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CAPÍTULO 2.

Ciencia, sociedad y dinámica grupal

2. Dinámicas grupales

2.1. ¿Qué es lo que pasa en un grupo?

Las dinámicas grupales nos aportan modelos relacionales, pautas de comportamiento, y nos capacitan para relacionarnos con los demás.
Podemos observar las diferentes dimensiones de lo que ocurre dentro de un grupo analizando los objetivos específicos de una intervención
desde el Trabajo Social con Grupos. Estos objetivos pueden agruparse en cuatro ámbitos: 1) Los objetivos de la institución u organización
que diseña las dinámicas grupales. 2) Los objetivos del grupo, que deben estar relacionados con los objetivos de la institución, de cada uno de
los miembros y del trabajador social; deben ser realistas y deben poder reformularse con claridad. 3) Los objetivos de los miembros del
grupo. 4) Los objetivos del trabajador social, siempre vinculados con la metodología, los objetivos y los programas a utilizar para lograr que
puedan cumplirse los objetivos del grupo, de sus miembros y de la institución que organiza la dinámica de grupo.

2.2. Teoría y Trabajo Social con Grupos: avanzando hacia enfoques "no binarios"

Cualquier trabajador social debe procurar no realizar análisis reduccionistas, no manipular los datos o los discursos de las personas, no dejarse
llevar por una ideología. Podemos definir el "reduccionismo" como aquella postura teórica que explica el comportamiento humano en función
de un elemento determinado, sin tomar en consideración el resto de características de nuestra especie. Destacan los reduccionismos biológicos
y genéticos, y los reduccionismos culturales e ideológicos.

2.2.1. ¿La biología y los genes lo explican todo?

Numerosos científicos como Lambroso subrayan que la raíz de nuestros comportamientos se encuentra en nuestros genes. La postura teórica
que defiende la reducción de la identidad humana a su código genético se denomina reduccionismo genético. Pero la dotación genética no lo
explica todo. Aunque nacemos con una información genética específica, no nacemos predeterminados. Además, la especie humana se
caracteriza por la capacidad de aprendizaje y modificación del entorno, incluida la intervención sobre los propios genes.

2.2.2. ¿Nuestro contexto cultural determina nuestro comportamiento?

Por el reduccionismo cultural, las personas estaríamos determinadas por nuestra cultura, de tal forma que no es posible un diálogo entre
culturas diversas, ya que cada uno percibe y analiza desde su patrón cultural. La comparación y el diálogo entre culturas es, por tanto,
imposible. Aun así, no todos los relativismos de este tipo son etnocentristas (el etnocentrismo considera la propia cultura superior a las demás
e interpreta a las culturas ajenas desde la suya propia).

2.2.3. Más allá de las explicaciones binarias en el ámbito del Trabajo Social con Grupos

La reflexión de Robbins, centrada en la necesidad de superar los enfoques binarios, es particularmente relevante en el Trabajo Social con
Grupo; ya que las oposiciones binarias crean fronteras y relaciones de superioridad entre los grupos. Desde sus orígenes, el Trabajo Social
con Grupos ha estado muy vinculado con el análisis de las interacciones en una perspectiva microsociológica. Para Mead, el "self" o
personalidad se estructura a través del "I" (la respuesta del organismo a las actuaciones de los otros) y el "me" (conjunto de actitudes de los
demás que uno mismo asume); por lo que la personalidad no existe antes de la interacción social. Blumer retomaría la obra de Mead para
formular el "interaccionismo simbólico", por el cual la interacción humana está mediada por el uso de símbolos, por la interpretación o por la
indagación del sentido de las acciones de los otros.

3. Reflexiones sobre el Trabajo Social con Grupos en el s. XXI

3.1. Reflexiones sobre la dinámica de grupos: Richard Sennett

Tres aspectos de la teoría de Sennett sobre la cooperación tienen especial relevancia para el trabajo social con grupos:

- En primer lugar, el origen de la capacidad cooperativa. La cooperación precede a la individualización, siendo el fundamento del desarrollo
humano y la clave para nuestra supervivencia. La cooperación puede definirse como aquel tipo de intercambio en el cual los participantes
obtienen beneficios del encuentro.

- En segundo lugar, la cooperación se basa en una serie de capacidades y requiere habilidades específicas, que se entrenan mediante rituales.
Esta forma de afrontar las relaciones está directamente relacionada con el intercambio dialógico. Reforzar nuestras capacidades cooperativas
nos prepara para mantener relaciones en cualquier tipo de grupo en el que nos encontremos.

- En tercer lugar, los modelos de intercambio dentro de los cuales desarrollamos nuestras interacciones. Sennett diferencia cinco tipos:
intercambio altruista (implica el autosacrificio); intercambio en el que todos ganan; intercambio diferenciador (los actores advierten sus
diferencias); intercambio de suma cero (una de las partes se beneficia a expensas de la otra); e intercambio del tipo el ganador se lo lleva todo.

3.2. Reflexiones sobre la dinámica de grupos: la paradoja de la generosidad

Hay dos cuestiones básicas en las que hay que detenerse para analizar los conceptos básicos que articulan nuestras relaciones. Por un lado, la
definición del concepto de generosidad. Por otro, la dinámica que genera su presencia o ausencia. Smith y Davidson definen la generosidad
como la virtud de dar bienes a los demás libre y abundantemente. No se identifica estrictamente con el altruismo. Cinco medidas del bienestar
se correlacionan positivamente con la generosidad: felicidad, salud corporal, objetivo vital, resistencia a la depresión, e interés en el
crecimiento personal. Smith y Davidson diferencian nueve formas en las que los comportamientos generosos refuerzan el bienestar:
La generosidad a menudo reduce las emociones negativas; activa reacciones químicas que incrementan el placer y la experiencia de
recompensa, reducen el estrés y suprimen el dolor; incrementa la capacidad de actuar y la autoeficacia; favorece la adquisición de una
autoidentidad personal y roles sociales positivos y bien orientados; tiende a reducir la obsesión con las propias circunstancias y problemas;
refuerza la percepción de vivir en una sociedad de abundancia y bendiciones; expande el número y la densidad de nuestros vínculos;
promueve un mayor aprendizaje sobre la realidad; y suele incrementar la actividad física de las personas.

4. El Trabajo Social con Grupos en nuestro contexto actual: perspectivas para el debate

4.1. Reflexividad y marcos lingüísticos

Desde los orígenes del Trabajo Social, una de las preocupaciones de los profesionales ha sido clarificar los comportamientos personales y
colectivos, y las teorías desde las que pensamos. Nuestros comportamientos, rutinas, enfoques o teorías, deben ser reorientados mediante la
intervención profesional. Lo que diferencia a los seres humanos de otras especies de animales sociales es la reflexividad. Lakoff pone de
manifiesto un aspecto crucial para el Trabajo Social con Grupos: organizamos nuestro pensamiento a través de marcos (estructuras mentales
que conforman nuestro modo de ver el mundo, y forman parte del "inconsciente cognitivo").

4.2. Dinámica de grupos y paradojas relacionales

Destacan 3 paradojas que hay que afrontar en cualquier dinámica de grupos:

1) Las personas que forman parte del grupo no se dan cuenta de que están siempre inmersas en teorías. En el ámbito del Trabajo Social con
Grupos, es necesario describir las principales teorías que se utilizan, sus consecuencias prácticas y los debates entre las mismas, de modo que
el profesional puede utilizarlas en función de la problemática a afrontar.

2) El mito del individualismo. Es decir, nos entendemos como seres autónomos e individuales, cuando nos encontramos de antemano en
estructuras sociales. Las explicaciones individualistas son, aun así, muy atractivas en nuestra sociedad de masas.

3) El analfabetismo relacional. Somos seres relacionales pero no cultivamos las relaciones sociales. Hemos perdido las pautas de
comportamiento de generaciones pasadas y vivimos en un contexto en el que apenas queda espacio para cultivar relaciones personales
orientadas a la realización personal.

5. Modelos teóricos en Trabajo Social con Grupos

5.1. Individuo, grupo y sociedad: un debate inacabable

El proceso de socialización comienza siempre en nuestro grupo más reducido (familia y conocidos), y se reproduce siempre en los grupos en
los que nos insertamos. Dos son las grandes posturas teóricas contemporáneas que más han influido en nuestra disciplina: 1) La perspectiva
que establece su centro de atención en las estructuras sociales, irreductibles al individuo, puede situarse en Durkheim. Para Parson, la
sociedad es necesaria para la existencia del individuo. 2) La perspectiva que se centra en las prácticas comunicativas, que Mead considera
clave para entender la realidad personal y su dimensión social. A partir de estos postulados, Blumer funda el interaccionismo simbólico; y
Goffman desarrolla la perspectiva dramatúrgica, basada en el estudio de las interacciones sociales. Para Garfinkel, defensor de la
etnometodología (enfoque muy relevante en Trabajo Social con Grupos), la clave es estudiar el conocimiento tácito que empleamos cada uno
de nosotros para dar sentido a la realidad.

5.2. Perspectivas sobre el Trabajo Social con Grupos desde los modelos sistémicos, psicodinámicos y de la ayuda mutua

- El modelo sistémico considera a la sociedad como un conjunto de sistemas que se organizan, comparten información y alcanzan procesos de
equilibrio, desequilibrio y conflicto. Cada parte influye sobre las otras, y el conjunto como tal influye sobre cada elemento. En el Trabajo
Social con Grupos, este enfoque hace hincapié en el sistema como objeto de estudio. Los enfoques sistémicos se han abierto a las perspectivas
ecológicas.

- Los modelos psicodinámicos tienen su origen en los planteamientos freudianos. Su objetivo es describir y verbalizar los procesos psíquicos
de cada persona, que explican su comportamiento. El problema se define siempre en términos de conflicto intrapsíquico, por lo que el
objetivo básico es que cada persona pueda tomar conciencia de su situación, hacer emerger desde el inconsciente el conflicto y liberarlo al
verbalizarlo.

- El modelo de ayuda mutua es ampliamente utilizado en nuestra profesión. Para analizar su modelo teórico, hay que hacer hincapié en la
noción de altruismo. El lema del modelo podría ser "ayúdame, porque te habré ayudado".

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