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Ésta es una traducción no oficial.

Esta traducción fue hecha por una admiradora, dedicada a los aficio-
nados y no tiene el propósito de lucrar por dicha edición.

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Título original: 哑奴 (Mudo)

Autor: 羌塘 (Qiang Táng).

Año: 2018

Idioma original: Mandarín.

Publicación original: shubl.com

Traducción al español: Ángeles MLl.

Diseño artístico: BeauxEspirit_2001

Marzo a julio de 2020.

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EL AMANTE MUDO

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El esclavo mudo se casa

El Palacio septentrional de Zhen Bei estaba decorado con linternas,


los gongs y los tambores eran estridentes, y estaban acompañados
por el sonido de los petardos. Entre la melodía de los instrumentos
musicales, la litera de matrimonio y una dote de cuarenta y ocho
vestidos eran transportados dentro del Palacio del Rey.

Los espectadores solamente habían escuchado que la hija del Magis-


trado de la Prefectura Chen, conocida como la primera belleza de la
Dinastía Jìng, había atrapado la atención del Rey de Zhen Bei que ha-
bía solicitado que fuera su concubina. El Magistrado estaba muy in-
teresado en agradar al rey y ganarse su confianza, por lo que había
casado a su hija felizmente.

De la litera de matrimonio a la habitación nupcial, Chen Yu había es-


tado extremadamente ansioso y no se atrevía a hacer ningún movi-
miento exagerado, haciendo que pareciera como una marioneta que
era movida de un lugar a otro.

Tenía miedo de que vieran a través de él.

Si fuera descubierto y desencadenara la ira de Su Alteza, entonces


definitivamente se daría la orden de ejecutarlo. No, si el Rey de Zhen
Bei estuviera disgustado, podría exterminar a Chen Yu con un sólo
dedo.

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De acuerdo con los rumores, el Rey de Zhen Bei era el más honora-
ble, siendo el único rey heredero de la Dinastía Jìng que no llevaba el
apellido Jin.

Más rumores decían que comandaba a un millón de soldados y que


podía derrotar él sólo a cien oponentes en el campo de batalla. Era
invencible.

Algunos rumores decían que tenía una altura de casi dos metros y
medio, una cara llena de bigotes como un dragón y ojos que aparen-
taban ser campanas de cobre. Su apariencia era diabólica y malévola,
como si fuera el Rey del Infierno que ha emergido desde el infra-
mundo. Con una sóla mirada, podía aterrorizar a la gente hasta des-
armarlos y derrotarlos.

Más allá de su distinguida inteligencia y poder en combate, su infa-


mia era aún más extraordinaria.

De acuerdo a los rumores, el Rey de Zhen Bei cortaba las cabezas de


sus enemigos, extraía el cerebro y utilizaba los cráneos para servir y
beber vino durante los servicios en memoria de sus camaradas caí-
dos.

Se rumoraba que era inmensamente viril y lujurioso, se había casado


con nueve concubinas no oficiales. Ninguna había sido capaz de tole-
rar su incansable tormento día y noche, ninguna había sobrevivido.

Los rumores….

Chen Yu tenía el ánimo de un individuo esperando la muerte mien-


tras lo esperaba sentado en la cama, solamente de pensar en esos

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rumores estaba asustado al punto de que ambas piernas le tembla-
ban.

Él no era la hija del Magistrado, solamente era un pequeño esclavo


mudo nacido en esa residencia.

Cuando era sólo un niño, la gente de la residencia decía que era


atractivo y varias sirvientas estaban ansiosas por jugar con él o lle-
varle comida. Cuando alcanzó los doce años, mientras caminaba al-
rededor de la residencia, varias personas alzaban las cejas y lo mira-
ban fijamente.

A los trece años, había algunos esclavos que lo molestaban, jugueto-


namente le habían pedido que se desnudara. El esclavo mudo no sa-
bía que querían, pero no le gustaba y se negó, haciendo que algunos
de los esclavos se molestaran. Ellos le quitaron la ropa a la fuerza,
pero afortunadamente su madre estaba ahí para protegerlo, incluso
arriesgando su propia vida.

Un mes después de ese incidente, hubo dos soldados que fueron a


buscarlo. Sin intercambiar más de un par de palabras comenzaron a
pelear, originando un conflicto que involucró espadas y sangre de-
rramada.

Por esta razón, su madre recibió diez golpes con una tabla.

El esclavo mudo sabía que él era el que tenía la culpa, pero era su
madre la que tenía que tomar la responsabilidad y aceptar el castigo.

Dentro de la residencia, las habladurías surgieron por todos lados,


con algunos asegurando que él era la reencarnación de un espíritu
zorro, destruyendo las reglas naturales y las regulaciones de hom-

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bres y mujeres, robando las almas de los humanos. Desde ese mo-
mento en adelante, villano, depravado y términos similares se escu-
chaban frecuentemente a su alrededor.

Después de eso, el esclavo mudo ya no salió por las puertas nunca


más, su madre lo encerraba en el patio trasero donde vivían y no le
permitía tratar con extraños.

Él sabía que su madre hacía esto por su propio bien, por miedo a que
él causara otro percance. Y estuvo encerrado hasta que la joven da-
ma de la casa del magistrado adquirió el título de la belleza número
uno de la Dinastía Jìng y el rey dio la orden de traerla como su con-
cubina.

La joven hija del magistrado se rehusaba a convertirse en el décimo


fantasma, aplastada por el cuerpo del Rey y, por lo tanto, se les ocu-
rrió usar al esclavo mudo como un sustituto. Para este propósito, el
estimado magistrado invitó a una dama anciana del Burdel Qin Huai
para enseñar al esclavo mudo como servir a alguien en la cama y
como esconder la verdad de que él era un hombre y no una mujer.
Incluso le concedieron el nombre de Chen Yu.

El magistrado declaró que no importaba si él era descubierto por el


rey, ya que era famoso por su lujuria, sin distinguir entre parejas fe-
meninas o masculinas, y no tendría el corazón para matar a Chen Yu.

Sin embargo, ¿quién sabe?

De cualquier manera, él estaba condenado a morir, las nueve concu-


binas anteriores fueron incapaces de soportarlo y él pronto se con-
vertiría en el décimo.

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El magistrado le prometió que trataría generosamente a su madre y
eso fue suficiente.

Abruptamente, la puerta de la habitación se abrió, lo que hizo que


Chen Yu temblara de terror y, mientras el sonido de pasos se acerca-
ba, fue capaz de ver a través del velo nupcial con la ayuda de la luz
de la vela. En frente de él estaba una figura alta con una postura rec-
ta e impositiva.

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Una belleza encantadora como un demonio

Chen Yu no había podido evitar tratar de imaginarse a este hombre


conocido como el Rey Viviente, que durante diez años había recorri-
do todo el territorio Xinjiang. ¿Cuál sería su apariencia?

Daba lo mismo.

Según los rumores, tenía los ojos negros, las mejillas rosadas y un bi-
gote. El tipo de rostro que podía asustar incluso a los fantasmas.

El velo de novia se levantó de pronto.

Chen Yu cerró los ojos inconscientemente.

Sintió un dedo que levantaba su barbilla. Esos dedos eran fuertes y


vigorosos, nada gentiles, llenos de rudeza. Eran los dedos de un rey
que dirigía a sus soldados en las batallas mientras sostenía una es-
pada larga en la mano.

El dedo talló el lado derecho de su rostro.

“Ah, la primera belleza de la Dinastía Jìng, un poco interesante.”

El sonido de la voz era profundo como el de un tambor de guerra y


había una mezcla de alcohol y esencia de hombre en su aliento. Chen
Yu no había pensado en los olores y el aroma del alcohol era un poco
intoxicante.

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Probablemente, por la ocasión de casarse con una concubina, se ha-
bía lavado la boca. Chen Yu lo supuso, preguntándose si eso lo hacía
sentir satisfecho o no.

“¿No te atreves a mirarme?”

Chen Yu se enderezó sintiéndose aún más incómodo.

El rey observó a la belleza que estaba enfrente de él, su figura era


delgada y parecía que solamente tenía dieciséis o diecisiete años,
simplemente a la espera de ser cosechada.

Su cara estaba limpia como la nieve inmaculada de la cumbre de la


Montaña Tianshan y era blanca como el jade pétreo. Llevaba un ves-
tido de novia con una corona de fénix que, bajo la luz de las velas,
añadía un pequeño rubor a su apariencia y la hacía ver más sensual.

Aunque tenía los labios cerrados, estaban ligeramente levantados,


como si fuera una invitación a que los probaran, su nariz era peque-
ña y exquisita, las orejas eran como cuentas de cristal de jade.

¡Era una belleza como pocas en el mundo!

Incluso cuando el Rey de Zhen Bei era una persona con mucha expe-
riencia y ya se había casado con diez concubinas, era normal que
buscara nuevas bellezas y estaba realmente sorprendido con la que
estaba enfrente de él.

El rey acarició su cara, desde la quijada hasta los labios, a la punta de


la nariz y la orilla de las cejas, podía sentir como la belleza temblaba
ligeramente.

“¿Tienes miedo de que te vaya a comer?”

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Chen Yu asintió, hacía mucho que había escuchado que cuando el
ejército del Rey de Zhen Bei se quedaba sin comida en el campo de
batalla, devoraban incluso la carne de sus enemigos.

Obviamente, el rey se refería a otra cosa, pero Chen Yu lo había en-


tendido mal e hizo que el rey pensara que lo estaba haciendo delibe-
radamente para seducirlo.

“¡Ja, ja, ja!”

El rey se rio muy fuerte y levantó la quijada de Chen Yu.

“Abre los ojos y mira a este rey.”

El tono ahora era autoritario.

El Magistrado le había enseñado que nunca debía desobedecer la


orden de su amo, por lo tanto, Chen Yu abrió lentamente los ojos. El
hombre que estaba enfrente de él era corpulento y tenía la aparien-
cia de un héroe, Chen Yu solamente podía pararse contra su pecho
cuando se ponía de píe.

El Rey de Zhen Bei tenía un torso ancho, brazos y piernas largas, y su


apariencia era fuerte y poderosa. Todo su cuerpo desbordaba ener-
gía, dando la apariencia de que no tenía donde verterla. Llevaba una
bata un poco suelta, revelando una túnica interior negra.

¡Resultaba que el rey legendario no era tan desagradable!

Chen Yu miró la frente ceñuda del rey, las cejas gruesas como espa-
das que apuntaban directamente a sus cienes, los ojos con una mi-
rada inflexible, el alto tabique de la nariz. Combinados, le daban una
imagen llena de heroísmo.

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También se había rasurado la barba y Chen Yu vio un rastro azul en
donde comenzaba a crecer de nuevo, que le daba un aire majestuo-
so a su rudeza.

‘Nada feo en lo absoluto… no tan aterrador…’

El rey se congeló por un momento.

Cuando Chen Yu tenía los ojos cerrados, ya era una belleza rara en el
mundo, pero cuando los abrió, una vez más hizo que el rey se sor-
prendiera hasta el cielo de nuevo. Esos ojos eran como pétalos de
durazno, llenos de pasión, ¡apelaban directamente al alma! Las pupi-
las eran negras y ágiles, y se podía ver una noche estrellada dentro
de ellos. Estos ojos podían competir con el sol, la luna y las estrellas,
podían iluminar hasta la cueva más obscura.

Su encanto mágico, era fantasmal y hechizante, combinándose en


una misma persona.

Un fuego abrazador se levantó desde el abdomen inferior del rey.

¡Quería tomar a esta belleza y hacerla suya! ¡Sólo podía pertenecerle


a él!

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Vino nupcial, buenas noches

“¡Este rey te quiere ahora mismo!”

Con una mano, cubriendo por completo la cintura de Chen Yu lo car-


gó sin ningún esfuerzo antes de dirigirse a la cama, sentándose y
acomodándolo sobre sus piernas.

Su mano izquierda había tomado un tarro de vino.

“Bébelo.”

Chen Yu no podía beber alcohol. Durante su infancia, alguien lo ha-


bía engañado para que bebiera un poco y al final terminó desma-
llándose por un día completo.

Los ojos de Chen Yu se encontraron con la mirada del rey y, como es-
taban demasiado cerca, la autoridad dominante del rey lo había he-
cho incapaz de actuar de manera desafiante, el Rey de Zhen Bei era
su Dios.

Chen Yu levantó el tarro de vino con ademanes delicados y bebió un


pequeño sorbo, el fuerte sabor del alcohol entró por su garganta y,
era tan intenso, que lo hizo toser repetidamente incluso provocando
que algunas lágrimas cayeran por sus ojos haciéndolo ver aún más
tierno y adorable.

El rey se terminó el resto del vino de un sólo trago, la apariencia de


su cabeza inclinada hacia atrás aunado a las subidas y bajadas de su
manzana de Adán mientras tragaba eran desmesuradas y salvajes,
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Chen Yu jamás se había encontrado con un hombre que exudara un
aura tan dominante.

“Éste es nuestro intercambio de vino nupcial.”

¿El intercambio de vino nupcial?

Por un hombre como él, Chen Yu estaba dispuesto a vivir y morir por
él, que pena que el sólo era una farsa.

Con una vuelta, el rey presionó a Chen Yu debajo de su cuerpo. Su


mirada era parecida a la de un venado asustado y el rey era un afi-
cionado al tipo de placer derivado de la conquista, él era un cazador
y devoraría a esta pequeña belleza completamente.

Se inclinó y lo besó violentamente, cubriendo completamente los la-


bios rojos de Chen Yu. Después, sin advertencia alguna, bruscamente
tomó el control y lo forzó a abrir sus dientes aperlados, atrapando la
suave punta de la lengua de Chen Yu en un instante.

¡Era como un invasor salvaje que quería apropiarse de todo!

Un olor masculino intenso junto con el olor del alcohol llenó la boca
de Chen Yu, acumulándose en la parte posterior de su cabeza, el be-
so era tan intenso que lo dejo prácticamente desorientado.

“Mmm…”

La acalorada invasión continúo por un largo tiempo, ocasionando


que Chen Yu casi se sofocara, no podía ni respirar y había sido ago-
biado hasta el punto de que sus mejillas se habían vuelto de un rojo
encantador. Solamente cuando estaba a punto de perder la concien-

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cia el rey le mostró un poco de misericordia, retirándose de sus la-
bios.

Chen Yu jadeó por un poco de aire, forcejeando por tragar bocana-


das de aire, justo en ese momento, pensó que iba a morir.

La apariencia de Chen Yu mientras jadeaba por aire excitaba al rey


aún más, era evidente que disfrutaba demasiado como se veía mien-
tras soportaba un momento difícil. En particular, sus temblorosas
pestañas parecían cepillar a través de su corazón. El Rey se inclinó de
nuevo, enterrando su cara directamente debajo de la clavícula de
Chen Yu.

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Volcando mares y ríos

Para cuando Chen Yu despertó, el sol estaba en lo alto del cielo y ha-
cía mucho que el rey se había marchado.

Chen Yu sentía una gran cantidad de dolor, sentía como si cada hue-
so de su cuerpo estaba destrozado. De hecho, como el rey había aga-
rrado bruscamente su mano izquierda y la había torcido en su espal-
da, su muñeca estaba fracturada. La parte inferior de su cuerpo es-
taba enrojecida, inflamada y punzaba con calor. Chen Yu intentó re-
visarse, pero un simple toque inducía un dolor similar a ser pinchado
con alfileres.

Esta única noche se había llevado prácticamente la mitad de su vida.

En los momentos donde le dolía tanto que era casi insoportable, no


pudo hacer nada más que derramar lágrimas. Sin embargo, en los
ojos de aquel que lo subyugó sus lágrimas de angustia eran como go-
tas de rocío decorando una flor de pera, aumentando la belleza y só-
lo invitando a un abuso más despiadado.

Chen Yu pasó la segunda mitad de la noche en un estupor y no podía


recordar claramente. Cada vez que se recuperaba de su aturdimien-
to, ahí estaba él, aún incesante arriba de su cuerpo.

Comparado con el dolor y la incomodidad de su cuerpo, la reseque-


dad de sus ojos era preocupante.

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Temblando, alzó su cuerpo para enderezarse y vio las marcas de co-
lor gris que marcaban el colchón de la cama, sus piernas aún estaban
húmedas y pegajosas.

Quería levantarse de la cama, sin embargo, debido a la falta de fuer-


za, cayó al suelo. La fuerza de sus piernas fue completamente extraí-
da, impidiéndole mantenerse sobre sus dos piernas, por lo que utili-
zó la cama como soporte y se dirigió al tocador.

Utilizando el agua limpia de la vasija de cobre, remojó una toalla pa-


ra limpiarse la cara y las manos, retirando cuidadosamente cualquier
suciedad. Después, comenzó a vestirse con ropas, zapatos y calcetas
finas. Cada vez que tocaba ciertos lugares en su cuerpo que le dolían,
tenía que tomar una bocanada de aire frío.

‘Esto está bien también, no hizo falta hacer uso de las cosas que la
anciana me enseñó.’

Chen Yu encontró un poco de alegría en el amargo sufrimiento y se


consoló, lo bueno era que fue el rey quien tomó la iniciativa de asal-
tarlo y someterlo. No había necesidad en lo absoluto de que él asis-
tiera y, por lo tanto, todas esas técnicas para seducir a un hombre no
tuvieron uso.

Además, el rey era un hombre incansable y feroz al que no le agra-


daban los trucos elegantes, un hecho que había permitido que Chen
Yu escapara del peligro de que su identidad masculina fuera descu-
bierta. Él solamente era un juguete, el juguete del Rey de Zhen Bei.

“Dama Chen, después del desayuno, debe presentar sus respetos a


la Princesa Consorte.”

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Alguien afuera de la habitación le recordó en un tono apenas per-
ceptible.

En una prisa ansiosa, Chen Yu terminó de vestirse con cuidado y co-


rrectamente. El sirviente que entró tenía aproximadamente veinte
años y usaba un conjunto de ropas azules e incluso portaba una es-
pada, indicando que no era un sirviente ordinario.

“Soy el sirviente Song Qing, me ocuparé de la aplicación de la medi-


cina de la Dama Chen.”

Chen Yu permaneció sin moverse y solamente parpadeo sus ojos.

“Oh. Las sirvientas de la dote de la Dama Chen fueron despachadas


por la Princesa Consorte para hacer trabajo manual. La Dama Chen
no debe de sorprenderse, ésta siempre ha sido la orden dentro del
Palacio del Rey.”

No era de extrañar que no hubiera sirvientas que llegaran a atender-


lo en la mañana, sin embargo, en cambio, un sirviente hombre había
venido.

Chen Yu tomó el puñado de recipientes medicinales de la bandeja,


algunos tenían polvo y otros ungüentos, pero no estaba seguro de
como diferenciar cada uno de ellos.

“Song Qing ha servido a Su Alteza por más de diez años y cada mujer
con la que él ha tenido relaciones requiere hacer uso de estos medi-
camentos. Por lo tanto, este esclavo los tiene listos y disponibles en
cualquier momento.”

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Así que no era solamente así de violento y cruel con Chen Yu, incluso
los sirvientes habían desarrollado la práctica de preparar medicina
para las secuelas de los eventos en la habitación nupcial.

Aunque Chen Yu no ponía su esperanza en que el rey lo viera de ma-


nera favorable y excepcional, aún esperaba que le hubiera ordenado
a Song Qing que le llevara la medicina, sin embargo, por supuesto,
éste no podía ser el caso.

Él era un esclavo mudo que había sido elegido como un sustituto de


matrimonio, ¿en qué mundo él se beneficiaría o merecería el cuida-
do del Rey de Zhen Bei? Desde el principio, él no debía de tener fan-
tasías tan extravagantes y excesivas.

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Princesa

El magistrado le había explicado que el Palacio del Rey tenía muchas


reglas. Ahora que se había dormido accidentalmente hasta tan avan-
zada hora, Chen Yu se apresuró, no se tomó ni se puso las medicinas
y rápidamente siguió a Song Qing.
“Dama Chen, este sirviente tiene algunas palabras. La princesa siem-
pre ha tenido un mal carácter, si le falta al respeto, solamente tolé-
relo.”
Chen Yu asintió, no creía que con casarse con el rey se convertiría de
una gallina en un fénix. Además, era un sirviente y debía hacer lo que
fuera que su amo le pidiera.
La princesa vivía en la Residencia Liqing. Chen Yu no se atrevió a ad-
mirar la residencia de la princesa, solamente sentía que mucha gente
lo observaba.
La princesa estaba recostada en un diván elegante, sus cabellos es-
taban adornados con brillantes y ordenadas perlas, jades y pasado-
res. Era tan deslumbrante que la gente no se atrevía a mirarla direc-
tamente.
“Díganme, ¿quién es ésta?”
La princesa se metió una uva a la boca sin siquiera mirarla.
Viendo que Chen Yu no decía nada, Song Qing habló voluntariamen-
te “La Dama Chen se arrodilla frente a la Princesa para presentar sus
saludos matinales.”

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“Oh… Es el tesoro del magistrado, me preguntaba quién podría ser
tan descarada. Olvídate de los saludos matinales, ya estoy a punto
de tomar mi almuerzo. ¿Qué tipo de Saludos Matinales son estos?”
Song Qing explicó. “Ayer, Su Alteza estaba de muy buen humor, la
Dama Chen no pudo dormir hasta el amanecer, por lo que se levantó
muy tarde.”
“¿Te estoy preguntando a ti? Song Qing, aunque seas el sirviente de
confianza de Su Alteza, ¡debes ser respetuoso y humilde frente a mí!
La Dama Chen es una coqueta salvaje del exterior, pero tú sabes cla-
ramente las reglas, ¿no sabes que debías despertarla? Lo creas o no,
¡puedo hacer que Su Alteza te corte la cabeza!”
Song Qing se arrodilló en el suelo. “He hecho enojar a la princesa, Su
Alteza le ordenó a este sirviente que dejara a la Dama Chen descan-
sar más tiempo.”
Chen Yu se sintió un poco conmovido, ¿el rey se preocupaba por él?
“¿Qué? ¿El rey está bastante interesado en esta coqueta salvaje?”
El rostro de la princesa se volvió más desagradable, el rey solía pasar
el tiempo en la cama de la princesa, pero nunca le decía cosas genti-
les o consideradas, esto la hacía sentir extremadamente celosa.
La princesa resopló, se levantó del diván y caminó hacía Chen Yu.
“Revolcándose hasta el amanecer, esto no es cualquier cosa… Quiero
ver que es tan especial de ti, como para que Su Alteza se divirtiera
por toda la noche.”
El afilado dedal de oro de la princesa presionó sobre la barbilla de
Chen Yu.
La princesa sabía que el rey era lujurioso y todas las mujeres que te-
nía eran hermosas, pero aun así estaba sorprendida más allá de toda

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medida, la apariencia de Chen Yu era perfecta y tenía un tempera-
mento conmovedor.
Especialmente esos ojos, eran misteriosos y seductores.
Comparado con él, ¡las otras nueve concubinas del pasado podían
ser consideradas como nada más que vulgares!
La princesa odiaba esa cara o más bien odiaba a toda esa mujer con
la que tenía que compartir al rey.
“¡Realmente es un espíritu zorro!”
Inconscientemente la princesa añadió más fuerza en su dedo y la piel
de la barbilla de Chen Yu se rompió dejando caer un delgado hilo de
sangre.
Si no fuera por el miedo que tenía de ofender al rey, ¡la princesa des-
trozaría esa cara! ¡Le arrancaría los ojos!
“Te estoy preguntando, ¿cuántas veces te tomó el rey en la noche?”
¿Cuantas veces?
Chen Yu pasó casi toda la noche en un estado ausente, ¿cómo iba a
recordar cuantas veces lo había disfrutado el rey?
Solamente pudo sacudir la cabeza negando.
“¡Habla! ¿Eres tonta?” La princesa lo reprendió.
Chen Yu estaba asustado y, aguantando el dolor de su muñeca frac-
turada, comenzó a gesticular. “No puedo hablar.”
¿Cómo sería posible que la princesa lo entendiera? Pensó que Chen
Yu se estaba burlando de ella y lo abofeteó directo en la cara, produ-
ciendo un sonido impactante.
“Te estoy preguntando, ¿qué eres ciega también? ¿Eres muda?”

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La boca de Chen Yu tenía una herida y la sangre brotaba descuida-
damente, pero a él no le importó, inmediatamente asintió.
“¿Realmente eres muda? No había escuchado que la hija del magis-
trado era muda…” La princesa estaba un poco sorprendida. “Ja, ja.”
Comenzó a reírse. “Ja, ja, ja, ¡resulta que Su Alteza se ha casado con
una muda de verdad!”
La princesa hizo un balance en su corazón, después de todo, esta be-
lleza perfecta tenía sus defectos.
“He visto hasta fantasmas en el palacio, pero nunca había visto a una
muda viviente, ja, ja, ja…”
Todos los presentes estaban riéndose y Chen Yu solamente bajó la
cabeza, se había acostumbrado a este tipo de humillaciones y exhibi-
ciones. En el pasado, todos lo veían como un monstruo extraño.
La princesa miró a Chen Yu con ojos fríos y dijo ferozmente. “Mujer-
zuela barata, escúchame claramente, ¡yo impongo las reglas en este
Palacio Real! Más te vale que seas honesta conmigo, de otra manera
¡no importa si eres hermosa!”
“Estoy cansada, de todos modos, esta muda no va a hablar, déjenla
arrodillada.”
Chen Yu sabía muy bien porque la princesa lo había tratado de esta
manera, al igual que los dos guardias que le habían pedido que se
desvistiera cuando era más joven, todos querían quedárselo para
ellos solos por lo que peleaban por él. La princesa quería al rey sólo
para ella, por lo tanto, odiaba a Chen Yu.
No era sorpresa que el magistrado hubiera reemplazado a su hija
con un simple esclavo, el Palacio del Rey era un lugar lleno de sufri-
miento, era el infierno.

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Chen Yu permaneció arrodillado en el suelo hasta que se había he-
cho de noche, sentía un dolor agudo en una de sus rodillas, pero to-
do su cuerpo estaba entumido. Hacía mucho que sabía cuál sería su
destino, desde que era muy pequeño, la mayoría de la gente decía
que él era el demonio. Cuando Chen Yu tenía sólo doce años, fue casi
quemado vivo por esas personas. Después, cuando su madre lo en-
cerró en su patio prohibiéndole salir, la gente gradualmente se olvi-
dó de él.

Valía la pena morir en la residencia del rey con tal de que su madre
viviera bien.

Todos sus huesos estaban adoloridos, la princesa tenía razón, no po-


día gritar para pedir ayuda aunque se estuviera muriendo del dolor.

La vista del mundo enfrente de él se volvió obscura, pero pareció es-


cuchar a alguien gritando antes de que perdiera la conciencia lenta-
mente.

“Su Alteza ha llegado…”

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Mudo

El Rey de Zhen Bei entró en la Residencia Liqing con toda la presen-


cia de un héroe, ostentando su deslumbrante espada sobre un gran
caballo de guerra y cada uno de sus pasos parecía crear una corrien-
te de viento.
La Princesa Consorte, que había estado descansando con los ojos ce-
rrados, inmediatamente se levantó del elegante diván y presentó sus
saludos apresuradamente.
“Mi Señor…”
Con una mirada de reojo, el rey vio a Chen Yu arrodillado en el suelo,
su cuerpo encogido y luciendo lo suficientemente frágil como para
ser llevado por una corriente de viento.
“¿Por qué esta ella aquí?” El rey preguntó casualmente.
“Eh…” Contestó la Princesa Consorte mientras se redoblaba la ropa.
“Es su primer día en la residencia y ella no puede diferenciar entre
superiores y subordinados, estoy imponiendo las reglas para ella.”
“¿Imponiendo las reglas?” Preguntó juntando las cejas, con una au-
toridad dominante y desbordante. “Tú, por otra parte, pareces estar
obsesionada con estas reglas. ¿Cómo fue que ella provocó tu ira?”
La princesa contestó inmediatamente. “Le tomó hasta el mediodía
para salir de la cama y ni siquiera conocía la etiqueta de este Palacio
Real de presentar sus respetos a la Señora de la casa. Yo simplemen-
te le pregunté unas pocas cosas antes de que ella declarara que Su
Alteza la favorecía, cuando ella me respondió con fría indiferencia,

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me enojé tanto que no pude tolerarlo y sólo entonces la hice arrodi-
llarse aquí como castigo.”
La mirada del rey era brillante. “¿Arrodillarse hasta esta hora del
día?”
“Mnnn… Fue solamente por dos o tres horas... ¿Cierto?”
“¿Hay algo más?”
“¡Si lo hay!” La Princesa Consorte continúo. “De alguna forma, ¡ella
es muda! Esa familia Chen dio a luz a una muda y, a través de trucos
clandestinos, ¡han engañado a Su Alteza!”
El rey la miró fijamente. “Este rey está enterado.”
“¿Su Alteza lo sabe?” La princesa estaba asombrada. “¿Y aun así la
aceptaste como una concubina? ¿Cómo puede una muda ser la con-
cubina de Su Alteza? ¡Sería mejor despedirla y mandarla de regreso!”
“¿Quieres hacerte cargo de los asuntos de este rey?”
Repentinamente, la atmósfera mortal que emanaba del cuerpo del
rey había impregnado completamente todo el espacio. Aunque era
involuntario, ya que él había pasado por los vientos pestilentes y los
baños de sangre de los campos de batalla, el aura siniestra que su
cuerpo había desarrollado era aún más penetrante que el frío y la
escarcha más intensos. Una simple mirada de él podía hacer sentir a
alguien como que había caído en un pozo de hielo, ese tipo de apatía
frívola asustaba a la Princesa Consorte.
“Yo…Yo no pretendía eso Mi Señor…”
El Rey de Zhen Bei ya no tenía su atención en ella, caminó al lado de
Chen Yu y lo cargó en sus brazos.
En ese momento el rey observó sorprendido la herida sangrante en
la mandíbula de Chen Yu, en su cara impecable. Esta herida era de-
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masiado conspicua, como una fisura que apareciera en un exquisito
artefacto de jade después de que fuera tirado. También observó la
comisura de su labio herida, todo esto era muestra suficiente del
maltrato que había sufrido a manos de la princesa.
“Muy bien, incluso te atreves a tocar las pertenencias de este vene-
rable rey.”
Mientras que su tono de voz no era alto, la furia dentro de su ento-
nación hizo que cada persona temblara y se estremeciera. Especial-
mente la princesa, no era como si esta fuera la primera vez que ella
había puesto sus manos en una de las concubinas, pero Su Alteza
nunca se había molestado antes, ¿cómo iba a saber ella que sola-
mente castigando a Chen Yu con arrodillarse por varias horas fasti-
diaría al rey hasta tal estado de ira?
“Dairou, esta es la primera y última vez, si las pertenencias de este
venerable rey reciben otra vez incluso el más mínimo rastro de daño,
¡puedes simplemente perderte y volver al Palacio Imperial!”
El rey había agarrado a la Princesa Consorte de la barbilla y la inten-
ción asesina dentro de sus ojos se había intensificado como si estu-
viera a punto de tomar forma física.
Como nunca había presenciado al rey proteger a ninguna persona de
esta manera, la Princesa Consorte estaba helada de pies a cabeza,
¿de verdad se atrevería a matarla?
“Yo…Yo entiendo…”
El rey la soltó y, sin volver ni siquiera su cara, cargó a Chen Yu fuera
de la Residencia Liqing.
Tocando su barbilla adolorida, la Princesa Consorte no podía dejar de
temblar debido a la indignación y el miedo que perduraban, tomó

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una vasija donde había unas plumas de pavorreal insertadas y la es-
trelló.
“¡¿Cómo puede tratarme de esta manera?! ¿Sólo por ese espíritu zo-
rro? ¡Una muda! Yo soy la Princesa Consorte, su primera esposa.
¡Ah! Podría ser que yo, una princesa magnifica, ¿no puedo superar
en belleza y atractivo a una muda?”
La Princesa Consorte era la hermana biológica menor del Emperador.
Anteriormente, se le había concedido el título de Princesa Dairou y el
prestigio que lo acompañaba, todo porque el emperador estaba in-
tentando engatusar al Rey de Zhen Bei para casarse con ella.
Al mismo tiempo, fue la Princesa Consorte la que solicitó el matri-
monio por su propia voluntad. En ese momento, el rey alegremente
la había tomado como esposa, pero nadie había podido predecir
que, en el frío amargo de esa tierra fronteriza del norte, ¡esa vene-
rada princesa no podía superar a una muda en el corazón del Rey de
Zhen Bei!

Cuando Chen Yu recuperó la conciencia, estaba en su propia cama y,
a su lado, estaba Song Qing.
“Gracias por salvarme y traerme de vuelta”
Las señas que Chen Yu hacía con sus manos eran en realidad gestos
que él había ido desarrollando y refinado por su cuenta, su madre
había nacido como una sirvienta esclava, ¿cómo podrían haber sido
capaces de pagar e invitar a un académico educado a que le enseña-
ra el lenguaje de señas? En el mundo no había muchos que pudieran
comprender el lenguaje de señas y aquellos que podían usar ese len-
guaje eran incluso más raros.

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Inesperadamente, Song Qing entendió lo que quería decir. “¿Me es-
tas agradeciendo?”
Chen Yu asintió con su cabeza.
“No hay necesidad, fue Su Alteza.” Song Qing explicó. “En realidad, la
Princesa Consorte fue la que se comportó sin escrúpulos y a Su Alte-
za no le gusta que otra gente toque sus pertenencias.”
Song Qing entendía al rey, incluso si Chen Yu fuera humillado y des-
humanizado hasta el extremo, el rey ni siquiera parpadearía. La ra-
zón por la que Su Alteza se había enojado era la herida que marcaba
la cara de Chen Yu.
Así que resultaba que esa era la verdad.
Chen Yu sintió una ligera sensación de pérdida, él era el juguete del
rey y por lo tanto era natural que no permitiera que otras personas
lastimaran su cara. Sin su apariencia, él no valía nada.
“¿Qué hay de las medicinas?” Chen Yu apuntó al grupo de recipien-
tes de porcelana.
“Su Alteza se las aplicó personalmente.” Song Qing dudó por un
tiempo antes de responder. “Pero le recomiendo que no piense de
más, Su Alteza la trata bien porque la novedad temporal aún no ha
desaparecido.”
Estas palabras fueron de alguna forma crueles y despiadadas, Song
Qing se había familiarizado con la práctica del rey de abandonar a las
mujeres una vez que se aburría de ellas, no se enamoraría realmente
y, en lugar de decir que tomaba concubinas, era más apropiado decir
que reemplazaba a sus mascotas domésticas.
La razón por la que Song Qing decidió hablar fuera de lugar era por-
que sentía que Chen Yu era la más hermosa de todas las mujeres del

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rey, hermosa hasta el punto de que Song Qing no podía ser testigo
de primera mano de su descenso trágico.
Chen Yu asintió para expresar que había entendido.
Esto estaba un poco fuera de las expectativas de Song Qing, ya que
realmente no había muchas personas que podían aceptar tan tran-
quilamente su realidad siniestra.
Era simplemente que no había una sola persona que se había preo-
cupado por Chen Yu a parte de su madre y una ocasional muestra de
bondad del rey podía contar como uno de los pequeños rayos de luz
en la vida de Chen Yu.

32
7
Vida nocturna

El Rey de Zhen Bei era muy enérgico, montando caballos durante el


día para entrenar a sus tropas y pasando toda la noche con Chen Yu
en su residencia.
Parecía que había descubierto una novedad y estaba demasiado in-
teresado en explorarla.
“Muda… ¿Qué no hay nada perfecto en este mundo?”
Los dedos del rey acariciaban arriba y abajo la cara de Chen Yu, ad-
mirando su posesión.
Chen Yu había sido inferior desde que era niño porque no podía ha-
blar, probablemente no le gustaría al rey debido a esto, ¿cierto?
“Pero tú eres diferente… Es porque Dios cree que no tienes ningún
defecto y está celoso de ti, por lo que te hizo incapaz de hablar.”
La voz melodiosa del rey era la historia de amor más hermosa que
Chen Yu había escuchado en su vida.
Los dedos del rey rozaron los labios de Chen Yu y luego los metió en
su boca, la sensación caliente y resbalosa hizo que el rey entrecerra-
ra los ojos.
La anciana le había enseñado a Chen Yu que el rey era como un lobo,
con gustos únicos y que era muy feroz en la cama.
Chen Yu tomó la iniciativa de envolver los dedos del rey con su boca
y comenzó a lamerlos delicadamente con su lengua, como la anciana
le había enseñado.
“Amorosa y desatendida, realmente eres como un hada.”
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El rey estaba satisfecho y movió los dedos más intensamente, era
como un niño brusco que había obtenido un nuevo juguete y quería
desarmarlo y explorarlo.
Los dedos del rey presionaron contra su garganta, Chen Yu sintió
como se le irritaba y tenía ganas de vomitar, le dolía la nariz y las lá-
grimas saladas comenzaron a brotar de sus ojos.
Estaba muy incómodo, pero no era correcto que demostrara esa in-
comodidad, la anciana le había dicho que a los hombres no les gus-
taban las mujeres con expresiones tristes, a los hombres les gusta
ver a las mujeres sonreír, entre más sonriera más enternecería el co-
razón del hombre.
“¿Qué? Sonríes, al parecer lo estás disfrutando.” El rey presionó con
más fuerza. “¿Qué tan muda eres? Este rey quisiera saberlo.”
Chen Yu no podía hacer ningún sonido, no podía evitar que sus lá-
grimas fluyeran por sus mejillas, concentrándose en su barbilla y go-
teando, pero aún había una sonrisa en su rostro.

Chen Yu se fue a dormir.
Después de otro día de agotamiento le dolía la cabeza, de hecho, le
dolía todo. Por más que trataba de acostumbrarse sentía que un día
no iba a poder tolerarlo más.
En los siguientes días, repitió la misma rutina una y otra vez, en las
noches era torturado por el deseo del rey y en el día era convocado
por la princesa para hacerle la vida imposible, pero nada cambiaba
día tras día.
Chen Yu se estaba debilitando cada día más. Al principio, todavía te-
nía un poco de grasa en su rostro que le daba cierta redondez, auna-
do a un ligero rubor, pero menos de un mes después, estaba tan del-
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gado que podía sentir sus huesos en cualquier parte de su cuerpo.
Aunque sus ojos continuaban siendo brillantes, su rostro estaba pá-
lido como una hoja de papel, él sabía que su propia vida no iba a du-
rar mucho tiempo.
El rey había dejado a Song Qing para que se hiciera cargo de su vida
diaria.
Las necesidades del rey eran pocas y lo trataba con mucha generosi-
dad. Amablemente, ordenó que Chen Yu fuera exentado de ir cada
día a presentar los Saludos Matinales a la residencia de la princesa y
se instaló una pequeña cocina en su propia residencia para que pu-
dieran preparar la comida especial para él.
Siendo honestos, Chen Yu siempre había sido un esclavo, ¿qué comi-
da había probado que fuera mejor que la del Palacio del Rey? Con
Ginseng de miles de años, nido de ave de sangre, almejas de nieve y
otros raros tesoros. El rey lo recompensaba sin pestañear.
Aunque la energía de Chen Yu había sido completamente drenada de
sus huesos y carne, todos estos alimentos suplementados le impedi-
rían morir por un tiempo.
Cada vez que el rey se levantaba de la cama de Chen Yu, le regalaba
joyas de oro y plata. Todas esas joyas eran tesoros invaluables, pero
Chen Yu no estaba interesado en ellas y solamente le ordenaba a
Song Qing que las guardara en una caja.
Se estaba muriendo, ¿para qué le servían todas esas cosas? ¿Nada
más para qué lo enterraran con ellas?
En la cama, Chen Yu se hacía más y más competente, el rey tronaba
los dedos y Chen Yu sabía cómo atenderlo, el rey daba una palmada
en su trasero y Chen Yu sabía que era momento de cambiar de posi-
ción.

35
8
Banquete

Conforme se acercaba el fin de año, el rey organizó un banquete pa-


ra todos sus oficiales, sin importar el rango. Todos en el palacio esta-
ban ocupados, incluso la princesa que había sido la encargada de or-
ganizar el banquete. Debido a esto, por unos cuantos días, no había
tenido tiempo para molestar a Chen Yu.
Song Qing había sido llamado por el rey.
Chen Yu estaba solo en la Residencia Shaohua y finalmente había te-
nido un respiro.
Era lo mismo que cuando estaba encerrado en su pequeño patio por
su madre, se sentía solo, pero a salvo.
El día del banquete, el palacio entero estaba decorado para la pros-
peridad y celebración, brillantemente iluminado, lleno de alegría y
risas. Hasta avanzada la noche, los oficiales estaban planeando y
conversando, divirtiéndose.
“Mi señor, escuchamos que se había casado con la primera belleza
de la Dinastía Jìng, la hija del Magistrado Chen, ¿por qué no la hemos
visto en el Palacio Real?”
Durante las celebraciones, la gente se volvía descarada y el rey no se
lo tomaría a mal.
“Su salud es delicada y está descansando en su residencia.”
“No nos engañe, ¿el rey se niega a dejarla salir?”
La princesa no podía sonreír después de escuchar eso, entonces
mostró su cara. “¿Qué tiene eso que ver con el banquete?”

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“Es sólo que, Su Alteza, no debería ser tan tacaño, algunas bellezas
no deben ser escondidas, también deseamos apreciarla con nuestros
propios ojos…”
El rey sonrió sinceramente. “Es sólo una belleza, ¿por qué está sien-
do reacio este rey? Tienen razón, estar solo no es tan bueno como
estar acompañado, Song Qing por favor invítala a venir.”
Cuando Song Qing le comunicó la orden, Chen Yu quedó boquiabier-
to por la sorpresa.
“Si la Dama Chen realmente no quiere ir, puede excusarse diciendo
que se siente enferma, y todas esas personas no se atreverán a mo-
lestar más al rey.”
Song Qing le recordó.
Chen Yu pensaba que como él era el juguete del rey, que todos lo
admiraran haría que se sintiera triste.
Estaba sorprendido, ¿cómo una persona como él… podría ser el cen-
tro de atención? Solamente estaba tomando prestado el nombre de
la Dama Chen, si vieran que él no era tan hermoso como la legenda-
ria belleza, estarían desilusionados y por lo tanto el rey se sentiría
defraudado.
En cuanto a que pensaba el rey de él, Chen Yu no se atrevía ni a ima-
ginárselo. Su misión era complacer al Rey de Zhen Bei, que no era
muy diferente a lo que la actriz anciana del establecimiento Qin Huai
hacía.
No, de hecho, él valía menos.
Los actores famosos tenían sus propios nombres, él incluso tuvo que
reemplazar el suyo.

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Chen Yu fue conducido al centro del salón, llevaba un vestido de
manga larga color begonia que el propio rey le había obsequiado y
encima un abrigo de mink que le ayudaba a esconder los tremores
de su cuerpo.
Era como un jarrón que la gente disfrutaba y saboreaba.
Los ojos de todos los presentes se centraron en Chen Yu, incluso los
músicos y cantantes se habían olvidado de su oficio, las personas ha-
bían abandonado sus bebidas y abrían la boca sin pestañear, no de-
jaban de mirarlo.
Chen Yu se sentía muy avergonzado, era la primera vez que estaba
en presencia de tanta gente y todos lo miraban fijamente. Incluso el
día de su boda, su rostro había estado cubierto por el velo nupcial,
impidiendo que alguien lo viera.
Estaba muy nervioso y las miradas de los extraños lo asustaban, era
como si fuera un espíritu de montaña que hubiera irrumpido por
error en el mundo de los humanos.
No sabía qué hacer, por lo que permaneció estático en su lugar com-
pletamente aturdido. Sumido en su cobardía, lo primero que pensó
fue en el rey, que era el único que le daba un sentido de seguridad
entre todos esos seres crueles.
Chen Yu miró al rey, pero era una lástima que en ese momento el rey
había levantado un vaso y tenía la cabeza levantada bebiendo, pare-
cía que no le importaba en lo absoluto.
Pasó mucho tiempo antes de que alguien hiciera un sonido de sor-
presa.
“¡Maravillosa! ¡Maravillosa! ¡Indescriptiblemente maravillosa!”

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“Creo que todas las mujeres hermosas descritas en los libros anti-
guos son falsas, ¡la revelación de hoy nos ha abierto los ojos! ¡Nin-
guna palabra para describir esta belleza es suficiente!”
“Esta persona solamente debería existir en el cielo. ¿Cuántas veces
has escuchado de una belleza como esta?”
“¡Su Alteza es tan afortunado! Sosteniendo el dominio del Norte,
¡pudiendo tener esta belleza en sus brazos! ¡Es un verdadero hé-
roe!”
“¡Felicitaciones al Magistrado Chen por criar a una buena hija!”

Las piernas y pies de Chen Yu no estaban en buenas condiciones,
afortunadamente no había avergonzado al rey. Él sabía que todas las
alabanzas de estas personas no eran más que halagos para el rey, no
querían decir que él realmente fuera tan llamativo.
Había una expresión satisfecha en la cara del rey.
“¿La Dama Chen sabrá cantar y bailar? Algo que alegre el banquete,
Su Alteza no se lo tomaría a mal ¿verdad?”
Chen Yu miró al rey, él solamente escuchaba sus órdenes.
“¿Puedes cantar o bailar?”
La mirada del rey era muy extraña, Chen Yu se sentía incómodo. Sólo
había visto ese tipo de mirada cuando el rey se desinhibía en las no-
ches, era como si fuera un lobo salvaje hambriento.
Chen Yu asintió. Aunque todo había sido apresurado, la anciana que
lo instruyó le había logrado enseñar una danza antes de que se casa-
ra.

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El rey había esperado que Chen Yu se rehusara, con que negara con
la cabeza lo habría mandado de regreso a su residencia.
La admiración de todos esos oficiales por Chen Yu estaba llena de
codicia, el deseo que todos los hombres entienden claramente, lo
que hacía que el rey se sintiera ligeramente incómodo. El nunca de-
jaría que otros se acercaran a sus posesiones.
Chen Yu caminó a su lado para retirarse el abrigo y después desen-
vainó la espada del rey. Afortunadamente esa espada era sólo deco-
rativa, si hubiera sido su verdadera arma, Chen Yu hubiera sido inca-
paz de levantarla.
Con unos pocos pasos y movimientos de la espada, los músicos en-
tendieron e inmediatamente comenzaron a tocar la música para
acompañar a Chen Yu.
La Balada de Lanling.
El constante olor del vino caliente y diez centímetros de nieve en el
suelo, hacían que pareciera como un jade puro y hermoso en un es-
tanque fantástico. Había un hada entre el humo que bailaba al com-
pás de la música, toda su apariencia se veía nevada, haría sentir or-
gulloso a cualquiera.
Todos lo miraban completamente aturdidos y extasiados.
Incluso el rey estaba sorprendido, pero al mismo tiempo estaba
enojado por los celos.
“Nunca le dijo a este rey que podía bailar de esta manera y su prime-
ra vez la ha dedicado a toda esta gente ordinaria.”
Los ojos del rey parecían como si quisieran devorar a toda esa gente.

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Un baile a la Balada de Lanling perturba a las deidades

La dificultad de la Balada de Lanling era extremadamente alta, no


bastaba con tener un cuerpo hermoso, si no que requería tener un
espíritu asesino. Los animadores ordinarios que se especializaban en
este baile eran mujeres y su atractivo femenino era exagerado, lo
que ocasionaba que las actuaciones se sintieran insípidas y de mal
gusto.
Pero Chen Yu era diferente, su cuerpo era lo suficientemente delica-
do y flexible para hacer movimientos de un gran nivel de dificultad,
tal como era capaz de mostrar completa y vívidamente el espíritu
heroico de un hombre. Todos los que observaban en el público da-
ban la impresión de estar intoxicados o idiotizados mientras anima-
ban y aplaudían.
Al terminar el baile había olas y olas de voces adulando al Rey de
Zhen Bei, a Chen Yu no le importaban en lo más mínimo esas perso-
nas que lo alababan, a él sólo le importaba la mirada de desagrado
en el rostro del rey.
Desgraciadamente, la expresión y la mirada del rey eran solemnes y
dignas, así que Chen Yu no podía decir si la profundidad sin fondo de
sus ojos demostraba si estaba satisfecho o disgustado.
“Tú, regresa primero.” Exigió acompañado con un gesto de despedi-
da con su mano.
Chen Yu bajó sus ojos decepcionado, al parecer él había decepciona-
do una vez más al Rey de Zhen Bei y lo había avergonzado.
Cuando iba de regreso a la Residencia Shaohua, Chen Yu disminuyó
el ritmo de sus pasos deliberadamente. Curiosamente, aun cuando
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había ido de una amplía residencia a otra amplia residencia, aún no
había podido echarle un buen vistazo al inmenso y amplio mundo
exterior, había más que sólo las celosías de las ventanas en cualquier
dirección.
Antes, él se había encerrado para evitar causar cualquier problema a
su madre. Ahora, era el prisionero del rey. Su vida, muerte, sonrisas
y lágrimas existían con el único propósito de tratar de satisfacer a
aquella persona.
“¿Querría tomar un paseo alrededor del Palacio del Rey?” Song Qing
vio a través de él y reconoció su anhelo.
¿Lo deseaba? Claro que sí, pero eso hubiera sido inapropiado, ya ha-
bía decepcionado al rey así que no debía caminar por ahí impruden-
temente y arriesgarse a enojar al rey.
Chen Yu agitó su mano y, con la cabeza baja, comenzó a caminar rá-
pido hacia su propia residencia.
Ya avanzada la noche, el banquete terminó y el rey llegó a pesar de
no haber hecho arreglos previos.
En el momento en que la puerta se abrió de golpe, Chen Yu estaba
tan asustado que retrocedió.
La imponente figura del rey estaba justo enfrente de él, como un
Dios, era el amo de Chen Yu y tenía todo el derecho de recompensar-
lo o castigarlo.
“Pfff.” La voz del Rey de Zhen Bei era helada. “¿Por qué estas arrodi-
llado ahí, es para suplicar perdón por adelantado? Claramente sabes
cómo complacer a otros.”
Chen Yu ni siquiera consideraba la posibilidad de que pudiera perdo-
narlo, era indudablemente imposible escapar del castigo del rey. Si

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los esclavos eran torpes o se equivocaban, debían arrodillarse en-
frente de sus amos y recibir el castigo por su propia cuenta.
Cuando el rey vio los modales obedientes y exigentes de Chen Yu, se
enojó más. Era exactamente esta apariencia, tan fría como el hielo y
la escarcha, pero tan seductiva, la que había capturado los corazones
de quien sabe cuántos hombres en el banquete. Estaba al tanto de
qué tipo de suciedad repulsiva estaba escondida en los corazones y
pensamientos de esos hombres.
Chen Yu fue agarrado por el cuello, su garganta fue presionada con
fuerza.
‘¿El Rey de Zhen Bei… está tratando de matarme? Esto está bien
también… al fin seré libre.’
Era difícil para Chen Yu aguantar el doloroso sufrimiento, el espacio
entre sus cejas se arrugó un poco, pero no peleó e incluso se relajó,
todo acerca de él pertenecía al rey por lo que el hecho de que le qui-
tara la vida también era de esperarse.
Lo que resultó de la espera de Chen Yu fue un beso profundo, aloca-
do y desinhibido. La boca del rey presionaba contra sus labios, arre-
metiendo violenta y salvajemente, succionando la lengua del otro
hacia su propia boca y cubriendo completamente los labios de Chen
Yu con calor.
Justo cuando Chen Yu estaba a punto de perder el conocimiento, el
rey liberó su garganta, el aire helado se vertió desde su boca hasta
su garganta y las lágrimas se derramaban de sus ojos mientras se so-
focaba.
“¿Deseas rogar por la muerte?” El rey miró fríamente a Chen Yu.

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Chen Yu quería decir que ese no era el caso, que el solamente estaba
cumpliendo con los deseos de su amo y estaba haciendo lo que se
esperaba de él.
“Muy bien, bastante orgullosa e inflexible, ¿es por qué has deseado
alejarte de mí desde hace tiempo? Porque te he torturado y humi-
llado, preferirías morir ¿es eso?”
No, si una persona tenía la opción de vivir ¿quién escogería conver-
tirse en un cuerpo helado?
Sin embargo, Chen Yu era incapaz de explicar y tampoco era un ex-
perto utilizando sus expresiones faciales para demostrar sus senti-
mientos. Desde la perspectiva del rey, la ansiedad y el miedo de
Chen Yu se veían como un desapego apático y retador.
“Bien, no le temes a la muerte, así que yo solamente cumpliré tu de-
seo.”
Mientras hablaba, el rey se quitó su propia faja de cintura y, cargan-
do a Chen Yu por el cuello, lo acercó hacia él…

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Flagelación

El Rey de Zhen Bei ató rudamente las manos de Chen Yu detrás de su


espalda con la cinta de seda y procedió a colgarlo de una viga del te-
cho de la habitación, todo su cuerpo fue levantado en el aire.
Los brazos de Chen Yu estaban torcidos y debían soportar todo el
peso de su cuerpo. No sólo eso, no habían pasado ni siquiera cien
días desde que había sufrido la herida severa en su mano izquierda y
aún no se había recuperado. Escuchó un crujido cuando su fractura
se dislocó de nuevo.
Sentía tanto dolor que comenzó a transpirar profusamente, salpi-
cando el sudor mientras caía en el suelo.
Chen Yu escuchó el sonido de un arma siendo desenvainada, pareci-
do al rugido de un dragón, mientras el Rey de Zhen Bei desenfunda-
ba su espada. Su brillo helado reflejaba y contrastaba contra la pali-
dez mortal del rostro de Chen Yu.
‘Realmente lo va a hacer…’
Chen Yu no quería morir, aunque ya se había preparado para conver-
tirse en el décimo fantasma, aún no podía evitar su reacción asusta-
da en el momento en que la hoja de la espada se apoyó contra su
cuello.
Estos días no habían sido largos, había pasado solamente medio mes
desde que se casó con el rey. Sin embargo, sentía que habían pasa-
do varios años. Había deseado que lo desataran y lo liberaran, pero
mientras se tambaleaba al borde de la muerte, pensó inmediata-
mente en su madre.

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Cuando Chen Yu fue elegido por el magistrado para ser el sustituto
de la joven Dama, su madre lo había tomado de las manos y había
llorado hasta que sus lágrimas empaparon las solapas de su ropa.
Ella había dicho. “Hijo no importa que te suceda en el futuro, tu ma-
dre sólo quiere que te mantengas vivo.”
Su madre aún lo esperaba en ese pequeño patio, entonces ¿cómo
podría morir tan pronto?
Chen Yu sólo podía imaginar su propio cadáver siendo devuelto y
como estaría su madre con el corazón roto.
En ese momento, el único método que podía usar para sobrevivir era
satisfaciendo al rey.
Levantó las comisuras de sus labios y, con un esfuerzo enorme, se las
arregló para esbozar una sonrisa débil. Basado en lo que la anciana
le había dicho, todos los hombres eran aficionados a las mujeres que
sonreían como flores, mientras una mujer sonriera disculpándose en
frente de ellos, sin importar que error o falta hubiera, todo sería ol-
vidado y perdonado.
Con sus dos manos amarradas, aparte de sonreír, ¿qué más podía
hacer?
“¿Aún te atreves a sonreír? Estás rogando por la muerte, ¿lo estás
haciendo? Eh…”
Una vez más, el rey lo había malentendido. Para él, la sonrisa de
Chen Yu era una muestra de desdén y desprecio. Agarró a Chen Yu
ferozmente por la barbilla.
De repente apareció un destello de luz fría mientras Chen Yu veía al
rey levantando su espada, abandonando toda la esperanza, Chen Yu
cerró los ojos.

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“Madre… En el futuro, este niño tuyo ya no te causará más proble-
mas.”
La habilidad con la espada del Rey de Zhen Bei era fina y precisa, con
unas pocas maniobras silbantes de su espada, las ropas de Chen Yu
fueron cortadas en pedazos, dejando solamente sus pantalones in-
tactos.
“Deseas morir, pero este rey venerable no te lo permite. Cuando
mueras dependerá de la decisión de este rey.”
Chen Yu abrió sus ojos y aún no había muerto… Aunque el rey había
malinterpretado sus intenciones, el resultado era el mismo, no había
muerto.
El precio a pagar era la furia del Rey de Zhen Bei.

Chen Yu sufrió muchísimos latigazos y su cuerpo entero estaba en-
vuelto en un dolor agonizante ardiente, mientras que su conciencia
estaba nebulosa.
Habiendo dado rienda suelta a sus emociones, el rey estaba ahora de
buen humor…

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Recompensa

La piel y carne de Chen Yu habían sido laceradas por los latigazos. El


Rey de Zhen Bei estiró su dedo índice para limpiar una gota de san-
gre y uso su lengua escarlata para lamer la sangre de esa belleza.
“Mmm…” El rey había hecho un sonido de placer.
Una vez que, sediento de sangre, había probado el sabor metálico y
dulce, sus dos ojos se enrojecieron y parecía haberse convertido en
un león desquiciado.
La altura a la que Chen Yu estaba suspendido en el aire era mucho
más conveniente para que el rey pudiera invadir su cuerpo.

En este día en particular, el rey sólo jugó con él por una hora, pero
fue más violento y con menos restricciones, su invasión del otro es-
taba llena de resentimiento y furia. Los cortes y moretones en el
cuerpo de Chen Yu eran como las escamas de un pez.
Una vez que la invasión había terminado, el rey se vistió apropiada-
mente y, sin volver la mirada, se retiró en lugar de quedarse con
Chen Yu a pasar la noche.
‘Desesperación…’
De sus áreas íntimas desgarradas y lastimadas, la sangre fluía y se
deslizaba por sus muslos, goteaba y pintaba flores en el suelo, tan
hermosas y vividas como flores de fuego.
Chen Yu movió su cuerpo, pero sus esfuerzos de forcejear eran inúti-
les, es más, ya no tenía una pizca de fuerza.

48
Como aún no estaba acostumbrado a que otros vieran su cuerpo,
Chen Yu trataba de cubrirse cuando entró Song Qing, pero era inca-
paz de hacer el más mínimo movimiento.
“No necesita moverse, yo la bajaré.”
Como siempre, la cara de Song Qing no mostraba ninguna expresión,
era como un autómata que cumplía todas las órdenes del Rey de
Zhen Bei.
La cinta de seda que lo sostenía fue desatada por Song Qing y Chen
Yu cayó en su abrazo, moviéndose ligeramente con manos suaves y
pies tranquilos, Song Qing lo acomodó en la cama.
“Le ayudaré a ponerse medicina.”
Mientras Song Qing hablaba, había traído una vasija de agua y co-
menzó a limpiar lentamente las heridas de latigazos de Chen Yu. Con
cada toque, podía sentir a Chen Yu temblando débilmente.
Justo cuando iba a aplicar el ungüento en sus áreas íntimas, Chen Yu
hizo un intento arduo de detener a Song Qing, agarrándolo de la
muñeca.
“No se preocupe, como Su Alteza me ha instruido que me encargue
de su vida diaria, él no me culpará por tocarla.”
Chen Yu no se movió, manteniendo firme el agarre de la muñeca de
Song Qing.
Él no sabía exactamente porque estaba siendo tan terco, claramen-
te, como el juguete y esclavo sexual de alguien más, ya había sido
reducido y llevado al nivel de polvo y suciedad, pero aún no quería
que otras personas lo tocaran.
Él era demasiado sucio.

49
“Está bien, hágalo usted misma.” Song Qing no insistió más y se alejó
un poco antes de voltear su cara, tratando de darle un poco de espa-
cio.
“¿Ahora le queda claro cómo las mujeres anteriores de Su Alteza
murieron?” Song Qing habló mientras mantenía su espalda hacia él.
Sólo por costumbre, Chen Yu asintió a pesar del hecho de que Song
Qing no lo estaba mirando.
“Sin embargo se equivoca, ellas no fueron atormentadas hasta la
muerte por Su Alteza. Hacia ellas, Su Alteza… no mostraba una déci-
ma de la rudeza que muestra hacia usted.”
¿Por qué?
Sobre la cama, Chen Yu estaba recostado sobre su estómago y pen-
saba.
¿Podría ser que el rey se había dado cuenta de su identidad? ¿Qué
Chen Yu lo había engañado? Y entonces, en lugar de exponer la ver-
dad, ¿el rey había ideado todos los métodos posibles para humillar y
quebrar a Chen Yu antes de matarlo?
“Eso demuestra que le gusta mucho a Su Alteza, Su Alteza es una
persona con un deseo extremadamente fuerte de poseer.”
¿Al rey le gustaba mucho Chen Yu? No lo creía.
Si le gustara mucho al rey, ¿cómo tendría el corazón para lastimarlo
hasta este punto? Song Qing sólo trataba de consolarlo ¿cierto?
La anciana que le enseñó a seducir había dicho que había hombres
que tenían impulsos fuera de lo común y, por lo tanto, actitudes ru-
das al juguetear. Sin embargo, el Rey de Zhen Bei sólo podía ser des-
crito como violento y cruel.

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“Olvídelo, creo que no será capaz de entenderlo. ¿Terminó de apli-
cárselo?” Song Qing preguntó antes de ridiculizarse. “Discúlpeme, se
me olvidó que no puede hablar.”
Song Qing le mostró a Chen Yu algunos conjuntos de ropa de tono
blanco y azul liso, sin adornos ni flores, lo que le gustó a Chen Yu.
¿En qué parte del mundo a los hombres les gustaba vestirse con ves-
tidos femeninos de colores? Simplemente Chen Yu no había tenido
otra opción.
“Mire. Este bordado de seda yun otorgado por el Emperador, excesi-
vamente precioso, no se producen ni siquiera dos lotes al año. Hace
unos pocos días, Su Alteza dio la instrucción a sus subordinados para
que lo usaran para confeccionar ropa para usted.”
El corazón de Chen Yu estaba ligeramente conmovido y sonrió amar-
gamente, el rey era la fuente de su dolor y sufrimiento, pero aun así
él sentía gratitud en su corazón por alguna razón.
Él entendía ahora, el Rey de Zhen Bei esperaba que Chen Yu fuera
espléndido, brillante y agradable a la vista. Y también le gustaba de-
vastarlo y arruinarlo personalmente, convirtiendo a Chen Yu en un
esclavo debajo de su lomo.

51
12
Mujerzuela barata

En la Residencia Liqing, la sirvienta Zhi Luo masajeaba las piernas de


la princesa.
La cara de la princesa estaba llena de incomodidad, era tan melancó-
lica que irradiaba una energía helada.
El rey no había pasado una sola noche en la Residencia Liqing desde
hace casi un mes. En cuanto regresaba al palacio, iba directamente
con Chen Yu, ni siquiera lo había podido ver.
“¡Ah! Estoy furiosa, desde que Su Alteza se casó con ese espíritu zo-
rro, ¡no me ha dirigido una sola mirada! ¡Ha pasado casi un mes des-
de la última vez que me tocó! Todavía recordará que soy la Princesa
Dairou, ¿su princesa?”
Zhi Luo le dijo. “Su Alteza Real, déjeme decirle, no puede culpar al
rey, culpe a esa coqueta, ¡ha de haber hecho algún tipo de magia pa-
ra hechizar el alma del rey!”
“¡Claro que lo sé!” La princesa estaba muy molesta. “El rey acostum-
braba casarse con muchas mujeres baratas, eso no me importaba.
De todas maneras, a Su Alteza le gustan las cosas nuevas y desecha
las viejas, frecuentemente se aburría pronto de ellas y yo era muy
floja como para dejar que me afectara. Pero esta muda moribunda,
¡el rey pasa todas las noches con ella! No veo que se aburra de ella,
si esto continúa, acabará adueñándose de mi posición de princesa.
¡Tengo que deshacerme de ella!”
Zhi Luo no se atrevía a decir mucho y solamente la consoló. “Su Alte-
za Real, no se enoje, ese espíritu zorro no vale la pena.”

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“¿Qué más vale la pena? ¿Es cierto que esa mujerzuela barata es una
orgullosa? ¡Ah!...”
La princesa tomó un trago del té y lo escupió, estaba tan caliente
que estrelló la taza en el suelo.
“¿Qué ciego preparó este té? ¿No les he dicho que lo dejen entibiar-
se antes de dármelo?” La princesa se levantó completamente irrita-
da.
Una de las sirvientas se arrodilló y comenzó a temblar. “Si… Fue esta
sirvienta, por favor desahogue su enojo, esta sirvienta sabe lo que
hizo mal…”
“¡Llévensela y golpéenla hasta la muerte!”
La sirvienta estaba tan asustada que no podía dejar de rogar por mi-
sericordia, pero la princesa ni siquiera pestañeo, agitó la mano y dejó
que uno de los sirvientes sometiera a la sirvienta, el sonido amorti-
guado de los golpes en su cuerpo y los gritos se detuvieron en poco
tiempo.
“Su Alteza Real, no necesita estar enojada por un muchacha, todavía
debemos pensar un poco para deshacernos de ese espíritu zorro
malvado.” Zhi Luo habló con cautela.
La princesa asintió y se sobó las sienes.
“Lo sé, pero al rey todavía le agrada y la protege demasiado. No viste
el otro día que accidentalmente le corté un poco la piel, ¿cuál fue la
reacción del rey? Desagradable, mujerzuela barata, ¡lo ha seducido
completamente!”
Zhi Luo volteó los ojos y le dijo. “No puede lastimarla donde se note,
hagámoslo de manera que sea un secreto, mientras Su Alteza no vea
la herida, ¡puede hacer lo que quiera! De todos modos, también tie-

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ne heridas hechas por el rey, usted sólo añadiría la cereza en el pas-
tel. Ella es muda, ¿tiene como quejarse con el rey?”
“Ja, ja, ja, tienes razón.”
La princesa se levantó, cambió de opinión y tuvo una idea.
“Vayamos a ver ahora mismo, si el rey está o no con ella. Si no está,
manda llamar a esa pequeña mujerzuela inmediatamente.”

Cuando Chen Yu fue convocado por la princesa, apenas había termi-
nado de aplicarse las medicinas. Al parecer, el rey estaba realmente
enojado con él, después de desahogar sus impulsos se había mar-
chado sin decirle ni una palabra ni pasar la noche con él.
Finalmente podría dormir tranquilo, pero la sirvienta le había infor-
mado que la princesa la había mandado llamar.
Chen Yu fue guiada a la Residencia Liqing.
Cuando la princesa vio las ropas hechas de la seda yun en el cuerpo
de Chen Yu sus dos ojos se encendieron como si estuvieran a punto
de estallar en llamas.
“¡Mi seda yun! ¡Mis ropas! ¡Como puede ser que estén en esta mu-
jerzuela barata! ¡Tú te has robado mis ropas!”
Los rasgos faciales de la princesa estaban llenos de ira, distorsiona-
dos, su voz era aguda y áspera.

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Arrodillándose y acupuntura
(I)

El cuerpo de Chen Yu era delgado y, aunado a los sufrimientos de los


días pasados, estaba al borde de la debilidad, fue fácilmente jalo-
neado por la princesa.
“¡Sirvienta corriente!”
Los ojos de la princesa estaban llenos de venas rojas, quería arran-
carle un pedazo de piel de una mordida. Chen Yu no se defendió, una
pesada bofetada aterrizó sobre su rostro y cayó al suelo. Los oídos le
zumbaban y su vista estaba completamente ennegrecida.
“Esta seda yun es mía, ¡¿cómo puede usarla una humilde sirvienta?!
¡Quítatela en este momento! ¡Quítatela!”
“La princesa se ha molestado, pero la Dama Chen no tomó sus cosas,
¡éste fue un regalo de Su Alteza el rey!”
Song Qing había bajado la cabeza, pero su tono no era respetuoso.
La princesa se burló. “Además del regalo de Su Alteza, esta mujer-
zuela cobarde tiene coraje, ¡se atrevió a tomar la seda yun de esta
princesa! Este brocado fue lo que le solicité a mi hermano como re-
compensa, es un tributo muy escaso cada año y es más valioso que
el oro, ¿pero ella se atreve a usarlo? Vayan ¡Recupérenlo por mí! “
Chen Yu no tenía fuerza para resistirse y los sirvientes le retiraron las
ropas una por una. Afortunadamente, le habían dejado la ropa inte-
rior, lo que le permitió conservar un poco de dignidad.

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Incluso había tomado la iniciativa de comenzar a quitarse las ropas,
presentándolas con un gesto.
Song Qing estaba muy familiarizado con Chen Yu y explicó. “Ella re-
conoce que la princesa quiere las ropas y se las cede. Princesa, el rey
ordenó que la seda yun de este año fuera usada para hacer ropa a la
medida de la Dama Chen, usted no puede utilizarla, ¿por qué…”
Antes de que Song Qing pudiera terminar de hablar, fue interrumpi-
do por la princesa.
“¿Por qué piensas que esta princesa usaría ropas que una mujerzue-
la ha usado? ¿Dámelas? ¡¿Quién se cree que es?! ¿Acaso necesito su
miserable simpatía?”
La princesa apretó los dientes y dijo. “Pero… no me gusta que reciba
regalos del rey, ¡no podía esperar a ponérselo y presumirlo en todo
el palacio! ¡Agárrenlo y quémenlo! ¡Desháganse de él!”
La princesa estaba furiosa. Todos los años esta seda yun siempre ha-
bía sido concedida a ella, todos sabían que le encantaba, pero ahora
se la había quitado Chen Yu. La princesa temía que ese pequeño de-
monio se la pasara endulzando los oídos del rey en la almohada, ¡pa-
ra quitarle todo lo que le pertenecía a ella!
¡Esta era una provocación directa a la princesa!
Chen Yu observó mientras un sirviente quemaba sus ropas, pero en
el fondo de su corazón no estaba sorprendido, él no entendía el va-
lor de esas cosas y no podía entender porque la princesa estaba tan
molesta por un simple vestido. La única razón por la que se había
puesto ese vestido era porque no tenía otras ropas. Cada noche,
cuando el rey lo visitaba, le arrancaba las ropas dejándolas comple-
tamente inservibles.

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“Zhi Luo, manda a alguien a que vigile la puerta del palacio y cuando
Su Alteza regresé que venga rápidamente a avisarnos.”
La noche era obscura, después de que la princesa dio sus órdenes,
regresó a sus habitaciones. Aún tenía miedo de que el rey regresara
de improvisto, fuera a buscar a Chen Yu y se diera cuenta de que la
estaba lastimando.
“¡Tráiganla adentro!”
Chen Yu se arrodilló al lado del marco de la puerta, mientras la prin-
cesa ser retiraba los adornos del cabello sentada en su tocador.
“No te preocupes, no te voy a hacer nada, después de todo, el rey
todavía te atesora.”
La princesa miró de reojo a Chen Yu y bostezó.
“Zhi Luo vigílala, tiene prohibido cerrar los ojos y dormirse. No ésta
llena de energía, ¿pasando toda la noche con el rey? Quiero ver,
¿cuánto puede aguantar esta mujerzuela?”
Zhi Luo estaba sorprendida. “Su Alteza Real, ¿lo va a hacer tan fácil
para ella?”
“¿Fácil?” La princesa sonrío como una serpiente venenosa. “Sabes,
hay muchos tipos de castigo en el palacio, algunos personas son muy
duras y nada puede hacerlos gritar, pero solamente hay un castigo
que, sin importar cuanto el cuerpo no lo pueda tolerar, no sacará ni
una gota de sangre.”
¿Cuánto podía soportar esta encantadora coqueta?

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Arrodillándose y acupuntura
(II)

En la noche, la luna caía sobre la figura de Chen Yu arrodillada en


frente del pasillo, él era tan delgado que estaba prácticamente es-
condido por la luz de la luna.
Había un viento helado y el pasto estaba cubierto de escarcha, tenía
frío, sueño y hambre. Su cuerpo estaba cubierto de heridas de nuevo
y sentía sus párpados pesados con lagañas pegadas a ellos, sola-
mente quería cerrarlos.
Esto no era nada. Él era el hijo de una familia de esclavos, había su-
frido todos los tipos de congelamiento y había resistido estar ham-
briento. Incluso a manos del Rey de Zhen Bei, había sido torturado y
la princesa no había utilizado otro tipo de castigos. Chen Yu se ale-
graba secretamente.
Él se estaba comenzando a sentir cansado, su visión se redujo gra-
dualmente y finalmente dejó caer la cabeza solamente entrecerran-
do los ojos, hubo un dolor punzante en su hombro izquierdo y Chen
Yu abrió los ojos repentinamente.
Zhi Luo estaba sosteniendo una aguja delgada de dos pulgadas y la
había enterrado en el hueso de su hombro izquierdo.
El dolor que Chen Yu sintió vino de ese hombro e inmediatamente lo
despertó.
“Dama Chen, lo siento, no es que esta sirvienta la esté torturando, es
la princesa la que no la deja dormir y no puedo pensar en trucos in-

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geniosos. Solamente puedo usar este truco tonto, el sufrimiento de
la piel.”
Con una sonrisa en su rostro, las acciones de Luo Luo eran viciosas y
maliciosas. Empujó la pequeña aguja un poco más profundo, ente-
rrándola en la piel de Chen Yu.
Chen Yu apretó los dientes, endureció su cuerpo y se enderezó, tra-
tando de mantenerse despierto.
La princesa era la matriarca y Chen Yu no se atrevía a desobedecer
sus órdenes, eso le había enseñado su madre desde temprana edad.
Más tarde en la noche, el cuerpo de Chen Yu estaba demasiado débil
y no tenía demasiada fuerza para soportarse a él mismo, estaba
adormilado de nuevo.
Esta vez, Luo Luo atacó la rodilla de Chen Yu.
La aguja larga penetró por la articulación de la rodilla, quedando a
medio camino del suelo, si el cuerpo de Chen Yu se relajaba, la aguja
sería presionada desde el suelo y se enterraría más profundo.
“Ya lo dije, si siente dolor, no se duerma.”
Zhi Luo tomó otra aguja y la balanceó enfrente de Chen Yu.
“Deje que esta sirvienta le ayude”
La otra rodilla fue perforada de la misma forma.
Grandes gotas de sudor caían de su frente y solamente podía levan-
tar un poco sus rodillas, alejándolas lo más posible del suelo, evitan-
do tocarlo lo más posible.
El Rey de Zhen Bei había obligado a Chen Yu a tomar muchos medi-
camentos para evitar que se desmayara mientras lo entretenía, por

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lo que Chen Yu se veía enérgico todos los días, sin embargo, de he-
cho, su cuerpo ya estaba completamente vacío.
En este momento crítico, la dieta medicada cumplió su función y
aunque Chen Yu esperaba que pudiera simplemente desmayarse, no
podía.
“Dama Chen, Su Alteza no pondrá atención a una herida de aguja y
usted es una persona muda, no se quejará con Su Alteza y nadie más
lo sabrá, ¿de acuerdo?”
Chen Yu quería pedir ayuda. En el pasado, él sentía lástima por hacer
que su madre tuviera que defenderlo, pero ahora no había nadie
que lo protegiera en el Palacio del Rey.
Chen Yu se sintió ridículo. En ese momento, el Rey de Zhen Bei, ese
hombre horrible y brutal, apareció en su mente.
Durante toda la noche Chen Yu sintió más dolor que si le hubieran
arrancado una capa completa de piel, cuando el sol despuntó al
amanecer, Chen Yu ya no tenía fuerza ni para levantar su mano.
“¡Señora!, ¡señora!” Llamó una muchacha. “¡Su Alteza ha vuelto!”
Zhi Luo, que estaba adormilada en la base de la cama de la princesa,
se enderezó y rápidamente dijo. “Apresúrate, mándala de regreso,
¡que no te castigue el rey!”
Chen Yu fue enviada de regreso a su patio, cuando tocó la almohada,
se durmió inmediatamente, pero la puerta fue abierta de una patada
por el Rey de Zhen Bei.
Chen Yu abrió los ojos lleno de dolor, su cara estaba pálida como el
rostro de un muerto y probablemente moriría de esta manera. Sólo
el Rey de Zhen Bei lo podía salvar, por lo que quería sonreírle al rey,
pero ni siquiera tenía la fuerza para hacerlo.

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El sirviente necesita un soporte duro

“¿Todavía estás enojada? ¿Eh?”


El Rey de Zhen Bei levantó su ceja agresivamente.
Tan pronto como entró por la puerta, vio a Chen Yu acostada lángui-
damente en la cama, ni siquiera incitándolo a que tuvieran relacio-
nes y se burló de él con desprecio.
¿Qué quería decir? Acaso él sentía que lo trataba muy mal, que no
podía soportar el sexo intenso y ¿sentía desprecio por él? O acaso,
¿lo culpaba por los castigos corporales?
El Rey de Zhen Bei estaba tan enojado, nadie se atrevía a desobede-
cerlo, sin embargo, ¿Chen Yu se atrevía a burlarse de él? ¿Podía ce-
rrar los ojos y dormirse?
“¡Levántate!”
El Rey agarró a Chen Yu por el cuello de la ropa, lo levantó y lo acer-
có.
La conciencia de Chen Yu estaba un poco dispersa, tenía tanto sueño
y su cuerpo estaba completamente adolorido, sentía como si se es-
tuviera sumergiendo en agua. No podía evitar adormilarse con los
ojos cerrados, pero el rugido del rey le sacudió el corazón.
“¿Por qué no estás usando las ropas que te regaló este venerable
rey?”
‘Porque a la princesa no le agradó y las quemó.’

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Chen Yu quería responderle, pero no tenía la energía para levantar
su mano y su cabeza se desplomó suavemente, simplemente girán-
dola al otro lado.
El Rey de Zhen Bei pensó que estaba loco.
“No quieres ver a este venerable rey, ¿verdad? Oh, parece que este
rey es demasiado indulgente contigo, tú eres el juguete de este rey,
¡sólo yo puedo ver tu belleza y descubrir quién eres!”
Chen Yu sabía claramente que él era un canario criado por el Rey de
Zhen Bei, tan insignificante como el polvo.
Solamente podría vivir si ganaba su favor.
Chen Yu sacó su lengua y lamió gentilmente uno de los dedos del
rey, era prácticamente lo único que podía mover de su cuerpo, a ex-
cepción de una o dos partes más.
Los movimientos de Chen Yu alteraron al rey, Chen Yu era una per-
sona maravillosa, podía hacer feliz al Rey de Zhen Bei sólo con un
pequeño toque.
El rey estaba bastante satisfecho, Chen Yu también sabía complacer-
lo como un cachorro, mostrando que se rendía y tenía miedo de res-
pirar.
“Ah… que placentero.”
El rey levantó la cabeza y su manzana de Adán subía y bajaba.
“Eso está bien, eres buena atendiendo a este rey, te trataré ama-
blemente. Ya vez, tu nombre es Chen Yu y este rey te ha traído esta
escultura de jade Hetian. Dejé que el escultor la hiciera a tu imagen,
¿qué te parece?”

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Éste jade Hetian brillante y suave valía más que un píe, bajo la luz de
las velas, el color de la piel de Chen Yu contrastaba con el de la es-
cultura.
Chen Yu colocó el dedo medio del Rey de Zhen Bei en su boca y co-
menzó a frotarlo con sus dientes.
“¿No te gusta? ¿Qué es lo que quieres? Bajo el mar azul y sobre el
cielo, mientras quieras algo, este rey lo buscará y te lo dará.”
‘Quiero vivir’
El Rey de Zhen Bei se rio. “No importa si no hablas, deja que Song
Qing anote lo que quieres, este rey te dará las mejores cosas del
mundo.”
El corazón de Chen Yu estaba adolorido y lastimado. Él y el Rey de
Zhen Bei estaban absortos y parecían estar tan lejanos como la vía
láctea.
Habiendo recuperado el interés de Chen Yu, el rey estaba de buen
humor, hablaba mucho y, mientras jugaba con Chen Yu en sus ma-
nos, quería darle todo lo que fuera digno de Chen Yu en el mundo.
“Prométele a este venerable rey, no bailaras para nadie más en el fu-
turo, no, no volveré a dejar que otras personas te vean, estás sola.”
Profundamente enamorado, el Rey de Zhen Bei cubrió los labios de
Chen Yu de un mordisco y lo tumbó directamente en el suelo para
invadirlo, su aliento abrazador estaba lleno de lujuria.
Aunque Chen Yu no tenía mucho que hacer, todo su cuerpo estaba
débil y flácido, pero el rey seguía bastante interesado y se introdujo
en el cuerpo de Chen Yu.
Durante la noche, el brezo estaba lleno de flores.

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Esencial

El Rey de Zhen Bei se levantaba antes del amanecer todos los días,
no importaba si estaba nublado o lloviendo, pero hoy ya había ama-
necido. Estaba sentado en la cabecera de la cama y Chen Yu estaba
recostado sobre su cintura, acurrucado en una pequeña bola.
El rey decidió cambiarse de ropa, pero sintió que Chen Yu se movía
levemente y su mano agarraba la esquina de la ropa del rey, como si
hubiera despertado, y parecía que estaba sonámbulo.
Chen Yu estaba recostado en un cálido abrazo, que era su línea sal-
vavidas, estaba demasiado cansado, pero aún sus sentidos estaban
muy sensibles. La persona de la que dependía estaba a punto de irse
y Chen Yu se aferró a él.
“Sólo ha pasado una hora, continúa durmiendo.”
Cada vez que el rey se quedaba con Chen Yu, debían revolcarse toda
la noche y cada minuto lo hacía una buena noche.
Escuchando la voz profunda, Chen Yu se despertó, se sentó y cayó
sobre el pecho del rey con sus débiles brazos. Se estremeció tímida-
mente y rápidamente agarró la manga del rey.
“Sin fruncir el ceño, a este rey le gusta verte sonreír.”
El Rey de Zhen Bei alzó las cejas con una extraña ternura, Chen Yu se
sintió halagado, casi pensando que era un sueño y su corazón seco
se sintió como una jarra de agua de manantial.
“Este rey tiene asuntos militares, te veré más tarde.”
‘No te vayas’

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Si Chen Yu pudiera hablar, hubiera querido gritar y pedirle al rey que
se quedara y lo salvara. En cuanto el rey se marchó, la princesa man-
dó a alguien para convocarlo. Sus rodillas se sentían como si estu-
vieran llenas de agujas y no podía caminar, Chen Yu fue arrastrado a
la Residencia Liqing por dos hombres.
“Mira tus sentimientos de primavera, el rey te tomó varias veces
anoche, ¿verdad?”
La princesa apretó la mandíbula de Chen Yu con fuerza, sus uñas es-
taban pálidas.
“¡Cosas vergonzosas!”
La princesa odiaba su cara, capaz de seducir a cualquier hombre.
“Zhi Luo, ¡continúa!”
El castigo del día anterior continúo, Chen Yu estaba incluso más in-
cómodo, había muchas semillas revoloteando frente a sus ojos y los
hacían parpadear, había un zumbido de abejas en sus oídos y el tin-
nitus continuaba.
“¿Sí? ¿Está toda dormida? Parece que esto no funciona contigo…”
Luo Luo había insertado agujas en las articulaciones y uñas de Chen
Yu, pero aun así se quedaba dormido, Luo Luo agarró el cabello de
Chen Yu y lo levantó dejándolo rígido.
“Escuché que el líquido de esta botella es un veneno del sur de Xin-
jiang, es el Veneno del Rey de los Gusanos, es muy raro y no matará
a la gente, pero lastima…”
Zhi Luo agitó un frasco de vidrio verde, abrió la boca de Chen Yu y
vertió su contenido directo en su garganta. En el instante en el que
tocó su garganta, Chen Yu sintió que estaba en llamas, tosió violen-
tamente ocasionando un dolor agudo en sus pulmones.

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Pero aún más aterrador era el efecto que tenía en cuanto llegaba al
estómago. Donde llegara, corroía los órganos intestinales, como si
fueran perforados por miles de flechas.
Chen Yu se revolcaba en el suelo por el dolor, su cuerpo estaba hela-
do y sudoroso, y las venas azules de su frente se hincharon.
“Ja, ja, ja…”
La princesa observaba mientras esta mujer hermosa y helada se re-
torcía en el suelo como un gusano, pero aun así no podía gritar de
dolor y se cubrió el estómago con una sonrisa.

El Rey de Zhen Bei estaba inconforme con el desempeño de Chen Yu.
Habían pasado tres días y, aunque Chen Yu hacia pequeños movi-
mientos para satisfacerlo, su sonrisa inteligente había desaparecido
y sus habilidades de seducción con los dedos y la lengua se habían
vuelto torpes.
Al rey le gustaba conquistar y hacer estragos, le gustaba observar la
apariencia miserable de Chen Yu, pero no éste muerto viviente.
“¡Levántate!”
El rey agarró a Chen Yu y le arrancó la ropa…

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¿Un muerto más?

El rey era de esas personas que se volvían más irritables entre menos
satisfechas estuvieran, Chen Yu estaba en muy mal estado y el rey
estaba molesto e irritado, por lo que sus movimientos eran más ru-
dos que antes. Sólo le importaba su propio placer y no si Chen Yu
podía soportarlo.
Chen Yu estaba presionado debajo del rey y la lenteja de agua fluc-
tuaba constantemente, solamente se escuchaban crujidos en la habi-
tación y el jadeo del rey. Chen Yu temblaba mientras el hombre ar-
diente subía y bajaba.
“Date la vuelta y mira a este rey.”
El rey cambió de postura, pero no sentía ningún placer con sus mo-
vimientos, le gustaba tener a Chen Yu frente a él mirándolo, de mo-
do que las ondas en los ojos de Chen Yu y el rubor de su rostro caye-
ran justo en su vista y le dieran al rey una mayor sensación de placer,
pero hoy, los ojos de Chen Yu estaban vacíos, su respiración era dé-
bil, su cara estaba prácticamente blanca y se podían ver claramente
las venas a través de su piel.
El rey se movió más rápidamente, confiaba en su propio poder y la
reacción de Chen Yu lo frustraba.
“Uh…”
Hubo un sonido débil en la garganta de Chen Yu, el rey levantó la ca-
beza y el delicado nudo de la garganta de Chen Yu latió, luego vio un
delgado hilo de sangre resbalar de la comisura de su boca.

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Los ojos de Chen Yu estaban desenfocados, el rey olió la sangre y vio
cómo se desmayaba.

El médico Bian XIV era parte de la corte de la Princesa Dairou. Cuan-
do la princesa se casó con el Rey de Zhen Bei, todas las personas del
palacio estaban en peligro y tenían miedo de ser enviados a las
cruelmente frías regiones del norte. Sin embargo, Bian XIV cedió y se
ofreció a seguirlo voluntariamente.
El Palacio del Rey mandó a una persona en busca del médico, dicien-
do que el rey estaba en confinamiento con una persona que estaba
medio muerta y a la que le quedaba sólo un respiro, suplicándole al
médico que salvara a esa persona.
Bian XIV se rio al escuchar eso.
“¿Qué? ¿Una muerta más?”
Bian XIV se burló e instruyó a su ayudante que pusiera su caja de
medicina en la carreta.
No era raro que la gente muriera en la residencia del rey, Bian XIV
estaba acostumbrado a eso y no era la primera vez que había sido
llamado con urgencia para aplicar tratamiento médico.
Dentro de la Residencia Shaohua, el rey estaba parado al lado de la
cama y Chen Yu estaba recostada lánguidamente como si fuera una
estatua con poderes mágicos maravillosos.
“¿Eh? ¿Qué hace el rey aquí? Tsk, tsk, el rey realmente está siendo
una persona cariñosa y se está haciendo cargo de ella en persona.”
El muchacho entró en la habitación con mucho cuidado, no parecía
un médico en lo absoluto. Era joven, como de veinticuatro años y lu-
cía como un pequeño niño que no había estudiado medicina.

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Solamente había unas cuantas personas que se atrevían a hablarle al
rey de esa manera, menos de catorce personas en toda la región del
norte.
El Rey de Zhen Bei ignoró su cinismo.
“Sálvalo primero.” El rey dijo de manera concisa.
“Tonterías, recorro miles de kilómetros para salvar a la gente, ¿no te
vas a retirar a tus habitaciones?”
Bian XIV puso los ojos en blanco con arrogancia, estiró su mano del-
gada y la puso en la muñeca de Chen Yu.
“Bueno, realmente es una pequeña belleza, nunca había visto una
persona tan delicada en el palacio, como una muñeca. No es de ex-
trañar que lo aprecies tanto.”
El rey pestañeó y no pudo evitar tocar la cara de Chen Yu, se pregun-
taba cómo podía tener tanta belleza, ser tan feroz como él, pero no
poderse levantar de la cama.
“No lo toques.” Gritó solemnemente el rey.
Bian XIV puso mala cara, pero aun así se quedó rígido.
“Eh, mira a tu tesoro, si no lo toco, ¿cómo puedo examinarlo?”
No era de extrañar que el rey estuviera tan preocupado, no podía
soportar la actitud asfixiante del rey. Anteriormente, los hombres y
mujeres que se habían desmayado eran arrojados de la cama por el
rey y, aunque eran rescatados, prácticamente destruía el interés del
rey por ellos, cayendo completamente en desgracia y nunca volvía a
verlos.

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Bian XIV

“¿Cómo está?”
El rey se acercó, pero no mostró demasiada preocupación, aun así
era sorprendente que se hubiera conseguido una mascota hombre.
“No te preocupes, te lo dije antes, para tratar a estas pequeñas be-
llezas debes ser amable, pero no me escuchaste…”
Bian XIV susurró y lo miró lentamente, de repente soltó un “Huh” y
entrecerró los ojos hasta dejar sólo una pequeña rendija.
“Me atrevo a preguntarle al rey que tan frecuente pasas tiempo con
él…”
Song Qing respondió: “Durante dos meses, todas las noches… hasta
la madrugada.”
Bian XIV hizo una expresión extraña y miró al rey como si fuera un
monstruo, éste hombre era demasiado enérgico. Sin embargo, no
esperaba que después de tantos años de indulgencia, aún no se hu-
biera agotado hasta la muerte y todavía estuviera lleno de energía.
“No es de extrañar que esta pequeña belleza este prácticamente va-
cía y que su cuerpo esté así. Lo he visto por primera vez, aún no está
muerto, seguramente el rey lo ha estado llenando de alimentos me-
dicados, ¿cierto?”
“Sí.”
El rey frunció el ceño, era imposible decir si estaba enojado o preo-
cupado.

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“¿Para qué sirven todos esos tónicos? No han servido para nada. Dé-
jame decirte, palpé la condición ósea de esta pequeña belleza que
tiene obviamente menos de dieciocho años, pero los huesos de su
cuerpo están peores que los de un viejo, ¡ya está a medio camino del
sepulcro!”
El rey agarró a Bian XIV por las ropas y lo levantó.
“¿Lo puedes salvar?”
“¡Ah! ¡Bájame!”
El rey no continúo molestándolo, soltó sus manos, Bian XIV se liberó
y arregló su ropa.
“No dejaría morir a alguien y Su Alteza no lo dejaría pasar.” Con la
nariz levantada le dijo al rey. “Tú, sal primero.”
Comenzó a empujarlo fuera de la habitación, pero el rey no se mo-
vía. Mirando a la belleza dormida en la cama, Bian XIV de hecho vio
que había ternura en sus ojos y se estremeció.
“Tan aterrador como si hubiera visto un fantasma.” Murmuró Bian
XIV. “Si te gusta verlo, míralo. Primero me encargaré de sus heridas,
es un ser vivo y su cuerpo entero ha sido torturado hasta el extremo.
¿Eres una animal?”
El rey ignoró sus comentarios, su reputación fuera del palacio era de
hecho bastante mala, como si fuera una bestia de granja. ¿Por qué
se preocuparía por comentarios tan comunes?
“¿Qué es esto?”
Bian XIV tomó el dedo de Chen Yu de repente y lo miró más de cerca.
“Su Alteza, ¿cambiaste el patrón ahora? Ya no te basta con una vela
o látigo, ¿ahora necesitas usar agujas? Esto es increíble.”

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El rey le lanzó una mirada desagradable.
“¿Qué aguja?”
“Observa las heridas dentro de esta uña, ¿no es esto causado por
una aguja? ¿Qué sucede? Su Alteza no lo niegues, no puedes escon-
der la verdad ante mis ojos.”
El rey descubrió que en cada uno de los diez dedos de Chen Yu, nin-
guna de las uñas estaba intacta, todas tenían marcas de heridas, las
cuales eran obviamente causadas por agujas.
El rey siempre lo maltrataba cada vez que tenían relaciones, por lo
que Chen Yu tenía heridas en el cuerpo todo el tiempo, azul y mora-
do. El rey estaba acostumbrado, pero nunca se dio cuenta de esas
heridas.
“¡Ah! Esto está envenenado… este sabor… eh…”
Bian XIV sacó una aguja plateada que estaba completamente negra y
la acercó a su nariz para olerla.
“Huele muy mal, el veneno del sur de Xinjiang sigue siendo el veneno
del Rey de los Gusanos.”
Bian XIV dedujo que aunque el Rey de Zhen Bei era brutal, no era del
tipo de persona que utilizaría veneno como juego, obviamente Chen
Yu había sido envenenado por otros.
En un instante, Bian XIV sintió como si hubiera caído en un sótano
helado, como si fuera acechado por una bestia peligrosa y la inten-
ción asesina del rey se condensó como hielo.

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Calentándose con medicina

Después de que Bian XIV trató las heridas de Chen Yu, dejó unas re-
cetas y se fue, el rey ordenó que se prepararan los medicamentos.
El rey tomó una cucharada de la preparación y la puso sobre la boca
de Chen Yu. Chen Yu no tragó, la solución resbaló por sus labios y se
derramó.
“Bébelo, si no, ¿cómo puedes mejorar y servir a este rey?”
El rey nunca se había preocupado por otras personas, solamente da-
ba órdenes, pero Chen Yu no respondió. No le sonreiría al rey y no le
posaría ni lo dejaría disfrutar de él.
En ese momento el rey sintió como si le faltara algo.
“¡Bebe la medicina!”
El rey estaba muy incómodo, se agarró el cabello con irritación y lue-
go levantó la cabeza de Chen Yu con la mano derecha y con la mano
izquierda sostuvo el tazón con medicina.
¡Crac!
El rey aplastó el tazón de porcelana.
“¡Ve a preparar otro tazón!”
El rey agitó sus mangas, se acercó a Song Qing que estaba arrodillado
en la puerta, levantó un pie y lo pateó en el pecho, dentro de su pe-
cho se escuchó un crujido mientras salía volando hacia atrás, hubo
un gemido y volvió a arrodillarse.
“Este rey te pidió que la cuidaras, ¿cómo pudiste fallar?”

73
“Este sirviente le falló.”
Song Qing se había puesto azul por el dolor, pero no siguió queján-
dose.
“¿Esto fue hecho por la princesa?”
Song Qing sabía que el rey no tenía ni siquiera que preguntar, ¿quién
más se atrevería a hacer algo así a excepción de la princesa? Ade-
más, ésta no era la primera ni segunda vez que ella hacia cosas de
este tipo.
“¿Por qué no me lo dijiste antes?”
Song Qing bajó la cabeza y dijo. “El rey no es ignorante de que la
princesa siempre ha sido altanera y arrogante, Usted ha consentido a
la Dama Chen por mucho tiempo, la princesa definitivamente se
pondría celosa tarde o temprano.”
Song Qing le describió todas las torturas que Chen Yu había sufrido y,
cada una que mencionaba, hacía que los ojos del rey se obscurecie-
ran mas poco a poco.
No era de extrañar que Chen Yu estuviera tan débil recientemente,
él realmente quería complacerlo, pero simplemente no podía. Fre-
cuentemente se quedaba dormido cuando el rey estaba estimulado.
El rey no había visto esto como algo extraño, pensando que era algo
superficial, forzándolo brutalmente una y otra vez.
Cada vez que el rey se preparaba para irse, Chen Yu se aferraba a él,
ahora entendía que estaba desesperadamente pidiéndole ayuda, pe-
ro él lo había ignorado.
El rey miró a la persona inerte que estaba recostada en la cama y dis-
tintas emociones fluyeron en sus ojos crueles.

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“En la Residencia Liqing, a excepción de la princesa, envíen a todos
los que la hayan tocado a la prisión de agua.”
“Este sirviente cumplirá su orden.”
Después de que Song Qing se retiró, el rey se sentó al lado de Chen
Yu.
Otro sirviente entregó la nueva medicina. El rey levantó el tazón y
tomó un gran sorbo, se inclinó y lentamente vertió la medicina direc-
tamente en la boca de Chen Yu.
“Bien…”
Chen Yu no sabía si sentía dolor o estaba en una pesadilla. Sus pes-
tañas revolotearon como si fueran las de una mariposa, aun no re-
cuperaba la conciencia, pero su cuerpo se sentía un poco aliviado, su
pequeña lengua se deslizó dentro de la boca del rey y buscó compla-
cerlo.
El rey fue estimulado fácilmente por Chen Yu, pero en esta ocasión
no quería actuar de manera imprudente y abrió los labios con sor-
presa.
Sostuvo la mano de Chen Yu y estaba fría.
La mano izquierda de Chen Yu había sido fracturada el primer día
que sirvió al rey y, unos días después cuando había sido amarrado y
colgado de las manos por un día y una noche, la vieja herida había
empeorado. Bian XIV le había dicho que el hueso de su mano se ha-
bía fracturado y curado, sin embargo, como no había tenido fijación,
una ligera distorsión se había vuelto un defecto permanente en su
mano y era imposible repararlo en el futuro.
El rey amasó las frías y huesudas manos de Chen Yu, luego extendió
las manos y sintió que la cama estaba fría, el rey se quitó la armadu-
ra marcial y se acostó.
75
Chen Yu estaba encogido en la cama, obscuro y frío, sin embargo, en
cuanto sintió el calor del rey, se acurrucó a su lado.

76
20
Quítate los pantalones

Por primera vez, en los últimos dos meses, Chen Yu había dormido
profundamente. Tuvo un largo sueño, soñó que regresaba al peque-
ño patio de la prefectura, después de ver a su madre, la imagen
cambió y había un fantasma parado enfrente de él que le ordenaba
que se quitara los pantalones y lo complaciera.
Cuando despertó, Chen Yu vio un par de ojos profundos como estre-
llas en los que se reflejaba el mismo.
‘¡Rey de Zhen Bei!’
Chen Yu sintió que se moría, ¡estaba arruinado! ¡Estaba arruinado!
¡Se había quedado dormido mientras servía al rey!
Y ahora mismo… estaba recostado sobre el pecho del rey, con razón
había tenido un sueño cálido.
El rostro de Chen Yu palideció, se bajó del cuerpo del rey e inmedia-
tamente intentó agarrar su miembro, agachó su cara y se preparó
para ponerlo en su boca.
El rey vio que Chen Yu temblaba por miedo de haber hecho algo mal
y lo primero que había hecho al despertar era servirle, levantó su
mano y lo detuvo.
“¿Me tienes tanto miedo?”
Chen Yu estaba confundido, ¿no debería temerle siendo la mascota
del rey? Además, el rey había dicho que su única responsabilidad era
complacerlo.

77
En Zhen Bei, los hombres y mujeres le temían, disfrutaba la emoción
de conquistar. Si fuera antes, el rey habría estado bastante satisfe-
cho por la reacción de Chen Yu, sin embargo, esta vez, no le gustó en
lo absoluto.
“Claro, esto está claro. ¿Haciendo esto justo a la mitad del día? Su
Alteza puedes tener cuidado, no lo intente matar de nuevo, ¿cuántas
veces puedo salvarlo con mis habilidades médicas? ¿No respetas mis
conocimientos?”
Bian XIV entró en la habitación con una sonrisa burlona.
Chen Yu estaba arrodillado frente al rey, parecía una imagen erótica
viva del Palacio de la Primavera, Chen Yu tenía una piel delgada y se
ruborizó por la vergüenza.
“Pfff.”
El rey resopló con frialdad, se levantó de la cama, se vistió y salió sin
decir ninguna palabra.
Chen Yu estaba confundido, Song Qing le había dicho que al rey le
gustaban las personas obedientes y bien portadas, si no podía com-
placerlo en la cama, no faltaría mucho para que cayera en desgracia.
¿Estaba el Rey de Zhen Bei desilusionado de él?
“¿Qué estás mirando? ¡Tú amo se ha ido!”
Bian XIV se sentó y miró a Chen Yu, después soltó un suave suspiro.
“¡Guapo! ¡Realmente guapo! ¡Mucho mejor que la Concubina Impe-
rial del palacio! Antes, estabas inconsciente como un muerto, ahora
has revivido… mira estos ojos, se puede ver su pena ¡Estoy casi he-
chizado por ti!”

78
Chen Yu observó a esta persona desconocida, se parecía un poco a
él, sus delgados ojos llenos de astucia, nariz y labios delgados, como
un zorro astuto, ¿de qué estaba hablando?
“¿Su Alteza dijo que eras un poco tonto?” Bian XIV preguntó sor-
prendido.
Chen Yu asintió y bajó la mirada, se sentía inferior.
“¿Quién eres?”
Chen Yu gesticuló, esperando que el otro no pudiera entenderlo.
“Mis habilidades te hicieron rejuvenecer y ¡estas molesto con el mé-
dico del rey!”
Chen Yu levantó la cabeza violentamente, sus ojos brillaban, ¡Bian
XIV comprendió! ¡Era la primera vez que alguien entendía sus gesti-
culaciones!
“¡No me mires así! ¡Demasiado atractivo! No quiero que el rey me
asesine…”
Bian XIV buscó dentro de su maletín y le dijo. “Quítate los pantalo-
nes.”
“¿…?”
“¿Por qué no te quitas los pantalones y te aplicas la medicina en tus
partes privadas?”
Todo el cuerpo de Chen Yu comenzó a sudar, sus manos y pies se pu-
sieron helados y una oleada de frío invadió todo su cuerpo.
Su identidad, el secreto que había mantenido, ¿lo habían descubier-
to? Entonces el Rey de Zhen Bei…
No era sorpresa que el rey hubiera perdido el interés por él, Chen Yu
no se atrevía a pensar que había engañado al rey…
79
21
La desgracia sale a la luz

Bian XIV salió de la habitación de Chen Yu, cargando el maletín de


medicinas y con las piernas temblándole.
“La piel de su cuerpo tenía tantos colores como un mapa, pero la
persona estaba pasmada. ¿No es ésta la última medicina? Parecía es-
tar tan asustado como si hubiera visto a un fantasma, la vida es tan
aburrida…”
Se suponía que Bian XIV debía aplicarle medicina a Chen Yu, pero él
estaba pálido del susto y temblaba, Bian XIV pensó que se había
vuelto loco. Viendo su postura, parecía que el médico lo iba matar,
tiró la medicina y salió corriendo.
“¡Bian XIV!”
Alguien lo llamó repentinamente, volteó y vio a la princesa con ropas
elegantes y con adornos pesados en su cabellera, que tintineaban
mientras caminaba.
“No tan pesado.”
Bian XIV se burló, pero continuaba sonriendo e hizo una reverencia
desganada.
“Es la princesa Dairou… Oh no, la princesa está siendo cortés.”
Bian XIV miró alrededor y notó que ahora la princesa estaba sola, no
había ningún sirviente acompañándola. Incluso su sirvienta de con-
fianza, Zhi Luo, estaba ausente.
“Tú y yo somos conocidos, no necesitamos tanta cortesía.”

80
La princesa levantó la barbilla, pero su expresión no era tan engreída
y parecía estar extremadamente ansiosa.
Cuando Chen Yu había vomitado sangre en la cama y se había des-
mayado, estaba casi muerto. Al enterarse, la princesa estaba un po-
co avergonzada, pero incluso comenzó a reírse.
Ella pensó que la muchacha no sobreviviría y se preparaba todos los
días, esperando que el rey la fuera a visitar en las noches, pero nun-
ca se presentó, entonces envió a una persona a preguntar, pero el
rey no se movía de la Residencia Shaohua. Incluso abandonó todos
los asuntos militares.
Estaba tan enojada que tenía toda la cara azul, ¡el rey prefería cuidar
de una persona moribunda a pasar el tiempo con ella! La princesa
había roto una docena de jarrones dentro de su cuarto.
No pasaron muchos días para que el Rey de Zhen Bei mandara gente
a la Residencia Liqing para que se llevaran a todos sus sirvientes, in-
cluyendo a su confidente Luo Luo, sin ninguna explicación.
¿Sería posible que el rey se hubiera enterado de que habían tortura-
do en secreto a Chen Yu?
El corazón de la princesa latía fuertemente, no tenía a nadie de con-
fianza cerca y había ido en secreto a la Residencia Shaohua cuando
se topó con Bian XIV.
“Si la princesa no tiene nada que decirme, ¿puedo marcharme?”
“¡Oye!”
La princesa lo había detenido.
“Señor Bian, ¿cómo está la concubina enferma? ¿Sobrevivirá?”

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“Vivirá en contra de lo que la princesa esperaba.” Bian XIV hizo una
reverencia y se burló. “¿Aún no le queda claro princesa? Mientras no
pierda el aliento…”
“¡De acuerdo!”
La princesa agitó la mano con decepción, interrumpiendo la burla de
Bian XIV.
“Entonces, si ella está bien, ¿por qué sigue el rey cuidándola todos
los días? ¿Será por que la mujerzuela está embarazada y lo engaño
de nuevo? Lo que le hizo sentir pena por ella.”
“…” Bian XIV torció los labios. “No puedo hacer que un hombre se
embarace aunque tenga excelentes habilidades medicas…”
Tan pronto como salieron las palabras, se cubrió la boca.
Parece que… por la boca muere el pez.
“¿Un hombre?”
La princesa reaccionó y gritó. “¿Chen Yu es un hombre? Ja, ja, ja…
Hombre…”
Las expresiones de la princesa cambiaban y no sabía si reírse o llorar.
Afortunadamente, Chen Yu era un hombre y nunca podría concebir
un hijo del rey ni competir con ella por poder, sin embargo, triste-
mente, la princesa de ramas de oro y hojas de jade había perdido
contra un hombre.
“Hombre… La Dama Chen, Chen Yu, ¡es un fraude! ¡Realmente nos
engañó al rey y a mí! Ja, ja… Mujerzuela barata, ¡esta vez estás
muerta!”
La princesa se retiró con una sonrisa.
Bian XIV se quedó aturdido por un tiempo y de pronto se regodeó.

82
“Éste va a ser un buen espectáculo.”

83
22
La prisión de agua

Chen Yu se sentó en la cama, tenía el corazón acelerado y los labios


secos, permaneció inmóvil durante mucho tiempo, sus manos y pies
estaban helados.
La puerta se abrió de repente y una corriente de aire frío entró en la
habitación, Chen Yu abrió los ojos y volteó para ver que Song Qing
había entrado.
‘Finalmente estás aquí…’
Chen Yu había engañado al rey y estaba a punto de ser desechado,
pero no sabía por cual castigo rogar: azotes, envenenamiento, deca-
pitación u otro método de tortura. Con la personalidad del rey, segu-
ro no lo dejaría ir fácilmente, su vida tenía que ser más horrible que
la muerte.
“Dama Chen, Su Alteza tiene una petición.”
La voz de Song Qing era suave y Chen Yu tenía más miedo de que su
muerte estuviera escondida en esa calma.
Había nueve miserables fantasmas en la cama del Rey de Zhen Bei y,
después de todo, él… tenía ese mismo destino.
Chen Yu se levantó y salió junto con Song Qing.
El paisaje del Palacio Real era hermoso, las paredes blancas estaban
adornadas con azulejos, los pasillos pintados, las cuevas lunares eran
rocosas… el mundo exterior era así.
Era la primera vez que Chen Yu podía admirar la vista del Palacio del
Rey, pero era también la última vez.

84
Song Qing la guío hasta un área remota de la residencia, había un
guardia enfrente de él y el lugar al que habían llegado tenía la apa-
riencia de una celda.
Las piernas de Chen Yu se aflojaron, pero logró mantenerse parado,
sin caer.
‘¿Es esta la prisión del Rey de Zhen Bei? Obviamente el rey no orde-
naría que me mataran inmediatamente… Esta prisión será mi tumba.
Si muero aquí, mi madre nunca lo sabrá y pensará que regresaré con
ella vivo. Ella solamente me extrañará.’
“Dama Chen.”
Song Qing alzó la voz, parecía que Chen Yu había estado en trance
durante todo el día, como si fuera un muerto viviente. Cuando vio la
prisión de agua, su rostro oscilaba entre el gris y el azul, como si su
corazón se hubiera hecho cenizas. Levantó la mirada a la placa de la
entrada por un largo tiempo y no se podía adivinar lo que estaba
pensando.
“Vamos.”
Chen Yu asintió y siguió los pasos de Song Qing.
Era un sótano con agua, húmedo y obscuro, helado hasta los huesos,
iluminado por antorchas que se agarraban a la pared.
Chen Yu escuchó los gritos y lamentos de un prisionero, avanzó con
la cabeza baja y no se atrevió a lanzar ninguna mirada de reojo. Oca-
sionalmente escuchaba el sonido de cadenas que se arrastraban y de
agua que goteaba.
“Su Alteza.”

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Cuando Chen Yu escuchó esas palabras, se estremeció incontrola-
blemente y se desplomó sobre sus rodillas como un cordero atacado
por un tigre.
El rey se sentaba en lo alto y Chen Yu no se atrevió a voltear a verlo.

“Bien…”
El rey miró a Chen Yu, que temblaba y estaba un poco infeliz. Chen
Yu aún estaba aterrado de él, claramente lo había tratado bien, le
había dado ropajes y joyas finos. Era claro que Chen Yu le había ser-
vido por que le tenía miedo, no por voluntad.
El Rey de Zhen Bei no era una persona afectuosa y había tantas be-
llezas en el mundo como ropas y zapatos. Si te gustaban, poséelas. Si
te hartaban, deséchalas. Pero él quería obtener más de Chen Yu,
quería que lo quisiera y le fuera leal.
“¿Por qué no traes zapatos?”
El rey vio a Chen Yu arrodillado, sus delicados pies blancos estaban
desnudos, iba descalzo en el suelo de la prisión frío y mojado.
Chen Yu se sentía confundido, ¿cómo podía un hombre muerto
preocuparse por cosas así? Cuando había salido de su habitación ha-
bía olvidado completamente ponerse zapatos.
¿No iba el rey a hacerse cargo de él? ¿Todavía le preocupaba si sen-
tía frío o calor?
“Ven.”
El rey seguía viéndose imponente mientras le hacía señas, Chen Yu
no podía ignorar las órdenes del rey y comenzó a moverse lentamen-
te.

86
De repente, el rey agarró su cintura y sus brazos, y lo abrazo. Chen
Yu perdió el equilibrio y se desplomó en los brazos del rey, estaba
sorprendido y miró hacia arriba para ver las cejas profundas del rey.
“Hace frío en la celda de agua, ¿cuánto tiempo pretendes aguantar
antes de congelarte? ¿Cuánto tiempo quieres que este rey lo tole-
re?”

87
23
Ejecución por Lingchi
(I)

Chen Yu estaba asustado y se quedó rígido en los brazos del rey.


Él… ¿no lo había llamado a la prisión para ejecutarlo?
Las enormes manos del rey se movieron alrededor del cuerpo de
Chen Yu, sus movimientos aún eran rudos, desde el cuello hasta la
cintura y luego a lo largo de la parte interior de su muslo, hasta que
acarició su pie helado como el jade.
“Si tienes frío acércate a tu rey.”
El Rey de Zhen Bei era como una estufa y Chen Yu se sintió angustia-
do, las lágrimas caían de sus ojos inconscientemente y se formó una
capa de humedad en su rostro.
La mano caliente del rey sostuvo los dedos del pie de Chen Yu y los
apretó, jugando con esos dedos que parecían perlas de jade y tocan-
do las plantas de sus pies. El cuerpo de Chen Yu seguía sensible y le
provocaba cosquillas, su respiración se aceleró.
“Su Alteza, la princesa ha llegado.”
Song Qing apretó su puño y el rey asintió.
La princesa llegó a la prisión de agua y con una simple mirada, vio a
Chen Yu en los brazos del rey, la delicada y tierna apariencia de la es-
cena hizo que se sintiera furiosa.
‘¡Ese espíritu zorro! ¡Su capacidad de seducir a un hombre no es na-
da despreciable!’

88
La princesa maldijo en secreto, mientras saludaba al rey con una voz
gentil y delicada.
“¿Por qué me ha llamado Mi Señor?”
Chen Yu volteó a ver la cara del rey, pero era incapaz de leer nada en
ese rostro.
“Comencemos.”
La voz potente del Rey de Zhen Bei resonó en la celda de agua, varios
guardias jalaron de una cadena y una jaula se elevó desde el agua,
salpicando una gran cantidad de agua. Había un prisionero con el ca-
bello enredado y sólo su cabeza sobresalía de la jaula de madera.
La celda de agua era obscura y Chen Yu no se atrevía a mirar a su al-
rededor, pero había notado que cuando sumergían la jaula en el
agua, solamente la cabeza del prisionero quedaba afuera y su piel ya
estaba llena de arrugas.
“Zhi… ¡Zhi Luo!”
La princesa se cubrió la boca y gritó, había reconocido la cara del pri-
sionero, ¿no era su confidente?
“Su Alteza… ¿qué está haciendo?”
La princesa estaba aterrada y tenía un muy mal presentimiento.
“Velo por ti misma.”
Los ojos del rey eran helados, haciendo que los presentes se estre-
mecieran.
Un momento después, salió un verdugo, tenía una daga pequeña en
la mano y se dirigió hacia la jaula, cortando la pantorrilla de Luo Luo
y un pedazo delgado de piel apareció en su mano. Debido al dolor,
Zhi Luo se despertó de su estupor y lloró débilmente.

89
“¡Su Alteza! Esa esclava sabe lo que hizo mal… perdónela…”
Cuando Luo Luo vio que la princesa estaba a su lado, fue como si hu-
biera visto a su salvadora.
“¡Su Alteza Real! ¡Su Alteza Real! ¡Por favor sálveme! Sus esclavos le
hemos servido desde que era pequeña y hemos trabajado duro por
tantos años…”
La princesa temblaba de miedo, ¿cómo podía preocuparse por esta
simple sirvienta?
“Tú… pides que te ayude, pero no puedo hacer nada…”
La princesa tenía miedo de ser implicada.
El verdugo sacó otro cuchillo y volvió a cortar un pedazo de carne,
como Zhi Luo ya había despertado, dejó escapar un alarido de dolor.
“Su Alteza Real… esta esclava le es fiel, lo que hice fue de acuerdo a
sus órdenes, no puede hacerme esto… por favor sálveme…”
La princesa reaccionó como si fuera un gato al que le habían pisado
la cola.
“Tu maldita zorra, cometiste un error por tu cuenta y ¡quieres
echarme la culpa a mí!” La princesa temblaba. “Su Alteza, mata a es-
ta pequeña zorra, ella torturó a Chen Yu sin mi consentimiento, ¡yo
nunca lo ordené!”
El rey observaba mientras el perro y su amo se mordían la cola mu-
tuamente.
“¿Cuál es la prisa? Todavía quedan más de tres mil trescientos cuchi-
llos del Lingchi.”
El tono del rey era tranquilo, pero lo que dijo hizo que todos tembla-
ran de miedo, él había pasado por mares de cadáveres sangrientos,

90
estaba sediento de sangre y era brutal. Éste tipo de castigo capital
era tan común para él como comer.

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24
Ejecución por Lingchi
(II)

Lingchi significaba miles de cuchillos, el prisionero debía ser cortado


con tres mil trescientos cincuenta siete cuchillos y requería que el
verdugo dominará técnicas extremadamente estrictas, el último cor-
te debería ser el que trajera la muerte.
Los gritos llenaban la celda de agua y el cuerpo completo de Luo Luo
estaba deformado, su sangre fluía a la piscina, que había tomado un
color rojo como el infierno.
Simplemente no podía morir, cada vez que se desmayaba, se volvía a
despertar.
Los dedos de Chen Yu estaban fríos y no podía dejar de temblar, una
vez más era testigo de la crueldad del rey. Ese hombre no tenía una
pizca de compasión, solamente albergaba el deseo de matar en su
corazón.
Chen Yu ya no podía ver más de esa escena sangrienta, se sentía un
poco mal por Zhi Luo y estaba aterrado.
“¿Tienes miedo?”
El Rey de Zhen Bei tomó gentilmente la cabeza de Chen Yu y la aco-
modó en su pecho, Chen Yu cerró los ojos y no se atrevió a mirar de
nuevo.
El pecho del rey era amplio y estaba caliente. En ese lugar tan som-
brío, Chen Yu solamente quería acurrucarse para mantenerse calien-
te, pero cuando pensó en todo lo que estaba sucediendo, no pudo
evitar estremecerse.
92
“No tienes que tener miedo, ella fue la que te lastimó, deberías sen-
tirte feliz cuando ves a tu enemigo morir.”
De hecho, Chen Yu tenía más miedo del Rey de Zhen Bei que del trá-
gico castigo. El rey estaba de mal humor, podía matar a quien quisie-
ra de manera impulsiva y lo haría de manera cruel y despiadada.
La princesa estaba tan asustada que había perdido todo el color de
su rostro, sus labios estaban pálidos. Ya habían cortado la piel del
pecho de Zhi Luo, de hecho, la princesa podía ver su corazón latien-
do dentro del pecho…
“No te contengas más…”
La princesa no pudo soportarlo más y vomitó hacia el cielo.
El Rey de Zhen Bei bajó y caminó enfrente de la princesa.
“¡Ah! Mi Señor, ¡perdóneme la vida! Sé que hice mal…”
La princesa estaba tan asustada que se arrodilló para rogar por mise-
ricordia, su actitud orgullosa y arrogante había desaparecido, su
temperamento noble de princesa también se había desintegrado y
las lágrimas caían por su cara.
“Quédate aquí y termina de recapacitar.”
El rey habló con frialdad y condescendencia.
La princesa soltó un grito y se abrazó del rey, suplicando piedad.
“¡No! ¡No! Mi Señor, realmente sé que hice mal… Alteza perdóne-
me…”
“Pfff.”
El rey resopló con frialdad y levantó la pierna para patearla, la prin-
cesa cayó al suelo húmedo y miró al rey mientras abrazaba a Chen
Yu y salía de la prisión de agua.
93

Poco después de que Chen Yu regresara a la Residencia Shaohua,
Song Qing había regresado.
“Su Alteza, la princesa, ella… se desmayó, parece que se ha enfer-
mado por el impacto.”
“Sólo llama a Bian XIV”
El rey tomó una pluma y se acomodó para encargarse de los asuntos
militares, despidiendo a Song Qing con un gesto de su mano.
“De acuerdo.”
Song Qing se retiró, dejando solos al rey y a Chen Yu en la habita-
ción, Chen Yu no podía hablar, por lo que esta noche en particular se
sentía fría y silenciosa.
Chen Yu se sentía incómodo, comúnmente al rey no le gustaba sen-
tarse relajadamente con él.
“Ven aquí.”
El rey había girado la cabeza repentinamente y Chen Yu respiró hon-
do. Por lo general, cuando el rey lo llamaba, solamente quería acos-
tarse con él y Chen Yu se había acostumbrado a estar listo para él en
cualquier momento que él quisiera. Aun cuando seguía débil, lo po-
día soportar, si antes lo había aguantado, no había razón para no
aguantarlo ahora.
Chen Yu caminó descalzo y se sentó en las piernas del rey, él lo en-
volvió por la cintura con sus brazos y Chen Yu presionó su mano de-
recha sobre su miembro. Sorprendentemente, aunque era un bulto
grande, no estaba erecto.
‘¿Qué…’

94
Al Rey de Zhen Bei le encantaban estas actitudes, la lengua y los de-
dos de Chen Yu eran como píldoras de amor que podían fácilmente
provocar su pasión.

95
25
Yu-er

Chen Yu sólo lo tocó unas pocas veces y, antes de que empezara a


utilizar sus trucos seductores, el miembro del rey creció y se puso
duro, Chen Yu podía sentir el calor que emanaba a través de la ropa.
El rey agarró su muñeca.
“Si no me tienes miedo, sigue tocándome.”
El rey lo jaló con un poco de fuerza y lo cubrió con sus brazos, aco-
modándolo sobre su pecho.
Chen Yu todavía estaba asustado, no se podía calmar y no sabía qué
era lo que el rey quería hacer.
“¿Te enseñaron a leer y escribir?”
El aliento del rey se arremolinaba detrás de las orejas de Chen Yu, la
sensación cálida hizo que sintiera una comezón que era insoporta-
ble, su piel era tierna y sus orejas estaban rojas.
Chen Yu hizo todo lo posible por calmarse y sacudió la cabeza.
En su antigua casa, el sueldo de su madre apenas era suficiente para
mantenerlos calientes y era imposible que Chen Yu fuera a la escue-
la, sin mencionar que su madre no dejaría que nadie lo viera, por lo
que lo mantenía encerrado en el patio todo el día.
Por todo esto, Chen Yu solamente había aprendido unas pocas pala-
bras de su madre.
“Yo te enseñaré.”

96
Después de los acontecimientos recientes, donde Chen Yu había sido
maltratado y no había sido capaz de pedir ayuda, el rey había decidi-
do enseñarle a leer y escribir.
“Este es el pasado, presente y futuro.”
El rey apuntó a un libro que tenía en frente y le mostró la primera lí-
nea del libro, era el primer capítulo de El Arte de la Guerra de Sun
Bing.
Obviamente, el Rey de Zhen Bei no era un instructor calificado, había
peleado la mitad de su vida, caído del caballo, aprendido a usar el
arco y las flechas, tocó tambores de guerra…, pero nunca había en-
señado a nadie.
Chen Yu miró aturdido la palabra Xi, la falta de experiencia del rey
hacía que se desesperara rápidamente.
“Toma un pincel, te enseñaré a escribir.”
El rey sostuvo la mano de Chen Yu y la desplazó por el papel de
arroz, lo guió palabra por palabra y terminó un capítulo completo en
poco tiempo.
La barbilla del rey descansaba en el hombro de Chen Yu, hablando y
respirando al lado de su cuello, Chen Yu estaba un poco confundido
y la faceta gentil del rey lo cautivó por completo.
El Rey de Zhen Bei solía ser como un dios para Chen Yu y él era su es-
clavo, pero ahora… lo trataba como si fuera su esposo.
Chen Yu hizo su mayor esfuerzo para mantenerse atento, si no
aprendía bien, el rey se molestaría.
“¿Te lo aprendiste?”
Chen Yu asintió, luego levantó el pincel y escribió el primer capítulo
en silencio.
97
El rey parecía aturdido. Cuando era niño, lo conocían como el Mago
del Cielo y sus maestros lo habían elogiado en numerosas ocasiones.
Desafortunadamente, prefería las artes marciales a los estudios, sin
embargo, comparado con Chen Yu, ¡sus habilidades no valían nada!
“¿Nunca fuiste a la escuela?”
El rey estaba sorprendido, realmente había muy pocas personas que
él admirara en este mundo, ¡Chen Yu había sido el primero que lo hi-
ciera maravillarse!
“Ja, ja, ja, Yu-er, ¡eres un mago!”
El Rey no tenía la intención de elogiarlo, pero Chen Yu, que estaba
en sus brazos, se sorprendió.
Él lo acababa de llamar… ¿Yu-er?
Chen Yu volvió la cabeza y miró al rey que estaba riendo y sonriendo,
había escuchado correctamente, lo había llamado Yu-er.
Chen Yu había complacido al rey por tanto tiempo, el número de ve-
ces que los dos había tenido relaciones era incontable, su relación
era íntima, pero era como si fueran extraños uno del otro.
El rey nunca lo había llamado por su nombre mientras lo tomaba
apasionadamente.
El rey nunca lo había atesorado en su corazón, sólo era su juguete
deseado, incluso un esclavo masculino hermoso sin nombre. Aún en
los momentos en que había estado más excitado, nunca lo había
llamado por su nombre.
Los ojos de Chen Yu estaban borrosos. Por primera vez, sintió que el
nombre de Chen Yu era bueno, la palabra Yu-er había salido de los
labios del Rey de Zhen Bei.

98
‘Madre mira, alguien ya no me llama esclavo, no me llama tonto, me
llama Yu-er.’

99
26
¿Quieres?
(I)

“¿Por qué estas llorando de nuevo? Realmente estas hecho de agua


y usas redes para seducir a la gente.”
Al rey le gustaba ver la apariencia misteriosa y brumosa de Chen Yu,
que lo hacía más atractivo. Sin embargo, ahora se había decidido a
aprender a estar con él sin forzarlo, él esperaría hasta que Chen Yu
quisiera entregarle su cuerpo.
Los ojos de Chen Yu estaban bajos y sus pestañas revoloteaban como
alas de mariposas, tímidas y juguetonas.
“¿Te gusta que te llame Yu-er?”
Chen Yu asintió con la cabeza.
En realidad, su nombre no era Chen Yu, él nunca había conocido a su
padre, su madre siempre lo llamaba buen niño, pero nunca había te-
nido un nombre oficial, las demás personas siempre lo llamaban pe-
queño mudo.
“Está bien, entonces te llamaré Yu-er, ¿sabes cómo escribir tu nom-
bre?”
Como era de esperarse, él no sabía escribirlo.
“Te lo escribiré.”
La caligrafía del rey comenzó y se movía libremente, escribía con
grandeza como si fuera la danza entre un dragón y un fénix. Como él,
salvaje y arrogante.

100
La palabra Chen Yu apareció en el papel. Era hermosa. El corazón de
Chen Yu se había conmovido y era como si lo hubiera envuelto la
primavera.
‘Este es mi nombre’
El antiguo Chen Yu era sólo un nombre de reemplazo para un pe-
queño mudo, sin embargo, ahora, él realmente lo aceptaba desde el
fondo de su corazón, porque se lo había dado ese hombre divino.
“¿Qué hay de ti?”
Chen Yu gesticuló lleno de alegría, pero descubrió que el rey no le
entendía, había estado tan inmerso que sus movimientos fueron
muy apresurados y había rozado el pecho del rey con sus dedos.
“¿Me preguntas a mí? De acuerdo.”
El rey volvió a mover la mano y su nombre se dibujó en el papel.

“Jun Xuanxiao.”
Después de tanto tiempo, finalmente sabía el nombre del rey.
Como las personas temían faltarle al respecto, las palabras Rey de
Zhen Bei eran suficientes para saber de quien se hablaba y el palacio
solamente se llamaba Palacio del Rey. ¿Quién se atrevería a decir su
nombre? Chen Yu nunca se había ilusionado antes, era lógico pensar
que el rey esperaría que en el fondo del corazón de Chen Yu, él fuera
su amo y no era digno de saber su nombre.
Para el Rey de Zhen Bei todo esto podría haber sido un momento de
diversión, pero para Chen Yu esto significaba mucho.
Chen Yu recogió las dos hojas y las observó con alegría, primero mi-
rando una detenidamente y luego la otra, era como un niño que ha-
bía recibido dos dulces y no sabía cuál de los dos escoger.
101
Para él, estas hojas eran más valiosas que cualquier joyería de oro o
plata, incluso más valiosas que él mismo.
El rey observaba sus cambios de ánimo, primero llorando y luego
riendo, y una sensación de placer creció en su corazón. La sonrisa de
Chen Yu era hermosa, no tan halagadora y fría como antes, pero era
una sonrisa que surgía desde su corazón. Sus ojos completaban la
imagen de una flor de durazno, que eclipsaba completamente la luz
de las velas.
“Ja, ja, ja, Yu-er…”
El rey solamente quería hablar, pero había sido bloqueado por los
labios rojos de Chen Yu, que se había volteado completamente y se
había arrojado sobre él, como una polilla persiguiendo la luz.
Sus labios fríos se movían sobre los del rey, la suave y tierna lengua
intentaba habilidosamente dentro de su boca, aun así los intentos de
Chen Yu seguían siendo tímidos y no sabía por dónde empezar.
El rey se sorprendió por el movimiento de Chen Yu y su sangre co-
menzó a hervir.
¡Chen Yu nunca había sido tan activo!
Aunque a veces tomaba la iniciativa para servir al rey, era muy fácil
distinguir la diferencia. En el pasado, tendía a cumplir con sus obliga-
ciones con adulación, pero hoy realmente sentía la misma pasión
que él.
Chen Yu estaba sentado en sus rodillas y era más encantador que
una petunia, el rey no podía evitar que su ternura lo estimulara, era
como una oveja que se había arrojado a la boca del tigre. Se levantó
cargando a Chen Yu de las caderas.
Su respuesta era intensa, chupando la pequeña lengua de Chen Yu
con sus labios…
102
27
¿Quieres?
(II)

Las manos del rey se movieron libremente, tocando su espalda hasta


la cintura, agarró la cintura de Chen Yu con fuerza y luego amasó sus
pompas con suavidad.
“Mmm…”
Chen Yu resopló suavemente, sentía su cara caliente y roja, sus ojos
brillaban. Miró al rey con emoción.
“¿Quieres?”
El rey le sonrió abiertamente, había descubierto en ese momento
que el amor entre dos personas no necesariamente debía ser arran-
cado a la fuerza y podía ser otorgado voluntariamente. En el pasado
Chen Yu se había dedicado a servirle, ahora el rey lo deseaba de co-
razón, pero no sabía cómo hacer las cosas.
“¡Realmente quiero devorarte en este momento!” Dijo el rey. “Pero
no es posible, primero tu cuerpo tiene que curarse.”
El beso profundo duró mucho tiempo antes de que se separaran.
Había un poco de saliva en las comisuras de los labios de Chen Yu. El
rey lo deseaba, se sentía solo, pero al mismo tiempo se sentía afor-
tunado. Esto demostraba cuanto lo quería.
“Ve a dormir y mañana te enseñaré a leer palabras.”
Lo llevó a la cama, lo abrazó con fuerza y lo cubrió con las mantas
antes de retirarse.

103
En ese momento, Chen Yu se sentía la persona más afortunada del
mundo, ¿cómo era posible que hubiera obtenido el cariño del rey?
El rey se retiró a su estudio.
“Mañana anuncia la voluntad de este rey, Chen Yu será oficialmente
la Segunda Concubina Imperial.”
Song Qing hizo una reverencia y levantó la mirada con asombro, ha-
bía servido al rey por tantos años y, aunque el rey no era romántico,
era muy vigoroso. Tenía más de nueve hombres para complacerlo
sexualmente, pero solamente los usaba como un juguete para sus
necesidades, nunca les había prestado otro tipo de atención y nunca
había favorecido a ninguno.
Sin embargo, desde que Chen Yu llegó a la residencia, el rey le había
dedicado todos los días. Incluso lo había cuidado mientras estaba en-
fermo, mientras que cuando otra concubina enfermaba, el rey la
desechaba inmediatamente.
Ciertamente, el rey trataba de manera distinta a Chen Yu, pero aun
así seguía siendo violento en la cama, muchas veces Song Qing había
sostenido a Chen Yu al borde de desmayarse, temiendo que estuvie-
ra a punto de desmoronarse.
¿Ahora quería imponerlo como concubina imperial?
A excepción de la Princesa Dairou, que era la esposa real, nunca ha-
bía oficializado a otra concubina. Esto significaba que el rey veía a
Chen Yu como un compañero a largo plazo.
“Su Alteza, esto…” Song Qing dudo por un momento, “¿Esto es
apropiado?”
La identidad de Chen Yu… Song Qing no se atrevía a hablar directa-
mente.

104
“Este rey acaba de decir que es apropiado.”
Le respondió el rey.
“De acuerdo.”
“Escribe una carta a la capital, solicitándole al emperador que le
otorgue un título.”
Song Qing seguía asombrado, parecía que el rey estaba hablando en
serio y que una concubina lateral podía ser diferente a cualquier otra
concubina. Si se emitía la orden real, lo convertiría en un tipo de es-
posa por decreto. En ese caso, ni siquiera la princesa podría abusar
descaradamente de él.
“Su Alteza, ¿qué título?”
“Título…”
El rey lo pensó por un tiempo y finalmente respondió. “Escondida.”
“¿Princesa Escondida?”
“Está escondida.”
La imagen de Chen Yu apareció en la mente del monarca y no pudo
evitar levantar las comisuras de su boca.
“Por cierto, si vas a ver a la princesa y le cuentas la noticia, te bende-
ciré siete días después.”
Song Qing parecía incómodo y dijo. “Cierto… Después de la impre-
sión que sufrió, se veía bastante enferma. Alguien de la Residencia
Liqing ha envidado una invitación al rey para que la visite.”
‘No dudo que la noticia de que Chen Yu será la concubina secundaría
podría empeorar su condición.’ Pensó Song Qing.

105
“Deja que se cuide sola, siendo el demonio que es se curará sin pro-
blema.”

106
28
Exquisitos frijoles rojos

Durante las noches, Chen Yu estaba durmiendo extraordinariamente


bien.
Los días siguientes había estado de muy buen ánimo. En el pasado,
Chen Yu pasaba el tiempo o en la cama con el rey o en la cama en-
fermo. Una vez que terminó el tratamiento médico, descubrió que
tenía un poco de tiempo libre.
Chen Yu sacó unos dados de jade que tenía cosidos a su ropa inte-
rior, dentro había un frijol rojo.
Frijoles rojos crecen en las tierras del sur, cuando llega la primavera
crecen algunas de sus ramas, espero que puedas recolectar algunos
más, estas cosas son de lo que uno añora más.
Éste era un poema que Chen Yu cantaba en su mente cuando era ni-
ño, él se lo sabía al derecho y al revés, pero no entendía el significa-
do y no podía tararear.
Cuando era pequeño, su madre se lo cantaba cuando era hora de
dormir, solamente ese poema una y otra vez.
“Este poema es de mi ciudad natal, todos nuestros compatriotas lo
conocen.” Le decía su madre.
“¿Qué significa?”
El niño gesticuló a su madre preguntando.
“Si no le entiendes ahora, lo entenderás más adelante.”
“¿Dónde está la ciudad natal de mi madre?”

107
“Es un lugar pequeño llamado Yunmeng, está muy lejos.” Los ojos de
su madre veían al futuro.
‘Temo que mi madre nunca volverá en su vida.’
Chen Yu sabía que su madre y él no eran del territorio del norte, su
madre había nacido en el país sureño de la Dinastía Jìng, en la ciudad
de Yunmeng. La gente ahí se dedicaba a plantar frijoles rojos. Esta
ciudad tenía una costumbre: cada hombre y cada mujer debía elegir
el frijol rojo más grande y brillante al cumplir los dieciocho años, pa-
ra convertirlo en un dado y, una vez que encontraran a su persona
amada, debían grabar su nombre en el dado. Así la otra persona
también se enamoraría de ellos.
‘Yunmeng debe ser un lugar particularmente hermoso.’ Pensó Chen
Yu.
Pero Chen Yu no tenía aún los dieciocho años y ya lo habían casado
con el Rey de Zhen Bei en lugar de la hija del Magistrado. Entonces
su madre hizo unos Dados Linlong por adelantado y se los entregó a
Chen Yu.
“Buen chico, si tienes la suerte de poder vivir fuera del palacio… si
conoces a alguien que sea digno de ti, graba su nombre en el dado y
esa persona te amará.”
Chen Yu guardó cuidadosamente los dados en donde estuvieran a
salvo y no los había sacado hasta hoy.
Los miró por un momento, jugando con ellos. ‘¿Estos objetos de ver-
dad irradian una energía tan fuerte?’
Chen Yu los sacudió y los frijoles del interior se movieron emitiendo
un sonido sutil. Se quedó dudando por un tiempo sobre si tomar o
no el cuchillo para tallarlos.

108
‘Madre, ya no necesito buscarlo. El Rey de Zhen Bei no es un demo-
nio que mata a la gente sin pestañear, él es muy bueno con Yu-er.’
Chen Yu pensó felizmente que nunca había sentido que el rey era
demasiado malo con él, aunque el rey tenía muchísima fuerza, sola-
mente lo lastimaba cuando sus emociones estaban demasiado exal-
tadas.
Incluso, le había dado comida medicada de excelente calidad y no
tenía que hacer trabajos desgastantes como recoger agua o cortar
madera. Realmente se sentía mucho más a gusto que en la prefectu-
ra.
Especialmente en los últimos días, el rey lo cuidaba y eso llenaba su
corazón. Las personas jóvenes que no están familiarizadas con la vi-
da son generalmente fáciles de conmover.
‘Mientras no haga nada mal, él me tratará bien.’
En el momento en que se levantó para tomar el cuchillo, la puerta de
la habitación se abrió de golpe y el rey entró precipitadamente.
“Yu-er, está nevando.”
El viento helado entró en la habitación y Chen Yu se estremeció de
frío, pero aún lo saludo con una sonrisa.
“¡Espera!” El rey lo detuvo. “Hace demasiado frío, no salgas aún, si
no tendrías que aguantar el frío demasiado tiempo.”
El rey ordenó a dos sirvientes que lo acompañaban que trajeran dos
estufas de cobre para que las colocaran en las esquinas de la resi-
dencia. El rey se paró frente a una de las estufas calentando sus ma-
nos y después se acercó a agarrar una de las manos de Chen Yu.

109
29
Escultura de jade

“¿Qué estabas haciendo? ¿Por qué te estás escondiendo?”


Cuando entró, vio que Chen Yu había escondido algo en su bolsillo.
Chen Yu negó con la cabeza.
El rey lo miró con una sonrisa, que debido a su actitud en el pasado,
lo hacía ver un poco juguetón y, con el dedo índice, tocó la pequeña
y delicada nariz de Chen Yu.
“Pequeña criatura, en realidad escondes secretos de mí.”
El rey se sentó y abrazó a Chen Yu por la espalda, sacó un objeto de
una de sus mangas, Chen Yu lo observó y vio que era una escultura
de jade que había sido esculpida en un hermoso retrato, con cejas
exquisitas, los labios ligeramente abiertos como si tuviera una expre-
sión delicada.
“¿Yo?”
Chen Yu se señaló a él mismo.
“Si, ¿te gusta?”
Chen Yu tomó la figura en sus manos, era bastante pesada y por un
momento sintió que se le iba a caer. La observó con un gran interés,
resultaba que si se parecía bastante a él. No estaba bien. Este pe-
queño hombre era demasiado virtuoso, ¿cómo podría pensar que él
era tan hermoso?
“Este no soy yo.”

110
Chen Yu escribió en trazos rudimentarios para que el rey entendiera
lo que quería decir.
“Es cierto, después de todo, el pintor y el escultor trabajaron con mis
descripciones que son un poco diferentes de tu propia percepción”
El rey señaló y dijo. “Mira, aunque la escultura de jade es clara y
transparente, no se compara a tu piel cremosa y tersa como los pé-
talos de durazno. También era imposible que los ojos fueran tan be-
llos como los tuyos, Yu-er, tus ojos son los más hermosos del mundo.
La mayoría de las esculturas de jade son aburridas y tiesas, tú eres
como la luna y las estrellas, cuando bailaste con la canción de Lan-
ling, ese día eras como un hada.”
Chen Yu lo observó completamente asombrado, esta era la historia
de amor más hermosa que había escuchado en su vida, ¿resultaba
que así era como el Rey de Zhen Bei lo veía?
“No me engañes.”
Chen Yu lo empujó, pero no pudo evitar levantarse alegremente, no
se atrevía a ver directamente la mirada llena de afecto del rey, tenía
miedo de que cayera y no pudiera escapar.
“¿No me crees? El pintor y el escultor tampoco me creyeron, dijeron
que la belleza estaba en los ojos del enamorado, que no existía tal
persona en el mundo. Eso es porque no te han visto, Yu-er, se hones-
to conmigo…”
De repente el rey se puso serio y volteó a Chen Yu para poder obser-
var su cara.
“¿Me has estado mintiendo?”
¿Acaso él… sabía?

111
Sintió un tronido en su corazón, pero lo escondió de inmediato, él
tenía miedo de estarse dejando llevar por las caricias del rey, sa-
biendo que seguía ocultándole un secreto. Su identidad. Si el rey
descubría que no era una mujer, sino un hombre, ¿lo trataría igual
después de eso?
Chen Yu temía que todo esto fuera un sueño. Él era una persona ba-
rata, ¿cómo podría tener este tipo de relación con el Rey de Zhen
Bei?
“Si no me has estado engañando todo este tiempo.” Dijo el rey se-
riamente. “Entonces, ¿cómo es que este rey está tan hechizado por
ti?”
Chen Yu levantó su cara y se quedó inmóvil por un largo tiempo.
“Debes de ser una pequeña hada, se dice que su belleza es peligrosa.
Incluso el Rey de Zhen Bei ha sido atrapado por ti.”
La voz del rey era suave y gentil, y agarró el corazón de Chen Yu con
fiereza. Chen Yu se acurrucó en el pecho del rey y pensó que aunque
no grabara su nombre en el dado, ya no era capaz de escaparse de
él.
Esta maravillosa escena fue perturbada por la entrada de Song Qing.
“Su Alteza, la princesa se ha enterado sobre el decreto de la segunda
concubina y ha estado llorando en la Residencia Liqing. Dice que si
no va a verla, ella se quitará la vida.”
El Rey frunció el ceño, pero se levantó.
“Yu-er, volveré lo más pronto posible.”
Chen Yu volvió a la realidad, no tenía que decírselo a él mismo, él era
el Rey de Zhen Bei. Después de todo, no era suyo. Sabía que no de-
bería ser codicioso, pero no pudo evitar sentirse malhumorado.

112
30
Fingiendo enfermedad

Cuando el rey se acercó a la Residencia Liqing, comenzó a escuchar


ruidos de golpes en el interior.
“¡Espíritu zorro! ¡Mujerzuela barata! ¡Todos los días mi señor lo per-
sigue! Ni siquiera me mira. ¿Qué más puedo hacer estando viva?”
Bang…
Se escuchó como se estrellaba un jarrón.
La princesa había estado despotricando durante una hora, los mue-
bles y las antigüedades de la habitación habían sido destrozados.
“¡¿Por qué el rey no ha venido a verme?! Debe ser él, ese zorro, so-
plando viento junto al oído del rey…”
El rey entró al patio con una expresión hosca y, cuando vio que las
ropas de la princesa estaban desordenadas, como si fuera una mujer
loca, se molestó más.
“Mi señor… Su alteza, ha venido…”
La princesa comenzó a llorar y sonrió, se levantó del suelo.
“Que viva o muera… ¿aún tiene interés en esta princesa?”
El Rey de Zhen Bei agitó sus mangas con disgusto y se sentó en el
trono.
“¡Si no fuera por ese espíritu zorro! Soy la princesa de las ramas de
oro y las hojas de jade, mi orgullo fue robado por esa cualquiera… Si
ella, Chen Yu, está enferma él rey no se aleja de ella ni siquiera para
beber una taza de té, ¿y yo? Mi señor… he mandado llamar por Us-

113
ted hasta cinco veces… yo sé, esa zorra detuvo a todas las personas
provenientes de la Residencia Liqing.”
“¿No estabas enferma? Este rey te ve bien.”
La princesa se enderezó incómodamente, tosió un par de veces, apa-
rentando verse enferma y temblorosa.
“Su Alteza, es verdad, desde el día que Zhi Luo murió de esa forma…
yo me arrepentí de inmediato. Después, cada vez que pienso en có-
mo fue despellejada, tengo miedo de tener pesadillas cada noche.
Míreme, estoy demasiado delgada…”
La princesa tenía miedo todo el tiempo, se desmayaba con frecuen-
cia y cuando despertaba, veía la cáscara de huesos en la que se había
convertido Zhi Luo al final, recordaba como sus órganos y su corazón
se habían desparramado por todos lados. Realmente estaba aterra-
da.
Después, cuando se enteró de que Chen Yu había sido decretada
como concubina imperial, su rabia se había desbordado aún más.
Mientras lloraba, la princesa se acercó al rey, se sentó en sus piernas
y se echó a reír en su hombro.
“¿Arrepentimiento?” El rey se burló despectivamente. “Eres una pe-
rra, ¿éste es tu arrepentimiento? Chen Yu es la segunda concubina
de este Rey, ¡estás insultando a este rey cuando dices que es una ba-
rata!”
La princesa no podía creerlo, en lo único que pensaba el rey era en
Chen Yu… ¿ella era realmente más importante que la princesa?
“Yo sólo… amo demasiado al rey.”
“¡Deshazte de esa actitud de mujer celosa y deja de humillarte!”

114
El rey empujó a la princesa lejos de él y el aroma de maquillaje lo hi-
zo sentir nauseas.
“¡Su Alteza! Quédese conmigo esta noche…”
Las cejas de la princesa se movieron de forma coqueta, encantadoras
y sugestivas, pero el rey solamente sintió desagrado por su aparien-
cia vulgar.
“El emperador ha decretado la posición de Chen Yu, te conviene que
dejes en paz a este rey. Ahora que tu hermano viene a visitar la re-
gión Norte, ¡te verá con esta apariencia desagradable!”
“¿Qué? ¿El emperador viene al territorio del Norte?”
La princesa lloró sorprendida. El Rey de Zhen Bei protegía a Chen Yu
y no se atrevía a hacer nada en su contra por miedo a él, pero si su
hermano, el emperador, la apoyaba… ¡Ya no le tendría miedo a esa
pequeña perra!
El emperador había aceptado el decreto para Chen Yu y anunció que
iría al territorio del norte en unos días, pero el rey no tenía la inten-
sión de decirle esto a la princesa y le daba demasiada flojera expli-
cárselo, por lo que solamente se retiró.
“¡Ja, ja… ja, ja! ¡Mi hermano mayor viene!”
La princesa sonrió con orgullo, tenía a Chen Yu en la mira, tenía mie-
do del rey y no se atrevía a hacer ningún avance, pero ya que su
hermano venía al territorio del norte, ¡podría hacer lo que quisiera!
“¡Shao Yao! ¡Shao Yao! Llama a la pequeña perra… no, ¡a nuestra
Princesa Escondida!”

115
31
Amenazas

Chen Yu fue llamado a la Residencia Liqing y, como Song Qing estaba


sobre aviso, inmediatamente corrió a reportárselo al Rey.
“¿Llamó a Yu-er de nuevo?”
El rey rompió el objeto que tenía en frente de él con un golpe del
puño y se apresuró furioso hacia la Residencia Liqing.
Había esperado dolorosamente por tantos días sin tocar a Chen Yu,
para poder dejar que su cuerpo se recuperara y ¿esta mujer aún se
atrevía a tocarlo y arruinar todo para él?
Sin embargo, en cuanto entró a la Residencia Liqing vio sorprendido
que la princesa estaba sosteniendo la mano de Chen Yu y se reía.
“¡Yu-er!”
El Rey empujó a la princesa, se acercó a Chen Yu y lo apartó de los
demás.
“¿Te ha tratado mal?”
La princesa trastabillo y suspiró quejosamente. “Su Alteza, Chen Yu
va a ser decretada por el Emperador y será mi hermana en el futuro.
¿Cómo me atrevería a humillarla? He aprendido la lección desde la
última vez, me he arrepentido y la llamé para disculparme perso-
nalmente, ella me perdonó. ¿Si no me cree pregúntele a ella?”
El rey mantenía su sospecha, la naturaleza de Chen Yu era fácil de
manipular y la princesa era arrogante y orgullosa, ¿realmente estaría
arrepentida tan fácilmente?

116
“Yu-er, ¿te amenazó de nuevo? Sólo dímelo, no tengas miedo, te de-
jaré que tu decidas que hacer.
Chen Yu vio que los ojos del rey estaban llenos de preocupación y su
pecho se llenó con un sentimiento cálido, pero le dolía el corazón.
Todo lo que había dicho la princesa era para engañar al rey, la ilusión
del engaño. Las primeras palabras que la princesa le había dirigido
habían arruinado completamente su extravagancia.
Esta vez la princesa no le había impuesto ningún castigo realmente,
pero esas primeras palabras de la princesa lo habían dejado helado.
“Había un pequeño esclavo mudo en la mansión del Magistrado
Chen, que era un poco extraño y hermoso, y se rumora que pocos lo
conocían. Esto era debido a que siempre había sido encerrado en un
patio por su madre y pocos lo podían ver. Cuando la hija del Magis-
trado se casó, realmente fue reemplazado por este esclavo mudo…
¿sabes de que estoy hablando?”
La princesa levantó la vista y miró a Chen Yu. Había perdido toda la
sangre, toda su energía se desvaneció y palideció.
‘Princesa… ¿Cómo descubrió mi secreto? Y con tanto detalle.’ Esto
era lo que Chen Yu más temía que se supiera.
“Huh, un hombre que nació con una cara tan hermosa, no es de ex-
trañar que lo tuvieran encerrado y no dejaran que nadie lo viera.
Manipuló al rey todo el tiempo y engañó su corazón… estás pensan-
do, ¿por qué se todo esto?”
La mente de Chen Yu estaba en muy mal estado, solamente tenía
miedo, ¿no lo había escondido bien? ¿Cómo fue que la princesa lo
descubrió?
“Todo este territorio está bajo el control del Rey de Zhen Bei, sola-
mente tuve que enviar a alguien a la residencia del Magistrado Chen

117
para preguntar, fue demasiado fácil. El perro del magistrado se atre-
vió a engañar al rey, él confiaba en que tu belleza sería suficiente. Si
el rey se entera, ¿no te matará inmediatamente?”
La princesa sonrió fríamente, odiaba a Chen Yu y ahora que conocía
los detalles, sentía una refrescante sensación de venganza.
Chen Yu se sentó en el piso. Todas las atenciones que el rey tenia ha-
cia él eran en realidad para Chen Yu, la hija del magistrado. ¿Estaría
dispuesto el rey a matarlo?
Imposible, pensó desesperadamente.
“Pero puedes estar seguro que no me apresuraré a destruirte, claro,
todo depende de que me escuches.” Le dijo la princesa enérgica-
mente. “¿Entiendes lo que te estoy diciendo?”
Chen Yu no quería ceder, pero estaba cansado y no tenía otra op-
ción.
A fin de cuentas, Chen Yu asintió. ¿Tenía otra opción aparte de acep-
tar?
“Muy bien.” Dijo la princesa llena de orgullo. “Quiero que rechaces al
rey en la noche y lo dejes venir conmigo, si no puedes hacerlo,
hum…”

118
32
Rendirse

Chen Yu había llegado una hora y media antes que el rey a la Resi-
dencia Liqing. El rey lo observó preocupado, ¿por qué Chen Yu no se
había movido?
Pero entre más pensaba en toda la situación, más dolor sentía y le
costaba mucho trabajo dejarlo ir.
“Yu-er, ¿otra vez es difícil para ti decirlo? Si es así, solamente asiente
y este rey lo sabrá.”
Chen Yu evadió la mirada del rey, vio que la princesa estaba acari-
ciando su dedal de oro y le lanzó una mirada despiadada.
Chen Yu sacudió la cabeza suavemente.
“¿No?”
Aunque le rey aun sospechaba, Chen Yu ya lo había negado, por lo
que no sabía qué hacer con la princesa.
¡Él conocía muy bien esa sonrisa de la princesa!
“No tienes por qué hacer caso a ninguna invitación de la princesa en
el futuro, ¡es la orden de este venerable rey! Ven con este rey.”
El rey sostuvo la mano de Chen Yu y él se envolvió en su calor amo-
roso y constante.
Realmente no quería dejar ir esa calidez, el Rey de Zhen Bei era la
segunda persona en el mundo que lo había tratado bien, Chen Yu
quería codiciosamente mantener esa confianza ganada con tanto es-
fuerzo, pero cuando pensaba en todas esas muestras de cariño, se
estaba engañando a él mismo y se sintió más culpable.
119
“Princesa escondida.”
La princesa lo llamó repentinamente, Chen Yu volteó la cara y vio
como lo miraba con una sonrisa.
“Recuerda venir a verme y platicar seguido, tú y yo seremos parien-
tes en el futuro. Si tienes alguna preocupación, no hace falta decírse-
la al rey y preocuparlo, ¿no estás de acuerdo?”
Era como si un balde de agua helada hubiera caído sobre Chen Yu,
empapándolo, y su cuerpo se quedó helado.

Chen Yu aprendía rápido a escribir, después de unos pocos días, ha-
bía aprendido prácticamente todos los caracteres que había en el li-
bro El Arte de la Guerra de Sun Bing. Aunque había muchos capítu-
los, muchas palabras se repetían, lentamente había ido entendiendo
el contenido y ya casi podía escribirlo y leerlo completo, también
podía escribir y comunicarse con el Rey.
Pero esta noche se equivocaba todo el tiempo y no podía recordar
las indicaciones del rey.
“Yu-er estas muy distraída hoy, si estas tan cansada, vete a dormir
temprano.”
El rey lo abrazó y le dijo que lo llevaría a la cama, pero Chen Yu lo
agarró de repente.
“No estoy cansada.” Escribió.
“No es sólo que estés cansada.” Dijo riéndose. “No has servido a este
rey por mucho tiempo, el médico Bian XIV dijo que tus heridas esta-
ban casi completamente curadas…”
El rey tomó la mano de Chen Yu y la colocó en su entrepierna para
que sintiera cuan ardientemente lo deseaba, él retiró la mano como
120
si hubiera sentido una serpiente venenosa, esquivó al rey y evitó su
mirada.
El humor del rey cambió inmediatamente. Era un hombre autorita-
rio, y sus órdenes debían ser acatadas por los demás. Cuando tenía
deseos maliciosos, debía desahogarlos y nunca había sido rechazado.
“¡Yu-er! Este rey ha sido considerado contigo y ¡te ha dado bastante
tiempo para recuperarte! ¡No entiendo cuál es el problema!”
Chen Yu no se atrevía a responderle al rey en absoluto, se tensó y
esperó la ira del rey. El rey lo trataba bien, una razón era porque es-
taba suplantando a la Chen Yu real y la otra era porque era obedien-
te y abnegado. Él sabía que una vez que lo desobedeciera, perdería
completamente su consideración.
El Rey de Zhen Bei era ese tipo de persona, una vez que no pudiera
complacerlo, se volvería irritable y despiadado. ¿Qué sería del cariño
que se habían demostrado anteriormente?
“Su Alteza, por favor vaya a la Residencia Liqing.”
Escribió en el papel agotando toda su voluntad, incluso si estaba
yendo en contra de su corazón y esperaba que el rey se quedara con
él, aun así tenía que hacerlo.
“¡¿Quieres que vaya con Dairou?!”
El rey no podía creerlo, ¿Chen Yu lo rechazaría de esa forma y lo
mandaría con alguien más?
“Yu-er te lo preguntaré por última vez, ¿ella te pidió que hicieras es-
to?”

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33
Corazón frío

El rey lo miró con cariño y estaba a punto de hundirse en él. Si no


fuera mudo, le diría al rey cuanto lo admiraba, que dependía com-
pletamente de él y cuanto lo quería. O simplemente escupiría todo
sobre su identidad y no tendría que sufrir la culpa día y noche.
Pero éste era el Rey de Zhen Bei, si él muriera, solamente su madre
lloraría por él. ¿El rey realmente soportaría que lo hubiera engaña-
do?
“No, la princesa no me amenazó.”
Mientras escribía, sus dedos temblaban.
“Entonces, ¿realmente lo dices en serio?”
El rey estaba tranquilo y su ardiente interés se convirtió en desilu-
sión y melancolía.
“Si…”
Chen Yu se armó de valor y escribió rápidamente. “Desde que Yu-er
llegó al palacio, el rey no ha pasado tiempo con nadie más, Yu-er es-
tá agradecido por el amor del rey, pero el rey no debería quedarse
conmigo otra vez, de lo contrario los demás comenzaran a decir que
seduzco al rey con trucos.”
Mientras miraba las palabras escritas por Chen Yu, el espíritu asesino
del rey se hizo más y más fuerte.
“Bueno, ¿quién es el favorito del rey? ¿Y eso que tiene que ver con
los demás? ¿Quién se atreve a cuestionarlo a sus espaldas? Si tienes
miedo, este venerable rey te protegerá.”

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Chen Yu tomó el pincel. “No es bueno para la reputación de Su Alte-
za.”
“Entonces, ¿estás siendo generoso o es por el bien del rey?”
No.
Chen Yu sabía que lo estaba haciendo por egoísmo, por su bien per-
sonal, y esto lo hacía sentirse más culpable.
“La princesa se siente miserable… Ella es la esposa del rey y debería
mantener su posición. ¿No siente lástima por la princesa?”
“¿En qué punto estamos que pueden criticar al rey?”
El rey rugió, había reprimido todo su enojo. Chen Yu ya lo había re-
chazado dos veces, nunca lo había tratado así. Ya fuera una concubi-
na o una de sus mascotas masculinas, ¿no le pertenecían todos
ellos? ¿Se aprovechaba de su confianza para aventarlo a otras per-
sonas? ¡No podía tolerar que lo trataran así!
“Este rey sabe, no quieres que te consienta, ¿es eso? Piensas que es-
te venerable rey es demasiado grosero todo el tiempo, ¿te lastimó?”
No, la lengua de Chen Yu sabía amarga, solía hacer su mayor esfuer-
zo para complacer al rey, sin importar que enfermo estuviera, nunca
falló al cumplir sus obligaciones, nunca sintió que tenía que darse a
desear, pero ahora lo estaba haciendo. Si al rechazarlo ahora, el rey
podía ser feliz, él no iba a decir nada más.
Chen Yu no respondió nada y tampoco se atrevió a ver al rey, tenía
miedo de que si lo miraba, toda su determinación se destruyera.
La apariencia de Chen Yu a los ojos del rey era de indiferencia y el
rey se sintió completamente desilusionado.
“Yu-er, realmente haces que este rey se sienta helado.”

123
Su voz era fría, como gotas de agua que caían de un glaciar, gol-
peando el corazón de Chen Yu, causándole pulsos de dolor tras do-
lor.
“De acuerdo, no quieres ver a este venerable rey, entonces en los
próximos días este rey no pondrá un pie en la Residencia Shaohua,
debes de pensar con cuidado.”
El rey se dio la vuelta con pies pesados y se detuvo de repente.
“Sin embargo, la preferencia de este rey no es algo con lo que pue-
das jugar casualmente. ¿De verdad crees que al rechazar a este rey
harás que vaya con la princesa?”
Los pasos del rey se alejaron lentamente.
Después de un largo tiempo, Chen Yu se dio la vuelta, tenía los ojos
llenos de lágrimas y miró el lugar por donde se había marchado, el
patio estaba vacío.
Cerró los ojos y dos líneas de lágrimas calientes cayeron por su ros-
tro y empaparon los dos dados que sostenía en sus manos. Rápida-
mente se limpió la cara con las mangas y se rindió en tratar de man-
tener una sonrisa en la cara.
Al rey le gustaba verlo reír, por lo que nunca dejaba que las lágrimas
salieran en frente de él. Si no lloraba ahora, ¿el rey regresaría?

124
34
Espíritu zorro

Para recibir al rey, la princesa se bañó y quemó incienso especial-


mente para la ocasión, se puso un traje fino con un cinturón de jade.
Con la ayuda de Shao Yao, se hizo un chongo coqueto y encantador,
y se terminó de arreglar imitando el estilo de una dama recién casa-
da.
Esperaba pacientemente a que Chen Yu mandara al rey a su puerta.
Como resultado, después de esperar toda la noche, se quedó dormi-
da aun esperándolo.
“Su Alteza…”
La princesa se despertó y preguntó alegremente. “¡Mi señor! ¿Vino
mi señor?”
Shao Yao dijo con miedo. “No… Su Alteza no vino, ya está amane-
ciendo, esta esclava quería ayudarla a cambiar…”
“¡Al demonio todo!”
Cuando la princesa escuchó, se abalanzó sobre la cara de Shao Yao
que no se atrevió a evitarla, estaba acostumbrada al temperamento
explosivo de la princesa. Una vez que la princesa se molestaba por
algo, siendo ella la que estaba más cerca, le tocaba soportar su exa-
brupto de enojo.
Shao Yao comenzó a llorar, pero no se atrevió a emitir ningún ruido.
“¿Por qué estas llorando? ¿Acaso tu amo se ha olvidado de ti?” La
princesa la regañó. “¿Tu amo está molesto contigo? ¿Qué puedo ha-
cer yo?”

125
“No…”
Shao Yao no era tan hábil con las palabras como Zhi Luo, no tenía
nada que decir.
“Te lo pedí, ¿por qué no me despertaste cuando Su Alteza vino?”
Shao Yao le contestó. “Su Alteza… nunca vino.”
“¿No vino?”
La princesa se quedó pasmada por un momento y luego su rostro se
distorsionó por el enojo.
“Debió haber sido esa perra barata, ¡no hizo lo que le dije! Bien, llá-
mala para que venga.”
Shao Yao le contestó con cuidado. “El rey le ordenó a la Dama Chen
que ignorará las llamadas de la princesa…”
La princesa rechinó los dientes llena de enojo. “No puede venir, ¡en-
tonces yo iré a buscarla!”
La princesa corrió a la Residencia Shaohua y sacó a Chen Yu de un ja-
lón de la cama.
“¡Perra! ¿Qué pasó con el rey? ¿Por qué el rey no fue a buscarme?
¿Lo sedujiste de nuevo para que se quedara? ¡Espíritu zorro!”
Zas…
Chen Yu quedó aturdido por el dolor de la bofetada, después reac-
cionó y comenzó a acomodarse las ropas que la princesa le había ja-
loneado y rasgado.
“¡Puta desvergonzada!”

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Shao Yao llegó corriendo y dudó en hablar. “Su Alteza, la sirvienta ha
preguntado desde temprano. El rey no pasó la noche en la Residen-
cia Shaohua, en cambio se quedó en su estudio toda la noche.”
La princesa se calmó un poco y preguntó, “Así que, ¿realmente re-
chazaste al rey?”
“Escuché que el rey estaba furioso cuando salió, probablemente…”
La princesa se quedó congelada un rato y comenzó a reírse repenti-
namente con una risa llena de tristeza.
“Ja, ja, ja… El rey fue rechazado por esta pequeña perra y ¿aun así no
quiso ir a verme? El rey…”
La princesa agarró a Chen Yu de sus ropas y dijo cruelmente. “¡Eres
tú! ¡Todo es por tu culpa! Desde que llegaste, el rey no ha vuelto a
mirarme, ¿qué trucos de magia utilizaste para que el rey esté tan ob-
sesionado contigo?”
La princesa miró la delicada y pintoresca cara de Chen Yu, y deseó
poder…. Ese rostro era tan hermoso y conmovedor, obviamente un
hombre estaría encantado.
“Solamente cuando tu desaparezcas el rey cambiara de opinión… Sí.”
La princesa estaba llena de resentimiento y se acercaba paso a paso.
“Realmente quiero matarte, pero si mueres, el rey siempre te recor-
dará y me odiará incluso más. Así que quiero que dejes el palacio y
tomes la iniciativa de decirle al rey que no quieres ser su Concubina
Imperial. Deja que el rey se dé por vencido contigo, ¿me has escu-
chado?”
Chen Yu vio de reojo que el patio estaba cubierto con una capa grue-
sa de nieve, mañana iba a ser el día en que el Rey de Zhen Bei lo
nombraría la Segunda Concubina Imperial y sería consagrado.

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35
¿Servir suave?

La intensidad de los entrenamientos militares del Rey de Zhen Bei se


había duplicado, se decía que esto se debía a que no tenía donde
desahogar su energía, pero lo extraño era que el rey tenía muchas
personas a su disposición para desahogarse.
Mientras el rey estaba sentado en su estudio, frecuentemente explo-
taba de enojo, lleno de frustración. Los objetos sobre el escritorio se
rompían, los sirvientes inteligentes preferían evitarlo y no se atrevían
a molestarlo.
“¡No sé cuál es el problema!”
Aventó el libro de soldados al suelo, estaba tan molesto que no po-
día calmarse para leer.
Nunca había dedicado tanto tiempo y energía pensando en un com-
pañero masculino, eran sus mascotas, pero Chen Yu realmente no lo
apreciaba. Era frio y caliente con él, pero se negaba a pasar la noche
con él, había pasado tanto tiempo desde que le había servido que
debería poner su atención en otra concubina.
¿Cómo se atrevería a ir a verlo tan pronto? Chen Yu era capaz de
echarlo del cuarto, eso era una vergüenza.
Parecía que Chen Yu era tan arrogante como para dejarlo insatisfe-
cho. El rey estaba decidido a ignorarlo por varios días, para que en-
tendiera claramente en la posición que estaba.
A menos que estuviera dispuesto a admitir sus errores y le rogara
que cambiara de opinión, si no nunca más debería permitir pasar por
alto su temperamento.

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“Su Alteza, la Dama Chen ruega verlo.”
“¿Yu-er?”
El rey se calmó por un momento y luego volvió a tensarse.
“No, que se vaya.” Él era muy orgulloso y arrogante.
¿Acaso Chen Yu había venido a aceptar sus errores?
El sirviente se retiró por un momento y no se escuchaba nada en el
exterior, el rey no pudo evitar lanzar una mirada fuera del estudio,
había una figura inmóvil a la mitad del patio, pero no le prestó aten-
ción. En lo que realmente se dijo es que había una capa gruesa de
blancura, todo estaba cubierto de nieve, incluso los aleros estaban
llenos de bordes afilados de hielo.
Ese cuerpo débil, que apenas se había recuperado después de una
larga convalecencia, ¿no era un desperdicio de sus propios esfuerzos
que anduviera en la nieve sufriendo el frío?
Pero inmediatamente pensó en la terquedad de Chen Yu y su mal
humor regresó.
Cuando el sirviente volvió, el rey tomó la iniciativa de preguntarle.
“¿Se ha ido?”
“Sigue afuera, después de la orden de Su Alteza, los sirvientes le he-
mos dicho que se retire, pero ella esta indiferente y se mantiene fir-
me.”
El conocía a Chen Yu un poco, parecía que era incluso más delicado
que una mujer, pero de hecho, su temperamento era más terco que
el de una mujer.
Chen Yu se había fracturado una mano y aun así lo recibía en la cama
lleno de coqueteo y jugueteos. Cuando estaba a punto de morir por

129
la tortura y el veneno, aún era capaz de complacerlo, lo que había
hecho que el rey no se diera cuenta de su verdadero estado crítico.
Si no lo dejaba entrar a hablar con él, ¿se quedaría afuera con el
viento helado esperando tercamente hasta la muerte?
El rey dejó caer sus cejas afiladas y dijo. “Al parecer, sabe que ha he-
cho algo mal, déjala pasar.”
Cuando entró, el rey no lo miró, en cambio se concentró en escribir
sobre su escritorio. Chen Yu avanzó un pequeño paso y se arrodilló
silenciosamente en el pasillo.
“Lo mismo otra vez.”
El rey sabía que Chen Yu entraría y se arrodillaría. Lo que le molesta-
ba era una vez más su actitud, había venido a admitir que se había
equivocado y, aun si no podía hablar, ¿de que servía que se quedara
ahí arrodillado en silencio?
Mientras estuviera dispuesto a aceptar un pequeño castigo, el rey
ignoraría todas sus sospechas. Sin embargo su actitud era respetuosa
, pero… ¡No era sincera!
Los dos permanecieron en el estudio por una hora, el rey estaba fu-
rioso y casi todas las palabras que había escrito habían perforado el
papel, era un completo desastre.
“¡Levántate y ven a ayudar a este venerable rey!”
El Rey de Zhen Bei no tenía paciencia y finalmente no lo pudo tolerar
más, en cuanto a la habilidad para permanecer en silencio, ¿quién
podía superar a un mudo?
Como Chen Yu se había arrodillado por mucho tiempo, sus piernas y
pies se habían hinchado, cuando se levantó se tambaleó, caminó al
lado del rey y comenzó a moler tinta.

130
El aroma del perfume de Chen Yu golpeó al rey y estuvo a punto de
no poder aguantarse más y poseerlo en ese momento.
“¿Por qué estás buscando a este rey?”

131
36
¡La muerte también mantiene el alma en el palacio!

Chen Yu dejó de moler la tinta y sacó un pedazo de papel que ya es-


taba todo garabateado, había sido doblado previamente y estaba
todo arrugado. El sudor de su mano empapó el papel, haciendo que
las letras de tinta se desdibujaran.
“Le pido a Su Alteza que me libere y olvide el asunto del decreto de
la Segunda Concubina.”
Al ver esta frase sorprendente, toda la sangre del rey estaba a punto
de explotar.
“¿Esto… es lo que quieres decirme?”
Se había quedado casi sin palabras y su voz había salido a través de
sus dientes apretados, no lo podía creer, ¿Chen Yu había insistido
verlo solamente para decirle que no quería ser su concubina?
Chen Yu estaba a su lado y podía escuchar sus respiraciones forza-
das.
Estaba indudablemente corriendo hacia un mar de fuego y cuchillos,
pero no tenía otra opción, si no obedecía la orden de la princesa, el
rey se enteraría de su identidad. Fuera como fuera estaba muerto.
“Sí.” Escribió Chen Yu.
El pincel en la mano del rey se rompió en cientos de astillas.
“¿Por qué?” El rey preguntó. “¿Por qué? ¿No quieres ser mi concubi-
na? ¿O no quieres verme en lo absoluto?”
Chen Yu se mordió el labio y pequeñas gotas de sangre brotaron, su
boca tenía un olor dulce.
132
“Chen Yu no tiene suerte.”
El que una persona sea bendecida estaba determinado probable-
mente por Dios. En la mente de Chen Yu, el solamente era capaz de
ser un esclavo servicial, pero desafortunadamente Dios había jugado
algunos trucos y lo había puesto al lado del rey de Zhen Bei.
Había sido bendecido y el rey lo había favorecido por un tiempo.
“¿Bendecido? Ja, ja, ja…”
El rey estaba muy enojado. Claramente, Chen Yu lo había culpado
por haber sido demasiado rudo cuando estaba excitado, ¿entonces
ahora tenía que ser hipócrita? Había pensado que era inteligente y
sensible, pero nunca esperó que fuera tan indiferente e incapaz de
soportar un poco de dolor.
“¿Te sientes agraviado por estar con este rey?”
“No me atrevería.”
¿Cuándo lo había ofendido? Nadie lo trataba más favorablemente
que el rey.
“No me atrevería.” El rey susurró estas palabras. “¿A dónde quieres
ir después de dejar a este rey? ¿De regreso a la residencia del magis-
trado?”
El rey había pensado que él era la familia de Chen Yu, ¿correcto?
Chen Yu asintió, después de todo, su madre seguía en la residencia
del magistrado.
Chen Yu se sentía tan inferior que quería enterrar su cara en sus ma-
nos. No sabía hacer nada, solo podía hacer el trabajo duro de llevar
agua para los animales, no podía pensar en ninguna opción más que
regresar a ser un esclavo. Cuando regresara, nunca volvería a ver al
Rey de Zhen Bei, no quería ser un Chen Yu falso nunca más, para que
133
no tuviera que preocuparse por engañar a otros y no tuviera que
sentirse culpable por el rey una y otra vez.
“Está bien, muy bien.”
El rey resopló decepcionado. Resultaba que este majestuoso Rey de
Zhen Bei no era importante en el corazón de Chen Yu, le había dado
un entorno preferencial, pero no era mejor que un animal ante sus
ojos. ¿Doloroso?
“Chen Yu, ¿no piensas que este rey es a dónde quieres llegar y a
dónde quieres ir?”
Su voz era extremadamente fría y desalmada, llena de una extraña
magnificencia.
“Desde que le perteneces a este rey, te guste o no, a donde vayas o
incluso si vives o mueres, ¡depende de este rey! Incluso si mueres,
¡debes dejar tu alma en el palacio! ¿Entendiste?”
La voz del rey resonó por todo el edificio y, de repente, se levantó y
se marchó.
“Mañana, no habrá ningún cambio en la consagración. ¡Más te vale
que estés presentable y te prepares para ser la concubina imperial
de este rey!”
La espalda del rey desapareció y Chen Yu no se movió por un largo
tiempo.

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37
Consagrado con el Nombre de Familia Jun

Chen Yu se levantó para bañarse y cambiarse de ropas muy tem-


prano, estaba rodeado por más de una docena de sirvientas. Se puso
un vestido tipo kimono, peinó su pelo en un chongo y colocó los
adornos de jade y oro en su cabello capa por capa.
Cuando se había casado con el rey, había sido una ocasión alegre y
festiva. Esta vez, el ambiente era serio y solemne, el Rey de Zhen Bei
había rechazado la ceremonia ostentosa y llamativa, había ordenado
que todo fuera más simple.
Song Qing se había mantenido al margen de las cosas, con una acti-
tud indiferente, no hablaba mucho. La mayor parte del tiempo Chen
Yu no sabía que estaba pensando y, solamente cuando le preguntaba
algo, él contestaba honestamente, sin embargo, en ese momento,
tomó la iniciativa de hablar.
“No debería hacer esto.”
Chen Yu lo escuchó. Se había pintado los parpados con maquillaje ro-
jo, que lo hacía ver más femenino y suave de lo habitual. Song Qing
suspiró, con razón el rey estaba obstinadamente aferrándose a él.
“Su Alteza la escogió como su Segunda Concubina para protegerla,
incluso si Su Alteza ordenó que me hiciera cargo de su vida diaria,
me es imposible cuidarla todo el tiempo.”
Chen Yu no entendía del todo.
“Nunca había visto que a Su Alteza le gustara tanto una persona, ¿ya
lo habrá escuchado? Las nueve hermosas concubinas antes de usted,
de hecho eran más de nueve, todas ellas vivieron miserablemente.

135
Al rey le gusta lo nuevo y le desagrada lo viejo, una vez que el rey
perdía el interés por esas bellezas, ellas morían en las manos de la
princesa y al rey no le importaba. La belleza es como la ropa, la nue-
va siempre es más atractiva y hermosa que la vieja, pero usted es di-
ferente…”
“Ser Segunda Concubina demuestra que será compañera de cama y
eso la diferencia de las demás concubinas, su nombre puede ser co-
ronado con el sobre nombre Jun y entraría en el árbol genealógico
del imperio. Incluso cien años después, podrá ser enterrada en la
tumba de los ancestros imperiales como ancestro del imperio, ten-
drá su propia placa para ofrendas de incienso. Usted… es una lásti-
ma.”
Chen Yu comenzó a sentirse adolorido.
Resultaba que el rey le había dado más que simples juguetes, quería
estar con él día y noche, y que lo acompañara siempre.
Chen Yu era un esclavo indispensable, pero había crecido en una ca-
sita destartalada de una vieja mansión. Era un esclavo que le perte-
necía a alguien más, no tenía nombre, ni casa, ni familia, pero el Rey
de Zhen Bei le había dado todo.
Pero todo eso, él no lo merecía.
El dedal de uno de sus dedos se había enterrado en su palma.
“Éste sirviente ha hablado de más, me retiro.”
Una vez que Song Qing se retiró, Chen Yu se limpió las lágrimas en el
espejo de bronce y vio a un hombre que se rascaba la cabeza. Nadie
se atrevía a tontear en el Palacio del Rey excepto por Bian XIV.
“Pequeña belleza…”

136
La voz de Bian XIV era frívola y Chen Yu no tenía ganas de tratar con
ese lunático, por lo que le dio la espalda.
“Oh, ¿estabas llorando?”
Bian XIV se sentó en el tocador y tomó una naranja, comenzó a pe-
larla.
“Mira tus lagrimas conmovedoras, ya no serás sólo una concubina,
es lamentable que no pases un buen rato.” El médico sonrió. “Pero
no había esperado que en tu estado enfermo pudieras hacer que el
Rey de Zhen Bei quedara tan prendado de ti.”
Chen Yu no tenía ganas ni de ignorarlo, la actitud de este loco era tan
diferente de la fría personalidad de Song Qing. Donde había emoción
y reuniones, estaba bien aprovechar las cosas.
“¿Quieres comer?”
Bian XIV preguntó, mientras ya estaba metiendo un gajo en la boca
de Chen Yu.
Chen Yu estaba molestó y lo escupió en un recipiente.
“No comas y escupas.” Bian XIV le dio un puntapié a Chen Yu. “Pero
no crees que todos estos hombres son unos cerdos que sólo les gus-
tan las cosas nuevas y desprecian lo viejo. Eres tan hermosa y ¿te vas
a condenar consagrándote como Segunda Concubina? ¿Qué hay de
lo que tú quieres? Si fuera yo, ¡para que quiero un palacio!”
Chen Yu lo miró de reojo, ¿cómo era posible que un simple loco pu-
diera ser también un médico que se dedicaba a salvar vidas?

137
38
¡Despojado de sus ropas!

“No estás interesada.”


Debido a que Chen Yu no podía hablar, aunado con el desagrado que
sentía por Bian XIV, el médico se sentía en libertad de hablar con
descuido.
Era el momento auspicio, Chen Yu fue guiada por una sirvienta para
llevar a cabo la ceremonia y, como el rey había rechazado los rituales
ostentosos, solamente fue una ceremonia solemne y silenciosa.
Chen Yu se sentía más como un prisionero que habían mandado al
campo de ejecución.
El Rey de Zhen Bei había prescindido de su armadura y usaba unas
ropas negras con un bordado de dragón y una piel de lobo negra. Su
actitud tenía menos intención asesina y estaba más llena de la no-
bleza que le confería ser parte de la familia imperial.
Cuando el rey vio a Chen Yu, que estaba vestido con ropas típicas, no
pudo evitar sentirse conmovido. Él solamente había visto su aparien-
cia hermosa y encantadora, pero ahora, incluso con esas ropas este-
reotipadas, tenía una gracia y una belleza diferente. Completamente
fuera de lo común.
Pero Chen Yu no lo miró y eso lo hizo enfadar, interrumpiendo al an-
fitrión que leía el decreto.
“¡Pase a la genealogía!”
“Su Alteza, ¡tenga paciencia!”

138
Cuando Chen Yu escuchó la voz de la princesa su corazón se detuvo y
supo que ya no podría escaparse.
La princesa se acercó en pocos pasos y miró a Chen Yu con despre-
cio, como su plan original de amenazar a Chen Yu para que dejara el
palacio no había funcionado ya que el rey se había negado a dejarlo
ir insistiendo en consagrarlo como concubina imperial, ¿cómo podría
hacer lo que quisiera con la concubina?
Después de aburrirse por todo un día, había buscado a Chen Yu, es-
perando exponerla en persona.
“¿Te niegas a dejar a Su Alteza? ¡Eres una cosa barata!”
Chen Yu no se sentía ofendido por lo que había dicho la princesa. Los
ojos del rey eran tan profundos, pero extrañamente no dijo nada pa-
ra defenderlo, Chen Yu se sentía aliviado, al menos él no estaba
avergonzado por su culpa.
“Su Alteza, no vine aquí a hacer problemas, ¡esta pequeña perra le
mintió a Usted y a mí! ¡Estoy aquí hoy para mostrarle su verdadera
cara!”
El rey se mantuvo sereno debajo del alero del salón ancestral, mi-
rando a Chen Yu con una mirada ausente, como si no lo mirará,
completamente indiferente.
La princesa les indicó a unas cuantas sirvientas que rodearan a Chen
Yu.
“Te lo había advertido, era mejor que me hicieras caso y te fueras del
palacio, como no pudiste hacerlo, ¡esta princesa te ayudará!”
La princesa había sido muy impulsiva y Chen Yu dio un paso atrás,
nadie estaba de su lado y estaba completamente indefenso.

139
“¡Quítenle la ropa por mí! ¡Quiero ver si este espíritu zorro que sedu-
jo al rey es hombre o mujer o un demonio!”
Chen Yu estaba aterrado y quería esconderse, pero ya había sido re-
tenido por varias sirvientas fuertes que habían agarrado sus ropas,
abrió la boca y quería gritar para pedir ayuda, sin embargo, aunque
la abriera varias veces, no salía ningún sonido.
Chen Yu miró inconscientemente al rey, era claro que sin su protec-
ción, podía ser pisoteado por cualquiera, sin él, no era nada.
Tsss…
Las ropas auspiciosas de Chen Yu fueron completamente rasgadas,
estas mujeres hacían trabajos manuales en la residencia del rey y te-
nían muchísima fuerza en las manos, Chen Yu no podía oponer resis-
tencia en lo absoluto. Es más, eran tantas, que ni siquiera podía mo-
verse.
Quería escapar, escapar de este lugar monstruoso. Bajo tanta fuerza,
uno de sus pies resbaló en la nieve y cayó, golpeando el suelo con las
dos manos. Una herida profunda se abrió en una de sus manos y la
sangre escarlata fluyó en la nieve blanca. La sangre caliente y la nie-
ve derretida se mezclaban, creando una imagen completamente tris-
te.
“Ja, ja, ¿tienes miedo? ¿No habías seducido al rey con tu cuerpo co-
queto? ¡Sigan quitándole la ropa!”
Chen Yu había caído a tiempo para permitirles a las sirvientas quitar-
le toda la ropa y los adornos del cabello se habían dispersado por to-
dos lados. En poco tiempo, el cuerpo de Chen Yu estaba completa-
mente destrozado...

140
39
Retirando el cuero pintado

La parte superior del cuerpo de Chen Yu quedó expuesta al aire he-


lado y solamente habían dejado sus pantalones puestos. Agarró las
ropas desgarradas y trató de tapar su cuerpo con ellas, pero las sir-
vientas lo seguían agarrando.
“¿Qué?”
La princesa no había obtenido la respuesta que esperaba.
Claramente había dos bultos con una piel delicada en su pecho y los
pezones rozados eran claramente los de una mujer, la princesa co-
menzó a sentir miedo.
“¡Es imposible que sea una mujer! Espíritu zorro, ¿qué magia negra
utilizaste? ¡Eh!”
La princesa se acercó para agarrar las ropas de Chen Yu y lo forzó a
que levantara la cara para poder verla detalladamente.
Los ojos de la princesa estaban calientes y repentinamente pensó
una cosa, pellizcó la piel del pecho de Chen Yu y le arrancó un peda-
zo, resultaba que era un pedazo real de cuero, hecho con una exce-
lente habilidad e incluso lo habían rellenado para que tuviera una
apariencia más real.
“¡Ja, ja, ja! Déjame decir, resulta que es falso ¡Su Alteza! Esta perra
es un hombre, mire, es una basura desvergonzada. Se había disfra-
zado para engañarlo y ¡meterse a su cama! Claramente, es un de-
monio sin vergüenza, sólo los demonios pueden pintarse una falsa
piel humana. Tu cara, ¿también es falsa?”

141
La princesa también quería arrancarle la cara, pero no encontraba
grietas o uniones. En cambio, con las uñas arañó la quijada de Chen
Yu.
“Las criaturas como tu tienen una buena apariencia. Realmente exis-
ten hombres tan desvergonzados en el mundo. La apariencia de mu-
jer en un hombre hace que los hombres se sientan asqueados. ¡As-
queroso! ¡Sucio!”
Chen Yu no podía detener a la princesa y estaba desesperado porque
todo terminará.
Todos sus secretos obscuros habían sido expuestos y su cuerpo des-
agradable estaba aún expuesto ante el rey.
No había nada en el cuerpo de Chen Yu que pudiera ser escondido o
tapado, su cuerpo estaba expuesto completamente para ser humi-
llado, señalado y usado.
Había escuchado que las prostitutas eran las personas más despre-
ciadas en el mundo e, incluso entre ellas, las más jóvenes eran des-
preciadas por las más viejas. Chen Yu tendría que bajar la cabeza en
respeto incluso ante ellas.
Chen Yu pensó que era inferior que esas sirvientas que lo habían
desvestido, al menos ellas hacían su trabajo alegre y honestamente,
no como el que solamente engañaba.
Todo esto había sido planeado por el magistrado. Originalmente, él
sabía que no podría esconderlo por mucho tiempo, pero resultaba
que al rey sólo le gustaba penetrarlo en cierta postura y no tocaba su
cuerpo. La postura que le gustaba le permitía mantener su miembro
escondido del rey.
Ahora, ya no podía engañar al rey, ¿estaría asqueado en cuanto se
había dado cuenta de que era un hombre?

142
Un par de botas aparecieron enfrente de él, el rey se había acercado
a él.
Chen Yu se encogió inconscientemente, aparte de eso, ¿qué otra co-
sa podía hacer para protegerse? Tenía miedo de morir y, más aun de
cómo sería, de una forma que no le dejara nada de dignidad.
“Su Alteza, afortunadamente se ha revelado el verdadero rostro de
esta coqueta, de otra manera hubiera seguido siendo engañado por
él.”
La princesa estaba exultante y sentía que el triunfo estaba al alcance
de sus manos.
El rey ignoró a la princesa y se agachó.
“Así que el que rechazaras a este rey, no quisieras ser su Segunda
Concubina Imperial y dejar el palacio, ¿todo era por esta razón?”
Chen Yu no se atrevió a contestar, la voz del rey era increíblemente
baja. Se preguntaba si el rey lo aplastaría inmediatamente hasta que
muriera o si preferiría no mancharse las manos y dejaría que los sir-
vientes lo golpearan hasta matarlo.

143
40
¿Eres ciego o tonto?

Chen Yu no asintió ni negó con la cabeza, ¿qué importaba eso ahora?


“¿Por qué no me lo dijiste antes?” La voz del rey estaba cargada de
enojo.
¿Por qué?
Chen Yu sonrió miserablemente, ¿cómo se atrevería a decirle al rey?
“Porque no crees en este rey.” El rey le preguntó. “Si no crees en mí,
te perdono. Si no crees que me gustes tanto, no se me ocurre que
más hacer para que lo entiendas.”
Chen Yu se sentía amargo desde la boca hasta su corazón, ¿cómo se
atrevería a tener tal lujo?
Sus manos estaban apoyadas en la nieve, las heladas habían llegado
a la región del norte antes de lo esperado y durante el severo in-
vierno, las orejas y los dedos podían congelarse. Sus extremidades
estaban congeladas y entumidas, cualquier movimiento se sentía
como miles de agujas.
“¿Por qué piensas que lo que le gusta a este rey es el disfraz de mu-
jer que llevas puesto? ¿Crees que este rey te ama por la identidad
que usas?”
¿No… era así?
“Dormimos en la misma cama por tantos días, ¿piensas que este rey
es ciego o tonto?”
Con el sonido de ropas moviéndose, el rey cubrió a Chen Yu con sus
pieles, sintiendo como el calor del cuerpo del rey lo envolvía.
144
Chen Yu estaba sorprendido, levantó la cabeza y se quedó congela-
do.
El rey lo cubrió con su propio cuerpo, sus enormes manos lo envol-
vieron, cubriendo su cuerpo expuesto, de manera que el aire y el
viento helado no lo siguieran invadiendo.
¿Por qué?
¿Por qué lo trataba de esa manera? La mente de Chen Yu estaba lle-
na de confusión por el calor, ¿no debería matarlo para desahogar su
enojo?
Incluso la princesa que estaba parada a un lado, estaba sorprendida
y sin habla, y tardó un rato en reaccionar.
“¡Su Alteza!” La princesa gritó con ansias. “¡Es un hombre! ¡Es un es-
clavo inferior! Has sido engañado por tanto tiempo, ¿no lo vas a ma-
tar?”
“Engañarme, ¿quién podría mentirme a mí? De hecho, si no fuera
por ti, este rey no sabría aún por que últimamente se había resistido
a mí.”
La voz del rey era tranquila, pero también era extrañamente baja,
como un lago sin olas y la muerte estaba escondida debajo de esa
agua profunda.
La princesa seguía intentando convencerlo. “Él…”
“¡Cállate!”
El rey se enojó inmediatamente y la princesa sintió que su corazón se
hundía.
“Dairou, ¿de verdad crees que este rey no se atreve a hacer algo
contra ti? Este rey tolera que seas arrogante y orgullosa en el pala-
cio. ¿Cuántas personas han sido asesinadas por este rey? Nunca me
145
has importado, solamente tengo consideración por tu hermano. Él y
este rey somos hermanos del campo de batalla y, ahora, ¡haz agota-
do la paciencia de este venerable rey!”
La princesa estaba tan aturdida que solamente contestó con voz
ronca. “Es sólo que te amo muchísimo.”
“¡Suficiente!” No quería escuchar sus excusas. “De hoy en adelante,
la princesa tiene prohibido poner un píe fuera de la Residencia Li-
qing. Cuando llegue tu hermano, deja que te lleve de regreso a la ca-
pital.”
“¡No!”
La princesa se abalanzó y abrazó al rey. “Su Alteza, ¿vas a dejarme?
¡No me iré, quiero quedarme contigo!”
El rey le torció la mano. “¡Regresa a la Residencia Liqing!”
“¡Mi Señor! ¡Soy la Princesa Imperial! ¡Con que cara vivirás después
de divorciarte de tu esposa! ¡Daría lo mismo que me mataras! Su Al-
teza.”
El rey la ignoró. Perdonarle la vida, era en sí la mayor bondad que le
podría demostrar a su hermano.
El rey se inclinó y levantó a Chen Yu con gentileza, viendo como lo
miraba lleno de incredulidad.
“Jade tonto, crees que le gustas al rey por todas esas cosas exterio-
res, ¿por eso quería hacerte la segunda concubina?” El rey estaba
enojado y angustiado. “Este Rey se regocija contigo, sólo porque
eres el Yu-er de este rey.”

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41
Nacimiento y muerte

Cuando las demás personas se perdieron de vista, Chen Yu sentía


que había pasado por la puerta de los fantasmas. Su cara estaba es-
condida en el pecho del rey, escuchando los latidos de su corazón,
sintiendo su calor y tratando de recuperarse del impacto poco a po-
co.
“¿Mi Señor no me culpa?”
Escribió en la palma del rey con sus dedos helados.
“¡Claro que te culpo!”
El rey lo miró de reojo. “¿Qué estabas haciendo? Tratando de esca-
par. Todo el palacio está a tu disposición y ¡no crees en tu esposo!”
¿Esposo?
Chen Yu le dio vueltas a esa palabra diez veces. Él es un hombre,
¿cómo podría tratar a otro hombre como esposo? El rey de Zhen Bei
también acababa de decir que él era justo y severo, tranquilamente
había cambiado de opinión de nuevo, él podía ser una mascota mas-
culina que sirviera sin vergüenza al rey.
Lo que era peor, esa palabra le daba un sentido de seguridad.
“¿Qué? ¿Estás pensando rechazar a este rey de nuevo y vas a regre-
sar a ser un esclavo en la Residencia Chen?”
El rey frunció el entrecejo profundamente y sus cejas atractivas lo
hacían ver como a un héroe.
“No me atrevo.”

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Chen Yu se aferró a la ropa del rey, ese hombre era demasiado do-
minante y sus palabras lo hacían irresistible, pero al mismo tiempo
era insoportablemente dulce. El corazón de Chen Yu se derritió com-
pletamente, todo su ser se había conmovido.
“No te lo perdonaría, dime, si eso pasara, ¿cómo deberías disculpar-
te y compensar a este rey?”
Chen Yu no podía responder. No tenía oro, plata, tesoros, poder, es-
tatus, no tenía nada. El rey lo tenía todo. En el pasado, Chen Yu po-
día hacer trabajos pesados, pero desde que había llegado al palacio,
se había vuelto incapaz de hacerse cargo incluso de él mismo. ¿Cómo
podría pagarle al rey?
No lo podía evitar, a excepción de su cuerpo que le servía para com-
placerlo, realmente no podía pensar en ninguna otra cosa.
Este pensamiento hizo que se ruborizara por la vergüenza, ¿cuándo
habría esperado algo así? Era algo tan descarado.
“¡Eso que estás pensando! Lo que sea que creas que sería mejor,
¡tienes toda la razón!”
Al haber visto el rostro ruborizado de Chen Yu, el rey supo lo que ha-
bía pensado, que resultaba ser lo que él quería.
“¡Regresa y arréglate de nuevo!”
Una sirvienta había ordenado y limpiado el desorden que había que-
dado y prometió pedir más ayuda para después.
“Su Alteza, ¿qué sucederá ahora?”
“Dejemos a un lado la bendición, ¡regresaremos al salón ancestral
para registrar a la Concubina Imperial en la genealogía!”
“¿Qué?”

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Nadie se esperaba que Chen Yu fuera un hombre.
Podía el rey aún consagrarlo como Concubina Imperial y ¿entrar en
la habitación? Después de todo, ese hombre solamente era un pe-
queño muchacho.
Era realmente vergonzoso, el rey no era alguien que se obsesionará
con la belleza, de seguro este hombre realmente tenía ciertas habili-
dades que habían fascinado por completo al rey.
“¿Me estás cuestionando?”
“Uh, este viejo esclavo sólo pensaba, eh, nunca antes se había decre-
tado una concubina masculina. Pareciera que no es apropiado,
¿cuánto hablaría la gente de esto?” El sirviente expresó su preocu-
pación.
“Nunca antes, ¡este rey será el primero! En el futuro, ¡cualquier refe-
rencia histórica debe ser de buenas noticias! ¿Piensas que a este ve-
nerable rey le importan las habladurías de los demás?”
El Rey de Zhen Bei había sido infame desde mucho tiempo atrás,
¿por qué le importaría?
El sirviente sudaba profusamente. “Es sólo que los ancestros de los
ancestros están en esas placas.”
“Son sólo las placas de gente muerta, incluso si realmente fueran an-
cestros, ¡le corresponde al rey decidir! Deja de decir tonterías, ¡cam-
bia la genealogía rápido!”
“Este viejo esclavo obedece.”
En ese momento el rey sonrió satisfactoriamente, mostrándole a
Chen Yu donde estaba su nombre en la genealogía.

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“Yu-er mira, de ahora en adelante tú serás la Concubina Imperial de
Jun Xuanxiao, viviremos y moriremos juntos. Seamos una pareja de
verdad, ¿qué te parece?”

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42
Alimentando al tigre

Vivir juntos y morir juntos…


Chen Yu reflexionó en silencio sobre las palabras del rey en su cora-
zón y estaba tan conmovido que no podía reaccionar, ¿qué podía ha-
cer? Chen Yu olvidó responder por un tiempo.
Sin embargo, plantó un pequeño beso en la quijada del rey, que era
la mejor respuesta que podía dar. Aunque había rastros de barba,
que no lo hacían particularmente suave para besar, Chen Yu estaba
encantado.
Después de todo lo que había pasado, el rey llevó a Chen Yu de re-
greso a la Residencia Shaohua e inmediatamente llamó a Bian XIV
para que lo revisara.
“¿Qué sucede? ¿La flor se rompió de nuevo? Trátate con un poco de
cariño, ¿no estas tratando a este médico como un animal de granja?
En este invierno, la gente se está muriendo congelada, tendré que
cobrarte el doble por la visita.”
Antes de ver a la persona, escuchó su voz primero. Bian XIV entró en
la habitación lleno de resentimiento, regañando y parloteando.
“Increíble, pequeña belleza, eres tan poderoso, no tuviste que hacer
nada y derrotaste a la princesa Dairou.” Bian XIV le susurró queda-
mente.
Claramente, este señor no temía causar todo tipo de problemas y
hacía tiempo que se había informado sobre las personas del palacio.
Chen Yu incluso comenzó a pensar que tal vez se escondía en alguna

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parte del palacio, con su temperamento, no era imposible que real-
mente lo hiciera.
Chen Yu le puso mala cara al lunático, no pensaba a quien estaba ha-
ciendo molestar, ¿cómo se atrevía a decir ese tipo de cosas? ¿Era to-
do para generar más intrigas?
“Bueno, ¡felicitaciones! ¿Aún no estás feliz?”
Chen Yu no le veía mucho sentido a las felicitaciones.
“Qué tipo de herida tienes, solamente es un corte en la mano y para
esto fui apresurado por Su Alteza. De acuerdo, estará bien después
de tres o cuatro días”
Bian XIV empacó su equipo médico, pensó en algo por un momento
y se inclinó enfrente de Chen Yu, de repente lo agarró del pecho.
Chen Yu fue atrapado con la guardia baja y abrió las manos, lo miró
con ojos furiosos como si estuviera preguntando. ‘¿Qué crees que
estás haciendo?’
“Oye, los pechos falsos de piel de cerdo han desaparecido.”
Bian XIV sonrió estrechamente, pero inmediatamente fue levantado
por una mano enorme detrás de él.
“¡Aléjate de él!”
No hacía falta decirlo, era la voz del rey.
“¡Oye! ¡Rey de Zhen Bei! Bájame, solamente lo toqué un poco, ¿có-
mo es posible que el médico no toque a sus pacientes? Está bien, fue
mi error.”
“Esta pequeña belleza es como mi hermano menor, pero está todo
delgado, ¿qué es lo bueno de él? ¡Lo que le gusta al rey no es este
médico! Eres igual que los tigres que te alimentan.”

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Bian XIV fue expulsado por el rey, se quedó por un tiempo afuera re-
funfuñando y pateando.
“No te preocupes por él.”
El Rey tomó una manta de lana y envolvió a Chen Yu con fuerza.
“Quiero bañarme.”
Chen Yu gesticuló, mostrándole la mano cubierta de sangre y los res-
tos de nieve en todo su cuerpo.
“Pasaste mucho frío hoy primero caliéntate un poco, no te bañes
aún, a este rey no le molesta.”
Chen Yu puso mala cara, había momentos en que el rey también se
equivocaba.
“Estoy incómodo.”
Escribió en la palma del rey que, aunque venía de un ambiente hu-
milde, también le gustaba estar limpio. Incluso su ropa de esclavo
debía estar lavada y libre de olores.
“De acuerdo” El rey respondió. “Hay un lugar que es tibio, a este rey
no le gusta que haga demasiado calor, nunca has estado ahí, pero
creo que será un buen lugar para ti.”
“Mi estudio en la ciudad.”
El rey cargó a Chen Yu con todo y el colchón, lo llevó al carruaje y
poco tiempo después llegaron a la ciudad que estaba a unos cuantos
kilómetros de distancia del palacio.
Esta aldea estaba en un valle y era muy extraño porque, aun cuando
todo el territorio estaba cubierto de nieve, este valle estaba tan cáli-
do como la primavera.
¡Llegaron a un estanque de aguas termales!
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¿Te gusta que el rey te toque?

Chen Yu nunca había visto un lugar con tanta magia, este estudio te-
nía un cuerpo de agua que era como jade blanco y el agua se mante-
nía tibia durante todo el año. El contraste con el nevado exterior era
inmenso, dejando claramente lo confortable que era el interior.
“Este estanque fue construido por un oficial anterior, pero raramen-
te venía aquí, cuando este rey llegó por primera vez, ordenó que se
limpiara el lugar, pero nunca pensó que sería útil.”
Chen Yu se sentó en el borde del estanque y llenó sus manos de
agua, se sentía realmente tibia y tenía un leve aroma a piedra medi-
cinal.
“Te acaban de curar la mano, no te la mojes, yo te ayudaré a desves-
tirte.”
El rey se arrodilló para ayudarlo a quitarse los zapatos, Chen Yu se
sintió un poco avergonzado y trató de retirar su pie, pero el rey lo
agarró del tobillo.
“No te muevas.”
El rey frunció el entrecejo un poco para regañarlo, pero su gesto no
era severo, más bien era extremadamente gentil, retiró sus zapatos y
calcetines. Chen Yu observó su rostro serio y no pudo evitar sentir
como todo su cuerpo se calentaba, ¿era éste el rey que se rumoraba
mataba a la gente sin pestañear? ¿Cómo podía actuar como una per-
sona normal y un esposo cariñoso?
El rey rascó sus pies hasta que lo hizo sentir cosquillas, como no po-
día reírse, se sofocó con la cara toda roja.

154
Inmediatamente se detuvo y lo sostuvo en sus brazos.
“Ja, ja, ja, Yu-er, eres demasiado delicado, este rey tendrá sexo con-
tigo en el momento en que lo dejes tocarte.”
Chen Yu observó al monstruo, obviamente le gustaba molestar a
otros, sin embargo, ¿lo culpaba a él por ser frívolo?
“Vamos, deja que este rey te toque.”
El rey de Zhen Bei no le estaba pidiendo permiso, ya había metido las
manos entre su ropa y jugueteaba con su cuerpo.
Chen Yu había perdido todo el color de su cara, estaba siendo tocado
directamente por el rey, nunca pensó que tendría tanta sensibilidad.
Las manos del rey eran toscas porque habían sostenido armas duran-
te años, Chen Yu se sentía como si lo hubiera alcanzado un rayo.
“Mmm…”
Chen Yu no podía evitar jadear en silencio. En el pasado, el rey casi
no tocaba su cuerpo, solamente se concentraba en penetrarlo. Su
cuerpo estaba siendo tocado delicadamente por primera vez.
El jadeo de Chen Yu hizo que el rey se sintiera orgulloso de sí mismo
y dio origen a que quisiera agitar su mente aún más. Su pezón iz-
quierdo fue pellizcado y todo su cuerpo se estremeció un poco, su
cara se enrojeció intensamente.
“¿Te gusta que este rey te toque?”
Estas palabras descaradas y rudas hicieron que Chen Yu no pudiera
responder y golpeó gentilmente el pecho del rey.
“Ja, ja, Yu-er, es mejor ahora que no traes el disfraz.”
En el pasado, Chen Yu siempre traía puestos los pechos falsos y,
aunque al rey le gustaban, quien sabe porque, nunca tuvo deseos de

155
jugar con ellos. Al contrario, ahora el cuerpo delgado y plano de
Chen Yu le resultaba mucho más atractivo.
Parecía que el rey había recibido un juguete misterioso y lo explora-
ba descaradamente. Especialmente los dos pezones rojos en el pe-
cho de Chen Yu que inicialmente estaban planos, pero ahora que el
rey los agarraba, ya fuera tallándolos entre sus dedos o pellizcándo-
los, se habían alzado completamente.
“Mmm.”
Sin darse cuenta, Chen Yu respiraba entrecortadamente, lo que pro-
vocaba que sus pestañas revolotearan como piel de visón, barriendo
completamente el corazón del rey.
“Yu-er, ¡realmente eres un pequeño demonio!”
Chen Yu recobró un poco la conciencia, sólo para darse cuenta de
que prácticamente todo su cuerpo ya había sido desnudado por el
rey, incluso su camiseta había sido retirada, dejando sólo sus panta-
lones en su lugar.
Su delgado cuerpo blanco de jade reposaba en los brazos del Rey de
Zhen Bei.
Chen Yu no sabía cuándo había sucedido todo.
Se enderezó lleno de vergüenza y comenzó a recoger sus ropas para
cubrirse desordenadamente.

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Por supuesto cuando te deseo

Chen Yu estaba completamente sorprendido por su reacción. Ob-


viamente, ya le había servido en la cama varias veces y, sus partes
privadas, el rey ya había entrado y salido por ellas miles de veces.
Entonces, ¿por qué se sentiría avergonzado de estar desnudo en-
frente de él?
Era la primera vez que se presentaba sin el disfraz enfrente del rey
para complacerlo.
A diferencia del pasado, donde uno tomaba lo que deseaba y el otro
lo soportaba, esta era la primera vez que el rey lo acariciaba cariño-
samente, haciendo que Chen Yu sintiera que así era el amor entre
dos verdaderos amantes.
“¿Por qué eres tan tímido? Esta no es la primera vez que este rey te
desea.”
El rey estiró su mano y retiró la ropa con la que se cubría, era aún
más interesante ver como se asustaba.
‘No es lo mismo.’ Pensó Chen Yu.
Sin ningún lugar para esconderse, bajó las escaleras a prisa y se me-
tió al agua.
“Ja, ja, este rey quiere ver donde te puedes esconder.”
El rey se enderezó, desató su cintura y se quitó la ropa capa por ca-
pa. El no sentía vergüenza ni timidez como Chen Yu e incluso arrojó
sus pantalones y se sumergió en el agua.

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Ese cuerpo fuerte y poderoso hizo que el corazón de Chen Yu se ace-
lerará.
El rey era un militar, no hacía falta decir que tenía un cuerpo fornido
y alto, los músculos de todo su cuerpo estaban pronunciados, pero
no se excedían, se veía delgado y fuerte. Su amplio pecho y piernas
estaban llenos de sudor y vitalidad, las venas verdes del reverso de
su mano se habían brotado y estaban llenas de sangre.
Lo que más impresionó a Chen Yu fue la corpulencia de cierta parte
de su cuerpo, Chen Yu lo había visto incontables veces, pero incluso
ahora, se sentía aterrado. ¿Cómo soportaba a esa cosa horriblemen-
te enorme en su interior?
‘Es como una criatura salvaje y violenta.’
Chen Yu se calumnió, cuanto más miraba al rey más se sentía como
un atractivo salvaje, eso lo hizo sonreír ampliamente.
“¿Por qué estás tan feliz?”
El rey estaba intrigado, la expresión de Chen Yu era obviamente bur-
lona. Molesto, el rey saltó directamente al agua y salpicó una gran
cantidad de agua.
Desde su extremo, Chen Yu fue salpicado con el agua, las telas ver-
des de seda estaban empapadas y pegándose contra su piel.
‘Realmente es un salvaje.’ Chen Yu lo pensó, más seguro de que es-
taba en lo correcto.
“¿Te estás riendo? Esta pequeña criatura tiene muchos pensamien-
tos.”
El rey se abalanzó sobre él como un tigre hambriento, lo agarró, lo
envolvió con sus brazos y lo presionó para no dejarlo resistirse.
“¿Te atreves a reírte? ¡Te dejaré llorando después de un rato!”
158
Los dos ya eran cercanos, pero esto era lo más cerca que había esta-
do del rey, eran prácticamente uno. Su respiración, el toque de su
piel y su calor abrazador que perforaba su estómago eran tan reales
que agitaban el corazón de Chen Yu.
“¿Cuándo supiste que era un hombre?”
Chen Yu hizo señales de escritura sobre su mano, pero aún era difícil
para los dos comunicarse sin papel y tinta. Afortunadamente, el rey
lo iba conociendo más y más, y entendía el significado de algunos de
sus gestos.
“¿Cuándo?” Dijo el rey cansinamente. “Obviamente en la noche de
bodas, cuando te tomé por primera vez.”
Chen Yu estaba sorprendido, ¿no había hecho todo lo que la anciana
le había enseñado para esconder su miembro? ¿Resultaba que lo
había sabido todo el tiempo?”
“¿Entonces por qué no me expusiste?” Se quejó Chen Yu.
“¿No crees que también es muy interesante?”
Chen Yu volteó su cabeza avergonzado, él se trataba a sí mismo co-
mo chiste, podía ver a través de él y lo hacía temblar de miedo. Cada
vez que había servido al rey sentía que estaba caminando sobre hielo
quebradizo, pero pensaba que había hecho un buen trabajo ocultan-
do su identidad.
“¿Sigues enojándote?”
El rey lo miró y tenía sus propias formas de lidiar con él.
Chen Yu sintió que una mano enorme agarraba su trasero.

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45
Persistente

El rey apretó su mano unas cuantas veces.


Chen Yu se sintió inmediatamente atrapado, sintiendo el calor abra-
zador en el frente y una mano toqueteándolo por detrás, era como si
estuviera acorralado por lobos en el frente y un tigre en la espalda,
no tenía donde esconderse.
“¿Por qué sigues usando esto?”
Obviamente, los pantalones de Chen Yu le estorbaban al rey. Su
mano tocó la espalda de Chen Yu, desamarró un nudo y levantó un
pedazo de ropa.
“¿Qué es esto?”
‘¡Preguntas cuando ya sabes!’
Chen Yu estaba tan avergonzado que quería sumergirse completa-
mente en el agua. Eso era el pedazo de tela que utilizaba para cons-
treñir su miembro. Ahora, siendo retenido por el rey, estaba tan
avergonzado que no podía mirarlo directamente.
“Siempre usabas esto, ¿no te lastimaba?”
‘¡Me estrangulaba! ¡Claro que me estrangulaba!’
Ese pedazo de tela se amarraba directamente a su miembro y evita-
ba que se pudiera levantar. Afortunadamente, no lo utilizaba todo el
tiempo. A veces, cuando el rey no estaba, Chen Yu se lo quitaba en
secreto para aliviar un poco el dolor y la irritación. De otra manera,
realmente se lo hubiera estrangulado hasta volverse un eunuco.
“Deja que este rey vea si se ha estrangulado.”
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Chen Yu detuvo rápidamente al rey y trató de empujarlo para alejar-
lo, pero el rey era muy fuerte y corpulento, no pudo empujarlo en lo
absoluto. Chen Yu no lo podía soportar más, abrió la boca y mordió
el pecho del rey.
“Arrr…”
El rey estaba jugando rudo, después de un momento de sorpresa, fi-
nalmente se detuvo.
Chen Yu se arrepintió después de morderlo. El rey estaba siendo
cruel y molesto, haciéndolo enojar, pero no tenía mejor fruta que
comer.
“Pequeño demonio, ¿tienes dientes?”
“Lo siento… yo… yo…”
Chen Yu gesticuló por largo tiempo, no sabía cómo dar a entender
que había reaccionado involuntariamente.
“Me voy a bañar, no puedo.”
“Algo está mal.”
Al rey no le importaba, empujó la cabeza de Chen Yu hacia atrás, in-
clinó su cabeza y lo besó con rudeza. El largo beso era feroz, pero era
diferente de las veces anteriores en que Chen Yu siempre terminaba
lastimado y, frecuentemente, con los labios y la lengua mordidos y
sangrando.
Por primera vez, Chen Yu besó con abandono y la conciencia borro-
sa. Los labios tocándose y las lenguas entremezclándose eran su in-
teracción favorita, incluso más que la penetración. Después de todo,
esta última era más dolorosa, a veces hasta el punto de desmayarse.
¿Cómo podría disfrutar algo en ese estado de ánimo?

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Este era el beso tierno y profundo que Chen Yu esperaba. No había
invasión tormentosa ni mordidas, sólo los labios entrelazados y los
dientes.
Pasó mucho tiempo antes de que los labios se separaran.
El rey se detuvo y Chen Yu abrió los ojos delicadamente llenos de ex-
citación.
La superficie del agua seguía ondulando, lo que evidenciaba las olas
generadas por su entrelazamiento.
“Yu-er, no lo puedo evitar, te deseo ahora mismo.”
La cordura de Chen Yu finalmente prevaleció, ¿cómo podían hacer lo
que se hace en la privacidad de una cama en un lugar tan agreste?
¿Realmente eran unos salvajes?

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El joven es como jade

“No puedo…”
Chen Yu todavía tenía el último rastro de vergüenza y algo como ha-
cerlo en este lugar lo avergonzaba demasiado, pero esta vergüenza
lastimera fue instantáneamente aplastada por el rey cuando comen-
zó a sobar sus pezones.
Era imposible decir cuánto duró, Chen Yu estaba aturdido, como si
flotara entre las nubes, y el rey no lo dejaba ir. Chen Yu no sabía
cuántas veces lo había penetrado, el líquido caliente había sido in-
yectado dentro de su cuerpo.
El gruñido bajo del rey y el aliento entrecortado de Chen Yu consti-
tuían una historia de amor.
Cuando el rey finalmente se levantó del cuerpo de Chen Yu, estaba
completamente desordenado y su abdomen estaba salpicado con un
fluido turbio.
El rubor del rostro de Chen Yu no se había desvanecido, parecía ha-
ber sido humedecido con la lluvia de verano, se había vuelto más
maduro.
Esta vez había sido Chen Yu quien le había dedicado su cuerpo ente-
ro y ahora estaba tan cansado y débil que se desplomó en el suelo
empapado, no se quería mover de ahí.
Cuando los dos finalmente se calmaron, ya era tarde en la noche.
Los sirvientes habían encendido algunas hileras de velas y el cuerpo
de agua se había iluminado brillantemente. Chen Yu se dio cuenta de
que, mientras hacían el amor intensamente, las vendas de sus manos
163
se habían caído y sus heridas estaban empapadas de una sustancia
blanca.
El rey no lo dejaba moverse, lo ayudó a limpiarse y lo secó cuidado-
samente.
Uno de los sirvientes trajo un juego de ropa, Chen Yu lo miró y volteó
a ver al rey sorprendido, el conjunto de ropa tenía el cuello típico de
la ropa de hombre.
“Hace mucho que ordené que lo confeccionaran de acuerdo a tus
medidas, a este rey no se le pasa nada.”
No había nada mejor que usar ropa de hombre, Chen Yu odiaba usar
la ropa de mujer.
“Te ayudaré.”
El rey había tomado la iniciativa para ayudarlo a vestirse, pero lo re-
chazó, él estaba acostumbrado a que los demás le sirvieran, no al re-
vés. Además, las manos poderosas del rey no eran las mejores del
mundo para este tipo de cosas. De hecho, era bastante torpe y lento
haciendo cosas tan delicadas y le encantaba juguetear con Chen Yu.
Chen Yu simplemente lo evitaba.
A través de una cortina de cuentas, Chen Yu caminó detrás de un
biombo.
Un tiempo después, de detrás del biombo salió un hombre joven y
atractivo vestido de blanco, como si fuera el retrato de una criatura
mitológica.
Por primera vez, el rey creía que era un hombre noble, tan noble
como el jade.
El cabello negro como la tinta de Chen Yu estaba cepillado y peinado
sencillamente, tenía una trenza en forma de corona y pasadores. Sus

164
cabellos se guardaban detrás de las orejas y se movían con el viento.
Sin el encanto femenino de antes, tenía la imagen de un héroe.
“Yu-er, te ves bien en ese cuerpo.”
El rey lo abrazó y no pudo evitar pasear su mano arriba y abajo, Chen
Yu se sintió en peligro, ¿lo desvestiría de nuevo incluso aunque ape-
nas se había vestido? Tomó la mano del rey apresuradamente.
“¿Te gusta más como me veo con ropa de hombre o de mujer?”
Gesticuló señalando la ropa que acababa de ponerse.
“Toda se te ve hermosa.” El rey no se rendía. “Comparando, este rey
prefiere cuando sigues tu propia naturaleza.”
Eso había quedado claro, prácticamente lo había dejado casi sin po-
der caminar.
“Yu-er, esto es para ti.”
El rey se quitó su pendiente de jade de la cintura y lo colocó en el
cinturón de Chen Yu. Cada vez que se movía, incluso suavemente, se
escuchaba un pequeño tintineo de jade.
Chen Yu estaba perplejo.
“Tu nombre significa jade y el jade más precioso del mundo eres tú.”
El rey hablaba con satisfacción. “Si te perdieras en el futuro, no po-
drías llamarme, pero yo te encontraré escuchando este sonido.”
Chen Yu y el rey estaban llenos de cariño. Tres días después, llegó un
mensaje, el Emperador iba en camino al palacio del Rey de Zhen Bei
y el viaje solamente tomaba un día desde la capital.
Después de la sorpresa inicial, el rey miró a Chen Yu pensativamente.

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47
Castigarte para servir a este rey de nuevo esta noche

Era de noche, habían terminado la lección para escribir más palabras


y el rey se mantenía igual de cálido que siempre.
“Yu-er, Nuestro Emperador viene a inspeccionar el territorio del nor-
te. Este venerable rey debe acompañarlo y me temo que no voy a
poder pasar mucho tiempo contigo.”
Chen Yu asintió con indiferencia, a fin de cuentas el Rey de Zhen Bei
era el comandante del norte y se hacía cargo de todo, ¿cómo podría
pasar todo el tiempo con él? Eso lo entendía claramente.
El rey reflexionó por un tiempo y dijo. “Debes permanecer en la Re-
sidencia Shaohua todo el tiempo, nunca salgas de aquí. Si tienes al-
guna necesidad, díselo a Song Qing y él hará lo que necesites.”
Chen Yu estaba sorprendido, siempre había permanecido ahí, excep-
to si el rey lo convocaba o la princesa lo mandaba llamar. ¿Por qué
diría algo así ahora? Era como cuando su madre le prohibía salir te-
miendo que causara problemas de nuevo.
El rey le sonrió y dijo. “No pienses de más, en estos días, toda la gen-
te va a estar en caos en el palacio, tu cuerpo es muy débil y eres mu-
do, me temo que alguien trate de agredirte.”
El corazón de Chen Yu se sintió cálido y asintió para demostrar que
entendía.
El rey sonrió con satisfacción. “Este rey dejará que Song Qing se
quede a tu lado, si viene alguien extraño, no tienes por qué preocu-
parte, deja que Song Qing se haga cargo.”

166
Chen Yu hizo un gesto para tomar nota para sí mismo, el rey es muy
bueno con él, por lo que debería valorarlo mucho.
“¿No tienes nada que decirle a este rey?” El rey pretendió que se
había enojado.
Chen Yu estaba perplejo y volteó a mirar al rey pestañeando.
“Por ejemplo, que extrañarás al rey, que quisieras que el rey se que-
dara contigo para platicar.”
El rey agarró a Chen Yu de la cintura y lo pellizcó como castigo. Chen
Yu sintió dolor y cosquillas. El rey salvaje apretujó su cuerpo, sus
manos eran demasiado fuertes.
Chen Yu torció la boca, claramente estaba pensando en su bienestar.
“Tu castigo va a ser que le sirvas a este rey de nuevo esta noche.”
Dicho eso, el rey levantó las ropas de Chen Yu y las garras de demo-
nio se abalanzaron a explorar.
Chen Yu se ocupó escribiendo en un papel. “Bian XIV dijo que debías
controlarte.”
“¿Usas a ese médico de pretexto para bloquear a este rey?” El rey se
rio y lo regañó. “Ese caballo de boca llena no tiene sentido, ignóralo,
pero esté rey no puede tolerar que Yu-er sienta dolor de nuevo.”
El rey retiró su mano sinceramente y Chen Yu se sintió confundido
de improvisto, pensando que realmente era un hipócrita. El rey lo
deseaba, no lo podía soportar, no podía y se sentía vacío.
Chen Yu nunca sufría perdidas ni ganancias. Después de todo, no te-
nía nada que perder, pero ahora era diferente, no quería perder al
rey.

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El rey dejó a Chen Yu descansando en la Residencia Shaohua y se re-
tiró.
“¿Dónde están?”
Debajo de la luz de la luna, la mirada del Rey de Zhen Bei era helada.
Song Qing respondió. “En el puesto militar, mandé a alguien a correr
la voz de que Su Alteza llegará a medio día.”
“Bueno, en este glorioso día, este rey abrirá personalmente las puer-
tas de la ciudad para recibir al emperador” El rey ordenó. “Añade es-
ta noche a más personas para reforzar la guardia de la ciudad y del
palacio. Durante el recorrido del norte, no permitiremos que el Em-
perador se tope con ningún problema.”
El rey se detuvo y dijo. “Respecto a la Residencia Shaohua, tu hazte
cargo personalmente, no dejes que la concubina imperial salga de
aquí y no dejes que nadie ajeno entre. Si tienes que hacerlo, mata sin
perdón.”
Song Qing estaba sorprendido, pero sabía que el rey tenía sus razo-
nes, nunca preguntaba de más.
“¿Y la princesa?”
“Déjala en paz en la Residencia Liqing, cuando termine el recorrido
del norte, que se regrese a la capital con el Emperador.”
Al parecer, el rey estaba decidido a divorciarse de la princesa esta
vez.

168
48
El Emperador

El Emperador había decidido de improvisto visitar los territorios del


Norte y no se había avisado a las provincias que se incluían en su ru-
ta. Era solamente una pequeña visita personal, llevaba una pequeña
escolta que consistía de unas docenas de guardias, con muy poca
carga. Llegó al Palacio del Rey en pocos días.
El Rey de Zhen Bei lo esperó debajo de la torre y, cuando llegó, lo sa-
ludó con todas las cortesías al lado de la puerta de la ciudad. Los es-
pectadores murmuraban, pero cuando el Emperador entró a la ciu-
dad, todo el mundo permaneció en silencio y solamente se escucha-
ba el sonido de las ropas de la gente que se arrodillaba para adorar-
lo.
El carruaje tirado por ocho caballos era magnífico, con campanas de
viento colgadas de los cuatro extremos, pero no tenía ningún símbo-
lo imperial, parecía una carroza de una familia importante del sur.
“Justo como los súbditos del rey de Zhen Bei deberían ser, incluso
más disciplinados que los soldados de los campos militares de Cao-
bao.”
La voz provenía del interior del carruaje, brillante y cálida, con un
sentido de indiferencia y arrogancia provenientes del estilo de vida,
pero esta arrogancia no era más que la que se obtenía de haber na-
cido en la nobleza.
El rey montó su caballo y lideró el camino hacia el palacio, cuando
llegaron, le indicó al Emperador que saliera del carruaje.

169
“Xuanxiao, eres un hombre imprudente, te había dicho que no había
necesidad de molestar a nadie. Si haces tanto alboroto, ¡no me dig-
naré a bajar del carruaje y cruzar la puerta!”
Antes de que la cortina del carruaje se levantara, se había escuchado
el regaño del emperador.
“Las Cortesías de Saludo al Emperador no pueden ser ignoradas.”
El rey estaba erguido y su cara era inmaculada.
“Sólo tú eres demasiado anticuado.”
El emperador no parecía estar molesto, más bien impotente, la amis-
tad entre ellos dos era evidente.
La cortina con bordados era muy elegante y finalmente fue levanta-
da, un hombre joven vestido de blanco con hilos dorados salió del
carruaje. Llevaba una corona dorada de jade, ropas con intrincados
bordados, zapatos gruesos decorados, hombreras de piel de oso
blanco y un calentador en la mano.
El emperador era delgado, más alto que la gente ordinaria y con de-
dos muy largos. Sus nudillos estaban bien definidos y elegantes, la
gracia imperial que emanaba era natural.
“Mira al emperador.”
El rey se inclinó para saludarlo, pero el emperador lo sostuvo con
una mano.
“Xuanxiao, si vuelves a hacer esto, no te dejaré darme la bienvenida
y regresaré a la capital de inmediato.”
Incluso el emperador se había rendido.
“Glorioso Ye.”

170
El Emperador estaba satisfecho, los dos se rieron y abrazaron, pal-
meándose las espaldas con bastante fuerza, casi como si estuvieran
peleando.
“Resulta que hace demasiado frío en el Norte, después de pasar el
Paso Yumen tenía tanto frío que ya me quería regresar a la capital.
Me imagino que ha sido bastante difícil para ti permanecer en este
territorio por tantos años, defendiendo el territorio de la Dinastía
Jìng, matando a los enemigos del Emperador e impidiendo que co-
metan más crímenes. Has hecho realmente un trabajo muy duro.”
“Me habías dicho que patrullar el norte era sólo por diversión, ¿por
qué no me dijiste esto antes de entrar al palacio?”
El rey le ofreció una bebida, el emperador no se resistió en lo absolu-
to y comenzó a beber con él, tan relajado como si acabara de llegar a
su propia casa.
“Es mi culpa, no lo menciones, entremos a platicar con tranquilidad.”
El Rey de Zhen Bei había organizado un banquete, con música y dan-
za, que duraría toda la noche para complacer al emperador. No
mencionaron los asuntos gubernamentales ni militares durante todo
el evento, sólo bebían tarro tras tarro de vino, platicando de sus ex-
periencias graciosas en todos los años que habían pasado.
“Xuanxiao, recuerdas cuando fuiste a mi palacio por primera vez, mi
hermana aún era muy joven en ese tiempo y se enamoró de ti a pri-
mera vista. Te pidió que te casaras con ella en ese momento. Ja, ja,
ja ¡Oh! Hablando de Dairou, ¿dónde está ella?”
El emperador estaba borracho y un poco mareado, con la mano de-
recha se sostenía de la mesa y en la mano izquierda tenía el tazón
azul y blanco de porcelana, la lengua se le enredaba.

171
El rey también estaba borracho e hizo un ademán con su mano, pa-
recía que no quería hablar de la princesa.
“Cuando regreses a la capital, por favor que ella regrese contigo.”
El rey no se sentía preocupado debido al alcohol.
“Ah, Dairou me lo contó todo en una carta. Sé que ella ha sido arro-
gante y mal portada desde que era niña, tú, solamente tenle pacien-
cia un poco más, ella dijo que habías perdido la cabeza por la Segun-
da Concubina y que a ella no le agradaba.”

172
49
Casa de oro

“No conoces a Dairou como yo la conozco, te ha amado por tantos


años, es inevitable que no lo pueda soportar. Estas siendo tan ro-
mántico con la concubina, Dairou no está pidiendo tanto, sólo que
pases con ella una noche.”
El rey levantó la mirada y se empinó el tarro completo de vino, rién-
dose. “Sabía que venías a actuar de intermediario.”
“Hermano no nos hemos visto desde hace tanto tiempo, no hable-
mos de asuntos de gobierno, ¿podemos charlar simplemente?”
Los ojos del emperador lo fulminaron con la mirada, se inclinó para
agarrar un plato de comida, pero falló dos o tres veces.
“Xuanxiao, no es que quiera intervenir en tus asuntos privados. Des-
pués de todo, Dairou es tu esposa legítima y la Princesa Imperial, es
muy delicada y costosa. Si realmente la mandas de regreso, ¿cómo
quedaría ella? ¿Cómo podría soportar ese tipo de humillación? Inclu-
so yo me siento avergonzado. Pobre de mí, como hermano mayor no
tengo ninguna forma de disciplinarla. Ve cómo te fue a ti. Si puedes
aguantar a tantas concubinas y mascotas masculinas, ¿por qué no te
puedes quedar con ella también?”
El rey no le contestó y continuó sirviéndose vino tarro tras tarro.
El emperador sabía cómo era su forma de pensar y decidió no seguir
presionándolo. Incluso aunque era el emperador, si se pusiera a or-
denarlo, estaba seguro que no solamente no conseguiría hacerlo
cambiar de opinión sino que además la amistad entre los dos queda-
ría completamente destrozada.

173
“No digas más, no digas más.” El emperador lanzó una mirada alre-
dedor y pregunto. “Está bien si dejas a Dairou encerrada, pero he
viajado miles de millas y me habías pedido que consagrara la vida de
una concubina, ¿qué hay con esta nueva Concubina Imperial? ¿Por
qué no la he visto por ningún lado?”
Las manos del rey se detuvieron.
“Ha estado débil y enferma de nuevo estos días, así que le ordené
que se quedara en su residencia para que no se resfriara.”
“Je, je, je, una casa de oro para ella sola.” El emperador lo miró con
una sonrisa cálida. “No sé qué tipo de belleza sea, pero ni siquiera
eres capaz de dejar a este espíritu romántico salir y conocer a otras
personas.”
“Tonterías.” Regañó el rey.
“¿Son tonterías? Dairou me dijo todo acerca de ella en la carta. Tu
Concubina Imperial es celestialmente hermosa. Ella dijo que desde
que te casaste, no has pasado la noche con nadie más y aún no te
has aburrido de ella. Me pediste que la consagrara y lo hice por ti,
aunque fue un poco desconsiderado de tu parte.”
El emperador seguía hablando en su borrachera.
“Dairou también me dijo que la consientes como si fuera la princesa,
sin embargo, ¿es esto correcto? Sé quién eres, pero no te dejes con-
fundir por la belleza. ¿Por qué no la llamas para que pueda ver con
mis propios ojos? ¿Ver quien realmente es?”
El rey le dijo con desprecio. “No te gusta el sexo con hombres, en-
tonces, ¿para qué quieres verlo?”
El emperador se había quedado sin palabras y finalmente gritó, aun-
que era una acción vulgar, cuando él lo hacía aún era agradable a la
vista de quien lo viera.
174
El banquete terminó muy avanzada la noche, el emperador y el rey
caminaban apoyándose uno a otro y tropezándose. El rey lo acom-
pañó hasta la Residencia Biqiong y se alejó tambaleándose.
Después de que el rey se marchó, el emperador alejó a sus sirvien-
tes, sus ojos comenzaron a aclararse, se alisó las arrugas de sus ropas
y se limpió las manos con una toalla húmeda que una de sus sirvien-
tas le había dado.
‘Dejaré a Xuanxiao proteger a esa belleza como si fuera su bebe, so-
lamente quiero echarle una mirada a este perfume, siento demasia-
da curiosidad.’
“Daré un paseo a solas, quiero bajarme un poco la borrachera.”
El emperador movió su mano y despidió a sus sirvientes. Caminó al-
rededor del Palacio del Rey, admirando las cuevas lunares y sin rum-
bo fijo, dio muchas vueltas hasta que llegó a la Residencia Shaohua
en una de las partes más remotas del Palacio. El lugar estaba en si-
lencio y sin personas cerca. Esta residencia era sencilla y sin preten-
siones, bastante diferente al resto del palacio.
“¿Todavía tienes personas cuidándolo? Al parecer no podré verlo
hoy, bien Xuanxiao.”
El emperador había visto a los dos guardias y a Song Qing desde le-
jos, levantó los labios sonriendo y se alejó con pasos inseguros por el
alcohol.

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50
Quiero ver a la Concubina Imperial

Finalmente el emperador se dirigió a la Residencia Liqing y escuchó,


desde el exterior, a la princesa llorando.
“Nunca había escuchado a la princesa llorar de esa manera, esto es
increíble, ¿quién la ha amedrentado hasta dejarla en esta condi-
ción?”
El emperador caminó con una sonrisa y, en cuanto Dairou lo vio, sal-
tó sorprendida. Giró la cabeza y la inclinó, comenzó a llorar con
enojo.
“¿Cómo? ¿Ni siquiera quieres ver a tu hermano mayor?” El empera-
dor bromeó. “Mírate como estas ahora, si madre te viera, ¿cómo se
sentiría? La princesa arrogante escondiéndose en su habitación llo-
rando desconsoladamente.”
“¡Madre me querría definitivamente! ¡Tú no me quieres!”
La princesa rugió llena de odio.
El emperador abrió las manos y le dijo. “Tú eres la que no me quiere,
acabo de salir del banquete y aun no se me ha pasado el efecto del
vino, aun así vine a verte y ¿dices que no te quiero?”
“Fuiste primero a comer y beber, no viniste a verme antes.” La prin-
cesa seguía llorando.
La voz de la princesa se quebró y se soltó a llorar en el hombro del
emperador.
“¿Quién te dejó en este desorden? ¿Estás molesta por qué Xuanxiao
te dejó encerrada?”

176
El emperador le dio unas palmaditas en la espalda reconfortándola,
Dairou era su hermana más pequeña por parte de su madre, así que
él había crecido sosteniéndola en sus brazos y nunca la había visto
sufrir de esa manera.
“Hermano, es a lo que has venido, lo he decidido, debes hacer que
Mi Señor me quite el castigo. No sería más que una palabra tuya y,
¡también! Hermano, ¡debes ordenar que mate a esa zorra! ¡Quiero
que muera! ¡Quiero que sufra Lingchi como Zhi Luo! No, ¡tiene que
ser diez veces peor!”
Mientras hablaba de Chen Yu los ojos de la princesa se habían llena-
do de odio y apretaba los dientes hasta el punto de que se escucha-
ban pequeños crujidos.
“De acuerdo, hablaré con Xuanxiao de tu parte, pero después de to-
do ustedes son esposo y esposa, yo no soy nadie para imponerme.
Tú no conoces su carácter, aunque soy el emperador, es posible que
no me haga caso.”
“¿Qué puedo hacer? ¡Ya no puedo soportarlo más! ¡No he salido de
mi residencia en días!”
“Dentro de tres días voy a ir de cacería con Xuanxiao, te llamaré
cuando sea el momento adecuado y entonces podrás recuperar su
corazón por tu cuenta.”
La princesa comenzó a llorar de alegría, sosteniendo la mano del
emperador tratando de verse agradable.
“Eres un buen hermano, yo sé que tú eres el que me trata mejor.”
El emperador le sobó la cabeza indulgentemente y le contestó. “Pero
debes prometerle a este hermano una cosa.”
“¿Qué es lo que quiere mi hermano que le prometa?”

177
“Quiero ver a la Concubina Imperial.”
“¡¿Qué?!”
La princesa gritó y se levantó alterada. “Hermano, ¡¿no tienes este
tipo de adicción?! Has escuchado que tan hermosa es esa mujerzuela
barata, ¿ahora quieres verla? Voy a arrancarle los ojos de espíritu zo-
rro ahora mismo, ¡ves como atrapa a la gente!”
“Realmente quiero ver a la belleza que hizo que el Rey de Zhen Bei
se conmoviera.” El emperador habló deliberadamente.
La princesa pisoteó enojada. “¡Sabía que ese azote tendría que haber
muerto hace mucho tiempo! ¡Muere demonio!”
“Mira lo ansiosa que estas y escucha las cosas que dices, él no es
más que un esclavo y tú eres una princesa ¿Aun quieres seguir pe-
leando con él?”
La princesa se enojó más. “No es porque Mi Señor lo quiera, ¡es por-
que me amedrenta todo el tiempo! Nunca has visto lo arrogante que
es, como presume cuantas veces lo toma cada noche y camina lleno
de altanería. ¡Qué asco! ¡Mocoso asqueroso!”
“Ja, ja, ja, es sólo curiosidad. No te preocupes, no soy un emperador
que se asombre fácilmente. Si hago esto es porque claramente tengo
otras razones, ¿puedes ayudarme a hacerlo?”
El emperador paso sus dedos por su frente, era demasiado impru-
dente competir con el rey de Zhen Bei en rondas de vino, realmente
tenía dolor de cabeza.
La princesa se quedó sorprendida por un tiempo y, dudando, dijo.
“Mientras Mi Señor lo pueda superar, deshazte de esa perra.”
El emperador le indicó elegantemente que se acercara con su dedo.
“Acerca tu oído.”

178
51
Jun Xuanxiao

Durante los siguientes dos días, el emperador se quedó en el Palacio


del Rey, divirtiéndose con el rey. Eran como hermanos, hermanos
que habían vivido la vida y la muerte en el campo de batalla, no se
habían visto en muchos años y tenían mucho de qué hablar y recor-
dar.
Cada noche, regresaba borracho a su habitación para descansar y no
volvió a mencionar ni a la princesa ni a la Concubina Imperial.
Chen Yu permaneció en la Residencia Shaohua tranquilo, completa-
mente ajeno al mundo exterior, estaba protegido por Song Qing y
nadie se atrevía a molestarlo.
De repente se escuchó un ruido fuera de la residencia.
“¿Qué fue eso?”
Song Qing llamó a uno de los guardias para que investigara. El rey le
había ordenado que, durante la visita del emperador, cuidara la Re-
sidencia Shaohua pasara lo que pasara y los últimos días habían es-
tado completamente tranquilos.
“Maestro Song, parece que hemos capturado a un ladrón.”
“¿Un ladrón?”
Song Qing no lo podía creer, el palacio estaba tan resguardado que
ni siquiera las aves o las moscas podían entrar, ¿cómo podría haber
entrado un ladrón? Y lo que era más inquietante, ¿qué ladrón sería
tan estúpido como para intentar robar en el Palacio del Rey de Zhen
Bei? ¿No tenía nada por que vivir esa persona?

179
“Escuché que era un ladrón de casas y entró con unos sirvientes que
querían venderle algunos muebles del palacio.”
Song Qing frunció el ceño, este tipo de cosas nunca habían pasado
en el palacio y al rey normalmente no le importaría, pero en este
momento, ¿no lo haría quedar mal?
“Iremos a ver y regresaremos a reportarle para que pueda reportár-
selo a Su Alteza.”
Song Qing sintió que todo esto era una ridiculez y dejó que los dos
hombres se marcharan, dejándolo solo. La misión que el rey le había
dado era proteger a la concubina imperial.
Menos de quince minutos después, la princesa llegó de sorpresa a la
Residencia Shaohua.
“¡Song Qing!”
Song Qing le preguntó. “¿Qué hace la princesa aquí?”
“Todo el Palacio del Rey me pertenece, ¡esta princesa puede ir a
donde quiera! ¡Claramente eres el perro criado por esa perra!
¡¿Realmente esperas que esta princesa este encerrada de por vi-
da?!”
“Song Qing no se atrevería.”
Como era su costumbre, Song Qing era indiferente e irrespetuoso,
tenía demasiada flojera como para justificarse.
“Rápido.” La princesa dijo apresuradamente. “Ve a la Residencia Li-
qing inmediatamente, se ha metido un ratón en mi habitación.”
“¿Qué?” Song Qing respondió. “¿Por qué la princesa no solicitó la
asistencia de sus sirvientes en la Residencia Liqing para que mataran
al ratón ellos mismos?”

180
“¿Estas ciego? El rey me quitó a más de la mitad de mis sirvientes,
dejándome con sólo dos asistentes, ¡¿vas a dejar a la princesa corre-
teando a un ratón?!”
Song Qing dudó
La princesa le dijo. “Acabo de ir a ver a Su Alteza y está lidiando con
un ladrón y me dijo que acudiera a ti, Su Alteza te ha encomendado
la protección dentro del palacio. ¿Eres así de malagradecido? Cual-
quier cosa sucia puede correr libremente por el palacio, si el empe-
rador lo viera, ¡te cortaría la cabeza perro! ¿Qué estás haciendo? ¡No
te apresures!”
Después de todo, era la princesa la que le había dado una orden y
Song Qing no tenía otra opción más que obedecer y seguirla.
Chen Yu había estado ocioso por varios días y el rey le había dicho
que no iba a poder ir en unos días. Aunque Chen Yu entendía que el
rey tenía asuntos importantes, no podía evitar pensar que tal vez no
le importaba.
De todos modos, había pasado casi toda su vida solo por lo que se
había acostumbrado a la soledad.
Chen Yu sacó sus dados y comenzó a grabar los frijoles con una aguja
de bordar, incluso el frijol más grande que se podía cosechar no era
más grande que el tamaño de una uña y Chen Yu tenía que concen-
trarse para no hacer un desastre.
‘Resulta que es increíblemente difícil grabar un nombre en un frijol,
con razón solamente se graba el nombre de la persona que amas, es
demasiado cansado.’
Chen Yu había pensado en silencio en esas tres palabras Jun Xuan-
xiao durante todos los días pasados, ahora eran como de un extraño
y tenía miedo de haberse familiarizado demasiado con ellas.

181
Chen Yu salió a sentarse en una roca en el patio de su residencia,
volvió a guardar los frijoles dentro de los dados, admiró el producto
final y jugó con ellos repetidas veces mientras los admiraba bajo la
luz de la luna, no pudo evitar sonreír.
Una serie de pasos se escucharon detrás de él.

182
52
Nevada
(I)

Después de que la princesa lograra que los guardias y Song Qing se


fueran, el emperador entró a la Residencia Shaohua. No tenía prisa,
era como si estuviera caminando en la primavera admirando las flo-
res, disfrutando juguetonamente todo.
“Éste patio está más desgastado que cualquier otro lugar en el pala-
cio, ¿no está Xuanxiao ofendiendo a la Concubina Imperial? ¿Cómo
puede vivir en una residencia tan arruinada? Sólo unas cuantas flo-
res, la residencia está prácticamente escondida. Princesa escondida,
Xuanxiao, ¿qué tan profundo quieres esconder a esta princesa es-
condida?”
De repente, el emperador se detuvo y se escondió detrás de un ci-
ruelo.
Vio a un hombre sentado en el borde de un pozo de piedra, con las
piernas colgando. Estaba sosteniendo un collar con una campana o
algo parecido, jugando con el reflejo de la luna, agitándolo cerca de
su oído y escuchando el sonido que emitía.
“Esta es la concubina imperial.”
El emperador solamente podía observar un poco de su costado y su
espalda desde lejos. Estaba vestido de blanco y la luz de la luna lo
hacía ver como si estuviera cubierto de plata blanquecina, con el pe-
lo negro como la tinta completamente suelto. Aunque su cuerpo
delgado no era tan agraciado como el de una mujer, tenía un espíritu
extraño y espléndido.

183
El emperador no pudo evitar observar todo su cuerpo y se dio cuen-
ta de que no traía ni zapatos ni calcetines, sus delicados pies de jade
estaban balanceándose juguetonamente. Parecía que estaba a punto
de derretirse con la luz de la luna, sus ropas y el cabello revolotea-
ban juntos por el viento, parecía que saldría volando en cualquier
momento.
‘Es un hada, no puede ser otra cosa que eso.’ Pensó el emperador.
Había incontables bellezas en el harem del emperador, las flores ro-
jas y el sauce verde competían en belleza, pero claro que ningún
hombre, a él no le gustaban los hombres.
Pero la persona enfrente de él, el emperador sabía que era un hom-
bre, y no podía evitar sentir tanta curiosidad y querer ver cómo era.
“¡Oh!”
El emperador sólo quería suspirar al verlo, sin embargo, debido al
asombro, solamente pudo hacer un sonido áspero al respirar. Debi-
do a lo remoto y silencioso de la residencia, el emperador podía es-
cucharlo claramente y no pudo evitar comenzar a avanzar, quedando
sólo a unos pasos de él.
Observando al joven bajo la luz de la luna vio que inclinó su cabeza
un poco y levantó un objeto en su mano, lo observó con alegría y un
poco de resentimiento. Eran unos dados.
Finalmente pudo ver su apariencia. En ese momento, era como si el
emperador sintiera que el viento se había detenido.
Su piel era casi transparente, tenía la nariz delicada y refinada, sus
labios estaban ligeramente abiertos, eran pequeños, carnosos y ra-
diantes. Sus ojos eran increíblemente llamativos, era imposible en-
contrar otros ojos más llenos de pasión que estos en el mundo, esta-
ban llenos de ternura y afecto.

184
Cuando sonreía era como si la nieve se derritiera.
Este hombre no era solamente un hada encerrada en el Palacio del
Rey sino que también era un demonio de nieve que se había robado
el alma de un hombre.
El emperador de repente se sintió celoso del Rey de Zhen Bei, él que-
ría disfrutar de este tipo de vista todo el tiempo, incluso se sentía
capaz de hacerlo su concubina y traicionar al rey. El emperador se
quería acercar a él, incluso aunque no lo tomara ahí mismo, quería
apreciarlo más de cerca.
Chen Yu había escuchado a Song Qing marcharse, por lo que pensó
que el que había llegado era el rey y no podía esperar a darle su da-
do grabado. Corrió a recibirlo, pero cuando vio que no estaba ahí, se
había sentado deprimido en la orilla del pozo, suspirando en silencio
y pensando en si el rey estaría feliz cuando le entregara el dado y su
corazón. La alegría invadió el rostro de Chen Yu.
Después de esperar por un rato al rey, Chen Yu sintió mucho frío y se
dio cuenta de que había olvidado ponerse zapatos y, estaba a punto
de regresar a su habitación, cuando escuchó pasos que se acercaban
más y más.
Una persona con una apariencia noble había ido a verlo.

185
53
Nevada
(II)

La primera reacción de Chen Yu al ver a esta persona desconocida


fue de correr, había visto muy poca gente y la persona enfrente de él
lo intimidaba, no era la presencia agresiva y dominante del rey, pero
se había sentido más intimidado aun.
Además, el rey le había explicado específicamente que no tenía
permitido encontrarse con extraños.
Chen Yu saltó para bajarse del pozo y corrió a su habitación, el em-
perador se detuvo.
“¡Chen Yu! ¿Tú eres Chen Yu?”
Chen Yu se sentía incómodo escuchando a otra persona llamarlo por
su nombre, era claro que ese hombre estaba ansioso de que se fue-
ra, pero su voz había sido gentil y amable, lo que hizo que Chen Yu
bajara un poco la guardia y se volteara a mirarlo.
Parecía que estaba diciendo. “¿Me conoces?”
El emperador se recuperó y se dio una palmadita en la cabeza son-
riendo.
“Mírame todo ansioso, se me había olvidado que no podías hablar.
Eres Chen Yu, ¿la segunda concubina del rey de Zhen Bei? Eres el
único que vive en esta residencia.”
El emperador sonrió cariñosamente y quería saludarlo, pero inme-
diatamente Chen Yu retrocedió un par de pasos manteniendo su dis-
tancia. Aunque esta persona era clara y amable, el rey le había dicho

186
que no importaba lo que cualquier persona le dijera tenía que igno-
rarlos.
“Sé que no me conoces, mi nombre es Xiao Xiye, el emperador de la
Dinastía Jìng, el Rey de Zhen Bei es mi hermano menor por casa-
miento. Hablando de eso, tú debes llamarme hermano mayor.”
No sabía por qué, pero el emperador sentía que no podía decir yo
soy, parecía que si sabía que era el emperador asustaría demasiado a
ese joven, pero tampoco quería esconderle su identidad. Sentía una
inexplicable necesidad de que esta persona le recordara sus impul-
sos.
Chen Yu lo pensó por un tiempo, la tranquilidad de ese hombre era
digna de un emperador. Además, él era hermano político del rey, en-
tonces no podía ser una persona tan mala.
“Me perdí y accidentalmente llegué hasta tu residencia.”
Chen Yu asintió, el Palacio del Rey era tan grande que era muy fácil
perderse si no iba acompañado de alguien que conociera el lugar y
no pensó mucho al respecto. Comúnmente el emperador siempre
iba acompañado por el rey y los eunucos, sin importar que tanto
deambulara, siempre había guardias. ¿Cómo era posible que acci-
dentalmente terminara en la Residencia Shaohua?
“Voy a entrar a mi habitación.”
Chen Yu no sabía que era lo que el emperador iba a hacer, estaba
confundido, por lo que gesticuló señalando las habitaciones.
“¿Me estas invitando adentro?”
El emperador sonrió lleno de alegría y dio unos pasos para entrar,
Chen Yu estaba muy ansioso, no podía decir nada para detenerlo y lo
agarró apurado.

187
“¡Tú vete!”
Chen Yu estaba ansioso y enojado, señalándole la puerta de salida.
“Eh, dices adentro y afuera, me estas confundiendo.”
Chen Yu no sabía qué hacer, no tenía pincel y papel a la mano.
“Tus manos están heladas.” Dijo el emperador de repente.
Chen Yu retiró su mano rápidamente y su corazón se sentía extraño.
¿Cómo era que el emperador lo conocía? Le hablaba con una familia-
ridad como si lo conociera de tiempo atrás.
“¿Por qué no traes zapatos y calcetines?”
Chen Yu vio que estaba mirando sus pies y, lleno de vergüenza, co-
rrió de regreso a la residencia y cerró la puerta. De todos modos lo
había asustado, el emperador se sentía secretamente irritado.
El ladrón que había capturado el rey era uno de los eunucos que ha-
bía venido con el emperador, había tomado algunos jarrones y tazas
del palacio, pero no se había atrevido a tomar ningún objeto real-
mente valioso. La evidencia era concluyente.
“Los eunucos del palacio del emperador han visto tesoros y antigüe-
dades, pero algunas de las cosas rotas del rey les llamó la atención.”
El rey parecía estar sonriendo. “Él tiene un problema con su propia
gente, pero no ha venido aún, ¿Song Qing aún está resguardando la
Residencia Shaohua?”
“El maestro Song fue convocado por la princesa, diciendo que nece-
sitaba que atrapará un ratón en su residencia.” El guardia respondió.
La cara del rey se ensombreció y se apresuró a la Residencia Shaoh-
ua.

188
54
¿Con qué hombre salvaje estuviste?

“Xuanxiao vendrá más tarde, no le digas que me conociste. Xuanxiao


es un jarrón lleno de vinagre, si te tiene tan escondido, me temo que
va a pensar que hicimos algo fuera de lugar.”
‘¿Hace falta que lo digas?’
Chen Yu estaba escondido en la residencia y estaba pensando. No
sabía por qué, aunque Xiao Xiye era el emperador, no le tenía miedo.
Era una persona agradable y gentil, con una sonrisa tan cálida como
una brisa de primavera. Tal vez Chen Yu había estado demasiado
tiempo con el rey y, después de un tiempo, había ganado un poco de
valentía.
¿Quién era más terrorífico que el Rey de Zhen Bei?
El emperador se salió apresuradamente cuando escuchó que el rey
entraba a la residencia. En cuanto llegó, pateó la puerta y la puerta
se quebró. Chen Yu se asustó pensando que lo que había entrado era
un tigre enorme.
El rey estaba furioso y su expresión era fría como el hierro, Chen Yu
se encogió un poco. Cuando el rey estaba de buen humor, era gentil
como el agua y, cuando estaba enojado, Chen Yu le temía más que a
nada.
Pero en cuanto vio que no había nadie más en la residencia, se calmó
un poco.
“¿Por qué ha venido Su Alteza?” Chen Yu escribió en un papel.
“Mnnn.”

189
El rey se sentó en frente del escritorio y tomó un sorbo de té para
calmar su resaca.
“Acabó de lidiar con un ladrón y tenía un poco de tiempo para ver-
te.”
Chen Yu miró al rey sorprendido, ¿cómo podía haber ladrones en el
palacio?
“Solamente era un sirviente ladrón, este venerable rey ordenó que le
cortaran las manos y los pies, luego fue arrojado a la nieve y murio.”
Chen Yu se estremeció pesando en esa nieve helada. El ladrón había
perdido los pies y las manos, sin embargo, ¿aún había sobrevivido?
El rey había hecho esas cosas tan crueles sin siquiera pestañear.
Chen Yu se sintió inexplicablemente culpable.
“Justo antes, ¿alguien ha venido a la Residencia Shaohua?”
Chen Yu posó sus ojos profundos en el rey, parecía que el rey podía
ver a través de él y Chen Yu estuvo a punto de bajar la guardia. Que-
ría decirle que el emperador lo había visitado.
Pero el rey le había ordenado estrictamente que no tuviera contacto
con extraños, ¿estaría molesto si supiera que lo había desobedeci-
do? ¿Decepcionado de él?
Al final, Chen Yu negó con la cabeza.
“Ven.”
Chen Yu estaba cerca del rey y lo abrazó vigorosamente alrededor de
la cintura, Chen Yu se tropezó y el rey lo sostuvo. Se sentó en las
piernas del rey, su cintura estaba apoyada contra el escritorio y no
tenía manera de retroceder.
“Le has mentido a este rey. ¿Eh?”

190
Los ojos del rey eran abrazadores como el sol, Chen Yu tenía un se-
creto en su corazón y no se atrevió a mirar a los ojos. Comenzó a
agarrarse la ropa con ansiedad, temía tanto que el rey realmente
pudiera ver a través de él por accidente.
“¿No lo admites todavía?”
Los castigos del rey eran intensos. Sus acciones eran violentas y,
arrancando las ropas de Chen Yu, dejó al descubierto su fragante pe-
cho y hombros. Sus dos pezones de jade se veían especialmente de-
liciosos esta noche nevada.
El rey mordió uno, esto estímulo a Chen Yu haciendo que tensará to-
do su cuerpo. El enojo del rey lo hizo dejar de ser tierno, comenzó a
succionar y morderlo. Chen Yu apretó los dientes por el dolor.
“Este rey dijo que nadie tenía permitido entrar a la Residencia
Shaohua y que no podías tener ningún contacto con extraños, ¿to-
maste las palabras de este rey en serio? ¿Eh?”
El rey se lamió los labios, la sangre los había pintado de rojo, era
sangriento y brutal.
Las pestañas de Chen Yu estaban llenas de lágrimas y asintió inocen-
temente.
“Pero no sólo no has escuchado las palabras de este rey, además has
correteado afuera en la nieve helada, te has reunido en secreto con
alguien y, ¿has aprendido a mentirme? ¿Por qué? Acaso este rey no
te dejó satisfecho apenas hace sólo dos días ¿Tenías prisa por encon-
trar a otro hombre?”
Chen Yu estaba estupefacto, ¿reunido en secreto? ¿Por qué piensa
eso?
“Hay tantas huellas de pisadas en la nieve, ¿con qué hombre salvaje
te revolcaste?”
191
55
Gracias por dejarme entrar anoche

Chen Yu estaba demasiado ansioso, quería escribir francamente lo


que había pasado, decirle que solamente había sido el emperador
que se había perdido en el palacio y había entrado accidentalmente
en la Residencia Shaohua, que no se habían revolcado, todas las hue-
llas de pasos eran por que él había evitado que el emperador entrara
en las habitaciones.
Pero el rey lo estaba sometiendo completamente y no podía ni si-
quiera mover sus manos.
Además incluso si lo escribiera, el rey no le creería.
“No olvides que este rey te ha dado tu identidad, le perteneces a es-
te rey, ¡no se te ocurra pensar otra cosa!”
El rey arrancó el resto de las ropas de Chen Yu, se quitó las suyas ar-
diendo y lo penetró con violencia. Chen Yu se sostuvo con las manos
sobre el escritorio, pero el rey lo sometió brutalmente.

El rey a caballo, su guardia y sus soldados estaban formados, listos
para salir a la cacería.
El rey montaba un caballo negro. Este caballo era ligeramente dife-
rente de los demás, su crin y sus patas eran mucho más largas que
las de los caballos ordinarios, era fuerte y poderoso, y su color era el
más llamativo en contraste con la nieve. Resoplaba y pisoteaba sus
pesuñas, y todos los demás caballos preferían mantener su distancia
de este animal.
“¡Xuanxiao! ¡Se me hizo tarde!”
192
El emperador montaba un caballo café sudoroso, con una armadura
de cuero, seguido por un caballo blanco que llevaba a la princesa.
En cuanto vio a la princesa, la mirada del rey se heló.
“Dairou se estaba sofocando en el Palacio del Rey después de pasar
tanto tiempo sin salir, así que solicité que la dejarán salir para que
pudiera relajarse un poco, sería bueno que ella también pudiera dis-
frutar de los recuerdos del pasado. Xuanxiao, ¿estás en desacuer-
do?”
Sorprendentemente la princesa no dijo nada y la hizo ver más inteli-
gente y virtuosa.
“De acuerdo.”
El rey no hizo ninguna objeción y la princesa sonrió con sorpresa.
“¡Gracias Su Alteza!” Dijo la princesa con gratitud. “Dairou aprendió
a montar caballos desde que era pequeña y no hará que el rey se re-
trase. ¿Por qué no veo a la Concubina Imperial?”
La princesa miró alrededor sorprendida.
“¿Realmente quieres que venga?” El rey le respondió.
“Claro.” La princesa dijo con una sonrisa. “La Concubina Imperial es
la mascota favorita Su Alteza, él es feliz cuando está cerca, por no
mencionar que no ha tenido la oportunidad de salir del palacio.
Realmente, ¿Mi Señor tiene el corazón para dejarlo enjaulado como
a un canario?”
La sonrisa de la princesa era generosa y los extraños pensaban que
tenía un carácter bondadoso, digno de la Concubina Principal.
“Como si realmente él te importara.” El rey contestó con sarcasmo.

193
La princesa se sintió un poco avergonzada y dijo. “Yo solamente es-
toy pensando en Su Alteza. Después de todo, el rey se va a ausentar
por casi medio mes, el palacio está lleno en este momento de gente
extraña y la concubina imperial no está acostumbrada a esto. Segu-
ramente usted lo extrañará también.”
El rey entrecerró los ojos, ¿cómo esperaban que no supiera que los
sucesos de la noche anterior habían sido planeados entre el empe-
rador y la princesa? Dejando intencionalmente que un eunuco roba-
ra para distraerlo, mandando a Song Qing a la Residencia Liqing y el
emperador tomando la oportunidad para ir a ver a Chen Yu.
No era tan fácil engañar al rey, obviamente el emperador se había
dado cuenta de que el rey se había adelantado a ver a Chen Yu y sa-
lió a prisa.
Chen Yu tenía una mente simple. Aunque el rey había mandado
guardias a que cuidaran estrictamente la Residencia Shaohua,
¿realmente era posible mantener a Chen Yu escondido de los ojos
del emperador? La princesa lo había dicho y el rey no podía evita
sentirse alterado. Era más imprudente dejar a Chen Yu en el palacio
que tenerlo a su lado, si el emperador quería hacer algo, al menos él
podría cuidarlo.
El rey le había pedido a Song Qing que preparará un carruaje para
llevar a Chen Yu a los Campos de Caza.
Cuando Chen Yu descendió del carruaje el emperador dijo en voz al-
ta.
“Resulta que tú eres la Concubina Imperial de Xuanxiao, anoche todo
fue muy abrupto, gracias por llevarme a la habitación para guare-
cerme del viento.”

194
56
Carga

Chen Yu se detuvo sorprendido, se sentía perdido.


¿Por qué había dicho eso? Obviamente no lo había dejado entrar en
los cuartos. ¿Por qué había dicho que si lo había recibido? El empe-
rador le sonrió alegre y sinceramente, como si estuviera agradecién-
dole con sinceridad.
‘¡No! ¡No!’
Chen Yu gritaba desde su corazón, sin embargo, ¿qué más podía ha-
cer además de negar con la cabeza?
“Resulta que no me recuerdas o me culpas por haber estado borra-
cho, de todos modos olvidé decirte mi nombre.”
Chen Yu miró al rey con ansiedad, pero solamente se encontró con
un par de ojos insondables. Aunque el rey no lo demostraba, Chen
Yu estaba seguro de que había creído todo lo que había dicho el em-
perador.
“Xuanxiao, todo esto fue una coincidencia.” Dijo el emperador ale-
gremente. “Anoche estaba borracho y quise dar un paseo por el pa-
lacio para relajarme. Como resultado, me perdí y terminé en la Resi-
dencia Shaohua. Mis zapatos y calcetines estaban mojados por la
nieve, pero afortunadamente Chen Yu me invitó a su residencia con
entusiasmo y pude calentar mis calcetines y zapatos. Salí corriendo
por la confusión y ni siquiera le di las gracias.”
El emperador habló descaradamente y Chen Yu no lo podía enten-
der, él era el emperador, ¿por qué diría cosas falsas tan descabella-

195
damente? Aunque aparentaban ser inocentes, en el oído del rey no
lo eran.
“Vaya, dado que ya se han visto, me ahorraré las introducciones.”
El rey miraba a Chen Yu y sus palabras se apretaron cuando dijo se
han visto.
“¿Qué? ¿El emperador conoció a la Concubina Imperial anoche?” La
princesa preguntó con curiosidad. “¿No la habías conocido desde an-
tes?”
Chen Yu inmediatamente lo negó con la cabeza.
“Entonces ayer a media noche, mi hermano estaba borracho y la
Concubina Imperial dejó entrar a un hombre desconocido y borracho
a su residencia. Fue un gesto muy cálido y hospitalario.” La princesa
se cubrió la boca y sonrió.
Los labios de Chen Yu temblaban por el enojo, incluso la princesa
pensaba eso, ya ni hablar del rey.
“¡Dairou!” El emperador habló severamente. “¿Qué tonterías estas
diciendo? ¿Crees que soy ese tipo de persona? Estas diciendo esas
cosas para hacer que Xuanxiao lo malinterprete.”
“Oh.” Murmuró la princesa. “Solamente quería agradecerle a la Con-
cubina Imperial, si no lo hubiera recibido, mi hermano mayor hubie-
ra merodeado en el palacio. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera caído
en un estanque?”
La partida de caza caminó hacia los vastos campos nevados, dirigién-
dose hacia la Montaña Lang Juxu. Ahí las cimas eran muy altas y los
acantilados numerosos, llenos de rocas desordenas. Había chacales,
tigres y leopardos desenfrenados. Era una barrera natural inaccesible
entre los Hunos y la Dinastía Jìng.

196
Como era cacería de invierno, las aves y las bestias de la montaña se
habían convertido en la mejor presa.
El rey ignoró a Chen Yu por tres días, sólo lo había acomodado en el
carruaje y había ordenado que tuviera comida y alimento a tiempo,
no se iba a congelar ni morir de hambre, pero no se involucró perso-
nalmente en nada de eso.
Todas las personas montaban a caballo para el tiro con arco. Durante
el día, cazaban todo tipo de bestias, como alces y venados, y en la
noche, acampaban prendiendo fogatas, retirando las pieles de los
animales y cocinando la carne. Servían el vino y comían la carne, to-
dos eran atrevidos y felices.
El rey temía que Chen Yu se resfriara por lo que no lo dejaba salir del
carruaje nunca, incluso debía hacer sus necesidades adentro.
Chen Yu no estaba a acostumbrado a comer tanta carne y no podía
beber vino. Obviamente, cuando era esclavo del Magistrado, comía
pasteles de germinados y semillas, pero ahora, la dieta del palacio
era distinta.
Era igual que los primeros días cuando había llegado al palacio, había
pasado todos los días y noches sufriendo. Después de que lo habían
obligado a beber el veneno del Rey de los Gusanos, su cuerpo estaba
destrozado, tenía nauseas todo el tiempo y cuando comía vomitaba
todo, pero no se había atrevido a decírselo al rey.
Chen Yu se despreciaba.
El carruaje siempre iba en la retaguardia y sentía que era una carga
inútil.

197
57
Humillación

“¡Su Alteza!”
La princesa montaba su caballo blanco a la par del rey y estaba feliz.
“Hay un sable ahí, Mi Señor, ¡ayúdeme a cazarlo!”
El rey miró hacía donde le había indicado la princesa y, en efecto,
había un sable escapando entre los árboles.
La piel de sable era suave y más exclusiva que la piel de mink. Era
una piel extremadamente cara en lugares prósperos e incluso a ve-
ces era invaluable. Todos sabían que era una piel muy rara, prove-
niente de un animal precavido, tímido y muy rápido, realmente era
muy difícil de capturar.
“No se puede obtener ni dos o tres pedazos de carne de eso, ¿para
qué lo quieres?”
El rey se sentía demasiado perezoso para levantar el arco por una
bestia tan pequeña.
“Pero es una piel muy cotizada, siempre he querido un par de guan-
tes y ¡esta piel de sable es idónea! Ha hecho mucho frío todo este
año en el norte, vea como tengo todas las manos casi congeladas.”
La princesa continuó rogándole. “Yo no tengo las suficientes habili-
dades de tiro, ayúdeme, Mi Señor por favor. Si no lo hace, ¡se va a
escapar!”
“Dairou, ¿por qué no me dejas intentarlo a mí?”

198
El emperador estaba ansioso por intentarlo, hacía mucho tiempo
había escuchado que eran muy difíciles de cazar y era un buen mo-
mento para demostrar sus habilidades de arquería.
“Hermano mayor, no me toca a mí tomar esa decisión, depende del
rey poderme ayudar a cazar a esa criatura.”
La princesa miró al rey con admiración.
“Tú, sabía que lo ibas a favorecer a él, la preferencia de las mujeres
no es imparcial. No ayudas a este emperador a aumentar su presti-
gio.”
Aunque le estaba reprochando, el tono del emperador estaba lleno
de condescendencia.
“¿Estas comparando a la flecha con Su Alteza?”
“¡Comparando! ¡No creo en esas tonterías!” El emperador volteó a
ver al rey. “Xuanxiao, ¿te atreves?”
El rey se rio y dijo. “¡De acuerdo!”
Los dos prepararon sus arcos largos y le apuntaron al mismo tiempo.
El emperador disparó primero seguido del rey. El sable había estado
escapando ágilmente entre las ramas y, si no hubiera estado todo
cubierto de nieve, no habrían sido capaces ni siquiera de ver su som-
bra.
Las dos flechas volaron una detrás de la otra, con una pequeña dife-
rencia de dirección entre ellas, el emperador vio que el sable iba
demasiado rápido y la ruta de su flecha no iba a acertar, su flecha iba
a pasar de largo. La flecha del rey tenía más potencia y había salido
un poco más tarde, pero su ruta parecía estar un poco más desviada
que la suya.
‘Nadie acertó, es un empate.’ El emperador pensó.

199
Lo que no esperaba era que el aire cambiaría repentinamente y ¡las
dos flechas chocaron en el aire! La feroz flecha del rey derribó la del
emperador y se desvió, ¡enterrándose en el cuerpo del sable!
El emperador abrió la boca asombrado, ¡esa flecha era demasiado
agresiva! Dominante y mañosa. ¡Todo al mismo tiempo!
Era complicado darse cuenta de lo que acababa de suceder, de he-
cho, todo pasó en un pestañeo. Los espectadores solamente habían
escuchado el sonido del choque de las flechas y la flecha que había
derribado al sable.
El rostro tranquilo y afable del emperador se congeló.
Si tan sólo hubiera sucedido que el disparó del rey acertaba y el suyo
fallaba, no se habría sentido tan avergonzado. Después de todo, el
Rey de Zhen Bei había estado en cientos de batallas y el emperador
llevaba sentado en el Salón Imperial por años, con el temperamento
del emperador solamente sonreiría y lo felicitaría.
Sin importar que tan educado fuera el emperador, aun así tenía la
suficiente arrogancia para considerarse poderoso y competitivo. El
Rey de Zhen Bei había derribado su flecha, lo había humillado com-
pletamente, ¡era una humillación descarada!
El emperador retorció la boca, al parecer el rey no había mencionado
nada del incidente con Chen Yu esa noche, sin embargo, de hecho,
tenía el corazón lleno de odio. Esto hizo que el emperador revalorará
el cariño que el rey sentía por Chen Yu.
“Podría ser que Chen Yu es diferente a las anteriores mascotas fe-
meninas, ¿realmente lo valora tanto?”

200
58
Quiero aprender a montar a caballo

“¡Ja, ja, ja! Xuanxiao, tu habilidad con el arco se ha ido haciendo más
y más soberbia.” El emperador sonrió unas cuantas veces y dijo ge-
nerosamente.
“El emperador parece haber abandonado las flechas por muchos
años, si regresará al campo de batalla ahora, no podría hacerse el va-
liente en lo absoluto.” El rey no estaba siendo nada cortés y el empe-
rador le correspondió con una sonrisa después de escucharlo.
“Muy cierto, pero para eso te tengo a ti, Xuanxiao, cuidando el Norte
por mí. Así me puedo sentar y relajar sin tener que visitar el campo
de batalla.”
Los dos se quedaron callados, cada uno perdido en sus propios pen-
samientos.
La princesa se adelantó para que le entregaran al sable y lo sostuvo
en sus manos.
“Hermano, ¡fue la flecha de Mi Señor la que lo atravesó! Y solamente
perforó la cabeza. Cuando regresemos, ¡se podrá aprovechar toda la
piel!”
Tanto el Rey de Zhen Bei como el Emperador tenían figuras apuestas
y llamativas, eran personas imponentes y divinas, con modales agra-
dables. Junto con la presencia de la Princesa Dairou, hombres heroi-
cos y mujer glamorosa, eran tres personas que constituían una ima-
gen completa del campo de caza nevado.
Chen Yu no podía soportar esa escena y cerró la cortina del carruaje.

201
Parecía que una vez más había caído de la gracia del rey, ¿qué podía
hacer? ¿Regresar a cortar madera y alimentar a los caballos? Se sen-
tía completamente ridículo, ellos eran las personas más honorables
del mundo y él era el esclavo más humilde. Se había atrevido a pen-
sar que podía satisfacer las preferencias del rey, ¿esperaba que lo in-
cluyeran?
Estaba completamente desubicado.
Especialmente el Rey de Zhen Bei, era tan deslumbrante como el do-
rado emperador del cielo y la princesa era tan hermosa como una
estrella, eran una pareja perfecta.
¿Y qué hay de mí? Aparte de ser pretenciosamente tímido y melan-
cólico, ni si quiera podía salir de ese carruaje.
Chen Yu se dio cuenta de que entre el rey y él, aunque no estuviera
la princesa de por medio, había una brecha insuperable.
Chen Yu no culpaba al emperador por haber causado los malos en-
tendidos con el rey, lo que le rompía el corazón era que el rey había
pensado fácilmente que él era un hombre promiscuo y no había te-
nido ni la más mínima confianza para darle la oportunidad de expli-
carse.
Antes de que el emperador llegara al norte, el rey no podía saciarse
de su belleza y lo amaba incansablemente. Después de que el empe-
rador llegara, el rey era frío con él, la princesa había recuperado su
libertad, reía y animaba al lado del rey, e incluso el rey le sonreía a
veces. Esta era la verdadera relación de esposo y esposa.
A diferencia del rey, que su afecto iba y venía a su antojo, él era más
como el sol cuando se sentía apasionado y más como el hielo cuando
se sentía triste. Chen Yu no podía hacerlo, enamorarse era enamo-
rarse del amor, ¿cómo podría ser tan fácil retractarse?

202
La terquedad de Chen Yu lo hizo negarse a rendirse, apretó los dien-
tes y se decidió. Levantó la cortina y le dio una palmada en el hom-
bro a Song Qing.
“Quiero a prender a montar a caballo.” Chen Yu gesticuló.
“¿Montar a caballo?” Song Qing se sorprendió y luego negó. “No, no
puede montar a caballo.”
“Puedo aprender.” Chen Yu se mantuvo firme.
“Ahora no es el momento para eso, es peligroso mientras estemos
en esta montaña, Su Alteza me ordenó que no lo dejara bajar del ca-
rruaje y debo protegerlo, es mi responsabilidad.”
Cuando Song Qing terminó de hablar sintió que había sido muy rudo
y relajó un poco su tono.
“Debe esperar al Festival de Primavera cuando regresemos, yo le en-
señaré una vez que le haya preguntado a Su Alteza.”
“Quiero aprender ahora.”
Song Qing miró a Chen Yu por un tiempo y no podía entender que
era lo que estaba pensando. De pronto tenía el impulso de aprender
a montar a caballo y, peor aún, mientras todo estaba cubierto de
nieve y hielo. ¿No sabía que montar no se podía aprender en un ins-
tante? ¿No sabía que Bian XIV había dicho que no estaba claro que
tanto daño había hecho el veneno en su cuerpo? ¿Desconocía el he-
cho de que su cuerpo estaba muy débil y cualquier enfermedad po-
día matarlo?
¿Por qué insistía tanto? ¿Estaba dispuesto a ignorar su propia vida
solamente por aprender a montar?

203
59
Coqueteo

Song Qing no podía evitar que Chen Yu lo mirara continuamente, si


no aceptaba no regresaría al carruaje, entonces tuvo que llegar a un
acuerdo.
“Intente con mi caballo primero, aunque es un poco lento, es mejor
que comencemos gentilmente.”
Song Qing le mostró de nuevo, puso su pie en uno de los pedales e
hizo un pequeño salto para subirse en el caballo, sus movimientos
eran limpios y elegantes.
Chen Yu era inteligente, recordó todos sus movimientos a la primera,
pero no tenía el mismo físico que Song Qing y el veneno residual le
había robado toda la fuerza de sus piernas y pies. No tenía caso ni
pensar en montar al caballo, ni siquiera podía escalarlo sin dificultad.
En el primer intento, sus piernas no lo pudieron alzar, no tenía sufi-
ciente fuerza para impulsarse sobre el costado del caballo. Apretó
los dientes y continuó intentándolo, como resultado, sus manos se
resbalaron y se cayó.
Como Song Qing lo estaba cuidado no fue revolcado.
Después de un rato, Chen Yu estaba jadeando, tenía sudor en la
frente y su rostro tenía dos chapas rojas. Song Qing de repente que-
dó encantado. Cuando cuidaba la puerta de la Residencia Shaohua
todas las noches, a veces podía escuchar los jadeos en el interior, ¿la
expresión de Chen Yu en esos momentos sería tan encantadora co-
mo la que tenía ahora?

204
“Cof.” Song Qing se pellizcó para recuperar su mente. “¿Todavía
quiere aprender?”
Chen Yu asintió tercamente, claro que tenía que aprender, sin em-
bargo, si no podía ni subirse al caballo, ¿menos podría montarlo?
“Está bien, le ayudaré a subirse al caballo.”
Song Qing también sabía que Chen Yu era obstinado y no lo iba a di-
suadir.
En ese momento, el rey iba regresando al campamento y, por cos-
tumbre, miraba al único carruaje. Esta vez se había encontrado con
una escena diferente.
Song Qing estaba apoyando a Chen Yu sobre el caballo, moviéndose
gentilmente, protegiéndolo mientras se subía en la silla de montar y
finalmente sosteniendo la base del muslo de Chen Yu. La situación se
sentía muy íntima. Chen Yu había logrado subirse al caballo y Song
Qing le había sonreído, era un momento de felicidad indescriptible.
El rey nunca había visto este tipo de felicidad dirigida a él.
Enfrente de él, Chen Yu siempre estaba temblando, pero con otros
su actitud era casual.
“¿Qué? ¿No es la Concubina Imperial? ¿Por qué no se quedó dentro
del carruaje enredándose con Song Qing?”
La princesa había visto un buen espectáculo y estaba lanzando todas
las dagas que podía, sus ojos estaban llenos de excitación.
Como era de esperarse, el caballo del rey se abalanzó contra Chen
Yu. Este caballo negro tenía un pedigree peculiar, era magnífico y te-
nía una mirada desbocada, el caballo de Song Qing relinchó y co-
menzó a correr aterrado.

205
Chen Yu estaba sentado sobre el caballo y no sabía ni siquiera como
tomar las riendas, cuando el caballo comenzó a moverse, no se podía
mantener sentado y se acostó sobre la espalda del caballo.
“Hablal…”
Las manos rápidas de Song Qing jalaron las riendas, afortunadamen-
te el caballo estaba bien entrenado y, aunque seguía temblando en
frente del caballo negro, ya no corrió ni saltó.
“¿Está usted bien?”
Song Qing lo ayudó a bajar del caballo preocupado y esta acción les
hacía estar cuerpo con cuerpo.
“¿Qué estás haciendo?”
El rey no había dicho ni una palabra antes de que la princesa hablara.
“Mi Señor.” Song Qing solamente miró al rey. “Este subordinado es-
taba enseñándole a la Concubina Imperial a montar a caballo.”
“La princesa le preguntó a él, ¿eres tu su boca o qué? ¿Necesita que
hables por él?” El emperador estaba parado al lado de la princesa y
ella estaba llena de confianza y agresividad.
“Su Alteza le ordenó a este subordinado que cuidara de la Concubina
Imperial, este subordinado respondió por que la princesa sabe que la
Concubina Imperial no puede hablar.”
La princesa sonrió despectivamente. “¿No vas a hacer gestos con las
manos? Vaya, aprendiendo a montar a caballo, no puedo ni mirarte,
¿estabas coqueteando?”
Song Qing estaba sorprendido. “La princesa no tiene necesidad de
echar agua sucia sobre este subordinado y la Concubina Imperial. El
linaje Qing es digno, este subordinado estaba instruyendo a la vista

206
de todos, lo que demuestra que no hay tal cosa como lo que la prin-
cesa ha sugerido.”

207
60
Vergonzoso

“¡Que terrible perro subordinado!”


La princesa lo miró con ojos helados, había sido irrespetuoso y cor-
tante, y no podía tolerar que la hiciera quedar mal. Agitó el látigo
que tenía en la mano y golpeó.
A fin de cuentas, era sólo una mujer con poca fuerza y Song Qing era
un líder de artes marciales, estaba bien instruido, por lo que agarró
el látigo con las manos sin problemas.
“Este subordinado es el oficial del Rey de Zhen Bei, no un sirviente
del palacio, solamente escucha a Su Alteza y recibe su sueldo militar.
Si la princesa desea pelear y desahogarse, debe escoger a otra per-
sona.”
Song Qing habló con humildad y soltó el látigo.
La princesa se sentía mareada por la ira, pero no se atrevió a seguir
peleando, Song Qing tenía un puesto militar y no tenía que obede-
cerla. Pero como la princesa tenía que mantener su imagen, debía
exigir que la trataran con respeto.
“¡Te atreves a golpearme!” La princesa gritó. “Hermano, ¿ahora ves?
Como Chen Yu no tiene otras habilidades, seduce a los hombres. Mi-
ra, incluso un sirviente se pone de su lado, faltándome al respeto
aún en presencia del emperador. Cuando tú no estás presente, tanto
el amo como el sirviente son peores. ¡Me aplastan!”
La reacción del emperador hacía Song Qing fue de ligera sorpresa y
su mirada cambio a una de apreciación. Esta es la actitud que un sol-
dado debe tener, en lugar de aferrarse con miedo, dominaba al ca-

208
ballo. Pero en el momento en que pensó que este era un leal segui-
dor del Rey de Zhen Bei, se sintió un poco más inquieto y celoso.
“Hermano mayor” La princesa dijo con suavidad. “¡Debes tomar esta
decisión por mí! ¡No me gusta este sirviente irreverente! ¡Debes cor-
tarle la cabeza por mí!”
“Dairou, ¡no digas tonterías!”
El emperador se detuvo helado y luego volteó a ver al rey.
“Xuanxiao, cuando Dairou estaba en el palacio, realmente fue mal-
criada por mi madre. No te preocupes.” El emperador se volvió y dijo
tajantemente. “¿Cómo puede haber problema con estas lecciones de
equitación? Los dos son hombres, no hay nada que implique intimi-
dad. Cuando me encontré con Chen Yu y me dejó cambiar mis zapa-
tos y calcetas, ¿tenía que haber alguna emoción adultera? Dairou,
siempre has pensado en Xuanxiao como un hombre de estómago
pequeño.”
Esta declaración era claramente razonable respecto a Chen Yu, pero
ahora sentía todo el tiempo que algo estaba mal, como si hubiera
agujas escondidas.
“Yo y Song Qing…”
Chen Yu quería explicar con gestos, pero se topó con la mirada hela-
da del rey. Su lenguaje no era entendible y se había sentido aterrado
por el rey, entró en pánico y no podía controlar sus manos, se volvió
torpe.
“Es una vergüenza.”
El rey solamente dijo tres palabras suavemente, pero fueron como
un martillo que golpeaba el corazón de Chen Yu.

209
¿Era vergonzoso? Estaba diciendo que él y Song Qing habían aver-
gonzado al rey o ¿estaba diciendo que él era tan estúpido que no
podía ni decir una palabra y sus gesticulaciones eran humillantes?
Realmente eran desagradables, ¿quién habla como si estuviera tra-
tando de arrancarse los dientes?
De pronto, Chen Yu perdió toda su fuerza y escondió sus manos de-
trás de su espalda, se había sonrojado completamente.
Con razón el rey no lo dejaba salir del carruaje, porque era mudo y
su forma de comunicarse era vergonzosa, especialmente enfrente de
otros. Había insultado su identidad de Princesa Escondida.
¿Entonces por qué había querido consagrarlo como concubina impe-
rial? ¿Por qué le había dicho todas esas cosas dulces para hacerlo
sentir feliz?
Chen Yu entendió porque le había puesto el título de Princesa Es-
condida, oculto de la vista de todos, él era indecente. El rey sólo lo
apreciaba en la habitación, si era expuesto al mundo, solamente se-
ría una vergüenza.
“¡Regresa al carruaje!”
El rey le ordenó fríamente y después se marchó en su caballo.
Chen Yu regresó al carruaje, su nariz y boca tenían un sabor desagra-
dable.
‘No quería avergonzarte, solamente pensé que si aprendía a montar
a caballo podría estar cerca de ti.’

210
61
El asesino de los hunos
(I)

Cuando Chen Yu regresó a su carruaje, escuchó un chirrido agudo no


muy lejos del campamento y un cohete de fuegos artificiales se elevó
en el cielo y estalló.
“¡Asesinos! ¡Protejan a la Realeza! ¡Hay asesinos!”
La partida de caza acababa de instalar de nuevo el campamento y
fue tomada por sorpresa, pero los guardias del emperador y el ejér-
cito del rey estaban bien entrenados, respondieron inmediatamente
y los rodearon incluyendo a la princesa, presentando sus armas pre-
parados para encontrarse con el enemigo.
“¿Son bandidos?”
La princesa estaba muy asustada y acomodó su caballo entre su
hermano y el rey.
El emperador estaba sorprendido, pero permaneció tranquilo.
“¿Cómo podría haber bandidos en el territorio de Xuanxiao? Ade-
más, no hay rutas comerciales en esta montaña. ¿Los bandidos tam-
bién asaltan a las bestias? Me temo que son los hunos.”
La Montaña Lang Yuxu era muy escarpada e inaccesible, era muy
probable que los Hunos hubieran cruzado la frontera para cometer
crímenes.
Un momento después, vieron a un grupo de personas con espadas y
armas cargando hacia ellos, llevaban armaduras de cuero y cascos
redondos de acero. Realmente iban vestidos como hunos.

211
Viendo toda la formación de los hunos, eran doscientas o trescientas
personas.
Los guardias adaptaron su formación defensiva y dejaron el carruaje
fuera del círculo de protección porque generalmente lo instalaban
un poco distante del resto del campamento.
“¡Qin…!”
El rey condujo su caballo negro como un torbellino y llegó al lado del
carruaje en un pestañeo.
“¡Mi Señor!”
Song Qing sostenía las riendas con la mano izquierda y su espada en
la derecha.
“No debes preocuparte por lo que pasa aquí, llévatelo primero.”
“¡Sí!”
El rey dio la orden en calma y Song Qing no dijo nada más, giró el ca-
rruaje y se marchó, no había necesidad de cuestionar las decisiones
militares del rey. Si Chen Yu no se marchaba, requeriría más esfuerzo
y fuerza para protegerlo.
Algunos hunos ya habían sido asesinados y su fiereza había aumen-
tado, parecía que ya estaban condenados y no tenían ninguna tácti-
ca, aventándose a la batalla. Cuando veían a la gente de la Dinastía
Jìng, cortaban sin control y sin siquiera defenderse.
“¡Estos norteños son realmente fieros!”
El emperador vio que algunos de los hunos usaban su propia carne
para saltar sobre sus armas y también cortaban a sus enemigos con
sus espadas, eran tan valientes como se rumoraba.

212
Aunque la formación de la Dinastía Jìng era exquisita y todos eran
guardias, de todos modos eran menos de la mitad que los hunos. Los
temerarios hunos se abalanzaban contra la formación y finalmente
lograron abrir una pequeña brecha, era difícil garantizar que no se
volvería una batalla caótica.
“Dairou, puedes alcanzar rápido el carruaje, regresa con ellos.” El
emperador le ordenó rápidamente.
“¿Qué? De acuerdo hermano.”
La princesa realmente no quería estar con Chen Yu y Song Qing, sin
embargo, con el enemigo tan cerca, temía por su vida y no le impor-
taba su aversión por ellos en este momento.
“Xuanxiao, mataste al Rey de los Hunos y firmaste un acuerdo con
ellos hace dos años. Por lo visto, estos hunos se han recuperado de
sus heridas y han olvidado el dolor. ¡De acuerdo!” El emperador dijo
enojado.
El rey no dijo nada, espoleó al caballo y arremetió contra los hunos,
su primer espadazo partió la cabeza de un huno a la mitad, parecía
un tigre embistiendo un rebaño. Invencible.
Cuando el carruaje comenzó a avanzar, Chen Yu vio a más de una
docena de hunos asesinados a ambos lados. El Carruaje fue forzado a
evadir y subió por el acantilado.
“¡Princesa Escondida! ¡Concubina Imperial Chen Yu! ¡Espérenme!
Ayúdenme.”
La voz se escuchó como un susurro, la princesa estaba pidiendo ayu-
da, su caballo había sido herido por los hunos y solo había podido
abandonarlo, iba corriendo tratando de alcanzar el carruaje y cinco o
seis hunos la perseguían.

213
Chen Yu le dio una palmada a Song Qing y le indicó que bajara la ve-
locidad para que la princesa pudiera subir al carruaje. Después de
todo, él y la princesa no tenían un pleito a muerte, si el tuviera una
sóla petición, sería que alguien más se acercara a salvarlo.
“¡No te preocupes por ella!”
Originalmente, Song Qing quería convencer a Chen Yu, pero de todos
modos se calló, proteger a la familia del Rey de Zhen Bei también era
parte de su deber.
Song Qing bajó la velocidad, la princesa vio que la iban a ayudar e hi-
zo su mayor esfuerzo por alcanzarlos mientras lloraba, su maquillaje
se había corrido y su cabello estaba desarreglado.
Viendo que los hunos estaban a punto de alcanzarla, Chen Yu se esti-
ró y la princesa agarró su mano por una pizca, se subió al carruaje
con mucha dificultad.
“Gracias, gracias por salvarme.”
La princesa estaba sorprendida antes de subirse al carruaje, sin em-
bargo, repentinamente, se dio la vuelta con sus ojos fieros y viciosos,
y empujó a Chen Yu del hombro.
Chen Yu estaba recostado en el costado del carruaje para jalar a la
princesa y fue empujado con fuerza detrás de ella.

214
62

El asesino de los hunos


(II)

Song Qing estaba cansado de lidiar con los hunos que los atacaban
por ambos lados, además de tener que manejar el carruaje. Cuando
se dio cuenta de que había movimiento detrás de él, volteó y Chen
Yu había desaparecido, solo había unos pequeños rastros a la orilla
del acantilado.
“¡No fui yo!”
La princesa explicó apresurada. “¡Se cayó el solo! Justo ahora, uno
de los hunos se acercó y ¡lo jaló! ¡No me culpes porque no se haya
sujetado bien!”
Song Qing ni siquiera podía creer lo que la princesa estaba diciendo.
Aunque estaba desesperadamente enojado, no podía cuestionar a la
princesa y quería saltar del carruaje para buscar a Chen Yu.
“¿A dónde vas?” La princesa lo agarró inmediatamente.
“¡Suéltame!” Song Qing le dijo enojado.
“¡No! ¡No te puedes ir! ¿Quién me va a proteger si te vas? ¿Quién es
más importante él o yo, que soy la princesa? ¡Apúrate y vámonos!
Los dos vimos que se cayó del acantilado, ¡ya no lo vas a poder en-
contrar!”
Song Qing apretó los dientes, el acantilado estaba cubierto de nieve,
incluso si abandonaba a la princesa para ir a buscarlo, no había for-
ma de que lo encontrara.

215
“¡Vámonos! ¡Los hunos nos están alcanzando! ¿Quieres que también
enterremos al muerto nosotros?”
Después de todo, los hunos carecían de un general y los guardias de
la Dinastía Jìng estaban bien entrenados. Arremetían y se resguarda-
ban, comandados meticulosamente por el Rey de Zhen Bei, enfoca-
dos en un solo enemigo. Los hunos eran atrabancados y poco a poco
perdieron a más de la mitad de sus hombres. Viendo la extensión de
la aniquilación, sin saber quién dio la orden, huyeron.
Ellos también habían perdido a docenas de hombres.
El rey no fue tras los hunos restantes y dejó a los guardias limpiando
el campo de batalla, él y el emperador inmediatamente fueron a
buscar el carruaje.
“¿Dónde está Chen Yu?”
El rey se apeó del caballo, solamente podía ver a Song Qing y a la
princesa parados al lado del carruaje.
“Este subordinado incumplió su deber.” Song Qing inclinó la cabeza y
se arrodilló.
“¿A qué te refieres con que incumpliste tu deber? ¿Hay algo malo
que este rey deba ver?”
La expresión del rey era más fría que el hielo y la nieve, su cuerpo
exudaba ira, especialmente con sus ropas llenas de sangre, parecía
un dios sanguinario.
“Mi Señor.”
La princesa se lanzó sobre el rey, abrazándolo y llorando pétalos de
durazno.
“Estaba tan asustada, casi me matan los hunos, pensé que nunca ve-
ría a Mi señor de nuevo. No puedes culpar a Song Qing, él sólo nos
216
protegió a mí y a la Concubina Imperial, además tenía que controlar
el carruaje. Cuando los hunos se acercaron, la Concubina Imperial
fue jalada por uno de ellos.”
Mientras la princesa hablaba, su cuello fue estrangulado por una
mano de hierro y los ojos del rey parecían haberse convertido en hie-
lo.
“Jalado por los hunos, ¿dónde está su cuerpo? ¿Eh?”
“Uh…”
La princesa estaba ahogándose, no podía respirar, su cara y ojos es-
taban rojos. Justo cuando pensó que el rey la mataría, la mano en su
cuello se relajó un poco y comenzó a jalar aire rápidamente.
“¡¿Cómo es que los hunos lo jalaron si iba dentro del carruaje?!”
“No lo sé, realmente no lo sé, Song Qing estaba abrumado en ese
momento. ¿Cómo lo iba a distraer? Parecía que había caído por el
acantilado, quería salvarlo, pero no pude hacer nada.”
El emperador dijo. “Xuanxiao, es inútil que te desahogues con Dai-
rou. Es mejor que lo busquemos rápido, tal vez Chen Yu no está
muerto.”
El rey aventó a la princesa y se puso a observar los rastros en la orilla
del acantilado, pero todo era un desastre. En ese momento, había
una fuerte nevada y muchas de las marcas ya habían desaparecido,
era muy difícil encontrarlas.
Incluso si Chen Yu había caído por el acantilado y milagrosamente
hubiera sobrevivido, ¿cuánto tiempo iba a poder soportar en ese lu-
gar donde el viento y la nieve congelaban todo?

217
63
¿Por qué todos lo protegen?

El rey mandó a todos a buscar y él tomó la delantera en el acantila-


do.
Este acantilado no era el más empinado de la montaña, pero la nieve
era muy espesa. Sin habilidades marciales, era prácticamente impo-
sible moverse, incluso los soldados de elite caminaban muy lento.
El rey había avanzado cuarenta o cincuenta pies y no veía ningún ras-
tro. Su cuerpo estaba cubierto de nieve, tapando las manchas de
sangre y respiraba un humo blanco que se desvanecía en el ambien-
te.
Sus manos temblaban ligeramente, no por el frío, su pecho estaba
lleno de una emoción indescriptible que era lo más doloroso que al-
guna vez había sentido.
La princesa tomó el calentador de mano de Chen Yu de adentro del
carruaje y lo abrazó con sus brazos, también se había puesto el abri-
go blanco de Chen Yu. Estaba esperando impacientemente, ¿cuánto
tardaría el rey en encontrar el cuerpo de Chen Yu? Una vez que lo
encontrara, el rey solamente la amaría a ella y se dedicaría sólo a
ella.
Los ojos del emperador se entrecerraron, observando la figura im-
ponente del rey contra el viento helado y de repente pensó en algo.
“Dairou, dime honestamente, ¿dónde fue que Chen Yu cayó?”
La princesa levantó la cara sorprendida, con desagrado apuntó hacia
otro lugar un poco más lejos.
“No lo recuerdo, probablemente por ahí.”
218
“Tú.” El emperador reprimió su enojo y le preguntó. “¿Por qué no le
dices a Xuanxiao?”
La princesa le preguntó con incredulidad. “Le digo al rey, ¿para que
vuelva a traer a esa mujerzuela barata a molestar mis ojos? Her-
mano, ¿no me has estado ayudando todo este tiempo? ¿Por qué
proteges a esa perra ahora? Sabía que ese espíritu zorro te había he-
chizado a ti también.”
“¿Tú lo empujaste?” El emperador le preguntó.
La princesa se había quedado sin palabras por un largo tiempo y so-
lamente pudo aventar el calentador.
“¿Qué si lo hice? ¡Lo aventé deliberadamente aprovechando el caos!
¡Desearía haberle cortado el cuerpo, haber bebido su sangre y comi-
do su carne! Si él está muerto, ¡todos somos felices! ¡No quiero vol-
ver a ver a ese espíritu zorro!”
¡Zas!…
La bofetada en la cara de la princesa resonó y ella se quedó un poco
aturdida.
“Mírate ahora, ¡Jun Xuanxiao se ha convertido en una musaraña de
ciudad! ¡Existe un código entre princesas!” El emperador suspiró.
Unas lágrimas resbalaron por la cara de la princesa y gritó cubrién-
dose la cara. “Hermano, nunca me habías pegado y ahora me gol-
peas sólo por ese perro esclavo barato.”
“No te golpeé por las tonterías que estabas diciendo.” El emperador
respiró hondo y respondió entre dientes. “Sino porque casi arruinas
mi gran plan.”
El emperador no quería explicar de más y se dirigió a la parte del
acantilado donde había apuntado la princesa.

219
La princesa estaba aturdida, llorando y refunfuñando. “¡¿Por qué a
todos les gusta ese espíritu zorro y lo protegen?! Debería ser conde-
nado, ¡es más barato que haya caído a su muerte de esta manera!”
El lugar por donde Chen Yu había caído era más peligroso. Afortuna-
damente, el emperador seguía teniendo una buena condición mar-
cial, si no hubiera sido incapaz de descender.
“¡Todos están locos! ¡¿Qué es tan bueno de esa criada barata?! ¡To-
dos tienen que buscarlo! ¡Regresaran con un cadáver a ver si pueden
disfrutarlo!”
La princesa estaba enojada y ofendida, regresó de mala gana al ca-
rruaje.
Cuando el emperador llegó al fondo del acantilado, ya se había he-
cho de noche, pero afortunadamente la nevada había terminado y la
nieve reflejaba un poco de luz.
El cabello negro como la tinta de Chen Yu sobresalía un poco de la
nieve. Cuando el emperador lo encontró al fondo del acantilado, to-
do su cuerpo estaba un poco cubierto de nieve, no podía ver si respi-
raba y pegó la oreja a su pecho para ver si podía escuchar sus latidos.
Incluso muchos años después, cuando el Rey de Zhen Bei recordaba
todas las cosas malas que había hecho en esos años, de la que más
se arrepentía era de que el emperador hubiera encontrado a Chen
Yu ese día en lugar de él.

220
64
Temperatura corporal

El acantilado era muy rocoso y el emperador no tenía la fuerza exce-


dente para subirlo de nuevo con Chen Yu, encontró una grieta en la
pared de roca y metió a Chen Yu.
Dentro de la cueva no golpeaba la tormenta y estaba un poco más
caliente.
El emperador recogió unas cuantas ramas y uso parte de sus ropas
para encender una fogata, todo esto lo había aprendido en el campo
de batalla junto a Jun Xuanxiao, habían encontrado incontables difi-
cultades y el emperador no había olvidado lo que había aprendido.
El cuerpo de Chen Yu estaba frío y, si no fuera por un débil pulso, el
emperador hubiera pensado que estaba muerto.
No tenía golpes, pero probablemente no había podido soportar el
frío y se había desmayado.
El emperador se quitó su capa y la colocó sobre Chen Yu, que estaba
lo más cerca del fuego posible. Sostuvo su mano y la frotó tratando
de calentarla un poco, pero el efecto era insignificante, entonces lo
abrazó cubriéndolo con sus brazos para dejar que se calentara un
poco.
Pensó en todos los métodos posibles, calentó sus manos e intentó
meter las manos dentro de su ropa, pero su mano se detuvo.
Después de todo, Chen Yu era un hombre. Ciertamente, cuando el
emperador lo vio por primera vez, su apariencia bajo la luna había
sido suficiente para sorprender al cielo y a la tierra, pero ahora el

221
emperador tenía la mente despejada, no le gustaban los hombres y
le desagradaba la idea de tocar la piel de uno.
“Lo estoy salvando y no tengo ningún otro pensamiento desviado,
¿qué más puedo hacer?”
Dudó por un momento, pero aun así metió la mano, debido a que el
contacto con Chen Yu parecía ser más agradable de lo que esperaba,
sin hablar del riesgo de vida y muerte, se sentía un poco asqueado.
Frotó repetidamente el cuerpo de Chen Yu y finalmente vio algunos
resultados. La temperatura corporal de Chen Yu estaba aumentando,
sus mejillas comenzaron a tener un poco de color y su respiración ya
no era tan débil.
Sintiendo su piel caliente, el emperador empezó a sentirse maravi-
llosamente. La piel de Chen Yu era suave y, aunque su cuerpo era
delgado, el emperador no se sentía disgustado.
Retiró su mano y se sorprendió de su propia reacción, sintiendo su
cuerpo tan cerca, parecía que sentía un verdadero interés por explo-
rar el cuerpo de Chen Yu. Le costaba trabajo deshacerse de esos
pensamientos, después de todo, la cueva estaba tan vacía que pare-
cía que no tenía ni ratones. Excepto por Chen Yu, el emperador no
sabía a donde más mirar.
El emperador hizo su mayor esfuerzo por distraerse pensando en lo
que había en la cueva, pero no podía evitar mirar la cara de Chen Yu.
El estado de Chen Yu todavía no era muy bueno, pero no estaba tan
pálido como antes y su respiración era normal.
El emperador, que estaba demasiado cerca de él, se sorprendió al
ver que la cara de Chen Yu no tenía ningún defecto. La gente común
tiene líneas delgadas y algunos tienen pequeños lunares negros, él

222
siempre encontraba algún tipo de defecto en las bellezas de su pro-
pio harén, pero Chen Yu no tenía ninguno.
La luz de la fogata bailaba en el rostro de Chen Yu y sólo lo hacía ver
más perfecto.
“Bien…”
Chen Yu frunció el ceño jadeando un poco y el emperador finalmen-
te sonrió relajadamente. En este ambiente, el sonido que Chen Yu
había hecho parecía un chirrido.
Las pestañas de Chen Yu se movieron y las sombras que producían
cubrieron sus ojos. No había despertado, solamente estaba incómo-
do y había hecho un pequeño sonido.
El emperador se dio cuenta de que el cuerpo de Chen Yu se había
puesto inusualmente caliente, sus mejillas estaban calientes y era
obvio que tenía fiebre por haber pasado tanto tiempo en el frío.
Chen Yu estaba enfermo y con fiebre, pero él se sentía frío y con es-
calofríos, estaba temblando y se había sentido incómodo, se giró y
abrazó al emperador acunándose en sus brazos.
Los movimientos inconscientes de Chen Yu, como si fuera un gatito
frágil con la cabeza arqueada, hicieron que el emperador se sintiera
agitado por un tiempo, no pudo evitarlo, se inclinó y lo beso.

223
65
No pude evitarlo

El emperador tocó la mejilla de Chen Yu ligeramente y su fragancia,


que prácticamente se había desvanecido, lo envolvió y lo dejó fasci-
nado.
Encontrándose con una cara tan hermosa, ¿qué importaba si era
hombre o mujer?
Chen Yu tenía tanta fiebre que su conciencia estaba borrosa, su boca
producía jadeos de vez en cuando y a veces se retorcía incómodo,
como si la primavera estuviera en su máximo apogeo, seduciendo a
cualquier persona.
El emperador estaba aturdido por un deseo maligno y cubrió los la-
bios de Chen Yu.
No pensó en nada más que tenía a esa belleza en sus brazos y su ins-
tinto lo llevó a probar esos labios rojizos.
Chen Yu estaba confundido y sentía su cuerpo a veces frío a veces
caliente, como si hubiera entrado en un manantial de agua medici-
nal, que le quitaba un poco el dolor.
El emperador no quería invadir la boca del otro, pero la pequeña
lengua de Chen Yu salió y comenzó a provocarlo, ansiosamente bus-
cando más placer. La mente del emperador parecía haber explotado
con fuegos artificiales, llegando hasta su corazón.
Una cosa maravillosa que nunca había poseído.
Su última pizca de razonamiento le hizo retirar sus labios, aunque no
quería admitirlo, su cuerpo se había negado a separarse, pero final-
mente se enderezó y sintió una respuesta.
224
Meditó sobre los principios de un corazón puro, si continuaba así, no
podría controlar ese deseo bestial.
“No me gustan los hombres.”
Su mente estaba confundida, en cuanto pensó en estar enredado
con las extremidades de un hombre, se sintió un poco enfermo y con
nauseas, pero cuando pensó que no sería tan difícil aceptar a Chen
Yu, realmente sentía deseo.
“Xuanxiao, Xuanxiao, realmente lo disfrutas y te desconectas con es-
ta belleza aturdidora.”
El emperador se rio impotente y sintió un poco de envidia, envidiaba
al Rey de Zhen Bei por ser capaz de disfrutar a sus hombres y sus
mujeres, todos a su disposición, pero él no podía hacerlo, era el em-
perador de la Dinastía Jìng, no podía tener ni una mancha.
Miró a Chen Yu, no podía evitar sentir lástima en su corazón. ¿Estaba
tan dispuesto a ceder a sus propios instintos? Incluso estando in-
consciente por la fiebre, su cuerpo estaba dispuesto a complacer a
otros.
¿Cómo había podido el rey verlo con ojos tan crueles?
Estaba pensando en los eventos que habían pasado los últimos días,
cuando Chen Yu abrió los ojos despacio.
Lo que vio fue la cara del emperador, Chen Yu estaba ansioso y furio-
so, ¿por qué lo estaba abrazando tan íntimamente? Si el rey lo viera,
se odiaría a sí mismo.
Chen Yu se quería levantar y empujarlo, pero se sentía demasiado
pesado, ni pensar en levantarse, no tenía la fuerza para levantar la
cabeza ni mover las manos, se quedó mirando al emperador.
“¿Estás despierto?”

225
El emperador estaba impotente, después de todo, no era médico. No
había tenido otra opción más que tratar de mantenerlo caliente, pe-
ro no esperaba que Chen Yu despertara, se sentía aliviado.
Chen Yu recobró un poco la conciencia, recordó que la princesa lo
había empujado del acantilado y el lugar donde estaban parecía es-
tar al fondo del acantilado.
¿Dónde estaba el rey? ¿Por qué lo había salvado el emperador? Se
sentía perdido, ¿acaso el rey lo había ignorado?
“¿Xuanxiao lastimó tu mano? Qué lástima, unas manos tan hermo-
sas.” El emperador dijo para sí mismo.
Chen Yu no quería escuchar al emperador, no importaba si estaba
lastimado o discapacitado, si al rey no le gustaba, ¿qué sentido tenía
ser perfecto?
El emperador tomó la mano izquierda de Chen Yu y comenzó a ob-
servarla con cuidado. Aparte de los huesos de la muñeca que se ha-
bían fracturado y curado hace tiempo, su dedo pequeño también pa-
recía tener una cicatriz que parecía un nudillo extra.

226
66
¿Qué se siente haber sido abrazado por el emperador toda la no-
che?

Durante toda la noche, Chen Yu se durmió repetidas veces y final-


mente despertó al amanecer, sólo para darse cuenta de que estaba
apoyado sobre el emperador, él se había quedado despierto toda la
noche sentado contra la pared.
Ciertamente ese hombre siempre decía locuras y había causado un
gran malentendido entre el rey y él, pero estaba en deuda con él
porque le había salvado la vida, no podía odiarlo.
Chen Yu intentó levantarse, sin embargo, después de casi congelarse
y no haber comido nada por casi un día completo, no tenía fuerza y
se desplomó en el instante en que se paró.
“No te muevas.”
Después de un poco de movimiento, el emperador abrió los ojos y
ayudó a Chen Yu.
“Yo te cargaré, Xuanxiao debe estarte buscando.”
Chen Yu estaba reacio y el emperador no pudo levantarlo, suspiran-
do.
“Si te niegas a dejarme cargarte, ¿cómo esperas que Xuanxiao sepa
que estamos atrapados en el fondo del acantilado? ¿Quieres ver a
Xuanxiao?”
Los ojos perdidos de Chen Yu recuperaron un poco de brillo, quería
verlo, incluso cuando estaba inconsciente había soñado que estaba
de regreso en la Residencia Shaohua del Palacio del Rey. Aún si el rey

227
nunca lo dejaba salir, él pensaba que era el lugar más seguro del
mundo.
“Ahora es el momento.”
El emperador sonrió. Él se sentaba sobre el trono y había tenido que
aprender a leer el corazón de cientos de personas, y supo cómo mo-
tivar a Chen Yu.
Los pasos de Chen Yu eran débiles y la nieve afuera no llegaba a sus
rodillas, su fuerza provenía del brazo del emperador alrededor de su
hombro.
Una figura corpulenta se alzaba a menos de dos metros de la entrada
de la cueva.
Era el Rey de Zhen Bei.
Aunque hubiera estado más lejos, Chen Yu hubiera reconocido su fi-
gura familiar. Estaba extático y se liberó del brazo del emperador, só-
lo quería correr hacia el rey, pero se tropezó con la nieve en los pri-
meros pasos que dio.
El rey bajó los ojos y miró a Chen Yu, no se movió e incluso su expre-
sión era tranquila. Si había alguna emoción, era de desdén.
Como Chen Yu se había caído, no vio la expresión de desprecio del
rey, parecía que su cuerpo se había llenado de energía. Se levantó
del suelo y corrió hacia él con una sonrisa en su rostro, pero real-
mente no podía correr y se tropezaba.
“¿Xuanxiao?” En el tono agradable del emperador se podía percibir
un rastro de sorpresa.
“¡Finalmente nos encontraste!” El emperador sonrió forzadamente.
“Anoche, primero encontré a la Concubina Imperial, estaba incons-
ciente y como he descuidado mis habilidades marciales, no tuve la

228
fuerza para subir el acantilado con Yu-er, así que afortunadamente
encontré una cueva para mantenernos los dos calientes, de otra ma-
nera nos hubiéramos muerto congelados. Ja, ja.”
‘¿Yu-er?’
Después de escuchar eso, un rastro de burla apareció en los labios
del rey, se habían vuelto tan íntimos después de una sola noche y
luego vio que Chen Yu llevaba puesta la capa del emperador, se po-
día imaginar cómo habían pasado la noche calentándose íntimamen-
te.
“¿El emperador está bien?”
“Estoy muy bien, es Yu-er…” El emperador parecía haberse dado
cuenta de que no era apropiado llamarlo así y cambió sus palabras.
“La Concubina Imperial estuvo inconsciente toda la noche y tenía
una fiebre alta. Probé todos los métodos y ahora quería buscar ayu-
da lo más pronto posible.”
“El emperador tuvo muchas molestias.”
“Eh, tú y yo somos hermanos y eres el pilar de la Dinastía Jìng, ¿có-
mo no iba a cuidar de los miembros de mi familia?”
En ese momento, Chen Yu había llegado en frente del rey, como ha-
bía hecho mucho esfuerzo comenzó a toser violentamente, sus ojos
se estaban obscureciendo y sus piernas no le respondían.
Chen Yu extendió su mano tratando de agarrar al rey, pero su mano
fue golpeada vigorosamente, Chen Yu estaba tambaleándose y el
golpe del rey fue tan fuerte que lo tiró en la nieve. Escuchó una voz
helada en su odio.
“¿Qué se siente haber sido abrazado por el emperador toda la no-
che?”

229
Chen Yu levantó la cabeza, su rostro estaba aturdido.

230
67
¿Había algún problema con dejarlo encerrado?

La Cacería de Invierno fue interrumpida por los hunos y la partida re-


gresó apresurada al Palacio del Rey.
Probablemente, la menos satisfecha era la princesa. Vio a Chen Yu
regresar vivo, como si fuera un fantasma, apuntándole por un largo
tiempo sin poder hablar.
“¡El destino de esta perra es tan grande que ni siquiera Dios lo acep-
ta!” La princesa estaba tan enojada que incluso olvidó maldecir.
Aparentando que nada había sucedido, el rey le ordenó a Song Qing
que lo llevara de regreso a la Residencia Shaohua, pero él nunca fue
a verlo, en cambio mandó a Bian XIV a que lo revisara.
Bian XIV no estaba muy feliz e iba murmurando todo el camino.
“Cientos de personas me han dicho que esta frágil belleza enfermiza
no puede revolcarse, ¿acaso Su Alteza no puede controlar sus nece-
sidades? ¿Para que lo llevó a un lugar lleno de hielo y nieve? Está
bien, ¿había algún problema con dejarlo encerrado? ¿Por qué me
trata como una clínica andante? ¿No sería mejor que me diera un lu-
gar para quedarme por más tiempo?”
Bian XIV refunfuñaba mientras revisaba al enfermo y molía las medi-
cinas.
“Oye, pequeña belleza, ¿qué otra incomodidad tienes aparte de la
fiebre? ¡Estás hablando!” Bian XIV se quedó sorprendido por un
momento. “Su Alteza está molesto y aburrido de ti.”
Chen Yu giró la cabeza a otro lado, no quería ver a ese loco.

231
Bian XIV estaba siendo más arrogante que de costumbre y tenía mu-
cha flojera de cuidar de él de nuevo, dejó el paquete de medicina y
estaba a punto de irse cuando una persona entró de repente en la
habitación. Bian XIV lo vio y saltó como si fuera un ratón que acaba-
ba de ver a un gato.
“¡Ah! Mi madre.”
El emperador agarró a Bian XIV que se había estremecido y había
tratado de correr a la puerta trasera.
“Pero si es el médico Bian XIV, ¿por qué huyes cuando me ves? ¿Te
voy a comer?” El emperador lo agarró del cuello de la ropa.
Bian XIV sonrió mecánicamente. “Bian XIV no ha visto al emperador
en años, ¿cómo está la salud del Emperador Dragón?
“Aún te importa mi seguridad, ¡no te he curado de tu crimen de mala
praxis y engaño!” El emperador no había levantado la cara del suelo.
“Ja, ja, ja.” Bian XIV actuaba inexplicablemente culpable. “Si el empe-
rador está bien, este médico se va a retirar primero.”
“¡Detente! Sólo vine al norte a patrullar. Después de llegar aquí,
también te vas a esconder de mí y vas a evitarme. ¡Veamos a donde
te vas a esconder hoy! Alguien en la capital me pidió que te diera
una carta.”
El emperador le aventó el sobre a la cara, Bian XIV soltó una risita de
repente, recogió el sobre y lo puso sobre la llama de una vela. Mien-
tras el humo verde se rizaba, el sobre se volvió cenizas en un instan-
te.
“¿Ni siquiera vas a mirarlo?”
El emperador estaba un poco sorprendido y parecía que esperaba
algo.

232
“Es un viejo con la cabeza pelona, me puedo imaginar las palabras
estúpidas que tiene que decir. ¡No quiero perder el apetito antes de
mi bocadillo de media noche!” Bian XIV apretaba los dientes mien-
tras hablaba.
El emperador no estaba enojado. “¿De quién estás hablando de esa
manera enfrente de mí?”
Bian XIV levantó una sonrisa aduladora. “Claro que no es contra us-
ted, Gran Emperador, como se atrevería este médico a desahogarse
con usted.”
“Él dijo que no importa si estás enojado, que regreses a la capital
porque te extraña mucho.”
“¡Ya deja el asunto!” Bian XIV estaba tan enojado que había brinca-
do. “¿Eso es lo que tenía que decirme? ¿Por qué no viene en persona
si realmente me extraña? Incluso si viniera aquí por su hijo, ¡sería
completamente inútil!”
Terminó de hablar y se fue como si tuviera fuego quemándole la es-
palda.
El emperador se quedó por un tiempo y le dijo algunas palabras a
Chen Yu, sin embargo, naturalmente, lo ignoró y tuvo que retirarse.
En cuanto el emperador dejó la Residencia Shaohua, se encontró con
Jun Xuanxiao.

233
68
¿Yu-er sigue siendo capaz de complacer adecuadamente?

“Xuanxiao, resulta que estas aquí, Bian XIV revisó a Chen Yu, afortu-
nadamente no está lastimado. Entra.”
El emperador sonrío tranquilamente, como si finalmente se pudiera
relajar.
El rey frunció las cejas, el tono del emperador era como si él fuera el
dueño de la residencia, Chen Yu fuera suyo y él sólo estuviera de visi-
ta.
“Tener el cuidado sincero del emperador es la mejor bendición de
Chen Yu.” El rey habló tranquilamente.
El emperador estaba sorprendido. “Xuanxiao, conozco tu naturaleza,
si tus propiedades fueran contaminadas las desecharías, pero Chen
Yu no es un objeto después de todo. Sé que Chen Yu y yo pasamos la
noche juntos, sin embargo, después de todo, lo que sucedió fue sólo
por la necesidad de la situación.”
“El emperador está pensando demasiado.” El rey lo interrumpió sin
parecer enojado e incluso le sonrió.
“Tú y yo somos como hermanos, la esposa y las concubinas son co-
mo ropa. Si al emperador le gusta Chen Yu, se lo daré. No sabía cuál
era tu posición al principio por eso dejé a Chen Yu encerrado en la
Residencia Shaohua sin mencionar mucho para evitar que los ojos
del emperador se mancharan.”
“¿Qué?”
El emperador no respondió por un tiempo, las cosas que Jun Xuan-
xiao valoraba siempre eran difíciles de conseguir, nunca lo había es-
234
cuchado rendirse de esa manera. Por un momento se sintió realmen-
te conmovido sin embargo, la actitud del rey no era clara, y el empe-
rador era impredecible. No entendía si lo que estaba diciendo era
sincero o deliberado.
“Ja, ja, ja, Xuanxiao, no te burles de mí.” Dijo solemnemente. “Los
caballeros no toman ventaja de otros, no creo que seas tan despia-
dado e inocente con Chen Yu, ¿por qué te molestas en decir esas co-
sas?”
El rey no contestó nada al respecto y simplemente comenzó otro
tema de conversación. “No vine aquí a ver a Chen Yu, estaba bus-
cando al emperador.”
“¿Oh? ¿Sucede algo?”
“Cuando vuelvas a la capital en dos días…” El rey habló y esperó un
momento. “Llévate a Dairou contigo.”
El emperador estaba sorprendido y dijo. “Xuanxiao, ¿estás decidido a
separarte de la princesa?”
“Acabo de decir que la esposa y las concubinas son como ropa.” Dijo
a la ligera. “Me temo que un día, no voy a poder evitar matarla.”
El emperador entrecerró los ojos y el enojo llegó desde su corazón,
el rey realmente era más temerario que los cielos, se atrevía a decir
eso enfrente de él.
“¿No entiendes cuanto le importas a Dairou?”
“Pensar que su cariño es inocente se debe a que la sigues viendo
como la hija más pequeña de tu familia, es común vivir en las maña-
nas y tardes, hay bastantes hombres atractivos en la capital con
buena posición que se interesaran en ella.”

235
El emperador no podía hablar y no tenía nada que decir, el Rey de
Zhen Bei le acaba de decir que le podía ceder a Chen Yu y ahora de-
cía que el amor era un chiste.
A fin de cuentas, el emperador solamente suspiró. “Después de tan-
tos años, ahora desprecias a Dairou, ¿no tienes piedad?”
El rey dijo con una voz profunda. “Incluso si no tuviera piedad, aun
así me gustaba su inocencia de cuando era joven, ahora está prácti-
camente gastada. La visita del emperador al Norte, ¿obtuvo lo que
quería?”
El emperador se congeló por un momento y sonrió. “¿Por qué Xuan-
xiao dice algo así?”
“Me he hecho cargo de los hunos casi toda mi vida, ¿de verdad el
emperador pensó que no puedo distinguir entre guerreros hunos y
guerreros de la Dinastía Han?”
El emperador se quedó paralizado.
“Pagar el precio de la vida de cien guardias por pasar una buena no-
che con Chen Yu, espero que después del entrenamiento que tuvo
con este rey, ¿Chen Yu fuera capaz de complacerlo? ¿Yu-er sigue
siendo capaz de complacer adecuadamente?”
El emperador entrecerró los ojos, sin sentir vergüenza por haber sido
descubierto. Resultaba que el rey había pensado que él había toma-
do a Chen Yu enteramente esa noche.
“Ja, ja, ja. El campo es hermoso y fragante, lleno de emociones, es-
toy naturalmente satisfecho.”

236
69
Perdido

Bajo las instrucciones del emperador, la princesa buscó al rey por


dos días seguidos, se disculpó después de confesar sus errores y se
arrodilló para confesarse en el salón de la Familia Real. El rey nunca
la recibió ni la miró y el emperador estaba furioso. Sin embargo, el
día de la partida del emperador a la capital, el rey no mencionó nada
acerca del divorcio.
“Hermano, ¿crees que Mi Señor me perdone?”
La princesa estaba parada al lado del carruaje y se limpiaba las lá-
grimas de mala gana.
Al ver la apariencia de la princesa abandonada por su amo, el empe-
rador se sintió preocupado y molesto, odiaba que no podía hacer
nada.
“Dairou, tienes que dominar tu carácter arrogante de ahora en ade-
lante. Después de todo, este palacio no es peor que el mío, las mon-
tañas son altas y los ríos están lejos. No puedo protegerte todo el
tiempo.”
La princesa asintió ausente y no se podía decir si había puesto aten-
ción o no.
“Si yo le importara más al rey, ¿para qué le causaría problemas a esa
perra?”
El emperador se molestó. “Si sigues haciendo esas tonterías, Xuan-
xiao me lo dijo a la cara, no tienes idea de lo que te puede pasar. Ni
hablemos de que te consienta, al menos pueden tratarse con respe-
to. ¡Tienes que ser más inteligente en el futuro!”

237
“¡Oh!” La princesa tarareó crasamente. “No me ayudaste de cora-
zón, no pudiste hacer que el rey sacara a esa perra de su corazón y
no se lo pudiste quitar.”
“¡Ojos de ratón!” El emperador le gritó demasiado flojo como para
explicarle. “Si haces lo que te digo, ¡No creo que Xuanxiao pueda to-
lerarlo!”
La princesa comenzó a llorar y se rio. “¡Hice lo que me dijiste!”
El emperador bajó la voz. “Las cosas que te di las debes guardar bien
y usarlas en el futuro.”
Llegó el año nuevo y Chen Yu permanecía encerrado. No se había re-
cuperado completamente del resfriado, tosía todo el día y tenía fie-
bre alta de vez en cuando. El médico había dicho que Chen Yu era
muy débil físicamente y, que una enfermedad normal para otras per-
sonas, era una enfermedad seria para él.
La víspera de año nuevo, el palacio estaba cubierto de linternas y
habían invitado a un malabarista de fuego, el cielo estaba lleno de
colores y la nieve se iluminaba, todos en el palacio habían recibido
más sueldo ese mes y estaban felices.
La residencia Shaohua estaba desierta, a excepción de un sirviente
que limpiaba el lugar, el rey había ordenado que nadie podía acer-
carse. Por lo tanto, cuando la gente pasaba por afuera, no se atre-
vían a acercarse mucho y al mismo tiempo miraban con ojos llenos
de envidia. Sabían que ahí vivía la Concubina Imperial, de la que el
rey gustaba mucho, sin embargo, desafortunadamente, esta belleza
enfermiza no parecía estar muy cómoda. Había seducido al empera-
dor durante la Cacería de Invierno y el rey los había descubierto, por
lo que el rey ya no la había vuelto a ver en lo absoluto.

238
Cada persona que hablaba al respecto mostraba asombró y aportaba
más rumores. Es una pena que los celos y el desprecio se encuentran
en todos lados.
Chen Yu se levantó de la cama, se puso las ropas blancas que eran
las favoritas del rey y se cepilló el cabello meticulosamente. Miró el
reflejo de su cara en el lavabo y vio que sus labios estaban secos, se
puso un poco de maquillaje para ayudar a verse un poco mejor.
Se puso su abrigo y estaba listo para salir cuando recordó algo, re-
buscó en todos los cajones y baúles, pero no lo pudo encontrar, des-
pués revolvió todos los demás lugares donde pudiera haber cosas
guardadas.
Chen Yu se veía cada vez más y más ansioso, sudando profusamente.
‘Mi pendiente de jade, obviamente no he buscado en el lugar correc-
to, lo traía puesto durante la cacería de invierno.’
Chen Yu intentó con todas sus fuerzas recordar cuando fue la última
vez que tuvo el pendiente de jade que el rey le había regalado, atado
a su cintura. Lo había usado el día que había escapado en la monta-
ña, después había estado enfermo por tanto tiempo que no se había
percatado que lo había perdido.
‘¿Lo habré perdido cuando me caí del acantilado?’

239
70
¿Cómo limpiarte si estas sucio?

“¿Que estás buscando?”


Song Qing estaba esperándolo afuera de la puerta y no pudo evitar
preguntarle.
Chen Yu estaba sentado sobre la cama frustrado y negó con la cabe-
za, no se atrevía a decirle a otras personas que había perdido el pen-
diente que le había dado el Rey de Zhen Bei.
Chen Yu no lo dijo y Song Qing no preguntó más, después de ver que
se arreglaba por mucho tiempo, adivinaba que es lo que iba a hacer.
“¿Estás listo para esperar a que te reciba y tratar de complacer al
Señor para que cambie de opinión?”
La expresión de Chen Yu se obscureció, ni siquiera se atrevía a pen-
sar que el rey pudiera cambiar de opinión, solamente quería tener la
oportunidad de explicarle claramente lo que había pasado. Si estaba
postrado en cama enfermo, el rey no querría verlo, ¿cierto? Al rey le
gustaba su piel por lo que ideó un método.
Algunas palabras se agolparon en la boca de Song Qing, pero las es-
condió, nunca decía algo que no debía. No podía esconder su cora-
zón, así como en la montaña, había accedido a enseñarle a montar a
caballo, pero sólo provocó más problemas. El resultado final era que
el rey no estaba feliz.
El rey realmente sabía que Chen Yu y Song Qing eran inocentes, sim-
plemente no le gustaba que se hubiera salido de sus obligaciones, de
otra manera el rey no hubiera dejado que Song Qing siguiera hacién-
dose cargo de Chen Yu.

240
Originalmente Chen Yu quería usar el pendiente de jade, con la espe-
ranza de que le recordará al rey que había un tipo de ternura entre
ellos y le diera la oportunidad de explicar. Ahora que el pendiente se
había perdido, no se atrevía a que otros lo supieran y solamente po-
día salir lleno de inquietud.
Lo que sorprendió a Chen Yu fue que el guardia afuera del estudio
del rey le dijo que tenía permiso de entrar.
El rey levantó la cabeza y no pudo evitar levantar las comisuras de su
boca inconscientemente.
“Parece que estas enfermo y a punto de quedarte dormido.”
Claramente, el rey era vanidoso, pero Chen Yu tenía la fortuna de
gustarle.
Chen Yu respiró profundo y caminó hacia él para recoger el pincel y
poder explicarle todos los malentendidos que habían tenido por un
tiempo, pero el pincel fue golpeado por el rey y cayó al suelo.
Parte de la tinta salpicó en la cara de Chen Yu, se apresuró a limpiár-
selo, al rey le gustaba su cara, por lo que no debía estar sucia.
Su mano fue dolorosamente detenida por el rey.
“¿Ya estas sucio? No importa cuanto lo talles, no vas a quedar lim-
pio.”
Chen Yu estaba sorprendido, si se tallaba de más y se quitaba el ma-
quillaje, el rey iba a darse cuenta de la mala complexión que tenía.
El rey estaba cerca de él, su dedo tocó la cara de Chen Yu y embarró
parte de la tinta a lo largo de su cara.
“Este rey realmente quiere arruinar tu cara para que no puedas se-
ducir a más hombres por todos lados.”

241
El rey si rio maliciosamente y Chen Yu se sintió mal, estaba aterrado.
“Si sirves bien a este rey, volverá a tratarte bien, justo como antes.”

El rey abrió los brazos, Chen Yu se tragó el miedo y puso una sonrisa
frívola y encantadora. Apoyó su mano en el pecho del rey y comenzó
a acariciar su cuerpo habilidosamente, la barba, la manzana de adán,
el amplio pecho, la cintura…
El rey cerró los ojos lleno de placer y dejó que Chen Yu lo complacie-
ra, esas manos parecían tener poderes mágicos, sabían cuando te-
nían que agarrar con fuerza y cuando tenían que ser tiernas.
Chen Yu desamarró las ropas del rey y retiró sus pantalones, dejando
solamente una pequeña capa de tela colgando de su cuerpo.
Chen Yu levantó la cabeza sólo lo suficiente para tocar la garganta
del rey, su lengua tocó ligeramente y el rey tarareó con placer.
Luego, Chen Yu bajó la cabeza y se dirigió a sus partes más sensibles,
desde los pectorales hasta el abdomen, haciendo su mejor esfuerzo,
desde una pequeña lamida hasta succionar sonoramente, utilizando
todas las lecciones que la anciana le había dado…

242
71
Enloquecido

La luz de las velas proyectaba sobre la ventana dos cuerpos enreda-


dos y fundiéndose violentamente por un largo tiempo.
“Yu-er… Yu-er…”
“¿De verdad amas a los hombres? Este rey te está dando placer, ¿es
suficiente para satisfacerte?”
“¡Solamente puedes recordar a este rey como un hombre en tu vi-
da!”
“En cuanto este rey pensó que pasaste la noche con el emperador,
¡desearía poder matarte!”
Cuando los sentimientos se derritieron, el rey gritó el nombre de
Chen Yu indiscriminadamente, mientras lo humillaba con tanta fuer-
za que era como si quisiera absorber completamente a Chen Yu.
“¿Te gustó lo que el emperador te hizo? ¡Este rey lo puede hacer
también!”
Chen Yu no podía ni siquiera escucharlo, había sido revolcado hasta
el cansancio, con una última penetración profunda y un gruñido del
rey, finalmente había terminado.
Chen Yu ni siquiera se dio cuenta cuando el rey se fue, simplemente
se quedó dormido.
Cuando Chen Yu despertó de una pesadilla, ya era medio día y esta-
ba solo en el estudio, tan silencioso como si lo que había pasado la
noche anterior era sólo una enloquecida alucinación.

243
Chen Yu estaba tan cansando que casi no sentía su cuerpo y regresó
a la Residencia Shaohua.
Cuando Song Qing vio la apariencia temblorosa de Chen Yu, supo lo
que había pasado la noche anterior.
“Vaya a refrescarse.” Song Qing dijo. “Sus ropas están todas sucias,
le ayudaré a limpiarlas.”
Song Qing vio los rastros blancuzcos en la ropa y sintió desaproba-
ción, también había unas preocupantes manchas de sangre.
Chen Yu agitó su mano con debilidad, indicándole que no era nece-
sario, ya no le importaba si sus ropas estaban sucias o no. Todo su
cuerpo estaba adolorido y cada movimiento le costaba mucho traba-
jo.
“¿El rey escuchó tu explicación?”
Song Qing se sentía triste, probablemente era porque no toleraba
ver a una persona tan perfecta torturada hasta un estado tan mise-
rable.
Chen Yu levantó los ojos y miró a Song Qing.
No, el rey no le dejó escribir nada, ¿cómo iba a tener la oportunidad
de explicar?
Pero Chen Yu había logrado su meta, el rey lo favorecía de nuevo,
indicando que todavía le gustaba su cuerpo. Mientras pudiera acom-
pañarlo, ya fuera como un noble criminal o como un esclavo mascu-
lino, ya no le importaba.
En cuanto a su dignidad, casi no quedaba nada, su última pizca de
dignidad le pertenecía al rey.
“Entonces, ¿qué sentido tiene que termine en esta condición?”

244
Song Qing se sintió agitado de repente y su tono fue más duro, Chen
Yu se sorprendió y después le sonrió. “Está bien, estoy bien.”
Song Qing miró su expresión y unas palabras aparecieron en su men-
te, se regocijaba en su dolor, él estaba encantado y veía al rey como
la razón de su existencia.
“Descanse, voy a ir a buscar al médico Bian.” Song Qing no quería
hablar más y se retiró.
El rey de Zhen Bei había pasado toda la noche de año nuevo en su
estudio y la más desilusionada fue la princesa, ella había esperado
que con el inicio del año, el rey fuera a la Residencia Liqing para
acompañarla. Había preparado una mesa especialmente para la oca-
sión, sin embargo, al final, él nunca llegó.
Después de investigar, resultó que Chen Yu había ido a su estudio y
había pasado la noche con él. La princesa estaba tan enojada que
rompió un jarrón francés invaluable.
“¡Adornos descarados! ¡Cosas baratas! Esta princesa no estaba lista
para lidiar con él, pero por lo visto, ¡extraña competir conmigo! ¿No
estaba enfermo? ¡¿Por qué el rey no lo cogió hasta la muerte?! ¡Es-
píritu zorro que pretende estar enfermo para evocar lastima y enga-
ñar al rey!... Shao Yao, ¡por favor tráeme a esa persona al palacio
pronto!”
Shao Yao dudó por un momento y le dijo. “Pero el emperador orde-
nó… no lo exagere Su Alteza Real.”
“Ya no puedo esperar más, si todo sigue así, ¡todo el palacio del rey
será dominado por esa perra barata!”

245
72
Yunmeng

El emperador recorrió apresuradamente cientos de millas de distan-


cia para llegar a la capital y llamó con urgencia a los generales de to-
do su territorio a una reunión secreta, despertándolos.
“He decidido revocar el poder militar del Rey de Zhen Bei y quitarle
su insignia militar.”
Los ministros estaban tan sorprendidos que se despertaron de inme-
diato.
“Emperador, no lo haga.”
La mayoría de los generales contestó al unisón, el emperador espe-
raba esta respuesta, él ya había comentado el tema con sus conseje-
ros, pero era muy escrupuloso, no se había decidido en ese momen-
to y lo había dejado en pausa.
“Emperador.” El Ministro Hu habló francamente. “Desde que Usted
ascendido al trono, el rey de Zhen Bei ha y sigue teniendo grandes
logros, defendió la ciudad del norte contra los Hunos, obligándolos a
firmar un tratado de paz de diez años. El Rey de Zhen Bei es indis-
pensable. La mayoría de las montañas y ríos de la Dinastía han sido
defendidos por él. Ahora que el emperador le quiere quitar el poder,
¿espera que los soldados se queden tranquilos?”
“Emperador, el rey es un hombre muy orgulloso. Al hacer esta
reunión privada para quitarle su territorio, ¡lo hace porque se siente
culpable!”

246
“¡Emperador! El Rey de Zhen Bei es muy poderoso, si el emperador
le quiere quitar su posición, el rey sospechará y no sólo desobedece-
rá el decreto sino que podría rebelarse con el ejército…”
Era justo porque el Rey de Zhen Bei era demasiado poderoso que
debía reducir su poder militar, ir reduciendo sus fuerzas paso a paso,
para poder sobrevivir.
“¿Cree que el Rey de Zhen Bei es tan tonto?”
“Si no es, ¿no está el emperador obligándolo a rebelarse? Si eso su-
cede, Corea, los Hunos, Dali y Persia aprovecharan la oportunidad
para atacarnos. La Dinastía Jìng está llena de problemas, internos y
externos, ¿quién calmará el descontento de la gente y recuperará al
Rey de Zhen Bei? ¿Usted?”
“El Rey de Zhen Bei es leal al emperador, siempre ha estado dedica-
do al emperador y ha soportado el frío desgarrador por muchos
años. ¿Por qué el emperador quiere reducir su poder militar? Si el
rey no está ahí, quien peleará en nombre de la Dinastía Jìng contra
los Hunos.”
Todos los generales hablaban en desorden y el emperador tenía do-
lor de cabeza. Excepto por uno o dos que defendían la posición del
Rey de Zhen Bei, la mayoría estaba de acuerdo en hacerse cargo del
problema que representaba el rey. El problema era que el rey no era
insignificante, ¿cómo podían arrancar a esta espina?
El emperador estaba cansado, sentado en el Trono del Dragón.
“Claro que recuerdo que Xuanxiao me ayudó a subir al trono y no sé
cuántas veces me salvó la vida en el campo de batalla. Él y yo somos
más que hermanos de sangre. Yo le di su territorio, le concedí la In-
signia de Tigre y le di a mi hermana para que se casara con ella. Entre
más poderoso se vuelve, yo solamente le debo…”

247
“Pero… he estado mucho tiempo sentado en este trono y ¡he ido
perdiendo el sueño poco a poco! En esta visita al territorio del Nor-
te…”
“Todos ustedes dicen que el territorio del norte es una tierra llena de
guerra y conflictos fronterizos, ja, ja… ¡Ranas!” Los ojos del empera-
dor mostraron miedo por un momento. “Desde que Xuanxiao se ha
hecho cargo de ese territorio, los comerciantes van y vienen, la gen-
te está feliz, la prosperidad de su ciudad no es menor a la de la capi-
tal. La gente de la ciudad se arrodillaba y me daba la bienvenida, ¡pe-
ro estaban silenciosos! ¿Cuantos en mi ejército están tan bien entre-
nados? La gente del norte solamente conoce al Rey de Zhen Bei co-
mo su amo y no conocen al emperador. Sólo tiene que levantar la
mano y ¡ellos responderían ondeando su bandera! ¿Cómo me puedo
sentir tranquilo?”
“No quiero ser un gobernante que sospeche de todo por naturaleza,
pero este Trono del Dragón, no me siento estable en él. ¡Tengo mie-
do que cada paso que doy puedo perderlo todo!... No me culpen por
ser mezquino, cúlpenlo por su prosperidad. Él me obligó…”
“Xuanxiao, Xuanxiao podía tolerar todo eso, pero… nunca debió ha-
ber hecho eso, ¡¿por qué esconder a una persona de Yunmeng?!”
Al escuchar las palabras persona de Yunmeng, la mayoría de los mi-
nistros jóvenes no lo entendieron. Sólo dos, nada amigables ancia-
nos, se cayeron de sus sillas.

248
73
Copiar libros

El enojo del emperador se calmó, sin embargo, tres días después, se


expresó por completo en la carta escrita en papel imperial que reci-
bió el Palacio del Rey de Zhen Bei.
El rey sólo le dio una mirada y la puso en el fuego. Un par de manos
cubiertas con una fragancia floral le rodearon la cintura desde atrás.
“Mi Señor, ya está muy avanzada la noche, ¿no está exhausto des-
pués de un día difícil? Este esclavo le ayudará a limpiar sus múscu-
los…”
El rey estaba disfrutando de una belleza voluptuosa, obviamente la
voz era de un hombre, pero sonaba más encantadora que la de una
mujer. Inesperadamente no le disgustaba, sus gustos realmente eran
variados y esas cejas estaban llenas de hermosura y polvo.
El rey lo agarró de la mano y lo giró violentamente para presionarlo
sobre la cama…

Chen Yu no había logrado recuperar la confianza del rey. En cambio,
había regresado lleno de moretones y se quedó dormido por un
tiempo. Cuando se sintió un poco mejor, se lavó y se cambió de ropa,
preparándose para reaplicar sus viejas habilidades, pero Song Qing lo
detuvo.
Estos días, Song Qing lo había detenido tres veces, dándole distintas
razones.
“El Señor no está en el palacio.” Le había dicho con rigidez.

249
Chen Yu inclinó la cabeza, ¿no había regresado aún? ¿Estaba ocupa-
do con asuntos militares? ¿O era que no quería verlo?
“¿Cuándo va a regresar?” Chen Yu gesticuló.
Song Qing no le contestó, no era bueno diciendo mentiras y prefería
quedarse callado.
“¿Me estás mintiendo?”
“No.”
Song Qing rápidamente lo negó, cuando vio que Chen Yu fruncía las
cejas, tragó un poco de saliva con dificultad.
“Si, él… él dijo que lo hace sentir infeliz, que tiene que copiar todos
los libros que habían estudiado antes. Eso contaría como su castigo y
podrá verlo cuando termine de copiar.”
Song Qing no pudo pensar en otro pretexto. Los libros que el rey ha-
bía llevado a la Residencia Shaohua, junto con sus escritos sobre sus
batallas militares, entrenamiento, etc. sumaban cientos de volúme-
nes. Serían suficientes para mantener a Chen Yu ocupado por un
tiempo.
Chen Yu frunció de nuevo las cejas y sonrió.
Eso estaba bien, solamente tenía que copiar los libros para poder ver
al rey.
Chen Yu había aprendido muchísimos caracteres y letras del libro del
Arte de la Guerra, vivía solo en una residencia enorme y nadie ha-
blaba con él. Había pasado tanto tiempo observando la mano del
rey, mientras escribía, que ya estaba familiarizado con ella. Si el rey
lo ponía a prueba, debía de corresponderle.

250
Chen Yu corrió al patio y agarró un puñado de nieve, la puso en la
base para la tinta y la derritió, estudiando la tinta con cuidado. Co-
menzó a escribir una pincelada a la vez.
Song Qing desvió la mirada. Como el rey era él que la había enseña-
do a escribir, su escritura era muy similar, pero las manos eran com-
pletamente diferentes, las letras del rey eran magníficamente vigo-
rosas, las de Chen Yu carecía de fortaleza.
Song Qing se sentía culpable, sabía que Chen Yu haría lo que fuera
sin dudarlo, ¿por qué tenía que engañarlo a hacer estas cosas que no
iban a servir para nada?
No quería quedarse en la habitación, tenía miedo de ser impulsivo y
no poder evitar decirle la verdad a Chen Yu.
Dos días después, aún no amanecía, Chen Yu abrazaba alegremente
una canasta y despertó a Song Qing. Se había arreglado un poco, po-
niéndose un poco de maquillaje, pero aun así no había podido cubrir
las ojeras alrededor de sus ojos.
Como ofrendando un tesoro, Chen Yu había puesto los libros en las
manos de Song Qing y le sonrió, sus ojos se curvaron como lunas y su
alegría irradiaba luz.
Después de dos días y dos noches sin dormir, Chen Yu había termi-
nado de copiar los libros sin cerrar los ojos ni una vez.
Sin que le hiciera gestos con las manos, Song Qing sabía lo que le iba
a decir.
He terminado de copiar, ¡llévame pronto a ver al rey!

251
74
Loto Rojo
(I)

Song Qing miró el rostro puro de Chen Yu y no pudo decir ni una pa-
labra por un tiempo.
“Su Alteza…”
‘Ha encontrado a alguien más.’
Song Qing casi lo dice, quería decirle que no esperara más, pero no
podía decirle algo tan cruel después de todo.
“Su Alteza… ha estado muy ocupado con asuntos militares última-
mente y vendrá a la Residencia Shaohua cuando tenga tiempo. No lo
moleste, sólo espere pacientemente.”
Chen Yu bajó sus ojos y se apagaron, después de un rato sonrió y se
sentó en las escaleras de piedra enfrente de la residencia, parecía es-
tar perdido en un sueño.
Era como si hubiera regresado al cuarto en el que había crecido de
niño, después de haber terminado su trabajo del día, se sentaba y
esperaba a su madre. Cuando a veces se robaba las sobras de la co-
cina, si tenía suerte, podía comer una cabeza de pescado o un huevo
hervido.
Se sentía igual ahora, excepto que ahora no se preocupaba por co-
mida y ropa, no tenía que buscar todo el día por un pedazo de comi-
da, pero se preguntaba si el rey había comido carne hoy. El rey no lo
trataba mal respecto a la comida.

252
Cuando era joven, lo único que quería era un pedazo de comida y
ahora, que era mayor, lo único que quería era al Rey de Zhen Bei.
Más tarde, Chen Yu se dio cuenta de que entre más rogaba por cle-
mencia, menos valía.

Nadie visitó la Residencia Shaohua, mucho menos el rey. Después de
dos días de espera, Chen Yu escuchó finalmente unos pasos.
Levantó su cara sorprendido, pero vio a un hombre lleno de flores y
ramas, lleno de maquillaje, un vestido colorido y una corona llena de
colores. Cuando lo vio por primera vez, pensó que era una enredade-
ra.
Conforme el hombre caminaba, su cintura y cadera se movían tanto
que dispersaba el olor de su maquillaje y perfumes.
Su rostro era bastante atractivo y Chen Yu estaba sorprendido, ¿por
qué es tan fascinante? Parecía una flor de loto en llamas.
Cuando este hombre vio a Chen Yu, se detuvo y se sorprendió por un
momento, luego sonrió coquetamente.
“¿Tu eres la Concubina Imperial de la que he escuchado?”
Esta persona no se alejó de él tímidamente, caminó directamente
hacia él y abrió los ojos con sorpresa, lo miró de arriba abajo mien-
tras lo estudiaba.
“Es increíble, este esclavo piensa que el mundo acaba de florecer
viendo a esta belleza por primera vez. Vaya, mira este pequeño ros-
tro, esta postura, el cabello… Si estuvieras en el establecimiento Qin
Huai, ¡todos pensarían que te robaste la carta roja de este esclavo!”

253
Chen Yu lo miró, resultaba que era un hombre y aunque su voz era
afeminada, aún lo pudo distinguir. A Chen Yu no le gustaba que lo
viera tan descaradamente, como si estuviera valorando un premio.
“¿Quién es él?”
Chen Yu le preguntó a Song Qing casi sin gestos y más inconsciente-
mente, pero Song Qing le podía entender básicamente.
“Sí.”
Song Qing dudo, no dijo nada y solamente observaba a esa persona
con precaución, dejando que hiciera lo que quisiera.
Eran una pena que ese nombre no supiera leer su actitud, se sentó al
lado de Chen Yu con una sonrisa y sostuvo su mano como si fueran
amigos cercanos por muchos años.
“Este esclavo se llama Hong Lian, Loto Rojo, y es el premio más po-
pular del establecimiento Qin Huai.” El Loto Rojo habló con orgullo.
“Este esclavo escuchó de ti desde que lo trajeron de Qin Huai,
¿aprendiste de una anciana para complacerlo? Vaya, eres una per-
sona maravillosa, incluso con quedarte ahí parado puedes hacer que
los hombres se enamoren. Si este esclavo compite contra ti, sería te-
rrible.”

Chen Yu retiró su mano, se sentía incómodo por todo el perfume que
emanaba.
“Es tan extraño, el rey arrumbó tu belleza en este lugar tan solitario.
Deberías trabajar en mi establecimiento…”
“¡Tú lárgate!”
Song Qing tenía miedo de que dijera alguna estupidez y su apariencia
andrógina lo hacía sentir muy infeliz.
254
75
Loto Rojo
(II)

“Si… este tío es tan gruñón.” Hong Lian se acercó a Song Qing.
“¿Quieres que éste esclavo te ayude a apagar tu fuego?”
Song Qing lo alejó con disgusto, como si hubiera sido manchado por
la capa de maquillaje de ese hombre.
No sabía porque, pero Song Qing pensaba que era como la princesa,
vicioso y malo. Song Qing no podía fingir, no podía ignorarlo y tratar-
lo con frialdad, pero cuando vio a Hong Lian por primera vez se había
sentido asqueado.
Cuando el Loto Rojo fue empujado a un lado, levantó las cejas y lo
despeinó.
“Si este tío no lo puede pagar, este esclavo le dará un sesenta por
ciento de descuento, ¿qué tal seiscientas hojas de plata? Ya sabes,
incluso a esos dignatarios y nobles, este esclavo les cobra mil. Como
al hombre del campo militar…”
Diciendo eso, los ojos del Loto Rojo miraron la entrepierna de Song
Qing, sus palabras eran frívolas y sus ojos estaban estupefactos.
Una espada que emitía una luz fría tocó el cuello del Loto Rojo.
“Si no te vas, ¡ten cuidado de que tu cabeza toque el piso!” Song
Qing habló con una voz profunda.
El Loto Rojo se quedó pasmado, le guiñó el ojo y volvió a sonreír, sus
dedos pálidos alejaron la hoja de la espada con gentileza.

255
“No hay nada malo en comprar y vender, ¿por qué este señor usa un
arma? Me asusta…”
Realmente no parecía asustado, se separó de Song Qing y regresó
con Chen Yu.
“Este esclavo fue invitado por la princesa para ganarse el favor del
rey, no puedes mirarme con desprecio. También le pido a la Concu-
bina Imperial que lo cuide.”
Chen Yu no sabía que hacer por un tiempo debido a su buena apa-
riencia. Este hombre era educado, pero lo que había dicho daba
vueltas en su cabeza.
Hong Lian se alejó moviendo sus caderas, pero Chen Yu lo agarró y lo
acercó a él.
Chen Yu lo miró y estuvo ansioso por un momento, sus gesticulacio-
nes eran bruscas.
“¿Qué estás haciendo?” El Loto Rojo no le entendía. “¿Quieres ser un
cliente de este sirviente? Pero tu cuerpo… Me gusta ser sometido
por mis clientes, pero si tienes suficiente dinero, no me importa ha-
cerlo de nuevo…”
“¡Cállate!”
Song Qing estaba tan enojado que se paró enfrente de Chen Yu, la
persona con la cara llena de maquillaje era descara y desalmada, no
le importaba decir cosas descaradas. Chen Yu se había sonrojado,
pero ya no podía escuchar nada.
El Loto Rojo estaba confundido. “No entiendo.”
Chen Yu era un joven exquisito, al observarlo a él y a Song Qing de
repente entendió.

256
“Oh, este esclavo entiende.” Hong Lian volteó a mirar a Song Qing.
No le había dicho acerca del Loto Rojo ¿cierto? Por eso esta extraña
belleza no lo reconocía.
Song Qing levantó las cejas haciendo un gesto intimidante, pero
Hong Lian no le puso atención en lo absoluto, solo pensó que tenía
cejas gruesas y ojos grandes. Resopló y soltó una risita.
“La princesa encontró el burdel de este esclavo para servir a Su Alte-
za, así que durante todos estos días, este esclavo ha estado en la
cama con el Rey. El rey es realmente intenso y había veces que este
esclavo no podía soportarlo en las noches. Este esclavo ahora tiene
dolor de espalda.”
El Loto Rojo se sobó la cintura e ignoró la mirada angustiada de la
persona enfrente de él.
“Y tú estás aquí sentado en los escalones, ¿estas esperando al rey?
Mira tus ojos lastimeros, el rey ha sido complacido cuidadosamente
por este esclavo y probablemente no se acordará de ti por un tiem-
po…”
Cuando terminó de hablar volteó a ver los ojos asesinos de Song
Qing, sacudió las caderas y se alejó, tarareando mientras caminaba.
“Al principio pensé que sería difícil lidiar con él, pero resulta que sólo
es un pazguato con una piel bonita. Que aburrido…”
Los suspiros de Hong Lian se podían escuchar a la distancia, como si
lo hubiera dicho deliberadamente para que Chen Yu lo escuchara.

257
76
Maquillaje pesado

Song Qing pensó que Chen Yu se iba a desmoronar, pero había sub-
estimado su voluntad. No lloró, ni fue a ver al rey y tampoco parecía
estar triste. Se levantaba todas las mañanas, desayunaba y se toma-
ba las medicinas, pero entre más tranquilo estaba, más preocupado
se sentía Song Qing.
Además, Chen Yu se la pasaba sentado en el tocador todos los días,
se cepillaba las cejas y se maquillaba. Siempre quedaba insatisfecho,
se lavaba la cara con agua y regresaba al tocador a aplicarse más
maquillaje. Poco a poco las capas iban aumentando y sus labios se
hacían más brillantes. Sus pestañas revoloteaban como mariposas
volando por todos lados.
“¡Deja de maquillarte!”
Song Qing agarró la mano de Chen Yu, no entendía cuál era el signifi-
cado de este maquillaje.
Chen Yu volteó a mirarlo y le sonrió. “¿Cuál es el problema? ¿No se
ve bonito?”
Song Qing miró su maquillaje pesado y era hermoso, pero la técnica
era mala, las cejas estaban disparejas y el rubor era excesivo. Parecía
un payaso con la cara pintada para un espectáculo, pero aun así no
podía ocultar sus rasgos faciales perfectos.
“¡No está bien!” Song Qing le dijo.
Chen Yu se sintió un poco desanimado, se había maquillado una do-
cena de veces, ¿cómo podía ser tan torpe? Ni siquiera podía maqui-
llar su cara. Antes la anciana le había enseñado como hacerlo, pero

258
estaba tan nervioso por la boda con el Rey de Zhen Bei que no había
puesto atención.
“Lo haré de nuevo entonces.”
Después de terminar sus gesticulaciones, hundió la cabeza en el re-
cipiente y se retiró todo el maquillaje.
“¿De qué te sirve imitar a ese hombre? ¿Estás dispuesto a reducirte
como él para que Su Alteza te vea?”
Estas eran las palabras más duras que Song Qing le había dicho. En
un impulso, aventó la caja de maquillaje al suelo, todo el contenido
se desparramó y el rubor se embarró en todo el piso.
Chen Yu se sorprendió por su repentina ira y olvidó por completo
terminar de limpiarse la cara.
“A Su Alteza… le gusta.”
Chen Yu pensó que al rey le gustaba ahora la apariencia amorosa de
Hong Lian, si se volvía como él, ¿el rey estaría dispuesto a montarlo
de nuevo?
Así que después de ver el maquillaje y el temperamento delicado y
encantador del Loto Rojo, Chen Yu se sintió humillado y comenzó a
practicarlo por su cuenta.
“Ese hombre depende de exhibirse para gustarle a los hombres, ha-
ría lo que fuera por el dinero y las joyas. ¡Ha venido al palacio porque
la princesa le dio doce mil platas de recompensa! ¿Quieres ser como
él?”
Cuando Song Qing pensó en la cara maquillada y la apariencia pre-
tenciosa de Hong Lian se sintió disgustado.
Resultaba que Hong Lian había venido al palacio sólo por la plata.
Chen Yu lo sabía, pero Hong Lian vendía su cuerpo por dinero y había
259
hecho mucho dinero en una noche. Chen Yu se entregaba gratis y
aun así el rey no lo quería, por lo visto valía mucho menos que Hong
Lian.
“Si Su Alteza cambia de opinión mañana, si de repente le gustan los
ciegos, ¿te vas a sacar los ojos? Y si pasado mañana le gustan las mu-
jeres, ¿te puedes convertir en una?”
El pecho de Song Qing subía y bajaba, no sabía por qué estaba tan al-
terado. Después de hablar, estaba molesto por su impulsividad y
sentía que había metido la pata.
Chen Yu pensó lo que le había dicho y gesticuló. “¿Sería muy difícil…
pretender que todo está bien como antes?”
Song Qing lo entendía, Chen Yu había nacido como un esclavo y se
había casado con el rey como un sustituto. Su mundo era tan peque-
ño que sólo existía el rey, por lo que su obsesión llegaba hasta su
médula.
“Tú… tú no necesitas hacer estas cosas por él.” Song Qing habló con
el corazón amargo. “Si el rey no te quiere, habrá alguien más…”
“Cierto… es de día, ¿para que cierran la puerta? ¿Quieren esconder
lo que están haciendo? Este esclavo tocó la puerta y si no abren, este
esclavo la abrirá por su cuenta…Ji, ji, ji”
Simplemente de escuchar la voz suave y alegre, sabían que era el Lo-
to Rojo.

260
77
¿Es cierto que el corazón de Su Alteza es sincero?

“¿Qué haces tú aquí de nuevo?”


Song Qing no escondió su disgusto, raramente trataba a la gente así.
Este hombre había sido obviamente contratado por la princesa, pero
iba a la Residencia Shaohua con más diligencia que a ver a la prince-
sa, era realmente desvergonzado.
“Cruzando la puerta para platicar.”
El Loto Rojo entró sin ser invitado y caminó con grandes movimien-
tos, sin importarle si era bienvenido o no.
“Su Alteza dijo que no era gran cosa, el rey no está en el palacio du-
rante el día y este esclavo esta aburrido, así que vino a hablar con al-
guien. La mayoría de las personas ignoran a este esclavo, por lo que
vino aquí, ¿el tío quiere tratar con este esclavo?”
Song Qing estaba frío y caminó dos pasos para alejarse de él.
“También sabes que la persona a tu lado quiere ignorarte.”
El perro colorado lo ignoró y Song Qing habló con desprecio.
“No me interesa ver si estos sirvientes pueden pagar por mi aten-
ción.” Hong Lian le gritó. “Si a este tío no le interesan los asuntos de
estos esclavos, hágase a un lado.”
“¿Qué pasa contigo?”
Song Qing bloqueó a Chen Yu como si lo estuviera protegiendo de un
ladrón.

261
“Demasiado entrometido, pero tío, está equivocado, el señor Chen
es su pequeña esposa o ¿por qué lo protege tanto? ¿Quiere que este
esclavo le pida al rey que te deje complacer al Señor Chen?”
La boca de Hong Lian era completamente libre y hacía enojar con
tanta facilidad a Song Qing, haciéndolo desear coserle la boca.
“Ji, ji, ji… Este esclavo le había ofrecido a este tío juguetear, pero te
asustaste. No te preocupes, este esclavo no le dirá al rey.”
El Loto Rojo se alejó de Song Qing y gentilmente flotó hacia Chen Yu.
“Señor Chen, no puedes salir por la puerta hoy, este esclavo está
muy aburrido. La princesa contrató a este esclavo para competir
contra ti, el resultado es que tú eres claramente mejor y perdí sin si-
quiera pelear. Después de todo, este esclavo es un hombre de nego-
cios honesto. Después de verte solo un poco, este esclavo se sintió
incomodo de aceptar esas hojas de plata.”
Obviamente, estaba regodeándose del sufrimiento del otro fingien-
do que actuaba decentemente, pero la verdad era que era insidioso
y astuto. Incluso le había confesado lo que le habían pedido que hi-
ciera y como lo había logrado, lo que era completamente sorpren-
dente.
“¿Lo has visto? Este es el anillo de jade que me dio el rey por servirle
placenteramente esta mañana.”
El Loto Rojo levantó su dedo gordo izquierdo y en efecto, había un
anillo verde esmeralda de buena calidad. Lo miró a contra luz y lo
disfrutó lleno de alegría.
“Este negocio de verdad vale la pena, ¿esto se podrá vender por
unos cuantos miles? Vaya, las recompensas del rey cuando se levan-
ta son equiparables a que este esclavo venda su trasero una docena

262
de veces… ¿Tienes algo así? Escuché que el Señor solía consentirte
exageradamente, ¿siempre te recompensaba con algo?”
El Loto Rojo preguntó con un tono descarado.
No, Chen Yu escondió su cara y estaba intentando hacer que no le
importara. Él no era como el Loto Rojo y no tenía la desvergüenza
para pedir por regalos.
El Loto Rojo se burló despectivamente. “Es cierto, eres mudo y no
podías usar tu boca para pedir una recompensa. El tiempo que estu-
viste con el rey no fue corto, ¿ni si quiera tienes alguna baratija de
valor? Seamos honestos, debes aprovechar cuando el hombre está
excitado, cuando la sangre abandona la cabeza del rey, lo que le pi-
das, ¡te lo da! Pero no puedes hablar y no sabes lo que es conseguir
algo valioso, incluso si te mataran, no serías capaz de gritar o llorar.
Al rey le gusta este esclavo…”
Chen Yu escuchaba mientras sus palabras se hacían más y más inde-
centes, pero no podía dejar de escucharlo. Tal vez él realmente era
muy aburrido, al rey le gustaban las cosas nuevas y despreciaba las
viejas, su imagen había sido fresca por un tiempo, pero ahora era
aburrida.
Hong Lian levantó las cejas de repente y dijo suavemente. “Oh, yo
sé, tienes un gran espíritu. ¿No podrías hacer algo tan bajo como pe-
dir una recompensa?”
“Entonces, ¿cuál es tu plan? ¿De verdad pensabas que el corazón de
Su Alteza era sincero contigo?”
El Loto Rojo se burló, como si hubiera escuchado el chiste más ab-
surdo del mundo.

263
78
Mente

“Sí.”
Chen Yu asintió y admitió que lo había dado por sentado.

Esa respuesta dejó a Hong Lian sin palabras y apuntó a Chen Yu con
su pequeño dedo.
“¿De verdad estás loco?” Hong Lian habló con desprecio. “¿No sabías
desde antes como era el rey respecto a sus relaciones románticas?
¿Cuál de esas mascotas masculinas o concubinas estaban muriéndo-
se por estar con él? Murieron una por una, ¿has visto alguna vez al
rey extrañar a alguno? ¿Crees que eres mejor que ellos?”
Chen Yu apretó sus manos y la fuerza en ellas podría verse desde sus
palmas que se habían puesto entre azules y blancas.
Pero…, pero el rey lo trataba diferente, él mismo dijo que le gustaba
e incluso incluyó su nombre en la genealogía, recordaba vívidamente
las palabras viviremos y moriremos juntos. No tardó mucho tiempo
en que el humo se disipara.
Las palabras del Loto Rojo eran una aguja que había perforado toda
la falsedad de Chen Yu.
Song Qing no se podía acostumbrar a la agresividad de Hong Lian y
dijo. “Saber si el rey es sincero depende de ti, que eres su esposo. Es-
ta perra…” Song Qing sintió que las palabras eran inapropiadas y se
detuvo por un momento. “De cualquier forma, gente como tú, ¿qué
saben de sinceridad?”

264
“¿Estas tratando de decir que esta perra está siendo cruel y sin chis-
te?”
El Loto Rojo se burló de sí mismo y sonrió con orgullo.
“Afortunadamente, el famoso dicho de este esclavo es que sólo el
dinero es confiable en el mundo… En cuanto a los hombres, ¡tam-
bién podrían ser una pata de cerdo estofada! De todos modos, si el
Señor Chen quisiera volverse un esclavo de nuestro establecimiento,
serías el mejor del mundo, este esclavo te promete convertirte en un
Buda…”
El Loto Rojo habló agitando su dedo. “Tu magnifico prestigio brillante
se ha dispersado, eres encantador, pero nada memorable.”
A Song Qing no le gustaba discutir con la gente, pero Hong Lian
siempre lo hacía enojar, era como una botella de vino fina, la marca
valía más que el contenido. Estaba tan sorprendido que se había
quedado sin palabras.
“¿Qué? Las palabras de este esclavo han entristecido a tu Señor
Chen, ¿te sientes mal?”
Song Qing suspiró enojado. “Si tienes tanto tiempo libre, podrías sa-
lir a la calle a buscar más clientes, no vaya a ser que el rey se aburra
de ti un día. ¿Cuál es el mérito de molestar a una persona impotente
aquí?”
“Este esclavo quiere…”
El Loto Rojo agitó su cabeza con orgullo, llamo a dos personas que
esperaban afuera y comenzó a señalar las cosas de la habitación.
“Esta mesa de tres patas… el par de jarrones Kong Cui… este orna-
mento de piedra, si a este esclavo le gusta, ¡ahora le pertenecen!”

265
El Loto Rojo ordenó que todos los muebles y adornos de la Residen-
cia Shaohua fueran retirados.
“¿Qué estás haciendo? ¡El Amo de estas habitaciones es la Concubi-
na Imperial! Sólo te has subido en la cama del rey unas cuantas ve-
ces y ¿te atreves a hacer esto?” Los ojos de Song Qing estaban
desorbitados.
“Si no fuera por la aprobación del rey, ¿cómo podría este esclavo ac-
tuar con tanta libertad? Su Alteza dijo, lo que sea que a este esclavo
le guste, lo puede mover a su habitación. Tío Song, ¿acaso tu autori-
dad es suficiente? ¿Puedes proteger a tu pequeño amo de eso?”
Como Hong Lian actuaba con el permiso del rey, miró a Song Qing en
silencio, se burló y siguió dando órdenes.
“También esas estufas para carbón, la habitación de este esclavo es
muy fría y no quiere enfermarse. ¡Llévenselas!”
Incluso las estufas de cobre que usaban para quemar carbón habían
sido retiradas. Claro que los primeros dos sirvientes no habían sido
suficientes, el Loto Rojo había llamado a más de una docena de per-
sonas y rápidamente vaciaron la Residencia Shaohua.
Cuando Chen Yu volvió en sí, la residencia estaba completamente
vacía, igual que su estado mental.
¿Era en serio? Esto era lo único que había atesorado y Chen Yu había
pensado que lo tenía asegurado. ¿Por qué todo había cambiado des-
de que el emperador había visitado el norte?
‘Debe ser que el rey realmente no vio mi corazón.’
Chen Yu de repente se dio cuenta de que tenía algo en las manos, se
levantó y corrió afuera de la Residencia Shaohua.

266
79
Desprecio de lo que uno más añora
(I)

Chen Yu caminó enérgicamente, casi corriendo, hasta el estudio del


rey donde le dijeron que había ido al Pabellón Bingxin. Lo que soste-
nía en sus manos sonaba un poco mientras se agitaba, pero Chen Yu
lo escuchaba claramente, su corazón latía como el de un conejo por
la emoción.
Chen Yu no conocía bien el palacio, cuando finalmente encontró el
Pabellón Bingxin, estaba empapado en sudor. Jadeaba muy rápido y
el aire helado entro en sus pulmones, le dolía y comenzó a sofocarse.
El rey estaba en el pabellón concentrado en una mesa con arena, esa
mesa simulaba un mapa.
Al escuchar los pasos apresurados de Chen Yu, el rey frunció el en-
trecejo y soltó unas banderas que tenía en la mano.
“¿Song Qing está cuidando bien de ti? ¿Cuándo te permitió este rey
andar corriendo por el palacio?”
Chen Yu sabía que no debía correr alrededor en contra de los deseos
del rey, pero como no quería verlo, solamente había podido encon-
trarlo de esa manera.
Chen Yu se acercó al rey.
“Tengo algo para ti.”
Chen Yu repitió sus gesticulaciones porque por el cansancio y los
nervios estaba siendo incoherente.

267
El rey no sabía que podía ser, levantó la ceja con elegancia, él era el
único que le había dado regalos a Chen Yu. ¿Qué podría darle? ¿Qué
cosa merecía que el viera? ¿Su cuerpo? Ya era suyo y, después de
que fue profanado por el emperador, ya no lo quería nunca más.
Chen Yu tomó la mano del rey y colocó solemnemente un pequeño
cubo en la palma, después lo empujó enfrente de los ojos del rey,
tenía los ojos llenos de esperanza.
Era como si dijera, mira, este es mi corazón, no me gusta el empera-
dor, tu nombre es el que está grabado en el frijol rojo.
Chen Yu no podía esperar a probar su valía con este modo infantil,
así como los frijoles del dado eran de un rojo brillante, así era su co-
razón sincero.
El rey sostuvo el exquisito dado y sólo lo miró. El jade blanco del da-
do estaba esculpido en pequeños cubos, que estaban unidos con un
hilo rojo, si no se observaban los frijoles con detalle no se podía ver
las letras.
“¿Qué quieres decir?”
La orilla de la boca del rey estaba llena de burla, le parecía ingenioso
aventar el dado y jugar con él.
Chen Yu se sintió desilusionado y entró en pánico. Si, esta es la tradi-
ción de mi tierra natal, Yunmeng. El territorio del norte estaba a mi-
les de millas de Yunmeng y era lógico que el rey no supiera de esta
tradición.
“Mi madre me dijo que la gente en nuestro pueblo grababan el
nombre de la persona que aman…”
Chen Yu gesticulaba enérgicamente, sin embargo, por un largo tiem-
po, su lenguaje de señas no era preciso. Entre más ansioso se ponía,

268
era más probable que fuera torpe y confuso, la mitad de lo que decía
no se entendía.
‘Mierda.’
El rey no tenía la paciencia para verlo bailar.
“Este tipo de tonterías infantiles, a este rey no le gustan y no le sir-
ven para nada.”
Aventó el dado por la ventana, cayó en la nieve y desapareció.
La sonrisa forzada de Chen Yu se quedó congelada en su cara y sus
pupilas se encogieron. Mientras el dado caía, era como si él también
hubiera caído de un edificio alto.
De repente, se dio la vuelta y corrió por las escaleras que salían del
pabellón. Se tropezó y su codo perdió un pedazo de piel, pero no le
importó en lo absoluto, corrió hacia la nieve como un loco, ridículo y
avergonzado.
La mente de Chen Yu estaba en blanco, sólo quería recuperar el da-
do, pero era casi del mismo color que la nieve y la pequeña parte ro-
ja del dado estaba cubierta. Era imposible encontrarlo a primera vis-
ta.
Chen Yu estaba ansioso, arrodillado y escarbando en el suelo bus-
cándolo, sin pestañear, por miedo a perderlo en una mirada. Sus
manos delicadas abrían la nieve, pero era difícil buscar pulgada a
pulgada.

269
80
Desprecio de lo que uno más añora
(II)

Era la transición del invierno a la primavera, el invierno en el territo-


rio del norte tardaba un poco más en terminarse y la nieve se había
derretido muy poco.
Las ropas de Chen Yu estaban empapadas en agua helada, sus rodi-
llas y uñas estaban cubiertas de lodo, el agua de nieve era helada y le
calaba el cuerpo. Chen Yu sentía que sus manos estaban siendo cor-
tadas por un cuchillo. Después de un tiempo, dejó de sentir el dolor,
pero sus manos estaban congeladas y se sentían muy tiesas.
‘Donde… Obviamente cayo en esta dirección…’
Chen Yu aspiró por la nariz y se limpió las gotas de sudor que se ha-
bían concentrado en su punta. Había estado mojado desde la Resi-
dencia Shaohua, pero ahora sus piernas y pies estaban adoloridos y,
habiendo corrido un poco, estaban llenos de sudor.
‘Realmente fue inútil… el lenguaje de señas no sirvió para nada, no
tiene la paciencia para leer mis tontos gestos torpes… Lo sabía, debí
de haber escrito la explicación primero… para que Su Alteza lo en-
tendiera…’
Chen Yu se culpaba a sí mismo, parecía que realmente no podía ha-
cer nada.
Los ojos de Chen Yu se encendieron de repente, había visto un pe-
queño punto rojo no muy lejos de sus manos. Se apresuró a agarrar
ese puño de nieve, había un pequeño destello bermellón, pero no

270
era el frijol rojo. Sin darse cuenta, los dedos de Chen Yu se habían
abierto por el hielo y goteaban sangre sobre la nieve.
Chen Yu aventó la nieve con decepción y se arrastró más para buscar
en otro lugar.
El rey se apoyó en el barandal y observó la actitud posesiva y enlo-
quecida de Chen Yu desde lo alto, buscando una y otra vez. Una par-
te de la nieve estaba cubierta de sus huellas y las marcas donde se
había arrastrado de rodillas.
El rey no estaba impresionado, regresó a la mesa de arena y colocó
una bandera en un punto del mapa.
Un cuarto de hora después, cuando el rey estaba a punto de retirar-
se, Chen Yu regresó apresuradamente para detenerlo.
Sostuvo el dado con el frijol rojo que acababa de recuperar y lo puso
en frente del rey.
Estaba manchado de agua lodosa y sangre de los diez dedos de Chen
Yu, se veía sucio.
Los dedos de Chen Yu estaban congelados y palpitaban, pero no sen-
tía el dolor.
Mirándolo, no había un solo espacio limpio, estaba lleno de agua lo-
dosa, incluso su cabello y su cara estaban cubiertos de mugre.
Pero debajo de las manchas estaba el rostro sonriente de Chen Yu,
con la sonrisa que usaba cada vez que le rogaba.
“Esto no es un juguete de niños, pase muchos días y noches graban-
do los frijoles rojos… por favor míralo, Jun Xuanxiao, las palabras que
tú me enseñaste…”
El corazón de Chen Yu estaba lleno de explicaciones, pero sólo podía
hacer sonidos raros con la boca, no se atrevía a intentarlo más,
271
cuando intentaba hablar de niño y hacia esos ruidos, todos se burla-
ban de él. Pero a estas alturas, Chen Yu ya estaba completamente
humillado y no le importaba si el rey se reía de él.
“Suficiente.”
El rey golpeó la mano de Chen Yu y el dado cayó al suelo, inmedia-
tamente se arrodilló para recogerlo, pero el rey lo pisó con un pie y
torció la bota.
¡Crac!…
Había una voz desgarradora en el corazón de Chen Yu, mientras el
frijol rojo era destrozado y se fragmentaba en varios pedazos.
“¡No vuelvas a hacer esto en el futuro!”
El rey terminó de hablar con una voz helada y se alejó del pabellón.
El frijol rojo había sido pisado con tal fuerza por el rey que rompió el
suelo.
Chen Yu estaba tirado en el suelo y trató de recoger los pedazos ro-
tos con sus manos, sin embargo, como los fragmentos eran muy pe-
queños, no los podía contener. Aventó sus ropas al suelo y los barrio
con las manos.
Abrió la boca, pero no podía hacer ningún sonido, sus rostro se re-
torció y su boca soltó un sonido sordo y bajo.
El rey se detuvo, aunque lo había visto soltar lágrimas, nunca lo ha-
bía escuchado llorar. Antes, cuando le había roto la mano o lo había
envenenado la princesa, nunca había llorado.
Resultaba que los mudos si podían llorar, pero era una acción bas-
tante peculiar.

272
81
Desprecio de lo que uno más añora
(III)

Cuando Song Qing encontró a Chen Yu, estaba arrodillado en el piso


y sus ropas estaban enrolladas formando un saco. Una mano prote-
gía el saco y la otra estaba agarrando el suelo.
“¿Qué estás haciendo?”
Song Qing estaba sorprendido al ver que todos sus dedos estaban
llenos de coágulos de sangre.
“Hermano Song.” Chen Yu levantó la cara y gesticuló. “El frijol rojo
ha desaparecido.”
“¿Qué?”
Song Qing había entendido los gestos, pero no entendía el significa-
do de el frijol rojo ha desaparecido.
“Lo perdí.”
Chen Yu se sentó sobre sus rodillas lleno de desesperación y bajó los
ojos.
“Si lo pierdes, lo pierdes y ya, lo compras de nuevo.”
No es posible.
Chen Yu agitó la cabeza con terquedad y la volvió a enterrar en el
suelo, buscando cualquier fragmento del frijol rojo que pudiera ha-
ber ignorado.
“Regresa a la residencia primero, yo lo encontraré por ti.”

273
Chen Yu se negó, pero Song Qing no lo dejó seguir encaprichado, lo
cargó y lo llevó de regresó a la Residencia Shaohua. La persona sobre
su espalda no se resistió mucho, sólo se agitó un poco y Song Qing
pensó que lo había lastimado.
En el camino de regreso a la residencia se encontró con Hong Lian, el
Loto Rojo agitó la cabeza con una sonrisa burlona.
“Vaya, a plena luz del día en el Palacio del Rey, se atreven a compor-
tarse de esa manera, ¿no tienen miedo de que el Señor los vea?”
El Loto Rojo levantó un abanico y se rio. “¡Váyanse!”
Song Qing no se veía bien.
Hong Lian se detuvo por un momento, pero Song Qing se había ale-
jado rápidamente, sin haberlo siquiera mirado. EL Loto Rojo miró a la
persona en su espalda y pisoteó con enojo.
Después de regresar a la Residencia Shaohua, Song Qing preparó el
agua caliente y dejó que Chen Yu tomara un baño y se limpiara, pero
ya no le importaba si estaba limpio o no.
Después del baño, Song Qing llevó un recipiente de cobre para lim-
piar el lodo y la sangre de sus uñas con un cepillo, los diez dedos es-
taban igual. Sus manos estaban completamente congeladas, con mo-
retones azules y morados, y tenían muchas heridas. Chen Yu no se
movía y no sabía que estaba pensando.
Después de aplicarle medicina en los dedos y envolverlos en un pe-
dazo de tela, le hizo gestos incómodo.
“¿Qué pasó con mis cosas?”
“Las escondí en un baúl de ropa.”
Song Qing no entendía que los dados habían sido pisoteados hasta
hacerlos polvo y pensó que todavía había algo que se podía hacer.
274
Probablemente tenía algo que ver con el rey y lo que había pasado
en el Pabellón Bingxin, pero Song Qing no lo sabía.
Chen Yu abrió el saco que había hecho con su ropa y lo apoyó en su
almohada, estaba aturdido…
‘Frijoles rojos crecen en las tierras del sur, cuando llega la primavera
crecen algunas de sus ramas, espero que puedas recolectar algunos
más, estas cosas son de lo que uno añora más.’
Su madre le cantaba el poema en una voz queda, lo que era muy
agradable, comúnmente lo utilizaba para ayudarlo a dormir y estaba
completamente familiarizado con ella. Lamentablemente, no la po-
día cantar, sólo podía seguir el ritmo con la mano.
Su madre le había dicho que en Yunmeng abundaban esos frijoles ro-
jos, que los hombres y mujeres de ahí los usaban para hacer dados y
grabar el nombre de la persona amada, y que la otra persona se
enamoraría de ellos.
Chen Yu no sólo había grabado el nombre en el frijol rojo sino que
también en su corazón.
Cuando su madre le enseñó cómo hacerlo, le dijo que los enamora-
dos se volverían dependientes uno del otro, pero su madre no le di-
jo, ¿qué pasaba cuando una de las partes no estaba interesada?
¿Qué podía hacer?
Chen Yu se sentía perdido, su corazón estaba vacío, era como si ha-
bía perdido algo.
Aún en la noche helada, se levantó en la noche y quería regresar al
pabellón, pero estaba muy lejos y no recordaba el camino. En su in-
quietud, terminó caminando hacia el estudio del rey, que era el ca-
mino más familiar que conocía y podía recorrerlo incluso con los ojos
cerrados.

275
El estudio estaba completamente iluminado, como si fuera de día y
la sombra de dos figuras se dibujaba en la ventana, la de arriba se
agitaba violentamente y la de abajo estaba retorciéndose y jadean-
do.

276
82
Acechando

Los gemidos de Hong Lian eran muy buenos, cuando el rey se intro-
ducía profundo parecía que cantaba y cuando el rey aumentaba la
velocidad, sonaba como un ave. Siempre cooperando con el humor
del rey.
Chen Yu no sabía cuánto tiempo llevaba ahí parado, su cuerpo esta-
ba adormecido y los cantos en el interior se detuvieron con las últi-
mas embestidas.
La voz del Loto Rojo se escuchaba perezosa y con un poco de ron-
quera.
“Mi Señor, este esclavo vio a la concubina imperial hoy, se veía tan
perdido. ¿No se siente mal por él?”
“Pfff.”
La respuesta del rey no fue positiva y había hecho algo que hizo que
Hong Lian gritara.
“¿Señor eres bueno o malo?...” La voz del Loto Rojo era inestable.
“Después de todo, era tu favorito, eres tan cruel. ¿No estas interesa-
do en lo más mínimo en él?”
“¿Te sientes feliz molestando a este rey?” El rey le preguntó.
“Ah, claro que no, este esclavo no puede esperar para tener al rey
sólo para él, pero…, pero el rey no es familia de este esclavo, igual
que la Concubina Imperial que es mucho más atractivo que este es-
clavo, ¿no tenía ojos sólo para él apenas ayer? El día que el rey se
aburra de este esclavo, ¿no será eso muy triste?”

277
“Tienes mejores habilidades que él.”
El Loto Rojo se rio con vergüenza y dijo coquetamente. “Este esclavo
no lo cree…”
Chen Yu ya no quería escuchar sus susurros sonrojados, pero escu-
chó la voz helada del rey.
“Si no fuera porque es atractivo, ¿cómo habría podido mantener a
este rey excitado por un tiempo y nombrarlo Concubina Imperial?”
Chen Yu se detuvo y, por un tiempo, no sabía si irse o quedarse.
“¿Qué? ¿El rey se arrepiente?” Le preguntó Hong Lian.
“El arrepentimiento no es suficiente, pero el hecho de que este rey
no lo castigara por su engaño, ya es por si sólo excepcionalmente
amable.”
El Loto Rojo le preguntó. “Este esclavo escuchó que la Concubina
Imperial realmente no es la Dama Chen, ¿sino un sustituto?”
“Era originalmente un esclavo mudo en la Residencia del Magistrado
Chen. Ya era claramente la bendición de tres vidas que hubiera esca-
lado hasta a la cama del rey, hacía sentir a este rey renovado. No lo
maltrataba, pero siempre estaba inquieto. En frente del emperador,
mostró su verdadera cara, pero este rey ya lo había nombrado la
Concubina Imperial. Pero no aún no estaba satisfecho. Oh, si no fue-
ra por su cara tan excepcional, este rey ya lo habría mandado a hacer
trabajo manual hace mucho tiempo.”
Chen Yu se sintió tan pesado que sentía que no podía mantenerse
parado y tuvo que agarrarse del barandal.
Todas sus dudas habían sido resultas. Resultaba que en el corazón
del rey, él siempre había sido un esclavo inferior, delirante e inquie-
to, y había tratado de seducir al emperador para escalar de posición.

278
“Entonces, Mi Rey, ¿le gusta este esclavo más o prefiere a Chen Yu?”
“En este momento, naturalmente me gustas más.”
Chen Yu ya no escuchaba las palabras del rey y Hong Lian.
Sus mejillas estaban rojas y se sentía completamente avergonzado
de sí mismo, los cambios de actitud del rey explicaban todo desde
hace mucho tiempo, era sólo su delirio pensar que podía hacer que
el rey cambiara de opinión para que lo dejara continuar siendo la
Concubina Imperial y así disfrutar de la gloria y la riqueza.
¿Qué podría ser más vergonzoso que estarlo acechando?
Cuando Chen Yu corrió de regreso a la Residencia Shaohua, Song
Qing lo estaba esperando ansioso en la puerta.
“¿A dónde fuiste?”
Song Qing se sentía aliviado de ver que estaba sano y salvo.
“Hermano Song, ¿debería mudarme a otro lado?”
Chen Yu tomó un respiro para calmarse y comenzó a empacar sus
cosas. De hecho, no había nada que empacar, casi todo lo que tenía
se lo había dado el rey.

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83
Despedido

Después de que Chen Yu huyó a la Residencia Shaohua, en el estu-


dio, el rey ya había agarrado al Loto Rojo y lo había puesto debajo de
él, pero de repente se detuvo y miró hacía la obscuridad del exterior.
“¿Qué pasó Mi Señor?”
Hong Lian ya estaba excitado y deseándolo, sus largas piernas esta-
ban agarradas alrededor de la cintura del rey y tomó la iniciativa de
acercarlo.
“Nada, retírate.”
El rey se levantó, se puso su bata y Hong Lian se vistió sorprendido.
Inexplicablemente fue expulsado del estudio por el rey.
Chen Yu arregló su equipaje varias veces, sacando y metiendo ropa.
Song Qing no pudo detenerlo y, esa misma noche, se mudó a la ca-
baña para la leña que estaba en el patio trasero de la Residencia
Shaohua.
De alguna manera, Chen Yu se quedó dormido en un tapete de paja
y sintió como si todo el polvo que se había levantado, finalmente se
hubiera asentado. Durmió muy profundo, Song Qing lo llamó varias
veces y ni siquiera el sonido chirriante de la puerta no lo despertó.
La Residencia Shaohua no tenía sirvientes, la limpieza la hacían los
subordinados de Song Qing. Pero este día, incluso el ayudante había
sido excusado, Chen Yu lavó todas sus ropas y limpió las ventanas de
la residencia, más diligente que cualquier sirviente, el piso estaba re-
luciente y la nieve del patio había sido paleada por él.

280
Song Qing se dio cuenta de que siempre estaba tratando de distraer-
se, las ropas que acababa de tender eran lanzadas a la tina una y
otra vez para tallarlas y limpiarlas. No había nada que hacer. Des-
pués de permanecer sentado por un rato, volvía a llenar la tina de
agua y comenzaba a limpiar de nuevo cada esquina de la residencia.
Song Qing estaba preocupado. Veía una pequeña sonrisa en el rostro
de Chen Yu, no lo había visto relajado por mucho tiempo y parecía
que estaba más tranquilo cuando estaba ocupado haciendo cosas.
Lo miró mientras recogía el hacha y se ponía a cortar madera, sin
embargo, como no tenía mucha energía, después de varios golpes ya
no pudo seguir, en cambio, estaba sudando.
“Ya no hagas estos trabajos.”
Song Qing le repetía esto una y otra vez, pero Chen Yu no lo escu-
chaba.
Cada noche, Song Qing se aprovechaba cuando se quedaba dormido
para reemplazar los vendajes de sus manos, las heridas en sus pal-
mas no sólo no mejoraban sino que, por el congelamiento, estaban
llenas de ulceras y cicatrices. Además, sus manos estaban remoján-
dose todos los días mientras trabajaba y las costras de las heridas
que se estaban curando se cuarteaban de nuevo, varias partes ya
habían quedado cicatrizadas horriblemente.
Como Song Qing iba repetidas veces a pedirle medicina al médico
Bian XIV, todos comenzaron a sospechar que no era muy bueno tra-
tando pacientes. Si había comenzado solamente con unas heridas
pequeñas y dolor, ¿por qué se había extendido tanto el tratamiento?
Song Qing solamente se preocupaba de no despertarlo mientras le
aplicaba la medicina. Después de unos días, se dio cuenta de que
dormía demasiado, tal vez estaba muy cansado por todo el trabajo
que hacía durante el día.
281
Después de poco tiempo, Chen Yu había hecho todo el trabajo nece-
sario en la Residencia Shaohua varias veces y ya no encontraba que
más hacer. Entonces fue a buscar a la jefa de sirvientas para pedirle
algún trabajo. Llenas de asombro, al principio no se atrevían a ha-
blarle a alguien que estaba en una posición tan alta y no se atrevían
a darle el trabajo pesado.
Más tarde, conforme se fueron acostumbrando a él y se dieron
cuenta de que estaba dispuesto a hacer el trabajo pesado, incluso los
más sucios como levantar las heces de los animales, las sirvientas se
burlaban de él en secreto mientras le dejaban los trabajos más pesa-
dos. Después de todo, si el tonto estaba dispuesto a hacerlo a pesar
de las dificultades, ellas estaban felices de dejarlo.
Chen Yu gastaba mucha energía y no comía tan bien como antes. Iba
a la cocina de los sirvientes todos los días, pedía las sobras y se lle-
naba con eso, parecían ser más deliciosas que los preciados vinos
que había probado antes. El cocinero era una buena persona, siem-
pre le preparaba una porción y a veces agregaba un pedazo gordo de
cola de pescado.
Cada noche, cuando Chen Yu regresaba al calor del fuego de su cuar-
to, anotaba algo en un libro. Song Qing no sabía que escribía, sólo
una vez lo abrió en secreto y vio que sólo era un conteo de líneas ho-
rizontales y verticales.
Song Qing solamente veía su complexión, que había sido delgada
desde el principio, pero ahora era tan delgada como una hoja de pa-
pel.

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84
Cliente favorito

“Resulta que estas escondido aquí siendo feliz, por eso este esclavo
no podía encontrarte tan fácil.”
Hong Lian había ido a la Residencia Shaohua varias veces , pero no
había visto a Chen Yu ni una de esas veces y había pensado que Song
Qing estaba escondiéndolo. Más tarde, después de preguntar a va-
rias personas, se había enterado de que Chen Yu se había mudado a
la cabaña para leña.
Después de contárselo a la princesa, la princesa estaba tan feliz que
había saltado de su diván elegante. Había hecho caso a las adverten-
cias del emperador y se había quedado recluida en la Residencia Li-
qing, no había buscado problemas porque todavía temía que el rey
se deshiciera de ella. Sin embargo, después de esperar por tanto
tiempo, era lógico que se sintiera tan sofocada, al escuchar las noti-
cias sobre las malas condiciones de Chen Yu, se rio con ganas, se pu-
so sus nuevos guantes hechos de piel de sable y salió a buscarlo.
“¡Ja, ja, ja! ¿Cuánto tiempo pensaste que el rey te consentiría? Pasó
lo mismo que con las otras concubinas baratas. Concubina Imperial,
no seas arrogante, esto no es suficiente. ¡La retribución está por lle-
gar!”
La princesa caminó por la cabaña destartalada y vio que todo estaba
completamente ordenado y limpio. En la esquina del cuarto, junto a
la ventana, había un tapete de paja para dormir. Todo era muy sim-
ple, pero estaba limpio.
Chen Yu no se había percatado de la presencia de la princesa y entró
con la madera recién cortada, la comenzó a acomodar al lado de la

283
chimenea, sin embargo, como la torre de madera ya era muy alta y
no alcanzaba, tomó una escalera y la movió para terminar de apilar
los leños.
La princesa se molestó cuando vio su gesto aburrido y pateó la esca-
lera, pero como puso mucha fuerza, en lugar de darle a la escalera
golpeó su propio pie.
“Tsss…”
La princesa gritó de dolor. “Aún sin la protección del rey, ¿te atreves
a jugar conmigo?”
La princesa estaba muy enojada, tomó el palo para lavar la ropa que
estaba al lado de ella y trató de golpearlo, pero recordó las palabras
del emperador y todavía no estaba segura de cómo reaccionaría el
rey. ¿Realmente ya no sentía nada por Chen Yu? No podía seguir las-
timando a su enemigo si eso implicaba que sólo se lastimaría a ella
misma.
“Un esclavo sigue siendo un esclavo ¡Mira! ¡Este lugar es perfecto
para ti! Chen Yu, al final, yo gané.” Había una sonrisa sombría en el
rostro de la princesa. “Las mascotas anteriores del rey que cayeron
de su gracia, ¿sabes cómo murieron?”
Chen Yu había escuchado los rumores, había pensado que moriría en
la cama del rey, pero ahora probablemente sabía que le iba a pasar.
“Hablando de eso, aquí se colgó una de ellas.”
La princesa levantó la cabeza y apuntó a lo alto de la escalera. “Esta
es la posición, parecía que era una cantante, tenía una buena gar-
ganta. Había engatusado al rey con acciones mañosas y hablaba mal
de esta princesa enfrente de él. Cuando se colgó, sus ojos se le salían
de las cuencas y ordené que le cortaran su amorosa lengua, ¡a ver si
así podía seguir quejándose con el rey!”

284
“Ja, ja, ja, pero puedes estar tranquilo, a ti no te mataré tan rápido.
¡Tú eres al que más odio! Crees que te dejaría morir fácil, ¿no sería
demasiado mezquino para ti? ¿Te gusta hacer el trabajo de otros?
Shao Yao, trae las ropas sucias de los moradores de la Residencia Li-
qing y no dejes que la cocina le prepare comida, su dieta sólo puede
ser basada en sobras, ¡de acuerdo a las reglas de los esclavos bara-
tos!”
“La concubina Yang Wei estuvo muy reacia a dormir en este cuarto
por mucho tiempo.” Se cubrió la nariz con disgusto y se marchó.
El Loto Rojo estaba apoyado en la puerta y lo observaba sonriendo.
“¿Por qué no sigues a tu amo?” Song Qing le preguntó con los ojos
entrecerrados.
“Ella no es la dueña de este esclavo, sólo mi empleadora.”
Song Qing dijo con indiferencia. “Las personas parecidas se encuen-
tran y se agrupan, ¿tú fuiste el que llamó a la princesa?”
“…” Hong Lian sonrió agarrándose las manos. “Si, ¿tienes algún pro-
blema? Este esclavo y la princesa somos personas comunes, igual
que tú, es sólo tu pequeño Yu-er quien es puro y perfecto.”
“Este esclavo lo admira mucho. Escuché también que, ¿la Concubina
Imperial y el Emperador habían pasado una buena noche juntos? Es-
te esclavo se siente demasiado humilde como para atreverse a acos-
tarse con el emperador.”
“¡Claramente sabes que eso es un rumor! ¡Es una maldad hecha por
la princesa! Tu lengua es una calamidad, ¡te iras al infierno después
de que mueras!”
Song Qing estaba tan enojado con Hong Lian que no sabía cómo
maldecirlo.

285
“Burlón de mierda.”
El Loto Rojo le mostró una sonrisa amplia. “Este esclavo es maestro
del burdel Qin Huai, ya está condenado al infierno una vez que mue-
ra. Tío Song, ¿te importa recordar que el pequeño Yu-er se ha acos-
tado con el rey? Y al mismo tiempo se acostaba con el Emperador,
¿te molesta que aún no haya estado contigo? Si yo fuera tú, hace
mucho que lo habría poseído, sin embargo, ¿quieres pretender que
eres un caballero y actúas con cariño? Pequeño Yu-er tal vez a ti te
gusta que sean rudos, pero al parecer el tío Song es un inútil.”
La cara y las orejas de Song Qing estaban rojas. “¡No tienes vergüen-
za ni dignidad! ¡Lárgate!”
“No lo haré.” El Loto Rojo se sentó en el tapete de paja. “A este es-
clavo le gusta ver a la gente trabajar, como en este momento, el
maestro Chen Yu se ve bien. Maestro Chen Yu, tú lo entiendes me-
jor, entre más decentes pretenden ser más depravados son. ¡Debes
cuidarte del tío Song!”
Chen Yu solamente lo miró de reojo, pero su mente estaba comple-
tamente en el trabajo que estaba haciendo.
Song Qing apretó su puño e inhaló profundamente.
“No tienes por qué generar problemas entre nosotros.” Song Qing se
enderezó. “No tengo miedo de ti salpicando agua sucia.”
“Este esclavo está ayudando al rey a vigilar, para que sus subordina-
dos y sus mascotas no hagan nada en este pequeño cuarto.” Hong
Lian levantó sus piernas y se recostó en el tapete.
“¡Irracional!”
Song Qing se dio cuenta de que a este tipo de personas había que ig-
norarlos, entre más discutía con él, más emocionado estaría.

286
Shao Yao siguió las órdenes de la princesa y realmente regresó con
dos sirvientas que arrojaron una montaña de ropas sucias enfrente
de Chen Yu, él las aceptó.
“¡No las laves! Están avergonzándote deliberadamente, ¿no te das
cuenta?”
Claro que sabía, los esclavos de la Residencia del Magistrado solían
darle trabajo de más a su madre y su madre simplemente lo hacía,
éste era su deber.
Chen Yu estaba dispuesto a hacerlo, de otra manera estaría abusan-
do de la bondad del rey, sentiría que le debía demasiado y sólo podía
pagarle trabajando más.
“¡Yo te ayudaré!”
Song Qing se sentó a su lado, pero Chen Yu se mantuvo firme, no lo
pudo convencer, pero no podía soportar verlo trabajar masoquista-
mente.
“Yu-er, querido pequeño, no lo puedo tolerar.”
El Loto Rojo, que estaba desparramado en el tapete, sacó un puñado
de semillas de girasol. Se escuchó un pequeño sonido y luego una
cascara fue escupida lejos del tapete
Ya avanzada la noche, Chen Yu tendió las últimas piezas de ropa de
la Residencia Liqing en el palo de bambú.
Song Qing se dio cuenta de que los brazos de Chen Yu temblaban in-
voluntariamente mientras lo curaba, cuando le aplicó la medicina vio
que sus manos se habían remojado completamente y estaban en
carne viva, era una imagen realmente impactante.
“¿Qué? ¿Terminó de lavar?”

287
El Loto Rojo se despertó de su siesta y vio a Song Qing sosteniendo la
mano de Chen Yu mientras le aplicaba un ungüento y luego le sopla-
ba a las heridas para aliviar un poco el dolor.
“Si, es muy tarde, este esclavo no se ha refrescado aún. Pequeño Yu-
er, como te gusta trabajar, ¿podrías ayudar a este esclavo con un re-
cipiente de agua caliente? Este esclavo quiere remojar sus pies, po-
bre de mí, después del día de hoy, este esclavo esta exhausto.”
Song Qing miró a Hong Lian y, antes de hablar, Chen Yu ya se había
levantado, Song Qing sabía que no servía de nada tratar de persua-
dirlo.
“¿Qué es lo que quieres?” Song Qing apretó los dientes y le pregun-
tó.
“¿Eh? Claro que quiero molestarlo.” Hong Lian entrecerró los ojos y
dijo. “A menos que tío Song quiera ser un invitado de este esclavo
toda la noche.”

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85
Convocar

Por casi un mes, la Residencia del Rey parecía haberse deshecho de


la concubina imperial y había añadido un obscuro esclavo mudo. Al
principio fue muy codicioso y acaparó la mitad del trabajo sucio de
todo el palacio, se había puesto tan delgado que parecía un palo de
bambú a punto de caerse de sólo tocarlo, aun así, parecía que tenía
una fuerza interminable.
Después de que terminó de doblar la ropa que le habían enviado a
lavar hoy desde la Residencia Liqing, comenzó a organizar su cuarto.
“Bueno, no hay nadie aquí.”
El Loto Rojo entró contorsionándose al cuarto seguido de un hombre
y Chen Yu reconoció a la persona que iba detrás del él, lo había visto
en el estanque de aguas termales, se llamaba Sun Lao.
“Concubina Imperial.”
Sun Lao lo saludó con una reverencia y su cara parecía leal y honesta.
Chen Yu inclinó la cabeza de forma desacostumbrada y pensó que
probablemente el nombre de Concubina ya no lo escucharía en el fu-
turo.
“Su Alteza le ordenó a este sirviente que viniera por usted y lo lleva-
ra al valle, donde lo está esperando.”
¿Esperándome a mí?
Chen Yu recordaba esas aguas termales del valle, llenas de bruma. En
ellas, se había encontrado con el rey una vez y se había entregado a
él completamente. Habían pasado solamente unos cuantos meses

289
desde que habían estado juntos en esas aguas, pero se sentía como
si eso hubiera pasado hace diez años.
El rey, de repente quería verlo en esas aguas, ¿acaso había recorda-
do la alegría que sentía cuando estaba con él?
Resultaba que Chen Yu también quería ver al rey. “Vamos.”
Después de terminar de hacer gestos se dio cuenta de que Sun Lao
no lo estaba mirando y Song Qing no estaba, así que tuvo que recu-
rrir a Hong Lian.
El Loto Rojo estaba disfrutando su nueva decoración de uñas y agitó
sus manos impaciente. “Dijo que si, apúrense y váyanse.”
Sun Lao hizo una reverencia y lo guió hacia afuera.
Chen Yu tomó el bolso que contenía los fragmentos de su dado, lo
apretó contra su pecho y siguió a Sun Lao hasta la puerta trasera del
palacio. Se le hizo extraño que lo llevaran por la puerta trasera, ¿se-
ría el camino más corto? O tal vez, ¿el rey lo ordenó así para que no
fuera visto por extraños?
Sun Lao tenía listo un carruaje con un caballo e invitó con sinceridad
a Chen Yu a subir, espoleó al caballo y comenzó a avanzar apresura-
do.
Chen Yu solamente había salido del Palacio del Rey una vez antes,
escondido en el carruaje del rey e igual había sido cuando la noche
estaba muy avanzada. Era imposible que supiera que el camino que
estaban recorriendo no llevaba al estanque de aguas termales.
Hong Lian se quedó en el cuarto de Chen Yu por un rato, husmean-
do, pero no encontró nada de lo que esperaba y salió decepcionado.
De repente, caminó hacía las habitaciones de la Residencia Shaohua,
todas las habitaciones habían sido saqueadas excepto por el cuarto

290
original de Chen Yu. Caminó arrastrando los pies, esculcando por to-
dos lados, pero no encontró nada de valor.
“Su Alteza favoreció a Chen Yu por un tiempo, ¿cómo puede ser que
no tenga cosas de valor? ¿Dónde estará la joyería y los regalos?”
Sus ojos cayeron en el baúl de ropa de Chen Yu.
“Ahí deben de estar.”
Efectivamente, todas las joyas de Chen Yu estaban ahí, Chen Yu no
se las había llevado y los ojos de Hong Lian brillaron.
“Realmente hay tontos en el mundo que no aprecian la riqueza, es
un esclavo barato.”
El Loto Rojo agarró joyas de todo tipo, adornos para el cabello de ja-
de y aretes de oro, y se los guardó todos en el pecho. Mientras se
preocupaba sobre si el rey se molestaría si lo descubriera, pero ob-
viamente, Chen Yu no le diría a nadie.
“¡Hay tanta riqueza que podría abrir tres burdeles!”
Mientras Hong Lian se atascaba de joyas, pensando en cómo dirigiría
a un grupo de prostitutas para entretener a los clientes y disfrutar
sus sueños dorados, vio algo enterrado hasta el fondo del baúl.
Era una estatua de jade, los ojos de Hong Lian brillaron con avaricia.
La textura de esta estatua era rara y exquisita, era jade Hetian, pero
no representaba a un Buda Guanyin, sino a una belleza.
Las cejas, boca y nariz, ¡eran claramente las de Chen Yu!
El Loto Rojo abrió la boca lleno de sorpresa, no se atrevía a robar es-
to, nadie en el mundo se atrevería a comprarlo y seguro lo delata-
rían.
El Loto Rojo sentía tanta envidia que babeaba y se sonrojó.

291
Ese día en que el rey le había regalado un anillo de jade y lo pavoneó
en frente de Chen Yu para presumírselo, no tenía la mínima idea de
que, ¡a Chen Yu le había dado una estatua de jade tan grande!
Comparado con esa estatua, ¡su anillo de jade era simplemente un
juguete con el que los méndigos jugaban! Se sentía tan humillado
por haberlo presumido con tanto orgullo en frente de Chen Yu.
“No es que Song Qing sea un tonto, resulta que este esclavo no es
suficiente para tentarlo. ¡Este esclavo ha perdido contra la belleza
humillantemente de Chen Yu! La felicidad entre amos y sirvientes es-
tá rota, ¿cierto?”
Hong Lian se sentía más y más avergonzado.
“¿Qué estás haciendo?”
La repentina voz hostil asustó a Hong Lian, se cayó del baúl y la esta-
tua de jade casi se estrella en el suelo.
Song Qing sabía que estaba haciendo, bastaba con ver la condición
del baúl. Un collar de perlas rojas todavía colgaba del borde. Su cora-
zón se sintió lleno de desdén y estaba seguro que le estaba robando.
“¿Tu ordenas a este esclavo?” El Loto Rojo estaba molesto por ha-
berse avergonzado a sí mismo.
“Bueno, yo estoy a cargo de la defensa del Palacio del Rey, ¿real-
mente quieres probar como se siente ser un prisionera del palacio?”
Bajo la amenaza de Song Qing, Hong Lian sacó de mala gana todo lo
que se había guardado en las ropas y lo puso de regreso en el baúl,
listo para irse.
“¿Dónde está la Concubina Imperial?” Song Qing preguntó.

292
“¿Cómo va a saber este esclavo? ¿No tienes a alguien vigilándolo
siempre? ¿Cómo? ¿Has perdido a tu pequeño amante?” El Loto Rojo
volteó los ojos.
“¿Me vas a decir o no?”
El Loto Rojo agarró las manos de Song Qing. “El estanque de aguas
termales tiene a un sirviente llamado Sun Lao, él se lo llevó diciéndo-
le que el rey quería verlo. A mi parecer está perdidamente enamora-
do de Chen Yu y ¡no lo va a compartir contigo en el futuro! ¡Deja de
estar delirando!”
“Sun Lao.”
Song Qing repitió el nombre en silencio, él conocía a todos en el pa-
lacio. De pronto recordó, Sun Lao había sido convocado a la Residen-
cia Liqing y, después de eso, se había comportado de forma extraña.
La princesa lo había mandado de regreso rápidamente al estanque
de aguas termales.
El rostro de Song Qing cambió de repente y agarró a Hong Lian de las
ropas.
“¡¿Tú lo trajiste aquí?!”
“Tío Song, incluso aunque quieras poseer a este esclavo, no seas tan
ansioso.”
Hong Lian se encontró con la mirada asesina de Song Qing y sintió un
escalofrío en su cuello, no se atrevió a decir nada más para provocar-
lo. “Este esclavo sólo se lo encontró en el camino a la cabaña de le-
ña.”
Song Qing aventó al Loto Rojo y salió apresurado de la Residencia
Shaohua. ¿Por qué el rey había convocado a Chen Yu a las aguas
termales tan tarde?

293
86
Fuga

La princesa, que se había criado en el Palacio Imperial y con su tem-


peramento, no deseaba otra cosa más que mantenerse pegada al ca-
lor del fuego en estos días fríos. Pero este día, de pronto quería ir a
la montaña del oeste, Xishan, y convenció al rey para que fueran a
ver las flores de primavera.
Dairou, que por lo general no adoraba a Buda, decidió comer en el
templo de Xichan. Después de escuchar los rezos, perdió el tiempo
hasta que se hizo de noche para regresar al palacio junto al rey.
La princesa levantaba la cortina del carruaje de vez en cuando, como
si estuviera esperando por algo y, a una milla del foso del palacio, fi-
nalmente vio lo que había esperado.
“¿Qué? Mi Señor, hay otro carruaje ahí, va bastante rápido. ¿Cómo
es que sale hacia Xishan tan tarde? ¿Estarán yendo a adorar a Buda
también?”
La princesa estaba apuntando al exterior del carruaje y hablaba en
un tono casual, el rey tenía un ojo agudo y vio el emblema del Pala-
cio del Rey en el carruaje.
“Es un carruaje del palacio.”
“¿Del Palacio del Rey? ¿Acaso Su Alteza ordenó que alguien fuera a
Xishan?”
El rey negó y la princesa se sorprendió.
“¡Rápido! ¡Detengan el carruaje!”

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Chen Yu estaba sentado dentro del carruaje y había empezado a es-
cribir en unos pedazos de papel, contando con que si veía al rey no
debía tratar de comunicarse con gestos que sólo lo desesperaban.
“Hablar con…”
El carruaje se detuvo de repente y los papeles en las manos de Chen
Yu casi se caen.
Un carruaje más grande estaba obstaculizando el camino y la prince-
sa bajó de él caminando lentamente.
“¿Quién eres del palacio? Apúrate a presentarte ante el Amo y arro-
díllate.”
“El sirviente Sun Lao saluda a la princesa.”
Sun Lao se había vuelto diligente de repente.
“¿Sun Lao? Mi Señor lo conozco, realmente es un asunto relacionado
con el Palacio Real. Hace un año, como siempre tenía las manos y
pies fríos, se me entumecían y tuve que venir al estanque de aguas
termales. Ahí fue donde lo vi.”
La princesa habló hacia el carruaje grande y luego dijo con sospecha.
“No estás en tu puesto de las aguas termales a media noche, ¿a qué
viniste aquí?”
“Este esclavo va camino a Xishan, como lo ordenó el Señor.”
Sun Lao se limpió el sudor de la frente.
Chen Yu estaba más confundido cuando escuchó eso, ¿no iban ca-
mino a las aguas termales? ¿Acaso Sun Lao lo había llevado a una in-
tersección?
“¿Cuándo te dijo este rey que fueras a Xishan?”

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La voz imponente sonó desde adentro del carruaje y Chen Yu vio al
rey asomándose por la cortina.
“Resulta que este rey viene de Xishan, ¿por qué Sun Lao me mintió
diciéndome que iba a estar en las aguas termales?”
“No debes salir.”
Chen Yu había guardado sus hojas de papel y estaba a punto de salir
cuando Sun Lao volteó la cabeza para detenerlo, pero había sido un
ademán claramente destinado a que la princesa lo viera.
“¡Sun Lao! ¡¿Quién más se está escondiendo en el carruaje?!” Dijo la
princesa. “Si no sales, ¡serás castigado por traición!”
Chen Yu no tenía la intención de esconderse por lo que salió y, como
el rey estaba ahí, se podía despedir de él ahí mismo.
“¿Concubina Imperial?”
La princesa abrió la boca por la sorpresa.
“Chen Yu…”
El rey se veía muy mal, ¿qué hacía Chen Yu con Sun Lao? ¿A dónde
iban en el carruaje tan tarde en la noche? Chen Yu tenía un bulto en
sus manos que dejaba más claro el hecho de que quería escaparse.
“Yu-er, ¡te dije que no bajaras del carruaje!”
Sun Lao estaba asustado y preocupado, quería empujar a Chen Yu
de regreso al carruaje.
¡¿Yu-er?!
Cuando el rey escuchó esas palabras, sus pupilas se achicaron y sus
cejas estaban completamente fruncidas. Chen Yu también estaba
sorprendido, los dos no estaban familiarizados entre ellos, ¿por qué
lo llamaba de esa manera?
296
“¡De acuerdo! Sun Lao, ¡tú y Chen Yu están escapando mientras Su
Alteza y yo no estamos en el Palacio!”
La princesa habló halagadoramente y su cara estaba llena de enojo.
“Concubina Imperial, ni siquiera sé cómo está la situación entre tú y
Su Alteza, sin embargo, ¡ya te enredaste con Sun Lao! ¡Pensé que
eras una persona con integridad! Quería ignorar todas las señales,
sin embargo, ¡nunca pensé que harías algo tan vergonzoso!”
La princesa los terminó de condenar llena de convicción.
El rostro de Chen Yu estaba pálido, no había tratado con mucha gen-
te en su vida, no entendía cómo funcionaba la sociedad y no tenía la
más remota idea de que hubiera tantas intrigas en el mundo. Final-
mente había entendido que el rey no lo había convocado en lo abso-
luto y no era una coincidencia que se los encontrarán en el camino.
“Concubina Imperial, no me culpes por no darte una oportunidad y
echar en cara tus pecados. Si no tienes un amorío con Sun Lao, sola-
mente explícalo en voz alta, Su Alteza no es una persona irracional y
puedes decir si te he calumniado.”
Las manos y pies de Chen Yu estaban fríos, ¿cómo iba a poder expli-
car? ¿Por dónde empezar? Ciertamente se había subido en el carrua-
je de Sun Lao y parecía que estaba listo para viajar lejos, Sun Lao no
lo había secuestrado ni amenazado.
Más importante, el rey ni siquiera creía que él y el emperador fueran
inocentes, ahora que los había atrapado a medio camino, ¿le cree-
ría?
“No puedo.”
Chen Yu se ahogó con un sólo gesto, no sabía mucho lenguaje de se-
ñas. Los ojos fríos e indiferentes del rey lo hicieron sentirse helado,

297
sentía como si toda la noche lo estuviera oprimiendo, aplastándolo,
y no podía respirar.
“¿No vas a hacer gesticulaciones? ¿No tienes nada que decir?” La
princesa se burló. “¡Tomen a estos dos adúlteros! Oh no, no sé cómo
se le debe decir a la Concubina Imperial que no es ni hombre ni mu-
jer.”
“¡Yu-er! ¡Vete! Yo los detendré, ¡no tienes que preocuparte por mí!”
De repente, Sun Lao agarró el bulto de las manos de Chen Yu y lo le-
vantó enfrente de él para protegerlo, Chen Yu inconscientemente
quería recuperar su saco que contenía sus posesiones más preciadas.
Sin embargo, la escena de los dos forcejeando, a los ojos del rey era
como un par de personas enamoradas queriendo escaparse. La vida
y la muerte no les importaban en lo absoluto con tal de no separar-
se.

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87
Adulterio

“¡Yu-er! ¡Vete! ¡No te preocupes por mí! Mientras tu vivas, ¡moriré


sin ningún arrepentimiento!”
Sun Lao se puso enfrente de Chen Yu para protegerlo como si temie-
ra por su vida.
Chen Yu solamente quería recuperar su bolso, los frijoles rojos se
habían perdido y solamente le quedaban los restos de los dados, no
podía perderlos también.
“¿Correr? ¡Nadie puede escapar! ¡Atrápenlos ya!”
Los ojos de la princesa estaban llenos de veneno y, debido a la emo-
ción, no podía esconder su alegría. Había agotado todos los medios,
pero aún el rey se negaba a matarlo. En esta ocasión, ¡no había for-
ma de que pudiera escapar!
Chen Yu nunca pensó en escapar, si lo hiciera, ¿no eso confirmaría
que lo que decía la princesa sobre su intento de fuga era cierto?
Además, ¿a dónde huiría? La princesa los había acorralado con los
sirvientes para que no tuvieran forma de escapar.
Varios sirvientes sometieron rápidamente a Sun Lao y lo apretaron
contra el suelo, pero él no dejaba de gritar, “Yu-er.”
“¡Sun Lao! ¿Desde cuándo te pusiste en contacto con la Concubina
Imperial? ¡Más te vale decir la verdad! Si mientes, ¡esta princesa or-
denará a alguien que te rompa una pierna!”
Sun Lao se retorció en el suelo peleando por levantar la cabeza.
“¡No tiene nada que ver con Yu-er! ¡Yo hice todo solo!”

299
El aliento de Chen Yu se había congelado y su garganta estaba tan
apretada que le dolía. Si Sun Lao le echaba la culpa para escapar del
castigo, tal vez el rey sospecharía de todo el asunto, pero sólo se de-
dicó a defenderlo y quitarle toda la culpa. Eso, en los ojos del rey,
demostraba que había algún sentimiento romántico.
Chen Yu vio la mirada del rey examinándolo, mezclada con una des-
almada sospecha.
“¡Que rudo esclavo!” La princesa se negaba a rendirse. “No me hagas
darte una bofetada, ¡crees que puedes exonerar a Chen Yu con sólo
unas pocas palabras! Esta princesa te ordena que digas la verdad, ¡a
menos que quieras pagarlo con tu propia carne y piel!”
“¡Fui yo! ¡Fue mi lujuria! No culpe a Yu-er.” Sun Lao no dejó de repe-
tir las mismas palabras. “El día que el rey fue con Yu-er a las aguas
termales me enamoré de él, era tan hermoso, no podía dejar de
pensar en él día y noche, pero él le pertenece a Su Alteza. ¿Cómo
podría atreverme a desearlo para mí?”
“Este esclavo no tenía ninguna ambición, sólo esperaba que el rey
regresara a las aguas termales con él y, entonces, ¡este esclavo ha-
bría estado satisfecho con verlo! Pero Yu-er nunca regresó, escuché
que Yu-er había tenido problemas en el palacio, que había hecho
enojar al rey y perdió su atención. Estaba muy preocupado por él así
que junté el coraje para ir a verlo en secreto al palacio.”
Chen Yu se tambaleó y casi era incapaz de mantenerse parado. Sun
Lao no tenía ningún conflicto con él, ¿por qué había inventado todo
eso para que sonara tan real?
La princesa siguió preguntando. “Entonces fuiste varias veces y, ¿te
pusiste en contacto con la Concubina Imperial? Y como la Concubina
Imperial había perdido el favor de Su Alteza y se sentía sola, ¿cómo
podría gustarle un esclavo como tú? ¡Él también tenía deseos!”

300
La princesa le dio una mirada fulminante a Chen Yu, sentía el triunfo
en sus manos.
“¡No! La Concubina Imperial nunca miró a este esclavo, ¡todo lo que
sucedió entre nosotros fue completamente inocente! Él es como un
hada, como iba a hacer algo con este esclavo, eran sólo mis ilusio-
nes. Yu-er sólo le agradecía a este esclavo por acompañarlo y hablar
con él cuando estaba aburrido. ¡Mi Señor! Este esclavo se atreve a
jurarle, ¡la Concubina Imperial y este sirviente nunca hicimos nada
inapropiado! Este esclavo lo visitó varias veces en la noche, con un
corazón ardiente, ¡pero la Concubina Imperial siempre se negó! Por
favor no culpe a Yu-er.”
Sun Lao derramaba lágrimas, llorando lleno de culpa.
Había explicado la relación inocente entre ellos y eso únicamente
probaba que tan profundos eran sus sentimientos.
“¡Oh!” La princesa infló su pecho. “Así que todavía conoces un poco
de cortesía y honestidad, no diste el último paso, entonces, ¡¿por
qué la Concubina Imperial huiría contigo para hacer algo tan malo?!”
“No es que nos quisiéramos escapar, fue porque Yu-er se sentía solo
y abandonado en el Palacio del Rey. Él le contó a este esclavo que Su
Alteza era despiadado y cruel con él, y que se negaba a dejarlo ir. Así
que busqué un momento en que Su Alteza estuviera fuera del pala-
cio para recogerlo y sacarlo de ahí. Este esclavo no podía soportar
ver como trataban a Yu-er y no podía hacer nada en el palacio, ¡haría
lo que fuera por él! Se lo prometí.”
Chen Yu abrazó su saco con fuerza entre sus brazos y se dio cuenta
de que él era la evidencia criminal de la fuga. Sun Lao se arrastró
hasta llegar enfrente de él y lo miró con una expresión llena de afec-
to y arrepentimiento.

301
“Yu-er discúlpame por fallar en ayudarte a escapar del palacio, pero
mantengo mi promesa de morir por ti, ¡no me arrepiento! Habré
muerto bien, pero lamento haberte quitado tus cosas, quiero devol-
verte algo.”
Un objeto cayó del pecho de Sun Lao, las pupilas de Chen Yu se achi-
caron y su mente se puso en blanco.
‘Cómo es posible que él lo tenga.’
Chen Yu estaba desesperado y no podía hablar, pero no importaba,
porque ni cien bocas podrían explicar nada.
“¿Qué es eso? ¡Rápido, recójanlo y tráiganselo a la princesa!”
La princesa lo agarró y lo miró. “¿No es este el pendiente de jade que
usaba Su Alteza?”
Era en efecto el pendiente de jade con patrón de dragón que el rey
le había dado a Chen Yu. Chen Yu se sintió perdido por un tiempo.
Cuando el rey le había dado el pendiente, todo tipo de palabras de
amor parecían seguir en sus oídos, habían estado unidos a través de
este pendiente. Chen Yu lo llevaba consigo a todos lados. Después,
cuando Chen Yu estuvo inconsciente en la Montaña Lang Xuju, lo
perdió. Y ahora, este objeto se había vuelto una cosa que ponía en
riesgo su vida.
En el momento en que el rey vio el pendiente, sus ojos se llenaron de
intenciones asesinas y su frialdad apuñaló a Chen Yu por la espalda.

302
88
Tantos como sea posible

El Rey de Zhen Bei caminó hacía Chen Yu, era claro que se estaba
tomando su tiempo, pero para él fue como si hubiera pasado sólo un
segundo. Sus ojos inquietos atravesaron el alma de Chen Yu y eran
tan fríos que cada paso que daba era como si lo golpeara violenta-
mente.
“Este rey te pregunta, ¿cómo es que ese pendiente llegó a manos de
Sun Lao? ¿Eh?”
El rey no habló fuerte, era como si tuviera la intención de que sólo
Chen Yu lo escuchara, pero él no escuchaba nada y comenzó a escu-
char un pitido en sus oídos.
“Lo perdí en las montañas.”
Chen Yu levantó su mano e hizo un movimiento simple. Debido a la
complejidad de la explicación, no podía expresarlo con gestos. Chen
Yu no tenía con quien comunicarse antes, pero ahora no podía ex-
presarse en lo absoluto.
“¿Lo perdiste?”
El rey levantó las comisuras de sus labios gentilmente y esa sonrisa
era extremadamente burlona y fría.
“¿Fue la noche que te desvestiste con el emperador?”
Chen Yu permaneció indiferente. Él pensaba que en el momento en
que el rey había aplastado su exquisito dado, la crueldad del rey ha-
cia él había terminado, pero resultaba que él seguía aferrado a esa
noche.

303
“No te atrevas a mentirle a este rey, ahora dime, ¿qué más perdiste
esa noche? ¿Tu cuerpo? ¿Incluso Sun Lao y otras personas pueden
ser tus invitadas? ¿Tantos como sea posible?”
Chen Yu sentía que el cielo estaba dando vueltas y su boca estaba
llena de sangre, se había mordido la lengua para no desmayarse.
¿La gente es capaz de cualquier cosa?
‘Ja, ja. Tantos como sea posible.’
Chen Yu se rio lleno de amargura, era tan triste. Desafortunadamen-
te, a los ojos del rey, él era la persona más sucia, ¿cierto?
Chen Yu no estaba triste, su corazón se había despedazado con los
dados Linlong ese día, solamente sentía dolor. Un dolor que se aba-
lanzaba desde sus órganos, perforaba sus huesos, se propagaba por
su carne y sangre, penetraba su piel. Todo su cuerpo estaba ardien-
do hasta el final.
Este dolor le parecía familiar, como el día que la princesa lo había
obligado a beber el veneno, este era ese dolor.
Los ojos de Chen Yu estaban hinchados, no se atrevía a parpadear y
sus lágrimas estaban a punto de desbordarse si lo hacía, pero no
quería llorar. Si lloraba enfrente del rey, ¿no perdería la pizca de dig-
nidad y decencia que le quedaba?
“Aparte del emperador y Sun Lao, ¿a cuántos adúlteros estas dis-
puesto a venderles tu vida?”
El rey le pellizcó la cara y lo lastimó, pero eso no era nada compara-
do al dolor que estaba sintiendo en todo su cuerpo.
“Cuando este rey te vio por primera vez, sabía que tu rostro seduci-
ría a un número desconocido de hombres, así que por eso te mantu-
ve encerrado en la Residencia Shaohua, te otorgué el título de Con-

304
cubina Imperial y Song Qing cuidaba bien de ti. No esperaba que con
tan poca libertad fueras capaz de seducir a tantos hombres, ¡este rey
a veces de verdad quiere destruir tu rostro!”
El rey aventó a Chen Yu al suelo y se limpió las manos con un pedazo
de tela. Chen Yu vio sus ojos llenos de desagrado, como si tocarlo lo
hiciera sentirse sucio y asqueado.
“Mi Señor, ¿qué hacemos con los dos?”
La princesa no pudo evitar apresurarlo, tenía miedo de que los viejos
sentimientos del rey lo hicieran perdonar a Chen Yu y miró en secre-
to a Sun Lao.
Sun Lao lloró y gritó. “¡Alteza perdónele la vida! ¡Princesa perdónele
la vida! Este esclavo no tiene miedo de morir, sólo le ruego a Su Alte-
za que no castigue a la Concubina Imperial, yo me robé el pendiente
de jade, él no me lo dio como regalo.”
“Castíguenlo y luego despedácenlo para alimentar a los perros.”
El rey lo miró sin ninguna emoción, la cara de Sun Lao se puso pálida
antes de morir, pero aun así apretó los dientes y no dijo nada más.
La princesa dejó que los sirvientes comenzaran, estaba tan feliz de
que finalmente se iba a deshacer de Chen Yu, pero de repente escu-
chó al rey hablar.
“Amarren a Chen Yu y llévenlo de regreso al palacio.”
“¿Qué?” La princesa sintió que se iba a desmayar. “Mi Señor, no sa-
bemos cuántas cosas desagradables ha hecho esta mujerzuela y con
cuántos hombres se ha relacionado, ¿aun así lo va a perdonar?”
“Entonces dime, ¿tú qué harías con él?”
El rey miró a la princesa por un largo tiempo.

305
“Por este tipo de relaciones desagradables, ¡meterlo en una jaula
llena de cerdos sería muy poco para él! ¡Lo mejor sería castigarlo con
el Caballo de Troya! ¿No le gusta ser atrapado por hombres?” La
princesa hablaba más y más emocionada.
El rey le dijo. “Si dices una sola palabra más, ¡te dejaré a ti misma
experimentar esos castigos!”
La princesa se asustó, el rey regresó al carruaje y ella se apresuró a
seguirlo.
Chen Yu fue amarrado detrás del carruaje y comenzó a escuchar los
gritos de Sun Lao desde lejos, antes de poder recuperarse del impac-
to.
“Dolor…”
Un sirviente ató a Chen Yu a un pilar del palacio, cada vez que lo to-
caban sentía un dolor que le llegaba hasta las huesos. Sus ojos esta-
ban rojos y ya no podía moverse, solamente podía cerrar los ojos y
soportar el dolor.
En ese momento, Song Qing iba regresando al palacio. Cuando Hong
Lian le contó lo de Sun Lao, se había apresurado a las aguas termales
pensando que ahí encontraría a Chen Yu, pero no lo vio y espoleó al
caballo de regreso, topándose con esa escena.
“¡Chen Yu!”
Song Qing, que siempre había sido de naturaleza distante y nunca
había sido tomado por sorpresa, no pudo evitar perder el control,
saltó del caballo y corrió a apartar a los sirvientes.
“¡Él es la Segunda Concubina de Su Alteza! ¿Cómo se atreven a tra-
tarlo así?”
‘Hermano Song.’

306
Era la voz de Song Qing. Chen Yu abrió los ojos y el dolor que sentía
era insoportable.
“¿Cómo estás?”
Song Qing estaba tan alterado, ¿cómo podían hacerle eso? Chen Yu
era la persona más bondadosa que había visto en su vida, era tan pu-
ro como un pedazo de papel blanco sin ninguna mancha de tinta.
¿Qué importaba lo qué otros dijeran? No tenían pruebas, ¡no debe-
rían tratarlo de esta manera!
Viendo que Song Qing estaba preocupado, Chen Yu quería decirle
que estaba bien, pero no podía hacer ninguna gesticulación, por lo
que simplemente puso una sonrisa sombría.
“Son las órdenes de este rey.” El rey habló fríamente.
“Incluso si el Señor Chen Yu cometió un error, le ruego a Mi Señor
que lo libere y llame al médico Bian XIV.”
Song Qing cayó de rodillas y comenzó a golpear su cabeza en el suelo
produciendo un sonido sordo.
“Chen Yu está sufriendo la recurrencia del veneno, ¡este subordina-
do lo ha visto con sus propios ojos! Él ha sido sincero con usted, ¿por
qué escucha todas esas mentiras? ¿Por qué no las ignora?”
“¿Qué? ¿Acaso tú también lo amas? Si no lo hubieras descuidado y
dejaras que otros se aprovecharan de él, ¿cómo habría pasado lo de
hoy?”
Song Qing se quedó estupefacto y finalmente se tiró al suelo. “Este
subordinado fue negligente, pero eso no tiene nada que ver con
Chen Yu.”
Song Qing comenzó a sangrar y quería seguir rogando por Chen Yu,
pero Hong Lian lo apartó.

307
“Tío Song, mejor cállate, depende de ti si empeoras el temperamen-
to de Su Alteza, entre más hablas por Chen Yu, más fuerte va a ser el
castigo.”
“¡Ayúdenlo a limpiarse!”
El rey se alejó, dejando solamente sus palabras desalmadas.
La ropa de Chen Yu fue arrebatada, dejando solamente sus pantalo-
nes y un balde de agua helada fue vertido sobre su cabeza.
Chen Yu estaba siendo torturado por la recurrencia del veneno y ha-
bía perdido la conciencia, pero el agua helada lo despertó y había ex-
tinguido la angustia de su piel, ayudándole a reaccionar. Su visión es-
taba borrosa y no escuchaba bien.
‘¿El hermano Song me está llamando? ¿Qué está diciendo? Parece
que está llorando, no es necesario, me dan ganas de llorar si lo escu-
cho.’

308
89
Renuncia

Chen Yu había sido empapado en agua helada y algunos de los efec-


tos del veneno se habían apagado. Su pelo negro como seda estaba
todo enredado y pegado a su piel blanca, drenada de toda sangre,
pero su cara estaba anormalmente roja.
Chen Yu bajó la cabeza, sus ojos profundos habían perdido su espíri-
tu y, cuando soltaron los amarres, se cayó lentamente al suelo.
La toxicidad en su cuerpo se había disipado lentamente, dejándolo
extremadamente cansado. Sentía como si hubiera caminado por un
infierno extremadamente helado y como si hubiera sido azotado
cientos de veces. Estaba haciendo su mayor esfuerzo por abrir los
ojos.
“Ropas…”
Solo había una obsesión en la mente de Chen Yu, recoger las ropas
del suelo para cubrir su cuerpo, pero había consumido toda la ener-
gía que le quedaba tratando de mover la mano.
“¡Yu-er!”
La voz de Song Qing temblaba, era la primera que lo llamaba Yu-er.
Se quitó su capa rápidamente y envolvió el cuerpo de Chen Yu, sin
embargo, en cuanto sintió su mano helada, entró en pánico. Chen Yu
estaba contorsionado, no parecía una persona viva. Su piel, origi-
nalmente blanca, ¡estaba cubierta por un color azul mortal!
“¿Tienes frío? Déjame llevarte de regreso, hay una estufa con carbón
en la cabaña. Iré a buscar al médico Bian.”

309
Chen Yu lo tomó de la mano.
No tenía frío, simplemente se sentía humillado, lo habían visto sin
ropa y no tenía permiso de sentir vergüenza.
Era muy extraño, había estado en las situaciones más humillantes,
pero aun así sentía vergüenza.
“Tengo que ver al Señor.”
Sin los efectos tóxicos, Chen Yu recuperó un poco de su fuerza física
y miró a Song Qing mientras le rogaba con gestos.
“¡¿Por qué?! ¿Por qué todavía lo quieres ver?”
Song Qing estaba desconsolado y realmente se sentía confundido.
“Tengo algo que decirle a Su Alteza.”
“¿En serio está diciendo eso?” Hong Lian levantó la bolsa de Chen Yu
que estaba cerca. “Tiene esto siempre sujeto en sus brazos, me ima-
ginó que ha de ser importante para él.”
Cuando Chen Yu vio la bolsa, sus ojos recuperaron un poco de emo-
ción y estiró la mano para que se la diera.
“¿Será algo de valor?”
Hong Lian trató de esconderla, pero Song Qing se la arrebató y se la
dio a Chen Yu. Chen Yu la abrazó con fuerza entre sus brazos.
“Tsk…” El Loto Rojo entrecerró los ojos insatisfecho. “Tío Song, lo
mimas demasiado, ten cuidado de que el rey se sienta celoso y en-
tonces le va a verter una docena de baldes de agua helada.”
Song Qing apretó los dientes y lo ignoró. Cargó a Chen Yu de regresó
a la Residencia Shaohua, le cambió la ropa, le puso una estufa cerca
para que se calentará y lo arropó.

310
Hong Lian observó todo sin ayudar, lleno de envidia.
Las manos y pies de Chen Yu estaban tiesas, sin embargo, ignorando
la persuasión de Song Qing, se arrastró hasta el estudio del rey.
Su rostro estaba excepcionalmente tranquilo y apacible, parecía que
no había sido él el que había sufrido tanto hace unos momentos. Hi-
zo una reverencia solemne y se arrodilló meticulosamente en el sue-
lo.
El rey estaba ligeramente sorprendido y habló girando la cara con
desprecio. “Parece que tus huesos son bastante fuertes.”
“Gracias al Rey de Zhen Bei, Chen Yu ha comido por miles de años en
el Palacio del Rey, aunque su apariencia esta dilapidada, está lleno
de espíritu.”
Los gestos de Chen Yu en esta ocasión estaban llenos de elegancia y
habían perdido toda la torpeza. No sabía cuántas veces había practi-
cado en su mente para este momento.
El rey vio su piel del color de un muerto, realmente no parecía que
su espíritu estuviera lleno.
“Si hubiera sabido que lo podías tolerar, este rey hubiera sido más
violento.”
Chen Yu asintió ligeramente. “Mientras venga del Señor, Chen Yu lo
puede soportar de todos modos.”
“Te has vuelto más inteligente.”
El rey estaba un poco incómodo con la actitud indiferente de Chen
Yu. Aunque aún era respetuoso, el rey siempre sentía que algo había
cambiado, se sentía extremadamente distante.
Antes, estaba acostumbrado a que Chen Yu viviera en su sombra y lo
viera como el cielo y la tierra, era demasiado torpe incluso para
311
complacerlo. Pero ahora, parecía que Chen Yu estaba a punto de sa-
lirse de su control y obtener lo que quería.
“Sin importar que tonto fuera, siempre hay momentos en que puedo
aprender. Le agradezco a Su Alteza por enseñarme cosas útiles para
la vida en este periodo de tiempo.”
“¡¿Qué es lo que quieres decir a fin de cuentas?!”
Aunque el rey había esperado esta situación, no pudo evitar sentirse
enojado y su voz sonaba apagada.
“Renunciar, Chen Yu ha venido a renunciar.”
Chen Yu se inclinó y golpeó fuertemente su cabeza con el suelo tres
veces.
“¡Su Alteza déjeme ir!”
El rey miró a Chen Yu y golpeó gentilmente en el escritorio con su
dedo, permaneció en silencio por mucho tiempo.
“¿Por qué piensas que te voy a dejar ir?” El rey le preguntó con des-
precio. “Sabes que, con el temperamento de este rey, preferiría ma-
tarte.”
Chen Yu levantó la cabeza, no había pensado con antelación en una
respuesta para esta pregunta, así que lo pensó un poco e hizo un
gesto.
“Si el rey quisiera matarme, no hubiera usado el nombre de castigo a
desintoxicarme con agua helada y despedazar a Sun Lao para ali-
mentar a los perros.”
Chen Yu se limpió el sudor sin darse cuenta, esperando que el rey le
entendiera.

312
“Oh, entonces resulta que ya lo sabías.” El rey estaba un poco sor-
prendido.
“Después de que la princesa me dio el veneno, mientras el médico
Bian me diagnosticó y trató, yo estaba un poco ausente. Creo que lo
escuché decir que el veneno residual no podía ser completamente
erradicado, que regresaría de tiempo en tiempo y que sólo podía ser
suprimido con agua helada.”
Chen Yu estaba cerca del final y lo había pensado por mucho tiempo,
su camiseta estaba empapada en sudor. No sabía si el rey le había
entendido.
El rey miró a Chen Yu con interés.

313
90
¿Alguna vez te gustó Yu-er?

“Parece que hay algo que quieres preguntarle a este rey.”


Chen Yu levantó los ojos y parecía que habían revivido con un poco
de esperanza. Se acercó y le dio un pedazo de papel al rey que había
escrito desde el mes pasado. El pedazo de papel le había pesado mi-
les de kilos y de repente sintió que se había librado del peso.
“¿A Su Alteza alguna vez le gustó Yu-er?”
La escritura no era muy buena, pero había nacido de la caligrafía del
rey y tenía su propio encanto.
Chen Yu miró al rey con seriedad, con miedo de perder la mínima
muestra de lástima que podría revelar, pero sólo vio una nube ligera
llevada por el viento.
“Claro que me gustabas, ¿de qué otra manera este rey te hubiera
nombrado Concubina Imperial?”
El rey siempre había admitido a la ligera que le gustaban muchas
personas.
Esta no era la respuesta que Chen Yu quería escuchar.
“¿Qué hay de amor del uno al otro?”
Chen Yu le preguntó gesticulando emocionado. Sabía que no debía
preguntarlo, el Rey de Zhen Bei no estaba obsesionado con el amor,
pero esta era la última hebra de la que Chen Yu se podía aferrar y
tenía que saberlo.
El rey realmente mostró una mirada impaciente y dijo. “Nunca.”

314
El mundo de Chen Yu se quedó en silencio, incluso la lengua de fue-
go de la estufa se había quedado pasmada, acababa de recibir la res-
puesta de la boca del rey.
“Gracias por todo lo que hizo por mí.”
Chen Yu golpeó su cabeza tres veces más en el suelo. Nunca le había
agradecido al rey por dejarlo adorarlo y debía compensarlo esta vez.
De repente recordó la noche de bodas, cuando el rey le había dado
el tarro de vino y le había dicho que ese brindis los consagraba como
esposos, Chen Yu se lo había tomado en serio. Probablemente para
el rey era algo muy cotidiano, probablemente se lo había dicho a
muchas personas, pero para Chen Yu se había convertido en una ob-
sesión.
Chen Yu sabía que su alegría había sido real en ese momento y que
ahora su cansancio era lo real.
Ahora la ceremonia estaba completa.
El rey miró a Chen Yu, que estaba llorando descontroladamente y se
sintió de repente un poco irritado, como si algo se hubiera salido de
control y se hubiera alejado.
“¿Qué más quieres decir?”
Chen Yu sacó con cuidado un libro de su bolsa y se lo entregó al rey.
Aunque estaba envuelto en la bolsa y estaba bien cuidado, ni siquie-
ra las orillas estaban arrugadas, las letras de la pasta se habían bo-
rrado por el agua.
“Gracias al cuidado del rey, Chen Yu estuvo de esclavo en el palacio
por medio año. Comió lo mejor, consumió medicamentos por bas-
tante tiempo y dejó que el Señor gastará en él. Pero Chen Yu estaba
solo, así que pidió hacer trabajos para poder dejar las cuentas claras
antes de irse del palacio. Espero que el Señor lo acepte.”
315
Alguna de las palabras hizo que el rey se sintiera incómodo y resopló.
“¿Esclavo? Este rey recuerda que desde que entraste al palacio, nun-
ca has sido un sirviente. Tú, como sirviente, no eres competente.”
Chen Yu gesticuló. “Chen Yu lo sabe bien, por eso estaba aterrado.
Desde enero, ha compensado por todo el trabajo que debía por pa-
sar medio año en el Palacio del Rey y podrá verlo si mira el libro.”
El rey respiró hondo y continuó leyendo. Lo que había escrito era
una lista detallada de los trabajos que Chen Yu había hecho en poco
más de un mes, como cortar madera, recoger agua, alimentar a los
animales, barrer la nieve y recoger las heces de los animales. ¡Había
hecho de todo!
En poco más de un mes, ¡Chen Yu había hecho el equivalente de seis
meses de trabajo de un sirviente!
No sabía por qué, pero ¡el rey encontraba las cuentas sorprenden-
tes! Parecía que se había convertido en un pequeño fantasma y aho-
ra lo buscaba para liquidar las cuentas. El cuerpo delgado de Chen Yu
apareció en frente del rey y apretó los dientes ante esa apariencia
sucia y cansada.
“¡Suficiente!”
El rey rugió, destruyó el libro y lo aventó enfrente de Chen Yu.
“¡Realmente quieres liquidar las cuentas con este rey! ¿Te atreves?”
El rey estaba furioso y susurró. “Bien, si quieres ser un esclavo bara-
to, entonces dejemos las cosas claras. ¿Cuánto debería pagarte este
rey?”
En el pasado, a Chen Yu le aterraba que el rey se enojara, incluso si
fruncía el ceño, se sentía preocupado. Esta vez parecía que no estaba
asustado.

316
“A los esclavos baratos se les paga dos yuanes al mes, uno o dos
yuanes por cada vez que serviste a este rey, no lo recuerdo bien. Le
pregunté a Hong Lian cuanto cobraba el esclavo más barato del bur-
del, puedes disfrutar de una noche de primavera por diez yuanes.
Las matemáticas de Chen Yu no son buenas, para que molestar a es-
te rey.”
¿Diez yuanes?
El rey estaba bastante molesto. “De acuerdo, de acuerdo, este rey no
es un tacaño. Esta es tu recompensa, ¿es suficiente para ti?”
Un lingote grande de plata fue aventado enfrente de Chen Yu y él
tuvo cuidado de recibirlo con sus ropas.
“Chen Yu ha intercambiado un pedazo de plata y regresará el exce-
dente.”
El rey le dijo. “No va a ser necesario, considerando tu piel, sería bas-
tante valiosa en el burdel Qin Huai. Además, eres tan tierno y confor-
table, y tienes la habilidad de servir a los hombres. ¡Este rey quedó
muy complacido contigo! ¡Ser un esclavo sexual es un trabajo verda-
deramente pesado! Si no te pago lo suficiente, ¡este rey se sentiría
mal!”
Chen Yu pensó que podía tolerar la humillación con calma, pero
cuando escuchó las palabras del rey no pudo evitar temblar de dolor.
“Este rey está complacido.”
El rey se levantó y se alejó de Chen Yu sin una palabra más.
Chen Yu perdió el resto de su energía y se desplomó en el suelo,
arrodillándose y con los brazos colgados. Estaba pensando en la no-
che en que el rey y Hong Lian estaban juntos en el estudio, ¿el rey
realmente no sabía que él estaba afuera o todo lo que dijo fue inten-
cional?
317
Bueno, ¿acaso había alguna diferencia?
Si el rey se hubiera dado la vuelta en ese momento, hubiera visto
una palidez mortal en el rostro de Chen Yu.

318
91
Haz feliz a este hermano

En la dirección en que había desaparecido el rey, Chen Yu hizo sus úl-


timas reverencias golpeando su cabeza en el suelo.
El primer golpe. ‘Agradezco al rey por tratarme con respeto, por
darme ropas, joyas, comida y haberme enseñado a través del libro el
Arte de la Guerra.’
El segundo golpe. ‘Agradezco al rey por concederme mi nombre y tí-
tulo, me permitió soñar con la idea viviremos y moriremos juntos, y
construir un espejismo de mi vida hasta la vejez.’
El tercer golpe. ‘Agradezco al rey por tomar la iniciativa y despedazar
mi falsedad, para que despertara y no le debiera nada.’
El bolso de Chen Yu se sentía pesado porque llevaba el lingote de
plata, sin embargo, aparte de eso, sentía que había recogido su au-
toestima del suelo sucio.
Su dignidad de esclavo era pequeña, pero ya no se sentía solo.
Cuando el rey gustaba de él, era como si fuera su deidad, protegién-
dolo y dejándolo sentir en paz y sin preocupaciones, tenía ropa y
comida. Cuando al rey no le gustaba, era su pesadilla, lo pisoteaba
dejándolo golpeado y amoratado.
Cuando Chen Yu abandonó el palacio era marzo en primavera, el in-
vierno inclemente había terminado, las obscuras flores del sauce bri-
llaban y podía oler su fragancia floral.
Caminando entre los peatones y comerciantes, entrecerró sus ojos
incómodos. Siempre había sido una persona invisible y ahora, de re-
pente, era libre. Sentía como si hubiera irrumpido en otro mundo.
319
Un caballo apareció galopando entre las calles y se paró en frente de
Chen Yu, era Song Qing.
“¿A dónde vas?” Song Qing estaba preocupado.
Chen Yu se recuperó del susto y le contestó con señas. “De regreso a
la Residencia del Magistrado Chen, Su Alteza me dio mucha plata,
debería ser suficiente para poder comprar la libertad de mi madre y
la mía.”
“Alguna vez has caminado en la Ciudad del Norte, ¿sabes cómo llegar
a la Residencia Chen?”
Chen Yu estaba confundido, no tenía la menor idea de que las calles
eran como laberintos. Se sentía muy desconcertado y no podía hacer
nada.
“Súbete al caballo, ¡yo te llevaré!”
Song Qing le ofreció su mano, detrás de él llegó una enredadera lle-
na de flores y le gritó sin aliento.
“¡Tío Song! ¿Sabes cómo sentir lástima por este jade fragante? Mon-
tando un caballo desbocado y escapándote tan rápido, ¡dejando que
este esclavo te tenga que perseguir!”
El Loto Rojo apoyó sus manos en sus caderas y tenía mucho trabajo
para respirar, su rostro estaba sonrojado y sudaba indiscriminada-
mente.
“¡Este esclavo no ha corrido en un año todo lo que ha tenido que co-
rrer hoy!”
“¿Qué haces aquí?”
Song Qing estaba impaciente, Chen Yu ya no estaba en el palacio y
Hong Lian seguía acosándolo.

320
“Te estoy buscando a ti, me temo que quieras huir. Si este esclavo
tardara más en llegar, ¿te habrías ido con él?”
El Loto Rojo miró a Chen Yu como si fuera el culpable de haberse ro-
bado a su esposo.
“¡Tonterías!” Song Qing estaba molesto. “A donde sea que vaya,
¿necesito que tú me controles?”
Hong Lian habló con una actitud sarcástica. “¿Crees que te quiero
como cliente? Adivina, si te vas con él, ¿por cuántos días los dejará
vivir el rey?”
Song Qing estaba sorprendido, él no lo había considerado tan ex-
haustivamente. Con el temperamento del rey, nunca dejaría ir a los
que lo traicionaran, era demasiado impulsivo y podría terminar las-
timando a Chen Yu.
“Lo siento, Yu-er yo...”
“Está bien.” Chen Yu le contestó gesticulando. “Gracias hermano
Song por cuidarme siempre.”
“Si encuentras cualquier dificultad en la Residencia del Magistrado,
¡ven a buscarme!” Song Qing le dijo rápidamente.
Chen Yu le sonrió y asintió. Si todo salía bien, convencería a su ma-
dre de que se fueran del Norte. Entre más lejos mejor, lo mejor sería
regresar a Yunmeng, a su tierra natal. “No sean tan empalagosos en-
frente de este esclavo, no quiero desilusionarlos, sin embargo, ¡este
esclavo se siente asqueado!”
Los ojos del Loto Rojo brillaron.
Song Qing fue muy perezoso para prestarle atención y ayudó a Chen
Yu a contratar un carruaje y lo vio marcharse. Después se calmó y
regresó al palacio.

321
“¡Song Qing! ¿Se han comido los perros tu conciencia? Dejando a es-
te esclavo corretearte y ¡¿aún esperas que este esclavo camine de
regreso?! “
El Loto Rojo estaba furioso y le gritó lleno de enojo.
Cuando el carruaje se acercó a la Residencia del Magistrado, Chen Yu
comenzó a sentirse inquieto.
Apeándose rápidamente, sintiendo los latidos de su corazón en la
garganta, corrió hasta la puerta y tocó la campana de cobre.
Chen Yu reconoció a la persona que abrió, era un esclavo de nombre
Gui Zi, nunca lo había olvidado. Este hombre era uno de los esclavos
que lo había querido obligar a que se quitara sus ropas cuando era
muy joven, claro que lo recordaba.
Gui Zi lo miró y se quedó pasmado por un momento, recordó que
era el pequeño mudo que vivía en el cuarto de leña del patio trasero.
Su apariencia era cada más sorprendente. Gui Zi lo miró directo pen-
sando que era un hada llamando a la puerta durante el día.
“¿No eres el mudo? Que obediente, realmente tomaste la condena
de casarte en lugar de nuestra joven Dama.”
Gui Zi sonrió enseñando un diente negro, miró a Chen Yu de arriba
abajo y sus ojos estaban llenos de lujuria.
“Estoy buscando a mi madre.”
Chen Yu le hizo gestos.
“¿No te volviste el hombre favorito del Rey de Zhen Bei? ¿Cómo es
que te dejaron salir?”
Gui Zi lo miró fijamente, como si quisiera desvestirlo con la mirada.
Había fallado en cumplir su deseo hace unos años y, ahora que Chen
Yu era más atractivo, tenía muchos pensamientos lascivos. Proba-
322
blemente prevenido por los consejos del rey, Chen Yu se tambaleó al
darse cuenta de que el cerebro de Gui Zi estaba tan excitado que se
había descarado.
“¡Estoy buscando a mi madre!” Chen Yu volvió a gesticular.
“Te refieres a tu madre, ¿verdad?” Gui Zi trató de adivinar lo que de-
cía. “No hay problema, mientras dejes a este hermano ser feliz, ¡este
hermano te llevará con tu madre!”
Gui Zi no podía evitar fantasear, ¿qué tipo de éxtasis provocaría esta
belleza que es amada incluso por el Rey de Zhen Bei? Si el pudiera
probarlo una o dos veces, sería suficiente para morir feliz.
Chen Yu ya no era ese pequeño esclavo que no entendía nada del
mundo, de la significativa expresión de Gui Zi, ya sabía qué tipo de
cosas estaba pensando.
“¡¿Te atreves a actuar en contra de la gente del Rey de Zhen Bei?!”
Chen Yu gesticuló con una expresión tranquila, pero sentía el cora-
zón amargo, incluso si dejaba el palacio tenía que vivir bajo la pro-
tección del rey.

323
92
Malabares

La imponente insignia del Rey de Zhen Bei era realmente útil. No im-
portaba que tanta lujuria sintiera, Gui Zi no se atrevió a seguir moles-
tándolo, ya había escuchado que este esclavo mudo era el tesoro del
corazón del rey. ¿Cómo se atrevería a tocarle ni un sólo dedo?
“Er, ¡mira mi boca suelta! Los adultos no recuerdan a los villanos, es-
te esclavo es un chiste y tú también eres un esclavo, dejémoslo así”
Gui Zi agachó la cabeza, sentía frío en la nuca y casi se desmalla.
Respiró ferozmente para mantenerse despierto.
“Acabas de decir que estabas buscando a la anciana.” Tosió disimu-
ladamente. “La anciana, ¿cierto? Ya no vive en la Residencia del Ma-
gistrado.”
“¿A dónde fue?”
Chen Yu gesticulaba ansioso esperando respuestas. Gui Zi no sabía
mucho, pero tenía varios esclavos a su cargo que eran bastante ob-
servadores, eran como pequeños fantasmas, y tenía bastante infor-
mación.
“Se la llevaron hace tiempo.”
¿Se la habían llevado?
‘El estatus de mi madre en la residencia es bajo y nadie la conoce.
¿Quién vendría a buscarla?’
“¿Quién fue? ¿Dijo a dónde la llevaban?”
¿Acaso Gui Zi se sentía avergonzado?

324
“¿Fue hace un mes o dos? Parecían personas poderosas, el magis-
trado la dejó ir lleno de respeto. Este esclavo es un inútil y no se
atrevió a preguntar de más. También usted debe saber que nosotros
los esclavos, ¿cómo podemos entrometernos en los asuntos del ma-
gistrado? Los esclavos pensamos en ese momento que usted había
mandado gente para que la llevaran a su lado.”
Eran personas tan poderosas que incluso el magistrado las trató con
respeto y las obedeció. En la mente de Chen Yu apareció una figura
intimidante.
¡El Rey de Zhen Bei!
Además del rey, ¿quién más en el territorio del norte podía exigir el
respeto del magistrado?
¡Tenía que ser él!
¿Qué era lo que el rey quería hacerle a su madre?
El rostro de Chen Yu estaba pálido y no podía adivinar que podría ser
lo que el rey quería, pero nunca se lo había mencionado, lo que sig-
nificaba que no era nada bueno.
Se sintió lleno de ansiedad y se fue apresurado.
Su madre era la única razón por la que había sobrevivido. Finalmente
había podido escapar del rey, sin embargo, en cuanto escuchó las
noticias, el pequeño hilo de su corazón se rompió.
Hace un mes o dos fue cuando perdió el favor del rey y fue cuando
su madre fue recogida por el rey. No se atrevía a pensar que podría
haberle hecho, su madre era su única esperanza, ¡no podía perderla!
Solamente podía consolarse sintiéndose irritado.
Con razón el rey lo había dejado ir tan fácilmente. Todo el territorio
del norte estaba bajo su dominio, si estaba atrapado en la Residencia

325
del Magistrado o no, daba lo mismo. El rey lo tenía en sus palmas pa-
ra jugar con él, su poder era el hilo en su mano que manipulaba si
Chen Yu se quedaba o moría.
Pero el rey había perdido todo el interés en él, ¿por qué tenía que
hacer esto?
“Su Alteza, la Concubina Imperial salió y regresó, esta arrodillado
afuera del palacio solicitando que lo reciba.” Un sirviente le reportó.
El rey bajó el libro que estaba leyendo y estaba un poco sorprendido.
“¿Chen Yu?”
“No es muy consistente, ya había aclarado cuentas con este rey, no
me debe nada, ¿no estaba decidido a dejar el Palacio del Rey? ¿A
que regresa a mi puerta de nuevo?”
“Este esclavo no lo sabe.”
“Probablemente, ¿se habrá dado cuenta de que lejos de este rey no
es nada?” Las comisuras de los labios del rey estaban llenas de burla.
“¡No lo recibiré!”
Chen Yu se arrodilló hasta muy entrada la noche, sabía que el rey no
lo recibiría fácilmente, se había ido y ahora regresaba a rogarle. ¿Por
qué no se decidía?
Resultaba que realmente era un canario atrapado en la jaula del Rey
de Zhen Bei, incluso si habría la jaula, tenía miles de formas de en-
carcelarlo.
El rey estaba harto de la actitud sumisa de Chen Yu, ¿pensaba que
eso era un nuevo juego? Dejarlo arrodillarse hasta que admita sus
errores, rogar y disfrutarlo en una posición de adoración. ¿Quería ju-
gar con la emoción de la vida? Chen Yu temblaba, el rey era brutal y
sanguinario, ¿qué no sería capaz hacer?

326
“¡Yu-er!”
Song Qing se había enterado de la situación y fue a buscarlo, Chen
Yu quería levantarse, pero él no se lo permitió.
“Hermano Song, ayúdame a rogarle al rey, quiero verlo. Siempre y
cuando esté dispuesto a verme, ¡puedo satisfacerlo!”
Chen Yu comenzó a llorar, sus gesticulaciones comenzaron a hacerse
torpes, realmente estaba aterrado de perder a su madre.
Sabía que el rey tenía muy poco interés en él, sin embargo, aparte de
su cuerpo delgado, ¿de qué otra forma podía pagar? Incluso si el rey
pensaba que era barato, ¡no importaba!
“Tú, ¿por qué regresaste?” Song Qing se sintió afligido.
“Su Alteza se llevó a mi madre, hermano Song, ayúdame a pedirle
que no la mate, ¿de acuerdo?”
Los gestos de Chen Yu eran desordenados y ansiosos, le rogaba a
Song Qing lleno de impotencia.
“¡Voy a ver a Su Alteza!”
Song Qing estaba enojado y se arrodilló en frente del rey.
“Por favor Señor perdone a Chen Yu, ¡al menos acepte verlo!”
El rey levantó una ceja. “¿Por qué? ¿Vienes a rogar por él de nuevo?
Este rey le concedió su deseo de irse, se arrepintió y ahora quiere
regresar. ¿Te quieres ir con él?”
“Si el rey lo dice y está seguro de eso, ¿por qué se llevó a su madre
para amenazarlo? ¡Song Qin no siente vergüenza!”
¿Para amenazarlo?

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El Rey de Zhen Bei era una persona directa. Pensaban que había de-
jado ir a Chen Yu abiertamente y en secreto estaba amenazándolo
con la vida de su madre. Si él quisiera encerrar a Chen Yu para que se
quedara con él, ¡¿por qué usaría este tipo de truco?!
El rey ardía de enojo, resultaba que a los ojos de Chen Yu, ¡¿él era un
villano traicionero e inescrupuloso?!

328
93
Establecimiento Qin Huai

Si Jun Xuanxiao quisiera que Chen Yu se quedara con él, incluso si él


no fuera feliz, lo obligaría a la fuerza. ¿Por qué tendría que tener cui-
dado?
Contuvo el aliento y miró a Song Qing con una expresión llena de de-
cepción, ¡no se iba a molestar en explicarle!
“¿Qué es lo que piensas que este rey hizo? Song Qing, no olvides que
eres un subordinado mío, ¡no de Chen Yu! ¡Tienes que saber a quién
le eres leal!”
Song Qing bajó la cabeza y dijo. “Song Qing nació en el Ejército del
Norte, admirando el comportamiento heroico de Su Alteza. Song
Qing aún recuerda la ambición de los hunos, ¡Mi Señor dirigió con su
espada al ejército para matar a cincuenta mil soldados hunos en una
sola noche con orgullo! No son los medios para tratar con un mu-
do…”
“Song Qing.” Los ojos del rey proyectaban un aura helada. “Tú no
tienes que usar este método para molestar a este rey. A este rey no
le importa que el mundo diga que es un asesino y no le importa
cuántos mudos piensen que tiene la sangre fría.”
Chen Yu miraba hacia el Palacio del Rey, Song Qing no había salido
aún y una corazonada impredecible se hacía más y más fuerte.
Se dio cuenta de que tan pequeño e incompetente era comparado
con el rey.
La desesperación comenzó a invadir sus extremidades y sus órganos,
no entendía por qué tenía tan poco valor, ¿por qué el rey se negaba

329
a dejarlo ir? Lo había pisoteado una y otra vez, y ahora incluso le ha-
bía quitado a su única familia. ¿Hasta qué punto quería que se humi-
llara?
“¿Concubina Imperial?”
Chen Yu se dio la vuelta ausente y vio a una persona común.
“Su Alteza me ha enviado.”
El hombre vestido sencillamente tenía las cejas desordenadas, rosá-
cea y labios gruesos. Parecía un carnicero feroz y Chen Yu nunca ha-
bía visto a este hombre dentro del palacio.
“Su Alteza me ha ordenado que lo llevé con su madre.”
‘¡Madre!’
Su corazón se llenó de felicidad, finalmente había escuchado alguna
señal de noticias.
Sin embargo, este hombre tenía mala apariencia, Chen Yu era muy
atractivo y no llevaba las ropas características del Palacio del Rey.
Dudó por un momento, si hiciera caso a lo que el rey le había ense-
ñado, no debía creerle a desconocidos tan fácilmente.
“¿Sabes dónde está mi madre?”
El hombre no podía entender sus gesticulaciones y le dijo ansiosa-
mente. “No entiendo lenguaje de señas, venga conmigo, su madre
no está lejos de aquí, Su Alteza le preparó una residencia.”
Chen Yu dio dos pasos hacia atrás alarmado y sintió más sospecha en
su corazón, si el rey lo había ordenado, ¿por qué no había salido
Song Qing?
“Mire, tengo la insignia de cintura del Palacio del Rey.”

330
El hombre realmente tenía una insignia del rey, si fuera antes, Chen
Yu seguramente lo habría seguido para encontrar cualquier señal de
su madre.
“Voy a esperar por las noticias del hermano Song.”
El hombre no podía engañarlo sin importar cuanto trataba, Chen Yu
estaba en guardia y, de repente, sus ojos se volvieron despiadados y
se abalanzó rápido hacia él.
¡Sabía artes marciales!
Chen Yu quería pedir ayuda a la gente del palacio, pero no pudo pro-
ducir ningún sonido, fue incapacitado por un hombre encapuchado
sosteniendo un cuchillo, lo cargó sobre sus hombros y desapareció
en la obscuridad a prisa.
Cuando Chen Yu recuperó la conciencia, estaba en un cuarto peque-
ño y obscuro, lleno de jarras de vino apiladas en una esquina y un
viejo biombo decorado con flores de durazno lo ocultaba.
Estaba en una alacena o en el cuarto de un patio trasero.
Intentó sentarse y se dio cuenta de que sus manos estaban amarra-
das detrás de su espalda y sus pies estaban amarrados juntos.
“¿Despertaste?”
Una voz femenina llegó de atrás del biombo, Chen Yu la reconoció
inmediatamente, ¡era la princesa!
Ciertamente, el hombre había sido enviado por la princesa, con ra-
zón tenía una insignia del palacio.
“No esperaba que tú, un pequeño mudo, tuvieras tan buen ojo y no
bastara con enseñarte la insignia del palacio. Si no fuera porque el
hombre era valiente y sabía artes marciales, no hubiera podido en-
gañarte.”
331
La princesa ordenó que quitaran el biombo, dejó sobre una mesa
una taza de té que había estado sosteniendo en sus manos y se le-
vantó.
“Han pasado unos cuantos días.” La princesa se acercó mostrándole
una sonrisa llena de triunfo. “Concubina Imperial.”
Chen Yu miró a su alrededor, este lugar probablemente no era den-
tro del Palacio del Rey, ni el rey ni Song Qing estaban cerca. Estaba
perdido.
Era ridículo que la primera persona en la que pensara era en ese rey
despiadado.
“No tiene caso que busques, nadie te va a salvar. ¿Aun esperas que
el rey te ame y te proteja? Estamos en la torre Qin Huai, muy lejos
del palacio.”
La princesa se agarró las manos y bajó la mirada para ver a Chen Yu.
Este lugar era donde los hombres buscaban placer, Hong Lian había
salido de aquí.
¿Qué quería hacerle? ¿Matarlo con sus propias manos? Chen Yu
pensó, la princesa lo odiaba tanto que lo había envenenado y ahora
había caído de nuevo en sus manos. Era imposible que saliera vivo
de ahí, pero aun no sabía dónde estaba su madre, si seguía viva o ya
había muerto.
Chen Yu cerró los ojos con gentileza.
“¿Cómo? ¿Aceptas tu destino tan pronto?”
La princesa lo pateó ferozmente en la cintura, Chen Yu se encogió en
una bola lleno de dolor y comenzó a sudar por la frente.
“Pequeña perra, confías demasiado en tu rostro para gustarle al rey,
igual que tu cuerpo. ¿Te sientes tan orgulloso en frente de esta prin-
332
cesa? ¡Eres orgulloso! Ja, ja, ja. Por tu culpa, ¡¿cuánto tiempo he sido
ignorada por el rey?! El rey malinterpretó y, en sus ojos, me convertí
en una mujer venenosa y ya no me ama, ¡todo gracias a ti! Sabes,
¡quiero matarte cada día y cada noche!”

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94
Esperen, uno por uno
(I)

“Sin embargo, en este mundo, la muerte no llega fácil. ¿Cómo podría


esta princesa ser tan tacaña contigo?”
La princesa se inclinó y lo miró débilmente.
“No tienes que culparme a mí, culpa a Su Alteza por gustarle tanto.
Mira, para lograr que el rey se aburriera de ti, ¿qué tanto tuve que
hacer? Al rey le gustaba tu piel suave, entonces te di un poco de ve-
neno, mira, tu cuerpo no es tan atractivo como lo era antes. Además,
el rey no se ha compadecido de este lamentable jade fragante, de
hecho, no has tenido una buena vida en años. Pero no puedo espe-
rar más, cada día que pasaste en el palacio yo tuve que soportar do-
lor y odio.”
Chen Yu respiró hondo, tal vez él también era un egoísta, nunca pen-
só en nadie más que él y le había causado tanta miseria a la princesa,
ella se odiaba a sí misma por sentado.
“¡No podía esperar más! Así que tomé la iniciativa de convencer a Su
Alteza de que te llevara a la cacería de invierno. Mi hermano mayor,
a escondidas de mí, usó a sus guardias para que pretendieran que
eran Hunos y así obtuvo la oportunidad de estar a solas contigo.
También me dijo que no tenía permitido poner tu vida en riesgo.
¡Realmente no lo entiendo! ¡¿Por qué mi hermano mayor te prote-
ge?! Nunca me había golpeado, pero por ti, ¡esclavo barato!, me
golpeó por primera vez. Yo sé, ¡fue lo correcto aventarte del acanti-
lado! Tu eres un demonio, ¡el azote de los hombres!”
¿Los Hunos eran guardias del emperador fingiendo?
334
Chen Yu abrió la boca. Y la vez que el emperador había ido a la Resi-
dencia Shaohua, podría ser que, ¿tampoco fuera un accidente sino
intencional?
Sin embargo, ¿por qué el emperador había querido separarlo del
rey? Era justo por todo lo que el emperador había hecho y dicho que
el rey había malentendido todo una y otra vez.
“Desafortunadamente, la gente no es tan confiable como una espe-
raba.” La princesa sonrió. “Hubiera sido maravilloso que murieras,
pero eres tan importante para ellos que incluso cuando habías caído
del acantilado, tanto Su Alteza como mi hermano mayor, ¡te estuvie-
ron buscando como locos! ¡¿Qué es tan bueno de ti?! Nunca había
visto a Mi Señor tratar a una persona de esa manera, ¡pasó toda la
noche en el fondo del acantilado buscándote!”
El corazón adormecido de Chen Yu sintió una violenta puñalada.
¿El rey realmente lo había buscado toda la noche? En ese momento,
Chen Yu y el emperador habían estado escondidos en una cueva du-
rante la noche. Cuando salieron y se encontraron con el rey, él esta-
ba helado y había pensado que tenía una relación privada con el
emperador.
Chen Yu siempre sintió que el rey lo había malentendido y era injus-
to, pero nunca se le ocurrió que lo buscara a la mitad de la tormenta
de nieve, solamente había visto lo decepcionado que estaba porque
había pasado la noche con el emperador.
Se sentía amargamente herido. Si no fuera por estos errores yin y
yang, ¿él y el rey seguirían siendo cariñosos uno con el otro? ¿En lu-
gar de llegar al final del día de hoy?”
“¿Por qué estas derramando lágrimas? ¿A quién quieres enternecer
con esa mirada miserable?” Le dijo la princesa lastimosamente.
“Gracias a la ayuda de mi hermano, paso a paso, ¡pude hacer que el
335
rey se decepcionara de ti! No has pensado, ¿por qué el pendiente de
jade que te había dado Su Alteza estaba en las manos de Sun Lao?”
No hacía falta decirlo, cuando Sun Lao había mostrado el pendiente
de jade, él lo había pensado. En la noche que pasó al fondo del acan-
tilado, el emperador se lo quitó y luego prepararon todo, así la prin-
cesa siguió el plan a la perfección.
Chen Yu no podía decidirse, ¿el emperador era bueno o malo?
“Hoy, finalmente, ¡esta princesa puede respirar en paz!”
La princesa estaba llena de odio y le pisó la cara.
Su cara estaba contra el suelo, su piel se desgarró y se llenó de san-
gre y polvo, que lo hacía ver bastante humillado y sucio.
“¿Estas muy orgulloso de tu cara y de tu cuerpo? ¿Te gusta que un
hombre te penetre? La princesa concederá tu deseo hoy y ¡te hará
feliz! ¡Entren!”
Fuera de la puerta del cuarto pequeño, había cinco o seis hombres
enormes con el pecho desnudo, todos con la cara limpia y sólo lleva-
ban sus pantalones.
Chen Yu abrió los ojos llenos de terror y la princesa se rio al ver su
miedo.
“Este es el pabellón secreto del establecimiento Qin Huai, no me di-
gas que eres un mudo incapaz de pedir ayuda, una persona con una
lengua como la tuya. ¡No puede hacer ningún sonido! Estos caballe-
ros entrenan a las prostitutas del establecimiento, especialmente a
las novatas desobedientes, ¡sólo cierra los ojos y disfrútalo!”
Chen Yu temblaba descontroladamente, forcejeando contra la cuer-
da que se encajaba en su piel, sin embargo, entre más luchaba, más
estrangulaba su piel y sangraba.

336
Los hombres gigantes se quitaron los pantalones y lo rodearon.
“Oh, oh, oh.”
‘No, déjenme ir’. Chen Yu forcejeaba con todas sus fuerzas y no po-
día pedir ayuda, sentía un calambre en su estómago y nausea ácida.
Quería vivir, vivo y sin manchas. Su madre todavía lo estaba espe-
rando.
“Hermanos hemos estado en este establecimiento por muchos años
y nunca habíamos visto a alguien tan fabuloso, que bendición.”
La princesa les habló con frialdad. “No se apresuren, uno por uno,
¡túrnense para servir a la Concubina Imperial!”
Chen Yu había sido levantado y acomodado en la mesa, varias manos
lo toqueteaban y desgarraban sus ropas.
‘Ayú… ayúdenme’.
Sus manos y pies fueron agarrados y dos líneas de lágrimas caían por
su rostro. Deseaba poder desmayarse y no tener que sufrir este tor-
mento que era siete veces peor que la muerte.
Varios hombres lo lamían y mordían, el olor de uno de esos hombres
lo hacía sentir enfermo.
¿Por qué no venía el rey a salvarlo?
‘Les ruego que me maten.’
Los ojos de Chen Yu se llenaron de rojo y comenzó a llorar sangre.

337
95
Esperen, uno por uno
(II)

Crac...
La puerta del pabellón secreto se abrió de golpe por una patada y
una persona voluptuosa se apoyó en el marco de la puerta.
“¿Por qué no llamaron a este esclavo para ver este espectáculo tan
bueno?”
La princesa estaba mirando a Chen Yu, mientras era devastado en
cuerpo y alma, cuando fue interrumpida repentinamente y volteó a
ver a la persona que acababa de llegar con amargura.
“¿Por qué estás aquí?”
“El establecimiento Qin Huai es la casa original de este esclavo, es
normal que a veces regrese.”
Hong Lian le dio una mordida al durazno que tenía en la mano, sabía
amargo, lo escupió y aventó la fruta.
Cuando los hombres vieron al Loto Rojo se detuvieron y Chen Yu se
encogió hacia la esquina. Tenía la mirada pérdida, como un pequeño
venado que acababa de escapar del cuchillo de un carnicero, sus
manos y pies estaban llenos de sangre y su rostro estaba lleno de lá-
grimas ensangrentadas.
“¡No le arruines la cosas buenas a esta princesa! ¡Lárgate!” La prin-
cesa entrecerró los ojos con frialdad.
“Ji, ji, ji. Se nota que la princesa la estaba pasando muy bien.”

338
Hong Lian sonrió cubriéndose la boca y se acercó contoneando la ca-
dera.
“Este esclavo no está dispuesto a quedarse mucho tiempo en este
lugar sucio, sin embargo, antes de irme…” Señaló a Chen Yu. “Este
esclavo se lo quiere llevar.”
“¡¿Qué?!” La princesa le contestó enojada. “¿Qué estás diciendo?
¿Quieres salvarlo y pelear con esta princesa? Que no se te olvide
quien te llevó con Su Alteza y ¡te permitió subirte a su cama!”
“Claro que este esclavo lo recuerda.”
El Loto Rojo le sonrió, pero era una sonrisa amarga.
“Entonces lárgate de aquí, ¡esta princesa no dejará ir a esta perra
hoy!” La princesa levantó el pecho.
“La princesa tiene mucho poder, pero no lo olvide, usted y este es-
clavo tenemos una relación laboral. Este esclavo solamente le ayudó
a ganar el favor del rey, para otras cosas, este esclavo no la obede-
ce.”
Hong Lian se contoneó en frente de Chen Yu y le dio unos golpecitos
en sus piernas y pies.
“Tus huesos no están rotos, ¿puedes caminar? Este esclavo no tiene
la fuerza del tío Song para cargarte.” El Loto Rojo dio un gruñido.
“¿Qué están haciendo?, ¡Desamarren a esta pequeña belleza!”
Los hombres se vieron entre ellos, Hong Lian era la carta roja del es-
tablecimiento Qin Huai, era muy competente y se había vuelto uno
de los amos. Él era su amo y tenían que obedecer sus órdenes.
“¡No se atrevan!” La princesa estaba furiosa y ansiosa. “¡¿No escu-
charon las ordenes de esta princesa?! ¡Hong Lian!, ¿Por qué estas
ayudando a esta perra? Eres una basura.”

339
¡¡Zas!!
La bofetada en el rostro de la princesa se enrojeció inmediatamente,
evidenciando que tanta fuerza había usado Hong Lian.
El Loto Rojo agitó su mano. “Duele mucho. Este esclavo es barato,
pero no cualquiera le puede gritar.”
“¡¿Te atreves a golpearme?! ¡Estás muerto! ¡Todo el establecimiento
Qin Huai será enterrado contigo!”
La princesa quería irse enojada, pero fue detenida por uno de los
hombres corpulentos.
“¿Qué creen que hacen? ¡¿Se atreven a matar a otros?!”
Hong Lian se rio sonoramente. “La princesa lo acaba de decir, esta-
mos en el pabellón secreto de Qin Huai, no se puede escuchar nada
incluso si te desgañitas. Además te escabulliste del palacio en secre-
to, ni siquiera el rey sabe dónde estás.”
“¡Te… te… te atreves!”
La princesa dio un par de pasos hacia atrás, estaba asustada y se
arrepentía de no haber traído unos cuantos sirvientes con ella. Con
tal de mantener el secreto, Chen Yu había sido secuestrado en secre-
to, ¡no le había dicho a nadie! Inesperadamente, el Loto Rojo volvió
el rostro.
“Claro que no me atrevo, ¿no había dicho la princesa que quería es-
tar cómoda? Ustedes, sirvan a la princesa y ¡túrnense uno por uno!”
“Eh” Algunos de los hombres estaban indecisos. “Amo, ¿realmente
quiere que se lo hagamos a la princesa?”
Hong Lian los miró con desprecio. “¿Cómo? ¿Están asustados? Un
grupo de matones que entraron al pabellón secreto, ¿quién de uste-
des es lo suficientemente desobediente para irse? No importa que
340
tan caros sean, cualquiera puede ser reemplazado. Si no hacen su
trabajo bien, están comiendo de gratis.”
“¡Sí! Mi madre durmió con una princesa una vez y dijo que, ¡había
valido para toda la vida!”
Los hombres voltearon a ver a la princesa y la rodearon.
“¡No se atrevan! ¡Soy una princesa! ¿Cómo se atreven? Un grupo de
perros sirvientes, ¡haré que mi hermano les corte la cabeza! No tie-
nen derecho.”
La princesa gritó llena de terror, mientras la puerta del pabellón se
cerraba y todo quedaba en silencio. Hong Lian acercó el oído a la
puerta, escuchó un grito agudo y luego alejó a Chen Yu lleno de satis-
facción.
Después de bañarse, Chen Yu se atragantó con el té que Hong Lian
había preparado, sintió que su alma comenzaba a regresar a su
cuerpo y lloraba mientras se cubría el rostro.
“Está bien, está bien, ¿no estabas ya acostumbrado a que te traten
así?” Hong Lian le hablaba con impaciencia.
Chen Yu se tragó las lágrimas y levantó la cabeza para preguntarle.
“¿Por qué me salvaste?”
El Loto Rojo escupió una cascara de semilla de girasol. “No tiene que
haber una razón, este esclavo estaba preocupado de que fueras pro-
fanado por alguien. Parece que deberías irte a vivir como monje, pe-
ro antes debes quedarte a vivir aquí, no salgas por ninguna razón. Tu
pequeño rostro es dolorosamente llamativo, si salieras, cualquier
cliente querría hacerse cargo de ti y no soy responsable de eso.”
Chen Yu asintió y Hong Lian lo miró con una expresión hosca, pero
no parecía molesto.

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“Mírate pequeño niño lamentable, este esclavo te lo dijo en el pala-
cio, la persona menos confiable es un hombre. Si no quieres dedicar-
te a esto, olvídalo, este esclavo tiene mucha flojera para hablar.”
Viendo la condición en la que estaba Chen Yu, no podía seguir apu-
ñalándolo con su lengua ponzoñosa.

342
96
Pesadilla

Diez días después, el establecimiento Qin Huai en la capital del nor-


te, estaba lleno de clientes cuando docenas de guardias vestidos de
negro y con cuchillos en mano se abalanzaron en su interior. En
cuanto veían a alguien, lo apuñalaban hasta matarlo. No dejaron ir a
nadie, en menos de media hora, la sangre fluía hacia el río y no había
quedado un sólo testigo. Finalmente, prendieron fuego a toda la es-
tructura, casi quemando los edificios de al lado.
Después de que la sangre se diluyera en el río, el edificio más prós-
pero de la capital del norte había sido reducido a ruinas y no queda-
ba nada de él.
La caída del establecimiento Qin Huai parecía ser un presagio de los
cambios que estaban por suceder en el mundo.
A mediados de abril del año 289, el emperador ordenó que se le reti-
rara la Insignia de Tigre al Ejército del Norte que era comandado por
Jun Xuanxiao. Lo alabó por sus logros, le dio unos tesoros y le conce-
dió el titulo hereditario de Rey Jiu Zhu, Rey de los Nueve Collares,
que lo sometía a la autoridad del emperador.
Todos sabían que el Rey de Zhen Bei había perdido su ejército, que
era el equivalente a que se le hubieran quebrado los brazos. Esta era
la forma en que el emperador reducía su poder militar, resolvía el
problema de su aumento de poder desmedido y aplacaba la preocu-
pación de sus consejeros. En el futuro, el rey sólo podía ser un inva-
luable rey inútil.
Sin embargo, ¿el Rey de Zhen Bei se sometería fácilmente?

343
Después de tres días de silencio, el Rey de Zhen Bei declaró que la
capital estaba siendo manipulada por un eunuco y que el emperador
había sido retenido como rehén por el Ministro de Poder.
El rey mandó inmediatamente tropas al sur, en dirección a la capital,
para rescatar al emperador.
La gente del territorio del norte lo apoyaba completamente, consi-
derando que el emperador había insultado al Rey de Zhen Bei des-
pués de que él había logrado traer paz a toda la región del norte,
pensaban que era un ingrato.
Pero había más personas del lado del emperador, la ambición del rey
era muy obvia, era como un lobo hambriento que se había topado
con un obstáculo y había levantado una rebelión.
El emperador estaba furioso en la corte, le importaba la hermandad
que tenía con el rey y por eso le había concedió sin precedentes el tí-
tulo de Rey Jiu Zhu, lo que demostraba que estaba dispuesto a man-
tener su honor por generaciones. Pero el rey lo había rechazado des-
caradamente, sin dirigirle ni una palabra, y había organizado una re-
belión.
Entonces emitió un decreto, debido a que el Rey de Zhen Bei tenía la
intención de cometer traición, le ordenaba a sus generales que de-
fendían todo el territorio del emperador, que movilizaran sus tropas
y pelearan contra Jun Xuanxiao para evitar que su ejército saliera del
norte.
Chen Yu desconocía completamente como toda la situación había
cambiado.
El día que la sangre había corrido en el establecimiento Qin Huai, los
que habían atacado eran Maestros del Campo de Plumas Negras cul-
tivado en secreto por la Corte Imperial. No lastimaron a Chen Yu y,
en cambio, lo llevaron a la capital al Palacio Imperial.
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Chen Yu llevaba viviendo en el Palacio Imperial por un poco más de
medio mes. El emperador lo trataba bien, lo había acomodado en el
Pabellón Qilin y lo visitaba seguido para aliviar su tedio.
En cuanto Xiao Xiye salió de la corte, se dirigió directamente al Pabe-
llón Qilin.
En ese momento, la médica anciana de la corte había ido a tomar el
pulso de Chen Yu y estaba saliendo del pabellón.
“Emperador.”
Xiao Xiye le hizo señas a la médica y le indicó que se acercara para
hablar.
“¿Cómo está su cuerpo?”
Las dos cejas de Xiao Xiye se fruncieron hasta que casi estaban jun-
tas.
“Es difícil decir, Wei Chen ha visto a muchísimos pacientes, pero
nunca había visto a uno en estas condiciones. Sólo puede ser descri-
to como lleno de hoyos.”
La anciana torció la cabeza. “Tiene muchas heridas viejas, se ve ra-
diante, pero su cuerpo está peor que el del esposo de esta vieja.
También está sufriendo por un veneno desconocido, aunque su toxi-
cidad no lo ha atacado completamente, está erosionando sus órga-
nos de tiempo en tiempo.”
“Xuanxiao es tan cruel.” El emperador frunció las cejas aún más.
“Debe curar su cuerpo, ¡tiene permiso de usar la mejor medicina
disponible! ¿Hay alguna forma de extraer el veneno?”
“Eh, esta maestra esta impotente, ni siquiera he podido encontrar el
origen del veneno.” La anciana hizo una reverencia con pena. “Em-
perador, el punto es que este joven no sólo ha sufrido heridas inter-

345
nas sino que también sufre de estancamiento. Esta maestra ha prac-
ticado medicina por muchos años y los pacientes que más tememos
encontrar son estos. Si él no quiere sobrevivir, su corazón enfermo
no se curará sin importar cuantas medicinas caras se utilicen.”
“Está bien, está bien.” El emperador agitó la mano. “Dígame, ¿cuán-
tos años le quedan de vida?”
“Eh.” La maestra dijo. “Si logramos deshacernos de la venenosa en-
fermedad del corazón, podría vivir por veinte o treinta años. Si no se
puede, perdóneme, pero me temo que ni siquiera vivirá dos años.”
“Dos años.” El emperador dijo sorprendido. “Con eso debe ser sufi-
ciente.”
Cuando el emperador entró al pabellón, sus sentimientos eran com-
plicados. En cuanto vio a Chen Yu sentado al lado del escritorio deba-
jo de la ventana, no sabía a donde habían flotado sus ojos, su rostro
se veía deslumbrante con sus labios cerrados. El emperador se ba-
lanceó por un momento.
El retrato de la gloria de Chen Yu, cuando lo vio por primera vez en la
noche nevada, se había quedado profundamente impreso en el co-
razón del emperador.
“¿Despertaste?” Se sentó en frente de Chen Yu.
Chen Yu se levantó y quería saludarlo con una reverencia, pero el
emperador lo detuvo.
“¿Has terminado de leer estos libros?”
Los ojos del emperador cayeron sobre varios libros que descansaban
sobre el escritorio.
Chen Yu asintió, antes no podía leer, pero ahora leía los libros a una
velocidad sorprendente y los memorizaba sin problema. Probable-

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mente, Dios había visto que su cuerpo era diligente e inútil, y le ha-
bía concedido esas virtudes como compensación.
“¡¿Los memorizaste todos también?!”
El emperador abrió la boca con asombro, era digno de ser oriundo
de Yunmeng, era tan talentoso como se rumoraba. Estaba aún más
encantado, tomando en cuenta de que había usado todas sus ideas,
de haber podido separarlo del Rey de Zhen Bei y ganárselo. Todos
esos esfuerzos no habían sido en vano.
“Yu-er, sabes, eres realmente asombroso. Este Pabellón Qilin está
lleno de los libros que se han colectado para el palacio, algunos muy
raros y únicos, tal vez los puedas leer todos en unos meses.” Xiao
Xiye estaba feliz y no pudo evitar felicitarlo, sus ojos estaban llenos
de admiración.
Chen Yu inclinó la cabeza para evitar la mirada del emperador.
“Tú no conoces a los lectores normales, ¡les toma al menos un mes
leer cuidadosamente y entender un libro! Si fueran tan talentosos
como tú, ¡entonces el mundo entero se beneficiaría por ello!”
Chen Yu le sonrió suavemente. Realmente exageraba, si fuera tan in-
teligente, no habría caído en tales enredos sin poder zafarse.
Pensaba que debía odiar al emperador por lo que le había hecho, pe-
ro no podía hablar de odio. Incluso sin el emperador, el rey lo habría
abandonado de todos modos y eso era inevitable.
“Yu-er, ¿me culpas?”
Xiao Xiye le sonrió, pero le preguntó con seriedad. Chen Yu nunca
había mostrado odio, sin embargo, detrás de su humildad y tranqui-
lidad, el emperador siempre sentía indiferencia y precaución. Por ca-
si un mes, Chen Yu no le había respondido con ninguna gesticulación,
solamente asentía o negaba con la cabeza.
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Una vez más, Chen Yu negó con la cabeza con indiferencia.
“¿De verdad?” Xiao Xiye se sentía satisfecho. “Yu-er, ¿sabes? Nunca
te he olvidado desde que te conocí en el Palacio del Rey, por eso no
debes culparme.”
Aunque el emperador estaba siendo afectivo, los pensamientos de
Chen Yu se dispersaron de nuevo.
Desde que había dejado el Palacio del Rey, Chen Yu tenía una pesadi-
lla recurrente que no lo dejaba dormir y en ella sólo estaba el Rey de
Zhen Bei.
A veces Jun Xuanxiao era gentil como el agua y le decía. “Yu-er, éste
es nuestro vino nupcial, después de esto, estaremos juntos para
siempre. ¿Seremos esposos para toda la vida?” Pero en un instante
el rostro de Jun Xuanxiao se volvía frío y cruel, se convertía en un es-
píritu maligno y feroz, y el sentimiento opresivo dejaba a Chen Yu sin
aliento. Caía pesadamente en un abismo y era torturado diariamente
hasta las primeras horas de la mañana, cuando finalmente podía
dormir un par de horas.
‘He tenido muchos sueños y en todos ellos estas tú, no sé si tu algu-
na vez haz soñado o si alguna vez he estado en alguno de tus sue-
ños.’

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97
Clan Chu de Yunmeng

Xiao Xiye había vuelto a ver a Chen Yu y estaba encantado, incluso


sabiendo que su mente estaba en otra persona del territorio del nor-
te.
“Yu-er.”
El emperador estiró una mano y sostuvo una de sus manos. Su mano
estaba fría y la cicatriz en su mano izquierda lo hacía sentir afligido,
esa marca había sido dejada por Jun Xuanxiao y el emperador sentía
una amargura indescriptible.
En cuanto el emperador lo tocó, fue como si lo hubiera mordido una
serpiente venenosa y retiró su mano rápidamente.
“¿Estás pensando en Xuanxiao?” Xiao Xiye le preguntó con decep-
ción.
Esta era la primera vez que el emperador lo forzaba a hablar del pa-
sado o incluso mencionaba al Rey de Zhen Bei.
Chen Yu no le respondió, pero sus ojos se obscurecieron y eso era
suficiente explicación.
Xiao Xiye le dijo con envidia. “No tienes que recordarlo, ¡Xuanxiao no
te trató con sinceridad!”
Chen Yu se talló las palmas apenado, incluso él no sabía si el rey lo
había tratado honestamente, ¿por qué el emperador lo sabría?
“Te encerró en esa residencia desierta y nadie tenía permitido en-
trar, no porque te atesorará y ¡temiera que otros te robaran! Sino

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porque tenía miedo de que alguien se enterara que ¡eres descen-
diente de Yunmeng!”
Chen Yu estaba sorprendido, ¿cómo era posible que el emperador
supiera de dónde era su madre? Nunca lo mencionó, ni si quiera al
rey, porque pensaba que no le importaría.
“¿No lo sabias?” Xiao Xiye miró la expresión de sorpresa en su rostro
y se dio cuenta de que había dicho más de lo que debía.
“¿A qué se refiere con que soy descendiente de Yunmeng?”
Chen Yu escribió lleno de confusión, esta era la primera vez que se
comunicaba con el emperador después de tanto tiempo.
Xiao Xiye finalmente había podido abrir la puerta de su corazón, hizo
un esfuerzo para permanecer calmado y sonrió con alegría.
“Específicamente, descendiente del Clan Chu de Yunmeng, tu debe-
rías tener el Nombre de Familia Chu, no Chen. ¿Cierto?”
Chen Yu se encogió de hombros, su madre nunca le había dado un
nombre oficial, mucho menos un nombre de familia.
“Así que ni siquiera tú lo sabias.” Xiao Xiye bajó la cabeza por un
momento pensativo y dijo aliviado. “Entonces, ¿nunca has estado en
Yunmeng en el sur de China? Tu pueblo natal es la Montaña del Mo-
narca en Yunmeng, ahí nacieron todos tus ancestros por generacio-
nes. Si se pudiera, ¿quisieras ir?”
Éste era el deseo más anhelado de Chen Yu, poder ver el lugar de los
sueños de su madre con sus propios ojos. Había escuchado que era
un lugar con montañas hermosas y estaciones primaverales. Todo lo
opuesto al territorio del norte, con inviernos donde la vida se mar-
chitaba y todo se cubría de un metro de nieve, capaz de congelar a
cualquiera hasta la muerte.

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“Con mi madre.” Chen Yu escribió.
“¡De acuerdo!” Xiao Xiye se regocijó. “¡Te prometo que te voy a ayu-
dar a recuperar a tu madre de las manos de Xuanxiao!”
Cuando pensó en la incertidumbre de no saber si su madre estaba
viva o muerta, los ojos de Chen Yu se obscurecieron y Xiao Xiye pen-
só que era porque extrañaba a Xuanxiao de nuevo. Secretamente se
prometió no volver a mencionarlo enfrente de él.
“¿Cómo sabe que soy de Yunmeng?” Chen Yu le escribió.
“Oh, recuerdas la primera noche que te vi, estabas jugando con un
objeto llamado Dados Linlong. Esos dados son una costumbre única
de Yunmeng, puse más atención y pensé acerca del hecho de que
Xuanxiao te escondiera con tanto celo y tenía mis dudas hasta que
pasamos la noche en la cueva del acantilado. Vi que tu mano iz-
quierda tiene un nudillo extra y así estuve completamente seguro de
que eres un descendiente del Clan Chu de Yunmeng.”
Xiao Xiye confió en él sin esconder nada.
Chen Yu levantó su mano izquierda, sus dedos eran más largos que
los de la gente común y su dedo pequeño era mucho más esbelto.
Aunque tenía un nudillo de más, no sobresalía ni se veía extraño,
sino que lo hacía ver más elegante y estilizado.
El emperador no sabía si Chen Yu lo había notado antes o no.
“De hecho, sospecho que Xuanxiao no rompió tu mano por acciden-
te, me temo que fue intencional. Era para hacer que otros pensarán
que tu nudillo extra era solamente una cicatriz vieja y así esconder el
rasgo distintivo de tu herencia del Clan Chu.”
Chen Yu estaba confundido, ¿por qué el Rey de Zhen Bei haría eso?

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Xiao Xiye movió la cabeza de manera pausada. “¿Todavía tienes tus
dados? ¿Qué tal si me los regalas a mí? No te deseo vanamente y es-
toy dispuesto a corresponderte.”
Chen Yu levantó la mirada y vio los ojos del emperador expectantes.
Si el emperador conocía tan bien las costumbres de Yunmeng, debe-
ría saber lo que esos dados significaban para Chen Yu y aun así le ha-
bía hecho esa petición.
“No.” Chen Yu negó con la cabeza.
Viendo la anticipación del emperador, Chen Yu no tenía ganas de
pensar si lo que decía era cierto o falso.
Ya no era el niño ignorante que creía ciegamente lo que otras perso-
nas decían y los dados habían sido destruidos. Para Chen Yu, no ha-
bía una segunda persona en el mundo y no sería tan estúpido como
para desperdiciar su tiempo grabando otro nombre.
Grabados con el nombre de la persona amada, ¿los dos se amarían y
serían dependientes uno del otro? Ya no creía en chistes de ese tipo
sobre obligar a hombres y mujeres jóvenes que desean amor.
“¿No estás dispuesto? ¿O es que ya se los diste a Xuanxiao? Como
puede merecerlos cuando se desentendió de ti, ¿por qué lo recuer-
das tan apasionadamente?” Xiao Xiye habló sintiéndose perdido.
Probablemente el emperador no lo entendería. Cuando Chen Yu es-
taba en edad de enamorarse, había conocido al emperador y él se
había convertido en su cielo y su tierra.
Sólo había tomado unos meses para que se enamorara y era sufi-
ciente para que lo extrañara todo el año.
“No te voy a forzar, un día, me creerás que soy sincero.”

352
Chen Yu escuchó unos ligeros movimientos afuera del pabellón, Xiao
Xiye estaba entrenado en artes marciales y también los escuchó, su
cara se volvió sombría y se volteó para preguntar. “¡¿Quién está
afuera?!”

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98
Amor para la mascota

Se escucharon unos pasos confusos afuera de la ventana y luego una


voz respondió. “Emperador, soy la concubina Chen.”
La persona que entró era la verdadera Chen Yu y, aunque habían vi-
vido en la misma residencia, Chen Yu solamente se había atrevido a
verla de reojo una vez. En ese tiempo, Chen Yu pensaba que ella era
una criatura celestial y no se atrevía a mirarla directamente en lo ab-
soluto.
Después, cuando Chen Yu ya no podía salir del patio por órdenes de
su madre, las oportunidades para verla eran mínimas. Después de
varios años de no haberla visto, la señorita Chen se había vuelto más
esbelta y agraciada. Iba vestida con un vestido rojo ligero siguiendo
la moda del palacio, lo que la hacía ver más delicada que una petu-
nia. El título La Primera belleza de la Dinastía Jìng le quedaba a la
perfección.
“Chen Jieyu, ¿qué haces escondiéndote afuera?”
Xiao Xiye estaba molestó, los sirvientes no habían dicho nada.
El día del festival de febrero, en el que el dragón visitaba el palacio,
el magistrado Chen había sobornado al departamento del palacio
encargado de los festivales para que la señorita Chen representara el
papel de la diosa de la primavera. Su belleza había sorprendido a to-
dos.
El emperador sabía que el magistrado quería otorgarle a su hija y él
necesitaba ganarse la confianza del magistrado para monitorear la
ciudad del Rey de Zhen Bei en el norte, así que la consagró como
Concubina Imperial y le dio el título Jieyu. Pero para Xiao Xiye eso era
354
trivial, estaba aturdido por toda la situación con el Rey de Zhen Bei,
¿cómo se sentiría afortunado de tener a la Concubina Imperial Chen?
Chen Yu movió su cuerpo ansioso, su nombre original no era Chen
Yu.
“Solicito ver al emperador.”
La señorita Chen había presentado sus respetos y esperaba que fue-
ra generoso. Ella fue la que había pedido que casaran al esclavo mu-
do con el rey en su lugar y se había cambiado el nombre a Chen
Ruofei.
“Esta concubina no se estaba escondiendo, ha venido especialmente
a ver a su viejo amigo. Esta concubina sabe que Chen Yu es muy tí-
mido y asustadizo, así que les he pedido específicamente a los sir-
vientes que no dijeran nada. Nunca pensé que el emperador estaría
aquí.”
“¿Viejo amigo?” Xiao Xiye sonrió con sospecha. “Te refieres a tratar-
lo como a un fantasma y ¿enviar a este pequeño sirviente al Palacio
del Rey en tu lugar?”
La concubina Chen palideció y se arrodilló en el suelo rápidamente.
Resultaba que el emperador ya había investigado a fondo ese asun-
to, con la reputación del Rey de Zhen Bei, ninguna mujer se atrevía a
casarse con él.
Sin embargo, la concubina Chen era una persona motivada por el
pensamiento y era capaz de decir algo a tiempo considerando el
cambio de situación.
“Esta concubina sabía que lo que había hecho estuvo mal, pero si no
fuera por las acciones de esta concubina, Chen Yu nunca hubiera co-
nocido al emperador y no se habría vuelto su huésped. Así que, aun-
que el yin y yang estuvieron mal, la relación fue destinada por Dios.”

355
Xiao Xiye sabía que ella era muy hábil con las palabras y, aunque era
una sutileza, no estaba molesto. Ciertamente, como ella había dicho,
si Chen Yu no hubiera sido enviado al Palacio del Rey de Zhen Bei,
Xiao Xiye no lo hubiera conocido.
“Así que, ¿esperas una recompensa por tus logros?”
La concubina Chen agachó la cabeza. “Esta concubina no se atreve.”
Xiao Xiye se rio ligeramente. “No tienes que arrodillarte, te entiendo.
Xuanxiao es famoso y casarse con él es el equivalente a morir, fuiste
forzada a tomar esa decisión.”
La concubina Chen levantó los ojos sorprendida, su gratitud se des-
bordaba y era incapaz de expresarlo con palabras.
“Emperador.”
Xiao Xiye no volvió a mirarla y se volteó a preguntarle a Chen Yu.
“Yu-er, habías pasado toda tu vida en la Residencia del Magistrado
Chen, ¿acaso ella te molestó alguna vez?”
Chen Yu negó con la cabeza, eran muy pocas las ocasiones en que
había visto a la señorita Chen, ni pensar en que lo molestara.
“Eso está bien.” El emperador habló suavemente. “En el futuro, no
importa donde estés en el palacio o quien te moleste, yo los castiga-
ré por ti.”
Chen Yu desvió la mirada. Este tipo de afecto, que se sentía como ca-
ridad, lo había tenido una vez y al final no tenía valor, ya no lo tenta-
ba.
Xiao Xiye vio que la respuesta de Chen Yu era fría y se sintió un poco
perdido, pero no estaba desanimado.
La concubina Chen vio la indulgencia y el cuidado en los ojos de Xiao
Xiye y se sintió celosa. Aunque había bastado con que el emperador
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viera directamente el rostro de la señorita Chen una vez para que la
consagrara con el título Jieyu, que significaba hermosa, él casi nunca
la miraba. Su belleza, que era muy famosa, era incapaz de comparar-
se con este tipo de corazón enamorado.
Afortunadamente, ese mudo que la conocía bastante, no se había
atrevido a decir nada.
En la residencia del magistrado, la señorita Chen se sintió molesta
desde la primera vez que había visto a ese pequeño mudo, pero no
había pasado nada más. Pero como este sirviente era tan atractivo,
aunque la belleza de la señorita Chen era alabada desde que era pe-
queña, había sido opacada por un esclavo mudo. ¿Cómo se iba a
sentir feliz?
En especial, esos esclavos lujuriosos, que con tal de molestarlo ha-
bían peleado en la residencia. Bajo las órdenes de la señorita Chen,
su madre había sido golpeada y había ordenado que encerraran al
esclavo mudo en el cuarto de leña sin permiso de salir para que no
influenciara a los otros esclavos.
De esa manera, ella, la primera belleza de la Dinastía Jìng, aseguraba
su posición como la más hermosa.
“Emperador, cuando usted me preguntó al respecto esta concubina
había olvidado todo el asunto. Esta concubina sabía que Chen Yu ha
estado débil y con frío, he traído este calentador de mano especial-
mente para él. Esta concubina lo trajo desde su casa, pero está dis-
puesta a dejarlo ir, seguramente el amo Chen Yu puede utilizarlo,
aunque sea una cosa vieja.”
“Bueno, déjalo ahí.” El emperador agitó las manos como si estuviera
espantando unas moscas.
Las pestañas de la concubina Chen se agitaron y se negaba a retirar-
se.
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La concubina Chen era una mujer alegre que solamente quería pa-
sársela bien y sabía engañar a la gente. Ese esclavo mudo se había
convertido en su sustituto, pero no había muerto entre las piernas
del rey de Zhen Bei. Después, había sido rescatado por el emperador
y llevado al Palacio Imperial. Ahora, repasando todo lo que había pa-
sado y viendo la apariencia enamorada del emperador, la concubina
Chen se sentía más incómoda.
¡¿Podría ser que este mudo había sido enviado por Dios para humi-
llarla?! ¡Debía tratar de ser astuta!
La concubina Chen salió del pabellón Qilin y se apresuró hacia el
Templo Jiao Fang.

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99
Reencarnación

Había un olor muy fuerte a medicina dentro del Templo Jiao Fang, lo
que irritó la nariz de la concubina Chen e hizo que su lengua supiera
amarga. Se cubrió la nariz con una mano, frunció las cejas y entró.
En el salón principal, había varios jarrones de medicina que borbo-
teaban al fuego y sus tapas oscilaban por el vapor. Había muchas sir-
vientas bastante ocupadas, incluso la emperatriz Jiang sostenía una
preparación de medicina en las manos, analizando unas recetas.
“Esta concubina ha venido a visitar a la emperatriz.”
La emperatriz agarró un puñado de medicina y lo puso sobre una ba-
lanza, sus cejas estaban estrechamente apretadas, estaba ansiosa y
acalorada por el fuego de varias estufas. Un olor fragante se des-
prendía de su frente.
“No vez como están las cosas, ¿no puedes relajarte en paz en estos
días?”
La concubina Chen suspiró. “La concubina estaba preocupada por Su
Alteza Real el tercer príncipe, cuando piensa que está sufriendo en-
fermedad, esta concubina no come y no duerme bien. Desearía estar
enferma en lugar del tercer príncipe. Esta concubina ha venido a visi-
tarlo, pero tendrá cuidado de no alterarlo.”
“Bueno, gracias.”
La emperatriz Jiang escuchó sus palabras consideradas y su humor
originalmente ansioso e irritable se calmó un poco. Ella no estaba
familiarizada con la concubina Chen, sólo había procurado que tuvie-

359
ran un trato armonioso superficial, si no se arriesgaba a que los ex-
traños dijeran que la emperatriz era cruel.
“¿Esta mejor Su Alteza Real el tercer príncipe?” La concubina Chen
sondeó la situación.
“Todos los doctores han ordenado que se cambien las tres prescrip-
ciones. Yu-er ni siquiera ha dejado de tener fiebre y tose peor. Ano-
che tosió sangre.”
Mientras la emperatriz hablaba, giró la cabeza para limpiarse las lá-
grimas en secreto.
La concubina Chen la consoló rápidamente y dijo. “La emperatriz
madre no debe preocuparse mucho. Tal vez es culpa de las sirvientas
que no cuidaron bien del príncipe. Después de todo, el tercer prínci-
pe tuvo un nacimiento auspicioso.”
“Debido a su negligencia, esta emperatriz tomó a Yu-er y lo trajo al
Templo Jiao Fang para cuidar de él personalmente. ¡Oh!”
La emperatriz Jiang levantó el rostro, se veía cansada y había un halo
negro alrededor de sus ojos. No había dormido por dos noches.
La concubina Chen le preguntó inmediatamente. “Desde que fecha
Su Alteza Real comenzó con los síntomas del resfriado.”
“Han pasado quince días, medio mes.” La emperatriz le contestó ca-
sualmente.
“¡Quince días!”
La concubina Chen parecía que estaba pensando en algo, su rostro
se contorsionó lleno de terror y gritó.
“Yu-er se acaba de dormir, ¡¿lo quieres despertar de improvisto?!”
La emperatriz la regañó en voz baja.

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“No, esta concubina se disculpa.” Chen Ruofei se veía enferma y pa-
recía estar dudando.
“Si tienes algo que decir, ¡dilo!” La emperatriz estaba impaciente.
La concubina Chen se acercó y dijo. “Esta concubina acaba de recor-
dar que, el hombre que vive en el Pabellón Qilin, coincidentemente
llegó el día quince de marzo.”
La emperatriz estaba incomoda. “Que se supone que significa eso,
¿dices que él fue el que lastimó a Yu-er cuando llegó al palacio?”
“Esta concubina no se atreve.”
La concubina Chen dudó por un momento y mantuvo la cabeza aga-
chada.
“¿Qué es lo que pretendes decir?” La emperatriz le preguntó.
La concubina Chen se mordió el labio inferior y dijo. “La emperatriz
madre no lo sabe, el hombre del Pabellón Qilin es hijo de una esclava
de la residencia del padre de esta concubina. Esta concubina no de-
be hablar de ciertas cosas, pero no se atreve a ocultárselo a la empe-
ratriz.”
“¿Qué estás diciendo?”
“Hace una década, un sacerdote taoísta vino a la Residencia del Ma-
gistrado Chen y dijo que había visto un demonio y que una nube ne-
gra había aterrizado en la residencia. Preguntó si había un niño que
hubiera nacido ahí. Resultaba que una esclava anciana había dado a
luz a un niño mudo. Después de consultarlo, el Taoísta estaba con-
mocionado y dijo que ese bebé era la reencarnación de un demonio,
que debía ser extirpado antes de que creciera, sino el país sería azo-
tado por plagas y el demonio se liberaría en el futuro creando tiem-
pos difíciles.”

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La emperatriz levantó las cejas y dijo. “Este tipo de habladurías de
fantasmas y demonios, me temo que son puras tonterías.”
La concubina Chen se alegró en secreto, la emperatriz había hablado
con incredulidad, pero era claro que sentía curiosidad.
“Los padres de esta concubina dijeron lo mismo, el hijo de esa sir-
vienta era un ser humano y no toleraban la idea de asesinarlo, así
que lo ignoraron. Pero antes del atardecer, la madre de esta concu-
bina murió repentinamente de palpitaciones, ella era una persona
sana y no pudieron encontrar el origen de la causa de muerte. Fue
realmente extraño.”
“¿Eso realmente sucedió?”
La emperatriz estaba aterrada y pensativa.
“Si, el padre de esta concubina fue bueno y no mató al niño. Dijo que
probablemente había sido una coincidencia, pero temía que lo que
había dicho el sacerdote fuera cierto por lo que mantuvo al niño y a
su madre guardados, los instaló en el cuarto de leña del patio trasero
y así no les permitió causar ningún problema.”
La emperatriz preguntó ansiosa. “¿Después? ¿Qué pasó después en
la residencia?”
“El sacerdote había dicho que mientras no permitieran que la reen-
carnación del demonio viera a otras personas, no lastimaría a nadie,
por lo que lo mantenían en el patio trasero y la residencia estaba
tranquila y segura. Pero conforme iba creciendo y habiendo nacido
mudo, se convirtió en una criatura fantasmagórica y pintoresca, esta
concubina ha visto a muchas personas, pero ninguna es ni una on-
ceava parte tan atractiva como él. Dígame usted emperatriz madre,
¿piensa que un hombre debe ser tan hermoso como él?”

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La emperatriz lo meditó por un momento. “Esta emperatriz ha esta-
do muy ocupada cuidando de Yu-er y nunca ha ido a conocerlo. Tal
vez es sólo una exageración y sólo es mudo y temeroso.”
“Esta concubina tiene tiempo para tomar su lugar, si lo desea, vaya y
véalo.” La concubina Chen le recordó. “Además, aunque el esclavo
mudo era mantenido encerrado en su cuarto, siempre tenía que li-
diar con los esclavos que intentaban entrar al patio trasero, algunos
incluso se peleaban por el hasta sangrar. ¿De verdad cree que no es
lo que parece?”
La emperatriz no lo pudo soportar más y se levantó.
“Quieres decir que el emperador lo trajo de regreso, ¿por qué está
fascinado con su belleza? Imposible, al emperador no le gusta tener
sexo con hombres.”
“Si, el emperador no tiene el hábito de ser manga cortada, pero en-
tonces, ¿por qué está tan fascinado con él?” La concubina Chen aña-
dió más vinagre y más leña al fuego. “No lo ha visto emperatriz ma-
dre, el emperador lo protege demasiado. Justo ahora, esta concubi-
na fue a saludar al emperador y lo encontró sosteniendo su mano,
con la mirada llena de cariño.”
“¡Tonterías!”
La emperatriz estaba furiosa y la concubina Chen se arrodilló en el
suelo sorprendida.
“La emperatriz está molesta, esta concubina no debió contarle sobre
su nacimiento en la residencia de mi padre, en caso de que realmen-
te sea otra persona la que encantó al emperador, con tal de manipu-
lar a la Dinastía. Sin embargo, acaso la enfermedad de Su Alteza Real
el tercer príncipe realmente es un resfriado ordinario, ha durado por
tanto tiempo y esta concubina se sentía culpable de no decir nada.”

363
Mencionando al tercer príncipe, claramente atinó en la debilidad de
la emperatriz.
“No, esta emperatriz ira a conocer a Chen Yu en persona, ¡para ver si
lo que has dicho es cierto!”
La emperatriz salió del templo ansiosa, dirigiéndose al Pabellón Qilin
y la concubina Chen la detuvo apresurada.
“¡Emperatriz espere!” La concubina Chen tenía los ojos llenos de lá-
grimas. “Esta concubina ha escuchado las palabras de mi padre, sean
verdad o no. El emperador sigue en el Pabellón Qilin, si la emperatriz
fuera en este momento y lo enfrentara, me temo que no podrá ver la
verdadera naturaleza de Chen Yu y solamente provocaría la ira del
emperador.”
La emperatriz se detuvo, tomó un momento para calmarse y le dijo.
“No estas equivocada, pero Yu-er está más enfermo cada día, ¡esta
emperatriz no puede esperar ni un momento!”
“Emperatriz, no hay evidencia de nada de esto, sería mejor pregun-
tar en la Cárcel Qin Tian, esta concubina podría estar calumniando a
Chen Yu. Si no es el caso, mejor busquemos un método para curar a
Su Alteza Real el tercer príncipe.”
“Cierto, esta emperatriz había olvidado la Cárcel Qin Tian. ¡Ven aquí!
Ve a llamar al supervisor de la Cárcel Qin Tian.”
La emperatriz lo pensó a detalle, estaba preocupada, incluso si Chen
Yu no era la reencarnación de un demonio, ¡debía impedir que el
emperador fuera infectado por el hábito de ser manga cortada!

364
100
Aceptar

El Rey de Zhen Bei desplazó sus tropas hacia el sur y, aunque el em-
perador había hecho preparativos y había mandado a sus tropas con
antelación, su ejército estaba menos entrenado que el del rey y cada
vez había menos soldados para defender los muros. Aunado a que, la
División del Tigre y el Lobo del Rey de Zhen Bei era letal. El rey llegó
al banco norte del Río Huang a mediados de abril donde montó su
campamento y, después de un pequeño descanso, se preparó para
derrotar al ejército de la Dinastía Jìng de un sólo golpe y así poder
entrar a atacar la retaguardia que protegía las Planicies Centrales.
El emperador estaba impaciente, sabía que el ejército del rey se ha-
bía formado con valentía luchando guerras en el frío amargo, pero
no esperaba que su propio ejército fuera tan vulnerable.
Los eunucos y las sirvientas del palacio le servían temblando, temían
molestar al amo accidentalmente. Unos días atrás, un pequeño eu-
nuco había roto accidentalmente la tasa de té y el emperador le ha-
bía cortado la cabeza ahí mismo.
Mientras que todos los residentes de la corte imperial estaban en
peligro, la persona en el Pabellón Qilin estaba a sus aires, no era ni
frío ni cálido con el emperador, pero él lo acompañaba todos los
días, buscando cualquier medio para que le concediera tan sólo una
sonrisa.
Cuando la emperatriz Jiang vio al emperador intentando alimentar a
Chen Yu con una preparación medicinal, su rostro se puso sombrío.
Desgraciadamente, parecía que la concubina Chen tenía razón. Chen
Yu lo rechazó con el rostro frío, pero al emperador no le importaba
su posición de majestad y ¡continuaba tratando de complacerlo!
365
Si no estaba hechizado por Chen Yu, ¡¿cómo podía ser explicado?! El
emperador nunca había sido tan considerado con ninguna de sus
concubinas, ¡ni siquiera con la emperatriz!
“Emperador.”
La emperatriz entró en el Pabellón Qilin, no miró al emperador sino
que sus ojos se posaron en el rostro de Chen Yu. Como la concubina
Chen había dicho, ¡este hombre tenía un rostro más delicado que el
de una mujer! Aunque no era tan encantador como ella había pen-
sado, las ropas blancas le daban un aire de erudito y la emperatriz ya
estaba decidida a considerarlo la reencarnación de un demonio. Y
como era un monstruo, era lógico que confundiera a los hombres.
“¿Qué haces aquí?”
Xiao Xiye retiró algunos libros, como El mandato de la Dinastía Jiang,
que eran los que Chen Yu había terminado de leer. Afortunadamente
el Pabellón Qilin tenía más de diez mil libros, si no Chen Yu no podría
soportarlo.
“La emperatriz no ha visto a Su Alteza ir al Templo Jiao Fang en mu-
cho tiempo, así que ha venido a ver qué era lo que lo mantenía tan
preocupado y ha escuchado que el ejército rebelde del Rey de Zhen
Bei había avanzado hacia el sur, pero el emperador parece estar muy
relajado.”
Xiao Xiye percibió los celos en su tono y contestó enojado. “Acabo de
ir a la corte a discutir la medidas que tomaré con varios generales,
¿de dónde sacas que estoy muy relajado?”
La emperatriz había sido regañada y comenzó a llorar afligida, ella y
el emperador siempre se habían tratado con respeto, nunca le había
hablado en ese tono.

366
“¿Es este el señor Chen Yu que fue traído al palacio por el empera-
dor?” La emperatriz contuvo su llanto y miró a Chen Yu con enojo.
Chen Yu se levantó e hizo una reverencia como saludo, sabía por las
ropas adornadas con Fénix que llevaba, que era la emperatriz. Nunca
la había visto, pero podía sentir la inexplicable hostilidad de la empe-
ratriz hacia él.
La emperatriz miró a Chen Yu sin sentido. Había un calentador para
manos sobre la mesa y pensó que era un hábito fascinante, ¿cómo
podía un hombre adulto necesitar de un calentador de manos y usar
un abrigo en un día soleado de abril?
O era la reencarnación de un demonio o era el estilo común de los
hombres prostitutos, dependía de la energía yang de otros hombres
para sobrevivir.
“¿El señor Chen Yu puede demostrar que tan meritorio es?” La em-
peratriz preguntó.
Chen Yu negó con la cabeza, no había pasado ni medio año desde
que había aprendido a leer, no se atrevía a que lo pusieran a prueba
para demostrar sus conocimientos…
“¿Acaso es un discípulo de alto rango?” Le volvió a preguntar.
Chen Yu estaba sorprendido y volvió a negar con la cabeza.
La emperatriz se rio sonoramente y dijo. “Como no es un discípulo,
¿entonces por qué el señor Chen vive en este pabellón y pretende
leer los libros? ¿El señor Chen no debería aprender más bien de ma-
quillaje y como complacer a los hombres?”
“¡Emperatriz!”
Xiao Xiye intervino para evitar que siguiera humillando a Chen Yu.

367
“Espero que el emperador me perdone, esta emperatriz habló fuera
de lugar.” La emperatriz apretó los labios y dijo. “Esta emperatriz no
pretendía ser maliciosa, pero el emperador también ha hecho mal.
Este palacio está lleno de concubinas mujeres, él es un hombre, esto
incomoda profundamente al harén. Como al emperador le gusta el
señor Chen Yu, podría instalarlo en una residencia fuera del palacio,
para evitar todos los rumores que corren en el harén.”
Si el demonio fuera expulsado del palacio, el emperador no podría
enredarse con él todos los días y, después de algún tiempo, tal vez el
emperador se olvidaría de él.
El emperador pensó con cuidado en lo que la emperatriz había dicho
y luego le preguntó con los ojos entrecerrados. “¿Quién te ha llena-
do de esas ideas?”
La emperatriz lucía confundida. “Las palabras de esta emperatriz
vienen desde su corazón.”
“No tenías este tipo de pensamientos antes, no te culparé esta vez,
solamente porque has sido provocada por alguien con malas inten-
ciones.” El emperador habló fríamente. “Si tienes tiempo para preo-
cuparte por mí, es mejor que me ayudes a cuidar de Dairou, ¿cómo
sigue?”
La emperatriz se sentía incomoda cuando pensaba en esa mujer lo-
ca, ni siquiera tenía tiempo para cuidar de sus propios hijos, ¿cómo
podría hacerse cargo de Dairou? Probablemente seguía loca en su
residencia.
Al principio, la emperatriz había ido a visitarla dos veces y después,
cuando la vio perder la cabeza y golpearse repetidas veces, ya no
quería verla.
“Eh, el médico ha dicho que está más estable y sus palpitaciones do-
lorosas han disminuido, pero el emperador tiene razón, el Rey de
368
Zhen Bei la trató de una manera monstruosa. ¿Por qué no ha hecho
públicos sus crímenes para que la gente se ponga en su contra?”
Xiao Xiye miró a Chen Yu y se dio cuenta de que no estaba poniendo
atención, entonces dijo. “¿Por qué crees que Jun Xuanxiao le tendría
miedo a la opinión popular? Además, ese tipo de escándalo dañaría
la imagen de la Familia Real. ¡Sabes que está prohibido que cualquie-
ra del palacio diga algo al respecto!”
“Oh.” La emperatriz no pudo evitar decir. “Si el emperador tiene
tiempo, podría ir a ver a Yu-er. Él ha estado muy mal después de casi
un mes de enfermedad, anoche tosió sangre y esta emperatriz real-
mente está preocupada.”
Viendo a la emperatriz limpiarse unas lágrimas de los ojos, Xiao Xiye
sintió su corazón conmovido.
“¿Yu-er? ¿Está enfermo? ¿Por qué no me lo dijiste antes?” Xiao Xiye
le preguntó lleno de ansiedad.
“Emperador, usted ya no ha preguntado por el bienestar de esta
emperatriz ni su hijo.” La emperatriz contestó llena de rencor.
Xiao Xiye se sintió un poco avergonzado, había estado dedicado a
Chen Yu y la guerra, realmente había dejado a un lado a la empera-
triz.
“¿Qué tipo de enfermedad tiene Yu-er que ha durado casi un mes?”
“Al principio pensé que era un resfriado, pero ya ha pasado mucho
tiempo y los médicos no encuentran solución.”
Xiao Xiye pensó por un momento. “Entiendo, iré a verlo mañana.”
Incluso cuando su hijo más querido estaba enfermo, solamente ha-
bía aceptado ir a verlo al día siguiente. La emperatriz había confir-

369
mado que el emperador realmente estaba obsesionado con ese de-
monio.
Salió del Pabellón Qilin y se detuvo a escuchar lo que el emperador
le susurraba al demonio.
“No te preocupes por las palabras de la emperatriz.”
Chen Yu movió la cabeza gentilmente, si se mortificara sólo por unos
pocos insultos, ya se habría ahorcado en la Residencia del Magistra-
do mucho tiempo atrás.
Xiao Xiye suspiró aliviado, puso un brazo alrededor de Chen Yu y dijo.
“Yu-er eres tan amable y comprensivo, que haya podido traerte es la
mayor fortuna que he tenido.”
Chen Yu se retorció un poco para evitar la intimidad de Xiao Xiye, ex-
cepto por el Rey de Zhen Bei, no quería tener ningún contacto con
ningún hombre. Cada vez que Xiao Xiye intentaba con impaciencia,
lo hacía sentir asqueado.
No es que no fuera empático, es que no amaba a Xiao Xiye y natu-
ralmente no le importaba si él lo amaba.
Chen Yu no odiaba a Xiao Xiye, pero no podía aceptar sus sentimien-
tos.

370
101

Lo odio y lo amo

Xiao Xiye ya se había acostumbrado a ser rechazado y tenía la sufi-


ciente paciencia para esperar a que Chen Yu bajara sus defensas po-
co a poco.

“Yu-er estos son unos registros sobre Yunmeng, revisa la información


que haya sobre el Clan Chu, tal vez te ayude a encontrar lo que que-
da de tu clan.”

Chen Yu agarró un montón de volúmenes maltratados y vio que ha-


bía algunos pocos registros de tiempo en tiempo. En resumen, el
Clan Chu de Yunmeng era llamado Guardianes del Mausoleo, sin
embargo, debido a que se mezclaron con la gente común de Yun-
meng, quedaban pocos descendientes reales y estaban bastante ais-
lados unos de los otros, el último registro de la Familia Chu era de
treinta años atrás.

Los registros ambiguos confundían más a Chen Yu.

“Yu-er, ¿recordaste algo?”

Xiao Xiye observaba a Chen Yu a detalle, tratando de capturar cual-


quier cambio en su expresión.

Chen Yu negó con la cabeza, él había nacido en la Residencia del Ma-


gistrado y nunca había ido a Yunmeng, ¿cómo podría saber algo de
sus ancestros?

371
Xiao Xiye no se rindió y continuó preguntándole. “Tu madre y padre,
¿alguno de ellos te habló de tus abuelos?”

No, excepto por algunas cosas triviales, su madre nunca le habló de


su tierra natal y mucho menos de su padre.

Chen Yu sentía que el emperador lucía más ansioso que él, parecía
estar un poco desilusionado. Al parecer, aunque Chen Yu era del
Clan Chu, no sabía nada al respecto.

El emperador no había obtenido los resultados que esperaba, pero


no estaba desanimado, se concentró en su mapa de guerra, el ejérci-
to del rey seguía en el banco norte del Río Huang. El caudal de ese
río era turbulento y había sólo dos puntos donde disminuía un poco
y se podía cruzar, sin embargo, si las tropas del emperador se disper-
saban, no podrían detener al ejército del Rey de Zhen Bei.

“Yu-er, de acuerdo a tus conocimientos sobre Xuanxiao, ¿dónde


crees que vaya a cruzar el río?”

El rey a veces utilizaba sus estrategias militares para enseñar a Chen


Yu a escribir y leer, Chen Yu miró los planes de batalla que le eran
muy familiares, estiró su esbelto dedo índice y señaló un punto en
los dibujos.

Diez días después, la noticia de que el Rey de Zhen Bei había sido
capturado y escoltado de regreso a la capital se extendió por todo el
palacio, incluso los eunucos y las sirvientas celebraban, de esta for-
ma el ejército de rebeldes no tenían cabeza que los dirigiera y pronto
sería completamente destruido. La rebelión había fracasado y ya no
tenían que preocuparse de que el rey invadiera el palacio.

372
Chen Yu fue probablemente la última persona en enterarse de las
noticias, las personas del palacio despreciaban a un hombre que te-
nía manos y pies, pero prefería vender su cuerpo, y sentían mucho
desagrado en hablar con él.

Fue Xiao Xiye el que se lo dijo.

“¡Yu-er! Esta vez el Rey de Zhen Bei ha sido capturado, ¡debes recor-
dar tu primer logro! Tenías razón, hizo lo opuesto de lo que se espe-
raba, ignoró las partes tranquilas del río y trató de cruzar de noche
por una de las partes más peligrosas. ¡Fue capturado con la guardia
baja por mis soldados y caballos! ¡Eres mi estrella de la suerte!”

El emperador estrechó fuertemente la mano de Chen Yu y estaba tan


emocionado que le causaba dolor.

Chen Yu retiró su mano y escribió. “¿Lo va a matar?”

Xiao Xiye se quedó en silencio por un momento y le preguntó retóri-


camente. “Todavía tienes sentimientos por él, así que no quieres que
lo mate, ¿cierto?”

Chen Yu bajó su cabeza para evitarlo, debería odiar al Rey de Zhen


Bei, por eso le dijo a Xiao Xiye la estrategia del rey para cruzar el río.
Pero cuando pensaba que podía morir y nunca lo volvería a ver,
Chen Yu se sintió llenó de pánico.

Lo odiaba, pero este odio no era ni siquiera una diez milésima parte.

“No lo mataré por ahora, no quiero que me odies por matarlo.” Xiao
Xiye le habló con los ojos llenos de afecto. “Además, tus madre sigue
en las manos de Jun Xuanxiao, quiero ayudarte a recuperarla.”

373
“Quiero verlo.” Chen Yu escribió.

Las cejas llenas de emoción del emperador cayeron y dijo. “No lo ha-
bría aceptado, entre más lo extrañas más preocupado me siento, pe-
ro Yu-er voy a satisfacer todos tus deseos. Incluso si vas a verlo, con
que algún día seas capaz de aceptarme, todas tus peticiones serán
concedidas.”

Chen Yu sólo podía ignorar el profundo afecto del emperador, su co-


razón ya estaba lleno de alguien más y, aunque el emperador era in-
sistente, él no podía hacerle ni el más mínimo espacio.

Xiao Xiye cumplió su palabra y llevó a Chen Yu a las celdas del pala-
cio. Lo dejó esperando en la celda obscura de al lado.

“Xuanxiao nunca pensé que, después de que tú y yo bebiéramos con


simpatía relajadamente en el norte, nos encontráramos tan pronto
en el campo de batalla como enemigos.”

Chen Yu tenía una oreja pegada a la pared, quería escuchar la voz del
rey. Aunque se había tratado de convencer de que no debía ilusio-
narse y que tenía que dejar de sentir nostalgia por esa persona cruel,
no pudo evitar pensar que Jun Xuanxiao estaba al otro lado de esa
pared y su corazón voló hacia allá, no podía esperar más.

“Se podría decir que usted salió victorioso y yo soy su prisionero.”

La voz de Jun Xuanxiao sonaba tan ingobernable como siempre, tan


profunda como un tambor.

Cuando Chen Yu lo escuchó, sus ojos se sintieron calientes y sus lá-


grimas comenzaron a desbordarse inconscientemente, se odiaba a sí
mismo por no poder controlarse.
374
Este hombre lo había humillado tanto y lo había torturado a tal pun-
to que, incluso aunque había sido liberado del Palacio del Rey, pasa-
ba todas las noches inquieto de un lado a otro, atrapado en una pe-
sadilla. ¿Qué podía hacer si no podía dejarlo ir? ¿A dónde había ido
toda la determinación que había tenido cuando dejó el Palacio del
Rey?

“Sin importar cuál era tu posición, tú y yo éramos hermanos jura-


dos.” La voz del emperador se escuchó.

“¡Ja, ja, ja! Por lo visto, el ser emperador realmente refinó tu arro-
gancia en estos últimos años.” Jun Xuanxiao se rio desenfrenada-
mente. “Una persona que ha ganado la batalla por métodos triviales
y es tan complaciente, ¡no es digno de llamarse hermano de Jun
Xuanxiao!”

El emperador le contestó enojado. “No importa lo que digas, ganar


es ganar y perder es perder, además, ¡Yu-er también es parte de la
batalla! ¡La persona que se ganará su corazón al final debo ser yo!”

“Esta es la diferencia entre tú y yo.” Jun Xuanxiao sonaba tranquilo a


pesar de ser un prisionero. “Tu amor debe ser calculado, sin embar-
go, incluso si yo le fallo, él nunca me va a poder olvidar. Eres dema-
siado inseguro.”

El corazón de Yu-er se saltó medio latido.

Así que todo lo que el emperador había planeado en el norte, ¿Jun


Xuanxiao lo sabía? ¿Por qué no creyó en su inocencia? Solamente
porque había estado una noche con el emperador, él estaba tan en-
furecido, ¿realmente le importaba tan poco?

375
Chen Yu sonrió burlonamente, a los ojos del Rey de Zhen Bei, él tenía
que ser un objeto perfecto y libre de mancha. Si había una pequeña
mancha, ¿debía ser desechado?

¿Crees que te ama? Xuanxiao no tienes por qué ser tan orgulloso.” El
emperador le dijo fríamente. “¿Sabes que tan profundamente lo has
lastimado? ¡Sufre todas las noches hasta la mañana para poder ce-
rrar los ojos! Incluso después de dormirse someramente, ¡las pesadi-
llas continúan! Frecuentemente lo escucho llorando en sueños, ¡es
mudo! ¿Alguna vez has visto a un mudo llorar? Solamente puede llo-
riquear. Además, él me dijo tus secretos, ¿te das cuenta cuanto te
odia?”

El silenció invadió el otro lado de la pared de repente y Chen Yu po-


día escuchar los latidos llenos de pánico de su propio corazón.

“¿Y qué?”

Jun Xuanxiao siempre estaba arriba de él y su voz llena de desprecio


era tan fría y despiadada como cuando había destrozado su Dado
Linglog.

“Él me pertenece, como yo lo trate, no te toca a ti juzgarlo.”

En cuanto escuchó esas palabras, Chen Yu caminó despacio hacía la


celda, su expresión era tranquila y no tenía ni un rastro de debilidad.

Las pupilas del rey se encogieron, viendo a Chen Yu mientras cami-


naba hacia Xiao Xiye y tomaba su mano, el rostro del emperador se
iluminó con una sonrisa.

376
102

Intenso beso suave

“Yu-er.”

Xiao Xiye se sintió alagado y sostuvo la mano de Chen Yu en su pal-


ma, sólo él sabía que tan íntimos eran y su corazón latía desbocada-
mente. Éste era el momento que había esperado por mucho tiempo.

Él entendía por qué Chen Yu había tenido que hacer eso. Sin embar-
go, incluso aunque era falso, él se sentía completamente feliz.

“Xuanxiao parece que te sentías demasiado confiado, pero Yu-er ya


se ha olvidado de ti.”

Jun Xuanxiao miraba fijamente a Chen Yu sin desviar la mirada y sus


ojos, que eran como un abismo, no mostraban ninguna sorpresa. Pa-
recía que podía ver a través de Chen Yu.

Ciertamente había cambiado, ya no lucía como un esclavo sirviente


con una mirada de reverencia y entusiasmo, y tampoco tenía que
depender de nadie. Parecía que había encontrado su propia alma y
lucía glorioso.

Sentía en su vientre que él era un poema que quería reservar para él


mismo y se sentía enojado. Chen Yu tenía originalmente un tempe-
ramento que era como el jade, ahora había añadido un espíritu edu-
cado y lucía más confiado, lo que lo hacía aún más atractivo.

Jun Xuanxiao se sentía poco preparado para enfrentar a este Chen


Yu, antes era capaz de controlarlo firmemente, pero ahora sentía
377
que emanaba un tipo de opresión y que se había alejado completa-
mente de él.

“¿De verdad?” Jun Xuanxiao sonrió burlonamente, con el corazón


lleno de malicia. “¿Para qué querías venir aquí si no te atreves a mi-
rarme?”

Chen Yu se paralizó por un momento, ciertamente no se atrevía a


verlo directamente, tenía miedo de que el rey lo examinara con sus
ojos agudos de águila y expusiera su falsedad.

“¡Tienes opiniones muy fuertes!” Xiao Xiye le gritó enojado. “La ra-
zón por la que Yu-er vino no tiene nada que ver con que no pudiera
olvidarse de ti. Esta aquí para preguntarte, ¡¿a dónde has llevado a
su madre?!”

Jun Xuanxiao lo miró con ojos profundos y comenzó a reírse sono-


ramente.

“Resulta, Xiao Xiye, que tienes muchos trucos que sólo prueban tu
conciencia culpable.” Jun Xuanxiao se dio la vuelta y admitió. “Te re-
fieres a la anciana de la Residencia del Magistrado, hace unos meses
este rey ordenó que la sacaran de esa residencia. En cuanto a donde
la tengo escondida, no quiero decirlo en este momento.”

Lleno de enojo, Xiao Xiye levantó el látigo que tenía a su lado y lo


lanzó violentamente, una marca profunda llena de sangre apareció
en el pecho del rey. Las púas del látigo habían cortado su piel y la
sangre había comenzado a desbordarse inmediatamente.

“¡Ja, ja! Xiao Xiye, te atreves a probar las diez torturas de la prisión,
¡¿quieres ver si este rey se relaja?! Ja, ja, ja.”

378
Jun Xuanxiao se reía violentamente, como si él fuera el verdugo. Se
lamió los labios con su lengua escarlata, sediento de sangre y arro-
gante, y miró directamente a Chen Yu. Chen Yu se sonrojó bajo esos
ojos feroces.

Aunque el látigo había golpeado al Rey de Zhen Bei, Chen Yu sintió


dolor. Bajó el rostro y no se atrevió a ver la herida, la sangre parecía
una lengua de fuego y el corazón de Chen Yu estaba quemándose y
sentía escozor.

Xiao Xiye lo abrazó y le dejó recostarse en su pecho, consolándolo


suavemente.

“Yu-er no tienes que tener miedo.”

Chen Yu tenía miedo, pero no porque lo castigaran sino que temía


no poder controlarse y empezar a rogar en defensa del Rey de Zhen
Bei.

“¡Yu-er!”

Al verlo apoyado en Xiao Xiye, Jun Xuanxiao gritó de repente.

“¡Ven aquí! Te diré dónde está tu madre.”

Chen Yu giró la cabeza incrédulo y el rey le sonrió enigmáticamente,


¿realmente le diría tan fácilmente dónde estaba su madre?

Chen Yu no podía evitar creerle, si hubiera cualquier rayo de espe-


ranza, tenía que aferrarse a él.

Caminó hasta quedar enfrente de Jun Xuanxiao, demasiado cerca, de


repente sintió que había regresado al pasado y su amor por ese
hombre no se había reducido en lo más mínimo.
379
“Acércate más, sólo te lo diré a ti, no quiero que Xiao Xiye lo escu-
che.”

La voz de Jun Xuanxiao lo hechizaba e, inconscientemente, Chen Yu


obedeció sus órdenes.

“¡¿Qué es lo que estas tratando de hacer?!” Xiao Xiye preguntó he-


lado.

Jun Xuanxiao era demasiado perezoso para responderle y solamente


habló con Chen Yu. “¿No quieres saberlo? Ven, este rey te lo dirá.”

Chen Yu no pudo evitar acercarse más, estaban prácticamente pega-


dos. Podía ver a detalle las gruesas cejas del rey que eran como es-
padas de tinta, los ojos obscuros e impredecibles, y su nariz recta.
Todo esto aparecía en los sueños de Chen Yu, lo hacían enamorarse,
y eran la causa de que perdiera el sueño todas las noches.

Jun Xuanxiao bajó la cabeza y la acercó al cuello de Chen Yu, cerró


los ojos y lo olfateó.

“Yu-er eres tan dulce.”

Jun Xuanxiao levantó las comisuras de su boca y sonrió lleno de en-


canto malicioso.

El aroma del cuerpo de Chen Yu no era como el olor a maquillaje de


una mujer, era un perfume único y suave. Y como ahora se pasaba
todo el día leyendo y escribiendo en el Pabellón Qilin su cuerpo es-
taba contaminado con el olor de la tinta.

La voz del rey era melosa y baja, ligeramente ronca, era como el ve-
neno de una serpiente venenosa que hacía que Chen Yu se sintiera

380
mareado. Tuvo que pellizcarse en secreto solamente para poder
mantener la razón.

Justo cuando iba a intentar gesticular para cuestionarlo, su mejilla


fue embarrada con una cosa caliente, había sido sólo un toque, pero
la fuerza fue muy intensa. El rey extendió más la lengua, lleno de
travesura, y recorrió los labios de Chen Yu.

Chen Yu dio un paso atrás lleno de terror. El rey estaba en una situa-
ción tan precaria, pero aun así pensaba en juguetear con él y ¡¿be-
sarlo de esa manera?!

“Fragante, ¡todavía tan fragante como antes! Ja, ja, ja”

Jun Xuanxiao se lamió los labios, como un niño que acababa de pro-
bar azúcar, satisfecho.

“Tú, ¡¿por qué?!”

Los pensamientos de Chen Yu eran caóticos, ¿no estaba harto del él?
¿Por qué lo besaría? ¡¿Sólo para hacer enojar al emperador?!

Lo que más asustaba a Chen Yu era que su corazón estaba latiendo


rápidamente y ¡¿sentía un poco de alegría?! Incluso aunque el Rey
de Zhen Bei sólo lo utilizaba para burlarse del emperador, él estaba
dispuesto.

“¡¡Jun Xuanxiao!!”

Xiao Xiye estaba realmente enojado, levantó el látigo y lo descargó


varias veces, sólo para que Jun Xuanxiao se riera más descaradamen-
te.

381
“Yu-er, no le hagas caso a este loco, sólo está jugando con nosotros.
Ve, regresa primero.”

Xiao Xiye agarró a Chen Yu del brazo preocupado, lo que Jun Xuan-
xiao acababa de hacer lo ponía completamente celoso. Él la pasaba
mal cuando tenía que contenerse, pero se había aguantado porque
quería actuar como un caballero para que Chen Yu se entregara a él
voluntariamente. Pero Jun Xuanxiao era un cabrón, haciendo lo que
se le diera la gana sin siquiera pensar en los sentimientos de Chen
Yu.

“Yu-er.” Jun Xuanxiao le gritó de repente. “Si vienes de nuevo maña-


na, este rey tal vez te lo diga de verdad.”

Xiao Xiye estaba enojado y exasperado. Ese bastardo estaba usando


la incertidumbre sobre su madre para retener a Chen Yu y hacerlo
venir cada día a verlo, ¡¿para que pudiera seguir insultándolo?!

382
103

Regresando con el rey

“Jun Xuanxiao, ¿quieres volver a ver a Yu-er mañana?” Xiao Xiye


apretó los dientes y le dijo. “¡Sigue soñando!”

Después de regresar al Pabellón Qilin, Xiao Xiye no podía calmar su


estado mental, incluso después de tomarse una jarra entera de vino
seguía molesto y su pecho se movía violentamente.

Chen Yu puso una mano sobre el brazo de Xiao Xiye y él levantó la


cabeza sorprendido, Chen Yu le estaba sonriendo como si fuera un
elegante hibisco.

“Yu-er.” La voz de Xiao Xiye estaba tensa. “Beber demasiado vino


lastima el cuerpo.”

Chen Yu le hizo unos gestos, se sentó enfrente de él, llenó el vaso de


Xiao Xiye hasta el tope y sirvió otro para él.

“Yu-er, ¿te preocupas por mí?” Xiao Xiye estaba abrumado por la
alegría. “Parece que este emperador está soñando, Yu-er, he espe-
rado tanto por este día y me has sonreído a mí, no sólo a Xuanxiao.”

Chen Yu apretó sus labios con vergüenza, levantó su vaso y bebió


primero.

Este vino era como un jarabe, era más tolerable que el del Palacio
del Rey. Rara vez bebía alcohol, pero ahora no se sentía acalorado,
sólo sentía su boca llena de un líquido blanco sin sabor. Era comple-
tamente diferente al vino que le habían hecho beber de niño.
383
“Yo creo que quiero ir a la prisión mañana.”

Los gestos de Chen Yu eran lentos y cautelosos, la sorpresa hizo que


el rostro de Xiao Xiye se pusiera rígido y luego se volvió amargo. To-
mó otra jarra de vino y se la bebió.

“Sabía que lo hacías por esto. Cuando estábamos en la prisión me


sonreíste, aunque no fuera sincero, incluso si todo fue una actuación
para vengarte de él, aun así me sentí feliz. Pero Yu-er, ¡también has
visto que Jun Xuanxiao es un bastardo! No se merece tu corazón ni
tu mente, si vuelves a ir, me temó que volverá a molestarte.”

¿Molestarme? Si mientras había estado en el palacio, el rey sólo lo


hubiera molestado así de suave, él habría estado extático. Ahora que
ya había dejado el palacio, ¿por qué se molestaría en incomodarlo?
Probablemente él mismo lo había pedido.

Había miles de razones por las que Chen Yu no debía volver a verlo,
pero sí había una sola razón para amarlo, él lo aceptaría desespera-
damente.

Lo más difícil de convencer era su propio corazón.

“¿No lo ves Yu-er? Jun Xuanxiao lo hizo a propósito, no te va a decir


donde está tu madre, sólo quiere jugar contigo.”

Xiao Xiye habló borracho, Chen Yu enfrentó su entusiasmo, conde-


nado a soportarlo.

“Está bien, entonces no volveré a ir.” Chen Yu le dijo con gesticula-


ciones.

384
“¿De verdad? De acuerdo, Yu-er, ¿de verdad prometes que no irás a
verlo?”

Chen Yu asintió y sirvió más vino para los dos, la sirvienta al lado de
él trajo más vasos.

Xiao Xiye sonrió confundido. “Eso es maravilloso, finalmente vez su


verdadera cara, Yu-er, ¿algún día tu y yo estaremos juntos? Jun
Xuanxiao te abandonó y yo te acepté. ¡Soy mucho mejor que él!”

Profundamente enamorado, Xiao Xiye estiró los brazos para rodear a


Chen Yu, él frunció las cejas ligeramente y se alejó de sus brazos.

“Lo siento, Yu-er, estoy demasiado feliz.”

Xiao Xiye bajó los brazos e hipó, su mirada estaba completamente


desorientada.

Chen Yu puso el vaso en los labios de Xiao Xiye y le dijo con un gesto.
“Tienes razón, no es una persona en la que se pueda confiar, pode-
mos intentarlo, pero no me puedes forzar.”

Xiao Xiye aceptó el vino de la mano de Chen Yu vaso tras vaso.

“De acuerdo, de acuerdo, sé que ese día llegará. Yu-er, finalmente


estas dispuesto a aceptarme, te lo voy a demostrar, soy mucho me-
jor que Jun Xuanxiao.”

Xiao Xiye balbuceaba incoherentemente y no sabía cuánto vino ha-


bía bebido antes de que se quedara dormido sobre la mesa.

Chen Yu lo movió de los hombros, pero no hubo respuesta. Su sonri-


sa desapareció, se dejó caer suavemente sobre la alfombra y no ha-

385
bía rastros de alegría en su rostro, solamente soledad y aturdimien-
to.

‘Emperador, está equivocado, todas las sonrisas de Chen Yu se que-


daron en el Palacio del Rey. Después de eso, cada vez que sonrío, me
siento lleno de amargura.’

Hoy, Chen Yu realmente había cambiado, sabía cómo halagar y usar


su cuerpo como medios para lograr ciertos propósitos.

Chen Yu tocó la cintura de Xiao Xiye y encontró una insignia, regresó


a su pabellón cálido para recoger algo, se puso su abrigo y fue a la
prisión del palacio.

Cuando el emperador había llevado a Chen Yu a la prisión, él se ha-


bía fijado con cuidado y recordaba el camino. La insignia personal del
emperador era, obviamente, muy útil y los guardias de la prisión lo
dejaron entrar inmediatamente y se retiraron.

Jun Xuanxiao sabía quién era el que había venido sin siquiera tener
que voltear a verlo y su sonrisa llena de confianza invadía su rostro.

“Este rey pensó que te vería hasta mañana, ¿estas ansioso por saber
dónde está tu madre? ¿O no podías esperar más tiempo para ver-
me?”

Chen Yu bajó las cosas que había traído y le hizo gestos manteniendo
el rostro inexpresivo. “Su Alteza es demasiado afectivo.”

“¡Ja, ja, ja! No es que este rey sea apasionado, simplemente no pue-
des engañarme.” Jun Xuanxiao sonaba como una bestia, demasiado
salvaje. “Aunque pretendas ser íntimo con el emperador, cuando lo
miras no lo ves como a mí, lleno de fanatismo y amor. Yu-er, le has
386
servido a este rey por tanto tiempo y ¿aun piensas que puedes en-
gañarme?”

Chen Yu pretendía que estaba organizando la caja que había traído


para esconder el pánico que sentía al haber sido descubierto.

El rey siempre era tan acertado y confiado, ya fuera cuando Chen Yu


le mentía o le escondía que seguía amándolo.

Cuando Chen Yu escuchó la siguiente frase del rey, las cosas que sos-
tenía en su mano casi se caen.

“Yu-er, tienes mucho valor, regresaste con este rey y ya no te culpa,


ahora te va a seguir consintiendo.”

387
104

Lo que has dejado, a este rey también le gusta

Las palabras de Jun Xuanxiao eran como un balde de agua helada, así
que Chen Yu trató de calmarse.

“No te debo nada, ¿de qué me culpas?”

Chen Yu miró al rey con franqueza mientras movía las manos, ya no


era la mascota prohibida ni el sirviente de Jun Xuanxiao, esos privile-
gios habían sido cancelados tiempo atrás.

Los ojos de Chen Yu eran claros y sus labios estaban ligeramente le-
vantados, llenos de burla. Se estaba burlando de su idea de justicia y
la terquedad del rey.

Jun Xuanxiao miró a Chen Yu y su expresión se volvió sombría, el Yu-


er obediente que tenía en su mente se había ido, ya no era su vasa-
llo.

“No olvides que tú fuiste él que abandonó a este rey.”

‘Oh, éste resulta ser el caso.’

Chen Yu se sentía lleno de ironía, resultaba que a los ojos de Jun


Xuanxiao, su partida había sido una traición y le debía una disculpa
por ello.

Nunca había querido pensar al respecto, si no había podido ver ni un


pequeño destello de esperanza en esa vida, ¿por qué tendría que
sentirse avergonzado de haberlo abandonado? El rey de Zhen Bei,

388
que siempre estaba arriba de todos los demás, nunca había cedido
ante nadie.

“Si, yo soy el que traicionó la justicia.” Chen Yu gesticuló. “Dado que


soy una persona no confiable y con malas intenciones, el rey aun
piensa que regresaría a él para seguir siendo encerrado y usado sólo
por sexo, ¿un esclavo?”

Jun Xuanxiao se sintió golpeado por el pánico al escuchar a Chen Yu y


parecía que había una bestia feroz en su corazón tratando de esca-
parse de su cuerpo.

“¿No te gustaban los días que pasamos juntos? ¿Eras infeliz al lado
de este rey?” Jun Xuanxiao le preguntó con una voz apagada.

‘¿A quién le gustarían pasar los días encerrado?’

La sensación de estar excluido de todo y no ser parte del mundo,


¡Chen Yu tenía miedo incluso de pensar en esos días!

¡Había pasado por eso por más de diez años!

Nadie le había preguntado si le gustaba o no, o si estaba dispuesto a


hacerlo.

Era ingenuo y ridículo, cuando Chen Yu se sentía bien, sentía envidia


de los gorriones que volaban sobre el patio. Aunque volaran bajo, al
menos podían pasar sobre los muros y rejas, pero Chen Yu no podía.

Chen Yu levantó su barbilla y lo miró con sarcasmo. “Incluso el em-


perador entiende eso y me deja caminar libremente por todo el pa-
lacio, sin ninguna prohibición.”

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Jun Xuanxiao abrió la boca, pero fue incapaz de responderle por un
tiempo, esta era la primera vez que Chen Yu mencionaba a Xiao Xiye
y, aunque no pudiera hablar, el rey pudo percibir su tono lleno de sa-
tisfacción y confianza. Esto superó por completo la amargura en el
corazón de Jun Xuanxiao, la bestia dentro de su pecho estaba cau-
sando estragos, rasgando su corazón y pulmones como si estuvieran
a punto de consumirse por el fuego. El siempre controlado Rey de
Zhen Bei nunca se había sentido tan alterado.

“¿Te gusta porque te da libertad o te gusta porque es el empera-


dor?” Jun Xuanxiao le preguntó con los ojos ardiendo, llenos de
enojo.

La garganta de Chen Yu se apretó y los ojos comenzaron a arderle.

¿Acaso él era un hombre que codiciaba gloría y riquezas? ¿El rey lo


conocía realmente?

“Me gusta por todo eso.” Chen Yu sonrió y gesticuló indiferente.


“Nosotros los sirvientes baratos, está claro que codiciamos fama y
fortuna, y envidiamos a la gente. Como el emperador es la persona
más distinguida del mundo, ¿a quién no le gustaría?”

Jun Xuanxiao apretó los dientes, era la primera vez que perdía los es-
tribos en frente de Chen Yu.

“De acuerdo, si tú lo dices.” El rey le contestó sombríamente. “En el


futuro, este rey te dejará libre, no te restringirá de ninguna forma, te
dará el poder y estatus que deseas. ¿Estás dispuesto a seguir a este
rey?”

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Chen Yu lo miró de reojo, este era el honorable Rey de Zhen Bei, ¿al-
guna vez se había reducido de esta manera?

Le dirigió una mirada helada como respuesta.

El rey respiraba pesadamente y sonaba como si fuera un león enoja-


do. Había tomado la iniciativa de humillarse y pedir una reconcilia-
ción. ¡Le había ofrecido a Chen Yu lo que quería, pero él realmente lo
había rechazado!

Pero lo que él no sabía es que él también había rechazado las cosas


más preciadas para Chen Yu.

“No tienes que mentirle a este rey.” Jun Xuanxiao continuaba enoja-
do. “Incluso si amaras al emperador, nunca lo vas a amar tanto como
a mí. Yu-er, lo mejor de todo tu cuerpo son tus ojos, nunca mienten.”

Chen Yu gesticulo rápidamente. “¿Y qué? Yo le gusto y eso te gana.”

Jun Xuanxiao se quedó sin habla, sus ojos estaban extremadamente


intrigantes y contenían intenciones sedientas de sangre y asesinas,
que estaba intentando suprimir.

“¿Entonces por qué viniste a verme esta noche? No te puedes olvi-


dar de este rey, ¿verdad?”

Chen Yu gesticuló libremente. “Le recomiendo a Su Alteza que no


sea romántico y haga el ridículo. Estaba preocupado de que el rey
muriera en la prisión y no tuviera forma de recuperar a mi madre.”

Chen Yu abrió la caja y sacó un contenedor de comida que tenía un


tazón frío de avena con aleta de tiburón.

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“El rey no debe despreciar esta sopa fría, esto es lo que Chen Yu de-
jó.”

Chen Yu originalmente pensó que el orgulloso Rey de Zhen Bei se


enojaría por semejante humillación, pero le sorprendió que no sólo
no se molestó sino que miró a Chen Yu y soltó una risa ahogada.

“Este rey está feliz de comerse lo que dejaste.”

Chen Yu sintió una punzada en su corazón y comenzó a respirar en-


trecortadamente.

Inmediatamente sintió que estaba jugando con él, el rey siempre era
frío y caliente, a veces era gentil como el agua y otras era frío como
el hielo. Era claro que para él, era solamente un juego de emociones
y trataba a Chen Yu como un juguete, igual que las personas trata-
ban a sus perros, gatos, aves y otras mascotas. Burlándose cuando se
sentían felices y alejándolos si no les agradaban.

Chen Yu llenó una cucharada de sopa con descuido y la metió en la


boca del rey con rudeza.

Jun Xuanxiao lo tragó alegre y le sonrió engañosamente, como si


Chen Yu no le estuviera dando de comer un guisado sino que se es-
tuviera quitando las ropas para servirle.

Chen Yu contuvo la respiración y simplemente le entregó el tazón de


comida, el rey sorbió unos cuantos tragos.

“Yu-er, ¿todavía quieres ahogarme con un tazón de comida?” El rey


se rio, sacando la lengua y lamiendo las manchas en las comisuras de
sus labios.

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A pesar de que era un prisionero y había sido azotado por todas par-
tes, aún tenía la actitud para coquetear y juguetear con él. Chen Yu
agarró una porción grande de ungüento, lo presionó con fuerza en la
herida que tenía en el pecho y comenzó a frotarlo desordenadamen-
te.

“Yu-er, estas avergonzado y eso te hace ver tan adorable.”

Jun Xuanxiao habló cerca de la oreja de Chen Yu y su aliento caliente


cubrió ese lado de su rostro. Su cara se puso roja y caliente, no esta-
ba avergonzado, estaba enojado y lo evadió rápidamente.

¡¿Este hombre es capaz de sentir dolor?!

Las heridas habían perforado la carne, había mucha sangre y, en al-


gunas partes, la piel se había desprendido. Las manos y pies de Chen
Yu eran muy suaves, pero apretó la boca con crueldad y presionó de-
liberadamente en una de las heridas del brazo de Jun Xuanxiao. Le
hizo gestos para preguntarle.

“¿Dónde está mi madre?”

Al rey no le importaba si la herida dolía o no, pero observó a Chen Yu


pretendiendo ser rudo presionando sus heridas y estaba aturdido.
Chen Yu lo miró a los ojos y vio dos resplandores rojos, esa expresión
de enojo lo hacía ver un poco ridículo.

Chen Yu solía ser como un dócil gato persa, bien portado y conside-
rado, ahora tenía su carácter. Unas cuantas uñas se enterraron en la
carne del rey, no lo lastimaban en lo absoluto, pero arañaban su co-
razón.

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“¿Qué estás viendo? ¡Devuélveme a mi madre!” Chen Yu gesticuló
más enojado.

“Ja, ja, ja, ja, ja” Jun Xuanxiao asintió y dijo. “Está bien, te la devolve-
ré, este rey dijo que te la iba a devolver.”

Jun Xuanxiao estaba indefenso, al igual que Chen Yu, realmente ha-
cía insoportable rendirse y era difícil negarse.

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105

Insulto

Dos días después, Chen Yu volvió a aprovechar la oportunidad de


emborrachar al emperador y fue en secreto a la prisión del palacio.
Después devolvió la insignia a la cintura del emperador antes de que
se despertara.

Chen Yu pensaba que estaba tratando de forzar la confesión del rey,


pero Jun Xuanxiao estaba feliz con sus visitas y no le importaba en lo
absoluto el dolor. Después, Chen Yu se sintió perdido, no estaba se-
guro si estaba logrando conseguir la ubicación de su madre o si tenía
miedo de que el rey muriera en la prisión. Chen Yu se dio cuenta de
que era inútil continuar de esa manera, a fin de cuentas, había ter-
minado en una trampa profunda.

Después de deprimirse por cinco días, Chen Yu decidió que iría a ver
al rey por última vez.

“Yu-er, no habías venido a ver a este rey en un tiempo, estaba a pun-


to de ir a buscarte.”

El rey había hablado en cuanto vio a Chen Yu.

Chen Yu no le respondió, Jun Xuanxiao era un prisionero sin forma


de escapar, ¿cómo lo iba a ir a buscar? Eran sólo palabras sin ver-
güenza.

El carcelero bajó al rey de una base de madera a la que estaba enca-


denado, se había negado a aceptar la insignia del emperador y le ha-

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bía tomado un tiempo convencerlo. Lo dejó solamente encadenado
de pies y manos.

“Ah, las manos y pies de este rey están entumidas, ayúdalo a sentar-
se sobre el tapete.”

Jun Xuanxiao suspiró, movió sus piernas tiesas y se sentó en el tape-


te al lado de Chen Yu.

Chen Yu no obedecía ya sus órdenes, pero sacó de la caja un tazón


de comida y medicinas, como lo había estado haciendo cuando lo vi-
sitaba, y comenzó a ayudarle a tratar sus heridas. El emperador no le
había impuesto más castigos a Jun Xuanxiao, sabía que era inútil más
que para desahogar su enojo, así que sus heridas habían empezado a
sanar y a formar costras.

Chen Yu bajó la cabeza para aplicar la medicina pareja y meticulosa-


mente, desde su pecho hasta su abdomen. Ya no estaba familiariza-
do con el cuerpo del rey, era completamente musculoso, lleno de ci-
catrices y estaba sudoroso. Chen Yu se sintió avergonzado de nuevo,
además del cuerpo del rey, no conocía nada más de él.

Desde el principio, la relación entre los dos había sido extremada-


mente cercana respecto a su cuerpo y piel, era una relación donde
uno de ellos se recostaba a recibir y el otro lo disfrutaba rudamente.
Era extraño que hubiera durado por tanto tiempo.

Chen Yu juró en secreto que esta sería la última vez que lo vería, a
partir de ese día no volvería a pensar en él, le daría lo mismo si Jun
Xuanxiao moría o vivía en el futuro.

“Yu-er, ¿por qué no estas insistiéndole a este rey hoy?”

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Chen Yu se sorprendió por sus palabras, su mano estaba sobre el pe-
cho del Jun Xuanxiao y continuó aplicándole la medicina por un largo
tiempo.

Una emoción que había suprimido por mucho tiempo se presentó en


su mente, Chen Yu de repente se inclinó y mordió con fuerza el pe-
cho del rey. Uso toda la fuerza que tenía juntando todo el amor y el
odio que sentía por él para concentrarla en esa mordida.

La piel fue mordida y los dientes de Chen Yu perforaron la carne.

‘¿Por qué me mientes diciéndome palabras dulces? ¿Por qué me tra-


tas como un juguete con el que puedes jugar rudo? ¿Por qué juegas
con mi mente como si no hubiera pasado nada?’

Tenía tantas cosas que preguntarle a Jun Xuanxiao, pero sabía que
nunca podría entrar en el corazón del rey, Jun Xuanxiao nunca lo ha-
bía amado. Pretendía entrar y salir de su vida sin importarle que lo
había arruinado cruelmente. Finalmente se retiró.

Jun Xuanxiao había permanecido callado y lo dejó morderlo. Cuando


la boca de Chen Yu aflojó la mordida, el pecho de Jun Xuanxiao tenía
una nueva herida, aún sangrante.

La sonrisa de Chen Yu estaba llena de sangre y se lamió con la punta


de la lengua, esta era la sangre del Rey de Zhen Bei, era tan dulce y
caliente como la de cualquier persona. Chen Yu sólo podía sonreírle
con frialdad, era mudo y no podía reírse sonoramente, estaba com-
pletamente feliz. Finalmente había dejado su marca en el rey, aun-
que no había podido marcar su corazón, al menos podía hacerle es-
to.

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Cada vez que viera esa marca, Jun Xuanxiao tendría que pensar en él.
Chen Yu quería que eso lo volviera loco y que, este hombre que lo
había hecho sufrir, recordara cuanto lo amaba y lo odiaba.

“Fue una mordida bastante fuerte.”

La voz del rey era baja, de pronto se volteó y presionó a Chen Yu de-
bajo de él, tirando el plato de comida y las medicinas.

‘¡¿Qué está haciendo?!’

Chen Yu quería empujarlo lejos de él, pero Jun Xuanxiao era mucho
más fuerte y corpulento que él, y no sabía que tanta fuerza tenía él
mismo. Las ropas de seda del rey se presionaban fuertemente contra
su cuerpo.

Los ardientes ojos del rey lo miraban con extrema agresividad, como
un león acechando a su presa. Chen Yu no podía estar más familiari-
zado con esa mirada, era la forma en que lo miraba cuando se sentía
excitado.

“Yu-er, ¿de dónde aprendiste eso? Esta mordida tuya hace que este
rey quiera tener sexo.”

Bajo tales circunstancias, ¡¿él aún quería hacer tal cosa?!

¡Era una bestia!

Chen Yu estaba tan avergonzado y enojado que quería escaparse del


agarre de Jun Xuanxiao, pero no podía hacer nada en contra de su
imponente fuerza.

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Chen Yu era inteligente y, con el corazón lleno de resentimiento, do-
bló las rodillas y empujó con fuerza hacia arriba directo en su enor-
me miembro masculino.

“Tsss…”

Sin importar que tan dura estuviera esa cosa, aún seguía siendo la
parte más vulnerable de ese hombre, el rey jadeó una bocanada de
aire helado y dejó escapar un gruñido. El peso de su cuerpo comple-
to se desplomó sobre Chen Yu.

“Yu-er te quieres convertir en la princesa del Rey de Zhen Bei. Si este


rey no puede tener hijos en el futuro, ¡simplemente te cogerá hasta
que te embaraces de él!”

Jun Xuanxiao había sido pateado con enojo, su lenguaje rudo y vul-
gar era como una demoledora, y su voz profunda demostraba que
estaba molesto.

Chen Yu estaba tan avergonzado que volteó la mirada, comenzó a


patear y golpear, sin poder respirar.

Jun Xuanxiao agarró a Chen Yu de la muñeca, la torció y cubrió sus


labios con rudeza. La punta de su lengua buscaba una abertura en
los dientes de Chen Yu, presionando con fuerza, como si quisiera de-
vorar la vida de Chen Yu.

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Contrapeso

Jun Xuanxiao sometió a Chen Yu dejándolo sin posibilidad de mover-


se, besó sus labios indiscriminadamente, su mandíbula presionaba
contra él y sólo podía mantener sus dientes apretados con firmeza.
No quería que hiciera nada inapropiado.

“Yu-er, lo quiero en este momento, dámelo.”

El enojo explotó dentro de Chen Yu, ¿qué pensaba Jun Xuanxiao que
era? ¿Era un simple animal que en cualquier momento desahogaría
sus deseos en cuanto se sintiera excitado? Si, solía corresponderle,
pero finalmente había escapado de las garras de ese demonio y no
quería volver a caer.

El beso de Jun Xuanxiao lo sofocó, aunque no debía ser llamado be-


so, era más bien como si su boca fuera invadida por una ventosa.

Un par de manos enormes comenzaron a meterse entre sus ropas,


Chen Yu aflojó los dientes por la sorpresa, pero Jun Xuanxiao pensó
que estaba cediendo y se aprovechó del hueco. Fue inmediatamente
mordido por Chen Yu.

“Tsss…”

Jun Xuanxiao sufrió el dolor y abandonó su boca por un momento, se


lamió la sangre que salía de su boca y tragó, sus labios estaban origi-
nalmente secos por la falta de agua y esta acción lo hizo ver más se-
diento de sangre y salvaje.

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Los ojos de Chen Yu estaban rojos, con venas saltadas y respiraba
desordenadamente.

Jun Xuanxiao movió su barbilla e, impulsado por la pasión, se volvió


maniático e impulsivo, pero no podía estar más deseoso. Su natura-
leza fría había sido excitada por Chen Yu.

“¿Por qué? Te casaste conmigo como un sustituto y solías servir muy


bien a este rey, ¿has olvidado todo lo que ganaste estando bajo la
entrepierna de este rey? ¿Por qué actúas como un santo o una mujer
independiente ahora?”

Chen Yu sentía su cuerpo pesado, como si hubiera quedado atrapado


en un vórtice y su corazón se retorcía como si hubiera sido apuñala-
do por una espada. El rey no era un ser humano, ¡sino una bestia fría
y egoísta! ¡Sólo le importaba él mismo sin tener el mínimo interés en
la vida y muerte de Chen Yu! Si estaba feliz, lo trataba con considera-
ción, sin embargo, en cuanto perdía la paciencia, ¡mostraba su ver-
dadera naturaleza!

Chen Yu estaba abrumado por la vergüenza y trató de empujar la ca-


ra del rey con su mano, pero él la agarró rápidamente.

“Yu-er, debe haber un límite en tu jugueteo e indulgencia, ¡no te re-


sistas para evitar que te lastimes a ti mismo!

Las palabras de Jun Xuanxiao hundieron a Chen Yu en el abismo, re-


sultaba que a los ojos del rey, ¿su rechazo era solamente por arro-
gancia?

Chen Yu sonrió con las comisuras de su boca, pero era una sonrisa
desolada, había sido su propio corazón blando el que lo había con-

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vencido de ir a verlo y así le había dado la oportunidad de humillarlo.
¡Él solo se había robado lo que le quedaba de vergüenza!

¡Había ido a verlo porque no tenía dignidad!

El Rey de Zhen Bei era como una celda de prisión, se había converti-
do en el destino de Chen Yu y no podía escapara de él ni olvidarlo.

La mano de Chen Yu cayó débilmente y dejó de resistirse.

“Así está bien, no obligues a este rey a ser rudo y de nuevo romper
tu mano accidentalmente.”

Jun Xuanxiao volteó a Chen Yu, haciendo que le diera la espalda y le


quitó los pantalones en unos pocos movimientos y el cuerpo del rey
se presionó contra su trasero.

Jun Xuanxiao agarró un recipiente con una crema y la aplicó en el


orificio secreto de Chen Yu, el contacto frío hizo que se retorciera un
poco por la falta de costumbre, lo que hizo que el rey sintiera un de-
seo aún más intenso.

El cuerpo de Chen Yu se estremeció ligeramente, aparte de la deses-


peración, también sentía un poco de emoción y anticipaba con an-
siedad el momento en que él y el rey volvieran a fusionarse. Estos
sentimientos hacían que Chen Yu volviera a sentir que caía dentro de
otro abismo.

Probablemente era verdad que era un depravado, ¿desde cuándo


disfrutaba ser sometido y abusado por Jun Xuanxiao? Chen Yu no
podía recordar con claridad. Al principio, solamente sentía dolor y
vergüenza, y después se había involucrado completamente.

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El rey tenía razón, él era una persona de naturaleza inconstante, sin
embargo, bajo el Rey de Zhen Bei, se convertía en un joven majes-
tuoso, en una cosa que lo contenía con su cuerpo para darle placer.
Disfrutando el placer de ser penetrado con violencia y dolor.

La hermosa piel blanca de Chen Yu estaba ligeramente enrojecida,


aunque tenía diez mil razones para odiar a Jun Xuanxiao, su cuerpo
no podía engañar a nadie.

El rey deslizó un dedo dentro de él, la carne tierna y tensa envolvió


su dedo, pero no pudo introducir el segundo dedo.

Jun Xuanxiao estaba tan excitado que se evadió por un rato, no se


habían visto en mucho tiempo y el interior de Chen Yu estaba tan
tenso que lo estimulaba completamente.

“Yu-er, ¿dejaste que el emperador lo tocara?” Chen Yu se burló,


¿qué pasaba si lo tocaban? ¿Qué pasaba si no lo tocaban? De todos
modos, se había convertido en el mismo conejo de prostíbulo y ya no
tenía ningún sentido de vergüenza. ¿Qué tan limpio estas tú, Rey de
Zhen Bei? ¿No eres como un genio buscando flores y poemas? No sé
cuántos hombres y mujeres han tenido la suerte de montar tu
miembro, realmente está bastante sucio.

Jun Xuanxiao vio su burla inexplicable, tan desconocida, y dijo. “Tu


cuerpo realmente está familiarizado con este rey, esta tan apreta-
do.”

El segundo dedo entró por la abertura y Chen Yu frunció las cejas to-
lerando la incomodidad.

‘Si quieres hacerlo, ¡sólo hazlo! ¡Sin más preámbulos!’

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El temperamento perseverante de Chen Yu explotó en ese momento
y, repentinamente, se levantó y empujó a Jun Xuanxiao, sentándose
sobre su cintura y lo miró fijamente.

Si dos personas podían ser felices, ¿por qué dejarlo ser feliz sólo a
él? ¡¿Por qué debería sentirse avergonzado?!

‘Si tu no me tratas como una persona, ¡entonces yo sólo te trataré


como un remedio para apagar mi propio fuego!’

Jun Xuanxiao descubrió asombrado que Chen Yu era como un gato


salvaje con las garras expuestas.

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¿Humillación?

Los dos jadeos parecieron durar para siempre.

La mente de Chen Yu estaba en blanco y no pudo mover su cuerpo


vacío y exhausto por un largo tiempo. Simplemente estaba desplo-
mado sobre el cuerpo de Jun Xuanxiao descansando y tratando de
recuperar su fuerza física. Un momento después, levantó la cabeza y
vio la orilla izquierda de la boca del rey, sonriendo astutamente.

Estiró sus dedos delgados, los remojó con el líquido lechoso turbio
que estaba en el pecho de Jun Xuanxiao y rápidamente lo embarró
en los labios del rey.

“¡Tú! Guaca…”

Jun Xuanxiao estaba disfrutando la sensación del momento después


del sexo e, inesperadamente, Chen Yu le había hecho algo así. Se
sentó enojado, limpió sus labios de la sustancia mucosa y ¡lo miró
con ojos asesinos!

Cuando escupió el líquido que había entrado por su boca, probó el


sabor ligeramente salado y ¡lo hizo sentir más humillado que con
cualquier otra ofensa!

¡¿Cómo se atrevía Chen Yu a hacerle eso?!

Chen Yu sólo se burló, se levantó del cuerpo de Jun Xuanxiao y toleró


el dolor. Sus piernas débiles seguían temblando y un hilo de sangre

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resbaló desde el nacimiento de su muslo, pero él pretendió ponerse
sus ropas casualmente.

Sus movimientos eran como nubes sobre el agua, igual que un joven
romántico acostumbrado a entrar y salir de un prostíbulo. Luego le-
vantó las ropas de Jun Xuanxiao y se las arrojó sobre el cuerpo des-
nudo, imitando la actitud que el rey tenía hacia él después de que lo
hacían en el Palacio del Rey.

Jun Xuanxiao seguía molesto, Chen Yu terminó de vestirse, se puso


sus calcetines y zapatos, y se levantó del tapete.

El rey estaba tan enojado que le dolían las raíces de los dientes, el ti-
gre se abalanzó y jaló a Chen Yu de nuevo, presionándolo debajo de
él.

“¿Hay algún problema? Ya no eres un rey distinguido ahora, sino un


prisionero encarcelado. Tuvimos sexo, este esclavo no te está humi-
llando, está bastante satisfecho, pero olvidó traer plata para pagar-
te.”

Viendo el sarcasmo en las comisuras de la boca de Chen Yu, Jun


Xuanxiao se molestó más y lo agarró del cuello, sus dedos parecían
las garras de un águila que se enterraban en la piel de Chen Yu.

El rostro de Chen Yu se enrojeció inmediatamente, pero su sonrisa


obstinada se mantuvo y se negó a retirarla.

Jun Xuanxiao finalmente lo soltó y le dijo. “No creas que puedes hu-
millarme y hacerme enojar de este modo, eres tú el que está debajo
de la entrepierna de este rey, te entregaste a mí una vez y no podrás
escaparte nunca. ¡Eh!”

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Chen Yu esperó a que el color de su cara se desvaneciera lentamente
y gesticuló. “Gracias por no matarme, no tengo dinero, pero si tengo
una recompensa para ti.”

Le arrojó un pequeño objeto que sacó de su manga y salió de la cel-


da sin mirar atrás, con un aire aparentemente gallardo, pero en
realidad iba cojeando a cada paso que daba.

Jun Xuanxiao observó lo que le había aventado y vio que era una lla-
ve, la forma de los dientes obviamente abría los grilletes que tenía
en las manos y pies, sus pupilas se contrajeron.

“¡Yu-er!”

Chen Yu no era capaz de seguirse enredando con él, tenía que cortar
de una vez, para nunca volver a verse en la vida.

Cuando salió de la prisión, quedó aturdido por la vista en frente de


él, no sabía cuándo, todos los carceleros habían sido noqueados y
varias personas vestidas con ropas parecidas a las de los carceleros
estaban sosteniendo sus espadas. Limpiándolas uno por uno, luego
apoyaban la espada en la garganta de cada uno de los carceleros
desmayados, la sangre salpicaba por todos lados y su vida desapare-
cía.

‘¡¿Qué está pasando?!’

Chen Yu miró uno de los cadáveres, con todo el cuerpo tieso, las per-
sonas con las espadas lo vieron sin responder y siguieron haciendo
sus cosas.

“Yu-er.”

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Sintió una mano apoyarse sobre su hombro y Chen Yu se asustó, vol-
teó y vio que era Jun Xuanxiao que había escapado de la celda sin
ninguna dificultad.

¿Acaso el rey había sobornado a esos carceleros? ¿Era un escape de


prisión planeado?

“Ellos eran originalmente la gente de este rey.” Jun Xuanxiao habló


contestando las dudas de Chen Yu. “De otra manera, ¿cómo se atre-
vería este rey a dejarse encarcelar?”

Chen Yu abrió la boca y no pudo calmarse por un tiempo, el control


del Rey de Zhen Bei y su visión a largo plazo eran mucho más pro-
fundos de lo que él podía imaginarse.

Al parecer, ¿incluso su captura había sido planeada? ¿Por qué lo ha-


bía hecho?

Los labios de Chen Yu estaban pálidos y gesticuló débilmente. “Pare-


ce que hice mi mayor esfuerzo para robar la llave del emperador, pe-
ro sólo fue algo superfluo, tu no necesitas que te salve.”

Chen Yu se sentía profundamente frustrado, originalmente había


querido humillar al Rey de Zhen Bei, pero solamente había quedado
como una persona infantil y ridícula.

“No importa como intentaste humillar a este rey ahora. Los senti-
mientos que tienes, recuerdas a este rey en tu corazón y te preocu-
pas por él aunque no quieras aceptarlo.”

Jun Xuanxiao meditó por un momento, como si estuviera decidiendo


algo y puso sus manos sobre los hombros de Chen Yu.

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“Yu-er, ¿quieres seguir a este rey?”

Chen Yu vio sus ojos profundos como un valle, estaban llenos de


emociones y pensamientos que él nunca podría adivinar. Chen Yu se
enteró después que esta pregunta de Jun Xuanxiao había nacido de
su mínima conciencia, pero también por su acción de robarse la llave
para él, una de las pocas acciones que había logrado enternecer el
corazón de acero del rey. Desafortunadamente, Chen Yu negó con la
cabeza y se rehusó.

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¡¿Jun Xuanxiao se merece tu amor?!

Chen Yu se bañó y se cambió de ropas, cuando estaba terminando


de leer la última página de El libro de Shangjun, la puerta se abrió de
golpe violentamente.

Era Xiao Xiye. Efectivamente, en media hora, la noticia de que el Rey


de Zhen Bei había escapado de la prisión se dispersó por todo el pa-
lacio y Xiao Xiye se apresuró hacía el Pabellón Qilin.

Todas las cosas sobre la mesa salieron volando cuando Xiao Xiye las
aventó, los pinceles y la tinta se dispersaron por todo el suelo, y un
jarrón en forma de pera se convirtió en polvo con un sonido estri-
dente.

“¿Por qué? ¡¿Por qué?! Yu-er, dime, ¡¿por qué?!”

Chen Yu bajó el libro con movimientos rígidos. De hecho, él podía


entender el enojo del emperador, pero no esperaba que, a pesar de
que fuera inmediatamente a buscarlo, las venas de su frente estaban
hinchadas y parecía a punto de estallar, no le había hecho nada a él y
no había ordenado que lo mandaran a prisión.

“¡¿Por qué sigues ayudándolo?! Sabes que fue casi imposible poder
capturar a Jun Xuanxiao, ¡fue la oportunidad de que tú y yo planeá-
ramos juntos! ¡Definitivamente no habrá forma de capturarlo una
segunda vez! Lo dejaste ir, ¡dejaste que el tigre regresará a la mon-
taña! ¡Todos nuestros esfuerzos fueron en vano! ¡¿Acaso no quieres

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saber dónde está tu madre?! ¿No lo odiabas? ¡Tú me lo dijiste! ¡¿Por
qué me traicionaste?!”

Chen Yu inclinó la cabeza. Estaba avergonzado, incluso aunque no


hubiera robado la llave, Jun Xuanxiao se habría escapado.

Xiao Xiye se puso en cuclillas tristemente y le preguntó. “¿Hice algo


mal? Cumplo todas tus peticiones, ¿por qué sigues siendo parcial con
él? ¡¿Acaso Jun Xuanxiao es tan digno de tu amor?! Yo sabía que ibas
en secreto a verlo a la prisión y aceptaba que me emborracharas a
propósito, sin embargo, ¡nunca pensé que lo dejarías escapar!”

Chen Yu estaba sorprendido, resultaba que el emperador siempre


supo cuáles eran sus intenciones cuando lo invitaba a beber con él.

Estaba atónito, no sólo el Rey de Zhen Bei y el Emperador eran errá-


ticos y caprichosos, él también lo era.

Claro que odiaba a Jun Xuanxiao, pero estaba enredado con él y ob-
viamente no podía amar a Xiao Xiye, pero aun así se había quedado
en su palacio.

“Quiero ir a Yunmeng, si no me vas a matar, sólo déjame ir.” Chen Yu


gesticuló ausente.

Xiao Xiye frunció las cejas y le preguntó. “¿Qué quieres decir? No


quieres quedarte en mi palacio, ¿te quieres ir?”

Xiao Xiye no habló por un largo tiempo, lo miró, pero sus ojos eran
enigmáticos, finalmente suspiró y se dejó caer en la silla.

“Yu-er, no te voy a dejar ir, hice todo lo posible para rescatarte de


Jun Xuanxiao así que no te voy a dejar ir tan fácil.”

411
Chen Yu esperaba este resultado, pero no sabía si era porque el em-
perador realmente lo amaba o porque esperaba usarlo para algo.

“Yu-er, ¿sabes algo? Estos días que me sonreías, hablabas conmigo y


me invitabas a beber, han sido cuando más feliz he sido. Sé que sólo
lo hacías por Jun Xuanxiao, sin embargo, incluso aunque era falso,
estaba dispuesto a aceptarlo. Estaba medio borracho y medio des-
pierto cada vez. Te dejaba tomar la insignia y, cuando te veía apresu-
rarte a la prisión para encontrarte con Jun Xuanxiao, ¿sabes lo triste
que me sentía?”

Chen Yu escuchó sus palabras llenas de afecto, pero no hubo ningu-


na onda en el lago de su corazón.

“El Mausoleo Jun Shan.”

Chen Yu gesticuló a medias, el emperador cambió su expresión de


repente y se enderezó animadamente.

“¿Ya lo sabías?”

Chen Yu asintió y siguió gesticulando. “El Mausoleo Jun Shan está en


el fondo del Lago Yunmeng.”

La Tumba Jun Shan, ese era el secreto que el emperador esperaba


obtener de Chen Yu.

“¡¿Es cierto lo que estás diciendo?! Yu-er, ¿no me habías dicho que
no lo recordabas? ¡¿Cómo te enteraste de esto?!”

Xiao Xiye estaba desbordante de alegría y estaba muy satisfecho.


Había buscado ese lugar por más de diez años y ¡finalmente tenía
una pista!

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Chen Yu estaba un poco cansado, levantó un pincel y papel del suelo,
y escribió. “Los registros que me diste decían que el Clan Chu de
Yunmeng también era llamado Guardianes del Mausoleo y no hay
otras Tumbas Reales en el área de Yunmeng más que esa, en la anti-
gua Montaña del Monarca.”

Xiao Xiye estaba tan emocionado que sus orejas se habían puesto un
poco rojas y dijo con ansiedad. “No está mal, lo que el Clan Chu res-
guardaba era el Mausoleo Jun Shan. Desde el reinado del Emperador
Taizu, los monarcas hemos buscado este lugar, desafortunadamente
había muy pocos descendientes del Clan Chu. Pero nunca pensé que
el Mausoleo Jun Shan, ¡estuviera al fondo del lago! ¡Debe de ser ese!
Yu-er, gracias, ¡Ja, ja, ja!”

El emperador sonrió llenó de orgullo y su abatimiento por el asunto


de la fuga se había evaporado. Parecía que pronto encontraría el
Mausoleo Jun Shan y se convertiría en el emperador inmortal que
crearía un mundo próspero dominado por la Dinastía Jìng.

“¡Ordenaré inmediatamente que vayan a buscarlo en el Lago Yun-


meng! ¡Tengo que encontrarlo!”

Chen Yu sabía las cosas a medias, de acuerdo a los registros que Xiao
Xiye le había dado, Yunmeng estaba inundado y la distribución del
lago había ido cambiando a lo largo de las décadas. Chen Yu recor-
daba que su madre le había dicho que había tenido que salir de su
tierra por las inundaciones y por eso se había desplazado al norte.

Por lo tanto, el Mausoleo Jun Shan estaba originalmente a los pies


de la Montaña Jun Shan, pero era muy probable que hubiera queda-
do sumergido al fondo del lago.

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“¿Puedes dejarme ir?” Chen Yu le volvió a preguntar con gestos.

Le había dicho la pista que el emperador esperaba, ¿lo dejaría ir?

La sonrisa de Xiao Xiye se congeló.

414
109

Estrella demonio

Menos de un mes después, el emperador mandó un mensajero a ca-


ballo desbocado al territorio del sur, Yunmeng. Ciertamente, encon-
tró el Mausoleo Jun Shan al fondo del Lago Yunmeng, la tumba esta-
ba intacta y no había sido profanada por ladrones.

Simplemente que el mausoleo estaba debajo del agua y no se podía


entrar por el momento, si se trataba de excavar a la fuerza, sus con-
tenidos probablemente se destruirían. Una vez que se drenará esa
parte del lago, el Mausoleo Jun Shan podría ser extraído. No era un
proyecto insignificante, el gobernador de la región había reclutado la
mano de obra de miles de personas y era claro que no se lograría de
un día para el otro.

Pero el emperador no había tenido tiempo de disfrutar su felicidad,


el Ejército del Norte lo mantenía ocupado.

Jun Xuanxiao se había dejado capturar deliberadamente para desviar


la atención del emperador y que bajara sus defensas. Cuando descu-
brieron que el ejército del rey había cruzado el Rio Huang discreta-
mente y entró en las Planicies Centrales, era demasiado tarde.

Después de su regreso, Jun Xuanxiao hacía avanzar al Ejército del


Norte cien millas al día y rápidamente atacó el Paso Juyong, que es-
taba solamente a unas cien millas de la capital.

Originalmente el emperador pensó que su ejército de doscientos mil


soldados podría detener al ejército del norte, que contaba sólo con
415
cincuenta mil personas en total, pero fue aplastado por esa pesuña
de acero.

El Ejército del Rey de Zhen Bei era el as de la Dinastía Jìng, había sido
entrenado como un ejército de hierro en la región del norte y estaba
completamente organizado. En cambio, los grandes números del
ejército del emperador estaban compuestos por varios grupos co-
mandados por distintos generales, esto lo hacía completamente vul-
nerable a la estrategia de Jun Xuanxiao.

El emperador ya no le pedía sugerencias ni consejos a Chen Yu, pero


las formaciones del ejército del norte cambiaban constantemente y
siempre tenían la ventaja.

Afortunadamente, el Paso Juyong era el mejor frente para detener a


los invasores, lo que permitió bloquear temporalmente a Jun Xuan-
xiao y a su ejército. En cuanto cayera a manos del rey, sería capaz de
atacar el Palacio Imperial en menos de siete días.

Comenzaron a correr rumores en el palacio de que el emperador es-


taba embrujado por un demonio que había sido traído del norte y le
pertenecía al Rey de Zhen Bei, el cual se había enfurecido por ello y
había organizado la rebelión para recuperar al demonio.

Estas ideas populares se dispersaron rápidamente por toda la capi-


tal, la gente común estaba triste y preocupada. El emperador y el
Rey de Zhen Bei habían nacido y muerto juntos en el campo de bata-
lla, pero se habían vuelto uno contra el otro por un demonio. El cul-
pable era el demonio, que podía fascinar a hombres y mujeres, lu-
ciendo su encanto sin decir ni una palabra, incluso la gente común
quedaría hechizada con un simple vistazo.

416
De todos los monarcas en la historia, ¿cuál no sería capaz de arruinar
a su gente y a su país por un demonio?

Para confirmar este rumor, el supervisor de la prisión Qin Tian co-


menzó a analizar las estrellas y encontraron que la Estrella Demonio
del Norte estaba resplandeciendo más que nunca y casi opacaba
completamente el brillo de la Estrella Polar. La actitud del empera-
dor era como un signo del mundo problemático causado por la estre-
lla demonio. ¡Eso representaba el desastre de la Dinastía Jìng!

El emperador pateó al supervisor de la prisión con fuerza y lo corrió


del palacio. Estaba tan hechizado que los oficiales y la gente de la
capital le escribieron en conjunto, suplicándole que ordenara la
muerte del demonio para salvar a la Dinastía Jìng del peligro.

Incluso el Ministro de la Corte, aunque no creía los rumores, tuvo


que respaldar la petición. Después de todo, el Rey de Zhen Bei esta-
ba a punto de atacar la capital. A parte de deshacerse del demonio,
podrían proporcionar un sentido de seguridad, rogándole a Dios que
el emperador abriera los ojos después de eso. No podían hacer nada
más.

El emperador estaba ansioso y cansado todos los días, sólo cuando


ya estaba avanzada la noche, regresaba al Pabellón Qilin para escon-
derse por un tiempo. El residente mudo no hacía ruido y era el mejor
oyente.

Chen Yu simplemente ignoraba los rumores del exterior, a veces el


eunuco que servía en el Pabellón Qilin lo miraba con desprecio y le
decía palabras rudas, pero los rumores no le afectaban mucho.

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“Esta emperatriz le ruega al emperador que vea a Yu-er, no ha ce-
rrado los ojos por dos días y ¡sólo tose sangre! Si usted no lo ayuda
¡Yu-er no va a sobrevivir!”

Chen Yu levantó la cabeza, era la voz de la Emperatriz Jiang, estaba


arrodillada afuera del Pabellón Qilin y lloraba lastimeramente.

“Saldré por un momento y luego regreso.”

Xiao Xiye dejó una banderita que sostenía sobre la mesa de arena y
se levantó, Chen Yu dudó por un instante y salió con él.

La emperatriz sostenía a un niño de cinco o seis años en sus brazos,


estaba envuelto firmemente y solamente su pequeña cara enrojeci-
da estaba a la vista. La emperatriz lloraba con los ojos hinchados y
estaba arrodillada en el suelo rogando.

Estaba acompañada por varias damas de la corte y la concubina


Chen la estaba ayudando a sostenerse.

“Yu-er ha estado enfermo por tanto tiempo y también estoy preocu-


pado, pero yo no soy médico, los médicos dijeron que era sólo un
resfriado, ¿qué caso tiene que me pidas ayuda a mí?”

La emperatriz miró a Chen Yu, lloró y dijo. “El médico dijo que pronto
estaría mejor, pero Yu-er ha empeorado día a día, lleva más de un
mes enfermo. Mire, ¡acaba de vomitar sangre!”

Chen Yu vio con cuidado que aún había manchas de sangre en los
bordes de la boca y en las ropas del tercer príncipe.

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“El supervisor de la prisión Qin Tian dijo que ¡había sido derrotado
por la Estrella Demonio! De otra manera, ¡¿cómo es posible que un
resfriado común no mejore?!”

“¡Tonterías!” El emperador habló enojado. “No importa esa Estrella


Demonio, ¡¿siquiera está enfermo?!”

La emperatriz Jiang señaló a Chen Yu y dijo con voz estridente. “¡Esta


emperatriz no está diciendo tonterías! ¡Este es el demonio! Desde
que entró al palacio, Yu-er no ha dejado de estar enfermo. ¿Por qué
no escucha las palabras honestas del ministro y se deja engañar por
él? ¿Acaso va a esperar a que mate a todos sus herederos?”

Xiao Xiye dijo impaciente. “¿Por qué todos los demás príncipes estan
sanos y sólo Yu-er está enfermo?”

“El supervisor de la prisión dijo que ¡el nombre de Yu-er estaba bajo
la Estrella Demonio! Este azote está decidido a matar a mi hijo.” El
cabello de la emperatriz estaba desordenado y su rostro derramaba
lágrimas sobre el tercer príncipe.

Xiao Xiye se quedó pasmado por un momento. “Yu-er, Yu-er.” Repi-


tió en voz muy baja. Sus ojos sufrieron un ligero cambio al ver a la
emperatriz llorando tan miserablemente como madre, no pudo tole-
rarlo después de todo.

“Tal vez es sólo una coincidencia que no ha podido deshacerse de la


fiebre, no envuelvas a Yu-er con tantas ropas.”

El emperador habló sin confianza, caminó hacía el niño para revisarlo


y, de repente, retiró la mano rápidamente. El tercer príncipe había
dejado de respirar.

419
110

Malvado

Xiao Xiye dio un paso atrás sorprendido. Los ojos del tercer príncipe,
que se encontraba acunado en los brazos de la Emperatriz Jiang, es-
taban a medio abrir. A primera vista parecían no tener energía y, so-
lamente si se les miraba a detalle, se podía ver que estaban desenfo-
cados.

“Emperador, ¿qué pasa?”

Cuando la emperatriz vio la reacción incómoda del emperador, le


preguntó sin comprender.

“Yu-er, él ha…” Xiao Xiye susurró por un largo tiempo antes de decir.
“Se ha ido.”

La Emperatriz Jiang se quedó pasmada por un momento, extendió su


dedo para sentir debajo de la nariz del tercer príncipe y se desplomó
aun sosteniendo con fuerza el cuerpo del bebé en sus brazos.

“¡Yu-er solamente estaba resfriado! No puede morir ¡El médico!


¿Dónde está el médico? Emperador, por favor, ¡llame al médico al
palacio! Rápido, salve a nuestros hijos.”

Dos lágrimas cayeron del rostro de la emperatriz, Xiao Xiye se sentía


avergonzado y triste, no sabía cómo consolarla.

“Yu-er está muerto, el médico es inútil en esta situación.” Xiao Xiye


habló lleno de culpa. “No hice lo correcto, lo descuidé estos días.”

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“¡Útil! ¡Útil! Emperador, salve a Yu-er, por favor sálvelo. Vea como
esta decaído, pero ¡se recuperará pronto!”

La emperatriz comenzó a llorar desconsoladamente, con la cabeza


pegada al tercer príncipe, sólo para darse cuenta de que su cuerpo
había perdido el calor de antes y comenzaba a ponerse frío. Xiao
Xiye tenía una expresión de tristeza, se acercó y abrazó al tercer
príncipe, lo puso gentilmente en el suelo y le cerró los ojos.

“Yu-er, este emperador lo siente por ti.”

De repente, la emperatriz levantó la cabeza y miró a Chen Yu, sus


ojos estaban desorbitados y llenos de odio.

“¡Fuiste tú! ¡Fuiste tú demonio! ¡Asesinaste a mi Yu-er! ¡Le robaste


la vida a Yu-er! ¡Entiérrenme con mi hijo!”

La voz de la emperatriz sonaba histérica y se abalanzó contra Chen


Yu, como si quisiera despedazarlo con sus propias manos.

Chen Yu se tambaleó por la fuerza de los pasos de la emperatriz.


Aunque era una mujer, el dolor de su pérdida la había enloquecido,
jaloneando a Chen Yu con una fuerza inhumana. Tratando de arran-
carle un pedazo de carne de una mordida para poder aliviar el odio
que sentía por él.

“¡Emperatriz!”

Xiao Xiye apartó rápidamente a la emperatriz, ella colapsó y comen-


zó a gritar.

“¡Ah! ¡Déjeme matarlo! ¡Matar a este demonio! ¡Quiero que pelee


conmigo! ¡Emperador! ¡Usted tiene que matarlo! Mató a Yu-er y

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¡matará a sus otros hijos más tarde! ¡Él es la estrella del desastre del
emperador!”

Aunque la emperatriz había perdido la cabeza y gritaba descontrola-


damente, Xiao Xiye no tenía el corazón para culparla por esto.

“Lleven a Yu-er de vuelta al Templo Jiao Fang, su muerte debe ser in-
vestigada.”

La emperatriz gritó tercamente. “¡No iré! ¡Quiero que él muera!


¡Que pague por la vida de mi hijo!”

Impotente, Xiao Xiye solamente podía noquear a la emperatriz y de-


jar que las sirvientas de la corte se la llevaran de regreso. Era normal
que ella no pudiera soportar tantas emociones por un tiempo, orde-
nó que la dejaran descansar por unas cuantas horas para que recu-
perara su espíritu. También ordenó que se preparara el cuerpo del
tercer príncipe y se abriera un salón para que lo adoraran. Durante la
noche, se llamó a los mojes para que fueran al palacio a acompañar
al tercer príncipe.

“Yu-er, ¿estás bien?”

Xiao Xiye le preguntó preocupado.

Chen Yu vio que el emperador lo miraba con los ojos llenos de preo-
cupación y compasión, también con un poco más de duda y conflic-
to.

Chen Yu negó con la cabeza. Su rostro había sido rasguñado por la


emperatriz, sin embargo, comparado con el dolor del duelo, no tenía
ni siquiera caso mencionarlo.

422
“Está bien.” Xiao Xiye hizo una pausa y dijo. “Te duele, regresa a tu
habitación y descansa.”

Esto significaba que quería que se metiera en el pabellón y no volvie-


ra a salir, Chen Yu entendió, se dio la vuelta de regresó a la habita-
ción y cerró la puerta. Observó como el emperador lo miraba con
ojos vigilantes.

“Emperador, llore su pérdida.”

La concubina Chen se agarró del brazo de Xiao Xiye y se limpió las lá-
grimas diciendo. “Esta concubina ha estado acompañando a la em-
peratriz estos días, viendo como el tercer príncipe empeoraba día a
día y deseando estar enferma en su lugar. Nunca pensó que la en-
fermedad del tercer príncipe fuera grave, esta concubina debió de
reportarlo al emperador.”

Xiao Xiye se soltó del agarre de la concubina y le preguntó fríamente.


“¿Qué deberías haber reportado?”

La concubina Chen lanzó una mirada hacia el Pabellón Qilin y su ros-


tro mostró embarazo.

“Esta concubina no se atrevería a decir tonterías al emperador, usted


lo sabe, pero debe saber que Chen Yu es el hijo de una esclava.
Cuando nació, un sacerdote taoísta llegó a la puerta y dijo que era
una persona misteriosa, que era probable que se volviera un malhe-
chor.”

“¡Tonterías!” Xiao Xiye le dijo enojado. “¡¿Cómo pueden existir los


fantasmas y monstruos en este mundo?!”

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La concubina se arrodilló en el suelo y miró discretamente la expre-
sión del emperador. Aunque estaba furioso y no parecía creerle na-
da, no la agredió, lo que significaba que tenía algunas dudas.

“Esta concubina no se atreve a decir tonterías. Le he contado acerca


de la experiencia personal de mi padre, el emperador le puede pre-
guntar a la familia de esta concubina.”

“¿Has hablado con alguien acerca de esto?” Los ojos del emperador
eran como hielo.

La concubina Chen negó con su cabeza una y otra vez. “Claro que no,
esta concubina pensaba como el emperador, incrédula. Pero se
preocupó por el príncipe y le contó esto a la emperatriz madre. Ca-
sualmente, ese mismo día el supervisor de la prisión Qin Tian solicitó
ver a la emperatriz y le dijo que parecía que la enfermedad del tercer
príncipe estaba causada por espíritus malignos y esta concubina no
sabía si estaba relacionado.”

424
111

Palabras brillantes

Xiao Xiye volvió los ojos, aparentemente en conflicto.

La concubina estaba muy feliz, sabía que el emperador se sentía cul-


pable por la muerte del tercer príncipe y sus palabras, que habían
añadido más leña y vinagre, facilitarían que el emperador considera-
ra los rumores sobre el demonio.

“Emperador, la madre de esta concubina murió con los mismos sín-


tomas del tercer príncipe. Ella falleció el día que Chen Yu nació.” La
concubina habló con cautela. “Esta concubina no entendía del todo,
¿el emperador querría llamar al supervisor de la Prisión Qin Tian?”

Las palabras de la concubina le recordaron al emperador que había


ordenado que se mandara llamar a gente de la prisión Qin Tian para
velar al tercer príncipe.

“Te estoy preguntando, acerca de que la Estrella demonio ha estado


inquieta últimamente, ¿este tema puede ser tomado en serio? ¡No
te permito que me mientas!”

El supervisor vestía una túnica decorada con una estrella y se arrodi-


lló en el suelo para contestar.

“Este ministro lo reportó al emperador hace más de medio mes.


Ciertamente, la Estrella Demonio floreció y se acercó a la Estrella
Chen, esto significa que la Estrella Demonio había entrado a la capi-
tal. Pero el emperador no lo creyó y corrió a este ministro, ahora el

425
tercer príncipe ha fallecido y es evidencia suficiente para demostrar
que el desastre ha comenzado a cumplirse.”

Xiao Xiye estaba sentado en el Trono del Dragón y permaneció en si-


lencio por mucho tiempo, sosteniendo su frente mientras pensaba
profundamente.

“En este caso, ¿cómo podemos evitar el desastre?”

“La forma más rápida y mejor sería encontrar al demonio y ¡matarlo!


El desastre naturalmente morirá con él, pero…” El supervisor vio el
rostro helado del emperador y dijo. “Si el emperador realmente se
niega a hacerlo, se puede intentar reprimirlo con objetos podero-
sos.”

Xiao Xiye le preguntó con impaciencia. “¿Cómo lo podemos supri-


mir?”

“Por ejemplo, se podría construir una pagoda en el palacio, dejar que


los monjes mantengan la estatua de Buda iluminada todo el tiempo
y, tal vez, eso suprimiría a los espíritus malignos de la Estrella Demo-
nio.”

“¡Sólo háganlo!” Xiao Xiye ni si quiera lo pensó y ordenó inmediata-


mente. “Destino cien mil hojas de plata, ¡pueden comenzar a hacerlo
inmediatamente! En menos de medio mes, quiero ver una nueva pa-
goda en el palacio, si no pueden hacerlo, ¡aterrizaran en el suelo!”

El supervisor estaba aterrado y sudaba frío, no quería perder la vida.

La concubina Chen escuchaba con ansiedad y preguntó. “Emperador,


el primer método es realmente imprescindible, estamos hablando de
la Corte de la Dinastía Jìng después de todo.”
426
“¡Cállate!”

Xiao Xiye miró a la concubina con desprecio sin siquiera regañarla y


se apresuró al Pabellón Qilin.

La concubina Chen se mordió los labios, ofendida, pisoteó con los


pies resentida y volteó a ver al supervisor.

Después de pensarlo por mucho tiempo, había decidido añadir la


medicina para acumular calor a la preparación médica del tercer
príncipe, Esto lo hizo toser sangre y que la enfermedad empeorara,
finalmente perdiendo la vida. Después, sobornó al supervisor para
que esparciera los rumores y que la culpa recayera en Chen Yu, pero
el emperador era parcial y ¡no había ordenado que lo mataran in-
mediatamente! Acaso Chen Yu sería capaz de escapar del desastre,
¿había fallado? ¿Cómo podría Chen Ruofei superar esto?

“¿Por qué no le dijiste al emperador que la única opción era matar al


demonio?” La concubina Chen le preguntó.

El supervisor se limpió el sudor asustado y la miró.

“¿No vio como lo protege el emperador? Si este viejo solamente le


hubiera aconsejado que lo matara, no habría pasado mucho tiempo
antes de que el emperador ordenara que fuera ejecutado y ¡la cabe-
za de este superviso rodara! ¡Eh!”

La concubina Chen sentía una presión en el pecho y dijo. “¡Tonto!


Tomaste las treinta y dos mil hojas de plata de esta concubina, ¡sin
decir ni una palabra!”

Los dos se separaron molestos.

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Cuando Xiao Xiye regresó al Pabellón Qilin, Chen Yu caminaba con
pasos pesados. Había encendido una lámpara, no podía conciliar el
sueño y estaba silenciosamente examinando un libro de registros
que tenía en la mano. La luz de la vela oscilaba y Chen Yu era como
una cascada, su piel inmaculada lucía casi transparente bajo esa luz.
Xiao Xiye lo sentía tan distante que era como una niebla que estuvie-
ra a punto de disiparse.

Ningún ser humano era tan atractivo como él, igual que cuando Xiao
Xiye lo había visto por primera vez en esa noche nevada.

“Yu-er.” Xiao Xiye lo llamó suavemente.

Chen Yu bajó el libro y le dirigió una sonrisa fría y brillante.

“¿Está bien la emperatriz?”

Xiao Xiye se sintió culpable, había estado ocupado con otras cosas,
solamente había ordenado que las sirvientas llevaran a la emperatriz
a sus aposentos y que llamaran al médico, no había tenido tiempo de
ir a verla.

“Yu-er, ¿realmente estas preocupado por la emperatriz?” Xiao Xiye


le preguntó francamente.

Chen Yu no mostró ninguna malicia y gesticuló. “Mi madre lloró de


esa forma dolorosa y desesperada cuando me acompañó a subir a la
litera matrimonial y me vio partir hacía el Palacio del Rey.”

El rostro de Xiao Xiye adoptó una expresión extraña y parecía sor-


prendido.

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“Ella va a estar bien, ya he mandado llamar el médico para que la
cuide.”

Chen Yu asintió y gesticuló de nuevo. “¿El emperador ha decidido


que va a hacer conmigo?”

Xiao Xiye se sintió profundamente avergonzado, nunca le había mos-


trado su corazón, pero ahora Chen Yu ya no era un joven ingenuo.
Era talentoso e inteligente, había aprendido a ser observador y analí-
tico. Incluso siendo capaz de ver a través de los pensamientos de las
personas.

“Yu-er, no pienses en eso.” Xiao Xiye habló cortantemente. “No voy


a hacer caso de esos rumores y no te voy a hacer daño. ¿Lo has olvi-
dado? Prometí protegerte de cualquier cosa.

Chen Yu hizo gestos para interrumpirlo. “El emperador tiene un gran


corazón y tiene sus propios sufrimientos, de hecho, a Chen Yu se le
ocurre otra opción.”

“¿Cuál?”

Xiao Xiye sintió que la esperanza se encendía en él pensando que


Chen Yu siempre le daba sorpresas, tal vez él tenía la mejor opción
de los dos mundos.

“Deje que me vaya del palacio, los rumores en la capital se disiparan


naturalmente y el emperador no tendrá que preocuparse por ellos.”

429
112

Pagoda Qibao

Xiao Xiye parpadeó y tomó un sorbo de la taza de té, estaba frío.

“Ya sabes que no lo voy a aceptar.”

Chen Yu esperaba que dijera eso, ya lo había rechazado varias veces,


pero siguió insistiendo con gesticulaciones. “El emperador ha encon-
trado el Mausoleo Junshan, no puedo hacer nada más en contra de
la rebelión del Rey de Zhen Bei. ¿Qué más quiere el emperador?
Chen Yu accedió a ayudarlo siempre y cuando lo dejara ir.”

Xiao Xiye se acercó a Chen Yu con una expresión de tristeza y con


una mano acarició el rostro perfecto de Chen Yu.

“Te quiero a ti.” Xiao Xiye habló apasionadamente. “Yu-er, siempre


piensas que sólo estoy usándote, pero lo que he querido todo el
tiempo es a ti.”

Xiao Xiye miró sus labios rojos tentadores y la urgencia en su corazón


de probarlos se encendió, igual de intensa que cuando estaba al fon-
do del acantilado en la Montaña Lang Juxu.

Chen Yu giró la cabeza para evitarlo y retrocedió para esconderse.

“Eso es lo único que Chen Yu no puede darle, el emperador debe


perdonarlo.”

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“¿Por qué? ¿No te he tratado mucho mejor que Jun Xuanxiao? Haz
hecho todo por él, ¿por qué no me das tu corazón? ¡Aunque sea un
poco!”

Xiao Xiye se sintió invadido de emociones y abrazó a Chen Yu, igno-


rando su forcejeo, enterró su rostro en su cuello y comenzó a besarlo
a la fuerza, absorbiendo el calor de su cuerpo y la fragancia de su
piel. Apresurado, Chen Yu agarró la taza de té y la estrelló contra la
mesa, apoyando un pedazo contra su propia garganta.

“Yu-er, ¡no seas impulsivo!” Xiao Xiye vio los ojos rojos de Chen Yu y
se detuvo. “De acuerdo, de acuerdo, no te obligaré, ¿puedes bajar
eso?”

El pedazo de porcelana se cayó de la mano de Chen Yu y gesticuló.


“El emperador dijo que nunca me forzaría.”

“De acuerdo, ¡lo dije!” Xiao Xiye habló con dolor. “Yu-er, te has cor-
tado la mano, te ayudaré a vendarla.”

Chen Yu miró sus dedos y había una gran cantidad de sangre fluyen-
do de una herida. No sentía mucho dolor. No dejó que Xiao Xiye sos-
tuviera su mano y la envolvió él solo con un pedazo de tela.

“Si el emperador no tiene nada más que hablar conmigo, por favor
retírese.”

La débil expresión ausente de Chen Yu era la brecha que Xiao Xiye


nunca había podido cruzar. Alguna vez, Chen Yu fue una persona to-
lerante y gentil, Xiao Xiye había pensado que algún día sería capaz de
impresionarlo. Ahora, se daba cuenta de que la terquedad de Chen

431
Yu estaba enterrada en sus huesos, nunca iba a cambiar la persona
por la que se había enamorado, ni la vida ni la muerte lo cambiarían.

“Te mudaras del Pabellón Qilin en unos días y cambiaras de residen-


cia.” Xiao Xiye habló decepcionado. “No pienses al respecto, ya casi
has terminado de leer todos los libros del pabellón, has estado siem-
pre incomodo aquí así que te ayudé a encontrar una nueva residen-
cia.”

A Chen Yu no le importaba, de hecho, no importaba donde estuviera


porque sufría en todos lados.

La residencia a la que el emperador se refería era la nueva pagoda


del palacio.

Cualquiera que fuera el deseo del emperador, ¿acaso el supervisor


de la prisión Qin Tian lo iba a descuidar? Reclutó personalmente a
cientos de trabajadores y, dentro de diez días, construyó la Pagoda
Qibao, o Pagoda de los Siete Tesoros, dentro del palacio. La pagoda
era de siete pisos, lucía majestuosa e imponente, y tenía el doble de
altura que el Templo Jin Luan. Con acabados hechos con papel de
oro, parecía que la luz de Buda iluminaba a todos los seres vivos.

Algunas de las estatuas de Buda fueron ofrendadas por los monjes


para iluminarlas con velas y otras fueron extraídas de los templos
que se encontraban fuera del palacio. En resumen, el supervisor es-
taba tratando de complacer la orden imperial de la mejor manera
posible.

Cuando Chen Yu se mudó, observó la pérgola que se encontraba en


lo más alto de la pagoda y sonrío. Como era posible que pudiera vivir

432
en una pagoda tan majestuosa, con la compañía de tantas estatuas
de Buda, pero no tocó el pez de madera para leer las escrituras, no
sabía si Buda lo culparía.

Xiao Xiye observaba sus gestos y vio que la expresión de su rostro


era extraña, como si estuviera tan avergonzado que se ruborizó.

La pagoda no tenía eunucos ni sirvientes, el supervisor había dicho


que el demonio debía ser purgado de sus pecados y que debía libe-
rarse de todos los espíritus malignos para poder evitar que los desas-
tres cayeran sobre la Dinastía Jìng. La gente del palacio y de la capital
parecía estar aliviada por el método de suprimir al demonio con Bu-
da, pero fue una pena que Buda no los bendijo. El día en que Chen
Yu se mudó a la pagoda, el frente del Paso de Juyong avisó que había
sido derrotado y que la avanzada del Rey de Zhen Bei había pasado
casi sin obstáculos, la ciudad ya no tenía ninguna barrera de defensa
contra el rey.

La única defensa que quedaba era la muralla de la ciudad, pero des-


afortunadamente, el emperador ya no tenía tropas para defenderla.
El Ejército de Defensa de la Capital y la Guardia del Palacio Imperial
fueron enviados a proteger la torre donde se guarecía la Familia Im-
perial, esta iba a ser la última batalla y sería una pelea uno a uno.

La gente de la capital entró en pánico, el Ejército del Rey de Zhen Bei


acostumbraba proteger el norte y pelear contra los hunos, todas las
personas ya habían escuchado sobre su valentía y ferocidad. ¿Qué
pasaría cuando esta cabalgata de acero pasará por sus cabezas? La
gente escuchaba los violentos tambores de guerra fuera de los mu-
ros de la ciudad y en el pánico surgieron los disturbios. Algunas per-

433
sonas querían escapar de la ciudad, la pelea entre el emperador y el
Rey de Zhen Bei no tenía nada que ver con ellos, ellos eran inocen-
tes. ¡¿Por qué tenían que sufrir esa catástrofe?! No era su maldito
asunto, ¡el demonio en el palacio era el culpable!

Todo había sido causado por la belleza del rostro de ese demonio, si
ese demonio no hubiera confundido al Rey del Norte para que em-
pezara la rebelión y, al mismo tiempo, provocado los sentimientos
del emperador para crear conflicto entre ellos, ¿por qué estarían en
la situación de ahora?

Xiao Xiye se puso la armadura él solo y se posicionó al pie de la torre


para formar una línea de defensa.

Tomando ventaja del abandono del palacio, bajo el liderazgo del su-
pervisor de la Prisión Qin Tian y algunos de los más respetados erudi-
tos, cientos de personas de la capital irrumpieron por la puerta oeste
del palacio para matar al demonio con sus propias manos y salvar el
día.

Chen Yu estaba sentado en el piso más alto de la Pagoda de los Siete


Tesoros, donde podía ver toda la superficie del Palacio Imperial, des-
de ahí vio a unos eunucos que escapaban en pánico e incluso podía
ver casi la mitad de la capital.

“Bum, bum, bum.”

El sonido del ariete de madera golpeando la puerta resonaba e inclu-


so la pagoda se estremecía un poco.

¿Acaso era el Rey de Zhen Bei atacando la capital?

434
Chen Yu escuchó el sonido de los tambores de guerra y los soldados
peleando, aunque no podía ver la escena, estaba seguro de que la
sangre estaba fluyendo al río, con cuerpos tirados por todos lados.

435
113

Depende de ti

Se escuchó un estruendo procedente de la puerta del palacio y Chen


Yu no pudo evitar dirigir su vista en esa dirección, probablemente, la
puerta del palacio había cedido. En ese momento, se comenzó a es-
cuchar el sonido de los caballos y de armas encontrándose, como si
quisieran que toda la ciudad lo escuchara.

La gente dentro del palacio estaba incluso más asustada, habían es-
tado a la espera, con la esperanza de que el emperador obtuviera la
victoria y los salvara. Ahora, no podían esperar nada más que ser
destruidos, salieron de sus escondites y huyeron desesperados. Ha-
bían escuchado que el Rey de Zhen Bei ni siquiera parpadeaba en el
campo de batalla y no le perdonaba la vida a nadie, no querían con-
vertirse en fantasmas bajó esas espadas.

“¡Mátenlos!”

Después de una hora, la batalla había pasado del campo de batalla al


palacio, como el emperador había concentrado a su guardia en la to-
rre, el palacio estaba completamente desprotegido y el Ejército del
Rey de Zhen Bei invadió completamente el palacio.

Las concubinas y eunucos fueron rápidamente rodeados por los sol-


dados del rey antes de que pudieran escapar, parecía un círculo de
ejecución, estaban completamente aterrados incluso para intentar
huir.

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La Familia Imperial, el príncipe heredero y algunos personajes distin-
guidos habían sido transferidos fuera del palacio el día anterior al
ataque. Los demás, tenían un único destino.

El Rey de Zhen Bei apareció afuera del Templo Jin Luan sobre su ca-
ballo negro, estaba bañado en sangre humana y su armadura se ha-
bía convertido en un abrigo de sangre. La sangre era de los soldados
de la Dinastía Jìng e incluso su caballo estaba empapado con ella. El
rey parecía un Raksha personificado, resoplando con ira y Song Qing
le seguía detrás mirando en todas las direcciones, buscando a una
persona.

“Tú, ve a la pagoda, ayuda a este rey a recuperarlo y ¡no te permito


que sufra ningún daño!”

La orden de Jun Xuanxiao fue dirigida a Song Qing, quien inmediata-


mente aceptó las ordenes y cabalgó hacía la pagoda.

“¡Song Qing! ¡Eres hombre muerto!” Detrás de Song Qing había un


esclavo con una figura sugestiva, montando un caballo débil. El ros-
tro de Hong Lian estaba pálido por el esfuerzo de tratar de mantener
el paso de Song Qing.

“He recibido la orden de Su Alteza y ¡no tengo tiempo para esperar-


te!” Song Qing habló con indiferencia y añadió. “Te dije que no me
siguieras, ¿hace cuantos días que aprendiste a montar a caballo?”

Hong Lian hizo un gran esfuerzo para fingir una sonrisa y dijo de ma-
nera desvergonzada. “Sabes que este esclavo no es bueno montando
a caballo, solamente es bueno montando hombres, ¿podrías ir más
despacio?”

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Song Qing lucía incómodo y le dijo. “No es como que yo te hubiera
pedido que vinieras a la capital con el Ejército de Zhen Bei.”

“Cierto, no tienes conciencia, pero cuando este esclavo salvó a tu


concubina, causó que su hogar sufriera esa calamidad. El estableci-
miento Qin Huai ha desaparecido, ¿dónde esperas que este esclavo
se asiente?” Hong Lian se quejó ofendido.

“Afortunadamente cuando esos bandidos quemaron el estableci-


miento Qin Huai, éste esclavo se salvó porque estaba en el Palacio
del Rey. De otra manera, aunque hubieras querido ver a este escla-
vo, yo ya no querría verte.”

Song Qing volteó a ver a Hong Lian que se estaba limpiando las lá-
grimas, secretamente fingiendo de nuevo.

“El rey te ha malcriado, tampoco te avergüenzas de ser desvergon-


zado y descarado en el palacio.”

EL Loto Rojo realmente dejó de llorar y sonrió alegremente diciendo.


“A este esclavo no le importa, este esclavo lo salvó y debes estar
agradecido. Este esclavo no tiene familia y ahora depende de ti, ¡de-
bes hacerte cargo de este esclavo!”

Song Qing se había quedado sin aliento, había peleado todo el ca-
mino con Hong Lian, desde el Palacio del Rey hasta la capital. Nunca
le había podido ganar, la clave era que el rostro de Hong Lian era de
acero y no conocía lo que era la vergüenza.

La pagoda estaba cerca y Song Qing dejó de hablar con él.

Cuando el Ejército de Zhen Bei entró por la puerta del palacio, mu-
chos soldados y caballos se habían dispersado dentro del palacio y,
438
aunque no habían matado indiscriminadamente, la escena era aún
terrorífica. La gente del palacio estaba hecha un desastre, pero nin-
guno había irrumpido en la pagoda, ni el ejército del norte ni la
guardia del palacio habían puesto un píe adentro.

Chen Yu vio a una muchacha, de aproximadamente veinte años, llo-


rando a los pies de la pagoda. Al verla mirándolo, pensó que proba-
blemente se había separado de su familia. Chen Yu temía que fuera
lastimada por los soldados, por lo que la ayudó a entrar en la pago-
da.

La muchacha llevaba ropas lujosas, probablemente era alguien con


un estatus de realeza, pero Chen Yu la miró mientras lloraba y le tra-
jo una taza de té para ayudarla a calmarse. Ella se encogió hacia un
lado y la bebió, calmándose un poco.

“Yo soy la princesa Yaojia, tú me salvaste. Le diré a mi padre, el em-


perador, que te de una recompensa.”

La princesa era orgullosa, pero seguía teniendo un aire infantil. Aho-


ra que el palacio había caído, era imposible decir donde estaba el
emperador.

Chen Yu negó amablemente con la cabeza, ella probablemente no


podría entenderlo si él intentaba hacerle gesticulaciones.

Parecía que la princesa había pensado en algo. La persona enfrente


de ella era claramente un hombre, pero lucía más atractivo incluso
que una mujer, era mudo y vivía en la pagoda. ¿Quién más podría ser
sino el demonio legendario? La cara de la princesa cambió inmensa-

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mente y apuntó a Chen Yu con miedo y desagrado. “Tú, ¡tú eres ese
demonio! ¡No te me acerques!”

Chen Yu estaba sorprendido, en los últimos días, a parte del empe-


rador, nadie se atrevía a comunicarse con él. En el palacio lo trata-
ban como si fuera la plaga, pero no esperaba que incluso una mu-
chacha joven lo evitara de esa forma.

“¡Realmente eres ese demonio! Tú fuiste el monstruo que mató a mi


tercer hermano y ¡confundiste a mi padre el emperador!” La prince-
sa le gritó con odio. “Tanta gente ha muerto en el palacio y ¡todo es
tu culpa! ¡¿Por qué no simplemente te mueres monstruo?! ¡Muére-
te!”

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Úsalo todo

Chen Yu miró a la princesa que estaba emocionalmente alterada y le


decía cosas crueles, esta escena no era desconocida para él. Cuando
era un niño, se había encontrado una vez con la señorita Chen en la
Mansión del Magistrado, inmediatamente lo había odiado, y le or-
denó a varios esclavos que lo azotaran.

Chen Yu de repente entendió las buenas intenciones de su madre.


Como ella le había dicho, mi hijo no tiene nada malo, pero la gente
es siniestra. Cuando ven gente que es mucho mejor que ellos, siem-
pre los odian y quieren destruirlos, su rostro era un problema. Esta
era probablemente la naturaleza humana de la que había leído en
los libros, Chen Yu salió de la pagoda, si aprovechaba que la gente
del palacio no lo quería tal vez podría escapar del caos.

Cuando la princesa lo vio alejarse como un muerto viviente, no dijo


nada, se sintió llena de miedo y desvió la mirada.

“El monstruo se ha ido finalmente.” La princesa dio un suspiro de ali-


vio. “¡Prefiero morir asesinada por el Ejército de Zhen Bei!”

El Palacio Imperial era muy grande y Chen Yu no lo había recorrido


completamente antes. No sabía que camino llevaba a las puertas del
palacio, tenía que merodear, siguiendo a los eunucos que intentaban
escapar. Finalmente, llegó al grandioso y magnífico Templo Jin Luan,
que parecía no estar muy lejos de una de las entradas del palacio.

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En el salón del templo, Jun Xuanxiao estaba parado en el centro, ves-
tido con una armadura y ropas de sangre. El emperador estaba sen-
tado en el Trono del Dragón y no tenía a donde ir, su armadura do-
rada también estaba manchada con bastante sangre. Xiao Xiye esta-
ba sentado con una postura erguida, manteniendo lo que quedaba
de la dignidad de la Familia Imperial, tratando de no mostrar su de-
rrota.

“Xuanxiao, parece que no puedo hacer nada, nunca pensé que per-
dería ante ti. Con doscientos mil soldados, ¿cómo era posible que
perdiera?”

La voz de Xiao Xiye seguía siendo noble y gentil, pero le hacía falta el
entusiasmo y confianza de antes, sus ojos estaban apagados.

“La respetabilidad y superioridad del emperador no son comparables


con las dificultades que he vivido por años en la amarga frialdad del
territorio del norte.”

Xiao Xiye asintió y dijo. “Si, nacido de la pena y muriendo en paz.


Cuando éramos jóvenes, yo era el engreído orgullo de la Dinastía
Jìng, pero ahora tú has ganado. Esto es tuyo y el Trono del Dragón
es, naturalmente, tuyo también.”

Xiao Xiye se levantó y bajó los escalones paso a paso.

Jun Xuanxiao levantó la cabeza y sonrió con placer. “La Dinastía Jìng
es tan pequeña, que no vale la pena arriesgar mi sangre en una pe-
lea. Piensa en la dinastía anterior, fue la expedición oriental a Persia,
la expedición norteña contra los hunos y la del este a Corea. ¡Cubría

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todas las direcciones! No hay nada en disputa con los territorios de
la dinastía anterior.”

Xiao Xiye permaneció pasmado por un tiempo.

“Soy un incompetente, he hecho mi mayor esfuerzo para cuidar de la


poca tierra que tenía, pero incluso acabé peleando con el Rey de
Zhen Bei, sin embargo tu ambición es mucho más grande que la mía,
hazlo. De ahora en adelante, el rey de Zhen Bei reinará el mundo.”

Jun Xuanxiao levantó su espada y esperó un momento.

“Vete.”

Los ojos de Xiao Xiye se abrieron por la sorpresa. “¿No vas a matar-
me?”

“Tú y yo peleamos espalda con espalda en el campo de batalla. La úl-


tima vez, cuando me dejé capturar, tu no me mataste. Jun Xuanxiao
nunca niega una deuda de honor, puedes llevarte a tu harén y a tus
soldados.”

Jun Xuanxiao se giró para irse y Xiao Xiye rugió, haciendo eco en el
gran salón.

“¡Jun Xuanxiao!” Xiao Xiye lo miraba con el rostro rojo. “¡Te he reco-
nocido como el emperador y he aceptado mi derrota! ¡Pero no tie-
nes por qué humillarme de esta manera! ¡No necesito tus viejos sen-
timientos y tu lástima!”

Jun Xuanxiao giró la cabeza y contestó. “No tienes que usar tus su-
frimientos para provocarme, he dicho que dejarte ir es dejarte ir.”

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Xiao Xiye abrió la boca por un largo tiempo, pero no habló, finalmen-
te apretó los dientes viciosamente, como si estuviera tratando de
romperlos.

“¡De lo único que me arrepiento es no haberte matado en la prisión!


Me dejas ir en esta ocasión y, en cuanto tenga la oportunidad, ¡te
mataré en el futuro!”

“Como pude derrotarte una vez, puedo hacerlo la segunda vez tam-
bién.” Jun Xuanxiao habló con desprecio. “Si de verdad no quieres
quedar en deuda conmigo, ¿dime donde está la madre de Yu-er?”

Xiao Xiye sonrió burlonamente en su cara y luego se rio sonoramen-


te, como un loco.

“Jun Xuanxiao, pienso que eres una persona inteligente y decente, y


resulta que ese es el caso. También estás haciendo todo tu esfuerzo
por conseguir lo que está en el Mausoleo Junshan, ¿cómo? ¿Tam-
bién quieres tomar a la madre de Yu-er como rehén? Jun Xuanxiao,
¡eres tan malvado como yo!”

Jun Xuanxiao frunció las cejas y dijo. “Desprecio usar tu método.”

“¿De verdad?” Xiao Xiye le rugió con una expresión severa. “Enton-
ces por qué trataste deliberadamente con crueldad a Chen Yu, lo for-
zaste a que abandonara tu palacio lleno de desesperación y dejaste
que yo lo trajera al Palacio Imperial, ¿por qué?”

Jun Xuanxiao se quedó callado.

“¡Lo diré por ti! Codiciabas el Mausoleo Junshan, pero no tenías por
dónde empezar. Cuando, por accidente, obtuviste a Chen Yu y des-
cubriste que era un descendiente del Clan Chu. ¡Lo engañaste con
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palabras dulces para que se enamorara! Chen Yu había crecido en el
patio de la Residencia del Magistrado, tenía un corazón sincero e
inmaculado, y ¡lo podías mantener encerrado fácilmente! ¡Pero lue-
go te diste cuenta de que no sabía nada del Mausoleo Junshan! Así
que cuando fui al norte, me incitaste a sentir curiosidad por él y de-
jaste que me enterara de su identidad, para luego dejarme pensar
que yo era el que te estaba manipulando a ti. ¡Querías que yo te lo
quitara! No dudaste en tratarlo tan cruelmente para que se sintiera
completamente desilusionado de ti y ¡todo era para que él pudiera
encontrar la respuesta! Como los registros del Mausoleo Junshan es-
taban en manos del Palacio Imperial, dejaste que me lo llevara para
que descubriera donde estaba la tumba. Como lo habías planeado,
harías tu rebelión y todos los contenidos del mausoleo acabarían en
tu poder. Ja, ja. No estas peleando por el trono de la Dinastía Jìng,
¡tú ambición es mucho más grande!”

La mirada de Jun Xuanxiao era profunda y no mostraba ninguna ver-


güenza por haber sido expuesto.

“Cuál es el problema, sólo puedes decir que he buscado por más


tiempo que tú.” Jun Xuanxiao habló burlonamente.

Xiao Xiye sonrió y luego miró a Jun Xuanxiao. “Así que, mi Rey de
Zhen Bei, de hecho tu y yo somos iguales, y hacemos cualquier cosa
para cumplir nuestros propósitos. ¿Qué mejores cualidades tienes
para compadecerme?”

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115

Odio hasta el hueso

Los ojos de Jun Xuanxiao se achicaron y brillaron con una luz helada.

“Soy diferente de ti, tú quieres acaparar todo en tu indecisión, yo


puedo sopesar los pros y los contras, y desechar lo que sea necesa-
rio.”

Xiao Xiye le preguntó con incredulidad. “¿Abandonar? ¿Yu-er es algo


que puedes desechar? ¿Eh?”

Un enojo e impaciencia inexplicables surgieron del corazón de Jun


Xuanxiao, los eventos importantes no podían detenerse por peque-
ños detalles, entonces ¿por qué se sentiría tan incómodo y asustado
cuando Xiao Xiye le preguntaba eso?

La imagen de Chen Yu surgió de pronto en su mente, el Chen Yu que


era sonriente y hermoso, que era gentil y elegante. Su Chen Yu, que
era temeroso y se avergonzaba tan fácilmente, y fue como si algo
hubiera apretado su corazón. Quería deshacerse de esas distraccio-
nes, pero no podía hacerlo.

Chen Yu no podía hablar, pero en su mente, cada expresión y cada


mirada, lo hacía sentir como si estuviera siendo torturando.

“¡Él no se olvidará de este rey! Resolveré las cosas con él después.”


Jun Xuanxiao, que nunca se había auto cuestionado, se sintió repen-
tinamente culpable y no pudo decir esas palabras con toda su con-
fianza.

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“Rey de Zhen Bei, ¿por qué te quedaste sin palabras? Yu-er te odia
ahora, se ha olvidado completamente de ti.”

Xiao Xiye podía ver que el rey tenía una expresión de confusión y eso
lo hacía sentir muy satisfecho.

“Pfff, Yu-er no se va a olvidar de mí, ¿qué puede ser más fácil de ol-
vidar que el odio? Así que me odia, pero no me olvidará y el odio
desaparecerá algún día.”

Xiao Xiye se burló y dijo. “¿De verdad? En la prisión tomó mi mano.”

“¡Cállate!” Jun Xuanxiao le rugió fieramente, lo agarró de las ropas y


le preguntó. “¿Dónde está la madre de Yu-er?”

Xiao Xiye le sonrió ausentemente, sabía que estaba impotente ante


el rey.

“Originalmente, no te lo diría aunque estuviera muerto, pero cuando


Yu-er vea a su madre en tus manos, te odiará más. De todos modos,
él ya no creerá nada de lo que le digas, así que te lo diré, está en la
Prisión del Templo Dali en la ciudad.”

Las palabras de Xiao Xiye se quedaron en el ambiente y se escuchó


un ruido en el exterior del salón, unos pasos que se alejaban.

Jun Xuanxiao levantó las cejas y rápidamente abrió la puerta trasera,


pero no había nadie ahí.

Un mal presentimiento nació en el corazón del rey, como si hubiera


sido alcanzado por un rayo.

No podía ser él, estaba en la pagoda, no podía simplemente aparecer


ahí y no podría saber lo que habían hablado en el interior.
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La perseverancia de Jun Xuanxiao lo hizo comenzar a consolarse, pe-
ro de repente vio a Song Qing que se dirigía hacia él.

“¡Su Alteza!”

La inquietud en el corazón de Jun Xuanxiao se hizo más fuerte.

“¡¿Dónde está?!” Su ira era imponente.

Song Qing no sabía por qué el rey estaba tan alterado y le contestó.
“Este subordinado ha fallado en su misión, cuando llegó al pabellón
ya no había nadie en el interior, no lo pudo encontrar.”

La armadura de Jun Xuanxiao se sintió el doble de pesada en un ins-


tante. ‘No podía ser él, no podía ser él.’ Se acomodó las ropas incó-
modo y respiró hondo para aliviar un poco la ansiedad.

“¡El supervisor del Templo Dali! ¡Su madre está en la Prisión del
Templo Dali!”

Jun Xuanxiao se subió a su caballo y lo latigueó con fuerza, el caballo


negro relinchó y se alejó como un torbellino. El rey consideraba a es-
te caballo casi como su hermano y siempre lo trataba con cuidado,
incluso a veces él lo acicalaba, pero esta era la primera vez que lo
trataba de esa manera.

El Templo Dali no estaba lejos del palacio y, a estas alturas, estaba


rodeado por el ejército del norte, pero como había muchos guardias
no habían podido tomar el control.

Jun Xuanxiao agarró una lanza y se abalanzó al interior, las intencio-


nes asesinas de Jun Xuanxiao en este momento estaban completa-
mente desbordadas y no tenía ninguna consideración ni siquiera por

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su propia vida. Las ovejas se lanzaban a la boca del tigre y sólo deja-
ba un rastro de pedazos de cuerpos, iba abriéndose camino y los
guardias del Templo Dali se rindieron rápidamente.

Se apresuró al interior de la prisión, esté lugar era originalmente el


más grande dentro de la capital, con cientos de prisioneros y celdas.
Él nunca había visto a la madre de Chen Yu, por lo que sólo podía
inspeccionar a uno por uno buscando a mujeres de edad similar a la
de su madre para cuestionarlas.

Había también varios carceleros escondidos dentro de la prisión y les


habían dado la orden de matar a los prisioneros antes de que el ejér-
cito del norte irrumpiera en el interior, de otra manera los prisione-
ros podrían escaparse y crear caos. Jun Xuanxiao mató a varios car-
celeros, sin embargo, a estas alturas, casi la mitad de los prisioneros
habían sido asesinados. La inquietud en el corazón de Jun Xuanxiao
se hacía más y más fuerte, e incluso examinaba los cuerpos de los
prisioneros asesinados.

Caminó hasta llegar a la celda más obscura de la prisión. En frente de


él, estaba el cuerpo de una mujer, no llevaba el uniforme de los pri-
sioneros, porque había sido arrancado por un carcelero.

De pronto, el temerario Rey de Zhen Bei, sintió el corazón helado.


Sus manos estaban entumidas y giró el cuerpo de la mujer para mi-
rar su rostro. Aunque la mujer era vieja, sólo la mitad de su cabello
se había encanecido, su cara estaba cubierta de arrugas, pero sus
sentidos no lo engañaban, la apariencia era similar a Chen Yu.

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La puerta de la celda sonó detrás de él, los ojos de Chen Yu estaban
rojos y casi se salían de sus cuencas. Miraba el cuerpo de la mujer y a
Jun Xuanxiao, que sostenía la lanza llena de sangre.

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Querida madre

Chen Yu caminó ansioso, su cabello negro como la tinta estaba em-


papado por el sudor y sus mejillas estaban sonrojadas. La prisión se
hundió de repente en un silencio mortal, dejando que sus jadeos an-
gustiados se escucharan.

Desafortunadamente había llegado un poco tarde, vio el cuerpo


lleno de sangre de su madre y a Jun Xuanxiao que estaba sostenien-
do la lanza ensangrentada.

“Yu-er.”

Jun Xuanxiao estaba aterrado e inconscientemente escondió la lanza


detrás de él, pero esta acción hacía que fuera más probable que lo
malinterpretará. El rey pensó en secreto que había visto vientos y
olas impasibles, pero esta era la primera vez que se sentía intimida-
do, tenía miedo de que Chen Yu viera esa escena.

El rubor del cuerpo de Chen Yu desapareció en un instante, Jun


Xuanxiao vio claramente como su rostro se cubría de una palidez
mortal, tan blanco como el papel e incluso el color de sus labios era
gris. Chen Yu abrió los ojos con horror y parecía que estaban a punto
de llorar sangre.

“Yo acabo de llegar aquí.”

El rey no sabía por qué se sentía tan culpable, siempre había sido
muy orgulloso, sin embargo, por primera vez, estaba intentando ac-

451
tivamente explicarle a Chen Yu el malentendido de que él había se-
cuestrado a su madre y despreciaba la idea de inventar excusas en
ese momento.

Pero Chen Yu no le prestó ninguna atención, en ese momento, pare-


cía que estaba desconectado de todo el mundo exterior. Se tamba-
leó paso a paso hasta el cuerpo de su madre, se arrodilló en el suelo,
sostuvo el cuerpo y lo abrazó. Pero no importaba que tanto lo inten-
tara, su madre no iba a volver a la vida, hablarle y recibirlo con cari-
ño.

El rostro de Chen Yu estaba enterrado en la piel de su madre y trata-


ba de conservar ambiciosamente su calor corporal restante, espe-
rando que su madre siguiera viva.

Los inviernos en la Residencia del Magistrado eran muy largos, cuan-


do Chen Yu era un niño, sus manos siempre se congelaban hasta
quedar rojas y moradas. Su madre metía las manos del niño en sus
mangas para pasarle su calor, pero como tenía que hacer muchos
trabajos pesados, las manos de su madre también se congelaban, se
cuarteaban y sangraban. Su madre era todo para él, lo protegía co-
mo si fuera una sombrilla, cada vez que el causaba un problema su
madre era la que asumía la culpa por él y recibía los castigos. Chen
Yu había pensado que su madre lo protegería toda su vida.

Chen Yu apretó una de las manos de su madre y como siempre le to-


caba hacer los trabajos más difíciles de la residencia, sus manos es-
taban llenas de callosidades.

La mujer de sus recuerdos era joven y bella, con un par de ojos bri-
llantes, pero su vida en la residencia había sido difícil y envejeció rá-

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pidamente, solamente tenía cuarenta años. Su cabello largo se esta-
ba volviendo blanco, su piel había estado expuesta al sol y a la lluvia,
y su rostro estaba amarillento y delgado.

“Madre, cuando crezca voy a trabajar duro para ganar dinero y com-
praré tu libertad. Dejemos de ser esclavos, la gente de aquí no nos
quiere.”

Esto fue lo que Chen Yu le dijo con lenguaje de señas, su madre ala-
bó su sensibilidad y le dijo. “De acuerdo, entonces tú te comerás los
huevos para que crezcas más rápido.”

Chen Yu levantó los huevos que su madre había robado de la cocina


y, a pesar de que salivaba del antojo, se los ofreció a su madre.

“Madre no quiere decir que no le gusta comer huevos.”

Chen Yu era muy joven y pensó que en realidad a su madre no le


gustaban los huevos, pero cuando él se había quedado dormido un
momento en la tarde, había visto de reojo a su madre lamiendo las
cascaras de los huevos que él había comido, buscando cualquier ras-
tro de clara que hubiera quedado adherido a la cáscara.

Así que Chen Yu no podía esperar a crecer en un día, pero entre más
crecía más problemas causaba. Algunos de los sirvientes de la resi-
dencia comenzaron a prestarle atención, siempre lo molestaban y le
exigían que se desvistiera, pero su madre era muy autosuficiente y
siempre los golpeaba hasta que se retiraban. Obviamente era una
mujer débil, pero cuando estaba protegiendo a Chen Yu, se volvía
sorprendentemente fuerte y no le temía a nada. Hasta después, que

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el magistrado le pidió a Chen Yu que se casara con el rey y su madre
lloró por una noche entera.

“Hijo mío, cuando vayas al palacio debes hacer caso a tu amo, él ha-
rá lo que él quiera, sin embargo, incluso si te regaña y te golpea, no
debes desanimarte. Tu madre sólo espera que regreses vivo.”

Chen Yu era muy obediente, lo que el Rey de Zhen Bei le ordenaba


hacer lo hacía, no importaba si él le había fracturado la mano y aun-
que el rey era vicioso, no lo mató. Su madre estaba esperando a que
él regresara, pero cuando pudo regresar, ella no estaba esperándolo.

Las lágrimas de Chen Yu cayeron de su rostro y se aferró al rostro de


su madre. Sacó de una de sus mangas un saco desgastado, dentro
estaba la plata que le había dado el rey. Cuando había logrado esca-
par del palacio, era justó la razón por la que le había pedido desca-
radamente al Rey de Zhen Bei que lo recompensara antes de mar-
charse.

“Madre, mira, he conseguido suficiente dinero para comprar tu liber-


tad. No tenemos que ser esclavos nunca más, podremos vivir en
nuestra propia casa y cuando crezca, podremos compartir la carga
de trabajo entre los dos. Los dos podremos salir a trabajar para ga-
nar dinero y poder alimentarnos.”

“Madre, ¿por qué no lo tomas?”

Chen Yu puso el dinero, que había mantenido escondido por mucho


tiempo, en las manos de su madre. Pero ella ya no las volvería a ce-
rrar, ni acariciaría la cabeza de Chen Yu cariñosamente, diciéndole
que realmente era muy sensible.

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Nunca la volvería a ver.

Chen Yu se sintió aterrado, sus ojos estaban en blanco. Si no tuviera


a su madre en el futuro, estaría completamente solo en el mundo, ¿a
dónde iría?

Al ver la Plata Real en las manos de Chen Yu, Jun Xuanxiao recordó
algo y de pronto entendió porque Chen Yu había abandonado com-
pletamente su dignidad y se había rebajado ante él para pedirle ese
dinero.

Esa plata se había vuelto algo extremadamente deslumbrante.

Jun Xuanxiao había pensado que Chen Yu era muy débil y podía ser
manipulado como fuera. Era frecuentemente muy fácil ilusionarlo,
sin embargo, ahora resultaba, que era mucho más consistente que la
gente común.

“Yu-er.”

La garganta de Jun Xuanxiao estaba hecha un nudo, Chen Yu llevaba


sosteniendo a su madre por mucho tiempo y el rey estaba preocu-
pado, estiró la mano para tocar su hombro. De repente, Chen Yu giró
la cabeza y le gruñó gesticulando con la boca, mostrándole los dien-
tes. Sus rasgos faciales estaban completamente contorsionados y sus
ojos estaban enrojecidos exageradamente, parecía una pequeña
bestia que protegía, enloquecido, el cuerpo de su madre. No tenía
ningún sentido de seguridad y se sentía ansioso de todo lo que lo ro-
deaba.

“Oh, oh… ¿Eh? ¿Qué?”

455
Esta era la segunda vez que veía llorar a Chen Yu y su garganta esta-
ba desgarrada, era el sonido más fuerte que podía hacer.

Los mudos podrían desgarrarse el corazón completo, pero la mayoría


de las veces no podían demostrarlo y tenían que tragarse el dolor en
silencio hasta que su corazón se rompiera completamente.

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117

Sintiéndose incomprendido

Jun Xuanxiao quería acercarse a Chen Yu y consolarlo, pero Chen Yu


no lo dejaba acercarse y le mordió un brazo. Los ojos de Chen Yu es-
taban a la defensiva y llenos de odio en contra de él.

A Jun Xuanxiao no le gustaba en absoluto, él una vez lo había visto


con tanta admiración, ¿por qué se había convertido en esto? La
arrogancia de Jun Xuanxiao siempre lo había hecho sentirse seguro
de que él nunca estaba en falta, pero había una voz en su corazón
que le decía que había hecho algo malo y todo lo había causado él.

“Yu-er, lo siento mucho, llegué tarde.” Jun Xuanxiao estaba inten-


tando disculparse. “El cuerpo de tu madre, este rey lo enterrará co-
mo es debido.”

En cuanto Jun Xuanxiao intentaba acercarse un poco más, Chen Yu


se portaba intensamente hostil y tenía que alejarse para que se cal-
mara.

“Madre, te voy a llevar lejos, ya sea que vayamos al norte o a Yun-


meng, nadie nos va a volver a agredir en el futuro.”

Jun Xuanxiao observó mientras Chen Yu levantaba a su madre con


dificultad, estaba completamente exhausto y parecía que iba a salir
volando en cuanto hubiera una ráfaga de viento, por lo que le impli-
caba mucho esfuerzo cada paso que daba. Si no fuera porque su ma-
dre era muy delgada, ya se habría caído en los primeros pasos. Chen
Yu no dejó que el rey se le acercará, solamente podía seguirlo, man-
457
teniéndose un poco apartado. Temía que Chen Yu hiciera alguna co-
sa desesperada.

Miró mientras Chen Yu salía del Templo Dali, mirando a los lados de
la calle mientras cargaba a su madre en su espalda, le tomó un tiem-
po hasta que vio una tienda de ataúdes.

Chen Yu no podía hablar sin bajar a su madre, el vendedor de ataú-


des vio con una sola mirada lo que estaba intentando pedir.

“Váyase, todos los ataúdes de la tienda están vendidos, esta ciudad


justa está llena de muertos.”

Aunque el Ejército de Zhen Bei no había asesinado indiscriminada-


mente, la batalla había sido encarecida y había cadáveres por todos
lados en la capital. Algunos familiares lloraban mientras compraban
los ataúdes para los entierros. Los muertos sin familiares y que no
eran reconocidos, eran aventados en una fosa común envueltos so-
lamente con tapetes de paja.

Chen Yu estaba ocupado buscando entre sus mangas la plata y gesti-


culando. “Tengo dinero.”

En cuanto el vendedor vio la plata, sus ojos se iluminaron, se estiró,


la agarró y se volvió a meter en la tienda. Chen Yu estaba ansioso,
pero no podía gritar, solamente pudo bajar el cuerpo de su madre y
agarrar al vendedor de las ropas rápidamente.

“Resulta que eres mudo.” El vendedor se volvió más descarado.


“¿Qué estás haciendo niño? Te acabo de decir que este es un nego-
cio, es un lugar para hacer negocios, no es un templo de caridad. No
puedes entrar sin dinero.”

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Chen Yu entró en pánico. “¡Acabas de tomar mi dinero!”

Incluso aunque el vendedor entendía lo que estaba tratando de de-


cir, no lo iba a admitir.

“No me jales más, ahora que la capital está en caos, los ataúdes han
aumentado su precio diez veces, ¿todavía quieres que te de un ataúd
sin pagarme? Deja de soñar y vete.” El vendedor agarró a Chen Yu de
las ropas. “Pequeño mudo, déjame darte un consejo, ahora que to-
dos los guardias de la capital han huido, ¡vete antes de que llame a
alguien para que te rompa una pierna!”

Las palabras rudas salieron de su boca y el vendedor salió volando


con un gran estruendo, las costillas de su pecho se habían roto varias
veces, el golpe había sido peor que si lo hubiera pateado un caballo.

Solamente sintió una ráfaga de viento y alguien estaba pisando su


pecho, un hombre feroz y malvado lo miraba desde arriba. Este
hombre llevaba puesto un abrigo y una armadura de guerra, a simple
vista, era obvio que era el Rey de Zhen Bei.

“¡Señor perdóneme la vida! No sé cómo este sirviente insignificante


lo ha ofendido.”

Jun Xuanxiao ejerció más presión bajo su pie, el vendedor gritaba


lleno de dolor y la sangre fluía por su boca.

“Regrésale su dinero.” Jun Xuanxiao dijo con sensatez.

“Si, si, si. Pequeño muchacho.”

El vendedor apreciaba su propia vida e inmediatamente sacó la pla-


ta.

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Obviamente por el temperamento de Jun Xuanxiao, seguramente lo
mataría, pero no quería crear una escena sangrienta enfrente de
Chen Yu y que el malentendido entre ellos se hiciera más profundo.
Aflojó la presión de su pie y se dio la vuelta, pero vio que Chen Yu
había colapsado en el suelo.

“¡Yu-er!”

Jun Xuanxiao lo cargó. Afortunadamente, su tristeza y el exabrupto


físico lo habían agotado, y se desmayó. Después de tantas emocio-
nes, Chen Yu había caminado mucho más de lo que su cuerpo podía
soportarlo y había agotado toda su energía mucho tiempo atrás.

El rey miró los ojos cerrados de Chen Yu, con sus cejas aún fruncidas
ligeramente, y su corazón se estremeció. Aunque él no había matado
a su madre, si se buscaba el origen de la situación, él era el culpable
de todo esto. Si no hubiera sido él quien planeó todo, nada de esto
hubiera pasado.

¿Acaso Yu-er lo odiaba ahora?

Chen Yu había escuchado su conversación con el emperador en el


Templo Jin Luan y seguramente lo odiaba por todo lo que escuchó.

Jun Xuanxiao recordó que cuando estaban en la prisión, los ojos lle-
nos de resentimiento de Chen Yu deberían haber sido porque pen-
saba que él había asesinado a su madre.

El rey se pellizcó la muñeca, nunca había temido a los malentendidos


entre él y otras personas, de por sí la gente contaba constantemente
los rumores de que él era un gran demonio que mataba a las perso-
nas sin pestañear. Trataba todas esas ideas como elogios, pero la mi-

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rada de Chen Yu había perforado su orgullo y se sentía muy incómo-
do, los sentimientos de ser incomprendido por Chen Yu lo hacían
sentirse tan sofocado que tenía ganas de matar.

“¿Podría ser que lo que hice estuvo mal?”

Se pellizcó la muñeca para desahogarse, pero no logró mucho y gol-


peó en el suelo, el piso de piedra azul se quebró centímetro a centí-
metro.

“Yu-er me va a escuchar cuando se lo explique y me va a perdonar.”

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118

Todavía me amas, ¿cierto?

Cuando Chen Yu despertó de la obscuridad en la que había caído, la


puerta se abrió en ese momento y un sol deslumbrante entró en la
habitación. Sus ojos quedaron cegados por un momento y le tomó
un poco de esfuerzo recuperar la vista. Le dolía el cuerpo y era claro
que aún no se había recuperado de la extrema fatiga.

El que había entrado era Jun Xuanxiao, la última persona que Chen
Yu quería ver en ese momento.

“Yu-er, ¿cómo estás? ¿Sientes algún tipo de dolor?” El rey se acercó


a la cama y se inclinó hacia él con preocupación.

Chen Yu observó su rostro resplandeciente y, después de un mo-


mento, recordó lo que había pasado antes de perder el conocimien-
to.

“¿Qué pasó con mi madre?”

Chen Yu lo cuestionó con señas y Jun Xuanxiao vio que lo miraba con
ojos desconfiados.

El rey no pudo evitar sentirse frustrado, sin embargo, viendo a Chen


Yu sudoroso y a punto de desmayarse de nuevo, no podía culparlo
por tratarlo tan fríamente.

“Ordené que enterraran su cuerpo cerca del mausoleo del empera-


dor.”

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El rey vio que Chen Yu se había descubierto y estaba intentando le-
vantarse de la cama, pero él lo detuvo inmediatamente, evitando
que se levantara.

“No corras descuidadamente, espera a recuperar un poco más de


fuerza y, si quieres ir a velar a tu madre, mandaré un carruaje para
que te lleve.”

Chen Yu no se movió, había agotado toda su fuerza física y mental, y


tenía miedo de que no pudiera ir a la tumba de su madre. La frente
le dolió por un tiempo y sonrió ligeramente con desilusión. Realmen-
te no podía escaparse del agarre de Jun Xuanxiao, no quería tener
nada que ver con él y estaba demasiado cansado.

El silencio que rodeaba a Chen Yu era normal y Jun Xuanxiao sola-


mente podía leer sus emociones a través de sus expresiones.

“Yu-er, yo no maté a tu madre.”

Chen Yu lo miró de improvisto, ¿cómo era posible que el incompara-


ble Rey de Zhen Bei tomara la iniciativa de explicar algo?

“Su Alteza puede estar tranquilo.”

Chen Yu gesticuló, ¿acaso había alguna diferencia? Todo lo que había


sufrido había sido planeado por él y ya era muy tarde para que se
disculpara.

El rey no entendía a qué se refería y repitió. “Yo no la maté, yo no


mataría a una mujer indefensa, Yu-er, me estas menospreciando.”

“¿Menospreciarlo? Su Alteza es imponente, ¿cómo podría verlo ha-


cia abajo en este momento? Nadie en el mundo se atreve a menos-

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preciarlo. Ni en el sur ni en el norte, un Señor que puede adueñarse
de cualquier trono, ¿quién se atrevería a menospreciarlo?”

Cuando terminó de gesticular, giró la cabeza hacía otro lado, si se-


guía observando a Jun Xuanxiao sentía que la sangre de su corazón
comenzaría a inquietarse, y le costaría mucho trabajo suprimir eso.

“¡Pero este venerable rey no la mató! Yu-er, te lo estoy explicando


porque no quiero que lo malinterpretes.”

La voz de Jun Xuanxiao se había vuelto más grave e imponente por-


que estaba intentado contener su ira.

Chen Yu se burló y le preguntó con señas. “¿Por qué Su Alteza ten-


dría que darme explicaciones a mí?”

Jun Xuanxiao se atragantó y le habló hoscamente. “¡Porque este rey


se preocupa por ti!”

Chen Yu sonrió con más exageración, como si acabara de escuchar la


cosa más chistosa del mundo.

“Agradezco el amor de Su Alteza y, como ya terminó de explicarse,


por favor retírese.” Chen Yu lo alejó.

Jun Xuanxiao levantó las cejas y le habló con una voz profunda.
“¿Qué quieres decir? ¿Todavía dudas de mí?”

“No.” Chen Yu negó con la cabeza y gesticuló. “Lo sé, ¿así que Su Al-
teza se siente tranquilo? Su Alteza me ha ayudado a enterrar el
cuerpo de mi madre y ¿eso debería hacerme sentir más tranquilo?”

El rey estaba tan alterado que su respiración se volvió laboriosa y pa-


recía que iba a exhalar fuego.
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“¡Este rey no está buscando tener paz mental!”

Se levantó ansioso y comenzó a caminar de un lado a otro de la habi-


tación, de repente, sintió que había algo que tenía que decir, pero
era muy difícil. ¿Por qué extrañaba tanto a Chen Yu?

“¿Su Alteza está intentando que lo perdoné?” Sus labios sonreían


sarcásticamente y movía las manos con debilidad. “De acuerdo, lo
perdonó, usted no mató a mi madre.”

Jun Xuanxiao notó que su actitud era extraña, pero quería creerle y
estaba muy satisfecho. Pero no había tenido tiempo para sentirse fe-
liz antes de que Chen Yu gesticulara de nuevo.

“Después de todo, con la magia de Su Alteza, seguro la mantendrá


viva para usarla para intimidarme.”

La expresión de Jun Xuanxiao se hundió en un instante, bajó la cabe-


za y preguntó. “¿Escuchaste la conversación entre el emperador y yo
en el Templo Jin Luan?”

Chen Yu lo miró tranquilamente y le hizo señas. “Preferiría no haber-


lo escuchado, así que prefiero pensar que en algún momento le gus-
té a Su Alteza aunque después le desagradaba. Pero siempre estará
la sensación de ese día que me perdí y terminé en el Templo Jin
Luan. Al parecer, Dios está decidido a sacarme de mis ilusiones una y
otra vez.”

Jun Xuanxiao respiró por un tiempo antes de poder aliviar un poco la


sensación de asfixia que sentía en el pecho, peleó por un rato hasta
que terminó por aceptar las palabras de Xiao Xiye, pero lo que el
emperador había dicho no era todo lo que él pensaba.

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“Así que piensas que este rey fue un hipócrita contigo y, que incluso
ahora, ¿solamente te quiere usar para encontrar el Mausoleo Juns-
han?”

Chen Yu no le respondió, el Rey de Zhen Bei era el Rey de Zhen Bei,


todo estaba relacionado con sus intereses y ¿todavía tenía que pre-
guntarle acerca de esas tonterías?

“Yo…”

Jun Xuanxiao se agarró un mechón de cabello con violencia y se des-


hizo el peinado de corona que traía.

“De acuerdo, este rey admite que era parte de su plan entregarte al
emperador.” El rey habló con tristeza. “¡Pero también es verdad que
a este rey le gustas! Incluso si no fueras un descendiente del Clan
Chu de Yunmeng, ¡aún le gustarías a este rey!”

Chen Yu se quedó pasmado por un momento, si no fuera de Yun-


meng, tal vez él y el rey no hubieran tenido que separarse. ¿Pero de
que servía pensar eso ahora?

Chen Yu le respondió con señas. “Su Alteza ha dicho que si le agrado,


pero comparado con la gran ambición del rey, es mejor que me rin-
da. ¿Para que esta Su Alteza indeciso tratando de salvar a un niño
abandonado?”

La sangre de Jun Xuanxiao se concentró en su cabeza y sentía como


si su garganta se estuviera cerrando por completo.

“Yu-er, no debí tratarte de esa manera.” Apretó los dientes y le pre-


guntó. “¿Pero puedes perdonarme? Podemos reconstruir nuestra re-
lación, te juró que te lo voy a compensar, aún me amas, ¿cierto?”
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119

Eres realmente desagradable

Chen Yu miró fijamente a Jun Xuanxiao, su rostro atractivo y heroico,


él había sentido un afecto profundo por él y le había dedicado su
amor en cuerpo y alma. Pero ahora, podía ver a través de él, debajo
de su rostro aparentemente sincero, ¿cuantos sentimientos falsos
estarían escondidos?

“Su Alteza.” Chen Yu sonrió y le dijo con lenguaje de señas. “Usted es


realmente desagradable.”

Parecía que Jun Xuanxiao había sido golpeado por un rayo.

Chen Yu era muy débil, siempre lo había tratado con respeto y no


tenía que prometerle nada e, incluso cuando le había fallado, nunca
le había dicho algo tan hiriente.

Jun Xuanxiao sintió como si su sangre estuviera hirviendo y le hubie-


ra echado un balde de agua helada. Ya había admitido sus errores y
le había pedido que lo perdonara, ¿por qué Chen Yu seguía siendo
indiferente? ¡¿Cómo podía haberle dicho algo así?!

“¿Todavía no me crees?” El rey le preguntó con el rostro hinchado.


“¿Por qué no me crees?”

Chen Yu observó su expresión de vergüenza y su corazón se mantuvo


apaciguado.

“Incluso si me mentía antes, estaba convencido.” Chen Yu gesticuló


con despreocupación.
467
Era como si el corazón del rey hubiera sido apuñalado, así que, ¿todo
era su culpa? ¿Acaso él había destruido toda la confianza de Chen
Yu?

“Bueno, no crees que me gustas, entonces este rey te pregunta, ¿por


qué hice tantos esfuerzos para recuperarte del emperador?”

Chen Yu gesticuló cancinamente. “Obviamente fue por la Tumba del


Rey Chu o será que, ¿acaso Su Alteza ya consiguió a alguien para que
espiara al espía?”

Jun Xuanxiao se quedó callado, no podía negarlo. Ciertamente, rápi-


damente había recibió las noticias de que habían encontrado donde
estaba el Mausoleo Junshan y que adentro estaba la Tumba del Rey
Chu, que era lo más preciado del mausoleo. Misteriosamente, la
Tumba había sido inundada con un metal pesado de repente y las
exploraciones preliminares no habían podido abrirla en lo absoluto.
¿Acaso Chen Yu se había enterado de eso por el emperador?

Jun Xuanxiao sonrió lleno de enojo, probablemente no podría hacer-


lo cambiar de opinión, Chen Yu ya había decidido que solamente lo
estaba usando. Incluso si él quisiera redimirse, Chen Yu sólo pensaría
que lo necesitaba para algo.

“Ja, ja.” Jun Xuanxiao se rio con decepción. “Si, solamente me intere-
sa la Tumba del Rey Chu.”

Ahora que Chen Yu estaba decidido, ¿qué más podía explicar? El pe-
cho del rey estaba a punto de explotar, ¡nadie se atrevía a tratarlo de
esa manera! Nadie lo había cuestionado, nunca había agachado su

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cabeza y admitido que había hecho algo mal pidiendo que lo perdo-
naran, ¡pero Chen Yu no le creía ni media palabra!

Desde que Chen Yu había dejado el Palacio del Rey, él no había toca-
do a ningún hombre o mujer, solía pensar deliberadamente en él e,
incluso cuando se sentía enojado con él, ¡seguía permaneciendo en
sus pensamientos! Pero si le dijera eso, Chen Yu solamente lo ridicu-
lizaría aún más.

“En este caso, ¿cómo debería tratarte este rey? ¿Mnnn?” Jun Xuan-
xiao escondió su rostro y le preguntó sombríamente.

Chen Yu sonrió con desprecio y gesticuló. “Su Alteza es muy bueno


torturando, ¿por qué no me castiga de todas las formas que se le
ocurran en la prisión? ¿O podría desenterrar el cuerpo de mi madre
para amenazarme? De cualquier manera, los recursos del rey nunca
tienen límites.”

Jun Xuanxiao estaba tan aturdido que podría matar a alguien. Se


apretó la muñeca una y otra vez, todo su cuerpo irradiaba frustra-
ción y no podía desahogarse, su pecho estaba a punto de explotar.
Después de casi treinta años, era la primera vez que estaba tan
enojado.

“No, ¿de qué servirían esos castigos?” Jun Xuanxiao sonrió doloro-
samente. “¿No me odias? ¿Te desagrado? Este rey quiere mantener-
te a su lado, como antes, tú le servirás día a día. De todos modos, no
habías dicho que este rey, ¡solamente te utilizaba como esclavo se-
xual!”

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Cuando Jun Xuanxiao terminó de hablar, se abalanzó sobre Chen Yu,
estaba hambriento y había quedado fascinado por el cuerpo de Chen
Yu desde hace mucho tiempo. Como él lo consideraba una persona
malvada, entonces sería una persona malvada. Mientras le arranca-
ba la ropa a Chen Yu sentía un cierto placer vengativo.

¿Cómo podía usar esa fuerza tan brutal? Lo había inmovilizado de las
manos y pies completamente, el rey lo besó y le lamió el cuello y las
mejillas.

Sentía algo duro que se apoyaba contra su muslo y Chen Yu se burló


en su corazón. Esto era lo que al Rey de Zhen Bei le gustaba, era co-
rrecto decir que le gustaba el placer que le daba desahogarse a tra-
vés de la lujuria.

Chen Yu se sentía desesperado y lo odiaba, él amaba a Jun Xuanxiao,


pero no era tan lastimero como para sentirse feliz debajo de la entre
pierna del enemigo. Se quedó mirando ausentemente al techo y su
cara estaba llena de vergüenza.

Jun Xuanxiao se dio cuenta de que no se estaba resistiendo y, cuan-


do levantó la mirada, vio la apariencia débil de Chen Yu. Después de
todo, no le iba a dar su corazón. En este punto, simplemente quería
forzarlo, solamente quería castigarlo de alguna manera.

“¿Por qué se detuvo Su Alteza?” Chen Yu temblaba un poco.

“¡Obviamente tengo miedo de matarte! Cuando hayas mejorado,


¡este rey te hará sufrir cada día! Pero no te dejará morir, de otra
manera, ¿cómo voy a obtener el secreto que esconde la Tumba del
Rey Chu?”

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Chen Yu se sentó, tomó unos cuantos respiros y gesticuló. “Sería me-
jor que Su Alteza me prometiera algunas cosas y después, ¿le diré
todo lo que sé?”

“Habla.” Jun Xuanxiao estaba frunciendo las cejas con incomodidad.

Chen Yu ya estaba asustado, los días anteriores había sentido un


miedo latente. Solamente quería mantenerse vivo y pasar el resto de
sus días más tranquilo. De todos modos, no le quedaba casi nada y
no quería terminar cediendo tan vergonzosamente.

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120

Condiciones

“Primero, el sexo con Su Alteza, es fácil que se sienta irritado e insa-


tisfecho, Chen Yu tiene miedo de que en cualquier momento lo deja-
rá de favorecer, por lo que no se va a volver a someter a usted.”

Las primeras palabras que había dicho Chen Yu habían hecho que el
rey estuviera dispuesto a rechazar su petición en ese instante. ¿Aca-
so no era claro que su deseo por Chen Yu significaba que le gustaba?
Chen Yu se negaba a darle cualquier placer en el futuro, ¿acaso no lo
había hecho feliz en ningún momento?

Jun Xuanxiao resopló burlonamente. “Si este rey lo quiere, no tienes


otra opción. Ve a este rey que está aquí a tu lado, aparte de ti, ¿a
quién está buscando?”

Chen Yu no estaba sorprendido por la actitud dominante del rey.

“Hay muchos hombres y mujeres con apariencias atractivas en el


mundo y los recursos de Su Alteza son inagotables, ¿por qué se limi-
taría? Su Alteza puede aceptar otras mascotas masculinas como con-
cubinas.”

El rey lo miró, Chen Yu no mostraba ninguna emoción, estaba impa-


sible, parecía que realmente lo estaba obligando a que lo forzara.

“¿Realmente quieres mandar a este rey con otras personas? Es lo


que estás diciendo.”

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Chen Yu apretó los labios y gesticuló. “Su Alteza está siendo ridículo,
¿cuándo me perteneció usted?”

Antes de que Jun Xuanxiao pudiera responder, Chen Yu agitó las ma-
nos para interrumpirlo.

“Realmente no tengo mucha energía para discutir con Su Alteza.”


Chen Yu gesticulaba con impaciencia. “Su Alteza solamente me
aguantó por medio año, tal vez ese medio año no era necesario para
que usted pudiera conseguir lo que desea.”

“¡Tres meses! ¡Este rey te da tres meses para que te recuperes!” Jun
Xuanxiao le dijo.

Chen Yu se quedó sorprendido por un largo tiempo, tres meses no


era mucho tiempo. En ese momento, su cuerpo no podía soportar
sentirse alegre, pero no se dio cuenta. Chen Yu asintió y accedió, no
tenía nada más que pedir, más que la tranquilidad de estos días que
había logrado negociar.

“Segundo, por favor déjeme moverme libremente dentro del pala-


cio, sin que nadie me supervise.”

Jun Xuanxiao se sentía más y más confundido sobre cuáles eran los
planes de Chen Yu y le preguntó con un tono desagradable. “¿Este
rey debería pensar que quieres escapar?”

Chen Yu lo miró con desprecio y gesticuló. “Es Su Alteza, el amo del


mundo, quien tiene la última palabra en este asunto, ¿A dónde po-
dría escapar? ¿No ha visto Su Alteza que tan lejos puedo ir con la
fuerza que tengo?”

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Jun Xuanxiao lo pensó por un momento, desde que Chen Yu había
aprendido más cosas, se había vuelto mucho más calculador. Parecía
que se había librado del control del rey, en la conversación que ha-
bían mantenido este día, Chen Yu había tenido la ventaja todo el
tiempo y lo había controlado sin problemas.

“¿Qué otras condiciones tienes? ¡Dilas directamente para que no te


sientas arrepentido en el futuro!”

Chen Yu lo pensó por un momento y luego habló con el lenguaje de


señas. “No puedo pensar en nada más por ahora, si se me ocurre al-
go más, después se lo haré saber. No quiero que Su Alteza piense
que me voy a retractar, como ya he accedido, no me voy a arrepen-
tir.”

“De acuerdo, este rey concederá tus peticiones. Después de tres me-
ses, este rey obtendrá lo que quiera de ti, incluyendo la información
sobre la Tumba del Rey Chu e ¡incluyéndote a ti!”

Jun Xuanxiao se retiró y Chen Yu pudo relajarse, sus ojos estaban


perdidos, sintió un cansancio muy intenso y una enorme soledad que
invadió todo su cuerpo. El palacio era un lugar imponente y magnífi-
co, pero Chen Yu se sentía especialmente vacío, no fue hasta que al-
guien se le acercó que salió de su estado ausente.

El rostro de Bian XIV apareció gradualmente en su campo de visión.

“¿Cómo te sientes pequeña belleza?”

Bian XIV estaba vestido como un joven ordinario, llevaba su cofre de


medicinas y su rostro se veía delgado y delicado. El sombrero que

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llevaba lo hacía ver como un niño que se había robado las ropas de
un adulto.

“¿Te vas a quedar en la capital también?”

Chen Yu le preguntó educadamente con señas, de hecho, él ya había


escuchado su voz mientras estaba inconsciente. Él lo había atendido
para ayudarlo a recuperarse.

“Esta es la ciudad donde nací. A fin de cuentas, la terrible tierra del


norte era tan agotadora, que decidí regresarme con el Ejército de
Zhen Bei.”

Bian XIV sostuvo la muñeca de Chen Yu para examinar su pulso, pero


sus ojos preocupados miraron hacia otro lado, pensativo.

“¿Cuántas veces haz sentido el efecto del veneno?” Bian XIV le pre-
guntó.

Chen Yu le mostró tres dedos.

La primera vez había sido cuando la princesa lo obligó a beber el Ve-


neno del Rey de los Gusanos, aunque Bian XIV lo había tratado, no
había podido retirar el veneno residual. La segunda vez fue antes de
dejar el Palacio del Rey. Y esta era la tercera vez, afortunadamente
había estado inconsciente, lo que le había evitado sentir como sus
órganos se quemaban y dolían severamente. Cuando había desper-
tado, sólo había quedado el sudor y el cansancio producidos por el
veneno residual.

Bian XIV sintió su pulso por un largo tiempo y dijo. “La distancia en-
tre esos eventos fue de cuatro y tres meses, ¿no?”

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Chen Yu asintió y lo miró con indiferencia, no entendía por qué se
tardaba tanto.

Bian XIV se sonrojó, volteó los ojos y dijo. “No soy bueno contando,
¿puedo seguir? ¿Crees que todos somos tan talentosos como tú?”

¿Acaso un médico podía ser malo en aritmética? Si se equivocaba en


la dosis de la medicina, ¿no estaría ocasionando la muerte de al-
guien?

Bian XIV observó la expresión de Chen Yu y, como si pudiera leer la


mente de la gente, le dijo arrogantemente. “¡Este médico hará el
cálculo! Tú sólo deberías preocuparte por ti mismo. Este veneno se
está presentando más frecuentemente cada vez, ¡explotarás la sép-
tima vez que te pase!”

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Es como un caniche

Cuando Chen Yu escuchó que su vida podría no ser larga, una nube
de lluvia ligera lo invadió e inmediatamente pensó que su vida había
sido cortada por Jun Xuanxiao. No le importaba si tenía un año o me-
ses antes de convertirse en nutrientes para las plantas.

“Eh, ¿no tienes miedo de morir?”

Bian XIV se acercó y lo miró con cuidado, estaba tan cerca que casi
podía tocar la punta de su nariz y no podía ver nada más que can-
sancio en sus ojos brillantes. Chen Yu se alejó incómodo.

“No puedes morir tan pronto.” Bian XIV se negaba a rendirse. “Si
mueres, ¿dónde más voy a encontrar a un mudo con una enferme-
dad tan agresiva que necesite de mis conocimientos médicos? Tu
padecimiento es tan poco común que no lo voy a volver a encontrar
en mi vida, espera a que encuentre como curarlo antes de que mue-
ras.”

Los ojos de Chen Yu brillaron por un instante antes de que se apaga-


ran de nuevo, todo el mundo moría, no importaba si podía hablar o
no.

“Mira, aún tienes un poco de esperanza.” Bian XIV se sentó en la ca-


ma y se inclinó al lado de él, manteniéndose cerca.

“Puedes hablar, ¿no es probable que hayas nacido mudo? Dile a este
médico, ¿desde cuándo dejaste de poder hacer sonidos?”

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La garganta de Chen Yu se movió un poco, era cierto que podía hacer
unos pocos sonidos como huh, pero nunca había podido decir una
sola palabra.

Aun así le respondió a Bian XIV gesticulando. “Cuando tenía entre


tres y cuatro años, no lo recuerdo.”

“Mmm, esa es la edad en la que, comúnmente, los niños aprenden a


hablar.” Bian XIV le preguntó sobando su barbilla. “¿Debería haber
una causa externa?”

Cuando era muy pequeño, Chen Yu no podía recordar mucho, pero


vagamente recordaba que había seguido a su madre y a su padre
mientras escapaban de las tierras del sur y se desplazaban hacia el
norte. Una noche, se habían quedado a descansar en un templo
abandonado y su madre le había contado después que un grupo de
soldados feroces a caballo los iban persiguiendo. Su madre lo había
abrazado y se habían escondido en el sótano del templo, desde ahí
había visto como su padre era asesinado por esos soldados y él había
comenzado a llorar por el terror, pero su madre le había cubierto la
boca y la nariz aterrada. Antes de desmayarse había visto la cabeza
de su padre rodar en el suelo sobre ellos y su sangre había caído en
sus ojos. Esa imagen enrojecida era lo último que recordaba.

Bian XIV se mordió un dedo y murmuró. “Así que sufriste un trauma


y quedaste mudo, este es un caso difícil.”

La mayoría de los tipos de mudez provenían de un problema en la


garganta, tal vez en algún momento mejoraría, pero si llevaba una
mala vida, el efecto de la medicina sería muy pobre.

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Bian XIV estaba inmerso en sus pensamientos y el cuarto quedó en
silencio.

“Médico Bian.”

Una sirvienta sostenía la puerta con una mano y en la otra llevaba un


contenedor de comida.

“Esto ha sido enviado por alguien afuera del palacio que dijo que es-
tos dulces eran los favoritos del médico Bian.”

Bian XIV levantó las cejas, saltó fuera de la cama, se puso los zapatos
y corrió a abrir la caja de comida. Adentro había pastel de nuez, pas-
tel de gofré y otro tipo de postres, también había un tazón de sopa
de raíz de loto. Era todo lo que le encantaba comer.

¿Quién sabía sus gustos tan claramente? ¿Quién más podría ser?

“¡A este médico hace mucho tiempo que no le gustan estas cosas!
¡Devuélvelas!”

Bian XIV gritó con intensidad y la sirvienta se sorprendió, cerró rápi-


damente el contenedor y estaba a punto de irse, pero Bian XIV la de-
tuvo.

“¡Hey!” El médico dudó por un momento y le preguntó. “¿Quién es


la persona que envió esto? ¡¿Por qué no vino a entregarlo en perso-
na?!”

La muchacha respondió. “Dijo que tenía prohibido entrar al palacio y


que no podía verlo antes de retirarse.”

“¡Pretendiendo ser un fantasma! ¿Quería hacer enojar a este médico


con un paquete de comida? ¡No hay puertas! A menos que venga en
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persona…” Bian XIV gritó. “No, incluso aunque venga en su carroza
más lujosa, ¡no lo voy a recibir! ¡Simplemente ve a decírselo!”

La sirvienta estaba un poco asustada, tembló y le pregunto. “Enton-


ces, la caja de comida, médico Bian…”

“¡No! ¡Dáselo de comer a los cerdos!”

Bian XIV apretó los dientes mientras veía a la muchacha retirándose


con la comida y se apresuró a arrebatársela de las manos.

“¡No hay cerdos en el palacio!”

Bian XIV dijo su excusa y se metió un pastel de nuez dorado en la bo-


ca, masticando bruscamente, como si estuviera devorando la carne
de la otra persona.

“¿Quieres probarlos?”

Bian XIV se sintió avergonzado y le mostró la caja a Chen Yu.

Chen Yu asintió y tomó una porción para probar, el arroz glutinoso


dulce y suave estaba delicioso, nunca antes había probado un postre
tan rico.

“¿Esta delicioso?” Sin esperar por la respuesta de Chen Yu, Bian XIV
habló con orgullo. “Son del restaurante que era mi favorito cuando
era niño. El viejo quiere disculparse, por eso usó estos postres, re-
cuerda que es lo que me gusta comer. Pfff.”

Chen Yu observó su expresión delicada, aunque su boca estaba apre-


tada y tenía un aura de enojo violento, aun así había una pequeña
muestra de dulzura.

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Chen Yu se sintió alegre, no sabía quién era la persona de la que ha-
blaba Bian XIV, pero parecía como un caniche en cuanto hablaba de
esa persona, la mayoría de la gente reaccionaba así cuando tenían
personas que atesoraban en su corazón.

Eso estaba bien.

Chen Yu sentía envidia, aunque estaban peleados, se preocupaban el


uno por el otro. Sin embargo, él y Jun Xuanxiao, cada vez que se en-
contraban, se alejaban más y más, y cada momento que estaban jun-
tos era una tortura para los dos.

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122

El asesino que mata con miles de cuchillos

Tres días después, Chen Yu había recuperado un poco de su fuerza


física y encontró el edificio donde estaba actualmente el control del
Ejército Imperial del Bosque.

“¡Yu-er!”

Song Qing, que llevaba una armadura plateada, se había sorprendido


placenteramente y caminó como el viento para darle la bienvenida a
Chen Yu.

“Hermano Song, quiero ir a las Tumbas del Oeste.”

Chen Yu le dijo con señas que no podía pensar en nadie más que en
él que pudiera ayudarlo.

“¿Quieres ir a visitar a tu madre?” Song Qing habló sin pensarlo. “De


acuerdo, ordenaré que alguien prepare un carruaje.”

Ver a Song Qing se sentía realmente como ver a un hermano y su co-


razón seco sintió un poco de calidez.

“Gracias, hermano Song.”

Chen Yu inclinó su cabeza antes de hacerle señas, Song Qing le había


ayudado mucho y él no tenía otra forma de pagárselo más que agra-
deciéndoselo.

Song Qing sintió amargura cuando vio sus ojos empañados.

482
“Yu-er, ya te lo había dicho, no tienes nada que agradecerme.”

Las lágrimas que Chen Yu había intentado guardar por tanto tiempo,
comenzaron a desbordarse de sus ojos y escondió la cabeza en sus
manos, después de un momento le dijo. “Hermano Song, ya no ten-
go a mi madre, no tengo parientes.”

El llanto de Chen Yu parecía gotear directamente sobre el corazón de


Song Qing, sus ojos estaban rojos y le ardían. Aunque generalmente
tenía un temperamento tranquilo, no podía mantenerse indiferente
a las emociones de Chen Yu, no podía evitar sentirse inquieto al ver a
ese niño ligeramente frío. Estiró un brazo y lo pasó alrededor de los
hombros de Chen Yu, pero en cuanto lo tocó, Chen Yu dio un paso
atrás y se escabulló. Song Qing se sintió confundido por un tiempo,
pero entendió que Chen Yu no estaba listo para tener contacto con
otras personas.

“Yu-er, todavía me tienes a mí.” En cuanto acabo de hablar, Song


Qing sintió que lo que había dicho sonaba muy inapropiado. “Tam-
bién tienes a Su Alteza.”

Chen Yu levantó la cabeza, se limpió las lágrimas y gesticuló. “¿El


hermano Song piensa que Su Alteza y yo podríamos estar juntos de
nuevo?”

Song Qing suspiró. “Yo sé que el Señor, teniendo en mente sus pla-
nes, hizo cosas que te lastimaron. Sin embargo, de hecho, Su Alteza
tiene algunos sentimientos sinceros hacía ti. Mientras estuviste in-
consciente, el supervisor de la Prisión Qin Tian trajo, uno por uno, a
un grupo de eruditos confucianos a que se arrodillaran a las puertas
del palacio y dijeran que tú eras un demonio, que eras muy manipu-

483
lador y debía quemarte hasta que murieras. Cuando el rey salió a
verlos, en cuanto el supervisor intentó hablar él lo cortó a la mitad.
Date cuenta, el Rey de Zhen Bei te protegió matando a más de trein-
ta eruditos, incluso a uno de los ancianos eruditos más respetados.”

Los eruditos lo habían acusado de ser un tirano y un tonto, que esta-


ba embrujado por el demonio y que había usurpado el trono de ma-
nera traicionera, Jun Xuanxiao los había mirado y respondió fríamen-
te. “¿Cuándo dijo este rey que sería un monarca virtuoso?”

Después de eso, mucha gente se había sentido aterrada y habían


huido como aves y bestias. El alma de los eruditos no valía nada en
frente del brutal rey.

Estas cosas, no había forma de que Chen Yu se hubiera enterado de


todo eso mientras estaba inconsciente. Si esto hubiera sucedido an-
tes, él se hubiera sentido conmovido. Sin embargo, desafortunada-
mente, al escuchar sobre la brutalidad de las acciones del rey ahora
solamente sentía más dolor.

“Yu-er, no lo estoy defendiendo, puedes no perdonarlo, pero no es-


tés enojado contigo, yo estoy a tu lado ahora.”

Hablando de ese tema, Song Qing se sentía aún más preocupado y


avergonzado de que no había estado cerca de él para ayudarle.

Chen Yu sonrió, hizo una reverencia y le dijo gesticulando. “Hermano


Song no tiene que preocuparse por mí, Su Alteza ha aceptado dejar-
me caminar libremente dentro y fuera del palacio, por eso pude ve-
nir a buscarte.”

“Bien, bien.”

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Song Qing asintió alegremente, las palabras venir a buscarte eran su-
ficientes para él.

“Yu-er, ¿este esclavo estaba preguntándose a donde habías ido? Re-


sulta que estas teniendo una reunión en secreto.”

Hong Lian se contoneaba con los brazos cruzados y miró a Chen Yu


como si se estuviera enfrentando con un rival en el amor. A Chen Yu
no le importaba, más bien se sentía feliz por los dos.

“¿Qué estás haciendo aquí afuera?” Song Qing estaba frunciendo las
cejas.

El Loto Rojo se frotó el estómago y se quejó. “Eres el comandante


del ejército real y no hay ni un cocinero decente en esta residencia,
este esclavo no ha saciado su hambre por varios días. ¿Por qué no
vamos a un restaurante? ¿Algo para llenar el estómago?”

“¿A qué restaurante piensas ir?” Song Qing temía que causara pro-
blemas.

Hong Lian le gritó vigorosamente. “¡Tu prometiste cuidar de este es-


clavo!”

Su voz había sonado tan fuerte, que la gente en la calle había voltea-
do a ver a los lados. Cuando vieron a Song Qing, comenzaron a seña-
lar y a susurrar que el nuevo comandante del ejército tenía un espo-
so muy llamativo.

El color del rostro de Song Qing se alternaba entre el verde y el rojo,


lo miró con enojo y dijo. “¿Cuándo dije que me iba a hacer cargo de
ti?”

485
“Buuu, eres un villano, ¿no te quieres hacer responsable de este es-
clavo?” Hong Lian comenzó a gritar derramando lágrimas. “Vengan a
ver, ¡hay un asesino que mata con miles de cuchillos!”

Song Qing se sentía tan avergonzado que estaba a punto de que le


saliera humo de la cabeza y sólo podía cubrirse la boca, él era hones-
to y decente, pero no tenía forma de parar a ese duende, siempre
tenía miles de formas para burlarse de él y humillarlo al extremo.

“¡No seas ruidoso! Lo prometí, ¡de acuerdo!” Song Qing apretó los
dientes y le dio un lingote de plata enorme. “Ve al restaurante por tu
cuenta, tengo que encargarme de que Yu-er vaya a las afueras de la
ciudad en el oeste.”

Hong Lian besó el pedazo de plata y se acercó alegremente. “¿Van a


pasear? ¿Por qué no llevan a este esclavo?”

“¿Qué estás haciendo?” Song Qing estaba asqueado.

El Loto Rojo sonrió. “Supervisarlos a ustedes dos.”

486
123

Restableciendo viejos negocios

En el carruaje, camino a las Tumbas del Oeste, sólo la voz del Loto
Rojo se escuchaba y, muy pocas veces, Song Qing decía un par de pa-
labras con impaciencia.

La tumba de la madre de Chen Yu estaba a los pies de la montaña.


Era una tumba desnuda y solitaria en una tierra salvaje, que contras-
taba con las demás tumbas que se podían ver a cierta distancia.

Era una tumba nueva, por lo que no tenía hierbas ni piedras sueltas,
Chen Yu presentó sus respetos como los había preparado en silencio
y metódicamente.

“Hermano Song, por favor regresa al carruaje a esperarme, quiero


estar solo con mi madre por un rato.” Chen Yu señaló a los dos.

Song Qing llevó a Hong Lian de regreso al carruaje y vio a Chen Yu


arrodillado en frente de la tumba, su figura delgada se perdía en la
vista de la montaña, completamente solo.

“Este esclavo todavía tiene que comer albóndigas, pato rostizado al


horno y… ¡Oye! ¡Este esclavo te está hablando a ti!”

El Loto Rojo se sentó en el estribo del carro y pateó el muslo de Song


Qing.

Song Qing se limpió la tierra con ansiedad y se alejó de él diciendo.


“¿Acaso no ves que Chen Yu está presentando sus respetos? ¡Eres

487
demasiado irrespetuoso con los que han fallecido hablando tan fuer-
te!”

Hong Lian hizo un puchero. “Alguien está presentado sus respetos a


su madre, mírate a ti tan ansioso por presentarle tus respetos a tu
suegra. ¿Realmente eres estúpido o sólo finges ser estúpido? Piensas
que quería venir contigo y con este esclavo, nos pidió que nos man-
tuviéramos alejados los dos, ¿por qué?”

Song Qing estaba sorprendido y le dijo con desprecio. “Fuiste tú el


que estaba rogando para seguirlo.”

El Loto Rojo volteó los ojos enojado. “Para que pudiéramos llevarnos
bien solos, ¡cabeza de olmo!”

Observando la expresión de sorpresa estúpida de Song Qing, Hong


Lian no podía entenderlo. No tenía de otra, Song Qing era bondado-
so y estaba encantado por una persona que ya casi era un fantasma,
tenía que tomar la iniciativa.

“Song Qing, dale a este esclavo doscientas hojas de plata.”

Hong Lian se levantó del carruaje y caminó hacia él, estirando la


mano.

Song Qing volteó la cabeza y le preguntó. “¿Qué quieres hacer?”

“Claro que es para comprar cosas.” El Loto Rojo se señaló con un de-
do. “Este esclavo no ha comprado ropa en un tiempo, ha viajado por
miles de kilómetros acompañado por hombres apestosos como tú, a
través de las montañas hasta la capital. ¿Crees que ha sido fácil para
este esclavo? En el campamento, casi me asfixio hasta la muerte.”

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“¡¿Qué ropas valen doscientas hojas de plata?!” Song Qing levantó
las cejas.

“Obviamente, ropas hermosas.” Hong Lian habló con un poco de


culpa. “Eres el comandante y no deseas nada, necesitas comprar co-
sas para sentirte a gusto, ¿cierto?”

Song Qing lo pensó por un momento y le dijo. “Tienes muchas cosas


a tu disposición, no hay necesidad de añadir más.”

“Por supuesto que no son suficientes, este esclavo está acostumbra-


do a vivir con más lujos que tú.” Hong Lian admiró sus uñas y le dijo.
“¿Me las darás?”

“No, sólo tengo una docena de salarios al mes.” No podía dejar que
Hong Lian lo manipulara.

“¿Cómo es que el magnífico comandante sólo tiene una docena de


salarios al mes? Mírate.” El Loto Rojo habló insatisfecho. “Sigues in-
tentando esconder tu dinero, ¿eres un zorro que no sabe distinguir
una flor fina?”

Song Qing escupió sangre rápidamente. “¡No hay nadie en el mundo


más coqueto que tú!”

“No te lo perdono.” Hong Lian le preguntó a la fuerza. “¿de verdad


no me las vas a dar?”

“No.”

Song Qing se cubrió el pecho, parecía que si era descuidado, Hong


Lian lo engañaría de nuevo.

“De acuerdo, de acuerdo.”


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El Loto Rojo levantó el dedo, le apuntó enojado y dijo. “Si no me lo
das, no me lo des, este esclavo tiene sus propias maneras.”

Song Qing levantó las cejas y le preguntó preocupado. “¿Qué vas a


hacer?”

Hong Lian no lo arrastró por más tiempo y le dijo. “¡Restablecer el


viejo negocio! No le das dinero a este esclavo así que, naturalmente,
¡otros hombres vendrán a la puerta a darme las doscientas hojas!
Dentro del próspero palacio de la capital, este esclavo puede volver
a abrir el establecimiento Qin Huai, ¡seguramente al negoció le va a
ir mucho mejor aquí en la capital!”

Song Qing se quedó sorprendido por un momento y, no sabía por


qué, después de escuchar eso se sintió un poco aburrido y muy in-
cómodo.

Aunque veía a Hong Lian coqueteando con los soldados entre sema-
na, se había acostumbrado, pero cuando pensaba en que regresará a
ese tipo de actividades, acariciando a otros hombres, se sentía tan
deprimido que quería agarrarlo y enseñarle lo que era la vergüenza.

“¡No!” Song Qing gruñó hoscamente.

Hong Lian volteó su cabeza y se limpió unas lágrimas con un pañuelo.


“Este esclavo no sabe hacer muchas cosas, no sientes pena por él y
lo rechazas. ¿Qué más puede hacer este esclavo? Debe regresar a su
oficio para ganar el vino. Este esclavo fue vendido a los seis años al
establecimiento Qin Huai, su vida ha sido miserable, no puede hacer
nada al respecto.”

490
El Loto Rojo habló como si estuviera recitando una pequeña canción
y Song Qing se sintió ligeramente mal.

Habló entre los dientes apretados. “Nadie te está rechazando, ¡dije


que no puedes hacer eso!”

“¿De verdad?”

Hong Lian volteó a verlo y sonrió, sin una sola lágrima en el rostro y
Song Qing no estaba seguro si lo que le acababa de contar era cierto
o no.

Song Qing lo miró y, después de darle las hojas obedientemente, se


sintió mal y supo que su bondad había sido manipulada de nuevo.

Después de que Chen Yu regresó al carruaje, se dio cuenta de que la


atmósfera entre los otros dos había cambiado, especialmente cuan-
do Hong Lian lo tomó de la mano, completamente opuesto a la acti-
tud anterior cuando lo trató como un rival de amor.

491
124

Arrancarte el corazón

Cuando el sol poniente estaba lanzando sus últimos rayos, Chen Yu


regresó al palacio después de ir a las Tumbas del Oeste. Las linternas
estaban iluminadas en los corredores y caminaba por el puente de la
Cueva de Luna Creciente. Llegó a su residencia solitaria.

Chen Yu abrió la puerta de la entrada principal de su residencia y,


desde una esquina obscura, una sombra alta se abalanzó sobre él,
presionándolo con fuerza contra la pared, produciendo un sonido
amortiguado al golpearse la cabeza.

“Yu-er.”

La voz profunda estaba acompañada del aroma del alcohol.

Después del susto inicial, Chen Yu supo quién era al escuchar su voz,
el olor del alcohol era muy fuerte y lo hizo fruncir las cejas.

A través de las ropas, Chen Yu podía sentir el calor de ese abrazo fa-
miliar, amplio e invasivo, pero ahora solamente se sentía disgustado.
Hizo unos cuantos esfuerzos, pero su mano fue agarrada con mucha
fuerza como si quisiera absorber el cuerpo de Chen Yu.

“Yu-er, ¿a dónde fuiste hoy?”

Los ojos profundos de Jun Xuanxiao brillaban en la obscuridad y su


embriaguez no afectaba su temperamento heroico, pero Chen Yu ya
se había acostumbrado a sus tácticas habituales, no era nada más
que acosarlo sin ser brutal.
492
“Lo siento, ¿este rey te lastimó?” Jun Xuanxiao soltó su mano y se
sintió culpable, liberando a Chen Yu de su sometimiento. Se sobó la
muñeca adolorida y gesticuló con frialdad.

“A donde vaya, al parecer, no tiene nada que ver con Su Alteza.”

Chen Yu caminó hacia el frente del escritorio y encendió la lámpara,


el cuarto se iluminó y se sintió un poco de calor. Miró hacía un lado y
vio que Jun Xuanxiao estaba tambaleándose con una jarra en la
mano.

“¡Claro que tiene que ver con este rey! ¡Tú sabes que este rey se
preocupa mucho por ti!” La voz de Jun Xuanxiao se escuchaba ronca.
“Preocupado por ti, te vas y no regresas. Te he estado esperando to-
do el día aquí.”

“Incluso si intentará escapar, Su Alteza me atraparía de nuevo, ¿por


qué fingir?” Chen Yu habló con señas.

Jun Xuanxiao miró la expresión indiferente de Chen Yu, el dolor de su


perdida brilló por un momento en su rostro y lo quería abrazar fuer-
te. Sus ojos miraron a Chen Yu con afecto.

Chen Yu evitó su mirada y le dijo con gesticulaciones. “Conozco la ca-


lidad del vino imperial, no es algo con lo que se pueda embriagar fá-
cilmente.”

El cuerpo de Jun Xuanxiao se paralizó y claramente la confusión des-


apareció de sus ojos, con ese alcohol tan ligero, ¿cómo podía embo-
rracharse?

“Si Su Alteza está bien, por favor retírese para que no arruine el es-
tado de ánimo de ninguno de los dos.”
493
Chen Yu le hizo gestos de que se fuera, recogió un libro y se puso a
leerlo completamente absorto.

Jun Xuanxiao fingió que no había entendido sus gesticulaciones, se


sentó a su lado y dijo. “Este rey te acompañará mientras lees el libro.
En el pasado, aprendiste a leer acunado en los brazos de este rey, si
hay algo que no entiendas me puedes preguntar.”

Chen Yu estaba distraído por la luz de la vela que oscilaba.

“¿Te acuerdas? Te enseñé a escribir tu nombre primero, tomaste


esos dos pedazos de papel con nuestros nombres y dormiste abra-
zándolos alegremente. ¿Aún quieres aprender a montar a caballo? Si
quieres, este rey te llevará a la granja de caballos más grande de la
capital para enseñarte personalmente.”

Claro que Chen Yu recordaba, en esa época, cualquier recompensa


que le daba el rey era suficiente para que se sintiera infinitamente
feliz y olvidara todo el maltrato, era muy joven y fácil de manipular.

Chen Yu giró la cabeza y dijo con señas. “Sólo puedo admirar la inte-
ligencia y estrategia a largo plazo de Su Alteza.”

Jun Xuanxiao se quedó sorprendido por un momento y luego habló


con una voz grave. “Realmente le creíste al emperador, ¿sincera-
mente crees que este rey solamente estaba engañándote?”

Chen Yu no sabía que responder y tampoco tenía la energía para ha-


cerlo. Jun Xuanxiao le preguntó enojado. “Si este rey hubiera querido
obtener a la fuerza la información sobre el Mausoleo Junshan, ¡tiene
miles de formas para hacerlo! ¡¿Por qué seguiría soportando estos
tratos?! Yu-er, este rey te amaba en esos momentos, ¿no sientes

494
ninguna sinceridad de mi parte? ¿Por qué tratas a este rey con tanta
crueldad? ¿Por qué ni siquiera tienes la consideración de mirarme?
¡¿Quieres que este rey te arranque el corazón?!”

Los dedos de Chen Yu se crisparon un poco y cerró el libro. En algún


momento, había estado tan enamorado del Rey de Zhen Bei, que es-
taba dispuesto a arrancarse él mismo el corazón para mostrárselo a
Jun Xuanxiao.

Al ver la expresión indiferente de Chen Yu, Jun Xuanxiao finalmente


se sintió desanimado y su expresión ligeramente dolorosa se volvió
fría e indiferente.

“Yu-er, ¡la paciencia de este rey hacia ti está a punto de terminarse!”


Jun Xuanxiao habló con un tono bajo. “Dime, ¡¿a dónde fuiste hoy?!”

Jun Xuanxiao agarró el hombro de Chen Yu y lo obligó violentamente


a mirarlo.

Chen Yu soportó el dolor y le hizo señas sonriendo. “Fui a las Tumbas


del Oeste a presentarle mis respetos a mi madre con el hermano
Song, aparte de eso, fuimos a caminar y comer juntos. Me trató muy
bien, al menos mejor que tú, resulta que hay más personas que Su
Alteza y algunos si son confiables, ¿está satisfecho?”

Jun Xuanxiao le preguntó con el rostro hosco. “¿Qué es lo que quie-


res decir? ¿Desde cuándo te relacionaste con él?”

Chen Yu lo miró con burla y contestó. “Hace mucho tiempo, cuando


estábamos en la Montaña Lang Juxu. El hermano Song me enseñó a
montar a caballo él solo. El hermano Song me ha cuidado mucho.”

“¡¡Tú!!”
495
Jun Xuanxiao estaba tan celoso que estaba a punto de arder y agarró
a Chen Yu del cuello. Chen Yu cerró los ojos y relajó su expresión, era
como si aceptará su destino.

Jun Xuanxiao luchó por un momento, después relajó la fuerza de su


mano y lo soltó.

“¿No temes que te mate?” Jun Xuanxiao habló sensiblemente.

Chen Yu le respondió con señas. “¿A quién no se atrevería a matar


en el mundo? Está bien si me mata a mí también, el hermano Song y
yo podemos ser un par de fantasmas de pato mandarín en el in-
fierno.”

El rey soportó la ira que le hacía hervir la sangre y se levantó.

“¡Me estas forzando!”

Jun Xuanxiao caminó al arco de la puerta y se volteó con una presen-


cia imponente. “No tienes que provocar a este rey tan deliberada-
mente, como eres despiadado con este rey, ¡no lo culpes por no ser
considerado de sus antiguos sentimientos!”

496
125

¿Cómo recuperar un corazón?

Jun Xuanxiao rompió la puerta del palacio de una patada y asustó a


un grupo de sirvientas que se arrodillaron inmediatamente en el sue-
lo, habían sido testigos de la brutalidad del Rey de Zhen Bei y era tan
violento como los rumores decían.

La sirvienta que estaba arrodillada más cerca de Jun Xuanxiao levan-


tó discretamente la cabeza, lo miró y vio que estaba enfurecido.
Después de pensarlo por un momento, se decidió y pensó que podía
ganar riqueza y ser favorecida, ¿no era esta su mejor oportunidad?

“Su Alteza, esta es la sopa de corazón puro, Qingxin, que esta sirvien-
ta preparó en la cocina imperial. Le ayudará a Su Alteza a calmarse y
sentirse mejor.”

Jun Xuanxiao no podía calmar su enojo y, obviamente, no estaba de


humor para comer una sopa de mierda, nunca había tomado esa
costumbre.

“Lárguense.” Jun Xuanxiao agitó las manos para alejar a la gente.

Los demás sirvientes salieron inmediatamente del salón, temiendo


que fueran atacados por la ira de Jun Xuanxiao, pero la sirvienta en-
cargada del salón dudo por un tiempo. Pensó que había fracasado en
ganarse el favor de Jun Xuanxiao, se rindió e iba a dejar la sopa para
retirarse.

“Tú, espera.”

497
Jun Xuanxiao la detuvo de repente, la sirvienta se detuvo emociona-
da y él se acercó a ella. Deliberadamente, levantó los ojos con timi-
dez para mirar a Jun Xuanxiao, él miró su rostro por un momento y
sólo fue una mirada rápida. Era realmente hermosa, sin embargo,
desgraciadamente, palidecía en comparación con la persona que Jun
Xuanxiao tenía en su mente en ese momento.

La sirvienta era, naturalmente, Chen Ruofei.

El mismo día en que el emperador había sido derrotado, abandonó


la capital sólo con sus parientes cercanos y no había incluido a la
Princesa Jieyu. Chen Ruofei solamente podía tragarse su orgullo y
prepararse a huir por su cuenta, pero en ese momento vio al Rey de
Zhen Bei entrar al palacio.

El rostro del Rey de Zhen Bei y su presencia heroica hizo que lo viera
como un Dios, Chen Ruofei había quedado encantada por la imagen
de ese hombre, había escuchado los rumores de que el Rey de Zhen
Bei lucía como un monstruo y que era brutal como un animal, pero
resultaba que realmente era muy atractivo y extraordinario. Y lo que
era más interesante, era que tenía tanto poder que había derrotado
al emperador, ¿había algún otro hombre mejor que él en el mundo?

Chen Ruofei se había arrepentido profundamente, ¡debería de ha-


berse casado con el Rey de Zhen Bei! En ese momento, se había ne-
gado a casarse con él porque había escuchado que era una persona
fea, extremadamente cruel y no tendría otro futuro más que morir
en el palacio. Por eso había dejado que el esclavo mudo tomara su
lugar y se convirtiera en un fantasma. ¿Quién habría pensado que el
Rey de Zhen Bei era tan diferente a lo que los rumores decían? Ella

498
estaba celosa del esclavo mudo, ¡realmente le había cedido ese
premio maravilloso en vano! Originalmente, la verdadera Chen Yu
quería ser la concubina del emperador y ¡se había perdido esta rela-
ción! Chen Ruofei reavivó sus esperanzas, no estaba dispuesta a re-
gresar al territorio del norte por lo que, valientemente, tomó una
decisión llena de coraje. ¡Se iba a quedar en la capital!

Con sus habilidades de maquinación, rápidamente encontró la forma


de acomodarse como la sirvienta personal de Jun Xuanxiao.

‘¿Qué acababa de decir Su Alteza?’

En ese momento, Chen Ruofei estaba eufórica, mirando al Rey de


Zhen Bei de cerca y su corazón comenzó a latir rápidamente.

“Este rey te ha preguntado.” Jun Xuanxiao le preguntó mirándola di-


rectamente. “Si este rey lastimó el corazón de alguien, ¿es posible
recuperarlo?”

Obviamente, Jun Xuanxiao no quería hablar con esa sirvienta, pero


no sabía mucho del amor entre hombres y mujeres, no entendía en
lo absoluto la actitud de Chen Yu y no sabía qué hacer. La mente de
las mujeres era más delicada y pensaba que podría saber más al res-
pecto.

Chen Ruofei estaba sorprendida, había estado en el palacio todos los


días, espiando todos los movimientos del rey y preguntando acerca
de toda la situación con cuidado. Ella sabía muy bien a quien se refe-
ría y fingió que pensaba con cuidado por un momento.

“Si hay un ligero malentendido entre el hombre y la mujer, con pala-


bras dulces se puede resolver. Si el problema originó un odio pro-

499
fundo, me temo que no hay posibilidad de reconciliarse.” Chen
Ruofei trató de aparentar pudor. “Su Alteza, esta esclava no sabe
mucho, por favor no me castigue.”

Jun Xuanxiao frunció sus cejas al máximo.

“Entonces, si amaba muchísimo a este rey, pero ahora es muy frio


con él, ¿no hay nada que se pueda hacer?”

Chen Ruofei se levantó y dijo. “Entonces es una situación difícil ¡ah!


Ahora que lo pienso, la madre de esta esclava estuvo enojada por un
tiempo con mi padre y lo ignoraba, después mi padre pensó en un
truco y la amenazó con aceptar a otra concubina. Como resultado,
mi madre corrió a regañarlo, resolvieron sus conflictos y volvieron a
ser una pareja amorosa.”

Jun Xuanxiao giró la cabeza para mirarla con determinación y le pre-


guntó fríamente. “¿Quién eres?”

Ella lo miró, como si sus pensamientos hubieran sido espantados por


él, y se arrodilló en el suelo.

“Esta esclava era la Princesa Jieyu del emperador, pero durante todo
el tiempo que ha estado en el palacio, el emperador vivía en el Pabe-
llón Qilin con un muchacho llamado Chen Yu. El emperador nunca le
dirigió ni una mirada a esta concubina, ella solamente se quiere que-
dar en el palacio como sirvienta y servir a Su Alteza hasta la muerte.”

‘¿Los dos no se separaban ni en el día ni en la noche?’

Jun Xuanxiao pensó al respecto, pero no le pidió a Chen Ruofei que


hablara más del tema.

500
“Esta sirvienta estaba esperando para ayudar a Su Alteza a bañarse.”

Chen Ruofei estaba extasiada, había logrado convencerlo de que to-


mara un baño. Le talló la espalda y los hombros mientras admiraba
su cuerpo fornido que sobresalía del agua, su rostro se sonrojó.

“En este glorioso día, este rey te consagrará como una concubina se-
cundaría.” Jun Xuanxiao habló mientras mantenía los ojos cerrados.

501
126

Lo nuevo en lugar de lo viejo

Todos en el palacio e, incluso en la capital, se había enterado de que


el Rey de Zhen Bei iba a consagrar a una nueva concubina secunda-
ria. Chen Yu, que no ponía atención a nada fuera de su ventana, fue
probablemente el último en enterarse, solamente lo supo cuando
Hong Lian fue a verlo para hablarle al respecto.

“¿No te has enterado?” Hong Lian pensó que tenía que decir algo. “Y
el tío Song regresó a casa sintiéndose todo deprimido por ti y enoja-
do de que Su Alteza prefería lo nuevo y despreciaba lo viejo, que a
fin de cuentas no había cambiado en lo absoluto.”

Chen Yu negó con la cabeza, ni siquiera preguntó sobre las noticias


sobre Jun Xuanxiao, él ya era una persona que le era completamente
indiferente. Al haberse portado con frialdad y rechazarlo, era sola-
mente una cuestión de tiempo antes de que volviera a perder el in-
terés en Chen Yu y buscara un amante nuevo.

“¿Sabes quién es la nueva concubina?” Hong Lian lo vio con ojos mis-
teriosos, como si fuera un bastardo que estuviera viviendo a cuestas
de otros.

“¡Es la señorita Chen!” Hong Lian no lo pudo evitar y dijo. “Si, ¡a la


que suplantaste para casarte con Su Alteza! Ah, realmente es incons-
tante y nada confiable. Que gracioso, realmente gracioso.”

Como Hong Lian sabía que, voluntaria o involuntariamente, Chen Yu


buscaba mantener una buena relación con Song Qing, el Loto Rojo
502
procuraba desarrollar una relación de confianza entre ellos dos. Des-
afortunadamente, Chen Yu era mudo y no podía platicar con él sobre
los rumores dentro del palacio.

“Tú me habías dicho que la señorita Chen era muy alegre, uso sus
encantos para entrar al palacio y ser la concubina del emperador.
Ahora, que el Rey de Zhen Bei es el amo del mundo, quiere subirse a
su cama. Su rostro es más grueso que el de este esclavo.” Hong Lian
se cubrió el rostro con su abanico y se rio descaradamente.

Chen Yu le preguntó con gesticulaciones. “¿Cuándo sucedió?”

“Hace dos días, Su Alteza de pronto decidió consagrarla en los regis-


tros.” El Loto Rojo se golpeó el muslo. “Este esclavo casi lo olvida,
mañana es la ceremonia de boda.”

Chen Yu miró a través de la ventana, debajo de los techos del pala-


cio, se veían linternas y cortinas rojas, y otros adornos festivos que
colgaban por todos lados. No se sorprendió, resultaba que todo eso
era para la boda del Rey de Zhen Bei. Chen Yu había estado cubierto
con un velo cuando se casó con el rey y, como estaba muy nervioso y
asustado, no había notado ninguna de las decoraciones del palacio.
Ahora sabía cómo eran.

“Eventos felices pasan todos los años, la gente nueva reemplaza a la


vieja, sólo escucha la risa de las personas nuevas y no huelas a las
personas viejas.”

Hong Lian se recostó en el diván y tarareó una pequeña canción.


Chen Yu pensó que el Loto Rojo siempre tenía una actitud muy en-

503
cantadora y frívola, pero en estos momentos, sabía cuales estaban
siendo sus sentimientos en el fondo.

Si, la novedad que lo había reemplazado a él, solamente medio año


después, se había convertido en la persona desechada.

Chen Yu estaba hipnotizado por el tarareo de Hong Lian, cuando Bian


XIV entró con su baúl de medicinas y miró con desagrado al Loto Ro-
jo, que seguía recostado. Caminó directo hacia Chen Yu.

Chen Yu le preguntó con señas y sonriendo. “¿Qué hace el médico


Bian viniendo en este buen día?”

Bian XIV le entregó a Chen Yu unos paquetes de medicina, haciendo


ruidos con la boca, molesto.

“Encontré unas recetas antiguas, no sé si funcionarán, pero vamos a


probarlas.”

El Loto Rojo miró al médico, entrecerró los ojos y dijo. “Este médico
nada más anda experimentando, ¿te comerás al muerto si arruinas
todo?”

Bian XIV gruñó con desagrado. “¿Qué hace este pavorreal aquí? Te-
ner que verlo, lástima los ojos de este médico.” Bian XIV se talló los
ojos de manera exagerada y se negó a voltearlo a ver.

La sonrisa en el rostro de Hong Lian estaba tiesa y se rio entre dien-


tes. “Este pequeño pavorreal siempre va a ser mejor que el faisán.”

Bian XIV despreciaba a Hong Lian, un muchacho que apostaba a ven-


der su carne, y se rio inmediatamente al ver la expresión enojada del
Loto Rojo.

504
“Este médico se equivoca, no es digno de este pavorreal, ¿qué clase
de enredadera crecería en restos de lana? Estamos en mayo, es hora
de que me consiga un mejor abanico lleno de despecho, el que esta-
ba usando es cruel y corriente.”

El abanico que Hong Lian sostenía en sus manos había estado agi-
tándose desenfrenadamente y, en ese momento, lo guardó sentán-
dose en él.

“Tú eres Yangchun Baixue, yo soy un don nadie, pero no debes preo-
cuparte si los gatos son blancos o negros. Lo único que puede robar
un pez es un buen gato. Este esclavo tiene un hombre que lo desea,
a diferencia de otras personas. Después de tantos años de intentar-
lo, ¿aún no has logrado ganártelo?”

Bian XIV estaba tan molesto que sintió como si lo hubiera apuñalan-
do directo en el corazón, la llaga más grande de su corazón era que
ese hombre no le había confesado sus sentimientos y por eso se ha-
bía escapado al norte lo más rápido que pudo.

“Este médico no es como tú, ¡que se mantiene vendiendo su trasero


a los hombres!”

El Loto Rojo se levantó y los dos comenzaron a pelear. “Esa es una de


las habilidades de este esclavo, ¿tú tienes algo que vender? ¿Tienes
veinticuatro o veinticinco años? Tu trasero esta tan arrugado que no
podrías venderlo aunque quisieras.”

Bian XIV se abrazó el pecho con orgullo y dijo. “¿Escuché que el Co-
mandante Song no te desea? ¿Te le has ofrecido repetidas veces?
¡Pero no pierdas a tu esposa y molestes a los soldados!”

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El Loto Rojo se atragantó y le gritó. “¡Este esclavo y el tío Song vamos
a acabar juntos tarde o temprano! Aún te preocupas por tu enamo-
rado, ¿alguien ha salido lastimado por escaparse?”

Mirando a Bian XIV y Hong Lian gritándose y rojos de ira, Chen Yu se


estaba divirtiendo tanto que le dolió la cabeza. Estas dos personas
sólo se habían visto un par de veces y se atacaban cada vez que se
veían. Ninguno de los dos actuaba apropiadamente. Bian era el ca-
torceavo médico de un linaje familiar y se sentía muy orgulloso de sí
mismo, Hong Lian venía de los barrios pobres y era muy vulgar,
realmente eran demasiado opuestos.

Con los otros dos ahí, parecía que Chen Yu era muy popular, escuchó
la discusión y caminó hacia su baúl, el Rey de Zhen Bei estaba cele-
brando y él debería darle un regalo.

506
127

Felicidades

El día que sería la ceremonia de boda del Rey de Zhen Bei, él mismo
estuvo ausente durante la hora auspiciosa. Se había ido, desde muy
temprano en la mañana, a los campos de entrenamiento a practicar
artes marciales. Cuando regresó, todavía llevaba puesta su armadura
y estaba cubierto por el olor del sudor.

“Su Alteza, por favor báñese y vístase rápidamente. Hoy es el día en


que se va a casar con la concubina Chen, todos están muy impacien-
tes.”

El rey había regresado finalmente al palacio, las preparaciones para


la boda estaban listas y todos estaban esperándolo a él, el novio.

“¿La concubina Chen?”

Jun Xuanxiao frunció el entrecejo, ese nombre lo hacía perder la ca-


beza, no podía sentirse feliz cuando pensaba que no hablaban de la
persona que él esperaba.

“Si, la concubina Chen mandó varias personas para recordarle que


debía estar listo, preguntando por que el rey no había regresado ya.
Esta es lo hora propicia, ¿han visto donde está Su Alteza?”

“Da lo mismo la hora propicia, todo se hace como siempre.”

Todo era una farsa, a Jun Xuanxiao no le importaba. Estaba esperan-


do a esa persona, se suponía que ya tenía que haber recibido las no-
ticias de la boca de un eunuco o una sirvienta, ¿por qué no se había
507
aparecido aún? Si Chen Yu lo fuera a buscar, con que mostrara una
mínima muestra de desdicha y un poco de olor a vinagre, Jun Xuan-
xiao cancelaría todo.

¿Por qué no había venido Chen Yu?

Realmente estaba tan desilusionado de él que las noticias de que se


iba a volver a casar con una nueva belleza, ¡¿le eran indiferentes?!

Jun Xuanxiao se metió a la tina y dejó que las sirvientas lo bañaran,


se metió en el traje rojo y dorado de novio, y se puso la corona de
oro. La litera de matrimonió ya había pasado por todos los caminos
del palacio y había dado un gran círculo alrededor del palacio. Jun
Xuanxiao estaba vestido a la perfección.

Caminó como un muerto, sosteniendo el listón de seda rojo para los


rituales. En un trance, Jun Xuanxiao sintió que había regresado a su
boda de hace un año. En ese momento él solamente pensaba que se
estaba casando con una concubina que lo entretendría, por lo que ni
siquiera había habido el saludo oficial, todo había sido muy superfi-
cial.

Ahora que lo pensaba, Jun Xuanxiao se arrepentía de corazón. Si,


desde el principio, se hubiera tomado estos rituales seriamente,
¿Chen Yu y él se sentirían más completos? ¿Chen Yu se habría senti-
do más apegado a él?

Miró el velo sobre la corona de fénix y Jun Xuanxiao intentaba ver el


rostro debajo sin comprender, ¿era la persona con la que él había
soñado?

“Yu-er.”

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Jun Xuanxiao no pudo evitar llamar su nombre.

Chen Ruofei pensó que, ¡el rey estaba diciendo su verdadero nom-
bre! Ella le gustaba al rey, ¿verdad? Si el rey le había ofrecido que se
casaran seguramente era porque le gustaba.

Chen Ruofei se sentía complacida, pero con un poco de arrepenti-


mientos. Si ella hubiera sido la que iba en la litera de matrimonio ha-
ce un año, no ese esclavo mudo, ella y el rey llevarían mucho tiempo
completamente enamorados pasando el tiempo en la Residencia
Shaohua. Tal vez, incluso, ya le habría concedido un hijo al rey. Po-
dría estar pavoneándose en el palacio orgullosamente, no importaba
el esclavo mudo o la Princesa Dairou, ¡ella ya los habría derrotado!

Afortunadamente, aunque las cosas buenas no siempre eran mu-


chas, Chen Ruofei había logrado casarse con el rey eventualmente.

Una suave y amorosa respuesta se escuchó debajo del velo. “Mi Se-
ñor.”

Jun Xuanxiao fue devuelto inmediatamente a la realidad, no era su


Yu-er el que estaba debajo del velo, Yu-er no podía hablar.

Jun Xuanxiao se sintió disgustado por un momento, el nombre Chen


Yu era originalmente el de Chen Ruofei, sabía que debía de haberle
cambiado el nombre a Yu-er. ¿Cómo es que ella tenía que ver con
Chen Yu? Jun Xuanxiao no pudo evitar mirar hacía la entrada del sa-
lón, pero Chen Yu no había ido.

Después de la ceremonia, Chen Ruofei fue llevada a la habitación


principal, Jun Xuanxiao permaneció parado en la entrada del salón

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hasta que las estrellas en el cielo se estaban comenzando a mostrar
y Chen Ruofei no pudo evitar enviar a una sirvienta para apresurarlo.

“Su Alteza, todavía no es tan tarde, ¿no va a venir el Señor a descan-


sar?”

Chen Ruofei se había maquillado el rostro, incluso, añadiendo rubor


rojo. Finalmente, había podido casarse con el Rey de Zhen Bei, pero
no esperaba que todo sucediera tan rápido. Aunque todo había sido
muy apresurado, estaba bastante satisfecha.

“Duerme tú sola.”

Jun Xuanxiao ni si quiera volteó a mirarla, dijo sus palabras heladas y


se fue.

Chen Ruofei estaba sorprendida y no pudo reaccionar por un tiempo,


¿no estaban en la habitación nupcial? ¿Por qué se había ido? En la
noche de bodas, ¿la dejaría sola en el cuarto? Chen Ruofei agarró el
velo, lo aventó furiosa y todas la cuentas rodaron por el suelo. No
podía ser tan desafortunada, tal vez el rey todavía tenía que atender
a algunos de los invitados.

Jun Xuanxiao regresó al banquete, originalmente había querido


aprovechar la oportunidad del evento para entablar relaciones con
oficiales de los dos bandos. Acababa de tomar el poder, pero aún te-
nía que confiar en algunos oficiales de la Dinastía Jìng. Sin embargo,
estaba tan indignado, que Jun Xuanxiao abrió la boca y la llenó de
vino. Él, que soportaba la misma cantidad de vino que el mar, se ha-
bía llenado completamente después del banquete, salió tambaleán-
dose. ¿Debería regresar al harén? ¿A dónde debía ir? Jun Xuanxiao

510
quería ir al lugar más remoto del palacio y preguntarle por qué lo
odiaba tanto. Pero Jun Xuanxiao era bastante arrogante y como
Chen Yu había decidido no buscarlo, él no iría a rogarle y reprocharle
para quedar en ridículo. Se había hartado de la indiferencia de Chen
Yu.

“Yu-er, si no vienes, ¡este rey realmente ira al harén con las demás!
¿Desde cuándo este rey tiene que complacer a alguien de esta ma-
nera?”

Jun Xuanxiao se jaló las ropas con ansiedad. Desde la última vez que
había estado con Chen Yu, no había tocado a nadie más, ni siquiera
al Loto Rojo que sólo lo acompañaba para juguetear. ¿Por qué Chen
Yu no entendía sus intenciones? El rey se sintió desalentado gra-
dualmente por el efecto del alcohol.

Cuando entró en el patio de la nueva residencia, Jun Xuanxiao pensó


que estaba alucinando por el alcohol, la figura de la persona en la
que estaba pensando estaba parada a la mitad del patio. Estaba ves-
tido de blanco, brillaba y deslumbraba con la luz de la luna, su rosto
también era blanco y limpio. El viento sopló y sus ropas hicieron un
sonido sutil.

“Yu-er has venido a ver a este rey, ¿verdad?”

La manzana de Adán de Jun Xuanxiao bajó y subió, aventó la jarra de


vino y comenzó a caminar rápidamente, sintiendo una alegría que
estaba más allá de lo que las palabras podían expresar.

“¡Estas aquí! ¡Realmente viniste!”

Chen Yu volteó a verlo y lo saludó formalmente.

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“Felicitaciones por la gran boda de Su Alteza, deseo que usted y su
nueva esposa puedan ser muy cariñosos y que tengan una buena re-
lación por cientos de años.”

Chen Yu gesticuló con indiferencia, la expresión indiferente del ros-


tro de Chen Yu perforó el corazón de Jun Xuanxiao con violencia.

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128

Este rey no quiere volver a verte

Cuando el expectante Jun Xuanxiao había visto la figura de Chen Yu


sintió que toda la espera había valido la pena, como había ido a bus-
carlo, demostraba que todavía le importaba. Pero lo que había reci-
bido era una felicitación frívola, el corazón extático de Jun Xuanxiao
se había hundido hasta el fondo.

“¿Solamente has venido a decirle a este rey eso? ¿Cientos de años


de buena armonía? ¿Eh?”

El tono de voz de Jun Xuanxiao estaba lleno de desilusión y sorpresa.

Chen Yu negó con la cabeza gentilmente y gesticuló. “También he


traído un regalo, que debe ser suficiente para demostrar que mis fe-
licitaciones hacia Su Alteza son honestas y de corazón.”

Chen Yu le extendió una pequeña caja de regalo, en el papel rojo es-


taba escrita la palabra felicidad, que Chen Yu la había hecho la noche
anterior.

Jun Xuanxiao no la tomó y Chen Yu tuvo que ponerla en sus manos.

“Su Alteza, no desprecie el regalo.” Chen Yu le dijo con señas. “Si Su


Alteza no lo abre, me sentiría decepcionado.”

La pequeña caja parecía pesar muchísimo en las manos de Jun Xuan-


xiao, no la abrió. Aunque no la abriera, sabía que contenía el pen-
diente de jade en forma de dragón, esa era la última cosa que le ha-
bía dado a Chen Yu para que se lo quedara.
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¡Clonc!

Después de que se escuchara el sonido de la caja estrellándose en el


piso, el pendiente cayó y se estrelló contra el suelo produciendo un
sonido agudo y nítido. El pendiente de dragón de jade fue aplastado
por Jun Xuanxiao.

Estaba jadeando, tratando de suprimir el dolor monstruoso y le pre-


guntó. “¿Qué quieres decir con esto? ¿Por qué regresas lo último
que te dio este rey? ¿Para no debernos nada?”

Chen Yu movió el dedo, se arrodilló y comenzó a juntar los fragmen-


tos en la caja de regalo. Los fragmentos estaban tan filosos como un
cuchillo, Chen Yu se cortó y estaba sangrando, pero parecía no darse
cuenta. Buscó el último pedazo cerca de unas plantas y lo puso de
nuevo en las manos del rey.

“Regresándolo a su dueño original.”

Cuando Chen Yu terminó de gesticular, no tenía nada más que expli-


car, este pendiente de jade debía haber sido devuelto hace mucho
tiempo. Él se lo había dado, pero luego se había convertido en su pe-
sadilla, y ahora había terminado igual que los dados Linlong. Jun
Xuanxiao los había roto todos, todo quedaba muy claro.

“Su Alteza.”

Se escuchó una tímida voz femenina detrás del rey, Chen Ruofei ha-
bía escuchado movimientos fuera de su nueva habitación. De hecho,
llevaba tiempo viendo la interacción entre los dos, quería ver como
Chen Yu y Jun Xuanxiao rompían su relación, pero el rey seguía so-
portando a pesar del enojo. Los ojos de Chen Ruofei explotaron con

514
odio venenoso, Chen Yu estaba intentando seducir al rey en su no-
che de bodas, realmente era un criatura que había nacido para ma-
nipular. ¿Cómo podía permitir que esa pequeña perra destruyera su
buena noche?

“¿Qué estás haciendo aquí?”

Jun Xuanxiao estaba disgustado y asqueado.

Chen Ruofei era muy inteligente y con una sonrisa fingida dijo. “Esta
concubina pensó que Su Alteza estaba embriagado, pero en realidad
es el Señor Chen el que está en un estado inconveniente. ¿Ese es el
regalo de parte del Señor Chen? Se lo agradezco mucho, hoy es el día
de gran alegría de esta concubina y Su alteza. Seguramente el señor
Chen bebió un poco, pero por su complexión delgada, probablemen-
te no esperaba ponerse en esta situación.”

Chen Yu sonrió, ¿cómo no iba a entender lo que le estaba intentando


decir? Le estaba diciendo que era un desvergonzado y que estaba
enredándose con Jun Xuanxiao en su noche de bodas. Si esto hubiera
sucedido antes, con el temperamento sumiso de Chen Yu, se habría
quedado callado. Pero ahora, miró la expresión altanera de Chen
Ruofei y la boca le supo amarga.

“Yo llegué primero, naturalmente tenía que felicitar a la nueva.


También vas a tener que acostumbrarte rápidamente, tal vez en
unos dos o tres meses, seremos tú y yo las que tengamos que felici-
tar a la nueva concubina. Con la inquietud sexual y romántica del Rey
de Zhen Bei, ¿quién sabe cuándo llegará la siguiente?”

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Cuando Chen Yu terminó de gesticular, el rostro de Chen Ruofei es-
taba congelado con una sonrisa tiesa, pero se había puesto de color
azul. No se atrevió a responderle y pretendió que no le había enten-
dido.

“Mi Señor, ¿qué está tratando de decir el señor Chen? Esta concubi-
na no le entiende.” Chen Ruofei habló fingiendo sentirse ofendida.
“Apenas soy una concubina y ¿el señor Chen ya se siente incómodo?
De hecho, esta concubina sabía que a este muchacho no le iba a
agradar porque me culpa por haberle quitado a Su Alteza”

Chen Ruofei comenzó a llorar y agachó la cabeza para limpiarse las


lágrimas con el velo, pero la tela estaba seca. Volvió a mirar a Chen
Yu con odio y le dijo. “Eres el viejo favorito de Su Alteza, ¿no estas
siendo demasiado arrogante? ¡Ahora yo soy el nuevo amor del Rey
de Zhen Bei!”

“¡Suficiente!”

Jun Xuanxiao miró a los dos peleándose sin ninguna consideración


por él y no pudo evitar rugir para detenerlos.

Chen Yu volteó a ver a Jun Xuanxiao, estaba realmente infeliz y frio,


el rey se acercó un paso y lo miró detenidamente. Chen Yu se sintió
oprimido y levantó los ojos para evitarlo.

“¿Desde cuánto te volviste tan cruel?” Jun Xuanxiao habló con labios
fríos.

‘¿Cruel yo? Debería ser débil e incompetente, ¿dejarme humillar por


Chen Ruofei? Ni siquiera ha fingido el llanto bien y ¿yo soy el cruel?’

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Chen Yu apretó el puño para dispersar el frío que sintió en su cora-
zón, si pudiera hacer algún sonido, se reiría descaradamente en ese
momento.

“Su Alteza, disculpe mis errores y que haya hecho llorar a su novia.”
Chen Yu le dijo con señas.

Las cejas de Jun Xuanxiao se contrajeron, demostrando cuanto enojo


podía soportar.

“Vete, ¡este rey no quiere volver a verte!”

Jun Xuanxiao se dio la vuelta de repente, sin mostrar ninguna emo-


ción y cerró los ojos por un largo tiempo. No sabía en qué momento
Chen Yu se había ido, claramente no quería decir eso, pero se había
enojado tanto al ver que a Chen Yu no le importaba y solamente ha-
bía escupido las palabras.

Viendo que Jun Xuanxiao había corrido a Chen Yu, Chen Ruofei no
pudo evitar sonreír y tomó a Jun Xuanxiao del brazo.

“Mi Señor, ya es muy tarde, regresemos al cuarto y descansemos.”

Jun Xuanxiao la alejó violentamente y le gritó. “¿Realmente crees


que eres la segunda concubina de este rey? ¡Lárgate!”

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129

Medicina

La frente de Chen Yu se arrugó un poco, su cabeza se sentía pesada y


le había tomado un largo tiempo calmarse. Sus manos y pies estaban
atados a la silla y un trapo estaba metido en su boca.

Enfrente de él estaba una residencia solitaria de algún lugar del Pala-


cio Imperial, los muebles eran sencillos. Chen Yu miró a su alrede-
dor, recordaba que alguien le había tapado la boca y la nariz con una
toalla cuando iba de regreso a su habitación y había perdido el cono-
cimiento.

La puerta se abrió con un chirrido, un eunuco lastimero entró y le


sonrió.

“No culpe a este sirviente por ser rudo, el palacio está bajo la super-
visión del Comandante Song, incluso para una mosca, es difícil en-
trar. Este sirviente no tenía otra forma de hacerlo, ¿esta lastimado?”

Aunque el eunuco sonreía, sus rasgos faciales lucían un poco som-


bríos, lo que hacía que Chen Yu se sintiera asustado.

“Este sirviente no tiene mucho tiempo, si el rey y el comandante se


enteran que usted no ha regresado a sus aposentos en unas horas,
mandarán a buscarlo. Este esclavo va a quitarle la mordaza y espera
que coopere con él, de otra forma este esclavo y usted seremos en-
terrados juntos. ¿Acepta o no?”

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Chen Yu no podía hacer otra cosa más que asentir. El viejo eunuco
sacó una daga de sus mangas, la presionó contra el cuello de Chen
Yu y apretó las ataduras con la otra mano. Viendo que actuaba tan
confiadamente, pensó que era una persona desalmada y cruel. La
cuerda que amarraba sus pies y manos no fue aflojada, parecía que
el eunuco no estaba tranquilo, pero al menos podía respirar ahora.

“Probablemente este joven ha adivinado que este eunuco solía tra-


bajar en el Palacio Imperial, obviamente está bajo las órdenes del
emperador y tiene algo que discutir con usted. Tengo que preguntar-
le, ¿está dispuesto a ayudar al emperador a asesinar al perro ladrón
que usurpó el trono?”

Las pupilas de Chen Yu se encogieron y aparecieron todas sus dudas.

“¿Este joven quiere preguntar por qué este esclavo lo buscó a us-
ted?” La voz del eunuco era rasposa y delgada. “Este joven es muy
indefenso, pero aun así es muy importante, después de todo, usted
es en quien el perro ladrón confía más.”

Chen Yu negó con la cabeza. Antes podría ser posible, pero ahora
¿realmente Jun Xuanxiao confiaba en él?

“¿Este joven no está dispuesto a hacerlo?” El eunuco preguntó de-


cepcionado. “Si no accede, este esclavo no se atreverá a dejarlo ir,
este esclavo es reemplazable y usted no puede impedir que las cosas
mejoren.”

Chen Yu levantó la mano y le hizo señas para que se la liberara, el


eunuco le hizo caso y también buscó papel y tinta inmediatamente.

“Este esclavo no puede entender los gestos de los mudos.”

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La sonrisa de disculpa del eunuco se veía macabra bajó la luz de la
vela.

“¿Por qué piensa que voy a ayudar al emperador?” Chen Yu escribió.

El eunuco sonrió y dijo. “Es la voluntad del emperador, el emperador


dijo que el perro ladrón le había mentido a usted y que había asesi-
nado a su único pariente, que era probable que usted lo odiara mu-
cho y estuviera dispuesto a ayudar al emperador.”

Chen Yu escribió casi rompiendo el papel. “Fue el emperador el que


ordenó que mi madre fuera asesinada, odio al Rey de Zhen Bei, pero
desearía poder beber la sangre y comer la carne del emperador.”

El eunuco se quedó sorprendido y le dijo sonriendo. “Entonces este


joven prefiere que ese perro ladrón si siente en el trono y domine
todo tranquilamente, ¿nunca ha querido vengarse? No importa si lo-
gra asesinarlo, al menos podría desahogar su odio, ¿no cree?”

El eunuco se esforzó mucho para convencer a Chen Yu de que busca-


ra una oportunidad, pero Chen Yu solamente permaneció callado.

Cuando Chen Yu regresó a su residencia, no había estado ausente


más de una hora, y nadie se había dado cuenta de su desaparición.
Se frotó las muñecas adoloridas, se las enjuagó en agua caliente y se
durmió.

Al día siguiente, Bian XIV fue a verlo como de costumbre. Cuando se


asomó por la puerta, inmediatamente miró alrededor, vio que Hong
Lian no estaba ahí y entró con mucha alegría.

Había visto demasiadas veces a ese pequeño pavorreal en el cuarto


de Chen Yu y lo único que hacía era burlarse de él y despreciarlo.
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Bian XIV susurró y se talló la nariz que le daba comezón por el olor
del maquillaje.

“¿Tomaste la medicina? ¿Tuvo algún efecto?”

Chen Yu negó con la cabeza sonriendo, Bian XIV se rascó la oreja y la


mejilla, realmente no podía pensar en otro método.

Chen Yu le preguntó de repente. “Oye, ¿existen medicinas afrodisia-


cas?”

“¿Qué?” Bian XIV pensó que le había entendido mal, no podía creer-
lo.

Chen Yu tuvo que escribirlo, medicina, afrodisiaca.

Bian XIV abrió los ojos, miró las palabras y luego volteó a ver a Chen
Yu.

“Ehhh, esto no me lo esperaba, no me lo esperaba.” El médico no


podía dejar de hablar. “Tú, esto me va a encantar, vaya, ¿cuál es el
problema? El Rey de Zhen Bei no te ha tocado por mucho tiempo,
pero, ¿tú te sientes inquieto? Es eso correcto o es que Jun Xuanxiao
se sobreexcitó finalmente y ha excedió sus fuerzas, ¿está vacío? ¿No
lo puede levantar? Ja, ja, ese rey bastardo ha arruinado a tantos jó-
venes y muchachas hermosos, ¡puedo morir e iré al cielo! ¡Este mé-
dico sabía que este día llegaría!”

Chen Yu lo miró con un gesto recriminador y sonrió.

“Me estas pidiendo una medicina, ¿cierto? Hay muchos tipos. Esta
receta no falla, obtendrás un pedazo de leña, pero es una droga ex-
tremadamente venenosa. Debo recordarte que esto se trata de ma-

521
tar a la gallina para obtener sus huevos, sólo debes de usarlo una
vez, cada vez que lo uses la bestia se volverá cada vez más marchita
en el futuro. ¡Pero se lo merece!”

Chen Yu tomó el pequeño paquete de medicina de Bian XIV y lo so-


pesó en sus manos, pensativo.

522
130

Asesino

El Rey de Zhen Bei no volvió a ir a la residencia de Chen Yu y la gente


del palacio rumoraba que era porque el rey se había casado con una
nueva concubina y la concubina hombre había caído de su gracia.

El día veinticinco de junio era el festival Duanyang, o del Barco del


Dragón, y las damas del palacio colgaron cálamo y ajenjo por todos
lados. Esparciendo hormigas antihelmínticas reales, olvidándose
completamente de la residencia de Chen Yu, a nadie le importaba. La
gente estaba alegre y ruidosa, todo era regodeo.

Chen Yu sudaba exageradamente y sus pupilas estaba lentamente


recuperando su fuerza, su piel seguía morbosamente enrojecida y
sus ropas estaban empapadas de sudor. Bian XIV gruñía quedamente
mientras sacaba la aguja de plata de su cuerpo.

“Ciertamente, el intervalo es más corto que antes, sólo ha pasado un


mes, y la toxicidad ha regresado. Más pronto de lo que esperaba.”

Chen Yu tenía pequeñas heridas de aguja por todo su cuerpo y pe-


queñas gotas de sangre brotaban de algunas de ellas. Bian XIV sola-
mente podía ponerle las agujas para aliviar el dolor causado por el
veneno, pero no podía detener los ataques frecuentes.

Chen Yu se sentó despacio, le tomó mucho tiempo recuperarse del


dolor y el cansancio causado por el veneno.

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Bian XIV guardó la aguja de plata y le dijo. “Esta es la cuarta vez, te
quedan tres más, parece que esta ha sido mucho peor que las ante-
riores, si no quieres morir…”

Chen Yu sacudió su mano e interrumpió sus siguientes palabras, el


médico con temperamento de burro lo ignoró y no pudo evitar ha-
blar.

“Entonces, en dos o tres meses, este médico se hará cargo de tu


cuerpo, ¿dónde quieres que lo entierre?”

Chen Yu le sonrió y gesticuló. “Sería menos problema si solamente lo


quemaras, pero si Bian XIV tuviera que viajar al sur, podría tomar mis
cenizas y arrojarlas en Yunmeng, o enterrarlas al azar. Nada más no
me dejes dentro del palacio, o haré que te sientas inquieto por años”

“No tengo tanto tiempo libre.”

Bian XIV se detuvo, asintió de nuevo avergonzado y accedió.

“¿Podrías entregarle una carta a Su Alteza de mi parte?”

Chen Yu sacó de su manga el pedazo de papel que había escrito con


antelación y como lo había sostenido en su mano por mucho tiempo,
estaba un poco arrugado.

Cuando Bian XIV salió de la residencia, se rascó la cabeza, siempre


sentía que Chen Yu estaba arreglando sus asuntos de antemano.
Aguantó su curiosidad y no abrió la carta, simplemente se la envió al
rey que estaba en el Templo Jin Luan. Jun Xuanxiao recibió la carta e
inmediatamente la acercó a la llama de la vela, pero se detuvo a
unos centímetros, resopló y la abrió rápidamente.

524
Tumbas del Oeste.

Chen Yu lo estaba invitando a presentar sus respetos en la nueva


tumba del oeste, Jun Xuanxiao se sentía perplejo, él se sentía tan
desanimado que había dejado a Chen Yu abandonado en su residen-
cia por muchos días. Tal vez Chen Yu había cambiado de parecer,
¿esto significaría que quería retomar su relación? Jun Xuanxiao pen-
só de nuevo que eso era imposible, con el temperamento suave y to-
lerante de Chen Yu, temía que iba a recordar toda la vida como lo
había maltratado. ¿Cómo iba a ceder tan fácilmente?

“Las palabras ciertamente están escritas de su puño.”

Jun Xuanxiao apretó la nota por un largo tiempo e, incluso cuando


sospechaba que no era de Chen Yu, ordenó que le llevaran su caballo
negro, lo montó y salió del palacio rápidamente hacia las afueras del
oeste.

En caso de que Chen Yu realmente hubiera recapacitado, él no podía


perder esa oportunidad. Incluso si hubiera algo más de trasfondo,
Jun Xuanxiao tenía que averiguarlo. Avanzó rápidamente por las ca-
lles de la capital como un viento endemoniado y llegó a las tumbas
en sólo una hora.

Cuando Jun Xuanxiao miró la tumba solitaria, sus ojos se abrieron


por la sorpresa. La tumba de la madre de Chen Yu había sido profa-
nada, la tierra estaba expuesta e incluso el ataúd había desapareci-
do.

“Yu-er.”

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Jun Xuanxiao murmuró ansioso, desmontó y caminó hacía la tumba.
Miró a su alrededor, pero no vio la figura de Chen Yu por ningún la-
do, no pudo evitar sentirse preocupado, ¿acaso alguien se había lle-
vado a Chen Yu? De pronto, se escuchó el sonido de varias flechas
disparadas desde la obscuridad, iban directo hacía donde Jun Xuan-
xiao estaba parado. Sus ojos fueron rápidos y las esquivó.

La persona que había disparado las flechas había revelado su posi-


ción, Jun Xuanxiao agarró las flechas que se habían enterrado en el
suelo y las lanzó como dardos, se escucharon dos balbuceos en los
arbustos. Luego, más de veinte figuras aparecieron desde todas las
direcciones, era una emboscada, rodeando a Jun Xuanxiao.

“¿Las ordenes de quién están siguiendo?”

Jun Xuanxiao estaba parado en medio con las manos desnudas y


preguntó abruptamente, todas esas personas estaban bien entrena-
das en artes marciales y tenían cuerpos atléticos, todos eran maes-
tros.

“No recomiendo que pierdan el tiempo, ¡ataquen rápidamente!”

Con la orden del primer hombre enmascarado, todos los asesinos se


abalanzaron hacia él con movimientos feroces, sitiando a Jun Xuan-
xiao desde todas las direcciones.

El rey pateó al asesino que estaba en frente de él y, como tenía mu-


chísima fuerza, se escuchó el sonido de huesos rompiéndose. Las
costillas de ese hombre se habían fracturado, su pecho estaba hun-
dido y estaba tirado en el suelo vomitando sangre. Jun Xuanxiao

526
aprovechó la oportunidad para salirse del círculo y evitar ser herido
por varios enemigos.

Jun Xuanxiao se rio con desprecio. “Xiao Xiye sigue siendo solamente
capaz de hacer este tipo de cosas vergonzosas. En ese tiempo, este
rey creó el Campamento de Plumas Negras con una sola mano. ¿Por
eso quieren matarme perros y gatos?”

“¡Perro ladrón! ¡No tienes a donde escapar hoy!”

El rey observó con sus ojos de águila al líder de los asesinos y le pre-
guntó. “¿Dónde está Chen Yu?”

El asesino se rio y dijo. “Si quieres verlo tienes que rendirte, sino, ¡a
nuestros hermanos no les molestará probar un poco de la mascota
del rey!”

Los ojos de Jun Xuanxiao se volvieron helados, su cuerpo se movió


de repente, no se estaba defendiendo de sus ataques sino que fue
directo a atacar al líder.

“Tu boca está pidiendo la muerte, ¡este rey te mandará primero!” El


puño del rey se movió como un trueno, su cuerpo era rápido y voló
justo en frente del asesino.

“¡Derríbenlo! Al que le corte la cabeza al perro ladrón, ¡el emperador


lo recompensará con dos mil hojas de plata!”

Esos asesinos estaban un poco nerviosos, pero rápidamente cambia-


ron su estrategia, eran prácticamente hombres muertos, ya habían
dejado la vida y la muerte detrás.

527
Jun Xuanxiao era feroz e incomparable. Si su puño bajaba, incluso
aunque no murieran inmediatamente, todos sus huesos se rompe-
rían.

Al darse cuenta de que estaban en una situación desfavorable a sim-


ple vista, el asesino le gritó. “¡Perro ladrón! Si te la pasas escondido
en la capital, ¿cuándo tendríamos la oportunidad de matarte? ¡Mu-
chas gracias por tu mascota masculina!”

Jun Xuanxiao sabía claramente que sus palabras eran falsas, pero no
pudo evitar quedarse paralizado por un momento, una espada afila-
da perforó su abdomen en un instante.

528
131

Hija roja

Después de que Chen Yu despidió a Bian XIV, empacó todas sus co-
sas dejando la habitación como si nunca hubiera vivido ahí y dejó el
palacio. Fue a la residencia del Comandante.

“Yu-er, porque no me avisaste que ibas a venir, te hubiera ido a re-


coger.”

Song Qing desbordaba alegría y le dio la bienvenida a Chen Yu que


traía una pequeña jarra de vino.

“Estaba tan aburrido que vine a beber contigo.”

Después de que Chen Yu gesticuló, Song Qing lo miró con extrañeza.


“¿Te gusta beber?”

Chen Yu agitó la jarra de vino en su mano, la etiqueta roja se había


decolorado y las palabras Hija Roja eran poco visibles.

“Está bien, le diré a los sirvientes que hagan unos bocadillos, no de-
bes beber mucho.”

El cocinero original de Song Qing había sido reemplazado por órde-


nes de Hong Lian, ahora tenía un maestro cocinero traído desde una
cantina para satisfacer el apetito del Loto Rojo. Pronto, carpa agri-
dulce, bolas de arroz, intestinos y frijoles al vapor llenaban una mesa
completa. En cuanto abrieron la botella, el aroma del vino añejado
los envolvió. Hong Lian tomo la botella, le dio un trago y abrió la bo-
ca con placer.
529
“Mmm, la última vez que había tomado de este vino fue hace quince
años, ¡un buen vino es un buen vino!”

El Loto Rojo vio el pequeño vaso de vidrio en frente de él y lo aventó


lejos, en cambio tomó tres cuencos grandes de porcelana blanca y
los llenó hasta el borde.

“¿Qué estás haciendo? Yu-er no bebe tanto como tú borracho.”

Song Qing Frunció las cejas con seriedad y frenó la mano de Hong
Lian, pero fue tercamente alejado por Hong Lian.

“Tío Song, ahora que hay vino y podemos embriagarnos, tu hermano


Yu-er vino a esta residencia a beber, no rompas nuestro interés por
el vino. Este esclavo no ha tenido un buen vino desde que dejó el es-
tablecimiento Qin Huai, ha estado siempre controlado por ti, hiciste
que este Loto Rojo pensará que ni podía beber.”

Ya lucía un poco embriagado, sus ojos estaba borrosos y astutos, pa-


recía un zorro que se había convertido en un adulto.

Si los dejaba beber descuidadamente, terminarían borrachos en


cualquier momento, con los ojos borrosos y maquinadores. Tenía
una variedad de estilos, como un zorro que se convertía en un adul-
to. Chen Yu y Hong Lian agarraron sus cuencos y tomaron un sorbo,
Chen Yu comenzó a toser en cuanto el vino tocó su garganta, sentía
comezón en la garganta y escupió un poco. Pero sonreía y estaba fe-
liz.

Song Qing se acercó ansioso y le dio unas palmadas en la espalda,


mirando a Hong Lian de manera reprobadora.

530
“Sabes que él no bebe alcohol y aun así lo incitas.” Song Qing lo cul-
pó.

Chen Yu sacudió su mano y le indicó que estaba bien, Song Qing no


tenía otra opción más que poner un pedazo de carpa en su plato.

“Primero come algo para llenar tu estómago, ten cuidado de lastimar


tu cuerpo.”

Después de tomar un sorbo del vino, el calor subió directo a los ojos
de Chen Yu y su visión de Song Qing se volvió borrosa.

“Mira, incluso el pequeño Yu-er ha bebido, tío Song, si de verdad


eres un hombre, ¡bebe con este esclavo!”

Chen Yu miró al Loto Rojo que actuaba como loco incluso antes de
estar borracho, claramente era atractivo. Luego, no pudo evitar, in-
clinar la cabeza y ver a Song Qing. Song Qing estaba avergonzado, sin
moverse, y miraba a Hong Lian. El Loto Rojo se rio, se levantó, abrazó
a Song Qing y aprovechó para sentarse en sus piernas. Con el cuenco
de vino en las manos, lo acercó a los labios de Song Qing.

“Tío Song, ¿nunca ha ido a un burdel?” Hong Lian le guiñó un ojo con
coquetería. “Este esclavo era el vino del establecimiento Qin Huai,
¿siempre quieres dejarlo en ridículo?”

Song Qing estaba siendo abrazado del cuello y su rostro se puso rojo
de repente.

“Beberé sólo un cuenco, no tienes permiso de volvérmelo a llenar.”

“Después de beberte el primero, ¿crees que vas a poder rechazar el


segundo?”

531
El Loto Rojo sonrió al ver a Song Qing gruñendo, sus ojos brillaban y
de repente sus labios se pegaron a la mejilla de Song Qing, Song Qing
lo miró y casi lo avienta lejos de él. Viendo como parecía un pollo
atontado, el Loto Rojo se rio.

“¡Song eres un tonto!”

Song Qing no se había dado cuenta de que el alcohol comenzaba a


hacer efecto y, sintiéndose todavía tímido, su rostro estaba comple-
tamente rojo.

“Hay… hay personas viéndonos, ¡no causes problemas!” Song Qing


tartamudeó abriendo la mano que Hong Lian le había agarrado.

El Loto Rojo le susurró coquetamente en el odio.

“Así que el tío Song quiere decir que si no hay nadie viéndonos, ¿este
esclavo puede hacerle lo que quiera?”

Song Qing estaba aturdido y avergonzado.

Chen Yu se aprovechó de la situación y le dijo con señas. “Hermano


Song, te respeto mucho. Gracias por cuidarme todo el tiempo, si no
fuera por ti, Chen Yu no estaría vivo ahora.”

Chen Yu siguió bebiendo y Song Qing, obviamente, no pudo rechazar


el segundo tazón. El nombre Hija Roja provenía de un cuento popu-
lar que hablaba sobre una pareja que, cuando tuvieron una hija, en-
terraron una botella de vino y cuando la hija se casó, abrieron esa
botella para celebrar con los invitados en el banquete. Era un vino
festivo.

532
Hong Lian era un gusano de vino, bebía y bebía, e incitaba a Song
Qing a beber una y otra vez. Chen Yu era el que menos bebía.

En poco tiempo, las ropas de Hong Lian estaban desacomodadas y


sostenía la cabeza de Song Qing toda despeinada. Song Qing siempre
era disciplinado y rara vez se embriagaba, por lo que seguía intenta-
do sentarse derecho, pero su rostro desorientado lo delataba.

Hong Lian seguía acosándolo diciéndole tonterías. “Tío Song, Song


tímido, ¿te gustan los esclavos?”

Song Qing asintió y negó, una y otra vez.

“Si no te gustan los esclavos, ¿por qué no dejas que este esclavo re-
grese a su oficio? Hace mucho calor.”

El Loto Rojo se jaló las ropas y descubrió sus hombros, Song Qing be-
bió y tragó ausentemente.

Viendo esto, Chen Yu salió del cuarto, la luna ya había aparecido en


el cielo. Aunque había sido el que menos bebió, estaba un poco
ebrio y se tambaleó de regreso al palacio.

Menos de un cuarto de hora después de regresar a su cuarto, el Rey


de Zhen Bei le envió una Orden Imperial, lo estaba convocando.

533
132

El sabor de la traición

Chen Yu entró en el cuarto del Rey de Zhen Bei, sosteniendo una pe-
queña caja de jade, y percibió un ligero olor a sangre.

Jun Xuanxiao estaba sentado sobre un tapete suave, usando sola-


mente una ropa ligera, pegado al costado de su cuerpo había un
vendaje en su abdomen y la sangre manchaba las vendas. Una copa
con un líquido aceitoso verde descansaba sobre la mesa pequeña,
lucía casi igual que el veneno del Rey de los Gusanos que Chen Yu
había sido forzado a beber.

Había una pequeña sonrisa en la comisura de la boca de Chen Yu y se


arrodilló en el lado opuesto a Jun Xuanxiao.

“Yu-er, fui a las Tumbas del Oeste hoy.” Jun Xuanxiao habló abrup-
tamente, su tono de voz era grave y honesto como antes, muy mas-
culina.

“Me encontré con un grupo de asesinos y fui lastimado ligeramente,


pero los maté a todos. Afortunadamente, tu no habías ido a la cita,
de otra forma no sé qué podría haberte pasado si te los hubieras en-
contrado.”

Jun Xuanxiao habló con preocupación, sus ojos miraban a Chen Yu y


parecían ver muy lejos a través de él.

534
Chen Yu levantó las manos y gesticuló. “Su Alteza no tiene que inten-
tar excusarme, yo lo envié a las tumbas, obviamente yo no iba a ir a
la cita.”

Los ojos profundos de Jun Xuanxiao se achicaron y cayeron sobre el


rostro de Chen Yu, después de un poco de asombro, estaba lleno de
incredulidad.

“Me apresuré a las tumbas, descubrí que no estabas ahí y pensé que
habías tenido un accidente. Ellos me dijeron que tú me habías men-
tido para que fuera, para que bajará la guardia, pero no les creí. Yu-
er.” Jun Xuanxiao habló ardorosamente. “¿Por qué no me mientes?
Incluso si me dices que no lo hiciste, te voy a creer, ¡¿de verdad me
engañaste?!”

“Ya no quiero engañarme a mí mismo.” Chen Yu le dijo con indife-


rencia. “¿Su Alteza sintió alguna sospecha cuando recibió la carta?”

Jun Xuanxiao finalmente mostró una expresión triste.

“¿Por qué? ¿Por qué ayudarlos a ellos y al emperador?” Jun Xuan-


xiao le preguntó con dolor. “¡¿Por qué me traicionaste?! Si, dudé de
tus motivos para invitarme a las tumbas, ¡pero fui de todos modos!
Porque creía que tú no me traicionarías, ¡no me lastimarías!”

Los ojos de Chen Yu se apagaron y gesticuló. “Probablemente por


odio.”

Las cejas de Jun Xuanxiao se juntaron completamente y apretó los


dientes con fuerza tratando de contener sus emociones tiránicas.

“¿Cuándo comenzó?”

535
Los ojos de Chen Yu miraban a la distancia y le contestó con señas.
“Desde que entré al Palacio del Rey por primera vez, Su Alteza se sin-
tió estimulado y alegremente comenzó a romper mis huesos. Los
castigos de Su Alteza que me impidieron salir de la cama. Desde que
Su Alteza pensó que yo era sucio, sin pensarlo ni por un instante.
Chen Yu es una persona, me dolía, ¡me sentía triste! Después, cuan-
do el rey aplastó mi dado Linlong. Cuando me abandonó para aven-
tarme al emperador, originalmente lo odiaba, pero ahora ya no lo
odio. Después de todo, esto sólo es una farsa representada por Su
Alteza. El rey nunca pensó en esto, pero yo no podía dormir en las
noches en el palacio, ¿cuántas veces conté las estrellas? Su Alteza
vio como mi madre era asesinada por el emperador, lo que me quitó
el sueño por completo. Su Alteza pudo haber detenido esto, pero no
lo hizo.”

Las palabras de Chen Yu eran desgarradoras y Jun Xuanxiao se quedó


sin habla, resultaba que el odio de Chen Yu hacia él estaba profun-
damente enraizado desde hace mucho tiempo, y la clave era que to-
dos esos sucesos, él los había planeado deliberadamente.

“¡¿Me odias tanto que quieres matarme?!”

Chen Yu se atragantó sintiendo la garganta adolorida y gesticulo dé-


bilmente. “Sólo me atreví a enviar a Su Alteza porque sabía que los
asesinos no podrían matarlo.”

“Entonces, ¡¿por qué hiciste ese intento inútil?!” Jun Xuanxiao esta-
ba incluso más incrédulo.

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“Obviamente, para que Su Alteza conociera el sabor de la traición.”
Chen Yu sonrió y le dijo con señas. “Su Alteza está sintiendo dolor,
ahora puedo estar tranquilo.”

Viendo la apariencia histérica de Chen Yu, parecía que el corazón de


Jun Xuanxiao había sido lanzado al fuego para calcinarlo y matarlo
centímetro a centímetro.

Jun Xuanxiao cerró los ojos y no dijo nada por un largo tiempo.

“Entonces, contactaste en secreto a los líderes que apoyan al empe-


rador, ¿para traicionar a este rey?” La voz de Jun Xuanxiao sonaba
inestable. “Si este rey de verdad no hubiera regresado hoy, ¿estarías
feliz? ¿O sentirías tristeza por este rey por unos cuantos días?”

El corazón adormecido de Chen Yu sintió una punzada de dolor y le


contesto con señas. “Entonces caminaría a su lado por el camino
Huang Quan e iríamos juntos al infierno, de todos modos, no me
queda mucho tiempo.”

“¡Ja, ja, ja!”

Jun Xuanxiao se rio sonoramente y su risa sonaba salvajemente alo-


cada. “Desafortunadamente, este rey ha regresado y no te acompa-
ñará a morir.” Los ojos de Jun Xuanxiao se calmaron y no mostraban
ninguna emoción. “Yu-er, solía sentir pena por ti. Puedo tolerar que
me odies intencionadamente y que me rechaces, pero, ¡no puedo to-
lerar que me traiciones!”

Chen Yu asintió tranquilamente, antes de hacerlo, había pensado por


un largo tiempo en las consecuencias.

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“La entrada a la Tumba del Rey Chu, ¡¿dónde está?! Si se lo dices a
este rey, él te puede dar una forma de vivir, sino…”

Chen Yu bajó la mirada a la copa con veneno en la mesa y le pregun-


tó con señas. “Sino, ¿me dará esa copa de veneno?”

Sin esperar la respuesta del rey, Chen Yu rápidamente levantó la co-


pa de plata y se bebió todo el veneno.

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133

Destino

“¡Yu-er! Tú…”

Jun Xuanxiao se detuvo con la mano alzada en el aire y sus cejas se


contrajeron profundamente con dolor.

“¿Prefieres tomar veneno que perdonarme? ¡¿Prefieres morir antes


de ayudar a este rey?!”

Chen Yu sacudió la cabeza gentilmente, él sólo se sentía cansado, fí-


sica y mentalmente extenuado.

“¡¿Dime por qué?!” Jun Xuanxiao le rugió.

Chen Yu le respondió con gestos. “Cuando era joven, todo lo que


quería era escapar de los muros del patio trasero del magistrado,
después, quería conseguir el corazón de Su Alteza y al final, sólo que-
ría abandonar el palacio. Pero no pude hacer ninguna de esas cosas,
¿el rey de Zhen Bei no puede ayudar a las personas como yo?”

El veneno le provocó un calambre en el estómago y un olor dulce


subió por su garganta, Tocó la comisura de su boca y se limpió la
sangre.

“¿Así que buscas la muerte con todo tu corazón?”

A Jun Xuanxiao le faltaba el aire, estaba tan enojado de ver que Chen
Yu quería escapar de él con todo su corazón, y se sentía muy triste.

539
Parecía que Chen Yu quería seguir vengándose y miró provocativa-
mente al rey.

“Su Alteza me ha mantenido cautivo por mucho tiempo e incluso me


dejo odiarlo, con tal de que nunca lo olvidara. Incluso si intentara
huir hasta el fin del mundo, Su Alteza me puede traer de regreso,
¿qué otra cosa puedo hacer más que morir? ¿Hay alguna otra op-
ción?”

Chen Yu procuraba hacer sus gesticulaciones con calma, pero la toxi-


cidad ya había empezado a corroer sus órganos y se sentía desespe-
rado. Esto ya lo había pensado Chen Yu desesperado, sólo tenía una
forma de dejar a Jun Xuanxiao.

El rey estaba en trance, él quería conservar a Chen Yu a su lado,


siempre sintió que no podía tolerar que se separara de él y tenía que
controlar su vida. ¡Pero nunca pensó que Chen Yu querría escaparse
de él sin dudarlo en lo absoluto!

Jun Xuanxiao dijo de repente. “La tumba de tu madre, ¿la excavaste


tú mismo?”

Chen Yu asintió y continúo. “Quemé el cuerpo de mi madre hasta


hacerlo cenizas. Después de que muera, el médico Bian XIV me ha
prometido llevar nuestras cenizas de regresó a Yunmeng, lo más le-
jos posible del palacio y del norte.”

Jun Xuanxiao golpeó la mesa baja con el puño y la destrozó, las asti-
llas volaron por todas partes, miró a Chen Yu con los ojos muy abier-
tos y una expresión feroz.

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“¡Este rey no hará lo que tú quieres! Incluso si mueres, ¡este rey
pondrá tus cenizas en su habitación! ¡Para que me vean día y noche!
Este rey quiere tenerte atrapado para siempre, ¡día y noche no te
dejará descansar en paz!”

El rugido de Jun Xuanxiao sorprendió el corazón de Chen Yu, ya no


podía aguantar más la incomodidad en su pecho y su boca escupió la
sangre negra.

“¡Yu-er!”

Jun Xuanxiao voló hacía él, lo sostuvo y lo abrazó violentamente en


sus brazos. Lo envolvió con su pecho, como si quisiera guardarlo con
su cuerpo.

“¡No puedes morirte! Incluso si no extrañarás a este rey…” La gar-


ganta de Jun Xuanxiao estaba seca y hablaba con voz ronca. “Que
hay de Song Qing, ¿no lo amas? Dijiste que querías vivir y morir con
él, ¿cómo lo puedes abandonar?”

Chen Yu no se podía liberar, respiraba desordenadamente y había un


pequeño rastro de preocupación en sus ojos.

“El hermano Song tiene su casa y, aunque Hong Lian es imprudente y


despilfarrador, no tiene mal corazón y es pobre.” Chen Yu gesticuló
con señas torpes. “En este momento, el hermano Song y Hong Lian
deben de haber logrado estar juntos.”

Bajo los efectos de la medicina afrodisiaca, Song Qing y Hong Lian


seguramente podrían concretar sus sentimientos. Chen Yu no podía
olvidar a Jun Xuanxiao por lo que, incluso sin el Loto Rojo, él no po-
dría estar nunca con Song Qing. Solamente podía considerarlo como

541
su hermano más cercano, estaba al tanto del insondable amor de
Song Qing por él, pero no podía corresponderle después de todo. Si
no moría, Song Qing no lo podría olvidar y rechazaría a Hong Lian.
¿Cuánto tiempo más lo tendría que retrasar? Chen Yu sabía que va-
liosa sería esta noche para ellos y no podía ver que se desperdiciara.
Song Qing era un buen hombre y trataría bien a Hong Lian, Chen Yu
sabía que serían felices juntos, pero Song Qing se negaba a pasar a
través de esa ventana de papel, así que había tenido que darles un
pequeño empujón.

“¿Ya lo habías pensado? ¿Ya tenías un plan?” Jun Xuanxiao le habló


con odio. “¿Cuándo comenzó?”

Chen Yu hizo un gemido amortiguado de dolor en su garganta, sus


ojos se empañaron y le costó mucho trabajo levantar las manos.

“Cuando mi madre murió, mi corazón murió con ella.”

Cuando terminó de hacer señas, sus manos cayeron débilmente, pe-


ro hizo su mayor esfuerzo por alcanzar la caja de jade que estaba en
el suelo. Eso sólo empeoró las heridas internas y la sangre se derra-
mó de las comisuras de sus labios.

“Yu-er, ¡no vas a morir! ¡No vas a morir!”

Jun Xuanxiao forzó una sonrisa y le dijo. “Esa copa tenía el antídoto
del veneno del Rey de los Gusanos y es compatible con el veneno
que ya había en tu cuerpo. ¡Solamente te forcé a que me dijeras la
verdad! No me culpes, no vas a morir. He hecho tantas cosas mal,
poseerte y usarte, pero nunca he querido matarte Yu-er.”

542
Las orillas de la boca de Chen Yu también se levantaron un poco y
luego hizo un pequeño gesto.

“Lo sé.”

“Bian XIV me dijo que el veneno tenía una cura. El veneno que Su Al-
teza me ofreció hoy es el antídoto, pero decidió usarlo como mone-
da de cambio para controlarme, nunca lo usó mientras veía que su-
fría el efecto del veneno una y otra vez.

“¿Qué quieres decir?”

Los latidos de Jun Xuanxiao se salieron de ritmo y su terca compostu-


ra se convirtió completamente en pánico, un mal presentimiento
comenzó a crecer dentro de él.

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134

Hacer cualquier cosa

“Yu… Yu-er”

Jun Xuanxiao miró la ropa de Chen Yu manchada por la sangre y se


sintió completamente asustado, sentía que algo se había salido de su
control. Los labios de Chen Yu se pusieron negros y azules que, cla-
ramente, no era uno de los signos del veneno del Rey de los Gusa-
nos. Parecía más una señal de que su cuerpo estaba sufriendo una
alta toxicidad.

Antes de ir a ver al rey, Chen Yu se había tomado la pastilla Wujin


que hacía que la sangre bloqueara su garganta.

“¡Yu-er! ¿Qué has hecho? Dile a est…”

Jun Xuanxiao lo revisó aterrado. Él no sabía nada de medicina y, de


repente, se sintió impotente. Su pecho estaba lleno de sangre y sen-
tía mucho dolor e incomodidad en los órganos. Una espuma san-
grienta estaba saliendo de la boca de Chen Yu y se veía pálido. Retiró
su mano derecha a la fuerza y Jun Xuanxiao se dio cuenta de la caja
de jade que estaba sosteniendo, Chen Yu estaba tratando de ponerla
en las manos del rey.

“¡Este rey no lo quiere! ¡Sólo quiere que vivas!” Jun Xuanxiao estaba
ausente, pero abrazaba a Chen Yu fuertemente con sus últimas fuer-
zas.

544
La conciencia de Chen Yu se estaba perdiendo, pero pensó. ‘Es lo que
habías soñado por tanto tiempo, si no lo abres, ¿cómo vas a saber
que no lo quieres?’

‘Por esto, hice mi mayor esfuerzo en el palacio.’

La respiración de Chen Yu era débil, pero insistía en sostener la caja.


Cuando finalmente, Jun Xuanxiao se enderezó y la abrió, la sangre de
su cuerpo se le subió a la cabeza y su conciencia explotó en pedazos.
Adentro, había un pequeño nudillo, ¡la sangre nunca se había coagu-
lado!

La llave para la Tumba del Rey Chu era, de hecho, ¡esa falange única
de los descendientes del Clan Chu!

“Yu… Yu-er”

El rey, de repente, ¡sintió un miedo sin precedentes! Su voz tembla-


ba y no podía evitar que todo su cuerpo temblara. De pronto, sostu-
vo la mano izquierda de Chen Yu, pero no se atrevió a quitarle el
vendaje que la envolvía, ¡porque no se atrevía a ver! ¡No se atrevía a
pensarlo!

“¿Por qué? ¡¿Por qué me haces esto?!”

Los ojos del rey estaban rojos, su corazón estaba en un estado de-
plorable y su voz sonaba horriblemente ronca.

‘¿Por qué?’

Los ojos de Chen Yu se movieron un poco. ‘Porque te amo, pero aun


así Su Alteza me torturó, me abandonó y me uso por amarlo, pero
nunca me creyó, no creyó que alguien le daría su vida y su muerte.

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Sus planes estaban hechos, pero nunca me dijo nada, si me hubiera
dicho algo, yo habría hecho cualquier cosa por usted. Mientras usted
lo quisiera yo hubiera hecho lo que fuera.’

Chen Yu realmente quería burlarse de Jun Xuanxiao con señas y


desear que se torturara para siempre, intercambiar la vida de un es-
clavo mudo por algo que ni incluso el emperador podía desear. Valía
la pena, pero desafortunadamente, era incapaz de hacer ningún mo-
vimiento.

Ese tenía que ser el caso, antes de que muriera, podía ver el rostro
de Jun Xuanxiao deformado, mostrando finalmente un arrepenti-
miento sin límites, diciéndole que él también valía algo. No podía vi-
vir en el mismo lugar que el rey, lo odiaba, pero no podía olvidarlo.
Así que solamente quería estar separado de él, como el Yin y el Yang,
y nunca volver a encontrarse de nuevo.

Los ojos originalmente estrellados de Chen Yu se cubrieron finalmen-


te por una capa gris y no volvieron a ver.

“Yu-er, no puedes hacer nada sin mí, no tienes permitido morir.”

El último hilo de sensibilidad de Jun Xuanxiao se rompió. Estaba


completamente incoherente y su rostro estaba pegado a Chen Yu,
tenía miedo de que si lo soltaba, Chen Yu lo abandonaría.

Jun Xuanxiao abrió la boca, pero no pudo gritar y las lágrimas se de-
rramaron por su rostro, abrazaba fuertemente a Chen Yu con sus
brazos, pero no podía evitar que su vida se escapara. Su pecho esta-
ba a punto de explotar, las venas azules de su frente se habían bota-

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do, su actitud digna y poderosa se había hecho polvo, y finalmente
entendió como se sentía que su corazón se convirtiera en cenizas.

No todo estaba controlado por él, resultaba que la gente lloraba,


fueran mudos o no. Y aunque el llanto de los mudos era muy des-
agradable, también era inolvidable.

El ancestro del Clan Chu y líder de la Dinastía Chu, Wen Tao, era un
genio militar que había logrado hacer las sorprendentes expedicio-
nes hacía el sur y el norte creciendo el territorio de su Dinastía, lle-
gando a ser hasta tres veces más grande que el de la Dinastía Jìng. El
Clan Chu creó, de generaciones en generaciones, una nueva era de
prosperidad sin precedentes. Toda la gente del Clan Chu eran talen-
tosos y virtuosos, así fueran estrategas militares o eruditos confucia-
nos, jugando ajedrez, en el arte y la música, creando máquinas o
cualquier trabajo. En los campos de la medicina y la ciencia, etc. La
Familia Chu tenía muchos talentos, la Dinastía Chu había florecido
por un tiempo y había brillado. Pero la prosperidad tarde o tem-
prano tenía que declinar, el Clan Chu era arrogante y orgulloso, tan
arrogantes como el cielo y tenía estrictamente prohibido casarse con
personas ajenas al clan. Una enfermedad del corazón comenzó a
transmitirse dentro del clan, ninguna persona sobrevivía más allá de
los treinta y cinco años, y en cada generación era peor. Dentro de la
familia, había individuos altamente letrados en la medicina e, incluso
ellos, estaban impotentes ante la condición. El mundo estaba lleno
de celos y la familia Chu era muy poderosa como para violar la
prohibición. ¡Ese era el castigo y la caída del Clan!

La Familia Real de la Dinastía Chu comenzó a debilitarse rápidamen-


te, incapaz de mantener una dinastía tan grande, y fue finalmente

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destruida por una serie de cruzadas. Los miembros del Clan Chu no
estaban dispuestos a dejar que otros se enriquecieran con sus es-
fuerzos, por lo que destruyeron muchos de sus registros y tratados
militares, arte, medicina, tecnología, etc. Lo que quedó, lo escondie-
ron en el Mausoleo Junshan, sellado con cobre y acero para aislarlo
del resto del mundo y prepararon guardianes para cuidar de la tum-
ba. En el cambio de dinastías, los Chu que no se casaban con extra-
ños en el pasado, fueron aniquilados en el polvo de la historia y la
Dinastía Jìng se apoderó de las montañas y los ríos. Todas las gene-
raciones de emperadores codiciaban los tesoros de la Tumba de los
Reyes buscándola con desesperación. El resto de los descendientes
del Clan Chu fueron cazados para obtener la información de la locali-
zación de la tumba, pero el Mausoleo Junshan desapareció repenti-
namente. ¿Quién iba a pensar que la evolución y cambio del lago
Yunmeng hundiría el mausoleo hasta el fondo del lago?

Jun Xuanxiao era ambicioso y, desde el principio, deseaba establecer


una era tan próspera como la de la Dinastía Chu. Pero cuando final-
mente obtuvo la llave en la caja de jade, había perdido lo más impor-
tante para él y sólo sentía un vacío infinito en su corazón. Bajó los
escalones del templo, ignorando a los médicos que entraban y salían.
Fue en ese momento que supo, que algunas cosas, no importaba que
tanto lo forzara o que tan poderoso era o que tan meticuloso era el
plan, nunca las recuperaría.

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Cumpleaños

Todos los médicos de la capital fueron convocados a la habitación,


había varias personas paradas dentro y fuera de la residencia. Uno
por uno buscaron el pulso de Chen Yu, susurrando entre ellos, todos
sacudiendo la cabeza llenos de vergüenza en secreto.

La persona acostada en silencio en el sillón no tenía pulso y su rostro


mostraba una expresión de calma. Parecía que, después de que su
mente y cuerpo se habían agotado, finalmente hubiera podido dor-
mir con los ojos cerrados.

“¡¿Cómo está?!”

Jun Xuanxiao preguntó varias veces, pero no podía rendirse incluso si


había una mínima esperanza. Desafortunadamente, no vio a la vieja
médica asintiendo.

“Disculpe la franqueza de esta vieja médica, pero el señor Chen Yu


no tiene pulso ni respira. Su Alteza, somos médicos, pero ninguno es
un dios para devolverlo a la vida, la gente no puede ser devuelta de
los muertos, debemos lamentar su muerte.”

Jun Xuanxiao rugió con furia. “¿Lamentarnos? ¡¿De qué hay que la-
mentarse?! ¡No se lamenten por este rey! ¡Háganlo que reviva! ¡En-
tienden! Si no lo pueden salvar, ¡¡este rey los matará a todos!!”

La vieja médica se asustó tanto que cayó de rodillas por la furia en-
sordecedora y más de veinte médicos estaban impotentes.

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“¡Médicos mediocres! ¡Son una bola de médicos mediocres!”

Jun Xuanxiao pateó a uno de los médicos que, de pronto, vomitó


sangre y había sido seriamente herido. Todos estaban en peligro.

“¿Qué sentido tiene que Su Alteza se enoje con esos huesos viejos?”

Bian XIV entró sosteniendo su cofre de medicinas y vio la escena fu-


riosa de Jun Xuanxiao, había pateado a ese doctor casi hasta matar-
lo, probablemente no podría levantarse de la cama por meses.

“¡Estas aquí! Rápido, ayuda a este rey, Yu-er, ¡todavía se puede sal-
var! ¿Cierto? Debe haber alguna forma.”

Jun Xuanxiao estaba enloquecido, sin su presencia imponente y


tranquilidad de costumbre, jaló a Bian XIV hasta el lado de la cama y
lo miró insistentemente por miedo a que el médico dijera la respues-
ta que lo volvía loco.

“El gato está llorando, pero el niño es falso y apasionado.” Bian XIV
susurró. “Su Alteza ahora sabe lo que es sentir arrepentimiento, ¿por
qué se fue?”

En situaciones normales, el Rey de Zhen Bei era muy intimidante,


Bian XIV no se hubiera atrevido a hablarle de esa manera. Sin em-
bargo, al ver a Chen Yu, no podía soportar el enojo pensando cómo
había sido obligado a morir poco a poco. ¡Deseaba poder gritarle que
se lo merecía!

Jun Xuanxiao tomó la mano de Chen Yu escuchando los reproches


del médico, pero no lo hacían sentir enojado.

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“Yo… yo me lo merezco.” Los ojos del rey estaban rojos y parecía au-
sente. “Pero esto no debería lastimar a Yu-er, ¡yo soy el que debería
sufrir las consecuencias! Este rey te ruega que lo salves, yo… yo me
arrepiento, ¿es demasiado tarde?”

Bian XIV nunca había esperado que el majestuoso Rey de Zhen Bei,
que era arrogante y provocaba asombro a donde fuera, también tu-
viera una apariencia tan humillada. No podría haber imaginado que
un día luciría tan arrepentido y frágil. El médico recordó la primera
vez que vio a Chen Yu en el Palacio del Rey y, hasta ahora, seguía
siendo un mudo sencillo e introvertido, pero su temperamento era
tan asombroso como el de un hada. Bian XIV había esperado que su
relación con el rey no durara mucho, sin importar que tan atractivo
fuera seguramente se aburriría de él pronto, pero nunca esperó que
en un periodo tan corto de tiempo, lo lastimara tanto que estuviera
dispuesto a buscar su propia muerte. La persona sobre la cama tenía
muy pocos lugares en el cuerpo sin evidencia de heridas, viejas y
nuevas, casi no parecía humano. Bian XIV odiaba al rey completa-
mente.

“Es demasiado tarde.” El médico no pudo evitar desahogar su enojo


por Chen Yu y le dijo. “¿No le había dado a Su alteza un remedio para
el veneno? Usted vio los efectos del veneno en Chen Yu una y otra
vez, todas las veces sufría dolores horribles, ¿por qué no lo salvó del
veneno?”

Jun Xuanxiao emitió un sonido de sollozo desde la garganta irritada,


tan intensó que parecía que se iba a sofocar. Él había temido que
Chen Yu acudiera con el emperador, por lo que mantuvo el antídoto
como un último recurso, pero fueron sus sospechas y su cautela lo

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que terminó de arruinar lo que quedaba de los sentimientos de Chen
Yu hacía él.

“Yu-er, lo siento, lo siento.”

El rey puso la mano de Chen Yu en su mejilla y repitió las palabras lo


siento con su boca.

El médico lo odió de nuevo, sin embargo, después de todo, se sintió


conmovido. Afortunadamente, Chen Yu lo había buscado en secreto
y lo había consultado pidiéndole medicinas. Bian XIV se dio cuenta
de que Chen Yu estaba en muy mal estado, por lo que no le dio la
verdadera pastilla Wujin que hacía que la sangre bloqueara la gar-
ganta, en cambio, la reemplazó con una Pastilla de Falsa Muerte an-
cestral.

“Tu límpiale la sangre, la medicina debe ser cocinada y debe beberla.


Retiren a estos viejos médicos, solamente están estorbando.”

Los ojos sombríos de Jun Xuanxiao brillaron un poco y rápidamente


ordenó que prepararan la medicina y agua caliente. Los grandes mé-
dicos fueron excusados, realmente estaban aterrados del rey y ha-
bían temido que serían enterrados al lado del joven muerto.

“¿Yu-er se va a salvar?”

Chen Yu no podía tragar por lo que Jun Xuanxiao le dio la prepara-


ción una cucharada a la vez y no podía esperar para preguntarle al
médico.

Bian XIV revisó el pulso y los ojos de Chen Yu, y suspiró. ¿No lo había
dejado claro antes? La pastilla de la falsa muerte fue creada por sus
ancestros, había escuchado que fue inventada por el médico de
552
Jianghu, ¿quién arriesgaría su propia vida para probarla? Bian XIV
nunca había visto a alguien tomarla. El médico también se arrepentía
de habérsela dado, temiendo que no se hubiera equivocado, él sabía
que Chen Yu quería el veneno para él mismo, por lo que era mejor
darle una pastilla grande.

“Dame su mano primero, déjame curársela.”

“Yo lo haré.”

Jun Xuanxiao tomó la vasija de cobre y, gentilmente, retiró la venda


de la mano izquierda de Chen Yu. La piel ensangrentada lo hizo es-
tremecerse, estaba acostumbrado a ver heridas en el campo de ba-
talla, pero la herida en la mano de Chen Yu lo hacía sentirse muy
mortificado. Remojó una toalla en el agua caliente, limpió con deli-
cadeza la sangre seca, le espolvoreó la medicina sobre la herida y
volvió a vendarla, como si estuviera atendiendo a una frágil muñeca
de vidrio. El rey no hacía cosas de este tipo muy seguido, por lo que
sus enormes manos eran un poco torpes. A los ojos de Bian XIV, era
como si un tigre estuviera lamiendo la herida de un pequeño gatito.

Bian XIV observó la noche afuera de la ventana y murmuró. “¿Ya ha-


brá pasado la hora de su infancia?

Jun Xuanxiao lo ignoró, pero la siguiente oración del médico hizo que
su corazón se contrajera y su nariz comenzara a resoplar descontro-
ladamente.

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136

Apretando hasta que se ponga morado

La luz de la mañana pasó a través de la ventana de papel y cayó so-


bre la figura de dos personas fuertemente acurrucadas en el dormi-
torio. El sonido del trino de las golondrinas, proveniente de los ale-
ros del pasillo, despertó a Jun Xuanxiao. Inconscientemente, abrazó
a la persona en sus brazos y se sintió aliviado al darse cuenta de que
seguía ahí. El rey no había cambiado su postura en toda la noche, pe-
ro sus ojos sólo se habían cerrado por una hora. Bajó la mirada hacia
el hombre que tenía en sus brazos, su rostro delicado estaba terri-
blemente blanco y Jun Xuanxiao sintió dolor en su corazón.

Él pensó que conocía a Chen Yu muy bien y que había sido muy con-
siderado con él. Pero ahora, se había dado cuenta de que era, pro-
bablemente, el esposo más incompetente e injusto del mundo. Si
Chen Yu despertaba y aún quisiera ser su esposo, él sentía que no
era digno. Por tanto tiempo, ni siquiera había sabido cuándo era su
cumpleaños, y tuvo que enterarse por la boca de Bian XIV. Antes de
sus caridades insignificantes, ¿realmente le había importado Chen
Yu? Jun Xuanxiao se sintió culpable por no conocerlo en lo absoluto.
Si nada de esto hubiera pasado, si tuviera la oportunidad de hacer
todo de nuevo, nunca haría algo que lastimará a Chen Yu y lo bende-
ciría miles de veces.

Desafortunadamente, algunas situaciones en el mundo eran inevita-


bles.

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“Yu-er, ¿puedes dame una oportunidad? Juro por los cielos, que te lo
voy a compensar. Te compensaré por todas las deudas que te debo,
¿de acuerdo? Siempre y cuando despiertes, lo que quieras hacer, es-
te rey te promete que te lo dará.”

Jun Xuanxiao tenía su rostro pegado a una de las orejas de Chen Yu y


le susurraba suavemente, pero Chen Yu no lo podía escuchar y no le
respondería.

Habiendo pasado un día y una noche sin arreglarse, la barba de Jun


Xuanxiao había comenzado a crecer y lo hacía ver viejo y demacrado,
se enjuagó la cara con agua fría y su mente aturdida se aclaró un po-
co.

Los Fideos de Longevidad que las sirvientas del palacio habían prepa-
rado ya estaban fríos.

“Yu-er, hoy es tu cumpleaños. Según las costumbres del norte, debes


comer fideos de longevidad, no sé, ¿cómo se festeja en Yunmeng? Si
prefieres seguir durmiendo, yo me los comeré por ti.”

Jun Xuanxiao se metió un bocado grande en la boca, su garganta es-


taba irritada y le costaba trabajo tragar, le sabía como si estuviera
comiendo cera y tragó con dificultad rápidamente. Pensó que estaba
haciendo el ridículo, queriendo desesperadamente seguir tradiciones
para hacer que Chen Yu se mejorará.

“Tradición.”

Un frijol rojo brilló ante sus ojos.

“¡Alguien venga aquí!”

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Algunos soldados del Ejército de Zhen Bei recibieron la orden de re-
gresar inmediatamente al Palacio del Rey en el norte, pero el decre-
to del rey era muy extraño. Tenían que encontrar un frijol rojo que
se había caído en el palacio, estaban confundidos y pensaron que el
rey había enloquecido.

En la residencia del comandante, ropas rojas y armadura estaban


aventadas en desorden, un zapato bordado colgaba de la base de la
cama y el otro estaba aventado al lado de un par de botas. En la ca-
ma, dos cuerpos estaban enredados, uno blanco como la nieve y el
otro moreno como el trigo. El fuego erótico dentro de la habitación
se había extinguido y sólo había quedado una obsesión duradera.

Song Qing abrió los ojos y se sentó abruptamente, el fuerte calor re-
sidual de la medicina le había causado un dolor de cabeza. Una pier-
na delgada había estado descansando sobre su abdomen, pero
cuando se sentó, se había resbalado hasta el bulto de su abdomen
bajo.

Tal vez era por la medicina que seguía haciendo efecto o tal vez era
porque Song Qing había pasado veintitrés años sin atención, él con-
tacto de la pierna hizo que su miembro se levantará violentamente y
en un parpadeo comenzó a moverse. Parecía que Song Qing había
sido mordido por una serpiente y aventó la pierna lejos de él, cuando
vio que él que estaba al lado de él era Hong Lian, sus ojos se abrieron
con horror.

“¡¿Cómo pude haber dormido con él?!” Song Qing se agarró la cabe-
za y sentía como si había un panal de abejas zumbando adentro de
ella.

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Aunque Song Qing era virgen, había escuchado de ese tipo de cosas
en los campamentos de soldados. A los soldados que les gustaba es-
tar con otros soldados, les gustaba hacer bromas al respecto y, des-
pués de servirles a las concubinas y a Chen Yu por tanto tiempo, te-
nía que entenderlo todo. En un instante, Song Qing se dio cuenta de
lo que había pasado. Las marcas azules y moradas en el cuerpo de
Hong Lian y la mancha de un fluido turbio en el colchón, eran las úni-
cas pruebas que necesitaba.

El Loto Rojo se despertó por sus movimientos, sin embargo, después


de una noche de trabajo duro, no quería abrir los ojos en lo absoluto
y sólo lo miró con los ojos entrecerrados.

“¿El tío Song no está cansado? Tiene demasiada energía.”

Hong Lian todavía estaba confundido y quería dormir, pero fue le-
vantado por Song Qing.

“Tú, ¡levántate!” Song Qing estaba furioso. “¡¿Por qué estás en mi


cama?! ¿Qué pasó anoche?”

El Loto Rojo le respondió débilmente. “¿No es obvio? este esclavo


sirvió al tío Song para que bebiera su vino floral por primera vez. El
tío Song es imparable y forzó a este esclavo.”

Song Qing estaba estupefacto y le gritó. “No, ¡es imposible!”

“¿Cómo puede ser imposible?” Hong Lian agarró su bata blanca. “El
tío Song no dijo eso anoche, llamó a este esclavo un tesoro y que era
digno de ser un soldado del ejército. Casi todos los huesos de este
esclavo fueron forzados, mira, eres un animal tan ansioso que inclu-
so apretaste el trasero de este esclavo hasta que se puso morado.”

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El rostro de Song Qing estaba azul y luego se puso blanco, se quedó
pasmado por un tiempo, pero luego su cara se enrojeció con ver-
güenza cuando vio que Hong Lian levantó las cejas al ver la entre
pierna de Song Qing. Él se cayó de la cama asustado y recogió sus
ropas para cubrir su cuerpo.

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137

Instinto

Hong Lian entrecerró los ojos viendo la reacción de Song Qing y son-
rió cubriéndose la boca con sus dedos florales.

“Tío Song, agarraste los pantalones obscenos de este esclavo. Ji, ji,
ji.” El Loto Rojo estaba feliz. “Si al tío le gustan, se los regalo.”

Song Qing a penas se dio cuenta de que había agarrado la ropa equi-
vocada y se estaba cubriendo la parte baja del cuerpo con un panta-
lón rosa, los pantalones de Hong Lian. Su rostro estaba tan caliente
que sentía que estaba a punto de echar humo por los oídos, las mar-
cas de sangre y de semen en los pantalones hicieron que los aventa-
rá con pavor. Se puso sus ropas apresurado, generalmente no le im-
portaba su apariencia ni lo que pensaran de él, pero ahora se revisó
las ropas por mucho tiempo asustado. Hong Lian estaba entretenido,
ya no tenía sueño, y lo miraba con deleite.

“¿Por qué se asusta el tío Song? Ha estado con este esclavo por pri-
mera vez, de otra manera, cuando se case, ¿sabría qué hacer con su
nueva esposa? ¿O el servicio de este esclavo no lo dejó complacido?
Eso haría que este esclavo se sintiera triste.”

Song Qing seguía estupefacto, aunque había estado embriagado y


con una naturaleza animal en ese momento, todavía podía recordar
claramente el placer que sentía al apretar el trasero de Hong Lian
mientras estaban conectados entre sí. Song Qing había sentido que

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estaba flotando en el cielo toda la noche y ahora estaba siendo frívo-
lo, su espíritu agitado había despertado involuntariamente.

“¡Tu… tú no te emborrachaste anoche! ¿Por qué… por qué te apro-


vechaste de una persona en peligro?”

El Loto Rojo se rio burlonamente, le había dado risa cuando dijo en


peligro, y se revolcaba de un lado a otro sobre la cama. El rostro de
Song Qing estaba negro y recordó unas cuantas imágenes. Primero,
él estaba borracho y confundido, y su cuerpo estaba caliente. Fue
Hong Lian el que lo empujó a la cama y le quitó la ropa, desahogando
el gran deseo de Song Qing con su boca. Cuando finalmente Song
Qing había encontrado esa catarsis, era como si una presa se hubiera
roto dejando fluir el agua, su movimiento instintivo fue agarrar a
Hong Lian y ponerlo debajo de él. Los moretones en el cuerpo de
Hong Lian eran prueba suficiente de cuanta diversión había tenido
en la noche.

Song Qing se sentía humillado por su risa y le dijo enojado. “¡Tú lo di-
jiste! ¡Claramente no estabas borracho!”

“¿No estaba claro cuál era el negocio? Este esclavo no es estúpido.”


Hong Lian lo interrumpió y dijo casualmente. “El tío Song sabe que
este esclavo no tiene a donde hacer negocios, así que tuvo que to-
mar la iniciativa de aprovecharse del peligro.”

La cara de Song Qing se puso más negra, estaba furioso.

“¡¿Piensas que yo soy lo mismo que tus negocios anteriores?!” Song


Qing le gruñó con voz ronca.

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El Loto Rojo sonrió por un momento, agitó su mano y le dijo con
calma. “¿De qué otra manera lo debo de ver? ¿No le ha llorado y ro-
gado este esclavo para que se haga cargo de su vida? ¿O es sólo por-
que el tío Song no quiere pagar por el vino y haber perdido la virgini-
dad?”

El rostro de Song Qing se puso tieso y su corazón se llenó de un


enojo desconocido, la actitud indiferente de Hong Lian le molestaba.
Para él, ¡cómo podían dos personas hacer ese tipo de cosas por dine-
ro! ¡¿Acaso él era igual que los demás a los que había servido Hong
Lian?!

“¡De acuerdo! ¡De acuerdo!” Song Qing se quedó callado por un lar-
go tiempo. “¡¿Cuánta plata quieres?!”

Hong Lian habló con las manos en la espalda. “Te daré el cuarenta
por ciento de descuento, seiscientos es suficiente. Aunque eres des-
cuidado, atrabancado y no tienes nada de habilidad, tu miembro es
grande y tu fuerza es asombrosa. Los burócratas y hombres ricos a
los que este esclavo ha servido no están a su altura. El cuerpo de es-
te esclavo está deseoso, tío Song, si regresas hoy en la noche, este
esclavo te dará la mitad de precio.”

Song Qing escuchaba sus palabras cada vez más indignantes y, al ser
comparado con otros hombres, se puso furioso. Sacó violentamente
las hojas de plata de su ropa, se las aventó en la cama rudamente y
quería salir del cuarto a toda prisa.

“¡Oye! ¡Espera!” Hong Lian le gritó. “Tío Song, ¿a dónde vas?”

Song Qing le contestó sin voltear. “¡No es tu asunto!”

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“Este esclavo está muy cansado para meterse en tus asuntos, pero…”
Hong Lian le señaló las ropas que estaban en el suelo. “Las ropas de
este esclavo fueron desgarradas por ti, ¿quieres que este esclavo
salga de tu casa desnudo? Si alguno de los sirvientes lo viera, man-
charía la reputación del tío Song.”

Cuando Song Qing le llevó sus ropas limpias, Hong Lian ya se había
metido a la tina y sonreía viendo la plata brillante. Song Qing dejó las
ropas y se fue.

El Loto Rojo se agarró a la orilla de la tina y le preguntó con una son-


risa. “¿El tío Song no se ha bañado aún? ¿Por qué no bañarse junto
con este esclavo?”

“¡Desvergonzado!”

El rostro de Song Qing echaba humo y casi despedaza la puerta, se


escuchó un golpe y, cuando Hong Lian vio su mirada, había un rastro
de disgusto. Hong Lian se sintió un poco confundido, pero agitó sus
manos con indiferencia.

“Este esclavo nació para ganarse la vida, si no fuera desvergonzado y


descarado, no sería capaz de obtener su alimento.”

“¡Tú! ¿No habías dicho que no ibas a convertir esta residencia en el


establecimiento Qin Huai?”

Song Qing habló sin querer. La naturaleza del Loto Rojo era difícil de
cambiar, como había nacido en un lugar de prostitución, no podía
cambiar su naturaleza inquieta y no tenía amor propio. ¿Por qué te-
nía que estar tan enojado? Hong Lian no había salido a atraer abejas

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y mariposas esos días, sentía que esa persona lo había salvado, por
lo que podía persuadirlo a hacer las cosas bien.

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138

Despertar

Después de bañarse, Hong Lian abrió la puerta y vio que Song Qing
estaba sentado en la entrada absorto, parecía que había perdido su
alma. El Loto Rojo se arrodilló atrás de él y vio que estaba sostenien-
do un frijol rojo en la mano.

“¿Un frijol de acacia?”

El Loto Rojo puso mala cara, naturalmente entendía el significado del


frijol, pero no sabía quién se lo había dado a Song Qing. Viendo su
apariencia aturdida, ¿en qué demonio estaría pensando?

“Vaya, que cosa tan maravillosa, deja que este esclavo lo vea.” El Lo-
to Rojo se lo arrebató de la mano rápidamente, Song Qing fue sor-
prendido con la guardia baja y se levantó enojado.

“¡¿Qué estás haciendo?! ¡Devuélvemelo!”

“¿Cómo es que el tío Song tiene algo tan cursi?” Hong Lian habló, es-
condiendo las manos detrás de la espalada. “Dile a este esclavo pri-
mero, ¿quién te dio esta muestra de amor?”

Song Qing estaba furioso, él había recogido ese frijol rojo en el Pala-
cio del Rey y, originalmente, se lo había querido devolver a Chen Yu.
Sin embargo, Chen Yu estaba desconsolado y él sintió que no debía
devolvérselo, por lo que simplemente se lo quedó para pensar en él.
Song Qing sentía cierto amor por Chen Yu, pero sabía que no tenía
ninguna oportunidad, por lo que nunca intentó cruzar la línea.

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“¡No tiene nada que ver contigo!”

No quería decirle a Hong Lian cuál era el origen del frijol rojo, en
cambio esas palabras desastrosas se escaparon de su boca y él sabía
que solo causaría problemas innecesarios entre los dos.

“¡Oh! Este esclavo lo sabe, ¿es de la concubina del palacio?” Dijo el


Loto Rojo ladrón. “Ustedes se la pasaban juntos día y noche, segu-
ramente se habrían enredado desde hace tiempo, pero afortunada-
mente este esclavo fue lo suficiente inteligente para supervisarlos
desde que llegó.”

Song Qing tarareó. “¿No estabas aquí sólo por el negocio de la piel?
¿Por qué tienes que preocuparte por los habitantes del palacio?”

“Este esclavo temía que le robaran el negocio.” Hong Lian habló le-
vantando la voz. “Además, ¡este esclavo te estaba cuidado del rey!”

Song Qing estaba impaciente. “Tú no tienes que hacer nada, ¡dáme-
lo!”

“¡Entonces ahí lo tienes!”

Hong Lian estiró la mano y lo lanzó hacía la dirección más lejana, el


frijol rojo era pequeño y Song Qing ni siquiera lo vio mientras volaba.

“¡¿Qué estás haciendo?!”

Song Qing miró a su alrededor ansioso, pero el patio era muy grande
y tenía rocas, flores y un estanque con agua. ¿Cómo iba a poder en-
contrarlo?

“Usé demasiada fuerza, parece que cayó debajo de la begonia, bús-


calo.”
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Song Qing estaba ansiosamente confundido y miraba por todos la-
dos, arrancando las hierbas alrededor de la begonia. El Loto Rojo lo
miró levantando los pastos, sonrió y abrió su mano para ver el frijol
rojo. Sus ojos eran agudos y ya había visto el nombre grabado en el
frijol, Jun Xuanxiao, luego hizo el ademán de aventarlo. Song Qing
buscó el frijol por mucho tiempo y, de repente, sospechó de Hong
Lian.

“¡¿Dónde lo estás escondiendo?!

El Loto Rojo le contestó inocentemente. “Este esclavo realmente lo


aventó, pero no pensó que tuviera fuerza divina, una vez que lo solté
voló muy lejos.”

Song Qing lo miró directamente, realmente tenía ojos tramposos y


no se atrevía a creerle ni una sola palabra.

Como Hong Lian había sido observado tan insistentemente, se sintió


con una conciencia culpable. “Olvídate de un sólo frijol, ¡te compraré
un kilo! No, diez kilos, y te dejaré que los frías en la casa.”

Viendo la actitud descarada del Loto Rojo, Song Qing no tuvo otra
opción más que sentarse consternado en los escalones de piedra.
Viendo que ni siquiera se había molestado en enojarse, Hong Lian se
frotó y se sentó a su lado.

“¿O preferirías un kilo de semillas de girasol?”

Song Qing no quería hablar de sexo con él y murmuró. “Acabo de re-


cibir las noticias, Yu-er fue envenenado y es incierto si vivirá o mori-
rá.”

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Hong Lian se quedó congelado por un momento, era mucho más as-
tuto que Song Qing, pensó en el hecho de que Chen Yu los invitará a
beber. Seguramente Chen Yu había previsto la situación entre ellos
dos y deliberadamente los había ayudado a que acabaran juntos esa
noche.

“Este esclavo irá a averiguar por ti.” Hong Lian le dio una palmada en
el pecho.

Song Qing lo miró de reojo, tratando de decidir si lo hacía por bon-


dad o por alguna intención escondida.

“Pero que no se te olvide la bondad de este esclavo.” Los ojos del Lo-
to Rojo brillaron encantadoramente. “El día que a este esclavo se le
acabe la plata, te pediré más.”

El carruaje de Hong Lian estaba en la puerta del palacio y casi choca


con el del médico Bian XIV, que iba entrando al palacio. Bian XIV le-
vantó la cortina, vio al Loto Rojo en el otro carruaje y le mostró una
cara de desprecio.

Hong Lian le gritó con todas sus fuerzas. “¡Bian XV!”

Las cejas del médico se torcieron, demasiado flojo para hacerle caso
a ese zorro que incluso se atrevía a gritarle por su nombre y además
lo había dicho mal, no sabía si era intencional o no.

“¡Ignórelo! Siga adelante.”

Bian XIV instó al cochero, pero Hong Lian ya había corrido hacia él, se
subió al estribo del carruaje y, sin ser invitado, se metió.

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“Salte, ¡no apestes el carruaje de este joven!” El médico no podía
mantenerse tranquilo en cuanto lo veía.

“El carruaje de este esclavo no puede entrar al palacio, así que dame
un aventón y déjame adentro.” Hong Lian se apretó al lado de Bian
XIV y le preguntó. “Este esclavo te pregunta, ¿cómo está Chen Yu?”

Bian XIV se tapó la nariz, frunció el entrecejo y le dijo. “Después de


suicidarse con veneno, esta medio muerto...”

Si no hubiera sido por la temperatura corporal de Chen Yu, Bian XIV


habría dudado si realmente era una muerte falsa.

“¡Tú le diste la medicina!” Hong Lian lo miró con enojo. “Sólo tu po-
drías conseguir veneno en el palacio.”

Bian XVI no le respondió.

“Este esclavo sabía que eres un médico mediocre.”

“¡Tú eres asqueroso!”

El carruaje se movió violentamente, los dos estaban peleándose y


regañándose. Unos momentos después, los dos estaban sonrojados
y jadeando como dos gallos de pelea.

“¿Estás tratando de acostarte conmigo? ¿Peleando y arañando mi


cara?” Bian XIV le gritó.

“¿Cómo es que tú le arrancaste el cabello a este esclavo?”

Ninguno de los dos tenía mucha energía e, incluso si era un empate,


nadie estaba complacido. La cara de Bian XIV estaba arañada y un
mechón de pelo negro de Hong Lian estaba atrapado en la mano del

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médico. Fue sólo después de la pelea que llegaron a donde estaba el
rey.

Cuando Jun Xuanxiao vio a Bian XIV, estaba extático y dijo. “¡Yu-er ha
despertado! ¡Está despierto! Bian XIV, por favor, ve a verlo.”

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139

Puerta del corazón

Jun Xuanxiao había permanecido al lado de la cama sin separarse ni


un momento, siguiendo las instrucciones de Bian XIV, estimulando
puntos de acupuntura con las agujas de plata cada media hora. Des-
pués de cambiar la venda de la mano, el rey se dio la vuelta y vio que
había un poco de movimiento en la cama. Chen Yu se sentó como
una estatua y sus ojos estaban apagados como un lago muerto, no
tenían alegría ni tristeza. Se había sentado tan tranquilamente, como
una hoja de papel y, aunque sus ojos estaban claros su mirada esta-
ba perdida, como si estuviera en otro mundo.

“¡Yu-er!”

Jun Xuanxiao estaba encantado como si hubiera renacido, su corazón


vacío se había reanimado y latía de nuevo, y su rostro cansado res-
plandecía. Aunque Chen Yu sólo había estado inconsciente por un
día entero, parecía haber pasado un año entero en esa condición, su-
friendo cada momento, desesperado e indefenso.

“Yu-er.”

El rey estaba tan feliz que no sabía qué hacer, no sabía dónde poner
sus manos, como un niño que había cometido un error y actuaba
culpable. Chen Yu no le respondió y ni siquiera lo volteó a ver.

“Yu… Yu-er.”

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Jun Xuanxiao lo llamó sintiendo su garganta incomoda, la alegría de
que despertará lo hacía incapaz de esperar a poner a Chen Yu en sus
brazos, se acercó, pero Chen Yu se encogió hacía un lado tratando de
esconderse. Viendo los ojos asustados de Chen Yu, el rey bajó sus
manos a medio camino, era claro que estaba lleno de rechazo hacia
los extraños y el corazón de Jun Xuanxiao se retorció violentamente.

‘Lo lastimé tan profundamente, ¿de verdad me tiene tanto miedo?’

“No tengas miedo Yu-er, nunca te voy a volver a lastimar.”

Los numerosos intentos de Jun Xuanxiao por acercarse a Chen Yu só-


lo eran respondidos con la evasiva de Chen Yu, así que dejó de inten-
tarlo y Chen Yu recuperó la paz y tranquilidad.

Bian XIV y Hong Lian aparecieron afuera de la habitación.

“¡Bian XIV! Yu-er despertó.” Sin embargo, el rey sentía que su pecho
estaba bloqueado por el pánico y dijo hoscamente. “Revísalo pron-
to.”

Cuando Chen Yu vio a las dos personas que acababan de llegar, su


expresión indiferente se relajó y mostró una ligera sonrisa. Bian XIV
revisó su pulso y tomó la iniciativa de acercarse.

“¿Me recuerdas?” El médico le preguntó.

Chen Yu asintió.

Bian XIV lo revisó y dijo. “La sangre ha sido desbloqueada y el veneno


del Rey de los gusanos se ha degradado, de todos modos la pastilla
de la falsa muerte le hizo un poco de daño y su cuerpo está un poco

571
débil. Todo está bien, cuando vi a Su Alteza todo ansioso, pensé que
habías perdido la memoria.”

Jun Xuanxiao se sintió un poco aliviado y se acercó a Chen Yu, pero él


se escondió detrás de Bian XIV, estaba muy asustado de acercarse a
él.

“Yu-er, ¿por qué actúas así?” El sentimiento de estar cerca, pero no


poderse acercar hacía sufrir a Jun Xuanxiao.

Bian XIV señaló al rey y dijo. “¿Qué tal él?”

El rey estaba inquieto y miró a Chen Yu sin pestañear, estaba tan


nervioso que tragó sonoramente, tenía miedo de que Chen Yu lo hu-
biera olvidado.

Chen Yu pareció levantar los ojos con renuencia y miró a Jun Xuan-
xiao por un largo tiempo sin responder. Cuando el rey se sintió tan
desilusionado que no quería seguir mirándolo, Chen Yu abrió ligera-
mente sus labios blancos y los movió.

“Su Alteza.”

Jun Xuanxiao se quedó paralizado donde estaba, Bian XIV y Hong


Lian no pudieron mantener sus bocas cerradas por la sorpresa. Se
miraron uno al otro y confirmaron que no estaban alucinando, ¡Chen
Yu había hablado! Aunque nunca había hablado, arrastró las pala-
bras y su voz era ronca, pero ciertamente había hecho un sonido.

“¿Este rey escuchó correctamente?” Jun Xuanxiao agarró a Bian XIV.


“Yu-er acaba de hablar, ¿cierto? Ja, ja, ja, Yu-er, ¡puedes hablar! Yu-
er, ¡llama a este rey de nuevo!”

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El rey agarró con tanta fuerza a Bian XIV que sus hombros tronaron y
volteó los ojos por el dolor.

“Si, si, si. Pero Su Alteza ¿quiere matar al benefactor que le salvó la
vida?”

Jun Xuanxiao soltó al médico y una risa estridente hizo que a Bian
XIV le dolieran los oídos.

Después de revisarlo varías veces, Bian XIV se aseguró de que Chen


Yu estaba bien, como la pastilla de la falsa muerte lo había hecho es-
cupir la sangre congestionada, de alguna manera, había curado su
mutismo. Podía decir unas cuantas palabras cortas, aunque la pro-
nunciación no era muy buena, pronto podría aprender lo que le fal-
taba. Lo que era difícil de explicar es que su temperamento, de algu-
na forma, parecía haberse vuelto más introvertido. Permanecía
tranquilo enfrente del médico, sin embargo, en cuanto Jun Xuanxiao
se intentaba acercar a él, parecía un gato erizado con un cuerpo tí-
mido y sus ojos estaban llenos de miedo.

“Había escuchado que, a veces, cuando alguien sufre una estimula-


ción muy fuerte el temperamento puede cambiar exageradamente y
cerrar su corazón, pero nunca lo había visto con mis propios ojos.
Probablemente a Chen Yu le pasó esto.”

“¿Cómo se puede curar? Puedes usar todos los materiales médicos


del Palacio Real y si el palacio no lo tiene, ¡este rey recorrerá el cielo
y la tierra para encontrarlo!”

Jun Xuanxiao habló ansioso, Bian XIV lo meditó por un tiempo antes
de suspirar.

573
“No hay ningún tratamiento médico.”

Jun Xuanxiao se sintió estancado y en su interior surgió una profunda


frustración.

Bian XIV le dijo. “Su Alteza tendrá que sufrir por el mal que ha causa-
do, estoy impotente.”

Jun Xuanxiao estaba completamente aturdido, mirando a Chen Yu y


a Bian XIV balbuceando con asombro, ocasionalmente miraba en su
dirección, pero era como si el rey fuera aire y no había la más míni-
ma respuesta. Esta persona que una vez había confiado en el incon-
dicionalmente y lo trataba como si él fuera su mundo entero, no vol-
vería a sonreírle ni a mostrarle amor y ni siquiera se molestaba en
odiarlo. Jun Xuanxiao había pensado que si Chen Yu despertaba, sólo
iba a odiarlo y odiarlo, pero se dijo que lo podía soportar porque
esos eran los pecados por los que tenía que redimirse, incluso si
Chen Yu lo odiaba, él lo aceptaría. Pero resultaba que había un casti-
go peor que el odio, Chen Yu lo recordaba, pero lo evitaba con todas
sus fuerzas. Jun Xuanxiao no podía ni compadecerse a sí mismo,
porque cuando Chen Yu intentó acercarse a él y entrar en su mundo,
él lo había rechazado. ¿No estaba siendo muy humilde?

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140

Beso

Después de un tiempo, Hong Lian salió de la habitación arrastrando a


Bian XIV a un lado.

“¿Le diste un afrodisiaco ese día?, ¿Alguna medicina?”

El tono de voz entrecortado de Hong Lian era bastante cortés mien-


tras le hablaba.

Bian XIV levantó las cejas y le preguntó. “¿Cómo lo sabes?”

Aunque el Loto Rojo era un desvergonzado, recordó haber estado en


las nubes y la lluvia con Song Qing en la noche, y se ruborizó.

“¡No te preocupes por cómo se enteró este esclavo!”

“¡Lo sé!” Bian XIV cayó en cuenta de pronto y dijo. “Dije que ¿cómo
puede, un zorro como tú, lucir tan radiante y lleno de energía hoy?
Hay hombres que lucen nutridos después de la octava ronda y cami-
nan frívolamente.”

“¿Es tan obvio?” Hong Lian habló con sorpresa.

El médico resopló y le dijo. “No quieres pensar en lo que este médico


sabe, ¡me doy cuenta incluso que te has revolcado varias veces!”

Hong Lian resopló con desprecio y, en lugar de avergonzarse, sonrió


orgullosamente y le dijo. “¿Envidia? ¿Estás tan deseoso que podrías
plantar árboles?”

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“¡Qué asco! ¡Desvergonzado!” Bian XIV lo miró de reojo y lo regañó.
“¿Crees que eres lo suficiente para venderte a este médico?”

“Tengo demasiada flojera para pelear contigo, este esclavo te da la


razón, tiene el cuerpo y el trasero cansado. Incluso en el estableci-
miento Qin Huai, no podía ser mejor que ahora, ojalá algún día pue-
das probar la alegría que siento, me temo que estarás más enamo-
rado que este esclavo.”

El Loto Rojo agitó la mano y preguntó. “¿Tienes más de esa medici-


na?”

Bian XIV abrió la boca y lo regañó. “¿No conoces la palabra restric-


ción? Ten cuidado de que te rompan esa flor, ¡no estaría feliz de te-
ner que curarte!”

Hong Lian le contestó con impaciencia. “No te preocupes por eso,


¡este esclavo pagará la cura con su dinero!”

Bian XIV siguió regañándolo y le dio un paquete.

“Tómatelo con calma.” El médico le dijo con desprecio. “Por esta vez
no te cobraré, ¡guárdalo para pagar la curación de esa flor en el futu-
ro!”

El Loto Rojo se guardó el paquete en las ropas y caminó alegremente


hacía la entrada del palacio tarareando una pequeña canción.

“Debes ser feliz en la vida, la, la, la.”

La brisa de la noche apagó la luz de la vela del dormitorio, Jun Xuan-


xiao tenía la cabeza enterrada en los asuntos políticos que se habían
acumulado en los últimos dos días y, de vez en cuando, volteaba a

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ver a Chen Yu. Antes, solía poseerlo todo el tiempo, pero no sabía
cómo atesorarlo, ahora le bastaba con verlo a su lado para sentirse
muy satisfecho.

Cuando el médico se iba a retirar, Chen Yu se agarró de su manga de


mala gana, haciendo que Jun Xuanxiao se sintiera más triste pensan-
do que Chen Yu prefería confiar en otra persona para evitarlo. Des-
pués de que Hong Lian y Bian XIV se fueron, Chen Yu permaneció en
silencio y sin importar cuanto Jun Xuanxiao le hablara, él se negaba a
decir algo. El rey no se atrevía a forzarlo y el médico le había dicho
específicamente que Chen Yu no debía ser estimulado en lo absolu-
to, si existía la posibilidad de que bajara la guardia algún día, no ha-
bía otra forma más que agradarlo cien veces.

“Yu-er, solía gustarte que este rey te enseñara a escribir. Mira, estos
son nuestros nombres que este rey escribió para ti, no está dispues-
to a separase de ellos, siempre los trae en su persona.”

Jun Xuanxiao sacó ese tesoro y se lo presentó a Chen Yu, él los miró
de reojo rápidamente y volvió a concentrarse en el libro que estaba
leyendo. Los ojos del rey se obscurecieron y murmuró de nuevo, sa-
bía que estaba diciendo puras tonterías, pero no podía evitar sentir-
se afortunado. ¿Qué tal que Chen Yu le respondería en algún mo-
mento?

“Yu-er, mandé poner un altar para tu madre en la habitación de al


lado, si la extrañas, no tienes que salir del palacio para visitarla.”

“Yu-er, ¿te gustó la sopa de almeja de nieve de hoy? No comiste ni la


mitad, mañana no puedes ser tan exigente.”

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Jun Xuanxiao no sabía cuánto tiempo había estado hablando solo,
pero cuando volteó a ver a Chen Yu de nuevo, se dio cuenta de que
se había quedado dormido y aún sostenía a medias el libro en sus
brazos, acurrucado hacia un lado como un pequeño gato. Caminó
hacia él despacio, lo cubrió con la manta y le cambió la venda de la
mano, contuvo el aliento temiendo que Chen Yu se escondiera de él
si lo despertaba. Sólo ahora que Chen Yu estaba dormido, se podía
acercar a él. El rey se inclinó sobre la cama para ver más de cerca a
Chen Yu, sus cejas y sus labios. En el pasado, Jun Xuanxiao sólo pen-
saba que era muy atractivo, pensando en cómo invadirlo para po-
seerlo, incluso por diversión lo había destruido ruda y desalmada-
mente. Había dejado una marca indeleble en él y hasta ahora se da-
ba cuenta de que su bondad merecía ser protegida, no era una exa-
geración sentirse arrepentido porque no había otra persona como él
en el mundo. Jun Xuanxiao se lamentaba por no haberse dado cuen-
ta de eso hasta ahora.

Estirando el metacarpo ligeramente deformado de la mano izquierda


de Chen Yu, sus ojos se cerraron y apretó los dientes, ¿cómo había
sido capaz de romperle la mano?

“Yu-er, lo siento, si hiciera que pudieras deshacerte del odio que


sientes por mí, ¡me rompería los huesos! Esperaré y esperaré hasta
que quieras verme de nuevo.”

Jun Xuanxiao sentía amargura en el corazón y cubrió gentilmente los


labios de Chen Yu. Este era el beso más suave que había dado en su
vida, duró sólo un momento, pero había sido el momento más satis-
factorio para él porque había podido sentir el calor corporal de Chen
Yu, su aroma. Realmente era afortunado.

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El tigre y el conejo

Temprano en la mañana de un día cálido, Jun Xuanxiao revisaba unos


paquetes mientras hablaba con Chen Yu.

“Yu-er, hoy este rey te va a llevar afuera del palacio, ¿no has odiado
siempre estar encerrado en el palacio? A dónde quieras ir en el futu-
ro, díselo a este rey.”

Jun Xuanxiao se cambió sus ropas casuales por su ropa de soldado,


estaba emocionado. Sin embargo, su figura musculosa era tan im-
presionante, que incluso las ropas sencillas lo hacían ver como un
héroe extraordinario, destacaba en la multitud a simple vista.

“Yu-er, te traje algo de comer, pero no puedes comer tantos bocadi-


llos, te quitaran el apetito. ¿Quieres llevar más abrigos? Aunque el
clima ha sido más cálido, el viento puede hacer que te resfríes, por
favor llévalos.”

Sentado en silencio al lado de la cama, Chen Yu no dijo nada, de re-


pente inclinó la cabeza y miró la espalda inquieta de Jun Xuanxiao
con un poco de duda. El Rey de Zhen Bei, que era tan solemne y es-
timado por el viento y la lluvia, ¿cómo podría ser más considerado
que su propia madre? ¿Qué estaba susurrando?, Chen Yu no lo sa-
bía. Después de que había despertado, estaba mayormente aturdido
y su cerebro parecía estar un poco sofocado. Jun Xuanxiao hablaba
con él frecuentemente y Chen Yu sólo escuchaba una o dos oracio-
nes ocasionalmente. Obviamente recordaba al hombre que estaba

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enfrente de él y claramente sabía que tenía una relación de amor y
odio con él, pero era como si fuera un asunto de su vida pasada,
siempre sentía una brecha entre ellos. Parecía que había una caja ce-
rrada en su corazón, en la que había sellado todos sus recuerdos y
sentimientos sobre Jun Xuanxiao. Chen Yu no quería tocarla, a veces
cuando pensaba en ello era como leer la historia de alguien más, pa-
recía no tener nada que ver con él. Simplemente, cuando el rey se le
acercaba, Chen Yu lo evitaba y le temía instintivamente.

“Yu-er, el carruaje está afuera, vamos.”

El rostro romboide de Jun Xuanxiao se acercó y su expresión era cla-


ramente de ternura, pero Chen Yu no se atrevió a mirarlo directa-
mente, por lo que cuando el rey lo guió al carruaje, su expresión era
como si estuviera caminando hacia el campo de ejecución.

El carruaje era espacioso, Chen Yu y Jun Xuanxiao iban sentados uno


enfrente del otro. Chen Yu volteó la cara para ver por la ventana ha-
cia afuera del carruaje, la capital, y sólo cambiaba de lado cuando ya
le dolía el cuello. Mientras él admiraba el paisaje, los ojos de Jun
Xuanxiao se habían mantenido fijos en su rostro, él pensaba que
Chen Yu era el paisaje más hermoso.

“Yu-er, esa es una vinatería, ahí hay una casa de té, esa es una tienda
de empeño y eso es una tienda de ropas.”

Jun Xuanxiao aprovechó la oportunidad para acercarse más y más a


él, los dedos de los dos se rozaban ligeramente y Chen Yu estaba tan
absorto en el escenario de abundancia afuera del carruaje que no se
dio cuenta por un tiempo. El corazón de Jun Xuanxiao estaba eufóri-
co, pero no se atrevió a intentar nada más.

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“¡Ese lugar es el mejor de tofu!” El rey le ordenó a uno de los sirvien-
tes que comprara un tazón de tofu y se lo dio a Chen Yu. En realidad,
él no sabía cómo tratar bien a una persona por lo que sólo podía
torpemente darle a Chen Yu cualquier cosa que viera. Respecto a la
comida, el rey pensaba que Chen Yu estaba muy delgado y solamen-
te alimentándolo con cosas grasosas se sentía más tranquilo.

Chen Yu no lo tomó, nunca había visto tofu y la sopa lucía muy agua-
da, parecía un tazón de medicina extraña. Había tomado suficientes
medicinas en los últimos meses, su garganta tenía un sabor amargo
todo el día y, además, finalmente había salido del palacio y ya no
quería tomar más medicina.

“¿Cuál es el problema? Es muy dulce, pruébalo rápido.”

Jun Xuanxiao se acercó a él y trató de persuadirlo dulcemente, las


pupilas de Chen Yu se encogieron y tomó el tazón rápidamente, no le
dio una mordida sino que tomó un sorbo y tragó rápidamente.

Estaba asustado.

Aunque la actitud del rey era gentil, la imagen que había quedado en
el corazón de Chen Yu era terrible e, incluso con un rostro que mos-
traba una sonrisa amable, Chen Yu se sentía fatal. Era como si un ti-
gre lanzara un pedazo de carne ensangrentada enfrente de un cone-
jo, el conejo no se sentiría conmovido, más bien temblaría de terror
temiendo que él fuera el siguiente pedazo de carne.

Chen Yu tosió después de tragar.

“Ja, ja, ja, nadie te lo va a robar, ¿ni siquiera disfrutaste el sabor?”

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Jun Xuanxiao extendió un dedo y talló el tofu que había quedado en
sus labios, después sacó la lengua y lo lamió. A Jun Xuanxiao no le
gustaban las cosas dulces, pero en ese momento se sentía extrema-
damente dulce.

Chen Yu abrió los ojos, su cuerpo se puso tieso y no se atrevió a mo-


verse.

El carruaje salió de la ciudad y se detuvo en un pequeño pueblo, Jun


Xuanxiao salió del carruaje y Chen Yu pudo relajarse al fin.

Jun Xuanxiao se alejó para hablar con el conductor, abrió la cortina y


dijo. “Yu-er, espérame en el carruaje, regresaré pronto.”

Finalmente se había ido.

‘¿Qué acaba de decir?’

Chen Yu exhaló con alivio. Cada vez que tenía que encararse con Jun
Xuanxiao, se sentía tan nervioso que no podía poner atención a lo
que él le decía. Pero a los ojos de otras personas, este estado pasaba
inadvertido.

Bian XIV y Hong Lian se bajaron del carruaje que iba detrás y se apre-
taron dentro del Carruaje de Chen Yu.

“Yu-er, el Rey de Zhen Bei realmente… este carruaje es tan amplio y


tiene cojines, el trasero de este esclavo se estaba quebrando.”

Los dos se pelearon por ocupar el espacio más cómodo.

“¿No estaba ya roto?” Bian XIV resopló.

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Sostenerlo en sus brazos

El rey le había ordenado a Bian XIV que los siguiera, pero cuando
Hong Lian escuchó que iban a salir de la capital, insistió en acompa-
ñarlos.

Los dos ocupaban gran parte del espacio dentro del carruaje, levan-
taron la cortina y se asomaron por la ventana para ver en la direc-
ción a donde había caminado el rey.

Jun Xuanxiao dudó por un largo tiempo en frente de la puerta de una


casa antes de ceder en su corazón y tocar. Bian XIV le había dicho
que el tratamiento para el corazón sellado requería pedir prestado a
cien familias, esa ayuda debía provenir en granos, y Chen Yu tenía
que comer ese arroz de cien familias para ayudar a su recuperación.
Originalmente, el rey quería mandar a los sirvientes a que compra-
ran el arroz a las familias, pero Bian XIV lo detuvo. Si era intercam-
biado por oro y plata, sería equivalente a no deberles nada a las per-
sonas, sería inútil. Pero pedir prestado era demasiado humano como
para que el rey lo hiciera.

Jun Xuanxiao se sentía ridículo y Bian XIV le dijo con desprecio. “¿No
había dicho Su Alteza que haría lo que fuera por Chen Yu? Resulta
que eran puras habladurías, olvídelo, como no puede deshacerse de
su orgullo, mejor no diga nada en el futuro.”

“¡Este rey lo hará!”

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La puerta se abrió con un chirrido, detrás había una anciana con ro-
pas sencillas, Jun Xuanxiao apretó los puños y se acercó amenazado-
ramente.

“Anciana, yo…”

En cuanto el rey abrió la boca, la señora le cerró la puerta de un gol-


pe y se escuchó el sonido del seguro desde el interior.

“¡¡Los ladrones han entrado al pueblo!!” La anciana gritó llena de


pánico.

El rostro del rey se contorsionó, ¡¿qué parte de él lucía como un


bandido?! Él no sabía que la magnificencia desarrollada por años,
aunada al espíritu opresor que había cultivado en el campo de bata-
lla, a los ojos de las personas normales era igual al temperamento
único de los ladrones de las montañas. Jun Xuanxiao respiró, se rela-
jó y enderezó su postura. Soltó sus puños, sonrió e hizo su mayor es-
fuerzo para parecer amigable y lucir feliz. Tocó la puerta de la se-
gunda casa.

Esta vez, le abrió una mujer de aproximadamente treinta años, tenía


ojos de fénix y nariz respingada, vio al rey y pensó que sus ojos eran
inesperadamente aturdidores.

“¿Por qué viniste?”

Jun Xuanxiao se quedó helado, ¿de dónde se conocían?

“¿Qué?” El rey continuó sonriendo. “Yo, vine…”

“Maldición.”

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La mujer pisoteó para interrumpirlo y, con un poco de alegría en su
enojo, miró a los lados de la calle y rápidamente lo metió a la casa
cerrando la puerta detrás de él. Poco tiempo después, ella gritó des-
de el interior.

“¡¿Qué?! ¿No eres el médico Zhang que me iba a presentar el casa-


mentero? ¡¿De dónde saliste depravado?! ¡Sal de la casa de esta
dama! ¿Es chistoso molestar a esta pobre viuda?”

El rey nunca esperó que fuera acusado de ladrón por una anciana y
golpeado con un palo por una viuda en un sólo día. Estaba furioso,
cuando el Rey de Zhen Bei quería algo, lo obtenía sin problemas.
¿Cuándo había tenido que humillarse tanto? Pero en cuanto pensaba
que Chen Yu podría curarse, su orgullo y temperamento se frenaban,
no se alteraba más. Caminó a la siguiente casa.

“Eres joven y fácil de tratar, ¡¿de verdad aprendiste de esos vaga-


bundos como rogar por arroz?! Además eres muy alto, si realmente
no buscas como mantenerte, es porque eres un flojo.”

“¡¿Usted cree que mi familia tiene granos de sobra?! Desde que el


matón Rey de Zhen Bei llegó, la mitad de nuestra tierra fue expro-
piada, no soy capaz de mantener a mi esposa e hijos. ¡No, no!”

Dentro del carruaje, el Loto Rojo alejó la cabeza de la ventana y sus


ojos llenos de sospecha cayeron sobre Bian XIV.

“¿El tratamiento que mencionaste realmente funciona?”

“Es lo básico que se aprende de la naturaleza.” Bian XIV arrastró las


palabras. “No.”

“Y de todos modos, tú…”


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El médico murmuró. “Sólo lo estoy molestando un poco, ¿quién ha-
bría pensado que realmente iría a rogar por comida?”

“¡Ja, ja, ja!” Hong Lian habló. “Me sorprende tu coraje, pero ¡debe-
rías tener cuidado de que Su Alteza no te corte la cabeza cuando se
entere!”

“¡No te atrevas a decírselo! ¡Te despedazaré!” Bian XIV le lanzó una


mirada fulminante. “Le estoy dando un respiro a Chen Yu, míralo, si
no trata a Chen Yu como una persona, yo le daré una lección. De to-
dos modos, Chen Yu sigue siendo enfermizo y comer cereales le hace
bien.”

El Loto Rojo lo tomó en serio y le dijo silenciosamente. “Si hubiera un


hombre capaz de ignorar su dignidad por este esclavo, este esclavo
estaría dispuesto a morir por él.”

Viendo que el rey regresaba con pasos pesados, los dos se regresa-
ron apresuradamente a su carruaje.

Después de visitar un bosque salvaje de cerezos, de regreso al pala-


cio, Jun Xuanxiao lucía deprimido. Quería dominar todo el mundo,
pero era incapaz de conseguir siquiera un puñado de granos, era
realmente vergonzoso.

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¿Liberarlo?

Chen Ruofei se estaba mirando al espejo, tenía veinte años y su ros-


tro era hermoso y encantador, era la persona más deseada, ¡era la
primera belleza de la Dinastía Jìng! ¿Por qué nadie la amaba? Estrelló
su peine en el espejo de bronce dejando una marca. Era una mujer
celestial, había nacido dentro de la aristocracia y era tan hermosa
como un hada, desde que era niña había sido tratada como alguien
especial por lo que ella misma tenía una idea muy alta de su perso-
na. ¿Quién se atrevería a despreciar su nobleza y riqueza? Desde jo-
ven, lo único que deseaba era casarse con uno de los mejores hom-
bres del mundo. Solía pensar que el emperador esa su mejor opción,
pero después de ver la presencia del Rey de Zhen Bei, quedó fasci-
nada y se enamoró de él, haciendo todos sus esfuerzos para atrapar-
lo.

La princesa Dairou se había vuelto loca, lo que la descalificaba inme-


diatamente para seguir siendo la esposa del rey, y la meta de Chen
Ruofei era ¡convertirse en la nueva princesa! ¡No se iba a conformar
con ser concubina secundaría! El problema era que, después de con-
vertirse en concubina, el rey no la había tocado ni una vez y nunca se
quedó a pasar la noche con ella. ¡Era culpa de ese hombre! Cuando
pensaba en el rostro de Chen Yu, que era incluso más hermoso que
el de ella, Chen Ruofei se sentía llena de odio. En el pasado, había
dejado que el emperador se ilusionara con ese rostro y ahora ¡había
seducido al rey!

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¡Ella siempre había sido famosa!

Cuando el rey finalmente había renunciado a él, ¡ese demonio había


hecho el truco de envenenarse para suicidarse! Chen Ruofei se sen-
tía asqueada. Temblaba frecuentemente de enojo, pero ella no era la
Princesa Dairou, no era una verdadera princesa con el apoyo de la
realeza. A diferencia de la arrogante Dairou, ella era más precavida e
inteligente, y no haría cosas estúpidas.

“Si la perra se hubiera muerto después de tomarse la medicina, todo


sería cien veces mejor.” Suspiró con arrepentimiento.

No tenía tiempo para estarse auto compadeciendo, viendo que el


rey invertía toda su energía en Chen Yu todo el tiempo, e incluso hizo
que lo mudaran de su residencia solitaria a la habitación del rey. Vi-
vían y comían juntos, eso la ponía ansiosa, pero el rey ni siquiera
aceptaba verla.

Chen Ruofei estaba esperando afuera de su palacio y el rey estaba a


punto de pasar de largo, pero ella habló. “¡Su Alteza!”

Había sido lo suficiente valiente para bloquear su camino, no tenía


otra opción, si no actuaba de esa manera antes de que el demonio se
recuperara, ¿el rey tendría lugar para ella?

Jun Xuanxiao la miró por un momento en trance, casi no recordaba


quien era esa mujer, realmente no se había fijado mucho en como
lucía Chen Ruofei y solamente se había casado con la segunda con-
cubina para forzar una respuesta de Chen Yu. Chen Ruofei asintió tí-
midamente, se había vestido intencionalmente con ropas atractivas,
pero no lucía excepcional. Ciertamente, el rey la miró con desinterés,

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¿cómo un hombre podría mirarla de esa forma? ¿Acaso su postura
no era agraciada? ¿No era más atractiva que el delgado Chen Yu?

“Mi Señor ha estado ocupado con asuntos políticos recientemente y


además ha estado cuidando al señor Chen Yu, esta concubina ve mu-
cho pesar en sus ojos y cansancio, le he preparado una sopa de Gin-
seng...”

Antes de que terminara de hablar, fue interrumpida por un gesto de


mano de Jun Xuanxiao.

“¡Oh! Este rey nunca come eso.” Jun Xuanxiao frunció las cejas. “¿No
lo sabías?”

Chen Ruofei parecía avergonzada y el rey dio un paso adelante.

“¡Mi señor!” Chen Ruofei le gritó apresurada. “Esta concubina tiene


algo que hablar con usted, sólo unas pocas palabras, le pide a Su Al-
teza que se quede.”

Jun Xuanxiao se detuvo y dijo. “Dilo.”

“Esta concubina escuchó que Chen Yu fue envenenado y nunca fui a


verlo, pero siempre he estado preocupada. Aunque no sepa de me-
dicina, tenía miedo de que si buscaba al Señor sólo le causaría más
problemas.”

El rey estaba incluso más impaciente, no tenía paciencia para escu-


char su hipocresía.

“Escuché que, ¿el señor Chen Yu está más tranquilo ahora?” Chen
Ruofei saltó rápidamente a lo que quería decir. “Si a Su Alteza real-
mente le importa su condición y quiere resolver el problema de su

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corazón sellado, no debería forzarlo tanto. Si le da un poco de espa-
cio podría conseguir lo que desea, tal vez, su depresión se cure de
pronto.”

“¿Importarme?”

Chen Ruofei estaba segura en su corazón, mientras mencionara a


Chen Yu, el rey le pondría atención incluso aunque se sintiera dema-
siado impaciente como para hablar con ella.

“Si, disculpe las palabras atrevidas de esta concubina, el nudo en el


corazón del señor Chen Yu de hecho viene de su relación con Su Al-
teza. Si mi Señor se pasa todo el día y noche con él, no sólo no puede
aliviar su rechazo sino que lo hace vivir con dolor todo el tiempo. En
lugar de obligarlo a que lo acepte, debería seguir sus deseos para
que baje la guardia.”

Jun Xuanxiao se burló y le dijo. “Observas bastante de cerca a este


rey y a Yu-er.”

Chen Ruofei bajó las cejas y dijo. “Esta concubina no se atrevería, pe-
ro su cuidado ha sido caótico y como se trata de la concubina Chen
Yu, ¿cómo no me iba a importar? Recuerdo lo que la concubina me
dijo hace tiempo, que quería ahorrar dinero para comprar su liber-
tad, e incluso el rey sabe cuánto desea su libertad.”

“No es necesario que se lo recuerdes a este rey.”

Jun Xuanxiao estaba insatisfecho, ¿por qué Chen Ruofei le decía que
Chen Yu quería ser libre? Ahora que finalmente había recuperado a
Chen Yu, ¿cómo podía dejarlo ir? No quería probar el sabor de per-
derlo de nuevo.

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Chen Ruofei había esperado desde hace tiempo que el rey no escu-
charía el viento al lado de sus oídos, no probaría la sal y el aceite, pe-
ro por el tubérculo enfermo era diferente.

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¿Renunciará a sus herederos por ti?

Chen Ruofei se aprovechó de la ausencia del rey en las mañanas para


entrar al Dormitorio Real, después de todo, tenía el título de concu-
bina secundaría y los guardias no se atrevieron a detenerla.

“Señor Chen Yu.”

Chen Yu estaba pensando en el contenido del libro que estaba le-


yendo y, hasta que Chen Ruofei se sentó enfrente de él en el escrito-
rio, abandonó sus pensamientos.

“¿Ah…”

Chen Ruofei miró sus ojos aparentemente normales, sin embargo,


después de ver que estaban un poco vacíos, no pudo evitar reírse
sonoramente.

“El Señor Chen Yu obtuvo el favor de Su Alteza de manera aplastan-


te, no lo dejó ir y por eso lo admiro completamente, al menos yo no
me atrevo a ser tan decidida. Esta vez, ganaste una batalla, al menos
lograste que Su Alteza se quedara a tu lado, ¿cierto?”

Chen Ruofei hablaba lentamente, aunque la había tratado con cruel-


dad, pensaba que Chen Yu era realmente estúpido. ¿Incluso aunque
al rey le importara en este momento? Viendo su expresión aturdida,
tarde o temprano, el rey acabará aburriéndose de él.

Chen Yu no sentía ninguna emoción y solamente miró a Chen Ruofei


fijamente.
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“No había creído que tomaste un veneno, pero parece que es cier-
to.”

La sonrisa de Chen Ruofei desapareció, de todos modos ellos dos


eran los únicos en la habitación. Chen Yu permanecía más silencioso
que antes, ni siquiera hacía gesticulaciones, por lo que no necesitaba
esconder sus intenciones por más tiempo.

“En ese caso, seré directa, quiero que abandones al rey, ¿lo entien-
des?”

¿Dejar a Jun Xuanxiao? Sería maravilloso, el día anterior que había


salido a pasear con él no se había atrevido a hacer nada cerca del
rey. Si pudiera irse, ciertamente eso sería lo mejor.

¿Pero eso que tenía que ver con Chen Ruofei? ¿Acaso Jun Xuanxiao
la había mandado a que lo convenciera? No parecía ser el caso.

Chen Ruofei frunció las cejas al no entender que significaba la falta


de respuesta en la expresión de Chen Yu.

“¿Todavía quieres pelear por el rey? El día que me casé, el rey te lo


había dicho claramente, ¡no quería volver a verte!”

Ciertamente eso había pasado, Chen Yu lo recordaba claramente,


pero no había sido que él lo estaba acosando. Si quería culpar a al-
guien, que culpara a Jun Xuanxiao por cambiar de opinión y confun-
dir a Chen Yu. ¿El rey quería seguir viéndolo o no? Chen Yu, que se
había cerrado a pensar en Jun Xuanxiao, se sentía un poco aburrido
pensando en esas cosas.

“¿Qué? ¿No estás convencido?” Chen Ruofei estaba incluso más mo-
lesta con el silencio de Chen Yu. “Usaste todos esos trucos para pro-
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vocar la lástima del rey, pero a los hombres les gusta lo nuevo y des-
precian lo viejo, no porque le des lástima siempre te va a amar. ¡Esos
sentimientos de Su Alteza no son sinceros!”

Mirando a Chen Ruofei, que estaba enojada hasta la desesperación,


Chen Yu sintió de pronto que su expresión distorsionada era chistosa
por lo que levantó las comisuras de su boca. A los ojos de Chen
Ruofei, su sonrisa era una burla despectiva.

“¿No me crees? Sé que no te vas a rendir, ¿crees que también eres la


concubina secundaria del rey? ¿Por qué tendrías que cedérmelo? Te
lo digo de una vez, esclavo tonto, ¡has sido un esclavo barato de la
casa de esta dama desde el principio! Lo que sea que esta dama te
ordene, ¡es lo que tienes que hacer!”

“El nombre de Chen Yu es mío y ¡todo lo que tienes ahora debería


ser mío! Tu sólo eres un substituto, ¡así que lo quiero recuperar aho-
ra!”

Chen Yu finalmente le respondió, negó con la cabeza delicadamente


para mostrar su rechazo. Se suponía que el nombre de Chen Yu le
pertenecía a la dama Chen, pero podía haber más de una persona
con el mismo nombre en el mundo. Había una persona malvada que
lo había ayudado a apropiarse de su nombre, lo había llamado Yu-er
y así lo marcó en el alma de Chen Yu. No se atrevía a ser rebelde, aun
cuando le tenía miedo a ese hombre malvado y no se atrevía a esca-
par o hablar con él.

“¡¡Tú!!”

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Chen Ruofei no se había esperado que Chen Yu se negara tan decidi-
damente.

“¡Oh! ¿Parece que te has decidido a pelear conmigo? Estoy un poco


arrepentida, hace diez años ¡debí de haberte arruinado la cara! No
tendría problemas ahora.”

Chen Ruofei se burló. “Esclavo tonto, ¿sabes por qué tengo la certe-
za de que no vas a poder competir conmigo?”

Chen Yu se sentía confundido, nunca había querido pelear con nadie,


menos con quien quería quedarse con el hombre malo. Aunque ella
se lo llevara, él estaría agradecido. Chen Ruofei caminó enfrente de
Chen Yu, tomó su mano y la puso sobre su abdomen.

“Porque soy una mujer y tú eres un hombre, esta es mi mejor carta.”

Chen Ruofei levantó sus ojos de fénix llenos de frialdad y le dijo. “El
rey es un hombre que está a punto de adueñarse del mundo, jugará
contigo por un tiempo, pero no te va a atesorar toda la vida. Ahora
que eres joven, obviamente siente lástima por ti, ¿qué pasará cuan-
do envejezcas? ¿Eh?”

“El rey será el emperador en el futuro y yo seré la emperatriz des-


pués de que se establezca. ¿Has escuchado en los libros de historia
de algún emperador con un hombre como emperatriz? No, una vez
que tienen el poder absoluto, deben seguir las reglas de los monar-
cas, ¡no pueden hacer cosas degeneradas! Lo ves, al final, todos los
hombres que han sido favorecidos por esos monarcas, ¿dónde ter-
minaron? ¡Cada uno fue más miserable que el anterior!”

Las últimas palabras de Chen Ruofei fueron desalmadas y heladas.

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“No pienses que es injusto, yo puedo llevar la sangre del rey en mi
vientre, esta es mi mayor batalla. En la antología de su historia, yo
seré la emperatriz madre y ¡tú solamente serás un prostituto que
manipuló al emperador! El Señor te puede consentir miles de veces,
¿pero crees que renunciará a sus herederos por ti?”

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Rendirse

Chen Yu permaneció en silencio, Chen Ruofei pensó que había logra-


do someterlo y levantó los labios orgullosamente. Un esclavo es un
esclavo, incluso si tuviera la gran oportunidad de estar con el rey,
siempre sería un desperdicio. De hecho, Chen Yu realmente pensaba
que quería dejar el palacio, no porque las palabras de Chen Ruofei lo
hubieran asustado sino porque se sentía tan aterrado de estar cerca
de Jun Xuanxiao todas las mañanas y tardes. ¡Él sería el emperador y
tirano en el futuro! Chen Yu no quería estar al lado del tirano.

“Eso es.” Chen Ruofei sonrió. “Todos nacen en un estatus definido y


algunas personas sólo pueden ser sirvientes inferiores toda su vida,
tú lo entiendes. Pudiste usar mi nombre y fuiste favorecido por el rey
por mucho tiempo, ha valido la pena. Pero lo que no te pertenece,
nunca será tuyo. Sin embargo, algunas cosas son caprichosas, a fin
de cuentas, no debes pensar que no eres digno.”

Chen Ruofei bajó la mirada para ver el rostro de Chen Yu, pero Chen
Yu bajó la mirada como si se sintiera humillado y no se atreviera a
verla.

“Puedes estar tranquilo, como conoces la situación, no te voy a tra-


tar mal.” El tono de voz de Chen Ruofei se calmó un poco y dijo. “No
tienes que ser un esclavo barato de la Residencia Chen de nuevo,
una vez que dejes al rey, yo me encargaré de que tengas una resi-
dencia fuera del palacio. No te faltará comida ni ropa, puedes tener

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una vida honesta fuera del palacio y vivir a salvo hasta que envejez-
cas.”

Sólo en ese momento, Chen Yu reaccionó, si le quedaba algún deseo


era tener su propia casa y campo, junto a su madre para poder vivir
una vida pacífica y estable. Y, aunque su madre había muerto, seguía
siendo su deseo más anhelado. Era justo lo que Chen Ruofei había
pensado.

“¿Aceptas?”

Chen Yu iba a asentir, pero Jun Xuanxiao entró en la habitación en


ese momento con una espada dorada en la mano, cuando vio a Chen
Ruofei, su rostro se cubrió de desagrado.

“¿Qué estás haciendo aquí?”

Jun Xuanxiao sabía que Chen Ruofei estaba inquieta, pero no pensó
que se atrevería a lastimar a Chen Yu y no quería que tuviera contac-
to con una mujer que era bastante astuta.

“Su Alteza, esta concubina se sentía mortificada al ver que el señor


Chen estaba solo, así que ha venido a hablar con él. Después de to-
do, los dos somos viejos conocidos y sólo estábamos hablando de
cosas interesantes de cuando éramos jóvenes.”

“Yu-er, ¿es cierto lo que ella dice?”

Jun Xuanxiao miró con sospecha a Chen Yu pidiéndole su opinión.

En el momento en que el rey había entrado a la habitación, Chen Yu


había caído en un estado de alerta. Jun Xuanxiao había llegado con
un aura atemorizante y Chen Yu sintió que el aire se había vuelto

598
denso, ni siquiera había escuchado la pregunta del rey. Jun Xuanxiao
ya se había acostumbrado un poco a que lo evitara, pero esta vez no
se pudo contener.

“¿Entonces de que hablaron?” Jun Xuanxiao le preguntó.

Chen Ruofei respondió rápidamente. “Hablábamos de cuando creci-


mos en la Residencia Chen, él siempre quiso tener una casa propia
en lugar de una residencia como el Palacio Imperial, ¿cierto señor
Chen?”

El rey dudó completamente de sus palabras, pero él sabía que ese


era el sueño de Chen Yu.

“Yu-er, ¿quieres dejar el palacio?” Jun Xuanxiao le preguntó seria-


mente, diciendo lentamente una palabra a la vez.

Chen Yu asintió, afuera del palacio no había personas malvadas y él


ya no quería tener que preocuparse por eso.

Había un poco de dolor en los ojos del rey, ¿acaso Chen Yu todavía
quería dejarlo? Jun Xuanxiao sabía que no había sido un buen espo-
so, pero últimamente había hecho muchos cambios, lo trataba con
ternura. No podía soportar volver a lastimarlo o forzarlo, lo tomaba
de la mano con cuidado y lo trataba como si fuera un tesoro. Pero a
pesar de todo eso, Chen Yu aún quería dejarlo.

“¿Hay algo más que este rey esté haciendo mal? Yu-er, dímelo y lo
cambiaré.”

Los ojos de Jun Xuanxiao estaban rojos, había probado lo que era
perder a Chen Yu una vez y se había sentido tan triste y desolado, no
quería pasar por eso una segunda vez. Todo lo que había hecho era
599
para recuperar el corazón de Chen Yu, incluso si él no se comunicaba
por un tiempo, esperaría pacientemente; incluso si el corazón de
Chen Yu se había solidificado, él lo calentaría. Era una lástima que
Jun Xuanxiao era un hombre con un pasado violento, pero en frente
de Chen Yu, había pulido sus modos brutos.

“Mi Señor, no lo forcé.” Chen Ruofei intercedió. “Él le tiene miedo en


estos momentos, incluso si dijera que no, estaría faltando a su pro-
pio corazón. Su Alteza, sea bueno, no lo force a permanecer a su la-
do, sino que complételo. Esta concubina sabía que Su Alteza se nega-
ría, pero de hecho, no es como si no se volvieran a ver. Si el rey lo ex-
trañara, podría ir a verlo afuera del palacio. En este momento, nece-
sita curarse y necesita un lugar tranquilo.”

¿Lo debía mantener prisionero o dejarlo libre? Jun Xuanxiao pensó


en la contradicción por un momento, pero no podía decidirse.

“Yu-er, si no te dejo ir, ¿me culparías? ¿Me odiarías toda la vida?”

El rey agarró la mano de Chen Yu y una lágrima caliente cayó sobre el


dorso de su mano. Chen Yu sintió que lo quemaba y, de pronto, sin-
tió tristeza en su corazón. Fue como si una cadena se hubiera soltado
y había una tormenta de emociones tratando de salir. ¿No era esa
persona ruda y desalmada? ¿Por qué estaría llorando?

Chen Yu quería acercarse y limpiar sus lágrimas, pero el miedo que


sentía en su corazón lo hizo quedarse quieto.

Jun Xuanxiao sólo había llorado tres veces desde que tenía memoria
y todas esas lágrimas se las había dado a Chen Yu.

600
La primera vez fue cuando Chen Yu se tomó el veneno, era el dolor
de la vida y la muerte; la segunda vez fue cuando se enteró que era
el cumpleaños de Chen Yu, era un sufrimiento de arrepentimiento; y
la tercera vez fue en este momento, era la iniciativa de dejar ir a la
persona que amaba.

“De acuerdo, Yu-er, te voy a dejar libre.”

Jun Xuanxiao soltó la mano de Chen Yu, no quería exagerar, había


tomado la decisión con mucha dificultad y temía que se iba a arre-
pentir si lo seguía mirando.

La única que se sentía realmente complacida era Chen Ruofei. En


cuanto Chen Yu abandonará el palacio, el rey no podría verlo día y
noche, y se olvidaría de él algún día. Ella podría aprovecharse de la
situación y convertirse en la concubina favorita del rey.

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146

Abusivo

Chen Ruofei estaba llena de alegría y le recomendó al rey una resi-


dencia en las afueras de la capital, no estaba muy lejos del bosque
de cerezos silvestres que habían visitado unos días antes. El rey or-
denó a sus subordinados que compraran la residencia, mandó que la
repararan y amueblaran.

Cinco días después, Jun Xuanxiao empacó las cosas de Chen Yu y se


subió al carruaje con él, ordenando que salieran del palacio. Chen
Ruofei observó al carruaje mientras abandonaba el palacio y estaba
de buen humor, no pudo evitar reírse sonoramente.

“Ja, ja, ja… De ahora en adelante, ¡yo seré la única al lado del rey!”

Chen Ruofei confiaba completamente en su belleza, en cuanto el rey


se olvidara de Chen Yu, ¿quién podría competir contra ella por estar
a su lado?

Un bosque de cerezos silvestres crecía en el Valle de Hehuan en las


afueras de la capital, debido a las montañas y los ríos, el clima era cá-
lido en invierno y fresco en verano. Cuando las flores de la primavera
se marchitaban por todos lados, los cerezos comenzaban a florear.

Tal vez era por haber podido abandonar el palacio o tal vez era por
llegar a esa tierra llena de aves y flores, pero el estado mental de
Chen Yu se expandió. Había pensado que en cuanto Jun Xuanxiao lo
corriera del palacio, al rey ya no le importaría si vivía o moría, pero

602
en cambio, él había hecho todos los preparativos para una residencia
como esa, favoreciéndolo completamente.

Chen Yu se dio cuenta de pronto que, aunque estaba aterrado del


rey, dependía completamente de él sin darse cuenta. Sin Jun Xuan-
xiao, ¿cómo podría tener una vida tan cómoda? Previamente, en la
Residencia Chen, cualquiera podía molestarlo, él y su madre eran
completamente impotentes y sólo podían esconderse en su pequeño
patio trasero.

¿Habían llegado a un punto en que era imposible que viviera sin él?
Chen Yu se sentía inquieto.

“Yu-er, ¿qué estás pensando? Ven, primero veamos si te gusta este


lugar, si no te gusta, este rey te dará otro lugar.”

Jun Xuanxiao estiró la mano para ayudarlo a bajar del carruaje y


Chen Yu le tomó la mano inconscientemente, ni si quiera se dio
cuenta. Los ojos de Jun Xuanxiao se iluminaron, estaba tan feliz que
llegó a la puerta temblando, agarrando firmemente los dedos de
Chen Yu.

Chen Yu no pudo evitar voltear a mirarlo, su expresión estaba relaja-


da y su sonrisa era brillante. Chen Yu pensó que esa cara no era tan
terrible como antes, si no que tenía el encanto suficiente para atraer
a la gente sin que pudieran retirar los ojos.

Después de bajarse del carruaje, se podía ver la residencia a simple


vista, que consistía de sólo cuatro o cinco casas de madera. Enfrente
de la residencia había un arroyo transparente que se tenía que cru-

603
zar por un puente angosto y era tan estrecho que el carruaje no po-
día pasar.

En la orilla opuesta del río Qinxi había unas granjas, pero probable-
mente estaban abandonadas y la rueda hidráulica de madera ya no
estaba en funcionamiento.

Jun Xuanxiao caminó despacio al lado de Chen Yu, pasaron a través


del puente y entraron al patío central de la residencia que tenía un
kiosco de madera en el centro. Después del verano, ese sería un lu-
gar perfecto para descansar.

Para poder evitar las hormigas que el río atraía, la casa era de made-
ra y tenía estacas de madera para apoyar los pies, Chen Yu pisó los
escalones de madera y quedó fascinado.

“Tranquila y elegante, ¿qué opinas Yu-er?” El rey se sentó en el ba-


randal. “A este rey le encanta.”

Chen Yu inclinó la cabeza, ¿le gustaba mucho? Era como si esta resi-
dencia hubiera sido cuidadosamente seleccionada por él.

Chen Yu no sabía que, cuando Jun Xuanxiao lo había llevado a ver los
cerezos unos días atrás, al rey le había llamado la atención este lu-
gar, pero como no podía tolerar la idea de separarse de Chen Yu ni
siquiera lo mencionó en ese momento.

“Mira, podemos labrar el campo y sembrar lo que sea que a Yu-er le


guste comer, ¿cierto?”

Jun Xuanxiao llevó a Chen Yu a través del pasillo muy emocionado y,


cuando abrió una ventana, un campo de flores apareció a la vista.
Resultaba que, detrás de la casa, había un jardín de flores, descuida-
604
do, pero todas las flores y las plantas crecían descontroladamente y
llenas de vitalidad. Era una imagen exuberante.

Después de que le enseñó toda la residencia, el rey dio la orden de


que llevaran las cosas que habían empacado a las habitaciones.

Chen Yu miró a las personas bajo las órdenes de un eunuco entrando


y saliendo, pero tardó tiempo en darse cuenta. Sus ropas habían sido
empacadas en dos baúles, más sus cosas de uso diario, eran pocos
bultos. Entonces, ¡¿por qué había dos carruajes llenos de cosas?!

¡Esos baúles grandes no eran suyos! Ciertamente, la siguiente ora-


ción de Jun Xuanxiao hizo que Chen Yu se sintiera completamente
aturdido.

“Yu-er, ¡este rey vivirá aquí también!”

La mente de Chen Yu estaba hecha un desastre, ¿no lo iba a correr


del palacio y aventarlo en el campo? ¿No estaba determinado a de-
jarlo libre? ¿Qué había pasado con Jun Xuanxiao? Había llorado
amargamente y eso había hecho que su corazón se sintiera inquieto,
pero todo había sido falso.

“Yu-er, este rey no puede cumplir completamente su palabra, ¿no


odias el palacio? Este rey quiere caminar contigo, en el futuro no in-
terferiré con lo que hagas y a donde vayas, pero quiero estar conti-
go, no puedo vivir sin ti.”

Los ojos de Chen Yu estaban estupefactos, no sólo temía estar en el


palacio, sino que también le temía a él. De esta forma, su miedo sólo
pasaría de un lugar a otro, todavía tenía que vivir bajo la presencia
605
de Jun Xuanxiao. Había subestimado la perseverancia y el descaro
del rey.

Una persona malvada, ¡no es más que un abusador que ataca des-
prevenidamente!

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147

Bañándose

“¿Cuál es el problema? ¿Yu-er no estás dispuesto?”

Jun Xuanxiao le preguntó con sinceridad, con una actitud completa-


mente correcta, pero no tenía sentido alejarse de él.

Chen Yu negó con la cabeza. ‘¡Claro que no! ¿Quién quería vivir con
un abusador en un lugar aislado?’

“Ah, simplemente no lo acepto.” Jun Xuanxiao dijo con naturalidad.

Chen Yu se sofocó ansiosamente, ¡no era su intención negar con la


cabeza! Sin embargo, el rey no estaba seguro si el rostro de Chen Yu
se había sonrojado, pero de todos modos cambió el tema delibera-
damente.

“Todo está listo, Yu-er ¿qué casa te gusta?”

Chen Yu soltó un suspiro de alivio. Afortunadamente, había varias


casas, si los dos podían vivir separados no tendría que estar tan asus-
tado. Si era muy difícil, podía aparentar que el abusador no existía.

Apuntó aleatoriamente hacía una habitación, de todos modos no te-


nía muchas exigencias para vivir y todos los cuartos parecían simila-
res, elegantes y transparentes.

“¿Este? Es muy bonito, con el jardín de flores atrás, la vista del río y
el bosque de cerezos que tapa el viento del norte. La visión de Yu-er

607
es muy buena.” Jun Xuanxiao lo elogió sin dudarlo. “¡Entonces vivi-
remos en este cuarto!”

“…” Chen Yu no pudo decir nada.

La cena fue preparada por un maestro de cocina que habían traído


del palacio, Jun Xuanxiao no pudo evitar darle verduras a Chen Yu y,
como Chen Yu había estado muy activo todo el día, tenía mucho
apetito. Incluso no le estaba prestando atención al rey disfrutando
de todos esos placeres, sin embargo, ocasionalmente lo volteaba a
ver y tenía una sonrisa de satisfacción en el rostro, eso hacía que su
corazón se estremeciera un poco. Siempre sentía que lo alimentaban
para que ese tigre lo asesinara y devorara.

“Yu-er, también estás cansado hoy, prepararé agua caliente para ti.
Ve a bañarte pronto.”

Después de cenar, el rey preparó el agua para el baño diligentemen-


te, Chen Yu se sentó en la tina llena de vapor y aún se sentía extraño.

De pronto, una mano se sumergió en el agua detrás de él, se le puso


la piel de gallina cuando levantó los ojos llenos de terror y vio que,
sin darse cuenta, era Jun Xuanxiao que había entrado en la habita-
ción.

“No tengas miedo, solamente estaba tratando de ver si el agua esta-


ba fría. Bueno, no se puede evitar si sólo hay dos sirvientas, este tipo
de cosas tienen que ser hechas por este rey.”

Jun Xuanxiao habló con arrepentimiento, tallándose las manos, con


el placer de haber tocado la piel suave y delicada de Chen Yu. De he-
cho, Jun Xuanxiao llevaba un rato observando a Chen Yu, su cuerpo

608
que sobresalía del agua clara y su piel tan blanca como un loto. El rey
tragó laboriosamente, no lo pudo evitar y se acercó. Obviamente,
Jun Xuanxiao había sentido su corazón inquieto, era exactamente
igual que como lo recordaba… no, era más hermoso que antes.

Chen Yu se palmeó las mejillas, si Jun Xuanxiao estaba ahí, ¿cómo iba
a poder bañarse libremente? Sintió que no podía permitir que este
abusador siguiera molestándolo, aunque aún se sentía avergonzado,
si se retiraba decididamente podría poner un alto al rey. Chen Yu se
levantó, tomó el cucharon de la tina llenó de agua y la vertió sobre
Jun Xuanxiao. Como el rey estaba tan inmerso disfrutando la piel de
Chen Yu, no esquivó el agua y acabó empapado de pies a cabeza.
Viendo la expresión avergonzada del rey, Chen Yu finalmente sonrió
disfrutando la venganza, sin embargo, después de sonreír por un
momento, Chen Yu se quedó quieto de nuevo. Jun Xuanxiao no mos-
tró ninguna expresión y se veía terrible, finalmente había logrado
molestar al abusador.

Jun Xuanxiao se levantó y, repentinamente, agarró el hombro de


Chen Yu con excitación. Cuando Chen Yu comenzó a sentirse aterra-
do, fue jalado hacia los brazos del rey.

“Yu… Yu-er, finalmente me sonreíste.”

La voz del rey sonaba como un sollozo, pero estaba feliz. El rostro de
Chen Yu estaba pegado al pecho de Jun Xuanxiao, pero no reaccionó
por un tiempo, solamente sentía que el abrazo era demasiado fuer-
te, haciendo que casi se sofocara. Pasó un tiempo antes de que el
rey lo soltara, su expresión no era de enojo, sino de sorpresa y ter-
nura.

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“Yu-er, sabía que podía esperar hasta este día.”

¿Qué? ¿No lo iba a castigar? ¿No se suponía que el temperamento


de este tirano era caprichoso? Chen Yu pestañeó ausente.

“Tonto Yu-er, ¿no tienes frío parado ahí desnudo?”

Chen Yu se dio cuenta de que estaba completamente expuesto ante


Jun Xuanxiao y, estaba tan avergonzado que sus mejillas se habían
puesto completamente rojas y sólo quería esconderse de regreso en
el agua, pero fue levantado por un par de manos grandes.

“El agua esta fría.”

El rey lo sacó de la tina, lo envolvió en las mantas como un dumpling,


dejando solamente a la vista una cara roja, y lo ayudó a secar las go-
tas de agua.

Chen Yu se apoyó en el amplio pecho de Jun Xuanxiao y el rey estaba


reacio a dejarlo ir. Aunque le acababa de sonreír, aún no había baja-
do completamente la guardia, pero sentía que todo había valido la
pena.

Chen Ruofei había esperado en el Palacio Imperial el día entero y


caminaba hacia la entrada de vez en cuando para ver alrededor, es-
perando ver la figura del rey. Cerca del anochecer, el carruaje del
Rey de Zhen Bei regresó al palacio y Chen Ruofei estaba tan emocio-
nada que aventó lo que llevaba en las manos, ignorando todo y co-
rrió hacia el carruaje.

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“¡Su Alteza! ¡Su Alteza!” Chen Ruofei se sentía como la brisa de la
primavera. “Su Alteza debe estar cansado y esta concubina le prepa-
ró especialmente vino, danza y música en el salón, ¡para darle la
bienvenida al palacio!”

El cochero la saludó con respeto y le dijo. “Concubina Chen, Su Alte-


za no está en el carruaje.”

Cuando terminó de hablar, guió al caballo hacia los establos, la con-


cubina lo alcanzó rápidamente y se paró enfrente de él.

“¡Espere! ¿Por qué no regresó Su Alteza? ¿Dónde están los demás?”

“Naturalmente, está con la Concubina Imperial en la residencia de la


montaña y definitivamente no regresará al palacio hoy.”

Chen Ruofei se quedó congelada y preguntó con incredulidad. “¿Qué


quieres decir? ¡¿Su Alteza se va a quedar en la montaña hoy?!”

El cochero asintió y dijo. “No sólo esta noche, Su Alteza se estableció


allá y me temo que va a vivir en esa residencia de ahora en adelan-
te.”

¡¿Vivirán juntos todo el tiempo?! Chen Ruofei se volvió una furia.

“¿Cómo sucedió esto? ¿El rey no iba a sacarlo del palacio nada
más?”

“Esa no es una pregunta para este sirviente.” Después de hablar, el


cochero se retiró.

Chen Ruofei se quedó parada en el mismo lugar por un largo rato.


Finalmente había logrado convencer al rey de que alejará a Chen Yu
del palacio y había soñado con que finalmente podría monopolizarlo,
611
pero sólo había hecho que se fuera del palacio. Se había quedado so-
la ahí, dejando al rey con ese tubérculo enfermo, ¡¿juntos en esa re-
sidencia hermosa?!

Pensó todo eso con dolor, era como si hubiera hecho un vestido de
novia para Chen Yu. La hermosa residencia que ella había recomen-
dado porque era solitaria, ahora se había convertido en una casa do-
rada, probablemente ahorita mismo el rey y Chen Yu estaban…

Los ojos de Chen Ruofei estaban negros y caminaba a pisotones, casi


a punto de caerse.

612
148

Coreanos

Jun Xuanxiao no se pasaba todo el tiempo incomodando a Chen Yu,


pasaba casi todos los días en el palacio lidiando con los asuntos gu-
bernamentales que se habían acumulado y Chen Yu podía quedarse
tranquilo en la residencia de la montaña.

Aunque el Rey de Zhen Bei había desterrado al emperador del pala-


cio, no había cambiado el nombre del país y no se había proclamado
emperador. Los antiguos funcionarios y oficiales de la capital fueron
utilizados para limpiar y renovar los puestos de unos cuantos que se-
guían siendo leales al emperador Xiao Xiye…

Incluso recompensó a los oficiales que lo habían ayudado durante el


tiempo de caos político contra el gobierno Coreano.

Como resultado, Jun Xuanxiao se había ganado el corazón de la ma-


yoría de las personas. Después de todo, a la mayoría de la gente sólo
le importaba estar protegida de las calamidades. ¿Cuántos de ellos
estarían dispuestos a morir por un amo derrotado?

El corazón de la gente se mantenía estable, había muchas cosas su-


cediendo en el camino a establecer el orden y el rey mandó tropas
rápidamente a la Ciudad de Jade…

Pero después de todo, el cambio de dinastía era un asunto que debi-


litaba el poder de la nación, la Dinastía Jìng había sido capaz de de-
tener las invasiones de los países vecinos, sin embargo, ahora esas
fuerzas enemigas comenzaron a moverse.
613
Afortunadamente Dali, al sur, no era un problema serio, el rey esta-
ba más preocupado por los hunos. Aunque el desierto de Gobi en el
norte era un lugar desolado y helado, su territorio no era mucho más
pequeño que el de la Dinastía Jìng y los hunos eran maestros de la
equitación, valientes y feroces guerreros. Viendo que el Rey de Zhen
Bei había movido sus tropas al sur y había quitado su atención del
territorio del norte, rompieron el tratado de paz y comenzaron a in-
vadir el norte. Afortunadamente, Jun Xuanxiao había dejado atrás
parte del Ejército de Zhen Bei y los hunos sólo habían mandado un
pequeño grupo invasor, la fuerza de los soldados del norte fue pues-
ta a prueba y no los habían dejado entrar aún.

Corea, un pequeño país que había sido ignorado por el rey, de pron-
to comenzó a retar descaradamente a la Dinastía Jìng. El gobernante
de Corea se aprovechó del conflicto entre la dinastía y los hunos. En
los últimos años, este país se había vuelto rico y poderoso, pero
aunque su fuerza militar no era tan buena, no debía ser subestima-
do. Los espías en la frontera reportaban que el Reino de Corea y los
hunos eran despiadados y parecía que habían acordado una alianza.

Después de revisarlo cuidadosamente, en Corea había surgido un


maestro nacional llamado Sabio Mu Pi. Este maestro tenía muchas
habilidades, en pocos años, ayudó al rey coreano a reformar el poder
y se ganó su confianza. Él fue el que propuso que formaran una
alianza con los hunos. En esos momentos, en Corea, ese maestro
acaparaba toda la atención y se le conocía como el representante del
pueblo. Las ambiciones del líder de los hunos eran grandes y rápida-
mente accedieron a la alianza con los coreanos para ampliar su terri-

614
torio. Jun Xuanxiao creía que casi todo el crédito debería ir a ese
maestro nacional.

El sabio Mu Pi había enviado una petición unos días atrás, para visi-
tar al Rey de Zhen Bei en la capital de la Dinastía Jìng y Jun Xuanxiao
lo había ignorado. El maestro tuvo el coraje de viajar a la capital y es-
tablecerse ahí, amenazando con que no se iría hasta que lo recibiera.
Después de ver todas las hazañas de ese maestro, el rey decidió con-
cederle una audiencia.

Un joven alto y delgado entró al Templo Jin Luan, de una edad simi-
lar a la del rey, era guapo con una boca sencilla y ojos de fénix; su
temperamento era elegante y parecía un erudito delicado, pero su
barbilla estaba ligeramente levantada y sus ojos lucían imperturba-
bles, revelando a una persona confiada.

“Este maestro coreano, Mu Pi, ha venido a conocer al Rey de Zhen


Bei.” El maestro no se arrodilló, pero se inclinó pronunciadamente
mostrando una sincera buena voluntad.

Jun Xuanxiao le preguntó débilmente. “¿Vienes en representación


del Rey de Corea?”

Mu Pi le contestó con una sonrisa. “No, he venido a ver a Su Alteza


por mi propia cuenta. El prestigio del Rey de Zhen Bei es tan alto
que, ahora que lo he visto con mis propios ojos, realmente tiene una
reputación merecida.”

El rey agitó su mano y dijo. “No debes decir nada halagador, ¿cuáles
son tus intenciones al querer ver a este rey?”

615
“Su Alteza es realmente una persona franca y este maestro no vino a
hablar tonterías. Vengo a solicitarle una recompensa de cien mil ho-
jas de plata y mil porciones de comida.”

La sonrisa confiada de Mu Pi y la indiferencia del rey estaban encon-


trándose en silencio…

Jun Xuanxiao apretó suavemente el brazo del trono, pero no habló,


en cambio, el eunuco que lo acompañaba comenzó a reprender al
maestro sonoramente…

“¡Atrevido! ¿Cómo se atreve a hablarle de esa forma a Su Alteza? ¡Ni


siquiera se arrodilló!”

El rey hizo un ademán de que se detuviera y le preguntó interesado.


“Como lo has pedido, ¿confiabas en que lo ibas a obtener?”

“Su Alteza es sabio.” Mu Pi le dijo sonriendo. “Ahora que el Rey de


Corea y los hunos han formado una alianza, Su Alteza debe saber
que mientras me dé la plata y los granos, convenceré al rey de que
se retire de la alianza y del ataque contra la Dinastía Jìng.”

“Interesante.” Jun Xuanxiao se rio. “Desafortunadamente, la fuerza


militar de Corea, a los ojos de este rey, no vale mil días de granos.”

Mu Pi había esperado esta respuesta y habló inclinando la cabeza.


“Su Alteza no debe de engañarse a sí mismo. Los coreanos no son
buenos pelando naturalmente, pero usted debe haber escuchado
que el reino es rico y próspero. Los hunos son valientes y aguerridos,
pero han estado siempre limitados por falta de alimento. En esta si-
tuación, las dos partes pueden tomar ventaja uno del otro.”

616
Cuando el maestro iba a la mitad de su discurso levantó la mirada y
vio al rey con confianza…

Jun Xuanxiao se rio sonoramente.

“No esperaba que de la grandiosa Familia Chu del pasado, la sangre


restante corriera hacia Corea, reducido a ser sólo un esclavo de otros
y haciendo cosas para tomar ventaja del incendio.”

La sonrisa de Mu Pi, que al principio era ligera como una brisa de


primavera, de pronto se engarrotó.

617
149

Prohibido

Mu Pi pensó que tenía la ventaja, pero no esperaba que el Rey de


Zhen Bei descubriera su identidad.

El expuesto Mu Pi se apresuró y dijo. “Los ojos de Su Alteza son co-


mo una antorcha, realmente el nombre de Mu Pi es sólo un pseudó-
nimo en Corea, mi nombre es Ling y la situación de los descendientes
del Clan Chu es conocida. Le pido que no me culpe.”

“Tu nombre no le importa a este rey.” Jun Xuanxiao tarareó suave-


mente. “A este rey simplemente no le gusta que alguien intente en-
gañarlo en su cara.”

Si este encuentro hubiera sucedido antes, en cuanto Jun Xuanxiao


hubiera reconocido el nombre de familia Chu, lo habría ejecutado.
Pero desde que casi perdió a Chen Yu, su interés en la Tumba del Rey
Chu se había apagado poco a poco y ahora, incluso se había vuelto
un tabú en su mente. El pedazo de dedo ensangrentado dentro de la
caja esmeralda se había vuelto una sombra que lo atormentaba.

Chu Ling asintió y contestó con una sonrisa. “La propuesta que le he
presentado, espero que Su Alteza la considere.”

“¿Considerarla?” El rey golpeó con los dedos en el Trono del Dragón


y dijo. “Este rey te ha expuesto y lo ha dejado pasar, puedes darle las
gracias a tu nombre de familia Chu por eso.”

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Chu Ling habló de manera humilde. “Su Alteza no lo hará, aunque
para el mundo exterior se rumorea que es una persona impulsiva y
brutal, de acuerdo a Chu Ling, Su Alteza es honesto y honorable, no
un hombre imprudente que sólo usa cuchillos.”

Jun Xuanxiao se rio entre dientes, si hubiera seguido su tempera-


mento, Chu Ling ya estaría muerto, pero ahora que sabía que era un
miembro del Clan Chu no podía evitar pensar en los sentimientos
Chen Yu. Sólo lo tenía a él, no tenía otros parientes en el mundo, ni
siquiera personas que compartieran su linaje en la mínima propor-
ción y se sentía sólo.

“La Dinastía Jìng está llena de cuentos populares y hay otro empera-
dor escondido esperando su oportunidad, se puede decir que Su Al-
teza tiene problemas internos y externos. Ahora sólo necesita pagar
un poco de dinero para deshacerse de uno de sus enemigos, así Su
Alteza se sentiría más tranquilo lidiando con los otros peligros. Creo
que es un buen trato para Su Alteza.”

Chu Ling hablaba suave y elegantemente, con un tono congruente y


sincero, era fácil para la gente común escucharlo y estar de acuerdo
con lo que fuera que dijera.

El rey volteó la mirada a un lado y dijo. “Tu Clan Chu es extremada-


mente pequeño y aun así, ¿quieres asegurarte dinero y comida para
volver a ser el gran Clan Chu?”

“Ese no es el caso.” Chu Ling dijo. “La vitalidad del Clan Chu ha sido
gravemente herida, como Su Alteza lo ha dicho, la Familia Real no
consta más que de un puñado de personas y no podría ser revivida ni
en cientos de años. Su Alteza puede estar tranquilo, pero el Clan Chu

619
tiene su orgullo y sin importar lo mal que esté, seguiremos respiran-
do. Cada año, no es nada barato alimentar a los esclavos y sirvientes,
por lo que tuve que salir y ganar dinero.”

Jun Xuanxiao permaneció en silencio, pensando que las palabras de


Chu Ling eran creíbles de alguna manera.

Chu Ling pensó que había logrado conmoverlo y continuó hablando.


“Enfrente de Corea y el rey, mis palabras han ganado peso. Si Su Al-
teza acepta la propuesta, incluso puedo convencer al rey de que
forme una alianza con usted. Como resultado, los hunos se queda-
rían sin comida y seguirían siendo débiles. Su Alteza podría formar
una nueva alianza…”

“¿Ya terminaste?” Jun Xuanxiao lo interrumpió. “Si sólo has venido a


la capital con ese propósito, este rey teme que habrá un miembro
del Clan Chu menos en el mundo.”

Chu Ling se atragantó, suspiró y habló cortésmente. “Su Alteza, de


hecho, Chu Ling también fue encomendado por los ancianos de su
clan para ver al miembro del Clan Chu que está con usted.”

El rey frunció el entrecejo con desaprobación, proyectando una ima-


gen más hostil e imponente.

“No lo malinterprete, los ancianos del clan sólo están preocupados,


usted sabe que no quedan muchos miembros del Clan Chu y cada
uno de ellos es valioso para la familia. Si no hubiéramos hecho nues-
tros mejores esfuerzos estos años, no habríamos podido recuperar el
clan y la familia habría pasado a la historia.”

620
“¿De verdad? Por lo visto estas bastante bien informado de la situa-
ción dentro de la Dinastía Jìng.” Jun Xuanxiao se burló.

Chu Ling habló con humildad. “No me atrevería. El Mausoleo Juns-


han es la tumba ancestral del Clan Chu y fue redescubierto de pronto
por el emperador hace unos meses, en secreto, nosotros lo estába-
mos investigando. Nunca fue nuestra intención meternos en los
asuntos privados de Su Alteza.”

“Si es realmente descendiente del Clan Chu, ¿qué harían ustedes?


¿Llevárselo?”

Chu Ling agitó las manos apresuradamente y dijo. “¿Cómo nos atre-
veríamos a revelarnos en contra de Su Alteza? Para ser honesto, los
resultados de nuestra investigación han confirmado que él es here-
dero del linaje Real del Clan Chu y es, incluso, un primo que salió de
la quinta generación. No sólo el Clan Chu y Su Alteza no debemos es-
tar en contra, sino que debemos construir una relación más estre-
cha.”

“Yu-er no es un descendiente de la Familia Real Chu y no es el esla-


bón entre este rey y el Clan Chu, ni se les ocurra querer usar la rela-
ción que tiene con este rey.”

La actitud de Jun Xuanxiao era brusca, Chen Yu era su persona


prohibida y había alcanzado su límite.

En el carruaje, de regreso a la residencia en la montaña, Jun Xuan-


xiao continuaba pensado si debía permitir que Yu-er se encontrara
con su gente. La identidad Chu le había causado mucho daño, el rey

621
no quería que tuviera ninguna relación con el clan, pero ahora inten-
taba ponerse en el lugar de Chen Yu y sabía que tenía que considerar
sus sentimientos. Si él supiera que todavía tenía parientes en el
mundo, ¿estaría feliz? Siempre y cuando pudiera complacerlo, Jun
Xuanxiao podía renunciar a su propia voluntad.

622
150

Quiero

Las linternas colgaban fuera de la residencia y una suave luz brillaba


dentro de la habitación de Chen Yu, cuando el rey bajó del caballo y
miró a lo lejos, estaba en un pequeño trance. Su impetuosa ambición
se había calmado y, de pronto, sintió que pertenecía a ese lugar.

Incluso en el palacio del norte, Jun Xuanxiao nunca se había sentido


de esta manera. No era una persona con una vida pacífica, peleaba
todo el tiempo y, casi siempre que el Ejército de Zhen Bei tenía que ir
al campo de batalla, él participaba en la pelea.

Sus padres habían muerto mucho tiempo atrás y se había acostum-


brado a vivir sin ningún familiar en todo el mundo. Más tarde, se ha-
bía casado por presión del emperador con la princesa Dairou, pero
nunca había sentido verdadero amor por ella. No era romántico y
era perezoso, y veía a las concubinas como juguetes y mascotas, pe-
ro Chen Yu había irrumpido en su corazón y solamente se había sen-
tido completo con esa persona desde entonces.

El rey miró la luz en la residencia y su boca se convirtió en una sonri-


sa sin darse cuenta. Esta era la pequeña familia de Jun Xuanxiao y
Chen Yu, no necesitaba ser tan espléndida como en el Palacio Real,
una persona esperando por su regreso era suficiente.

Jun Xuanxiao caminó dentro de la casa suavemente, viendo una es-


palda hermosa y elegante, y su corazón se calentó. Chen Yu estaba

623
concentrado, escribiendo y dibujando en el escritorio, no se había
dado cuenta de que el rey se había parado justo detrás de él.

“Yu-er, ¿qué estas escribiendo?”

La voz era suave, pero de todos modos asustó a Chen Yu que se puso
rígido inmediatamente.

Aunque lo había asustado, parecía que se había acostumbrado a su


presencia, ¿tal vez ya no le temía tanto? Jun Xuanxiao pensó en ha-
cerle una pequeña maldad, pero no se atrevía a asustar en serio a
Chen Yu, después de todo, si perdía todo el progreso que había lo-
grado no tendría a quien más echarle la culpa.

El rey se sentó enfrente de Chen Yu y miró el papel sobre el escrito-


rio.

“¿Mediante la Justicia?” El rey preguntó extrañado. “Yu-er, ¿planeas


hacer el examen de eruditos?”

Chen Yu no quería ponerle atención al abusador, levantó el papel y


se dio la vuelta, dándole la espalda a Jun Xuanxiao.

Chen Yu había decidido que tenía que tener alguna habilidad para
poder escapar del encierro del abusador y, aunque no tenía mucha
fuerza ni resistencia, tenía una buena memoria. Después de haber
leído el libro por tanto tiempo, finalmente tendría una oportunidad
para sacarle provecho ese año. La Evaluación Imperial era inminente
y le había pedido a uno de los sirvientes que lo registrará para pre-
sentarla.

624
El rey estaba acostumbrado a su indiferencia y pensó tontamente. ‘El
Yu-er de mi familia se ve bien, ¡incluso cuando sólo puedo ver su es-
palda!’

“Yu-er, ¿de verdad vas a ignorar a este rey?” Jun Xuanxiao sacudió la
cabeza y suspiró. “Te iba a contar las buenas noticias de que un fami-
liar tuyo vino a la capital. Yu-er, en este mundo, todavía tienes pa-
rientes.”

Jun Xuanxiao no le escondió nada, sabía que Chen Yu se sentía muy


solo y casi no podía soportarlo. Ciertamente, la cabeza de Chen Yu se
giró un poco y su rostro quedaba un poco a la vista. No, el abusador
tenía muchos trucos y no debía caer en sus engaños tan fácilmente.
Chen Yu estaba muy confundido.

“¡Lo que te dijo este rey es cierto! Esta vez no te mentiría. Afirmó
que era tu primo, pero si no quieres verlo, mañana le diré que se va-
ya.”

El rey observaba sus movimientos sutiles y no pudo evitar seguir in-


tentando.

Chen Yu apretó los puños y finalmente se dio la vuelta a medio ca-


mino, mirándolo con sospecha. ‘Si te atreves a mentirme de nuevo,
¡tendremos un desacuerdo!’

“¿Quieres verlo? Díselo a este rey, aunque sea sólo media palabra,
¿de acuerdo?”

Jun Xuanxiao había visto una oportunidad y la iba a aprovechar, co-


mo si estuviera mostrándole un pedazo de carne a una pequeña bes-

625
tia. Chen Yu, hablaba libremente con Hong Lian y Bian XIV, pero no le
había hablado a él ni una vez.

La precaución de Chen Yu no desapareció, bajó la cabeza y no dijo


nada.

“Qué lástima.” El rey se levantó y suspiró. “Parece que no quieres


verlo, este rey se lo dirá y lo mandará de regreso. Yu-er sólo quiere
quedarse en la capital y permanecer al lado de este rey. A Yu-er le
gusta estar con este rey, en el futuro seguiremos compartiendo el
mismo dormitorio y ¡compartiremos todo!”

Chen Yu estaba ansioso, agarró la manga de Jun Xuanxiao y abrió sus


delgados labios. “Quiero…”

Su voz fue baja, un poco ronca y la pronunciación confusa, el rey casi


lo había entendido como Oh, pero para él, era como el sonido de un
hada, sus emociones se desbordaron y miró los ojos negros de Chen
Yu, sintiéndose tan emocionado que se había quedado sin palabras.
Aunque el método había sido un poco cruel, Chen Yu le había dicho
una palabra finalmente y estaba tan feliz que se olvidó de todo, pero
cuando pensó al respecto de que Yu-er le había dicho su primera pa-
labra por sus parientes, sintió envidia y enojo.

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151

Escuchando a escondidas

Cuando Chu Ling fue a visitar a Chen Yu, en lugar de usar el uniforme
oficial coreano, se había puesto una bata color azul cielo con bordes
dorados bordados y una corona de jade en la frente, que era la ropa
típica del Clan Chu. Su cuerpo delgado era alto, casi de la misma altu-
ra que Jun Xuanxiao, pero no tan corpulento, tenía los hombros más
angostos y su elegancia era como la de un bambú.

“Su Excelencia, su conjunto ha estado fuera de moda por mucho


tiempo.”

Jun Xuanxiao habló con desdén, no se había fijado en la apariencia


de Chu Ling, sin embargo, con las ropas que llevaba en ese momen-
to, había ganado una imagen elegante. Cuando el rey pensaba que
se había vestido de esa forma deliberadamente porque iba a ver a
Chen Yu, su boca se ponía un poco amarga. Realmente estaba lle-
vando a otro hombre a ver a Yu-er, nunca lo habría pensado, no pu-
do evitar levantar el pecho y procurar sobresalir al lado del otro
hombre. Sin embargo, después de todo, él había accedido y parecía
mezquino arrepentirse de improvisto.

Chu Ling no parecía darse cuenta de la hostilidad del rey y le dijo


sonriendo. “Es costumbre usar las ropas del Clan Chu debajo de
cualquier otras, Su Alteza no debe sorprenderse.”

“Pfff”

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El rey tarareó, ¿por qué era tan extraño? Aunque el temperamento
de Chu Ling era realmente bueno, él estaba más confiado en sí mis-
mo. Jun Xuanxiao se bajó del caballo negro de un salto, viendo desde
lejos que Chen Yu estaba parado afuera de la residencia esperando y
el rey levantó las cejas ligeramente. Probablemente tenía muchas
ganas de ver a sus parientes, los ojos de Chen Yu brillaban y estaba
de muy buen humor. La palabra emoción estaba casi escrita en su
rostro.

Los ojos de Chen Yu estaban fijos en Chu Ling, ni siquiera había vol-
teado a ver a Jun Xuanxiao, y él le gritó. “¡Yu-er!”

Aun no lo miraba a él.

Las cejas de Chen Yu siempre estaban estiradas con un aire de preo-


cupación, sin embargo, ahora que miraba a Chu Ling, su actitud era
cordial. Realmente la sangre era más espesa que el agua y su paren-
tesco aumentaba su buena voluntad. Tal vez, realmente anhelaba
demasiado por sus parientes.

De todos modos, el abusador realmente no le había mentido esta


vez.

“¿Te llamas Yu-er?”

El tono de voz de Chu Ling era amable y estaba honestamente feliz


de ver a Chen Yu.

Chen Yu asintió, Chu Ling le sonrió amablemente y se acercó para


acariciarle el cabello con un cariño fraternal.

“Claramente eres un descendiente del Clan Chu. Yu-er eres realmen-


te hermoso, incluso entre todos los del Clan Chu, eres absolutamen-
628
te único. Al menos, yo nunca he visto a nadie que sea más atractivo
que tú en el mundo entero. Mi nombre es Chu Ling, tu madre era mi
tía, puedes llamarme hermano.”

Chen Yu no habló, aunque sentía que Chu Ling era amable, después
de todo era un extraño que acababa de conocer y se sentía avergon-
zado de hablar. Jaló la manga de Chu Ling y le hizo señas para que
entraran a la residencia.

Jun Xuanxiao le había dicho a Chu Ling que Chen Yu había aprendido
a hablar poco tiempo atrás y, si no era alguien conocido, no hablaría.
Por lo que Chu Ling no estaba sorprendido y avanzó para mantener-
se a su paso.

Siendo ignorado completamente por Chen Yu, el rey se quedó atrás


solo, sentía que se quemaba por los celos y la mirada de sus ojos era
asesina.

Chen Yu y Chu Ling se sentaron uno frente al otro y Jun Xuanxiao se


acomodó al lado de Chen Yu, lo más cerca posible. Chen Yu lo miró
de reojo, un abusador iba a ser siempre un abusador, su trasero era
tan grande que ocupaba más de la mitad del cojín, Chen Yu se alejó
de él.

“Yu-er, tu casa es muy bonita, tranquila y aislada.” Chu Ling miró a su


alrededor y alabó sinceramente.

Jun Xuanxiao sonrió y levantó su taza de té, le había dado a Yu-er la


mejor residencia para que la disfrutara.

“¿Tu padre y tu madre…” Chu Ling le preguntó suavemente.

629
La expresión de Chen Yu era apagada y contestó tranquilamente.
“Están muertos.”

Jun Xuanxiao casi escupió su té. Había estado esperando por tanto
tiempo, convenciéndolo y engañándolo, para que Chen Yu le res-
pondiera una palabra al fin. Pero este pariente suyo, al que no había
conocido por más del tiempo que tomaba beber media taza de té, ya
había logrado abrir el corazón de Chen Yu. ¡Dos palabras enteras!
Antes sólo tenía que preocuparse por Bian XIV, pero ahora, ¿de Chu
Ling también?

“¿Pero tienes otros hermanos o parientes cercanos?” Chu Ling siguió


preguntándole.

Chen Yu negó con la cabeza y dijo. “Desde que mi madre murió, sólo
quedo yo.”

Jun Xuanxiao miró fijamente a Chu Ling con ojos como lobo y aventó
una semilla en su boca, masticando con fuerza, como si estuviera
masticando sus huesos.

“Su Alteza.” Chu Ling no pudo evitar decirle. “Quisiera hablar unas
pocas palabras con Yu-er, ¿podría retirarse por un momento? Si no
se siente cómodo con la situación, puede quedarse cerca de la puer-
ta.”

El rey golpeó la mesa con sus manos y, aunque había controlado su


fuerza, la tapa de la tetera se cayó. Apunto de enojarse, el rey vio
que Chen Yu lo estaba mirando con disgusto, el enojo de Jun Xuan-
xiao se apagó como si hubiera sido cubierto por arena y se obligó a
controlarse.

630
“Yu-er, ¿quieres hablar con él a solas?” El rey le preguntó.

Obviamente, Chen Yu asintió. Desde que habían entrado a la habita-


ción era como si hubiera tambores y gongs, el rey era como un bi-
sonte y no los dejaba hablar en paz. Jun Xuanxiao respiró y se tragó
el enojo hasta el estómago con mucho esfuerzo, aguantando las ga-
nas de aventar a Chu Ling afuera de la residencia, había jurado que
respetaría los deseos de Chen Yu y ya no sería arbitrario.

“Bueno, si necesitas algo, sólo llama a este rey.” Jun Xuanxiao se le-
vantó y salió del cuarto.

Cuando cerró la puerta, sus ojos estaban llenos de furia y podría ha-
ber despedazado a Chu Ling en ese momento. No se fue, quería es-
cuchar que tipo de cosas le quería decir a Yu-er.

“Su Alteza...” Un sirviente pasó a su lado y, viéndolo inclinado con la


oreja pegada a la puerta, no podía creer que alguien tan imponente
como el rey pudiera estar escuchando conversaciones ajenas escon-
dido detrás de una puerta.

Jun Xuanxiao le lanzó una mirada y se enderezó con las manos a los
lados.

“Cof cof…Este rey…” Jun Xuanxiao estaba enojado y tardó en res-


ponderle. “¡Lárgate! Lo que este rey haga, ¡¿por qué tiene que expli-
cárselo a alguien como tú?!”

“Si, si.”

El sirviente estaba tan asustado que sus piernas se ablandaron y se


alejó lo más rápido que pudo, llevándose su gran caballo negro.

631
152

¡Este rey lo ama!

Ahora que sólo estaban Chu Ling y Chen Yu en la habitación, y Jun


Xuanxiao no estaba a su lado, Chen Yu bajó la guardia.

“Yu-er, ¿cómo has estado todos estos años?”

Chen Yu no había pensado si su vida había sido buena o mala, nunca


había visto de qué forma vivían otras personas y naturalmente no
sabía cómo compararse con otros. Pero sus días no eran buenos,
nunca pudo volver a reunirse con su madre, que era lo único que
podría haberlo hecho feliz.

Chen Yu permaneció en silencio y Chu Ling no preguntó más sobre el


tema. Sus ojos cayeron en la mano izquierda de Chen Yu y vio que,
debajo de la venda, no sobresalía el pequeño nudillo característico
del Clan Chu.

“Te lastimaron.”

Los ojos de Chu Ling se contrajeron y su mano se acercó para tocar la


herida, pero Chen Yu alejó su mano, no quería que otras personas lo
tocaran.

“¿Fue Su Alteza él que lo hizo?” Chu Ling sabía el significado de ese


nudillo.

Chen Yu negó con la cabeza y se señaló indicando que él se lo había


hecho a sí mismo, Chu Ling frunció las cejas entristecido.

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“El mundo es codicioso y el Rey de Zhen Bei es el más ambicioso. Es-
cuché que se casó contigo como concubina secundaría, pensando
que te protegería bien, pero no esperaba que por el tesoro de la
Tumba del Rey Chu fuera inevitablemente vulgar y te lastimaría. No
tienes que cubrirlo, quiero saber cuánto has sufrido este tiempo.”

Chen Yu no negó nada y sus ojos estaban tranquilos, de hecho, no


podía sentir el dolor ni el odio.

“En fin, los ancestros tuvieron grandes logros y nunca pensaron que
causarían tantos desastres a las futuras generaciones.” Chu Ling si-
guió hablando. “El emperador de la Dinastía Jìng estaba obsesionado
con las reliquias de la Dinastía Chu, por lo que después de establecer
su gobierno no se conformó con asesinar a la Familia Real Chu sino
que fue tras todos los descendientes y casi todos han sido asesina-
dos brutalmente. Solamente unos pocos logramos escondernos y
usar falsas identidades para ser capaces de sobrevivir, casi todas
nuestras experiencias han sido muy similares a la tuya.”

“Para poder continuar el legado del Clan Chu, varios de los ancianos
han buscado en secreto a los descendientes del clan por todos lados,
para escondernos en un lugar secreto. Pero la mayoría de la gente
Chu no se atreven a revelar su identidad y algunos se han casado con
extraños, los descendientes puros que quedan son muy pocos. En mi
generación, contándome a mí, sólo hay dos hombres y una mujer.
Afortunadamente te he encontrado, Yu-er.”

Chen Yu podía entender el sentimiento de simpatía mutua, después


de que perdió a su madre, su deseo por estar rodeado de seres que-
ridos había crecido con fuerza.

633
“Así que, Yu-er, ¿te gustaría regresar conmigo a nuestro escondite y
conocer al resto del clan? Estarían muy felices de conocerte.”

Chen Yu levantó la mirada y casi escupe su respuesta aprobatoria,


claro que quería ver a sus parientes, además de que no quería estar
cerca de su abusador sintiéndose preocupado todo el día. Pero esta-
ba un poco confundido e, inconscientemente, casi todo acerca de él
estaba relacionado con Jun Xuanxiao. Finalmente, teniendo una
oportunidad para marcharse, Chen Yu dudó. Debía actuar decidida-
mente, pero la figura del abusador era como una montaña que blo-
queaba todo enfrente de él y lo hacía temer por su vida.

“Yu-er, ¿no quieres? El Rey de Zhen Bei ha sido cruel contigo, no tie-
nes que pensar en él.” Chu Ling le preguntó inesperadamente.
“¿Tienes miedo de que el rey no acepte? Si quieres, puedes hablar
con él…”

“¡No tienes que decir nada más!”

Con grandes tremores, Jun Xuanxiao pateó la puerta y la rompió.

Al principio, había tratado de no escuchar, pero estaba preocupado


por la seguridad de Chen Yu, por lo que se quedó al lado de la puer-
ta. Sin embargo, cuando comenzó a escuchar como Chu Ling confun-
día a Chen Yu poco a poco, era claro que estaba tratando de secues-
trarlo. Si dejaba que siguiera hablando, ¡Chen Yu ya no podría negar-
se en cuanto su corazón se hubiera ablandado!

Jun Xuanxiao no pudo aguantarlo por más tiempo, rompió la puerta


para entrar y rodeó a Chen Yu con sus brazos, fulminando a Chu Ling
con la mirada.

634
“Si este rey hubiera sabido que sólo querías ver a Yu-er para confun-
dirlo, ¡te habría matado hace tiempo!”

El rey era imponente y Chu Ling sintió como si estuviera enfrentán-


dose con un caballo dorado, pero calmó su mente y no mostró su
afectación.

“Su Alteza, es bueno que Yu-er se reúna con sus parientes y también
lo desea en el fondo de su corazón. No hay ninguna intención mala,
¿por qué Su Alteza está tan alterado?”

“¿Tan alterado? Estás tratando de alejarlo de este rey. ¡Esta es la


ofensa más grande! ¿Realmente no sabes lo que Yu-er significa para
este rey? Quieres llevártelo lejos, ¡¿crees que este rey te lo permiti-
rá?!”

Jun Xuanxiao le gritó con terquedad, si no fuera porque Chu Ling era
un pariente de Chen Yu, él ya lo habría matado.

Chu Ling abrió la boca y le dijo con extrañeza. “El rey tiene otras con-
cubinas secundarias aparte de Yu-er. En el pasado ha tenido muchas
y en el futuro podrá tener muchas más, una menos no significa nada
para usted. ¿Por qué insiste tanto en aferrarse a Yu-er?”

Las venas de la frente de Jun Xuanxiao se hincharon y se pusieron


azules. No le gustaba que lo juzgaran de esa manera, especialmente
cuando había hecho un gran esfuerzo por cambiar y, además, que lo
hubiera dicho enfrente de Yu-er.

“Yu-er es diferente de ellas.” El rey habló con firmeza. “¡Este rey lo


ama!”

635
Esto sorprendió a Chu Ling, no esperaba ese tipo de declaración y la
reacción de Jun Xuanxiao había sido demasiado intensa.

“Oh, debí saberlo antes. Pero hay algo que no entiendo, si fuera cier-
to que Su Alteza lo ama, ¿por qué veo heridas viejas en todo el cuer-
po de Yu-er? Me atrevo a preguntarle al rey, ¿por qué la mano de
Yu-er está fracturada? ¿A dónde fue su nudillo? ¿Cómo es que ter-
minó con su estado mental tan deteriorado?”

El tono de voz de Chu Ling seguía siendo pacífico, pero su franqueza


golpeó directamente el corazón de Jun Xuanxiao.

636
153

Comprometido con…

Jun Xuanxiao levantó la espada, Chu Ling había golpeado directo en


su corazón y no podía negar nada de lo que le había preguntado. To-
do el daño que Yu-er había sufrido estaba, directa o indirectamente,
relacionado a él.

“¿Estas cuestionando a este rey?”

La voz de Jun Xuanxiao era imponente, sus brazos estaban un poco


engarrotados y sostenía a Chen Yu con fuerza. Se sentía culpable, no
importaba lo que hiciera, Chen Yu tenía cicatrices irreversibles en su
cuerpo. Esa era la evidencia de sus crímenes.

“No me atrevo.” Chu Ling evitó el filo de su espada. “Es sólo que du-
do de las palabras de Su Alteza, con las habilidades que tiene, ¿por
qué ni siquiera pudo proteger a la madre de Yu-er? Si este es el amor
del rey, tal vez Yu-er estaría más bendecido sin él.”

Jun Xuanxiao apretó los puños con fuerza, la sangre golpeó en sus
huesos encendiendo su temperamento violento, pero no podía sim-
plemente matar a alguien que lo había hecho enojar como antes,
porque le había jurado a Yu-er que cambiaría e iba a mantener su
palabra.

“Pensando en su herencia, usted no lo nombraría su concubina prin-


cipal o su reina, ¿cierto? ¿Acaso Su Alteza lo tratará siempre como
una concubina hermosa?”

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Jun Xuanxiao estaba siendo interrogado, él quería recuperar a Chen
Yu de corazón y pensaba en cómo lograr que él lo aceptara, pero
nunca pensó en el problema real…

¿Podría renunciar a otras mujeres y a sus herederos por Chen Yu? Si


algún día se casara con otra mujer para tener descendientes, ¿cuál
sería la situación de Chen Yu? Por primera vez, este problema había
sido planteado enfrente de él.

Viendo que el rey estaba absorto en sus reflexiones, Chu Ling pensó
que había logrado eliminar sus pretensiones, considerando su natu-
raleza insaciable. De hecho, todos los monarcas eran similares,
¿realmente renunciarían a un jardín completo por una sola flor?

“Como ese es el caso, estoy dispuesto a compensar al rey por esta


belleza del mundo, sólo le pido a Su Alteza que deje ir a Yu-er para
que pueda regresar con su familia.”

Jun Xuanxiao lo miró y dijo. “¿Cuándo dijo este rey que Yu-er sería
sólo una concubina en el futuro?”

Chu Ling estaba sorprendido.

“Este rey es el Rey de Zhen Bei por el momento y Yu-er es su única


concubina. Si recibe el título de emperador en el futuro, Yu-er será
su emperatriz. Este rey no aceptará a ninguna concubina nunca más,
sólo ama a Yu-er. Incluso si no tiene herederos, Yu-er nunca será per-
judicado.”

Sólo después de pensarlo por un momento, había tomado una deci-


sión definitiva, la medida de su corazón ya estaba determinada y na-
die era más importante que Chen Yu. En cuanto a Chen Ruofei, la in-

638
fame concubina secundaria, la mandaría lejos. A fin de cuentas, él
nunca la había visto como su pareja.

Chu Ling abrió la boca sorprendido y olvidó cerrarla, claro que pen-
saba que había hombres que podían obsesionarse y ser dedicados en
el mundo, ¿pero cómo podría el Rey de Zhen Bei ser una de esas
personas?

Jun Xuanxiao vio que no respondía en un largo tiempo y torció la bo-


ca, de ahora en adelante, nadie podía usar la idea de su descenden-
cia para provocarlo a él y a Chen Yu. Después de hacer esa afirma-
ción, Jun Xuanxiao no se sentía apesadumbrado, más bien se sentía
más relajado. Resultaba que así se sentía dedicarse a una sola perso-
na.

“Así que ni se te ocurra pensar que puedes hacer que este rey Y Yu-
er se separen, él no irá contigo.”

El hombre en sus brazos se dio la vuelta de repente. Chen Yu se sen-


tía avasallado incómodamente por Jun Xuanxiao, la fuerza de ese
abusador era sorprendente y, aunque se había controlado delibera-
damente, no podía ser gentil cuando estaba demasiado excitado. Los
huesos de Chen Yu estaban adoloridos, además, todavía le gustaba
rugir sonoramente y a Chen Yu le dolían los oídos. Se desembarazó
de los brazos del rey, soltó los hombros y lo miró con una expresión
de disgusto.

“¿Qué sucede Yu-er? ¿No estás dispuesto?” Jun Xuanxiao le pregun-


tó, mirando su pequeño rostro.

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¿Qué estaba dispuesto a hacer? El rey le había rugido a Chen Yu y
sus oídos estaban adoloridos, no había puesto atención a lo que Jun
Xuanxiao le había dicho en voz alta. ¿A quién amaba? ¿Qué tenía
que ver con él?

“Está decidido entonces.”

Chen Yu se mantuvo en silencio y Jun Xuanxiao inmediatamente in-


tercedió.

Chu Ling dijo. “Como este es el caso, al parecer no puedo llevar a Yu-
er conmigo por el momento. Si Su Alteza mantiene su promesa y tra-
ta a Yu-er como dijo, no podemos competir contra usted y no tengo
nada más que decir. Pero si Su Alteza cambia de opinión, espero que
me contacte y me deje llevar a Yu-er con su familia.”

“¡Ni si quiera lo pienses!”

Jun Xuanxiao habló con determinación, dejando claro que cualquier


intento de llevarse a Chen Yu lejos sería exterminado.

“Eso espero.” Chu Ling dijo sonriendo.

Chen Yu volteó a ver a Chu Ling y le preguntó. “¿Te irás?”

Chu Ling no tuvo otra opción más que responder. “Si hay alguna
oportunidad en el futuro y si Yu-er quiere darle una mirada al Clan,
este hermano le dará la bienvenida.”

Chen Yu miró con sospecha a Jun Xuanxiao y, aunque no quería pen-


sar al respecto, sentía que sólo era un abusador que lo quería some-
ter. Su corazón se sentía más melancólico, ¿habría algún libro que

640
describiera como los campesinos se rebelaban y derrotaban a un te-
rrateniente rico?

641
154

Masculino

Tres días después, Jun Xuanxiao, que no se había proclamado empe-


rador, finalmente se puso las ropas de emperador con bordados de
dragón. Visitó la Pagoda de los Nueve Dragones, roció el vino y pre-
sentó sus respetos a los cielos. Cambió el nombre de su país a ,
visión, sin importar que fuera muy cercano a Jìng, paz, pero a fin de
cuentas era un cambio de dinastía. La Dinastía Jìng había durado
doscientos veintinueve años y, de ahora en adelante, era la Era J ng.

La campana y el tambor de la mañana sonaron, y la gente de la capi-


tal se arrodilló en la dirección del palacio.

No importaba si eran sinceros o reacios, todos tenían que arrodillar-


se y gritar. “Larga vida al emperador.”

Debían felicitar al Emperador Xuan como el padre fundador de la Di-


nastía J ng, después de todo, los días estaban decididos y nadie se
atrevía a oponerse a él, pero el primer decreto después de la ascen-
sión del Emperador Xuan hizo que los ojos de todos los ministros ca-
yeran de inmediato. No habría más concubinas y Chen Yu tenía que
ser reconocido como la emperatriz, era realmente sorprendente de-
cretar a un hombre de esa manera, sería la primera persona desde
tiempos antiguos. Había mucha discusión en el Gran Salón, espe-
cialmente los eruditos ancianos encargados del Libro de los Rituales,
se oponían tajantemente. Los eruditos habían jurado seguir las re-

642
glas de etiqueta y, para ellos, esta situación realmente haría llorar a
los fantasmas y dioses.

“¡Emperador! Desde tiempos antiguos, ¡no ha habido precedentes


para que los emperadores establezcan a hombres como acompañan-
tes! Esto es una blasfemia contra Confucio, no puede ignorar el ca-
mino de los monarcas.”

“Entonces yo establezco este precedente.”

Jun Xuanxiao interrumpió a los eruditos, que estaban casi tirados en


el suelo y miró a su alrededor. Casi la mitad de sus ministros estaban
arrodillados en el suelo, de los cuales, todos estaban en contra de su
edicto.

“El emperador es el padre fundador del Reino de la Dinastía J ng, pe-


ro ha quedado fascinado por esa belleza y está dedicado a esa mas-
cota masculina. Esto sería una mancha para el emperador en los li-
bros de historia, incluso si el emperador llega a ser un monarca res-
plandeciente, las futuras generaciones sólo pensarían que el empe-
rador era un inconsciente.”

Jun Xuanxiao dijo con impaciencia. “Lo diré de nuevo, ya sea un mo-
narca malvado, tirano o débil, nunca dije que era un monarca res-
plandeciente y no me importa ser ridiculizado por las futuras gene-
raciones. Todos vieron cual fue el fin del supervisor de la cárcel Qin
Tian, ¿cierto?”

“El buen emperador puede hacer lo que quiera y este viejo ministro
no tiene otra opción.” El ministro habló con cortesía, levantó la ca-
beza y preguntó. “Sin embargo, ¿por qué el emperador abolió a las

643
concubinas? Desde los tiempos antiguos, el emperador debe aceptar
el harén y tener herederos para que el reino pueda prosperar.”

Jun Xuanxiao preguntó seriamente. “Oh, lo que dices es que como


Chen Yu no puede tener hijos, ¿entonces no es apropiado para el
emperador?”

“Al emperador le gusta, naturalmente puede mantenerlo como una


mascota masculina e incluso nombrarlo concubina. En la historia, ha
habido muchos emperadores que preferían la compañía de los hom-
bres, pero la posición de emperatriz debe ser cubierta por otro tipo
de virtud y el harén es necesario para la prosperidad del emperador.
Su Alteza, retire su voluntad y acepte a una mujer hermosa como
concubina.”

Jun Xuanxiao lo pensó por un momento y dijo con enojo. “Esto sería
un dolor de cabeza para mí, hay demasiadas bellezas en el mundo,
¿quién podría ser mi emperatriz? ¿El ministro cree ser capaz de ele-
gir a quien debo amar?”

El ministro se detuvo y dijo con cuidado. “Naturalmente debe ser la


favorita del emperador, este ministro piensa en privado que la hija
del Magistrado Chen, Chen Ruofei, es una buena candidata. Es una
mujer gentil, buena e inteligente. Me inclino con respeto y pruden-
cia, debería ser la primera opción del emperador.”

“¡Qué atrevida declaración!” Jun Xuanxiao perdió la calma de pron-


to. “¿Cuánta plata recibiste del Magistrado Chen?”

El ministro se asustó por la presencia imponente del emperador y se


arrodilló rápidamente. “¡Gran emperador! Este anciano no se puso

644
de acuerdo con nadie en privado, ha sido honesto y ¡no ha aceptado
sobornos!”

“Cuando el emperador Xiao Xiye estaba en el poder, ¿también le re-


comendaste a la Dama Chen para que entrara al palacio? Tienes una
relación muy cercana con el Magistrado Chen, ¿esperabas que no lo
supiera?”

La garganta del ministro había sido sujetada y le tomó un tiempo in-


clinarse.

“Quítenle el uniforme oficial, llévenlo al Templo Dali y ¡que espere su


destino! No quiero ver a nadie que pueda tener alianzas en privado.”

El ministro no se esperaba esta situación, siempre había sido cuida-


doso y decisivo, y pensaba que había podido mantener su relación
con el Magistrado Chen en secreto. Había pensado que el nuevo
emperador no tenía mucho conocimiento del gobierno anterior, pe-
ro resultaba que el emperador Xuan sabía sobre el asunto de ante-
mano y lo había convertido en el ejemplo del emperador. El ministro
fue arrastrado fuera del salón, gritando por misericordia, pero había
avergonzado al emperador enfrente de los sirvientes y nadie se atre-
vió a interceder por él.

“¿Alguien más tiene alguna otra objeción sobre lo que está a punto
de pasar?” Nadie se atrevió a hablar en todo el salón.

“Muy bien, entonces no quiero volver a escuchar alguna crítica sobre


este tema en el futuro, ¡los transgresores serán ejecutados sin mise-
ricordia!”

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Jun Xuanxiao, que estaba molesto con todo el asunto de la corte, sa-
lió del salón y caminó rápidamente al carruaje, ansioso por llegar a la
residencia de la montaña.

Respecto a decretar a Chen Yu como emperatriz, el emperador Xuan


quería convencerlo antes de hacerlo, pero él estaba pensando en sus
parientes Chu. Ni siquiera había escuchado su explicación, mucho
menos dirigirle una palabra y lo había evitado por tres días. Real-
mente se había sentido avergonzado y regresó a tratarlo como si
fuera aire.

“Yu-er, abre la puerta, escúchame y déjame que te lo explique. Aun-


que eres la emperatriz, no tienes que vivir en el palacio, no tengo ha-
rén y ya no tienes que preocuparte de que nadie quiera causarte
problemas. Sólo quiero decirle al mundo que eres mío, para que na-
die se atreva a lastimarte, no interferiré en tu vida, puedes ir a don-
de quieras y hacer lo que quieras.”

Jun Xuanxiao golpeaba en la puerta mientras hablaba dolorosamen-


te.

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155

Esta emperatriz

La puerta se abrió ligeramente rechinando.

“Yu-er, ¡finalmente abriste la puerta!”

Jun Xuanxiao forzó la puerta para entrar, temiendo que Chen Yu la


volviera a cerrar rápidamente. Chen Yu pensó que no volvería a abrir
la puerta nunca más y que tendrían que cambiarla de nuevo, este
oso tenía demasiada fuerza y, cuando estaba demasiado excitado,
era capaz de destruir la casa entera. Muchos objetos en la casa ya
habían sufrido por su fuerza.

Jun Xuanxiao se paró atrás de Chen Yu y le preguntó con ansiedad.


“Yu-er, ¿ya no estás enojado? Respecto a lo del decreto de la empe-
ratriz, yo…”

“No.”

Chen Yu no estaba enojado en lo absoluto y no sentía nada con res-


pecto a Jun Xuanxiao. Era simplemente que los sirvientes y el cocine-
ro de la residencia habían cambiado completamente la forma en que
lo trataban, ahora en cuanto lo veían se arrodillaban y le hacían re-
verencias exageradas. Antes, a veces le decían algunas palabras, pe-
ro ahora solamente temblaban. Con el cochero era la misma situa-
ción, lo había tratado normal cuando lo llevó a la evaluación para
eruditos, pero cuando iban de regreso, el cochero se había arrodilla-
do en frente de la puerta del carruaje pretendiendo que lo usara
como escalón y le había pedido a la emperatriz que se apoyara en él
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para bajar porque, debido a la lluvia, había un poco de lodo. Se ha-
brían desnucado y permanecido incomodos si él no se hubiera ence-
rrado en su habitación.

“Nada más no estés enojado.”

Jun Xuanxiao se tallaba las manos y se sentó al lado de Chen Yu,


viendo que había un librillo del gobierno en la mesita de al lado.

Chen Ruofei permanecía en su habitación cuando el decreto de Jun


Xuanxiao fue finalmente promulgado, un eunuco leyó que el harén
había sido desmantelado, Chen Yu era la emperatriz y sería el único
compañero del emperador. Chen Ruofei no supo que pasó después,
su mente estaba en blanco.

La escritura en rojo era particularmente conspicua en el libro dora-


do, las palabras Chen Yu eran como agujas afiladas. Originalmente,
ese nombre era suyo y debería ser ella la que estuviera registrada en
el decreto. Era un error, Chen Ruofei había renunciado voluntaria-
mente a la oportunidad de convertirse en la madre de la nación y de-
jó que Chen Yu se casara con el destino que le pertenecía a ella.

“Ja, ja, ja, ja, ja…”

Chen Ruofei sonreía más que nunca, con el rostro amargo, y su voz
resonó en el salón. Si no hubiera sido tan precavida desde el princi-
pio y se hubiera casado con el Rey de Zhen Bei, ¿el resultado habría
sido completamente diferente? Actualmente mandaría sobre sus
súbditos, ¿sería ella la emperatriz?

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“Esclavo corriente, ¡me robaste todo! ¡Esclavo barato! ¡Maldito bas-
tardo! ¡¿Por qué no te mueres?!”

Chen Ruofei no podía frenar las ganas de arrancar el nombre de


Chen Yu del Edicto Imperial, pero no se atrevía, incluso si lo odiaba,
en su opinión él sólo había tomado prestado su nombre para acer-
carse al Rey de Zhen Bei y quitarle todos los honores que le corres-
pondían.

“Señorita Chen, es la voluntad del emperador, mañana en la mañana


habrá un carruaje listo para que la escolte fuera del palacio, debería
empacar esta noche y no retrasarse.” El eunuco le confesó.

“¡¿Cómo me llamaste?!”

Chen Ruofei volteó su cabeza de pronto, mirando al viejo eunuco


con unos ojos llenos de odio.

El eunuco se sorprendió por su reacción y se limpió la garganta


apuntando al edicto con un dedo pálido. “Obviamente la llame Seño-
rita Chen.”

Chen Ruofei le gritó con aspereza, agarrando al eunuco de sus ropas.

“¡Soy la Concubina Imperial del Rey! Ahora que el Rey ha sido coro-
nado, mínimo debes llamarme emperatriz, ¡soy su emperatriz!”

El eunuco estaba asustado y la empujó con fuerza.

“¿La Dama Chen sigue soñando con tonterías? ¿El Rey la honró con
su presencia? Usted y yo lo sabemos muy bien, ¿necesita ser humi-
llada por los esclavos?”

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Chen Ruofei gritó histéricamente. “¡Soy la emperatriz! ¡¿Por qué no
te arrodillas y me llamas madre?! ¡Ten cuidado de que el emperador
te corte la cabeza!”

El eunuco se sonrojó y la aventó con fuerza al suelo, estaba enojado


y exasperado. “Si puede hacer que el emperador se compadezca de
usted, como con la emperatriz, este esclavo estará dispuesto a lla-
marla concubina. Pero Dama Chen, como eso no es posible, no sea
delirante y ¡haga que la gente se burle de usted!”

El eunuco resopló y se fue, no quería tener problemas con esa mujer


loca.

Chen Ruofei cayó al suelo y no se levantó por un tiempo. “¡¿Des-


tino?! ¿Esta es mi vida? No, ¡ese zorro se robó mi vida! ¡Tiene que
morir!”

Viendo a Chen Ruofei triste y miserable, su sirvienta dudó un mo-


mento antes de acercarse a ayudarla. “Señorita levántese, el piso es-
ta frío…”

¡Zas!

Había una huella roja de una mano en el rostro de la sirvienta del pa-
lacio y sus ojos estaban llenos de lágrimas.

Chen Ruofei habló con fiereza. “¡Sirvienta corriente! ¿Te atreves a


despreciarme? ¡Soy la concubina del palacio! ¡Soy la emperatriz! Si
me llamas incorrectamente de nuevo, ¡esta emperatriz castigará a
todo tu clan!”

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La sirvienta se cubrió el rostro, había sido abofeteada varias veces en
los días que había servido a Chen Ruofei, pero había tenido que
aguantarla en silencio mientras le robaba el oro y plata.

Sin importar que estuviera causando problemas de nuevo, en cuanto


fue la hora estipulada, el carruaje llegó a la puerta de su residencia y
casi tuvieron que escoltarla hasta el carruaje. Chen Ruofei maldijo
por un tiempo, pero al final se rindió y el carruaje abandonó del pa-
lacio.

“¡Alto!”

“¿Qué dice Señorita Chen?” El cochero le preguntó.

Chen Ruofei saltó fuera del carruaje con sus posesiones y le dijo.
“Regresa al palacio.”

“Señorita Chen, a este sirviente le ordenaron…”

El cochero fue interrumpido por ella. “¡Te digo que te vayas! El em-
perador sólo te ordenó que me sacaras del palacio, ahora que he sa-
lido, regresaré a la ciudad del norte por mi cuenta. Cuando otros te
pregunten, diles que yo insistí.”

El sirviente dudó por un momento e hizo que el carruaje diera la


vuelta, de todos modos al emperador no le importaba esta mujer in-
significante y no preguntaría por su destino.

Chen Ruofei encontró una posada y se instaló. ¿Cómo estaría dis-


puesta a regresar a la Residencia del Magistrado en el norte en su
actual situación? ¡¿Cómo se reirían sus hermanas y las damas nobles
de ella?! ¡No podía aceptarlo!

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Chen Ruofei y un hombre barbudo se hospedaban en la posada, en
cuartos adyacentes.

“¡Lárgate! ¡Déjame entrar primero!”

Chen Ruofei empujó al hombre enfrente de una escalera, el hombre


se movió a un lado para evitarla y la miró con brusquedad.

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Tú vete

Song Qing despertó de nuevo en la habitación de Hong Lian.

Como de costumbre, el Loto Rojo estaba desparramado en toda la


cama y sus piernas, blancas y delgadas, descansaban sobre el abdo-
men de Song Qing. Dormía con una postura extremadamente atrevi-
da y completamente alejada de su costumbre de aparentar un en-
canto elegante.

Song Qing se despertó de repente, sin sentirse aturdido, abrió la bo-


ca y miró el rostro de Hong Lian por un rato, incapaz de hablar. Se
había acostado con él de nuevo, en los últimos días, habían termina-
do juntos en la cama cinco veces. La fragante escena de la noche
surgió en su mente, comenzó cuando el Loto Rojo llegó corriendo
sosteniendo una jarra de vino, pidiéndole que bebieran bajo la luz de
la luna y como él se sentía con el corazón apesadumbrado, aceptó.
Después, de alguna manera, el Loto Rojo comenzó a volverse más y
más encantador a los ojos de Song Qing, y sus rasgos se mezclaron
con los de la persona que tenía en su mente. Bajo un fuerte impulso,
tomó la iniciativa de abalanzarse sobre Hong Lian.

No tenía dudas de que Hong Lian lo había seducido, pero como podía
él quedarse quieto y dejarlo, pensaba que él era diferente de esos
hombres románticos, siempre se enorgullecía de que no perdería la
razón ni sería tentado fácilmente. Pero Song Qing estaba equivoca-
do, su respuesta era la de cualquier hombre, su naturaleza animal

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era la misma que cualquiera. De que otra manera podía explicarlo,
todas las veces, sólo bastaba con un poco de coqueteo del Loto Rojo
y ¿se volvía incapaz de refrenar sus impulsos?

Se palmeó la cabeza, se sentía muy triste, después de tantos años de


entrenamiento era tan impulsivo como un perro hambriento.

“Mmm…”

Un tarareo complaciente llegó desde atrás de él, la mano de Hong


Lian envolvió su cintura desde su espalda y su rostro se apoyó en el
hombro de Song Qing, cálido y afectivo.

“Tío Song, ¿no podríamos levantarnos tarde hoy? Es demasiado des-


considerado exigirle tanto a este esclavo, hace que me sienta triste.”

Habiendo dicho eso, su mano tocó el pecho musculoso juguetona-


mente y pellizcó en algunos lugares provocativamente.

“Suéltame.”

Song Qing habló con enojo, pero las manos de Hong Lian parecían
usar magia negra, no podía engañarse a sí mismo, a su cuerpo le gus-
taba que lo tocara él y había señales de eso que comenzaban a ha-
cerse evidentes.

Pero tenía que intentar contener sus pensamientos lascivos, entre


más pensaba de esa manera de Hong Lian, más avergonzado e inse-
guro de sí mismo se sentiría después.

“Ji, ji… Claramente a Song le gusta, ¿por qué tiene que estarse enga-
ñando?”

El Loto Rojo sonrió y lamió su piel tentadoramente.


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Song Qing sentía su cuerpo lleno de una corriente eléctrica y se es-
tremeció descontroladamente, enojándose más y más, alejando a
Hong Lian de un empujón.

“¡Tú! ¡¿No puedes tratarte con más respeto?!”

El reproche de Song Qing fue obviamente débil, Hong Lian se divertía


cuando lo veía enojado, y se rio descaradamente.

“Tío Song, este es tu problema de hombre engreído, obviamente to-


dos son lascivos, pero tratan de aparentar ser unos caballeros. Tie-
nes la perseverancia de alejar a este esclavo ahora, ¿pero por qué no
le hablaste de autoestima y amor propio mientras lo sometías ano-
che?”

Song Qing se sentía avergonzado, sin embargo, si él mismo no se hu-


biera dejado llevar por sus pensamientos lascivos, ¿Hong Lian lo ha-
bría terminado forzando? ¿Cuál era su justificación para culpar a
Hong Lian?

“De acuerdo, ¡soy una bestia con ropa!”

Song Qing se limpió el rostro y permaneció entristecido.

“Tú vete.” Song Qing finalmente habló con debilidad.

Hong Lian se sentó en la cama y le preguntó. “¿Qué quieres decir?


¿A dónde quieres que vaya este esclavo? Esta es su casa.”

“¡Vete de la casa de este comandante!” Song Qing le dijo. “Vete a


donde quieras, pero no te quedes cerca de mí, no soy un buen hom-
bre, no llegaremos a nada tú y yo, sólo voy a lastimarte así que vete.
Es lo mejor para los dos.”

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El Loto Rojo resopló. “Entonces sólo te gusta seducir a este esclavo,
pero tú me debes y prometiste hacerte cargo de mí.”

“¡¿Yo te seduje?!”

Song Qing pensó por un momento, pero entre más lo pensaba, más
se enternecía su corazón. Ciertamente le había hecho una promesa a
Hong Lian, había dejado que malinterpretará las cosas y que los dos
tomaran malas decisiones paso a paso. Pensó que podía persuadir al
rey para que fuera mejor persona, pero sólo había acabado cayendo
en el abismo. Si hubiera sabido como terminaría el día de hoy, nunca
hubiera aceptado desde el principio.

“Yo no lo hice.” Song Qing habló aturdido. “Te daré diez mil hojas de
plata, búscate un buen trabajo con el que seas capaz de sostenerte
día a día.”

“Jo, jo…” Hong Lian se rio. “¿Diez mil? No es suficiente dinero por
pasar la noche con este cotizado esclavo, además, un comandante
del Ejército Real, ¿sólo puede pagar diez mil hojas de plata? No me
iré.”

“Es todo lo que tengo.”

Song Qing inclinó la cabeza, diez mil hojas de plata ya eran una suma
astronómica para una persona común, sin embargo sabía que el Loto
Rojo estaba acostumbrado a pasar el día sentado y comiendo, pero
gastaba descontroladamente. Claro que habría personas de la corte
que podrían prestarle dinero, pero nunca había tratado con otros
oficiales y todos sus ahorros provenían de su salario y de las recom-

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pensas por sus logros de guerra anteriores. Tal vez tendría algunas
joyas de oro y jade para vender.

“Donde viva este esclavo no importa, al menos cien mil hojas para
compensar, cuando las consigas podrás hacer que este esclavo se
vaya.”

“Tú…”

“Comandante Song, solamente son cien mil, de hecho, mientras es-


tés dispuesto cualquiera en la corte te lo daría en el transcurso del
día.”

“¡No tomaré sobornos!”

Song Qing reaccionó como si estuviera evitando a una serpiente ve-


nenosa y se alejó del sonriente Loto Rojo. Hong Lian era venenoso y
no se podía deshacer de él.

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157

Luz de luna blanca, lunar bermellón

Hong Lian tronó la boca dos veces, se levantó de la cama, caminó


desnudo y, aunque su figura era delgada, su trasero estaba levanta-
do y redondeado. Song Qing se sintió tentado de nuevo y volteó el
rostro rápidamente.

“El tío Song ha puesto demasiadas reglas en su corazón, si estuviera


dispuesto a dejarlas ir, como lo hace este esclavo, tal vez tu vida se-
ría más feliz.”

Después de escuchar las palabras hirientes de Hong Lian, Song Qing


volteó y vio que se estaba poniendo una bata de raso. Sin embargo,
de pronto, vio una pálida marca carmesí en su hombro. Song Qing
estaba aturdido, sus ojos se pusieron redondos, corrió a agarrar a
Hong Lian y le quitó la ropa.

“Si claro, el tío Song viene en cuanto este esclavo se ha vestido, el


mono está demasiado apurado.”

Hong Lian parpadeo viendo a Song Qing, pero él no lo estaba miran-


do, solo veía la marca roja de su hombro. Era una flor de cinco péta-
los, como una flor de durazno en plena floración.

“¿Cómo puede ser? Es imposible.”

Song Qing murmuraba como si hubiera perdido la razón. El Loto Rojo


le sonrió con incomodidad, rápidamente se subió las ropas y se vistió
apropiadamente.

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“El tío Song realmente no tiene idea, ¿se le hace particularmente
bonito el tatuaje de este esclavo? Todas las prostitutas jóvenes del
establecimiento Qin Huai son marcadas con un diseño.” Hong Lian
hablaba casualmente. “El patrón de este esclavo es una flor de du-
razno y a los clientes les gustaba llamarlo trasero de durazno.”

Song Qing estaba sorprendido y no se dio cuenta de que el tono de


voz del Loto Rojo era más tieso que de costumbre, más crudo.

“Enséñamelo.” Song Qing lo agarró del hombro, pero Hong Lian lo


movió y se soltó de él.

“No.” El Loto Rojo habló sonrojado. “Sólo hace unos momentos es-
tabas corriendo a este esclavo y ahora quieres ver su cuerpo. Tío
Song, eres realmente arrogante, te la pasas molestando a este escla-
vo una y otra vez, ¿pero culpas a este esclavo por no entender lo que
es el amor propio?”

Song Qing estaba estupefacto, siempre había dicho que Hong Lian…

“Sólo quiero ver si es una marca de nacimiento o un tatuaje como tú


dices.”

Hong Lian agitó la mano y cambió de tema. “Tío Song se encarga de


muchas cosas, cuando estaba preocupado por el pequeño Yu-er,
¿también lo revisó con cuidado? ¿Tiene alguna marca de nacimien-
to?”

“¡Estás diciendo tonterías!”

Song Qing estaba enojado, ¿por qué todo lo que decía podía ser dis-
torsionado por Hong Lian? Haciéndolo enojar tan fácilmente.

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“Es sólo que el tío Song siempre muestra compasión en todos lados.”
Hong Lian habló con desdén. “Cuando este esclavo escuchó anoche
como no pudiste controlarte y llamaste el nombre de otra persona.”

“¿Qué?”

Song Qing estaba en trance, cuando se sumergía en la pasión ardien-


te, ¿inadvertidamente diría ese nombre?

“No te lo voy a decir.” Hong Lian habló intencionalmente.

“¿Por qué? ¿Me estás diciendo que realmente grité otro nombre
anoche?” Song Qing no lo podía creer.

“Te lo diré si prometes no correr a este esclavo.”

Song Qing apretó los dientes. “De acuerdo, te lo prometo. Ahora di-
me rápidamente, ¿realmente dije tonterías?”

“Claro, que ridículo, el tío Song de verdad pierde la cabeza, general-


mente sólo llamas a este esclavo por su nombre. Respecto a cuándo
lo llamaste Lian-er, este esclavo sabe que pensabas en un espíritu
zorro al que amas.”

Era claro para Hong Lian que Song Qing no lo estaba llamando en ese
momento, cuando lo llamaba, siempre parecía que se sentía disgus-
tado y no lo podía evitar. Sólo cuando lo llamó Lian-er, Song Qing es-
taba lleno de afecto.

Song Qing se quedó congelado por un momento y, al final, salió co-


rriendo del lugar lo más rápido que pudo.

“Inexplicablemente sorprendente.”

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Hong Lian se quedó mirando su espalda, agitó la cabeza y terminó de
arreglarse.

Ya era la hora del almuerzo, después de que el Loto Rojo comió solo,
aún no había visto a Song Qing salir por lo que se dirigió a su habita-
ción para buscarlo.

Ciertamente, Song Qing estaba sentado con la mirada perdida en-


frente del escritorio, sosteniendo un pergamino con una pintura en
las manos, sus ojos estaban entristecidos y perdidos con sus pensa-
mientos.

El Loto Rojo estiró el cuello y se asomó. La pintura en el pergamino


representaba a dos niños, los detalles de la pintura eran muy realis-
tas y el niño más alto se parecía a Song Qing. Claro que se veía más
infantil e ignorante, a diferencia de su temperamento actual que era
tranquilo, aburrido y molesto. El niño pequeño tenía un libro en las
manos, lucía elegante y delicado, se parecía a Chen Yu. Pero antes de
que Hong Lian lo pudiera ver con claridad, Song Qing se dio cuenta
de que estaba espiando detrás de su espalda y escondió la pintura
rápidamente.

“¿Qué estás haciendo?”

Hong Lian se tambaleó, sentía que había descubierto un buen secre-


to y dijo. “Tío Song, realmente eres una bestia, ese es el niño con el
que sueñas.”

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Song Qing lo miró con los ojos entrecerrados. Siempre tenía que de-
cir tonterías, como un tamiz que goteaba, cualquier cosa que salía de
la boca de Hong Lian tenía que ser desagradable.

“¿Por qué me estas mirando?” El Loto Rojo se sentó. “Diré que todos
los hombres son iguales en las noches. El tío Song esconde una luz de
luna blanca y un lunar bermellón en su corazón. También dijo que no
le importaba enredarse con dos personas, no es cierto y ha roto el
corazón de este esclavo.”

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Polvo medicinal

El tono frívolo de Hong Lian desesperaba a Song Qing, pero no sabía


si estaba enojado porque el Loto Rojo se había interpuesto entre
Chen Yu y él o porque se hubiera querido comparar con la persona
de la pintura. Después de todo, él había llamado involuntariamente
el nombre de Lian-er durante el sexo con Hong Lian, incluso se cul-
paba por hacerlo. ¿Por qué había dicho ese nombre cuando perdió el
control? ¡¿Y cómo podía comparar a esa persona con Hong Lian?!

¿Habría sido por la casi idéntica marca distintiva de flor de durazno?


No, el Loto Rojo y Yu Lian eran dos personas completamente diferen-
tes. Yu Lian era como Yu-er, a los dos les gustaba leer libros y hablar
pausada y cortésmente. En cambio, Hong Lian que venía de un pros-
tíbulo, tenía una presencia completamente ruda y grosera.

“Tío Song, no la escondas, deja que este esclavo la vea y ¿pueda


identificar quien es ese duende que vale tanto la pena recordar?”

“¡No lo llames de esa forma!” Song Qing le gritó.

“De acuerdo, de acuerdo… no es un duende.” El Loto Rojo murmuró


quedamente. “Es más bien un pequeño zorro.”

Cuando Song Qing le dio el pergamino, tomó la iniciativa de abrirlo


con cuidado, temiendo que hubiera dañado alguna parte de la pintu-
ra, pero el Loto Rojo gruñó con desdén y lo tomó bruscamente.

“Si, realmente es muy parecido al pequeño Yu-er.”

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Hong Lian habló sobre los detalles de la pintura, recalcando que el
atractivo no se debía a los rasgos faciales, sino a la apariencia de ca-
ballero con temperamento elegante y que el cuerpo no era muy
fuerte, más bien débil. No era de sorprenderse que Song Qing no
hubiera peleado por nada ni nadie en el Palacio Real y que sólo se
hubiera dedicado a cuidar a Chen Yu desde el principio.

Hong Lian acercó más la pintura y presionó un dedo sobre el rostro


del niño pequeño, como si quisiera ver la cara con detalle.

¡Poof!

La uña afilada de Hong Lian atravesó el papel delgado haciendo un


hoyo justo en el rostro del niño.

“Demonios, me acabo de meter en problemas.”

Song Qing casi saltó del asiento, tomó el pergamino y vio el hoyo, su
sangre estaba hirviendo. El Loto Rojo había perforado completamen-
te la cara.

“¡¡¡Tú!!!”

Song Qing levantó el puño y Hong Lian cerró los ojos inconsciente-
mente, nunca lo había visto tan enojado, excepto en el campo de ba-
talla. Siempre había sido muy tranquilo y callado, pero en ese mo-
mento estaba tan enojado que parecía que lo iba a matar. El puño no
cayó, todo el cuerpo de Song Qing temblaba, sin embargo, se había
controlado sorprendentemente.

“Tío Song, el papel de esta pintura es muy delgado y muy viejo,


cuando este esclavo lo tocó se rompió.” El Loto Rojo tragó con difi-
cultad.
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Los ojos de Song Qing estaban rojos, no se podía decir si era por
enojo o tristeza. Esta era la única forma que tenía para recordar a
Lian-er después de tanto tiempo y, aunque recordaba su apariencia
muy bien, desde hace mucho tiempo le costaba trabajo recordar sus
rasgos específicos y sólo podía confiar en la pintura del pergamino.
Ahora, Hong Lian la había arruinado.

“Eh, deja que el viejo maestro pintor la arregle, todavía puede ser
restaurada.”

El Loto Rojo, que no le temía a nada, pasó el dedo por el orificio un


poco nervioso.

“¡¡Lárgate!!” Song Qing rugió y el Loto Rojo huyó a toda prisa. Él sólo
buscaba beneficios y evitaba el peligro a toda costa, Song Qing esta-
ba furioso y él se alejó obedientemente fuera del peligro, sus manos
y pies le dolían.

“Buuu.”

Hong Lian se limpió el sudor de la frente, contoneó las caderas y ca-


minó hacía la calle. Después de un tiempo encontró una tienda de
tatuajes.

“Maestro, el trabajo que le hicieron a este esclavo la última vez es


muy feo, ayude a este esclavo a cambiarlo.”

El Loto Rojo descubrió su fragante hombro y habló con molestia.

El maestro tatuador le dio una mirada y dijo enojado. “Crees que es-
to es un prostíbulo, ¿qué te parece si te diviertes con este amo? ¡Es-
to es una marca de nacimiento!”

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El Loto Rojo le lanzó un pedazo de plata y lo miró con desprecio. “Es-
te esclavo ha dicho que es un tatuaje.”

El maestro recibió la plata y sonrió. “Es imposible cambiarlo por


completo, pero puedo hacer que no se vea su forma original.”

“Hágalo, hágalo, hágalo.”

El maestro continuó hablando. “Puede que salgan ampollas.”

El Loto Rojo se quedó paralizado un momento y dijo. “De cualquier


forma se verá mejor que esto.”

El maestro murmuró mientras se preparaba para comenzar. “No es


feo, parece una flor, la mayoría de las personas no podría darse
cuenta si realmente es una marca de nacimiento o un tatuaje.”

Cuando Hong Lian regresó a la Residencia del Comandante, evitó es-


pecíficamente pasar por la casa de Song Qing, pero en cuanto entró
a su propia habitación, vio a Song Qing con el rostro cubierto de es-
carcha.

“¿Tío Song?”

El Loto Rojo vio a su alrededor, su baúl estaba abierto y había rastros


de que sus contenidos habían sido revueltos por todos lados. Mien-
tras, el pecho de Song Qing subía y bajaba, la expresión de sus ojos
era tan terrible que parecía un tigre a punto de devorarlo.

“Te pregunto, ¡¿qué es esto?!”

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Song Qing jaló a Hong Lian y le mostró una pequeña bolsa de papel
amarillo.

“Tsss…”

El hombro de Hong Lian estaba adolorido por el contacto y tomó un


respiro profundo.

“Es lo que es.” Hong Lian se apoyó para soportarse. “¡¿Esculcaste las
cosas de este esclavo?!”

Song Qing apretó los dientes y le gritó. “¡No tienes derecho a repro-
chármelo! ¿Qué es esto? ¡¿De dónde lo sacaste?!”

Hong Lian hizo un puchero y pensó. ‘¿Chen Yu te lo puede dar, pero


yo no?’, pero no se atrevió a decirlo.

“Lo compré en la calle.” Dijo con indiferencia. “Donde están todos


los prostíbulos.”

El enojo de Song Qing no paraba de crecer, pero Hong Lian seguía


con su actitud frívola y ligera. ¡¿Había ido a esos lugares a conseguir
ese medicamento?!

“Me preguntaba por qué cada vez que venías a buscarme terminá-
bamos igual, ¡¿resulta que recurriste a estos métodos para lograr lo
que querías?!”

Ahora sabía por qué no se podía controlar, incluso, por qué había
confundido a Hong Lian con Lian-er.

El Loto Rojo mantuvo la mirada baja y sus pestañas tapaban sus pu-
pilas, por lo que Song Qing no podía ver sus ojos claramente y sólo lo
escuchó susurrar.
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“La bolsa de dinero de este esclavo está vacía, sólo podía seducir al
tío Song y obtener el dinero que necesitaba. Este esclavo tomó una
decisión y ya.”

Vivía y comía en la Residencia del Comandante, ¿cómo es que no te-


nía suficiente dinero? ¡No era más que avaricia!

“¡No tienes remedio! ¡Realme