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“RECUPEREMOS NUESTRA EXPERIENCIA EN LA EDUCACIÓN A DISTANCIA”

Hoy en día el mundo entero atraviesa por una condición extraordinaria que nos obliga a tomar
medidas drásticas que afectaron todos los sectores de la población, siendo los más afectados los
niños, niñas y adolescentes, ya que de un día para otro se tuvieron que modificar los esquemas de
enseñanza y aprendizaje, para dar continuidad a su proceso de enseñanza.

La enseñanza a distancia representó un reto para todos los actores involucrados, maestros,
directivos, padres de familia y alumnos que tuvieron que darse a la tarea de involucrarse en un
mundo tecnológico desconocido para poder atender las necesidades de la educación.

Apropiarse de una enseñanza a distancia no ha sido fácil, la falta de dominio de algunas


aplicaciones, la falta de recursos en los hogares, la doble tarea de involucrar a alumnos que ni
siquiera conoces de manera física resultó un desafío que hoy considero el mayor de los logros;
aunado a ello, el estrés de los padres de familia y la frustración por no estar acostumbrados a
pasar tanto tiempo con sus hijos y verse en la necesidad de apoyarlos en este proceso de manera
constante, resultó una forma de considerar que la labor del docente es imprescindible.

Esta nueva tarea y forma de enseñar nos ha obligado a trabajar largas horas sin descanso,
olvidarte de tus tareas de esposa, esposo, padre y/o madre para dar respuesta a una necesidad
que considero primordial para la sociedad, la educación.

Como docente me he visto obligada a capacitarme constantemente, conocer otras aplicaciones de


las tecnologías de la información que pudiera considerar alternativas para llegar de la manera más
afectiva con mis alumnos.

La mayor satisfacción es ver que el esfuerzo que se realiza todos los días no ha sido en vano, es
gratificante saber que los alumnos te esperan con ansias en la siguiente clase virtual y que no
importa si impartes matemáticas, español, biología, simplemente ahí están, esperando a saber
que hay alguien que se toma su tiempo para preguntarles “¿cómo están?”.

En lo personal creo que ha valido la pena la inversión de tiempo y recursos, no es fácil enseñar a la
distancia, requiere de gran compromiso, porque la gente que te espera detrás de la pantalla son
niños ávidos de compartir, convivir y sobre todo de expresar sentimientos que los ponen en
situación de vulnerabilidad.

Más que atender contenidos, estamos fomentando y fortaleciendo el trabajo socioemocional, el


valor del contacto humano y la sensibilidad ante cada una de las vivencias de los alumnos, por lo
que tenemos grupos empáticos, con eso hemos ganado más que estando en las aulas.

Finalmente, la mayor experiencia es que puedes salir adelante ante cualquier situación, estando
dispuesto a innovar y atreverte, ya que el único que puede ponerse límites es el propio docente.
Las dificultades nos hacen más fuertes ante la adversidad, por naturaleza somos guerreros de las
luchas que se generan en las aulas, salgamos victoriosos de cada una de ellas.

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