Abstinencia: Renuncia o privación de alguna cosa
Acedia: Pereza espiritual Ascesis: Conjunto de ejercicios practicados para alcanzar el perfeccionamiento espiritual Arrepentimiento: latín repoenitere; sentir mucho. Dolor voluntario por haber ofendido a Dios junto con la resolución de enmendar la conducta, tomando las medidas necesarias para evitar la ocasión de pecar Caridad: Virtud sobrenatural infusa por la que la persona puede amar a Dios sobre todas las cosas, por El mismo, y amar al prójimo por amor a Dios Carisma: Resultado de haber recibido don de Dios. Por su naturaleza, los carismas son comunicativos, y hacer nacer aquella “afinidad espiritual entre las personas” y aquella amistad en Cristo que da origen a los “movimientos”. (cf. Christifideles Laici 24) Castidad: latín: castus, moralmente puro, sin mancha. Castidad es la virtud que gobierna y modera el deseo sexual según los principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana personalidad, en la que el amor de Dios reina, sobre todo. Concupiscencia: La insubordinación de los deseos a la razón; la inclinación de la naturaleza humana hacia el pecado. Esta inclinación es causa del pecado original. Contemplación: Reflexión serena, detenida, profunda e íntima sobre la divinidad, sus atributos y los misterios de la fe Contrición: Es el dolor del alma y la detestación del pecado cometido junto con el propósito de no pecar en adelante. Conversión: La conversión es cambio de vida fruto de un encuentro con Jesucristo que nos lleva a ver la vida centrada en El y ordenada en la moral. Devoción: Es la disposición de la voluntad para cumplir con prontitud lo propio de una relación. Discernimiento: Es el juicio por cuyo medio percibimos y declaramos la diferencia que existe entre varias cosas. Esperanza: Es el deseo confiado de obtener un bien futuro que es difícil de obtener. Reconoce la dificultad, pero no pierde la confianza de que lo deseado se va a obtener. Gracia: don o auxilio gratuito y sobrenatural de Dios por el que, respondiendo a su llamada, Él nos prepara para ser adoptados como hijos en su Hijo por el Bautismo, nos hace participar de su misma naturaleza y nos constituye en herederos de la vida eterna. Humildad: Es la virtud moral por la que el hombre reconoce que de sí mismo solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. Mística: Actividad espiritual que aspira a conseguir la unión o el contacto del alma con la divinidad por diversos medios (ascetismos, devoción, amor, contemplación, etc.). Mortificación: Forma de ascetismo, medio de ayuda a las personas a llevar vidas virtuosas y santas. Es una práctica cristiana que consiste en realizar un sacrificio mental o físico por amor a Dios con el objetivo de unirse a la pasión de Jesucristo y, por lo tanto, medio de participación en la redención. Oración: Acción de orar mental o vocalmente. Pecado: Es una opción deliberada (libre) y conscientemente elegida, contra la voluntad de Dios. Cuando se toma esa opción ya está en pecado, aunque no se haya ejecutado exteriormente. Por eso se puede pecar de pensamiento y de omisión. Penitencia: Oración o acción que propone llevar a cabo el sacerdote al cristiano que se ha confesado. Perseverancia: Es permanecer en estado de gracia hasta la muerte. La perseverancia es una insistencia estable y permanente en lo que en lo que uno ha emprendido con razón, después de haberlo considerado maduramente. Piedad: Sentimiento de compasión o misericordia que produce alguien que sufre o padece. Virtud: Disposición habitual y firme a hacer el bien. Permite a la persona no sólo realizar actos buenos, sino dar lo mejor de sí misma. Con todas sus fuerzas sensibles y espirituales, la persona virtuosa tiende hacia el bien, lo busca y lo elige a través de acciones concretas. Providencia: Llamamos divina providencia a las disposiciones por las que Dios conduce la obra de su creación hacia la perfección Revelación: Descubrimiento o manifestación de algo secreto, oculto o desconocido. En la tradición bíblica, manifestación de Dios a los hombres de cosas que estos no pueden saber por sí mismos. Sacrificio: Se entiende en general como una ofrenda a Dios para manifestarle veneración con el objeto de obtener comunión con Él. Santidad: La santidad consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, y confiados –aun con nuestro cuerpo- en su bondad paternal Tentación: Invitación al pecado, sea por persuasión o por la oferta de algún placer o cosas deseada. Puede tener su origen en el mundo, la carne o el demonio. Tibieza: Consiste en un relajamiento del espíritu: frena las energías de la voluntad y retarda pesadamente los movimientos del vivir cristiano. Se caracteriza por la aridez del espíritu frente a las cosas de Dios.
Fundación Universitaria Cervantes San Agustín
Estudiante: María Érika Quintero Bermúdez Facultad de Teología Teología Espiritual