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de la independerici

CAPÍTULO 6
propuesto integr^ económica argentinas de los años 20, habían
petrolera estatal ' ^ ' ' capitalista nacional a la industria
a c a s e

ampliando su ca ^ °"
por el fortalecim-
^ ° fortalecer el futuro de YPF
e e s e m 0

básico. Pero preocupado principalmente E l impacto del nacionalismo


zo caso del conc^ * ^
11 0 ^ '' e S Upolítico, Yrigoyen no hi-
r n o v m e n t o
petrolero argentino
del juego político^* °" 0 P mixta y presionó con las reglas
e e m r e s a

provocó el derru ^ log * " l monopolio estatal. Esta política


1930-1977
a r a 1- 1 e

co en la Argentir/ ^ ^ eexperiencia de liberalismo políti-


a D r e v e

Todos lew 13 de diciembre, cuando los argentinos celebran el "Día


del Petróleo" recordando el descubrimiento de 1907 en Comodoro
Rivadavia, también prestan homenaje a la memoria de Enrique
Mosconi. La veneración difundida que merece el "general del
petróleo" es un reflejo directo de la poderosa influencia que el na-
cionalismo petrolero ejerce en la Argentina contemporánea. Co-
mo las ideas y la acción de Mosconi movilizaron un poderoso apo-
yo político, YPF sobrevivió al golpe de 1930, llegó a ser la empre-
sa más grande de la Argentina y se transformó en el símbolo mis-
mo de la independencia económica nacional. Por otra parte, co-
mo se trataba de la primera compañía petrolera estatal de Améri-
ca Latina, YPF llamó la atención en toda la región y fue el modelo
de empresa petrolera nacional para otros países. Este capítulo fi-
nal bosqueja en grandes rasgos el desarrollo de YPF a partir de
1930 y analiza el impacto del nacionalismo petrolero argentino
sobre la política doméstica y la escena latinoamericana.

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por toda la Argentina y América Latina. E l primero de ellos, El
petróleo argentino, 1922-1930 fue publicado en 1936 y Mosconi lo
Petróleo y política: los anos 30 dedicó " A la juventud de Latino América", a la que urgía a "ace-
lerar la marcha hacia el Junín y Ayacucho económicos". En 19382

La política argentina de los años 30 muestra un vivo contras- completó su segundo libro, Dichos y hechos, 1904-1938. Como en
te con el liberalismo de la década anterior. El general José F. Uri- el anterior, en éste subrayaba que un monopolio petrolero estatal
buru, que depuso a Yrigoyen en 1930 y conservó el poder hasta resultaba esencial para la industrialización. En el prólogo, Mos-
febrero de 1932, gobernó dictatorialmente y sus sucesores conser- coni exhortaba una vez más, a la "juventud de mi patria" a enca-
vadores llegaron al poder y lo conservaron recurriendo al fraude bezar el movimiento por "nuestra independencia integral". Estos 3

electoral desembozado. Perseguido por el gobierno de Uriburu y libros despertaron la atención del todo el continente y los fun-
maltratado por la manipulación electoral en la época de su suce- cionarios gubernamentales responsables de la política petrolera
sor, el general Agustín P. Justo, el Partido Radical se negó a parti- de toda América Latina buscaban su consejo; en Buenos Aires, sin
cipar en la política hasta 1935. embargo, los gobiernos seguían ignorando al que había sido presi-
Enrique Mosconi fue una de las víctimas más prominentes de dente de YPF. Después de terminar Dichos y hechos, las fuerzas
esta "década infame", como suelen llamar los historiadores argen- de Mosconi declinaron con rapidez y murió el 4 de junio de 1940.
tinos a los años 30. Uriburu, que veía en el "general del petróleo" Pero su tesis sobre el monopolio del Estado lo sobrevivió y llegó a
un foco potencial de oposición a su dictadura, separó a Mosconi ser el principio básico del nacionalismo petrolero argentino.
de su puesto de director general de YPF el 9 de septiembre de Aislando a Mosconi y eliminando la amenaza de la nacionali-
1930. Firme opositor al gobierno militar, Mosconi rechazó el pe- zación, el gobierno de Uriburu creó un clima favorable para las
dido de colaboración del nuevo régimen de Uriburu. E l dictador compañías petroleras extranjeras, que expandieron sus opera-
respondió enviando a Mosconi al exilio a Europa. Este exilio signi- ciones rápidamente y casi duplicaron su producción de petróleo
ficó un rudo golpe para su salud: espiado en todas partes por crudo en los dos años que siguieron al golpe de 1930. Entretanto
agentes de Uriburu, Mosconi se vio afectado por una profunda YPF se veía afectada tanto por la desorganización administrativa
depresión emocional y atacado por la enfermedad. Cuando se le como por la estrechez financiera. Muchos observadores habían es-
permitió retornar a la Argentina, después que Justo se hiciera car- perado que el general Uriburu redujera significativamente las ac-
go de la presidencia, Mosconi debió enfrentarse al agravio oficial: tividades de YPF, dados sus firmes vínculos con las élites de Salta.
en lugar de aprovechar el talento administrativo y la experiencia En realidad, la producción de YPF creció sólo un 9 por ciento
de Mosconi, Justo lo condenó a un cargo oscuro e impotente de entre 1930 y 1932. Pero, como hombre de armas, Uriburu tenía
director de la Academia de Tiro y Esgrima del ejército. 1
cierto compromiso con el nacionalismo petrolero. Decretó la
Tal como expresó su biógrafo, Raúl Larra, "le han decretado ampliación de la reserva petrolera estatal de 1924 para poder
la muerte civil". Mosconi sufrió un severo ataque de parálisis que incluir toda la zona argentina de Tierra del Fuego y acordó a YPF
lo postró en la cama por siete meses. Pero "el general del petróleo" autoridad para explorar y producir petróleo en Salta y otras pro-
volvió a luchar. Siguió un programa de rehabilitación y un curso vincias, una autoridad por la que Mosconi había luchado y que
de ejercicios. Confinado a una silla de ruedas sus hermanas le
ayudaron como secretarias, y en 1935 comenzó a escribir dos
Ibid., págs. 169-84; Mosconi, El petróleo argentino, pág. 5. Las ba-
libros para dar a conocer su ideología del nacionalismo petrolero
2

tallas de Junín y Ayacucho (1824), en Perú, marcan la derrota militar de-


finitiva de España en el continente sudamericano.
1 Larra, págs. 152-57, 162-66. 3 Mosconi, Dichos y hechos, pág. 5.

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los gobiernos de Alvear e Yrigoyen no habían podido acordarle. 4 rosa demostración de fuerza militar. La marina desembarcó
La Standard Oil, que quería firmar un contrato con el go- 2.000 infantes que encarcelaron a unos 1.900 trabajadores, de-
bierno de Salta para asegurar la producción futura, no logró con- portaron a cerca de 1.000 y destrozaron a la UGOP. Aunque el
solidar su posición en esa provincia durante el corto período de la descontento siguió reinando en Comodoro Rivadavia, en los yaci-
presidencia de Uriburu. L a élite exportadora probritánica, con- mientos petrolíferos argentinos no volvieron a existir sindicatos le-
ducida por el poderoso general Justo, se opuso a los planes de Uri- gales entre 1932 y el acceso al poder de Juan Perón. 6

buru de organizar un Estado corporativo y de establecer tarifas En febrero de 1932 el general Justo asumió la presidencia,
protectoras y lo forzó a llamar a elecciones nacionales el 6 de no- comenzando así una serie de gobiernos fundados en elecciones
viembre de 1931. Dos días antes de las elecciones, la Standard fir- fraudulentas que caracterizó la política argentina hasta 1943.
mó un contrato de producción con la provincia de Salta, pero un J usto debió enfrentarse a una situación económica internacional
mes más tarde Uriburu se vip obligado a cancelarlo fuertemente extremadamente desoladora. Sensible a las presiones del sistema
presionado por Justo, el presidente electo. L a opinión pública sal- de preferencias que pretendía limitar las importaciones de ali-
teña se sintió ultrajada, ya que la economía provincial sufría una mentos extraimperiales, el gobierno británico dio a elegir a la Ar-
profunda depresión provocada principalmente por la suspensión gentina entre perder su mercado para su principal exportación
de importaciones chilenas de ganado en 1930. Las regalías de —la carne congelada— o aceptar un conjunto de penosas conce-
la producción de la Standard eran la única esperanza de obte- siones económicas. Buenos Aires aceptó las exigencias británicas
ner una ingreso fijo para el exhausto tesoro provincial. Frente en el pacto Roca-Runciman de 1933. A cambio de la continuidad
a la cerrada oposición de Justo, el presidente saliente no pudo en el acceso limitado al mercado británico, la Argentina se
satisfacer a su provincia respecto del contrato con la Standard comprometía a abstenerse de imponer aranceles a los bienes que
Oil.s se encontraban libres de ellos (incluyendo el carbón), a reducir los
Aunque se mostraron divididos en lo referente al contrato iiranéeles aduaneros sobre los otros productos británicos importa-
con la Standard, Uriburu y Justo siguieron firmes políticas con- dos a los niveles de 1930, a consagrar la mayor parte de las libras
servadoras en lo social y se negaron a tolerar al movimiento obre- esterlinas que se obtuvieran de las exportaciones a Gran Bretaña a
ro organizado en los yacimientos petrolíferos. A pesar de los in- 1.1 compra de importaciones de ese país, y a garantizar un "trata-
tentos de Mosconi por mejorar las condiciones sociales en Como- miento benévolo" al capital británico invertido en empresas en la
doro Rivadavia, los trabajadores petroleros seguían siendo un Argentina, en especial en los ferrocarriles y servicios públicos. E l
grupo sojuzgado y volátil. Después de la caída de Yrigoyen, el pacto Roca-Runciman, cuyos términos resultaban mucho más fa-
Partido Comunista Argentino comenzó a organizar la Unión Ge- vorables a los británicos que los del acuerdo D'Abernon de 1929
neral de Obreros Petroleros (UGOP), el primer gran sindicato de despertaron una agria oposición pública en la Argentina; el
obreros petroleros que se fundó después de 1927. Los comunistas Congreso de Justo, sin embargo, lo ratificó en julio de 1933, y ese
tuvieron rápido éxito y a fines de 1931 la UGOP tenía más de iiatado modeló la política económica internacional hasta la Se-
3.200 miembros en la región de Comodoro Rivadavia. Cuando gunda Guerra Mundial. 7

YPF y las empresas privadas se negaron a negociar con el nuevo


sindicato, la UGOP declaró una huelga general, que duró dos se- 8 Gómez, págs. 11-15, 54-57; Frank, South American Journey, págs.
manas a principios de 1932. E l gobierno la dominó con una pode- 11)2 93.
7 El pacto Roca-Runciman y sus efectos sobre la economía argentina han
4 Frondizi, Petróleo y política, págs. 329-30; Navarro Gerassi, págs. dado lugar a una intensa polémica erudita. Entre los intentos recientes por
69-70; Rumbo," págs. 83-84: evaluarlo analíticamente se incluyen Peter H. Smith, Politics and Beef, págs.
5 Hollander, págs. 506-25. I lo 47; Villanueva, págs. 65-66; y Tulchin, "Foreign Policy", págs. 95-98.

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extranjeras recurrían al dumping para eliminar el mercado de expansión de la compañía, cuya posición en el campo de la pro-
Y P F . En 1936 Justo replicó con decretos que ponían un límite a
13 ducción petrolera argentina se deterioró rápidamente. E n 1936
las importaciones de petróleo y adjudicaban cuotas tanto en el co- Justo rechazó la propuesta de la Standard de reunir a sus empre-
mercio de importación como en el mercado de derivados del sas subsidiarias y aumentar su capital. En ese mismo año investi-
petróleo entre YPF, Shell, la Standard y las compañías privadas gadores del gobierno acusaron a la empresa de espionaje, compe-
menores. Este arreglo, que siguió vigente hasta 1947, reservaba tencia desleal e importación ilegal de petróleo de Bolivia. Las
alrededor del 50 por ciento del mercado nacional de gasolina a la acusaciones hallaron una audiencia receptiva en el público argen-
empresa estatal. La estrategia de Justo de dividir el mercado para tino, que ya conocía los cargos que se hacían a la Standard por
proteger a YPF contrarió a los nacionalistas en materia petrolera, haber promovido la salvaje guerra del Chaco, que asoló a dos
quienes sostuvieron que la política presidencial equivalía a una jjaíses vecinos, Bolivia y Paraguay, entre 1932 y 1935. A fines de
capitulación ante los importadores. E l diputado socialista Julio la década del 20, los estudiantes universitarios hicieron manifes-
V . González, que condujo una investigación legislativa de los taciones exigiendo la expropiación de la compañía, y el general
acuerdos, los calificó de "sentencia de muerte contra YPF". Según Haldrich, todavía activo en la causa del nacionalismo petrolero,
los nacionalistas, el curso de acción correcto habría consistido en jmblicó ataques contra la multinacional norteamericana, que tu-
la expropiación de las compañías petroleras privadas por haber vieron amplia aceptación. E n 1937 la Standard ofreció vender al
conspirado para destruir la competencia, violando así la ley an- gobierno sus propiedades en la Argentina, pero el Congreso no
titrust argentina de 1923. A pesar de las protestas de que la políti- consideró la propuesta y la compañía continuó sus operaciones.
ca de Justo favorecía innecesariamente a los importadores, las Su producción cayó violentamente después de 1934 y la Diadema
compañías petroleras extranjeras recibieron con desánimo los Argentina, subsidiaria de la Shell, se transformó en el principal
acuerdos del mercado. Un petrolero norteamericano señalaba j>roductor petrolero extranjero del país y expandió firmemente su
que: "Ahora estamos siendo acosados por ambos extremos". L a l>roducción en sus concesiones de Comodoro Rivadavia. L a ima- 15

ley que estableció la reserva de 1935 "restringió... todos los es- gen pública negativa que había envuelto a la Standard por más de
fuerzos futuros para aumentar nuestra producción de crudo en dos décadas, combinada a la orientación probritánica del gobier-
nuevas concesiones, mientras que ahora se intenta limitar no, relegaron a la compañía norteamericana al estado de un paria
nuestras ventas". 14 oficial en la Argentina.
La Standard Oil debió enfrentar mayor hostilidad del go-
bierno anglofilo de Justo que las compañías petroleras británicas.
Si bien la Standard había logrado un contrato de producción en Perón y el nacionalismo petrolero
Salta, Justo mantuvo una batalla legal constante para impedir la
Si bien YPF se expandió rápidamente sobre la reserva guber-
namental ampliada y aumentó a más del doble su producción en
"Prohibición de la exportación de petróleo y fiscalización de la im-
1 3

portación", Boletín de Informaciones Petroleras, 13, jul. 1936, págs. 10- la segunda mitad de la década del 30, la empresa estatal no se
14; Zinser, "Alternative Means of Satisfying Argentine Petroleum De- hallaba preparada para enfrentar la grave crisis energética que
mand", págs. 52-53. ufectó a la Argentina durante la Segunda Guerra Mundial. Como
Julio V. González, págs. 61-62, 83; Silenzi de Stagni, El petróleo
1 4
yu había ocurrido en 1914-1918, el carbón comenzó a escasear,
argentino, págs. 58-60. Sobre los decretos de Justo, véase "Prohibición de
la exportación de petróleo y fiscalización de la importación", págs. 10-14.
El petróleo norteamericano aparece citado por Cox (Buenos Aires) al 1 5 Baldrich, El problema del petróleo, págs. 5-19; Frondizi, Petróleo y
Secretario de Estado, mayo 22, 1936, en Estados Unidos, [1], pág. 184. política, págs. 392-98; Hollander, págs. 662-64.

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pero esta vez también cayeron las importaciones de petróleo, de de 890.000 en el período 1925-1929 a un 1.310.000 en 1940-
2,1 millones de metros cúbicos en 1939 a 429.000 en 1943. Aun- 1944. El auge industrial se vio acompañado por una migración
17

que la producción de YPF creció un 51 por ciento entre 1939 y masiva del interior, que alcanzó a un total de 117.000 personas
1945, la de las limitadas concesiones de las compañías privadas se entre 1943 y 1947. 16

estancó, con el resultado de que la producción nacional de petró- En medio de este rápido cambio social y económico el coronel
leo no creció más que el 23 por ciento durante la guerra. Como en Juan Perón comenzó su rápido acceso al poder, que culminó en las
la época de crisis de la Primera Guerra Mundial, la empresa esta- elecciones presidenciales de 1946. A diferencia de los presidentes mi-
tal debió enfrentarse no sólo a una severa falta de capital sino litares anteriores, Perón enfatizó el tema de la justicia social y de la
también a la virtual imposibilidad de adquirir maquinaria y dignidad de los trabajadores argentinos. Después de hacerse cargo de
equipo del exterior. Mosconi había impuesto la política de la Secretaría (luego ministerio) de Trabajo en 1943, Perón siguió .una
comprar a los productores argentinos tanto equipo para la in- política de redistribución del ingreso y de promoción de la sindicali-
dustria petrolera como fuera posible y si bien las compras del Es- zación que logró apoyo político masivo tanto entre los inmigrantes
tado habían estimulado así la expansión de la industria mecánica recientes como entre los sectores más antiguos de la clase trabajadora
nacional, las fábricas domésticas seguían siendo vulnerables a la argentina. En los yacimientos petroleros, Perón permitió la agre-
19

escasez de combustible y de materias primas de los tiempos de miación por primera vez desde 1932. La Federación de Sindicatos
guerra y no podían abastecer adecuadamente a YPF. Para hacer Unidos Petroleros del Estado (SUPE), un sindicato de trabajadores
frente a la escasez de energía, los abastecimientos de petróleo dis- del petróleo de alcance nacional y respaldado por el gobierno, consi-
ponibles se distribuyeron según normas de racionamiento draco- guió grandes aumentos salariales y mejoras en las condiciones de tra-
nianas y la industria argentina, hambrienta de combustible, una bajo y de vida de sus miembros. A su vez, el SUPE dio su apoyo al
vez más quemó maíz, trigo y hasta cascaras de maní y bagazo de nacionalismo petrolero y, por primera vez desde la fundación de la
arroz. E n 1944, el peor año por la carencia de combustible, esas industria petrolera del Estado, los trabajadores del petróleo abraza-
fuentes de emergencia cubrieron el 31,4 por ciento del consumo ron la causa de YPF. Perón resumió su decisión de integrar a los tra-
total de energía del p a í s .
16
bajadores petroleros y el resto de los trabajadores argentinos a su ré-
gimen cuando en la reunión del SUPE, en 1940, afirmó: "Yo quiero
A pesar de la crisis energética, las industrias livianas argenti-
producción sin explotación. Nosotros queremos explotar los yaci-
nas crecieron substancialmente durante la Segunda Guerra Mun-
mientos pero no explotar a nuestros trabajadores". En todo el
dial. Aislada de las tradicionales fuentes extranjeras de intercam-
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país los gremios de trabajadores se transformaron en la principal


bio, la Argentina había comenzado un proceso de sustitución de
base de poder del primer régimen de Perón (1946-1955). Después
importaciones para abastecerse de un vasto conjunto de produc-
de la caída de Perón, los sindicatos recurrieron a las huelgas y,
tos de consumo antes comprados en el extranjero. En 1943, por
primera vez en la historia del país, el sector manufacturero y el de
la construcción tuvieron mayor participación en el Producto Bru- 1 7 Díaz Alejandro, pág. 406; Little, pág. 167; Di Telia y Zymelman,
to Interno que la agricultura y la ganadería juntos. E l número de l'ág. 81.
Cermani, pág. 75.
empleos de las nuevas industrias manufactureras, centralizadas
1 8

'9 Little, págs. 162-78; Halperín Donghi y Peter H. Smith, "The So-
en la región de Buenos Aires, creció de un modo impresionante, cial Base of Peronism", págs. 55-73.
2 0 "El homenaje tributado por SUPE al general Perón y a su señora es-
1 6 Silenzi de Stagni, El petróleo argentino, págs. 65-66; Frondizi, posa", Boletín de Informaciones Petroleras, 26, ag. 1949, pág. 1. Un pa-
Petróleo y política, pág. 401; Villar Araujo, 24, abr. 1975, pág. 19. Sobre norama de las mejoras en las condiciones de trabajo y de alojamiento de
los intentos de la industria nacional por abastecer a YPF véase Cochran y los trabajadores puede hallarse en el capítulo "Acción social de YPF' en
Reina, págs. 54-55, 193-94. Argentina, [32], págs. 75-85.

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cuando fue posible, a la movilización política para defender los extranjeras, a las que comparaban con "una quinta columna es-
beneficios sociales y económicos que habían logrado en su gobier- condida en nuestro p a í s " . E l 13 de diciembre de 1947, Día del
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no. Si bien el peronismo produjo un profundo impacto en muchos Petróleo, Perón pareció aceptar la posición nacionalista cuando
aspectos de la vida argentina, su legado más duradero fue la poli- declaró que "la política petrolera argentina... ha de basarse en los
tización de las masas trabajadoras. 21 mismos principios en que descansa toda la política económica:
Los ambiciosos planes económicos de Perón para la Argenti- conservación absoluta de la soberanía argentina sobre la riqueza
na incluían la promoción de la industrialización, la nacionaliza- de nuestro subsuelo y explotación racional y científica por parte
ción de los medios de transporte extranjeros y de la inversión en del Estado". Dos años más tarde, la nu¿va Constitución peronis-
servicios y la reducción de la dependencia económica del país. ta, que declaraba a todos los recursos minerales propiedad ina-
Con todo, en 1955, la estructura económica de la Argentina no lienable de la nación, otorgaba al gobierno central jurisdicción
había cambiado significativamente. L a producción industrial se sobre todas las concesiones petroleras por primera vez en la histo-
incrementó, pero el crecimiento se produjo principalmente en las ria argentina. Sin embargo, a pesar de su compromiso retórico
24

industrias de consumo livianas y no en la industria pesada (acero con el nacionalismo petrolero, Perón no expropió las compañías
o petroquímica). L a Argentina siguió dependiendo de sus expor- petroleras privadas, cuya producción caía continuamente. En lu-
taciones no industriales como motor de su crecimiento económi- gar de ello, el presidente basó su política energética en la creación
co. En los años de auge de 1945 a 1948, cuando el valor de las ex- de una industria nacional del carbón, la utilización de los recursos
portaciones subió de 700 a 1,500 millones de dólares, la nación de gas natural hasta entonces descuidados y en la intensificación
prosperó y la tasa de crecimiento anual del PBI fue de alrededor del de la producción de YPF. El plan quinquenal de 1947 preveía un
10 por ciento. Pero después de 1949 los términos de la balanza co- incremento del 50 por ciento de la producción estatal de petróleo
mercial se volvieron contra la Argentina, escasearon las divisas y para 1951. 25

cayó el ingreso per capital En el marco de este contexto econó- Pero YPF no pudo mantener el ritmo de una economía en rá-
mico, Perón intentó diseñar una política petrolera que satisficiera pida industrialización ávida de petróleo. Cuando Perón asumió la
al amplio y vocinglero grupo de los nacionalistas en materia eco- presidencia en 1946, la mayor parte de las instalaciones principa-
nómica y que, a la vez, proporcionara energía suficiente para el les de YPF se hallaban gastadas o resultaban anticuadas y la im-
crecimiento económico. Pero, bloqueado por la posición econó- portación de maquinarias y equipo resultaba sumamente dificul-
mica internacional inestable, Perón no pudo llevar a cabo un tosa en el estrecho mercado de posguerra. Decididos a oponerse a
programa energético consecuente. Perón a causa de sus supuestas simpatías profascistas, los Estados
En los primeros años de su presidencia, Perón se inclinó por Unidos adoptaron una política que el secretario de Estado interi-
la defensa del monopolio estatal. Montado sobre la cresta del no definió con estas palabras: "resulta esencial no permitir la ex-
auge exportador, el gobierno argentino en 1947 se comprometió pansión de la industria pesada argentina". Consecuentemente,
en una política de expropiaciones masivas y costosas de ferrocarri- los Estados Unidos pusieron severas restricciones a la exportación
les y servicios de propiedad extranjera. Los nacionalistas del
petróleo como Julio González ejercieron intensa presión sobre Pe- 2 3 Julio V. González, pág. 3.
rón para que también nacionalizara las compañías petroleras 2 4 Citado en Palacios, pág. 23. Véase también Edwards, pág. 161.
2 5 Perón se refirió a su política petrolera en "La palabra del presidente
de la nación", Boletín de Informaciones Petroleras, 25, ene. 1948, págs. 1-
2 1Epstein, págs. 616-17, 629-30. 4. Las disposiciones en materia petrolera del plan quinquenal de Perón de
22 Díaz Alejandro, pág. 446; Rock, "The Survival and Restoration of 1947 pueden verse en "La colaboración de YPF en el Plan Quinquenal",
Peronism", págs. 186-90. ihid., 24, feb. 1947, págs. 81-88.

9.44 245
a la Argentina de equipo de perforación petrolera, instrumentos En mayo de 1955 Perón abandonó súbitamente su compro-
de refinación y repuestos para reparación de la industria del miso con el nacionalismo petrolero. Enfrentado con un déficit co-
petróleo. Esta política atrasó sustancialmente el ritmo de renova- mercial de 244 millones de dólares, llegó a la conclusión de que la
ción de YPF.26 Cuando, en 1948, los Estados Unidos levantaron Argentina no podía darse el lujo de importar cantidades de petró-
sus restricciones, la Argentina ya enfrentaba el fin de la prosperi- leo cada vez mayores y firmó un contrato provisorio garantizando
dad económica de posguerra y sufría de una carencia de divisas una gran concesión de petróleo a la Compañía California Argen-
que le impedía importar suficiente cantidad de bienes de capital tina de Petróleo, subsidiaria de la Standard Oil de California
vitales, no sólo para YPF sino para toda la economía. A fines de la (SOCAL). Los observadores vinculados con la industria juzgaron
década del 40 la industria mecánica argentina seguía siendo inca- muy favorables las condiciones del contrato, ya que ofrecía a la
paz de proporcionar equipo de perforación y otras herramientas SOCAL una concesión por cuarenta años para explorar y explotar
especializadas que resultaban esenciales para ampliar la produc- petróleo en una superficie de 50.000 kilómetros cuadrados en
ción y la exploración. 27
Santa Cruz. YPF compraría la producción de la compañía al pre-
Esa grave escasez de equipo de la época de posguerra, junto cio de la Texas Gulf, el gobierno recibiría el 50 por ciento de los
con la pesada burocracia peronista, obligaron a YPF a restringir beneficios de la empresa, que era libre de girar sus ganancias ne-
la exploración y la perforación a niveles totalmente incompatibles tas a la casa matriz. En su mensaje al Congreso, Perón instaba a
con las exigencias de petróleo de una economía en crecimiento. los legisladores a aprobar el contrato para que la Argentina alcan-
En 1947 un promedio de sólo treinta y tres equipos de perforación zara la autosuficiencia en materia petrolera. Pero no mencionaba
trabajaron permanentemente, y la empresa estatal completó cien- la cuestión de la propiedad nacional.29

to cinco pozos nuevos, menos que en 1925. E n 1955 la compañía La concesión propuesta a la Standard Oil encendió una fuer-
estatal poseía sólo cuarenta y cinco equipos de perforación, aun- te y agria protesta en toda la Argentina. El mismo partido de Pe-
que precisaba no menos de cien. La producción aumentó el 22 por rón se mostró dividido, mientras que el Partido Radical, en la
ciento entre 1947 y 1951, período durante el cual las importa- oposición, consideró al asunto un verdadero "regalo del cielo",
ciones de petróleo se duplicaron hasta alcanzar casi los 200 millo- para decirlo con palabras de Arthur Withaker. E l Comité Na-
nes de dólares anuales. En 1955 el consumo argentino de petró-
28 cional de la Unión Cívica Radical, encabezado por Arturo Fron-
leo alcanzó los 11,1 millones de metros cúbicos, más del doble de dizi, apeló al pueblo en una declaración política en la que señala-
la producción nacional. Si bien la producción de gas natural ba que "los capitalistas extranjeros se transformarán en los dueños
aumentó significativamente a principios de los años 50, la in- de la economía argentina". Adolfo Silenzi de Stagni, profesor de
dustria estatal del carbón permaneció sin desarrollarse. La políti- la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, publi-
ca energética de Perón, trabada por las dificultades financieras de có un libro sumamente influyente, El petróleo argentino, en el
su gobierno a partir de 1950, resultó un fracaso. que examinaba en detalle el contrato, afirmaba que resultaría
económicamente desventajoso para la nación y terminaba seña-
lando que la Argentina "se encontraría en la misma situación que
2 6 Cochran y Reina, pág. 193; Grew (Departamento de Estado) a Re-
ed (Buenos Aires), feb. 3, 1945, en Estados Unidos, [2], pág. 527; Thorp la China en el siglo XIX". E l distinguido y respetado político e in-
(Delegado del Secretario de Estado Adjunto de asuntos económicos) a
Paul (ayudante del Secretario de Comercio), dic. 29, 1945, en Estados 2 9 Sobre los términos del contrato, véase Palacios, págs. 22-36; Ed-
Unidos, [2], pág. 559. wards, pág. 161. El mensaje de Perón de 1955 al Congreso puede hallarse
2 7 Kaplan, Economía y política, págs. 44-46. en una valiosa colección de documentos: Roggi, ed., Argentina: Petróleo y
2 8Silenzi de Stagni, El petróleo argentino, págs\, 118-19, 146; Ar- soberanía, 1955-64, págs. 4/2-4/7. Véase también Díaz Alejandro, pág.
gentina, [32], págs. 7, 21; Villar Araujo, 24, abr. 1975, pág. 20. 354.

246 247
telectual socialista Alfredo L . Palacios lo condenó como un caída de Perón, el historiador Arthur Whitaker, especialista en te-
"contrato desgraciado". Los radicales, junto con un coro de críti- mas argentinos, escribió que "no resultaría políticamente factible
cos, advirtieron que las disposiciones que permitían a la empresa para ningún gobierno argentino en un futuro cercano" atraer la
construir aeropuertos y otras instalaciones de apoyo no eran más inversión petrolera extranjera y "menos que menos" la de los Es-
que un pretexto para la instalación de bases militares estadouni- tados Unidos. Pero en 1958, a poco de hacerse cargo del gobier-
33

denses en la Argentina. 30 no, el presidente Arturo Frondizi hizo caso omiso a este sabio con-
Como sus opositores, Perón intentó defender su política sejo y una vez más recurrió a las compañías petroleras norteame-
petrolera con argumentos nacionalistas. Identificando su busca ricanas para resolver las angustias de la economía argentina. Co-
de la autosuficiencia con los verdaderos intereses del nacionalis- mo en el caso de Perón, esta decisión debilitó severamente la base
mo argentino, el combatido presidente fustigó a sus detractores de poder de Frondizi. E l tremendo alboroto político que desata-
como "nacionalistas de opereta" cuyas "políticas estúpidas habían ron los contratos de 1958 muestra claramente la fuerza perma-
hecho tanto daño al país como las trampas de los colonialistas". nente del nacionalismo petrolero argentino.
Los defensores de Perón también sugirieron que quienes se opo- La decisión de Frondizi de contar con la inversión petrolera
nían a la concesión estaban aliados a los intereses importadores de extranjera lo transformó en blanco de acusaciones de duplicidad,
petróleo. Pero esta acusación no tenía mayor peso en un país en el ya que tenía reputación de hallarse comprometido con el naciona-
que el nacionalismo petrolero virtualmente había identificado la lismo en cuestiones económicas. Activista radical por mucho
propiedad gubernamental de la industria del petróleo con la sobe- tiempo, Frondizi había defendido a Yrigoyen y había sabido ele-
ranía argentina a lo largo de casi cuarenta años. 31
varse firmemente a través de las filas del partido hasta alcanzar
una posición de liderazgo en la época de Perón. En 1954 publicó
un libro famoso, Petróleo y política, historia de la industria petro-
Los contratos petroleros de Frondizi lera estatal enfáticamente antiimperialista. E l libro tenía elo-
cuentes argumentos en favor de la nacionalización de todas las
El Congreso argentino no llegó a aprobar la concesión de la "industrias claves" y proponía colocar a toda la industria petrole-
SOCAL porque sólo cuatro meses después de su anuncio un golpe ra en manos del monopolio de YPF. Después de una agria división
militar derribó a Juan Perón. Los contratos petroleros habían in- del Partido Radical en 1957, una de las facciones, la Unión Cívica
tensificado la cada vez más profunda alarma con la que muchos Radical Intransigente (UCRI), designó a Frondizi candidato pre-
oficiales militares miraban al gobierno de Perón. Poco después del sidencial para las elecciones de 1958. L a otra facción adoptó el
golpe, el presidente provisional general Eduardo Lonardi, señaló nombre de Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). Luego de
en un discurso radial que "toda la nación" había repudiado los una vigorosa campaña presidencial que enfatizó el nacionalismo
"inaceptables acuerdos" con la S O C A L . Un año después de la
3 2 económico y la justicia social para las clases trabajadoras, Frondi-
zi obtuvo una mayoría del 45 por ciento y asumió la presidencia
3 0 Sobre la posición del Comité Nacional del Partido Radical, véase en octubre de 1958.*»
Whitaker, págs. 104-5. Véase también Silenzi de Stagni, El petróleo ar- Frondizi sacudió a la nación adoptando políticas económicas
gentino, págs. 132-33; Palacios, págs. 23, 31-34; Roggi, págs. 4/8-4/20. opuestas a las que había defendido enérgicamente por mucho
3 ' Sobre la declaración de Perón, véase Perón, pág. 292. Véase tam-
bién Rumbo, pág. 199.
3 2 El texto del discurso de Lonardi del 26 de octubre de 1955 puede Whitaker, pág. 112.
3 3

verse en Whitaker, pág. 162. Véase también Kaplan, Economía y políti- Snow, págs. 72-79; Frondizi, Petróleo y política,
3 4 págs. LXV-
ca, pág. 139. LXXII.

248 249
Los contratos fueron de distintos tipos. Algunos fueron contra-
tiempo. El extremadamente serio estado de la economía argenti- tos de exploración y perforación de pozos que debían entregarse a
na ofreció el contexto en el que Frondizi llegó a la decisión de con-
YPF a cambio de un pago proporcional al número de metros perfo-
vocar a la inversión extranjera masiva. Como a fines de la década
rado. La mitad de los pagos debía hacerse en dólares. Otros eran
del 40, los términos del comercio internacional no favorecían a la
contratos de producción, según los cuales las compañías debían ven-
Argentina, ya que los precios de las exportaciones agropecuarias
der su producción a YPF a precios de importación. El acuerdo al
37

del país no iban al mismo ritmo que los de los bienes industriales
que llegó el gobierno de Frondizi con la Pan American Oil Co. (sub-
que debía importar, lo que contribuía a que los déficits de la ba-
sidiaria de la Standard OH de Indiana) resulta típico: la compañía
lanza de pagos fueron crónicos. L a producción económica se
recibía derechos por treinta años para perforar y producir sobre
hallaba estancada y el producto bruto interno per capita no era
4.000 kilómetros cuadrados, ya explorados por YPF en la región de
en 1957 mayor que en 1949. L a inflación había alcanzado el 32
Comodoro Rivadavia, e YPF se comprometía a pagar 10 dólares por
por ciento en 1958 y creció al 114 por ciento en 1959. E l poder de
metro cúbico de petróleo, el 60 por ciento en dólares. Este precio,
compra de la clase trabajadora se redujo sensiblemente y los
mucho mayor que el costo de producción, permitía que la compañía
ingresos reales promedio de una familia no alcanzaron el nivel de
obtuviera ganancias anuales del 100 por ciento o superiores, que se
1949, pico de la posguerra, hasta mediados de la década del 60.35
El nuevo presidente formuló un ambicioso plan de desarrollo hallaban además libres de impuestos y no sujetas a límites para su re-
destinado a terminar con la dependencia argentina de las expor- patriación.38

taciones y a estimular un crecimiento económico rápido y sosteni- La política petrolera de Frondizi hizo necesaria una nueva
do. Se daba por sentado que la inversión extranjera masiva en el legislación para "nacionalizar" los depósitos petroleros argenti-
campo de la industria pesada y del petróleo empujaría a la Argen- nos, ya que la Constitución peronista de 1949 había sido derogada
tina hacia la meta que se proponía Frondizi: una nación moder- después del golpe militar de 1955 y la jurisdicción sobre las conce-
na, poderosa e independiente. En este plan de desarrollo el petró- siones había vuelto a las provincias. Esta tarea se cumplió a fines
leo gozaba de prioridad. En 1957 las importaciones de petróleo de 1958 cuando, a pesar de la seria oposición, el gobierno logró la
habían costado 272 millones de dólares de sus escasas divisas y ha- aprobación de una nueva ley petrolera que transfería a YPF los
bían alcanzado al 62 por ciento del consumo de petróleo de la Ar- derechos provinciales.a otorgar concesiones de petróleo. 39

gentina, a partir de un 48 por ciento en 1946. Según Arturo Sába- Atraídas por Jas condiciones favorables que ofrecía el gobier-
to, a quien Frondizi había nombrado administrador de YPF, las no de Frondizi, nueve compañías petroleras invirtieron 200 millo-
importaciones totales de petróleo entre 1951 y 1958 habían costa- nes de dólares en la Argentina entré 1959 y 1963. Los resultados
do 1.700 millones de dólares, suma mayor que todo el déficit de la fueron espectaculares. Entre 1958 y 1962 en la Argentina se per-
balanza de pagos del mismo período. Dadas estas circunstancias, foraron más pozos que en el cuarto de siglo anterior. L a produc-
Frondizi abandonó los principios del monopolio estatal y negoció ción de petróleo creció en 5,7 millones de metros cúbicos en 1958
una serie de contratos con las compañías petroleras norteamerica- a 15,6 millones en 1962 y la Argentina se acercó a la autosuficien-
nas. 36 cia en la producción de crudo. Los costos de importación dismi-
nuyeron del 22 por ciento de las importaciones totales en 1957 a

3 5Rock, "The Survivaí and Restoration of Peronism", págs. 194-96; 3 7Odell, "The Oil Industry", págs. 285-86; Sábato, págs. 18-20.
Díaz Alejandro, págs. 528, 538. 3 8Detalles de los contratos de producción sehallan en Zinser, " Alter-
-

3 6Un resumen del plan de desarrollo económico de Frondizi puede en- nativa Means of Satisfying Argentine Petroleum Demand", págs. 180-92;
contrarse en Zuvekas, págs.. 46-51; también en Mallon y Sourrouille, pág. también en Volski, pág. 257.
20. Sobre la situación de la importación de petróleo, véase Edwards, pág.
Volski, págs. 261-62.
160; Sábato, pág. 16.
3 9

251
250
sólo el 3 por ciento en 1963. La euforia se adueñó de los inversores Como venía ocurriendo desde la época de Yrigoyen, el apoyo
extranjeros pues el país parecía "elegido", como dijo Peter Odell, al nacionalismo petrolero surgió de los militares, la burocracia,
"para demostrar la capacidad del capitalismo internacional para las clases medias y los intelectuales. Pero en 1958 el poderoso mo-
asegurarse el crecimiento con las riquezas de los países en de- vimiento obrero organizado también se unió a la coalición na-
sarrollo del mundo". Por primera vez las compañías petroleras cionalista para protestar contra la política petrolera de Frondizi.
multinacionales habían logrado romper el frente unido que las El sindicato de trabajadores petroleros, SUPE, veía en los contra-
empresas petroleras estatales habían mantenido contra la inver- tos de producción la cuña de un intento de deshacerse de los
sión extranjera en la Argentina, Brasil y Chile. 40 30.000 empleados de YPF y condenaba los acuerdos como una
Pero el experimento de Frondizi con la inversión petrolera pri- amenaza a "la soberanía nacional, la integridad de YPF y los inte-
vada pronto debió enfrentarse con la dura realidad política del na- reses de los trabajadores". Para certificar su postura, el sector de
43

cionalismo petrolero argentino' Conducido por la UCRP, la facción Mendoza del SUPE declaró una huelga el I de noviembre de
o

del Partido Radical que se había opuesto a Frondizi y su UCRI, un 1958 y en pocos días hizo peligrar el abastecimiento de combus-
coro de argentinos prominentes condenó los contratos calificándolos tible en toda la Argentina. L a huelga despertó además una crisis
de escandalosas dádivas a las compañías extranjeras. El profesor Si- política nacional que encumbró la causa de los nacionalistas del
lenzi de Stagni, que una vez más acometió una campaña nacionalis- petróleo y puso de manifiesto la debilidad de la base política del
ta, acusó al gobierno de "traición a la Patria". Silenzi y otros críticos gobierno de Frondizi. Cuando la conducción nacional del SUPE
denunciaban que las grandes remesas de ganancias de las compañías amenazó con declarar una huelga petrolera general, Frondizi de-
anulaban los ahorros en la importación que hacía posible el incre- nunció la medida de complot subversivo peronista-comunista,
mento en la producción y que los pagos en dólares que YPF tenía que declaró el Estado de sitio y dispuso que la policía y el ejército
hacer por el petróleo de los contratistas ponía en peligro las finanzas reprimieran al movimiento obrero. Si bien las jerarquías del ejér-
de la empresa del Estado. El método que aplicó Frondizi para nego- cito apoyaron a Frondizi, que hizo encarcelar a cientos de líderes
ciar los contratos —en secreto y sin el consentimiento del Congre- gremiales, su propio partido se dividió profundamente frente a la
so— fue objeto de severas críticas. El presidente insistía én que su
41 respuesta gubernamental a la huelga petrolera. Tres semanas des-
política no afectaba al nacionalismo porque la Argentina se estaba pués la huelga terminó, pero sólo cuando Frondizi aceptó volver a
volviendo autosuficiente e YPF retenía la propiedad del petróleo, pe- negociar con el S U P E . 44

ro muchos argentinos habrían coincidido con el economista conser- Finalmente los nacionalistas en materia petrolera tuvieron
vador y experto en temas latinoamericanos Simón G . Hanson, que una oportunidad para revocar la política petrolera de Frondizi.
escribió que las condiciones resultaban "extremadamente En 1962 el gobierno se hallaba en graves dificultades, tanto en el
perjudiciales para el pueblo argentino". 42 frente económico como en el político. E l plan de desarrollo de
Frondizi había producido resultados contradictorios: si bien la
4 0 Odell, "The Oil Industry", pág. 287. Detalles de los resultados en la balanza de pagos era positiva, la producción industrial había cre-
producción se encuentran en Zinser, "Alternative Means of Satisfying Ar- cido apenas un 6 por ciento por encima del nivel de 1958; la infla-
gentine Petroleum Demand", págs. 57-62; Zinser, "Alternative Means of ción seguía siendo un problema serio y en 1962 el PBI per capita
Meeting Argentinas Petroleum Requirements", págs. 189-215. Véase disminuyó. Los seguidores de Perón seguían siendo muchos entre
también Sábato, págs. 23-24; Hartshorn, pág. 229.
4 1 Silenzi de Stagni, "Prólogo", pág. 13; Casella y Clara, pág. 25; 4 3La declaración del SUPE puede consultarse en La Prensa, nov. 10,
Odell, "The Oil Industry", pág. 286. 1958, pág. 4.
4 2Hanson, "The End of the Good-Partner Policy", pág. 67. La defen- 4 4Selser, págs. 71-73. La Prensa, nov. 2, 1958, pág. 5; nov. 5, 1958,
sa del propio Frondizi se encuentra en su Petróleo y nación. pág. 1; nov. 10, 1958, pág. 1; nov. 12, 1958, pág. 1; nov. 18, 1958, pág. 1.

252 253
las clases trabajadoras y el Partido Peronista, legalizado por Fron- electoral peronista, Illia perdió el poder a manos de otro golpe
dizi, en 1962 ganó importantes elecciones provinciales para go- militar en julio de 1966. El nuevo presidente, el general Juan
bernador. Poco después de estas elecciones los militares depu- Carlos Onganía, un conservador inflexible y autoritario, se orien-
sieron al desdichado presidente con un efectivo golpe. 45
tó, una vez más, a la inversión extranjera para resolver los proble-
Después de un año de gobierno militar, se llamó a elecciones mas argentinos. Esta decisión reflejaba los profundos cambios
presidenciales, en las que los peronistas volvieron a quedar ideológicos que se estaban operando entre los oficiales del ejército
excluidos. Los resultados muestran que el 70 por ciento de los vo- argentino. Después del derrocamiento de Perón en 1955 no había
tos favoreció a candidatos que se oponían a la política petrolera existido ningún programa de política económica realmente con-
de Frondizi. E l nuevo presidente, el veterano líder radical Artu-
46
sistente en el seno del ejército. Pero en 1963 había surgido un gru-
ro Illia, hizo del nacionalismo petrolero la piedra fundamental de po de militares intelectuales agrupados en torno al general Juan
su política de gobierno. De acuerdo con sus promesas electorales, E. Guglialmelli; durante la presidencia de Onganía este grupo
como primer gran medida Illia declaró nulos y sin valor los influyó poderosamente en la educación de los oficiales argentinos.
contratos de Frondizi, basándose en el hecho de que el Congreso El general Guglialmelli elaboró para las distintas escuelas y aca-
nunca los había aprobado. YPF se hizo cargo del control de las
demias del ejército una "doctrina de la seguridad nacional" que
propiedades de los contratistas y la Cámara de Diputados abrió
vinculaba la seguridad de la Argentina a la derrota de la "subver-
una investigación de gran envergadura sobre toda la historia de
sión interna". Para alcanzar este objetivo, los militares debían
los acuerdos. E l informe de la comisión investigadora, despacha-
alentar el desarrollo social y económico, lo que requeriría una in-
do en 1964, sostenía que los contratos eran concesiones fraudulen-
dustria pesada que, en caso de ser necesaria, se financiaría con ca-
tas disfrazadas, acusaba de soborno a las compañías petroleras y
pital extranjero. No todos los oficiales coincidieron con Guglial-
reunía estadísticas para demostrar que la salida de las ganancias
melli, y los asuntos vinculados con el estado legal y el futuro de las
excedía los ahorros de importaciones. Después que los Estados
compañías de propiedad estatal seguían dividiendo al cuerpo de
Unidos presionaron al gobierno argentino para que compensara a
oficiales. Pero la doctrina de la "seguridad nacional",
las compañías por las propiedades incautadas, Illia se avino a ne-
48

u menudo llamada "desarrollismo", ganaba terreno entre el cuer-


gociar. 47

po de oficiales, y los consejeros civiles de Onganía proponían polí-


ticas que se amoldaran a ella.
En consecuencia, el sector petrolero privado gozó una vez
más del apoyo gubernamental. E l gobierno de Onganía negoció
El petróleo, el ejército y la "seguridad nacional" nuevos contratos con la Pan American Oil y con la Cities Service,
las únicas dos compañías con las que todavía no se había llegado a
Atormentado por el continuado estancamiento económico y Un acuerdo de compensación. También se dictó una nueva ley del
las agrias disputas políticas por la cuestión de la participación petróleo que permitía que el gobierno otorgara concesiones priva-
das en las zonas petroleras que se descubrieran, incluyendo la pla-
Rock, "The Survival and Restoration of Peronism", págs. 203-5;
taforma submarina. Los nacionalistas en materias petroleras res-
4 5

Díaz Alejandro, págs. 487, 528, 538.


Zinser, "Alternative Means of Satifying Argentine Petroleum De-
4 6
pondieron ásperamente. Un grupo de líderes sindicales, por
mand", pág. 62. «tjemplo, censuró la ley petrolera de Onganía acusándola de invá-
Snow, págs. 106-7; Edwards, págs." 165-71,182; Tanzer, págs. 353-
4 7

54. Arturo Sábato refutó a Illia con argumentos económicos. Véase Sába-
Ceresole, págs. 40-42; Estep, págs. 50-51, 60; Corbett, págs. 117-
to, pág. 90.
4 8

IK; O'Donneíl, págs. 208-10.

254 255
lida y declaró "que la herencia del general Mosconi no ha muerto, «ion de las empresas extranjeras y otorgó a YPF el monopolio del
ya que revive con más vigor que nunca en la clase trabajadora".'* 9
mercado de comercialización de derivados del petróleo. 50

Alentadas por Onganía, cuya permanencia en el poder el De- Cuando el Congreso comenzó a tratar la nueva legislación
partamento de Estado de los Estados Unidos daba por desconta- petrolera, el gobierno peronista propuso nacionalizar todas las re-
do, las compañías privadas ampliaron tanto la explotación como finerías de petróleo extranjeras, pero dejando intactos las conce-
la producción a fines de la década del 60. Pero las masas argenti- siones existentes y los contratos de producción; el Partido Radical,
nas, altamente politizadas y todavía leales a Perón, se rebelaron en cambio, fiel a su tradición, propiciaba un proyecto mucho más
contra la política draconiana de Onganía, que redujo severamen- duro, que requería la inmediata toma de posesión gubernamental
te los ingresos reales de la clase trabajadora. Una serie de motines de todo el sector petrolero privado. 51

que fueron virtuales insurrecciones estallaron en Córdoba y otras La sacudida de la crisis petrolera mundial retrasó la aproba-
ciudades industriales en 1969 y 1970. Los motines dañaron seve- ción de una nueva andanada de legislación petrolera nacionalista.
ramente la imagen y los programas de Onganía y en junio de 1970 La Argentina se estaba volviendo otra vez dependiente de las im-
los militares lo obligaron a renunciar. portaciones de petróleo. Los contratistas privados habían dejado de
Los presidentes que sucedieron a Onganía, el general Rober- expandir la producción en 1971, e YPF no podía aumentar su pro-
to M . Levingston (1970-1971) y el general Alejandro Lanusse ducción al ritmo de la creciente demanda. La carencia de capital
(1971-1973) se dedicaron a los asuntos políticos —en especial a que había afectado a YPF a lo largo de toda su historia se había
combatir a la actividad guerrillera en rápido aumento— y no to- vuelto otra vez dramática después de las anulaciones de Illia, en
maron nuevas iniciativas en política petrolera. Hasta 1973, cuan- parte por la carga que significaba la liquidación de los contratos
do Lanusse permitió la realización de elecciones, que devolvieron cancelados. Una causa más importante de la falta de capital se
el poder a los peronistas, la cuestión petrolera no volvió a ser ma- hallaba en que YPF había estado recibiendo sólo alrededor del 31
teria de debate público serio. E l candidato presidencial elegido por ciento del precio de venta de la gasolina que producía: el go-
por Perón, Héctor Cámpora, adoptó una firme posición naciona- bierno se quedaba con casi todo el resto en impuestos. Para aumen-
lista frente a la inversión extranjera en su breve paso por la presi- tar su insuficiente margen de ganancia, YPF propuso aumentar los
dencia, que comenzó el 25 de mayo. Entonces, incapaces de precios hasta los niveles internacionales, política a la que el gobier-
controlar la violencia política, Cámpora y su vicepresidente re- no se opuso a causa de su impacto inflacionario. Dadas, por un la-
nunciaron el 13 de julio para permitir a Juan Perón retornar al do, la decisión del gobierno de utilizar a YPF como fuente de ingre-
poder a través de nuevas elecciones. Perón y su tercera esposa, sos y, por otro, la decisión de mantener bajos los precios de los com-
María Estela (Isabel) Martínez, resultaron elegidos presidente y bustibles en la Argentina, YPF sólo podía financiar una expansión
vicepresidente de la Argentina el 23 de septiembre y asumieron el significativa a través del préstamo externo (difícil de conseguir) o
12 de octubre. de la cooperación con firmas privadas. 52

Otra vez el clima político se volvió hostil contra las multina-


cionales petroleras, varias de las cuales seguían produciendo 5 0"Stagnation in Argentina", Petroleum Economist, 40, mar, 1973,
petróleo en la Argentina. Una serie de decretos peronistas redujo págs. 98-99; "Argéntina-State Marketing Monopoly", ibid., 41, oct. 1974,
considerablemente la rentabilidad de las operaciones de refina- pág. 389; Villar Araujo, 25, mayo 1975, pág. 7.
5 1World Petroleum Report, 19, 1973, pág. 98; "Progress Report: Ar-
gentina Looking for Energy Policy". Latín America Economic Report, 3,
4 9 Citado en Villar Araujo, 25, mayo, 1975, pág. 7. Otros análisis nov. 21, 1975, pág. 182.
sobre la política petrolera de Onganía se hallan en Edwards, págs. 184- 5 2"Argentina Struggles for an Energy Breakthrough", Latín America
85; y Tanzer, pág. 356. Economic Report, 5, sept. 30, 1977, págs. 157-58.

256 25?
70 la empresa estatal habría debido invertir el equivalente de
Esta falta de capital había restringido marcadamente las
unos 500 millones de dólares anuales para asegurar la autosufi-
operaciones de YPF. Se estima que a principios de la década del
ciencia argentina; pero YPF nunca pudo reunir más que alrede-
dor de la mitad de esa cifra. En cuanto a la explotación, la escasez
de capital signífifó que YPF pudo perforar sólo unos seiscientos de
Tabla 6.1 PRODUCCIÓN INTERNA ARGENTINA E
los ochocientos pozos que debía abrir anualmente para alcanzar
IMPORTACIONES DE PETRÓLEO.
AÑOS SELECCIONADOS, 1930-79
la autosuficiencia. Por otra parte no había suficiente dinero dis-
ponible como para financiar demasiada exploración, de modo
(En miles de metros cúbicos) que las reservas conocidas comenzaron a disminuir rápidamente.
Producción intema Importaciones
b
0
El descubrimiento que realizó YPF del rico yacimiento de
Consumo % del % del Caimancito en Jujuy había llevado la cifra de las reservas
total de consumo consumo
Cantidad total
comprobadas a 392 millones de metros cúbicos en 1970, pero no
Año petróleo Cantidad
3
total
se hizo ningún otro hallazgo significativo hasta 1977. Después 53

1.431 41,7 2.000 58,3


1930 3.431
2.273 58,7 1.600 41,3 de 1972, año en que la producción argentina de crudo fue sólo un
1935 3.873
1940 5.199 3.277 63,0 1.922 37,0 7 por ciento inferior al consumo, la producción comenzó a dismi-
3.730 41,4 5.272 58,6
1950 9.002 nuir, mientras la demanda mantenía sus altos niveles. L a produc-
11.131 4.850 43,6 6.281 56,4
1955 ción declinante obligó a la Argentina a importar más petróleo en
14.330 10.153 70,9 4.177 29,1
1960
1961 17.528 13.428 76,6 4.100 23,4 1973 precisamente en el momento en que subían los precios mun-
18.714 15.614 83,4 3.100 16,6
1962
9,9
diales del crudo. Como resultado, las importaciones de petróleo se
17.144 15.444 90,1 1.700
1963
18.143 15.943 87,9 2.200 12,1 ti ¡iiisformaron otra vez en una pesada carga en la balanza de pa-
1964
20.725 15.625 75,4 5.100 24,6 JJOS. En 1974 se gastaron 455 millones de dólares en importaciones
1965
22.056 16.656 75,5 5.400 24,5
1966
3.552 16,3
ilc petróleo (un 20 por ciento del valor del total de las importa-
1967 21.784 18.232 83,7
1968 22.132 19.951 90,1 2.181 9,9 c iones argentinas), 115 millones más que el año anterior. 54

23.058 20.681 89,7 2.377 10,3


1969
26.071 3.273 12,6
Después que, el I de julio de 1974, murió Juan Perón, su
o

1970 22.798 87,4


1971 27.577 24.565 89,1 3.012 10,9 \a gobernó el país con mano inepta e ineficiente hasta el 24 de
26.985 25.193 93,3 1.792 6,7 iiiiu/o de 1976, cuando los militares se apoderaron nuevamente
1972
27.790 24.401 87,8 3.389 12,2
1973 del poder. L a ideología "desarrollista" que había surgido en el
27.408 23.913 87,5 3.425 12,5
1974
1975
25.413 22.931 90,2 2.482 9,8 ejército una década antes comenzó ahora a influir en la política
26.628 86,8 3.518 13,2
1976 23.110 petrolera una vez más. E l presidente Jorge Videla anunció un
28.414 25.006 88,0 3.408 12,0
1977 nuevo programa petrolero, al que denominó "nacionalismo con
28.693 26.221 91,4 2.472 8,6
1978
1979<>
28.851 26.998 93,6 1.853 6,4 ihjet ivos". Su objetivo era alcanzar la autosuficiencia para 1980 y
Fuentes: Dorfman, pág. 143; International Petroleum Encyclopedia. Págs. 240, 292; Villar
Araujo, pág. 14; Zinser, "Alternative Means of Meeting Argentina s Petroleum Re-
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1
quirements", pág. 190; Frank E. Niering, Jr„ "Argentina: Prívate Capital Aids O.l
Orive", Petroleum Economist, 46, oct. 1979, pág. 409. i• I,ooking for Energy Policy", Latín America Economic Report, 3,
I . I T M U

Notas: Incluye las exportaciones, que nunca excedieron el 0,5 por ciento del consumo.
a
Jm B l , 1975, pág. 182; Petroleum Economist, 44, sept. 1977, pág. 374.
Solamente petróleo crudo.
b • World Petroleum Report, 19, 1973, pág. 98; La Opinión, dic. 13,
1

Todos los derivados del petróleo,


c 1071. pág. 11; "Argentina: The Energy Sector", Bankof London & South
d Estimación. Kmrrica Review, 9, abr. 1975, págs. 196-97, 201.

259
258
do de derivados del petróleo que existía desde agosto de 1974.
Tabla 6.2 PRODUCCIÓN PETROLERA ESTATAL Luego, para ubicar a YPF bajo un control gubernamental más di-
y PRIVADA EN LA ARGENTINA, 1930-58 recto, el presidente cambió la situación legal de la compañía, que
dejó de ser una empresa estatal autónoma y pasó a ser una so-
(En
(En miles
nules de
de metros
metros cúbicos)
cuoiu ciedad anónima en la que el Estado es el único accionista. Si-
Yacimientos estatales Valimientos privado!.. guiendo el consejo de José A. Martínez de Hoz, su poderoso mi-
% de la % de la
produc. produc. nistro de Economía, Videla designó a un civil que había criticado
Produc.
interna Yaci- interna Yaci- interna largamente a la empresa petrolera estatal, Raúl Agustín Ondarts,
mientos total mientos tota!
Año total para encabezar a la reorganizada compañía. L a burocracia de
828 57,9 603 42,1 YPF y los sindicatos de trabajadores se opusieron al nombramien-
1930 1.431
1.862 874 46,9 988 53,1
1931 to, pero los "desarro]listas" tenían clara ascendencia en el gobier-
2.089 902 43,2 1.187 56,8
1932
2.177 922 42,3 1.255 57,7 no. Los sindicatos, en una posición más débil bajo el gobierno mi-
1933
2.230 836 37,5 1.394 62,5 litar, no pudieron oponerse a los planes gubernamentales de redu-
1934
2.273 944 41,5 1.329 58,5
1935
46,4 1.317 53,6
cir substancialmente la fuerza de trabajo de Y P F . 56

1936 2.457 1.140


2.600 1.262 48,5 1.338 51,5 La producción petrolera creció levemente en 1976 y más
1937
2.715 1.431 52,7 1.284 47,3
1938 substancialmente en los tres años siguientes, pero el gobierno mi-
2.959 1.625 54,9 1.334 45,1
1939
1940 3.276 1.983 60,5 1.293 39,5 li! ar veía en este tendencia sólo el comienzo de una gran prosperi-
2.227 63,6 1.273 36,4
1941 3.500 dad petrolera. Había convocado a la inversión petrolera privada
3.769 2.446 64,9 1.323 35,1
1942
3.948 2.633 66,7 1.315 33,3 en gran escala a retornar a la Argentina para explotar y producir
1943
3.852 2.576 66,9 1.276 33,1 petróleo tanto en el territorio como en la plataforma continental.
1944
3.638 2.457 67,5 1,181 32,5
1945
1.047 31,7
Pura atraer a las empresas, en 1978 el gobierno promulgó una ley
1946 3.307 2.260 68,3
3.473 2.426 69,8 1.047 30,2 de contrato de riesgo que permitía a los inversores privados aso-
1947
3.692 2.646 71,7 1.046 28,3 ciarse a YPF. Según este plan, los inversores se hacían cargo de los
1948
3.591 2.580 71,8 1.011 28,2
1949 costos de exploración en las áreas que se les asignaran; en el caso
3.730 2.755 73,9 975 26,1
1950
1951 3.889 2.958 76,1 931 23,9 de tener éxito, recibirían una parte estipulada del valor del petró-
3.946 3.097 78,5 849 21,5 leo que se produjera. Esta política atrajo nuevas inversiones
1952
4.532 3.711 81,9 821 18,1
1953 pet mieras del extranjero, que totalizaron 410 millones de dólares
4.702 3.917 83,3 785 16,7
1954
1955 4.850 4.067 83,9 783 16,1 «u mayo de 1979, principalmente orientadas a la exploración en
4.153 84,2 777 15,8
1956 4.930 IM plataforma submarina, a la vez que los inversores privados ar-
5.398 4.656 86,3 742 13,7
1957 gentinos se incorporaban al campo de la explotació^en el territo-
5.669 4.964 87,6 705 12,4
1958
• l<> continental y contribuían substancialmente al incremento de
Fuente: Instituto Argentino del Petróleo, El petróleo en la República Argentina, pág. 5.
lu producción. Como consecuencia de esta nueva actividad, en
exportar petróleo para 1985. Para alcanzar estos objetivos, en
55

1977 el gobierno militar hizo las paces con las compañías petrole-
ras extranjeras poniendo fin al monopolio de YPF sobre el merea-
M ..ypp. Trying to Malee Ends Meet", The Review of the River Píate,
lili, wic. 12, 1977, pág. 20; "Oil on the Move", ibid., 162, ag. 10, 1977,
Donald O. Croll, "Oil Nationalism Modified", The Review of the
5 5
•Agí 104-95; Croll, "Oil Nationalism Modified", págs. 551-52.
River Píate, 161, abr. 29, 1977, pág. 551.
28 i
260
ciones gigantescas como las del Medio Oriente", y si bien los estu-
Tabla 6.3 PRODUCCIÓN PETROLERA ESTATAL Y PRIVADA EN LA dios posteriores amortiguaron un poco estos pronósticos, los ex-
ARGENTINA, 1958-73 pertos en petróleo están de acuerdo en que en la región existen de-
pósitos muy grandes, en particular frente a Tierra del Fuego. L a
(En miles de metros cúbicos)
operación frente a las costas patagónicas y fueguinas es extrema-
Yacimientos estatales Yacimientos privados
damente dificultosa, pero él gobierno militar da por sentado que
Yaci- % de la % de la Yaci- % de la
los recursos petroleros del área permitirán finalmente a la Argen-
Produc. mientos produc. Contra- produce, mientos produce,
interna del . interna tistas interna pri- interna tina integrarse a la elitista jerarquía de las naciones exportadoras
Año total Estado total privados total vados total de petróleo. Para alcanzar esta posición harán falta de ocho a diez
1958 5.669 4.964 87,6 — — 705 12,4 años y una inversión de varios miles de millones de dólares. 58

1959 7.087 6.127 86,4 327 4,3 633 9,0


24,3 562 5,5
Para cumplir con estas grandes expectativas en materia petro- *
1960 10.153 7.126 70,2 2.465
1961 13.428 9.134 68,0" 3.774 28,1 520 3,9 lera también hará falta estabilidad política, siempre difícil de pre-
1962 15.614 10.438 66,9 4.689 30,0 487 3,1 ver en la Argentina. El empuje militar por hacer de la Argentina
10.319 66,8 4.704 30,5 422 2,7
1963 15.445 un país autosuficiente en petróleo parece económicamente acerta-
1964 15.943 10.779 67,8 4.818 30,2 346 2,2
15.625 10.198 65,3 5.113 33,7 314 2,0 do en vista de las condiciones extremadamente peligrosas del apro-
1965
1966 16.656 12.164 73,0 4.198 25,2 294 1,8 visionamiento internacional. Sin embargo, no es imposible que se
1967 18.232 13.772 75,5 4.192 23,0 268 1,5 cambie la política petrolera y se tome distancia de la inversión pri-
1968 19.951 15.114 75,7 4.600 23,1 237 1,2
71,9 5.595 27,1 212 1,0 vada, ya que las tensiones políticas siguen siendo graves en la Ar-
1969 20.681 14.874
1970 22.798 15.379 67,4 7.221 31,7 198 0,9 gentina. Pero, al menos en el futuro cercano, todo hace indicar que
1971 22.565 16.939 68,9 7.440 30,3 186 0,8 YPF cooperará de cerca con los inversores privados.
1972 25.193 17.583 69,8 7.429 29,5 181 0,7
1973 24.441 17.450 71,4 6.819 27,9 172 0,7

Fuente: Instituto Argentino del Petróleo, El petróleo en la República ArgentinaP¿g. 5;.


Villar Araujo, pág. 14. El nacionalismo petrolero como ideología política

Este libro ha examinado el impacto poderoso y a menudo de-


1979 la Argentina alcanzó el punto más alto de autosuficiencia (isivo que el nacionalismo ejerció en la política petrolera argenti-
petrolera en su historia. 57 (Un resumen de la producción y consu- na a lo largo del siglo XX. El nacionalismo petrolero emergió en
mo petroleros argentinos desde 1930 puede verse en las Tablas 6.1, medio de la crisis energética de la Primera Guerra Mundial,
6.2 y 6.3.) cuando, por primera vez, la Argentina comenzó a tomar concien-
Las vastas reservas potenciales de petróleo argentinas, prin- cia <le la importancia crucial de sus recursos petroleros no explota-
cipalmente las de la plataforma continental, sirvieron de base pa- dos. La élite política, atada al modelo liberal internacional, al
ra la agresiva nueva política petrolera del gobierno y para su vi- principio miró con desinterés a la empresa petrolera estatal, pero
sión optimista del futuro. En 1975 un estudio realizado por Ber- después de que Enrique Mosconi asumió la dirección de YPF, en
nardo F. Gossling, del Servicio Geológico de los Estados Unidos, l!)22, la empresa estatal creció con rapidez y llegó a ser una rival
pronosticó que frente a la costa patagónica se hallaban "acumula-
8 8 Cossland, pág. 30; Niering, págs. 409-10; "Argentina Looks Abro-
57 "Latin America: After the Oil Grises", Bank oj hondón & South mi for Off-Shore Oil Expertise", Latin America Economic Report, 4, feb
America Review, 13, dic. 1979, pág. 706; Niering, págs. 409-10. 'i. 1!)76, pág. 23; Croll, "Oil Nationalism Modified", pág. 552.

262 263
verticalmente integrada para las compañías petroleras extranje-
este objetivo propuso un plan de propiedad mixta (limitada al ca-
ras. pital argentino) para el monopolio de YPF similar al esquema que
En la historia del petróleo argentino, el papel de Mosconi co- los británicos habían empleado exitosamente con la Anglo-
mo ideólogo tuc por lo menos tan importante como su exitosa or- l'ersian Oil Company. Este aspecto del pensamiento de Mosconi
60

ganización de YPF. Con anterioridad a los años 20, el grueso del


159
nunca logró apoyo político en la Argentina, donde los defensores
pensamiento económico latinoamericano sobre estrategias de de- del monopolio estatal total sostenían con firmeza que admitir in-
sarrollo no hacía sino reflejar puntos de vista sobre el funciona- versiones privadas en la empresa petrolera estatal abriría el cami-
miento adecuado del sistema económico internacional que tenían no a que terminara siendo controlada por el capital extranjero.
su origen en los países industrializados. Se aceptaba que el papel Desde principios de la década del 20 elementos militares tec-
que convenía a América Latina era producir materias primas pa- 110c ráticos se aliaron con la burocracia de YPF y el Partido Radi-
ra exportar e importar productos terminados y capital para finan- ad para oponerse a las propuestas de propiedad mixta por temor
ciar la expansión de una economía basada en la exportación. Los a (pie los inversores privados exigieran la reorganización de la ad-
economistas liberales tradicionales y sus aliados entre las élites la- ministración de la empresa y control sobre su dirección.
tinoamericanas aceptaban que la industria petrolera latinoameri- De la ideología de Mosconi lo que sobrevivió y se transformó
cana funcionaría más racionalmente como parte de una red in- en el núcleo del moderno nacionalismo petrolero argentino fue la
tegrada de producción, refinación y ventas, todo en manos de las tesis del monopolio estatal. En la década del 20 este plan obtuvo
compañías petroleras internacionales. Pero Mosconi aportó una fuerte apoyo de la amplia y subempleada clase media argentina y
interpretación diferente de la industria petrolera mundial y una del partido político que apuntaba a ella, la Unión Cívica Radical.
visión nueva del papel que el petróleo podía desempeñar en el de- Yrigoyen apostó el éxito de su segundo gobierno a una campaña
sarrollo económico latinoamericano. Aceptando ideas que los que aseguraba a YPF el monopolio total de la producción petrole-
pioneros de la industria petrolera argentina habían desarrollado a ra argentina. Si bien su esfuerzo fracasó, en parte debido al im-
parHt de 1907, consideraba a las compañías petroleras multina- pacto de la depresión y en parte a causa de la oposición provin-
cionales no portadoras de progreso sino agentes de la explotación cial, la atracción política del monopolio de YPF aumentó después
neocolonial que trataban de despojar a los países latinoamerica- de la revolución de 1930. El gobierno mantenía bajos los precios
nos de una de sus materias primas más esenciales y que, en caso de del petróleo y, como resultado, el consumidor seguía apoyando
ser necesario, intervenían en política para alcanzar sus fines. con fuerza al nacionalismo petrolero. En 1935 los productores
Mosconi creía que sólo los monopolios petroleros estatales podían extranjeros se hallaban confinados a las concesiones existentes y
ser capaces de proteger los recursos petroleros de América Latina en los cuarenta años posteriores las propuestas por ampliar el sec-
para promover la industrialización que él creía esencial para el i o i petrolero extranjero levantaron formidable oposición política.
bienestar económico y la independencia política de la región. I'oi más lógicas que pudieran haber resultado en términos econó-
Pese a su idealismo, Mosconi era un hombre marcadamente micos, las políticas petroleras de Perón y Frondizi, que se oponían
pragmático que combinaba su fe en la idea del monopolio estatal 11 la tradición del monopolio estatal, contribuyeron a la pérdida
con el deseo de alcanzar la máxima productividad. Para alcanzar • Ir legitimidad de ambos líderes. E l nacionalismo petrolero sigue
• ^miando con el apoyo de la clase media, como lo demuestra la
Un análisis penetrante del papel de la ideología del nacionalismo
5 9 idhesión permanente del Partido Radical a los principios de Yri-
petrolero en la conformación de la estrategia de desarrollo en otros países i" en, pero en los últimos veinticinco años también ha ganado se-
de América Latina se encuentra en el valioso trabajo de Tugwell, págs.
151-53.
Sobre la fascinación de Mosconi con el modelo de empresa mixta de
n )

ln \nnlo-Persian, véase Palacios, pág. 100.


264
265
guidores en el seno del amplio movimiento obrero organizado. refinería y la organización de un sistema nacional de bocas de ex-
Este apoyo popular a YPF se combina con ebalto grado de movili- pendio. 62

zación política de masas argentino ^ u n legado del peronismo- YPF y ANCAP cooperaron de cerca en los primeros años de
para otorgarle al nacionalismo petrolero su fuerza como ideología operación de la empresa estatal uruguaya. Los primeros inge-
política.61
nieros, técnicos y químicos petroleros uruguayos recibieron ins-
trucción como huéspedes de la refinería de La Plata de YPF, y es-
pecialistas de YPF colaboraron con ANCAP para ayudarla a po-
El modelo argentino en América Latina ner en marcha su nueva refinería en la etapa de puesta a punto.
Cuando se inauguró la refinería uruguaya, el general Mosconi se
Desde una perspectiva más amplia, el nacionalismo petrole- encontró entre los huéspedes de honor. A pesar de su enfermedad,
ro argentino ha influido en la dirección de la política petrolera en Mosconi pronunció un breve y conmovedor discurso enfáticamen-
gran parte del resto de América Latina. E l mismo Mosconi de- te nacionalista. Refinerías como la de ANCAP, proclamó, sientan
las bases de "la independencia integral de América Latina". En
sempeñó un papel relevante tanto pintando a YPF como modelo
1939 la refinería uruguaya proporcionaba el 90 por ciento de la
para empresa petrolera estatal en otros países de América Latina,
gasolina que se usaba en el país y en nuestros días ANCAP sigue
como suministrando una ideología del desarrollo petrolero na-
disfrutando del virtual monopolio de la refinación y comerciali-
cionalista. Su viaje interamericano de 1927-28, en el que atacó a
zación en el Uruguay. 63
las compañías petroleras internacionales e impulsó una política
petrolera latinoamericana coordinada, fue sólo el paso inicial de El ejemplo de YPF también influyó poderosamente en otro
la campaña petrolera continental de Mosconi. de los vecinos de la Argentina, Bolivia. Dolorida por la derrota
El primero en seguir el ejemplo argentino fue el Uruguay, un militar que sufriera a manos paraguayas en la Guerra del Chaco
país que dependía totalmente del petróleo importado y que tenía (1932-1935), Bolivia fue escenario de una intensa agitación na-
una fuerte tradición de nacionalismo económico y antecedentes cionalista a fines de la década del 30. Los gobiernos oligárquicos
de propiedad estatal en áreas tales como la banca, el seguro y los corruptos e ineficientes que llevaron a Bolivia al desastre del Cha-
servicios, que se remontaban a la década del 10. A principios de co cayeron bajo la crítica severa de jóvenes oficiales del ejército,
1929, Edmundo Castillo, ministro de Industria del Uruguay, re- M"«" tomaron el poder en junio de 1936 e inmediatamente pu-
sieron en práctica una serie de reformas sociales y económicas. La
alizó una visita oficial para inspeccionar las instalaciones de YPF
nacionalización de las concesiones de la Standard Oil se hallaba a
y entrevistarse con su director general. Mosconi recibió cálida-
l.i cabeza de la lista de prioridades. Durante la guerra, la Stan-
mente a Castillo y subrayó las ventajas económicas de una refine-
dard, que de cualquier modo nunca había producido demasiado
ría de propiedad nacional, pero también aconsejó a su huésped
petróleo en Bolivia, transfirió gran parte de su equipo a la Argen-
que organizara una corporación gubernamental para comerciar
tina, se negó a refinar gasolina de aviación y, en general, se negó
los productos de la refinería. Estas ideas fueron la semilla de AN-
a cooperar con el gobierno. Esta actitud de la empresa, junto con
CAP (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y
Portland), la corporación de energía estatal qué el Congreso uru-
Información sobre ANCAP se encuentra en Hanson, Utopia in Uru-
guayo creó en 1931. Dos años más tarde el gobierno de Montevi-
6 2

Kiiay, págs. 93-98. Véase también Mosconi, El petróleo argentino, págs.


deo autorizó a ANCAP a comenzar la construcción de una gran 231-33; Pérez Prins, págs. 15-16; Odell, 'Oil State in Latin America",
|ing. 662.
6 1Un análisis de la atracción del nacionalismo económico entre las Pérez Prins, págs. 16-17. El discurso de Mosconi se halla en Dichos
masas peronistas se halla en Kirkpatrick, págs. 183-86. y hechos, pág. 224.

266 267
la creencia compartida por muchos bolivianos de que l a Standard en 1938, antes de que se descubriera petróleo, la ideología de
había promovido l a G u e r r a del Chaco para construir un oleoduc- Mosconi y el modelo de Y P F también ejercieron una influencia
to al río Paraguay, l a hizo objeto de severas críticas. E l gobierno poderosa. C o m o en l a Argentina la figura rectora en el estableci-
militar del coronel D a v i d Toro se movió velozmente en la cues- miento de una industria petrolera estatal fue un ingeniero m i l i -
tión petrolera. E n diciembre de 1936 creó los Yacimientos Petrolí- tar, el general Julio Caetano Horta Barbosa. Inspirado por Mos-
feros Fiscales Bolivianos (YPFB), una corporación de propiedad coni, Horta Barbosa creía que la falta de producción petrolera
estatal organizada sobre el modelo de l a ya famosa empresa esta- brasileña y el control de la refinación y comercio por parte de
tal argentina. E l primer presidente de Y P F B , Dionisio Froianini, Compañías extranjeras colocaban a su país en una posición débil
alabó "los éxitos brillantes de Y P F argentinos" que son " u n a nota en los campos económico y militar. Subjefe del Estado Mayor en
altamente honrosa no sólo para la Nación Argentina sino para l a 1937, Horta instó al presidente Getulio Vargas a transformar l a
América L a t i n a toda". Froianini agregó que sus "principios y Industria petrolera en un monopolio estatal, comenzando por l a
normas serán los mismos que perseguirá la entidad similar boli- refinación. L a insistencia de Mosconi de que l a empresa petrolera
viana". 64
estatal debía abastecer a un gran sector del mercado para contro-
Intensamente presionado por los oficiales radicales del ejér- lar exitosamente los precios impresionó poderosamente al general
cito, tres meses después del nacimiento de Y P F B , Toro decretó la brasileño, que diseñó un plan para nacionalizar la producción y
expropiación de l a Standard O i l Company of Bolivia, alegando refinación de petróleo, dejando para el capital extranjero sólo l a
que había defraudado al gobierno y violado los términos de su Importación y distribución. Aunque al principio Vargas se mostró
nscéptico, las jerarquías militares apoyaron al plan y el I de ma-
concesión. D e ese modo Bolivia se transformó en el primer país la-
o

yo de 1938 el presidente firmó un decreto nacionalizando la pro-


tinoamericano que nacionalizó una empresa petrolera extranjera.
ducción y colocando la refinación bajo el control del recién cre-
Si bien los bolivianos pidieron ayuda a Y P F para organizar l a pro-
ado Conselho Nacional de Petróleo (CNP). E l general Horta fue el
ducción de la nueva empresa y el comercio de sus productos, el
pi iiuer presidente del C N P . Las refinerías privadas siguieron ope-
gobierno de Justo no mostró mayor interés en Y P F B . Sólo en 1940,
rando, pero el C N P , estimulado por el descubrimiento de petróleo
cuando asomaba la crisis energética de los tiempos de guerra,
en Bahía en 1939, comenzó a planear establecer su propia refine-
Buenos Aires comenzó a proporcionar asistencia técnica y finan-
TÍa. 66
ciera a l a empresa petrolera boliviana y a permitir la importación
libre de derechos del petróleo de Y P F B . Pero ahogada por falta de Mosconi gozaba de mayor prestigio oficial en el Brasil de
capital y por dificultades de transporte, Y P F B se desarrolló con Vurgas que en la Argentina de Justo. E l 14 de julio de 1938, la
lentitud. Finalmente, en la década del 50, el gobierno boliviano Academia de Ciencias y Artes de Río de Janeiro reconoció la labor
volvió a convocar a las empresas extranjeras, aunque Y P F B sobre- de Mosconi otorgándole su medalla de oro. C o m o Mosconi se
vivió y siguió monopolizando tanto l a refinación como l a distribu- hallaba demasiado enfermo para viajar a Río a recibirla, el C o n -
ción. 65
fluí General de Brasil se l a entregó en su casa en Buenos A i r e s . A l
E n Brasil, donde se organizó una empresa petrolera estatal ano siguiente el general Horta y un grupo de ayudantes viajaron a
la Argentina para estudiar el funcionamiento de Y P F . Además de
Sobre las observaciones de Froianini, véase "YPF Bolivianos", Bole-
6 4 visitar los yacimientos de Comodoro Rivadavia, Horta se entre-
tín de Informaciones Petroleras, 14, ene. 1937, pág. 118. Un acabado es- vistó con Mosconi, quien una vez más subrayó que las refinerías
tudio de la larguísima disputa entre la Standard y el gobierno boliviano
que precedió a la expropiación se encuentra en Klein, págs. 47-63.
Frondizi, Petróleo y política, pág. 373; Ostría Gutiérrez, págs. 267-
6 5
6 6 Wirth, págs. 136-53; Peter Seaborn Smith, págs. 35-58.
81; Klein, págs. 47, 66, 71-72; Wood, págs. 170, 177, 187-88. 6 7 Mosconi, Dichos y hechos, págs. 225-26.

268 269
estatales resultaban esenciales para permitir a CNP fijar los pre- oposición, porque, como YPF, Petrobrás se ha transformado en
cios en el mercado brasileño. L a Segunda Guerra Mundial y la un símbolo para el nacionalismo. Con todo, en 1976 el régimen de
oposición política doméstica frustraron los planes de Horta, que Brasilia decidió tratar con las compañías extranjeras. 70

renunció en 1943, con lo que la primera refinería estatal brasileña El modelo de YPF pesó fuertemente en Uruguay, Bolivia y
no comenzó su producción hasta 1951. E n el ínterin, el general Brasil, pero también influyó en la política petrolera de México.
Horta, junto con militares y civiles nacionalistas, sostuvo una En 1930, dos años después de la visita de Mosconi a la ciudad de
férrea batalla para ampliar los poderes de CNP. En un debate en México, el Boletín del Petróleo del Ministerio de Industria publi-
el Club Militar de Río, en 1947, Horta sostuvo que las experien- caba un editorial que pintaba favorablemente a YPF, alababa la
cias argentina y mexicana probaban que los monopolios petrole- labor de Mosconi y señalaba que México debía seguir el ejemplo
ros estatales beneficiaban a toda la economía nacional, mientras argentino. Si bien el nacionalismo petrolero mexicano se asentaba
en profundas raíces que se remontaban al período revolucionario
que los monopolios privados, como los tolerados en Venezuela,
de 1910-17, este artículo señala la primera ocasión en que el go-
encadenaban a los países al imperialismo. 68

bierno mexicano ventila públicamente la idea de establecer un mo-


Finalmente las ideas de Horta triunfaron cuando, en la última
nopolio petrolero estatal. La idea de una empresa estatal fue ga-
presidencia de Getulio Vargas, el Congreso brasileño aprobó, en
71

nando fuerza y culminó en los famosos decretos de expropiación del


1953, la creación de Petrobrás, el monopolio petrolero estatal bra-
18 de marzo de 1938, con los que el presidente Lázaro Cárdenas or-
sileño. Aunque las refinerías privadas existentes continuaron ope-
denó la inmediata nacionalización de toda la industria petrolera
rando, desde entonces Petrobrás monopolizó todas las otras etapas
mexicana en la órbita del monopolio petrolero estatal PEMEX.
de la industria petrolera nacional, salvo la distribución. A pesar de
Cárdenas, que había asistido al famoso discurso de Mosconi en la
las gravosas faltas de capital, Petrobrás creció rápidamente y llegó
Universidad Nacional en 1928, abrazó una ideología del naciona-
a ser una de las empresas más grandes del mundo. En 1966 refina-
lismo petrolero similar a la del general argentino. 72

ba el 93 por ciento del consumo del Brasil. Con todo, Brasil siguió
69
A mediados de la década del 60, once países latinoamerica-
dependiendo de las importaciones de por lo menos la mitad del cru-
nos habían organizado empresas petroleras estatales, que desem-
do, lo que significa que sus gastos por importación de petróleo lle-
peñaban papeles cada vez más importantes en las economías na-
garon a los 2.000 millones de dólares en 1973, después de la crisis
cionales. Estas empresas producían el 18 por ciento del crudo lati-
petrolera mundial. E n 1974 su cuenta por importación de petró-
noamericano, operaban dos tercios del total de la capacidad de
leo llegó a los 3.500 millones de dólares, casi un tercio del valor refinación de la región y controlaban el 53 por ciento de la distri-
de sus exportaciones. Si bien los defensores de la libertad de mer-
cado del gobierno militar brasileño han comenzado a proponer
que se recorte el monopolio de Petrobrás para permitir que las
compañías extranjeras busquen petróleo, especialmente sobre la 7 0 "Brazil-Oil Imports a Heavy Burden", Petroleum Economist, 41,
mar. 1974, pág. 110; "Brazil's-Oil Outlook Still Obstinately Cloudy", La-
plataforma continental, tales propuestas enfrentan una poderosa
tin America Economic Report, 3, sept. 19, 1975, pág. 147; "Piecemeal
Revelation of Brazilian Oil Contraéis", Latín America Economic Report,
6 8 Wirth, págs. 151.71; Peter Seaborn Smith, págs. 38-55; Penna Ma- 4, feb. 13, 1976, pág. 26.
rinho, págs. 350-54, 361. Sobre la visita de Horta a Comodoro Rivadavia, 7 1"Una crisis que favorece el monopolio", Boletín del Petróleo (Méxi-
véase "Grata visita: autoridades brasileñas en Comodoro Rivadavia", Bo- co), 30, nov-dic. Í930, pág. 246. Véase también Meyer, págs. 297-99.
letín de Informaciones Petroleras, 16, mayo 1939, págs. 68-69. Su discur- 7 2Larra, págs. 64-65. Los antecedentes délas expropiaciones mexica-
so de 1947 se halla en Horta Barbosa, págs. 49-62. nas de 1938 se hallan en Powell, págs. 22-36; Robert Freeman Smith,
6 9 Wirth, págs. 184-94, 212-13. págs. 77-255; Meyer, págs. 83-346.

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bución de derivados del p e t r ó l e o . " Pero las empresas petroleras
latinoamericanas no controlaron claramente l a producción de
petróleo regional hasta que en 1975 Venezuela nacionalizó toda
su industria petrolera. Todavía no está claro si Venezuela querrá
o podrá invertir en el sector energético en otros países de América
L a t i n a , aunque su apoyo a l a nueva asociación energética re-
gional, l a Organización Latinoamericana de Energía ( O L A D E ) ,
indica que Caracas puede inclinarse por una política petrolera Bibliografía
continental. Pero lo que l a nacionalización venezolana de-
74

muestra con claridad es que el nacionalismo petrolero sigue sien-


do una fuerza poderosa en momentos en que América L a t i n a aso-
ma a las décadas finales del siglo XX. La investigación de la historia argentina del siglo XX resulta a menudo una
experiencia frustrante, ya que los archivos gubernamentales son general-
mente inaccesibles y las familias prominentes esconden sus papeles del ojo
del historiador. Los problemas de acceso a los materiales se tornan parti-
cularmente agudos cuando la investigación toca un área sensible, y la in-
dustria del petróleo lo es sin lugar a dudas. Los papeles de figuras clave co-
mo Enrique Mosconi o Hipólito Yrigoyen son inhallables o han sido
destruidos y los archivos de YPF y de las empresas petroleras privadas no
se encuentran disponibles. En una época YPF tuvo un gran archivo abier-
to al público, pero el primer gobierno de Perón, por razones que nunca se
aclararon, lo mudó a un depósito suburbano, donde los materiales que no
se habían perdido languidecieron deteriorados e inaccesibles. Análoga-
mente, en respuesta a un pedido de información, J. M. Freyman, de la
Exxon Corporation, sucesora de la jersey Standard, me informó que no
podía localizar los registros de las operaciones en la Argentina de los años
20 y 30 (carta del 5 de septiembre de 1975).
A pesar de estos obstáculos existe una gran cantidad de material do-
cumental para estudiar la historia del petróleo argentino. Las Memorias
publicadas por YPF, lo mismo que las de la empresa que la precedió y las
de otras oficinas gubernamentales resultaron de gran utilidad. Los deba-
tes en el Congreso fueron una importante fuente de información sobre la
política petrolera, lo mismo que los ricos y variados comentarios de la
prensa argentina. La correspondencia diplomática norteamericana y bri-
tánica proporcionó gran cantidad de información sobre las compañías
petroleras extranjeras, YPF y la política argentina. Por supuesto también
se contó con centenares de libros, folletos y artículos publicados sobre los
asuntos petroleros argentinos y mundiales a lo largo de este siglo: ellos
proporcionaron gran parte de los testimonios en los que se basan los análi-
Penna Marinho, pág. 199.
7 3 sis de este libro.
"Latin American Prospects", Petroleum Economist, 41. ene. 1947,
7 4 Unas palabras sobre la organización de esta Bibliografía: las publica-
págs. 25-28; "OLADE Still Unable to Go Beyond Talking Stage", Latin ciones oficiales y semioficiales de la Argentina, Gran Bretaña y los Estados
America Economic Report, 3, sept. 19, 1975, pág. 145. Unidos se ordenan tras la entrada del respectivo país y se hallan precedí -

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