Está en la página 1de 6

David Hume:

Se conoce como empirismo la doctrina filosó fica que se desarrolla en Gran Bretañ a en parte del siglo XVII y el siglo
XVIII, contraponiéndose a la corriente continental europea del racionalismo, y que considera la experiencia como
la ú nica fuente vá lida de conocimiento. Só lo el conocimiento sensible nos pone en contacto con la realidad.
Teniendo en cuenta esta característica, los empiristas toman las ciencias naturales como el tipo ideal de ciencia, ya
que se basa en hechos observables.

El empirismo supone una crítica a los racionalistas bajo el supuesto que la razó n tiene cará cter ilimitado, e incluso
el propio proceso irracional puede producir cualquier tipo de conclusió n. La razó n por sí misma no tiene
fundamento y funciona a partir de supuestos. Por tanto, só lo se consideran vá lidos los conocimientos adquiridos
mediante la experiencia.

Los principales representantes de esta corriente filosó fica son: Bacon, Hobbes, Newton, Locke, Berkelery y Hume.
De ellos, Bacon y Newton trabajaron preferentemente en el campo de las ciencias naturales.

Los empiristas entienden por ideas todo aquello que es objeto de conocimiento; Locke incluirá las percepciones,
mientras que Hume no. Tanto Locke como Hume admiten un subjetivismo del conocimiento y sostienen que no
conocemos realmente la realidad, só lo las ideas sobre ésta.

Hume se propone emprender el, aná lisis de los hechos de la propia experiencia, de los que hoy se denominan
hechos psíquicos y que este llama percepciones del espíritu (donde "percepció n" es sinó nimo de cualquier estado
de conciencia. A las percepciones que se reciben de modo directo las denomina impresiones, que son originarias ,
se diferencias de las percepciones derivadas, que Hume llama ideas , como los fenó menos de la memoria o de la
fantasía .Todo nuestros conocimientos derivan directa o indirectamente de impresiones:

Sensació n : oído, tacto, etc

Reflexió n: estado de tristeza en que ahora me encuentro

Estas impresiones, se diferencian de las percepciones derivadas, que Hume llama ideas y la diferencia segú n este
filosofo es una diferencia de intensidad o vivacidad .

Tanto las ideas cuanto las impresiones pueden ser a su vez complejas o simples, segú n de las pueda descomponer o
no: Para Hume , todos nuestros conocimientos derivan directa o indirectamente de impresiones.

Principio de copia:

La idea de copia surge de nuestras impresiones o percepciones mas vivaces

Para Hume , las leyes de asociació n de las ideas son tres:

Asociació n por semejanza, por contigü idad en el tiempo y en el espacio, y asociació n por causa y efecto.

Toda multiplicidad y variedad de los estados anímicos se reduce a percepciones simples.

Idea de causalidad:

Es un hecho que posee la idea de conexió n necesaria y puede surgir de la nada, la importancia de esta idea, es
patente, en las manifestaciones mas corrientes de la vida cotidianas y se trata de una idea compleja en la que el
aná lisis revela cuatro elementos o componentes.

a. Ante todo un primer hecho, lo que llamamos causa, que inicia el procese.
b. Proceso causal y que se llama efecto
c. Cierta relació n temporal entre Ay B, a saber una sucesió n primero a parece la causa y mas tarde el efecto.
d. Por ultimo, para que pueda hablarse de relació n causal , el primer hecho tiene que producir el segundo, o
dicho con otros terminos,el primer hecho posee una cierta fuerza o energía que hace que aparezca el segundo.

La noció n de fuerza necesaria que constituye el nú cleo de la idea de causalidad , no nos la proporciona la razó n ni
hay tampoco impresió n ninguna de ella. No es nada mas que el resultado del habito: como constantemente, cada
vez que se acerca la mano al fuego, se siente calor, termina por inferirse que hay una conexió n forzosa entre el
fuego y el calor.

Idea de sustancia:

La critica de Hume a este concepto, son las mismas líneas que la critica a la idea de causalidad, sustancia equivale a
cosa. La idea de sustancia unifica los accidentes, variados y cambiantes , constituyendo su fundamento
permanente- permitiendo que la mesa sea misma aunque se la pinte de verde, se le quite una pata , etc. (esencia).

Sin embargo, la verdad es que el hombre no se limita a comprobar meras sucesiones, sino que afirma relaciones
causales y que los objetos similares irá n acompañ ados por efectos similares.

Conocimiento demostrativo y conocimiento fá ctico:

Hume distingue dos tipos fundamentales de objetos de conocimiento y , respectivamente, de ciencias, por una
parte, posible objeto de conocimiento lo constituyen las relaciones entre las ideas: este es el tema de las
matemá ticas, ciencias demostrativas. Es decir, que se vale tan solo de la razó n , cuya verdades son necesarias (a
priori) , no dependen para nada de la realidad sino que fundan exclusivamente en el pensamiento.

El otro genero de conocimientos es el que se refiere a los hechos (matters of fact), a las cosas existente (existences),
y es evidente que se trata de un tipo de saber muy diferente al anterior desde el momento en que sus afirmaciones
son siempre contingentes, no necesarias (a posteriori)

La razón según este filosofo:

Hume dice que la razó n procede siempre guiá ndose por el principio de contradicció n, de tal manera que es
racionalemte posible todo lo que no sea contradictorio; por tanto por la solo razó n no se conoce la relació n causal.

Leer má s: http://www.monografias.com/trabajos15/filosofia-tp/filosofia-tp.shtml#ixzz4QUoWfPE8

DESCARTES

La palabra "radicalismo" mienta "raíces", es decir, la tendencia de que se orienta hacia las verdaderas y profundas
"raíces" de algo, hacia los fundamentos ú ltimos. La filosofía cartesiana se ofrece ante todo como el má s tenaz y
sostenido esfuerzo, en cualquier dominio de que se trate, por alcanzar el ú ltimo fondo, los principios postreros de
las cosas.

Descartes no pueden soportar lo dudoso, lo simplemente verosímil. El conocimiento, o ha de ser


absolutamente seguro, o ha de ser abandonado como teó ricamente insuficiente. Se propone dar termino
definitivamente a tal estado de las cosas y fundar un saber sobre las bases cuya firmeza esté má s allá de toda
sospecha. Su pensamiento así se caracteriza como filosofía de la desconfianza, dada por la posició n que asume
frente a todo aquel esfuerzo secular de la filosofía que parece no haber hecho otra cosa má s que fracasar.

Descartes entonces habla de la duda metó dica: Es necesario diferenciar entre duda real y duda metó dica. La
primera es la que utiliza el escéptico que solo duda por dudar. Descartes rechazan este tipo de duda. La segunda es
aquella que utiliza el filó sofo como medio para intentar averiguar si es posible llegar a algú n tipo de verdad
absoluta sobre la que no se pueda dudar. Esta es la duda metó dica que utiliza Descartes. Al mismo tiempo la duda
ha de ser universal, es decir, ha de ser aplicada a toda proposició n acerca de la cual quepa la má s mínima
interrogació n. También ha de ser provisional, es decir, deberá ser abandonada desde el momento en que se llegue a
descubrir un principio verdadero. Por ú ltimo, ha de ser teorética. Esto quiere decir que la duda no ha de extenderse
a la conducta. En el terreno de la moral estamos obligados a seguir proposiciones meramente probables.

Regla de la Evidencia Regla del Análisis Regla de las Síntesis Regla de la Revisión Gral.
La noció n de evidencia se Consiste en separar o "De todo a la parte y de la Enumeració n suficiente y
encuentra vinculada con el dividir el objeto parte al todo". ordenada, para evitar no
concepto de intuició n. Intuició n compuesto en sus partes olvidar ni omitir nada.
para Descartes es la visió n simples. En la operació n Si he captado con
intelectual. Le regla de la intelectual evidencia clara y distinta Descartes propone en la
evidencia afirma que debemos del aná lisis siempre se las partes simples cuarta regla que el
evitar la precipitació n y los aparte de la totalidad establezco un orden en pensamiento realice
prejuicios. Estas son dos compuesta, para arribar a ella, que me lleve a el movimiento de recorrer
restricciones o limitaciones los elementos simples que recomponer el todo todas las cosas e ideas que
de cará cter subjetivo: a) constituyen esa totalidad. compuesto.He obtenido indagamos con el fin de
una evidencia clara y llegar a la verdad.
Debo evitar el camino distinta, ahora ordeno
emprendido, puedo caer en el esos conocimientos,
error b)debo evitar proyectar vuelvo a recomponer el
sobre la cosa que pretendo todo partiendo de los
conocer mis prejuicios y elementos simples.Es que
creencias irracionales. en realidad todo
el método cartesiano
También afirma que lo cierto es implica los
lo que se presenta en mi establecimientos de un
espíritu de manera clara y orden de los conceptos o
distinta"; claro" es lo que ideas.el todo es oscuro y
impresiona a mi espíritu distinto y luego claro y
directamente y "distinto" que el conciso .
objeto debe presentarse
separado de todos los demá s. El método cartesiano
consiste en el
Lo claro se opone a lo oscuro y establecimiento de un
lo distinto se opone a lo orden y una disposició n
confuso. coherente de las cosas y
de los pensamientos a los
cuales debe dirigir
Descartes expone aquí una de nuestro espíritu para
las razones que le llevan a descubrir en ellos alguna
plantear la duda metódica. Es verdad.
evidente, señ ala, que
los sentidos nos engañ an y
aunque tal engañ o ú nicamente
nos afectara una vez ya sería
motivo suficiente para situar en
el terreno de la duda todo lo
que aprendemos a  través de los
sentidos. Ahora bien, Descartes,
es consciente que no es lo
mismo el engañ o que nos
produce los sentidos en
el ámbito de lo lejano y en de lo
cercano. Tenemos experiencia
de que los sentidos nos han
jugado una mala pasada al
confundir a lo lejos una cosa
con otra; ahora bien, La
respuesta cartesiana es que sí.
Entonces para Descartes el significado de lo claro y distinto es que:

 Descartes piensa que quien tiene una idea clara y distinta tiene una representació n absoluta. Son aquellas que se
sostiene auto probá ndose a sí mismas, las que obedecen al principio de no-contradicció n o sea que negarlas sería
contradictorio. Las matemá ticas y Geometría.

DUDA METÓDICA

Es necesario diferenciar entre duda real y duda metó dica. La primera es la que utiliza el escéptico que solo duda
por dudar. Descartes rechazan este tipo de duda. La segunda es aquella que utiliza el filó sofo como medio para
intentar averiguar si es posible llegar a algú n tipo de verdad absoluta sobre la que no se pueda dudar. Esta es la
duda metó dica que utiliza Descartes. Al mismo tiempo la duda ha de ser universal, es decir, ha de ser aplicada a
toda proposició n acerca de la cual quepa

la más mínima interrogació n. También ha de ser provisional, es decir, deberá ser abandonada desde el momento en
que se llegue a descubrir un principio verdadero. Por ú ltimo, ha de ser teorética. Esto quiere decir que la duda no
ha de extenderse a la conducta. En el terreno de la moral estamos obligados a seguir proposiciones meramente
probables.

Características de ésta:

 Universal: se propone de dudar de todo


 Radical: se propone poner en duda raíces de cará cter metafísico que fundamentan y se derivan las
proposiciones de las ciencias.
 Metó dica: por que utiliza la duda como mero recurso método ló gico, que de acceso a evidencia cierta e
indudable
 No –escéptica: A la inversa de los antiguos y nuevos escépticos no aspira a quedarse en la duda, que seria
una negació n de la posibilidad de todo conocimiento , sino que encuentre ciertas certezas.
 Hiperbó lica: ya que se trata de una duda exagerada.

Descartes utilizan la Hipó tesis del Genio Maligno para justificar también la duda acerca de las verdades
matemá ticas. Es cierto que el mundo de los sueñ os no plantea dudas acerca de la veracidad de las proposiciones
matemá ticas ya que siempre que sumamos 2+3 su resultado será 5 ya esté dormido ya esté despierto. Ahora bien,
¿y si existe algú n ser todopoderoso, pero maligno, que me impulsa a errar también en estas cuestiones? Pues bien,
como esta cuestió n le plantea a Descartes algú n tipo de duda, es por lo que decide situar también como dudoso
todo lo aprendido acerca del mundo de la ciencia matemá tica. Por ello dice Descartes: "creeré que el cielo, el aire, la
tierra, los colores, las figuras, los sonidos y todo lo externo no son má s que engañ os de sueñ os... sobre la aritmética
o la geometría...quizá s algú n Dios me ha podido dar una naturaleza tal, que yo pudiera engañ arme....Permaneceré,
pues, asido a esta meditació n.......

". Si dudo, pienso;"Pienso luego existo"

Tipos de ideas:

Innatas : Nacen conmigo, no necesitan otra cosa má s que mi mente y son apodícticas, es decir que su verdad es
necesaria. Y estas son Yo, Dios y las matemá ticas.

b)    Ficticias: surgen de la imaginació n aunque esta sea muy limitada , pues lo ú nico que hace la imaginació n es
unir representaciones.

C)     Adventicias: Son las ideas donde yo no veo otra razó n para tenerlas mas que porque alguna vez me tope con
eso. O sea que nacen de la contingencia y son causales.

Sustancias
Para él filosofo significa lo que existe por sí mismo y en otras ocasiones lo la entiende como el sustrato de
los accidentes y las clasifica en tres grupos:

a. Sustancia infinita – Dios. Es eterna inmutable, omnisciente, omnipotente y creador.


b. Sustancia finita pensante-Hombre : Res Pensante "res cogitans" sus propiedades son mentales y no
físicas. A esta le corresponde como atributo el pensamiento;
c. C)sustancia extensa "res extensa", a esta le corresponde como atributo la extensió n o espacio geométrico
extendido en sus tres dimensiones (largo, ancho y profundidad). Las cualidades primarias son: movimiento,
peso, figura, extensió n y forma, y Las cualidades secundarias son: olor, color, sabor, textura, frío y calor.
PENSAMIENTO.

Toda operació n de la mente (acto cognoscitivo, volitivo o afectivo) de la que era consciente el espíritu: "todo lo que
sucede en nosotros de manera que somos inmediatamente conscientes de ello". No solamente entender es pensar,
sino también querer, imaginar o sentir. Así, él yo o cosa que piensa recibe también los nombres de espíritu,
mensaje ,entendimiento o razó n

PERCEPCIÓ N.

Acció n de concebir, captar o formar ideas. Se trata de una actividad del pensamiento y no de los sentidos.

RAZÓ N.

Facultad natural del hombre, innata, instrumento general de conocimiento: "capacidad de juzgar bien y de
distinguir lo verdadero de lo falso". También le denomina "buen sentido" y es igual en todos los hombres. Por eso,
la diversidad de opiniones proviene só lo del modo como se aplica (método).

REALIDAD FORMAL (de una idea).

Realidad de la idea en sí misma, es decir, el ser un acto o modo subjetivo del pensamiento. Segú n dicha realidad, no
hay diferencias entre unas ideas y otras.

REALIDAD OBJETIVA (de una idea).

El contenido de una idea en tanto que ella es representació n de una cosa; en otras palabras: la entidad de una cosa
en tanto que se halla representada en una idea. Es susceptible de adoptar diversidad de grados.

SABIDURÍA.

Ciencia universal, capaz de mejorar las condiciones de vida humana y conducir a la felicidad. La compara a un á rbol
por cuanto concibe a todas las ciencias constituyendo un ú nico saber, un ú nico método.

SENTIDOS.

Facultades pasivas que reciben ideas. No nos informan acerca de la realidad en sí misma (las cualidades sensibles
no son formalmente objetivas: no existen tal como las percibimos), sino que su funció n es meramente pragmá tica:
no enseñ an la utilidad o nocividad de las cosas. SENTIDOS. SUSTANCIA.

Aquello que no necesita de ninguna otra cosa para existir. Descartes distinguirá tres sustancias: una infinita (Dios),
y dos finitas (res cogitans y res extensa).

UNIÓ N ACCIDENTAL (de alma y cuerpo).

Dado el carácter complejo e independiente de la sustancia pensante (res cogitans) y de la sustancia corpó rea (res
extensa), la concepció n cartesiana del hombre es dualista: se trata de dos sustancias que se unen (de modo
difícilmente explicable). El pensamiento habita en el cuerpo y se sirve del cuerpo.
 Tanto de la sustancia pensante como de la sustancia extensa poseemos certezas claras y distintas.

Con respecto al conocimiento racional, Descartes enuncia también dos argumentos:

Es una imagen de algo y es una representació n consciente. Son correlato de algo que esta presente, las que son
síntesis de representaciones anteriores.

No obstante la idea de dios la entiende diferente, pues su sentido se da con tan só lo tener la idea, es decir, una
forma de sentido que es un signo.

1. Puesto que hay hombres que yerran al razonar y cometen paralogismos, es decir, razonamientos
incorrectos, dice Descartes" juzgue que yo estaba tan expuesto al error como cualquier otro y rechacé por
falsas todas las razones que anteriormente había tenido como demostrativas". En la matemá tica, la má s
"racional" de las ciencias, al parecer, hay sin embargo la posibilidad de equivocarse; aú n respecto de una
operació n relativamente sencilla, como una suma, cabe la posibilidad de error. Por lo tanto, cabe también la
posibilidad, por má s remota que ésta sea, de que todos los argumentos racionales sean engañ osos, de que todo
conocimiento racional sea falso.
2. El argumento anterior, sin embargo, no es todavía suficiente, porque aú n adjudicá ndole validez, atañ e
propiamente a los "razonamientos", vale decir, a los "proceso", relativamente complejos, de nuestro
pensamiento; se refiere a los procesos discursivos. Pero los razonamientos o procesos discursivos se apoyan
en ciertos "principios", como por ejemplo que todo objeto es idéntico a sí mismo, o que él todo es mayor que
las partes. Ahora bien. Estos principios mismos del conocimiento racional, no son conocidos de manera
discursiva, sino de modo inmediato por simple incurrir del espíritu. Siendo esto así, ¿podrá dudarse también
de estos principios? Es evidente que el argumento anterior no puede aplicarse también a este caso. Por lo cual
Descartes entonces propone un segundo argumento, el del "genio maligno". Supondré que cierto genio o
espíritu maligno, no menos astuto y burlador que poderoso, ha puesto su industria toda en engañ arme.

Puede efectivamente imaginarse que exista un genio o especie de dios, muy poderoso a la vez que perverso, que
nos haya hecho de horma tal que siempre nos equivoquemos; que haya construído de tal manera el espíritu
humano que siempre, por má s seguros que estemos de dar en la verdad, caigamos sin embargo en el error; o que
este por así decir detrá s de cada uno de nuestros actos y pensamientos para retorcerlos deliberadamente y
sumirnos en el error, haciéndonos creer, por ejemplo, que 1+1=2, siendo ellos falso.

Es justamente a este argumento al que se refería cuando habló de hiperbolismo de la duda cartesiana. Y este
argumento hay que entenderlo rectamente, en su verdadero sentido. Descartes no dice que haya efectivamente tal
genio maligno. Pero lo que importa notar es que por ahora no tenemos ninguna razó n para suponer que no lo haya;
es, por consiguiente, una posibilidad, por má s remota y descabellada que parezca ser. Y, puesto que la duda debe
llevá rsela hasta su punto limite si lo tiene; si incluso hay que forzarla, si en verdad se quiere llegar a un
conocimiento absolutamente ineludible, resulta entonces que la hipó tesis del genio maligno debe ser tomada en
cuenta, justamente porque representa el punto máximo de la duda, el ú ltimo extremo a que la duda puede llegar.

Leer má s: http://www.monografias.com/trabajos15/filosofia-tp/filosofia-tp.shtml#ixzz4QUoyLg2C

También podría gustarte