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Bioética y Animales no Humanos

María José Rodríguez Moreno

Sandra Patricia Botache Ayala

Jenny Guerrero Galeano

Iván Andrés Isaza Velásquez

Fundación Universitaria del Área Andina

Facultad de ciencias de la salud y del deporte

Notas del autor

María José Rodríguez Moreno, Sandra Patricia Botache Ayala

Jenny Guerrero Galeano e Iván Andrés Isaza Velásquez, Bogotá, Fundación

Universitaria Área Andina.

La correspondencia relacionada debe ser dirigida a Jairo Emilio Mejía Arguello,

Fundación Universitaria Área Andina

Bogotá D.C.
Bioética y animales no humanos

Para abordar este tema, vamos a iniciar con la definición de los seres sintientes, si bien no

es un concepto que encontramos en la normatividad vigente nacional, citamos un recurso

interesante que expone Ávila (2020): “Ni el Diccionario de la lengua española ni el Diccionario

del español jurídico incluyen la palabra sintiente, que sí registra el Diccionario panhispánico de

dudas, como alternativa a sentiente, participio activo del verbo sentir. Sentir es ‘experimentar

una sensación’ y ‘percibir algo por los sentidos’. Sintiente (o sentiente) es, en consecuencia, ‘el

que siente’.1

Dando claridad de este concepto relacionamos la Ley 1774 del 6 de enero de 2016 que

modifica el código civil, ley 84 de 1989, el código penal, el código de procedimiento penal. En el

código civil se incluye el parágrafo “reconózcase la calidad de los seres sintientes a los

animales”. Desde el proyecto de ley que se gestiono en el año 2015, en Colombia se dio inicio a

las necesidades de modificar la normatividad y crear instancia de protección animal. Aunque en

principio se enfatizó sobre el reconocimiento de los derechos de los animales garantizando la

atención de sus necesidades básicas. Así mismo, está ley determino la penalización económica y

privación de la libertad en caso de maltrato animal.

Esta normatividad conllevo a una serie de cambios incluso de tradición que se empleaban

en ese momento, como fue el reemplazo de vehículos de tracción animal que eran utilizados

principalmente por caballos, yeguas, y otros de tipo equino, que eran domesticados y servían

para movilizar cargas y transporte de personas. A nivel territorial así mismo, las autoridades

ambientales iniciaron con campañas concientizando a las personas sobre los riesgos en la
domesticación de animales de hábitat silvestre, problemática que generaba la posible extinción

de los animales en las regiones.

Otra norma relevante que encontramos en Colombia, es el Estatuto Nacional de

Protección de los Animales reglamentada en la Ley 84 del 27 de diciembre de 1989. Allí

podemos encontrar como los animales en todo el territorio nacional busca la protección contra el

sufrimiento y dolor causados por las personas. Al revisar esta norma, podemos citar como

incluso con la antigüedad de está norma, se buscaba la generación de una cultura de protección y

conciencia de las personas hacia los animales, como seres que sentían y que merecían un respeto.

Aún cuando no surgió el mejor resultado en términos de cuidado fue necesaria una exigencia

activista que llevará al establecimiento de instancia disciplinarias, debido a la situación de

crueldad que aún se evidencia con los animales.

Por último, encontramos en el Código Penal Colombiano en su articulo 339 A. Delitos

contra la vida, la integridad física y emocional de los animales. En aplicación de este articulo se

terminan la pena de prisión entre los 12 y 36 meses y otras medidas de tipo administrativo a

quienes ocasionen maltrato animal.

Hablando de la normatividad internacional la mejor explicación de los derechos animales

es hablar adecuadamente sobre la declaración universal de los derechos del animal debido a que

ahí se expone mejor por qué el surgimiento de esta y nos explica principal los derechos que se les

deben reconocer y de los cuales nacen todas las leyes federales, locales y reglamentos alrededor

del mundo; donde en un escenario reivindicativo se cuestiona la dualidad entre humano-animal

como una relación de autocracia contra los no humanos como la relación de clase, raza o

desiguales de género, como lo explica best en el 2009: “en muchos sentidos, el campo

internacional, interdisciplinario y pluralista de los estudios animales desafía la categorización y


generalización fácil. Sigue siendo, además, un área joven y emergente (incluso mientras se

congela en el teoreticismo y el apoliticismo), y conserva una especie de enfoque de “todo vale”

que ayuda en parte a dar cuenta de su gran atractivo. Mientras, han desmantelado la

bifurcación entre “humano” y “animal”, demostrando que los seres humanos construyen su

propia “naturaleza” y la de otros animales a través de dualismos falaces y la lente deformante

del especismo, lo que impide a científicos y filósofos el apego a la evolución biológica y social

en términos de una unidad en la diferencia y la diferencia en la unidad”2

Por lo tanto, la declaración universal de los derechos del animal fue firmada en Londres

el 23 de septiembre de 1997 y patrocinada por la Liga Internacional de los Derechos del animal y

Las Ligas Nacionales Afiliadas en la tercera Reunión sobre los derechos del animal. lo cual fue

firmada y aprobada en Londres los días 21 al 23 de septiembre de 1977. Publicada por la Liga

internacional, las Ligas Nacionales y las personas físicas que se asocian a ellas el 15 de octubre

de 1978. Fue aprobada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia

y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Desde la UNESCO y posteriormente la ONU aprobó la «Declaración Universal de los

Derechos del Animal», proclamada el 15 de octubre de 1978 en Paris, comienza la introducción

señalando que “Todo animal posee derechos” y se enuncian en el articulado el derecho a la

existencia, al respeto, a la atención, a los cuidados y a la protección del hombre, a no recibir

malos tratos ni actos crueles, a la libertad de los animales pertenecientes a una especie salvaje en

su propio ambiente natural, terrestre, aéreo y a reproducirse, a la vivir y crecer al ritmo y en las

condiciones de vida y de libertad que sean propias de su especie de aquellos animales que vivan

en el entorno del hombre, al no abandono, a la limitación razonable del tiempo e intensidad de

trabajo y a una alimentación reparadora y reposo de los animales de trabajo, a la limitación de la


experimentación animal que implique un sufrimiento físico o psicológico es incompatible con los

derechos del animal, a la preservación del animal de la ansiedad o dolor aun cuando sea criado

para la alimentación, a la no explotación para esparcimiento del hombre, a la prohibición del

biocidio –crimen contra la vida-, del genocidio –crimen contra la especie-, al respeto aún después

de muerto, a la prohibición de las escenas de violencia contra los animales en cine y en

televisión, a la defensa de sus derechos por la ley como lo son los derechos del hombre3.

En el 2003 la sociedad mundial para la protección animal propone la Declaración

Universal sobre Bienestar Animal (DUBA). Donde se busca la aprobación por parte de la

Naciones Unidas con el propósito de reconocer que los animales son seres capaces de sentir y

sufrir, promueve su bienestar, respeto y terminar cualquier acto de crueldad hacia ellos. Es

apoyada por la organización como: Humane Society of the United States (Sociedad Humanitaria

de los Estados Unidos y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) declaró su apoyo a

la DUBA en 2007 (Scolarici, 2018).

Luego de citar la normatividad relacionada con los seres sintientes, entraremos a analizar

el tema de los Experimentos y Maltrato de Animales. Los animales, según esta nueva ley, son

vistos ahora "como seres sintientes, no son cosas, recibirán especial protección contra el

sufrimiento y el dolor, en especial, el causado directa o indirectamente por los humanos, por

lo cual en la presente ley se tipifican como punibles algunas conductas relacionadas con el

maltrato a los animales, y se establece un procedimiento sancionatorio de carácter policial y

judicial"3.

El ser humano siempre ha utilizado a los animales como recursos renovables que,

benefician a los seres humanos en diferentes áreas. Esta explotación a la que son sometidos los
animales corresponde a un lucro económico de los mismos, ya que viven y mueren por los fines

impuestos por los humanos, dejado un amplio margen de ganancias a costos reducidos.

Pero también en los estudios con animales los científicos han tenido la forma de

encontrar curas para enfermedades y extender la vida humana; como lo es por medio del

desarrollo de vacunas, siendo siempre probadas en animales, el desarrollo de trasplantes de

órganos, transfusiones de sangre, diálisis de pacientes renales, técnicas quirúrgicas y

traumatológicas, y diferentes tipos de fármacos. Estas investigaciones también ayudan a

comprender similitudes significativas entre los sistemas fisiológicos humanos y los sistemas

fisiológicos de varios animales, hemos obtenido gran parte de nuestra comprensión del sistema

inmunológico a partir de la investigación en ratones u otros animales.

El dilema ético en la experimentación con animales está relacionado con el posible

contraste entre dos valores. Por un lado, los ataques a la susceptibilidad de los animales y la

posibilidad de que puedan sufrir daños en los experimentos, por otro lado, por ser

imprescindibles para proteger a los humanos, estos experimentos deben realizarse; e incluso por

la salud y seguridad de los animales. Por lo tanto, existen dos tendencias morales extremas: Los

llamados defensores de los animales, que insisten en que es razonable nunca dañar a los animales

con fines humanos, y el otro extremo es ser libres de elegir si podemos usar animales.

Afortunadamente, sin embargo, la mayoría de los demográficos y bioéticos parecen mantener

una actitud de aceptar experimentos con animales solo bajo ciertas condiciones.

Para los defensores de los animales, es importante comprender los requisitos previos para

el uso de modelos animales cuando existen métodos alternativos (como simulaciones por

computadora y modelos matemáticos para el cultivo celular). Sin embargo, estos procedimientos
pueden reducir la cantidad de animales experimentales, pero no pueden predecir de manera

confiable los efectos de las sustancias químicas en el sistema de órganos combinados del cuerpo

humano y tienen toda la complejidad necesaria. También se utilizan para verificar y determinar

la toxicidad potencial de una sustancia en la etapa inicial de la investigación, reduciendo así el

número total de animales requeridos, pero la inspección final debe realizarse en un sistema

completo y vivo. La tecnología más avanzada no puede imitar las complejas interacciones entre

células, tejidos y órganos en humanos y animales. Antes de introducir nuevos tratamientos o

sustancias en el cuerpo humano, los científicos deben comprender estas interacciones.

Organizaciones de protección animal en el país

Durante el año 2019 en la ciudad de Bogotá se realizó un reconocimiento a las empresas

comprometidas con los seres sintientes no humanos con el nombre de sello zoolidario que se

divide en tres categorías así: huella oro, huella plata, huella bronce, está iniciativa dio a conocer

las acciones en favor de los seres sintientes no humanos y sensibilizar sobre una cultura de buen

trato y acciones de protección, a continuación se resaltaron algunas instituciones que han ganado

este reconocimiento y que son mencionadas en la página web del instituto distrital de protección

y bienestar animal.

Instituciones como Laika universo peludo quien implementó la iniciativa “Criollo love”

donde se realizan actividades para mejorar la calidad de vida de los seres sintientes no humanos

de la calle, se realiza pedagogía sobre los cuidados, responsabilidades y necesidades, estas

acciones van encaminadas a cumplir el objetivo de reducir el maltrato y abandono de estos seres.

Otra institución que ha ganado el reconocimiento es 4-72 servicios portales nacionales

quien se consolidó como la primera entidad pública de la ciudad de Bogotá en plantear e

implementar una estrategia de responsabilidad empresarial a favor de los seres sintientes no


humanos, ellos brindan un hogar de paso llamado “Dejando huellas 4-72”, en este hogar se

albergan y cuidan varios de los perros que han rescatado los equipos de urgencias veterinarias y

el escuadrón anticrueldad, brindando con este aporte el inicio de una segunda oportunidad para

estos peludos.

Existe también un programa que se puede consultar en la página web del instituto distrital

y protección animal de Bogotá llamado escuadrón anticrueldad el cual es el primero en el país y

latinoamericano en innovar la forma de ayudar a los seres sintientes no humanos, su objetivo es

atender a estos lindos seres que sufran cualquiera de las 6 formas de crueldad animal (Abandono,

negligencia, sobrexplotación, abuso sexual, maltrato físico y maltrato emocional), este programa

cuenta con un equipo interdiciplinar conformado por médicos veterinarios, personal de apoyo

técnico y abogados que trabajan de forma articulada con la oficina asesora jurídica del instituto

de protección animal para todos los temas de tipo legal relacionados con los seres sintientes no

humanos.

Una de las actividades que realiza el escuadrón es hacer visitas de verificación de

condiciones de bienestar de los seres sintientes no humanos donde se evalúan los siguientes

parámetros: nutrición, salud, espacios cómodos y comportamiento, a esta acción se le suma la

articulación del escuadrón de policía ambiental y ecológica, más los inspectores de policía;

después de esta visita se brinda una valoración de favorable, plan de mejoramiento o

desfavorable.

Según este concepto se determinan las acciones a seguir que puede ser: seguimiento,

archivo del caso, mejoramiento de las condiciones, solicitud de aprehensión material preventiva

del ser sintiente no humano a la autoridad policíva acompañante según lo establecido en la ley

1774 de 2016.
Referencias Bibliográficas
1
Ávila, F. (2 de febrero de 2020). Verbo y Gracia. Legis Ámbito Jurídico. Recuperado de

https://www.ambitojuridico.com/noticias/etcetera/educacion-y-cultura/sintiente-sintiencia-

trillon-domestico
2
Best, S. (2009): “The Rise of Critical Animal Studies: Putting Theory into Action and Animal

Liberation into Higher Education”, Journal of Critical Animal Studies 7(1), 9-52.

https://revistaleca.org/journal/index.php/RLECA/article/view/267
3
Eduardo Rodríguez Yunta. Ética de la Investigación en Modelos Animales de Enfermedades

Humanas, Acta Bioethica 2007; 13,

https://dapre.presidencia.gov.co/normativa/normativa/LEY%202047%20DEL

%2010%20DE%20AGOSTO%20DE%202020.pdf

Bibliografía

Muñoz Aguirre, Nora Elena y Zapata Echavarría, Luz Mery. (2014). “Legislación especial de

protección y penalización del maltrato animal en Colombia”. Jurídicas. No. 1, Vol. 11, pp. 157-

178. Manizales: Universidad de Caldas https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?

script=sci_arttext&pid=S1726-569X2007000100004

Rodríguez S., A. (s.f.). Nuevos enfoques de la discusión bioética. Eje 4 Propongamos.

Recuperado de https://areandina.instructure.com/courses/17250

Alcaldía de Bogotá, instituto distrital de protección y bienestar animal, consultado en

http://www.proteccionanimalbogota.gov.co
Donoso, F. L. (30 de 9 de 2014). Bioética frente a los derechos animales: tensión en las

fronteras de la filosofía moral. Obtenido de

https://www.tesisenred.net/bitstream/handle/10803/292240/FLD_TESIS.pdf

Scolarici, G. M. (2018). La protección de los derechos de los animales en el ordenamiento

nacional. Un análisis de la legislación nacional de los últimos años. revista juridica AMFJN, 1-

19.

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