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La respiración profunda una poderosa

herramienta de auto-control.
La respiración profunda o la respiración lenta es aquella
respiración en la que nos acostumbramos a tomar bocanadas de
aire de manera profunda reteniendo el oxígeno  y exhalándolo de
manera lenta. Este tipo de respiración confiere calma y bienestar
a la persona . ¿Cómo nos ayuda?
1. Regula el estrés y la ansiedad. La respiración profunda tiene
la capacidad de regular el sistema nervioso parasimpático para
estimular un estado de relajación. Al aportar a nuestro cuerpo
oxígeno de forma más pausada, constante y regular, nuestros
músculos dejan también de estar tensados.Reducir el estrés y la
ansiedad. Es entonces cuando el sistema simpático, por su
parte, deja de enviar sus picos elevados de de cortisol y
adrenalina a nuestro cuerpo.
2. Eliminamos toxinas. Nuestros cuerpo está diseñado para
liberar gran parte de sus toxinas a través de la respiración. Sin
embargo, cuando nuestros pulmones están acostumbrados a
llevar a cabo respiraciones rápidas, no llegamos a expulsar del
todo esos elementos de desecho.

Técnicas de respiración.
 Las piedras de la respiración.
 Cómo lo hacemos. Vamos a explicar a los niños la
necesidad de aprender a calmarnos y vamos a explicarles que la
respiración les ayudará a volver a una situación de calma. Vamos
a construir juntos este material , seleccionaremos 10 piedras
pequeñas que quepan en la palma de la mano, las pintaremos y
buscaremos una bolsita ó bien una caja pequeña para guardarlas.
Una vez necesitemos usarlas , sacaremos las 10 piedras y las
colocaremos todas en un lado (dependiendo de si el niño/a es
zurdo será en la derecha ó en la izquierda) cerramos los ojos y
cogemos una piedra inhalando el aire, la cambiamos de mano
exhalando y la dejamos en el otro lugar, haremos las
respiraciones despacio y de manera consciente; así hasta que
hayamos acabado las 10 piedras. Si necesitáis añadir más
piedras hacedlo en grupos de 5.
 Nos gusta por.  Nos permite preparar los materiales
ANTES y nos permite por tanto REFLEXIONAR y HABLAR sobre la
necesidad de respirar de manera profunda, además que ellos
fabriquen sus propios materiales es siempre un plus de
motivación.

La técnica del “Lazy 8”.


Cómo lo hacemos. La técnica del 8 necesita que hagáis una
pequeña plantilla con un ocho. La idea es que el niño recorrerá la
plantilla con el dedo mientras va enfocando su respiración; en la
primera parte del ocho inhalará aire y en la segunda exhalará aire.
Nos gusta por: Sencilla y efectiva nos ayuda a través del
movimiento de la mano a enfocar nuestra respiración de manera
consciente
 La respiración del globo.
 Cómo lo hacemos. Cogeremos aire y sentiremos como
nos hinchamos como un globo, os recomendamos que hagáis
que los niños pongan una mano en su barriga para sentir cómo se
hincha; lo aguantaremos unos segundos y finalmente
exhalaremos sintiendo como nos desinchamos de la misma
manera que lo hace un globo si lo soltamos.
 Nios gusta: Una técnica sencilla y muy visual que nos
ayuda a conectar con nuestra respiración.

 
Recursos que puedes usar

https://www.youtube.com/watch?time_continue=31&v=qn63c9JgoN8

https://youtu.be/qn63c9JgoN8

¿Sabías que la respiración profunda puede ayudarnos a eliminar toxinas


de manera más eficaz e incluso a combatir el dolor gracias a la liberación
de endorfinas?
La respiración profunda o la respiración lenta confiere calma y bienestar
a la persona que la practica de forma regular.
Este tipo de técnica, donde la persona se acostumbra a tomar bocanadas
de aire de forma profunda, reteniendo ese oxígeno y exhalándolo a la vez
de formalenta, es muy común en el yoga o en el mindfulness.

Sin embargo, cabe decir que, más allá de estas prácticas que disponen de
ese clásico vínculo con el budismo y la meditación, no son muy comunes
en nuestro día a día.

Así, son muy pocas las veces que nos detenemos siquiera a
pensar  «cómo respiramos».
Ahora bien, como dato interesante es importante saber que científicos de
la Universidad de Stanford han elaborado un interesante estudio donde se
demuestra cómo nos puede beneficiar este tipo de respiración.
Mark Krasnow, bioquímico y director de este trabajo, nos explica incluso
que se han identificado un pequeño grupo de neuronas que median entre
este tipo respiración y la relajación, la atención e incluso la eficacia para
regular las emociones y reducir la ansiedad
Estamos, sin duda, ante una estrategia sencilla y accesible que todos
deberíamos practicar. Basta solo con abrir la boca y respirar
profundamente, con calma y de forma pausada.

¿Ya lo estás haciendo? ¡Estupendo! A continuación te explicamos de qué


manera te puede beneficiar.
1. Respiración profunda para regular el estrés y la ansiedad

La respiración es una acción que llevamos a cabo de forma involuntaria.


Inhalamos oxígeno para obtener y crear energía a nivel celular.

Después, exhalamos dióxido de carbono, ese subproducto resultante de la


respiración celular.

Este proceso casi mágico nos beneficia de forma notable siempre que se
lleve a cabo de forma pausada, rítmica y profunda.

 Sin embargo, algo que la mayoría ha experimentado alguna vez es


que, cuando nos asustamos o cuando sentimos pánico, nuestra
respiración se vuelve entrecortada y muy rápida: ese proceso ante
señalado se rompe y se altera provocando que el corazón «se dispare»
 Por su parte, la respiración profunda tiene la capacidad de regular
el sistema nervioso parasimpático para estimular un estado de
relajación: el corazón entra en calma, como la mente.
Al aportar a nuestro cuerpo oxígeno de forma más pausada, constante y
regular, nuestros músculos dejan también de estar tensados.

Es entonces cuando el sistema simpático, por su parte, deja de enviar sus


picos elevados de de cortisol y adrenalina a nuestro cuerpo.
Todo nuestro cuerpo y nuestra mente entra en un estado de calma muy
adecuado.

Descubre también los 11 mitos del estrés

2. Eliminamos toxinas

Este dato es interesante: nuestros cuerpos están diseñados para liberar


gran parte de sus toxinas a través de la respiración.

 El dióxido de carbono es un residuo tóxico natural que proviene de


los procesos metabólicos de nuestro cuerpo y que, por tanto, debe ser
expulsado de forma regular.
 Sin embargo, cuando nuestros pulmones están acostumbrados a
llevar a cabo respiraciones rápidas, no llegamos a expulsar del todo esos
elementos de desecho.
Sería muy conveniente que tomáramos conciencia de ello, y que, al menos
durante 2 o 3 veces por día, dedicáramos al menos 10 minutos a respirar
de forma profunda.
3. Disminuimos la sensación de dolor

Algo que hacemos muchas veces de forma casi inconsciente cuando


sentimos dolor es contener la respiración.

Es un mecanismo natural de nuestro cerebro cuando recibimos un golpe,


un impacto, cuando somos heridos…

Sin embargo, y en caso de padecer dolores crónicos y regulares debido a


la artritis, lupus o fibromialgia, nos irá muy bien hacer esto mismo.

Prueba a contener la respiración unos segundos y respirar de forma


profunda y pausada.

De este modo, liberaremos endorfinas, esos analgésicos naturales del


cuerpo.

4. Nos ayudará a mejorar nuestra postura

Algo tan fácil como practicar la respiración profunda desde hoy mismo
nos permitirá mejorar nuestro esquema corporal y, sobre todo, el eje
espalda-cuello.
Al llenar nuestros pulmones de aire logramos estimular la columna
vertebral para colocarla en una postura más armónica, equilibrada y
correcta.

No dudes en probarlo.

Descubre la causas y remedios para el dolor de los lumbares

5. Estimulamos el sistema linfático

El sistema linfático es parte esencial del sistema inmunitario del cuerpo y


esta compuesto por una compleja red de vasos linfáticos, tejidos, órganos
y ganglios que cumplen gran cantidad de funciones.

Una de ellas, la que lleva a cabo el líquido linfático, es liberar de nuestro


organismo los restos de las células muertas y otros desechos.

La respiración profunda nos ayudará a conseguirlo, al permitir que la linfa


fluya de modo adecuado.
6. Cuida de nuestro corazón

Algo que es interesante saber también es que el ejercicio aeróbico


(cardio) utiliza la grasa como energía, mientras que el ejercicio anaeróbico
(entrenamiento de fuerza) utiliza la glucosa como energía.

Sin embargo, si cada día nos acostumbramos a practicar el «ejercicio» de


la respiración profunda, estaremos llevando a cabo una fabulosa rutina
de cardio.

Esta mejorará nuestra salud cardiovascular y nos ayudará a quemar


células de grasa.

7. Mejoramos la digestión

La respiración profunda mejora nuestra digestión. ¿Adivinas de qué


manera?
 Aportamos a nuestro cuerpo más oxígeno y de forma más regular,
se lo suministramos también a los órganos digestivos para que trabajen
de forma más eficiente.
 Además, aumentamos el flujo sanguíneo y estimulamos a su vez la
acción intestinal.
 Regula el sistema nervioso, de ese modo nos sentimos más
calmados  y la digestión se lleva a cabo de forma tranquila y eficiente.
¡Incluso absorbemos mejor los nutrientes!

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Ahora, dinos. ¿Te has convencido ya de los increíbles beneficios de esta


sencilla respiración? Empieza hoy mismo a practicarla, y te sentirás día a
día mucho mejor

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