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Bonsai

Christine Nöstlinger
Traducción de María de las Mercedes Ortíz.
Bogotá, Grupo Editorial Norma, 1998. Colección Zona Libre.

Bonsai tiene 15 años y algunos problemas, o quizás un único problema: a Bonsai le


divierte pensar. Sus preocupaciones filosóficas sobre el libre albedrío, o el carácter
relativo de lo real; su manera distanciada e intelectual de procesar los acontecimientos lo
transforman en un espécimen raro ante sus compañeros y frente a los adultos. Bonsai es
extraño, no sólo por su estatura, que le valió el apodo, sino por la imposibilidad de ser
comprimido en los moldes habituales. El joven resulta así un pequeño monstruo
incomprensible, hasta cierto punto intimidatorio y desestabilizador para los demás.
Lector de Nietzsche, Sartre, Heidegger, Kierkegaard... no los entiende, o apenas retiene
de sus escritos frases que lo conmueven y logra memorizar, sin embargo sus
preocupaciones son las mismas que las de los grandes filósofos, y buscará para ellas sus
propias respuestas.
La mirada de Bonsai, despojada de los prejuicios habituales, se torna irónica, por
momentos despectiva y demoledoramente crítica frente a las relaciones humanas, y en
particular las instituciones sociales:
“Los colegios son, simplemente, la institución estatal donde entrenan a los hombres en la
mediocridad. Entonces se me ocurrió la expresión más adecuada para definirlos:
‘máquinas trivializadoras’”. (pag. 52)
Su marginación, deviene automarginación ya que no le interesa participar de la traición o
el chantaje que percibe en el mundo de los otros. La voz de Bonsai desenmascara los
mecanismos instituidos entre las personas, sin embargo esta mirada crítica no se
transforma en moralizante. Despojar a la sociedad de sus máscaras resulta un juego por
momentos ingenuo (para el personaje), y no hay nada, ni siquiera los propios miedos, que
no pueda ser materia de análisis e ironía. De este modo el texto logra hacernos reflexionar
y reír a un mismo tiempo.
Christine Nöstlinger, escritora austríaca ganadora del premio Andersen 1984, recurre en
esta novela, próxima al diario íntimo, a la voz de un adolescente para desafiar los modos
convencionales de observar y observarnos.
“Después de todo no soy tan unidimensional como para no poder escribir otras 220
páginas completamente distintas, llenas de verdades relativas sobre mí.”
Como su protagonista, Bonsai es un libro que por su “estatura crítica” puede resultar
inquietante para algunos adultos (padres o docentes) que oficien de mediadores entre la
novela y el joven lector. Leer Bonsai implica quizás el desafío de permitirse y permitir a
otros ver la realidad desde un lugar diferente, el lugar –nada simple ni fácil de ocupar– de
un joven “intelectual” de 15 años.
Recomendado a partir de los 14 años.
Marcela Carranza

Marcela Carranza es Licenciada en Letras Modernas de la Universidad Nacional de


Córdoba (Argentina). Como miembro de CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de
Literatura Infantil y Juvenil) participó en el programa de bibliotecas ambulantes
"Bibliotecas a los Cuatro Vientos" y en el equipo Interdisciplinario de Evaluación y
Selección de Libros.

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