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Respetable Logia Jaime Galté Carré N°241

Santiago, agosto 11 de 2020

Hacia una Filosofía Cuántica Espiritual

I.- Introducción

La filosofía y su multiplicidad de sistemas analíticos, la religión y su frondosidad de fe, la


espiritualidad y sus numerosas expresiones esotéricas, la ciencia y sus diversas disciplinas han
dado forma a un tipo particular de conocimiento que, si bien han permitido el progreso y el
desarrollo, también han contribuido a separar, disgregar, desunir y a desvincular al ser
humano de su propia condición.

Con todo, la visión epistemológica de la física moderna no solo ha rebatido los postulados de
la ciencia clásica, sino que también ha entregado elementos de juicio que amplían la
comprensión del universo, lo que permite posibilitar respuestas a cuestiones acerca de:
¿Dónde venimos? ¿Qué se entiende por real? ¿Cuáles son las relaciones existentes entre la
consciencia y la materia? ¿Por qué existe algo en lugar de nada?,

En efecto, a partir del renacimiento y de la ilustración, así como del desarrollo de la física
moderna, ha sido posible contar con una nueva visión cosmológica para interpretar la realidad
cognoscible, en especial, con Max Planck, quien pudo precisar los límites del conocimiento
impuestos por la naturaleza mediante el cálculo de las constantes que marcaron los inicios del
universo, las cuales si bien ampliaron la visión y comprensión del universo, determinaron una
realidad no cognoscible que está más allá de los horizontes de evento del cosmos organizado.

Los hallazgos provenientes de los aciertos cuánticos y relativistas estimulan el desarrollo de


nuevas ideas filosóficas sobre los aspectos ontológicos no cognoscibles de lo real, en especial,
de aquellos que dicen relación con los propósitos del cosmos y con el rol del ser humano en el
universo, porque provee categorías de entendimiento que están más alla de la razón absoluta,
los cuales constituyen bases formidables para el logro por una parte de una teoría del todo que
unifique las disciplinas científicas y, por otra parte, para forjar una forma de hacer filosofía
con autopoigesis que, mediante la protección de lo más insigne de la tradición, proponga los
cambios necesarios para una mejor comprensión del mundo y de la vida.

En este orden, se analizarán suscintamente algunas posiciones epistemológicas previas a la


física moderna, propias de la filosofía y de la ciencia clásica. Seguidamente, se expondrá una
visión de la realidad según la física moderna, para finalizar con algunas reflexiones acerca de
una nueva forma de hacer filosofía en términos cuánticos y espirituales.
II.- POSICIONES EPISTEMOLÓGICAS PREVIAS A LA FISICA MODERNA

• Para Platón, algunas ideas o formas universales no existen del modo de los objetos
físicos porque son de naturaleza metafísica y pertenecen a un orden distinto a la
realidad sensible. A juicio de Platón, lo que cae dentro de la acción de los sentidos
como materialidad de las cosas, no deja de ser un mundo de apariencias y sombras de
una realidad relativa, a diferencia del verdadero mundo inteligible o mundo de las
ideas.

• El realismo aristotélico concentra en el objeto de conocimiento a la materia y la


forma. Como contraparte, un sujeto observador que a la luz de la inteligencia
aprehende una realidad basada en la experiencia sensible. Señala que la realidad no
puede hallarse en un mundo de las ideas separado del mundo sensible, porque ello
implicaría una duplicación mental de las cosas. La realidad sensible no es un hecho
superficial o aparente, sino que es la manifestación de algo que tiene verdadera
existencia y que puede ser aprehendido por el conocimiento para descubrir su esencia,
lo cual no significa que haya que llegar a la sustancia para conocer la cosa misma.

• Descartes, por su parte, señala que el pensamiento es el único medio para el


conocimiento confiable que permite aprehender la realidad. Por lo tanto, desecha toda
influencia empírica de lo que la razón pueda requerir, como la expuesta por Hume.

• Kant en el siglo XVIII llamó idealismo trascendental a la concepción epistemológica


y metafísica, para explicar lo que está más allá de alguna realidad gnoseológica. Y
traslada al sujeto la forma, desde la materia. Con esta deducción, Kant difiere de
Aristóteles y describe códigos y atributos a través de los cuales el sujeto organiza y
ordena la experiencia del objeto conocido, sosteniendo en la Crítica de la Razón Pura
que los pensamientos sin contenidos son vacíos y que las intuiciones sin conceptos
son ciegas, bases éstas que rebasan lo dicho desde Aristóteles hasta Descartes sobre
epistemología, así como le da cierto sentido al empirismo de Hume.

• Kant intenta unificar a Descartes y a Hume, y a diferencia de Aristóteles sostiene que


la realidad objeto de conocimiento solo considera la materia, al situar la forma en el
sujeto como parte de sus atributos a priori que le permiten organizar la experiencia
recogida por medio de los sentidos. Agrega Kant que es una forma de subjetividad
que determina que el espacio y el tiempo no pueden existir fuera del sujeto, porque
son anteriores a toda experiencia.

• Kant hace un desglose de estas dos componentes sujeto y objeto:


 Un primer elemento que es externo al sujeto que representa lo dado o principio
material, es decir, un objeto de conocimiento, descartando en este ámbito objetivo
la forma que los clásicos la consideraban junto con la materia.
 Un segundo elemento que es propio del sujeto que representa un principio formal
que no es más que el sujeto mismo que conoce. Con respecto a este segundo
elemento Kant afirma que las condiciones de todo conocimiento no son puestas
por el objeto a conocer, sino por el sujeto que conoce, quien introduce ciertas
formas que, no preexistiendo en la realidad, son imprescindibles para
comprenderla. En otras palabras, acepta parte de lo empírico, en cuanto a que sin
sensibilidad nada nos sería dado y, sin entendimiento, nada sería pensado. Kant
agregaba que lo que está bajo la capacidad de conocer se denominaba fenómeno y
aquello que está afuera o la cosa en sí la llamó noúmeno.

 Con esto Kant refuta a Newton al señalar que espacio y tiempo son
independientes de la materia, porque representan condiciones a priori del sujeto
para organizar y ordenar la experiencia acerca de la realidad. En este contexto,
Kant señala que tiempo y espacio no son absolutos sino son producto de la mente
humana, situación que no obstante más adelante será rebatida por la teoría general
de la relatividad que señala que la noción espacio temporal cambia, en atención a
que se accede a un plano de noúmenos ordenados donde tiempo y espacio son
dimensiones ilusorias afectadas por la materia, el espacio y la gravedad.

III.- LA REALIDAD SEGÚN LA FISICA MODERNA

• Microcosmos y Macrocosmos son dos términos contrapuestos que explican la relación


entre el ser humano y el universo. El concepto de mundo pequeño implicaría ver al ser
humano en si mismo como un mundo o universo a escala completa, deducción ya
utilizada por Demócrito, Paracelso y Leibniz, mientras que macrocosmos significaría
aludir a la totalidad del universo que está más allá de la naturaleza humana.

• A principios del siglo XX se pusieron las bases de dos físicas diferentes pero
complementarias que hasta hoy no se han podido unificar: la relatividad o física del
macrocosmos y la mecánica cuántica o física del microcosmos. Ambas, han hecho un
gran avance en cuanto a la visión epistemológica del mundo y de la vida, como
asimismo, han aportado al progreso de la humanidad. Al mismo tiempo, han creado
incógnitas formidables para el desarrollo de la filosofía, y si bien no ha sido posible su
unificación, sin embargo, han aportado elementos de juicio suficientes para el
advenimiento de una filosofía moderna que trascienda los cánones y concepciones
tradicionales para el estudio general de las cosas.

• Si bien la relatividad general se centra en explicar la fuerza de la gravedad, la


mecánica cuántica busca desde el estudio de lo mínimo poder transformarse en una
teoría del todo, incursionando en las fuerzas electromagnéticas y nuclear fuerte y
débil. Empero, hasta hoy sus postulados no han funcionado con la gravedad.

• En ese orden, aun no son compatibles teorías y predicciones que evolucionaron


independientes. Algunos científicos aluden que la teoría más general es la cuántica, y
que la relatividad es más bien específica. Se pretende unificarlas por medio de la
extensión del ámbito cuántico hacia el campo de la gravedad, utilizando las
predicciones de la relatividad general que modificaron la mecánica cuántica en lo que
respecta al tiempo, cuando la ciencia de partículas en sus inicios, al igual que Newton,
lo consideraba como algo absoluto. Fue con Dirac en 1930, que la mecánica cuántica
tuvo en cuenta la teoría de la relatividad especial y se creó una “cuántica relativista
especial”.

• Surge un tercer tercer frente en la física moderna como un mecanismo de unificación,


la Teoría General de Cuerdas, que señala que las partículas elementales se deben a
vibraciones de minúsculos filamentos de energía llamados “cuerdas”, cuyas distintas
frecuencias de vibración darían origen a diferentes tipos de partículas, como camino
por el cual la energía se transforma en materia. Se trata de una teoría que emerge como
un posible arquitrabe que puede unificar la concepción física micro y macro del
universo.

El sueño Pitagórico y la ley de la octava cósmica están en consonacia con los alcances
de la teoría de cuerdas y, en la actualidad, emerge como hipótesis la teoría M que
integraría la relatividad general con la mecánica cuántica. Uno de los defensores de
esta unificación es el físico Michio Kaku, autor de Universos Paralelos donde integra
aspectos macro como el big bang y los agujeros negros con el mundo cuántico de
electrones y quarks.

Aquí converge la lira pitagórica y las octavas de Gurdieff para explicar la realidad,
cuando un electron como cuerda vibrante oscila a diferentes frecuencias y resonancias
y, al tocarlo, cambia de forma y tamaño como notas musicales subatómicas del
pentagrama universal, que de electron pasa a quark y que pulsado se convierte en
neutrino.

• Max Planck determinó en 1900 la existencia de límites físicos impuestos por la


naturaleza al conocimiento de la realidad, linderos misteriosos que si bien determinan
constantes calculables por la ciencia moderna, según Jean Guitton en su obra Dios y la
Ciencia, constituyen testimonios que invitan a reflexionar respecto a quién o qué fue
lo que decidió levantar una frontera natural en el universo como límite último de toda
divisibilidad que representa la más pequeña cantidad de energía como de tiempo y
calor existente en el mundo físico casi en los instantes mismos del big bang, así como
a preguntarse qué hay más allá de esos bordes primordiales del cosmos que ninguna
ley física puede responder por la vía de la observación y, por último cuestionarse por
qué este hallazgo pudo ser revelado por la ciencia, lo cual permite elucubrar que esas
constantes, más que murallas u obstáculos, representan ventanas para avizorar más allá
del horizonte de eventos del universo..

• Las interpretaciones clásicas del universo fueron sobrepasadas por las concepciones
científicas modernas que indican que, en la perspectiva cuántica, la realidad en sí no
existe y/o no es cognoscible, en atención a que depende, tanto cuándo el observador
decide observarla, como por el tipo de instrumento que se utilice en la observación, así
como por el seguimiento de los elementos observables que pueden ser, al mismo
tiempo, una onda o una partícula, y que son algo indeterminado por la incertidumbre
de poder determinar su ubicación, porque pueden ser detectadas en muchos sitios a la
vez.
• El universo en sí es cuántico, desde su expresión inicial infinitesimal, cuando se habría
generado por una explosión que provocó la expansión de la singularidad, hecho que
aun se manifiesta con el crecimiento del espacio producto de la eclosión originaria.
Los científicos toman como punto de partida las primeras mil millonésimas de
segundo que sucedieron a un acto de creación que en la actualidad correspondería a
un proceso de inflación que culminaría con un nuevo ciclo de big bang, movido por
un campo de vacío cuántico anterior que está más allá de la comprensión humana
actual.

• Einstein revela el tipo de espíritu que se anuncia como nueva forma de la sensibilidad
vital, íntimamente vinculada con la teoría perspectivista de Ortega, que supone ante
todo la superación de una forma diferente de entender y conocer el mundo que pone
fin a la hegemonía clásica de ver la realidad. Sostiene que la teoría de la relatividad
general revela la inexactitud de la idea de los físicos del siglo XVIII, en cuanto a que
“los conceptos y leyes fundamentales de la física no eran libres invenciones del
pensamiento humano, sino que por abstracción podían deducirse de las experiencias”.

• La genialidad de Einstein consigue superar la idea clásica de relatividad e inaugura un


nuevo pensamiento relativist que difiere de Galileo y Newton. Para estos existe un
tiempo y un espacio relativos, y otro tiempo y espacio absolutos que no se pueden
conocer más que apariencias de un modo muy superficial y defectuoso. Einstein, por
el contrario, señala que hay una sola realidad que es captada o percibida por un
observador desde una perspectiva particular, por eso es realidad relativa, porque se
capta reconociendo la existencia de ciertas limitaciones. Pero es a la vez absoluta,
primera e incognoscible en todo aquello que rebaza el horizonte de eventos cósmico.
Empero, Einstein consigue vincular la labor científica de Newton y Kepler con esa
fuerza reguladora que lleva a un individuo a seguir la voluntad universal por
comprender una brizna de la mente creadora para revelar la mecánica celeste. Lo que
proporciona al ser humano esa fuerza que él llama sentimiento cósmico religioso.

• Einstein conculca el modelo epistemológico kantiano, que arranca en Descartes y que


domina como modelo imperante de racionalidad científica. La razón, dice Einstein, es
razón perspectivada y no razón absoluta. Ahora se trata de completar el esfuerzo de
Einstein de conciliar razón y vida -en la medida en que se convierte en realidad radical
y objeto fundamental de la Filosofía.

• Einsten propuso un modelo para entender el universo y sus funciones desde su origen,
con un espacio que se encuentra asociado con el tiempo y que depende de la materia
energía que contenga para el tipo de realidad que se aprehende. Como aplicaciones
prácticas de la ciencia einsteniana está todo lo concerniente a la tecnología de
superconductividad, y la geolocalización o GPS, así como las lupas cósmicas,
producto del estudio de determinados puntos del universo donde la concentración de
masa es muy alta la atracción gravitacional es muy fuerte que afecta a los rayos de luz
que pasan cerca desviándolos, como si pasaran a través de enormes lupas llamadas
lentes gravitacionales, donde los cuerpos que están detrás de esas lupas se ven
magnificados desde la tierra.

• Einsten con la relatividad especial postula que la medida del tiempo no es absoluta y
que será diferente para dos observadores en distintos estados de momento. Si uno se
aleja de la tierra a una velocidad cercana a la de la luz, cuando retorne seá mucho más
joven que el que permaneció en el planeta,

IV.- HACIA UNA FILOSOFÍA CUÁNTICA ESPIRITUAL

Somos mónadas con un alma encarnada en el plano físico de la materia. Según los idealistas,
el ser humano conformado por un alma, una mente y un cuerpo denso no es parte del mundo
de la forma, al provenir desde planos sutiles para espiritualizar el plano corpóreo,
constituyéndose así en parte de una realidad que el mismo recrea.
En este entendido, llega con el poder de la epigénesis que le permite reconstruír una realidad
con los insumos que le son suministrados por el mundo exterior.

En esos términos, una nueva forma de hacer filosofía debe consignar parámetros más bien
espirituales que materiales para estudiar la consciencia como un campo de información que da
origen y sentido a los procesos cuánticos y al mundo de las partículas. En la medida que se
produce el despertar de las consciencias, el espíritu humano revive y adquiere el dominio
cuántico que le permite liberarse de ataduras mentales y materiales que le impedían ser libre y
poder desplegarse sin límites de espacio, materia y tiempo por el mundo en general,
ampliando maravillosamente su comprensión del universo como de sí mismo, pudiendo
acceder a la majestuosa verdad tras dejar atrás las limitaciones que otrora le impedían conocer
y comprender lo que llamaban realidad incognoscible.

En este orden de consideraciones, un nuevo enfoque de estudio general de las cosas a través
del alma humana, debe concebir que más allá del plano material lo que existe es un vacío
cuántico de energía distribuida como red, que actúa como un repositorio o plataforma para
quien observe y, en la medida que surga un observador será posible ver o medir componentes
ondulares o partículas que darán forma y sentido a una realidad que si es recreada por un
observador libre de espíritu podrá dar origen a una representación del mundo más bondadosa
y bella.

Una humanidad satisfecha y contenta, adquirirá un nivel mayor de consciencia, y como lo


dice Amit Goswani, profesor de física de la Universidad de Óregon, el comportamiento de
las partículas estará supeditado a lo que haga quien las observa como al instrumento que
utilice. Por ende, el ser humano libre en espíritu hará representaciones caracterizadas por un
profundo sentido de armonía y paz social, puesto que sus recreaciones son parte del universo
que se debe a un todo.

El Dalai Lama señaló en una ocasión frente a científicos de alcurnia que todos estamos
conectados y formamos parte de una misma esencia. Concebir esta conexión ayuda a entender
por qué es importante que los pensamientos, sentimientos y actuaciones sean bellos y
bondadosos, porque todo aquello que se hace cual reverbero se refleja en el Universo y nos
es devuelto por añadidura.

Filosofías de vida como el Budismo han exaltado la necesidad de trascender lo físico para
incrementar el nivel vibratorio de la conciencia, dado que en esa condición del alma hace que
tenga sentido y forma la propia realidad. Se dice que somos lo que pensamos, pero es
menester rebazar el pensamiento concreto y acceder al pensamiento abstracto para que la
recreación de la realidad sea bella y bondadosa.

Para ello, se requiere abrir más ventanas en las fronteras del conocimiento para elevar el nivel
de consciencia hacia estadios superiores, con el objeto de ennoblecer las representaciones que
el sujeto haga como realidad, porque de acuerdo con el Budismo las emociones y
pensamientos definen la realidad representada según es la calidad quen observa, que desde un
punto de vista esotérico debiera corresponder a buenas acciones espirituales.

Si se extrapolara el poder de la observación a un sujeto observador que esté más allá del
actual nivel de consciencia de la humanidad, intuiríamos un Gran Arquitecto que observaría
el vacío cuántico para hacer realidad nuevos y múltiples universos.

En este orden, es significativa la contribución de la física moderna a una nueva realidad


epistemológica, porque significa un estímulo a la filosofía para que asuma una nueva visión
del mundo con un rol protagónico de la componente espiritual, que más que generar una
dialectica de contrarios, procure una integración del idealismo y el realismo, superando un
espiritualismo objetivo de Platon y Hegel por una quintaesencia de consciencia que se
constituya en una parte del mutiverso cuánticamente entrelazada con el espíritu supremo, que
como campo de información incluye pensamientos de todos los seres, las almas de cada
espíritu humano y todo aquello que está más allá de los límites del universo de la forma.
.
Al transcender hacia un estadio de amor incondicional la consciencia se convierte en un
medio elevado capaz de generar profundos cambios positivos en la representación de
realidades, producto fundamentalmente de la conjugación armónica entre el alma, la mente y
el cuerpo de cada ser, cuya integración cuántica permite al espíritu humano sobreponerse a las
limitaciones espacio temporales del plano físico para prodigar una representación del mundo
más espiritual, pudiendo acceder a los confines más remotos del universo cognoscible y
observar su último paso involutivo antes de acceder al mundo de la forma.

Dentro de las ocupaciones de una filosofía espiritual deberían encontrarse las llamadas
experiencias paranormales que para una determinada parte de la humanidad constituyen
procesos naturales donde sus cuerpos superiores actúan prescindiendo de los obstáculos
materiales.

Para la médium nacional Constanza San Martín todos somos seres de luz viviendo una
experiencia humana. La evolución de consciencia de algunos permite una debida y correcta
realización de diversas facultades espirituales como la Mediumnidad intencionada para
canalización con desencarnados, Mediumnidad intencionada para canalización con maestros
ascendidos, Mediumnidad espontánea, Videncia intencionada, Videncia espontánea,
Telepatía, Sanación y Viaje Astral, potestades del sexto sentido que para su implementación
se hace necesario que el ejecutor se encuentre relajado, concentrado, en paz y armonía con sus
chacras y su ser integral para potenciar y optimizar la calidad de la facultad a realizar, en
especial, con la activación de la glándula pineal, prevaleciendo en cada una de estas
experiencias el predominio del espíritu por sobre la materia.

V.- CONCLUSIONES

• El desarrollo científico y tecnológico ha proporcionado elementos de juicio


epistemológicos únicos para una mayor y mejor comprensión del mundo y de la vida,
lo cual implica que es menester un nuevo conjunto de reflexiones acerca de la esencia,
las propiedades, las causas y los efectos de las cosas naturales sobre el ser humano y el
universo, que vaya más allá de las elucubraciones clásicas de la filosofía y de las
ciencias previas a la física moderna.

• Si bien la naturaleza física ha impuesto barreras o límites al conocimiento, la ciencia


moderna ha establecido con propiedad la frontera de la realidad cognoscible, sin
perjuicio de abrir ventanas para el ejercicio de una filosofía cuántica espiritual que
trascienda esas limitaciones en su incursión en lo no cognoscible y que a diferencia de
Stephen Hawking demuestre que no está muerta.

• El despertar de consciencia permitirá que el espíritu humano acreciente el dominio de


sus capacidades para una mayor comprensión del plano físico universal, cultivando y
sembrando las virtudes fundamentales que aseguren que los valores y cualidades como
objeto moral puedan cubrir a cabalidad las necesidades imperiosas e insatisfechas de
la naturaleza humana.

• Por consiguiente, una nueva forma de hacer filosofía debe procurar las bases para un
comportamiento virtuoso y ético que contribuya a la consolidación de un estado de
consciencia libre y responsable que despierte las fuerzas dormidas del potencial de
realización de la naturaleza humana y se sobreponga a la ignorancia, el fanatismo y la
ambición que le impiden conocer y comprender que al ser uno con el espíritu del
multiverso puede trascender las limitaciones del mundo físico, y recrear
representaciones de la realidad para un mundo más justo, inclusivo y solidario.

• Con todo, es deber de la filosofía estudiar las condiciones para la preparación de la


humanidad a un sistema de vida donde el espíritu prevalezca por sobre la materia, y
cada ser humano sea capaz de liberar su alma dormida, recordando que deviene de un
plano espiritual superior al cual debe retornar.

• Una nueva forma de hacer filosofía debe estimular el despertar gradual de las
capacidades plenas del ser humano para abrir ventanas espirituales, de forma que esté
preparado para conocer y comprender sus etapas anteriores en el mundo espiritual
antes de su acceso al plano físico. Las facultades espirituales se harán más masivas y
el ser humano en espíritu podrá sobreponerse a los límites materales impuestos por el
mundo físico. Al igual que las partículas cuánticas, no habrán barreras ni separación
alguna en el mundo material como en el mundo espiritual. Solamente a modo de
referencia es dable de representar dominios del sexto sentido como la visión remota,
que corresponde a una nueva forma de hacer ciencia sobre una capacidad psíquica de
recibir información o impresiones de un evento, persona, objeto o lugar que se
encuentren a gran distancia, que se entiende y estudia como una forma de percepción
extrasensorial y que sáltándose los obstáculos físicos de la materia, del espacio y del
tiempo permiten representar en espíritu realidades lejanas.

• Al ser cuántico el universo, la filosofía debe reforzar la virtuosidad para que los
valores puedan cumplir su misión de satisfacer el espíritu en su hégira hacia el plano
físico, acentuando su preocupación y quehacer en la formación de los individuos para
que hagan un uso inteligente y ético de los nuevos conocimientos científicos y
tecnológicos, como garantes que se encarguen de proteger al nuevo mundo de la
información y comunicación cuántica de posibles riesgos de dominio provocados por
centros de poder que han sembrado semillas de injusticia e inequidad en la historia de
la humanidad.

• Así como la ciencia moderna escudriña el pasado del universo hasta llegar a límites
infinitisimales de su creación, las ventanas espirituales harán conocer y comprender
una parte de los siete mundos forjada con anterioridad a la existencia material. Es
decir, se podrá conocer el pasado espiritual de nuestra actual alma, y recordar aquellas
dimensiones de humanidad no densas que fueron parte inicial del proceso involutivo
que hoy se conoce como mundo del plano físico de la forma.

Salud, Fuerza y Unión


Luis Téllez Mellado Grado
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