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Cátedra: Redacción Jurídica y Estudio de Títulos

Universidad Mayor
Profesora: Paula Morales Sandoval

VICIOS DE LA VOLUNTAD

Todos los actos jurídicos deben cumplir con requisitos tanto de existencia como de validez,
a saber:

Requisitos de Existencia

1) La Voluntad.
2) El Objeto.
3) La Causa.
4) Las Solemnidades en aquellos actos en los que la ley lo exige.

Requisitos de Validez

1) Voluntad exenta de vicios.


2) Capacidad.
3) Objeto lícito.
4) Causa lícita.

Dentro de los requisitos de los actos jurídicos nos encontramos con la voluntad o
consentimiento, la cual debe estar exenta de vicio para que el acto jurídico tenga validez.

La voluntad puede ser expresa si se presta en términos formales y explícitos, o tácita, cuando
se desprende de ciertos hechos o circunstancias que inequívocamente manifiestan el propósito de
producirlo.

Se dice también que la voluntad puede ser real y declarada, real es la que efectivamente se
ha tenido en el fuero interno. La declarada es aquella que se pronuncia sin ser necesariamente la
que se ha tenido en vista al contratar. La doctrina discute cuál de estas dos prima, pero el Código
Civil es tajante y resuelve esto en su artículo 1560 del Código Civil el cual dispone: “Conocida
claramente la intención de los contratantes, debe estarse a ella más que a lo literal de las palabras”.

Consentimiento: Es la unión de dos o más voluntades que convergen en un acto jurídico,


que significa sentir juntos (consentire). Su formación no fue regulada en el Código Civil si no en el
Código de Comercio en los artículos 97 al 106 (reglas de la oferta y aceptación).

Vicios de la Voluntad:

Los establece el artículo 1451 del Código Civil, son el error, la fuerza y el dolo. Algunos
autores mencionan la lesión, pero nuestro sistema legal, más que un vicio de la voluntad, lo
considera un vicio del contrato.

a) Error: Es la falta de representación intelectual que se tiene acerca de la realidad. Puede


ser de hecho o de derecho.
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• Error de derecho: De conformidad al artículo 1452 del Código Civil, este tipo de
error no vicia el consentimiento. Lo anterior, es el resultado de la presunción de
conocimiento de la ley que establece el artículo 8 del Código Civil. Sin perjuicio
de lo anterior, hay una disposición legal que plantea la posibilidad de que este
tipo de error vicie el consentimiento, esto es, el artículo 2299 del Código Civil
que dispone: “Del que da lo que no debe, no se presume que lo dona, a menos
de probarse que tuvo perfecto conocimiento de lo que hacía, tanto en el hecho
como en el derecho”.
• Error de hecho: Es aquel que recae sobre la persona, cosa o situación. De
Conformidad a lo dispuesto en el artículo 1453 del Código Civil el error de
hecho vicia el consentimiento cuando: a) recae sobre la especie de acto o
contrato que se ejecuta o celebra, como si una de las partes entendiese
empréstito y la otra donación; o b) cuando recae sobre la identidad de la cosa
específica de que se trata, como si en el contrato de venta el vendedor
entendiese vender cierta cosa determinada y el comprador entendiese comprar
otra cosa.

Dentro del error de hecho se distingue: El error esencial y el error sustancial.

- Error esencial: Es aquel que impide la formación del consentimiento, se le


denomina error obstáculo y puede recaer sobre la especie de acto
celebrado o sobre la identidad de la cosa específica.
- Error sustancial: Recae sobre una cualidad del objeto, que no siendo
esencial es acerca de lo que la cosa está hecha independiente de la
pretensión de las partes. De conformidad al artículo 1454 del Código Civil:
“El error de hecho vicia asimismo el consentimiento cuando la sustancia o la
calidad esencial del objeto sobre que versa el acto o contrato, es diversa de
lo que se cree; como si por alguna de las partes se supone que el objeto es
una barra de plata, y realmente es una masa de algún otro metal
semejante”.

Los demás errores no vician el consentimiento. Articulo 1454 inciso 2° del


Código Civil: “El error acerca de otra cualquier calidad de la cosa no vicia el
consentimiento de los que contratan, sino cuando esa calidad es el principal
motivo de una de ellas para contratar, y este motivo ha sido conocido de la
otra parte”.

- Error en la persona: En principio el error en la persona no vicia el


consentimiento, salvo que la consideración de esa persona sea la causa
principal del contrato. Así lo dispone el artículo 1455 del Código Civil que
señala: “El error acerca de la persona con quien se tiene intención de
contratar no vicia el consentimiento, salvo que la consideración de esta
persona sea la causa principal del contrato.
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Pero en este caso la persona con quien erradamente se ha contratado,


tendrá derecho a ser indemnizada de los perjuicios en que de buena fe haya
incurrido por la nulidad del contrato”.

- Error en el nombre: No vicia el consentimiento.


- Error en la magnitud de las prestaciones - lesión: Se entiende por lesión “el
perjuicio que sufre la parte de un contrato oneroso conmutativo por la falta
de equivalencia de las prestaciones acordadas al momento de
perfeccionarse el contrato”1. Operaría en los contratos onerosos
conmutativos. Un sector de la doctrina cree que una salida a las limitaciones
legales impuestas a la lesión para ser alegada como vicio de la voluntad,
sería formularla desde el punto del error que recae sobre la magnitud de
las prestaciones, de este modo se rescindiría un contrato por haber error
en los elementos que conforman la conmutatividad.
- El error común: Error comunis facit ius, es el compartido por un gran
número de personas. Es reconocido por nuestra legislación en el caso del
heredero putativo (artículo 704 del Código Civil) y en el caso de los testigos
de un testamento (artículo 1013 del Código Civil).

SANCIÓN DEL ERROR COMO VICIO DE LA VOLUNTAD: De conformidad a lo dispuesto en el


inciso final del artículo 1682 del Código Civil autoriza a solicitar que se declare la nulidad
relativa del acto o contrato.

b) Fuerza: Es el temor que sufre una persona debido a una presión física o psicológica y
que la obliga a manifestar su voluntad en un sentido determinado, no querido. La fuerza
está constituida por el temor y no por el acto antijurídico que la provoca.

Artículo 1456 del Código Civil dispone: “La fuerza no vicia el consentimiento, sino
cuando es capaz de producir una impresión fuerte en una persona de sano juicio,
tomando en cuenta su edad, sexo y condición. Se mirará como una fuerza de este género
todo acto que infunde a una persona un justo temor de verse expuesta ella, su consorte
o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal irreparable y grave.
El temor reverencial, esto es, el solo temor de desagradar a las personas a quienes se
debe sumisión y respeto, no basta para viciar el consentimiento”.

• Requisitos de la fuerza para que vicie el consentimiento:

- Grave: “…Se mirará como una fuerza de este género todo acto que
infunde a una persona un justo temor de verse expuesta ella, su
consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal

1
Carlos Ducci Claro, (1984), “Derecho Civil. Parte General”, Segunda Edición, Editorial Jurídica de Chile,
Santiago de Chile, p. 246.
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irreparable y grave…” (artículo 1456 del Código Civil). Respecto de las


personas señaladas en esta disposición legal existe una presunción, en
cuanto a otras personas y/o situaciones deberán ser probadas.
- Injusta: No debe estar amparada por el ordenamiento jurídico, como la
amenaza de ser demandado conforme a la ley.
- Determinante: Debe ser la circunstancia por la cual la persona concurre
al acto o contrato.

• Origen de la fuerza para que vicie el consentimiento: De conformidad al


artículo 1457 del Código Civil “Para que la fuerza vicie el consentimiento no es
necesario que la ejerza aquel que es beneficiado por ella; basta que se haya
empleado la fuerza por cualquiera persona con el objeto de obtener el
consentimiento”. Es decir, no es necesario que la fuerza sea obra de la
contraparte.

SANCIÓN DE LA FUERZA COMO VICIO DE LA VOLUNTAD: Nulidad relativa. El plazo de


prescripción de las acciones se cuenta desde el momento que cesa la fuerza.

c) Dolo: La ley lo define, específicamente el Código Civil en su artículo 44, el cual señala:
“Es la intención positiva de inferir injuria en la persona o propiedad de otro”.

Esta definición legal, es aplicable a las reglas de responsabilidad extracontractual.

En materia de voluntad, se define como “una maquinación fraudulenta, dirigida por una
de las partes a la otra, a fin de inducirlo a la celebración de un acto o contrato, de modo
que la voluntad prestada no es espontánea, sino que ha sido manejada”. En esta noción,
no es necesario que el dolo cause daño, lo que se sanciona es el hecho del engaño.
El dolo consta de dos partes, una subjetiva o psicológica, la intención de engañar y otra
objetiva o material, que es la forma de realizar el engaño, que incluso puede consistir
en el silencio circunstanciado, la reticencia, caso de los contratos en que existe la
obligación de informar a la contraparte, como en el seguro o la compraventa (vicios
redhibitorios).

• Dolo Principal o Inductivo: Este es el dolo que vicia el consentimiento. El


artículo 1458 inciso 1° del Código Civil señala que: “El dolo no vicia el
consentimiento sino cuando es obra de una de las partes, y cuando además
aparece claramente que sin él no hubiera contratado…”.
En este caso el dolo es una consecuencia necesariamente determinante de la
formación del acto o contrato.
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En definitiva, el dolo no vicia el consentimiento sino cuando es obra de una de


las partes y cuando además aparece claramente que sin él no hubieran
contratado (determinante).

• Dolo Incidental: No vicia el consentimiento. Artículo 1458 inciso 2° del Código


Civil: “En los demás casos el dolo da lugar solamente a la acción de perjuicios
contra la persona o personas que lo han fraguado o que se han aprovechado de
él; contra las primeras por el valor total de los perjuicios, y contra las segundas
hasta concurrencia del provecho que han reportado del dolo”.
El dolo incidental puede ser determinante, cuando sin él, el contrato se hubiese
celebrado de todos modos, pero en condiciones muchos menos onerosas.

• Prueba del dolo: Artículo 1459 del Código Civil “El dolo no se presume sino en
los casos especialmente previstos por la ley. En los demás debe probarse. Esta
disposición legal es concordante con el artículo 707 del Código Civil que señala
“La buena fe se presume, excepto en los casos en que la ley establece la
presunción contraria”.

• Dolo y culpa grave: El artículo 44 del Código Civil gradúa la culpa en: Culpa
Grave o negligencia grave o culpa lata, Culpa Leve y Culpa Levísima. La misma
disposición legal al definir la culpa grave la equipara en materia civil al dolo.

“Culpa grave, negligencia grave, culpa lata, es la que consiste en no manejar los
negocios ajenos con aquel cuidado que aun las personas negligentes y de poca
prudencia suelen emplear en sus negocios…”.

• Dolo del incapaz: El artículo 1685 del Código Civil dispone: “Si de parte del
incapaz ha habido dolo para inducir al acto o contrato, ni él ni sus herederos o
cesionarios podrán alegar nulidad. Sin embargo, la aserción de mayor edad, o
de no existir la interdicción u otra causa de incapacidad, no inhabilitará al
incapaz para obtener el pronunciamiento de nulidad”.

SANCIÓN DEL DOLO PRINCIPAL O INDUCTIVO QUE VICIA LA VOLUNTAD: Nulidad relativa.

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