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UNIDAD N° 8: EL HOMBRE EN GRACIA - SACRAMENTOS EN GENERAL.

1)- DEFINICIÓN DE GRACIA. ¿POR QUÉ LE LLAMAMOS "AMISTAD"?. ELEMENTOS NATURALES Y


SOBRENATURALES DEL HOMBRE. EFECTOS DE LA GRACIA. ¿DÓNDE Y CUÁNDO DIOS   
TRANSMITE LA GRACIA?

Los sacramentos confieren la gracia santificante, y lo hacen de modo infalible, por ser acciones de Cristo

NOCIÓN DE GRACIA:

La palabra "gracia" (del latín gratus: agradable, grato, gustoso) evoca situaciones en la que el hombre se halla ante
lo bello, lo trascendente, la benevolencia, la amistad, en las que está en juego no ya lo absolutamente debido, lo
formal, sino lo gratuito, lo que es fruto de la liberalidad o del amor. (En sentido general, se entiende por Gracia
"todo beneficio que Dios otorga". Y así, en sentido amplio, la creación entera es una Gracia Divina.

Sin embargo, en estricto lenguaje teológico (y así lo entenderemos en adelante) la palabra Gracia se refiere a la
Gracia sobrenatural; es decir, a los auxilios sobrenaturales que hacen posible al hombre la consecución del fin
sobrenatural al que Dios lo ha destinado. Por eso se afirma que la Gracia es:

- Todo don sobrenatural que Dios da al hombre

- Por gratutita benevolencia

- Para que pueda alcanzar su fin sobrenatural.

Se dice:

1- Don: Pues es un beneficio que Dios otorga;

2- Sobrenatural: Pues lo que comunica es la misma vida de Dios, la cual es sobre-natural; es decir, sobre toda la
naturaleza creada.

3- Gratuito: Procede de la bondad de Dios;

4- Para alcanzar el fin sobrenatural: Habiendo sido el hombre destinado a este fin, es provisto por Dios de un
medio proporcionado (la gracia) para alcanzarlo.

La Gracia puede ser actual y habitual. La Gracia actual es un don transitorio, y la habitual es un don permanente.

La Gracia que permanece se llama habitual, porque es un hábito, esto es, algo que permanece de modo estable en
el alma. La Gracia que pasa se llama actual, porque es un acto, que termina después    de algún tiempo; por
ejemplo: un buen deseo.

(La Gracia habitual se llama también Gracia santificante, porque realiza la justificación del hombre, llevándolo
del estado de pecado al estado de justicia y santidad. Santifica per se al hombre y lo hace vivir en "estado de
Gracia".

La Gracia actual se llama también "auxiliante", pues es un auxilio que Dios da al alma, para conservar y aumentar
la Gracia Santificante).

LA GRACIA SANTIFICANTE: Por Gracia habitual o santificante se entiende.


- Aquel don sobrenatural,

- Que nos hace participar de la vida divina,

- Y que inhiere en el alma,

- A modo de cualidad permanente.

Se dice que:

a)- Nos hace participar de la vida divina, porque la esencia misma de la Gracia consiste en participarnos algo de la
vida de Dios;

b)- Y que inhiere en el alma, y no en sus potencias (inteligencia y voluntad). Así como la salud se dice que se
posee en el cuerpo, así la Gracia se posee en el Alma.

c)- A modo de cualidad, esto es, modifica el Alma, perfeccionándola.

d)- Permanente, porque perdura mientras el pecado mortal no la haga perder.

Esa Gracia santificante:

* Se recibe inicialmente en el Bautismo;

* Aumenta principalmente por la recepción de los Sacramentos, y también por la oración y por las buenas obras.

* Determina la salvación, pues si se posee al momento de la muerte, asegura la bienaventuranza eterna, y si no se


tiene al morir, es inevitable la eterna condenación.

* Se pierde por cualquier pecado mortal

* Puede ser recuperada mediante el sacramento de la penitencia, o bien por la perfecta contricción con el deseo de
recibir el sacramento.

Excelencia de la Gracia santificante:

La Gracia Santificante confiere la dignidad más alta a la que el hombre puede aspirar: con ella se posee una vida
superior. Por la Gracia el hombre recibe el más dilatado de los reinos: Dios lo hace partícipe de todos sus bienes.

Efectos de la Gracia santificante:

1- Borra el pecado, lo que se llama "justificación".

2- Produce en el alma la vida sobrenatural.

3- Comunica a nuestros actos mérito sobrenatural.

Explicación de cada uno:

1- La Justificación es el paso del estado de pecado al estado de Gracia. Es una verdadera remisión de los pecados,
ya que el pecado y la Gracia no pueden darse simultáneamente en el alma: El primero produce en ella el estado de
aversión a Dios, y la Gracia es cierta participación y semejanza con Dios.
2- La vida sobrenatural: Simultáneamente a la remisión del pecado, la vida de Dios es comunicada al alma. San
Pedro lo expresa diciendo que por la gracia somos hechos "partícipes de la naturaleza divina".

Habiendo Dios destinado al hombre a gozar de la posesión de Él mismo, permite que ya desde su vida mortal
pueda gozar de alguna manera de ese Bien, por medio de la Gracia. La Gracia es, pues, una vida nueva, la vida de
Dios en nosotros.

(Es el mismo Dios presente en nosotros, a fin de ser para nuestra Alma lo que ésta es para nuestro cuerpo: Un
principio de vida y de acción).

3- Las acciones se hacen meritorias: Por estar informados de un principio sobrenatural de vida y acción, todo acto
bueno realizado por el hombre en estado de Gracia supone un derecho que Dios le otorga a recibir una
recompensa sobrenatural.

Las condiciones por parte del hombre para merecer bienes sobrenaturales son:

a)- Que esté en estado de Gracia,

b)- Que el acto sea libre,

c)- Que la obra sea moralmente buena.

Es verdad de fe que con las buenas obras hechas en Gracia podemos merecer: el Cielo, el aumento de Gracia y el
aumento de Gloria, en conformidad con la promesas hechas por Jesús.

LA GRACIA ACTUAL: Puede definirse como

- Un don sobrenatural,

- Que ilumina el entendimiento

- O mueve y conforta la voluntad,

- Para que el hombre sea capaz de realizar una acción sobrenatural,

- De modo transitorio.

Es luz en la inteligencia y fuerza para la voluntad. La gracia actual resulta necesaria para cualquier acto de orden
sobrenatural: aceptar la fe, evitar el pecado, hacer un acto de amor de Dios; para rezar, conocer verdades divinas,
perseverar en la Gracia santificante.

2. NOCIÓN DE SACRAMENTO:

A. Definición nominal:

La palabra latina "sacramentum" significa etimológicamente algo que santifica (ressacrans), y equivale en griego
a la voz "misterio" (musthrion: casa sacra, oculta osecreta).

(Del significado nominal se ve claro que el sentido de la palabra es muy amplio:significa cualquier cosa sagrada o
religiosa. En esta concepción amplia reciben elnombre de sacramento también las realidades sagradas del Antiguo
Testamento, es decir, anteriores a la venida de Cristo (p. ej., el Cordero Pascual, los sacrificios, lacircuncisión,
etc.). Sin embargo, es importante tener claro que estas realidades difierenesencialmente de los sacramentos de la
Nueva Ley, porque no producían la gracia, sinosólo figuraban la que había de venir por la Pasión de Cristo.

La palabra sacramento se puede aplicar también a la misma Iglesia, como lo enseña el Concilio Vaticano II: La
Iglesia es un Cristo como un sacramento; o sea, signo e instrumento de la unión con Dios, y de la unidad de todo
el género humano.)

B. Definición real:

Como ya dijimos, el misterio de Cristo se continúa en la Iglesia, que goza siempre de su presencia y lo sirve,
especialmente a través de aquellos signos instituidos por Él mismo,que significan y producen el don de la gracia,
y son designados con el nombre de sacramentos.

Sacramento es, entonces, "un signo sensible y eficaz de la Gracia, instituido por Jesucristo, para santificar
nuestras almas".

La noción de sacramento incluye los siguientes elementos:

1) Que es una "cosa sensible", es decir, algo que el hombre es capaz de percibir por los sentidos corporales (el
agua en el bautismo, el pan y el vino en la Eucaristía, etc.);

2) Esa cosa sensible es, además, "signo" de otra realidad (la "gracia" o "vida divina"), por eso a la cosa se le llama
también "signo sacramental";

3) Que haya sido instituido por Jesucristo durante su vida terrena;

4) Que tenga eficacia sobrenatural para producir la gracia en el alma del que lo recibe. No sólo significa la gracia
sino sobre todo la produce de hecho.

3. LA INSTITUCIÓN Y EL NÚMERO DE LOS SACRAMENTOS:

LA INSTITUCIÓN DE LOS SACRAMENTOS POR CRISTO.

Cristo instituyó directa y personalmente todos los sacramentos: El determinó tanto elsigno externo
correspondiente como la gracia que de él se derivaría.

La Iglesia definió como verdad de fe que todos los sacramentos del Nuevo Testamentofueron instituidos por
Jesucristo.

EL NÚMERO DE LOS SACRAMENTOS.

Los sacramentos instituidos por Nuestro Señor Jesucristo son siete: ni más ni menos; asaber: bautismo,
confirmación, Eucaristía, penitencia (o reconciliación), unción de losenfermos, orden sacerdotal y matrimonio.

La conveniencia de que los sacramentos sean siete, explica Santo Tomás, se infiere por analogía de la vida
sobrenatural del alma con la vida natural del cuerpo: por el bautismo se nace a la vida espiritual, por la
confirmación crece y se fortifica esa vida, por la Eucaristía se alimenta, por la penitencia se curan sus
enfermedades, la unción de los enfermos prepara a la muerte, y por medio de los dos sacramentos sociales orden y
matrimonio es regida la sociedad eclesiástica y se conserva y acrecienta tanto en su cuerpo como en su espíritu .

EL MINISTRO Y EL SUJETO DE LOS SACRAMENTOS:


Por ministro del sacramento se entiende la persona que lo confiere. En sentido estricto,el ministro primario de
todos los sacramentos es el Dios-Hombre, Jesucristo: como yavimos, los sacramentos son la prolongación en el
tiempo y en el espacio de las accionesque El realizó en la tierra.

En nombre de Cristo y haciendo sus veces, se llama ministro del sacramento a la persona que ha recibido de Dios
el poder de conferirlo. Por ello, prescindiendo de los sacramentos del bautismo y del matrimonio, Para la
administración válida de los demás es necesario poseer poder sacerdotal o episcopal,recibido en la ordenación.

Además de la debida potestad, para que un sacramento se administre válidamente, se requiere:

a) Que el ministro realice como conviene los signos sacramentales; es decir, que debe emplear la materia y la
forma prescritas, uniéndolas en un único signo sacramental. Por ejemplo, no bautizaría el que pronunciara
palabras distintas a "Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del hijo, y del Espíritu Santo", o bien, el que no
derramara agua sobre la cabeza del bautizado, etc.

b) El ministro ha de tener, además, la intención de hacer, al menos, lo que hace la Iglesia. La razón es que el rito
sacramental sólo tiene valor de verdadero sacramento cuando se le da el sentido que quiso darle el mismo Cristo
al instituirlo, o sea, haciendo tal y como lo hace la Iglesia.

Por ser acciones de Cristo, los sacramentos tienen eficacia propia y no dependen de lasantidad ni de la gracia del
ministro.

EL SUJETO.

El sujeto es la persona que recibe el sacramento, y en todos los casos sólo puede ser recibido de manera válida por
una persona viva. Los muertos no pueden recibir sacramentos, pues éstos comunican o aumentan la gracia en el
alma, y ésta no permanece en un cadáver: la muerte es precisamente la separación del alma y el cuerpo. Así, pues,
sólo los seres vivos son sujetos capaces de la recepción sacramental.

4. DIVISIÓN DE LOS SACRAMENTOS.

De Iniciación cristiana: Bautismo, Comunión o eucaristía y Confirmación


De Curación: Confesión, penitencia o reconciliación, Unción de los enfermos
Al servicio de la comunión y misión de los fieles: Matrimonio, Orden Sagrado.

De Iniciación cristiana: Se ha acudido a ella para expresar el carácter unitario y orgánico de los tres sacramentos
(bautismo, confirmación, eucaristía) mediante los cuales se va produciendo gradualmente el ingreso en la plenitud
de la vida cristiana.

De curación: Por los sacramentos de iniciación, el hombre recibe la vida nueva de Cristo. Ahora bien, esta vida
nueva de hijo de Dios puede ser debilitada e incluso perdida por el pecado.
El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y le
devolvió la salud del cuerpo, quiso que su Iglesia continuase (con la fuerza del E. Santo) su obra de curación y de
salvación. Esta es la finalidad de los dos sacramentos de curación.

Al servicio de la comunión y misión de los fieles: El Orden y el Matrimonio, están ordenados a la salvación de los
demás. Contribuyen ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que prestan a los
demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de Dios.
5. NECESIDAD DE LOS SACRAMENTOS:

Se plantea ahora una doble cuestión:

a) si la gracia ha de llegar al hombre necesariamente a través de los sacramentos;

b) si es necesario al hombre recibirlos para conseguir la salvación.

Sobre el primer punto, hay que decir que es posible que la gracia llegue al hombre también de otros modos: Dios
puede comunicarla sin los sacramentos, de manera puramente espiritual.

Por eso,no existía en El la ineludible necesidad de instituirlos ya que, como señala Santo Tomás "El poder de Dios
no está ligado a los sacramentos". Sin embargo, considerando la naturaleza a la vez material y espiritual del
hombre, tal institución era muy conveniente: así se nos hace participar de lo invisible a través de lo visible.

Por lo que respecta a la segunda cuestión, hay que decir que no todos los sacramentos son necesarios para cada
persona, pero como Cristo vinculó a ellos la comunicación de la gracia, y por tanto la consecución de la vida
eterna, todos los hombres tienen necesidad de algunos de ellos para salvarse.

Para todos es absolutamente necesario recibir el bautismo y, para quienes han pecado mortalmente después de
bautizarse, es imprescindible también recibir el sacramento de la penitencia o reconciliación. La recepción de la
Eucaristía se precisa además para aquellos bautizados que han llegado al uso de razón.

La recepción efectiva o real de estos sacramentos puede sustituirse, en algunos casos, por el deseo de recibir el
sacramento. Los demás sacramentos son necesarios en cuanto que con ellos es más fácil conseguir la salvación.

6. LOS ELEMENTOS DE LOS SACRAMENTOS:

Ciertamente, el Señor podía habernos comunicado la gracia directamente, sin necesidad de recurrir a ningún
elemento sensible. A veces lo hace así, y envía su gracia invisible como una ayuda real, sin mediar elemento
externo alguno.

Del mismo modo, quiso Jesús en los sacramentos unir su gracia a signos externos en los que se encarna, se
materializa, la acción invisible del Espíritu Santo.

No eligió, sin embargo, una realidad material cualquiera, sino aquella que ya en el plano natural sirve para un fin
similar al que Dios quiere producir sobrenaturalmente: el agua, para lavar; el aceite, para fortificar el cuerpo; el
pan, para alimentar, etc. Luego determinó que, mediante unas palabras pronunciadas con su autoridad, estas
realidades materiales significaran y causaran un efecto santificador: el agua lava la mancha del pecado en el alma.

El elemento material se llama materia del sacramento, y las palabras que lo completan y dan su eficacia a la
materia se denomina forma. Cuando la forma es pronunciada por el Ministro con la intención de hacer lo que hace
la Iglesia, Dios confiere su gracia a través del sacramento, que es el instrumento del que se sirve para
santificarnos. Tenemos ahí el signo externo de la gracia (materia y forma) y la gracia conferida.

El signo sensible lo componen conjuntamente la materia y la forma, y es a lo que la Iglesia da el nombre de


sacramento.

El sacramento es también un símbolo, un signo, puesto que representa sensiblemente una realidad misteriosa; pero
es un símbolo de otro orden. Instituido por Cristo, tiene la tremenda fuerza de contener realmente lo que significa:
así, el bautismo no sólo simboliza la purificación y la limpieza interiores, sino que efectivamente la produce. Por
eso Santo Tomás dice que el sacramento es un signo que produce lo que significa.

7. EFECTOS DE LOS SACRAMENTOS:

Señala el Concilio Vaticano II que los sacramentos tienen la virtud de identificarnos con Jesucristo por medio de
la gracia que confieren: por ellos "somos incorporados a los misterios de su vida, configurados con El, muertos y
resucitados, hasta que con El reinemos". Sistematizando las consecuencias de esa identificación con Cristo,
podemos afirmar que tres son los efectos que producen lossacramentos:

- La gracia santificante, que se infunde o se aumenta;

- La gracia sacramental, específica de cada sacramento;

- El carácter, que es producido por tres sacramentos (bautismo, confirmación y orden sacerdotal).

LA GRACIA SANTIFICANTE.

El Concilio de Trento definió como verdad de fe que todos los sacramentos del Nuevo Testamento confieren la
gracia santificante a quienes los reciben sin poner óbice.

LA GRACIA SACRAMENTAL.

Además de esta gracia común a todos los sacramentos, hay una gracia llamada sacramental, propia de cada uno de
ellos. Cada sacramento, en efecto, confiere una gracia sacramental específica, distinta en cada uno de ellos, que
añade a la gracia santificante un cierto auxilio divino cuyo fin es ayudar a conseguir el fin particular del
sacramento.

La gracia sacramental proporciona al cristiano, las gracias actuales necesarias para cumplir sus deberes.

El carácter

Es verdad de fe que el Bautismo, la Confirmación y el Orden Sacerdotal imprimen en el alma el carácter, es decir,
una marca espiritual indeleble que hace que esos tres sacramentos no se puedan volver a recibir.

8. LA EFICACIA SACRAMENTAL:

Ya mencionamos que los sacramentos son, por voluntad de Cristo, la continuación, hasta el fin de los tiempos, de
las mismas acciones salvíficas realizadas por el Señor durante su vida terrena. De ahí que sean medios de
santificación con la misma eficacia infalibleque poseía la Santísima Humanidad de Cristo: actúan comunicando
siempre la gracia,cuando el rito se realiza correctamente y el sujeto no pone un obstáculo.

Los sacramentos son eficaces porque en ellos actúa Cristo mismo; El es quien bautiza,El quien actúa en sus
sacramentos con el fin de comunicar la gracia que el sacramento significa.

En los sacramentos, la causa principal es Dios, a través de la Humanidad Santísima de Jesucristo; el sacramento es
sólo instrumento a través del cual Dios produce la gracia.

Por lo anterior, los sacramentos se llaman signos eficaces de la gracia, pues de un modoinfalible la producen en el
alma.
Los sacramentos actúan por el mismo hecho de realizarse, dan la gracia en virtud del rito sacramental que se lleva
acabo. "Ex opere operato " quiere decir, textualmente, por la obra realizada.

Esta terminología de algún modo expresa la grandeza de los sacramentos: son, enefecto, una presencia misteriosa
de Cristo invisible, que actúa de modo visible a travésde esos signos eficaces.

9. LOS SACRAMENTALES.

"Los sacramentales son signos sagrados, por los que, a imitación en cierto modo de los sacramentos, se significan
y se obtienen por mediación de la Iglesia unos efectos principalmente espirituales".Los sacramentales pueden
consistir en "cosas" (en el sentido de cosas materiales) o en"acciones".

La Iglesia, como esposa santa e inmaculada de Cristo, asigna la eficacia de su oración a determinadas realidades
materiales, concediéndoles una especial virtualidad de producir efectos espirituales.

Se asemejan a los sacramentos en cuanto:

a) son signos sagrados;

b) son medios públicos de santificación;

c) producen efectos espirituales;

d) son actos de culto público.

Difieren de los sacramentos en que:

a) los sacramentos son de institución divina; los sacramentales, de institución eclesiástica;

b) los sacramentos actúan ex opere operato; los sacramentales, ex impetratione Ecclesiae;

c) los sacramentos son signos de la gracia; los sacramentales, signos de la oración de la Iglesia;

d) los sacramentos tienen como fin producir la gracia que significan; los sacramentales,sólo disponen para recibir
la gracia (consiguen gracias actuales), y obtienen otros efectos.

De las "cosas" que son sacramentales, la más importante es el agua bendita, que es agua bendecida con oraciones
contra la presencia del influjo demoníaco.

De las "acciones" que son sacramentales, figuran en primer lugar las bendiciones (de personas, de la mesa, de
objetos, de lugares).

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