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Curso de Antropología.

Catedrático: Dr. P. Rolando Echeverría.


Elaborado por:
-Felipe Aguilar Bermúdez.
-Denis Antonio de León Peres.
-Guillermo Salvador Díaz Reyna.
-Hugo Pedro Francisco Ruano Puac.

Venite e Tangete
La importancia del sentido del tacto en la celebración de los sacramentos,
teniendo presente la relevancia de la corporeidad y de los sentidos en la
experiencia sacramental y el papel del tacto en la experiencia sacramental.
Los sacramentos: son como fuerzas que salen del cuerpo de Cristo para curarnos
las heridas del pecado y para darnos la vida nueva en Cristo. Al participar en las
celebraciones, ritos o símbolos dentro de la iglesia nos permite tocar a Dios y ser
tocados por él.
El cuerpo, es nuestro lenguaje primero.
Como diría San León Magno que lo visible del Señor se nos ha entregado en los
sacramentos de la iglesia, es decir que nuestro cuerpo es el lenguaje primero, “El
manto de Jesús que nosotros tocamos, como la mujer hemorroísa, para alcanzar
la fuerza que emana de él” con este enunciado podemos afirmar que lo visible del
Señor, era su humanidad, su cuerpo, la corporeidad del hombre de Jesús, sus
miradas, sus palabras, la atención y sus gestos de afecto, el trabajo de sus
manos.
1. El cuerpo es el eje en torno al cual voy a la economía de la salvación.
2. El lenguaje del cuerpo forma una parte muy importante dentro de la celebración
sacraméntales.
3. En cada celebración nuestra sensibilidad es solicitada a nivel del gusto, del
olfato y del tacto como a nivel de la vista y del oído.
El sentido del Corazón.
El termino de sentidos del corazón, hace referencia a los sentidos espirituales,
pero se suele pensar que hay que dejar de lado el corazón terreno y abrirse al
espíritu "accende lumen sensibus" es decir enciende tus sentidos, y esta frase la
clave, pues nos invita a que pongamos nuestros sentidos a disponibilidad del
Espíritu Santo, el cual en los ritos litúrgicos no apaga los sentidos humanos, sino
que los enciende les da ese completo que falta para tener un contacto con Dios
más cercano.
Es por ello por lo que los ritos de Iniciación Cristiana suelen tener dentro de sus
ritos la asignación de la cruz o unción con aceites, los órganos que son función de
los sentidos, los oídos, las manos, la boca; inclusive la unción de enfermos se
tocan esos órganos con aceites, siempre siendo de referencia que el Espíritu
Santo viene a darle plenitud a los sentidos humanos para un mayor sentimiento un
acercamiento más profundo entre Dios y el hombre.
Las manos de Jesús abrazan, acarician y curan.
Podemos contemplar, claramente cómo la unificación del Espíritu divino con el
cuerpo divino del Señor es una perfección de la misma divinidad plena (Dios),
viéndolo desde dos perspectivas que son las siguientes: corpórea, que es la parte
física; Espiritual, que es la parte metafísica.
Es importante para nosotros, mencionar el sentimentalismo que habita en el
corazón de Jesús, sin dejar de lado la inteligencia que manifiesta su grandeza al
obrar en los necesitados, manchándose las manos, realizando milagros en
enfermos, etc. Realmente somos parte de la naturaleza, hombres y mujeres
formados de un cuerpo y un alma, en la que Dios mismo decide manifestarse a
dicha humanidad (creación de Dios), de la misma forma natural, en cuanto a
existencia (incluyendo gozos y necesidades). San Agustín dice: “rechazo
rotundamente la opinión del no creyente, cuando el mismo se contradice, al
ponerla de manifiesto, diciendo: (No creo en Dios), ya que, Dios Existe en su
pensamiento, pero en su realidad lo niega, al no poseer la capacidad de
percibirlo.” Con esto, San Agustín llega a la conclusión de que: se contradice,
porque al decir que Dios no existe, tuvo que pensarlo para negarlo, por lo que,
siendo el pensamiento existente, Dios ya es existente en ello.
El texto nos plasma, cómo también, los instrumentos del Señor, Sacerdotes,
obispos, y el papa han recibido como herencia dichos comportamientos o
actitudes por parte de Jesús mismo, para con todos sin excepción alguna, pero es
muy importante resaltar que: cómo seres humanos, falta una infinidad, en cuanto a
trabajar juntos por las necesidades, no solo de la iglesia, sino del mundo entero.
Para concluir.
1. En la Celebración de los Sacramentos es Dios quien lleva la iniciativa, todo
esto se da desde la corporeidad y el sentido de tacto en donde la persona
expresa ante Dios en forma humana: corporal, comunitaria e histórica,
2. El abrazo de Dios y la persona en el sacramento esta mediado por nuestra
corporeidad, es una cooperación entre el Espíritu Santo y el cristiano, este
vínculo entre el Espíritu Santo y el cristiano es el alma de la participación
sacramental “per ritus et preces”
3. La debilidad en los sacramentos no solo es la fragilidad en la fe, sino la falta
de simbolismos de los signos sacramentales, la capacidad del hombre para
comprender el pensamiento sacramental, y en segundo por la crisis actual
de la celebración litúrgico-sacramental.
4. La iglesia de hoy no puede dejar de anunciar lo que el espíritu santo la ha
enseñado, los sacramentos y la liturgia, nos recuerdan que la pascua de
Jesús no quedara ni en el pasado ni fosilizada.

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