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Análisis cognitivo y situacional de las formas de tratamiento en función de


sujeto y de objeto en español

Article  in  Spanish in Context · May 2018


DOI: 10.1075/sic.00005.ser

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1 author:

María José Serrano


Universidad de La Laguna
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Análisis cognitivo-discursivo y situacional
de las formas de tratamiento en función
de sujeto y de objeto en español
María José Serrano
Universidad de La Laguna

Las formas de sujeto y de objeto de segunda persona singular tú/usted y te/a


ti; le, lo, la /a usted son recursos que posee la lengua española para indexar a
los participantes en las distintas situaciones discursivas. Pocos estudios han
profundizado en los valores cognitivos que subyacen a esta elección y, de
forma general, se prefiere seguir aludiendo al eje de solidaridad-poder para
su explicación. Para ello se suele recurrir a un conjunto de factores mera-
mente descriptivos (edad, distancia social, respeto, etc.). Este trabajo pre-
tende contribuir al desarrollo del conocimiento de estos pronombres desde
una perspectiva discursivo-cognitiva y situacional, que, además presenta
como novedad la distinción entre las funciones de sujeto pronominal y
objeto de persona. Para ello se realizará un análisis cognitivo-discursivo
basado en la prominencia de los referentes de estas formas en distintos
géneros y situaciones comunicativas y entre hablantes de distintas afiliacio-
nes socioprofesionales. Se utilizarán textos del Corpus Conversacional del
Español de Canarias (CCEC).

Palabras clave: formas de tratamiento, pronombres de objeto, variación

1. La segunda persona del singular como recurso de tratamiento


interpersonal

Como es sabido, la lengua española posee dos paradigmas de indexación de la


segunda persona que se han mantenido a lo largo del tiempo. Este paradigma
incluye los pronombres de sujeto tú, usted, las formas de objeto te, a ti; le, lo, la/
a usted y sus correspondientes plurales, consideradas por la tradición (socio)lin-
güística como formas de tratamiento. A su valor deíctico se les añade un valor rela-
cional que viene dado por su distinto valor sociopragmático, basado en la mayor

https://doi.org/10.1075/sic.00005.ser
Spanish in Context 15:1 (2018), pp. 103–126. issn 1571-0718 | e-issn 1571-0726
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o menor distancia social que se quiera establecer entre hablante y oyente (Brown
y Gilman 1960, Charaudeau y Maingueneau 2005, Kerbrat-Orecchioni 1992).
En general, las gramáticas del español (v. NGRAE 2009) consideran que la
existencia de dos formas diferentes para referirse a la segunda persona está basada
en el hecho de que cada una de ellas está especializada en la oposición establecida
entre las nociones ideales de solidaridad y poder. De este modo, el estudio de su
uso ha estado básicamente dedicado al análisis de cuestiones de naturaleza extra-
lingüística, socio e interdialectales. Esta perspectiva poco ha ayudado a conocer el
verdadero funcionamiento lingüístico de estas formas y a su variación en el dis-
curso, que, además, ha estado centrado en las formas pronominales en función
de sujeto y muy poco en las de objeto, o bien no ha tenido en cuenta los posibles
valores que se derivan de las funciones sintácticas.
Perspectivas más novedosas tienden a considerar que la elección de las varian-
tes de cada paradigma de segunda persona del singular puede ser un importante
recurso para el manejo de las imágenes sociales en la interacción; de hecho,
algunas investigaciones ya se han aproximado a ellas desde este ángulo teórico
(Ardehali 1990, Kendall 1981, Martiny 1996, Mühlhäusler y Harré 1990, Serrano
2001: 265, Spencer-Oatey 1996, Stewart 2003). Por otro lado, la selección de una
u otra forma de tratamiento no solo depende de factores sociales, sino también
de variados elementos lingüísticos y, principalmente, de los objetivos comunicati-
vos que los hablantes adquieren en el transcurso de la comunicación (Blas Arroyo
2005: 312, Martiny 1996: 772, Watts, Ide y Ehlich 1992). En definitiva, la selección
de una u otra forma de tratamiento no debe estudiarse exclusivamente en función
del estatus social del interlocutor, sino también como un recurso lingüístico que se
emplea de acuerdo al contexto y/o a la situación comunicativa (Hummel 2010: 110,
114–115).

2. La variación de la segunda persona del singular en función de objeto

2.1 Valores cognitivo-discursivos de la variación de la segunda persona del


singular

La naturaleza icónica, simbólica y gradual de la gramática (Croft y Cruse 2004,


Langacker 1991, 2009) subyace a la elección gramatical. Esto significa que el uso
de las formas gramaticales conlleva la creación de un significado que puede ser
utilizado por los hablantes con fines e intenciones concretos en distintas situacio-
nes comunicativas. La construcción del significado constituye una estrategia dis-
cursiva en la cual la cognición posee una función primordial (Romano y Porto
2016: 7). Por lo tanto, la perspectiva cognitiva, que implica que todo cambio en la

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forma conlleva un cambio en su significado, se revela como ideal para estudiar


las variantes morfosintácticas en la actualidad. El análisis de la variación sintác-
tica debe realizarse bajo la asunción de que la gramática es variable y de que esta
variabilidad está sustentada en la cognición y debe ser explicada de acuerdo a ella
(Aijón Oliva y Serrano 2013: 11–45, 143; Serrano 2016).
Así pues, las formas pronominales de segunda persona en función de sujeto
tú/usted y de objeto te, a ti; le, lo, la/ a usted poseen un significado único e inhe-
rente de modo que, aunque puedan ser intercambiables en un mismo contexto, su
elección conllevará una diferencia en el significado social y estilístico (Aijón Oliva
y Serrano 2013: 28–29, García 2009, Goldberg 1995: 67, Langacker 2009).
El distinto significado de las variantes de segunda persona no radica simple-
mente en su proyección deíctico-social o en sus distintos valores pragmáticos,
sino fundamentalmente en los valores cognitivos inherentes de cada persona gra-
matical. Una de las nociones que explica adecuadamente tales diferencias es la
prominencia cognitiva, entendida como una conceptualización relativa al grado de
accesibilidad o de relevancia que tiene una unidad en el discurso (Croft y Cruse
2004: 46–50, Langacker 2009: 112); por lo tanto, dicha unidad será prominente si se
encuentra activada en el transcurso de la interacción y es fácilmente recuperable a
través de otros elementos del discurso (Ariel 2001, Gundel, Hedberg y Zacharski
1993), lo cual se relaciona también con la condición de accesibilidad. Será promi-
nente o accesible si no es necesaria su mención explícita en un momento determi-
nado del discurso, ya que su referente es recuperable o accesible a través de otros
recursos discursivo-pragmáticos. En otras palabras, un referente es prominente
si es deducible o inferible fácilmente para el hablante y, supuestamente, también
para el oyente.
Por lo que respecta a las distintas personas gramaticales, sus referentes son
prominentes de forma gradual; la primera persona yo es la más prominente por
representar la plena coincidencia entre la persona y su indexación o referente. La
prominencia va disminuyendo desde la primera persona yo hasta el conjunto de
las construcciones impersonales.
En el siguiente continuum quedan reflejados los grados de prominencia de
cada persona gramatical del paradigma de la segunda persona de singular.

Figura 1. Continuum de prominencia de las personas gramaticales

La primera y segunda persona son más prominentes que la tercera porque


construyen los participantes directos en la interacción, pero la variante de

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segunda persona usted es menos prominente que tú. Ello viene determinado por-
que la forma usted tiene un origen terciopersonal que lo acerca a la tercera persona
y lo aleja de la segunda. Estos distintos niveles de prominencia de los respecti-
vos referentes de cada variante se corresponden también con una diferencia en la
identificación o indexación de los mismos: el paradigma de tú ofrece mayor faci-
lidad en dicha identificación que el de usted. La expresión lingüística no se puede
separar claramente de la referencia extralingüística ni del significado cognitivo: la
elección de cierta persona gramatical es una forma de construir a un referente en
la cognición. Si el hablante elige tú, construirá al interlocutor como más promi-
nente (accesible, perceptible e identificable) que si elige usted.
Véase el contraste en el uso de una y otra variante de segunda persona
mediante los clíticos correspondientes. En (1) la referencia a la segunda persona
mediante te resulta mucho más definida y accesible que en (2), donde se ha utili-
zado le. Esto significa que en el primero el interlocutor queda mejor definido que
en el segundo. Al tratarse de un texto de los medios de comunicación, en (1) la
segunda persona a la que se refiere el hablante puede ser una persona concreta o
la posible audiencia del programa. A pesar de esa posible difuminación del refe-
rente, la mayor prominencia la variante te hace que su referente se perciba como
más definido y directo que si se hubiera utilizado le.
(1) Hoy empezamos hablándo te de Carnaval\ (GalyCent 3–10)

En cambio, en (2), la forma le, aunque puede referirse también a un solo interlo-
cutor o a un conjunto de ellos, no obtiene la misma determinación y claridad en
la indexación, puesto que se ha utilizado la variante menos prominente le.
(2) Le llamamos para saber como se encuentra el ganadero\ (ElEnv17-2)

A esto hay que añadir que, al tratarse de un texto procedente de un programa de


televisión, la audiencia es desconocida, pero está activada y puede considerarse
accesible, por lo que la formulación del objeto léxico no es necesaria. En cambio,
en estos otros ejemplos (3 y 4), los objetos a usted y a ti aparecen expresos y hay
que presuponer que ello es debido a distintas motivaciones comunicativas, toda
vez que mediante los clíticos queda claramente determinada la referencia. En el
ejemplo (3), la presencia explícita del objeto permite entender que se está inde-
xando a un interlocutor concreto, en este caso se pide la opinión a un experto
sobre un tema concreto.
(3) ¿Qué le parece a usted que un niño pueda tener un instrumento de estas carac-
terísticas en la mano? (ElEnv17-2)

En cambio, en (4), el hablante utiliza la segunda persona del singular te para refe-
rirse idealmente a que el problema de las personas que lo pierden todo puede ser

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de dominio general. La expresión del objeto a ti refuerza el significado de la emi-


sión, lo cual promueve que el referente (el interlocutor) se sienta más claramente
indexado y, por lo tanto, más aludido e involucrado en el contenido de la emisión.
(4) En esas personas [que lo pierden todo] te puedes ver reflejado a ti mismo\a
familiares\es la parte más dura de este trabajo\ (R7-12-6)

En cualquier caso, el empleo de la forma le/ a usted en (3) proporciona una inde-
xación del referente de segunda persona más difuso o menos perceptible que en
(4), donde el uso de te/ a ti, hace que la referencia e indexación de la segunda per-
sona quede más precisamente definida y sea más perceptible.
La gradualidad de la prominencia cognitiva de cada una de las variantes
de segunda persona viene determinada también por las características intrínse-
cas del objeto en contraste con el sujeto; este se coloca prototípicamente a la
izquierda de la cláusula y es el elemento considerado de mayor relevancia, ya que
normalmente representa la perspectiva del hablante y de él parte la predicación.
Por su parte, el objeto, situado prototípicamente en posición posverbal y siendo
una entidad inanimada que recibe el lexema verbal, resulta menos prominente
que el sujeto. Según el modelo de evento canónico propuesto por Langacker
(1991: 285–286), se produce un flujo de energía que tiene su origen en el sujeto,
considerado como agente, hasta el objeto, que actúa como paciente. Los niveles
de energía cognitiva implican que el sujeto es más prominente que el objeto, así,
en una cláusula prototípica transitiva como Juan come pan, Juan tiene el rasgo
+prominente y pan -prominente.

2.2 Variantes de la segunda persona del singular en función de objeto

La mayoría de los estudios sobre formas de tratamiento se ha centrado en las for-


mas pronominales plenas en función de sujeto tú y usted. Menos atención han
recibido las formas de objeto te, a ti; le, lo, la/ a usted. Además, es necesario enfa-
tizar en la presencia de variación; las formas de objeto, al igual que las de sujeto,
tienen la posibilidad de aparecer omitidas o expresas y en este último caso en posi-
ción preverbal o postverbal. La distinción de función sintáctica de la segunda per-
sona del singular puede ofrecer datos significativos acerca de su comportamiento
discursivo.
Los objetos de persona en español poseen la particularidad de que vienen
acompañados de clíticos, que proceden de la gramaticalización de los corres-

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pondientes pronombres latinos, que indican morfológicamente la persona y el


número. La concordancia del objeto con el clítico es obligatoria en los objetos
de segunda persona del singular te/a ti y casi categórica en los del paradigma de
segunda persona usted (le, lo, la/a usted). Para esta forma es posible encontrar
algún caso de omisión del clítico, lo cual es debido a su origen terciopersonal.
El paradigma de la segunda persona del singular en español posee las siguien-
tes variantes (Tabla 1).

Tabla 1. Variantes de objeto de segunda persona del singular


Expreso (clítico + frase nominal de Omitido
objeto) (clítico)
Objeto de segunda persona del te + a ti te
singular le, la, lo + a usted le, la, lo

Aunque la tradición denomina a este fenómeno como “duplicación de objeto”


o “duplicación o doblado del clítico”, en realidad estos elementos son morfemas
de concordancia que, al igual que las desinencias verbales, mantienen la referencia
activada a lo largo del discurso y permiten la omisión de la frase nominal del
objeto (Aijón Oliva 2006: 169–174, García-Miguel 2015: 207, Haspelmath 2013). Los
objetos de persona son funciones sintácticas centrales y su principal caracterís-
tica definitoria es la de efectvar dicha concordancia mediante los clíticos (Aijón
Oliva 2017, García-Miguel 2015: 207). Estos morfemas permiten que el objeto
sea cognitivamente prominente a través de ellos (Ariel 1990: 3). Así pues, en el
siguiente ejemplo (5) la referencia de la segunda persona del singular queda inde-
xada mediante el clítico te, lo cual hace gramaticalmente innecesaria su expresión,
como sucede en (6). La expresión del objeto transmite ciertos significados discur-
sivo-pragmáticos y sociocognitivos.
(5) Te gusta la naturaleza
(6) A ti te gusta la naturaleza

Así pues, por las razones cognitivas explicadas, los pronombres de segunda per-
sona del singular con función sintáctica de sujeto tú y usted son relativamente más
prominentes y accesibles que los de objeto te, a ti; le, lo, la/ a usted.
En esta investigación se parte de las siguientes hipótesis:
a. Los distintos niveles de prominencia cognitiva de cada variante de segunda
persona del singular en función de sujeto o de objeto promueven variadas
posibilidades comunicativas en el discurso.

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b. En función de la prominencia, la elección entre las formas del paradigma de


tú (tú, te/ a ti) indexan al referente de forma más clara y perceptible que las de
usted (usted, le, la, lo/ a usted).
c. Las formas en función de sujeto tú/ usted son más prominentes que las de
objeto te, a ti; le, lo, la/ a usted, por lo tanto, su elección conllevará diferencias
significativas en la percepción del referente.
d. Las diferencias de significado cognitivo y la mayor o menor difuminación del
referente de la segunda persona se distribuyen en los textos de forma diversa.
Al mismo tiempo, son utilizadas por los hablantes para cumplir determinados
propósitos comunicativos.
e. El uso de cada forma de tratamiento contribuye a la creación de un estilo
comunicativo basado en la mayor o menor subjetivización del contenido.

3. Metodología y corpus

Las variantes de la segunda persona del singular se analizarán en el Corpus Con-


versacional de Canarias (CCEC), un corpus que contiene distintos géneros discur-
sivos procedentes de los medios de comunicación y que contiene 171, 258 palabras.
Estos géneros recubren las principales modalidades discursivas de los géneros,
esto es: magazines, informativos, tertulias e informativos-debate.
Con esta diversidad de textos es posible obtener datos representativos de
las variadas situaciones comunicativas donde tiene lugar la interacción entre los
hablantes. Además, se analizarán las variantes en función de la imagen sociopro-
fesional que presentan los hablantes en sus interacciones y que hemos dividido
en los siguientes grupos: periodistas, políticos, hablantes particulares y profesiona-
les. Se aplicará la metodología cuantitativa de la variable absoluta, que relaciona
la frecuencia de una forma por sí misma en relación con las características del
entorno textual donde aparece y sus propiedades textuales. Este método normal-
mente cuantifica la frecuencia de una forma con respecto al número de palabras
de un texto, dividiendo los casos obtenidos de la variante o variable por cada
10,000 palabras (Aijón Oliva y Serrano 2013: 64–67).
En esta investigación se pretende corroborar la hipótesis, parcialmente con-
firmada en trabajos precedentes (Serrano 2018a), de que, en virtud de la promi-
nencia, las variantes de segunda persona del singular del paradigma de tú (T)
tienden a ser utilizadas como un recurso de subjetivación discursiva, mientras que
las formas de usted (U) reducen dicha subjetividad. Sin embargo, estas tendencias
estarán matizadas, como se verá, por la función sintáctica desempeñada por cada
variante (sujeto pronominal u objeto de persona).

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4. La variación de la segunda persona del singular

Una primera cuantificación relativa del uso general de las variantes de segunda
persona del singular tanto en función de sujeto (tú, usted) como de objeto (te/a
ti; le lo, la/a usted) arroja unos resultados bastante igualados. Del total de 517 ocu-
rrencias de segunda persona del singular en función de sujeto y 563 en función de
objeto se puede observar que no existe especialización en el uso de T o U en los
textos de los medios de comunicación. Destaca un ligero incremento del uso de U
en función de sujeto y de T en función de objeto.

Tabla 2. Variación relativa del uso de T y U en función de sujeto y de objeto


Sujeto Objeto Total
Tú; te, a ti 227 (43.4%) 296 (56.6%)  523
Usted; le, la, lo/ a usted 290 (53.1%) 267 (47.9%)  557
Total 517        563        1080

Por ello, se procedió a realizar un análisis de las frecuencias absolutas de


cada variante en función de los géneros textuales. Es previsible que la dinámica
discursiva e interactiva de los distintos géneros de los medios de comunicación
pueda fomentar el uso de una u otra forma, puesto que la segunda persona del
singular presupone la existencia de un interlocutor (ya sea presente o no) con el
cual interactuar.
La cuantificación absoluta de la segunda persona del singular indica que
la mayor frecuencia se produce en los magazines, seguida de los informativos-
debate. Estos datos son previsibles si tenemos en cuenta que los primeros son tex-
tos en los que abunda la interacción con interlocutores singulares. Con respecto a
los informativos-debate, la presencia de la segunda persona se justifica porque en
este género a menudo se producen intercambios de opiniones con otras personas
en directo. Es también lógico que la presencia de la segunda persona descienda en
los programas informativos, puesto que es un género menos interactivo que los
anteriores. Con respecto a las tertulias, se trata de un género con poca representa-
ción en el corpus (solo se obtienen 44 casos de segunda persona).
No obstante, la cuantificación de cada variante de la segunda persona del sin-
gular según los géneros textuales apunta a una distribución marcada de cada una;
la variante U es más frecuente en los géneros de carácter informativo (informati-
vos e informativos-debate) mientras que T lo es claramente en los magazines, si
bien la frecuencia de U en este género es también elevada.
La frecuencia más destacable es la de la variante U cuando funciona como
sujeto en los informativos-debate (34.7). Este es un género que combina la trans-

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Tabla 3. Frecuencias absolutas del uso de la segunda persona del singular en función de
objeto según los géneros textuales
Casos de segunda persona del Frecuencia absoluta
singular en función de sujeto y por cada 10,000
de objeto palabras
Informativos (55, 474)  243  43.8
Informativos-debate (41, 753)  268  64.1
Magazines (61, 346)  525  85.5
Tertulias (12, 685)   44  34.6
Total 1080 63

Tabla 4. Variación absoluta de T y U en función de sujeto y objeto según el género


textual
Le, lo, la /a
Tú Te/ a ti Usted usted
Casos y Casos y Casos y Casos y
frecuencias frecuencias frecuencias frecuencias
absolutas absolutas absolutas absolutas
Informativos (55, 474) 24 (4.3)   62 (11.17) 44 (7.9) 113 (20.3)
Informativos-debate (41, 753) 35 (8.3) 37 (8.8) 145 (34.7)  51 (12.2)
Magazines (61, 346) 152 (24.7) 193 (31.4) 86 (14)  94 (15.3)
Tertulias (12, 685)  16 (12.6)  4 (3.1)  15 (11.8)   9 (7.09)
Total 227 296 290 267

misión de información con el debate de opiniones sobre temas de actualidad. El


uso de la forma usted en función de sujeto constituye una forma de indexar al
interlocutor de modo más objetivo que su alternativa tú, lo cual es consistente con
este tipo de interacción, donde se pretende exponer las ideas de una forma preten-
didamente fiable y seria, pero también personalizada (Serrano 2017: 100). Como
se observa en el ejemplo (7), el participante en el debate está opinando sobre un
aspecto profesional.
[Informativo-debate. U en función de sujeto expreso]
(7) Podemos decir que después de un año de receta electrónica/podemos decir
que esto no está implantado\si yo tengo 16 cápsulas de amoxilina y usted me
dice a mí que yo tengo que darle esas cápsulas\dígame usted a mí\…
(Med12<RoyCo222>)

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Estas frecuencias van en consonancia con el tipo de interacción que se pro-


duce en cada género, pero también con el tipo de tema que en ellos se trata. Así
pues, la elevada frecuencia de U en función de objeto en los informativos (20.3) se
explica porque en ellos se exponen temas de la actualidad y se recurre a la segunda
persona para inquirir o ampliar algún aspecto de la información que se está pro-
porcionando en ese momento. En el ejemplo (8), el presentador del programa se
dirige a un especialista para preguntarle sobre la reciente reforma realizada en el
ámbito laboral mediante esta variante.
[Informativo. U en función de objeto omitido (clítico)]
(8) Le preguntamos una vez que ha tenido tiempo de ver desde esa reforma si va a
llegar a implantarse\ y si va a generar puestos de trabajo\ (BDC 13-2)

Estas diferentes frecuencias entre las formas de sujeto y objeto de la variante U


se explican por sus distintos niveles de prominencia; el sujeto es más prominente
que el objeto, por lo tanto, al representar de forma más definida y perceptible a su
referente, es más proclive a ser utilizado en textos de corte más subjetivo, como
los informativos-debate, mientras que el objeto, menos prominente que el sujeto,
resulta apto para transmitir contenidos menos subjetivos, como los que suelen tra-
tarse en los textos informativos.
Por su parte, los magazines son géneros cuyo contenido está basado en tratar
temas muy variados y, en general, dichos temas pretenden informar a la audiencia,
si bien están fundamentalmente orientados hacia el entretenimiento. Como se
observa en la Tabla 3, es en este género, que posee un marcado carácter interac-
tivo, donde aparece la mayor frecuencia de uso de segunda persona. Sin embargo,
en la Tabla 4 podemos observar que, de nuevo y de forma más precisa, se produce
una mayor frecuencia de la variante T en los magazines en ambas funciones (24.7
para la función de sujeto y 31.4 para la de objeto), si bien predominan los casos en
la segunda función.
En el ejemplo (9) el locutor se dirige a la audiencia general mediante la
variante T en función de objeto mientras que en (10) indexa con la misma variante
a un interlocutor concreto que ha intervenido en el programa. En ambos casos,
la forma utilizada es acorde con las características del género; se desea conseguir
una empatía y aproximación ideal con la audiencia mediante la variante más pro-
minente y perceptible T.
[Magazine. T en función de objeto omitido (clítico)]
(9) Como siempre en los primeros instantes del programa te recordamos las vías
de contacto que siempre tienes abiertas para ti de par en par y dispuestos a
recibir por ejemplo tus correos electrónicos a través de oyentes@galaxiasycen-
tellas.com\ (ETT28-1)

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[Magazine. T en función de objeto omitido (clítico)]


(10) Pues Javier\ te leemos en esmateria.com\ y hasta la próxima semana. Ha sido
un placer\ (ETT28-1)

Siguiendo la misma tendencia, la variante T es también notablemente frecuente


cuando funciona como sujeto en los magazines, lo cual es explicable por la índole
claramente interactiva de este tipo de texto, como se aprecia en (11).
[Magazine. T en función de sujeto expreso y omitido]
(11) Precisamente hoy nos hemos venido aquí al muelle de Corralejo\ Andrés/ tú
eres el patrón de este velero\ ø dinos cómo se activarían las alarmas en caso de
emergencia\ (Med12 <CanDi 141>)

Los distintos niveles de prominencia obedecen al cumplimiento de las distintas


funciones sintácticas (sujeto u objeto). En los magazines el interlocutor suele estar
presente físicamente, de forma que no es necesaria su indexación con la variante
más prominente o que proporciona más perceptibilidad, que es el sujeto.
De este primer análisis puede observarse, previsiblemente, que el uso de las
variantes de segunda persona T y U se distribuye con cierta regularidad entre los
géneros; aquellos dedicados a la información como los informativos o los infor-
mativos-debate tienden al uso de U, sobre todo en función de sujeto, mientras que
la variante T predomina en los géneros interactivos y de entretenimiento, como
los magazines, tanto en función de sujeto como de objeto. Esto constituye un pri-
mer indicio de que la selección de una u otra forma de objeto no está simplemente
condicionada por el nivel de (a)simetría entre los participantes, ni por otras cues-
tiones como el nivel de solidaridad o respeto que exista entre ellos, sino que reside
en cuestiones de índole gramatical, relativas al significado cognitivo de cada una
de estas formas, así como al tipo de situación comunicativa donde se encuentren
los participantes.
Los resultados obtenidos en las cuantificaciones según los textos permiten
entrever que estos significados son utilizados por los hablantes para cumplir
determinadas funciones comunicativas. Para comprobar esta idea, se realizó un
análisis de frecuencias absolutas según el perfil socioprofesional de los hablantes
que participan en cada género (Tabla 5).
Las frecuencias indican que son los periodistas los más tendentes a utilizar
las variantes de U, tanto en función de objeto como de sujeto (28.4 y 30.2). Como
se ha demostrado ya en trabajos previos (Aijón Oliva y Serrano 2013: 191), la fun-
ción de los periodistas en los medios de comunicación es la de presentar y expo-
ner los datos de la forma lo más neutra y equilibrada posible, es por ello por lo
que suelen usar las variantes sintácticas con significado tendente a la objetivación
o a la reducción de la subjetividad. Hemos demostrado que el uso de la variante
U es menos prominente que T, por lo tanto, la indexación del referente se realiza

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Tabla 5. Frecuencias absolutas del uso de T y U en función de sujeto y objeto según el


perfil socioprofesional del hablante
Le, lo, la /a
Tú Te/ a ti Usted usted
Casos y Casos y Casos y Casos y
frecuencias frecuencias frecuencias frecuencias
absolutas absolutas absolutas absolutas
Periodistas (63,739) 105 (16.4) 124 (19.4) 181 (28.4) 193 (30.2)
Políticos (38,340) 36 (9.3) 25 (6.5)  87 (22.6) 32 (8.3)
Profesionales (46,661) 29 (6.2)  85 (18.2) 11 (2.3) 16 (3.4)
Hablantes particulares (22,518)  57 (25.3)  62 (27.5) 11 (4.9)  26 (11.5)
Total 227 296 290 267

por medios menos directos o perceptibles, lo que la hace especialmente útil para
determinado tipo de interacción. Así, por ejemplo, en los informativos, es habitual
que el periodista se dirija a algún participante en el programa mediante el uso de
la forma de objeto U, como se observa en el ejemplo (12), donde se ha utilizado el
clítico de acusativo la y el de dativo le.1
[Periodista en informativo. U en función de objeto omitido (clítico)]
(12) Vamos a saludar esta mañana a la Consejera de Sanidad\ pues aquí estamos\
saludándo la con relativas buenas noticias\ le hacemos llegar nuestra preocu-
pación por saber cómo va el proceso eruptivo\ (BDC 7-3)

Asimismo, la función más empleada de U resultó ser la de objeto, que en virtud


de su menor prominencia en relación con la de sujeto, coincide con los propósitos
comunicativos de neutralidad y objetividad tradicionalmente atribuidos a los
periodistas. Está claro que la presencia del sujeto hace más indexable y presente
su referente que si se utilizara un objeto, con lo cual, era de esperar su menor fre-
cuencia. En (13) se puede observar el uso de usted como sujeto por un periodista
en un género de debate.
[Periodista en informativo-debate. U en función de sujeto expreso]
(13) ¿ Usted , qué consejos le daría al partido socialista? / ¿ Usted cree que será
capaz de sacar el país adelante?/ (Med12<Re71012>)

No obstante, las frecuencias indican que el uso de la variante T no es en absoluto


ajeno al discurso de los periodistas, toda vez que es esta categoría socioprofesional

1. Estas fluctuaciones en el uso de los clíticos son frecuentes en los programas de televisión y
radio, debido a la existencia de dos tipos de interlocutor diferente: el entrevistado y la audiencia
del programa.

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la que predomina en los textos de los medios de comunicación. Como se observa


en el siguiente ejemplo, uno de estos profesionales que realiza un reportaje infor-
mativo en el exterior del plató se dirige a la persona a la que se dirige para obtener
la información con esta variante (T) en función de sujeto (expreso y omitido) y de
objeto (14).
[Periodista en informativo. T en función de sujeto (expreso y omitido) y objeto
omitido (clítico)]
(14) Tú no tengas temor y deleitanos a todos con tu talento\ que te sobra […] yo sé
que ø lo vas a hacer bien y ø dinos qué nos vas a cantar hoy\¿ya ø cantabas
opera? ¿ya te gustaba la canción lírica? / (CanDi3-12)

En la misma línea, se podría considerar habitual que los periodistas contribuyan


también al uso de la variante T, sobre todo en función del carácter de la inter-
acción que se desarrolle. Así pues, en el ejemplo (15) un periodista indexa a la
audiencia, en este caso considerada como genérica, mediante el empleo de la
variante T en función de sujeto y de objeto.
[Periodista en magazines. T en función de sujeto y objeto omitidos]
(15) Te recuerdo las vías de comunicación que Ø tienes\ como siempre\ las Ø tienes
de par en par para comunicarte con nosotros\ (GalyCent3-10)

En cambio, en otras ocasiones, el periodista se dirige a una persona en particular


con la variante U, en este caso mediante el clítico de dativo le (16).
[Periodista en magazine. U en función de objeto omitido (clítico)]
(16) Le quería comentar porque mucha gente no sabrá\ pero es una especie que está
a punto de desaparecer (GalyCent 3-10)

Por su parte, los políticos representan una gran proporción del uso de U en fun-
ción de sujeto (22.6), como se aprecia en el ejemplo siguiente (17).
[Politician. U en función de sujeto expreso]
(17) Se lo diré muy brevemente\ usted dice que vienen años muy difíciles\y usted
dice/pero yo no veo que se esté haciendo algo con los bancos\
(Med12<ElEnv272>)

Siguiendo la misma línea explicativa, la función comunicativa primordial de los


políticos está orientada hacia la persuasión, opinión y transmisión de ideología,
por lo tanto, no es de extrañar que utilicen las formas gramaticales que señalan
o indexan al referente de forma más precisa o perceptible, como es el sujeto. Son
también importantes las frecuencias de T en función de sujeto y de objeto entre
los hablantes particulares (25.3 y 27. 5 respectivamente) y las de T en función de
objeto entre los profesionales (18.2). Estas categorías profesionales tienden a inter-
venir en distintos tipos de géneros, tanto en los informativos como en aquellos de

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116 María José Serrano

entretenimiento y, generalmente, sus intervenciones están encaminadas a expo-


ner su propia opinión sobre un tema o para exponer alguna cuestión relativa a su
actividad profesional. En general, este tipo de hablante no tiene ningún rol comu-
nicativo predefinido, pero resulta natural que utilicen la forma T en sus variantes
de sujeto y de objeto, ya que suelen llevar a cabo interacciones con los periodistas
en forma de diálogo, con lo cual se espera una indexación del referente más clara.
En (18), un periodista dialoga con un hablante particular acerca de un tema coti-
diano, y este utiliza la variante T en función de sujeto (expreso y omitido).
[A: Periodista; B: Hablante particular en magazine. T en función de sujeto expreso
y omitido]
(18) A. ¿Estás ahora mismo cerca del Belén? /
B. Sí/dime Ø qué quieres saber/
A. Yo tengo un problema/porque me identifico con dos figuritas del Belén/
B. ¿Con qué figuritas te identificas tú ? / (Med12 <LaAlp212>)

En cambio, en (19), una reportera que realiza una entrevista a un hombre que vive
en la calle obtiene una respuesta de este hablante con la variante T en función de
objeto.
[Hablante particular en magazine. T en función de objeto omitido (clítico)]
(19) No\no tengo contacto con mi hija\ ¿ te imaginas qué puñalada que me vaya a
ver a mi hija y que me diga que me voy al carajo? / (R726-10)

Asimismo, en esta otra intervención (20), un hablante que interviene en el pro-


grama para contar los avances realizados por un grupo de teatro que conoce desde
hace tiempo utiliza T en función de objeto para referirse a su interlocutor (el
periodista).
[Hablante particular en informativo. T en función de objeto omitido (clítico)]
(20) Hola\buenos días J.\quiero contar te que esta gente de esta tiene una trayecto-
ria impresionante\ (CanDi10-1)

En definitiva, se observan dos tendencias claras; los periodistas tienden al empleo


de la variante U con cierta preferencia en la función de objeto y los hablantes par-
ticulares por la variante T, sin distinciones marcadas en la función sintáctica.
Sin embargo, las frecuencias y los ejemplos indican que, aunque es posible
observar cierto predominio de cada variante en función del género y de la afilia-
ción profesional del participante, también lo es extraer otras conclusiones relacio-
nadas con aspectos cualitativos, derivadas del tipo y del tema de la interacción. De
hecho, a la vista del análisis cualitativo de los ejemplos y su distribución entre los
géneros y adscripciones socioprofesionales de los hablantes, se puede advertir que
aquellos temas que se tratan de una forma personal o directa tienden a la utiliza-

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Análisis cognitivo-discursivo y situacional de las formas de tratamiento en función en español 117

ción de la variante T, mientras que aquellos que se exponen de forma general o


con menor implicación personal tienden a referirse al interlocutor con la forma de
objeto U, con las matizaciones que hemos señalado con respecto a las funciones
de sujeto y objeto. Esto constituye un indicio de que ambas variantes y las fun-
ciones sintácticas que cumplen tienen un significado cognitivo inherente que per-
mite acercar o alejar la deixis del interlocutor mediante la prominencia cognitiva,
lo cual se revela como un imporante recurso comunicativo. Para confirmar esta
idea, es necesario profundizar en el valor discursivo-cognitivo que genera el uso
de una u otra variante de objeto en estos textos y entre los distintos perfiles profe-
sionales que participan en ellos.

5. El significado discursivo-cognitivo de las variantes de la segunda


persona del singular

Como se señaló en el apartado 2.1., los distintos niveles de prominencia de cada


variante de la segunda persona T o U dan lugar a distintos significados que, al
mismo tiempo, pueden contribuir a la construcción de distintos estilos comu-
nicativos que caracterizan los textos y situaciones comunicativas en los que se
emplean. La variante T al ser más prominente que U, posee la capacidad de situar
al interlocutor en una esfera deíctica más próxima a la del propio hablante, con
lo cual lo hace más accesible, identificable y perceptible. Por tanto, este signifi-
cado puede promover un valor tendente a la subjetivización, lo cual lo hace pro-
clive a aparecer en aquellos contenidos relacionados con la esfera personal o más
directos, donde se desea hacer partícipe o involucrar al interlocutor de forma
definida. Esto es consistente con los resultados obtenidos en la Tabla 3, donde se
observa que la variante T es más frecuente en los magazines, géneros dedicados al
entretenimiento y donde se tratan generalmente temas de actualidad, enfocados
desde una perspectiva personal, lo que requiere el uso de la variante T. Asimismo,
los hablantes particulares, en sus distintas intervenciones en los medios se incli-
nan por el uso de esta variante, ya que, asimismo, sus enunciados suelen tratar
temas personales, ya sea sus propias opiniones o vivencias sobre algo, ya sea sobre
su actividad personal o profesional, en algunas ocasiones. En ambos casos, estos
géneros y estas afiliaciones socioprofesionales muestran claramente una tendencia
a la subjetivización del discurso. Estos datos eran esperables, dado que ya ha sido
demostrado que otras variantes subjetivizadoras suelen utilizarse en las mismas
circunstancias (Aijón Oliva y Serrano 2013: 203–204).
El empleo de la variante U no es simplemente una alternativa de la segunda
persona del singular; es una forma que mediante la prominencia cognitiva pro-
duce un efecto de alejamiento deíctico del hablante con el referente del interlocu-

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118 María José Serrano

tor, que reduce su accesibilidad y por tanto difumina esa relación deíctica. Por ello,
las formas del paradigma de usted (sujeto y objeto) son formas que reducen la sub-
jetividad del enunciado. Como recurso de desubjetivización, el uso de U resulta
adecuado en aquellas situaciones comunicativas donde no se desea personalizar o
focalizar sobre el referente. Por eso, como ya se señaló, la mayor frecuencia de U
se produce en los géneros donde predomina la información (como los informa-
tivos) y entre los periodistas, profesionales de los medios cuya función comuni-
cativa tiende a ser la de reducción de la subjetividad del discurso (Aijón Oliva y
Serrano 2013: 201–201).
Sin embargo, pese a que las frecuencias absolutas del uso de cada variante
entre esta categoría socioprofesional y entre los políticos confirman estas tenden-
cias, algunos de los ejemplos permiten atisbar que la selección de las variantes T o
U (ya sea en función de sujeto o de objeto) no depende exclusivamente del tipo de
texto o de la función socioprofesional que desempeñe el hablante, sino también de
la intención que quiera obtener con ella en determinados contextos y situaciones.
Esto explicaría de forma cualitativa, además, las frecuencias relativamente eleva-
das de T entre los periodistas en ambas funciones (véase Tabla 5).
De un análisis cualitativo de ejemplos concretos en distintos segmentos de los
géneros y por distintos participantes se puede apreciar que el empleo de una u otra
forma responde a una necesidad comunicativa derivada de la intención ocasional
de (des)subjetivizar el discurso a través del uso de una u otra variante. En el maga-
zine que corresponde al ejemplo (21), un periodista comienza su emisión salu-
dando a la audiencia con la variante T en función de sujeto y objeto para anunciar
uno de los temas que se van a tratar.
[Periodista en magazine. T en función de sujeto y objeto omitido (clítico)]
(21) Fiel a nuestra cita aquí estamos los de Galaxias y Centellas para ofrecer te una
hora de contenidos solo apto para curiosos\[…] Si este horario del domingo
no te viene del todo bien para escucharnos en directo\ ya sea en la versión
reducida de esta tarde o en la hora extendida de esta noche\ Ø lo puedes hacer
a través de la página web de esta casa rtvc.es y también gracias a nuestros ami-
gos de ibooks de Misterios de la Ciencia\ hoy comenzaremos por hablar te de
un serio problema sanitario las resistencias a los antibióticos\ el mal uso de los
antibióticos ha generado bacterias super resistentes, bacterias que son inmunes
ya a todos los antibióticos que existen\ ¿ Ø sabías por ejemplo, que la penici-
lina, el antibiótico por excelencia ya no es capaz de matar a ninguna bacteria?/
(ETT26-11)

En este caso el periodista se ha dirigido de una forma más clara y directa a sus
potenciales oyentes mediante el uso de la segunda persona T. Esto no solamente
se explica porque se trata de un magazine, que como se ha señalado, es un género

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Análisis cognitivo-discursivo y situacional de las formas de tratamiento en función en español 119

que tiende al uso de esta variante debido a sus características interactivas. El tema
que se anuncia, como el mismo periodista señala, es un tema serio, pero el perio-
dista continúa con el uso de esta forma “Hoy comenzamos por hablar te de un
tema serio…”, como una estrategia de acercar al interlocutor a dicho problema y
hacerlo partícipe del mismo.
En el ejemplo (22), el periodista comienza saludando al interlocutor con la
forma U en función de sujeto, pero cambia su forma de indexar al interlocutor
pocos minutos después cuando percibe que este se dirige a él con la forma T.
Para inquirirle sobre un tema un tanto personal utiliza esta variante en función de
sujeto “¿Tú sabes lo que son las matronas?, con lo cual enfatiza su presencia en el
discurso en un texto claramente interactivo.
[Periodista; B: Hablante particular. U en función de sujeto expreso y omitido, T en
función de sujeto]
(22) A. ¿De dónde llama Ø amigo?
B. Del Puerto de la Cruz
A. ¿Y usted se llama…?
B. Pedro\yo quería decir que eso de las matronas\yo tengo edad para saber
qué son las matronas\porque tú sabes que antes las matronas iban a las
casas
A. ¿ Tú sabes lo que son las matronas?
B. No lo viví\pero sí que lo sé (Med12<LaAlp212>)

Es posible que el periodista haya indexado de entrada al interlocutor con la


variante U como una forma de proveer al enunciado de un tono más solemne y
objetivo, suponiendo que el tema iba en consonancia. Con ello hacemos énfasis en
la idea de que el tratamiento interpersonal es una elección que pretende no solo
dignificar al interlocutor, sino también al que la selecciona. Las variantes morfo-
sintácticas pueden erigirse en recursos que utilizan los hablantes para configurar
sus propias identidades o imágenes en la interacción comunicativa. Cuando estos
recursos se proyectan en el interlocutor y en otras personas discursivas pueden
constituir recursos de (des)cortesía verbal (Aijón Oliva y Serrano 2010: 133).
En cada caso, es posible concluir que, además de las características inherentes
al género comunicativo y a la afiliación socioprofesional del propio hablante (en
este caso, periodista), la selección de las formas T o U depende también de la cer-
canía o proximidad que se le quiera dar al referente y, consecuentemente, del nivel
de subjetivación que con ello se le quiera dar al enunciado. Con ello, la selección
de las formas de sujeto o de objeto constituye un recurso dinámico, apropiado
para modular los niveles de (des)subjetivización del discurso.
Así pues, el uso de U entre los políticos no se debe a un trato socialmente asi-
métrico entre este y su interlocutor, como indicaría un estudio tradicional, sino a

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120 María José Serrano

una intención de mantener una distancia icónica con el referente de objeto, que da
lugar a una desubjetivización del enunciado, conveniente cuando se desea formu-
lar alguna reprimenda o reproche, como en el ejemplo (23), en el que un político
recrimina a otro político ciertas actitudes.
[Político en informativo-debate. U en función de sujeto expreso y de objeto omi-
tido (clítico)]
(23) Usted en la segunda parte de la pregunta me plantea si hay que sumar peras y
manzanas\¿que qué le quiero decir?/ Que todo eso ha sido por un acuerdo
puntual del gobierno \yo lo que le quiero decir es que una cosa es un plan esta-
tal estratégico y otra cosa es una estrategia para Canarias\
(Med 12<ElEn103>)

Es ya sobradamente conocido el hecho de que los intercambios discursivos entre


los políticos se realizan habitualmente con la forma U; de hecho, se trata de una
forma habitualmente empleada por esta afiliación socioprofesional (Blas Arroyo
2000, Serrano 2012, 2017b). La menor prominencia del referente de objeto pro-
mueve que este quede en un segundo plano y que la atención informativa se centre
sobre otros elementos de la emisión. Constituye por lo tanto un recurso estilístico
que reviste al enunciado de numerosos matices (seriedad, distancia emocional,
persuasión recriminación, etc.) que pueden resumirse en una mayor objetividad
estilística.2 Como puede apreciarse en (24), el uso de U en función de sujeto pro-
porciona una focalización en su referente que lo dota de una mayor fuerza prag-
mática. Mediante el uso de esta forma, el periodista toma distancia del referente
de sujeto del político, para recriminarle una situación acaecida.
[A: Político; B: Periodista. U en función de sujeto expreso]
(24) A. Mucha gente creía que yo aspiraba a presidenta del gobierno\y he dicho
que sí\
B. Pero algunos dicen que usted va por el camino de castigar\
A. No\yo de momento voy premiada\el partido quiere que vaya\
(Med12<ElEn103>)

En el género de la tertulia, donde comúnmente se trata otro tipo de temas, es posi-


ble encontrar también ejemplos de T entre los políticos. En (25), un periodista
inquiere a un político su opinión sobre una noticia cultural de la isla de El Hierro.
El político contesta y hace referencia a su interlocutor con la variante T.

2. Los políticos se muestran también como un perfil socioprofesional tendente a la persuasión


a través del uso de las variantes expresas, sobre todo la del sujeto usted, lo cual, en contraste con
el uso de las variantes omitidas y en determinados contextos promueve un estilo subjetivador
(Aijón Oliva y Serrano 2013: 112–117).

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[Político en tertulia. T en función de objeto omitido (clítico)]


(25) Rápidamente te puedo decir que a mí no me ha parecido mal\ a mí no me ha
parecido mal||el mundo de la cultura ha recibido detalles de El Hierro y es
normal que ahora ellos se beneficien de esas ayudas\ (TertPe26-12)

El uso de la forma T entre los políticos se produce incluso cuando el interlocutor,


en este caso un periodista, ha utilizado U para referirse a él, como se constata en
el siguiente diálogo (26).
[Periodista (A) y político (B) en informativo-debate. U en función de objeto omi-
tido (clítico). T en función de objeto omitido (clítico)]
(26) A: Pocas cosas he escuchado más duras que las cosas que le dicen sus compa-
ñeros de partido\
B: Afortunadamente\puedo decir te que eso hoy está superado\siempre he
estado donde me han dicho que se me necesitaba\ (ElEnv 103)

La selección de la forma de objeto T donde quizás se esperaría U puede explicarse


de nuevo por el tema tratado y las intenciones comunicativas de los hablantes;
tanto en (25) como en (26) el político indexa a su interlocutor con esta forma para
gestionar unos temas que, aunque están relacionados con la política, no atañen
tanto a esta como a su propia persona. Esto explicaría el uso de T en la respuesta
del hablante B. Con ello se consigue una mayor implicación del referente de objeto
en el contenido comunicativo (Siewierska 2014: 214).
En el ejemplo (27), una política canaria se queja de que un político de otro
partido, también canario, no la saludaba ni quería unirse al grupo de políticos
canarios. Nuevamente, se aprecia que el uso de la forma T contribuye al desarrollo
de un tema más relacionado con el ámbito personal que con el político.
[Política en informativo-debate. T en función de objeto omitido (clítico)]
(27) A mí el que no me saludaba era Juan Fernando López Aguilar\y te voy a decir
una cosa\lo que fue muy desagradable es que en el parlamento nos juntamos
todos los políticos de Canarias y él no quería estar con nosotros\ (El Env27-11)

En este otro diálogo, un político se dirige a otro político que le hace un comentario
sobre su actividad. El primero utiliza la forma U en función de sujeto y el segundo
contesta a ese presunto ataque sobre su perfil político indexando a este interlo-
cutor con T. Se puede observar que este político emplea T como un recurso que
subjetiva al referente y con ello todo el enunciado.
[Político (A) y político (B) en informativo-debate. U en función de sujeto y T
en función de objeto omitido (clítico)]
(28) A: Usted es una rara avis en Lanzarote\ porque tiene un perfil político que no
me cuadra\

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B: Te voy a llevar la contraria\la verdad debe ir delante y eso me caracteriza\


y te contesto esto no por ser la alcaldesa de Arrecife\porque lo que ha
pasado en Lanzarote me parece bien\me parece bien que la gente actúe\
(ElEnv10-3)

El empleo de la forma T entre los políticos es un hecho que suele llamar la aten-
ción no solo a los estudiosos, sino también a los hablantes.3 De forma general, se
observa claramente entre los participantes pertenecientes a esta afiliación profe-
sional el uso de estrategias lingüísticas recurrentes, tales como la gestión de las
respuestas en las entrevistas (más o menos directas o evasivas, etc.) que les hacen
los periodistas (Montgomery 2011, Obeng 1997, Simon-Vandenbergen 2006). Ello
corrobora la hipótesis de que las funciones comunicativas adoptadas por los
hablantes responden a la situación comunicativa en la que intervengan los parti-
cipantes y a las intenciones concretas (o a parte de ellas) que se proyecten en cada
enunciado.

6. Conclusiones

Las formas pronominales de sujeto tú/usted y las de objeto te/a ti y le, la, lo/
a usted, como variantes morfosintácticas, constituyen elecciones de significado
basadas en cuestiones de índole cognitiva. Así pues, la mayor prominencia de T
constituye un recurso discursivo para indexar al interlocutor de objeto de forma
directa y precisa, lo que da lugar a significados basados en la esfera de lo personal.
Por ello, esta forma es utilizada cuando se quiere proveer al enunciado de cierta
subjetividad. La menor prominencia de U, por el contrario, implica que el refe-
rente de objeto queda menos precisamente determinado y ello da lugar a signifi-
cados alejados de los ámbitos nocionales de los participantes. Todo esto se matiza
y se concreta, como hemos visto, a través de las funciones sintácticas que adopte
la segunda persona (sujeto pronominal u objeto de persona). Esto conlleva que el
contenido comunicativo se presente dotado de una mayor objetividad.

3. Durante la campaña electoral de 2007, el presidente el Gobierno (José Luis Rodríguez Zapa-
tero) participó en un debate electoral. Cuando contestaba a las preguntas que le hacía la audien-
cia, llegó a alternar el uso de las formas T y U en sentencias como ‘Le agradezco que me hagas
estas preguntas’. Ese uso de la forma tú en lugar de la de usted fue muy criticado al conside-
rarse que fue demasiado “cercano” y “coloquial” (Medina López 2009: 82–83). Sin embargo, de
acuerdo con la hipótesis planteada en el presente trabajo, el entonces presidente pudo utilizar
la variante T en aquellos segmentos de sus respuestas donde deseaba subjetivizar al referente y,
con ello, a todo el enunciado que funcionaba como respuesta (véase también Serrano 2017: 103).

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Las frecuencias de uso de cada variante en distintos géneros comunicativos


corroboran las tendencias encontradas en trabajos precedentes, esto es, los géne-
ros dedicados a la información y los periodistas emplean más frecuentemente las
formas de objeto U, mientras que los géneros de diversión y entretenimiento y los
hablantes particulares tienden a utilizar la variante T. Esto confirma que los pri-
meros construyen un estilo menos subjetivo que los segundos. Algunas frecuen-
cias, como los de los periodistas (que utilizan las dos variantes con frecuencia,
aunque predomina U) y las de los políticos (cuyas frecuencias de T y U están muy
próximas) dan a entender que la (des)subjetivización del discurso mediante el uso
de cada una de estas variantes se puede apreciar también cualitativamente a tra-
vés de la observación de los cambios en las formas que realizan estas afiliaciones
socioprofesionales.
Es posible, por tanto, corroborar y concretar la idea de que los distintos nive-
les de prominencia cognitiva de cada variante se pueden transformar en opciones
estilísticas en el discurso. Los periodistas, siguiendo su tendencia a la objetivi-
dad, emplean más frecuentemente U, sobre todo en los géneros informativos. Sin
embargo, se observa un uso de la variante T cuando se desea referenciar de forma
más directa y clara al interlocutor, y ello debido a distintos motivos derivados de
la interacción. Por su parte, los políticos, en cuyo discurso se encuentra muy fre-
cuentemente la variante U, es posible también el empleo de T si, a juicio de estos
hablantes, las circunstancias del enunciado lo requieren.
Estos resultados indican que los diversos usos de las formas de segunda
persona del singular no constituyen simples recursos de tratamiento o cortesía
fundamentados en simples cuestiones sociales, sino que su empleo obedece pri-
mordialmente a cuestiones lingüísticas, más concretamente cognitivas, relaciona-
das con la mayor o menor prominencia del referente de la segunda persona.

Reconocimiento

Este trabajo presenta resultados de los proyectos de I+D: “Desarrollo conceptual y análisis
empírico de la variación sintáctica en español: los objetos verbales y las estructuras de pasiva”
(FFI2013-41250-P) y “Variación gramatical y construcción del significado en español: los objetos
centrales y las construcciones desubjetivizadoras” (FFI2016-74825-P), ambos subvencionados
por el Ministerio de Economía y Competitividad. Agradezco a Miguel Ángel Aijón Oliva los
comentarios realizados a esta investigación.

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124 María José Serrano

Referencias

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Dirección para la correspondencia

María José Serrano


Universidad de La Laguna
Campus de Guajara s/n, 38071
La Laguna, Tenerife
España
mjserran@ull.edu.es

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Date received: 21 November 2016


Date accepted: 6 October 2017

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