Está en la página 1de 30

LABORATORIO DE CORPORACIÓN

SIMULACIÓN UNIVERSITARIA ADVENTISTA


SONDAJE GÁSTRICO Facultad de Ciencias de la
/NASOYEYUNAL - ENEMAS Salud
Y EXTRACCIÓN MANUAL DE Enfermería
HECES
Elaborada por: María Cecilia Correa Microcurrículo: Enfermería II
Fecha: Junio de 2011 “Proceso de Enfermería y Fundamentación
técnica de Enfermería”
Actualizado por: Fecha de última actualización:
Nilda Jalitza Camacho Dimate Abril de 2021
Andrea Amaya Suaza

Competencia: Brinda el cuidado de enfermería a las personas con alteración para


comer, beber o eliminar normalmente, basado en los conocimientos científicos,
técnicos y humanísticos de la profesión.

Objetivos:

1. Reconocer las bases científicas, técnicas y humanísticas para la ejecución de los


diferentes procesos que apoyan el cuidado con el fin de ayudar a satisfacer las
necesidades de comer, beber y eliminar normalmente: sondaje gástrico y
nasoyeyunal, aplicación de enemas y extracción manual de las heces.
2. Integrar los conocimientos disciplinares: Modelo conceptual de la Satisfacción de
necesidades básicas según Virginia Henderson, en el cual, la segunda necesidad es:
Comer y beber normalmente y la tercera necesidad es: Eliminar por todas las vías.
3. Aplicar el proceso de atención de enfermería (PAE) como herramienta o método para
brindar el cuidado, identificando y controlando los posibles riesgos y complicaciones.
4. Identificar las diferencias del sondaje gástrico y nasoyeyunal en el adulto, sus
indicaciones (drenaje, alimentación u otra) y las intervenciones de enfermería, según
el caso.
5. Desarrollar las habilidades técnicas necesarias para realizar el procedimiento de la
inserción de una sonda naso y orogástrica, la aplicación de un enema y la extracción
manual de las heces; su cuidado y manejo.

Propósito: Lograr las competencias científicas, técnicas y humanísticas que permitan


al profesional de enfermería tomar decisiones acertadas para un cuidado de calidad a
las personas con alteración de la eliminación gástrica e intestinal o de la capacidad de
alimentarse normalmente.
Duración: Laboratorio de simulación 5 horas
Prerrequisitos: Previo al desarrollo del procedimiento en el laboratorio de simulación, los
estudiantes deben estudiar la guía correspondiente y además deben observar los
videos recomendados en la bibliografía.

1
Desarrollo del laboratorio:
La dinámica del laboratorio se desarrollará en tres momentos, a saber:
 Primer momento:
Socialización y aclaración de dudas sobre el marco teórico, disciplinar y metodológico.
 Segundo Momento
Se realiza el procedimiento técnico en subgrupos con las docentes, luego de firmar el
consentimiento informado.

 Tercer momento

Después de que los estudiantes aclaren las dudas de los referentes bibliográficos dados
por las docentes, presentarán una evaluación de conocimientos que permite evaluar la
comprensión y aprendizaje de los referentes teóricos necesarios para el desarrollo de
estos procesos técnicos. Esta nota está contemplada en el seguimiento y se realizará
según el cronograma de la asignatura.

Conceptos Teóricos:

Anatomía del sistema digestivo:

El aparato digestivo es un largo tubo, con importantes glándulas asociadas, siendo su


función la transformación de las complejas moléculas de los alimentos en sustancias
simples y fácilmente utilizables por el organismo.

Estos compuestos nutritivos simples son absorbidos por las vellosidades intestinales, que
tapizan el intestino delgado. Así pues, pasan a la sangre y nutren todas y cada una de
las células del organismo.

Desde la boca hasta el ano, el tubo digestivo mide unos once metros de longitud. En la
boca ya empieza propiamente la digestión. Los dientes trituran los alimentos y las
secreciones de las glándulas salivales los humedecen e inician su descomposición
química. Luego, el bolo alimenticio cruza la faringe, sigue por el esófago y llega al
estómago, una bolsa muscular de litro y medio de capacidad, cuya mucosa secreta el
potente jugo gástrico, en el estómago, el alimento es agitado hasta convertirse en una
papilla llamada quimo.

A la salida del estómago, el tubo digestivo se prolonga con el intestino delgado, de unos
siete metros de largo, aunque muy replegado sobre sí mismo. En su primera porción o
duodeno recibe secreciones de las glándulas intestinales, la bilis y los jugos del páncreas.
Todas estas secreciones contienen una gran cantidad de enzimas que degradan los
alimentos y los transforman en sustancias solubles simples.

El tubo digestivo continúa por el intestino grueso, de algo más de metro y medio de
longitud. Su porción final es el recto, que termina en el ano, por donde se evacuan al
exterior los restos indigeribles de los alimentos.

2
Referente disciplinar

La teoría de la Satisfacción de las 14 necesidades básicas según Virginia Henderson: las


necesidades de COMER Y BEBER NORMALMENTE Y ELIMINAR POR TODAS LAS
VÍAS CORPORALES. Una vez realizada la valoración como profesional de enfermería
usted debe determinar si la persona es dependiente o independiente en esta necesidad
y si la causa es la falta de fuerza, voluntad o conocimiento y realizar las intervenciones
de cuidado para que la persona logre la independencia con la ayuda de su familia.

Referente metodológico

Aplicación del PAE. Según los hallazgos en la valoración, se plantean los diagnósticos
de enfermería de la NANDA (North American Nursing Diagnosis Association), los
resultados esperados según la NOC (Nursing Outcomes Classification) y las
intervenciones según la NIC (Nursing Interventions Classification) con las actividades de
enfermería que pueden corresponder y la evaluación del logro de los resultados
esperados.

Valoración: Para la segunda y tercera necesidad de COMER Y BEBER


NORMALMENTE y de ELIMINAR POR TODAS LAS VÍAS CORPORALES, se debe tener
en cuenta:

 Estado fisiológico y emocional del paciente.


 Los hábitos alimentarios y su cultura.
 Evaluar estado nutricional: Índice de masa corporal (IMC) y perímetro abdominal.
 Estructura y función de la boca.
 Función del nervio olfatorio, trigémino, facial, glosofaríngeo, vago e hipogloso.
(importantes en la degustación, la masticación y la deglución).
 Valorar la función del tracto gastrointestinal: náuseas, emesis, dolor abdominal,
distención abdominal, diarrea y estreñimiento.
 Valorar permeabilidad de las fosas nasales, desviación del tabique, hipertrofia de
cornetes y rinitis.
 Valorar en centímetros cúbicos las pérdidas por heces (en caso de diarrea).
 Tener en cuenta los hábitos relacionados con la defecación del adulto: Frecuencia y
cantidad.
 Valorar presencia de hemorroides, sangre en la materia fecal o moco.
 Valorar resultado del enema: Cantidad y tipo de heces.
 Valorar impactación fecal: Medicamentos, reposo y deshidratación como factores
predisponentes.
 Valorar las contraindicaciones para cada paciente en particular y otros aspectos
que puedan aportar para la realización de estos procedimientos.

Exámenes que complementan la valoración de la necesidad de: Eliminar por todas las
vías (Gastrointestinal)

1. Coprológico y coprocultivo
2. PH de jugo gástrico
3. Residuo gástrico

3
4. Endoscopia de vías digestivas superiores
5. Colonoscopia
6. Rectosigmoidoscopia
7. Tacto rectal

Exámenes que complementan la valoración de la necesidad de comer y beber


normalmente

1. Perfil lipídico
2. Glicemia
3. Electrolitos
4. Perfil Hepático y bilirrubinas
5. Amilasas
6. Fosfatasas alcalinas
7. Albúmina, ferritina, vitamina B12
8. Rayos X de abdomen
9. Estudios con medio de contraste (esófago hasta colón)
10. Ecografía y Tomografía Axial Computarizada (TAC) de abdomen
11. Resonancia magnética de abdomen
12. Colangiografía
13. Endoscopia y colonoscopia
14. Manometría esofágica

Posibles diagnósticos de enfermería

Dominio 2: NUTRICIÓN

1. Deterioro de la deglución
2. Desequilibrio nutricional: ingesta inferior a las necesidades
3. Riesgo de déficit de volumen de líquidos
4. Déficit de volumen de líquidos
5. Riesgo de desequilibrio electrolítico

Dominio 3: ELIMINACIÓN E INTERCAMBIO

1. Diarrea
2. Estreñimiento
3. Estreñimiento crónico funcional
4. Incontinencia fecal
5. Motilidad gastrointestinal disfuncional

Dominio 4: ACTIVIDAD /REPOSO

1. Deterioro de la ambulación
2. Deterioro de la movilidad física
3. Déficit de autocuidado: alimentación

4
Dominio 11: SEGURIDAD /PROTECCIÓN

1. Riesgo de infección
2. Riesgo de aspiración
3. Riesgo de úlcera por presión

Planeación: Con base en los diagnósticos de enfermería que surgen de la valoración, se


plantean los resultados esperados en el paciente y se planean las intervenciones
correspondientes para su logro.

Ejecución: Algunas de las intervenciones de enfermería se basan en procesos técnicos,


los correspondientes a sonda nasogástrica (SNG) sonda orogástrica (SOG), sonda
nasoyeyunal (SNY), enemas y extracción manual de heces.

Precauciones generales para la realización de estos procedimientos técnicos:

 Verificar la orden médica correcta.


 Identificar en el usuario posibles contraindicaciones para el procedimiento.
 Verificar el motivo de la inserción de la sonda naso u orogástrico, tipo y número de
sonda. O en el caso de los enemas o la extracción manual de heces, se debe tener
clara la razón para realizar estos procedimientos.
 Utilizar el procedimiento de doble comprobación de identidad.
 Brindar la educación e información al paciente en lo que se refiere al procedimiento.
 Obtener el consentimiento informado.
 Preparar el entorno: Asegurar la privacidad y confort.
 Colocar a la persona en la posición adecuada.
 Realizar una adecuada higiene de manos antes y después del procedimiento.
 Realizar correctamente la disposición de desechos utilizados.
 Valorar adecuadamente el paciente con el fin de identificar las respuestas antes,
durante y después del procedimiento.

SONDAJE GÁSTRICO

El sondaje gástrico es un procedimiento que consiste en la introducción de una sonda a


través de uno de los orificios nasales o por la boca (niños menores de 1 año y pacientes
con tubo endotraqueal) hasta el estómago.

Para este procedimiento se utiliza la sonda Levin (la más común). Es una sonda de
polivinilo que presenta una sola luz. Tiene una longitud de 120 cm, posee varias marcas, la
primera a los 40 cm del extremo distal y después cada 10 cm hasta completar 5 marcas, su
extremo distal termina en punta roma con orificio concéntrico y perforaciones laterales a
diferentes niveles de sus últimos 10 cm, su extremo proximal cuenta con un adaptador de
un diámetro mayor que sirve de conexión a tubos de drenaje o de infusión; en el caso del

5
adulto sus calibres van de 12 a 20 Fr y para niños de 6 a 12 Fr; posee marca radiopaca
para su control y vigilancia mediante rayos X. (25)

La sonda Levin se usa primariamente para la aspiración del material contenido en el interior
del estómago, y la descompresión de la cavidad gástrica, tal y como se desea en los estados
post-operatorios de la cirugía gastrointestinal. También se utiliza para la nutrición enteral de
pacientes que la requieran por su condición de salud.

Con respecto a su calibre, hay que decir que también éste es variable, se mide en escala
French y va del No. 6 a 20, a mayor número, mayor calibre.

CALIBRE DE LA SONDA ETAPA

6 hasta 8 Neonatos y lactantes


8 a 12 Niños y escolares
12 a 20 Adultos

Indicaciones para la SNG:

 Lavado gástrico en pacientes intoxicados con algún químico o fármaco (el paciente
debe estar en decúbito lateral izquierdo y con la cabecera elevada para evitar
aspiración).
 Drenaje gástrico para descomprimir la cavidad gástrica y suprimir el vómito.
 Administración de medicamentos en pacientes con problemas para deglutir.
 Administración de nutrición enteral en pacientes con imposibilidad para la ingesta
adecuada de nutrientes por vía oral, como los que tienen alteraciones severas del
estado de conciencia y el paciente críticamente enfermo.
 Medición de pH gástrico.
 Toma de muestras del contenido gástrico con fines diagnósticos (tuberculosis).

Contraindicaciones absolutas y relativas para el paso de la sonda gástrica y el


lavado gástrico:

 Obstrucción nasofaríngea o esofágica.

6
 Traumatismo maxilofacial severo y/o sospecha de fractura de la base del cráneo
(sólo colocar sonda orogástrica por riesgo de introducción intracraneal de la sonda).
 Sospecha o evidencia de perforación esofágica.
 Coagulopatía severa no controlada.
 No se realizará nunca en caso de ingestión de ácidos, álcalis u otras sustancias
cáusticas o derivados del petróleo.
 La presencia de varices esofágicas o de esofagitis severa no es una contraindicación
absoluta, pero exige valorar muy bien su indicación y extremar las precauciones.

Materiales y equipos para el sondaje gástrico:

 Guantes limpios.
 Equipo de bioseguridad: mascarilla control fluidos y monogafas.
 Sonda gástrica Levin de diferentes calibres, según el caso.
 Jeringa adaptable de 60 cc punta catéter.
 Tijeras.
 Toallas desechables.
 Riñonera.
 Lubricante hidrosoluble (tipo glicerina) para el paso de sonda gástrica o agua en su
defecto.
 Marcador tipo Sharpie para marcación de la sonda.
 Micropore.
 Fonendoscopio.
 Sistema de drenaje o alimentación.
 Gasa autoadhesiva de tela no tejida (fixomull) para fijar la sonda o hiladilla, según
protocolo institucional.
 Vaso con agua.
 Aplicadores para realizar el aseo de las fosas nasales de ser necesario.
 Algodón.
 Alcohol antiséptico.
 Bolsas de desechos (roja, verde, gris, azul).
 Indicadores de pH gástrico (si están disponibles).

Técnica de colocación de la sonda nasogástrica:

Nota: Valore el estado general del paciente: signos vitales, nivel de conciencia, movilidad,
patrón respiratorio, reflejo nauseoso, deglución, estado del abdomen y de región
nasofaríngea, previo al inicio del procedimiento. Además, realice doble comprobación de la
identidad del paciente.

1. Realice lavado clínico de manos.


2. Seleccione y prepare el equipo completo incluyendo el corte de la gasa autoadhesiva
de tela no tejida para fijado, y del microporo para marcar la sonda posterior a la
medición.
3. Establezca contacto verbal y visual con el paciente y/o su cuidador, creando una
relación terapéutica empática en la que explique el procedimiento a realizar, sus

7
posibles complicaciones y los beneficios que obtendrá con la realización de este
procedimiento.
4. Solicite que el paciente le dé su consentimiento de manera verbal.
5. Valore posibles contraindicaciones antes de realizar el procedimiento (anticoagulado,
cirugías recientes del piso nasal, traumatismo maxilofacial, presencia de várices
esofágicas, obstrucción nasofaríngea, ingesta de ácidos, álcalis u otras sustancias
cáusticas).
6. Colóquese el equipo de protección personal (mascarilla control fluidos, monogafas y
guantes).
7. Pida al paciente que se realice higiene de fosas nasales o realícela por él, si su
estado lo amerita y verifique la permeabilidad de las mismas. Indíquele que respire
alternativamente por cada uno de los orificios mientras bloquea el contralateral.
Escoja el orificio por el que respire mejor.
8. Valore en la cavidad oral la presencia de piezas dentales flojas y solicite el retiro de
prótesis dental si la hay colocándola en una servilleta mientras dure el procedimiento.
9. Limpie con alcohol el dorso de la nariz para facilitar la fijación de la sonda.
10. Ubique al paciente en posición fowler con una almohada detrás de los hombros y la
cabeza y colóquese del lado correspondiente al orificio nasal elegido para la
inserción. Coloque una toalla absorbente sobre el tórax.
11. Realice la medición superficial del trayecto, sin contaminar la sonda, así:
 Nasogástrica: tomar la medida desde la punta de la nariz, al lóbulo de la
oreja y de allí hasta el apéndice xifoides.
 Orogástrica: medir desde la comisura labial, hasta el lóbulo de la oreja y de
allí al apéndice xifoides.
12. Marque con un microporo subrayado con sharpie el punto de medición hasta donde
introducirá la sonda.

13. Lubrique los primeros 10 cm de la sonda con agua o lubricante hidrosoluble. La


aplicación de un lubricante liposoluble podría ocasionar complicaciones respiratorias.
14. Introduzca la sonda a través del orificio nasal hasta la parte posterior de la faringe.
Dirigirla hacia atrás y abajo. Los contornos naturales facilitan el paso de la sonda
hasta el tracto gastrointestinal –TGI- y reducen las náuseas. Flexionar la cabeza del
paciente hacia el tórax. Esta posición evita que la sonda ingrese a las vías
respiratorias del paciente.
15. Indique al paciente que incline el mentón hacia el pecho cuando la sonda esté en
orofaringe y suministre pequeños sorbos de agua para avanzar la sonda hasta
alcanzar la marca determinada, conforme el paciente deglute. La deglución provoca

8
apertura del esfínter esofágico superior y permite la entrada de la sonda en el
esófago. En caso de disfagia o si el paciente está nada vía oral por orden médica, la
sonda debe pasarse sin la utilización de agua para deglutir, sólo saliva.
16. Verifique que la sonda este en el estómago. Una vez se alcance la marca
previamente indicada y se obtenga contenido gástrico se podrá corroborar que la
sonda está en el estómago, si tiene dudas, aspire con una jeringa punta catéter de
60 cc y trate de obtener el residuo gástrico. Si después de la maniobra anterior no se
obtiene residuo gástrico, introducir de 15 a 20 cc de aire con la jeringa, al tiempo que
ausculta un ruido de burbujas en el epigastrio que indica el aire en la cavidad gástrica.

Cabe señalar, que estas dos formas de comprobación de la sonda gástrica no son
apoyadas por la comunidad científica, pues la obtención de residuo gástrico y la
auscultación de aire en el estómago no son fiables según la literatura, pues la
auscultación no distingue si la sonda está en el estómago o en el intestino y en
algunos casos tampoco es clara cuando esta se ha desviado al tracto respiratorio.

Compruebe la posición de la sonda en la parte posterior de la faringe, con linterna y


depresor de lengua si es necesario.

Importante:
 El método más fiable para comprobar la posición de la sonda gástrica es la
radiografía (Bankhead y cols 2009, Kenny y Goodman 2010).
 El método no radiológico más eficaz incluye la aspiración de líquido procedente
de la sonda, la medición de su pH cada 4 – 6 horas y descripción de su aspecto
(Bourgault y cols 2007, Bankhead y cols 2009). Ver cuadro de método de
determinación del pH gástrico más adelante.

Practica de enfermería basada en la evidencia

La auscultación de la insuflación de aire como método de comprobación de la colocación


de la sonda, puede inducir a errores peligrosos y carece de fundamento científico. Este
método no permite distinguir la colocación de la sonda en el pulmón, el esófago, el
estómago o el intestino delgado. Otros métodos poco fiables son:
-La observación de síntomas respiratorios (tos, incapacidad de hablar).
-Colocación del extremo de la sonda bajo un chorro de agua para detectar la salida de
burbujas de aire.
No se debe utilizar ninguno de estos abordajes como método principal de valoración de
la colocación correcta de la sonda.
Fuente: Metheny, N., and M. Titler (2001). Assesing placement of feeding tubes. AJNVol
101 (5), 36-46.
Tomado de: Smith SF. Duell DJ. Martin BC. Técnicas de enfermería clínica. De las
Técnicas básicas a las avanzadas. Ed. Pearson. Madrid. 2009. p.654.

9
Método de determinación del pH gástrico

La determinación del pH gástrico se utiliza para confirmar la ubicación de la SNG,


valorar los contenidos gástricos y evaluar y tratar ciertos trastornos.
Procedimiento
Conecte la jeringa de 60 ml con punta de catéter a la sonda e introduzca 20 cc de aire.
-Aspire de 5 a 10 ml. de secreciones gástricas, dispóngalas en una riñonera e
introduzca una tira reactiva de papel, lea el pH de la tira después de 30 segundos.
- Observe el pH y el color de las secreciones:
pH menor de 5, color verdoso, amarillento o blanquecino: son secreciones gástricas
pH mayor de 6, color claro y pajizo y con mucosidad: son secreciones respiratorias
pH entre 6 y 7, color amarillo intenso: son secreciones duodenales.

17. Fije la sonda. Tanto el material como la forma de fijación varían de acuerdo a con los
protocolos institucionales y el servicio en el que se encuentre el paciente.
Habitualmente se fija con gasa autoadhesiva de tela no tejida (fixomull): primero uno
de base, después un corbatín fijando un extremo hacia el lado derecho y otro extremo
hacia el lado izquierdo y uno encima para mayor fijación.

18. Conecte la sonda al sistema de drenaje, sistema de alimentación, o déjela


clampeada, según lo requiera. Cuando la sonda se coloca en un sistema de drenaje
mantenga éste siempre por debajo del nivel del estómago para facilitar la salida del
contenido gástrico por gravedad.
19. Deje al paciente en posición cómoda o adecuada según el tratamiento (fowler si lo
va a alimentar).
20. Brinde educación al paciente y su familia sobre los cuidados que debe tener mientras
tenga la sonda.
21. Realice disposición adecuada de residuos hospitalarios.
22. Realice lavado clínico de manos al terminar el procedimiento.
23. Registre el procedimiento en la historia clínica con lenguaje técnico, buena redacción,
ortografía, sin tachones ni en enmendaduras y los parámetros establecidos: fecha y
hora, consentimiento informado, normas de bioseguridad, calibre de la sonda, si la
deja clampeada o sistema al que la conecta, indicación, características del contenido
(cantidad, aspecto, color, olor, entre otras), si presento o no complicaciones y cuáles,
en qué posición se deja el paciente, la educación impartida al usuario y a su cuidador
o familiar sobre los cuidados que deben tener, insumos utilizados y responsable.

10
Recomendaciones

 Nunca presionar la entrada de la sonda.


 Retire rápidamente la sonda si se observa dificultad respiratoria en el paciente.
 En presencia de vómito, suspenda el procedimiento.
 En el neonato y lactante menor, el sondaje siempre se hará orogástrico ya que por
anatomía los recién nacidos son respiradores nasales, tenga en cuenta que estos
no colaboran durante el procedimiento.
 El cambio de las sondas gástricas o nasoyeyunales se realizará según el material
de las mismas y el protocolo institucional.

RECUERDE

El personal de enfermería nunca debe insertar una sonda nasogástrica en un paciente que
se recupera de una cirugía gástrica. La línea de sutura puede interrumpirse y comenzar una
hemorragia. El médico debe ser notificado.

Nunca inserte una sonda nasogástrica después de una cirugía nasal, craneofacial o
hipofisectomía.

Cuidados de enfermería al paciente con sonda gástrica:

1. Durante la administración de nutrición enteral el paciente debe permanecer en


posición semifowler (30 grados) o fowler (45 grados) para disminuir el riesgo de
broncoaspiración.
2. Pasar la sonda de menor calibre posible según la edad y el propósito de la sonda.
3. Valorar signos de dificultad respiratoria en el paciente durante la realización del
procedimiento.
4. Corroborar la adecuada posición de la sonda previa a la alimentación o
administración de medicamentos.
5. Revisar sitio de marcación en el lugar indicado para verificar que no haya
desplazamiento de la sonda.
6. Cambiar diariamente la cinta adhesiva para la fijación de la sonda.
7. Valorar la presencia de áreas de presión y compresión.
8. Proteger la piel en las zonas de fijación de la sonda.
9. Rotar los sitios de inmovilización en cada cambio de fijación de la sonda.
10. Lavar la sonda después de la administración de medicamentos o nutrición.
11. Mantener la permeabilidad de la sonda.
12. Promover y facilitar la higiene de la cavidad nasal y oral permanentemente.
13. Humedecer y lubricar el área nasal periódicamente.
14. Evaluar la integridad y estado de la sonda.
15. Si la sonda se encuentra a drenaje evaluar la actividad de la misma y las
características del drenaje.
16. Si es una sonda para alimentación, ésta deberá lavarse después de cada
administración con una jeringa de 60 cc. (de 15 a 30 ml o según protocolo
institucional) con agua a temperatura ambiente.
17. Fijarla cuidadosamente la sonda para evitar daño del cartílago nasal.

11
18. Realizar los registros correspondientes.
19. Brindar apoyo psicológico permanente al paciente y familia, resolver sus inquietudes.
20. Medir y registrar los líquidos ingeridos y eliminados.
21. Controlar los signos vitales y reportar hallazgos significativos: taquicardia,
bradicardia, arritmias, polipnea, hiper-hipotensión, hipo-hipertermia.
22. Motivar la actividad física del paciente.
23. Realizar terapia respiratoria según las condiciones clínicas del paciente.
24. Cambiar la sonda según el protocolo institucional.
25. En pacientes con alto riesgo de aspiración y con nutrición enteral, se debe medir el
residuo gástrico cada 4 horas.

A la luz de los distintos trabajos publicados en los últimos años ¿La medición del volumen
de residuo gástrico –VGR- es un marcador muerto de la disfunción gastrointestinal? ¿tiene
aún vigencia en el manejo de la nutrición enteral en el paciente crítico? Probablemente sea
un marcador que no sea necesario en pacientes críticos, con un equipo experto de
Enfermería, bien entrenado en la técnica de nutrición enteral –NE-, y en Unidades que
tengan protocolos estandarizados de nutrición artificial que incluyan pautas de seguridad en
la NE (posición semi-incorporada, higiene orofaríngea, terapia con procinéticos y nutrición
yeyunal).

Pero probablemente la medición del VGR sea un parámetro clínico útil en la monitorización
de pacientes críticos con alto riesgo de disfunción gastrointestinal (en particular pacientes
críticos quirúrgicos o pacientes críticos con hipertensión intracraneal), probablemente
porque este tipo de población ha estado muy poco representada en los ensayos controlados
aleatorizados. Para mejorar la validez de este parámetro, hay que considerar la
estandarización de la técnica de aspirado, así como el uso de SNG de mayor diámetro, y
probablemente el límite del VGR debería ser ≥ 250 ml, y por supuesto, la medición del VGR,
no puede ser sacralizada (estricto), debiendo ser restringida a aquellos pacientes que
presenten mayor riesgo de aspiración, pues la generalización de su uso en pacientes
críticos, si bien puede tranquilizar nuestras conciencias, y darnos una falsa imagen de
seguridad, induce un menor aporte calórico-proteico a través de la NE e incrementa la carga
de trabajo de la Enfermería en la UCI.(30)

Complicaciones

 Traumatismo y/o hemorragia nasal, faríngea o laríngea.


 Complicaciones irritativas: rinitis, faringitis, esofagitis o gastritis.
 Erosión de la mucosa gástrica: hemorragia gástrica.
 Neumonía por aspiración.
 Hiperventilación por aumento de la ansiedad en pacientes conscientes.
 Bradicardia por estimulación de los reflejos vagales.
 Hipocalemia o alcalosis metabólica por pérdida de electrolitos si el drenaje gástrico
es muy abundante.
 Obstrucción de la sonda.
 Erosión esofágica.
 Esofagitis por reflujo.
 Ulceras por presión.

12
 Náuseas en exceso.
 Obstrucción o intubación laringotraqueal.
 Aspiración del contenido gástrico.
 Traumatismo o perforación esofágica y gástrica.

Evaluación de resultados esperados: En esta etapa se verifica el efecto de las


intervenciones y el cumplimiento de las metas propuestas, de lo contrario se deben
reevaluar dichas intervenciones de acuerdo al estado del paciente y al cumplimiento de
los resultados esperados para redireccionar los cuidados en caso necesario.
 La sonda nasogástrica u orogástrica se ha insertado sin ninguna dificultad.
 El paciente no manifiesta ninguna molestia, ni complicación.
 El funcionamiento de la sonda es satisfactorio.
 El paciente recupera su estado nutricional.
 El paciente y su cuidador familiar conocen y aplican los cuidados a tener con la
sonda durante y después de la alimentación enteral.
 El paciente disminuye el dolor abdominal.
 El paciente recupera su balance hidroelectrolítico.

Técnica de retiro de la sonda nasogástrica

1. Lávese las manos.


2. Colóquese un par de guantes limpios.
3. Coloque el paciente en posición de fowler.
4. Pince la sonda.
5. Quite la cinta adhesiva de fijación.
6. Solicite al paciente que realice una inspiración profunda y una espiración lenta.
7. Instile 20 cc de solución salina 0,9% para limpiar la sonda y evitar que el contenido
gástrico ingrese al esófago al retirar la sonda nasogástrica.
8. Retire la sonda suavemente durante la espiración, con un movimiento continuo y
moderadamente rápido.
9. Observe las características de la punta de la sonda al salir.
10. Efectúe la higiene de las fosas nasales y de la boca.
11. Registre el procedimiento: fecha, hora, motivo de retiro, si se presentó alguna
complicación y la educación impartida al usuario y su cuidador o familiar sobre los
cuidados y signos de alarma, después de retirar el catéter nasogástrico u orogástrico.

SONDAJE NASODUODENAL/NASOYEYUNAL (POSPILÓRICO O TRANSPILÓRICO)

El sondaje nayoyeyunal es un tubo que lleva los alimentos a través de la nariz hasta el
yeyuno (parte del intestino delgado) a través del cual el cuerpo puede absorber con rapidez
los alimentos y los medicamentos, también se conoce como pospilórico o transpilórico (26).
Las sondas más utilizadas es este tipo de sondaje son las conocidas como las sondas de
tungsteno. Actualmente las que más se usan son las de poliuretano o silicona ya que son
de larga duración, flexibles y resistentes para garantizar el máximo confort al paciente y
evitar complicaciones indeseables. Son blandas y no se endurecen una vez colocadas,

13
como ocurre con las sondas de polivinilo que tienen tendencia a ponerse rígidas con el
tiempo, bajo la acción de los jugos digestivos, por lo cual es necesario reemplazarlas según
protocolo institucional cada 10-15 días aproximadamente.

Las sondas de poliuretano no son alteradas por la acidez gástrica y pueden permanecer
colocadas períodos de tiempo más largos. Existen sondas sin guía y con guía para facilitar
su inserción, sondas no lastradas y sondas lastradas, con un lastre inerte de tungsteno en
la punta (metal sólido de color blanco plateado), diseñadas para facilitar el paso transpilórico
y disminuir el riesgo de broncoaspiración. En el extremo superior tienen una conexión en Y
para facilitar el lavado y la administración de los fármacos. (27) Es radioopaca para facilitar
su visualización con rayos x y su inserción es endoscópica lo que la hace de mayor costo.
Su uso se restringe a la nutrición enteral duodenal o yeyunal en pacientes con alteración
del vaciamiento gástrico, residuos gástricos abundantes, antecedentes de broncoaspiración
y cirugía gastrointestinal alta y fístulas en esta localización. (28)

Contraindicaciones: (29)

- Intervención quirúrgica abdominal reciente


- Obstrucción intestinal mecánica
- Hemorragia intestinal
- Pancreatitis y peritonitis graves.

Ventajas sobre la nutrición gástrica (29)

- Permite alcanzar el aporte calórico deseado más rápidamente y administrarlo sin


interrupciones.
- Menor riesgo de aspiración.
- Puede administrarse en pacientes en los que es imposible elevar el cabecero de
la cama.
- En pacientes con alteración de la motilidad gástrica por estar recibiendo dosis
elevadas de inotrópicos o sedorrelajación (especialmente en pacientes sometidos
a ventilación mecánica), puede administrarse sin riesgo de aspiración.

14
Nutrición Enteral:

La nutrición enteral representa una alternativa para muchos pacientes que presentan
incapacidad de utilizar alimentos de consumo ordinario a causa de su situación clínica. El
avance en las fórmulas, métodos y vías de administración la han convertido en una técnica
sencilla y útil para tratar múltiples situaciones que cursan con alteraciones de la ingesta,
digestión o absorción de nutrientes (22).

El sondaje nasogástrico es la forma óptima, por ser la más natural, de nutrir a los pacientes
hospitalizados, aún aquellos en estado crítico. Los pacientes alimentados por vía enteral
reciben fórmulas mediante sondas nasogástricas o yeyunales. Tal modalidad es menos
costosa, más fisiológica e implica menos riesgo que la nutrición parenteral. Pero al igual
que ésta, la nutrición por vía enteral requiere personal debidamente capacitado, la
observación de estrictas normas de manejo y la infraestructura de un servicio de soporte
metabólico y nutricional bien organizado.

Cuando el tracto digestivo funciona y es capaz de asimilar los nutrientes en forma adecuada,
éste debe ser preferencialmente utilizado para el soporte nutricional del paciente. No
obstante, es necesario reconocer que en numerosas situaciones clínicas se hace difícil
llevar esta conducta a la práctica; por lo que es necesario recurrir a la nutrición parenteral.
Por consiguiente, no es sólo el estado del tracto gastrointestinal el factor de decisión
principal en cuanto a la selección entre la nutrición por vía parenteral o por vía enteral. El
éxito y seguridad de la alimentación enteral depende en gran parte de la adecuada atención
a las normas de manejo por parte del personal de enfermería que tiene a cargo su
administración.

Según la naturaleza e intensidad de la condición clínica, muchos pacientes incapaces de


ingerir alimentos sólidos se benefician con la administración de dietas líquidas, completas
o modulares, que pueden ser suministradas fácilmente por vía oral o a través de una sonda
nasogástrica/nasoentérica.

15
Indicaciones de la nutrición enteral

Se consideran indicaciones de la nutrición enteral todos aquellos casos en que exista


desnutrición o cuando la ingestión no se vaya a poder restablecer en por lo menos 7 días,
con la condición principal de que el intestino sea capaz de tolerar este tipo de alimentación.

1. Pacientes con aparato digestivo anatómica y funcionalmente normal:


 Como soporte o complemento en pacientes con dificultad para la ingestión: edad
avanzada, anorexia, neoplasias, síndrome de inmunodeficiencia adquirida –SIDA,
mala oclusión dental, estenosis esofágica, y pacientes con aumentos de los
requerimientos nutricionales: sepsis, politraumatizados, quemados, prevención
del fracaso multiórgano en la unidad de cuidado intensivo –UCI-, insuficiencia
renal.
 Como nutrición completa en casos de cirugía maxilar, de esófago y de laringe,
enfermedades neurológicas (coma, demencias, síndrome de Guillain-Barré,
esclerosis lateral amiotrófica, miastenia gravis, tumores, traumatismo
craneoencefálico).

2. Paciente con aparato digestivo anatómicamente restringido:


 Por sonda nasogástrica: neoplasias de esófago, síndrome de intestino corto.
 Por gastrostomía: estenosis completa de algún tramo, dificultad para la colocación
de la sonda, mantenimiento prolongado, postoperatorio, cirugía digestiva alta.

3. Paciente con aparato digestivo funcionalmente restringido:


 En este grupo la nutrición será mixta (enteral y parenteral): insuficiencia hepática
grave, pancreatitis aguda, síndrome de malabsorción, fístula neoplásica del tracto
inferior y SIDA.

Contraindicaciones absolutas de la nutrición enteral

 Obstrucción intestinal
 Perforación gastroduodenal

16
 Hemorragia digestiva aguda
 Anastomosis entérica reciente (23)
 Vómito abundante no controlado (23)

Vías de administración

Vías de administración de la nutrición enteral:

 Vía oral

El soporte nutricional administrado por la boca requiere de la colaboración del paciente, que
debe estar estable y con reflejos de deglución conservados. En estos casos se puede utilizar
como nutrición completa o como suplemento.

 Por sonda o vía nasoentérica

La alimentación por sonda nasoentérica no necesita la colaboración del paciente, y la


introducción de nutrientes es independiente de la capacidad o incapacidad del paciente
para comer, la dificultad para la deglución o su negativa.

La sonda puede ser:


Nasogástrica
Nasoduodenal
Nasoyeyunal.

La técnica más común para la administración de nutrición enteral en los pacientes que
son incapaces de ingerir suficiente cantidad de nutrientes, pero que poseen capacidad
funcional intestinal, es la sonda nasogástrica.

Si, por distintos motivos, existe un retraso del vaciamiento gástrico es probable que se dé
un reflujo, con la consiguiente posibilidad de aspiración pulmonar, en este tipo de pacientes
está indicado el uso de sondas transpilóricas, nasoduodenales o nasoyeyunales. Se
considera que, si el riesgo de broncoaspiración es escaso, lo ideal es usar sondas
nasogástricas, pero en aquellos pacientes que presentan riesgo elevado de
broncoaspiración estaría indicado el uso de sondas nasoyeyunales.

 Gastrostomía

Consiste en la colocación de un tubo en el estómago para alimentación o descompresión.


La capacidad de reservorio del estómago, la regulación osmótica y la prolongación del
tránsito intestinal hacen del estómago la ruta de elección para la administración de nutrición.

17
Indicaciones

Cuadros de atresia y estenosis esofágica y las enfermedades neurológicas, enfermedades


traumáticas o degenerativas que imposibilitan la deglución.

Contraindicaciones

Si el estómago tiene una enfermedad primaria, el vaciamiento gástrico y duodenal es


anormal, existe reflujo esofágico significativo o falta reflejo del vómito.

Medidas generales que se deben tener en cuenta al administrar


nutrición enteral:

1. Comprobar la colocación de la sonda. La auscultación es importante si el paciente


tiene sonda gástrica no sólo al poner la sonda, sino diariamente para verificar la
ubicación correcta de la misma.
2. Comprobar que el lugar donde se apoya la sonda en la nariz no presenta erosiones
ni irritaciones, rotar el sitio de fijación de la sonda a necesidad.
3. Durante la administración de nutrición enteral el paciente debe permanecer en
posición semifowler (30 grados) o fowler (45 grados) para disminuir el riesgo de
broncoaspiración.
4. Controlar la existencia de vómitos y diarreas.
5. Control de la diuresis.
6. Control de la glucemia.
7. Observar de forma continuada que el aspecto, el color y la consistencia de la mezcla
son normales, y en caso de duda cambiarla.
8. Comprobar la permeabilidad de la sonda periódicamente, lavar con agua libre o
estéril, según protocolo institucional.
9. Vigilar el ritmo de goteo y la tolerancia digestiva.
10. Control del balance de líquidos.
11. En caso de pacientes con tubo orotraqueal o cánulas de traqueostomía, se
mantendrá el balón inflado mientras se está administrando la dieta.
12. El profesional de enfermería debe tener conocimientos acerca de los medicamentos
que han demostrado tener interacción con la nutrición enteral y disminución en su
efecto terapéutico (fenitoína, warfarina, ciprofloxacina) para sugerir al médico el
cambio de vía de administración del medicamento si es posible, de lo contrario se
debe suspender la nutrición enteral de 30 a 60 minutos antes de la administración

18
del medicamento y reiniciarla 30 a 60 minutos después, reajustando la velocidad de
la nutrición enteral para evitar reducir la ingesta de nutrientes que el paciente
requiere. (24)
13. Tener en cuenta que no se recomienda cambiar la estructura física de los
medicamentos (triturar ni macerar), especialmente las tabletas con recubrimiento
entérico y las capsulas de liberación prolongada. En estos casos, lo ideal es solicitar
al médico para reemplazar la forma sólida por líquida o inyectable. No habiendo
posibilidad de estas alternativas, las presentaciones en cápsulas o comprimidos
deben ser trituradas y disueltas en 30 ml de agua, usando para lavar la sonda 30 ml
de agua estéril antes y después de la administración de medicamentos, sabiendo
que al triturar se puede haber causado algún mal al fármaco. (24)

Técnicas o modos de administración de la nutrición enteral

En bolo único o varios bolos:


La administración se efectuará en pocos minutos. La cantidad de volumen a administrar
oscila entre 200 y 400 ml de mezcla nutritiva a intervalos que oscilan entre las 4 y las 6 h
durante el día.

Los efectos secundarios


Distensión abdominal
Vómito
Diarrea

Bajo flujo continuo:

Es la técnica que se considera más idónea, especialmente para pacientes con problemas
generales digestivos. Es la técnica mejor tolerada por todo tipo de pacientes y en especial
en la infusión de dietas de osmolaridad elevada. Las ventajas de la administración continua
de la nutrición enteral son:
a) Disminución de la distensión gástrica.
b) Disminución del riesgo de broncoaspiración.
c) Disminución de los efectos metabólicos indeseables como la hiperglucemia;
disminución del consumo de oxígeno y la producción de CO 2.
d) Menor efecto termogénico.
e) Se requiere menos calorías para mantener el balance energético.
f) Existe un menor riesgo de diarreas.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA AL PACIENTE QUE REQUIERE LA


ADMINISTRACIÓN DE ENEMAS

Los enemas son líquidos que se introducen por vía rectal en la parte final del intestino,
concretamente en el recto y el colon sigmoideo, con una cánula, con fines
terapéuticos o diagnósticos. Se pueden emplear como evacuantes (enemas de
limpieza, que son los más frecuentes), para ejercer una acción local o sistémica
(enemas de retención) o con fines diagnósticos (enemas con sustancias radio-
opacas).

19
Hoy en el mercado se encuentran en presentación oral que cumplen con la misma
función fisiológica.
Los enemas y la extracción manual de heces se pueden utilizar para aliviar el
estreñimiento, las causas del estreñimiento son multifactoriales y pueden incluir
hábitos de alimentación inadecuada, poco ejercicio, la ingesta de algunos
medicamentos o problemas de salud no resueltos que afectan la función intestinal en
el adulto y particularmente en el anciano. Situación que altera la calidad de vida de la
persona y la coloca en la población de riesgo para enfermedades crónicas como el
cáncer.

Objetivos:

 Promover la defecación estimulando la peristalsis, con el fin de eliminar el contenido


fecal.
 Administrar al paciente sustancias por vía rectal para que sean absorbidas por la
mucosa intestinal para usos terapéuticos o de diagnóstico.
 Preparar al paciente para intervenciones quirúrgicas y pruebas diagnósticas.

TIPOS DE ENEMAS
Enema de limpieza o evacuante: promueve la evacuación completa de las heces
del colon. Estimula la peristalsis a través de la infusión de un gran volumen de solución
o a través de la irritación local de la mucosa del colon. Pueden ser de agua del grifo,
solución salina normal, solución jabonosa y solución salina hipertónica de bajo
volumen. Cada solución tiene un efecto osmótico diferente influyente en el movimiento
de los líquidos entre el colon y el espacio intersticial más allá de la pared intestinal.
 Agua del grifo: es hipotónica y ejerce presión osmótica menor que el líquido de los
espacios intersticiales. Luego de su infusión en el colon, se escapa de la luz intestinal
al espacio intersticial. El volumen infundido estimula la defecación antes de que
salgan del intestino grandes cantidades de agua. No se debe repetir porque se
desarrolla toxicidad o sobrecarga circulatoria si se absorben grandes cantidades de
agua.

 Solución Salina Normal: ejerce la misma presión osmótica que los líquidos en el
espacio intersticial. Estimula la peristalsis y no hay peligro de absorción de exceso
de líquido.

 Solución Hipertónica: Ejerce una presión osmótica que extrae los líquidos del espacio
intersticial. El colon se llena de líquido y la distención resultante promueve la
defecación. Este enema está contraindicado en pacientes deshidratados.
Normalmente con volumen entre 120 y 180 ml es eficaz.

 Travad enema rectal solución 11.40 g/100 ml 0.10 g/100 ml: Es el enema comercial
más utilizado actualmente a nivel hospitalario. Indicado en la evacuación intestinal
en pre y post cirugía, parto y postparto, antes de rectoscopia, sigmoidoscopia,
colonoscopia y de exámenes radiológicos, impactación fecal (31).

20
Es laxante osmótico con propiedades catárticas (dosis dependiente), diseñado
especialmente como parte del régimen para la limpieza intestinal del colon de
pacientes que serán sometidos a procedimientos endoscópicos, diagnósticos y/o
terapéuticos (es decir, colonoscopia, rectosigmoidoscopia, etcétera) o como parte del
proceso de preparación para la realización de estudios radiológicos abdominales en
donde la limpieza intestinal es una condición crítica para la adecuada visualización
de las estructuras examinadas o bien como parte del programa de preparación
intestinal previa para la realización de procedimientos quirúrgicos abdominales
programados en donde se requiera una adecuada limpieza de la luz intestinal (32).

El enema Travad también viene en presentación oral: Travad limón oral solución 6
g/100 ml 16 g/100 mL. La preparación del frasco de Travad es diluido en 1 litro de
agua o jugo de naranja, luego se brinda al paciente de manera gradual o según el
protocolo institucional. Adicional desde el día anterior el paciente debe llevar una
dieta o blanda o liquida en la preparación digestiva. Según la indicación médica, se
puede utilizar el Travad rectal y oral, o solamente el Travad rectal.

Enemas de retención
 Enema medicamentoso: Consiste en la introducción de un medicamento por vía
rectal. Cantidad máxima de solución a introducir: 180 ml. Siempre debe ir precedido
de un Enema de Limpieza. Puede ser: Sedante, estimulante, anestésico, laxante,
antiséptico, antihelmíntico. Debe estar prescrito por un médico. Está indicado en
todas aquellas situaciones en las que la vía oral no puede o no debe ser empleada y
el medicamento no puede ser administrado por otra vía distinta a la oral y rectal. La

21
mucosa rectal tiene un gran poder de absorción y los medicamentos, al atravesarla,
se incorporan a la sangre.
 Enema de contraste: También llamado enema Opaco o Baritado. Se introduce para
poder hacer un estudio radiológico completo del intestino. Se introduce Bario (radio
opaco a los RX). Con esto se ve claramente la imagen del intestino en la radiografía,
suele ir precedido de un enema de limpieza.
 Enema oleoso o emoliente: Lubrica recto y colon, protege la mucosa intestinal y
ablanda las heces. Composición: aceite de oliva neutro. Cantidad de 120 a 180 ml.
Para mejorar la acción del aceite el paciente debe retener el enema durante varias
horas si es posible.

Materiales y equipos para la realización de enemas:

 Guantes limpios.
 Equipo de bioseguridad: mascarilla control fluidos y gafas de protección.
 Enemas vía oral y rectal, según el caso.
 Pato.
 Equipo desechable para irrigación, si es el caso.
 Atril, si es el caso.
 Bolsas de desechos (roja, verde, gris, azul).
 Plástico y empapador para proteger la cama.
 Papel higiénico y pañitos húmedos para la higiene de los genitales.
 Lubricante tipo lidocaína jalea, si es el caso.

Tener en cuenta:
Los enemas están disponibles en unidades desechables envasadas comercialmente o
como equipo reutilizable que hay que preparar antes de su uso. No es necesario utilizar
técnica estéril porque el colon normalmente contiene bacterias. Sin embargo, se deben
usar guantes para evitar la transmisión de microorganismos fecales.
Con frecuencia el médico prescribe “enemas hasta que esté limpio” cuando el paciente
requiere alguna ayuda diagnóstica como la colonoscopia. Esto significa que el enema se
repite hasta que el paciente expulse un líquido que sea transparente y que no contenga
materia fecal. Frecuentemente es necesario administrar tres enemas para lograr lo
anterior, pero el uso excesivo de enemas origina una depleción drástica de líquidos y
electrolitos.
Recomendaciones iniciales:

 Cantidad y composición del líquido: según el tipo, cada uno tiene una función
diferente.
 Presión: viene determinada por la altura a la que se coloque el irrigador con relación
al nivel en que este el recto. Cuanto más alto esté, mayor es la presión con que el
líquido entra en el intestino. Evitar siempre el exceso de presión; es conveniente que
el líquido penetre lentamente, para lo cual, la altura no debe ser superior a los 35-45
cm.

22
Técnica para administrar un enema:

1. Realice doble comprobación de la identidad del paciente.


2. Evalué la necesidad del enema y la orden médica: Fecha de última deposición,
frecuencia usual de las deposiciones, características de las deposiciones (cantidad,
color, consistencia), síntomas asociados a la deposición (distensión, tenesmo, dolor),
dieta habitual y dieta actual, movilidad, consumo de laxantes e hidratación.
3. Realice lavado de manos clínico.
4. Seleccione y prepare el equipo completo.
5. Establezca contacto verbal y visual con el paciente y/o su cuidador, creando una
relación terapéutica empática en la que explique el procedimiento a realizar, sus
posibles complicaciones y los beneficios que obtendrá con la realización de este
procedimiento.
6. Solicite que el paciente le dé su consentimiento de manera verbal.
7. Colóquese el equipo de protección personal (mascarilla control fluidos, monogafas y
guantes).
8. Indicarle que evacue la vejiga (disminuye la incomodidad).
9. Colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo con las rodillas flexionadas (posición
de Sims). Le podemos dejar una almohada debajo de la cabeza para que esté más
cómodo.
10. Preservar la intimidad del paciente.
11. Colocar el caucho o toalla debajo de las caderas y nalgas del paciente.
12. Introducir la cánula por el ano previamente lubricada y plegar el recipiente sobre sí
mismo para vaciarlo. La longitud de la sonda a introducir será en adultos 7-10 cm, en
niños 5-7cm y en lactantes 2,5-3,5 cm. Mantener el sistema por encima del ano a
unos 35-45 cm.
13. Pinzar y retirar la sonda cuando se haya instilado la solución.
14. Si el paciente no retiene o refiere plenitud cerrar unos 30 segundos y luego continuar.
15. Informar al paciente que debe retener 5-10 minutos. Si es un enema de retención
unos 30 minutos o el tiempo prescrito.
16. Facilitar el acceso al cuarto de baño o colocarle el pato.
17. Observar el aspecto de las heces.
18. Ayudar o realizar la higiene de los genitales.
19. Dejar al paciente en posición cómoda.
20. Recoger el material de desecho.
21. Retirarse los guantes.
22. Realizar lavado de manos.
23. Valorar adecuadamente el paciente con el fin de identificar las respuestas antes,
durante y después del procedimiento. Durante el procedimiento valorar:
a) Si el paciente refiere sensación de plenitud o calambres, cerrar la llave de paso
durante 30 segundos, o descender el recipiente para disminuir la velocidad.
b) Ante signos de reacción vagal como sudoración, palidez, palpitaciones, etc.,
detener la infusión.

23
Posición del paciente para colocar un enema

Contraindicaciones:
 Pacientes con patología ano rectal (hemorroides dolorosas, fisuras, abscesos).
 Intervenciones quirúrgicas recientes en la zona.
 Sospecha de obstrucción intestinal.
 Dolor abdominal agudo.
 Pacientes con enfermedades cardíacas agudas.

Registro de enfermería:

Registre el procedimiento en la historia clínica con lenguaje técnico, buena redacción,


ortografía, sin tachones ni en enmendaduras y los parámetros establecidos: fecha y hora,
consentimiento informado, normas de bioseguridad, cantidad de enema tolerado, indicación
según el caso, efectividad, características de la deposición (cantidad, aspecto, color, olor,
entre otras), si presento o no complicaciones y cuales, en qué posición se deja el paciente,
la educación impartida al usuario y a su cuidador o familiar sobre los cuidados que deben
tener, insumos utilizados y responsable.

CUIDADOS DE ENFERMERÍA AL PACIENTE QUE REQUIERE EXTRACCIÓN


MANUAL DE HECES

Impactación Fecal: Cuando disminuye la motilidad intestinal, la masa fecal queda


expuesta durante más tiempo a las paredes intestinales que absorben la mayor parte de
agua fecal contenida. Queda así poca agua para ablandar y lubricar las heces lo que
causa heces secas y duras que pueden provocar dolor rectal.

24
La impactación fecal o fecaloma es una acumulación de heces endurecidas y compactas
que el paciente no puede expulsar espontáneamente. Este proceso suele acontecer con
mayor frecuencia en los ancianos incapacitados o institucionalizados y en los enfermos
terminales con cáncer. La localización más frecuente del fecaloma es la ampolla rectal
(70% de los casos), seguida por el colon sigmoides y el colon proximal (20% y 10% de
los casos respectivamente).
El síntoma habitual de sospecha es el estreñimiento, pero en ocasiones puede aparecer
como una diarrea por rebosamiento de las heces retenidas proximalmente a la
impactación. El diagnóstico se puede realizar mediante el tacto rectal, al palpar una masa
fecal endurecida que ocupa la ampolla del recto. Si la impactación fecal es alta la ampolla
rectal estará libre de heces, siendo útil realizar en estos casos una radiografía simple de
abdomen. Los fecalomas que se pueden extraer manualmente son aquellos que están
situados en la ampolla rectal.

Síntomas:
- Distensión y cólicos abdominales.
- Escape de líquido o episodios repentinos de diarrea acuosa en alguien que
presente estreñimiento crónico.
- Sangrado rectal, heces pequeñas y semiformadas.
- Esfuerzo al tratar de evacuar las heces.

Ciertos fármacos hacen lento el paso de las heces a través de los intestinos:

1. Anticolinérgicos, los cuales afectan la interacción entre ciertos nervios y los


músculos.
2. Antidiarreicos, si se toman con demasiada frecuencia.
3. Analgésicos narcóticos, como metadona y codeína.

Contraindicaciones para la extracción manual de heces:


 Pacientes con patología anorrectal (hemorroides dolorosas, fisuras, abscesos).
 Pacientes con intervenciones quirúrgicas recientes en la zona.

Materiales y equipos para la extracción manual de heces:

 Guantes limpios, preferiblemente de látex, mínimo 2 pares.


 Equipo de bioseguridad: mascarilla control fluidos y gafas de protección.
 Pato.
 Papel higiénico y pañitos húmedos para la higiene de los genitales.
 Lubricante tipo lidocaína jalea.
 Bolsas de desechos (roja).
 Equipo para el paso de un enema de limpieza posterior a la extracción manual de
heces, según el caso.
 Material para el aseo del paciente (toalla, jabón, y recipiente con agua).
 Un caucho protector para la cama.

25
Técnica del procedimiento

1. Realice doble comprobación de la identidad del paciente.


2. Compruebe la necesidad del procedimiento y la prescripción médica.
3. Realice lavado de manos clínico.
4. Seleccione y prepare el equipo completo.
5. Establezca contacto verbal y visual con el paciente y/o su cuidador, creando una
relación terapéutica empática en la que explique el procedimiento a realizar, sus
posibles complicaciones y los beneficios que obtendrá con la realización de este
procedimiento.
6. Solicite que el paciente le dé su consentimiento de manera verbal.
7. Tome los signos vitales al paciente antes del procedimiento.
8. Garantice la privacidad del paciente.
9. Indicarle que evacue la vejiga (disminuye la incomodidad del procedimiento).
10. Colóquese el equipo de protección personal (mascarilla control fluidos, monogafas y
guantes). Enfúndese un guante en la mano no dominante y dos guantes en la mano
dominante (evita la contaminación si se rompe el guante externo).
11. Ayude al paciente a colocarse en decúbito lateral derecho, con la rodilla izquierda
ligeramente flexionada (esta posición sitúa el colon sigmoideo en la parte más alta y
facilita la extracción de las heces).
12. Ponga el caucho protector bajo las caderas del paciente y exponga solo las nalgas.
13. Sitúe a mano el pato o el recipiente donde vaya a depositar las heces.
14. Vacíe una o dos cánulas de lubricante anestésico en la ampolla rectal del paciente y
espere unos diez minutos a que haga efecto.
15. Lubrique abundantemente el dedo índice y medio de su mano dominante.
16. Comuníquele al paciente que va a comenzar el procedimiento. Sugiérale que inspire
profundamente y que espire con lentitud, ya que así se promueve la relajación del
esfínter anal externo. A continuación, indíquele que realice un esfuerzo defecatorio y
aproveche ese momento para introducir el dedo índice en el recto (hágalo
delicadamente y en dirección al ombligo).
17. De manera suave, realice movimientos rotatorios con su dedo índice, para así romper
el fecaloma.
18. Con un movimiento de retracción del dedo, extraiga los fragmentos que haya
obtenido y deposítelos en el pato. Repita esta operación varias veces hasta que
consiga retirar la mayor cantidad posible de heces.
19. Finalizada la extracción, limpie la zona anal, cubra al paciente, retire el pato y
deseche las heces. A continuación, quítese los guantes volviéndolos al revés y
deposítelos en el recipiente adecuado.
20. Proceda nuevamente a lavarse las manos.
21. Coloque al paciente sobre el pato o acompáñelo al inodoro (la estimulación digital
puede inducir el reflejo de defecación).
22. Una vez finalizado todo el procedimiento, realice el aseo del paciente.

26
Precauciones

 Valorar periódicamente los signos vitales y buscar signos de fatiga. Detener el


procedimiento si la frecuencia cardíaca disminuye significativamente o el ritmo
cambia.
 Es conveniente realizar pequeñas pausas para favorecer tanto el descenso de la
masa fecal como el descanso del paciente.
 Se debe suspender el procedimiento ante la aparición de sangrado, de dolor anal
intenso o de cualquier indicativo de reacción vagal: sudoración, malestar, palidez
facial, palpitaciones.
 Si el fecaloma es muy grande, se debe valorar la posibilidad de extraerlo en varias
sesiones.
 Tras la extracción del fecaloma es conveniente administrar un enema de limpieza,
con el fin de extraer el contenido fecal restante.
 Además, en los días siguientes, se deben de administrar laxantes osmóticos diarios
por vía oral.

Complicaciones

 Ruptura (ulceración) del tejido rectal.


 Muerte tisular (necrosis) o lesión del tejido rectal.
Registro de enfermería:

Registre el procedimiento en la historia clínica con lenguaje técnico, buena redacción,


ortografía, sin tachones ni en enmendaduras y los parámetros establecidos: fecha y hora,
consentimiento informado, normas de bioseguridad, indicación, hallazgos, efectividad del
procedimiento, características de la deposición (cantidad, aspecto, color, olor, entre otras),
si presento o no complicaciones y cuales, en qué posición se deja el paciente, la educación
impartida al usuario y a su cuidador o familiar sobre los cuidados que deben tener, insumos
utilizados y responsable.

27
BIBLIOGRAFÍA:

1. Luis M.T. Fernández C, Navarro M. Datos más relevantes que deben valorarse en
las 14 necesidades básicas. En: De la teoría a la práctica: el pensamiento de Virginia
Henderson en el siglo XXI. 2ª. Ed. Masson. España. 2000.
2. Smith SF. Duell DJ. Martin BC. Técnicas de Enfermería Clínica. De las Técnicas
básicas a las avanzadas. Ed. Pearson Educación, S.A. Madrid. 2009. p.652-670.
3. Kozier, Bárbara., Erb, Glenora., Berman, Audrey y Snyder, Shirlee. Fundamentos de
Enfermería. Conceptos, proceso y práctica. Novena edición. Madrid, España:
Pearson Educación S.A. 2013.
4. Mejía, Olga Liliana. Guía de taller Cateterismo Gástrico. Corporación Universitaria
Adventista. Tecnología en atención prehospitalaria. Documento con fines docentes.
2011.
5. Arroyave Z, F.C. Céspedes G. BF. et al. Bases Teórico prácticas para el ejercicio de
la enfermería. SENA. Medellín. 1996. p. 659-665.
6. Manual de enfermería médico-quirúrgica. 6ª edición. LS BRUNNER. SUDDART. Ed
interamericana.
7. Nutrición Enteral y Parenteral- Arenas, H- Anaya R. Mc Graw Hill – FELANPE-2007.
México. Portero E, Pardo D, Ferre M. Lembo AJ, Ullman SP. Constipation. In:
Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ, eds. Sleisenger and Fordtran's Gastrointestinal
and Liver Disease. 9th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2010: chap. 18.
8. Nelson H. Diseases of the rectum and anus. In: Goldman L, Ausiello D, eds. Cecil
Medicine. 23rd ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2007: chap 148.
9. Benítez del Rosario, MA. Cuidados paliativos. Barcelona: semFYC; 1998. p. 35-46.
10. Bris J. Estreñimiento en el anciano. En. Méndez-Cabeza JC (coord.). Atención al
anciano (II). Cursos a distancia 300 horas. Módulo de formación continuada de
atención al individuo. Hospitalet: semFYC y SEMERGEN; 2000. p. 71-86.
11. Esteve J, Mitjans J. Eliminación. Enfermería. Técnicas clínicas. Madrid: McGraw-Hill
Interamericana; 2002. p. 473-508.
12. Millet M. Extracción de fecalomas. Sondaje y enemas rectales. En: Espinàs J et al.
Guía de actuación en atención primaria. 2ª ed. Barcelona: semFYC; 2003. p. 1268-
70.
13. Navarro C, Verdejo C. Estreñimiento. Impactación fecal. En: Ribera JM, Cruz AJ.
Geriatría en atención primaria. 2ª ed. Barcelona: Uriach; 1997.p. 255-64.
14. Ojeda M. Síntomas gastrointestinales II: Estreñimiento, obstrucción intestinal, diarrea
y síndrome de aplastamiento gástrico. En: Gómez M. Cuidados paliativos: atención
integral a enfermos terminales. Vol. 1. Las Palmas de Gran Canaria: ICEPSS; 1998.
p. 537-48.
15. Perry A, Potter PA. Desimpactación digital de las heces. Guía clínica de enfermería.
Técnicas y procedimientos básicos. 4ª ed. Madrid: HarcourtBrace; 1998. p. 325-7.
16. Sociedad cubana de nutrición clínica. (2004) Sonda Levin. Recuperado de:
http://www.nutricionclinica.sld.cu/ProductosNovedades/SondaLevin.htm
17. Potter, P. Perry, A. (2015). Fundamentos de enfermería. Barcelona: Elsevier. 1089-
1112.
18. Echavarría HR. Sondas Nasogástricas. En: Urgencia Quirúrgica. Editores: HR
Echavarría Abad, R Ferrada Dávila, A KestenbergHimelfarb. ASPROMEDICA y
Universidad del Valle - Cali, 1991.

28
19. Botella Dorta C. El sondaje nasogástrico. Disponible:
https://www.fisterra.com/material/tecnicas/sng/sng.pdf Acceso: 7 de octubre 2016.
20. Botella Dorta C. Extracción manual de un fecaloma situado en la ampolla rectal.
Disponible: https://www.fisterra.com/material/tecnicas/enema/fecaloma2.pdf.
Acceso: 7 de octubre 2016.
21. Artigas, Ostabal, Medicina integral, nutrición enteral: disponible en
http://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-la-nutricion-enteral-
13038580
22. Galán Burillo, N. (2011). Actuación de Enfermería ante las complicaciones de la
Nutrición enteral. Revista Electrónica de PortalesMedicos.com -
http://www.portalesmedicos.com/ publicaciones
23. González Hervás C, Abril Molina A. Nutrición enteral. Sociedad y fundación española
de cuidados intensivos pediátricos. UCIP Hospital Materno-Infantil Virgen de las
Nieves. 2013.
24. Schutz V., Dopico da Silva L., Praça B.F.M., Dos Santos M.E.R.. Revisión sobre la
interacción entre fármacos y nutrición enteral. Enferm. glob. [Internet]. 2011 Abr
[citado 2020 Mar 11] ; 10( 22 ). Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1695-
61412011000200021&lng=es.
25. Preza Rodríguez L. Habilidades básicas II: colocación de sonda nasogástrica.
Universidad Juárez del Estado de Durango Facultad de Medicina y Nutrición Unidad
Médica de Simulación Clínica "Dr. Jorge Jesús Talamas Márquez". Disponible en:
http://famen.ujed.mx/doc/manual-de-practicas/b-2015/02_Prac_02.pdf. Acceso: 10
de marzo de 2020.
26. Healthcare, I. (2013). Alimentación por sonda Nasoyeyunal. Salt Lake City, Utah:
intermountainhealthcare.org.
27. Relaño García C, Moyano Tost MJ, De frutos Arribas M. Nutrición enteral por sonda
transpilórica. Enfermería en cuidados críticos pediátricos y neonatales. 2016.
Disponible en: https://ajibarra.org/D/post/capitulonutricionenteralporsondat/. Acceso:
11 de marzo de 2020.
28. Bermúdez C, Sanabria A, Vega V. Soporte nutricional del paciente adulto: resultados
de la reunión de consenso de la Asociación Colombiana de nutrición clínica. Rev
Colomb Cir. 2013; 28:101-116.
29. González Hervás C, Abril Molina A. Nutrición enteral. Sociedad y fundación española
de cuidados intensivos pediátricos. UCIP Hospital Materno-Infantil Virgen de las
Nieves. 2013.
30. Pereira Cunill, J. L., Martínez Ortega, A. J., Gallego Casado, C., & García Luna, P.
P. (2016). La medición del residuo gástrico en nutrición enteral. Nutrición Clínica en
Medicina, 108-121.
31. Vademécum. (31 de marzo de 2021). VADEMECUM. Obtenido de
https://www.vademecum.es/equivalencia-lista-
travad+enema+rectal+solution+11.40+g%2F100+ml+0.10+g%2F100+ml-mexico-
a06ag01--mx_1
32. Vademécum. (31 de marzo de 2021). VADEMECUM. Obtenido de
https://www.vademecum.es/equivalencia-lista-
travad+limon+oral+solution+6+g%2F100+ml+16+g%2F100+ml-ecuador-a06ad17-
ec_1

29
Además, se recomienda ver los siguientes videos:
http://www.youtube.com/watch?v=WgfNa7dzSn0&NR=1
Video en inglés. Duración 5 minutos. Revisado en abril de 2019.
http://www.youtube.com/watch?v=en5ctZInOyA&feature=related
Video en inglés. Duración 5 minutos. Revisado en abril de 2019.

30

También podría gustarte