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Introducción a Gadamer aquí, pues también nos hace aproxi-

marnos a la Hermenéutica desde la


perspectiva de Heidegger (el maestro
Autor: Jean Grondin de Gadamer) y a la Hermenéutica ro-
Editorial: Herder. mántica del siglo XIX, representada
Año de publicación: 2003, 256 páginas. por Schleiermacher y Dilthey.
ISBN: 978-84-254-2298-0. La obra comienza con el problema
del método y la idea de una Herme-
néutica de las ciencias sociales. Desde
Este libro de Jean Grondin, profesor el inicio, se aborda el detrimento que
de Filosofía Metafísica de la Universi- han sufrido las ciencias sociales como
dad de Montreal es, a pesar de ser edi- vehículo para alcanzar la verdad en fa-
tado ya en el año 2003 en España, un vor de las ciencias naturales debido a
libro de gran actualidad e importancia la influencia de Descartes primero, y de
para la Filosofía del Derecho, pues nos Kant posteriormente. Este hecho pro-
presenta de una forma sintética, pero vocó que las ciencias sociales perdiesen
completa, la obra de Hans Georg Gad- su pretensión de verdad y se dividiesen
amer y el desarrollo de su hermenéuti- en dos partes: el positivismo (jurídico
ca que tanta implicación está teniendo en nuestro caso) que busca copiar el
en este campo. En efecto, no solo la método cartesiano para aplicarlo a las
propia Revista ICADE se ha hecho ya ciencias sociales y la estética, desarro-
eco de la llegada de la hermenéutica al llada por los neokantianos, que acota
campo jurídico1, sino que también po- el ámbito del arte y de las humanidades
demos ver como la Revista Portuguesa al ámbito de la pura expresión interna
de Filosofía (fundada en 1945) centró del sujeto. Si atendemos fijamente a
uno de sus números del año pasado en ambas percepciones, vemos que tienen
este tema en concreto2. como elemento común la negación del
En este libro, el profesor Grondin Humanismo como método de alcance
nos hace un acercamiento sencillo, a de la verdad, adoptando posturas neo-
la par que riguroso, de las principales científicas los primeros y huyendo al
ideas que Hans Georg Gadamer publi- puro mundo de la estética los segun-
có en sus dos volúmenes de Verdad y dos. En todo caso, el arte y las ciencias
Método y en sus Obras Completas, las sociales pierden su pretensión de ver-
cuales actuarán como eje vertebrador dad con ambas posturas.
de la obra. Pero el libro no se detiene Frente a estas ideas, Gadamer de-
sarrollará una hermenéutica cuya tesis
1
“Hermenéutica jurídica: sobre el alcance de la fundamental es que el arte constituye
interpretación en el Derecho”, Revista ICADE, núm. en primer lugar una experiencia del ser
82, enero-abril 2011. Coordinador: Miguel Grande
Yañez. que puede describirse como adquisi-
2
“Direito e Filosofia: Fundamentos e Hermenêu- ción de conocimiento. Para ello parte
tica”, Revista Portuguesa de Filosofía, vol. 70, 2014. primero de una aclaración terminológi-

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ca, pues la “distinción del arte” no es lo explica el proceso de entender como


mismo que la “diferencia del arte” (cfr. “entenderme con respecto a algo”, Ga-
p. 71), es decir, que aquello que hace damer desarrolla una definición que
distintivo al arte (aquello que hace que sería más cercana a “entenderme en
reconozcamos al arte como arte) no algo”. El juez no se entiende con res-
puede ser un concepto diferente del de pecto a la ley, sino que se entiende en
la realidad. Esto le llevará a una prime- la ley, en ese dialogo que ambas partes
ra crítica de la estética, pues ésta está tienen.
fundamentada única y exclusivamente Ahora bien, el problema que se
en la experiencia interna del sujeto, la plantea ahora es el de explicar cómo
cual no forma parte de la realidad que entiende el sujeto ese mensaje que la
nos rodea. Queda así pues manifestado obra le lanza. Es decir, como se con-
que la estética se queda corta al inten- forma la conciencia hermenéutica del
tar definir la diferencia del arte como sujeto de tal manera que “entiende” el
lo único esencial de este. mensaje de la obra de arte. Aquí Gad-
Tras realizar esta separación ter- amer habla del concepto de “fusión de
minológica, Gadamer (a través de la horizontes” (cfr. p. 102) entendiéndose
pluma de Grondin) desarrolla su pre- éste como la interpretación que hace
tensión del arte como experiencia de la conciencia en el presente (aquí y
verdad al entender que en el arte hay ahora) conjugado con la “eficacia his-
un elemento de interpelación, esto es, tórica”, concepto que desarrollará pos-
que la obra de arte me llama y yo par- teriormente. El ejemplo del que se vale
ticipo de su mensaje. No existe como para explicar esta idea es a través de la
tal la poesía o el texto “objetivo” sino arquitectura, pues si bien es cierto que
que siempre existe la poesía o el tex- la obra arquitectónica no puede expli-
to que se entiende por el receptor. El carse de una forma puramente estética
arte estaría presente pues no en la obra como expresión del sentimiento del
sola, sino en ese “juego” entre la obra autor, está claro que tampoco puede
y el que la observa. Si aplicásemos esta explicarse desde una perspectiva his-
idea a nuestro campo, equivaldría a toricista y positivista que se pregunte
afirmar que el texto de la ley (o la ley ¿cuál era la finalidad del edificio al ser
como concepto) no es un ente “objeti- construido? Para entender la obra, te-
vo” sino que solo se entiende cuando nemos que entender el uso que actual-
el lector (el juez) la lee y participa de mente se le da al edificio y tenemos que
su mensaje. La representación no es de atender a la evolución de sus usos. Es
algo, sino que es para alguien. en este punto donde se pone de mani-
Es en este punto, donde el lector fiesto la fusión de horizontes de la que
debe entender que aquí Gadamer reali- Gadamer nos habla. En el ámbito del
za una sutil separación con su maestro Derecho esta afirmación también tiene
Heidegger, pero que tiene grandes con- sus consecuencias, pues si bien todos
secuencias prácticas. Así, si Heidegger estamos de acuerdo en que no se puede

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interpretar una ley en base a su esté- dueño de ella. Esta fundamentación de


tica, sigue estando muy extendido el Heidegger, provoca que él considere
criterio teleológico de interpretación a que en el ámbito del conocimiento, el
través del cual para entender la ley hay ser humano se entiende a sí mismo par-
que buscar la finalidad que le quiso dar tiendo de anticipaciones más o menos
el legislador. Muchas veces, este tipo expresas. Con sus proyectos de sentido,
de interpretación obvia los usos que el hombre intenta prevenir los golpes
actualmente se le dan a la ley, por lo que la existencia le tiene preparados
que no alcanzan a comprenderla en su incesantemente, hasta el inevitable
totalidad a juicio de la hermenéutica golpe de la muerte. Se ve aquí pues una
de Gadamer. primacía del futuro dentro del ámbito
Una vez tratado el problema del mé- del entender.
todo y de las ciencias sociales, Grondin Por su parte, Gadamer nos recuerda
pasa a explicar la labor crítica que Ga- que lo verdaderamente relevante den-
damer hizo de la hermenéutica que le tro de entender es el pasado, es su “efi-
precede, resaltando sus diferencias con cacia histórica” y los prejuicios que ha
respecto a su maestro, Heidegger, y la ido creando. Esto le lleva a acercarse
obra de la fenomenología de Husserl. a posiciones más propias de los histo-
Esto le ayudará a desarrollar su concep- ricistas y su método frente a las con-
to de “eficacia histórica” y a abordar el cepciones de su maestro y de Husserl,
problema de la aplicación, el cual es el pero a diferencia de éstos, Gadamer
fundamental dentro del Derecho. nos recuerda que su concepción de en-
Respecto a Heidegger, este enten- tender parte de la “fusión de horizon-
día que la idea de una fundamentación te”, lo cual le lleva ya definitivamente
podía ser problemática, pues su presu- a abordar el asunto de la eficacia his-
puesto se basa en la búsqueda de un tórica y su influencia en el proceso de
fundamento absoluto. El ser humano, entender.
consciente de su finitud, busca un só- Frente a la “conciencia histórica”,
lido apoyo en un elemento atemporal. que podría definirse como el mero co-
Quedaría entonces expuesto como el nocimiento del pasado y de cómo sus
concepto de «fundamento» caracteri- actos afecta al presente; la “eficacia
zado por las notas de atemporalidad y histórica” subraya aquellas parcelas del
permanencia, tiene como base su total conocimiento en las cuales la Historia
opuesto: la finitud. Dicha finitud viene actúa, y sigue actuando, sin que noso-
del hecho de que el hombre es el cen- tros seamos conscientes de ello. El pro-
tro del conocimiento. Es por ello por blema que se plantearía, pues, es com-
lo que Heidegger toma como punto de plicado: si nuestra conciencia viene
partida de su hermenéutica no al hom- obrada por la Historia ¿acaso no estaría
bre y su conciencia, sino al “ser ahí” necesariamente plagada de prejuicios
(Dasein), al ser arrojado a una existen- los cuales desconocemos siquiera que
cia de forma brevísima sin ser siquiera lo son? Es por esto por lo que Gadamer

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habla de la “vigilancia histórica” (cfr. dentro del campo de la Hermenéutica,


p. 158) de nuestra conciencia, la cual, siendo solo recordado por los pietistas.
consciente de sus propias limitaciones, Este problema es de vital importancia
estaría más abierta al conocimiento. para el campo del Derecho y para la
Estaríamos ante un saber de humildad: construcción de una hermenéutica ju-
consciente de que puedo estar equivo- rídica, por lo que merece que finalice-
cado, soy a la vez consciente de que el mos esta recensión deteniéndonos en
otro puede tener razón. Sobre ese úl- este punto.
timo punto hace descansar Gadamer En primer lugar, Gadamer critica
toda su hermenéutica, llegando a afir- la tradicional concepción de este pro-
mar que la hermenéutica es, simple y blema sobre los textos que partía del
llanamente, aceptar que el otro puede supuesto de que primero se debe com-
tener razón. prender el texto para después aplicarlo,
Por otra parte, desde la perspectiva conformando dos pasos lógicamente
de la eficacia histórica Gadamer de- diferenciados. Para Gadamer en cam-
sarrollará una defensa de la tradición. bio, la aplicación no se aplica a un en-
No es que para Gadamer la tradición tender previo, sino que es el núcleo del
sea lo único fundamental (eso sería entender, equiparando ambas labores.
puro tradicionalismo), sino que todo Partiendo de su concepción del enten-
lo que tiene vigencia no deriva nece- der como el diálogo, para poder enten-
sariamente de una fundamentación, der el texto de la ley debemos entablar
sino que puede derivar de la concien- ese diálogo con él ¿y cómo se entabla?
cia obrada por la eficacia histórica. Al A través de la aplicación. Es por eso por
igual que Heidegger, aunque con mo- lo que la aplicación es una parte funda-
tivos distintos a éste, Gadamer señala mental del entender mismo, y no un
que en la fundamentación hay siempre elemento posterior a este. Pero es que
un factor de tradición y de aconte- además, la postura contraria adolece
cer. Si volvemos al mundo jurídico el de un grave problema, y es que siempre
ejemplo es claro: la fundamentación va a haber un elemento de entender
de mi resolución judicial no deriva de previo a la aplicación, haciendo que
un puro análisis lógico de la ley, sino ésta sea imposible. Así, no podemos
que en él hay una parte de tradición decir que primero se entiende el tex-
y de acontecer. Como consecuencia to y luego se aplica, porque siguiendo
de todo esto, la idea de la razón como ese razonamiento también podríamos
capacidad de fundamentación expresa argüir que primero hay que entender la
y autónoma sin necesidad de tradición aplicación misma antes que aplicar, o
(algo propio del positivismo) queda que hay que entender la individualidad
pues eliminada. de la aplicación del momento antes de
Por último, Gadamer hace refe- aplicar. En definitiva, esta estructura
rencia al problema fundamental de de dos pasos permite incluir miles de
la aplicación, el cual se había perdido “entendimientos” necesarios previos,

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haciendo imposible llegar al estadio para él la labor de un historiador del


de la aplicación. El planteamiento de Derecho es exactamente la misma
Gadamer, en cambio, resuelve este que la labor de un juez. Para defen-
problema. der esta postura, Gadamer recurrirá
Para defender esta postura, Gada- a dos argumentos: en primer lugar, el
mer se basará en la ética aristotélica, historiador del derecho ha de “recons-
la cual entendía que la sabiduría ética truir” el hecho concreto gracias al cual
no se basa en el conocimiento de un puede entender como la ley histórica
ideal supremo, sino que se muestra en puede aplicársele (al igual que el juez
la aplicación del bien a un acto con- reconstruye el hecho fáctico para en-
creto de la vida. El saber moral no es tender cómo aplicar la ley actual); en
pues un saber de objetivación, sino segundo lugar, para poder reconstruir
que es un saber de aplicación. En este ese hecho concreto se debe atender a
campo lo mismo podría decirse del las propias expectativas del historiador
Derecho y la justicia: no podría de- y a su propio sentido del derecho, por
cirse que actúa justamente aquel que lo que de la comprensión del hecho
conoce la norma que marca la justi- jurídico pasado, será siempre la nor-
cia, sino aquel que aplica la justicia ma del sentimiento jurídico actual la
ante la problemática que se le plan- que dirija tácitamente la comprensión
tea. Obviamente, Gadamer no niega (fusión de horizontes). Concluye pues
que detrás de todo acto moral o legal Gadamer que “en esto me parece que
haya un trasfondo normativo (ya sea la situación hermenéutica es la misma
ley moral o ley positiva), lo que suce- para el historiador que para el jurista:
de es que Gadamer pone en duda que frente a un texto, todos nos encontra-
la rectitud de la acción moral dependa mos en una determinada expectativa
exclusivamente de semejante conoci- de sentido inmediata. No hay acceso
miento normativo, sino que depende inmediato al objeto histórico, capaz
de la aplicación. La acción jurídica de proporcionarnos objetivamente su
no es pues como la de un artesano relevancia. El historiador tiene que
que hace un jarrón, pues éste puede realizar la misma reflexión que guía al
alejarse del objeto y contemplarlo. En jurista” (cfr. p. 171). Es importante re-
cambio, el que actúa en el ámbito de saltar en este punto que Gadamer era
la justicia se ve él mismo afectado por plenamente consciente de las diferen-
sus acciones, pero al mismo tiempo se cias que hay entre que un juez aplique
encuentra siempre en la situación de derecho y que un historiador compren-
aquel que va a actuar. Estamos inmer- da el pasado, lo único que Gadamer
sos en la situación jurídica y sólo en la buscaba era demostrar que había una
aplicación encontramos el verdadero unidad no en las consecuencias de la
entendimiento de la misma. aplicación del derecho, sino en la com-
Es en este punto donde Gadamer prensión del texto jurídico que se nos
propone su tesis más polémica, pues presenta.

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Una vez expuesto toda su tesis con manera creativa. El que no entienda
respecto al Derecho puede Gadamer esto, no habrá entendido la ley mis-
dar una solución a la tensión existente ma, es decir, el espíritu que la anima
entre la fidelidad al texto y la necesidad y según el cual habrá que aplicarla de
de su aplicación al contexto presente. manera incesantemente distinta para
Según él, sería un grave error el ver en hacer justicia a las correspondientes si-
la aplicación concreta de la ley una ar- tuaciones y a sus ineludibles particula-
bitrariedad o libertad con respecto a la ridades. El sentido que se trata de com-
ley original solo por diferencias entre prender sólo se concreta y se completa
la literalidad del texto y la forma de en la aplicación, la cual, en todo caso,
interpretarlo que tiene la resolución siempre se mantiene enteramente ata-
judicial para adecuar la norma a la si- da al sentido del texto.
tuación concreta. No se hará justicia a
la ley ni a su espíritu sino cuando uno Alberto de Unzurrunzaga Rubio
sepa aplicarla de acuerdo con las co- Alumno colaborador del Área de Filosofía
rrespondientes circunstancias y de una del Derecho

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