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Facilitado: Participante:
Msc. Lisandro Castillo Yoosiberlys Reverón
C.I: V-25.698.079
Febrero 09/2021
Introducción
Con este trabajo pretende motivar, aún más, a quienes desean cambiar las cosas en la
administración pública. La única manera de hacer que las cosas sean distintas es que los poderes
públicos instauren un nuevo estilo de gestión que rinda cuentas de manera efectiva y transparente.
Los resultados de la gestión pública dependen de la eficacia con que las instituciones del Estado
encaren las misiones y objetivos que les han sido encomendados. Como toda organización humana
requieren de un clima interno y externo que facilite las relaciones de confianza; la comprensión y
aceptación de su misión, metas, objetivos y valores; del entendimiento mutuo entre sus miembros y
las esferas superiores de gobierno; y sobre todo de una fuerte motivación y reputación social.
El “sueño del buen gobierno” sólo es posible si existe un amplio respaldo al “proyecto nacional”
si existe planificación; una eficaz “carta de navegación “con políticas explícitas; una gestión
evaluada por objetivos y resultados y sobre todo”rendición de cuentas”.
En este sentido, las estrategias organizacionales del sector público no pueden estar a cargo solo
del personal directivo, sino que también debe estar arraigada en el corazón de todas las personas.
Como motores de la empresa, deben ser entendidas y comprendidas por la generalidad de los
miembros de la organización, de modo que tengan claro dónde están, hacia donde van y donde se
requiere su esfuerzo y dedicación.
Funcional: de las empresas del sector público, se deben proveer de herramientas al personal
de tal forma que les permitan desarrollar sus actividades con más eficacia y eficiencia.
De desarrollo: se debe llevar a cabo una transformación tecnológica, productiva mediante el
desarrollo de planes de capacitación para los trabajadores.
Organizacional: se necesitan organizaciones con visión y estructura sólida donde se
propicien continuos cambios tecnológicos basados en velocidad, eficiencia y calidad. En
concordancia a lo planteado con Carroz (2005), se requiere que las organizaciones
concentren sus esfuerzos en gestionar estratégicamente sus capacidades tecnológicas, pues
la experiencia de las organizaciones indica que la vía para alcanzar la capacidad de
competir es a través de la tecnología e innovación.
Estratégico: se hace imperiosa la labor de realizar transformaciones adaptadas a la realidad
de la información, comunicación y conocimiento para promover y gestionar cambios en el
ámbito cultural, científico y tecnológico.
A nivel empresarial, se dice que la evaluación debe estar regida por los principios de:
Estabilidad en la cultura organizacional, esta se considera uno de los aspectos más difíciles de
cambiar en una organización.
Dentro de la cultura tecno científica de la organización, debe estar inmersa la capacitación del
personal que la compone.
Ahora bien a nivel del capital humano, se requiere lo siguiente: desarrollar nuevas competencias
y habilidades en los trabajadores de las empresas, que respondan a las necesidades de la estructura
organizativa a la cual pertenecen para así involucrarlo en el proyecto de la empresa.
Las empresas del sector público, deben garantizar condiciones propicias para el desarrollo
integral de su personal, desarrolladas alrededor de la innovación para dar respuesta a las exigencias
actuales de la sociedad contemporánea. En concordancia con Villegas (2004), se necesita un
personal motivado y trabajando en equipo, como pilares fundamentales en los que para el texto de
esta investigación, las empresas sustenten sus logros, como dos fuerzas internas de gran importancia
para que estas alcancen elevados niveles de competitividad.
De acuerdo con lo planteado por Erdenes (2010), se debe disponer o aplicar procedimientos,
técnicas y herramientas para la gestión de las tareas y operaciones, las cuales permitan que las
organizaciones posean mayor control con capacidad de respuesta oportuna sobre las actividades
ejecutadas, logrando hacer predecible los resultados.
Es necesario combatir posiciones extremas sobre qué puede aportar la evaluación a la mejora del
funcionamiento del sector público. Ni se puede concluir que no se debe esperar nada ni afirmar que
va a ser la solución a la mayor parte de los problemas. Puede resultar ilustrativo reflejar la
valoración global que se realizó en la región. La evaluación se ha convertido en una componente
normal del funcionamiento de las instituciones regionales. La experiencia ha demostrado que es un
instrumento más de ayuda a la gestión pública, que finalmente no es ni la panacea que algunos
podían imaginar ni el peligro que otros auguran.
Conclusión
Ley del Estatuto de la Función Pública (2002), en el Título V, Capítulo IV, artículo 57, 58,
59, 60, 61, 62, 63 y 64. (pág. 23;24)
Ley de Carrera Administrativa con sus reglamentos (1999), en el Título V, Sección Quinta,
Capítulo II, artículos 148, 149, 150, 151, 152, 153, 154. (pág. 52;53)
Referencia Bibliográfica
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