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Estamos de acuerdo con lo expresado por Jhon Antonakis.

Mediante la lectura comparativa de lo


expresado por Antonakis y la inteligencia emocional relacionada principalmente con un liderazgo
transformacional, tenemos que las pruebas recomendadas para medir la inteligencia emocional no
tienen la validez suficiente debido a que los estándares de clasificación no han sido totalmente definidos
y además se ha determinado que la confiabilidad de los exámenes tampoco ha sido determinado dado
que las características emocionales pueden variar de una a otra persona o del momento en que se le
pueda aplicar los test, podemos decir que también puede tener problemas en la determinación de
precisión.

En la lectura de kim y kim podemos observar que la inteligencia emocional está muy ligada a un
liderazgo transformacional definido por Bass y Avolio, pero debemos tener en cuenta que ellos no solo
clasificaron a este como el único tipo de liderazgo y definieron otros adicionales. Debemos tener en
cuenta un tipo de liderazgo, el cual se llama “Laissez-faire” donde el líder no se involucra de manera
activa con el grupo a liderar y más bien lo deja que se desenvuelvan solo, dejando todas las decisiones y
preocupaciones al equipo a liderar. Como podemos identificar en esta lectura podemos decir que
administración de las emociones y la expresión de ellas como método de motivación e inspiración en sus
colaboradores es considerado en muy alta estima. Considera que el carisma de un líder desarrolla una
visión y una misión que da sentido al grupo y los colaboradores se guiaran por el dado que es la
motivación encarnada, casi un “mesías” que reflejara todos sus sueños y anhelos. El líder según este
modelo como lo indica Antonaki tratara de mostrarse perfecto y generara un efecto “positivo” sobre los
colaboradores, los cuales, alineados a las emociones del líder, se unirán en el desarrollo de los objetivos
del equipo.

En contraposición Antonaki ve una desnudes emocional frente a los colaboradores puede influir
negativamente y desaconseja que la parte emocional se utilizado como medida de éxito de los lideres,
debido a que si por ejemplo, un líder presenta emociones fuertes de odio, revancha o inclusivo tiene
mucha efusividad, claramente contrastados con una personalidad extrovertida puede generar un shock
en sus colaboradores y empujarlos reaccionar negativamente frente al control emocional que implica la
decisión de inteligencia emocional.

Antonakis refiere que la clasificación OCEAN es la mejor manera de medir con skills claros y definidos,
con mayor validez y precisión del liderazgo efectivo. Se puede observar que de acuerdo a los rasgos
inherentes a la personalidad de cada persona, el modelo OCEAN va adaptando los liderazgos posibles
que tendrán diferentes tipo de respuesta en su público, los cuales se desenvolverán mejor de acuerdo al
ajuste de su personalidad. Podemos decir que el Antonakis estaría de acuerdo con un manejo de
liderazgo de acuerdo al Modelo Hersey – Blanchard el cual no está ligado a las emociones del
colaborador sino a su grado de madurez en la organización el cual responderá de acuerdo a la
experiencia ganada en el ámbito laboral dado paso a un futuro líder, que posiblemente pueda adaptarse
mejor a la visitudes de la cuarta revolución industrial en el cual no hay una conexión directa con el
colaborador y más bien tiene que encontrar otras formas de liderazgo muy distanciada de un liderazgo
con inteligencia emocional.

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