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Parcial de Derecho Laboral Nº2
Parcial de Derecho Laboral Nº2
Definición
Núcleo de normas que regula el conjunto del personal de la empresa, organizado o no;
la formación y las funciones de las asociaciones profesionales de trabajadores y
patronos, sus relaciones, su posición frente al Estado y los conflictos colectivos de
trabajo.
Contenido
Derecho individual del trabajo y el derecho colectivo del trabajo como dos ramas
diferentes pero vinculadas por fundamentos y propósitos comunes.
Se distinguen por los sujetos. En la relación individual del trabajo, los sujetos son
individuales: un trabajador y un empleador. En las relaciones colectivas del trabajo, uno
de los sujetos por lo menos es un grupo.
Se diferencian por su contenido. La relación individual del trabajo tiene un contenido
esencialmente contractual: el compromiso recíproco que asumen las dos partes: una de
trabajar y la otra de abonarle la remuneración. En la relación colectiva no se pactan
prestaciones directas, sino que se estipula un compromiso referente a la fijación de las
condiciones de trabajo y compromisos obligacionales entre las organizaciones.
Se separan por la naturaleza de los conflictos que resuelven. El derecho individual del
trabajo resuelve los conflictos individuales de trabajo, que son los que tutelan un interés
concreto del trabajador. El derecho colectivo del trabajo encara los conflictos colectivos
que son aquellos que tutelan un interés abstracto de categoría.
El interés que está en juego. Las relaciones colectivas laborales poseen una clara
especificidad en la medida en que responden a intereses distintos de los de las relaciones
individuales de trabajo. En las relaciones individuales se contempla al trabajador en
cuanto parte de un contrato de trabajo como titular de un interés individual. En las
relaciones colectivas se contempla al trabajador como miembro de un grupo, como
titular de un interés colectivo, distinto del interés individual de cada uno de los
trabajadores componentes de esa pluralidad.
Distinta finalidad. Mientras las relaciones individuales de trabajo buscaron intercambiar
trabajo por salario, las relaciones colectivas de trabajo tienen una finalidad normativa u
obligacional.
Caracteres
Es un derecho que atañe a grupos sociales. Supone el abandono y la superación de una
concepción individualista del hombre y la sociedad. Constituye un correctivo de la
situación de inferioridad del trabajador; pero no por medio de normas sino de
instrumentos capaces de crear normas.
Acepta la licitud del empleo de medios de acción directa. No nos referimos a la
violencia, pero sí a la posibilidad de actitudes de presión que tomadas individualmente
se presentan como formas de ejercicio de un derecho. Se procura la solución pacífica, ya
sea mediante eficaces medios de entendimiento, ya sea creando formas e instrumentos
de superar los enfrentamientos.
Reconoce la existencia de una nueva fuente del derecho. Los convenios colectivos
constituyen una fuente de generación extraetática, de formación profesional y resultante
del acuerdo de dos voluntades colectivas pero privadas. Constituye una fuente peculiar
y sensiblemente diferente de las anteriores.
Posee una enorme trascendencia económica por su importante repercusión en la
economía. Son numerosos los organismos coordinadores y de consulta integrados por
los representantes de las asociaciones profesionales. Se sitúa en un plano decisivo para
la marcha de la economía de un país.
Constituyen una garantía de libertad. Los hombres que carecen de poder económico
pierden su libertad y que aislados no tienen fuerza frente al Estado. El derecho colectivo
de trabajo es una garantía de libertad frente al Estado.
Posee jerarquía constitucional y ha merecido protección internacional.
Casi todas las Constituciones modernas reconocen expresamente el derecho de
sindicación, además del genérico de libertad de asociación. Muchas Constituciones
reconocen también en forma expresa el derecho de huelga.
Existen numerosos documentos que confirman una especie de respaldo supranacional
válido en todos los países. Convenios internaciones 87 y 98 referentes a la libertad
sindical y a la protección del derecho de sindicación.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Principios
Características
Espontaneidad
Orden de aparición
Sentidos de la organización
El sindicalismo puede desarrollarse en dos sentidos: horizontal y vertical.
El desarrollo horizontal es el que agrupa a todos los trabajadores del mismo oficio
aunque pertenezcan a diferentes industrias.
El desarrollo vertical es el que congrega a todos los trabajadores de la misma actividad
aunque posean distintos oficios.
Tendencia federativa
Busca fortificar los sindicatos en diversos planos. El criterio de que la unión hace la
fuerza no se plantea sólo en la escala de la empresa o de la rama de actividad sino que
se manifiesta en todas las dimensiones y proyecciones.
Sentido monopolista
Importancia económica
Sentido clasista
Sentido nivelador
ENFOQUE JURÍDICO.
Evolución.
La represión
La tolerancia
Autorización
Reconocimiento
Protección internacional
Convenios 87 y 98.
Todo hombre debe beneficiarse con este derecho sin distinción de ocupación, sexo,
color, raza, creencia, nacionalidad u opinión política.
A veces, se excluyen ciertas profesiones:
a) Profesiones liberales.
b) Funcionarios públicos.
Durante mucho tiempo se les negó a los funcionarios públicos el derecho de
agremiación.
Motivos: la prohibición de la huelga a los funcionarios públicos arrastraba la de
organizarse, que era un acto previo para la conformación del conflicto; la dislocación de
los principios de jerarquía administrativa sobre los cuales reposa la organización
administrativa.
En los últimos sesenta años se produjo una evolución hacia el reconocimiento de este
derecho a los funcionarios del Estado, que empezó con la tolerancia primero y la
admisión después, de este derecho a los obreros y empleados de las empresas
industriales del Estado.
Luego fueron convirtiéndose en asociaciones a las que se les permitía una incursión
cada vez mayor en la defensa de los intereses gremiales de sus afiliados.
Convenio No 87.
Se reconoce este derecho a los trabajadores sin ninguna distinción.
La legislación nacional deberá determinar hasta que punto se aplicará a las fuerzas
armadas y a la policía, las garantías previstas por el presente Convenio.
Convenio Internacional No 151.
Otra excepción que ya se aplicaba en la práctica pero que aquí se intenta describir:
empleados de alto nivel, que poseen poder decisorio o que desempeñan tareas altamente
confidenciales.
En el orden profesional, los fundadores son libres de limitarla a los que ejerzan la
misma profesión, extenderla a otras similares o conexas o encararla en forma vertical u
horizontal.
En el orden territorial, también los fundadores pueden fijar cualquier órbita geográfica:
todo el país o un departamento o una región.
Libertad de constitución de uniones de sindicatos
Es necesario permitir a los trabajadores crear efectivamente sus sindicatos, sin someter
su creación a formalidades que signifiquen, de hecho, la negación de la libertad de
constitución. O que generen una forma de dificultarla seriamente.
El art.2 del Convenio No 87 establece: Los trabajadores tienen derecho… sin
autorización previa a constituir las organizaciones que estimen convenientes.
Medidas destinadas a la publicidad, no atentatoria contra la libertad sindical:
a) Inscripción en un registro.
b) Comunicación del texto de los estatutos.
c) Nómina de los dirigentes del sindicato.
La libertad que debe presidir toda la vida del sindicato, debe regir, incluso, en el último
momento de su vida.
Puede disolverse voluntariamente, en cumplimiento de los estatutos o por decisión libre
encuadrada dentro de las disposiciones estatutarias.
Puede disolverse obligatoriamente, si la sociedad ha dejado de funcionar o si se han
cumplido las condiciones que estatutariamente determinan la disolución preceptiva y los
interesados no promueven su disolución.
Esta libertad se presenta bajo dos aspectos: el positivo, o sea, la libertad de formar parte
de un sindicato y el negativo, o sea, la libertad de no formar parte de un sindicato.
Tres puntos:
1) El principio de la libertad de adhesión a un sindicato.
2) La libertad en las relaciones entre el afiliado y el grupo.
3) La protección de la libertad sindical en materia de empleo.
Cláusulas sindicales
Aspectos:
1) La libertad en las relaciones entre sindicatos concurrentes.
2) La libertad entre sindicatos de trabajadores y empleadores.
El criterio de libertad conduce a que puedan surgir varios sindicatos para una misma
actividad o para un mismo ámbito laboral.
No basta con respetar y asegurar la libertad sindical sino también debe estimular,
impulsar y promover la organización y el funcionamiento de los sindicatos.
Fuero sindical
Conjunto de medidas de protección del dirigente y del militante sindical, que tienden a
ponerlos a cubierto de los prejuicios que puedan sufrir por su actuación y a posibilitar
un desarrollo normal y eficaz de la actividad sindical.
Ley Wagner “prácticas desleales” la obstrucción del ejercicio de los derechos sindicales,
los actos de injerencia de los empleadores en las organizaciones de trabajadores, ciertos
actos de discriminación antisindicales y la negativa a negociar colectivamente.
Prácticas desleales a actitudes que puedan tomar los obreros en perjuicio de los
empleadores o de sus organizaciones. Se bilateralizan las prácticas desleales.
Se ha ido englobando en un solo concepto los actos de discriminación, los actos de
injerencia y las prácticas desleales.
Todo conflicto concerniente al fuero sindical o a las prácticas antisindicales, en su
conjunto, es generalmente un conflicto colectivo al mismo tiempo que individual.
Cuando se despide a un trabajador porque se adhirió a una medida gremial o porque se
afilia a un sindicato, están en juego dos intereses legítimos para proteger: por un lado el
interés del sindicato que ve obstaculizado el ejercicio de su libertad sindical e impedido
de cumplir sus objetivos en dicho plano; y, por otro lado, el perjuicio del interés
individual del trabajador, que pierde su empleo o es discriminado en su empleo.
El tema en el Uruguay
Surgimiento espontáneo
La influencia de la OIT
Se establece una simple sanción de multa, cuando tratándose de una norma prohibitiva
debía ser sancionada con la nulidad del acto contrario a las normas que consagran la
libertad sindical.
Período militar
Restablecimiento de la democracia
Orientaciones jurisprudenciales
La primera es que debe examinarse caso por caso, dada la gran diversidad de
circunstancias que gravitan en los mismos, así como la distinta claridad que suministran
los medios probatorios producidos por las partes.
La segunda es que la protección de la actividad sindical beneficia no solo a los
dirigentes sino a todo trabajador que realice actividad gremial.
La tercera es que no se requiere que el sindicato esté formado. Ejemplo: Desde luego
que la actividad sindical que se protege, no es sólo la desarrollada por una organización
sindical sino que comprende también a los simples trabajadores que representan a sus
compañeros con la finalidad de obtener una conquista salarial o plantear una queja
contra su empleador.
La cuarta es que no se requiere la comunicación de que el interesado es dirigente o
representante sindical.
La quinta es que el acto antisindical lesiona al mismo tiempo a la persona del trabajador
y a la organización que integra.
La sexta es que la actitud pasiva del sindicato frente a un caso en que un trabajador
invoca ser lesionado en su libertad, constituye una presunción desfavorable al carácter
antijurídico del acto.
La séptima es que hay un momento en que el esfuerzo por originarse gremialmente hace
particularmente vulnerable el intento: es la época de formación del sindicato.
La octava es que constituye un atentado contra la libertad sindical cualquier forma de
menoscabo de dicha libertad.
La novena es que el solo hecho de que el trabajador despedido fuera delegado o
dirigente sindical no convierte en abusivo dicho despido.
La décima es que si el trabajador despedido invoca su condición de dirigente o
demuestra su actividad gremial, el empleador debe expresar y comprobar los hechos que
configuran la causa del despido.
La undécima es que la protección del dirigente sindical debe protegerse por un tiempo,
más allá de su mandato.
La duodécima es que el despido por razones extralaborales es una forma de despido
abusivo.
La décima tercera es que las causas que invoca la empresa para justificar el despido
deben ser probadas.
La décima cuarta es que el despido antisindical es una modalidad del despido abusivo y
participa por consiguiente del carácter excepcional de este tipo de despido.
La décima quinta tiene que ver con el daño moral. Se entiende que cuando se produce
un despido por motivos antisindicales el daño moral opera in re ipsa.
La décima sexta versa sobre el monto de la condena a los daños y perjuicios provocados
por un despido abusivo originado en la violación de la libertad sindical.
SINDICATOS EN LIBERTAD SINDICAL
Disposiciones fundamentales
La Constitución
Introducción
Artículo 57 de la Constitución.
“La ley promoverá la organización de sindicatos gremiales, acordándoles franquicias y
dictando normas para reconocerles personería jurídica”.
El poder público tiene la obligación de promover la organización de sindicatos, a través
de los que hoy se denomina legislación de soporte o apoyo a la actividad sindical.
Este aspecto colectivo de la libertad sindical contiene una serie de derechos que pueden
ser sistematizados de distintas formas.
Entre los derechos ejercitables por los sindicatos frente al estado, se incluyen el derecho
de libre afiliación a y desafiliación de organizaciones de grado superior, nacionales e
internacionales, la autonomía sindical, el derecho a la personalidad jurídica, la
pluralidad sindical y el derecho al ejercicio de facultades y funciones típicamente
sindicales, colectivas o gremiales, tales como la negociación colectiva, la huelga, la
reivindicación y la participación.
Toda interferencia estatal en estos aspectos, implica una agresión a la libertad sindical.
“La libertad de disolución de los sindicatos”, que “significa que la libertad debe regir,
incluso, en el final de la vida de los mismos”, es también un componente de la
autonomía sindical. Convenio 87, artículo 4 prohíbe la disolución de los sindicatos por
vía administrativa, lo que viene a admitir la disolución judicial, aunque con “todas las
garantías que respeten al máximo la libertad de los sindicatos”.
La pluralidad sindical es parte del concepto de libertad sindical, pero también, que la
unidad sindical es deseable si es espontánea (“lo que se ha de evitar es que sea impuesta
por intervención estatal”)
“Sindicato más representativo”, como un recurso que permite arriba a una conciliación
o concurrencia “entre el pluralismo necesario a la libertad y la eficacia unitaria para la
acción”.
En un sistema de pluralidad sindical, todos los sindicatos aparecen ubicados en un pie
de la más absoluta igualdad y en una primera etapa del pensamiento jurídico en el que el
sindicato es tratado como una manifestación pura y simple del derecho de asociación, a
cada asociación profesional le correspondía la representación de sus afiliados.
La evolución de la sociedad y del derecho, se llega a percibir que la acción del sindicato
no puede limitarse a la representación y tutela de sus afiliados, sino que necesariamente
se extiende a la representación y tutela de los grupos profesionales o sectores de
actividad en su conjunto. Hacen necesario recurrir a un mecanismo que permita optar
por uno de ellos (el “más representativo”).
El fuero sindical
Definido como “la protección otorgada a los trabajadores agremiados, con el fin de
protegerlos en el ejercicio de su actividad sindical ya sea en relación al empleador, al
estado o a sus propios compañeros”, o como “el conjunto de medidas de protección del
dirigente sindical y del militante sindical, que los pongan a cubierto de los perjuicios
que puedan sufrir por su actuación y que posibiliten un desarrollo normal y eficaz de la
actividad sindical.
En cuanto al ámbito subjetivo de aplicación del fuero sindical, debe alcanzar, a todos los
trabajadores sindicalizados y no sólo a los dirigentes.
Convenio Internacional del Trabajo No 98, artículo 1º.
El artículo 1 del Convenio 98, luego de proclamar que “los trabajadores deberán gozar
de adecuada protección contra todo acto de discriminación tendiente a menoscabar la
libertad sindical en relación con su empleo”, indica cuál debe ser el contenido principal
del fuero sindical: “dicha protección deberá ejercerse especialmente contra todo acto
que tenga por objeto: a) sujetar el empleo de un trabajador a la condición de que no se
afilie a un sindicato o a la de dejar de ser miembro de un sindicato; b) despedir a un
trabajador o perjudicarle en cualquier otra forma a causa de su afiliación sindical o de su
participación en actividades sindicales fuera de las horas de trabajo o, con el
consentimiento del empleador, dentro de las horas de trabajo”.
Artículo 5, considera, con referencia a todos los trabajadores que no son causas
justificativas: a) “la afiliación a un sindicato o la participación en actividades sindicales
fuera de las horas de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas
de trabajo”; b) “ser candidato a representante de los trabajadores o actuar o haber
actuado en esa calidad”; ni c) “presentar una queja o participar en un procedimiento
entablado contra un empleador por supuestas violaciones de leyes o reglamentos, o
recurrir ante las autoridades administrativas competentes”.
Y concretamente sobre los representantes de los trabajadores, lo que incluye a los
dirigentes sindicales y a todos aquellos que actúan en representación del sindicato o de
los trabajadores. “Protección eficaz contra todo acto que pueda perjudicarlos, incluido el
despido por razón de su condición de representantes de los trabajadores, de sus
actividades como tales, de su afiliación al sindicato o de su participación en la actividad
sindical, siempre que dichos representantes actúen conforme a las leyes, contratos
colectivos u otros acuerdos comunes en vigor”.
Se puede distinguir en el contenido del fuero sindical, un núcleo esencial (la protección
contra el despido y otras sanciones inmotivadas, tales como suspensiones, traslados,
cambios de categorías, etc) y un conjunto de medidas accesorias o complementarias
pero sumamente importantes (facilidades de horario y locativas para la actuación
sindical). Un fuero sindical completo debe proteger contra todo acto de perjuicio al
trabajador y no contra alguno de tales riesgos, aunque se trate del más importante (el
despido).
En cuanto a la protección contra el despido, debe procurarse un sistema de estabilidad
absoluta que procure la efectiva reinstalación del trabajador a su empleo, no siendo
suficiente la “reinstalación jurídica” o “ficta” o “estabilidad relativa propia”, ya que ésta
soluciona la faz salarial pero no asegura que el trabajador pueda seguir actuando en el
ámbito sindical. El bien jurídico tutelado por el fuero sindical no es solamente el
derecho al empleo del trabajador afectado, sino la propia libertad sindical y el derecho
al desarrollo de la actividad sindical.
El fuero sindical no se agota en la necesaria estabilidad ya referida, sino que también
debe incluir la protección contra todo acto discriminatorio, las facilidades necesarias
para el desarrollo de la actividad sindical y la edicción de mecanismos o procedimientos
eficaces, rápidos y confiables para el controlo, la prevención y la reparación de los actos
discriminatorios.
La mera ratificación del Convenio Internacional del Trabajo No 8 no asegura, por sí
sola, establecimiento real y efectivo del fuero sindical en el ordenamiento jurídico
nacional.
El artículo 1º del Convenio 98 crea al estado la obligación de sancionar internamente,
normas y mecanismos que directa, expresa y concretamente provean las medidas de
protección necesarias. Artículo 11 del Convenio 87 “todo miembro de la Organización
Internacional del Trabajo para el cual está en vigor el presente convenio, se obliga a
adoptar todas las medidas necesarias y apropiadas para garantizar a los trabajadores y a
los empleadores el libre ejercicio del derecho de sindicación”.
Con la sola ratificación del Convenio 9, el estado no cumple con sus obligaciones en
materia de fuero sindical. Por el contrario, las contrae. Contrae la obligación de dictar
las normas internas que hagan realizable en la práctica las garantías reclamadas por
aquella norma internacional.
Las normas vigentes en Uruguay sobre fuero sindical son las siguientes: 1) El artículo 1º
del Convenio 87, a cuyo respecto se puede sostener: a) que es una norma puramente
programática, b) que al prohibir el despido por causa de la actividad sindical, edicta una
hipótesis de despido nulo y de estabilidad absoluta, y c) que habilita a calificar como
abusivo al despido practicado en contradicción con sus provisiones. 2) El decreto
93/968 se limita a reiterar los términos del Convenio 98 y a sancionar el incumplimiento
patronal con multas administrativas de cuantía discreta. 3) Decreto 622/973 nunca fue
aplicado.
Convenio 98.
“Las organizaciones de trabajadores y de empleadores deberán gozar de adecuada
protección contra todo acto e injerencia de unas respecto de las otras, ya se realice
directamente o por medio de sus agentes o miembros, en su constitución,
funcionamiento o administración”, de donde surge que las prácticas desleales son actos
de indebida injerencia de las organizaciones patronales sobre las de trabajadores o
viceversa.
Artículo 2 del Convenio 98 contiene un ejemplificación de “actos de injerencia” o
prácticas desleales: “las medidas que tiendan a fomentar la constitución de
organizaciones de trabajadores dominadas por un empleador o un organización de
empleadores o a sostener económicamente o en otra forma, organizaciones de
trabajadores, con objeto de colocar estas organizaciones bajo el control de un empleador
o de una organización de empleadores”.
Diferentes legislaciones sancionan diferentes conductas como prácticas desleales, entre
las que debe destacarse la negativa a negociar colectivamente.
No existen normas internas sobre prácticas desleales en Uruguay, rigiendo solamente
los instrumentos internacionales.
La promoción de determinadas “cláusulas sindicales”, funciona también como elemento
de protección de los sindicatos obreros ante los empleadores y sus organizaciones.
El principio de pureza constituye también una de las garantías de la libertad sindical
colectiva ante el empleador y las organizaciones de empleadores.
Cada asociación profesional debe aglutinar exclusivamente a trabajadores o
empleadores en su caso, lo que viene a excluir los denominados “sindicatos mixtos” que
nuclean a trabajadores y empleadores en una misma asociación.
Conclusión
Una primera clasificación doctrinal, atiende al rol, función o papel principal que se
asigna al sindicato de trabajadores respecto a la sociedad global, distinguiendo: a) un
sindicalismo de concertación o negociación; b) un sindicalismo de contestación; y c) un
sindicalismo de contestación global o revolucionario.
Conforme a esta tipología, el sindicalismo de concertación o negociación se caracteriza
por utilizar como instrumento fundamental a la negociación colectiva y por incurrir
excepcionalmente en conflictos colectivos. “Goza de estabilidad en cuanto a su
reconocimiento por el sistema político y la clase patronal, siendo su poder de
convocatoria muy amplio, a despecho de una relativa profundidad ideológica”. En los
países subdesarrollados “es muy débil poder negociador y deriva en un mero
economismo salarial”, en el mejor de los casos.
El sindicalismo de contestación o de queja es la modalidad más difundida en los países
subdesarrollados.
El sindicalismo revolucionario o de contestación global, se atribuye como objetivo
principal la sustitución del sistema, la modificación de la estructura de la sociedad
global.
Una segunda clasificación doctrinal puede hacerse en función de la orientación
ideológica del sindicato. Cuatro: una, atendiendo a su influencia en los albores del
movimiento sindical y las otras tres por corresponder a las orientaciones predominantes
actualmente en el mundo.
El sindicalismo anarquista fue predominante en las primeras épocas de los sindicatos
obreros, incluso en nuestro país. Las tres corrientes más difundidas en la actualidad en
los sindicatos de trabajadores, son las de orientación marxista, social demócrata y
cristiana.
Una tercera clasificación doctrinal de los sindicatos de trabajadores, tiene en cuenta su
autenticidad.
Se denomina inauténtico “al sindicalismo no representativo de la clase trabajadora” e
incluye dos tipos de sindicatos: el denominado “amarillo”, que actúa exclusivamente
“en una línea economista pura de logro de beneficios generalmente salariales pero
actuando en colaboración con el patrono, contemplando sus intereses y adecuándose a
sus objetivos” y el denominado “blanco” o “de paja”, que es el sindicato creado
directamente por el patrono, careciendo de existencia real y de independencia alguna.
El sindicalismo auténtico es el representativo “en cuanto a actuar verdaderamente en
defensa de los intereses de sus trabajadores”.
Una cuarta clasificación atiende a los integrantes de los sindicatos. Se denominan
mixtos a los sindicatos que reúnen en una misma asociación a empleadores y
empleados, y puros a aquellos que sólo comprenden a los integrantes de uno de los
sectores de la relación laboral.
Los sindicatos puros, se dividen en patronales y obreros, entendido este último término
en su sentido más lato, equivalente al de “trabajadores”.
La quinta clasificación es la que, atendiendo a la estructura de la organización sindical,
clasifica a los sindicatos en horizontales y verticales.
Sindicatos horizontales a los que agrupan trabajadores que desempeñan una misma
categoría, profesión u oficio (viajantes, vendedores, carpinteros, camioneros,
electricistas, etc) con independencia de la empresa, sector o actividad en que actúan.
Los sindicatos verticales prescinden de la profesión, oficio o categoría de los
trabajadores, para agrupar a los trabajadores que se desempeñan en un mismo sector o
actividad: se tiene en cuenta la pertenencia del trabajador a alguna de las ramas de la
actividad económica, surgiendo así, por ejemplo, los sindicatos textiles, metalúrgicos,
bancarios, de la construcción, etc.
La sexta clasificación parte de la constatación de la “tendencia federativa” de los
sindicatos, que los lleva a procurar la unidad, formando uniones entre sí o integrando
federaciones y confederaciones, nacionales e internacionales.
Dicha tendencia federativa de los sindicatos los lleva a relacionarse entre sí
estableciendo relaciones horizontales y verticales.
Varios sindicatos horizontales o de categoría, pueden asociarse a otros, en una
vinculación horizontal, formando uniones interprofesionales. Y los sindicatos de
actividad o de empresa pueden establecer relaciones verticales integrando federaciones
y confederaciones, en ámbito regional, nacional y aun internacional.
Puede decirse que hay acuerdo en considerar como sujetos de la protección a los
trabajadores, discutiéndose si también los empleadores pueden tener tal calidad.
Los trabajadores
Los empleadores
El sistema predominante latinoamericano de protección de la actividad, es generalmente
unilateral, dado que se origina en la protección contra el despido discriminatorio,
evolucionando luego hacia formas más amplias de fuero sindical que, sin embargo,
siguen siendo concebidas como protecciones de los trabajadores y sus organizaciones
ante los actos discriminatorios que provienen, principalmente, de los empleadores y sus
organizaciones, a veces también del Estado y, excepcionalmente, de otros sindicatos.
Las hipótesis reales en las cuales el empleador es objeto de actos “antisindicales”, son
sumamente escasas (si no existentes), al menos en América Latina, salvo cuando se las
utiliza para limitar el ejercicio de la huelga u otras formas de acción colectiva.
Concepto
El elemento subjetivo
Los agentes
La práctica antisindical puede tener también otros agentes.
El Estado puede ser un agente de actos antisindicales de importancia.
Una de las formas de discriminación antisindical se presenta en ocasión de la llegada al
poder de gobiernos que favorecen los intereses patronales y cuando la autoridad pública
hace causa común con los empleadores.
El Estado también puede ser un agente de prácticas antisindicales en el ejercicio de su
rol normativo al establecer reglamentaciones que implican una discriminación
antisindical.
Un tercer agente de actos discriminatorios podrían serlo las propias organizaciones de
trabajadores.
Las organizaciones sindicales podrían ser enfocadas como agentes de prácticas
antisindicales en dos direcciones posibles: bien perjudicando a trabajadores
individualmente considerados o a otros sindicatos o bien perjudicando a empleadores o
sus organizaciones.
Los sindicatos también pueden ser considerados agentes de prácticas antisindicales en
aquellas legislaciones y concepciones doctrinales que admiten lo que hemos
denominado la bilateralidad de la discriminación antisindical, de las prácticas desleales
o de los actos de injerencia.
Es tradicional incluir a todos los actos que perjudican al trabajador en relación con su
empleo, como al no contratación, el despido, la suspensión, la aplicación injusta de otras
sanciones disciplinarias, los traslados, los cambios de tareas o de horario, las
retrogradaciones, la inclusión en “listas negras”, la “rebaja de remuneraciones, etc.
Puede llegar a considerarse que hasta un tratamiento de favor.
Una forma “colectiva” o “difusa” de actos antisindicales en relación con el empleo es la
amenaza o la concreción de cierres de plantas o de transferencias de establecimientos a
otro país o región y de desviación de las inversiones proyectadas desde una nación o
zona hacia otra, con objeto de desalentar la afiliación sindical de su personal o su
participación en actividades sindicales.
Las lesiones, las amenazas, el homicidio y la detención injustificada.
Esta noción amplia de actos antisindicales puede incluir también la privación
injustificada de aquellas facilidades, prerrogativas o garantías complementarias de la
actividad sindical previstas en la Recomendación No143 y sin las cuales la libertad
sindical podría ser “letra muerta”: a) el “tiempo libre” para el desempeño de la actividad
sindical, b) el derecho a ingresar y a desplazarse en las empresas o centros de trabajo, c)
la posibilidad de comunicación directa con las direcciones de las empresas y con los
representantes de éstas suficientemente autorizados para tomar decisiones, d) la facultad
de recaudar las cuotas sindicales, e) el derecho de difusión y comunicación, folletos,
publicaciones comunicados y otros documentos en las empresas, f) el derecho de
disponer de locales adecuados proporcionados por las empresas, y de obtener de éstas
las demás facilidades materiales.
Abarca las prácticas desleales y actos de injerencia, en los regímenes que adoptan o
mantienen estas figuras, entre las que destaca, en algunos casos, la negativa a negociar.
En Uruguay se ha señalado que durante el régimen democrático anterior a 1973, los
actos antisindicales más frecuentes fueron el traslado y el cambio de horario, ya que el
despido fue menos utilizado mientras existieron organizaciones sindicales más o menos
importantes que hacían más difícil llevar a cabo un ataque tan frontal a la libertad
sindical. En cambio, durante el régimen dictatorial de 1973-1985, arreciaron los
despidos antisindicales y agresiones aún más graves.
Restaurado el régimen democrático y la libertad sindical, los sindicatos uruguayos han
denunciado la pervivencia de actos antisindicales, especialmente los despidos.
Mecanismos de protección
Prevención
Los mecanismos preventivos de los actos de discriminación antisindical son los que
procuran evitar que se llegue a producir el acto antisindical o, al menos, sus efectos.
El principal efecto disuasivo del acto de agresión al activista sindical es la existencia de
un movimiento sindical poderoso y representativo.
Las medidas jurídicas preventivas más difundidas son las de exigir que la intención de
practicar el acto en cuestión (trátese del despido, traslado, u otro), sea comunicado por
el agente a un determinado órgano antes de adoptarlo y, en algunos casos, que deba
obtenerse una autorización de dicho órgano para poderlo practicar. Puede tratarse, pues,
de una comunicación previa o de una autorización previa.
Las consultas, permisos o informaciones previas, tanto a las autoridades como a las
organizaciones sindicales y otros órganos representativos de los trabajadores,
generalmente previstos o recomendados en los “procedimientos de crisis” para los casos
de cierres de establecimientos o reducción de personal por motivos económicos, operan
o pueden operar como un mecanismo preventivo de los actos antisindicales practicados
en ocasión de las referidas circunstancias económicas.
Reparación
Pueden distinguirse los que tienen por finalidad obtener la suspensión del acto
discriminatorio, los que llegan a la nulidad del mismo, y los que se resuelven en una
indemnización.
En varios ordenamientos existen procedimientos cautelares tendientes a provocar la
suspensión del acto discriminatorio o presuntamente discriminatorio, como forma de
evitar que el mismo produzca efectos irreversibles antes de que el Poder Judicial u otro
organismo independiente del empleador se pronuncie sobre su licitud o ilicitud.
La solución reparatoria perfecta es la que se resuelve en la declaración de nulidad del
acto discriminatorio. La consecuencia de tal nulidad es el restablecimiento de la
situación alterada.
La solución reparatoria imperfecta consiste en conceder al trabajador y/o a la
organización sindical afectados una indemnización por los daños y perjuicios
ocasionados por el acto antisindical.
Resulta claro que “como remedio específico para los casos de discriminación
antisindical, la indemnización de los daños y perjuicios causados padece de ciertas
limitaciones.
Existen tres instrumentos complementarios que operan como verdaderos requisitos para
tal eficacia, o que, favorecen inmensamente la eficiencia de las medidas de protección.
En primer lugar, la posibilidad de suspensión del acto antisindical.
En segundo lugar, la distribución de la carga de la prueba. Para el trabajador o para su
organización sindical puede ser sumamente difícil probar que determinado acto patronal
está motivado en la afiliación o actividad sindical de determinado sujeto o grupo, ya que
debería demostrar una intención ajena o el ejercicio disfuncional de un derecho.
Y en tercer lugar, la celeridad del proceso, dado que la lentitud con que a menudo se
produce la decisión final acerca de determinado acto de discriminación antisindical
tiene dos efectos altamente nocivos: por un lado, si el acto no fue provisionalmente
suspendido, produjo sus efectos ilícitos durante todo ese lapso, y por otro lado, es
probable que en ese mismo periodo la situación violatoria se haya consolidado en los
hechos, haciendo impracticable el fallo eventualmente anulatorio pero tardío.
Las medidas de protección de la acción sindical contra el despido son el núcleo básico o
esencial del fuero sindical, concepto eje de toda la cuestión de las prácticas
antisindicales en el derecho laboral latinoamericano.
Convenio No 158 establece que un trabajador no puede ser despedido si no existe un
motivo válido real con la aptitud o la conducta del trabajador o fundado en las
necesidades objetivas de funcionamiento sindical no constituye motivo válido de
despido. La Recomendación No 143 postula “una reparación eficaz que comprende, a
menos que ello sea contrario a los principios fundamentales de derecho del país
interesado, la reincorporación de dichos representantes en su puesto, con el pago de los
salarios no cobrados y el mantenimiento de sus derechos adquiridos”.
En caso de despido, la protección de la acción sindical incluya la efectiva
reincorporación del trabajador, no siendo suficiente la estabilidad relativa impropia y ni
siquiera la estabilidad propia o “reinstalación jurídica” o “ficta”, dado que sólo aquélla
asegura que el trabajador pueda seguir actuando sindicalmente.
La esencialidad de la estabilidad absoluta como protección contra el despido
antisindical, se entronca con el tema ya adelantado del bien jurídico tutelado por el
fuero sindical.
Resumen y conclusiones
LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
En los lugares de trabajo (empresa, establecimiento, etc) suelen crearse, por mandato de
la ley o por decisión autónoma de las partes, organismos paritarios con funciones de
consulta, y a veces de toma de decisión en determinadas materias.
También suelen crearse, por decisión del poder público, órganos de integración bi o
tripartitos a los que se atribuye funciones de consulta, y en algunos casos de toma de
decisiones en materias determinadas.
En uno y otro caso se producen negociaciones a las que corresponde calificar como
negociaciones colectivas, ya que se dan entre sujetos que representan intereses
colectivos diferentes. Esas negociaciones son en muchos aspectos similares a las
negociaciones colectivas, especialmente a las negociaciones continuas.
La diferencia entre la negociación colectiva y la participación sindical en la empresa o
en el gobierno, derivan del resultado de las mismas: la negociación colectiva
propiamente dicha, tiende a la creación de normas, las otras formas de participación
sindical tienden a la adopción de decisiones.
CONTINUACIÓN
La negociación colectiva suele tener por objeto materias relacionadas con la prestación
del trabajo. Entre ellas sobresale por su importancia la materia salarial.
La negociación sobre las condiciones de prestación del trabajo suelen agregarse
negociaciones sobre la regulación de las relaciones colectivas de trabajo, (garantías para
la organización y la acción sindical, forma de la negociación colectiva, ejercicio del
derecho de huelga, etc). Suelen darse también negociaciones colectivas para determinar
formas de participación de los trabajadores en la toma de decisiones, en las ganancias,
en el capital de las empresas, etc.
HUELGA
Evolución histórica
El derecho de huelga se reconoce a todos los trabajadores: tanto a los privados como a
los públicos.
Una privación efectiva se produce en el sector de los funcionarios públicos.
Por una parte, alcanza a los funcionarios que expresan la voluntad del Estado, es decir,
los que actúan como órganos del poder estatal.
No se concibe la huelga de quienes integran el Poder Ejecutivo (Presidente de la
República, Ministros, Subsecretarios) o el Poder Legislativo (Legisladores, Secretarios
de las Cámaras) o el Poder Judicial (los jueces en sus distintas jerarquías).
Esa exclusión debe extenderse a los miembros de los cuasi poderes del Estado (Corte
Electoral, Tribunal de Cuentas, Tribunal de lo Contencioso Administrativo), a los
Intendentes Municipales y ediles y a los directores de los Entes Autónomos.
Esa imposibilidad de la huelga se extiende a los funcionarios superiores de cada uno de
estos organismos estatales.
Debe asegurarse la continuidad del funcionamiento del Estado.
Hay determinados sectores del Estado que por su propia naturaleza y cometidos no son
compatibles con la posibilidad de la huelga de quienes trabajan en ellos.
Las fuerzas armadas y a la policía.
Convenio Internacional de Trabajo No 87: La medida en que las garantías previstas en
el presente convenio se aplicarán a las fuerzas armadas y a la policía será determinada
por la legislación nacional.
Finalidades de la huelga
Es frecuente oír que las huelgas deben tener una finalidad profesional, es decir, un
objetivo que represente un interés para el grupo. Esa exigencia importa excluir las
huelgas de solidaridad y las huelgas políticas.
En el caso de las huelgas de solidaridad, no puede negarse el interés profesional porque
a cualquier grupo de trabajadores le conviene que otro sector obtenga una conquista que
mañana le puede llegar a él. A su vez, si se trata de una protesta o de una condena por
una actitud negativa de una empresa o un grupo de empresas, cualquier protesta
aumenta su eficacia en la medida que tenga mayor resonancia y amplitud. Por otra parte,
una actitud solidaria hacia otro gremio engendra probablemente la reciprocidad del
gremio ayudado, en una oportunidad futura.
En el caso de las huelgas políticas; una huelga contra una ley o contra la política de un
gobierno o contra la gestión de un ministro suele estar inspirada en el deseo de que no
prosperen soluciones que se consideran perjudiciales en el orden social o económico.
Y cuando la medida es netamente política no sólo se aprueba la medida sino que se le
cambia de nombre: se le llama huelga patriótica.
Tres reglas.
La primera es que la huelga debe centrarse en la abstención de la actividad por lo que
podrá interrumpirse o suspenderse la prestación pero no hacerla en forma indebida.
La huelga implica interrumpir el contrato de trabajo pero no realizarlo de modo
indebido.
Ejemplo. En determinado conflicto bancario, los cajeros resolvieron no pagar los
cheques de cierta institución sindicada como la causante del conflicto ni anotar en las
cuentas los depósitos que efectuara ese banco.
La segunda es que el movimiento debe ser pacífico y sin violencia ni sobre las personas
ni sobre las cosas.
Delito de violencia, Código Penal: el que usare violencia o amenazas para obligar a
alguno a hacer, tolerar o dejar de hacer alguna cosa.
La tercera es que debe evitarse todo lo que directa o indirectamente importe un sabotaje,
entendiendo por tal un daño intencional en los bienes o cosas de la empresa.
Sabotaje como la acción u omisión consistente en dañar o deteriorar ciertas
instalaciones, utilajes, productos o servicios públicos y, en general, los bienes sociales,
económicos y militares emprendida por los obreros en apoyo de sus reivindicaciones o
los enemigos de un régimen político o de ocupación.
Requisitos de fondo
En nuestro país, por la falta de reglamentación de este derecho, se puede decir que no
existen requisitos de fondo.
Se define al derecho de huelga como “el poder jurídico de causar un perjuicio
absteniéndose de cumplir con la prestación laboral como instrumento de presión sobre
la voluntad del empleador, para compeler a la aceptación de un beneficio o a la
efectividad de lo dispuesto por una norma prestablecida.
Derecho a dañar como base de la autotutela, sin que implique transgresión normativa ni
antijuricidad y erigida en causal de justificación como único medio de participación de
los trabajadores en el contenido de la relación laboral en la que no debe perderse de
vista cuando se desentrañan los efectos de este peculiar derecho.
El límite de la huelga como derecho se encuentra vinculado íntimamente al poder
jurídico de los trabajadores, erigidos en sujeto colectivo, de ocasionar todo aquel
perjuicio que produzca su no hacer y que por lo tanto podrían ser descalificados aquellas
modalidades de ejercicio cuyo daño exceda este límite.
En lo que se refiere a los requisitos de forma, la única norma que versa sobre este punto
es el inciso f) del art.3 de la ley 13.720 de 1968 que creó la COPRIN (Comisión de
Productividad, Precios e Ingresos). El instituye la obligación del preaviso con siete días
de anticipación.
Ley 13.720 COPRIN establece:
1) No es suficiente comunicar el problema que origina la situación conflictual, sino
también la decisión concreta de recurrir a la huelga o lock out.
2) Es necesario además que en la misma comunicación, se determine precisamente,
cuáles son las reparticiones o servicios o gremios que quedarán afectados o
incluidos en la huelga y/o lock out anunciados.
Cuando se ha omitido efectuar el preaviso, la huelga debe ser considerada inexistente, o
atípica, o anómala, porque como se acaba de ver, las huelgas declaradas lícitas por
haber sido comunicadas pueden volverse ilícitas en el curso de su desarrollo.
La ley no prevé ningún tipo de sanción expresa para castigar la falta que cometen los
huelguistas cuando no dan a COPRIN el preaviso correspondiente. Por lo tanto ningún
juez puede considerarse autorizado para sancionar dicha omisión y mucho menos
reputarla grave decretando la rescisión del contrato.
Si hay una situación en la que resulta injusta e inapropiada sancionar a cada huelguista
por una falla de la huelga como tal es ésta, en la que la comunicación es de resorte
exclusivo de los dirigentes. Cada huelguista no puede suplir la omisión del sindicato. En
consecuencia, en ningún caso podría invocarse esta razón para justificar la legitimidad
de un decreto que sanciona a todos los huelguistas con la máxima sanción que puede
aplicarse en el orden laboral: el despido sin indemnización.
Considerar inexistente a la huelga o al lock out por no ser lícita, equivale a aplicar la
máxima sanción: hacer de cuenta que no existe tal figura jurídica.
A la falta de sanción no puede corresponder la sanción más grave.
La falta de sanción prevista sólo puede tener una consecuencia: la ausencia de sanción
aplicada. Si el legislador no estipuló sanción, el juez no puede establecer sanción. La
conclusión no puede ser más clara.
Tendencias:
La primera sostiene que la falta de preaviso conlleva la ilicitud de la huelga y determina
la rescisión automática o nulidad absoluta del contrato de trabajo.
La segunda afirma que la ausencia de preaviso conlleva la ilicitud de la huelga y si bien
no determina la rescisión automática del contrato de trabajo ni la nulidad del mismo,
constituye un motivo que puede ser invocado por el empleador para poner fin al
contrato de trabajo, eventualmente sin pagar indemnización por despido. La rescisión
requiere una declaración expresa del empleador para que opere.
La tercera sostiene que la ausencia de preaviso conlleva la ilicitud de la huelga y
constituye un motivo que justifica la aplicación al trabajador de sanciones por parte del
empleador.
La cuarta es la omisión del preaviso que carece de relevancia, no teniendo
consecuencias jurídicas de clase alguna.
La quinta es la sostenida por la Suprema Corte de Justicia.
Si la ley preceptúa como condición de licitud que debe cumplirse con un determinado
preaviso, si éste no se cumple, la medida de la huelga será contraria a la ley y por lo
tanto, ilícita.
En la práctica, casi nunca se cumple este requisito del anuncio previo.
En este fenómeno han influido no sólo la característica de una norma imperfecta
(carente de sanción) sino también la resistencia generalizada de los trabajadores de
cumplir esta ley que le quita al arma de la huelga, uno de los motivos de eficacia como
es el factor sorpresa y oportunidad.
Modalidades
Modalidades
Continuación. Ocupaciones
Una forma especial de huelga atípica que busca más que preservar la remuneración,
impedir el ingreso de los no huelguistas o la contratación de nuevos trabajadores, o
forzar el encuentro de una solución convencional, es la ocupación de los lugares de
trabajo.
Hay quienes creen que en ningún caso corresponde aceptar dichas ocupaciones porque
desconoce el derecho de propiedad de la empresa.
Hay otros que la aceptan con la condición de que sea pacífica y que respete los bienes
existentes en el local.
1) El efecto tradicionalmente atribuido a la huelga de suspender el contrato de
trabajo, llevó primero a definir la huelga como suspensión del trabajo y luego, a
excluir aquellas formas de ejercicio que no significaron una suspensión del
trabajo. Pero el efecto de la huelga no es el de suspender el contrato sino el de
suspender o alterar algunas de las obligaciones o prestaciones del contrato,
aquellas que el huelguista decide suspender o alterar.
2) El único límite verdaderamente plausible al ejercicio del derecho de huelga es el
del mantenimiento de los servicios esenciales. Ellos encarnan derechos, valores
e intereses equivalentes o superiores a los encarnados en el derecho de huelga.
3) En la práctica, el ejercicio del derecho de huelga se hace cada vez más atípica,
tanto en nuestro país como en el mundo. Y ello no solo como una estrategia de
maximización del daño y minimización del “costo” sino también como una
estrategia de adaptación flexible del ejercicio de la huelga a la flexibilización
empresarial y productiva.
Criterio.
La afectación de la regularidad del funcionamiento de la empresa o institución. Es un
criterio más amplio y elástico que los otros y no requiere una norma legal previa porque
surge de la propia naturaleza de las cosas.
Ley 13.720.
Tratándose de servicios públicos, incluso los administrados por particulares, además de
ser de aplicación el régimen de los dos últimos incisos del artículo anterior, la Comisión
podrá indicar, por resolución fundada dentro del plazo de cinco días a contar de la
recepción de la comunicación, los servicios esenciales que deberán ser mantenidos por
turnos de emergencia, cuya interrupción determinará la ilicitud de la huelga o el lock
out en su caso.
En caso de interrupción de servicios esenciales, la autoridad pública podrá disponer las
medidas necesarias para mantener dichos servicios, recurriendo incluso a la utilización
de los bienes y la contratación de prestaciones personales indispensables para la
continuidad de los mismos, sin perjuicio de aplicar, al personal afectado, las sanciones
legales pertinentes.
Terminación de la huelga
Huelga patronal
El concepto de empresa
Suele utilizarse la palabra empresa para hacer referencia a una de las partes de la
relación de trabajo.
Empresa puede considerarse sinónimo de patrón o de empleador.
En otro sentido la palabra empresa es utilizada para referirse al ámbito o cuadro
concreto en el que se sitúan las relaciones de trabajo.
ELEMENTOS INTEGRANTES DE LA EMPRESA
La autarquía, es decir el poder de tomar decisiones que tienen efectividad sobre todo el
ámbito de la empresa.
Lo que caracteriza a la empresa es que existe una unidad de poder, en virtud de la cual
se toman decisiones que afectan a las relaciones jurídicas y a las personas que actúan en
su ámbito.
EMPRESA Y ESTABLECIMIENTO
A medida que se amplia la materia objeto de negociación, es más fácil advertir que
mediante ella, los trabajadores logran participar en la toma de decisiones en materias
que antes eran consideradas potestades del empleador.
a) Derecho de información.
PARTICIPACIÓN EN COGESTION
La Constitución de la República prevé que la ley podrá autorizar que en los entes
autónomos se constituyan comisiones representativas de los personales, así como que en
los servicios públicos, administrados directamente o por concesionarios, podrán crearse
órganos competentes para entender en las desinteligencias entre las autoridades de los
servicios y sus empleados u obreros. Llama la atención que el texto constitucional hace
referencia a los trabajadores y no a las organizaciones sindicales. Ello no impide
lógicamente que la ley atribuya la representación de los trabajadores en los órganos que
se creen, a las organizaciones sindicales.
La norma constitucional no ha sido reglamentada.
Aspectos generales
DENOMINACIÓN
A) Carácter bipartito.
El convenio colectivo se refiere a la materia laboral. Dentro de ella se suelen tratar las
condiciones de trabajo y empleo, así como las relaciones colectivas de trabajo. Es
posible también que en el convenio colectivo se traten temas no íntimamente
relacionados con el trabajo, sino con la calidad de vida de los trabajadores (vivienda,
sanidad colectiva, educación, etc). Pero lo que distingue al convenio colectivo de otras
formas de negociación colectiva en que participan organizaciones profesionales.
La primera ley nacional relacionada con el régimen de los convenios colectivos; se trata
de una ley muy breve, sancionada para solucionar un conflicto en la industria de la
construcción.
Esa ley crea dos clases de convenios colectivos: unos que denominaremos comunes; y
otros a los que atribuye efecto extensivo a todos los empleadores de la industria de la
construcción.
Es de gran importancia el reconocimiento de la legalidad de los convenios colectivos
que la ley establece por primera vez en nuestro derecho positivo.
La ley 12.590 tiene por objetivo mejorar el régimen de licencia anual remunerada
establecido por leyes anteriores, y superar algunas desinteligencias que se habían
producido en su aplicación. El artículo primero dispone que los días de licencia que
correspondan, deberán hacerse efectivos en un solo período continuado, dentro del que
no se computarán los feriados, pero se agrega: sin perjuicio de lo dispuesto en el inciso
precedente, los convenios, debidamente aprobados, podrán autorizar las siguientes
modalidades.
Legislador, dictara una nueva ley reformando algunos aspectos del régimen de licencia
anual, en la que define los convenios colectivos y determina quienes pueden ser parte en
los mismos.
La doctrina nacional es unánime en cuanto a que el régimen de convenios colectivos
establecido por la ley 13.556 se aplica a todo convenio cualquiera sea la materia que
trate.
Régimen de prioridades.
Si existen organizaciones representativas de trabajadores éstas tendrán prioridad para
actuar como negociadoras del convenio colectivo.
Sólo si tales organizaciones no existen actuarán delegados electos.
La ley establece además los criterios a seguir cuando más de una organización se
atribuya la representación de los trabajadores. En ee caso las organizaciones deberán
actuar conjuntamente. Si no lo hicieran sólo será válido el convenio colectivo celebrado
por la organización más representativa.
La ley 16.170 del año 1991, impuso la obligación de inscripción y registro de los
convenios en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
La falta de inscripción y registro de los convenios colectivos de trabajo en el Ministerio
de Trabajo y Seguridad Social, hará pasibles a los empleadores de las sanciones
dispuestas. Misma ley que impone la obligatoriedad establece que la única consecuencia
del incumplimiento de la inscripción es la sanción de multa a los empleadores.
El registro da publicidad y fecha cierta al convenio colectivo. Constituye además un
importante elemento para el conocimiento y estudio de la negociación colectiva y su
contenido.
Los convenios colectivos comunes, previstos en el artículo primero de la ley 9.675, sólo
son aplicables a los empleadores que participan en su celebración en forma directa o
representados por las organizaciones patronales a las que estén afiliados. Es decir que
los convenios colectivos sólo son obligatorios para aquellos empleadores que los
hubieran consentido en forma personal o mediante representación contractual.
La ley 10.449 en cambio, creó un sistema de negociación colectiva en consejos
tripartitos, mediante el cual se fijan salarios mínimos y categorías laborales, aplicables
en forma obligatoria a todos los empleadores de una misma rama de actividad.
A ese procedimiento, mediante el cual se lograba dar efecto erga omnes en cuanto a los
empleadores comprendidos en un grupo de consejo de salarios, a un convenio en
materia salarial, se le llamó homologación.
LA CLÁUSULA DE PAZ
Convenios colectivos
Definición
a) Carácter escrito.
b) Por cierto tiempo.
c) Que la parte trabajadora esté organizada en sindicato.
d) Que el convenio cree obligaciones recíprocas entre las partes que lo suscriben.
La temporalidad de los convenios colectivos es de esencia de todos los contratos de
tracto sucesivo.
En la gran mayoría se estipula expresamente incluyendo en una cláusula el período de
duración o el sistema de renovación o de prórroga o la manera de introducir
modificaciones, con lo que se limita el tiempo de vigencia de un texto determinado.
Lo que debe requerirse para que haya convenio colectivo es que el elemento obrero sea
un grupo, es decir, muestre una consistencia colectiva y no sea una simple pluralidad de
adhesiones individuales.
La existencia de las obligaciones recíprocas entre las partes puede considerarse
compatible con la definición expuesta.
Esas obligaciones pueden ser mínimas, como la de respetar el acuerdo durante el tiempo
concertado y no incitar a sus miembros a eludir la reglamentación de las condiciones de
trabajo.
Tipos de cláusulas:
1) de organización de la actividad contractual (por ej la cláusula de reenvío de un
nivel de contratación a otro y las consiguientes reglas de competencia);
2) de administración del convenio colectivo (por ej de conciliación y arbitraje).
3) Que conciernen directamente al funcionamiento de los grupos organizados.
4) Institucionales, esto es, constitutivas o reguladoras de instituciones con
competencia en matera de autotutela o en materia de asistencia o de previsión o
de gestión de algunas instituciones contractuales.
Ventajas e inconvenientes
Ventajas que explican esa difusión pese a que importaban una innovación profunda en
las técnicas jurídicas aplicadas.
Existen tanto para los trabajadores como para los empleadores.
Para los trabajadores, las principales ventajas:
1) Equilibra la posición del trabajador con la del empleador para poder discutir en
pie de igualdad las condiciones de trabajo.
2) Sirve para mejorar las condiciones del trabajador por la mayor influencia del
personal y porque la elasticidad del método permite lograr aquellas ventajas
donde sea más fácil o posible.
3) Establece la igualdad de las condiciones de trabajo no solo en la empresa sino
también en la industria.
4) Permite una regulación del trabajo más ágil, apropiada y flexible que por la vía
de la ley.
5) Facilita la creación y organización de servicios sociales.
Para los empleadores:
1) Estimula la paz en la empresa. Durante el período de vigencia, generalmente se
trabaja en clima de concordia y colaboración.
2) Le da cierta estabilidad en los costos; pues puede calcular el precio del costo de
la mano de obra durante todo el período de duración del convenio.
3) Evita la concurrencia desleal a expensas de los trabajadores.
Siguientes defectos:
1) Falsea la tasa natural de los salarios porque interviene un elemento extraño a las
leyes del mercado.
2) No logra la paz social sino que la compromete. En lugar de evitar los conflictos,
los provoca. Se dice que cada vencimiento de plazo de los convenios y la
discusión de un nuevo convenio surge una oportunidad de enfrentamiento y de
conflicto.
3) Constituyen un peligro para el consumidor porque el suprimir la competencia
priva al consumidor de las ventajas que se derivan de ella y puede provocar el
egoísmo de grupo..
El Estado puede intervenir en defensa del interés público. Uno de los caminos es la
participación del Estado en las negociaciones dando nacimiento a lo que se ha llamado
la Concertación Social. El otro camino es darle un sitio a los consumidores dentro de la
política general de defensa del consumidor.
Contenido
Efectos
Terminación
Naturaleza jurídica
Barbagelata doctrina dualista; el convenio colectivo tiene algo de contrato y algo que no
es contractual y situándose dentro del marco legal uruguayo, considera que el efecto
automático se aplica por tratarse de obligaciones jerárquicamente superiores a las
nacidas del contrato de trabajo y por tanto inderogables por éste.
El legislador creó una especie de contrato de jerarquía superior y por tanto inviolable
por los contratos de trabajo.
Convenio colectivo como un acto normativo de formación bilateral.
Propiedades irreductibles de la figura:
a) Carácter grupal del sujeto en la parte obrera lo que significa que es de la esencia
de la contratación colectiva que la parte de los trabajadores esté constituida por
los representantes de la categoría que va a quedar sometida al régimen a crear.
b) Prelación de normas laborales. El contenido del convenio no está limitado, en
cuanto a la regulación de las condiciones de trabajo para la categoría, pudiendo
incluir toda clase de estipulaciones,
c) Carácter abstracto. En ningún caso, los convenios podrán contener
especificaciones relativas a la prestación de servicios por trabajadores
singularmente determinados.
Del punto de vista formal, es un acto-unión, o sea, un acto de origen plurilateral, por
cuanto deben intervenir más de una parte que tienen unidad de objeto, pero dualidad de
fines: ambas partes quieren la misma cosa-fijar las normas a las que deberán ajustarse
las relaciones laborales de carácter individual- pero con fines diferentes- cada una de las
partes busca defender su interés que es, si no antagónico, por lo menos diferente.
Del punto de vista material, el convenio colectivo es un acto-regla, por cuanto establece
normas generales e impersonales.
Interpretación
No hay una ley general sobre convenios colectivos sino algunas normas aisladas que
regulan ciertos temas relacionados con los convenios colectivos.
Surgimiento espontáneo
Congelación de salarios
Empleadores
Trabajadores
Materias
Inscripción
Clasificación
Convenios comunes
Alcance de la obligatoriedad
Efectos obligatorios
Procedimiento
Obligación de negociar
Los nuevos convenios colectivos pueden tener contenido distintos de los convenios
anteriores, tanto para mejorarlos como para empeorarlos. Pero nunca podrá bajar el
nivel de protección establecido por una norma imperativa.
Sector Público