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Introducción

Frecuentemente escuchamos hablar de corrupción y la gran mayoría de las personas piensa


que es algo que ocurre solamente en la política ya que constantemente escuchamos noticias
de este tipo en la televisión, casos que llamaremos de “trascendencia”. Pero si analizamos con
mas detención el concepto de corrupción, nos podremos dar cuenta que la corrupción está
presente en nuestro diario vivir, en nuestro entorno e incluso nostras mismas podemos
tildarnos de “corruptas” muchas veces sin darnos cuenta. La corrupción atenta contra la
dignidad de una persona, grupo o nación, ejemplo de esto son las mentiras, los engaños, el
soborno, etc. Como podemos apreciar la corrupción no es tan lejano de nuestro diario vivir,
es algo que nosotros mismos utilizamos para conseguir nuestros fines y metas aunque
dañemos a las otras personas sin importarnos. Esto es algo que va en aumento y cada día que
pasa la sociedad está aceptando la corrupción como algo normal, por esto es tan difícil
detectar un caso de corrupción y hacer algo al respecto.

Siempre se mira a la corrupción como algo que afecta al mundo, a la economía pero ¿Qué
pasa con las personas?, ¿Acaso no pertenecen al mundo?, ¿Se puede prevenir este mal que
cada día afecta más a la sociedad?, ¿Se han medido las graves consecuencias que la
corrupción causa al ser humano?, ¿Existirá alguna solución definitiva para la corrupción?
Estas son lagunas interrogantes que parecen tener una difícil respuesta, sin embargo la hay.

La corrupción es el mal de estos últimos años y antes de hacer algo en contra de ella, primero
debemos informarnos y a partir de esto cambiar nuestras propias actitudes antes de exigir al
mundo cambiar. La corrupción se puede prevenir pero esto depende de nosotros, no de la
sociedad.

Concepto de la corrupción

La corrupción es un mal que aflige a todos, es neutral ya que no discrimina país, clase social,
raza o religión. Pero ¿Qué es corrupción? Según su definición denotativa corrupción es
“alterar y trastocar la forma de alguna cosa”, desde el punto de vista de la iglesia es “Toda
forma de tomar o retener injustamente el bien ajeno, aunque no contradiga las disposiciones
de la ley civil, retener deliberadamente bienes prestados u objetos perdidos, defraudar en el
ejercicio del comercio, pagar salarios injustos, elevar los precios, el fraude fiscal, los trabajos
mal hechos, etc.

Corrupción desde el punto ético no es otra cosa que la práctica de saltarse reglas éticas
generalmente aceptadas en una sociedad. Aquellas normas que cada grupo humano adopta y
consagra, porque las considera indispensables para estimular su acción colectiva, para
sobrevivir, para desarrollarse y civilizar su convivencia.

Como actos de corrupción pueden ser considerados los engaños, las injusticias, los abusos de
cualquier índole. También se considera corrupción el escándalo y las condiciones sociales
que no contribuyan al bien común.
En síntesis corrupción es dañar o atentar en contra de la dignidad de una persona que exige
ser respetada.

Formas de corrupción

La corrupción ha acompañado a través de los tiempos al ser humano desde tiempos


inmemoriales. Podríamos decir sin temor a equivocarnos: desde que el hombre se puso en
pie, ya que en las antiguas culturas y la Biblia nos confirman los primeros casos de
corrupción. Sin embargo esto se ha hecho notar en estos últimos años donde diariamente
podemos ver corrupción.

Algunos tipos de corrupción a gran escala son:

% Corrupción de menores: (Pedofilia, abuso sexual, tráfico, etc.)

% Corrupción de mujeres (Prostitución, violencia, abuso sexual, etc.)

% Corrupción en política (compra de personas, abuso, etc.)

Estos son algunos tipos de corrupción a grandes rasgos, pero ¿Qué pasa en la vida diaria?,
¿Qué puede ser considerado como corrupción? A esta interrogante podemos responder que el
engaño, mentiras, abusos, injusticias, robo, copiar, cautines, insultos verbales, violencia,
atentar contra los valores, contra los principios, manipulación de personas, etc. son
considerados actos de corrupción porque atentan contra la dignidad de las personas.

Prevención de la corrupción

¿Cómo prevenimos la corrupción? Tal vez nos parece una pregunta con una difícil respuesta
e incluso sin respuesta, sin embargo, hay una solución. La mejor arma contra la corrupción es
la educación. Para esto hay que preparar a los niños, jóvenes, a la gente común para que no
crezcan en un ambiente de ignorancia respecto a la corrupción, ya que para estos, los
corruptos, abusan de su poder y los engañan fácilmente. Si aprendemos bien que es la
corrupción podremos vacunarnos de este mal. Debemos enseñarles a ser suyos los valores de
honestidad, solidaridad, respeto verdad, justicia, benevolencia y caridad

Para prevenir la corrupción debemos hacer que se viva en un ambiente de compañerismo y


solidaridad, que sólo así se podrá atender de fondo este problema y encontrar verdaderas
soluciones a los problemas de corrupción que el mundo ha sufrido y seguirá sufriendo.

Para combatir la corrupción a nivel mundial es importante que todas las naciones y países del
mundo se unan y trabajen juntas para luchar contra la corrupción, ya que cada país por sí solo
no puede luchar contra ella. Para esto es importante evitar las diferencias, los conflictos y los
problemas que se puedan tener entre ellos.

Consecuencia de la corrupción

En el ámbito mundial el más perjudicado es el ámbito económico, ya que los países pierden
grandes sumas de dinero por sus corruptos. Generalmente estas personas están íntimamente
relacionadas con el aspecto político, por esto es que es tan difícil detectar un caso de
corrupción.
La corrupción socava la legitimidad de las instituciones públicas, atenta contra la sociedad, el
orden moral, la convivencia, la justicia, así como el desarrollo integral de los pueblos.

Como la corrupción atenta contra la dignidad de las personas, a esta, la persona corrompida,
puede causarle serios daños en los distintos ámbitos: el físico, social, espiritual y psicológico.
Puede que esta persona cambie su jerarquía de valores y principios, que acepte la corrupción
como algo normal en su vida, puede que con el tiempo no haga uso de sus valores cuando se
le presente una situación similar, su autoestima puede disminuir y caer notablemente. Esta
persona puede que no le importe los valores como el respeto, solidaridad y caridad.

Tanto es el daño que puede causar la corrupción en el género humano, que puede éste en el
día de mañana se convierta en un corrupto más de la sociedad.

Transparencia internacional

Transparencia internacional (T.I.) es la única organización no gubernamental a escala


universal dedicada completamente a combatir la corrupción. Esta institución congrega a la
sociedad civil, sector privado y a los gobiernos.

T.I. impulsa campañas de concientización sobre los efectos de la corrupción, promueve la


adopción de reformas, el establecimiento de convenciones internacionales sobre la materia,
alienta la adhesión a las mismas y luego observa la implementación de dichos acuerdos por
parte de los gobiernos, corporaciones y empresas.

Asimismo a nivel nacional los capítulos de T.I. actúan promoviendo una mayor transparencia
y la materialización del principio de rendición de cuentas. Con este fin T.I. monitorea el
desempeño de algunas instituciones claves y ejerce presión para la adopción no partidista de
las reformas que sean necesarias.

Otra institución encargada de luchar contra la corrupción es la ONU (Organización de las


naciones unidas) quien promueve medidas para combatir eficientemente la corrupción,
facilitar la cooperación internacional y promover la integridad, etc. Sin embargo aún no está
vigente ya que actualmente 29 países se han suscrito y necesita 30 países que la apruebe.

Efectos de la corrupción en la República Dominicana

En el contexto político, la corrupción  es el abuso autoritario del poder.  Esto se expresa en


la   frase   que dice que el  poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente. En
los momentos actuales en nuestro país  predomina uno de los tipos de abuso de poder, que es
el que consiste en el enriquecimiento ilegal o ilegítimo de los políticos, o en general,  de las
autoridades,  favoritismo a las causas u organizaciones a las que están integrados, gracias a
los cargos que desempeñan o a  sus conexiones con quienes los tienen.

La relación entre corrupción y política es mucho más profunda de lo que quisiéramos y creo
que  los políticos estarían dispuestos a admitir. No hay que perder de vista que la corrupción
no sólo es una acción más o menos consagrada como delictiva, sino también un importante
medio de influencia política.  Que toca y trastoca las ideas y principios por los cuales lucha
un partido político, el cual supuestamente está luchando por el bien común de la nación. Pero
al existir la corrupción política, la deformidad de estos ideales es sufrida directamente por los
ciudadanos.  El abuso del poder afecta a quienes pagan impuestos y   niegan a los más
necesitados los servicios públicos básicos, creando un grado de desesperación que genera
conflicto y violencia.

La corrupción política perjudica la esperanza de prosperidad y estabilidad en los países en


vías de desarrollo y hace daño a la economía mundial. Se puede decir que la democracia se
debilita y los ciudadanos pierden la confianza en los políticos,  por lo  que el uso de los
servicios públicos se dificulte y orillando  las personas a cometer actos ilícitos.  Es por ello
que cualquier tipo de corrupción afecta a todos los sectores del país.    Los políticos
saqueadores y las multinacionales que sobornan perjudican el desarrollo. Todo esto le resta
credibilidad al país y, por  consiguiente, reduce la inversión extranjera. La corrupción política
perjudica la esperanza de prosperidad y estabilidad en los países en vías de desarrollo y  a la
República Dominicana  le falta mucho para ser un país desarrollado,   y  esta plaga nos
retrasa todavía más.

El daño social que causa la corrupción es sumamente preocupante, ya que el vivir en un país
corrupto desmoraliza a los ciudadanos, es decir, nos hace sentir que no vale la pena ser
honestos,  que tampoco vale la pena acatar las leyes porque de todos modos nadie lo hace, ni
siquiera el propio gobierno. Vivimos en la desconfianza  e insatisfechos con nuestros propios
gobernantes, no creemos en nuestro sistema judicial, legislativo ni administrativo, dudando
de su eficiencia y de sus intenciones.  La sociedad se encuentra envuelta en un círculo
vicioso, tú corrompes porque el gobierno te corrompe.

La corrupción sólo beneficia a unos cuantos a costa de la mayoría, porque se da una injusta
distribución del ingreso  y  esto se traduce en más pobreza.  El costo social de la corrupción
sino es el más grave, es por el que se debe poner medidas de regularización para tratar de
erradicar este gran problema que nos aqueja.  Los dirigentes políticos, los funcionarios
públicos, la sociedad civil, los medios de información, el mundo académico, el sector privado
y las organizaciones internacionales también deben dar pruebas de valor y perseverancia.

Suena trillado pero es una realidad, el ejemplo arrastra y es por eso que funcionarios y
personajes públicos tienen la responsabilidad de educar al pueblo  dominicano a través de su
actuar. Las palabras se las lleva el viento, mientras que los actos dejan huellas y son ejemplos
para seguir y luchar por un cambio. Si estas personalidades se burlan de la ley  nacional en su
actuar, que se  espera  del ciudadano común, poco, muy poco o nada.

Para erradicar la corrupción en   República Dominicana es importante hacerle  frente  de


manera insistente,  debido a que es un proceso largo que tiene que ver con la cultura  y su
educación en general. Por lo tanto, el ejercicio de autocrítica juega un papel importante en
esta lucha. Existen diversos factores que van de la mano  con la corrupción, además de la
falta de  educación  ya que  en  éste ejercicio delictivo  el 50% de la población es pobre, o
sea,  son pobres al iniciar una función pública.  Pero podemos considerar que  la corrupción
es sólo una señal manifiesta de los defectos o desajustes de la organización social en sí;
producto de un desacuerdo en general entre las necesidades del orden social y el marco
jurídico con el que se pretende regularlo. Es además un resultado de los procesos de
modernización, de las desigualdades económicas, de la pobreza y de las formas de
dominación política.
El gran problema de éste acto es la pérdida de valores en la sociedad. Es necesario que las
familias y las autoridades pongan énfasis en este punto dando a sus hijos y a la población  el
ejemplo a seguir. Más que una causa, la corrupción puede ser considerada también como
síntoma de una enfermedad mucho mayor como es la falta de ética; porque  nuestra
conciencia da la pauta a nuestro  actuar, y ésta se basa en nuestra propia  moral y
ética.  Parece ser que en nuestra sociedad los actos corruptos son normales y hasta
dan  razones para crear grandes comentarios periodísticos, lo que ya  no alarma a los
ciudadanos.   Debemos trabajar  en el sistema de valores para que  se mantenga un interés de
cooperación que permita crear conciencia de las consecuencias que trae consigo la corrupción
y, sobre todo, de los verdaderos beneficios que se tienen al disminuirla. Así, en el
Estado  aparecerá una cultura democrática sólida.

Se deben hacer leyes que castiguen severamente a quienes realicen actos vergonzosos, así
como aplicarlas de manera igual  en aquellos que gozan de “privilegios.” Quitar el sistema
clientelista de la política  buscando un intercambio que beneficie a todas las partes que lo
ejercen, que puede ir desde un trámite hasta un lugar en un cargo público. Además  hay
que  combatir el corporativismo para evitar que se beneficien grupos sociales importantes a
través del Estado, quitar camarillas para que las oportunidades de sus miembros no dependan
de ellos mismos y evitar  que personas no preparadas lleguen a cargos importantes por medio
de la corrupción.

Estas propuestas hay que ponerlas en práctica, empezando en la familia para que las personas
sean cada vez más conscientes y poco a poco vaya disminuyendo el problema. Es
indispensable hacer hincapié en la importancia de actuar conforme a la ley, con campañas
que den a conocer a la gente los beneficios que traería el vivir sin corrupción. Aquellos que
ejercen el poder deben tener en cuenta que el exceso de trámites y las debilidades internas son
el alimento principal de la corrupción, mientras  que las personas que necesita  el país como
dirigentes tienen que ser capaces de predicar con el ejemplo,  con la transparencia, la
honestidad y el liderazgo.

El resto de la lucha depende de todos nosotros como conciudadanos de un planeta más y más
pequeño cada día, que tenemos la responsabilidad en nuestra vida cotidiana, profesional y
personal de fortalecer la probidad y ejercer nuestras responsabilidades como participantes  de
una sociedad que nos dicen que es  democrática.  Trabajar como grupo,    ya que  la búsqueda
del beneficio individual trae éxito a algunos  y fracasos a muchos otros. Si en verdad que se
busca un crecimiento como nación, se debe tomar conciencia de la trascendencia del actuar
de cada individuo. Se puede ver que los beneficios de vivir sin corrupción son muchos y lo
más importante, son prometedores y convenientes para el país. Un punto importante  es que si
se invierte  en la educación el dinero que se destina a la corrupción, se tendría una sociedad
más ordenada y responsable, lo cual facilitaría la comunicación, disminuiría el índice
de  violencia y  se proporcionaría una gran ayuda a la lucha contra la pobreza.

Soy una aficionada de la historia porque a través  de ella puedo estructurar el presente y con
este, edificar el futuro. Desde este punto, de vista  a nuestra clase política  dominante me
atrevo a darle  un humilde consejo, porque veo que la concentración del   poder es tan grande
que lo está  llevando a la obnubilación, política y pragmática.   Ese consejo consiste a que se
detengan a ver que    un  pueblo sin educación, hambriento, sin conciencia de su clase y lo
que es peor sin líderes,  es un volcán dormido. Por  tanto,  den algo para que  ese volcán
nunca  despierte  y vaya a buscarlo todo, inclusive la cabeza de aquellos que con sus actos
nos sembraron la miseria, y  así  se convierta en un monstruo sin cabeza.
La corrupción es una acción que transgrede las normas legales y los principios éticos, con
devastadoras consecuencias económicas, políticas y sociales para las sociedades que padecen
ese flagelo, entre las que se cuenta la República Dominicana.

Según un informe de Transparencia Internacional del año pasado, el país ocupó el puesto 135
entre 183 naciones más corruptas y uno de los siete de América Latina que figuran en la lista.

Y pese a los esfuerzos que asegura el Gobierno dominicano realiza para combatir la
corrupción administrativa, gubernamental y política, la ciudadanía parece no percatarse de
ello, ya que de acuerdo a la encuesta Gallup-Hoy de octubre de 2017, el 89 % de la población
encuestada calificó como alarmante los niveles de la corrupción existentes en el país.

En ese contexto, el presidente de la Alianza Dominicana Contra la Corrupción (ADOCCO),


Julio César De la Rosa, manifestó que los efectos de esta descomposición afectan
considerablemente la sociedad dominicana, ya que cuando se incurre en esta práctica se
abandona la esencia para la cual fueron destinados los recursos económicos del Estado como
resultado de la recaudación de impuestos.

“La corrupción es un fenómeno social que consiste en hacer uso indebido de los recursos del
Estado por parte de funcionarios que tienen la responsabilidad de administrarlos para lograr
satisfacer las necesidades de los ciudadanos”, enfatizó  De la Rosa.

Consideró que en el país el Poder Legislativo y el Poder Judicial “de cierta manera” son
dependientes del Poder Ejecutivo, debido a que este último es quien les asigna los recursos,
lo que pudiera influir en las decisiones de estos.

Sin embargo, negó que en el país exista una crisis institucional, “lo que sí hay es debilidad
institucional”.

Al tiempo de asegurar que cada uno de los Poderes del Estado, ha hecho esfuerzos para
disminuir los efectos de la corrupción, pero que no han sido suficientes.

“Tenemos leyes que establecen mecanismos de control.  Hay que destacar que hemos dado
pasos en el cumplimiento de la Ley de Libre Acceso a la Información, que antes era
imposible que se diera una información solicitada por un particular, organización o medio de
comunicación”, resaltó De la Rosa, mediante una entrevista telefónica a El Nuevo Diario.

Sonados casos de corrupción

En los últimos años República Dominicana ha estado envuelta en escándalos que han
develado extorsión, sobornos, falsificación de documentos y estafas, que en algunos casos
han dejado suicidios y macabros asesinatos.

Entre los casos que aún están en proceso y que en muchos se desconocen los avances de las
investigaciones, están  la OMSA, OISOE, INAPA, CORDE, Tucanos y Odebrecht.

¿Cómo van las pesquisas del caso Odebrecht en RD?


El escándalo de la constructora brasileña Odebrecht, que ha “salpicado” a varios estados de
Latinoamericana y África, incluyendo este país, por el pago de sobornos a sus funcionarios,
está siendo cuestionado.

En República Dominicana, el 10 de abril de este año, el procurador General, Jean Alain


Rodríguez, reveló que tiene en su poder parte de la documentación solicitada a autoridades
extranjeras, dentro del marco de cooperación judicial internacional, para concluir el
procedimiento preparatorio, y que está a espera de más, ya que los actos ilícitos que se les
atribuyen a los 14 acusados de aceptar sobornos por 92 millones de dólares  por parte de
Odebrecht fueron confeccionados en el seno multinacional.

El pasado domingo 06 de mayo la Procuraduría General indicó, mediante una nota de prensa,
que ha rastreado el comportamiento de cientos de cuentas bancarias y transacciones, así como
también, ha realizado el análisis de miles de documentos.

Señaló que en el avance de las indagatorias han surgido nombres de empresas y personas que
pudieran estar vinculadas al caso.

La prórroga fue solicitada por el Procurador al juez de la Suprema Corte de Justicia (SCJ), el
22 de enero de este año tras concluir el plazo de ocho meses que otorga la ley para finiquitar
la investigación, contando a partir del conocimiento de la medida de coerción y declaratoria
de caso complejo, que venció el pasado 7 de febrero.

Además, el Procurador había dicho al juez especial que también estaba a la espera de
cooperación de instituciones locales, entre ellas, la Cámara de Comercio y Producción,
Impuestos Internos, Tesorería de la Seguridad Social; las superintendencias de Bancos y de
Valores, así como las cámaras legislativas, pero hasta el momento no se ha obtenido
información sobre estas colaboraciones.

Incidencia de la Marcha Verde

El movimiento social denominado “Marcha Verde”, que se efectúa en todo el territorio


nacional, ha sido uno de los procesos de combate contra la corrupción más significativo que
ha tenido el país en los últimos años, según Josefina Arvelo, socióloga y catedrática
universitaria.

Arvelo, quien fue coordinadora general de Participación Ciudadana (PC), señaló que este
movimiento constituye una forma de “despertar” de la ciudadanía de lo que está ocurriendo
en el país y de que cada persona tiene la responsabilidad de asumir un rol activo en esta lucha
e involucrarse en la demanda de que se aplique lo que establece la ley en materia de
corrupción.

“La Marcha Verde ha venido a crear conciencia en la ciudadanía de lo que implica la


corrupción, de las consecuencias de que el dinero del Estado sea desviado hacia intereses
muy particulares que están contribuyendo a mantener la pobreza y la mala calidad de los
servicios básicos”, resaltó la socióloga Arvelo.

Asimismo, para el director de ADOCCO, esta expresión ciudadana ha venido a “jugar un


importante rol”, ya que a su juicio se desprende de una gran parte de la población que está
disconforme con la situación actual que vive el país, la impunidad y la falta de respuestas
ante hechos ilícitos.

 ¿Cuál es el costo de la corrupción?

Expertos consultados por El Nuevo Diario manifestaron que los efectos de la corrupción son
devastadores para cualquier sociedad, ya que afirman no permite que el dinero del Estado sea
distribuido como lo establecen las leyes y la Constitución.

La corrupción en República Dominicana tiene un costo anual estimado en unos RD$26,000


millones o el 0.7 % del Producto Interno Bruto (PIB) del año pasado, según un estudio de la
organización internacional Oxfam, cuyos resultados fueron dados a conocer el 19 de octubre
de 2017.

El referido informe, bajo el título “Se buscan: recursos para garantizar derechos”, de la
autoría de Rosa Cañete y Rafael Jovine, indicó en aquel entonces que dicho volumen es 3.5
veces superior a lo dedicado este año en el Presupuesto General del Estado a educación
inicial y más de dos veces superior a lo asignado a abastecimiento de agua potable.

Efectos psicológicos de la corrupción

La corrupción no sólo nulifica el desarrollo económico y social de una sociedad sino que
también afectan al comportamiento psicológico de los individuos.

Así lo manifestó la psiquiatra Ann Margaret Benjamín, quien aseguró que  los efectos de este
fenómeno implican en el individuo dolor, debido a que sienten que sus derechos son
violentados de forma insensible.

“Lleva consigo la exclusión e injusticia social, el rencor y el resentimiento. La desesperanza


colectiva, fatalismo, depresión, autodestrucción masiva y baja autoestima”, resaltó la doctora
Benjamín.

Citó que incide en la anomia, que según dijo, es descrita por el sociólogo francés Émile
Durkheim como “el momento en que los vínculos sociales se debilitan y la sociedad pierde su
fuerza para integrar y regular adecuadamente a los individuos, generando fenómenos sociales
tales como el suicidio”.

Causas y consecuencias de la corrupción en la República Dominicana

Por qué la corrupción gubernamental ha vuelto a ser plato de mesa en las tertulias cotidianas?

¿Hay más corrupción o lo que ha crecido es su percepción?

¿Quién habrá ido a soplarle al santo padre que ese tema había abandonado el relego en el que
lo mantenían las mediciones de opinión para retomar un lugar delantero?

¿Qué ha llevado ahora y no antes al doctor José Joaquín Bidó Medina, coordinador de la
Comisión Nacional de É    tica y Combate a la Corrupción a decir que se siente asqueado por
las constantes denuncias de corrupción en la administración pública?
¿Por qué el presidente Leonel Fernández se ha visto en la necesidad de proclamar que los
funcionarios corruptos no podrán contar con padrinazgos?

¿Por qué las reporteras que se han especializado en husmear y airear los potenciales casos de
corrupción encuentran hoy una audiencia más cautiva  y una mayor repercusión para sus
denuncias?

Desde esferas importantes del Gobierno se piensa que lo que pasa es que han aparecido unos
funcionarios que más que corruptos fueron torpes y aportaron ellos mismos la soga con las
que se les ahorcó en el paredón de la opinión pública y la tinta de los bolígrafos con los que
se firmaron sus destituciones.

El caso es que de ser la percepción de corrupción tan reducida a dos gerencias de poca monta,
no habrían motivado ni pronunciamientos como los del papa, ni como los de José Joaquín
Bidó Medina, ni nuevos juramentos de combate a esa peste, como los emitidos por el
presidente Fernández.

A lo sumo la política comunicacional  oficialista los pudo haber enfocado como casos
aislados que no hacen más que evidenciar el espíritu invulnerable de una administración que
no les tiembla el pulso para desentenderse de los que se desvían del camino de la honestidad
y la eficiencia.

Lo que pasa es que la percepción ha echado raíces más honda y expandidas, tan así que
muchos creen que se trata de una característica de la gestión, por lo que los casos como los de
la Oficina Técnica del Transporte o los del PRA, se asumen sólo como muestras de los
criterios que están primando en muchos servidores públicos.

Yo creo que la principal levadura de la percepción de corrupción ha sido la crisis económica.

Nadie cuestiona que el jefe de un hogar tome tragos con sus amigos o se consienta una que
otra diversión, siempre que eso no afecte compromisos tales como el pago del alquiler o
financiamiento de la casa, los colegios de niños y  el recorrido por los anaqueles de los
supermercados.

Pero lo que se tolera y hasta se celebra cuando no hay precariedad, se criminaliza cuando la
cosa se aprieta.

Con unos dominicanos recibiendo menos remesas por parte de sus familiares que viven fuera
del país, con el sino del desempleo ampliando sus catastróficas consecuencias por la crisis de
las empresas de zonas francas, el derrumbe de las exportaciones y la caída  de las ventas no
sólo es que hay más pendencia sobre la conducta de los servidores públicos sino mayor
sensibilidad frente a los desafueros.

Pero también hay otro síndrome del que la administración debería tratar de protegerse: el de
la vejez prematura. Un gobierno nuevo aunque sea el mismo viejo, tiene que comunicar cosas
nuevas, pero la gestión luce cansada y sin energías renovadoras. En esas circunstancias es
más vulnerable frente a todo cuestionamiento.
Otra explicación sobre el tema de la corrupción, es la que ofrece el presidente de la Suprema
Corte de Justicia, doctor Jorge Subero Isa, que entiende que el mal se extiende por las
carencias de mecanismos de rendición de cuentas.

Formalmente se supone que hay disposiciones contra el enriquecimiento ilícito, pero en la


práctica lo que se da es lo que plantea Bidó Medina, que muchos creen que la designación es
para servirse descaradamente del erario.

Hay otro causante que pocos mencionan, pero que para mi tiene un rol estelar en todo lo que
se ha estado percibiendo. Se llama reelección presidencial, que aunque ese no sea la
conducta  un mandatario reelecto, muchos se la toman como una patente de corzo para
cobrarse a todas sus anchas los servicios, no siempre transparentes, prestados a la causa.

Lo lamentable es que se esté discutiendo una nueva reforma constitucional con el objetivo
expreso de quitarles límites a la que ha sido la principal promotora de la debilidad
institucional que frena el combate efectivo de la corrupción.

14 medidas para acabar con la corrupción en la república Dominicana


La corrupción se está convirtiendo en cáncer que afecta a la economía, hiere la credibilidad
de las empresas y de los emprendedores, desalienta la atracción de inversión y talento y
debilita todo intento de proyectar internacionalmente la vapuleada marca “España”. Hay que
tomar conciencia de la importancia de crear una cultura de tolerancia cero con la corrupción y
de su complejidad, de sus raíces sociales…

¿Hay algo más grave para un país que un Vicepresidente del Gobierno y máximo responsable
del control fraude fiscal quizás se demuestre que es uno de los mayores defraudadores del
país? O que una Comunidad Autónoma administre fraudulentamente millones de euros en
ayudas? ¿O que el tesorero del Partido en el Gobierno tenga millones sin justificar en
paraísos fiscales y su contabilidad B es la oficial? al final lo medios personalizan la
corrupción en nombres propios: Rodrigo Rato, Bárcenas, Urdangarín…

Casi todo el mundo está dispuesto a jalear y hacer ruidos mediáticos sobre la corrupción.
Pocos están dispuestos a luchar realmente contra ella de forma efectiva. Estoy seguro que, si
se llevaran a cabo de forma diligente las 12 medidas (finalmente 14, tras ricas aportaciones en
los comentarios) que propongo, la corrupción en España o en cualquier país quedaría
reducida a niveles irrelevantes. No me gusta entrar en estos temas con demasiadas aristas
políticas. Accedo a ello tras indicarme un grupo de jóvenes emprendedores que la sociedad
española debería priorizar la guerra contra la corrupción e instarme a escribir algo sobre el
tema.  Luchar contra ella es, sin duda, una absoluta prioridad económica y social. El siguiente
gráfico muestra claramente su interferencia a la hora de hacer negocios en la República
Dominicana.

Datos referidos a la República Dominicana. En 2008 la corrupción sólo representaba en


España 1,4 puntos porcentuales entre “Los factores más problemáticos para hacer negocios
en España”. Tal como refleja este gráfico, en el Informe 2004, la corrupción  ya alcanza 9
puntos porcentuales.

La corrupción tiene raíces sociales relevantes 


Soy muy consciente de que la corrupción en la República Dominicana es un fenómeno muy
complejo. Es mucho más que un problema político. Tiene raíces sociales relevantes que se
han ido fraguando durante los más de catorce años que se ha desarrollado la burbuja
inmobiliaria, el despilfarro presupuestario y el propio respaldo electoral a políticos
permisivos y tolerantes. La lucha contra la corrupción pasa por educación, mucha educación,
y la creación de una cultura ciudadana de tolerancia cero con la corrupción.

12+2 Líneas de trabajo para luchar contra la corrupción La severidad del problema exige
medidas concretas. Vaya por delante que no soy un experto en el tema, ni muchísimo menos
este ejercicio debe ser interpretado como una pretensión de dar lecciones de ética a nadie.

1. Modificar la Ley de Contratos del Estado / Sector Público

Es un tema clave y extraordinariamente importante. A mi juicio la raíz de un elevadísimo


porcentaje de casos donde la corrupción está presente y además sin aflorar.  La reforma debe
ir dirigida a:

 La transparencia y publicidad digital de pliegos y concursos públicos no restrictivos


de la mayor concurrencia.
 Posibilidad jurídica de que si se dieran pliegos con condiciones restrictivas
innecesarias se podría incurrir en delito e indemnizaciones a afectados por defecto de
concurrencia real. En síntesis: una licitación pública que incentive la mayor
concurrencia real.
 La ampliación absoluta y la mayor transparencia en las comisiones de adjudicación
ampliamente constituidas con fuerte representación social, presencia de miembros de
la oposición y motivación justificada de las decisiones. Sesiones abiertas.
 Las bajas en los precios de licitación presentadas por las empresas deben ser
vinculantes  e inamovibles para las empresas y administraciones. Supresión -en obras
y similares- de reformados, revisiones de precios o liquidaciones adicionales.
 Penalización a las empresas por no identificar indefiniciones de proyectos que
impliquen mayor coste y lleven a la inviabilidad de la ejecución del proyecto o la
obra.
 Control de calidad de obras y servicios a través de empresas y/o funcionarios con la
mayor cualificación.
 Penalizaciones muy severas para las empresas que hayan incurrido en delitos que
atenten contra la transparencia y buenas prácticas de la ejecución de contratos
públicos.
 Posibilidad de que los ciudadanos presenten fácilmente denuncias en caso de que no
se hayan cumplido las pliegos de licitación.
 Premios y reconocimientos a las buenas prácticas de las empresas.
 Han habido algunas preguntas en los comentarios al final de esta entrada. Explico con
un poco más de detalle este punto aprovechando estos comentarios, (abajo del todo).

2. Transparencia radical, total y digital de la información pública

Todos los contratos. Licitaciones, normativas, resoluciones, etc. de las Administraciones


Públicas deberían ser públicos y accesibles a todo el público vía Internet. Todo en la red. Por
supuesto si una instancia gubernamental niega el acceso a cualquier contrato, información
etc. (con excepción de aquellos en los que la seguridad del estado pueda verse afectada)
debería incurrir en un grave delito. En la actualidad hay gobiernos que no facilitan a la
oposición parlamentaria documentos de contratación pública!!

3. Incentivos a las denuncias judiciales serias, sin juicios mediáticos paralelos

Se debe incentivar y respaldar todavía mucho más la denuncia fundamentada de un indicio de


corrupción. No sólo protección y anonimato. Se deben facilitar garantías, procedimientos
claros y publicitados para que los ciudadanos puedan hacer uso de ello.  Son interesantes las
propuestas de una Ley de protección jurídica a todos aquellos ciudadanos denunciantes de
posibles casos de corrupción. Paralelamente se deberían limitar los juicios mediáticos
paralelos gratuitos y demagógicos, o penalizar denuncias con escaso o nulo fundamento. Al
final, la corrupción está acabando en un circo mediático que daña la imagen del país y de la
sociedad en general.

4. Independencia y potenciación de la auditoría publica

Despolitización y profesionalización. Total independencia para el Tribunal de Cuentas no


sujeto a las influencias de los partidos políticos; se le debería conferir responsabilidad
jurídica a la hora de no identificar hechos punibles que estuvieran presentes en la
documentación auditada. Mismo estatus y responsabilidad para organismos similares
autonómicos. Responsabilidades relevantes para auditorias privadas que no identifiquen
fraude y corrupción las cuentas auditadas cuando en las mismas se identifiquen delitos de esta
naturaleza. Difusión digital y  pública de los informes y auditorias. Incentivar las mejores
prácticas auditoras profesionales y de control tipo due dilligence.

5. Más jueces y más recursos judiciales contra la corrupción

Más medios judiciales especializados para mejorar las respuestas. Dotación de recursos
mínima en la media de la Unión Europea. Indexación con los índices de corrupción para la
dotación de nuevos recursos. Disminución radical del tiempo en los procesos y aplicación de
sentencias tras la dotación de medios. Diligencia y efectividad judicial.

6. Inspección fiscal-laboral y guerra total a la economía sumergida

Más medios de inspección fiscal y un plan específico para acabar con los altos niveles de
economía sumergida de la economía española. El objetivo sería eliminar la complicidad
social de la corrupción a través del fraude generalizado de una gran masa de autónomos y
profesionales cuyo control escapa de las Administraciones.

7. Financiación real de los partidos políticos

Nuevas bases de financiación de los partidos políticos ampliando de forma realista los
canales de una financiación transparente. Las donaciones privadas de terceros deberían ser
públicas en un espacio web, limitadas en su cuantía y motivadas en cualquier caso. Control
de la financiación diferida a fundaciones o terceras vías en general. Regulación orgánica y
muy severas penalizaciones a partidos que incurran en falsedad, fraude o financiación ilegal.
La simple vulneración de los principios de ejemplaridad, en cuanto a transparencia
económica, financiera y contable de un partido político debería ser objeto de sanciones muy
relevantes recogidas por ley. Prohibición de la condonación de deudas.
8. Menos cargos públicos, mayor retribución y asunción de mayor responsabilidad.

Reducción sustancial de cargos políticos irrelevantes e incremento sustancial de sueldos


públicos con responsabilidades importantes. Compatibilizar las incompatibilidades reales con
el acceso durante algún tiempo determinado a cargos públicos que proporcionen seguridad.
Penalizar severamente por ley cargos no justificados. Fortalecimiento de la función pública y
la igualdad de oportunidades en su acceso. Que un Presidente de Gobierno u otros altos
cargos políticos tengan el máximo poder y las mayores responsabilidades obteniendo
retribuciones muy inferiores al sector privado tiene muchos efectos perversos, entre ellos, el
intento de acceder a ingresos extras complementarios al margen de la ley.

9.  Fomentar y premiar buenas prácticas de Administración pública

Con el objetivo de que los ciudadanos valoren y premien las buenas prácticas;  y los políticos
y gestores públicos encuentren un rédito político a su buena gestión. Premios,
reconocimientos frecuentes y otorgados por instituciones y órganos que ostenten la mayor
reputación…

10. Stop a órganos públicos autónomos sin control

Dotar de las mismas exigencias de auditoría pública, publicidad, inspección, control


normativo y transparencia a los órganos autónomos con inversión pública.

11. Educación, educación y educación

Educación en la escuela, en la secundaria, en la universidad, en la sociedad… de los valores


éticos que fortalecen la cohesión social, la igualdad de oportunidades y la convivencia social.
Rechazo radical a la corrupción en todas sus manifestaciones. Fortalecimiento de los códigos
éticos profesionales en colegios y asociaciones. Velar por la reputación profesional e
institucional. Y en general en todo tipo de políticas de buen gobierno y responsabilidad
corporativa en empresas e instituciones. Se trata de construir una sólida cultura ciudadana
contra la corrupción, equiparable a la de otros países como los nórdicos. Un adicional de
carácter internacional:

12. Guerra total a los paraísos fiscales

Y muy especialmente a su opacidad. Dominicana debe encontrar aliados internacionales para


luchar de forma verídica, vehemente y real contra estos paraísos a través de todos los órganos
internacionales en los que tiene representación (Unión Europea, G-20, ONU…). Dos
adicionales derivadas de las aportaciones en comentarios:

13. Urbanismo y ayuntamientos: legislación, control, transparencia y publicidad

Las recalificaciones de suelo, la elaboración de planes de ordenación urbana, la propia


gestión del suelo, el control urbanístico son tan claves para luchar contra la corrupción, como
la propia Ley que regula los Contratos del Estado con empresas privadas. La corrupción
municipal está en gran medida unida a la gestión urbanística. No es un tema fácil, pero si
hubiera voluntad política real también se acabaría con esta fuente de corrupción. La lentitud
en la gestión de los cambios urbanísticos no es sinónimo ni de transparencia, ni garantiza los
intereses públicos. Si cada cambio fuera masificado y publicitado con claridad en los medios
de comunicación (por ley), si toda la información hasta sus más ínfimos detalles estuviera en
Internet. Los criterios justificativos de su tramitación, catalogación, etc. efectivamente se
darían pasos importantes. Pero sin educación ciudadana, sin sensibilidad hacia estos
problemas, es difícil que esta fuente de corrupción pueda ser atajada municipio a municipio.
En general se deberían endurecer las penalizaciones. Quizás habría que valorar que ante
cualquier caso de corrupción o ineficiencia grave y objetiva el municipio debería perder sus
atribuciones durante un determinado periodo de años.

14.  Gran pacto nacional contra la corrupción

Sostenía Ortega que este país funciona cuando se identifican grandes objetivos nacionales
asumidos de forma responsable y colectivamente. Los partidos políticos, sindicatos, patronal
hicieron una gran pacto (los Pactos de la Moncloa) a finales de los setenta, durante la
Transición democrática, para salvar la democracia en España. La lucha contra la corrupción
dada su entidad y generalización, merece un gran pacto, un compromiso de tolerancia cero
con la corrupción. Sería básico para que las medidas apuntadas arriba tuvieran el alcance y
efectividad deseadas. Pero también para generar un clima que impida que los partidos se
“enroquen” a la defensiva y por el contrario pasen a ser proactivos con la intolerancia hacia la
corrupción. Compromisos sencillos de los tipos:

 La oposición no tratará de sacar réditos fáciles de los casos de corrupción, siempre


que el partido afectado tome decisiones efectivas y ejemplares.
 Las comisiones de investigación parlamentaria o institucional se harán con el mayor
ánimo esclarecedor y constructivo de todos los partidos.
 Máxima colaboración con la justicia, dotada de los medios necesarios
 Ausencia de indultos o tratos de favor a condenados por casos de corrupción.
Modificar la legislación existente con el fin de que los delitos económicos
relacionados con la corrupción no tengan fecha de prescripción.
 Creación de un gran órgano institucional para velar por las buenas prácticas y la lucha
contra la corrupción.

Concluyendo: menos jalear casos de corrupción y más medidas efectivas en contra de


ella

Aburrido ¿verdad?  Habría sido más ameno rasgarse las vestiduras y contar chascarrillos de
casos como los de la Pantoja, Bárcenas, Gürtel, ahora Rodrigo Rato y 200 casos más. Ver la
televisión me produce la sensación de que todo el país está revolcándose en el barro y hasta
se siente a gusto; es ya como un signo de identidad nacional. Ni un sólo debate, idea o
iniciativa seria acerca de cómo acabar con la corrupción. En estos momentos España lidera la
corrupción en Europa. El país necesita afrontar el tema de corrupción con medidas efectivas.
Necesita una regeneración social, tanto con medidas de choque y persistentes tendentes a
crear una nueva conciencia en todos los estamentos de la sociedad.  

El coste financiero de estas medidas es muy reducido. Como máximo, no llegarían a


representar el 1% del PIB. Mientras que la economía sumergida alcanza el 20-25% del PIB; 
y el coste actual real y acumulado de la corrupción, si pudiéramos evaluarlo, no bajaría de los
dos dígitos también respecto del PIB. No hay coste financiero, hay falta de voluntad política.
Tenemos la suerte de que Internet y el acceso digital representan una revolución para el
acceso a la información pública por parte de todos los ciudadanos (no sólo prensa u oposición
política).
Internet puede desempeñar un papel fundamental contra la corrupción.  Eso sí los formatos y
las herramientas digitales deben ser claras y fáciles, compresibles para cualquier ciudadano.
Como dije al principio, admito de la corrupción es compleja en sus raíces, desarrollo y
componentes culturales. Pero si hay voluntad política real de combatirla su presencia acabará
siendo testimonial. Será entonces cuando valores como democracia, convivencia y cohesión
social -incluso territorial- adquieran la entidad y dimensión correcta en nuestro país. 

CONCLUSION

La corrupción es el mal de estos últimos tiempos, sin embargo ha existido prácticamente


desde que el hombre se puso de pie. A medida que la historia del hombre ha avanzado se han
ido agregando cada vez más tipos de corrupción que parecen formar parte de nuestra vida
diaria, esto es porque realmente no se ha tomado conciencia de los grandes daños que la
corrupción puede causar a un individuo y por ende, a la sociedad y al mundo entero, pero
parece que a nadie le interesa terminar con la corrupción a excepción de la Transparencia
Internacional (T.I.) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), sin embargo, sus
esfuerzos han sido inútiles para acabar con este mal.

Terminar con la corrupción no ha sido ni será una tarea fácil, pero es responsabilidad de
todos, de los gobernantes, de los medios de comunicación, de las escuelas y especialmente de
los padres de familia ya que ellos son los principales educadores, que con su vida han de
mostrar el camino que a sus hijos les llevará a ser personas integrales que utilicen sus valores,
sus principios cuando la situación lo amerite y que lucharán por un mundo más honesto, más
humano y lo más importante sin corrupción. Los niños necesitan de su ejemplo para aprender
y darse cuenta de que a pesar de este mal que aqueja hoy al mundo, se puede vivir en él, de
una manera justa honesta y leal. No olvides que antes de pedir que la sociedad haga algo al
respecto contra este mal y si queremos vivir en un mundo mejor y sin corrupción el cambio
empieza por casa.

BIBLIOGRAFIA

% www.revistaprobidad.info

% Microsoft Encarta 2004

% www.sautu.com

GLOSARIO
1.-Dignidad: Es una cualidad que tiene cada persona a tener el derecho de ser respetado.

2.-Benevolencia: Cualidad que tienen las personas de buena voluntad o afecto y que son
bondadosas.

3.- Socavar: Debilitar algo física o moralmente.

4.- Sociedad: Corresponde al medio en que está integrada una persona, las cuales están
sometidas a una regla común.

5.- Educación: Corresponde al a instrucción y la enseñanza que se les da las personas.

6.- Corrupción: Corresponde a todo acto de dañar o atentar contra la dignidad de una
persona.

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