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Índice
Introducción
Competencia
a desarrollar
Explore sus
preconocimientos
Unidad 1:
EVOLUCIÓN DE LA FUNCIÓN PÚBLICA
Y SURGIMIENTO DE LA POTESTAD
DISCIPLINARIA DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
Unidad 2:
Elementos Constitutivos de la falta
o Contravencion Administrativa o Disciplinaria
persecución que no esté fundada en una norma expresa dictada con anterioridad a la
comisión del hecho. (Artículo 116 de la Constitución Política del Estado).
2.1 Sujetos de Responsabilidad Administrativa
Por otro lado también puede iniciarse un proceso disciplinario de oficio, cuando tal
determinación es adoptada por la propia autoridad sumariante que toma conocimiento
de un determinado hecho que considera que pueda ser vulneratorio del ordenamiento
jurídico administrativo, lo que puede ocurrir por su propia iniciativa o porque suceda
algo que le haga poner en marcha ese procedimiento.
Cabe aclarar que el inicio de un proceso interno de oficio puede venir precedido, por un
período de información o actuaciones previas en el que la autoridad sumariante valore
las circunstancias concurrentes y en función a ello decida por la conveniencia del inicio
o no del procedimiento.
Finalmente el inicio de un proceso administrativo por Dictamen o informe de auditoría
especial, se refiere al inicio en base a un pronunciamiento emergente de una auditoría
especial, previa emisión tanto del informe preliminar de auditoría como informe
complementario. No obstante, es importante aclarar que en el Reglamento para la
Elaboración de Informes de Auditoría con indicios de responsabilidad con Código
RE/CE-029 Versión 2 emitido por la Contraloría General del Estado se ha establecido
como salvedad para la emisión de informe de auditoría la posibilidad de que la unidad
de auditoría interna cuando advierta posibles indicios de responsabilidad administrativa
mediante nota administrativa ponga en conocimiento de la Máxima Autoridad
Ejecutiva los hechos irregulares para que a través de esta instancia se disponga el inicio
del proceso correspondiente ante la autoridad sumariante.
Al respecto, es pertinente señalar que en cuanto a la aplicación de sanciones la
autoridad sumariante debe considerar el principio de proporcionalidad que garantiza
al procesado sea en materia penal o administrativa, que le será aplicada la
sanción que efectivamente corresponda a su conducta, debiendo por parte de la
autoridad juzgadora considerarse todos los antecedentes inherentes al hecho
y las circunstancias atenuantes si las hubieren. Al respecto la SCP 2621/2012 de 21
de diciembre, respecto al principio de proporcionalidad, ha señalado:
“el principio de proporcionalidad, se deduce del deber de respetar los derechos
ajenos y no abusar de los propios. Los límites trazados al ejercicio de los
derechos, en el caso concreto, deben ser proporcionales, esto es, no deben ir
más allá de lo indispensable para permitir la máxima efectividad de los
derechos en pugna. La delimitación proporcional de los bienes jurídicos en
conflicto, mediante su armonización en la situación concreta, se hace necesaria
cuando se considera la finalidad social del Estado de Derecho de garantizar la
efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución
Política del Estado, y se pretende impedir que, por la vía de la restricción
injustificada de los derechos, termine por socavarse el contenido de uno o
tanto el razonamiento de las juezas y los jueces, como de las servidoras y los servidores
públicos del Estado del nivel central y de las entidades territoriales autónomas, cuando
ejerzan potestades administrativas, entre ellas, las potestades sancionadoras de la
administración pública del nivel central y de las entidades territoriales
autónomas,“…debe partir de la Constitución, de sus normas constitucionales-
principios atendiendo las características del nuevo modelo de Estado que los
sustentan”; normas constitucionales principios que, de acuerdo a la SCP
0112/2012,“…son la pluralidad de valores, principios, derechos fundamentales no sólo
individuales (liberales y sociales) sino un amplio catálogo de derechos y garantías,
principios y valores plurales y colectivos que la constitución representa como un pacto
de postulados distintos y hasta veces contradictorios, pero que al final deben
coexistir”.
A partir de dichos razonamientos las Sentencias Constitucionales
Plurinacionales0140/2012 de 9 de mayo y 0142/2012, hicieron referencia a los límites del
ejercicio de la potestad sancionadora del Estado, que:“…encuentran una barra de
contención en el respeto de garantías mínimas, siendo una de ellas, el debido proceso”,
que de acuerdo a las mismas sentencias, “…controla y limita el campo de acción de la
potestad sancionadora del Estado, a efectos de evitar una actividad arbitraria de la
administración pública que se torne en ilícita.
2.4 El Debido Proceso en la Constitución Política del Estado y su aplicación al Ámbito
Administrativo Sancionador
alcanza en ninguno de los casos, a imponer la pena privativa de libertad, la cual está
reservada al órgano judicial correspondiente” (SC 757/2003-R de 4 de junio.
En ese ámbito y siguiendo el entendimiento contenido en la SC 0035/2005 de 15 de
junio, cuando el legislador atribuye a la administración facultades sancionadoras, no
debe proceder por puro arbitrio, sino que deben cumplir determinadas condiciones
para ser constitucionales, observando las garantías básicas de orden material y formal.
Conforme a ello, la jurisprudencia constitucional ha sido uniforme en establecer que el
debido proceso debe ser observado no sólo en la vía judicial, sino en toda la esfera
administrativa sancionadora (SSCC 787/2000-R, 953/2000-R, 820/2001-R, 757/2003-R y la
Sentencia Constitucional Plurinacional 0685/2012, entre muchas otras). Así, la SC
685/2002-R, ha establecido que los derechos a la seguridad, a la petición, a la defensa y
a la garantía del debido proceso, "[...] son aplicables no sólo al ámbito judicial sino
también al administrativo cuando se tenga que someter a una persona a un
procedimiento en el que deberá determinarse una responsabilidad; por lo mismo, todo
proceso de la naturaleza que fuere deberá ser sustanciado con absoluto resguardo y
respeto de los derechos y garantías del procesado”.
Al respecto, la SC 0757/2003-R, respecto a las garantías del proceso administrativo,
señaló:
“Si partimos del hecho de que la sanción administrativa supone la privación de
algún derecho o la afectación de algún interés y que tal privación debe ser el
resultado de la comprobación, conforme a derecho, de un hecho ilícito que se le
atribuye, correspondiendo por tanto enjuiciar una conducta, no cabe duda que el
proceso administrativo en cuestión debe estar revestido de las garantías
procesales consagradas en la Constitución. Así lo ha entendido la jurisprudencia de
este Tribunal en las SC 618/2003, al señalar que ‘[...[la garantía del debido proceso,
que consiste en el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, en el
que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas
generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar (SC
418/2000-R), la cual no es aplicable únicamente al ámbito judicial, sino que debe
efectivizarse en todas las instancias en las que a las personas se les atribuya -
aplicando el procedimiento establecido por ley- la comisión de un acto que vulnere
la normativa vigente y es obligación ineludible de los que asumen la calidad de
jueces, garantizar el respeto a esta garantía constitucional (SC 731/2000-R). De ello
se determina que las reglas del debido proceso no sólo son aplicables en materia
penal, sino a toda la esfera sancionadora, y dentro de ella se encuentra la materia
administrativa disciplinaria (SSCC 787/2000-R, 953/2000-R, 820/2001-R, y otras).
fallo o resolución, decisión que en definitiva surte efectos jurídicos que indudablemente
repercuten en los derechos de las personas’.
En ese contexto, el proceso administrativo sancionatorio al igual que el procedimiento
penal, debe hallarse impregnado de todos los elementos del debido proceso, que
deben ser respetados en su contenido esencial, en cuanto: a) al juez natural, b)
legalidad formal, c) tipicidad, d) equidad, y, e) defensa irrestricta. Eduardo García
Enterría, en relación al proceso administrativo sancionador, ha señalado: ‘…La doctrina
en materia de derecho sancionador administrativo es uniforme al señalar que éste no
tiene una esencia diferente a la del derecho penal general y por ello se ha podido
afirmar que las sanciones administrativas se distinguen de las sanciones penales por un
dato formal, que es la autoridad que las impone, es decir sanciones administrativas, la
administración y sanciones penales, los tribunales en materia penal”.
2.5 Otros Principios que deben regir el Proceso Administrativo Interno
Precisamente para evitar que el principio de legalidad sea una proclamación vacía de
contenido, la ley debe reunir una serie de requisitos que generalmente se resumen en
la necesidad que se sea escrita, previa a la realización de los hechos que se pretende
sancionar y estricta, esto es, que establezca claramente las características del hecho
punible y su sanción. (Francisco Muñoz C. y Mercedes García Arán, Derecho Penal,
Tirant lo Blanch, Valencia, 2000)”.
En el orden señalado, se debe considerar que: “En el seno de la potestad sancionadora
general, a diferencia de los delitos, las sanciones administrativas admiten su regulación
mediante una norma reglamentaria, pero con la condición que ésta ha de estar
necesariamente basada en una ley, que ha de determinar el alcance y contenido de la
norma reglamentaria, los elementos esenciales de la conducta antijurídica, y la
naturaleza y límites de las sanciones a imponer. No cabe una remisión al reglamento
que haga posible una regulación independiente y no claramente subordinada a la ley
(Federico A. Castillo Blanco, Función Pública y Poder Disciplinario del Estado. Civitas,
Madrid, 1992, p.244.)”.
De igual manera, la SC 0062/2002, expresó que el principio de legalidad adquiere una
vertiente procesal y otra sustantiva. Con relación a la primera puntualizó que “…el
principio de legalidad en su vertiente procesal (garantía jurisdiccional), tiende a
garantizar que nadie pueda ser sancionado sino en virtud de un proceso desarrollado
conforme a las reglas establecidas en el procedimiento en cuestión, en el que se
respeten las garantías establecidas por ley”. En su vertiente penal (sustantiva) el
principio de legalidad: “…prohíbe que una conducta, por reprochable que parezca y
por mucho que lesione un derecho, pueda conceptuarse como falta o delito, si la ley no
la describe de manera taxativa como tal”.
En esta perspectiva, cumple referirse al principio de taxatividad como elemento
esencial del principio de legalidad que forma parte del carácter material del principio de
legalidad. Así se ha pronunciado la SC 0022/2006 de 18 de abril, al señalar que: ‘Del
principio de legalidad emerge el principio de taxatividad de la norma penal o disciplinaria,
que implica la suficiente predeterminación normativa de los ilícitos y sus consecuencias
jurídicas; (…)’…el principio de taxatividad ‘que exige que las conductas tipificadas
como faltas disciplinarias, sean descritas de forma que generen certeza, sin necesidad
de interpretación alguna, sobre el acto o conducta sancionada, así como sobre la
sanción impuesta, pues la existencia de un precepto sancionador sin la suficiente
claridad del acto que describe como lesivo a un bien jurídico protegido, puede dar lugar
a que sean las autoridades encargadas de aplicar dicho precepto quienes creen el tipo
para adecuarlo a la conducta procesada, lo que no coincide con los principios de
legalidad y debido proceso’.
(…) Asimismo determinó que solamente puede imponerse una sanción administrativa
cuando ésta esté específicamente establecida por ley de acuerdo al principio de
taxatividad, por lo mismo, entendió la legalidad en materia sancionatoria, condicionada
al principio de certeza o taxatividad como garantía material, que garantiza la
previsibilidad de las conductas sancionables y la certeza jurídica sobre las sanciones
establecidas.
20.6 Elementos esenciales del Proceso Administrativo
siguiente: “Frente a la absoluta libertad del juzgador para apreciar y valorar las
pruebas, y también frente a la restricción valorativa de la prueba legal, surge el sistema de
la sana crítica que deja al juez formar libremente su convicción, pero obligándole a
establecer los fundamentos de la misma”. De la misma forma, Eduardo Couture,
asevera que, “el juicio de valor en la sana crítica ha de apoyarse en proposiciones lógicas
correctas y fundarse en observaciones de experiencia confirmadas por la realidad”.
En conclusión, corresponde afirmar rotundamente, que la ausencia de una
suficiente y adecuada motivación, vulnera el derecho al debido proceso, per se el
derecho a la defensa, impidiendo que la tutela jurisdiccional administrativa sea efectiva,
dando lugar al extremo inaceptable de la arbitrariedad, aclarándose que la
obligación de motivar las resoluciones no significa que las decisiones adoptadas
necesariamente deban satisfacer al administrado, lo que sí es trascendental, es que
la decisión sea justificada, dando lugar a que de esta manera se lleguen a emitir
decisiones justas efectivizando el imperio de la justicia constitucional de la
igualdad, inserta en nuestra Constitución Política del Estado.
Unidad 3:
AUTORIDAD LEGAL COMPETENTE
PARA DETERMINAR LA RESPONSABILIDAD
ADMINISTRATIVA (SUMARIANTE)
c) cinco días hábiles a partir del vencimiento del término de prueba, para que el
sumariante emita su resolución;
d) tres días hábiles a partir de su notificación, para que el procesado interponga
recurso de revocatoria en contra de la resolución emitida por el sumariante.
e) tres días hábiles a partir de la notificación con la Resolución que resuelve la
revocatoria para que el procesado interponga recurso jerárquico.
La resolución del sumariante quedará ejecutoriada en caso de no ser interpuesto el
recurso de revocatoria en el plazo citado. La sanción establecida entrará en vigencia
y las medidas precautorias serán levantadas.
PLAZOS EN LA ETAPA SUMARIAL PARA FUNCIONARIOS PROVISORIOS
Unidad 4:
Diferenciación en la Tramitación de
Procesos Administrativos Internos de
Acuerdo a la Clase de Servidores Públicos,
sus Etapas y Plazos
El Art. 5 de la Ley No. 2027 del Estatuto del Funcionario Público establece las clases de
servidores públicos: electos, designados, de libre nombramiento, de carrera e interinos,
en éste sentido cualquier funcionario que trabaje en la Administración Pública y no se
adecue a ninguna de las clases de servidores públicos señalados en el mencionado
artículo 5 tienen la calidad de funcionarios provisorios, conforme lo señalado por el
artículo 71 de la Ley N° 2027, que expresamente establece: “Los servidores públicos que
actualmente desempeñan sus funciones en cargos correspondientes a la carrera
administrativa y cuya situación no se encuentre comprendida en el artículo precedente,
serán considerados funcionarios provisorios, (…)”.
En éste sentido y de acuerdo a la clase de servidores públicos habrá una diferenciación
de procesamiento, especialmente en el caso de funcionarios provisorios con los de
carrera, en cuanto a los plazos y autoridades competentes.
4.1 Procesamiento de Funcionarios Provisorios
Respetando el principio de doble instancia, el actual marco normativo prevé dos etapas
dentro del proceso disciplinario interno seguido al interior de una entidad pública:
a) Etapa Sumarial, a cargo de una autoridad sumariante en la que se acumulan y
evalúan pruebas de cargo y descargo para establecer si existe o no
Responsabilidad Administrativa o archivar obrados en caso de inexistencia de
responsabilidad administrativa.
El proceso interno para los funcionarios de carrera, al igual que para funcionarios
provisorios, tiene dos etapas: la etapa sumarial y de impugnación.
Cabe aclarar que la etapa sumarial es similar que la establecida para los funcionarios
provisorios; no obstante, las diferencias empiezan a manifestarse a partir de la etapa de
impugnación, vale decir, a partir de la interposición del Recurso de Revocatoria.
La etapa de impugnación igualmente se encuentra comprendida por el Recurso de
Revocatoria y el Recurso Jerárquico.
4.7 Recurso de Revocatoria para Funcionarios de Carrera
Unidad 5:
IMPUGNACIÓN A TRAVÉS DE LA VÍA JUDICIAL
Unidad 6:
PROCESAMIENTO A AUTORIDADES SUPERIORES
Artículo 1°.- (Objeto) El presente Decreto Supremo tiene por objeto complementar
el Decreto Supremo Nº 28003 de 11 de febrero de 2005 y el Decreto Supremo Nº
26237 de 29 de junio de 2001.
Artículo 2°.- (Supresión) Del Parágrafo V del Artículo 2 del Decreto Supremo Nº
26237, se suprime la palabra “Prefecto”.
Artículo 3°.- (Complementación)
I. En el Parágrafo I del Artículo 2 del Decreto Supremo Nº 28003, se incluyen los
incisos c) y d) con el siguiente texto:
“e) El Sumariante deberá Ser un abogado independiente nombrado directamente
por el Prefecto de Departamento, cuyo honorario por cada proceso no deberá
exceder de Bs.4.000.— (CUATRO MIL 00/100 BOLIVIANOS).
d) Los Recursos Jerárquicos serán resueltos por el Prefecto de Departamento, sin
recurso administrativo ulterior.”
II. En el Parágrafo III del Artículo 2 del Decreto Supremo Nº 28003, se incluyen
también en el procesamiento establecido a los Prefectos y ex — Prefectos de
Departamento; debiendo para tal efecto, tanto el Ministerio o Prefectura de
Departamento correspondiente cancelar los honorarios del abogado
independiente en forma directa y en atención al contrato de servicios que firme
con el abogado sumariante definido por el Ministerio de la Presidencia. Así mismo,
los recursos jerárquicos serán resueltos por el Ministro de la Presidencia.
III. En el Artículo 3 del Decreto Supremo Nº 28003, se incluye que también serán
remitidos los procesos pendientes de resolución a cada Prefectura de
Departamento.
6.1 Etapas para los casos de Responsabilidad Administrativa de Autoridades
Superiores, Abogados Y Auditores
Abogado independiente
Etapa Sumarial nombrado por el ministerio
cabeza de sector
Responsabilidad
Administrativa de
Autoridades Superiores
Etapa de Impugnación Ministerio Cabeza de Sector
Unidad 7:
CASOS DE RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA
DE MINISTRAS/OS Y EX MINISTRAS/OS DE ESTADO
El parágrafo III del artículo 2 del Decreto Supremo No. 28003 que regula el
Procedimiento para procesar a las Autoridades Superiores, Abogados y Auditores,
establece que para el caso del procesamiento de las y los Ministros y ex Ministros de
Estado, se deberá remitir los antecedentes al Ministerio de la Presidencia para la
sustanciación del Sumario Administrativo, a este efecto, el Ministerio de la Presidencia
contratará un abogado independiente; al respecto, el parágrafo II del artículo 3 del
Decreto Supremo N° 28010, señala que el recursos Jerárquico será resuelto por la o el
Ministro de la Presidencia.
Sumariante: Abogado Independiente para procesar a:
Abogado independiente
Etapa Sumarial nombrado por el Ministerio
de la Presidencia
MINISTROS Y EX MINISTROS
existir remitirá de oficio la denuncia a otra Comisión de temática afín que cuente con su
homóloga. Tanto el denunciante como la autoridad que requirió el inicio del proceso
administrativo están legitimados para impugnar las decisiones de la autoridad
sumariante, según el parágrafo IX del artículo 67 del “Reglamento de la Responsabilidad
por la Función Pública”, modificados por los decretos Supremos Nrs. 26237 y 29536.
Comisión de la Asamblea
Etapa Sumarial Legislativa que haya conocido
Contralor General Del Estado, el hecho
Fiscal General del Estado,
Asesores Legales y Auditores
Internos
Comisión homologa de la otra
Etapa de Impugnación
camara
Unidad 8:
PROCESOS ADMINISTRATIVOS EN CONTRA
DE FUNCIONARIOS DE ENTIDADES
QUE CUENTAN CON LEGISLACIÓN ESPECIAL
aprobado por Decreto Supremo N° 23318-A, modificado por Decreto Supremo N° 26237
y su modificaciones, por cuanto la Ley Nº 482 de Gobiernos Autónomos Municipales de
9 de enero de 2014 que abrogó la ley N° 2028 de Municipalidades, de fecha 28 de
octubre de 1999, no establece ningún procesamiento diferenciado.
Dentro de esta categoría de funcionarios municipales están comprendidos además los
Auditores Internos y Asesores Legales de las Municipalidades, que si bien de acuerdo a
lo previsto en el artículo 67, parágrafo I del Reglamento de la Responsabilidad por la
Función Pública, modificado por el artículo 1 del D.S. N° 26237, deberían ser procesados
por el Asesor Legal principal de la entidad que ejerce tuición; sin embargo, como quiera
que no existen órganos que ejerzan tuición sobre las Municipalidades, por su carácter
autónomo, dichos funcionarios deberían ser procesados por el Concejo Municipal de la
Municipalidad a la que pertenecen ellos en razón a sus atribuciones de fiscalización y
tomando en cuenta que ningún funcionario puede estar exento del régimen de la
responsabilidad, toda vez que la Ley N° 1178 en el primer párrafo del artículo 28,
dispone: "Todo servidor público responderá de los resultados emergentes del
desempeño de las funciones, deberes y atribuciones asignados a su cargo...".
b. Procesamiento Administrativo en Universidades
La responsabilidad que asumen todos los Fiscales tiene como base normativa la
Constitución Política del Estado, la Ley Orgánica del Ministerio Publico y el
Reglamento de Régimen Disciplinario, este último regula la forma de procesar y
sancionar a los Fiscales que cometen faltas disciplinarias en el ejercicio de sus
funciones. Cabe aclarar que Título VI de la Ley Orgánica del Ministerio Público Nº 260
establece el régimen disciplinario señalando que la o el fiscal responderá por los
resultados emergentes del desempeño de sus funciones. La responsabilidad
disciplinaria es independiente de la responsabilidad civil y penal. Se aplica a todas y
todos los fiscales en caso de faltas graves y muy graves; excepto a la o el Fiscal
General del Estado. Son autoridades disciplinarias del ministerio público en primera
instancia, las o los sumariantes en cada departamento, cuyo número será
determinado anualmente por la o el Fiscal General del Estado, según las necesidades
del servicio y en segunda instancia la o el Fiscal General del Estado. La autoridad
disciplinaria podrá suspender del ejercicio de sus funciones, sin goce de haberes a
las o los Fiscales mientras se sustancie el proceso disciplinario por falta muy grave,
conforme a Reglamento.
e. Procesos Administrativos o Régimen Disciplinario en el Servicio Exterior y
Escalafón Diplomático.
El Servicio de Relaciones Exteriores se rige por la Ley Nº 465 del Servicio de Relaciones
Exteriores y sus correspondientes reglamentos, se aplican a toda representación
internacional del Estado Plurinacional de Bolivia, dentro o fuera del país, y en
particular a las servidoras y los servidores públicos que integran el Servicio de
En este sentido, es evidente que el sector docente (para diferenciarlo del sector
administrativo) del Servicio de Educación Pública tiene sus normas específicas, que
regulan el proceso disciplinario, es así que, el Capítulo Sexto del Reglamento de Faltas y
Sanciones del Magisterio y Personal Docente y Administrativo aprobado por la
Resolución Suprema (RS) 212414 de 21 de abril de 1993, prevé el procedimiento
disciplinario para los funcionarios de la carrera docente del SEP, regula de las garantías
procesales, de las faltas o infracciones disciplinarias, de las sanciones, de la
organización de los tribunales disciplinarios, del proceso disciplinario en sí, de los
recursos de apelación y revisión y de la ejecución de los fallos disciplinarios.
g. Procesos Administrativos o Régimen Disciplinario del Servicio de Salud Pública
y Seguridad Social
Salud (SEDES) y el nivel nacional por el Ministerio de Salud y Deportes, en cada una de
estas instancias se cuenta con Reglamentación Interna dónde se establecen las faltas y
contravenciones y la forma de su procesamiento ante la autoridad competente, sobre
la base del Reglamento de la Responsabilidad por la Función Pública aprobado por
Decreto Supremo Nº 23318-A.
h. Procesos Administrativos o Régimen Disciplinario en las Fuerzas Armadas
TRIBUNALES DISCIPLINARIOS
Artículo 25. (TRIBUNALES DISCIPLINARIOS).
jurídico y administrativo y las normas que regulan la conducta funcionaria del servidor
público; así también lo establece el art. 13 del Reglamento de la Responsabilidad por la
Función Pública, Decreto Supremo (DS) 23318-A, de 3 de noviembre de 1992, modificado
por el DS 26237 de 29 de junio de 2001. El mismo Reglamento en el art. 30 establece que:
“Las resoluciones ejecutoriadas dictadas en los procesos internos causan estado. No
podrán ser modificadas o revisadas por otras responsabilidades, sean ellas civiles, penales
o ejecutivas”. De acuerdo a las normas transcritas, cuando por un mismo hecho se impone
una sanción penal y otra administrativa, el principio del non bis in idem no es aplicable,
toda vez que en estos casos se vulneran diferentes bienes jurídicos, tutelados por distintas
ramas o ámbitos del derecho: el penal y el administrativo y, en consecuencia, el
fundamento de las sanciones es diferente. Así, cuando un funcionario contraviene el
ordenamiento jurídico administrativo y las normas que regulan la conducta funcionaria, se
le impone una sanción administrativa en virtud a la potestad disciplinaria del Estado, que
tiene un componente fundamentalmente ético, toda vez que su finalidad es el resguardo
del prestigio y dignidad de la institución pública, el servicio de los intereses generales y la
eficacia de los servicios públicos. Este ha sido el criterio de la jurisprudencia del Tribunal
Constitucional en la SC 59/2002-R, de 18 de enero, que determinó, con relación a una
moción de censura, que: “el proceso penal y el proceso administrativo interno iniciados
contra el recurrente persiguen otros fines, (...) pues el primero de los nombrados busca la
imposición de una sanción por la comisión de un delito, y el segundo investiga la
responsabilidad del funcionario en su accionar como servidor público”. Similar
razonamiento se encuentra en la SC 372/2005-R, de 14 de abril, pronunciada dentro de un
recurso de amparo constitucional, en el que se alegaba vulneración al principio non bis in
idem en su vertiente procesal, por cuanto el Fiscal Policial inició la investigación de un
hecho que ya estaba a cargo del Ministerio Público. En la indicada Resolución, el Tribunal
Constitucional señaló que no podía alegarse vulneración al principio anotado, por cuanto
ambos procesos tenían perspectivas diferentes: “...por una parte el Ministerio Público
investiga los hechos concurrentes al presunto delito de tentativa de homicidio a cuya
conclusión podrá eventualmente formularse la acusación si corresponde, y en su caso
proseguir la acción penal correspondiente; en tanto que, por otra parte, mediante proceso
administrativo seguido en contra del recurrente se busca la imposición de una sanción
administrativa por faltas y contravenciones a las normas de carácter estrictamente
administrativo en la Institución Policial”. De lo señalado se concluye que es conforme a
derecho aplicar una sanción disciplinaria y otra penal cuando un hecho vulnera diferentes
bienes jurídicos que son protegidos por diferentes esferas del derecho. En consecuencia,
en esos casos, el principio non bis in idem no es aplicable en el aspecto sustantivo, ni
tampoco en el adjetivo, lo que permite iniciar un proceso disciplinario, con independencia
de que por el mismo hecho se haya iniciado o se pueda iniciar un proceso penal”.
9. Bibliografía