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Facultad de Teología

Calderón Muñoz Héctor Manuel


Elaborado por: Duvan Andrés Claro Ballesteros
Tema: Palabras espiritualidad.

PALABRAS DE ESPIRITUALIDAD
Abstinencia. Abstinencia es la virtud que consiste en privarse total o parcialmente de
satisfacer los apetitos.
Acedia: Pereza espiritual. llega a rechazar el gozo que viene de Dios y a sentir horror por
el bien divino." (catecismo # 2094)
La acedia, si se consiente, es pecado contra el amor de Dios y, por ende, contra el primer
mandamiento. Es decir, acedia es la pérdida del sentido hacia lo religioso, hacia esa vida
espiritual, que debe caracterizar al cristiano, trayendo sentimientos de tristeza y sin duda la
pérdida del amor hacia Dios.
Ascesis: Conjunto de esfuerzos mediante los cuales se quiere progresar en la vida moral y
religiosa. pero en su sentido originario la palabra indicaba cualquier ejercicio físico,
intelectual y moral realizado con un cierto método en orden a un progreso; así, el soldado
se ejercitaba en el uso de las armas y el filósofo en la meditación.
Arrepentimiento: (Etim. latin repoenitere; sentir mucho.)
Dolor voluntario por haber ofendido a Dios junto con la resolución de enmendar la
conducta, tomando las medidas necesarias para evitar la ocasión de pecar.
Caridad: Caridad en griego «ágape»; en latín «charitas» caridad es la virtud sobrenatural
infusa por la que la persona puede amar a Dios sobre todas las cosas, por el mismo, y amar
al prójimo por amor a Dios. es una virtud basada en fe divina o en creer en la verdad de la
revelación de Dios. es conferida solo por gracia divina.
Carisma: Etimología: del griego, charis+ma.
char: algo que causa felicidad. charis: conceder gracia, favor gratuito de Dios.
ma: es el objeto y el resultado de una acción.
"charisma": el resultado de haber recibido el charis (don de Dios).
Castidad: Castus, moralmente puro, sin mancha. castidad es la virtud que gobierna y
modera el deseo del placer sexual según los principios de la fe y la razón. por la castidad la
persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana
personalidad, en la que el amor de dios reina, sobre todo. por lo tanto, no es una negación
de la sexualidad. es un fruto del espíritu santo.
Concupiscencia: Etim: latín, cupere, desear. concupiscentia, deseo, ambición. la
insubordinación de los deseos a la razón; la inclinación de la naturaleza humana hacia el
pecado. Esta inclinación es causa del pecado original.
Tentación: Incitación al pecado. estos autores explican que la libertad humana necesita,
para actuarse, conocer por experiencia los valores, ya sean reales o aparentes. en la medida
en que esta motivación, necesaria para la actividad de la vida humana, toma forma de
concupiscencia.
Dice San Agustín, que hay dos clases de tentaciones, una para «probar», la cual viene
directamente de Dios; otra para «seducir» que tiene por autor al demonio, el cual, para
conseguir más fácilmente su fin, se sirve del mundo y de la concupiscencia.
Contemplación: En sentido genérico, significa la atenta observación visual e intelectual de
una cosa atrayente que hiere los sentidos y la inteligencia. en sentido religioso, la
contemplación pertenece a la mística y se puede definir, según Santo Tomás una simple
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Calderón Muñoz Héctor Manuel
Elaborado por: Duvan Andrés Claro Ballesteros
Tema: Palabras espiritualidad.

intuición de la verdad, cuyo motivo y termino es el amor. San Buenaventura la define como
un conocimiento sabroso de la verdad.
Contrición, Es el dolor del alma y la detestación del pecado cometido junto con el
propósito de no pecar en adelante, de tal modo, que el hombre quería con toda su alma no
haber pecado: es un acto libre y voluntario.
Conversión: Del latín clásico converto, conversio, cambiar.
Es la consecuencia de un reconocimiento e iluminación por el que una persona, descubre
que el camino que había elegido, las ideas que defendía, las actitudes que mantenía en su
vida practica no eran las más adecuadas, para el cumplimiento de un objetivo.
Devoción. Devoción es la disposición de la voluntad para cumplir con prontitud lo propio
de una relación.
Discernimiento: La instancia del discernimiento nace de la experiencia que el cristianismo
realiza de su vida de fe en Cristo.
Dios llama a cada hombre y a cada grupo de personas reunidas en su nombre con una
vocación particular, que se inserta en el contexto de la misión que el confía al pueblo que se
ha elegido, lo que es bueno para uno, no es bueno para otro, y lo que es mejor para uno no
es bueno para otro, y lo que es mejor para uno no siempre es mejor para otro, de ahí nace el
problema como reconocer los signos de Dios, en una determinada situación y, sobre todo,
frente a ciertas opciones.
Esperanza: El tema de la esperanza ocupa en la reflexión teológica actual un puesto de
gran trascendencia en virtud de la revalorización que de la dimensión escatológica del
mensaje
cristiano ha tenido lugar en estos años.
Gracia: La gracia es Dios mismo en cuanto se comunica con nosotros por Jesucristo en el
espíritu Santo y nos renueva interiormente. Hablada siempre desde el misterio de Dios.
Humildad: Del lat. Humílitas. Es presentada en la Biblia la humildad en una serie de
actitudes que tienen como denominador común el sentimiento de la propia pequeñez, de la
propia indignidad moral y de la dependencia de Dios en todo.
Mística: Es radicalmente describir con precisión el fenómeno místico; por fuerza hay
que acercarse de manera aproximativa ese instante supremo en el que el ser humano
percibe en un estado alterado de conciencia y más allá de la razón de los sentidos del
lenguaje y del espacio-tiempo la unidad participante con el amor infinito.
La Mística hace del cristiano una vinculación total con Dios, haciéndolo uno en el
amor, que busca la salvación propia, encaminada a la del hermano, bajo una realidad
sobrenatural, Cristo.
Mortificación: Virtud que nos lleva a hacer penitencia y sacrificios con el fin de
amortiguar las tendencias malas que existe en el hombre. en la medida en que se mortifica
la carne, según la ascética cristiana, se vivifica el espíritu y cuando la carne vive con sus
inclinaciones y pasiones el espíritu se debilita. por eso “mortificación” es sinónimo de
penitencia, sacrificio, renuncia, austeridad, expiación, ofrenda a dios de los placeres de la
tierra.
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Tema: Palabras espiritualidad.

Oración: La historia de la salvación comienza en el momento en que el hombre se hace


capaz de recibir la revelación en la respuesta y en la oración.
San Agustín la llama como la respiración del alma, es decir, toda comunicación amorosa
entre el alma y Dios. Esta comunicación es posible porque agradó a Dios revelarse a
nosotros de tal modo que el hombre puede dirigirse a Él de forma personal.
Pecado: el problema del pecado está totalmente superado o bien que se plantea en términos
radicalmente distintos a los empleados por la reflexión teológica tradicional el sínodo
episcopal suizo proponía la siguiente observación en el proyecto de la comisión "también el
hombre de hoy tiene noción de una conciencia de la culpa y quisiera verse libre de esta
culpa. sin duda esta conciencia de la culpa ha sufrido un cambio en muchos así por ejemplo
las faltas que afectan al ámbito privado son menos sentidas que las transgresiones que
tienen una influencia en el ámbito social publico
Penitencia. toda la vida cristiana esta llamada a expresarse como penitencial a pesar de que
la penitencia no sea el todo de la vida cristiana y a experiencia penitencial armonizada con
las otras dimensiones esenciales del cristianismo es el objeto constante de la pastoral
católica
Perseverancia: Perseverancia es permanecer en estado de gracia hasta la muerte. la iglesia
enseña que es imposible la perseverancia sin ayuda de Dios.
En este término lo podemos referirnos a esa actividad constante de la virtud, donde la
gracia de Dios es quien posibilita esa perseverancia.
Piedad: La vida moral de los cristianos está sostenida por los dones del espíritu santo. estos
son disposiciones permanentes que hacen al hombre dócil para seguir los impulsos del
espíritu santo. los dones perfeccionan el acto sobrenatural de las las virtudes infusas
Virtud: (etim. latín virtus, viril, fuerza de carácter)
Conforme a su etim. la virtud, en sentido general, es la aptitud y la disposición a realizar
acciones adecuadas al carácter peculiar del ser humano. La virtud no es algo innato en el
hombre; es un hábito bueno que se adquiere y se conserva a fuerza de ascesis.
Decía san Agustín; «La virtud es la caridad con que se ha de amar todo lo que debe
amarse», es por eso, que en la virtud vemos esa capacidad del hombre en que sus acciones
vayan dirigidas a un actuar adecuado, de manera ordenada.
Providencia: Llamamos Providencia a las disposiciones (acciones) por las que Dios guía a
sus criaturas hacia su fin último y perfección.
Revelación: Este vocablo viene del vb. lat. revelare = descubrir, revelar. Manifestación de
lo oculto por el poder superior de Dios.
Sacrificio: Etim.: sacrificio: del latín sacrificium, "sacrum" y "facere”) “hacer" algo
"sagrado", convertir algo en "sagrado", que, a su vez, quiere decir "separado". El sacrificio
es una de las características de casi todas las religiones. generalmente el sacrificio lo ofrecía
el sacerdote como intermediario entre Dios y los hombres.
Santidad: Este vocablo viene del lat. sanctus = santo, sagrado, inviolable; y éste, del vb.
sancire = hacer inviolable mediante un acto religioso, consagrar, sancionar.
La santidad es ese valor altísimo, que es propio de esa parte divina, por la trascendencia,
tanto como de su infinita inmanencia, Dios es objeto de amor, pero también de temor, más
aún, de pavor actuando, sobre todo sentimiento humano.
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Elaborado por: Duvan Andrés Claro Ballesteros
Tema: Palabras espiritualidad.

Tentación: Este vocablo viene del lat. temptare (o, tentare, frecuentativo de tenere) =
palpar, tentar, intentar
La tentación expresa la proclividad humana a la caída grave moral y espiritual, a la
disgregación personal y social.
Tibieza: Vacilación o negligencia en responder al amor divino; puede implicar la negación
a entregarse al movimiento de la caridad. la acedia o pereza espiritual llega a rechazar el
gozo que viene de Dios y a sentir horror por el bien divino.
Discernimiento: Nace de la experiencia que el cristianismo realiza de su vida de fe en
Cristo, en la Iglesia y en el mundo. La complejidad de las situaciones en que es llamado a
vivir y obrar para llevar a cabo el plan de Dios.
El discernimiento es esa capacidad que tiene el hombre de clarificar su comportamiento
humano frente a unas leyes que lo rigen, es sin duda ese encuentro con uno mismo, en la
toma de decisiones bajo una determinada situación mediante unas opciones posibles.

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