Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1
Aprender a respirar correctamente nos permitirá relajar tensiones a la vez que
mejoramos nuestra capacidad torácica. Además, al centrarnos en la respiración
conseguiremos una correcta oxigenación y aumentaremos nuestra energía.
Es posible que nunca nos hayamos detenido en este detalle ¿Respiro de forma
correcta? ¿Recibe mi organismo el oxígeno del modo más adecuado? No podemos
saberlo, la respiración es un acto involuntario y tan natural que apenas tenemos
demasiado tiempo en detenernos siquiera a pensarlo… pero esta, es sin duda una
buena oportunidad para hablar sobre ello, para tomar conciencia de que aprender a
respirar es una asignatura indispensable que hará mejorar nuestra salud. ¿Quieres
saber cómo?
Emociones y respiración
“Dime cómo respiras y te diré cómo vives”. Esta es una frase muy ilustrativa que viene
sencillamente a decirnos, que nuestras emociones, nuestras ansiedades y ritmos de
vida, determinan directamente la respiración. Pensemos por ejemplo cuando sentimos
miedo, cuando algo nos impacta y nos embarga la preocupación: lo primero que
hacemos es cortar la respiración a nivel de plexo solar, dificultando enormemente la
correcta absorción del oxígeno.
1
http://mejorconsalud.com/aprender-a-respirar-correctamente/
Y es que lo queramos o no, los hábitos de las sociedades actuales no benefician en
absoluto nuestra salud… la prisa, la preocupación, provocan que nuestra respiración
sea rápida e incompleta, consiguiendo que solo lleguemos a aprovechar una pequeña
parte de nuestra capacidad pulmonar, impidiendo una óptima oxigenación y por
defecto, dificultando los procesos metabólicos que nos ayudarán a mantenernos
jóvenes y con un correcto estado de los tejidos de nuestro organismo. Debemos
tenerlo en cuenta.
• Una vez finalizada la inhalación vamos a intentar retener el aire… unos tres segundos.
• Ahora exhalamos muy despacio metiendo poco a poco el abdomen, expulsando todo
el aire para aflojar al final pecho y abdomen.
Si vamos repitiendo estas sencillas instrucciones día tras día, notaremos como al
final, esta forma de respiración ocurrirá de forma casi automática sin que lo
notemos. Podemos intentar por ejemplo practicarla ante un espejo, colocando una
mano sobre el abdomen y otra sobre el tórax, de manera que podamos ver y sentir los
movimientos, comprendiendo así el mecanismo de la respiración hasta darnos cuenta
de que es realmente sencillo. Vale la pena intentarlo, actos tan simples como estos
conseguirán que poco a poco vayamos desenredando mejor el nudo de nuestras
tensiones, actuando como un efecto sedante para aflojar esas cuerdas que nos
hostigan por dentro abocándonos a las conocidas situaciones de estrés.