Magistrada ponente: Marisela Valentina Godoy Estaba

Exp. N° 2020-000164
Procedimiento: Recurso de Casación

Análisis De La Sentencia De Sala De Casación Civil Del Tribunal Supremo De Justicia

Las partes están conformadas por las ciudadanas GABRIELA COROMOTO

INFANTE GRAVINA y SOLVET SANCHÉZ BRICEÑO, representadas
judicialmente por el abogado Carlos Martínez Orta, contra los
ciudadanos ALEXANDER SANTA MARÍA ÁVILA y ROSA MARA NUTI
CASTAGNOLI, respectivamente representados judicialmente por los abogados José
Adrián Álvarez, Javier Adrián Tchelebi, Joanna Adrian Techelebi, Armando Oliveira
Naranjo, Carmen Márquez Chayeb y Juan Espinoza Barrozzi.

Esta sentencia, trata sobre un Contrato de Venta, este tiene un carácter de

contrato privado denominado “Opción de Compra venta” (en lo sucesivo y a los fines
de evitar repeticiones nos referiremos como “El Contrato”, el cual es el mismo que
acompañaron al libelo de la demanda), referido a un inmueble perteneciente a “Las
Vendedoras”, integrado por una parcela de terreno y la casa sobre ella construida,
ubicada en el Conjunto Parque Residencial Juanico I Etapa, en la Urbanización Juanico
de la ciudad de Maturín, Estado Monagas.

Dicho contrato indica que, no se aceptaba cancelar el saldo del precio en

bolívares, ya que la condición de la entrega del bien era con la cancelación en dólares
americanos; por consiguiente, las vendedoras pareciera que buscaban incumplir el
contrato de compra venta suscrito, las cuales han recibido el cincuenta por ciento (50%)
del precio, pretendiendo, además, ilegalmente apropiarse arbitrariamente del cincuenta
por ciento (50%) de esas cantidades, cosa que alegaba el comprador en su momento. En
contraposición, la parte demandada niega haber exigido la cancelación del inmueble
sólo en dólares americanos.

Resulta evidente que, mis representadas imposibilitaron el cumplimiento de la

obligación, con el ánimo de resolver el contrato y apropiarse indebidamente de cuarenta
y cinco mil dólares ($45.000,00) de los noventa mil ($90.000,00) recibidos.

Es así, como en el escrito que contiene la contestación de la demanda y la

reconvención, los demandados señalaron que se trataba de un contrato de venta
perfeccionado, en el cual se establecieron condiciones ocultas por ambas partes: pagos

Abraham Sevilla
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en moneda extranjera, cobro de cantidades que resultaban exageradas e incumplimiento
de condiciones contractuales por parte de los demandantes.

En este orden de ideas, alegaron que la venta de viviendas en moneda extranjera

resultaba ilegal e inconstitucional, puesto que, la moneda nacional es el Bolívar, como
lo indica el artículo 318 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Ahora bien, también vemos que se utilizó un tipo de cambio incorrecto: “En relación al
Tribunal hace las siguientes consideraciones: Frente al alegato de los demandantes-
reconvenido atribuyéndole a los demandados-reconvinientes la falta de pago del saldo
del precio de la venta, los últimos alegaron que “el saldo no fue cancelado ante la
ilegal exigencia de las vendedoras de que solo aceptarían el pago en dólares
americanos, impidiendo la posibilidad de pagar en moneda de curso legal, como lo es
el bolívar; y adicionalmente, exigieron una tasa de cambio elevada e ilegal, lo cual
elevaba sustancialmente el saldo del precio pactado”.

El efecto de la cancelación en moneda extranjera debe distinguirse, puesto que,

cuando la obligación en divisa está expresada en moneda de cuenta, se debe nombrar
como moneda alternativa o como moneda de pago. En el primer caso, la moneda
extranjera funciona como una moneda de cuenta, es decir, de modo referencial del valor
de las obligaciones asumidas en un momento determinado. En el segundo caso, la
moneda extranjera se fija como moneda efectiva y exclusiva de pago.

En este sentido, cuando la moneda extranjera funciona como moneda de cuenta,

implica que las partes la emplean como una fórmula de reajuste o estabilización de la
obligación pecuniaria, frente a eventuales variaciones del valor interno de la moneda de
curso legal, que en nuestro caso es el Bolívar. Así, el deudor de una obligación
estipulada en moneda extranjera, en principio, se liberará entregando su equivalente en
bolívares a la tasa corriente de la fecha de pago, precisamente, tanto la moneda de
cuenta como la moneda de curso legal.

En este orden de ideas, la Sala reitera los criterios jurisprudenciales

precedentemente expuestos, y declara que “el contrato de opción de compra-venta
suscrito por las partes es conforme a derecho y no es ilegal por establecer el monto del
precio en dólares”.

Abraham Sevilla
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En mi opinión, estoy de acuerdo que el contrato se debe respetar, ya que no fue

algo ilegal como indicó la Sala del Tribunal Supremo de Justicia en su momento, lo que
ellos realizaron fue un modelo de cancelación con diferentes cláusulas para cumplir.
Como lo expresa el Artículo 1.133 del Código Civil: “El contrato es una convención
entre dos o más personas para constituir, reglar, transmitir, modificar o extinguir entre
ellas un vínculo jurídico”. Puesto que, para que dicho contrato sea válido debe cumplir
las condiciones requeridas para la existencia del contrato las cuales son:

1º Consentimiento de las partes; donde observamos que las partes se obligaron a

entregar un bien inmueble a cambio de 180.000 $ pagado en forma detallada, creando
así, un pacto especial en el contrato.
2º Objeto que pueda ser materia de contrato; Donde este momento si es materia, ya que
es una venta de un bien inmueble
3º Causa lícita; La Sala del TSJ nos indicó con afirmación que no es ilícita la causa: fue
un acuerdo celebrado en ese momento entre las partes, utilizando una moneda
extranjera.
La enseñanza que nos quiere impartir el profesor, con esta sentencia es que;
 En primer lugar saber cómo analizar una sentencia.
 Que un trato privado tiene peso a la hora de una demanda
 Un contrato para que sea ilegal debe cumplir con ciertos requisitos plasmado en
el Código Civil.
 Podemos tomar una moneda extranjera como moneda alternativa o como
moneda de pago, siempre que las partes estén de acuerdo.
 Que debemos tener en cuenta todas las cláusulas que podamos pactar en un trato,
y que estas pueden ser para nuestro beneficio o en contra de nuestro beneficio.
 Saber cómo está conformada una sentencia, para así comprender cuál es el fin de
lo narrado en orden cronológico.

Abraham Sevilla
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