La contemplación no es lectura, meditación u oración de texto, sino una visión de Dios que proviene de la fe y el amor. Es un don del Espíritu Santo que permite un conocimiento intuitivo de Dios y las realidades divinas. La contemplación puede ocurrir durante la oración o en actividades cotidianas y busca la transformación a través de una mayor entrega a Dios.
La contemplación no es lectura, meditación u oración de texto, sino una visión de Dios que proviene de la fe y el amor. Es un don del Espíritu Santo que permite un conocimiento intuitivo de Dios y las realidades divinas. La contemplación puede ocurrir durante la oración o en actividades cotidianas y busca la transformación a través de una mayor entrega a Dios.
La contemplación no es lectura, meditación u oración de texto, sino una visión de Dios que proviene de la fe y el amor. Es un don del Espíritu Santo que permite un conocimiento intuitivo de Dios y las realidades divinas. La contemplación puede ocurrir durante la oración o en actividades cotidianas y busca la transformación a través de una mayor entrega a Dios.
1. ¿Qué no es la contemplación? No es lectura, meditación, ni oración de texto.
No es preguntar ¿cómo ser o sentirme más
bueno/a?
No es una reflexión bíblica.
No es conversar con Dios.
No es una introspección psicológica.
2. ¿Qué es la Contemplación?
Contemplar viene originalmente de la palabra
griega Theoría, que significa “ver”. Contemplar es visión, es decir teoría. El sentido filosófico originario de teoría es el de la contemplación, especulación, el resultado de la vida contemplativa o vida teórica. Platón: El verdadero saber consiste en haber visto o contemplado, designando a la contemplación como un contacto místico del con el ser en su existencia verdadera. La contemplación corre pareja con la inefabilidad. Aristóteles: La vida teórica o la contemplación es la finalidad de la persona virtuosa, mediante ella se alcanza la felicidad de acuerdo con la virtud. Plutarco y otros, relacionaron este término, equivocadamente, con Dios, en griego Théos.
Los latinos, la teoría o contemplatio designa el hecho
de estar en comunidad en el templum y, por lo tanto, el hecho de la visión común de algo que se halla en su ámbito. En lenguajes modernos, la identificación con teoría no se ha conservado siempre. Las diferencias aparecen cuando consideramos la teoría como una actitud que arraiga cada vez más en la esfera intelectual.
En los místicos la teoría sería algo opuesto a la
práctica, mientras que la contemplación sería una de las formas más altas de la vida activa. Hoy el sentido del término contemplación se refiere exclusivamente al campo religioso o estético connotando siempre una cierta liberación de la vida práctica.
Grandes religiones como el hinduismo y el budismo
reservan un considerable espacio a la actividad contemplativa. Distintos significados de contemplación: Contemplación estática o artística, donde se contempla una realidad por su valor estético o artístico. Por ejemplo una espléndida puesta de sol. Contemplación filosófica o intelectual, donde lo que se contempla es la verdad.
“La contemplación pertenece a la simple
intuición de la verdad.” -Santo Tomás de Aquino
La contemplación religiosa o sobrenatural, donde se
contempla a Dios. En ella se percibe o experimenta de algún modo a Dios. 3. Reflexión Sistemática En en AT la palabra hebrea de de’at, conocer, manifiesta la realidad de un conocimiento penetrante y total.
La aspiración de ver el rostro de Dios, es una constante
de los grandes contemplativos de Israel: Abrahán, Moisés, Elías, Isaías, Etc. Los salmos dan testimonio abundante del anhelo del alma contemplativa.
“De ti piensa mi corazón: busca tu rostro. Tu rostro
Señor, buscaré” (Sal. 27,8)
“Acudid al Señor y a su poder, buscad su rostro de
continuo” (Sal. 105, 4)
A través de la contemplación del universo y de la
acción divina en la historia, consiguieron un verdadero conocimiento de Dios y de su providencia. En el NT los sustantivos griegos gnôsis “conocimiento” y epignôsis “conocimiento profundo” traducen la palabra hebrea de’at y significan conocimiento íntimo y vital de Dios.
Para San Pablo la gnôsis y la
epignôsis del cristiano constituye un conocimiento íntimo de Dios y su designio salvífico como consecuencia del desarrollo de la vida espiritual y de la amistad con Jesucristo. Esta proviene de una luz interior, fruto de la presencia del Espíritu. San Juan habla de la contemplación a partir de su propia experiencia, enseña que el cristiano puede contemplar a Dios a través de la Santísima Humanidad de Jesucristo.
La actividad suprema de la vida cristiana no es la
contemplación, sino la caridad. Clemente de Alejandría, la theoría es el conocimiento supremo de Dios en este mundo y afirma que la clave para alcanzarlo es la caridad.
“Dios es amor y cognoscible por los que lo aman(…). Hay
que entrar en su intimidad por el amor divino para que podamos contemplar al semejante por medio del semejante” Orígenes, describe la perfección cristiana como la comunión del alma con Dios, una unión de amor que engendra un conocimiento afectivo, la contemplación.
“El intelecto purificado que ha dejado atrás a todas las
realidades materiales para llegar con la máxima certeza posible a la contemplación de Dios, es deidificado por aquello que contempla” En la Edad Media, Ricardo de San Víctor:
“La contemplación es un acto del Espíritu que penetra
libremente en las maravillas que el Señor ha esparcido en los mundos visibles e invisibles, y que permanece suspendido en la admiración” Para San Buenaventura, la contemplación es el itinerario que recorre la mente hacia Dios:
1) El mundo como huella de Dios.
2) El alma como imagen de Dios. 3) La contemplación como conocimiento y unión con Dios.
La contemplación puede ser intelectual o imperfecta y
perfecta o afectiva infusa. Santo Tomás de Aquino:
“Es sumamente propio de la amistad entretenerse con los
amigos. Pues bien, el entretenerse del hombre con Dios se realiza mediante la contemplación de Él, como el apóstol decía: “nuestra patria está en el cielo” (Flp. 3, 20). Por tanto, puesto que el Espíritu Santo nos hace amadores de Dios, se sigue que por el Espíritu Santo somos hechos contempladores de Dios” San Juan de la Cruz, es un acto producido al unísono por la inteligencia y el amor:
“La contemplación es ciencia de amor, la cual (…) es
noticia infusa de Dios amorosa, que juntamente va ilustrando y enamorando el alma, hasta subirla de grado en grado hasta Dios, su criador, porque sólo el amor es el que une y junta el alma con Dios.” San Francisco de Sales:
“La contemplación es una amorosa, simple y permanente
atención del Espíritu a las cosas divinas” 4. Naturaleza filosófica y teológica de la contemplación sobrenatural. A la luz de las enseñanzas escriturísticas y de la tradición espiritual cristiana la contemplación se puede afirmar: a) Es un conocimiento experiencial de Dios al que contribuyen simultáneamente la Fe y Caridad. b) Esta experiencia se produce de modo infuso y pasivo. Donde el alma se siente movida directamente por Dios. Para que se produzca la contemplación, además de la Fe y la Caridad, se necesita de la intervención del Espíritu Santo, principalmente en los dones: 1. Don de entendimiento, que perfecciona el ejercicio de la Fe. 2. Don de Sabiduría, que perfecciona el ejercicio de la Caridad. La contemplación sobrenatural se puede definir como el simple juicio intuitivo acerca de Dios y de las realidades divinas, procedente de la Fe vivificada por la caridad e ilustrada mediante algunos dones del Espíritu Santo. 5. Oración contemplativa. La experiencia contemplativa de Dios se produce en el contexto de la oración cristiana, pero no solo se limita a la oración, sino que tiene lugar en y mediante las actividades ordinarias del cristiano.
“ Donde quiera que estemos, en medio del rumor de
la calle y de los afanes humanos, en la fábrica, en la universidad, en el campo, en la oficina o en el hogar, nos encontraremos en sencilla contemplación filial, es un constante diálogo con Dios. Porque todo: personas, cosas, tareas nos ofrece la ocasión y el tema para una continua conversación con el Señor.” -San Josemaría Escrivá de Balaguer. La contemplación es un medio para encontrarse con Dios, con Cristo y con el Espíritu Santo.
Es la segunda y definitiva respuesta a Dios con el Padre
que hemos leído meditado y orado. En este momento debemos proponernos propósitos alentadores que reanimen nuestro compromiso.
¿Qué bien debo hacer?
CONTEMPLATIO-CONTEMPLACIÓN Contemplar es encontrarse con la palabra más allá de las palabras. La contemplación produce cambio de mentalidad. La contemplación es don del Espíritu, más que fruto del propio esfuerzo. En grupo es aconsejable dejar unos momentos de silencio para que el grupo encuentre serenidad ante la ausencia de palabras. No todo termina en la contemplación. ¿A qué conversión me invita? La contemplación es el punto de llegada de la Lectio Divina. Nos invita a comprometernos con la transformación de la historia que la Palabra de Dios provoca. Es una profundización en lo profundo de ella para descubrir cómo colaborar con Dios. ¿Cómo hacer la Contemplación? Centrarse en Jesús o en Su Padre, Dios Nuestro Padre. Visualizar. Coloquio En grupos. La Acción: Para que la vivencia de la Lectio Divina tenga sentido en nuestras vidas es necesario reflejarlo en nuestras vidas, viviendo así una forma de vida de acuerdo a la propuesta que nos hace el Señor a través de las Escrituras.