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“ÉTICA ANIMAL”

PROFESOR: PABLO SUAREZ

ALUMNA: Karen Damaris Vera D.N.I N° 38.934.448


DEPARTAMENTO: Filosofía y teoría del derecho animal.
ENTREGA: Ensayo final.
TEMA: Igualdad animal.-
IGUALDAD DE LA VIDA DE LOS ANIMALES NO
HUMANOS

«ES PROBABLE QUE LLEGUE EL DÍA EN EL QUE EL RESTO DE LA CREACIÓN ANIMAL


PUEDA ADQUIRIR AQUELLOS DERECHOS QUE JAMÁS SE LE PODRÍAN HABER NEGADO A
NO SER POR OTRA DE LA TIRANÍA. LOS FRANCESES HAN DESCUBIERTO QUE LA
NEGRURA DE LA PIEL NO ES RAZÓN PARA QUE UN SER HUMANO HAYA DE SER
ABANDONADO SIN REMISIÓN AL CAPRICHO DE UN TORTURADOR. QUIZÁ UN DÍA SE
LLEGUE A RECONOCER QUE EL NÚMERO DE PATAS, LA VELLOSIDAD DE LA PIEL O LA
TERMINACIÓN DEL OS SACRUM SON RAZONES IGUALMENTE INSUFICIENTES PARA
DEJAR ABANDONADO AL MISMO DESTINO A UN SER SENSIBLE». JEREMY BENTHAM,
INTRODUCTION TO THE PRINCIPLES OF MORALS AND LEGISLATION, 1789.

INTRODUCCIÓN

El propósito de este ensayo es cuestionar aquellos derechos que posee el ser

humano como especie frente a otras. Si bien, a lo largo de la historia la especie

humana ha ido adquiriendo derechos paulatinamente por su propia evolución

“cultural” y “moral”, vemos que los mismos se adquirieron por la necesidad de

vernos a todos iguales frente a las injusticias y penalidades positivas, no siendo

posible poner a los animales no humanos en igualdad ante la adquisición de

derechos fundamentales para el goce de la libertad de todo ser vivo, esto es, el

vivir dignamente. Si bien es importante hacer hincapié en la idea de que, tener

intereses como presupuesto para la adquisición de derechos, y que el interés

venga dado por la vida cognitiva, vemos que el animal no humano genera su

interés desde la necesidad de su propia naturaleza que es ni más ni menos que el

interés de vivir, generado por la sintiencia de la que goza todo ser vivo. Ahora

bien, no existen características naturales relevantes para negar derechos

fundamentales, sino que, como explicaré más adelante, pareciera estar dado por

la creencia de supremacía humana la que, históricamente, hemos sostenido sin

argumento más que el del uso de la consciencia y la razón. Entonces, como

objetivo de este trabajo, pondremos énfasis en la valoración del animal no

2
humano como sujeto de derechos, enfocado principalmente al cuidado del

interés principal del cual se vale todo ser vivo que es, el de vivir en libertad.

IGUALDAD

¿A que llamamos igualdad? Cuando hablamos de igualdad, casi instintivamente

responderemos “que todos tenemos lo mismo que todos” (o al menos es la

creencia en común de las personas a las cuales consulté). Llegando al punto,

entendemos que la igualdad irá cambiando respecto del contexto en que lo

mencionemos, podemos hablar de igualdad de oportunidades, igualdad de

derechos, igualdad de posibilidades. En fin, la igualdad es algo que, como seres

humanos, hemos buscado durante décadas, desde el racismo en los años 90, hasta

los derechos laborales que se han ido adquiriendo, vemos que como meta

siempre está la “igualdad”. Desde nuestro Código Penal vemos esa búsqueda –

inalcanzable- de exigir la pena en igualdad al delito cometido, por ejemplo.

Es así, que llegamos a la conclusión que la igualdad no es más que la búsqueda

por desmenuzar las diferencias que existen entre dos partes diferentes entre sí.

Considero que la igualdad no existe, sino que es la forma en que los seres

humanos buscamos para vivir en armonía como sociedad. Singer dirá que el

principio de igualdad sobre el que descansan los seres humanos, será dado por

el principio de igual consideración de interés , y no equipara a los humanos con

los animales humanos, de hecho sostiene que existirán indudablemente

diferencias hasta en los mismos humanos, pero pone hincapié en la capacidad de

sentir dolor1, si lo miramos desde ese punto notaremos que basta con el

sufrimiento para decir que somos iguales “Si un ser sufre, no puede haber

justificación moral alguna para negarse a tener en cuenta este sufrimiento. Al margen de

la naturaleza del ser, el principio de igualdad exige que —en la medida en que se puedan

hacer comparaciones grosso modo— su sufrimiento cuente tanto como el mismo

1Peter
3
Singer “Liberación Animal” 1975, 1990 (2ª edición) pags. 44/45 pág. 2
sufrimiento de cualquier otro ser. Cuando un ser carece de la capacidad de sufrir, o de

disfrutar o ser feliz, no hay nada que tener en cuenta. Por tanto, el único límite defendible

a la hora de preocuparnos por los intereses de los demás es el de la sensibilidad

(entendiendo este término como una simplificación que, sin ser estrictamente adecuada,

es útil para referirnos a la capacidad de sufrir o disfrutar). Establecer el límite por alguna

otra característica como la inteligencia o el raciocinio sería arbitrario. ¿Por qué no habría

de escogerse entonces otra característica, como el color de la piel?”. De este modo,

vemos que “la búsqueda” de esa igualdad, como primer camino, sería la

sensibilidad por sobre todo, si un ser no puede sentir dolor, por ejemplo, no

podría ponerse en tela de juicio ni habría de tener un interés hacia quien no tiene

sensibilidad y por ende, no debería considerárselo igual a otros que si la tienen.

DERECHO A LA IGUALDAD

En primer lugar, cabe hacerse la pregunta de si ¿Los animales, son sujetos de

derecho? Si entendemos que sí, esa respuesta nos lleva a la siguiente pregunta:

¿Qué tipos de derechos? Siguiendo esta línea, es que podemos dividir a los

derechos positivos y a los derechos morales; los primeros están dados por su

reconocimiento legal y la protección que le brinden los seres humanos y la

sociedad en general, los segundos en cambio, se relacionan con un vínculo moral,

es decir, aquellos derechos morales están dados por el hacer o no hacer, tanto

como el derecho positivo, solo que ésta es una norma vinculada a lo que está bien

y lo que está mal. Por ejemplo, hace muchos años atrás se consideró que era

moralmente malo que las políticas institucionales anularan paulatinamente los

derechos de alguien, por considerarlos inferiores respecto de su “raza” y como

consecuencia, los grupos que lo anulaban eran beneficiados por ello. Con este

mismo pensamiento, podemos plasmarlo no solo en la raza, sino también al

género, o la etnia. De este modo, vemos que está mal anular derechos a alguien

solo para favorecer a grupos de individuos considerados, para quien disminuye

los derechos de otros grupos, superiores. De esta forma, podemos apreciar que

4
2 Tom Regan “Poniendo a las personas en su sitio” Vol. XVIII/3, 1999, pp. 17/37 // pag. 18 a 21.
el vínculo moral nos muestra que estará mal anular derechos habitualmente en

beneficio de otros2, es malo, no así pues cuando se anulen derechos para el

cuidado de otros individuos, es así el ejemplo que nos da Tom Regan cuando

indica que, una persona enferma pone en riesgo de contagio a otros, por lo que

deberá estar en cuarentena para no afectar a terceros. Sobre este juicio, vemos que

no es exclusivo el “no anular derechos” sino que se tendrá en cuanta cuando esa

anulación venga dada para que otro se beneficie de ello, más no para el cuidado

de otros, ya que moralmente sería lo correcto hacerlo.

Ahora bien, nos enfocaremos en aquellos derechos que vemos, los animales no

tienen, o bien, los tienen por reconocidos o no es suficiente su regulación para

que otros sigan beneficiándose de ello, así, la búsqueda por la igualdad entre

animales humanos y no humanos, tiene como fin inmediato, que los seres

considerados de otra especie gocen de los mismos derechos inherentes a la

persona, como ser: El derecho a no ser tratados como propiedad, derecho a la

vida, derecho a la libertad y el derecho a no sufrir crueldad y respetar su

integridad física. Básicamente, estos derechos que hoy son parte del disfrute de

una vida digna para la persona humana, y si bien, las personas no humanas han

adquirido ciertos derechos que los protegen del trato cruel, no están en la misma

línea de igual a los derechos humanos, y eso es lo que me lleva a cuestionar las

razones por las cuales unos tienen ese derecho y otros no. Corresponde

preguntarnos entonces, si la sensibilidad es algo que sufren tanto animales

humanos como no humanos, ¿cuál sería el motivo para negarles la adquisición

del derecho a vivir, por ejemplo? Seguidamente a nuestra respuesta, es que

vemos que no los adquieren por el simple hecho de que un grupo se beneficia de

ellos, con lo cual, atribuirles reconocimiento igualitario, haría que las personas

humanas no pudiera satisfacer sus “necesidades” (la necesidad vista como la

búsqueda del placer, ligando el placer a un sentimiento de libertad y goce para

solo los animales humanos). Ahora bien, esta respuesta en tanto denota que los

5
beneficios de un grupo “supremo” les da el derecho a suprimir justamente, los

derechos de otro grupo. De la mano del derecho a vivir, vemos que seguidamente

una respuesta a porque no gozan los animales no humanos de este pleno derecho,

es también ni más ni menos que por ser considerado propiedad de alguien más

(un animal humano). Así, vemos que la respuesta siempre será la misma, si

nuestro sujeto de derechos es el animal, y el derecho positivo dejara de

considerarlo un bien propiedad de otro, entonces solo rompiendo ese esquema

es que podremos llegar a que los consideren sujetos de derechos, mientras esa

concepción persista, será imposible poner al animal en el mismo eslabón que el

ser humano, dado que las leyes y protecciones siempre son en torno a su

cuidador, como si el animal no fuese considerado sujeto, sino objeto que le

pertenece a alguien y como ese alguien es dañado por lo que le pasare a ese

objeto, entonces el fin de los derechos positivos son los mismo, el del cuidado de

la persona humana y no de las personas no humanas.

ESPECISMO Y ARGUMENTOS A FAVOR DE LA IGUALDAD DEL ANIMAL

Como punto de partida a mis argumentos, comenzaré por rechazar el especismo,

una de las principales razones por las cuales se les deniegan derechos

fundamentales a los animales no humanos, como contraposición me baso en un

enfoque ético que valore y respete la vida y los intereses de todos los seres

sintientes, reconociendo la igualdad de consideración y promoviendo la

compasión y la justicia hacia los animales no humanos. Muchas posturas que

rechazan el especismo, argumentan la igualdad buscando que el ser humano

tome consciencia desde el daño ambiental y a la salud que causa el consumo de

animales, abogando que solo por ello los animales no deberían sufrir crueldad y

gozar de derechos fundamentales, si bien es válido, como expuso Silvina Pezzeta3

éste debería ser un foco de preocupación de cualquier persona preocupada por

los intereses humanos, pero recaeríamos nuevamente en el especismo y

3 Pezzetta, Silvina “Derechos fundamentales para los demás animales” pp. 69-104 6
defenderíamos la igualdad de derechos de los animales solo desde la

preocupación del mal que causa la explotación de esos seres a nuestras propia

especie.

Para proponer un fundamento antiespecista, explicaré el concepto que le confiero

al especismo, que no es más que la discriminación basada en la especie, tratando

a los animales no humanos de manera inferior o como recursos para los humanos.

Para rechazar el especismo, desde mi postura consideraré los siguientes

fundamentos:

Igual consideración de intereses: El especismo se basa en la idea de que los

intereses de los humanos son intrínsecamente más valiosos que los de los

animales no humanos. Sin embargo, desde una perspectiva ética, deberíamos

considerar los intereses de todos los seres sintientes de manera igualitaria,

independientemente de su especie. Los animales también pueden experimentar

dolor, sufrimiento y placer, por lo tanto, sus intereses deben ser tomados en

cuenta y respetados.

Ausencia de características moralmente relevantes: El especismo se apoya en la

creencia de que existen características específicas de los humanos que los hacen

moralmente superiores a los animales no humanos. Sin embargo, no hay

características morales intrínsecas que sean exclusivas de los humanos y que

justifiquen tratar a los animales de manera inferior. La capacidad de

razonamiento, el lenguaje o la autoconciencia no son requisitos morales

necesarios para considerar a un ser sintiente.

Evitar la arbitrariedad: Discriminar a los animales basándonos en su especie es

arbitrario. No hay una justificación lógica para tratar a ciertas especies como

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inferiores mientras se otorga protección a otras. La discriminación basada en la

especie es similar a la discriminación racial o de género, donde se otorgan

privilegios a ciertos grupos y se niegan a otros sin una base ética sólida.

Reconocimiento de la interdependencia: Los seres humanos y los animales no

humanos están interconectados en el ecosistema y dependen unos de otros para

su supervivencia y bienestar. La salud de los ecosistemas y el equilibrio de la

naturaleza están estrechamente relacionados con la forma en que tratamos a los

animales. Rechazar el especismo implica reconocer esta interdependencia y

promover un enfoque de coexistencia y respeto mutuo.

Avances científicos y éticos: La ciencia ha demostrado cada vez más la capacidad

cognitiva, emocional y social de los animales no humanos. Las investigaciones

han revelado que muchos animales poseen inteligencia, emociones complejas y

habilidades sociales, desafiando la noción de que son meros objetos para nuestro

uso. A medida que aumenta nuestra comprensión de los animales, también

aumenta la responsabilidad ética de tratarlos con consideración y respeto.

SUPREMACÍA Y DIGNIDAD

Muchos defensores de ésta teoría, se han basado en la idea de no solo incluir a

los seres humanos dentro de una misma comunidad moral, sino en excluir a

todos los seres no humanos, de esta manera se pondría a los seres humanos por

sobre los no humanos y defenderían los derechos humanos excluyendo entonces

los derechos en favor de los animales. Otras teorías, se despojaron de esta visión

llevándola a un horizonte más “noble”, argumentando que se debía respetar a las

4 Will Kymlicka, Derechos humanos sin supremacía humana. 8


5 Will Kymlicka, Derechos humanos sin supremacía humana (pag. 12)
personas por el hecho de ser “sujetos vulnerables”. 4 Fiona Robinson se basó en

la ética del cuidado y Butler apeló a la vida precaria como fundamento, entre

otros. De este modo, el término de los derechos humanos fue rumbo a un enfoque

más noble, como dijimos, agregando la vulnerabilidad, precariedad, capacidad.

Por analogía, estos términos pueden aplicarse a los derechos de los animales,

dándoles una perspectiva de igualdad y solidaridad con otras formas de vida en

lugar de establecer jerarquías basadas en la especie.

También, los teóricos de la supremacía humana, se han basado en la dignidad,

que fuera un término solo dado a los seres humanos, dado que es un concepto

utilizado para denotar una condición de las personas humanas, cruzar ese puente

y conectarlo con los animales, sería difícil. Como sugiere Kymlicka, si bien

muchos defensores de los derechos animales argumentan su postura desde la

búsqueda de la dignidad, porque quienes buscamos su igualdad y protección

consideramos que en la explotación de granjas y laboratorios vemos graficada

esa violencia hacia la dignidad, este concepto “está saturado de la idea de que la

dignidad implica no ser tratado como un animal. En cualquier caso, la dignidad

no es el lenguaje natural de una teoría de los DA.”5 En mi postura, difiero de esta

última cita, ya que si bien es cierto que lo contrario a la dignidad sería el “ser

tratado como un animal” esta postura pondría un freno indiscutible para quienes

queremos terminar con la idea de especies y superioridad humana, puesto que

es casi imposible alejarse de la idea de dignidad, siendo que para muchos esto no

es más que la idea de disfrutar una vida íntegramente en libertad, continuar con

esta vana idea sería, para mí, continuar aludiendo al especismo y afirmando la

idea de quien es tratado indignamente, es tratado como un animal. Más aún,

desde este último punto, podría discutir a quienes defienden la supremacía

humana contrarrestando esta idea, pensando a la dignidad y dándole un nuevo

significado de este modo.

5 Will Kymlicka, Derechos humanos sin supremacía humana (pag. 12)

9
IGUALDAD Y PENA

Hasta ahora he argumentado las razones por las cuales creo importante la

necesidad de igualar los derechos fundamentales de los animales no humanos a

los derechos fundamentales de los humanos, partiendo desde el enfoque moral,

ético y defendiendo la idea de la dignidad para los animales. Desde un enfoque

penal, en miras de buscar un trato igualitario al castigo que reciben desde la pena

los seres humanos, terminaré de argumentar que causas hacen necesario abordar

este tema.

Como consideración, tomaré el ejemplo de la pena que impone nuestro

ordenamiento jurídico a la mala praxis contra las personas6 entendiendo a éste

término, basándome en lo que proponen los Dres. Lidia Nora Iraola y Hernán

Gutiérrez Zaldívar7: “Existirá mala praxis en el área de la salud, cuando se provoque

un daño en el cuerpo o en la salud de la persona humana, sea este daño parcial o total,

limitado en el tiempo o permanente, como consecuencias de un accionar profesional

realizado con imprudencia o negligencia, impericia en su profesión o arte de curar o por

inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo con apartamiento de la normativa

legal aplicable”. A su vez, el Código Civil Argentino8 contempla la

responsabilidad emergente de la mala praxis y la obligatoriedad de su

resarcimiento económico. Ahora bien, desde esta perspectiva, podemos ver que

nuestro derecho positivo sanciona a todo profesional que causare un daño por el

mal accionar médico, y vemos que no es posible equiparar exactamente la pena

por mala praxis en humanos y animales no humanos, ya que las leyes y sistemas

de justicia están diseñados para abordar las diferentes realidades y

complejidades en cada caso, pero mi crítica pretende exponer de que manera las

penas que son para los seres humanos, pueden ser para los seres no humanos.

De este modo, es posible argumentar que las penas por mala praxis en veterinaria

deberían ser significativas y proporcionales a la gravedad del daño infligido al

animal, y que los veterinarios deberían ser responsables de la atención adecuada

6
Código Penal de La Nación Argentina, Art. 94. 10
7
“APUNTES SOBRE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA LEGAL Y LA MALA PRAXIS. LA PRESENCIA EN EL
TEMA DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA ARGENTINA Y SOCIEDADES MÉDICAS AFINES”. Dra. Lidia Nora Iraola -
Dr. Hernán Gutiérrez Zaldívar
8
Código civil y comercial de la Nación. Arts. 1073 a 1090.
y el bienestar de los animales que están bajo su cuidado. En este sentido, la ley

debería reconocer el valor intrínseco de los animales y no simplemente

considerarlos como propiedad, lo que podría llevar a una mayor protección legal

y una aplicación más rigurosa de las leyes existentes estos casos. Pero como dije,

esto no lo vemos posible, aun, en nuestro sistema puesto que el animal sigue

siendo considerado un objeto propiedad de las personas, mientras esta idea

subsista, podremos decir que estamos lejos de considerar una mirada igualitaria

desde lo penal, si bien leyes como la N° 14.356 tienen carácter penal, no es posible

igualar los derechos de daños que cause un profesional de la salud al animal.

Vemos de este modo, como la mirada hacia el animal no se aleja de la idea de

“cosa u objeto” siquiera se busca resarcir el daño que el profesional le cause al

cuidador del animal cuando el veterinario infrinja esos cuidados. De este modo,

no vemos otra vía más que accionar desde el daño que se le causa al cuidador,

como punto de partida, para hacer valer el derecho del animal, como fue en el

caso del perro Clifor9, que fue objeto de maltrato y abandono, se puede ver cómo

esta cuestión sigue siendo relevante en la actualidad. Cabe mencionar, que el

citado caso se trata de un perro que fue encontrado en condiciones

extremadamente precarias en Colombia, donde la demanda presentada por

Lozano Cárdenas buscaba garantizar que se reconozca la igualdad de Clifor ante

la ley, invocando que el animal es el núcleo familiar de su prohijada está

conformado por su mascota “Clifor’’ que la considera como un hermano, de este

modo vemos que ante casos contra los animales, siempre se invoca primero el

sentido de pertenencia como miembro familiar. La demandante, presentó una

acción de tutela argumentando que Clifor tenía derecho a una vida digna y a ser

tratado de forma respetuosa.

En su fallo, el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Ibagué reconoció que

Clifor es un ser sintiente con capacidad de sentir dolor y sufrimiento, y por lo

tanto, merece ser tratado con dignidad y respeto, vemos de este modo que la
9
Colombia, Sentencia 26-6-2020 perro Clifor - LINA SOFÍA LOZANO CÁRDENAS.

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protección de los derechos de los animales no solo es importante por sí misma,

sino que también tiene un impacto en la forma en que tratamos a otros seres

sintientes y en nuestra comprensión del mundo. Podemos ver como en su libro

"Liberación Animal", el filósofo Peter Singer argumenta que los animales tienen

la capacidad de sufrir y experimentar placer, lo que significa que merecen un

trato justo en comparación con los seres humanos. Del mismo modo, Tom Regan,

en su obra "Los derechos de los animales", argumenta que los animales tienen

derechos morales y que estos derechos deben ser protegidos por la ley.

En primer lugar, es importante destacar que los animales merecen igualdad de

consideración y respeto que los seres humanos, y que cualquier forma de

maltrato o abuso hacia ellos debe ser condenada y penalizada por la ley. Esto

implica reconocer que los animales tienen derechos y que estos derechos deben

ser protegidos y respetados por las personas y las instituciones.

Sin embargo, este tipo de casos son aún poco comunes en Argentina, donde no

existe una legislación que proteja específicamente a los animales y en donde la

mala praxis veterinaria no es penalizada. Esta falta de regulación deja a los

animales en una situación de vulnerabilidad y expuestos a situaciones de

maltrato y abuso por parte de los profesionales encargados de su cuidado.

CONSIDERACIONES FINALES

Vimos que la perspectiva de la igualdad animal se basa en la premisa de que

todos los seres sintientes merecen un trato justo y equitativo, y que ésta premisa

se extiende más allá de la raza, el género, la orientación sexual y la especie, y que

la lucha por la igualdad animal se relaciona con la lucha por los derechos

humanos, ya que ambos tienen como objetivo garantizar el trato justo y

equitativo de los seres sintientes.

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No niego que en Argentina el animal sigue siendo considerado una "cosa" y no

un "sujeto" de derecho, sin embargo, esto no significa que no se les deba tratar

con respeto y consideración. Los animales son seres sensibles que experimentan

dolor y sufrimiento, y por lo tanto merecen ser protegidos de la crueldad y el

maltrato. Además, el hecho de que los animales no sean considerados sujetos de

derecho no implica que no se les deba otorgar ciertas protecciones y derechos.

La igualdad de derechos no siempre implica que todas las criaturas vivientes

sean tratadas exactamente de la misma manera, sino que requiere una

consideración justa y adecuada de sus necesidades y bienestar.

Bibliografía

- “Liberación animal” (Título original: “Animal Liberation”) - Peter Singer


1975, 1990 (2ª edición] // Editorial Trotta;

- “Derechos humanos sin supremacía humana” - Will Kymlicka // Departamento de


Filosofía, Queen‘s University, Kingston, Canadá;

- "Aportes teóricos para la discusión sobre los animales no humanos como


sujetos de derecho" - Silvina Pezzetta. Dirección URL:
https://www.revistaleca.org/

- APUNTES SOBRE LA RESPONSABILIDAD MÉDICA LEGAL Y LA MALA


PRAXIS. LA PRESENCIA EN EL TEMA DE LA ASOCIACIÓN MÉDICA
ARGENTINA Y SOCIEDADES MÉDICAS AFINES”. Dra. Lidia Nora Iraola -
Dr. Hernán Gutiérrez Zaldívar. Dirección URL: https://www.ama-
med.org.ar/images/uploads/files/Apuntes%20sobre%20la%20responsabilidad%
20m%C3%A9dica%20legal%20y%20la%20mala%20praxis.pdf

- Paola Andrea Rey-Gómez y Miguel Ángel Herrera-Rodríguez, "Análisis


jurisprudencial del caso Lina Sofía Lozano Cárdenas y otros frente al
reconocimiento de derechos de los animales"

- Código Penal de La Nación Argentina

- Ley 14.356

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