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Pero seguramente ninguna otra técnica alguna vez recibió más apoyo soporte del TOP
management en sus días de mayor apogeo.
La planificación estratégica misma ha desalentado el compromiso de los gerentes
superiores y ha tendido a crear los mismos climas que sus defensores proponentes han
encontrado así un-
trataban de erradicar.
El problema es que la planificación representa un estilo calculado de management, no un
estilo comprometido. Los gerentes enrolados en este último estilo comprometen
A las personas en un viaje.
Ellos lideran de tal manera que todas las personas en el viaje ayudan a dar forma al viaje
mismo.
Aquellos managers con un estilo calculador fijan un destino y calculan lo que el grupo
debe hacer para llegar allí, sin considerar las preferencias
de los miembros del grupo.
Las estrategias calculadas no tienen ningún valor en sí mismas. Parafraseando las
palabras del sociólogo Selznick,
las estrategias cargan un valor sólo cuando las personas les infunden energía.
Steiner declaró, " si una organización es administrada por genios intuitivos no existe
ninguna necesidad de formalizar
la planificación estratégica” . Pero cuántas organizaciones son bendecidas con estos
empleados? y si lo son, cuántas de sus intuiciones son las correctas ?
Peter Lorange, que es igualmente prominente en el campo, manifestado, " el CEO debe
ser típicamente no profundamente involucrado" en el proceso, pero
debe ser el diseñador general de él en un sentido general.
¿Cómo podemos esperar managers comprometidos en esta manera de planear, sobre todo
sabiendo los pobres resultados en cumplir promesas que esta metodología genera ?
Un experto se define como alguien que evita las fallas en su aplicación de la "gran
falacia".
Para planeadores estratégicos la gran falacia es la siguiente: como el análisis va alrededor
de la síntesis. el planeamiento estratégico es pensamiento estratégico.
Esta falacia descansa en otras tres:
La falacia de la predicción:
El mundo está supuesto a mantenerse sin cambios mientras se planea. En 1965. Ansoff
escribió en su libro "Estrategia corporativa" afirmaba que el período de planeamiento
debía será aquél en el cual
la organización pudiera lograr sus presupuestos en más menos 20 %!!!!!
Si bien es cierto que algunos fenómenos repetitivos (estaciones por ejemplo) pueden ser
presupuestadas, no sucede lo mismo con la presupuestación de
discontinuidades, tales como innovación tecnológica o cambios en precios son imposible
de presupuestar.
Por supuesto, que existen visionarios que ven venir estos acontecimientos. Pero
justamente esta manera de crear estrategia es mucho más intuitiva y personalizada.
La falacia de la separación:
En su libro "institucionalizando la innovación" Jenkins afirma que el planeamiento
estratégico ha sido a los ejecutivos lo que Taylor ha sido al trabajo en la fábrica
Una manera de caminar alrededor de las idiosincrasias de modo de sistematizar
conductas. Es a través de sistemas administrativos, que el planeamiento y las políticas
Son posibles. Pues ahora los sistemas capturan "conocimiento" sobre la tarea. De esta
manera ya no hace falta que el manager se involucre en la tarea con todo su detalle.
Si el sistema elabora el pensamiento las estrategias pueden ahora ser separadas de las
operaciones - o tácticas - los pensadores de los hacedores, y los estrategas del objeto de
su estrategia.
Esto funciona en tanto el conocimiento ingrese al sistema, de modo que los detalles
lleguen al manager sin que éste deba sumergirse en ellos.
Los planeadores favorecen armar un paquete con toda esta data dura, armar agregados de
información, sobre los detalles de los hechos, sobe la organización y su contexto,
prolijamente armado y enviado regularmente.
Esto es peligrosamente falaz: la innovación nunca pudo ser institucionalizada. Los
sistemas nunca han podido recrear el genio del entrepreneur o el estratega competente y
probablemente nunca puedan
Irónicamente, los planeadores han salteado un principio clave en Taylor: los proceso s
deben ser completamente comprendidos antes de que puedan ser formalmente
programados con un comprometiendo
Pero... Dónde en la literatura se ha investigado cómo un manager diseña una estrategia?
En vez de esto, los planeadores han asumido que el planeamiento estratégico, el
pensamiento estratégico y el diseño de la estrategia son sinónimos.
El problema con la data es que generalmente excluye lo cualitativo y que tiende a ser
agregada, perdiendo información valiosa en el camino.
Los managers que confían plenamente en estas fuentes, generan elaboraciones muy
sesgadas. Otros managers usan fuentes mucho menos elaboradas: rumores, chismes, por
ejemplo.
Mi experiencia me indica que los managers al elaborar estrategia ponen a andar un
proceso complejo, sutil y - a veces - con elementos inconscientes.
Una estrategia puede ser deliberada o puede ser emergente. Un vendedor puede presentar
al mercado un producto al cual la empresa no presta atención, lograr un éxito importante
y por ello volverse estrategia oficial
de la empresa, por un proceso basado en aprendizaje y experimentación. En estos casos,
el aprendizaje juega un rol fundamental.
Contrariamente a lo que nos han enseñado, planear deliberadamente no es siempre algo
bueno y seguir planes emergentes no es siempre algo malo.
La visión es invisible para aquellos que no pueden ver. Los estrategas necesitan
ensuciarse las manos cavando en la realidad. Esta s no son personas
que se abstraen de los detalles, de hecho se sumergen en ellos para hacer abstracciones.
La falacia de la formalización:
Esto es creer que un sistema puede hacerlo tan bien como un ser humano.
Un sistema de datos puede procesar mucha información, pero no puede internalizarla,
comprenderla y sintetizarla.
Formalizar implica secuencia racio nal, análisis y proceso administrativo. Los estrategas
no siempre van con este mismo método.
Por esto, la planificación estratégica debió haberse llamado programación estratégica y
haber sido promovida como la manera de
formalizar - cuando necesario - los pasos secuenciales de estrategias previamente
elaboradas.
Dos mensajes emergen claramente desde las dificultades del planear: uno es que los
directivos de las unidades de negocio son los
que tienen que hacerse cargo de planear la estrategia de su negocio.
Lo que aún no queda claro es cómo pueden ellos hacerse cargo de la formalidad que el
proceso pueda requerir. Es ahí donde vale la pena
reflexionar acerca de Cómo conviene combinar el planeamiento, los planes y los
planificadores para hacer este proceso efectivo?
Los planeadores no tienen el poder de mando y la capacidad de influencia que tienen los
managers. tampoco disponen de su
Información sobre el negocio. Por otra parte los managers tienen una fuerte tendencia a la
acción, más que a la reflexión.
Mayor tendencia a lo oral que a lo escrito.
Los planeadores tienen el tiempo y la tendencia a analizar. Tienen un rol crítico creo en
poner sobre la mesa aquellas preguntas
poderosas, y no respuestas poderosas. De esta manera, algunos ítems complejos se
aseguran un tiempo de reflexión.