza, cuando los convirtió, previamente de manera expresa, y, luego, al final, des-
los desposó con Cristo, como un padre da su hija al tacada francamente como cumplimiento de Is 7,14;
esposo escogido. Por el momento no son más que pero esto de manera ocasional, como prueba que con
desposorios (como comenta san Crisóstomo in hoc loco), toda seguridad, según permite ver claramente el texto
pero vendrá el día de introducírlos (rrcpoc-rñcco) so- en cuestión, tiene por fin específico la demostración de
lemnemente en la cámara nupcial:· es en la parusía. la paternidad legal de san José: aun cuando el Niño
Hace falta que se presenten al esposo con el frescor de haya sido concebido por el Espíritu Santo, «le pon-
una pureza virginal (cf. Allo, pág. 276). Es una frase au- drás por nombre Jesúsn".
daz pensar de convertir en vírgenes espirituales aquellos Esta creencia del evangelista atestiguada claramente
corintios cuyas costumbres antiguas ha descrito11, pero por dos veces, vuelve después a quedar de nuevo ex-
él piensa en un desposorio místico con Cristo. A partir presada, siquiera de modo menos directo cuando Mateo
de Cristo, los fieles que permanezcan vírgenes, partici- al hacer el árbol genealógico de Jesús, llegado a la úl-
pan la virginidad de la Iglesia, realidad esencialmente tima serie de las tres, en cada una de las cuales repite
escatológica que tiene su pleno sentido en las bodas catorce veces: «N. N. engendró a N. N.», cambia brus-
mesiánicas. camente y concluye diciendo: «Jacob engendró a José,
El tema de Yahweh, esposo de Israel se desarrolla el esposo de María, de la cual nació Jesús>", Lucas
en este otro Cristo, esposo de la Iglesia. Es insistir en empieza su árbol genealógico precisamente con la ex-
la maternidad espiritual que por una parte fundó la vir- presión «Jesús ... hijo de José», pero añade inmediata-
ginidad cristiana, y por otra es a la vez dechado y modelo mente ut putabatur (csegún se creia»)", En Mateo, la
de los esposos cristianos". expresión «el Niño y su Madre», repetida cuatro veces>,
puede haber sido elegida también deliberadamente. Y
ACf. J. DHEILLY, Virginité, en Dictionnaire blblique, Tournai
1964.
no hay que pensar en contradición alguna cuando Lu-
1Le
cas, en otros pasajes, concretamente al relatar la in-
1,34-35. 'Jn 1,14. 'Le 1,36-37. 41 Tiro 3,2.12. 'I Cor
7,25-35. '1 Cor 7,28. 'Cf. 1 Tiro 3,2.12; Tit 1,6. 'Mt 25,1-13. fancia de Jesús, habla despreocupadamente de «los
'Ap 19,7-9; 21,9. 10Éx 20,5; Ez 16,8 y sigs. "I Cor 6,9-11. "Ef padres» del Niño 6, de «su padre y madre» 7; ni cuando
5,25-32. refiere las palabras de María al Niño: «Tu padre y yo» 8 •
Bibl.: F. HUMMELAUER, Cursus Scripturae Sacrae, París 1883- Menos aún debe de parecer extraño que otros, forzosa-
1905,págs. 232-235. J. FISCHER, Ehe und Jungfrauíigkeit irn NT., mente desconocedores del secreto, designaran a Jesús
Münster 1919. J. LEIP0LDT, Jesus und die Frauen, Leipzig 1921.
E. B. ALLO, Saint Paul, Premiére épltre aux Corinthiens, París 1934. como «el hijo del carpinterox ". Marcos en el lugar pa-
P. KETTER, Christus und die Fraueu, 2.• ed., Düsseldorf 1935. U. ralelo, sufre posiblemente una distracción cuando expone
H0LZMEISTER, Historia aeta/is N.T., Roma 1938, págs. 259-262. las palabras de la gente de Nazaret: «¿Acaso no es
F. DE B. VIZMANOS, Las Vírgenes cristianas de la Iglesia primitiva, éste el artesano, el hijo de María ?»10
Madrid 1949. X. LÉ0N DUF0UR, Virginité, en Vocabulaire de théo-
logie biblique, París 1962. El hecho de que ni en el evangelio más antiguo, en
F.PUZO Marcos, ni en las epístolas de san Pablo, todavía más

1231 1232
VIRGINIDAD

antiguas, se encuentre ninguna indicación (por lo tico presumible de la pregunta de María. Ello resulta
menos clara) de la concepción virginal de Jesús, de- suficiente para el exegeta como historiador, pero no
muestra que al principio el secreto era conocido sólo basta para e) exegeta 'en calidad de tal, por cuanto,
en el reducido círculo familiar de los más íntimos, y seguro de la inspiración del texto, se interesa ante todo
que no pertenecía forzosamente al kerygma inicial por la opinión y la intención expresa del evangelista.
de la Iglesia, limitado expresamente, según la expresión Para ello sólo el texto griego puede ser normativo.
que aparece en los Hechos de los Apóstoles, a lo que En lenguaje semítico, el mensaje angélico pudo haber
«Jesús hizo y enseñó»!'. En Pablo, sobre todo, la «vida correspondido. literalmente a ecce tu habens in utero,
de Jesús» desaparece por completo ante la realidad de lo cual puede -iignificar «tú has concebido», «tú conci-
la Cruz y la Resurrección, y los únicos lugares donde se bes», o, prácticamente con la misma seguridad, «tú
menciona a su Madre son aquellos en los que aparece concebirás». La respuesta de María pudo haber sido:
la inaudita verdad de la Encarnación como humilla- «¿Cómo será esto, no conociendo yo varón?» O, tam-
ción; y, así, no había en tal caso motivo alguno para bién, en la forma de pe:fecto: «Si yo no he conocido»,
hablar de la concepción maravillosa, ni siquiera como «no conozco».
idea aclaratoria 12: «Dios envió a su Hijo, nacido de Una primera solución (Landersdorfer, 1909) cree que
mujer, sometido a la Ley». María entiende «tú has concebido» y, sorprendida, res-
En Juan, cabe encontrar por lo menos una indica- ponde «¿Cómo, si yo no he conocido ... ?»
ción no directa 13. En el citado texto se habla de aquellos¡ Una segunda solución (Haugg, en 1938; Gaechter,
que creen en Jesús, diciendo de ellos: Qui non ex san- 1953; J. B. Bauer, 1958) lee «tú concebirás», precisamente
guinibus, neque ex voluntate carnis neque ex voluntate en un futuro inmediato. A ello responde María: «¿Cómo
viri, sed ex Deo nati sunt («los cuales, no de la sangre, ocurrirá esto, si yo todavía no conozco varón ?», refi-
ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad de hom- riéndose a su situación de prometida, pero aún no
bre, sino de Dios nacieron»), Los testimonios más casada. Esta solución que es gramaticalmente posible
antiguos (Tertuliano, Ireneo) conocen esta forma tex- (en lenguaje semítico) y parece corresponder con tanta .
tual, pero prefieren a ella la forma singular, qui ... natus espontaneidad a las circunstancias que ya conocemos."
est («el cual...nació»). Esto equivale a un conocimiento va ganando hoy más y más partidarios, precisamente
cierto de la concepción virginal de Jesús. Tal forma tex- a causa de esa naturalidad que tan normal parece. Sin
tual vuelve a ser empleada netamente en una época embargo, no resulta sólida. Se apoya sustancialmente
posterior. Sin embargo, aun cuando no se la considere en dos elementos de carácter temporal: la concepción en
bajo el punto de vista de la crítica textual, deja perfec- un futuro próximo y la expresión «yo no conozco
tamente sentado que tan evidentes palabras eliminan todavía». En lenguaje semítico, ambos elementos son,
de la renovación espiritual de los fieles toda idea sen- desde el punto de vista gramatical, meramente posibles,
sual o carnal; la explicación aparece de manera inme- y nos sirven sólo para aclarar el texto griego, pero en
diata. La insólita formulación tiene como base el cri- modo alguno como expresión en sí mismos, puesto que
terio según el cual la renovación espiritual de los fieles Lucas no había captado el sentido propio original; de
en Dios encuentra su modelo precisamente en la con- lo contrario, hubiera escrito necesariamente la expre-
cepción virginal de Cristo. sión «todavía no», que todo lo aclara con luz meridiana.
'Le 1,35. 2Mt 1,21. ªMt 1,15. 'Le 3,23. 6Mt 2,11.13-14.20. Así, pues, Lucas dificultó a sus lectores griegos la
'2,27.41.43. 'Le 2,33. 'Le 2,48. 'Mt 13,55. 10Me 6,3; cf, Jn comprensión justa, y los situó prácticamente en un equí-
1,45; 6,42. 11Aet 1,1; cf, 1,22; 10,36-39. "Gál 4,4. 13Jn 1,13. voco. Además, la supuesta fórmula semítica del men-
IL ¿DISPOSICIÓN A LA VIRGINIDAD YA DESDE EL PRIN· saje angélico resulta, con seguridad, introductoria en
CIPIO? Se trata aquí de las implicaciones exegéticas todo caso, y en modo alguno de futuro inmediato; no
de la respuesta de María al ángel: «¿Cómo podrá ser obstante, el concepto futuro inmediato tiene siempre
esto, si no conozco varón ?», En tal manifestación se aquí un carácter relativo, y, sea como fuere, el problema
fundamenta la concepción, tradicional en la Iglesia de ello resultante no ha de presentar gran dificultad,
desde san Agustín, que presenta a María resuelta a por cuanto a instancias de tan extraordinario encargo
permanecer siempre virgen (teoría del voto). En épocas pudo haberse acortado el tiempo de los esponsales.
posteriores, y precisamente en el campo católico, se ha Veamos una tercera solución (Audet., 1956): el gé-
ido poniendo progresivamente en duda la justificación nero literario de la anunciación requiere, según el mo-
exegética de tal opinión. Ciertamente, ningún creyente delo evidentemente fundamental de la llamada de Ge-
pone en tela de juicio una predestinación particular deón 1, que el mensaje hable a la mente de la persona
de María a la maternidad divina, fuera aquella la que a la cual va dirigido, de suerte que dicha mente pueda
fuese; el exegeta, empero, se pregunta si el texto en tomar una decisión vinculada a tal mensaje. En nuestro
cuestión permite reconocer con seguridad en tal pre- caso, pues, ello equivale a decir que María pudiera
destinación una virginidad libremente decidida. reflexionar sobre la concepción virginal del Mesías
r:La resolución de una virginidad permanente en una anunciada por Isaías2• Y al escuchar María que pre-
joven judía de aquel tiempo equivale a un burdo anacro- cisamente ella, la prometida, ha de ser madre del Me-
nismo; no hablemos ya de un matrimonio en vir- sías, pregunta llena de asombro: « ¿Cómo puede ocurrir
ginidad. De ahí el interés por hallar un criterio menos ello, si yo, en este caso, no puedo conocer varón?».
contradictorio respecto de· las circunstancias dadas, o Aquí todo resulta bastante débil para fundamentar
perfectamente de acuerdo con ellas. Conviene, pues, re- la suposición. Desde el punto de vista gramatical, existe
trotraerse a la situación contemporánea y al fondo semí- una contradicción: el supuesto uso elíptico de la

1233 1234
VIRGINIDAD

conjunción Éneí (quia alioquin) exige siempre para com- forma literaria de «anunciaciones» ya conocidas. Esto
plementar una oración condicional, una negativa irreal, parece haber respondido perfectamente al estilo lite-
con lo que, en tal caso, el uso correcto daría el contra- rario propio de Lucas, comprobable sobre todo respecto
sentido « ... si (de no ser así) yo no conocería varón» de ello en los Hechos de los Apóstoles: nos referimos
(cf. Gewiess, sobre la base de Debrunner, pág. 360). El a su afición a las escenas evidentes y con unidad propia;
segundo fallo esencial de la solución de Audet reside lo que el autor quiere decir lo incluye en forma dramá-
en el infundado criterio, según el cual en el mundo tica en el diálogo de los diversos interlocutores. Final-
judío de aquel entonces podía considerarse que en Is mente, Gewiess se refiere, además, a otras preguntas
7,14 se hablaba de una concepción virginal del Mesías. de los textos de Lucas que, comparables a la pregunta
En la aceptación de un uso elíptico de Émí había mariana, pueden ser comprendidas mejor, juzgadas a
buscado J. Auer (1950) ya antes que Audet la solución la luz de la intención literaria, que a partir del hecho
de la dificultad. Según él, la idea de la virginidad se en sí mismo. Compárese sobre todo, la resistencia que en
habría desarrollado en María (y quizá con una claridad Act 10,14 opone Pedro con razón, juzgando el hecho
absoluta) en el acto mismo del mensaje angélico y a en sí mismo, a la invitación «mata· y come» referida a
partir de él. María, destinada a la maternidad mesiánica, animales impuros.
comprende en seguida que está llamada a una virginidad Ese 'intento literario de explicación parece ser el más
permanente, y pregunta sorprendida: «¿Cómo debe ocu- asequible de todos ellos. Permanece, sin duda, en el
rir esto, si, pues, no puedo conocer varón ?» Una vez ámbito de lo posible, de lo probable, de lo netamente
más, sin embargo, sólo de una manera forzada es po- definido, pero no provoca contra sí mismo ninguna
sible obtener del texto este sentido. oposición esencial.
Todos los intentos católicos de solución hasta ahora En este mismo ámbito se halla del todo a salvo la
mencionados tienen la preocupación común de aclarar historicidad de un hecho realmente decisivo: el encuen-
con pleno sentido la pregunta de María a partir de una tro que pone a Dios ante su criatura escogida y dará
actitud espiritual asumida por ella misma y que no pre- lugar a la encarnación virginal. En definitiva, se trata
supone - en cuanto abiertamente anacrónica - una simplemente del relato inspirado de algo quizá no ex-
(no demostrada) intervención divina. Un método com- puesto en absoluto a la percepción sensible, de una ma-
pletamente distinto fue propuesto hace algún tiempo terialización que, cuando es necesario, queda esencial-
en España (Muñoz Iglesias, 1957): ¿Hay que conside- mente reducida a lo referido de manera directa por la
rar la pregunta de María como una ipsissima vox? ¿No propia María. Esta solución se halla por completo en
será acaso más bien un recurso literario que permite la línea del cristerio exegético actual, fundamentado
al evangelista destacar y subrayar claramente, por cuanto cada vez más en la distinción entre el acontecimiento
aislada, la revelación decisiva? En tal caso, no hay que sustancial y su forma teológica y didáctica, recibida del
buscar la lógica de la pregunta en el hecho mismo sino autor inspirado.
en la intención del evangelista. Probablemente, Muñoz Todas las citadas aclaraciones procedentes del ámbi-
llega a esta suposición a través del estudio comparado to católico pueden resumirse esquemáticamente tal como
del texto en cuestión y de cinco otras anunciaciones, o sigue:

l. Artificio literario (Muñoz Iglesias).


1. Guardar la virginidad prenupcial (Gaechter).

¡
La objeción a) ya consagrada a Dios antes de la Anunciación (sentencia

¡
de María es 11. Histórica . tradicional).
y consiste en 2: (_)bservar vir- por la profecía isaiana (Audet).
ginidad perpetua
b) conocida como necesaria divinamente, por la naturaleza
en la misma Anunciación misma del misterio (Auer).

llamadas, que se encuentran en la Biblia 3 • Los finales El origen de todos los nuevos intentos de solución, no
de los diversos relatos correspondientes a ellas presen- obstante, es el anacronismo que se halla en la vir-
tan una acusada analogía, que induce a suponer con ginidad voluntaria, sobre todo cuando se trata de acor-
mucha seguridad la existencia de un género literario dar este designio con la intención de contraer matri-
de la «anunciación». monio. Sin embargo, hoy ya no parece en realidad tan
Gewiess (1961) trata de fundamentar esta idea esen- considerable el anacronismo del propósito de virgini-
cial en una base más amplia; y así piensa que debe dad. La renuncia al matrimonio aparece comprobada,
admitirse una mayor participación literaria del narra- en la época de Jesús, en parte de la secta de Qumrán,
dor. El paralelismo «Juan-Jesús» que domina en la his- cuyos textos, empero, no ofrecen de manera explícita
toria de la infancia de Lucas, revela con toda seguridad el motivo de ello. Dos autores judíos (Filón y Flavio
un origen literario. En el caso de María, la dificultad Josefo) dan a sus lectores paganos como explicación
de exponer con claridad un suceso quizá sólo interno- de este celibato el desprecio a las mujeres. En realidad,
místico indujo necesariamente al autor a acudir a la cabría explicarlo quizá como afán hacia la pureza

1235 1236
VIRTUD
levítica legal en una comunidad que se creía llamada págs. 161-185. M. VILLANUEVA, Nueva controversia en torno al voto
a una existencia sacerdotal y juzgaba próxima la lucha de virginidad de Nuestra Señora, ibíd., 16 (1957), págs. 307-328.
J. B. BAUER, Monstra te esse matrem, Virgo singularis, en MTZ,
suprema. No obstante, en este caso eran sólo hombres 9 (1958), págs. 124-135. M. ZERWICK, Quoniam virum non cognosco
quienes renunciaban al matrimonio por voluntad pro- (Le 1,34), en VD, 37 (1959), págs. 212-224; 276-288. J. GEWIESS,
pia permaneciendo vírgenes, y precisamente por amor a Die Marienfrage, Le 1,34, en BZ, nueva serie, 5 (1961), págs. 221-254.
la «sabiduría», que esperaban alcanzar como fruto es- M. ZERWICK
piritual de una fecundación divina-v, En nuestro caso,
lo importante es el valor que un pensador judío de la VIRTUD (ápETr¡; Vg. virtus). Al hablar de la virtud
época de Jesús concede a la virginidad fundada en mo- en la Biblia, conviene ante todo disipar un equívoco.
tivos religiosos como ideal propio también de mujeres. El término virtus, tan profusamente usado en la Biblia
Sea como fuere, aun cuando el plan de un matrimo- latina, traduce casi siempre el griego 8úvaµ1s, a veces
nio en virginidad resulte _inaudito, no se hace excesiva- laxús, «poder», «fuerza», «valor», etc. y nada tiene que
mente difícil unir la efectiva disposición matrimonial ver con la noción moral, o hábito operativo bueno,
de María con un designio fundamentalmente virginal. que se expresa con el término «virtud». Esta noción
María no· había decidido por sí misma el matrimonio; - de la que aquí únicamente se trata-, se expresaba
pero ve en la voluntad de sus padres la voluntad divina, en la filosofía griega con ápETr¡, término que a diferencia
que, ciertamente, no sabe cómo poner de acuerdo con de 8úvaµ1s, es más bien raro en la Biblia: sólo trece
los íntimos impulsos de su corazón, por ella siempre veces en el AT y cuatro en el NT, así repartidas:
considerados, también, voluntad de Dios. Y así, teme- cuatro veces en Isaías-, una en Habacuc2, y otra en
rosa y esperanzada, se abandona a la Providencia. En Zacarías 3; pero en todos estos lugares es una traducción
esta desgarradora indecisión le llega el mensaje del ángel, del heb. hád, «gloria», «majestad», o téhillál: (-6t),
que precisamente en cuanto mensaje de la concepción «alabanza», «maravillas», y siempre dicho de Dios, no
remueve dolorosamente la herida de su alma; y surge, del hombre, y por tanto, sin sentido ético. En los libros
instintivamente, la pregunta acerca de aquello que desde originariamente escritos en griego por judíos helenistas,
largo tiempo la agita: el inconcebible acuerdo de una do- como Sabiduría y el segundo libro de los Macabeos, la
ble voluntad divina que a ella le parece contradictoria. voz ápETr¡ se encuentra tres veces en aquélla 4, y cuatro
A tal solución se llega sólo, sin duda, con un concien- en éste 5; pero en varios de esos lugares tiene el sentido
zudo módulo de especulación psicológica, no muy de «valor militar», «fortaleza de ánimo», no de virtud
valorado en la exégesis. Con todo, no aparece más legí- moral 6. Igualmente en el NT la ápETr¡ es de raro uso: en
tima que el criterio inicial del efecto sobrenatural de el largo epistolario paulino, tan rico por otra parte
la divina gracia, por cuanto el texto no conduce forzo- en secciones parenéticas ocurre una sola vez, y esa sin
samente a tal aceptación. Los intentos de solución a relieve especial 7; otra, aparece en una cita o reminis-
que nos hemos referido (excepto el tradicional y el cencia del Sal 78,4 (de las «virtudes» = obras mag-
literario) quedan malogrados precisamente por no ha- níficas de Dios), y dos veces en la 2 Pe 8• Y es que la
ber tenido en cuenta bajo ninguna forma el texto griego, Biblia, si bien por su fin esencialmente religioso sea toda
el único decisivo en última instancia para la exégesis. ella una exhortación continua a la santidad, resultante
A la vista de todas las dificultades que puedan surgir, de la práctica de todas las virtudes teologales y morales,
sólo un aspecto del criterio tradicional debe ser consi- no es empero un tratado de moral o ascética con la
derado como correspondiente al texto y, en consecuen- exposición sistemática de sus principios fundamentales
cia, a la intención del autor: si las palabras de María o de las virtudes que son su objeto. Ni siquiera los li-
han de ser valoradas bajo un punto de vista histórico bros o partes sapienciales del AT y NT, cuyo objeto
y no solamente literario, debe convenirse en que por principal es mostrar al hombre el camino de la vida, y
parte de María manifiestan, ya en lo más íntimo de su hacerlo conforme al plan de Dios sobre él, presentan
espíritu, una bendita existencia virginal que, por tanto, un conjunto orgánico y completo de la moral, sino
no puede concordar en absoluto con un matrimonio sólo indicaciones fragmentarias y ocasionales.
natural consumado. 1ls 42,8.12; 43,21; 63,7. 'Hab 3,3. 'Zac 6,13. •Sab 4,1;
AF1LÓN, De vita contemplativa, 68. 5,13; 8,7. '2Mac 6,31; 10,28; 15,12.17. 'Flp 4,8. 'l Pe 2,9.
1Jue 6,11-24. 'Is 7,14. 'Gn caps. 17-18; Éx caps, 3-4; Jue '2 Pe 1,3.5.
caps. 6,13; Le 1,11 y sigs. En la Biblia no se encuentra el concepto abstracto
111. Como último aspecto exegético, deberíamos de «virtud» - sabido es que el hebreo no posee un
considerar ahora el tema de la virginidad mantenida término propio que la exprese -, sino el concreto del
también después del nacimiento del Primogénito. Acerca «hombre virtuoso», o sea, del «justo». La virtud gene-
de ello, véase el artículo -,. Hermanos de Jesús. ral que comprende a todas es la «justicia» (heb. sédáqáh ;
Bibl.: S. LANDESDORFER, Bemerkungen zu Le 1,26-38, en BZ, 01Kmoaúv17), o el cumplimiento de toda la Ley en sus
7 (1909), págs. 30-48. D. HAUGG, Das erste biblische Marienwort , diversos aspectos, como manifestación de la voluntad di-
Stuttgart 1938. J. AUER, Maria u. d. christl. Jungfrdultchkeitsideal, vina. Justo en el AT es el que, dócil a los dictámenes
en GuL, 23 (1950), pág. 412; cf. ibíd, (1954), págs. 331-332. P. de la sabiduría (bokméih; cooío), pone por base de su
GAECHTER, Maria ím Erden/eben, 3.• ed., Innsbruck 1955. J. P.
AUDET, L' annonce a Marie, en RB, 63 (l 956), págs. 346-374. R · vida moral el «temor de Dios», y en todo su proceder
LAURENTIN, Structure et théologie de Luc 1.11. París 1957, con mucha se guía por la piedad y religión, la justicia y la caridad 1.
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329-382. S. DEL PÁRAMO, La Anunciación de la Virgen. Reparos propuesto sobre todo en los profetas y libros sapien-
exegéticos y doctrinales a una reciente interpretación, ibíd., 16 (1957), ciales, conserva todo su valor en el NT, bajo la forma

1237 1238
VIRTUD

nueva de la «fidelidad a la Ley evangélica», enseñada por Según la Escritura, Dios habla a los profetas general-
Cristo con obras y palabras; Ley que se compendia mente en sueños y visiones, mientras a Moisés Je hablaba
en la caridad o amor de Dios y del prójimo 2• «boca a boca»2• Probablemente el concepto de visión
Pero si en la Biblia no se encuentra la noción abstracta incluye todos los géneros de ilustración profética. Los
de «virtud», se recomiendan en cambio con frecuencia nombres hebreos empleados, rii'a/1 y f¡iizii' autorizan
las virtudes particulares, que representan una forma esta ampliación significativa y pueden referirse tanto a
especial del bien, y se dan sus nombres, aunque no siem- la percepción de un objeto externo como a la de una
pre corresponden exactamente al concepto fijado más imagen interna. Aparte de que algunas especies de ilus-
tarde en los tratados de moral o ascética; así, p. ej. «la tración pueden con facilidad reducirse a la visión ima-
paciencia» (órrouovn) no es tanto la virtud que reprime ginaria, supuesto siempre la intelectual si han de ser
la ira, cuanto la paciente y confiada expectación de las inteligibles.
promesas divinas y la constancia en el bien a pesar de Tres son, en consecuencia, las formas posibles que
las adversidades. adopta la comunicación de Dios a los hombres. Cor-
Son notables los grupos de virtudes mencionadas en poral, si el objeto afecta directamente a los sentidos
la Biblia: a) las tres virtudes teologales, fe, esperanza externos, como cuando Moisés vio la zarza ardiendo 3
y caridad3; b) las cuatro virtudes cardinales, nom- o cuando Abraham «alzó sus ojos y he aquí que había
bradas en Sab 8,7 en este orden: templanza (cccopo- junto a él tres varones puestos en pie»4• Imaginativa
ovvn), prudencia (opóvnctc), justicia (61Katocrúvr¡), y si se trata de percepciones de imágenes internas, evoca-
fortaleza (6:v6pEía), las cuales se presentan como das por Dios en la fantasía del profeta; las referencias
frutos de la sabiduría (coolc): e) además de estos dos son precisas y las más frecuentes en los libros proféti-
grupos clásicos y bien definidos, hay otros de número cos 5• Y por último la visión intelectual, cuando la co-
vario de virtudes, ya propias de alguna categoría de municación se dirige a la inteligencia, impresionando
personas (ministros del evangelio, pastores de la Iglesia, las especies inteligibles juntamente con la luz sobrena-
etc.), ya comunes a todos los cristianos: así en Ap tural que eleva e ilustra la mente en orden a la compren-
2,19 (carta del Ángel de la Iglesia de Tiatira) se ponen sión de los misterios. Las tres formas pueden confluir
cuatro; en 2 Cor 6,4-6 son seis; y otros tantas en Tim a veces en una misma y única visión conjunta de todas
6,11; en la 2 Pe 1,5-7 hay una concatenación de ocho o varias de ellas. Así, p. ej., en la Anunciación concurren
virtudes, la segunda de las cuales es la o:pETT), «energía las tres, sensitiva, imaginativa e intelectual, realizadas
moral», que impulsa a la acción requerida por la fe, a un tiempo", Se ha planteado la cuestión de si las
nombrada inmediatamente antes, con las que el cris- descripciones proféticas no serán simple recurso lite-
tiano debe corresponder a los dones (máximos y precio- rario con objeto de presentar la doctrina de un modo
sos) recibidos de Dios; en Gál 5,22-23 se enumeran más directo y sugestivo. Aunque haya que conceder un
nueve virtudes (doce en la Vulgata), que son frutos margen de verdad a la teoría, lo cierto es que los profe-
del espíritu. Es de notar que en ninguno de estos grupos tas son siempre considerados como videntes y que en
falta la caridad (r¡ 6:yám¡), y en casi todos está tam- todo tiempo, a lo largo de toda la historia del pueblo
bién presente la fe (r¡ TTÍCYTts); ésta como fundamento, y elegido, hubo visiones, que reproducen con objetividad
aquélla como cima y corona de todas las virtudes. experiencias vividas, personales, si bien, en casos con-
1Miq 6,8; Ez 18,5-9. 'Mt 22,34-40; Rom 13,8-10. 'l Cor 13,13. cretos, resulta difícil precisar el contenido sobre la
Bibl.: A. VéiGTLE, Die Tugend- u. Lasterkata/og im N.T., en NA, imagen.
16 (1936). J. M. BOVER, San Pablo, maestro de la vida espiritual, AJuAN CRISÓSTOMO, In Is., 50,l, en PG, 56,14.
2.• ed., Barcelona 1941. P. HEINISCH, Teolog/a del V.T. IIT, Con-
dotta di vita: 1, l doveri religioso-morali, Turín 1950, págs. 191-240. 1Am 3,7. 2Nm 12,6-8. 'Éx 3,3. •Gn 18,2. 'Is 6,1-13; Jer
M. MEINERTZ, Theologie des N.T., JI, Bonn 1950, págs. 184-213. 23,16; Am 7,1-9; Ez 3,3. 'Le 1,28-38.
T. DE 0RBIS0 2. ORIGEN DMN0 DE LAS VISIONES. El profeta tiene
el convencimiento firme de que las visiones no son pro-
VIRTUDES ANGÉLICAS. -+ Angelología. ducto de su fantasía, sino que responden a realidades
objetivas, mediante las cuales conocen los misterios
VISIÓN (heb. házon; éípacr1s, éípaµa, órrrccfc ; Vg. que Dios les revela. Persuadidos de esto, de la inter-
visio, visus). Fenómeno sobrenatural por el que Dios vención directa de Dios, lo afirman en ocasiones con
se manifiesta a los hombres. La difícil es determinar en toda claridad1. La necesidad interna de su vocación
qué consiste dicho fenómeno. El hecho, empero, a que les impulsa con fuerza irresistible al ejercicio de
pesar de las explicaciones propuestas de orden natura- su ministerio es también criterio válido de la veracidad y
lista y racionalista, está firmemente constatado. autenticidad de sus visiones", La profusión de relatos
1. NATURALEZA DE LAS VISIONES. Los videntes están y el modo de proponerlos, con independencia causativa
totalmente convencidos de que reciben comunicaciones del espíritu humano, dicen bien a las claras el origen
de Dios;' conocen sus designios y son depositarios de divino de las visiones. Evidentemente, la visión sobre-
su doctrina. El profeta está bajo el influjo de la inspi- natural produce en el vidente el convencimiento de la
ración divina y es admitido, en cierto modo, a los se- intervención divina. Por eso mismo se distingue de
cretos consejos de Dios1. Más complicado es precisar la visión atribuida a los falsos profetas que profieren
el carácter representativo de la visión. «Cómo percibían mentiras, sueños suyos, vaticinios falsos, y profetizan
los profetas lo que ven, no· podemos decirlo nosotros, los engaños de su corazón 3,. haciéndose reos de los
ya que únicamente lo conoce quien lo experimentóx e • castigos divinos porque engañan a su pueblo con men-
1239 1240
VISITACIÓN

tiras 4. Cabe advertir que la visión sobrenatural no es nungen des israelitischen Prophetentum, Tréveris 1927. A. VAN DEN
BORN, De symbolische Handelingen der Oud-Testamentische Profeten,
exclusiva de los varones santos. Dios a veces se vale Utreeht 1935. E. F. SIEGMAN, The False Prophets of the O/d Testa-
también de personas menos dignas para manifestar sus ment, Washington 1939. E. L. EHRLICH, Der Traum im A.T., en
designios 5• ZA W, 73 (1953).
1Am 7,1.4.7; Jer 1,11.13. 2Jer 20,9. 'Jer 23,25-26. •Jer 23,32.
S. FOLGADO
'Nm 24,4; Dan 5,6; Mt 27,19.
VISITA DE DIOS. La visita de Dios en el lenguaje
3. ANTIGUO TESTAMENTO. Es difícil proponer una
bíblico es una intervención especial de Dios. Aparte
clasificación orgánica de las visiones que se encuentran
de su providencia ordinaria, y permanente, Dios ha
a lo largo de la Escritura. Las diferencias e implicaciones
decidido intervenir en la historia del hombre, no para
son tan marcadas que trascienden cualquier intento.
cambiar el plan primero del orden natural por Él esta-
Y así, mientras que en la primera época destaca el ca-
blecido con la Creación, sino para traer la salvación al
rácter antropomórfico de la visión, la mayoría de las
hombre caído en el pecado. «Visita de Dios» es una
apariencias descritas por los profetas parecen ser per-
expresión bíblica sinónima de intervención divina, irrup-
cepciones de imágenes internas, comunicadas por Dios
ción libre, inesperada, gratuita. Es un modo concreto
a través· de los distintos sentidos, o haciendo simple-
y sensible, adecuado al hombre, de expresar el carácter
mente referencia a situaciones circunstanciales del pro-
sobrenatural de la historia de la salvación1.
feta; lo que complica el principio o base clasificatoria
Estas intervenciones tienen un fin salvífico irrever-
desde el punto de vista psicológico.
sible y definitivo, porque Dios así lo ha querido en sus
La Escritura narra las distintas apariciones de Dios
planes misericordiosos. La libertad humana no podrá
a Adán", Caín2, Noé ', Abraham4 y Lot6• Jacob «ve»,
hacer se malogre tal fin. Pero antes de llegar a él, es
durante el sueño, una escala, apoyada en la tierra y
preciso pasar por muchas etapas, vacilaciones y fracasos.
cuyo remate llegaba al cielo, por donde los ángeles su-
El hombre tiene sus caídas, sus infidelidades a este
bían y bajaban 6• Moisés tiene la visión de la zarza
plan de Dios, a esta alianza de salvación. Entonces la
ardiendo7• En tiempos de Elí la visión profética no era
visita de Dios tiene un fin pedagógico, de corregir,
frecuente 8• Pero a partir de este momento, Dios conti-
de amonestar, de castigar.
nuó apareciéndose en Silóh, pues ya se había manifes-
De ahí el significado doble y aparentemente contra-
tado a Samuel allí 9• Visiones semejantes tuvieron Da-
dictorio de lo que es la visita de Dios para la Biblia.
vid'º y Salomón ". Dios multiplica sus visiones a los
Hay visitas que son liberadoras, gozosas y hay otras
profetas. lsaías ve al Señor sentado sobre su trono y a
punitivas, temibles e incluso dolorosas.
los serafines que le rodean"', Amós lo ve sobre un
muro con la plomada en la mano ". Jeremías siente 1Gn 21,1; 4,31; Job 10,12; Is 10,3; Jer 6,15; 50,31; 51,18; Ez

corno la mano de Yahweh toca su boca, ve una vara 3,16; Le 1,68.78; 7,16; Heb 2,6; 1 Pe 2,12.
de almendro, signo de la vigilancia divina sobre su L.MALDONADO
palabra, y una olla hirviendo de cara al septentrión14.
Ezequiel ve una mano extendida hacia él, en la cual VISITACIÓN DE MARÍA A ISABEL. Narración
había un rollo de pergamino, oye el mandato de co- del evangelio de la Infancia, propia de Lc1. Refiere cómo
merse el libro, se lo come y lo encuentra dulce corno la María, que en la Anunciación supo por el ángel de la
miel15• Zacarías ve cuatro cuernos, de la dispersión de gravidez milagrosa de Isabel ya anciana, fue a visi-
Judá, destruidos por cuatro artesanos16. La enumera- tarla. Residía ésta en una «ciudad de Judá», probable-
ción podría prolongarse de manera indefinida, si nos mente la actual 'Ain Kárem, María va «presurosa».
refiriéramos a todas las visiones tenidas por los profetas. Recorre el camino en tres, quizás cuatro días»: si sola
1Gn 2,16.22-23.
o acompañada, Le lo calla; no es probable que la acom-
'Gn 4,6.10.15. 'Gn 4,13. •Gn 14,l. 'Gn 19,
1-2. •Gn 28,12-15. 'Éx 3,2-3. 'I Sm 3,1. 'I Sm 3,21. 162 Sm
pañara José, cuyas dudas posteriores 2 se comprenden
24,17. 111 Re 3,5-15. 121s 6,1-13. 10Am 7,7. "Jer 1,9.11-13. mejor si estuvo unos meses sin ver a su esposa.
15Ez 2,9; 3,1-3. 18Zae 2,1-4 (Vg. 1,18-21).
El saludo de María al llegar a la casa de su parien-
4. NUEVO TESTAMENTO. En el NT se mencionan ta produce efectos sorprendentes: el futuro Precursor «da
también numerosas visiones con igual diversidad de saltos de gozo» en el seno materno e Isabel, iluminada
formas. El ángel Gabriel se aparece a Zacarías1 y a por el Espíritu Santo, conoce ante quién se halla (ver. 41).
María en la Anunciación 2• San José ve en sueños al Isabel no calla, como María, ante el conocimiento del
ángel que le ordena marchar a Egipto 3 A san Pablo misterio, sino que en alta voz entona el elogio de María;
se le aparece Cristo en el camino de. Damasco 4• San bendita ella y su hijo (ver. 42); la proclama, por primera
Pedro recibe, mediante una visión, la orden de bautizar vez entre los hombres, solemnemente y con humildad
a los gentiles 5• Y finalmente, el Apocalipsis se compone madre de Dios (ver. 43) y portadora de la gracia.
de una serie continuada de visiones tenidas por san (ver. 44)B; alaba su fe (ver. 45).
Juan. Sin entrar en el carácter de estas visiones y otras María habla, por fin, del misterio de su maternidad,
muchas que no citamos, conviene, por los mismos mas para atribuirlo en un canto de alabanza todo a
motivos, hacer referencia a las apariciones de Jesús Dios, que lo obra para la redención universal de toda la
resucitado a sus discípulos. humanidad: el Magníficat (vers. 46-55).
1Le 1,11-13. 1 Le 1,26-38.
Permaneció junto a su parienta «unos tres meses»
'Mt 2,13.19. 'Act 9,3-10. 5Aet 10,
9-16. (ver. 56), probablemente (cf. san Ambrosio) hasta veri-
Bibl.: H. LESETRE, Vision, en DB, V, cols. 2439-2441. H. JuN- ficado el nacimiento del Precursor, aunque Le no lo
KER, Prophet und Seher, Eine Untersuchung iiber die dltest en Erschei- diga expresamente, o sea todo el tiempo necesario para

1241 1242
VISITACIÓN

Fuente de la aldea de -Ain Kárem, frecuentada por María a raíz de su visita a Isabel. (Foto F. Arborio
Mella, Milán)

asistirla convenientemente en los diversos quehaceres libro homónimo, cual heroína popular, las viudas que
domésticos exigidos por las circunstancias. Ésta fue aparecen en el AT traen siempre una nota de tristeza
la razón fundamental de su visita, no la comprobación y desamparo que los textos legales y proféticos intentan
del hecho que le fue comunicado por el ángel. suavizar, exigiendo la justicia y la compasión respecto
Algunos autores opinan que la redacción literaria, de ellas como respecto de los huérfanos. Viudas y huér-
lucana sigue los trazos de 2 Sm 6,2-11 - traslado del fanos integran el binomio prototipo de la soledad
arca a Jerusalén y permanencia en casa de 'Óbed 'Edom. indefensa en la vida. El Código de la Alianza se preo-
Puede admitirse, sin óbice alguno para historicidad cupa de ellas: «No harás daño a la viuda ni al huérfano;
objetiva del relato c. si lo haces, ellos clamarán a mí y Yo oiré sus clamores;
ALa distancia entre Nazaret y Jerusalén _eAio Kárern dista de y se encenderá mi cólera y os destruiré por la espada y
la última 8 km- se salvaba de ordinario en tres días: cf. FL. JosEFO, vuestras mujeres serán viudas, y vuestros hijos huér-
Vida, 45. BEn efecto, al decir de los Santos Padres entonces, en el fanos>'. Dios promete realizar él la justicia del talión
seno materno, Juan el Bautista fue santificado: cf. ORÍGENES, en
PG, 13, 1818; C!RILO DE JERUSALÉN, en PG, 33,436; TERTULIANO, contra los sin corazón que oprimen a los desvalidos.
en PL, 2,833; AMBROSIO, en PL, 15,1547; AGUSTÍN, en PL, 33,840; La legislación deuteronómica acentúa este humani-
42,1094. CR, LAURENTIN, Structure et Théo/ogie de Luc T,ll, París tarismo, queriendo que participen también de las festi-
1957, págs. 79-81.
vidades religiosas del pueblo, proveyendo para ellas los
1
Lc 1,39-56. 'Mt 1,18-25.
restos que quedan en los campos tras la siega (-> Espi-
Bibl.: H. LIESE, Ir, festo Visitationis B.M.V. (Le 1,39-47), en gador) y la recogida de la aceituna y la vendimia y ha-
VD, 13 (1933), págs. 193-198. F. ÜGARA. De doctrina mariana in
Visitationis mysterio contenta, en VD, 17 (1937), págs. 199-204, ciéndoles partícipes del diezmo de cada tres años2 ; en
205-233, 289-295. A. RÁBANOS, De dónde a mí esto que la madre la circuncisión del corazón y sumisión a la voluntad
de mi señor venga a mí (Le 1,43), en EstM, 8 (1949), págs. 9-27. divina entra el hacer justicia a la viuda y «maldito
A. GARCIA VIEYRA, La Visitación de Maria, en Estudios de Teología
quien haga entuerto ... a la viuda; y todo el pueblo
y Filoso.fía, 4, Buenos Aires 1962, págs. 177-199. J. GALOT, Le
mystére de la Visita/ion, en Revue du Clergé Africain, 19, Mayidi responderá: Amén»".
(Congo) 1964, págs. 237-254. No es menos vigoroso el clamor de los profetas,
P. TERMES instando a la misericordia como manifestación de la
sincera religiosidad y de la sincera conversión a Dios:
VIUDA (heb. "almánáh ; XTJpa; Vg. vidua). I. EN «Aprended a hacer el bien, buscad lo justo ... amparad
EL ANTIGUO TESTAMENTO. Con la única excepción a la viuda, ¡ay de los que hacen leyes inicuas ... para
de Judit, que era una viuda rica y viene celebrada en su despojar a las viudas !»." A pesar de tales exhortaciones,

1243 1244
VOCACIÓN

las viudas siguieron siendo no sólo la imagen literaria gundas nupcias. Distingue el apóstol dos clases de
preferida de la desolación - connatural a su estado de viudas: a) las que tienen hijos o nietos que puedan aten-
viudedad, en el que habían perdido a su «dueño» y derles, y b) las que quedan solas y desamparadas: a éstas
a su «señor» 5 - , sino que los casos históricos que a llama «viudas de verdad» (Tas éívTws xripas), y de ellas
ellas se refieren nos las presentan como ejemplos de se cuida la Iglesia, proveyendo a sus necesidades y tu-
extrema miseria 6• Sólo Dios y los hombres justos, telando sus derechos. Así nació la institución de las
como el atribulado Job, eran verdaderamente sus pro- viudas (¿diaconisas?), quizá por selección entre las de
tectores contra la opresión e injusticia de que con harta este grupo de las que reunían las condiciones exigidas,
frecuencia eran víctimas7 • a saber: a) haber cumplido ya los sesenta años; b) que
Pero no conocemos con precisión la situación jurídica hubieran estado casadas una sola vez; e) que gozasen
de las viudas. Parece que estaban en inferior condición de buena fama ante la comunidad, y d) que hubiesen
legal que las de Egipto y Babilonia, quienes disfruta- cumplido fielmente así los deberes de su estado, como
ban de todos los derechos del jefe de familia, pudiendo perfectas cristianas!". Aunque el texto nada dice de los
adquirir y hacer contratos y teniendo alguna parte en oficios de estas viudas, parece que estaban encargadas
la herencia del marido difunto. Tan sólo conocemos de algunos servicios de la comunidad, sobre todo
algunos datos: el voto, por ejemplo, que de casada no entre las mujeres, como la instrucción de catecúmenos
valía si no era con el asentimiento del marido; vuelve a y neófitos, la educación cristiana de las jóvenes, la
tener vigencia cuando quedaba viuda 8• Sin embargo, práctica de la beneficencia con los pobres, enfermos y pe-
en caso de no volver a casarse con algún cuñado (-, Le- regrinos, etc., todo bajo la dependencia de la jerarquía.
virato) quedaba teóricamente libre para desposarse con Así las viudas devolvían a la Iglesia la caridad que usaba
quien quisiese, esperando en su casa si con hijo, o en con ellas, aligerándola con sus útiles servicios espiritua-
la de sus padres, si sola; pero de hecho dependía de les del peso que por ellas se imponía.
los familiares del marido muerto; Judá, el padre de 'Ónan
'Le 2,36-38. 'Le 4,25-26; ef. 1 Re 17,9 y sigs. 'Le 7,11 y sigs.
dispone de la vida de Támár que era libre jurídica- 'Le 18,1-8. 'Me 12,41-44; Le 21,1-4. 'Mt 23,14 y par. 7Aet
mente'. 6, 1-6. • Act 9,36-41. 0 1 Cor 7,39-40; 1 Tim 5,3-16. 101 Tim 5,9-10.
Por algún tiempo - tres años en el caso de Judit1º - Bibl.: P. DucHESNE, Origines du cu/te chrétien, París 1903.
llevaban luto como expresión de duelo ". H. LESETRE, Veuve, en DB, V, eols. 1411-1413. P. DUNCKER, ... quae
No hay que olvidar que la compasión de Jesús hacia vere vidua est ( 1 Tim 5,3), en Angelicum, 35, Roma 1958, págs.
las viudas no es simplemente efusión de su buen corazón, 121-138.
sí que también realización del programa mesiánico de T. DE ORBISO
defensor de los desvalidos.
'Éx 22,21 y sigs. 'Dt 16,ll y sigs.; 24,19 y sigs.; 26,12. 3D VIVIENTES, Las cuatro criaturas. -+ Animales del
10,18; 27,19. 'Is 1,17; 10,2; Jer 7,6; 22,3; Ez 22,7; Zae 7,10; Sal Apocalipsis, Los cuatro.
94,6. 'Is 47,8; Jer 15,8; 18,21; 51,5; Lam 1,1; 5,3; Sal 109,9.
'1 Re 17,8 y sigs.; 2Re 4,1-7. 'Sal 68.6; Prov 15,25; Mal 3,5;
Job 24,3; 27,15; 29,13; 31,16. 8Nm 30,10. 'Rut l,8-9; Gn 38,11. VOCACIÓN (cf. heb, 'amar, qárá etc.; K?i.fícJJs;
10
Jdt 8,4. "Gn 38,14; 2 Sm 14,2; Jdt 8,5; 10,3. Vg, vocatio). Llamamiento por el que Dios destina a
Bibl.: A. G. BARR0IS, Manuel d'orchéologie biblique, II, París uno para una misión o estado determinado1, o, en sen-
1953, págs. 35-36. R. DE Vxux, Les institutions de l'AT, I, París tido más general, invitación divina por la que se ofrece
1958, pág. 67 y sigs.
e.GANCHO al hombre la participación en los bienes de la salvación 2•
La SE menciona expresamente la llamada vocación
II. EN EL NUEVO TESTAMENTO. El NT habla de las de Dios a funciones concretas hechas a personas deter-
viudas con simpatía, y en los evangelios y Hechos van minadas. La vocación es absolutamente gratuita, don
desfilando ante el lector las amables figuras de a) Ana, de Dios que elige a quien quiere3• En conjunto, el AT
la profetisa, que en el Niño Jesús adora al Redentor de es una invitación continua y amorosa de Dios a su pue-
Israel1; b) la viuda de Sarepta, en tiempo de Elías, blo, para ser el depositario de la revelación y de las
preferida a todas las viudas de Israel 2; e) la viuda de promesas mesiánicas. El pueblo cristiano sucede al
Naim, cuyas lágrimas alcanzaron de Jesús la resurrec- judío en la elección y está destinado a ser «linaje es-
ción de su único hijo 3; d) la viuda vejada y el juez cogido», «nación santa», «pueblo de su patrimonio»,
inicuo, parábola con la que Jesús enseña la eficacia de mirado con misericordia 4• Todo cristiano es un llamado.
la oración perseverante"; e) la viuda devota que de- A todos dice el Señor: «Sed perfectos como vuestro
posita el óbolo de su pobreza en el gazofilacio 5; /) las Padre celestial es perfecto» 5• Pero cada uno puede rehu-
viudas ricas, despojadas por los fariseos con pretexto sar el lugar que Dios le había reservado", incurriendo
de piedad 6; g) las viudas de los fieles helenistas, que en una responsabilidad proporcionada al llamamiento
se creían preteridas, y cuya queja dio ocasión a la ins- recibido 7.
titución de los diáconos7; h) las viudas socorridas San Pablo, sobre todo, propone una doctrina sobre
por la piadosa Tabita, las cuales intercediendo por ella la vocación. Los cristianos son especialmente llamados,
ante san Pedro le obtuvieron la resurrección 8• consecuencia del amor de Dios, por Cristo Jesús 8• Lla-
Pero quien habla más a propósito de las viudas, y or- mamiento, por consiguiente, que es efecto de la pura
dena su estado o condición, es san Pablo ". Les permite misericordia: «Dios nos salvó y nos llamó con santa
pasar a segundas nupcias, más aún, a las viudas jóvenes vocación, no en consideración de nuestra obra, sino
se lo recomienda: aunque fiel a sus principios ascéticos según su propia determinación y según la gracia dada a
muestra su preferencia por la casta viudez sobre las se- nosotros en· Cristo» 9• Y nos llamó «para la comunión

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VOCACIÓN

en su Hijo»!", «para la santidad»11 y «para la vida 1nrAáyxva), son el asiento de la afección y de la sim-
eternax " (-->- Elección). patía 9, mientras que el «vientre» (heb. beten; KOIAÍa)
1Éx 3,4; 1 Sm 3,4; Me 3,13-18; Gál 1,15. 'Prov 1,23-24; Roro representa el apetito y el afecto carnaPº. El «corazón»
1,6; 1 Cor 1,24. 'Jo 15,16. • 1 Pe 2,9-10. •Mt 5,48. 'Mt 8,10-12. igualmente puede estar lleno de malos deseos!'.
'Mt 11,20-23; 23,37-39; Le 10,10-16. '1 Cor 1,9; Rom 1,6; 8,
29-30. '2 Tiro 1,9. 101 Cor 1,9. u1 Tes 4,7. 121 Tiro 6,12. 'Cf. Sal 44,4; 147,11; Is 42,1; Prov 3,12; Mt 12,18; Flp 1,15.
'Gn 34,19; Dt 21,14; 1 Sm 18,22; Sal 18,20. -cr, Mt 12,7 = Os
Bibl.: H. LESETRE, Vocation, en DB, V, cols. 2442-2443. K·
6,6; o Mt 27,43 = Sal 22,9. 'Dt 7,2; Prov 14,31; Job 19,21. 'Éx
HOLT, Die Geschichte des Worles Beruf, en Gesammelte Aufsiitze
20,5; Dt 6,5; Os 11,1; Dt 7,13. 'Prov 8,17; 29,3; Sab 8,2; Mt
zur Kirchengeschichte, 3 (1928), págs. 189 y sig. G. BERTRAM,
23,6; Jo 12,25. 'Cf. Sal 103,7.21; Act 13,22; Ef 2,3. 'Eclo 32,17;
KAfía1s, en Th W, III, págs. 488-497. J. DE FRAINE, Vocación, en
cf. .9 ÉAf1UIS en 2Cr 15,15; -ró [3ov:;\f1µCI en 1 Pe 4,3; cf. Jo 1,13;
Diccionario de la Biblia, Barcelona 1963, cols. 2048-2050.
2 Pe J.21. 'Gn 43,30; 1 Re 3,26; Prov 12,10; 2 Cor 6,12; 7,15;
S.FOLGADO Col 3,12; Le 1,78. 10Rom 6,18; Flp 3,19. "Nm 15,39; Rom 1,24.

2. Dos CARACTERÍSTICAS DE LA VOLUNTAD HUMANA,


VOLUNTAD. En hebreo no existe ningún término SEGÚN LA BIBLIA. a) La mayor perfección de la voluntad
para designar la facultad volitiva del hombre. Como humana es su libertad de allegarse a Dios 1. Que la volun-
el lenguaje de la Biblia es eminentemente concreto, tad humana sea libre y responsable es un presupuesto
nos vemos obligados a analizar el modo concreto de fundamental del relato de la caída y de la doctrina
proceder del hombre para determinar el objeto y el bíblica del pecado; como ejemplo de testimonios ex-
alcance de la voluntad humana. Fijaremos claramente, plícitos en este sentido se pueden citar Ecl 7,29 o Rom
en primer Jugar, los términos que sirven para designar 1,21-32. Jamás el pecado llega a suprimir esta libertad:
las acciones volitivas, y después examinaremos dos cua- aunque, por una parte, el hombre sea incapaz de
lidades de la voluntad humana, a saber, la libertad y estar inmune de pecado sin la gracia divina 2, conserva
la deliberación. siempre, sin embargo, la responsabilidad de estos actos
l. DESCRIPCIÓN CONCRETA DE LOS ACTOS VOLITIVOS. pecaminosos 3; todas sus acciones serán castigadas o
Las expresiones bíblicas referentes al ejercicio de la premiadas 4•
facultad volitiva se reducen a los dos tipos clásicos del 1Jn 8,32-36; Rom 6,17-22; 8,18-21; San! 1,25; 2,12. 'Ef 2,1
amor, a saber, el amor de concupiscencia y el amor 5.8; Rom 3,24; Tit 3,4-6; Jn, 6,44.65. 'Jn 1,9; 5,40; 6,45; Flp 2,12.
de benevolencia. 'Rom 2,1-16; 3,19-21; Jn 7,17.

a) El término más expresivo en el género del amor b) La libertad de la voluntad humana se manifiesta
de concupiscencia es 'iiwiih1 (en pi'él y en hitpa'él = «de- en el hecho de que ella delibera y elige. El níf=al del
sear»); en griego Ém.Svµeiv. Frecuentemente, el sujeto verbo yií'a$ significa «dejarse aconsejar» o «darse mu-
de este verbo es néfes? (-> Psicología). El sentido tuamente consejos»! o «pesar el pro y el contra»>,
«desear» va unido con bastante frecuencia al verbo hii- Por un antropomorfismo bastante corriente, Dios mismo
mad+; el matiz puede ser muy espiritual: el amor de delibera consigo mismo". El término bdhar implica no
Dios hacia Sión4• El término f:¡iisaq se aplica a la pasión solamente la elección, sino también la simple opción
sexual en Gn 34,8 («adherirse por amor»), pero puede la simple preferencia", La libertad y la deliberación
asimismo significar cualquier otro deseo 5; a veces hasta van igualmente incluidas en el uso del verbo yii'al
designar el amor del hombre para con Dios 6 o el de (en hif'il) para significar «determinarse a hacer o a
Dios para con Israel'. emprender algo»5• Asimismo, el empleo del verbo más
1Cf. ISro 2,16; Job 23,13; Eclo 6,37; Gál 5,17; Le 22,15. 2Cf. frecuente para designar la acción volitiva, a saber,
Is 26,9; Sal 132,14; Prov 21,10. 'Éx 20,17; Prov 6,25; Miq 2,2. "ábáh, se caracteriza muchas veces por llevar adjunta
•Sal 19,11; 68,17. '!Re 9,19. 'Sal 91,14. 'Dt 7,7; 10,15.
la negación 6; la negación falta, por excepción, en Is
b) Otros términos describen más bien el amor de 1,19 o en Job 3.9,9; esto prueba una repulsa deliberada,
benevolencia. El término más apropiado para ello es que manifiesta una responsabilidad más reflexiva. Sobre
rásáh. (en gr. ev6oKeiv)1. Muy semejante es el verbo todo, en el NT se apela constantemente a la convicción
f:ziife~, «interesarse por»2; en griego este verbo se tra- personal de los cristianos"; el hecho de que la conciencia
duce por .9EAEiv3• El «favor», con el que se manifiesta pueda ser «pura», «buena» o «contaminada»! es un
el amor de benevolencia, se expresa a veces por .el indicio innegable de la persuasión inconmovible res-
verbo hánan, «inclinarse haciax". El término general pecto a la libertad de la voluntad humana. Cuando
"áhab («amar») es ambivalente: cuando designa el amor Jesús invita a los hombres a que le sigan, apela a su
desinteresado, se traduce en griego por áycméi:v 5; si libertad: «Si alguien quiere seguirme ... »• Otra prueba
tiene el sentido de amor de concupiscencia se le tra- de la libertad humana se toma del «dominio» (riidiih)
duce por cp1Aeiv6 • El término .SÉAT]µa no significa· so- que él ejerce sobre los animales '"; esta supremacía
lamente (como en el griego clásico) un anhelo o un constituye un verdadero «derecho» concedido por Dios:
deseo individual', sino también una inclinación per- el hombre puede matar los animales, comer su carne,
manente 8. beber su leche, cubrirse con su lana 11; pero este pri vi-
Tratándose de todos estos actos volitivos es preciso legio entraña una indiscutible responsabilidad.
recordar que el motivo no se distingue del acto del 1Jer 45,21; Sal 71,10; Neb 6,7. 2
1 Re 12,28; 2Cr 25,17. 'Is
querer que lo hace suyo, del mismo modo que tampoco 19,17; Jer 51,29; Sal 33,11; Job 12,13. 'I Sm 12,13; 2Sm 17,1;
hay distinción entre el acto y el placer que le acom- Sal 84,11; Job 36,21. 'Dt 1,5; Jos 7,7; 2 Sm 7,29; 2 Cr 17,27.
paña, Además, el acto de la facultad espiritual va rela- 'Éx 10,27; Lv 26,21 ;í2 Sm 13,14.16; Jo 5,40. 'Rom 9,1; 2 Cor
1,12; 4,2; 5,11; 2 Tiro 1,3; Aet 23,1; 24,16. 81 Tiro 1,5.19; 3,9;
cionado frecuentemente con un órgano corporal. Las 4,2; 2 Tim 1,3: Tit 1,15; 1 Pe 3,16; -Heb 13,18. 'Mt 16,24; Me
.eentrañas», por ejemplo (heb. mé'im o rahámim ; gr. . 8,34; Le 9,23, 10Gn 1,26; 9,2; Sal 8,6-9. »cr. Gn 9,3.

1247 1248
VOLUNTAD

Bibl.: C. RYDER SMITH, The Biblical Doctrine of Man, Londres pueblo elegido 8; se concreta en la benevolencia divina
1951. G. Pmoux, L'homrne dans lAncien Test ament, Neuchátel que dura de por vida, contrapuesta a la ira divina que
1953. J. N. SEVENSTER, Die Anthropologie des Neuen Testaments,
en Numen, supl. 2, Leiden 1955, págs. 166-177. A.M. DuBARLE, dura un instante•. Esta benevolencia será la que operará
La condit ion humaine dans iAncien Testament, en RB, 63 (1956), la restauración del pueblo elegido, la que lo salvará 1°. Por
pág. 321 y sigs.; íd., en SPag, 1 (1959), 5, págs. 522-529. eso alcanzar la benevolencia del Señor es alcanzar la vida 11.
.J. DE FRAINE En Isaías particularmente, esta manifestación de la be-
nevolencia divina y voluntad salvífica se realiza en tiempo
VOLUNTAD, Buena (heb. rason; eú5oKía; Vg. bona y día determinados: es el tiempo del ráson o tiempo de
voluntas). l. ANTIGUO TESTAMENTO. La palabra hebrea gracia 12, el día del riisán o día agradable13, el año del
rúsan, en el AT, generalmente es un atributo divino. Su rii$6n, o año de la rernísíón>.
primer sentido bíblico es la manifestación de la voluntad Otras veces ráson designa la voluntad divina en ge-
de Dios como buena y grata en cuanto acepta los sacrifi- neral que se debe realizar entre los hombresv.
cios, holocaustos, etc. que le son agradables, porque En el Eclesiástico el concepto de ráson - traducido ya
reúne las condiciones externas e internas imperadas casi siempre por eú5oKÍa -alcanza un desenvolvimiento
por la Ley. Así el Levítico1 recomienda que al ofrecer más rico: es la complacencia que tiene Dios sobre la fe y
a Yahweh un sacrificio, se haga de manera que sea la mansedumbre del hombre16 y que asegura para siempre
«aceptable»; y enumera a continuación los requisitos la prosperidad del piadoso 17. Por eso es de sabios aceptar
legales que lo harán tal 2• esta eú5oKÍa divina y ponerla en práctica 18• Asi se aclara
Pero más que en la conformación con prescripciones el paralelo eú5oKía con o-wTr¡p1ov, su voluntad y su obra
externas", esta buena voluntad se complace en cuali- de salvación".
dades internas del corazón, en la sinceridad y en los La consideración de ráson = eú5oKÍO: como atributo
pensamientos buenos 4• divino la hallamos repetida en el AT-fuera del Ecle-
El que sean gratos y agradables los sacrificios de siástico- 36 veces centra 16 que designa un atributo de
los gentiles será una consecuencia de su ingreso en la la voluntad humana, buena o mala'º· En el Eclesiástico
nueva comunidad de salvación 5; por tanto, el pertene- solamente dos veces eú5oKÍo: se aplica al hombre21•
cer al pueblo de Dios es algo necesario para que la bue- Por tanto en el AT ráson es ante todo la benevolencia
na voluntad de Dios se manifieste y sean aceptadas las divina, manifestada principalmente en la obra de la
ofrendas. salvación de los hombres.
Sin embargo, aun estando dentro del pueblo elegido, 1Lv 19,5. 'Lv 22,19 y sigs, 'Prov 11,1. <Prov 11,20; 12,22;
los hombres pueden no ser objeto de la buena voluntad Sal 19,15, etc. 'Is 56,7. ºJer 6,20; Mal 2,13. 'Sal 5,13. 'Sal
de Dios a causa de sus prevaricaciones y, por tanto, sus 51,20; 106,4, etc. 'Sal 30,6. 101s 60,10. 11Prov 8,35; 12,2. "Is
49,8. 13ls 58,5. 14Is 61,2. "Sal 40,9; 103,21. 16Eclo 1,27.
ofrendas no serán agradables 6. "Eclo 11,27. 18Eclo 15,15; 36,13. 10Eclo 39,18 (Vg. 23). 20Gn
Después esta buena voluntad se considera extendida 49,6; Est 1,8; 9,5; Neh 9,24.27; Dan 8,4; 11,3; 16,36; Prov 14,35;
también sobre los hombres justos7 , sobre Sión y el 16,15, etc. 21Eclo 18,31; 29,23.

Belén. Capilla erigida en el campo de los Pastores, conmemorativa del anuncio del ángel a los pastores del
nacimiento del Redentor, obra de la buena voluntad divina. (Foto P. Termes)

1249 1250
VOLUNTAD

II. NUEVO TESTAMENTO. En el NT EÚ0oKÍa aparece va- de posesion: los hombres que poseen la benevolencia
rias veces en los escritos de Pablo. Solamente en dos divina porque se la ha comunicado, porque les ha hecho
ocasiones el sujeto de Eú6oKÍa es el hombre: cuando objeto de ella. Habríamos, pues, de traducir: «La gloria
contrapone a la envidia y rivalidad con que algunos de Dios está en las alturas, y en la tierra la paz sobre
predican a Cristo la Eú6oKía o buena intención con que los hombres que han sido objeto de la benevolencia
otros lo predican 1; y cuando nos habla Pablo de que la divina».
EÚ6oKía de su corazón está a favor de la salvación de 'Flp 1,15. 'Rom 10,1. 3Flp 2,13. 'Ef 1,5-10. 'Heb 7,25.
sus hermanos los israelitas", En las demás ocasiones 'Mt 11,25-26; Le 10,21.
se refiere a la benevolencia divina en cuanto modera Bibl.: G. SCHRENK, EÚ6oKÍa, en ThW, II, págs. 240-248.
nuestro querer y nuestro obrar en orden a la salvación"
y nuestra adopción como hijos de Dios por medio de S. GARCÍA
Jesucristo 4. En la carta a los Efesios tenemos descrita la VOTO (heb. néder; EVXTJ; Vg. votum). El voto con-
Eú6oKía divina: es la redención que obtenemos por sistía en una promesa hecha a Dios con un sentido
la sangre de Cristo, la remisión de los pecados, el des- exclusivamente cultual - es curioso. que no haya votos
bordamiento que inunda nuestras almas de sabiduría en favor del prójimo - y con una intención de súplica
e inteligencia, es la notificación de su misterio que había para un caso de necesidad bien precisa. El creyente del
de realizar en la plenitud de los tiempos, o sea la reca- AT promete cuando se encuentra en una dificultad o
pitulación de todas las cosas en Cristo; y todo esto tribulación. La práctica de tales votos aparece ya en la
para que así a través de Cristo, alcancemos la adopción época de los patriarcas1•
de hijos de Dios. En la legislación israelítica, se regulan su práctica
Para Pablo la Eú6oKía de Dios se realiza a través de y condiciones, pero no se prescribe su uso, que nació y
Cristo en los hombres; o mejor, Cristo es la EÚ6oKÍa del se mantuvo únicamente por la piedad un poco servil e
Padre realizándose entre los hombres, por eso está interesada de los fieles judíos, siempre deseosos de
intercediendo en todo tiempo para que se desarrolle tener a Dios favorable para sus empresas y prosperidad.
en los cristianos plenamente esta EÚ6oKÍa en la bondad Si lograban su propósito habían de cumplir el voto,
y en las obras de fe 5. pero otras veces la realización del mismo servía de
En los evangelios solamente encontramos EÚ6oKía impetración para el logro del deseo.
tres veces: la Eú6oKía del Padre ha querido manifestar Objeto de tales votos eran las personas y las cosas
a los pequeños el conocimiento de su Hijo y ocultarla a que no estaban ya ligadas o comprometidas a Dios
los sabios y prudentes. Es aquí también EÚ6oKÍa la por algún mandamiento, p. ej., los primogénitos, o que
manifestación soberana y divina de su voluntad sal- en sí mismas fuesen vergonzosas, p. ej., la ganancia de
vífica 6• En Le 2,14, canto angélico en la noche de prostitución 2• El marido podía votar su persona, la
Navidad. La disposición literaria del versículo puede de su mujer e hijos, los siervos, los animales, los campos;
ser doble: o en un díptico o en un _tríptico. Además las personas debían ser rescatadas con las diversas
la palabra Ev6oKía se presenta con una variante notable cantidades que señala el apéndice de tarifas del Leví-
en algunos códices y Padres: mientras unos leen en tico. Los animales, si puros, debían ser inmolados; si
genitivo, áv áv.9pc'Zmo1s EÚ0oKías, otros leen en no- impuros, rescatados en su valor correspondiente esti-
minativo, év áv.9pw1ro1s EÚ6oKía. Distribuyendo la fra- mado por el sacerdote; lo mismo sucedía con las casas
se según el díptico y con la lección primera sería: y campos", Las mujeres independientes también podían
«La gloria de Dios está en las alturas; comprometerse con voto4, no así las casadas y las jó-
Y en la tierra la paz sobre los hombres de buena vo- venes en la casa paterna, para la validez de cuyos votos
[luntad». se requería el consentimiento del marido o del padre,
Y según la distribución tríptica, con la segunda lección: respectivamente 5•
«La gloria de Dios está en las alturas; Un voto característico fue el -+ nazireato.
Y en la tierra la paz; Nunca prescribe la SE el uso de los votos y aunque
Sobre los hombres la buena voluntad». repetidas veces pone en guardia contra la demasiada
largueza en el prometer, no se puede, estando al tenor
El canto angélico no expresa un simple deseo, sino de los textos, decir que repruebe tal práctica; simple-
la manifestación de un hecho divino. No hay que suplir mente urge el cumplimiento de la palabra dada que,
un subjuntivo, sino indicativo. El hecho divino es que de otro modo, se convierte en burla de Dios e insiste
el dominio que Dios tiene en el cielo, su gloria se ma- en que religiosamente es preferible no votar a dejar de
nifiesta en la tierra como un mensaje de paz; y en los cumplir el voto hecho' o trampear con sus compro-
hombres concretamente como la realización de la EÚ0oKÍa misos, pretendiendo engañar a Dios7•
divina, o sea la voluntad salvífica por medio de Cristo. Varios salmos celebran el éxito de votos emitidos y
Manteniendo la lección Év áv.9pw1ro1s EÚ6oKías, realizados 8• Jesús no prohíbe los votos, pero enseña
podemos interpretar el díptico como la expresión de que no deben impedir el cumplimiento de los deberes
la paz que es la gloria que Dios tiene en el cielo, so- filiales 9•
bre los hombres de buena voluntad, o sea sobre los que 1
Gn 28,20. 'Dt 23,18. 3Lv cap. 27. 'Nm 30,10. 'Nm 30,4-
se han adherido voluntariamente a la gracia de Dios. 9.11-13. 'Ecl 5,3-6; Eclo 19,22-23. 'Cf. Lv 22,21-24; Mal ÚJ-
Sin embargo, teniendo presente que ráson, en toda 14. 'Cf. Sal 61; 65; 66. 'Mt 9,15-16.
la línea del AT, es principalmente la benevolencia divina, Bibl.: HAGEN, III, col. 1295; HAAG, col. 1943.
sería mejor interpretar Eú6oKías como un genitivo e.GANCHO

1251 1252
VULGATA

VOZ DE DIOS. No siempre las versiones han sido Cuando confirmaron la autenticidad de la Vulgata, los
acertadas en distinguir los matices que suponen las len- Padres tridentinos, no tenían una idea demasiado clara
guas semíticas al hablar de la «voz de Dios». Habrá, de la clase de texto que merecía este título y tal aproba-
pues, que precisar en cada caso cuidadosamente la ción; se trataba a grandes rasgos, del texto que se leía
fuerza del texto original. en la Biblia latina impresa, y era recomendado, no por
Hay que distinguir né=üm yahweh, que significa pro- la autoridad· del traductor, sino por la de la Iglesia
piamente «oráculo de Yahweh», cual se encuentra en que lo había adoptado. Desde entonces, el nombre ha
los profetas, de dábár en su variada significación semí- permanecido ligado al texto oficial de la Iglesia, repre-
tica de palabra, comunicado, cosa, personificación ar- sentado por el de la Vulgata sixto-clementina.
tística y apelación de una persona divina. El complejo
débar yahweh queda matizado desde el simple comuni- 1. REDACCIÓN. Esta recensión se forma alrededor
cado de parte de Dios1 a la designación de la segunda del año 400. La mediocridad y la multiplicidad de las
Persona trinitaria, el «Verbo de Dios» (/\óyos 0eo0; versiones bíblicas latinas se dejaban sentir en aquella
Verbum Dei)2 , preparado en la forma expresiva de éste época como un grave inconveniente. Jerónimo, dotado
su último sentido por el arameo de los targumím hacia de una sólida cultura literaria, logró penetrar gracias
los comienzos de nuestra era. a un período de reclusión monástica en Oriente, en el
Pero el sentido extricto de «voz de Dios» lo da el reconocimiento de la Biblia, familiarizándose con la
conjunto qol yahweli con ligeras variantes. La raíz qol tradición griega e incluso con la judía, por lo que habría
expresa más sonido, timbre, color acústico o calidad de ser admitido en los consejos del papa Dámaso. En
que lo que se dice. Se aplica al mar 3, a cataratas', al la primavera del año 384, en el que había de morir el
balar y mugir de los rebaños 5, al ruido de pasos 6 o de pontífice, Jerónimo publicó una revisión de los evan-
hojas'. Puede atribuirse a dioses falsos, como cuando gelios. Una dedicatoria atribuye a Dámaso tal inicia-
se dice que Bá'al no dio voz de respuesta". Cuando se tiva, pero esto no bastó para dar a su obra carácter
habla de la «voz de Dios» o de Yahweh, además de un oficial, debido especialmente a que Jerónimo gustaba
sentido vago o genérico 9 o de presentarse como perso- de manifestar que le obligaban a tal trabajo, lo que no
nificada en la Sabiduría divina!", puede entenderse de dejaba de ser una forma de adquirir méritos, a la vez
varias maneras peculiares. que constituía un sistema para excusar los resultados que
-cr. Jer 1,4.11; 2,1.4; Ez 3,16. 'Ap 19,13; ef. Jn 1,1-2. 'Hab juzgaba menos satisfactorios. En esta misma época,
3,10. •Sal 42,8. '1 Sm 15,14. 'Gn 3,8; Ez 26,10. 'Lv 26,36. revisó por primera vez el Salterio, pero fue un trabajo
'!Re 8,26. ºIs 6,8; Miq 6,9. Prov 8,4.
10
muy superficial y del que han quedado pocas huellas.
La «voz de Dios» es a veces el trueno\ Ahora bien, La muerte del papa significó para Jerónimo la pérdida
la forma qál puede poseer además un sentido interjec- de todo apoyo, directo e indirecto, por parte de la auto-
cional, como de «jescucha!», «¿oyes?»2 • En tal sentido ridad; se vio obligado incluso a abandonar Roma para
suele interpretarse el salmo bíblico, de fondo ugarítico, buscar la tranquilidad en Palestina. Establecido en
donde se describe la majestad de Dios bajo el avance Belén, y teniendo acceso libre a la biblioteca de Cesarea,
de una tempestad: «¡Escucha! Yahweh con potencia»; Jerónimo emprendió la tarea de proporcionar al público
«¿oyes? Yahweh en magníficencía»". Oír la voz de de habla latina lo mejor de la producción exegética
Yahweh equivale a obedecer sus mandatos". Se ha griega, así como la de ofrecerle una Biblia correcta.
notado, también, que cuando Adán y Eva se escondie- Comenzó ateniéndose al texto crítico griego establecido
ron de la presencia de Dios, según la narración del por Orígenes en sus Hexaplas, y durante los años 389
Génesis, no era propiamente Yahweh Dios quien se y 392 revisó los libros de Salomón (conservados en
paseaba por el paraíso a la brisa vespertina, sino su voz parte), las Crónicas (de las que conservamos el prefa-
que se difundía 5• Mención especial merecen los pasajes cio), el Salterio (llamado Salterio Galicano, y que pasó
neotestamentarios en que se dice que la voz celeste a la liturgia y a la Vulgata) y el libro de Job (conservado)
(ocovn) del Padre dio testimonio a favor de su Hijo (sobre las ediciones de esta revisión hexaplar, -+ Vetus
Jesús, como en el bautismo y en la transfiguración 6 • Latina).
'Sal 7,19; Eclo 43,17; Ez 10,5. -cr, 1 Re 18,41; Gn 4,10; Is Convencido cada vez más de la veritas hebraica, se
13,4; 40,3; 52,8; 66,6; Jer 50,28; Nah 3,2; Sof 1,14; 2,14; Zae 11,3. decidio a traducir el AT directamente. Comenzó por
'Sal 29,3-9. 0 .Gn 26,5; Dt 4,12.33; 8,20. 'Gn 3,8. 'Mt 17,5; los libros de Samuel y Reyes, aunque según la opinión
Me 1,11; 9,7; Le 3,22; 9,35-36; Jn 12,28-30; 1 Pe 7,17. de F. Cavallera empezó por los profetas. Hacia el
S. BARTINA año 393 abordó los Salmos (iuxta hebraeosi y Job.
Los dos libros de Esdras-Nehemías son anteriores a su
VULGATA. En la historia de los textos, se da el nom- carta n.0 57, De optimo genere interpretandi (fines del
bre de «Vulgata» a la versión o forma más extendida, 395), y les siguieron las Crónicas. La traducción de los
muchas veces para contraponerla a la forma más pura, tres libros de Salomón (hecha «en tres días», según el
aunque con el tiempo, y según los lugares, pueda variar prefacio), se sitúa hacia el año 398, bastante próxima
su popularidad. San Jerónimo, p. ej., designaba con el a las antiguas versiones latinas de los Proverbios, pero en
nombre de «Vulgata», bien al texto griego vulgar de donde Jerónimo dejó volar más libremente su genio fue
la Biblia, en oposición a la edición erudita de Orígenes, en algunas páginas del Eclesiastés. Desde esta época da
bien al texto latino corrompido, corriente durante el siglo comienzo a la traducción del Pentateuco, que no llegará
IV. Y no fue sino hasta la ·Edad Media (Roger Bacon), a ver la luz hasta después de la muerte de Paula, el
cuando su propio texto recibió el nombre de Vulgata. año 404; siguen, sin tardanza, los tres últimos libros

1253 1254
VULGATA

del Octateuco junto con el de Ester. Por otra parte, y otros; en lo referente al libro de los Hechos, existen
a instancias de Cromacio y Heliodoro (ten 407, como testimonios españoles del siglo VII al IX, de que ya se
máximo), Jerónimo aceptó traducir los libros de Tobit conocía esta mezcla.
y Judit, excluidos del canon hebreo, tarea que realizó Por un curioso azar, los primeros en recurrir siste-
con mayor rapidez y libertad que en los otros libros. máticamente a la nueva versión de Jerónimo fueron los
En aquella época eran muy numerosos los inten- pelagianos y especialmente Julián de Eclano: la fre-
tos de revisión sobre el texto griego. Un autor, imposible cuentación de Teodoro de Mopsuesta los había iniciado
de identificar, retocó considerablemente las epístolas de en la exégesis literal, e incluso racionalista, y eran capa-
san Pablo poco después del año 393; es posible que ces de apreciar las cualidades de una buena versión,
la misma persona revisara también el NT. En fecha aun cuando procediera de un adversario. Como fue
que aparece algo posterior, los libros de la Sabiduría también Pelagio el primero en utilizar la Vulgata de las
y Eclesiástico fueron unidos a la Vulgata en su texto epístolas, es verosímil que la Vulgata se haya consti-
africano primitivo, contaminado (especialmente el del tuido en un ambiente pelagiano. Pero, contrariamen-
Eclesiástico) por numerosas repeticiones y sin hacer nin- te a lo que se pensó durante cierta época, Pelagio no
guna revisión crítica sobre el griego. El texto de los puede ser el autor de la Vulgata de Pablo, que además
Macabeos adoptado en la Vulgata tampoco es de Jeró- cita con algunas faltas.
nimo; y lo mismo sucede con los paulinos, en los que La primera característica de la historia del texto de
se limitó a introducir, en un texto muy arcaico, leccio- la Vulgata es, en efecto, la precoz contaminación que
nes italianas del siglo IV, con algunas correcciones sobre supusieron las lecciones de las antiguas versiones lati-
el griego. Por lo que se refiere al libro de Baruc, éste nas, tan queridas por los fieles; esta contaminación
se halla ausente en todos los antiguos manuscritos de la es más apreciable en los textos más próximos, como
Vulgata; sin embargo, dos ejemplares muy antiguos, cuando se trata de revisiones sobre el griego y no sobre
que habían sido recogidos por Biblias españolas, fueron el hebreo. Incluso en el libro de Samuel, tan distinto del
combinados, hacia el año 800, por Teodulfo de Orleáns, texto antiguo, una serie de más de cien interpolaciones
quien retocó su vocabulario siendo ésta la recensión apareció en su texto, en Italia, antes de san Gregorio.
que se impuso poco a poco. En lo referente a los evangelios y san Pablo, encontra-
mos en Italia, desde el siglo VI, ejemplares interpolados
2. HISTORIA DEL TEXTO. En los comienzos, los dis- junto a otros muy puros. De los evangelios conservamos
tintos libros, o grupos de libros, se transmitieron por dos manuscritos, Ms. S. Gal/ 1395 y Ms. Autum 21,
separado. No comienzan a aparecer Biblias en un siendo posiblemente, el primero de ellos contamporáneo
solo volumen hasta el siglo VI, a pesar de que cada uno de san Jerónimo; sin embargo, este manuscrito de San
de sus elementos componentes, tuviera historia propia, Gall lleva al margen una serie de variantes latinas anti-
lo que hace imposible resumir, de forma sintética, la guas, algunas de las cuales han penetrado aun en el
historia del texto. Debido a ello, el orden de los libros texto, desplazando al margen las lecciones auténticas.
bíblicos varía mucho; sin embargo, ·para un buen ob- A estas variantes iban unidas notas críticas, con algu-
servador, la estructura de una Biblia manuscrita siem- nas palabras en griego y dos observaciones que suponen
pre puede manifestar algo acerca de sus orígenes. A el conocimiento del hebreo. ¿Nos hallamos ante un apa-
este respecto, son muy reveladores los elementos que se rato crítico que, remontándose al mismo san Jerónimo,
añaden con frecuencia a los manuscritos del texto explicaría así la rápida contaminación?
bíblico, tales como prólogos o capitula (división en Se ha pretendido atribuir el texto de estos manuscritos
párrafos) variables según los lugares, y los recordatorios a diversos personajes del siglo v, pero ello es bastante
de un trabajo de edición y de presentación del texto. improbable. Aun la supuesta participación de Casio-
Mientras vivió Jerónimo, la acogida que se dispensó doro, en la preparación del texto del Códice Amiatino,
a su obra no fue demasiado calurosa, tal como confie- es injustificada. Entre los fenómenos más antiguos de la
san bien a las claras los prefacios que incluía en sus historia del texto, destaca la intervención de un obispo
traducciones. Se mostró particularmente sensible a las llamado Peregrino que editó, al parecer en España en
críticas de Rufíno. Sin embargo, san Agustín, lleno de el siglo v, la Vulgata de san Pablo para adaptar a ella
respeto por él, prefería las revisiones críticas sobre el los cánones de Prisciliano. Es posible que el Peregrino
texto griego (evangelios y versión hexaplar), a la tra- que editó los libros de Salomón, interpolando duplica-
ducción hecha sobre el hebreo; y los discípulos de san dos tomados de la versión hexaplar de san Jerónimo,
Agustín, tales como Quodvultdeus y Próspero, hasta sea el personaje anterior. El mejor heredero de estos
mediados del siglo v, siguieron las preferencias de su textos es el Cavensis.
maestro. Casiano citaba con regularidad la versión Quienes más difundieron, hasta el siglo VIII, la Vulgata
hexaplar de los libros sapienciales; sin embargo, cono- fueron Italia y la Galia meridional, influendo también
cía la Vulgata, pero no Je convencía. De la misma ma- en Inglaterra, entre otros países. El reinado de Cario-
nera reaccionaron Eucher y Salonio. Avito y Gregorio magno destaca por sus esfuerzos de recensión; y de esta
de Tours prefirieron la Vulgata en lo tocante a los manera tenemos a Maurdramne, en Corbie, y siguiendo
profetas y Pentateuco, aunque no en los otros libros; su misma línea, Alcuino, en Tours, quienes eligieron un
lo mismo sucedió en el leccionario galicano publicado buen texto, sin trabajarlo muy a fondo, pero cuidando
por dom Dold, según un manuscrito de Wolfenbüttel. atentamente de la ortografía. Teodulfo de Orleáns,
Incluso tenemos algunos manuscritos y algunos autores heredero de la cultura del reino visigodo, se dedicó a
que en algunos capítulos citan la Vulgata, pero no en reunir, al revés de los anteriores, manuscritos muy

1255 1256
VULGATA
Codex Harleianus (fol. 46), con mi
fragmento de Le 10, 19-35. Corres-
ponde a la forma ítala de la Vulgata.
Data de los siglos v1-v11.

diversos, mejorando su texto con-


tinuamente. Se han conservado
admirables códices de estas edicio-
nes, destinadas a obtener un gran
prestigio. España, durante el si-
glo x, aún proporcionó muchos y
buenos testigos, y ello en una época
en que Italia parecía agotada. La
abundancia de manuscritos hace
difícil mencionar una época, esto
duró hasta que la universidad de
París creó un texto standard, que
fue adoptado sustancialmente, por
la edición príncipe de Gutenberg, la
«Biblia de 42 líneas» (Maguncia
1452-1455).
Este texto impreso se impuso
muy rápidamente, resultando vana
la pretensión de R. Estienne, quien
quiso, en 1528, 1532 y 1534 volver
al texto de otros manuscritos me-
jores; siendo obligado por la Sor-
bona (en 1540) a volver al texto
recibido, por lo menos en lo esen-
cial. Desde 1449, L. Valla comenzó
a atacar la Vulgata en nombre del
incipiente humanismo, ataques que
fueron renovados por Erasmo y
que los reformadores habían de
agravar cuando plantearon el pro-
blema de la autoridad dogmática
de tal versión. Al iniciarse el Con-
cilio de Trento, se discutió espe-
cialmente sobre las SE y la tradi-
ción y con gran descontento de ,, •.
la curia romana, más abierta al
humanismo, el Concilio - inspi-
rándose en las ideas de J. Driedo, profesor de Lovaina, la abadía pontificia de San Jerónimo, la cual ha pu-
con respecto a Erasmo - afirmó que el texto adoptado blicado doce volúmenes de una edición crítica, que abar-
por la Iglesia carecía de todo error sustancial, y lo adop- ca del Génesis hasta el Cantar de los Cantares (Roma
tó como versión «auténtica». El sentido del decreto 1926-1964). También está en preparación una editio
Insuper (del 8 de abril de 1546), no radicaba en preferir minor por la Bibelanstalt de Stuttgart, bajo una dirección
la versión al original, sino en mantener una versión interconfesional, que intenta mejorar el texto de las
segura y satisfactoria entre tantas vacilaciones. ediciones críticas a la luz de las experiencias adquiridas,
El Concilio pidió a la Santa Sede que procurara una y completar todo lo referente a los demás libros.
buena edición de la Vulgata. Tras una laboriosa tarea 3. VALOR DE LA VULGATA. El texto hebreo de que
de preparación, cuyos detalles son bastante pintorescos, dispuso san Jerónimo era, poco más o menos, idéntico
Sixto V publicó, en 1590, una Biblia, que se retiró al T. M. (aunque algunas lecciones correspondan a
inmediatamente después de su muerte y fue reemplazada 1 Qls), pero tenía a su disposición las Hexaplas de
con toda urgencia, bajo Clemente VIII, por la versión Orígenes, inmensa obra crítica de la que sólo quedan
«sixto-clementina» (1592; reeditada en 1593 y 1598). algunos fragmentos. Cuando el hebreo se hacía oscuro
A partir de entonces, se prohibió discutir este texto. o complicado, recurría a Áquila o Símmaco; también
J. Wordsworth, desde 1889, en especial J. White y, conocía las tradiciones rabínicas. Su interpretación pue-
por último, H. F. D. Sparks publicaron en Oxford, de situarse, en muchos aspectos en la línea de la exé-
hasta 1954, la Vulgata del NT. Pío X creó una comisión gesis judía. Pero es cristiana, en primer lugar porque
benedictina para la revisión de la Vulgata, que más respeta ·la tradición latina anterior, respeto que obser_
tarde habría de ser transformada - por Pío XI - en va de modo especial cuando se trata de palabras atribuí

1257 1258
VI-42
VULGATA

das a Dios, acciones divinas, oraciones, ritos y otras a la Vulgata, la palabra de Dios se ha divulgado por
fórmulas particularmente solemnes. Y en segundo lugar Occidente, y ha sido absorbida por él.
porque fue hecha en función del NT, teniendo en cuenta Bibl.:
1. Para bibliografía razonada sobre san Jerónimo, véase:
la tradición exegética de la Iglesia y, en particular, la F. CAVALLERA, S. Jér áme, Lovaina 1922. A. PENNA, S. Jerónimo,
de Orígenes. La lengua de Jerónimo, tan retórica y Barcelona 1952 (trad. esp.). P. ANTIN. S. Hieronymi Opera, en
a menudo de tan mal gusto en los escritos más apasiona- Corpus Christianorum, 72, Turnhout 1959, págs. 9-59. Sobre la
Vulgata de Pablo y el NT: H. J. FREDE, Eplstula ad Ephesias, en
dos, logra un elogiable equilibrio y un tono majestuo- Vetus Latina, 24,l, Friburgo 1962, págs. 35-38. Sobre los deutero-
samente religioso, cuando se apoya en las antiguas canónicos: F. STUMMER, Einführung in die /at. Bibel, Paderborn
versiones latinas y se anima al contacto del genio semí- 1928. D. DE BRUYNE, Les anciennes traductions ... des Machabées;
Maredsous 1952, págs. 28-32. T. AYUSO MAREZUELA, La Vetus
tico. Sin perder los beneficios de la forma literaria, Latina Hispana l. Prololegómenos, Madrid 1953. Biblia Sacra ... ad
consigue retener elementos poéticos y rejuvenecedores codicum fidem, XII, Roma 1964.
del latín vivo en que se expresaba la Iglesia. Sería im-
2. S. BERGER, Histoire de la Vulgate, París 1893. H. QUENTIN,
posible en la actualidad obtener del latín una belleza Mémoire sur /'établissement du texte de la Vulgate, Roma 1922.
y una naturalidad semejantes. H. H. GLUNZ, History of the Vu/gate in England, Cambridge 1933.
La versión de los evangelios reproduce un texto griego B. BISCHOFF, Zur Rekonstruktion des Sangallensis ... und der Vor/age
seiner Marginalien, en Bibl, 22 (1941), págs. 147-158. H. SCHNEI-
excelente y muy superior al que los humanistas quisie- DER, Der Text der Gutenbergbibel, Bonn 1954. B. FISCHER, Vulgata
ron implantar durante el Renacimiento. En lo que atañe text des N.T., en ZNW, 46 (1955), págs. 178-196. J. ÜRIBOMONT,
al resto del NT, el texto crítico es muy superior al de la L' Église et les versions bibliques, en La Maison-Dieu, 62, París 1960.
Clementina, o incluso al de Wordsworth-White, aun- B. FISCHER, Algunas observaciones sobre el «Codex Gothicus», en
Archivos Leoneses, 15, León 1961, págs. 5-47; íd., Codex Amiatinus
que no por ello carezca de contrasentidos. En lo tocante und Cassiodor, en BZ, nueva serie, 6 (1962), págs, 57-79. · A. QUEN-
a los libros deuterocanónicos, la Vulgata no es una TIN, La Bibbia nell'alto Medioevo, en Settimane di Studio del CISAM,
buena versión, a pesar de que, desde el punto de vista JO, Espoleto 1963 (sobre todo la síntesis magistral de B. FISCHER,
Bibelausgaben des fruhen Miltelalters, ibíd., págs. 519-600).
crítico, resulte la más interesante, ya que refleja un
griego muy arcaico y además mal conservado. 3. F. REuSCHENBACH, Hieronvmus als Übersetzer der Genesis,
Limburgo 1942. J. ZIEGI r • n 'e jüngeren griech, Übersetzungen
De todas formas, la excepcional influencia que estos
als Vorlagen der Vulgata i11 .i-·1
" -phet . Schriften, Braunsberg 1943;
textos han ejercido sobre la cultura europea, incluso en íd., Richesses et déficiences aes ..,,.,._•iens psautiers Iatins, en CBL, 13
el vocabulario corriente de las lenguas modernas es (1950).
algo que le confiere una importancia sin igual. Gracias J. GRIBOMONT

1259 1260
w
W. El wiiw (i) es la sexta letra del alefato. Corres-
ponde a la digamma griega (f), hoy desaparecida. En
13
1 o '1'.15 16
~
14 17 18 19
el wiiw (w), están propiamente incluidas dos letras más:
la u vocálica y la v consonántica: esta última, a su vez 13. Caracteres cuadrados hebreos (siglo 1v o.c.).
se relaciona con la efe y es la pervivencia, en el latín 14. Papiros de los siglos v-vnr n.c, 15. Siríaco
y el castellano, de la digamma griega. 500-800 n.c.), 16. Pentateuco samaritano (siglo
Es preciso considerar la problemática más importante XIII n.c.), 17. Escritura rabínica riisi (siglo xm

que el wiiw ofrece en hebreo, griego, latín y castellano, o.e.). 18. Caracteres alemanes cursivos (siglo xrx).
19. Caracteres árabes del Corán
en cuanto se relaciona con la Biblia.
l. EL «WAW» CONSIDERADO COMO SIGNO. La forma
Teniendo en cuenta el sentido de la escritura, hacia la
de escribir actualmente el wiiw, en los tratados científi-
izquierda o hacia la derecha, el wiiw arcaico se corres-
cos y en los sistemas de transcripción fonética, refleja
ponde con la digamma griega (f) y la efe latina (F, /).
su origen de la v (wiiw arcaico) doblada: vv = w. Pero
En cambio, la misma situación hacia el fin del alfabeto
considerada en su evolución, como signo gráfico, desde
del signo griego fi (<t>, q,) denota que su presencia en el
las más remotas lenguas semíticas hasta los alfabetos
conjunto de los demás signos es relativamente más
occidentales, a través del fenicio, ofrece esta sucesión
reciente y está separada de la línea waw. Este hecho se
de formas:
explica porque, al desaparecer paulatinamente del uso
<>OCDCD escrito consonántico la digamma, se suplió la alternan-
cia p/f (TT/q>) con otro signo, mientras en latín y sus
2
derivados quedaba f
1. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip-
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- 11. LA LETRA «WAW» COMO SONIDO ARTICULADO,
arrollo tamúdico posterior El wiiw es una líquida labial semivocálica. Por su cali-
dad de labial o labiodental fricativa, pasó fácilmente a
YY L! y y sonidos consonánticos o vocálicos en múltiples combi-
naciones y conforme a diversas leyes, que han de con-
4 5 6 7 8 9
siderarse por separado, según las lenguas. El wiiw conso-
4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírám, rey de nántico coincide con la v; el vocálico, con la u.
Biblos (siglo XIII x.c.), 5. Alfabeto fenicio (1000
A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890- IIT. EN HEBREO. l. LA VOCAL «u». La vocal u, en
875 A.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8. Ins- hebreo, se representa por el súreq (~), que es ü larga,
cripción de Siloé (700 x.c.), 9. Letras talladas como en müt, «morir»; raramente es u breve, p. ej.;
en sellos y piedras preciosas (800-500 x.c.) hükkiih1; kúllám", La vocal u se representa asimismo
por el qibbús o siilos neqüdim, «tres puntos», (--.;:-), que
} )) XS es u breve, como en sullám, «escalera»; pero puede ser
también ü larga: qumü, scriptio defectiva de qürnú. La u
10 11 en hebreo pertenece al tercer grupo vocálico del semitis-
mo: a, i, u. Tiene afinidad con las distintas variedades
JO. Papiros egipcios (500-300 A.c.). 1 J. Inscripcio-
nes en monedas de época macabea (150-40 A.c.). de o, que están incluidas en el mismo grupo, en cuanto
12. Primer siglo de la era actual y escritos de la a su origen, derivación, cambios y escritura.
época de Bar Kókébá" (1-150 n.c.) 'Sal 102,5. 'Jer 31,34.

1261 1262
w
2. EL «WÁW» COMO «MATER LECTIONIS». El waw 8. EL «WÁW» DE SÍNDESIS. El hebreo tiene una ten-
como mater lectionis, en cuanto clarifica un consonan- dencia muy pronunciada a las construcciones sindéticas
tismo avocálico en un estadio primitivo, o simplemen- con wiiw. Apenas aparecen otras partículas ilativas;
te cuando no se escriben los signos de vocal, puede se repite constantemente la y en oraciones apuestas.
indicar timbre y cantidad. Como timbre, la vocal 11, Esto es posible por la plurivalencia gramatical del waw
generalmente larga, se representa por un waw conso- semítico. Esta constante expresiva puede descubrirse
nantal vocalizado (i = i), qwm = qüm. Pero el mismo en las mismas versiones fieles de los libros sagrados,
waw puede indicar además la vocal o, generalmente larga: como en la griega y la latina, donde no se sufriría, en
ywm = yom, «día». En cuanto a la cantidad, el waw correcto estilo, la iteración perpetua de oraciones
se emplea para indicar las vocales largas ü (1) y 6 (i). apuestas.
Por economía, se suele evitar la mater lectionis cuando
hay en la misma palabra otro wiiw: mswwt (miswot ), IV. LA LETRA «u» «V» EN LATÍN. Correspondiente al
«mandamientos», que suele escribirse misot. wiiw semítico, ha de colocarse, en el abecedario latino,
la letra alternante ulv, que es la vigésima según el orden
3. LA LETRA «WÁW» CONSIDERADA COMO CONSONAN- tradicional.
TE. Suele ser tan leve que se confunde con la vocal u. Los antiguos romanos escribían siempre v, en vez
Esto sucede manifiestamente cuando el waw lleva séwa' de u. Cuando se introdujo el uso de las letras minúscu-
quiescente: hüwsab = hüsab ; 'iisüw = 'iisü. Cuando el las, se estableció en la práctica que, al emplearse ma-
waw consonántico está al final de palabra, no lleva yúsculas, se usase siempre la V (DEVS VNVS, VOLVO)
vocal y le precede un séwii' quiescente, desaparece. y minúsculas la u (Deus unus, uoluo). Desde el siglo xvn
Cuando se encuentra en recurrencia con otras conso- se generalizó el uso del signo u cuando es vocálico y
nantes, si son homogéneas, se contrae y se alarga (ü); del v siempre que es consonántico, excepto si iba pre-
si son heterogéneas, se contrae según las reglas de cedido de q treliquus, equus, donde la primera u es
contracción: yawsib=» yásib, consonante y la segunda vocal) y si precedía ng (lin-gua,
El waw impide la espiración de la begad-kefat sub- lan-guor, excepto en el radical de perfecto de lan-gu-i,
siguiente, lo cual indica que, con el hiato que intro- lan-gu-e-ram), lo mismo que en algunos casos los grupos
duce, se la ha de considerar consonántico: yadii(y)w sua (sua-vis) y sue (con-sue-vi). Actualmente hay cierta
tébi'enáh>; sálawti+. tendencia a escribir siempre V, u; nunca V, v.
'Lv 7,30. 'Job 3,26. La vocal u, en latín, puede ser breve y larga lo cual
4. EL «WÁW» EN LA FORMACIÓN DE LOS DIPTONGOS. afecta a la cantidad prosódica de las palabras, incluso las
Cuando el wiiw no es mater lectionis se pronuncia, como que proceden de otras lenguas, como las semíticas.
en las agrupaciones heterogéneas aw, iiw, ew, iw, oy, La u entra en tres diptongaciones: au (lau-de), eu (sólo
úy, En estos casos, posiblemente tiene valor consonán- en ceu, heu, eheu, heus, neu, neuter y en palabras advene-
tico y, por consiguiente, se habrá de pronunciar, no dizas como Eurüs) y ui (sólo en hui, cui, huic).
como U, sino COmO V fricativa labiodental. La v, según la pronunciación castellana del latín es b:
vivere = bibere.
5. EL «WÁW» CONJUNCIÓN. En las lenguas semíti-
cas, especialmente en hebreo, el wiiw tiene no solamente v. LA «u» EN GRIEGO. En griego, la V, y es pro-
fuerza conjuntiva, cuando es partícula gramatical, «y» piamente la -,. Y. El sonido u sólo se halla en el dip-
- equivale entonces al Kaí, et o bien y -, sino que tongo ov = u. El sonido u aparece además, con la co-
además se reviste fácilmente de muchos otros matices rrespondiente vocal amalgamada, en los otros diptongos
conjuntivos con el valor de varias partículas; incluso (v1, aquí la v como la u francesa o la u alemana; av,
expresa sentidos adversativos. El contexto ha de dar su ev, ,iv, cov).
alcance exacto, dentro de sus varias posibilidades.
VI. LA ((W)) EN CASTELLANO. El abecedario no co-
6. EL ((WAW» y LAS FORMAS VERBALES. El wiiw, noce propiamente la letra ve doble (W, w), en caste-
reteniendo fundamentalmente el sentido de y, reviste llano. Solamente se emplea en palabras extranjeras. Su
otros matices que pueden agruparse globalmente dentro equivalencia fonética y gráfica se suple, sea con la con-
de la idea de coordinación (waw simple) y dentro del sonante v, sea con la vocal u.
concepto de sucesión: consecución, finalidad (cf. ár.
wa y fa). Sobre la fuerza inversiva del waw en las formas VII. EL «WÁW» COMO SIGNO NUMERAL. En hebreo,
verbales y sus distintos matices, temporales y modales el waw tiene como valor numérico , = 6. Con crema en
( - Hebreo bíblico). la parte superior = 6000. Sobre las excepciones, cuan-
7. EL «WÁW» DE APÓDOSIS. El wiiw de apódosis es do los signos numerales darían el nombre Yahweh,
típico del hebreo, en que aparece con bastante frecuencia, -,. Y. En griego, la digamma se ha conservado como
y pasa al griego bíblico de la koiné, sobre todo en los numeral y tiene el mismo valor que en fenicio r.s' = 6.
pasajes que son traducción directa del trasfondo hebreo, En latín V= 5.
como en los LXX, o que dependen literariamente de Bibl.: W. GESENIUS- E. KAUTSCH, Hebr. Grammatik, 27.• ed.,
Leipzig 1902, págs. 79-81. P. Jouox, Grammaire de l'hébreu bi-
documentos semíticos, como en Lucas, especialmente en blique, 2.• ed., Roma 1947, principalmente §§ 115-120, págs. 312-
las narraciones de la infancia de Jesús. El wii,v de apó- 337; §§ 176-177, págs. 529-536. W. GESENIUS, Hebriiisches und
dosis es puramente material y no se ha de traducir: aramiiisches Handworterbucñ über das AT, 17.• ed., Berlín 1954,
«El día que comieres de él (y) vuestros ojos se abrirán»'. cf. waw y we, págs. 189-190. Véase también la citada en - E.
1 Gn 3,5. S. BARTINA

1263 1264
WELLHAUSIANISMO

WADI. Esta voz, de empleo constante en la geo- WE-'ÁDAR. Mes intercalar judío, cuyo nombre
grafía de Palestina y, en general, en la toponimia de· los significa «y 'Ádiir». El año hebreo constaba de doce
países arabófonos, tiene en árabe clásico varios plura- meses lunares y, para que concertare con el año solar,
les irregulares; en la lengua vulgar, sobre todo en Siria We-' Ádár había de introducirse siete veces cada dieci-
y Palestina, el plural más corriente es widyán. El voca- nueve años. Este segundo 'Ádiir se colocaba entre el
blo denota: a) un valle, cuyas dimensiones van desde primero y Nísán, y aparecía, cuando se empleaba,
las de una cañada hasta poder dar cabida a otros wádi; entre la última parte de marzo y el comienzo de abril.
b) el lecho de un río, de un riachuelo o de un torrente. We-'Ádiir no se menciona en la SE, pero es necesario
para la comprensión del córnpulo cronológico bíblico
WADI 'ALIN, Hírbet. Uno de los lugares identifi- y judío.
cables con --+ 'Elon (§ 2).
WELLHAUSIANISMO. Es el sistema crítico bí-
WAHEB (et.?; Zc.vó~; Vg. omite). Lugar mencionado blico, su origen y ulterior desarrollo, que mira de modo
en el Libro de las guerras de Dios y citado en los Núme- particular al -,. Pentateuco y que ha recibido una im-
ros'. Es por completo desconocido. El contexto permite pronta específica de Julio Wellhausen (1844-1918). És-
colegir que estaba en Moab, quizá cerca del Amón. te enseñó lenguas semíticas, AT y los últimos quince
'Nm 21,14. años NT sucesivamente en varias universidades, prin-
cipalmente en Gotinga, donde se jubiló (1913). Sus
WANYAH (et. ?; ac. ili-zanini; El wnh ; sudar. zayn'i/, obras principales sobre AT que aquí más interesan
«adorno de '11»; Oóovvío ; Vg. Vania). Uno de los hijos son: Die Komposition des Hexateuchs, en Jahrbuch fiir
de Bání, que hubo de repudiar a su mujer extranjera deutsche Theologie 1876-1877 (y después en Skizzen und
por orden de Esdras'. Vorarbeiten, 1885); Die Komposition des Hexateuchs
1Esd 10,36. und der historischen Bücher des AT, 2. ª ed. 1889; Ge-
Bibl.: A. COWLEY, Aramaic Papyri of tite Fifth Century B.C. schichte Israels (1878); Prolegomena zur Geschichte Is-
Oxford 1923, pág. 68. NOTH, 407, pág. 241. G. RYCKMANS, Les raels (1883-1886); Israelitische und jüdische Geschichte
noms propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 85, 227. J. J.
STAMM, Die akkadische Namengebung ; Leipzig 1939, págs. 213, 316.
(1894, 7.ª ed. 1914) y el artículo Hexateuch, en la En-
cyclopaedia Bíblica (vol. II, Londres 1901).
M. V. ARRABAL
l. ANTECEDENTES DEL SISTEMA. Se fundó sobre la
WAQQA~ (EL-QEDAl;I), Hirbet. Lugar árabe mo-
crítica que desde el siglo XVI se venía aplicando al Pen-
derno en donde estuvo enclavada --+ I;Iii~or.
tateuco. Varios autores católicos (A. Masius 1574, B.
Pereira 1594, J. Bonfrére 1925) y no católicos (T. Hobbes
W ASTI ( «deseable» ? , «hermosa» ? ; cf. pr. vas ti,
1651, B. Spinoza 1670) y más ampliamente el exorato-
pasti, va[h]isti; 'Ao-rív ; Vg. Vasthiv. Esposa de Asuero,
riano R. Simón+, afirmaban que gran parte del Pen-
rey de Persia. Al sexto día de un festejo, el soberano
tateuco no había sido escrito por Moisés y que la re-
ordenó que compareciera ante sus invitados para hacer
dacción actual era de tiempos posteriores.
gala de su belleza y, como Wastí se negara a obedecer,
Precedido del protestante H. B. Witter P, que observó
Asuero la repudió'. Este hecho fue el que produjo a
la diferencia del nombre de Dios en Gn 1,1-2,4 y 2,5-
la larga la elevación de Ester a esposa del monarca.
3,24, señalando dos redacciones paralelas, el católico
No obstante los esfuerzos de los historiadores y exege-
J. Astruc, médico de Luis XV de Francia, atribuyó los
tas, no se ha logrado encontrar entre las mujeres de
textos con el nombre «Elohim» y los del nombre de
los reyes persas - en la época en que sucedieron los
«Yahweh» a dos fuentes o documentos distintos, Elo-
hechos narrados en el libro de Ester - una reina que se
hísta y Yahwista, descubriendo otros documentos donde
llame, más o menos aproximadamente, Wasti.
no aparece ningún nombre divino y que narran la his-
'Est 1,9 y sigs.; 2,1.4-7.
toria de otros pueblos c.
Bibl.: Miqr., II, col. 888, con bibliografía.
Con esta hipótesis se originó la primera teoría de los
J. A. PALACIOS
documentos, desarrollada bajo el punto de vista exclu-
WAWIYAH, Hírbet el-, Actual nombre árabe del sivamente literario por J. G. Eichhorn CH, que la extendió
emplazamiento de la ciudad de --+ Magbís. a todo el Pentateuco, y después por K. D. Ilgen P, que
ya distinguió dos fuentes en el Elohísta.
WAWIYAT, Tell el-. Lugar en donde estaría situada Los críticos posteriores consideraron al Pentateuco
la ciudad de --+ Ne'iih. como una compilación de muchas partes, originariamente
independientes, hipótesis llamada después teoría de los
WAYEZATA' (et. ?; cf. pr. vahyaz-data, vaya-zata; fragmentos; así pensó primero el católico libre A. Ged-
Za~ov6aios; Vg. Jezatha). Décimo hijo de Amán, des P, atribuyendo los 39 fragmentos que creyó encontrar
al que mataron los judíos durante las represalias contra a dos ambiéntes: elohísta y yahwista, posteriores a
quienes se proponían eliminarlos en el reino persa. Moisés. En Alemania la introdujo J. S. Va ter F, quien
Est 9,9. retardó la última redacción al tiempo del Destierro
Bibl.: Miqr., II, cols. 877-878. (587-538 A.c.); después la admitió W. M. L. de Wettev,
relacionando el Deuteronomio con Josías (640-609 A. c.,
WA-YIQRA'. Nombre del -> Levítico en la Biblia el 2 Re 22) y uniendo así a la crítica filológico-literaria
hebrea. la histórica.

1265 1266
WELLHAUSIANISMO

Como reacción contra tales desmembraciones surgió partita del Pentateuco partieron de A. Klostermann 8,
la teoría de los suplementos (complementos). Según que propuso una teoría llamada de cristalización, según
H. Ewald=, agregando Josué al Pentateuco el fondo del la cual un escrito original y básico, no compuesto de
«Hexateuco» sería un escrito elohista (Grundschrift) J, E o P, fue adquiriendo sucesivamente nuevas adiciones
posterior a Moisés y a Josué, completado después con por razón del Deuteronomio y de otros cambios; B. D.
otros escritos menores, muchos de los cuales pertenecían Eerdmans T rechazó toda la crítica wellhauseniana, dis-
al yahwista. De modo parecido pensaron F. Bleek I, tinguiendo, no obstante, cuatro estadios sucesivos en la
F. Tuch J y también De Wette (en posteriores ediciones evolución histórica de la religión; J. Dahse " y H. M.
de su Lehrbuch ... ); pero el mismo Ewald distinguió Wiener v intentaron refutar los distintos argumentos
más tarde, al modo de Ilgen, dos partes independientes wellhausenianos; B. Jacob w y U. Cassuto x se esforzaron
en el escrito fundamental y estaba cada vez más conven- en probar que los llamados «duplicados» y «sinónimos»
cido de la existencia de un documento yahwista pa- y otras particularidades estilísticas, en que se apoyaban
ralelo ". las diversas fuentes, podían explicarse de otro modo,
Mientras algunos, como E. Schrader >, limitaron la según el genio de la lengua y mentalidad hebreas;
obra del autor yahwista, principalmente a la compi- P. Volz y W. Rudolph Y combatieron la existencia de E
lación de las dos partes del documento elohista, aun- como fuente independiente, pero mientras Volz niega
que agregase algo de su parte; otros, como H. Hup- también la exitencia de P considerándolo junto con E
feld LL, distinguían ya decididamente en el Pentateuco como dos redactores de J restringiendo al máximo la
tres fuentes o documentos en este orden de tiempo: actividad de tales redactores, Rudolph z se sintió
Elohísta primero (E 1) después llamado Priestercodex constreñido a admitir P como fuente independiente y a
o ---+ Código sacerdotal (ya Eichhorn había designado así atribuir muchas perícopes a E, aunque no sea un docu-
al Levítico), Elohísta segundo (E 2, y después simple- mento continuo como J.
mente E) y Yahwista (J), al que E. Richm N agregó Pero éstas y otras tentativas semejantes no lograron
después el Deuteronomio como cuarto documento (D). hacer vacilar la convicción común de que el Pentateuco
Así surgió la nueva teoría de los documentos que admi- estaba compuesto de cuatro documentos fundamen-
tieron E. Bóhmer F, A. Dillmann Ñ y otros. tales.
Pero bajo el influjo de la filosofía hegeliana de la +Htstoíre Critique du Vieux Testament, 1678. BJura Israelitorum
historia aplicada por W. Vatke ? a la de Israel, se cam- in Palaestinam, 1711. cconjectures sur les mémoires originau x dont
il paroit que Moyse s' est servi pour composer le livre de la Genése,
bió totalmente el orden de los documentos. Los críticos 1753. CHEinleitung in das AT, 1780-1783. D Urkunden der jerusa-
más notables, como E. Reuss ", K. H. Graff ? y A. lemischen Tempelarchivs in ihrer Urgesta/t, 1798. ETl,e Holy Bíble ... ,
Kuenen R, llegaron a la conclusión de que P debía ser I, 1792; Critica/ Remarks on the Hebrew Scriptures, I, 1800. F Kom-
en realidad el documento más reciente del tiempo del mentar über den Pentateuch ... , 1805. GLehrbuch der historischkri-
tischen Einleitung in die kanonischen und apokryphischen Bücher des
Exilio y en algunas partes posterior al mismo, basán- AT, 3.• ed., 1829. HEn ThStK, 4 (1831), págs. 595-606. 1De libro
dose en que los libros históricos de Jueces, Samuel y Genesos origine atque indo/e historica observationes quaedam contra
Reyes no presuponen las narraciones y leyes de P como Bohlenium, 1836. 'Commentar über die Genesis, 1838. KGeschichte
tampoco D, cuyo origen se puso, como antes De Wette, lsrae/s, 1843-1855. LEn la 8.• ed. del Lehrbuch ... , de De Wette.
LLDie Que/len der Genesis und die Art ihrer Zusammenhang von neuen
en 622 A.C. Antes de esa fecha se habían fundido E y J, untersucht, 1855. "Die Gesetzgebung Mosis im Lande Moab, 1854.
fusión denominada «Yehowísta», siendo sus redaccio- NLiber Genesis Pentateuchicus, 1860. ÑEn sus comentarios a Génesis-
nes respectivas de los siglos IX y vrn; así el orden que Josué, 1875 y sigs. 0 Die Religion des AT, I, 1835. PPrimero en
su enseñanza desde 1833, después en Uhistoire sainte et la loi, en
se creyó definitivo en el Hexateuco fue J, E, D, P. Jntroduction critique au Pentateuque et a Josué, I, 1879. QDie ge-
En tal estado de cosas interviene Wellhausen, quien, schichtlichen Bücher des AT, 1866. Die s.g. Grundschrift des Pen-
siguiendo a Vatke en la interpretación hegeliana de la tateuchs, en Arch. für wissenschaftliche Erforschung des AT, 1 (1869),
págs. 466-477. RDe godsdienst van Israel tot den ondergang van
historia, encontró en los sucesivos documentos estable-
den Staat, 1869. 5 Der Pentateuch, Beitróge zu seinem Verstdnduiss
cidos por la crítica literaria, siempre más huellas e indi- und zu seiner Entstehungsgeschichte, I, 1893; Neue Fo/ge, 1907.
cios de la evolución religiosa del AT que, liberándose TAfttestament/iche Studien, 1-4 (1908-1912). UTextkritische Beden-
penosamente del paganismo y pasando por el polide- leen gegen den Ausgnngspunkt der Pentateuchkritik, en ARW, 6
(1903), págs. 305-319; Nacht ein Umschwung in der Pentateuch-
monismo (animismo, totemismo, fetichismo) al poli- kritik ?, en NKZ (1913), págs. 748-756. VEssays in Pentateuchal Cri-
teísmo y la monolatría llegó por fin - en tiempo de ticism, 1910. WQuellenscheidung und Exegese im Pentateuch, 1916;
los grandes profetas del siglo vm - a monoteísmo Das erste Bucb der Tora. 1934. XLa questione della Genesi, 1934.
Y Der Elohist als Erziihler. Ein lrrweg der Pentateuchkritik? An der
puro que, durante el Destierro, se deformó en un cierto
Genesis erldutert, 1933. z Der «Elohist» von Exodus bis Josua, 1938.
nomismo (observancia exagerada de la Ley).
Wellhausen fue quien coordinando los resultados de II. DESARROLLO POSTERIOR DEL SISTEMA. Las críticas
la critica precedente, y con un estilo magnífico, claro que siguieron a la teoría wellhauseniana le dieron un as-
y persuasivo, los presentó y, promulgó en un sistema pecto bastante diverso del que presentó el autor.
coherente. Desde entonces, su nombre va vinculado Ya Wellhausen había distinguido en P varias co-
a este sistema de la crítica histórico-literaria del Penta- lecciones sucesivas de leyes, y Kuenen (2.ª edición)
teuco (Hexateuco); pronto conquistó el mundo de los seguido de O. Procksch-v, dividió también E en varias
estudios bíblicos, pasando de Alemania a Inglaterra y partes, mientras E. Schrader P y K. Budde v. hacían lo
los Estados Unidos. mismo con J .. Otros todavía multiplicaron las subdivi-
Sin embargo, el sistema wellhauseniano al principio, siones aplicándolas también a D de modo que llegaron
aun en los ambientes no católicos encontró fuerte opo- a presentar algo así como J, _J1, J2, J3; E, E', E 2, E 3;
sición; los ataques más serios contra tal división cuatri- D, D', etc., cf. E. Kautzsch P y C. Steuemagel P,

1267 1268
WELLHAUSIANISMO

La reacción contra tales disecciones de los documentos Autores posteriores emprendieron el examen de toda
la inició R. Smend F; sólo en D y P distingue varias par- la historia de cada uno de los géneros literarios desde
tes sucesivas respecto a las leyes allí contenidas, pero no las fórmulas literarias de las unidades primitivas hasta
admitió división alguna en E y solos dos paralelos en J. su adaptación al Pentateuco, siguiendo un camino in-
Tal dirección la siguieron en general W. Eichrodt v. H. verso, es decir, partiendo del texto actual intentar des-
Holzinger y HJ. Meinhold1; J. Morgenstern-' ve en Éx cubrir hacia atrás todo el largo camino hasta las uni-
a más de J E y P un documento K (atribuyéndolo a los dades primitivas originarias más allá de los grandes
quenitas), mientras que R. H. Pfeíffer« descubrió en documentos fundamentales. Es la -,. Formgeschichte o
Gn un documento S (Seir) proveniente de Palestina Historia de las formas, tal como la defendió G. von
meridional, aunque estos últimos hallazgos no encon- Rad Ñ y otros muchos que la aplicaron como M. Noth 0 .
traron gran resonancia. Mientras Von Rad defiende vigorosamente que Josué
Entre tanto, O. Eissfeldt L había designado al J1 de perteneció a los cinco libros precedentes (Hexateuco),
Smend con L (Laienqúelle), o «fuente laica», porque Noth tiene la teoría de que el Deuteronomio fue en
lo consideró como el documento menos influido por su origen la introducción a una obra histórica que
las tendencia cúltico-clericales; también empezó a comprendía los libros Josué-Reyes, y sólo después fue
hablar -y así piensa actualmente _LL de una teoría agregado a · Gn-Nm, formando el actual Pentateuco
novísima de los documentos L, J, .E, D, P. (antes, por tanto, Tetrateuco).
2. Un factor bien diverso que ya había empezado a Aunque este método admita la teoría wellhauseniana
influir sobre las teorías wellhausenianas fue el mejor de los cuatro documentos, la ha desarrollado mucho
conocimiento de Palestina y de todo el Oriente antiguo más, demostrando que tales documentos no fueron sim-
debido a los incesantes descubrimientos arqueológicos plemente compuestos por autores sucesivos a partir del
apenas iniciados en tiempos de Wellhausen, Las exca- siglo IX, sino que ellos mismos tuvieron una larga
vaciones, demostraron siempre con mayor evidencia, que historia antes de lograr la forma que presentan en
la historia de Palestina y del pueblo elegido no podía nuestro texto actual. Aunque los resultados de tales
considerarse aisladamente, sino como parte de la historia estudios no siempre han sido satisfactorios y convincen-
general del antiguo Oriente. Así, la vida de los patriar- tes, han contribuido en gran medida al progreso de la
cas encuadra perfectamente en el ambiente histórico recta comprensión del Pentateuco y demás libros del
de la primera mitad del II milenio. Entre los documen- AT, ensanchando el camino que remonta desde el si-
tos hallados salieron a la luz muchas legislaciones como glo rx hasta Moisés.
la del Código de Hammurabi, de los hititas, asirios y las 4. Un ulterior paso, el último hasta ahora, lo ha dado
más antiguas babilónicas y sumerias, codificando los la llamada interpretación histórico-tradicional de la es-
viejos usos y costumbres anteriores a Moisés. Éstas, cuela escandinava, cuya característica es la justa insis-
así como los contratos, especialmente los encontrados en tencia sobre la capital importancia de la tradición oral
Kirkuk y Nuzu del siglo xv, ilustraron y confirmaron de narraciones antiguas, leyes, canciones, proverbios,
lo que el Génesis refiere de los usos y costumbres pa- etc., durante muchos siglos; pero exagera al pretender
triarcales. El hecho innegable es que toda la estructura que tales tradiciones no fueran fijadas por escrito antes
social y jurídica del tiempo de los patriarcas, presentada del Destierro.
por la Biblia, difiere por completo de la de los siglos x Esta teoría fue un ataque directo contra toda la crítica
y siguientes, época en que, según Wel!hausen, había wellhauseniana, lanzado del modo más radical por K.
sido concebida e ideada la historia de los patriarcas, J. A. Engnell P; pero los iniciadores de la escuela y sim-
cuando lo natural es que hubiese sido compuesta en patizantes posteriores, tales como H. S. Nyberg S, H.
conformidad con los usos de esos tiempos más recientes. Birkeland R, se mostraron más moderados admitiendo
Además, la existencia de tantas antiguas legislaciones tradiciones escritas preexílicas; cosa que, desde luego, no
demuestra que una ley que se remonte a Moisés no es puede negarse tal como han probado los autores de la
a priori imposible en modo alguno; tanto más que Historia de las formas.
la Ley mosaica contiene prescripciones antiquísimas y Al finalizar esta rápida reseña del wellhausianismo
fórmulas típicas que ya se encuentran en legislaciones
desde su origen hasta nuestros días, podemos concluir
anteriores. que en el ambiente de los estudiosos bíblicos no católi-
Por todo ello, los descubrimientos arqueológicos han
cos, la teoría no presenta ya el aspecto con que la de-
sacudido las bases preconcebidas y evolucionistas del
fendió su autor. El concepto apriorístico de una evolu-
sistema wellhauseniano. ción hegeliana de la historia ha sido desmentido por el
3. Un estudio más profundo y detallado de las na- estudio comparativo de las religiones. Su idea de que
rraciones y leyes del Pentateuco, comparándolas con los autores de los cuatro documentos los habían com-
los documentos descubiertos llevó a investigar los diver- puesto según la mentalidad de su tiempo, está hoy
sis géneros literarios no sólo de las mismas narra- completamente abandonada. Los autores más recientes,
ciones y leyes, sino también de las diversas unidades casi en su totalidad, admiten tradiciones orales antiquí-
de que constan y del sentido preciso de las mismas en simas que remontan a Moisés y además tradiciones
su ambiente primitivo, su Sitz im Leben. escritas anteriores al siglo IX, habiendo el máximo
H. Gunkel N debe ser considerado como el iniciador interés en estudiar el estadio que va del Pentateuco
de este estudio del Pentateuco, seguido de H. Gress- actual hasta sus primeros orígenes. Sin embargo, el
mann N. fondo de la crítica wellhauseniana respecto a los cuatro

1269 1270
WELLHAUSIANISMO

grandes documentos fundamentales se ha mantenido intento y bajo la acción de la inspiración divina, tomó
firme a pesar de todas las críticas. algunas cosas que textualmente o según el sentido, de un
«Das nordhebriiische Sagenbuch. Die Elohimquel/e, 1906. ns111- modo abreviado o ampliado haya introducido en su obra;
díen zur Kritik und Erk/iirung der bíblischen Urgeschichte, 1883. e) que, salvo sustancialmente la autenticidad mosaica
CUrgeschichte, 1883. D Die Heilige Schrift des AT... , 1890, 4.• ed., y la integridad del Pentateuco, éste haya sufrido algunas
1894. ELehrbuch der Ein/eitung in das AT, 1912. F Die Erziihlung
des Hexateuchs auf ihre Que/len untersucht, 1912. GDie Que/len der modificaciones, es decir, adiciones hechas después de
Genesis von neuen untersucht, en Beitriige zur ZAW, 31 (1916). la muerte de Moisés por un autor inspirado, o glosas
HGenesis, Exodus ... , en Die Hl. Schrift des AT, dirigida por Kautzsch, y explicaciones introducidas en el texto, o también
4.• ed. de Bertholet, 1Die Jahwistischen Berichte in Gn 12-50, en
voces y formas trasladadas del lenguaje antiguo al más
ZAW, 39 (1921), págs. 42-57. 'The O/dest Document of the Hexa-
teuch, en HUCA, 4 (1927), págs. 1-138. KA non-Israelitic Source reciente y aun lecciones erradas debidas a amanuenses
of the Book of Genesis, en ZAW, 48 (1930), págs. 66-73. LHexa- y de las que se suele discutir y juzgar según las normas
teuch-Synopse, 1922. LLEinleitung in das AT, 1934; 2.• ed., 1956. del arte crítico.
"Schopfimg und Chaos in Urzeit und Endzeil, 1895; Genesis, 1910,
4.• ed., 1917; Die Urgeschichte und die Patriarchen, en Die Schriften 3. Después del decreto. Los autores católicos bus-
des AT, I, 1 (1911; 2.• ed., 1921), cf. Einleitung in die Psalmen, com- caron una explicación de la cuestión del Pentateuco,
pletada por J. Begrich, 1934. N Die Anfiinge 1sraels von 2. Mose según estas directivas del magisterio eclesiástico, ten-
bis Richter und Ruth, en Die Schriften des AT, I, 2 (1914; 2.• ed.,
1922); Die Aufgaben der a/ttestamentliche Forschung, en ZA W, 42
tativas que no aparecían muy satisfactorias ni bajo el
(1924), págs. 1-33. il Das formgeschichtliche Prob/em des Hexateuchs, aspecto científico ni desde el punto de vista de la doc-
1938; Gesamme/le Studien zum AT (1958), págs. 9-86; Das erste trina católica. J. Brucker l, admitió los cuatro docu-
Buch Mose Genesis, 1949; 2.• ed., 1956; trad. inglesa, 1961. ºÜber- mentos wellhausenianos, pero compuestos al tiempo de
lieferungsgeschíchte des Pentateuchs, 1948; Das zweite Buch Mose,
Exodus, 1959; 2.• ed., 1961; trad. inglesa, 1962. PGam/a Testa- Moisés y por él aprobados, y después durante largo
ment , en Traditionshistorisk: inledning, I, 1945. QS/udien zum Hosea- espacio transmitidos separadamente y, por fin, fueron
buch, 1935; Korah's uppror, Num 16 f. Ett bidrag ti// fragan om reunidos en nuestro Pentateuco sin modificaciones sus-
traditionshistorisk method, en SEA, 12 (1947), págs. 230-252. nzum
hebróischen Traditionswesen, 1938.
tanciales. La introducción especial al AT de K. Holzhey
(1912) en la que la Congregación Consistorial encontró
III. Los CATÓLICOS FRENTE AL SISTEMA. 1 Antes del opiniones «audacísimas», según las teorías racionalistas
decreto de la Pontificia Comisión Bíblica de l 906. Como e hipercríticas más recientes y contrarias al decreto de
hemos visto, hubo varios católicos que prepararon la Comisión Bíblica, fue puesta en el Índice del año
el camino a Wellhausen. Aunque después la mayo- siguiente.
ría defendió la autenticidad mosaica del Pentateuco en L. Murillo-", defendió la autenticidad mosaica en un
sentido estricto, algunos de los más destacados en los sentido calificado por A. Bea, de «estrechísimoxf y
estudios bíblicos, impresionados por los argumentos de por Miller-Metginger, de «rigoristico»>. J. Touzard t+
la crítica literaria, intentaron conciliar la teoría wellhau- la explicó así: los cuatro documentos son sustancial-
seniana con la doctrina de la Iglesia. Así, entre otros, mente de Moisés, pero en su forma actual hay que atri-
F. Lenormant «, F. von HügelB, A. Loisyv, M.-J. buirlos a siglos posteriores, a saber, J y E a los siglos
Lagrange P, A. van Hoonacker P, A. Gigot ", P. Vetter ? rx y vrn, D sería una revisión posterior de la legislación
y J. Gottsbergerw. mosaica y P un documento mosaico, pero con el correr
del tiempo ampliamente retractado, sobre todo en el
2. El decreto. Juzgando tales tentativas sin re- Destierro y en la época de Esdras. Sin embargo, esta
sultado, aunque realizadas con la mejor intención, y opinión no se puede enseñar con seguridad (tuto tradi
considerando un verdadero peligro para la fe la crítica nequit), según el Santo Oficio (AAS, 12 [1920], pá-
wellhauseniana, que por falta de material suficiente no gina 158); por parecidas opiniones fue también conde-
podía entonces ser comprobada ni siquiera en el aspecto nado un libro de N. Schlógl M_ Asimismo se mostró
literario, el magisterio de la Iglesia, que ya antes había favorable a las opiniones críticas coetáneas J. Nikel-",
censurado las obras de R. Simón (1682) y de Lenor- aunque con mayor reserva y de modo hipotético. J. Gotts-
mant (1887), promulgó un decreto por medio de la Pon- berger-? rechazó la crítica wellhauseniana del Pentateuco,
tificia Comisión Bíblica sobre la autenticidad mosaica considerándolo compuesto de varios documentos que en
del Pentateuco. el decurso de los siglos sufrieron cambios y retractacio-
En él declara que los argumentos críticos en contra nes, tanto en la parte histórica como en la legislativa,
no son de tanto peso que obliguen a afirmar que los y creyó que del estudio ulterior científico aparecería
libros del Pentateuco no tengan a Moisés por autor, siempre más claramente la importancia de Moisés para
sino que hayan sido compuestos de fuentes en su ma- la historia y legislación del Pentateuco. P. Heinisch 0 ,
yoría posteriores a él; y esto en razón de los múltiples atribuye la sustancia del Pentateuco a Moisés, que
testimonios de ambos Testamentos tomados en con- sin embargo fue completado en la historia y legislación
junto, del perpetuo consentimiento del pueblo judío, según las necesidades de los tiempos, proponiendo una
de la constante tradición de la Iglesia y aun de los teoría de los suplementos moderada (gemiissigte Er-
mismos indicios internos del texto. Se concede admitir: giinzungshypothese), según la designa él mismo. A.
a) que el Penteuco como obra concebida por Moisés Bea (cf, n. P ), defendiendo la autenticidad mosaica
haya sido compuesto por amanuenses bajo su dirección consideró a Moisés como redactor de tradiciones ya
y comprobado finalmente por él como autor principal e existentes. A. Vaccari S, presentó nueva teoría: la obra
inspirado; b) que Moisés, para componer su obra se original de Moisés habría sido transmitida en dos re-
ha servido de fuentes, o sea de documentos escritos censiones diversas, una en el reino de Judá y la otra
y tradiciones orales, de los cuales, según su peculiar en el de Israel; después, tal vez en tiempos de Josías,

1271 1272
WELLHAUSIANISMO

de la union de ambos habría resultado el Pentateuco organizado y un culto muy desarrollado y elaborado
actual. M. J. Lagrange ", criticando la opinión de Vac- en torno al Templo. Antes bien, las diferencias entre
cari sostuvo los cuatro documentos circunscritos aquí las leyes sobre el mismo sujeto muestran una continua
a sólo el Génesis: E que emplea el nombre de Elo- adaptación a circunstancias nuevas.
him y comprende la tradición fundada en el culto de Las siguientes palabras, inmediatas a las citadas antes,
Dios bajo el nombre de 'El, habría existido antes de la aluden evidentemente a ciertos desarrollos de la teoría
revelación del nombre de Yahweh en Éx 3; J es una wellhauseniana: «Sin embargo, también en el campo
nueva narración de la historia del pueblo elegido bajo de los exegetas no católicos se profesan hoy opiniones
la tutela de Dios como Yahweh, hecha en tiempo de muy diversas respecto a la naturaleza y número, a la
Moisés por él, o bajo su dirección, y añadida después denominación y fecha de aquellos documentos». Mien-
a E; P (siempre dentro del Gn) no es sino una recapi- tras estas otras se refieren a las diversas críticas y nue-
tulación de E y J con algunos suplementos que hay vos progresos del sistema wellhauseniano: «Antes bien,
que atribuir a Moisés. ·A . Miller adjudicó una gran no faltan autores en distintos países que por razones
parte del Pentateuco a Moisés que, por lo mismo, puramente críticas e históricas, sin ninguna intención
justamente es considerado como su autor; pero nada apologética, rechazan resueltamente las teorías más en
impide admitir ulteriores desarrollos respecto a las boga y buscan la explicación de ciertas particularidades
leyes civiles y cultuales, según la necesidad de los tiem- redaccionales del Pentateuco, no tanto en la diversidad
pos, y también a las narraciones históricas, introduci- de supuestos documentos cuanto en la especial psico-
das por hombres inspirados. logía, en los procedimientos peculiares hoy mejor cono-
4. Carta al cardenal Suhard de 16 de enero de 1948. La cidos del pensamiento y de la expresión de los antiguos
encíclica Divino afflante Spiritu no contiene nada que orientales, e incluso en el diverso género literario exigido
trate especialmente de esta cuestión, aunque, después por la diversidad de materias».
de haber exhortado cálidamente a investigar los gé- Que la carta no haya querido tomar parte en las
neros literarios, invita a los exegetas católicos «a no abs- discusiones sobre la crítica literaria del Pentateuco lo
tenerse de afrontar las cuestiones difíciles hasta ahora da a entender la observación de A. Bea, uno de los
no resueltas, no sólo para rebatir las objeciones de los consultores de la Pontificia Comisión Bíblica y redac-
adversarios sino también para intentar una explicación tores de la misma: «La carta dirigida al Eminen-
sólida que realmente concuerde con la doctrina de la tísimo cardenal Suhard se ha abstenido escrupulosa-
Iglesia y en particular con eJ sentimiento tradicional mente de cualquier determinación ulterior. Será tarea
de la inmunidad de la SE de todo error y dé al propio de la ciencia bíblica encontrar, según las directivas da-
tiempo la conveniente satisfacción a las conclusiones das en ella, una explicación científica del origen y des-
ciertas de la ciencia profana» (DENZ, 564). arrollo del Pentateuco ... » 8•
A estas palabras se refiere la carta, de igual valor En efecto, al final del párrafo sobre la autenticidad
que las demás decisiones de la Comisión, al empezar mosaica, la carta invita a los científicos católicos «a
asegurando a los estudios bíblicos la más amplia liber- estudiar aquellos problemas sin prejuicios, a la luz de
tad dentro de los límites de la enseñanza tradicional de una sana crítica y de los resultados de otras ciencias
la iglesia, e invita a los exegetas a comprender e inter- interesadas en esta materia», expresando su confianza
pretar los decretos precedentes sobre la autenticidad en que «tal estudio establecerá sin duda la gran parte
mosaica del Pentateuco (así como el carácter histórico y el influjo profundo de Moisés como autor y como
de los primeros capítulos del Génesis y sobre los libros legislador»; palabras que en el contexto de la carta, y
que sólo parecen históricos en apariencia) a la luz de según la construcción del original francés, significan
las palabras pontificias, para convencerse de que no se que semejante estudio mostrará que Moisés ha con-
oponen a un ulterior examen verdaderamente científico tribuido grandemente a la composición del Pentateuco
de aquellos problemas, según los resultados obtenidos y ejercitado sobre la misma una influencia profunda
en los últimos 40 años y que, por lo mismo, no parece como autor y legislador. De hecho, el Pentateuco,
necesario, al menos por ahora, promulgar nuevos de- como todo el AT, no puede concebirse sin Moisés el
cretos respecto a tales cuestiones. mediador de la Alianza entre Yahweh y su pueblo en
, .. Pasa después a la autenticidad mosaica tras haber el monte Sinaí. Él es quien, en virtud de esta Alianza,
recordado que ya según el decreto de 1906 «se podía puso los fundamentos de una legislación que, creciendo
afirmar que Moisés para componer su obra se había según las necesidades posteriores sociales y religiosas,
servido de documentos escritos o tradiciones orales, y pero siempre conforme a la mente y al espíritu del
también admitir modificaciones y adiciones posteriores primer legislador, es llamada con pleno derecho legis-
a Moisés» y declara: «Hoy día no hay quien ponga lación mosaica.
en duda la existencia de tales fuentes y que no admita Igualmente Moisés puso las bases de las narraciones
un crecimiento progresivo de las leyes mosaicas debido históricas del pueblo que desarrollándose en unión
a las condiciones sociales y religiosas de los tiempos con las leyes, de las que con frecuencia formaban el
posteriores, progresos que se manifiesta también en las marco, recibieron su contextura en el Pentateuco actual.
narraciones históricas». Está, pues, claro que en todo aquel proceso de formación
Una lectura un poco seria del Pentateuco muestra gradual Moisés ha tenido una gran parte y un influjo
que muchas de sus leyes no pueden haber sido formu- profundo; aunque la expresión «gran parte» no hay
ladas en el desierto en tiempos de Moisés, porque supo- que entenderla en sentido material ni el término «autor»
nen un pueblo ya sedentario, agrícola y mercader, bien en el solo sentido literal.

1273 1274
WELLHAUSIANISMO

En ningún documento posterior del magisterio de la des documentos, o más bien en cuatro corrientes prin-
Iglesia hay ya referencias a la cuestión del Pentateuco o cipales de diversas tradiciones (se prefieren los términos
del wellhausianismo porque la admonición de la encíclica menos rígidos, más flexibles), teniendo cada una sus
Humani generis sobre la interpretación demasiado libre propias características de lengua, estilo, mentalidad, etc.,
de la carta al cardenal Suhard concierne a la histori- y constituyendo el conjunto del Pentateuco. Por falta
cidad de los libros sagrados y especialmente a los 11 de mejor denominación se sigue llamando a estas tra-
primeros capítulos del Génesis (DENZ, 618). diciones con los nombres y siglas de los documentos
5. Después de la carta. Los exegetas católicos, que wellhausenianos, aunque las diferencias con Wellhausen
siempre habían buscado el modo de conciliar los resul- son importantísimas, puesto que las relaciones de tales
tados de la crítica literaria con la doctrina de la Iglesia, tradiciones con Moisés se mantienen vigorosamente y
se sintieron muy aliviados y también animados por las su fijación por escrito se establece con bastante ante-
directivas pontificias que confirmaban las de la Divino rioridad a las fechas wellhausenianas, La tradición yah-
afflante Spiritu; tanto más que la carta, según la palabra wista parece originaria de la Palestina meridional, del
del ahora cardenal Bea, «es ciertamente de suma impor- reino del sur y del tiempo de Salomón (siglo x); la
tancia no sólo respecto a los tres decretos en cuestión, elohísta proviene probablemente del reino del Norte
sino también a los decretos de la Comisión Bíblica en y tal vez fue puesta por escrito un poco después (si-
general en cuanto se refieren a cuestiones que no son glos rx-vm), aunque ciertamente antes de la destrucción
de fide et bonis moribus o con ellas conectadass ". Sobre del reino de Israel (721) cuando fue llevada a Jerusalén
este punto, A. Miller, secretario entonces de la Comisión y reunida a la tradición yahwista se originó la obra
observó: «En cuanto que en estos decretos vengan llamada yehowista (JE). ·
propuestas sentencias que ni mediata ni inmediatamente El fondo de la tradición deuteronómica (D), es decir,
están conectadas con verdades de fe o de moral, el de su legislación (Dt caps, 12-26), parece estar compuesto
estudioso se entiende que puede continuar sus investi- por leyes transmitidas y desarrolladas también en el reino
gaciones con toda libertad y utilizar los resultados de de Israel, pero al igual que la tradición elohísta - ésta
las mismas, salvo siempre la autoridad del magisterio y la yahwista eran más bien narrativas - introducidas
de la Iglesia» u_ en Jerusalén y allí modernizadas conforme al nuevo
Aparecieron entonces introducciones y comentarios ambiente del Templo, consecuencia de la reforma de
en que los autores se preocuparon y esforzaron por Ezequías (716-687) y completadas después con las sec-
poner en práctica las directrices dadas, como las edicio- ciones narrativas, que en el Deuteronomio enmarcan
nes francesas de La Sainte Bible de Pirot-Clamer, la Bible la legislación, durante la nueva reforma religiosa de
de Jérusalem de L'Éco/e Biblique y la Introduction d Josías (640-609) y en parte aún más tarde, es decir,
la Bible de Robert-Feuillet (->- Comentaristas cristianos). al principio del Destierro. Respecto a la tradición sacer-
Aunque esta última sufrió alguna censura como menos dotal (P) hay que notar que el sacerdocio jerosolimi-
apta para ser empleada como manual de estudio para tano siempre había guardado la legislación mosaica
los jóvenes estudiantes eclesiásticos, apareció al año transmitida y evolucionada en el reino de Judá. En
siguiente (1959) una segunda edición con plena apro- razón de sus afinidades con el libro de Ezequiel, que
bación de las autoridades eclesiásticas. en parte la supone y de quien en parte depende aquélla,
Los escritores sobre el Pentateuco en las mencionadas . la tradición sacerdotal a base de aquélla empezó a ser
obras, A. Clamer, R. de Vaux, B. Couroyer y H. Caze- puesta por escrito antes del Destierro, se completó du-
lles, hombres reconocidos universalmente entre los más rante el mismo y aun después para servir de Ley a los
autorizados sobre la materia, y otros niuchos, apro- judíos que regresaron a Jerusalén. Además, la tradición
vechando los últimos avances de la crítica bíblica, sacerdotal volvió a tomar las antiguas narraciones
utilizando los resultados que les parecieron mejor sobre los patriarcas y Moisés desde su punto de vista
fundados y aportando la propia contribución de sus particular, conectándolas por medio de genealogías
investigaciones personales, y siempre teniendo en cuenta con los orígenes del género humano y hasta con la Crea-
la doctrina de la Iglesia, han llegado ya a un cierto con- ción del universo, dividiendo toda la historia en cuatro
sentimiento sobre el origen, la evolución sucesiva y la grandes épocas (Adán-Noé-Abraham-Moisés), cada una
redacción final del Pentateuco. de las cuales va sellada con alguna alianza de Dios
A causa de sus innegables diferencias de lengua y con el hombre, introduciendo también una cronología
estilo, conceptos, mentalidad y puntos de vista, de las continua. Tras el Destierro, toda la tradición sacerdotal,
repeticiones, de los llamados «duplicados», de los ana- legislativa y narrativa, vino en fin unida a las- tra-
cronismos, de las diversas condiciones sociales y religiosas, diciones yahwista y elohísta, unidas ya en la obra
de la evolución manifiesta de las ideas, de los varios géne- yehowista (JE) e incluso con la tradición deutero-
ros literarios, además de la comparación de los textos nómica (D) por obra probablemente de un exponente
del Pentateuco con otros libros del A T y con parecidas de la tradición sacerdotal (el escriba Esdras), de donde
narraciones y legislaciones de los otros pueblos del resultó nuestro Pentateuco.
Oriente antiguo, la moderna crítica católica puede en Toda esta reconstrucción literaria no es más que una
líneas generales dibujarse así: antiquísimas tradiciones hipótesis que, sin embargo, según el estado actual de
narrativas y legislativas del pueblo escogido, remon- la ciencia bíblica, ofrece una solución razonable de las
tándose algunas hasta Moisés, e incluso anteriores, se dificultades que ofrece una lectura del Pentateuco y sos-
transmitieron oralmente y quizá en parte ya por escrito, tiene a la vez la autenticidad mosaica sustancial según
siendo por fin reunidas y elaboradas en cuatro gran- las directivas del magisterio de la Iglesia.

1275 1276
WóFSI

+Les origines de l'histoire d'oprés la Bible et les traditions des Genése et la théorie des documents, en RB, 47 (1938), págs. 163-183
peuples orientaux, I, 1880; La Genése, traduction d'aprés l'hébreu ... , (artículo póstumo). RJI problema del Pentateuco e della storia prí-
1883. BLa méthode hístoríque et son application d l'étude des docu- mordiale. A proposito della recente Lettera della P.C.B .... , en Civ
ments de l'Hexateuque, 1898. <Opintons catholiques sur l'origine Catt, 99 (1948), pág. 120. 8L,; scienza bíblica cattolica da Leone Xlll
du Pentateuque, en RC, feb. 1899; en ÉtB, 3 (1903), págs. 194-205. a Pío XII, en Div, 3 (1959), pág. 610. TDas bib/ische Handbuch,
DLes sources du Pentateuque, en RB, 7 (1898), págs. 10-32; La mé- en BM, 31 (1955), pág. 49; cf. A. KLEINHANS, De nova Enchiridii
thode historique, surtout a propos de l'AT, 1903. ELe sacerdoce Biblici editione, en Antonianum, 30, Roma 1955, pág. 65.
lévitique dons la loi et dans l'histoire des Hébreux, 1899. F Specia/
Introduct ion to the Study of the OT, 1901. ªReseñando un libro P. G. DUNCKER
de G. HOBERG, en BZ, 4 (1906), págs. 61-67. HP. Vetter Stellung
zur Pentateuchkritik, en BZ, 5 (1907), págs. 113-125. 'L'Ég/.ise et
la critique biblique, 1901. J El Génesis precedido de una introducción, WÓFS'i (et. ?; 'la~eí; Vg. Vapsi). Hombre de Nef-
1914. KDe Pentateucho, 2.• ed. (1933), en Institutiones Bib/icae, II, talí. Fue padre de Nahbi, el explorador representante
pág. 35. L]ntroductio specialis in Vetus Testamentum, de H. HOPFL, de su tribu en el reconocimiento del país de Canaán,
5.• ed. (1946), pág. 59. LLMoi'se et Josue, en DAFC, 3 (1919), págs.
695-775; Motse et le Pentateuque, en RC, 99 (1919), págs. 321-343.
El texto no es muy seguro y tal vez el nombre habría
"'-Die heilige Schriften des A/ten Bundes, I, 1922; cf. AAS, 14 (1922), de enmendarse a tenor de la forma que presenta en
págs. 349. NGrundriss der Ein/eitung in das AT, 1924. ÑE;n/eitung la LXX.
in das AT, 1928. 0 Das Buch Genesis, 1930; Exodus, 1934; Levi-
ticus, 1935; Numeri, 1936, todos en Bonner Bibel. P Le dualisme Nm 13,14.
littéraire de /'AT et la question du Pentateuque, en Acles .du XX Con-
gres International des Orienta/is/es, Lovaina 1940, págs. 257-275; Bibl.: NOTH, 408, págs. 8, 241.
cf. VD, 17 (1937), pág. 371 y sigs. QL'authenticité mosaique de la J. A. PALACIOS

1277 1278
X
X. Decimocuarta letra del alfabeto griego, llamada puesto que el séwa' se infiltra continuamente en sus
xi (::., ~); vigésimo primera del abecedario latino, llama- múltiples formas y aísla fácilmente la inmediatez de
da ix (X, x), vegésimo sexta del español y vigésimo pri- la concurrencia consonántica: "émeq qésis", «el valle
mera de sus consonantes, equis (X, x). de Qésis»; qésitáh, un peso-moneda 2
La equis es propiamente un signo simple que repre- En griego, la xi (::., ~) es consonante doble, por en-
senta la concurrencia de dos consonantes distintas. No cuentro de gutural más sigma (yo , KO") que se amalgama
existe como carácter sencillo en las lenguas semíticas. fácilmente en las radicales guturales: .9pí~, Tp1xós,
Hay que tratarla como figura escrita y como articu- «cabello»; q>Evy-<J-o.9at = q>Ev~oµa1, «huiré».
lación o sonido, en su relación con las lenguas bíblicas. En latín, la equis es consonante doble que equivale
como siempre a gutural más sibilante. A veces asimila,
l. LA «EQUIS» COMO SIGNO FIGURATIVO. La equis en la escritura, otra sibilante concurrente: ex-sanguis=
como figura ofrece dos formas fundamentalmente dis- exanguis; ex-silium = exilium.
tintas: la griega (::., ~) y la latina (X, x). El castellano, a través de su evolución histórica, la
La forma griega proviene del sámek fenicio arcaico, equis asumió fonemas diferentes: principalmente es
donde es fácil encontrar el juego de tres rayas horizon- sonido compuesto de k o g suave y s (ss, s): axioma.
tales que llevan a la expresión figurativa de la mayúscula, A veces, siguiendo la línea de las lenguas románicas,
y otra forma serpenteada que hace pensar en la griega como el catalán y el galaicoportugés, es afín a la ch
minúscula, como en las inscripciones talladas en sellos francesa, como velar fricativa sorda, y así se pronuncia
y piedras preciosas del 800 al 500 A.c. La sigma griega a veces: Xauen. Es fácil la evolución de la equis a la jota.
arcaica proviene del sin/sin fenicio (->- S). dixit > «dijo»; luxum > «lujo».
En cambio, el signo gráfico de la equis según se em- Jos 18,21.
1 'Gn 33,19; Jos 24,32.
plea en latín y en castellano (X, x) viene de la letra
griega ji (X, x), gutural, que como sonido, deriva in- 3. VALORES NUMERALES DEL SIGNO «EQUIS». La letra
sensiblemente con más comodidad hacia los matices X tiene valor de numeral en griego y en latín. La xi
de j o de ch arcaica, expresada por otros signos. griega equivale a ~' = 60; ,~ = 60 000. En latín, la
Se explican ambas escrituras tan distintas entre sí, X = 10, que entra en combinación con otros signos
si se tiene en cuenta que la equis es una consonante do- numerales y se puede repetir hasta cuatro veces; puesta
ble gutural-sibilante. El griego, a través del canal fenicio, dentro de un cuadrilátero sin cerrar por la base =pq
la trata más como sibilante (::., ~) y además es imposible 1 000 000, repetida según las posibilidades.
que la represente por X, x, puesto que en su alfabeto
este último grupo tiene entidad distinta propia para 4. CONFUSIÓN DE LETRAS. Por ley de crítica textual
significar un sonido gutural. En cambio, el latín carece se ha puesto de manifiesto que no es infrecuente la
de guturales y cuando por comodidad, ya en época confusión, de modo especial, en los códices manuscritos
bastante tardía, buscó un carácter que simplificara los griegos (y a veces también en los impresos) entre la /;
complejos de gutural más sibilante, pidió prestado al y la ~- De ahí, falsas lecciones. Así, p. ej., en los LXX.
griego la grafía X, X, a la cual aplicó un nuevo signifi- Is 15,3 tiene 6il.oil.v~aTE, «ulularéis», que según el hebreo
cado representativo. y el contexto habría de ser 6il.oil.v/;ETE, «ululad». La
confusión de los copistas es más frecuente cuando
2. LA «EQUIS» COMO SONIDO ARTICULADO CONSONÁN• estos dos signos escritos tienen valor numeral. Así,
rtco. Por ser la equis fundamentalmente encuentro p. ej., en 1 Re 4,13 se lee: «Siete (/;) grandes ciudades»;
de gutural más sibilante, puede darse como sonido en ha de ser «sesenta té) grandes ciudades». En 1 Re 21,15
las lenguas semíticas, pero rara e imperfectamente, (T. M. 20,15) se dice: «Acab inspeccionó la multitud

1281 1282
X

de todos los luchadores: sesenta (~) mil»; se ha de leer tenía ante la vista l, ( = 7), puesto equivocadamente en
«siete (l;) mil»; cf. 2 Re 25,19. En Jue 12,7 (B) hay: vez de~ ( =60), que sería, por lo tanto, la lectura original.
«Jefté juzgó a Israel durante 60 años (~)», léase «7 (l;) 1Otros pasajes: Jos 13,30; Jue 12,7; 2 Cr 2,23; Esd 6,3. 'Le
años»", 24,13.
Forma caso especial la debatida cuestión de la dis-
Bibl.: A. VACCARJ, L'Emmaus di S. Luca, Punti sugll i, en Anto-
tancia entre Emmaús y Jerusalén, en la narración lucana nianum, 25, Roma 1950, principalmente pág. 498.
de la aparición de Jesús resucitado a los dos discípulos·
viandantes". La lectura del pasaje, en centenares de S. BARTINA
códices, es «sesenta (~) estadios»; en unos doce códices
solamente hay «ciento sesenta (p~) estadios». Vaccari XÁNTICO C::av.91Kós; Vg, Xanthicus). Sexto mes del
ha llamado la atención sobre el códice latino e, de la calendario macedonio, correspondiente al judío de Nísán
versión africana, que conserva septem stadiis, lo cual y, por lo tanto, equivalente a los de marzo-abril.
supone que el traductor leyó en el códice griego que 2 Mac 11,30.33.38.

1283 1284
y
Y. Para la evolución del signo de esta letra desde
sus formas más primitivas, -+ l. La y griega o ye (Y, v)
es la vigésima letra del alfabeto griego, llamada en esta 13 14 15 16 17 18 19
lengua i:i4-11Aóv (upsilón o ipsilón). Se pronuncia como 13. Caracteres cuadrados hebreos (siglo IV D.c.).
la u francesa, aunque es muy frecuente en español pro- 14. Papiros de los siglos v-vm o.e, 15. Siríaco
nunciarla como i. La v griega puede ser larga y breve, (500-800 n.c.), 16. Pentateuco samaritano (siglo
y puede diptongarse (v1, av, EV, ov, 1¡v, cou). Entonces xrn n.c.). 17. Escritura rabínica rási (siglo xm
suena como la u española (aupa); ov suena como u n.c.), 18. Caracteres alemanes cursivos (siglo xtx),
española en un solo sonido (oúpovóc, «cielo»), Cuando 19. Escritura árabe del Corán
está al principio de la palabra, la v siempre lleva espíritu
áspero, que debe representarse ordinariamente en latín En latín (Y, y) es la vigesima o penúltima letra del
y en castellano por la h. En los papiros y mss. antiguos abecedario. Su misma posición indica que entró recien-
este espíritu no se indica de ordinario. temente en la cultura latina. Sirve sólo para transcribir
convenientemente palabras griegas o extranjeras.
Del latín pasó al castellano, en cuyo abecedario es
la vigésimo séptima letra.
La y griega se utiliza en algunos sistemas de trans-
cripción de las lenguas semíticas, como en el castellano,
para indicar la yád consonántica, contra otros modos
2
que para esta última emplean la jota.
J. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- Bibl.: - B, I.
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- S. BARTINA
arrollo tamúdico posterior
YA'ÁLÁ'. Grafía variante del nombre de ->- Ya'aliih
en Neh 7,58.

4 6 7 9 YA'ÁLÁH («íbice»; sudar. wa'l; 'leAríA; Vg, Iahala).


Jefe de una familia de siervos de Salomón, cuyos des-
4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírám, rey de
cendientes regresaron de Babilonia con Zorobabel-, En
Biblos (siglo xnr x.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000
A.c.). 6. Estela de Mesa', rey de Moab (890-
Neh 7,58 el nombre ostenta la grafía de Ya'álá" ('le1¡Aá;
875 A.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). 8. Ins- Vg. Jala).
cripción de Siloé (700 A.c.). 9. Letras talladas en 1Esd 2,56.

sellos y piedras preciosas (800-500 x.c.) Bibl.: NoTH, 696, pág. 230. G. RYCKMANS, Les noms propres
sud-sémitiques, Lovaina 1934, pág. 80. Miqr., III, cols, 715-716.
1 -, ( M. GRAU
10 11 12
YA'ÁNAY («Dios mira»; 'laveív; Vg. Ianai). Uno
10. Papiros egipcios (500-300 x.c.), 11. Inscrip- de los jefes de los gaditas que se establecieron en Basán1•
ciones en monedas de época macabea (150-40 A.c.).
12. Primer siglo de la era actual y escritos de la 11 Cr 5,12.
época de Bar Kókébá? (1-150 n.c.) Bibl.: Norn, 697, págs. 27, 28, 198.

1285 1286
YA'ÁQAN

YA'ÁQÁN (et. - 'Áqan; 'AKáv, 'Icococóv; Vg. lacan). YA'ÁSl'EL (cDios hace»; Vg. Iasiel). Nombre de
Tercer hijo del hurrita 'E$er y epónimo de un clan dos personajes veterotestamentarios:
en el país de Edom1. La forma original del nombre
es muy confusa, puesto que en otro pasaje del AT se l. ('lmcr1r¡Í\). Uno de los héroes davídicos, na-
le llama 'Áqan (precedido del waw copulativo)2 • Es tural (?) de - Me~obayah'.
probable que guarde cierta relación con los topónimos 2. ('lacrtr¡Í\). Hijo de 'Abnér, príncipe de la tribu
Béné Ya'áqán ' y Bé'érót Béné Ya'áqán ", y, en tal caso, de Benjamín en tiempos de David 2• Algunos especialis-
dada la regularidad gráfica de estos nombres, la forma tas creen que es identificable con el anterior.
Ya'áqan pudiera ser la correcta. 2
'1 Cr 11,47. 1 Cr 27,21.
1J Cr 1,42. 'Gn 36,27. 'Nm 33,31-32. 'Dt 10,6. Bibl.: Norn, 704, págs. 28, 206. Miqr., III, col. 736.
Bibl.: ....•. 'Áqan.
YA'ÁZANYÁH(Ü) («Yahweh escucha»; óstracon de
YA'ÁQOBÁH («Dios protege»; 'lwKá~a; Vg, /acoba). Samaria y'znyhw; El. yrznyh, yznyh ; aram. y[']dnyh;
Uno de los trece príncipes de la tribu de Simeón, que 'lel;ovías, 'El;ovías, 'lexovías, 'Al;apías; Vg. Iezonias).
expulsaron a los cananeos de Gédór en tiempo del rey Nombre de cuatro personas citadas en pasajes históricos
Ezequías '. del AT:
1J Cr 4,36.
Bibl.: Norn, 699, págs. 28, 38, 46, 197. l. El nombre de este personaje aparece en el libro
de Jeremías con las formas contractas de Yézanyáhü!
YÁ'AR (cbosque»; 6pvµós; Vg. silva). El Sal 132,6 y Yézanyáh 2 (LXX 'Al;apías). Hijo del Maakatita (es
dice: «He aquí que hemos oído en 'Efratah de ella, la decir, era oriundo de Ma'ákáh, al norte dellago el-Hüleh),
hemos hallado en los campos de Yá'ar». Este salmo uno de los jefes militares que se presentaron a Godolías,
conmemora el traslado del Arca a Jerusalén en época al enterarse de que Nabucodonosor había nombrado a
de David. Yá-ar, citada en paralelismo con 'Efratah, se éste gobernador del país de Judá 3• En una antigua tumba
identifica corrientemente con Qiryat Yé'árim, lugar en de Tell el-Nasbeh se encontró (1932) un sello de ónice
que el Arca permaneció durante cierto tiempo'. en que figura un gallo de plumaje erizado, con una ins-
-cr, 1 Sm 1,2; 2 Sm 6,2; 1 Cr 13,1-8. cripción en caracteres paleohebreos: «De Ya'ázanyahü,
Bibl.: J. M. BovER - F. CANTERA, Sagrada Biblia, 5.• ed., Madrid siervo del rey», que quizá perteneciera a su homónimo
1957, pág. 738. bíblico. Se menciona también entre los oficiales del
R. SÁNCHEZ ejército que rogaron a Jeremías que consultase a Yah-
weh sobre el camino que habían de seguir los pocos
YÁ'AR l;IÉRET (en pausa háret, «bosque de Héret»; hebreos restantes en Palestina, después de las conse-
EV TTÓÍ\e1 IapíK; Vg, saltus Haret) Bosque en el que cuencias del asesinato de Godolías". En este caso se le
David se ocultó cuando era perseguido por Saul1. Los denomina Yézanyáh, hijo de Hósa'yáh. A continuación,
LXX han traducido TTÓAtS, «ciudad», a causa de confun- en el pasaje en que los mismos suplicantes acusan a
dir el hebreo yá'ar con 'ir. El bosque ha conservado el Jeremías de incitarlos a no huir a Egipto, recibe el nom-
nombre en el actual Harás y está situado a unos 4 km bre de Azarías (heb. 'iízaryah) • y se ha discutido si se
al este de Hirbet Qílá, que concuerda perfectamente trataba de dos individuos distintos; pero se tiende a
con el contexto siguiente2 • considerarlos como la misma persona.
'1 Sm 22,5. 2
1 Sm 23, 1 y sigs.
2. Hijo de Yirméyahü(§2) y nieto de Hábassinyáh, Fue
Bibl.: F. J0SEF0, Ant. /ud., 4,12,4. CoNDER'KrrCHENER, 111, uno de los principales rekabitas en tiempo del profeta
pág. 305. ABEL, 11, pág. 343. Miqr., col. 310. SIM0NS, § 100.
Jeremías",
R. SÁNCHEZ
3. Hijo de Safán, uno de los setenta ancianos (a sa-
YA'ÁRE 'OREGIM. - 'Ell}anan (§ 1). ber, toda la nación israelita), que, en una visión sim-
bólica de Ezequiel, rendían culto idolátrico en el Tem-
YA'ÁRESYÁH («Yahweh planta»; ac. eresu; cf. ár. plo de Jerusalén",
garasa; 'lacrapa1á; Vg. Jersia). Hijo de Yéróhám, de
4. Hijo de 'Azzür y uno de los veinticinco hombres
la tribu de Benjamín.
influyentes de Jerusalén, a quienes contempló Ezequiel
1 Cr 8,27.
en una visión y a los cuales debía reprochar sus crímenes
Bibl.: Norn, 702, págs. 28, 203. y anunciarles que morirían a espada en vez de estar
protegidos por las murallas de la ciudad 8 •
YA'ÁSAW (q. ya'ásay ; et. - 'El'asah y Ya'asi'el;
'Jer 40,8. 'Jer 42,1. '2 Re .25,23; Jer 40,8. •Jer 42,1. 'Jer
xcd ETToír¡crav; Vg. Iasi). Uno de los hijos de Bání 43,2. 0
Jer 35,3. 'Ez 8, 11. 'Ez 11,1-13.
que hubo de repudiar a su mujer extranjera por orden
de Esdras. Bibl.: A. C0WLEY, Aramaic Papyri of the Fiftñ Century B.C.,
Oxford 1923, s. v. N0TH, 556, págs. 28, 198. D. DIRINGER, Le
Esd 10,37. iscrizioni antico-ebraiche patestinesi, Florencia 1934, págs. 181, 229.
L. DENNEFELD, Les Grands Prophétes, en La Sainte Bible, VII, París
Bibl.: Miqr., III, col. 736.
1947, págs. 362, 365, 488, 494-495. A. MÉDEBIELLE, Les Livres
de Rois, ibíd., III, París 1949, págs. 708-709. Miqr., III, cols. 413-
YA'ÁSAY. Grafía propia del qéré del hombre lla- 415.
mado - Ya-ásaw en el kétib, J. A. G.-LARRAYA

1287 1288
YABBOQ

YA'ÁZl'EL («Dios puede nutrir»; 'Ol;1i¡i\; Vg. Iaziel). nombre de los dos sea tan semejante en su aspecto
Levita del tiempo de David, también llamado -+ 'Ázi'el. radical al de Tübal Qayin, quien fue hermano suyo por
1 Cr 15,18. parte de padre.
Bibl.: NOTH, 692, págs. 27, 28, 203. 1 Gn 4,20.
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
YA'ÁZIYYÁHÜ (et. -+ Ya'iizi'el 'Oi';E1á [B y A]; págs. 161-162.
Vg. Oziau). Levita, hijo o descendiente de Mérári. Se J. A. p.-LARRAYA
le menciona en un pasaje de difícil exégesis textual, que
trata de la organización sacerdotal del Templo en el rei- YABBOQ (et. ?; 'laj3óK, 'laJ3wx; Vg. Iaboc, Ieboc).
nado de David.', el cual ha sido diversamente interpre- Unos de los principales ríos de la Palestina transjordánica
tado, aunque nunca de manera satisfactoria. e importante afluente del Jordán. Junto a él, o a escasa
1 1 Cr 24,26 y sigs. distancia del mismo, hubo grandes poblaciones como
Bibl.: J. M. BOVER - F. CANTERA, Sagrada Biblia, 5.• ed., Ma- Sukkót, Gerasa, Pénü'él, etc. Tras cruzarlo, Jacob luchó
drid 1957, pág. 482, ns. 26 y 27. Miqr., III, col. 710. con el ser misterioso que le dio el nombre de Israel1•
J. A. PALACIOS Su cuenca abrupta ponía un límite natural a pueblos
bíblicos - "Ammón 2 y entre los reinos de 'Og y Síhón 3-
YÁBÁL (et. ?; 'lwj3éi\, 'lwj3i¡i\; Vg. Iabel). Hijo o establecía fronteras naturales, como en Galaad 4• El
primogénito de Lamec y de 'Ádah, y hermano de Yübál. Yabbóq, llamado actualmente Nahr el-Zerqá, nace en
Fue el padre de «los que moran en tiendas y entre la proximidad de 'Amman y afluye en el Jordán a unos
rebaños», es decir, el progenitor de los pastores nóma- 24 km al norte del mar Muerto. Su curso mide unos 80
das", a diferencia de Yübál, «padre» de los músicos, km de longitud.
lo que viene quizá a indicar un orden de vida organizado 1
Gn 32,22-29. 'Nm 21,24. 'Jue 11,22. 'Dt 3,12.16; Jos 12,2-6.
y sedentario. La etimología del nombre es oscura, aun- Bibl.: ABEL, 1, págs. 174 y sigs., 276,310,485; II, pág. 35 y sigs.
que resulta digno de nota que ambos hermanos se SIMONS, §§ 123, 137, 300, 307, 415, 747.
llamen según la misma raíz (ybl, «conducir») y que el D. VIDAL

El río Yabbóq, llamado actualmente Nahr el-Zerqá, visto desde el puente al sur de Sukk6t en dirección a
occidente. (Foto P. Termes)

1289 1290
YA'BES
vivientes de Benjamín 1. Saúl rescató a Yábés de Galaad
del poder de Náhás el ammonita 2 . Los hombres de
Yábés de Galaad recobraron los cadáveres de Saúl y sus
hijos, colgados en las murallas de Beisán, y los enterra-
ron con grandes honras fúnebres en los aledaños de
su ciudad 3, por cuyo acto David los alabó 4. Cuando
reinó en toda Palestina, este último recobró los restos
de Saúl y los suyos, en Yábés de Galaad, y los enterró
en la tumba familiar'. Yábés de Gallad se identifica
con Wádí (el-)Yabis, con Deir el-Haláwah o con Tell el-
Maqlüb, También se ha propuesto localizarla en Tell
el-Meqbarah-Tell Abu Haraz, tells gemelos situados en
la misma región.
1Jue cap. 21. 21 Sm ll,1-11. 'l Sm. 31,8-13; 1 Cr 10,8-12.
'2Sm 2,4-7. '2Sm 21,12-14.
Bibl.: ABEL, Il, pág. 352. SrMONS, §§ 93, 640, 671, 739, 897.
P. ESTELRICH

Mapa con los posibles emplazamientos de Yábés de Galaad YABIN (et. ?; 'laf3ís, 'laf3ív; Vg. Iabin). Nombre
de dos monarcas citados durante el asentamiento en la
Tierra Prometida:
YA'BE$ (et. pop. «el que da dolor»; 'lyaf3JÍs; Vg.
!abes). Epónimo, al parecer, de la localidad de su 1. Rey de Hásór, promotor de una liga de reyes ca-
nombre. Se le cita como descendiente de Judá e hijo naneos, en el norte de Palestina, la cual tenía por fin
de Q6$ en un pasaje oscuro, que resulta algo extem- detener el avance de Josué. Los aliados sufrieron la
poráneo ' y en el cual se da la etimología popular de su derrota en las Aguas de Méróm, después de la cual
nombre. Tal vez Sóbébáh (heb. ha-sobébáhs, hermano Hásór fue incendiada y Yábin ajusticiado1.
suyo, sea corrupción del nombres de Ya'bés. 2. Otro soberano de Hásór, llamado erróneamente
1
1 Cr 4,8.9-10. rey de Canaán - hay sin duda que entender el rey
Bibl.: NoTH, 684, pág. 246. Miqr., III, col. 708. SrMONS, § 203. cananeo de Hásór -, cuyas tropas, al mando de Sisérá",
fueron vencidas por Báráq en el Qísón 2•
M. MÍNGUEZ
1Jos 11,1-10. 'Jue 4,2.7.17.23-24; Sal 83,10.
YA'BE$ (et. ?; 'laf3ís; Vg. !abes). Población de la Bibl.: Miqr., III, cols. 449-45 l, con bibliografía.
tribu de Judá, en la que habitaban varias familias de T. DE J. MARTÍNEZ
escribas, tal vez cercana a Belén1. Se ignora su localiza-
ción actual. YA.BIS, Wlidi. Accidente geográfico relacionado con
1 1 Cr 2,55. la identificación de --+ 'A.bel Met,ollih.
Bibl.: SIMONS, § 203.
YABNE'EL ('lep.Saµaí [B), 'lf3v'fÍA [AJ; Vg. Iebnael).
YABES (et.?; 'laf3ís; Vg. !abes). Padre de Sallüm, Nombre de dos ciudades bíblicas.
rey de Israel1. Tal vez Yábés no se haya de entender l. Ciudad de la tribu de Neftalí, citada una sola
como un nombre de persona, sino como uno de lugar, vez en las SE1. El Talmüd la localiza en Kéfar Yern-
pues la expresión «Sallüm, hijo de Yábés puede inter- mah, la actual Yemrnah, que Conder identificó con la
pretarse como «Sallüm, hijo (oriundo) de Yábés». ciudad bíblica; está situada cerca del Jordán, a unos
1 2 Re 15,10.13.14. 12 km al sur del lago Genesaret.
Bibl.: NOTH, 565, pág. 244. 2. Nombre completo de --+ Yabnéh, tal como apa-
M. V. ARRABAL
rece citada en Jos 15,11.
1Jos 19,33.
YABES. Nombre abreviado de --+ Yabes de Galaad.
Bibl.: F. JosEFO, Bel. /ud., II, 10,6. A. NEUBAUER, Géographie
Una de las últimas hipótesis de localización, bastante du Talmud, Paris 1868, pág. 225. ABEL, II, pág. 353. Miqr ., III,
controvertida, es la de situar dicho lugar en Tell Abu cols. 454-455. SIMONS, §§ 331, 333, 334.
Haraz, conjunto de ruinas gemelo de Tell el-Meqbarah, R. SÁNCHEZ
que se halla en el curso inferior del Wádi (el-Fr'ábis.
YABNEH (abr. de yabne'él; /\ef3vá, 'laf3v'fÍp, 'leµvaá,
YABES DE GALAAD (heb. var. yábés; 'laf3ís, 'la- 'lóuveic, "léuvic ; Vg. Iebneel, Jabnia, Iamnia). Ciu-
f3eis rar.aá6; Vg. Iabes Galaad, Iabes). Ciudad de Ga- dad de la tribu de Judá, cuyo nombre completo es Yab-
laad, cuya historia está relacionada con la tribu de né'él '. Localidad filistea, cuyas murallas derribó el rey
Benjamín y Saúl. Israel exterminó a la mayoría de sus Ozías en la lucha que mantuvo contra los filisteos".
habitantes, porque no participaron en la lucha contra En el libro de los Macabeos recibe el nombre de Jarnnia
los benjaminitas, y casó luego a cuatrocientas doncellas ('láµve1a). Se menciona en un encuentro que tuvieron
yabesitas, que se salvaron de la muerte, con los super- Judas Macabeo y Nicanor3 • L0s generales José y Aza-

1291 1292
YADON
rías, contraviniendo las órdenes de Judas Macabeo, YÁDÁ.' (et. cf. "elyádd=, yéháyddd", etc.; 'la66:E, '16ov-
fueron derrotados por Gorgias cuando marchaban en 6á; Vg. lada). Hijo de 'Óniim, de la familia de J:Ie$-
dirección a esta ciudad 4• La población fue asolada por ron y de la tribu de Judá1• Fue padre de Yéter y
Judas como castigo por el crimen cometido en Joppe, Yoniitiin 2•
haciendo zozobrar los helenistas una barca llena de • 1 Cr 2,28. 2
1 Cr 2,32.
judíos 5• En Judit, entre las ciudades alarmadas ante la Bibl.: NOTH, 581, pág. 181.
llegada inminente de Holofernes, se cita esta población
con la variante Jemnaa del griego 'Isuvcó ". Posterior- YADDAY ('la6aí; Vg. Jeddu). Qéré de ---+ Yaddó,
mente fue conquistada por Pompeyo y restaurada por nombre del quinto hijo de Nébó.
Gabinio, pasando el año 30 A.c. a poder de Herodes
el Grande, más tarde a su hermana Salomé y luego YADDÓ (q. yadday ; et. abr. de v-» Yehoyiidii'; 'la6aí;
a Livia. Fue administrada por un procónsul en tiempo Vg. Jeddu). Quinto hijo de Nébó, que se divorció de
de Tiberio. Aumentó su importancia por el hecho de su mujer extranjera por mandato de Esdras'.
ser sede del sanedrín entre 70-132, celebrándose el fa- 1 Esd 10,43.
moso sínodo de su nombre. Tenía una fuerte población
en tiempos bizantinos, tanto de cristianos como de YADDÜA' (abr. de --,. Yeda'yiih(ü]). Nombre de dos
samaritanos. Gozó de importancia en la época de las personas del AT:
cruzadas, llamándose entonces Yebelín,
Según la Biblia estaba situada a 240 estadios de Jeru- l. ('Ie66ova [B], 'le66ovK [AJ; Vg. Jeddua). Jefe
salén 7, cifra excesivamente baja, debiendo aumentarse del pueblo que firmó el pacto de renovación de la Alianza
por lo menos en cien más. Eusebio la sitúa entre Diós- en tiempo de Nehernías-.
polis y Azoto. Se identifica con la moderna aldea llamada 2. ('la6ov, 'lóoóo ; Vg. Jeddoa). Último sumo sa-
Yibnah, junto al río Rübín y a la mitad del camino dote que se menciona en el texto veterotestamentario;
entre 'Ásdod y el-Ramlah. En la desembocadura de quizá tuvo la dignidad en tiempos de Alejandro Magno
dicho río se encuentran las ruinas del antiguo puerto (cf. Josefa). El nombre de su padre era Yónátán, según
incendiado por Judas Macabeo. la SE; pero suele admitirse que se trata de un error por
•Jos 15,ll. 22 Cr 26,6, '1 Mac 4,15. •¡ Mac 5,58. 52 Mac Yobiiniin 2•
12,8.9.40. ºJdt 2,28. 72 Mac 12,9. 1Neh 10,22. 'Neh 12,11.22.
Bibl.: PTOLOMEO, Geogr., 5, 15,2. F. JOSEFO, Bel. Iud., 2, 16, Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Iud., 11,7,2; 11,8.2.5.7. NOTH, 573, págs.
1.2; íd., Ant, Iud., 5,1,22; 13,6,6; 15,4. A. NEUBAUER, Géographie 38, 181.
du Talmud, París 1868, págs. 73-76. ÜUÉRIN, Iudée, II, págs. 53, 65. M. GRAU
CONDER-KITCHENER, II, pág. 441. G. BEYER, Jamnea, en ZDPV,
56 (1933), págs. 246-248. ABEL, IJ, págs. 147, 200, 352-353. Miqr.,
III, cols. 453-454, con más bibliografía. SIMONS, §§ 314, 998, 1005, YÁDÓN («flaco»; LXX omite; Vg. Jadon). Mero-
1119, 1601, 1632, 1633. notita que tomó parte en la reparación de las murallas
R. SÁNCHEZ de Israel, después de la Cautividad, junto con los hom-
bres de Gabaón y Mispáh '.
YABNEH YÁM. Fortaleza de la costa mediterránea, 'Neh 3,7.
entre Tel-A viv y Ascalón, de donde procede el ahora Bibl.: Nora, 572, pág. 226.
célebre óstracon (hallado en 1960) que ilustra vívida-
mente un párrafo de la ley israelita 1 y un oráculo pro- Mapa con la situación de la ciudad filistea de Yabneh
fético 2• El documento de 15 líneas (14 recuperadas) data
de fines del siglo vu A.c., probablemente de la época de
Josías. Un oficial de nombre yahwista, Hawsi-yáhü
(y no Hásabyáhü), esto es, Josias, ha embargado el
manto de un segador, acusado de no cumplir cierta
obligación. Éste protesta ante el comandante de la
fortaleza, reclamando justicia y la devolución del manto,
de acuerdo con la ley de Éxodo y Deuteronomio. El
óstracon tiene además un gran valor epigráfico y lexico-
gráfico (vgr., para el verbo 'sm, conocido sólo en siría-
co, "sn y como nombre en ugarítico y hebreo).
1Éx 22,25-26; Dt 24,10-13. 'Am 2,8.
Bibl.: J. NAVEH, en JLN (19 marzo 1960), pág. 463. H. M1-
CHAUD, Une nouvelle let tre en poléohébratque, en VT, !O (1960),
págs. 453-455. La nota de J. MEJÍA, en Estudios, 2, Jerusalén-Buenos
Aires 1960, págs. 16-17 (yn-m ) ya no es admisible: cf. Cnoss, i nfra,
págs. 43 y 45 (ymm). E. VOGT, en Bibl, 41 (1960), págs. 183-184;
publicación definitiva por J. NAVEH, A Hebrew Letter from the
Seventh Century B.C., en IEJ, 10 (1960), págs. 129-139; íd., A He-
brew Letter from the Time of Jeremiah, en Archaeology, 15, Cam-
bridge (Mass.) 1962, págs. 108-111. s. YEIVIN, en BO, 19 (1962),
págs. 3-10. F. M. Caoss, en BASOR, 165 (1962), págs. 34-46.
Para las excavaciones, cf', J. NAVEH; en TEJ, 12 (1962), págs. 89-113.
S. CROATTO

1293 1294
YA.'EL

YÁ'EL («cabra montés»; 'lai¡A; Vg, Iahel). Mujer Moab4• Según Eusebio, estaba entre Mádaba y Dibón.
de Héber el quineo. Sisérá", el general cananeo, tras Por lo tanto, se ha de localizar al norte del Amón, pero
haber sido derrotado por Báráq, buscó en su huida aquí acaba el acuerdo de los especialistas. Algunos de
refugio en la tienda de Yá'él, Después de haberle con- los lugares modernos con que se ha propuesto identifi-
cedido hospitalidad, por medio de un acto simbólico, carla son: Hirbet Libb, a algo más de 10 km al norte
le mató cuando estaba dormido con una estaca de la de Dibán; Óalül, a unos 6 km al este de Mádaba;
tienda, que clavó en su cráneo. Yá'él es celebrada en Um el-Walíd a unos 12 km al sudeste de Mádaba, etc.
el canto de Débora. 1Nm 21,23; Dt 2,32; Jue 11,20. 'Jos 13,18. 'los 21,36; 1 Cr
Jue 4,17-22; 5,24-27. 6,63. 'Is 15,4; Jer 48,21.34.
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 104,11. ABEL, II, pág. 354, con biblio-
Bibl.: NOTH, 695, pág. 230. E. TAMISIER, Le livre des Juges, grafía. SIMONS, §§ 298, 337 (42), 441, 593, 1253, 1377.
en La Sainte Bibte, III, París 1959, págs. 182-183, 195-196.
R. FUSTÉ
J. VIDAL

YÁ.FIA' («brille [Dios]»?; Vg. laphia). Nombre de


YAI:IA~i'EL ('lacrti¡A; Vg. Iaziel, Iasiel). Variante
que tiene en 1 Cr 7,13 el nombre de -+ Ya):i~e'el.
dos personas veterotestamentarias:
l. ('IE<p.Sé'x). Rey de Lakís y uno de los monarcas que YÁI:IAT (et.?; Vg. Iahath). Nombre de cinco per-
participaron en la coalición amorrea, la cual se en-
sonas del AT:
frentó con los israelitas en Gabaón, con el propósito
l. ('IE.S). Hombre de la tribu de Judá. Fue hijo
de detener la invasión hebrea que Josué capitaneaba1.
de Ré'áyáh y padre de 'ÁJ:iümay y de Láhad, y perte-
2. ('IE<ptÉS, 'la<ptÉ). Uno de los hijos que David tuvo neció a la familia de los sora titas o sareatitas 1•
tras la conquista de Jerusalén 2•
2. ('IÉE.S, 'Hxa; Vg, Iahath, Ieth). Epónimo levita.
-Jos 10,3. '2Sm 5,15; 1 Cr 3,7; 14,6. Según 1 Cr 6,5, fue hijo de Libni, nieto de Gérésóm y
Bibl.: NoTH, 707, págs. 204-205. Miqr., III, col. 743, con padre de Zimmáh ; y, según 1 Cr 6,27-28, fue padre de
abundante bibliografía y detallada discusión sobre la etimología
del nombre y su paralelo con diferentes idiomas orientales. Sim'i, hijo de Gérésóm y abuelo de Zimmáh. Teniendo
en cuenta las dificultades que ofrecen estas genealogías,
P. ESTELRICH
se han propuesto para ellas enmiendas más o menos
hipotéticas y, por lo tanto, más o menos plausibles,
YAFLET (et. -+ Palti'él ; 'laq>Ai¡T; Vg, lephlat). tales como la de hacer a Yáhat hijo de Sim"I y nieto
Hombre de la tribu de Aser e hijo de Héber. de Gérésóm, lo cual estriba en una corrección textual
1 Cr 7,32-33. del nombre de Libni. Parece preferible, en el estado
Bibl.: Miqr., III, col. 744. actual de los conocimientos escriturarios, aceptar el
texto tal como se halla al presente y admitir la existencia
YAFLETITAS (heb. ha-yafléti; 'AnTaA͵ [B], 'IE<paA- del personaje que sigue.
TÍ [A]; Vg. Iephleti). Clan situado en el límite meri-
3. ('IÉ.S; Vg. Leheth). Hijo primogénito de Sim'I y
dional de la tribu de Efraím, al este de Gézer (-+ Yafíét).
nieto de Gérésóm, el cual fundó una familia de levitas 2•
los 16,3.
4. ('lvá.S). Representante de los descendientes de
Sélómót y fundador de una familia de levitas yisharitas
YA.FO. Nombre hebreo de la ciudad de -+ Joppe.
durante el reinado de David 3 •
YÁ.GÜR (de gür, «residir»; 'layoúp, 'Accop [B]; 5. ('IÉ). Levita descendiente de Mérári y uno de
Vg. !agur). Ciudad asignada a la tribu de Judá, si- los sobrestantes de los hombres encargados de las repa-
tuada en el Négeb1. Su localización es muy insegura; raciones y reformas ejecutadas en el Templo de Jerusalén
el lugar que cuenta con mayor número de adeptos es bajo Josías 4•
Hirbet Garrah, a unos 4 km al noroeste de Tell el-Milh 11 Cr 4,2. '1 Cr 23,10-11. 31 Cr 24,22. '2Cr 34,12.
y a unos 20 km de Bersabee, Bibl.: Miqr., III, cols. 671-672.
J. A. G.-LARRAYA
'los 15,21.
Bibl.: ABEL, II, pág. 353. M. NOTH, Das Bucb Josua, Tubinga
1938, pág. 117. Miqr., III, cols. 462-463. SIMONS, § 317 (3). YAI:IA.Zi'EL («Dios ve»). Nombre de cinco perso-
nas veterotestamentarias:
YAl::I. Forma abreviada del nombre de -+ Yahweh, l. ('IEl;i¡A, 'IEl;1i¡A; Vg. Ieheziel). Héroe de la tribu
que aparece en la composición de nombres teofóricos, de Benjamín, natural de Gédéráh, que se unió a David
en la exclamación -+ aleluya y en algunos textos tales en Síqélág '.
como Éx 15,2; Is 38,11, ect.
2. ('Ol;ti¡A; Vg. Iaziel). Sacerdote que tocó la trom-
peta ante el Arca de Dios durante el traslado de ésta
YÁHA~ (hes. var. yahsáh, «lugar abierto»?; 'lacr[cr]á;
a Jerusalén en tiempos de David 2•
Vg. lasa, Iassai. Población transjordánica, donde los
israelitas derrotaron a Síhón '. Se concedió a la tribu 3. ('Ol;ti¡A, 'lacri¡; Vg. Iahaziel). Hijo tercero
de Rubén 2 y, posteriormente, se asignó, con sus aire- de Hebrón, citado tras Yériyyáh y 'Ámaryáh3• En otro
dores, a los levitas descendientes de Mérárí". Mesa', pasaje, al hablar de la organización sacerdotal de la
en su estela, la menciona entre las ciudades que conquistó época davídica 4, se Je menciona como hijo tercero de
(líns. 19-20); también se cita entre las profecías contra Yériyyáhü y como el nombre de un jefe de una clase

1296
1295
YAHWEH

de levitas del mismo tiempo. Indudablemente se trata, Fue jefe de una familia, cuyos miembros se enumeraron
en este segundo caso, de una corrupción textual en durante el reinado de David1.
que se ha de suplir «los hijos de Hebrón fueron 'I Cr 7,2.
Yériyyáh, etc.». Bibl.: N0TH, 666, págs. 28, 196, 216. G. RYCKMANS, Les noms
propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 229.
4. ('OZ:11111.; Vg. Iahaziel). Hijo de Zacarías y le-
vita de la estirpe de --+ Ásiif. Le invadió el espíritu de YAH$ÁH (clugar abierto »?; 'lal;11p; Vg. Iaser).
Yahweh y arengó a los hebreos del reino de Judá, en Nombre de una ciudad que se lee en el pasaje de Jos
tiempo de Josafat, para que hicieran frente con confianza 21,36, tanto en mss. antiguos como en la LXX y la Vg.;
a los ammonitas, moabitas y edomitas 5• falta, en cambio, en las ediciones del T. M. posteriores
5. (B omite, 'AZ:11111. [A]; Vg. Ezechiel). Padre de al primer tercio del siglo xvr, Pudiera localizarse en
Sékanyáh, con quien regresaron trescientos hombres Hirbet Libb, a poco más de 10 km al norte de !)iban.
de la Cautividad babilónica en la época de Esdras 6• Por lo general, se tiende a considerarlo como una va-
11Cr12,4. '1Crl6,6. '1Cr23,19. '1Cr24,23. '2Cr20,
riante de Yáhas, que ostenta tal forma en Nm 21,23 y
14-17. ºEsd 8,5. Dt 2,32.
Bibl.: N0TH, 656, págs. 27, 28, 198. Miqr., III, cols. 635-636. Bibl.: Yáha~;
R. FUSTÉ
J. CARRERAS

YAl;l$E'EL ( «Dios concede la dicha»; cf. ár. bazwu";


YAHDÁY (k. ydhdáy, «[Dios] conduzca»; sudar. yhd, 'Ao-11111.; Vg. lasiel, Jesiel). Primogénito de Neftalí1,
hdy ; 'A66aí, 'Yr¡o-ov [B] 'la6aí [A]; Vg. Iahaddai). también llamado Yahásí'él, y origen de la familia de
Descendiente del patriarca Judá a través del linaje de los yahseelitas 2•
Caleb. Fue padre de Régem, Yótám, Gésám, Pélet, 1Gn 46,24. 'Nm 26,48.
'Efüh y· Sá'afl. Esta lista genealógica ofrece algunas
Bibl.: Norn, 668, págs. 27, 28, 204.
dificultades textuales que no pueden resolverse de modo
verosímil dado el estado actual de los conocimientos YAHSEELITAS (heb. ha-yahse'éli; 6fíµos 6 'Ao-1r¡11.í;
escriturarios. Incluso el propio nombre de Yahdáy Vg. Iesielitae). Descendiente o miembro de la familia
resulta inseguro, puesto que en muchos mss. presenta de Yahsé'él,
la forma Yahdi e incluso la de Yéhudi (sic).
11 Cr 2,47. YAHWEH, I. El tetragrama, o cuatro letras, YHWH,
Bibl.: N0TH, 584, pág. 196. G. RYCKMANS, Les noms propres por lo general vocalizado «Yahweh», es el nombre de
sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 30, 231, 299. Dios como Dios de Israel. La grafía «Jehovah», cuyo
empleo data de los alrededores del 110 n.c., se basa en
YAl;IDl'EL («Dios se alegra»; 'le611111.; Vg. Iediel). una vocalización errónea. Tenemos como abreviaturas
Hombre de la media tribu transjordánica de Manasés1 y del nombre: yeho o yo (en ocasiones ye), como primer
uno de los que prevaricaron contra el Dios de sus padres elemento de nombres teóforos, por ejemplo, Jonatán
al incurrir en prácticas idolátricas (--+ Pül y Tiglatpi- (yonatan), Josué y Jesús (yehosua'), y yáhü o ydh, como
leser). último componente de nombres del mismo género
11 Cr 5,24. como, por ejemplo, lsaías, en heb, yesa'yah(ü).
El nombre de Yahweh o, por lo menos, su significado,
Bibl.: Nora, 654, págs. 209-210.
según Éx 3,14-15, se reveló a Moisés, cuando Dios se
YAl;IDO (et. --+ Ya):ldi'el; 'le66at; Vg. Ieddo). le apareció en la zarza en llamas. En tal caso se explica
Hombre de la tribu de Gad. Fue hijo de Büz y descen- como una forma del verbo «ser», pues se le combina
mediante la conjugación: «yo soy (seré)» en las pala-
diente de 'Ábil:iáyil.
bras divinas «Yo soy el que soy» (o «Yo seré el que
1 Cr 5,14. seré»). Por lo tanto, designa al Dios de Israel como
Bibl.: Noru, 653, págs. 28,210. «'El es» o «'El será». Este «ser» de Dios debe entenderse
según la manera de pensar del AT, o sea de modo
YAl;ILE'EL (emuéstrese Dios bien dispuesto»; cf. activo, dinámico. A consecuencia de las palabras divinas
heb. háláh. y ár. bala, «ser dulce», «ser agradable»; de Éx 3,14, que son una sentencia de carácter positivo
'Axo1111.; Vg. lahelel). Tercer hijo de Zabulón1, funda- y universal, el nombre de Yahweh alude al Dios de Is-
dor de la familia de los yahlelitas2 • En el libro de Nú- rael, que «está» (o «estará») siempre y en todas partes
meros, las traducciones antiguas le llaman 'AAAT]A para ayudar y salvar a su pueblo. Se trata, por consi-
y Jale/. guiente, de un llamamiento a la fe y confianza del pueblo
1Gn 46,14. 'Nm 26,26. elegido, sin la más mínima cesión del misterio íntimo
Bibl.: N0TH, 664, pág. 204.
de Dios.
II. El texto masorético atribuye al tetragrama las
YAHLELITA (heb, yahlé'éli; o 'A11.11.r¡11.í;
Vg. Ialelitae). vocales de 'iídonay («Señor») o 'elohim («Dios»), por-
Descendientes o familiares de --+ Yal;lle'el. que los judíos de los siglos siguientes, en la lectura de
la Biblia, lo cambiaron por uno de esos sustantivos.
YAl;IMAY («Dios preserva»; sudar. hamay'il: Elxóv; Este procedimiento dio lugar a la grafía y pronunciación
Vg. Jemai). Cuarto hijo de Tola', de la tribu de Isacar. equivocadas de «Jehovah». La pronunciación de «Yah-

1297 1298
YAHWEH

weh» se basa en las transcripciones griegas 'laovéxt «Yo soy Yahweh, vuestro Dios, que os saqué del país
y 'la~É, que se hallan en los antiguos autores cristianos, de Egipto»'. Autores como Von Rad y Allard combinan
tales como Clemente de Alejandría y Teodoreto de esta última explicación del nombre de Yahweh con la
Ciro. Algunos opinan que la pronunciación original del precedente.
nombre era yahweh, yáhe o yáhá. Las formas abreviadas ACf. R. DE VAUX, en RB, 64 (1957), pág. 426. BCf. H. CAZELLES,
se emplean asimismo independientemente, como YHW Morse, en DBS, V, col. 1323.
(ya/115), en los papiros de Elefantina y en las cartas de 1
Cf. sobre todo Gn 4,26. 'Éx 6,20; Nm 26,59. 'Éx 3,14. 'Gn
Lákís, y YH (yiih), en varios textos poéticos del AT, 32,30; Jue 13,17-18; cf. Éx 4,13; 33,19; 1 Sm 23,13; 2 Sm 15,20;
2Re 8,1; Ez 12,25; 36,20. 'Éx 3,7-12.16-22. 'Éx cap. 3 y Gn
especialmente en los Salmos. Los LXX traducen el 32,30; Jue 13,17-18. 'Éx 7,5; 9,14-16; 15,11; Jos 3,10; Is 43,10-11;
tetragrama por Kúpio; («Señor»). 45,5-7. 15-18; Jer 10,6-16; Os 13,4. 'Éx 20,2.
En el Pentateuco, el nombre de Yahweh caracteriza Bibl.: G. QUELL, Kúptos, en ThW, III, págs. 1056-1080. F.
a la llamada tradición yahwista, que otorga desde el CEUPPENS, Theo/ogia Bíblica, J. De Deo Uno, Roma 1938, págs. 19-
principio este nombre a Dios1. Pero se hace con un 32. P. HEINISCH, Theo/ogie des A/ten Test ament s, Bonn 1940, págs.
14-17. R. DE LANGHE, Un dieu Yahweh á Ras Shamra?, en ETL,
determinado propósito teológico y no prueba que lo 19 (1942), págs. 91-101. B. ÁLFRINK, Lá prononciatíon «Jehova»
conociesen los israelitas premosaicos, como tampoco du Télragramme, en OTS, 5 (1948), págs. 43-62. G. J. THIERRY,
el nombre de Yókébed, madre de Moisés2• También se The Pronounciation of the Tetragrammaton, en OTS, 5 (1948), págs.
30-42. J. OBERMANN, The Divine Name YHWH in the Light of
defiende la tesis de que Yahweh era un nombre cono- Recent Discoveries, en JBL, 58 (1949), pág. 301 y sigs. A.M. Du-
cido por otros pueblos, antes del gran legislador. Entre BARLE, Le Nom de Jahweh, en RSPhTh, 34 (1951), págs. 5-21. É.
otras cosas, se cree posible deducirlo de los teofóricos de DHORME, Le nom du Díeu d'Israel, en RHR, 141 (1952), págs. 5-18.
la época de la I dinastía babilónica, que incluyen el G. LAMBERT, Que stgnifie le nom dívin YHWH ?, en NRTh;84 (1952),
págs. 897-915. P. VAN IMSCHO0T, Théologie de l'Ancien Testament,
elemento ya (yaum); pero éste podría explicarse mejor I, Paris-Tournai, Nueva York y Roma 1954, págs. 14-20. M.
como una forma del verbo «ser» o una pronominal. ALLARD, Note sur la formule «ehyeb aser ehyeh», en RSR, 45 (1957),
Asimismo resulta incierta aún la existencia del nombre págs. 79-86. G. VON RAD, Theologie des A/ten Testaments, I, 2.• ed.,
de Yahweh (YH) en Ugarit (Ras Sarnrah). Textos Munich 1958, págs. 181-188. w. F. ALBRIGHT, De la Edad de Piedra
al Cristianismo, Santander 1959 (trad. cast.).
tales como Éx 2,16-22; cap. 18, no prueban el origen J. KAHMANN
madianita o quineo de Yahweh, que bastantes solían
defender. YAHWEH NISSI («Dios es mi estandarte»; Kópio;
Discrepan mucho las opiniones sobre la etimología Kcrrmpvy17 µov; Vg. Dominus exaltatio mea). Nombre
de este nombre. Algunos buscan su origen en una imi- que Moisés dio a un altar erigido tras la victoria de los
tación de sonidos (onomatopeya), exclamación o voca- israelitas sobre los amalecitas.
blo tabú; la mayoría la deduce de una radical verbal:
Éx 17,15.
soplar, abatir, llover, ordenar, ser, etc. En todo caso,
Bibl.: A. CLAMER, L'Éxode, en La Sainte Bibte, I, París 1956,
su sentido bíblico se relaciona con el verbo «ser». La pág. 163.
hipótesis más aceptada dice que se trata de una forma D. VIDAL
arcaica de un imperfecto qal; otros lo interpretan como
un sustantivo (Kohler) o una forma verbal causativa YAHWEH SÁLOM ( «Dios es salud [paz]»; Eípi¡vr¡
(Albright). Kvpíov; Vg. Domini pax). Nombre del altar que Ge-
Tampoco hay acuerdo sobre su significado exacto en deón levantó en 'Ófrah, después de destruir el consa-
el caso de Éx 3,14-15. Una acepción muy difundida grado a Bá'al.
en teología, que también defienden algunos exegetas
Jue 6,24.
(Ceuppens, Heinisch), y que concuerda con los LXX
(«Yo soy el Siendo»), ve en el nombre la expresión del
YÁHWEH $EBÁ'OT («Dios de los ejércitos»; Kúpio;
Esse subsistens, la Aseitas de Dios. Sin embargo, esta rrcvroxpé-rcop ; Vg. Dominus exercituum). Nombre de
explicación no se aviene con el pensamiento concreto
Dios, que se halla sobre todo en los libros poéticos
y afilosófico de los antiguos hebreos. Otros, corno y proféticos, y falta por completo en el Pentateuco,
Dubarle, reconocen en las palabras de Dios' una ne-
Josué y Jueces. Tiene dos formas más completas: Yah-
gativa a definir su persona de manera más precisa, por weh "Élóhé Sébá'ót! y Yahweh 'Elohe ha-Sébá'ót ",
lo que su nombre indicaría el misterio impenetrable de Se ha interpretado el nombre de Sébá'ót (cejército»)
su ser, su trascendencia 4• No obstante, Éx cap. 3 sugiere
de tres maneras principales: 1.0 se refiere a los ejér-
más bien un contenido positivo, que encierra la garantía
citos israelitas; 2.0 son las huestes de las estrellas; 3.0
de la misión de Moisés y la liberación de Israel de
alude a las tropas de los ángeles y espíritus. Una ex-
Egipto 5• Además, la situación es distinta en unos y otros
plicación bastante reciente del nombre es convertir a
pasajes", Las frases de Éx 4,13, etc., tienen un sentido Sébá'ót en adjetivo - sebaótico -, lo cual supondría
a la vez general y positivo, al menos en varios casos.
que el poder divino es comparable o superior al de
Por ello, merece preferencia la opinión de De Vaux+,
todos los ejércitos reunidos.
Imschoot y otros, que consideran al nombre como una
1
2Sm 5,10; 1 Re 19,10; Sal 8,9; Jer 5,14. 'Os 12,6; Am 3,13;
expresión positiva y universal del «ser» de Dios, en 6,14.
el sentido de un «ser» activo, dinámico, una présence
Bibl.: B.N. WAMBACQ, L'épithéte divine Yahweh sebaoth, París-
agissanteñ, En apoyo de esta aseveración pueden ci- Brujas 1947. O. EISSFELDT, en Miscellanea Academiae Berotinensiae,
tarse múltiples textos, en los que precisamente se destaca Berlín 1950, págs. 128-150. P. VAN !MSCHO0T, Théologie de I'Ancien
la intervención salvadora de Dios en favor de su pueblo, Testament, I, Paris-Tournai 1954, cf', índice.
en oposición a la impotencia de los ídolos', y la fórmula J. A. G.-LARRAYA

1299 1300
YAHWISTA

YAHWEH YIR'EH («Dios proveerá»; Kópio; eloev; Con el retorno de Babilonia, y a lo largo de todo el
Vg, Dominus videt). Nombre que Abraham dio al período de la segunda comunidad, la enseñanza profé-
lugar donde Dios proporcionó el carnero que había tica retrocedió a sus anteriores límites debido al resta-
de sacrificarse en lugar de Isaac1. La tradición judía lo blecimiento de las fronteras judías. La revuelta de los
sitúa en el monte Móriyyáh, pero, en realidad, no ha Macabeos, la primera revuelta judía del 66 o.e. (que
sido identificado de modo plausible. finalizó con la destrucción de Jerusalén por Tito), y la
1Gn 22,14.
segunda sublevación judía de Bar Kókébá" (132-135 o.c.),
oscurecieron y ofuscaron las perennes enseñanzas. Con
Bihl.: A. CLAMER, La Genése, en La Saint e Bible, I, París 1953,
pág. 316.
la destrucción final de la ciudad, la expulsión de los
D. VIDAL judíos de sus límites y las pérdidas de toda identidad
política, el carácter del yahwismo se trasladó al plano
YAHWISMO. Se trata aquí solamente del yahwis- universalista, es decir, se convirtió casi en algo de pers-
mo en su relación con el nacionalismo judío en los perío- pectivas suprahistóricas. Se arraigó entonces, en el cora-
dos pre y postexílico. zón del judaísmo, el principio de que Dios no tenía
Es imposible hablar del yahwismo, el culto de Yahweh ningún hogar determinado en la tierra, sino que era
en Israel, sin hacer referencia directa al marco histórico- el Dios de todos los pueblos y de todas las tierras.
político, en el que se desarrolló y vivió el país y el pueblo Así se formularon y se aceptaron como fórmula de vida
de Israel. En las mentes de los israelitas, el culto de el concepto de la hermandad entre los hombres y el
Yahweh estaba desde largo tiempo íntimamente unido principio básico de todas las relaciones humanas, con-
con su misma conciencia de entidad nacional y grupo ceptos tan vitales en los tiempos modernos.
étnico. En este extremo no diferían demasiado de los 1 Is 66, 18; Sal 72, 11; Zac 8,22, etc.

pueblos circunvecinos de su tiempo, cuyo axioma era: Bibl.: L. FINKELSTEIN, The Pharisees, the Soclological Back-
cuius regio, eius religio. Sin embargo, a través de los ground of their Faith, II, Filadelfia 1938, pág. 443 y sigs. S. W.
siglos que van desde la segunda comunidad judía hasta BARON, Histoire d'Israel, 2 vols., París 1956, cap. I y passim,
la sofocación romana de la revuelta de Bar Kókébá" M. MARTIN
en el 135 D.c., aquella íntima relación experimentó
una profunda modificación debida a los acontecimientos YAHWISTA. En algunos pasajes del Pentateuco se
históricos que afectaron a la nación y al pueblo. emplea casi constantemente la palabra Yahweh al nom-
Nuestro propósito aquí es el de seguir las huellas de brar a Dios, mientras en otros se emplea la palabra
esta modificación. Se puede resumir en breves palabras: 'Elohim. Ya Tertuliano se fijó en ello. Los rabinos
el yahwismo se inició en íntima conexión con un país vieron en 'Elohim el nombre del Dios justo y en Yahweh
particular (Israel) y un determinado grupo étnico- el del Dios misericordioso. Pero fueron los modernos
político (los judíos); cuando el último judío fue expul- quienes llegaron a distinguir en el Pentateuco (Hexa-
sado de la Jerusalén arruinada por Adriano en el 135 teuco, Heptateuco) a varios (generalmente a cuatro)
n.c., esta conexión quedó completamente disuelta. El autores, fuentes o tradiciones (-;- Wellhausianismo).
yahwismo se liberó del nacionalismo para convertirse Aunque en los detalles no se haya conseguido un acuer-
en universalista. Sin embargo, de todo esto hemos do, la mayoría de autores convienen en dar el nombre
de destacar una anomalía aparente: este universalismo de yahwista (J) al autor supuesto o real, individual o
fue firmemente predicado por los profetas de Israel ya colectivo de los pasajes del Pentateuco en que se emplea
desde el siglo VII; pero sólo llegó a ser un hecho aceptado el nombre de Yahweh, y el de elohísta (E) al autor de
en la mente de los eruditos judíos laicos y patriotas aquellos en que se emplea el de 'Elohim. Por lo demás,
durante la era cristiana. El yahwismo y el nacionalismo el empleo del nombre de Yahweh va acompañado de
judío se polarizaron en torno al eje de la Cautividad un sinfín de otros distintivos. En cuanto al lenguaje,
babilónica. Sin embargo, esta polarización no llegó a el yahwista emplea para «engendrar» la palabra he-
hacerse operativa en el judaísmo normativo hasta 500 brea holid (en cambio, el elohísta ya/ad), para «sobre»
años más tarde. A lo largo del período salomónico y 'al (E: 'el), para «yo» 'iin6ki (E: 'iíni), para «esclava»
de la existencia de los dos reinos de Judá y de Israel, sifbiih (E: "ámáh), etc. El yahwista habla de «Israel» (E:
y debido a las crecientes presiones políticas provenien- «Jacob»), «cananeos» (E: «amoritas») y «Sinaí»
tes del exterior, la conciencia israelita adoptó unos (E: «Hóréb»). El yahwista da al suegro de Moisés el
matices políticos y nacionalistas, en el sentido actual nombre de «Ré'ü'él» (E: «Jetró»). En cuanto al estilo,
de estas palabras. Las deportaciones de la aristocracia el yahwista es animado, claro, lleno de fantasía y color,
y clase acomodada por Nabucodonosor, tuvieron como sencillo, ingenuo y cautivador. Un ejemplo de ello es
consecuencia la existencia de una sociedad sin clases; Gn 18: Abraham recibe a tres hombres con una afec-
esto, por una parte, facilitó la acepción del antiguo tada cortesía, una cordialidad exagerada, una humildad
vaticinio profético y, por otra parte, la gran masa del demasiado manifiesta y una hospitalidad desmesurada.
pueblo deportada a Babilonia se vio obligada a recono- El yahwista tiene de Dios un concepto profundamente
cer la verdad de que el culto de su Dios no iba ligado religioso, aunque primitivo; su idea de Dios es antro-
a la tierra ni a los límites étnicos de Israel. Ésta fue pomórfica: Yahweh hace al hombre como el alfarero
otra fórmula de aceptación de la enseñanza de los pro- moldea una imagen con arcilla; se arrepiente de haber
fetas: «Dios no es solamente el dios de Canaán, Él es creado al hombre; llega en persona a cerrar el arca de
el Señor del mundo que será adorado por todas las Noé y desciende a la tierra para contemplar la Torre
naciones» 1. de Babel. Aparece en forma visible entre los hombres

1301 1302
YAHWISTA

y habla con ellos. El yahwista da menos importancia YÁ.'IR (k. yd'úr, et. ?; 'loto ; Vg. /air). Padre de
que el elohísta a las exigencias morales. La concepción "Elhánán, héroe davídico que mató a un gigante. Se Je
del yahwista es universalista (la del elohísta nacionalis- menciona en dos pasajes, cuyas lecciones son variantes:
ta). Por cuanto pudo comprobarse, la tradición yah- en uno de ellos se Je llama Ya'áré "Órégim, y se di-
wista nació en el ambiente de la tribu de Judá y del ce de él que era natural de Belén'; en el otro, aparece
reino del Sur, ya que subraya el papel desempeñado como Ya'ir2. Sobre el problema textual que el nombre
por Judá, Hebrón, etc. Uno de los problemas mayores plantea y su posible solución, -,. 'Ell:tiiniin (§ 1).
es el de fijar la época en que se escribió. Las distintas 12 Sm 21,19. '1 Cr 20,5.
tradiciones nacieron todas de aquella primitiva tradi-
Bibl.: -,. -Elhánán ,
ción verbal y durante largo tiempo ellas mismas también
T. DE J. MARTÍNEZ
fueron transmitidas verbalmente. Con algunas reservas,
se fija la versión escrita del yahwista alrededor del YAIRITA (heb. ha-yd'iri, «el de Yá-ír»; ó 'lapív;
siglo x A.c. Probablemente hay tras la tradición yahwista,
Vg. Iairites). El nombre se emplea en la SE en una
al igual que tras cada una de las cuatro tradiciones,
sola ocasión como patronímico de 'Ira', sacerdote de
una personalidad bien definida, pero resulta difícil
David', para indicar que pertenecía a la estirpe de Yá'ír,
nombrar a alguien. Se distingue, empero, una tradi-
hijo de Manasés, que fundó una de las familias más
ción = J1 (Eissfeldt la llama L = Laiequelle, «fuente
importantes de la tribu manasita, la cual vivía en Trans-
laica») y otra más reciente = J2. J1 se muestra muy
jordania, en la región de Galaad 2.
reservado en cuanto al culto, mientras J2 evidencia por
2
él un vivo interés. En las Introduciones al AT se puede '2 Sm 20,26. Nm 32,41; Dt 3,14; Jos 13,30, etc ..
encontrar un resumen de todo lo concerniente a la G. SARRÓ
tradición yahwista e incluso lo concerniente a las tra-
diciones J1 y J2 (-,. Wellhausianismo ). YA'KÁ.N (et. ?; 'lwaxáv, 'laxáv [A]; Vg. Iachan).
Bibl.: M. NOTH, Überlieferungsgeschichte des Pentateuch, Stut- Jefe de una familia de la tribu de Gad en Basán'.
tgart 1948, págs. 20-40. R. DE VAUX, en VT, supl. (1953), págs. 11 Cr 5,13.
182-198. HAAG, cols. 769-770. 0. EISSFELDT, Ein/eitung in das
A.T., Tubinga 1956; íd., Die Genesis der Genesis, Tubinga 1958. Bibl.: Miqr., III, col. 713.
J. KAHMANN
YÁ.KIN («[Dios] establece»; ac. ia-ki-ni; fen. ykn'/;
YAl:IZERÁ.H ('El;1pá, 'lel;pías [A] Vg. Iezra). -,. 'Axeív, 'laxeív, 'laxív; Vg. lachin). Nombre de tres
'Al:tzay. israelitas:
l. El cuarto de los seis hijos de Sirneón ', o el ter-
YAl:IZEYÁ.H («¡quiera ver Dios!»; Aal;e1á; Vg. Iaa- cero en otras genealogías 2, y epónimo o fundador de
sia). Hijo de Tiqwáh, uno de los cuatro hombres que la familia o clan de los yakinitas3 • En el libro de las
se opusieron a la disposición de Esdras, por la cual Crónicas, recibe el nombre de Yáríb, alteración que debe
éste quería disolver los matrimonios concertados con de derivar de la corrupción gráfica de las dos últimas
mujeres extranjeras. radicales".
Esd 10,15.
Bibl.: Miqr., III, col. 636. 2. Sacerdote jefe de la vigésimo primera división del
servicio del Templo, según la organización davídica 5•
YÁ.'IR («[Dios] brilla»; 'Ictp; Vg. lair). Nombre 3. Uno de los sacerdotes que vivieron en Jerusalén
de tres israelitas: en tiempo de Nehemías, o tal vez el nombre de una
l. Epónimo de una familia. Ocupó bastantes ciuda- familia sacerdotal".
des de la región de "Argób, correspondiente al territorio 1
Gn 46,10; Éx 6,15. 2Nm 26,12; 1 Cr 4,24. 'Nm 26,12. '1 Cr
de Galaad. El T.M. Je presenta como hijo de Manasés 4,24. '1 Cr 24,17. '1 Cr 9,10; Neh 11,10.
en un pasaje', mientras que en otro2 le hace aparecer Bibl.: K. L. TALLQVJST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
como hijo, tal vez primogénito de Següb, descendiente 1918, pág. 91. Nora, 670, págs. 28, 202. z. s. HARRIS, A Grarn-
de Judá, el cual Jo tuvo de una hija de Mákir, de la mar of the Phoenician Language, New Haven 1936, pág. 110. Miqr.,
III, col. 682.
tribu de Manasés.
J. A. G.-LARRAYA
2. Juez de Israel, natural de Galaad, sucesor de
Tola' en la judicatura. El AT proporciona una informa- Y Á.KIN ( «[Dios] establece»; 'laxoúµ, Kccróp.Scocrc ;
ción muy parca acerca de él. Según él, dirigió a los Vg. Iachin). Columna gemela de -> Bii'az, situada a
hebreos durante veintidós años y tuvo treinta hijos, la derecha de la puerta del Templo salomónico'. Su
que cabalgaban en otros tantos asnos y que poseyeron altura era de 18 codos (35 según la LXX) y 12 codos
treinta ciudades, a las cuales se llamó Hawwót Yá'ír. su circunferencia (14 en la LXX); el capitel medía
Este juez fue sepultado en Qámón 3• 5 codos de alto (3 en 2 Re 25,17). El papel, la ornamen-
3. Hombre de la tribu de Benjamín, citado como tación y el simbolismo de estas columnas han sido diver-
antepasado de Mardoqueo '. samente explicados, sobre todo en vista de su semejanza
1
Nm 32,41; Dt 3,14; Jos 13,30; 1 Re 4,13. 21 Cr 2,22. 'Jue con columnas de templos tales como el cananeo des-
10,3-5. 'Est 2,5. cubierto en Hásór, Khorsabad, Pafos, Lagas, Tiro, etc.
Bibl.: Nora, 557, págs. 7, 28, 204, 216. Miqr., cols, 415-416. Albright estima que, dada la proporción y la estructura
M. D. RIEROLA de los capiteles, servían de incensarios, También se

1303 1304
YANNÉS

cree que fueron la estilización de las massébát, estelas


D U 50
o piedras erectas de los santuarios cananeos.
11
Escala en Km&,
Re 7,15-22.41-42; 2 Re 25,16-17; 2 Cr 3,13.15-17; Jer 52,17.
20-23.
Bihl.: R. B. Y. Scorr, The Pillars Jachiu ónd Boaz, en JBL, 58
(1939), pág. 143 y sigs. W. F. ALBRIGHT, Two Cressets Jrom Marisa
and the Pillars of Jachin and Boaz, en BASOR, 85 (1942), págs. 19-
27; id., Archaeology and the Religion of Israel, 4.0 ed., Bahimore
1956, págs. 139-148. Miqr., III, cols. 682-689, con bibliografía.
A. PARROT, El Templo de Jerusalén, Barcelona 1962 (trad. esp.)

P. ESTELRICH

YAKINITA (heb. [mispáhat] ha-yákini; ofíµos 6 'lo:-


x1ví; Vg. Iachinitae). Miembro del clan o familia
tribal fundada por Yákin, hijo de Simeón.
Nm 26,12.

YA'LÁ.M («guerrero»?, «hombre joven»?; ugar. 'lm;


'leyMµ; Vg. Ihelom, Ihelon). Hijo de Esaú y de "Ohó-
Iibámáh, nacido en el país de Canaán1.
1Gn 36,5.14.18; 1 Cr 1,35.

YALON (et. ?; 'Ioucov, 'lo:i\wv [AJ; Vg. /alon). Hijo


de Esdras, descendiente de Caleb, hijo de Yéfunneh.
1 Cr 4,17.
Bibl.: NOTH, 673, pág. 246. Miqr., III, col. 689.

YAM SÜF. Nombre hebreo de determinadas partes


o de todo el - Mar Rojo. Yarn sor, el mar Rojo de los hebreos

YAMBRÉS (et. ?; 'lo:µ~pfís; Vg. Mambres). Uno tribu de Judá1. El Onomásticon la identifica errónea-
de los dos magos egipcios que se opusieron a Moisés1 mente con Yanua, a 3 millas romanas al sur de Legio.
(- Yannés y Yambrés). La identificación es desconocida. Algunos han propues-
12 Tim 3,8. to Beni Na'im, a unos 5 km al este de Hebrón, alegando
la existencia de unas cisternas que podrían atestiguar un
YAMIN (cfelicidad»; ár. gumnatun; 'lo:µeív, 'lo:µív; antiguo asentamiento.
Vg. lamín). Nombre de tres israelitas: 'Jos 15,53.
Bibl.: ABEL, II, pág. 354. B. UBACH, Josué, en La Biblia de
1. Segundo hijo de Simeón y fundador de la familia Montserrat, IV, Montserrat 1953, pág. 133. Mlqr., III, col. 705.
yaminita1. SIMONS, § 319 (B/4).
D. VIDAL
2. Hombre de la tribu de Judá, segundo hijo de
Rám, y nieto de Yérahmé'él, de la estirpe de Hesrón 2• YA'NIN, Hírbet, Uno de los lugares de la moderna
3. (LXX omite). Levita, uno de los que asistieron Palestina en que se localiza - Né'Pél, ciudad de la tribu
a Esdras en la lectura pública de la Ley y le ayudaron a de Aser.
enseñarla al pueblo".
2
YANNÉS Y YAMBRÉS ('lo:vvfís Ko:i 'lo:µ~pfís [var.
'Gn 46,10; Éx 6,15; Nm 26,12; 1 Cr 4,24. 1 Cr 2,27. 'Neh
8,7.8. Mo:µ~pfís; Vg. Iannes et Mambres). Según la tradi-
Bibl.: NoTH, 676, pág. 224.
ción judía, los dos magos egipcios que se opusieron
a Moisés en la corte faraónica. San Pablo los menciona
YAMINITA (heb. yámini; 6fíµos 6 'Icurví ; Vg. en una de las epístolas Pastorales, comparándolos a
Iaminitae). Descendiente o miembro de la familia de quienes se oponen a la verdad, tales como los here-
- Yiimin (§ 1). jes '. Sus nombres no constan en los pasajes correspon-
dientes en el AT, ni en las fuentes que proporcionan
YAMLEK («Dios reina»; sem. occ. ia-am-li-ik-el; Flavio Josefo y Filón; aparecen mencionados, en cam-
'leµoMx; Vg. Iemlech). Uno de los trece príncipes bio, en el Documento Sadoquita, Plinio (Hist. Nat.,
de la tribu de Simeón que ocuparon los pastos de Gédór 30,2,11), Apuleyo, Orígenes, etc. Se conocía en el siglo
en tiempo del rey Ezequías1• u D.C. una Historia de Moisés, Iannés e /ambrés.
12Tim 3,8.
11 Cr 4,34.
Bibl.: NoTH, 678, pág. 246. Miqr., III, col. 702, coo bibliografía. Bibl.: G. BARDY, Építres Pastorales, en La Saint e Bible, XII,
París 1951, págs. 242-243, con bibliografía. P. DE Á'IBROGGI,
Jannes e Mambres, en ECatt, VI, Roma 1951, col. 1531, con biblio-
YANIM (q. yánüm, «estar soñoliento, adormecido»?; grafía.
·1eµo:ív (BJ, 'Icvoüu; Vg. lanum). Localidad de la M. V. ARRABAL

1305 1306
YANOAI:I

YÁNOAI:I (ctranquilidad», «descanso»; 'Av1óx; Vg, pasaje del mismo libro, aparece el nombre Yéhó'addáh 2
Janoe). Una de las ciudades arrebatadas por Tiglatpi- en el lugar que le correspondería. Muchos mss. del
leser a Péqah '. Se ha propuesto identificarla con Yanüh, T. M. ostentan la grafía de Ya'dáh en vez de Ya'ráh,
situada a unos 10 km al este de Tiro, pero según algunos '1 Cr 9,42. '1 Cr 8,36.
no estaría de acuerdo con la línea de ciudades dada en Bibl.: NoTH, 700, págs. 245, 246. C. H. GORDON, Ugaritic
el versículo. Según ello, tiene más posibilidades Hirbet Handbook, Roma 1947, pág. 245. Miqr., III, col. 735.
el-Ná'irnah, a unos 9 km al nordeste de Cades, que podría
J. CARRERAS
ser idéntica a la In'arn de Thutmosis 111.
1 2 Re 15,29. YARI:IÁ' (et.?; 'lwxri?--; Vg. Jeraa). Siervo egipcio
Bibl.: GUÉRIN, Galilée, II, pág. 372. ÁBEL, Il, pág. 354. Y. de Sesan, quien le concedió su hija en matrimonio y
ÁHARONI, Hitl;tilüt Sibte yi.friPfl bi-gilrl há-setyón, Jerusalén 1957,
del cual procedió una numerosa descendencia.
págs. 97-98, 129-132. Miqr., III, col. 704. SIMONS, § 932.
1 Cr 2,34-35.
R. SÁNCHEZ
Bibl.: Miqr., III, col. 863.
YÁNOI:IAH (edescanso», «tranquilidad»; 'Iovcoxó ;
YÁIÜB (et. --+ Yoyarib; 'lapí/3; Vg. larib). Nombre
Vg. Janoe). Ciudad situada en el extremo septentrional de
de tres personas del AT:
la tribu de Efraim-, mencionada por Eusebio (Kwµ11
'Iovco), que la sitúa en la Acrabatene y a unas 12 millas 1. Hijo del patriarca Simeón, según el libro de las
al sur de Neápolis. Se identifica, sin lugar a dudas, con Crónicas1; sin embargo, no le mencionan los pasajes
Hirbet Yánün, a unos 2 km al norte de la población del paralelos 2 •
mismo nombre y que, según opinión de Albright, ha 2. Uno de los jefes del pueblo. Contribuyó a que
conservado el primitivo nombre bíblico, de la misma Esdras obtuviera servidores para el Templo de Jerusalén,
forma que lo conservó Gelboe en Gilbün. en el momento en que se disponía a emprender el viaje
1 Jos 16,6.7. de regreso a Palestina 3• Tal vez haya que considerarle
Bibl.: ÜUÉRIN, Samarie, II, págs. 6-7. ABEL, II, pág. 354. idéntico al Yóyárib citado en la misma ocasión.
Miqr., III, cols. 704-705, con más bibliografía. SIMONS, § 324.
3. Uno de los sacerdotes que hubieron de renunciar
R. SÁNCHEZ a su mujer extranjera por orden de Esdras 4•
11 Cr 4,24. 'Gn 46,10; Éx 6,15; Nm 26,16. 'Esd 8,16. 'Esd
YÁNÜM. Qéré de -,. Yáním, nombre de una locali- 10,18.
dad de la tribu de Judá. Bibl.: G. RYCKMANS, Les noms propres sud-sémitiques, I, Lo-
vaina 1934, pág. 196. Miqr., III, cols. 863-864.
YAQEH (cprudente», cf. ár. waqin; q,ol3ii.911T1; Vg. P. ESTELRICH
Vomentis). Padre o uno de los antepasados de -» 'Ágür,
quien fue célebre por su sabiduría. El nombre aparece YARMÜK. Afluente del Jordán por la orilla iz-
en el título de un pasaje del libro de los Proverbios", quierda, de importancia hidrográfica tan considerable
que, por su dificultad, ha sido interpretado de muchas como la del Yabbóq. Los pueblos de habla árabe le
maneras. llaman Serí'at el-Menádirah. Su cuenca forma un valle
1Prov 30,1. que va desde Gebel el-Drüz hasta el Jordán, es decir,
Bibl.: NüTH, 715, pág. 228. en dirección este-oeste. Desde el punto de vista hidro-
gráfico, lo constituyen sobre todo, los ríos Wádí el-Awei-
YÁQIM (abr. de -,. 'Elyaqim o de -,. Yoyaqim; rat, Wádí el-Sellálah y Wádí el-Ehreir, que se unen en
'Ioxsiu [B], 'E?--1aKe͵ [AJ; Vg, Iacim). Nombre de el-Maqárin, cerca de Tell el-Gamíd.
dos personas citadas en el libro de las Crónicas. Bibl.: ABEL, I, págs. 17, 48, 67, 85, 171 y sigs., 483-484; II, pág. 8
l. Hombre de la tribu de Benjamín y primogénito T. DE J. MARTÍNEZ
de Sim'i1•
2. Sacerdote descendiente de Aarón. En la organiza· YARMÜK, l:[irbet. Lugar situado a unos 13 km al
ción del ministerio en el santuario de Jerusalén, que se norte de Beit Gibrín. --+Yarmüt (§ 1).
llevó a efecto durante el reinado de David, le corres-
pondió dirigir el duodécimo turno del servicio sacer- YARMÜT («altura»). Nombre de dos poblaciones
dotal". israelitas:
1 I Cr 8,19. 'I Cr 24,12. l. ('lepiµov.9, 'lepµov.9; Vg, Ierimoth, lerimuth). Una
Bibl.: Miqr., III, cols. 763-764. ciudad de la tribu de Judá, situada en la Sefeliih, que
M. MÍNGUEZ tal vez haya de identificarse con la iaramu de una ta-
blilla cuneiforme descubierta en 'Eglón. Fue una de las
YAQJN, Hírbet, Sitio moderno en que suele locali- cinco poblaciones cananeas que quisieron interrumpir
zarse ah-Qayin, ciudad de la tribu de Judá Qayin, e-,. el avance de Josué; su rey, Pir'ám, que sufrió la derrota,
Ha-). murió a manos de los israelitas con sus aliados1• Pasó
a formar parte de la primera provincia de la Sefeliih 2 y,
YA'RÁH («panal»?, cf. heb. yaidiih. y ugar. y'rn, y'rt ; siglos después, la ocuparon los regresados de la Cauti-
'laoá; Vg. Jara). Descendiente de Jonatán, hijo de Saúl, vidad babilónica 3• Se identifica con Hirbet Yarmük,
según un pasaje del libro de las Crónicas1; en otro situado a unos 13 km al norte de Beit Gibrin y a 2 km

1307 1308
YASÁR

al noroeste de Beit Nettif, en el cual se han descubierto YARQÓN (camariüo», «amarillento»). Lugar men-
restos arqueológicos - cerámica y fortificaciones-, cionado en el libro de Josué, como una de las poblacio-
que se datan desde el Bronce II hasta el período bizan- nes asignadas a la tribu de Dan 1. Aparece en el T. M.
tino. como uno de los elementos componentes del topónimo
2. ('PEµµéx.9, 'IEpµw.9; Vg. Iaramoth). Ciudad le- -,. Me ha-Yarqón, de interpretación difícil y sobre el
vítica de Isacar, concedida a los descendientes de Ge- que se han propuesto diversas correcciones. Según la
reson 4• Es sumamente probable, sobre todo si se atiende lectura de los LXX (cerró .9ai\éxcrcrT)s), Me ( «aguas») ha-
al texto griego de los LXX, que se haya de considerar bría de enmendarse en mi-yám («en [de] el mar» = «en
idéntica a la Rémet de Jos 19,21 y a la Rá'mót de 1 Cr el oeste»), por lo que el nombre auténtico sería ha-
6,58. Su localización actual se ignora. Yarqón, acaso indentificable con Tell el-Qasíleh.
1Jos 10,3.5.22-23; 12,11. 'Jos 15,35. 'Neh 11,29. "Tos 21,29. 1
Jos 19,46.
Bibl.: ABEL, II, pág. 356, W. F. ALBRIGHT, A Case of Lese-
Majeste in Pre-Jsraelite Lachis, en BASOR, 87 (1942), pág. 36, o. 30, Bibl.: SIMONS, § 336 (16).
SIMONS, §§ 318 (A/8), 337 (28), 485, 510 (5), 1079. M. D. RIEROLA

P. ESTELRICH
YASÁR, Libro de (heb. séfer ha-yásdr; i:TTi ~1~i\íov
YÁRÓAl;I (cdelicado»: cf. ár. wariha; '16aí; Vg. Jara). Tov Eú.9ovs; Vg. Líber iustorum). Al parecer, una
Uno de los jefes de familia de la tribu de Gad, antepa- colección de cantos épicos, la cual se ha perdido. Se
sado de 'Ábil:iáyil. menciona en la Biblia en dos ocasiones' (-,. Justo,
Libro del).
1 Cr 5,14.
Bibl.: NOTH, 724, pág. 226. Jos 10,13: 2 Sm 1,18.
1

Panorámica del río Yarqón, actualmente llamado Nahr el-iAugá, que fue el límite septentrional de la tribu
de Dan. (Foto Orient Press)

1309 1310
YA.SEN

YATNi'EL (et.?; 'IEvovi¡?-.; Vg. Iathanael). Cuarto


hijo de Méselernyáhü y descendiente de Coré. Fue,
como sus hermanos, portero del Templo durante el
reinado de David.
1 Cr 26,2.
Bibl.: Norn, 782, pág. 248.

YATTIR («preminencia»?; 'IESÉp, 'IESá.p , rESóp;


Vg. Iether). Ciudad de la tribu de Judá, situada en
la montaña1• Dada con sus contornos a los levitas".
Se cita entre las ciudades a las que David envió una
parte del botín tomado a los amalecitas3• Posiblemente
patria de dos héroes de David" - 'Ira' y Gáréb -
que si bien aparecen en hebreo como ha-yitri, habría que
corregir en ha-yattiri a la vista del griego 'ESEtpaios
e 'IESEpEt. Lo mismo habría que hacer con otro pasaje
Situación de Yattír, ciudad de la tribu de Judá en que se menciona a 'ira' como sacerdote de David 5,
leyendo ha-yá'iri (LXX 6 'IESép). Eusebio, en el Ono-
YASEN (heb. bine yásén; víoi 'Ar,á.v; V g. filii másticon, la sitúa a unas 20 millas de Eleuterópolis.
Jasen). Uno de los treinta héroes principales de Da-
Robinson la identificó con Hirbet 'Attir, en una colina
vid. Su nombre ofrece dificultades textuales: en el texto
a unos 20 km al sudoeste de Hebrón y a 7 km al sudeste
hebreo de 2 Sm 23,3 se lee «los hijos de Yásén» y en
de el-Záhiriyah, Se han encontrado restos de cerámica
el pasaje paralelo de 1 Cr 11,34, «los hijos de Hásém el
que atestiguan su antigüedad, así como ruinas de una
gizonita» (heb. béné biisem ha-gizáni; Vg. filii Assem
ciudad romano-bizantina, floreciente en tiempo de Euse-
Gezonites). La cuestión se resuelve por lo regular del
bio y san Jerónimo.
modo siguiente: las palabras «los hijos de» (béne) se
1Jos 15,48. 'Jos 21,14; 1 Cr 6,47 (Vg. 57). '! Sm 30,27. '2 Sm
consideran una <litografía del final de la palabra anterior,
23,38. '2 Sm 20,26.
Sa'alboní. El gentilicio de Yásén ha desaparecido en
2 Sm 23,3, pero 1 Cr 11,34 lo proporciona: «el gizonita», Bibl.: EUSEBIO, Onom., 108,1-3. E. RoBINSON, Biblical Re-
searches in Palestine, I, Londres 1841, pág. 494. GuÉRIN, Judéc,
Únicamente queda por explicar la diferencia del nombre 111, pág. 198. ABEL, 11, pág. 356. Miqr., 111, col. 953. S!MONS,
Yásén y Hásém (Yiisén/1:Iasém el gizonita) y cuál de §§ 130, 319 (A/2), 337 (3), 722, 789.
los dos es el original. R. SÁNCHEZ
R. FUSTÉ
YA'úDICO, Arameo. Es el arameo más discre-
YASiB. Kétib del nombre -.. Yiisüb, hijo de lsacar, pante. Documentos: dos inscripciones largas de Zen-
en 1 Cr 7,1. girli: a) Inscripción de Panamuwa I, hijo del Qarl,
grabada sobre estatua del dios Hadad, por eso llamada
YASÓB'AM.-.. 'Á.dino. inscripción de Hadad-s. Fue encontrada en Gergin,
cerca de Zengirli. Es de principios del siglo vmB.
YA$0L ('lar,ó?-.). Enmienda propuesta al topóni- b) Inscripción de Panamuwa JI, dedicada por su hijo
mo++ 'A~al. y sucesor Bar Rakib, sobre cuya estatua está grabada.
Fue encontrada en Zengirli en 1888. Es de mediados
YASÜB («¡ojalá vuelva [Dios]!»; sem. occ. iaiúbü;
del sivlo VIII e.
ugar. sub-ammu; sudar. tb'l; 'lar,oú¡:3; Vg. Iasub). Nom-
Es el arameo (según Friedrich: no es arameo) más
bre de dos personas veterotestamentarias:
arcaico (Brockelmann, Garbini, Severt, etc.); tiene ma-
l. (k. ydiib). Tercer hijo de Isacar y fundador de tres lectionis finales e internas (éstas faltan en fenicio)
la familia de los yasubitas1, llamado Yób en otro pasaje" como todo el arameo antiguo; arameo antiguo es su
por error del copista, como lo prueba la forma que tiene consonantismo. Las labiales se intercambian. Para «yo»
en él el nombre en la LXX y el texto samaritano. usa 'nk, "nky, que tanto puede ser cananeo como acádico
2. Cuarto hijo de Bání, según el catálogo nominal (anakü); lo mismo 'al en imperfecto; el relativo es
del texto hebreo, que hubo de repudiar a su mujer el arameo zy; el demostrativo zn probablemente es el
extranjera por disposición de Esdras3• arameo zn[h} escrito defectivamente.
1
Nm 26,24; 1 Cr 7,1. 'Gn 46,13. 'Esd 10,29. Lo más específico del ya'údico es guardar la decli-
Bibl.: T. BAUER, Die Ostkanaaniier, Leipzig 1926, págs. 56, 58. nación vocálica del nombre plural: nomin. 'lhw; genit,
NOTH, 757, págs. 28, 199. G. RYCKMANS, Les noms propres sud- "lhy ; nom. u, oblicuo i en estado absoluto; u e i (Gar-
sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 252, 271. C.H. GORDON, Ugaritic bini i) en estado constructo. Probablemente también
Handbook, Roma 1947, cf. Glossary.
R. FUSTÉ
tenía vocales de caso en el singular. La declinación
vocálica ya había desaparecido en el arameo y cananeo
YASUBITAS (heb. [mispábat] ha-yásúbi; 6fíµos 6 - en el semítico del noroeste - en el I mílenio. Contra-
'lapov¡:3í; Vg. familia Iasubitarum). Miembros de la riamente a todo arameo, no tiene normalmente estado
familia fundada por Yásüb, hijo del patriarca Isacar, enfático (Garbini encuentra por lo menos dos casos:
Nm 26,24. lyl' y lb', pág. 260), pero desconoce también el artículo

1311 1312
YAWAN

-h. Los sufijos verbales están adheridos al verbo. Con MANS, Arameese Grammatica, 2.ª ed., Leiden 1957, pág. 126. S.
SEGERT, Aramiiische Studien lll: Zum Problem der alt aramóischen
Garbini creemos que el ya'údico es un arameo muy Diolekte, en ArOr, 26,4 (1958), págs. 561-884. DEs una inscripción
antiguo: wt (signo de acusativo) aún no ha pasado a yt; sobre una «vaina» de oro encontrada en Zengirlí, publicada por
junto al wáw aún subsiste el fa ( «y» en árabe); el "ále] L. VON LuSCHAN, Ausgrabungen in Sendschirli, V, Berlín 1943, pág.
de los Pe "álef aún no ha pasado a Pe-yád; el pl. feme- 102; cf. K. ÜALLING, en BiOr, V (1948), págs. 115-120. A. Du-
PONT-SOMMER, Une inscript ion nouvelle du Roí Kilamou et le Díeu
nino absoluto termina en át : aún no ha pasado a án. Rekoub-El en RHR, 133 (1947-1948), págs. 19, 33; cf. K. ÜALLING,
Para «sí» usa 'm (no 'n). The Scepter of Wisdom, Notes on the Gold Sheath of Zendjirli and
El ya'údico se hablaba en Sam'al, probablemente por Ecc/esiastes 12,11, en BASOR, 119 (1950), págs. 15-18. De este
mismo rey se conserva una inscripción muy importante en fenicio
las clases cultas; el pueblo probablemente hablaba (cf. DuPONT-SOMMER, págs. 42-43). ECf. ÜARBINI, op. cit., págs.
neohitita. Sin embargo, los reyes de Sarrr'al Kilamuwa, 280-282.
Panamuwa, Qarl, llegan nombres anatólicos, El primero A. DÍEZ MACHO
escribió en fenicio - que era la lengua de la cultura -
aunque con arameísmos, como bar, «hijo». Pero tam- YÁ'ÜR. Kéüb del nombre Ya'ir. -,. 'Ell}iiniin (§ 1).
bién usó el arameo como lo prueba la pequeña inscrip-
ción aramea del rey Kilamuwa de Sarn'al en la segunda YÁWÁN (as. y bab. iámanu; pr. íannan; 'Icovcv,
mitad del siglo rx>, 'EAAás, "EAA17ves; V g. lavan, Graecia, Graeciy. Cuarto
Las inscripciones de Bar Rakib están escritas en el hijo de Jafet y padre de 'Elisah, Tarsís, Kíttím y Dóda-
arameo de Asiria, pero en ellas se echa de ver también nim (Ródánim)". El nombre acostumbra ainterpretarse
influjos ya'údicos. Lengua que, por tanto, se continuaba como los jonios que se establecieron en la costa occi-
hablando, por unos o por otros, en el siglo vrrr, aunque dental de Asia Menor y así se aplica en adelante, para
Cross-Freedrnan sostienen que era lengua muerta en el referirse a los griegos en general, especialmente en los
siglo vm>, libros proféticos, en los que suele amenazárseles con
castigos por su unión con pueblos enemigos de Israel
AVid. A. DUPONT-SOMMER, Les Araméens, París 1940, lám, 9. o su dedicación a tráficos ilícitos 2 • Los hebreos debieron
BCf. G. A. CooKE, A Text-Book of North-Semit ic Inscriptions, Ox-
ford 1903, n.0 61. G. GARiiINI, L'Aramaico Antico, Roma 1956, de conocer a los helenos por su contacto con los feni-
(con bibliografía), pág. 256, n. 3. c Cf. A. DuPONT-SOMMER, op, cios. Las fuentes históricas extrabíblicas citan a los
cit., págs. 61-63, 65-66, 80. Cf; COOKE, op : cit., n.0 62, 3. ÜAR- griegos y a su país con nombres muy poco variantes.
BINl, op, cit., pág. 257, n. l. J. FRIEDRICH, Phonizisch-Punische
El T. M., en Ez 27,19, menciona a Yáwán como el
Grammatik, Roma 1951; reseña A. OIETRICH, en BiOr, 7 (1950,
págs. 150-151. LANDSBERGER, Sam'al, Ankara 1948. J. J. KOOP• pueblo o gente que traficaba con Tiro, pero se han

Ruinas de unos bastiones de la antigua fortaleza de Ya-zér, localizada por algunos palestinólogos en Hirbet
Gazzir, sobre un cerro que domina el Wádí el-Salt. (Foto Monasterio de Montserrat)

1313 1314
YAWAN
millas o .15 km al oeste de Filadelfia ('Amman). Fue con-
quistada por Moisés y tomada a los amorreos 2, proba-
blemente con el fin de asegurar las posiciones ocupadas
en territorio moabita. Cedida a la tribu de Gad, se
conviritó en ciudad refugio y residencia de los levitas
hijos de Mérári ", hasta que cayó en manos de Moab "
y, más tarde, en las de Judas Macabeo, que la tomó
de los ammonitas5 •
Investigaciones verificadas a una cierta distancia de
"Ammán con fines de identificación, no han dado resul-
tado satisfactorio, hasta que por medio de la arqueología
y la fonética, basándose en las indicaciones esparcidas
en varios pasajes de la Biblia y en los datos facilitados
por Eusebio, ha sido posible localizarla en Hirbet
Mapa con los emplazamientos posibles de Ya'zér, ciudad
de Transjordania Gazzir, a unos 4 km al sur de el-Salt, Un concienzudo
examen llevado a cabo sobre el lugar en cuestión, en
julio y agosto de 1937, por R. de Vaux y F. Benoit
propuesto enmiendas al mismo, p. ej., la de corregir ha confirmado tal identificación, que ya había sido
el nombre en wé-yayin («y vino»), aunque algunos espe- indicada por Driver y precisada por Abe! y Dhorme.
cialistas ven en él una tribu árabe o una colonia griega. Antes se identificaba con Hirbet el-Sirah y .1:Iirbet
1Gn 10,2.4; 1 Cr 1,5.7. 'Is 66,19; Ez 27,13; Dan 8,21; 10,20; el-Süq.
11,2; JI 4,6; Zac 9,13.
Las ruinas principales cubren un cerro que domina
Bibl.: D. D. LUCKENBILL, Jada11a11 and lavan, en ZA, 28 (1913),
págs. 92-99. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, l, París gran parte del Wádi el-Salt. Allí, y también en otro
1953, págs. 206-207. grupo de ruinas, existe aún hoy una dispersión de ce-
G. SARRÓ rámica del Hierro I y II con vestigios importantes de
una antigua fortaleza y, sobre todo, de unos bastiones
YA'ZER (et.?; 'lal;i¡p; Vg. Jazer). Ciudad de la de la misma y que dominan el susodicho wádi.
Transjordania, en Galaad, capital de un pequeño estado
autónomo, llamado «país de Ya'zér»", emplazado den- +Onom., 104,13.
tro del reino de Síhón, que Eusebio e coloca a unas 10 Nm 32,1.
1 'Nm 21,32. 'Jos 21.39-40. 'Is 16.,8-9. 5
1 Mac 5,8.

Ruinas de Hirbet Óazzir, en donde la mayoría de especialistas modernos sitúan la ciudad bíblica de Ya-zér,
(Foto Monasterio de Montserrat)

1315 1316
YEDlDEYAH

Bibl.: A. LEGENDRE, en DB, III, cols. 1150-1151. F. M. ABEL, 2. Uno de los tres delegados que enviaron los judíos
en RB (1923), pág. 620. G. R. DRIVER, en ExpT, 21, pág. 563.
R. DE VAUX, en RB (1938), pág. 405. ABEL, U, págs. 356-357.
babilónicos a Palestina, con donativos destinados a la
B. UBACH, en La Biblia de Montserrat, Illustració, 111, Montserrat edificación del Templo y al culto en general 4•
1954, págs. 152-152 bis. É. PHORME, en BP, pág. 458, n. 32. 1
1 Cr 24,7. 21 Cr 9,10; Esd 2,36; Neh 7,39; 12,7.19.21. 'Neh
11,10. •zac 6,10.14.
B. UBACH
Bibl.: NoTH, 582, págs. 21, 181. Miqr., III, cols. 470-471.
YÁZIZ (et.?; 'lai';eíi';; Vg. Iaziz). Hagrita, uno M. GRAU
de los intendentes del rey David, encargado de los re-
baños de ganado menor del patrimonio real. YE'DI (q. ye'd6; 'lwi¡i\; Vg. Addo). Nombre variante
1 Cr 27,31.
del vidente --+ "Iddo, según 2 Cr 9,29.

YE'ÁRIM (heb. har ye'iirim, «monte de los bosques»; YE'DI EL VIDENTE, Visiones de (heb. [ba-Jbiíz6t
1rói\1s 'lapív; Vg. mons Larimi. Monte situado en el ye'di [q. ye'd6] há-házeh ; opáo-e15 'lwr¡i\ TOV opwVT05;
límite noroccidental del territorio de la tribu de Judá1. Vg. visio Addo videntis), Fuente profética no canónica
Corresponde a la elevación de terreno existente entre mencionada en el AT al resumir el reinado de Salo-
ws.n el-Sarár y waa: el-Guráb. món 1. El nombre es una variante del de 'Iddó y, por
lo tanto, la fuente presente abarcó también los reinados
'Jos 15,10.
de Roboam y Abías (--+ 'lddo el vidente, Crónica de).
Bibl.: P. LEMAIRE - D. BALDI, Atlante storico della Bibbia, Roma
1954, pág. 287.
1
2 Cr 9,29.
M. MÍNGUEZ Bibl.: L. MARCHAL, Les Parolípoménes, en La Sainte Bible, IV,
París 1952, págs. 9-10, 156.
YE'ÁTERAY (et.?; 'le.Speí; Vg. Iethrai). Levita, P. ESTELRICH
hijo de Zérah, de la estirpe de Gérésórn.
YEDi'Á'EL («que conoce a Dios»; sudar. yada'il,
1 Cr 6,6.
hayda'il, etc.; 'l61i¡i\, 'le61i¡11, 'la6Ji¡i\; Vg. Jadie!,
Bibl.: NOTH, 559, pág. 244.
Iadihel). Nombre de cuatro personas del AT:
YEBEREKYÁHÜ («Dios bendice»; Bapaxía[s]; Vg, 1. Jefe de una familia de la tribu de Benjamín, cuyos
Barachia[s]). Padre de --+ Zacarías (§ 20), citado en el miembros enumeraban una crecida cantidad de hom-
libro de Isaias. bres valerosos en tiempos de David'. Dado que se le
Is 8,2.
menciona como tercer hijo de Benjamín 2, muchos in-
térpretes le identifican con 'Asbel 3•
Bibl.: Norrr, 563, págs. 28, 195.
2. (Vg. Iedihel). Héroe de David. Fue hijo de Sirnrí
YEBÜS (var. yébus; 'lel3oús; Vg. Iebus). Nombre y recibió el apellido de «tisita» (heb. ha-tisi) 4• Quizá
de --+ Jerusalén (§ 1), anterior a la conquista davídica, haya de identificarse con el personaje que sigue.
cuando habitaban en ella los jebuseos (heb. yébusi, 3. ('Pw6Ji¡i\; Vg. Iedihel). Jefe de mil hombres de
ha-yébüsi; ol 'lel3ovcmio1, 'lel3ovcmí, 6 'lel3ovo-í, etc.; Vg. la tribu de Manasés, que se pasó a David en Síqélág>.
lebusaeus, Iebusaei), pueblo de origen cananeo.
4. Levita, hijo segundo de Méselemyáhü y descen-
YEDÁYÁH («Dios fue benéfico»; Vg. ldaia). Nom- diente de Coré, que fue portero del Templo en el reinado
bre de dos personas veterotestamentarias: de David 6 •
11 Cr 7,6.10.11. '1 Cr 7,6. 'Gn 46,21; Nm 26,38. 'l Cr 11,45.
l. ('le6ía). Hombre de la tribu de Simeón, uno '1 Cr 12,21. '1 Cr 26,2.
de los antepasados de Zizá'". Bibl.: NoTH, 579, págs. 13, 35, 90, 181. G. RYCKMANS, Les
noms propres sud-sén itiques, I, Lovaina 1934, pág. 231. Miqr., 111,
2. ('le6ata). Hijo de Hárümaf, que reparó una col. 469.
parte de las murallas de Jerusalén en tiempos de Nehe- J. A. PALACIOS
mías 2.
11 Cr 4,37. 'Neh 3, 10. YEDIDÁH (camada [de Dios]»; sudar. wadd, wadád,
Bihl.: Nora, 578, pág. 182. wadd'il, wadad'il, etc.; 'le6ía; Vg. ldida). Hija de
M. D. RIEROLA 'Ádayah de Bósqat y madre de Josías, rey de Judá.
2 Re 22,1.
YEDA'YÁH («Dios sabe»; 'le6ía, 'le6ová, 'lw6aé, Bibl.: NOTH, 576, pág. 223. G. RYCKMANS, Les noms propres
'16eías; Vg. Idaia, Iadaia, ledaia, ledei, Iodaiai. Nombre sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 10, 76, 224, 260.
de dos personas del AT. Algunos exegetas conside-
ran que el Yéda'yáh del § 1, podría desdoblarse en YEDIDEYÁH («amado de Dios»; sudar. --+ Yédídáh;
cuatro personajes: '16e6í; Vg. Amabilis Domino). Nombre que el profeta
Nátán puso a Salomón al nacer por orden o en conside-
1. Descendiente de Aarón y fundador de una familia ración de Yahweh.
sacerdotal, mencionada con su nombre como si fuera
2 Sm 12,25.
una persona y no un colectivo en la época de David1
Bibl.: NoTH, 577, págs. 13, 149, 183, 223. G. RYCKMANS, Les
y en la del regreso del Exilio·•. La familia vivió en Jeru- noms propres sud sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 10,76, 224, 260.
salén en tiempo de Nehemías". Miqr., III, cols. 468-469.

1317 1318
YEDITÜN

YEDITÜN. Kétib de --+ Yédütün, célebre levita del vino en la purificación del Templo en el reinado de
reinado de David. Ezequías2•
1 1 Cr 4,16. '2 Cr 29,12.
YEDÜTÜN (q. yédutün, var. yéditün, «elogiador»; Bibl.: NOTH, 618, págs, 28, 205, 208, 216.
'l6e1.9ovµ, '161.Sovµ, 'l6e1.9ovv, 'l61TOVV, etc.; Vg. Idi- J. A. PALACIOS
thun). Se trata probablemente del nombre de dos per-
sonas: YEl;IDEYÁHÜ («Dios se alegra»). Nombre de dos
l. Levita. Uno de los tres jefes de cantores o músicos personajes veterotestamentarios:
designados en el reinado de David. De él procedió l. ('le6eícx; Vg. Iehedeiay. Levita de los tiempos
una familia dedicada a la actividad musical", Él o sus de David, hijo de Süba'el y nieto de "Amrám". Fue
descendientes se mencionan en el título de tres salmos", jefe de una familia de la estirpe de Gérésórn 2•
Es aparentemente la misma persona que 'Etan, levita
2. ('lcx6ías; Vg. Jadias). Meronotita, individuo per-
principal de la familia de Mérárí.
teneciente a la administración davídica, encargado de
2. Padre de 'Óbed 'Edom, el custodio de las puertas los asnos del rey 3•
del Templo, en aparencia de la estirpe de Coré, una 11 Cr 24,20. 21 Cr 23,16. '1 Cr 27,30.
de las ramas de los quehatitas3 • Algunos intérpretes
Bibl.: NoTH, 655, págs. 28, 210.
son de la opinión que se trata del mismo individuo M.GRAU
que el Yédütün anterior.
11 Cr 9,16; 16,41.42; 25,1.3.6; 2 Cr 5,12; 35,15; Neh 11,17. 'Sal YEl;IEZQE'L (et. -+ Ezequiel; 6 'E~eKi¡A; .Vg. Heze-
39; 62; 77. 'l Cr 16,38.
chiel). Nombre de dos personas del AT:
Bibl.: NoTH, 574, pág. 244. A. R. JOHNSON, The Prophet in
lsraelit Worship, en E,pT, 47 (1935-1936), págs. 312-319. Miqr., 1. Sacerdote, jefe de la vigésima familia según la
Ill, cols. 467-468, con bibliografía. organización del servicio del Templo durante el reinado
M. V. ARRABAL de David 1.
2. Nombre hebreo del profeta -,. Ezequiel.
YÉFET. Nombre hebreo de --+ Jafet, hijo de Noé.
11 Cr 24,16.
YEFUNNEH (et. ?; Vg. Iephone). Nombre de dos Bibl.: -,. Ezequiel.
J. VIDAL
personas veterotestamentarias:
l. ('le<povvi¡). Padre de Caleb 1. Es dudoso si Caleb, YEl;Ü'EL («Dios dé la vida», «Dios reviva; fen,
hijo de Yéfunneh, se ha de identificar con Caleb, hijo yhwmlk ; 'le"ii¡;>,,; Vg. lahiel). Nombre de nueve per-
de Hesrón, siendo, por lo tanto, oscura la verdadera
sonas del A T:
personalidad de Yéfunneh.
l. Levita músico que intervino en la ceremonia del
2. ('le<p1vá). Hombre de la tribu de Aser y primer traslado del Arca, desde la casa de "Óbéd 'Edom a
hijo de Yéter2• Jerusalén, durante el reinado de David 1• Más tarde, fue
-Nm 13,6; Dt 1,36; Jos 14,6; 1 Cr 4,15, etc. 'l Cr 7,38. elegido para alabar a Dios".
Bibl.: NOTH, 709, págs. 28, 199. 2. Levita geresonita y jefe de la familia de La'dán
C. COTS
en tiempo de David 3• Bajo el mismo monarca, tuvo
a su cargo el tesoro del Templo ' y fundó el linaje de
YEGAR SAHÁDÜTÁ' («montón del testimonio»;
los yehielitas 5•
Bovvós uoprvpst; Vg. tumulus testis). Nombre arameo
que Lábán dio al montón de piedras, símbolo de su 3. Hijo de Hakmóní, compañero de los hijos de Da-
reconciliación con Jacob 1. Este versículo se ha consi- vid, es decir, maestro consejero de los mismos 6•
derado corrientemente como una glosa posterior, a 4. Hijo del rey Josafat de Judá. Joram, hermano
causa del nombre yégar sahiídüta' que en arameo tiene suyo, le dio muerte'.
el mismo significado que el atribuido a -,. Gal'ed. 5. (k. yéf:iü'el). Levita que intervino en la reforma
1Gn 31,47. religiosa del rey Ezequías 8 y, posteriormente, fue uno
Bibl.: M. NOTH, Beitriige zur Geschiciue des Ostjordanlandes 1. de los delegados en la administración del Templo•.
Das Land Gilead als Siedlungsgebiet israelitischer Sippen, en P JB, 6. Uno de los jefes del Templo durante las reformas
37 (1941), págs. 51-101. R. DE VAUX, La Genése, en LSB, pág.
147. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
del rey Josías'".
pág. 389. SIMONS, § 93. 7. Padre de 'Óbadyah, que regresó de la Cautividad
R. SÁNCHEZ babilónica con doscientos dieciocho hombres en tiempo
de Esdras!'.
YEHALLEL'EL («resplandezca Dios»). Nombre de 8. (Vg. Iehiel). Padre de Sékanyáh, que intervino
dos personas ve tero testamentarias: en las disposiciones matrimoniales de Esdras '" y que
l. (recrei¡;>..; Vg. Jaleleel). Hombre citado en la tal vez fue uno de los que hubo de repudiar a su mujer
.genealogfa de Judá como padre de Zif, Zífáh, Tiryá' y extranjera 13•
'Asar'el1. 9. (Vg. Jehiel). Sacerdote de la familia de Hárám,
2. ('l?,.cxe;>,,i¡;>,, [B], 'laAATJA [AJ; Vg. Jalaleel). Padre que se divorció de su mujer extranjera por orden de
del levita Azarías, de la estirpe de Mérárí, que inter- Esdras>.

1319 1320
YEHOSüA,
1
1 Cr 15,18.20. 21 Cr 16,5. '1 Cr 23,8. '1 Cr 29,8. '1 Cr 26, nán de Neh 12,22, emparentado con 'Elyasib, aunque
21-22. '1 Cr 27,32. 72 Cr 21,2. 82 Cr 29,14. '2 Cr 31,13. 102 Cr quizá resulte preferible considerarle desconocido.
35,8. "Esd 8,9. "Esd 10,2. 13Esd 10,26. "Esd 10,21.
Bibl.: NoTH, 662, págs. 28, 90, 206.
6. Hijo primogénito, al parecer, de Bébay, que hubo
R. FUSTÉ
de renunciar a su mujer extranjera por orden de Esdras",
7. Hijo de Tóbiyyáh el ammonita, que vivió en
YEHIELITA (heb. yéhi'éli; vlol 'IEITJA; Vg. Iehieli). tiempo de Nehemías. Estuvo casado con la hija de
Familia sacerdotal, cuyo fundador fue -,. Yel}i'el (§ 2). Mésullám, quien intervino en la reparación de las mu-
1 Cr 26,21-22. rallas jerosolimitanas'.
8. Sacerdote que vivió durante el pontificado de
YEl;IIYYÁH («Dios vive»; 'lslc ; Vg. leidas). Por- Yóyáqírn y jefe de la familia de 'Ámaryah(ü) 8•
tero del Arca de la Alianza en tiempos de David, citado
9. Sacerdote que intervino en la ceremonia de la
simultáneamente con 'Óbed 'Edom 1• Algunos especia-
dedicación de las murallas de Jerusalén, bajo la admi-
listas han propuesto corregir el nombre en "eháw («sus
nistración de Nehemías 9•
hermanos»), es decir, los hermanos de 'Óbed "Édórn,
1
mas la enmienda carece de consistencia gráfica, dada 1 Cr 26,3. '2Cr 17,15. '2Cr 23,1. '2Cr 28,12. 'Esd 10,6.
"Esd 10,28. 'Neh 6,18. 'Neh 12,13. 'Neh 12,42.
la imposibilidad de confusión entre las letras que forman
Bibl.: Norn, 606, págs. 20, 21, 40, 62, 106, 107, 127, 170.
el nombre y las de corrección.
11 Cr 15,24. T. DE J. MARTÍNEZ

Bibl.: NOTH, 663, pág. 206. Miqr., III, col. 660.


YEHÓNÁDÁB. Nombre variante, en su forma ín-
G. SARRÓ tegra, de -,. Yonadab.

YEHÓ'ADDÁH (et. -,. 'El'iidah; 'laoá; Vg. loada). YEHÓNÁTÁN, YÓNÁTÁN. Nombre hebreo de los
Hombre de la tribu de Benjamín. Fue hijo de Acaz personajes cuya forma castellana es -,. Jonatán.
(heb, 'ii/:,iiz) y padre de 'Álémet, "Azmáwet y Zimri1.
Recibe también el nombre de Ya'ráh 2• YEHÓRÁM. Nombre hebreo del quinto soberano
11 Cr 8,36. '1 Cr 9,42. del reino de Judá Joram). e-,.
Bibl.: Miqr., III, col. 535.
J. VIDAL YEHÓSAB'AT ('lwo-a~EÉ.9 ; Vg. Iosabethy. Nombre
variante de -,. Yehoséba', hija del rey Joram de Judá,
YEHÓ'ADDÁN («Dios es delicia»?; 'lwa6íµ, 'lcoc- en 2 Cr 22,11.
6aév; Vg. loadan). Jerosolimitana, mujer de Joás y
madre de Amasias, soberano de Judá 1. En el libro de YEHOSÁDÁQ. Forma plena del nombre Yósádáq
los Reyes el kétíb es Yéhó'addín 2• en algunos pasajes de los libros de las Crónicas y los
12Cr 25,1. 22Re 14,2. proféticos.
Bibl.: NoTH, 608, pág. 166. 1 Cr 5,40-41; Ag 1,l.12.14; 2,2.4; Zac 6,11.
J. VIDAL
YEHÓSÁFÁT. Nombre que da el T. M. a las per-
YEHÓ'ADD'iN. Ketib en 2 Re 14,2 del nombre de sonas llamadas -+ Josafat en español, así como al valle
mujer -,. Yeho'addan. homónimo (heb. "émeq yéhésáfát, «valle de Josafat»),

YEHÓ'ÁI;IÁZ. Nombre hebreo correspondiente a YEHÓSÁMÁ' («Dios oyó»). Forma completa -no
un rey de Judá y otro de Israel (-,. Joacaz). aparece en la SE- del nombre Hósámá", que es su
contracción.
YEHÓI;IÁNÁN («Dios ha sido gracioso»; El. yhwhnn;
'lcovó, 'lwaváv, 'lwváv; Vg. lohanan). Nombre de YEHÓSÉBA' (var. yeh6sab'at -,. 'Eliséba'; 'lcocc-
nueve personas ve tero testamentarias: ~EÉ; Vg. losaba). Hija del rey Joram de Judá. Al
perecer Ocozías a consecuencia de la sublevación de
l. ('lwva.Sáv). Sexto hijo de Meselernyáhü. Levita
Jehú, en el reino del Norte, Atalía se apoderó de· 1a
de la familia de Coré y portero del Templo 1.
autoridad y destruyó a los demás miembros de la familia
2. Uno de los jefes del ejército de Josafat, rey de reinante. Yéhóséba" salvó a Joás de una muerte cierta
Judá. Estaba al frente de un considerable número y le mantuvo oculto durante seis años, hasta que su
de hombres2 • marido, Yéhóyádá", consiguió sentarle en el trono.
12 Re 11,2; 2 Cr 22,11.
3. Padre de Ismael (heb. yismá'é'I), uno de los capi-
tanes que intervinieron en la sublevación contra Atalía 3• Bihl.: Miqr., III, col. 542.
D. VIDAL
4. (Tov 'Icocvoü). Padre de Azarías, jefe de la
tribu de Efraím durante el reinado de Acaz4• YEHÓSÜA' (var. yéhosua", «Dios es salvación»;
5. Hijo de "Elyásib, propietario de la cámara o Vg. losue). Nombre de cuatro personas del AT:
habitación del Templo, a la que Esdras se retiró para l. Nombre hebreo de -,. Josué, caudillo de los israeli-
hacer penitencia 5• Tal vez identificable con el Yóhá- tas durante la ocupación de la Tierra Prometida.

1321 1322
,TT ,t,t
YEHóSOA'

2. (Qo--riO- Hombre de Bét Sémes, en el campo salén y servir en el Templo. Al parecer, Yéhóyáríb
del cual se detuvo el Arca, en un carro tirado por dos destacaba por su inteligencia 6•
vacas, cuando la devolvieron los filisteos al territorio 3. Hombre de la tribu de Judá, descendiente de
hebreo1. Péres y antepasado de Ma'ñséyáh, que vivió en Jerusa-
3. ('IT¡croüs). Gobernador de Jerusalén durante el lén después de la Cautividad babilónica 7•
reinado de Josías, quien mandó que se destruyeran los '1 Cr 24,7. '1 Cr 9,10. 3
Neh 12,6. 'Neh 12,19. 'Neh 11,10.
2
ídolos existentes en la entrada de su casa • 'Esd 8,16. ;Neh 11,5.
4. Nombre variante de -> Yesüa' (§ 8), sumo sacer- Bibl.: Norn, 602, págs. 28, 201.
R. SÁNCHEZ
dote que regresó a Palestina con Zorobabel.
'1 Sm 6,14.18. '2 Re 23,8. YEHOZA.BAD ( «Dios concede»; V g.lozabad). Nom-
llibl.: Noru, 614, págs. 16, 18, 70, 106, 107, 110, 154.
bre de tres personas del A T:
R. FUSTÉ
l. ('lese~oú.9, 'lwsa~ÉO). Hijo de Sómer, uno de
los criados que asesinaron a Joás, rey de Judá1. En el
YEHOYADA' («Dios sabe»; 'lwoaÉ; Vg. Joiada).
pasaje paralelo del libro de las Crónicas se le llama
Nombre de cinco (?) personajes del AT:
«hijo de Simrlt la moabita>".
1. Sacerdote, padre de Bénáyáhíü), jefe de la guardia
2. ('lwsa~á.9). Levita, segundo hijo de 'Óbed 'Edom
personal de David1.
y descendiente de Coré, el cual fue portero del Templo 3.
2. ('lwaoás). Príncipe (nágid), de la casa de Aarón,
que aportó gran número de guerreros a David, mientras 3. ('lwsa~áo). Hombre de la tribu de Benjamín
éste estaba en Hebrón 2• Tal vez haya de identificarse y jefe de un importante número de hombres en el ejér-
con el Yéhóyádá' antes mencionado. cito del rey Josafat ".
3. Hijo de Benayah(ü), que sucedió a 'ÁJ:¡itofel como '2 Re 12,22. '2 Cr 24,26. 3
2 Cr 26,4. '2 Cr 17,18.
consejero del rey David 3• Bibl.: Norn, 594, págs. 21, 47, 77.
J. YIDAL
4. Sumo sacerdote que organizó y llevó a término
la conspiración que acabó con la muerte de Atalía,
YEHÜ' («Él es Dios»; 'loó, 'lnoó ; Vg. Iehu). Nom-
reina de Judá, y con la desaparición del culto de Bá'al.
bre de cinco personas del AT:
Sentó, tras ello, a Joás en el trono y tuvo la regencia
del reino durante la minoridad de éste, a quien sugirió 1. Profeta, hijo de Hánáni, que vaticinó la ruina de
más tarde la restauración y la purificación del Templo. Baasa1 y, unas décadas después, reprendió a Josafat,
Estaba casado con Yéhoséba', tía del joven monarca. soberano de Judá, por haberse aliado a Acab de Israel
Muerto Yéhóyádá", su hijo Zacarias pereció lapidado en la campaña contra Rárnót de Galaad 2• Se le atribuye
por orden de Joás, al que habían irritado sus críticas la Crónica de Jehú, hijo de Hánáni, fuente no canónica
sobre la situación en que estaba el reino". que trata del reinado de Josafat3 •
5. (Vg. Joade). Sacerdote que vivió al comenzar 2. Hijo de 'Óbed, de la tribu de Judá, descendiente
el reinado de Sedecías. Fue tal vez inspector del Templo, de Sesan a través del egipcio Yarbá'".
con autoridad para encarcelar a cuantos pretendían ser 3. Hombre de la tribu de Simeón e hijo de Yósibyáh,
profetas 5• Fue uno de los jefes de su tribu que, en el reinado de
'2Sm 8,18; 20,23; 23,20.22, etc.; cf. l Cr 27,5. '1 Cr 12,27. Ezequías, ocuparon los pastos de Gédór ",
'1 Cr 27,34. '2Re 11,1-21; 12,1-6; 2Cr 22,10-24,27. 'Jer 29,26. 4. ('IT¡oúí\). Benjamín oriundo de 'Ániitot, que
Bibl.: NOTH, 599, págs. 21, 181. Miqr., III, cols. 520-522, con se unió en Síqélag a David, cuando éste huía de Saúl '.
bibliografía.
P. ESTELRICH 5. Nombre hebreo de -->- Jehú, soberano del reino
del Norte.
YEHOYAKÍN. Uno de los nombres hebreos del 11 Re 16,1.7.12. '2 Cr 19,2. 3 2 Cr 20,24. '1 Cr 2,38. '1 Cr
decimonono rey de Judá (-> Joaquín). 4,35. '1 Cr 12,3.
Bibl.: NOTH, 587, págs. 16, 70, 143.
YEHOYAQ'iM. Nombre hebreo del rey de Judá R. SÁNCHEZ

-> Joaquim, así como del sacerdote hijo de Quelcias ',


del sumo sacerdote del tiempo de Judit2 y del marido YEI:IUBBAH (q. wé-hubbdh, etc. -> Hábáyáh; Kai
de Susana". 'Q~á~; Vg. et Haba). Hombre de la tribu de Aser y
'Bar 1,7. 'Jdt 15,9. 'Dan 13,1.2.4.6. uno de los hijos de Sémer-. Es muy posible que la forma
correcta del nombre sea la lectura que ofrece el qéré,
YEHOYARIB («Dios dispute»; 'lwapí~, 'Icoopiu; sobre todo si se tiene en cuenta la grafía que presenta
Vg. Joiarib). Nombre de tres hebreos: en los LXX y la Vg.
l. (heb. var. yoyárib). Jefe de la primera división '1 Cr 7,34.
sacerdotal establecida por David1• Su familia habitó en Bibl.: Noru, 440, págs. 178 (n. 2), 242.
J. CARRERAS
Jerusalén después del Exilio2 , en tiempo de Zorobabel",
del sumo sacerdote Yóyáqlm" y de Nehemías5 •
2. Uno de los hombres que Esdras envió a 'ldd6 YEHUD (et.?; 'Aswp [B], 'loú.9 [AJ; Vg. Jud). Ciudad
para que animase a levitas y netineos a regresar a Jeru- que correspondió a la tribu de Dan 1, tal vez identificable

1324
1323
YEMYMAH

con la azuru de los anales de Senaquerib, Se localiza que Sedecías envió a Jeremías, para que intercediese
en la actual Yahüdiyah, que se halla a unos 13 km al por los judaitas cerca de Dios1; se le cita también
sudeste de Jafa. entre los dignatarios que convencieron al mismo rey de
1Jos 19,45. que encarcelase al profeta 2•
Bibl.: ANET, pág. 287. SIMONS, §§ 336 (13), 1100-1101. -Jer 37,3. 'Jer 38,1.

D. VIDAL Bibl.: Norn, 604, págs. 28, 107, 111,207,208.


G. SARRÓ

YEHÜD (áv 'lov6c;x, 'lov.Saía; Vg, luda, ludaea).


Nombre que se dio, después del Exilio, a la provincia YE'l'EL («Dios curó», «Dios preservó»; 'lwi¡i\, 'IEi¡A,
persa que incluía a Palestina. Sólo se menciona en las 'IEii¡i\, 'Ei\{ii¡i\, 'lai¡i\; Vg, lehiel). Nombre de diez
partes arameas de los libros de Esdras y Daniel. hebreos:
Esd 5,1.8; 7,14; Dan 2,25; 5,13; 6,14. l. Uno de los jefes de la tribu de Rubén, mencionado
Bibl.: P. LEMAIRE - D. BALDI, Atlante storico della Bibbia, Roma
en los libros de las Crónicas1.
1955, pág. 287. 2. (le ye'ü'el). Hombre de la tribu de Benjamín
D, VIDAL y antepasado o epónimo de los habitantes de Gabaón 2•

YEHÜDi («judío», «judaita»; · 'lov6ív; Vg. ludí). 3. (k. ye'ü'el). Uno de los héroes de David 3•
Hijo de Nétanyáhü y descendiente de Küsí. Alto dig- 4. Levita que vivió durante el reinado davídico y
natario o «príncipe» del reino del Sur, quien llevó a que tuvo el doble cargo de portero del Templo y mú-
Bárük, escriba de Jeremías, a la corte y leyó el rollo sico'.
del profeta al rey Joaquim. 5. Levita descendiente de 'Ásaf, citado en una ge-
Jer 36,14.21.23. nealogía del reinado de Josafat>,
D. VIDAL 6. (k. ye'ü'el). Escriba o secretario del rey Ozías,
soberano de Judá, encargado de preparar las listas del
YEHÜDIT («judía», 'lov6í.9; Vg. Iudiihi. Una de ejército».
las esposas de Esaú. Era hija de Bé''éri el hitita 1. Su
7. (k. ye'ü'el). Levita del tiempo del rey Ezequías",
nombre, así como el de otras mujeres del hijo de Isaac,
no aparece en otra lista de las mismas 2, por lo cual se 8. Un jefe de los levitas durante el reinado de Josías 8 •
han aducido diferentes hipótesis para explicar la discre- 9. (k. ye'ü'el). Jefe de una familia que regresó de
pancia, ninguna de las cuales resulta satisfactoria. Babilonia con Esdras 9•
'Gn 26,34. 'Gn 28,9; 36,2. 10. Hijo primogénito de Nébó. Hubo de repudiar a
Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, su mujer extranjera por orden de Esdras1º.
págs. 354-355, 41 l. 1
1Cr 5,7. -i 9,35. '!Cr 11,44.
c, 15,18.21; 16,5.
-r c-

M. D, RIEROLA '2Cr 20,14. º2Cr 26,ll. '2Cr 29,13. '2Cr 35,9. ºEsd 8,13.
"Esd 10,43.
YEHÜDIYAH, l;Iirbet el-, Lugar que los arqueólo- Bibl.: Nora, 687, pág. 90.
gos relacionan con la identificación de -+ Beter. T. DE J. MARTÍNEZ

YEHÜDIYAH, Tell el-, Actual designación árabe YE'IS. Kétib del nombre -+ Ye'üs en Gn 36,5.14
de la bíblica -+ 'Ir ha-Heres. y en 1 Cr 7,10.

YEHUDIYYÁH (heb ha-yéhudiyyáh ; 'A6ía; Vg. YEKILEYÁH. Kétib de -+ Yekolyiih(ü) en 2 Cr


ludaia). Segunda esposa de Méred, hombre de la tribu 26,3.
de Judá, y madre de Yéred, Héber y Yéqütí'él, epóni-
mo de sendas poblaciones1. El texto en que el nombre YEKÓLYÁH(Ü) («Dios puede»; Xail.E1Ó:, Xccoé ;
aparece es confuso. Es posible que Yéhudiyyáh no sea Vg. lechelia). Esposa de Amasias, soberano del reino del
más que un gentilicio, sobre todo si se considera que Sur, y madre de Ozías, nacida en Jerusalén 1. En el
lleva prefijo el artículo, por lo cual habría de traducirse libro de las Crónicas, el kétíb del nombre es Yékiléyáh 2•
«su mujer, la judaíta», gentilicio destinado a distinguirla 12Re 15,2. '2Cr 26,3.
- puesto que no se menciona un nombre propio - de Bibl.: Norn, 671, págs. 21, 190, 208.
Bityáh, la otra esposa de Méred, que era egipcia. J. A, PALACIOS
11 Cr 4,18.
YEMIMÁH («paloma»?, cf. ár. gamiimat'm; 'Huépo ;
Bibl.: L. MARCHAL, Les Paralipoménes, en La Sainte Bible, IV,
París 1952, pág. 36. Vg. Dies). Primera hija de Job, de las tres que tuvo
M. V. ARRABAL después de las pruebas a que fue sometido 1• La LXX
y la Vg. traducen su nombre por «día» por una mala
YEl:IÜ'EL. Kétib del nombre del levita -+ Yel}i'el interpretación de la palabra aramea yémdmii" (cpalo-
(§ 5), en 2 Cr 29,14. ma »), que se presta a tal anfibología.
'Job 42,14.
YEHÜKAL (var. yúkal, «Dios es poderoso»; 'lwó:xail.; Bibl.: NOTH, 675, pág. 230.
Vg. lucha!). Hijo de Selemyáh, uno de los cortesanos P. ESTELRICH

1325 1326
YE.MINI

YEMíNI, Tierra de (heb. rére« yémini; i¡ yfí 'louív; 2. ('leKev1á; Vg, Iecemia). Hijo de Jeconías, el cau-
Vg, terra Iemini). Uno de los lugares por los que tivo (Joaquín) rey de Judá 2•
Saúl pasó en busca de las asnas de su padre1. Muchas 11 Cr 2,41. 'l Cr 3,18.
versiones modernas entienden que es el territorio ben- Bibl.: NOTH, 718, págs. 36, 77, 200-201.
jaminita, pero Abe! ya había indicado que se trata, no J. VIDA.L
de la tribu de Benjamín, sino de Hirbet Beit Yemin,
situado al sudoeste de Kafr Tilt y al norte del país o YEQÜTl'EL ( «Dios nutra», cf. ár. qáta ; 6 Xe.91JÍA
tierra de Süf. [B], 'leK.9IJÍA [AJ; Vg. Icuthiel). Epónimo de una
familia o tal vez de una ciudad (Yóqté'él), el cual fue
'1 Sm 9,4.
padre de Zánóah, y descendiente del patriarca Judá
Bibl.: ABEL, 11, pág. 428. A.. MÉDEBIELLE, Les livres des Rois,
en La Sainte Bible, III, París 1949, pág. 381. S!MONS, §§ 663-665.
a través del linaje de Méred.
1 Cr 4,18.
T. DE J. MA.RTÍNEZ
Bibl.: Nora, 716, págs. 36, 203. Miqr., III, col. 762.
YEMMAH. Uno de los lugares palestinos modernos
YÉRAl;I («luna»; 'lapáx; Vg. !are). El cuarto de
propuestos como identificación de -,. Yabné'él.
los trece hijos de Yóqtán '. Fue el epónimo de un lugar
que no ha sido identificado, aunque bien pudiera ser una
YEMÜ'EL (et. cf. infra; 'IEµOVT}A [A y B], 'leµ1JÍA
región del sur de Arabia.
(BJ; Vg. Iamuel). Hijo del patriarca Simón y fundador
de un clan o una familia de la tribu simeonita1• En 1 Gn 10,26; 1 Cr 1,20.
otros pasajes de la SE2, el nombre aparece trocado Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953,
en Némü'él («Dios dio»; ugar. y fen. ytn), que acaso sea pág. 222.

el verdadero nombre. Algunos autores aceptan como


YERAl;IME'EL (ecompadézcase Dios»; 'lepaµeJÍA;
consistente la forma Yémü'él y la relacionan con el
Vg. Ierameel). Nombre de tres personas del AT:
dios ugarítico del mar Yam-til; pero se topa entonces
con la dificultad de explicar el paso del grupo yamü 1. Hombre de la tribu de Judá y primogénito de
a yémú, Según Albright, hay que buscar el origen del Hesrón, cuyos descendientes vivían en el mediodía del
nombre en el sudarábigo mw'l. territorio judaíta. A las poblaciones de éstos envió
regalos David, al regresar de Síqélág, tras la derrota de
•Gn 46,10; Éx 6,15. 'Nm 26,12; 1 Cr 4,24.
los amalecitas'.
Bibl.: w. F.
ALBRIGHT, en JPOS, 8 (1928), pág. 249. G. RYCK-
2. Levita del linaje de Mérári, que vivió en tiempo
MANS, Les noms propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 15.
w. F. ALBRIGHT, en JPOS, 16 (1936), pág. 193; íd., en BASOR, de David. Su padre fue Qis", hombre que no ha de con-
94 (1944), pág. 20. C. H. GORDON, Ugaritic Handbook, Roma fundirse con el Qis emparentado con Saúl.
1947, pág. 818, n. 235.
J. A. G.-LA.RRAYA 3. ('lepeµEJÍA; Vg. Ieremiel). Uno de los dignata-
rios que el rey Joaquim de Judá envió a prender al pro-
YE'OR. Voz hebrea que denota «río» en sentido feta Jeremías y Bariik3 • Según el T. M., fue hijo de
lato y, de modo más específico, el río de Egipto, el ha-Mélek (_,. Mélek, Ha-).
11 2
Nilo ', cuyos brazos y canales se denominan a veces con Sm 27,10; 30,29; 1 Cr 2,9.25-27.33.42. 1 Cr 24,29. 'Jer 36,26.
la misma palabra en plural (heb. ye'6rim)2• El nombre Bibl.: Miqr., III, cols. 861-863.
pleno del Nilo es en este caso Yé'ór Misráyim («río J. A. PALACIOS

[Nilo] de Egipto»)".
YERAMOT (q. wé-rámot, «obeso»; Mriµwv [B], 'Pn-
1Gn cap. 41; Éx caps. 2,4,7,8; Is 19,7.8; Ez 29,3. 'Ez 29,3;
30,12. 'Am 8,8; 9,5.
µw.9 [AJ; Vg. Ramoth). El último hijo de Báni, el cual
M. D. RIEROLA hubo de repudiar a su mujer extranjera por orden de
Esdras. Existe la duda de cuál es su verdadero nombre:
YEQAB$E'EL. Nombre variante de _,. Quabsé'él, Yérámót o Rámót, como se lee en el qéré,
ciudad de la tribu de Judá, en Neh 11,25. Esd 10,29.
Bibl.: ~ Yerimfit.
YEQAM'AM («[Dios] erige al pueblo»; 'leKeµías,
'leKµoáµ; Vg, Iecmaam, Iecmaan). Levita, cuarto hijo YÉRED (en pausa yáred, «rosa»; 'lapÉ6; Vg. Iared).
de Hebrón-, al que un texto defectuoso de los libros de Nombre de dos personajes del AT:
las Crónicas hace hijo de su hermano primogénito l. Patriarca antediluviano, descendiente de Set. Fue
Yériyyáhü 2 • hijo de Mahálal'él y, después de engendrar a Enok a
11 Cr 23,19. 2
1 Cr 24,23. los sesenta y dos años, tuvo otros hijos e hijas. Vivió
Bibl.: Nora, 719, págs. 76, 77, 200. en total novecientos sesenta y dos años'.
2. Descendiente de Judá a través de Méred - al
YEQAMYAH («Dios erige»), Nombre de dos peí- parecer fue el padre _de Yéred. Se llama «padre» (i.e.,
sonas veterotestamentarias: fundador o epónimo) de la población de Gédór ",
2
l. ('lexeµías; Vg, Icamia). Hombre de la tribu de 1Gn 5,15.18-20; 1 Cr 1,2; cf. Le 3,37. 1 Cr 4,18.

Judá, hijo de Sallüm y padre de 'Elisama', de la familia Bibl.: Nora, 723, pág. 23 l.
G. SARRÓ
de Sesan1•
1328
1327
YERUBBÁ'AL

YEREMAY («grueso»; 'lepaµeíµ; Vg, Iermai) .. Uno 6. Levita encargado de la supervisión de los tesoros
de los hebreos postexilicos, hijo de Hásum, que hubo de del Templo durante el reinado de Ezequías 6•
repudiar a su mujer extranjera por orden de Esdras. 11 Cr 7,7. 1 Cr 12,6.
2 'lCr 21,30. '1 Cr 25,4. '2Cr 11,18.
Esd 10.33. '2 Cr 31,13.
Bibl.: NoTH, 738, págs. 38, 226. Bibl.: NoTH, 733, págs. 39, 226.
C. COTS M.GRAU

YEREMOT (et. -,. Yérlmót). Nombre de siete perso- YERÍ'OT («cobarde»; cf. ár. yari'a; 'Ei\1w.S [B],
najes veterotestamentarios: 'lep1w.S [AJ; Vg. Ierioth). Mujer que aparece en la
l. Hijo o descendiente de Béker, jefe de una familia genealogía de Caleb, en un texto oscuro por la mala
de la tribu de Benjamín 1. transmisión 1• Algunos especialistas creen que Yéri'ót
fue una de las mujeres de Caleb y otros, cuya opinión
2. Hombre de la tribu de Benjamín y descendiente
de Bérí'áh 2• parece más aceptable, que se trata del suegro de Caleb
por ser padre de 'Áziibah.
3. Levita, jefe de una familia del linaje de Mérári, 1 1 Cr 2,18.
el cual vivió durante el reinado de David", En 1 Cr
Bibl.: NOTH, 734, págs. 39, 229. L. MARCHAL, Les Paralipo-
24,30, recibe el nombre variante de Yérimót. menes, en La Sainte Bible, París 1952, pág. 30.
4. Levita, hijo de Reman, y jefe de la decimoquinta P. ESTELRICH
división de músicos establecida por David". En 1 Cr 25,4,
se le llama Yérímót. YERIYYÁH(Ü) («vea Dios la necesidad»; 'lepió ,
5. Jefe de la tribu de Neftalí durante el reinado de Oópíox ; Vg, leriau). Levita quehatita e hijo primo-
David 5• génito de Hebrón-, citado como jefe de su clan - los
hebronitas - en tiempos de David 2•
6. Quinto hijo de 'Elam, citado entre los hombres
que hubieron de renunciar, en tiempo de Esdras, a su
11 Cr 23,19; 24,23. '1 Cr 26,31.
mujer extranjera 6• Bibl.: NoTH, 732, pág. 198.
M. MÍNGUEZ
7. (Vg. lerimuth). Cuarto hijo de Zattü'. Se divor-
ció de su mujer extranjera por orden de Esdras'.
11 Cr 7,8. 2
YEROl;IÁM (suave», «delicado»; cf. ár. wariha;
1 Cr 8,14. '1 Cr 23,23. '1 Cr 25,22. '1 Cr 27,19.
'Esd 10,26. 'Esd 10,27. 'lepeµeiíi\, 'lepo¡3oéxµ, 'lpoéxµ, 'lpaéxµ, 'lpwéx¡3, 'lcopéu,
Bibl.: - Yérimot. 'lepoéxµ; V. leroham). Nombre de siete (?) personas
M.GRAU del AT:
l. Hombre de la tribu de Efraím y levita de la estirpe
YERIBAY (et. -,. Yáríb; 'lap1!3eí; Vg. Ieribai). Hijo de Qéhát, Fue padre de "Elqánáh y, por consiguiente,
de 'Elná'am, uno de los héroes de David, mencionado abuelo de Sarnuel-.
en la lista de los mismos en el primer libro de las Cró- 2. Jefe de una familia benjaminita que vivió en Jeru-
nicas-. salén 2• Tal vez pueda identificarse con el Yéróhám del
'1 Cr 11,46. párrafo siguiente y con el Yérémót de 1 Cr 8,14.
Bibl.: Miqr., III, col. 864. 3. Padre o antepasado de Yibnéyáh, hombre de la
tribu de Benjamín que moró en Jerusalén 3•
YERÍ'EL («Dios ve»; 'Pe111i\; Vg. leriel). Tercer hijo
4. Sacerdote de la familia de Malkiyyáh y padre
de Tola', de la tribu de Isacar1•
de "Ádáyáh, que habitó en la Jerusalén postexilica",
11 Cr 7,2.
5. Benjaminita de la población de Gédór, padre de
Bibl.: Nora, 729, pág. 198.
Yo'e'lah y Zébadyah, que se unieron a David en Si-
qélág 5•
YERÍl;IO Nombre hebreo de la ciudad de -,. Jericó.
6. Padre de 'Ázar'el, jefe de la tribu de Dan durante
YERÍMOT (var. yérémát, «hinchado», «obeso»; 'le- el reinado de David 6•
p1µoú.S, 'lap1µw.S, 'lepvµw.S, 'Aptuoú.S, etc.; Vg. Ieri- 7. Padre de 'Ázaryahii, jefe de cien hombres que
moth). Nombre de seis israelitas: intervino en la sublevación contra Atalía",
1. Hombre de la tribu de Benjamín, hijo de Béla", 11Sm l,l; JCr 6,27.34. 21Cr 8,27. 'lCr 9,8. -r c, 9,12;
y cabeza de una família tribal o clan 1. Neb 11, 12. 'l Cr 12,8. '1 Cr 27,22. '2 Cr 23,1.
2. (Vg. Ierimuth). Uno de los benjaminitas que se Bibl.: Nora, 726, pág. 226.
unieron a David en Siqélág ". D. VIDAL

3. Levita descendiente de Mérári 3, llamado Yérérnót


YERUBBÁ'AL (et. cf. infra; 'lepo¡3éxai\; Vg. lerobaal).
en 1 Cr 23,23.
Apodo dado a -,. Gedeón (§ 1) cuando, por instigación
4. Levita, hijo de Hérnán ', que recibe asimismo el de Yahweh, destruyó el altar idolátrico que los habitan-
nombre de Yérémót en 1 Cr 25,22. tes de "Ófráh habían levantado a Bá'al1. El nombre
5. Hijo de David y padre de Máhálat, mujer de deriva de la raíz heb. yrb, que significa «defenderse»,
Roboam 5• Yérirnót no aparece en las demás genealo- «vengarse», la cual empleó el padre de Gedeón al afir-
gías de David. mar que Báal, por ser dios, se defendería o vengaría

1329 1330
YERUBBÁ'AL

sin necesidad de que interviniesen por él los naturales l. ('ICJÉas, 'Icocto ; Vg. Iesaia, Ieseias). Cuarto hijo
de la población. de Yédütün y jefe de la octava clase de cantores1.
Jue 6,11-32. 2. ('IECJ1ás; Vg. Ieseias). Hijo de Hánanyáh, hombre
Bibl.: -+ Gedeón.
de la tribu de Judá y descendiente de Zorobabel2.
J. A. G.-LARRAYA 3. ('lwCJías 'IECJías; Vg. Iesias, Isaias). Levita, des-
cendiente de Eliézer, el cual, en el reinado de David,
YERÜ'EL, Desierto de (heb. midbar yérú'él; i¡ epr¡µos tuvo la supervisión del tesoro del Templo3 •
'lep1,'¡7'-; Vg, Jeruel solitudo). Nombre que se daba a 4. ('HCJatas, 'locsró). Descendiente de 'Elam e hi-
una parte del desierto de Judá, que estaba situada en
jo de 'Átalyah, que regresó con Esdras en compañía de
las inmediaciones de Engaddi y a continuación del
setenta hombres 4•
desierto de Téqóa'". Simons considera pudiera ser el
nombre de un lugar (aldea, ciudad, etc.) desconocido. 5. ('HCJtas, 'QCJaías). Levita de la estirpe de Me-
12
rári, regresado de Babilonia 5•
Cr 20,16.
6. ('IECJía, 'IECJCJEÍa). Hombre de la tribu de Ben-
Bíbl.: ÁBEL, 1, pág. 436. SIMONS, §~ 61, 993-994.
jamín, padre de 'lti'el, que vivió en Jerusalén después
C. COTS de la Cautividad babilónica 6•
7. Nombre hebreo del profeta ---* Isaías.
YERÜSÁ' (var. yi!rüsah, «poseída»; 'Ispovo Vg, ó ;

'1Cr25,3.15. '1Cr3,21. 31Cr24,21;26,25. 'Esd8,7. 'Esd


Ierusa). Hija de Sádóq, mujer de Ozías, soberano de
8,19. 0 Neh 11,1. .
Judá, y madre de Jotam, monarca del mismo reino.
Bibl.: NOTH, 772, págs. 21, 36, 136.
Llamada Yérüsá' en el libro de los Reyes1 y Yérüsáh
M. D. RIEROLA
en el de las Crónicas 2•
12 Re 15,33. '2 Cr 27,l. YESEB'ÁB («disfrute el padre de larga vida»; 'IECJ-
Bibl.: NOTH, 725, pág. 232. ~aá7'-, re7'-~á [B], 'ICJ~aá7'- [A, Luc.]; Vg. Isbaab, Is-
R. FUSTÉ baal). Sacerdote descendiente de Aarón y jefe del deci-
mocuarto turno del servicio sacerdotal en el Templo,
YESÁNÁH (heb. sá'ar ha-yésdndh, «puerta Antigua»; según la organización establecida durante el reinado de
r¡ TTÚAr¡ 'laCJavaí; Vg, porta vetus). Una de las puertas David.
de ---* Jerusalén (§ 111, 3), que restauraron Yóyádá" y l Cr 24,13.
Mésullám! y por la que pasó la procesión durante Bibl.: Cf. Nora, 748, pág. 247.
la ceremonia de la dedicación de las murallas jerosolimi- J. VIDAL
tanas 2.
1Neh 3,6. 'Neh 12,39. YE$ER («criatura»; 'ICJCJáap, 'le6Ép, 'ACJ,'¡p; Vg.
C. COTS /eser). Tercer hijo de Neftalí y nieto de Bilháh", fun-
dador de la familia de los yisritas, nombrada en ocasión
YESÁNÁH («antigua»; 'IECJvvá; Vg. Iesana). Ciudad del censo realizado por Moisés y Aarón en las estepas
situada en los confines de los montes de Efraím. Estaba de Moab2 •
enclavada en el territorio de Israel, siéndole arrebatada 1Gn 46,24, cf. 30,7; l Cr 7,13. · 'Nrn 26,49.
por' Ábiyyáhü a Jeroboam, junto con otras poblaciones 1.
Bibl.: NoTH, 713, pág. 172.
Quizá sea la i¡ '!CJávas de Flavio Josefo, lugar donde C. COTS
Herodes derrotó al ejército de Antígono. Se ha venido
identificando desde el siglo pasado con "Ain Siniyá, YESER («muéstrese justo (Dios]»; sem. occ. yasa-
a unos 10 km al norte de Tell el-Nasbe. Albright propu- rum; 'Iccép, 'lwáCJap; Vg. Jase,'). Hijo de Caleb y
so Burg el-Isánah, cerca de Silwád, lugar que ofrece 'Ázübah, citado en la genealogía de Judá.
más argumentos arqueológicos en su favor. Posiblemente 11 Cr 2,18.
se pueda identificar con Yésánáh la ciudad mencionada
en otro lugar con el nombre de ha-Sen 2. Bibl.: NoTH, 775, pág. 189.

12 Cr 13,19. 2 l Srn 7,12.


YESIMl'EL (et.?; 'ICJµa,'¡7'-; Vg, Jsmiel). Uno de los
Bibl.: F. ]OSEFO, Ant. [ud., 8,11,3; 14, 15, 12. ABE!., u, pág. trece príncipes de la tribu de Simeón, que ocuparon
365. Miqr., III, cols. 907-908 (con más bibliografía). SIMONS, los pastos de Gédór en tiempos del rey Ezequías.
§§ 77, 657-658, 985, 1005.
R. SÁNCHEZ 1 Cr 4,36.

YESAR'ELÁH (et.?; '!CJep1,'¡7'-; Vg. Isreela). Levita YESIMON (heb. ha-yésimon; o epr¡µos, o 'IECJCJaiµós;
músico, enumerado entre los hijos de 'Asaf en la época Vg. Iesimon). Nombre de dos desiertos:
de David1. En 1 Cr 25,2 recibe el nombre de 'Ásar'elah, J. Desierto que se divisa desde la cima del Pisgáh 1
que parece ser el original. y del Pe'or2, lugares bien conocidos, sobre todo el pri-
11 Cr 25,14. mero. Como forma parte de los campos de Moab3,
se identifica en Yésimón el último trecho de los campos
YESA'YÁH(Ü) (xYahweh salva»; Vg. /saias). Nom- de Moab, comprendido entre Bét Hárám y la ribera
bre de siete personajes israelitas: septentrional del mar Muerto, y entre el Jordán y el

1331 1332
YESÜA'

Panorámica de 'Ain Síniyá, que, según muchos autores, puede identificarse con la bíblica Yésánáh, vista en
dirección sur-norte. (Foto P. Termes)

monte de los Abarim, que dominan el Pisgáh y el Pé'6r. YESÓl:fÁYÁ.H (et.?; 'lccrovió ; Vg. Lsuhaia), Uno
En la literatura profética, el valle corresponde con toda de los trece príncipes de la tribu de Simeón, que ocu-
probabilidad al Gé ha-'Obérim o valle de los Pasajeros, paron los pastos de Gédór durante el reinado de Eze-
donde, según la visión de Ezequiel, estaba la tumba quías.
de Góg '. 1 Cr 4,36.
2. Lugar de Palestina, a modo de apéndice del de- Bibl.: Miqr., III, col. 895.
sierto de Judá. Los textos bíblicos lo sitúan al norte
de Hákíláh y Má'ón. En 1 Sm 23,34 (cf. 26,1-3), el em- YESÜA' (abr. de yéhéiúa", «Dios es salvación»).
pleo de las voces midbár, "árábáh. y yésimon supone una Nombre de ocho personajes veterotestamentarios:
distinción impuesta por la naturaleza (¿geología?) del 1. Nombre hebreo variante de ___.. Josué, el sucesor
suelo. En 1 Sm 23,34, yésimán es distinto de midbár, de Moisés en el mando del pueblo de Israel.
pero la relación con "árábáh. se basa en la acepción, 2. ('IT]O'OCi5; Vg. Jesua). Sacerdote aarónida del
dudosa, que tiene en este contexto. tiempo de David, al que correspondió la novena suerte
1Nm 21,20. 'Nm 23,38. 'Nm 33,49; Jos 12,3; 13,20; Ez 25,9. en la organización davídica del Templo'.
'Ez 39,11.
3. ('IT)aoCi; Vg. Iesua). Levita que regresó con
G. LOMBARDI
Zorobabel de la Cautividad babilónica 2•
YESISAY (et.?; ugar. ttr: 'leed; Vg. Jesesi). Hom 4. ('IT]O'OVS; Vg. Jesue). Levita que intervino en la
bre de la tribu de Gad, hijo de YaJ:¡d6 y antepasado distribución de las porciones a sus cofrades en época
de "Ábiháyil. del rey Ezequías3•
1 Cr 5,14. 5. ('IT]O'OVÉ, 'IT]O'OV; Vg, Iosue). Jefe de una fami-
Bibl.: Miqr., 111, col. 901. lia, laica, descendiente de Páhat M6'ab 4•
6. ('IT]O'Ot, 'lncoü; Vg. Iosuey. Jefe de una familia
YE~OI:-IAR. Kétíb del nombre del israelita ---,. ~o- sacerdotal, cuyos miembros figuran entre las personas
har (§ 3). que regresaron con Esdras5 •

1333 1334
YESÜN

7. ('lricrnüs, 'Incoü; Vg. Iosue). Familia levítica que muerte a los cautivos; pero el muchacho tuvo miedo
se menciona entre los israelitas que volvieron de la y el juez israelita los mató personalmente 2.
Cautividad babilónica 6• Uno de sus miembros super- 3. Hombre ismaelita o israelita, marido de Abigáil,
visó la reconstrucción del templo en los días de Zoro- hermana de David, y padre de 'Amasa' general de Ab-
babel'; otro colaboró con Esdras durante la lectura salón 3• También recibe en el T.M. el nombre de Yitrá'".
pública de la Ley 8 y dirigió el culto del pueblo 9• De la 4. Tercer hijo de Yádá", descendiente de Hesrón por
misma familia era 'Ezer, que colaboró en la reedificación el linaje de Yérahmé'él 5•
de la muralla jerosolimitana.", y un representate de
la misma firmó el pacto de renovación de la Alianza 5. Hijo primogénito de "Ezráh, mencionado en un
con Dios11• catálogo de los descendientes del patriarca de Judá 6•
8. (heb. var. yéhoéua"; 'lricroüs; Vg. Iesus, Iosue). 6. ('le.9Ép). Descendiente de Aser, notable por su
Sumo sacerdote, hijo de Yéhósádáq (o Yósádáq). Fue valor y fortaleza'. Es muy probable que sea el mismo
contemporáneo de los profetas Ageo y Zacarías, y de individuo que el llamado Yitrán 8•
1Éx 4,18. 'Jue 8,20. 'I Re 2,5.32; I Cr 2,17. '2Sm 17,25.
Zorobabel. Representó junto a éste, que tenía la civil,
'1 Cr 2,32. '1 Cr 4,7. 71 Cr 7,38. 81 Cr 7,37.
la autoridad religiosa. Ambos volvieron juntos de Ba-
bilonia y compartieron el peso de la reconstrucción del Bibl.: Norn, 783, pág. 193. Miqr., III, col. 954.
Templo12• Zacarías le llamó el «ungido» que estaba al G. SARRÓ
servicio del Señor de toda la Tierra y fue el tema de
algunas visiones apocalípticas del mismo profeta, que, YETET (et.?; 'leSÉT [B]; 'lef3Ép, 'le.9É.9 [A]; Vg.
en resumen, significan que la autoridad del sumo sacer- Ietheth). Uno de los jefes (heb. 'al-lüf) de Edom 1. Se
dote deriva de la sanción de Dios13. ha opinado que el nombre puede ser una corrupción
11 Cr 24,11. 2Neh 12,8. '2 Cr 31,15. 4Esd 2,6; Neh 7,11• o deformación del de -->- Yéter.
'Esd 2,36; Neh 7,39. 'Esd 2,40; 8,33. 'Esd 3,9. 'Neh 8,7, 1Gn 36,40; 1 Cr 1,51.
'Neh 9,4-5. 10Neh 3,19. 11 Neh 10.10. 121 Cr 5,41; Esd 2,2; 3,
2.8; 4,3; 5,2; Neh 7,7; 12,1.10.26; Ag 1,1.12. 14; 2,2, etc. "Zac Bibl.: Miqr., III, col. 958,
cap. 3; 6.Il-14.
Bibl.: Norn, 614, págs. 16, 18, 70, 106, 107, 110, 154. Miqr., YETÜR (et.?; 'ls-roóp; Vg. Jethur). Hijo de Ismael",
III, cols, 542, 895-898, con bibliografía. Vid. además los Comen- fundador de una tribu, que estuvo en guerra con los
tarios a Zacarías. grupos tribales israelitas que se hallaban en la Palestina
A. PIMENTEL
transjordánica 2• Sus descendientes fueron los itureos
o habitantes de lturea.
YESÜA' (<<Dios es salvación»; 'lricroü; Vg. lesuei,
1 Gn 25,15; 1 Cr 1,31. 2 _1 Cr 5,19.
Población del Négeb que ocuparon los regresados de la
J. CARRERAS
Cautividad babilónica'. Se identifica con Tell el-Sa'wah,
situado al noroeste de Tell el-Milh y· en donde existen
YE'Ü'EL (et. -->- Ye'i'el; 'Em1,'¡í\; Vg. lehuel). Hom-
restos de fortificaciones.
bre de la tribu de Judá. Fue hijo de Zérah y jefe o fun-
1Neb 11,26. dador de una familia que regresó de la Cautividad babi-
Bibl.: ABEL, ll, pág. 364. S!MONS, § 317 (16), 1070. lónica. Sobre los demás personajes, cuyos nombres
J. CARRERAS tienen el kétib aparente de Yé'ü'él (en realidad, yé'wi'él),
__,. Ye'i'el.
YESÜRÜN («amado»; f¡ya:nriµÉvos Vg. dilectus, 1 Cr 9,6.
rectissimus), Nombre honorífico, tal vez hipocorístico, C. COTS
de Israel, que significa «recto», «fiel», «justo» (cf. heb.
yásar), refiriéndose al carácter moral que en él tenía YE'ÜS (et.?; 'lef3oús; Vg. lehus). Hombre de la
que manifestarse y para el que fue creado. Se emplea tribu de Benjamín, hijo de Saháráyim y de Hódes.
contadas veces en la Biblia, pero siempre en poesía con 1 Cr 8,10.
el sentido de elección, pues sirve para destacar con vi-
Bibl.: Norn, 689, pág. 246. Miqr., III, col. 709.
gor el contraste que existía entre la conducta del pue-
blo elegido y la actitud que le imponía la gratitud más
YE'ÜS («ayude [Dios]»?; 'lsoóc, 'leoúí\, 'la:oús, 'lás;
elemental. Vg. Iehus). Nombre de cinco personajes veterotesta-
Dt 32,15; 33,5.26; Is 44,2. mentarios:
Bibl.: A. CLAMER, Le Deutéronome, en La Sainte Bible, IJ, París
1946, pág. 719. l. (k. ye'is). Uno de los hijos que Esaú tuvo en
M.GRAU el país de Canaán y que llegó a ser uno de los jefes o
epónimos edomitas1.
YÉTER (eabundancia»: 'le.9Ép; Vg. lether). Nombre 2. (k. ye'is). Hombre de la tribu de Benjamín e
propio de seis personas del AT: hijo de Bilhán, famoso por su valor y numerosa des-
l. Nombre variante del nombre hebreo de Jetró, el cendencia 2•
suegro de Moisés'. 3. Benjaminita, hijo de 'Eseq y, al parecer, descen-
2. Hijo primogénito de Gedeón. Su padre, después diente del rey Saúl",
de haber derrotado a los madianitas y de haber apresa- 4. ('le.vas; Vg. Iaus). Levita geresonita. Fue el tercer
do a sus jefes, Zébah y Salmunná", le ordenó que diera hijo de Sim'i4• ·

1335 1336
YIG'ÁL

5. H ijo de R o b o am , rey de Judá, y de su esp o sa YID'ÁLÁH (ccolgante»: 'lep1xc.0, 'la6r¡Aá, 'lepr¡M;


'Á b iJ:¡á yil 5• Vg, Iedala, lera/a). Ciudad fronteriza situada al sudeste
1Gn 36,5.14.18; 1 Cr 1,35. 'l Cr 7,10. 3
1 Cr 8,39. '1 Cr 23, de la tribu de Zabulón1. Mencionada en el Talmüd.
10-11. '2Cr 11,19. Se identifica con el actual Hirbet Huwwárah o Hawárah,
Bibl.: NoTH, 691, pág. 196. a 2 km escasos de Bét Léhem (-+ Belén, § 2). Algunos
R. FUSTÉ han propuesto leer Yir'iíliih, a vista de diversas va-
riantes y de la lectura dada por las antiguas versiones.
YEZANYÁH(Ü). Forma contracta del nombre he-
'Jos 19,15.
breo de -+ Ya'ázanyiih(ü).
Bibl.: W. BoRÉE, Die A/ten Ortsnamen Paltistinas, Leipzig 1930,
pág. 101. ABEL, JI, pág. 351. Miqr., 111, col. 464. SIMONS, § 329.
YEZl'EL (k. yézirél, et.?, cf. Nuzu ianzi-mashu, «el
rey es dios»; 'lwiJr. [B], 'Al;1iJr. [AJ; V g. Iazel). Ben- R. SÁNCHEZ
jaminita, hijo de 'Azmawet, que se unió a David en
Síqélág '. En muchos manuscritos recibe el nombre de YIDBÁS (cdulce como la miel»; 'la~ás; Vg. Jedabas).
Joel (heb. yo'el). Hombre de Judá, de la estirpe de 'Etam.
11 Cr 12,3. 1 Cr 4,3.
Bibl.: NOTH, 646, págs. 245-246. J. J. ÜELB - M. PuRVES - A. Bibl.: NoTH, 570, pág. 223.
A. MACRAE, Nuzi Personal Names, Chicago 1943, págs. 66, 219.
Miqr., III, col. 624. YIDDO (abr. de -+ Yehiiyiidii'; 'la66aí; Vg, Iaddo).
J. CARRERAS
Hijo de Zacarías, que, en el reinado de David, fue jefe
YIBl;IÁR («[Dios] elige»; 'E~eáp, 'E~aáp, Baáp; de la media tribu transjordánica de Manasés en Galaad.
Vg. Iebaar, Iebahar). Hijo de David, citado en quinto 1 Cr 27,21.
lugar en la lista de los que tuvo en Jerusalén. Bibl.: NOTH, 571, págs, 39, 181.

2 Sm 5,15; 1 Cr 3,6; 14,5.


Bibl.: NOTH, 560, págs. 28, 209.
YIDLÁF (et.?; 'le6Mq, (B] 'ler.6áq, [AJ; Vg. Iedlaph).
Hijo de Náhór y de Milkáh.
YIBLE'ÁM (et.?; 'le~r.aáµ; Vg. Ieblaam). Ciudad Gn 22,22.
del territorio de Isacar, concedida a la tribu de Manasés, Bibl.: Miqr., III, col. 469.
la cual no consiguió expulsar a la población cananea
que habitaba en ella1. Fue teatro de la muerte de Oco- YIFDEYÁH («Dios rescata»; 'leq,epe1á; Vg. Ieph-
zías 2 y Zacarías 3, y corresponde a la ibr'am de la lista daia). Hijo de Siisiiq, uno de los descendientes de
de Thutmosis 111. Suele identificar con Bíl-ám, población Benjamín que habitaban en Jerusalén.
que los manasitas cedieron a los levitas", esto es, con 1 Cr 8,25.
Hirbet Be'Iamah, a 15 km al sur-suroeste de Genín, en Bibl.: NoTH, 706, págs. 28, 200.
el cual hay abundantes restos de cerámica del Bronce
antiguo (-+ Agua, § IV), y con la Belbaim citada en YIFTÁl;I («[Dios] abre»; B. omite, 'leq,.Sá [AJ; Vg.
el libro de Judit5. Iephtha). Ciudad de la tribu de Judá, situada en la
1Jos 17,11.12; Jue 1,27. 22 Re 9,27. 3Cf. 2 Re 15,10 (LXX). Sefeliih y en la región de Libnáh y Márésáh '. Se identi-
• 1 Cr 6,55. 'Jdt 7,3; 8,3. fica, aunque no de modo seguro, con Terqümiyah, que
Bibl.: ABEL, II, pág. 357. S!MONS, §§ 324, 331, 337 (23), 522, se halla a una distancia equivalente entre Hebrón y
916-918, 1606.
Beit Gibrín.
R. SÁNCHEZ
1Jos 15,43.
YIBNEYÁH («Dios otorgó más posteridad»; 'leµvaí, Bibl.: SIMONS, § 318 (C/4).
Bo:vaía [B], 'le~vaá [AJ; Vg. Iobania). Hijo de Yero- J. VIDAL
hám ( § 3), enumerado entre los fundadores de familias
de la tribu de Benjamín, cuyos descendientes se esta- YIFTAl;I'EL (heb. ge yiftah'él, «valle de Dios abre»;
blecieron en Jerusalén en tiempos de Nehemías, raneq,.SaiJr. [AJ, r aiq,aT}A, , Exvot xcd <Mo:tT}A [B];
1 Cr 9,8.
Vg, val/is Iephtahel). Valle que marcaba el límite occi-
Bibl.: NoTH, 562, págs. 27, 28, 212. dental de la tribu de Zabulón ', y la frontera con Aser2•
J. CARRERAS Mencionado por Eusebio, pero sin identificarlo. Las
opiniones en cuanto a su localización son diversas,
YIBNIYYÁH (et. -+ Yíbnéyáh; 'leµvaí, Bavaía [B], pero las más aceptadas hoy día son o bien Wádí el-
'le~avaaí [AJ; Vg. Iebania). Hombre de la tribu de Malik, afluente del Qisón, o bien Sahl el-Battóf. Parecen
Benjamín. Fue hijo de Ré'ü'él y jefe de una familia. totalmente descartadas las hipótesis que pretendían
1 Cr 9,8. situarlo en los wádís el-Qurein o 'Abellin.
Bibl.: -,. Yibnéváh. 'Jos 19,14. 1Jos 19,27.
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 110. ABEL, I, pág. 398. SIMONS, §§ 134
YIBSÁM («bálsamo»; 'leµacráv; Vg. Iebsem). Hom- 329, 332,
bre de la tribu de Isacar. Fue el quinto hijo de Tola' y R. SÁNCHEZ
jefe de una familia de hombres valientes.
1 Cr 7,2. YIG'ÁL («[Dios] redime»), Nombre de tres persona-
Bibl.: NoTH, 564, pág. 223. jes israelitas:

1337 1338
YIG'AL

l. ('li\aái\, 'lyái\; Vg. /gal). Hijo de José, de Yffi'Á.LÁ.H. Nombre variante del topónimo ---,. Yid-
la tribu de Isacar, uno de los doce espías enviados a 'aliih en diversos manuscritos y las antiguas versiones
explorar la tierra de Canaán1. que se identifica en el actual Hirbet el-Huwwarah o
2. (raái\; Vg. lgaal). Héroe de David, hijo de Hawárah.
Nátán de Sóbáh". En el pasaje paralelo' se llama Yó'él,
o sea Joel ('lwríi\), hermano (LXX vlóc, «hijo») de Yffi'IYYÁ.H («Dios ve»; Lapovía; Vg. ferias). Hijo
Nátán. Sería lógico concluir que ambos fueron una de Selemyáh. Fue portero o centinela de la puerta
sola y misma persona; pero a ello se opone la dificultad de Benjamín y prendió al profeta Jeremías, en el mo-
de aclarar en este caso la relación entre las dos listas. mento en que éste salía en busca de aprovisionamiento
3. ('lwríi\; Vg. legaal). Hijo segundo de Sérna-yáh, para Jerusalén, acusándole de querer unirse a los cal-
descendiente de la familia real de Judá a través de deos; a continuación llevó al profeta a sus superiores
Joaquín". los cuales le golpearon y encarcelaron.
Jer 37,12-14.
"Nm 13,7. '2 Sm 23,36. '1 Cr 11.38. • 1 Cr 3,22.
Bibl.: Norn, 720, págs. 28, 198.
Bibl.: NOTH, 566, págs. 28,200.
M. D. RIEROLA
C. COTS

YmMEYÁ.H(Ü) («Yahweh levanta»; 'lepeµía[s]; Vg.


YIGDALYÁ.HÜ («Dios es grande»; roooi\ías; Vg.
Jeremías). Nombre de diez personas del AT:
legedelias). Padre del profeta Hánán, Jeremías reunió
a los rekabitas en el aposento que sus descendientes l. Natural de Libnáh, padre de Hámütal., que fue
tenían en la casa de Yahweh. madre de los reyes Joacaz y Sedecías1.
Jer 35,4. 2. Rekabita, hijo de Hábassinyáh y padre de Ya'ázan-
yáh, que vivió en tiempos del profeta Jeremías".
Bibl.: Norn, 568, págs. 28, 206, 208.
3. Jefe de una familia de la media tribu transjordá-
YIMLÁ.'. Nombre variante de ---+ Yimláh, según nica de Manasés3•
2 Cr 18,7.8. 4. Guerrero benjaminita, oriundo de Gédéráh (heb.
ha-gédéráti}, que se unió a David en Síqélág ".
YIMLÁ.H (et.?; 'leµ1á[s], 'leµaá[s]; Vg. Iemla). Pa- 5. Quinto héroe de la tribu de Gad que fue a auxiliar
dre del profeta Mikáyéhü, que vivió en la época de a David durante su estancia en la fortaleza del desierto 5•
los reyes Acab y Josafat1. En el libro de Crónicas apa-
6. Décimo guerrero gadita que apoyó a David en
rece des veces con la grafía de Yimlá'".
iguales circunstancias que el anterior",
11 Re 22,8.9. 2
2 Cr 18,7.8.
7. Uno de los firmantes del pacto de renovación de
YIMNÁ.' («[Dios] aparta»; sudar. máni', mana'y, la Alianza con Dios en tiempos de Nehemías7•
"ilmanai , etc.; cf. ár. mana'a ; 'lµavá; Vg. Iemna). In- 8. Uno de los sacerdotes que regresaron a Palestina
dividuo de la tribu de Aser y segundo hijo de Hélem. con Zorobabel 8•
1 1 Cr 7,35. 9. Jefe de una familia sacerdotal en el período del
Bibl.: NOTH, 680, págs. 28, 197. G. RYCKMANS, Les noms sumo sacerdocio de Yóyáqim •. Se cree por lo general
propres sud-sémítiques, l, Lovaina 1934, págs. 128-129, 235. que debe identificarse con el Yirméyáhfü) antes citado.
JO. Nombre hebreo del profeta ---,. Jeremías.
J. VIDAL
'2Re23,31; 24,18; Jer 52,l. 'Jer 35,3. 31 Cr 5,24. 'l Cr 12,4.
'1 Cr 12,10. '1 Cr 12,13. 'Neh 10,3. 6Neh 12,1. 'Neh 12,12.
YIMNÁ.H («felicidad»; ár. gumnat""; 'leµvá, 'laµív;
Vg. Iemna, Jamne). Nombre de dos personas vetero- Bibl.: NOTH, 739, págs. 36, 201.
M. MÍNGUEZ
testamentarias:
l. Hijo primogénito de Aser, fundador de la familia Ym'ÓN (Kspccá [B], 'lcpicov [A]; V. /eran). Plaza
de los yimnaítas1. fuerte del territorio de Neftalí, en el septentrión de
2. Levita, padre de Qóré", portero del Templo en la Palestina, citada entre 'En Hásór y Migdal 'El1. Se
época del rey Ezequías 2• identifica con Yárün, a unos 16 km al oeste del lago
1Gn 46,17; Nm 26,44; 1 Cr 7,30. '2 Cr 31,14. el-Hüleh, en la frontera meridional del Líbano, y al sud-
este de 'En Hásor. Es un sitio arqueológico, en el que
Bibl.: NOTH, 679, pág. 224.
M.GRAU
hay algunos monumentos megalíticos, un templo con-
vertido en iglesia, etc.
YIMNAÍTAS (heb. [mispáhat] ha-yimnáh ; 6fíµos 6 1Jos 19,38.
'lcurví ; Vg. /emnaitae).
Descendientes de ---+ Yimniih. Bibl.: ABEL, II, pág. 351. S!MONS, §§ 333, 335 (12).
D. VIDAL
YIMRÁ.H (et. ?; 'Iuopn; Vg. /amra). Hombre de la
tribu de Aser, hijo de Sófáh-. En opinión de Noth, YmPE'EL («Dios cura»; Kacpáv [B], 'lepcparíi\ [A];
que es discutida, el nombre ha de corregirse en Yimná", Vg. Iarephel). Población concedida a la tribu de Ben-
1 1 Cr 7,36. jamin-, que Abe\ cree tal vez identificable con Ráfáh 2
Bibl.: NoTH, 681, pág. 246. Miqr., III, col. 704. y. Réfáyáh 3• Normalmente se propone como localización

1339 1340
YISPÁN

posible Rafat, aldea situada al norte de Gabaón, al 3. (Tso í). Miembro de la tribu de Simeón, cuyos
sudeste de Beitünyá y a unos 10 km al noroeste de cuatro hijos, Pélatyáh, Né'aryáh, Réfáyáh y "Uzzl'él,
Jerusalén. Simons la considera desconocida e indica fueron jefes de la misma 3•
la semejanza del nombre con la t-r-» de la lista de ciuda- 4. Jefe de la tribu transjordánica de Manasés4•
des de Ramsés 111. 1
1 Cr 2,31. 'J Cr 4,20. 'J Cr 4,42. • 1 Cr 5,24.
'Jos 18,27. '1 Cr 8,37. '1 Cr 9,43.
Bibl.: NoTH, 771, págs. 38, 176.
Bibl.: ÁBEL, I, pág. 351. SIMONS, § 327 (Il/18). R. SÁNCHEZ

T. DE J. MARTÍNEZ
YISKÁH (et. ?; 'Iecrxéx; Vg. Ieschai. Hija de Harán
YIS' ÁL («¡conceda Díos !»). Según ciertos mss. y en y hermana de Milkáh, mujer de Náhór.
opinión de algún especialista A, es un nombre que repre- Gn 11,29.
senta la forma correcta de Se'al.
YISMÁ (et. --+ Ismael; 'lwµéxv [BJ, 'Pcyuó [AJ; Vg.
ANoTH, 747, págs. 209, 257.
lesema). Descendiente de Hür, primogénito de 'Efra-
YISAY. Hombre de la tribu de Judá y padre de táh, y hombre de la estirpe de Judá. Sus hermanos
David (-> Isaí). fueron Yizré'e'l y Yidbás, y su hermana se llamó Sélel-
póní '. Se le menciona en una de las oscuras genealogías
YISBAl;I («pospóngase [la cólera divinal»; 'lw~éx; del principio del libro de las Crónicas; la interpretación
Vg. Iesba). Hombre de la estirpe de Judá. El T. M. de su personalidad y parentesco resulta bastante ardua.
dice que fue epónimo o fundador de "Estémóa". En la 1 1 Cr 4,3-4.
Biblia hebrea no resulta fácil dilucidar si su padre fue Bibl.: Miqr., III, col. 901.
Yéter o Méred. C. COTS

1 Cr 4,17.
YISMAKYÁHÜ («Dios sustenta»; 2aµaxía; Vg.
Bibl.: NOTH, 751, págs. 28, 211.
M. MÍNGUEZ
Iesmachias). Levita de la época del rey Ezequías, uno
de los encargados de administrar los diezmos y primicias
YISBÁQ (et. ? ; cf. ár. sabaqa, «adelantar», «prece- ofrecidos a Dios en el Templo.
der»; 'lw~wK, Lo~éxK; Vg. Iesboc). Hijo de Abraham 2 Cr 31,13.
y Qétüráh ', y epónimo de un país o región, que se ha Bibl.: NOTH, 683, pág. 196.
propuesto identificar con la iasbuqi de los textos de Sal-
rnanasar 111, la cual estaba en el norte de Siria, en Asia YISMA'YÁH(Ü) («Dios oye»; foµaías). Nombre
Menor o en la zona del alto Éufrates. de dos personas veterotestamentarias:
'Gn 25,2; l Cr 1,32. 1. (Vg. Samaias). Guerrero de la ciudad benjarni-
Bibl.: ANET, págs. 277-278. Miqr., III, cols. 892-893. nita de Gabaón, que se unió a David en Síqélág y que
se presenta como jefe de los treinta héroes davídicos
M. V. ARRABAL más importantes1.
2. (Vg. Iesmaias). Hijo de 'Óbadyahü y jefe de la
YISBi (YISBO) BE-NOB. ->- Nob.
tribu de Zabulón durante el reinado de David 2•
YI$HÁR («resplandezca [Dios); 'lcrcméxp, 'lcraéxp;
1 1 Cr 12,4. '1 Cr 27,19.
Vg. Isaar, Iesaar). Nombre de dos personas: Bibl.: NOTH, 767, págs. 28, 190.
M. D. RIEROLA
1. Levita, hijo de Qéhát, padre de Coré, Néfeg y
Zikri, y fundador del clan de los yisharitas1.
YISMERAY («[Dios] preserve»; 'lcraµapí; Vg. Iesa-
2. En 1 Cr 4,7, nombre variante de ->- Sóhar (§ 3). mari). Hombre de la tribu de Benjamín e hijo de
'Éx 6,18.21; Nm 3,19.27; 16,1; l Cr 6,2.18; 23,12.18. 'Elpá'al.
Bibl.: NOTH, 711, pág. 205. 1 Cr 8,18.
D. VIDAL Bibl.: NoTH, 768, págs. 28, 38, 196.

YISHARITA (heb. [mispáhat] ha-yishári; 6fíµos 6 YISPÁH (xjuzgue Dios»; La<péxv [B], 'fo<péxX [AJ;
'lcrcraéxp; Vg. lesaaritae, Isaaritae). Individuo de la Vg. Iespha). Hombre de la tribu de Benjamín e hijo
familia tribal o clan fundado por -> Yi~har (§ 1). de Beri'ah.
Nm 3,27; l Cr 26,23.29. 1 Cr 8,16.
Bibl.: NoTH, 773, pág. 248.
YIS'Í («[DiosJ salvó»; 2Et; Vg. Iesi). Nombre de
cuatro personas del AT: YISPÁN (et. ?; 'lcr<péxv [B], 'Ecr<péx~ [A]; Vg. Iesphomt.
l. ('lcreµní?\). Hombre de la estirpe de Hesrón, por Benjaminita, hijo de Sasaq y jefe de una de las familias
el linaje de Yérahmé'él" Fue hijo de 'Appáyim y padre que se establecieron en "Ayyálón.
de sesan1. 1 Cr 8,22.
2. Individuo de la tribu de Judá y padre de Zóhét ", Bibl.: NoTH, 774, pág. 248. Miqr., ITI, col. 937.

1341 1342
YISRI

YISRI (heb. ha-yisri, et. ->- Séri; 'Iso Spsf ; Vg. Isari). YITLÁ.H (lugar alto»; ¿1;\a.Sá [B], 'le.SM [A]; Vg.
Uno de los jefes de los cantores de la época de David", Iethela). Ciudad de la tribu de Dan1. Su identifi-
que posiblemente ha de identificarse con ->- Sérí. cación es muy dudosa. Conder propuso Siltii, a unos
1 Cr 25,11. 9 km al nornordeste de 'lmwiis, lo cual estaría de acuerdo
Bibl.: NOTH, 714, pág. 247. con la lectura de los LXX (B) (en un códice minúsculo
cr1;\a.Sáµ) que indicaría una lectura sltñ en el T.M. y
YISRITA (heb. [mispáhat ] ha-yisri; 8fíµos ó 'lscspf ; la posibilidad de identificarla con Siltá, a 7 km al nor-
Vg. Jeseritae). Miembro de la familia fundada por oeste de Beit 'Ür el-Tahtá. Abe! indicó como más acep-
Yéser, tercer hijo de Neftalí. table Beit el-Tül, a unos 5 km al sudeste de Yálü.
1Jos 19,42.
Nm 26,49.
Bibl.: CONDER-KITCHENER, III, pág. 43. ABEL, JI, pág. 364.
YISSIYYÁH(Ü) («Dios perdone» ?, «Hay Dios» ?; Miqr., III, col. 953. SIMONS, § 336 (6).
ac. ba-si-ilum: 'Iscrícr, 'Incovví, "lo íc, 'lwías; Vg. Jesia, G. LOMBARDI

Iesias). Nombre de cinco israelitas:


YITMÁH («huérfano»; cf. El. ytmr; 'E.Seµá; Vg. Jeth-
l. Uno de los jefes de la tribu de Isacar y cuarto ma). Moabita, uno de los héroes del ejército de David.
hijo de Yizrahyáh, del linaje de T6lii'1. 1 Cr 11,46.
2. Descendiente de Coré y uno de los guerreros que Bibl.: NOTH, 1780, pág. 231.
se unieron a David en Síqélág".
YITNÁN (' Acoptcovcdv; Vg. Iethnam). Población
3. Hombre de la estirpe de Moisés e hijo de Réhab- del extremo sur del territorio de Judá, mencionada
yáhü 3. En 1 Cr 26,25, se menciona a Yésa'yáhü como después de I:Iii~6r1• La LXX hace del nombre de esta
hijo de Réhabyáhü, y como el nombre de Yissiyyiih(ü) última ciudad y el del Yitnán uno solo. Algunos in-
no aparece en el mismo pasaje, tal vez haya que con- térpretes han querido identificarla con el ->- 'Etniin del
siderar que se trata de la misma persona que este úl- libro de las Crónicas. Abe! cree que debe identificarse
timo. con el-Gabariyyah, aguada del Wádi Umm Etnan, al
4. Segundo hijo de "Uzzj'él y fundador de una fami- sur de Bi'r el-Mesas.
1Jos
lia de levitas quehatitas '. 15,23.
Bibl.: ABEL, II, pág. 351. Miqr., III, col. 954.
5. Uno de los hijos de Hárim casado con una mujer
extranjera, a la que hubo de renunciar, al regreso de R. SÁNCHEZ
la Cautividad babilónica, por disposición de Esdras".
1
1 Cr 7,3. 2
1 Cr 12,6. 3
1 Cr 23,17; 24,21. '1 Cr 23,20; 24,25.
YITRÁ.' (et. ->- Yéter; 'le.9Ép, 'lo.Sóp; Vg, Iether,
'Esd 10,31. letra). Padre de 'Ámiisii', general del ejército davídico.
Bibl.: Noru, 763, págs. 28, 211. J. J. STAMM, Die akkadische Estuvo casado con Abigáil, hermana de David. En
Namengebung, Leipzig 1939, pág. 135. algunos pasajes, tanto del texto hebreo como de las ver-
M.GRAU siones, se dice de él que era israelita, pero la mayoría
de las veces - en el T. M. y en las traducciones anti-
YISVITA (heb. [mispáhat] ha-yiswi; 8fíµos ó 'lscovt; guas - se le da el nombre de ismaelita.
Vg. Iessuitae). Miembro del clan o familia que fundó 2 Sm 17,25; 1 Re 2,5.32; 1 Cr 2,17.
Yiswí, tercer hijo de Aser. Bibl.: NOTH, 783 a, pág. 248.
Nm 26,44. R. FUSTÉ

YISWÁH (et. cf. infra; 'Iecocí, 'lscové, 'Iccvé ; YITRÁN (et. ->- Yéter; Vg. Iethramy. Nombre de
Vg. Jesua). Segundo hijo de Aser1. La etimología del dos personas del A T:
nombre es oscura; como falta en el pasaje paralelo de
l. (re.Spáµ, 'le.Spáv). Hijo de Dísan/Dlsón, jefe
Nm 26, 46, se ha considerado como una <litografía
de un clan hurrita del monte Se'ir1.
de Yiswí.
1
Gn 46,17; 1 Cr 7,30.
2. ('le.Spá, 0epá [B], 'IÉ.Sep [Al). Hombre de la
tribu de Aser. Fue el penúltimo hijo de Sófáh y jefe
Bibl.: NOTH, 758, pág. 248.
de una familia o clan 2•
T. DE J. MARTÍNEZ
1Gn 36,26; 1 Cr 1,44. 21 Cr 7,37.
YISWI (cmanco», «de mano lisiada»; 'leoú;\, 'Iscov, Bibl.: Miqr., III, col. 957.
'lwoví, 'Iscctoúx ; Vg. Jessui). Nombre de dos perso- J. A. PALACIOS
nas del AT:
YITRE'ÁM (et. ->- Yéter; 'le.Seapaáµ, 'le.Spaáµ; Vg
l. Tercer hijo de Aser y epónimo de una familia
Iethraam, Jethraham). Sexto hijo de David, nacido en
tribal o de un clan aserita 1.
Hebrón, de su esposa '.Égliih.
2. El segundo hijo que el rey Saúl tuvo de' Áhinó'arn 2• 2 Sm 3,5; 1 Cr 3,3.
1 21
Gn 46,17; Nm 26,44; 1 Cr 7,30. Sm 14,49.
Bibl.: NOTH, 760, pág. 227. YITRITA (heb. ha-yitri; Ai.Sa;\íµ, ó 'E.91paios, ó
M. MÍNGUEZ 'E.Sevaios, ó 'le.Spí; Vg. Iethreus, Jetraeus, Iethritesy.

1343 1344
YIZRE'E'L

Familia o clan de la tribu de Judá, habitante u oriundo YIZRE'E'L (et.?; 'lel;paAÉ; Vg. Iezrahel). Nombre
de Qiryat Yé'árim '. 'lra' y Gáréb ", héroes de David, de dos personajes del AT:
eran yitritas. l. Hombre de la tribu de Judá, hermano de Yismá'
11 Cr 2,53. 2 Sm 23,38; 1 Cr 11,40.
2 y Yidbás, Tuvo una hermana llamada Sélelpóní'. Po-
P. ESTELRICH siblemente está relacionado con la ciudad homónima del
territorio judaíta 2, aunque no se ha podido precisar si
YIZLl'ÁH («eterno»; 'lei';?-,ías, Zcpstc [B], 'Ei')da [A]; es como personificación de dicho lugar o como epó-
Vg. Iezlia). Hombre de la tribu de Benjamín. Fue nimo del mismo.
hijo de 'Elpá'al y descendiente de Saháráyim. 2. Hijo del profeta Oseas y de Gomer, su mujer3 •
1 Cr 8,18. Su nombre parece simbolizar dos acontecimientos his-
Bibl.: NüTH, 648, pág. 246. tóricos correspondientes al reinado de Jehú: el derra-
mamiento de sangre, gracias al cual tal rey ocupó el
YIZRÁI;I (heb. ha-yizráh: 6 'lspccé ; Vg. Iezerites). trono, y la venganza que se aplicaría a la dinastía de
Miembro de una familia o habitante de un lugar des- Jehú por dicha causa.
conocido, así llamado, como Samhüt, uno de los jefes 11 Cr 4,3. 'Jos 15,56. 'Os 1,4.
davídicos1. No obstante, es muy posible que el nombre M. MÍNGUEZ
haya de corregirse en ha-zarhi", «el zarhita» o «zera-
hita»; por lo tanto, perteneció a· la estirpe de Zérah, YIZRE'E'L («Dios siembra»; 'lel;paéA, 'lei';pr¡A; Vg.
hijo del patriarca Judá. Iezrael, Iezrahel). Población de la tribu de Isacar ',
1 1 Cr 27,8. 'I Cr 27,11.13. situada en el centro del gran valle homónimo o 'Emeq
M. D. RIEROLA Yizré'é'l 2. No se menciona en fuentes egipcias de tiem-
pos del Imperio Nuevo, de donde hay que suponer que
YIZRAI;IYÁH («Dios resplandece»), Nombre de dos la fundaron las tribus de Israel, que lograron penetrar
personajes veterotestamentarios. en el valle, en el que se hallaba la ciudad de Sünem,
l. (LXX omite; Vg. Iezraia). Un director del Tem- destruida y reconstruida en tiempos de el-Amárnah e.
plo en la época de Nehemías, mencionado con motivo Entre Yizré'é"l y Süném se dio el último gran comba-
de la dedicación de las murallas de Jerusalén1• te entre Saúl y los filisteos, cuando Saúl llegó a Yizré'é'I
2. (Zapeía [B], 'lel;pía [AJ; Vg. Izrabia). Hijo (en la falda noroeste del Gelboe) y acampó al lado de
de 'Uzzi y nieto de Tola', de la tribu de Isacar2• un manantial". A pesar de la derrota, siguió siendo
1 Neh 12,42. 21 Cr 7,3. dicha población y su zona, en vida de 'lsbá'al, hijo de
Bibl.: NoTH, 651, págs. 28, 205, 216. Saúl, una de las principales del reino". En época de

Pueblecillo israelita que ocupa el lugar de la bíblica Yizré-é'I, cuyo nombre aún conserva en la actualidad.
(Foto P. Termes)
-·--·---·---·· ~ ·-·· ------

1345 1346
YIZRE'E'L

Salomón fue incluida Yizré'é'l en la rica zona de que intervinieron en la reforma religiosa de Ezequías
Isacar 5. de Judá3 •
Bajo la dinastía de Omrí alcanzó Yizré'é"l una impor-
3. ('Iwá.9 [BJ, 'lwaá [AJ; Vg. Ioaha). Levita y tercer
tancia singular. En el reinado de Acab fue la capital de
hijo de 'óbed "Édórn, citado como uno de los individuos
invierno del reino 6• La ciudad estaba fortificada 7, tenía
que pertenecieron a las agrupaciones de porteros del
una torre 8 y una gran puerta.", Había en ella el palacio
Templo establecidas durante el reinado de David.".
de Acab y junto a éste la viña de Nábót, que fue conver-
tida, después de la muerte de su dueño (precedida de 4. ('lováx; Vg. Ioha). Hijo de Yó'áház, canciller
un fraudulento juicio), en huerto del rey, hecho que del rey Josías, quien le delegó con Safan y Ma'áséyáhü
denunció con acritud el profeta Elias+". En la subleva- para que restauraran el Templo y purificasen el culto'.
ción de Jehú mataron en Yizré'é"I a Joarn, hijo de Acab, 1
2Re 18,18.26.37; cf. Is 36,3.11.22. 'ICr 6,6. 32Cr29,12.
rey de Israel, su madre Jezabel y todos los miembros • 1 Cr 26,4. '2 Cr 34,8.
de su familia, y Ocozías, rey de Judá, que trató de Bibl.: NOTH, 622, págs. 69, 141. Miqr., III, cols. 573-574.
escaparse, sufrió la muerte cerca de la cíudad-'. Esta J. A. G.-LARRAYA
efusión de sangre quedó grabada en el recuerdo de las
generaciones y la denunció el profeta Oseas=. YO'Ál;IÁZ (abr. de yého'áház, et.-+ Joacaz; 'lwáx;
El nombre helenista de la ciudad era Esdrelón. Euse- Vg, Ioachaz). Padre de Yó'áh, canciller o cronista del
bio cita una aldea de tal nombre ('Eo-6prir-wv) en el rey Josías.
gran valle entre Escitópolis (Beisán) y Legio (junto a
2 Cr 34,8.
Megiddoj P, hoy Zir'in, a 6 km al sudeste de el-Affülah.
Es un tell extenso, con vestigios de la edad del Hierro,
YO'ÁS. Nombre hebreo de los personajes llamados
que domina el estrecho paso del valle entre la colina
de Móreh y Gelboe. -+ Joás en castellano, el cual es la abreviatura de
Yéhó'as,
El nombre 'Emeq Yizré'é'I, que sirvió en un principio
para designar la parte central del valle, alrededor de la
YO'ÁS («Dios vino a ayudar»; cf. sudar. gawat ,
ciudad, se amplió con el tiempo hasta denotar el valle
gaw¡, etc., y ár. gafa ( = gawa¡a); 'lwás; Vg. loas).
entero-", El de Yizré'é"l es el mayor de los valles inte-
Nombre de dos personas de los tiempos preexílicos.
riores del país y se distingue por su fertilidad, estando
densamente poblado y sirviendo de principal paso a l. Segundo hijo del benjaminita Béker, que vivió
la -+ Vía Maris, desde la zona de la costa a Basán, durante el reinado de David1•
Damasco y el Líbano. 2. Funcionario del rey David, a cuyo cargo estaban
AEA, 248 a, 12,21; 250,53. BQnom., 108, 13. los depósitos (heb. '6,er6t) de aceite2•
1
1
Jos 19,18. 'Jos 17,16. 31 Sm 29,1.11; 2Sm 4,4. '2Sm 2,9. 1 Cr 7,8. 'l Cr 27,28.
'I Re 4,17. 'I Re 18,45-46; Am 3,15. 'I Re 21,23. 62Re 9,17.
Bibl.: NOTH, 636, pág. 176. G. RYCKMANS, Les noms propres
'2 Re 10,7-8. 10 l Re 21,I y sigs. u2 Re 9,10-27. 12Os 1,4. 13Jos
17,16; Jue 6,33. sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 173, 399.
J. VIDAL
Bibl.: ÁBEL, I, págs. 411-413; II, págs. 364-365. BRL, págs,
307-309.
YOB ('Ao-oúµ, 'lao-oúl3; Vg. Job). Tercer hijo de
Y. AHARONI
Isacar-, llamado -+ Yiisüb en las listas genealógicas
paralelas 2•
YIZZIYYAH (et. -+ Yezi'el 'Al.;e1á; Vg. Iezia). 1
Hijo de Par'os. Repudió a su mujer extranjera por orden Gn 46,13. 'Nm 26,24; l Cr 7,1.
de Esdras.
YOBÁB («rápido [en guerrear]»?, cf. ár. wabba;
Esd 10,25.
'lwl3ál3; Vg. lobab). Nombre de cinco personajes del
Bibl.: NOTH, 647, págs. 245-246. Miqr., III, col. 624. AT:
l. Último de los trece hijos de Yóqtán-, del que se
YO'ÁB. Nombre hebreo de tres personajes vetero-
ignora el pueblo que representa. En el libro de las Cró-
testamentarios, llamados en castellano -+ Joab.
nicas 2 los LXX le llaman 'Qpáµ.
YO'Ál;I («Dios es hermano»), Nombre de cuatro 2. Hijo de Zérah de Bósrah, segundo rey de Edom,
personas del AT: sucesor de Béla'". Los LXX le mencionan en su adición
al libro de Job4 •
l. ('lwás, 'lwáx; Vg, Ioahe). Hijo de "Ásáf, Fue
alto funcionario (heb. mazkir) del rey Ezequías de Judá, 3. Rey de Mádón, aliado de -+ Yáhín de Hásór,
el cual le envió con otros palaciegos a parlamentar en la coalición de ciudades y pueblos de la Palestina
con el representante de Senaquerib durante el asedio septentrional contra Josué ",
de Jerusalén por las tropas asirias1• 4. Hombre de la tribu de Benjamín e hijo primogé-
2. ('lwaxá, 'lwál3, 'lwá [AJ; Vg. Ioah). Hombre nito, nacido en los campos de Moab, de Saháráyim y
de la tribu de Leví, descendiente de Gérésórn e hijo de de l;lodes 6 •
Zimrnáh 2• Posiblemente haya de verse en él al levita 5. Benjaminita, hijo menor de 'Elpá'al y descendiente
del mismo nombre, hijo de Zimmáh y de la estirpe también de Saháráyim por los vástagos que tuvo de
de Gérésóm, mencionado como uno de los personajes su mujer Husím '.

1347 1348
YÓGBEHAH

'Gn h),29. 'l Cr 1,23. 'Gn 36,33-34; 1 Cr 1,44-45. 'Job 42, importantes, pero recientes. De hecho, este Yó'él no
18 (LXX). 'los ll,l. 'l Cr 8.9. 'l Cr 8,17. va precedido de sus ascendientes en el texto mencio-
Bibl.: NOTH, 625, pág. 226. Miqr. III, cols, 577-578. nado.
R. SÁNCHEZ 6. Uno de los cuatro hijos de Yizrahyah, hijo de
"Uzzi, Era jefe de la tribu de Isacar",
YO'ED («Dios es testigo»; 'lwá6; Vg. loed). Ben- 7. Hermano, o quizás hijo de Nátán. Fue uno de los
jaminita, antepasado de Sallü', uno de los repobladores héroes de David 8• El texto de 2 Sm 23,36 lee Yig'ál en
de Jerusalén en tiempos de Nehernías. lugar de Yó=él, y tal vez ésta sea la forma correcta del
Neh 11,7. nombre; además, dice que fue «hijo de Nátán» y no
Bibl.: N0TH, 634, pág. 162. hermano, como en el texto de las Crónicas.
8. Levita, hijo de Yéhi'él, de la familia de La'dán.
YÓ'EL («Yahweh es Dios»; 'lwr¡A; Vg. Ioel, lohel). Fue jefe de los geresonitas, a cuyas órdenes había ciento
Nombre de doce personajes israelitas: treinta servidores del Templo en tiempo de David.
1. Hijo primogénito de Samuel y padre de - Hémán-. Estuvo presente en el traslado del Arca a Jerusalén.
En 1 Cr 6,13 se le da el nombre de Vasseni (Vg.), que el Junto con otros geresonitas guardaba los tesoros de la
traductor tomó por nombre propio, cuando simple- casa del Señor; es decir, todo lo relativo al culto sagrado•.
mente se debe traducir por «el segundo» (heb. wa- 9. Hijo de Pédáyáhü y jefe de la media tribu occi-
sení): «Hijos de Samuel: el primogénito (heb. y6'el) y el dental de Manasés. Vivió durante el reinado de David".
segundo 'Ábiyyáh». Sarnuel, ya anciano, encargó a Yó'él
administrar la justicia en Bersabee con su hermano 10. Levita hijo de 'Ázaryáhü, de la familia de Qéhát.
'Ábiyyáh. Con este paso, Samuel pretendía dar a su Vivió en tiempo de Ezequías, rey de Judá. Por orden
judicatura un carácter hereditario, sistema desconocido de este rey, y conforme a las prescripciones del Señor,
hasta entonces. El propósito no prosperó, precisamente intervino en la purificación del Templo. Se menciona
debido al mal comportamiento de los hijos designados entre los catorce levitas que representaban las tres prin-
por Samuel, lo que fue una razón más que indujo al cipales ramas de sus familias!'.
pueblo a pedir la institución de la monarquía. El texto nos 11. Un hijo de Nébó, a quien Esdras obligó a repu-
resume la conducta de los dos hijos, sucesores de Samuel, diar a su mujer extranjera12.
diciendo que «no siguieron el ejemplo de su padre, 12. Hijo de Zikri. Perteneció a la tribu de Benjamín,
sino que se inclinaron al lucro ilícito, recibiendo regalos a la que gobernó, lo mismo que a la de Judá, cuando
y torciendo la justicia>". Fue entonces cuando el pueblo los descendientes de estas tribus habitaron en Jerusalén
reclamó un rey3 • después de la Cautividad de Babilonia".
2. Levita, de la familia de Qéhát, cuya genealogía 'l Sm 8,2; 1 Cr 6,18; 15,17. '1 Sm 8,3. 31 Sm 8,4-5. 'l Cr
figura entre la de los tres principales cantores del Tem- 6,21. '1 Cr 4,34 y sigs. '1 Cr 5,4-10. '1 Cr 7,3. 8 l Cr 11,38.
plo. Debe distinguirse sin duda de Yo-él, padre de 'l Cr 15,7.11-12; 23,8; 26,21-22. "l Cr 27,20. "2 Cr 29.12.
"Esd 10,43. "Neh 11,9.
Reman y uno de los jefes del canto del mismo san-
Bibl.: N0TH, 623, págs. 16, 70, 77, 107, 140. Miqr., III, cols.
tuario'. 574-575.
3. Hijo de Yósibyáh y príncipe de la tribu de Simeón R. DÍAZ CARBONELL
bajo Ezequías, rey de Judá. Fue uno de los trece sirneo-
nitas que emigraron a Gédór, donde destruyeron a los YÓ'ELÁH (et.?; 'IEAtá [B, S], 'lwriAá [A, Luc.]; Vg,
descendientes de Cam. De su linaje se nos dice que se loe/a). Hombre de la tribu de Benjamín. Fue hijo de
multiplicó copiosamente y, como tuviera gran número Yéróhám de Gédór y hermano de Zébadyáh, en com-
de reses, las condujo a Gédór, en cuyo lugar tuvo pasto pañía del cual se cita entre los varones más famosos
enjundioso y bueno, y una tierra espaciosa tranquila por su valor que se unieron a David en Síqélág.
.y apacible, en la que antes había habitado la es- 1 Cr 12,1.2.7.
tirpe de Cam 5• Bibl.: Miqr., III, col. 618.
4. Descendiente de Rubén. No se sabe de quién era
hijo, ya que en el texto se presenta sin explicación. Le YÓ'ÉZER («Dios es socorro»; 'lwl;apá [B], 'lwl;aéxp
anteceden los cuatro hijos de Rubén, pero no se indica [A, S]; Vg. Ioezer). Descendiente de Coré. Uno de
concretamente cuál de ellos precede. Se describen siete los héroes benjaminitas que se unieron a David en
generaciones de su descendencia y así se llega hasta la Siqélág,
Cautividad de Babilonia 6• 1 Cr 12,6.
5. Descendiente de Gad y jefe de los gaditas de Ba- Bib!.: N0TH, 635, págs. 18, 70, 154.
sán, región septentrional de Transjordania, y todo el
país de Galaad, hasta el sur de Basán, donde se aden- YÓGBEHÁH («altiva»?; 'IEyEf3éxA; Vg. legbaa). Ciu-
traron los gaditas, que eran muy dados a la guerra. dad transjordánica reconstruida por los gaditas1. Se
Vivió antes del reinado de Jeroboam 11, rey de Israel. menciona en las luchas de Gedeón contra los reyes
El texto 1 Cr 5,12, que le menciona, no reproduce la madianitas 2• Por lo general, se la identifica con el-
genealogía de Gad tal como se lee en Gn 46,16 y Nm Agbeihat, a 15 km al este de el-Salt y a 13 al oeste de
26,15-17, lo cual induce a creer que los gaditas citados 'Amman.
en las Crónicas, y entre ellos Yó'él, fueron personajes 'Nm 32,35. 'Jue 8, 11.

1349 1350
YÓGBEHAH

Bibl.: ABEL, II, pág. 365. Miqr., III, cols. 461-462, con más
bibliografía. SIMONS, § 309. 'Arnrám y madre de Aarón y Moisés1• Los LXX, la
M. MÍNGUEZ
Pésittá' y el Pentateuco samaritano dicen que María,
hermana del caudillo del Éxodo, fue también hija suya,
YÓGLi («Dios se manifiesta»?; 'Eyt..í; Vg. Iogli). parentesco que en el T. M. sólo se desprende de la narras
Padre de Buqqí, jefe de .la tribu de Dan durante el ción; asimismo pudo ser tía de su marido.
1
Éxodo. Nm 26,59; cf. Éx 6,20.
Nm 34,22. Bibl.: NOTH, 629, pág. 111.
Bibl.: NoTH, 569, pág. 244. M. V. ARRABAL

YOl;IÁ' (abr. de ->- YoJ:¡anan; Vg. Joha). Nombre de YOM KIPPOR. En el ámbito del calendario de las
dos israelitas: festividades judías, el gran día de la Expiación (y6m
kippür) ocupa un lugar destacado. Era celebrado el
l. ('lc.v6á). Hombre de la tribu de Benjamín citado
décimo día del séptimo mes, o sea cinco días antes
en último lugar entre los hijos de Béri'áh '.
de la escenopegia o fiesta de los Tabernáculos, con la
2. {'Jc.vl;aé). Héroe de David, apellidado «el tisita» abstención total del trabajo y un riguroso ayuno que
(heb. ha-tisi], hijo de Simrl y hermano de Yédí'á'él 2• abarcaba el tiempo comprendido entre los dos atarde-
No se cita en la lista de los héroes del segundo libro ceres consecutivos. El culto divino alcanzaba en tal
de Samuel. fiesta una solemnidad singular, por cuanto en ese día
1
1 Cr 8,16. 21 Cr 11,45. el sumo sacerdote penetraba en el sancta sanctorum y
Bibl.: NOTH, 627, pág. 40. asperjaba la tapa del Arca de la Alianza (kapp6ret) con
D. VIDAL la sangre de los animales ofrecidos en holocausto y del
macho cabrío, víctima ofrecida por los pecados; con
YOl;IANAN (et. ->- YehoJ:¡anan). Nombre de ocho ello, el sumo sacerdote debía obtener la expiación de
personajes israelitas: sus propias faltas, así como también las de todo el sacer-
l. Hijo mayor del rey Josías. A pesar de ser el pri- docio y de la comunidad israelita entera. El origen de
mogénito, no sucedió a su padre en el trono. Para tal festividad es, según Lv 16,1-34, la misión confiada
interpretar esta anomalía, se considera que tal vez por Dios a Moisés. Los pormenores de esta celebración
murió prematuramente1• durante la época judía final pueden encontrarse en la
Misnáh y en las correspondientes explicaciones del
2. Quinto hijo de "Elyó'énay, descendiente de la
casa de David a través de Zorobabel 2• Talmüd. Incluso tras la destrucción del Templo conservó
la festividad del Yórn Kippür su significación de gran
3. Sacerdote, quizá pontífice, hijo de Azarías y padre día penitencial del pueblo judío; el sacrificio ofrecido
3
de Azarías • La genealogía, en que se repite el mismo por el sumo sacerdote fue sustituido por la manifestación
nombre, indica que el primer Azarías vivió en época penitencial de la comunidad, que halló su expresión
de Salomón y el segundo en el reinado de Asa. particularmente en la tifilliih (la plegaria de la festivi-
4. Uno de los benjarninitas que se incorporó en dad). En Heb caps. 9-10, Yóm Kippür aparece como
Síqélág a las fuerzas de David 4 • una prefiguración del gran día de la expiación (la muerte
5. Hombre significado de la tribu de Gad que se y la resurrección de Cristo), en el que Jesucristo pagó
unió a David en Síqélág>, con su propia sangre los pecados de todos los hom-
6. Regresado de la Cautividad babilónica con Esdras, bres. Resultan discutibles las opiniones que interpretan
En el T. M. aparece como hijo de Qátán", Rom 3,25.26 relacionando la palabra it..acnr¡p1ov con
el término kappáret del A T y el sacrificio de Cristo
7. Sumo sacerdote, descendiente - seguramente nie-
con el holocausto expiatorio del Yóm Kippür (->- Ex-
to - del pontífice "Elyásíb", llamado Yónátán por error
piación). En todo caso, el paralelismo entre los ritos de
gráfico, muy explicable, en Neh 12,11. Al parecer,
la festividad del Yórn Kippür y las ideas que se hallan
puede identificarse con el Yéhóhánán de Esd 10,6.
en Rom 3,25.26 revelan una acusada afinidad concep-
8. Hijo de Qáréah. Fue contemporáneo del profeta tual en los criterios sobre la necesidad, las condiciones
Jeremías y uno de los jefes hebreos que se unieron a y la eficacia del sacrificio expiatorio.
Godolías tras la caída de Jerusalén.". Avisó en vano Bibl.: l. ELBOGEN, Der jüdische Gottesdienst in seiner geschicht»
a Godolías que se tramaba una conspiración paga asesi- lichen Entwicklung ; Leipzig 1913. M.LOHR, Das Ritual von Lev. 16,
narlo; muerto el jefe judío, Yóhánán castigó a los culpa- Berlín 1925. A. BüCHLER, Studies in Sin and Atonement in the
bles y emigró a Egipto a fin de evitar la represión, lle- Rabbíníc Literature of the First Century, Londres 1928. l. Mo-
RALDI, Espiazione sacrifica/e e riti espiatori, Roma 1956. L. LIGIER,
vando consigo a Jeremías, que se oponía al traslado Péché d'Adam et péché dú monde. Bible-Kippur-Eucharistie, II, París
de los hebreos fieles a tierra egipcia". 1961, págs. 225-256.
1 P. BLASER
1 Cr 3,15. 21 Cr 3,24. '1 Cr 5,35-36. 'I Cr 12.5. '1 Cr 12,
13.15. 'Esd 8,12. 'Neh 12,22-23. 8Jer 40,8; cf. 2 Re 25,23.
'Jer 40,13-16; 41,11-18; 42,1-43,7. YON,U>ÁB (var. yéhánádáb, «Dios es generoso»;
Bibl.: -+ Yéhóháuán. 'lc.vva6á[3; Vg. Jonadab). Nombre de dos personas
T. DE J. MARTÍNEZ del AT:
1. Hijo de Sim-áh y sobrino, por lo tanto, de David.
YOKÉBED (wYahweh es gloria»?; 'lc.vxaf3é6; Vg. Fue el hombre que aconsejó a "Ammón, primo suyo, la
Jochabed). Hija o descendiente de Leví, mujer de estratagema para lograr seducir a Tárnár, También in-
1351
1352
Zabulón. La llanura de Acre, que se extiende hasta los montes, formaba parte del territorio concedido a la tribu de Zabulón.
La playa que domina San Juan de Acre se extiende desde ella hasta el otro lado del golfo llegando al Carmelo (Foto S. Bartina)

Trono de Tutanhamón. Formaba parte del tesoro de este soberano egipcio. En el respaldo, se ve al faraón con su esposa;
el escabel representa a los pueblos enemigos como símbolo de sujeción victoriosa (cf, Sal 110,1; Heb 1,13). (Foto S. Bartina)
YÓRQÉ'ÁM
formó a David de que Absalón sólo había matado al y Dédán ', mencionados en la Tabla de las Naciones
seductor y no a todos los hijos del rey, como se rumo- como hijos 'de Ra'rnáh", Sebii' aparece en otro pasaje
reaba 1. de la misma Tabla como hijo de Yóqtán ". Esto último
2. Hijo de Rékáb y el primero de los rekabitas, con- ha dado pie a que se creyera que Yóqsán no era más
trarios a la existencia sedentaria impuesta por la agri- que una forma variante de Yóqtán ; pero el cambio del
cultura y la civilización urbana. Colaboró con Jehú tér en sin es dificil de explicar fonéticamente, y todo
en la tarea de limpiar al reino del Norte del sincretismo tiende a aconsejar que se les considere como dos perso-
religioso propagado durante la dinastía de Acab ", Es- najes distintos. Tal vez Yóqsán sea el epónimo de un
taba emparentado con los quineos y calebitas3 • pueblo que vivió entre el Éufrates y el Tigris.
1
1
2Sm 13,3.5.32-36. '2Re 10,15.23; Jer 35,6-19. 31 Cr 2,55; Gn 25,2-3; 1 Cr 1,32. 'Gn 10,7. 'Gn 10,25.
4,11-12. Bibl.: Miqr., III, col. 767, con bibliografía.
Bibl.: Norn, 605, págs. 21, 70, 77, 193. Miqr., III, col. 532. R. SÁNCHEZ
J. CARRERAS
YÓQTÁN («hijo menor»?; 'IEKTáv; Vg. Iectan).
YÓQDE'ÁM ('Ap1Káµ Vg. Iucadam). Ciudad de Hijo menor de 'Eber y hermano de Péleg. Tuvo trece
la tribu de Judá, situada en los montes -,. (Yórqé'ám). hijos-, la mayoría de los cuales aparece como epónimo
Jos 15,56.
de tribus árabes, en especial del mediodía de Arabia,
anteriores a los descendientes que Abraham tuvo de
Bibl.: ~ Yórqé'ñm.
Agar y Qétüráh Y, por ello, quizá representen pueblos
autóctonos de aquel país. Incluso puede establecerse
YOQ'iM (et. -,. Joaquim; 'Icococaíu ; Vg. et qui stare un paralelismo entre Yóqtán y los Banü Qahtán, im-
fecit solem). Hijo de Seliih, citado en la genealogía portante grupo tribal de la Arabia histórica (-,. Ara-
de Judá1. La Vg. ha confundido su nombre con un bia, § 2).
verbo; en realidad, trátase del nombre hebreo de -,. Joa-
'Gn 10,26-28.
quim, en el que se ha suprimido parte de sus compo-
Bibl.: ABEL, I, pág. 294. A. CLAMER, La Genése, en La Sainte
nentes. Su forma hebrea correcta, aunque abreviada, Bible, I, París 1953, loe. cit. SIM0NS, § 136.
es la de Yóyáqím.
M. GRAU
'1 Cr 4,22.
Bibl.: N0TH, 637, pág. 245. YÓQTE'.EL. Nombre de dos poblaciones vetero-
M. MÍNGUEZ
testamentarias:

YÓQME'ÁM (et. ?; Aovxóu, 'IEKµo:áv; Vg. Iecmaan, l. ('lo:Ko:pei¡r. [B], 'IExSo:i¡r. [AJ; Vg. Iecthel). Lo-
Tecmaan). Nombre de dos poblaciones hebreas: calidad de la tribu de Judá, situada en el mediodía
de la Sefeliih y en la región de Lákís'. No ha sido iden-
l. Ciudad levítica en el territorio de Efraím, concedi-
tificada.
da a los levitas descendientes de Qéhát ', En el pasaje
paralelo del libro de Josué 2, recibe el nombre de Qibsáyim, 2. ('IESoi¡i\; Vg. Iectehel). -+ Petra (§ J).
2. Ciudad de la tribu de Zabulón, que se identifica
'Jos 15,38.
con -,. Yóqné'ám.
Bibl.: SIM0NS, §§ 318 (B/16), 923.
11 Cr 6,53. 'Jos 21,22.
G. SARRÓ
Bibl.: ABEL, II, págs. 365-366.
M.GRAU YüRÁl;I. ('lwpá; Vg. lora.) Nombre variante, en
Esd 2,18, de -,. Hárlf.
YÓQNE'ÁM (et.?; r¡ Mo:áv, 'lssuév; Vg. Ieconam,
Iecnam). Ciudad levítica en el territorio de la tribu YüRÁM. Nombre hebreo de los personajes llama-
de Zabulón, concedida a los levitas de la estirpe de dos -,. Joram en castellano.
Mérárí-, también llamada Yóqmé'ám, Recibe en la SE
otro nombre variante: Yóqné'ám la-Karmel ('leKoµ Tov YüRAY (et. ?; 'Icopsé [B], 'lwpés (A]; Vg. Iorai).
XEpµér.; Vg. Iachanan Carmeli¡ 2• Aparece en el nú- Fundador de una familia y jefe de la tribu de Gad
mero 113 de la lista de ciudades de Thutmosis III (egip. de Basán.
'nqn'm). Se identifica con Tell Qaimün, que se halla
1 Cr 5,13.
a unos 11 km al noroeste de Megiddo, en las laderas
Bibl.: N0TH, 640, págs. 40, 41.
septentrionales de la sierra del Carmelo, dominando el
Esdrelón.
YÓRQE'ÁM ('IEKAÓv; Vg. Iercaam). Lugar habi-
'Jos 21,34. 'Jos 12,22. tado por miembros de la familia de Hesrón y de la casa
Bibl.: ÁBEL, II, págs. 365-366. w. F. ÁLBRIGHT, Revie1v of de Caleb ', que suele identificarse con la Yóqdé'ám de
Abe! «Géographie de la Palestine» JI, en JBL, 58 (1939), pág. 184.
SIM0NS, §§ 205, 329, 337 (16,37), 510 (28), 874 (V).
Jos 15,56. Se localiza en el actual Hirbet Raqa", a medio
camino entre Tell Zif (Zif) y Yattah (Yuttah).
P. ESTELRICH 1 l Cr 2,44.
Bibl.: ÁBEL, II, pág. 91. SIM0NS, §§ 319 (C/6), 322(4).
YÓQSÁN (et. ? 'IEi'.;áv, 'IE~áv, Vg. Iecsan). Segun-
do hijo de Abraham y de Qétüráh, y padre de Sebii' M. MÍNGUEZ

1353 1354
YóSADAQ

YÓ!;,ADÁ.Q (var. yéhásddáq, «Dios fue justo»; 'lcoos- Más tarde, cuando iban a proclamar rey al homicida,
6éxK; Vg. Iosedec). Hijo del sumo sacerdote Séráyá l, pronunció en lo alto del monte Garizim, de forma que
exilado a Babilonia en tiempo de Nabucodonosor1, tras le oyeron los siquemitas, el apólogo de los árboles y
la muerte de su padre en Ribláh 2 • Tuvo por hijo a arbustos que ungieron a un soberano, una de las pri-
Yésüa", sumo sacerdote contemporáneo de Zorobabe13. meras manifestaciones sapienciales hebreas. Quiso
expresar así la ilegalidad de la elección. Huyó luego
11 Cr 5,40-41. 22Re 25,18.21. 3Esd 3,2.8; 5,2; 10,18; Neh
a Bé'ér, al este del Tabor, lejos del alcance de 'Ábi-
12,26; Eclo 49,12; Ag 1,1.12.14; 2,2.4; Zac 6,11.
mélek'.
Bibl.: NOTH, 611, pág.189.
J. VIDAL 2. Nombre hebreo de --+ Jotam, undécimo rey de
Judá.
YÓSÁ.FÁ.'f. Contracción del nombre hebreo Yéhó- 3. Segundo hijo de Yahdáy, descendiente de Caleb,
sáfá], en castellano --+ Josafat. citado en la genealogía de Judá 2•
'Jue 9,1-21.57. '1 Cr 2,47.
YÓSÁ.H (et.?; 'lcocsió ; Vg. Josa). Hijo de Amasías, Bibl.: NOTH, 645, pág. 189 y sigs. R. TAMlSIER, Le livre des
de la tribu de Simeón, el cual, con otros jefes simeonitas, Juges, en La Sainte Bible, III, París 1949, loe. cit.
ocupó los pastos de Gédór durante el gobierno del rey C. COTS
Ezequías.
1 Cr 4,34. YÓ'fBÁ.H ( «bondad»; 'lne¡3éx, 'lnccxéxi\ [AJ, 'leo-el3éxi\
Bibl.: NoTH, 643, pág. 245. Miqr., III, col. 621. [B], 'lne!3cc.Séx [Luc.]; Vg. Ieteba). Patria de _MesuHé-
met, madre de --+ 'Á.mon1. El versículo está resumido
YÓSAWYÁ.H (et.?; 'Icocsró ; Vg. Iosaia). Héroe del en Crónicas2, pero no menciona ni a Mésullémet ni
ejército de David y último hijo de 'Elná'am, no citado a Yótbáh. Se ha venido identificando tradicionalmente
en la lista correspondiente del segundo libro de Samuel. con la ciudad galilaica de Yotapata, citada por Josefo,
y con Yótbat o Yódáfat del Talmüd. Según esto, sería
1 Cr 11,46.
el actual Hirbet Gefát, a unos 14 km al norte de Naza-
Bibl.: NoTH, 644, pág. 245.
ret. Se ha argüido en contra de ello, teniendo en cueuta
YÓSBEQÁ.SÁ.H (et.?; 'leo-!3cco-ccKéx, BccKCCTéx; Vg. Iesba- la grafía bíblica, la dificultad de que termine la palabra
cassa). Uno de los hijos de Hémán, el cantor1. Fue hebrea en táw y, además, es difícil que Manasés, padre
jefe de la decimoséptima clase de los cantores del Tem- de 'Ámon, fuese a buscar mujer (no concubina) preci-
samente en el reino del Norte. Ginsberg ha preferi-
plo 2, que se estableció para el servicio sagrado en la
do, pues, identificarla con la bíblica --+ Yuttñh, actual-
época de David.
mente Yattah, a unos 8 km al sur de Hebrón.
11 Cr 25,4. '1 Cr 25,24.
12 Re 21,19. '2 Cr 33,21.
Bibl.: NoTH, 755, pág. 247.
J. A. PALACIOS Bibl.: F. JOSEFO, Bel. /ud., 3, 7,3-4. ABEL, II, pág. 366. w. F.
ALBRIGHT, en JBL, 58 (1939), pág. 184-185. H. L. GINSBERG, en,
Alexander Marx Jubilee Volume, Nueva York 1950, pág. 350. Miqr,
YÓSEF. Nombre hebreo de los personajes llamados III, col. 672, con más bibliografía. S1MONS, § 957.
en castellano --+ José. R. SÁNCHEZ

YÓSIBYÁ.H («Dios hace morar [en paz y seguridad)»; YÓ'fBÁ.TÁ.H («bondad, delicia ?»; 'ETe¡3cc.Séx; Vg.
'lo-cc!3ícc; Vg. Iosabia). Hombre de la tribu de Simeón, Ietebatha). Vigésimo séptima estación de los israelitas
padre de Yéhü' e hijo Séráyáh, de la familia de 'Ási'el. en el desierto1 (--+ Éxodo, Itinerario del). Nuevamente
Vivió durante el reinado de Ezequías. mencionada en Deuteronomio", con la indicación de
1 Cr 4,35. «región de torrentes de agua». Se cita entre Hór ha-
Bibl.: NOTH, 642, págs. 202-203.
Gidgád y 'Abronáh. Al parecer no es segura su identifica-
M. D. RIEROLA ción, aunque algunos autores han propuesto, basándose
en la nota del Deuteronomio, 'Ain el-Tábah, a 40 km al
YÓSIFYÁ.H («Dios añadirá»; 'lwo-eq,eícc; Vg. Iosphia). norte del golfo del 'Aqabah en el Wádí el-tArabah,
Padre de Selomit, quien regresó con Esdras de Babilo- cuyas aguas y palmeras corresponden a la descripción
nia después de la Cautividad1• bíblica; en cambio, otros autores la sitúan en "Ain
Gadián,
1 Esd 8,10.
Nm 33,33-34.
1 'Dt 10,7.
Bibl.: NoTH, 632, págs. 28, 60, 212. R. SÁNCHEZ

YÓ'SIYY Á.H(Ü). Nombre hebreo de --+ Josías, rey


YÓYADÁ.' (abr. de --+ Yehoyiidii'; Vg. Ioiada). Nom-
de Judá.
bre de dos personas del AT:
YÓT.ÁM («Yahweh se mostró justo»; 'lwéx.Sccµ, l. ('lw16éx). Hijo de Páséah y restaurador de la
'lwéx.Sccv; Vg, Ioatham). Nombre de tres israelitas: puerta Antigua de Jerusalén, junto con Mésullám, hijo
de Bésódéyáh, en tiempo de Nehernias1•
1. Hijo menor de Gedeón, que salvó la vida escon-
diéndose durante la matanza de sus setenta hermanos, 2. ('lw6ccé, 'lw6éx). Sumo pontífice contemporáneo
asesinados por 'Ábimélek, asimismo hermano suyo. de Nehemías. Fue hijo de 'Élyásib y padre de Jona-

1356
1355
YÜSAD

tán, y en su época se registraron los jefes de familia y en el lecho 1. El nombre es vacilante, pues algunos ma-
los sacerdotes2 • Neh 12,23 puede dar pie a la creencia nuscritos hebreos le llaman Yózábád, lo mismo que
de que era hermano y no padre de Jonatán, puesto que la versión siríaca, y en el pasaje paralelo del libro de
se dice de éste que fue «hijo de "Elyáslb», pero ha de las Crónicas se le designa como Zábád 2•
tenerse en cuenta que el término «hijo» expresaba tam- 12 Re 12,21-22. '2 Cr 24,26,
bién la relación entre nieto y abuelo.
Bibl.: NoTH, 626, págs. 21, 187, 245.
'Neh 3,6. 'Neh 12,10,11.22; 13,28. G. SARRÓ
Bibl.: -,. Yéhoyádá'.
T. DE J. MARTÍNEZ YÜBÁL («sonido»?; 'lov[3ár.; Vg. Lubali. Hijo de
Lamec y de 'Ádah. Es padre de los que tañen el arpa
YÓYÁQÍM (et. ---+ Joaquim; 'Iccoxlu ; Vg, Ioacim). y la flauta, es decir, fue el iniciador de tal género de
Nombre de dos personajes israelitas: música.
l. Sumo sacerdote, hijo de Yésüa" y padre de 'Elya- Gn 4,21.
síb. Vivió en la época de Esdras y Nehemías1•
YUGADA (heb. sémed; sEvyos [3owv; V g. iugerum).
2. Uno de los nombres hebreos del rey _,. Joaquim.
Medida de superficie equivalente a la cantidad de tierra
'Neh 12,10.12.26. que una yunta de bueyes puede arar en un día; equiva-
le aproximadamente a una fanega de tierra ( _,. Me-
YÓYÁRÍB. Abreviatura o contracción del nombre trología).
hebreo Yéhóyáríb. Se aplica a distintos personajes, lla- 1 Sm 14,41; Is 5,10.
mados en la Vg, Ioiarib, Ioarib, larib, etc., formas que C. WAU
son un calco, más o menos exacto, del nombre original
existente en el T.M. YUGO (heb. méti áh], '61, sémed; ac. al/u, ullu, samá-
du; svyós, KAOtós; Vg. iugum). Instrumento de madera
YÓZÁBÁD (et. ---+ Yehoziibiid; 'lwso:[3á8; Vg. loza- empleado para uncir un par de bueyes o caballerías a
bad). Nombre de ocho (?) personas del AT: la lanza de la carreta o al timón del arado. Los emplea-
l. ('lwsa[3á.S ; Vg. lezabad). Guerrero de la tribu dos para las caballerías difieren de los utilizados para
de Benjamín, natural de Gédéráh, que se unió a David los bueyes. Mientras éstos se sujetan con cuerdas o
en Siqélág '. correas a los cuernos del animal, los primeros se atan
a un collar que se coloca en el cuello de los caballos,
2-3. ('lwsá[3á.S, 'lwcra[3aí.S). Dos jefes militares de
junto a la cruz.
la tribu de Manasés, que desertaron del ejército de Saúl
para sumarse a los hombres de David en Síqélág". En la SE se menciona el yugo unas veces en sentido
propio y otras en sentido figurado. Los animales que
4. Levita, encargado del tesoro del Templo durante habían llevado yugo no eran válidos para el sacrificio 1;
el reinado de Ezequías de Judá 3• como se ataban de dos en dos, se usa a veces el hebreo
5. Uno de los levitas principales que, bajo Josías, sémed, «pareja», y este mismo nombre se da a la tie-
celebró solemnemente la Pascua 4• rra que puede arar una yunta de bueyes en un día
(--,. Yugada). En sentido figurado, el yugo de hierro que
6. (Vg. lozabed). Levita, hijo de Yésüa', que asistió,
mencionan los profetas no es sino la expresión enfáti-
con dos sacerdotes, a la entrega del oro, plata y vasos
ca que subraya la pesadez de la esclavitud 2• El yugo
sagrados, que Esdras había llevado desde Babilonia 5•
indica asimismo la sumisión de los seres humanos a
Este personaje y los dos siguientes pudieran ser, según
Dios' y la sujeción consecuente del pueblo de Israel
algunos exegetas, un solo individuo.
a otras naciones 4.
7. (Vg. lozabed). Sacerdote, hijo de Pashür, que La aceptación de una doctrina se expresaba en el ra-
hubo de renunciar a su mujer extranjera por orden de binismo con la frase metafórica «tomar sobre sí el
Esdras•. yugo» doctrinal. La ley evangélica, que en este sentido
8. (Vg. lozabed). Levita que hubo de repudiar a su es el «yugo de Cristo», es suave y su carga ligera 5 en
esposa por su condición de extranjera 7• Posiblemente, relación a los complicados preceptos de los antiguos
es uno de los levitas que imponían silencio al pueblo, rabinos y con las penas del AT. Jesucristo además y
durante la lectura pública de la Ley, bajo la adminis- sobre todo es, como prueba toda su predicación, el mo-
tración de Esdras 8, y que tuvo a su cargo las obras delo que precede y manifiesta el camino de la nueva
exteriores del Templo 9• vida cristiana.
11Cr 12,5. 'lCr 12,21. 32Cr 31,13. '2Cr 35,9. 'Esd 8,33. 1Nm 19,2; Dt 21,3; 1 Sm 6,7. -cr. Dt 28,48; Jer 28,14. 'Jer
'Esd 10,22. 'Esd 10,23. 8Neh 8,7. 'Neh 11,16. 2,20. 'Is 9,3; 10,27; 14,25. 'Mt 11,29-30.
P. ESTELRICH
Bibl.: NoTH, 594, págs. 21, 47, 77. Miqr., III, col. 518, con
bibliografía.
M. GRAU YÜKAL. Forma variante del nombre --,. Yéhükal
en Jer 38,1.
YÓZÁKÁR (var. yozábád; et. ---+ Zacarías; 'IESEtXáp;
Vg. Iosachar). Hijo de Sim'at, uno de los dos servido- YÜSAB l;IÉSED ( «vuelve la misericordia»?; 'Apo[3á-
res del rey Joás, que mataron a éste mientras estaba oovic [B], 'Acro[3ácrE8 [A]; Vg. Iosabhesed). Hijo de

1357 1358
YÜSAD

Yattáh (en la cumbre de la derecha), que ha conservado el nombre bíblico de Yuttáh. Panorámica vista en
dirección nordeste. (Foto P. Termes)

Zorobabe\1. Generalmente se interpreta que fue descen- situada a unos 8 ó 9 km al sur de Hebrón: es una im-
diente (nieto) de Zorobabel y que ha de suplirse el portante ciudad árabe, cuya población numerosa ya está
nombre de Mésullám, como padre suyo, en la lista atestiguada en el Onomásticon. Ha sido considerada
genealógica. Noth estima que el elemento Hésed es una por algunos exegetas como la patria de san Juan Bau-
<litografía del de Hásadyáh que le precede. tista 5; tal suposición se basa en la confusión de las
11 Cr 3,20. consonantes griegas de 'loú6cx, Judá, con las del hebreo,
pero, en tal caso, creemos que el autor del tercer evangelio
Bibl.: NOTH, 641, pág. 245. Miqr., III, cols. 620-621.
habría consignado una ciudad «denominada Judá» y
YUTTÁH (var. yüttéh, «extendido, inclinado»; 'l-róv sólo dice «una ciudad de Judá»,
[B], 'leTTá, 'Acrá; Vg, lota, /eta). Localidad de la 'Jos 15,55. 'Jos 21,16. '1 Cr 6,44 (LXX) 59). '2Re21,19.
tribu de Judá ', asignada a los levitas en unión de sus 'Le 1,39.
alrededores 2. El T. M. y la Vg. omiten su nombre en la Bibl.: EUSEBIO, Onom., 108,8. GuÉRIN, Judée, III, págs. 105-
lista de Crónicas, pero lo conservan los LXX: TT)V 106. ABEL, II, págs. 366-367. H. L. GINSBERG, en A/ex. Marx
'Acrcráv 3• Ginsberg ha supuesto que se debe identificar Jubilee Volume, Nueva York 1950, pág. 350. L. MARCHAL, Évan-
gile selon satnt Luc, en La Sainte Bible, X, París 1950, pág. 31. Miqr.,
con esta población la Yótbáh, patria de Mésullémet, IIJ, col. 673. SIM0NS, §§ 319 (C/4), 337 (8), 957.
madre de 'Ám6n4; aunque es mucho más probable la
opinión de otros que la identifican con la actual Yattah, R. SÁNCHEZ

1359 1360
z
Z. El zayin (T z) es la séptima letra del alefato. (
Corresponde a la dzeta griega (Z, [,), que es la sexta
q9 ( )
letra del alfabeto, a la zeta (Z, z), que es la vigésimo 11 12 13 14 15 16 17 18
tercera y última letra del abecedario latino, y a la zeta
11. Primer siglo de la era actual y escritos de la
o zeda (Z, z) vigésimo octava y última letra del abece- época de Bar Kókébá" (1-150 D.c.). 12. Caracteres
dario español y vigésimo tercera de sus consonantes. cuadrados hebreos (siglo 1v D.C.). 13. Papiros de
El desplazamiento tan notable de lugar que ha sufrido los siglos v-vm D.c. 14. Siríaco (500-800 n.c.).
la zeta en los abecedarios latino y español respecto al J 5. Pentateuco samaritano (siglo XIII n.c.). 16. Es-
original demuestran que es un signo gráfico que entró critura rabínica rási (siglo XIII D.c.). 17. Caracteres
tardíamente en el uso escrito de aquellas lenguas. alemanes cursivos (siglo XIX). 18. Escritura árabe
La zeta, en el conjunto de las lenguas bíblicas, perte- del Corán
nece al grupo de las sibilantes. En español moderno se ha
2. LA «ZETA» COMO FONEMA ARTICULADO. En hebreo,
dentalizado. Por su naturaleza y situación en el conjunto
y en general en las lenguas semíticas, la zeta o zayin
de signos, la zeta está estrechamente emparentada con
se pronuncia como una ese suave, que tiene parecido
otros que le son afines por diversos conceptos.
sonoro con la z catalana, francesa e inglesa, distinta de
Conviene considerarla como grafía, en su línea evo-
la z alemana (que se pronuncia ts) e italiana (ts, ds).
lutiva y estática, y como sonido articulado.
Coincide, pues, prácticamente, con la s o sámek sonora,
l. LA «ZETA» COMO SIGNO ESCRITO. La zeta, con- y de hecho se la ha confundido con ella en la escritura,
siderada como signo gráfico, procede del zayin fenicio. como en 'lz = </s, e incluso con el s. Por lo mismo, al
Tanto las formas mayúsculas como las minúsculas, ser el sádé (9) muy parecida, en su antigua pronuncia-
incluso las manuscritas actuales, en que el trazo inferior ción, al sámek (-,. S), se trastruecan en la escritura
se prolonga por debajo de la línea de escritura, se ex- bíblica: zá'aq = 9a'aq; 'iilaz = "álas; záháb = sáháb ;
plican perfectamente teniendo en cuenta las distintas zrb = srb; z'r = 9'r; zrr = srr. Por otra parte, por ser
tendencias en la evolución de signos, habida cuenta el zayin sibilante dental suave, tiene similitudes con el
incluso del tipo hebreo cuadrado. Puede presentarse así: dálet (d), al que pasa a menudo en arameo.
En griego, la dzeta (Z, [,) es una consonante doble
que se compone del elemento dental d y del sibilante s
suave, como de ese catalana o francesa entre vocales.
Está encuadrada en el grupo de las dentales y es muda
1. Derivaciones de los caracteres jeroglíficos egip- suave. La versión de los LXX traslitera el zayin semítico
cios. 2. Paso al alfabeto protosinaítico. 3. Des- por dzeta griega y Jerónimo por zeta latina.
arrollo tamúdico posterior En latín, la zeta, que como signo escrito se ha pedido
de prestado al griego y aparece en palabras comunes
extranjeras y nombres propios, tiene las mísmasxcarac-
I
4
:f:'- I I-Z. :g
6 7
'
10
terísticas sonoras que en griego. En su calidad de doble
alarga por posición, en métrica, la vocal precedente.
La zeta castellana ha sufrido una desviación y una
4. Alfabeto fenicio. Sepulcro de Hírárn, rey de asimilación en el modo de ser articulada. Es actual-
Biblos (siglo XIII A.c.). 5. Alfabeto fenicio (1000 mente interdental fricativa sorda que se pronuncia colo-
A.c.). 6. Est'eia de Mesa', rey de Moab (890- cando la punta de la lengua entre los dientes superiores
875 A.c.). 7. Cartas arameas (800 A.c.). Inscrip-
ción de Siloé (700 A.c.). 9. Letras talladas en y los inferiores, y aspirando al tiempo de separarlos.
sellos y piedras preciosas (800-500 A.c.). 10. Pa- Por eso corresponde perfectamente a la e ante e e i.
piros egipcios (500-300 A.c.) El lenguaje castellano-americano no conoce general-

1361 1362
z
mente la zeta en su puridad actual, que sustituye por cion del Antilíbano donde están las actuales aldeas de
el seseo, acercándose con eso más y mejor a modos Zebedani y Zebad.
primitivos. De donde la actual zeta castellana es más 1 Mac 12,25-32.
afín a la theta griega (8, .9) y, por lo tanto, a la t, the, Bibl.: M. GRANDCLAUDON, Les livres des Macchabées, en La
como sonorización articulada, mas no como signo Sainte Bible, VIII, 2.• parte, París 1951, págs. 104-105.
escrito.
D. VIDAL
3. VALOR NUMÉRICO. En hebreo, el zayin tiene el
valor de un numeral y corresponde T = 7, lo mismo ZABBAY (et.?; as. zabáya; sudar. zabbay). Nombre
que la ~ griega. Ésta, a su vez, puede expresar 7000 y de dos israelitas postexílicos:
70 000 según lleve en su parte inferior izquierda una
l. (Zo:¡3oú, Vg. Zabbaiy. Uno de los hijos de Bébáy,
coma para el primer valor, o encima una crema o
que hubo de repudiar a su mujer extranjera en tiempos
diéresis para el segundo. Debido a su gran semejanza
de Esdras1. En muchos mss. hebreos se le llama Zakkay,
con la ~, se las ha confundido no raramente en la escri-
pero contradicen tal lectura las traducciones antiguas
tura (-+ X). En latín, la z carece de valor numérico.
(LXX y Vg.).
Bibl.: E. W. GESENIUS, Hebroisches und aramdisches Handwor-
terbuch, 17.• ed., Berlín 1954, pág. 191. 2. (q. zakkay ; Zo:¡3ov; Vg. Zachai). Padre de na-
S. BARTINA rük, que colaboró en la reparación de las murallas
de Jerusalén en la época de Nehemías; reconstruyó
ZA'ÁWAN (et.?; Zovxóu; Vg. Zavan). Jefe de los desde el ángulo del arsenal hasta la puerta de _la casa
hurritas, hijo de 'Eser y nieto de Se<ir. de "Elyásíb".
1 Esd 10,28. 'Neh 3,20.
Gn 36,27; 1 Cr 1,42.
Bibl.: Miqr., II, col. 938. Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
1918, pág. 245. N0TH, 415, págs. 39, 47. G. RYCKMANS, Les
noms propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 83.
ZABAD (et. -+ Zébadyáhlñ]; ac. za-ba-du; El. zbdyn;
sudar. zabd, zabday; Zo:¡3é6, Zo:¡3á6, Zo:¡3éT; Vg. Zabad). C. COTS
Nombre de siete personas veterotestamentarias:
ZABBÜD (et. -+ 'Elziibiid, q. zakkúr; Zo:¡3oú6; Vg.
1. Hombre de la tribu de Judá. Hijo de Nátán y
Zachur). Uno de los hijos de Bigway, que, con su
padre de 'Efliil, descendiente de Yarhá' y de la estirpe
hermano <ütay y setenta varones, regresó con Esdras
de Yérahmé'él ',
de la Cautividad babilónica.
2. Individuo de la tribu de Benjamín. Fue hijo de Esd 8,1.
Sütélah, al que mataron los hombres de la ciudad
Bibl.: -,. Ziibüd.
de Gat porque había ido a robar su ganado2.
3. Hijo de "Ahláy, uno de los héroes de David3 • ZABDi («[Dios] ha dado»; El. zbdy ; Zo:µ¡3pí; Vg.
Algunos comentaristas lo identifican con Zábád § 1. Zabdi). Nombre de cuatro israelitas:
4. Hijo de Sim'át el ammonita y uno de los que se 1. Hombre de la tribu de Judá, hijo de Zérah y
conjuraron contra Joás, rey de Israel". En un pasaje fundador de la familia de su nombre1• En los libros
paralelo recibe el nombre de -+ Yoziikiir. de las Crónicas se llama Zirnri2. Esta anomalía quizá
5. Quinto hijo de Zattü", que hubo de divorciarse pueda explicarse por la confusión a que a veces da lugar
de su mujer extranjera por orden de Esdras 5• el parecido de las letras bét (:i) y mém (~), dálet (i) y
6. Tercer hijo de Hásum, el cual repudió a su mujer
res (i).
extranjera, conforme a lo que Esdras dispuso". 2. (Zo:¡36í). Hijo de Sim<i y uno de los descendientes
7. Hijo tercero de Nébó, que se divorció de su mujer de Benjamín3•
por idéntico motivo que los dos personajes anteriores'. 3. Sifmita, funcionario de David, a cuyo cargo estaba
11 Cr 2,36.37. '1 Cr 7,21. 21 Cr 11,41. '2 Cr 24,26. 'Esd el cuidado del fruto de las vides que había de ingresar,
10,27. 'Esd 10,33. 'Esd 10,43. en forma de vino, en las bodegas",
Bibl.: K. L. TALLQVIST, Neubaby/onisches Namenbuch, Helsinki 4. Levita, hijo o descendiente de 'ÁsiifS. Probable-
1905, pág. 216; íd., Assyrian Personal Names, ibíd. 1918, pág. 245.
A. CoWLEY, Aramaic Papyri of the Fiftñ Century B.C., Oxford 1923, mente sea el mismo personaje que aparece con el nombre
pág. 170. N0TH, 410, págs. 22, 47. G. RYCKMANS, Les noms de Zikri6 , cambio posible debido a la semejanza del
propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 83. trazo hebreo de las dos últimas consonantes de ambos
J. A. G.-LARRAYA nombres.
1Jos 7,1.17.18. '1 Cr 2,6. 31 Cr 8,19. '1 Cr 27,27. 'Neh 11,
17. '1 Cr 9,15.
ZABADEOS (Zo:!30:60:ios; Vg. Zabadaei). Tribu ára-
be, a la que derrotó Jonatán Macabeo, a 30 km al Bibl.: N0TH, 411, págs. 38, 47.
noroeste de Damasco, después de poner en fuga a los J. A. PALACIOS
generales del seleucida Den'fetrio II Nicátor en la región
de Hamáh, junto al Orontes. El texto bíblico permite ZABDIEL (et. --+ Zabdí'él ; Zo:l361iiA; Vg, Zabdiel),
deducir que la tribu habitada en el área comprendida Hombre que decapitó a Alejandro Balas cuando quiso
entre el Eléutero, Hamáh y Damasco, o sea en la por- refugiarse en Arabia, después dé lo cual envió la cabeza

1363 1364
ZABULÓN

a Ptolomeo Filométor '. Era un árabe al que Josefo


da el título de príncipe.
1 1 Mac 11,17.

Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Iud., 13,4,8. M. ÜRANDCLAUDON, Les


livres des Macchabées, en La Sainte Bible, VIII, París 1951, loe. cit.
J. A. PALACIOS

ZABDi'il'.L («Dios ha dado»; ac. zab-di-ilu; Vg.


Zabdiel). Nombre de dos personajes israelitas:
1. (Za~611'¡A). Hombre de la tribu de Judá y padre
de Yásób'ám, jefe militar del ejército davídico '.
2. (Ba611'¡A). Hijo de Gédólim, sobrestante o direc-
tor de un grupo de ciento veintiocho sacerdotes, que
habitó en Jerusalén después de la vuelta de la Cautivi-
dad de Babilonia 2•
11 Cr 27,2. 'Neh 11,14.
Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors Mapa con los límites de la tribu de Zabulón, según el libro
1918, pág. 245. NoTH, 412, págs. 33, 47. de Josué
J. A. PALACIOS

ZÁ.B0D. Kétíb de -> Zakkiir. nentes de las «tribus de Lía» y, por lo común, en
último lugar (cf. la disposición de los hijos en la «Ben-
ZÁ.BÜD («dado [por Dios]»,et. -+'Elziibiid; Za~oú6; dición de Jacob», Gn 49,3-27, y en el censo de Nm 26,
Vg. Zabud). Hijo del sacerdote Nátán (se considera 5-51; en la «Bendición de Moisés», Dt 33,6-25, se sigue
que es el profeta del mismo nombre), amigo del rey un orden que responde al emplazamiento geográfico de
Salomón'. En muchos manuscritos recibe el nombre las tribus). Su especial vinculación con la tribu de Isacar,
de Zakkür. según la genealogía más arriba citada, aparece también
11 Re 4,5. en la «Bendición de Moisés»: Zabulón e lsacar están
Bibl.: NoTH, 414, pág. 47. Miqr., JI, col. 894. englobados en una única bendición. En Nm 26,26-27,
se registran las familias pertenecientes a la tribu de
ZABULÓN (heb. zébúlün, var. zébulün, zébülun: Zabulón. También tenía ésta, lo mismo que las demás,
Za~ovAwv; Vg. Zabulon). Según Gn 30,19.20, Zabulón sus representantes en la reunión de las tribus'. De la
fue el décimo de los hijos de Jacob, enumerados en tribu de Zabulón procedía uno de los antiguos «jueces
Gn caps. 29-30, y tuvo por madre a Lía. Junta- de Israel», de los llamados «menores»: 'Elon de
mente con Isacar nació en el segundo período en que 'Ayyalon en Zabulón (zebülün)2•
Lía dio a luz. Su nombre zébulún se explica en El lugar de emplazamiento de la tribu de Zabulón
Gn 30,20 de dos maneras: una por reminiscencia, fue Galilea. En Jos 19,10-16, se indican con exactitud
no exacta, de la palabra zbd; otra por derivación de los límites de las demarcaciones de las tribus en el lla-
zbl, vocablo que en todo el AT sólo aparece en esta mado «sistema de la descripción de los límites». Así,
ocasión y cuyo significado no puede determinarse con pues, Zabulón habitó en las montañas situadas en el
seguridad. En ugarítico existe la palabra zbl utilizada interior de Galilea a lo largo del límite septentrional de
como título honorífico, aproximadamente en el sentido la llanura de Yizré'é'l, poco más o menos entre el
de «príncipe», y también la radical zbl, «enfermo», con pie occidental del monte Tabor y el comienzo del valle
la derivación zbln, «enfermedad». Sin embargo, resulta del Qísón en dicha llanura, aproximadamente en
completamente problemático que la palabra Zabulón esté dirección norte hasta el llano que hoy se llama Sahl
en relación con alguno de estos términos ugaríticos. el-Battóf. El Tabor era el límite de su territorio con los
Tampoco el vocablo zébúl, «habitación» o «dominio», de las tribus de Isacar y Neftalí3 , y por el «valle de Yif-
que aparece en el AT, proporciona una explicación tah'él» (probablemente Wádí el-Malik) limitaba con la
convincente. Tal vez en el caso de Zabulón se trate tribu de Aser. En Jue J ,30, se mencionan dos ciudades
de un primitivo y auténtico nombre personal, supuesto «cananeas», las cuales propiamente estaban destinadas a
que en Jue 9,28 y sigs. también Zébul se utiliza como la tribu de Zabulón, pero que no pudieron ser tomadas
nombre de persona. por ella; pi obablemente hay que situarlas en la llanura
Nada nos ha sido transmitido personalmente de costera al occidente del territorio de los zabulonitas.
Zabulón en cuanto hijo de Jacob. Aparece en el AT Más curioso es que, tanto en la «Bendición de Jacob»"
sólo como padre y representante de la tribu de su como en la de Moisés 5, se hace referencia al mar, cuando
nombre. se habla de «habitar junto al mar», «playa de navíos» o
Según el sistema genealógico de Gn caps. 29-30, del «placer de los ricos tesoros de la costa marítima»,
Zabulón pertenecía a las «tribus de Lía». Aparece en aunque no se extendieron hasta el mar ni el territorio de
todos los censos de las tribus israelitas. Aun cuando la tribu de Zabulón, ni mucho menos el de la tribu
no se haga referencia a la genealogía de los hijos de de Isacar. Pudiera ser una alusión a los miembros de
Jacob, se le cita de manera invariable entre los compo- Zabulón (e Isacar) que desempeñaban algunos cargos

1365 1366
ZABULÓN

en las ciudades costeras y adquirían riquezas. El paren- profeta por el Templo y el culto. Actuó como profeta
tesco y la vecindad de Zabulón e Isacar era ciertamente en los años 520-518 A.c., según datos sacados de su
el fundamento de la peregrinación común y del solemne mismo libro1. Hizo su aparición unos dos meses des-
sacrificio para los que, según Dt 33,19, las dos tribus pués di'! Ageo 2, con el cual trabajó durante un mes 3
solían convocar «a los pueblos a una montaña» (supo- y no se apagó su voz hasta dos años más tarde. Promotor
niendo que las dos tribus sean sujeto de la frase del de la obra del Templo al igual que Ageo, se preocupó
ver. 19, lo cual no es del todo seguro). La «montaña» era algo más que él por el mensaje moral de los antiguos
probablemente el Tabor, situado en el limite de las dos profetas, que reeditó en el principio y en el fin del libro
tribus, pero no se puede averiguar qué «pueblos» (o de las visiones. Recuerda mucho a Ezequiel por su do-
«gentes») eran los que allí se convocan. ble calidad de profeta y sacerdote; por escribir en
Desde el punto de vista histórico, Zabulón ha sobre- prosa; por la forma autobiográfica; por fechar minu-
salido con frecuencia por su actividad. Era ciertamente ciosamente sus escritos; por sus tintes de apocalíptico;
una de las tribus más activas de Galilea. Siempre que se por su lealtad al rey Joaquín (en la persona de su vás-
habla de las proezas llevadas a cabo por ellas, se men- tago Zorobabel); por sus preferencias por el Templo y
ciona a la de Zabulón. Junto a ésta aparece repetidas su culto; por la ausencia en su libro de epígrafes, habi-
veces la tribu de Neftalí, la cual limitaba con la de Za- tual en los demás libros proféticos (salvo el de su con-
bulón por el Tabor; no así la vecina lsacar, emparen- temporáneo Ageo); por el empleo repetido de la fórmula
tada próximamente, la cual parece haber sido de menor «Así dice Yahweh» o parecidas, etc.
importancia. En la batalla de Báráq contra Sisérá" y -cr. Zac 1,1.7; 7,1. 'Cf. Ag 1,1.15. =cr. Ag 2,10.20.
las ciudades aliadas, según Jue 4,6.10; 5, 18, intervi-
R.AUGÉ
nieron ante todo Zabulón y Neftalí (en Jue 5,14.15, al
enumerar las tribus que tomaron parte, se menciona 2. Hijo o hermano de Yé'Pél y jefe de la tribu de
a Isacar junto a Zabulón). En la lucha contra los ma- Rubén, que aparece citado en la genealogía de este
dianitas en la llanura de Yizré'é"l, en tiempo de Gedeón, patriarca.
intervinieron por parte de las tribus galileas, según 1 Cr 5,7.
Jue 6,35, además de Zabulón, Neftalí y Aser. En Is
8,23 se menciona a Zabulón y Neftalí claramente como 3. Hombre de la tribu de Benjamín, posiblemente
las tribus galileas más importantes. En el Sal 68,28, fundador de una familia emparentada con Saúl '. En un
se habla de «los príncipes de Zabulón y Neftalí» en pasaje paralelo del libro de las Crónicas, recibe el nom-
un contexto muy oscuro. bre de Zéker2•
En la reseña general de las tribus de Israel de 1 Cr
11 Cr 9,37. 1 Cr 8,31.
2

caps. 2-9 es extraño que falte Zabulón (a Naftalí se le 4. Levita de la familia de Coré. Fue hijo de Mese-
toma en consideración sólo en 7,13). Iemyáh y portero de la puerta septentrional del Tem-
1
Nm 1,9; 13,10; 1 Cr 27,19. 'Jue 12,11.12. 'Cf. Jos 19,22.34. plo, así como del Tabernáculo. Gozó fama a causa de
•Gn 49,13. 'Dt 33,18.19, donde aparecen juntos Zabulón e Isacar, su sabiduría y prudencia.
Bibl.: ABEL, 11, pág. 62 y sigs, S!MONS, §§ 179-183. M. NOTH, 1 Cr 9,21 ; 26,2.14.
Die Welt des A/ten Testaments, 4.• ed., Tubinga 1962, pág. 64 y
sigs. 5. Levita del segundo orden, que intervino en el
M.NOTH traslado del Arca desde la casa de 'Óbed 'Édom a
Jerusalén en tiempo de David. También fue uno de
ZABULONITA (heb. ha-zébüloni, Zo:j3ovr..wvÍTTJS; los que se encargaron más tarde de rendir culto con la
Vg. Zabulonites). Individuo perteneciente a la familia música al Arca.
o tribu de ->- Zabulón1, o habitante en el territorio 1 Cr 15,18.20; 16,5.
asignado a esta última, como 'E.Ion, juez de Israel",
1 2
6. Uno de los siete sacerdotes que tañeron trompetas
Nm 26,25. Jue 12,11.12.
cuando el Arca fue transportada a Jerusalén por orden
de David.
ZACARíAS (heb. zekaryiih{ü], «Dios recordó»; ac.
1 Cr 15,24.
sin-izkur, sin-süma-izkur; El. zkryh, zkry"; Zcxxo:pío:s,
Zcxxo:pío:; Vg. Zacharias). Nombre de treinta y cua- 7. Levita, hijo de Yissiyyáh y descendiente de 'Uzzi'ei.
tro (?) personajes de la SE: 1 Cr 24,25.
l. Profeta posterior a la Cautividad de Babilonia, 8. Levita portero del tiempo de David. Era hijo de
el undécimo de los llamados profetas menores. En 1,1 Hósáh y descendiente de Mérárí.
Zacarías es llamado «hijo de Berekyáh/ü), hijo de "Iddó». 1 Cr 26,11.
Aunque se desconozca la verdadera razón de la dife-
rencia en el nombre del 'padre, se identifica ciertamente 9. (Zo:j36eío:s). Jefe de la tribu de Manasés en
con «Zacarías, hijo de "Iddó?», que Esd 5,1; 6,14 men- Galaad y padre de Yiddó, que vivió durante el reinado
ciona junto con el profeta Ageo, Muy probablemente de David.
hay que identificarlo también con el Zacarías que Neh 1 Cr 27,21.
12,16 nombra como cabeza de la familia sacerdotal de 10. Uno de los personajes que Josafat, monarca del
'lddo'. De manera que Zacarías habría sido profeta y reino del Sur, envió a las poblaciones de sus dominios
sacerdote, lo cual le clasificaría entre los profetas cultua- para enseñar la Ley al pueblo.
les y explicaría al mismo tiempo el gran interés del 2 Cr 17,7.

1367 1368
ZACARÍAS

Jerusalén, valle del Cedrón. A la derecha se ve la tumba de Zacarías, de época herodiana; a la izquierda, la
sepultura de la familia Béné Hézír. (Foto Orient Press)

l l. Padre de Yaházi'él, descendiente de 'Ásaf y, por 15. (var. 'At;cxpícxs). Hijo del sumo sacerdote Ye-
lo tanto, levita. hoyada' y primo hermano de Joás, rey de Judá. Durante
2 Cr 20,14. el reinado de éste, dominado por el Espíritu de Dios,
12. Hijo del rey Josafat, quien le dio, lo mismo que denunció la apostasía del pueblo y anunció que era
a sus hermanos, tesoros y ciudades fuertes. Como los inminente el juicio del Señor. La gente, por orden de
demás hijos del rey, murió asesinado por su hermano Joás, le lapidó en el atrio del Templo (cf. infra § 34).
primogénito Joram. Dos servidores suyos vengaron su martirio dando muerte
2 Cr 21,2.
al injusto y olvidadizo soberano de Judá.
2 Cr 24,20-21.22.25-26.
13. Padre de 'Ábi o 'Ábiyyah, mujer de Acaz y
madre del rey Ezequías. 16. Profeta del tiempo de Ozías/Azarías, al que supo
2 Re 18,2; 2 Cr 29,1. aleccionar y aconsejar de manera que el monarca, te-
meroso de Dios, hizo lo bueno y justo a los ojos de
14. Hijo de Jeroboam II, rey de Israel, y último
Yahweh.
monarca de la dinastía de Jehú y contemporáneo de
Ozías/Azarías. En la época de trastornos en que vivió, 2 Cr 26,5.
y el malestar militar y político debido al resurgimiento de 17. Levita descendiente de 'Asaf. Intervino en la
Asiria, hicieron efímero su reinado, que no duró más purificación del Templo que se llevó a cabo en tiempo
de seis meses, al cabo de los cuales le asesinó Sallüm. del rey Ezequías.
2 Re 14,29; 15,8-12. 2 Cr 29,13.

1369 1370
ZACARÍAS

18. Levita del linaje de Qéhát, Fue uno de los cuatro 32. Padre de José, uno de los oficiales superiores del
inspectores que vigilaron las obras de reparación del ejército macabeo. Judas le escogió para defender Judea,
Templo en el reinado de Josías. evitando comprometerse en operaciones fuera de su
2 Cr 34,12. territorio, durante su expedición a Galaad.
1 Mae 5,18.
19. Uno de los sacerdotes notables que, en tiempo
del rey Josías, regaló animales para que fuesen sacri- 33. Sacerdote de la familia de Abías. Fue esposo de
ficados en la celebración de la Pascua. Tal vez sea el santa Isabel y padre de san Juan Bautista. Zacarías y
personaje citado en el § 17. su mujer, buenos y justos, vivían en un lugar de la
comarca montañosa de Judá. Había la costumbre tra-
2 Cr 35,8.
dicional de que los miembros de la familia sacerdotal
20. Hijo de Yéberekyáhü, Hombre de importancia, desempeñasen por turnos en el Templo las distintas ac-
al que el profeta Isaías pidió que sirviese de testigo del tividades correspondientes a los ritos diarios. Cuando
oráculo que había escrito en una tablilla. le llegó la vez, Zacarías recibió el encargo de quemar
Is 8.2. el incienso en el santuario de Jerusalén. Mientras lo
21. Jefe de los descendientes de Par'ós, el cual re- hacía en la hora del rezo, se le apareció el ángel san
gresó de la Cautividad babilónica a Palestina con ciento Gabriel y le anunció que, a pesar de que hacía mucho
cincuenta hombres de su clan familiar. tiempo que no las incluía en sus súplicas, sus oraciones
habían sido escuchadas y que tendría un hijo llamado
Esd 8,3.
Juan, el cual sería el precursor del Mesías. Zacarías a
22. (' Asap1á [B], Zaxapías [Al). Hijo de Bébáy. duras penas pudo creer en la factibilidad de la promesa,
Volvió del Exilio con veintiocho hombres en compañía porque tanto él como su mujer eran ancianos, y deman-
de Esdras. dó una señal al enviado de Dios. El ángel le anunció
Esd 8,ll. que, en castigo de su incredulidad, permanecería mudo
hasta que su hijo viniera al mundo. En efecto, la muche-
23. Uno de los representantes de los judíos en Babi-
dumbre, que estaba asombrada del largo tiempo que
lonia. Esdras le envió a "Iddó para que, con otros
permanecía en el Templo, le vio salir privado del habla
delegados, obtuviera levitas dispuestos a regresar a
y comprendió que había tenido una visión.
Palestina.
Zacarías volvió a su pueblo. En el momento de la
Esd 8,16. Anunciación, el ángel reveló a la Virgen que su prima
24. Hijo o descendiente de 'Elám, que hubo de re- Isabel concebiría un hijo. María acudió al punto al
nunciar a su mujer extranjera por disposición de Esdras. lado de su pariente, se felicitaron mutuamente y dieron
Esd 10,26. gracias al Señor. Venido al mundo el niño de Isabel,
los parientes llegaron de todas las partes a felicitar
25. Uno de los hombres que asistieron a Esdras
a los padres y al octavo día, cuando se disponía la cir-
durante la lectura pública de la Ley.
cuncisión, quisieron llamarle Zacarías como su proge-
Neh 8,4. nitor. Santa Isabel afirmó que se llamaría Juan y Zaca-
26. Hijo de 'Ámaryah y padre de "Uzziyyáh, des- rías, ratificando sus palabras, en medio del· asombro
cendiente de Judá por la estirpe de Péres, general, escribió en una tablilla «Juan es su nombre».
Neh 11,4. Inmediatamente su lengua quedó libre de las trabas
de la mudez, y sus primeras frases, lleno del Espíritu,
27. (8r¡6e1á [S], 8r¡se1á [B], Zaxapías [Al). Hijo
fueron para alabar y dar gracias a Dios por acordarse
del Silonita (heb. ha-iiloni) y padre de Yóyárib, de la
de él y de su pueblo, enviándoles un profeta, cántico
tribu de Judá.
gozoso que se recuerda con el nombre de Benedictus.
Neh 11,5.
Le 1,5-23.57-80.
28. (Zaxape1á). Sacerdote, hijo de Pashür y padre
de 'Am~i, antepasado de 'Ádáyah, que moró en Jerusa- 34. Profeta, hijo de Baraquías, el cual murió entre
lén al regreso del Exilio. el Templo y el altar1. Desde el tiempo de san Jerónimo
se discute si es indentificable con Zacarías, hijo de Ye-
Neh 11,12.
hóyádá", que murió lapidado (cf. § 15). Lo único que,
29. (LXX omite). Jefe de la familia sacerdotal de al parecer, obstaculiza la ecuación de ambos personajes
'lddó', que vivió en la época del sumo sacerdote Yóyá- es la diferencia del nombre paterno: Yéhóyádá' y
qím (cf. § 1). Baraquías, el último de los cuales falta, además, en el
Neh 12,16. texto de Lucas2 y en algunos códices de Mateo. Hay
30. Hijo de Yónátán, sacerdote de los músicos dos hipótesis para la solución del problema: que se
trate, en el evangelio de Mateo, de una glosa inspirada
en el período de Nehemías.
quizá en el hecho de que el profeta Zacarías era hijo
Neh 12,35. de Berekyáhíü) (Baraquías); o que Baraquías fuese el
31. Sacerdote que figura en la lista de los músicos verdadero padre de Zacarías, pero que se mencionase
que tocaron la trompeta en la ceremonia de la dedi- el nombre del abuelo, Yéhóyádá", por ser más conocido,
cación de la muralla jerosolimitana durante el go- lo que, en efecto, ocurre en ciertos casos en la SE,
bierno de Esdras-Nehemías. sobre todo en el AT.
Neh 12,41. Mt 23,35; Le 11,51.
1 'Le 11,51.

1371 1372
ZACARÍAS

Pueblecillo en el valle de Réfá-lm, visto en dirección suroeste. Las casas se hallan junto a los olivos que se
yerguen en signo de paz (cf. Zac 3,10). (Foto Orient Press)

Bibl.: NOTH, 435, págs. 21, 187. H. JUNKER, Zacharias, en babel y Yéhósua'", o simbolizan la purificación del pueblo
LThuK, X, col. 102. Miqr., II, cols, 921-923, con bibliografía.
A. PENNA, Zacear/a, en ECatt, XII, cols. 1753-1754, 1757, con más y de su país3 • Se distribuyen así: 1,7-17 el hombre so-
bibliografía. bre el caballo alazán y los tres caballos de varios colores
J. A. G.·LARRAYA que recorren la tierra; 2,1-4 los cuatro cuernos y los
cuatro herreros; 2,5-17 el hombre con el cordel de
ZACARÍAS, Apocalipsis de. Obra apócrifa sobre medir; 2,1-8 + 4,6 b-10 a + 3,9-10 purificación del sumo
Zacarías,· quizá el padre de san Juan Bautista, que se sacerdote Yéhósua y promesa a Zorobabel de que com-
considera compuesta en el siglo rn o rv o.e. La mencio- pletará la edificación del Templo; 4,1-6 a. 1 O b-14 el can-
na el De LX libris et quinam extra il/os sunt. delabro de oro y los dos olivos a su lado; 5,1-4 el rollo
Bibl.: E. AMANN, en DES, I, cols. 529-530. A. RoMEO, Apoca- volador; 5,5-11 la "éfáñ con una mujer dentro, llevada
lisse di Zacearía, en ECatt, XII, co1. 1757, con bibliografía. fuera del país por otras dos mujeres con alas de cigüeña;
J. A. G.·LARRAYA 6,1-15 los cuatro carros con caballos de distintos
colores y salida de tres de ellos para recorrer la tierra;
ZACARÍAS, Libro de. Integrado por catorce capí- con la orden a Zacarías de hacer una corona fabricada
tulos, el libro de Zacarías se divide en tres partes, dos con la plata y oro de los judíos llegados de Babilonia
en prosa y una en verso. En prosa, la primera parte y de ponerla en la cabeza de Zorobabel, a quien ha
que va del cap. 1 al cap. 8, y la tercera formada por de anunciar con esta ocasión promesas mesiánicas.
los caps. 12-14. En verso, la segunda que abarca los Terminadas las visiones, siguen los caps. 7-8, literaria-
caps. 9-11, que quedan, desde luego, en medio. mente afines de 1, 1-6, con la respuesta a - mejor,
1. CONTENIDO DEL LIBRO. En la primera, introdu- con motivo de - la pregunta hecha el cuarto día del
cida con una alocución en nombre de Yahweh, y con mes noveno del año cuarto del rey Darío (diciembre
fecha del «octavo mes del año segundo de Darlo» del 518) a los sacerdotes del Templo de Yahweh y
(noviembre del 520), y en la que exhorta a sus compa- a los profetas, acerca de la conveniencia de continuar
triotas a convertirse, con la promesa de que si obe- con la celebración del ayuno que se practicaba el mes
decen no tardarán en experimentar el favor divino", quinto, en conmemoración luctuosa de la destrucción
el profeta cuenta en primera persona las ocho visiones de Jerusalén e incendio de su Templo: 7,1-3 introducción;
nocturnas que tuvo el día 24 del mes undécimo del 7,4-6 con el ayuno susodicho, al cual añade Zacarías
año segundo de Dario (febrero del 519), las cuales, o el del mes séptimo (por el asesinato de Godolías)4: lo
contienen una promesa para el pueblo y sus jefes Zoro- que lloraban los judíos era en verdad su propia des-

1373 1374
ZACARÍAS

gracia; 7,7-14 ésta había sido el castigo de su desobe- verá desaparecer los nombres de los ídolos y el profe-
diencia a Yahweh, quien por medio de los profetas tismo; 14,1-5 asalto a Jerusalén por «todas las naciones»
antiguos había enseñado que prefería la justicia y la e intervención posterior de Yahweh en favor de la
misericordia a los duelos; 8,1-23, pero los sentimien- misma; 14,6-11 transformación de Judá en su aspecto
tos de Yahweh han cambiado: a la cólera de antaño climatológico y geológico; 14,12-15 sanciones contra
ha sucedido un celo ardiente por Sión, acompañado los enemigos de Jerusalén; 14,16-21 Jerusalén, centro re-
de la cólera correspondiente contra las naciones (vers. ligioso del mundo.
1-2); así que establecerá de nuevo su residencia en 1
1,1-6. 21,8-17; 2,1-4; 2,5-17; 3,6-10; 4,1-14; 6,1-15. 3,1-5;
3

Jerusalén (ver. 3), cuya población volverá a condiciones 5,1-4; 5,5-11. -cr, Jer 41,1-3. -cr, 1 Mac 9,20-21.
normales, con viejos y jóvenes (vers. 4-5), aunque tal 2. AUTENTICIDAD. La autenticidad de la primera
cosa pueda parecer a algunos demasiado bella para que parte no ofrece dificultad particular. Prescindiendo de
sea verdad (vers. 6); no se trata, no, de utopías, como algunas pequeñas glosas, lo único que no pertenecía
lo probará la inminente repatriación de la Diáspora a Zacarías sería el cuarteto constituido por 2,l0ab y
(vers. 7-8) y es buen augurio de ello el cambio favorable llab; la última parte de 3,8 y 6,12, con el cambio de
que, desde que empezaron a trabajar en el Templo, Zorobabel por el nombre del sumo sacerdote Yéhósua"
se ha verificado en su situación comparada con la de a 6,11; 4,12; y las introduciones sin fecha, probable-
antes (vers. 9-11); mejor será todavía en adelante si el mente de uso sinagoga!, de 4,8; 6, 9-l0a; 7,8.
pueblo secunda su voluntad con una conducta moral Por varias razones, la autenticidad de la segunda parte
adecuada (vers. 12-17); entonces los ayunos de duelo resulta bastante dudosa, pues sus oráculos ni están
de ahora se convertirán en días de fiesta alegres (vers. fechados como en la primera parte ni citan para nada
18-19) y hasta los gentiles se trasladarán a Jerusalén el nombre de Zacarías; su estilo es distinto, menos
para adorar a Yahweh (vers. 20-22) y adoptarán su original que el de Zacarías; distinto el fondo histórico,
religión (vers. 23). con unas naciones que no estuvieron en relaciones con
La segunda parte, con epígrafe propio, aunque in- los judíos del tiempo de Zacarías, con jefes del pueblo
completo, está integrada por siete poemas más o menos ahora anónimos e indignos, con ese mismo pueblo en
enlazados entre sí: 9,1-8 amenaza contra 'Aram = Siria guerra con los griegos y que lloraba el encarcelamiento
y todos los enemigos de Israel, en especial contra los de algunos de sus miembros, con un Templo de Jeru-
fenicios y los filisteos: Tiro será destruida, Filistea salén del todo reconstruido y en marcha 1; su Mesías
anexionada a Judá y sus habitantes sometidos por la en un modesto y pacífico rey del porvenir, mientras que
fuerza a las leyes relativas a los manjares prohibidos para Zacarias las esperanzas de este género se concre-
por los judíos, mientras que Yahweh socorrerá y pro- taban en Zorobabel; usa a menudo los términos «reba-
tegerá su «casa» (¿el Templo o el país?) contra los ño» y «pastor», desconocidos en la primera parte; el
tiranos extranjeros; 9,9-17 anuncio de la venida del tema esencial de ésta, que era la reconstrución del
Mesías, rey pacífico, el de libertad para los judíos encar- Templo, se ve sustituido en la segunda por el de la
celados, victoria de Judá y Efraim contra sus opresores, salvación del pueblo, que erraba «como ovejas que
y vuelta de los judíos, que habían permanecido fie- no tienen pastor»2• Escrita algunos siglos más tarde,
les a su religión fuera de la patria, a la tierra de sus esta segunda parte sería obra de un profeta que vivió
padres, de nuevo próspera y feliz; 10,1-2 sólo Yahweh en tiempo de los Macabeos. Quizás su nombre se per-
puede dar la lluvia, no los téráfim ni los adivinos; 10, diera cuando sus poesías fueron unidas al libro del
3-12 la gloriosa guerra de liberación y el retorno de la profeta Zacarías. Lo haría sospechar el estado incom-
Diáspora, mientras que Egipto y 'Assür serán humilla- pleto del epígrafe. En su trabajo, las pocas adiciones de
dos; 11,1-3 lamentación, quizás por la muerte de Judas cierta importancia son ll,6.8a; 11,11.16a; 13,8-9.
Macabeo con sus héroes": 11,4-14 alegoría del profeta- Con su nuevo epígrafe, la tercera parte del libro de
pastor; 11,15-17 + 13,7-9 alegoría del pastor insensato. Zacarías aparece también como un trabajo indepen-
La tercera parte, también con epígrafe propio, con- diente en un principio. Y de autor anónimo, como
tiene dos anuncios, de carácter escatológico, en cierto la segunda parte. O, por mejor decir, de autores anóni-
modo paralelos: caps. 12,13 y 14. Ambos hablan de mos. Pues muy probablemente hay que reconocer dos:
un ataque de los gentiles contra Jerusalén, frustra- uno que habría escrito 12,1-13,6 y otro el cap. 14.
do el primero por la intervención de Yahweh y victorioso Coincidiendo ambos en tomar como punto de partida
el segundo, que deja la ciudad medio despoblada; 12,1-2 de sus composiciones el sitio de Jerusalén por los gen-
«todos los pueblos vecinos» se reunirán para atacar a tiles, se distingue de hecho uno de otro en que se
Jerusalén y hasta la misma Judá se juntará a ellos; refieren a sitios históricos distintos; centran su interés
pero, 12,3-6, Jerusalén resistirá debido a la ayuda mila- en cosas diferentes, como son la Jerusalén del presente
grosa de Yahweh, quien herirá de ceguera a los gentiles, y la casa de David en el primer caso, y la Jerusalén del
de suerte que se abrirán los ojos a los judíos y se porvenir en el segundo; hablan los dos del manantial
lanzarán contra los gentiles; 12,7-9 después Yahweh de los tiempos nuevos, pero lo que la primera vez sirve
asistirá a los judíos, y Jerusalén y en especial la casa para purificación de la casa de David y de los habitantes
de David serán maravillosamente ensalzadas; 12,10-14 de Jerusalén ha de acarrear la segunda vez la fertilidad
entonces se organizará en Jerusalén una solemne la- del país; la transformación venidera del país es con-
mentación por un personaje asesinado; 13,1-6 en aquel siderada por uno en el aspecto moral y de cara al
día la casa de David y los habitantes de Jerusalén serán interior; por el otro, en el aspecto físico y de cara al
purificados del pecado y de toda inmundicia, y el país exterior. Situados históricamente en tiempos que pa-
1375 1376
ZAMZUMMIM

recen ser los del asesinato de Simón Macabeo', los ZAKARIYYAH, Tell. Uno de los lugares palestinos
caps. 12-13 serían obra de un autor que presenció el actuales que se propone como identificación de la
sitio de Jerusalén por las huestes del asesinado Ptolomeo bíblica --,. 'Á.zéqiih.
en unión con tropas de los pueblos vecinos 4• Crono-
lógicamente anterior sería el autor del cap. 14, quien ZAKKAY (et. --+ Zacarías; ac. zakü; Mari zakaia,
da como un hecho la toma y saqueo de Jerusalén por zaakkuu; sud. g,ukw; Zcoocoú; Zachai). Nombre de
«todas las nacioneso ". Tal conquista de Ptolomeo Sóter dos persouajes del AT:
había tenido lugar después de la batalla de Gaza 1. Fundador de una familia cuyos descendientes, en
(312 A.c.). Que la anterior en fecha esté colocada des- número de setecientos sesenta, regresaron de la Cauti-
pués de la que la siguió en el tiempo, indica que las vidad con Zorobabel '.
dos composiciones habían tenido existencia indepen- 2. Nombre variante (qéré) de --,. Zabbay, padre de
diente en un principio. Aunque análogas, en realidad Barük.
no se completan mutuamente a pesar de las apariencias. 'Esd 2,9; Neh 7,14.
El texto del libro de Zacarías se ha conservado mejor Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
que el de otros libros proféticos. Las alteraciones se 1918, pág. 246. NOTH, 431, págs. 39, 187. G. RYCKMANS, Les
encuentran principalmente en la parte poética. No fal- noms propres sud-sémítíques, I, Lovaina 1934, pág. 69. Miqr., U,
col. 920.
tan con todo en las otras algunas transposiciones, glosas
M. MÍNGUEZ
y ciertas correcciones intencionadas que cambian algo
el tenor de los vaticinios. Pero, en general, estos in-
ZAKKÜR (crecordado»: El. zkwr; ZaKxovp; Vg.
convenientes no impiden nunca la inteligencia de los
Zachur). Nombre de siete israelitas:
pasajes. Salvo en los epígrafes, no parece que se haya
producido ninguna laguna en el resto. l. (Zaxovp; Vg. Zechur). Individuo de la tribu de
Rubén y padre del explorador Sammüa".
-cr, Zac 11,13. 'Zac 10,2. -cr, I Mac 16,11.17. -cr. 1 Mac
16,20. 'Zac 14,2. 2. Descendiente de Simeón, hijo de Hammü'él y
padre de Sim'i2.
Bibl.: Vid. comentarios sobre los doce profetas menores, en
especial: B. STADE, Deuterozacharja, en ZA W, l (1881), págs. 1-96; 3. (IaKxovp). Levita de la estirpe de Mérári, hijo
2 (1882), págs. 151-172, 275-309. VAN DER FLIER, Zacharja 1-8, de Ya'áziyyáhü y jefe de una familia en tiempos de
en ThStK, 79 (1906), págs. 30-49. J. w. ROTHSTEIN, Die Nacht-
David 3.
geschichte des Sacharja, en BWAT, 8 (1910). J. HELLER, Die /etzten
Kapit el des Buches Sacharja im Lichte des spiiteren Judentums, en 4 .. (var. IaKxovp; Vg. Zechur). Levita, el primero
ZA W, 45 (1927), págs. 151-155. K. Vos, Zacharia, 1-VIII, Rotter- de los hijos del cantor 'Asaf, que se cita entre los músicos
dam s. f. F. B. MEYER, The Prophet of Hope: Studies in Zach.,
Londres 1952. R. AUGÉ, Zacarias, en La Biblia de Montserrat, del reinado de David", Fue jefe de un grupo de levi-
XVI, Montserrat 1957. tas destinados al servicio litúrgico en el Templo 6 •
R.AUGÉ 5. Hijo de "Imrl, que cooperó en la reconstrucción
de las murallas de Jerusalén en tiempos de Nehemias".
ZA'FERÁN, Hirbet. Lugar de la Palestina moder-
6. (ZaKxwp). Levita que en tiempos de Nehemías
na, también llamado Bi'r el-Za'ferán o Hirbet Bi'r
firmó el pacto de renovación de la Alianza con Dios'.
el-Za'ferán (--,. Asfar),
7. Hijo de Mattanyáh y padre de Hánán, a quien
ZAFIRO (heb. sappir ; <Yámp1pos; Vg, sapphirus). Va- Nehemías asignó un cargo en el Templo 8•
riedad fina del corindón cristalino azul y transparente. 1Nm 13,14. 'I Cr 4,24. 31 Cr 24,27. 'I Cr 25,2.10. 'Neb
Ninguno de los pasajes bíblicos que lo menciona nos 12,34. 'Neh 3,2. 7Neh 10,12. 8Neh 13,13.
proporciona suficiente elementos de juicio para distin- Bibl.: NoTH, 430, págs. 38, 187.
J. A. PALACIOS
guirlo con precisión del lapislázuli.
Se llama así a una de las piedras del pectoral del
ZAMBRI. Nombre que da la Vg. a los personajes
sacerdote, que también es el segundo fundamento del mu-
llamados en el T. M. ->- Zimri, uno de ellos jefe de la
ro de la Jerusalén Celeste.
tribu de Simeón y el otro rey de Israel, y a un lugar
Éx 28,17 y sigs.; 39,11; Ez 28,13; Ap 21,19. homónimo mencionado en Jer 25,25.
Bibl.: CHAMBERS, Diccionario Tecnológico, Barcelona 1952. L.
THORNDIKE, De lapidibus, en RHE, 55-56 (1960), págs. 353-354, ZAMZUMMIM (et. cf. ár. zamzamah, «ruido con-
275-276. fuso e incesante»; Zoyouuív [B], Zoµl;oµµív [AJ; Vg.
C. WAU Zomzommimi. Pueblo perteneciente a un grupo étnico
más amplio denominado réfá'im, que habitaba en Trans-
ZÁHAM (et.?; 'PooAMµ [B], ZaMv [AJ; Vg. Zoom). jordania. Debió el nombre a los ammonitas, que le
Hijo de Roboam, rey de Judá, y de su segunda esposa desposeyeron de su territorio para establecerse en él. Los
--,. MaJ:¡alat. zarnzummim eran numerosos, fuertes y de alta estatura,
2 Cr 11,19. como la de los "ánáqim-. Algunos autores opinan que
Bibl.: NüTH, 420, págs. 241-242. Míqr., II, col. 909. pueden identificarse con los züzim del Génesis2.
1Dt 2
2,20-23. Gn 14,5.
ZAIN (l;at[v]). La Vg.· y los LXX anteponen esta Bibl.: A. CLAMER, Le Deutéronome, en La Saint e Bible, II, París
palabra a Larn 1,7; 2,7; 3,19.20.21; 4, 7 y Sal 119,49 1946, págs. 526-527. Miqr., II, cols. 909-910, con bibliografía.

(heb.) (--,. Acróstico). J. A. G.-LARRAYA

1377 1378
ZANóAI;I

Zarzal que recuerda el lugar de la


vocación de Moisés, conservado en
el monasterio de Santa Catalina del
Sinaí. (Foto V. Vilar)

Bibl.: ABEL, IJ, pág. 489. S!MONS, §§


318 (A/4), 319 (C/7), 322 (29), 1054, 1095.

J. A. PALACIOS

ZANÜ' (ZANÜl:I), l;lirbet. Lu-


gar moderno en el que se localiza
-->- Ziinoal) (§ 1), ciudad de la tribu
de Judá.

ZAQUEO (et. cf. heb. zakkay;


Z<XKxcxios; Vg.Zachaeus). Nombre
de dos personas:
l. Jefe del ejército de Judas, ci-
tado en los libros de los Macabeos1.
2. Hombre de Jericó y jefe de
los publicanos. Como no podía ver
a Jesús, a causa se su baja esta-
tura, se subió a un sicómoro, del
que el Maestro le ordenó que des-
cendiera, porque deseaba entrar en
su casa. Se convirtió en. discípulo
de Jesucristo y distribuyó la mi-
tad de sus bienes a los pobres 2 •
Según una tradición, bastante tar-
día, llegó a ser obispo de Cesarea.
12 Mae 10,19. 'Le 19,1-10.
Bibl.: CLEMENTE, Hom., 3,63. L. MAR-
CHAL, Évangile selon Saint Luc, en La
Sainte Bible, X, París 1950, págs. 222-224.

G. SARRÓ

ZARÁ (Zcxpá, et. -,. Zérah; Vg.


Zara). Nombre del hijo de Judá
y Tamar en la genealogía de Jesús
según san Mateo.
Mt 1,3.

ZARZA (heb. 'iifiid; ,; páµvos,


[3áTos; Vg. rhamus). Arbusto ro-
sáceo de tallos largos, provistos de
ZÁNOAl;I. Nombre de dos poblaciones del medio- espinas o guías, que se cita explícitamente en la SE en
dí de Palestina: tres ocasiones: en el apólogo que narra Yótám a los
l. (Tovco, Zovcc ; Vg. Zanoe, Zanoa). Ciudad de la siquemitas-, en el salmo en que se reprende a los jueces
tribu de Judá, situada en la parte alta de la Sefelah 1 injustos" y en el evangelio de san Lucas". Aunque el
y una de las que reocuparon los regresados del Exilio 2• contexto no da pie a identificación precisa, es posible
Sus habitantes intervinieron en la reedificación de las que haya de reconocerse en el 'iifiid el Lycium euro-
murallas jerosolimitanas 3• Se identifica con Hirbet Zanü" paeum, L. La zarza ardiente (heb. séneh; [3áTos; Vg.
(o Zanüh), situado a unos 5 km al sudeste de Bét Sémes, rubus)4 se llama así por tradición, pero han sido inú-
en el que se ha descubierto cerámica de la monarquía tiles todos los esfuerzos llevados a cabo para identificar
hebrea, bizantina y musulmana, así como restos del su especie, aunque la raíz del nombre hebreo signifique
muro de la población. «agudo», «pinchante», «puntiagudo». Muchos exegetas
creen muy posible que se haya de identificar en ella a
2. (Zcocovofu, Zcucov ; Vg. Zanoe). Ciudad de los
la conocida acacia seydl.
montes de Judá, en el distrito de Má'ón '. El nombre
parece haber perdurado en Wádi Abu Zenah, que es 1
Jue 9,8-15. 'Sal 58,10. 'Le 6,44. 'Éx 3,2-4; Dt 33,16.
como se llama a una porción de Wádí el-Halil, Bibl.: --,. Flora.
'Jos 15,34. 'Neh 11,30. 'Neh 3,13. 'Jos 15,56. D. VIDAL

1379 1380
ZEBUL

ZATTÜ' (et.?; as. za-ti; bab. za-at-u-a; El. zwty; Bibl.: G. RYCKMANS, Les noms propres sud-sémitiques, I, Lovaina
1934, págs. 68, 29 l.
Za6.9ov1á, Za.9ová; Vg. Zethu, Zethua). Epónimo o fun-
dador de una familia de israelitas, cuyos miembros, ZEBEDÁ.NI, Gebel el-, Cima de la cordillera del
en número de ochocientos cuarenta y cinco, regresaron Antilíbano, que se identifica con el -+ 'Ámiiniih del
con Zorobabel de la Cautividad1. Algunos de los com- Cantar de los Cantares.
ponentes de la familia de Zattü" hubieron de repudiar
a sus mujeres extranjeras por disposición de Esdras2. ZEBEDEO, Hijos de (et. ->- Zabdi'él; Ze[3e6aios; Vg.
En el período postexílico, uno de los jefes de este linaje Zebedaeus). En Mt 4,21 se llama Zebedeo al padre
figura entre los hombres que firmaron el pacto de reno- de Juan y Santiago; y en Me 15,40 se habla de su
vación de la Alianza con Dios3• mujer Salomé, de la que se dice expresamente que es
'Esd 2,8; 8,5; Neh 7,13. 'Esd 10,27. 'Neh 10,15. madre de los hijos de Zebedeo.
Bibl.: N0TH, 444, pág. 242_. Miqr., II, col. 945, con bibliografía. Zebedeo era pescador del lago de Genesaret y parece
T. DE J. MARTÍNEZ que gozaba de una posición desahogada, ya que se
mencionan sus «asalariados»1. A esto se añade que
ZA.ZA' (et. ?; Nuzu za-a-sa, bar-za-zi, u-ur-za-a-zi; su esposa era una de las piadosas mujeres que seguían
fon. zzy; 'Oi';áµ [BJ, 'Oi';ai';á [AJ; Vg. Ziza). Hombre a Cristo y financiaban sus actividades misioneras2, y
de la tribu de Judá. Fue hijo de Jonatán, de la casa de que su hijo Juan era personalmente conocido del sumo
Yérahmé'él y de la familia de Hesrón, sacerdote" y podía asimismo hacerse cargo de la Ma-
1 Cr 2,33. dre de Jesús 4•
Bibl.: N0TH, 423, pág. 41. l. J. GELB - P.M. PURVES - A. A. Zebedeo sólo es nombrado por referencia a sus hijos.
MAcRAE, Nuzi Personal Names, Chicago 1943, pág. 277. Miqr., Lo más probable es que él también fuera discípulo
II, col. 910.
del Bautista. No sabemos si después se afilió al disci-
pulado de Jesús. Quizás el silencio que sobre él guardan
ZEBADYÁ.H(Ü) («Dios concedió»; Mur. zabad-
los evangelios y los demás escritos del NT se deba a
iama; El. zbdyh; Za[3aliía[s], Za[36ía[s], 'Ai';a[3a6ía;
su muerte, acaecida poco después de la llamada de
Vg. Zabadia, Zabadias). Nombre de nueve personas
Juan y Santiago.
mencionadas en el AT:
1Mc 1,20. 'Mt 27,55-56; Le 8,2-3. 'Jn 18,16. 'Jn 19,27.
1. Hombre de la tribu de Benjamín. Se cita en las
genealogías entre los nueve hijos de Béri'áh '. Bibl.: G. MILLIGAN, en Hastings, IV, pág. 964.

2. Hombre de la tribu de Benjamín y uno de los siete J. M.ª GONZÁLEZ RUIZ


hijos de 'Elpá'al2.
3. Uno de los dos hijos de Yéróhám de Gédór, ZEBIDÁ.H (q. zébüdáh, «dado, regalado»; as. za-bi-
que se unieron a David en Síqélág ". da-a-a, za-bi-du; 'le?IM [BJ, Eie?l6áqi [AJ; Vg. Zebida).
4. Levita portero de la familia de Coré, citado en Hija de Pédáyáh de Rümáh, esposa del rey Josías y
la organización davídica del servicio del Templo. Era madre de Joaquim, soberano del reino de Judá.
el tercer hijo de Meselemyáhü", 2 Re 23,36.
5. Hijo de 'Ásah'el, hermano de Joab. Tuvo la jefa- Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrían Personal Names, Helsingfors
tura de las tropas de David que prestaban servicio 1918, págs. 246. N0TH, 416, pág. 47. Miqr., II, cols. 894-895.

durante el cuarto mes 5•


ZEBINÁ.' (ccomprado»: bab. zabina; sud. zabana;
6. Uno de los nueve levitas enviados por Josafat
Ze[3avvás, Zav[31vá; Vg. Zabina). Uno de los hijos de
para que enseñaran la Ley en las ciudades de Judá •.
Nébó, que hubo de repudiar a su mujer extranjera en
7. Alto funcionario, jefe de la tribu de Judá en tiempo de Esdras.'.
tiempo del rey Josafat. Tuvo a su cargo las causas 1 Esd 10,43.
civiles y las que afectaban a la corte del soberano7 •
Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors
8. (Vg. Zebedia). Hijo de Miká'él y descendiente 1918, pág. 246. N0TH, 417, págs. 231-232. G. RYCKMANS, Les
de Séfatyáh, jefe de una familia que regresó de la Cauti- noms propres sud-sémitiques, I. Lovaina 1934, pág. 83. Miqr., II,
vidad babilónica con Esdras 8 • col. 907.
9. (Vg. Zebedia). Sacerdote, hijo de 'lmmer, que
ZEBÜDÁ.H. Qéré de ->- Zébídáh, nombre de la
hubo de repudiar a su mujer extranjera por orden de
madre del rey Joaquim.
Esdras•.
11 Cr 8,15-16. 2 1 Cr 8,17-18. '1 Cr 12,7. '1 Cr 26,1-2. '1 Cr
27,7. '2 Cr 17,8. '2 Cr 19,11. 'Esd 8,8. 'Esd 10,20.
ZEBUL (cmorada [de Dios]»; Ze[3oú?I; Vg. Zebul).
Bibl.: S. DAICHES, The Jews in Babylonia, Londres 1910, págs. Gobernador de la ciudad de Siquem en tiempos de
20, 27, 31. A. C0WLEY, Aramaic Papyri of the Fifth Century B.C., 'Ábimélek, al que anunció la sublevación de Gá'al
Oxford 1923. N0TH, 4D, págs. 21, 47. y de los siquemitas. Derrotados éstos por 'Ábimélek,
M.GRAU
Zébul los expulsó de Siguem.

ZÉBAI;I (xcsacrificio »; sudar. (fabif¡, ef.ub/:liin; Ze[3eÉ; Jue 9,28.36-39.


Vg. Zebee). Uno de los dos reyes madianitas que Bibl.: NoTH, 418, pág. 159. R. TAMISIER, Le livre des Juges,
Gedeón venció y mató. en La Sainte Bible, III, París 1949, loe. cit.
D. VJDAL
Jue 8,5-21; Sal 83,12.

1382
1381
ZEBULONI

ZEBULONI. Nombre hebreo de los descendientes ZENAS (Znvéx). Nombre griego equivalente a nues-
de Zabulón o de los individuos de su tribu (->- Zabu- tro divulgado Zenón y abreviatura de Zenodoro o
lón). «don de Zeus» (Jupíter). Pablo lo menciona junto con
el famoso y elocuente Apolo, encomendándole a la
ZEBÜLÜN. En hebreo, nombre del hijo de Jacob hospitalidad de Tito, de cuya carta debió de ser por-
llamado en castellano --+ Zabulón. tador. No sabemos de él sino que era voµ1KÓS, «legista»,
lo que indica un jurisconsulto romano más bien que
ZE'EB (clobo»: sudar. di'b ; ár. ditb'!"; ZiJ~; Vg. Zeb). un rabino, y que tal vez en razón de tal cualidad podía
Uno de los dos jefes madianitas que capturaron los ser útil a Tito en su iglesia de Creta, lo que habría
hombres de Gedeón y a los que dieron muerte, tras movido al aposto! a enviárselo.
lo cual enviaron sus cabezas al juez hebreo1. Zé'éb En el libro apócrifo Actas de Pablo hay un hijo de
murió en el «lagar de Zé'éb» (heb. yéqeb ze'eb), lugar Onesíforo - el esclavo por quien Pablo intercede en
no identificado y que algunos intérpretes consideran su carta canónica a Filemón - que se llama Zenón;
como una expresión etiológica. pero no hay evidencia de que se trate del mismo per-
1 Jue 7,25. sonaje.
Bibl.: G. RYCKMANS, Les noms propres sud-sémitiques. I, Lovaina Tit 3,13.
1934, pág. 68. R. TAMISIER, Le Livre des Juges, en La Sainte Bible, C.WAU
III, París 1949, págs. 213-214. Miqr., II, coi. 891.

D. VIDAL
ZÉRA.1:1 (en pausa zárah, «alba» ?, «[Dios] brilló» ?;
ac. za-ar-hi-ilu; sudar, drh, drhy"]; Zapó:, Zspó ; Vg. Zara,
ZEIFAH, El-, Ruinas en que algunos palestinólogos Zare). Nombre de siete personas del AT:
localizan a --+ Zif (§ 1), ciudad de la tribu de Judá. l. (var. Zopé). Descendiente de Esaú. Fue hijo de
Ré'fr'él y jefe de una tribu edomita 1.
ZEKARYÁH(Ü). Nombre hebreo de varios perso- 2. Padre de Yóbáb, que fue uno de los primeros
najes del pueblo de Israel, llamados --+ Zacarías en reyes de Edóm 2•
castellano. 3. (var. Zopró, Zapeí). Hijo de Judá y de Támár, y
hermano gemelo de Péres". Tuvo cinco hijos" y fundó
ZÉKER. Nombre variante de Zékaryáhtü), en 1 Cr la familia tribal de los zerahítas o «hijos de ZéraJ:¡»5;
8,31. --+ Zacarías (§ 3). un grupo de descendientes suyos se estableció en Jeru-
salén después de la conquista de la ciudad 6 •
ZELOTAS CsTJAWTT]S, «celoso»; cf. ararn. qan'áná').
4. Antepasado de 'Ákan, quien desobedeció las dis-
Movimiento religioso judío, destinado a salvaguardar
posiciones de Josué sobre el botín de Jericó7 • Tal vez
la pureza de la Ley-, que, con el tiempo, se organizó
haya de identificarse con el personaje antes descrito.
en partido político, tal vez por obra de Judas el Ga-
lileo 2. Los zelotas de este carácter aparecieron en la 5. (var. ZapÉs). Hijo de Simeón y fundador de una
época de los procuradores romanos: eran fariseos rigu- familia llamada también «zerahíta» 8 • En Gn 46,10 y
rosos en los que se había impuesto la idea de un na- Éx 6,15 recibe el nombre de Sóhar,
cionalismo exagerado y que llegaron a extremos tales 6. (Zapó: [B,A], Zaapaí [BJ, Zapaí [Al). Levita, hijo
como el de no vacilar en convertirse en asesinos (.....,. Si- de "Iddó, de la estirpe de Gérésóm, mencionado en el
cario). Tuvieron parte muy activa en la sublevación primer libro de las Crónicas".
contra Roma. Guiados por Eleazar, entraron en Jeru- 7. (Zopé). Natural de Küs y jefe de una fuerza
salén, ocuparon el Templo y lucharon con fanático nutrida - un millón (!) de hombres y trescientos ca-
valor; tomada la ciudad santa, se refugiaron con su rros-, al que venció Asa, rey de Judá, en Márésáh
jefe en la fortaleza de Masada, donde se suicidaron y aniquiló, tras perseguirle, en Gérár+", Se ha intentado
antes que rendirse a los romanos. El apóstol Simón ver en él al faraón Osorkón I u Osorkón II, pero es
el «cananeo» (del aram. qan'ánd", «celoso»)" recibió el muy posible que se tratara de un jefe beduino.
epíteto de «zelotax", traducción de la voz aramea men-
'Gn 36,13.17; 1 Cr 1,37. 'Gn 36,33; 1 Cr 1,44. 3Gn 38,30;
cionada, quizá porque perteneció a dicho movimiento l Cr 2,4; Mt 1,3. '1 Cr 2,6. 'Nm 26,20; 1 Cr 9,6; Neh 11,24.
más en lo religioso que en lo político. '1 Cr 10,2-3.6. 'Jos 7,1.18.24; 22,20. 'Nm 26,13; 1 Cr 4,24.
0
l Cr 6,6.26. 102 Cr 14,8-14.
1Cf. 1 Mac 2,50. -cr. Act 5,37. 'Mt 10,4; Me 3,18. 'Lc6,15.
Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrían Personal Names, Helsingfors
Bibl.: F. J0SEF0, Ant. Iud., 18,1,6; íd., Bel. [ud., 4,3,9; 4,4,7. 1918, pág. 274. N0TH, 442, pág. 184. Miqr., II, cols. 941-943,
7,81. A. STUMPFF, ZT)AÓW, ZT)AWTÍíS, en ThW, II, págs. 884-890. con bibliografía.
M. NoTH, The History of Israel, 2." ed., Londres 1960, págs. 432, J. A. G.-LARRAYA
434, 435, 438, 440, 441, 443, 444.
J. A. G.-LARRAYA
ZERAHíTA (heb. ha-zarhi; o Zcpct; Vg. Zare, Za-
reitaey. Individuo de la familia de Zérah. Hubo dos
ZEMIRÁH (et. .....,. Zimri; 'Aµapías [B], Zaµapías [AJ; grupos familiares israelitas de este nombre, perteneciente
Vg. Zamira). Hijo de Béker y nieto de Benjamín. Fue uno a la tribu de Simeón y otro a la de Judá. Ambos
jefe de una familia de hombres valerosos. se mencionan en el segundo censo ordenado por Moisés
1 Cr 7,8. durante el Éxodo.
Bibl.: N0TH, 438, pág. 242. Nm 26,13.20; Jos 7,1.17; 1 Cr 27;11.13.

1383 1384
ZETAM

Panorámica de Wádí el-Hesa, que se identifica con el torrente de Zéred, lugar en donde acampó el pueblo de
Israel durante el Éxodo. (Foto V. Vilar)

ZÉRAl;IYAH («Dios resplandeció»; ac. za-ar-hi-ilu; el-Hesá, donde nace el wádi de este nombre junto
sudar. "ildarah, darah'il). Nombre de dos personas ci- a una de las estaciones de los peregrinos de La Meca.
tadas en el AT:
Bibl.: M. J.-LAGRANGE, L'itinéraire des israelites du pays de
1. (Zcpccé ; Vg. Zarahias, Zaraia), Sacerdote, hijo Gessen aux bords du Jourdain, en RB, 8 (1900), pág. 287. ABEL,
de "Uzzi y padre de Méráyót, Descendía del sumo I, pág. 489; II, pág. 216. B. UeACH, Illustraciá, 111, en La Biblia
de Montserrat, págs. 130-131. SIMONS, §§ 137, 170, 266, 268, 439.
sacerdote Aarón a través del linaje de "El'ázár '.
2. (Zcpsié ; Vg. Zarehe). Padre de 'Elyého'énay y C. COTS
descendiente de Páhat Mó'áb ",
ZÉRES (et. cf. pr. zara, «oro», o barsa, «alegría»;
'l Cr 5,32; 6,36; Esd 7,4. 'Esd 8,4.
Zwcréxpa; Vg. Zares). Mujer de Amán, que animó a
Bibl.: K. L. TALLQYIST, Assyrian Personal Names, Helsingfors su marido a prender a Mardoqueo1; pero, más tarde,
1918, pág. 247. NOTH, 443, pág. 184. G. RYCKMANS, Les noms
propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, pág. 223. le anunció que sus intentos de venganza resultarían
inútiles, pues el judío le derrotaría 2•
M. D. RIEROLA
2
Est 5,10.14. 'Est 6,13.
ZÉRED, Torrente de (heb. náhal zéred; T) cpéxpay~ Bibl.: H. S. ÜEHMAN, en JBL, 43 (1924), pág. 32f.. Miqr., U,
Zóper, Zapé5; Vg. torrens Zared). Señala la trigésimo col. 945, con bibliografía.
cuarta estación donde acamparon los hijos de Israel, C. COTS
en su peregrinación hacia la Tierra Prometida, a su
llegada a los límites del territorio de Moab (__,. Éxodo, ZERQÁ, Nahr el-, Nombre actual del río palestino
Itinerario del, § V). Su identificación, un tiempo bas- llamado -> Yabbóq en la SE.
tante incierta, ha obtenido hoy la aprobación unánime
de los exegetas, fijándola en Wádí el-Hesá, que desem- ZÉRUBBÁBEL. Nombre hebreo del personaje pos-
boca al sur del mar Muerto y constituye la frontera texílico llamado __,. Zorobabel en castellano.
entre la Gebalene e Idumea.
Invirtiendo el orden de los vers. 11 y 12 e Nm 21, ZETÁM (colivo»: ZeSóµ [B], Za1Sóµ [AJ; Vg. Ze-
corrección admitida casi unánimemente por la crítica than). Levita, hijo de La-dán, de la estirpe de Gérésón '.
moderna, no dudaríamos en fijar el campamento de Israel Según otro pasaje, fue hijo de Yéhí'élí (ZeSóµ [B]; V g.
en el torrente de Zéred en los alrededores de Qal'at Zathan)2• Dado que en 1 Cr 23,8 su hermano mayor se

1385 1386
Z,ETÁM

ZÍA' («tembl:::dor» ?; Zovs ; Vg. Zie). Hombre de la


tribu de Gad. Fue jefe de familia en la tierra de Basán.
'1 Cr 5,13.
Bibl.: N0TH, 426, pág. 242.

ZIF (et.?; 'AµvaxEí?; Vg. Ziph). Hijo primogénito


de Yéhallel'él, descendiente de Judá y hermano de
Zifáh '. Tal vez sea el epódimo de la ciudad de Zif,
situada en los montes de Judá.
11 Cr 4,16.
Bibl.: Norn, 427, pág. 242.

ZIF (et. ?; Vg. Ziph). Nombre de dos poblaciones


del AT:
La ciudad de Zif, al sudeste de Hebrón l. (Mcnvéu, Zío). Ciudad de la tribu de Judá, si-
tuada en el Négeb1• Su fundador fue Márésáh (T. M.
llama Yéhi'él, la verdadera relación de parentesco re- Mesa'), hijo primogénito de Caleb, al cual se llama
sulta oscura. «padre de Zif»2• Abe! la localiza - Simons pone en
11 Cr 23,8. 2
1 Cr 26,22. duda la identificación - en las ruinas de el-Zeifah,
Bibl.: N0TH, 445, págs. 38, 230. Miqr., JI, col. 946. situada entre Kurnüb y 'Abdah.
M. V. ARRABAL 2. ('Osíf3 [B], Zí<p [Al). Ciudad situada en la región
montañosa de Judá 3• Dio nombre a un desierto y en
ZETÁN («olivo»; Za1Sáv [B], 'HSáv [AJ; Vg. Zethan). ella ocurrieron varios episodios durante la persecución
Quinto hijo de Bilhán, jefe de una familia de la tribu de de David por Saúl4• Roboam la fortificó". Eusebio
Benjamín. cita la aldea de Ziph, situada a 8 millas romanas al
1 Cr 7,10. este (sudeste) de Hebrón; en realidad, dista de ella
Bibl.: Nonr, 429, págs. 38, 230. unos 7 km (5 millas romanas), pues se- trata de Tell
Zif, en el que se han descubierto asas de cerámica que
ZETAR (et.?; 'Af3masá, 8apaf3á, 8af3ás [B]; Vg. muestran estampado el nombre de la población.
Zethar). El sexto de los siete eunucos del rey Asuero, 1Jos 15,24. 21 Cr 2,42. 'Jos 15,55. '1 Sm 23,14-15.19; 26,1
quien le ordenó que llevara a su presencia a su esposa y sigs.; Sal 54,1-2. '2 Cr 11,8.
Wastí, con la corona real, para hacer gala de su belleza
Bibl.: EUSEBIO, Onom., 92,15. ABEL, II, pág. 490, con biblio-
en presencia de los pueblos y los príncipes. grafía. SIMONS, §§ 42-44, 61, 317 (10), 319 (C/3), 703, 705, 977.
Est 1,10-ll. con bibliografía.
Bibl.: Miqr., II, col. 946. J. A. G.-LARRAYA

Panorámica de Tell Zíf, visto desde el sur, en donde se han encontrado numerosos objetos de cerámica que
llevan estampado el nombre de la población. (Foto P. Termes)

1387 1388
ZIGGURAT

Maqueta del ziggurat de Babilonia, según la reconstrucción de Unger. (Foto Directora/e General of Antiquities,
Bagdad)

ZiF, Tell. Lugar donde se sitúa actualmente la po- El ziggurat es uno de los monumentos mesopctámi-
blación bíblica de -+ Zif (§ 2). cos que más problemas ha planteado. Son unas torres,
generalmente de siete pisos, sobre las cuales se levan-
ZJFÁH (et.?; Zacpó:; V g. Ziphai. Jefe de una familia taba un pequeño templo, al que se ascendía por medio
de la tribu de Judá e hijo segundo de Yéhallel'él. de escaleras y rampas.
l Cr 4,16. Estos monumentos llamaron muy pronto y podero-
Bibl.: NOTH, 428, pág. 242. samente la atención de los peregrinos y viajeros, desde
Herodoto= (siglo v A.c.), y Diodoro de Sicilia B (siglo
ZIFITAS (heb. zifim; Ziccdor; Vg. Ziphaei). Habi- r A.c.) hasta los viajeros contemporáneos, pasando por
tantes de Zíf, e n el sur de Judá, distrito de Má'ón, Benjamín de Tudela (siglo xn), Rauwolf, Elfred (siglo
que denunciaron a Saúl la presencia de David. xvr), Pietro della Valle (siglo xvu), Niebuhr, Beauchamp
1 Sm 23, 19; 26, 1; Sal 54,2. (siglo xvm) y Rich (siglo XIX), entre otros. Con fre-
cuencia, estos viajeros y peregrinos creyeron ver en los
ZIFRON (heb. zifroní áh}: L:.ecpwvó:; Vg. Zephrona). ziggurats la «Torre de Babel» del relato bíblico1. Sin
Lugar que señalaba uno de los puntos septentrionales embargo, los ziggurats descubiertos han sido varios y
de la Tierra Prometida, según las indicaciones que la Biblia no habla sino de una sola torre.
Moisés recibió de Yahweh1. Se identifica coi la actual La arqueología nos ofrece una doble fuente de infor-
Za'ferání, situada al sudeste de Restan. mación para el conocimiento de estas torres: a) Los
1Nm 34,9. restos de antiguos ziggurats; y b) las representaciones
Bibl.: ABEL, 1, pág. 302. S!MONS, § 283. de estos monumentos en sellos, vasos, kudurrus, obe-
liscos, etc., mereciendo especial mención la bandeja de
ZIGGURAT. La palabra ziggurat (en sus varias for- bronce de Sit Samsi conservada en el Museo del Louvre.
mas, y muy especialmente bajo la de ziqquratu) aparece A. Parrot, en su obra Ziggurats et Tour de Babel, ofrece
con cierta frecuencia en la literatura cuneiforme meso- una relación detallada de hasta veinticinco ziggurats
potámica, con la significación de «cima de una mon- excavados y un mapa con su localización.
taña» o de «templo-torre»: Su etimología puede encon- Se ha discutido la razón de ser de estas torres y su
trarse en el verbo zaqaru, «ser alto», «estar elevado». significación. Una de las teorías que mayor número de

1389 1390
ZIGGURAT

Reconstrucción del ziggurat de Choga-


Zambil, en Persia, erigido por el rey
elamita Untas-Huban, en el siglo xn
A.C. (Foto Museo del Louvre)

que aparece en Neh 11 ,17. La causa


de esta multiplicidad de nombres
podría ser el haber confundido las
letras ka/ y res con bét y dálet,
6. Levita de la descendencia del
hijo de Moisés, Eliézer, y padre
de selomit6 •
7. Un jefe de la tribu de Rubén
y padre de Eliézer '.
8. (Zcxpí, Zcxxcxpícxs). Israelita,
padre de Amasías, jefe del ejército
de Josafat, que «se había consagra-
do voluntariamente a Yahweh»8 ,
y de 'Elisafüt, capitán de.cien hom-
bres, que se concertó con Yéhóyá-
da' contra la opresión de Atalía 9•
adeptos ha tenido es la que dice que eran construidas 9. Guerrero de Efraím, famoso por su extraordinaria
para acoger a los dioses en su bajada a la tierra. Tam- valentía. Formaba parte del ejército de Péqah. De él
bién se ha sostenido que eran monumentos funerarios cuenta la SE que en una ocasión «mató a Ma'áséyáhü,
reales, algo así como las pirámides de Egipto. Más hijo del rey, a <Azríqám, jefe de la casa del rey, y a
probable es, a nuestro modo de ver, la teoría según la "Elqánáh, segundo después del rey» Acaz de Judá'".
cual responden a una reminiscencia sumeria: acostum- 1 O. Hombre de la tribu de Benjamín y padre de
brados a construir sus templos sobre colinas o alturas, Yo,e111.
y no encontrando elevaciones naturales en la llanura
11. Sacerdote, cabeza de familia, que vivió en los
rnesopotámica, los sumerios las suplirían por medio de días del sumo sacerdote Yóyáqim ".
estas torres.
1Éx 6,21. 'l Cr 8,19. 'l Cr 8,23. 'l Cr 8,27. 'l Cr 9,15.
A Herodoto en el relato de su viaje a Babilonia hace la siguiente 'I Cr 26,25. 'I Cr 27,16. '2 Cr 17,16. '2 Cr 23,1. 10
2 Cr 28,7.
descripción del ziggurat Etemenanki: «En medio del santuario (de 11Neh 11,9. 12Neh 12,17.
Zeus-Belos) se había construido una sólida torre, de un estadio
de longitud por un estadio de anchura. Sobre esta torre se levan- Bibl.: NOTH, 433, págs. 38, 187.
taba otra, y sobre ésta de nuevo otra, y así hasta ocho torres, siem- P. ESTELRICH
pre una sobre otra. En el exterior, y en forma circular, había un
sitio de descanso, donde los que subían se sentaban para reposar. ZILPÁ.H («escalón» ?; ZÉA<pcx; Vg. Zf'lpha). Sierva
En la última torre hay un gran templo y dentro del templo se en-
cuentra un gran lecho, ricamente adornado, y a su lado una mesa de Lía, a quien la regaló su padre Lábán '. Lía la en-
de oro. No hay erigida ninguna imagen. Nadie pasa allí la noche, tregó a Jacob, su esposo, por mujer de segundo rango
como no sea una mujer del país, designada por el dios mismo. o concubina 2 y tuvo de él a Gad y Aser (--+ Tribus
Esto es lo que cuentan los caldeos, que son los· sacerdotes de esta
divinidad», Hist., I, págs. 181-193. 8DIODORO DE SICILIA, Biblio-
de Israel, Las doce).
theca hist., II, 9. 1 Gn 29,24; 46,18. 'Gn 30,9; 37,2.
1Gn 11,1-9.
Bibl.: NOTH, 436, pág. 10.
Bibl.: A. PARROT, Ziggurats et Tour de Babel, París 1949. E.D. C. COTS
VAN BUREN, The Building of a Temple-Tower, en RA, 46 (1952),
págs. 65-74. G. FURLANI, en ECatt, XII, cols. 1802-1803. A.
PARROT, La Torre de Babel, Barcelona 1962 (trad. cast.). ZIMMÁ.H (et. --+ Zimri). Nombre de dos israelitas
veterotestamentarios:
J. CANTERA
l. (Zsuuó [BJ, Zcxµµá [AJ; Vg. Zamma). Levita, hijo
ZIKRl («recuerdo» ?, «cuidadoso» ?; Zexpí, Zcxxpí, de Yáhat, descendiente de Gérésóm y de la tribu de
Zexpeí; Vg. Zechri). Nombre de once israelitas: Leví1• Según otro pasaje, fue hijo de Sirrr'i (Zcxµµáµ [B],
Zcxµµá [AJ) 2•
l. Levita, hijo de Yishár, descendiente de Qéhát ',
2. (Zeµµá.9; Vg. Zemma). Padre de Yó-áh, que fue
2. (Zaxpí). Uno de los descendientes de Benjamín,
un levita de la estirpe de Gérésón durante el reinado
que figura en segundo lugar entre los hijos de Sim'i2 •
de Ezequías3•
3. Descendiente de Benjamín y uno de los once 1 J Cr 6,5. 'J Cr 6,27. '2 Cr 29, 12.
hijos de sasaq 3•
Bibl.: NOTH, 437, págs. 39, 176.
4. Hijo de Yéróhám y descendiente de Benjamín". M.GRAU
5. Levita hijo de , Ásáf y padre de Miká' 5• Es muy
posible que sea la misma persona llamada Zakkür en ZIMRÁ.N (cf. heb. zémer, «cabra salvaje»; Zov~po:v,
lCr 25,2.10 y Neh 12,34. Lo mismo sucede con el Zabdi Zeµ~páµ; Vg. Zamran). Hijo primogénito de Abraham

1391 1392
ZOI;lET

y Qetürah 1, y epónimo, como tcdos sus hermanos, de ZINÁ'. Nombre variante en l Cr 23,10, del perso-
un pueblo árabe y su territorio. Quizá sea Zabram, naje --+ Zizáh, jefe de una familia de levitas.
localidad existente al oeste de La Meca, en las inme-
diaciones del mar Rojo, o la tribu de los zamarenos ZiW («florecer»?, «bri llantez»?; év unvl N1aé¡'J [AJ;
que menciona Plinio. Vg. Zio). Segundo mes del año hebreo, tal vez de
'Gn 25,2; 1 Cr 1,32. origen cananeo, que correspondía a los actuales de
Bibl.: PTOLOMEO, Geogr., 6,7,5.PLINIO, Hist. Nat., 6,158. A, abril-mayo, llamado posteriormente 'lyyiir.
CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, I, París 1953, pág. 339.
1 Re 6,1.37.
J. VIDAL Bibl.: A. G. BARROIS, Manuel d'archéologie biblique, II, París
1953, págs. 175-176.
ZIMRÍ (et. --+ Zimri; Zaµ~peí; Vg. Zambri). Quinto M. V. ARRABAL
soberano del reino de Israel, que gobernó durante siete
días (885 A.c.). No se menciona el nombre de su padre. ZIZÁ' (et. ?; Nuzu zizza, ar-zi-za, it-hi-iz-za, etc.;
Zimrí era jefe de un grupo de carros y ·aprovechó la Vg. Ziza). Nombre de dos personas del AT:
circunstancia de que las tropas estuvieran ocupadas en l. (Zovl;á). Hijo de Sif'i, de la tribu de Simeón, y
el asedio de Gibbétón, para asesinar a Ela durante uno de los que ocuparon los pastos de Gédór durante
una orgía y exterminar a toda la familia real. Enterados el reinado de Ezequías de Judá1.
de lo sucedido, los combatientes proclamaron monarca
2. (Ze1l;á). Hijo de Roboam y de --,. Ma'ákáh, hija
a Omrí, jefe del ejército del palacio, el cual atacó a
de Absalón 2.
Tirsáh y la conquistó. Zimri se retiró a la ciudadela del
11 2
palacio, le prendió fuego y murió dentro del edificio. Cr 4,37. 2 Cr 11,20.

Le sucedió Omrí. Bibl.: NOTH, 424, pág. 41. l. J. ÜELB - P.M. PURVES - A. A.
MACRAE, Nuzi Personal Names, Chicago 1943, pág. 279. Miqr.,
1 Re 15,11-13.15-18.27; cf. 2 Re 9,31. II, col. 911.
Bibl.: -+ Zimri. A. MÉDEBIELLE, Les livres des Rois, en La R. SÁNCHEZ
Sainte Bible, III, París 1949, pág. 666. M. NüTH, The History of
Israel, 2." ed., Londres 1960, págs. 229, 231.
ZIZÁH (et. --+ Zízá"; Z1l;á; Vg. Ziza). Levita, se-
J. A. G.•LARRAYA
gundo hijo de los cuatro de Sim'I, de la estirpe de Ge-
réson-. En el mismo pasaje 2, recibe el nombre de Ziná",
ZIMRi («[Dios es] ayuda» ?; sudar. (Jamar, zamr, que se ha de interpretar como un error del copista,
zumayr, etc.; ár. zamúrv"; Zaµ~peí; Vg. Zamri). Nom-
sobre todo si se atiende a la grafía del texto de los LXX.
bre de cuatro personajes del AT:
11 Cr 23,10-11. '1 Cr 23,10.
l. Nombre de -->- Zabdi (§ 1), en el libro de las
Bibl.: --,. Zizá".
Crónicas 1. R. SÁNCHEZ
2. Hombre de la tribu de Benjamín. Fue el tercer
hijo de Yéhóaddáh, padre de Mósá" y descendiente de ZOl;IÉLET (heb. "eben ha-zohélet, «la piedra del
Jonatán, hijo de Saúl2. Zóhélet [serpiente?]»; ZweAe.9í; Vg, Zoheleth). Piedra
3. (Vg. var. Zambri). Hijo de Sálü', jefe de la tribu cerca de la cual Adonías inmoló reses mayores y me-
de Sirneón, Fue uno de los israelitas que se prostitu- nores, y animales cebados, con sus partidarios cuando
yeron en el culto de Bá'al Pé'ór. Pínéhás le sorprendió se proponía usurpar el trono a supadre David1• Estaba
con una moabita en su tienda y le mató al propio tiem- próxima a 'En Rógél, Clennont-Ganneau quiso locali-
po que a la mujer pagana 3• Se le cita en el libro de zarla en las rocas de al-Zuwaylah, en que se alza la
los Macabeos". aldea árabe de Silwán, y cuyo nombre parece derivar
4. Nombre hebreo de --+ Zimrí, soberano del reino del bíblico Zóhélet ; pero la distancia que existe entre
del Norte. ellas y 'En Roge! es demasiado grande. Kittel prefiere
11 Cr 2,6. 21 Cr 8,36. 3Nm 25,14. '1 Mac 2,26.
otra piedra más próxima a 'En Rógél, pero Dalman
Bibl.: NOTH, 439, págs. 38, 47, 176. G. RYCKMANS, Les noms
niega que exista en la actualidad una que, en aquellos
propres sud-sémitiques, I, Lovaina 1934, págs. 70, 85, 222, 260, 291. lugares, responda al nombre hebreo.
J. A. G.·LARRAYA '1 Re 1,9.
Bibl.: Miqr., II, col. 47, con bibliografía.
ZIMRI (LXX omite; Vg. Zambri). Lugar o pueblo J. A. PALACIOS

mencionado por el profeta Jeremías en su oráculo


contra las naciones1. Los especialistas le consideran ZOI;lET (corgulloso»; as. zu-ha-tim; Zwáv, Zwxá.9
desconocido. Pudiera ser un derivado de Zimrán, que [AJ; Vg. Zoheth). Individuo de la tribu de Judá, hijo
estaría en Arabia 2, o quizá habría de enmendarse'[en de Yis'i1. El pasaje en que se le menciona es muy os-
Gimri (Gomer)", y en tal caso pudiera verse en el nom- curo, puesto que en él se trata de Zóhét y de Ben Zóhet
bre una referencia oscura a los gimirri («cimerios») de como hijos de Yis'I, y no ha sido convenientemente
los textos cuneiformes. interpretada la existencia del segundo nombre.
1Jer 3Gn 11 Cr 4,20.
25,25. 'Gn 25,2. 10,2-3.
Bibl.: É. DHORME, en BP, J, pág. 30, D. 2; II, pág. 325, n. 25-26, Bibl.: K. L. TALLQVIST, Assyrian Personal Narnes, Helsingfors
SIMONS, § 1337 (j). 1918, pág. 282. NoTH, 421, pág. 229.
J. A. G.·LARRAYA D. VIDAL

1393 1394
ZOROBABEL

ZOROBABEL (heb. zérubbábel, cf. ac. zér-bábili, ZORRO (heb. sü'al; aram. taiálá; ac. sélabu, sélibu;
«brote de Babel»; ZopoflaflÉi\; Vg. Zorobabel). Judío ár. fa'labª"; cxAwnri~; Vg, vu'pes). Mamífero del gé-
de Babilonia, nacido, como indica su nombre, durante nero Vulpes, de hábitos nocturnos por lo regular. Suele
el Exilio, el cual regresó a Palestina1. Fue príncipe de alimentarse de animales más pequeños que él, de in-
Judá y gobernador de Jerusalén en tiempo de .....•. Darío I, sectos y frutas; semejante a un lobo de reducido tamaño,
quizá el primero o el segundo de la ciudad, lo cual de- se caracteriza por su cola, larga y copiosa, así como
pende de si se le identifica o no con .....•. Sesba~~ar; no por su astucia. Tal vez el zorro bíblico haya de iden-
se sabe a ciencia cierta la fecha de su nombramiento tificarse con el Vulpes niloticus, que se encuentra en el
para tal cargo. Las predicaciones de Ageo y Zacarías le centro y el mediodía de Palestina. A veces, la SE parece
animaron a emprender la reedificación del Templo", y confundir el zorro con el chacal-; en ciertas ocasiones,
Ageo le consideró como el antepasado y tipo del Mesías", da ciertos datos sobre sus costumbres: excava la ma-
Se ignoran los restantes detalles de su actividad guber- driguera propia 2, es astuto - hasta el punto de que
nativa, cuánto duró ésta y la época en que falleció. sirve de término de comparación con los hombres ar-
Hay varias genealogías de Zorobabel en la SE, las teros y deshonestosª- y su paso es ligero y silencioso+.
cuales coinciden en manifestar que descendía de David. 'Jue 15,4-5; Sal 63,Jl; Cant 2,15; Lam 5,18. 'Mt 8,20; Le
No obstante, existen algunas divergencias entre ellas. 9,58. 'Ez 13,4; Le 13,32. 'Neh 3,35.
Todas, salvo una, están de acuerdo en que Zorobabel Bibl.: -,. Fauna.
fue hijo de Se'alti'el •; la genealogía discrepante le hace J. A. G.-LARRAYA
hijo de Pédáyáh ". Están asimismo conformes en que
Zorobabel era nieto de Jeconías/Joaquín, excepto la ZURRA', Hirbet el-, Lugar de emplazamiento de
de Le 3,27, en que aparece como nieto de Nerí. ---+ Gat há-Héfer, ciudad de la tribu de Zabulón.
Estas disparidades se han intentado explicar de di-
ferentes modos, que no tienen más que la fuerza de ZÜZiM (et. cf. ár, zizim, «rumor que producen los
conjeturas. genios al volar en el desierto por la noche»; E-Svri lo-
'Esd 2,2. 'Ag l,l-2.9; Zac 4,9; cf. Esd 3,2-13. 'Ag 2,20-23. xvpá; Vg. Zuzirn). Pueblo que vivía en Hám, al que
'Esd 3,2.8; 5,2; Neh 12,l; Ag 1,1.12.14; 2,2.23; Mt 1,12; Le 3,27. derrotaron Kédórlá'ómer y sus aliados en su avance a
'1 Cr 3,19.
través de Transjordania para someter a los reyes suble-
Bibl.: F. JOSEFO, Ant. Iud., 11,1-4. E. SELLIN, Zerubbabe/,
Leipz ig 1898. K. L. TALLQVIST, Assyrían Personal Names, Helsing-
vados'. Sólo se menciona una vez en la SE. Aunque
fors 1918, pág. 321. J. GABRIEL, Zorobabel, Viena 1927. NOTH, habitó en el territorio que perteneció más tarde a los
441, pág. 63. S. A. COOKE, Studies in OT Prophecy, Edímburgo ammonitas, como los zamzummim, no parece que
1950, págs. 127-142. G. STANNO, Zorobabel, en ECatt, XII, cols. haya de identificarse con éstos, puesto que Hárn se
1821-1823, con bibliografía. N. K. GOTTWALD, A Light to the
Na1io11<, Nueva York 1959, págs. 429-432, 438-442, 521. A. VAN hallaba al norte del lugar que los zamzummím ocupa-
DEN BORN, Zorobabel, en Dictionuaire encyclopédique de la Bible, ron según Dt 2,20.
Turnhout-Paris 1960, cols. 1956-1958. M .. NoTH, The History of
'Gn 14,5.
Israel, 2.• ed., Londres 1960, págs. 309, 312, 313, 314 (trad. ingl.),
K. GALLINO, Serubbabel und der Wiederaufbau von Jerusalem, en Bibl.: A. CLAMER, La Genése, en La Sainte Bible, l, París 1953.
Festschrift W. Rudolph, Tubinga 1961, págs. 67-96. pág. 251, con bibliografía. Miqr., II, cols. 909-910, con bibliografía,

J. A. G.-LARRAYA J. A. G.-LARRAYA

FIN DE LA OBRA

1395 1396
EPÍLOGO

Al llegar al término de la ENCICLOPEDIA DE LA BIBLIA, obra de tantos esfuerzos manco-


munados, el editor de la obra no puede menos de estampar aquí como colofón, unas palabras
con que iterar su agradecimiento a todos y por todo: al Prof. Dr. A. Díez Macho de quien partió
la idea de la Enciclopedia, quien inició la obra, redactó el nomenclátor con transliteración cien-
tífica, obra en que invirtió cuatro meses de trabajo, que gracias a sus desvelos y prestigio logró
una colaboración nacional e internacional abundantísima y de primer orden, habiendo defendido
con extraordinario tesón el carácter científico de la misma; agradecimiento al P. Sebastián Bartina,
el otro Director de la obra, biblista erudito que atendió con celo y competencia a los mil detalles
de dirección y coordinación de los trabajos; agradecimiento al Muy Iltre. Canónigo Dr. Pablo
Termes, trabajador asiduo en la Enciclopedia, colaborador de mérito singular en la ilustración
gráfica de la obra, y con méritos más que suficientes para figurar como Codirector de la Enciclo-
pedia; agradecimiento al Dr. Larraya, Codirector con el P. Díez Macho en la obra durante cerca
de cuatro años, hasta que cedió su puesto en la dirección al P. Bartina, para continuar con el mismo
entusiasmo y eficacia de siempre al frente de la Secretaría de Redacción: la cantidad de trabajo de
redacción de artículos, revisión, coordinación, traducción, etc., del Dr. Larraya difícilmente podrá
ser ponderada y debidamente agradecida.
También nos complace dejar constancia de nuestro agradecimiento a todos los demás cola-
boradores, ya sean particulares, comunidades o corporaciones, tanto nacionales como extranjeros,
científicos y artísticos. Ellos han hecho posible que nuestra editorial se honre ofreciendo al público
culto de habla castellana, la primera Enciclopedia de la Biblia española; Dios quiera que la ilu-
sión y los sacrificios que EDICIONES GARRIGA ha puesto en esta obra no se vean defraudados.

EL EDITOR

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