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Como quedó registrado en la Resolución 648 de 2023, el plazo para que los prestadores
pendientes actualicen el portafolio y realicen la autoevaluación se ampliará por dos meses
más; tal y como se proponía en el borrador publicado en este mismo portal. Con este
cambio, el artículo 26 quedaría de la siguiente manera:
En lo que respecta a las visitas de verificación que se lleven a cabo desde las secretarías de
salud departamentales o distritales o la entidad que tenga a cargo dichas competencias, se
les aplicarán las condiciones de habilitación contempladas en la Resolución 2003 de 2014,
siempre y cuando el prestador lo manifieste al momento de la apertura de la visita, de lo
cual se deberá dejar constancia en el acta de apertura.
COMPETENCIAS LABORALES
Las competencias laborales son aquellos conocimientos y habilidades que
tiene una persona para responder ante una tarea o actividad en el ámbito del
trabajo. Unas competencias profesionales que pueden incluir desde sus
conocimientos adquiridos hasta otras capacidades y actitudes.
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de una persona para utilizar la
emoción de manera proactiva, tanto sus propias emociones como las de los
demás a su alrededor, y tanto a nivel consciente como subconsciente, como una
herramienta para mejorar el razonamiento y la toma de decisiones.
Daniel Goleman, el "padrino" de la inteligencia emocional, ha publicado
extensamente sobre la importancia de las habilidades no técnicas en el lugar de
trabajo. Él conecta las cualidades de la inteligencia emocional directamente con el
liderazgo y argumenta que el éxito en éste no depende exclusivamente de las
cualidades más tradicionales de competencias prácticas e intelectuales.
Las 10 competencias laborales más demandadas
Trabajo en equipo
Creatividad e innovación
Resiliencia
Liderazgo y autogestión
Pensamiento crítico
Comunicación asertiva
Empatía
Adaptabilidad
Gestión del tiempo
Aprendizaje continuo
Goleman identifica cinco aspectos principales de la inteligencia emocional:
autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidad social.
Auto-conciencia
La autoconciencia es la capacidad para identificar las propias fortalezas y
debilidades, y de comportarse en el lugar de trabajo de manera de capitalizar las
primeras y minimizar las segundas. Franqueza acerca de las áreas de debilidad,
comodidad con uno mismo y "un sentido fuerte y positivo de autoestima"
caracterizan a las personas que son conscientes de sí mismas. Parte de la
autoestima es la voluntad de escucharse a uno mismo antes que nadie. De
acuerdo a las observaciones de Goleman y Malcolm Gladwell, la conciencia de sí
mismo va más allá de la auto-evaluación conciente de un individuo, y más
profundamente involucra la capacidad innata de una persona para la toma de
decisiones, influyendo así en todos los aspectos del desempeño
Autorregulación
La autorregulación se relaciona con la conciencia de sí mismo, pero describe más
específicamente la capacidad de controlar las emociones, ya sean negativas o
positivas, con el fin de mantener un comportamiento más adecuado a la práctica
profesional y la actividad. Goleman escribe acerca de la auto-regulación no sólo
como un enfoque reaccionario ante escenarios que pueden empujar, movilizar y
distraer, sino también como el impacto constante y deliberado de un ejecutivo en
la cultura organizacional
¿Por qué la autorregulación es tan importante para los líderes? Las personas que
tienen control de sus sentimientos e impulsos -es decir, las personas que son
razonables - son capaces de crear un ambiente de confianza y equidad. En tal
ambiente, la política y las luchas internas se reducen drásticamente. Las personas
con talento fluyen hacia la organización. Menos mal humor en la parte superior
significa menos en toda la organización.
Motivación
El principio de la motivación representa la voluntad de logro - entusiasmo, empuje,
ambición - independientemente de los obstáculos, y es otro tema constantemente
reforzado por los líderes analizados. Los líderes motivados son competitivos - con
ellos mismos y con sus pares por igual. Se fijan metas y emplean métodos de
medición para cuantificar qué tan bien se han cumplido esos objetivos, si se ha
hecho. No cuesta imaginar lo fácil que este rasgo, si no se controla o no está lo
suficientemente equilibrado con otras características como la auto-conciencia y la
autorregulación, puede socavar un perfil de liderazgo. Sin embargo, Goleman
sostiene que un líder potencial no se materializará en uno real sin una motivación
suficiente: "Si hay un rasgo que casi todos los líderes tienen, es la motivación". El
líder más fuerte ve oportunidades donde otros no pueden y asume que todos los
problemas se pueden resolver, y, más importante, está motivado para aprovechar
esas oportunidades y buscar la resolución.
Empatía
La empatía es el cuarto pilar de Goleman de la inteligencia emocional y es quizás
el más propenso a la mal interpretación. Pero la empatía tiene un propósito
profesional, claro y concreto, y según Goleman "no significa adoptar las
emociones de otras personas como propias y tratar de complacer a todo el
mundo". Describe la comprensión intuitiva del líder de las necesidades no-
técnicas del personal y la capacidad de comunicar esa comprensión efectiva.
Como se indica más adelante, la importancia de la satisfacción del personal,
sintiéndose respetado y escuchado, no puede ser subestimada. La moral del
personal y la satisfacción en el trabajo tienen un impacto enorme en cómo los
demás en la organización se sienten acerca de sus trabajos y cómo la totalidad de
la organización se desempeña.
Observa Goleman: "La empatía es un antídoto. Las personas que la tienen están
en sintonía con sutilezas en el lenguaje corporal; pueden escuchar el mensaje
detrás de las palabras que se pronuncian. Más allá de eso, tienen una profunda
comprensión de la existencia e importancia de las diferencias culturales y étnicas".
La empatía también mejora la capacidad del líder para hacer que el personal se
sienta respetado, por lo que este puede, a su vez, respetar a otros, fortaleciendo
los esfuerzos constantes hacia la retención. Este tipo de líder puede por lo tanto
desarrollar equipos fuertes que trabajan juntos de manera efectiva para animarse
recíprocamente y realizar con éxito la misión de la organización.
Habilidad social
Habilidad social, el quinto componente de la inteligencia emocional, es, como la
empatía, el reflejo de la interacción de un líder con el mundo, en contraste con los
tres primeros factores, que ponen de relieve características más internas. Es la
capacidad de un líder de aprovechar las relaciones para promover sus ideas, a
través de la simpatía, confianza y respeto. Pero así como la línea no es clara entre
la auto-conciencia, la autorregulación, la motivación y la empatía, la habilidad
social representa también matices de los otros cuatro. Sin habilidades sociales, los
otros cuatro componentes de la inteligencia emocional pueden caer por el piso.
Goleman señala también que, debido a que la habilidad social se basa en
relaciones positivas, los líderes más exitosos pueden "parecer no estar trabajando
cuando están en el trabajo" y, por tanto, la habilidad social puede ser el área más
difícil de cuantificar. Goleman reconoce, de hecho, que la inteligencia emocional
en general no siempre es propicia para la medición.
LIDERAZGO
El liderazgo implica conocer las propias emociones y saber qué significa cada
una de ellas para tener la capacidad de entender cómo pueden impactar en la
jornada diaria y poder así controlarlas. Asimismo, un líder debe presentar
determinadas cualidades que serán la clave para distinguir uno bueno de uno
malo.
Además de tener formación, es necesario que un buen líder tenga las
características emocionales que se mencionan a continuación. Si no es inteligente
emocionalmente, no logrará motivar a su equipo. Por lo tanto, podemos afirmar
que hay una estrecha relación entre inteligencia emocional, formación y
liderazgo.
El secreto de un buen liderazgo radica en la inteligencia emocional
Para llegar a ser un buen líder hay que dominar diversos aspectos relacionados
con el desarrollo de la inteligencia emocional. El autoconocimiento y el autocontrol
son dos de los principales, y pasan por un trabajo previo de introspección por
parte del líder. Estos se completan con la motivación, la empatía y las habilidades
sociales. De todo ello hablamos en las siguientes líneas.
1. Autoconocimiento
Es muy importante y necesario conocerse primero a uno mismo. Cuanto mejor se
conozca una persona a sí misma, mejor sabrá cómo actuar en los momentos
críticos o de estrés, y reaccionará de manera más efectiva.
Además, el autoconocimiento ayuda a explotar al máximo las demás
cualidades en cualquier situación que se presente y estar motivado para poder
animar al resto de trabajadores. Conocerse a uno mismo incluso ayuda a analizar
y entender más profundamente los sentimientos de los demás, por lo que se
trabaja también la empatía.
El psicólogo estadounidense David McClelland analizó en 1998 a más de 30
organizaciones, llegando a la conclusión de que aquellas que poseían
competencias en inteligencia emocional habían superado entre un 15% y un 20%
sus objetivos anuales de ingresos.
2. Autocontrol de las emociones
Las emociones se rigen por impulsos biológicos, por lo que se debe aprender a
manejarlas y gestionarlas. Este autocontrol ayuda a las personas a no ser
prisioneras de sus sentimientos. Por ejemplo, si un ejecutivo se enfrenta al fracaso
de su equipo, no reacciona con frustración e ira, sino que debe saber enfrentar la
situación con calma para poder gestionarla correctamente.
Por lo tanto, un líder no se deja guiar por sus emociones, sino que reflexiona
sobre las razones, expone las consecuencias y presenta un análisis del problema
y una solución conveniente.
3. Motivación
Quienes poseen potencial para ser líderes tienen la capacidad de motivarse por un
objetivo: tener logros. El hecho de alcanzar logros les motiva y los impulsa por una
razón: la pasión por su trabajo. Normalmente, estas personas buscan los
desafíos creativos, la constante formación y el orgullo de un trabajo bien
realizado. Por lo tanto, emplean su energía en hacer mejor las cosas y crecer
profesionalmente.
Las emociones se rigen por impulsos biológicos, por lo que un buen líder debe
aprender a manejarlas y gestionarlas
Estar motivado es la clave para poder animar a los demás trabajadores. Y si los
empleados están felices y motivados con su puesto de trabajo, los resultados
serán mucho mejores. Por lo tanto, es el líder quien tiene la llave para animar a
los demás integrantes de la empresa, gracias a su capacidad motivadora.
4. Empatía
De todas las cualidades que se integran en la inteligencia emocional esta es la
más reconocible. La empatía es la capacidad que tiene alguien de ponerse en
el lugar o situación de otra persona.
Para el liderazgo, esta cualidad no significa adueñarse de las emociones ajenas y
complacer a los demás, sino considerar las emociones y sentimientos de sus
empleados para tomar decisiones correctas. Una escucha activa ayudará a que
los empleados trabajen mejor y a generar confianza en la compañía.
5. Habilidades sociales
Cuando se habla de habilidades sociales, no solo hay que referirse a ser amistoso.
Se trata de conducir a las personas hacia un objetivo común y hacia la
dirección que se desee. Normalmente, quienes poseen esta característica, suelen
despertar simpatía en los demás y tienen un amplio círculo de conocidos. Esta red
de conocidos es muy beneficiosa, y puede ser de gran ayuda en multitud de
situaciones.
En resumen, que un líder sea emocionalmente inteligente implica que puede
mantener el control de las situaciones de estrés, por lo que no se deja llevar por él,
sino que puede analizar esas situaciones estresantes con calma para resolverlas
de una manera más eficiente y rápida. De este modo puede practicar el estilo de
liderazgo positivo y utilizarlo con éxito.
Además, debe estar motivado para así motivar a sus trabajadores, y debe contar
con habilidades sociales. Es por este motivo por el que se considera a este tipo de
líderes especialmente positivos para las empresas, los entornos de trabajo y sus
empleados.
ORGANIZACIÓN EMPRESARIAL
Organización. Definición
La organización es el acto de disponer y coordinar los recursos disponibles
(materiales, humanos y financieros). Funciona mediante normas y bases de datos
que han sido dispuestas para estos propósitos.
Función
La estructura organizacional cumple con tres funciones básicas: 1. Producir
resultados y objetivos, 2. Superar las diferencias individuales; es decir, hacer que
las personas se adapten a las exigencias que les impone la organización, 3. Ser
medio para ejercer el poder.
Roles
Son el conjunto de tareas y comportamientos relacionados necesarios, que se
establecen de acuerdo a la posición de la persona en la organización en la medida
en que la división del trabajo aumenta, los gestores se especializan en algunos
roles y contratan personas para que se especialicen en otros.
La especialización les permite a las personas desarrollar sus habilidades y
conocimientos individuales dentro de un rol específico. La estructura
organizacional está basada en un sistema de roles entrelazados.
Clasificación
Elementos
Estos elementos son: la estructura organizacional, la estrategia, los sistemas, la
visión y valores, las habilidades o capacidades, el personal o recurso humano, y el
estilo o forma de toma de decisiones, de liderazgo y de realización de actividades.
Según Chiavenato: estructura organizacional, directrices, normas y
reglamentos de la organización, rutinas y procedimientos
Importancia
Ya sea en nuestra vida cotidiana o en el desarrollo de actividades laborales, la
organización es importante ya que ésta implica un orden para llegar a un fin que,
de otra manera, el caos no permitiría llegar a ese objetivo.
Fundamentos y técnicas de la organización
Las técnicas de organización son herramientas administrativas empleadas para
amalgamar una estructura que permita aprovechar los recursos empresariales de
la forma más eficiente posible, siempre alineadas con los objetivos estratégicos
trazados y con el propósito final de servir al cliente.
Empresa:
Para Idalberto Chiavenato, autor del libro «Iniciación a la organización y Técnica
Comercial», la empresa «es una organización social que utiliza una gran variedad
de recursos para alcanzar determinados objetivos». Explicando este concepto, el
autor menciona que la empresa «es una organización social por ser una
asociación de personas para la explotación de un negocio y que tiene por fin un
determinado objetivo, que puede ser el lucro o la atención de una necesidad
social»
Es un conjunto de medios humanos y materiales de producción y distribución de
riqueza. La empresa es concebida como una unidad económica y social en el
seno de la sociedad.
Tipos de empresas
Características de un empresario
La mayoría se decanta por señalar que para que un empresario sea exitoso, debe
poseer aptitudes y cualidades diferentes a las de ser un simple gestor o
supervisor, ya que debe ser capaz de visionar el futuro para su organización
mediante del estudio de indicadores y tendencias.