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CAPÍTULO 5.

PODER, CONFLICTO, NEGOCIACIÓN Y GRUPOS SOCIALES

2. El origen del poder

Una primera definición del poder puede ser la voluntad de supervivencia. Es en la materialización de sus deseos donde el ser humano ejerce
su poder. Russell señala cuatro características del poder: 1) El poder es perseguido tanto por individuos como por grupos y comunidades. 2)
El amor al poder se encuentra limitado por otros motivos. 3) El poder tiene muchas formas. 4) Cada sociedad se diferencia de las demás por la
forma en la que se distribuye el poder entre individuos y organizaciones, por las formas en que se adquiere el poder, y por la clase de
organización que tiene más influencia.

2.1. Perspectivas desde la Antigüedad

En el mundo clásico el concepto del poder que unos hombres ejercen sobre otros es muy amplio y variado, y es tratado por poetas y filósofos.
Ya en la literatura griega se alude al poder político, adjetivo derivado del término polis. El análisis del poder lleva a la pregunta por la virtud y
por el mejor estilo de vida. A la vez, se analiza la evolución de los sistemas políticos. El objetivo en el ejercicio del poder es garantizar el
equilibrio entre seguridad y utopía, propugnando un posibilismo político basado en la propiedad privada, la vida feliz, la familia y el tiempo
libre.

2.2. Poder y voluntad

El poder está inscrito en nuestra naturaleza, y es la expresión de la voluntad de sobrevivir, la voluntad de perseguir nuestros deseos, una
voluntad que, necesariamente, afecta a los que nos rodean, y a la Naturaleza. Además, es necesario para la subsistencia de la sociedad.
Nuestras relaciones son siempre relaciones de poder, siendo necesario establecer el tipo de poder adecuado, y diseñar límites para el ejercicio
del poder arbitrario. La falta de poder lleva a la exclusión social.

2.3. Ciudadanía y poder

Dentro de la tradición filosófica griega, podemos destacar dos enfoques que han influido a lo largo de la historia en el análisis del poder: el
enfoque platónico y el enfoque aristotélico. En "República", Platón analiza las diferentes definiciones del poder, y acaba formulando un ideal
de sociedad en la que el ciudadano pueda alcanzar su realización plena, gracias al establecimiento de una sociedad justa. Para Aristóteles, el
hombre es un animal ciudadano, que puede existir porque previamente existe la comunidad social en la que se integra. Estas dos tradiciones
de análisis del poder y la realidad social resurgen en el Renacimiento, cuando a estas dos corrientes se une la de Juan Luis Vives.

2.3.1. El miedo y el poder: Maquiavelo y Hobbes

Maquiavelo analiza la mezcla de interés, miedo, búsqueda de seguridad y fortuna que caracteriza el comportamiento del que tiene poder, y
también el comportamiento de cada miembro de la sociedad. Se puede analizar el fenómeno del poder, y cómo obtenerlo o reclamarlo, a partir
de un conocimiento adecuado de la realidad. Podemos resaltar algunos aspectos de la teoría de Hobbes: 1) La igualdad de los seres humanos
(la naturaleza igual de las personas, hace que todas compitan por los mismos recursos, por el poder, la gloria y el reconocimiento). 2) La
teoría de la felicidad (el objetivo último de nuestros deseos es garantizar el ejercicio de nuestra capacidad de deseo). 3) La guerra como
estado originario y el Estado como respuesta civilizatoria (inmersos en una lucha constante en la que perseguimos nuestros objetivos, y
tememos que otros nos los arrebaten, ha sido la sociedad y el estado lo que nos ha permitido sobrevivir, al delegar el poder en el Estado).

2.3.2. La lucha contra el ejercicio del poder arbitrario: la Ilustración

Montesquieu busca las causas profundas del comportamiento humano y de la estructura institucional de sus sociedades. Rousseau explica el
ser humano como animal social. La auténtica realización del individuo solo puede darse en una comunidad articulada en torno al contrato
social. El ideal de la Ilustración es salvaguardar al individuo del ejercicio arbitrario de cualquier poder (incluido el suyo propio).

3. Conflicto, negociación y poder: reflexiones sobre la dinámica de grupo

3.1. De los objetivos a las capacidades

La cuestión clave desde la perspectiva del poder es generar poder, en una triple dimensión: capacitar a las personas para tomar un mayor
control de su vida, mejorar sus capacidades de interacción con los demás, y aumentar las capacidades de personas y grupos para afrontar sus
retos y oportunidades. En el grupo se generan también situaciones de poder y conflictos, que suelen derivarse de tres cuestiones: 1) Los
esquemas previos de identificación, que hacen que sintamos predisposición hacia unas personas y no hacia otras. 2) La personalidad de cada
persona, y cómo interviene, cómo ocupa el espacio y cómo se relaciona. 3) La propia finalidad del grupo genera una situación diferente en
cada persona. Es necesario diferenciar entre la vida real y los objetivos que cada persona pueda marcarse.

3.2. Tipologías del poder

- Max Weber: Define el poder como la capacidad de imponer la propia voluntad a terceros, independientemente de su resistencia y opinión.
El poder está vinculado al concepto de dominación y disciplina. La dominación (uno de los más importantes elementos de la acción
comunitaria) consiste en la probabilidad de encontrar obediencia a un mandato. No podemos analizar la vida social sin analizar las estructuras
y el funcionamiento de la dominación, tanto desde una perspectiva individual como colectiva. La legitimidad es lo que permite que una
estructura de poder establezca una dominación que sea respetada. Existen tres clases de dominación, según sus pretensiones de legitimidad:
de carácter racional, de carácter tradicional y de carácter carismático.

- Russell: El poder puede ser definido como la producción de los efectos deseados. El amor al poder es lo que explica el devenir personal y
colectivo. La desigualdad en la distribución del poder es inevitable, aumenta con la complejidad de la sociedad, y la aceptamos como algo
necesario. Ha existido siempre, derivada de la necesidad de sobrevivir y la propia naturaleza humana. Desde el Trabajo Social, debemos
analizar el modelo de poder que hemos interiorizado a través de nuestra educación, y que nos lleva a definir nuestro modelo relacional.
Destacan cuatro formas de poder: 1) Poder tradicional. 2) Poder desnudo (se ejerce sin necesidad de aceptación). 3) Poder económico
(íntimamente vinculado al Estado y a la ley, y conectado de forma recíproca con el gobierno). 4) Poder de las organizaciones.

4. Empowerment y Trabajo Socia con Grupos

Cualquier análisis sobre el poder desde nuestra disciplina debe considerar los planteamientos teóricos vinculados con el empowerment. La
teoría del empowerment toma como objeto de análisis la evaluación del poder (definido como la capacidad potencial para alcanzar fines y
metas previamente definidos) del que disponen personas, grupos y comunidades, a fin de establecer metodologías que permitan aumentar
dicho poder, y así transformar su entorno personal, grupal y comunitario. Podemos resaltar tres características del enfoque del empowerment:
1) El poder es siempre relacional, y nos remite a un proyecto biográfico personal y colectivo. 2) El empowerment se centra en las capacidades
y fortalezas, que podemos potenciar desde la dinámica de grupos. 3) Para ser efectivo, el empowerment exige una transformación del entorno,
basada en la noción de ciudadanía. Empowerment y ciudadanía democrática van intrínsecamente unidos.

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