En las siguientes páginas se abordará el tema: La Corrupción en los Profesionales: un Problema

Ético en Honduras. Problema, porque es una situación actual, también preocupante porque cada
día se hace viral y, a la vez es dolorosa e injusta por sus inmensos delitos que se cometen.

Problema, significa que debemos y tenemos que estar alertas, ¡todos alerta!, sin exclusión alguna
y, a la vez significa un paso a la esperanza, porque todo problema tiene una causa, un principio,
en el caso de la corrupción una mal motivación; pero sobre todo una solución. En este sentido,
cada vez que no estamos de lado ni toleramos ni participamos en actos de corrupción, allí somos
parte de la solución, es decir de la esperanza.

¿Entendió Aristóteles la Corrupción como un mal que conlleva delitos como el robo, la
avaricia, la usura, el fraude, el cohecho, entre otros? Cuando hablamos de corrupción y
cuando decimos que lo hemos iluminado desde el pensamiento aristotélico, no nos estamos
refiriendo al tratado que se expone en aquella obra Acerca de la Generación y la
Corrupción.

Aristóteles: nació a finales del año 384 a. C. en la ciudad costera de Stagira (Macedonia), situada
en la península de Calcidia. Siendo llamado por ello el Estagirita. Por sus padres es de origen
Jonio. Descendía de familias “asklepiadas” (familias de médicos).

Por consiguiente, el objeto de la ética aristotélica es el hombre y; el objetivo es el bien y la

felicidad del hombre. En todo esto encontramos el sentido y el quehacer del ser humano en el
mundo.

En cuanto a la filosofía de Aristóteles, encontramos en sus escritos una serie de profesiones.

Normalmente, no encontramos los nombres de cada profesión, sino más bien su acción y el fin
de cada acción, así, «el fin de la medicina es la salud; el navío es el fin de la construcción naval;
la victoria es el fin de la estrategia o arte de la guerra, y la riqueza es el fin de la economía» 29. A
todas ellas les llamamos comúnmente profesiones, para Aristóteles son acciones, artes o ciencias.

CAPÍTULO II: UNA DESVIACIÓN TÍPICA DE LA ÉTICA PROFESIONAL: LA

CORRUPCIÓN

Esta misma palabra en español tiene muchos sinónimos, entre ellos: depravación, degradación,
alteración, pudrición, soborno, cohecho, delito, inmoralidad, escándalo, maldad, indecencia,
infección, daño, abuso, perversidad, peste, putrefacción, cohecho, hedor, soborno, vicio. Y
cuando aplicamos este término a una cosa decimos, esto o aquello es adulterable, corrompible,
está corroído, consumido, o que se echó a perder.

La corrupción profesional o la corrupción en los profesionales, no es otra cosa que la corrupción

que hay en el trabajador profesional. Porque de un profesional, la ciudadanía espera que su
persona transmita valores como la excelencia, el respeto, la franqueza, la neutralidad, la
honestidad; y más aún que su trabajo sea legal, de calidad, innovador,

a. La corrupción profesional se realiza cuando este individuo, da o recibe una recompensa

monetaria aprovechándose de su cargo o de una institución;
b. cuando un político soborna, miente o roba al pueblo y en nombre de éste, deteriorando la ética
pública o dando mal ejemplo, en lugar de velar por el bienestar de la sociedad;

c. profesionales que abusan de su autoridad, obteniendo regalos o favores sexuales por acciones
ilícitas, incumpliendo sus tareas, engañando, viviendo de la malversación, haciendo uso indebido
de la información, esquivando sus impuestos, pervirtiendo la justicia, traficando influencias. En
suma, todo esto es un enorme hedor porque «es transgresión: lo público se hace privado, lo
privado público, la ley se convierte en mercancía, el deber se negocia»

CAPÍTULO TERCERO

SÍ A LA ÉTICA, NO A LA CORRUPCIÓN

Con este objetivo brevemente desarrollamos algunos valores: sinceridad y optimismo (valores
personales); justicia, respeto, lealtad y fidelidad (valores sociales).

Ciertamente, poseer valores es una opción personal. Cada ser humano en libertad decide abrazar
o no los valores. Sin embargo, hay unos valores que tienen connotaciones más personales que
plurales tales como: conocimiento propio, confianza propia (autoestima), sinceridad, prudencia,
fuerza de voluntad y capacidad de decisión, moderación, valentía, constancia, optimismo, sentido
del humor, etc.