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Rodriguez - Construcción de La Demanda
Rodriguez - Construcción de La Demanda
Universidad de Chile
revpsico@uchile.cl
ISSN (Versión impresa): 0716-8039
CHILE
2001
Alicia Rodríguez / Luis Giménez / Clara Netto / María José Bagnato / Cecilia Marotta
DE OFERTAS Y DEMANDAS: UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN
PSICOLOGÍA COMUNITARIA
Revista de Psicología, año/vol. X, número 002
Universidad de Chile
Ñuñoa Santiago, Chile
pp. 101-109
De Ofertas y Demandas: Una Propuesta de Intervención en
Psicología Comunitaria
Resumen
El artículo parte de la experiencia educativa que los autores desarrollan como docentes del
curso Técnicas de Atención Comunitaria de la Facultad de Psicología-Universidad de la Repú-
blica, de Montevideo,Uruguay. Del análisis de la práctica y de la constatación de frecuentes
confusiones conceptuales, surge la importancia de delimitar y dilucidar las nociones de nece-
sidad, pedido, demanda y encargo, para la especificidad del trabajo comunitario. Ubicándose
en el inicio de una intervención y reconociendo el carácter fundante de ese momento, enfatizan
la interacción entre la construcción de la demanda y la oferta, proceso que se desencadena en
presencia o no de un pedido explícito por parte de la comunidad. Explicitan algunas
interrogantes sobre la implicación de la Psicología Comunitaria en el contexto social actual.
Palabras Claves: Intervención comunitaria. Necesidades. Demanda.
Abstract
The authors share an educational experience as professors of the course Techniques in
Community Service at the School of Psychology, University of the Republic, Montevideo,
Uruguay.
Practice analysis and evidence of frequent concept misunderstandings show the
importance to elucidate and clarify notions such as need, order, demand and assignment
in the frame of community work.
Placing themselves at the beginning of an intervention, and admitting its founding nature,
they emphasize interaction in the building of demand and supply as a process that evolves
in the presence, or not, of an explicit order on the side of community. They state some
questions about community psychology implication in the present social context.
* Equipo docente del curso Técnicas de Atención Comunitaria del Area de Salud de la Facultad de Psicología de la Universidad de la
República.Montevideo, Uruguay
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ciones propias de quienes las formulan, mu- satisfactor que actúa frente a ciertas necesi-
chas veces alejadas de lo que desde los dades. Es así que, el aporte de Max Neef,
involucrados se valora como problema. contribuye a la evaluación y la imprescindi-
Desde la perspectiva de la Psicología Co- ble autocrítica y reflexión que debe acompa-
munitaria la cuestión no pasa por la «ver- ñar toda intervención comunitaria.
dad» de las necesidades así definidas, sino
por su condición de existencia para los que Pedido
en definitiva serán sujetos de la intervención.
La autopercepción de las necesidades su-
La acción comunitaria requiere la expresión
pone que las personas nos podamos recono-
de una necesidad, y ésta es resultado de un
cer como carentes. Ello incluye la desilusión
proceso que, partiendo del sentir incorpora
y la ruptura de la omnipotencia, el reconoci-
elementos de concientización que permitan
miento de los límites. Pero a la vez, y tal como
verla, es decir darle existencia. El trabajo del
lo expresa Max-Neef (1986) la necesidad es
psicólogo pasa en esta etapa por facilitar el
potencialidad en tanto se constituye en un
intercambio y la problematización que genere
motor que nos pone en movimiento para
las condiciones para identificar colectiva-
buscar su satisfacción y para pedir ayuda
mente las necesidades (Montero, 1991).
cuando la misma se hace necesaria. La
En este campo el aporte de Manfred Max explicitación del deseo de satisfacer las ne-
Neef (1986) nos ha resultado pertinente. cesidades y de resolver los problemas con la
Frente a las reiteradas confusiones que el ayuda de un otro, se constituye en la formu-
tema genera plantea la distinción entre ne- lación de un pedido. El pedido es entonces
cesidades y satisfactores. De tal manera que, la explicitación de la necesidad de ayuda,
mientras las necesidades serían universales, dirigida a quien o quienes se cree podrán res-
de número limitado y clasificables, los ponder a la misma.
satisfactores serían objeto de múltiples va-
riaciones históricas y culturales. Este autor
ordena las necesidades según criterios Demanda. Proceso de construcción de la
existenciales (ser, tener, hacer y estar), y demanda
axiológicos (subsistencia, protección, afecto, A partir de la explicitación del pedido, será
entendimiento, participación, ocio, creación, necesario entonces abrir el juego a la cons-
identidad, libertad). La matriz de necesida- trucción de la demanda.
des y satisfactores conformada, constituye La demanda no puede ser entendida sin
una interesante herramienta diagnóstica considerar su relación con la oferta. Es sólo
para trabajar junto con los diferentes sujetos desde esta última, que la primera se puede
comunitarios en la delimitación de los pro- desplegar. Dicho interjuego está siempre pre-
blemas y sus posibles alternativas. sente, exista o no un pedido de intervención.
Los satisfactores no actúan colmando las Cuando existe un pedido explícito, el mis-
necesidades sino que constituyen los modos mo se genera desde la idea de que alguien
culturalmente establecidos para actualizar- puede darle respuesta. Dicho pedido mere-
las de forma continua y renovada. Existen ce una lectura y una problematización en el
diferentes tipos de satisfactores y no todos seno del vínculo entre el técnico y quien o
posibilitan vivir las necesidades con igual quienes lo formulan. Se producirá allí algo
intensidad y plenitud. La propia interven- novedoso para ambos. Ese pedido, como
ción que como agentes externos llevamos decíamos antes, podrá provenir directamente
adelante, puede ser pensada como un de la comunidad o bien, podrá ser formula-
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do por un tercero. En ambos casos la estrate- emergente podemos otorgar al mismo?, ¿por
gia será distinta pero siempre supondrá tran- qué a nosotros?, ¿qué expectativa se depo-
sitar por la construcción de un vínculo para sitan en nuestra intervención?. La respues-
posibilitar el desarrollo de un trabajo. ta a éstas y a otras interrogantes deberá sur-
Cuando no aparece un pedido, y la inter- gir de la relación misma entre el técnico y la
vención se genera desde la oferta de un ser- comunidad.
vicio, se abre la posibilidad a la demanda. Problematizar supone entonces, abrir un
La propia oferta y la eventualidad de que espacio para la comprensión, romper con la
ella sea aceptada, implica un cierto diagnós- mirada ingenua y con la idea de que la reali-
tico de situación y de coyuntura. De modo dad es una y podemos ir a su encuentro me-
que su formulación, si es pertinente, se arti- diante un camino lineal. Problematizar su-
culará con las necesidades de los destinata- pone abrir el espacio para la complejidad y
rios. Desde allí entonces, la demanda puede para la dinámica de la realidad, rompiendo
ser generada y desplegarse como tal. sin embargo con la fantasía omnipotente de
Nos referimos a una construcción entre poder aprehenderla.
ambos términos de la relación. Compartimos Este momento de la intervención es un
con la perspectiva del Construccionismo So- momento de apertura, tendiente a posibili-
cial la noción de que la realidad se constru- tar el desarrollo de un trabajo que genere al-
ye socialmente. De que si bien preexiste a la gún tipo de cambio en la situación plantea-
presencia del técnico y los fenómenos no da y el sentido de dicho cambio surgirá de
pueden ser entendidos si no es históricamen- este encuentro. La respuesta directa al pedi-
te, cuando el agente externo entra en con- do y sin cuestionamiento alguno, puede im-
tacto con la misma, se genera un campo plicar un cierre a dichas posibilidades.
intersubjetivo que modifica a los actores en Sin embargo, no siempre están dadas las
juego y genera nuevos procesos determina- condiciones para dar lugar a un intercam-
dos por esa relación. Dicha construcción bio y problematización del pedido. En oca-
puede tener sentidos diferentes en las situa- siones, responder directamente a lo que se
ciones antes descritas. pide, se constituye en una táctica de trabajo
que facilita la construcción de un vínculo de
confianza y abre la posibilidad de que la pa-
labra del técnico sea escuchada. La reflexión
La Problematización del Pedido
conjunta en torno al pedido, podrá realizar-
La lectura del pedido cuando existe, in- se en un momento posterior, a veces como
cluye su problematización y un análisis de «cierre» de la intervención. En algunos ca-
los aspectos implícitos. Se trata de diluci- sos, instrumentar los cursos o los talleres que
dar cuál es ese pedido y cómo posicionarse se nos piden, o atender un problema indivi-
ante el mismo. Se trata de formular colecti- dual en el ámbito del consultorio ,o respon-
vamente una serie de interrogantes: ¿qué der a la maestra sobre sus inquietudes en re-
significado tiene este pedido en la situación lación a los problemas de aprendizaje que
actual de quienes lo formulan?, ¿cómo se presenta un niño, se constituye en la respues-
inscribe en la historia del colectivo?, ¿quién ta pertinente. Ello no significa que no abra-
o quiénes la formulan y por qué es él o ellos? mos la posibilidad a una reflexión que posi-
¿qué piensan los demás integrantes del co- bilite dar un mayor alcance a nuestra inter-
lectivo sobre este pedido?¿qué valor de vención.
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existir articulación con las necesidades del resolución de la situación, sin dar lugar a un
otro la intervención no será posible. En esa intercambio donde ambos términos de la re-
articulación es que se va construyendo la lación tengan un papel activo y protagónico.
demanda, lo cual requerirá de un proceso de Será imprescindible entonces, aceptar una
análisis permanente. parte de la depositación para poder traba-
jar, aquélla que nos legitima en el lugar de
poder brindar algún tipo de ayuda a quie-
nes la necesitan. Muchas veces se cae en una
Construcción de Demanda y
actitud de «devolver» a la comunidad, as-
Diversidad pectos de dicha depositación en un momen-
Frecuentemente hablamos de la comuni- to no oportuno, aduciendo la promoción de
dad y la demanda de la comunidad, con lo la autogestión, cuando en realidad lo que
cual otra vez ponemos en evidencia nuestra está sucediendo es que el técnico no esta pu-
tendencia a considerar la realidad como un diendo asumir una parte de lo depositado
algo homogéneo y exento de diversidad y para retrabajarlo en un proceso analítico. Se
conflicto. Es esencial a la misma el aspecto genera así un efecto «rebote» que no permi-
de diversidad y por lo tanto, cuando habla- te sostener o construir el vínculo. Creemos
mos de construcción, y de construcción co- que hace a una actitud ética, en tanto se tra-
lectiva, aludimos a la apertura necesaria a ta de hacernos cargo de procurar una ayu-
dicha diversidad. Interrogarnos acerca de da y de poner nuestros conocimientos y he-
qué piensan otros sobre el pedido implica dar rramientas de intervención al servicio de
lugar a las diferentes opiniones, necesidades, quienes nos requieren.
expectativas, priorizaciones, percepciones y El otro extremo es hacerse cargo de la
por tanto a diferentes pedidos. Implica dar depositación en su totalidad, asumiendo un
lugar al conflicto producto de las luchas por lugar de satisfactor-inhibidor en tanto se con-
el poder, presente en toda relación humana. centra todo el poder en una parte de la rela-
En definitiva, implica posibilitar el desplie- ción. Lo percibimos cuando asumimos los
gue de las distintas subjetividades presentes roles que se nos depositan sin poder pensar,
respecto a una misma realidad «objetiva». roles que muchas veces tienen que ver con
La construcción de la demanda no será pues, lo que no puede ser hablado (el lugar del
una sumatoria de los pedidos formulados, juez, o el de estirpar lo enfermo, el de la de-
sino más bien el producto del interjuego de nuncia, etc.).
las diversas subjetividades. Estos aspectos suponen ponerse en juego
uno mismo en el diagnóstico de situación,
Encargo analizar nuestra implicación, reconocernos
también como sujetos de necesidades, que
La formulación del pedido lleva consigo
como el resto, las busca satisfacer en las rela-
una serie de depositaciones en el psicólogo.
ciones que establece. Suponen pensarnos
A ello nos referimos cuando hablamos de
como representantes de diversas institucio-
encargo. Depositaciones que implican el re-
nes, la del mundo académico, la de la psico-
conocimiento de un saber y de una autori-
logía, la de la intelectualidad y la de la clase
dad en el profesional y que por tanto posibi-
media uruguaya, entre otras. Supone
litan una intervención. Y también,
pensarnos como representantes de las orga-
depositaciones que obstaculizan, en la me-
nizaciones que integramos y desde las cua-
dida que significa poner en manos de otro la
les actuamos. Las expectativas en relación a
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