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Por ejemplo, una plaga muy frecuente en el cultivo del ají paprika es el ácaro hialino. En cambio en el
cultivo del maíz la plaga más común es el cogollero. Finalmente, en el cultivo del algodón las plagas
más comunes son el arrebiatado y el gusano rosado.
Sin embargo, no todo insecto se convierte en plaga. Si bien muchos de ellos se alimentan solo de
plantas y hacen daño a los cultivos, existen también insectos-benéficos que se alimentan de los
insectos-plaga y que pueden cumplir una labor muy positiva si son manejados correctamente.
Cabe destacar que cada insecto tiene, además del nombre común con el que se le conoce en las
diferentes zonas, un nombre científico que puede ayudar a identificarlo y a elegir mejor los métodos
de control adecuados. Por ejemplo, la llamada polilla del tomate se llama Tuta absoluta.
ENFERMEDADES EN PLANTAS
Como en los seres humanos, las enfermedades que padecen las plantas son desórdenes fisiológicos causados por problemas
internos o por el ataque de algún microorganismo patógeno, como los hongos, las bacterias, los nematodos los virus etc. Estos
microorganismos patógenos se caracterizan por depender de otros para alimentarse o reproducirse. Es decir, al ser incapaces de
producir su propio alimento atacan a los cultivos afectándolos en su desarrollo y disminuyendo su productividad.
Su capacidad de daño es mayor porque a diferencia de los insectos son invisibles al ojo humano y son descubiertos o
identificados sólo cuando ya han atacado y es posible ver los síntomas y signos en la planta. Los hongos fitopatógenos son los
causantes de la mayoría de las enfermedades en las plantas, pues existe una gran diversidad de especies.
Debe resaltarse que tienen una gran capacidad para resistir en el tiempo. Algunos de ellos se protegen formando cápsulas
(esclerotes) que les permiten sobrevivir en condiciones adversas, esperando la siguiente campaña o condiciones más
favorables.
Por otro lado las bacterias, son organismos mucho más pequeños que los hongos y los virus son componentes bioquimicos más
pequeños aun que las bacterias, y cuando atacan a una planta ésta no podrá ser curada. Sin embargo, no todos los hongos,
bacterias, nematodos y virus son dañinos para los cultivos. Algunos de ellos pueden ser benéficos y utilizados en el manejo de
insectos o enfermedades pasando a ser así los llamados controladores biológicos.
Por ello algunas empresas privadas, Universidades y el SENASA los cultivan y multiplican para que puedan ser usados en el
campo. Un ejemplo de hongo-benéfico son los entomopatógenos que ayudan a controlar las plagas como la mosca blanca, de
igual forma una bacteria benéfica es la conocida como Bt (Bacillus thuringiensis) que permite controlar los gusanos de algunas
mariposas, y finalmente tenemos entre los virus al Baculovirus que ayuda en el control de las larvas de la polilla de la papa en
almacén.
MALEZA
Denominada también, mala hierba, hierba mala, yuyo, planta arvense, planta
indeseable, planta espontanea, es cualquier especie vegetal que crece de forma silvestre
en una zona cultivada o controlada por el ser humano como cultivos agrícolas o jardines.
No son aceptados por los agricultores porque compiten de forma directa con los cultivos
por agua, luz y nutrimentos, por lo cual obstaculizan el crecimiento y desarrollo de estos.
PRODUCCIÓN
El mayor efecto económico directo que origina una plaga, enfermedad o maleza es la pérdida de la
producción o la menor eficiencia de la misma, de los cultivos, lo que reduce los ingresos agrícolas. La
gravedad de las consecuencias económicas dependerá de las circunstancias específicas. Si la economía
de la explotación agrícola está relativamente diversificada y si existen otras oportunidades de ingresos, se
reducirá su importancia. Inversamente, si la economía local es muy dependiente de uno o unos pocos
productos básicos vulnerables, el efecto será mucho mayor y afectará la seguridad alimentaria local.
Asimismo la dificultad de diferenciar los efectos de las plagas en la producción de otros efectos -como el
clima- no se ha podido superar realmente. Con frecuencia las infestaciones de plagas y las epidemias
coinciden con cambios en las condiciones climáticas, como sequía, lluvias antes de la temporada y otros
acontecimientos que afectan la producción. El hecho de que los agricultores de los países en desarrollo no
lleven registros de ello aumenta la incertidumbre acerca de qué porcentaje de un cambio dado en la
producción puede atribuirse a plagas o enfermedades, cuánto a las condiciones meteorológicas, cuánto a
la gestión agrícola, y a otras variables.
EFECTO SOBRE LA PRODUCCIÓN AGRÍCOLA
Dependiendo del mercado que tengan los productos agrícolas afectados, una infestación o un brote
pueden provocar una elevación repentina de los precios (si la mayor parte de la producción se
consume en el país) o un descenso de los precios (si la mayoría de ella se exporta y la cuarentena
impide esa exportación pero no el consumo en el país). Los efectos relativos de la reducción de la
producción en los productores y los consumidores dependerá de la elasticidad relativa de la
demanda y la oferta (es decir de la capacidad de responder tanto de la demanda como de la oferta a
los cambios en los precios). Los efectos negativos en los precios pueden producirse también cuando
las preocupaciones sanitarias de los consumidores causan reducciones en la demanda.
COMERCIO
La principal amenaza para la salud humana procede de las enfermedades zoonóticas. Este tipo de
contagio parece haber aumentado en los últimos años, debido a una producción pecuaria cada vez
más intensiva en las zonas próximas a los asentamientos humanos. Aumenta la preocupación
frente a las amenazas para el medio ambiente procedentes de las propias plagas o bien de las
medidas utilizadas para combatirlas. Estas últimas se han vuelto motivo de preocupación a partir
del momento en que se ha prestado atención a los peligros de los plaguicidas y a los depósitos de
plaguicidas no utilizados. Crece también la preocupación frente a las especies invasivas
introducidas a través del comercio o los desplazamientos humanos, que predominan sobre la
ecología autóctona o que la perjudican.
COSTOS FINANCIEROS
Cochinillas
Araña roja
Trips
Mosca blanca
Orugas
Escarabajos y saltamontes
Caracoles y babosas
Hormigas
Topos
Pulgón
Nematodos
ENFERMEDADES DE IMPORTANCIA EN LOS CULTIVOS
Roya
Mildiu
Oidio
Negrilla o Fumagina
Bacteriosis
Virosis
Malezas de mayor importancia en el mundo
Rango Nombre cientifico Nombre vulgar Formas Crecimiento
1 Cyperus rotundus L. Coquito P M
2 Cynodon dactylon (L.) Pers. Grama dulce P M
3 Echinochloa cruz-galli (L.) P. Beauv. Moco pavo A M
4 Echinochloa colonun (L.) Link. Grama de lefe A M
5 Eleusine indica (L.) Gaertn. Pata de gallina A M
6 Sorghum halepense (L.) Pers. Grama china P M
7 Imperata cylindrica (L.) Imperata-Pasto rojo P M
8 Eichhornia crassipes (Mart.) Jacinto agua P M.Ac.
9 Portulaca oleraceae L. Verdolaga A D
10 Chenopodium álbum L. Quinoa blanca A D
11 Digitaria sanguinalis (L.) Digitaria-pata gallo A M
12 Convolvulus arvensis L. Campanilla-enredadera P D
13 Avena fatua L. Avena-trigo malo A M
14 Amaranthus hybridus L. Yuyo hembra-Jataco A D
15 Amaranthus spinosus L. Yuyo macho-Y. espinosa A D
16 Cyperus esculentus L. Coco-Coquito P M
17 Paspalum conjugatum Berg. Tarurco-Catahua P M
18 Rottboellia cochinchinensis L. Limpia botella A M
A=anual; Ac.=acuática; D=dicotiledónea; Holm et al. 1977
M=monocotiledónea; P=perenne
MANEJO INTEGRADO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES
El Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades, conocido también como MIPE, es un sistema que busca conjugar
las ventajas de los diferentes métodos de control existentes para reducir la población de las distintas plagas,
enfermedades y malezas en los cultivos manteniéndolas en niveles que no causen daños económicos
significativos, de acuerdo a las condiciones especificas de cada caso o cultivo.
De igual forma, supera el viejo concepto de erradicar o exterminar todos los animales o insectos del campo de
cultivo, buscando más bien mantenerlos en un nivel de población que no ocasione daños.
Debe resaltarse además que el MIPE, privilegia un enfoque preventivo, es decir, la realización oportuna y
adecuada de las practicas agrícolas. Según el MIPE, la elección de uno o varios métodos (Químico, cultural,
mecánico y físico, etológico, biológico, microbiológico, legislativo en integrado) debe sustentarse en un
conocimiento profundo sobre:
Su objetivo del MIPE es lograr un manejo de la plaga, enfermedad o maleza que sea eficaz, económico y
con el menor impacto ambiental posible.
¿Qué tenemos?
Identificación de las plagas de importancia económica y de sus enemigos naturales. Conocer
sus ciclos, biología, desarrollo etc.
¿Cuánto tenemos?
Sistemas de monitoreo hacer una buena estimación de la población de la plaga(sistemas
pronóstico)
¿Con cuántos insectos o patógenos necesitamos aplicar medidas de control?
Criterios de aplicación (niveles de daño económico) Umbrales de acción.
¿Qué Estrategias de Manejo o Control podemos usar?
(Prevención, Cultural, Biológico, Físico, Químico) Debe haber una jerarquía de programa,
utilizando como ultima alternativa los insecticidas mas tóxicos y menos selectivos.
PLANEACIÓN Y ORGANIZACIÓN DEL MUESTREO Y MANEJO INTEGRADO DE
PLAGAS EN AGROECOSISTEMAS CON UN ENFOQUE DE AGRICULTURA
SOSTENIBLE
El escaso conocimiento de la distribución temporal y espacial de las plagas y enfermedades de los cultivos, así como de sus
enemigos naturales, ocasiona el uso inadecuado de plaguicidas, lo cual ha causado daños al ambiente y a la salud humana.
Se analizan aspectos clave para la planeación y organización del muestreo sistematizado de plagas, que tienen como propósito
proveer las bases y la información eco-entomológica pertinente para el uso adecuado de los plaguicidas, lo que coadyuva a
generar modelos de agricultura sustentable.
Para la factibilidad de operación de programas de muestreo y control de plagas, es necesario definir dos etapas fundamentales
de su planeación: (1) el marco geográfico operativo, y (2) el mecanismo o instrumento de ejecución.
Mediante dichas etapas se definen explícitamente las tareas y responsabilidades de los participantes, los mismos que deberán
involucrar a diferentes instituciones y especialistas en la región. Por lo anterior, se plantean propuestas para una planificación y
organización adecuadas del muestreo de plagas agrícolas, con el fin de que el control de las mismas resulte eficiente e inocuo
para el ecosistema.
Para alcanzar una mayor coordinación entre investigadores, agencias e instituciones involucradas en la detección y control de
plagas, debe proponerse y fomentarse: (1) la creación de comités interinstitucionales, regionales e internacionales, para el
muestreo sistematizado de plagas y análisis de los factores relativos al estado de sanidad de los agroecosistemas, y (2) el
diseño y desarrollo de proyectos específicos para la solución inmediata y a largo plazo de problemas fitosanitarios.
¿Cómo aplicar el MIPE en los campos de cultivo?
La aplicación del MIPE en los campos de cultivo supone una actitud abierta y flexible para responder a cada tipo
de plaga o enfermedad según el caso. No existen recetas o fórmulas que puedan generalizarse a cualquier plaga
o cultivo.
Por ello, a continuación alcanzamos algunas recomendaciones generales que podrás tomar en cuenta para
diseñar y aplicar mejor este enfoque integrador. ¿Cuándo aplicar el MIPE? Como enfoque: Siempre. Si realizas
oportunamente y con calidad las labores agrícolas de tu cultivo, ya estás aplicando el MIPE. Sin embargo,
deberás aplicar uno o varios métodos en particular si se presentan síntomas de que tu cultivo está siendo
atacado. ¿Qué técnica aplicar? Como hemos dicho antes, no puedes definir una técnica precisa si no conoces lo
que sucede con tu cultivo. Por ello para tomar una buena decisión deberás sustentarte en información
técnicamente confiable, es decir en los resultados que arrojen las evaluaciones de campo.
- Evaluación periódica del propio agricultor, es importante realizarla en forma semanal al identificar alguna
anomalía.
- Evaluación realizada por el técnico, una vez que identifiques una anomalía, es importante que recurras a un
técnico confiable llama al técnico que conozca, si se requiere una identificación es indispensable una análisis
de laboratorio para recuerda mejor es invertir un poco de dinero que lo invertido en toda la campaña.
Luego de contar con esta información podrás elegir qué técnicas aplicar. Sin embargo, debes considerar
que cualquier técnica que elijas deberá ser un complemento del método de control preventivo, es decir, que
deberá aplicarse junto con buenas prácticas en el manejo de tu cultivo.
De igual manera debes recordar que el control químico debe ser utilizado, siguiendo los siguientes criterios:
Cuando el resultado de la evaluación indica una población perjudicial al cultivo y otras prácticas ya no
son suficientes.
En un cronograma que no interfiera con las otras medidas de control.
Con el apoyo de un técnico que te brinde información especializada para una exitosa aplicación.
VALORACIÓN DE INCIDENCIA Y SEVERIDAD
La incidencia indica la cantidad de árboles enfermos con respecto a la totalidad de árboles evaluados, la severidad evalúa la frecuencia con la que se presentan las
diferentes categorías de daño en relación con el total de árboles enfermos.
La incidencia es la cantidad de individuos o partes contables de un individuo (plantas, frutos, hojas, etc) afectados por una determinada enfermedad respecto al
total analizado, expresada en porcentajes. (Ej.: 20% de plantas con manchas). Es un valor objetivo. Esta medida es útil para medir el patrón de distribución en el
campo de enfermedades donde toda la planta está afectada. Se utiliza principalmente para enfermedades causadas por hongos de suelo y
enfermedades sistémicas.
La severidad es una estimación visual en la cual se establecen grados de infección en una determinada planta, sobre la base de la cantidad de tejido
vegetal enfermo.
Es subjetiva y hace referencia al % del área necrosada o enferma de una hoja, fruto, espiga, etc. Es el parámetro que mejor está relacionado con la gravedad de la
enfermedad y con los daños causados. La severidad es más apropiada para royas, oidios y manchas porque son enfermedades localizadas, cuyo efecto en la
disminución del rendimiento dependerá del área foliar afectada.
La determinación de la incidencia es práctica, sencilla y precisa. Contrariamente, la de la severidad es difícil, lenta y varía de observador a observador, por lo que
requiere calibración visual.
En el cultivo de maíz, al tener hojas muy largas, la incidencia no resulta un buen estimador o indicador, ya que en poco tiempo todas o casi todas las hojas tienen al
menos una pústula (100% de Incidencia) lo que no permite registrar diferencias en las mediciones.
Las estimaciones deberían hacerse contando pústulas (por ejemplo, para decidir cuándo aplicar un fungicida en el cultivo) o por la severidad (en ensayos y estudios
epidemiológicos).
Los números de hojas serán considerados desde la base de la planta. Recorra el mismo a lo largo de un surco, lejos de la bordura y mida al azar.
La determinación de la severidad se realizará de la siguiente manera: a cada una de las plantas (de un total de 10‐20), extraídas al azar y cada 10 pasos, se les
evaluarán las hojas desechando las incompletamente desarrolladas (lígula no expuesta) y las totalmente senescentes o muertas. Por lo tanto, las hojas secas de
abajo o muertas por heladas no entran en la evaluación. A cada hoja se le estimará el porcentaje de área foliar enferma. Se sumarán los porcentajes y se los dividirá
por el número total de hojas muestreadas.
Para la evaluación de severidad de cada segmento u hoja podrá utilizarse la escala de Peterson.
ESCALA DE PETERSON
A cada hoja se le estimará el porcentaje de área foliar enferma. ... Para la
evaluación de severidad de cada segmento u hoja podrá utilizarse la escala
de Peterson (Figura 1), la que está dividida en 5 categorías que se
corresponden con determinados % de severidad. Esta escala es
mundialmente reconocida y utilizada.
Figura 1: Escala de Peterson
PATOMETRIA